Rojas Rodrigeuz, Irene - La Tradición Literaria Del Spoudogéloion y La Noción de Uocis Immutatio...

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Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXVIII (2), pág. 57-73, 2004 LA TRADICIÓN LITERARIA DEL SPOUDOGÉLOION Y LA NOCIÓN DE UOCIS IMMUTATIO EN EL ASNO DE ORO DE APULEYO Irene Rojas R.* Los relatos en prosa presentaron una gran novedad que se registró en el panorama de la lite- ratura grecorromana de época imperial. En el ca- so de la literatura latina, Apuleyo (125 d.C.) fue, posiblemente, el escritor del siglo II que mejor ejemplificó la koiné cultural, ya que conocía per- fectamente los elementos culturales de su época, especialmente griegos y su formación ecléctica fue muy elevada. Como conferenciante y polígrafo, cultivó una producción variada y abundante, en donde se destaca su obra El asno de oro o Las me- tamorfosis. En todos los relatos de este texto, se mezclan la broma y la seriedad; pero, finalmente, el carácter edificante y místico-religioso se impo- ne como solución a los avatares humanos. Por otra parte, esta producción aporta muchos datos sobre la vida de los diferentes grupos sociales de su época y se describe, de ABSTRACT This article presents the classical tradition of seriocomic genres and other discourses of the text The golden ass, by the latin writer Apuleius (125 d.C.). Ancient seriocomic works initiate the “carnivalistic line” in Western literature. Theses genres were also characterized by a spirit of “free invention” which often led them to treat myths and legends in a paro- dic tone. This is a complete revolution in the history of the literary image that the narrative presents in the techniques of double-voicing. Moreover the menippean satire like the Socratic dialogue disposes certain genre conditions necessary for polyphony’s emergence. In this sense, Apuleius explains the “magic” of his genre of the discourse and the voice varia- tion in his work Florida (XIII), which prepares the future dialogic novel. Therefore the text The golden ass suggests ways to extend traditional menippean techniques for exploring ultimate questions about the world. Key words: spoudogéloion, uocis immutatio, menippean satire, chronotope, dialogism. RESUMEN Este artículo presenta la tradición clásica de los géneros serio-cómicos y de otros discursos en el texto El asno de oro, del escritor latino Apuleyo (125 d.C.). Las antiguas obras serio-cómicas inician la “línea carnavalizada” en la litera- tura de occidente. Estos géneros fueron también caracterizados por un espíritu de “libre invención” que trataba mitos y leyendas en un tono paródico. Esta es una completa revolución en la historia de la imagen literaria que la narrativa presenta en las técnicas de doble voz. Además la sátira menipea, como el diálogo socrático, dispone ciertas condicio- nes del género, necesarias para la emergencia de la polifonía. En este sentido, Apuleyo explica la “magia” de su gé- nero del discurso y la variedad de la voz, en su obra Las floridas XIII, la cual prepara a la futura novela dialógica. Por lo tanto, el texto El asno de oro sugiere formas para extender las técnicas de la menipea tradicional, explorando las últimas cuestiones acerca del mundo. Palabras clave: spoudogéloion, uocis immutatio, sátira menipea, cronotopo, dialogismo. * M. L. Profesora de la Escuela de Filología, Universidad de Costa Rica.

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  • Kina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXVIII (2), pg. 57-73, 2004

    LA TRADICIN LITERARIA DEL SPOUDOGLOIONY LA NOCIN DE UOCIS IMMUTATIO

    EN EL ASNO DE ORO DE APULEYO

    Irene Rojas R.*

    Los relatos en prosa presentaron una grannovedad que se registr en el panorama de la lite-ratura grecorromana de poca imperial. En el ca-so de la literatura latina, Apuleyo (125 d.C.) fue,posiblemente, el escritor del siglo II que mejorejemplific la koin cultural, ya que conoca per-fectamente los elementos culturales de su poca,especialmente griegos y su formacin eclctica fuemuy elevada. Como conferenciante y polgrafo,

    cultiv una produccin variada y abundante, endonde se destaca su obra El asno de oro o Las me-tamorfosis. En todos los relatos de este texto, semezclan la broma y la seriedad; pero, finalmente,el carcter edificante y mstico-religioso se impo-ne como solucin a los avatares humanos.

    Por otra parte, esta produccin aportamuchos datos sobre la vida de los diferentesgrupos sociales de su poca y se describe, de

    ABSTRACT

    This article presents the classical tradition of seriocomic genres and other discourses of the text The golden ass, by thelatin writer Apuleius (125 d.C.). Ancient seriocomic works initiate the carnivalistic line in Western literature. Thesesgenres were also characterized by a spirit of free invention which often led them to treat myths and legends in a paro-dic tone. This is a complete revolution in the history of the literary image that the narrative presents in the techniques ofdouble-voicing. Moreover the menippean satire like the Socratic dialogue disposes certain genre conditions necessary forpolyphonys emergence. In this sense, Apuleius explains the magic of his genre of the discourse and the voice varia-tion in his work Florida (XIII), which prepares the future dialogic novel. Therefore the text The golden ass suggests waysto extend traditional menippean techniques for exploring ultimate questions about the world.Key words: spoudogloion, uocis immutatio, menippean satire, chronotope, dialogism.

    RESUMEN

    Este artculo presenta la tradicin clsica de los gneros serio-cmicos y de otros discursos en el texto El asno de oro,del escritor latino Apuleyo (125 d.C.). Las antiguas obras serio-cmicas inician la lnea carnavalizada en la litera-tura de occidente. Estos gneros fueron tambin caracterizados por un espritu de libre invencin que trataba mitosy leyendas en un tono pardico. Esta es una completa revolucin en la historia de la imagen literaria que la narrativapresenta en las tcnicas de doble voz. Adems la stira menipea, como el dilogo socrtico, dispone ciertas condicio-nes del gnero, necesarias para la emergencia de la polifona. En este sentido, Apuleyo explica la magia de su g-nero del discurso y la variedad de la voz, en su obra Las floridas XIII, la cual prepara a la futura novela dialgica. Porlo tanto, el texto El asno de oro sugiere formas para extender las tcnicas de la menipea tradicional, explorando lasltimas cuestiones acerca del mundo. Palabras clave: spoudogloion, uocis immutatio, stira menipea, cronotopo, dialogismo.

    * M. L. Profesora de la Escuela de Filologa, Universidad de Costa Rica.

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    forma realista, cmo estos personajes vivan enun contexto urbano y rural. Su tcnica narrativaproyecta la visin de los marginales de la socie-dad, todo ello expresado por su protagonista ydesde la mirada de la oligarqua municipal a laque Apuleyo perteneca.

    Pero en cul gnero literario podemosubicar este texto? Para dar forma y sentido a es-ta produccin, debemos remontarnos a la tradi-cin literaria que rescata Apuleyo. El relato enprosa sobre temas ficticios, tan generalizado enla literatura actual, fue poco cultivado en Greciay en Roma. Este gnero literario no se desarrollahasta una poca tarda y expresa algunas limita-ciones. Sus orgenes presentan cierta imprecisine incluso no hallamos en griego y en latn un tr-mino especfico para designar a la novela.

    En esta sucesin histrica de los gnerosliterarios: pica, lrica, drama, relato histrico yfilosfico, la novela ocupa un ltimo lugar y apa-rece de forma embrionaria, como producto tardoen una poca de decadencia (s. I-III d.C.). Es ungnero no tratado en ninguna potica de la pocaclsica y no est sujeta a reglas de composicin.En su forma se hallan diversos elementos: prosay verso, descripciones lricas y digresiones filo-sficas, lenguaje cotidiano y estilizacin potica,dilogo directo o epistolar junto a la narracin enprimera persona o impersonalidad descriptiva.

    Hacia los siglos IV-III a.C., circulaban yaen el mundo griego, bajo la forma oral o escrita,los relatos, llamados cuentos milesios, los cua-les tenan un carcter licencioso. Este gnero1 deorigen griego gozaba de una gran difusin por to-do el mbito del Imperio. Su habilidad narrativaexpresaba un carcter burlesco, la ligereza dellenguaje, la variedad de situaciones costumbris-tas y un cierto tono de erotismo. Ms tarde, en lapoca alejandrina, proliferan las intrigas amoro-sas en diversas obras en verso, como los Idiliosde Tecrito y en las comedias de Menandro.

    Asimismo, numerosos gneros se desarro-llan a fines de la antigedad clsica y durante lapoca helenstica, los cuales conforman una zonaespecfica que los antiguos llamaron spoudo-gevloion (serio-cmico). Este dominio compren-da los mimos de Sofrn, el dilogo socrtico, lossimposios, las primeras memorias, los panfletos,

    la poesa buclica, la stira menipea y algunosotros gneros. Los antiguos lo oponan a los g-neros serios: la epopeya, la tragedia, la historia yla retrica clsica (Bajtn 1986: 151).

    Los gneros serio-cmicos expresan, enmayor o menor grado, una percepcin carnava-lesca del mundo, en tanto que algunos de ellosson variantes literarias de los gneros orales delfolclore carnavalesco. Los estudios bajtinianosconfirman sus rasgos peculiares: una nueva acti-tud hacia la realidad, la heterogeneidad de estilosy voces y la imagen libre de la tradicin y de lainvencin (Bajtn: 1986: 152-153 ).

    Por su parte, dos gneros serio-cmicos, eldilogo socrtico y la stira menipea, presentanuna notoria importancia para la formacin del de-sarrollo de la novela y de la prosa literaria en ge-neral (Bajtn 1986: 154). Su tradicin genricacontinu en la poca de descomposicin de la tra-dicin nacional (siglos I-III, d.C.), por medio dela reescritura de las normas ticas que haban in-tegrado el ideal venerable de la antigedad cl-sica, durante el lapso de una intensa lucha entrenumerosas y heterogneas escuelas religiosas yfilosficas. Por estas razones, el espritu de la me-nipea aparece quizs como la expresin ms ade-cuada de las particularidades de aquella poca.

    Este gnero recibi el nombre de Menipode Gadara (s. III a.C.), el cual le dio su formaclsica2; la presentacin de sus temas se liberade las limitaciones historiogrficas y del gnerode las memorias. Destaca la libertad temtica eintroduce la fantasa, la experimentacin psicol-gico-moral: sueos, visiones y locura; los escn-dalos, conductas excntricas, los desenmasca-ramientos cmicos, los viajes fantsticos y losgneros intercalados: cuentos, cartas, discursosoratorios, simposios, diatribas, soliloquios (Baj-tn 1986: 159-170).

    Estas primeras formas embrionarias de laestructura novelstica, deben ser consideradas enrelacin con la historiografa, influenciada por laretrica, especialmente por su tendencia hacia lofabuloso y lo ficticio. Adems, la lrica dramticaque destaca el tema amoroso en la poca helens-tica, la segunda sofstica y el elemento religiosoinfluyen en este gnero. Al mismo tiempo, en lasescuelas de retrica se ejercitaba a los discpulos

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    en el desarrollo de temas puramente imaginarios,como simple prctica oratoria. Esta costumbre sefue incrementando en la poca imperial en Ro-ma, ya que durante ella se cultivaba la elocuenciasofstica que careca de contenido real. De hecho,estos escritores antiguos fueron retores quebuscaban una evasin en el hecho de escribir.

    Por lo tanto, en la antigedad grecolatinase crearon tres tipos esenciales o cronotopos delas formas embrionarias de la novela que especi-fican la conexin esencial de relaciones tempora-les y espaciales asimiladas artsticamente en la li-teratura (Bajtn 1991: 237). Estos tres tipos deunidad han determinado la evolucin de la nove-la de aventuras hasta la mitad del siglo XVIII. Elprimer tipo de novela antigua se llama conven-cionalmente novelas de aventuras y de prueba.Se incluye la llamada novela griega o sofsti-ca que se desarroll durante los siglos II-IV d.C.Algunas producciones que se han conservado son:Quereas y Calirroe de Caritn de Afrodisias, Lasefesiacas o Antia y Habrocomes de Jenofonte defeso, Leucipa y Clitofonte de Aquiles Tacio, Lasbabilnicas de Jamblico, Las etpicas o Teogenesy Clariclea, de Heliodoro de Emesa; Dafnis y Cloeo Las pastorales, de Longo.

    En el segundo tipo de la novela antigua, sepresenta el cronotopo de la novela de aventuras(Bajtn 1991: 263). En sentido estricto, pertene-cen a este tipo dos obras: El satiricn de Petronio,(s. I d.C.) del que se han conservado fragmentosrelativamente pequeos, y El asno de oro deApuleyo (S. II d.C.). Pero los elementos esencia-les de este tipo, se encuentran tambin represen-tados en otros gneros, especialmente en la sti-ra, as tambin en las diatribas helnicas. Luegose desarrolla en algunas variantes de la literaturahagiogrfica cristiana primitiva, en la que se pre-senta la crisis y el renacimiento del hombre.

    El tercer tipo de la novela antigua la con-forma una serie de formas autobiogrficas ybiogrficas que, aunque no estructuran exacta-mente a la novela, han ejercido una enorme in-fluencia en la evolucin de la novela europea.Podemos citar obras como La apologa de Scra-tes y Fedn; otras bases importantes son: el en-comio, las biografas grecorromanas, el elogio

    fnebre, los trenos, los prodigia o presagios, s-tiras, diatribas, cartas, las confesiones, etc. (Baj-tn 1991: 283-298).

    A partir de estos rasgos comunes, se pa-tentiza la enorme importancia de este dominio dela literatura antigua para el desarrollo de la futu-ra novela europea y de la prosa artstica que con-forma los rasgos novelsticos y se desarrolla bajosu influencia. Los estudios bajtinianos concibendos grandes lneas histricas: una lnea estilsticaque podemos llamar retrica y se inicia con lanovela sofstica y contina con la novela de ca-balleras, la novela sentimental, la pastoril, la no-vela barroca y de la Ilustracin y, otra la carna-valizada, que en la antigedad no se determinaexactamente como novela; sin embargo, presentatodos los gneros del spoudogloion, los cualesposteriormente se introducen en la novela. El es-pritu y las formas de esta segunda lnea, presentesya en Petronio y en Apuleyo, se hallan en las no-velas europeas del Renacimiento y del BarrocoGarganta y Pantagruel, El Quijote, la picares-ca, la novela inglesa de aventuras etc., las cualesacogen el sentido profundo del spoudogloion.

    El carcter dialgico de la palabra cobrasu dimensin en la segunda lnea carnavalizada,gracias a la elaboracin artstica que los gnerosserio-cmicos realizan mediante la coexistenciay confrontacin de voces y de estilos. Esta poli-fona elabora el elemento transformador de la no-vela moderna y sus diversas vertientes. Por tanto,la stira menipea es el gnero ms dialogizado detodos los que componen el spoudogloion y, porello, su influencia y penetracin en la novela mo-derna resultan decisivas.

    Vamos a tomar como base para nuestroanlisis el segundo tipo de novela antigua, Lasmetamorfosis o Metamorphoseon libri XI,3 lacual ha sido una obra conocida desde la antige-dad con el nombre ms popular de Asinus aureus(El asno de oro) y constituye no solo la creacinms famosa de Apuleyo, sino una de las obrasmaestras de la literatura universal. Se trata de unrelato de aventuras de tipo milesio, sensual ymstica al mismo tiempo, en donde se acumulanlas contradicciones, los giros paradjicos y loscontrastes de fondo y forma, como expresin del

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    espritu barroco de su autor y de su poca.4 Por locual el texto presenta una nocin completa de lastira menipea, debido a su carcter temtico, sunaturaleza y la conexin con el folclor carnava-lesco (Bajtn 1986: 160).

    Apuleyo es el autor ms representativo detoda una poca literaria que se caracteriza poruna amplia erudicin, acompaada de una deca-dencia progresiva del viejo espritu creador ro-mano, en medio de una exuberante helenizaciny orientalismo de Roma. Su produccin literariaabarca los ms variados campos y est impreg-nada de una nueva retrica filosfica y de un hu-manismo barroco, propios de este momento his-trico que se encuentra sumido en inquietudesreligiosas, sociales y polticas.

    El texto El asno de oro est contado enprimera persona gramatical, como es la norma delos relatos fabulosos para que lo inverosmil delsuceso se relacione con lo real a travs de lapersona del narrador y para que los eventos ad-quieran mayores expectativas. Adems, Apule-yo domina todos los estilos griegos y romanos;es arcaizante y neotrico. Por esta complejidad,supera la aridez que ya se descubre en la litera-tura romana y en la griega. Contina el asianis-mo oratorio de Hegesias y de la nueva sofsticagriega. Por estos motivos, Apuleyo es considera-do un msico de vicisitudes, de imgenes de pa-labras, y mezcla todos los estilos y todas las gra-daciones de la prosa. Es ligero y sobrecargado,picante y espiritual; tambin crea nuevos movi-mientos (Bignone 1973: 489-498), ya que ningnprosista haba elaborado el sorprende fenmenode una elocuencia dctil a la manera de la msdiestra retrica. Las mismas caractersticas en elagrupamiento de las palabras y las imgenes tie-nen un carcter extico, no precisamente latino yconvierten a este variable tipo de elocuencia enun unicum en la prosa romana del arte (Paratore1966: 458).

    El trilingismo de Apuleyo en pnico,griego y latn, pudo haber mantenido una ten-dencia hacia la diccin extica. Su elocutio con-siste en la colocacin artstica de palabras: combi-nacin de arcasmos, grecismos, homoeoteleuton,vulgarismos y neologismos. El lenguaje de lacomedia es frecuentemente desbordado en el

    dilogo, especialmente donde el sabor vulgar yarcaico es apropiado para los caracteres (Walsh1982: 102). As los mritos de su prosa musical ysu riqusimo vocabulario son caractersticos de es-te maestro de la latinidad (Garca Gual 1988: 367).

    Apuleyo salva y concilia los contrastes deestos ritmos nuevos, debido a sus constantes au-dacias de narrador, en las cuales la irona y el hu-mor disponen la corrupcin formal y temtica.En este sentido, Apuleyo incluye suficientes me-dios para desconectar a cualquier lector desinfor-mado; en otras palabras, l es un maestro de lairona (Goodrich 1990: 226). Su estilo se encuen-tra unido a la suntuosidad de un arte imperial (co-rrupta elegantia). Rene as las tres tendenciasretricas: moderna, arcaizante y clasicista (Ca-marero 1968: XII-XIII). Segn esta peculiaridaddel estilo, su dictado de trminos nuevos, vulga-rismos, diminutivos, aliteraciones, asonancias yrimas, de anttesis y paralelismos, de anforas,juegos de palabras y acumulaciones expresivas,son modelos de su riqueza y variedad de lo quepodra llamarse prosa mgica (Roncoroni1974: XX).

    Asimismo, la incorporacin de los gne-ros incidentales compone una de las formas fun-damentales y esenciales del plurilingismo nove-lesco. La forma embrionaria de la menipea poseeuna integridad y plasticidad que absorben los g-neros menores emparentados. De acuerdo con laspropuestas bajtinianas, cada una de las composi-ciones expresa formas verbal-semnticas de asi-milacin de las distintas facetas de la realidad. To-dos estos gneros introducen sus lenguajes y, porconsiguiente, descomponen la unidad lingstica yprofundizan su diversidad (Bajtn 1991: 155).

    De esta forma, Apuleyo plantea un mun-do carnavalesco, en oposicin del mundo ofi-cial, debido a las formas precursoras del dialo-gismo de las diversas voces que se alternan en larepresentacin seria, irnica, cmica y ambigua dela palabra y, de la misma manera, organiza la in-troduccin de estructuras incidentales como: dis-cursos, noveletas interpoladas, diatribas, as comola variedad consecuente de estilo y lenguaje.

    Esta diversidad explica cmo Apuleyo uti-liza diversos tipos de lenguajes, haciendo uso deuna metamorfosis estilstica: en las descripciones,

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    dilogos, argumentaciones y digresiones. Apule-yo juega con el potencial de su lenguaje ldi-co-retrico y expresa esa mutacin. Por una par-te, utiliza la mesura, el equilibrio formal, aunqueretrico y complicado y, por otra, expresa un rea-lismo grotesco, el apasionamiento, y hasta la pro-cacidad del lenguaje. Y como lo confirman losnumerosos estudios citados, estructura un cons-tante cambio de tono y de contenidos.

    Otros escritos de Apuleyo, Las floridas(Florida), componen veintitrs fragmentos selec-cionados de sus cuatro libros de discursos, loscuales desarrollan notas de temas variados: ret-rica, filosofa, mstica, ancdota literaria, cien-cias e historia. En el caso del fragmento XIII,Apuleyo explica la pluralidad de estilos y de to-nos de su gnero del discurso, como una nuevaactitud hacia la palabra que caracteriza su lneadialgica. En este caso, el hbil manejo del len-guaje, le permite a Apuleyo construir situacionesque se sumergen en el mundo de la Historia, lamitologa y la religin, no para plantear hechosverdicos o crebles, sino para reescribir el dis-curso oficial del poder. Adems en su produc-cin, se hace referencia a su obra De musica, pormedio de la cual, Apuleyo pudo haber incorpora-do sus conocimientos musicales a las tcnicas na-rrativas de sus textos.

    Esta disposicin del ludus estilstico de Elasno de oro se expresa en el fragmento XIII deLas floridas, a manera de prlogo terico y pro-porciona claves y determina la conciencia mismade su prosa5:

    Non enim mihi philosophia id genus orationen largitaest, ut natura quibusdam auibus breuem et temporariumcantum commodauit, hirundinibus matutinum, cicadismeridianum, noctius serum, ululis uespertinum, bubo-nibus nocturnum, gallis antelucanum; quipped haecanimalia inter se uario tempore et uario modo occinuntet occipiunt carmine, scilicet galli expergifico, bubonesgemulo, ululae querulo, noctuae intorto, cicadae obs-trepero, hirundines perarguto, Sed enim philosophiratio et oratio tempore iugis est et auditu uenerabilis etintellectu utilis et modo ommnicana. (Apuleius Florida(XIII)6

    El estudio contextual de este fragmentopretende dilucidar la transposicin de las carac-tersticas del spoudogloion al lenguaje de

    Apuleyo. En realidad las diversas tonalidades seinterrelacionan, porque unas expresan las caracte-rsticas de las otras (modo omnicana) y presentanesa ambiguitas y vivacidad que se encuentran in-mersas en una esfera polidimensional. Sin embar-go, se formularn apartados especficos para ubicarlos diversos tonos que convergen en un vaivn ple-no de contrastes.

    1. Galli carmine expergifico7

    La dispositio del texto El asno de oro pre-senta en el exordio la captatio benevolentiae, conlo cual se intenta atraer al lector. Esta concienciaexplica que el adjetivo expergificus (animoso)connota, sin duda, una presencia pragmtica queinfluye en las obras de nuestro autor, las cualesensean, mueven y divierten (docere, movere,delectare), para comunicar mayor energa, inten-sidad y dinamismo, segn los ritmos coloquiales,descriptivos, expositivos, narrativos y de acuerdocon la confluencia de la diversidad estilstica o dela variacin de la voz.

    Con base en este leitmotiv de la elocu-tio, el estilo jugoso de Apuleyo provoca la avi-dez del lector, quien acompaa a Lucio en su la-berntico peregrinar. En este caso, El asno de oropresenta un prlogo en donde el autor explica elorigen de su narracin y lo califica de relato mi-lesio y advierte la presencia de historias menores.Esta captatio benevolentiae es un topos retricomediante el cual, Apuleyo busca concitar un aco-gimiento benvolo por parte del receptor. Esta ca-racterstica era frecuente en la literatura antigua:

    At ego tibi sermone isto Milesio uarias fabulas con-seram auresque tuas beniuolas lepido susurro per-mulceam [...]8

    (Apuleius I-I)

    Adems, Apuleyo explica la confluenciade la diversidad estilstica y el contraste de lasvoces (uocis immutatio):

    [...] siquid exotici ac forensis sermonis rudis locutoroffendero. iam haec equidem ipsa uocis immutatiodesultoriae scientiae stilo quem accessimus respon-det. fabulam Graecanicam incipumus. [...]9

    (Apuleius I-I)

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    As el prlogo anuncia una obra de diver-sin y entretenimiento:

    lector intende: laetaberis10

    (Apuleius I-I)

    Esta elaboracin ldico-retrica construyelas ms variadas formas de transmisin del len-guaje, mediante el juego de tonalidades y acentosque Apuleyo describe en Las floridas con losatributos de los cantos de las aves y de una ciga-rra. Estas tonalidades y acentos se convierten jus-tamente en el estilo de la narrativa, ya que el tex-to intenta dar a cada detalle el ms alto grado deintensidad y de expresin en diversas circunstan-cias temporales, con el fin de resaltar la idea, ladescripcin o la ancdota. Esta confluencia devoces moduladas se encuentra recreada en las ex-presiones de los personajes o en la presentacinde los gneros incidentales.

    2. Bubones carmine gemulo11

    2.1. Uoculae omnimodae

    El tono de los bhos se inician con el tonoquejumbroso y manifiestan, en algunas ocasio-nes, el pathos erotikon o el padecimiento amoro-so. La presentacin del cuento de Psique mani-fiesta la exposicin retrica del sentimientoamoroso, los nmenes de la naturaleza y de lafecundidad. As en este metarrelato, el tiempodel ludus amatorius se metamorfosea con un to-no tensivo que los protagonistas experimentancuando se separan y deben enfrentar diversasaventuras que coinciden, en algunos episodios,con el cronotopo de la novela griega. Este tonose manifiesta cuando Psique descubre la identi-dad de Cupido, y ste la abandona para castigarsu curiosidad. Entonces Psique decide arrojarse aun ro que flua muy cerca; pero el ro indulgen-te la deposita en la hierba florida. A partir de estanueva oportunidad vital, los nmenes del campo yde la fertilidad acuden en la ayuda de Psique:

    [...] Pan deus rusticus [...] sedebat complexus Echomontanam deam eamque uoculas omnimodas edocens

    reccinere [...] hircuosus deus sauciam Psychen atquedefectam [...] sic permulcet uerbis lenientibus: Puellascitula [...] uerum si recte coniecto [...] ab isto tituban-te et saepius uaccillante uestigio deque nimio pallorecorporis et assidio suspiritu, immo et ipsis maerenti-bus oculis tuis, amore nimio laboras. ergo mihi aus-culta, nec te rursus praecipitio uel ullo mortis accersi-tae genere perimas. luctum desine et pone maerorem,precibusque potius Cupidinem deorum maximum per-cole, et utpote adolescentem delicatum luxuriosumqueblandiis obsequiis promerere.12 [...] (Apuleius: V-XXV)

    En este espacio del locus amoenus, se pre-senta una descripcin esencial acorde con la sim-bologa del pathos erotikn que se irradia a travsde la prosa potica. La escena del ubi? retricodeja percibir el son de las vocecitas de todos lostonos (uoculas omnimodas), las cuales represen-tan las dicotomas de felicidad/tristeza, abando-no/unin, vida/muerte; y estas variaciones de lavoz se expresan por medio de la msica sugesti-va de Eco y Pan, la cual armoniza con el paisaje.Asimismo el modus gemulus de la infeliz Psiqueproduce el tono del discurso seductor de estosnmenes de la fertilidad.

    3. Ululae carmine querulo13

    El canto del autillo expresa un sentimientoplaidero, quejoso, lastimero, lamentable, sonoro,resonante, ruidoso, estrepitoso, etc. La narrativa yel estilo de Apuleyo reproducen diferentes tonali-dades, ya sean musicales (instrumentos, cantos,sonidos y voces) o representaciones de las abs-tracciones del amor, el erotismo, la felicidad ysus contrastes segn los diversos tiempos: triste-za/alegra, alto/bajo, tensin/felicidad. Los dife-rentes tipos de voces se pueden conformar comola multiplicidad discursiva del ludus elocutivo deApuleyo, ya que los diversos tonos dialogan se-gn sus caractersticas plaideras, confusas, agu-das, estridentes.

    De tal forma, el estilo voluble de El asnode oro ejemplifica las diversas connotaciones te-mticas del relato que posee un tono plaidero endiversas ocasiones; entre ellos, se presenta la me-tamorfosis del canto y de la msica en el relato

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    de Psique, quien, segn un orculo, deba realizaruna boda funesta con un monstruo viperino:

    [...] iam taedae lumen atrae fuliginis cinere marces-cit, et sonus tibiae zygiae mutatur in querulum Ludiimodum, cantusque laetus hymenaei lugubri finiturululatu et puella nuptura deterget lacrimas ipso suoflammeo.14 (Apuleius: IV-XXXIII)

    La msica nupcial se metamorfosea conun tono plaidero y las figuras expresan una gra-dacin ascendente del sentimiento quejumbroso:la antorcha nupcial es oscurecida por el mismoholln de la infelicidad; la flauta zigia, comple-mento de las ceremonias nupciales, emite un to-no fnebre, premonitor de la infelicidad y desa-sosiego. El canto nupcial es transformado por lainesperada y cruel unin, y Psique se conduele desu traje nupcial, el cual, segn la costumbre, erade color amarillo como el fuego.

    Por otra parte, la historia de Crite presen-ta un tono trgico: su secuestro, el sufrimiento enla cueva, las constantes y desafortunadas escapa-das, el rescate y reencuentro con su esposo Tle-plemo, la muerte de ste parte de Trasileo, lavenganza y muerte de Crite. As todo el relatodenota una idea de suspenso y conmocin. En es-te caso, se expresa el pathos dramtico-emotivode Crite durante un dilogo con la vieja criadade los ladrones:

    [...] sed altius eiulans sese et assiduis singultibus iliaquatiens mihi etiam lacrimas excussit. ac sic: an egoinquit, misera, tali domo, tanta familia, tam caris uer-nulis, tam sanctis parentibus desolata et infelicis rapi-nae praeda et mancipium effecta inque isto saxeo car-cere seruiliter clausa et omnibus deliciis, uis innataatque innutrita sum, priuata sub incerta salutis et carnificinae lanigena. inter tot ac tales latrones ethorrendum gladiatorum populum uel fletum descinereuel omnino uiuere potero?15 (Apuleius: IIII-XXIV)

    Asimismo, el tono plaidero se presentaen la figura de Lucio-asno y, debido al castigopor su curiosidad, debe enfrentar numerosasaventuras e infortunios en su recorrido. En oca-siones, sus amos son crueles y despiadados y loatormentan, amenazan, apalean, humillan, que-man, lo privan del alimento adecuado, le formu-lan falsas acusaciones, hasta lo intentan cocinar

    para reemplazar una pierna de ciervo. Adems elafligido asno fue casi desollado y, entre risas ydesconcierto, carcajadas y lamentos, segn lasdiversas voces del texto, se expresa ese modusquerulus, tal es el caso cuando Lucio-asno casisufre una cruda muerte por parte de los ladronesque robaron a su husped Miln:

    [...] sed totis animis latrones in eius uadunt sententiam.quam meis tam magnis auribus accipiens, quid aliudquam meum crastinum deflebam cadauer?16

    (Apuleius: VI-XXXII)

    Lucio-asno escucha las intenciones de susdetractores; es testigo de su medio desde los ba-jo de su figura asnal o mscara de su alteridad, ylogra percibir las amenazas potenciales que, enocasiones, puede evadir o metamorfosear y lavox querula formula un tono idneo que expresaesas combinaciones de circunstancias.

    4. Noctuae carmine intorto17

    El adjetivo intortus significa confuso, tor-cido, enredado, misterioso; expresa una falta declaridad y denota el sentido de la ambigedad(ambiguitas). Segn los diversos procedimien-tos, el ludus retrico de Apuleyo se expresa pormedio de esta intorta oratio. Tanto la imagen dellenguaje, como la representacin de los caracte-res de los personajes, presentan diversos contras-tes que connotan la multiplicidad discursiva.

    Esta ambigedad representa un efecto se-mntico que permite percibir varias interpreta-ciones simultneamente. Por ejemplo, Apuleyoutiliza un lenguaje potencial de modo irnico,con el cual trata de recalcar la distancia entre laexpresin y la realidad, ya que la dimensin nose ajusta al lenguaje convencional. As uno delos procedimientos humorsticos ms peculia-res, es el empleo de calificativos opuestos a lacondicin de los personajes o de las situaciones.Esta resonancia ambigua se ilustra en numero-sos ejemplos para motivar una apelacin al des-tinatario. En cierta ocasin, Aristmenes deseahuir de la posada y se siente prisionero, porqueno logra abrir las puertas, y as se refiere:

  • KINA64

    aquellas excelentes y fieles puertas (illae probaeet fideles ianuae). Al inoportuno Pitias que haceperder a Lucio su compra en el mercado, se califi-ca de prudente condiscpulo (prudentis condis-cipuli). Al descuidado, desatendido y cobarde Te-lifrn, se representa como guardin sagacsimo(custos hic sagacissimus). A las malvadas, detrac-toras y envidiosas hermanas de Psique, se carac-terizan como ilustres consejeras (consiliatricesegregiae). Al traidor Trasileo, quien fue el cau-sante de la muerte de Tleplemo, Crite lo califi-ca de fiel compaero de mi cnyuge (fidus co-niugis mei come). A los explotadores, engaado-res e inescrupulosos sacerdotes de la diosa Siria,se presentan como pursimos sacerdotes (puris-simi illi sacerdotes).

    Adems, el texto evoca elementos pardi-cos o irnicos que carnavalizan el modelo oficialdel mundo y expresa numerosas ancdotas quecontrapone a otras imgenes asimiladas y cono-cidas de la mitologa, la historia y la religin. Es-ta conciencia explica una irona en el nivel textualque enfrenta una situacin narrativa y una palabraajena (Zavala 1991: 118). Por ejemplo, en la his-toria de Aristmenes, la bruja Mroe busca, juntoa su hermana, a su amante perdido, Scrates:

    infit illa cum gladio: hic est, soror Panthia, carusEndimin [...] At ego scilicet Vlixi astu deserta ui-ce Calypsonis aeternam solitudinem flebo.18

    (Apuleius I-XII)

    Este estilo pardico introduce una orienta-cin de sentido que se opone a la referencia aje-na. Esta palabra llega a ser una arena de lucha en-tre dos voces que aparecen aisladas y divididaspor la distancia (Bajtn 1986: 270-271). Estas ca-ractersticas no convienen con las imgenes delas situaciones o de los personajes y, a partir deuna gradacin ascendente (metamorfosis/compa-ratio), giran a otra descendente (metamorfosis-/realidad). As se explica un ejemplo pardico enuna ancdota de Lucio-asno:

    [...] et asinum pinnis adglutinatis adambulantem cui-dam seni debili, ut illum quidem Bellerophontem,hunc autem diceres Pegasum, tamen rideres utrum-que.19 (Apuleius: XI-VIII)

    La irona en el nivel contextual o irona derelacin se presenta por medio de otras referen-cias que se incluyen en el texto con un significa-do diferente (voces enmarcadas). Esta presenciadel canto confuso de la lechuza explica que lairona es una conciencia ldica, retorcida y me-diata que se obliga a s misma a ir y volver, has-ta y desde la anttesis. El juego es la concienciatranquila al revs (Jankelevitch 1974: 50). La iro-na, como figura del pensamiento o perfrasiscontinuada (Beristin 2001: 277) expresa un ca-rcter polidimensional. Su estilo altera la lgicadel discurso y utiliza diversas combinaciones se-mnticas. Esta disemia o ambigedad presentaun contenido patente conocido con otro latentenegativo, porque la irona difiere entre lo dichotextualmente y lo realmente pensado. Para defi-nir esta funcin se debe comprender la duplici-dad de la conciencia (Jankelevitch 1974: 49). Es-ta presentacin apela al destinatario del discurso:el tercero o lector compone la unidad del espri-tu carnavalesco. La nocin de dialogismo expre-sa esta disimulacin del discurso (carientismo).En la ancdota de Crite, Lucio-asno narra cmopretende escaparse de los ladrones con la mucha-cha, pero stos los encuentran en el camino:

    et unus e numero sic appellat: quorsum istam fes-tinanti uestigio lucubratis uiam, nec noctis intem-pestae Manes Laruasque formidatis? an tu, probis-sima puella, parentes tuos interuisere properas? aednos et solitudini tuae praesidium praehibebimus etcompendiosum ad tuos iter monstrabimus.20

    (Apuleius: VI-XXX)

    Estos episodios representan el peculiar es-tilo de El asno de oro, ya que la paradoja, comofigura del pensamiento, altera la lgica de la ex-presin y aproxima dos ideas opuestas en apa-riencia irreconciliables, porque exige apelar aotros datos que revelan su sentido.

    Por otra parte, se perciben diversas situa-ciones fantsticas y confusas en las ancdotasde Aristmenes y Telifrn, ya que ofrecen unadoble percepcin de ensueo/vigilia, cuandoAristmenes crey que unas brujas teslicas en-traron a su habitacin, o en la ancdota de Teli-frn, se narra su experiencia cuando perdi las

  • La tradicin literaria del spoudogloion y la nocin de uocis immutatio en el Asno de oro de Apuleyo 65

    orejas y la nariz. Asimismo, en el relato que pro-voca el juicio de la Risa, Lucio, un poco ebrio,asesina a unos odres, porque crea que eranunos feroces bandidos, pero finalmente fueronreconocidos como odres. Sin embargo, los odresse metamorfosearon de objetos inanimados a ob-jetos animados, debido a un mal conjuro de lacriada Fotis. Por este motivo, esta aventura ex-presa ciertas caractersticas de lo fantstico-ma-ravilloso. En este apartado se puede mencionartambin el caso del lenguaje del orculo en elcuento de Psique, ya que este mensaje expresa uncontenido oscuro, ambiguo y enigmtico. Psiquetendra unas nupcias con un mal viperino, perofinalmente se uni al dios Cupido, quien por suparte, podra presentar una connotacin con esteser fabuloso que hace temblar al mismo Jpiter.

    5. Cicadae carmine obstrepero21

    Un tono o canto de El asno de oro es elobstreperus: estridente, resonante. Para definireste modus, Apuleyo inserta, en lugar de un ave,a una cigarra, cuyo canto es el ms ruidoso de to-dos los insectos. La poca de canto de las ciga-rras se expresa durante el tiempo de apareamien-to y, con su meloda estridente, este insecto atraea las hembras.

    El canto de la cigarra, aplicado al texto, sepuede especificar en el ludus amatorius, debido asus diferentes facetas y mltiples contrastes. Es-ta caracterstica nos puede recordar la sensualdescripcin y los sones musicales que se expre-san a travs de la prosa potica de Dafnis y Cloe.Longo introduce el rumor de las cigarras y el sil-bido de la flauta de Pan, los cuales hacen sentir alos personajes atrados por estos cantos sugesti-vos y la narracin logra recrear la inquietud mis-teriosa del alma.

    En el caso de El asno de oro, la carnavali-zacin de la pasin amorosa se expresa con habi-lidad en el estridente lenguaje de los coloquiosambiguos y en las acciones de Lucio y Fotis. Lacuriositas de Lucio le hace experimentar la pasincasual y sus ancdotas se presentan con tonos hu-morsticos. Cierto da, Lucio llega a la casa de su

    husped de Hpata, Miln, y encuentra a la criadaFotis preparando alimentos en la cocina y, a partirde este primer encuentro, la procacidad del ludusexpresivo vaticina la escabrosa y cmica relacinque se aproxima:

    ()quam pulchre quamque festiue inquam Photismea, ollulam istam cum natibus intorques! quammellitum pulmentum apparas! felix et certiusbeatus, cui permiseris illuc digitum intingere.Tunc illa lepida alioquin et didacula puella: discede,inquit miselle, quam procul a meo foculo discede.nam si te uel modice meus igniculus afflauerit, urerisintime,nec ullus extinguet ardorem tuum nisi ego,quae dulce condiens et ollam et lectulum suaue quate-re noui.22 (Apuleius: II-VII)

    En el relato de Psique, se presenta otro tonode ludus amatorius, cuando en cierta ocasin, Psi-que le solicita a esposo desconocido que le per-mita reunirse con sus hermanas para calmarles lapena que sentan. Entonces Cupido, adems de ac-ceder a sus ruegos, conviene que Psique les entre-gue el oro y las alhajas que las hermanas quisieran;pero le advierte que no se deje persuadir por losmalos consejos de ellas para que no se desmorona-ra la relacin de ambos. As Psique conmovida ex-presa un pasaje de su modus obstreperus:

    ()sed prius inquit centies moriar quam tuo istodulcissimo conubio caream. amo enim et efflictimte, quicumque es, diligo23 aeque ut meum spiritum,nec ipsi Cupidini comparo [...] et imprimens oscu-la suasoria et ingerens uerba mulcentia et inserensmembra cogentia haec etiam blanditiis astruit: mimellite, mi marite, tuae Psyche dulcis anima ui acpotestate Venerii susurrus inuitus succubuit marituset cuncta se facturum spopondit atque etiam luceproxumante de manibus uxoris euanuit.24

    (Apuleius: V-VI)

    6. Hirundines carmine perarguto25

    Otra caracterstica estilstica de El asno deoro es el tono muy agudo (perargutus) de la na-rracin, los giros paradjicos, el dilogo, las re-presentaciones de las figuras, etc. Esta tonalidades frecuente en el ludus, segn las diversas face-tas, perspectivas y situaciones. Por ejemplo, eltexto muestra las representaciones pardicas de

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    algunos de sus personajes para mostrar un efectocaricaturesco y esta efectividad estilstica produ-ce una representacin dialgica. Es importanterecalcar este altibajo carnavalesco, porque el per-sonaje muere (se niega) para renovarse, purifi-carse y superarse a s mismo, ya que la cultura dela risa revela los estremecimientos de la otredady cada sujeto tiene su doble.

    De acuerdo con tal disposicin aguda, Lu-cio desea experimentar en las artes mgicas parasurcar los cielos (lo alto, superior), volando conel orgullo de un guila (aquilae sublimis uolati-bus) que representa el poder y lo sublime; y Lu-cio desea poseer el atractivo brillante de un bho,el cual connota la sabidura y el conocimiento.Sin embargo, en giro paradjico, Lucio permane-ci en la tierra (lo bajo, inferior), metamorfoseadoen asno. As se define la metamorfosis perarguta:

    Iamque alternis conatibus libratis brachiis in auemsimilis gestiebam: nec ullae nec usquam pinnulae,sed plane pili mei crassantur in setas et cutis tenelladuratur in corium et in extimis palmulis perditonumero toti digiti coguntur in singulas ungulas et despinae meae termino grandis cauda procedit. iamfacies enormis et os prolixum et nares hiantes etlabiae pendulae; sic aures inmodicis horripilant auc-tibus.26 (Apuleius: III-XXIV)

    Segn las observaciones de Todorov,(1974: 43-44) la metamorfosis de Lucio se expli-ca por medio del elemento maravilloso de lasfuerzas sobrenaturales. As, aspirando a conver-tirse en ave, Lucio se transforma en asno y, bajoesta forma, experimenta numerosas peripecias yaventuras, sin haber perdido las facultades huma-nas, excepto la palabra. En esta figura asnal, sevislumbra la imagen ambivalente serio-cmicadel tonto sabio y del bufn trgico de la litera-tura carnavalizada, a travs de la actitud dialgi-ca que expresa su propia alteridad.

    Lucio-asno se equipar con la estatura desu medio desde lo bajo de su figura asnal y no des-de una situacin de poder, ya que descubri quelas empresas humanas eran ridculas, mezquinas einseguras. Esta representacin carnavalesca delmundo se expresa en el marco de un multiformeespectculo: la nocin de poder, riqueza, crueldad,miseria, impericia de la clase forense, costumbres

    degradadas, la utilizacin de la religin como ne-gocio. Asimismo, en este espacio socio-poltico,se expresa la situacin de los esclavos, los trabaja-dores de los molinos, el bandolerismo como formade vida, las grandes diferencias patrimoniales, elmal funcionamiento de las instituciones pblicas,las supersticiones colectivas, etc. Esta memoriadel gnero de la novela carnavalizada representa laotredad social y estructura las visiones del contra-punto que desarrolla la transgresin y la desmitifi-cacin de los lenguajes institucionalizados, deacuerdo con el contexto que el asnificado protago-nista va descubriendo en su peregrinar. Por lo cual,Lucio-asno es testigo de su tiempo de crisis y deinjusticia social.

    Otra de estas representaciones agudas sepresenta en los espacios complementarios de latopologa carnavalesca, cuando se introduce elcronotopo del camino (Bajtn 1991: 250-251) yse narran las historias fantsticas de los viajeros.En la ruta a Tesalia, Lucio encuentra a otros dosviajeros, uno de ellos, Aristmenes, cuenta a pe-ticin suya, una historia de terror sobre su amigoScrates, cuando es atrado por la bruja Mroe,autora de fantsticas hechiceras, entre ellas lamuerte de Scrates. Pero Aristmenes realmenteduda si fue producto de un sueo. Segn este mo-dus perargutus, los participantes en la accin seencuentran en la alegre relatividad del ser y del pa-recer, la realidad/fantasmagora, lo fsico/mental,la vida/muerte, la mentira/verdad, el temor/carcaja-da; el espacio se vuelve texto y todos los elemen-tos se expresan como voces que se contradicen.

    Esta tradicin menipeica del tema del sue-o adquiere un sentido complementario de acuer-do con la simbologa carnavalesca. En este senti-do, Aristmenes aparece desconcertante ante lapresencia fantstica de las hechiceras: temeroso,inquieto, angustiado; posee sentimientos encon-trados del miedo y de la carcajada, del suicidio yel deseo de la vida. En esta fantasa experimen-tal, se condiciona la observacin desde lo bajo dela aventura, cuando Aristmenes observa que laspuertas de su habitacin de la posada se abren, ylas brujas entran:

    () grabatulus alioquin breuiculus et uno pede muti-lis ac putris mpetus tanti uiolentia prosternitur, me

  • La tradicin literaria del spoudogloion y la nocin de uocis immutatio en el Asno de oro de Apuleyo 67

    quoque euolutum atque excussum humi recidens ininuersum cooperit ac tegit. [...] ita et in illo nimiopauore risum nequiui continere de Aristomene testu-do factus.27 (Apuleius: I-XI)

    Al finalizar la aparicin de las brujas tes-licas, Aristmenes duda si la experiencia fue pro-ducto de su imaginacin o de un sueo; pero sedice a s mismo: pocolis et uino sepultus [...]somniasti28 (Apuleius: I-XVIII). Adems, Aris-tmenes piensa en los presagios funestos y en lasimgenes que presenci y considera que an es-taba salpicado de sangre humana, pero explica loque le dijo Scrates, en relacin con su temor:Ad haec ille subridens: at tu, inquit non san-guine sed lotio perfusus es29 (Apuleius: I-XVIII). Estas acciones carnavalescas son ambi-valentes, intercambian elementos y utilizan losobjetos al revs, como el derramamiento de orinaen lugar de sangre.

    Un anlisis estilstico permite detectar losmedios cmo estos pasajes logran sus efectos. Eltono profundamente sarcstico e irnico, en nu-merosas ancdotas, expresa un efecto que preci-sa una violencia puramente verbal, ya que lo re-latos no describen un acontecimiento real en eluniverso de la narracin. Aunque las accionesverbales se encuentren en presente o en futuro,dependen de un modo irreal o virtual que expre-sa relatos de amenaza. Por ejemplo, en el relato delas brujas teslicas, en el primer libro, Aristme-nes no vive las crueldades, sino escucha la progra-macin de las mismas: la violencia no se percibeen las acciones, sino a travs del lenguaje, puestoque no hay accin. As los actos de crueldad con-siste en la articulacin de ciertas frases, no en lasucesin de actos efectivos. El relato fantstico deAristmenes y Scrates presenta estas caractersti-cas en un dilogo de las brujas Mroe y Pantia:

    ()at bona Panthia: quin igitur inquit soror, huncprimum bacchatim discerpimus uel membris eiusdestinatis uirilia desecamus?30 (Apuleius: I-XIII)

    Este estilo del texto introduce la palabrainoportuna, la sinceridad cnica y las impreca-ciones. Este tacto discursivo (taktichnoct, Bajtn/Medvedev 1994: 162) define las fuerzas formativas

    y organizadoras que regulan el intercambio co-tidiano y no se limitan a cuestiones de etiquetao buenos modales. Este dialogismo denota unacombinacin de la injuria con el elogio. Su dis-posicin se ejemplifica en una infinidad de si-tuaciones que presenta el modus perargutus. Enun episodio, los ladrones que roban al Lucio-asno expresan una sncrisis o confrontacinaguda con la vieja criada:

    () etiamne tu, busti cadauer extremum et uitaededecus primum et Orci fastidium solum, sic nobisotiosa domi residens lusitabis, nec nostris tam mag-nis tamque periculosis laboribus solacium de tamsera refectione tribues? quae diebus ac noctibus nilquicquam rei quam merum saeuienti uentri tuo solesauiditer ingurgitare.31 (Apuleius: IV-VII)

    El lenguaje del texto proporciona un in-crementum de las expresiones peyorativas querefuerzan el estilo agudo y sarcstico. Estas im-genes carnavalizadas construyen la parodia y elrealismo grotesco que matan y renuevan a la vez,segn las percepciones de lo alto y lo bajo de lasviandas de la cultura popular:

    Tremens ad haec et stridenti uocola pauida sic anus:at uobis, fortissimi fidelissimique mei sospitatoresiuuenes adfatim cuncta suaui sapore percocta pulmen-ta praesto sunt, panis numerosus uinum probe calici-bus ecfricatis affluenter [...]32 (Apuleius: IV-VII)

    Las escenas dramticas constituyen un g-nero incidental del modus perargutus. En el casode la ancdota de Telifrn, ste cuenta cmo ino-portunamente se ofreci como guardin y, por es-te motivo, debi enfrentar una escena evidente-mente carnavalizada, plena de escndalos, ataquesde histeria y golpes. En este episodio todo esinesperado e incompatible en el curso normal dela vida. En su base, se encuentra una profundapercepcin carnavalesca del mundo que da senti-do a todo aquello que es aparentemente absurdoe inesperado. El pathos dramtico se realiza pormedio de los gestos y de los enunciados de la in-ventiva de lo grotesco. La vis cmica denota latensin y as introduce un estilo humorstico ypardico, ya que estas caractersticas presentanlos elementos fundamentales de los personajes:

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    [...] scapulas alius cubitis inpingere, palmis infestishic latera suffodere, calcibus insultare, capillos dis-trahere, uestem discindere. sic in modum superbiiuuenis Aoni uel Musici uatis Piplei laceratus atquediscerptus domo proturbor.33 (Apuleius: II-XXVI)

    Segn la naturaleza de los gneros serio-cmicos, numerosas escenas ofrecen un carctermatizado de imprecaciones, ataques de histeria,sncrisis dialgicas, oxmoros y contrastes. Eneste caso, el relato de Crite expresa un tono tr-gico y agudo que indica la presencia de un natu-ralismo de bajos fondos:

    Erat in proxima ciuitate iuuenis natalibus praenobilis[...] satis locuples, sed luxuriae popinalis scortisqueet diurnis potationibus exercitatus atque ob id factio-nibus latronum male sociatus [...] Thrasyllus nomine[...] hic, cum primum Charite nubendo maturuisset,inter praecipuos procos summo studio petitionis eiusmanus obierat34 (Apuleius: VIII-I)

    El modus perargutus en la narracin ex-presa los conflictos surgidos de la accin mismade la vida, lo cual comunica al escrito una fuerzanueva que consiste en dar cuenta de la sociedad dela poca. Este tipo de recurrencias han conservadola naturaleza genrica de la menipea: la experi-mentacin moral, realismo grotesco, excentrici-dades, catstrofes y escndalos. El texto formulael anlisis vido del detalle, de lo insignificante,la representacin humana, la psicologa de lospersonajes (mviles, acciones, repercusiones),los detallados procedimientos descriptivos y na-rrativos, etc., por medio de un lenguaje minu-ciosamente complejo. Por tales razones, se in-troducen tesis morales o sociales definidas, enconsonancia con las reflexiones agudas de Lucio-asno que, en ocasiones, no se deja engaar cuan-do observa algunos acontecimientos de su entorno.

    En cierto episodio, Lucio-asno cuenta suaventura en Corinto, cuando se celebraban unosjuegos pblicos y observa una representacindramtica del juicio de Paris. Esta ancdota es-tructura el discurso incidental de la diatriba, yaque Lucio-asno lo equipara con su medio social.Su tono de improvisacin representa un dilo-go con un locutor ausente (Bajtn 1986: 172),el cual se encuentra marcado por la parodia eilustra su contenido con referencias personales e

    introduce la ficcin en forma de ancdota o f-bula (Highet 1962: 40-41). Este gnero surge deun impulso momentneo y de una ocurrencia ca-sual, y Lucio-asno as se expresa:

    Quid ergo miramini, uilissima capita, immo forensiapecora, immo uero togati uulturii, si toti nunc iudicessententias suas pretio nundinantur, cum rerum exordiointer deos et homines agitatum iudicium corruperit gra-tia, et originalem sententiam magni Iouis consiliis elec-tus iudex rusticanus et opilio lucro libidinis uendideritcum totius etiam suae stirpis exitio? Sic hercules etaliud sequens iudicium inter inclitos Achiuorum ducescelebratum, uel cum falsis insimulationibus eruditionedoctrinaque praepollens Palamedes proditionis damna-tur uel uirtute Martia praepontenti praefertur Vlixesmodicus Aiaci maximo. quale autem et illud iudiciumapud legiferos Athenienses catos illos et omnis scien-tiae magistros? nonne diuinae prudentiae senex, quemsapientia praetulit cunctis mortalibus deus Delphicus,fraude et inuidia nequissimae factionis circumuentusuelut corruptor adulescentiae, quam frenis cohercebat,herbae pestilentis suco noxio peremptus est relinquensciuibus ignominiae perpetuae maculam [...] sed nequisindignationis meae reprehendant impetum secum sicreputans: ecce nunc patiemur philosophantem nobisasinum [...]35 (Apuleius: X-XXXIII)

    Las reflexiones agudas de la cita anteriordialogan con diversos interlocutores ausentes yse encuentran saturadas de polmica abierta. Pormedio del oxmoron carnavalesco asno-pensa-dor, se formula una invectiva contra la impericiade los discernimientos de la clase senatorial, enconsonancia con ciertas evocaciones mticas dela antigedad clsica. El texto toma otros enun-ciados o ecos (palabra enmarcada) para recalcarla actitud dialgica de su discurso satrico. Seformula una comparatio con el fin de presentarfuertes acusaciones de corrupcin, por lo cual es-ta improvisacin adquiere diversos tonos: vivaci-dad, humor, violencia, agudeza, etc.

    Esta sncrisis dialgica aguda, que presen-ta las caractersticas de la diatriba, evoca a lospersonajes del senado: sus actividades, porte, ves-tido y les confiere el aspecto de caricatura, comoun juego de la ridiculizacin, por medio de lametamorfosis en ganado o aves de rapia, espe-cficamente, buitres. Entre estos procedimientosretricos, las reflexiones asnales formulan laresonancia de las amplificaciones: los paralelis-mos funcionan como exempla de figuras o juicios

  • La tradicin literaria del spoudogloion y la nocin de uocis immutatio en el Asno de oro de Apuleyo 69

    anlogos. Lucio-asno dispone su invectiva, cuan-do observa la representacin mmica o alegoradel juicio de Paris, quien entreg la manzana deoro a Venus, porque sta le entregara a Helenacomo premio. En consonancia, se relacionan di-versos tpicos: los trficos de juicios, los intere-ses personales, las ambiciones de poder, la co-rrupcin y las injusticias. Adems, se evocan lasancdotas de Palmedes, quien fue condenado in-justamente por los aqueos; y la historia de Ayax,que aunque era el hroe ms poderoso, despus deAquiles, fue injustamente marginado, cuando leentregaron las armas de Aquiles a Ulises, a pesarde que ste era menos apto. Por su parte, Scratesfue objeto de un juicio pernicioso, debido a susnumerosos enemigos.

    As las interrogaciones retricas de estegnero incidental formulan realmente las aseve-raciones de los posibles indicios de la corrup-cin de las clases poderosas. Lucio-asno prosi-gue con la exposicin de las causas irregulares,venganzas o facilidades que ofrecen a ciertospersonajes predilectos en diversas situaciones.La irona retrica se encuentra internamentedialogizada, por medio de la tonalidad de dosvoces y dos acentos que refuerzan el distancia-miento entre la expresin y la realidad. Esta in-vectiva califica a los generales de los aquivos deilustres y, en giro paradjico, stos connotanuna trascendencia horizontal que confirma lametamorfosis de la expresin. Tambin estelenguaje satrico describe a los legisladores ate-nienses como hbiles maestros de todo cono-cimiento, segn el discurso internamente dia-logizado que refuerza la anttesis entre texto ycontenido.

    En esta cita del modus peragutus del dis-curso carnavalizado, todas sus palabras expresanuna bivocalidad; en cada una de ellas tiene lugaruna disputa de voces. En efecto, el asno-filsofosobrepone entonaciones irnicas, indignadas ycontestatarias. Este dilogo con locutores ausen-tes, ha penetrado en cada palabra, provocandouna lucha y corte de voces (Bajtn 1986: 110).Una vez ms la lira textual del estilo de Apuleyo,por medio de su asinus aureus, presenta numero-sos tonos y melodas y utiliza el ludus carnava-lesco de las posiciones binarias y antitticas del

    discurso de arriba (el poder, la clase dominante)y el de abajo (la clase popular, los marginados uoprimidos).

    7. Las cuatrocientas voces del cenzontle

    La novela actual incorpora una tradicinque impera desde las diversas facetas y pocasde la antigedad clsica. La evolucin de la pro-sa dialgica desarrolla la pluralidad de voces in-dependientes de conciencias inconfundibles,aunque nunca son autosuficientes y cada una secombina en su mundo correspondiente. As laconciencia es plural porque genera un dilogocon todas las voces de su entorno, su tradicin ysu poca, por medio del contrapunto, las ideas,las interpretaciones y todo lo que posee sentido ysignificado.

    Podemos mencionar la conciencia embrio-naria del pasado grecorromano que ha evolucio-nado, por ejemplo en la prosa de la nueva novelahistrica, Noticias del imperio (1987), de Fer-nando del Paso. En este texto, la narrativa dial-gica de la memorialista de la Historia, la exempe-ratriz Carlota, convoca a todos los personajes enel espacio textual para reescribir la presentacinde diversos tiempos histricos. A partir de estarecreacin serio-cmica del referido novelstico,se comprende al mundo en forma plurivocal, co-mo el collar de cuatrocientas lenguas del cenzon-tle36 de la memorialista pardica. Esta expresindialgico-musical de las aves, rompe la univoci-dad de la palabra y hace escuchar una pluralidadde interpretaciones, en donde varias voces can-tan diferente un mismo tema (Bajtn 1986: 68).Esta actitud dialgica, que supera el carcter ce-rrado y logra la plenitud del tiempo, ve al mun-do en una sola gota de agua que contena a todaslas aguas del mundo (del Paso: 665). De acuerdocon esta tradicin genrica, el discurso de Apule-yo tiene todos los cantos en un tono ([...] est [...]modo omnicana, Apuleius Florida XIII). As, lamemoria del gnero novelstico de la antigedadrenueva y sintetiza una multiplicidad estilsticade los elementos del spoudogloion y de la no-cin de uocis immutatio que forman los sustratos

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    de la narrativa carnavalizada de numerosas po-cas histricas de la literatura universal. Apuleyopreconiza este estilo de su arte y descubre los pri-meros grmenes de lo que sera la futura literaturade occidente.

    Notas

    1. Los cuentos milesios fueron recibidos en el mundo ro-manizado, por medio de la traduccin de Cornelio Si-sena (I. a.C.) de la obra de Arstides de Mileto (II a.C.).

    2. Los escritos de Menipo estaban contenidos en trecelibros y atacaban las diversas manifestaciones de lanecedad humana y los sistemas de los filsofos. Susstiras no se han conservado pero Digenes Laerciorefiere sus ttulos.

    3. El texto Las metamorfosis es comn a la de Lucianoy al relato griego de Lucio de Patrs; sin embargo,Apuleyo elabora su propio estilo en las divertidas yfestivas variantes y en los enriquecimientos de los re-latos. La originalidad radica en cmo logra aprove-char este tema de origen popular y cmo logra hilva-nar una serie de cuentos secundarios.

    4. El eje de la narracin lo forman las aventuras de Lu-cio, mercader de Corinto en viaje a Tesalia, quien alpretender transformarse en ave, con ayuda de unacriada, se convierte, durante un tiempo, en asno, porhaberse equivocado de un ungento mgico. Con es-ta apariencia, pero conservando ntegras sus faculta-des humanas, salvo la palabra, entra al servicio dedistintas personas: bandidos, mercaderes, soldados,sacerdotes, esclavos, etc. Esta situacin le permiteobservar desde lo bajo y describir la mentalidad, elcarcter, las reacciones y el modo de actuar de loscomponentes de los diversos estratos de la sociedadde su tiempo y logra referir las extraas aventuras deque es testigo presencial y produce los cuentos que lerelatan a lo largo de su incesante peregrinar en poderde amos tan heterogneos. Una de esas historias, lams interesante, es la de Psique y Cupido. En el de-sarrollo del texto de El asno de oro, dentro de su rea-lismo grotesco, matizado de prcticas mgicas, sepuede vislumbrar una ascensin constante del espri-tu, hasta llegar a la revelacin mstica como en losepisodios de Psique y en la nueva transformacin deLucio-asno, gracias a la intervencin de la diosa Isisy en la apoteosis final de la liberacin y purificacindel iniciado en los misterios de esta diosa.

    5. La autora de este anlisis aporta la traduccin de lascitas latinas al espaol.

    6. La filosofa no me ha dado sin duda ese gnero deldiscurso que la naturaleza ha prestado a ciertas aves,el canto breve y temporal, matutino a las golondri-nas, meridiano a las cigarras, tardo a las lechuzas,vespertino a los autillos, nocturno a los bhos, ma-drugador a los gallos; pues estos animales cantan en-tre s en variado tiempo y variado tono; es decir, losgallos comienzan con el canto animoso, los bhoscon el quejumbroso, los autillos con el plaidero, laslechuzas con el confuso, las cigarras con el estriden-te, las golondrinas con el muy agudo. Pero, sin duda,el razonamiento del filsofo, como su elocuencia, esconstante en el tiempo, venerable para el odo y tilpara el entendimiento, y tiene todos los cantos en untono (Apuleyo: Las floridas XIII).

    7. Los gallos comienzan con el canto animoso.

    8. Yo haba reunido para ti varias historias en ese len-guaje milesio y para tocar suavemente tus benvolosodos con un gracioso susurro [...] (Apuleyo I-I)

    9. Por si ignorante locutor habr ofendido en algo ellenguaje extico y forense. Ya sin duda alguna, lamisma variacin de la voz responde estas cosas porla composicin del inconstante conocimiento a quenos dedicamos. Iniciamos la fbula griega. (Apule-yo I-I)

    10. Lector preprate; te regocijars. (Apuleyo I-I)

    11. Los bhos con el canto quejumbroso

    12. [...] Pan el dios rstico estaba sentado [...] abrazandoa Eco, la diosa de la montaa, ensendole a repetircantando vocecitas de todos los tonos [...] El diosmacho cabro [...] as calma [...] a la angustiada yabandonada Psique [...] con palabras endulzadas:Hermosita muchacha [...] si interpreto bien [...] poresta seal titubeante y vacilante muy a menudo, porla excesiva palidez del cuerpo y por el asiduo suspi-ro profundo por cierto, y por tus mismos ojos lngui-dos, padeces un amor excesivo. Por lo tanto, esc-chame con atencin y no te pierdas de nuevo en elprecipicio o con alguna forma de muerte rebuscada.Deja el dolor y pon la tristeza profunda a las splicas,ms bien rodea con honores a Cupido, el ms grandede los dioses y, como sea posible, s digna del deli-cado y lujurioso adolescente con cariosas compla-cencias. (Apuleyo: V-XXV)

    13. Los autillos con el canto plaidero

    14. [...] ya la luz de la antorcha nupcial languidece en-sombrecida de holln por la ceniza, y el sonido de laflauta zigia es transformada en un tono plaidero dellidio y el canto alegre del himeneo es acabado en un

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    lgubre lamento, y la muchacha que va a casarse seenjuga las lgrimas en su propio velo. (Apuleyo: IIII-XXXIII)

    15. [...] pero lamentndose ms profundamente y conasiduos sollozos y golpendose el vientre, incluso meprovoc las lgrimas. Y as: Acaso yo dice des-graciada por semejante casa, abandonada por tantafamilia, por tantos queridos esclavos, por padres tanexcelentes, y botn de una infeliz rapia y hecha es-clava y encerrada servilmente en esta crcel de pie-dra y privada por todas las delicias en que he sidoengendrada y criada bajo incierta esperanza de lasalvacin y por el sometimiento del tormento entretantos semejantes ladrones y horrendo pueblo de losgladiadores, podr dejar de llorar o vivir completa-mente? (Apuleyo: IIII- XXIV)

    16. [...] pero los ladrones con todos los nimos avanzanhacia su sentencia. Y oyndola con mis orejas tangrandes qu otra cosa que mi cadver del da de ma-ana poda llorar. (Apuleyo: VI-XXXII)

    17. Las lechuzas con el canto confuso.

    18. Aquella empieza a hablar con la espada: este es,hermana Pantia, mi querido Endimin [...] Pero yosin duda abandonada como Calipso por la astucia deUlises, llorar una eterna soledad. (Apuleyo: I-XII)

    19. [...] y a un asno con alas aglutinadas que anda a cier-to viejo dbil, que diras aquel tal Belerofonte, a esteotro Pegaso, sin embargo te reiras de cada uno.(Apuleyo: XI-VIII)

    20. Y uno de la tropa as se dirige: Con qu motivo, eneste apresurado momento, pasis la noche en estecamino, no temis a la noche muy entrada y a losManes y a los fantasmas? Acaso t, excelentsimamuchacha, te apresuras a visitar a tus padres? Peronosotros te ofreceremos ayuda y provecho en tu so-ledad y te mostraremos el camino hacia los tuyos.(Apuleyo: VI-XXX)

    21. Las cigarras con el canto estridente.

    22. Qu bella y qu graciosamente digo Fotis ma,retuerces esta ollita como las nalgas Qu sazn demiel preparas! Feliz y sin duda dichoso a quien ha-brs de permitir impregnar el dedo all.Entonces aquella por lo dems graciosa y burloncillamuchacha: Aljate dice pobrecillo, aljate cuanlejos de mi fogoncillo. Pues si mi fueguito soplaraan moderadamente, te habrs de quemar ntima-mente y nadie extinguir tu ardor sino yo, que sazo-nando dulcemente he sabido agitar con suavidad noslo la olla sino tambin la camita. (Apuleyo: II-VII)

    23. Diligo: amar con un afecto fundado en la eleccin yla reflexin.

    24. Pero primero dice que yo muera cien veces antesde que carezca de este dulcsimo matrimonio tuyo.Sin duda te amo y apasionadamente, quienquiera queseas. Te amo del mismo modo que a mi alma y no tecomparo con el mismo Cupido [...] e imprimindolepersuasivos besos y profiriendo palabras acariciado-ras e intercalando los miembros reunidos, sta tam-bin aade con halagos: mi miel, mi marido, dulcealma de tu propia Psique. El marido a pesar suyo su-cumbi bajo el susurro por la fuerza y potestad deVenus y prometi que l hara todo y tambin alaproximarse la luz desapareci de las manos de suesposa. (Apuleyo: V-VI)

    25. Las golondrinas con el canto muy agudo.

    26. Y entonces gesticulaba los brazos con alternos es-fuerzos impetuosos semejante a un ave: ni unas plu-mitas ni unas alitas en ninguna parte, sino que exac-tamente mis pelos son transformados en cerdas, y ladelicada piel es endurecida en cuero y en los extre-mos de las palmas todos los dedos en nmero perdi-do son unidos en unas nicas pezuas y en el fin demi espina una gran cola me sale, ya una enorme caray una larga boca y las narices abiertas y los labioscolgantes; y as las orejas con crecimientos despro-porcionados se llenan de pelo. (Apuleyo: III-XXIV)

    27. La miserable camilla algo bajilla y coja de una patay podrida, se postr por la violencia del movimientotan grande, a m tambin, arrastrado y cado en elsuelo, recayendo a la inversa, me ocult y me cubri[...] y as en aquel excesivo pavor no pude contenerla risa, siendo convertido de Aristmenes en tortuga.(Apuleyo: I-XI)

    28. Soaste [...] aletargado por las copas y el vino.(Apuleyo: I-XVIII)

    29. Aquel sonriendo por esto: pero t, dijo, no has si-do mojado por sangre, sino por la orina. (Apuleyo:I-XVIII)

    30. Pero la buena Pantia: Pues por qu no? dice her-mana, primero lo despedazamos al modo de las ba-cantes o cortamos los miembros asignados a su viri-lidad? (Apuleyo: I-XIII)

    31. Acaso t, ltimo cadver de pira y primer deshonorde la vida y nico hasto del Orco, as, estando sen-tada ociosa en casa no te divertirs por nosotros, y noestimas el alivio de tan tarda restauracin para nues-tros trabajos tan grandes y peligrosos? Que por dasy noches no sueles hacer alguna otra cosa que slo

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    hartarte vidamente para llenarte el vientre. (Apule-yo: IV-VII)

    32. Temblando por esto as la vieja con una vocecilla es-tridente y temerosa: Pero para vosotros, fortsimosy fidelsimos jvenes, salvadores mos, hay a dispo-sicin abundantes platos juntos de viandas de suavesabor, pan en cantidad, vino en copas frotadas muybien copiosamente. (Apuleyo: IV-VII)

    33. [...] otro me empuja la espalda con los codos, ste mehiere el costado con manos hostiles, me ataca a pata-das, me arrastra los cabellos, me rompe la ropa. As,a la manera del orgulloso joven An o como el poe-ta msico Pipleo, destrozado y desgarrado soy echa-do fuera a empujones de la casa. (Apuleyo: II-XVI)

    34. Haba en una cercana ciudad un joven de noble naci-miento [...] suficientemente rico, pero adiestrado co-tidianamente en las lujurias de las tabernas y de lasprostitutas y en las borracheras y por esto aliado ma-lamente a las facciones de los ladrones [...] de nom-bre Trasileo [...] Este, habindose apresurado paracasarse con Crite, haba alcanzado entre los princi-pales pretendientes el beneficio de su peticin con lamayor aficin [...] (Apuleyo: VIII-I)

    35. Por qu, pues os asombris, cabezas despreciabilsi-mas, por cierto ganado del foro, ms bien en verdadbuitres togados, si ahora todos los jueces trafican porprecio, cuando en el comienzo de las cosas habr des-truido un agitado juicio entre los dioses y los hombresun campesino y pastor de ovejas electo juez, por grati-tud del gran Jpiter, y habr vendido por el lucro deldeseo desenfrenado una sentencia original, con la rui-na de su propio linaje. As por Hrcules y, siguiendootro juicio celebrado entre los ilustres generales de losaquivos, o bien cuando el muy poderoso Palamedes escondenado por su erudicin y doctrina con falsas insi-nuaciones; el modesto Ulises es preferido al grandsi-mo Ayax por la virtud de Marte. Como en cambioaquel juicio junto a aquellos ilustres legisladores ate-nienses y maestros de todo conocimiento. Acaso no elviejo de la divina providencia, a quien el dios dlfico ledio a conocer por la sapiencia a todos los mortales,abrumado por el fraude y la envidia de la una malsimafaccin, como corruptor de la adolescencia, a quiencontena con frenos, es asesinado culpable por la saviade la perniciosa hierba, dejando tras de s una manchade perpetua ignominia a los ciudadanos [...] Pero si al-guien me reprende su mpetu con la indignacin res-pondiendo as: Aqu ahora soportamos a un asno quehace filosofa? (Apuleyo: X-XXXIII)

    36. Del nahua centzuntli que tiene cuatrocientas [vo-ces]. Pjaro americano de plumaje pardo y con las

    extremidades de las alas y de la cola, el pecho y elvientre blancos. Su canto es muy variado y melo-dioso. (DRAE 2001: 500)

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