Romances TEMAS

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TEMAS DE LOS ROMANCES SEGUN SU ORIGEN Cualquier lector interesado observa pronto que hay romances referidos a distintas épocas historicas o inspirados en otras obras literarias (bíblicos, épicos, novelescos); romances que tratan idénticos hechos y sentimientos (amor, atracción por lo misterioso, relaciones pecaminosas, venganza, aventuras, etc.); y romances con un mismo protagonista (el Cid, Gaiferos, Gerineldo). Obtenemos así tres vías de estudio: según el origen del tema, según el contenido y según los protagonistas (esquema que propone la investigadora francesa Michele Débax). I- ROMANCES BIBLICOS Y CLÁSICOS Desde su origen, en la Espana medieval, el romance adopta temas de la historia y la leyenda de la Antigüedad y las funde para crear sus propios relatos. ROMANCES BIBLICOS Son los que se basan en asuntos del Antiguo y del Nuevo Testamento . Un grupo interesante es el David, uno de cuyos romances, el de Amnon y Tamar. Los romances bíblicos sobre la Virgen y Jesús son escasos. Los existentes se centran en aspectos humanos y cuando se tratan temas divinos son presentados en forma de anécdota (“La Virgen va caminando”), o se reduce la trascendencia del hecho religioso a formulas de moral sencilla. Es el caso de uno de los pocos romances tradicionales que conservamos. La Anunciación, cantado durante la representación navideña en Castro-ponce (Valladolid) con la participación de todo el pueblo. ROMANCES CLÁSICOS Tienen menos éxito que los anteriores. Se centran en hechos trágicos de la época grecolatina como la guerra de Troya (“Reina Elena, reina Elena”) y el incendio de Roma (“Mira Nero de Tarpeya”). La honra pérdida, su recuperación por las armas, el esfuerzo del héroe y el sometimiento al poder real son algunas notas que hacen de los romances clásicos verdaderos relatos caballerescos. II- ROMANCES ÉPICOS 1

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TEMAS DE LOS ROMANCES SEGUN SU ORIGENCualquier lector interesado observa pronto que hay romances referidos a distintas épocas historicas o inspirados en otras obras literarias (bíblicos, épicos, novelescos); romances que tratan idénticos hechos y sentimientos (amor, atracción por lo misterioso, relaciones pecaminosas, venganza, aventuras, etc.); y romances con un mismo protagonista (el Cid, Gaiferos, Gerineldo). Obtenemos así tres vías de estudio: según el origen del tema, según el contenido y según los protagonistas (esquema que propone la investigadora francesa Michele Débax).

I- ROMANCES BIBLICOS Y CLÁSICOSDesde su origen, en la Espana medieval, el romance adopta temas de la historia y la leyenda de la Antigüedad y las funde para crear sus propios relatos.

ROMANCES BIBLICOSSon los que se basan en asuntos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Un grupo interesante es el David, uno de cuyos romances, el de Amnon y Tamar.

Los romances bíblicos sobre la Virgen y Jesús son escasos. Los existentes se centran en aspectos humanos y cuando se tratan temas divinos son presentados en forma de anécdota (“La Virgen va caminando”), o se reduce la trascendencia del hecho religioso a formulas de moral sencilla. Es el caso de uno de los pocos romances tradicionales que conservamos. La Anunciación, cantado durante la representación navideña en Castro-ponce (Valladolid) con la participación de todo el pueblo.

ROMANCES CLÁSICOSTienen menos éxito que los anteriores. Se centran en hechos trágicos de la época grecolatina como la guerra de Troya (“Reina Elena, reina Elena”) y el incendio de Roma (“Mira Nero de Tarpeya”). La honra pérdida, su recuperación por las armas, el esfuerzo del héroe y el sometimiento al poder real son algunas notas que hacen de los romances clásicos verdaderos relatos caballerescos.

II- ROMANCES ÉPICOSSin entrar en la polémica sobre su origen, lo cierto es que hay una serie de romances cuyos temas coinciden con los de los cantares épicos: formación de los reinos cristianos; relación rey-vasallo, lucha por la honra, guerras entre cristianos y entre moros y cristianos, etc. En ellos historia y leyenda se funden, dando a veces lugar a relatos novedosos que perduran en la tradición. Un ejemplo es el del héroe nacional Bernardo del Carpio, “inventad” como réplica al héroe francés Roldan.

1. DE TEMA NACIONALLos romances épicos abarcan un periodo que va desde la “pérdida de España” por la invasión árabe (romances del rey don Rodrigo) hasta las aventuras del Cid, pasando por la independencia de Castilla (romances de Fernán González). Por su temática, muchos críticos han querido ver en ellos una muestra del “espíritu de la raza” y la patria.

Si los leemos con objetividad vemos que junto a la exaltación del héroe (“El conde Fernán González”) aparecen la traición y el asesinato por orgullo entre miembros de una misma familia (“Ya se salen de Castilla”); frente al valor y a la fidelidad del Cid (“Por el val de las estacas”) se nos muestra su soberbia y rebeldía ante el rey (“Cavalga Diego Laínez”), Los ejemplos son numerosos. Parece que en todos ellos dominan las pasiones humanas en continua lucha para sobrevivir dentro de un medio hostil.

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2. DE TEMA CAROLINGIOLos romances épicos de tema carolingio son muy numerosos y se popularizaron con la misma facilidad que los de tema nacional. Tratan de personajes y hechos relacionados con Carlomagno: la batalla de Roncesvalles, el heroísmo de Roldan, la perseverancia de Gaiferos y de Montesinos para recuperar su honra, la relación de Guiomar y el emperador, etc.

Los romances carolingios resultan inconfundibles porque desarrollan más la anécdota que el hecho histórico, y sus personajes son en general más apasionados que los nacionales.El romance “Asentado esta Gaiteros”, es un buen ejemplo de lo primero. De 612 versos dedica 190 a cuestionar la valentía de Gaiferos, que debe rescatar a su esposa de los moros. Es una larga discusión entre caballeros que muestran la dificultad de sus relaciones y los Valores que deben animarles en la lucha. Hay también digresiones mas breves, casi detalles: “Aquel es Montesinos / que me viene a buscar / que cuando yo me partí / no estaba en la ciudad”.

Sobre el apasionamiento de los personajes valga el ejemplo del propio Gaiferos, quien ha de ser calmado por su tío cuando, aún niño, planea la muerte del poderoso Galván como venganza por el asesinato de su padre; “mas lo que vos ruego, mi tío, / y lo que vos vengo a rogar, / vamos a vengar la muerte / de vuestro hermano, mi padre; / matáronlo a traición” (“Estábase la condesa”).

También es típica de estos romances la introducción de elementos fantásticos, o cuando menos alejados de la realidad inmediata. Por ejemplo, doña Alda, esposa de don Roldan, tiene un mal sueno que vaticina la de muerte de su esposo (“En París esta doña Alda”).

3. DE TEMA BRETÓNLos romances épicos de tema bretón tuvieron menos éxito que los carolingios. Los que parecen mas antiguos no tratan de grandes hazañas, sino de hechos aislados: “Nunca fuera caballero” presenta a un Lanzarote más admirado por las damas y defensor de su honra; “Ferido esta don Tristán” nos describe la muerte del héroe y el lamento de su amada,

III- HISTORICOS Y NOTICIEROSLos temas de los romances históricos y noticieros no se relacionan con los cantares épicos, sino directamente con los sucesos históricos. Posiblemente eran coetáneos, en mayor o menor grado, al hecho que narran según se deduce de su brevedad, detallismo y realismo. Difundían así noticias sobre hazañas importantes para una colectividad, y se convertían en auténticos “noticieros”. El romance ha desempeñado esta labor de información hasta nuestro siglo (caso del Romancero de la guerra civil).

Pero también son romances noticieros los que narran sucesos que afectan a particulares y que tienen alguna trascendencia. El ya citado “Los 2 mozos de Monleón” seguramente cuenta un hecho real acaecido en las fiestas de algún pueblo salmantino en el siglo pasado.

Nosotros nos fijaremos solo en los romances referidos a la Edad Media.

1. SUCESOS ENTRE CRISTIANOSLos romances que narran hechos mas antiguos solo reflejan lo que pasaba entre personajes cristianos. Por ejemplo, los primeros 20 versos de “Válame nuestra Señora” sobre la muerte de Fernando III, o “Don García de Padilla” sobre sucesos ocurridos en el ano 1328.

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La mayoría son historias cruentas de traición y muerte en las que el rey abusa de su poder (“Y0 me estaba allá en Coimbra”), y la reina es 3 una víctima que solo puede declarar su inocencia (“Yo me estando en Giromena”). En algún caso el rey parece un ser digno (los versos citados 5 de “Valame nuestra Señora” en la pagina 17) y la reina llora su marcha (“Retraída estaba la reina”).

2. SUCESOS ENTRE MOROS Y CRISTIANOS. ROMANCES FRONTERIZOS Y MORISCOS Algunos romances tratan de la relación, no siempre negativa, entre moros y cristianos en la frontera de Granada; se les llama por eso romances fronterizos. Los propios reyes mandaban componerlos como información y propaganda de sus triunfos, por lo que algunos parecen breves crónicas de de urgencia corno las que podemos leer hoy en el periódico, pero sin objetividad.

Un ejemplo magnifico es <<Cercada tiene a Baeza», sobre un suceso acaecido en 1368. En veinte versos describe magistralmente el vértigo de la lucha, a la vez que toma partido por los defensores ——Enrique de Trastámara— en contra del rey moro de Granada y de su aliado el rey don Pedro (“con él va ese traidor / el traidor de Pero Gi1”).MaurofiliaQuizá lo más original de los romances fronterizos es lo que se ha llamado maurofilia. Varios poemas presentan el valor de los moros y su apego al reino de Granada. “De Antequera partió el moro” y “Paseábase el rey moro” reflejan el dolor por la pérdida de Antequera (1410) y Alhama (1482), respectivamente, ante los cristianos.

Si nos fijamos en las fechas de los sucesos relatados vemos que son próximos a la conquista de Granada (1492), precisamente cuando el poder musulmán decaía. El hombre cristiano ——poeta, guerrero, rey—ve en ello ocasión para manifestar la admiración que siempre le inspiraron su forma de vida y su arte. Por ello algunos romances, como el de Abenámar, presentan al moro lleno de virtudes y digno de respeto. _Romances moriscos: derivación de los fronterizosEsta maurofilia se exagera después de la conquista de Granada, cuando el mundo musulmán ya no es bélico y se ve rodeado de artificio en la imaginación de los cristianos. Una prueba de esto son los romances moriscos del siglo XVI. Aunque se relacionan con los romances fronterizos no tienen base histórica ni función informativa, sino de mera diversión. En ellos el moro es noble, galán y de altos sentimientos; su vestimenta es refinada y su presencia inspira admiración: “El moro venia vestido / con estrema galanía, / marlota de carmesín, / muy llena de pedrerías”. Pero estos romances dejaron de cultivarse cuando los moros fueron expulsados (1609); solo se había tratado de una moda.

ROMANCES NOVELESCOS Y L1RICOSMuchos de los romances citados tienen un aspecto novelesco y lírico; en ellos la base histórica es mínima mientras que la anécdota se recrea ampliamente y la expresión de sentimientos se intensifica: los amores de y don Rodrigo y la Cava (romances sobre la pérdida de España) son una leyenda; Bernardo del Carpio, héroe castellano vencedor de Roldan, no existió; y tampoco podemos pensar que el romance de Abenámar seatrasposición exacta de un suceso fronterizo.

Hay romances “inventados”: sus temas proceden de leyendas, canciones y cuentos populares, transmitidos oralmente y tal vez universales. Los personajes pueden

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ser históricos o no, pero lo que expresan y hacen es pura invención (historias de amor y de misterio, de pasión y violencia, de pecado y virtud).

Estos romances novelescos son los mas populares (Arnaldos, don Bueso, Gerineldo, el conde Olinos, Delgadina, el conde Claros…); la tradición oral los ha mantenido vivos en su contenido bélico, y nos preguntamos por qué.

Para intentar averiguarlo, nos referiremos a un grupo determinado de romances.

UN ASUNTO NOVELESCO: LA ATRACCION DEMONlACA Uno de los temas tradicionales en_leyendas y_canciones europeas es el de la atracción que sobre los hombres ejercen los seres demoníacos. Lo encontramos en algunos romances españoles como La dama y el pastor. Sigamos su rastro por distintas versiones.

En el primer testimonio que tenemos, “Gentil dona, gentil dona”, un escudero de vida sencilla -mantiene a su familia cuidando el ganado- rechaza la oferta sexual de una “dona», quien acaba despreciándole. Un “pastorcito”, con las mismas obligaciones que el anterior, y una <<dama>> de sensualidad mas discreta son los personajes de “Estase la gentil dama”. Creemos mas recientes dos versiones de un parecido asombroso: “Pastor que estas ensenado”, recogida en Valladolid, y “Pastor que tas en el monte, canción popular asturiana. La primera mantiene la estructura del romance pero presenta tres rimas, y la segunda aparece en coplas. No obstante, su argumento es el mismo que el de las anteriores, solo que en éstas una supuesta mujer ofrece otros placeres materiales además de su cuerpo si el pastor» se casa con ella.

El núcleo del tema es en todas las versiones el enfrentamiento de dos formas de vida: el goce de los bienes materiales (“coerpo de plaser”, “buena cama”, “trigo bueno”, “bones madreñes”), y la entrega a la vida sencilla y retirada (“Tengo el ganado en la sierra / y quiero irme con ello”). Pero cada poema da una visión distinta: en los primeros casos el ofrecimiento de la mujer hace pensar en un ser diabólico; en los siguientes se enmascara con la idea del matrimonio, llegándose a identificar la vida natural con “la tranquilidad del alma”-la mujer abandona su vida 'de placer para convertirse en pastora-.

La tradición popular va quitando fuerza al poder de lo material a favor de una vida espiritual en la que el hombre se siente en verdad satisfecho. Ha plasmado así un conflicto moral (pecado / virtud) que afecta a todos, siempre.

El romance novelesco es el más popular; sus temas viven en la cultura tradicional de muchos lugares y se conservan porque hablan esencialmente del hombre.

* Uno de los grandes TEMAS de la atracción demoníaca va a ser el enfrentamiento entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal

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