Romanos 8

12
“Estudios en Romanos” Ps. Alex. Donnelly “LOS FRUTOS DE LA JUSTIFICACIÓN EN LA VIDA DEL CREYENTE TEXTO Romanos 8 En Rom 5:1-11, Pablo ya comenzó a describir algunos de los frutos de la justificación en la vida del creyente. Ahora, habiendo contestado tres objeciones a su enseñanza, Pablo en Rom 8:1-39 vuelve al tema de los frutos de la justificación. Romanos 8 es uno de los capítulos más gloriosos de toda la Biblia. Tiene mucho contenido teológico y práctico. Por falta de tiempo, tendremos que simplemente resumir las enseñanzas importantes en este capítulo, esperando que el estudiante tenga el interés de indagar más estos temas personalmente. Podríamos dividir Romanos 8 en TRES SECCIONES. 1. LA LIBERACIÓN "EN CRISTO" DE LA CONDENACIÓN DE LA LEY (v.1-4) En Rom 7:5 Pablo dijo que mientras una persona esté "en la carne", su naturaleza pecaminosa usa la ley de Dios para manifestar su esclavitud al pecado, y por consiguiente lo condena ante Dios. Sin embargo, Pablo añade que es posible para el hombre encontrar la liberación de la condenación "de la ley" (Rom 7:6). La pregunta es, ¿cómo? Esta condenación que la ley produce por medio de la naturaleza pecaminosa del hombre es el tema de Rom 7:7-25, y Pablo llega a la misma pregunta en v.24: "¿quién me librará de este cuerpo de muerte?" El tema de Rom 8:1-4 es éste: “¿cómo puede Dios liberar al hombre de la condenación que la ley trae por medio de la naturaleza pecaminosa del hombre?" En dar respuesta a esta pregunta, Pablo vuelve a enfatizar el tema central de toda la carta a los Romanos; es decir, que todo ser humano está en una de dos posiciones: o está "en la carne" (= "en Adán"), o está "en Cristo Jesús". Veamos primero lo que Pablo dice acerca de estas dos posiciones, y luego notaremos 70

Transcript of Romanos 8

Page 1: Romanos 8

“Estudios en Romanos”Ps. Alex. Donnelly

“LOS FRUTOS DE LA JUSTIFICACIÓN EN LA VIDA DEL CREYENTE”

TEXTO Romanos 8

En Rom 5:1-11, Pablo ya comenzó a describir algunos de los frutos de la justificación en la vida del creyente. Ahora, habiendo contestado tres objeciones a su enseñanza, Pablo en Rom 8:1-39 vuelve al tema de los frutos de la justificación. Romanos 8 es uno de los capítulos más gloriosos de toda la Biblia. Tiene mucho contenido teológico y práctico. Por falta de tiempo, tendremos que simplemente resumir las enseñanzas importantes en este capítulo, esperando que el estudiante tenga el interés de indagar más estos temas personalmente. Podríamos dividir Romanos 8 en TRES SECCIONES.

1. LA LIBERACIÓN "EN CRISTO" DE LA CONDENACIÓN DE LA LEY (v.1-4)

En Rom 7:5 Pablo dijo que mientras una persona esté "en la carne", su naturaleza pecaminosa usa la ley de Dios para manifestar su esclavitud al pecado, y por consiguiente lo condena ante Dios. Sin embargo, Pablo añade que es posible para el hombre encontrar la liberación de la condenación "de la ley" (Rom 7:6). La pregunta es, ¿cómo? Esta condenación que la ley produce por medio de la naturaleza pecaminosa del hombre es el tema de Rom 7:7-25, y Pablo llega a la misma pregunta en v.24: "¿quién me librará de este cuerpo de muerte?"

El tema de Rom 8:1-4 es éste: “¿cómo puede Dios liberar al hombre de la condenación que la ley trae por medio de la naturaleza pecaminosa del hombre?"

En dar respuesta a esta pregunta, Pablo vuelve a enfatizar el tema central de toda la carta a los Romanos; es decir, que todo ser humano está en una de dos posiciones: o está "en la carne" (= "en Adán"), o está "en Cristo Jesús". Veamos primero lo que Pablo dice acerca de estas dos posiciones, y luego notaremos cómo el hombre puede ser liberado de la condenación que viene por estar "en la carne".

a. El Hombre "EN LA CARNE" y el Hombre "EN CRISTO"

i. El Hombre "EN LA CARNE"

Los que están "en la carne" (= "en Adán") VIVEN "conforme a la carne" (v.1; comparar v.5); además, están sujetos a "la ley del pecado y de la muerte" (v.2; comparar Rom 7:5 y 8-11). Por consiguiente, tales personas están bajo la condenación de Dios1 (ver notas sobre v.5-11).

ii. El Hombre "EN CRISTO JESUS"

1 Es importante aquí, y en todo Romanos 8, entender que Pablo no está hablando del creyente carnal (ver 1 Cor 3:1-4), sino del hombre INCONVERSO. El hombre que está "en la carne" en Rom 8, equivale al "hombre natural" de 1 Cor 2:14.

70

Page 2: Romanos 8

Por otro lado, la persona que está "en Cristo Jesús" VIVE "conforme al Espíritu" (v.1); además, "la ley del Espíritu..." lo ha "librado de la ley del pecado y de la muerte" (v.2). Por consiguiente, tales personas ya no están bajo la condenación de Dios (v.1).

b. La LIBERACIÓN que Viene por Estar "en Cristo"

Ahora estamos listos para responder a la pregunta fundamental de toda la carta a los Romanos: “¿cómo puede el hombre ser librado de la condenación que viene por estar ‘en Adán’?” Esta fue la pregunta que tanto inquietaba a Lutero, y fue el descubrimiento de la respuesta a esta pregunta que desató toda la Reforma Protestante.

Lo que Lutero descubrió, y lo que Pablo afirma en v.3, es que "la ley" (o mejor dicho, ‘las obras de la ley’) no podía liberar al hombre de la condenación de Dios; no porque la ley era mala, sino "por cuanto era débil por la carne" (v.3). Como Pablo afirma en Rom 7:7-25, la ley, lejos de liberar al hombre, lo condenaba aún más; porque dado a su naturaleza pecaminosa, el hombre no podía obedecer la ley de Dios (Rom 7:18-23).

Lo que la ley no podía hacer, DIOS LO HIZO, "enviando a Su Hijo..." (v.3). ¿Qué fue lo que Dios hizo? Pablo contesta: Dios "condenó al pecado en la carne"2 (v.3). ¿Con qué propósito? Pablo dice: "para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros..." (v.4). Y ¿cuál es el resultado de todo esto? Pablo dice: "ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (v.1).

Rom 8:1-4 contiene mucha doctrina, y hay que estudiar y meditar bien sobre estos versos para realmente entenderlos.

2. EL CONTRASTE ENTRE ESTAR "EN LA CARNE" Y ESTAR "EN EL ESPÍRITU" (v.5-11)

Habiendo explicado en v.1-4 cómo el hombre puede ser liberado de la condenación que viene por la ley, Pablo pasa a notar el gran contraste entre los que están "en la carne" y los que están "en Cristo".

a. La Condición Espiritual de los que Están "EN LA CARNE" (v.5-8)

Pablo dice ciertas cosas muy claras acerca de las personas que están "en la carne" (= "en Adán").

i. "piensan en las cosas de la carne" (v.5)

El verbo "pensar" (Gr. "fronein") tiene un sentido amplio aquí. Significa todo uso de la mente y del corazón. Los que están "en la carne" viven únicamente para "las cosas de la carne" (ver Efe 2:3). Ver v.6, "el OCUPARSE de la carne..."

ii. "el ocuparse de la carne es muerte" (v.6)

2 Esto fue lo que la ley no podía hacer. La ley no podía condenar el pecado; lejos de condenar el pecado, la ley AUMENTABA el pecado (Rom 7:5,8).

71

Page 3: Romanos 8

Otra vez Pablo usa el término "muerte" en el sentido amplio de la palabra: muerte espiritual y física. Ver Efe 2:1,5; 1 Tim 5:6.

iii. "los designios de la carne son enemistad contra Dios" (v.7)

El problema para el hombre que está "en la carne" no es simplemente que no puede obedecer la ley de Dios, sino que NO QUIERE HACERLO. Él es un enemigo de Dios, y todo lo que hace es una expresión de su enemistad contra Dios. Por eso decimos que Rom 7:14-25 no puede ser la experiencia de un hombre inconverso que no ha experimentado nada de la gracia de Dios; porque sin la obra previa de la gracia de Dios, el hombre "en la carne" nunca diría "me deleito en la ley de Dios" (Rom 7:22).

iv. "los que viven según la carne no pueden agradar a Dios" (v.8)

Para los que están "en la carne" les es IMPOSIBLE agradar a Dios. Todo lo que hacen, aun las cosas aparentemente "buenas", no son agradables ante los ojos de Dios (Is 64:6).

Es a la luz de estos versículos que podemos entender mejor Rom 3:10-18.

b. La Condición Espiritual de los que Están "EN CRISTO" (v.9-11)

Los que están "en Cristo" viven otra realidad muy diferente. Pablo describe esta realidad en v.9-11, aunque previamente ya había dicho ciertas cosas acerca de la vida de la persona "en Cristo".

i. "[piensan]...en las cosas del Espíritu" (v.5, 9)

La mente y la orientación del creyente han sido fundamentalmente cambiadas. El Espíritu de Dios mora en la persona que está "en Cristo", y por lo tanto es una nueva criatura (2 Cor 5:17). El Espíritu Santo hace una obra interna en el hombre justificado (Sant 4:5; 1 Juan 3:9), con el resultado de que su forma de pensar cambia radicalmente (Juan 3:3; 1 Cor 2:12-16; 2 Cor 3:14-18; 4:6).

ii. "el ocuparse del Espíritu es vida y paz" (v.6)

No es que el creyente simplemente tenga la esperanza por delante de tener una vida eterna, sino que ahora mismo goza de la bendición de la vida eterna (1 Juan 5:12), especialmente cuando hace caso a la obra interna del Espíritu Santo. Si desobedece a la voz del Espíritu y peca, el hombre justificado ("en Cristo") perderá el sentido de paz, y esto le motivará al arrepentimiento.

iii. "si Cristo está en vosotros3...el espíritu vive..." (v.10)

3 Aunque nuestro estar "en Cristo", y la morada de Cristo "en nosotros", son dos cosas diferentes, en realidad vienen a ser casi sinónimas (ver Juan 17:21). Es por estar "en Cristo", que una persona será justificada, y siendo justificada encontrará que Cristo mora en él.

72

Page 4: Romanos 8

Pablo afirma que hay dos consecuencias de estar "en Cristo". Una es que "el cuerpo...está muerto". ¿Qué significa esto? Lo importante es notar qué es lo que ha causado la muerte del "cuerpo"; Pablo dice que es "a causa del pecado". Esto indica que Pablo está hablando literalmente del cuerpo humano. Pablo ya ha dicho que la muerte entró por medio del pecado (Rom 5:12). Además, Pablo en Rom 6:12 habla del "cuerpo MORTAL" (ver también Rom 6:16,23). Por lo tanto, podríamos traducir v.10, "el cuerpo es mortal a causa del pecado", o "el cuerpo está muriendo a causa del pecado".

Pero estando "en Cristo" la realidad del creyente es que tiene una nueva vida; una vida espiritual. Su espíritu está vivo "a causa de la justicia (= justificación)". El dilema para el creyente justificado es que arrastra un cuerpo que aún no ha sido redimido (ver Rom 8:23); un cuerpo que cada día es sujeto al desgaste (2 Cor 4:16) y que le causa tantos problemas en cuanto a las tentaciones. Pero lo bueno es que su redención ya ha comenzado: el creyente justificado ya tiene una nueva vida espiritual (ver 2 Cor 4:10,11).

iv. "vivificará también vuestros cuerpos mortales..." (v.11)

La buena noticia que Pablo da en v.11, es que el mismo Espíritu Santo, que dio vida espiritual al creyente justificado, también hará algo con su cuerpo mortal - LO RESUCITARÁ (v.11). Ver 2 Cor 4:14. Por toda la eternidad el creyente tendrá un cuerpo celestial; un cuerpo que ya no le causará los problemas de las tentaciones que su cuerpo actual le trae.

3. RESPONSABILIDADES Y PRIVILEGIOS DE ESTAR "EN CRISTO" (v.12-39)

Habiendo expuesto que el hombre justificado ha sido liberado de la condenación de la ley, por estar "en Cristo" (v.1-4), y habiendo descrito las tremendas diferencias entre una persona que está "en la carne" y la persona que está "en Cristo Jesús", Pablo ahora pasa a describir las responsabilidades y los grandes privilegios que el hombre justificado tiene ante Dios.

a. La Responsabilidad de " hacer morir las obras de la carne " (v.12, 13)

Lo primero que Pablo dice es que el creyente debe matar "las obras de la carne" (v.13). El cuerpo del creyente está muriendo, pero todavía le causa muchos problemas. En Rom 6:6 notamos que el propósito de Dios en crucificar al "viejo hombre" era que "el cuerpo de pecado sea destruido". La naturaleza vieja que el creyente aun tiene, le lleva a cometer pecados; lo que el hombre justificado tiene que hacer es crucificar los deseos carnales (Gál 5:24). En otras palabras, Pablo aquí está hablando de la SANTIFICACIÓN del creyente. Esto es algo que él tiene que hacer, con la ayuda del Espíritu Santo (v.13).

Debemos tener cuidado con nuestra interpretación del v.13a, "si vivís conforme a la carne, moriréis". Pablo no está diciendo que el hombre justificado puede perder su salvación. La muerte de la cual Pablo habla es la misma muerte del v.6. Lo que Pablo está diciendo es que la obra de justificación que DIOS hace, va de la mano con la obra de santificación que el CREYENTE hace, con la ayuda del Espíritu Santo. Todo hombre justificado se preocupará de su santificación; esta es la evidencia absoluta y contundente de que ha sido justificado. Si un hombre afirma haber sido justificado, pero sigue viviendo "en la carne", esto es muestra de que nunca fue justificado, y por lo tanto tal persona morirá en sus pecados si no se arrepiente.

b. La Seguridad de Ser un Hijo de Dios (v.14-17)

73

Page 5: Romanos 8

La manera en la cual el hombre justificado puede hacer morir las obras de la carne, es por el Espíritu (ver Gál 5:16-17). El creyente debe aprender a ser guiado por el Espíritu (v.14) en su lucha contra "las obras de la carne" (ver Gál 5:18).

El Espíritu Santo no sólo ayuda al hombre justificado en su lucha contra el pecado, sino que también le concede la seguridad de ser un verdadero hijo de Dios (v.15, 16). Ver Efe 1:13,14. Antes, estando "en Adán", el hombre vivía en la "esclavitud" al pecado y a Satanás; pero el hombre justificado es un hijo de Dios, y le sirve libremente (ver Rom 6:18-22).

Uno de los gloriosos beneficios de ser un hijo de Dios es que el creyente viene a ser un heredero de Dios, y coheredero con Cristo (v.17a). El que antes fue un "impío" (Rom 5:6) y un enemigo de Dios (Rom 5:10), ahora viene a ser un heredero de todas las riquezas de Dios. Aunque en este contexto Pablo evita el TRIUNFALISMO, hablando de la necesidad de sufrir con Cristo antes de entrar en la herencia (v.17b).

c. La Certeza de Participar en la Gloria Escatológica (v.18-25)

Tal como la creación misma está sujeta a "vanidad" (v.20) y a "corrupción" (v.21), con el resultado que "gime" (v.22) para ser liberada de todo el impacto del pecado, así también el hombre justificado es expuesto a las "aflicciones" (v.18), y gime internamente "esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo" (v.23). Para la idea poética de la creación entera anhelando la salvación de Dios, podemos ver Is 55:12.

Pero en esta espera, el creyente puede tener absoluta confianza de su salvación final (v.24, 25). Aquí debemos notar una vez más que el sustantivo "esperanza", y el verbo "esperar" (en el idioma griego), conllevan la idea de SEGURIDAD (ver Rom 5:2-5) y certeza.

d. Ayuda Divina en la Oración (v.26, 27)

Es el Espíritu Santo quien nos concede la seguridad de la salvación final (v.23; ver Rom 5:5), y es el mismo Espíritu Santo quien nos ayuda a desarrollar nuestra comunión con el Padre, por medio de la oración (v.26).

e. La Protección Absoluta de Dios (v.28-39)

Pablo es suficientemente realista para mencionar los sufrimientos que el creyente padecerá en esta vida terrenal (v.17b, 18a). Esto provoca una pregunta: en medio de todas estas luchas y sufrimientos, ¿podrá el hombre justificado perder su salvación? Ante esta interrogante, Pablo contesta rotundamente ¡NO! La salvación final del creyente está absolutamente garantizada. No tanto porque él podrá mantenerse fiel al Señor, sino porque el Señor se mantendrá fiel a Sus propósitos. Es por eso que ahora Pablo comienza a hablar de los PROPÓSITOS de Dios (v.28).

Resumiendo este pasaje podemos decir lo siguiente. ¿Cuál es la base de la seguridad de la salvación final del creyente? ¿Cómo puede el creyente justificado estar plenamente seguro de su salvación? Notemos las varias cosas que Pablo dice en respuesta a estas preguntas implícitas en este pasaje:

i. Dios tiene el propósito de salvarnos (v.28-30). ii. Dios, con todo Su poder, está a favor nuestro (v.31-32). iii. Es Dios quien nos justifica (v.33).

74

Page 6: Romanos 8

iv. Cristo intercede por nosotros (v.34). Ver Heb 7:25. La conclusión de todas estas afirmaciones es que "somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó" (v.37).

La doctrina de la seguridad de la salvación del creyente es clara a través de toda la Biblia (ver Juan 10:28-29; Fil 1:6; 1 Pedro 1:3-5; Judas 24-25). Sin embargo, esta doctrina nunca debe ser interpretada en una manera que parezca implicar la pasividad del creyente, y que Dios salvará al hombre justificado aun contra su propia voluntad si fuera necesario. El creyente tiene que luchar contra el pecado, y tiene que mantener su fe en Cristo; sólo así será salvo. Pero al final, es Dios quien produce en el hombre justificado la fe que le ayudará a permanecer firme en su vida cristiana. Es cierto que sólo el hombre que persevere hasta el fin será salvo; pero ningún creyente podría perseverar hasta el final sin la ayuda de Dios. El mejor comentario sobre esta paradoja es Fil 2:12-13.

NOTA SOBRE LA PREDESTINACIÓN

En v.28-30, Pablo introduce la doctrina de la predestinación. Esta doctrina ha sido fuertemente discutida por cristianos y filósofos por siglos, y no es posible aquí tratar este tema detalladamente. Por lo tanto, nos limitaremos a hacer los siguientes breves comentarios:

1. La doctrina de la "predestinación" (v.29-30) está íntimamente relacionada con el "PROPOSITO" de Dios (v.28b; comparar Rom 9:11). Nos parece que la clara enseñanza de la Biblia es que Dios, desde la eternidad, se ha propuesto salvar al hombre, y que esta salvación se centra en un propósito de Dios (2 Tim 1:9).

2. Dios es soberano, y por lo tanto Sus propósitos son soberanos. En otras palabras, con Dios no hay nada contingente4. Pablo dice que Dios "hace todas las cosas según el designio de Su voluntad" (Efe 1:11). Dios bien podría haber decidido salvar a todos los hombres; el hecho de que no todos son salvos indica que éste no fue el propósito eterno de Dios. Es inconcebible que Dios se proponga hacer algo, y no lo logre.

3. Dios, entonces, tenía el propósito de salvar a ciertas personas. Estas personas a quienes Dios propuso salvar son "llamados" (v.28, 30). Aquí entra la doctrina de la "elección".

4. Pedro habla de ser "elegidos según la presciencia de Dios" (1 Ped 1:2); algunos entienden esto en el sentido de que Dios desde la eternidad pudo ver quienes responderían a la oferta del evangelio, y por ende Dios eligió salvar sólo a estas personas. Pero Pablo, en Rom 8:29, no habla simplemente de conocer de antemano la decisión de ciertas personas, sino que Dios CONOCIÓ A LAS PERSONAS MISMAS ("a los que antes conoció..."). Ver Jer 1:5. Quizá el ejemplo más claro de esto es Juan el Bautista - él fue lleno del Espíritu Santo antes que naciera (Lucas 1:15,44). Eso se debió a la decisión de Dios, no de Juan. Es más, esta enseñanza de que Dios eligió salvar sólo a los que Él pudo ver de antemano que iban a responder al evangelio se contradice en Rom 9:15,16 y Juan 1:13).

5. La enseñanza paulina es que Dios desde la eternidad propuso salvar a ciertas personas. A estas personas Dios "predestinó", "llamó", "justificó" y "glorificó" (v.30). La salvación de estas personas está garantizada porque éste es el propósito de Dios. El ejemplo de Esaú y Jacob ejemplifica esto. Se supone que Esaú también podría haber sido progenitor de la nación de Israel. Entonces, ¿por qué no lo fue? ¿Simplemente porque él rechazó a Dios? ¿O era

4 El diccionario define "contingente" en la siguiente manera: "que puede suceder o no"; "parte proporcional con que uno contribuye, en unión con otros, para conseguir un fin".

75

Page 7: Romanos 8

porque Dios había elegido de antemano que Jacob iba a ser el padre de la nación de Israel? Ver Rom 9:11.

6. Dios ofrece el evangelio a todo el mundo; pero por obra de Satanás y la propia pecaminosidad del hombre, nadie puede responder a este evangelio aparte de la gracia de Dios (1 Cor 2:14; 2 Cor 3:14-17; 4:3-6; Efe 2:1-6). Esta es la enseñanza de Juan y del Señor Jesucristo (Juan 3:3-11; 6:44,65) El hombre no sólo no puede responder al evangelio, sino que tampoco desea hacerlo (Juan 3:19; 5:40).

7. Por lo tanto, si alguien va a responder al evangelio, esto depende de una obra de gracia de Dios previo a la respuesta del hombre al evangelio. En otras palabras, Dios tiene primero que darle vida al inconverso para que éste pueda responder al evangelio (ver Juan 1:12,13; 5:21,25).

EJEMPLO: Un ejemplo claro de esto es la resurrección de Lázaro; mientras él estaba aún muerto, no podía salir de la tumba. Cristo primero tuvo que darle vida, hablando la palabra de resurrección. Una vez que el cuerpo de Lázaro revivió, recién él pudo escuchar la voz de Cristo y responder. Lázaro no respondió al llamado de Cristo simplemente porque él tuvo fe; tampoco fue el caso que Dios decidió resucitar a Lázaro porque Él podía ver de antemano que Lázaro iba a responder al llamado de Cristo. Más bien, el propósito de Dios era resucitar a Lázaro, y Dios le dio la vida para que él pueda salir de la tumba.

8. Cristo no da vida espiritual a todos por igual, sino sólo a los que el Padre le dio de antemano para salvar (Juan 6:37,39; 10:29; 17:2, 6, 9, 24; 18:9). Obviamente esto es equivalente a la enseñanza de Pablo, en cuanto a la "predestinación" y de la "elección". Ver también Juan 10:14-16, donde entra la idea de "presciencia" (especialmente en el v.16).

Es más, Dios obviamente no se encarga de dar la misma oportunidad a todos para responder al evangelio. Esto es claro cuando miramos al mundo. Por cientos de años los incas no escucharon el evangelio. ¿Por qué no? Porque sencillamente América no fue descubierto por los Europeos hasta el siglo 15. Pero, ¿no es cierto que Dios en Su soberanía podría haber ordenado las cosas para que América sea descubierto antes? ¿Por qué no lo hizo? La única respuesta es que éste no era el propósito de Dios. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero hay que añadir algo aquí. Dios es justo, y Su juicio final será justo para todos los hombres. Los que rechazan el mensaje del evangelio tendrán, en cierto sentido, mayor culpabilidad ante Dios que los que nunca escucharon el evangelio.

9. El hecho de que el hombre natural no pueda responder al evangelio no quita su responsabilidad de hacerlo. El hombre se ha hecho esclavo del pecado por su propia voluntad, por medio de Adán - su representante legal ante Dios. Además, el hombre es un esclavo del pecado por su propia voluntad (Rom 6:16). Dios tiene todo el derecho de ordenar al hombre arrepentirse (Hch 17:30). Su inhabilidad de hacerlo es parte del juicio de Dios sobre el hombre.

76