Cortina Morfín, José Luis

ROSBI Y LAS MATEMÁTICAS

El principal propósito de la lectura es ayudarnos a los maestros latinoamericanos

de matemáticas a entender cómo se puede apoyar a un alumno a cambiar de modo

que deje de verse a sí mismo como alguien ajeno a las matemáticas y a que, en su

lugar, se considere como alguien interesado en las matemáticas y que si pueda

aprender.

La lectura inicia en el lugar en el que surgió el cambio de Rosbi una niña que no

entendía las matemáticas, sentía desesperación por no asimilar las matemáticas.

Por otra parte su maestro de la primaria no la motivaba y la guio para comprender e

interesarse en las matemáticas.

El cambio surgió en un contexto que implicaba a alumnos de comunidades

marginadas y a una maestra de secundaria comprometida a lograr que sus estudiantes

se volvieran analíticos y expresivos al aprender matemáticas.

Rosbi era una pequeña niña que formaba parte de una familia conformada por

los padres, cuatro niñas y un bebe, era de clase social baja y debido a la familia tan

numerosa, se sufrían problemas económicos.

La escuela a la que asistía, albergaba a niños de contextos marginados y era

una población estudiantil demasiado amplia en cada grado, es por esto que la

educación no lograba sus objetivos en todos los aspectos. Mas sin embargo en el

transcurso por la secundaria de Rosbi, tuvo una maestra llamada Olga, docente que se

interesaba por lograr que sus alumnos se interesarán en las matemáticas, fueran

analíticos y reflexivos, además de que concibieran a las matemáticas como una

herramienta de aprendizaje, de gran importancia y que todos podían aprenderlas.

Rosbi desde la primaria sentía un rechazo hacia las matemáticas, con el solo

hecho de que se las mencionaran, ella contestaba, no me gustan, no se me dan las

matemáticas etc. Ella decía que no las entendía y el problema empezaba cuando

trataba de reflexionar sobre problemas.

Durante su paso por la Secundaria su padre le apoyo mucho, la animo a seguir

adelante y no darse por vencida.

En el salón la maestra Olga la motivaba, apoyaba, le tenía paciencia, le brindaba

cariño, amor y comprensión, creo un lazo de confianza y comunicación.

A ella le agrada ese clima de construcción e interacción que se creó en su aula, donde

todos aportaban ideas e intercambiaban opiniones