Los convenios estatutarios Vigenciae Impugnación judicial Elisa Manuel Hernández Eva Igareta Jañez.
sé Manuel Hernández A.
Transcript of sé Manuel Hernández A.
J0sé Manuel Hernández A.
ESTADO MENTAL DE LOS EPILÉPTICOS,
MCMXXVII.-
,UNIVERSIDAD NACIONAL DE MKXIOO
FACULTAD DE MEDICINA.
ESTADO MENTAL DE LOS EPILÉPTICOS,
prueba escrita que para su examen ge-
neral de
MEDICINA, CIRUGÍA Y OBSTETRICIA,
presenta
JOSÉ MANUEL HERNÁNDEZ A.\ ^
-o-o-o-o-
. la sag.r. d;t i;eifioria de mi padre
A mi madre
A mis hermanos.
Al señor licenciado
don Miguel Hernández Jauregui,
con mi agrademiento
doctor
don Mamiel Guevara Qrcpeasa,
por su callosa ayuda.
A loe seaores doctores
,don Manuel Gea González y
don Abelardo Monges Lope-z
y al seaor donf
José de J. íJÚñez y Domínguez.
A MIS MAESTROS
A MIS AMIGOS
A MIS COM?AÍÍEHOS/
H I S T O R I A .
La epilepsia es una enfermedad conocida
desde los más remojos tiempos de la medici-
na.
Un cuadro sintomático tan notable, unido
a la frecuencia áe la enfermedad, a su tena-
cidad deeesperinte, a las consecuencias por
desgracia auy írscuenta&írnte deaaatro&aa, -
explic: corso ha llamado la atención de los
fflas antiguos observadores.
Hipócrates le iia consagrado to^o nrx 11- -
tro; Selao habla de ella, lo mismo que "(Jalo-
no, pero el cuadro mas importante que ae co-
noce de 1=1 antigüedad es el trazado por
Aristeo Coeluis kurelianus.
Los autores cíe los siglos siguientes no
añadieron nada de notable y es preciso lle-
S^r hasta Van Swieten para ver añadir algo
importante. Digno es de recordad la célebre
icnografía que Tissot escribió sobre el par-
ticular .
En el siglo pasado podemos agregar los -
trabajos importantísimos de Augusto Voisin,
de Locock y de Brown-Sequard. Ahora bien es-
ta etapa tan larga que ha recorrido la enfer-
medad desde los más remotos tiempos, ba hechc
que haya recibido un sinnúmero de denomina-
ciones, según las creencias de la época, o -
según que algún autor creyese encontrar al-
gún nombre que le parecía apropiado. Así ve-
mos que he, sido llamada: "morous sacer, mal
comitial, gran mal, alto mal, mal de San
Juan, mal de tierra, morbus divinus, mayor,
herculeus, lunáticus, mal de corazón, alfe-
recía, Cataluña, mal de Sant Pau, e te!!
r -g-
D E F I N I C I O H .
La epilepsia es una enfermedad caracteri-
zada, en los cosos típicos por crisis consis-
tentes en pérdida completa de conocimiento,
acompañada de convulsiones más o menos genera
lizadas.
Se le llama también complejo sintomático
epiléptico.
Para algunos autores, no es sino, un sín-
cLromo es decir la expresión clínica de un -
gran número de afecciones cerebrales, de eti_
logia variable.
Be le puede gubdividir basándose en sus -
manifestaciones clínicas en epilepsias par-
ciales y en epilepsias generalizadas siendo
las primeras "bajo el punto de vista etiólogi
c°) en la inmensa mayoría de los casos, epi-
1epsías orgánicas debidas a lesión irritati-
va directa o indirecta de un punto limitado
-11-veintitres años, con predominio en la época
de la pubertad, llamada epilepsia esencial o
idiopática, observándose en un 50J0 de los ca-
sos. Después de los J>0 años vuélvese más ra-
ra y se llama epilepsia tardía.
-12
E T I O L O BI A.
Do-s grandes causas, primero causas predis-
ponentes o endógenas y segundo causas determi-
nantes.
Causas predisponentes o endógenas. Entre
estas citaremos no solamente las predisposicio
nes hereditarias y trastornos nutritivos que
se ha podido sufrir a causa de eníermedades
toxi-infecciosas de los padres ( alcoholismo,
tuberculosis, sarurnismo, etc.) sino también
alteraciones que han sobrevenido en el curso
de la vida intra uterina y durante el parto,
la más importante es la herencia que puede -
ser similar o directa y de transformación o
indirecta, siendo la primera con mucho la -
foás frecuente.
Se admite que 25 a 30 P« c- de niuos epi-
lépticos nacen de padres atacados de la misma
enfermedad; la herencia ¿e transformación, in-
en casos de familias de tara neuropá-
-13-
tica, enfermedades mentales, histeria, alco-
holismo , etc.
Estos nia'os epilépticos presentan la cons-
titución hereditaria degenerativa; cuyos sín-
tomas clínicos llamados estigmas de degeneraf
clon, los más frecuentes son: la asimetría
del cráneo, de la cara, de la bóveda palatina
del tórax, deformaciones de las orejas, - -
eatravásmus, nystagrnus, implantación defec-
tuosa de los dientes, deformación de las na-
nos y de los pies (polldectilla, sindactilia)
y trastornos intelectuales variados pudiendo
llegar hasta la imbecilidp.d e idiotez.
Causas determinantes.- En cierto número de
casos, una causa en '.-iencia insignificante
interviene para la producción de la primera
crisis epiléptica; siendo el período mas fre-
cuente de principio el de la pubertad. Las -
Causas de cierta frecuencia para su aparición
son:
1°.- Las reglas, la fecundación, el esta-
do puerperal, el parto, alcoholismo, sífilis,
etc.
2°.- Influencias psíquicas: emoción sur-
sienage, etc.
3°.- Traumatismos.
¿i-0.- Enfermedades infecciosas: escarlati-
na, sarampión, difteria, fiebre to£oidea,ete.
5°.- Causas reflejas: irritación de la muco
sa nasal por pólipos, vegetaciones adenoides,
por cuerdos extraños, irritación de la caja -
del tímpano, la producida por la dentición,
por trastornos gastro-intestinales y por exci
tac iones genitales. En todos estos casos es
de admitirse cierta predisposición heredita-
ria!-
-15-
S I N T O M A T O L O G I A .
Ya se. ha definido la epilepsia, la que
como se sa"be está caracterizada por crisis,
en las que la pérdida de conocimiento es el
elemento principal, acompañada de convulsio-
nes y de fenómenos psíquicos, que pueden ser 1
transitorios, permaneciendo el enfermo en el
intervalo de las crisis, en estado normal o,
bien acarrear trastornos mentales más o raenoe¡•
acentuados y permanentes que pueaen llegar
hasta la demf ^cia.
La única condición necesaria para esta-
blecer la existencia de la epilepsia es la
pérdida de conocimiento, pero ademas la con-
fusión mental temporal que sigue a la pe'rdi-.
da de la conciencia es característica del a-
taque y constituye por si sola el elemento
Psíquico principal, dado que la primera pue-
de faltar.
De esto se deduce ue la epilepsia com-
prende dos elementos principales: uno psiquiy otro convulsivo siendo aquel el ra¿S im-
ort-ante y el único indispensable dado que
el convulsivo puede faltar o "bien constituir
por si solo todo el acceso.
La crisis de epilepsia puede presentarse
bajo tres formas: el gran mal, llamado tambié
el gran ataque convulsivo, epilepsia - - - -
grave, alto mal, gran epilepsia ; 2° el pe-
queño ataque epileptoide, peque Vio mal, epilepj
sía ligera o pequeaa epilepsia y 3° equivale^
tes e .ilepticos o psicoepilépticos o epilesís
psiau'pa. El gran ataque convulsivo, puede a-i/
parecer bruscamente, pero también puede ir
precedido de un estado preliminar, contituyer
¿o el aura epiléptica, la cual varía según
los individuos, pero en un enfermo siempre
es la misma y se repite de una manera típica
en cada acceso.
El aura consiste en fenómeno de excita-
ción y de inhibición de ciertas regiones cor
tiCales y puede ser: motriz, sensitiva, sen-
sorial vaso-motriz, visceral y psiquiúa.
El aura motriz es rara y consiste en -
-17-
sacudidas de un grupo de músculos sea de
un miembro o de la cabeza, para invadir - -
progresivamente y siguiendo un orden regu-
lar los músculos siguientes.
i.1 sura sensitiva es una sensación de -
picoteo, acotamiento o de quemadura en - -
cualcuier parte del tronco o de los miembros
para alcanzar la cabeza.
El aura sensorial variable, puede ser -
visual, olfativa, acústica o gustativa. La
visual es la percepción de colores (rojo) -
o bien la Ounuuilación de la vista llegando
a veces hasta la ceguera, fenómenos de mi-
cropsía o macropsia, llegando a presentarse
en ocasiones bajo forma de verdaderas aluci-
naciones. La olfativa y gustativa son ra- -
ras, siendo su cejrácter desagradable, olor
^e azufre, c-:.rfce descompuesta, ¿usto amar- -
£°, etc. La auditiva puede consistir o bien
sordera súbita o hiperacusia dolorosa a la
Percepción de un sonido, de un ruido, o de
palabra, etc.
La secretoria es la producción súbita -
áe ¿sudor «as la eaars y en las maaos o ea
la aroátKKíión salival acompa&BndGse a ve-
ces de movimientos de masticación y de de-
glución,
La va*o-ifritr:Í£ consiste es uaa r>al Ideas
súbita o tuoicundes de la ©ara llegante a
Teces hasta la ooage^tiós de la oafcessa con
dolor, editóla o adema looall&ado.
La visceral pufede coasistir es palpi-
taciones cardiacrís» aoo«&aa de tos,
X«a psíquica es variables sensación de
gos; o bies melancolía o ideas de terror.
Be duración Taris let es muy corta por
lo regola** el enfermo siente la sensación
extraía que le añonóla la aps^iclón de la
crisis y en ocasiones tiene suficiente - ~
tiempo para, preveerse. Cuando no es segui-
&* de crisis constituye ua equivalente.Xa-
»ediat?^ente al overee el estado oon^ulsl-
^>, caracterizado porque el enferso pallde-
-19-
ce} grita y cae con perdida de conocimiento
en estado de Ictus epiléptico; para que se
sucedan tres períodos: 1°. el de convulsio-
nes tónicas, 2°. el de convulsiones clónicas
y el de estertor.
Primer período: £1 ataque comienza - -
por una contracción tetánica de toda la -
musculatura; deteniendo la respiración, la
cara al principio pálida vuélvese roja y
raes tarde cianosada; la cabeza gira ya na-
cía atrás o más frecuentemente de lado con
desviación de los ojos; pupilas dilatadas
con abolición del reflejo a la luz; la len-
gua presa entre los maxilares y algunas -
veces es mordida en la punta o en sus bor-
des. Miembros superiores en la extensión
y rotación interna, puños cerrados, dedos
cubriendo el pulgar. Vientre duro, a ve-
ces expulsión brusca de orina o materias
fecales. Miembros inferiores en extensión,
o poniendo fuerte resistencia a cualquier
movimiento. Pulso frecuente, tensión arte-ri
al elevada.
-20-
3u duración es variable de algunos se-
gundos; quince a veinte para pasar inmedia-
tamente al segundo período el cual esta ca-
ra.cterisado por sacudidas crónicas cortas -
primero para ir desapareciendo lentamente;
la respiración vuélvese profunda, regular,
la cianosis se acentúa, la piel se cubre de
sudor. En este período el enfermo puede oca-
sionarse heridas, aun luxaciones y fracturas,
su duración es de uno a tres minutos.
El tercer período o el período de estu-
por se caracteriza por un estado de torpeza.
El enfermo se encuentra en sueno profundo,
su musculatura.flácida, sensibilidad aboli-
da; boca y nariz llena de Gomosidades. Al -
cabo de algunas horas el enfermo vuelve en
si, no teniendo ningún recuerdo de la cri-
sis. En ocasiones no es seguida sino de un
estado transitorio de ounubilación que du-
ra de media hora a una hora, para pasar al
estado normal.
-21-
S S y A D O M E N T A L .
Desde el -punto de vista psíquico, la e-
pile'psía se manifiesta por trastornos per-
manentes y por accidentes paroxisticos,
Trastornos psiquidos permanentes.- Dan a
la personalidad epiléptica un sello particu-
lar y frecuentemente desde el primer contac-
to conel enfermo permiten sospechar la exis-
tencia de la neurosis. Estudiaremos separa-
damente los trastornos de carácter y los de
la inteligencia.
1°.. Los trastornos de carácter son muy
pronunciados siendo los principales los si-
guientes:
a.- Irritabilidad y variabilidad de -
humor, egoísmo.
b,- Apatía habitual, reacciones impul-
sivas pasajeras y coleras violentas, a ve-
ces terrible.
c.- Falte, de consecuencia en la conduc'ya y en las ideas y con mayor rareza terqueen
-22-
tenacidad anormales "Muchos hombres célebres
que pa'san por haber sido epilépticos han bri-
llado más por EU tenacidad que por la grande-
za de sus concepcciones".-
pe religiosidad morbosa incestante, pero
frecaentemente, no considerando mas que la -
parte sfjte.iaid de las religiones, sin in-
fluencia alguna sobre la moral del individuo.
-23-s BU LA
Aunque no frecuentemente los epilépticos |
son a veces o^mo han dicho algunos autores
hombres muy inteligentes, habiendo ocupado
ganos de ellos en Ir historia de la literatuí
lugnres muy importantes, citaremos a Cesar, -
Hs.joleon, etc. otros en esfera más modesta -
han ocuoado sitios que requieren -ana inteli-
gencia lúcida y un s-mo juicio, rstoa casos
son excepcionales» pues el fondo intelectual
del epiléptico rara vez está indemne.
El trastorno más constante es 1=\-
tud de las asociaciones de ideas» a veces e-
norme hasta el punto que uecüxn tranncurrir
30 -JlO o más segundos ^ntes de que el er*fer4-
ao responda a las preguntas que se le acaban
óe hacer. Si no se está prevenido, puede -
crearse que la pregunta no ha sido cor.rorendi-
3a o ha sido olvidada y e&ta lentitud puede
confundirse con una demencia o confusión -
Profunda» que en realidad no existen, la —
L
ación espontanea y las contestaciones
a los >• af erniOG están sembradas de inciáentes,
de frases, y de pslnbr s instiles. Al cnbo de
cierto tiempo I-., memoria se deMlita y enton-
ces la demencia gpilfptios ee una demencia ~
glot^l. La intensidad de esta es función del
Burrero y violencia de l*s crisis. Ls,s rEfinifes
taciones del peguero frecuentemente repetidas
conducen si enfermo rápidamente a 1 . demencis,
según la opinión clípic?., siendo el hecho no
ducoeo pues no es menos cierto también cue el
efecto <3e Is.s c-rnndles crisis es todavía irías
per juicioso. Los dos cn.T^cteres esenciales de
le der-encia epiléptica consic'^rado desde el -
punto de vista de ex: maxchs son: 1° ser irre-
gular^ente propreslvr., procediendo por exarcei
v?cione3 consecutivas s la serie de ataques y
ca ser hftsts cierto punto remitente, pues el •
bbilitaaieato intelectual disminuye cusndo
crisis tienden a espaciarse.
Trastornos mentales episódicos. Pueden -
los ataques convulsivos (tr-stor-
r lentes) y seímirlos (trastornos laenta-
les posparoxisttcos).
Los principales trastornos mentales de
parosixticos son: los de cnr^cter: irrit»bl-
Udrd, tristeza y el estado confuslonal eue
con frecuencia anuncia la crisis y las miras
que e pealan al principio y de 1-j.s quf ya en
el c- itulo anterior es clt^rto.
Los equival*:nt- e que constituyen la e-
püeosía I*rv3da son: el vertido, 1» ausencia,
la ím ulsión, 1» fug-? y el delirio.
t^s tres primeras constituyen pequero
Bal epiléptico, l«e criéis convulsiv^ezy el de-
lirio forman lae manifestaciones cié ¡rrsn mal.
El vértigo es ra?*s "bien una sensación -
M desveneci-niento, eue en ocasiones Ta aconroa*
fefla <5e caída y movimientos ligeros^ Junto con
la palidez de le cara y la amnesia consecuti-
Y8¡ lo que hacen del vértigo un Ataque ^rudi-
ftentsxio de epilepsia.
Le, ausencia está esencial ente c?rae-
3. por una momentánea suspensión de las
psíqulc»«. El enfermo ??e queda —
-26-
inraóVil, f i j f i la -lirada y la fi-
sonc í - atontada; una ves pasado el acceso, -
vuelve empezar su obra o conversación en el
gismo punto en que hable sido intur límpida; -
aunque hay alguno* miemos c¿ue siguen de una
BfOier automatice los movimientos empe^-doe.
LÍ- impulsión e ilsptic? se c'-racteris;i
por 1 instantaneidad, brevc-<? d y simplicidad
del ---oto ejecutivo y IB amnesia conseeuti\a-
£1 ?cto ee-: la visivo consintiendo un movinien-
to f^-trr .^o, carrera o salto; o p.nt.ÍBOCÍa.1! ex-
hiticionismo, roture de objetos", muerte o ten-
tativ ce incendio. Excppcionslmente IB impul-
sión epile$tl9a puede ser consciente dejrnc'o
«n el ^spiritu del rnfcrmo un recuerdo mee o
eltro.^
La fu P epileptic es aameaiOe lo ni ene
la im;":ulsión, diferenciándose ; or su dur?*.-
cí-;n .ues puede lle-g-:r a ílcrn^.i, h r?.s, díftl
y hí.^tf- semanas y por su complejidad, ejecu-
tando el enfermo P.ctoc cornal lerdos 'como
se ert los hoteles, etc., pin
recuerdo de ello.
Es muy semej&nte el sonambulismo» pero
ne hac--r notnr que con frecuencia este
encuentra en los epilépticos sobre tocio -
te la infancia y IR adolescencia.
:-.-! Delirio epiléptico, se andancia por -
un acentuación de los trastornos de la emo-
tividad y el carácter. ?*! enfermo vuélvese i-
rritable y ansioso, y muy pronto se establece
el delirio.
Sus cc'j .cteres fundamentales son, en la
fonan. cl'sic?,:
lc.- te, obnubilación profunda de la con-
ciencie y IR desorientación completa en el -
o y en el espacio.
2°.- El estado efectivo intenso, aupastia,
r eiforia.f e ta última excepcional),revis-
tiendo R veces Ion car^rteres de éxtasis.
3°.- Lft.s alucinaciones son múltiples y cor
í4érí-) ctando lugar el conjunto a un estado -
ue adquiere la forma de dramas horri-
, o más rara vez la de escenas grandiosas,
s o erótic.-s.
.- L---8 reacciones puramente automáticas
y extraordinariamente violentas. Llevada a
su límite la violencia se convierte en fu-
rox epiléptico, durante el curso del cual
el enfermo se entrega a actos con frecuen-
cia escandalosos por su brutalidad y que
llevan siempre el sello de una inconscien-
cia absoluta, ttata indistintamente a un -
miembro de su familia o a un extraño, lle-
gando en ocasiones hasta despedazar el ca-
dáver y devorarlo. El suicidio se observa
raras veces.
5*.- I*a amnesia 1acunar, generalmente
absoluta sigue a todas las crisis. Cual-
quiera descripcción clásica que se vea, re-
presenta al enfermo en la más completa de
las ignorancias de loa oerjuicios o cri-
menes que aa cometido. En algunos casos -i
excepcionales, el enfermo guarda un recuer?iiició, vago lo mas frecuentemente, de los ac-¡
tos realizados por ei durante el curso delj
acceso.
Pueden presentarse tres casos, según
<lue el individuo conserve el recuerdo, ya
en su totalidad» ya de una parte del pe-
ríodo delirante, persistiendo este como
un recuerdo oardinaricj; qu« el recuerdo -
presente inmediatamente después del SPBO©~
so, se borra ea seguida» el ísafermo niega
hecltos gue te »e*conocláo anteriormente co-
mo oxrsotoe, o blan si recuerdo ausente en
en que el enfermo vuelve e& aí>
es seguida y afeite un heebo
SI acceso de delirio eomieial fíure de
algunos minutos a varios á£ss. Lo mlmao
que la» otrss Bsnlfestafiiones de la epi-
lepsía, puoden repro^etrse» a Teces bajo
la influencia do ca\xsas exterlareo Idén-
ticas j afectar la ffiisma forma; no si^ido
esta regla absoluta.
La termlnaoiA^ sobreviene» unas veces
bruac&oente después de un sue:1o profundo» |
y otra» progresi^ameste, quedando durante
algunas horas ideas delirantes y alucina-
ciones que persisten a pesar de la vuelta
a la lucidez.
-30-
£1 diagnóstico muy fácil cuando se pre-
sentan todos los signos completos en un e-
pillptico evidente, se convierten a veces
en díficil cuando la epilepsia es silencio
sa y disimulada en su marcha.
Únicamente por el conjunto de los sínt
mas y de loe antecedentes se reconocerá el
delirio o cualquiera otra manifectación e-
piléptica pues no existe sigao patagnómico
del delirio epiléptico.
Se distinguirá del delirio tremens por
elddelirio de ocupación, la conservación
de la orientación autopsiquica, la obnubi-
lación menos pronunciada y los estibas
del alcoholismo crónico.
Los estados de obnubilación pasajera -
que se encuentran durante el curso del -
alcoholismo crónico se distinguen por la
ausencia de estupor consecutivo.
Algunos accesos de parálisis general,
que se parsoen al de la epilepsia por la
obnubilación de la coaciend a y la violen-
cia de las reacciones por los antecedentes
ctel enfermo y sobre todo por la presencia
de los signos físicos propios <ie esta afec-
ción.
Se pueden observar ademas accesos lla-
mados de manía epiléptica, simulando los -
accesos de la psicosis maniaca depresiva.
Sin embargo la fuga de las ideas es gene-
ralmente mucho meaos señalada» y sobre to-
do, las ideas morbosas presentan una fije-
za y una monotonía moho más pronunciadas.
trastornos mentales postparoxisticos.-
Hay uno que es constante: el estupor post-
yaroxiatico ya mencionado a propósito del
delirio epiléptico. De duración variable,
desde algunos minutos a varias ñoras y ex-
cepcionalmente varios días; al principio
completo, se atenúa poco a poco dando lia?*
gar al estado crepuscular, en el que domi-
na un estado confueional más o menos pro-
nunciado asociado a sianifestaci mee de au-
tomatismo psiquico, a veces peligrosos y
variables en su naturaleza e intensidad.
Los escritos del eníeriao en este perío-
do orientan con notable claridad respecto
al déíicit de la atención, siempre muy -
m rcada, así como la exaltación del auto-
matismo mental que toma la forma de inco-
herencia, de estereotipia o de impulsión
gráfica. £n los casos tipo los escritos
se presentan con caracteres verdaderamente
especificos suficientemente seguros para
orientar el diagnóstico sin necesidad def
mas ciatos,-»
P B O S Q S f l C Q .
* » — ! — — — — —— —
Variable según la causa que le ba produ-
cido. En la epilepsia sintomática de cual-
quier lesión cerebral su pronostico depende
de la naturaleza de aquella y de la posibi-
lidad de su curación.
Para la epilepsia esencial depende -
tanto de la intensidad y número de las cri-
sis como de la fecha de aparición del pri-
mer ataque.
lias epilepsias precoces que se aeospa-
San de trastornos mentales son incurables;
las tardías cuando la inteligencia no esta
atacada su curación solo se logra efc un 10
por ciento de los casos.
De una manera general puede decirse -
que la epilepsia por si aala no produce la
muerte exceptuándose los casos en los cua-
les las crisis se suceden unas a otras.La
muerte por lo regular se debe a una causa
accidental por asfixia o alguna lesión gra-
ve debida a caída de cierta altura o a -
quemaduras.
*a*tT*t\»
¿o. el alqueQuele, el ÍBÜ&, si.
coVre, 1« plata, cianuro do&ie de fierro -
hidratado, fosforo, sulfato de colare 7 hasta
nitrato 8e plata* Se han puesto ©n @%p®rlmea
tecion el cloroforma y otros anestésicos; ~
sarcoticos como el datura estrnsKmiUR), el
opio y so&re toóo la belladona y la atxopi-
n&n( Hí^magel T Roset^h, í'ierret).
A la. li^ta aBterior hay oue agregar to-
fería la. apc^sorfina, al nitrato de amilo, -
la trinitrina <gs iny^íciones hi;;í^iérsiioast
bromuro y cloruro áe tilo, bromiro cte aleas-
te, e-te.
1 oxido de zinc te siáo uno áe los más
ue.:-":os, ;v-:ro fue substituido deslíes con -
1*8tato as $ÍT&»
ta T^leriana se usó ea infuaioa, ea pol-
vo, en extraüto; us*nd-0ae m% tarde asociar-
la eon el ?ia0 bajo forma de valerianato de
tf» e^i^fa se usí bastante sfo alaguna
^Ja y con graire r«fJuicio áel enfermo.
los casos en que existen aura* se a*-
cauterios vesitatorios y noza* *
(esoecie de o?iüteri Cáelos eoasistleado en% • .
«plicrr un coao de aladea ^n cuya punta
se >ae fuego, 0011 el ffn de exeitaz el -
üsy otros que fcas querido que se -
oorte un nervio o se «ruta la parte sien-
do e to oausa de mutilaclosea gra^lairaas a*w*
la ves que inútiles, t^a^lmente ae íxan pro-
ooroaaa de treiwsQ, o ligar una
QO fue sino hasta el aiSo á,e
Lococfc propuso el brcemro áe potasio
isuy proato fue divulgado por Hlcks -
d» i-'^zin y jiu^usto Voiaiiu
Kata atedicacioa se ha transformad© -
4 a4ose aaoci eos loa brc^miros de potasio•
*o io y ^sonio, pero desgraciadamente loe
t ¿uit:;doB obtenido» fcan defraudado las -
3ue los primeros
tuvieron en su principio» pero a
ello sigue usándose y en ocasiones con
éxito.
-37-ge preconizó la asociación del bromuro
de "¿ot::,sio con el opio, pero considerado
este método muy peligroso ha sido imposi-
ble usarlo.
lias tarde se creyó que el radical -
bromo podía substituir al radical cloro
en las combinaciones y reacciones orsáni-f \¿f
C.ÍB y esto condujo a reaucir loe cloruros
tjn la alimentación 1 o más posible con
objeto de saturar el orgonismo de broso
con una dosis imicao menor de la que se ne-
cesita siguiendo el sistema primitivo y -
evitar de esta iaaner-< el brouiismo. De
este modo se logró reducir mucho el mímelo
de ataques y la Cantidad de brotauros - -
rüministraáos» pero por las molestias que
ocasionaba al enfermo muy pronto fue a!-
ba nao nado.
Los métodos terapéuticos actuales
pueden dividirse en tres grumos: 1°. a-
Cuellos que van directamente contra la en-
fermedad que constituye el origen de las
convulsiones.
. i rtemecen & este grupo a uállos casos
en ;u« la sífilis -/repara el terreno y a-
cuellos que son nroáucidos yor
de si-crsciÓB interna y la
sí- refleja en la out» la, causa, de las con-
vul3io;ie9 &e debe a oarásitos int^st
L.. cirugía Cí-rebr-U. cuando trata
su.-riralr -^r meáio áe oper^oiones Is,
s^s ísnatoisicps tíe l?is coíwulaiones que ca-
si sisiiure se trata de ca
que .roduoon la irritación argíaica
tlva (ttttK»rv quiste, etc.).
3*.- £ate ««todo est-í dirigido a la -
profilaxis nroeuraado excluir a los f-icto-
r§s cue 9xuaent^n y dester^aden^i 1 •;; eor*-
<ilficultr3aes ;->r:íatio^s día-
arablemente el r-iálo de ac*-
clon tle est terapéutica que con éxito» -
y-tiede e«i>l@Erse casi exclualvajsente eü es—
t-blecimientos especiales.
3ft.- El mía import-r-jate, conüiKíe al **
tr^t^aiento 3e las convulslú^ss, incliiyen-
^o en esta medie .clon, el lu&inal, de re-
$ttlt -oos .hrillantén y gin qu« se
el roeCvxnismo de mi «ecirá|
Sste es el tr- tnialento, Actualmente -
•_.--..lc?ido r-or la mayoría 3e les médicos, -
pues i los resultado?* satisfactorios obte-
aitíaís, hay que agregar que no exige de - -
pfürte del enfermo nlnmin réríissen dietéti-
co, exceptuando loe casos de epilepsia nac-
turna»
Existen dos modos para su administra-
ción; por ví.-i ftit?efttiv^ y vor vía suben-»
táaea. Por 1 prisera es conveniente emr>0-
z?jr ->or dosis paquea as de 0.05 a U. 15 gr -
mos, sn el éí% rer^rtid-is en dos o tres *
tomas, ten.endo especial cuidado ea d-^r la
dosis oere-t de la hoata en Cfu«s el enfermo -
Safra el ataque, ne este modo puode irse --u«
--.*j dosis b-^sta que so juague ne-
o aegun lo modificación <ue se obsur
^ en el curso do loa itsques; y siea^are -
« modo racioa&l pt¿x& na liegr^p a dosis ~
perjudiquen -1 f^afearmo, ya -
sea p?títa lo^^í la, desaparicin de los -
ataques, o bien nodlfies* la «volición
de 13 enfermedad. Ouaado los ataques - -
frecuente», se nresenten en el día, y -
de maneara latemltente ee o^sveniente y
se observa en ocasiones ouaftnts* la dosis
b^ta C.6o cmitígrsaaoa Reaccionada ea -
tres tosast n&üa&a* medio día y noche; -
sin oae p«r «ato el enfermo presente síg-
aos de intolerancia» y el llagasen a ae-
per«cer con suspender «1 tratamiento de-
«apar .cen, las manlfestacloi^B» j>oí lo -
regulax cutánea».
Cuando sea ivsfC*ssúPlo layectarlo» de-
be pre«crlblr«a el liimlaal sódico ^s eo-*
luclón & 5$ o 10£ «i solución reciente.
ia -reparación d«í« hacerse en frfo, a -
B grados centígrados, como máaimo m> de-
be calentarse.
inyeocíé» debe ser en la regió»
Si la solución se deja
«un
as u © ^ o ss e
iss cuestionen de responsabilidad
o civil de los epilépticos, raorece unas p-?
labrns ai rezón de la frecuencia de deli»
tos y crímenes patológicos cometidos por -
compareceaciri de los epilépticos de-
lante ée la justicia» da siempre
discusiones médico-legal eá y según l-t inter-
ptet-ción que de ellos hr»n dado loa Autores,
pues según un e el epiléptico, ©n toóos los
«acos, de e ser visto como irresponsable; *
y rmrn otros la írrespons-bilidad solo es
com let" es IOE tres días que recaden o que
«iguen al ataque de epilepsia.
n 1 - r.ctualidñd, se considera ue los -
de cualquier naturaleza, que sean, -
o delictuosos, y que son ejecut -
ntes, durante o inrsediatpstente después
lo;: ^roxismos convulsivos son indepen-
de la voluntad del enfex&o; no suce*
lo mismo con los cometidos en el
terv tío óe loa ataques o cuando h.?.y
..Uípaín pv.es en este c?.oo el espe-
ci Li ': , xr medio de una exploración mi-
losa cLisfc cuenta de l^s diversas particu-
lr..ri¡. :;es de UB ^>cto, de una manera Impulsí—
v ¡ instáataitóa y violenta. Cot^3robándose -
•sto y su repyoducoion n intervalos fíe tiess*»
po aj';v o meaos regalares áejoado un trartorno
es la conciencia y en 1« ©mcsris y
l&ción ea que se encuentra el enfermo al
Elnax su criala, es cnr?;cterietic^. de la eri-
lepsí.- y un signo claro de diagnóstico.
Hay qus tener prese ¡te adcaáa cnie la sa*
nesi ucde ser Is^tmar y e^ a^í que ea cier-
tos c.-; o--: al sujeto puede dpjr la impresión
fle hr.ber praneditado -u crimen, por
*ad é* la» psl&brsa en el pulso d«l
80 o . -otituí una ver: cometido aquel.
becrv-* $tdea& en el curso 4« accesos
-tnclon, en los cafíloe en danenoiay ac-
*OQ violentos que en ocasiones llevnn los *
delante de la ¿Justicia y en lo* -
cu t • por 1.- eíploracion psíquica se da -
cueat-i d üieaicG legal del deMliiutiímto
de eu inteligencia y lleva a la ssente de -
los tribunal» la obtención de su libertad»
Deade el punto de vista &e su
civil, el epiléptico gozu ¿el ejercicio
flus derechos civiles y ea c^pág áe techar,
de U oar donaciones, etc., y cato solo «n
loa c--eoo que no existe nla^-ín acceso G;>XUC-
teristico de locura o áe áesieucia.
Creo para terminar» que ua epiléptico na
lfc c: r¿ a'se» pues en si la enfermedad coae-
un peligro, que se bafie máe pesado
que la desceadencjla lleva la
€« susceptible de reproducir la
a una fanaa cu^l'iuierii de
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oportuivld; do v^? tino de ento
«s el Mjo te Oíos y ««a»
003
^uo Lratttoatmt f> generr4. y *m «otado ooníu-
v uo coa relativa en •«•^9 l-
en las t53fl»»roa tifa»
-52-
Memoria.- Amnesia retro-anterógrada.
Juicio y raciocinio abolidos. Estereoti-
pia.
Afectividad abolida. Abulia.
Las diferentes :ruebas de exploración -
psíquica, se hicieron sin ningún resultado,
exceptuando la de Reih, que la hizo después
de un minuto de intervalo.
Diagnóstico.- Epilepsia esencial en pe-
ríodo demencial.
Suiología.- Alcoholismo crónico.
KXUÜ. 3-~ Á« R. 0. de £5 arlos de edad, -
*:.:_\rí;.l de ^uerétaro, Q,ro. , casado, cante-
ro, ingresó al Iú. G. el 30 de Abril de 1925.
Antecedentes familiares.- Padres alcolió^
eos consuetudinarios.
Antecedentes personales.- Desarrollo in-
telec.tual en su ninés, ignorado; sufrió de
varicela- En la edad adulta ha padecido de
enfermedades venéreas: blenorragia, chan-
cro sifilítico y adenitis inguinal'no su-
feurada y accidentes secundarios.
Acostumbra toraar toda cle.se de bebidas
Memoria.— amnesia
Juicio y raciocinio -boiitíos. Estexeoti-
pi i .
Afectivld id abolida. Abulia.
tas diferentes -.:rua&a& de exploración -
psíquica, se hicieron sin ningún rebultado,
exceptuando la de Feih, cue la hiao despula
de un siisaito <le intervalo.
Diagnostico.- >^>il@ps£n ese?tci;2l && pe-
ríodo demencifti.
iología.- MoDhálisao crónico.
HURÍ. 3.- 4. H. O. de ^ a^os de ed%d, -
tt*?tur-l d% ^usrétaxo» Oro. t casaóo, Cante-
ro, inórete al II. 0. el 30 de Abril de 1925-
inteeeáentes fomilisireg.-* 3 adres alcohola
eos consuetucütiarlos.
antecedentes personales.- Desarrollo in-
tsleotual en su ninas, inorado; sufrió de
varicela. Kn la edad adulta ha padecido de
enferraeé^des venereaaí blenorragia» cim-
ero sifiíitlco 7 adenitia inguinal no su*
.d« y accidentes eedirsiririos.
coatuebra t<^ar toda clase &Q bebidas
^loatca ú§ la et
contaaa && el er&eo* Mpv
que ae olo iíloan de e
-n el fe» G. se 1« k
ultivas» frecueates»
guid^ ¿le MTÍOdo^ de czüitacióa
trf;!» en los <m@ «1 enferme corr© par los
corrocioree fie ¿u pabellón, grlViSáo, con
iae:;S delir- s%es de gr&a¿»aa ^ de !.
ciónt %g*edi0nílQ a ^¿s oospailfioras
iííjitee* £a el intervalo de Isa exigís s
ée o.l sotara» ea loa éeéo-s de 1*3 msaos» *
fea jo la &>rma de contr:^0cioiwMi dal^ssiy*,
-ue 1© durst» axoxtoidatfteiKte uEfc>3 olisco •»
y
en 0u peteaa^ doat^st,^ a laa pace-
«1 interxo£-ato^i0 deapaáe 4e cier-
to tism:;0» feableaáo necesidad d« Mpetizle
I
o Q.V
ea él
o lo
caá
ni es&o
ir
M&
d© cierto
te osifola
ua el «nfexoo tv>
l
1F ••
la
tatóa
xotrágrada
cu
ap «i -(sotamos cotna)
t5*
sica ot
6 •
de
«il »
. ". «i 7 d^ Jiaiio
fu- roa alcohólico» con^uetuálnarioa,
eienda debido a la «lasa eaizaa» Dos bar
nos, igaoy&éo^ su
saat ,1 en mi Isf$2i01& menos que
9o ha aeoct'jatafaáo bebida
*& éenasfa»
loa f $ailinxfl* áeliniño»
tloo^*
*»
I«
tioa
tico
oí
ttjptíoci
«fulcio y -
yletexocirítiea abolido».*»
sin ningn íemiltadoj f hasta X
ÉMPHI da anos 10
lo» á« lo
iTC--.4o dáfielt i^obal de
int
, G, el 9 de Uay. de 1936*-
loa
por no h*.b«r porsoaa alipn-
la
se le han
«. - . -
» * *fi SI-
-
Á
ns
ot
ro» a $** 3 «* O* o *
i O * O s »F* Í--S
o
O * M-
O,
m•
I s
I H ¡ J
O **
i- O
e":
u
oi.. .i .. > i
la
t^lsotaa si» su adíe*
la edad d* 15 afio*» to-
toda clag-e 40 bebida» oa-cofeálicü^ ©isbriiS
Le observe lo ^rrlte derrito .uaf¿u¡e no -V
tai frec :entea «oisoidleado con el
. ,n el triterfsl» de las «riáis
v =«€«ite áócllt
pero'al secxc rae la» crisis
f SU P
TigíSS.
•-¿.
y
y ligeatm dea
^r* Sd^(30Íotii l
e a
xst itud ^i aso»
-olon
eonteata despuls d* sola
con frccutaclf? u -
exterior* er^íoba <le Hellbro
do cierto
lentitud» :: ruel^ de ^
t tiente d««pué« del primer
to» estos tiende a
t
*oftrf%i&s relativa aterocrf*
3 <!0 1927-
íleo
1 en su
jtr/ontud paito*
el en
c .-n 108
e r* .-e epilépticos» precedidas 4e aura
precordial) o «acta
el .%ura
can 01
ío es « en
a ds lo >
caá fe
lentitud»
y coa
O»
» orientado en lu^;;^ y ligera
-66-
satisfactoriamente. Atención disminuida,
contesta después de cinco segundos; prue-
de Bourdon, Binet, Kraepelin, resuel-
tas, aunque con cierto retardo. Prueba de
fcfunsterbexgJ inmeáiateoaente ejecutado el
priraer movimiento; los demás movimientos
tienden a hacerse en el mismo sentido. Me-
moria: amnesia lagunar. Juicio y racioci-
nio: auto-crítica relativa,hetera-crítica
disminuida. Las diferentes pruebas se ha-
cen cometiendo varios errores. Hipoafecti-
vi¿ad. Abulia, Variabilidad de carácter. -
Diagnostico: epilepsia esencial.
Etiología: herencia alcohólica, paludis-
mo.
ríúm. 9,- J. G. H. Natural de Pueblo Is-
la, ^ro., soltero, de 25 anos de edad, al-
il, ingresó al M. G. el 25 de Julio de
1925.
Antecedentes familiares.- Padres alcohó-
licos pertinaces, fallecieron, la madre ~
ignorándose la causa y el padre de "espan-
to"
4 oz&ctTp ^J«tT ****> op«S$**i ttnaa
íí-g* ^FwwBnBW^B|BB*jf
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t> y difícil,
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í leatltud en la a&oei?ieion áv i-
de cinco
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y r?selc?elaio auto crítica y
Casi abollaos*
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& CS O «* H fc*
O «•» d ;,.j í H
•v ••• 4
-72-
ñada de sensasión de desvanecimiento.
Inspección. Se presenta tranquilo, desa-
rreglado en su persona, con los cabellos en
desorden y sucios sus vestidos, facies epi-
léptica contestando al interrogatorio con
lentitud.
Examen psíquico. Desorientación auto y
alopsquica. Ideación: retardo en la asocia-
ción de ideas. Percepción lenta. Prueba de
Heilbroner lenta para su comprensión. Ate -
clon disminuida, contesta al cabo do seis
segundos. Prueba de Bourdon resuelta con
atareado déficit para su comprensión. Prue -
bn de Binet: cometiendo tres errores no es
resuelta, el mismo resultado ae obtiene con
la de Xr-epelin. Memorias amnesia anteró-
6*ada y lagunar. Juicio y raciocinio: auto
7 keterocrítica muy disminuidos; pruebas
Aferentes sin resolución repitiendo sola-
mente las palabras: verbigeraciones. Hipo-
Actividad. Abulia.
Examen físico.- Estigmas de degenera-
: escafocefalia, asimetría facial,
feív ; ojival, reflejos
-1\
ti logias
fe. 12.- J. ü.
. 0. el
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Ftóla ftt 1939,
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''icos» sarlo da tifo; lr<
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que Bftfiirjfco. Ha alíío ftnno -
de la *-' A la e-
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a dt a«rrx visual (circulo;,
go} n 14o aunsntsndo «n mssero 0
.-Uit&ílDia para Jiae«r toda «lii»c de
• - •
se le fcí?a
iv s dlurrws y nocturnas,
el aes lunar t
t eión p»iCí>«ot3rí»^ lo»
ellae corta» ^ite y llora»
coa-
.- - e
au peraone y vestidas,
contwstan.-o de lina
-TI-PA - y
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7Ot QU© lo
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i y difícil»
1 l i . .\te?«5in itlía
s* Juicio elociai;>irlaí s
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- : . . 0ia «S3aol>.
. 1^-- .",. S* natural te i- ai ,
*1 ¿i- .le
de
- . dleás aSa» le ap&r^eleroa los
jo formíi de cria U e,
*e*^ . - os gíam m&l que tesa ida
( • .^i?
•tsi 31r-.rl s). le obeervo crisis diurnas
con sr-yor frecuencia «a ocasión
del r "••" ?» precedidas de sura visual *»
(cíi r?e fuego). T e crT
.1 intervalo de Vns criéis.
fer
c >Q en *»órí*en,HÉA i £>•VM *-'-•
t:. int- rTo torio.
uto 7 T " tín
cio y rftcl;>clnloi
«|
nin í r i Tesolt
ti "*•;* Alcohollsno hereditario y -
1.
iS.» r. o. d» 5 ?í c» de cd^d, na
-- \%l¿as&fie^t
;i' -1 íu a. el
(s 3 •. O I rfr .-.•.
o - O O ca E o u,
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¿elíi'-v . - .?f«ocian sor .•-.!;
«orí c * . ert^tÍC£-2 del (*jr,-:n &al
v i í . < • - * : , !0sptséi a los seis jseses
ron iVíd* -,-;• c:;dr, ves í?ns o0rC':.ní^ p . r 11«
gsx :. ,rc»«?ntr.yce ctói veintiocho o
f- " • - -icií; de período» de
ea lo, '^ue el eafezu, grita., cí
corie.orí;2 o bien ^e arrodilla y r#s?i
áe 1 e pu-rtas y vcnt; n:-.c . iJlor."
ue lo -i^íicada. üe C;jr&ter fr--««•*
ibl*-.
' - ' :*'•'- * ¥»" f!--ÍI< 1 í*~ - - - - - i** < ,*t.s-.**.iW
™ c' •"".: r1.^ COTi ií
os de estar
Wcwíii^, o. ;..; . e • ;. ' ^n; •*
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crmado y uc coa ellos t y*
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or - su <^2».íStr^lón
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- - - - - - •• :".--isM¿itot á
i - -/-i- tic oí e i ieaí
: nlccsiiÓJHc*
20 a » Hata*»
r „ ., -laca. O*
i X5 6& Jallo
eu aaxso i - ,
a¿ j
- ...e
I
u tere»
- • - • n ae epilpticoa y 9i^ ^^ ,/- .£ . ri^eío -dí o t anclados Oaoa »e
-"--í - tal '.-; p^día seguir
¿e crisis c
aocü es el intervalo de «Uta» «/uóivese i-
i .a y egoísta antee y
cu weetiar coa llgexo
con
o
ClCí, ¿ hipnagoeus* £«£cep<
prueba de
Detente» para su
ue ios
aenticU». J ieia 7 raslooi^oí-
;iftiev;0
l
3
¡ i
*a**íf- r-
í-ariíií
©p
oooc
•Ci*
«oía^a 4 0f0m£ **Mtib»$eÉHfcwna t*o***
-95-
ao. Sufrió en su infancia de varicela.
-ción regular periódica. Antecedentes ve-|i¿ UK.4*t* ™* **'«" * " !
aéreos y específicos! negativos. Costumbre*
Antecedente» de la enfermedad.- H&ee diez1
años atribuyéndolos a uaa indigestión, le -
aparecieron las criéis epilépticas precedi-
óos de aura visual (círculos de fuego) y -
aotríí (temblor en los miembros superiores
& «ediana intensidad y eWaiofrío). JUa -
observe las crisis con los earasterea arri-
ba descritos; coiaoidim&Q con la
don y sufriendo períodos de
psicoHsotría áos o tres voces en su ií*er-
vsla, en los c^ue la etdfersia grita» corre
P°Í su pabellón, G&®& repeatina^nte se de-
tiene con U airada fija, riásdoae.
»
*elativ asente srnglada &st su persona y ~
Batidos, contestando & las preguntas que
le haces con lentitud» habiendo aecesi-
1 de repetírselas varia» veces» riéndose
y re itiertóo el enunciado aue se I» fea
cha.pgiaulOD| Qrimtsel&u O. -uto-
psíquico y en l
ñ* le
s
po. i »lee y Auditiva. P«see <H&* l«nta« pero
r*; prueba ae Heilbromart teeultadio «atia-
fnct^io aamepc oon Ug«a l ttl ié. Aten-
ción dlffiaimídr,, contente áe*pia& áe seta» ds :!»«*» do
n resuelt-a eatifwBtorlís«eeft»t te-
aleando necesidad de *er*tlr*el3* l>or eaa
Te^s ps^a eu
tert^rg no Xs,
T Ir^a^x, Juicio y rneloelnJ.01
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de edad, soltera
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aovisvienton se hacen en el mismo sen-
tido i:ett> el ticat.-o transcurrido p*ira e~
13. o as a¿& l^rgo en las personas normales
que en los enfermos.
í-rucua de ailogisao de toulouae.- ^e le
hacen v - - r i - . ' r alciones construyendo al
10¿ísiiw0 v .A- V;dcroa o falsos y ae le pide
al paciente su opinión.
. i i , i de 2ieíien.~ Oonaíete en cUferear*
ci r los conceptos de .^l^fcafas que se
tari a confusión, ,r e j eradlo escala y
lexa, e t M i i i e y laguna f etc.
üe Finck.- I-edir er,>licaci *n de
de Líasieloa.-* Hao^r que el
fo-iae fr;-_sea .oon tres -alalsras.
de :.üllaghciaae cooslute en co?a-
. :,l:ibraa o sílabas que
-, -
De los treiatleiaeo
do reraür u<*t dada
t?loa y cultura poco avas&sdaa áe Ion
fw»oa el cnmicisao úe las
r ion psi Tuiea ern íle dlfiell
e;:i Li . tiroc r-rtenecl^tt«a a otras
«es :;oci les» ^
•Uepr* en sue ii
»« »« desáe al ptmto de vinta
<S ríe
slvo
y a«r; por
Plóa, tifo, etc.), o por
Calcoh
. ,,or<-J3 de diferente
.*,U£io
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y
í e}.-»^8Eaí?9ta
5--
general
l&s f«ealt&d&
v
«el su^to, I-
los aceesoe
en cuanta Is
-:á y r^r-t-tieidn
a constituí rre -
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