sabina issuu

2
Que se llama soledad Algunas veces vuelo y otras veces me arrastro demasiado a ras de suelo algunas madrugadas me desvelo y ando como un gato en celo patrullando la ciudad en busca de una gatita, a esta fiora maldita en que los bares a punto están de cerrar, cuando el alma necesita un cuerpo que acariciar. Algunas veces vivo y otras veces la vida se me va con lo que escribo; algunas veces busco un adjetivo inspirado y posesivo que te arañe el corazón; luego arrojo mi mensaje, se lo lleva de equipaje una botella,al mar de tu incompresión. No quiero hacerte chantaje, solo quiero regalarte una canción. Y algunas veces suelo recostar mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna que se llama soledad. Algunas veces gano y otras veces pongo un circo y me crecen los enanos; algunas veces doy con un gusano en la fruta del manzano prohibido del padre Adán; o duermo y dejo la puerta de mi habitación abierta por si acaso se te ocurre regresar; más raro fue aquel verano

description

sabina issuu

Transcript of sabina issuu

Page 1: sabina issuu

Que se llama soledad

Algunas veces vueloy otras vecesme arrastro demasiado a ras de sueloalgunas madrugadas me desveloy ando como un gato en celopatrullando la ciudaden busca de una gatita,a esta fiora malditaen que los bares a punto están de cerrar,cuando el alma necesitaun cuerpo que acariciar.

Algunas veces vivoy otras vecesla vida se me va con lo que escribo;algunas veces busco un adjetivoinspirado y posesivoque te arañe el corazón;luego arrojo mi mensaje,se lo lleva de equipajeuna botella,al mar de tu incompresión.No quiero hacerte chantaje,solo quiero regalarte una canción.

Y algunas veces suelo recostarmi cabeza en el hombro de la lunay le hablo de esa amante inoportunaque se llama soledad.

Algunas veces ganoy otras vecespongo un circo y me crecen los enanos;algunas veces doy con un gusanoen la fruta del manzanoprohibido del padre Adán;o duermo y dejo la puertade mi habitación abiertapor si acaso se te ocurre regresar;más raro fue aquel veranoque no paró de nevar.

Joaquín Sabina-Javier Martínez