Sacks Oliver - 2015 - De Mi Propia Vida - Fragmento

4
De mi propia vida En el tiempo que me queda, tendré que arreglar mis cuentas con el mundo http://elpais.com/elpais/2015/02/20 Oliver Sacks Hace un mes me encontraba bien de salud, incluso francamente bien. A mis 81 años, seguía nadando un kilómetro y medio cada día. Pero mi suerte tenía un lí- mite: poco después me enteré de que tengo metástasis múltiples en el hígado. Hace nueve años me descubrieron en el ojo un tumor poco frecuente, un mela- noma ocular. Aunque la radiación y el tratamiento de láser a los que me sometí para eliminarlo acabaron por dejarme ciego de ese ojo, es muy raro que ese tipo de tumor se reproduzca. Pues bien, yo pertenezco al desafortunado 2%. Doy gracias por haber disfrutado de nueve años de buena salud y productividad desde el diagnóstico inicial, pero ha llegado el momento de enfrentarme de cerca a la muerte. Las metástasis ocupan un tercio de mi hígado, y, aunque se puede re- trasar su avance, son un tipo de cáncer que no puede detenerse. De modo que debo decidir cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivirlos de la ma- nera más rica, intensa y productiva que pueda. Me sirven de estímulo las palabras de uno de mis filósofos favoritos, David Hume, que, al saber que estaba mortal- mente enfermo, a los 65 años, escribió una breve autobiografía, en un solo día de abril de 1776. La tituló De mi propia vida.

description

Hace un mes me encontraba bien de salud, incluso francamente bien. Pero me enteré de que tengo metástasis múltiples en el hígadoDe modo que debo decidir cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivir-los de la manera más rica, intensa y productiva que pueda. Me sirven de estímulo las palabras de uno de mis filósofos favoritos, David Hume, que, al saber que estaba mortalmente enfermo, a los 65 años, escribió una breve autobiografía, en un solo día de abril de 1776. La tituló De mi propia vida

Transcript of Sacks Oliver - 2015 - De Mi Propia Vida - Fragmento

Page 1: Sacks Oliver - 2015 - De Mi Propia Vida - Fragmento

De mi propia vida

En el tiempo que me queda, tendré que arreglar mis cuentas con el mundo

http://elpais.com/elpais/2015/02/20

Oliver Sacks

Hace un mes me encontraba bien de salud, incluso francamente bien. A mis 81

años, seguía nadando un kilómetro y medio cada día. Pero mi suerte tenía un lí-

mite: poco después me enteré de que tengo metástasis múltiples en el hígado.

Hace nueve años me descubrieron en el ojo un tumor poco frecuente, un mela-

noma ocular. Aunque la radiación y el tratamiento de láser a los que me sometí

para eliminarlo acabaron por dejarme ciego de ese ojo, es muy raro que ese tipo

de tumor se reproduzca. Pues bien, yo pertenezco al desafortunado 2%.

Doy gracias por haber disfrutado de nueve años de buena salud y productividad

desde el diagnóstico inicial, pero ha llegado el momento de enfrentarme de cerca

a la muerte. Las metástasis ocupan un tercio de mi hígado, y, aunque se puede re-

trasar su avance, son un tipo de cáncer que no puede detenerse. De modo que

debo decidir cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivirlos de la ma-

nera más rica, intensa y productiva que pueda. Me sirven de estímulo las palabras

de uno de mis filósofos favoritos, David Hume, que, al saber que estaba mortal-

mente enfermo, a los 65 años, escribió una breve autobiografía, en un solo día de

abril de 1776. La tituló De mi propia vida.

Page 2: Sacks Oliver - 2015 - De Mi Propia Vida - Fragmento

“Imagino un rápido deterioro”, escribió. “Mi trastorno me ha producido muy poco

dolor; y, lo que es aún más raro, a pesar de mi gran empeoramiento, mi ánimo no

ha decaído ni por un instante. Poseo la misma pasión de siempre por el estudio y

gozo igual de la compañía de otros”.

He tenido la inmensa suerte de vivir más allá de los 80 años, y esos 15 años más

que los que vivió Hume han sido tan ricos en el trabajo como en el amor. En ese

tiempo he publicado cinco libros y he terminado una autobiografía (bastante más

larga que las breves páginas de Hume) que se publicará esta primavera; y tengo

unos cuantos libros más casi terminados.

Hume continuaba: “Soy... un hombre de temperamento dócil, de genio contro-

lado, de carácter abierto, sociable y alegre, capaz de sentir afecto pero poco dado

al odio, y de gran moderación en todas mis pasiones”.

No puedo fingir que no tengo miedo. He amado y he sido amado

En este aspecto soy distinto de Hume. Si bien he tenido relaciones amorosas y

amistades, y no tengo auténticos enemigos, no puedo decir (ni podría decirlo na-

die que me conozca) que soy un hombre de temperamento dócil. Al contrario, soy

una persona vehemente, de violentos entusiasmos y una absoluta falta de conten-

ción en todas mis pasiones.

Sin embargo, hay una frase en el ensayo de Hume con la que estoy especialmente

de acuerdo: “Es difícil”, escribió, “sentir más desapego por la vida del que siento

ahora”.

Page 3: Sacks Oliver - 2015 - De Mi Propia Vida - Fragmento

En los últimos días he podido ver mi vida igual que si la observara desde una gran

altura, como una especie de paisaje, y con una percepción cada vez más profunda

de la relación entre todas sus partes. Ahora bien, ello no significa que la dé por

terminada.

Por el contrario, me siento increíblemente vivo, y deseo y espero, en el tiempo

que me queda, estrechar mis amistades, despedirme de las personas a las que

quiero, escribir más, viajar si tengo fuerza suficiente, adquirir nuevos niveles de

comprensión y conocimiento.

Eso quiere decir que tendré que ser audaz, claro y directo, y tratar de arreglar mis

cuentas con el mundo. Pero también dispondré de tiempo para divertirme (e in-

cluso para hacer el tonto).

He sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso planeta

De pronto me siento centrado y clarividente. No tengo tiempo para nada que sea

superfluo. Debo dar prioridad a mi trabajo, a mis amigos y a mí mismo. Voy a dejar

de ver el informativo de televisión todas las noches. Voy a dejar de prestar aten-

ción a la política y los debates sobre el calentamiento global.

No es indiferencia sino distanciamiento; sigo estando muy preocupado por

Oriente Próximo, el calentamiento global, las desigualdades crecientes, pero ya no

son asunto mío; son cosa del futuro. Me alegro cuando conozco a jóvenes de ta-

lento, incluso al que me hizo la biopsia y diagnosticó mis metástasis. Tengo la sen-

sación de que el futuro está en buenas manos.

Page 4: Sacks Oliver - 2015 - De Mi Propia Vida - Fragmento

Soy cada vez más consciente, desde hace unos 10 años, de las muertes que se pro-

ducen entre mis contemporáneos. Mi generación está ya de salida, y cada falleci-

miento lo he sentido como un desprendimiento, un desgarro de parte de mí

mismo. Cuando hayamos desaparecido no habrá nadie como nosotros, pero, por

supuesto, nunca hay nadie igual a otros. Cuando una persona muere, es imposible

reemplazarla. Deja un agujero que no se puede llenar, porque el destino de cada

ser humano —el destino genético y neural— es ser un individuo único, trazar su

propio camino, vivir su propia vida, morir su propia muerte.

No puedo fingir que no tengo miedo. Pero el sentimiento que predomina en mí es

la gratitud. He amado y he sido amado; he recibido mucho y he dado algo a cam-

bio; he leído, y viajado, y pensado, y escrito. He tenido relación con el mundo, la

especial relación de los escritores y los lectores.

Y, sobre todo, he sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso pla-

neta, y eso, por sí solo, ha sido un enorme privilegio y una aventura.

Oliver Sacks, catedrático de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universi-

dad de Nueva York, es autor de numerosos libros, entre ellos Despertares y El

hombre que confundió a su mujer con un sombrero.

© Oliver Sacks, 2015.

Este artículo se publicó originalmente en The New York Times.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.