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CABECERAELLE

Tanzania y Pemba

UN VERANO

Siéntete como Hemingway y vive la magia del corazón de ÁFRICA, un destino de cine. Date el capricho.

POR JULIETA MARTIALAY

SALVAJE

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VIAJESELLE

uy pocos países en el mundo son tan impactantes como

Tanzania, surgida de la unión de Tan-ganika y el archipiélago de Zanzíbar. Sus paisajes protegidos por la Unesco resultan un puzle de contrastes que van desde las cumbres perpetuamente neva-das del monte Kilimanjaro (conocido como el techo de África) hasta las arenas blancas y coral de sus islas; y desde sus llanuras sin fin, donde se unen el cielo y la tierra, hasta su flora y fauna salvajes. Punto de encuentro de todas las civili-zaciones conocidas, al llegar hasta aquí te verás inmersa en una mezcla increíble de influencias. Porque, junto a las tribus autóctonas (como los masáis, bosqui-manos y chagas, entre otros), perviven los rastros de los mercaderes orientales y de los colonos europeos que cruzaron el mar en busca de tierras y aventuras. Prepárate para experimentar a lo largo de tu safari (viaje en idioma swahili) todo lo que viste en las películas, por-que ir a esta parte del mundo es llegar directamente al jardín del edén. ¡Karibú!

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1. El océano Índi­co en la isla de Pemba. 2 y 5. Un ba ño y detalle de una ‘suite’ del hotel Hatari Lod­ge. 3 y 14. Du­chas y salón de la tienda de campa­ña del Shu’Ma ta Camp. 4, 9 y 13. La fauna sal­vaje es uno de los mayores atracti­

vos de Tanzania. 6. Terraza sobre el parque Aru­sha. 7. Los masáis del ‘lodge’. 8, 10 y 11. La decoración del Hatari Lodge rinde homenaje a los años 60 y 70. 12. El exterior del ho tel. 15 y 16. El parque Amboseli es el escenario de un safari ‘deluxe’.

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TANZANIA

HATARI LODGEEn 1962, el director Howard Hawks rodaba en Tanzania con John Wayne la película Hatari! Una aventura que enamoró al co-protagonista alemán Hardy Krüger, quien decidió quedarse. ALLÍ FUNDÓ este lodge, en el corazón del Par-que Nacional Arusha, con vistas al Kilimanja-ro y al durmiente vol-cán Monte Meru. Ven-dido en el año 2004, hoy mantiene todo su espíritu aventurero.

SHU’MATA CAMPLa palabra con la que los masáis designan el cielo, shu’mata, ha sido el nombre elegido para un campamento que organiza el hotel en el lago Amboseli, al pie de la montaña. CINCO TIENDAS de cam-paña equipadas al puro estilo Hemingway (con mesas y cuberte-ría) te esperan. Duran- te el día podrás ver cebras y elefantes y de noche las estrellas.

Las diez suites del Hatari Lodge (hatarilodge.com, desde 600 €) están decoradas con el aire retro de los años 60 y 70, época de los primeros safaris. Con grandes terrazas y biblioteca, el más antiguo de los tres bungalows es el punto de reunión. Allí sabo-rearás las cenas de Claudia y Johnny, los dueños.

VISTAS AL KILIMANJARO

ENTRE KENIA Y MOZAMBIQUE ESTÁ LAMAGIA DE ÁFRICA. SE LA LLAMA EL JARDÍN DEL EDÉN POR SUS PARQUESNATURALES, SU FAUNA Y SUS LAGOS.

Durante años la capital y centro de ope-raciones de Tanzania fue la portuaria y vibrante Dar es Salaam (casa de la paz en árabe). Es el punto de llegada y de parti-da del país y todo el dinamismo se con-centra en el distrito de Kivukoni, donde verás el precioso jardín botánico, los mu-seos, el mercado y los restaurantes. Uno de los más populares, el City Garden en las confluencias de las avenidas Garden y Pemba Street (tel. +255 02 22 13 42 11), es tu cita obligada en la ciudad. Ahora el poder de Dar es Salaam se comparte con Dodoma, a 400 kilómetros. Urbe más pequeña por su tradición agricultora, su creciente importancia va unida a la flore-ciente industria vinícola tanzana.

MUNDO SALVAJE

Revivirás las imágenes de películas fa-mosas como Mogambo (1953), Hatari! (1962) o Memorias de África (1985) en tu expedición a Tanzania, repleta de lugares de leyenda. El primero, el Parque Nacio-nal del Serengeti, uno de los santuarios más famosos del continente africano. Allí dos veces al año se producen las mi-graciones de los ñús, uno de los eventos naturales que lo convierte en un lugar mítico. Irreemplazable es también la visi-ta al cráter de Ngorongoro, en cuyo fon-do volcánico existe una fauna que vive en una casi autarquía. Te impresionará contemplar cómo las tribus masáis de los poblados cercanos llegan hasta allí para apacentar a sus rebaños. Si sigues ruta hacia el sur, siempre a bordo de un 4x4 (los caminos son en ocasiones intransi-tables), te encontrarás con los flamencos rosas del lago Manyara y los hipopóta-mos y chimpancés del parque Mikumi.

Una de las zonas comunes de Hatari Lodge

Dormitorio del campamento

Salón de estar del Shu’Mata Camp

Aparador años 70

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Los árabes la llamaron la siempre verde y estuvo cerrada al turismo hasta los años 80, por lo que al llegar, en barco o en avión desde su ajetreada vecina Zanzí-bar, verás que es el perfecto refugio eco. De hecho, la mayor parte de su territorio está alejado de los circuitos de masas y no tiene casi carreteras, así que deberás apuntarte al medio de transporte local: la bicicleta. Del respeto a la naturaleza son testigos sus playas escarpadas, una vegetación exuberante con grandes plantaciones de árboles de clavo que lle-nan de perfume la isla, enormes bosques vírgenes, como el de Ngezi en el norte, y un inmenso y rico fondo marino.

PARAÍSO DE LAS ESPECIASLos cuentos de Simbad el Marino la seña-laban como centro de la ruta que comer-ciaba por el Índico con marfil, especias y esclavos. Por eso hay una gran amalgama de culturas (africana, árabe e hindú) que vibran en las calles de su capital, Chake-Chake, y en las de las aldeas principales, Wete y Mkoami, repletas de bazares que ofrecen la artesanía local: pinturas tin-gatinga y telas y prendas típicas como kangas, kitenges y batiks. Atrévete con la cocina de la isla, fusión de sabores, textu-ras y olores. Sus famosas especias (clavo, nuez moscada, canela y cardamomo) se combinan con cientos de variedades de frutas, pescados y marisco para elaborar unos platos gourmet deliciosos. Fuera del resort, el mejor sitio para saborearla es el restaurante Ballon Bro, al lado del mer-cado y de la mezquita de Chake-Chake. Disfruta de este placer mientras contem-plas las mareas de Pemba, tan célebres como su fantástica vegetación.

LAS MAREAS EN ESTA ISLA BAJAN HASTA DEJAR AL DESCUBIERTO LA INCREÍBLE BARRERA DE CORAL, UNA DE LAS MÁS BELLAS DEL MUNDO

PEMBA

FUNDU LAGOONAccesible sólo por bar-co, este resort y spa

situado en el suroeste de la isla es un emble-ma eco chic. A sus cinco kilómetros de playa blanca se aso-man los bungalows de madera, dos bares y un restaurante con tejado de makuti (ramas de palmera). NAVEGARÁS para ver el anochecer y podrás practicar el submari-nismo (fundulagoon.com, tel. +44 192 343 76 34, desde 232 €).

EL AROMA DE LOS ÁRBOLES DE CLAVO

LLENA EL AIRE DE ESTA ISLA SOLITARIA,

UNA MARAVILLA VERDE CON BRILLANTES

LAGOS Y BOSQUES LLENOS DE FLORES.

THE MANTA RESORTEn la zona noreste de la isla se encuentra esta joya pequeña (máximo para 30 per-sonas) e íntima con impresionantes vistas al Índico. Sus 14 bun-

galows frente al mar se alzan sobre terrazas de madera al más puro espíritu Crusoe.PRUEBA los cócteles Mai y Lemongrass. También te enamorará su gas-tronomía, fusión africa-na e hindú (themanta-resort.com, +255 776 718 852, desde 177 €).

La isla de Pemba Un ‘bungalow’ de Fundu Lagoon

Playas blancas en The Manta Resort

La ‘infinity pool’ del hotel Fundu Lagoon