Santiago Rodríguez Muela

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Folleto que se distribuyó el 27 de Junio de 2015 a 42 años del Golpe Militar, recordando al estudiante Santiago Rodríguez Muela, asesinado por la JUP

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Durante los 70 la escalada represiva avanza, no solo desde el ejrcito y la polica sino desde una gran cantidad de organizaciones civiles de ultraderecha, que trabajando bajo los auspicios de la institucin estatal y la ms recalcitrante burguesa, contando entre sus filas con personal militar y un con armamento sofisticado se dedic a organizar atentados fascistas contra liceos, comit de bases, facultades etc. Solo entre agosto y abril de 1972 podemos contar ms de 230 atentados de dichas caractersticas. Entre sus consignas se destacan Viva Pacheco Hitler volver. Las mismas se hacan llamar MNG (Movimiento Nueva Generacin), CREI (Coalicin renovadora de estudiantes independientes) y la JUP (Juventud Uruguaya de Pie).En dichas organizaciones participaron muchas figuras que hoy en da siguen participando de la vida poltica del pas como Garca Pintos, o que han sido ascendidos dentro las fuerzas armadas. El 11 de agosto de 1972 se desarrollaba una asamblea en Liceo N8. En 8 de octubre, donde acudieron padres, docentes y estudiantes. El joven Santiago Rodrguez Muela se ofreci para cuidar la puerta, protegiendo a los compaeros el interior, ya que la prepotencia de los grupos ultraderechistas, de los tiras y de la polica en esa poca era una constante muy riesgosa.Santiago Rodrguez era un militante de educacin secundaria y de FANCAP; polticamente haba abrazado las ideas marxistas-leninistas-maoistas. Sus compaeros lo recuerdan como un pibe muy comprometido con su tiempo, muy solidario y participativo. Santiago, ya haba estado preso y haba sido brutalmente torturado. Aquel da, la asamblea fue interrumpida por una patota fascista de unos cuarenta jvenes, no dudaron en apretar a Santiago contra la pared, con armas, mientras el intentaba evitar que ingresaran a hostigar a los asamblestas. Tras el disparo que le quit la vida, su ejecutor apuntando a los presentes exclam lamento haber gastado una bala.

En esta foto estn los impunes Enrique Mangini-amenazando, armado- Eduardo Ferro e Ivn Pauls.Los sucesos ocurrieron frente a una institucin militar, aquella tan atenta para reprimir compaeros no movi un pelo ante la violencia evidente que sacuda el lugar. La polica concurre al lugar, dejando un tiempo prudencial como para que los atacantes escaparan por un muro. Enrique Mangini Usera, Claro Rubens Monalli Barrios, Ricardo Mara Druillet Canavarro, Juan Said Llugdar Villarroel, Homero Gabriel Corbo Piffaretti, Alfredo Gervasio De Bellis y Haroldo Javier Rosso Ciociano. Tambin eran parte del grupo los menores Osvaldo Lencina Bassi, Juan Carlos Daz Dos Santos y Milton Daro Fernndez Varela. Otros cinco miembros de la JUP inicialmente capturados fueron dejados en libertad antes de llegar al juez y sustituidos por otros jvenes detenidos en la zona. Entre ellos el maestro Leopoldo Garn, los seminaristas Jorge Osorio y Jorge Moreira, y el artesano Fernando Rodrguez, quienes vieron cmo en la comisara los otros detenidos intercambiaban sus ropas para confundir a testigos. Mangini era sobrino del director del Servicio de Informacin y Defensa (SID), coronel Ramn Trabal, en la zona se encontraban los miembros de Direccin Nacional de Informacin e Inteligencia (DNII) Sal Humberto Clavera y Juan Ricardo Zabala Quinteros secuestrador del maestro Julio Castro ya liberado - y al mando de las patrullas militares que intervinieron estaban el teniente Roberto Martnez Ferrn y el alfrez Vctor Hugo Capo Tello (ambos egresados de la Escuela de las Amricas en Panam), quienes accidentalmente estaban al servicio del Estado Mayor Conjunto (ESMACO) que comandaba el general Gregorio Goyo lvarez.Todos recuperaron inmediatamente su libertad y el caso continu sin inters para la justicia. El caso contina completamente impune hasta hoy, sin embargo los cuarenta fascistas all presentes fueron culpables, son culpables el ejrcito y la polica, quienes dieron la orden y quienes avalaron y avalan hasta hoy el silencio y la impunidad. Sealamos puntualmente como parte de este brutal asesinato y del quehacer de estas organizaciones fascistas a Julio Mara Sanguinetti, Alejandro Rovira (ministro del interior) y Bolentini (subsecretario del ministerio del interior)El asesinato de Santiago, fue la primera denuncia penal contra una organizacin de ultraderecha que a principios de los aos setenta actu como un brazo estudiantil armado de los Escuadrones de la Muerte. Y est en la misma causa de los procesados Nelson Bardesio y Pedro Fleitas por crmenes del Escuadrn de la Muerte.Santiago, como muchos otros compaeros fue asesinado por luchar por un mundo nuevo, en manos de terroristas que hasta hoy continan impunes. l tambin, como muchos sembr una semilla que hoy seguimos cosechando; pese a la dictadura y pese al lavado de cara que luego el progresismo le ha hecho, nuestros jvenes siguen levantando las banderas de la libertad y el socialismo, siguen empuando las armas de la solidaridad y la resistencia contra los enemigos del pueblo. Su ejemplo contina y se recoge en cada marcha, en cada ocupacin, en la huelga docente, en cada asamblea.Se recoge en cada estudiante que enarbola la rebelda y sale a defender sus sueos de un mundo sin oprimidos ni opresores. Se recoge en cada compaero que se organiza y sale a las calles a pelear por un mundo nuevo. Si estn en nuestra memoria son parte de esta historia.27 de junio 2015