SANTO DOMINGO. ELOGIO Y MEMORIA DE UNA CIUDAD- 1

8/14/2019 SANTO DOMINGO. ELOGIO Y MEMORIA DE UNA CIUDAD- 1

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SANTO DOMINGELOGIO Y MEMORIA DE LA CIUD


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JOS CHEZ CHECOMARCIO VELOZ MAGGIOLO

ANDRS L. MATEO

FOTOGRAFASJULIO GONZLEZ

SANTO DOMINGELOGIO Y MEMORIA DE LA CIU

SANTO DOMINGOELOGIO Y MEMORIA DE LA CIUDAD

Chez Checo, Jos; Veloz Maggiolo, Marcio; Mateo, Andrs L.Santo Domingo, elogio y memoria de la ciudad

/ Jos Chez Checo, Marcio Veloz Maggiolo, Andrs L. Mateo.- -Santo Domingo : Amigo del Hogar, 1998.

348 p.:il

ISBN 84-605-8441-0

I. Santo Domingo - Historia. 2. Santo Domingo -Descripciones I. Veloz Maggiolo, Marcio.II. Mateo, Andrs L. III. Ttulo

CDD 972.9375

COORDINACIN EDITORIALJos Rafael Lantigua

DISEO Y PRODUCCIN

Lourdes Saleme y Asociados

IMPRESIN

Amigo del Hogar

Santo Domingo, Repblica Dominicana

Diciembre 1998

COLECCIN CULTURAL CODETEL


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PRESENTACIN

Santo Domingo, la denominada Ciudad de los Colone

brado en 1998 sus quinientos aos de fundacin, cuando, s

firma Bartolom de las Casas en su Historia de las Indias

lantado Bartolom Coln, al penetrar por el ro Ozama, d

de comenzar all una fortaleza de tapias sobre la barranca

la boca del puerto, a la parte oriente, no donde agora e

dad.

All, entre una vegetacin exhuberante y una natural

ga, colmada de gigantes ceibas, olorosos guayabos, abund

bos e imponentes jabillas, surcadas las riberas del Ozama

sos manglares y frutos de diversas especies en un valle f

frtil, y con agua potable de buena fuente, como co

cronista Gonzalo Fernndez de Oviedo en su Historia

Natural de las Indias, se instal la villa de Santo Domi

ya quinientos aos.

Aunque algunos historiadores sostengan que la ciuda

CONTENIDO

7PRESENTACIN

15AMANECER Y OCASO DE LA VILLA DE SANTO DOMINGO

Jos Chez Checo

133SANTO DOMINGO, TRADICIONES, JUEGOS Y MODERNIDAD

Marcio Veloz Maggiolo

237SANTO DOMINGO EN LA LITERATURA

Andrs L. Mateo


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PRESENTACIN

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PRESENTACIN

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z a construirse desde 1496, ya que para entonces las dos riberas

del Ozama comenzaban a poblarse, la mayora de los investigado-

res histricos han dejado por sentado que fue el ao 1498 el de la

fundacin formal de la villa de Santo Domingo, fundamentados

en las crnicas histricas y en las evaluaciones arqueolgicas.

La fundacin de la ciudad de Santo Domingo se produce seis

aos despus del descubrimiento de Amrica, ocurrido el 12 de

octubre de 1492, y cuatro aos ms tarde de que el Almirante de la

Mar Oceana fundara en la desembocadura del ro Bajabonico, en

el norte de la isla, el primer establecimiento espaol en el Nuevo

Mundo, dndole el nombre de La Isabela, en homenaje a la reina

Isabel, fundacin que tiene lugar cuando se iniciaba el ao de 1494.

El hambre, la peste y las divergencias producidas entre los pro-

pios conquistadores, adems de las noticias que aseguraban la exis-

tencia de grandes fuentes de oro al sur de la isla, terminaron pron-

tamente con aquel primer villorrio europeo en el hemisferio occi-dental, que el Descubridor encontr a su llegada poblada ya por

indios y que Diego Alvarez Chanca calificara de una tierra muy

gruesa para todas cosas.

El establecimiento de la villa de Santo Domingo iba a consti-

tuir pues, de manera formal, un asentamiento definitivo. De modo

que la edificacin de la Primera Ciudad del Nuevo Mundo, consi-

derada luego como la Primada de Amrica, se sustenta en la nece-

sidad de crear de modo permanente una villa dond e los conquista-

dores espaoles asentaran sus races y prendieran en el nimo y la

voluntad de los nativos sus costumbres, su lengua y su fe, puesto

que el acto del Descubrimiento no es solamente un hecho de ex-

tensin geogrfica, sino igualmente, un acto de posesi

las tierras descubiertas para extender el dominio y el po

monarqua espaola en el mundo.

Los espaoles fundaban una ciudad en sus atributos ar

nicos, en su planeamiento estructural, en su fe ancestral

dimensionalidad de la lengua y el poder que de ella eman

na con las directrices y ambiciones de la Corona. Y la i

para quedarse en ella de manera definitiva, aun cuando i

en expandir la obra por los dems lugares de la isla.

Ni siquiera la virulenta presencia de los huracanes y

motos, hicieron a los conquistadores modificar el proyect

cin de la ciudad, y aun cuando cambiaran de trechos, d

solar, la ciudad quedara para siempre all, levantndo

poco con sus calles primigenias, sus fortalezas inexpugn

casas fortificadas, sus conventos, sus templos y, sobre tod

tes, de todos los tipos y costumbres, que habitaban un edava pequeo junto con los nativos que haban perdido

der sobre aquellas tierras que el Ozama haba fertilizado de

pre y que ahora se comparta con el hombre europeo.

A quinientos aos de esa historia fundacional, que s

nando en poco tiempo de primicias continentales, la C

Dominicana de Telfonos (CODETEL), ha querido ex

un modo diferente tal vez, su inters por aquellos hech

dando la efemride con la publicacin de este interesa

men titulado Santo Domingo: Elogio y Memoria de la

La publicacin recuerda el acontecimiento desde tre

vitales: en primer lugar, la historia de la fundacin, en un


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PRESENTACIN

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PRESENTACIN

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cin objetiva y precisa de las diversas investigaciones y postulacio-

nes al respecto, otorgando valor esencial al instrumento de la do-

cumentacin y al anlisis de la misma; en segundo trmino, la de-

leitante evocacin de las costumbres, los juegos y tradiciones de la

ciudad y sus barrios, imbricados todos a la recia modernidad de

nuestros das; y finalmente, la ciudad desde la impronta de la lite-

rariedad, sustentada en sus leyendas, en su imaginera, en su len-

guaje, en su poesa.

Son tres momentos fundamentales en la vida de la cinco veces

centenaria ciudad de Santo Domingo, los que inscriben en este

volumen los textos que lo forman, verdadero acopio de vigorosa

visin histrica y literaria de lo que la capital dominicana ha sido

en su trayectoria de vida, desde su fundacin hasta hoy.

Este amplio volumen inicia la Coleccin Cultural Codetel, una

coleccin bibliogrfica que se caracterizar por su especialidad te-

mtica y que esperamos circular cada ao, para estas mismas fe-chas, contando siempre con el respaldo de importantes figuras de

la intelectualidad dominicana. En este caso, se han seleccionado a

tres descollantes escritores, cada uno en su rama con una trayecto-

ria reconocida y elevada. Ellos son, el destacado historiador Jos

Chez Checo, el reconocido novelista, ensayista y antroplogo

Macio Veloz Maggiolo, Premio Nacional de Literatura 1996, otor-

gdole por el conjunto de su obra literaria; y, el muy reputado en-

sayista, novelista y poeta Andrs L. Mateo, varias veces galardo-

nado con el Premio Anual de Literatura, tanto en n ovela como en

ensayo. A ellos tres debemos los textos de este volumen que hoy

ponemos en las manos de nuestros clientes y amigos, en la seguri-

dad de que con el mismo estamos contribuyendo al de

enriquecimiento de la creciente bibliografa dominicana

La Coleccin Cultural Codetel busca ser un vehcul

de singular eficacia para nuestro desarrollo intelectual

conocimiento de aspectos distintivos del pas. Nuestra a

al crear este proyecto, es que el mismo se constituya en

bibliogrfico estimado y esperado cada ao por nuestros

amigos, de modo que a la vuelta de los aos estos libros t

lugar de privilegio en las bibliotecas particulares y en lo

de quienes los reciban.

La publicacin de este primer volumen de la Colecci

ral Codetel ocurre en medio de tres circunstancias que va

resaltar. Por un lado, la celebracin de los quinientos a

dacin de la ciudad de Santo Domingo, que ya hemos m

do, y el aniversario de nuestra empresa, que cumple 68 a

po que anualmente tendremos de motivo para poner a cvolmenes de esta coleccin que hoy inauguramos. La te

cunstancia tiene otro carz: ocurre la presentacin de

libro cuando todava estamos apesadumbrados por el pa

racn Georges, que azot la isla en septiembre pasado

furia descomunal, dejando cuantiosos daos en todos lo

La historia de los cronistas de Indias refieren siempre la

recurrente de los huracanes que diezmaban la poblacin,

sembrados y bosques, derrumbaban edificios y caseros

ban desolacin por los contornos entonces descubiertos.

tos aos despus seguimos tras estas mismas secuelas des

siendo vctimas de estos terribles huracanes que, cada a


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PRESENTACIN

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PRESENTACIN

13

cian puntualmente sus citas con la isla y, en casos como el de Geor-

ges, en este 1998, o el de David, en 1979, dejan devastados

nuestros caminos de desarrollo y progreso.

Empero, a poco tiempo del meteoro, la ciudad recobra su es-

plendor y su vida original, se puebla nuevamente de esperanza y

surca los senderos de la productividad y el progreso que demandan

los tiempos actuales, en ruta hacia el nuevo milenio que se aveci-

na. En esta tarea, Codetel cumple un cometido de primer orden

como empresa fundamental del desarrollo dominicano de las lti-

mas dcadas, en el rea de las telecomunicaciones.

Porque comunicamos desarrollo y estamos listos a escuchar el

llamado del futuro, conectando desde ya nuestros proyectos con

los del milenio que toca nuestras puertas, nuestra empresa entrega

hoy el primer volumen de su Coleccin Cultural Codetel, en la

esperanza de que con el mismo honramos la memoria de una ciu-

dad que ha cumplido en este 1998 que termina sus 500 aos defundada, elogiando su historia, su tradicin y su literatura.

Quiero finalmente agradecer la colaboracin recibida de parte

de los distinguidos escritores que han escrito los textos de este li-

bro, as como al artista del lente Julio Gonzlez cuyas formidables

fotografas constituyen un texto visual de la ciudad de valor incal-

culable, que enriquece sin dudas el trabajo de los intelectuales

mencionados. La mayor parte de estas fotografas fueron tomadas

semanas, y en algunos casos, apenas pocos das y horas antes del

paso del huracn Georges, por eso, mientras se restauran algu-

nos edificios coloniales y se reconstruyen muchas reas de las foto-

grafiadas para este volumen, nuestro libro guarda las imgenes de

la ciudad anterior al cicln, lo que lo convierte en un ar

sual de insospechado valor.

Nuestra gratitud por igual a todo el equipo que trab

edicin, coordinacin y preparacin de este volumen, c

o singular y particular entusiasmo.

Esperamos que esta coleccin que ahora iniciamos se

lo apreciado por nuestros clientes y amigos, a quienes i

desde ya a esperar el prximo volumen para noviembre

Carlos Espinal Guifarro

Presidente

Santo Domingo, Repblica Dominicana

Ciudad Primada de Amrica y Cuna del Nuevo Mundo

en el 500 aniversario de la Fundacin de la Ciudad

15 de diciembre de 1998


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AMANECER Y OCASO DE LA VILLA DE SA

JOS CHEZ CHECO


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Para la poca del Descubrimiento de Amrica, el Est

ol era una monarqua integrada por dos reinos goberna

Castilla, por la reina Isabel y, el de Aragn, por el rey F

Entre las motivaciones econmicas ms importante

cieron posible el viaje del Descubrimiento estuvieron

sidades de oro y especias que Europa confrontaba en

ca.2 Esto determin que los Reyes Catlicos dieran su

Cristbal Coln firmando con ste las famosas Capit

de Santa Fe, mediante las cuales Coln fue nombra

rante y Virrey de las tierras a ser descubiertas y le corr

un porcentaje de los beneficios que se obtuvieran. U

los preparativos, Coln parti el 3 de agosto de 1492 d

de Palos en una Nao, La Santa Mara, y dos carabelas

y la Pinta, en cuya tripulacin se encontraban experi

marineros como los hermanos Vicente Yez y Mart

Pinzn.

LA EMPRESA COLOMBINA EN LA ESPAOLA Y EL FR

NAOYCARABELAS


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AMANECER Y OCASO DE LA VILLA DE SANTO DOMINGO18

La primera isla descubierta en su travesa, el da 12 de octubre,

fue la llamada por Coln San Salvador, perteneciente al archipi-

lago de las Bahamas. De all parti navegando por el Mar Caribe y

descubri la isla de Cuba. Ms tarde, cruzando el Canal del Vien-

to, encontr el 5 de diciembre la isla llamada por los aborgenesBabeque o Hait, cuyo significado en su lengua era tierra monta-

osa, a la que bautiz con el nombre de La Espaola.3

A su llegada a Hait encontr que los aborgenes que la pobla-

ban, los cuales se llamaban as mismos tanos, posean una organi-

zacin social y poltica muy desarrollada para la poca. Adems,

haba otros grupos indgenas como los ciguayos y los macorixes.4

Coln qued maravillado ante la belleza de esta tierra y por el

trato de sus gentes a quienes llam indios, por creer que haba

arribado a la India, decidiendo explorar toda la costa norte de la

isla. De este modo descubri el cacicazgo de Marin cuya principal

autoridad poltica, el cacique Guacanagarix, lo recibi con un tra-

to bondadoso y afable como era su costumbre. All estableci un

MAPADELPRIMERVIAJECOLOMBINO VERSINORIGINALDELRETRATODE COLN, CONOCIDO COMOYNEZ, VISTODESPUSDESU

RESTAURACINREALIZADAENELSIGLO XIX

(PIEORIGINALDEFOTOGRAFA )


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sistema de intercambio de productos o trueque que los espaoles

llamaron rescate.5

Los espaoles intercambiaron con los aborgenes lminas de oro,

objetos de madera y algodn6 por cosas europeas que a stos les

llamaron mucho la atencin, tales como cascabeles, piezas de la-tn, de cermica y objetos de vidrio.

Coln decidi reanudar su travesa y regresar a Espaa a rendir

cuentas de sus descubrimientos ante los Reyes Catlicos. Es en

este viaje de regreso que Coln descubre la baha de Saman, en

donde se origin el primer combate entre indios y espaoles, por

lo que llam a esta zona el Golfo de las Flechas.7 Los ciguayos que

la habitaban eran belicosos, por lo que Coln crey que se haba

encontrado con los indios Caribes, de los cuales le haban hablado

los tanos. Los ciguayos hablaban una lengua diferente a la de los

tanos y se peinaban con el pelo recogido hacia atrs, insertndole

largas y vistosas plumas de aves.8

UBICACIN TRADICIIONALDE LAS FLECHAS


CONSTRUCCUIN DELAFORTALEZALA NAVIDAD

(PIEORIGINAL DELAFOTOGRAFA )

El recibimiento ofrecido a Cristbal Coln en Espa

lemne y con muchos honores. Como muestra elocuente

zaa que haba realizado, Cristbal Coln llev indios

males y variados productos agrcolas desconocidos en E

Durante la ausencia de Coln, en La Espaola se pro

pequea rebelin entre los espaoles que con suma codi

ban el oro. Francisco Escobedo y Pedro Gutirrez se rebel

tra Diego de Arana, a quien Coln haba dejado el mando

Esta situacin fue aprovechada por los caciques Caonabo


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quienes destruyeron el fuerte La Navidad, construido con

de la nao Santa Mara que haba encallado meses antes

nando a sus ocupantes. Como dice Fray Cipriano de U

conservacin de estos hombres en aquel sitio pareci segu

recomendaciones de esperar el retorno breve y cierto delte, mantenindose en quietud y amistad con los indios del

pero los desafueros cometidos por los espaoles (y an si

biesen sido tales en enormidad y ominoso nmero, el am

indios y su soledad sin extranjeros que subsistan entre ello

de demandas excesivas de bastimentos que pagaban con v

y otros excesos) fueron motivo de la destruccin del fortn

con fin sangriento en todos los advenedizos.9

Mientras eso ocurra, en Espaa los Reyes Catlicos s

ban para enviar una flota a las nuevas tierras descubier

siasmados por el lucrativo negocio que representaba la

del oro y de otros metales preciosos que pudieren aparec

En su segundo viaje Cristbal Coln descubri vari

las llamadas posteriormente Antillas Menores y, pasando p

Rico, se traslad de ah a La Espaola donde asombrado

de la destruccin del fuerte La Navidad que ya en su pri

haba ordenado se construyera.

En este segundo viaje Coln lleg acompaado de u

personal, integrado, entre otros, por artesanos, sacerdote

cos, que vena a colaborar en la empresa exploratoria y de

ta. Fund la primera villa del Nuevo Mundo a la que ll am

la en honor a la reina de Espaa, su protectora. El da 6 de

1494, conmemoracin de la Epifana de los Reyes, se ce

COSTADELA ISABELA(VISTAOESTE)

(PIEORIGINAL DEFOTOGRAFA )

RECONSTRUCCIN IDEALDELPRIMERASENTAMIENMTO DEL NUEVO

MUNDO, SEGN BATTINCASTELLANOY CARLOS DOBAL(PIEORIGINAL DEFOTOGRAFA )


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misa solemne para conmemorar la fundacin de la villa, la cual fue

oficiada por el Padre Boyl, quien haba venido como Delegado del

Papa para iniciar la evangelizacin de los indgenas.10

Desde La Isabela, Coln organiz una gran expedicin hacia el

interior del Cibao descubriendo el esplndido valle de La Vega Real,y fundando los fuertes de Santo Toms y La Magdalena, los cuales,

utilizados como plataformas, serviran para explorar esos territorios

en la bsqueda del metal precioso. Pues, como afirma un autor, Cris-

tbal Coln no tena vena de colonizador; tampoco sus compae-

ros. Antes porque todos eran presa de la sed del logro y con toda

brevedad habran querido retornar a Espaa con el ms oro que ha-

ber puediesen y, establecidos en comarca donde el indgena tena

cuenta de sangre pendiente con ellos, y del refuerzo llegado se pro-

metiese y temiese ms y mayores desenfrenos que antes, vironse los

espaoles en el decurso de pocos meses sin bastimentos porque los

aborgenes se abstuvieron a sembrar y prefirieron perecer de hambre

junto con aquellos blancos a vivir trabajando, forzados y violenta-

dos con duras imposiciones de labores fatigosas, bastantes por s so-

las para la destruccin de todos, inhbiles para aquellos rudos aprie-

tos, an sin que se les hubiese infligido ningn maltrato.11

Para esa poca, una serie de sublevaciones se originan ante el

maltrato y explotacin de los indgenas por parte de los conquista-

dores, destacndose en dichas insurrecciones por su valenta el ca-

cique Caonabo, el cual fue hecho prisionero mediante la viola-

cin de un acuerdo amistoso. Para ello, Cristbal Coln utiliz el

engao y se vali del capitn Alonso de Ojeda quien ofreci a

Caonabo un par de grillos de metal, hacindole creer que se trata-

PRIMERAMISAEN AMRICA.DIBUJODE VELA ZANETTI

CAMINOALCAMPODEORODE CIBAO


FUERTESQUEPROTEGANEL CIBAO


CAMINOATRAVSDE LAESPAOLAESTABLECIDO POR

BARTOLOM COLN(PIEORIGINALDEFOTOGRAFA )


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ban de un adorno, siendo astutamente esposado. Posteriormente,

fue enviado prisionero a Espaa muriendo en la travesa.12

Ante la muerte de Caonabo aument el descontento entre los

indgenas sublevndose stos en La Vega Real, donde se escenific

una de las batallas ms recordadas, la llamada del Santo Cerro, endonde los espaoles, debido a la superioridad de sus instrumentos

blicos, salieron victoriosos e impusieron a los vencidos el llama-

do tributo que tanto dao hizo a la poblacin indgena.13

El trabajo requerido para cumplir con el compromiso de dicho

tributo ocasion con frecuencia el alzamiento de los indgenas a

las montaas, ante lo cual el Almirante decidi construir ms for-

talezas para as tener un mayor control de los indios, edificando las

denominadas Santa Catalina, La Esperanza, Santiago, Concepcin

y Bonao.

Un personaje muy destacado en ese tiempo fue Francisco Rol-

dn quien haba llegado a ser Alcalde Mayor de La Isabela y, apro-

vechando la situacin de descontento existente entre los habitan-

tes de la isla, fue creando un ambiente de conspiracin contra el

duro y exclusivista gobierno de los Coln.

Instigados por Roldn e indignados por la vida a que eran some-

tidos, los caciques de La Vega y Guarionex decidieron asaltar to-

dos los fuertes espaoles. Esta rebelin fue aprovechada por Rol-

dn para sublevarse contra la autoridad. Esta se extendi por un

perodo de dos aos, tiempo en que permaneci ausente Cristbal

Coln quien haba partido a Espaa y haba dejado en su lugar a su

hermano Bartolom, designndolo Adelantado y Gobernador de

la isla.14

El Adelantado visit el Cibao tratando de apaciguar l

de los indgenas, objetivo que logr al hacer prisioneros

nex y a sus acompaantes, a quienes amonest invitn

volver a sublevarse.15

Es la poca en que comienza el proceso que originara

cin de la villa de Santo Domingo. Su origen ha sido aso

muchos cronistas e historiadores a la leyenda de un roma

el soldado aragons Miguel Daz y la cacica Catalina.

Arturo de Merio lo narra as: Un soldado aragons

Miguel Daz, que se hallaba en la guarnicin que dej el

te en La Isabela, bajo el mando de su hermano el Adelan

Bartolom, di unas heridas a un criado de ste, y por

fug de all con tres o cuatro amigos suyos y cmplices de

y fue a parar en donde est situada hoy la Capital. En e

encontraron una poblacin de indgenas y una cacique

pus se llam Catalina, con la cual se amanceb Miguel

EL HALLAZGO DE UNAS MINAS DE ORO Y EL ORIGEN


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le inst para que llamase a sus compaeros de La Isabela y los hi-

ciese establecer all, para lo cual le ponder las riquezas de aquella

parte, asegurndole que existan muchas y abundantes minas de

oro. El entonces, conducido por algunos indios que ella le dio para

que le sirviesen de guas, fue a La Isabela, y habiendo obtenido elperdn de Don Bartolom, le manifest lo que haba visto y odo

de las riquezas y comodidades que ofreca a la colonia aquella par-

te. El Adelantado oy sus razones y parti con la guarnicin. Le

agrad, en efecto, el punto, as que lo vi, y fund entonces la

ciudad.16

El cronista Antonio de Herrera narra los hechos de otra mane-

ra: Y vindose los Caciques muy trabajados, por la carga de los

Tributos, manifestaron al Almirante que cia la parte del Sur, ha-

va buenas Minas de Oro, que embiase sus Chrispstianos a buscar-

lo; i como importaba al Almirante descubrir mucho de esto, para

conservar su crdito, y vena en buena ocasin, que estaba deter-

minado de ir a Castilla, embi a Francisco de Garay, y a Miguel

Daz, con alguna Gente, y las Guas, que dieron los Indios. Fueron

de la Isabela a la Fortalea de la Magdalena, i de all a la Concep-

cin, todo por la Vega Real: pasaron vn Puerto de dos Leguas:

asomaron otra Vega, cuio Seor se llamaba Bonao: pasaron algu-

nas Leguas por las Lomas del Bonao: llegaron a vn Ro Grande,

llamado Hayna, mui frtil, donde les dixeron que hava mucho

Oro, i en todos los Arroios, i as lo hallaron por cierto, porque

cabando en muchos lugares, hallaron tantas muestras, que vn Tra-

bajador poda sacar cada Da tres pesos, i ms; i a estas Minas lla-

maron de San Christval, por vna Fortalea que el Almirante dex

GONZALO FERNNDEZ DE OVIEDO,ESCULTURADE JOAQUN VAQUERO

TURCIOSLOCALIZADA ENLAFORTALEZADE SANTO DOMINGO


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desta isla, mucho trabajo con las niguas, e muy crueles

pasion del mal de las bas,19 porque el origen dellas son

E digo bien las Indias, as por la tierra donde tan natur

dolencia, como por las indias mugeres destas partes, po

municacin pas esta plaga a algunos de los primeros que con el Almirante vinieron a descubrir estas tierras

como es mal contagioso, pudo ser muy posible.20 Y a

tando, pues, en tanta necesidad los cristianos, por la con

destas fatigas e dolencias que he dicho, y porque para se

dos sus males no les faltasen ningn afn, sobreviniero

vientos del Norte (que en Castilla se llama cierzo), y en e

enfermo, e moranse no solamente los cristianos, pero

dicho, los naturales indios.

Y contina el cronista Fernndez de Oviedo narran

puestos acontecimientos que por su descripcin tan d

por haber servido de fuentes a otros cronistas e histor

transcribe a continuacin: No teniendo ya otro socor

de Dios, EL permiti su remedio: y ste fue la mudana

dad de la Isabela, donde estaban los espaoles avecinad

esta transmigracin acaesci que un mancebo aragon

Miguel Daz, hobo palabras con otro espaol, e con un

dile ciertas heridas; e aunque no muri dellas, no os

puesto que era criado del adelantado don Bartolom

ausentse de temor del castigo e con l, siguindole e f

amigable compaa, cinco o seis cristianos(...). E huye

Isabela furonse por la costa arriba hcia el Leste o L

bojronla hasta venir a la parte del Sur, adonde agora es

ordenado, que se hiciese en ellas; y despus se llamaron las Minas

Viejas. (...) Y porque el Almirante hava tambin dado cuenta

los Reies, que viniendo por la Costa del Sur de la Espaola, del

Descubrimiento de las Islas de Cuba, i Jamaica, le hava parecido

mui hermosa Tierra, i algunas entradas de la Mar, adonde le pare-ca que hava muchos Puertos, especialmente que no podan estar

lexos de all las Minas, que virtualmente hava descubierto, que

llam de S. Christoval. Sus Alteas, en las Cartas, que hall en

Cdiz, le respondan, que hiciese lo que en ello mejor le pareciese,

que aquello tendran por bueno, i se lo recibiran en servicio. Es-

cribi desde Cdiz su hermano D. Bartolom, que luego fuese a la

parte del Sur, i buscase algn Puerto, y siendo cmodo, se pasase a

l todo lo de la Isabela, i la despoblase. Y D. Bartolom, dexando

en su lugar su hermano D. Diego, se parti con la Gente ms

sana las minas de San Christval; i preguntando por lo ms cer-

cano de la Mar, aport al Ro de Oama, que as le llamaban los

Indios, mui gracioso, i poblado de ambas partes. Reconocile, son-

dle, i hall, que podan entrar en l Navos de trescientos tone-

les, i ms, i determin de comenar all a vna Fortalea de tapieria,

sobre la barranca del Ro, y la boca del Puerto, y la parte Levan-

te. Embi a llamar Gente a la Isabela, para comenar la pobla-

cin...17

La narracin de Herrera es cnsona con la que ofrece Bartolo-

m de las Casas en su Historia de las Indias,18 quien pretendi,

por otra parte, refutar la versin de otro cronista, Gonzalo Fernn-

dez de Oviedo relativa a la leyenda antes mencionada, y que es la

siguiente: Padescieron ms estos cristianos primeros pobladores


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FRAGMENTODELMURALDEVELA ZANETTIDONDESEESCENIFICA

ELENCUENTRO DE MIGUEL DAZCONLA CACICA CATALINA,

SEGNLALEYENDA(ANTIGUASEDEDEL

AYUNTAMIENTO DEL DISTRITONACIONAL , CIUDADCOLONIAL

DE SANTO DOMINGO)

FRAGMENTODELMURALDEVELA ZANETTI DONDESEESCENIFICA

LAPARTIDADE MIGUEL DAZDELA ISABELADESPUS

DEHERIRAUNCOMPAERO ,SEGNLALEYENDA(ANTIGUASEDEDEL

AYUNTAMIENTO DEL DISTRITONACIONAL , CIUDADCOLONIAL

DE SANTO DOMINGO)


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cibdad de Sancto Domingo, y en este asiento pararon, porque aqu

hallaron un pueblo de indios. E aqu tom ste Miguel Daz amis-

tad con una cacica, que se llam despus Catalina, e hobo en ella

dos fijos, andando el tiempo. Pero desde poco que aqu se detuvo,

como aquella india principal le quiso bien (...) e dile noticias delas minas que estn siete leguas de esta cibdad, e rogle que ficiese

que los cristianos que estaban en la Isabela, que l mucho quisie-

se, los llamasse e se viniesen a esta tierra que tan frtil y hermosa

es, e de tan excelente ro e puerto; e que ella los sostena e dara lo

que oviessen menester. Entonces este hombre, por complacer a la

cacica, e ms porque le paresci que llevando nueva de tan buena

tierra e tan abundante, el adelantado por estar en parte tan estril

y enferma le perdonara(...) acord de ir al adelantado, e atraves

con sus compaeros por la tierra, guindole ciertos indios que aque-

lla su amiga mand ir con l fasta que llegaron a la Isabela, que

est cincuenta leguas desta cibdad poco ms o menos. E secreta -

mente tubo manera de hablar con algunos amigos suyos, e supo

que aquel hombre que ava herido estaba sano, e as os ver al

adelantado su seor, e pedirle perdn, en pago de sus servicios de

la buena nueva que le llevaba de aquesta tierra e de las minas de

oro. Y el Adelantado le rescibi muy bien y le perdon, e fizo las

amistades entre l e su contendor. Y despus que le hobo odo

muy particularmente las cosas desta provincia e desta ribera, de-

termin de venir en persona a verla, e con la compaa que le

paresci, vino aqu y fall ser verdad todo lo que Miguel Daz

haba dicho; y entr en una canoa o barca de las que tienen los

indios, e tent este ro llamado Ozama, que por esta cibdad pasa,

e hzolo sondar en tent la hondura de la entrada del

qued muy satisfecho y tan alegre como era razn: e fu

nas y estuvo en ellas dos das e cogise algn oro. E de

volvi a la Isabela, e dio muy grande placer a los espao

despus que les hobo dicho lo que ava visto por ac, e orden cmo la gente toda vinese con l por tierra a este

mand traer por la mar lo que all tenan los cristiano

carabelas que tenan; e lleg a este puerto, segund dice

go da del glorioso Sancto Domingo (...) E fund el dich

tado don Bartolom aquesta cibdad, no donde agora es

quitar de aqu a la ca cica Catalina e a los indios que aq

sino de la otra parte desde ro de la Ozama, junto a

enfrente desta poblacin nuestra.21

Siglos ms tarde, el Padre Francisco Xavier de Charle

Historia de la Isla Espaola o de Santo Domingo,22 esc

las Memorias del jesuita Juan Bautista Le Pers, reproduc

tualmente a Fernndez de Oviedo en lo relacionado a l

de Miguel Daz y la cacica. A partir de ah la mayora de

riadores repiten la misma explicacin. Haciendo un rec

ello el historiador Adolfo Meja Ricart afirma que es l

nuestros principales historiadores hayan adoptado la fi

velesca que trasmiti Fernndez de Oviedo y de que se

Pedro Francisco Xavier de Charlevoix.23

Jos Gabriel Garca, considerado el padre de la hist

dominicana, acogi la narracin del cronista Fernndez

do acerca de la relacin amorosa entre Miguel Daz y

Catalina con estas palabras: Por entonces llegaron a L


19/118



muy abultadas las noticias de la existencia de unas minas de oro

riqusimas en las mrgenes del ro Jaina, denunciadas por Miguel

Daz, soldado aragons que habiendo herido a otro en una ria

personal, se desert de su cuerpo e internndose en el corazn de

la isla, pudo llegar milagrosamente a la costa del Sur, cerca de ladesembocadura del ro Ozama, donde contrajo matrimonio con

una india que se llam Catalina, la que deseosa de asegurar la per-

manencia de su esposo en aquellos recnditos lugares, le indic el

punto en que se encontraban las minas, inducindole a invitar a

los espaoles a fundar una colonia en la proximidad de ellas. Co-

ln acogi la noticia del descubrimiento de esas minas con tanto

entusiasmo, que inmediatamente hizo poner en camino para el ro

Jaina a su hermano don Bartolom, acompaado del mismo Mi-

guel Daz, de Francisco de Garay y de algunos soldados armados,

con el objeto de que fuera a cerciorarse de los informes que se le

daban, determinando cuando al regreso de los comisionados ad-

quiri la conviccin de que eran exactos, que erijiese desde luego

una fortaleza en las mrgenes del ro Jaina y que las minas se ex-

plotasen con actividad.24

En cuanto a si estaban casados o no Miguel Daz y la cacica, las

opiniones de los historiadores son dismiles. As, Apolinar Tejera

en su documentado trabajo sobre La fundacin de la ciudad de

Santo Domingo25 asevera que Fernndez de Oviedo no mencio-

na dicha unin conyugal. Slo dice que hobo en ella dos fijos

andando el tiempo.26 Charlevoix, en cambio, agrega que parece

que ellos se casaron.27 Washington Irving, gran bigrafo de Cris-

tbal Coln, est de acuerdo con el dictamen de Charlevoix. Fer-

nando Arturo de Merio asevera que estaban amancebad

tras que el historiador Jos Gabriel Garca, el barn Emil

Conde Roselly de Lorgue, no vacilan en asegurar rotun

que contrajeron matrimonio. Y sin embargo, hay cons

que la esposa de Miguel Daz era Isabel de Cceres quienpasar a mejor vida, se cas con el licenciado Antonio de

viudo a su vez de Isabel Ponce, hija del Adelantado Juan

Len, circunstancias o detalles que constan categricam

historia de las primeras crnicas de las Indias.28


20/118

La fecha de fundacin de la ciudad de Santo Doming

do envuelta tradicionalmente, en el calor de la polmica.

pocos autores la primitiva villa fue fundada en 1494, mie

la mayora de ellos sostiene los aos de 1496 y 1498.

Aqu se plantea que la tesis de Fray Cipriano de Utrer

ta en su forma ms acabada en 1958, de que la primitiv

Santo Domingo fue fundada en el ao de 1498 sigue vi

da, ya que en los ltimos cuarenta aos no han aparec

mentos incontrovertibles y argumentos lgicos que aval

trario. As, los planteamientos sustentados por ciertos hi

fos contemporneos, salvo algunas excepciones, no son

los mismos que en su ocasin analizara Utrera para ap

refutarlos.

Fray Cipriano de Utrera fue el nombre que adopt M

ginio del Sagrado Corazn de Jess Arjona y Caete.

formacin, llegada al pas, labor historiogrfica, etc. pued

EL AO DE FUNDACIN DE LA VILLA DE SANY LA HISTORIOGRAFA DOMINICA

FRAYCIPRIANODE UTRERA (LEO)


21/118



tarse el trabajo Fray Cipriano de Utrera: Breves Apuntaciones

Bio-bibliogrficas, escrito por el notable historiador dominicano

ya fallecido Dr. Vetilio Alfau Durn.29

Fray Cipriano de Utrera expuso su pensamiento por primera

vez en 1950, en su obra Historia Militar de Santo Domingo.30

Posteriormente, el 12 de octubre de 1951, en el Saln de Actos del

hoy desaparecido Palacio del Consejo Administrativo del Distrito

Nacional present, en forma ms acabada, su planteamiento en

un discurso titulado Isabel la Catlica, Fundadora de la Ciudad

de Santo Domingo. Ese acto estuvo presidido por el Doctor Ma-

nuel de Jess Troncoso de la Concha, a la sazn Presidente del

Senado y de la Academia Dominicana de la Historia. La diserta-

cin de Utrera fue publicada por el entonces Comit Ejecutivo

Permanente del Faro a Coln en su rgano informativo El Faro a

Coln.31 Al ao siguiente fue reimpreso en CLIO,32 revista ofi-

cial de la Academia Dominicana de la Historia.

Transcurrieron siete aos y, en 1958, dicha disertacin con va-

rias notas eruditas adicionales escritas por el propio Fray Cipriano

de Utrera, fue publicada en una obra pstuma-homenaje titulada

Para la Historia de Amrica que editara Emilio Rodrguez De-

morizi, entonces Presidente de la Academia Dominicana de la His-

toria. Esa es la versin que se utiliza en el presente trabajo.

Ahora bien, cul es el objetivo fundamental del discurso de

Utrera? Probar, sin dudas, que el ao de la fundacin de la ciudad

de Santo Domingo fue el 1498, y no el 1496 como tradicional-

mente se vena afirmando en los textos histricos. Aunque habra

que sealar, en honor a la verdad, que el historiador dominicano

que plante esa idea por primera vez fue el Dr. Apolin

quien, en 1908, en la revista La Cuna de Amrica, p

ensayo titulado La Fundacin de la Ciudad de Santo D

Este trabajo fue impreso, posteriormente, en el Boletn d

vo General de la Nacin34

y reproducido en la obra Renes Histricas editada por el Dr. Jorge Tena Reyes, en

motivo de la Feria del Libro de ese ao.35 O sea, que entr

jo original de Tejera y el de Utrera transcurrieron 43 a

A continuacin se analizarn las razones expuestas p

descartando a los aos 1494, 1496 y 1497 como las fech

fue fundada la villa de Santo Domingo.

Sobre el ao 1494. Esa posicin fue planteada por e

Gonzalo Fernndez de Oviedo y de todas es la que menos

cin posee. Oviedo dice que Bartolom Coln lleg a

to, segund algunos dicen, domingo da glorioso Santo D

cinco das de agosto, ao de mil cuatrocientos novent

aos.36 El Padre Charlevoix admiti que eso no es ve

que cay (esa fecha) en un jueves.37 La opinin de O

compartida por Antonio de Herrera, en su ya citada ob

ria General de los Hechos de los Castellanos en las Isla

firme del Mar Ocano,38 Juan de Castellanos en su obr

de Varones Ilustres,39 y M. L. Moreau de Saint-Mery

cripcin de la parte Espaola de Santo Domingo.40

Al respecto Utrera afirma que Las Casas repudi la v

aqul, e independientemente de Las Casas los docume

poca desmienten a Oviedo.41

El ao 1496 es sealado por Bartolom de Las Casas y


22/118


sin, segn Utrera, ha corrido con la autoridad de acep

parte de cuantos historiadores a salto de mata apenas h

con su plena mencin de esta fundacin, y de cuantos g

que, paso a paso, han repetido literal, sustancial y circu

mente las fases de la misma fundacin.42

El pasaje de Las Casas donde habla de los orgenes de

Santo Domingo aparece en su clsica obra Historia

dias43 y dice as: Determin de comenzar all una fo

tapias sobre la barranca del ro y a la boca del puerto, a la

Oriente, no donde agora est la ciudad, porque est de la

dente; provee luego a la Isabela que se vengan los que se

que se comience una poblacin, la cual quiso que se llam

to Domingo, porque el da que lleg all fue domingo, y p

ra, da de Sancto Domingo; (aunque el Almirante, se

quiso que se llamase la Isabela Nueva, porque as lo nom

que el tercero viaje que hizo a estas Indias, cuando de

tierra firme, vino a desembarcar en ella, como abajo p

Quedaron en la Isabela los enfermos y oficiales de riber

can dos carabelas; dej all 20 hombres comenzando a c

dera y aparejando lo dems para hacer la fortaleza, y v

gente de la Isabela que mand venir, la prosiguiesen, y

dems toma guas de los indios, por all vecinos, para ir a

reino y rey Bohechio, cuyo reino se llamaba Xaragua,

slaba luenga, de quien y de su estado y polica, y de una

na, notable mujer, llamada Anacaona, maravillas haba

Los argumentos de Utrera para rebatir que el ao de

cin de la ciudad de Santo Domingo fue el 1496 son los s

BARTOLOM DELAS CASAS,ESCULTURADE JOAQUN VAQUERO

TURCIOS LOCALIZADA ENLACIUDADCOLONIAL DE SANTO DOMINGO


23/118



1. El da de Santo Domingo de ese ao cay viernes, y no do-

mingo.44

2. Las Casas false el hecho de la fundacin de Santo Domingo

por su falta de percepcin del momento histrico en que hubo de

introducir en su narracin a aquel marino que se llam Per AlonsoNio.45

Para comprender ese argumento hay que tener en cuenta, narra

Utrera, la historia conocida que tiene por presupuesto continuo

que los Reyes dieron licencia a don Cristbal Coln para fundar

una poblacin en el Sur de la Isla, y que don Cristbal pas esa

comisin a su hermano don Bartolom, desde Cdiz.46

En ese sentido, afirma Utrera: Las Casas no pudo discernir, en

cuenta de notas acumuladas para escribir su Historia de las Indias,

en la ocasin de intervenir Alonso Nio y recibir en s oficio de

mensajero en lo tocante a la comunicacin escrita entre el Almi-

rante y su hermano; si en ello fue mensajero de orden para la fun-

dacin, o si fue mensajero de noticias que causaron la orden para

la fundacin. Las Casas camin sobre el primer presupuesto, cuan-

do Per Alonso Nio vena. Los documentos se ajustan al segundo

presupuesto, cuando Alonso Nio volvi de la Espaola. Si segui-

mos a Las Casas, Alonso Nio sali de Cdiz el 17 de junio de

1496; travesa del mar, ejecucin del mensaje del Almirante y su

hermano y fundacin fsica de la ciudad o villa de Santo Domin-

go, todo discurri en el tiempo hasta cualquier fecha de agosto del

mismo ao de 1496 (y esto no lo escribi Las Casas) con que no

pasemos del 4 o del 5 del propio mes de agosto. Tan maravillosa

brevedad, a cargo de repetidores y glosadores, se apoya en otro

arbitrio de Las Casas, que hubo de anteponer el supuest

tiene cabida en la Historia) de un Debiera haber esc

bin el Almirante a los Reyes bien antes de haber empr

segunda vuelta a Espaa, con tan feliz resulta que, en l

Cdiz, Alonso Nio le entreg la real licencia de la fundAlmirante se la devolvi, etc. Dyme perfecta cuenta de

en esta presente ocasin, no debo insistir sobre el desord

tivo que se reconoce en los textos de historia patria po

narrativa escrita sin orden por Las Casas, debiendo cuan

quiera administrativamente objetar, remitirse, como le

la misma obra de Las Casas, incluyendo por objecin plen

pasaje del dominico donde se halla fiel respecto de la fun

Santo Domingo, como acto no ejecutado todava a todo

ao de 1497.47

3. La cronologa del ao 1496 indica que no se haba f

ciudad ese ao. Al respecto dice Utrera: El 11 de juni

Coln haba llegado a Cdiz; escribi a los Reyes, y s

pondieron el 12 de julio; le dan sus congratulaciones,

trabajado tanto, es menester que descanse; le oirn co

placer cuando se allegue a la Corte con todo descanso. C

siera volar, pero est advertido que, so capa de ese descan

se le desea, su presencia en la Corte ser impertinente.

naves se estaban aprestando y equipando para la conduc

infanta doa Juana al lado de su marido, don Felipe el

en Flandes. De oro de Indias que pudo ayudar en tan ing

tos, nada; de los buenos consejos del Almirante para qu

escuadra hiciese su camino con felicidad y brevedad, por


24/118



puesta real recibi hacimiento de mayestticas gracias. Esta segun-

da carta de Coln era justamente un recordatorio ante los Reyes

de que estaba en Espaa y esperaba ser llamado a su presencia. Tres

meses pas Coln en el esforzoso descanso y finalmente fue recibi-

do por don Fernando y doa Isabel en Burgos, tambin descansa-

dos del largo trasiego de la Corte de su segunda etapa de Laredo a

Burgos.48

4. Otro dato importante es la fecha en que Cristbal Coln

escribe dos importantes Memoriales que se le pidieron. El primero

no tiene fecha, pero Coln lo escribe cuando nada sabe an que

Per Alonso Nio haya vuelto de Indias; carece Coln de noticia

alguna tocante a Indias diferente de aqullas con que lleg a Espa-

a.49 Per Alonso Nio llega a Espaa el 10 de noviembre de

1496.50 Aun cuando a Cristbal Coln se le da orden de pedir o

exponer cuanto sea conducente a esta poblacin y negociacin de

todas las islas descubiertas y de cuanto queda por descubrir, Coln

se limita a exponer en solo lo tolerante a la Isla Espaola.51

El segundo memorial lo prepara Cristbal Coln con las noti-

cias que ha recibido de su hermano Bartolom, a travs de Per

Alonso Nio. Con las nuevas de que haban aparecido buenas

minas en el Sur lleg a Espaa la noticia con aquellas tres dimen-

siones, que la una abati la maledicencia de los Margarit y los Boyl

y dems comparsa; la otra confort y robusteci el nimo de Co-

ln; la tercera cautiv el corazn de Sus Altezas de tal modo que,

en una fecha precisa, y fue la de 23 de abril de 1497, vaciaron la

copa de la magnanimidad soberana sobre la isla, sobre Coln y

aun sobre muchos de sus vasallos.52

5. Las instrucciones dadas a Coln son claras respect

dacin de una villa que, lgicamente, no estaba erigida

La tercera de ellas dice: Item; que cuando seis en las

dias, Dios queriendo, hayis de mandar hacer, e que se h

isla Espaola, una otra poblacin e fortaleza allende de l

fecha, de la otra parte de la isla cercana al minero del or

e en el hogar e de la forma que a vos bien visto fuere. E

legal, encabezada con aquellas solemnes palabras de E

Reina, de la fundacin que deba hacerse de una pobl

ms de aquella otra ya existente en el Norte de la Isla, y q

origen regio es una institucin de toda forma. Los Reye

una y no tres ni cuatro poblaciones.53

No obstante no tener sustentacin lgica el plant

lascasiano, la fecha dada por l, de 1496, fue seguida

autores como el padre Pierre Francois Xavier de Cha

Washington Irving,55 Antonio Delmonte y Tejada,56

briel Garca,57 y Emile Nau,58 entre otros. Coincident

Casas, fue tambin Pedro Mrtir de Anglera en sus

del Nuevo Mundo.59

Ahora bien, sigamos con Utrera. Veamos un argumento

con extrema minuciosidad en una nota includa en su tra

cionado y que por su importancia transcribimos. Hacie

de una gran capacidad de anlisis dice l: La Instrucci

el aviso de haber de hacerse nueva poblacin en el Sur

de la que est fecha de la otra parte de la Isla, carece de

pie del documento (Nav., II, nm. CIV), hay una nota q

te: Esta instruccin, como se ve por el anterior documen


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la especfica de concesin de 330 personas, de los oficios y formas

que ella se expresan], corresponde a 23 de abril de 1497; pero en el

original, que existe en el Archivo de Veraguas, est escrito en las

espaldas de letra, al parecer, de don Fernando Coln lo siguiente:

98 a 20 de enero. Tal vez se repiti o renov con esta ltima fe-

cha. Un estudio tocante al acierto de esa advertencia habra de

recaer sobre justificacin de la atribucin al 23 de abril, o sobre

poner en su punto la fecha de 20 de enero de 1498. En el primer

caso, y sin entrar en estudio, ya es cierto que la orden de fundarse

nuestra poblacin es bien posterior a la quimrica fundacin de

Santo Domingo en 1496; en el segundo y, sin repararse en la enti-

dad que tenga lo escrito por don Hernando Coln al dorso del

documento, todava es admisible que aquella orden se dilat nue-

ve meses ms; por esto en el discurso como en las notas qued este

asunto sin resolver, por no ser sustancialmente necesario, y el tiem-

po para entonces era corto.

Verificado ya este particular estudio, el autor de la advertencia

aparece del todo en todo equivocado en sus apreciaciones porque

la fecha fernandina, an sin ser nota interna documental, lo es

externa y tan cabal, que resiste todo opsito, salvo al defecto de

insercin en la Instruccin misma.

En esa Instruccin sin fecha se hace mencin de otra ins-

truccin real: dems y allende de lo que por otra instruccin nues-

tra vos e el obispo de Badajoz habis de proveer. Esa otra ins-

truccin es la de 15 de junio de 1497 (Nav., II, Nm. LXV). No

hay en ella referencia a Instruccin ninguna como en la que se

ha asignado al 23 de abril. Cuanto al hecho de que en la del 15

de junio se habla con el Almirante y con Antonio de T

con el obispo Fonseca), nada estorba para ser justa y

mente identificada con la expresada en la Instruccin c

fecha; y porque Ballesteros en el seguir la narrativa de L

como punto de apoyo (I, cap. CXXVI) cumple bien (e

El ao de 1497 acababa con grandes melancolas p

alumbrado la Princesa Margarita nia muerta, y por el

Corte, y estos sucesos...retardaron el despacho de los a

Indias, y aadise a estas causas e l nombramiento par

al obispo de Badajoz, que, por voluntad de los Reyes, r

Antonio de Torres... y ste no lleg a desempearl

exiga condiciones y preeminencias, lo que fue con

para Coln, su amigo; y por eso volvi a encargase de

tos Fonseca, pero se perdi mucho tiempo, porque hub

dactar de nuevo las cdulas que estaban escritas a no

Torres), ya se ve que la Instruccin sin fecha no fue fe

de abril de 1497, sino posteriormente al reencargo de

cios por Fonseca, y ya el 23 de diciembre los Reye s hab

cdula (Nav., II, n. CXXIII) con el Almirante y con

mente.

Esa mentada Instruccin sin fecha, contiene mate

que se haban expedido cdulas especficas desde el 23

hasta 22 de junio de 1497 con nuevas indicaciones sob

plimiento de ellas, y materias nuevas de que no hay m

cdulas especficas: una tal proveyendo en lo que toca a

del nima de los que en las Indias han fallecido e fallecier

Reyes lo remiten conforme fue propuesta del propio Alm


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un memorial, del que solamente se conoce la literacin de dicha

propuesta; hay otros items, que parecen de ltima hora, y uno de

ellos es la orden de la nueva poblacin, y fue la que vino a recibir

nombre de Santo Domingo. Inferirse que en dicho (tercer) memo-

rial habra representado el Almirante se diese orden para dicha

fundacin, y no como pidi en el memorial de 1496 que se hicie-

ran tres o cuatro pueblos, es lo lgico aunque no se conozca lo

cierto; al fin, ello estara muy a tono con la propuesta del segundo

memorial, de que se hizo mencin (vase) en la nota 24. El sello

de esta justificacin se halla en la misma Instruccin sin fecha: es

necesario pasar sin ella desde el 23 de abril, cdula especfica de

concesin de 330 personas (Nav., II, nm. CIII) hasta despus de

15 de junio de 1497, porque en la Instruccin de esa fecha se repi-

ta pura y simplemente la concesin predicha de 23 de abril; en

tanto que en Instruccin sin fecha la misma concesin (referida a

contenida en otra Instruccin, o de 15 de junio; (Nav., II, nm.

CXV), esta menciona con ampliacin: Que si vos el dicho Almi-

rante viredes o entendiredes que cumple a nuestro servicio que

allende de las dichas trescientas e treinta personas se debe de cre-

cer el nmero dellas, lo podis hacer llegar a nmero de quinientas

personas por todas, etc. Y as no hay sino considerar la fecha de

23 de abril para la Instruccin sin fecha, como un yerro cometido

por falta de estudiosa atencin, y cuando sean mil los bigrafos y

otros escritores que acojan el 23 de abril por congruente fecha, mil

sern los poco advertidos por defecto de observacin.

Tenemos, pues, que la cdula de Instruccin sin fecha es lisa-

mente un instrumento en que se recogen diferentes disposiciones

dadas anteriormente para ejecutar en cierto modo antes n

tos, y se juntan disposiciones nuevas. Y que la fecha de 20

de 1498 es de atribucin competente, porque el original

ella. Aunque tal enunciacin, 20 de enero de 1498, no s

la Instruccin sin fecha no se puede considerar como p

las dos, sino la de 15 de junio; y la sin fecha de tiemp

Fonseca estaba en sus anteriores cargos, ya despedido de

tonio de Torres. Si Fonseca estaba de nuevo al frente de

cios en mes de diciembre, aquellas palabras: Las cosa

parece... se bene han de facer e proveer para la poblac

islas e tierrafirme... dems e allende de lo que otra Instrucc

tra vos e el obispo de Badajoz, habis de proveer, es lo s

no pertenecen a abril de 1497, sino a diciembre de 1497

de 1498. Y pues en aquel tiempo se puso 20 de enero, n

sible una tal anotacin porque la cdula se repitiera o

porque habrase de pensar que antes tambin se haba o

cha, siendo as que el autor de la advertencia llama o

pieza sin fecha.60

Descartados los aos de 1494, 1496 y 1497, Utrera a

que el 1498 fue el ao en que se fund la villa de Santo D

Dice l, a manera de sntesis, en la nota 41 de su trabajo lo

Probada plenamente con los memoriales de Coln y

disposiciones que la fundacin de Santo Domingo no pu

se sino en 1498, es necesario agregar aqu, como elemen

tos para acogerse este ao, todas las congruencias natura

vadas del cotejo de los escritores primarios, segn que s

contienen especies que guardan relacin con la fundaci


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Primero: En la dcada 1490-1499, el da de Santo Domingo, 5

de agosto, cay domingo los aos de 1492 y 1498.

Segundo: Oviedo err el ao, pero por la dependencia que hay

entre la despoblacin, o casi, de la Isabela con la fundacin de

Santo Domingo, el ao verdadero de la fundacin est por el cro-

nista repuesto virtualmente en lugar del errado. Dice de la Isabela

que aquesta fue la segunda poblacin de cristianos que hubo en

las Indias e se fund en esta isla de Hait que agora llaman Espao-

la. E hasta el ao de mil e quatrocientos e noventa e ocho tur

aquella repblica, porque el primero pueblo que hobo fu aquel de

los treinta y ocho cristianos que quedaron del primero viaje; e des-

de la Isabela se pass despus toda aquella vecindad a esta cibdad

de Sancto Domingo. (Ob. cit., Lib. II, cap. VIII, p. 35-36).

Tercero: Las Casas reconoci expresamente que la Isabela era la

poblacin que estaba hecha en 1497, con todo y no nombrarla por

su nombre los Reyes en la Instruccin a Coln de 23 de abril de

1497, y ordenaron que se hiciese otra: que despus se edificase.

Cuarto: Despus de separarse Roldn de sus tratos con el Ade-

lantado, desde a dos meses, das a ms o menos, llegaron a la isla

tres carabelas de Snchez Carvajal, y el Almirante lleg a la isla

dende a pocos das, que lleg a esta isla a quince de agosto de

noventa y ocho. Pero el Almirante lleg a la isla mientras Sn-

chez Carvajal subsista por las costas de Jaragua. Poderoso indicio

de no haber sido fundado Santo Domingo el 5 de agosto, domingo,

da de Santo Domingo.

Quinto: El Almirante copi de su mano una misiva a l escrita

en respuesta a carta suya: Diz v(uestra) S(eora) que llegaste

BUSTODE BARTOLOM COLN


28/118



all a xxxi de agosto del dicho ao noventa y ocho; segn esto se

debe ver los gastos que de dicho tiempo a ac se ha hecho en vues-

tra gobernacin, etc. En el cmputo de Roldn, dos meses, das

ms o menos de cmo va diciendo de la llegada de Snchez Carva-

jal, lleg el Almirante; y dado que dice que lleg el 15 de agosto,

debemos juntar a los dos meses de Roldn los quince das que le

quit, pues el 31 de agosto, y son dos meses y medio. Y el mentado,

indicio se robustece contra el 5 de agosto. Como Las Casas y

Oviedo, aqul con su relato de la fundacin que no puede sacarse

de 1496, y ste con su equivocacin de 1494, haban de introducir

la especie de barcos (en construccin dice el primero) para que

sirviesen en la isla (hechos y ya expeditos, se entiende en el segun-

do: El Adelantado mand traer por la mar lo que all tenan los

cristianos en dos caravelas que tenan, e lleg a ese puerto, segund

algunos dicen, domingo da de Santo Domingo), obsrvanse in-

congruencias en uno como en otro. De parte de Las Casas ningn

barco es de alivio para la fundacin de Santo Domingo, porque, ya

narrado de lo de una orden de hacerse fortaleza en el

eligi, se traslad el Adelantado a Jaragua; despus por b

el estado de las cosas, fue a la Isabela, donde haban m

chos, y sac de all dos sanos, y fue repartiendo los enferm

interior porque tuvieran alimentos cuando no medicina

cos, y dej en la Isabela a los oficiales que estaban hac

navos; con que no sirvieran para trasladar gente que co

la obra junto a la fortaleza, haciendo sus casas en la nue

cin. Posteriormente, y durante los disturbios de Roldn

una nave disponible para que Roldn se vaya a Espaa,

nunca acaba de ser botada al agua. De parte de Oviedo, d

error de mencin de 1494, haba dos naves que fueron

cinco que quedaron de la segunda expedicin a India

Antonio de Torres se fue con doce, y el Almirante a las

Cuba con tres; lo que importa no contar nosotros con

carabelas que fuesen de la segunda expedicin. Faltand

Casas navos que ayudasen a la traslacin de la gente, y

de entrar en el relato de Oviedo que el Adelantado man

toda clase de brtulos en las dos carabelas que dice, es lla

do se tratare de ir contra la lgica de no haber tocado en

con los dos navos de su armada la Nia y Santa Cruz el c

ellas Pedro Hernndez Coronel, en cuenta de primer ar

isla, que no cabra en la narracin de Oviedo el servic

navos, como en las Casas se reconoce que tampoco, s

que ninguno de los escritores acierta el verdadero tiem

fundacin de Santo Domingo, que a toda luz fue en 149

sin de estos dos navos de Hernndez Coronel, los que

RUTADELTERCERVIAJECOLOMBINO


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escritores quedaron sin mencin de haber arribado con suerte ni

sin ella a donde debieron dirigirse para desde all tomar noticias

seguras de dar con el puerto de la costa del Sur, rumbo nuevo para

todos, pues piloto ninguno era conocedor del sitio escogido para

hacerse la fundacin. Y as queda ms que bien asentado que las

dos carabelas estuvieron en la Isabela en el tiempo (que Oviedo

reconoce indirectamente ser el ao de 1498) de haber salido la

gente para ejecutarse con prontitud de la fundacin de Santo Do-

mingo.

Sexto: pues err Oviedo el ao, err diciendo la ocasin, pero

no el cmputo del tiempo de la fundacin y de la llegada del Almi-

rante. Porque inmediatamente despus de tratar de la fundacin

sigue escribiendo: Desde a dos meses e medio, poco ms o menos

das (como quien hubiese visto el decir de Roldn), vino el Almi-

rante e los que con l haban ido a descobrir (Lib. II, Cap. XIII).

El error de Oviedo es de haber tomado de Coln la vuelta del viaje

en que descubri Jamaica, en 1494, en lugar del viaje en que des-

cubri Trinidad, Paria, Margarita, en 1498.

Sptimo: Los dos meses y medio en Oviedo y Roldn ya corre-

gido por haber disminuido aquellos 15 o 16 das, llevan la funda-

cin aproximadamente al 15 de junio de 1498, y si se aplica el

pocos das ms o menos, el domingo inmediato al 15 de junio

fue el 17 del mismo. Los domingos de junio de 1498 fueron los das

3, 10, 17, 24. Como algn da parezca documento directo que enun-

cie el da de la fundacin de Santo Domingo, si realmente fue en

da domingo, dar una cualquiera de esas tres primeras fechas. Y

hasta aqu es lo que he podido elucubrar. Diera razn de la fecha

exacta al Cuaderno de apuntes de cuanto hizo durante su

en la isla don Bartolom Coln, mucho tiempo ha per

que hizo mencin don Hernando Coln, op, cit., cap. L

cia contenida en El archivo colombino de la Cartuja de

vas, publicado en 1930 en el Boletn de la Academia de

ria, Madrid.61

En conclusin, Utrera es categrico en afirmar que

fundacin de la villa de Santo Domingo es el 1498. N

acuerdo con la fecha del 4 o 5 de agosto.62

El ao de fundacin de la villa de Santo Domingo ha

dependiendo la fuente utilizada, variado tratamiento en

riografa contempornea dominicana que, para el autor d

bajo, es la que est comprendida entre el 1961, ao en qu

la Era de Trujillo, y el presente. Aunque algunos histori

pusieron sus opiniones y planteamientos antes de 1960

mos volvieron a cobrar actualidad al ser reeditadas sus

posterioridad a ese ao o al ser adoptados sus planteami

otros historiadores. Algunos de estos no se mencionan p

han tratado el tema o simplemente repiten lo planteado

Para una mejor comprensin, se enfocarn los histori

gn sean partidarios de los aos 1494, 1496, 1497, o 149

Empecemos por el 1494.

Max Henrquez Urea es partidario de esa fecha porq

pie juntillas la opinin de Oviedo, como puede verse en

lo El Fundador de la Ciudad.63 El Dr. Man Arredo

Introduccin de su obra Crnicas de la Ciudad Prim

...desde aquellos primeros aos, cuando Bartolom C


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grupo de seguidores determinaron fundar una villa primitiva en la

orilla oriental del ro Ozama en el ao 1494.64 El autor no hace

comentario alguno ni indica en qu o en cual autor sustenta su

opinin. Suponemos que en Oviedo.

Veamos ahora los que han defendido el ao 1496, muchos de

los cuales, siguiendo acrticamente el planteamiento de Las Casas

expuesto anteriormente y que refutara Fray Cipriano de Utrera,

parecen dar la razn a Mximo Coiscou Henrquez, quien en su

Historia de Santo Domingo, Contribucin a Su Estudio afirma:

Las publicaciones relativas a nuestra Historia se resienten de tal

estado de cosas. Su valor reconstructivo es punto menos que

nulo...nuestros escritores de Historia carecen, en general de origi-

nalidad; sus obras son, por lo comn, glosas; incapacidad para ver

los problemas se manifiesta desde luego, por su incapacidad para

plantearlos; en sus textos, vagos e inconsistentes, rarsima vez se

descubre algo preciso, definido, fundamental. Aqu vendra a cuento

la reflexin de Lucien Febvre: qu problemas hay que resolver,cuando no se plantea ninguno?...65

Otto Schoenrich, sin fundamenta r su opinin, en su obra Santo

Domingo, un Pas con futuro sostiene que al llegar a Espaa,

Coln escribi a su hermano que fundase un poblado en la costa

sur, en la desembocadura del Ro Ozama. Inmediatamente, Barto-

lom Coln sali a seleccionar el lugar, y el 4 de agosto de 1496,

coloc la primera piedra de la nueva ciudad en la margen izquierda

del Ozama, llamndola Nueva Isabela, en honor a la reina.66

Pedro Henrquez Urea, en su obra La Cultura y las Letras

Coloniales en Santo Domingo afirma que la ciudad de Santo

Domingo del Puerto, fundada en 1496, se qued siempre

aun para los tiempos...67 No indica en qu document

su afirmacin.

El Prof. Flix M. Prez Snchez escoge ese ao, con

que una constante tradicin mantenida a travs de ms

siglos, ha obligado a aceptar el 4 de agosto de 1496 com

en que fue fundada, en la margen oriental del ro Ozam

de Santo Domingo...68

Ramn Marrero Aristy seala que la fecha de fund

Santo Domingo se seala en 5 de agosto de 1496, por hab

la primera cruz el Adelantado don Bartolom Coln en

oriental del Ozama en ese da, aunque las disposiciones

na para que la ciudad se edificase aparezcan con fecha pos

El historiador norteamericano Carl Ortwin Sauer, e

The Early Spanish Main, publicada originariamente

afirma que Bartolom Coln realiz sondeos y se deci

boca del ro Ozama, 15 kilmetros al este de la del Haempez a construir Santo Domingo en agosto de 1496

pone las fuentes, al parecer se basa en Las Casas.

Con ese ao tambin estn de acuerdo el Marqus de

segn consta en el Diccionario de Historia de Espaa

por German Bleiberg72, y Pedro Aguado Bleye en su M

Historia de Espaa.73

El destacado historiador espaol Juan Manzano Man

damentndose en las Dcadas de Pedro Mrtir de A

en la Historia de las Indias de Las Casas sostuvo en

el traslado se efectu en el verano de 1496, por Barto


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ln, cumpliendo rdenes de los reyes y de su hermano, el Almi-

rante.74

Emilio Rodrguez Demorizi, en su opsculo Coln en La Espa-

ola, Itinerario y Bibliografa, publicado originariamente en 1942

y reeditado en 1984, afirma, al parecer siguiendo a Las Casas, que

el 4 de agosto de 1496 Bartolom Coln funda en la margen iz-

quierda del ro Ozama la ciudad de Santo Domingo, as nombrada,

segn la tradicin, por haber llegado all domingo, porque su pa-

dre se llamaba Domingo, o porque era da de Santo Domingo.

Basndose en l, Ursula Lamb sostiene la misma opinin en su

obra Frey Nicols de Ovando, Gobernador de la Indias.75

En los ltimos aos, algunos autores sin indicar fuentes y sin

exponer argumentos han continuado defendiendo esa fecha. As,

el Arq. Ren Snchez Crdoba, escoge ese ao en su obra Santo

Domingo, 1496-1991.76

Luis Arzeno Rodrguez, en su trabajo Primacas de Amrica en

Santo Domingo, publicada en 1992, dice que la fecha de funda-cin ha sido aceptada el 4 de agosto de 1496, como quiera que la

data es motivo de permanente disentir entre los conspicuos y ms

acuciosos eruditos investigadores de la Historia Colonial.77

Miguel Fuertes, en una ponencia fechada en Madrid 9 de marzo

de 1993 y titulada Miguel Diez de Aux, un aragons en el Descu-

brimiento de Amrica asume el ao 1496 fundamentndose en

Las Casas.78

Antonio Braga, compositor de msica clsica, tomando como

base la obra de Cesare de Lollis, Cristoforo Colombo, nella leg-

genda e nella storia, publicada hace ya casi un siglo, asume el ao

1496. Este aserto adolece de confusin respecto al ao en

tbal Coln recibe las instrucciones de fundar una nue

en la parte sur de la Espaola. Braga afirma que el hech

el 11 de junio de 1496, pero en realidad fue en 1497 com

sider anteriormente, cuando se dilucid la tesis de Utr

El historiador Manuel de Jess Man Arredondo, al

que parece ser una lectura inadecuada y defectuosa del t

Utrera, sustenta el ao 1496, en una serie de artculos p

en el Listn Dominical. En esos trabajos sigue los plant

de Las Casas.80

El historiador Francisco A. Henrquez Vsquez, en u

rencia dictada en el mes de agosto de 1995 y de la cual se

una grabacin, titulada La Fundacin de Santo Domin

la Factora hasta la Contratacin, auspiciada por la A

Dominicana de Abogados (ADOMA), plantea que en

regreso de su segundo viaje, Cristbal Coln dio instrucc

hermano Bartolom que fundara la ciudad de Santo DDa por supuesto que, obeciendo ese deseo, Bartolom fun

dad en agosto de ese ao.

Algunos autores, con diversas argumentaciones, han

como ao de la fundacin de Santo Domingo el 1497.

Fray Vicente Rubio, O.P., aunque no est de acuerd

expuesto, comenta esa situacin en su artculo Autor d

ria del Nuevo Mundo seala el 1497 como ao de funda

ciudad de Santo Domingo.81 Se refiere al P. Bernab Co

en su Historia del Nuevo Mundo afirma: ...mi resid

Indias ha sido tan a los principios de su poblacin, que pu


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haber entrado en ellas en el primer siglo de la fundacin desta

repblica. Porque no embargante que se hall esta tierra el ao de

1492 y volvieron los espaoles un ao despus de dar principio a

su pacificacin; con todo eso, hasta que se fund la ciudad de San-

to Domingo el ao 1497 no comenz a tener asiento y estabilidad

esta nueva repblica; y as, habiendo llegado yo a la isla Espaola

el sobredicho ao de 1596, a los noventa y nueve de la fundacin

de dicha ciudad de Santo Domingo, bien se verifica que entr en

estas Indias en el primer siglo de su poblacin.

Frank Moya Pons, tanto en su Historia Colonial de Santo Do-

mingo como en su Manual de Historia de Dominicana se in-

clina por el ao 1497.82 Ese mismo planteamiento es compartido,

sin exponer argumentos justificativos, por Paolo Emilio Taviani

en su obra Los Viajes a Coln, el Gran Descubrimiento.83

Una publicacin del Centro para la Historia de las Obras Pbli-

cas y Urbanas (CEHOPU), titulada Puertos y Fortificaciones en

Amrica y Filipinas84, considera tambin, sin dar argumentos, elao de 1497 con estas palabras: A fines de 1493 se levant La

Isabela, primer municipio del nuevo Mundo. Poca vida tuvo esta

poblacin pues el descubrimiento al sur del territorio de unas mi-

nas de oro prximas al ro Haina hizo que la colonizacin se trasla-

dase hacia esa zona meridional. Aqu, en agosto de 1497 se alzar

el primero de los dos asentamientos que tendra la ciudad de Santo

Domingo. Aunque la fecha de fundacin de Santo Domingo no

est probada documentalmente s sabemos que fue Bartolom Co-

ln quien la erige, dndole el nombre bien por haber llegado a ella

un da de domingo o en memoria del padre de los Coln que as se

llamaba. El propio Bartolom Coln la asent al este de

ma, en su margen izquierda, tal como establecen los cno

cos.

El historiador dominicano Roberto Cass no ofrece u

finitivo insinuando que puede ser 1496 o 1497, aunque

la lgica de su razonamiento podra afirmarse que es part

ltimo ao. Dice l, en su Historia Social y Econmica

pblica Dominicana lo siguiente: En esos aos fund

de Santo Toms, Magdalena, Esperanza, Concepcin y Bo

formar una cadena que uniera las costas Norte y Sur, ob

se logr entre 1496 y 1497 durante la gestin de su herm

tolom con la fundacin del fuerte de Buenaventura y l

Nueva Isabela o Santo Domingo.85

Pasemos ahora a las razones de quienes sustentan el

como el de la fundacin de Santo Domingo.

El destacado historiador alemn Erwin Walter Palm

clsica obra Los Monumentos Arquitectnicos de la Epublicada en 1955 por la entonces Universidad de Sant

go y reeditada en 1984 por la Sociedad Dominicana de B

est de acuerdo con la tesis de Utrera al concluir sus raz

tos de la siguiente manera: Siendo la primera flota dest

Espaola despus de esa fecha la que, a las rdenes de P

nndez Coronel, zarpa de Sanlcar el 3 de febrero de 1

cuatro meses antes de la salida de Coln para su tercer v

preciso concluir que la fundacin de Santo Domingo

haber ocurrido antes de la primavera de 1498.86

El recordado historiador dominicano Lic. Pedro Julio

DOBLEPAGINAANTERIOR :ROBERT SCHOMBURGK , PLANODE

SANTO DOMINGOYDESUSCONTORNOS , 1858


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apoya la tesis de Utrera en su artculo La Ciudad de Santo Do-

mingo, fue realmente fundada el 4 de agosto de 1496?87 Eso mis-

mo volvi a plantear 27 aos ms tarde en el texto de la Gua

Monumental Santo Domingo Colonial.88

El historiador puertorriqueo Salvador Brau, en su libro La

Colonizacin de Puerro Rico, afirma lo siguiente: Entre estas

ltimas disposiciones merecen especial recuerdo la autorizacin

para repartir, en propiedad, las tierras de la isla a los vecinos que se

dispusiesen a cultivarlas, y la licencia para trasladar a orillas del ro

Ozama la poblacin establecida en la costa septentrional de la isla;

medida esta ltima que entraaba doble conveniencia, por las ven-

tajas topogrficas y la aproximacin a las minas de Hayna. Dicha

traslacin, comunicada a la Espaola en abril de 1498, agrad a los

colonos que, por consecuencia de las graves enfermedades padeci-

das en Isabela, llamaban a esta poblacin la tumba de los espao-

les; de modo que, sin entorpecimiento alguno, procedise a la

mudanza, instalndose solemnemente el 4 de agosto la nueva ciu-dad, a la que se dio el nombre de Santo Domingo, con la doble

circunstancias de llamarse Domingo el Padre de Cristbal Coln y

de conmemorarse en ese da por la iglesia al Santo Obispo de Osma,

fundador de la Orden de Predicadores.89

Alcides Garca Lluberes, basndose en los trabajos de Apolinar

Tejera y por su propio anlisis, habla del 4 de agosto de 1498 de la

siguiente manera: La fundacin de Santo Domingo...fue legtimo

fruto de su tercer viaje, que dur desde el 30 de mayo hasta el 30 de

agosto de 1498, quizs el ms grato para l en aquella su azorosa

tercera jornada martima. A primeros de julio de 1498, ya haban

llegado a la Espaola las tres naves propiciatorias de la

fundacin; al mes, el 4 de agosto de 1498, nuestra ciuda

dada; y cuando Cristbal Coln arrib a nuestras playa

agosto de 1498, ya haba alcanzado su vigsimo sexto

recin nacida y necesarsima capital dominicana.90

Vctor Garrido en su documentado y analtico trabajo E

la Fundacin de Santo Domingo, llega a la siguiente co

Quieran o no los tradicionalistas, los hechos histricos e

que Santo Domingo fue fundada, como dice Fray Cipriano

CIUDADVIEJADE SANTO DOMINGO


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y se ve por las instrucciones de los Reyes al Almirante, en el 1498 en

una fecha y en un mes que no se han establecido y que acaso pueden

establecerse si apareciere el perdido diario en que el Adelantado don

Bartolom Coln llevaba nota de todos los actos que realizaba.91

El Estudio para la Revalorizacin de la Zona Histrica y Mo-

numental de la Ciudad de Santo Domingo, habla de que desde

mayo a primeros de agosto de 1498 funda Bartolom Coln, por

encargo del Gran Almirante y voluntad de los Reyes Catlicos, la

primera ciudad de Santo Domingo en la costa sudeste de la Isla,

sobre la margen oriental del ro Ozama.92

Luis Alemar, cuya obra La Ciudad de Santo Domingo, im-

presa en 1943, fue reeditada por la Sociedad Dominicana de Bi-

blifilos en 1980 con anotaciones del historiador Pedro Julio San-

tiago, sostiene, apoyndose en Utrera, que el ao de fundacin es

el 1498. Juan Daniel Balccer, en su obra Acerca del Nombre de

Nuestro Pas es partidario del ao 1498, aunque reconoce que

algunos autores sostienen que fue en 1496. 93El historiador espaol Guillermo Cspedes del Castillo, en el

tomo VI de la Historia de Espaa, dedicado a la Amrica Hispni-

ca (1492-1898) sostiene que Coln mand construir una serie de

fuertes en el interior, que pronto llegaron hasta la costa sur con la

fundacin de Santo Domingo (1498).94

Fray Vicente Rubio, O.P., en su artculo Francisco de Garay

fue uno de los mejores pobladores de la ciudad de Santo Domin-

go considera que Bartolom Coln fund la ciudad en 1498.95

Tirso Meja Ricart, despus de discurrir sobre los argumentos de

cronistas y autores, en su ensayo sobre la ciudad de Santo Domin-

go concluye afirmando lo siguiente: Todo parece indic

1496 se realiz slo la exploracin y eleccin del lugar, a

construccin del fortn la Torrecilla y la dotacin de un

cin all, habiendo quedado en cambio la edificacin e

villa y el traslado a sta de la sede del gobierno colonial p

hacia mediados de junio, o en otra fecha a partir de mar

del 31 de agosto del mismo ao96

Marcio Veloz Maggiolo y Elpidio Ortega, quienes real

cavaciones arqueolgicas en el sitio donde se fundara l

villa de Santo Domingo y a las cuales nos referimos ms

sostienen el ao 1498.

Ciriaco Landolfi, en su artculo Fundacin de Sant

go est de acuerdo con la tesis de Utrera del 1498.98

El autor de la Cronologa que figura en la obra

Coln, Diario de la Navegacin y Otros Escritos afirm

agosto de 1498. Fondean en la desembocadura del Oza

del asentamiento recin fundado de Santo Domingo.9Ramn Bona Rivera, en un artculo publicado en el L

rio plantea que la Ciudad de Santo Domingo no se fun

agosto del 1496.100 En otro trabajo posterior, despus d

sus razones argumentales, concluye afirmando que aun

de finales del 1496 se inici en la desembocadura del

construccin de algunas instalaciones de lo que sera la f

dad de Santo Domingo, no es sino hasta el 5 de agosto

cuando se realiza el acto oficial del traslado del gobiern

Isabela a la nueva ciudad, as como su bautizo con el n

Santo Domingo.101


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La primitiva ciudad, como muy bien afirma un histor

fundada cerca de la Punta Torrecilla, junto a la boca de

so ro Ozama, distante unas ocho leguas, cuya profundid

el Adelantado en las canoas de los indios, y con fundo

para que pudieran entrar naves hasta de trescientas tone

suficiente abrigo, y altas mrgenes llanas, hacia la playdel Retiro (...) la Villa que se extenda en toda la extre

derecha del ro, empinada en un alto collado; hecha dich

za de tapiera, circundada de fosos y rodeada de una camp

frtil y llena de rboles, con canteras casi marmreas y

para la construccin de edificios y adems con una abund

te de agua potable.102

Pedro Mrtir de Anglera, al hablar del sitio, destaca

de que el nuevo poblado estaba cerca del ro: Un ro

saludables y abundantsimo en toda clase de peces corr

puerto entre riberas encantadadoras. Cuentan que las co

EL SITIO ESCOGIDO PARA FUNDAR LA

THODORE DE BRY. PLANODELACIUDADDE SANTO DOMINGO, QUE

REPRESENTALAINVASINDE DRAKE(1586)


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naturales de dicho ro son admirables, ya que, a cualquier parte

que fluya, todo es delicioso, y al mismo tiempo til. Las palmeras y

los rboles frutales isleos de todas clases inclinaban hacia los na-

vegantes a sus ramas cargadas de frutas y flores, y, a veces, venan a

tropezar en sus cabezas; asimismo se hacen lenguas de la fertilidad

del suelo, igual o ms rico que el de la Isabela.103

Algunos autores en el pasado llegaron a afirmar que dicho sitio

estaba en la propia Punta Torrecilla. Al respecto Fray Roque Coc-

chia, administrador apostlico de Santo Domingo, escribi: Ayer

14 de octubre, fui a ver lo que queda de aquella histrica villa (la

primitiva poblacin de Santo Domingo) acompaado de los seo-

res don Jos M. Bonetti, don Emiliano y don Apolinar Tejera (iba

tambin como gua, por ser muy conocedor del lugar, el seor Jua-

nico Tejera) y encontramos las ruinas de la antigua fuente, al Nor-

te, hoy obstruida, aunque todava se ve agua al pi de ella; los

cimientos de un extenso edificio el centro, que fue probablemente

una iglesia, y la base de la antigua fortaleza al Sud, existiendo aunlos tres lados, sud, este y oeste. La distancia entre estos dos ltimos

puntos, es de treinta metros aproximadamente (la exuberante

maleza apenas permita medir con precisin sin que se sepa si esto

era lo largo o lo ancho). Ciertamente la fortaleza no deba ser muy

grande. La punta donde estaba se llama de la Torrecilla. Cuntas

memorias en aquel punto! Entre ellas, la prisin de Coln.104

Eso mismo haba afirmado antes Antonio Snchez Valverde en

su obra Idea del valor de la Isla Espaola. Este autor, la hablar de la

ubicacin del puerto de Santo Domingo en la desembocadura del

Ozama, expresa que sta forma de E. un recodo pequeo que lla-

PLANODELACIUDADDE 1806.NTESELAPLAYADEL RETIRO,

LAPOSTERIORPLAYADELDESEMBARCADERO YLAZONADONDESESEALALAERMITA

OSITIODEL ROSARIO, CONLOSCAMINOSHACIAELESTE



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mamos Playa del retiro, con una Pta. Chica, que se dice

Puntilla y por otro nombre la Torrecilla porque en ella h

guamente un Fuerte, que defenda la entrada, cuyas min

mentos existen todava.105

Ahora bien, la Punta Torrecilla, como muy bien lo do

Walter Palm, no perteneci a la villa originaria de Sant

go. Dice el afamado investigador: Pero la misma situ

muestra que estas ruinas, descritas en 1877 por el adm

apostlico de Santo Domingo, no pertenecieron a la c

siglo XV; sino que se trata de huellas de fortificacione

precisamente en la Punta Torrecilla en el siglo XVI. Ade

guno de los historiadores menciona edificios de estructu

en la Nueva Isabela, a no ser murallas problemticas y l

de tapias sobre la barranca del ro (es decir, no en Punt

lla) y a la boca del puerto, a la parte o banda del Orien

lo haba sealado Las Casas en su Historia de las Indias

PLANODELACIUDADDE SANTODOMINGO, HACIA 1873.

NTESE, ALADERECHA, LAINDICACIN DELSITIODONDEESTUVOLAPRIMITIVA VILLA.


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Cul fue el nombre con que fue bautizada la primitiv

Santo Domingo? Algunos autores han afirmado que f

Domingo, otros que Nueva Isabela. Veamos.

Fray Cipriano de Utrera sostiene la primera posicin

tres son los motivos clsicos del nombre que se di al n

blo de Santo Domingo; y agrega que Las Casas expre

Adelantado quiso que se llamase Santo Domingo por

que lleg all fue domingo y, por ventura, da de Santo D

(Ob. cit., Libro I, Cap. CXIII ). Hernando Coln, en l

Almirante, expone el tercer motivo: el adelantado hab

do all el sitio de la ciudad, a la parte oriental del ro, d

est, y llamla Santo Domingo en recuerdo de su pad

llamaba Domingo (Ob. cit., Cap. LXXIII).107 Eso es co

por Fernndez de Oviedo cuando escribi que inquiri

deseando saber la verdad por qu esta cibdad se llam S

mingo, dicen que, dems de haber all venido a poblar en

EL NOMBRE ORIGINARIO DE LA V

SANTO DOMIGODE GUZMN


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e da de Sancto Domingo, se le dio tal nombre, porque el padre del

primero Almirante y del Adelantado, su hermano, se llam Do-

mingo y que en su memoria, el fijo llam Santo Domingo a esta

ciudad.108

Charlevoix, basndose en el cronista Antonio de Herrera, afir-

ma que se le llam al principio la Nueva Isabela, no habindola

designado nunca Cristbal Coln de otro modo; pero el nombre

de Santo Domingo, sobre cuyo origen hay discordancia de opinio-

nes, lleg insensiblemente a prevalecer...109

Eso mismo sostiene Moreau de Saint Mery cuando dice que la

ciudad de Santo Domingo fue fundada en la orilla oriental del

Ozama (...) por Bartolom Coln, que le dio el nombre de Nueva

Isabela aunque el de Santo Domingo, sustituy al primero, no s

ni en qu poca ni en qu ocasin; a menos que no se acepte lo que

ya he dicho segn algunos autores, que Cristbal Coln dio a la

nueva ciudad el nombre de su padre ... 110

El historiador Don Antonio Del Monte y Tejada considera quese la denomin Santo Domingo, porque se principi el 4 de

agosto o porque su padre se llamaba Domingo, aunque en aquellos

primitivos das se la conoci con el nombre de Nueva Isabela.111

Fray Cipriano de Utrera, sosteniendo que el propio Almirante

Cristbal nunca llam Isabela Nueva a la primitiva villa como

escribi Herrera y que siempre la denomin Santo Domingo,

trae a colacin como prueba el hecho de que cuando Coln lleg

el 30 de Agosto de 1498, escribi a Roldn una carta de paz que

termin: De Santo Domingo a veinte de Octubre112

Otros documentos, como dice Apolinar Tejera, confirman el

hecho de haber llamado Cristbal Coln siempre

SANTO DOMINGO. ELOGIO Y MEMORIA DE UNA CIUDAD- 1

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