Segun El Orden de Melquisedec
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Universidad Adventista Dominicana
Facultad de Teología
SACERDOTE SEGÚN EL ORDEN DE MELQUISEDEC
¿PROFECÍA O HISTORIA? UN ESTUDIO
EXEGÉTICO DE SALMO 110:4
Exégesis
Presentada en cumplimiento parcial
de los requisitos del curso
Libros Históricos y Poéticos
por
Aris Daniel Pacheco
Noviembre 2014
i
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 1
Texto y traducción ............................................................................................................... 2
Contexto y estructura ....................................................................................................... 2
Contexto histórico ....................................................................................................... 2
Estructura literaria ....................................................................................................... 3
Explorando el pasaje ........................................................................................................ 4
ב ענש (Nišebaʿ) ............................................................................................................... 4
5 .................................................................................................................. (Kohen) כהן
6 ................................................................................................. (Melki-sedeq) מלכי־צדק
Teología del pasaje .............................................................................................................. 8
Aplicación ......................................................................................................................... 11
CONCLUSIÓN .............................................................................................................................. 13
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................................... 14
1
INTRODUCCIÓN
El estudio del Salmo 110 en especial el versículo 4, ha sido parte de una
controversia durante mucho tiempo, siendo objeto de variadas interpretaciones. Algunos
eruditos no toman en cuenta el uso que los escritores inspirados del Nuevo Testamento
hacen del Sal 110 sino que acuden para su interpretación al compendio histórico, cultural y
religioso en que está insertado el salmo, por ejemplo A. Bentzen1 y Johnson
2 han
relacionado el salmo con una fiesta de año nuevo, otros consideran que el salmo representa
solamente una de las muchas costumbres relacionadas con la entronización o que es una
herencia de las tradiciones jebuseas preisraelitas.3
A pesar de lo antes mencionado, el Salmo 110:4, considerado como mesiánico por
la tradición judía,4 debe ser interpretado con el principio de tota scriptura
5 por tal razón el
propósito primordial de este estudio exegético es analizar, interpretar y aplicar el contenido
del Salmo 110:4 en base a su contexto histórico, composición literaria y su relación con
otras partes de las Escrituras para así dar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿Cuál es
1A. Bentzen, King and Messiah (London: Lutterworth Press, 1955), 23-25.
2Aubrey R. Johnson, Sacral Kingship in ancient Israel (S.l: Cardiff, Wales U. P., 1967), 130-32.
3Hans-Joachim Kraus, Teología de los Salmos (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1985), 148.
4Gerhard Pfandl y Ángel M. Rodríguez, “Lectura de los salmos y de la literatura sapiencial”, en
Entender las Sagradas escrituras, ed. George W. Reid (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 2010), 207. 5Para una mayor comprensión de los principios hermenéuticos ver: Frank M. Hasel, “Presuposiciones
en la interpretación de las Sagradas Escrituras”, en Entender las Sagradas escrituras, ed. George W. Reid (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2010), 45.
2
el sentido y la aplicación histórica del pasaje? ¿El Salmo 110 es única y exclusivamente un
oráculo profético relativo al Mesías o fue compuesto teniendo en mente una aplicación
primaria a alguno de los reyes davídicos? Y considerando el contexto bíblico ¿Qué dice y
como es interpretado este pasaje en el resto de las Escrituras?
Texto y traducción
כי־צדק רתימל בעיהוהולאינחםאתה־כהןלעולםעל־דב נש
Juró Yahvéh y no se retractará: tú eres sacerdote perpetuamente según el orden de
Melquisedec (Sal 110:4).
Contexto y estructura
En la siguiente sección se analiza con mayor claridad posible el contexto histórico y
la estructura literaria del pasaje respectivamente, para tener un conocimiento básico para la
teología del pasaje.
Contexto histórico
Según el gran crítico moderno de los Salmos Hermann Gunkel, la poesía israelita
tiene sus comienzos en la época en que comenzaron a entrar en Israel las costumbres
cortesanas y las concepciones sobre el estado, procedentes de otros pueblos. Él asevera que
“la edad clásica de la salmografía es el período de la monarquía”. Gran parte de los salmos
fueron compuestos en aquel entonces, como el 2 y el 110 considerados como salmos reales
no obstante debido a su contenido pueden ser reconocidos como salmos mesiánicos.6
Este salmo es considerado como preéxilico por la mayoría de los eruditos. El autor
pudo haber sido el mismo rey David o alguien cercano al reino que interpretó su vida y
6Hermann Gunkel, Introducción a los salmos (Valencia: Institución San Jerónimo, 1983), 186.
3
monarquía desde una perspectiva mesiánica. El título hebreo del poema lo identifica
directamente con los salmos de David.7Acentuando la antigüedad de este salmo el
Comentario Bíblico Adventista añade que: “El Sal 110 tiene muchos paralelos con la
literatura ugarítica. Se calcula que aproximadamente 46 por ciento del vocabulario de todos
los salmos tiene pasajes paralelos en el ugarítico; pero en este salmo el porcentaje es de 71
por ciento”.8
Estructura literaria
El salmo 110 está escrito en poesía en su totalidad.9 Según VanGemeren la
estructura de este salmo se manifiesta en dos oráculos (v. 1-3, 4-7), comprendidos en dos
partes:
A. Promesa (v.1)
B. La victoria (vv. 2 - 3)
A′. Promesa (v.4)
B′. La victoria (vv. 5 - 7)10
Según esta estructura el versículo 4 contiene el segundo oráculo profético o promesa
divina de parte de Dios al Rey. El autor Robert L. Alden plantea otra estructura, observa
que hay un paralelo entre los versos 1 y 5, 2 y 6, 3 y 7, dejando en medio, de forma aislada
al verso 4, cuya declaración indudablemente es el vértice del salmo. Explica que “mientras
7Samuel Pagán, (Miami, FL: Editorial
Patmos, 2007), 575.
8“Introducción” [Sal 110:4], Comentario bíblico adventista (CBA), ed. F. D. Nichol, trad. V. E.
Ampuero Matta (Boise, Idaho: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 3:880.
9Diccionario ilustrado de la Biblia, 1998, ver “Salmos (Libro de)”.
10Willem A. Van Gemeren, “Psalms”, en The Expositor's Bible Commentary, Volume 5: Psalms,
Proverbs, Ecclesiastes, Song of Songs, ed. Frank E. Gaebelein (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing
House, 1991), 696.
4
el verso 1 habla de las prerrogativas reales del mesías, el verso 4 declara su cargo
sacerdotal y su linaje”.
Las traducciones generalmente usan el verbo “Dijo” en el verso 1, pero en el hebreo
la palabra realmente representa una acción mucho más fuerte como un oráculo o una
declaración divina, por lo tanto, corresponde con la idea fuerte del verso 4: “Juró Yahvéh y
no se retractará”.11
El salmo se divide en dos estrofas, v. 1-3 y 4-7, Freedman ha observado
que cada estrofa contiene 74 sílabas sorprendentemente.12
Explorando el pasaje
En esta sección se presenta el estudio de tres palabras importantes del salmo 110.4
para una mejor comprensión del pasaje, estas son: בע כי־צדק כהן,נש yמל las cuales se analizan
a continuación.
בע נש (Nišebaʿ)
Según Ernst Jenni la raíz de esta palabra aparece 216 en el hebreo del Antiguo
Testamento. En muchos casos hace referencia sólo a una promesa solemne e irrevocable, a
la obligación para hacer o no hacer algo. En el tiempo en que se usa esta palabra en el
pasaje de Salmo 110: 4 indica que luego que Jehová anuncia su acción con anticipación,
este anuncio es irrevocable, obligatorio incluso para él, en este contexto la palabra puede
ser traducida como, “juró”.13
11
Robert L. Alden, Psalms, Volume 3: Songs of Discipleship (Chicago, IL: Moody Press, 1976), 31.
12
Mitchell Dahood, S.J., Psalms III: 101-150, Anchor Yale Bible Comentary (New Haven, London:
Yale University Press, 2008), 113.
13
G. Gerleman, “בע Theological Lexicon of the Old Testament (TLOT), ed. Ernst Jenni y Claus ,”נש
Westermann (Peabody, Mass.: Hendrickson Publishers, 1997), 1293.
5
La raíz consonántica es idéntica a la palabra que significa “siete”. Los juramentos
del Antiguo Testamento constan de una promesa que es reforzada por la adición de una
maldición, con una apelación para una deidad (o incluso un rey humano). En el Antiguo
Testamento, cualquier promesa de Dios es equivalente a un juramento.14
En ocasiones el pueblo juró por la deidad, pero el Señor nunca tuvo necesidad de
invocar un poder más alto: podía jurar por sí mismo (Is 45: 23; Jer 49:13; 51: 14), por su
santidad (Sal 89: 35, 36), por su mano derecha (Isa 62: 8), o por su gran nombre (Jer
44:26), por eso cuando Dios hablaba, era impensable que su palabra no ocurriera; estaba
implícito que había jurado por sí mismo en cada promesa y a favor de su pueblo.15
Con esta palabra se apertura el segundo oráculo o la segunda sección del salmo con
la intención de resaltar una nueva idea en el pasaje. La misma palabra aparece en el salmo
89:3, 4 señalando una promesa de Dios en cuanto a la perpetuidad del trono de David
íntimamente relacionada con el pasaje de Salmo 110: 4, donde se añade el sacerdocio según
el orden de Melquisedec.16
(Kohen) כהן
Un sustantivo masculino que significa sacerdote. Según Vine, esta palabra se
encuentra 741 veces en el Antiguo Testamento. Un tercio de las menciones se hallan en el
Pentateuco, solo en Levítico hay unas 185 citas, por lo que se ha denominado como el
14
Ibíd.
15Robert H. O’Connell, “בע New International Dictionary of Old Testament Theology & Exegesis ,”נש
(NIDOTTE), ed. Willem VanGemeren (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1998), 4:32. 16
Leslie C. Allen, Psalms 101-150, WBC 21 (Dallas: Word Incorporated, 2002), 117.
6
“manual del sacerdocio”17
. El vocablo es conocido en hebreo y en fenicio y es frecuente en
nabateo, R. Vaux añade que la etimología de Kohen es desconocida.18
En el contexto bíblico un sacerdote es un ministro reconocido de una divinidad que
oficia ante un altar y en otros ritos cúlticos. Un sacerdote realiza sacrificios, ritos y tareas
de mediación; representa al pueblo delante de Dios y viceversa. Dios estableció el oficio
sacerdotal israelita en los tiempos de Moisés. Pero antes de la institución del sumo
sacerdote y del oficio sacerdotal, encontramos el sacerdocio de Melquisedec (Gen 14:18),
cuya mención se resalta en el Sal 110:4. No cabe duda de que las funciones sacerdotales se
realizaban en tiempos premosaicos por el cabeza de familia, como Noé, Abraham y Job.19
El sacerdocio fue una de las instituciones fundamentales de la religión
veterotestamentaria. Aarón y sus hijos fueron los designados para el sacerdocio, declarado
hereditario, y reservado únicamente para su familia (Dt 17:9, 18).20
Los sacerdotes de A.T.
eran tipos de Cristo (Heb 8: 1) incluyendo el sacerdocio de Melquisedec mencionado en Sal
110:4, el cual se hizo el modelo para el sacerdocio eterno de Cristo (Heb 6:20).21
כי־צדק (Melki-sedeq) מל
Según Paul Douglas en hebreo este nombre significa “rey de justicia” o “mi rey es
justo” y se transcribe en el texto griego del NT. Aparece solamente en tres lugares en la
17
Vine's Complete Expository Dictionary of Old and New Testament, 1996, ver “Priest”.
18
R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento (Barcelona: Editorial Herder S. A., 1976), 450.
19
Vine's, ver “Priest”.
20
The Complete Word Study Dictionary: Old Testament, 2003, ver “כהן”.
21J. B. Payne, “כהן”, Theological Wordbook of the Old Testament (TWOT), eds. R. Laird Harris,
Gleason Leonard Archer y Bruce K. Waltke (Chicago: Moody Press, 1999), 432.
7
Biblia: en una sección histórica (Gen 14), en un entorno poético (Sal 110) y en la parte
doctrinal de una epístola del N.T. (Heb 5-7).22
El escritor de hebreos menciona a
Melquisedec ocho veces (Heb 5:6, 10; 6:20; 7: 1, 10-11, 15,17) y usa la frase “el orden de
Melquisedec” cuatro veces (Heb 5:6, 10; 6:20; 7: 17).23
Melquisedec es el primer sacerdote mencionado en las escrituras. Su origen no está
claro, pero es mencionado como “sacerdote del Dios Altísimo” (Heb ˒el ˒elyôn) en Gen
14:18 y sirve a quien Abram reconoce como “el Señor, Dios Altísimo, creador del cielo y
de la tierra” en Gen 14: 22. Como era tradicional en Oriente próximo, Melquisedec
combina el sacerdocio con la realeza en Salem que probablemente sea Jerusalén.24
Algunos
autores como Danyans consideran que Melquisedec era descendiente de Jafet, y que había
conservado la verdadera religión que se estaba olvidando o pervirtiendo entre los demás
pueblos, como líder de una pequeña tribu es probable que cumpliera la función de
sacerdotal así como la de gobierno: rey y sacerdote al mismo tiempo.25
Melquisedec aparece en un texto de Qumran como una figura angelical que ejecuta
la sentencia a los poderes del mal, pero no se menciona su función sacerdotal. También ha
sido asociado con el arcángel Miguel en otro texto de Qumran, el Apócrifo de Génesis
(22:13-17), donde la historia bíblica del encuentro entre Abraham y Melquisedec se vuelve
22
S. J. K., “Melchizedek” New International Encyclopedia of Bible Characters: The Complete Who's
Who in the Bible, ed. Paul Douglas Gardner (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1995), 458.
23
James Montgomery Boice, Psalms (Grand Rapids, Mich.: Baker Books, 2005), 899.
24
D. G. Peterson, “Melchizedek”, New Dictionary of Biblical Theology, eds. T. Desmond Alexander
y Brian S. Rosner (Downers Grove, IL: Inter Varsity Press, 2001). 25
Eugenio Danyans, Conociendo a Jesús en el Antiguo Testamento (Barcelona: Editorial CLIE,
2008), 63.
8
a contar.26
El autor de Hebreos parece ser el primero en vincular los dos oráculos del Salmo
110, teniendo en cuenta lo que significa para el Mesías que está sentado a la diestra de
Dios, ser “un sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”.27
Si se interpreta el
Sal 110:4 como un oráculo profético, esto indicaría que así como Melquisedec, el Mesías
seria tanto rey y sacerdote.28
Teología del pasaje
Han surgido distintas posiciones para la interpretación de este salmo y dependiendo
de cuál se acepte, se podrá comprender el flujo doctrinal del pasaje examinado en esta
investigación. Algunos como H. H. Rowley y Mowinckel sugieren que el Salmo fue
compuesto para una ocasión específica, como la celebración de la entronización de David,
la introducción del arca en Jerusalén, o la confirmación del sacerdocio de Sadoc.29
Muchos exegetas consideran al emisor en el Salmo como un profeta cultico, o un
sacerdote desconocido dirigiéndose al rey. 30
Otros como Krauss proponen que “David,
como mesías, heredó sencillamente -según parece- los atributos de Melquisedec; lo que los
habitantes cananeos de Jerusalén esperaban de su príncipe-sacerdote, eso mismo lo
trasfirieron los israelitas a su rey David”.31
Robin Routledge considera que “el énfasis está
26
Ithamar Gruenwald, “Melchizedek”, Encyclopaedia judaica, Second Edition, ed. Fred Skolnik
(Farmington Hills, MI: Keter Publishing House, 2007), 14:11.
27
Ibíd.
28
Dictionary of Biblical Prophecy and End Times, 2007, ver “Melchizedek”.
29
Sigmund Mowinckel, He That Cometh (Oxford: Basil Blackwell, 1959), 37-39.
30M. J. Paul, “The Order of Melchizedek (Ps 110:4 and Heb 7:3)”, Westminster Theological Journal
49, 1 (1987): 196.
31
Hans-Joachim Kraus, Los Salmos: Sal 160-150, vol. II (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1995), 481.
9
en el Rey Davídico como canal de bendición divina a los descendientes de Abraham” y
debido el fracaso de la monarquía, adquirió un significado mesiánico que se desarrolla en el
Nuevo Testamento, haciendo referencia a Cristo.32
Otro planteamiento es que el Salmo fue compuesto en el tiempo de los Macabeos y
hace referencia a un miembro de esta familia sacerdotal que llegó a dirigir al pueblo judío.
Una pequeña minoría considera a David como el autor. Algunos creen que David dirige el
salmo a su hijo Salomón, mientras que otros piensan que el Salmo es directamente
mesiánico sin ninguna relación con David, los representantes de esta posición son Kissane,
M. Rehm y Kidner.33
José M. Martínez considera que “la relevancia del salmo 110 se
manifiesta por su proyección mesiánica y por ser el más citado en el Nuevo Testamento
tanto por el Señor Jesucristo como por los apóstoles (Mt 22:44, Hch 2:34,35, He 5:5-10)”.34
En contraste con la mayoría de estas posiciones James Montgomery arguye:
¿Por qué debe haber sido tan importante para la iglesia temprana y los escritores de
Nuevo Testamento el Salmo110? La respuesta es que el Salmo110 es el más grande de los
salmos mesiánicos. Trata solo acerca del mesías y su trabajo exclusivamente, sin cualquier
referencia principal a un rey terrenal. No hay un gran número de salmos mesiánicos. Se
incluyen Salmo 2, 22, 45, 72, y 110, más algunos otros, pero éstos solamente contienen
elementos mesiánicos mientras las otras partes de ellos son aparentemente sobre el rey
terrenal que estaba reinando en ese momento principalmente. El salmo 110 es
completamente sobre un rey divino que ha sido instalado al lado derecho de Dios en cielo y
quien está actualmente comprometido en extender su reinado espiritual en toda la tierra. Nos
dice que este mesías divino es también un sacerdote, efectuando las funciones sacerdotales,
y que adicionalmente es un juez que al final del tiempo ejecutará una sentencia definitiva
sobre las naciones y reinos de esta tierra.35
32
Robin L. Routledge, “Psalm 110, Melchizedek and David: blessing (the descendants of)
Abraham”, Baptistic Theologies 1, no. 2 (2009): 16.
33
Allen, Psalms 101-150, 112.
34
José M. Martínez, Salmos escogidos (Barcelona: CLIE, 1992), 143.
35
Boice, Psalms, 892.
10
Edward Reynolds consideró que este salmo enseña las doctrinas de la trinidad
divina; la encarnación, los sufrimientos, resurrección, ascensión, e intercesión de Jesucristo;
la comunión de santos; el juicio final; la remisión de los pecados; y la vida eterna. Walter
Chantry, un pastor Bautista contemporáneo, también ve al Salmo 110 como aplicado
exclusivamente a Cristo. Lo divide en cuatro partes, a saber, el reinado fuerte de Cristo (v.
1), el reinado espiritual de Cristo (vv. 2 - 3), el reinado sacerdotal de Cristo (v. 4), y el
reinado judicial de Cristo (vv. 5-7).36
En cuanto a cómo entender la participación de David en algunos ritos aparentemente
sacerdotales, R. de Vaux comenta que “el papel desempeñado por el rey en la
reglamentación y vigilancia del culto y en el nombramiento del clero, no significa que fuera
sacerdote”, ya que son vagos los casos en que es evidente la participación personal del rey:
la traslación del arca, la dedicación de un altar o de un santuario, las grandes fiestas
anuales. Añade que “el ejercicio ordinario del culto se deja en manos del sacerdote”.37
El comentarista Leslie C. Allen reconoce que “los eruditos cristianos están de
acuerdo en relación al valor hermenéutico del salmo como una promesa mesiánica”38
y M.
J. Paul añade que este “es un salmo importante, tiene muchas consecuencias para la
cristología”.39
Eugenio Danyans citando a José Grau aporta que “nos hallamos ante un texto
que afirma sin ambages la divinidad de Jesucristo.40
Pero quizás el mejor argumento para
36
Boice, Psalms, 892.
37 R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 168.
38
Allen, Psalms 101-150, 113.
39Paul, “The Order of Melchizedek”, 196.
40Danyans, Conociendo a Jesús en el A.T., 60.
11
defender la postura de que el contenido de este salmo es enteramente profético y mesiánico
lo revela el Espíritu Santo, ya que en el Nuevo Testamento aparecen, repetidas veces, citas
tomadas de dicho salmo y que identifican a Cristo como el personaje señalado en esta
profecía (Mr 12:35-37; Lc 20:41-44).41
Aplicación
La única forma de explicar satisfactoriamente este salmo, es mediante los datos del
N.T. El autor de Hebreos en el cap. 7 interpreta el Salmo 110, argumentando que a
diferencia del sacerdocio levítico que era hereditario, el sacerdocio de Cristo esta
cimentado por un juramento divino.42
Walvoord y Zuck comentan que “por el uso que Jesús
hace de este pasaje, se advierte que David escribió el Salmo 110, que fue inspirado por el
Espíritu Santo y que se refiere al Mesías”.43
La enseñanza fundamental del pasaje analizado y que afecta de forma directa a todo
seguidor fiel del Señor es que “el sacerdocio de la antigua alianza no era definitivo ni
absoluto, sino que debía ser sustituido por el sacerdocio definitivo y absoluto de la nueva
alianza. A juicio de Hebreos, este nuevo sacerdocio se ha realizado en Jesucristo, que es el
sumo Sacerdote en sentido absoluto y definitivo, el cumplimiento de todo sacerdocio”.
41
Ibíd., 64.
42
Ibíd., 70.
43
Allen P. Ross, “Salmos”, El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento
(Puebla, México: Ediciones Las Américas, A.C., 2000), 4:222.
12
Debido a la necesidad que tiene el ser humano de entrar en contacto con Dios, aun
hoy se necesita un verdadero sumo Sacerdote, autentico mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo es único que cumple tales exigencias. 44
Resaltando la importancia del sacerdocio de Cristo, tipificado por Melquisedec,
Cullmann argumenta que:
Según eso, en cuanto sumo Sacerdote, Jesús cumple, pues, un doble ministerio: por
una parte, realiza el acto expiatorio, cumpliéndolo de una vez y por todas; por otra, él
extiende esta obra, prolongándola por toda la eternidad. En el fondo, no se puede hablar de
un doble ministerio, ya que todo reposa sobre su sacrificio único: «Pero él, al permanecer
eternamente, posee el sacerdocio inmutable» (Heb 7, 24). Este sacerdocio se llama aquí
απαραβατοσ («imperecedero»). Esto significa que el reino presente de Cristo es considerado
también como una obra sacerdotal.45
Como lo indica este salmo profético, gracias a que él se constituyó en nuestro Sumo
Sacerdote según un orden distinto al de Aarón – el orden de Melquisedec- ahora todos los
seres humanos pueden acercarse “confiadamente al trono de la gracia”, esto da al ser
humano la seguridad de la salvación, es propio entender que previo a su constitución como
sumo sacerdote, la muerte y resurrección de Jesús, aseguran la victoria sobre el pecado y la
resurrección de todo fiel creyente.
44
Oscar Cullmann, Cristología del Nuevo Testamento (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1998), 159.
45
Ibíd.
13
CONCLUSIÓN
Después de haber analizado la evidencia escrituraria acerca del Salmo 110:4, el
contexto histórico en que se compuso, la estructura literaria y las palabras notables del
pasaje, la conclusión por tanto, es inevitable: Salmo 110 habla sobre una persona que es
rey y sacerdote. La única persona elegida para describir el sacerdocio eterno del mesías no
fue Aaron o David sino Melquisedec, como un tipo de Cristo, representaba su inalterable
sacerdocio eterno.46
Como plantea F. Bruce, “Si Jes s es el Mesías davídico, debe ser también
el sacerdote para siempre seg n el orden de Melquisedec . El escritor de la Epístola a los
Hebreos saca esta conclusión inevitable, y desarrolla el tema del sacerdocio celestial de
nuestro Señor sobre la base del Sal 110: 4, visto a la luz de Gn 14.18”.47
Como ya fue
indicado, este salmo fue escrito por David y es mesiánico en su totalidad, por consiguiente
las inquietudes trazadas al principio han sido satisfechas. Por ultimo esta investigación se
alinea a los que como Hoff consideran que:
Sólo Jesús es Rey y a la vez "sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec"
(Sal 110:4); sólo Cristo puede ser el Señor de David y a la vez su hijo (Mt 22:41-45).
Además, los judíos habían reconocido que este salmo era mesiánico antes de la era cristiana.
Melquisedec es un símbolo profético de Cristo en el sentido de que este personaje era tanto
sacerdote como rey.48
46
Fred John Meldau, The Prophets Still Speak: Messiah in Both Testaments (Bellmawr: Friends of
Israel Gospel Ministry, 1997).
47
F. F. Bruce, “Melquisedec”, Nuevo diccionario bíblico certeza, ed. J.D. Douglas (Miami:
Sociedades Bíblicas Unidas, 2000).
48
Pablo Hoff, Libros poéticos (Miami, FL: Editorial Vida, 1998), 164.
14
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