Sekai - Capítulo 15: Descanso

16
88 Capítulo Decimoquinto: Descanso —¡Qué hambre tenía! — Tamaki se llevó un buen trozo de carne a la boca, con lágrimas en los ojos. —Eh, tranquilo, que tampoco llevas tanto sin comer — le reprimí mientras daba un sorbo a mi refresco. —¿Y el hambre que da eso de pelear qué? — le justificó Ethan. —Es inevitable... — resopló Hanako. —Y, bueno — contribuyó Hitoshi, que desde el combate se había empezado a tornar más hablador — ¿Qué pensáis hacer durante el descanso? —Ni idea — Ethan devoraba un muslo de pollo —. ¿Qué queréis hacer vosotros? —Algo que relaje, por favor — sugerí —. Sí, al salir del mundo virtual te recuperarás totalmente, la mente no descansa. —¡Y tanto! —Nya, ¿qué os parece si vamos a los baños termales? — sugirió Dahlia —. Siempre quise ir a unos, nya... —¡Sí! ¡Baños termales! — dejó escapar Ethan en un tono algo sospechoso, lo que atrajo las miradas de las chicas —. Sí, el agua termal es buena para los músculos, tan agarrotados tras el combate — se intentó excusar. —Entonces, decidido, ¿no? —Nadie tiene objeciones, por lo que veo. ¡Pues allá vamos! —Pero antes... — interrumpí, acabando la ensalada que acompañaba a mi plato —. Dejadme tomar un café. Ya sabéis, ese elixir mágico sin el cual mi cuerpo no funciona como es debido. Sekai Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

description

Un descansito, anyone?

Transcript of Sekai - Capítulo 15: Descanso

88

Capítulo Decimoquinto: Descanso

—¡Qué hambre tenía! — Tamaki se llevó un buen trozo de carne a la boca, con lágrimas en

los ojos.

—Eh, tranquilo, que tampoco llevas tanto sin comer — le reprimí mientras daba un sorbo a

mi refresco.

—¿Y el hambre que da eso de pelear qué? — le justificó Ethan.

—Es inevitable... — resopló Hanako.

—Y, bueno — contribuyó Hitoshi, que desde el combate se había empezado a tornar más

hablador — ¿Qué pensáis hacer durante el descanso?

—Ni idea — Ethan devoraba un muslo de pollo —. ¿Qué queréis hacer vosotros?

—Algo que relaje, por favor — sugerí —. Sí, al salir del mundo virtual te recuperarás

totalmente, la mente no descansa.

—¡Y tanto!

—Nya, ¿qué os parece si vamos a los baños termales? — sugirió Dahlia —. Siempre quise ir

a unos, nya...

—¡Sí! ¡Baños termales! — dejó escapar Ethan en un tono algo sospechoso, lo que atrajo las

miradas de las chicas —. Sí, el agua termal es buena para los músculos, tan agarrotados tras el

combate — se intentó excusar.

—Entonces, decidido, ¿no?

—Nadie tiene objeciones, por lo que veo. ¡Pues allá vamos!

—Pero antes... — interrumpí, acabando la ensalada que acompañaba a mi plato —. Dejadme

tomar un café. Ya sabéis, ese elixir mágico sin el cual mi cuerpo no funciona como es debido.

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

89

—Buena idea — comentó Hanako —. ¿Vamos nosotros a por el café?

—De acuerdo... ¿Para vosotros lo de siempre?

Tras el asentimiento del resto del grupo bajamos a la primera planta, donde me apresuré a

pedir lo de siempre. Cafés para todos, excepto para Dahlia, que prefería tomar chocolate caliente.

—Espera — Hanako me agarró con suavidad por el hombro —. ¿Podemos hablar un

segundo?

—Claro — sonreí —. ¿De qué quieres hablar?

—Lo hemos conseguido... — la chica se dejó caer contra una pared.

—Sí. No esperaba que fuéramos a llegar tan lejos.

—Cuántas cosas han pasado en tan poco tiempo...

—Sí... — dejé escapar un ligero hilo de voz entre mis labios.

— Pero... El primer combate...

— Tendremos que luchar, sí — me apoyé junto a ella.

—¿Y no te preocupa?

—Mentiría si te dijera que no, pero...

—...Tampoco pasa nada por un combate amistoso. ¿No?

—Exacto — acaricié el pelo de la chica — Aunque tampoco podría hacerte daño.

—Yo a ti tampoco...

—Pero están buscando un buen combate... Y habrá que dárselo.

—¿Qué quieres decir?

—Que es sólo un combate de mentira. Sólo es algo virtual en lo que demostramos nuestra

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

90

habilidad.

—Ya... — susurró — Pero, no sé.

—Esforcémonos los dos. Un pequeño combate no va a cambiar las cosas. Y así podremos

comprobar quién es el mejor.

—¿De verdad?

—Claro. Ya que tengo que combatir contra ti en primer lugar, quiero asegurarme de que sea

un gran combate — extendí el puño para chocar los nudillos con la chica.

—Hecho — devolvió el saludo — ¡Asegúrate de entrenar duro!

—¡Y tú también! — vacilé — ¡Vas a morder el polvo! Bueno, será mejor que vayamos a por

los cafés.

Con un par de bandejas llenas de bebidas calientes en las manos, volvimos a la terraza.

Durante nuestra ausencia, se habían sentado a la mesa Reiji, Shirona y Daigo. Sorprendentemente,

se había unido una persona más al grupo: Wataru.

—¡Hey, chavalotes! — saludaba Wataru — Enhorabuena por vuestra victoria.

—¿Wataru? ¿Cómo es que has venido tú también? — me impresioné.

—¿Tú qué crees? — preguntó Reiji —. No creeréis que os voy a entrenar a los tres yo solo,

¿no?

—¿Entrenamiento? ¡Guay! — se emocionó Tamaki.

—Hemos decidido que los entrenamientos para la segunda ronda sean intensivos. ¡Dos días

sin abandonar el Dojo!

—Y yo — continuó Wataru —. He venido para controlar a Tamaki.

—¿Por qué? — interrumpió Hitoshi —. ¿No sería más lógico que quien lo entrenase fuese

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

91

su hermano?

—Te equivocas. Wataru tiene mejores habilidades con ese tipo de armas. Además, yo quiero

entrenar a Keitsuke. Hay muchas cosas que puedo enseñarle, más que a ese hermano mío, que ya lo

tengo muy visto.

—¿Y yo? ¿Yo con quién entreno? — Ethan golpeó la mesa con impaciencia.

—A vosotros dos os entrenaré yo — Daigo miró hacia el techo —. Voy a enfocar el

entrenamiento de una forma algo distinta que al del otro grupo.

—Y, a ti, Hanako... — Shirona le puso la mano sobre el hombro — Creo que es bastante

evidente con quién entrenarás.

—Entonces... ¿Dos días sin parar de entrenar? — Tamaki parecía ilusionado con la idea —.

La segunda ronda se volverá bastante interesante.

—Recordad que vosotros no sois los únicos que vais a entrenar. Están también Shin, Sato...

Y Chaos. Así que más os vale alcanzar un buen nivel en estos dos días si queréis ganar.

—Ahora mismo sólo miro el primer combate — Ethan se crujió los nudillos —. Un combate

oficial contra Tamaki, por fin podremos demostrar públicamente quién es el mejor.

—Pero la respuesta a esa pregunta ya la sabemos de antemano... — vaciló Tamaki.

—Ya, claro — bostezó Hanako —. No sé si vais a tener un buen combate, pero de

espectáculo vais a dar lo que no está escrito.

—Por cierto, Wataru — cambié de tema —. ¿Qué tal van las cosas en el laboratorio?

—Bueno... — resopló —. Van avanzando bien, pero por unos días que esté el proyecto

aparcado no pasa nada. Este evento es más importante.

—Oh, por cierto — recordó Reiji — Había olvidado deciros algo. Tendréis que dejarnos

vuestras armas durante esta tarde. Necesitamos hacer unos pequeños ajustes.

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

92

Los cinco hicimos como nos pidió, llenando la mesa de aparatos de diverso calibre. Una

gran guitarra eléctrica, un patín volador, con la consiguiente queja de "¿Y ahora cómo me muevo

yo?", un par de pistolas, un discreto reloj y un elegante colgante. Nuestros mentores se frotaban las

manos hablando de las mejoras que podrían hacer a cada una de las armas, aunque nosotros no

alcanzábamos a entender la mitad de lo que planeaban.

—Y, bueno — Daigo tomó un sorbo del chocolate caliente de Dahlia —. Creo que ya por

ahora es todo... Nosotros nos pondremos a trabajar, vosotros tomaos un merecido descanso. ¡Nos

vemos mañana a las ocho y media en el Dojo!

Una vez nos despedimos de nuestros mentores, seguimos caminando hacia las aguas

termales. Por el camino nos asaltó un equipo de periodistas armado con cámaras y micrófonos. Sin

duda, una batalla que resultaría difícil de esquivar.

—Buenas, somos del Canal Siete, ¿podría entreneros un poco con una entrevista?

Si había algo que la primera ronda nos había logrado, era algo de fama, por efímera que

fuese. Desde que abandonamos el Coliseo, los reporteros empezaban a vernos como materia prima,

intentando tomar la menor de las oportunidades para rellenar sus artículos o programas televisivos.

—¡Hola! — Tamaki saltó frente a la cámara — ¿Qué se os ofrece?

—Tenemos con nosotros a Tamaki Tsuji, hermano menor de Reiji Tsuji, el líder del proyecto

NeoCell — Tamaki apretó el puño de una forma discreta para ocultar su rabia —. Clasificado en esta

Decimotercera Batalla de los Recién Llegados. Dinos, Tamaki. ¿Qué te ha parecido la primera parte

de la Batalla?

—He de admitir que el formato de Battle Royale era algo que no me esperaba.

Acostumbrado a ver otros años torneos por televisión en los que, como mucho, participaban cuatro

combatientes de una vez, me ha sorprendido un "todos contra todos".

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

93

Tamaki parecía totalmente serio y carismático en presencia de las cámaras, algo que nos

llamó a todos la atención.

—¿Y qué tienes que decir a nuestros espectadores respecto la segunda parte de la Batalla?

—Resumiéndolo en pocas palabras, la espero con ansias.

—Tenemos también aquí a Ethan Harvey, otro agente de la Decimotercera Rama y futuro

rival de Tamaki en la primera ronda del Torneo. ¿Qué opináis de combatir con un compañero desde

el principio?

—Tengo muchísimas expectativas en el combate. Aunque seamos amigos, siempre viene

bastante bien algo de pique sano — Ethan soltó una carcajada.

—¡Muy bien! ¡Esperamos entonces ver también ese combate, parece prometedor!

»Por otro lado, también están en el grupo Hanako Hanekoma y Hitoshi Misaki, que ya han

librado un combate durante la primera ronda, con gran impacto mediático. ¿Qué tenéis que decir al

respecto?

—No tengo mucho que decir sobre eso — Hanako se cruzó de brazos e hizo un globo con el

chicle que llevaba en la boca.

— Asuntos de Okawa. No creo que es algo sobre lo que deba expresar opinión — sentenció

Hitoshi.

— Vaya. Es una lástima que no queráis hablar sobre este tema tan a la orden del día. Aún así,

espectadores... ¡Podéis ver un reportaje sobre el asunto en nuestra página web! — la reportera

sonrió carismáticamente a la cámara —. Pero sigamos a lo que íbamos...

»También están aquí Keitsuke Kiriyama y Dahlia Erra, los dos recién llegados restantes de

la Decimotercera Rama, que, aunque su nombre nunca hubiese significado mucho anteriormente, se

han hecho un hueco entre los ocho clasificados para la segunda ronda de la Batalla. ¿Qué opináis

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

94

sobre todo esto?

—¡Nya! — gritó Dahlia algo agobiada por la presencia de las cámaras, que la enfocaban —.

¡Qué guay! ¡He quedado clasificada! ¡Lo haré lo mejor que pueda, nya! ¡No esperaba llegar tan

lejos!

—¡Muy bien! ¡Seguro que lo harás genial en la segunda ronda! ¿Y qué tienes que decir tú,

Keitsuke? Tu actuación durante el Battle Royale ha sido casi impecable y eres uno de los favoritos

en los últimos sondeos.

—Hay muchas batallas que quiero librar durante el Torneo, ¡así que no me queda otra que

seguir adelante y ganar a todo el que se me cruce!

—¡Ese es el espíritu! Como veis, la Decimotercera Rama, viene con las pilas cargadas. ¡Y

les veréis en acción dentro de tres días!

»Bueno, chicos, ¡muchas gracias por vuestro tiempo! Tras la publicidad, os dejamos con una

tertulia sobre la primera ronda. Tendremos como invitado especial a Ryûta, el querido por todos

comentarista de la Batalla desde su primerísima edición. ¡No cambiéis de canal!

—Vaya... — comenté al alejarme lo suficiente de las cámaras —. Seguro que la Batalla es

un buen negocio.

—Y tanto — continuó Tamaki — Seguro que tienen material incluso para los dos días de

entrenamiento intensivo.

—Bueno, ¡a donde íbamos! ¡A tomar un bañito caliente! — nos apresuró Ethan.

—¡Y sin cámaras!

Continuamos caminando hacia los baños termales. Sólo una caseta con dos puertas permitía

el acceso al recinto rodeado por montañas. Una de las puertas guiaba al vestuario masculino,

mientras la otra indicaba la entrada al femenino, lo que nos hizo separarnos.

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

95

—¡Oh, sí! — danzaban Ethan y Tamaki de una forma ligeramente patética — ¡Poca ropita!

¡Poca ropita! ¡Baños de chicas! ¡Baños de chicas!

—Qué topicazo — comentó Hitoshi —. Esto se parece cada vez más al típico episodio de

baños termales. Cada vez me resulta más absurdo.

—Déjame adivinar — seguí —. Van a intentar mirar por encima de lo que delimite las dos

zonas de una forma bastante cómica.

—Bah, sois unos sosainas, tíos — se quejó Tamaki, lanzándose junto a Ethan hacia el agua.

—No sé ellos — le dije a Hitoshi —. Pero yo me voy a poner un bañador. Ya sabes, la

desnudez masculina no es algo que me atraiga.

—Sobre todo, después de leer ese cartel — señaló a un papel colgado en la pared que

incitaba a usarlo.

Con un rápido comando, hice transformar mi uniforme en un bañador largo, que caía algo

por debajo de mis rodillas. Una raya de color negro caía en vertical, irrumpiendo la monotonía del

color carmesí del resto.

—Vale, no será el propio para echar unos largos — me excusé —. Pero no quiero nadar. Para

estar en plan tranquilo va bastante bien.

—Y tanto — respondió, transformando el suyo en uno igual, aunque de color morado —.

Bueno, vamos para el agua, ¿no?

Comencé a entrar poco a poco al agua. Estaba bastante caliente, aunque el cuerpo se iba

acostumbrando poco a poco. Cuando ya estaba dentro del agua y me había adecuado a la

temperatura, zambullí la cabeza y me coloqué el coletero en la muñeca. Qué raro me sentía sin

llevar un reloj encima.

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

96

—¿Puedes ver algo? — Ethan tenía a Tamaki sobre sus hombros, intentando mirar por

encima de las piedras que separaban las dos zonas.

—Espera... Creo que... ¡Agh! — el chico cayó de espaldas al agua, emitiendo un alarido por

la alta temperatura del agua.

—Por cierto, genios — les reprochó Hitoshi —. Unos metros más adelante deja de haber

muro. Si hubierais leído bien, los baños son mixtos, sólo se separan los vestuarios.

—¡Y poneos un maldito bañador! — me quejé, apoyándome contra el muro y dejando que

mis músculos se relajaran un poco con el calor del baño —. ¡No tengo ganas de veros desnudos!

Unas carcajadas comenzaron a sonar al otro lado del muro de piedra. Se trataban de Hanako

y Dahlia, que se reían de los intentos absurdos de los chicos.

—Eh, Hitoshi... — le llamé —. ¿Te importa si hablamos un momento?

—Claro, Keitsuke. Dime — se apoyó en el muro junto a mí.

—Es sobre todo esto... Sobre el segundo asalto para ser concretos.

Hitoshi estiró los brazos sobre la cabeza y puso una expresión extraña. Se despejó el pelo de

la cara y me miró fijamente a los ojos.

—Si no quieres hablar de ello, lo comprendo. Son cosas en las que no me debería entrometer

pero hay...

—Dime — me interrumpió, en un tono amistoso —. Creo que ya no quedan motivos para

ser hostil con vosotros.

—Sólo quería hablar sobre Hanako — hice un gesto con la cabeza, como apuntando en la

dirección en la que podría estar —. Sobre todo lo que dijisteis mientras peleabais...

—¿Huh?

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

97

—Sólo quería pedirte perdón — admití —. Por todo el daño que podría haberte hecho

vernos tan unidos.

—No tienes porqué — se llevó la mano a la nuca —. No me has hecho daño intencionado.

—Pero... Como si lo hubiera hecho.

—Da igual — insistió —. Lo importante es que todo va bien ahora.

—¿Sigues enamorado de ella?

Hitoshi se giró sin decir nada. Miró hacia arriba, algo pensativo, como si no supiera qué

responderme.

—Yo qué sé — contestó, al fin, sin dirigirme la mirada —. ¿Qué debería pensar? Sólo quiero

aclararme. No quiero irrumpir de nuevo en su vida después de desaparecer tan amargamente. No

quiero interponerme entre vosotros.

—¿Qué? ¡No! ¡No hay nada entre nosotros! — contesté algo nervioso, gesticulando mucho

—. ¡Sólo somos amigos!

—O eso es lo que tú quieres creer.

Reflexioné por un instante en lo que había dicho: ¿por qué debería ser así? Aunque, a decir

verdad, en el momento en el que supe sobre su antigua relación, algo se revolvió dentro de mí. Y

ahora realmente no sabía qué pensar al respecto. Hasta ese momento sólo había pensado en Hanako

como alguien más en mi nueva vida. Una buena amiga.

—No hay nada entre nosotros — sonreí vagamente — Tienes vía libre para reanimar las

ascuas de vuestra relación.

—O no. Puede que ya sea tarde. Puede que sea tu turno — paró un instante —. Además,

Keitsuke... Somos primos. No funcionaría.

—Ahí tienes razón. ¿Pero qué pretendes, Hitoshi?

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

98

—Nada, Keitsuke. Nada.

Hitoshi se marchó nadando y empujó amistosamente a Ethan con ánimos de iniciar una

vacua conversación sobre algún tema cualquiera.

—¿Tú qué piensas? — pregunté a un desorientado Tamaki que no sabía de qué le hablaba.

—Yo pienso que ese cartel que aconseja ponerse bañador es un rompe-ilusiones — se quejó

— Bueno, al menos los trajes de baño son algo.

—Amigo, ahora sí que estoy confuso — cerré los ojos.

Sentí un tirón de la pierna. Tamaki me arrastraba.

—¡Venga! ¡Suficiente remojo! ¡A moverse un poco!

—¡Vamos! ¡Que las chicas deben de estar esperando! — gritó Ethan.

Lo último que quería ahora mismo, tan inmerso en mis pensamientos: Tenerla frente a mí sin

saber qué decir, inmerso en un mundo de dudas una vez más. Tamaki siguió tirando de mí, hasta

que acabamos frente a las chicas.

Y, como imaginé, estaba preciosa. Su pelo mojado le caía por los hombros y un

bikini de color rosa con una franja en negro tapaba su bonito cuerpo. Sus mejillas estaban algo

sonrojadas por el calor del ambiente. La otra chica le daba la mano con dulzura, pero en ese

momento, poco me importaban sus simpáticas orejas felinas ni su perenne sonrisa, sólo veía los ojos

de zafiro de Hanako con una mirada que, gracias a las jugarretas de mi subconsciente, ya nunca

vería igual.

—Hola, chicos... — susurró Hanako algo desganada.

—¡Hola! — saludé, sacudiéndome la cabeza sacarme el agua de los oídos —. ¿Qué tal,

chicas?

—¿Nos habéis echado mucho de menos? — preguntó Ethan entre risas.

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

99

—Qué pereza — se estiró Tamaki dejándose caer contra el agua.

—Dicen que intentar subirse a los muros cansa mucho — le reprimió.

—Y, bueno... ¿Qué tal está el agua? — les chapoteé un poco para ignorar la conversación

que se llevaba en mi mente —. ¿Está rica?

—¡Nya! — Dahlia nos salpicó a todos.

—Vale, vale, tú ganas — Hitoshi se sumergió para que no le salpicaran.

—¿Cómo que ella gana? — Ethan se puso a lanzar agua con fuerza — ¡Seguro que no!

—No, Tamaki — le lancé una pequeña piedra al hombro —. Aprovechar la confusión para

intentar deshacer el nudo del bikini no es tan buena idea como crees.

— ¡Eso es injusto! — se quejó —. ¡Casi lo consigo!

—No creo que le hiciera mucha gracia a la señorita, ¿no crees?

—¡Nya! — Dahlia hizo una zancadilla por debajo del agua a Tamaki, que le tiró al suelo —

¡Nya, gracias, Kei!

—Ya quedan pocos caballeros — señaló Hitoshi —. Eso te honra.

Hanako seguía algo despistada, mirando el agua, sin prestar atención a nada.

—¡Hey! — chapoteé un poco frente a ella — ¿Qué te pasa?

—Nada... Sólo estoy un poco cansada — se sentó sobre una roca.

—Me vas a contar... —le acompañé.

—Es agradable que estemos todos juntos, pasándolo tan bien...

—Sí... — susurré —. Pero...

—Kyoko... ¿No? — su tono fue algo extraño.

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

100

—Y Takuya — insistí, dándole poca importancia —. Seguro que les hubiera gustado estar

aquí con nosotros. Seguro que les hubiera encantado conoceros — y, tras una pequeña pausa,

concluí — Pero quizá con ellos las cosas hubieran sido distintas.

— ¿Qué quieres decir?

— Que... — le di la mano y nuestros ojos conectaron por un instante — Estoy contento de

que las cosas sean así. Estoy contento de haberos conocido. Estoy contento de ser vuestro

compañero y de luchar a vuestro lado. Y, ante todo, estoy contento de haber compartido todos esos

momentos con vosotros. No puedo vivir anclado en el pasado.

Abracé a la chica con dulzura, algo confuso por mis propias acciones. No sabía qué quería,

pero, sin duda, valoraba a la chica y quería que sonriera. Decidí cambiar de tema para distraer un

poco la conversación, que cada vez se acercaba más a una pregunta que no podría responder.

—Pues mañana comenzamos a entrenar... ¿Estás preparada para empezar?

—Qué remedio — suspiró —. Dos días sin parar de entrenar. Se me hará raro pasar dos días

sin reírme de las burradas de Tamaki. Dos días sin verte reprimirle, dos días sin piques...

—Sólo son dos días — le recordé —. Y entonces, demostraré que puedo ganarte.

—¿Seguro? Creo que has cantado victoria demasiado rápido, Kiriyama.

—Si no lo hago, no podré combatir contra Shin. Y a él le tengo un combate prometido.

—No hagas planes por delante de los octavos, chavalote — me empujó, haciéndome caer de

la roca.

—¿Que no? — emergí del agua lanzándome a por ella — Con esta actitud no vas a ganar.

¡Podré contigo!

—Ay, Kei... — me abrazó —. Todo lo que hemos pasado juntos...

— Y lo que nos queda por pasar, princesita, y lo que nos queda por pasar — la abracé con fuerza,

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

101

aunque me sentía algo raro.

—¿Interrumpo algo? — pasó Tamaki frente a nosotros — Ethan y Dahlia me han dejado

fuera de su pelea...

—Merecido te lo tienes, por usar tácticas deshonestas — le golpeé.

—¡Mi cara está aquí arriba, imbécil! —Hanako le propinó una fuerte patada en el pecho.

—Pero si no estaba... — se excusó —. ¿Verdad, tío? ¿Verdad?

—Era broma — canturreó la chica — ¡Qué fácil es reír contigo!

—¿Dónde está Hitoshi? — pregunté.

—Se aburría y se puso a nadar por la parte más profunda. En serio, nunca había visto unos

baños termales tan inmensos. Y visto lo visto, creo que debería hacer lo mismo...

—Por cierto... ¿Cómo están Selene y Luna? — intentó saber Hanako —. Hace tiempo que

no sé nada de ellas...

—¡Sí! ¡Casi lo olvidaba! ¡Tengo que llamarlas! — salió corriendo hacia los vestuarios.

—Este hombre algún día se dejará la cabeza por el camino... — resoplé.

—¡Y se la ha dejado! ¡Menudo golpe se ha dado con el listón! — Hanako no paraba de reír.

—Tamaki en el fondo no es tan malo como lo pintan...

—Eso ya lo sé — sonrió la chica — Pero tienes que admitir que es un chico algo peculiar.

—Debajo de esa fachada dan descarada hay un tío sensible — me volví a recoger el pelo con

el coletero — ¿Tú le verías con alguien?

—Seguro que encuentra a alguien... Si no lo ha hecho ya.

—¿Qué insinúas?

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

102

—Na-da — canturreó —. Se-cre-to.

—¿Y no me lo cuentas?

—Claro que no. Si te lo contara no sería tan secreto.

—Es Selene — afirmé, esperando derribar las defensas de la chica.

—Puede — se limitó a responder.

—O Luna.

—Puede.

—¿Cuál de las dos? — le insistí.

—Las dos — se llevó las manos detrás de la nuca —. O ninguna. Quién sabe.

—No es justo.

—No lo sé. Se conocen casi desde que nacieron y pasan muchísimo tiempo juntos... ¿No ves

que hay algo especial entre ellos?

—Pero... No sé... ¿Crees que es suficiente motivo? Quizá sólo sean amigos.

Era raro. En ese instante, después de lo que me había dicho Hitoshi, se me hacía raro hablar

con Hanako de estos temas. Cada una de nuestras palabras me desplazaban de un lado para otro mis

pensamientos. "Algo especial entre ellos". Algo especial entre nosotros. "O no". "Quién sabe". La

conversación se reordenaba en mi mente a su voluntad.

—Algo me hizo pensarlo — me sacó de mis pensamientos.

—¿Qué, concretamente?

—No lo sé — Hanako bajó de la roca para chapotear un poco en el agua. Hice lo mismo —.

No es más que una corazonada.

—A saber. Este chico es una caja de sorpresas.

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.

103

—Ahora que lo pienso, algo me resulta raro...

—¿El qué?

—A él también le conocemos desde el mismo día... Pero me siento algo más unida a ti.

—Hemos pasado más cosas juntos — intenté autoconvencerme, tachando el amor de mi

cabeza, cual médico en su pizarra de diagnóstico — Más que "más cosas", quizá haya sido un

mayor cambio... No sé. Tamaki mantiene su vida de siempre. Nosotros hemos venido de fuera.

Teníamos que rehacer nuestra vida, y hemos congeniado.

—En fin, eso no importa — se sacudió el pelo, salpicando agua por doquier —. ¿Por qué

buscamos motivos a estas cosas si están bien como están?

—Quién sabe. Quizá nos calentemos demasiado la cabeza con tonterías. Quizá las tonterias

no lo sean tanto. Quién sabe.

El baño acabó cuando el anaranjado sol del ocaso comenzaba a caer sobre las aguas. Una

ligera brisa viajaba por las calles, que ya no estaban tan llenas como los anteriores días. Algunos

niños jugaban en el parque, otros señalaban a los reporteros que comenzaban a guardar el

instrumental para tomar su merecido descanso.

—Y el mío está acabando — me desperecé contra el sofá cuando llegué a la casa —.

Mañana de vuelta al "trabajo".

Sekai – Segunda Saga © Javier Escámez "Habimaru" '09-10.