Semanario Revolución Obrera Edición No. 423

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No. 423 8 de marzo, día internacional de la mujer/mar. 2015

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  • SEMANARIORevolucin Obrerargano de la Unin Obrera Comunista (mlm) Voz de los Explotados y Oprimidos

    La lucha contra el imperialismo es una frase vaca y falsa si no va ligada indisolublemente a la lucha contra el oportunismo.

    Lenin$1.000

    02 de Marzo de 2015 Ao 17www.revo luc ionobre ra . com

    e-ma i l : [email protected] logrevo luc ionobre ra .b logspo t . com

    Co lomb ia Suramr i ca 423

  • EDITORIAL

    La opresin de la mujer tuvo su origen, al igual que el Estado, con el surgimiento de la propiedad priva-da, donde se derroc el derecho materno. Desde ese momento, a lo largo de la historia de la humanidad, la mujer sufre una doble opresin. Hoy bajo el capi-talismo, la clase obrera que est destinada a abolir para siempre el oprobioso sistema que la subyuga, es la nica que podr garantizar realmente la emancipa-cin de la mujer.

    En Colombia la sociedad capitalista, dominada se-micolonialmente por el imperialismo, agudiza todas las contradicciones sociales y es cuando se hace ms feroz el ataque del enemigo antagnico del pro-letariado: la burguesa. Dicha arremetida se descar-ga con ms fiereza sobre las mujeres, lo que no se puede disimular ni con las campaas en defensa de sus derechos, ni con los discursos de los gobiernos representantes de la burguesa, los terratenientes e imperialistas, que por apariencia, son pacifistas y de mucha preocupacin por las oprimidas, pero que en realidad velan las injusticias de esta sociedad capi-talista, que incrementa la miseria de forma absoluta, atranca el desarrollo de la humanidad y exacerba al mximo todas las contradicciones, como por ejemplo entre explotados y explotadores, entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el manual y en-tre el hombre y la mujer. Contradicciones que solo se empezarn a resolver bajo la Dictadura del Proleta-riado, con las medidas que la Revolucin Socialista adopte en estos terrenos.

    Sostener el dominio de una clase minoritaria due-a de los medios de produccin sobre una mayora que solo posee su fuerza de trabajo para venderla al mejor postor, no puede hacerse si no es reforzando la opresin e infundiendo todo lo reaccionario. As es como el dominio de las clases dominantes legitima al hombre donde el obrero espontneamente es im-pulsado a comportarse de igual modo, para ser un opresor en la relacin con la mujer, particularmente con su esposa e hijas. Es decir, que el capitalismo no se puede sostener sin la doble opresin y explotacin que ejerce sobre las mujeres obreras: la marital y la del burgus.

    Los medios de comunicacin burgueses hablan de la igualdad de la mujer, pero en realidad, para esta clase explotadora y parsita son objetos de placer y bestias de carga para producir ganancias, y es por ello que se ensaan especialmente contra ellas, hacindolas por ejemplo, la principal vctima de la guerra contra el pueblo, donde en Colombia son la mayora de los ms de 6 millones de desplazados.

    La pequea burguesa ilusiona a las masas con resolver el problema de la igualdad de la mujer sin la necesidad de derrocar a la burguesa, mediante la revolucin proletaria, desviando la lucha del pueblo contra su enemigo principal y la solucin para su li-beracin, consistente en preparar la insurreccin po-

    pular que destruya el Estado, sostn principal de esta dominacin de clase, para dar paso al ejercicio de la dictadura del proletariado y la construccin del socia-lismo, donde la mujer s podr tener plenos derechos y libertades.

    La clase obrera necesita comprender la importan-cia de la participacin de la mujer en su lucha inme-diata y estratgica; solo la clase obrera podr jugar su papel de vanguardia en la revolucin social y poltica si comprende la relacin de doble opresin a la que el capitalismo somete a las mujeres, y que su emanci-pacin como clase obrera ser imposible sin la lucha por la emancipacin de las mujeres, que a su vez solo podrn emanciparse participando en la lucha de los obreros por la revolucin social y poltica.

    En una sociedad capitalista, basada en la propie-dad privada y en la explotacin del trabajo asalariado, no puede haber emancipacin para el gnero femeni-no, sino nicamente una igualdad formal y jurdica la que reza en la burguesa Constitucin Poltica de Colombia, que es la mscara perfecta para engaar a las mujeres desplazadas, indgenas, a las campesi-nas y obreras, manteniendo su verdadera situacin de sometimiento en la fbrica, en el campo y en el hogar.

    De acuerdo a lo anterior, las mujeres deben con-fiar en que una revolucin social y poltica dirigida por el proletariado podr destruir de raz las relacio-nes de explotacin, acabar con la propiedad privada y establecer unas relaciones sociales de produccin; es decir, el socialismo. Esta es una necesidad y solo se puede lograr con la participacin de las mujeres. La historia de los grandes cambios sociales, ha de-mostrado que su participacin ha sido decisiva, por ejemplo en la Comuna de Pars en 1871, donde las comuneras jugaron un papel determinante; en la re-volucin bolchevique de 1917 y en la revolucin Chi-na en 1949, donde la lucha de las mujeres no solo fue crucial en la revolucin socialista, sino en la cons-truccin del socialismo y en la lucha por ejercer la dictadura omnmoda sobre la burguesa.

    Es indispensable que las mujeres se integren al proceso de construccin del Partido de la clase obrera en Colombia y a la lucha por la revolucin socialista; sin su participacin no se podr cumplir bien el papel de vanguardia de dicho Partido, y le ser imposible dirigir bien. Hoy las mujeres en la India son prota-gonistas en la Guerra Popular que dirige el Partido Comunista de la India Maosta, e incluso son mayora en muchos de sus organismos de direccin, y esto es un ejemplo para los revolucionarios del mundo. Es una necesidad que hoy la mujer participe conscien-temente en la lucha de clases, en la preparacin de la Huelga Poltica de Masas y en las organizaciones sindicales.

    Comit Ejecutivo Unin Obrera Comunista (mlm)

    EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIN PROLETARIA ESINCONCEBIBLE SIN LA PARTICIPACIN DE LA MUJER!

  • 02 de Marzo de 2015 Semanario Revolucin Obrera 3

    INTERNACIONAL

    Raffaella M. Breeze, una periodista espaola, escribi en una de sus columnas, hace cerca 6 meses: En cientos de pases del mundo, el simple hecho de no haber nacido hombre supone una condena segura a una vida de subor-dinacin, violencia y falta de derechos. Buena frase, salvo un pequeo interrogante obligado: En cul pas, no? Si Rafaella pudiera ver un da esta pregunta, con seguridad estara de acuerdo en que la respuesta sera la misma nuestra: En ninguno. Pues bien, a primera vista, se po-dra considerar esta afirmacin como exagerada y super-ficial, pues no todos los pases son iguales, ni las condi-ciones son las mismas sobre la situacin de las mujeres; lo cual es cierto.

    Un informe de ONU Mujeres, del ao 2013, entre mu-chos datos dice que: En Estados Unidos, el 11,8 % de las nuevas infecciones por VIH entre mujeres mayores de 20 aos durante el ao anterior se atribuy a: violencia a ma-nos de compaeros sentimentales, en el propio Estados Unidos, estudios afirman que ms del 50% de las mujeres en ese pas han sido golpeadas alguna vez en su vida, y una tercera parte lo son varias veces al ao.

    Las cifras son escalofriantes, hay ms de 603 millones de mujeres que viven en pases donde ni siquiera es pena-lizada la violencia domstica; en Guatemala se registran 2 feminicidios diarios; del trfico de seres humanos en el mundo, en su gran mayora para explotacin sexual, el 80% son mujeres y nias; en la Unin Europea, ms del 50% de las mujeres reconocen que han sido acosadas sexualmente en sus puestos de trabajo.

    Incluso, es tal la situacin de desigualdad de la mujer, que la violencia hacia su gnero, ha llevado a profundos estudios de rentabilidad, donde mencionan que las au-sencias de las mujeres a sus trabajos por problemas do-msticos les generan prdidas de entre 3 y 5 billones de dlares anuales solo en Estados Unidos, lo cual de hecho, conlleva a una fuerte tendencia a preferir la vinculacin laboral de los hombres; o la contratacin de mujeres, pero en muy inferiores condiciones. Una realidad, que no es distinta en el resto de pases que se ufanan de ser las mayores democracias del mundo, y que ven horrorizados las formas de maltrato a las mujeres en pases como Irak, Afganistn, Arabia, India, Indonesia, etc.

    El capitalismo no puede, ni le interesa terminar con la discriminacin de la mujer. Vivimos en un sistema que se basa en la competencia desenfrenada por la ganan-cia, y todo lo que contribuya a aumentar las utilidades de los capitalistas se mantiene, as lleve consigo la miseria, el maltrato, la explotacin y ve-jaciones, como es el caso de la condicin a la que condena el sistema al gnero femenino. La sola condicin de ser mujer, ya la pone en desventaja bajo una sociedad que resalta sus cua-lidades superficiales y pone en un lugar secundario sus capaci-dades intelectuales, convirtin-dola en un objeto de decoracin y un instrumento para vender o

    comprar. Incluso, la misma vinculacin de la mujer a la produccin, siendo un triunfo de la mujer misma, el capi-talismo la ha utilizado para rebajar el salario general de la clase obrera y para condenarla a una situacin de doble explotacin: la del trabajo y la de las labores domsticas que no son remuneradas. El slo hecho de ser mujer, bajo una sociedad que promueve el machismo ya la somete a la opresin del hombre, y a esa tortura no escapan ni las mujeres de la burguesa.

    Por fortuna, de igual manera en todo el mundo, la mu-jer se levanta como una fuerza poderosa para la lucha. En general, de diversas clases, se alzan para luchar contra toda forma de machismo; y en particular, las obreras y campesinas se alzan como una fuerza poderosa para en-frentar las embestidas del capitalismo y para unirse a las filas de la revolucin. Grandes contingentes de luchado-ras fortalecen los combates contra las lacras del capitalis-mo y son ejemplo de coraje, fortaleza, entereza y decisin a la hora de enfrentar la muerte contra las balas asesinas. En Kobani luchan contra el Estado islmico; en Palestina son una fuerza poderosa en la lucha contra el sionismo y el imperialismo; en Atenas, engrosan las manifestaciones contra la soga del imperialismo europeo que estrangula al pueblo griego, y en cada rincn del planeta donde las masas se alzan contra la explotacin y la opresin, el fer-mento femenino rubrica la verdad tan resaltada por los comunistas y bien expresada por Mao Tse Tung de que las mujeres llevan sobre sus hombros la mitad del cielo

    Y en la India, como punta de lanza, miles y miles de mujeres avanzan orgullosas al frente de las fuerzas de la revolucin, colocando el pecho a las balas y dando un empuje sin precedentes a la lucha por la revolucin en la India como parte de la Revolucin Proletaria Mundial. En palabras de una de las propias camaradas indias, la Camarada Sheela, encarcelada desde 2006 en las mazmo-rras del rgimen reaccionario indio:

    No logro comprender: por qu es un crimen hablar de la liberacin de la mujer o trabajar por la alfabetizacin de la mujer vindome forzada a sufrir un tortuoso encarcela-miento? Qu quiero decirles a las mujeres activistas que trabajan por la liberacin de la mujer? Quiero decirles que las mujeres han jugado un papel importantsimo haciendo mover la sociedad incluso antes que la sociedad se dividie-ra en clases. Todava juegan este gran papel. La historia nos dice que fueron las mujeres que en la antigedad des-cubrieron los granos y alimentos al igual que las hierbas y las medicinas. En aquella poca los hombres y las mujeres

    tenan un status igual en la socie-dad. Despus que la sociedad se dividi en clases y surgi la pro-piedad privada, todos los dere-chos de que gozaban las mujeres, les fueron arrebatados. Exhorto a las mujeres a luchar por reclamar tales derechos. Estos derechos slo pueden conquistarse a tra-vs de prolongadas luchas ideo-lgicas y prcticas. El problema de la liberacin de la mujer est ligado a la lucha de clases.

    La mujer lleva sobre sus hombros, la mitad del cieloMao Tse Tung

  • 4 Semanario Revolucin Obrera 02 de Marzo de 2015

    Todos los das suceden nuevos y ms horrendos ca-sos de opresin contra la mujer, que despiertan ma-yor odio contra este podrido sistema. Las fuerzas reac-cionarias encuentran en el gnero femenino una gran fuente de lucro y una forma de reforzar su dominacin sobre los oprimidos, por esto se ensaan por ellas. La mujer est sometida a una doble opresin por parte del rgimen y por parte del gnero masculino, y con-denada a una doble jornada en su trabajo y en la casa llevando la principal carga de las labores domsticas, haciendo ms difcil su organizacin y resistencia.

    Todas las clases se pronuncian ante tan evidente y repudiable opresin a las mujeres, ofreciendo ayu-da y solucin. Los capitalistas son hipcritas cuando plantean el problema, porque su deplorable sistema es el engendro de la injusticia, la discriminacin y el sometimiento; declaran que la Constitucin Poltica y su ley ofrecen igualdad bueguesa a la mujer, pero en los hechos los fallos y acciones jurdicas no garantizan una proteccin real y efectiva para ellas, an cuando se cuente con recursos econmicos para la defensa. Cada vez se hace ms palpable la desigualdad real de la mujer en la sociedad, pues el capitalismo no las libera de su sometimiento y discriminacin, por el contrario acenta su doble opresin. La pequea burguesa es inconsecuente cuando plantea una salida, porque no acepta que la opresin de la mujer, solo puede resol-verse definitivamente en una sociedad donde no exista la propiedad privada y explotacin del trabajo. Difundir que la igualdad de la mujer se puede lograr con la jus-ticia que ofrece este sistema, es alabar y embellecer el capitalismo.

    Solo el movimiento obrero tiene un verdadero inters en resolver el problema de la mujer y responder de in-mediato revolucionariamente a la agresin, porque es sta la mitad de la sociedad, porque su fuerza poderosa es vital para luchar contra la injusticia y por la emancipacin, porque su doble condicin de oprimida y explotada le da al movimiento mucha ms radicalidad y firmeza en su combate. Solo el movi-miento obrero puede ofrecer la garanta a las mujeres para que se organicen y luchen con independencia, contra los abusadores, violadores, explotadores y opresores, porque es el ms interesado en desatar todas las fuerzas revolucio-narias contra este putrefacto orden de cosas, para agudizar todas sus contra-dicciones y golpearlo mortalmente.

    La burguesa, contiene y desva la re-belda de las masas para evitar la revo-lucin; la pequea burguesa es tmida y prefiere no radicalizar demasiado la lucha de clases, porque sus aspiracio-nes de vivir de la explotacin asalariada siempre estn latentes. El proletariado es la nica clase, de las enfrentadas a la burguesa, verdaderamente re-

    volucionaria. Por esto las mujeres y sus organizacio-nes, que buscan justicia a los crmenes cometidos en su contra, no deben dudar que solo en el movimiento obrero encontrarn un apoyo consecuente para acabar de raz las causas de sus males, que estn en el siste-ma de opresin y explotacin, basado en la expropia-cin absoluta de los trabajadores y el sometimiento de la mayora por una escasa minora opresora y parsita. El proletariado revolucionario llama a al movimiento fe-menino a unir desde ahora su lucha contra la opresin de gnero, a la lucha de la clase obrera como clase opri-mida por el capitalismo.

    Los objetivos y las tareas de la lucha del proletaria-do, son a largo plazo, la conquista violenta del poder poltico y la instauracin del socialismo, pero ante la terrible situacin de superexplotacin, hay que obtener las reivindicaciones para evitar la degeneracin y ex-terminio fsico y moral del proletariado, y en esta lucha de resistencia tambin hay que organizar la respuesta revolucionaria de las mujeres a los abusos en esta so-ciedad.

    Solo la dictadura del proletariado puede ofrecer a la mujer grandes avances hacia su emancipacin defini-tiva

    Los hipcritas capitalistas, con una mano ofrecen ayudas humanitarias a la mujer, y por el otro, aprie-tan el grillete de la superexplotacin rebajando el sa-lario a ms no poder!, por un lado crean decretos de proteccin, y por el otro intensifican las medidas opre-soras contra el pueblo!; no ofrecen soluciones de em-pleo, cercenan la salud y la educacin pblicas para las familias obreras, siendo la mujer la que ms padece estas consecuencias!

    Infames embaucadores!, hablan de estar preocu-pados por los niveles de desigualdad entre hombres y mujeres y ofrecen oportunidades para que ellas ten-

    La emancipacin de la mujer, forma parte de la emancipacin del trabajo asalariado

  • 02 de Marzo de 2015 Semanario Revolucin Obrera 5gan capacitacin, subsidios y trabajo, cuando en los hechos, los ms beneficiados de tener un mercado abundante de fuerza laboral ms oprimida y dcil a las duras jornadas y a los prricos salarios, son los patro-nos chupasangre.

    Falsos humanistas! Que se muestran como cam-peones de la lucha contra los flagelos que azotan a las mujeres, mientras llenan sus bolsillos con los benefi-cios que otorga atender sus calamidades.

    Para el capitalismo la mujer trabajadora no tiene otro significado que mano de obra barata, ahorro en los costes de fuerza de trabajo, plusvala. En esta socie-dad la mujer es trofeo de supremaca y poder, objeto de lujuria, fuente de ganancia que se compra y se vende al mejor postor, por esto detener su esclavista comer-cializacin, no puede ser posible en este rgimen del becerro de oro.

    Mientras prosiga el reino de la explotacin, todas las mujeres seguirn siendo doblemente oprimidas; y las obreras, doblemente explotadas No es posible su plena igualdad y libertad, si prosigue la dictadura de la mino-ra opresora sobre la inmensa mayora! La equidad de gnero es una utopa en un sistema donde se arruina y expropia a los trabajadores! No habr justicia para los oprimidos, mientras los engranajes del derecho y la moral se muevan con la ganancia capitalista!

    Deben organizarse con independencia y como parte del movimiento obrero. Usar los medios de la denuncia poltica y de la lucha directa y revolucionaria para re-sistir a los casos de opresin y superexplotacin. Es ne-cesario sumar la poderosa fuerza de la mujer a la lucha por la construccin del Partido, a la organizacin de los luchadores, al fortalecimiento del movimiento sindical, a la preparacin de la insurreccin en Colombia.

    El movimiento revolucionario de la clase obrera, tie-ne como tarea principal del momento la formacin de un Partido poltico, independiente y revolucionario, que de verdad represente a esta clase en la lucha contra sus enemigos. Las mujeres luchadoras y dirigentes de masas tienen un lugar especial en dicho Partido, que por sus mtodos y estilos de trabajo, deber garantizar las condiciones para que ejerzan sus labores en la re-volucin, al igual que los hombres.

    Los cuidados y las preocupaciones han sido en todo tiempo destino de la

    mujer; pero nunca ha sido su vida ms desgraciada, ms desesperada que en estos tiempos bajo el rgimen capitalista, precisamente

    cuando la industria atraviesa por periodo de mxima

    expansin.Alexandra Kollontai, dirigente sovitica

    La revolucin socialista debe transformar esta situacin, para lo cual desde el comien-zo mismo, la Dictadura del Proletariado debe romper todas las ataduras que impiden a la mujer su plena participacin en la sociedad: 1 Prohibir de inmediato toda forma de dis-

    criminacin contra la mujer: en su parti-cipacin en los rganos de poder, en el trabajo, en los salarios y en los dems mbitos de la vida social.

    2 Socializar las tareas del hogar, creando por zonas de produccin, guarderas, res-taurantes y lavanderas comunales, en cuya atencin se deben vincular por igual hombres y mujeres.

    3 Promover la socializacin de la crianza. Ello adems contrarresta tanto la tenden-cia opresora de los padres sobre los hi-jos por considerarlos de su propiedad, como la costumbre de inculcarles ideas tradicionales y contrarias al rumbo revo-lucionario de la sociedad.

    4 Atender con especial cuidado asuntos ta-les como el embarazo, que afectan a la mujer trabajadora, y otorgar, adems de los derechos plenos a la atencin mdi-ca y nutricional, permiso remunerado de ocho semanas antes y ocho despus del parto.

    5 Las relaciones socialistas de produccin garantizarn las condiciones materiales para la reproduccin y crianza de los hi-jos, por lo cual el proletariado no necesita promover el aborto, pero s favorece el de-recho de la mujer a elegir, garantizndo-le si as lo desea el derecho a un aborto atendido adecuadamente, combatiendo al mismo tiempo todas las prcticas y tc-nicas para la esterilizacin forzada.

    6 Impulsar una gran actividad ideolgica y poltica para educar a hombres y mujeres, extirpando su punto de vista burgus ex-preso o encubierto-, sobre el derecho del hombre a dominar a la mujer. Comenzan-do por erradicar toda forma de maltrato fsico, verbal y psicolgico de los hombres sobre las mujeres. Una base material as permite suprimir el

    papel de unidad econmica de la sociedad que hasta ahora ha jugado la familia indi-vidual y lo cede a la comunidad socialista; crea condiciones para una forma superior de familia y de relaciones entre sexos; y, favo-rece la real liberacin de la mujer obrera y campesina del yugo domstico que ha sopor-tado en sociedades anteriores.Programa para la Revolucin en Colombia (Unin Obrera Comunista mlm)

  • 6 Semanario Revolucin Obrera 02 de Marzo de 2015

    Tremendo espectculo el que ar-maron el 11 de febrero en el Hos-pital San Juan de Dios de Bogot, el Alcalde Petro de la Bogot In-Humana, acompaado de su amigo Santos, Presidente de la Prosperi-dad para Todos, con el fin de decir-le al pueblo colombiano y al mundo entero que les interesa la salud de los pobres, y reabrir este hospi-tal que ha estado en total abandono hace ms de 15 aos junto a sus trabajadores.

    Para su recibimiento adecuaron la parte del hospital que est menos destruida, podaron el prado, arma-ron carpa y montaron escenario con excelente sonido para que hicieran sus discursos mentirosos. Para su entrada limpiaron la calle primera, la cual ha sido por aos el sanitario y dormitorio de drogadictos y lum-pen en general, que por su puesto tambin los quitaron para no estro-pear el panorama; la limpiaron, pero el olor nauseabundo qued impreg-nado en el aire, rboles y todo objeto que lo ha soportado todo este tiem-po, olor nauseabundo como la clase a la que estos dos mandatarios per-tenecen y defienden: la burguesa.

    Desde muy temprano empezaron los preparativos del lugar; enorme despliegue de seguridad con poli-ca y ejrcito uniformados, de civil y armados; ubicados dentro, fuera y unas cuantas cuadras a la redonda del hospital; francotiradores en los techos, ambulancias, carro de bom-beros, patrullas, etc., todo de acuer-do para cuidar la vida a esos indivi-duos que desde el Estado burgus aprueban leyes, decretos, refor-mas, en defensa de los explotado-res que existen y viven de absorber hasta la vida del pueblo trabajador.

    Los preparativos transcurran y por la entrada habitual del hospital, llegaban uno a uno los trabajado-res, se reunan con sus compae-ros que han vivido all ms de 15 aos resistiendo y luchando por sus derechos. Armaban grupos, conver-saban con mucha expectativa de lo que pasara ese da, la mayora muy escpticos porque siempre han sido olvidados, engaados por los gober-nantes de turno, vctimas de los po-litiqueros. Comentaban del ataque y detencin a la que fueron sometidos dos de sus compaeros el da ante-rior cuando se opusieron al retiro, por orden del liquidador, de la am-bulancia que ha estado todos estos aos parqueada en un mismo lugar siendo propiedad del hospital.

    Asombrados y en cierta forma impotentes, vean las vallas puestas por la polica dentro del lugar donde laboraron por aos y que ha sido el hogar para muchas familias; barre-ras puestas para impedir el paso de los trabajadores hacia el lugar del espectculo; es decir ellos no po-dran presenciar ni or de boca de esos seores, cul sera su futuro, el del San Juan de Dios y Mater-no Infantil; as fuera mentira, pero queran tener la oportunidad de ha-cerse escuchar y exigir lo suyo: sa-larios, indemnizaciones, pensiones, respeto, etc.

    Pero todo estaba bien planeado por la Alcalda; alrededor de las diez de la maana lleg la Secretaria de Gobierno rodeada de guardaespal-das y otros acompaantes, reuni los trabajadores para darles la bue-na nueva; en su intervencin dej ver que haba aprendido bien la lec-cin, pues ms tarde en el discurso de su patrn, se not coincidencia

    en la retahla; dijo: han pasado aos y nadie se haba conmovido del San Juan de Dios, hasta ahora Petro, l desde el ao 1998 siendo Senador busc recursos y trabaj para que la gente volviera los ojos hacia el hospital, pero por polticas, solo hasta en noviembre de 2014, se logr; se ha dado la pela por solu-cionar los problemas y hoy empieza, dijo la funcionaria. Hacer este acto solemne hoy, no ha sido fcil, pero si esto no fuera importante, creen que el seor Presidente vendra? Esta-ran presentes el Ministro de Salud y el Gobernador?. Como quien dice, los trabajadores tenan que darles las gracias, se acab su sufrimien-to, y los pobres no tendrn que pre-ocuparse ms por su salud, porque llegaron los salvadores.

    Continu su tarea diciendo Es-tamos en la Bogot Humana, lo que pas ayer (refirindose a la agresin y detencin de los trabajadores jus-tificando la actuacin del liquida-dor y la polica), fue una situacin desafortunada, cuando se suben los nimos no se sabe quin le pega a quin. Por ustedes es que se ha man-tenido el hospital y por eso el inters en rescatarlo, llegar a un arreglo; por eso se les proponen las Mesas de Trabajo para buscar solucin a cada uno de los trabajadores, especial-mente los que han vivido en el Hos-pital; que todos tengan participacin junto al Alcalde y buscar arreglo de las acreencias laborales pronto res-petando los derechos convenciona-les. El San Juan de Dios se abre para prestar servicios de salud, Bogot lo necesita porque tiene que ser de nuevo el corazn de la salud, brindar nuevas oportunidades de empleo, que vuelva a ser complejo de salud junto con el Materno Infantil.

    Una trabajadora le dijo: estamos cansados de las Mesas de Trabajo, siempre ha sido as para engaar-nos, 15 aos esperando solucin y nada, palabras que fueron respal-dadas por unos compaeros suyos.

    Ante la presin de los trabajado-res, la funcionaria medi para que los dejaran entrar a la funcin, no sin antes advertirles que deban ser muy respetuosos con los altos mandatarios, es decir, no podran agitar consignas, ni pedir la palabra para intervenir. Qu tal el descaro! Llegan pidiendo respeto para quie-nes nunca han tenido ninguna con-sideracin con los trabajadores del San Juan y Materno, quienes han contribuido en convertir la salud en

    Circo, zanahoria y garrote enel Hospital San Juan de Dios

  • 02 de Marzo de 2015 Semanario Revolucin Obrera 7un negocio jugossimo para unos pocos; es indignante escuchar que pidan respeto para los enemigos del pue-blo.

    Por fin se logr la entrada por la Calle Primera, no sin antes ser requisados por la polica en medio de todo el despliegue que cuidaba el lugar, impidieron que al-gunos trabajadores colocaran pancartas alusivas a exi-gir sus derechos. Adentro estaban todos los medios de comunicacin; sobre la hojarasca una lona verde simu-lando la alfombra sobre la cual pasaran los ilustres mandatarios. En escena un grupo de teatro distrayen-do los asistentes mientras llegaban los principales in-vitados; era un da bastante soleado, unos se cubran bajo los rboles, otros con sombrillas, o simplemente soportaban los fuertes rayos del sol; pero todos espe-rando la noticia del da: El Alcalde de Bogot entrega el Hospital San Juan de Dios a todos los colombianos.

    Cerca del medio da llegaron Santos y Petro acom-paados del Ministro de Salud, Gobernador de Cundi-namarca, algunos mdicos que haban trabajado all y otros funcionarios. Los medios de comunicacin corren hacia ellos, los asistentes al circo buscan el mejor lugar para poderlos ver y hasta darles la mano; son conduci-dos hasta la carpa acomodada para dar sus discursos y la periodista maestro de ceremonia, da la bienvenida diciendo: Petro y Santos le cumplen al pas, el Distrito ya es dueo del Complejo Hospitalario San Juan y Ma-terno Infantil; con los himnos burgueses abre el teln para que ellos comiencen a hablar. Afuera se escucha-ban consignas, unas apoyando a Petro, otras exigiendo el pago de todo a los trabajadores y contra la Ley 100.

    Comienzan los discursos. Elogios van y vienen en-tre ellos, coincidiendo en el significado histrico de ese da, importantsimo para la Bogot Humana; un paso trascendental para un pas en paz, donde haya equidad. Era muy evidente el apoyo mutuo con el fin de impresionar a los asistentes, una alianza maquiav-lica para jugar con las ilusiones, necesidades y hambre del pueblo. Estos bandidos que hasta hace pocos me-ses simulaban ser enemigos irreconciliables, ahora se unen con el fin de llevar a cabo el plan trazado por la burguesa para este sector de Bogot: Construir Ciu-dad Salud, ordenado en la Ley 388 de 1997, con lo cual est comprometida la Administracin Distrital y desde luego la Bogot Humana de Petro. Ejemplo claro de los planes burgueses con la privatizacin de la salud y cierre de hospitales pblicos, todo lo tenan calculado hace muchos aos.

    Ahora, cuando lo necesitan para sus planes, s se acuerdan de la importancia de estos hospitales y que all nacieron muchas especialidades mdicas; los dos gobernantes no se detuvieron en elogios y autoelogios, nombrando cada uno las maravillas de su respecti-vo mandato. Dijo Santos unidos vamos a construir el hospital con Petro, estamos de acuerdo que es muy importante para la paz un hospital como el San Juan y que el pueblo tenga salud; he hecho algo impor-tante: uniformar el sistema subsidiado con el contri-butivo, nivelar por encima para que todos tengan los mismos derechos, ampliar el POS en beneficio de todos y que haya tratamientos cada vez mejores y de mayor cobertura; segn l, casi la totalidad de la poblacin est cubierta; la Ley Estatutaria convierte la salud en un derecho, no en un negocio. La Ley 1448, devolvi

    a las vctimas todos sus derechos; han disminuido la inseguridad, etc., etc.

    Todo suena tan bonito, pero se sabe que TODO ES FALSO! Segn estos sinvergenzas de qu se queja el pueblo colombiano si est en el pas ms feliz del mundo, donde no hay pobreza, no hay desplazados; no hay muertos por falta de atencin mdica, citas mdi-cas especializadas o medicamentos de alto costo y los hospitales pblicos estn funcionando perfectamente; donde hay trabajo estable y bien remunerado; vivienda gratis para los pobres?

    Aceptaron juntos ser parte de la funcin con el com-promiso de estar siempre aliados; desde luego, se unen para engaar y aplastar ms al pueblo trabajador en el pas, se unen para defender las riquezas de los bur-gueses, terratenientes e imperialistas; juegan con el sufrimiento, con las ilusiones y necesidades del pue-blo. Son unos repugnantes charlatanes. A Petro le falt llorar; en su discurso dijo: Este es el momento ms emocionante de la Bogot Humana, no por algo pusimos el logo de la poltica del amor, opcin preferencial por los pobres en un pas con tantas desigualdades. Bogot ha hecho un revolcn en los ltimos diez aos, ha reducido la pobreza grandemente. Este corazn hoy revive la po-ltica de segregacin social de Bogot con el hospital de los pobres pensando en cerrar las heridas abiertas en 1998, buscar la paz de los corazones, que crezcan las ilusiones de un pueblo diezmado que solo quiere tam-bin que vuelva a ser el hospital del pueblo, de los po-bres. Ante esto, se escuchaban opiniones como: Eso mismo hizo en 2012, cuando asegur reabrir el Hospital y solo abri por unos das el Centro de Salud, hoy est abandonado.

    Se les llena la boca diciendo todo este sartal de men-tiras, con el nico fin de confundir, engaar y desviar la lucha beligerante de las masas envolvindolas con las promesas de las Mesas de Trabajo y los dilogos de paz.

    Terminaron los discursos, se escuchan algunos aplausos y consignas exigiendo el pago de todo para los trabajadores; la presentadora anuncia un recorrido de los honorables visitantes por el hospital y la re-apertura simblica abriendo las puertas del edificio de inmunologa. Cierra la funcin anunciando nuevamen-te: Alcalde de Bogot entrega el Hospital San Juan de Dios a todos los colombianos y como smbolo de paz, dieron bombas blancas y bolsas con propaganda del proyecto a cargo de la Empresa de Renovacin Urbana de Bogot. En un espacio adjunto, estaban elegantes meseros ofreciendo tinto, agua y refrigerio a los asis-tentes, mientras una orquesta de msica instrumental interpretaba sus melodas.

    Una funcin muy bien planeada, con altos gastos para llenar de falsas ilusiones a los trabajadores y al pueblo que se enter por los diversos medios de comu-nicacin. Era como estar en un show de magos o ilusio-nistas que aparecen y desaparecen objetos, hipnotizan, queriendo sacar sonrisas y aplausos de los asistentes, quienes han de soportar incontables sufrimientos por causa de los negociantes de la salud. Todos los acto-res en escena estuvieron identificados en su propsito de convencer y buscar apoyo para los dilogos de paz, pero la de los ricos, porque para los pobres y explota-dos, mientras exista la clase explotadora, solo habr guerra, dolor y sufrimiento. Los gobernantes al unso-

  • 8 Semanario Revolucin Obrera 02 de Marzo de 2015no, quisieron mostrar en este show la paloma de la paz, como esperando que saliera del interior del hospi-tal abandonado a su suerte por ms de 15 aos.

    Cae el teln y los payasos mayores se van; Petro con-tina con su papeln reuniendo a los trabajadores en un saln donde les comunica que el Distrito es arren-datario de la Gobernacin, no han registrado la escritu-ra de compraventa y por tanto no han pagado los $ 150 mil millones con los cuales la Gobernacin cancelar la deuda a los trabajadores, sta sigue con la responsabi-lidad laboral, no la asumi el Distrito, pero va a servir de intermediario; van a abrir opciones laborales para los que quieran seguir ah, pero con contratos total-mente diferentes.

    Es inocultable su afn de protagonismo y bsque-da de apoyo para su prximo escaln en los puestos del Estado burgus, quiere dejar claro que fue l quien se preocup verdaderamente por este Hospital, insis-te con vehemencia que su objetivo es abrir servicios de salud hospitalarios este ao antes que llegue otro alcalde, porque los candidatos actuales no apoyan la reapertura.

    Insiste que jams se haba llegado tan lejos y ra-tifica la propuesta de las Mesas de Trabajo; anuncia adems poner de nuevo el agua y la luz como derecho fundamental para quienes viven en el Hospital; Mesa para un plan integral diferente a lo laboral: vivienda, jardines infantiles, colegios, trabajo, etc.; cambiar la empresa de seguridad y hacer que el liquidador devuel-va todo lo que se llev.

    Ojo con esto! No hay tal que les preocupe el San Juan de Dios y Materno Infantil, no hay tal que les preocupe la salud de los pobres, no es verdad que les duela la situacin de los trabajadores; aqu buscan es acabar de robarse lo que queda de lo que fueran los inmensos terrenos de la Hacienda la Horta, con el ne-fasto plan de cumplir los proyectos de Ciudad Salud y beneficiar un puado de parsitos que acumulan ri-quezas mientras miles y miles de pobres mueren sin obtener derecho a salud digna. Proyecto impulsado y apoyado desde los Gobiernos Nacional y Distrital.

    Cuidado con esto! les van a hacer conejo a los tra-bajadores y a todo el pueblo; no es un conejo producto de la magia como el que saca el mago de su sombrero; eso es real, si no hay unidad al calor de la lucha para defender como fieras sus derechos; es urgente confor-mar un bloque slido que enfrente al Estado y sus pol-ticas nefastas en materia de salud e impedir que roben a los compaeros del San Juan y Materno; es necesa-ria la solidaridad inmediata con ellos, es vital ahora, que trabajadores de estos y otros hospitales se unan, organicen y luchen con total independencia de los po-litiqueros y del Estado burgus; junto a ellos, usuarios de la salud, habitantes de barrios cercanos, obreros, desplazados, recicladores, vendedores ambulantes, etc., todos unidos para exigir por lo alto. Es necesario quitar el velo que Santos y Petro han querido imponer para cumplir sus nefastos planes; es hora de gritar NO A LAS MESAS DE TRABAJO! NO MAS ENGAOS CON LA FALSA PAZ! SI AL SAN JUAN Y MATERNO PARA LOS POBRES, NO PARA LLENAR LOS BOLSILLOS DE LOS RICACHONES!

    Corresponsal Bogot

    A Camila Abuabara la conden a muerte el rgimen y la

    ejecut el Ministro GaviriaEl Ministro de la muerte, el mismo de una refor-

    ma que quiso acabar con lo poco que queda de la red pblica de salud; el ungido por una rancia estirpe de capitalistas antioqueos; el que puso el gobierno para salvar a los ladrones de la salud como la familia Uribe Moreno, del paraco expresidente Alvaro Uribe Velez. El mismo que hizo todo, tanto por demostrar que la vacu-na contra el Papiloma humano era inofensiva, en inte-rs de los negocios entre el Estado y las farmacuticas, como por evitar que Camila fuera operada y tuviera tratamiento en el extranjero, defendiendo el inters de las EPSs y de todos los comerciantes de la salud en Colombia.

    Ese pigmeo que cumpli su papel de impedir que Camila luchara por sus derechos exigiendo atencin mdica de punta, pese a que todo el sistema acumula tanto capital que miles de personas pudieran seguir su ejemplo sin hacerle ni cosquillas a las enormes ganan-cias que tiene este sistema.

    Muchos tipos de cncer estn asociados al mundo capitalista. Los ricos que tambin lo padecen no tienen el problema de Camila; para ellos su capital es el de-recho de ser atendidos en cualquier parte del mundo. Sobre miles de Camilas pertenecientes a familias tra-bajadoras que no tienen capital recae el principal peso de una enfermedad que podra evitarse en la mayora de los casos e incluso tratarse con tecnologa de punta, si no estuviera de por medio el poder del capital.

    Camila fue una luchadora contra los abusos del sis-tema y nos demostr una vez ms lo inhumano que es este sistema, lo dictador que es su gobierno de turno y lo criminal de su Ministro de Salud. Diversos medios y columnistas exaltan su valor y eso est muy bien, pero callan que es el sistema de salud, el gobierno y en particular el Ministro, quienes la mataron.

    Este gobierno no es el de la prosperidad para todos, sino el cancerbero de la ganancia privada!; no es el de la paz, sino uno ms de guerra contra el pueblo!; no es el del bienestar sino el de la miseria y los falsos positivos! No es el del empleo, sino el del hambre y los despidos! No es el de la equidad, sino el de los grandes negocios capitalistas que someten, arrasan y arruinan por doquier!

    La solucin para la vida y las condiciones dignas de trabajo del pueblo no estn en el capitalismo. Hay que acabar con las ilusiones sembradas por hipcritas de-mcratas burgueses y reformistas, que proponen qui-tar las manzanas podridas del Estado para salvarlo. Esta institucin destinada a oprimir a la mayora, en inters de una delgada capa de explotadores, hiede a mortecina, al igual que todo el sistema de explotacin asalariada.

    Una atencin de punta en salud para el pueblo no es posible en una sociedad oprimida capitalista como Colombia, que tiene a un Estado podrido, un sistema de salud mandado por la ganancia y un gobierno pues-to por y a favor de los grandes monopolios. Se necesita destruir el Estado de los explotadores para derrocar el poder de los capitalistas, instaurar la dictadura del proletariado sobre sus ruinas y construir el socialismo!

  • 02 de Marzo de 2015 Semanario Revolucin Obrera 9

    REESTRUCTURACION

    Los compaeros de la Organizacion Nacional de los Obreros trababajadores de la Floricultura Colombiana (ONOF) hacen una importante denuncia en uno de sus comunicados, en plena antesala del da internacional de la mujer. Distintos cultivos de flores de la sabana de Bogot, en el que principalmente trabajan mujeres (casi en un 60%), estn llevando engaados a trabajar a obreros desde la Costa Atlntica del pas. Bajo pro-mesas de grandes sueldos y excelentes condiciones de trabajo, se trasladan los proletarios desde esas lejanas tierras hasta el interior con el anhelo de encontrar un mejor futuro para ellos y sus familias.

    Pero todo resulta ser un miserable engao. No les dan dotacin, los baos los lavan cada ocho das, no hay tiempo para tomar los alimentos, son sometidos a la ms rigurosa opresin por parte de los patronos a cambio de unas pocas migajas que reciben como salario. Todo un falso positivo en el terreno laboral! Pero no bastando con esta terrible situacin, el Estado burgus, terrateniente y pro imperialista, hace todo lo posible por impedir que los obreros se organicen y luchen. Es as como han sido despedidos varios com-paeros con fuero sindical, entre ellos la compaera Ingrid Aldana, perteneciente a la Junta Nacional de la ONOF, lo que demuestra que el Estado de los ri-cachones, hoy en manos del asesino Santos, es una mquina de opresin poltica y de superexplotacin econmica en manos de los capitalistas. Demuestra que no tiene ninguna consideracin con la terrible si-tuacin de la mujer bajo el capitalismo, pues la some-te a engaos como el sufrido por los trabajadores en su mayora mujeres que viajaron desde la Costa para conseguir una mejor vida; las doblega a punta de lar-gas y extenuantes jornadas laborales; no garantiza su emancipacin de la crianza individual de los hijos ni de las arduas y no pagas tareas del hogar; en fin, bajo el capitalismo, las clases dominantes son un azote que oprime y explota doblemente a la mujer, y por eso deben rebelarse!

    Para enfrentar su situacin pueden tomar el valioso ejemplo de Betsab Espinoza, que en 1920 dirigi la primera huelga hecha por mujeres en Colombia en la fbrica de Tejidos de Bello, hoy Fabricato-Tejicondor. Dicha compaera logr movilizar a ms de 500 mu-jeres proletarias en medio de una sociedad clerical, conservadora y que relegaba a un segundo plano sus reivindicaciones. En esa lucha las mujeres exigieron el despido de dos mandos medios que se sobrepasa-ban con las compaeras, que las dejaran trabajar con alpargatas y no descalzas como lo venan haciendo, un alza salarial y que les redujeran la jornada labo-ral para poder comer en medio de la misma. Como se puede apreciar la situacin no ha cambiado mucho desde esa poca.

    El movimiento sindical necesita encontrar entre las mujeres de los cultivos y de las fbricas a las Mara Cano y Betsab Espinoza de hoy. Para impulsar esto hay que rescatar la independencia de clase del movi-miento sindical, con respecto a la ideologa burguesa, sus partidos y del Estado, pues solo un movimiento sindical revolucionario garantizar la promocin de las mujeres a la direccin y que una vez en ella, las dirigentes puedan trabajar bien, cumpliendo sus fun-ciones en defensa de los derechos de los obreros, lu-chando por la unidad de los sindicatos independientes en federaciones regionales, hacia una Central Sindical Revolucionaria. No puede haber un movimiento sin-dical revolucionario sin combatir la doble opresin y explotacin sobre las mujeres.

    Que la poderosa fuerza de las mujeres se sume con arrojo a reestructurar los sindicatos, a formar nuevos y a luchar por medio de la movilizacin de sus bases, para que el Estado asesino les respete el derecho de asociacin y de huelga. Adelante compaeras!, gra-cias a la poltica de concertacin y conciliacin de los jefes vendeobreros de las centrales obreras, acostum-brados a cabalgar sobre el lomo de las bases luchado-ras y a parlotear como compadres con los patronos y representantes del Estado burgus.

    La Mujer en la Reestructuracindel Movimiento Sindical

    25 de febrero de 1956

    Khruschev: un golpe Revisionista

    En el XX Congreso del Partido Co-munista de la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas (PCUS), el di-rigente revisionista Krushev y su ca-marilla, iniciaron el desmonte de las conquistas del proletariado sovitico mediante su cuidadosa elaboracin oportunista: Estado para todo el pueblo, partido de todo el pueblo, coexistencia pacfica, transicin pacfica y emulacin pacfica, ade-ms de un discurso secreto que no form parte de los informes y re-soluciones oficiales emitidas por l, del cual se distribuyeron copias a las diversas dirigencias regionales del

    PCUS y a algunos gobiernos extran-jeros imperialistas. La intencin era bien clara: Krushev y su camarilla revisionista anunciaban al mundo y a la reaccin mundial, que el pro-letariado en la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas (URSS), perda su correcta direccin proletaria que se haba logrado sostener con mucho sacrificio hasta aquel entonces.

    Uno de los principales blancos de sus ataques fue el gran camarada Sta-lin. En su discurso secreto Krushev us sus mentiras fabricadas, criticas desajustadas y supuestos para des-virtuar de la memoria del proletariado

    mundial a aquel gran dirigente prole-tario y de forma oblicua, desmontar la dictadura del proletariado sovitico. La prfida traicin fue recibida con gran jbilo en los pases imperialis-tas, a la vez que alent a los oportunis-tas a cerrar filas en su nueva cruzada en contra del marxismo leninismo.

    En la ciencia de la revolucin pro-letaria, la dictadura del proletariado es la piedra de toque para diferenciar entre el marxismo y el oportunismo, esta fue la bandera a desmontar por Krushev y su camarilla. Los dos to-dos y las tres pacficas, fueron el embeleco terico que erigieron sobre

  • 10 Semanario Revolucin Obrera 02 de Marzo de 2015

    LUCHA DE MASAS

    Se cumple un ao ms de la ma-sacre perpetrada a once recicladores en la ciudad de Barranquilla (segn cifras oficiales). A manos de las ma-fias de la facultad de medicina de la Universidad Libre de dicha ciudad, los trabajadores del reciclaje termi-naron siendo esqueletos objeto de estudio para estudiantes, una in-famia, que los compaeros han de-nunciado por varios aos, logrando establecer con la movilizacin inde-pendiente, el 1 de Marzo, como Da Nacional del Reciclador.

    Esa lucha ha ido madurando, las experiencias de quienes antes eran perseguidos por indigentes o sucios, se ha transformado en la lucha de quienes hoy mantienen la cadena popular del reciclaje, con-quistando importantes victorias que van desde el reconocimiento a su trabajo, hasta el pago por el mismo. Miles de hermanos recicladores, con sus manos en la basura, limpian las ciudades colombianas y con ello, dan de comer a sus familias. Pero en el capitalismo, cualquier cosa que produzca ganancia, es de inme-diato blanco para los ricos. Y lo que para miles de trabajadores del reci-claje, representa el sustento diario,

    para un puado de explotadores, representa jugosas ganancias.

    As ustedes compaeros recicla-dores, no solo han enfrentado a la sociedad entera, rompiendo con r-tulos, creencias y prejuicios hacia su labor, tambin luchan contra quienes quieren sacarlos del traba-jo, para monopolizar el negocio de las basuras, una fuente de riqueza, que repartida en pocas manos, en-gorda los bolsillos de los poderosos.

    Y no son solo los hijos de Uribe quienes estn detrs de la basura, la empresa privada, har lo imposi-ble por quedarse al mando de este negocio; como tambin lo hace la administracin distrital de turno. Todos, capitalistas y Estado, de-fienden unos mismos intereses, los de los ricos y poderosos, a quienes nada les importa el futuro de ms de 20 mil recicladores de oficio y sus familias.

    A estos monstruos se enfrentan ustedes compaeros, una clase or-ganizada y con poder en el Estado, que ahora los persigue porque el negocio da plata. Por eso no deben quedarse solos. Su lucha hace parte de los combates que las masas en

    MENSAJE A LOS COMPAEROS RECICLADORES

    En conmemoracin del Da Nacional del Reciclador

    SI NO HAY FRONTERAS PARA LOS QUE EXPLOTAN,NO DEBE HABER FRONTERAS PARA LOS QUE LUCHAN!

    Colombia enfrentan por impedir la degradacin fsica y moral de la cla-se obrera, por eso en la medida que los obreros y campesinos avancen en su organizacin y lucha, la de ustedes tambin progresar.

    Han logrado ya ser reconocidos como trabajadores, continan en su lucha por dignificar la labor y man-tenerse en el oficio, ahora la tarea es engrandecer esta pelea, unindo-la a las del pueblo colombiano, para enfrentar como una sola clase, el poder del capital, que arrasa hasta con la basura para saciar su sed de ganancia.

    La conmemoracin de este 1 de Marzo, es una oportunidad ms para avanzar en la unidad de su organizacin y defender lo conquis-tado por medio de la lucha directa; debe ser un da en memoria de los compaeros asesinados y en honor a las heroicas luchas que han libra-do los recicladores, se tracen las ta-reas para continuar defendiendo su oficio y para unir su lucha a la de la clase obrera, para avanzar como un solo pueblo hacia la conquista sus exigencias, bajo la consigna que us-tedes hoy levantan:

    las ruinas del proletariado sovitico. En la prctica su programa fortaleci al imperialismo en uno de sus peores momentos, al desmontar la dictadura del proletariado en la URSS y sabo-tear la unidad internacional de los co-munistas. Para ello confi falsamente y asegur a los comunistas, revolu-cionarios y pueblos de todo el mun-do, que ya no era necesario empuar las armas para emanciparse, porque el imperialismo depondra las armas por su propia voluntad; que no era necesaria la unidad internacional del proletariado, porque poda compro-meter la diplomacia y la coexistencia pacfica imperialista; que no era ne-cesaria la libre cooperacin econmi-ca entre proletarios para producir y

    abolir la propiedad privada, sino por el contrario, bastaban las medidas social imperialistas y el monopolio estatal en la propiedad socializada. Pero aquel burdo zarpazo oportunis-ta no pas indemne para los autnti-cos marxistas leninistas de la poca, tanto dentro como fuera de la URSS. De inmediato su puo se hizo sentir: se organizaron gigantescas moviliza-ciones en contra de las medidas revi-sionistas de la camarilla krushevista dentro de la URSS. En Georgia, ciu-dad natal de Stalin, el pueblo march en defensa del destacado jefe proleta-rio, a nivel internacional, los autn-ticos marxistas iniciaron su batalla en contra del revisionismo moderno, fruto de aquella lucha, se traz una

    rica produccin literaria en el terreno ideolgico en defensa del marxismo leninismo. Las principales elaborado-res fueron del Partido del Trabajo de Albania y el Partido Comunista Chi-no.

    A pesar de la derrota tctica del pro-letariado sovitico y de todo el campo socialista y del retorno de la burguesa al poder, hoy los autnticos marxis-tas, es decir, los marxistas leninistas maostas, comprenden que la historia opera con zigzags y retrocesos, y que para llevar la bandera de la humani-dad a la cima de la montaa, hacia el objetivo final, hace falta traspasar los limites de las banderas dejadas por los comunistas de antao, hace falta lle-gar hasta el comunismo.

  • 02 de Marzo de 2015 Semanario Revolucin Obrera 11

    Compaeros: hace poco fueron despedidos 16 trabajadores de Ba-varia, de los cuales 6 son afiliados a Asotraincerv, acto que atenta direc-tamente contra la manutencin de las familias obreras y contra la orga-nizacin sindical. Este atentado no debe ser considerado como un hecho aislado; hace parte de la forma siste-mtica de actuar de los dueos de las fbricas, bancos, tierras y empresas para asegurar sus multimillonarias ganancias.

    El temor infundido al despedido, no lograr que se acepte la extensin de la jornada de trabajo, la reduccin del salario, la contratacin por inter-mediarios, la imposicin de multas e incluso la retencin de las cesan-tas... Adelante con la organizacin independiente y con la lucha directa! No hay nada que perder! Todo est por ganar!

    Son infames los despidos en Bava-ria, en las petroleras de Campo Ru-biales donde a la fecha son ms de 1.000, en Avianca que el fin de ao fueron 300 y hoy deben ser reinte-grados gracias a la movilizacin y a la lucha directa, en Aceras Paz del Ro donde van 50 y preparan otros 40, en Colfondos donde son ms de 80 despidos que descargan en los hom-bros de quienes laboran el principal peso de la crisis.

    No es una situacin Nacional, es un fenmeno mundial y una actua-cin de la burguesa internacional co-mandada por los imperialistas, don-de por ejemplo, la empresa de origen alemn, Siemens, despedir este ao 2015 a 5.000 de sus obreros en diver-sos pases.

    El despido ataca a todos los tra-bajadores sean o no sindicalizados; en estos das fueron quienes hacen parte del sindicato de temporales de Bavaria, pero una vez se quebrante la resistencia, los capitalistas gene-

    LOS DESPIDOS EN BAVARIA YOTRAS EMPRESAS NO DETENDRN LA LUCHA

    ABAJO LOS DESPIDOS!, ABAJO EL CAPITALISMO! ralizarn an ms esta poltica sin misericordia, pues lo nico que les importa es no reconocer garantas, ni dar estabilidad, ni mejorar las condi-ciones de trabajo Los infames capita-listas tienen su corazn en el bolsillo, por lo nico que sufren es por sus uti-lidades, no por los obreros!

    Compaeros, ante la arremetida de despidos masivos es necesario cerrar filas en la defensa de sus derechos, y para hacerlo hay que fortalecer la organizacin y lucha independientes. En Bavaria implica: 1. Fortalecer la organizacin sindical;

    no dejarse dividir por pequeas diferencias ya que esto solo bene-ficia a los explotadores, quienes se valen de las calumnias y la perse-cucin para quebrantar la resis-tencia.

    2. Continuar luchando ante los despi-dos de hoy y la amenaza de ms a mediano plazo, pues entre menos se responda ms podrn los pa-tronos tener libertad de preparar acciones de mayor envergadura contra los obreros. Hay que mo-vilizarse en las calles, en el inte-rior de la empresa, adelantando acciones jurdicas, etc., adems denunciando por todos los medios posibles, los planes de la empresa.

    3. El fenmeno de los despidos, la subcontratacin y superexplota-cin es poltica respaldada y legis-lada desde el Estado, por esto no es suficiente con una lucha contra la empresa, es necesario hacerlo contra el Estado que representa a todos los patronos y uniendo fuerzas como una sola clase con otras organizaciones sindicales y de masas que sufren los rigores de esta infame ofensiva de los capita-listas. Los obreros y la comunidad son parte de una misma clase que tiene a un enemigo comn, por ese motivo es necesario apoyarse mutuamente.

    4. Organizar a los despedidos y san-cionados. No se puede confiar en que los capitalistas se van a que-dar manicruzados cuando los tra-bajadores estn organizndose para luchar por mejores condicio-nes laborales. La inactividad aca-ba con la combatividad de los tra-bajadores. Es necesario plantear tareas a quienes estn despedidos y a quienes la empresa por diver-sos motivos sanciona, apoyndose en ellos para establecer relaciones con otros sindicatos u organiza-ciones, y no solo dejarlo a una re-lacin escrita, sino prctica.Como ven compaeros, estas ta-

    reas son necesarias y aunque este vo-lante trate principalmente de la situa-cin de los trabajadores de Bavaria, es importante recalcar que son tareas que los dems sindicatos deben llevar a cabo para lograr la defensa de sus derechos, incluyendo la lucha por el reintegro de los despedidos.

    No debemos olvidar que este sis-tema capitalista divide a la sociedad en clases sociales, donde la principal contradiccin es entre el proletariado y la burguesa. Es el proletariado la clase ms numerosa, importante y revolucionaria de la sociedad; su tra-bajo es la fuente de toda la plusvala que ganan los capitalistas. Son los grilletes de la explotacin asalariada los que hay que destruir para acabar definitivamente con los despidos y la explotacin del hombre por el hom-bre. Hay que resistir de manera inde-pendiente y revolucionaria contra la ofensiva de los enemigos de la clase obrera, hay que mejorar la unidad, or-ganizacin y lucha y hacerla una sola a nivel nacional, hay que organizar un Partido poltico de la clase obre-ra, para garantizar la independencia del movimiento en su lucha contra los explotadores y conducir todas las ma-nifestaciones en este enfrentamiento, hacia la toma del poder poltico para los obreros y campesinos, porque solo el socialismo podr garantizar el tra-bajo, la estabilidad y la mejora de las condiciones de vida que los trabaja-dores reclaman.

    Distribuidores de Revolucin Obrera - Voz de los Explotados y Oprimidos

    Contra los despidos, movilizacin y lucha!Los derechos no se mendigan, se conquistan al calor de la lucha organizada!Frente a los abusos del patrn Obreros Unidos, Organizados y Combativos

    Por cada obrero despedido, diez obreros organizados y luchando!Solidaridad con nuestros compaeros despedidos, exigir su inmediato reintegro!

    Adelante clase obrera, adelante con valor, hay que romper las cadenas de este sistema opresor!Abajo el Capitalismo!, Viva el Socialismo!

  • 12 Semanario Revolucin Obrera 02 de Marzo de 2015

    CONSTRUYENDO EL PARTIDO

    La crisis econmica del capitalismo mundial pone al sistema en un callejn sin salida. Las poderosas fuerzas del trabajo social se ven constreidas, crece la miseria de los trabajadores, la especulacin, el des-empleo agravando la crisis social y exacerbando la lucha de clases en todos los pases. La burguesa es incapaz de gobernar las fuerzas econmicas y sociales que se rebelan contra las relaciones de explotacin. La situacin empuja a los trabajadores a tomar las rien-das de la direccin de la sociedad en la perspectiva del socialismo y el comunismo.

    Una magnfica situacin objetiva; sin embargo, tambin la crisis multiplica por cientos las lacras del sistema, como la delincuencia y la prostitucin; des-pierta las pasiones ms bajas mostrando en toda su extensin el avanzado estado de agona de un sistema caduco, que destila podredumbre por todos los poros y exige darle muerte para enterrar con l la contami-nacin.

    Pero la crisis no solo acrecienta el hambre y la mi-seria en la parte de la sociedad trabajadora, sino tam-bin la opresin y la degradacin de la mujer y los ni-os. Es tal la situacin que la burguesa se ve obligada a emprender campaas hipcritas en defensa de las mujeres ante el incremento de la violencia y el mal-trato fsico y sicolgico contra ellas, ya no solo como vctimas de la guerra reaccionaria, sino adems de quemaduras con cido, violacin, asesinato, mercan-tilizacin abierta y disimulada (trata de blancas, por-nografa, concursos), profundizando cada vez ms la gran desigualdad entre el hombre y la mujer. La supuesta igualdad bajo la sociedad burguesa, en estos tiempos se revela como la gran mentira que es, ante la brutal explotacin y opresin, que son centuplicadas para las mujeres y cuya solucin solo es posible con la revolucin socialista del proletariado y la destruccin del sistema capitalista.

    Corresponde a los comunistas entonces elevar an ms el nivel de comprensin frente al problema de la doble explotacin y opresin que soportan las muje-res, pues la revolucin proletaria es inconcebible sin su participacin. No se trata de un problema cualquie-ra, por cuanto es obligacin de los comunistas sin dis-tingos de sexo atraer a la vanguardia a las trabajado-ras, cuya participacin en la vida social y poltica es muy inferior a la de los hombres.

    Y no podrn los comunistas atraer a las mujeres a la lucha revolucionaria si en el seno de la organizacin de vanguardia, en el Partido, se acepta la opresin a la mujer. No es fcil para las mujeres, tener que soportar la doble explotacin y la doble opresin en la sociedad, y adems, encontrar entre sus propios camaradas de

    lucha manifestaciones mezquinas e incluso algunas expresiones de los enemigos.

    En tal sentido debemos librar una batalla contra el machismo, para erradicar no slo el maltrato fsico a las camaradas, sino todo asomo de maltrato verbal y sicolgico, donde el machismo en ocasiones se disfra-za de arrogancia, engreimiento, jactancia, autosatis-faccin, presuncin entre los comunistas, defectos to-dos que por enseanza de la Internacional Comunista, exigen su derrota como condicin para la bolcheviza-cin del partido.

    Debemos elevar la conciencia sobre la situacin y el papel de la mujer en la transformacin de la sociedad, haciendo que nuestros camaradas comprendan que la lucha contra el machismo es permanente porque obstruye, minimiza e impide ese papel; y que solo as podremos garantizarles a las mujeres las condiciones para que engrosen las filas de la Unin, del Partido y se formen como cuadros dirigentes de la revolucin.

    No basta con echar races en el proletariado indus-trial; para hacer invencible nuestra causa tambin debemos atraer a las mujeres a la vanguardia, com-prometerlas; tal compromiso le da a la organizacin del Partido una singular firmeza; un alto espritu de autosacrificio, deca la Internacional Comunista; una capacidad singular para recoger el sentimiento de las masas; un sentido especial para hacer y ordenar las cosas; cualidades difciles de encontrar en los camara-das hombres y muy naturales en nuestras camaradas.

    Tales razones inspiraron a la X Asamblea de la Unin Obrera Comunista (mlm) para lanzarse a desa-rrollar un Segundo Movimiento Contra las Manifes-taciones de Opresin a la Mujer en Nuestras Filas.

    Un movimiento ideolgico que se propone de-nunciar las manifestaciones concretas de opresin a las camaradas, confrontar ideolgicamente tales ma-nifestaciones y elevar la conciencia comunista frente a este problema decisivo de la revolucin proletaria. Un movimiento para aprehender la esencia ms pro-funda de por qu los comunistas, siendo enemigos de toda forma de opresin y explotacin, deben figurar en la vanguardia de la lucha contra la opresin de la mujer y, especialmente, porque sin la participacin de las mujeres no habr Partido ni Revolucin. Un movi-miento para atraer a las mujeres de vanguardia a la gran tarea de preparar el Congreso que dote a la clase obrera de su Partido poltico independiente, el instru-mento estratgico imprescindible para el triunfo de la revolucin socialista.

    Hay mucho por decir a este respecto y por ello po-nemos esta tribuna de denuncia y esclarecimiento a disposicin de las mujeres y los hombres comprometi-dos en acercar el da de la victoria.

    Un Segundo Movimiento Para Atraera las Mujeres de Vanguardia

  • 02 de Marzo de 2015 Semanario Revolucin Obrera 13

  • 14 Semanario Revolucin Obrera 02 de Marzo de 2015Los camaradas de la Unin de Comunistas Revolucionarios de Chile, subtitularon al espaol una de las ms impor-

    tantes pelculas de la revolucin cultural China. Dicha obra es monumental y para su poca fue todo un despliegue de perfeccin y brillantez en escena.

    El que observa el filme puede ver reflejada la alegra de los artistas, la perfeccin de sus movimientos, la significa-cin de cada escena donde se enaltece a los obreros y campesinos, el papel dirigente del partido y la direccin revolu-cionaria encabezada por Mao Tse Tung.

    Los camaradas nos hacen una resea ms detallada de tan magnfica pelcula, hecha en los mejores aos de la re-volucin y que de seguro servir para ilustrar a diversas generaciones de lo que pudo hacer el proletariado en el poder y hasta donde lleg la madurez de sus expresiones artsticas.

    22 DE ENERO DE 2015

    El oriente es rojo (historia de la Revolucin China)Publicado por Jose Luis ForneoTtulo: El Oriente es RojoDirector: Wang PoingDuracin: 1h 57 min.Produccin: 1 de Agosto y Estudios Cinematogrficos de PeknPas: ChinaAo: 1965

    El Oriente es Rojo es un espectculo pico de cantos y danzas que narra la Revolucin China, creado para cele-brar el XV aniversario de la fundacin de la RPCh. Esta obra compuesta en forma colectiva, incorpora un sinfn de novedades relacionadas con la literatura, el canto potico, la msica, la danza, la iluminacin, el sonido, etc. Du-rante los 40 aos transcurridos desde su creacin, no ha habido artista que no haya intentado superar esta obra, pero ninguno lo ha conseguido.

    El Oriente es Rojo cont con 3.000 ejecutantes que a travs de coros, solos y danzas rememoran a grandes ras-gos la evolucin del pueblo chino desde la fundacin del Partido Comunista en 1921 hasta el momento de su reali-zacin, en plena Revolucin Cultural maoista.

    Se puso en escena durante la celebracin del decimo-quinto aniversario de la fundacin de la RPC el 1 de oc-tubre de 1964. Las primeras 14 representaciones que se llevaron a cabo en el auditorio principal del Gran Palacio del Pueblo con capacidad de ms de 10.000 personas fue-ron presenciadas por un total de 150.000 espectadores, entre los cuales se encontraban 3.000 invitados extranje-ros de cinco continentes. Muchos millones ms pudieron apreciarlo por televisin.

    Este espectculo, que consta de ocho actos, sintetiza la lucha del pueblo chino bajo la direccin del Partido Co-munista y refleja la aplicacin exitosa y creadora del Mar-xismo-Leninismo a la Revolucin China por el Presidente Mao, cuyos pensamientos estn presentes de comienzo a fin del espectculo.

    El Oriente es Rojo hace pleno uso de la msica y la danza que han venido desarrollndose durante las pasa-das etapas revolucionarias y las eleva a un nivel digno del tema central. Para cada componente, se seleccionaron como motivo principal las canciones revolucionarias ms en boga de la poca.

    El ttulo del espctaculo es el del himno de la Repblica Popular China durante la Revolucin Cultural. La letra de la cancin fue atribuida a Lo Youyuan, un agricultor del norte de Shaanxi, quien al parecer se inspir al ver el sol levantarse en la maana de un da soleado. La meloda se deriv de una cancin popular local.

    Debido a su asociacin con la Revolucin Cultural, la cancin se escuch rara vez con la subida de Deng Xiao-ping a finales de 1970, con el triunfo del revisionismo en China.

    La letra del himno, El Oriente es rojo, en el que se ins-pir la obra, es la siguiente:

    EL ORIENTE ES ROJOEl oriente es rojo, el sol est saliendo.China ha dado lugar a un Mao Zedong.l trabaja para el bienestar de la gente.Hurra, l es el salvador del pueblo es genial!

    El Presidente Mao ama al pueblo.l es nuestro guaPara construir una nueva China.Hurra, que nos lleva hacia adelante!

    El Partido Comunista es como el sol.Dondequiera que brilla, llega la luz.Dondequiera que haya un Partido Comunista,Hurra, que la gente es liberada!

    Pelcula tomada de La espina rojahttps://www.youtube.com/watch?v=bK4p5JroLTU

  • 02 de Marzo de 2015 Semanario Revolucin Obrera 15

    Con ocasin del Da Internacional de la Mujer, la Unin Obrera Comunista (marxista leninista maosta), al analizar la situacin de la mujer y la necesidad de su emancipacin, declara:

    1. La opresin de la mujer tuvo su origen, al igual que el Estado, en el surgimiento de la propiedad privada, pues la propiedad privada fue la causa del derrocamiento del derecho materno, la gran derrota del sexo femenino en todo el mundo. El hombre empu tambin las riendas en la casa; la mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproduccin, como lo dice con toda exactitud Engels.

    2. En cada formacin econmica social, la condicin de la mujer se sustenta en las relaciones de propiedad, en la forma de propiedad que se ejerce sobre los medios de produccin y en las relaciones sociales de produccin que sobre aquellas se levantan. En todas las formaciones econmicas sociales basadas en la propiedad privada (el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo) la situacin de la mujer ha sido de opresin.

    3. El capitalismo, la sociedad burguesa, basada en la propiedad privada, no da a la mujer la emancipacin, sino nicamente la igualdad formal, jurdica. Lo que s logra es crear las condiciones para que, con el triunfo del movimiento obrero, con el socialismo, las mujeres conquisten su emancipacin. De un lado, la incorporacin masiva de las mujeres a la produccin, hace que en su inmensa mayora se conviertan en obreras iguales a los obreros en la fbrica y en el movimiento obrero, en parte inseparable del movimiento ms revolucionario y emancipador que ha conocido la humanidad. De otro lado, la conquista de la igualdad formal, jurdica hace ms palpable la desigualdad real, pues el capitalismo no exonera a las mujeres de su condicin de esclavas domsticas, implantando una doble opresin y doble explotacin: la marital y la del burgus.

    4. En todas las luchas de las clases oprimidas las mujeres han participado decididamente, hasta tal punto que, segn Marx: Cualquiera que conozca algo de historia sabe que los grandes cambios sociales son imposibles sin el fermento femenino. Por consiguiente, el triunfo de la revolucin proletaria es inconcebible sin la participacin de la mujer. La experiencia de todos los movimientos liberadores confirma que el xito de la revolucin depende del grado en que participen las mujeres, al decir de Lenin.

    5. La lucha por la emancipacin completa de la mujer es parte del movimiento obrero y slo se hace realidad, como lo ha comprobado la experiencia, en el socialismo. La manumisin de la mujer exige, como condicin primera, la reincorporacin de todo el sexo femenino a la industria social, lo que a su vez requiere que se suprima la familia individual como unidad

    DECLARACION DE LA UNION OBRERA COMUNISTA (MLM) SOBRE LA SITUACION Y EMANCIPACION DE LA MUJER

    econmica de la sociedad, deca Engels. O como lo expresara Mao Tse-tung: La verdadera igualdad entre el hombre y la mujer solo puede alcanzarse en el proceso de la transformacin socialista en su conjunto.

    6. De todo lo anterior se deduce que debemos prestar atencin especial, preferencial, a atraer a las mujeres proletarias (no solo a las obreras, sino incluso a las proletarias que no estn en la produccin de mercancas) para que participen hombro a hombro, con los compaeros en todas las luchas del movimiento obrero.

    Prestar atencin especial es tener en cuenta la situacin especial de la mujer, sus reivindicaciones, su falta de igualdad real. Segn la orientacin de Lenin: Debemos educar a las mujeres que hayamos podido sacar de la pasividad, debemos reclutarlas y armarlas para la lucha, no slo a las proletarias que trabajan en las fbricas o se afanan en el hogar, sino tambin a las campesinas, a las mujeres de las distintas capas de la pequea burguesa. Ellas tambin son vctimas del capitalismo.

    7. Por tanto, es obligacin de los marxistas leninistas maostas, sin distingo de sexo, levantar la bandera de la emancipacin de la mujer. La propaganda y la agitacin sobre la emancipacin de la mujer, as como la labor en torno a su organizacin deben figurar en todos los planes, tareas y actividades de los comunistas.

    8. Igualmente, es obligatorio luchar contra las ideas burguesas en nuestras propias filas respecto a la situacin de la mujer, sobre todo las ideas que pretenden que basta con la igualdad jurdica, formal, que se alcanza en el capitalismo, porque esto es, de hecho, una forma de alabar y embellecer el capitalismo. As mismo, debemos luchar contra las ideas y prcticas de menosprecio a nuestras compaeras y camaradas.

    9. Toda nuestra posicin con respecto a la situacin de la mujer y a su emancipacin se resumen en las consignas del dirigente obrero alemn Augusto Bebel: La mujer y el trabajador tienen en comn su condicin de oprimidos!, La emancipacin de las mujeres forma parte de la liberacin del proletariado!

    El progreso social puede medirse exactamente por la posicin social del sexo

    femeninoCarlos Marx

    Comit EjecutivoUnin Obrera Comunista (marxista leninista maosta)Colombia, 8 de Marzo de 2000