Señales Tempranas Del Autismo

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E l Centro para el Control y Preven- ción de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estima que 1 de cada 88 niños es diagnosticado con un trastorno del espectro autista (TEA) y cada vez más niños (un 18%) son diagnosticados antes de cumplir los tres años. Sin embargo, el CDC indica que la mayoría de los niños no se diagnostica hasta que ya tie- nen entre 4 y 6 años, una edad que ya no es la óptima para iniciar los servicios de intervención temprana. No obstante, estudios más recientes indican que los padres de niños diagnosticados con TEA sospechan algún problema antes del primer año. Incluso notan deficiencias en las áreas de comunicación, socialización y habili- dades motrices finas desde los 6 meses edad, según el CDC. SEÑALES DE ALARMA Entonces, como padre de familia, ¿qué puede hacer para detectar estas deficiencias lo antes posible? He aquí hay 8 “señales de alarma” que le pueden ayudar a identificar la posibilidad de autismo en un infante: n Comienza a sonreír tarde o no sonríe mucho. n Los infantes empiezan a sonreír en sus prim- eros meses de vida. n Raras veces hace contacto visual con los demás. Por lo general, los niños empie- zan a hacer contacto visual entre los dos y cuatro meses. n No gira la cabeza hacia la persona que lo llama por su nombre. n Esto se desarrolla entre los ocho y diez meses. n Cuando le dicen “Mira esto,” no se no se vol- tea ni mira el objeto. Esto debe ocurrir entre los diez y 12 meses. n No apunta a objetos ni personas. Los niños empiezan a señalar entre los 12 y 14 meses. n No balbucea. El balbuceo debe comenzar a los seis meses de edad e irse volviendo más complejo, con más cantidad de sílabas entre los ocho y diez meses. n Demuestra movimientos inusuales, tales como aletear con las manos, dar vueltas, gol- pear o jugar con el mismo juguete de una manera extraña o repetitiva. n No explora su ambiente con curiosidad o interés. INTERVENCIÓN TEMPRANA La Academia Americana de Pediatría reco- mienda que se examine si el niño sufre de autismo entre los 18 y 24 meses de edad, o cuando un padre o proveedor tiene un motivo de preocupación. Conocer estas señales puede ayudarle a detectar algún problema y allanar el camino para un diagnóstico y una intervención tempranos. La intervención temprana, incluso para los infantes, ofrece muchos beneficios, como por ejemplo: n Las conexiones neuronales, que forman la base del aprendizaje, el comportamiento y la salud, son más flexibles durante los tres primeros años de vida. Por lo tanto, entre más temprana la intervención, más eficaz será para el niño (www.nectac.org). n Un terapeuta servirá como entrenador para ayudar al niño a aprender a comunicarse de una forma funcional. n Los padres aprenderán a identificar estrate- gias dentro de las rutinas cotidianas que pueden usar para mejorar la comunicación. n Usted puede ayudar al niño a desarrollar habilidades de socialización y a formar rel- aciones positivas con los demás. La social- izacion afecta el desarollo cognitivo y del lenguaje (www.nectac.org). CONSIDERACIONES ADICIONALES Si su hijo es diagnosticado con algún trastorno del espectro autista, considere lo siguiente: n Consulte a un pediatra del desarrollo que se especialice en niños con autismo. n Si no está de acuerdo con el mandato de servicios (la cantidad de terapia) y cree que el niño se puede beneficiar de un aumento en servicios, hable con sus terapeutas, ya que ellos pueden someter una carta de jus- tificación, al menos tres meses después de que los servicios hayan comenzado, para solicitar sesiones semanales adicionales. n Si no está satisfecho con la evaluación psicológica, tiene derecho a una segunda opinión. n Tras el diagnóstico, el niño debe ser elegible automáticamente para un análisis de com- portamiento aplicado (ABA, por sus siglas en inglés): servicios que se concentran en el comportamiento y que pueden tomar de 10 a 20 horas semanales, dependiendo de las necesidades del niño. n Los servicios de ABA se inician en casa, pero con el tiempo se pueden llevar a cabo en la escuela, si el niño es elegible. n Hay trastornos del procesamiento sensorial (TPS) que suelen coexistir con el autismo y los terapeutas ocupacionales pueden ense- ñarle cómo hacer que el niño se sienta lo más cómodo posible. n Si el niño tiene algún TPS, puede que tam- bién sea muy “exigente” o “selectivo” con su alimentación; los terapeutas ocupacionales y del habla se pueden encargar de este asunto. La información en esta hoja informativa fue sumi- nistrada por Darlida Ospina-Arenas, MS, CCC-SLP, TSSLD, terapeuta de lenguaje bilingüe y evaluadora en Queens, N.Y. HOJA INFORMATIVA PARA EL PACIENTE Señales Tempranas de Autismo DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Esta hoja informativa es solamente una guía general para los pacientes. Si usted tiene preguntas específicas, asegúrese de discutirlas con su médico. © 2014 MERION MATTERS www.advanceweb.com

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Señales tempranas del autismo

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El Centro para el Control y Preven-ción de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estima que 1 de cada 88 niños es diagnosticado con un

trastorno del espectro autista (TEA) y cada vez más niños (un 18%) son diagnosticados antes de cumplir los tres años.

Sin embargo, el CDC indica que la mayoría de los niños no se diagnostica hasta que ya tie-nen entre 4 y 6 años, una edad que ya no es la óptima para iniciar los servicios de intervención temprana. No obstante, estudios más recientes indican que los padres de niños diagnosticados con TEA sospechan algún problema antes del primer año. Incluso notan deficiencias en las áreas de comunicación, socialización y habili-dades motrices finas desde los 6 meses edad, según el CDC.

SEÑALES DE ALARMA Entonces, como padre de familia, ¿qué puede hacer para detectar estas deficiencias lo antes posible? He aquí hay 8 “señales de alarma” que le pueden ayudar a identificar la posibilidad de autismo en un infante:

n Comienza a sonreír tarde o no sonríe mucho.

n Los infantes empiezan a sonreír en sus prim-eros meses de vida.

n Raras veces hace contacto visual con los demás. Por lo general, los niños empie-zan a hacer contacto visual entre los dos y cuatro meses.

n No gira la cabeza hacia la persona que lo llama por su nombre.

n Esto se desarrolla entre los ocho y diez meses.

n Cuando le dicen “Mira esto,” no se no se vol-tea ni mira el objeto. Esto debe ocurrir entre los diez y 12 meses.

n No apunta a objetos ni personas. Los niños empiezan a señalar entre los 12 y 14 meses.

n No balbucea. El balbuceo debe comenzar a los seis meses de edad e irse volviendo más complejo, con más cantidad de sílabas entre los ocho y diez meses.

n Demuestra movimientos inusuales, tales como aletear con las manos, dar vueltas, gol-pear o jugar con el mismo juguete de una manera extraña o repetitiva.

n No explora su ambiente con curiosidad o interés.

INTERVENCIÓN TEMPRANA La Academia Americana de Pediatría reco-mienda que se examine si el niño sufre de autismo entre los 18 y 24 meses de edad, o cuando un padre o proveedor tiene un motivo de preocupación. Conocer estas señales puede ayudarle a detectar algún problema y allanar el camino para un diagnóstico y una intervención tempranos. La intervención temprana, incluso para los infantes, ofrece muchos beneficios, como por ejemplo:

n Las conexiones neuronales, que forman la base del aprendizaje, el comportamiento y la salud, son más flexibles durante los tres primeros años de vida. Por lo tanto, entre más temprana la intervención, más eficaz será para el niño (www.nectac.org).

n Un terapeuta servirá como entrenador para ayudar al niño a aprender a comunicarse de una forma funcional.

n Los padres aprenderán a identificar estrate-gias dentro de las rutinas cotidianas que pueden usar para mejorar la comunicación.

n Usted puede ayudar al niño a desarrollar habilidades de socialización y a formar rel-

aciones positivas con los demás. La social-izacion afecta el desarollo cognitivo y del lenguaje (www.nectac.org).

CONSIDERACIONES ADICIONALES Si su hijo es diagnosticado con algún trastorno del espectro autista, considere lo siguiente:

n Consulte a un pediatra del desarrollo que se especialice en niños con autismo.

n Si no está de acuerdo con el mandato de servicios (la cantidad de terapia) y cree que el niño se puede beneficiar de un aumento en servicios, hable con sus terapeutas, ya que ellos pueden someter una carta de jus-tificación, al menos tres meses después de que los servicios hayan comenzado, para solicitar sesiones semanales adicionales.

n Si no está satisfecho con la evaluación psicológica, tiene derecho a una segunda opinión.

n Tras el diagnóstico, el niño debe ser elegible automáticamente para un análisis de com-portamiento aplicado (ABA, por sus siglas en inglés): servicios que se concentran en el comportamiento y que pueden tomar de 10 a 20 horas semanales, dependiendo de las necesidades del niño.

n Los servicios de ABA se inician en casa, pero con el tiempo se pueden llevar a cabo en la escuela, si el niño es elegible.

n Hay trastornos del procesamiento sensorial (TPS) que suelen coexistir con el autismo y los terapeutas ocupacionales pueden ense-ñarle cómo hacer que el niño se sienta lo más cómodo posible.

n Si el niño tiene algún TPS, puede que tam-bién sea muy “exigente” o “selectivo” con su alimentación; los terapeutas ocupacionales y del habla se pueden encargar de este asunto.

La información en esta hoja informativa fue sumi-nistrada por Darlida Ospina-Arenas, MS, CCC-SLP, TSSLD, terapeuta de lenguaje bilingüe y evaluadora en Queens, N.Y.

HOJA INFORMATIVA PARA EL PACIENTE

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DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Esta hoja informativa es solamente una guía general para los pacientes. Si usted tiene preguntas específicas, asegúrese de discutirlas con su médico. © 2014 MERION MATTERS

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