Ser

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SER - HACER - TENER ( EL MAYOR SECRETO DE LA VIDA ) Saber no sigue a la experiencia sino que la precede. En esto la mitad del mundo entiende lo contrario. Para " saber que sabes, actúa como si supieras ". Casi toda la gente cree que si " tiene " alguna cosa, puede finalmente " hacer " algo, lo que le permitirá " ser " algo. En realidad están invirtiendo el paradigma Ser - Hacer - Tener. En el universo como es en realidad, " el tener " no produce " ser ", sino todo l contrario. Primero eres ese algo llamado " feliz " ( o " conocedo " o " sabio " o " compasivo " o cualquier otra cosa ), luego empiezas a " hacer " las cosas desde este punto de ser y pronto descubres que lo que estás haciendo termina proporcionándote las cosas que siempre deseast " tener ". La manera de poner en movimiento este proceso creativo ( y eso es lo que es el proceso de la creación) es saber lo que deseas " tener ", preguntarte lo que piensas que " serías " si " tuvieras " eso y, en seguida, ir directamente a ser. De esta manera, inviertes la forma en que has utilizado el paradigma Ser - Hacer - Tener, lo estableces correctamente y trabajas con la fuerza creativa del universo, en lugar de contra ella. Esta es una forma resumida de expresar este principio : En la vida no tienes que hacer nada. Todo es cuestión de lo que estás siendo. Decidir con anticipación lo que eliges ser produce eso en tu experiencia. La felicidad es un estado mental. Al igual que todos los estados mentales,

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SER - HACER - TENER

( EL MAYOR SECRETO DE LA

VIDA )  

  

Saber no sigue a la experiencia sino que la precede.

En esto la mitad del mundo entiende lo contrario.

Para " saber que sabes, actúa como si supieras ".

Casi toda la gente cree que si " tiene " alguna cosa, puede finalmente " hacer " algo, lo que le permitirá " ser " algo. En realidad están invirtiendo el paradigma Ser - Hacer - Tener. En el universo como es en realidad, " el tener " no produce " ser ", sino todo lo contrario.

Primero eres ese algo llamado " feliz " ( o " conocedor " o " sabio " o " compasivo " o cualquier otra cosa ), luego empiezas a  " hacer " las cosas desde este punto de ser y pronto descubres que lo que estás haciendo termina proporcionándote las cosas que siempre deseaste " tener ".

La manera de poner en movimiento este proceso creativo ( y eso es lo que es el proceso de la creación) es saber lo que deseas " tener ", preguntarte lo que piensas que " serías " si " tuvieras " eso y, en seguida, ir directamente a ser.

De esta manera, inviertes la forma en que has utilizado el paradigma Ser -

Hacer - Tener, lo estableces correctamente y trabajas con la fuerza creativa del universo, en lugar de contra ella.

Esta es una forma resumida de expresar este principio :

En la vida no tienes que hacer nada.

Todo es cuestión de lo que estás siendo.

Decidir con anticipación lo que eliges ser produce eso en tu experiencia. La felicidad es un estado mental. Al igual que todos los estados mentales, se reproduce en forma física.

" Todos los estados mentales se reproducen a sí mismos "

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Actúa como si lo tuvieras y atraerás la felicidad hacia ti.

Lo que actúas como si lo fueras, en eso te conviertes.

Sin embargo, todo lo que hagas, hazlo con sinceridad o se perderá el beneficio de la acción.

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SER, SABER, TENER Y HACER 

Este es un pequeño ensayo que surge de una reflexión personal acerca de "SER, SABER, HACER Y TENER". 

Muchas veces he oído decir que el orden de prioridades es ser, saber, hacer y tener. 

Otros piensan, contrariamente, que primero es necesario tener, para después hacer, saber y luego ser.

Estas dos tendencias de pensamiento han estado siempre en conflicto. 

Sin embargo, yo escucho en lo profundo de mis pensamientos y en el silencio de mis meditaciones lo siguiente: 

El ser dice: sin mí nada se puede saber, hacer ni tener. 

El saber dice: sin mí nada se puede ser, hacer ni tener. 

El hacer dice: sin mí nada se puede ser, saber ni tener. 

El tener dice: sin mí nada se puede ser, saber ni hacer. 

Y descubro que los cuatro están en lo cierto. 

Dijo el ser: sin saber, ni hacer ni tener nada SOY. 

Dijo el saber: sin ser, ni hacer ni tener, nada SE. 

Dijo el hacer: sin ser ni saber, ni tener nada HAGO. 

Dijo el tener: sin ser ni saber, ni hacer nada TENGO. 

Ser, saber, tener y hacer son como "los famosos mosqueteros" y ninguno está por encima del otro: 

"Uno para todos y todos para uno" 

Ser, saber, tener y hacer son como cuatro cuartos de un círculo giratorio, ninguno está arriba o abajo en alguna escala de valores. No podemos valorar al ser más que el saber, el hacer y el tener por los siguientes sencillos motivos: 

Para ser hay que saber que se es, de lo contrario sin saber que uno es, nada es y por consiguiente nada hace. 

Para ser hay que hacer algo, porque si no hago nada, aunque sea alguien es como si no lo fuera. 

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Para ser hay que tener (tanto elementos espirituales como físicos) pues el que no tiene nada, nada es. 

Se pueden sub-clasificar al ser, saber, hacer y tener en dos aspectos: internos y externos cada uno quedando así: 

1) “Tener interno" (emociones, pensamientos, deseos, carácter, atributos, cualidades, etc.) y "tener externo" (posesiones materiales, dinero, vestimenta, casa, etc.). 

2) "saber interno" (intuición, conciencia original, automatismos, etc.) y "saber externo" (erudición, técnicas, doctorados, etc.). 

3) "ser interno" (un hijo de Dios, un ser humano, un hombre, una mujer) y "ser externo" (un médico, un profesional, un técnico, un maestro, un barrendero, etc.). 

4) "hacer interno" (pensar, calcular, planear, recordar, meditar, reflexionar, deducir, razonar, sentir, intuir, etc.) y "hacer externo" (correr, saltar, cocinar, dibujar, fabricar, etc.). 

La conclusión es que no existe un orden rígido de prioridades, como siempre se ha creído en defensa o condena de pobres y ricos; de sabios e ignorantes o de competentes e incompetentes. 

Por lo general se suele subestimar al que "tiene para ser", al que "hace para saber" y peor aún, al que "hace para tener" o por otro lado al que "no tiene por no ser o por no hacer" . 

Más bien es "una rueda dinámica giratoria en forma de espiral ascendente" en donde por momentos el orden es ser, saber, hacer, tener, otras veces vemos que está el hacer, luego el saber, luego el tener, luego el ser; en otras ocasiones está el tener, luego el hacer, el ser y finalmente el saber.

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En el artículo de hoy quiero hablarte de tener la razón, especialmente en una situación de conflicto. Así que supón que he discutido con alguien, estoy enfadado y en conflicto con esa persona y además yo tengo la razón. Fíjate que digo que tengo “la razón” y no “mis razones” lo cual significa que razón sólo hay una, y además la tengo yo. Y si la tengo yo no la puede tener la otra parte, así que el otro está equivocado.Otra cosa que quiero tener en cuenta es cómo me está afectando la situación conflictiva. En hecho que yo esté en conflicto con la otra persona, ¿me incomoda o me hace sufrir de alguna forma? Para responder a esta pregunta vale la pena ser muy honesto con uno mismo. Yo no sé qué te pasa a ti, pero a mi, los conflictos con las personas me incomodan mucho, y especialmente si el conflicto es con alguna persona que es importante y valiosa para mi. Pero el hecho que me me haga sufrirno hace cambiar el hecho que yo tengo razón y el otro no. Eso yo no puedo cambiarlo, así que, aunque me resulte incómodo me tendré que acostumbrar a eso.¿Te das cuenta de lo que me está pasando? La única manera que el conflicto se solucione es que la otra persona reconozca su error. Mientras eso no pase, yo no podré hacer nada y por lo tanto, yo continuaré sufriendo por ello. Tener la razón supone dejar en manos del otro que yo deje de sufrir. Así que, tener la razón meencadena a la situación problemática o lo dejaen manos de otro. Así que se me plantea el siguiente dilema: ¿quiero tener razón o seguir sufriendo?, o como dice el título del post “¿Quiero tener razón o ser feliz? porque las dos cosas al mismo tiempo es imposible”.Ahora es tu turno. Recuerda una situación conflictiva con alguien importante, ya sea en el entorno laboral como en el personal. ¿Que elijes, tener razón o ser feliz?…Si has escogido ser feliz, te animo a que continúes leyendo el artículo. Y también puede ser que hayas pensado algo así como: – Claro que quiero ser feliz,  pero también tengo unos principios y una dignidad. Así que elijo seguir teniendo razón a costa de mi felicidad. Si éste es tu caso entonces también te sugiero que continúes leyendo porque, a continuación, podrás encontrar el tesoro que se esconde tras la actitud de tener la razón y eso te permitirá encontrar alternativas que te permitirán ser feliz. ¿Me acompañas?

En la resistencia a dejar de tener la razón hay algo muy valioso que hay que preservarEs posible que estés pensando que ves que no es muy práctico apegarse a tener la razón, o que tiene un coste muy alto, pero dejar de tener la razón te rebela. Así que, lo que te propongo es que indaguemos juntos qué puede haber de valioso en esa resistencia.Lo primero que constato es que en esta actitud he invertido mucho tiempo y energía. Si ahora abandono esta postura, es como si tirara por la borda todo ese tiempo, energía y sufrimiento que he invertido manteniéndome firme en esa actitud. Lo que yo creo es que, si he invertido tanto, tiene que haber algo valioso ¿Qué puede ser eso tan precioso ?Indagar es la clave del asunto, porque tras esa actitud de resistencia hay unas necesidades y valores universales muy importantes y valiosos que quiero preservar. Si pienso en mi caso, me resisto a dejar de tener la razón porque cuando la otra parte ha actuado de una determinada manera yo me he sentido mal porque para mi son muy importantes y valiosos valores como la generosidad, el compañerismo, el cuidado del otro, la empatía y la coherencia. “Tengo razón” porque esos valores no están presentes y son muy importantes para mi y quiero ser consecuente con ellos.Ahora te toca a ti: ¿cuales son los valores y necesidades universales que son vitales para ti que te han faltado en esa situación de conflicto? Aquí te adjunto una lista para que indagues sobre ello y hagas una lista de aquellos que más te resuenen en esa situación de conflicto. (Listado de necesidades y valores universales)Una vez tengas tu lista, vale la pena que anotes esos valores y necesidades universales y le dediques tu máxima atención. Se trata que los leas lentamente, dejando sentir la importancia que tienen para ti. Te recomiendo que lo hagas sin prisas, dándote el permisopara sentir en tu cuerpo lo valiosos que son para ti. Se trata de que los honresdedicándoles el tiempo que se merecen, porque son muy importantes para ti.

El descubrimiento.

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Para mi, descubrir que tras esa actitud de aferrarse a la razón hay valores y necesidades universales tan bellos y valiosos me da claridaden dos cosas. La primera es que ahora puedoentender porqué he invertido tanto tiempo y energía en esa actitud. La segunda, que curiosamente, saberlo me ayuda a dejarlo ir. Me explico mejor: el haber hecho este descubrimiento me da el permiso para librarme de ello porque había un mensaje pendiente que tenía que llegar. Ahora ya ha llegado y el mensajero se puede ir. Ahora sí que puedo dejar de tener la razón con la tranquilidad y la satisfacción que el mensajero ha cumplido su misión. Ya no hace falta que se quede. Si pudiera hablar con esa parte de mi que “quiere tener la razón” le diría:- Ahora ya sé cuales son los valores y las necesidades universales que son vitales para mi.  Por eso quiero decirte que estoy profundamente agradecido con el regalo que me has traído. Ahora que ya has cumplido tu misión, puedes irte. Me has sido muy útil y ahora es mejor que te vayas. ¡Gracias y adiós!

Los pasos siguientes: ponerse en acción.Bueno, ahora que me doy el permiso para dejar atrás el “tener la razón”, me quedo con una situación incómoda pendiente de gestionar, porque, si ya no tengo la necesidad de tener la razón, ya no hay nada que me impida hacer cosas que solucionen el conflicto, que es lo que me provoca la incomodidad y mi sufrimiento. Ahora bien, aunque el mensajero se ha ido me ha dejado algo que tengo que preservar: los valores y necesidades universales que he descubierto que son valiosos para mí. Esto no es negociable.Así que decido avanzar en la gestión del conflicto y quiero hacerlo de forma honesta y transparente, hablando desde lo que es esencial para mi, que son mis valores y también lo significativo que es la relación con esa persona. Ahora ya no tengo la necesidad de culpar a la otra parte por su forma de actuar porque ya he superado el resentimiento (el resentimiento, la emoción del esclavo ). Se me ocurre que podría decir algo así como:- Cuando hiciste aquello, me enfadé mucho, porque para mi es muy importante y valioso la generosidad, el compañerismo, el cuidado del otro y la empatía. En ese momento lo necesitaba y no lo supe encontrar. También quiero decirte que me importa mucho nuestra amistad así que me gustaría saber qué te está pasando ahora al decirte esto.

Esto sería una manera de comenzar un diálogo en el que expreso la importancia de mis valores y necesidades y también, lo que significa para mi la relación, por lo que me intereso acerca de cómo impacta eso que estoy expresando en la otra persona. Quiero expresar mis necesidades y escuchar de forma empática para ver si es posible restablecer esa conexión perdida, todo dentro de unos límites. Es establecer una comunicación en la que yo soy importante y el otro es también importante: yo me veo y considero mis necesidades legítimas, y también veo al otro como alguien legítimo y desde ahí buscaremos estrategias y comportamientos que puedan funcionar para ambos.

ConclusionesBonito viaje el que hemos hecho juntos, ¿no te parece? Hemos visto que, en una situación de conflicto, hay que escoger entre tener la razón o ser feliz: las dos cosas no se pueden tener al mismo tiempo. Y también hemos visto que en la actitud de tener la razón se esconde un precioso diamante que hay que saber tallar: las necesidades y valores universales que son valiosas para mi. El “querer tener la razón” es un mensajero que me trae este mensaje. Hay que saber escucharlo y recoger el mensaje para que se pueda ir. Entonces ya nos podemos liberar de las cadenas que suponen el “tener la razón” y así podremos emprender acciones que nos ayuden a ser ¡ FELICES !Buen Viaje.