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  • 1 Publicadas en Jahrb. f. class. Philol., Suppl. Bd. XXVI, pp. 340-400, y tambin enseparata (Leipzig, 1901).

    EMERITA. Revista de Lingstica y Filologa Clsica (EM) ISSN 0013-6662LXXIII 1, 2005 pp. 73-96

    NATURALEZA Y COMPOSICIN DELSERMO CASTRENSIS LATINO

    LOIS C. PREZ CASTROInstituto de Filologa, CSIC

    El llamado sermo castrensis es, en realidad, unamezcla de tecnicismos, a menudo de muy malafactura, y vulgarismos. No se encuentran indiciosde las locuciones alternativas que son caracters-ticas de las jergas soldadescas de hoy en da.

    The so-called sermo castrensis is, in fact, a mixtu-re of technical terms, often inelegant and crude,and vulgarisms. There are no traces of the alterna-tive expressions characteristic of modern Sloda-tensprche.

    Palabras clave: terminologa militar latina; sermocastrensis

    Keywords: Latin military terminology; sermo cas-trensis

    1. La definicin del sermo castrensis latino

    Al plantear el estudio del llamado sermo castrensis como porcin discre-ta del lxico latino es oportuno, creo yo, recordar que este sermo es hallaz-go, o invencin, relativamente muy reciente, y que la idea, o la ocurrencia,de estudiarlo en pieza aparte fue inspirada por un trabajo de P. Horn acercade la Soldatensprache alemana de finales del siglo XIX.

    Datan de 1901, en efecto, las Romanorum sermonis castrensis reliquiaecollectae et illustratae de J. G. Kempf 1, que estableci los siguientes crite-rios, ajustados pefectsimamente a la naturaleza de las Soldatensprche mo-dernas en particular, y en general a la de todas las jergas sectoriales:

    Castrensem autem sermonem eum intellectum uelim, quem comprobari aut saltemfide quadam conici potest gregarius miles ipse sibi formasse uel usurpasse, ita ut abiis, qui communi sermoni studebant, alienus ac militum proprius esse sentiretur ideo-que euitandus putaretur.

    Con esa definicin, el sermo castrensis puede presentarse como fraccindel lxico de la lengua latina no hay rasgos morfolgicos o sintcticos que

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    2 Maria Grazia Mosci Sassi, Il sermo castrensis, Bolonia, 1983, p. 28.3 Ob. cit., pp. 27-28.

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    autoricen su consideracin como sermo o lenguaje stricto sensu aislable ydistinta del sermo militaris y del uulgaris. Pero, como ha apuntado, acertaday tmidamente, la autora de la segunda recopilacin del sermo castrensis apropsito de las relaciones entre ste y el uulgaris, stabilire un confine tra idue ambiti , in molti casi concreti, non solo impossibile, ma forse ancheinutile, ed giustificabile solo ai fini di una classificazione empirica 2.

    Por otra parte, como bien ha sealado la misma estudiosa, la definizionesermo castrensis pu essere comprensiva anche di tutti i vocaboli tecnici,come quelli con i quali vengono indicati oggetti e macchine da guerra (testu-do, aries, uinea) o sistemi di schieramento (cuneus, forceps), che nulla es-clude possano essere nati fra i soldati per gioco metaforico, ma che presen-tano le caratteristiche uso metaforico, ampliamento di significato, metoni-mie, allusivit comuni a tutte le formazioni di tipo popolare 3. A pesar delo cual, esos tecnicismos ms que probablemente soldadescos no figuran ensu elenco: si hubieran tenido entrada en l, la idea, o ms bien ocurrencia, deponer el sermo castrensis aparte y fuera del sermo militaris, o technicus,estara patente y absolutamente fuera de lugar.

    De ah que los trminos tcnicos includos en las dos recopilaciones delsermo castrensis publicadas, la de Kempf y la de Mosci Sassi, hayan sidotildados de alternativos o no tcnicos: as, por ejemplo, se ha dicho queclauarium plus para clavos se us como sinnimo de donatiuum gratifica-cin, y que bracchium fortificacin lineal, ramal de una fortificacinusurp el lugar de munitio fortificacin, a pesar de que salta a la vista queclauarium y bracchium denotan, respectivamente, una variedad de dona-tiuum y un tipo particular de munitio.

    Ciertamente, si esos trminos, o cualquiera de los que se han catalogadocomo no tcnicos, resultaran ser meramente alternativos quedara pro-bado que el sermo castrensis latino, como prejuzg Kempf, estaba cortadopor el mismo patrn que las jergas soldadescas modernas, caracterizadas porsu factura exageradamente grosera, y sobre todo porque en ellas los tecnicis-mos son sistemticamente reemplazados por apodos: por ejemplo, chopo enlugar de fusil, y, en vez del oficial y tcnico Raketenpanzerbchse alemn,el casi irreverente Ofenrohr tubo de estufa y el algo menos informal Pan-zerschreck espantatanques.

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    4 Ob. cit., p. 343.5 Cf. C. de Meo, Lingue tecniche del latino, Bolonia, 1986 , pp. 174-175.

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    A este respecto, ha de tenerse en cuenta que las innovaciones tcnicas enel mbito de la milicia a menudo tienen un nombre informal, pero no porello menos tcnico, antes de recibir una denominacin oficial. Es el caso,por ejemplo, del espaol paco admitido por la Real Academia junto consus derivados paquear y paqueo , trmino hoy desusado en favor del calco,de empaque ms tcnico, del francs franc-tireur, y que en su da supli lafalta de una voz espaola que denotara con propiedad su referente. Por loque, no siendo ni oficial ni rigurosamente tcnico, no tuvo nunca la condi-cin de alternativo, o puramente soldadesco, o anti-tcnico.

    No son de mejor traza los tecnicismos militares latinos como agmen reba-o, tropel grupo, columna de tropas en movimiento o impedimenta tra-bas, estorbos bagajes, impedimenta, que a pesar de su origen indudable-mente soldadesco no han sido catalogadas como castrensismos, puesto quela definicin de Kempf establece que tiene esa calidad solamente el sermocastrensis que era estricta y privativamente campamental, ita ut ab iis, quicommuni sermoni studebant, alienus ac militum proprius esse sentireturideoque euitandus putaretur. Es una definicin caprichosa y gratuita, calca-da de la que conviene a las Soldatensprche de la Edad Contempornea, yque estriba en una no del todo desencaminada particin del vocabulario mi-litar de la lengua latina, que para Kempf estara compuesto por

    a) la suma de las voces quam omnino scriptores, si res militares attin-gebant, adhibere soliti sunt 4;

    b) aquella qua militares in militia utebantur (dico terminos technicosquos uocant);

    c) lo que l consideraba sermo castrensis, o sea todo lo que no sea niliterario ni tcnico.

    Digo que esa triparticin no est del todo desencaminada porque entien-do que, efectivamente, el lxico militar de la literatura latina, y en particularde la historiogrfica, no es en principio rigurosamente tcnico, y cabe supo-ner que constituye un elenco incompleto 5. Ahora bien, a falta de una litera-tura militar digna de ese nombre y de confianza no merecen ni el uno ni laotra la epitoma de Vegecio y los Strategemata imputados a Frontino , sloen las fuentes literarias encontramos testimonios del lxico militar latino, decuyo rigor terminolgico hay todava mucho que decir y averiguar.

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    6 Suet., Iul. 24.2.7 A los tres aos de su creacin, segn M. Marn y Pea, Instituciones militares roma-

    nas, Madrid, CSIC, 1956, 350, pp. 164-165.

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    Por otra parte, es muy cierto que se adscriben especial o exclusivamenteal lxico de la milicia locuciones que, no siendo literarias, no son tampocoen absoluto tcnicas, puesto que no se refieren a ninguno de los mltiplesaspectos de la tcnica militar, sino al peculiar gnero de vida de la sociedadcampamental, compuesta por los soldados y por todo el variopinto squitoque desde tiempo inmemorial hasta no hace mucho llevaban consigo losejrcitos: focaria compaera, mujer de un soldado, por ejemplo, se refierea una particular institucin de la milicia, y alleuare era, segn S. Agustn,un verbo que para los militares tena la especial acepcin de despenar, ma-tar a uno, puramente jergal. stas y otras son locuciones propias del hablamilitar, pero no tienen nada que ver con la terminologa militar.

    As pues, si en el censo del sermo castrensis no se encuentran locucionescon referente tcnico alternativas, parece lcito, y hasta necesario, repartirese censo entre la terminologa militar y el sermo uulgaris, a condicin deno pasar por alto el hecho de que los tecnicismos soldadescos son vulgaris-mos, y de que las voces castrenses no tcnicas componen una extensin delsermo uulgaris que bien puede merecer estudio por separado.

    Pero antes de proceder a ese reparto, o desdoblamiento, del sermo cas-trensis tal como lo defini Kempf y lo han entendido todos hasta ahora, espreciso comprobar que las locuciones castrenses supuestamente alternati-vas no lo son. Se trata de los nombres de dos legiones irregulares la Alau-da y la Vernacula y de unas cohortes auxiliares las Colonicae , de lostecnicismos bracchium, burgus, campum colligere, caput porci(num), claua-rium, cautia y onager, ms un pretendido uso ocasional de aquila por legio.

    2.1 Los nombres de las unidades irregulares y auxiliares

    Sabido es, gracias a Suetonio, que Csar, para aumentar el contingenteque el Senado le haba otorgado, organiz, por su cuenta y a sus expensas,legiones irregulares, que se llam Alauda una de ellas y que los buenos ser-vicios de sta fueron premiados con la ciudadana romana 6. Sabido es tam-bin que, entonces o poco despus 7, se le asign un ordinal distintivo, pa-sando a titularse legio V. En esto parece ser un caso singular el de la legioAlauda, porque slo a sta se le concedi la ciudadana, y slo sta, por con-

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    8 Cf. J. Harmand, Larme et le soldat Rome de 107 50 avant notre re, Pars,1967, p. 233 ss.

    9 Die rmische Soldatensprache, en Archiv fr lateinische Lexikographie und Gram-matik (ALL) 12, 1902, pp. 255-280. Alauda, en p. 272.

    10 Ob. cit., p. 113.11 Al di l di ogni denominazione ufficiale, cio, solitamente, per numero e tipo di in-

    segna, si presenta lappellativo di due coorti: colonicae. Data la non ufficialit del termine,che risponde piuttosto ad una esigenza di magiore praticit e rapidit di identificazione, puessere credibile che lappellativo sia nato fra i soldati (Ob. cit, p. 129).

    12 denominazione creata in base a criteri di perspicuit e concretezza, che, liberi daogni preoccupazione di ufficialit, sembrano propri del linguaggio castrense (Ob. cit., p. 150).

    13 Ob. cit., pp. 235-236.

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    siguiente, poda convertirse en iusta legio, o unidad regular, pero hay noticiade otras legiones de la misma poca la Martia, la Pontica, la Vernacula que eran conocidas por su nombre y no, como todas las regulares, por unnumeral 8. Esto era acorde con el sistema romano, que hasta el final del Im-perio asignaba a las legiones un numeral ordinal, seguido eventualmente deuno o ms nombres, y a las unidades auxiliares un nombre, gentilicio gene-ralmente, seguido eventualmente de un numeral ordinal.

    Por lo que parece, puesto que se abstuvo de dar entrada en su recopila-cin a Alauda aunque se ocup de ese apodo en la nota correspondiente abucellarii (p. 377) , Kempf acert a reparar en esto. No as W. Heraeus ensu larga nota a propsito del trabajo de Kempf 9, y menos an Mosci Sassi,para la que sembra essere nato da una osservazione scherzosa dei soldatiromani il termine Alauda, per indicare la legio V Gallica 10, como si la le-gin hubiera recibido su numeral antes que su apodo, con lo que ste, amnde ser no oficial, se antoja adems no tcnico, condicin que MosciSassi atribuye tambin al apelativo Colonicae dado a ciertas cohortes auxi-liares del tiempo de la guerra civil 11, y al de la legin quae uernacula appe-llabatur (Caes., Ciu. II 20.4) 12, acerca de la cual, dicho sea de paso, sealmuy acertadamente J. Harmand 13 que no debe tomarse como denominacinindividual, sino ms bien como referida al tipo de legiones irregulares co-mo la Alauda, la Martia y la Pontica formadas por no ciudadanos.

    2.2 El tecnicismo bracchium ramal de una fortificacin

    En una breve nota una sola pgina dedicada a este trmino y al antro-pnimo Gracchus, Ed. Wlfflin, remitindose a un trabajo de A. Khler

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    14 Bracchium, Gracchus , ALL 11, 1901, p. 60.15 A. Ernout (D.E.L.L., s.v. burgus) dice que es mot videmment germanique, califi-

    cando de rapprochement de lettr la etimologa alternativa, que puede apoyarse en los glo-sarios y retom el belga E. Penninck (Lorigine hellnique de burgus, Latomus 4, 1946, p.5 ss.) en un momento histrico de reaccin contra el germanismo hitleriano.

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    (que no he visto), estableci que bedeutet bracchium einen Teil einerBefestigungslinie, in welchem Sinne das Wort oft im Bell. Afr. und Hisp.vorkommt, whrend Caesar murus gebraucht, mencionando de pasada diesklh makr von Athen 14. En su descargo hay que alegar que la nota secentraba en la grafa -cch-, lo que explica que el gran Wlfflin, rector a lasazn del Thesaurus de las academias germnicas, no procurara precisarms cul era el referente de bracchium, descrito por Kempf como sigue:

    Significat autem munitionem quandam, quae ab aliquo loco occupato, ut bracchiumde corpore porrigitur, ad alium nondum occupatum atque uel circumiectam regionemdominantem uel spatium, intra quod hosti decurrere liceat, terminantem promouetur,ut utroque iuncto ille quidem ad progrediendum impediatur (p. 364).

    As pues, segn el propio Kempf, el bracchium no era una munitio o unmurus cualquiera, sino una obra de caractersticas particulares, y perfecta-mente definidas, que no tena otro nombre especfico en la lengua latina. Apesar de lo cual, dice Kempf acto seguido:

    Apud Liuium uero et apud posteros iam ratus terminus factus est; contra Caesaripse munitio uerbo uel murus utitur, id quod recte adnotat Wlfflin , qui ipsequoque bracchium castrensi sermoni attribuit, et non inepte Graecum sklh makrcomparat (hac de re cf. Liu. XXXI 26.8: qui (scl. murus) bracchiis duobus PiraeumAthenis iungit).

    A la vista est que la consideracin de bracchium como locucin alter-nativa, y no como trmino tcnico, responde nica y exclusivamente a unadiscutible aplicacin del principio de autoridad. Huelgan los comentarios.

    2.3 El tecnicismo burgus castillo, fortn, torre, puesto

    Mejor fundamento parece tener, por lo menos a primera vista, la catalo-gacin como alternativo del trmino burgus, por cuanto parece ser sinni-mo de castellum y de turris y es a todas luces prstamo, de origen germni-co (burgs) o, segn otros, griego (prgoj) 15.

    Por lo que puede saberse, parece seguro, efectivamente, que los burgieran fortines, torres aisladas o castillos pequeos que se alzaban de trechoen trecho a lo largo de un camino o de una lnea de frontera, formando un

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    16 Cf. Isid., Etym. IX 2.99 y IX 4.28: crebra per limites habitacula constituta burgosuulgo uocant.

    17 En Livio se encuentra dos veces, y las dos significa tomar posesin de los despojos,apropirselos, y no despojar a un enemigo muerto, arrebatarle preseas: haec spoliacapta ex hoste caeso porto (Liu. VIII 7.13); cur non ferro decerneret daretque opimaspolia uictus, aut uictor caperet (Liu. XXIII 46.14).

    18 A saber: Liu. II 7.3; V 36.7, 39.1; VII 7.12; XXII 51.5, 52.1; XXVII 2.9, 42.8;XXXIX 21.7; XL 32.8, 50.4.

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    sistema de puestos fortificados 16. Los castella, en cambio, eran, como loscastillos medievales, fortalezas, o pequeas plazas fuertes, que se estable-can para controlar un punto de paso obligado, o una comarca de especialimportancia estratgica o econmica, en principio sin formar lnea con otroscastella. En esto precisamente se diferenciaran de los burgi, de los que nohay noticia antes del siglo II, cuando el Imperio Romano haba pasado ya ala defensiva.

    Parece, por consiguiente, que lo razonable ser pensar que burgus no eraun sinnimo esto es, un trmino alternativo de castellum, sino un prs-tamo necesario para denotar una innovacin tcnica.

    2.4 La expresin campum colligere recolectar el campo (de batalla)

    Que esta expresin es puramente campamental no es en absoluto discuti-ble, dada su repugnante y vil truculencia: se refiere a la recoleccin que altrmino de un encuentro llevaban a cabo los vencedores, despojando los ca-dveres de los vencidos. Accin que hoy proscriben las leyes de la guerra,pero que en la Antigedad era enteramente lcita, y para la cual no hay otraexpresin latina. Por lo que habremos de entender que campum colligere esni ms ni menos que un tecnicismo.

    Pues entiendo yo que no lo es spolia capere, expresin que Vegecio pre-senta como sinnimo de campum colligere en el nico testimonio de estalocucin que nos ha llegado:

    prior ergo de caesis hostibus spolia capiat, quod ipsi dicunt, colligat campum,prior clamore ac bucinis exultare uideatur (Veg., Mil. III 25).

    Para empezar, ste es tambin el nico testimonio en el que spolia cape-re aparece con el significado de despojar 17, expresndose esa accin me-diante spolia legere en Livio y, ntese bien, solamente en Livio en onceocasiones 18. Ninguna de esas dos expresiones, o alguna otra con el mismo o

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    semejante sentido, se encuentra en Cicern, el Corpus Caesarianum, Salus-tio, Veleyo Patrculo, Tcito y Amiano Marcelino, que son las fuentes queen su busca he repasado. Lo cual, para m, es indicio ms que creble de quepara la accin de quitar a los cadveres de los vencidos sus armas y objetosde valor no haba en la lengua latina ms expresin que el verbo spoliare, yningn trmino tcnico que denotara propia y especficamente esa prctica.

    Entiendo, por consiguiente, que campum colligere tiene que ser un tecni-cismo, y no una locucin alternativa usada en lugar del, por lo que pareceinexistente, tecnicismo correspondiente.

    2.5 La locucin caput porci(num)

    Slo dos testimonios, y no concordantes, nos han llegado acerca de loque los soldados llamaban caput porci, o porcinum, que segn Amiano Mar-celino sera un movimiento casi espontneo, una feroz embestida en la quelos atacantes formaban, segura o muy probablemente sin proponrselo, unafigura trapezoidal, semejante al hocico de un cerdo:

    cuius furoris amentiam exercitus ira ferre non potuit eosque imperatori, ut dictum est,acriter imminentes desinente in angustum fronte, quem habitum caput porci simplici-tas militaris appellat, impetu disiecit ardenti, et dextra pedites cateruas peditum ob-truncabant, equites laeua equitum se turmis agilibus infuderunt (Amm. XVII 13.9).

    Ntese que no dice ni da a entender que esa accin tenga un nombre mstcnico que el que le daban los soldados. Vegecio, en cambio, afirma quelos soldados usaban caput porcinum en lugar de cuneus, trmino que segnl designaba una formacin en cua:

    cuneus dicitur multitudo peditum, quae iuncta cum acie primo angustior deinde latiorprocedit et aduersariorum ordines rumpit, quia a pluribus in unum locum tela mittun-tur. quam rem milites nominant caput porcinum (Veg., Mil. III 19).

    Como en tantos otros casos, en ste el testimonio de Vegecio no es enabsoluto digno de confianza, puesto que hay constancia de que en el latnclsico cuneus haca referencia, en tanto que trmino militar, a una pequeaagrupacin, a un grupo de combate que reciba ese nombre porque hacacua, no por estar dispuesto en forma de cua. Vase, en primer lugar, untestimonio, tomado del Supplementum Hirtianum, en el que cuneus se refie-re indiscutiblemente a las compaas o los pelotones en los que habra defraccionarse la fuerza para atacar una posicin en terreno elevado, circuns-tancia en la que es de todo punto impensable un ataque en lnea:

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    pontibus palude constrata legiones traducit celeriterque in summam planitiem iugiperuenit, quae decliui fastigio duobus ab lateribus muniebatur. || ibi legionibus ins-tructis ad ultimum iugum peruenit aciemque eo loco constituit, unde tormento missatela in hostium cuneos conici possent (Hirt., Gall. VIII 14.4-5).

    Vase ahora un testimonio concluyente acerca de cuneatim, que no signi-fica en cua, sino repartindose en grupos, en compaas:

    muro turribusque deiecti in foro ac locis patentioribus cuneatim constiterunt hocanimo, ut, si qua ex parte obuiam contra ueniretur, acie instructa depugnarent (Caes.,Gall. VII 28.1).

    Considrese luego otro testimonio ms en el que Tcito pone en contras-te caterua caterva, grupo grande con cuneus, que aqu no puede significarnada ms que pequeo grupo:

    per locos arboribus ac uineis impeditos non una pugnae facies: comminus eminus,cateruis et cuneis concurrebant (Tac., Hist. II 42.2).

    Tngase en cuenta, en fin, que Amiano Marcelino us con notable fre-cuencia cuneus con el significado de grupo pequeo, dando fe de que en sutiempo, que es poco ms o menos el de Vegecio, el contenido referencial deltrmino era el de la poca clsica, y no el que le atribuye la Epitoma rei mi-litaris, errando en este punto como en tantos otros.

    As pues, caput porci(num) no sera la denominacin alternativa deuna cierta formacin, sino la nica, por lo que debe tener la consideracinde tecnicismo aunque carezca del empaque que suele tomarse como sealinfalible y nica de tecnicidad y rigor.

    2.6 El tecnicismo clauarium plus para clavos

    Sabido es que el sistema retributivo de los ejrcitos romanos contempla-ba, adems del salario base, o stipendium, una diversidad de complemen-tos o pluses, como el salarium plus para sal soldada, paga, salario. Porlo que parece, se dara en concepto de plus para clavos uno de esos com-plementos, del que tenemos noticia solamente por el siguiente testimonio:

    et ipsos in regione bello attrita inopia et seditiosae militum uoces terrebant, claua-rium (donatiui nomen est) flagitantium (Tac., Hist. III 50.3).

    Teniendo presente el caso de salarium, cabe, desde luego, una interpre-tacin de ese testimonio como la de Kempf:

    Clauarium proprie ostendit pecuniam ad clauos caligarios comparandos militibus so-lutam (cf. uestiarium, calcearium, salarium ). Sed cum eam pecuniam haud ita

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    19 Tngase en cuenta que, en virtud de ese cambio, clauarium pasara a ser sinnimo desalarium, que se encuentra en la misma poca (cf. Tac., Agr. 42.3) con el significado de grati-ficacin, indemnizacin. Dado que esta acepcin de salarium no parece menos castrenseque la que atribuye Kempf a clauarium, cmo explicar que hubiera dos locuciones soldades-cas contemporneas para un solo referente?

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    magnam fuisse manifestum sit, apparet propter tantulam summam milites inopia im-minente anxios ad seditiosas uoces esse adductos putari non posse. Videtur igitur illaquidem aetate clauarium uocabulum, quod primo quidem illo angustiore erat sen-su, in uniuersum id fuisse castrense uerbum, quo gregarii milites militare donatiuumsignificarent, uelut Romae donatiuo plebei dato nomen erat congiarium ; propter huncautem castrensem usum Tacitus illam interpretationem adiungit (pp. 372-373).

    Ciertamente, tal interpretacin, muy bien elaborada, es creble. Pero noes la nica posible, y tampoco la mejor, por cuanto a la vista de esos mismosantecedentes parece ms puesto en razn entender que los soldados, hartosya de padecer penurias, exigan hasta el clauarium, o sea hasta el ltimocntimo de lo que, por la absoluta inopia reinante, no se les poda pagar.

    Con lo que, obviamente, no hay necesidad de suponer un cambio de con-tenido referencial, posible pero muy poco probable 19, de clauarium, que ensu acepcin propia es, sin discusin, un trmino tcnico.

    2.7 El tecnicismo cautiae casetas, barracas o causiae chambergos

    Dudosa es la forma de este trmino, que, como burgus, podra ser o ger-mnico o griego, significando propiamente, si fuera germnico (cautiae),casetas, barracas, y chambergos, sombreros de ala ancha y gacha en casode ser griego (causiae). Poco importa aqu su origen, porque de lo que setrata es de averiguar si era trmino tcnico o locucin alternativa. Condi-cin que tendra segn Vegecio, al que debemos la nica noticia acerca decautiae o causiae, a saber:

    uineas dixerunt ueteres quas nunc militari barbaricoque usu cautias uocant. e lignisleuioribus machina colligatur, lata pedibus octo, alta pedibus septem, longa pedibussedecim. huius tectum munitione duplici tabulatis cratibusque contexitur. latera quo-que uimine saepiuntur, ne saxorum telorumque impetu penetrentur. extrinsecus au-tem, ne immisso concremetur incendio, crudis ac recentibus coriis uel centonibus ope-ritur. istae, cum plures factae fuerint, iunguntur in ordinem, sub quibus obsidentes tutiad subruenda murorum penetrant fundamenta (Veg., Mil. IV 15).

    Pero las uineae clsicas estaban constitudas, si no me engao, por unasucesin de plutei o manteletes, y no eran de la traza que les atribuye Vege-cio, que nos dej una detallada descripcin de un musculus creyendo hacer

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    20 De esto me he ocupado en El texto de Sall., Iug. 76.3, las uineae y los plutei milita-res, EMERITA 72, 2004, pp. 197-206.

    21 Ob. cit., p. 365.22 Art. cit., p. 264.23 Cf. Mosci Sassi, ob. cit., p. 126.

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    la de una uinea 20. En cuanto a las cautiae o causiae, parece que vendran aser uineae techadas, o sea una sucesin de musculi que formaba una galerahasta la base de las murallas de una plaza asediada, mientras los musculiprotegan a los zapadores solamente durante el trabajo. Ciertamente, para unprofano en estas materias Vegecio, por ejemplo tiene que ser fcil con-fundir los plutei con las uineae, y stas con los musculi y con las cautiae ocausiae. En casos como ste se fundamenta la opinin segn la cual son jer-gales las terminologas tcnicas.

    Por lo que se refiere a la forma de esta locucin, que ha de ser considera-da tcnica por denotar especficamente un referente sin otro nombre conoci-do, ya Kempf acert a observar que la precisin vegeciana barbarico usu nopuede entenderse referida a causia (del griego kausa) 21, y la relacin concautes que de pasada apunt Heraeus 22 es inverosmil, a menos que se admi-ta la posibilidad de atribuir a cautes una acepcin en tanto que barrera pu-ramente hipottica 23. As pues, aun en contra de la tradicin manuscrita,habr que pensar que el tecnicismo campamental sera cautiae casetas, yno el ms jocoso, y con ms facha de alternativo, causiae chambergos.

    2.8 El onager y el scorpio

    Si puede disculparse en alguna manera y medida que Vegecio confundie-ra las uineae clsicas con las cautiae tardas, no se me alcanza cmo podrajustificarse el hecho de que Amiano Marcelino llegara a creer que onagerera invencin reciente que usurpaba el lugar del scorpio de la mejor poca:

    scorpionis autem, quem appellant nunc onagrum, huiusmodi forma est: | appel-latur scorpio quoniam aculeum desuper habet erectum, cui etiam onagri uoca-bulum indidit aetas nouella ea re, quod asini feri cum uenatibus agitantur, ita eminuslapides post terga calcitrando emittunt, ut perforent pectora sequentium aut perfractisossibus capita ipsa displodant (Amm. XXIII 4.4, 7).

    Pero hay que sealar que, por lo que parece, los proyectiles que dispara-ba el scorpio, llamados scorpiones, no eran del gnero de los contundentes,sino del de los punzantes, y de muy respetable precisin:

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    quidam Gallus, qui per manus sebi ac picis traditas glaebas in ignem e regioneturris proiciebat, scorpione ab latere dextro traiectus exanimatusque concidit. | huncex proximis unus iacentem transgressus eodem illo munere fungebatur. | eadem ratio-ne ictu scorpionis exanimato alteri successit tertius et tertio quartus (Caes., Gall.VII 25.2-4). cum forte ante portam turma densa adstitisset, scorpione accuratius misso atqueeorum decurione percusso et ad ecum adfixo (Bel. Afr. 29.3).

    El segundo de esos dos testimonios me parece concluyente: es ms queobvio que un proyectil capaz de clavar a un jinete a su caballo no podra serde catapulta, gnero de mquinas al que perteneca el onager, o sea contun-dente, sino que tendra que ser punzante, de ballesta, o de scorpio, arma staque habra cambiado ya de denominacin en tiempos de Vegecio, tomandoen lugar de la propia y primera, sin duda tcnica pero sin el debido empa-que, otra alternativa de factura ms tcnica:

    scorpiones dicebant, quas nunc manuballistas uocant, ideo sic nuncupati, quod paruissubtilibusque spiculis inferant mortem (Veg., Mil. IV 22).

    Pasando por alto el hecho de que un proyectil que ensarta a un hombre ysu caballo no puede ser muy chico, y tomando nota del desuso de scorpiocomo posible atenuante del error de Amiano, hay que concluir, pues, queonager no es locucin tcnica alternativa, usada en vez de scorpio.

    2.8 El uso de aquila en lugar de legio

    El ltimo de los pretendidos castrensismos alternativos o anti-tcni-cos es el supuesto uso de aquila guila, ensea legionaria para significarlegin, denunciado por A. Khler, del que ya se ha hecho mencin, en elpasaje del Bellum Hispaniense siguiente:

    erat acies XIII aquilis constituta (Bell. Hisp. 30.1).

    Kempf recogi, en el comentario correspondiente, los razonamientos quellevaron a Khler a pensar que ah bien poda encontrarse una metonimiasoldadesca:

    Cf. A. Khler qui docuit, cum aquila uocis usus sententiam legionis prae se feren-tis apud scriptores pedestris sermonis insolens esset neque auctor anonymus haberet,cur ab humilitate amouere orationem atque efferre ad poeticum colorem studeret, du-bium an illum metonymicum usum apud gregarios milites ualuisse (p. 369).

    Pero, contra lo que prejuzgaba Khler, y para empezar, lo cierto es que eldesconocido autor del Bellum Hispaniense tena efectivamente ciertas pre-tensiones literarias, como bien debe saber todo el que, habiendo ledo su

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    libro, haya querido reparar en las citas de Ennio que adornan el relato (23.3 y 31.7). Pero esto, en realidad, no viene al caso, pues lo que aqu cum-ple es confrontar el texto que llam la atencin de Khler con otro que ig-nor, y que es sencillamente esclarecedor:

    aquilas et signa habuit XIII legionum, sed ex quibus aliquid firmamenti se existima-bat habere, duae fuerunt, Vernacula et Secunda, quae a Trebonio transfugerant, unafacta ex colonis qui fuerunt in his regionibus, quarta fuit Afraniana, ex Africa quamsecum adduxerat. | reliquae ex fugitiuis auxiliaribusque consistebant (Bell. Hisp.7.4-5).

    Salta a la vista, por tanto, que cuando ms adelante dice que la lnea debatalla estaba compuesta por trece guilas, no quiere decir el autor trecelegiones, sino trece enseas legionarias, exhibidas por el enemigo paraaparentar que tena ese nmero de legiones. No hay, por tanto, ni uso figura-do ni reemplazo de una locucin tcnica y oficial por otra alternativa.

    3. La naturaleza del sermo castrensis latino

    Con esos antecedentes, es evidentemente indefendible la definicin delsermo castrensis latino como Soldatensprache, o sea como lenguaje profe-sional alternativo. Puesto que todas las locuciones relativas a cosas de lamilicia que han sido catalogadas como soldadescas resultan ser denomina-ciones nicas y especficas de sus referentes, o sea trminos tcnicos, podrajuzgarse, en primera instancia, que, como apunt al principio, una parte deltal sermo castrensis pertenece a la terminologa tcnica militar, y otra al ser-mo uulgaris. Pero, vuelvo a decirlo, slo a condicin de no pasar por alto elhecho de que los tecnicismos soldadescos son vulgarismos, y de que las vo-ces castrenses no tcnicas componen una extensin del sermo uulgaris quebien puede merecer estudio por separado.

    Ahora bien, el nmero de los vulgarismos tcnicos es tan crecido que, enausencia de una literatura tcnica y de pruebas fehacientes de la existenciade una terminologa tcnica elaborada, depurada y formalizada, hay que te-ner en cuenta la posibilidad de que el sermo castrensis, o, ms precisamente,la parte de l referida a la tcnica militar, sea de hecho el lxico latino de lomilitar, y no solamente una porcin de ese lxico.

    Tomando en consideracin esta posibilidad, hay que desechar el repartodel vocabulario latino relacionado con la res militaris en tres bloques ter-minologa tcnica, lxico literario y sermo castrensis que propona Kempfy sopesar otras dos opciones, a saber:

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    24 Es sabido y notorio, en efecto, que los miembros de la clase senatorial romana solanasumir funciones militares, incluso las de mayor responsabilidad, sin poseer la pericia necesa-ria. Tanto es as, que para las campaas que hoy se titularan de baja intensidad deba de serlo corriente poner al frente de las tropas generales sin experiencia, a juzgar por la respuesta deCsar a Afranio cuando ste se rindi: neque nunc se illorum humilitate neque aliqua tem-poris opportunitate postulare, quibus rebus opes augeantur suae; sed eos exercitus, quos con-tra se multos iam annos aluerint, uelle dimitti. | neque enim sex legiones alia de causa missasin Hispaniam septimamque ibi conscriptam, neque tot tantasque classis paratas neque submis-sos duces rei militaris peritos (Caes., Ciu. I 85.5-6). Tambin inexpertos eran muchas veceslos oficiales y jefes. A este respecto, cf., por ejemplo, Caes., Gall. I 39.1-2 : tantus subitotimor omnem exercitum occupauit, ut non mediocriter omnium mentes animosque perturba-ret. | hic primum ortus est a tribunis militum, praefectis reliquisque, qui ex urbe amicitiae cau-sa Caesarem secuti non magnum in re militari usum habebant . Un siglo ms tarde, cuando elejrcito estaba ya del todo profesionalizado, la preparacin de los oficiales jvenes sera, se-gn parece, todava ms deficiente, cf. Tac., Agr. 5.2: nec Agricola licenter, more iuuenumqui militiam in lasciuiam uertunt, neque segniter ad uoluptates et commeatus titulum tribuna-tus et inscitiam rettulit .

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    a) contraponer el sermo castrensis, o militaris, al lxico literario referidoa las res militares ;

    b) articular en dos miembros el lxico militar latino, distinguiendo, perono separando, la parte de l estructurada o estructurable que, a gran-des rasgos, corresponde al vocabulario del arte de la guerra del vo-cabulario nomenclador aquel cuyos componentes revisten un con-tenido puramente, o casi puramente, referencial , al que pertenecenlos trminos tcnicos de las instituciones militares romanas, los relati-vos a la tecnologa militar y, lo que ms importa aqu, los que son,declarada o presuntamente, ms puramente soldadescos.

    Es obviamente preferible la segunda de esas dos opciones, dado que, co-mo a continuacin expondr, todos los castrensismos es decir, las locu-ciones que, con arreglo a la definicin de Kempf, procuraron no usar losescritores de mayor autoridad y calidad lingstica y literaria se integranen el vocabulario nomenclador.

    Planteando de esta manera el estudio y la descripcin de conjunto dellxico militar latino, el sermo castrensis no se presenta ya como el vocabu-lario de un determinado sector de la clase social ms baja, sino como el deuna verdadera clase profesional caracterizada y cerrada, a la que de hechono pertenecan los mandos de los ejrcitos 24.

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    25 En el que hay que dar de baja trece entradas: carrago (n 6, vocablo godo que noconstituye prstamo); aquila (n 13, usado por legio, v. en el cuerpo del artculo 2.9, pp. 84-85); nouercae (n 21, trmino del vocabulario de los topgrafos); straua (n 24, barbarismoque, como carrago, no constituye prstamo); haurire herir (n 28, includo en el catlogodel sermo castrensis sin ms base que una conjetura de Schll, que gratuitamente dictaminque haba que leer militarem donde dicen italicam los manuscritos); tenebrio (n 33, pareceser denominacin de los ladrones que actuaban de noche); sparteoli bomberos (n 34, serael mote de los miembros del cuerpo de proteccin civil, en rigor no militar); scurra payaso,bufn (n 36, de uso comn ya en tiempos de Cicern); hornatores (n 37, seguramente hayque leer aeneatores, pero Kempf no desaprovech la oportunidad de poner en relacin con elgermnico Horn este fantasma); baro necio, estpido (n 41, en el mismo caso que scurra);murcus (n 43, voz propia del latn de las Galias, adscrita al sermo castrensis por tener rela-cin con la milicia y apoyndose en una indefendible correccin del texto Amm. XV 12.3 para leer iocaliter donde da localiter la tradicin manuscrita); caliga Maximini (n 46, el tes-timonio aducido reza unde etiam uulgo tractum est ) y tottonarius (n 136, includo porindicacin de Wlfflin, v. al respecto, p. 155 de los Kleine Schriften de W. Heraeus, Heidel-berg, 1937). En la recopilacin de Mosci Sassi, las entradas correspondientes a esos ep-grafes son 97, de un total de 190, o sea el 51.05 %, que sube al 64.23 % al depurar el censo(v. nota siguiente).

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    4. Caractersticas y composicin del sermo castrensis latino

    En principio, habra que suponer que un vocabulario de esa naturaleza,en razn del aislamiento social y de la especializacin del colectivo al quepertenece, debera ser jergal, esto es, una mezcla de locuciones y acepcionesespeciales, que los extraos entenderan mal o no entenderan en absoluto.ste podra ser, desde luego, el caso del sermo castrensis latino, pero ha denotarse que los hechos lxicos pura y especficamente castrenses de los quetenemos noticia son realmente muy pocos.

    De hecho, constituyen la mayor parte de la recopilacin de Kempf lostestimonios ilustrativos del talante del colectivo, que se pone especialmentede manifiesto en las cantilenae (vg., Gallias Caesar subegit, NicomedesCaesarem etc.), los apodos (p.e., el de Biberius Caldius Mero que por sersupuestamente muy bebedor pusieron a Tiberius Claudius Nero), los dictams o menos jocosos (como el que circul cuando Bonoso, formidable bebe-dor, se ahorc: dijeron que amphoram pendere, non hominem), las inscrip-ciones, necesariamente escuetsimas, que ornaban las glandes (tales comoculum pandite, pertinacia uos radicitus tollet, etc.) y, en fin, un dicteriotabernario-cuartelero (muger mocoso, pardillo). Corresponden a esos ep-grafes 92 entradas de un total de 136, o sea el 67.64 %, que sube al 74.2 %,tras una primera expurgacin del censo 25.

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    26 De la recopilacin de sta, adems de ocho de las entradas que he reseado en la notaanterior (aquila, baro, carrago, haurire, hornatores, murcus, nouercae y sparteoli), hay quedar de baja otras 32, a saber: accensus (n 67, trmino arcaico, desusado en el lenguaje militar perdur en el de las instituciones polticas); ancentus (n 72, significado y referente desco-nocidos, atribudo conjeturalmente al lenguaje campamental); armatura (n 75, includo en larecopilacin de Mosci Sassi por figurarse sta que se refiere a la esgrima); battuere (n 79,trmino gladiatorio, y no militar); camisia (n 86, S. Isidoro lo presenta como trmino vulgar,referido a una vestidura litrgica Orig. XIX 21.1 y a la camisa de dormir Orig. XIX22.29 , y S. Jernimo Ep. 64.11 dice que solan usarlas los militantes, basndose en esteltimo testimonio la catalogacin como vocablo castrense, cuando es bien sabido que militan-tes no significa militares en el latn de los cristianos); campigeni (n 89, la nica noticia deeste vocablo que tenemos Veg., Mil. II 7 reza campigeni, hoc est antesignani, por loque podramos entender que es mera invencin literaria, y adjetivo); canaba (n 90, referentedesconocido); cantuna (n 91, referente desconocido); circumitor (n 101, su adscripcin allxico castrense es puramente conjetural); citare ad nomen (n 102, conjetura sin ninguna ba-se); concedere (n 107, conjetura sin base); conditorium (n 108, conjetura gratuita); couinnus(n 110, nombre de un carro de guerra que usaban los britanos y no adoptaron nunca los ro-manos); cruppellarius (n 111, trmino gladiatorio, designaba un gnero de gladiadores infe-rendis ictibus inhabiles, accipiendis impenetrabiles Tac., Ann. III 43.2 , y por tanto sinninguna posible funcin militar); exacerbare o exaceruare (n 114, conjetura sin base); gla-balum (n 120, referente desconocido, podra tratarse de grabatulum); inferius, infra (n 124,y super, superior, supra, n 160: cabe la posibilidad de que los soldados hubieran tenido laocurrencia de considerar un extremo del campamento como la parte de arriba, y el opuestocomo la parte de abajo, segn Mosci Sassi, que no repar en la circunstancia de que el cam-pamento, segn el De munitionibus castrorum del que proceden los testimonios correspon-dientes , deba construirse en pendiente); iubilum (n 126, la propia Mosci Sassi reconoceque no es voz privativa y especficamente castrense); lectica (n 128, Varrn Ling. V 166 dice solamente que en su tiempo las lecticae se hacan todava de hierba y paja en los campa-mentos, no que lectica fuera un trmino usado en el mbito de la milicia); litterio (n 130, esun dicterio empolln, pedante a todas luces no especficamente soldadesco); parentes(n 144, ya Heraeus, en el trabajo citado en n. 25, seal que no puede atribuirse propiamenteal mbito de la milicia); plicare (n 145, Mosci Sassi lo incluy en su coleccin advirtiendoque se apoyaba en una conjetura absolutamente inverosmil); proba (n 148, v. lo dicho deparentes); prodere diem, prodire in altum y proeliari sub uitem (nms. 149, 150 y 151, ex-presiones de Lucilio imputadas por Marx a ttulo de conjetura ms que de hiptesis, puestoque carece absolutamente de fundamento al lenguaje militar); rorarius (n 152, arcasmo,como accensus); sopio (n 155, como litterio, este dicterio capullo, glande del pene nopuede considerarse especficamente cuartelero); stellatura (n 157, sera tecnicismo jurdicoapropiacin indebida?); strigosus (n 159, tambin probable tecnicismo, ste del lenguajeveterinario); turturilla (n 162, otro dicterio, tortolilla, mariquita, como litterio y sopio); yuallesit (n 163, probablemente pura invencin literaria, forjada sobre uallum, a juzgar por lanoticia, nica que nos ha llegado, que se encuentra en el Breuiarium de Paulo, p. 519 L).

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    Ahora bien, en el remanente con las adiciones de Mosci Sassi 26, sumaun total de 59 entradas no se encuentran apenas reflejos de los rasgos que,

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    27 Diez recogidas por Kempf (bucellarii, cacula, Castra Scelerata, cilibantum, conter-raneus, focaria, Insula Glaesaria, primiuirgius, scurra y segestre), y ocho aadidas por Mos-ci Sassi (agaso, alleuare, calo, galearius, gauius, lixa, postprincipia y Tres Tabernae).

    28 De cippus vienen el espaol cepo y el italiano ceppo. Respecto de su referente, cf.Heraeus, art. cit., pp. 260-261. Y vase la descripcin de los cippi, artilugios ideados para lasobras de contravalacin durante el cerco de Alesia, y por lo que parece empleados solamenteen esa ocasin, en el relato de Csar: ad haec rursus opera addendum Caesar putauit, quominore numero militum munitiones defendi possent. itaque truncis arborum aut admodumfirmis ramis abscisis atque horum delibratis ac praeacutis cacuminibus perpetuae fossae qui-nos pedes altae ducebantur. || huc illi stipites demissi et ab infimo reuincti, ne reuelli possent,ab ramis eminebant. || quini erant ordines coniuncti inter se atque implicati; quo qui intraue-rant se ipsi acutissimis uallis induebant. hos cippos appellabant (Caes., Gall. VII 73.2-4). Esbien fcil, y yo dira que inevitable, advertir las semejanzas entre los cippi y las alambradasmilitares modernas, que como los cippi de Alesia forman ordines coniuncti inter se atque im-plicati de alambres erizados de pas, con el fin de atrapar como en un cepo a los que intentensalvar el obstculo. En cualquier caso, por la descripcin de Csar puede apreciarse que loscippi no guardaban ningn parecido con un cementerio sembrado de estelas, puesto que de lasfosas sobresalan solamente las copas de los rboles.

    29 Ciertamente, habr que leer metallias, y no metallas, en Veg., Mil. IV 6: ut deligno crates facerent, quas metallias uocauerunt, lapidibusque complerent, ea arte inter binapropugnacula constitutas, ut, si per scalas ascendisset hostis et partem aliquam ipsius conti-gisset, supra caput suum uergeret saxa . Acerca de metalleai, dice R. Halleux (Le problmedes mtaux dans la science antique, Pars, 1974): On appelle metallea l'exploitation mini-re, c'est--dire le travail de la mine Le pluriel prsente le sens concret d'installations pourl'exploitation minire (p. 23).

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    en virtud de la definicin de Kempf hoy corriente y hasta la fecha no discu-tida, son caractersticos del sermo castrensis latino en tanto que Soldatens-prache, y que ilustran con tanta abundancia y claridad las cantilenae, loscognomina, los dicta, etc. Pues el caso es que de las locuciones que no ha-cen referencia a la tcnica y a la actividad militar 27, que en principio debe-ran ser las ms soldadescas, slo alleuare aliviar despenar (matar)parece responder cabalmente al peculiar talante de la soldadesca, que se po-ne tambin de manifiesto en slo dos campum colligere y caput por-ci(num) de las que, en gracia a sus referentes, deben considerarse tcnicas.

    En otras dos de las cuales algunos han credo, o querido, descubrir indi-cios de castrensidad, atribuyendo a cippus una truculenta alusin a uncierto tipo de monumento funerario cuando es indiscutible que no signifi-ca otra cosa que cepo 28 , y enmendando el texto de Vegecio para leer ma-tellas orinales donde dice metallas, aunque salte a la vista que metallae noes nada ms que latinizacin de metalleai, tecnicismo de la minera 29.

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    30 Cf., p. e., Veleyo Patrculo, II 52.4-5: illud notandum est: ut primum C. Caesar in-clinatam uidit Pompeianorum aciem, neque prius neque antiquius quidquam habuit quam utomnes partes, ut militari uerbo ex consuetudine utar, dimitteret. || pro dii immortales, quodhuius uoluntatis erga Brutum suae postea uir tam mitis pretium tulit! . Suelen los editoressealar omisin tras dimitteret, y procuran subsanarla, sin percatarse de que se trata de unaacepcin especial y particular de dimitto, en tanto que licenciar = dejar marchar libremente.Si se aprecia esta circunstancia, amn de respetar la tradicin manuscrita, se entiende mejor lareferencia admirativa a la clemencia de Csar del prrafo quinto.

    31 A los testimonios presentados en n. 24, adase el de Mario, transmitido por Salustio,en una alocucin al pueblo reunido en asamblea: atque ego scio, Quirites, qui, postquamconsules facti sunt, et acta maiorum et Graecorum militaria praecepta legere coeperint: prae-posteri homines, nam gerere quam fieri tempore posterius, re atque usu prius est. || conparatenunc, Quirites, cum illorum superbia me hominem nouom. quae illi audire aut legere solent,eorum partem uidi, alia egomet gessi; quae illi litteris, ea ego militando didici. || nunc uosexistumate, facta an dicta pluris sint. contemnunt nouitatem meam, ego illorum ignauiam;mihi fortuna, illis probra obiectantur (Sall., Iug. 85.12-14).

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    Por lo dems, no se encuentra en los dos catlogos del sermo castrensispublicados ningn vocablo que ab iis, qui communi sermoni studebant, alie-nus ac militum proprius esse sentiretur ideoque euitandus putaretur, conarreglo a la definicin de Kempf, por su grosera factura o en razn de sucontenido semntico.

    Habr que pensar, por consiguiente, que no son sas las causas principa-les de que los usuarios del sermo communis literario no se sirvieran de lasvoces castrenses o las emplearan slo raramente, y a veces pidiendo perdnpor hacerlo 30, puesto que esas locuciones denotaban realidades ajenas a losmiembros de la clase social de la que, casi sin excepcin, procedan los es-critores, sus lectores y los mandos superiores y medios de los ejrcitos ro-manos. A stos les bastaba con hacerse una idea de los principios esencialesdel arte de la estrategia, o sea del generalato 31: los usus castrorum y los mo-res militiae, rutinas por las que se regan la vida campamental y la actividadmilitar ordinaria incluyendo la tctica elemental , eran cosa de la tropa.

    Parece muy puesto en razn, en efecto, suponer, primero, que los mandosmilitares improvisados o provisionales no estaran especialmente interesa-dos ni en diferenciar un bracchium de una munitio o un murus de otro tiponi en averiguar la naturaleza y la cuanta del clauarium; y segundo, que loselementos de la sociedad civil, sobre todo los urbani, contemplaran condistanciamiento ms que considerable las peculiares usanzas de la campa-mental, tales como la ficcin jurdica en virtud de la cual las mujeres de lossoldados convivan con stos a ttulo de focariae, o sea de cocineras, as co-

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    32 Acerca del concepto de qnoj en tanto que sociedad de guerreros, cf. E. GangutiaElcegui, 4Eqnoj antes de las etnias , en Tj filhj tde dra, miscelnea lxica en memo-ria de Conchita Serrano, Madrid, CSIC, 1999, pp. 91-95.

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    mo las manifestaciones del espritu de camaradera, de qnoj o sea de clano familia militar 32 que informa locuciones como conterraneus, conmili-to, conturmalis, etc.

    As pues, lo ms acertado ser, sin duda, separar, en la medida de lo posi-ble, el lxico de re militari de la clase alta, o sea el literario, del vocabulariode la clase militar, subdividiendo ste en dos apartados para poner en unolos elementos que con ms justicia pueden titularse castrenses, y en elotro, que ser el que con ms propiedad podr ostentar el rtulo de militar,los tecnicismos relativos a la actividad ordinaria de los ejrcitos, a sus me-dios materiales y a las obras militares.

    4.1 El vocabulario de la sociedad campamental

    En el primero de esos dos apartados tendrn cabida, adems de los voca-blos que expresan una relacin de familiaridad y compaerismo conterra-neus etc. , las denominaciones de la variedad de auxiliares y sirvientesque formaban el squito de los ejrcitos calo, cacula, etc. , el tecnicismojurdico focaria, los topnimos Castra Scelerata e Insula Glaesaria, alleua-re y dos trminos cados en desuso fuera del mbito de la milicia por haberpasado de moda entre los civiles, como se desprende de los testimonios deVarrn, la mesa redonda para bebidas llamada cilibantum (Varro, Ling. V121) y los cobertores de las lecticae, stos llamados segestria (Varro, Ling.V 166). Es una nmina realmente muy corta, y que no se presta a un estudioen profundidad por cuanto es imposible determinar las caractersticas de losreferentes de la mayor parte de sus componentes: no sabemos si los lixae,los calones, etc. eran auxiliares del ejrcito o serui militum, y no podemos niafirmar ni negar que manipularis, conmanipularis, etc. reflejen una relacininstitucional y no slo los vnculos de afecto que se establecen el clebreesprit de corps entre los componentes de una unidad militar.

    Con todo, me parecen dignas de consideracin, aunque sta haya de serbrevsima, cuatro de las entradas de este apartado: alleuare, conmilito, con-terraneus e Insula Glaesaria.

    A propsito de alleuare hay que sealar que, segn S. Agustn (Hept. 7.56),este verbo, que propiamente significa aliviar, tomaba en el habla de los milita-

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    33 Por ejemplo: nihil opus sit, mi Secunde carissime, ad continendas custodias pluresconmilitones conuerti. perseueremus in ea consuetudine, quae isti prouinciae est, ut per publi-cos seruos custodiantur. || etenim, ut fideliter hoc faciant, in tua seueritate ac diligentia posi-tum est. in primis enim, sicut scribis, uerendum est, ne, si permisceantur seruis publicis mili-tes, mutua inter se fiducia neglegentiores sint (Plin., Epist. X 20); quanta religione etlaetitia conmilitones cum prouincialibus te praeeunte diem imperii mei celebrauerint, libenter,mi Secunde carissime, agnoui litteris tuis (Plin., Epist. X 53.1).

    34 Plin., Nat. praef. 1: Libros Naturalis Historiae, nouicium Camenis Quiritium tuorumopus, natos apud me proxima fetura licentiore epistula narrare constitui tibi, iucundissime Im-perator; sit enim haec tui praefatio, uerissima, dum maximi consenescit in patre. namque tusolebas nugas esse aliquid meas putare, ut obiter emolliam Catullum conterraneum meum(agnoscis et hoc castrense uerbum) .

    35 Segn Plinio (Nat. IV 97), la tal insula, una de un grupo de 23 Romanis armis cogni-tae, se llamaba tambin Burcana modernamente Borkhum, en la desembocadura del Ems ,Austerauia y Actania.

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    res la particular acepcin de despenar, matar, que es a todas luces propia deuna germana de hampones. Ms que lo que aade al retrato moral de la solda-desca, importa, creo yo, el hecho de que se trate de un caso de especializacin deuna voz comn, asunto sobre el que habr de volver en el punto siguiente.

    Acerca de conmilito conmilitn, camarada, lo notable es que se encuentraen documentos que pueden considerarse semioficiales las respuestas de Traja-no a las consultas y cartas de Plinio el Joven cuando ste era gobernador de Biti-nia con el significado aparente de soldados 33. Digo que se trata del significa-do aparente porque, a mi entender, el uso de conmilitones en lugar de milites esuna muestra de la campechana, casi siempre ms afectada que real, propia delestilo militar del emperador.

    En cuanto a conterraneus, voz de la que tenemos noticia por el prlogo de laNaturalis Historia, es patente que Plinio, militar de profesin, se sirvi de ellapara hacer alarde de modestia y sencillez, como conviene a un soldado y msan a quien presenta a su emperador una obra de la que se siente legtimamentesatisfecho y orgulloso 34.

    Por lo que respecta al topnimo Insula Glaesaria, hay que observar que steera el nombre militar de un islote del Mar del Norte en el que abundaban elmbar de ah lo de Glaesaria y las matas de habas, lo que le vali el nombrecivil de Insula Fabaria, bastante ms pedestre que el militar 35.

    Bien puede decirse, en fin, que las locuciones de este apartado no tienenms inters filolgico y lingstico que el que revisten los testimonios acer-ca del talante del colectivo militar, y que no pueden aducirse como pruebade que hubo un sermo castrensis diferente o distinto del comn y del vulgar.

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    36 J. Andr, Sur la constitution des langues techniques en latin, tudes de Lettres(Lausana), 1986, pp. 5-18: Les langues techniques latines sont des langues rduites au lexi-que. Et mme, dans le lexique, ce sont les substantifs qui dominent, les verbes tant borns certaines techniques, dans la terminologie nautique , mdicale et culinaire (p. 9).Ntese que esos tres lenguajes latinos son notoriamente adaptaciones de los griegos.

    37 Caes., Gall. VII 73.1: erat eodem tempore et materiari et frumentari et tantas muni-tiones fieri necesse deminutis nostris copiis, quae longius a castris progrediebantur .

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    4.2 Los tecnicismos castrenses

    El fundamento de la segregacin del sermo castrensis como parte discre-ta del lxico latino, distinta del sermo uulgaris o plebeius y de la terminolo-ga militar, que no se encuentra en las locuciones de la sociedad campamen-tal, no aparece tampoco en el censo, mucho ms amplio y bastante variado,de los trminos tcnicos menos literarios. En el que, por el contrario, pue-den apreciarse rasgos de tecnicidad muy notables, y en particular la existen-cia de verbos tcnicos, cuya ausencia se ha presentado como caractersticade las terminologas ms puramente latinas 36, la especializacin de uso devoces comunes y la creacin de acepciones especficas. Rasgos que se po-nen de manifiesto, pero no con abundancia, en la documentacin disponible,que nos permite dar por seguro que hubo una terminologa tcnica castrense,pero no reconstruirla enteramente o estudiarla en profundidad.

    En el apartado de los verbos, hay que destacar la serie, bastante larga, delos que expresan las acciones de allegar y acopiar subsistencias, provisionesy recursos de toda clase: aquari, copiari, equari, frumentari, lignari, mate-riari, pabulari y uestiri. Los que se refieren a los aprovisionamientos ordi-narios sobre el terreno aquari, frumentari, lignari y pabulari , junto conlos substantivos correspondientes aquatio, aquator, frumentatio, frumen-tator, lignatio, lignator, pabulatio y pabulator no son ni muy frecuentes niraros en los textos literarios, lo cual es lgico, puesto que las acciones a quese refieren solan verificarse en presencia del enemigo, y casi siempre condificultad y riesgo: eran, por tanto, materia de narracin idnea.

    La tala de rboles y el acarreo de los troncos, en cambio, slo en un casoparece haber sido digna de mencin, a saber, cuando en las primeras fasesdel cerco de Alesia la necesidad de emplear un gran nmero de soldados enesa tarea, en los trabajos de contravalacin y en la frumentatio forz la sen-sible disminucin de los efectivos de la fuerza sitiadora 37. En cuanto a la ad-

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    38 V., p.e., un recibo de la Cohors I Lusitanorum datado en el ao 117: el[ab]onpara sou [dh]naria tetrakosia eikosit[ri]a obolouj k uper dhposi-tou ti[rwnwn] as[ianw]n distriboutwn en th kenturia (R. O. Fink,Roman Militaru Records on Papyri, 1971, n 74, p. 278).

    39 V., p.e., en Fink, ob. cit, n 64, p. 228 (31 de agosto del ao 156): PRIDIANVM COHI AVG PR LVS EQ | MENSIS AVGVS`TI SILVANO ET AVGVRINO COS | QVAE HI-BERNATVR CONTRAPOLLO|NOSPOLI MAIORE THEBAIDIS EX VIII IDVS IVLIAS

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    quisicin de caballos y de vestuario, son operaciones comerciales propiasdel servicio de guarnicin, evidentemente sin ningn inters narrativo.

    En el siguiente apartado, hay que advertir que el hecho de que la admi-nistracin interna de las unidades no haya tenido absolutamente ningn re-flejo en la historiografa hace del todo imposible pronunciarse con algo defundamento en lo tocante al lenguaje de la burocracia militar insigne in-vento de los romanos , para cuyo conocimiento dependemos de la docu-mentacin en papiro, que es notoriamente muy escasa.

    Gracias a ella conocemos un par de casos de especializacin de vocabloscomunes: depositus se tom en la acepcin particular de cantidad deposita-da a cuenta, depsito, y distribuere en la de destinar, asignar a un soldadoa una determinada unidad, de modo tal que estos trminos aparecen transli-terados, y no traducidos, en los documentos redactados en griego 38.

    Por esas mismas fuentes tenemos noticia de pridianum, nombre de untipo de documento un estado de fuerza, o parte de revista confeccionadoel ltimo da del mes (pridie Kal.), y de que hibernari, en principio inver-nar, tuvo una segunda acepcin que, a primera vista, nada tiene que ver conla invernada, estar una unidad acantonada, de guarnicin 39.

    ste es un hecho que, siempre a primera vista, se antoja impropio de unaterminologa tcnica, o, mejor dicho, cientfico-tcnica, cuyos componentes,por principio, deben ser rigurosamente monosmicos. Pero no est fuera delugar en un habla profesional, sectorial o de mbito, en la que puede ate-nuarse, o incluso relajarse, el rigor terminolgico sin detrimento sensible dela comunicacin entre los entendidos en la materia: el de hibernari no es, nimucho menos, un caso singular, puesto que en la cara visible del lenguajemilitar, o castrense, latino el lxico literario de re militari se encuentranotros trminos que revisten contenidos referenciales mltiples, y que para unprofano pueden resultar ambiguos.

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    Ah estn, en efecto, commeatus, que puede significar circulacin essu significado propio y tambin convoy, licencia, permiso y abasteci-mientos; praesidium, que adems de significar defensa, proteccin puedereferirse a una guarnicin, a una escolta, a una salvaguarda o a un puesto deguardia y custodia fortificado; auxilia, propiamente refuerzos, refrescos, ytambin fuerzas auxiliares, de segunda lnea; aestiua, que como hiberna esseguramente abreviacin de *castra aestiua, otro rasgo tpico de las hablasprofesionales y que es a menudo de imposible interpretacin, porque losprofanos no acertamos a distinguir claramente sus dos acepciones, bases deoperaciones durante la campaa, campamentos de verano y campaa, ope-raciones (que se llevan a cabo durante la temporada estival); statiua, tam-bin abreviacin de castra statiua , que aparece denotando las bases deoperaciones permanentes o semipermanentes, y tambin los campamentosno efmeros (alto, parada), etc., etc.

    5. Conclusin

    A la vista de esos antecedentes, y en primera instancia, parece que de ladistincin entre la terminologa militar latina y el llamado sermo castrensishabr que decir lo que ya dijo Mosci Sassi acerca de la diferenciacin de esetal sermo y el uulgaris o plebeius, esto es, que trazar divisorias entre uno yotro sera casi siempre imposible, probablemente intil y justificable sola-mente a los efectos de una clasificacin puramente emprica.

    Salta a la vista, en efecto, que lo que se ha querido poner bajo esa rbricaes, pura y simplemente, un lxico tcnico informal, o, mejor dicho, sin for-malizar: los rasgos que permiten distinguir las locuciones que han sido tilda-das de castrenses o soldadescas de las que se estiman propiamente tc-nicas son slo dos, el mbito y la frecuencia de uso. Que, si bien se mira lacosa, dependen solamente del contenido referencial, y no de la calidad yfactura, de los trminos tcnicos.

    Ahora bien, desde el punto de vista de la Lexicologa puede ser oportunoy conveniente, y yo creo que lo ser, estudiar por separado las locucionesque no contienen nada ms que una referencia al plano de la realidad extra-lingstica y las que, revistiendo un contenido semntico, en virtud de stedenotan un referente distinto del propio o primero, o una pluralidad dereferentes. Siempre y cuando, por supuesto, se prescinda absoluta y riguro-

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    40 Vg. Caes., Gall. VII 36.1: ex eo loco quintis castris Gergouiam peruenit .41 Las noticias que de este apodo dan los Strategemata atribudos a Frontino, Festo y el

    Breuiarium de Paulo son un tanto ambiguas, puesto que podran entenderse referidas a lossoldados en cuyo caso habra que poner muli Mariani entre los dicta soldadescos o a laslas horcas de las que se servan para llevar con ms facilidad la carga, con lo que esta deno-minacin vendra a ser un tecnicismo como los que denotaban otras piezas del equipo. Marny Pea, ob. cit., 110 y 757, pp. 62 y 328, dice que estos mulos eran semovientes bpe-dos. Estoy de acuerdo.

    42 Increblemente, Kempf trat de apuntar alguna relacin entre barritus barrito, brami-do del elefante y barditus, que denotaba los cantos picos con que los bardos enardecan elnimo de los germanos la vspera de la batalla, segn cuenta Tcito en su Germania.

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    samente de tomar en consideracin lo que podra llamarse la extraccin so-cial de los tecnicismos: poco, o ms bien nada, puede importar, en efecto,que se deba a la soldadesca o a los mandos, por ejemplo, la idea y la prcticade medir en nmero de campamentos la duracin de una marcha 40, porquelo nico que aqu viene de verdad al caso es que el cmputo por tramos, nopor das en los desplazamientos ms largos habra que intercalar alguno dedescanso , permite a un entendido apreciar con ms exactitud la movilidadefectiva de una fuerza.

    As pues, y ya para terminar, entiendo yo que una rbrica como lxicomilitar latino no literario, o parte nomencladora del lxico militar latino,describir con ms acierto y precisin la naturaleza y el contenido de lo quehoy se pone, por ocurrencia relativamente reciente de J. G. Kempf, bajo elrtulo sermo castrensis. En cuanto a los hechos lxicos registrados en eseepgrafe sin tener relacin directa con la tcnica militar romana incluyen-do el apodo de muli Mariani que se dieron a s mismos los legionarios cuan-do se les ved el uso de acmilas y carruajes 41, y el nombre de barritus conel que bautizaron el clamor que alzaban ciertos brbaros inmediatamenteantes de entrar en batalla 42 , creo que han de tomarse como meros testimo-nios ilustrativos del genio y del ingenio de la soldadesca de Roma.