Si pudiera ahora

Jessica Machado 3º ESO

Estoy en este pequeño pueblo nuevamente, las cosas no han cambiado tanto, la gente es siempre la misma, inventando chismes y viendo que marca de ropa se usa o zapatos, no, realmente en ese aspecto no ha cambiado.

Salgo poco, pienso mucho, pienso lo que yo fui cuando estuve aquí y me doy cuenta que realmente ya no soy la misma, sólo soy el mismo cuerpo con otra mente que transita por aquí. Fueron las heridas que sufrí en este lugar las que me hicieron cambiar. 

Veo lugares donde antes solía pasar, ilusionada de un amor que no era amor, ciertas calles me recuerdan ciertas sonrisas e incluso algunas lágrimas. Aquel rincón donde lo besé por primera vez, si volviera a nacer lo repetiría de nuevo, aún sabiendo todo el dolor que me dieron esos besos. 

Y que recuerdos que me traen las historias del colegio, ese uniforme largo, las tardes después de las seis, y las noches cuando me escapaba al parque a reír con las amigas. Y después tú, tú que también estabas antes, tú que estabas siempre porque también este pueblo era tuyo, pero no te vi tanto como alguien para mi, pero eras bello, bello, bello, con esos grandes ojos color café y tus pestañas largas, moreno, alto, cuerpo escultural, sonrisa que me hacia temblar de la emoción, cuando te empecé a ver como algo más.

Si hiciera un recuento de mi vida, has sido el único que me puso nerviosa, yo por ti habría dado todo una vez más, una vez más le habría apostado al amor, una vez más estaba dispuesta a llorar o reír por besar una boca que me hiciera amar, sí, una vez mas.

Recuerdo las veces que salimos juntos, eras esquivo, mi ex era tu amigo, no tenía la edad para luchar como una fiera para que nada de esto importara, al fin y al cabo nuestros amores pasados nos habían hecho sufrir, pero nos vimos y salimos, nos abrazamos y nos amamos. Al final te perdía y me quedaba sola, sufría, habría dado lo que pudiera porque fueras mío, pero me daba miedo el quererte sin poderte tener de verdad.

Tu mirada, tu sonrisa, están grabadas en mi mente, esos besos, las caricias viven en mi pecho, como también la duda de tus miedos, porque no estuviste conmigo como yo sé que hubieras querido. Yo sé que pasó casi una década y seguías viendo aún mis fotografías, ¿qué era lo que te hacía escapar??? Y luego volver, yo sen pocas veces pero sé distinguir un beso de amor. Tus besos eran de amor, tu necesidad de besarme era amor pero tu necesidad de escapar me causaba dolor, por eso me fui de aquí, para no volver a sufrir. Yo te quería para mí, habría dado mi vida por ti.