Siestas Digitales

7
En Sealords, la multinacional piscifactoría de Nueva Zelanda, las mujeres desconchan mejillones a una velocidad de vértigo. Cada diez minutos la cadena se para. La empleadas -no hay hombres- intercambian su posición sin decir palabra y realizan estiramientos de dedos, manos y muñecas. El trabajo repetitivo no nació, ni mucho menos, con el ordenador, pero parece que en esta actividad, quizás por ser más aislada que en las cadenas de producción, la prevención va con retraso, física y psíquicamente. Buena parte del día, el cerebro se encuentra en red, procesando información de Internet, correos, redes sociales, trabajando con programas de gestión, tecleando, hablando por teléfono... Los especialistas en salud laboral empiezan a aconsejar que desconectar de vez en cuando resulta imprescindible. Las siestas digitales son necesarias. Lo defiende José María Martínez Selva, catedrático de Psicobiología de la Universidad de Murcia y autor del libro Tecnoestrés. "Mucha tecnología durante mucho tiempo pone literalmente enferma a la gente", según el investigador, que no olvida las ventajas que aporta el mundo del ordenador. Sin embargo, las nuevas tecnologías son armas de doble filo. Las siestas digitales -entendidas como pequeños descansos- ya se aplican en algunas empresas, como Google o Intel, que ven con buenos ojos que sus trabajadores pasen un tiempo desconectados, pues redunda en la mejora de la productividad. No hay empresa de Silicon Valley que se precie, de Facebook a Yahoo!, sin gimnasio, habitación para juegos reales -el futbolín triunfa- y unos confortables puffs para relajarse. "Gestionar bien el tiempo es uno de los mejores instrumentos de los que se dispone para controlar los efectos nocivos de las nuevas tecnologías, del tecnoestrés y de las tecnoadicciones", afirma Selva. Gestionar mal el tiempo significa sucumbir ante una de las ventajas de la red: la flexibilidad que otorga el poder estar conectado en cualquier momento desde cualquier lugar. En cualquier instante puede llegar un mensaje de correo electrónico o una llamada profesional, con lo que el trabajador se siente obligado a mantener un rendimiento continuo y a no poder desconectar ni distanciarse de sus obligaciones y problemas. Es decir, a disfrutar de un tiempo de descanso

description

siestas

Transcript of Siestas Digitales

En Sealords, la multinacional piscifactora de Nueva Zelanda, las mujeres desconchan mejillones a una velocidad de vrtigo

En Sealords, la multinacional piscifactora de Nueva Zelanda, las mujeres desconchan mejillones a una velocidad de vrtigo. Cada diez minutos la cadena se para. La empleadas -no hay hombres- intercambian su posicin sin decir palabra y realizan estiramientos de dedos, manos y muecas. El trabajo repetitivo no naci, ni mucho menos, con el ordenador, pero parece que en esta actividad, quizs por ser ms aislada que en las cadenas de produccin, la prevencin va con retraso, fsica y psquicamente.

Buena parte del da, el cerebro se encuentra en red, procesando informacin de Internet, correos, redes sociales, trabajando con programas de gestin, tecleando, hablando por telfono... Los especialistas en salud laboral empiezan a aconsejar que desconectar de vez en cuando resulta imprescindible. Las siestas digitales son necesarias. Lo defiende Jos Mara Martnez Selva, catedrtico de Psicobiologa de la Universidad de Murcia y autor del libro Tecnoestrs. "Mucha tecnologa durante mucho tiempo pone literalmente enferma a la gente", segn el investigador, que no olvida las ventajas que aporta el mundo del ordenador. Sin embargo, las nuevas tecnologas son armas de doble filo.

Las siestas digitales -entendidas como pequeos descansos- ya se aplican en algunas empresas, como Google o Intel, que ven con buenos ojos que sus trabajadores pasen un tiempo desconectados, pues redunda en la mejora de la productividad. No hay empresa de Silicon Valley que se precie, de Facebook a Yahoo!, sin gimnasio, habitacin para juegos reales -el futboln triunfa- y unos confortables puffs para relajarse. "Gestionar bien el tiempo es uno de los mejores instrumentos de los que se dispone para controlar los efectos nocivos de las nuevas tecnologas, del tecnoestrs y de las tecnoadicciones", afirma Selva.

Gestionar mal el tiempo significa sucumbir ante una de las ventajas de la red: la flexibilidad que otorga el poder estar conectado en cualquier momento desde cualquier lugar. En cualquier instante puede llegar un mensaje de correo electrnico o una llamada profesional, con lo que el trabajador se siente obligado a mantener un rendimiento continuo y a no poder desconectar ni distanciarse de sus obligaciones y problemas. Es decir, a disfrutar de un tiempo de descanso necesario para la salud mental. De hecho, un 26% de los empleados cree que el uso de Internet y del mvil aumenta su horario laboral y que esa disponibilidad permanente le genera estrs.

Tony Schwartz, director The Energy Project, el ao pasado coloc una encuesta en Huffington Post para conocer los hbitos de los trabajadores. El 60% reconoci que slo se desconectan completamente del correo electrnico dos horas al da. El 20%, menos de media hora.

Internet y el mvil no hacen necesario el trabajo presencial. Pueden ser un excelente medio para conciliar vida laboral y personal; pero tambin puede acabar comindose la vida del teletrabajador. "El teletrabajo es ms flexible, pero rompe con las funciones de organizacin de actividades vitales, sean o no cotidianas, como los fines de semana, las vacaciones, el horario de comidas o verse con la familia", explica Selva.

Una encuesta de Cisco Systems revela que el 45% de los empleados con acceso externo al sistema informtico de la empresa trabaja entre dos y tres horas ms al da. Una cuarta parte de ellos trabaja hasta cuatro horas extras. A la extensin horaria hay que sumar la posible desconexin personal y emocional que supone trabajar en solitario.Se desconoce cuantas personas pueden estar afectadas por el tecnoestrs, pero hay que tener en cuenta que dos tercios de los trabajadores espaoles trabajan en oficinas con ordenador. Segn un informe de PandaLabs, el 63% de los usuarios afirma que las incidencias en el funcionamiento de los sistemas informticos le genera estrs. Para que el tecnoestrs genere trastornos psicolgicos deben sumarse otros factores, precisa Selva. Como por ejemplo la sobrecarga de trabajo, la prdida de control del proceso de desempeo de un oficio, y otros procesos sociales como puede ser el sentirse expulsado del mercado laboral.

Juan Manuel Romero, presidente de la sociedad Adicciones Digitales, da consejos para prevenir las teledolencias: "Lo mejor es descansar diez minutos cada hora. En ese tiempo hay que moverse para evitar problemas de circulacin, el sndrome de la clase turista... Tambin conviene salir al aire libre. Adems el mobiliario debe cumplir unos principios: que la silla nos permita apoyar toda la espalda, que el ordenador est a la altura de los ojos, de lo contrario nos provocar tarde o temprano problemas de cervicales".

Si hacemos caso a las recomendaciones del Instituto Nacional de Salud y Seguridad del Trabajo de EE UU se debera descansar al menos cinco minutos tras sesiones de 30 minutos de actividad. Y segn el sindicato de profesores de Nueva York, unos recesos de 30 segundos son muy recomendables, con nfasis en respirar profundamente y cerrar los ojos en ese medio minuto de relax.

Selva recomienda retirar la vista del ordenador entre diez y quince minutos por cada hora seguida de trabajo, y fijar la vista en el horizonte o en objetos distantes de cuando en cuando.

Otro argumento a favor de las siestas digitales es el desgaste fsico que conlleva trabajar todo el da delante de una pantalla. Segn un estudio del Instituto de Biomecnica de la Universidad Politcnica de Valencia, ms de la mitad de las personas que trabajan en oficinas desarrollan problemas relacionados con malas posturas.

Hay que ir al trabajo con cronmetro en mano? No. En el remedio est la enfermedad y viceversa. La misma tecnologa causante de la dolencia encuentra la solucin. TimeStamp, User Protector o Eyes Relax, entre otros programas informticos permiten regular los tiempos de descanso y de horario laboral.

Workrave es uno de los ms antiguos y quizs el ms completo. Tiene la peculiaridad de incorporar un contador que mide la distancia recorrida por el puntero en la pantalla, y el nmero clics. Adems de lanzar alertas e, incluso, de apagar la pantalla si no se obedece al aviso, introduce ejercicios gimnsticos para cabeza, cuello, manos y ojos.

La industria del videojuego tambin ha prestado atencin a la ergonoma laboral y, en concreto, al cansancio de la vista ante el ordenador. Es el caso del ttulo Training Eyes, de la consola porttil Nintendo DS.

La rapidez con que ocurren los cambios tecnolgicos tambin puede generar conflicto en algunas personas, es el tecnoestrs. La actualizacin continua de programas genera tensin. Sobre todo si sus interfaces no se han creado con una claridad suficiente que evite equivocaciones, dudas o atascos que dupliquen el tiempo dedicado a una labor. Porque cuando la comunicacin entre la mquina y la persona tiene barreras, el tecnoestrs est servido. "El desarrollo tecnolgico, al mismo tiempo que mejora nuestras vidas, parece seguir un extrao proceso de evolucin que convierte algunas tareas cotidianas en ms caras, penosas y difciles", dice Selva.

Hay muchos ms ejemplos que contribuyen al nerviosismo. Desde un inexplicable mensaje de error en el ordenador que no aporta soluciones sino la prdida inminente de todo lo que se ha escrito. Hasta la web de una empresa con la que se necesita contactar y no hay lugar donde encontrar un telfono, sino un formulario que nunca respondern. En este sentido, los diseadores de interfaces pueden contribuir a reducir el tecnoestrs, con diseos ms claros y ms accesibles. Sobre todo para los "inmigrantes digitales", un trmino acuado por el escritor norteamericano Marc Prensky en 2001 y que diferencia a los nativos digitales, aquellos nacidos entre 1980 y 2000, criados ya en la era digital.

"Las diferencias estn entre quienes han aprendido informtica jugando y los que la han aprendido como usuarios", explica Jos Mara Prieto, catedrtico de Psicologa del Trabajo de la Universidad Complutense de Madrid. "Los primeros son quienes saben llevar al lmite el sistema, para ellos utilizarlo es divertirse: si hay cadas en el sistema, resolverlo es un reto. Ante un nuevo programa, encontrarle utilidad es divertido, un juego con el que disfrutan", explica Prieto. "Sin embargo, las personas con mentalidad de usuario tienen que hacer un curso cada vez que se introduce un nuevo programa, con lo que eso conlleva, y son quienes acostumbran a requerir ms apoyo por parte de los servicios tcnicos", aade.

Para Prieto, el diseo de las aplicaciones no est pensado para un pblico amplio es decir, para que el 90% de la poblacin lo entienda. "Estn pensadas para los ms aptos, no para minimizar errores. Las han creado los ingenieros y sin tener en cuenta al usuario, no se hacen estudios de usabilidad y en tiempos de crisis an menos", dice.

"Aparecen problemas de adaptacin a aparatos y sistemas que han sido diseados por jvenes y para jvenes que prcticamente han nacido con ellos y los utilizan de forma habitual", opina Selva. "Los ordenadores tienen que aprender modales y las empresas deben pensar en un pblico ms amplio que el del joven que sabe programacin", aade.

Segn el informe eEspaa del 2009 de la Fundacin Orange, ms de la mitad de los mayores de 45 aos no utiliza habitualmente el ordenador. Entre las medidas que podran contribuir a un mejor manejo estaran aumentar los contrastes en las pantallas, dar ms tiempo para elegir entre opciones e introducir ms informacin de apoyo en los programas y ms clara. Prieto va an ms lejos al poner como ejemplo el uso del iPod, claramente pensado para un pblico joven: "Requiere destreza digital fina y saber establecer una estrategia para clasificar la informacin".

La vida se ha convertido en un cambio continuo. Ante eso Prieto afirma que toda persona tiene un lmite en el nmero de tecnologas que puede dominar: "Estamos preparados para afrontar durante nuestra vida entre tres y cinco cambios tecnolgicos potentes, no ms", concluye.

Tensin en los ojos, dolores de cabeza, vrtigos, problemas de respiracin, dificultad de concentracin y el sndrome del estrs repetitivo (RSI, en sus siglas en ingls) son las dolencias ms habituales de las personas que trabajan ante un ordenador, aunque no son exclusivas de ellas. As como el tenista tiene como dolencia peculiar el codo, en el caso del cibertrabajador su sndrome ms frecuente es el del tnel carpiano, dolor que abarca desde el antebrazo hasta la mano. Si antes era una dolencia muy frecuente en camareros y cajeros de supermercados, ahora se suman los oficinistas.

"Para m, es el problema fundamental", explica Romero, autor del libro Adicciones digitales. "La posicin del brazo que maneja el ratn debe estar en el mismo plano, bien apoyado en la mesa. No se trata slo de apoyar bien la mueca, sino todo hasta el codo y que sintamos que es el codo casi quien realiza el movimiento".

De algunas dolencias se es ms consciente, como los problemas de visin -lo que facilita la prevencin (visita a oculistas, mejora de la iluminacin)-, pero otras son ms psquicas que fsicas. Es el caso de de la prdida de concentracin, un fenmeno creciente y muy ligado no tanto al trabajo ante la pantalla, como a la entrada de estmulos constantes en l: correos electrnicos, chats, tuits y otras alertas que distraen de la tarea principal. Lo que puede parecer una distraccin momentnea puede llegar a la prdida de concentracin constante y por tanto, a la baja productividad.

Este sndrome lo sufran los empleados de la empresa publicitaria Herraiz & Soto. Como entre sus habilidades profesionales figuraba la programacin, la empresa ide una pequea aplicacin para que mientras se estuviera escribiendo en el ordenador no molestaran los correos ni ninguna otra alerta. As naci Ommwriter, un aplicacin que consiste en la nada, en que nadie te moleste mientras trabajas. Con ella, el trabajador elige el color de la pantalla, una msica (o ruido) relajante, el tipo de letra y, sobre todo, anula las alertas de llegada de correos.

El xito entre los empleados de la agencia, les llev a difundirla. Salt a la web y Ommwriter ha sido descargada ms de 250.000 veces, y el 25% de las personas ha pagado por ella, aunque es voluntario. Desde junio la aplicacin adaptada al iPad se encuentra en la tienda iTunes por 3,99 euros.

"Efectivamente no solo hay consecuencias fsicas en el trabajo repetitivo, tambin psquicas", asegura Romero. "Van en aumento porque antes el ordenador era fijo y el telfono tambin; pero ahora con los smartphones nos permite arrastar el trabajo a casa con la familia, incluso al ocio. Nos vamos al cine y estamos consultando la Blackberry".El director de Adicciones Digitales recuerda como situacin extrema el karoshi, la muerte en Japn por exceso de trabajo. "Debemos aprender a discriminar, porque si se llega al nivel de la adiccin la nica solucin es quitar el ordenador o el mvil, como a los alcohlicos se les quita el vino, y a ver cmo se vive hoy en da sin ellos".

Seores, no caigamos en el karoshi. Qu mal hay en 30 segundos de respiracin profunda, en cinco minutos de receso, qui! en 20 minutos de siesta, costumbre patria hoy practicada por el doble de ciudadanos alemanes que espaoles.

Normas para evitar males mayores

El catlogo de consejos para prevenir teledolencias es muy sencillo y, por tanto, fcil de ejecutar.

- Sentarse con la espalda apoyada en un respaldo rgido o semirrgido.

- La pantalla debe estar colocada a la altura de los ojos.

- El ratn se ha de manejar con todo el antebrazo apoyado en la mesa, prcticamente la fuerza debe partir del codo

- Descansar cinco minutos de cada media hora de trabajo

- No beber alcohol, y mejor solo agua.

- Durante el descanso: levantarse, moverse y salir al aire libre.

- Cortar tajantemente el trabajo y el ocio (dejad de consultar el correo en los mviles) o la vida familiar se resentir negativamente.