SIPAZ - 10 años de presencia internacional y trabajo para la Paz en Chiapas

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10 Años de presencia internacional y trabajo para la Paz en Chiapas 4 de marzo de 2006 Cideci San Cristóbal de las Casas Memoria - Décimo Aniversario de SIPAZ "Desde una perspectiva no violenta, estos 10 años de SIPAZ, tienen un significado que trasciende la situación chiapaneca. En el momento cuando las derechas se fortalecían en América Latina y se decía que ya no había otra alternativa que le diera vuelta al proceso, la propuesta zapatista movió todo. Algunos, incluso gente de izquierda, ya habían dicho que era imposible hacer revoluciones en América Latina. Con el zapatismo todo el mundo fue convocado a apoyar. La comunidad internacional fue convocada por Don Samuel Ruiz García, obispo católico de San Cristóbal y por otras personalidades, para que, desde los organismos no violentos y de búsqueda de paz con justicia y dignidad, se hicieran aportes para el proceso chiapaneco. Se trataba de aportar con actores, en los escenarios y en las alternativas de pensamiento para resolver los conflictos con paz. Así fue cómo nos encontramos diferentes personas, de diferentes países y organizaciones para responder al llamado de convocatoria que Chiapas nos hacía para construir la paz. Fuimos convocados a la paz. En Chiapas nos encontramos personas que no teníamos nada en común, pero que empezamos a tejer juntos telas nuevas por la paz. Porque Chiapas fue el pretexto para emprender nuevos trabajo en otras partes. Y eso es una gran contribución para la paz". Gustavo CABRERA (miembro de la Junta Directiva de SIPAZ) 10 años de esperanza, 10 años de esfuerzos, 10 años de experimentación, 10 años de experiencias, 10 años evocando la fe como posibilidad de paz, 10 años evidenciando que un sueño toma vida en los que lo comparten. Corinna Schellenberg (alemana, voluntaria 1998-1999)

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Memoria del encuentro - Celebración de 10 años de trabajo de SIPAZ - Servicio Internacional para la Paz (San Cristóbal de las Casas -CIDECI-, 4 DE Marzo de 2006 © SIPAZ - Servicio Internacional para la Paz

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10 Años depresencia internacional

y trabajo para la Pazen Chiapas

4 de marzo de 2006Cideci

San Cristóbal de las Casas

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"Desde una perspectiva no violenta, estos 10 años de SIPAZ, tienen un significado que trasciende la situación chiapaneca. En el momento cuando las derechas se fortalecían en América Latina y se decía que ya no había otra alternativa que le diera vuelta al proceso, la propuesta zapatista movió todo. Algunos, incluso gente de izquierda, ya habían dicho que era imposible hacer revoluciones en América Latina. Con el zapatismo todo el mundo fue convocado a apoyar. La comunidad internacional fue convocada por Don Samuel Ruiz García, obispo católico de San Cristóbal y por otras personalidades, para que, desde los organismos no violentos y de búsqueda de paz con justicia y dignidad, se hicieran aportes para el proceso chiapaneco. Se trataba de aportar con actores, en los escenarios y en las alternativas de pensamiento para resolver los conflictos con paz. Así fue cómo nos encontramos diferentes personas, de diferentes países y organizaciones para responder al llamado de convocatoria que Chiapas nos hacía para construir la paz. Fuimos convocados a la paz. En Chiapas nos encontramos personas que no teníamos nada en común, pero que empezamos a tejer juntos telas nuevas por la paz. Porque Chiapas fue el pretexto para emprender nuevos trabajo en otras partes. Y eso es una gran contribución para la paz".

Gustavo CABRERA(miembro de la Junta Directiva de SIPAZ)

10 años de esperanza,

10 años de esfuerzos,

10 años de experimentación,

10 años de experiencias,

10 años evocando la fe como posibilidad de paz,

10 años evidenciando que un sueño toma vida en los que lo comparten.

Corinna Schellenberg(alemana, voluntaria

1998-1999)

Diseño De tapa e interior: Carlos D. Pérez

SIPAZServicio Internacional para la Paz

Avenida Chilón #8Barrio El CerrilloSan Cristóbal de las Casas29220 Chiapas, MéxicoTel/Fax: (+52.967) 63-160-55www.sipaz.orgE-mail: [email protected]

10 años depresencia internacional

y trabajo para la Pazen Chiapas

Índice

Bienvenida y presentación....................................................................... 3introducción............................................................................................ 7MeMoria histórica de sipaZ en chiapas.............................................11

1995 - 1996........................................................................................111997.....................................................................................................121998.....................................................................................................131999.....................................................................................................142000.....................................................................................................142001.....................................................................................................152002.....................................................................................................152003.....................................................................................................162004.....................................................................................................162005.....................................................................................................17

reconstrucción de la evolución estratégica de sipaZ................. 21De 1995 a 1997.................................................................................21De 1998 a 2000.................................................................................22De 2001 a la fecha.............................................................................23Retos hoy en día.................................................................................23

panel........................................................................................................27CDH Fray Bartolomé de las Casas..................................................27Peace Watch........................................................................................28Casa de paz.........................................................................................29Carea....................................................................................................29Witness for Peace ..............................................................................31

Comentario......................................................................................31ECAP ...................................................................................................32Las Abejas de Chenalhó....................................................................33SweFOR / Osa....................................................................................34PBI........................................................................................................35

Comentario......................................................................................35CDH Tlachinollan Guerrero.............................................................37

El acompañamiento internacional: experiencias y retos en Guerre-ro.......................................................................................................37El acompañamiento internacional..................................................39

PBI........................................................................................................42Comentario......................................................................................43

traBajo en grupos / plenaria...............................................................47Mesa 1.................................................................................................47Mesa 2.................................................................................................48Mesa 3.................................................................................................49Mesa 4.................................................................................................50

Retos:................................................................................................50Tareas:..............................................................................................51

Preguntas y comentarios...................................................................51cierre.......................................................................................................53

Bienvenida y presentación

1

Bienvenida y presentación

Bienvenida y presentación

Para empezar la reunión de festejo por los diez años de pre-

sencia de SIPAZ (Servicio Internacional por la Paz) en Chia-

pas, Marina Pagès, coordinadora actual, dio la bienvenida a

los asistentes: miembros del equipo, de la Junta Directiva, de

la Coalición de SIPAZ, organizaciones nacionales e interna-

cionales, amigos y amigas.

Comentó que no está muy clara la fecha exacta de nacimien-

to de SIPAZ porque se pueden considerar varias opciones:

en febrero de 1995, alrededor de las fechas de la en-

trada del Ejército federal en la Selva Lacandona en su in-

tento por detener a la comandancia zapatista. En aquel

momento, se encontraba en Chiapas una delegación de

representantes de organizaciones e iglesias de varios

países. En sus entrevistas con distintos actores locales y

nacionales, escucharon la necesidad de una presencia

internacional permanente.

en el verano de ese mismo año, estas organizaciones

realizaron un llamado para conformar una coalición in-

ternacional, que ha crecido hasta agrupar hoy en día a

alrededor de 50 grupos de América del Norte, América

del Sur y Europa.

O bien, el 12 de noviembre de 1995, cuando llegó el

primer equipo de SIPAZ a Chiapas.

Todas estas fechas habían pasado ya cuando festejamos el

décimo aniversario, pero quisimos aprovechar los días en los

que SIPAZ iba a celebrar su reunión anual de planeación con

la presencia de su Junta Directiva.

Marina explicó que el encuentro realizado ese día no pre-

tendía ser nada más un festejo y una ocasión para recordar

esos 10 años de presencia de SIPAZ en Chiapas, sino tam-

bién un espacio de intercambio y reflexión entre las personas

invitadas en cuanto a los retos del acompañamiento interna-

cional en el contexto actual. Los aportes que cada uno de

los asistentes hicieran contribuirían al trabajo de planeación

posterior, ayudando a afinar aún más la estrategia de SIPAZ

para los próximos años, en cuanto a su papel en Chiapas y

en México.

Se presentó a las integrantes del equipo operativo en San

Cristóbal:

Marina Pagès, coordinadora de SIPAZ en Chiapas des-

de 2002. Es de Francia, llegó a San Cristóbal a finales de

marzo de 1997, después de haber trabajado en Israel y

Colombia.

Elena Cannie de Francia. Llegó hace 15 meses, anterior-

mente estuvo trabajando con el equipo de Brigadas de

Paz en Guerrero, México.

Jet Nauta de Holanda. Ya tiene 4 años en Chiapas.

Heike Kammer de Alemania. Llegó a colaborar con SIPAZ

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

en 1999 luego de haber trabajado con Brigadas de Paz

Internacionales en Colombia, Guatemala y El Salvador.

Se presentó también a los integrantes de la Junta Directiva de

SIPAZ presentes en la reunión:

Gustavo Cabrera, de Costa Rica, representando al Servi-

cio Paz y Justicia (Serpaj)-América Latina.

Lan Richart, de Chicago, EEUU. Actual tesorero de SIPAZ.

Luisa Palmer de California, EEUU. Apoya a SIPAZ desde

1996 por parte de Brigadas de Paz Internacionales. Es

parte de la Junta Directiva desde 2000 y su actual pre-

sidenta.

Åsa Henriksson, del Movimiento Internacional por la Re-

conciliación de Suecia, SweFor. Ella es la coordinadora

del proyecto para Chiapas y Guatemala, basada en la Ciu-

dad de Guatemala. La titular en la Junta de SIPAZ es Ma-

rita Rodríguez, de la misma organización que debía llegar

hasta el día siguiente.

Marina subrayó que detrás de SIPAZ hay y ha habido muchí-

sima gente, en lo individual o como parte de las 50 organi-

zaciones o iglesias que forman la coalición, cada una con un

aporte particular. Recordó los nombres de varios ausentes

en el espacio:

Dos colaboradores que no pudieron estar en este feste-

jo: Magali Rabasa de EEUU y Carlos Pérez (el webmaster)

de Argentina.

De la Junta Directiva: Denise Griebler de Ministerios Ma-

yas, EEUU; Juan Ángel Gutiérrez de Fraternidad Bautista

de Paz, de Nicaragua y José Astudillo de Ecuador, el vice-

presidente de SIPAZ.

Marina concluyó diciendo que SIPAZ ha sido un espacio

de encuentro de personas diferentes: diferentes nacionali-

dades, diferentes religiones, diferentes modos de ser. Esto

se vio también reflejado en la diversidad de los asistentes al

festejo de aniversario n

“Un equipo internacional para la paz que tra-

baja en una situación polarizada y violenta debe

enfrentar varios obstáculos. Es una cosa de andar en

una comunidad, pero es otra cosa ganar entrada. Es

el caso particularmente en comunidades indígenas

quienes después de 500 años de conquista han so-

brevivido, en parte, por su habilidad de cerrarse a

extranjeros. Cuando el trabajo se trata de hablar con

gente de los dos lados de una comunidad dividida, la

desconfianza aumenta y el desafío es mayor”.

Phil MacManus (EEUU, fundador

y presidente de la Junta Directiva

de 1995 a 2002)

Introducción

2

Introducción

Introducción

Para empezar el trabajo, Gustavo Cabrera, de la Junta Direc-

tiva de SIPAZ, pidió a los participantes que pensaran en una

persona, una cosa o un proyecto que amaran mucho y las

razones para amarla. Después se compartió esa experiencia

por parejas. Convocados por ese amor que compartimos,

que nos hace caminar y seguir, Gustavo dijo que si un día

perdemos ese amor, de nada sirve seguir luchando, porque

el amor es lo que nos mueve y conmueve. El amor nos in-

vita a cerrar los ojos ante las dificultades para hacernos más

fuertes.

En nombre de la Junta Directiva Gustavo Cabrera dijo:

“Desde una perspectiva no violenta, estos 10 años de SIPAZ,

tienen un significado que trasciende la situación chiapane-

ca. En el momento cuando las derechas se fortalecían en

América Latina y se decía que ya no había otra alternativa

que le diera vuelta al proceso, la propuesta zapatista movió

todo. Algunos, incluso gente de izquierda, ya habían dicho

que era imposible hacer revoluciones en América Latina. Con

el zapatismo todo el mundo fue convocado a apoyar. La

comunidad internacional fue convocada por Don Samuel

Ruiz García, obispo católico de San Cristóbal y por otras per-

sonalidades, para que, desde los organismos no violentos

y de búsqueda de paz con justicia y dignidad, se hicieran

aportes para el proceso chiapaneco. Se trataba de aportar

con actores, en los escenarios y en las alternativas de pen-

samiento para resolver los conflictos con paz. Así fue cómo

nos encontramos diferentes personas, de diferentes países y

organizaciones para responder al llamado de convocatoria

que Chiapas nos hacía para construir la paz. Fuimos convo-

cados a la paz. En Chiapas nos encontramos personas que

no teníamos nada en común, pero que empezamos a tejer

juntos telas nuevas por la paz. Porque Chiapas fue el pretexto

para emprender nuevos trabajo en otras partes. Y eso es una

gran contribución para la paz”.

“SIPAZ, en este concierto de presencia internacional, desa-

rrolló nuevos conceptos de interculturalidad, de acción con-

junta de organizaciones y comunidades, en aspectos como

el religioso y el comunitario. Y esos aportes los valoramos en

todo el mundo, se han extendido a experiencias en Colom-

bia y en el norte de América. Es muy importante valorar que

una experiencia concreta, aparentemente pequeña, puede

significar mucho más en un contexto más amplio, en una co-

yuntura internacional y que puede contribuir a los ejercicios

por la paz en otras partes del mundo. Cuando empezamos

un trabajo chiquito no pensamos la trascendencia que va a

tener en el mundo. Y esa es la riqueza del movimiento social.

Esa es la contribución de SIPAZ al proceso de construcción

no violenta de la paz en el mundo”.

“Y este trabajo no lo ha hecho sólo la Junta Directiva, que

está en otras partes del mundo. Ha sido un trabajo colectivo,

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

juntos uno a otro, entre la Junta, la Coalición asociada, los

cooperantes que han apoyado con recursos, y el equipo

permanente de San Cristóbal, quienes llevan el peso central

del proyecto, porque arriesgan sus utopías pero también sus

vidas. Algunas de sus integrantes llevan aquí mucho tiempo,

otras llevan poco. Y su trabajo ha sido posible, también gra-

cias al apoyo de amigos de Chiapas y de México. Son las

4 patas de la mesa para el trabajo que ha hecho SIPAZ: La

Junta Directiva y la Coalición, la cooperación, el equipo en

San Cristóbal y las alianzas”.

“Desde el principio el trabajo ha sido duro: con embajadas,

con militares, con gobierno. En 1997, toda la Junta Directiva

fuimos a El Limar, en la zona Norte de Chiapas. Se estaba

construyendo el proyecto de la Estación Norte. Los militares

nos pusieron un vehículo adelante y otro atrás. Ellos nos mar-

caron el ritmo de la visita. No pudimos ir a todos los lugares

que teníamos en la agenda. Y no nos dejaron hablar con la

gente. Sólo nos permitieron hablar con los mandos militares.

También estuvimos presentes cuando los desplazados de

Chenalhó regresaron a sus comunidades. Todos estos he-

chos nos han cambiado, a SIPAZ y a nosotros”.

“Cuando hablamos de la Alerta, la Sexta y la Otra, nos esta-

mos refiriendo a un nuevo desafío. En la Sexta se presenta

el nuevo contexto nacional e internacional, se denuncia la

guerra preventiva y la apropiación de los recursos de ma-

nera violenta. En ese texto podemos leer el contexto de

toda América Latina (donde también surgen alternativas y se

desdice la propuesta central legitimadora) pero hay que ver

también el subtexto, que es lo que hay detrás. Ante el cam-

bio que significa la Otra Campaña, SIPAZ tiene que cambiar

su papel como organismo internacional de presencia, de

acompañamiento y de fortalecimiento de alternativas para la

paz, con justicia y dignidad”.

“Adolfo Pérez Esquivel contaba un cuento: Para distraer a su

hijo, un hombre rompe un trozo de periódico donde había

una imagen del mundo y le pide que lo reconstruya. El hijo

logró recomponer la imagen muy rápido, pues en la parte de

atrás había el dibujo de una persona. Para arreglar al mundo

hay que arreglar primero a las personas”.

“Bienvenidos a este espacio. Es una celebración a través de

la reflexión, para aportarle a SIPAZ lo que consideramos que

debe hacer. Y celebrar esta palabra con las comunidades y

los amigos, para que nos dé ánimo a la hora de continuar.

En la memoria de SIPAZ estamos presentes todos. Ustedes y

nosotros. Gracias” n

“Es bueno que nos visiten. Si Ustedes nos visi-

tan, no nos pueden reprimir tan fácil, porque el

mundo se da cuenta”.

Testimonio de un habitante de una comunidad

indígena de la zona Norte

Memoria Histórica de SIPAZ en Chiapas

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11

Memoria Histórica de SIPAZ en Chiapas

Memoria histórica de SIPAZ en Chiapas

Para recordar y conocer la historia de la presencia de SI-

PAZ en Chiapas se caminó por el salón mirando carteles y

fotografías de cada uno de esos diez años y escuchando

los relatos de las compañeras del equipo actual y de Ri-

cardo Carvajal, anterior coordinador.

1995 - 1996

Ricardo contó que después de 2 visitas de la delegación

internacional, en febrero y junio de 1995, se decidió formar

la coalición SIPAZ. El 5 de noviembre de ese año llegaron a

la ciudad de México él y Lynne de Pastores por la Paz, EEUU,

donde se entrevistaron durante 5 días con las contrapartes

de SIPAZ. El 12 de noviembre llegaron a San Cristóbal de Las

Casas. Vivieron por 12 días en un hotel, mientras buscaban

una casa para el proyecto.

En ese entonces estaba en auge San Cristóbal por los diálo-

gos de paz en San Andrés. Ricardo y Lynne se incorporaron

a ese proceso. Iban a San Andrés todos los días a las 5 de

la tarde y regresaban en la madrugada, después de las con-

ferencias de prensa.

Ricardo enfatizó dos cosas importantes de esos primeros

años de trabajo:

SIPAZ fue reconocida por sus contrapartes mexicanas

y chiapanecas como un actor internacional de apoyo.

De manera prudente y de bajo perfil, habían logrado

construir una red de alianzas con distintas organizacio-

nes entre las que se destacaba el Centro de Derechos

Humanos Fray Bartolomé de Las Casas y la CONPAZ

(Coordinación de Organismos no Gubernamentales

por la Paz), quienes concentraban, en ese tiempo, la

colaboración internacional. En febrero de 1996 se in-

tegraron al equipo César (doble nacionalidad peruana

y holandesa) y María (Uruguay).

En enero de 1996, la Junta Directiva de SIPAZ pudo

reunirse con la comandancia general zapatista, quie-

nes vieron bien su presencia como elemento para di-

suadir la presencia de militares, policías y paramilitares

en las comunidades indígenas.

En febrero de 1996, cuando se suspendió el proceso de

diálogo entre los zapatistas y el gobierno federal mexicano,

las organizaciones de derechos humanos que trabajaban en

Chiapas, cayeron en cuenta de que el conflicto se había am-

pliado a la zona Norte de la entidad (Chilón, Bachajón y zona

baja de Tila) y que su característica más fuerte era la aparición

de los grupos paramilitares: los Chinchulines y Paz y Justicia.

Ese año, por la creciente violencia de la zona Norte, SIPAZ

junto con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé

de Las Casas, el Cediac y Global Exchange, formó la Estación

1.

2.

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

12

Norte, con integrantes de esas organizaciones en el norte de

Chiapas. Esa iniciativa conjunta logró llamar la atención nacio-

nal e internacional sobre lo que estaba pasando en esa zona

y desenmascarar la nueva estrategia del gobierno, centrada

en el uso de paramilitares para golpear a las bases que sos-

tenían al EZLN.

Como parte de la Estación Norte se reunieron con la COCO-

PA (Comisión para la Concordancia y la Pacificación) y con la

CONAI (Comisión Nacional de Intermediación) para llamarles

la atención sobre lo que pasaba. Uno de los aportes de SI-

PAZ en el proceso, que al principio no fue bien visto por

otras organizaciones, fue impulsar el encuentro con militares

y paramilitares. En ese tiempo la lógica del conflicto estaba

muy polarizada: o se era aliado o se era enemigo. SIPAZ im-

pulsó los diálogos con la otra parte, para buscar el resquicio

de humanidad de los otros, como postura no violenta. Así, la

Estación Norte se abrió a hablar con militares y con los gru-

pos paramilitares Chinchulines y Paz y justicia. Esa fue una de

las iniciativas más importantes de SIPAZ en aquel momento.

Más tarde se decidió cerrar la Estación Norte por motivos

de seguridad. Cuando una delegación cruzaba el cerco de

los paramilitares de Paz y Justicia con la intención de llevar

comida a las comunidades, dos de sus miembros fueron

atacados. José Montero, abogado del Fray Bartolomé de

las Casas, recibió un disparo de bala y César, de SIPAZ, fue

agredido con un machetazo en la cabeza. A ambos se les

permitió abandonar el lugar, pero se tomó la decisión de

dejar solamente una presencia semipermanente en la región.

También en 1996, SIPAZ invitó a Juan Pablo Lederach a dar un

taller sobre no-violencia, lo que impulsó ideas nuevas en el

proceso chiapaneco de búsqueda de paz, como consultar

todas las voces, tender puentes, defender los derechos hu-

manos buscando la imparcialidad, entre otras.

SIPAZ también impulsó que, en el trabajo de cabildeo, cuan-

do varias de las embajadas de otros países visitaran Chiapas

pidieran a la organización una agenda paralela a la del go-

bierno mexicano para conocer distintas voces. Ese fue tam-

bién un aporte de SIPAZ.

1997

Marina Pagès contó que desde esa lógica de que todos los

que son parte de un conflicto tendrán que ser parte de su

solución, SIPAZ empezó a trabajar más fuertemente con ac-

tores religiosos. Cabe recordar que la Diócesis católica jugó

un papel muy importante en el proceso de organización y

concientización de las personas en Chiapas desde los años

70; y que desde la perspectiva indígena no hay separación

entre lo religioso y los demás aspectos. Por eso, SIPAZ de-

cidió aprovechar esas entradas e invitar a diferentes grupos

y personas a espacios de reflexión desde su fe. Así, en ese

año, se hicieron diversas actividades interreligiosas y ecumé-

nicas, para intentar desactivar la conflictividad comunitaria. Se

1�

Memoria Histórica de SIPAZ en Chiapas

hicieron encuentros ecuménicos por regiones y se buscó

acercarse a actores evangélicos, para tejer relaciones.

Ese año fue la marcha de los 1,111 zapatistas por todo el país

para realizar una consulta sobre los derechos de los pueblos

indígenas. Fue también un año de escalada de violencia, que

desembocó en la masacre de Acteal, en el municipio de

Chenalhó, en el mes de diciembre. En noviembre SIPAZ ha-

bía participado en una misión civil a la zona Altos que ya de-

nunciaba la violencia que se vivía en la región, antecesora de

la masacre de 45 personas, la mayoría mujeres y niños que

oraban y ayunaban por la paz en sus comunidades.

1998

A raíz de la masacre, muchas de las actividades de SIPAZ

empezaron a girar en torno a Chenalhó: juntar testimonios,

llevar ayudas y delegaciones internacionales, entre otras. La

tensión creció en la zona. Los militares intensificaron sus re-

tenes carreteros. El gobierno federal expulsó, entre otros, al

padre Chanteau, que trabajaba desde hacia muchos años

en el municipio. Se multiplicaron los conflictos comunitarios,

minimizados por el gobierno como problemas religiosos en-

tre familias y parajes. Eso no nada más en Chenalhó, sino en

varias partes de la “zona de conflicto”.

SIPAZ estaba muy preocupado por cómo reducir los estalli-

dos violentos comunitarios. Se optó por fortalecer un nuevo

eje de trabajo de Educación para la Paz. Se empezó a dar ta-

lleres mensuales a intermediarios (capacitación de capacita-

dores): integrantes de Organizaciones No Gubernamentales,

catequistas y personas que tuvieran entrada a las comunida-

des y que pudieran usar las herramientas.

Varios de estos participantes invitaron a SIPAZ a co-facilitar

talleres en sus zonas, lo cual fue muy rico porque permitió

revisar la metodología con un enfoque de mayor intercultu-

ralidad todavía.

Por otro lado, muchas organizaciones habían empezado a

tener conflictos internos. SIPAZ también empezó a apoyar-

las con talleres de fortalecimiento institucional. Se consideró

importante mantener fuertes a las organizaciones, pues ellas

funcionaban como un colchón para las comunidades. Si ese

colchón no se mantenía podía agravarse aún más la tensión

en Chiapas.

Ese año SIPAZ también convocó a recordar el aniversario

luctuoso de Gandhi. Se hicieron exposiciones, conferencias

y actividades culturales. Fue un proyecto muy amplio que cu-

brió muchos más actores de los que SIPAZ estaba acostum-

brado a llegar, como niños, niñas y jóvenes de las escuelas

de la ciudad.

En aquel momento, María Delgado empezó a trabajar como

coordinadora del Comité de Promoción Internacional de SI-

PAZ (en la foto en Guatemala).

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

1�

1999

Heike recordó que ese año se reforzó el trabajo de acom-

pañamiento internacional a comunidades. La iglesia de Ama-

tán pidió apoyo a SIPAZ ante el incremento de tensión en la

zona Norte. Así, SIPAZ volvió a territorio norteño. La situación

en esa parte de Chiapas era muy dura, ni siquiera los agentes

de la iglesia católica se podían mover libremente. El ambiente

seguía muy polarizado. Aunque no se puede generalizar, la

tendencia era la siguiente: por un lado estaban los católicos-

perredistas-zapatistas y por el otro los evangélicos-priístas-

paramilitares.

Ese año llegó a Chiapas un sacerdote del Michigan Peace

Team, que visitó la zona Norte. Los catequistas le pidieron

que hubiera una presencia internacional en la zona baja de

Tila. Como su equipo no tenía capacidad y era parte de la

coalición, SIPAZ Chiapas asumió la petición. Contaban con la

ventaja de que ya conocían la zona y a la gente. Dos de las

integrantes de SIPAZ trabajaron primero con desplazados y

retornados. Luego buscaron acercarse a los líderes de Paz y

Justicia, entre ellos a Diego Vázquez. No fue fácil. Era difícil

moverse entre ambos bandos: los catequistas y bases de

apoyo zapatista que pidieron el apoyo por un lado y los

integrantes de Paz y Justicia por el otro. Se logró poco a

poco y con mucho miedo. Heike recuerda que los mismos

paramilitares también tenían miedo de ellas.

En 1999, también se realizó un Encuentro interreligioso por la

Paz, la Justicia y la Paz en el que SIPAZ participó activamente.

Se recibió la visita de la premio Nobel de la Paz de Irlanda,

Mairead Maguire (parte del Comité asesor internacional de

SIPAZ). María Delgado siguió haciendo su trabajo: en ese año

en particular a través de una gira en Europa. En Holanda fue

a un encuentro de mujeres que trabajaban por la paz. Heike,

por su parte, fue a Alemania a recibir el premio de derechos

humanos de la ciudad de Weimar.

2000

En el 2000, entre los logros de SIPAZ está el de haber logra-

do reunir a muchos líderes religiosos de distintas iglesias a

nivel internacional, para firmar un pronunciamiento de apoyo

a la paz en Chiapas. Además, algunas embajadas, al tener

visitas oficiales a Chiapas, pidieron a SIPAZ organizar encuen-

tros con organizaciones y con comunidades. Por ejemplo

los embajadores de Inglaterra y de Alemania, en México en

las fotos.

En ese año, se realizó una gran asamblea de SIPAZ en las que

se invitó a todas las organizaciones que formaban la Coali-

ción. Esta visita coincidió con las elecciones estatales y se

aprovechó la ocasión para formar delegaciones de observa-

ción internacional. Fue muy interesante porque los integran-

tes de la coalición pudieron observar la realidad del proceso

electoral: pleitos, fraudes, regalos, denuncias; y acompaña-

ron a personas que estaban desplazadas por las amenazas

de grupos paramilitares, lo cual les permitió ir a votar a sus

15

Memoria Histórica de SIPAZ en Chiapas

comunidades de origen. Fue el proceso electoral en el cual

el PRI (Partido Revolucionario Institucional) perdió el gobierno

de Chiapas y del país.

2001

Marina contó que en 2001 la experiencia más fuerte fue en

Chenalhó. Desde 1997 trabajaban con actores religiosos del

municipio con el fin de ayudar a reconstruir las relaciones

sociales y comunitarias. A sugerencia de miembros de la

Junta Directiva, una parte del equipo de SIPAZ había ido a

Nicaragua para conocer la experiencia de las Comisiones de

Paz, grupos de distintas iglesias que después de la guerra

organizaban actividades religiosas como oración y reflexión,

para la reconstrucción de las relaciones sociales. Se pensó

en recrear esa experiencia en los Altos de Chiapas y para

esto, en el verano, invitaron a 3 representantes de CEPAD

(organización participe del proceso en Nicaragua) a venir a

Chiapas. Se realizó un taller de 2 días. Los líderes religiosos

locales de las distintas iglesias pudieron convivir y compartir

libres de toda presión. Después de esa experiencia, varios

líderes religiosos locales fueron a Nicaragua para conocer el

proceso allá. Todo este proceso puede haber contribuido a

la firma de un pacto de no agresión en Chenalhó, que permi-

tió el retorno de los desplazados de la organización de las

Abejas en el segundo semestre del año.

Ese año también se acompañó la Marcha del Color de la

Tierra realizada por una delegación zapatista con el fin de

promover la propuesta de reforma constitucional sobre de-

rechos y cultura indígena redactada por la COCOPA, tanto

en su paso por Chiapas como en la ciudad de México. SIPAZ

también participó en el primer Encuentro de Experiencias de

Paz y Reconciliación, primera actividad de la recién confor-

mada Red por la Paz Chiapas. El principal objetivo de ese

encuentro fue la recuperación y el impulso de los modos lo-

cales de reconciliación que tienen las mismas comunidades

indígenas y campesinas.

2002

Heike recordó que, en 2002, los líderes religiosos locales

que visitaron Nicaragua empezaron a compartir la experien-

cia de su viaje con sus comunidades. Y SIPAZ los acompañó

en esta tarea. Esto implicó mucho tiempo y esfuerzo para

cubrirlas en su totalidad.

En la zona Norte, se lograron abrir varios de los templos ca-

tólicos que habían sido cerrados por el conflicto. Uno fue el

de El Limar, donde SIPAZ había acompañado todo el proce-

so. La comunidad y las organizaciones de la zona firmaron

un acuerdo de paz. El grupo paramilitar Paz y Justicia fue

perdiendo fuerza. El profesor Diego Vázquez fue detenido,

lo que contribuyó a cierta distensión en la región.

En otras zonas, como en la Selva, se agudizaron nuevamente

los problemas, con ataques a comunidades zapatistas (Muni-

cipio Autónomo Olga Isabel en la foto). Ante eso se realiza-

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

16

ron caravanas de emergencia, en las que participó SIPAZ.

Ese año SIPAZ continuó realizando algunos talleres de Edu-

cación para la Paz y participó en el segundo Encuentro de la

Red de Paz Chiapas sobre experiencias de Paz y Reconcilia-

ción. También se involucró en varios encuentros de la socie-

dad civil como el Encuentro Nacional de Paz en junio. María

siguió en el trabajo de promoción internacional y participó

en un encuentro de la Red latinoamericana de constructores

de Paz, en Piura, Perú.

2003

En 2003, los zapatistas rompieron el silencio que mantenían

desde el 2001. El 1 de enero llegaron a la ciudad de San

Cristóbal miles de zapatistas.

Un aspecto novedoso del trabajo de SIPAZ ese año fue el de

los títeres, una herramienta que se asumió para lograr llegar

al mayor número de personas en las comunidades y no limi-

tarse sólo a un grupo o a los líderes (hombres casi siempre).

Este trabajo se realizó en colaboración con la organización

mexicana Alianza Cívica. Se montaron obras para invitar a la

superación de las divisiones y a la construcción de la paz. En

varios casos, tanto en los Altos como en la zona Norte, este

proyecto permitió reunir en un mismo espacio y con un mis-

mo propósito a personas que estaban confrontadas, y llegar

a reflexiones conjuntas sobre sus propios problemas.

Jet recordó que en 2003 también participaron en la orga-

nización del Encuentro Hemisférico contra la Militarización,

que contó con amplia presencia internacional. Se continuó

el trabajo en la Red por la Paz Chiapas, desde donde se orga-

nizó el Foro de Autonomías (agosto), en el que participaron

personas de diversos estados de México y compartieron sus

modos particulares de vivir la autonomía.

Ese año se abrieron los Caracoles y las Juntas de Buen Go-

bierno y se cerraron los Aguascalientes zapatistas. SIPAZ es-

tuvo presente en el festejo de apertura. Esta nueva estructura

zapatista permitió a SIPAZ tener encuentros frecuentes y di-

rectos con las autoridades zapatistas a las que entregar sus

informes.

María Delgado participó en una consulta latinoamericana de

mujeres constructoras de paz en Quito, Ecuador.

Lamentablemente, ese año SIPAZ entró en una crisis financie-

ra muy acusada, al quedarse sin fondos. Estuvo a punto de

cerrarse el proyecto, pero se valoró que era muy importante

mantener nuestra presencia, por lo que tomaron otras medi-

das: el equipo redujo sus sueldos y se recortó el personal:

María en Uruguay y Robert en EU.

2004

En 2004, SIPAZ participó en diversos encuentros y foros lo-

cales y regionales, entre ellos el Cuarto Encuentro de Expe-

riencias de Paz y Reconciliación en enero o el tercer Encuen-

tro frente al Neoliberalismo en Huitiupán.

1�

Memoria Histórica de SIPAZ en Chiapas

En la zona Norte, SIPAZ estuvo presente en las manifestacio-

nes de la población de la comunidad Emiliano Zapata que

exigían la salida de la base militar de sus tierras.

En abril, en la zona Altos, se acompañó a los desplazados

zapatistas de Zinacantán que retornaron a sus tierras, des-

pués de un violento desalojo a manos de perredistas.

En el ámbito internacional se participó en la II Cumbre de los

Pueblos y Nacionalidades Indígenas y en el Foro Social de las

Américas, en Quito, Ecuador. Se realizó una gira por EEUU

para platicar con las contrapartes de la Coalición y asistir a la

protesta anual contra la Escuela de las Américas.

2005

Elena contó que, en 2005, continuó el acompañamiento en

la zona Norte, haciendo varias visitas para monitorear la si-

tuación.

Después de la Alerta Roja de los zapatistas en junio, SIPAZ

acompañó a una brigada de Capise para constatar el cierre

de los Caracoles; estuvo presente como observador en las

reuniones preparatorias de la Otra Campaña en la Selva La-

candona (agosto-septiembre); asistió a los festejos políticos

y culturales del 1 y 2 de noviembre por los muertos, presos

y desaparecidos políticos, en San Cristóbal y en El Limar (mu-

nicipio de Tila, zona Norte).

Como algo novedoso e importante, este año SIPAZ comen-

zó a cubrir otros estados mexicanos. Empezaron en Gue-

rrero, estado en el que visitaron a varias organizaciones y al

que acudieron en varias ocasiones y con diversos motivos: el

aniversario del Centro de Derechos Humanos de la Montaña

Tlachinollan; la conmemoración de la masacre de El Charco;

los festejos del décimo aniversario de la policía comunitaria y

un foro por la defensa del territorio. Asimismo, acompañaron

el caso de los compañeros ecologistas presos. Como parte

de su eje de difusión, en su sito web abrieron una sección

dedicada a Guerrero.

También visitaron Oaxaca, donde se reunieron con varias

organizaciones. La sección en la página Web está en cons-

trucción.

En el ámbito internacional en 2005, participaron en el Foro

Social Mundial, en Caracas. En Europa, a lo largo del año,

Heike dio presentaciones de títeres y pláticas para dar a co-

nocer la situación de Chiapas y el trabajo de SIPAZ. Cada una

de las integrantes del equipo también realizó presentaciones

sobre el trabajo de SIPAZ en sus respectivos países n

Reconstrucción de la evolución estratégica de SIPAZ

4

21

Reconstrucción de la evolución estratégica de SIPAZ

Reconstrucción de la evolución estratégica de SIPAZ

Para presentar la evolución estratégica de SIPAZ en estos 10

años, Marina presentó un modelo del autor noruego Galtung

que diferencia tres tipos de violencia:

la violencia directa. Visible en los enfrentamientos direc-

tos, muertos, desaparecidos, encarcelamientos, etc.

la violencia cultural que puede llegar a avalar o legiti-

mar el uso de la violencia y no permitir ver las salidas no

violentas al conflicto. En Chiapas, se ha podido observar

una normalización de la violencia en espacios como la

familia.

la violencia estructural. Este tercer tipo de violencia

puede identificarse en la explotación, represión, margina-

ción, fragmentación, malestar social y pobreza, es decir,

problemas derivados de la propia estructura del país.

Se puede reconstruir la historia de SIPAZ en función de las

siguientes etapas (NOTA: esta presentación fue complemen-

tada posteriormente en base al enfoque del informe de abril:

www.sipaz.org)

De 1995 a 1997

En su primera etapa, el perfil de SIPAZ respondió a una es-

trategia de intervención, combinando principalmente la pre-

sencia internacional con el trabajo de información fuera del

lugar de conflicto.

El trabajo de presencia internacional y acompañamiento ha

buscado limitar y/o detener la violencia directa al elevar los

costos políticos de la represión en contra de las poblaciones

indígenas mediante la presencia internacional en las zonas y

momentos de mayor conflicto. Se trata por tanto de jugar un

papel de fuerza disuasiva (lógica de “escudos humanos”)

frente a posibles respuestas violentas en los conflictos. Un

testimonio de un habitante de una comunidad indígena de

la zona Norte en estos primeros años apunta directamente

a esta función: “Es bueno que nos visiten. Si Ustedes nos

visitan, no nos pueden reprimir tan fácil, porque el mundo

se da cuenta”

Para proteger el espacio de trabajo de los defensores de

derechos humanos, además de la presencia física y de ob-

servación, se han venido realizando trabajos de incidencia

política y cabildeo, con autoridades del país, embajadas y

organismos multilaterales.

El trabajo de información también ha estado jugando un pa-

pel complementario de sensibilización y movilización de la

comunidad internacional, que a su vez puede presionar a

los actores hacia una solución dialogada (efecto indirecto

de “boomerang”). Más allá de limitar la violencia directa, al

ir señalando y explicitando las causas y consecuencias del

conflicto, se pretende tener un impacto en la parte estructu-

ral y sistémica del mismo.

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

22

VIOLENCIADIRECTA

VIOLENCIACULTURAL

VIOLENCIAESTRUCTURAL

1. Presencia internacional y acompañamiento

2. Informacióncabildeo

b. Hacia la comunidad internacional

a. Hacia los actores

Con el paso de los años, se hizo más patente la violencia en

los otros niveles. Por eso SIPAZ buscó tener una presencia

más permanente. A diferencia de otras instancias internacio-

nales, SIPAZ pide a sus integrantes quedarse cuando menos

un año, para poder tocar esos otros niveles de violencia. La

buena voluntad no basta para los conflictos arraigados. Se

necesitan procesos de más largo plazo.

De 1998 a 2000

Con el estancamiento del proceso de paz, y dentro del mar-

co de una estrategia que fue caracterizada como de Guerra

de Baja Intensidad, se multiplicaron los conflictos locales.

Frente a esta situación, y viendo que las posibilidades de re-

anudar el proceso de diálogo entre el EZLN y el gobierno

eran cada vez más remotas, SIPAZ optó por abrir dos nuevas

áreas de trabajo, ya más en la línea del “track 2” (actores

intermedios y hacia la base). Se apostó por limitar la violencia

directa en los conflictos comunitarios secundarios y llegar a

transformar el contexto de violencia cultural que los podía

sustentar.

Desde su eje de Educación para la Paz, SIPAZ implementó

un programa cuya meta era fortalecer las capacidades de los

actores locales para la construcción de la paz, especialmen-

te a través de talleres sobre Transformación de conflictos y

no violencia activa. En ellos participaron miembros de ONGs,

de organizaciones indígenas y de las iglesias, muchos de los

cuales pudieron multiplicar su experiencia en las comunida-

des en las que trabajaban.

Desde el eje de Diálogo interreligioso, apostamos por buscar

cómo la religión puede ser vista, no como un factor (más) de

conflicto, sino como uno de acercamiento y diálogo entre

actores. El programa ecuménico de SIPAZ buscó animar a los

líderes locales religiosos, quienes a menudo tienen mucha in-

fluencia, a asumir la labor de reconciliación como un impera-

tivo de su fe. Se desarrollaron actividades que promovían la

cooperación ecuménica a nivel local y la toma de conciencia

en los ámbitos ecuménicos nacionales e internacionales.

VIOLENCIADIRECTA

VIOLENCIACULTURAL

VIOLENCIAESTRUCTURAL

3. Educación para la Paz4. Diálogo interreligioso

Miguel Alvarez, miembro de la ex CONAI (Comisión de In-

termediación Nacional que mediaba en el proceso de diálo-

2�

Reconstrucción de la evolución estratégica de SIPAZ

go entre el EZLN y el gobierno y desapareció justamente en

1998), retoma como lección de estos 12 años: “Tardamos

en darnos cuenta que las tareas de paz no eran nada más

el ring de las negociaciones”. El giro estratégico asumido en

1998 por SIPAZ apuntaba a esta dimensión. Se empezó a ver

con creciente claridad que la estrategia debía ser a más largo

plazo, verdaderamente en un sentido de “construcción” de

paz.

De 2001 a la fecha

A partir de 2001 quedó más claro que los rasgos de la vio-

lencia en Chiapas no tenían que ver sólo con Chiapas. Para

responder a esa dimensión, que responde al tercer nivel de

violencia, la estructural, se trabajó cada vez más en redes

locales, nacionales e internacionales.

VIOLENCIADIRECTA

VIOLENCIACULTURAL

VIOLENCIAESTRUCTURAL

5. Trabajo nacional e internacional

SIPAZ ha seguido reforzando su caminar desde una lógica

de paz negativa (ausencia de violencia) a la construcción

de una paz positiva con una intervención que pretende ser

cada vez más integral, de largo plazo, atendiendo las distin-

tas dimensiones del mismo. Hoy en día, se tienen 3 ejes de

trabajo:

Presencia Internacional en Chiapas y México;

Promoción y formación para una cultura de paz (Educa-

ción para la Paz, Diálogo Interreligioso, Articulación);

Sensibilización sobre las causas, consecuencias y res-

puestas de los conflictos en México (Información y Ca-

bildeo)

Se mantienen por tanto las áreas exploradas anteriormente,

pero con un mayor énfasis y una mayor conexión/articulación

hacia lo nacional y lo internacional. Este cambio tiene que

ver con un análisis de carácter estructural que nos llevó a

ver la necesidad de responder a los factores nacionales e

internacionales del conflicto. En este sentido, vale la pena

subrayar el hecho de que en 2005 SIPAZ ha buscado cubrir

más directamente la problemática de los estados de Oaxaca

y Guerrero. En lo internacional, además de ser una coalición

internacional de más de 50 grupos, estamos buscando arti-

cularnos con otras redes y procesos, como los Foros Socia-

les por ejemplo.

Retos hoy en día

La coyuntura de las elecciones en México y de la Otra Cam-

paña, plantean nuevos retos para los internacionales y el pa-

pel que pueden y quieren jugar. En cierta medida, la Sexta

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

2�

Declaración de la Selva Lacandona desdibuja las fronteras al

dejarnos a todas y todos frente a un mismo reto indepen-

dientemente de nuestras nacionalidades.

En este último sexenio, en el caso de Chiapas, se ha logrado

tener mucho más margen de maniobra en una lógica de soli-

daridad más allá del acompañamiento tradicional. La apertura

de las Juntas de Buen Gobierno en los distintos Caracoles

ha facilitado este proceso al tener ya a un interlocutor civil

en lugar de uno armado. La discusión sobre la “neutralidad”

está superada para muchos (no existe). Sin embargo quedan

muchos interrogantes sobre el hecho de tomar postura; el

riesgo de ser ambiguos; el quedarnos sólo como escudo

humano, manteniéndonos lejos de los actores.

También se cuestionó el papel que deben tomar las organi-

zaciones extranjeras ante la serie de agresiones a organiza-

ciones en los últimos meses en Chiapas, tomando en cuenta

que SIPAZ es una de esas organizaciones hostigadas. Eso

parece ilustrar el hecho que como internacionales cada vez

tenemos menos peso y menos fuerza en la lógica de aten-

ción de violencia directa n

“La identidad internacional de SIPAZ y su com-

promiso con la presencia local son un ejemplo

perfecto de lo que debe ser la ciudadanía global”.

Marco (italiano, miembro del

equipo en el 2000),

“Seguimos un camino lodoso a través del ce-

rro. Llovía de nuevo. Una hora y medio después,

llegamos a una vereda donde encontramos a mucha

gente. Dos casitas de madera y centenares de me-

tros de techos de hojas y plástico. Caras de gente

desanimada, ojos que miraban distantes, en el vacío,

sin vernos. Con escalofríos por el frío. Había centena-

res de personas bajo estos techos, quienes habían

huido de sus lugares sin ropa, sin comida, sin nada.

Solamente habían salvado su vida. Cuando regresé

a casa, no tenía palabras para describir lo que había

visto. Solamente estaba el dolor. Unos días después,

vimos estas mismas imágenes en un documental en la

televisión…”

Jelle (holandés, miembro del equipo de 1997

a 1999) sobre su participación en una misión

de observación realizada en Chenalhó unas

semanas antes de la masacre de Acteal

Panel

5

2�

Panel

Panel

Para las presentaciones de las organizaciones invitadas que

participaron en el panel, se les pidió que hablaran sobre su

trabajo, sus aprendizajes y los retos que están enfrentando.

CDH Fray Bartolomé de las CasasMichael Chamberlain

Michael Chamberlain hizo un recuento de los aprendizajes

de este Centro de Derechos Humanos, a partir de la obser-

vación internacional en las comunidades indígenas de Chia-

pas. Iniciaron estas actividades en 1995, más o menos en

las mismas condiciones que SIPAZ, por las agresiones a la

población civil. La observación se ha realizado en comunida-

des que han solicitado presencia internacional como medida

para disuadir ataques. Los Campamentos Civiles de Paz se ini-

ciaron de manera desorganizada por la emergencia y, poco

a poco, fueron afinándose los detalles.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Ca-

sas se ha involucrado en dos tipos de escenarios distintos.

Mientras hubo violencia directa, la observación no se cues-

tionó. Conforme pasó el tiempo, después del 2000, cuando

el número de casos de detenciones no era tan evidente, se

pasó paulatinamente a una etapa donde no era tan clara la

necesidad de la tarea de observación. Dialogaron sobre esto

con los participantes de los campamentos, que señalaban

que no tenían nada que observar o que lo que veían eran

problemas intracomunitarios. Algunos observadores trataban

de aplicar esquemas de mediación en problemas comunita-

rios. Muchos de los observadores cuestionaron la necesidad

de seguir o de irse a otros países donde la violencia fuera

más evidente.

Fue necesario aclarar a los observadores que en la nueva eta-

pa era necesario concentrarse en los conflictos “pequeños”

de las comunidades, sin perder de vista que subyacen al

conflicto mayor. Porque aunque bajó el número de muertos

y desplazados, las condiciones que generaron el conflicto,

permanecen de manera latente. Tanto las causas estructura-

les, como la presencia militar en la zona, la presencia de los

grupos paramilitares, la presencia de armas, las posiciones

políticas de los diferentes grupos. Esto aunado al contexto

de un nuevo gobierno distinto por primera vez en 70 años,

no permite vislumbrar cómo va a ser el futuro político de

México, ni puede saberse la dirección que puede tomar el

conflicto.

En esta nueva etapa se está tratando de observar cómo se

transforman esas condiciones: a los observadores se les ex-

plica cómo los elementos del conflicto siguen subyacentes

y que los conflictos intracomunitarios son resultado, a nivel

micro, de la polarización más amplia.

En las etapas preelectorales siempre se ha incrementado la

tensión, y en algunos casos la violencia, en Chiapas. En Méxi-

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

2�

co se vive el conflicto de una crisis política nacional. El PRI

está tratando de mantener su influencia. En Chiapas esto se

traduce en la reactivación de los grupos de apoyo, como

son los paramilitares. Se sabe que en diferentes regiones los

precandidatos al gobierno del estado ya han llegado a pla-

ticar con líderes paramilitares. Es una maquinaria que se está

reactivando, que puede generar nuevamente escenarios de

violencia directa con la idea de cambiar desde lo local las

fuerzas a favor del PRI.

En este contexto electoral, el Centro de Derechos Humanos

Fray Bartolomé de Las Casas junto con Propaz, SIPAZ y otras

organizaciones locales, decidió observar, no las elecciones,

sino las violaciones a derechos humanos que se cometen

en ese marco, para dar seguimiento a los focos rojos que se

están prendiendo, para atender con más tino y anticipación

los problemas que surjan, y en la medida de lo posible pre-

ver situaciones de posible confrontación. Esto también dará

pistas para saber cómo se está transformando el conflicto.

Se trata de analizar el contexto especial de las campañas

electorales pero mirando más allá, combinando elementos

que permitan combinar la observación que pueden hacer

personas locales desde sus propias realidades, con la ob-

servación de los internacionales, en un esquema que podría

ir más allá del contexto electoral.

Finalmente explicó que en el futuro de la observación in-

ternacional en Chiapas sería interesante combinar también la

presencia en el campo con el seguimiento a distancia de

temáticas específicas, con el fin de mantener visibles las raí-

ces del conflicto, la forma en que este se expresa a nivel

comunitario, y generar propuestas de acción que atiendan

las causas y los efectos del conflicto en Chiapas, así como la

violencia estructural n

Peace WatchPatricia Miller

Peace Watch es una organización que se creó en Suiza en

1998. Es una coalición de iglesias protestantes y católicas

que han mostrado su disposición por venir a observar la

situación de derechos humanos en Chiapas. En los últimos

años, ha crecido y realiza trabajos de observación en Palesti-

na y Guatemala. Aportará 10 o 12 observadores internacio-

nales para observar violaciones a derechos humanos en el

próximo proceso electoral y en la Otra Campaña. Este pro-

yecto mencionado también por Michael acaba de empezar

y terminará en el próximo diciembre.

Dos de las compañeras voluntarias de Suiza ya visitaron va-

rias comunidades para pedir permiso y poder realizar este

proyecto. Las comunidades están en proceso de decisión.

Si lo aceptan se capacitará a observadores locales, porque

se trata de que las mismas personas de la localidad hagan la

observación en sus propios pueblos y municipios n

29

Panel

Casa de pazMelissa Mundt

La Casa de Paz es un colectivo de voluntarios internacionales.

Surgió en el 2000, por iniciativa de 2 personas que vieron

la necesidad de un espacio permanente de capacitación

y acompañamiento para los voluntarios internacionales que

llegan a Chiapas para colaborar con organizaciones y comu-

nidades locales. La Casita empezó a funcionar en el 2003 y

tiene capacidad para 12 voluntarios. La capacitación consiste

en talleres semanales sobre el contexto estatal y 2 semanas

de participación en los Campamentos Civiles del Centro de

Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. Se enfoca,

para la reflexión, en el tema de “privilegio-solidaridad”. Se

trata de responder a la pregunta: ¿qué hacemos aquí como

internacionales?

Pretenden que los talleres puedan ser más públicos, pero por

lo pronto es un poco complicado. Además de los volunta-

rios, dan talleres y atienden a delegaciones internacionales.

Los voluntarios producen un boletín electrónico y se capaci-

tan para dar ellos mismos los talleres de análisis. Además se

organizan en comités de interés: comercio justo, migración

(que es un tema muy importante para que los voluntarios

entiendan las condiciones que obligan a la gente de México

a migrar), etc. También hay un comité de Oaxaca donde se

piensa ampliar el trabajo, porque tiene un contexto muy pa-

recido a Chiapas y tiene menor presencia internacional.

Sobre el acompañamiento internacional, ellos manejan más

bien la palabra “solidaridad”. Es importante fomentar la soli-

daridad de corazón. La solidaridad más comprometida viene

de una conexión personal. Desde ahí se darán los cambios

a largo plazo. Es necesario reflexionar sobre la pregunta: a

quién estamos sirviendo. Además de apoyar con su pre-

sencia, están convencidos de que los que salen más be-

neficiados son los mismos voluntarios. Trabajan mucho para

no perderse en trabajos autoinventados, sino que realmente

respondan a la realidad y las necesidades locales.

La Casa de Paz tiene una mesa directiva que define ejes estra-

tégicos, pero tiene cierta autonomía porque los voluntarios

definen los temas que les interesan para formar sus comités.

Saben que como internacionales están para acompañar nada

más, porque los problemas conciernen a los nacionales del

propio país. Pero tratan de fomentar reflexiones y aprendi-

zajes para las propias comunidades de los voluntarios. Es

decir, que los aprendizajes que los voluntarios obtienen de

su acompañamiento no se pierdan sino que se apliquen en

otras partes. Para esto es necesario crear redes que den se-

guimiento a los procesos posteriores de los voluntarios, ya

de regreso en sus lugares de origen n

Carea(presentado por Heike Kammer en el encuentro y complementado posteriormente por Priska Palacios)

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

�0

CAREA nace en 1992 como proyecto impulsado por grupos

de solidaridad con Guatemala. Entre esos grupos, se acordó

crear un proyecto en Alemania para el retorno acompaña-

do de los refugiados guatemaltecos que se encontraban en

Chiapas. Desde hace 1995, CAREA está registrada oficial-

mente como asociación civil sin ánimo de lucro.

En una gira por Europa a principios de 1998, una delegada

del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Ca-

sas se reunió con varios grupos de solidaridad con México

y con los que tenían experiencias en el trabajo de acompa-

ñamiento. Les convocó para apoyar el trabajo, promoviendo

y capacitando a personas interesadas en la observación de

derechos humanos en los campamentos civiles por la paz

en Chiapas. Las organizaciones acordaron llevar a cabo un

proyecto para la observación de los derechos humanos en

Chiapas bajo la coordinación de CAREA.

CAREA es una institución no gubermental que no está aliada

a ningún partido político y sin afiliación ideológica. Su interés

es proteger a la población hostigada y amenazada frente a

ataques militares y paramilitares en zonas de conflicto me-

diante su mera presencia como observador/a o acompa-

ñante internacional de derechos humanos. De esta manera

también se busca ampliar el marco de actividades de la so-

ciedad civil, estableciendo más transparencia internacional, y

generar soluciones a los conflictos por medio de una vía civil

y pacifica. Con este fin, CAREA mantiene una actitud de no

intervención y de no involucramiento.

El trabajo de CAREA se divide en tres aspectos:

1. Seminarios de capacitación

Los enfoques temáticos son: Historia mexicana/guate-

malteca, la situación actual en México/Guatemala, las ta-

reas, derechos y deberes de los observadores de de-

rechos humanos/acompañantes de testigos, derecho

internacional y el comportamiento en las comunidades

y en situaciones de conflicto.

2. Envío de observadores de derechos humanos y acom-

pañantes

Las personas que han sido formadas reciben una car-

ta de apoyo que entregan a nuestras contrapartes en

Chiapas o Guatemala. Allí pasan otra capacitación antes

de partir a sus lugares destinados. Allá son testigos en la

zona de conflicto, su tarea es documentar la situación

(movimientos de tropas, ataques, violaciones de dere-

chos humanos, amenazas y situación general), acom-

pañar a la población amenazada en las comunidades

y mantener el flujo de información entre las personas

en las comunidades, el Centro Fray Bartolomé/CAIG y

CAREA en Alemania.

3. Relaciones Públicas y Coordinación

Después del regreso a Alemania, CAREA se reúne con

�1

Panel

los voluntarios/as para intercambiar y asimilar experien-

cias y usarlas para el trabajo de información en Alema-

nia. Las experiencias aparte de servir como material de

trabajo en futuros seminarios de capacitación, consti-

tuyen además la base para actividades de relaciones

públicas en Alemania como pueden ser: muestras de

diapositivas o de videos, programas de radio, publica-

ciones en la prensa, acciones urgentes, foros en escue-

las o universidades etc.

Desde hace 1999, CAREA forma parte de la “Coordinación

Alemana por los Derechos Humanos en México” a la que

pertenecen también: Pan para el Mundo, Departamento

de Derechos Humanos de la Obra Diacónica de la Iglesia

Evangélica de Alemania, Iniciativa México de Colonia, MISERE-

OR, la Procura Misionera de los Jesuitas Alemanes, la Central

Misionera de los Franciscanos, la Oficina Ecuménica para la

Paz y Justicia, Pax Cristi (Fondo Solidario Un Mundo), Alasei,

Sección Alemana de FIAN y Sección Alemana de Brigadas

Internacionales de Paz.

Desde el 2000, CAREA forma parte de la Coalición de SI-

PAZ.

Desde 2004, CAREA forma parte de la Plataforma Alemana

por la Resolución Civil de Conflictos, una red de mas de 50

organizaciones y 130 personas individuales de diferentes

ámbitos sociales que se dedican a la resolución civil de con-

flictos tanto a nivel nacional como internacional n

Comentario

A propósito de estas presentaciones, Marina enfatizó

que es necesario reflexionar sobre cómo los trabajos

de los voluntarios en Chiapas pueden y deben reper-

cutir en sus respectivos países a su regreso. También

en el trabajo con delegaciones, el tema del segui-

miento, tiene que estar presente.

El trabajo de capacitación es muy importante para los

voluntarios. A veces hemos llegado a decir que en

Chiapas « la buena voluntad no basta ». En un contex-

to de conflicto arraigado que ha implicado una fuerte

polarización entre actores, es imprescindible cuidar

no agudizarla más n

Witness for Peace

En español esta organización es conocida como Acción Per-

manente por la Paz. En México, sus oficinas se encuentran en

Oaxaca. Empezaron su trabajo en México en 1998, después

de la masacre de Acteal. Pero la organización nació en 1983

en Nicaragua, con la intención de tener en ese país una pre-

sencia y saber, como ciudadanos de los Estados Unidos, en

qué invertían sus impuestos y para cambiar el discurso en su

país. Mantuvieron una presencia permanente en Nicaragua

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

�2

como observadores que fungían como escudos humanos,

así como en acciones directas contra la guerra. Así fue como

empezó la organización.

En Nicaragua, después de la terminada la guerra « armada »

prosiguió la guerra económica, y la organización dio un giro

para atender la dimensión de la violencia económica. Esto

significó trabajar para reflexionar sobre las formas en que la

política de Estados Unidos afectaba a otros países y para

lograr cambios desde dentro, con acciones directas como

el cabildeo.

Empezaron a trabajar en México en 1998 por el vínculo entre

este país y EEUU, así como por la capacitación de soldados

mexicanos en institutos militares de Estados Unidos donde se

capacitan en estrategias de Guerra de Baja Intensidad. Años

después, el vínculo creciente en lo económico de ambos

países los invitó a quedarse.

Hoy en día, están en Oaxaca porque varias organizaciones

se los pidieron. Trabajan en la educación hacia personas de

Estados Unidos, sobre los impactos de la política de ese país

en México, como el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de

América del Norte), los transgénicos y otros temas. El obje-

tivo es que estas personas regresen a EU para hacer cam-

bios allá. Su trabajo es de presencia a largo plazo. No hacen

acompañamiento físico en zonas de conflicto. Se trata más

bien de llevar el mensaje a Estados Unidos para lograr los

cambios desde allá. Con gente bien informada y motivada

se puede lograr.

La formación que imparten incluye también reflexiones so-

bre el sistema de valores en EEUU, como el capitalismo y el

consumo.

Están enfocados en el tema de la migración y en cambiar

el debate sobre ese tema en su país. Es un tema muy im-

portante porque no se trata sólo de ver qué hacer con los

migrantes allá, sino criticar la raíz económica que impulsa a las

personas a migrar. En este eje, colaboran con organizaciones

de la frontera norte para hacer una acción directa en Arizo-

na, nuevamente para intentar cambiar el discurso en Estados

Unidos.

Ha sido muy difícil para ellos decir a los compañeros de

México que les piden acompañamiento físico que ésa no es

su tarea. Pero es una decisión de la dirección que su lucha

está en Estados Unidos. Pueden servir como vínculo, como

puente, pero nada más.

Han trabajado en Chiapas, Estado de México, Tlaxcala y Pue-

bla. En cada lugar las luchas son diferentes n

ECAP

Los Equipos Cristianos de Acción para la Paz tienen una

forma muy distinta y novedosa de intervenir. Estuvieron en

Chenalhó, donde hicieron ayunos frente a campamentos

��

Panel

militares. Rafael Landerreche, del equipo de pastoral de la

iglesia católica en Chenalhó, contó que los ECAP rompían al-

gunos esquemas de la participación de extranjeros en Méxi-

co. Estuvieron en Chiapas en un momento en que muchos

extranjeros no podían salir de sus casas para evitar ser ex-

pulsados por el gobierno. Aparentemente sin prudencia, los

voluntarios de ECAP hacían acciones muy audaces. Era una

presencia en zonas de conflicto, no como escudos huma-

nos sino para dar testimonio de actitudes no violentas frente

al conflicto. En Chenalhó, había muchos retenes militares. Los

de ECAP llegaban directamente al retén y se ponían a hacer

oración por los soldados. Les entregaban velas, les tomaban

las manos y los invitaban a orar. Lograban descontrolar a los

soldados y no fueron expulsados. Establecieron una cierta

relación con los soldados. Abrieron una pequeña entrada

con los soldados. En otra ocasión hicieron un ayuno frente a

un campamento militar.

Uno de sus logros fue sintonizar con el lenguaje y el espíritu

de Las Abejas de Chenalhó, lo que sirvió de catalizador para

que las Abejas realizaran acciones diferentes pero similares,

como marchas a los retenes y campamentos militares. El 8 de

marzo de 2005, Día internacional de la mujer, algunas com-

pañeras entraron a los puestos militares para entregar flores

a los soldados.

Las acciones de alto riesgo de ECAP eran compatibles con

el perfil de sus integrantes. Ellos no buscaban la permanencia

en el país, sino estancias de corto plazo. Al mismo tiempo

que esto dificultaba llevar un seguimiento con ellos, les daba

otras facilidades. Más permanencia permite dar más segui-

miento pero requiere mayor cautela. Y menos permanencia

requiere menos cautela, pero da menos seguimiento.

Otra característica de este grupo es que cada uno de los

voluntarios que venía autofinanciaba su viaje y su estancia n

Las Abejas de ChenalhóDiego de la Mesa Directiva

Diego es nuevo integrante de la Mesa Directiva de la Socie-

dad Civil Las Abejas, con el cargo de subpresidente. Esta

organización se fundó en 1992. Ha trabajado de manera muy

cercana al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de

Las Casas y a la Diócesis de San Cristóbal. Su trabajo es para

pedir la paz en Chiapas, en el país y en el mundo. Para esta

organización local, la paz se consigue orando a Dios, pero

también defendiendo su derecho a manifestarse, a denun-

ciar la explotación del gobierno, el Plan Puebla Panamá, la

marginación. Para ellos la paz se va a lograr por la vía del

diálogo y de la reconciliación, no por las armas. Ellos exigen

que se cumplan los acuerdos de San Andrés que firmaron

el gobierno y el EZLN. Tienen las mismas demandas del EZLN

pero las buscan de manera pacífica. Diego dijo: “Esperamos

seguir caminando, junto con ustedes, para construir la paz,

en todo el mundo. Que haya paz en todo el mundo. Les pe-

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

��

dimos que no se desanimen, que vamos a seguir caminando

para defender la paz y nuestros derechos. Les pedimos que

no nos dividamos, que caminemos juntos, para acabar con

la injusticia y la impunidad” n

SweFOR / Osa

Esta organización de Suecia trabaja en Chiapas y en Guate-

mala. Tienen a 4 voluntarios en Chiapas, que después de 4

meses se van a Guatemala y los que estaban allá se vienen

a Chiapas. Aquí apoyan como campamentistas a través del

Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.

Durante ese tiempo, los voluntarios también realizan un traba-

jo de tipo temático como la Otra Campaña, las mujeres, etc.

Cuando regresan a Suecia hacen trabajo de cabildeo y/o van

a escuelas a hacer presentaciones. Otros van a redactar un

libro sobre los temas trabajados durante su estancia. Cada

grupo decide qué trabajo va a hacer en definición conjunta

con Swefor.

En Guatemala son parte de la Coordinación de Acompa-

ñamiento Internacional (CAIG) en la que participan diversas

organizaciones de otros países (Austria, Québec, EEUU).

Una persona está encargada de las cuestiones comunes a

la Coordinación, por ejemplo del contacto con los comi-

tés de solidaridad que no tienen representante en la CAIG.

Desde esta coordinación, reciben a voluntarios de muchos

más países, aproximadamente unos 10. Tienen dos tipos de

acompañamiento: a largo y corto plazo. El primero normal-

mente se prolonga por varios años. Permite acompañar a los

testigos del proceso penal en contra de los altos mandos de

los ex presidentes Ríos Montt y Lucas García, acusados por

crímenes de lesa humanidad. Hay alrededor de 16 acompa-

ñantes que están presentes en comunidades en la modali-

dad de largo plazo.

Además hay 4 voluntarios de corto plazo. Ellos hacen acom-

pañamiento a defensores de derechos humanos; observan

en caso de exhumaciones (con los equipos de antropólo-

gos forenses); están presentes en fincas con amenaza de

desalojo. Desde el año pasado, trabajan de dos en dos. El

tiempo mínimo de estancia es de 3 meses, pero muchos se

quedan más tiempo, dependiendo de la organización con

la que vienen. Cada organización hace su formación en el

país de origen.

La CAIG tiene otro tipo de trabajo complementario, por

ejemplo en coordinación con las Brigadas de Paz, para inter-

cambiar información sobre los casos y evitar duplicación.

También hacen cabildeo, en el país y fuera de él. En Guate-

mala, están participando en el Foro de ONG internacionales

(FONGI, son más de 30). En dicha instancia, forman parte de

una comisión de defensoras y defensores de derechos hu-

manos. Se trata principalmente de difundir información sobre

la situación en el país. Por ejemplo, recientemente participa-

�5

Panel

ron en una reunión con el Alto Comisionado de los Derechos

Humanos de la ONU y están organizando un foro para formar

una comisión de investigación de los cuerpos ilegales y apa-

ratos clandestinos de seguridad, un tema muy importante en

Guatemala debido a la presencia de numerosos grupos con

estos rasgos.

Hace un año empezaron una reestructuración porque se die-

ron cuenta de la imposibilidad de seguir como en los últimos

6 años de presencia. Ahora tienen un equipo fijo que trabaja

con los acompañantes de corto plazo. Como cada uno de

ellos hace trabajo propio para sus organizaciones, tienen el

reto de coordinarse mejor para evitar duplicar trabajo. Tam-

bién pretenden coordinar mejor el cabildeo y la vinculación

con organizaciones afines.

Sus retos internos son: tener suficientes acompañantes, pues

necesitan 20 cada mes; y, conseguir más fondos, pues en

general en el país ha bajado mucho el apoyo internacional.

Entre los factores externos que dificultan el trabajo, están en-

tre otros la impunidad, la difamación y criminalización de las

organizaciones sociales, el aumento general de la violencia, el

no cumplimiento de los acuerdos de paz y la militarización.

El papel de los extranjeros es muy complicado, en ocasiones

se ha dicho que manipulan al pueblo guatemalteco. En el

2004, el presidente lo dijo en público. El discurso del go-

bierno sobre los extranjeros está influyendo en sus países

de origen n

Comentario

Marina subrayó la cercanía entre las problemáticas de

Guatemala y Chiapas, por ejemplo el tema de la impu-

nidad o de un marco alrededor de acuerdos de paz

que quedó rebasado. Los cuerpos ilegales y aparatos

clandestinos de seguridad no son una realidad nada

más del otro lado de la frontera. Estos grupos, cada

vez más poderosos, nos obligan a pensar en cómo

vamos a presionar al gobierno si cada vez el poder

está menos en sus manos. O cómo vamos a poder

crear un efecto disuasivo frente a este tipo de actores

fuera de la legalidad n

PBIBrigadas Internacionales de Paz Guerrero

Es una organización internacional que cumple 25 años de

existencia en el 2006 y 6 de presencia en Guerrero. Su tra-

bajo consiste en el acompañamiento para defensores de de-

rechos humanos que están en riesgo por la labor que desa-

rrollan. Tienen 5 proyectos en México, Guatemala, Colombia,

Nepal e Indonesia.

A México este proyecto llegó en 2000 y en 2001. Deci-

dieron trabajar en Guerrero, porque después de un análisis

vieron que en ese estado casi no hay organizaciones interna-

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

�6

cionales pero sí un alto número de peticiones recibidas. Ac-

tualmente son 7 voluntarios de 6 países diferentes, radicados

en Chilpancingo. Trabajan distintos proyectos en varias zonas

del estado: en la Costa Grande acompañamiento a campe-

sinos ecologistas; en Atoyac sobre desapariciones forzadas

en la época de la guerra sucia; en la montaña acompañan a

dos organizaciones, entre ellas el Centro de Derechos Huma-

nos de la Montaña Tlachinollan y la OPIM (Organización de

Pueblos Indígenas Me’pahh); en Chilapa y en el DF también

realizan acompañamientos.

Para la difusión elaboran dos publicaciones: 1) un boletín

trimensual, con entrevistas a personas u organizaciones, diri-

gido a la red de apoyo interior, a organizaciones y entidades

del gobierno, con quienes tienen continúa interlocución, a

grupos nacionales e internacionales (16 en total) que les dan

respaldo político y económico. 2) Una publicación mensual

(PIM, Paquete de Información Mensual) de recortes de pren-

sa sobre la situación de los derechos humanos en Guerrero

y en todo el país.

Además realizan trabajo al interior del equipo: se reúnen pe-

riódicamente para hacer análisis de coyuntura y detectar los

cambios en las situaciones con respecto a sus acompañados

y para su propio trabajo. Este trabajo es base para su planea-

ción anual y se comparte con el comité externo de la organi-

zación que está involucrado en la toma de decisiones.

También hacen trabajo de relaciones públicas como con el

representante del Alto Comisionado de los Derechos Hu-

manos en México. Se reúnen continuamente con ellos para

mantenerlos informados de las preocupaciones de las or-

ganizaciones que acompañan y para conseguir apoyo para

sus actividades. Si hay problemas con autoridades estatales

o municipales acuden con los organismos internacionales

para gestionar entrevistas o resolver problemas. También se

reúnen con representantes de embajadas, con autoridades

municipales, estatales y federales.

Tienen varios acompañamientos que reflejan los problemas

de Guerrero. Acompañan al CDH de la Montaña Tlachinollan,

que está en Ayutla. En ese mismo lugar acompañan a la Orga-

nización de los Pueblos Indígenas, pues una de sus integran-

tes fue amenazada de muerte después de denunciar las vio-

laciones a dos mujeres indígenas cometidos por miembros

del Ejército. En Atoyac acompañan a integrantes de AFADEM

(Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y

Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos), que tra-

baja sobre desapariciones forzadas en la década de los 70

y lucha por la justicia para los desaparecidos. En la Sierra

acompañan a la organización de mujeres ecologistas de la

sierra de Petatlán (OMESP), que lucha por la conservación

del medio ambiente y contra la tala de los árboles.

En DF acompañan a integrantes del Comité Cerezo, que tra-

bajan para la liberación de sus hermanos, recluidos en el Ce-

refeso (Centro Federal de Readaptación Social) La Palma. Asi-

��

Panel

mismo denuncian las violaciones a derechos humanos que

se dan en las cárceles, como cuando no les permiten visitar a

sus hermanos o no les dejan pasar los libros que ellos quie-

ren. Por hacer estas denuncias han recibido amenazas de

muerte. Por este motivo PBI entró en 2001 a acompañarlos.

En Guerrero se viven situaciones muy graves donde las per-

sonas temen por su integridad física. Por eso las acompañan.

Se trata de ofrecer medidas de seguridad no violenta, para

que los amenazados puedan seguir trabajando en sus zonas.

Usan camisetas con los logotipos de su organización para

hacer visible su presencia.

CDH Tlachinollan Guerrero(documento leído)

El acompañamiento internacional: expe-riencias y retos en Guerrero

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”

A.C. es un organismo no gubernamental, con sede en Tlapa

de Comonfort, Guerrero, que ha acompañado desde hace

once años a los pueblos Nauas, Na Savi (Mixtecos), Me’ phaa

(Tlapanecos), Amuzgos y Mestizos de la Montaña y Costa

Chica de Guerrero en su lucha por la justicia y por el pleno

respeto a sus derechos humanos. Tratan de diseñar caminos

legítimos y pacíficos que garanticen la vigencia de sus dere-

chos humanos. Desde 2003 han instalado una oficina en la

región de la Costa Chica, en el municipio de Ayutla de los

Libres, y trabajan en las regiones de la Costa Grande y Centro

del estado. Actualmente hay 22 personas laborando en la

institución a tiempo completo.

Tlachinollan realiza su trabajo a través de cinco áreas prin-

cipales: dirección y administración, jurídica, educación, di-

fusión e internacional, teniendo como líneas estratégicas la

capacitación y profesionalización; la defensoría jurídica: la

asesoría jurídica, organizativa y técnica; la defensa integral;

la atención psicológica, la construcción y fortalecimiento de

alianzas; el cabildeo a nivel nacional e internacional; la inci-

dencia en políticas públicas; el fortalecimiento institucional; la

sistematización de información; la mediación de conflictos;

la gestión y difusión a través de los medios escritos, auditivos

y visuales. Adicionalmente, este año inician un proyecto para

realizar un diagnóstico de la situación de los jornaleros agrí-

colas en la región de la Montaña, que les permita fortalecer

el trabajo de defensa de sus derechos.

Tlachinollan pertenece a la Red Guerrerense de Organismos

Civiles de Derechos Humanos, conformada por seis orga-

nizaciones del estado, y a la Red Nacional de Organismos

Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para To-

dos”, compuesta por 56 organizaciones de toda la Repúbli-

ca Mexicana.

La Montaña y Costa Chica de Guerrero son dos de las regio-

nes más pobres del país, donde la marginación, la discrimi-

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

��

nación, la exclusión y el olvido contra los pueblos indígenas

son realidades tan acentuadas, que se les niega el derecho a

vivir con dignidad y a tener un acceso efectivo a la justicia.

De los 17 municipios de la Montaña, 11 de ellos son catalo-

gados como de muy alta marginación, teniendo al municipio

de Metlatónoc como el más pobre de todo el país. Los 8

municipios de la Costa Chica de Guerrero también son con-

siderados de alta marginación. Los derechos económicos

y sociales no son una realidad para la población, que no

tiene acceso a los niveles más básicos de salud, educación

o vivienda digna, sustentando el binomio indígena-pobreza.

Los derechos laborales son dejados a un lado en esta re-

gión, donde gran parte de la población tiene que trabajar

como peones, subempleados de comerciantes y jornaleros

agrícolas, siendo los más indefensos y los que de manera

sistemática son objeto de vejaciones, agresiones físicas, ra-

cismo y discriminación. El derecho a la alimentación es un

derecho amenazado, pues las familias viven con una dieta

de maíz, chile, fríjol y sal. En la Montaña la supervivencia se

sustenta en la siembra del tlacolol, un trabajo agrícola pre-

cario y temporal, implementado por la población indígena

para producir maíz en las pendientes de los cerros y que

apenas les proporciona lo suficiente para el consumo familiar

durante tres meses.

La fuente de los conflictos más graves en la Montaña y Cos-

ta Chica tiene su matriz en la defensa de sus territorios. Los

conflictos agrarios son de larga duración, gestándose a lo

largo de muchos años hasta llegar a los límites de la violencia

y la exasperación debido a la indiferencia, insensibilidad e

ineficacia de las autoridades. Actualmente existen más de 20

conflictos agrarios en la región de la Montaña, varios de ellos

clasificados como focos rojos. Otra de las graves amenazas

a los territorios de los pueblos indígenas es la imposición del

PROCEDE en todos los núcleos agrarios. Ante el plazo que se

vence en el 2006 para que todos los núcleos sean incorpo-

rados al PROCEDE, las autoridades han optado por la presión

y el chantaje, presentándolo como la única puerta de acceso

para cualquier programa de apoyo gubernamental, principal-

mente el PROCAMPO.

La militarización, el narcotráfico y los grupos armados son

tres realidades inocultables en las vapuleadas regiones de la

Montaña y Costa Chica, donde el Ejército se ha enseñoreado

como la autoridad que asume el control policiaco y militar. La

realidad es que el Estado no combate las raíces del narcotrá-

fico, como la pobreza abismal que lleva a las comunidades a

adherirse al sistema de siembra y cultivo de enervantes, sino

que simula una estrategia “guerrerista” que sólo agudiza los

conflictos y se obstina en criminalizar la lucha de los pobres.

Con la llegada del gobierno de Zeferino Torreblanca, primer

gobernador perredista, en abril del 2005, la tendencia de

militarizar puestos civiles de seguridad pública continúa. Tam-

bién continuará la presencia del Ejército en las comunidades,

�9

Panel

lo cual tiene graves consecuencias. Hemos documentado

múltiples casos donde el Ejército se interna en las comuni-

dades indígenas, destruyendo sus huertos y cosechas, to-

mando el agua de la comunidad, y causando en una oca-

sión la quema de más de dos hectáreas por un descuido al

quemar la basura de su campamento. Pero adicionalmente

la presencia del Ejército resulta hostigadora y amenazante,

interrogando, deteniendo e intimidando a la población con

el simple argumento de que está aplicando la Ley Federal de

Armas de Fuego y Explosivos y de que está combatiendo el

narcotráfico. Estas acciones de fuerza, que contravienen el

mandato constitucional, los han transformado en una de las

autoridades que más violan derechos humanos después de

las policías judiciales del estado. En los últimos años hemos

documentado más de 60 casos de violaciones a los dere-

chos humanos por parte del Ejército. En ninguno de ellos

se ha hecho justicia, debido a que los casos son asumidos

por la Procuraduría Militar, imposibilitando un juicio imparcial

y garantizando la impunidad.

Los abusos de poder, la extorsión, las detenciones arbitra-

rias, las ejecuciones extrajudiciales, las incomunicaciones, la

tortura, los tratos crueles y degradantes, las desapariciones

forzadas, entre otras tantas violaciones a la dignidad humana,

constituyen parte de la realidad que vive la población. Sin

embargo, los pueblos Na savi, Me phaa, Amuzgo, Nahua y

mestizo de las regiones de la Montaña y Costa Chica de Gue-

rrero no se han quedado callados ni sentados frente a dicha

realidad. Es con ellos que, como Centro de Derechos Huma-

nos, hemos emprendido el camino de lucha por la defensa

integral de sus derechos, tejiendo la esperanza y combatien-

do el aislamiento, la exclusión, el silencio y la represión.

El acompañamiento internacional

El acompañamiento y la solidaridad internacional sin duda

han significado un importante apoyo y fortalecimiento de

estas luchas locales por el reconocimiento y ejercicio de sus

derechos de diversas maneras, frente a la negativa de los

gobiernos para respetar y garantizar sus derechos, o bien,

atender las causas que originan las violaciones a estos de-

rechos.

Frente a esta negativa que encierra una falta de conocimiento

o de voluntad y desprecio hacia los derechos humanos, es

que los protagonistas de estas luchas se ven en la necesi-

dad de acudir ante instancias internacionales de derechos

humanos para hacer valer sus derechos, mediante acciones

de cabildeo, visitas in situ, entrevistas, escritos o cartas, lla-

mamientos, entre otras, con la finalidad de incidir en las de-

cisiones gubernamentales que puedan atender o remediar la

situación concreta.

En Guerrero hemos observado que la demanda de respeto

de los derechos de los ciudadanos, ha merecido la descali-

ficación del gobierno estatal, así como la criminalización del

reclamo y la protesta social. Para ilustrar lo anterior, baste con

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

�0

mencionar el caso de los comuneros que se oponen a la

construcción de la presa hidroeléctrica La Parota, a quienes

les iniciaron averiguación previa por retener maquinaria de

la Comisión Federal de Electricidad y finalmente les giraron

orden de aprehensión. De la misma manera, en las asambleas

en la que se ha pretendido informar sobre el proyecto y

obtener el “consentimiento” de los ejidatarios y comuneros,

se ha recurrido al uso excesivo de la fuerza pública para

impedir que en estas asambleas participen quienes no están

a favor del proyecto. Otro caso se refiere a la vigencia de

las órdenes de aprehensión contra las autoridades indígenas

amuzgas de Xochistlahuaca (llegando a concretarse una de

ellas) y, en lo que respecta al inicio de la operación de su

radio comunitaria, está latente la amenaza de decomisar los

aparatos de transmisión, así como de detener a los opera-

dores de la misma.

Además de la referida descalificación y criminalización, los

protagonistas de estas luchas pacíficas por la reivindicación

de sus derechos han sido víctimas de actos de intimidación,

hostigamiento, amenazas, persecución, intentos de homici-

dio, y es cuando se ha hecho imprescindible el acompaña-

miento internacional.

Desde la experiencia del Centro de Derechos Humanos de

la Montaña Tlachinollan, el acompañamiento internacional

ha sido relevante en un número importante de casos. Sin

embargo, en esta ocasión destacaremos dos: el caso del

campesino ecologista Felipe Arreaga y el de la defensora Me

phaa (tlapaneca) Obtilia Eugenio Manuel.

Felipe Arreaga fue encarcelado injustamente por más de 10

meses bajo cargos fabricados por defender los bosques

e impedir la tala inmoderada que caciques regionales, en

connivencia con autoridades federales y estatales, estaban

llevando a cabo. Frente a este caso, Tlachinollan asumió la

defensa de este ecologista, trabajando de manera conjunta

con organizaciones no gubernamentales en el ámbito inter-

nacional, organismos intergubernamentales de protección a

los derechos humanos, funcionarios y autoridades de países

europeos y americanos, quienes realizaron visitas al preso,

celebraron reuniones con funcionarios estatales y federales,

entrevistándose con medios de comunicación nacionales e

internacionales. Todas estas acciones coadyuvaron a elevar

el perfil del caso a nivel nacional e internacional, de modo

que el gobierno mexicano y el de Guerrero en particular no

pudieron ignorar las graves violaciones a los derechos hu-

manos que se habían llevado a cabo en este caso, y que

permitían mantener a Felipe en la cárcel y a sus compañeros

ecologistas bajo el temor de amenazas de muerte. Sin em-

bargo, el gobierno tardó en responder y en asumir sus obli-

gaciones y responsabilidades, dando lugar a que se atentara

contra la vida de otro ecologista y su familia, miembro de la

misma organización que Felipe: el resultado fueron dos de

sus hijos asesinados y tres gravemente heridos. Fue entonces

cuando la presión internacional aumentó, al evidenciarse la

�1

Panel

operación de grupos armados en la sierra de Guerrero, los

cuales protegían los intereses del cacique maderero, quien

en conjunción con la Procuraduría de Justicia del Estado

había fabricado los delitos a Felipe y otros 13 ecologistas.

Finalmente, Felipe Arreaga fue liberado el 15 de septiembre

de 2005. Cabe resaltar que la atención que mereció el caso

a nivel nacional e internacional fue clave para la obtención

de este resultado. La suma de fuerzas de distintos actores

coadyuvó a la liberación del ecologista, aunque el gobierno

sigue haciendo caso omiso a las causas de la persecución a

los ecologistas de la Sierra de Petatlán. Por lo tanto, los entes

que contribuyeron a ello siguen libres y se hace necesario el

acompañamiento de Brigadas Internacionales de Paz, para

tratar de disuadir las posibles acciones que puedan atentar

en contra de la vida, seguridad e integridad personales de

Felipe y su familia.

Por otro lado, el caso de la defensora de derechos humanos

Obtilia Eugenio Manuel, se refiere a una mujer indígena que

con valentía y dignidad ha denunciado y documentado di-

versas violaciones a derechos humanos por parte de distin-

tos actores del municipio de Ayutla, del estado de Guerrero,

especialmente por parte de elementos del Ejército Mexica-

no. Esta loable labor le ha ganado la persecución, calumnia,

amenaza y constante vigilancia por parte de elementos de

este cuerpo, también por agentes no identificados. A raíz

de la denuncia que hizo por una amenaza de muerte que

dejaron en su puerta en diciembre de 2004, se valoró la

importancia de solicitar medidas cautelares a fin de brindarle

protección para ejercer de manera libre y segura su labor

de defensora. Sin embargo, estas medidas no han sido apli-

cadas con el rigor y seriedad necesarios, y las acciones de

vigilancia y hostigamiento han prevalecido. Aunadas a estas

medidas otorgadas por la Comisión Interamericana de Dere-

chos Humanos, se solicitó el acompañamiento de Brigadas

Internacionales de Paz, la que, hasta el momento, ha sido

la medida más eficaz para su protección, dada la continua

compañía personal que los brigadistas ofrecen, así como la

red de contactos políticos que tienen sus oficinas en otros

países y a través de los cuales se realiza un importante cabil-

deo con las autoridades mexicanas.

Por tanto como centro de derechos humanos quisiéramos

enfatizar y agradecer la ardua labor y el cercano seguimiento

que estas organizaciones internacionales han brindado en

momentos críticos para fortalecer el respeto a los derechos

humanos en el estado de Guerrero. Sin embargo, no deja-

mos de señalar el reto que se presenta al afrontar casos de

violaciones a derechos humanos en los que los ejecutores

no son autoridades ni servidores públicos, aunque se pueda

presumir que están bajo las órdenes de éstos. Es decir, son

actores que escapan de la lógica del Estado, y por lo tanto

el reto está en qué tipo de incidencia se puede ejercer en

su contra.

Asimismo, quisiéramos enfatizar que desde la experiencia

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

�2

de esta organización, el acompañamiento personal ha signi-

ficado uno de las acciones más relevantes para salvaguardar

la seguridad e integridad de los defensores de derechos

humanos y activistas sociales, así como las visitas in situ a las

víctimas y la celebración de reuniones con las autoridades.

Esta presencia física y concreta demanda sin duda muchos

recursos que en ocasiones limitan un acompañamiento per-

manente cuando éste ha sido necesario, a pesar del mismo

interés de estas organizaciones. Por tanto, otro reto lo cons-

tituye el contar con recursos suficientes para poder llevar a

cabo este acompañamiento n

PBIBrigadas Internacionales de Paz Guatemala

Las formas de trabajo de PBI en Guatemala son muy pareci-

das a las de Guerrero.

En Guatemala el trabajo empezó entre 1983 y 1984. Fue el

primer proyecto de PBI. Por eso son pioneros de la metodo-

logía y las herramientas que hoy se usan en los demás países.

Eran años muy duros del conflicto armado interno. Después

que se firmó la paz, se vio que no había tanta necesidad del

acompañamiento, pues había menos demanda para ese ser-

vicio. Y se tomó la decisión de cerrar el proyecto en 1999.

Pero, pocos años después, la situación se había deteriora-

do nuevamente, la persecución a defensores de derechos

humanos era una constante y varias organizaciones pedían

acompañamiento internacional. Por lo tanto se volvió a abrir

el proyecto en el 2003.

El trabajo de PBI es el acompañamiento internacional, enten-

diendo éste de una forma integral (presencia física, informa-

ción, cabildeo y formación). El objetivo es proteger el espa-

cio de trabajo de los defensores de derechos humanos de

Guatemala, que incluye a defensores de todos los derechos

(civiles y políticos y también económicos, sociales y cultura-

les). El acompañamiento integral incluye presencia física y ob-

servación, pero también incidencia política y cabildeo, con

autoridades del país y con organizaciones internacionales

que pueden incidir en el gobierno de Guatemala. También

trabajan el eje de difusión de información y el eje, cuando

se solicita, en capacitaciones y talleres a las organizaciones

(como los talleres de seguridad y de análisis de coyuntura

para ONG).

En Guatemala, las diferentes organizaciones de acompaña-

miento internacional se coordinan para evitar duplicación y

para responder de la mejor forma posible a las necesidades

de las organizaciones de Guatemala.

La compañera Ulrike presentó su experiencia de acompa-

ñamiento. Explicó que trabajan en 3 enfoques temáticos: la

lucha contra la impunidad, el derecho a la tierra y los efectos

de la globalización sobre los derechos humanos. En la prime-

ra acompañan a la Coordinadora Nacional de Viudas de Gua-

temala (CONAVIGUA) en las exhumaciones de cementerios

��

Panel

clandestinos y en las ceremonias de duelo. Los acompañan

porque los familiares se sienten amenazados, pues conviven

en el mismo lugar víctimas y victimarios. El tema de la tierra y

su acceso es importante porque en Guatemala hay mucha

desigualdad en la distribución de la tenencia de la tierra y

los dirigentes campesinos, que exigen tierra, son vulnerables

de recibir amenazas de muerte, por su trabajo para conse-

guir tierra. También trabajan en áreas urbanas acompañando

a pobladores de áreas marginales que se ven amenazados

por los mismos motivos de su lucha por tierra y vivienda.

En el enfoque temático de los efectos de la globalización

sobre los derechos humanos, acompañan a organizaciones

ecologistas, que dan talleres y explican a la población los

efectos de ciertas actividades como la minería; también a

autoridades indígenas que luchan contra otros usos y explo-

taciones de las tierras de sus comunidades. Una de estas

organizaciones ecologistas se llama Madre Selva y sus inte-

grantes han recibido amenazas por explicar los efectos de

éstas trasnacionales y sus ganancias. En este tema también

acompañan a defensores de derechos laborales, es decir a

sindicalistas. Uno de los sindicatos que acompañan fue de

una maquila, la cual cerró de forma imprevista cuando las

negociaciones del sindicato iban por buen camino, quedán-

dose las mujeres en la calle de un día para otro. Los sindica-

tos, por múltiples circunstancias, son en su mayoría de vida

muy corta en Guatemala. Otro trabajo es la observación de

actividades como manifestaciones en contra del TLC o en

contra del feminicidio. Además, están comenzando a dar se-

guimiento a varios casos de importancia para el país dentro

de nuestros tres enfoques. A esto lo llaman monitoreo. Para

ello utilizan, además de presencia física puntual, las publica-

ciones del proyecto n

Comentario

Marina enfatizó que aunque estemos usando las mis-

mas palabras practicamos diferentes formas de acom-

pañamiento y observación. No siempre responde a

solicitudes expresas de individuos o grupos. A veces

se hace acompañamiento personal o grupal. En otros

casos a comunidades enteras. Eso plantea retos dife-

renciados que se profundizaron en el trabajo poste-

rior en grupo n

“Hoy los pueblos y gentes de esta tierra meso-

americana caminan delante y atrás de nosotros, a

nuestro lado y nuestros pasos y los suyos se confunden

y no nos confundimos, nuestros pasos son camino, el

camino en que camina la esperanza y la felicidad, es de-

cir lo mejor de lo humano que tenemos, porque lo peor

que tenemos lo vamos derrotando día a día en com-

pañía de estas gentes y pueblos meso-americanos, lo

derrotamos en nuestros corazones. Por esto ustedes y

Chiapas se encontraron y caminamos juntos, y por esto

es importante y necesario seguir juntos caminando”.

Cecilia y Javier, amigos cercanos del proyecto

Trabajo en grupos - Plenaria

6

��

Trabajo en grupos - Plenaria

Trabajo en grupos / Plenaria

Para el trabajo por grupos se formaron 4 equipos de manera

aleatoria y se propusieron las siguientes preguntas para mo-

tivar la reflexión:

¿Cuáles son los principales retos para el trabajo de

presencia y acompañamiento internacional?

¿Cuál pensamos que debería ser el papel y el trabajo

de presencia y acompañamiento internacional en el

contexto actual?

¿Vemos formas de mejorar el trabajo que ya se está

realizando?

Mesa 1Claudia

Las tres preguntas se vinculan hacia el mismo punto. Por eso

se dieron respuestas conjuntas.

Uno de los retos es la incidencia de manera oportuna

ante instancias o autoridades para detener la violencia o

dar seguridad a actores específicos.

Que cada organización tenga objetivos claros de traba-

jo.

Otro reto son las fuerzas irregulares de violencia, que

están fuera de la lógica del estado, con los que no se

1.

2.

3.

puede dialogar. Pero sí se puede hacer algo porque, por

ejemplo, los grupos paramilitares tienen vínculos con ac-

tores como autoridades gubernamentales o grupos de

maestros. SIPAZ buscó incidencia en instancias que tienen

vínculos con los grupos irregulares. Se trata de buscar al

interlocutor legal para incidir en ellos, siempre haciéndolo

público. Ahí buscamos el efecto disuasivo.

Identificar a los actores con los que se tiene que tener

interlocución o incidencia para lograr los objetivos plan-

teados.

La publicidad da cierta cobertura. Un acompañamiento

es efectivo en la medida en que se hace público para

elevar su valor político.

Reto: Que los integrantes de las organizaciones y los que

vienen a acompañar comprendan la coyuntura del lugar

a donde van a apoyar, para que: no obstaculicen proce-

sos, no resten fuerza, no generen más conflictos o pola-

ricen más a los actores. A veces los observadores tienen

la intención de mediar sin tener los elementos necesarios

para lograrlo.

Identificar los momentos de acompañamiento. En algu-

nos casos el conflicto no es patente a simple vista. El reto

es identificar el momento que se vive y qué se puede

aportar según el caso.

Vincular procesos locales a procesos más amplios nacio-

nales y globales.

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

��

Continuar con el acompañamiento en la incidencia polí-

tica, no sólo la vinculación. Gran parte de este trabajo se

tiene que dar en los países de origen de los observado-

res, para evitar las políticas que afectan a los países en los

que se realiza el trabajo de acompañamiento.

Impulsar el trabajo de mediación entre actores encon-

trados.

El financiamiento es un reto, porque hay limitación en los

recursos de apoyo.

Mantener un trabajo de difusión y denuncia de situaciones

como la de los desplazados y retornados en Chiapas.

Trabajar para evitar que se reactive la violencia de manera

directa.

Superar el primer nivel de violencia y trabajar en los otros

niveles.

Sumar esfuerzos entre las organizaciones que ya hacen

este trabajo. Intercambiar las experiencias.

Mesa 2Alex

Hay una gran diversidad de trabajos de presencia interna-

cional, con muchos estilos diferentes. En los retos se habló

hablaron de:

Hacia adentro es necesario lograr más coordinación en-

tre los grupos, incluso una estrategia para que haya una

articulación entre ellos. Porque ha pasado que la misma

presencia internacional puede impedir a los grupos loca-

les hacer su trabajo. Es bueno que el gobierno vea a los

internacionales como un bloque, coordinado.

Tener más coordinación pero respetando las diferencias

de cada una de las organizaciones. Tener más coordina-

ción en todo el país, en el caso de México, porque la

presencia de internacionales no es equilibrada. Se puede

aprovechar la experiencia de lugares como Chiapas para

canalizar el interés de los observadores hacia otros esta-

dos de la república.

Ir más allá de la interlocución con actores gubernamenta-

les locales. Es un reto hacer cabildeo con los gobiernos

de los países de origen, a través de grupos solidarios,

para lograr presionar al gobierno mexicano, que se ha

venido mostrando sensible a esa presión. Aprovechar las

relaciones de los internacionales.

Crear más maneras de informar. Ser creativos en la ma-

nera de informar. Por ejemplo, en EEUU es muy común

hablar a sus diputados por teléfono. Podemos aprender

de las formas de otros países, sobre cómo informan de

la situación.

Motivar a la gente que ha estado como observadora para

que, al regresar a sus países, sigan luchando y trabajan-

do.

Prever como seguir trabajando a futuro después de las

�9

Trabajo en grupos - Plenaria

elecciones, por los cambios que pueda haber.

Involucrar a autoridades locales con autoridades interna-

cionales, vincular distintos niveles, para lograr la disuasión

que consiga proteger a los actores locales que se ven

enfrentados a presiones por su trabajo.

Mesa 3Adelina

Se respondió en general:

Que los internacionales no pierdan sus vínculos con sus

países de origen para difundir lo que ven como observa-

dores o acompañantes.

Superar el estrés que pueden tener los acompañantes,

ante lo que viven, traduciéndolo en estrategias y criterios

claros en su trabajo en el país que los recibe, ante ac-

tores, agresores independientes al gobierno (empresas,

caciques, delincuentes).

Trascender el acompañamiento mediante el análisis y po-

sicionamiento ante los actores. Las organizaciones tienen

sus diferencias en sus estrategias y mandatos. No todas

terminan denunciando, pero sí es importante hacer algo

entre observación y acompañamiento.

Que los observadores, que tienen un papel de disuasión

y prevención, se vuelvan testigos que analizan y denun-

cian, en sus propias embajadas, sus gobiernos y países y

también en la sociedad donde trabajan.

Mirar que los problemas, donde hay riesgo y conflicto,

son globalizados. Hasta dónde la neutralidad y la parcia-

lidad, cuando somos miembros de sociedades que son

afectadas por la globalización. Mejor hablar de imparcia-

lidad que de neutralidad.

Entender el nuevo tipo de conflicto que se da, ya no sólo

frente a los gobiernos, sino frente a empresas y diversos

grupos de poder.

Entrar en el terreno, teniendo muy claro qué se va a hacer,

con quién y para qué. Eso dará cuenta de las necesida-

des de estrategias diferenciadas y de las articulaciones

necesarias, en lo local y lo internacional.

Tener recursos financieros y humanos.

Conservar la legitimidad sin ser considerados acompa-

ñantes de delincuentes.

Mirar, ante el mundo globalizado, en dónde radica la

fuerza de la presión internacional. Cómo redimensionar y

enfocar la fuerza de los internacionales en un país, cuan-

do ya no se trata sólo de ir con nuestro propio gobierno

y demandarle alguna acción. A lo mejor lo que toca es,

además de trascender en acciones complementarias (no

hacer todos lo mismo), complementarnos en los matices

que tenemos, favorecer puentes entre los pueblos que

permitan el encuentro y el intercambio de estrategias ante

los procesos de la globalización. No tanto en la presión

Xº Aniversario de SIPAZ (4 de marzo de 2006, Cideci, San Cristóbal de las Casas)

50

política hacia los gobiernos, sino crear puentes entre las

sociedades, de manera trasnacional pero no de manera

masiva. En reuniones de trabajo que permitan el intercam-

bio y la formación de estrategias creativas.

Los papeles de la observación y el acompañamiento in-

ternacional tienen que ir sobre la solidaridad (entendida

como que a todos nos va mal) en el monitoreo, no sólo

en la disuasión, desde una perspectiva amplia, cuidando

los procesos, no sólo a las personas; aprovechar la infor-

mación que tienen los que están en el terreno, encontrar-

les canales de difusión; no perder la imparcialidad en la

denuncia; no suplir el trabajo de los que acompañamos,

pero sí facilitar que su voz se escuche.

Pensar con quién hacemos el acompañamiento: con los

que nos lo piden.

¿Qué tan favorable es abrir esquemas de observación y

acompañamiento donde participen gente de base? En

esto de hacer puentes entre países. Que un sindicalista

suizo pueda apoyar a sindicalistas de aquí.

Mesa 4Carmen

Retos:

Las elecciones implican diversos trabajos como acompa-

ñantes. No se limita al mismo momento de las elecciones

Ante el discurso oficial de los gobiernos que dan una

imagen falsa de la situación, es más difícil hacer evidente

la impunidad.

Que se siga teniendo incidencia en la observación, que

quede por escrito para los trabajos posteriores.

Que el acompañamiento sea intercultural.

Ante la globalización y el neoliberalismo, darle más peso

a lo político y no a lo económico.

Ver cuál es la situación del ejército, de quien no se sabe

bien qué está haciendo.

Se da más peso a acompañantes que vienen del Norte

que del Sur.

No perder de vista la pugna de poder de actores exter-

nos, no sólo del gobierno. Hay otros actores que actúan

fuera del marco de la legalidad.

Buscar acciones más eficaces para incidir realmente.

Que la presencia realmente sea disuasiva a nivel interna-

cional. Que se visibilice a los responsables de la violencia

y ver que sean sensibles a que se visibilice.

Lograr integrar los diferentes tipos de violencia, como en

el caso de los inmigrantes, que sufren violencia de los

tres tipos.

51

Trabajo en grupos - Plenaria

Tareas:

Que la disuasión sea más eficaz.

Mejorar la comunicación y la difusión. Encontrar estrate-

gias en común.

Trabajar la paz, en el Norte y en el Sur. Los que vienen del

Norte al Sur, tienen que llevar este trabajo al Norte. Incidir

también en el Norte. Se requiere concientización en este

sentido. Regresar la verdad del Sur al Norte.

El acompañamiento internacional es muy importante,

porque los del lugar tomamos partido y no somos tan

objetivos. Un internacional puede ser más neutral.

Preguntas y comentarios

Quisiera que el grupo 3 precise más lo del principio de

imparcialidad. Porque ante la injusticia no se puede ser

imparcial. Si no somos agentes de paz, tenemos que salir

de acá. Si la labor social no la hace un organismo civil,

eso se llama guerra. No hay imparcialidad posible. No en-

tiendo ese vocabulario.

Creo que hay cosas ante las que no se vale ser neutral.

Pero no todas las cosas son así. A veces hay una tenden-

cia a todas las diferencias meterlas al mismo costal. Y las

catalogamos como irreconciliables. La palabra neutral no

es adecuada. Se trata de no ver las diferencias como pos-

turas enemigas. No neutral ante la guerra ni la masacre.

Lo que quisimos plantear es que se trata de un falso de-

bate. La misma opción de hacer observación es en sí una

opción política. No es cierta la opción por la neutralidad.

Otra cosa es ser partidario. El problema es que esa pre-

gunta está presente y nos lleva a tomar posturas o no

tomarlas, por no estar resuelta o no resuelta de manera

adecuada. Hay que pensar en los límites de la presencia

internacional, que no va a suplir a los que acompañan,

pero es ubicar su papel en tanto que internacionales n

“Eso es lo que me llevaré de SIPAZ en un

rincón de mi corazón. El sentido de la hospi-

talidad como lo primero. No muy nos lo enseñan en

nuestras culturas occidentales, al contrario, hay que

cumplir primero con las tareas, cueste lo que cueste...

Supongo que ese sentido de la hospitalidad viene de

mucha aculturación, de la sensibilidad de cada uno,

de su capacidad para escuchar su corazón, de varias

cosas pues, un poco de todo a la vez... La relación

pasa primero”.

Elena (francesa, miembro del

equipo 2005-2006)

5�

Trabajo en grupos - Plenaria

Cierre

Se hizo un resumen del día de trabajo. Es de destacar

la diversidad de las ponencias y las participaciones. La

utopía es la misma y la diversidad es nuestra fuerza. Se

agradece toda esta diversidad.

Para terminar el trabajo dimos un saludo a los 4 puntos

cardinales. Para esto dimos un signo de paz a las 4

personas que estaban a nuestro alrededor: un abra-

zo, unas palabras, un signo n