Sirius: El perro que (casi) cambió la Historia
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(Narrativa)
El perro que (casi) cambió la Historia ¿Cómo puede un perritoencantador alterar el rumbo de la Historia mundial?Una hilarante yatrevidanovela sobre elnazismoyunhomenaje a la épocadoradadelcine a través del original testimonio de su peludo protagonista.Berlín,1938.Sirius,unastutofox-terrier,disfrutadeunatranquilavidaperrunajuntoalosLiliencron,unafamiliajudía;hastaqueunanocheelcachorroestestigodeunodeloscapítulosmássombríosdelahistoriaalemana:laNoche de los Cristales Rotos.La familia decide entonces refugiarse enEstados Unidos, donde Sirius se convierte en toda una estrella de laépocadoradadelcineysecodeaconlasmásrespetablescelebridadesdeHollywood: desde Rita Hayworth, Billy Wilder y John Wayne hastaMarleneDietrichyCaryGrant.Sinembargo,elmundodelafarándulaesunamontaña rusaySiriusacabadegira conel esperpénticoypopularCirco Barnum. Entre forzudos, fieras e ilusionistas, la carrera de esteartista canino es un cohete, peroundíaun trucodemagia salemal, yaparecedevueltaenBerlín,estavezenelsenodeunafamilianazi.SeráentoncescuandoseconviertaenelconfidentedelFührer#¿otalvezdelaresistencia?Reseñas:«Pocas veces un libro es tan ingenioso, divertido yadorablealmismotiempo.»KulturSpiegel«Conmovedorayencantadora,para los amantes de la historia y los animales por igual.»PublishersWeekly«Unanovelaestupenda.Nolohabíapensadoantes,peroSiriusesun observador tan astuto que ahora estoy convencido de que losprotagonistasdecuatropatassonlosmejorestestigosdelahistoria.»TheIndependent
SIRIUS.ELPERROQUE(CASI)CAMBIÓLAHISTORIA
JonathanCrown
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Paramifamilia,quevivíaenaqueltiempoenBerlín
1Todaslasmañanas,alasdiezenpunto,elprofesorLiliencronsalede
su casa, y entonces siempre ocurre lo mismo: inspira hondo, como si
estuvieraenlacumbredeunamontañaenlosAlpesyrespiraraeseclimatan sano. También su ropa revela ganas de caminar. Gorra de visera,chaqueta loden,pantaloneshasta la rodilla. Junto a él esperaya su foxterrier.Muevelacolallenodeexpectativasypiensa:¡Yasalimos!Luego los dos bajan por la Klamtstrasse, una callecita lateral a la
Kurfürstendamm.Sedetienenal llegaralprimerárbol.Elperroolfatea.ElseñorLiliencronsacaunlibrodelbolsillodelabrigoyseponealeer.Nopierdelacalmapornada.Losvecinoslesaludan.ElseñorLiliencrondevuelve amablemente el saludo y se sumerge de nuevo en el libro.Entretantoelperrodavueltasalárbol, lomásrápidoquepuede,conelmorrosiemprepegadoaltronco,dondecrecenunasbriznasdehierba.Avecesladraalárbolylegruñedesafiante,comosiquisiera jugarconél.Luegolevantalapata.Pueden estar así media hora larga. En algún momento el señor
Liliencron cierra el libro, se lo guarda en el bolsillo del abrigo y sedisponeaemprenderelcaminodevueltaacasa.Elperronopiensahacertal cosa.Quiere jugarmás,muchomás, con el árbol. Entonces el señorLiliencronlollamaporsunombre,envozbajaperosevera:—¡Levi!Levisabequesedirigeaél.Enconsecuencia,siempre intentaponer
una cara que—cree él— debe tener un efecto desgarrador. Al mismotiempoaúllalastimoso,meteelraboentrelaspiernasysepegaalárbol,signodesuprofundaincapacidaddesepararsedeél.ElseñorLiliencronprocede.Saca,enaparienciacomodepasada,un
trozo de chocolate. El crujido del papel hace vacilar a Levi. El árbolseguirá aquí mañana, se dice. Volveremos a vernos. Todo lo que esperecederodebegozardeprioridad.Elprofesorysuperro.Siemprealamismahora,siempreenelmismo
árbol.EnelcorazóndeBerlín.La familia Liliencron vive en un palacete urbano que la Academia
LeopoldinadelasCienciasNaturalesponeadisposicióndesumiembrohonorario.El profesor Carl Liliencron disfruta de ese honor desde que se le
concedió la medalla Cothenius de oro. Poco después se mudó a laespléndidacasaconsuesposaRahelysusdoshijos,GeorgyElse.
—Estacasanecesitaunperro—declarósolemnemente.AsíllegóLevialavidadelafamilia.Ahoraesprimavera.Delaño1938.Liliencron es el dignatario más joven en la larga historia de la
Leopoldina.Cuarentaydosaños.Aunasí,yatieneelcabelloblanco,quese le encrespa a los lados del cráneo pelado, como corresponde a unagraciado con la medalla Cothenius. A veces la naturaleza de un serhumanoyasabedeantemanoloquelaculturavaahacerconél.La especialidad de Liliencron es la microscopía. En su instituto
investigalasrelacionesentreelplanctonárticoyelantártico.—Todoloquemidemásdecuatromicrasnomeinteresa—legusta
decir.Así fundamenta también su desinterés por Adolf Hitler. O por la
política.Oporelfuturo.—Todoesoesdemasiadogrande—opinaalrespecto.Precisamente esehombrequeafirmaque todo lovisible solo con el
ojo carecede importancia tieneuna esposa cuyabelleza salta a lavistadesdeelprimermomento.¿Noescurioso?LabellezadeRahelsiemprehasidotemadeconversaciónenBerlín.
Teníaadmiradores famosos;WilhelmFurtwängler,porejemplo,oPeterLorre.Peroeligióalhombredelmicroscopio.—Élveloinvisible,yesoesdivertido,¿no?Rahel Liliencron se toma la vida con alegre optimismo. Desde la
mañana, mientras se viste y se peina, en el gramófono suena músicaligera,losdiscosquesebailanenesemomentoenBerlín.—Ven,Carl—llamaasumarido—,¡bailaconmigo!Élniegacon lacabeza.Demasiado jovenpara lamedallaCothenius,
demasiadoviejoparaelpresente,piensa.Esextraño.Aunasí,avecesbailaconella.ARahellegustairalamoda.Suhermana,queviveenParís,leenvía
lasrevistasilustradasdelmomento,yRahelhacequeleconfeccionenlosvestidos a partir de esosmodelos. ¡Deprisa!Quiere ser la primera quecausesensaciónenBerlínconlosúltimosmodelosdelatemporada.Hastalafecha,Rahelsiguesinsaberexactamentequéeselplancton.—Loimportanteesquetúlosepas—lediceaCarl.Leenseñaelvestidorosaquelamodistaacabadeconfeccionarle.Un
diseñodeCocoChanel.
—Tuplanctonnoescapazdeesto.—Teequivocas,querida—respondeCarl—.Lasalgasverdescambian
de color cada temporada. Según la longitud de onda de la luz queabsorben susmembranas.—Sonríe, cariñoso—.Te remito amiobradereferenciaFitoplanctonyfotosíntesis.Puedesleerloahí.Rahel conoce el libro. Es uno de los gruesos tomos que saca de la
bibliotecacuandoCarlestáenelinstitutoduranteeldía.Apilaloslibrosenelsuelo.—¡Levi!—grita—.¡Salta!Leviesunperrolisto.Despuésdetresocuatrointentosyasabeloque
lepiden.Avecessaltaporencimadelobstáculo,otrassesubeencimaylevantalaspatitas.O, aloír laorden«¡Levi, lee!»,hace comosihojearael libro con las
patas.Luegosedesplomateatralmente,cierralosojosyronca.Leencantanesaspequeñasrepresentaciones.Entradalatarde,CarlsuelellegaracasadelaAcademiaconunpar
decolegas,seretiranalabiblioteca,bebencoñacyhablandesusasuntos.Entre ellos están el profesorHertz, el PremioNobeldeFísica, yRafaelHonigstein, el famoso paleontólogo. En los últimos tiempos lasconversaciones cada vez se desplazan más a menudo de las cienciasnaturales a la política.A las leyes raciales.A la quemade libros.A lashumillaciones a eruditos y estudiantes judíos. Tiempos sombríos. ¿Quésepuedehacer?Leviescuchaconatención.Enseguida vuelve a llegar el momento en que Liliencron va a la
estantería,cogecongesto furiosoel libroMiluchay luego loenseñaenalto.Leviselevanta,ladravariasvecesyalzalapataderechaenelsaludo
romano.OtragraciaquelehaenseñadoRahel.Elcírculoacadémicoaplaude.Sabenqueesaeslaseñaldemarcharse.—Tienes que enseñarle a hacerse sus cosas encima del libro—dice
Carlasuesposa,queacompañaaloshuéspedesalapuerta.En la casa Liliencron las noches están dedicadas a la vida familiar.
Putti,lacriadasuiza,sirvelacenaenelmiradorquedaaljardín.LuegoElseofreceunpequeñoconciertoalpiano.
—Tienetalento—habíadichoeldirectorFritzMahler,tambiénamigode la familia,queaveces tocabaconElseacuatromanos—.PerodudomuchoquenuestroFührertengaoídoparaesto.Hacedos añosqueMahler emigróyquería llevarse aElse aNueva
York.Pero a suspadres lesparecióque erademasiado jovenpara algoasí.Poraquelentoncesteníatreceaños.El negro piano Bechstein está en el salón. Else toca el segundo
movimiento de la Sonata en si bemol mayor de Schubert. Un nostálgicoandantequesevuelvecadavezmásdelicado,cadavezmássuave,hastaqueen las teclasnoquedamásqueel soplodeuncontacto.Elenormepianosusurradeprontosonidosyacasiinaudibles.Elsepareceahogarseenlamúsica.Susrojoscabelloscaencomoolas
sobrelasteclas,supálidapielsereflejaenelpianocomosiestefueraunmaroscuroyprofundo.Losúltimosacordes:Lamuerteyladoncella.Elsesienteenesemomentolaimpacienciadesucorazón.Lanostalgia
delprimergranamor.¿Cuándollegaráporfinelmomento?Georgessuhermanomayor.Estáapuntodeterminarelbachillerato
en el instituto Fichte. Es el último alumno «no ario» del último curso.Quiere ser médico. Pero la universidad está vedada a los estudiantesjudíos.Supadresemantieneinamovible:—YasabesqueSauerbruchhaprometidointercederporti.Georgyadisecabagatosa laedaddeseisaños,y loscráneosde los
animalitossiguenensuescritorio,conservadosenformol.Siemprevaalinstitutocontrajeycorbata.Amenudo,cuandovuelve
acasa,llevalaropafueradesitio.—Defensa propia —comenta encogiéndose de hombros. Se ríe con
maliciaalpensarenlasnuevasmagulladurasdesusagresores.Georg es miembro de la Agrupación Deportiva de Berlín Este. Su
entrenadoresWernerSeelenbinder,elcampeónalemándeluchalibredepeso medio que en los Juegos Olímpicos de 1936 se negó a hacer elsaludohitlerianoenelpodiodeloscampeones.¿Negativa?¿Resistencia?¿Resignación?¿Huida?Los pensamientos de Georg giran en círculo, pero los círculos son
cada vez más pequeños, y sabe que ya no queda mucho tiempo. Elfuturo, ese monstruo imprevisible, marcha hacia los Liliencron con labanderalevantada...Yluego¿qué?
—¡Miradquécielo!—exclamaRahel,ysalealaterraza—.Totalmentedespejado.La familia Liliencron se congrega bajo el firmamento. Hay luna
nueva.—Ahí está Sirio, Sirius en su nombre en latín —se alegra papá
Liliencron—.¿Loveis?Su dedo señala la oscuridad, allá donde al final del universo sigue
habiendoluz.—EsaconstelaciónsellamaCanMayor.Levialzalacabeza.Sumiradasigueeldedohacialanegranoche.Can
Mayor. De pronto se siente triste, porque se acuerda de cuando erapequeño.Muypequeño.Poraquelentonces,cuandolosLiliencronestabanbuscandoelperro
adecuado, el teckel Kuno von Schwertberg, abreviado Kurwenal,protagonizabatitulares.Pertenecía a Mathilde Freiin von Freytag-Loringhoven, una
representantedela«nuevapsicologíaanimal»deWeimar.Kurwenal sabía leer y hablar. Se expresaba ladrando, con toda
precisión, tantas veces como correspondían a la cifra del alfabetonumeradoquemanejaba.ElfamosopsicólogoanimalWilliamMcKenzievinoexpresamentede
Génova y le puso al perro su tarjeta de visita delante de las narices.Kurwenal leyó y ladró: «Magnzi» y «Gnova». Seguía la ortografíafonéticaalhacerlo.McKenziesemarchófascinado.Dos investigadoras británicas visitaron a Kurwenal y lo
sorprendieron con lapreguntadequé llevabanen la cabeza.Kurwenalrespondióenseguida:«Bonitossombreros».No pasó mucho tiempo antes de que una delegación de la Liga
NacionalsocialistadeProtecciónAnimalseinteresaraporelgenialteckel,aunqueconsiniestrasintenciones.Sihayanimalesquehablanypiensan,entoncestambiénhabíapersonas—judíos,gitanos,polacos—quepodíanseranimalesparlantesypensantes,esdecir,infrahumanos.TodoesosacóalapalestraaIsidorReich.Isidor Reich era un joven zoólogo con aspiraciones que no quería
seguir contemplando cómo la nueva psicología animal amenazaba concaerenmanosde losnacionalsocialistas.Teníaenmenteun«Kurwenaljudío».AsíqueempezóacriarfoxterriersenBerlín-Grunewald.El árbol genealógicode susperrosnopresentaba títulosdenobleza
alemanesdetanaltosvueloscomoKunovonSchwertberg,sinonombresjudíos,enordenalfabético,alosquesesumabanelnúmerodecamadayelnombredecría«Reich».ElprimerReichestabaformadoporcincocachorros, llamadosAriel,
Benjamin,Chajm,David y Esther. Reich eligió al perro conmás ansiaspor aprender, que era Benjamin, y lo sometió a un adiestramientoobsesivo.De la mañana a la noche, el perro se sentaba ante la máquina de
escribirytecleabafielmenteconlaspataslasletrasqueReichlegritaba.Al cabo de un año, Benjamin estaba en condiciones de transcribir sinproblemasunaconferenciaaldictado.Entretanto había llegado el segundo Reich. Gidon,Hadassah, Irit y
Jakob.Estavez,Jakoberaelmásdotado.ErahijodeBenjamin,asíquenosorprendió—o,naturalmente,síquelohizo,apesardeloanterior—quellevara la escritura en la sangre. A la edad de seis meses compuso suprimerpoema:
cadabafbddafdffartadabdadarrlibedaccat
Los versos se publicaron en la revista Tierseele («Alma animal»),
órganodelanuevapsicologíaanimal.Untriunfo.LuegovinoalmundoeltercerReich:Levi,Mirjam,Natan,OzyRuth.Peroesetambiénfueelfinal.UnamañanalaGestapoechólapuerta
abajo, e Isidor Reich fue detenido y deportado. Mataron a todos losperrosatiros.Menosauno.ElpequeñoLevi.Se había puesto a salvo a tiempo. Una vecina encontró un ovillo
tembloroso en el rincónmás recónditode la cocina,donde sinduda lohabíatomadoporuncojínoalgoparecido.
El último superviviente del tercer Reich. Entonces Levi aún nosospechaba que aquello a lo que había escapado no era más que laantesaladelinfierno.El profesor Liliencron nunca lee periódicos. Normalmente. Su
curiosidad se dirige a los seres vivos con más de tres mil quinientosmillonesdeañosdeantigüedad.Estosrarasvecessalenenlosperiódicos,yporeso,ensuopinión,nomerecelapenaleerlos.Hoysíleeelperiódico.Sesientaalamesadeldesayuno.Todavíaenbata.Harenunciadoal
paseoquesaleadarconLevialasdiezenpunto.Puttihasacadoalperroensulugaryhatraídopanecillosreciénhechos.Rahel tiembla al servir el café. Sabe que su marido solo lee el
periódicocuandolosmalospresagiosleobliganahacerlo.—¡Novedades!—dicepapáLiliencron—.Interesantesnovedades.Me
temoquenosatañen.—¿Quésucede?—preguntaElse.Élleeenvozalta:—«Segundo decreto de ejecución de la Ley de Modificación de
NombresyApellidosde17deagostode1938».Suvozimitaeltonooficialdeunalecturaanteuntribunal.—«Parágrafo1.Losjudíossolopodrántenerlosnombresquerecogen
lasdirectricessobreestosdelMinisteriodelInteriordelReich.»Daunatronadorpuñetazoenlamesa.—«Quieninfrinjaestanormaserácastigadoconunapenadeprisión
dehastaseismeses.»El ruido despierta a Levi. Hasta esemomento ha estado sesteando
complacido sobre su manta de perro, debajo de la mesa. Sueledespertarse de sus sueños con suavidad, por ejemplo, al notar eldeliciosoaromadelalonchadequesoqueletiendenparaquesesientamiembrodeplenoderechodeldesayunofamiliar.Perohoynoesundíanormal.¿Hahechoalgomal?¿Elruidoesporél?Articulasuincertidumbreen
formadelevegemido.—¿Laleytambiénseaplicaalosperros?—preguntaElse—.¿Hayque
cambiarleelnombreaLevi?
—¡Nomesorprendería!—respondepapáLiliencronconamargura,yseponelasgafasdoradasdelectura—.Leamoslaletrapequeña.Lafamilialemiraenestadodetensión.—Espantoso —murmura él—. A partir de ahora habrá que tener
cuidado.—¿Ahora,depronto?—preguntasarcásticoGeorg—.Yovoyconojo
desdehacemucho,créeme.—Lo sé —asiente Liliencron—, lo sé. Por desgracia, no podemos
escogerenquétiemposvivimos.—Túsílohashecho—replicaGeorg—.Vivesenelpasado.Rahelleinterrumpe:—Dejaatupadreenpaz,Georg.Levihacenotarsupresenciaconuncarraspeo.Liliencronseagachaanteél.—Noentiendesnadadeesto.¿Osí?Leviseyergueymecemelancólicolacabezaalritmodelamanoque
leacaricia.—Es peligroso ir por la calle con un nombre judío —explica
Liliencronasuperro.Dejaaunladoelperiódicoyselevanta.—PoresodejarásdellamarteLevi—afirma.Elperrofrunceelceño.—Vamosaescogerteunpreciosonombrenuevo—diceLiliencron—.
Paraquepuedasembaucaralosarios.Cierra los ojos y piensa. Can Mayor. Le viene a la mente la
constelación. La noche en la terraza.Mientras tanto, su perro ya se hahechomayor,¿no?—¡Sirius!—exclamadepronto.Miralosrostrosasombradosdesufamilia.—¡Sirius!—repitesolemnemente—.Deahoraenadelantetellamarás
Sirius.Levisesientehalagado.CanMayor.Encualquiercaso,sientetambién
laresponsabilidadquepesasobre laestrellaysobreélmismo....Serunpuntode luz en la oscuridad.Losperrosque se llamanGolfi lo tienenmásfácil.—¡Sirius,ven!Liliencroncogelacorreay,juntos,salendelacasa.
Lostranseúntesnodancréditoasusojos.Elseñorprofesor, todavíaen bata y mucho más tarde que de costumbre, se dirige calle abajoperdidoensuspensamientos.Llamaasuperro«Sirius».—¡Vamos,Sirius!La señoraZinke, la esposadel porteroZinke,de la casade al lado,
queavecescharlaconelprofesordurantesupaseo,pregunta:—¿NoesesteLevi?Liliencronresponde:—No,esteesnuestroSirius.Siriustrotaconlasorejasgachas.Cuandollegaalárbol,asuárbol,no
ladra,sinoqueserecuestapensativocontraél.—¿Esotroperro?—preguntalaseñoraZinke.—Síyno—contestaLiliencron.LaseñoraZinkemuevelacabeza,sorprendida.ElpalaceteenelquevivenlosLiliencronesunedificioimpresionante.Laentradaestáenmarcadapordoscolumnas,yencimadelportalhay
unfrisoquereproducelafamosaescenadeltechodelacapillaSixtina,LacreacióndeAdán,deMiguelÁngel.Circula la historia de que la casa la construyó un descendiente de
MiguelÁngel,un talManfredBuonarroti que amediadosdel sigloXIXabrió undespachode arquitectura en Berlín. Liliencron ha investigadoesahistoria,peronohapodidocompletardemaneraconcluyentelalíneagenealógica que va deMiguelÁngel aManfred. Tan solo topó con unescultor llamado Manfred Hosemann, de Leipzig, que en el año 1821pasóunmesenFlorencia.EnelporchedelacasaesimposiblepasarporaltootracitadeMiguel
Ángel: una hornacina en la pared en la que hay una reproducción enminiaturadelDavid.DebajoestágrabadoECCEHOMO.El profesor Liliencron lleva tiempo dándole vueltas a la idea de
sustituir elDavid por un busto de su perro. El plan le pone de buenhumor.Naturalmente,mantendríalainscripciónECCEHOMO,piensa.Sirius—entretantohanpasadounascuantassemanas—haaceptado
su nueva identidad. Ya casi ha olvidado que se llamaba Levi. Así dedeprisavanlascosas.—Probablemente también hace mucho que Hitler ha olvidado que
antessellamabaSchicklgruber—diceLiliencron.Desde luego, la señora Zinke lo ha olvidado. Grita «¡Hola, Sirius!»
cuandovealperro.Ydice«HeilHitler!»cuandovealseñorLiliencron.Noobstante,lavidasigue;todaslasmañanas,alasdiezenpunto,el
profesorLiliencronsaledesucasa,seguidodeSirius,ybajanjuntosporlaKlamtstrasse.Al llegar a la esquina, el perro empieza a jugar con el árbol y
Liliencronseponealeersulibro.Elchocolate,queenelpasadofueuntrucoparaatraeralperrohacia
casa,yanoesnecesario.AhoraSiriusconoceelcamino.Conocetodoelbarrio.Avecesinclusosaleélsolo.Hadescubiertounagujeroenlavalladeljardínysehacoladoporél.
Su primera parada es el café Hoffmann de la Clausewitzstrasse.Expectante,tomaasientodelantedelapuerta,ladraymenealacola.—Bueno, enséñanos los nuevos trucos que has aprendido—dice el
señorHoffmann.Siriuslevantalapatita.—¿Cómo?¿Esoes todo?—dicedecepcionadoel señorHoffmann—.
¿Nadamás?Siriussalta,daunavolteretayaterrizasobrelaspatasdelanteras.—¡Síii,muchomejor!—ensalzael señorHoffmann,y ledaun trozo
depastel.AhoraletocaaSiriusexpresarsudecepción.Teatralmente,agachalas
orejasyhacecomosifueraamarcharse,deprimido.—Estábien—diceelseñorHoffmann—.Dostrozos.Sirius ladra feliz, atrapa la recompensay sigue su camino.Baja con
curiosidad por la Kantstrasse. Todavía no se atreve a salir a laKurfürstendamm.—¡Buenos días, Sirius! —saluda el librero Friedrich, y se quita el
sombrero.En laSavignyplatz,Siriusse tiendeal solenunbancodelparquey
sestea. Más tarde trota en dirección a Fasanenstrasse, en el mismo
momento en que dos basureros empujan unos traqueteantescontenedoresporelasfalto.—¡Aeseloconocemos!—gritaunodeellosalveraSirius—.¡Elperro
deljudíovaairalabasura!Disfrutan metiéndole miedo con sus rostros furiosos y sus gestos
amenazadoresyloconviertenencosadebroma.Siriusesunperrointrépido.Suhirsutopellejo,manchadodeblanco,
marrónynegro,ledainclusounaspectorebeldeypeleón.Pareceunaalfombra llenadepolvoquehubieraservidodemuestra
paralabanderatricolordeunpaísdesconocido.QuizáfueraladeTierradeNadie.Berlín, la ciudad gris, se lanza al verano como un preso al que
permitensalirporfindesutristecelday,graciasaDios,vuelveaverelcieloazul.Hambrientodesol.Ansiosoporsalir.Deseosodeairefresco.Sedientodecerveza.Unosseñoresdeciertaedadsalenalborotadosencocheal campoel
díadelPadre,conloselementosparaprepararunabarbacoayanzuelosenelequipaje.¡Porfinesverano!Loslocalessacansusmesasalairelibre.Lagentellevapocaropa.Las
acerasseconviertenenescenariodelgranteatroveraniegoalairelibre.Elfindesemana,lasmasasselanzanhacialasplayasdelWannsee.EsaeslaatmósferadeBerlín.Inclusoenelveranode1938.LafamiliaLiliencronhaperdido lacostumbredesalir,porcausade
fuerzamayor.Lavidapúblicaestáengranmedidaprohibidaalosjudíos.Hayqueconformarseconlafelicidadqueproporcionaeljardínpropio.Aveces Liliencron saca del garaje el coche, su querido Mercedes 170 VCabriolet,ylosinvitaadarunavueltaporGrunewald.Perolasmiradasdereprobaciónechanaperderelgocedelasalida.Georg aprueba la reválida con buena nota. Después del momento
solemneenelinstituto,todalafamiliasecongregajuntoalagranmesademármolenlaterrazadeljardín.Putti está de lo más elegante cuando, en las ocasiones especiales,
cambiaelblancodelantalde lacocinaporunvestidodefiesta,quepor
otra parte muestra un generoso escote. Sus pequeñas mejillas suizashiervenyaconlaprimeracopadechampán.AlcírculomásíntimodelafamiliapertenecetambiénBennoFritsche,
elpadrinodeGeorg.EsunapersonalidadfamosaenBerlín.ActorenelDeutschesTheater,estrelladelapelículaGrindelhof,queproyectanenesemomento en los cines. En ella interpreta, una vez más, a unrompecorazonesdeaspectodeslumbranteacuyospiescaenrendidaslasmujeres.AFritschelegustanlasgrandesentradasenescena.Imitaelsonidode
unatrompetadecircoysaltaporencimadelapequeñavalladeljardín.ViveenelchaletdealladoyesvecinodelosLiliencrondesdequeestossemudaronasupalacete.—¡Laenormelongituddeltrayectonomehaimpedidovenir!—dice
amododesaludo.Rahel compone su sonrisa más encantadora. Las mejillas de Putti
recuerdan el brillo de los Alpes de su patria. También Else parecehechizada.BennoFritscheesunasuntodelicado.La cosa empieza ya por sus cabellos. Cuando Benno se aparta con
complacencia de la frente la rubiamelena con ambasmanos, cosa quehaceconstantemente,elcalvoLiliencronsienteciertomalestar.Tampoco mejora la situación que, en presencia de Benno, Rahel
parezcatransfigurada.Coqueteacomounachiquilla.BennonotienemásquesoltarunagraciayRahelsederrite.PeroelelementodecisivoesqueFritschehaingresadoenelpartido.Deformainvoluntaria,recalca.Lascosasestánasíenlaindustriadel
cine:sinoeresmiembrodelpartido,nohaypapeles.Perohacepocohapublicado en elVölkischer Beobachter, el órgano del partido, un artículoquellevaportítulo«Elartedramáticoario».¿Eranecesario?Carlhabíamanifestadograndesreparosacercadesihabíaqueinvitar
aFritsche.—¡Es el padrino de Georg!—dijo Rahel con severidad—. ¡Carl, no
seastanceloso!—¡Esunnazi!—replicóeste.Rahel:—Noesunnazi.Esunactor.Sehaceelnaziparapoderseguirsiendo
actor.Cadaunodenosotrosllevaunamáscarahoyendía.InclusoSirius.
Liliencronacabaachantándose.AsíqueeltíoBennosesientaalamesa.PapáLiliencronalzasucopa.—QueridoGeorgIsrael...—iniciasualocución.Empezamosbien,sesobresaltaRahel.Peroescierto,hacepocoquesu
hijo se llama oficialmente así, según las directrices del Ministerio delInteriordelReich.A loshombres judíosdebeañadírseles elnombredeIsrael, a las judías el de Sara. Pero ¿a cuento de qué viene eso aquí yahora?EltíoBennonipestañea.Sigue un inteligente discurso que pasa revista a la vida de Georg,
resalta losmomentos importantesy losadornaconanécdotas, trazandoungranarcoqueterminaenelplancton,naturalmente.Carl sevuelvehaciaRahelynarradenuevosumaravillosahistoria
de amor. Da vivas a Else. Recuerda cómo llegó a su vida la buena dePutti,comounañadidoasusvacacionesdeinviernoenArosa,dondeleshabíadejadounahondaimpresióncomocamareraenelhotelKulm.Hay en los rostros lágrimasde emoción, lo que llega a estimular al
oradoraaludirbondadosamenteaBennoyrecordarsuamistadjuvenil.Bennoseapartael flequillocon lasdosmanos.Entonceseldiscurso
llegaasufin.—¡Yahoratú,pequeñoSirius!El perro está sentado en el regazo de Else. Ha estado escuchando
atentamentetodoelrato.—¿Sirius?—susurra Benno, ymira inquisitivo a Else. El cambio de
nombrelehabíapasadoinadvertido.—Sí, Sirius —dice Liliencron—. Ese es ahora su nombre. Todos
tenemos nuevos nombres, así que el perro también.Cada uno lleva sumáscaraenestostiemposmacabros.Rahelsonríeconairesignificativo.En realidad, Liliencron tenía la intención de terminar con una
observaciónquelepermitierapronunciarsedemaneraenfáticaafavordelosprincipiosdelhumanismo.Queríadecir,mirandoaSirius:«Nosomosanimalesalosquesedivideenrazas,sinopersonas.¿Quéosdaderechoalosqueosllamáisariosaprivarnosalosjudíosdelaexistencia?Somosalemanes.Comovosotros».Deprontolefaltanlaspalabras.TansolomiraaSiriusydice:
—Eresungrancan.Else está enamorada. Su amado se llamaAndreasCohn.Estudia—
comoella—enlaEscuelaPrivadadeMúsicaJudíaHollaender.Ellatocaelpiano;él,elviolín.Los dos iban ya a la misma clase en el conservatorio Stern, cuyo
nombre cambiaron hace tres años por el de «conservatorio de Berlín,capital del Reich», y que fue arianizado. Todos los profesores judíostuvieron que abandonarlo. Poco después, Kurt Hollaender fundó suacademiaprivadademúsicaenlaSybelstrasse.Else y Andreas se acercaron mucho mientras estudiaban juntos el
Conciertoparaviolínypianoopus64deFelixMendelssohnBartholdy.ErichOppenheimer,elprofesordepiano,habíadicho:—Señorita Else, debe usted tocar el primer movimiento como si
tuvieraelcorazóninflamado.Enelsegundomovimientoelcorazónduday se pregunta: ¿corresponde él a mis sentimientos? Por fin, el tercermovimientoeslaculminacióndelgranamor.Visto así, Else está justo en medio del segundo movimiento de su
primerapasión.Andreaseselprimerchicoenelquepiensaenserio.Losrizosnegros
y losojoshundidos ledanunaspectoobstinado.Toca el violín conunfervor ardiente, que tiene rasgos casi aterradores. Apoya su violín, unSteiner,enelhombrocomounaballesta,comosifuerauntiradorquesepreparaparaeldisparodecisivo.Unluchador.Untipoendemoniado.Else,encambio,parecesuángeldelaguarda.Podríahabersalidode
uncuadrodeRafael.Encantadora,amable,delicada.Seesperanelunoalotroalfinaldelaclase.Siguenelmismocamino
haciasuscasashastalaesquinadelaMommsenstrasse,yallísesientanaveces en un banco durante horas porque, sencillamente, no puedensepararse.—¿Quévescuandocierraslosojos?—preguntaElse.Andreasloscierra.—VeoelRin.Imagínatelopequeñoqueescuandosaledealláarriba,
enlasmontañas,dellagodeToma.Unarroyodiminuto.Enretorromano,lafuentedelRinsellamaLaidaTuma.Tumasignifica«tumba».Elsesebebesuspalabras.
Élvuelveaabrirlosojos.—CuandoelRinpasapordelantedenuestracasa,yaesunaanchay
poderosacorriente.AndreasCohnesoriundodeBasilea.Suabuelo,ArthurCohn,fueel
primer rabino de la comunidad israelita en esa ciudad suiza, dondeTheodor Herzl comunicaría posteriormente al mundo el sueño de unEstadopropioparalosjudíosenPalestina.—LlévamecontigoaLaidaTuma—susurraElse.Andreassonríe.Yentoncessebesanporprimeravez.Losvierneshay soirée en la casade losLiliencron.Estanoche están
invitadoselactorErwinKaltenberg;elprofesorWeidenfels,matemático;elescritorHansFallada;lapintoraKätheKollwitz,ylosvecinos,ArthuryBettyFraenkel.ElsehapedidoqueinvitenaAndreas.—Séamableconél,¿eh,papá?—ruega.—Conversaremos animadamente —dice Liliencron—. Suponiendo
queleintereseelplancton.Losinvitadosvanllegando.Weidenfels sufre un traspié al empezar a hablar de muñecas con
KätheKollwitz.LahaconfundidoconKätheKruse,ladiseñadora.Puttisirvecopasdeponche.SiriusladraaKaltenberg.—EstabestiaesmásmordazqueAlfredKerr—dice.Rahel está sencillamente encantadora.Llevaunvestidode cóctelde
sedaazulmedianoche.AndreasCohnsemantienecondiscreciónalmargendelosinvitados.—Mehadichomihijaquelegustaaustedelviolín—comentapapá
Liliencron.—Sí—respondeél.—Violín—diceLiliencron,yhaceelgestoconlamanocomositocara
—.¿Esosigueteniendofuturo?—Sí—contestaCohn.—Interesante—murmura Liliencron—.Yo pensaba que la trompeta
dejazzeraelinstrumentodelmañana.—Elmañana—diceCohn—.Quiénsabesillegaremosaverlo.—¿Lodudausted?
Cohn está a punto de emitir una respuesta que trasluce su imagenpesimistadelmundocuandoElseseacercaconunacopadeponcheenlamano.Yavaunpocoachispada.—¿Dequéhabláis?Esperoquenoseadecosasserias.—No, no—la apaciguaLiliencron—.Tan solo charlamos acercadel
futuro.ElsecogedelamanoaAndreasylollevahastadondeestáPutti.—¡Putti!—exclama—.Aquíhayuncompatriotatuyo.Estadice,educadamente:—Buenastardes.Losdossuizosintercambianunascuantaspalabrasensudialecto,que
suenacomosiambosfueranunosventrílocuosacatarrados.GeorgintentaconversarconAndreas.—Elsedicequeestáspreocupadopornosotros.Andreasasiente.—Sí.Veolascosasmuynegrasparalosjudíosalemanes,sitodosigue
igual.Yvaacontinuarasí.ElprofesorWeidenfelsseacerca.—Oigo—lediceaAndreas—quellevaustedunapellidofamoso.—Antestengoquehacerlejusticia—respondeAndreas,poniendoen
prácticalamodestia.WeidenfelssevuelvehaciaGeorg.—Supadre,MarcusCohn,eselúltimorescatadorenestadesgracia.
Conozcoamuchosemigrantesjudíosqueledebenlavida.Liliencroninterviene.—Otravezesapalabra.«Emigración.»¿Tambiénesustedunodeesos
sionistas,señorCohn?Andreasresponde:—MiabueloinventóelsionismojuntoconTheodorHerzl.Liliencronreplica:—Novamosadejarquenosenvíenaldesierto.Esopodríagustarlea
Hitler.Somosalemanes.PertenecemosaAlemania.Seretiraconairedramático.—¿Ves, Andreas? A eso me refiero —dice Georg—. Para padre,
AlemaniasiguesiendoelpaísqueleconcediólamedallaCothenius.LapatriadeGoethe.LassinfoníasdeBeethoven.Liliencrongolpeasucopaconlacucharilladecóctel.
—¡Queridos invitados! —exclama—. Ahora, para nuestro solaz,nuestro amigoHans Fallada va a leer un capítulo de su nueva novelaGustavoelférreo.Hallegadoelotoño.Sobrelaciudadreposaunadensacapadenubes
queprontoarrojarálasprimerasnieves.El ambiente en la casa Liliencron es agobiante. Como si presagiara
que se avecinanunos acontecimientos quevan a sellar el destinode lafamilia.Siriusloolfateaya.Sigue paseando por losmismos lugares, pero los rostros familiares
han desaparecido. El zapatero Horowitz, que siempre charlabaamablemente con él, ya no está. El tostadero de café Finkelstein, quedesprendíaunaromaexquisito,hacerrado.Otrosviejosconocidosparecenperturbadosporlosnervios.Elseñor
Hoffmann,porejemplo,paraquienunabuenarepresentaciónequivalíaauntrozodetarta.Oados.Siriussesientadelantedelcaféymenealacola,expectante.ElseñorHoffmannselimitaalevantarunmomentolacabeza.—¿Otravezaquí?¿Quéquieres?Siriusdaunsaltoenelaire.—Sí,sí—murmuraausenteHoffmann—.Muybien.Nohaytarta.Sirius también tiene en su repertorio el número en el que camina
sobre dos patas y extiende la pata para hacer el saludo hitleriano. Esofuncionabien con lagentedeuniformepardo, lo sabepor experiencia.Responden al saludo de buen humor y hacen bromas como: «Nuestropartidollevaunavidadeperros».Pero incluso eso ha cambiado.Un policía se planta ante Sirius y le
ruge:—¿TeburlasdelFührer,chuchoasqueroso?Patada.Todoesmuyextraño.¿Quéestápasandoaquí?SindudaGeorgtienerazóncuandodice:«Esteyanoesnuestropaís».El perro, pensativo, se encamina de vuelta a casa. Se desvía
rápidamenteparacerciorarsedesisuárbolaúnsigueahí.
Elárbolaúnsigueahí.El cartero no puede sospechar que hoy lleva una carta que va a
cambiarparasiempreeldestinodelosLiliencron.Puttitieneeldíalibre,asíqueelprofesorrecibeenpersonaelsobre.Es una carta de laAcademia Leopoldina de lasCienciasNaturales,
segúnponeenelsobreconunasletrassoberbias.Es muy inusual recibir correo de la Leopoldina. Liliencron abre la
cartaenelacto.Lecomunicamoslaexclusióninmediatadeestaacademiadelos
científicos no arios. Su labor docente queda suspendida. De igualmodoseextinguenlosderechosasalarioypensión.Respetuosamente,
ProfesordoctorEMILABDERHALDENPresidentedelaAcademiaAlemana
delasCienciasNaturalesLiliencronseguardalacartaenelbolsillointeriordelachaquetayse
poneelabrigo.Cogelabufandaylacorreadelguardarropa,porloqueSiriusacudecorriendo,complacido. JuntosseponenencaminohaciaelLagoNuevodeTiergarten.Sesientanenunbancoalaorilla.LovisCorinth había inmortalizado treinta años atrás en unode sus
cuadros más hermosos ese lago en un día turbio como aquel. ALiliencron le gusta sentarse allí cuando necesita descansar parareflexionar.—Yanoséquéhacer,Sirius—dice.Elperrosepegamuchoaél.—Miexistencia,¿entiendes?Esaeramiexistencia.Sirius sienteque suamigo estádesesperado.Losperrosnotan estas
cosas.Sabenloqueesladesesperación,aunquelamayoríadelasvecessedebaanimiedades.Liliencronsehacereproches.¿Estabaciego?EnlaplazadelaÓpera,unahordahaquemadoloslibrosdeHeinrich
HeinemientrascantabaelhimnodeHorst-Wessel.
—¡Entreguemosalfuegotodoloquenoesalemán!—rugían.Han despedido al profesor Heisig, también al profesor Bernstein.
FritzMahlerhaemigrado.Georgylasconstantespalizas.Alemaniasehaconvertidoenunpaísdebárbaros.—¡Todo eso ha ocurrido, ya lo sé! ¿Por qué no he querido darme
cuenta?Hesidodemasiadoorgulloso.Meheimaginadoqueyo,eltitularde la medalla Cothenius de oro, no tenía nada que temer de esosbárbaros.»Ahora tengo miedo —confiesa en voz baja—. ¿Qué va a ser de
nosotros?Liliencronsecubreelrostroconlasmanos.Siriussientegotasdelluviaenlapiel.Levantalamiradayvequeson
lágrimas.Unhombrequelloraeslaimagenmástristedelmundo.Liliencronluchaporcontenerse.—Georgquieresermédico—dice—.PeroSauerbruchyanocontesta.Solloza.—YElse.Tienetalento.Podríaserunapianistagrandiosa,¿verdad?Siriusasiente.—¿Quévaapasarahora?En momentos como este, Sirius lamenta no ser un verdadero
interlocutor.Lefaltanlaspalabras.—Los humanos existimos desde hace ciento sesenta mil años —
murmuraLiliencron—.YHitlersolohanecesitadocincoparadestruiralahumanidad.Unpatonadatranquiloenellago.Estáimpertérrito.Haypatosdesde
hacealrededordetreintamillonesdeaños.—Medetesto—diceLiliencron—.Meavergüenzodemímismo.Siguelanoche.Siriusseverepentinamentearrancadodelsueño.Oye
voces,vefuego.¿Siguesoñando?Sirius saltaal alféizarde laventana. ¡Fuego!Fantasmagóricasnubes
dehumorecorrenlostejadosdelascasas,lasllamascrepitanyelhumonegro como el carbón escupe chispas ardientes... La sinagoga de laFasanenstrasseespresadelasllamas.Acudenvehículos,desfilanhombres.Llevanbotas,gorrasybrazaletes
rojos.Siriusesperaqueseanlosbomberos.Pero loshombresfestejan loqueestápasando.Unoenciendecomplacidouncigarrillo.Un señor con sombrero, que en realidad tiene aspecto de ser muy
decente,incitaalamultitud:—¡Abajolosjudíos!Elgrito surgede todas lasgargantas, cadavezmás fuerte, cadavez
más incontenible.Aunaordendemandoseabre laportezuelaabatiblede una camioneta y unas barras de hierro ruedan con estrépito por lacalle.Loshombres las empuñany se lanzancontra todo.Destrozan losescaparatesdelastiendasjudías,unotrasotro.Loscristalesestallan,lasesquirlasvuelanporel airey cubrenel suelouna trasotra.El ruidoesensordecedor.Por fin llega la policía. Pero no interviene. Al contrario. Un policía
sacalapistolaydisparaaunaventanadelprimerpisoenlaquehayluz.Esoexcitaaúnmásalahorda.Loshombresrompenlaspuertasyentranenlascasas.—¡Abajolosjudíos!Familiasenpijamasonarrastradasalacalle.SiriusreconoceaAlbert
Salomon.EselmédicodelosLiliencron.Temblando,cogedelasmanosasumujerysushijos.Sedejacaerde
rodillas ante unmuchacho con un brazalete, que ya blande la barra, yruegaporsuvida.Elmuchacholeescupeenlacabeza.A Sirius le gustaría saltarle al cuello a ese tipo.Gruñe y enseña los
dientes.Peronopuedehacernadacontraesachusmadeahífuera.Tienequeavisarasufamilia.Los Liliencron duermen en las habitaciones que dan a la tranquila
partetraseradelacasa.Siriussaltacontralaspuertasyladra.Georgeselprimeroendejarsever.—¿Quétepasaaestashorasdelanoche?Somnoliento, sigue al perro, que lo lleva hasta la ventana. Mira la
calleysequedapetrificado.Entretanto, la horda ha crecido hasta estar formada por varios
centenaresdehombres.A los tiposde losbrazaletesse leshansumadotranseúntes y curiosos. Han roto los escaparates de las tiendas y hansacadolascosasalaacera.Allíesperayaungrupoquerocíaelbotíncongasolina y le prende fuego. Otros se meten en las viviendas para
saquearlas. La calle parece de cristal, hasta tal punto se acumulan lasesquirlas.—¡Abajolosjudíos!—rugelamultitud.SoloentoncesGeorgsedacuentadequelasdensasnubesdehumo
no provienen de los fuegos de la calle. En esemomento ve la enormepareddellamasalládondeestabalasinagoga.SelesumaElse.Sefrotalosojos.—¿Haocurridoalgo?Georgresponde:—Sí,yahaocurrido.Los bomberos ponen todo su cuidado en que el chorro de las
manguerasnoapaguelasllamasdelasinagoga,sinoquetansoloimpidaqueelincendioseextiendaalosedificiosnojudíos.Elsegrita:—¡No!PiensaenAndreas. ¿Estarán sacándolode casa conbarrasdehierro
enesemismoinstante?Cuandosuspadresseacercanalaventana,Elsesedesmaya.LoprimeroqueveLiliencroneslaunidadmáspequeñadeltumulto.—EseesZinke.ElporteroZinke.Loobservarepartirlosbidonesdegasolina.Luego su mirada se ensancha y registra el infierno completo.
Fragmentoafragmento.Inmóvil.Sinpalabras.AbrazaaGeorg.LuegosedalavueltayseocupadeElse.Rahelsecubreelrostroconlasmanos.—¿Dóndeestálapolicía?¿Esquenadievaallamaralapolicía?—Lapolicíaestáahí—diceGeorg—.Protegiendoaloscriminales.Vacíanunacasatrasotra.Encadaescalera,atruenanlasbotasdelos
agitadores.—¿Aquívivenjudíos?—Sí,ahíarriba—denuncianlosvecinos.Rahelvealasfamiliassalirdelascasas.Lapolicíalasseparaydetiene
alospadres.«Prisiónpreventiva»,lollaman.Lasmadresllevanenbrazosasushijospequeñosydelamanoalos
mayores. Algunos han podido coger mantas a toda prisa. La mayoríatiemblaporelfrío.Esnoviembre.Ydeprontoelhorrorseacerca.Unospuñosgolpeanlapuertadela
casadelosLiliencron.—Porelamordelcielo—sesobresaltaRahel.—¡Noseosocurrasalir!—gritaGeorg.Unas palanquetas destrozan la cerradura. Un hacha se clava en la
madera.—¡Abajolosjudíos!—¿Adóndevamos?—susurraLiliencron.—¡AcasadeltíoBenno!—susurraGeorg.Yaoyenvocesenelpasillocuandosalenalexteriorporlahabitación
deljardín,saltanelsetoybuscanrefugioenlacasadeallado.Porprimeravezensuvida,BennoFritsche,elgranactor,seenfrentaa
unasituacióndramáticasinestaradecuadamentevestidoeiluminado.Vienedirectode lacama.Estáencalzoncillosycamiseta,delantede
losLiliencron,ysupelopareceunacoliflor.—¿Quéoshapasado?—pregunta,atónito.Liliencron se esfuerza por hacer un esquema comprimido de los
acontecimientos.Rahelsolloza.GeorgyElsemiranhacialanada.—Enresumen—diceBenno—,necesitamosuncoñac.Nadiedicequeno.Bennosirvelascopas.—¡Hijosdeputa!—exclama.—Laculpaesmía—diceLiliencron—.Nodebíahaberescondido la
cabezacomounavestruzdurantetantotiempo.Rahelleacaricialamano.—Mejoresconderlacabezabajotierraquetenerallítodoelcuerpo—
diceBenno.—¡Lasinagogaestáenllamas!—exclamaGeorg.—Espantoso, absolutamente espantoso —responde Benno—. Pero
ahorahayquemirarhaciadelante.Ahorasetratadevuestravida.Seretira,searreglayreaparecevestidodefrac.—¿DóndeestáLevi?—¡Sirius!—gritaElse.—Claro—diceBenno—,mereferíaaél.Liliencronseponeenpiedeunsalto.—¿DóndeestáSirius?
Rahel:—¿Esquenoestáaquí?—¡Sirius!—gritaGeorg.Segúnparece,Siriussehaquedadoavigilarlacasa.—Noshemosolvidadodeél—diceElse,yrompeallorar.En ese momento llaman al timbre. Se oyen voces fuera. Un puño
golpealapuerta.Bennoseponeenpie,sealisalacamisadelfrac,seajustaensusitiola
pajaritayvahacialaentrada.Abrelapuerta.—¡PolicíaSecretadelEstado!—diceunavoz.BennoFritschehaceunareverencia.—¿Vivenaquíjudíos?—preguntaconasperezaelagente.—¿Judíos?—diceFritscheentonodesorpresa—.¿Cómoseleocurre
talcosa?—Enlacasadealladovivenjudíos—respondeelagente.—Aquíno—diceFritsche.Elagentelemirafijamente.—¿Estáseguro?Fritsche,mirándolodearribaabajo:—¡Estáclaroquenosabequiénsoy!—¿Quiénesusted?—preguntaelagente.Fritschesecolocaenposicióndefirmes.—BennoFritsche.Actor.Estrelladecine.Miembrodelpartido.Elagente,sumiso:—Lepidodisculpas.Lapuertasecierra.Bennoregresa,radiante,alsalón.—¿Quétal?¿Cómoheestado?Los Liliencron siguen sentados, con un aspecto cadavérico, y
tiemblan.Solofaltauno:Georg.—¿DóndeestáGeorg?—preguntaBenno.—Georghavueltoacasa—diceLiliencron—.AbuscaraSirius.Siriusestásentadojuntoalaventana.Veatravésdeellaelinfiernoen
latierraypiensa:¿Sonpersonas?
Alza lamirada al firmamento nocturno. La luz en la oscuridad, sucompañera, no se ve. ¿La estrella ha perdido la esperanza? ¿O solo setratade las nubesdehumo, que limitan el universopor encimade lostejados?Siriusoyelasbotas,lasvoces,losdisparos.Se acuerda de cuando era un perro pequeño. En aquel entonces se
escondía enel rincónmás recóndito, se enroscaba inmóvily fingíaqueerauncojínviejo.Ahoraesungrancan.Los hombres abren de golpe la puerta del salón y miran a su
alrededor.—¿Dóndeestáesachusmajudía?—rugeuno.—¡Chusmajudía!—rugeelotro,conelhachaenlamano.EntoncessumiradaseposaenSirius.Esteavanzasinmiedohaciaambos, sesientamuycercadeellos, se
yergueylevantalapataderechaparahacerelsaludohitleriano.Loshombresestánperplejos.—¡Estasíqueesbuena!—diceeluno.Elotrosehaquedadosinpalabras.Dejacaerelhachadepurosusto.Han venido para echar a los judíos y, en vez de eso, un perro les
saludaconun«HeilHitler!».Depronto, su furia ciega se ha esfumado. Incluso sientenun ligero
cansancio.Elagotamientodelabarbarie.—¿Habráalgoparabeber?—preguntaunodeellos.Buscanlacocina,abrenlaneverayvuelvencondoscervezas.—¡Salud!Suspiranysedejancaerenelsofá.Casiselescierranlosojos.—Haestadobien,peroesagotador—diceuno.Alcabodeunratovuelvenalevantarse,sedesperezanyrecorrenla
casa.Alllegaralabiblioteca,escogenunaseriedelibrosalazar.—Plancton—dicedespreciativouno.—Mira—replicaelotro—.¡Milucha!Sostieneellibroenalto,perplejo.Siriusvienecorriendo,seyergueanteellosylevantalapataderecha.
Loshombressonríen.—Bueno,estáclaro—diceuno—.Aquínovivenjudíos.Elotroasienteyrecogeelhachadelsuelo.
Estánapuntodeabandonarlacasacuandooyenungrito.—¡Sirius!Elperrolevantalasorejas,sedalavueltaysalecorriendo.Los hombres lo siguen enseguida hasta el jardín. En la oscuridad
distinguenunasilueta.—¡Alto!¡Deténgase!—gritauno.—¡Arribalasmanos!—amenazaelotro,yblandelapistola.Lasiluetaseacercaconlasmanoslevantadas.—¿Quiénesusted?—preguntauno.—¡Nombreydirección!—rugeelotro.—GeorgLiliencron—respondelasilueta—.Vivoaquí.Loshombresloarrastranhastaelsalón.—Liliencron—diceuno—.Bonitonombre.—Bonito nombre—repite el otro, y le da un puñetazo en la cara a
Georg.—Bonitacasa—diceuno.—Bonitacasa judía—afirmaelotro—.Esechuchonoshatomadoel
pelo.Cogeelhachaydestrozaelsofáenelquehaceunmomentoestaban
sentados.Hanrecuperadolaenergía.—Tevienesconnosotros—diceuno.—Prisión preventiva—completa el otro—. Procuraremos que no te
pasenada.Georg deja que se lo lleven sin replicar nada. Tiembla de ira. Y de
miedo.Esa misma noche, Georg va a parar al centro de detención de la
Levetzowstrasse. Es uno de los miles a quienes mañana empujarán,descalzos,haciaelPutlitzbrücke.EnlaestacióndeMoabit,lostrenesdemercancías ya están listos para el transporte. Destino final: campo deconcentracióndeSachsenhausen.Prisiónpreventiva.El sol sale esamañanaa las 7.42.Liliencron lo sabe,porquemira el
relojsinparar.Comomuypronto,hastalasochodelamañananopodrállamarpor
teléfono a Emil Abderhalden, el presidente de la Leopoldina. Como
descubridor del «fermento reactivo deAbderhalden» y promotor de la«higieneracial»,tienebuenoscontactosenelGobierno.El tío Benno ha servido café recién hecho. Para Rahel y Else. Él y
Liliencronsiguenconelcoñac.Siriusdormita.Aúntienelanochepasadametidaenloshuesos.—Mi casa es la vuestra —dice tío Benno—. Por el momento, aquí
estáisseguros.El bueno de Fritsche. Está arriesgando su vida. Ese café podría
costarlesucarrera.Hoylossoplonesylostraidoreshacenhorasextras.Porfinlasocho.—Abderhalden—resuenaenelauricular.Liliencronledalosbuenosdías.—MiqueridoLiliencron—diceAbderhalden—.Siento infinitamente
lanotificacióndedespido,peropordesgraciaerainevitable.Liliencron le interrumpe.Le cuenta los acontecimientosde la noche
pasada.LedicequeGeorghadesaparecidosindejarrastroyterminaconlaspalabras:—Ustedmehaarrebatadomihonorytengoquevivirconeso,perole
ruegoconfervorquenomearrebatetambiénamihijo.Nopuedovivirconeso.Abderhaldenestámuyconmovido.—Le entiendo, amigo mío, pero no tengo nada que ver con ese
asunto.—Interceda pormi hijo—implora Liliencron—. Usted conoce a las
personasclave.—Sí, claro —responde Abderhalden—. Pero no voy a llamar a
RosenbergoaGoebbelspor,perdone,unasuntodefamilia.Cuelga.Liliencronestádesesperado.—¿Esquenadienospuedeayudar?Pasarevistamentalmenteasucírculodeconocidos.Ahoralosjudíos
necesitan ayudarse los unos a los otros. Los no judíos no van a hacernadaporellos.Además,¿quéjudíopuedellamaraGoebbels?—¡Lorre!—exclamaRahel.—¿Lorre?—preguntadesanimadoLiliencron.Unnombrede tiemposolvidadoshacemucho,cuandoRahelestaba
con un joven actor llamado László Loewenstein, que más tarde seríaconocidocomoPeterLorre.HaceunosañosqueemigróaHollywood.—¡Goebbelsenpersonaleaconsejóquesefuera!—afirmaRahel.Liliencronmuevelacabeza.—¿PorquéibaaayudarnosPeterLorre?—Nosquisimos—diceRahel—.Nosquisimosmucho.¿Aquéesposolegustaoírunacosaasí?SihayalgoqueLiliencronno
necesitaesotrapuñaladaenelcorazón.Esabsurdo,losLiliencronestánpasandoelpeormomentodesuvida
enBerlín...¡ylaesperanzaesHollywood!¡Lorre!Ybien,¿quiéntienesunúmerodeteléfono?BennoFritsche, todavíade fracpero con la camisa abierta ymucho
coñacenelcuerpo,caminahaciaelescritorioycogeorgullososuagenda.—Aquíestáelnúmerodeteléfono.Estáradiante.—Rodamos juntosM., el vampiro de Düsseldorf. Yo aún era apenas
conocido.Miprimerpapelhablado.—Unaciudadyunvampiro—murmuraLiliencron—.Ahorahabría
quedecir:unaciudadsetransformaenvampiro.¿Dónde estaráGeorg?Ningunopuede olvidar la ventana junto a la
que estaba. Else ve a los hombres con barras de hierro. Liliencron, alpolicíaquefumaindiferenteuncigarrillo.SiriusnopuedeolvidaraltipoanteelqueAlbertSalomoncayóderodillas.¿Está Georg en manos de esos monstruos? Una idea espantosa,
insoportable.¡Lorre!—Voyallamarle—diceRahel.Indicaalaseñoritadelacentralitaunaseriedenúmeros.—Largadistancia—dice,conairesdeimportancia.La líneasusurra,crepita,repiquetea...Perodeprontoalotro ladose
oyeuntonoextrañoymelodioso,conunaclaridadcristalina.—Hello?—diceunavoz.—¿Peter?—preguntadubitativaRahel.Es él.Hanpasadodiezaños
desdelaúltimavezquehablaron,muybrevemente,enlaentradadeunestrenodecine.Élsiemprelallamaba«Salchichita».—¡Salchichita!—exclamatambiénahora.
Rahel pasa enseguida a exponer la gravedad de la situación. ElinfiernoenBerlín.Georg.Else imagina cada palabra corriendo por un cable increíblemente
largo, pegado al fondo del mar, vigilado con recelo por gigantescospeces, que emerge ante la costa de América y se extiende por todo elcontinenteparaterminarexactamenteeneseauricular.Unmilagro.¿Elcablepodrátambiénobrarmilagros?Silarespuestaesafirmativa,
esteeselmomentodecisivo.Eslaúltimaesperanza.Lorreescucha.Solodice«terrible»,lorepiteunayotravez.—¡Ayúdanos!—imploraRahel—.¿Puedeshacerlo?—Lointentaré—diceLorre—.Osloprometo.—Luegoañade—:Daos
prisaenirosdeahí.¡SaliddeBerlín!¡VenidaHollywood!¡Hollywood!Rahelcierralosojos.—¿Quétepasa?—preguntaunavoz.EsClarkGable.—Nada —responde Rahel en sueños—. Solo estoy un poquito
cansada.—Me gustaría presentarte a mi amigo Humphrey Bogart —dice
Gable.—¡Solosipuedobailarconél!—replicaRahel.—Esunplacer.—Bogartsonríe.Bailanunmambo.Tansalvajemente
comoRahelnohabailadonunca.PeterLorreleguiñaunojo.—¿Qué te pasa? —pregunta Liliencron—. Creía que te habías
desmayado.—No,tansoloestabasoñando—respondeRahel.Siriusladra.Alguiensacudelapuertadeljardín.BennoFritschesalealaterraza.Veaunjoveneneljardínvecinoyle
increpa:—¿Quéquiere?—EstoybuscandoalafamiliaLiliencron—respondeelhombre.Al ver que Siriusmueve la cola, también Fritschemira con buenos
ojosaldesconocido.—¡Andreas!—exclamaElse,yselanzaalcuellodesuamado—.¡Estás
loco!¿Quiénseatrevehoyasaliralacalle?¡Espeligrosísimo!
—Tengo noticias importantes para vosotros—dice Andreas—. Paratodosnosotros.AndreasCohn—sepresentaaFritsche.—BennoFritsche—diceFritsche.—Le conozco por el cine, por supuesto—respondeAndreas. Y con
esa frase se gana la simpatía de Fritsche—. ¡Coged vuestras cosas! —exclama—.Nosvamos.Liliencronlemiraperplejo.—¿Adónde?Andreas:—¡A América! —Y añade—: Mi padre ha preparado ya todos los
papeles.EstanochenosvamosaBasilea.LuegoosacompañaréaGénova,yseguiréiselviajeenbarcohastaAmérica.—Metemoqueesonovaaserposible—diceLiliencron—.Primero
tenemosquerescataraGeorg.—¿Georg?—preguntahorrorizadoAndreas—.¿DóndeestáGeorg?—No lo sabemos —dice Liliencron con voz cansada—. Tan solo
esperamosquesigavivo.La panadería Kaminski, en la Erasmusstrasse, hace buenos
panecillos...Perotampocosontanbuenos.WillyKaminski,elpanadero,sesorprendealverlamultitudquehay
delantedesutienda.Laaceraestállena.¿Quéestápasandoaquí?Lagentequiereverpasaralosjudíos.Lamarchaapiedelos«presospreventivos»empiezaenelcentrode
detención de la Levetzowstrasse y va hasta el Putlitzbrücke, dondeesperaeltrendemercancíasquelosllevaráalcampodeconcentracióndeSachsenhausen.Cuando la procesión pasa por delante de la panadería, Willy
Kaminskiseinterponeenelcaminodelescuadróndelamuerte.—¡Avergonzaos!—grita—.¡VergüenzasobreHitler!Encuentransucadáverpocotiempodespués.Ejecutadoenmediode
losmironesqueflanqueanlacalleytiranpiedrasalosjudíos.Estación demercancías deMoabit. El muelle está emplazado en el
andénnúmero69.
Lapolicíadivide las columnasengruposde cienpersonasyasignaun vagón a cada uno. Un jefe de escuadrón de las SS dirige losmovimientos.Georgaúncaminaerguido,perotambiénaéllevanabandonandolas
fuerzas. Otros se mueven, agotados, a cuatro patas, y tienen queobligarlosaempujonesasubiralmuelle.Sobretodoalosancianos.Montan a culatazos en uno de los vagones a un rabino que anda
apoyadoenunbastón.—¡Vamos,vamos!—gritanloshombresdelasSS.Tienenqueactuara
todaprisa,quierenvolveratiempoparacenarencasaconlafamilia.Haciaelmediodía,eltrenseponeenmovimiento.El vagón en el que va encerrado Georg suele utilizarse para el
transporte de ganado. Tiene rejas.Georg observa el norte de la ciudadcuandopasanpordelante.Reinickendorf.Frohnau.Waidmannslust.UndíacompletamentenormalenBerlín.El rabinocantaenvozbajaunacanciónenyiddish.«Arde.Nuestro
pobladoarde.»
Nooslevantéis,hermanos,miradtansoloavuestroalrededorynomováislasmanos,nooslevantéis,hermanos,apagadelfuegocuandonuestropobladoarda.
GeorgpiensaenelporteroZinke,querepartíalosbidonesdegasolina
conqueprendieronfuegoalaciudad.Depronto,eltrensedetieneenseco.EstacióndeBirkenwerder.Unasólidalimusinanegraesperaenlaestación.Elchóferestádepie
asulado,conlamanoalzadaenelsaludohitleriano.Un hombre de las SS salta del tren. Los dos hablan unmomento y
luegoeldelasSSregresa.Pasanunosminutos.ElhombredelasSSvuelveasaltaralandén.Llevaunmegáfonoenla
mano.—¡Atención, aviso! —brama a través del altavoz—. ¡Preso Georg
Liliencron!¡Identifíquesedeinmediato!
Georgnodacréditoasusoídos.Golpealosbarrotes.—¡Aquí!¡Aquí!Lapuertacorrederadelvagónseabre.ElhombredelasSSordena:—¡Sígame!ElchófersaludaaGeorgcuandoseacercayluegoesteseacomodaen
elasientotraserodelalimusina.—Automóvil personal del ministro doctor Joseph Goebbels —se
presentaelchófer—.¿Adóndelellevo?—Acasa—diceGeorg.Falta poco para medianoche. Los Liliencron entran en su casa por
primeravezdesdeelinfierno,porúltimaantesdelviajealodesconocido.Las dos botellas de cerveza vacías siguen sobre la mesa de cristal.
Resultanmásmonstruosasqueelsofádestrozado.Liliencron se detiene ante la biblioteca. Quiere llevarse un libro de
recuerdo,pero¿cuál?EligePedroMelenas.Aprendióaleerconeselibro.Perdido en sus pensamientos, se sienta en el sillón, junto a las dos
botellasdecervezavacías,yhojeaelPedroMelenas.—¡Carl!—exclamaRahel—.¿Tehasvueltoloco?—No, no—murmura Liliencron—. Siento nostalgia. Pero quizá eso
seaunalocura.Devuelve el libro a la estantería y, en vez de este, elige con
pragmatismosupropiaobra,Fitoplanctony fotosíntesis.Nuncasesabesialgúndíaleseráútilpoderdemostrarqueesconocedordelplancton.DejalamedallaCotheniusdeorocolgadaenlapared.Rahelestádelantedesuarmarioroperoyquerríallevárselotodo.El
vestidorosaseríaperfectoparauncóctel.Yelvestidodenocheazulesunsueño.Quédemonios, se dice; unnuevo comienzo es unnuevo comienzo.
Cogelasjoyasyunascuantasfotosenmarcadas.Else nometemás que una partitura en lamaleta. ElConcierto para
violín y piano opus 64 de Felix Mendelssohn Bartholdy. Su historia deamor.Georgnosellevanada.Nadaenabsoluto.Esoesloquemáspesa.Finalmente, hay una maleta en la puerta. Una pequeña. Hay que
limitarelpasadocuandosequiereviajaralfuturo.Siriussientequeestoesunadespedidadelayer.Quizáparasiempre.
Seescurrefueradelacasaycorrealárbol,suárbol.¿Cómosedespideunperrodeunárbol?Nolosabe.Sirius creeobservarqueel árbol se inclina ligeramente.Pero lomás
seguroesquehayasidoelviento.Liliencronsacaelcochedelgaraje.El Mercedes verde engulle a Carl, Rahel, Georg, Else, Andreas y
Sirius.Igualquelamaletahaengullidosupasado.El punto de encuentro es un granero en Hohentengen, un pueblo
juntoalRin,nolejosdelafronterasuiza.Alastresdelatardeenpunto.—UnhombrellamadoErnestProdollietosestaráesperando.Andreastienedelanteloqueanotódurantelallamadatelefónicaque
hizoeldíaanteriorasupadre.Y,dehecho,enelminutoexactoseabrelapuertadelgraneroysale
un Bentley plateado. De él desciende un caballero vestido con traje ycorbata.ErnestProdollietescancillerdelconsuladosuizoenBregenz.Pidesus
papelesalosLiliencron.Sinhacerunsolocomentario,estampaunselloencadaunodelosdocumentos.—Pordesgracia,tienenquedejaraquíelcoche—dice—.Métanloen
elgranero,porfavor.Luego,vuelveacerrarlapuertaylesruegaquesubanasuvehículo.NadiesuperaalseñorProdollietcuandosetratadeirradiarcalmay
autoridad.Conducehacialafrontera.Losfuncionariosaduanerosalemanessaludan.ElseñorProdollietenseñasupasaportediplomáticoydice:—Estosseñorestienenlospapelesenregla.Unoficialcontrola,asienteylevantalabarrera.—¿Es este el Rin del que me hablabas? —pregunta Else cuando
cruzanelpuente.—Sí,esteeselRin—respondeAndreas—.¡Bienvenidaalalibertad!Enelcochenoquedanojossecos, salvo,naturalmente, losdelseñor
Prodolliet.CenaenLucerna.
Lacamarerasugiereunentrecotconpatatasasadas.—Mejorqueno—respondeLiliencron—.Suenademasiadomarcial.
Preferiríaalgomáspacífico.Sopa,porejemplo.El señor Prodolliet se encarga de la cuenta. Sabe que los judíos no
pueden llevar encima más de diez marcos al salir del país. Todo supatrimoniovaapararalEstado.Tambiénhaselladoesedocumento.Dealgunamanera,allíhueledistintoqueenBerlín,piensaSirius.No
puede precisarlo, pero tiene que ser por el abono recién echado en laspraderas.El viaje continúa, a través de los Alpes, hacia Italia. Al amanecer
lleganaGénova.EnladársenadelpuertoestáyaelContediSavoia.Elbarcotieneun
aspectoimpresionante.Midetrescientosmetrosdelargo,puedealbergarhasta a dosmil doscientos pasajeros y es unode losmayores gigantestransoceánicos del mundo. Sus dos poderosas chimeneas ya emitenvaporparaellargoviajeaNuevaYork.La terminal bulle de gente. Pasajeros, chóferes, estibadores,
marineros, fotógrafos, policías, músicos, tunantes, vendedores dehelados, comerciantesde recuerdos.Y,naturalmente, todos losmironesquequierensertestigosdelmomentoenqueelcolososelancealmar.—¡Cuídate!—susurraElse—.¡Prométemequevolveremosavernos!Andreasledaunbesoquesignifica:«Sí,teloprometo».Los Liliencron cruzan ahora el último puente hacia el vientre del
ContediSavoia,donde losrecibeunamajestuosacolumnatademármol.CasualmentereconocenentrelamultitudaLudwigMiesvanderRohe,que tambiénhadejadoBerlín.Unordenanzaacompañaa lospasajeroshastasuscamarotes.Elcapitánhacesonartresveceslasirenadelbarcoyponelosmotores
enmarcha.Sevan.La familia Liliencron corre a la barandilla. Un enorme abismo de
espumaseabreapopa.Lamultitudjaleaysaluda.UnodeellosesAndreas,susalvador.Yel
señorProdolliet,naturalmente.Siriuspiensa.Loquemás lehagustadodelviajeha sidoelolorde
Lucerna.Sitodosigueasí,estarábien.
2MientrasBerlínsiguesumidoen lanieve,enHollywoodflorecenya
lasmagnoliasyhueleajazmín.ElPacíficoañadeunapizcadesalalaire,pero esto solo lopercibe quienvive bien alto en las colinasdeBeverlyHills,como,porejemplo,JohnClark.Dicen de John Clark que es «el próximo Gary Cooper». Tiene el
aspecto que cualquier hombre desearía, y lasmujeres ya estaban locasporél cuandoerael encargadode lapiscinaenelhotelTheGardenofAllah.LodescubrióJackWarnerenpersona.—¿Tienequededicarseporfuerzaaalgorelacionadoconelagua?—
le había preguntadoWarner al borde de la piscina—. ¿O puede ustedimaginarseasímismoconunempleoentierra?Hayquemetersemuydentroenlamentedeunencargadodepiscina
paraentenderqueenesemomentonoteníaniideadeloqueelmundopodríaofrecerlefueradeella.Mirófijamentelatarjetadevisitaqueaquelseñorentradoenañosle
había puesto en la mano: JACK WARNER, WARNER BROTHERS FILM STUDIOS,HOLLYWOOD.AldíasiguienteempezólacarreradeJohnClark.Desde aquella escena han pasado unos años y se puede decir
tranquilamentequeelempleoentierralehasalidobienaJohnClark.HaconquistadoHollywood,esunaestrella,perosobretododamuchoquehablarenlavidanocturna.«¿Cuándo duerme John Clark?», titulaba hace poco The Hollywood
Reporter.HeddaHopper,lafamosacolumnistadecotilleosdelarevista,seha
pegado a sus talones. Le sigue hasta el Formosa, donde tumba alcamarero junto con Humphrey Bogart y unos cuantos amigos, conmuchos martinis corriendo por sus gaznates. Luego va al Trocadero,
donde un volcán llamado John Clark entra en erupción en la pista debaile.AlamanecerabrenexpresamenteparaélelPoloLoungeporqueleapetece tomar caviar.La rubia con laque luegodesaparece en su suitetiene sobre todo sed de vodka, lo que lleva a los huéspedes de lahabitacióndealladoaquejarsedel«ruidoproducidoporladestruccióndelmobiliario».Peseatodoloanterior,pocodespuésJohnClarkaparecepuntualenelestudio,alegreyvivaracho...Elrodajepuedeempezar.Estáenunaformaóptima.Yasínochetrasnoche,díatrasdía.YesoqueJohnClarkestácasado.Tieneesposaehijos.Ynosetrata
decualquiermujer,sinodeGloriaHayson.EllamismaeraunaestrelladeHollywood que sacrificó su carrera por la vida familiar y ahoralanguideceaojosvistasensupalacio.Hedda Hopper difunde rumores de alcoholismo y pensamientos
suicidas.Seanunciaunescándalo.JackWarnerllamaasuoficinaaJohnClark.—Yotehicedelanada—dice,nostálgico.Sus palabras suenan como si Dios hablase a una de sus criaturas,
conmovidoporelrecuerdodeldíaenqueestaaprendióaandarerguidayseconvirtióenunapersona.Yasíes,dehecho.JackWarneresdiosenHollywood.—Te saqué del agua —prosigue—. Y puedo devolverte a ella en
cualquiermomento.Noloolvides.JohnClarkasienterespetuoso.Duranteunratopermanecensentados,
mudos uno enfrente del otro, el magnate cinematográfico de cabelloblancoyelhombreaquienpescó.—Pescadito—murmuraelmagnate—.¿Merecuerdastunombre?—GiovanniClarizzo—respondeelpescadito.HabíaemigradodesdeSiciliapocosmesesantesdeconvertirseenel
encargadodelapiscinadelhotelTheGardenofAllah.—TedielnombredeJohnClark—diceelmagnate—.Hazhonoraese
nombre.Nuevoylargosilencio.Lasecretariaentraenlasalayseñalaelreloj.Lasiguientecitaespera.Jack Warner está ya de camino hacia la puerta cuando dice, en
aparienciadepasada:—Vuelvecontufamilia,John.Esteestáapuntoderesponderalgo,peronoencuentralaspalabras.
—Ahora necesitas tranquilidad. —Warner sonríe—. Simplementetranquilidad.DeesoseencargaráelseñorLiliencron.Johnsedetiene.—¿ElseñorLiliencron?—Unamigodeunosamigos—respondeWarner—.Leheayudadoa
entrarenelpaís.Ahoranecesitaunempleo.Túvasaserlo.Estunuevochófer,tuángeldelaguarda.Extiendelosbrazos.—¡Dale la bienvenida a Hollywood! Es de Berlín. No habla una
palabra de inglés, así que es silencioso.No conoce a nadie, así que esdiscreto.NisiquierasedaríacuentadequelajovenconlaquejugueteasenelasientotraseroesRitaHayworth.Warnersellevaeldedoaloslabios,enseñaldesilencio.CarlLiliencron se sientaporvezprimeraenel impecableChevrolet
nuevodecolorplateadoquelosestudiosponenadisposicióndelángeldelaguarda.EsahermosamañanadesciendeporSunsetBoulevard.Lasaltaspalmerasquebordeanlacalleseyerguenhaciaelsol.Ahoraporfinestá clarodónde está el sol cuando enBerlín se le echademenos... EnHollywood.Allínosoloestáenelcielo,sinoquesequedaporcontrato,comounfarofiablequesiempreprocuralamismaluzdecuento.No resulta sorprendente que Jack Warner escogiera ese rincón del
mundoparainstalarsufábricadesueños.Liliencron gira hacia Rexford Drive. Aún necesita un plano para
orientarse.LaLaurelWaytienequedividirseenalgunaparte.Las espléndidas mansiones se ocultan detrás de unos setos
gigantescosdelosquecuelganhordasdejardinerosqueintentanpodarcontijeraslahojarascaydarlelaformamáscuadradaposible.Asítienequeser.JohnClarkviveenunpalacio.Dejapequeñosalosedificiossimilares
queselevantaronenelRenacimientoaorillasdelLoira.ElportaldelacalleseabrecomoporensalmoyLiliencronemprende
sorprendido la subida en su Chevrolet. Un criado vestido con un fracblancoyaleestáesperando.Y eso no es más que la obertura. La verdadera ópera comienza
cuando ha cruzado la sala, sale a la terraza y la mirada vaga por un
paisajeparecidoaldelosaltospantanosdeEscocia,unpaisajeenelquese mecen barquitos, con ponis galopando, pabellones y surtidores,inclusoconuncarruseldecircoparalosniños.Liliencronnodacréditoasusojos.¿Hadejado,sindarsecuenta,su
envolturaterrestreyhallegadoalparaíso?¿SeencuentraexactamenteenlacurvaturaentreespacioytiempodelaquesiemprehablabaEinstein?Buscarastrosdevidahumana.Enesemomento JohnClarkacudea
su encuentro. No sospecha que alguien acaba de relacionarlo con lateoríadelarelatividad.—WelcometoHollywood!—diceJohnClark,yleestrechalamano.—Thankyou!—diceCarlLiliencron.JohnClark explica de buen humor a su visitante que hace poco ha
comprado la finca vecina a James Stewart solo para derruir su casa yponerensulugarunajaulaparachimpancés.—MynameisCarlLiliencron—respondeeste.Clark se queda inmóvil. Entonces recuerda que Jack Warner le ha
dichoqueesehombrevienedeBerlín,quenohablaunapalabradeinglésyquenisiquieraconoceaRitaHayworth.—¿RitaHayworth?—preguntaClarkparacerciorarse.Liliencronniegaconlacabeza,sincomprender.AsíqueWarner,porunavez,nohaexagerado.EltipodeBerlíntienepintadefuncionario,piensaClark.Siélhubiera
tenido el poder suficiente, su ángel de la guarda tendría un aspectodiferente.—Okay,let’sgo!—decideJohnClark.Saludaa sumujery a sushijos, que alimentana los flamencos a lo
lejos.—Family.—Suspiraysedejacaerenelasientotraserodelcoche.—Yes—respondeLiliencron.—Youhavefamily?—preguntaClark.—Yes—contestaLiliencron.Elrestodelviajetranscurreensilencio.Encimadelportaldeentradadelosestudioshayunletreroquedice
engrandes letrasWARNER BROTHERS PICTURES.Gigantescos cartelesde loséxitos del momento cubren la fachada. Robin de los bosques, con ErrolFlynn;Amargavictoria,conBetteDavis;Ángelesconcarassucias,conJamesCagneyyHumphreyBogart.
Elporteromira escéptico el nuevoChevrolet plateado. Solo cuandoreconoceaJohnClarksaludaylevantalabarrera.Le indica al chófer que ponga enseguida la plaquita oficial de los
estudiosenelparabrisas.—MynameisCarlLiliencron—respondeLiliencron.Ocurredepronto.ElChevroletseincendia,ardeenllamaradas.Unos
hombres con unas barras de hierro saltan sobre el capó y destrozan elparabrisas.Cristales,cristalesportodaspartes.ElporteroZinkerepartelosbidonesdegasolina.Ruge:—¡Abajolosjudíos!Liliencronda un volantazo y acelera hacia laKlamtstrasse. ¡A casa!
¡TienequesalvaraSirius!El Chevrolet vuela por el estudio y se detiene a punto de chocar
contraeledificioprincipal.—Hey, man! —grita Clark—.What a drive!—Se seca el sudor del
rostro—.That’sHitlerstyle!Liliencronseríehistéricamente.Luegosedesmaya.Enciertomodo,aJohnClarklegustasunuevochófer.Los viernes son días de pago. Eso es lo habitual en Hollywood.
Inclusolasestrellasrecibensusueldodemanerasemanal.Elsueldodeunchóferequivalemásomenosalasumaquelafamilia
Clarkinvierteencomidaparalosflamencos.Eldíadepago,cuandoCarldeja lospocosbilletesrecibidosencima
delamesa,siempredice,sarcástico:—Máspresenciaqueesencia.LanuevavidaenelNuevoMundo le llevaconfrecuenciaahacerse
preguntas filosóficas existenciales. Ya no es lo que era. ¿Quién es enrealidad?Esaspreguntasleatormentanyseleacumulan,sobretodoporlasmañanas cuando se pone la gorra de chófer. Pero también cuandovuelve a casa por la tarde. Su existencia se ha reducido al mínimoespacio:unbungalowenelquehayunamaleta.UnadeesascabañasdemaderaqueseconstruyentodoslosdíasenlaslindesdeHollywoodparaque lospequeños empleados tambiénpuedan tenerun techo sobre suscabezas.Carl mira el vacío. Las paredes desnudas. Las habitaciones
despobladas. Los días silenciosos. Las noches huecas, que no sonmásqueagujerosnegros.Tan solo la maleta está llena de recuerdos. Cuando despiertan,
persiguenaLiliencron.Estáagotado.—¿Porquésobrevivir,cuandonosevive?—Oh,Carl—diceRahel—.Síquevivimos.—MynameisCarlLiliencron.Estodoloquesédecir.Rahelabrazaasumaridoyleconsuela.—Tambiénsabesdeciryes.Diyesmásamenudo.Sirius lo tiene comparativamentemás fácil. Puede hacerse entender
sinproblemasensunuevapatria.AéllegustaHollywood.Hacepocohaconocidounperroquetrabajaenlaindustriadelcine.
Como figurante. Un encuentro muy interesante. El perro sueña contrabajar en Disney como doblador de Goofy. Pero también piensa queparaesonobastaconeltalento...Todoescuestióndecontactos.Hollywood es un territorio duro. Sirius lo nota porque, después de
dar largos paseos, le duelen las patas.Apenas hay caminos en los quecrezcahierba.Todoesasfalto.Se acuerda de Berlín. ¿Seguirá allí su árbol? ¿Y la pelota amarilla
estará aún en el jardín?Con lasprisas olvidó llevársela.Aveces eso leirrita.Rahelestáenseñándoleunahabilidadnueva.Aaullarchansons.—Losfranceseslohacen—dice.PoneundiscoySiriusintentaimitarlamelodíaconaullidos.Yaloha
conseguido conMaurice Chevalier. La canción «Y’a d’la joie» habla decómoseaburrelatorreEiffel.SilatorreEiffelseaburre,¿quévaadecirRahel?Siguebuscandouna
formadepasareltiempo.Losniñossehanidodecasa.Georg ha conseguido una beca. Su sueño va a cumplirse: estudiará
Medicina.Yviveenelcampusdelauniversidad,enWestwood.ElsetieneunempleodeniñeraencasadeErichWolfgangKorngold.
ElcompositorsemarchódeVienahaceyacincoaños,siguiendoaMaxReinhardtaHollywood.AhoratieneuncontratoconlaWarnerBrothersyenfebrerovaarecibirsuprimerOscarporlabandasonoradeRobindelosbosques.Elseestárodeadadíatrasdíaporelsonidodesupiano.
ElbuenodeJackWarner.Ayudaainnumerables judíosaescapardeAlemania,mueve sushilos en laCasaBlanca, acogebajo susalas a losrecién llegados y dirige su vía dolorosa hacia la felicidad, el llamadodestino.Élmismoesunafábricadesueños.ElpobreCarlLiliencron.Aún tienepesadillas.En su corazón, sigue
siendoelportadorde lamedallaCotheniusdeoro.Susojos tienenqueacostumbrarse para pasar del plancton, que mide menos de cuatromicras, al Sunset Boulevard, con sus treinta y cinco kilómetros delongitud.Hollywoodalzalamanohacialasestrellas.Liliencrontodavíanosabevolar.Peroesovaacambiar.Alfinyalcabo,ahoraesunángeldelaguarda.PeterLorrecelebrasufiestadecumpleaños.LosLiliencronaparecena
lasochoenpunto.Sonlosprimerosenllegar.Ydemomentolosúnicos.EnHollywood
se llega tarde para demostrar la importancia. Cuanto más tarde, másimportante.La regla tambiénvalepara losqueno lo son.Elquenoesimportantevienemástardequequienaúnesmenosimportante.Un hombre bajito con el sombrero echado hacia atrás aparece
relativamentepronto.Parececonocerbien lacasayel jardín,porquevaderechoalabarbacoaypinchaunasalchicha.Luegosacaunacervezadelacubitera.—BillyWilder—sepresenta.DicequeesamigoíntimodePeterLorre.Nohacemuchoqueambos
compartíanhabitación.—¡Una habitación!—recalcaWilder—. Estaba claro que uno de los
dosibaahacercarrera.Peterfueelprimero,seconvirtióenMísterMoto.YoescribíelguiondeNinotschkaparaErnstLubitsch,loquetampocoestámal.Enaquellahabitaciónahoraviveunalimpiadoramexicana.Liliencron ríe. Por primera vez desde que ha pisado suelo
estadounidense,Rahelveasumaridoreíracarcajadas.—¡Seestáriendo!—exclama.—Esaesmiprofesión—respondeWilder—.Esperoquesumaridono
seaelúnico.
—Esbonitovolverahablarenalemán—diceLiliencron.—¿Esteperro es suyo?—preguntaWilder, y señala a Sirius, que en
esemomentoestáolfateandolabarbacoaymoviendoelrabo—.¿Enquéidiomahablasuperro?Liliencronestáperplejo.¿EnquéidiomahablaSirius?—Lo ve —dice Wilder—. Quiere un trozo de salchicha. Mueve el
rabo. Quiere estar happy. «Salchicha», en cualquier idioma. Hay unidiomauniversaldelafelicidad.El jardín se llena. Erich von Stroheim,Vicki Baum,OttoPreminger,
MarleneDietrich,RobertSiodmak,FritzLang:estántodos.Todoslosquehantenidoqueabandonarsupatria.Depronto,HollywoodesunbarriodeBerlín.Redoble de tambores. Peter Lorre sale a la terraza. Saluda a sus
invitadosyunapequeñaorquestainterpreta«LiliMarleen».Todosbailanycorrenlaslágrimas.—¡Yotengolaculpa!—exclamaLorrecuandovahacialosLiliencron.Enmarca la palabra «culpa» formandounas comillas con los dedos,
quedebenhacervisiblesuironía.—¡Alto!—gritaMarleneDietrich—.Esoesuninventomío.—¿Cómo? —tercia Fritz Lang—. El único gesto alemán que tiene
derechoacopyrighteselsaludohitleriano.—QueridosLiliencron—dicePeterLorre,yalzasucopa—.¡Salidde
Berlín! ¡Venid a Hollywood! Eso fue lo que os aconsejé aquel día porteléfono.Yahoraestáisaquí.Aplauso. Redoble de la orquesta. Los presentes abrazan a los
Liliencronylesdeseanmuchasuerte.CarlLiliencrontienelosojosllenosdelágrimas.—Diosmío—diceRahel—.Tambiénllora.—Es la vida —responde Robert Siodmak—. No hay felicidad sin
lágrimas.Nohaydesdichasinsonrisa.Laorquestatoca«WhyHaveYouForgottenWaikiki».Billy Wilder es una fiera en la pista de baile. En Berlín tuvo que
abrirsepasoenocasionescomobailaríndesociedadparaviudas.—¿Cuálessusueño?—preguntadepronto.Liliencronseencogedehombros.Noentiendenadadelapregunta.Wilderchasquealosdedos.—¿Cantar?Entonceshazte cantante. ¿Robar?Entonceshazte ladrón.
Reinvéntate.Hasdetenerunsueñoparalevantarteporlasmañanas.Yvuelvealbaile.AlasdosdelamañanaapareceHumphreyBogart;llevadelacorreaa
superro,Zero.Estáborracho.—¿Quiénquiere jugaralSkat?—balbucea.Lorre lehaenseñadoese
juegodenaipesydesdeentoncesesunadicto.Sirius y Zero se olfatean. Podría ser el comienzo de una hermosa
amistad.Laorquestainterpreta«OvertheRainbow».Carl yRahel Liliencronhan llegado esa noche aHollywood. Bailan
muypegadosysiguenasíinclusocuandohacemuchoquelaorquestahadejadodetocar.Deprontohablanelidiomauniversaldelafelicidad.—Estamosvivos—susurraRahel.—Yes—respondeCarl.Unamañana,Liliencronsedespiertaydecidequeyanovaallamarse
así. En ciertomodo, el nombre es un obstáculo en su camino.Aunqueaúnnoestáclaroenquécaminoyhaciadónde.Peroelnombre lepesademasiado.Comosi tuvieraque ir arrastrando lamaleta con laquehavenido.—MynameisCarlLiliencron.Noquierevolverapronunciaresafrase.Noquiereseguirsiendoun
tipo raro. Quiere llamarse con el nombre que uno tiene cuando formapartedeaquello.¿PorquénoCarlCrown?Corto.Rápido.Claro.Chic.Alegre.Espléndido.Resuelto.Rico.Esoesloquees.JohnClarkeselprimeroquesehaenfrentadoalnuevonombreyle
gustamucho.—Yeah—dice—,buenaidea.Lohacetodomásfácil.Mira de arriba abajo a Carl Crown, recién salido del horno, y
propone:—Nombrenuevo,ropanueva.Los dosmidenmás omenos lomismo, así que las prendas que la
estrelladeHollywoodsacadesuguardarropalesientanbien.Unospantalonesdefranelablancosconpinzas...Vale.
Unpoloazulceleste,unacamisadesedaocre...Vale.Unachaquetaverdedecachemiracondoblebotonadura...Vale.Unpañuelodebolsillo:rosaconundibujoderombosamarillos.Zapatos:OxfordDerby.JohnClarkaplaude,entusiasmado.—¡Ahoramegustaelaspectodemiángeldelaguarda!CarlCrownsesienteunpoquitoinseguro.Ahoradalaimpresiónde
quesusueñoeraconvertirseentrompetistadeunabandadejazz.Peroquizáeseseasusueño.Soloqueaúnnolosabe.—Let’sgoandhaveadrink!—diceJohnClark.Dice esta frase a menudo. En realidad, siempre que hay algo que
celebrar,aunquenoseamásqueunaminucia,porejemplo,quelapuertaseabrealaccionarelpicaporte.Otrarazónparacelebraralgo.JohnClarkestásiempredeunhumorespléndido,esohayquereconocérselo.VanalFormosa,sesientanalabarraypidenunginfizz.—¿DeverdadHitleresuntipotanespantoso?—preguntaClark.—Sí—respondeCrown.—¿Juegasalgolf?—diceClark.—No—contestaCrown.De qué se va a hablar en un bar. Es la primera vez que hablan de
verdadelunoconelotro.—¿Tegustanlasrubias?—preguntaClark.—Sí—respondeCrown.—¿Ytuamiga?—Noamiga—diceCrown.—¿Tumujeresrubia?—No.—¿Yno tienes amigas?—JohnClark se ríe echando la cabezahacia
atrás—.Bueno,esovaacambiarconelaspectoquetienesahora.Otrarondadeginfizz.Yunamás.Cuando Carl Crown regresa a casa por la noche, su mujer se
encuentraconunborrachovestidoconunpoloazulcelesteyunacamisadesedacolorocre.Rahelestállorandoamargamente.Enlasprimerashorasdelamanecerdeesedía,elejércitoalemánha
entrado en Polonia. Adolf Hitler ha hecho estallar la Segunda GuerraMundial.
Elañocinematográficode1939vaaentrarenlaHistoria,esolosabe
todoelmundoenHollywood.El mago de Oz va a llegar a los cines en agosto; La diligencia, en
septiembre;Caballero sin espada, en octubre;Ninotchka, en noviembre, y,porfin,endiciembre,Loqueelvientosellevó.SeestánrodandoElgrandictador,RebecaeHistoriasdeFiladelfia.Undíasellamaráaesaépoca«laedaddeoro»,oalgoparecido.Noesunmalmomentoparavivir enHollywood.CarlCrownpasa
cadaminutoquetienelibreenelcine.Aprendeelidiomauniversaldelafelicidad.Tiene tiempo de sobra para hacerlo. Su trabajo como ángel de la
guardaconsisteprincipalmenteenesperar.A las seis en punto de lamañana recoge a JohnClark y lo lleva al
estudio.AllíestárodandoElhalcóndelosmares,conErrolFlynn.CrownsetomauncaféenelBrownDerbyy,alavueltadelaesquina,
elPalaciodelCineElCapitánabreparalamatiné.Amediodía,JohnClarksuelehacer«unpoquitodedeporte».Coneso
se refiere a realizar actividad física con alguna starlet. Sin duda en losestudiostieneunbungalowpropio,peroporallíandademasiadagentedelaprensa.Poreso,suángeldelaguardallevaalaparejaaunacogedorclaroen
unbosqueenLaurelCanyonysealejadiscretamentedeallí.Labotellade champán en el asiento trasero tiene que estar refrigerada a unatemperatura concreta. La experiencia le dice que puede regresar diezminutosmástarde.Crown disfruta luego de la sesión de tarde en diversos cines de
HollywoodBoulevard.Alasseisdelatardeempiezalapartemásduradesutrabajo.Apartir
deesemomentoJohnClarkestádeunhumorfestivo.Clark le pide que lo lleve directamente a Don the Beachcomber,
dondeyaloesperanparaempezarunmaratóndemartinis.Cuantomás avanzada es la hora,más difícil lo tiene el ángel de la
guarda. En el Trocadero tiene que mirar de forma ostentosa su relojcuando una bailarina reposa la cabeza en el regazo de John Clark y
Charlie Dotter vierte un cubo de hielo sobre su amigo para que serefresque.—Timetogo—diceCrown.—Come on —responde Clark con un mohín—, solo un ratito en el
BananaHouse.El Banana House no es un lugar en el que se pueda terminar
tranquilamentelavelada.Allíbailahastaelúltimo.Deahívienelafrase«dondebailaeloso».Dehecho, hayun oso grizzly tambaleándose en la pista de baile al
ritmo de la orquesta, chimpancés e impalas circulando en libertad,pelícanos volando, los camareros montan dromedarios y las chicas secuelgandelianas.Hombresyanimalesbailanelhula.ACarlCrownlegustaeselocal.Pormásvueltasquepuedadarle,allí
nadalerecuerdalaKlamtstrasse.Naturalmente,JohnClarknotieneelmalgustodedaralanocheun
repentino giro hacia la quietud. Pero una copa más y el ángel de laguardaleindicaquetienenqueirse.Detodosmodos,JohnClarksellevaalgodelajungla.Unamambade
grandespechosqueseacomoda,lasciva,enelasientotrasero.CarlCrownreconocealamamba.Laviohaceunosdíasenlapelícula
Sololosángelestienenalas.SellamaRitaHayworth.Alparecer,JohnClarkesunamantedelosanimales,piensaCrown.Y
unosdíasdespuéssellevaaSiriusconsigo.—¿Qué es esto? —pregunta sorprendido Clark—. El ángel de la
guardahatraídorefuerzos.—EsteesSirius—lepresentaCrown—.Esperoqueestébien.—No hay problema —responde Clark—. Lo principal es que no
pierdalasagujas.¿Ocómosellamaesoenlosperros?—¿Agujas?—Crownnoentiendeaquéserefiere.—Bueno, como los abetos. Aún tenemos agujas en casa desde
Navidad.Yhaceyadiezmeses.Nohayquienlimpietodoeso.—No,no,Siriusnopierdeagujas—afirmaCrown.Sirius mantiene por precaución un poco de distancia y por eso se
instala en el asiento delantero. De pronto, el viaje ya no parece tan
formal.Másbienescomosifueraunaexcursiónprivadadeamoyperro,quecasualmentellevanaunaestrelladeHollywoodenelasientotrasero.—Vamosalcementeriodeperros—proponeClark—.Noestálejosde
aquí. El perro de Valentino está enterrado allí. Y el último de Bogey.Podríainteresarte,Sirius.Sirius no estámuy seguro. Pero aprecia la buena intención con un
reconocimientocortés.Enrealidad,noquierepensarenlamuerte.Perosinohaymásremedio,adelanteconello.Lavidaesdemasiadocortasiseesunperro.Siriusempiezaacavilar.
Elbogavantealcanza los sesentaaños.El esturión, los cientocincuenta.Laballena llegahasta losdoscientos años.Está claroque en el agua sevivemás.Pero¿quécosasgrandiosasocurrenallídebajo?¿QuéesturiónvaenChevroletporHollywood?—Tuperroesunpoquitomelancólico,¿no?—preguntaClark,como
sipudieraleerelpensamiento.—Aveces—respondeCrown—.Lohaheredadodemí.A ese le conozco, piensa Sirius cuando llegan aWarner Brothers y
Humphrey Bogart lemira sombrío desde el cartel de la pared. ¿Estarátambiénsuperro?Elporteroseinclinacongestodeentendimientoyabrelabarrera.John Clark no rueda hoy, tiene una reunión con un joven director
llamadoJohnHuston,quevaafilmarlanoveladeDashiellHammettElhalcónmaltés.—Vaaserunfilmnoir—dicealegreHuston.—Esperoquenoseademasiadonoir—diceClark—.De locontrario
nosemeverá.—Ya no te veo en el papel—termina escuetamente la conversación
Huston.—Síquehasidorápido—sesorprendeCrown.—¡Absurdo! —maldice Clark—. Un principiante. Quiere hacer una
películadecinenegro.Esehombrenuncallegaráanada.Jamás.PorprimeravezpuedeverseunasombrademalhumorenJohnClark.—Let’sgoandhaveadrink—propone.Estáclaroquetambiéndiceesa
frasecuandonohaynadaquecelebrar.Vanhacialacantina.
Entretanto, Sirius explora el territorio de los estudios.No carece depeligros,advierte.Por todaspartesvienenhaciaél trolleysmotorizadosen todas direcciones, cargados de extras con atrezo, cámaras contrípodes,iluminadoresconfocosytodaclasedecosas.Hacen sonar la bocina cuando giran hacia los estrechos callejones
entre lasnavesparanoatropellaraunrey,ungánster,unfantasmaoacualquieraqueinterpreteunpapelenunapelícula.¿Qué es esa luz roja que parpadea a la entrada del estudio más
grande?Siriussientecuriosidad.Vamosaverquéocurre.Un plató, tan gigantesco como la Alexanderplatz, representa la
cubiertadeunnavíoespañoldetresmástilesqueenesemomentolibraunaespectacularbatallanavalconlamarinabritánica.—Action!—gritaeldirector.Cientosdeextrasataviadosconropajesdeépocaagitansusespadas.
Unamáquinadevientosoplaunatormentacontralasvelas.Siriusestámuyimpresionado.—Cut!—rugeeldirector—.¿Quéhaceaquíesechucho?Siriusencogelacabeza.—¡Enmediodelabatalladecisivaenaltamarsecuelaenpantallaun
chuchocallejero!—bramaeldirector.UnoficialdelamarinaponeaSiriusdepatitasenlacalle.Quémemorableentradaenescena.SiriussehapuestoporprimeravezanteunacámaraenHollywood.
Noserálaúltima.La familia se vuelve a sentar reunida a unamesa por primera vez
desdehacemuchotiempo.EnCapri,unapizzeríadelaMelroseAvenue.CarlyRahelvivenalavueltadelaesquina.Perosusalónesdemasiadopequeñoparaacogerlosatodos.Alemania en guerra. Francia e Inglaterra se han puesto al lado de
Polonia.Rusiadecretalamovilización.—¡Imaginaos!—diceCarl.Ha escrito Benno Fritsche. Ahora, en la casa de al lado vive Karl-
HeinrichBodenschatz,comandantegeneraldelMinisteriodelAire.«Noesqueseaunvecinoconelqueapetezcasaltarelseto»,observa
Benno.
—Nuestracasa—suspiraRahel.—¿Os acordáis de cómo engañó Benno a aquel oficial?—pregunta
Else.GeorgrecuerdaeltrendemercancíasquesedetuvoenBirkenwerder.
«AutomóvilpersonaldelministrodoctorJosephGoebbels—sepresentaelchófer—.¿Adóndelollevo?»—¡AHollywood,porfavor!—exclamaCarl.RahellescuentalafiestaencasadePeterLorre.—¡HumphreyBogartesimpresionante!Lascosasquesedicencuandosehasobrevivido.¿CuálesfueronlaspalabrasdeRobertSiodmakaquellanoche?«Esla
vida.Nohayfelicidadsinlágrimas.Nohaydesdichasinsonrisa.»ElsecuentasuvidaencasadelosKorngold.—¡Erichessencillamentemaravilloso!—dice,soñadora—.Sepasael
día entero sentado al piano. Está componiendo ahoramismo la bandasonora deEl halcón de los mares. Una película sobre una batalla naval:EspañacontraInglaterra.Muyespectacular.Siriuslevantalasorejas.Esapareceserlapelículaenlaquehasalido.—Amediodíasiempremedaclasedepiano—siguecontandoElse—.
¡Esungenio!Teníaonceañoscuandocompusosuprimerconcierto,parapianoyballet.»ErichKorngoldysuesposa,Luzi,tienendoshijos,ErnstyGeorg.En
casatambiénvivensuspadres,JuliusyJosefine,quehuyerondeEuropaennoviembre.—Comonosotros—diceCarl.—Asímegustaríaviviramíundía—sueñaElse—.Conmishijos,mi
marido,convosotros,todosbajoelmismotecho.AndreasCohn leescribeunas intensascartasdeamor.Quiere irallí
tanprontocomoseaposible.—¿Siguesqueriéndole?—preguntaRahel.—Sí—diceElse—.Mucho.El camarero trae un plato que todos en lamesa reciben como algo
sensacional: unas planchas de hojaldre redondas, recién salidas delhorno,conqueso,tomateyjamón.Uninventoitaliano.Georghabla,entusiasmado,delasclasesdelfilósofoBertrandRussell,
quehacepocoqueenseñaenlauniversidad.—CreíaqueestudiabasMedicina—dicesorprendidoelpadre.
—Y lo hago —responde Georg—. Pero el saber no ocupa lugar,¿verdad?Resulta que en el seminario de Filosofía hay una chicamuy guapa
quesiempreríeentredientes,de formaencantadora,cuandoRussell sepierdeensusteorías.—¿Dequéseríe?—lehapreguntadoRussellenalgunaocasión.Ylachicaharespondido:—Silosupiera,noestaríaaquí.Russellhaconvertidolarespuestaeneltemadesusiguienteclase.Georghaidoalcineconlachica,sellamaElectra.—Ajá—dicesupadre.—Porcierto,enlapelículaactuabatuJohnClark—diceGeorg.EraLa
batalladelosgigantes,unapelículabélica.—Ah,laguerra—suspiraRahel.Elcamarerotraeelpostre.Cassata,unatartaheladaitalianaconfruta
escarchada.Elsedice:—Korngold está convencido de que Mendelssohn sobrevivirá a
Hitler.Es curioso, últimamente a Carl Crown le gusta levantarse por las
mañanas,loque,segúnBillyWilder,esindiciodequesetieneunsueño.Pero¿decuálsetrata?Élmismosiguesinsaberlo.¿Conquépodría soñar?Legustaría transformarseenotro,pero¿en
quién?¿Quiénpreferiríaserenvezdeélmismo?Difícilcuestión.GiovanniClarizzo,porejemplo.Erapescadorenunpueblosiciliano,
luegoseconvirtióenencargadodeunapiscinaenHollywoody,míralo,ahoraesunaestrelladecineysellamaJohnClark.¿EraeseelsueñodeGiovanni?¿Ofueeldestino?¿Talveznonosdamoscuentade loquesoñamos,yundíaabrimos
losojosylavidaessencillamenteunsueño?EsassonlaspreguntasqueaCarlCrownselepasanporlacabezaen
surecorridomatinalhaciaBeverlyHills.Siriusvuelveaacompañarle.
Entretanto,Crown entra en el palacio con relajadanaturalidad, casicomosifueraunbuenamigodelacasa.Aunasí,nuncahacruzadounapalabraconlafamiliadeClark.Sigue
viendo a los niños desde lejos mientras estos dan de comer a losflamencos o juegan al minigolf, y cosas parecidas. Una sola vez hapodido observar que también vive una madre en la finca. Estabadescansando en una tumbona en el pabellón junto al mar mientras lehacíanlamanicura.Probablemente,traslasgrandesgafasdesol,veíalostiemposenqueaúneraGloriaHayson.Hoyesdiferente.—Hi—diceamable—.SoyGloria.Losniños,EmilyyGarfield,selanzanenseguidasobreelperro.—¿Podemosjugarconelperro?—preguntalaniña.Garfieldcogeuntenedordelamesadeldesayunoylolanzaalcésped
conlaesperanzadequeelperrolotraigadevuelta.JohnClarkselesune.—¿Quieresjugarconlosniños,Sirius?—pregunta,unpocoenvarado,
comosiinvitaraabailaraunprimerministro.Crownrelajaelambiente:—¡Sirius,enséñalesloquesabeshacer!Sirius levanta las orejas. Se alza sobre las patas traseras, se prepara
paraelsalto,daunavolteretayaterrizasobrelaspatasdelanteras.Losniños se quedan sinpalabras. Entonces abrenmucho los ojos y
luegochillanencantados.—Daddy,daddy!—gritan—,¿hasvistoeso?Siriusrepitesuproeza.Losniñosestándesatados.Chillanentusiasmados,aplaudenysaltan
alrededordeSirius.TambiénJohnClarklevantalosbrazosyexclama:—¡Bravo!Gloriasonríe.EmilyyGarfieldsaltanycorrenconSiriusporelcésped.Lospadres
losmiranyjuntanlascabezas.—Hacíamuchoquenolosveíatanfelices—susurraGloria.—Tampocoanosotros—lerespondeClarkenelmismotono.Un pintor sin miedo a la cursilería inmortalizaría enseguida esta
escenaenunóleoylepondríaunmarcodorado.Maridoymujerunidosenelamory,alfondo,losniñosconunperro.Crownpiensa:Bienhecho,ángeldelaguarda.Contempla a John Clark, el padre de familia. Una imagen
conmovedoray,aunasí,pococonocida.CasinopuedecreerquesetratedelmismohombrequeenelBananaHousedescuelgaalasmambasdelaslianas.Clarkvisteunachaquetillaazulmarino,unjerseydecuellovueltoy
unos pantalones grises de tela de gabardina. Lleva brillantina en suespesocabellonegro,querelucealsol.Crownsesorprendedequeesolellamelaatención.¿Esquesusueñosecretoesserestilistadecaballerosopeluquero?Loco.QuizáHollywoodtevuelveloco.—¡Mamá,vendeprisa!—gritaEmily—.¡Mira,Siriussabeleer!El libro que hay en la tumbona de ratán recuerda a Sirius su vieja
habilidad. Pasa una hoja tras otra y, de pronto, su cabeza cae agotadasobreellibroyempiezaaroncar.—¡Ellibrolepareceaburrido!—jaleaGarfield.—Amímeresultaunpocoinquietante—diceGloria.—¿Porqué?—preguntaClark.—No sé —responde ella—. Sirius me parece una persona que se
hubieraconvertidoenunperro.Fíjateencómonosmira.Siriusdejaquelomirenalosojos.—Sediríaqueentiendecadapalabraquepronunciamos—diceGloria
—.Quizáinclusopuedehablarysimplementenoquiere.Clarkabrazaasumujerylabesa.—Siguescreyendoenmilagros.—Ríe.Eltiempopasavolando.Losdíasdecielogrisseacumulan.Lleganlos
mesespropiosparaelabrigo.Tambiénelsombrerovienebien.Inclusounchal,aveces.Empiezan las semanas en las que todo suena bien. De pronto, las
cancionesqueponenenlaradiocontienenpalabrascomo«muérdago»o«canela».LasNavidadesestánalapuerta.Yloestándeverdad.
Delante de cada puerta deHollywood hay un bienhumorado PapáNoel. El abrigo rojo y, sobre todo, el trineo tirado por renos pareceninnecesarios,porquenonieva.Rahelestámelancólica.Echademenoselverdaderoinvierno.Echade
menosBerlín.Echademenossucasa.Echademenosalosniños.Echademenosasumarido.Echademenostodo,enrealidad.Amenudonoveasumarido durante varios días. Cuando él sale por lamañana ella aúnestádurmiendo,ycuandovuelveporlasnochesyasehaacostado.Lasoledadesagotadora.Sirius ya no es un consuelo para ella. ¿Qué va a hacer allí, si está
mejorenotraparte?SindudaCarlpiensalomismo.Rahelcontemplalafotodelamesilladenoche.¿Dóndeestálajoven
quelesonríe?¿Quiéneselhombrequehayjuntoaella?¿EraCarl?Solohaceunañodelafoto.Leparecequehayapasadotodaunavida.Haydíasenquenopronunciaunapalabra.Llegaunmomentoenque
nolosoportamásysaledelacasacomosihuyera.Hoy es uno de esos días. Sencillamente sale corriendo. Un hombre
vendeabetosdelantedeladroguería.—¡ÁrbolesdeNavidad!¡ÁrbolesdeNavidad!—grita—.Buenospara
lafelicidad.Mejoresquecualquierdroga.Rahelcompraunárbol.Pocodespuésestáensupequeñosalón,peronoirradiafelicidad.No
haynadatanlamentablecomounabetopeladoenunahabitaciónvacía.Naturalmente,lacasadeJohnClarktieneunaspectodistinto.Todoel
palacete está iluminado conguirnaldasde luces y en lo altodel tejadoreluceunagigantescaestrelladeBelén.Unos carpinteros han construido un establo de madera para
representar la escena del nacimiento. En él hay un asno vivo. Esasombrosocómosemueven las figuras,de tamañonatural,deMaríayJosé.Alobservarlasmásdecerca,resultaquesonactores.PosiblementesonfigurantesdeWarnerBrothers.CrownySiriussemuestranabrumadosalverlos.—Chis—susurraJohnClark,yseñalaelbelén—.Estánensayando.—¿Paraquésonesassillasquehayentrelapaja?—preguntaCrown
—.¿SonparalosReyesMagos?Clarkniegaconlacabeza.
—No,sonparanosotros.Nossentaremosallí enNochebuenayBobHopeleeráparanosotrosCuentodeNavidad.Crownpiensa en lo bonito que sería que JohnClarkdijera: «¡Venid
tambiénvosotros!».Peronodicenada.Ni una palabra más sobre Navidad. Los días festivos han pasado,
desoladores,ylafamiliaCrowndecidelosiguiente:todoirábien.Elnuevoañoempiezaconbuenasnoticias.Crownrecibeunaprima
porsusservicioscomoángelde laguarda,enviadapor JackWarnerenpersona,asícomounaumentodesueldo.JohnClarkdiría:«Let’sgoandhaveadrink!».Carldice:—Rahel,cariño,ven,¡vamosacomprarteropanueva!Van a Saks, a BeverlyHills, la sucursal recién abierta de Saks Fifth
Avenue de Nueva York. El vestido que eligen es un modelo de ElsaSchiaparelli.Talleestrecho,hombreras,hastalasrodillas.Elúltimogrito.—ParecesCaroleLombard—fantaseaCarl.Elvendedorsuspira.—Noquieroser indiscreto,perohacepocoestuvoaquíClarkGable,
queacabadecasarseconCaroleLombard.Haceunapausaefectistayseabanicaconlamano.—Compróestemismovestido.Carlreprimeungritodealegría.El nuevo vestido merece que lo estrenen. Sigue una noche de
HollywoodqueJohnClarknohabríapodidoescenificarmejor.CenaenCiro’s.ErrolFlynnsedirigehaciasumesa,señalaaCarlyledice:—Yoleconozco.¿Noesustedelquetieneeseperrotangracioso?—
Se inclinaanteRahel—.Disculpe, esoeraantes.Desdehoypreguntaré:«¿Noesustedelquetieneunaesposatanbella?».Rahelseruboriza.Pocodespués,alamesallegaunabotelladechampánconunatarjeta:
LOVE,ERROL.La noche sigue en TheGarden ofAllah. El aire huele amagnolias,
aunquenoesmásqueenero.Rahelvelapiscinailuminadaenmediodelpalmeral.Lasparejasde
enamoradossehacencarantoñassentadasencolumpios,dansorbitosasuscóctelesyseacarician.Lalunaestáaltaenelfirmamentonocturno.—¡Loquemásmegustaríaahoraseríabañarme!—exclamaRahel.—¿Porquéno?—respondeCarl,y leponeen lasmanoselbañador
quehacompradoensecretoparaella.Ledicealcamarero—:Indíqueleala señora dónde están los vestuarios. Y entretanto traiga dos daiquiris,porfavor.Ysaltaalagua.Entrajeycorbata.Rahelsequedasinhabla.¿Estásoñando?Nopasamucho tiempoantesdequeunaparejaesténadandoen la
piscinaentrerisitas:elhombrevavestidodegala,lamujerleabrazaconlosbrazosdesnudosysusurra:—HappyNewYear!Sirius ve pasar un camión en el que hay dibujado un hueso
gigantesco.Enelplató7estánrodandoLavenganzadelosdinosaurios.Huesos,piensa.Quizáhayapolloenlacantina.Sedirigealapuerta
delacocina.Hayqueesperaraveraquéhuelehoy.Entoncesdoshombressalenasuencuentro.Sedetienenyleseñalan
coneldedo.—Mira—diceuno.—Sí,yaveo—replicaelotro.Seacercan.—Noestámal—diceuno.—Sí,muybien—replicaelotro.Sirius los mira con los ojos muy abiertos. ¿Qué pretenden esos
hombres?—¿Cocinero?—gritaunoporlaventanadelacocina.Siriussesientemareado.¿Esposiblequedeprontoaesoshombresles
apetezcacomerperro?—¡Cocinero!—gritaelotro—.¿Esteperroessuyo?Elcocineroniegaconlacabeza.—No,esdeJohnClark,creo.Odesuchófer.—Gracias—dicenambos,yseretiran.
Pocodespués,aCarlCrownlollamanaldespachodeTyroneChester.Eldirectoresfamosoporrodarpelículastanconmovedorasquedespuésdeverlashayquecomprarseunoslagrimalesnuevos.—Heoídodecirquetieneustedunperro—comentaChester.—Sí—respondeCrown.—Estamos buscando un perro—dice Chester—. Uno gracioso. ¿Su
perroesgracioso?—Yocreoquesí—respondeCrown.—El perro tiene que ser capaz de ablandar los corazones —dice
Chester—.¿Superroablandaloscorazones?—Elmíosí—contestaCrown.—Eso no basta —responde Chester—. Tiene que ablandar los
corazonesdeunpúblicoenorme.¿Serácapaz?—Nolosé—diceCrown.—De acuerdo, probemos —decide Chester—. Desde mañana.
Cincuentadólaresalasemana.¿Cómosellama?—Sirius—diceCrown.—Sirius—repiteChester—.¿Comolaestrella?Buenaseñal.La película trata de un casamentero sin escrúpulos que planea
desplumar a una viuda rica, pero ella, gracias a su amor ilimitado, leablandaelcorazón,loquelellevaaocuparseconmovedoramentedeellacuandoestasufreunaenfermedadmortal.—¿Yelperro?—preguntaCrown.—Esdelaviudarica—explicaChester.—¿Quétienequehacer?—preguntaCrown.Chesterhaceungestodesdeñoso.—No mucho. Simplemente estar ahí. Las viudas son más
conmovedorascuandotienenunperro.Ah,vaya.—¡Escena1!—exclamaChester—.Vamosahacerunaprueba.Eneldecoradodeunsalónqueirradiariquezahayunarinconeracon
muchossillones,loqueresaltaaprimeravistalasoledaddelaviuda.En
elsuelosehandispuestounosraílesparaqueelcámarapuedadeslizarsesinesfuerzodelprimerplanoalplanogeneralsobresupedestalrodante.La viuda toma asiento en el sofá; le retocan deprisa el maquillaje
mientras murmura mentalmente su texto. Sirius debe tumbarse a suspies.Nolesuponeningúnproblema.Losfocosseencienden.—Action!—gritaChester.Elcámararueda,primeroendirecciónalariqueza,luegoendirección
alasoledad.—¿De quéme sirve todomi dinero si no tengo amor?—suspira la
viuda.—Cut! —grita Chester—. Al oír la palabra «amor», Sirius debe
levantarseyalzarlamiradahaciaella.Explicádselo.—Élyaloentiende—diceCrownalfondo.La escena se repite. Sirius hace lo que le han ordenado. No quiere
pasarsedelisto,pero¿noseríaaúnmásconmovedorsi,aloírlapalabra«amor»,apoyaralaspatas,bondadoso,enelbrazodelaviuda?Enlasegundatomalohace.Chesterestáimpresionado.—¡Sí,exacto!Esoes.Escena2.La viuda hojea el periódico y topa con el anuncio de un señor
distinguidoquebuscaelamor; ignorapor completoque se tratadeunestafador.Decideresponderalanuncio.Siriusvuelveayacerasuspies.—Action!—gritaChester.—Quiénsabe—suspiralaviuda—.¿Seráesteelhombredemivida?Siriuspiensaquenoestaríamalgruñirenestepunto.Enciertomodo
seríacomounaadvertencia.Chesterestáentusiasmado.—¡Muybien!Buenaidea.Elperrogruñe.Enciertomodoseríacomo
unaadvertencia.ProntosedirigedirectamenteaSiriusparadarleinstrucciones.—¿Qué te parece si al final de la escenamiras hacia la cámara con
tristeza?Sirius mira a la cámara con tristeza. Añade incluso un rastro de
melancolíaenlamirada.—¡Espléndido!—exclamaChester.ACrownledice:—¡Selocompro!ElpapelesparaSirius.Apartirdeentonces,CarlCrownyanollevaalestudioaJohnClark,
sinoaSirius.—Lástima —dice Clark—. Ahora tengo que arreglármelas sin mi
ángeldelaguarda.¿QuévoyahacersintienelBananaHouse?—Irconcuidado—respondeCrown—.Elproblemadelasmambases
que suvenenoparaliza elmúsculo cardíaco.Vadirecto al corazón.Poresosontanpeligrosas.Clarkestáperplejo.—¿Cómoesquesabesesascosas?—Fui biólogo enmi vida anterior—responde Crown—. ¡Piensa en
eso,cuidadoconelcorazón!—Lointentaré.—Clarkríe.SiriusesahoralaestrelladeHollywoodentornoalacualgiralavida
delosCrown.Bueno,enrealidadnoesunaestrella.Interpretasuprimerpapel. Pero tiene un pase oficial de Warner Brothers en el que pone:NOMBRE:SIRIUS.PROFESIÓN:ACTORANIMAL.Rahellocepillaantesdequesalgadecasaporlamañana.—¡Dalomejordetimismo!—ledicemientrasseva—.¡Acuérdatede
todoloquehasaprendido!Es como si estuviera viendo al pequeño Levi. Cómo temblaba de
miedo cuando lo encontraron.Había venido almundo y enseguida sumundosehabíavenidoabajo.Parasobrevivirsetransformóenuncojín.Esahabíasidosusuerte.Quélistoerayaentonces,piensaRahel.Cuandodeprontoelcojínmoviólacola,Levivolvióanacer.Yahabía
vividolobastantecomoparaentenderelmundo.¿Entiendedesdeentoncesalagente?LaconstelaciónCanMayorsehallabaenelcieloenaquelmomento,
eralaúnicaluzenlaoscuridad.Levisetransformóenunaestrella,Sirius,ysalvólavidadesufamilia.Soloquiensetransformasobrevive.Rahelsigueenbata.Sonlasdiezdelamañana.Sonríe,abrelapuerta
delacalleysale.ComoCarlhacíaentonces:todaslasmañanas,siemprealasdiezenpunto,díatrasdía.Alzalamiradaalcielo.Estádespejado,deunazulradiante.Noseve
elCanMayor.SuestrellasealzaenesemismomomentoenHollywood.Enelplató
2.EnlapelículaUnaviudavivedosveces.LlamadadelaoficinadeJackWarner.Latelefonistadelplató2entradepuntillasparanomolestarmientras
serueda.—MísterCrown—susurra—.JackWarnerquiereverle.Crownseencaminaaledificioprincipal.Enelascensorformulaotra
vezsudiscursodeagradecimiento.Ennombredemifamilia,vaadecir,le agradezco... Pero la primera secretaria ya le está esperando y leconducehastaJackWarner.El magnate está sentado detrás de un escritorio que parece un
sarcófago monumental. También el resto de la sala está revestido enmadera.—¡Vaya!—saluda—.ElhombredeBerlín.Elángeldelaguarda.Crowncarraspeayempieza:—Ennombredemifamilia...JackWarnerhaceungestodesdeñoso.—Estábien,estábien.Lehehechovenirparahablarconusteddesu
perro.Mehandichoquetieneuncaninteresante.—¿Sirius?—preguntaCrownsatisfecho.—Puede ser —dice Warner—. Me cuesta recordar los nombres.
Incluso cuando veo a ese tipo malhumorado con el pitillo en la boca,tengo que pararme a pensar un momento para decir: «Ah, claro,HumphreyBogart».ElmovimientodesumanosignificaqueCrowntomeasiento.—Pero—continúaWarner—medoycuentacuandoemergeeltalento
por el horizonte. Lo huelo desde lejos. —Cierra los ojos y olfatea—.
Tengounbuenolfatopara el talento.Hacepocohe vistounas cuantasescenas en las que aparece su perro. Tiene talento. Tiene un talentoenorme.TieneinclusoeltalentosuficienteparadestronaraSkippy.Skippyeselperroquesehaganadoelcorazóndelpúblicodesdeque
interpretó a Asta. Es la mayor estrella de cuatro patas de Hollywood.Esteterrierganamásquelamayoríadelosactoresdedospiernasyllevala glamurosa vida propia de una estrella de cine. Pero Skippy se estáhaciendomayor.Estácansado.Quiereretirarsedelnegociodelcine.—Skippyestánervioso—resoplaWarner—.Sesienteencasillado.Los
papelesleresultandemasiadopocoexigentes.Lehanentradodeliriosdegrandeza.EnestosmomentosestádemalhumorporqueesOrsonWellesynoélquieninterpretaelpapelprincipalenCiudadanoKane.¡Imagínese!CrowntratadeimaginarseCiudadanoKaneinterpretadoporSkippy.NopuedeevitardarlelarazónaJackWarner.—Bien—dice elmagnate—.Este es el trato: doscientosdólares a la
semana para amo y perro. Al fin y al cabo es suyo. Empezaremosdespuésdelverano.Crownseapresuraatenderlamano.Doscientosdólaressignificaque
graciasaSiriushadobladosusalariosemanal.—Bien—diceWarner—.¿Dóndeestáelperro?—Estárodando—respondeCrown.YWarnerreplica:—¿Y qué? Suelo estrechar la mano de mis estrellas cuando las
contrato.Enestecasolapata,claro.—Descuelgaelteléfonoyordena—:¡Quevengaelperro!PocodespuésapareceSirius.Jack Warner le saluda con el respeto que muestra hacia el talento
artístico, da igual si aparece por la puerta sobre dos piernas o sobrecuatropatas.—¡BienvenidoalafamiliadeWarnerBrothers!—exclamasolemne.Siriussientequereinaelbuenambienteenlasala,poresosepermite
unadesusbromaspreferidasparaestasocasiones.Seponefirmessobrelaspatastraserasyestiralapataderechaamododesaludo.JackWarnerlemiraincrédulo.Luegocasirevientaderisa.—Se lo tengo que contar a Charlie Chaplin —dice, entre toses—.
Increíble.EsmejorqueElgrandictador.MuchodespuésdequeCrownySiriusesténdevueltaenelascensor,
lascarcajadassiguenresonandoenelpasillo.Abajo,enelvestíbulo,seencuentranaJohnClark.—¿Vosotrosaquí?—preguntaasombradoClark.Crownlecuentaloquehapasado.—¿Cómo?—Clark se alegra—. Es realmente increíble. ¡Felicidades,
colega!—lediceaSirius.Yluego,claro,lediceaCrown:—Let’sgoandhaveadrink.Lainvitaciónalagranfiestadelverano—EarlyLindaSteinhacenlos
honores— está considerada el punto culminante en el calendario defiestasdeHollywood.Earl es el fundador de la agencia de artistas más poderosa, y
quienquieraqueseaelquesepongadelantedeunacámaraocanteanteunmicrófonoenAméricaéllorepresenta.Es fácil confirmarestoalvera los invitadosquebajanesanochede
sus limusinas. Greta Garbo, Howard Hughes, Joan Crawford, ClarkGable,BingCrosby,IngridBergman,CaryGrant...Todos,vienentodos.LosCrown tambiénestán invitados, aunqueno conocena losStein.
PeroHollywoodseenteradetodo.ElperromisteriosoqueJackWarnerhacontratadohacepocoestá,naturalmente,enlalistadeinvitados.En consecuencia Skippy ha retirado su confirmación. No va a ir si
cualquierchuchoestáinvitado.Enrealidad,lafiestadelveranosecelebraparaqueLindaStein,ala
que todos llaman Queenie, vuelva a demostrar que es la reina de lasfiestasdeHollywood.Saludaenlaalfombrarojaalosinvitados.—¡Clark, querido! —exclama—. Estuviste espléndido en Lo que el
vientosellevó.Deverasespléndido.ClarkGablehaceunareverencia.—Gracias,Queenie.EnHollywood corre el rumorde que solo aceptó el papel deRhett
Butler para poder pagar las enormes facturas de su dentista. SuverdaderosueñoerahacerTarzán,peroseleescapó.—¡Elsa Schiaparelli! —chilla Queenie, al ver el vestido de Carole
Lombard.Luegosusurra—:Cuéntemededóndelohasacado.—De Saks, en Beverly Hills —susurra Carole a su vez—. Es un
secreto.Depronto,Queenieveunanimalenlaalfombraroja.—¡Sirius!—gritafeliz.Ignoracondistinciónasusacompañantes.Rahelquerríaquese la tragara la tierra.Llevaelmismovestidoque
CaroleLombard.Elvendedornomentía.En el jardín espera a los invitados una mesa dispuesta en estrella
alrededordeunapistade baile, en cuyo centrohayun escenario en elqueGuyLombardoysuorquestainterpretanloséxitosdelatemporada.Unhombrebajitoconelsombreroechadohaciaatrásseacercaa los
Crown.Ay,otravezeseaustríacobailarín,BillyWilder.—¿Quétal?—preguntaCrown.—Nobody is perfect —responde Wilder. Y se da cuenta de que su
acentoaúnnoesperfecto.Siriusnotienemásquemirarelbufetparaqueuncamareroasientay
lleneunplatoconlascosasquepuedengustarleaunperro.—¿Gambas?—preguntainseguroelcamarero.Siriusarrugaelhocico.—Lasgambassonbuenas—aconsejaCaryGrant.—Lassalchichitassonaúnmejores—terciaFredAstaire.Carl se sienta junto a una joven actriz que se presenta comoHedy
Lamarr.Tardanunratoendarsecuentadequepuedencomunicarseenalemán.HedysellamaenrealidadHedwigKiesleryprocededeAustria.Se lamenta de que todos se fijen solo en su escote cuando en esosmomentosestádiseñandounprocedimientodesaltodefrecuenciaparala tecnología de radiomóvil. Lo inventó cuando el compositorGeorgeAntheil y ella estaban sincronizando una de sus obras para dieciséispianolas.GeneralMotorsestáinteresadaenlapatente.CarlCrownprefierefijarseensuescote.—Haces bien. —John Clark le da una palmada en los hombros—.
NadatanhermosocomolascolinasdeHollywood.Rahel disfruta en el bar de cócteles. Está rodeada por un grupo de
jóvenesitalianos.Llevanlascamisasmuyabiertasycrucifijosrelucientesenelpecho.Aunqueyaesdenoche,lucengafasdesol.Corre el rumor de que Earl Stein, el dueño de la casa, obliga a las
estrellasairalclubdesuamigoAlCapone.Laorquestatoca«Summertime».IraGershwin,elautordelaletrade
lacanción,ysuesposaLeeentran,muyjuntos,enlapistadebaile.
Losinvitadosaplauden.CrownestáapuntodelevantarseparasacarabailaraRahelcuando
unguionistaleenredaenunaconversaciónacercadeEisenstein.ConelrabillodelojosefijaenqueRahelbailaconunodelositalianos.El italianoparecedivertirse.Rahelecha lacabezahaciaatrásy ríea
carcajadas.¿Dequé?¿SeráelúltimochistedeCalabria?¿Ounaanécdotade la vida cotidiana conAlCapone? Es un buen bailarín, eso hay quereconocérselo.Siriusestásentadoenelregazodeunadama,quienlehapuestouna
servilletaalcuelloparaquenoseensuciealprobarelpostre.Amedianoche, el italiano sigue cantando. Sube al estrado y entona
«I’llneversmileagain».—¿Quiénesesetipo?—preguntaCrown.—Frankie—diceRahel—.Nosémás.Crownenciendeun cigarrillo.Hacepocoque fuma.Lavidaesmás
emocionantecuandotienesenlamanoalgoquesequema.Eltiempotambiénsequema.Unoloenciende,loabsorbe,loaplasta.Asíocurretambiénconlafama,piensaCrown.Deja de pensar cuando, de pronto, tiene a Dolores del Río ante él
pidiéndolefuego.Apartede eso, el verano está bajo el hechizodel tercermovimiento
delConciertoparaviolínypianoopus64deMendelssohn.Larealizacióndelgranamor.AndreasCohnllegaporfin.Ahíestá,enlaestación,conelestuchedel
violínenlamano.Estánapuntodedescargarsuequipaje.Elsesollozadealegríacuandoselanzanunoenbrazosdelotro.Han
pasadocasidosañosdesdequesevieronporúltimavez.Andreasmiraaunosrostrosquehanquedadograbadosafuegoensu
memoria y poco a poco habían ido palideciendo, como fotografíasantiguas.Ahora,depronto,seleshainsufladonuevavida.Respondenasumirada,ledevuelvenlasonrisa,hablan.Nuevavida.Elseyanoesaquellahadadelicadaderizosdeángel;ahora llevael
pelocortoysupielmorenahueleasolypiscina.Sehaconvertidoenunajovencita.
Carl está irreconocible. Parece una estrella de cine. Traje blanco,bufandadeseda,descuidadocanotier...¿Eseseelmismohombrealqueconcedieron la medalla Cothenius de oro por sus méritos con elmicroscopio?GeorgseparececadavezmásaCarl.AlCarldeantaño.Haheredado
la áspera seriedad que al parecer su padre ha abandonado. Casi se lepodría llamar «HerrDoktor».Quizá sea también por las gafas de pastaquellevaúltimamente.Rahel ha florecido. Su vaporoso vestido amarillo resplandece como
un girasol. ¿Se ponía antes carmín en su boquita de piñón? Le siguegustandosuspirar.—Ay,Andreas—suspira.Andreas tiene el mismo aspecto con el que todos le recuerdan. La
figuraaltayenjuta,losnegrosrizosenmarcandoelpálidorostro,losojososcuros y feroces. Lo contrario de un sonny boy, como se dice enHollywood.El abrigo negro hasta los pies aún le hace emanar una luz más
sombría. La gente mira en el andén al inquietante recién llegado deEuropa.Volveránaencontrárselocomoviolinista,apartirdelotoño,enla Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. Otto Klemperer lo hacontratado. Sirius saluda a Andreas. Gira a su alrededor moviendo lacolayleolfateaelbolsillo.—Cierto.—Andreas ríe—. Te he traído una cosa.A todos vosotros.
Unatontería.SacaunpaquetedeBaslerLäckerli.TodoslosnaturalesdeBasileaestánorgullososdeesebizcochoquese
elabora en su ciudadnatal. Se trata de una especie de pande jengibreespecialmenteduroydenso.LarecetaesdelsigloXVII,ycualquieradiríaqueelpandejengibrellevaenlacajadesdeentonces.SiriussiguemasticándolocuandoelChevrolet, llenohastalostopes,
doblahaciaMelroseAvenue.—¡BienvenidoaHollywood!—exclamaCarl.Andreassesobresaltacuandoentraenlacasitademaderaenlaque
viven Carl y Rahel. La última vez que los vio, vivían en un palaceteurbanoemparentadoconlacapillaSixtina.Conunparentescolejano.En general, Andreas parece un tanto descolocado. El largo viaje, la
gran ciudad, el nuevo idioma, elmundo desconocido. Y naturalmente,sobretodo,losnuevosLiliencron.Por el momento vivirá en casa de Georg. Carl quiere enseñarle la
ciudad.RahelquieresabernovedadesdeEuropa.TienequeiralestudioconSiriusatodacosta.ErichKorngoldsealegrarádeconocerle.PeroporelmomentoAndreasperteneceaElse.SeestrenaUnaviudavivedosveces.ElaccesoaHollywoodBoulevardestácortado.Losmironesseapiñan
contra la valla que va hasta el Teatro Chino, donde han extendido laalfombraroja.Todoelmundoquiereveralasestrellas.Unosfocosqueapuntanendirecciónalcielohacengirarsusconosde
luz. Los cámaras, fotógrafos y reporteros forman un pasillo. Pasa unalimusina negra tras otra. Los invitados al estreno que no han queridoesperarsebajanyseabrenpasoapieporentrelamultitud.Algunosllevanunpaquetedeclínexenlamano.Valelapenacuando
lapelículaesdeTyroneChester.Los flashes centellean cuando la viuda pisa la alfombra roja en
compañíadelestafador.Setiendenmuchasmanosparapedirautógrafos.Entoncesseabrelapuertadelasiguientelimusina,elchóferseinclina
conunareverenciaybajaunperro.Tempestaddeflashes.—¡Sirius!¡Sirius!—gritanlosfotógrafos.Laviudareaccionaconlarapidezdelrayo.Cogealperroenbrazosy
posaparalascámaras.Cuando Tyrone Chester pisa la alfombra roja y coge del brazo al
abandonadoestafador,hacemuchoquetodoslosflashessehanapagado.PornohablardeCarlyRahel.Puedenestarcontentosdepoderentrar
alcineenelúltimomomento.Carlhapedidoprestadounesmoquinparalaocasión.RahelesperanovolveraencontrarseaCaroleLombard.Laslucesenlasalaseapagan,lapantallaseilumina.Siriusestanenormecomouncaballocuandoapareceyocupasusitio
alospiesdelaviuda,altacomounacasa.Ponesucolosalgarrasobreelmonumentalbrazodeella...yelpúblico
solloza.—Elperrolacomprende—gimeunadamaentradaenañosalladode
Rahel.Cuando Sirius advierte a la viuda con un gruñido, el caballero
sentadojuntoaCarlsesecaelsudordelafrente.—¡GraciasaDios!Parecequelapelículaestállegandoasupúblico.Aunasí,fracasaconlacrítica.TheHollywoodReporterescribe:«Comoespectador,unosealegraríade
que la viuda solo hubiera vivido una vez. Omejor aún: de que no lohubierahecho».ElcríticodecinedeTheNewYorkTimesopina:«Enestapelícula tan
solohabíaunactorexcelente,yteníacuatropatas».Dehecho,alamañanasiguientelafotodelaviudaconelperroestá
entodaslasportadas.—Mira—diceRahel,orgullosa,aSirius,cuandopasanpordelantedel
quiosco—.¡Erestú!Lamujerdelquioscosequedamirándolos.Susojosseconviertenen
dosranuras,hastatalpuntosefijaenelperro.Unosdíasdespués,cuandoambosvuelvenapasar,legritaaRahel:—He visto la película. Es curioso, en la realidad el perro parece
muchomáspequeño.Durante la semana siguiente, enHollywood hay carteles por todas
partes:«SiSkippyteparecióencantador,¡vasaenamorartedeSirius!».DebajoestálaimagendeSiriustomándoseunbatido.JackWarnerconoceelnegocio.Ataca.Loscartelesredoblanporlaviudaquevivedosveces,ojaláqueaún
másenlataquilla,yllamanlaatenciónsobrelapróximapelículade«lamayorestrelladelcinecanino».Sirius interpretaaHércules,el fiel compañerodeunaaudaz familia
de emigrantes que busca sudestino en el salvajeOeste y se enfrenta adiversascircunstanciasdesfavorables.Elpadreeselsheriffdelapequeñalocalidad.JackWarnerquiereatodacostaaJohnWayneparaelpapel.—¿Sehavueltoloco?—atruenaWayne—.¡Odioalosperros!Warner intenta simplificar el asunto, teniendo en cuenta la
simplicidaddelpersonaje.
—Elperronoesunperro.¡Esunhéroe!Loúnicoquehaceessalvarvariasvecesalafamiliadedistintosapuros.Waynenosetranquiliza,másbienalcontrario:—¡Yosoyelhéroe!—grita—.Sialguiensacadeapurosa la familia,
esesoyyo.Yacaballo.Noconunperro.—¡EldirectoresMattMcDaniel!—dicealegrementeWarner.Ypone
caradeestarapuntodelanzarsobrelamesalacartadecisiva.JohnWaynesedetienesorprendido.—¿Elnegro?—Bah—diceWarner—.UstedserefiereaHattieMcDaniel,laactriz.
No,MattMcDanieleshombreyblanco.—Bueno,algoesalgo—rezongaWayne.Lasnegociacionesseaplazan.AJackWarnerlopresionaelcalendario.Seacercaelotoño.Pronto,el
resplandeciente cielo azul bajo el que la familia de emigrantes debebuscarsufuturosehabrámarchado.Diosnoquieraquehayaquerodartambién en invierno. Entonces la familia tendrá que quitar nieve, yencimaartificial,enelestudio.Esovaasalircaro.Peroesexactamenteloqueocurre.JohnWayne rechaza el papel. También las negociaciones con Errol
Flynn fracasan. Hay que reescribir por completo el guion. Ahora loscolonos también tienen que enfrentarse a lameteorología. Al final, unactorllamadoMortonWilcoxobtieneelpapel.Noesunnombresonoro,peroesonoimporta.LaestrellaesSirius.Los estudios se transforman poco a poco en el salvaje Oeste. Se
levantanyluegosesiembrancolinas.Seacarreancéspedyguijarrosparalaspraderas.Enlaestepasealzanriscos.Pobrescolonos,quevanatenerqueroturaryconvertirenfértiltodoeso.Está construyéndose un pueblo. Todo fachada, por supuesto. En el
gastado rótulo pone LUCKYVILLE. Los vaqueros cabalgarán por lapolvorienta calle principal. A la estación llegarán unos sombríospersonajes.Enelsalónlosrevólveresecharánhumo.PorsuerteestánelsheriffyHércules.Ellosprotegenlaleyyelorden
eneselugardejadodelamanodeDios.
Sirius tiembla de pies a cabeza. Se le acelera el pulso. Revuelve los
ojos. Mueve la cola. Todo eso, solo porque un vaquero borracho hadisparadoaltechoenelsalón.—Cut!—gritaeldirector.Según el guion, ahoraHércules debe ir corriendo hasta el rancho y
pedir ayuda al sheriff. Pero no puede. Se refugia en el rincón másrecónditodelestudioyseencoge,mísero.Crownlocogeenbrazos.—¿Quépasa?—preguntaeldirector.Crownestátotalmenteperplejo.—Nolosé.—¿Lehaocurridoantes?—preguntaeldirector.—No—responde Crown—. ¿Cómo iba a sucederle? Enmi casa no
haytiros.Loscolonossemiranperplejos.Algunos ríenentredientes.Elperro
llamadoHérculesesunmiedoso.Quécatástrofe.Nohaynadaquehacer,Siriustienequeiralpsiquiatra.Ydeprisa.Esemismodía,eldoctorRobertMethusalemsehacecargodelcaso.
Pasaporserunaeminencia.Siriussetumbaeneldiván.—¿Quéhapasado?—preguntaeldoctorMethusalem.Crown describe los acontecimientos, empezando por Luckyville, el
vaqueroborrachoenelsalón,losdisparos.—¿Disparos?—lointerrumpeeldoctorMethusalem.Siriustiemblaconsoloescucharlapalabra.—Sospecho un trauma en la primera infancia—murmura el doctor
Methusalem.Crownprosigue,regresaaBerlín,vuelveasumergirseenlanocheen
queardió la sinagogay las calles eranun tapizdeesquirlas, elporteroZinkeenelcamión,gasolina,cristal,disparos,gritos.EldoctorMethusalemtomanotas.Levantaligeramentelascejasaloír
denuevolapalabra«disparos».Crowndescribelahoracero:Leviacababadeveniralmundo,yunos
hombresconbotasvinieronymataronatirosatodoslosperros,salvoauno...Él.—¡Ya lo tenemos! —exclama el doctor Methusalem—. Estrés
postraumático.Esuncasoclaro.—Esterrible—diceCrown.EstrechaaSiriuscontraél—.Pensabaque
habíasolvidadotodoesohacíamucho.Siriuscierralosojos.Nadiedebeverlollorar.—¿Olvidado?—corrigeeldoctorMethusalem—.¡Reprimido!Aveces
—continúa—eltraumallevainclusoconsigouncambiodepersonalidad.Elalmaquiereprotegerse,nodebevolveraverseheridanuncamás.Lapersonalidad se vuelve muy sensible, hipersensible. ¿Han notado algoasí?—Sí—respondeCrown—.Lohemosobservado.—Eso no tiene por qué ser una desventaja —dice el doctor
Methusalem—.Mozartestabatraumatizado.Ymireloquellegóaser.Siriussehaquedadodormido.—¿Yahora?—preguntaCrown—.¿Quéhacemos?—Haydosposibilidades—pontificaeldoctorMethusalem—.Enuna
ocasión tuve un paciente veterano de guerra. Extremadamentetraumatizado. Con tartamudez grave. Durante nuestras sesiones ledisparabaconunapistoladefogueo.Durantedosaños.Ysecuró.—¿Ylasegundaposibilidad?—preguntaCrown.—Muy sencillo —responde el doctor Methusalem—. Evite los
disparos.—Parpadea y añade—: Todos evitamos los disparos. Es algomuynormal.—¿Quévamosahacer?—preguntadesesperadoCrown—.¡Miperro
es el protagonista de unwéstern! En esas películas se dispara todo elrato.InterpretaaHércules,unperroquenotieneniconoceelmiedo.EldoctorMethusalem:—Simplemente tápele los oídos con algodón. Es lo que hago yo
cuandomimujerlevantalavoz.Crown regresa al estudio enriquecido con unos cuantos
conocimientosmás.Porelcaminohacompradoalgodón.—¿Ybien?—preguntaeldirector—.¿Resueltoelproblema?—Creoquesí—respondeCrown.—Muybien—diceeldirector—.Entoncescontinuamos.¡Quellamen
atodos!Vamosarodarlaescena12.Eltiroteoenlaestación.¡Atrezo,losfusiles,porfavor!Siriusplantacaraaltiroteo,tanimpertérritoeinvulnerablecomosolo
unHérculespuedeserlo.
Naturalmente,lavidaenLuckyvilletieneunhappyend.Hérculesyelsheriffrespiran.Yanohaycircunstanciasadversasalas
quehacerfrente.Los colonos han encontrado la felicidad que buscaban en el lejano
Oeste.Aunqueamenudoeltiempoeramalo.Peroinclusoentoncesteníanuntechosobresuscabezas...enelplató
1.Hollywoodtratabienalasgentesquetienenunsueño.Ahorahayquerodarlaescenafinal.—¡Nochebuena!—exclamaeldirector.TodosloshabitantesdeLuckyvillesereúnenentornoaungranabeto
ycantanjuntos«Abetofiel».—¡Nieve!—gritaeldirector.Lanieveartificialcaepocoapocodelcielo.Incluso Jack Warner reprime una lágrima, aunque esos son
exactamentelosgastosquequeríaevitar.Aplausos.Lafábricadesueñoshahechounbuentrabajo.La realidad espera a los habitantes de Luckyville. Regresan a su
verdadera vida, a su pequeño mundo, a sus propias circunstanciasadversas.Elsheriffacabadesepararsedesumujer.—¡VenapasarlaNochebuenaconnosotros!—diceCrown.El destino no teme ninguna sorpresa. Así que este año Sirius va a
celebrarlaNavidaddosvecesconelsheriff.«Santa Claus is Coming to Town» suena en la radio. Por fin una
cancióndeNavidadnueva.—¡Árboles de Navidad! ¡Árboles de Navidad! —vuelve a gritar el
vendedor delante de la droguería—. Buenos para la felicidad.Mejoresquecualquierdroga.Rahel sonríe. Esta vez tiene razón. Termina un buen año para la
familiaCrown.Dealgunamanera,tambiénellossoncolonosquehanencontradola
felicidadenelsalvajeOeste.
AdolfHitler tomaelcambiodeañocomopretextoparaundiscurso
enelPalaciodeDeportesdeBerlín.—Entramosenelnuevoañoconunejércitoequipadocomonuncalo
haestadoenlaHistoriadeAlemania.—SiegHeil!—respondentodos.—1941—prosigue—¡seráelhistóricoañodeungrannuevoordenen
Europa!—SiegHeil!—respondentodos.—Yunacosamás—seleocurreenesemomento—.ElDuceyyono
somos ni judíos ni negociantes. Cuando nos damos la mano, es unapretóndemanosentrehombreshonorables.Ahora el Reich alemán abarca Polonia, Dinamarca, Noruega,
Holanda,YugoslaviayGrecia.Franciaestáocupada. Italiaes sualiada.EnlacancilleríadelReichsepreparalacampañadeRusia.Lejos del acontecer bélico, un perrito llamado Sirius conquista
Hollywood.Nohaatacadoniluchado.Simplementesehasentadoporcasualidad
alapuertadeunacocina,conlaesperanzadequequedaranunoshuesosdepollo...Yelrestoyaeshistoria.EnaquelañocargadodeHistoria.AhoraSiriusesHércules.El cartelmuestraal sheriff enelmomentodedeteneraunsiniestro
canalla,mientrasenprimerplanoHérculesleesperaconlasesposas.«MenosmalquetenemosaHércules»,diceeleslogan.El cartel está por todas partes en Hollywood. Delante del Teatro
Chino Grauman, donde tendrá lugar el estreno, Hércules se tiendeinclusosobreelHollywoodBoulevard.Elperroestangigantescoqueloscochesquepasanporuncarrilpisanlaesposaderechay losquepasanporelcontrario,laizquierda.PorencimadeHollywood,ungloboenformadeHérculesflotaenel
cielo,comosielperrofueraelsímbolodelaciudad.Probablemente,enlalargahistoriade lazoologíanohayahabidounperroalquese lehayadedicadotantaatención.Ahora,Siriustieneunaagentequelellevalaspublicrelations.Ladama
encuestiónsellamaIrisGreenydebecuidardequeHércules«recibalaatenciónnecesaria»,enpalabrasdeJackWarner.—¿Qué talunahermosa cenaestanocheenelRomanoff?—sugiere
missGreen—.AcuentadelseñorWarner,porsupuesto.ElRomanoffeselnuevorestaurantequehayenRodeoDrive.Estema
deconversaciónenlaciudadydicenqueelbistecRomanoffesrealmenteexcelente,perolaverdaderaatraccióneselchef,ungentlemanquediceserelpríncipeMichaelDimitriAlexandróvichObolensky-Romanoff.Hayqueolvidarsedesieseesonosuverdaderonombre.—Hércules —saluda con una reverencia el príncipe Obolensky-
RomanoffcuandolleganlosCrown,conSiriusdelacorrea—.¡Mesa4!—gritaalcamarero.TodoslosojosestánpuestosenHércules.Enlamesa3sesientaSkippy.Todaslasconversacionesenmudecen.Skippy gruñe.No solo ve a otro perro en su local, ve al perro por
debajo de cuyas esposas tiene que pasar todos los días cuando va a laciudad,elmismoperroqueflotasobreHollywoodllenodeairecaliente.Skippy odia a ese perro. Salta de su sitio, tan rápido que su
acompañante grita horrorizada. Luego se lanza hacia su enemigo y secruzaamenazadoramenteensucamino.TambiénSiriussehasoltadodelacorreayenseñalosdientes.Ahíestán,unofrentealotro,enmediodelRomanoff:Skippy,el rey
deHollywood,yHércules,suadversario.Losclientesde lasmesasseponenenpie.Algunoshastasesubena
lassillasparavermejor.Loscamareroslevantan,precavidos,lasbandejasconlosbistecsRomanoff.Skippy ataca. Se lanza sobre Hércules, embiste su flanco, trata de
morderleenelcuello.HérculesatrapaaSkippyporlacola,lolanzaporlos aires y lo derriba. Allí, ambos perros se revuelcan de maneraencarnizada, escapan brevemente el uno del otro, solo para continuarpersiguiéndoseenuncírculomásamplio.Losfotógrafos llegancomosialguienloshubiera llamado.Disparan
susfotosylosperrostitilanenmediodelatempestaddeflashes.MissGreensonríe.Esconscientedelaalegríaconquemañanaabrirá
losperiódicosJackWarner.Yesoesexactamenteloquesucede.«GuerraenelRomanoff»,titulaTheHollywoodReporter.
«Duelodegigantes»,titulaLosAngelesTimes.Losdosperroshansalidoilesos,peroHérculeseselclarovencedor.El día del estreno, Sirius hace una entrada en escena especialmente
dramática: cojea un pocomientras avanza por la alfombra roja y llevavendadalapatadelanteraderecha.Comoseñaldeheroísmo.Llegaralacumbre no ha sido un camino fácil. Ha tenido que abrirse camino amordiscos.El corazóndelpúblicoestá conél.AhoraSiriusyaes, endefinitiva,
unaestrella.Hérculesesunéxitodetaquilla.Lagenteacudeenmasaaloscinesa
veralperroquemantienelaleyyelordenenelsalvajeOeste.El perro nodice en la película ni una sola palabra, tan solo enuna
ocasiónunavozsonorasubrayalapícaraexpresióndesurostro:«Yosoymás salvaje que elOeste, créeme».Acto seguido, elmalo se guarda elrevólverenlafundayseretira.EstaspalabrasseconviertenenunafrasehechaenEstadosUnidos.Se oye en los patios de los colegios, las barras de los bares, en las
oficinas,en las fiestas.Casinohayningunamujerquenoseacortejadasinqueelhombre,bajandolavoz,diga:«YosoymássalvajequeelOeste,créeme».Incluso Franklin. D. Roosevelt, el presidente de Estados Unidos,
pronunciaenbromaesaspalabrasenunbrindisenlaCasaBlanca.Hérculesestáenbocadetodos.JackWarnersereclinarelajadoensuasiento.Peroconstataquenoes
posiblequesuestrellasigaviviendoenunacabaña.¿QuévanapensarlosreporterosquehacencolaparapodervisitarporfinaHérculesensuhogar?Indica a miss Green que busque un hogar presentable para los
Crown.—Tienequesignificaralgo—dice—.VillaHércules.MissGreen se pone a buscar una casa. La quemás le gusta es una
construida hace poco. Reina sobre una peña, con vistas a todoHollywood.Enrealidad,lacasaenteraesdecristal.JackWarnercontemplalasfotosmoviendolacabeza.—¿Quéesesto?¿Aestollamaustedunacasa?
—¡Es moderna! —dice, soñadora, miss Green—. De arquitecturainteresante.—Hérculesyaeslobastanteinteresante—respondeinsolenteWarner
—.Lagentetienequehablardelperro,nodelacasa.—Lacasaesúnica—siguesoñandomissGreen—.Tantocomo loes
Hércules.—Mmm—rezongaWarner—.Unpoquitodemasiadocristalparaun
perro.¿Noresultagrotesco?—¡Enabsoluto!—exclamamissGreen—.CuandoHérculesestéenla
ventana, su silueta se fundirá con el telón de fondo de la ciudad.HérculesyHollywood,unamismacosa.—Eso suena bien —murmura Warner—. Quizá nosotros dos
deberíamosvivirenesacasa,entoncesnuestrassiluetassefundiríanconeltelóndefondodelaciudad.—¡MísterWarner!—fingeindignarsemissGreen.Asíquealquilanlacasa.EljovenarquitectoJohnLautneramueblalas
estanciassiguiendoelespíritude lamodernidad.Peroseniegaaponeren la entrada un cartel rústico de madera con la inscripción VILLAHÉRCULES.Cuando losCrownvenporprimeravez sunuevohogar, sequedan
perplejos.El minimalismomodernista aún no se les ha metido en el cuerpo.
Estánenesecubodecristalcomosifueranhumanosquehanllegadoaunplanetadesconocido.Carl retrocede un poco sobresaltado al ver que al otro lado de las
ventanasseabreelabismoyelsuelosevealláabajo,enelvalle.Siriusoyeelecodesuspasosenelaltosalón.—¿Noesunpoquitograndeparanosotros?—preguntaRahel.—Piense en los fotógrafos, en los reporteros —le tranquiliza miss
Green—.Sellenará,yaloverá.Dehecho,lacasasellenadíatrasdía,horatrashora.Eltimbredela
puertasuenaconstantementeyentraunvisitantecuriosotrasotro.—Villa Hércules —dice alegre la reportera de House & Garden—.
¡Nuncasemehubieraocurridoqueunhéroedelwésternvivieradeunaformatanmoderna!Rahelleruegaquedistingaentreelperroysuspapeles.—¿A Hércules le gusta la arquitectura moderna? —pregunta la
reportera.—Absolutamente—respondeRahel—.Esunesteta.—¡Quémono!—gorjealareportera.Al fotógrafo de la revista Gourmet le gustaría retratar a Hércules
comiendo.—¿Cuálessuplatofavorito?—pregunta.—Elgulaschdepavocontallarines—fantaseaRahel.—¿Le gusta el filetmignon?—pregunta el fotógrafo—. Lo he traído
preparado.Paralafoto.LacolumnistadeLifesetumbaenelsofáconHércules.Sucolumnase
titula«Cincopreguntasenelsofá».—¿Sabescantar?—preguntaunperiodistaradiofónico.Hérculescanta«Y’ad’lajoie»,deMauriceChevalier.ElcámaradePathéNewsfilmaelexteriordelacasaparaelnoticiero.—¿Podríamoshacerluegolaentrevistaeneljardín?—Yo necesitaría solo cinco minutos para hacer una caricatura —
interrumpeelcaricaturistadeTheNewYorker.—¿Tiene interésHércules por lamoda?—pregunta la redactora de
Vogue.—¡Yalocreoquesí!—respondeRahel.Al columnista de The Boston Globe le gustaría hablar con Hércules
sobreBoston.—¿LegustaBostonaHércules?Carlinterviene:—AdoraBoston.—¡Así no puedo trabaja!—ruge el fotógrafo artístico—. ¡Tengo que
concentrarme!¡Necesitosilencio!¿Silencio?Enesacasayanoexistetalcosa.Siriusestáagotado.Todasesaspreguntasquelehacendepronto.¿Le
gusta Boston a Hércules? Nunca ha estado en Boston. Y tampoco esHércules.
Todo esmuy enigmático. Los reporteros se hanmarchado, y Siriusestásoloconsuspreguntas.«¿Quiensoy?»,sepregunta.O:«¿Soyfeliz?».Esaspreguntas.Laseternaspreguntas.Sirius se acerca a la ventana y su silueta se funde con el telón de
fondodeHollywood.Enprimavera,JackWarnerdaluzverdealasecueladeHércules.VuelveHércules.Enveranova a rodarse la secuelade la secuela:Hércules, solo contra
todos.Warnerhacegirarlaruletadelafortunacadavezmásdeprisa.Realmente, Sirius no sabe cómo va a conseguirlo. Este Hércules
empiezapocoapocoaatacarlelosnervios.Eseperroselanzademaneraconstante a nuevas aventuras... y lo arrastra con él. Después de esaestancia agotadora en el salvajeOeste,habría estadobienunapequeñapausapararespirar,peroenvezdeeso¡Hérculesregresa!Sirius tampoco puede entender cuál es el criterio deHércules para
elegirsusaventuras.¿Por que ahora tiene que luchar precisamente contra piratas que
cometen sus fechorías en la isla de Hula, en los mares del Sur? Porsupuesto, los nativos están desesperados, han raptado a su princesa,probablementeunoscaníbales,ysoloHérculespuedeayudarla.Laayuda,einclusolohacecongusto.Lapelículaestácasilista.Pero luego el viaje le lleva a la antiguaRoma, donde el emperador
Nerónamenazaconprenderfuegoalaciudadsinoencuentraenseguidael cofredeorodel temploquehansustraído lasvestales;unavezmás,soloHérculespuedeayudarle.Ladisposiciónaayudartienesuslímites,piensaHércules.Estáalbordedesusfuerzas.Apenascome.Duermemal.LosCrownestánmuypreocupados.Georg, que entretanto estudia el quinto semestre de Medicina,
diagnosticadeformainequívoca:—Estrés.—¿Quéeseso?—preguntaRahel.—Unfenómenonuevo—respondeGeorg—.Excesodeestímulos.El
profesor Hans Selye está investigándolo ahora mismo. Él lo llama«estrés».Georgprescribeparaempezarunatotalausenciadeestímulos.—Naturalmente, el lugar ideal sería Suiza —dice—. Pero eso es
imposible.Asíque,reposoabsoluto.Crown habla con Jack Warner, quien por supuesto en un primer
momentoseindigna.—¿Reposo?¿Adóndevamosairaparar?Crownruegacomprensión.—Elperroestáallímitedesusnervios,hastaseleestáempezandoa
caerelpelo.Warnerhaceungestodedesdén.—Entoncesestá igualqueyo.—Luchaconsigomismoy, finalmente,
dice—:Estábien,lepagaréciendólaresmásalasemana.SolocuandoCrownrechazalaofertasedacuentadelagravedadde
lasituaciónyniegaconlacabezaentristecido.—ElColiseo, los trajes de gladiador—murmura—, todopara nada.
Quélástima.—Alfinalserinde—.Estábien.Deséeleamiamigoquesecure.LacalmavuelveacasadelafamiliaCrown.Siriusyacetranquilamentejuntoalaventanaabierta.Unaligerabrisa
leenredaelpelo.Escuchaloslatidosdesucorazón.Rahel yCarl semuevende puntillas.Cuandohablan entre ellos, lo
hacensusurrando.Incluso los pájaros se esfuerzan por batir las alas tan sigilosamente
comopuedencuandopasanpordelantedelcuriosorefugiodecristal.Sus alas baten almismo ritmo quemi corazón, piensa Sirius. ¿Qué
puedesignificareso?Nopuede evitarpensar en lospatosde treintamillonesde añosde
antigüedad de Berlín.Mentalmente pasea por el Tiergarten, regresa alárboldelaKlamtstrasse.Suárbol.¿Seasombraráelárbolalverenquésehaconvertidoelperroqueiba
avisitarletodoslosdías?—¡Imagínate, trabajo en una fábrica de sueños! —le diría Sirius si
volvieranaverse.
—¿Fábricadesueños?¿Quéeseso?—preguntaelárbol.Sirius le habla de Hula, de Luckyville y de la viuda que estuvo a
puntodeservíctimadeunestafadorcasamentero.—Esosuenaespantoso—diceelárbol—.¿Quiéntieneesossueños?—Lagente—replicaSirius.—Lagente—repiteelárbol,ymuevesucopacontristeza—.Pareces
agotado.¿Puedodarteunconsejo?—Cómono—respondeSirius—.Poresohevenido.—¡Notepreocupes,vive!—diceelárbol—.Pensamientopositivo.Else yahabíadichoque en supróximavisita iba a traer algo, pero,
aunasí,cuandollegaelmomento,lasorpresaenelrostrodesuspadresesconsiderable.Esunsólidopianodecoladecolornegro.Hacenfaltacuatrohombresparallevarlohastalacasa.—Aestolollamoyotraeralgo—diceCarl.Rahelsehaquedadomuda.—Korngold me ha regalado el Steinway —dice Else—. Como
despedida.—¿Comodespedida?—preguntaRahel.Elsesonríe.—Estoyembarazada.¿Hayalgomásconmovedorparaunospadresqueunpianodecola
quetraeesanoticia?Conmovidos,CarlyRahelabrazanasuhija.Inclusoloscuatrohombresqueesperansupropinatienenlágrimasen
losojos.—¡Vamosaorganizarunafiestaparacelebrarlo!—exclamaRahel.Buenaidea.—También tenemos un servicio de fiestas—dicen a coro los cuatro
hombres.Esemismodía,seponeenmarchaunanocheinolvidable.Lacasade
cristal se vuelve irreconocible. Los pájaros que ahora pasen por allípodríancreerquesehanextraviadoenHongKong.Unode loscuatrohombres,unchinoquealparecereseldecorador
delcuarteto,hailuminadolaterrazaconfarolillosdepapeldesedarojo.
Estos, explica, son el símbolo de la fertilidad y de la bendición de loshijos.Hay cebollas por todas partes. Para que traigan suerte para el
nacimientodeunvarón.Omandarinas,siesunaniña.Alaentradahayantorchasquehuelenaazufre.Sonparaespantara
losdemonios.Porsuertetambiénhaycomidaybebidadecentes.GeorgacudeconElectra.Enestetiemposehanhechonovios.Vienen
losKorngold.Yelsheriff,naturalmente.JohnClarkllegasolo,hacepocoquehadejadoasumujer.CarlalzasucopaporElseyAndreas.—Empezasteisaamarosenlahoramásoscuradenuestrafamilia—
dice—,yvuestroamornosbrindahoyeldíamás luminosodenuestravida. Os damos las gracias por eso—prosigue, cogido de lamano deRahel—.¡Vuestraviejafamiliaosdeseamuchasuerte,jovenfamilia!—¡Buenasuerte!—gritantodos.Elchinoentregaunalfileracadaunodelospresentes.Eselsímbolo
delasucesióndelasgeneraciones.Erich Korngold se sienta al piano y toca canciones de Cole Porter.
Todosconocen«NightandDay»cantadaporFredAstaire,perocuandodeprontoelsheriffentonalamelodíalacanciónlesllegaaúnmáshondoa los corazones. Pronto también John Clark le acompaña en tonoconvencido.Ynopasamuchotiempoantesdequetodoscantenybailen.—¡Eh,Crown!—gritaunavoz.Ahíestáotravezesegrotescoaustríacoquellevaelsombreroechado
hacialanuca.EstábailandoconElse.Carlsefrotalosojos,sorprendido.El sombrero significa que Peter Lorre no puede estar lejos. Cierto,
acabadellegar.—Demasiadotarde,losé—sedisculpaLorre—.Billysehaperdido.—Nobodyisperfect.—Billyleguiñaunojo.Mejor.—Increíble —dice Lorre—. Hércules es más taquillero que yo.
Deberíaispagarmeunacomisión.¡Yofuiquienostrajoaquí!Carlledalasgraciascontorpeza.—Soloesunabroma—diceLorre.BillycuentaqueMarleneDietrichhacelosmejoreshuevosrotoscon
patatas.—Marlenedeberíahaberestadoen la cocinaestanoche—grita—,y
noloschinos.¿Dónde se ha metido Sirius? Unas veces aquí, otras allá. Como es
habitualensociedad.Unoleacaricia,otroledaunpellizco.Eshermososerperroenunacasafeliz.La «nueva vida» en Hollywood no hace tanto que existe y ya hay
«viejos tiempos».LosKorngold recuerdanvivencias comunes conElse.John Clark echa de menos a su ángel de la guarda. El sheriff seentusiasmarecordandoLuckyville.Esextraño,nadieadvierte lasnubesoscurasque se ciernen sobre la
casa.Quizáporquebienpodríaserquesealzarandelabarbacoaquehayeneljardín.Quéfácilresultaequivocarse.Elchinosabequeelhumosignifica«cambio»,yquelasnubesincluso
quierendecir«grancambio».—¿Seharecuperadomiamigo?—seinteresaJackWarner.—Creoquesí—diceCrown—.Estámejor.ASiriuslealegraelinterés.PerolacompasiónnoeslarazónporlaqueWarnerloshallamadoa
ambos.Aunasí,siguemirandounratoaSiriusantesdeentrarenmateria.—Vayaunavida,¿no?—razona—.Siempredelantedelacámara,eso
teponenervioso,¿verdad?Siriuslevantalasorejas.—El mundo de los sueños —prosigue, y se reclina en el sillón—.
Quieressalirdeunavezalavidareal,conocermundo,¿verdad?Siriusagrandalosojos.JackWarnerllegaalpuntoalquesedirige.—Ayerme llamó JohnRinglingNorth.Es eldueñodelmayor circo
delmundo,RinglingBrothersandBarnum&Bailey.¡QuiereaHércules!CrownsequedamudoySiriustambién.—¡Hércules... live!—jaleaWarner—. Imagínese: ¡Hércules, laestrella
deElmayorespectáculodelmundo!Asísetitulasuprograma.Siriusdalaimpresióndenoentenderladimensióndelaoportunidad
queseleestáofreciendo,asíqueWarnerañade:—¡Olfatearáselairedelcirco!¡Viajarásalrededordelmundo!¡Estarás
rodeadodeanimales!—Élmismosecorrige—:¿Animales?Nocualquieranimal.Jumbo,elreydeloselefantes.¡Gargantúa,elfamosogorila!A Sirius le gustaría jugar más a menudo con otros animales, pero
¿tienequeserprecisamenteungorila?Warner intuye sus reparos y cuenta, para animarle, la historia de
Gargantúa.HacediezañosapresaronalgorilaenelCongoyfueapararen manos de una excéntrica anciana llamada Gertrude Lintz, enBrooklyn.Teníaotrogorila,asícomovarioschimpancés,y tratabaa losmonoscomosi fueransushijos.Llevabanropaamedida, comíanen lamesafamiliarypaseabanporlaciudad.—¿Noesencantador?—dicealegrementeWarner.Gargantúa fue haciéndose cada vez más grande, en un momento
dadollegóapesardoscientoskilosyyanopodíaestardentrodelacasa.GertrudeLintz se lo vendió aRinglingBrothers andBarnum&Bailey.Desde entonces, el circo lo anuncia como «el gorila más peligroso delmundo».—Lamagiadelapista—suspiraWarner—.Lacarpa,losartistas,los
payasos,losprestidigitadores,losanimalessalvajes.Yenmediodetodoeso:Hércules.Siriustienequeadmitirquelaideatieneciertoencanto.—Otracosa—diceWarner—.Elcontactodirectoconelpúblico.Los
rostrosasombrados.Larisadelosniños.Elaplauso.CrownsepreguntatodoeltiempoquéesloquetramaJackWarner.
No es un hombre que renuncie a la tercera parte deHércules solo pordarleaunperrolamagiadelapista.—Nosabíaqueeraustedtanaficionadoalcirco—diceCrown.—Y no lo soy —responde Warner—. Creo que dentro de la carpa
apesta,yademásmeproduceagorafobia.Peroahíhayunbuennegocio.Explicaeltratoponiendoelejemplode
ClarkGable.Selznick,elproductordeLoqueelvientosellevó,queríateneraGableatodacosta,peroesteestababajocontratodelaMGM.Asíquetuvoquetomarloprestadoy,naturalmente,lasumaqueMGMrecibiódeSelznickfuemayorqueloshonorariosqueestalepagabaporcontratoaGable.—¿Entiende? —dice radiante Warner—. Así hacemos las cosas en
Hollywood.Crownlocomprende.YSiriusnopuedeocultarquesesienteunpoco
halagadoporversunombreunidoaldeClarkGable.EstoesalgoqueWarnerrelativizaenseguida:—ClarkGableteníahalitosis.Porculpadesuscaries.Sufríaporeso.
Asíqueaceptóeltratoacambiodeunaparticipaciónenlosbeneficiosyasítendríaporfindineroparaeldentista.Bueno,aveceslasobrasmaestraslleganaexistirporlasmásextrañas
razones.—Bien—diceWarner—.Ahora,hablemosenplata.Lagiraduraseis
meses. Luego, por supuesto, Hércules regresará e iremos a la antiguaRoma.¿Tratohecho?CrownseinclinahaciaSiriusylemiraprofundamentealosojos.—¿Quieresiralcirco?Siriusmuevelacola.—Muy bien. —Warner sonríe—. Buena decisión. Le subiré cien
dólaresmásalasemana.ParaelClarkGabledelmundodelosperros.—¿Cuándonosvamos?—preguntaCrown.—Enseguida —dice Warner—. La estrella de la pista tiene que
ensayarcómovaasaliraescenaenelcirco.SarasotaesunpequeñopuebloenelsurdeFlorida.Tansoloestáenel
mapaporqueallíesdondetienesucuartelgeneralRinglingBrothersandBarnum&Bailey.CrownhaacompañadoaSiriusenellargoviajeatravésdelpaíspara
tener tiempodedespedirse.Ha sidodifícil para él ver al perrito irse ylanzarunaúltimamiradaatrásparadesaparecerenlagrancarpa.AsíqueahoraSiriusesunperrodecirco.Viveenel«poblado».Asíllamanalpradodedetrásdelacarpaenel
queestánloscarromatosdelosartistas.Losartistasdecuatropatasvivenenrealidadenel«zoo».Asísellama
lapraderaadyacente,conlosestablos,corralesyjaulas.AllívivetambiénGargantúa, en una jaula especial, naturalmente. Es de cristal blindado,
tiene aire acondicionado y, cuando hay quemoverla hasta la carpa, lallevanseiscaballosblancos.Pero Sirius vive en el poblado, porque sobre todo se relaciona con
artistasdedospiernas.Empiezaconelnúmerodeaperturaprevisto:Hérculesseenfrentaráa
«Drago,elhombremásfuertedelmundo»mientrasestehacesunúmerodesostenersumontañademúsculossobreunsolodedo.Antes de la pausa, el gran mago Manzini presentará su famosa
máquina del tiempo que hace que Hércules se haga cada vez máspequeño,hastaquealfinalnoesmásqueuncachorrilloquesedisuelveenelaireenlasmanosdeManzini.El punto culminante es el número final: Barbarroja, el legendario
domadordeleones—alquelefaltalamanoderechadespuésdequeelleón Benarés casi se la arrancara—,montará aHércules sobre Benarés.Porprimeravezenlahistoriadelreinoanimal,unterrieriráalomosdeunleón.Eseeselprograma.Ahorasolotienequesalirbien.SiriuscompartecaravanaconManzini.Solo,porquenadiemáspuede
conocer el secreto de la máquina del tiempo, que también está en lacaravana,ocultabajounpañonegro.Manzinitienelascortinascorridaslamayorpartedeltiempo.Barbarrojanonecesitaningunacaravana.Duermeconsusanimales.
Porlasmañanas,avecestienepajaenelpeloyhuelecomounleón.A Drago se le reconoce porque se mueve exclusivamente sobre las
manos.Leparecedelomásnormal.Cuandounocharlaconél,tienelasrodillas a la altura de los ojos y su cabeza responde, invertida, desdeabajo.Peroesinteresantehablarconél.Quépobladomásextravagante,piensaSirius.Sindudaeselpueblo
quetienemáscosasdignasdever.¿Dónde, si no, se ve a un liliputiense saludar amablemente a cinco
chinosquehacenmalabarescontazasdetésobreunmonociclo,mientrasa su lado un hombre ata a su mujer a un disco que gira y le lanzacuchillos?Elhombreeselfamoso«elDiablo»,queprotagonizómuchostitulares
al alcanzar a su primera esposa en el corazón con un cuchillo. Estabacompletamente borracho durante el número, así que se le declaróinocente.
Sirius aúnno conoce a todos loshabitantesdelpoblado.Dicen,porejemplo, que el liliputiense domina ochenta y cuatro idiomas, inclusoirku,unalenguaquesolosehablaenelAntárticoSur.Alliliputienselopusieronapruebacuandollegódeesaregiónunequilibristaqueteníaensunúmeroaunpingüinoacróbata.Confirmóqueelliliputiensehablabairkuconfluidez.Manzini no habla en absoluto. Se envuelve en el silencio.
Posiblementeporque temeque,de locontrario,podríaescapárselealgoquepermitierasacarconclusionesacercadel secretodesumáquinadeltiempo.Por las tardes se sienta en su cama y escucha siempre la misma
emisora de radio. Le traen la comida de la cantina y él la sirve sinpalabras en dos platos, para compartirla con Sirius. Luego saluda alperro conuncortésmovimientode cabezaquedebe significar«buenasnoches»,ydespuésapagalaluz.Curiosamente, habla en sueños.Apenas dice las palabras «macchina
del tempo»despiertasobresaltadoparadirigira laestanciael focodesulinterna.Luegovuelveadormirse.Cuálseráelsecreto,sepreguntaSirius.Un mago puede entrenar en cualquier sitio, pero un domador de
leonesnecesitalacarpa.Igualqueuntrapecista.Lajaulaquehaysobrelapistaestanimportanteparaunocomoeltrapecioquependedelacúpuladelcircoloesparaelotro.Barbarrojavahoyalacarpa.EsolediceaSirius.Alpronunciarestas
palabrassonríey,porelcamino,sequitalacamisa.—Losleonesodianlascamisas—dice.Sutorsodesnudopareceuncampodebatalla.Seintuyelafrecuencia
conquelohanalcanzadolaszarpas.Alolargodelaespaldadiscurreuncosturón,quecruzajustolacabezadeleóntatuadaentrelosomóplatos.En la mano que le falta tenía tatuada la palabra KRONE. Barbarroja
habíaempezadoenelcircoKrone.Benarés ya espera en la pista. Camina en círculos, nervioso,
impaciente, pegado a la reja. Un espléndido ejemplar de gato salvaje.Cadaunodesusmovimientosirradiaunafuerzaincontenible.Elleónrugealveralperro.
—Teestádiciendo«hola»—traduceBarbarroja.SiriusprefierenosabercómosonaráBenaréscuandodiga«adiós».Benarésseponeenpiecontralareja,entodasualtura,parasaludara
Barbarroja.Losuperaenalmenosunmetro.Siriustiembladepiesacabeza.ABarbarrojanoseleescapaestedetalle,porloquedice:—Nodebestenerlemiedo.Yanotienehambre.Porprudencia,elcuidadortiradentrodelajaulaungatomuerto,que
Benarésengulleconpielytodo.—Ven,vamosdentro—diceBarbarroja,cogeenbrazosaSiriusyabre
lapuertadelareja.Benarésacechaalotroextremodela jaula.Resopla,mientrasolfatea
consuhocico.—Este esHércules—lopresentaBarbarroja.YaSirius le susurra—:
Hayqueesperarsiempreaqueélvenga.Nuncadebesirhaciaél,porqueentoncesdefiendesuterritorio.Otroconsejodeldomadoreselsiguiente:—Lomejoresqueleignores.Entoncesélharálomismo.Noresulta fácil ignoraraun león.A losperrospequeños les resulta
especialmentedifícil.SiriusvequeBenarésvienepocoapocohaciaél,cadavezmáscerca,
hastaquelacabezaconlaenormemelenaestátanpegadaasusojosqueleechaelalientocalientealacara.El león olfatea al perro, se da la vuelta otra vez y se tiende
pesadamentesobrelaarenadelapista.—Te ha aceptado —dice Barbarroja—. Ahora formas parte de su
manada.¿Haymayoralivioqueseraceptadoenlamanada?Sirius relativiza enseguida esta buena experiencia cuando ve—otra
vezdesdefuerade la jaula—loquepasadentrodeesta.Barbarrojaataun animal de peluche al lomo de Benarés para que el león avance unpasomásenelnúmero.Envano.Benarésserevuelcafuriosoporelsuelo,sesacudealjineteylohacetrizas.Peroeldomadornoserinde.Más tarde, la carpa es solo para los trapecistas. Sirius ve a los
«turbantes voladores».Ocho indios suben al trapecio, hasta una alturavertiginosa,yenelmomentodelcambioenelaireejecutanuntriplesalto
mortal.Algoasínoseconsiguesinproblemas.Avecesunodelosindiosseaferraalvacío,enotrasocasionesdosdeelloschocanconlascabezas.LuegovieneDonDente.Alhombreleprecedeungritoatronador.Es
capazdesubiralacúpuladelcírculo,conlosdientes,unagóndolaenlaquesehansentadocuatropersonasdelpúblico.Hoy ensaya el momento culminante de su representación: con los
brazosatadosalaespaldaylosojosvendados,DonDentecaminaporlacuerdafloja,daunavolteretaenelaire,fallaalponerlospies,yaestáencaída libre... Y entonces muerde y se engancha a la cuerda con losdientes.ASiriuslegustaríaaplaudir.Porprimeravezensuvida,entiendela
necesidaddelagentedeentrechocarconfuerzalaspalmasdelasmanos.Esonoesposiblehacerloconlaspatas.Siriussiempresesientealiviadocuandoelqueestáalapuertaporla
mañananoeseldomador,sinoDrago.Losensayosconélsondivertidos,separecenajugar.ElnúmeroesunaluchafingidaentreHércules,elperrosinmiedode
lapelículahomónimadeHollywood,yDrago,elhombremásfuertedelmundo.Hércules hace su trabajo con una sola mano, como suele decirse,
aunque no tenga ninguna. Sabe cómo ser el favorito del público. Enrealidad,solotienequefingirqueesfuerte.Drago, en cambio, es fuerte de verdad. Y lo parece aún más no
cuandocaminasobre lasmanos, sinocuandoestá firmementeplantadoen el suelo sobre lasdospiernas.Un colosodemúsculos, del que solosobresaleunacabecitarapada.—¿Quéteparece—proponeDrago—simeempujascon laspatasy
mecaigo?Oyementalmente la estruendosa carcajada del público, y no puede
evitarreírseélmismo.Luegoseponeseriodegolpe,piensaconlabocaabiertaysedacuentadequeseanunciacomo«elhombremásfuertedelmundo».¿Cómolovanaderribar?—¿Quéteparecería—propone—simeempujasconlaspatasyyote
lanzocontodasmisfuerzascontraelpúblico?Tampocoesoparececonvencerle.Unavezmássequedaconlaboca
abierta.¿Lanzaraunsimpáticoperritocontraelpúblico?Esonosehace.Así que hay que ser amable y a la vezmostrar fortaleza. Esa es la
gracia.—¿Quéteparece—proponeDrago—simeempujascon laspatasy
yo doy tres o cuatro volteretas hacia atrás y aterrizo de pie sobre unamano?Ahorahadespertadoelacróbataquehayenél.—¿Ysi luego túsaltasencimademí, te sientassobremispiesyme
hacesbajarhastaelsuelo?Sirius mueve la cola. Lo ensayan enseguida. Los cinco chinos del
monociclo pasan pedaleando, se ríen entre dientes y levantan cincopulgaresenseñaldereconocimiento.ADragonodejandeocurrírseleideas.¿Ysiseponedecabezasobre
la cabeza deHércules? Solo habría que construir un pequeño soporte,disimularlo con piel del color adecuado y ponerlo debajo del perro demaneraquenofueravisible.AhoraeselilusionistaelquedespiertadentrodeDrago.Siriussiente
curiosidadporsaberquémásvaadespertardentrodeesamontañademúsculos.Entretanto,Siriustambiénhaconocidoalliliputiense.SellamaTerry
yprontoharáveinte añosquevive en elRinglingBrothers.ASirius legustaríasabercómoesquehablaochentaycuatroidiomas.Alparecer,Terryinclusoescapazdeleerelpensamientoyresponde:—Cuandonacíyahablabatreintaysieteidiomas.Quizálanaturaleza
intuyeque,siseesenano,hayqueviajarmuchohastaencontrarellugardeunoenelmundo.Paseanjuntosporelzoo.Terryconoceacadaunodelosanimales.Y
allívivendosmil.—EsteeselelefanteMoyo—explica—.Haceunosaños,enmitadde
una representación, Moyo interrumpió su número y corrió hacia unaniñadelpúblico.Latocóconlatrompaaquí,exactamenteaquí.—Terryse señala el corazón—.Moyo emitió un ruido parecido a este.—Terryimita el lamento de un saxofón—. Los padres llevaron enseguida a laniña al hospital. Resultó que sufría una enfermedad cardíaca aguda.Moyosalvólavidaaaquellaniña.Siriusestáimpresionado.Sedetienendelantedeunalce.
—EsteesPlutarco—diceTerrycontristeza—.Sabíabailareltango.SeloenseñóunprofesordeViena.Undía,elprofesormurió,exactamentealas 15.21 horas.—Terrymira a Sirius—.Hoy Plutarco sufre demencia.Hacemuchoqueseleolvidóbailar.Perotodoslosdías,exactamentealas15.21horas,selellenanlosojosdelágrimas.Siriuscasinopuedecreerlo.—Ynotienereloj—observaTerry.Sedetienenantelajauladelosleones.Benarésparecealegrarsedever
aSirius.Ronroneaymuevelacola.—Es una historia loca —dice Terry—. Benarés nunca ha superado
haberlemordidolamanoaBarbarrojaenelcircoKrone.PoresoemigródeAlemania. El saludo hitleriano con lamano extendida le recordaba,constantementeyentodaspartes,elaccidente.Lasmanos lecausanunsentimientodeculpa.Cadaanimal tienesuhistoria.Elzooeselgran librodehistoriadel
mundoanimal,yelliliputienselohojea.Depronto,estepregunta:—¿Cuálestuhistoria?Siriusnosabepordóndeempezar.Elliliputienseasiente.—Aveces,elfinallodicetodoacercadelprincipio.Ambos piensan en cuánto han tenido que viajar para encontrar su
lugarenelmundo.Siriusesfeliz.HoyManzinivaahablar.Hallegadoeldíaenquetienequecontarsusecreto.Delocontrario,
sumáquinadeltiemponofuncionará.Siriuscasirevientadecuriosidad.Manzinicorrelascortinasdelacaravana.Consolemnidad,revelael
fantasmaquehayensucuartodesdehacesemanasydirigeporprimeravezlapalabraaSirius:—Estaesmimáquinadeltiempo.Siriusnovemásqueunacajanegra.—Aquíhayunagujero—diceManzini—.Tienesquemeterteporél.Siriuslemiraexpectante.
—Eso es todo —concluye Manzini su explicación—. No necesitassabermás.Yvuelveacubrirlacajaconelpaño.¿Esoestodo?Siriusnocomprende.—Esoestodo—repiteManzini—.Detodolodemásmeencargoyo.Coge el abrigo del perchero, se pone el sombrero y sale de la
caravana.LaHistoriauniversaltratabienaJackWarner.Hirohito,elemperadordeJapón,hahundidolaflotaestadounidense
delPacíficoenelpuertodePearlHarbor.AyerHitlerdeclarólaguerraalosEstadosUnidosdeAmérica.Yhoy,soloundíadespués,JackWarnertieneensusmanosunaobradeteatroqueponeperfectamenteenescenaeltrasfondopolíticodelasituación.SetitulaEverybodyComesToRick’s.Warnerda luzverdeasurodaje.
Tambiéntieneenmenteuntítulomejor:Casablanca.Todo habla en favor de Humphrey Bogart. Solo él puede hacer el
papeldeRick.—Alguionle faltaunpocodecorazón—diceWarner—.¿Quétalsi
Ricktuvieraunperro?¿Porejemplo,Hércules?La escena final aún seríamás conmovedora. «Siempre nos quedará
Hércules»,diríaHumphreyBogart.Envezde«París».WarnerodiaParís.Ve en su mente a Bogey con el perro en brazos en el aeropuerto,
diciéndoleaIlsa:«Míralealosojos,pequeña».—Tambiénestábien—diceBogeyencogiéndosedehombros.Peroelplanestá condenadoal fracaso.Hérculesnoestádisponible.
Esdiciembreyfaltapocoparaelestrenodelcirco.Ydespuésempiezalagira.—Quélevamosahacer—diceWarner—.SiemprelesquedaráParís.Esediciembreesunmesfatalparatodoslosimplicados.Soloqueno
losaben.Hitler no sabe lo que le espera a su ejército en Rusia. Siempre le
quedaráStalingrado.
Rick no sabe que al final no solo le quedará París, sino también elprincipiodeunahermosaamistad.¿YSirius?Sisupiera...Carl y Rahel se ponen en camino hacia Sarasota. Naturalmente,
quierenestarpresentescuandoHérculesconquistelapista.Mañanaesporfineldía.«Elmayorespectáculodelmundo»sepone
enmarcha.Lasentradasdecarpaestánagotadasdesdehacesemanas.Elensayogeneralyahatenidolugar.Entretanto,Hérculesyaescapaz
de montar sobre Benarés, luchar con Drago e incluso la máquina deltiempofunciona.La decoración del circo es navideña, lo que resulta especialmente
extrañoenSarasota,porquepareceverano.Eslaestacióndelosbañosdemar.Es muy improbable que el sueño de Bing Crosby de una blanca
Navidad se haga realidad. Pero su nueva canción, «White Christmas»,estáportodaspartes.SuenasincesarenlapequeñaradiodeManzini.—El compositor se llama Mancini —dice Manzini—. Qué decisiva
puedeserunaletraminúscula.Unpocomás,ylacanciónseríamía.Siriusnopuedepensarenesoahora.Estádemasiadonervioso.ProbablementeManzinitambiénloestá,delocontrario¿porquéibaa
hablar?—Aesoselellamapánicoescénico—afirmaDrago.Enciendeuncigarrilloylofuma,decabezasobreambasmanos,por
lacomisuradelaboca.Nopuedeevitartoser.Lanaturalezahahecholascosas bien: el caminar erguido tiene sus ventajas, al menos para losfumadores.Barbarroja duerme. Nada calma los nervios tanto como una
cabezadita en la jaula de los leones; ese es su lema. DormitatranquilamenteysucabezasealzaydesciendealritmodelapeludacajatorácicadeBenarés.AlladoestálajauladeGargantúa.Lagigantescabestianegramiraa
lolejosconmiradaausentey,cuandoapareceSirius,lebrillanlosojos.—¿Vescomosonríe?—preguntaelcuidador.Siriuslove.Dehecho,pesealterribleaspectodelgorila,sonríe.—Qué locura, ¿verdad?—dice el cuidador—. Cuando capturaron a
GargantúaenÁfrica,uncazadorlearrojóácidoalrostro.Desdeentonceslotienerígido.Parecequesiempreestuvierasonriendo.
¿Estarásonriendoenrealidad?Quiénsabe.Elestreno.Nuevemilpersonasentranenlacarpa,dosdeellassonCarlyRahel,
yel ambienteen lasgradas repletasyahierveantesdeque laorquestatoquelosprimerosredobles.Sirius se asoma por el telón, pero no puede distinguir los rostros
familiares en medio de la multitud enfervorecida. Nunca ha visto talcantidaddegente,nisiquieraenelpuertodeGénova,cuandoelContediSavoiazarpócortandoelmar.Tambiénlacarpaleparecemásgrandequeaquelgigantedelosmares.Bueno,alfinyalcaboes«Elmayorespectáculodelmundo».Laslucesseapaganyeljefedepistasalealconodeluzdelosfocos.
Saludaalpúblicoconconvicciónydicequeestanochesusexpectativas,por altas que sean, serán superadas conmucho, y culmina sudiscursoconlaspalabras:—¡Pista libreparaHércules,quecombatirácontraDrago,elhombre
másfuertedelmundo!Redobledelaorquesta.Hérculessalealapista,alossonesdeunamarchatriunfalreservada
tansoloalosvalerososgladiadores.Rahelnopuedeevitarsonarselanarizporlaemoción.Entonces apareceDrago. Lamontaña demúsculos se ha untadode
aceiteybrillaalaluzdelosfocoscomosifueramármolantiguo.Naturalmente,enseguidaelpúblicoseponedepartedeHércules,le
jaleaysealegracuandoledasumerecidoalguerreropringoso.Pero también las proezas acrobáticas con las queDrago sale, una y
otravez,desudesesperadasituaciónmerecenunaplausoatronador.ElespectacularcombatealcanzasupuntoculminantecuandoDrago
sealzasobrelacabezadeHércules:escasiincreíble,alfinalseapoyaenunsolodedo.Elpúblicoestáfueradesí.Siguen tragafuegos, pirámides de elefantes, turbantes voladores,
hienasdanzarinas, etcétera.Todoestámuybien.PeroCarlyRahel son
como esos padres orgullosos que solo esperan que se vuelva a prestaratenciónasuhijo.NisiquieraelDiablolesatraemásquedepasada.Redobledetambores.El jefe de pista anuncia al famosomagoManzini y sumáquinadel
tiempo,queantelosojosdelpúblicodevolveráasuinfanciaaHércules.Manzini, quedepronto en la pista se vuelve unhombre elocuente,
preguntaenvozaltayclaraaHérculessiesconscientedelpeligromortalquesuponeestaexperienciaextraordinaria.Elperroasiente,valeroso.Actoseguido,Manzinidestapalamáquinadeltiempo.Noesmásque
una caja negra, poco mayor que el propio perro, sobre un delicadopedestal.Pareceflotar,insondable,enelespacio.ElmagosedespidedeHércules,comouno lohacedealguienantes
de que emprenda un largo viaje, y el perro se desliza dentro de lamáquinadeltiempo.Enlacarpareinaunrespetuososilencio.Manziniexhortaalamáquinadeltiempoparaqueretraseelrelojde
lavida.Pronunciaunconjuro...Yahíestá:delamáquinasaltaHércules,soloquelamitaddegrande.Susurrosdeincredulidadenelpúblico.El mismo espectáculo otra vez. También el pequeño Hércules se
deslizaen lamáquina.Máspalabrasmágicas...Yya:Hérculesvuelveasalir,aúnmáspequeño.—¿Queréis ver cómo era Hércules cuando vino al mundo? —
preguntaManzini.Elpúblicosehaquedadosinhabla.Asisteaunprodigioqueinvalida
todaslasleyesdelanaturaleza.Pues bien. El diminuto perro trepa al interior de la máquina. Más
palabrasmágicas...Yya:Hérculessaleconvertidoenuncachorro.Manzini losostieneenaltoyenunabrirycerrardeojos—palabras
mágicasy¡zas!—Hérculessehadisueltoenelaire.¿Ylamáquinadeltiempo?Manzinidesarmalacajitanegra...vacía.Elmagoseinclinaanteunestruendosoaplauso.—PorelamordeDios—susurraRahel—.¿DóndeestáSirius?—Nolosé—respondeasuvezCarl.Tambiénélestáfascinado.El espectáculo prosigue. Una sensación se une a la siguiente.
Gargantúa en su jaula. Don Dente y sumordisco a la cuerda floja. El
doblesaltodelososospolares.Loscincochinosenmonociclo.ACarlyRahel no les importa el bienestar de los artistas. No hacen más quepreguntarse,entresusurros,dóndepuedeestarsuperro.¡Ahíestá!Hérculessaletrotandoalapista,agotadoalparecerporsu
viaje a través del tiempo. El público le recompensa, aliviado, con unastandingovation.EljefedepistasaludaaHércules,devueltaenelpresente,yledesea
muchasuerteensupróximatarea.Redobledetambores.—Se ruega a los espectadores sensibles —advierte—, así como a
aquellos que tengan problemas cardíacos, que abandonen la carpa.¡HérculesvaaencontrarseconBenarés,elleónmásferozdeÁfrica!Elpúblicoestáal límitedesus fuerzas.Lamayoríade losasistentes
cogenagradecidoslosantifacesqueselesofrecen.Algunossedesmayandeantemano.Enlajauladelasfieras,Benarésacechaygruñe,complacido,alperro
quevanaarrojarleparaqueselocoma.Barbarrojaleobligaacontenersecontodassusfuerzas.Entonces,Hércules cruza lapuertade la jaula. Esunpequeñopaso
paraelperro,peroungranpasoparaelmundoanimal.Porprimeravezenlahistoriadelreinoanimal,unfoxterrierseenfrentaaunleón.Esincreíble,peroelperrosaltasinmiedoencimadelreydelaselvay
cabalgatriunfalporlapista.Elpúblicoestáfueradesí.Rahelsecubreconlasmanoselantifazysolloza.—¿Siguevivo?—Siguevivo—diceCarl.TodaAméricadisfrutayaconHércules.EnNocheviejatienelugarla
últimafunciónenSarasota;actoseguido,elcircolevantalacarpaysaledegira.Esfácildecirlo.Elviajedeunafamilianormaldecuatropersonasnocareceyadepor
sídeciertaagitación.Tantomayor,desdeluego,eselviajedeunatroupecircensedemilquinientaspersonas,quellevadosmilanimalesconsigo.Sinolvidarsedelacarpa.
UntrenprivadoesperaenlaestacióndeSarasota.Carganunvagóntrasotro.Alfinal,eltrentieneunalongituddekilómetroymedio.El pueblo y el zoo rodantes, conungorila yHércules enmedio, se
ponenenmarchaparacruzarelpaís.ElpresidenteRooseveltenpersonahaotorgadounpermisoespecial
para el viaje. En realidad, el tráfico ferroviario está severamenterestringidoentiempodeguerra,peroelcircoestácalificadode«orgullodelanación».Solo ahora se entiende del todo por qué ese espectáculo está
considerado «el mayor del mundo». A lo largo de la gira se esperancuatromillonesdeespectadores.LaprimeraparadaesCleveland.Manzinisehaadelantadoensupropiocochepormiedoaquepueda
pasarlealgoasuvaliosamáquinadeltiempo.ÉlyHérculescompartenunacaravana,comosiempre.Nodeltodo.Hércules parece inquieto. Mira con miedo la oculta máquina del
tiempoygruñe.Esmuyextraño,porquelaconoce.CuandoDrago aparece, el perro retrocede ymete el rabo entre las
piernas.—Quéextraño—diceDrago.HaceunnúmeroalqueHérculessiemprerespondesaltandosobresu
espalda,peroelperrosequedamirandoalvacío.Barbarroja,aquienhanllamadoatodaprisa,tambiénestáperplejo.—¡Hércules,ven!—grita,yextiendelamano.Elperronoreacciona.—¡Parececambiado!—dicesorprendidoDrago.Manzinifrunceelceño,pensativo.—Elturco—murmura.Elrumordelaextrañacircunstanciallegaatodaspartesenunabriry
cerrardeojos.ElpropioJohnRinglingNorthacudefurioso.—¿Quémeestándiciendo?—ruge—.¿QueHérculesnoesHércules?Barbarroja,DragoyManziniestánconfusos.TambiénHércules,que
alparecernoesHércules,parececonfuso.—¿Quéestápasandoaquí?—explotaJohnRinglingNorth—.¡Quiero
saberenseguidaquéestápasandoaquí!
—Tampoconosotroslosabemos—diceDragoenvozbaja.Barbarrojaapenasbalbucea:—Elperroyanonosreconoce.Parececambiado.—¡Hércules!—ordenaBarbarrojaalperro.Estenoreacciona,sinoqueselimitaagemir,confuso.—Yave—diceDragoencogiéndosedehombros—.Esunenigma.JohnRinglingNorth love.Con lamiradadeldirectordecircocuya
estrellasehadisueltoenelaireantesusojos.—Quécatástrofe—selamenta—.Quécatástrofe.Manzinisolotieneunaexplicación.—Lamáquinadeltiempo.—¡Bah, deja ya toda esa cháchara poética! —brama el director—.
Hérculesnosehadisueltodeverdadenelaire,¿oesquecreesquesí?Manzininoesningúnfantasioso.Esunilusionista.Esunadiferencia
capital.Setratadesuhonorprofesional.Ahí está, y no puede evitarlo. Tiene que revelar el secreto de su
máquina del tiempo. Durante años lo ha preservado, velado, vigilado,protegido,ocultado.Ahoratienequerevelarlo.Bueno.Loquepareceunperrosonenrealidadcuatro.Cadaunode
untamañodistinto.Encuantoelmáspequeñosemeteenlamáquina,elmásgrandedesaparece.Manzinisigueguardándoseparasícómolohaceexactamente.Selimitaadecir:—Despuésdelaúltimafunción,secambianlosperros.—¿Secambian?—preguntahorrorizadoeldirectordelcirco.—Losperros crecen—explicaManzini—.En tresmeses el cachorro
dejadeserlo,yelperromedianoestangrandecomoHércules.Esotienesentido.Paralagirasecambiaronlosperros.Eldirectordel
circoreflexionaconintensidad.—¿Quiénhacambiadoelperro?—pregunta.—El turco —responde Manzini—. Es una especie de traficante de
animales. Nos trae a los magos los animales que requerimos: conejos,palomas y esas cosas. Y vuelve a llevarse los animales que ya nonecesitamos.El enigma está resuelto. Con las prisas, el turco ha confundido los
animalesysehallevadoaHérculesporerror.—¡Ustedtienelaculpa!—diceeldirectordelcirco,yclavaelíndiceen
elpechodeManzini—.Teníaquehaberestadopresenteenesemomento,ylaconfusiónnosehubieraproducido.¡DígalealturcoquedevuelvaaHérculesenelacto!Coneso,elasuntoestáresueltoparaél.Semarchaconfiado.ElperroquenoesHérculesnohaentendidounasolapalabra.Siha
desersincero,Dragotampoco.BarbarrojasoloesperaqueManzinisepaquéhacer.Alfinyalcabo,es
mago.Pero,porunavez,Manzininopuedehacermagia.Haceunasemanaelturcoaúnseguíaporaquí,peronovolveráhasta
dentrode tresmeses.Nadiesabemuybiendóndeestaráentretanto.Escomositambiénélsehubieradisueltoenelaire.Hacemuchoqueel turcoestáenunbarcoque lo llevaaEuropa.A
bordoyahavendidoelcachorro.Unadamaentradaenañoshaquedadoextasiadaconél.También quería uno de los conejos amaestrados, pero tiene que
llevárseloalcircoSarassanideDresde.Igualqueelpapagayoparlanchín.AloscuatrogatosbailarineslosesperanenelcircoPirellideRoma.Entierra,enBremen,elturcosedesprendedeunodelosdosperros
quelequedan.Elmáspequeño.Acambiodelafacturadelhotel.Sololequedaelperrogrande.Teníaquehaberlotiradoalmar,piensa.
¿Quiénvaaquererunchuchodesgreñadoqueelcircoyanoquiere?En su siguiente parada en la ciudad, el turco abre simplemente la
puertadelcocheyempujaalperrofuera.Siriusyaceenelarroyo.Estámareado.Alprincipioaúnpensabaque
elviajeerapartede la tournéede laquehablabantodoel tiempo.Perono,estáclaroqueestonoesCleveland.Unaespesanievecaedelcielo.Dealguna manera, la zona le resulta familiar. ¿Estará en Berlín? Si no seengaña,ahídelantetendríaqueestarlaKurfürstendamm.Asíes.¿Esposibleque lamáquinadel tiempodeManzinihayafuncionado
deverdad?Antesdedarsecuenta,Siriusestádelantedesuárbol.—¿Túporaquí?—preguntaelárbol.—Sí—diceSiriusagotado.
—¿Yeso?—preguntaelárbol.—Esunalargahistoria—suspiraSirius.¿NoesesalaseñoraZinke?Estábarriendolanievedelaacera,como
antes.SeacercaunhombredelasSS.LaseñoraZinkelesaluda:—¡HeilHitler,señorjefedeseccióndeasalto!—¿Esesesuperro?—preguntaeljefedeseccióndeasalto.—¿Quéperro?—replicalaseñoraZinke.—Esedeahí—diceel jefedeseccióndeasalto,queseagachahacia
Siriusyloacaricia—.Buenchico.LaseñoraZinkeseloquedamirando.—Dealgunamanera,elperromeresultafamiliar.—Frunceelceñoy
piensa—.Anteshabíaunperroaquí,hacemuchosaños,queseleparecía.SellamaLevi,sinorecuerdomal.—¿Levi?—Eljefedeseccióndeasaltoríe—.Hacemuchoquenohay
gentequellameasíasuperro.—Es cierto. —La señora Zinke ríe—. Me estoy haciendo vieja y
olvidadiza.ElhombredelasSSentrechocalostacones.—Unperrosinamo.Incautado.SellevaaSirius.—¡Mirad lo que os he traído! —grita el jefe de sección de asalto
cuando, por la noche, vuelve a casa con su familia—. Nuestro nuevoperro.Hansi.
3El mariscal Hermann Goering ostenta muchos cargos, entre ellos
también es guardabosquesmayordelReich.A laDirecciónGeneral deBosques está subordinada a su vez la Oficina para la Protección de laNaturalezadelReichy,enesainstancia,seencuentraelDepartamentodeProteccióndeAves.Se podría pensar que el bienestar de mirlos, tordos, pinzones y
estorninostieneunaimportanciasecundariaentiempodeguerra...Peronoesasí.ElFühreresundeclaradoamigodelospájaros.Apenashayalgoque
le importe tanto como los animales que revolotean. Ha elogiado enpersonaaquienpone«sumanoprotectorasobrelosarbustos».¿Quéarbustos?Lospájarosvuelan.ElFührertambiénhapensadoen
eso. Sumanoprotectora llega incluso a los arbustos que acabande serconquistados.LosarbustosdeRusia,porejemplo.Lossoldadosdelfrentetieneninstruccionesdepensarenlospájaros
cuando conquistan nuevos espacios vitales. Reciben instrucciones paraconstruir nidos y comederos. Toneladas de pipas y cañamones setransportanalcampodebatallaparadardecomeralospájarosduranteelinvierno.Esalgoqueseolvidaconstantemente.Enestaguerrasecuidadelos
pájaros.Elhombrequeseocupadetodoesose llamaErwinWünsche.Esel
director del Departamento de Protección de Aves. Despacho 332, 2.ªplanta.Yhacebiensutrabajo.Hacepocosussuperioresloascendieronajefedeseccióndeasalto.—Elpájaro—dijoGoering en su alocución—es nuestro embajador.
Losalemanessomosunpueblodelbosque.Alcontrarioque los judíos,quesonunpueblodeldesierto.Elbosqueylospájarosalemanessonuna
mismacosa.Cuandounpájarocantaenelbosque,cantalamásbelladenuestrascancionesalemanas.Wünscheestabaconmovido.Desde entonces, entrechoca los tacones siempre que unmirlo o un
tordocantasucanciónygrita:—HeilHitler!Wünsche ha estado a punto de comprarse un pastor alemán. Un
hombrealemányunperroalemánsoncosasquetienenqueestarjuntas.PeroHeinrichDocht, eldeldespacho321,al ladodel suyo, se loha
desaconsejado.Asuhijadedosañoslaatacósupastoralemánydesdeentoncessolotieneunojo.Sin duda, los hijos de Wünsche ya son mayores: Ulrich es jefe de
escuadradelasJuventudes,Rudiesalevín,peroaunasí...Debensaliralmundocondosojos,eslomenosquepuedeesperarsedelasJuventudes.Asíquetraeacasaunfoxterrier.Hansi.Aljefedeseccióndeasaltolarazaledabastanteigualcuandosetrata
deperros.Naturalmente,con laspersonas lacosacambia.Unapersonanoesunapersona;oh,no:esodependedelaraza.Vainclusounpasomásallá:cualquierperroesun«perroalemán»si
sellamaHansi.Asíescomounopuedeequivocarse.ConSirius,ErwinWünscheha
idoadarconelperroequivocado.Pero¿cómovaélasaberlo?—¡Hansi!—ordena—.¡Apasear!Nosepuedellamarpasearaloquehacenellosdos.Eljefedesección
deasaltomarchamarcandoelpasoporlascallesySiriuslesigueconlacorrea tensa.Ambos sedetienen congusto juntoa los árboles, elperroporsupuesto,yelamoinclusoaúnmás.EntoncesWünschesesienteunorgullosorepresentantedelpueblodelosbosques.Aquí y allá sucede que el jefe de sección de asalto se dirige a un
transeúntequenoleparecelobastantegermánico.—Eh,tú—exclama—.¡Venaquí!El transeúnte tiene que enseñar sus documentos. Podría ser que se
trataradeunejemplardelpueblodeldesiertoquesiguehaciendodelassuyasenelmontebajodelbosquealemán.El jefedeseccióndeasalto llama«pájarosgrotescos»aesagente.El
Reichalemántienequeprotegersedeellos.Tambiénesoesproteccióndeaves.
Esincreíblequeprecisamenteesehombrellevedelacorreaunperrojudío.ElperroaúnseacuerdaalaperfeccióndeldíaenquepapáLiliencron
dijo:«Espeligrosoirporlacalleconunnombrejudío.Vamosaescogerteunpreciosonombrenuevo.Paraquepuedasembaucaralosarios».DeesemodoLeviseconvirtióenSirius.Ahoraelpeligroesaúnmayor.Siriusviveen lacuevadeun jefede
seccióndeasaltoquellevaensubanderalacruzgamadadelarazadelosamos.Ahora,debellamarseHansisiquieresobrevivir.Los Wünsche viven en una casa de la Bülowstrasse, no lejos del
Kleistpark, donde tiene su sede la Oficina para la Protección de laNaturaleza del Reich. Así que ErwinWünsche no tiene que hacer unlargocaminohastasucasa.Amenudovainclusoacomer.El chalet no está mal para un funcionario del Departamento de
ProteccióndeAves.Antessiemprehabíavividoagustoenél la familiaTraube, propietaria de la fábrica de tornillos Traube. Su propiedad fuearianizadaylosTraube,deportados.Lapartemásseductoradelafincaeseljardín.Aunqueahoraesmás
bien un huerto. Verduras, hierbas aromáticas, flores, frutales,invernaderos. La familia Wünsche se alimenta de su propio trozo detierra.Lo único que no hay son uvas. Ni una sola uva. Habría sido una
muestra excesivade faltadepiedad.[1] Por lo demás, allí crece todo loquedaelsueloalemán.—Sus tomates son losmejores—ha dichoGoering en una ocasión.
Uno de esos tomates ha llegado incluso a manos del Führer, y le hagustadomucho.ElFührernoadmitemediastintasenmateriadetomates.Sihayalgo
quesabevalorarsonlostomates.Alfinyalcabo,sealimentasobretododeunadietanatural.Cocinar es cosa demujeres. Por eso, en el huerto y en la cocina la
esposadeErwin,Gertrud,eslaquellevalabatuta.Esunafiguratoscayrecia,queparecehechaparaeltrabajoenelhuerto.Cuandosueltalapalaoelazadón,pareceextrañamenteincompleta.
Alagentecuyatareacotidianasedesenvuelveenelreinovegetal legustadehablardeelloporlatarde,perorarasvecescosechainterésporpartedelosdemás.LomismoleocurreaGertrud.—Lacolrizadavuelveatenerlarvas—sequeja.—¿Sí?—respondeErwin,conlospensamientosenotraparte.—Elrábanoyahagerminado—sealegraGertrud.—Bien—diceErwin.¿Quésepuedecontestaraeso?Erwintieneotraspreocupaciones.La
Solución Final a la cuestión judía ya está a punto. Once millones dejudíos de toda Europa están en las listas de la muerte. Los primerostrenesquesedirigenalcampodeexterminiodeAuschwitzyaestánenmarcha.¿Cómovaafuncionartodoesosinfricciónalguna?—Gaseándolos.¿Funcionará?—preguntaErwin.—Niidea—diceGertrud.—¡Oncemillones!—exclamaErwin.—Sí—selimitaaresponderGertrud.Sencillamente,noleinteresansusproblemaslaborales.Enrealidad,la
Solución Final no es un problema de los Wünsche. Él trabaja en elDepartamento de Protección de Aves. Pero las autoridades estánentrelazadas.Lascarrerassonimprevisibles.El doctor Manfred Gürtel, por ejemplo. Es el superior directo de
Wünsche en el Ministerio de Bosques del Reich. Gürtel va a sertrasladadoalaDirecciónGeneraldeSeguridadydirigirálasección211,«Trenes especiales». Ahora hay que buscar gente con habilidades paraorganizar.Erwin Wünsche tiene esas capacidades. Hace poco que Goering
encargócincomilnidosparasucotodecazadeCarinhall,enlaslandasdeSchorf.Esosuponeunmontóndemadera.YlaordendeGoeringera«¡Atodaprisa!».Wünschehallevadoacabolatarea.¿EsposiblequeseconviertaenelsucesordeGürtel?¿PorquénolollamanaélenvezdeaGürtel?Esassonlascuestionesquelepreocupan.Aljefedeseccióndeasalto
le cuesta desconectar cuando sale del trabajo. Rara vez puede vérselesentadoenunsillón;lamayorpartedeltiempolopasacaminandoarribayabajoporelsalón,nervioso,mudo,perdidoensuspensamientos.Cincomilnidos,sección211,Gürtel,atodaprisa.Losniñosseaburren.Inclusodentrodecasallevaneluniformedelas
JuventudesHitlerianas.—¡JugadconHansi!—gritalamadre.Los niños se miran perplejos. No saben muy bien qué hacer con
Hansi.Ulrich,eljefedeescuadra,letiraalperrosubrazaleteconlacruzgamadaygrita:—¡Cógelo!Siriusseencoge.¿Esoesdivertido?Rudi,elalevín,cogeuncojíndelsofáy leaprieta lacabezaalperro
conél.—¡Estásmuerto!—grita.Siriusaúllayseencoge.—Hansinosabejugar—sequejanlosniños.—Estonto.—Entoncesleedalgodecente—dicelamadre—.LeedelStürmer.[2]Ulrich y Rudi prefieren coger la linterna, salir al jardín y buscar
caracoles,queaplastanfelicesconlapala.El receptor de radio transmite las peticiones del oyente para los
soldados. Magda Hain canta «Gaviota, vuelas a la patria». Sirius estátriste.Ah,cuántolegustaríaahoraseresagaviota.Antes de acostarse, Gertrud vuelve a sacar brillo a las botas de su
marido.Por la noche, las botas que Sirius ha temido durante toda su vida
estánjustoalladodesucesto.Quépesadilla.Laluzdelalunaentraporlaventana.ElCanMayorsealzaenelcielo
estrellado y está preocupado. Ve que el pequeño perro sufre.Probablemente,hacemuchoquesehanolvidadodemíalotroladodelmundo,temeSirius.¿Olvidado?¡PorDios,no!JohnRinglingNorth,eldirectordelcirco,haalertadoa
losCrown,estoshansacadodelacamaaJackWarner,quienhapedidoayudaalmismísimopresidentedeEstadosUnidos,Roosevelt,que,asuvez,haenviadoenseguidadespachosatodoslosembajadores...Envano.
¿Cómopodríaserdeotramanera?Elperrohadesaparecidosindejarrastro,podríaestarencualquierlugardelmundo.Enelpeordeloscasos,podríainclusonoestaryaenelmundo.Rahelestáinconsolable.Selevaelcorazónenllanto.Carlmirahorrorizadoalvacío.Siriuserasuvida.Sinperro,notiene
ningunarazónparalevantarseporlasmañanas.Eldirectordelcircoestáperplejo.«Elmayorespectáculodelmundo»
empieza y termina en Hércules. Su nombre está en gruesas letras entodosloscarteles.Eslaprincipalatracción.JackWarnermaldice. ¿Quién va a salvar ahora a la antigua Roma?
¿HollywoodsinHércules?Impensable.Pornohablardelcorazóndelanación.Hérculeshaconquistadoaun
públicomultitudinario. ¿Qué pasaría si la gente se enterara de que superrofavoritohadesaparecidosindejarrastro?Unacatástrofe.Jack Warner impone silencio absoluto. Aún hay esperanza. Ha
llegado el momento del regreso del turco. Solo él sabe dónde se haquedadoSirius.Sirius—sedacuentadepronto—hacambiadolavidadetodos.Ese
essudestino.Yesoqueélsolamentequería jugar. Jugandosemetíaenelcorazón
delagentecuandoaúnsellamabaLeviyledabandostrozosdepastel.LuegoseconvirtióenSiriusysuestrellasealzóenHollywood.Hérculesfue su mayor papel, al final incluso en «El mayor espectáculo delmundo».Un perro pequeño, pero un gran artista del transformismo. Nadie
sabedeltodoquiénesenrealidad.—Siempre ha estado huyendo—dice Carl con tristeza—. Quizá en
estaocasiónlohayalogrado.—¡Nodigaseso!—respondeRahel,yvuelveaecharseallorar.Ensecreto,tambiénellatemenovolveraveraSirius.¿Dóndepuede
estar?¿Fueradelalcancedetodos?¿Enalgúnlugardelmar?¿Oentierra,juntoconotrosperros?Feliz.Loprincipalesqueseafeliz.Elturcoregresa.Undíaseplantadelantede lapuertasinsospecharnada.Lleva tres
foxterrierdedistintostamañosensuequipaje,conformealoacordado.Manziniseprecipitasobreél.—¿DóndeestáHércules?—grita,yleexplicaelerror.Elturcopalidecedeespanto.Balbuceasuhistoria,conscientedeque
concadapalabraempeorasudesgracia.CarlyRahelestánpendientesdeél.Cuando lahistoria llegaa sueloalemán,unescalofrío empiezayaa
descenderporlaespaldadetodos.—¿Alemania?—exclamaperplejoCarl.Elturcointuyequeellugarenelqueacabalahistoriatampocovaa
resultartranquilizador:Berlín.—¿Berlín?—chillaRahel.Sí,asíescomojuegalavida.NosoloSiriusjuegaconlavida,también
lavidajuegaconSirius.Esaeslamagiaalaquellamamosdestino.Manzinilosabe.Sonríeypiensaque,dealgunamanera,sumáquina
deltiempohafuncionado.Sirius vuelve a estar allá de donde vino.Ha salvado a todos: a los
Liliencron,aloscolonosdeLuckyville,alaprincesadelaislaHuladelosmaresdelSur...Ahoratienequesalvarseasímismo.Necesitaconurgenciaunángeldelaguarda.Y, de hecho, en la familia hay uno. Pero los ángeles de la guarda
judíosnotienenpermisoparaaterrizarprecisamenteenBerlín.Los días son largos en la casa de los Wünsche. Empiezan con la
partidadel jefede seccióndeasaltohacia sudespacho, luego losniñossalen trotandohacia el colegio... Y a partir de esemomento Sirius estásolo,porqueGertruddesapareceentresussembrados.Se arrastra por entre las lechugas, revuelve entre las remolachas,
escardaydeshoja.Sucabezayanosedistingueconclaridadenmediodelas coles. De vez en cuando se incorpora, estira la espalda doblada ygime.Ha intentadousaraHansiparael trabajo enelhuerto,por ejemplo
eliminando a los caracoles, pero no sirve. Le dan asco los caracoles.TambiénGertrudledaasco.Eserostrocampesino,esavestimentatosca,esasmanoscallosas,todo
leresultaespantoso.Esetrasgoconmandilnoencajaensuimagendelo
que es unamujer. Es casi increíble que pertenezca al mismo sexo queGloriaHayson,CaroleLombardoRahel.Las agujas del reloj se arrastran hasta el mediodía. Luego la casa
hueleaolla,avecesdegarbanzos,avecesdepatatas.El jefe de sección de asalto tiene que probar lo que Gertrud le ha
servido.Laollaincluyelostemasdeconversación.—Losgarbanzossonsanos—diceGertrud.—Yredondos—observasumarido.—Patatas—dicesatisfechaGertrud.—Patatasalemanas—completasumarido.UlrichyRudisesientanalamesasindecirpalabra.Seesfuerzanpor
seguirdemaneraintelectuallaconversacióndelosadultos.Unavezmasticadoelúltimogarbanzo,eljefedeseccióndeasaltose
ponedepie,entrechocalostaconesyvuelveasudespacho.Ahora la tardeseextiendeanteSirius,unacasi interminable llanura
deaburrimientoenlaque,enelmejordeloscasos,solamentepequeñaselevacionesdespiertansuinterés.Avecesllamaelcartero.Aveceselvientoazotaunaventana.Aveces
laollasilbaenelfogón.Noocurrenadamás.Losniñoshacensusdeberes.—Di losnombresde los treshermanosdeKrimildaque salen en el
Cantardelosnibelungos—murmuraUlrich.—Gunther,GernotyGiselher—exclamaorgullosoRudi.Buenoessaberlo.Ulrichcierraellibro.Ahoraprefierejugar.—Hansi—despiertaalperro—,¡ven,vamosajugaracazarjudíos!El perro no conoce ese juego. Tampoco suena como si le fuera a
apetecerconocerlo.Aunasí,losniñosloarrastranalacalle.—Mira—diceUlrich,eljefedeescuadra,yleponeaHansiuntrozo
detelaenlanariz—.Asíescomohuelenlosjudíos.LatelaprocededeunabrigoquelaGestapolequitóeldíaanteriora
un anciano. Ulrich pasaba casualmente por allí cuando el hombre fuedetenido.CogióelabrigoyarrancóelbolsillodelapecheraconlaestrelladeDavid.Ahora el perro debe seguir la pista. Los niños le acosan. Lo hacen
entrar en portales oscuros, subir por las escaleras y delante de cadapuertagritanexcitados:—¿Lohueles?Siriushacecomosiolfateara.Noquiereserunaguafiestas.Losniños
esperanelresultadodesuolfato.Otraveznada.Naturalmente, podría jugar con fuego y dar de vez en cuando la
impresión de que está sobre la pista adecuada. Los niños seentusiasmarían.Loelogiaríanyloquerrían.Pero tal cosa no entra siquiera en consideración. Los niños podrían
llamaralapuertay,dehecho,talvezencontraríanaalguien.Enesecaso,Siriusseríaun«colabo».Asíescomollamanalosjudíosquetraicionanasupropiagenteparasalvarlavida.No, Sirius prefiere pasar por un fracasado. Rudi le da incluso una
patada,decepcionado.—Hansi es tonto—le diceUlrich por la noche a su padre. Sigue la
descripcióndelafrustradacacería.Elpadreobjetaque,alfinyalcabo,noesunatareafácil.Delosciento
sesentamiljudíosquehabíaenBerlín,calcula,noquedanmásdequincemil.Escondidosportodalaciudad.Ensótanos,endesvanes,encuartostraseros.—Deesemodo,esbienfácilmarcharsedevacío—dice.—Tampocobuscacaracoles—afirmacontristezaGertrud.—Quizánoseaunperrodecaza—diceRudi.—¿Unperroalemánquenoesdecaza?—seindignaelpadre—.No
existetalcosa.Pero—seleocurredepronto—esoesloquepasaconlosjudíos:nadiepuedeolerlosenningúnsitio.Siriushadescubiertounagujeroenlavalladeljardín,entreelsaúcoy
lashortensias,yseescurreporélcuandoquieredistraerseunpoco.Sedeja llevarporBerlín, sin importarledónde,pero siempreatento
paranoperderdevistaelcaminodevueltaacasa.¿Dónde está la guerra de la que habla todo el mundo? Sirius se
imagina la guerra salvaje y violenta, como los tiroteos en el salón deLuckyville,peromásalogrande.En vez de eso, en la ciudad reina un silencio fantasmagórico. Las
calles están desiertas, apenas circulan coches y autobuses. La gasolinaestáracionada.Lagentevaapie.Exhibenrostrosgrisesyserios.Hacencola delante de las pocas tiendas que quedan, con la esperanza deconseguir alimentos a cambio de cupones. También la carne y el panestánracionados.Al final ha tenido suerte, piensa Sirius. Él no pasa hambre. Se
avergüenzadeestarinclusohartodecomidaalemana.Al borde de la acera, los niños intercambian esquirlas de bombas.
Procedendelúltimoataqueaéreodelosingleses;haceyatiempo,SiriusaúnestabaenFlorida...en«Elmayorespectáculodelmundo».Losbombarderosinglesesamenazanconvolverpronto.Berlínexcava
deformapreventivarefugiossubterráneos.Serepartenmáscarasantigásentre lapoblación.Siriustalvezestá listoparaunacosa:para lamayorguerradelmundo.¿Porquéeldestinolocolocasiempreenescenariosenlosqueocurre
precisamentelomásgrande?Lo pequeño también tiene su encanto. El menor espectáculo del
mundo, ¿porquéno?Enalgún lugardeSuiza. ¿O lamenorguerradelmundo?Seríahermoso.Bueno. Haga la que haga, al final siempre termina enmedio de lo
grande.Siriusvagaperdidoensuspensamientosy,porpocomeditadosque
seansuscaminos,alfinal,comosilollevaraunamanomágica,siemprevuelveasuviejohogar.Estádelantedesuárbol.—Aquíestásotravez—diceelárbol,visiblementecontento.—Sí—respondeagotadoSirius.—¿Cómoestás?—preguntaelárbol.—Ay—suspiraSirius—,miraquévidallevo.—Siempreperseguido,siemprehuyendo—diceelárbol—.Desdeque
teconozco.Siriusguardasilencio.—Yonopuedohuir—diceelárbol.—Tútienesraíces—replicaSirius,yleenvidiaporeso.Ambos especulan acerca de las ventajas y desventajas de las raíces,
con especial consideración al hecho de que los árboles no tienen otraopción,mientras que los perros sonmóviles por naturaleza. Imagínateunárbolenfuga.
—Miraquiénvieneporahí—exclamaelárbol.Unhombre seacercadesde lejos.Titubea, sedetieneyabre losojos
comoplatos,sinsabersiestásoñando.Siriusloreconocealinstante,muevelacoladealegríaysaltahaciaél.EsBennoFritsche.ElviejoybuentíoBenno.—¡Nopuedeserverdad!—gritaFritsche, con losbrazosabiertosde
parenpar.Delapuraemociónsueltaelbastóndepaseoque,enrealidad,lleva para subrayar su digno aspecto. Benno Fritsche, actor, estrella decine,miembrodelpartido.—¡Teheestadobuscando,pequeño!—dicesinaliento—.Porordende
Hollywood.Describecondramatismolodesconsoladaqueestásufamilia,explica
con gestos de ambas manos las lágrimas que han derramado, cita lasinnumerablescartasdeRahelenlasqueledicequetodoHollywoodechademenosaHérculesytodoscuentantansoloconél,eltíoBenno,parabuscaralperroenBerlín.Siriusestámuyconmovido.Asíquenosehanolvidadodeél.—Naturalmente, la Segunda Guerra Mundial es el momento más
idiota posible para encontrar a un perro perdido en ningún sitio delmundo—observaFritsche;peroéllohaconseguido.SeagachahaciaSirius.—¡Ahora,escucha!—susurra—.Estásenpeligro, lointuyo.También
yo,yateloexplicaréluego.Nopuedenvernosjuntosenpúblico.Vuelvepordondehasvenido.Apartirdeahoranosencontraremosenmicasalos miércoles por la tarde. ¡Pero ten cuidado! Esta es una operaciónsecreta.Sehadictadounanuevaleyporlaqueseprohíbealos judíostener
animales domésticos. Se les indica que tienen que sacrificarinmediatamenteasusperrosogatos.Tambiénseprohíbealosalemanesposeeranimalesdomésticosjudíos.¿Animales domésticos judíos? Erwin Wünsche frunce el ceño. ¿En
qué se reconoce a una mascota judía? ¿Bajan con tristeza la cabezacuando pasan delante de una sinagoga quemada? ¿Son especialmenteperezosaslossábados?¿Tienesuhocicounaformadistinta?Porsupuesto,sehaceesaspreguntasenrelaciónconHansi.Alfinyal
cabonoteníaamo,yéllohaacogidodebuenafesuponiendoqueeraunperroalemán.¿Esposiblequetengaquevérselasconunavilmascota judía,quele
engaña tan solo para que no la sacrifiquen? En ese caso, estaríacometiendoundelito.Adiósasucarrera.Hansinoesunperrodecaza,esoloconvierteensospechoso.Porotra
parte,adoraelembutidoalemán.¿Acasolosjudíosnocomenkoscher?Lospensamientosdeljefedeseccióndeasaltodanvueltasyvueltas.
EnrealidadquiereaHansi.Perolepegaríauntiroenelactosilaleyloexigiera.Aúnnohallegadoelcaso.DecideirapasearconHansipordelantedelministerioalamañana
siguiente, sin llamar la atención, justo a la misma hora a la que llegaHermannGoering.Nadiepuededistinguirunperroalemándeunojudíomejorqueelmariscal.Elplanseponeenmarcha.Lagranberlinaoficialpasaanteélydeelladesciendeelmariscal,hoy
especialmente guapo. Luce un uniforme blanco como la nieve, conbotones y charreteras doradas, y el pecho saturado de medallas ycondecoraciones.Llevapor loshombrosun echarpedepiel que cuelgahastaelsuelo,probablementedenutriaochinchilla.En el parque que hay delante de la entrada está, al parecer por
casualidad, Erwin Wünsche. Lleva de la correa a Hansi, que en esemomentolevantalapatasobreungirasol.—Wünsche —exclama sorprendido Goering—. ¿Qué está haciendo
aquí?¿Esquehoynoestádeservicio?Eljefedeseccióndeasaltosaluda:—¡Siempre estoy de servicio, mariscal! ¡El pueblo alemán es
conscientedesuselevadasobligacioneséticashacialosanimales!—¡Bravo!—respondeGoering.Sealegradequeelpreámbulodesu
leydeproteccióndelosanimalessepractiquedeformatanvital.—¿Esteperroessuyo?—pregunta.—Sí,mariscal—respondeWünsche—.Síyno.Eselperrode todos.
¡Führer,teseguimos!Esovaletantoparaelpuebloalemáncomoparaelperroalemán.Goeringasiente,complacido.—¿Cómosellamaesteanimalito?—¡Hansi,mariscal!—respondeWünsche.
—¿Hansi mariscal? —Goering sonríe—. Es un nombre muy largoparaunperrotanpequeño.Leguiñaunojoparaindicarquesetratadeunabroma.Wünsche,un
tantoperplejo,saluda.Significa:«bromaentendida».Entonces la cosa se pone seria. El jefe de sección de asalto hace de
tripascorazón.—Señor mariscal, permítame una pregunta. Solo usted, como
suprema instancia del amor alemán hacia los animales, puederesponderla.¿EsHansiunbuenperro?Goeringsesientehalagado,poresonoquiereponerfácillarespuesta.
Da vueltas en torno a Hansi, mide su alzada y le examina lasalmohadillas.Mientrastantosermonea:—EstarazafuecriadaporelpríncipeAlbrechtzuSolms-Braunfels,un
linajenobledeHessequeseremontaalsigloXII.Suanimalheráldicoeselleón.»Hansi —exclama, con reconocimiento—, por tus venas corre la
sangre azul de los condes palatinos. Tu hogar son los castillos de loscaballeros.Nisiquieralostestículosescapanaldictamen.Goeringllegasolemne
aunaconclusión:—Hansi,eresunbuenperro.Estenopuederesistirseasentirciertoorgullo.Desangreazul,¿quién
ibaapensarlo?Tienequeadmitirquesiemprehasentidodebilidadporlas distinciones. En Hollywood le concedieron el Hércules de Oro. Yahora,porelpapeldeHansi,elsellodecalidaddelmariscaldelReich.Unpapeltrágicoy,portanto,muchomásexigente.Esolellenadesatisfacción.Siriussehasalvado.Almenosporelmomento.—Wünsche —dice Goering—, me viene bien que nos hayamos
encontrado.Queríahablarconusted.Hansimehareforzadoinclusoenlaidea.Tengograndesplanesparausted.»Sustomates—prosigue—sontestimoniodesurespetoporladieta
natural.Ynoheolvidado los cincomilnidosa todaprisa.Esustedunhombredeacción.Yahoraveoqueademásesunamigode losperros.¡Tieneustedtodomirespeto!Elensalzadolevantalamanoparahacerelsaludoalemán.—¡Jefe de sección de asalto Wünsche! —exclama—. Lo dicho lo
califica para la tarea de mayor responsabilidad que puede otorgar lacancilleríaimperial.¡LeasciendoaayudantepersonaldelFührer!Miércolespor la tarde.Sirius seescurre fuerade lacasaconcautela
para que nadie lo vea cuando se cuele dentro de la casa de BennoFritscheporlapuertadeljardín.Este no está solo. Está rodeado de hombres que fuman puros con
aspectopreocupado.Sedenominanasímismos«elCírculo».—EsteesSirius—presentaFritsche.—BienvenidoalCírculo—diceelcondeVonStudnitz.También los otros miembros del Círculo se presentan, en absoluto
irritadosanteelhechodequeunperrosesienteentreellos.Conocensuhistoria.Unestadounidensequeestá conellos, llamado
TeoBloomfield,inclusohavistosuspelículas.—SalvasteLuckyville—dice—.¡Bravo!Losotrosríen.—NosotrosqueremossalvarAlemania—diceelcondeVonStudnitz
—.Quizápuedasayudarnos.¿Salvar Alemania? Sirius se estremece. No tiene ni idea de cómo
podríaserútilparaconseguirtalcosa.—¿Nosentiende?—preguntaelhombrequesehapresentadocomo
profesorWundt.—Comprendecadapalabra—diceFritsche.Amododeprueba,deja
enelsuelodoshojasdepapel:enunaestáescrita lapalabra«sí»;en laotra,«no».—¿Hoyesmartes?—diceFritsche.Siriussaltaencimadel«no».—¿Hoyesmiércoles?—preguntaBloomfield.Siriussaltaencimadel«sí».Asícontinúaelinterrogatorio,hastaqueelprofesorWundtpregunta
triunfal:—¿ExistelaNada?Siriussaltaencimadel«no».—¡ContradiceaNietzsche!—seasombraWundt.—¡Enesotienerazón!—gritaelcondeVonStudnitz—.¡Elnihilismo
fueelprincipiodelfin!
—Bueno, bueno, bueno. —Wundt pide un punto de vista másmatizado—.Sialguienteníarazón,eseeraKierkegaard.—Volvemosadarvueltasencírculo—gimeBloomfield.Siriusnoentiendealosreunidos.¿PoresosellamanelCírculo?Fritschedaunpuñetazoencimadelamesa.—¡Escuchadtodos!—grita—.Estáisponiendonerviosoalperro.Vaa
pensarqueestamostodoslocos.—Sirius—diceelcondeVonStudnitzconvoz tranquila—,somosel
Círculo.Estamosen laclandestinidad.Yen laresistencia.¿Entiendes loquequierodecir?Siriussaltaencimadel«no».—Alemaniaestáenmanosdemonstruos—enfatizaWundt—.Contra
esoluchamos.—¡Monstruos!—repiteBloomfield—.¡Asíes!Siriussaltaencimadel«sí».El pobre perro es presa de la confusión. Él solo quería visitar a tío
Benno, el único salvador en la desgracia, el rostro conocido en loscarteles.—¡Yoerasu imagen!—atruenaFritsche—.Yoheprestadomirostro
para estemalvado espectáculo. Y ¿qué veo cuandomemiro al espejo?Unamueca.Unamentira.—¡Bajalavoz!—advierteelcondeVonStudnitz.Tienequeprevenira
losrenegadosparaquenomanifiestendemasiadosuresistenciaalpoder.LaclandestinidadnoestáhechaparaFritsche.Siriusestácansado.Quiereirseacasa.—Sabemosquevivesencasadeunjefedeseccióndeasalto—susurra
Bloomfield—.Allípodrásoírmásdeunacosaquepuedainteresarnos.—Teayudaremosytúanosotros—diceelcondeVonStudnitz.La carta con el sello de la cruz gamada llega aHollywood como si
fueraunmensajevenidodelinfierno.Yloes.LafamiliaCrownestámásquefelizdequeSiriusestéconvida.Y,sin
embargo, la carta termina con las palabras: «No hay nada que podáishacerporvuestroqueridoperrosalvo rezar.Estáal serviciodenuestrapatria.Concariño,Benno».¿Patria?NisiquieraJackWarner,elcreadordeHércules,podríasoñar
conque eseperrito esté apuntode salvarAlemania. La antiguaRomaestabaenelguion.Berlínessudestino.Elveranoseacercaasufin.ElseyAndreastraenasuhijoalmundo:
unniño,Johnny.Elgozoinundalavidadelosorgullososabuelos.Georg ha terminado sus estudios de Medicina. Ahora es médico
auxiliarenunaclínicadeSantaMónica.Nohayluzsinsombras.Citan a Carl Crown al despacho de JackWarner.Nadamás entrar,
tieneloquesellamauna«malasensación».Yestáenlocierto.—¿Algunanoticiadelperro?—preguntaabruptamenteWarner.Crownempiezaacontarunahistoriaquedebeterminarenelservicio
alapatria.—¿Dondeestáelperro?—bramaWarner.Crown ruega comprensión por la Segunda Guerra Mundial. Hitler
quiere,Berlíntieneque...—Deje en paz a Hitler —interrumpe ásperamente Warner—. Ese
hombreyahahechobastantedaño,elperronorepresentaningúnpapelen eso. Pero aquí, en este estudio, el perro sí representa un papel. ¡Elpapelprotagonista,Hércules!Piensaconfuriosadecisión.—Elmundo—dice al cabo de un rato— quiere aHércules.Me da
igualquiéninterpreteaeseperro.¡Encuentreunoqueseparezcaalsuyo!Undoble.Crownseindigna.—¿Undoble?Imposible.Noexistetalcosa.Siriusesúnico.—¿Único?—rugeWarner—.Tonterías.Cualquierperroessustituible.—Siriusno—replicadirectamenteCrown.JackWarner lomira con los gélidos ojos de un tiburón al que han
privadodesupresa.Luego hace un movimiento con la mano como si estuviera
espantandounamosca.—DejeelChevroletenelpatio.Ydespejeesaridículacasadecristal.
Enseguida.Antesdedarsecuenta,CarlCrownestáenelparoydesahuciado.ErwinWünsche comienza a trabajar en la cancillería del Reich. La
viviendadelFührerestáenelprimerpiso.WillyKannenberg,elllamado«intendentedoméstico»,eselresponsabledelacasadelFührer.InstruyeaWünscheensusnuevastareas.—Laprimeratareaporlamañana:plancharelmapamundi—dice—.
ElFührerodiaqueelmapamundiestéarrugado.Wünschetomanota.—Desayuno—prosigueKannenberg—.ElFührer seacuesta tardey
selevantatarde.Krause,elayudadecámara,ledarálaseñal.Pansueco,mantequilla,miel,cacao.Siemprelomismo.PeroesoyalosabeLange,elcocinero.Wünschetomanota.Siguientepuntodelprograma:—A lasdoce enpunto, Julius Schaub lee la agendadeldía.Él es el
ayudante en jefe del Führer. Es su superior directo. Por supuesto, laagenda del día depende de las citas del Führer. En principio, usted esresponsabledetodoloquesemueve.Puedeanotarsencillamenteeso.—Pero—sedetieneWünsche—,enrealidad,dealgúnmodotodose
mueve.—¿Sí?—se sorprendeKannenberg. Señala la arañadel techo—. ¿Le
parecequeesoseestémoviendo?—No—admiteWünsche.Kannenbergasiente,solemne.—Cierto. Así que usted no está al cargo de todo. Hay cinco cosas
fundamentales que se mueven: las ruedas, las imágenes, Blondi, eldesayunoyelfrente.Wünschetomanota.—Conlasruedas—explicaKannenberg—merefieroalparquemóvil.
ErichKempkaeselchóferdelFührer. Imágenes.Merefieroa imágenesanimadas. Al Führer le gusta ver películas por las noches. Blondi. ElperropersonaldelFührer.Necesitamuchomovimiento.—Comprendo—diceWünsche—.Yomismotengounperro.—No,no—corrigeKannenberg—,desacarloapasearseencargaPaul
Feni, el vigilante de Blondi.Usted es su interlocutor. Y coordina.Citasmédicas.Transporte.AlrefugioalpinodeBerghof,alaGuaridadelLobo.Esascosas.Wünschetomanota.—¿Quéfalta?—Kannenbergponeapruebalaretentivadelnovato.
—¡Eldesayunoyelfrente!—exclamaWünsche.—Cierto—dice como respuesta—.Hay que llevarle el desayuno al
Führer.Eslaúnicacomidaquelegustatomarasolas.Amediodíayporlasnochescomeacompañado.Porúltimo,elfrente...Wünschelointerrumpesobresaltado.—Ojalánosearesponsabledelossoldadosdelfrente.Quierodecirde
quesemuevanhaciadelante.—Claro que no. —Kannenberg lo tranquiliza—. De eso se ocupa
personalmenteelFührer.Sutarea,comoyahemencionado,esplancharelmapamundi.—Noveoquémovimientohayeneso—dice, aplicado,Wünsche—.
¿Dequémodosemueveelmapamundi?—Seabomba—respondeKannenberg.Alarma aérea. Los bombarderos ingleses regresan. De pronto, las
sirenasantiaéreasululanenmediodelanoche.La señal es estremecedoray arranca a losWünschede suprofundo
sueño. Se acuestan completamente vestidos desde que en la radioavisaron de la gravedad del asunto. La maleta está hecha junto a lapuertadecasa.Poresoestánenlacalleenunabrirycerrardeojos,decaminoalrefugioantiaéreomáscercano.Losavionesque lanzancohetes luminosos, los llamados«árbolesde
Navidad»,yadanvueltasenelcieloparailuminarlosobjetivosparalosbombarderos.Enseguidalossiguenlosmortalesavionesdecombatequellevanlasbombasincendiariasyexplosivas.El refugio de la estación de Zoo puede acoger a dieciocho mil
personas y, aun así, losWünsche pueden considerarse afortunados depodercolarseenelúltimomomento.Lamultitudesenorme,hacemuchoqueelespacioestárepleto.—¡Nadademascotas!—ruge el vigilantede la entrada. Se refiere a
Sirius.ErwinWünscheprotestasinéxito.Elvigilantesemantienefirme.—¡Nimascotasnijudíos!¡Solotenemosespacioparapersonas!Siriustienequequedarsefuera.Elmiedo cierra lasgargantas en el refugio.El calorquita el aliento.
Porlospozosdeventilaciónllegaelapestosoolordelaciudadenllamas.
Gertrud tiembla demiedo, se aferra a sumarido, quienmira pálido eltecho de hormigón, que tiembla peligrosamente con cada una de lasexplosiones. Las bombas caen muy cerca. Ulrich y Rudi se tapan lasorejas,llorando.Siriusbajapor laKurfürstendamm.Podría esconderse enunportal,
podría buscar protección bajo los puentes, podría refugiarse en unsótano.Perono.Paseaporenmediodelacalle.Losfuegosartificialesdelas
bombasdefósforoiluminanelcielonocturno.Lasesquirlasalrojovivoprenden fuego a los árboles. El teatro de la Kurfürstendamm arde, laÓperaenlaBismarckstrasse,laUniversidad.Elmonumentoaloscaídos.Siriuscorreporentreelmardellamas.Orgullosoyvaliente.Noteme
alalluviadebombasdelosaliados.¿Porquéibaahacerlo?Élesaliadosuyo.En Stalingrado, se da la vuelta al destino del ejército alemán en
cuestión de días. El Sexto Ejército ha destruido casi completamente laciudad, Hitler ya celebra la victoria de la operación Hubertus con unfrenéticodiscursoenlacerveceríaLöwenbräudeMunich.En elúltimomomento, elEjércitoRojo tiene éxito con suoperación
Urano,sucontraofensiva.Encierraalenemigoenunatenazaydeprontoelejércitoalemánquedaembolsado.Elinviernorusoruge.Lossoldadosmuerendefríoydehambre.Hermann Goering, el comandante en jefe de las fuerzas aéreas, ha
anunciadolaoperaciónTormentadeInvierno,laayudasalvadoradesdeel aire. Pero nopuede cumplir supromesa. La bolsa de Stalingrado seconvierteenunatrampamortal.Cadasietesegundosmuereunsoldadoalemán.Durante esos días, ErwinWünsche plancha con especial cuidado el
mapamundienlazonadelVolga.Lalíneadelfrentenopuedearrugarsebajoningúnconcepto.Krause,elayudadecámara,seacercadepuntillasydalaseñalpara
el desayuno. Lange, el cocinero, ha puesto en la bandeja pan sueco,mantequilla,mielycacao.LapuertaseabreysaleelFührer.Es la primera vez que Erwin Wünsche ve en persona al Führer.
Adoptalaposturadefirmes.
Porlamañanatemprano,elFühreresunhombrequenollevalarayaensusitio,conelpeloenmarañado,einclusosufamosobigotenotienesuformadefinidahastaqueseafeita.Llevaunabata,ylospiesdescalzosmetidos en unas pantuflas con el emblema de la cruz gamada. Paradesayunarseponelagorradeplatoconeldistintivodecoronaderoble.Bosteza.—¿EsesteeljovenquedebemosaGoering?—pregunta.Wünschesaluda:—¡Sí,miFührer!El Führer parece agotado. La noche anterior, hasta bien entrada la
madrugada, ha estado pronunciando monólogos sobre la situaciónmundial. Sus huéspedes, que no toman la palabra, pero a quienes seofrece a cambio verduras cocidas, son testigos de las denominadas«conversaciones en torno a lamesa». Lospensamientosdel Führer sonplasmadosporunataquígrafaparalaeternidad.Lamayoríadelasveces,lasnochesterminanenelcinedeledificio,en
el que el Führer se relaja viendo películas de Hollywood. AyerproyectaronBlancanieves,deWaltDisney,sufavorita.—¿Qué ponen hoy? —pregunta, apuntando con el pan sueco al
hombre responsable de las imágenes en movimiento. Wünsche, queentretanto ya está familiarizado con los gustos del Führer, proponeElGordoyelFlaco.—Muybien.—ElFührersealegra.La bombilla roja del teléfono se enciende, lo que significa «llamada
paraelFührer».Esmuyinusualaesahora.Todossabenquela jornadaoficial de trabajo del Führer no empieza hasta que, alegre y fresco, hatomadoasientoasuescritorioenlacancillería.Aúnestádesayunandoyenbata.—Coronel general Paulus —susurra Rochus Misch, el
guardaespaldas,ylepasaelauricular.MalasnoticiasdesdelabolsadeStalingrado.ElFühreralzalamirada
alcielo.—Sí,sí—dicedevezencuando.Luegoladra—:¿Retirada?Noentra
enconsideración.Miordenes¡resistir!—Ycuelga.—HallegadoelseñorWollenhaupt—anunciaelayudadecámara.El
peluquerodelFührerestálistoparaperfilarleelbigote.
Sirius va a casa de Benno Fritsche todos losmiércoles. El perro ha
sidoungolpedesuerte,elCírculosehadadocuentaenseguidadeello.SuamoesayudantepersonaldelFührer,porlastardescuentaencasalasúltimasnovedadesdelacancillería.Yelperrolasescucha.Ahora,elportadordelossecretossolotienequeaprenderacontarlo
que sabe. Se acuerdan de Kurwenal, el famoso teckel que sabía leer yescribir.¿Por qué no? El profesorWundt, el experto delCírculo, se ofrece a
realizarlaactividaddocente.Elazarquierequeconozcaenpersonaalafundadorade lanuevapsicología animal,MathildeFreiinvonFreytag-Loringhoven.EllafuelaqueenseñóaKurwenalahablarconayudadelalfabetomorseladrado.Enestecasonosirve.—Demasiado ruidoso —objeta el conde Von Studnitz. Los vecinos
podríansospechar.Ted Bloomfield, el estadounidense, propone construir una gran
máquinadeescribirconunasteclaslobastantegrandescomoparaqueelperropuedapulsarlasconlapata.—Comounpiano—dice.—¿Porquénounpiano?—reflexionaWundt—.Conunaletraencada
tecla.—Imaginaos el ruido—se estremece el conde Von Studnitz—. Una
absolutacacofonía.—¿Y qué? —dice Benno Fritsche—. Aún se podrá practicar con el
pianoenestepaís.—No, si suena comoArnoldSchönberg—dicedivertidoBloomfield
—.TuvoqueexiliarsedespuésdesuConciertoparapiano.El Círculo decide intentarlo con el instrumento. El profesorWundt
formaráaSiriusparaqueespíeconayudadelpiano.Cuando acude a su próxima reunión, en la casa ya hay un piano
negrodecola.Las teclasestánmarcadascon letrasy losmacillosestánenvueltosparaamortiguarelsonido.AsíqueSiriustocaconsordina.Esciertoqueelconciertosuenaextraño.Elprofesorexplicalasreglas
básicasdelafonética,emitiendovocalesalargadas,ySiriusleacompañaalpiano.Elrestodelospresentesrodeanencírculoalosdosmúsicos,talcomo
corresponde al Círculo. Escuchan cautivados cómo Sirius aprende sunuevatarea.¿Saldrábien?Quiénsabe.Encualquiercaso,pasaráuntiempohasta
queelperroseacapazdedeletrearmusicalmentelapalabra«Hitler».CuandoBennoFritscheseencuentraesosdíasalaseñoraZinke,ella
lepreguntaconcuriosidad:—¿Tocaustedelpianoúltimamente?BennoFritscheseinclinaconhumildad.—Sehaceloquesepuede.Oloquenosepuede.—Pensaba que estaba tocando usted jazz—dice la señora Zinke—.
Esoestaríaprohibido.—¿Jazz?—se indigna Fritsche, teatral—.No, toco exclusivamente a
Beethoven.LaseñoraZinkehavueltoaaprenderalgo.—Ah,¿suenaasí?Meloimaginabadiferente.Fritschesequitaelsombreroamododedespedida,levantaelíndicey
dice:—«De la pena la arruga se borra, en cuanto del canto la magia
triunfa.»Schiller.—¡Árboles de Navidad! ¡Árboles de Navidad! —grita el vendedor
delantedeladrogueríadeHollywood—.Buenosparalafelicidad.Mejorquecualquierdroga.Rahelsedetieneymiraalhombre,que lasaludaamablemente.Ella
niegaconlacabeza.Selellenanlosojosdelágrimas.Siguesucaminosindecirpalabra.Lafelicidadescosadeayer.CarlyRahellohanperdidotodo.Están
conlasmanosvacías,comocuandollegaronaHollywood.¿Hanllegadoalfinal?¿Oalprincipio?Quiénsabe.ElseayAndreasloshanacogidoensucasa.Enrealidad,sucasasolo
es lo bastante grandepara su jovendicha, pero ahora esprecisometertambiénenellaladesgraciadelosmayores.Lospobrespadresvivenenelcuartodelosniños,queestabapensadoparaJohnny.Lacamadeesteestáenelsalón.NohaysitioparaunárboldeNavidad.Comomuchoparaunarama
deabetoenunflorero.
Nochebuenaenlamáximaestrechez,enlamayorescasez.TambiénacudenGeorgyElectra.Duranteeste tiemposehanvuelto
inseparables.Andreastraedossillasdelacocina.—Québonitacasa—dicecortésmenteElectra.—Peropequeña—sedisculpaElse.—Elespacioesalgorelativo.—Electra laconsuela.Una ideaqueno
solo ha sacado del seminario de BertrandRussell. Su padre esConradNicholsonHilton,elmagnatehotelero.HayhabitacionesdesobraenlosHilton.Carl entona obstinadamente «Abeto fiel», poniendo énfasis en
«abeto»,nosinamargura.Johnnyoyecantarasuabueloporprimeravez,ledamiedo,llora.Lafamiliaestáunida.Aunquenoalpiedelárbol,síalmenosjuntoa
laramadeabeto,en laqueunavelaseesfuerzaporcrearunambientefestivo.Solofaltauno:Sirius.Selerecuerdaconunminutodesilencio.QueDiosloproteja.Quesu
luzloiluminedondequieraqueesté.Laveladelabetotiembla,comosilaoraciónhubierasidoescuchada.Dehecho, justo en esemomento también Sirius piensa en su lejana
familia.FelizNavidad,lesdesea.¿Volveráaacompañarloselsheriff?No,porfavor,elsherifftambiénenesacasatanpequeña,no.—¡Hansi!—gritalavozseveradeljefedeseccióndeasalto,yarranca
alperrodesuspensamientos.Naturalmente, losWünsche tienenun abeto. Está en el jardín, y no
soloesdecolorverdeenmayo,no, tambiénendiciembredaelmismoverdor.Lafamiliaseponelasbotasysalealjardín.Suesplendorblancoeselmásbelloadornodesusramas.—¡FelizNavidad!—ordenaelcabezadefamilia.Luegohaygansoasado.Otroprivilegiodelquesegozacuandosees
ayudantedelFührer.EnelreceptorpopularderadiosuenaelProgramacontinuodeNavidad.
Empieza con el solemne tañido de las campanas de las catedralesalemanas y, acto seguido, los soldados del frente y los que se hanquedadoenlapatriasedisponenacelebrarjuntoslaNochebuena.—Atención a todos —suena la voz del presentador—. Ahora
escucharemos el testimoniodenuestros camaradasde losmás alejadoscentrosdetransmisión.VoyallamaralpuertoárticodeLiinahamari.
LoscamaradasdelCírculoPolarresponden,castañeteandolosdientesporelfrío,ysaludanasusfamiliasencasa.—Atención—vuelveaoírselavozdelmoderador—.¡Voyallamara
Stalingrado!LoscamaradasatrapadosenlabolsadeseanfelizNavidad.A continuación se oye la voz de Túnez, Catania, Creta, Marsella,
ZakopaneyelgolfodeVizcaya.—¡Elmundoentero!—seasombraUlrich.—¿Ves?—respondeorgullosalamadre—.PoresoselellamaGuerra
Mundial.Hablan desde la península de Crimea. Como un solo hombre, los
soldadosentonanelvillancico«Nochedepaz,nochedeamor».Elpresentadorestáconmovido.—Todaslasemisorasseadhierenaestedeseoespontáneodenuestros
camaradasalláabajo,aorillasdelmarNegro.«HanacidoelniñodeDios»suenacadavezconmásfuerza,entonado
cadavezpormásbocas.—AhoraestáncantandoenelocéanoÁrtico—celebraelpresentador
—.AhoracantanenelfrentedeRjev.AhoraconectamosconStalingrado.Ahora les sigueFrancia.Ahora cantaÁfrica.Yahora todosvosotros—atruena—.¡Cantad!ElFührerhavueltodesusvacacionesenObersalzberg,yelayudante
Wünschevuelveaestardeservicio.Porelmomento,BlondisequedaenBerghof.¿Quéselehaperdidoal
perroenlasombríacancilleríadelReichcuandopuedeestarjugandoalairelibreconNegusyStasi,losdosterriersdeEvaBraun?Cierto. Pero ahora el Führer no tiene perro, y eso le pone de
malhumor.Amaalosperros.Nadalealegratantocomounperroalquepoderenseñarleahacercosas.Aún se acuerda a veces de Fuchsl, el pequeño terrier que vino
corriendo hacia él en Alsacia cuando aún era un simple soldado depermiso.Fuchsleralistoyestabaansiosoporaprender.Prontofuecapazde treparporuna escalerademano.Un testigodel espectáculo ofreciódoscientosmarcos por el perro. «No lo vendería ni por doscientosmilmarcos», fue la respuesta. Poco después, Fuchsl desapareció
repentinamente.Lacolumnatuvoquevolveralfrente;elamo,sinperro.Unatragedia.Blondi no es capaz de subir por ninguna escalera. ¿Por qué iba a
hacerlo? Es un pastor alemán, no un payaso de circo.Así cambian lostiempos. Tampoco Adolf Hitler es ya un soldado raso, sino el Führer.Necesita un perro que represente algo. Un perro que represente conorgulloasuraza.AlFührerlegustaposarconBlondienlasfotosoficiales.Ensecreto,
echademenosaFuchsl.—¡Ah, Fuchsl! —suspira nostálgico el Führer—. Tráigame el
mapamundi,Wünsche.Wünschetraeelmapamundi.ElFührerdeslizael índiceporAlsacia
mientras murmura nombres de localidades de tiempos pasados hacemucho:Sundgau,Mülhausen,Schiltigheim.—¡Aquí!—exclama—.¡Horndorf!Allífuedondeloperdí.Wünsche guarda un silencio comprensivo. Se pregunta en serio si
Hansi, elperro sinamo,podría serFuchsl, quehubiera ido caminandolentamentedeHorndorfaBerlínenbuscadesuamo.No,paraesoHansideberíatenerahora,unmomento,treintaaños.Imposible.¿Ono?—Treintaaños—seatreveadecirWünsche—.Talvezaúnviva.—Absurdo—gruñeelFührer—.Nosabeustednadadeperros.Wünsche,envozbaja:—Tengouno.—¿Ah,sí?—diceelFührer—.¿Quéclasedeperro?WünschedescribeaHansi.Lapelambrehirsuta,conmanchasblancas
ymarrones,lasvivacesorejas,ellargohocico,elalegrerabo.—¡ComoFuchsl!—exclamaconmovidoelFührer.Con todo respeto,Wünsche sepermiteobservarque elmariscaldel
ReichenpersonaencontróqueHansierabueno,remitiéndoseasuárbolgenealógico,queseremontaríahastaelsigloXII.—Mis respetos—dice el Führer—. Traiga por aquí aHansi cuando
tengaocasión.¿HaoídobienWünsche?¿AdolfHitler,elFührerdelpuebloalemán,
elgeneralmásgrandedetodoslostiempos, lehahabladoenprivadoaél,ErwinWünsche?¿Deunamigodelosperrosaotro,porasídecirlo?Elpecholetiembladeorgullo.Hansideberecibirunahermosarecompensaacambio.Elcocinerose
despistaycogeungrantrozodesalchicha.SalchichadelFührer.Seloentregasolemnementeporlanoche.—QueridoHansi—empiezaelencargadodesulaudatio—.Tunombre
hasalidohoyacolaciónenunaconversaciónconelFührer.Gertrudsecubre,incrédula,elrostroconlasmanos.—ElFühreryyo—prosigue—hemoscharladoacercadeti.Recalco:
charlado.TúnoshasacercadoalFühreryamídesdeelpuntodevistahumano.Recalco:humano.Enagradecimiento,desenvuelvelasalchichaylaponealospiesdel
perro.Ulrich y Rudi se quedan mirando hechizados a su padre, que de
prontoadoptadimensioneshistóricas.ElFühreryyo.Tambiénmiranconotrosojosalperro.Eselhéroedelajornada.—¡Y ahora viene lo mejor! —dice el padre—. ¡El Führer quiere
conocerteenpersona,Hansi!Gertrud expresa su asombro dejando caer la mandíbula y
quedándoseconlabocaabierta.Sinhabla.Elperroconelquenadiesabemuybienquéhaceresdeprontoun
huéspedbienvenidoenelcuartelgeneraldelFührer.Tiene la palabra el doctor Joseph Goebbels, ministro de Educación
Popular y Propaganda. Se dirige al pueblo alemán desde el Palacio deDeportesdeBerlín:—El pueblo alemán —dice— tiene que defender sus bienes más
sagrados, sus familias, sus esposas y sus hijos, la belleza y laintangibilidad de su paisaje, sus ciudades y pueblos, la herenciabimilenaria de su cultura y todo lo que hace que la vida sea digna devivirse.Luegoseponefurioso.ConlosloresyarzobisposdeLondres,conel
bolchevismo internacional, con el judaísmo aparentemente civilizado,conlaagresióndelaestepacontranuestrodignocontinente.Contodo.—Yo os pregunto—ruge Goebbels—, ¿queréis la guerra total? ¿La
queréis, si es necesario, más total y radical de lo que hoy podemosimaginarlasiquiera?Larespuestaesunrugiente«¡Sí!»quesaledemilbocas.Unaplauso
huracanado.
Se emite la alocución por radio, es decir, en palabras del orador:«Millonesdepersonasestánunidasanosotrosatravésdelasondasdeléter».TambiénelCírculo.—Ahorasehanvueltolocos—diceelcondeVonStudnitzmoviendo
lacabeza.—Acabamosdeoíraldiablo—declaraBennoFritsche—.Mefisto.—El portavoz del diablo —exclama Bloomfield—. ¡El verdadero
diabloesHitler!Siriussesobresalta.Aúnconservaenlanarizelaromadelasalchicha
que se ha tomado. ¿Era la salchicha del diablo? ¿Quiere el diabloconocerloenpersona?Unescalofríolerecorreellomo.El profesor Wundt ya no aguanta más sentado en el sillón, va
nerviosodeunladoparaotro,inquietoporelnauseabundodiscurso.—Ahorahayqueactuar—dice—.¡HayqueeliminaraHitler!Pero¿cómo?Bloomfieldhablade losplanesdelCírculodeHeiding,
con el que mantienen amistad, de matar a Hitler a tiros. También seconsideralaposibilidaddeunabombaquehagasaltaralFührerporlosaires.—Solonosfaltauneslabónenlacadena,pordesgraciaeldecisivo—
diceBloomfield—.UninformantepróximoaHitler.UnhombrenuestroenelcuartelgeneraldelFührer.¿Podríasertambiénunperro?CuántolegustaríaaSiriuspodergritar
ahora:«¡Aquí! ¡VoyaconoceralFührerenpersonapronto!Mehadadounasalchicha.Quizáyopuedaayudaros».Peronopuedehablar.Aúnno.Excitado,saltaalpianoyaporrealasteclas.—¡Quierecomunicarnosalgo!—exclamasorprendidoBennoFritsche.El Círculo escucha en tensión, mientras el profesorWundt traduce
letraaletra.—Hitler.Salchicha.—Susprimeraspalabras—susurraconmovidoelcondeVonStudnitz.—¿Quépuedensignificar?—preguntaBloomfield.Los hombres se recuestan, conspirativos, en sus sillones, encienden
suscigarrosycavilan. ¿Hadeentenderse laafirmacióndelperrocomoun comentario referidoa lapersonalidaddel Führer, en el sentido,porejemplo,de«salchichero»?
—Tendría razón —dice el conde—. Pero hay que añadir que unsalchicheropeligroso.Naturalmente, también cabría imaginar que aquellas palabras
tuvieranuncontenidosimbólico,comounpoemaenelque«salchicha»fuera«lodignodeaspiración»,«laliberación».¡LibéranosdeHitler!—Desdelaperspectivadeunperrotienesentido—suponeelprofesor
—. Tengan ustedes en cuenta que pronunció esas palabras cuandoestábamoshablandodelatentadocontraHitler.—O simplemente Hitler le importa al perro una salchicha —dice
Bloomfield.Fritschesesobresalta:—¿Cómo? ¿Cómo podría ese criminal importarle una salchicha a
cualquierpersona?—Tansolodigo—tranquilizaBloomfield—quenoesposibledejarde
analizartodoslosposiblessentidos.Sirius se siente incomprendido. Hay una cosa clara: tiene que
aprenderaúnmásdeprisaaexpresarseconclaridad.En Hollywood, el destino vuelve a dar un giro favorable. La feliz
situaciónladesencadenaElectra.Sencillamente,electriza.—HazalgoporlosCrown,papi,¿vale?—lehapedidoasupadre.En realidad, ConradNicholsonHilton tiene la cabeza en otra cosa.
AcabadecomprarelWaldorfAstoriayelPlazadeNuevaYork,lasdosjoyasdelacorona,yconellasquiereconvertirseenelreydeloshotelesdeEstadosUnidos.Además,acabadecasarseconZsaZsaGabor,loquetampocoesuna tarea fácil.Esasdospersonasqueno logransuperar lapérdidadesuperroledanbastanteigual.—¡Hazlopormí!—suplicaElectra—.¡Porfavor!Su sonrisa ha hechizado ya a filósofos y ahora se demuestra que
inclusolosreyesestánindefensos,pornohablardelospadres.—Dejade sonreír—diceHilton—. Sabes perfectamente que cuando
sonríesnosénegarmeanada.Estábienasí.DemodoqueCarlCrowntrabajaahoradeconserjeenel
recién inaugurado hotelHilton The Townhouse, en BeverlyHills. Haninventado para Rahel el puesto de dama de atención. Recibe a loshuéspedesylosatiende.LosCrownviventambiénenelhotel.
Crown lleva un uniformede color burdeos con borlas doradas y lagorraajuego.Rahelllevaunvestidodelmismocoloryunablusaconelescudodelhotelbordado.Elsenoestápreparadaparaestocuandovaavisitarasuspadrespor
primeravez.Alverlos se le llenan losojosde lágrimas.Vera supadreerguidobajosugorrayasumadreatendiendoalagenteconunescudoenelpecho...esdesgarrador.—Lo sé —Crown sonríe—, parezco una berenjena en el casino de
oficiales.—¡Tenéisunaspectoestupendo!—exclamaElse—.Comoenelcine.
MadeinHollywood.—Dehecho, es como en el cine—diceRahel—.Nos hanpuesto de
patitas en la calle y de pronto vivimos en un palacio con ciendormitorios.Crownasiente,valeroso.Lapuerta giratoria sepone enmovimientoy entraunhombreque,
conmiradaexperta, sondea lazonaenbuscaderostrosconocidosparadespuésdirigirseaCrownconlosojoscomoplatosylosbrazosabiertos.—¿Aquiénveoaquí?—exclama.Es JohnClark.De caminoalbar,naturalmente. Se suponequees el
mejor de la ciudad. Mira con el ceño fruncido a ese Crown de colorburdeos.—¿Es este el nuevo uniforme de los ángeles de la guarda? —
pregunta.—Al contrario —responde Crown—. Le debo este uniforme a mi
ángeldelaguarda.Clarksequedaperplejo.—Tienesqueexplicarmeeso.Let’sgoandhaveadrink!Crownentraenelbaralterminarlajornada.Estárealmentecontento
depoderabrirsucorazónasuamigodelosbuenosyviejostiempos.Bien.ElcircodeFlorida.Manziniylamáquinadeltiempo.Elturco.
Berlín.Hércules.Hitler.Hilton.JohnClarktratadeseguirle.—Oh, cielos —dice—, no lo comprendo. Quizá esté ya demasiado
borracho.—¡HérculesestáenBerlín!—gritaCrown.—Tonterías—respondeClark—.Estoy rodandounapelícula con él,
quetranscurreenelantiguoEgipto.HérculesyCleopatra.—¿Cómo?—exclamaCrown—. ¡JackWarner,maldito cerdo! ¡Esees
sudoble!—¿Eldobledequién?—preguntaJohnClark.Aveceslavidaes,sencillamente,demasiadocomplicada.El Führer ha superado la aniquilación del Sexto Ejército en
Stalingrado.Vuelveaestardemejorhumor,sobretododespuésdehaberaplastadolasublevacióndelguetodeVarsovia.Asíque¿porquénolellevaalperro,cuandoseaoportuno,talcomo
hapropuestoelpropioFührer?WünscheleponelacorreaaHansiyGertrudlocepillaparaqueesté
guapo.ElpaseohastaelcuartelgeneraldelFührertienelugaralaluzdelsol.
Senotaqueseacercalaprimavera.Losprimerosárbolesestánbrotando.Wünsche permite al perro detenerse con calma en los troncos: debepresentarse ante el Führer con la vejiga vacía. Nada de meteduras depata,porfavor,tansololevantarla.ElFühreryaestásentadoasuescritorio.Lasmanosseapoyanenla
taraceadeébano,querepresentaunaespadadesenvainada.—¡Miraquéperrito!—exclamaalegremente.—MiFührer,mepermitopresentarleaHansi—saludaWünsche.ElFührerseincorporayledaunaspalmadasenelcuelloalperro.—Perritobueno—repiteunayotravez—.Bueno,vamosaverquées
loquesabeshacer,Hansi.Lequitalacorrea,seponedirectamentedelantedeHansi, levantael
dedoíndiceyordena:—¡Siéntate!Hansisesienta.—Perrito bueno —dice él. Luego, señala con el dedo su sillón y
exclama—:¡Hop!HansisaltaalsillónyseinstalaenelescritorioanteelqueelFührerse
encontraba sentado hace unmomento. Pone la pata demanera teatralencimadelaespadadeébano.ElFührersetronchadelarisa.Elperrotieneunasensaciónrara.Eseeselhombredelquellevatoda
lavidahuyendo.Elmismoquehaprendidofuegoasumundo.Ahorasesientafrenteaélyjuegaconfuego.Unjuegopeligroso.Lapuertadelaantecámaraseabreyelsecretarioanuncia:—¡MiFührer,elalmiranteCanaris!Canaris,eljefedelserviciodeinteligenciamilitar,entraenlasalayse
queda perplejo al ver a un perro sentado al escritorio, y ademásadoptandolaposedelFührer.—¡Tranquilo,noesungolpedeEstado!—dice elFührermuertode
risa.—Está bien —responde Canaris, sin mover un músculo—. Traigo
novedadesimportantes.ElFührervuelveatomarasiento,conelperroasuspies.—Tenemosinformación—diceCanaris—dequelainvasiónaliadano
vaaseratravésdeSicilia,comopensamos.—¿NovaaseratravésdeSicilia?—seasombraelFührer—.Entonces
¿pordónde?—Entrarán por Cerdeña —dice Canaris—. Tenemos que retirar
nuestrastropasdeSiciliayestacionarlasenCerdeñadeinmediato.—¿Quéclasedeinformaciónesesa?—preguntaelFührer.—Unmaletín—diceCanaris—.Colgabadeunacadenayestalohacía
deunhombre. Su cuerpo fue arrojadopor elmar a tierra en el surdeEspaña.Elhombreeraunmayordelainfanteríademarinabritánica.Losdocumentossoninequívocos:Cerdeña.—¡Demonios!—exclamaelFührer—.Esunahistoriaincreíble.—Losé—diceCanaris—.Increíble,perocierta.ElFührergolpealamesa,indignado.—Así que—ruge— los señores Eisenhower yMontgomery quieren
tomarnosportontos.QuierenquepensemosqueyaestánenelnortedeÁfricayquesololesquedaunsaltohastaSicilia.¡Quéevidente!Seguroquelosalemanespicamoseseanzuelo,¿eh?EnvezdeesodesembarcanenCerdeñayseríenennuestracara.¿Esasí?—Asíes—diceCanaris.—Muybien—gruñeelFührer,convoztemblorosaymalignaalegría
—.¡Sevanaenterar!¡EsperaremosaesoscaballerosenCerdeña!ElalmiranteCanarissaludamilitarmente.—¿Cuáleslaorden,miFührer?—OrdenalmariscaldecampoKesselring.¡Movimientodetropasde
SiciliaaCerdeña!EinformedetodoelloaMussolini.PorfinSiriustienealgoemocionantequecontarelmiércolessiguiente
y,porsuerte,yasabecómocontarlo.Hahechoprogresosconelpiano.ElCírculo intuyeque elperro revientadenovedades,porqueno se
sientacomodecostumbreentrelosreunidos,sinoqueselanzadirectoalinstrumento.«HeestadoenelcuartelgeneraldelFührer—teclea—.ConHitler.»—¿ConHitler?—exclamaelprofesor,comoheridoporunrayo—.No
puedocreerlo.«ConHitler—confirmaSirius—.Enpersona.»Enunstaccatodelaspatasdescribeelencuentro.ElCírculoloescucha
con devoción, como si un médium en trance estuviera estableciendocontactoconelmásallá.De pronto, el Führer habla a través de Sirius. Las palabras que
muevenelmundotraslosgruesosmurosdelacancilleríadelReich—enestrictosecreto—encuentranuncaminomaravillosoatravésdelosoídosdeunperro,yluegodelasteclasdeunpiano.Elenemigoescucha.Canaris.Sicilia.Cerdeña.TedBloomfieldescucha.RuegaabsolutaprecisiónaSirius.—Elmásmínimodetalleesimportante—dice—.¡Estoessensacional!Sirius habla del mayor británico muerto que sacaron del mar en
Huelva,delmaletíncolgandodeunacadena,de losdocumentoscon lainformación:invasióndeCerdeña.—¿Ybien?—preguntaexcitadoBloomfield—.¿Reacción?Orden.Tropas.Cerdeña.—¿Enserio?—exclamaBloomfield—.¿SalirdeSicilia?Siriusloconfirma.Orden.Tropas.Cerdeña.Bloomfieldseponeenpiedeunsalto,alzalosbrazosalcieloyjalea:—¡Victoria! ¡Victoria!Ha funcionado. ¡Ha funcionado! ¡Laoperación
Mincemeathafuncionado!—¿Qué ha funcionado? —pregunta desconcertado el conde Von
Studnitz.TambiénFritscheyWundtsemiranperplejos.Bloomfieldaúntienequerecuperarse.Noeslaprimeravezquesabe
máscosasqueelrestodelCírculo.Nopuedecontarlesexactamentepor
qué,comosiempredice.Perosegúntodoslosindicioshayunhilodirectoentreélyelserviciosecretobritánico.—La operación Mincemeat —explica—, el mayor muerto, es una
añagaza.Unamaniobradedistracción.ElMI5lohaideadotodo.Todoslosdocumentossonfalsos.DebenllevaraHitlerhastalapistafalsa.—AsíqueenrealidadvaaserSicilia—sedacuentaBennoFritsche—.
YahoraHitlerestáretirandosustropas.—Nopuedocontarnadamás—diceBloomfield,conairesignificativo
—.Solounacosa.Lagrancuestiónera:¿lellegarálanoticiaaHitler?Ysilo hace, ¿se la creerá? Ahora, gracias a Sirius, la pregunta se puederesponderconunsí.EstovaagustarlemuchoaChurchill.Siriusestáorgulloso.SunoticialevaagustaraChurchill.Nosoloha
conocidoenpersonaalFührer, sinoqueahora lohapuestoenpersonacontra las cuerdas. La verdad es que a él le parece que no se puedeesperarmásdeunperritojudío.Aldíasiguiente,elprimerministrobritánicorecibeuntelegramacon
laspalabras:«Mincemeattragadoporcompleto».—¿Cómolosabemos?—preguntaChurchill.«Deunafuentesegura—responden—.Tenemosunespíajustobajoel
escritoriodeHitler.»—¿Cómo?—Churchillsesorprende—.¿Enserio?«Enserio—contestan—.Unmicrófonoviviente.Unperro.»—Uncombatientedelaresistenciadecuatropatas—diceChurchill,y
sonríe—.Unperroenlacuevadelleón.Valientemuchacho.Sirius,no,Hansivisitadesdeentoncesregularmentelacancilleríadel
Reich. El Führer se ha encaprichado con el perrito, tal como dice élmismo.Le gusta tener siempre aHansi a su alrededor.Mientras tanto,también Bormann, su lugarteniente, y Ribbentrop, su ministro deExteriores, se han acostumbrado a que el perrito asista a susdeliberaciones.Cuando llega la noticia de que el Afrikakorps se ve obligado a
capitularenTúnez,enmitaddelaconferenciademayoalaquetambiénasisteelmariscalRommel,elFührerpideaHansiquesepongadepie.—¡Mire,Rommel!—diceentusiasmadoelFührer.—NosésiesoserádegranayudaparanuestrossoldadosdeÁfrica—
diceRommel—.Siempredijequedebíamosretirarnosaldesierto.—A mí me ayuda —responde el Führer—. ¡Tome ejemplo del
optimismodeesteperro!RibbentropyRommelsemiranperplejos.El Führer llega incluso a pedir consejo al perro sobre asuntos
militares.Enlareunióndesituacióndejunio,elmariscaldecampoVonMansteinestápresente,ysehablasobrelaoperaciónCiudadela.SetratadeatacarlaciudadrusadeKursk.LaúltimagranofensivaposiblecontraelEjércitoRojo.ElEstadoMayorlodesaconseja.ElFührersevuelveaHansi:—¿Quéopinastú?—pregunta.Elperromuevelacola.ElFührerleprestaoídos,ylamayorbatallade
tanquesde laHistoriaseponeenmarcha.Elejércitoalemánse lanzaarecorrerelinfierno.Enjulio,losaliadosdesembarcanenSicilia.Oseaquenolohacenen
Cerdeña. Han engañado a las tropas alemanas. La Fortaleza Europaempiezaatambalearse.Mussoliniesapartadodelpoder.El Führer está deprimido. Entretanto, hasta sus más íntimos
colaboradoresalbergandudasrespectoala«victoriafinal».SoloHansilebrindaconsuelo.—Perritobueno—diceelFührer—.Túsímeentiendes.Ereselúnico
quemeentiende.Si él supiera. De hecho, el perrito le entiende, palabra por palabra.
Todos losmiércoles hay lección de piano y el Círculo se entera de lasúltimasnovedades.Deesemodo,alfinal,ChurchilltambiénentiendealFührer.Enagosto,Siriusadvierteacercadelallamada«armamilagrosa»,un
cohete tipo V2 que se está preparando en el campo de pruebas delejércitoenPeenemünde.Lafuerzaaéreabritánicabombardeaenseguidaesosterrenos.En septiembre, Sirius anuncia la ocupación prevista de Roma. El
nombreenclavedeestamaniobraesoperaciónAchse.Pero losaliadosnologranimpedirelsecuestrodeMussolini.En octubre, Sirius logra el mejor de sus golpes: informa sobre la
operación Capricornio. Bajo ese nombre en clave tienen lugar lospreparativosdelbombardeodeLondres,planeadoparaenero.La fuentedelcuartelgeneraldelFührerborboteasincesar.Siriusse
haconvertidoenelespíamásimportantedelosaliados.Cuando Churchill se reúne en noviembre en El Cairo con el
presidentedeEstadosUnidos,Rooseveltpreguntaconcuriosidad:—¿Quiénesenrealidadesesuperespía?Churchillresponde:—Sevaustedareír.Unperro.EnBerlín.Rooseveltfrunceelceño.—Unmomento. ¿Unperro enBerlín? Entonces creo que sé cuál es.
Solopuedeseruno.¡Hércules!SiriusestáescribiendolaHistoriaUniversal.Y, entretanto, lo hace a toda prisa. Sus patas se deslizan todos los
miércolesliteralmentealadassobrelasteclas.Yanohaystaccatoalguno,sinomoltofurioso.CuandolaseñoraZinkevuelveaencontrarseconBennoFritsche,está
muyimpresionada.—¡Hoyhatocadoustedalgoespecialmentehermoso!—lereconoce—.
¿OtravezBeethoven?—¿Quévaaser,sino?—respondeFritsche,conelmásencantadorde
susguiños.Peroentonces.A los servicios de inteligencia alemanes no se les ha escapado que
tienequehaberunafugadeinformaciónenelcuartelgeneraldelFührer.UnagujeroterribleporelqueseescapanlossecretosdeEstado.¿Dóndepuedeestar?Ysobretodo:¿quiénpuedeser?ElalmiranteCanarisconvierte la investigaciónenprioridadnúmero
uno. Como todo lo que se plantea en el mayor secreto en las altasinstancias,laacciónnecesitaunnombreencubierto.¿Cuálpodríaser?ElFührer adora los nombres del mundo animal. Operación Capricornio,plan Gaviota, operación Zorro Polar. ¿Por qué no «operación Hansi»?Suenabien.Por supuesto, ni la sombra de una sospecha recae sobre el perro.
¿CómovaunanimaladifundirsecretosdeEstado?
Más bien es su amo el sospechoso. ¿No empezó el espionajeexactamenteenelmismomomentoenqueErwinWünscheseincorporóal servicio? Para ser sinceros: también Traudl Junge, la secretaria delFührer,empezóatrabajaresemismodía.YJuliusManti,elnuevojefedelaescoltadelFührer.Canaris se rompe la cabeza. Antes no había ninguna fuga y desde
entonceslahay.Asíqueunodelostreseseltraidor.Punto.Menosmalque élmismo se encarga de la investigación, de lo contrario no habríaresultadostandeprisa.—Mi Führer —dice—, aquí tiene mi informe sobre la operación
Hansi.Presenta los nombres de los tres sospechosos. Traudl Junge queda
descartada. No estaba presente durante los informes de situación.TampocoelpotencialinfractorMantientraenconsideración.Soloestuvopresenteaveces,asíquenopuedehaberloreveladotodo.QuedaErwinWünsche.—Cierto—dice el Führer, con el recelo oculto en la voz—.Ese tipo
siempreandabaporaquí,conelpretextodequeeraelamodelperrito.—Para ser sinceros —objeta Canaris—, debe estar presente. Es su
ayudantepersonal,miFührer.—Escierto—piensaenvozaltaelFührer—,peroesetiponuncame
gustó.Ocultaalgo,es traicionero,senotaenseguida.Elperronoencajaconél.Hayalgoquenofunciona.—Ya ve, mi Führer —ratifica Canaris—, su instinto nunca le ha
engañado.—¡Hagaejecutaraesehombre!—ordenaelFührer—.¡Enelacto!—¿Ejecutar? —se sobresalta Canaris—. ¿No necesitamos pruebas
inequívocas?—Mi instinto es suficiente prueba paramí—responde el Führer—.
Perobien,comousteddiga.Hagapasaraesehombre.A Wünsche lo llevan a presencia de Hitler, flanqueado por dos
oficialesdelasSSdeladivisiónTotenkopf.—¡MiFührer!—saludaWünsche.—¡Mi Führer! —se burla el Führer—. ¡Deje ya sus hipócritas
gimoteos!Wünschetiembla.—¡Ha traicionado nuestro Reich al enemigo! —brama el Führer—.
¡Roma!¡Peenemünde!—¿Peenemünde?—preguntaWünsche,pálidocomouncadáver.—¡Peenemünde! —sigue tronando el Führer—. No se haga el
inocente.¿Porquiénsupieronlosinglesesqueestábamosconstruyendo,¡bajotierra!,cohetesallí?¡Porusted,naturalmente!—¿Pormí?—preguntadesanimadoWünsche.—¿Porquiénsino?—leincrepaelFührer—.Enrealidad,tendríaque
ordenarqueloejecutaranporaltatraición.PeronoquierohacerleesoaHansi. Canaris, lleve a este hombre al campo de concentración dePeenemünde.¡Allíesdondedebeestar,contodasufamilia!Canaris:—¡Alaorden,miFührer!—¿Yelperro?—balbuceaperplejoWünsche.—¡Sequedaconmigo!—dice,feliz,elFührer.AhoraSiriuseselperropersonaldelFührer.Vayaungirodeldestino.¿Deberíaestaragradecido?Siriuscavila.En
adelante,precisamenteelhombredelqueemanaelmayorpeligroparaelmundoenterovaasersuprotector.Unaideainquietante.Porotraparte:esmejorquequiencaminaporelinfiernotengadesu
partealdiablo.¿Oesoessolounajustificaciónparaunpactoconél?Sirius se sientedemasiadopequeñoparapreguntas tangrandes.Lo
únicoquequiereessobrevivir.Elmenú—nopuedenegarlo—formapartedelasventajasdelavida
enelcuartelgeneraldelFührer.Apesardetodaslasleyendasquecorren,este no es un vegetariano estricto. Adora las salchichas blancas y lospasteles de caza. En todo caso se prohíbe muchas de esas comidasporquetemelosgases.Sinembargo,ladietacrudaquetomaensulugardehechoproducegases.Uncírculoinfernal.Así que la carnedel platodel Führer suele ir a parar al cuencodel
perro.Yelperritosealegra.Sirius interpreta tanbienelpapeldeHansiqueHeinrichHoffmann
entra en escena. Es el fotógrafo personal del Führer. El perro es unmotivoexquisito,sinduda,traeunpoquitodesolalasombríacancilleríadelReich.PorfinSiriusvuelveaestarantelascámaras.Lodisfruta.Otra ventaja que tiene el Führer es su búnker. Cuando llueven
bombas sobre Berlín —y eso viene ocurriendo a lo largo de tododiciembre—,enelcuartelsubterráneonosenotanada.Elperro tienepermisopara acompañarle, naturalmente. Se tiende a
los pies del Führer. También están los miembros más próximos delEstadoMayor, así como el personal. Cada uno con sus pensamientos.Siriusseacuerdade lasnochesenquevagaba indefensopor laciudad,bajo la lluviadebombas.Ahoratieneuntechosobresucabeza, inclusounodehormigón.A lamañana siguiente llegan, en cadaocasión, las terriblesnoticias.
LaIglesiaMemorialestáenllamas,eljardínzoológicohasidodestruido,losalmacenesdelOesteyanoexisten.Entretanto,granpartedelaciudadestáenruinas.InclusoenNochebuenalos inglesesbombardeanBerlín.Elambiente
enelbúnkeresenconsecuenciadeprimente.Krause,elayudadecámara,leanudalacorbataalFührer.Kempka,elchófer,tararea«Nochedepaz,noche de amor». Irma Zeisse, la cocinera dietética, ha decorado unarbolito. Tiembla cuando en la ciudad, por encima de sus cabezas, latierratambiénlohace.El Führermira furibundo al vacío. Su rostro ni siquiera se ilumina
cuandoabreelregalodeNavidaddeJosephGoebbels:docepelículasdeMickeyMouse.Sindudadice:«¡Vaya!»,yGoebbelsanotaensudiario:«Sealegra,y
está muy contento con ese tesoro», pero la verdad es que no estácontento.Quierelavictoriafinal.Sealegraríaconeso,soloconeso.HérculesyCleopatraseestrenaenHollywood.El espectáculo es tan lamentable que al terminar el pase los
espectadoresprendenfuegoasusentradasylastiranalataquilla.El crítico de The Hollywood Reporter escribe: «Uno lamenta que no
hubiera coches en el Antiguo Egipto. O cualquier otra tecnología quepermitieraatropellaraunperro».ElcríticodeTheNewYorkTimestansolotitula:«Cavecanem!».Carl Crown hojea complacido los periódicos y constata que Sirius
sigue siendo el rey de Hollywood. Su sucesor ha fracasadomiserablemente.EstáviendoaJackWarnertirarsedelospelos,desesperado.Hércules
esinsustituible.Peroesanoeslarazónporlaquelafamiliaestádefiesta.Hay novedades importantes: Georg ha adoptado la ciudadanía
estadounidense.Yanoesalemán,sinonorteamericano.Eso hay que celebrarlo como es debido. Hay una mesa lista en el
Rondó,elrestaurantedelhotelHiltonTownhouse.Lamesaestápuestaparaochopersonas.Carl,Rahel,Else,Andreas,
GeorgyElectratomanasientoaella.Faltandoshuéspedessorpresa.Ahí vienen. ConradNicholsonHilton y ZsaZsaGabor en persona.
Ellallevaenbrazosasupinschercolormelocotón,Caruso.—¡Papi!—gritaradianteElectra.—Hola,cariño—respondesonrientepapáHilton,ysedejacaerenla
sillaquehayalacabeceradelamesa,comosifueralomásnatural.—¡Míster Hilton! —saluda reverente Crown. Al fin y al cabo, ese
hombre es el jefe de un ejército de uniformados de color burdeos, yCrownesunodeellos.—Conny—corrigeconamabilidadHilton.Pide champán para todos. Los reunidos se miran confusos, con la
excepcióndeGeorgyElectra,queobviamentelosabenporanticipado.—Conny—diceGeorg,ylevantasucopa—,ayerpedílamanodetu
hija...Electraseríenerviosa.—Eres el rey de América —continúa Georg—. Quiero a tu hija.
Quierocasarmeconella.Ytúhascontestado:«Deacuerdo».Elgrupoestallaenjúbilo.Rahelocultasuemocióntrasunpañuelo.Conrad Hilton se levanta, imponente, como uno de sus famosos
hotelesdeManhattan.—Mi abuela —dice— se apellidaba Laufersweiler. Era una mujer
sencilladeDörrebach,unpueblode campesinosdelHunsrück.Por lasvenasdenuestrafamiliacorresangrealemana.»Pero—continúa,ydaunpuñetazoenlamesa—.Hitlerhadestruido
mis raíces alemanas. Hitler es nuestro enemigo. ¡Debemos ganar laguerra!—Conny—asegura,animado,Georg—,tehejuradoquelucharé.Por
amoratuhija:iréalaguerra.Y,cuandolahayamosganado,Electrayyonoscasaremos.—Okay—respondeConny—.Apresúrate.
—¡Cuídate!—advierteZsaZsa.Al día siguiente, George Crown se alista como médico militar
voluntarioenel9.ºEjércitodelasfuerzasdecombateestadounidensesenEuropa.La situaciónde las tropasalemanases cadavezmás sombría.Enel
frenteorientalseprevéunacatástrofe:elGrupodeEjércitosamenazaconderrumbarse,másdeunmillóndesoldadoshanperdidoyalavidaylosrefuerzosnosonmásqueniñostemblorososdeuniforme.—¡Basta ya de este absurdo derramamiento de sangre! —exige el
tenientegeneralBamler.Enelsur,losaliadoshanavanzadoyahastalaItaliacentral.Elejército
alemánsebateenretirada.RugelabatalladeMonteCassino.En el oeste, el mariscal Rommel hace todos los preparativos
necesariosparalaaperturadeunnuevofrente.SecuentaconlainvasióndeFranciaporpartedelosaliados.El Führer espera un milagro. Solo un milagro puede ya salvar
Alemania.—¿Quédicenlosastros?—pregunta.HeinrichHimmlersesientealudido.Siempreestodooídoscuandose
trata de mística. No se le nota. Solo se le conoce como el sobrioReichsführer SS, el encargado de la Solución Final, que se esfuerza enmantenerloshornosdegasencendidosenmediodelaguerra.—¿Los astros?—responde Himmler—. Habría que preguntar a los
astrólogos. Pero ya no están vivos. Por orden suya, mi Führer, si mepermiterecordárselo.—Sí, sí —dice con gesto de desdén el Führer—. Con razón.
Envenenaban el almapopular alemana con su eternopesimismo. Pero,quiénsabe,quizálosastroshayancambiadodeopinión.—Hayun tipo—murmuraHimmler,comosi tuvieraquehurgaren
sumemoria buscando el nombre—.Un tal profesorWulff.Hice que lometieran en el campo de concentración de Fuhlsbüttel. Iré a visitarlo,quizásigavivo.ElprofesorWulffcontinúavivo.YHimmlerlosabemuybien.Recibe
unodesushoróscoposunavezalmes.Inclusosehaencargadodequeelastrólogopuedasalirdelcampobajoestrictavigilanciaparaprestarsus
servicios como colaborador científico del altomandode la armada. Ensecreto,aespaldasdelFührer.El alto mando da trabajo a un departamento que, recurriendo a
fuerzas sobrenaturales, debe rastrear las flotillas de submarinos de lamarina enemiga. En él trabajan videntes y adivinos. Un día tras otro,hacenoscilarsuspéndulossobrelascartasmarinas.Tambiénserecurrealaastrología.Enseguida, el profesor Wulff se presenta ante el Führer. Es
corpulento, viste con refinamiento y lleva un monóculo. El Führer sehabía imaginado al presodel campode concentraciónunpoco, bueno,unpocomásmiserable.—Levaaustedbien,segúnveo—diceelFührer.Vuelveaasaltarlela
desagradable sensación de que no debería confiar demasiado enHimmler.Peroeseesotrotema.—Graciasporllamarmeasupresencia.—Elprofesorserefugiaenla
poesía—.Predestinadaporelcursodelasestrellas,¿quéteimportaati,estrella,laoscuridad?Nietzsche.—Elcursodelasestrellas,sí.—ElFührersequedaconlafrase—.De
eso exactamente quería hablar con usted. ¿Está el ejército alemán bajounabuenaestrella?¿Cuálessonlossignos?Elprofesor sehapreparadobien:despliega elmapa estelar, coge el
compás, traza círculos en torno a los planetas con movimientosexagerados,señalaespecialmentelosnodoslunares,consideralalatitudylosdatoshistóricos.RealizaunaadvertenciaencontradeMarte,felicitaaSaturno.ElFührerleinterrumpe:—Deje toda esa cháchara —ladra—, solo quiero saber una cosa:
¿vamosaganarlaguerra?Difícilcuestión.Naturalmente,elastrólogosabequesirespondecon
malasnoticiasselecastigaráconlamuerte;silohaceconbuenas,quizáselerecompenseconlavida.Seacomofuere,cualquierprofecíacaerádemanera irrevocable sobre sus espaldas en cuanto se revele equivocada.¿Quéhacer?ElprofesorWulffvuelveaintentarganartiempo.—Tieneustedunperronuevo,¿verdad?—pregunta.ElFührerestáperplejo.—¿Cómolosabe?
Wulffseñalalacartaastralydeclarasolemnemente:—ElCanMayorestáensusigno.Puedeverloconclaridad,aquíestá
Sirio.Comosi lehubieran llamado,Siriusasoma lacabezapordebajodel
escritorio y levanta las orejas cuando se pronuncia su nombre. ¿Estánhablandodeél?—¡Love!—gritaelprofesoralveralperro—.Noestáensuvidapor
casualidad.Losastrosloquierenasí.Élessudestino.—¿Midestino?—preguntaelFührer.—Asíes—respondeelprofesor—.Yalosantiguosegipciosprestaban
oídosalaadvertenciadeSirio.Cuandosealzabaenlabóvedaceleste,eraelsignodelacrecidaanualdelNilo.Lossumerioslovenerabancomo«elquesurcalosmares».Adviertedelpeligroquevienedelasaguas.—¡La invasión de Francia! —adivina el Führer—. ¡Me está
advirtiendo!—Leestáadvirtiendo—confirmaelprofesor.—¿Ybien?—preguntaatemorizadoelFührer—.¿Habráunmilagro?Elprofesorsacaelmonóculoyvuelveaexaminarlacartaastralconla
mayorconcentración.—Veoindiciosdeunmilagro—dice.—¿Dónde?¿Dónde?—preguntaelFührer.—Aquí —dice el profesor, y rodea Marte con el dedo—. Está en
constelaciónconSirio.SegúnPtolomeo,esosignificapeligromortal.—¿ParaelFührer?—sesobresaltaelFührer.—El mayor peligro—confirma el profesor—. Pero también veo un
milagroenlosastros.ElFührerestácompungido.Vacilaentrelafuriainconteniblehaciala
chusma que quiere atentar contra su vida y el agradecimiento a losastros,quelehanadvertido.Elastrólogoinsisteconlacabezagachaenlarevelación,sentimiento
que acaba ganando la partida. Tiene suerte y le dicen que puedemarcharse.Aliviado,sesecaelsudordelafrente.Hasobrevivido.Naturalmente,
enlacartaastraltambiénseveíaquelosdíasdelFührerestáncontados,inclusoeldíaexacto,peroesoselohacallado.Lasestrellaslosaben.
Así que ahora todovuelve agirar alrededorde laguerra, la guerra
total.SiemprequeelmayorgeneraldetodoslostiempostienetrabajoamanosllenassealojaenlaGuaridadelLobo.Asísellamasupuestodemando en laPrusiaOriental, donde aLobo, como lo llaman susviejosamigos,legustaatrincherarse.NosinSirius,seentiende.LaGuaridadelLoboestodolocontrarioaacogedoraparaunperro.
La cosa empieza con el alambre de espino, de diez kilómetros delongitud,quedelimitalaciudaddebúnkeres,yterminaenelcinturóndecienmetrosdeminasquelarodea.ElFührerysuperritoresidenenelbúnkernúmero13.—¡Cuide bien de Hansi! —ordena el Führer a su ayudante—. No
quieroquepiseunaminacuandosalgaahacerpis.—¡Asusórdenes,miFührer!—respondeelayudante.—FueloquelepasóalteckeldeRibbentrop—explicaelFührer,yel
movimientodesumanoimitaaunperroexplotando.Así que Sirius está alerta. Por suerte, hay bastantes cosas que ver
dentrodelcinturónminado.En el bloque 3 están los barracones de la guarnición y los puestos
antiaéreos.Enelbloque2,elEstadoMayordelejércitoyelbatallóndeescoltadelFührer.Elbloque1,eldelFührer,eselmásinteresante.Allíestálacentralde
telecomunicaciones, el casino con los comedores, el barracón desituación,el cine,elbúnkerdelFührer, lapeluqueríay losbúnkeresenlosquesealojanlosmandossuperiores,esdecir,MartinBormann,jefedegabinetedelacancillería,elmariscalGoering,elmariscalWilhelmKeitel,etcétera.Alaspuertasdelosdistintosbloqueshaybarrerasconpuestosdela
SS.Controlanlospasesypreguntanlacontraseñadeldía.Naturalmente,esonoafectaaSirius.EselperropersonaldelFührer,tieneaccesoatodaslaszonas,exceptolasauna.ASiriustodoaquellolerecuerdaunpocoalosestudiosdelaWarner
Brothers. Sin duda no es una buena comparación, pero Sirius no hacemás que pensar en las muchas salas que hay detrás de la barrera, elbulliciodeextrasdisfrazadosdemilitares,elatrezo,lacantina,elbúnkerdeoficinasdelmagnatedeHollywood.Parecequeestuvieranfilmandounapelícula,Hérculescontraelrestodelmundo.
Inquietantepensamiento.¿RepresentaelFührer,ensulocura,elpapeldeHércules?¿CreequizáqueelmundoenteroesLuckyvilleyquesoloélpuedesalvarlo?Entretanto,aSiriustodolepareceposible.Seponeencaminohaciala
cantina.Quizáelazarquieraqueunhuesodepollocaigaporlaventana.Dos hombres vienenpor el camino. Se detienen y le señalan con el
dedo.—Mira—diceeluno.—Sí,yaveo—diceelotro.Seacercan.—Noestámal—diceeluno.—Sí,muybien—diceelotro.Siriuslosmiraconlosojosmuyabiertos.Dealgunamanera,laescenaleresultafamiliar.¿Noempezó,conesas
mismas palabras, su fortuna en Hollywood? ¿Podría ser que ahoraimpliquensudesgracia?Essupersticioso.Loshombresseretiran.Pertenecenaldepartamentodeplanificación,
que está en el barracón 99. Allí se incuban ideas fantásticas de armasmilagrosas jamás vistas. El alto mando del ejército está cada vez másdesesperado.ElprototipodeunobjetovoladorconstruidoenlasfábricasSkodaha
resultadoserundesastre.Asíquesediseñaunnuevoplan:¿porquénolanzarperrosentrelasfilasenemigas?Solohabríaqueinyectarleselgasnervioso tabún o sarín, que se liberaría al explotar el perro y loaniquilaría todoa sualrededor.Podríanahorrarse laproducciónde lascarascarcasasdebombas.¿EsesoloquequierenprobarconSirius?Porsuertesefiltraatiempo
lanoticiadequesetratadelperropersonaldelFührer.Siriusobservaloqueocurreenelbarracóndesituación.Sellamaasí
porqueesdondeelFührerdiscutelasituación,yesloqueestáhaciendoenesemomento.Elmapamundiyaceextendidosobrelaenormemesademapas. Rommel cuenta con que la invasión aliada se producirá en elestrecho de Calais, porque allí es menor la distancia entre Francia eInglaterra. Jodl lecontradice,élcreequeeldesembarco tambiénpodríaproducirseenelsurdeFrancia.UníndicetrasotrosedeslizanalolargodelMurodelAtlántico.Ah,piensaSirius,quéhermososeríapodersentarseahoraalpiano.El
Círculoseríafelizconcadaindicación.¿CómoleiráalCírculo?No hay de qué preocuparse. El Círculo sigue siendo redondo.
Naturalmente,seinquietaronmuchocuandoelperrodejódeaparecerdeun día para otro. Pero luego su foto salió en los periódicos, unainstantánea de Heinrich Hoffmann, y el resto ya se lo imaginaron. Encualquiercaso,Siriusestábien.Faltaelpiano,peroloqueimportaahoraeslaacción.Esprecisodar
ungolpedeEstadoloantesposible.Nohaytiempoparadudas.Enesoestá de acuerdo incluso gran parte del ejército, de la nobleza y de laadministración. Entretanto existen varios círculos. Su objetivo: atentarcontraAdolfHitler.Solo hay uno que puede conseguirlo: Claus Schenk, conde de
Stauffenberg.Lainvasióndelosaliadossellevaacaboconunapotenciamilitarque
elmundo nunca había visto antes. La flotamás poderosa de todos lostiempos,seismilbarcos,peleaporlacosta.Elcieloseoscureceylafuerzaaéreaabrefuego,enunnúmerodeoncemilaviones.Cientosdemilesdesoldadosdesembarcanenlosdíassiguientes.En Normandía. O sea que no en el estrecho de Calais, como
sospechabaRommel.Lastropasalemanassehandejadoengañarunavezmásytienenquevolveratrasladarse.AhoralaguerramundialrugeenelcorazóndeEuropa.—¡París no puede caer en manos del enemigo, salvo que sea un
montónderuinas!—exigeHitler.Perosudeseoyanovaapodercumplirse.Los libertadores avanzan y, allá donde entran, los reciben franceses
jubilososquesostienenenaltobotellasdescorchadasdevinotintoylesinvitanaunvasito.Laschicasleslanzanbesosyadornanlostanquesconflores.Unoquerríaserlibertador.EnelOeste.PorelesteseacercaelEjércitoRojo.YaestáalaspuertasdeLublin,en
Polonia.Allí,aloslibertadoresnolesesperaningunafiesta.EntranenelcampodeconcentracióndeMajdanekyantesusojosseabreelinfierno.Allí han sido asesinados más de un millón de judíos. En los hornoscrematorios aún arden las brasas. Las imágenes del horror dan porprimeravezlavueltaalmundo.
Berlínaúnestálejosdeambosfrentes,peroellazosecierramáscadadía.EldoctorGeorgeCrownestádestinadoenelhospitalestadounidense
de lamarinadeCherburgocomooficial sanitario.Allí seprestan sobretodoprimerosauxilios.Heridasdebala,amputacionesdeemergenciaycosaspor el estilo. Todo tienequehacersedeprisa, la viday lamuertesiempreestánenel filodelbisturí.Yelejércitodeheridosnohacemásquecrecer.Peroelmundoespequeñoinclusoenunaguerramundial.Eldoctor
Crown se acerca a la cama de un hombre al que hay que hacerle unaradiografíaurgente.Loreconocealprimervistazo...EsJamesStewart,laestrelladeHollywood.—¿Quéhaceustedaquí?—preguntaCrown.—Salté en el último momento de mi avión en llamas —responde
cansadoStewart—.Conelasientoeyectable.JamesStewartesmayordelescuadróndebombardeo453.Ostentala
medalladehonorconhojasderoble, concedidaporsusataquesaéreossobreAlemania.—Surostromeresultafamiliar—diceStewart—.¿Dedónde?Crownreflexiona,mientrasempujalacamahaciaelaparatoderayos
X.—Creo queme confunde conmi padre—dice—. Seguro que usted
conoceanuestroperro,Hércules.JamesStewartsonríe.—El perro, claro. Hércules, mi mejor competencia. ¿Qué anda
haciendoahora?—EstáenBerlín—diceCrown—.Nosabemosmás.—¿En Berlín?—se sorprende Stewart—. Yo también he estado allí,
pero arriba, enmi bombardero.Ojalá no le haya alcanzado.—Con unguiño, añade—: ¿Cómo es ese refrán? Uno siempre se encuentra dosvecesenlavida.Los rayos X dicen que no hay problema. El mayor puede subir al
próximoB-24libre.—SaludedemiparteaHérculescuandovuelvaaverlo—diceantes
deirse—.Estoyanopuededurarmucho.
GrandebatedesituaciónenlaGuaridadelLobo.Setratadelavance
del Ejército Rojo y de la cuestión de en quémedida hay que empleardivisiones de bloqueo para aislar la Prusia Oriental. El conde VonStauffenberg, el coronel al mando del Estado Mayor, ha venidoexpresamenteainformarsobreellodesdeBerlín.Hacecalorenelbarracóndesituación,yStauffenbergpidepermiso
para refrescarse.ElFührer frunce el ceño.No leparecequehaga tantocalor y, al fin y al cabo, los demás oficiales de la sala tampoco estánfrescos. Pero el mariscal de campo Keitel le da permiso con unacabezada.Stauffenberg regresa. Deja su maletín debajo de la mesa de
conferencias,donde también seha instaladoSirius.Aeste le sorprendeque el hombre lleve un parche en un ojo y, además, le falta la manoderecha. ¿A quién le recuerda?Ah, claro, a Barbarroja, el domador deleones.¿Serátambiénesehombredomadordeleones?Suspensamientosse centran en Benarés, el león, cuando oye un leve tictac dentro delmaletín.Ladiscusiónseprolonga.Stauffenbergvuelveadisculparse,estavez
tienequesalirunmomentoa llamarpor teléfono.ElFühreryKeitelseinclinansobreelmapamundi.Elperroolfateaelmaletínyunoloracreselemeteenlanariz.Aúlla.—¿Quépasa,perrito?—sepreocupaelFührer—.¿Tehepisadouna
pata?AlarichHeinzel, el ayudante del Führer, cambiade sitio elmaletín,
paraqueelperrotengamásespacio.En esemomento, una explosión ensordecedora estremece la sala, la
bombaquehayenelmaletínestalla,ylaondaexpansivaestanpotentequelanzadegolpeporlaventanaaAlarichHeinzel.Entonceseltechosedesploma.AltenientegeneralRudolfSchmundt
lo alcanza una viga en la cabeza. La pesada mesa de mapas se haceastillas.HeinrichBerger,eltaquígrafo,resultamuertoenelacto,mientraslosotroshombressearrastranfuera,heridosdegravedad.¿YelFührer?Vagaporlazonaconeltímpanoreventadoylasropashechasjirones,
obviamenteenestadodeshock.Esunmilagroquehayasobrevivido.
—Hasidolaprovidencia—jadea,cubiertodesangre—.Losastroslohanqueridoasí.ElcoronelgeneralJodl,denuevoenpie,saluda:—¡MiFührer!ElmilagrosellamaHansi.Sinohubierahechoruido,la
bombahabríaexplotadodirectamentedelantedeusted,yestaríamuerto.—¡Hansi!—gritadesesperadoelFührer—.¿Dóndeestámiperrito?Una tropa de búsqueda se interna en las ruinas del barracón de
situación para encontrar a Hansi. Entretanto, la Gestapo le pisa lostalonesaStauffenberg.Elperro está enterradobajo lamesademapas. Su corazón late con
debilidad.Tienelosojospacíficamentecerradosylalengualecuelgadeladofueradelaboca.Dos hombres lo colocan con cuidado sobre una camilla, lo cubren
respetuososconelestandartequehacíaunmomentoestabaen lamesademapasymarchanmarcandoelpasoalencuentrodesuamo.Entretanto ha llegado el doctor Morell, el médico de cabecera del
Führer.Examinaaconcienciaalperro,leaplicaelestetoscopio,palpasusórganos, lealumbra laspupilas,mide la temperaturade la lengua... Surostroexpresapreocupación.El Führer sostiene la pata de Hansi. Lucha contra las lágrimas. Y
pierdetambiénesabatalla.—Perritobueno—solloza—,túmeavisaste.EldoctorMorellavanzaundiagnóstico:—Infartodemiocardio.Elperroestáenextremopeligrodemuerte.ElFührerordena:—¡Ordenoquepreparenunvuelo!¡Hansitienequellegarenseguida
al hospital de la Charité! ¡Que Sauerbruch haga todo lo que pueda,repito,todoloquepueda!Ya se oye que las hélices se ponen en marcha. El perro abre un
momento los ojos, con lo que parecen sus últimas fuerzas, y alencontrarse con la mirada lacrimosa del Führer vuelve a caerdesvanecido.ElgolpedeEstadohafracasado.Yhasidoculpasuya.¿Nodicenqueensusúltimossegundoselserhumanopasarevistaa
todasuvida?Conlosperrosocurrelomismo.
Sirius va en avión a Berlín. Ante sus ojos pasan las palmeras deSunsetBoulevard.Piensaenlavisitaalcementeriodeperrosquelehabíaaconsejado hacer John Clark. Un enterramiento honorífico enHollywood,juntoalperrodeHumphreyBogart,seríaalgohermoso.Veala viuda que vivió dos veces. Su gratitud le sienta bien. Recuerda losprados de Lucerna y vuelve a percibir el olor del abono fresco en elhocico.Manzini lehace señas.Elmagosigueen lapistadel circo, señala la
máquinadeltiempoencogiéndosedehombrosysonríenostálgico,comosi quisiera pedirle perdón, con el lema: «También losmilagros puedensalirmal».Siriusmuestralamayorcomprensiónhaciaelmago.Tambiénél acaba de causar unmilagro que no estaba previsto por el inventor.Perdonaalmago.Hasidounavidahermosa,plena.—¡Noterindas!—diceelárbol.—Metemoquemitiempohapasado—diceenvozbajaSirius.—Bah—respondeelárbol—,mañanaseráotrodía.Siriussesorprende.—¿Quéquieresdecirconeso?—Loqueelvientosellevó—murmurainseguroelárbol.—Mañanaseráotrodía—diceSirius—.Esoes.—¿De veras? —se sorprende el árbol—. Bueno, los árboles no
podemosiralcine.Siriusse imaginaaunárbolsentadoenel cine.Elpobreespectador
detrásdeélsolovelapelículaporentresusramas.Sepierdelasescenasfundamentalesporqueselasocultaeltronco.Selevanta,vaalataquillaypidequeledevuelvaneldinero.Nolecreen,loacompañanalasala,peroelárbolsehaidoporquenolegustabalapelícula.Siriusseduermetranquilo.El profesor Sauerbruch y los médicos jefes ya están esperando,
alineados,lallegadadelperro.Lotraenenelcocheoficial.LaescoltadelFührer,queahoraesexcepcionalmenteladelperrodelFührer,saluda.—¡PacienteHansi!—anunciaelcomandante—.¡Esunaemergencia!La Charité está en estado de máxima alerta, como si el atentado
hubiera afectado al Führer en persona.Algo que, en secreto, es lo que
hubierapreferidoelprofesorSauerbruch.Pertenecíaalcírculoíntimodelconde Von Stauffenberg; al fin y al cabo su prótesis manual la habíahechoél.Trasladan de inmediato el perro a cuidados intensivos. Yace de
costado, conectadoa toda clasede tubosyaparatos.Unamascarilladeoxígeno le cubre el hocico. Por suerte, el monitor aún muestra latidocardíaco.—Neumotórax por tensión —diagnostica Sauerbruch—. Ambos
pulmonescolapsados.Vasoscardíacosgravementeafectados.Peligrodemuerteagudo.NadaderayosX,nadadenada.Directoalquirófano.¡Infartodemiocardio!EsedoctorMorellessimplementeuncharlatán.
Todoelmundolosabe,peroelFührerdependedeél.ConfíaaciegasenelDoctorMilagro, ansiosopor su «inyecciónmilagrosa»diaria. Sabeeldiablo qué sustancias contendrá. Es probable que pervitina o cocaína.Peroeseesotrotema.NadiesabeabriruntóraxmejorqueSauerbruch.Esaesprecisamente
suespecialidad.Tampocoleirritaqueseaeltóraxdeunperro.Esexpertoencajas torácicasde todas clases.Unpulmónesunpulmón.Loque lepreocupa es el sistema circulatorio del paciente. El corazón late demaneradébil.Dosveces,incluso,llegaapararseyenelmonitortansolose ve una línea verde, sin pulso, mortalmente inmóvil. Pero luego elpulsovuelvealatir.Siriusluchaporsuvida.Laoperaciónsealargavariashorasyelprofesorestáallímitedesus
fuerzascuandosueltaelescalpelo.—Elperrolohaconseguido—dice—.Sobrevivirá.Justo en esemomento—y a pocas calles de distancia—, el coronel
generalFrommdaordendeabrirfuegoauncomandoespecial.ElcondeVon Stauffenberg es ejecutado en el acto. Muere gritando: «¡Viva lasagradaAlemania!».ConradNicholsonHiltonha invitadoa la fiestadelveranoaCarly
RahelCrown,losfuturossuegrosdesuhijaElectra.NosospechanquevaasersuúltimagranfiestaenHollywood,delocontrariodisfrutaríanmásdelavelada.Se sienten un poco envarados y tímidos. Los otros invitados los
conocen a ambos, si es el caso, únicamente como personal del hotel,
vestidos de uniforme rojo burdeos.Hilton presenta a los Crown como«amigos de la familia». Cuando se le preguntanmás datos, añade: «ElseñorCrownesun famoso investigadorsobrePlatón,venidodeBerlín.¿Onoesasí?».Salvoerror,esoesloquelehadichosuhija,quealfinyalcaboestáestudiandoFilosofía.Llevayaseisaños.—¿Un conserje investigador sobre Platón? —se sorprende Rex
Whittaker,eldirectordelhotelPlazadeNuevaYork.Suesposalemirasuspicaz.—Platón.—Ríeentredientes,achispada—.¿Noesesalapalabraque
usanlosmédicos?—Señalaconfusalabraguetadesumarido.—No,darling—respondemísterWhittaker,ysusurra—:Esosellama
«pene».—Ah—diceella,alzandolamiradaalcielo.—Platón—corrigeConradNicholsonHilton—era un filósofode la
EdadMedia.Labandatoca«Bésamemucho».Lagentebaila.—¿No tenía usted un perro famoso? —pregunta Rita Hayworth,
quien entretanto se ha casado con Orson Welles—. ¿Goliat, o algoparecido?—Hércules—respondeCrown.Triste, pero cierto, Hércules ha caído poco a poco en el olvido en
Hollywood. Ese torpe doble ha contribuido a ello. Jack Warner hacongeladoelmito.—EstáenBerlín—aportaRahel—.Degira.RitaHayworthsonríe,compasiva.—¿Gira?Esoessolootraformadedeciradiós,¿verdad?—Esoesperamos—diceCrown.LosCrownnoquierenhacerselosimportantes,perodesdehacepoco
tienen un yerno famoso. Andreas Cohn. Hace poco ha sido su debutcomosolista,acompañadoporlaOrquestaFilarmónicadeLosÁngeles.ElConciertoparaviolínnúmero3deMozart.
TheNew York Times lo ha festejado: «Hemos escuchado aMenuhin.HemosescuchadoaHeifetz.HemosescuchadoaOistrach.Siempreconlosoídos.AhorahemosescuchadoaAndreasCohn.Conelcorazón».Lo llaman «el violinista diabólico», porque su virtuosismo alcanza
rasgos demoníacos, pero también por su aspecto infernalmenteromántico.Lasdamascaenasuspies.
—¿Nosehan traídoalviolinistadiabólico?—preguntaLanaTurner—. Me gustaría oír alguna vez su violín de cerca. De muy cerca, sientiendenaloquemerefiero.—¿Es cierto que piensa en Hitler cuando toca? —pregunta Ava
Gardner—.Quierodecir,durantelospasajesmásfuribundos.—Nopiensa,selimitaasentir—diceCrown.—Ohlàlà—seburlaMaeWest—.¿Esoquellevasenelbolsilloesun
violínoesquetealegrasdeverme?Labandatoca«AsTimeGoesBy».Lagentebaila.Entonces sale un hombre a la pista de baile. También él se limita a
sentir. Levanta los brazos, gira como una peonza, se sacude como underviche, y todo eso a los sones de una baladamelancólica. Ah, sí, elgrotescoaustríacoquellevaelsombreroechadohaciaatrás,BillyWilder.GiraencírculoconlaseñoraWhittaker.—Eh,Crown—exclama—,llevabatiemposinverte.¿Cómoteva?—Es investigador sobre Platón—le susurra la señora Whittaker al
austríaco.—Plancton—lecorrigecortésmenteCrown.—Nobodyisperfect.—Elaustríacoseríe.Electra lleva con orgullo el distintivode las novias de guerra en su
vestido.—¿Suesposoestáenlaguerra?—lediceJohnWayne.—Miprometido—respondeElectra.—¿Normandía?—preguntaWayne.—¿Porquévoyyoasaberlo?—diceaudazElectra—.Nosoyunade
esas mujeres que espían a sus maridos. No tengo que saberconstantementedóndeestáyloquehace.Confíoenél.—Claro—seinclinaWayne,ysemarchamoviendolacabeza.Mástarde,veaElectrabailarconeljovenactorFreddieWinston,más
agarradosde loquecorrespondecuandotunovioestáenesemomentoluchandoenNormandía.Oencualquierotrositio.Sirius pasa todo el verano en la Charité. Y lo disfruta a fondo. La
clínicaprivadadelprofesorSauerbruchesun lujo enmuchos sentidos:comidadelhotelAdlon,guapasenfermerasquepodríanhacercarreraenel cine cuando quisieran, etcétera; pero lo más importante es estar al
cuidado delmédicomás famoso delmundo. Si a uno le pasara—conénfasis en «pasara»— algo aquí, no sería a causa de la falibilidadhumana,sinodeldestino.Es sencillamente maravilloso. Uno se siente liberado de todas las
dudas, de todos los miedos, de todas las cavilaciones, de todos lospensamientossombríos.Elcorazóneslibre.Lacabezasenotaligera.Lavida, normalmenteun asuntode grandes trabajos, carecedeprontodedificultades. Mientras uno está en manos de Sauerbruch. Lástima quesolosepuedadisfrutardetalcosasiseestáenfermo.ElpintorJobstKorthe,tambiénpacientedelprofesor,lohaexpresado
deformamuybella.Amenudoconversaconelperrodelahabitacióndeallado.—Aquí—dice—estáeltubodelapinturanegra.Nolohetocadoni
unavezdesdequeestoyaquí.Antes,gastabaveintetubosalasemana.ASirius legustael cuadro.Seguramenteesexpresionista.Korthe se
sientafrentealcaballeteypintaloquevecuandomiraporlaventana.Dehecho, incluso el puente sobre el Spree, que en realidad es negro, saleverdeenelcuadro.—Megustaríaretratarle—diceKorthe.LlamadeustedaSirius.Solo
Sauerbruchlostuteaatodos.Así que Sirius posa para el pintor. El cuadro se llamará Perro ante
Berlín.Siriustomaasientoenelalféizardelaventana.¿A qué le recuerda eso? Tiene que pensar durante mucho tiempo.
Luegolevuelvealamemorialacasadecristal.VillaHércules.«CuandoHérculesestéenlaventana,susiluetasefundiráconeltelóndefondodeHollywood»,habíadicho,feliz,missGreen.¿SellamabadeverdadmissGreen?Es extraño que al final su silueta siempre se funda con el telón de
fondodelaciudad,noimportadóndeesté.Mira por la ventana, perdido en sus pensamientos. Qué devastado
está yaBerlín. Barrios enteros se encuentran en ruinas. La carbonizadaIglesiaMemorialsealzacomoelhuecodeunamuelaenelmargrisdecasas.Hayqueserunpintorexpresionistaparapoderpintaresavistasincoloresnegros.LlamanalapuertayentraelprofesorSauerbruch.—Korthe—regaña—,¡deberíasestarenlacama,nopintando!Contempla laobradearte en el caballete. Incluso saca lasgafasdel
bolsillodelapechera.—¿Esquenotieneojosenlacabeza?¿Dóndehayunatorreamarilla
enBerlín?—NoestáenBerlín,profesor,sinoenmiimaginación—diceradiante
Korthe.—Yaveo—diceSauerbruch—.¿Yeseguanterojo,oloquesea?—Elperro—respondeofendidoKorthe.—El perro —murmura Sauerbruch moviendo la cabeza—. Que no
salgaHitlerenelcuadro,oereshombremuerto.—No,no—balbuceaKorthe—,yoestoyenelexiliointerior.LuegoSauerbruchsevuelvehaciaSirius.—HablandodeHitler. El Führermeha llamado.Quería saber si ya
estáscuradoyherespondido,comoeslaverdad,quesí.Aprimerahoradelamañanatedaremoselalta.Siriusgimoteadeespanto.—Lo siento —dice Sauerbruch—. Tú eras nuestra alegría. Te
echaremosdemenos.Miraalostristesojosdelperro.—Adiós,guantecitorojo.Cuídate.El Ejército Rojo ha avanzado ya hasta Prusia Oriental, lo que ha
supuestoundurorevés.HasidoprecisodesalojarlaGuaridadelLoboyelcuartelgeneralvuelveaestarenlacancilleríadelReich,enBerlín.Sirius se asusta cuando vuelve a ver al Führer. Ese hombre es una
sombradesímismo.Caminaencorvadoyhaenvejecido.Letiemblanelbrazoy lapierna izquierdos.Tambiénsurostroestádesfiguradoporeldolor,debidoasusconstantescólicosintestinales.Estácasiciegodelojoderecho.Es increíble, piensa el perro, que hagan falta enormes ejércitos de
todoslospaísesdelmundoparaliberarlodeesteanciano.ElFührernisiquiera tiene fuerzasparaagacharsehaciasuperritoy
saludarlo.—Erestú—selimitaamurmurar—.Bienvenido.AhoraeldoctorMorell leacompañaconstantemente.Apenascesael
efecto de la última inyección milagrosa, le pone la siguiente. Por un
momentoelhumorsombríodesaparece,yelFührervuelveaconsiderarposiblelavictoriafinal.—Solo su voluntad de hierro le mantiene en pie —susurra con
admiraciónGoebbels.ElmariscaldecampoModelyelcoronelgeneralJodlsereúnenpara
discutirlasituación.Traennoticiasdeprimentes.—¡Estoy harto de esta continua posición defensiva! —truena el
Führer.Serefierealfrenteoccidental,dondehayunaderrotanuevacadadía.
LosaliadosestányaenelRin.¡EnelRin!Inimaginable.Unoskilómetrosmás,yLoreleiestaráensusmanos.ElFührerordenalaofensiva.YlabautizacomooperaciónWachtam
Rhein.Debeserlabatallaquemuestrealenemigosupuñodehierro.Hayquemovilizartodaslasreservasdelejército.Estodoonada.La
aniquilacióndelosaliadosoelfin.El16dediciembre,alas5.30delamadrugada,empiezaelataque.El
FührerenpersonasedesplazahastaelpuestodemandoAdlerhorst,enelfrente,paraconcedersusupremaautoridadalgolpeaniquilador.Peroalcabodeunasemanalaofensivasehunde.Elejércitoqueviene
del oeste es demasiado poderoso, los atacantes son desesperadamenteinferiores,lamayoríadeellossonniñosdeuniformeoviejosconcasco.EnmitaddelasArdenas,unavalerosacampesinaeslamensajerade
lapazqueseacerca:enNochebuenaseplantaentrelastropasyconjuraaambaspartesadeponerlasarmasyolvidarlaguerraduranteunashoras.Convillancicosalemaneseingleses,lossoldadoscelebranlafiestajuntoshastabienentradalanoche.ElFührer regresaaBerlín.Está amargamentedecepcionadopor sus
hombres del frente. Han sido demasiado débiles. Faltó la voluntad dehierro.Al final de sus días, el Führer empieza incluso a pensar que laculpalatieneelpuebloalemán,quenosehamostradodignodeél.Setrasladaporúltimavezasuviviendaacorazadaenelsótanodela
cancillería.Intuyequevaasersuúltimodestino.Laviviendaespequeña,nosoloparalaescaladelmayorcaudillode
todos los tiempos:hastaunenanitosesentiríaagobiadoallí.Lasaladesituación —bueno, es verdad que un enanito no la necesita— mide
exactamentedocemetroscuadrados.Lasparedesestánhúmedas,porquelaconstrucciónseencuentradebajodeunacapafreática.Unasbombasseencargan de drenar las fugas. Unas bombillas que emiten una luzestridente son laúnica fuentede iluminación.Unasgruesaspuertasdeplomosellanlasentradasdeaire.Elambienteescerradoyapestoso.Allíestáahoraelgeneralynosabedóndeenfocarsu ira.Constanze
Manziarly,lacocinera,lesirvesuqueridomuesli.—¿Quéesesto?—leincrepa—.Noquierovolveraverestapapilla.—Perosuintestino—imploralacocinera,yrompeallorar.¿Y qué? Varsovia se ha perdido. Aquisgrán también. Auschwitz ha
sidoliberado.Vienasetambalea.Quéimportanlosflatos.AlbertSpeer,ministrodeArmamento,vieneavisitarleyseencuentra
conunhombreroto.—Si la guerra se pierde —dice el Führer—, también el pueblo lo
estará.Elpuebloalemánhademostradoserelmásdébil.—Nobusquemoslapajaenelojoajeno—aconsejaSpeer.—¿Lapaja?—rugeelFührer—.Oh,no.Tampocohabrápaja.—¿Quéquiereusteddecir?—preguntaSpeer.—Porquehe ordenado—atruena el Führer con susúltimas fuerzas,
últimamente también tiene asma—: ¡Tierra quemada! ¡Destruidlo todo!El enemigo se sorprenderá al ver el país que ha conquistado. Un paíspeladoysinvalor.—¿Yelpuebloalemán?—balbuceaSpeer.—¡Nada de consideraciones! —exige el Führer—. Seguirá viviendo
delmodomásprimitivo.Eseessudestino.Speersaledelsótanonegandoconlacabeza.No es el único de sus leales que, durante esas semanas, vuelve la
espalda al Führer.HeinrichHimmler ha establecido por cuenta propiacontactossecretosconDwightD.Eisenhower,elcomandanteen jefedelas fuerzasaliadasenEuropa.Ofrece lacapitulaciónunilateral, comosiAdolf Hitler ya no tuviera nada que decir en ello. Eisenhower, astuto,comunicalanoticiaalaprensa,yelFührerseenteradeello.Indignado,destituyeenseguidaaHimmlerdetodossuscargos.HermannGoeringseha instaladoenObersalzberg.A la sombradel
Berghof, redacta un telegrama al Führer en el que se proclamaaudazmentecomosusucesor,conplenospoderes,salvoquelelleguelanoticia de que el Führer esté dispuesto a dejar Berlín antes de las 22
horas. La noticia no llega, pero más o menos a esa hora detienen aGoering.SoloGoebbelsyBormannsemantienenlealesalFührer.Inclusoviven
conélenlaestrechaviviendadelbúnker.Amododerefuerzo,Goebbelshatraídoconsigoasufamilia,suesposaMagdaysusseishijos.Los niños deben distraer al tíoAdolf.Un plan absurdo, sobre todo
cuandodesembocaenquellenendeaguasubañeraysebañenchillandoenella.Esopodríamásbienreforzarsusideasdesuicidio.Desde finales de marzo, también Eva Braun vive en la comuna
subterránea.SiemprehasoñadoconserlaesposaoficialdelFührer,perodesgraciadamenteélestabacasadoconAlemania.Yenmedioelperro.—Hansi—llamaelFührer,cuandoporlanochesesientaacavilaren
su sillón. ¿Quién más está dispuesto a prestarle oídos con tantapaciencia?Alaluzdelabombilla,elgeneralpasarevistaasusmayorestriunfos,leexplicalaslíneasdelfrentedelosañospasados,seregodeaensusrecuerdos.Avecesllorasinfreno.El perrito siente compasión por ese hombre viejo y enfermo cuyo
mundo se está derrumbando. Sirius odia a Hansi por eso; Hérculessaltaría al cuello al viejo para vengar a Levi. ¿No son todos uno y elmismoperro?Debetenercuidadoparanoperderlarazón.Nosoloél.Peroasísonlascosasenestebúnker.Esdifícilsaberquiénperderála
razónycuándo,osilapersonaencuestiónhaestadoalgunavezensuscabales.EldoctorGoebbels,porejemplo.Cuandoenlasuperficie,loqueenel
búnker equivale al techo, golpean las bombas, llama a sumujer y sushijosycantanjuntosaúnmásalto,aplenopulmón:
Losdragonesdeazulcabalgancruzandolaspuertas,ylasfanfarriaslosacompañanhastalascolinas.
Noesdeltodoasí,enrealidad.DosmillonesdesoldadosdelEjército
RojoestánalaspuertasdeBerlín,lasdivisionesacorazadasavanzan.El
cieloestácubiertoporlosavionesysusbombasconviertenlaciudadenuncampoderuinas.Berlínsehundeentrelosescombros.Unanochedeabril,amoyperrovuelvenasentarsejuntos,cuandoel
Führerdicesolemnemente:—Hansi,estanochehallegadoelmomento:vamosacasarnos.Elperrosesobresalta.¿Cómo?¿AhoraelFührerpretendecasarsecon
él?Seríaloquelefaltaba.—Quieroqueseasmitestigo—ruegaconmovidoelFührer.Hansiasiente,aliviado.Poco después de medianoche aparece el jefe de distrito Walter
Wagner, el funcionario del registro civil. Eva Braun lleva un bonitovestidoazulmarinoconcuellodeencajeblanco.ElFühreraparece contrajegris.Juntoconlosdostestigos,GoebbelsyHansi, laparejaavanzaparacasarse.El novio es viudo. Su primera esposa se llamaba Alemania. Ahora
vuelveaarriesgarseadarelpasoalavidaconyugal.Asíquevuelveahaberunviudoquevivedosveces.¿Debeadvertirle
Siriusconungruñido?Seabstienedehacerlo.Laceremoniaesbreveyconcisa.TyroneChester,elreydellagrimal,
lehabríasacadomáspartido,deesonohayduda.Al día siguiente, el nuevo matrimonio Hitler se sienta a comer; la
cocineray lasdossecretariasestán invitadasasentarseasumesa.Haysopadepuerro.Laconversaciónvuelveaverseahogadaporelfuegodeartillería,se
oye por los pozos de ventilación. Los rusos ya han izado la banderasoviética en el Reichstag, podrían asaltar el búnker en cualquiermomento.El señor y la señoraHitler hacenunúltimo recorrido y, amodode
despedida,danlamanoacadaunodelospresentesylesdicenalgunaspalabraspersonales.LoquemáslecuestaaHitleressepararsedelperrito.—¿Quévaaserdeticuandoyoyanoesté?—preguntapreocupado.Elperronotieneniidea.Suvidaenterahaestadocolgandodeunhilo
deseda,quesiemprehaestadounidoaesehombre.LoquefueLevi, loqueesSirius, loquellegóaserHansi... todofue
tansolounasucesión,unaprogresión,unencadenamientodecosas.NosabequéquedarádeélcuandoHitleryanoesté.Amo y perro se despiden. Ambos destinos estuvieron unidos de
maneramágicay,alfinal,suscaminosinclusollegaronacruzarse.LosHitlerseretiranalsalón.ElayudanteHeinzelcierralapuertacon
laspalabras:—Ahoranoquierenquelosmolesten.Luegoseoyeuntiro.Y,sielEjércitoRojonohicieratantoruido,quizá
tambiénsehubieraoídoelproducidoalmorderlacápsuladecianuro.Hasidoelfinal.Yelprincipio.Lahoracero.El8demayo,todoLondresvitoreaalprimerministroChurchill,que
salealbalcóndelpalaciodeBuckinghamconlafamiliarealylevantalamanoparahacerelsignodelavictoria.EnParísresuenanlascampanasdetodaslascatedrales.«¡Hemosganadolaguerra!»,clamaelgeneralDeGaullejuntoalArcodelTriunfoylagenteestallaenunaembriaguezdealegría. En Moscú, Stalin felicita a su pueblo: «¡Desde ahora, el granestandarte de la libertad de los pueblos y la paz entre los pueblosondearáentodaEuropa!».EnNuevaYork,seerigeenTimesSquareunaEstatua de la Libertad casi de tamaño natural, rodeada por unatempestaddeaplausosdelamultitud.¿YenBerlín?Un silencio fantasmal pesa sobre la ciudad cuando Sirius vuelve a
saliralacalleporprimeravez.Lacalmaestangrandequeseestremececuando, en alguna parte, una gota de agua cae sobre una chapa dehojalata.Barriosenterosestánquemadoshastaloscimientos,aquíyallásealza
el esqueleto de un edificio, casi perplejo de entre las ruinas, comosorprendidodeseguirexistiendo.Enmediodelacalle,unhombrese inclinasobreuncaballomuerto.
Vaadespedazarlo.Elanimalaúnhumea.Conlasmanosdesnudas,echatodolocomestibleaunacarretilla,sindejardemirarasualrededorparaestarsegurodenotenerquecompartirconnadieelvaliosobotín.Siriussigueoyendoelchirridodelacarretillacuandoyahacemucho
quehallegadoalpróximocruce.¿Esélmismounvaliosobotín?Laidea
le hace sentir escalofríos. Es mejor evitar a las personas en talescircunstancias.Elhambreeliminalosescrúpulos.Es difícil orientarse en ese desierto de piedras.Amenudo ya no se
distingueeltrazadodelascalles.Enmediodelcaminohaymontonesdeescombrosmásaltosquelasruinasdeloqueundíafueroncasas.Avecesseoyenvocesentreellas.Lagenteseescondepormiedoalosrusos.SiriuscruzalapuertadeBrandenburgo.Aúnsemantieneenpie.Tan
solounacolumnaestácosidaatiros.HaytanquesdelEjércitoRojoapostadosaambosladosdelapuerta.
Unodelossoldadosdeguardiaseabreostentosamenteelpantalónparamearenelhistóricolugar.Losotros jalean.Correunabotelladevodka,noeslaprimera.Sirius sigue andando, siempre por la Charlottenburger Chaussee
abajo.¿Adóndeva?Niélmismolosabeconexactitud.Amenudoesmásbienunenigmaadóndevauno,yaveceselsecretoserevelasolocuandosellega.Ono.¿Noesasí?Un perro pequeño en una gran ciudad, en la que no queda piedra
sobre piedra. Pisa con valentía los escombros. Ya no hay carteles quepuedanayudarlo.Nilatorredeunaiglesia,niunosgrandesalmacenes,niunquiosco.Todoesungranvacíoporelquesilbaelviento.Quizáhacemuchoque recorreuna calle conocida,pero ¿cómovaa
advertirlo? Donde ya no hay casas, desaparecen también las calles.Dondeyanohayvida,elmundoesdeprontogriseigual.Unaruinaesigualqueotra.¿NoesesalaseñoraZinke?Unamujerbarrelacalle.Entodoloquehayalavistanohaynadie,
soloescombrosycenizas.Dejacaerlaescoba,desanimada,cuandovealperro.—¡Estosíqueesunasorpresa!—dice.Frunceelceño,estáclaroque
estápensando—:¡Sirius!¿Noesasí?Elperroretrocedesobresaltado.—Has cambiado de nombre tantas veces —protesta— que una se
confunde.Siguebarriendo.—Tienequehaberorden—dice.Siriusmiraasualrededor.AsíqueestaeslaKlamtstrasse.Allíestaba
suhogar.Inclusolacasaenlaquevivíasemantieneenpie.Lafachada
estáderruida,poresono lahareconocidoenseguida.Al fijarsemás,seven losrestosdel frescodel techo,precisamenteel fragmentoenelqueAdánseñalaconeldedoasuCreador.LaseñoraZinkebarreahoraescombrosmáspequeños.Siriuslacontemplaconatención.¿HasidoliberadalaseñoraZinke?
¿Eseldíade la liberaciónuna jornadadealegríapara laseñoraZinke?¿HanhecholosejércitosdelosaliadosunfavoralaseñoraZinke?¿HanmuertocincuentamillonesdepersonasparaquelaseñoraZinkepuedaporfinbarrerenlibertad?Desolada, laKlamtstrasse ya no es una calle, sinouna vereda entre
montañasdeescombrosyesqueletosaisladosdecasasantelascualessealza,aquíyallá,untroncodeárbolcarbonizado.SoloentoncesSirius sedacuenta: ¿dóndeestán losárbolesenormes
que, en primavera, convertían por arte de magia la calle en un densopasillodehojasverdes?Noquedamásqueunárbol.Siriusseacercadubitativo.—¿Hola?—susurra.—Sí—diceelárbol—.Soyyo.—Quésuerte—sealegraelperro—,yapensabaquetehabíatocado
tambiénati.—Igualmente.—Elárbolsonríe.—Nopuedoevitarlo—diceelperro,ylevantalapata.—Claro—respondeelárbol—.Comosiestuvierasencasa.Siriussedetiene.—¿Encasa?—Ahora estás en casa —dice el árbol—. La guerra ha terminado,
prontotodovolveráasercomoantes.—¿Túcrees?—diceelperro.—Esoespero—respondeelárbol.Elvientoempujaunanubedepolvo.LaseñoraZinkecogelaescobay
barre.—Dejeyaeso,señoraZinke—diceelvecino—.Nosirveparanada.—
Le susurra al perro—: La vieja Zinke; primero su marido cayó enStalingrado,luegoperdióasusdoshijosenelúltimoreclutamiento.Aúneranniños.Desdeentoncesestágagá.
LosCrownyanoaguantanmástiempoenHollywood.Ahoraquelas
banderasdelalibertadondeanenEuropa,esashansidolaspalabrasdelpresidenteTruman, la familiaquierevolverasupatria.VolveraBerlín.VolverconSirius.Sindudalasimágenesdelaciudaddestruidasonunshock.—¿Dóndevanaondearlasbanderas?—preguntaperplejoCarl—.No
quedaunsolomástil.Pero las «banderas de la libertad» no necesitan mástil, como es
sabido;ondeanenlospensamientos,enlaspalabras,enlosdíasdefiesta.UnafotografíaaéreamuestralasruinasdeCharlottenburg.—¡Aquí! —exclama excitada Rahel—. ¡Creo que puedo distinguir
nuestracasa!Tembloroso, sudedo señala el caminoque Siriushahecho a cuatro
patas.—Siriusestáenalgunaparteentreesasruinas—suspira—.Nosestá
esperando.Carl saca la lupa. ¿No es curioso que también los utensilios del
pasadovuelvanatenerimportanciacuandosesientenostalgia?Lalupa.Cuántotiempohaestadoenuncajón.EnHollywoodnohaynadaenquéemplearla,todoesyalobastantegrande.Se inclina sobre la imagen, se fija en una diminutamancha blanca,
que también podría ser unamota de polvo. Énfasis en «podría», peroquizáseaSirius.—Medoycuenta—dice,sonriente—dequemisojosvuelvenaechar
demenosloinvisible.Sigue llevandoununiformedecolorburdeosconborlasdoradas, lo
quenosubrayaprecisamenteel sentidoprofundode suspalabras.Conseguridad,eselúnicoalemánuniformadoqueregresasinculpaacasa.Eldestinohatenidosindudaalgoquever,porquederepentellegan
doscartasdeBerlín.Una,conmuchossellos,quetambiénindicanmásdeunrodeoenelenvío,vadirigidaalprofesorCarlLiliencron.
Estimadoseñorprofesor:El directorio de la Academia Prusiana de las Ciencias se ha
reconstituidoeneldíadehoy.Seríaunhonorparanosotrospoder
acogerloennuestrocolegiocomomiembrodelaAcademiaycomoprofesorhonorariodeinvestigaciónsobreelplancton.Firmado:
ProfesorP.SEEWALDPresidentedelaAcademia
La segunda carta, dirigida a la FilarmónicadeLosÁngeles, la abre
AndreasCohn.
EstimadoseñorCohn:La Filarmónica de Berlín ofrecerá el 26 de mayo en Berlín su
primerconciertodespuésdelaguerra.LaoberturadeElsueñodeunanoche de verano de Mendelssohn-Bartholdy. Se trata de un díamemorable que ojalá le haga considerar a usted la posibilidad deformarpartedenuestraorquestacomoprimerviolín,enesafechaymásalládeella.Firmado:
LEOBORCHARDDoshombresconsuerte.Elexiliohaterminado.Dehecho,Korngold
hatenidorazón:MendelssohnhasobrevividoaHitler.ConradNicholsonHiltondespachafrunciendoelceño losplanesde
futurodelosCrown.—¿Cómo? —dice, sorprendido—. ¿Queréis volver a la Edad de
Piedra?—LaEdaddePiedra—respondeCrown—fue,alfinyalcabo,laera
enlaqueelNeandertalfuereemplazadoporelHomosapiens.Queremoshacernuestracontribuciónparaqueesemilagroserepita.Hiltonnoestásegurodehaberlosentendido,perosientequehayalgo
solemneenelaire,ysedejaarrastraraungrangesto:—¡VolaréisconPanAmerican!—exclama.Lacompañíaaéreaacabadeanunciarqueenel futurohabrávuelos
directosdeNuevaYorkaEuropa.LafamiliaHiltonestáinvitadaalvuelo
inaugural.Así que, envezde ellos, es la familiaCrown laque tiene elhonordevolar.Conrad Hilton guarda, naturalmente, un as en la manga, de lo
contrario no sería Conrad Hilton. No lamenta que los Crown sedesvanezcantanrápidodelmapa.SuhijaElectrahaelegidoaotro,vaacasarseprontoconesejovenactorFreddieWinston.MalasuerteparaGeorg.HaidoalaguerraexpresamenteporElectra
yahorasevuelvedevacío.LacartadedespedidadeElectrayaestáencamino.Unasuntodelicado,queelpadredelanoviaprefiereliquidardemaneradiscreta.Seinformadepasadadelasituación:—¿QuétalestáGeorg?—Bien—respondeCrown—.SuunidadestáestacionadaenelElba.
CreoquepasaráuntiempohastaqueloveamosenBerlín.Laciudadaúnpertenecealosrusos.—Alosrusos,sí—murmuraHilton—.Iványcomosellamen.Le tranquiliza saber que el novio desdeñado está a una distancia
prudencial.—Asíque—seapresura—¡quetodolevayabienenBerlín,Crown!En la recepción del hotel, Crown se encuentra por casualidad con
JohnClark.—¿Hoynollevaselsombrerorojo?—preguntaClark.—Desde hoy—responde Crown, y esta vez se adelanta a su viejo
amigo—:Let’sgoandhaveadrink!—Añade—:Laúltima.Clarkmiraasombradoelreloj.—¿Laúltima?¿Cuántastehastomadoya?Noesmásquemediodía.—Laúltima,parasiempre—respondeCrown,ylecuenta.—¡Nihablar!—decideClark—.VasadespedirtedeHollywoodcomo
esdebido.Juntos,bajanrugiendoporSunsetBoulevardconelcabrioletdeClark,
devueltaalpasado.—MyNameisCarlLiliencron—imitaClarkalreciénllegado.Crownsevengaconrecuerdosdesuépocadeángeldelaguardaen
elBananaHouse.—¿Te acuerdas de cuando pasamos por debajo de las esposas de
Hércules,enHollywoodBoulevard?—preguntaClark.—Claro—diceCrown—,esoloecharédemenosenBerlín.
—¡MuchasuerteenBerlín!—Clarkríe.—¡YosoymássalvajequeelOeste,créeme!—exclamaCrown.Fueronunosañoslocos.EnelFormosapidenunarondadeginfizz.Yotra.Yotra.Yotra.Y
otra.Ondealabanderadelalibertad,perotambiénladelFormosa,cuando
CarlCrownsemontaenelaviónaldíasiguienteconsufamilia.Hay días en mayo en que Berlín anticipa el verano y hace mucho
calor.Hoyesunodeesosdías.Elcieloresplandeceazul,aunqueseasobreunaciudadenruinas.Sirius vaga por las calles, tiene hambre.No es fácil conseguir nada
comestible, también a los humanos les gruñe la tripa. En cada esquinahayalguienque intercambiaalgoporalgunacosaquesepuedacomer.Sirius ve que en ese momento cambian de manos una cajetilla decigarrillosyunsaquitodenabos.Unnabo,quémanjar.Selehacelabocaagua.Semezclaeneltruequeponiéndosedepiesobrelaspatastraserasymirandodeformaespecialmenteirresistiblealoshombres.—¡Lárgate!—leincrepaelhombrequeacabadeconseguirlosnabos
—.Mifamiliatienequeconformarseconestoduranteunasemana.Sirius seaparta.Siguesu rondaduranteun rato, luego renuncia.Se
tumbaenuntrozodecéspedenelqueenesemomentoestádandoelsol.—¿Tienesquetumbarteprecisamentedondevoyabarrer?—chillala
señoraZinke.Loamenazaconlaescoba.Entonces pasa un jeep con un banderín estadounidense. La capota
estárecogidaydeélsobresaleunagrancámara.—Stop! —grita el cámara. Filma a la señora Zinke barriendo las
ruinas.—Una viuda barre dos veces.—El director ríe en el jeep y sacude
incrédulolacabeza.Sirius no da crédito a sus ojos. Conoce a esos hombres. El que va
detrásdelacámaraesTyroneChester.Elotroeselgrotescoaustríacoquellevaelsombreroechadohaciaatrás,BillyWilder.TyroneChester ve el perro al sol, rodeado de ruinas, y su infalible
olfato para el efecto sobre los lacrimales le dice que ese es unmotivo
fantástico. Naturalmente, aún sería mejor que el perro no estuvieratumbadoenlahierba,sinosobreunamontañadeescombrosycenizas.Sirius intuyede loquesetrata,yse instala,conmovedor,encimade
unamontañadeescombroycenizas.Noquiereparecerunlistillo,pero¿noseríaaúnmásconmovedorsiaullaracontristeza?—¡Fantástico!—gritaChester—.Aúlla con tristeza.Le toca aunoel
corazón.Entonces,derepente,frunceelceño.—Unmomento—murmura.—¿NoesHércules?—No,esSirius—corrigelaseñoraZinke.—Exacto—respondeChester—.¡Hércules!Elperromuevealegrementelacolayladraamododesaludo.Sepega
al hombre que lo ha descubierto. Dos veces, todo hay que decirlo.PrimeroenHollywood,ahoraenBerlín.—¡Hércules! —dice Chester, feliz—. ¡Qué casualidad! Pero esto es
muytípicotuyo.LaseñoraZinkeyanoentiendenada.—Ahora tiene otro nombre —refunfuña—. Hoy se llama de una
manera,ymañanadeotra.—Nobodyisperfect.—BillyWilderríeentredientes.LaseñoraZinkeyatienebastante.Tienequeseguirbarriendo.—¿Quéestánhaciendoaquí?—pregunta.—CoronelWilder—sepresentasuinterlocutor—.Oficialdelejército
de EstadosUnidos.Departamento deCine.Hemos estado de visita enAuschwitz, Dachau, Bergen-Belsen, Buchenwald. Lugares que esprobablequenolesuenendenada.—No.—LaseñoraZinkeniegaconlacabeza.—Entoncesesustedexactamenteeltipodepersonaquenosinteresa
—diceWilder—.LapelículasetitulaDieTodesmühlen,«Losmolinosdelamuerte».Desdeoctubreencines.Merecelapena.—No tengo tiempo —dice la señora Zinke, coge la escoba y
desapareceensusótano.Siriussesacude losescombrosy lascenizas.Bueno,nohasidomás
que una breve escena, un papel de figurante, peromerece respeto.Noestámal,despuésdeesegiroasucarrera.YahoraHollywoodlollama.—¡Ven!—gritaChester—.Esta noche volamos. JackWarner se va a
quedarboquiabierto:¡Hércules,elretorno!Sirius duda. Está a pocos pasos de la casa en la que vivía antes de
tenerquehuir.¿Cuántasveceshaechadodemenosesesitio?¿Noeraelregresoacasaelobjetivodesulargoviaje?—¡Sube!—gritaBillyWilder—.¿Quéteretieneaquí?Esehombretienerazón,piensaSirius.Unmontóndepiedras.Sucasa
essoloeso.¿Quéselehaperdidoallí?—¿Estásindeciso?—preguntaelárbol.—Sí—confiesaSirius.—Lonoto—diceelárbol—.Yanosabesdóndeestátucasa.Siriusasiente.—Yote lodiré—diceelárbol—.Tucasaestádondeseencuentratu
corazón.—¿Micorazón?—preguntaSirius.—Sí—diceelárbol—.¿Dóndesesienteencasatucorazón?—Conlaspersonasquequiero—respondeSirius.—Puesyaestá—diceelárbol—.Yahasencontradotucasa.Ahoratu
casatienequeencontrarteati.—Nocomprendo—diceSirius.—Espera—diceelárbol.Es curioso que el árbol se exprese siempre en forma de enigmas,
refunfuñaSirius.Le zumba la cabeza.Perode algunamanera se sientealegre.Latristezahadesaparecido.Deprontoelcorazónledaunbrinco.Hayqueseguirauncorazónquedaunbrinco,piensa,ysaltadeallí.—¿Adóndevas?—legritaBillyWilder—.¡Venconnosotros!Sirius se vuelve unmomento, niega con la cabeza,mueve la cola a
mododedespedidayladraun«adiós»asumanera.Luegoseponeencamino,devueltaal trozodehierba.El solyano
brilla,peroelcéspedaúnestácaliente.Estira laspatasycierra losojos.Quizáencuentresucasaallí,piensa.Siriusdecideesperar.LaKlamtstrasseestádesiertaesamañana.Elvientosilbaporentrelas
casashuecas,metelacenizaenlasruinasyvuelveaescupirla,asqueado,comositosiera.Lasnubesdepolvoseesfumany,mientrassedisuelvenpocoapoco
en el aire, revelan figuras que se acercan con lentitud. Son cuatro, no,cincofiguras.Lamáspequeñapareceserunniño.Su paso es cansado. Arrastran consigo unas pesadas maletas. Se
detienencadapocosmetros,miranbuscandoalgoasualrededor,señalanestooaquello,yavanzanotrotrecho.Esverdad,eslafamiliaLiliencron.Seacerca,cadavezmás.Elniñocorre,sedetienedelantedelaruina
máspróximaygrita:—¿Vivimosaquí?Los Liliencron dan la vuelta. La imagen de la ciudad destruida les
llenalosojosdelágrimas.Elregreso,sololonotanahora,alversucallefamiliarenruinas,significaunretornosinhogar.—¡Mirad,unhombre!—gritaelniño.Un hombre sale a la calle. Parece un fantasma. En realidad, iba al
mercadonegro,a lapuertadeBrandenburgo,paraconvertirsurelojenuna cuchilla de afeitar. Entonces su mirada se posa sobre los reciénllegados.Sequedapetrificado.—¡TíoBenno!—gritanlosLiliencronacoro,yloestrechanentresus
brazos.EltíoBennoocultaelrostroenlasmanos.Nosabesillorardealegría
oreírdedesesperación.—¡BienvenidosaBerlín!—solloza.No puede ver a la familia delante de su casa, que antaño era un
espléndidopalaceteyahoraesunmontóndeescombros.—¿Esestanuestranuevacasa?—preguntaelniño.—Sí—diceRahel—.Peroantestenemosquereconstruirla.—Ven,Johnny,vamosaempezar—gritaElse,comosisetrataradeun
juegoinfantil.Cogeunapiedradelagigantescamontañadeescombros,lamirapor
todaspartesycomponeungestosorprendido:—¿Dedóndeseráesta?Johnnylopiensabien.—¡Deltejado!—decide—¡Ponlaeneltejado,papá!Andreasfingequeestáindignado.—Nopodéiscogersinmásunade laspiedrasde lacolecciónde tío
Benno. Le ha costado mucho trabajo reunirlas. Tenéis que pedirlepermiso.El tío Benno frunce el ceño con dramatismo, como si tuviera que
lucharconsigomismo,yacabadandosuconsentimiento.EntoncesCarlseacercaydejasolemnementelapiedraenelsuelo.—Esta es la primera piedra —dice—. La razón por la que hemos
vueltoacasa.Laprimerapiedradenuestrofuturo.Todosmiranlapiedraconmovidos.—SolonosfaltaSirius—sollozaRahel.—¡Sirius!—grita Johnny.Brama,no,grita con todael alma, tanalto
que el perro podría oír su nombre si estuviera al otro extremo de laciudad—.¡Sirius!LaseñoraZinkesale,completamentealterada,desusótano.—¿Quéescándaloeseste?—refunfuña.Al ver a los Liliencron, en sus ojos brilla algo parecido al miedo.
Quizá también sea vergüenza. O tal vez tan solo sea conjuntivitis, detantobarrer.Piensaconesfuerzoyporfinrecuerda:—¡Liliencron!ProfesorLiliencron.—Estamosbuscandoanuestroperro—diceLiliencron.LaseñoraZinkemiraperplejaasualrededor.—Tienegracia—dice—,ayerestabaaquí.ElprofesorLiliencronnopuededarcréditoaloqueoye.¿Seengañaa
símismouoyeun ladridoa lo lejos?Un ladridoquesedirigeaél.Unruidotanfamiliarqueseleencogeelcorazón.No,noseengaña.SolohayunperroqueladreasíysellamaSirius.ElbuenodeSirius.Haestadopensandomuchotiempoquéeraloque
queríadecirelárbol:«Ahora, tucasa tienequeencontrartea ti».Desdeentoncesnohacemásqueladrar.¿Quéotracosapuedehacerparaquesucasaleencuentre?Ladrahastaelagotamiento.Enalgúnmomentosucasavolveráy le
encontrará.Depronto oye una voz que grita su nombre. Se pone en pie de un
salto y sale corriendo.Corre tan rápido comopuede. La calle es larga,cuatropatassondemasiadopocas,legustaríacorreraúnmás.—¡Yavoy!—ladra.Pasacorriendodelantedesuárbol.—Notengotiempo—jadea—.¡Estánaquí!—Losé.—Elárbolsonríe—.Estánesperándote.Sirius es feliz.Corre y correhasta caer en los brazos abiertosde su
familiayderrumbarse,agotado.Sucasalohaencontrado.¿Cómopuedeunperritoencantadoralterarel
rumbodelaHistoriamundial?
Unahilaranteyatrevidanovelasobreelnazismoyunhomenajealaépocadoradadelcineatravésdeloriginaltestimoniodesupeludoprotagonista.
Berlín,1938.Sirius,unastutofox-terrier,disfrutadeuna
tranquila vida perruna junto a los Liliencron, una familiajudía;hastaqueunanocheelcachorroestestigodeunodeloscapítulosmássombríosdelahistoriaalemana:laNochedelosCristalesRotos.LafamiliadecideentoncesrefugiarseenEstadosUnidos,
donde Sirius se convierte en toda una estrella de la épocadorada del cine y se codea con las más respetables celebridades deHollywood: desde Rita Hayworth, Billy Wilder y John Wayne hastaMarleneDietrichyCaryGrant.Sinembargo,elmundodelafarándulaesunamontaña rusaySiriusacabadegira conel esperpénticoypopularCirco Barnum. Entre forzudos, fieras e ilusionistas, la carrera de esteartista canino es un cohete, peroundíaun trucodemagia salemal, yaparecedevueltaenBerlín,estavezenelsenodeunafamilianazi.SeráentoncescuandoseconviertaenelconfidentedelFührer¿o tal
vezdelaresistencia?
«Pocasvecesunlibroestaningenioso,divertidoyadorablealmismotiempo.»
KulturSpiegel
«Conmovedorayencantadora,paralosamantesdelahistoriaylosanimalesporigual.»PublishersWeekly
«Unanovelaestupenda.Nolohabíapensadoantes,peroSiriusesunobservadortanastutoqueahoraestoyconvencidodequelos
protagonistasdecuatropatassonlosmejorestestigosdelahistoria.»TheIndependent
JonathanCrownviveentreZurichyBerlín,laciudaddondenacióen1953. Sirius. El perro que (casi) cambió la Historia es su primera novela.Anteriormente,Crowntrabajócomoperiodistabajootronombre.Títulooriginal:SiriusEdiciónenformatodigital:octubrede2017© 2014, Verlag Kiepenheuer & Witsch GmbH & Co. KG, Colonia
(Alemania)OriginalmentepublicadoenalemáncomoSiriusdeJonathanCrown©2017,PenguinRandomHouseGrupoEditorial,S.A.U.TravesseradeGràcia,47-49.08021Barcelona©2017,CarlosForteaGil,porlatraducciónMapacortesíadeHeadofZeus.©Shutterstock.com,porlasimágenesAdaptación del diseño original de la portada de Pascal Blanchet:
PenguinRandomHouseGrupoEditorialPenguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright. El copyright
estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento,promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una ediciónautorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright al no reproducir ni distribuirninguna parte de esta obra por ningúnmedio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a losautoresypermitiendoquePRHGEcontinúepublicandolibrosparatodosloslectores.DiríjaseaCEDRO(CentroEspañoldeDerechosReprográficos,http://www.cedro.org)sinecesitareproduciralgúnfragmentodeestaobra.ISBN:978-84-253-5560-8Composicióndigital:M.I.Maquetación,S.L.www.megustaleer.com
[1]Elapellidodelosantiguospropietarios,Traube,significa«uva»enalemán.(N.delT.)
[2]Semanarionazi.(N.delT.)
Índice
Sirius
Capítulo1
Capítulo2
Capítulo3
Sobreestelibro
SobreJonathanCrown
Créditos
Notas