Sirius: El perro que (casi) cambió la Historia

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(Narrativa)

El perro que (casi) cambió la Historia ¿Cómo puede un perritoencantador alterar el rumbo de la Historia mundial?Una hilarante yatrevidanovela sobre elnazismoyunhomenaje a la épocadoradadelcine a través del original testimonio de su peludo protagonista.Berlín,1938.Sirius,unastutofox-terrier,disfrutadeunatranquilavidaperrunajuntoalosLiliencron,unafamiliajudía;hastaqueunanocheelcachorroestestigodeunodeloscapítulosmássombríosdelahistoriaalemana:laNoche de los Cristales Rotos.La familia decide entonces refugiarse enEstados Unidos, donde Sirius se convierte en toda una estrella de laépocadoradadelcineysecodeaconlasmásrespetablescelebridadesdeHollywood: desde Rita Hayworth, Billy Wilder y John Wayne hastaMarleneDietrichyCaryGrant.Sinembargo,elmundodelafarándulaesunamontaña rusaySiriusacabadegira conel esperpénticoypopularCirco Barnum. Entre forzudos, fieras e ilusionistas, la carrera de esteartista canino es un cohete, peroundíaun trucodemagia salemal, yaparecedevueltaenBerlín,estavezenelsenodeunafamilianazi.SeráentoncescuandoseconviertaenelconfidentedelFührer#¿otalvezdelaresistencia?Reseñas:«Pocas veces un libro es tan ingenioso, divertido yadorablealmismotiempo.»KulturSpiegel«Conmovedorayencantadora,para los amantes de la historia y los animales por igual.»PublishersWeekly«Unanovelaestupenda.Nolohabíapensadoantes,peroSiriusesun observador tan astuto que ahora estoy convencido de que losprotagonistasdecuatropatassonlosmejorestestigosdelahistoria.»TheIndependent

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SIRIUS.ELPERROQUE(CASI)CAMBIÓLAHISTORIA

JonathanCrown

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Paramifamilia,quevivíaenaqueltiempoenBerlín

1Todaslasmañanas,alasdiezenpunto,elprofesorLiliencronsalede

su casa, y entonces siempre ocurre lo mismo: inspira hondo, como si

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estuvieraenlacumbredeunamontañaenlosAlpesyrespiraraeseclimatan sano. También su ropa revela ganas de caminar. Gorra de visera,chaqueta loden,pantaloneshasta la rodilla. Junto a él esperaya su foxterrier.Muevelacolallenodeexpectativasypiensa:¡Yasalimos!Luego los dos bajan por la Klamtstrasse, una callecita lateral a la

Kurfürstendamm.Sedetienenal llegaralprimerárbol.Elperroolfatea.ElseñorLiliencronsacaunlibrodelbolsillodelabrigoyseponealeer.Nopierdelacalmapornada.Losvecinoslesaludan.ElseñorLiliencrondevuelve amablemente el saludo y se sumerge de nuevo en el libro.Entretantoelperrodavueltasalárbol, lomásrápidoquepuede,conelmorrosiemprepegadoaltronco,dondecrecenunasbriznasdehierba.Avecesladraalárbolylegruñedesafiante,comosiquisiera jugarconél.Luegolevantalapata.Pueden estar así media hora larga. En algún momento el señor

Liliencron cierra el libro, se lo guarda en el bolsillo del abrigo y sedisponeaemprenderelcaminodevueltaacasa.Elperronopiensahacertal cosa.Quiere jugarmás,muchomás, con el árbol. Entonces el señorLiliencronlollamaporsunombre,envozbajaperosevera:—¡Levi!Levisabequesedirigeaél.Enconsecuencia,siempre intentaponer

una cara que—cree él— debe tener un efecto desgarrador. Al mismotiempoaúllalastimoso,meteelraboentrelaspiernasysepegaalárbol,signodesuprofundaincapacidaddesepararsedeél.ElseñorLiliencronprocede.Saca,enaparienciacomodepasada,un

trozo de chocolate. El crujido del papel hace vacilar a Levi. El árbolseguirá aquí mañana, se dice. Volveremos a vernos. Todo lo que esperecederodebegozardeprioridad.Elprofesorysuperro.Siemprealamismahora,siempreenelmismo

árbol.EnelcorazóndeBerlín.La familia Liliencron vive en un palacete urbano que la Academia

LeopoldinadelasCienciasNaturalesponeadisposicióndesumiembrohonorario.El profesor Carl Liliencron disfruta de ese honor desde que se le

concedió la medalla Cothenius de oro. Poco después se mudó a laespléndidacasaconsuesposaRahelysusdoshijos,GeorgyElse.

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—Estacasanecesitaunperro—declarósolemnemente.AsíllegóLevialavidadelafamilia.Ahoraesprimavera.Delaño1938.Liliencron es el dignatario más joven en la larga historia de la

Leopoldina.Cuarentaydosaños.Aunasí,yatieneelcabelloblanco,quese le encrespa a los lados del cráneo pelado, como corresponde a unagraciado con la medalla Cothenius. A veces la naturaleza de un serhumanoyasabedeantemanoloquelaculturavaahacerconél.La especialidad de Liliencron es la microscopía. En su instituto

investigalasrelacionesentreelplanctonárticoyelantártico.—Todoloquemidemásdecuatromicrasnomeinteresa—legusta

decir.Así fundamenta también su desinterés por Adolf Hitler. O por la

política.Oporelfuturo.—Todoesoesdemasiadogrande—opinaalrespecto.Precisamente esehombrequeafirmaque todo lovisible solo con el

ojo carecede importancia tieneuna esposa cuyabelleza salta a lavistadesdeelprimermomento.¿Noescurioso?LabellezadeRahelsiemprehasidotemadeconversaciónenBerlín.

Teníaadmiradores famosos;WilhelmFurtwängler,porejemplo,oPeterLorre.Peroeligióalhombredelmicroscopio.—Élveloinvisible,yesoesdivertido,¿no?Rahel Liliencron se toma la vida con alegre optimismo. Desde la

mañana, mientras se viste y se peina, en el gramófono suena músicaligera,losdiscosquesebailanenesemomentoenBerlín.—Ven,Carl—llamaasumarido—,¡bailaconmigo!Élniegacon lacabeza.Demasiado jovenpara lamedallaCothenius,

demasiadoviejoparaelpresente,piensa.Esextraño.Aunasí,avecesbailaconella.ARahellegustairalamoda.Suhermana,queviveenParís,leenvía

lasrevistasilustradasdelmomento,yRahelhacequeleconfeccionenlosvestidos a partir de esosmodelos. ¡Deprisa!Quiere ser la primera quecausesensaciónenBerlínconlosúltimosmodelosdelatemporada.Hastalafecha,Rahelsiguesinsaberexactamentequéeselplancton.—Loimportanteesquetúlosepas—lediceaCarl.Leenseñaelvestidorosaquelamodistaacabadeconfeccionarle.Un

diseñodeCocoChanel.

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—Tuplanctonnoescapazdeesto.—Teequivocas,querida—respondeCarl—.Lasalgasverdescambian

de color cada temporada. Según la longitud de onda de la luz queabsorben susmembranas.—Sonríe, cariñoso—.Te remito amiobradereferenciaFitoplanctonyfotosíntesis.Puedesleerloahí.Rahel conoce el libro. Es uno de los gruesos tomos que saca de la

bibliotecacuandoCarlestáenelinstitutoduranteeldía.Apilaloslibrosenelsuelo.—¡Levi!—grita—.¡Salta!Leviesunperrolisto.Despuésdetresocuatrointentosyasabeloque

lepiden.Avecessaltaporencimadelobstáculo,otrassesubeencimaylevantalaspatitas.O, aloír laorden«¡Levi, lee!»,hace comosihojearael libro con las

patas.Luegosedesplomateatralmente,cierralosojosyronca.Leencantanesaspequeñasrepresentaciones.Entradalatarde,CarlsuelellegaracasadelaAcademiaconunpar

decolegas,seretiranalabiblioteca,bebencoñacyhablandesusasuntos.Entre ellos están el profesorHertz, el PremioNobeldeFísica, yRafaelHonigstein, el famoso paleontólogo. En los últimos tiempos lasconversaciones cada vez se desplazan más a menudo de las cienciasnaturales a la política.A las leyes raciales.A la quemade libros.A lashumillaciones a eruditos y estudiantes judíos. Tiempos sombríos. ¿Quésepuedehacer?Leviescuchaconatención.Enseguida vuelve a llegar el momento en que Liliencron va a la

estantería,cogecongesto furiosoel libroMiluchay luego loenseñaenalto.Leviselevanta,ladravariasvecesyalzalapataderechaenelsaludo

romano.OtragraciaquelehaenseñadoRahel.Elcírculoacadémicoaplaude.Sabenqueesaeslaseñaldemarcharse.—Tienes que enseñarle a hacerse sus cosas encima del libro—dice

Carlasuesposa,queacompañaaloshuéspedesalapuerta.En la casa Liliencron las noches están dedicadas a la vida familiar.

Putti,lacriadasuiza,sirvelacenaenelmiradorquedaaljardín.LuegoElseofreceunpequeñoconciertoalpiano.

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—Tienetalento—habíadichoeldirectorFritzMahler,tambiénamigode la familia,queaveces tocabaconElseacuatromanos—.PerodudomuchoquenuestroFührertengaoídoparaesto.Hacedos añosqueMahler emigróyquería llevarse aElse aNueva

York.Pero a suspadres lesparecióque erademasiado jovenpara algoasí.Poraquelentoncesteníatreceaños.El negro piano Bechstein está en el salón. Else toca el segundo

movimiento de la Sonata en si bemol mayor de Schubert. Un nostálgicoandantequesevuelvecadavezmásdelicado,cadavezmássuave,hastaqueen las teclasnoquedamásqueel soplodeuncontacto.Elenormepianosusurradeprontosonidosyacasiinaudibles.Elsepareceahogarseenlamúsica.Susrojoscabelloscaencomoolas

sobrelasteclas,supálidapielsereflejaenelpianocomosiestefueraunmaroscuroyprofundo.Losúltimosacordes:Lamuerteyladoncella.Elsesienteenesemomentolaimpacienciadesucorazón.Lanostalgia

delprimergranamor.¿Cuándollegaráporfinelmomento?Georgessuhermanomayor.Estáapuntodeterminarelbachillerato

en el instituto Fichte. Es el último alumno «no ario» del último curso.Quiere ser médico. Pero la universidad está vedada a los estudiantesjudíos.Supadresemantieneinamovible:—YasabesqueSauerbruchhaprometidointercederporti.Georgyadisecabagatosa laedaddeseisaños,y loscráneosde los

animalitossiguenensuescritorio,conservadosenformol.Siemprevaalinstitutocontrajeycorbata.Amenudo,cuandovuelve

acasa,llevalaropafueradesitio.—Defensa propia —comenta encogiéndose de hombros. Se ríe con

maliciaalpensarenlasnuevasmagulladurasdesusagresores.Georg es miembro de la Agrupación Deportiva de Berlín Este. Su

entrenadoresWernerSeelenbinder,elcampeónalemándeluchalibredepeso medio que en los Juegos Olímpicos de 1936 se negó a hacer elsaludohitlerianoenelpodiodeloscampeones.¿Negativa?¿Resistencia?¿Resignación?¿Huida?Los pensamientos de Georg giran en círculo, pero los círculos son

cada vez más pequeños, y sabe que ya no queda mucho tiempo. Elfuturo, ese monstruo imprevisible, marcha hacia los Liliencron con labanderalevantada...Yluego¿qué?

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—¡Miradquécielo!—exclamaRahel,ysalealaterraza—.Totalmentedespejado.La familia Liliencron se congrega bajo el firmamento. Hay luna

nueva.—Ahí está Sirio, Sirius en su nombre en latín —se alegra papá

Liliencron—.¿Loveis?Su dedo señala la oscuridad, allá donde al final del universo sigue

habiendoluz.—EsaconstelaciónsellamaCanMayor.Levialzalacabeza.Sumiradasigueeldedohacialanegranoche.Can

Mayor. De pronto se siente triste, porque se acuerda de cuando erapequeño.Muypequeño.Poraquelentonces,cuandolosLiliencronestabanbuscandoelperro

adecuado, el teckel Kuno von Schwertberg, abreviado Kurwenal,protagonizabatitulares.Pertenecía a Mathilde Freiin von Freytag-Loringhoven, una

representantedela«nuevapsicologíaanimal»deWeimar.Kurwenal sabía leer y hablar. Se expresaba ladrando, con toda

precisión, tantas veces como correspondían a la cifra del alfabetonumeradoquemanejaba.ElfamosopsicólogoanimalWilliamMcKenzievinoexpresamentede

Génova y le puso al perro su tarjeta de visita delante de las narices.Kurwenal leyó y ladró: «Magnzi» y «Gnova». Seguía la ortografíafonéticaalhacerlo.McKenziesemarchófascinado.Dos investigadoras británicas visitaron a Kurwenal y lo

sorprendieron con lapreguntadequé llevabanen la cabeza.Kurwenalrespondióenseguida:«Bonitossombreros».No pasó mucho tiempo antes de que una delegación de la Liga

NacionalsocialistadeProtecciónAnimalseinteresaraporelgenialteckel,aunqueconsiniestrasintenciones.Sihayanimalesquehablanypiensan,entoncestambiénhabíapersonas—judíos,gitanos,polacos—quepodíanseranimalesparlantesypensantes,esdecir,infrahumanos.TodoesosacóalapalestraaIsidorReich.Isidor Reich era un joven zoólogo con aspiraciones que no quería

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seguir contemplando cómo la nueva psicología animal amenazaba concaerenmanosde losnacionalsocialistas.Teníaenmenteun«Kurwenaljudío».AsíqueempezóacriarfoxterriersenBerlín-Grunewald.El árbol genealógicode susperrosnopresentaba títulosdenobleza

alemanesdetanaltosvueloscomoKunovonSchwertberg,sinonombresjudíos,enordenalfabético,alosquesesumabanelnúmerodecamadayelnombredecría«Reich».ElprimerReichestabaformadoporcincocachorros, llamadosAriel,

Benjamin,Chajm,David y Esther. Reich eligió al perro conmás ansiaspor aprender, que era Benjamin, y lo sometió a un adiestramientoobsesivo.De la mañana a la noche, el perro se sentaba ante la máquina de

escribirytecleabafielmenteconlaspataslasletrasqueReichlegritaba.Al cabo de un año, Benjamin estaba en condiciones de transcribir sinproblemasunaconferenciaaldictado.Entretanto había llegado el segundo Reich. Gidon,Hadassah, Irit y

Jakob.Estavez,Jakoberaelmásdotado.ErahijodeBenjamin,asíquenosorprendió—o,naturalmente,síquelohizo,apesardeloanterior—quellevara la escritura en la sangre. A la edad de seis meses compuso suprimerpoema:

cadabafbddafdffartadabdadarrlibedaccat

Los versos se publicaron en la revista Tierseele («Alma animal»),

órganodelanuevapsicologíaanimal.Untriunfo.LuegovinoalmundoeltercerReich:Levi,Mirjam,Natan,OzyRuth.Peroesetambiénfueelfinal.UnamañanalaGestapoechólapuerta

abajo, e Isidor Reich fue detenido y deportado. Mataron a todos losperrosatiros.Menosauno.ElpequeñoLevi.Se había puesto a salvo a tiempo. Una vecina encontró un ovillo

tembloroso en el rincónmás recónditode la cocina,donde sinduda lohabíatomadoporuncojínoalgoparecido.

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El último superviviente del tercer Reich. Entonces Levi aún nosospechaba que aquello a lo que había escapado no era más que laantesaladelinfierno.El profesor Liliencron nunca lee periódicos. Normalmente. Su

curiosidad se dirige a los seres vivos con más de tres mil quinientosmillonesdeañosdeantigüedad.Estosrarasvecessalenenlosperiódicos,yporeso,ensuopinión,nomerecelapenaleerlos.Hoysíleeelperiódico.Sesientaalamesadeldesayuno.Todavíaenbata.Harenunciadoal

paseoquesaleadarconLevialasdiezenpunto.Puttihasacadoalperroensulugaryhatraídopanecillosreciénhechos.Rahel tiembla al servir el café. Sabe que su marido solo lee el

periódicocuandolosmalospresagiosleobliganahacerlo.—¡Novedades!—dicepapáLiliencron—.Interesantesnovedades.Me

temoquenosatañen.—¿Quésucede?—preguntaElse.Élleeenvozalta:—«Segundo decreto de ejecución de la Ley de Modificación de

NombresyApellidosde17deagostode1938».Suvozimitaeltonooficialdeunalecturaanteuntribunal.—«Parágrafo1.Losjudíossolopodrántenerlosnombresquerecogen

lasdirectricessobreestosdelMinisteriodelInteriordelReich.»Daunatronadorpuñetazoenlamesa.—«Quieninfrinjaestanormaserácastigadoconunapenadeprisión

dehastaseismeses.»El ruido despierta a Levi. Hasta esemomento ha estado sesteando

complacido sobre su manta de perro, debajo de la mesa. Sueledespertarse de sus sueños con suavidad, por ejemplo, al notar eldeliciosoaromadelalonchadequesoqueletiendenparaquesesientamiembrodeplenoderechodeldesayunofamiliar.Perohoynoesundíanormal.¿Hahechoalgomal?¿Elruidoesporél?Articulasuincertidumbreen

formadelevegemido.—¿Laleytambiénseaplicaalosperros?—preguntaElse—.¿Hayque

cambiarleelnombreaLevi?

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—¡Nomesorprendería!—respondepapáLiliencronconamargura,yseponelasgafasdoradasdelectura—.Leamoslaletrapequeña.Lafamilialemiraenestadodetensión.—Espantoso —murmura él—. A partir de ahora habrá que tener

cuidado.—¿Ahora,depronto?—preguntasarcásticoGeorg—.Yovoyconojo

desdehacemucho,créeme.—Lo sé —asiente Liliencron—, lo sé. Por desgracia, no podemos

escogerenquétiemposvivimos.—Túsílohashecho—replicaGeorg—.Vivesenelpasado.Rahelleinterrumpe:—Dejaatupadreenpaz,Georg.Levihacenotarsupresenciaconuncarraspeo.Liliencronseagachaanteél.—Noentiendesnadadeesto.¿Osí?Leviseyergueymecemelancólicolacabezaalritmodelamanoque

leacaricia.—Es peligroso ir por la calle con un nombre judío —explica

Liliencronasuperro.Dejaaunladoelperiódicoyselevanta.—PoresodejarásdellamarteLevi—afirma.Elperrofrunceelceño.—Vamosaescogerteunpreciosonombrenuevo—diceLiliencron—.

Paraquepuedasembaucaralosarios.Cierra los ojos y piensa. Can Mayor. Le viene a la mente la

constelación. La noche en la terraza.Mientras tanto, su perro ya se hahechomayor,¿no?—¡Sirius!—exclamadepronto.Miralosrostrosasombradosdesufamilia.—¡Sirius!—repitesolemnemente—.Deahoraenadelantetellamarás

Sirius.Levisesientehalagado.CanMayor.Encualquiercaso,sientetambién

laresponsabilidadquepesasobre laestrellaysobreélmismo....Serunpuntode luz en la oscuridad.Losperrosque se llamanGolfi lo tienenmásfácil.—¡Sirius,ven!Liliencroncogelacorreay,juntos,salendelacasa.

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Lostranseúntesnodancréditoasusojos.Elseñorprofesor, todavíaen bata y mucho más tarde que de costumbre, se dirige calle abajoperdidoensuspensamientos.Llamaasuperro«Sirius».—¡Vamos,Sirius!La señoraZinke, la esposadel porteroZinke,de la casade al lado,

queavecescharlaconelprofesordurantesupaseo,pregunta:—¿NoesesteLevi?Liliencronresponde:—No,esteesnuestroSirius.Siriustrotaconlasorejasgachas.Cuandollegaalárbol,asuárbol,no

ladra,sinoqueserecuestapensativocontraél.—¿Esotroperro?—preguntalaseñoraZinke.—Síyno—contestaLiliencron.LaseñoraZinkemuevelacabeza,sorprendida.ElpalaceteenelquevivenlosLiliencronesunedificioimpresionante.Laentradaestáenmarcadapordoscolumnas,yencimadelportalhay

unfrisoquereproducelafamosaescenadeltechodelacapillaSixtina,LacreacióndeAdán,deMiguelÁngel.Circula la historia de que la casa la construyó un descendiente de

MiguelÁngel,un talManfredBuonarroti que amediadosdel sigloXIXabrió undespachode arquitectura en Berlín. Liliencron ha investigadoesahistoria,peronohapodidocompletardemaneraconcluyentelalíneagenealógica que va deMiguelÁngel aManfred. Tan solo topó con unescultor llamado Manfred Hosemann, de Leipzig, que en el año 1821pasóunmesenFlorencia.EnelporchedelacasaesimposiblepasarporaltootracitadeMiguel

Ángel: una hornacina en la pared en la que hay una reproducción enminiaturadelDavid.DebajoestágrabadoECCEHOMO.El profesor Liliencron lleva tiempo dándole vueltas a la idea de

sustituir elDavid por un busto de su perro. El plan le pone de buenhumor.Naturalmente,mantendríalainscripciónECCEHOMO,piensa.Sirius—entretantohanpasadounascuantassemanas—haaceptado

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su nueva identidad. Ya casi ha olvidado que se llamaba Levi. Así dedeprisavanlascosas.—Probablemente también hace mucho que Hitler ha olvidado que

antessellamabaSchicklgruber—diceLiliencron.Desde luego, la señora Zinke lo ha olvidado. Grita «¡Hola, Sirius!»

cuandovealperro.Ydice«HeilHitler!»cuandovealseñorLiliencron.Noobstante,lavidasigue;todaslasmañanas,alasdiezenpunto,el

profesorLiliencronsaledesucasa,seguidodeSirius,ybajanjuntosporlaKlamtstrasse.Al llegar a la esquina, el perro empieza a jugar con el árbol y

Liliencronseponealeersulibro.Elchocolate,queenelpasadofueuntrucoparaatraeralperrohacia

casa,yanoesnecesario.AhoraSiriusconoceelcamino.Conocetodoelbarrio.Avecesinclusosaleélsolo.Hadescubiertounagujeroenlavalladeljardínysehacoladoporél.

Su primera parada es el café Hoffmann de la Clausewitzstrasse.Expectante,tomaasientodelantedelapuerta,ladraymenealacola.—Bueno, enséñanos los nuevos trucos que has aprendido—dice el

señorHoffmann.Siriuslevantalapatita.—¿Cómo?¿Esoes todo?—dicedecepcionadoel señorHoffmann—.

¿Nadamás?Siriussalta,daunavolteretayaterrizasobrelaspatasdelanteras.—¡Síii,muchomejor!—ensalzael señorHoffmann,y ledaun trozo

depastel.AhoraletocaaSiriusexpresarsudecepción.Teatralmente,agachalas

orejasyhacecomosifueraamarcharse,deprimido.—Estábien—diceelseñorHoffmann—.Dostrozos.Sirius ladra feliz, atrapa la recompensay sigue su camino.Baja con

curiosidad por la Kantstrasse. Todavía no se atreve a salir a laKurfürstendamm.—¡Buenos días, Sirius! —saluda el librero Friedrich, y se quita el

sombrero.En laSavignyplatz,Siriusse tiendeal solenunbancodelparquey

sestea. Más tarde trota en dirección a Fasanenstrasse, en el mismo

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momento en que dos basureros empujan unos traqueteantescontenedoresporelasfalto.—¡Aeseloconocemos!—gritaunodeellosalveraSirius—.¡Elperro

deljudíovaairalabasura!Disfrutan metiéndole miedo con sus rostros furiosos y sus gestos

amenazadoresyloconviertenencosadebroma.Siriusesunperrointrépido.Suhirsutopellejo,manchadodeblanco,

marrónynegro,ledainclusounaspectorebeldeypeleón.Pareceunaalfombra llenadepolvoquehubieraservidodemuestra

paralabanderatricolordeunpaísdesconocido.QuizáfueraladeTierradeNadie.Berlín, la ciudad gris, se lanza al verano como un preso al que

permitensalirporfindesutristecelday,graciasaDios,vuelveaverelcieloazul.Hambrientodesol.Ansiosoporsalir.Deseosodeairefresco.Sedientodecerveza.Unosseñoresdeciertaedadsalenalborotadosencocheal campoel

díadelPadre,conloselementosparaprepararunabarbacoayanzuelosenelequipaje.¡Porfinesverano!Loslocalessacansusmesasalairelibre.Lagentellevapocaropa.Las

acerasseconviertenenescenariodelgranteatroveraniegoalairelibre.Elfindesemana,lasmasasselanzanhacialasplayasdelWannsee.EsaeslaatmósferadeBerlín.Inclusoenelveranode1938.LafamiliaLiliencronhaperdido lacostumbredesalir,porcausade

fuerzamayor.Lavidapúblicaestáengranmedidaprohibidaalosjudíos.Hayqueconformarseconlafelicidadqueproporcionaeljardínpropio.Aveces Liliencron saca del garaje el coche, su querido Mercedes 170 VCabriolet,ylosinvitaadarunavueltaporGrunewald.Perolasmiradasdereprobaciónechanaperderelgocedelasalida.Georg aprueba la reválida con buena nota. Después del momento

solemneenelinstituto,todalafamiliasecongregajuntoalagranmesademármolenlaterrazadeljardín.Putti está de lo más elegante cuando, en las ocasiones especiales,

cambiaelblancodelantalde lacocinaporunvestidodefiesta,quepor

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otra parte muestra un generoso escote. Sus pequeñas mejillas suizashiervenyaconlaprimeracopadechampán.AlcírculomásíntimodelafamiliapertenecetambiénBennoFritsche,

elpadrinodeGeorg.EsunapersonalidadfamosaenBerlín.ActorenelDeutschesTheater,estrelladelapelículaGrindelhof,queproyectanenesemomento en los cines. En ella interpreta, una vez más, a unrompecorazonesdeaspectodeslumbranteacuyospiescaenrendidaslasmujeres.AFritschelegustanlasgrandesentradasenescena.Imitaelsonidode

unatrompetadecircoysaltaporencimadelapequeñavalladeljardín.ViveenelchaletdealladoyesvecinodelosLiliencrondesdequeestossemudaronasupalacete.—¡Laenormelongituddeltrayectonomehaimpedidovenir!—dice

amododesaludo.Rahel compone su sonrisa más encantadora. Las mejillas de Putti

recuerdan el brillo de los Alpes de su patria. También Else parecehechizada.BennoFritscheesunasuntodelicado.La cosa empieza ya por sus cabellos. Cuando Benno se aparta con

complacencia de la frente la rubiamelena con ambasmanos, cosa quehaceconstantemente,elcalvoLiliencronsienteciertomalestar.Tampoco mejora la situación que, en presencia de Benno, Rahel

parezcatransfigurada.Coqueteacomounachiquilla.BennonotienemásquesoltarunagraciayRahelsederrite.PeroelelementodecisivoesqueFritschehaingresadoenelpartido.Deformainvoluntaria,recalca.Lascosasestánasíenlaindustriadel

cine:sinoeresmiembrodelpartido,nohaypapeles.Perohacepocohapublicado en elVölkischer Beobachter, el órgano del partido, un artículoquellevaportítulo«Elartedramáticoario».¿Eranecesario?Carlhabíamanifestadograndesreparosacercadesihabíaqueinvitar

aFritsche.—¡Es el padrino de Georg!—dijo Rahel con severidad—. ¡Carl, no

seastanceloso!—¡Esunnazi!—replicóeste.Rahel:—Noesunnazi.Esunactor.Sehaceelnaziparapoderseguirsiendo

actor.Cadaunodenosotrosllevaunamáscarahoyendía.InclusoSirius.

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Liliencronacabaachantándose.AsíqueeltíoBennosesientaalamesa.PapáLiliencronalzasucopa.—QueridoGeorgIsrael...—iniciasualocución.Empezamosbien,sesobresaltaRahel.Peroescierto,hacepocoquesu

hijo se llama oficialmente así, según las directrices del Ministerio delInteriordelReich.A loshombres judíosdebeañadírseles elnombredeIsrael, a las judías el de Sara. Pero ¿a cuento de qué viene eso aquí yahora?EltíoBennonipestañea.Sigue un inteligente discurso que pasa revista a la vida de Georg,

resalta losmomentos importantesy losadornaconanécdotas, trazandoungranarcoqueterminaenelplancton,naturalmente.Carl sevuelvehaciaRahelynarradenuevosumaravillosahistoria

de amor. Da vivas a Else. Recuerda cómo llegó a su vida la buena dePutti,comounañadidoasusvacacionesdeinviernoenArosa,dondeleshabíadejadounahondaimpresióncomocamareraenelhotelKulm.Hay en los rostros lágrimasde emoción, lo que llega a estimular al

oradoraaludirbondadosamenteaBennoyrecordarsuamistadjuvenil.Bennoseapartael flequillocon lasdosmanos.Entonceseldiscurso

llegaasufin.—¡Yahoratú,pequeñoSirius!El perro está sentado en el regazo de Else. Ha estado escuchando

atentamentetodoelrato.—¿Sirius?—susurra Benno, ymira inquisitivo a Else. El cambio de

nombrelehabíapasadoinadvertido.—Sí, Sirius —dice Liliencron—. Ese es ahora su nombre. Todos

tenemos nuevos nombres, así que el perro también.Cada uno lleva sumáscaraenestostiemposmacabros.Rahelsonríeconairesignificativo.En realidad, Liliencron tenía la intención de terminar con una

observaciónquelepermitierapronunciarsedemaneraenfáticaafavordelosprincipiosdelhumanismo.Queríadecir,mirandoaSirius:«Nosomosanimalesalosquesedivideenrazas,sinopersonas.¿Quéosdaderechoalosqueosllamáisariosaprivarnosalosjudíosdelaexistencia?Somosalemanes.Comovosotros».Deprontolefaltanlaspalabras.TansolomiraaSiriusydice:

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—Eresungrancan.Else está enamorada. Su amado se llamaAndreasCohn.Estudia—

comoella—enlaEscuelaPrivadadeMúsicaJudíaHollaender.Ellatocaelpiano;él,elviolín.Los dos iban ya a la misma clase en el conservatorio Stern, cuyo

nombre cambiaron hace tres años por el de «conservatorio de Berlín,capital del Reich», y que fue arianizado. Todos los profesores judíostuvieron que abandonarlo. Poco después, Kurt Hollaender fundó suacademiaprivadademúsicaenlaSybelstrasse.Else y Andreas se acercaron mucho mientras estudiaban juntos el

Conciertoparaviolínypianoopus64deFelixMendelssohnBartholdy.ErichOppenheimer,elprofesordepiano,habíadicho:—Señorita Else, debe usted tocar el primer movimiento como si

tuvieraelcorazóninflamado.Enelsegundomovimientoelcorazónduday se pregunta: ¿corresponde él a mis sentimientos? Por fin, el tercermovimientoeslaculminacióndelgranamor.Visto así, Else está justo en medio del segundo movimiento de su

primerapasión.Andreaseselprimerchicoenelquepiensaenserio.Losrizosnegros

y losojoshundidos ledanunaspectoobstinado.Toca el violín conunfervor ardiente, que tiene rasgos casi aterradores. Apoya su violín, unSteiner,enelhombrocomounaballesta,comosifuerauntiradorquesepreparaparaeldisparodecisivo.Unluchador.Untipoendemoniado.Else,encambio,parecesuángeldelaguarda.Podríahabersalidode

uncuadrodeRafael.Encantadora,amable,delicada.Seesperanelunoalotroalfinaldelaclase.Siguenelmismocamino

haciasuscasashastalaesquinadelaMommsenstrasse,yallísesientanaveces en un banco durante horas porque, sencillamente, no puedensepararse.—¿Quévescuandocierraslosojos?—preguntaElse.Andreasloscierra.—VeoelRin.Imagínatelopequeñoqueescuandosaledealláarriba,

enlasmontañas,dellagodeToma.Unarroyodiminuto.Enretorromano,lafuentedelRinsellamaLaidaTuma.Tumasignifica«tumba».Elsesebebesuspalabras.

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Élvuelveaabrirlosojos.—CuandoelRinpasapordelantedenuestracasa,yaesunaanchay

poderosacorriente.AndreasCohnesoriundodeBasilea.Suabuelo,ArthurCohn,fueel

primer rabino de la comunidad israelita en esa ciudad suiza, dondeTheodor Herzl comunicaría posteriormente al mundo el sueño de unEstadopropioparalosjudíosenPalestina.—LlévamecontigoaLaidaTuma—susurraElse.Andreassonríe.Yentoncessebesanporprimeravez.Losvierneshay soirée en la casade losLiliencron.Estanoche están

invitadoselactorErwinKaltenberg;elprofesorWeidenfels,matemático;elescritorHansFallada;lapintoraKätheKollwitz,ylosvecinos,ArthuryBettyFraenkel.ElsehapedidoqueinvitenaAndreas.—Séamableconél,¿eh,papá?—ruega.—Conversaremos animadamente —dice Liliencron—. Suponiendo

queleintereseelplancton.Losinvitadosvanllegando.Weidenfels sufre un traspié al empezar a hablar de muñecas con

KätheKollwitz.LahaconfundidoconKätheKruse,ladiseñadora.Puttisirvecopasdeponche.SiriusladraaKaltenberg.—EstabestiaesmásmordazqueAlfredKerr—dice.Rahel está sencillamente encantadora.Llevaunvestidode cóctelde

sedaazulmedianoche.AndreasCohnsemantienecondiscreciónalmargendelosinvitados.—Mehadichomihijaquelegustaaustedelviolín—comentapapá

Liliencron.—Sí—respondeél.—Violín—diceLiliencron,yhaceelgestoconlamanocomositocara

—.¿Esosigueteniendofuturo?—Sí—contestaCohn.—Interesante—murmura Liliencron—.Yo pensaba que la trompeta

dejazzeraelinstrumentodelmañana.—Elmañana—diceCohn—.Quiénsabesillegaremosaverlo.—¿Lodudausted?

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Cohn está a punto de emitir una respuesta que trasluce su imagenpesimistadelmundocuandoElseseacercaconunacopadeponcheenlamano.Yavaunpocoachispada.—¿Dequéhabláis?Esperoquenoseadecosasserias.—No, no—la apaciguaLiliencron—.Tan solo charlamos acercadel

futuro.ElsecogedelamanoaAndreasylollevahastadondeestáPutti.—¡Putti!—exclama—.Aquíhayuncompatriotatuyo.Estadice,educadamente:—Buenastardes.Losdossuizosintercambianunascuantaspalabrasensudialecto,que

suenacomosiambosfueranunosventrílocuosacatarrados.GeorgintentaconversarconAndreas.—Elsedicequeestáspreocupadopornosotros.Andreasasiente.—Sí.Veolascosasmuynegrasparalosjudíosalemanes,sitodosigue

igual.Yvaacontinuarasí.ElprofesorWeidenfelsseacerca.—Oigo—lediceaAndreas—quellevaustedunapellidofamoso.—Antestengoquehacerlejusticia—respondeAndreas,poniendoen

prácticalamodestia.WeidenfelssevuelvehaciaGeorg.—Supadre,MarcusCohn,eselúltimorescatadorenestadesgracia.

Conozcoamuchosemigrantesjudíosqueledebenlavida.Liliencroninterviene.—Otravezesapalabra.«Emigración.»¿Tambiénesustedunodeesos

sionistas,señorCohn?Andreasresponde:—MiabueloinventóelsionismojuntoconTheodorHerzl.Liliencronreplica:—Novamosadejarquenosenvíenaldesierto.Esopodríagustarlea

Hitler.Somosalemanes.PertenecemosaAlemania.Seretiraconairedramático.—¿Ves, Andreas? A eso me refiero —dice Georg—. Para padre,

AlemaniasiguesiendoelpaísqueleconcediólamedallaCothenius.LapatriadeGoethe.LassinfoníasdeBeethoven.Liliencrongolpeasucopaconlacucharilladecóctel.

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—¡Queridos invitados! —exclama—. Ahora, para nuestro solaz,nuestro amigoHans Fallada va a leer un capítulo de su nueva novelaGustavoelférreo.Hallegadoelotoño.Sobrelaciudadreposaunadensacapadenubes

queprontoarrojarálasprimerasnieves.El ambiente en la casa Liliencron es agobiante. Como si presagiara

que se avecinanunos acontecimientos quevan a sellar el destinode lafamilia.Siriusloolfateaya.Sigue paseando por losmismos lugares, pero los rostros familiares

han desaparecido. El zapatero Horowitz, que siempre charlabaamablemente con él, ya no está. El tostadero de café Finkelstein, quedesprendíaunaromaexquisito,hacerrado.Otrosviejosconocidosparecenperturbadosporlosnervios.Elseñor

Hoffmann,porejemplo,paraquienunabuenarepresentaciónequivalíaauntrozodetarta.Oados.Siriussesientadelantedelcaféymenealacola,expectante.ElseñorHoffmannselimitaalevantarunmomentolacabeza.—¿Otravezaquí?¿Quéquieres?Siriusdaunsaltoenelaire.—Sí,sí—murmuraausenteHoffmann—.Muybien.Nohaytarta.Sirius también tiene en su repertorio el número en el que camina

sobre dos patas y extiende la pata para hacer el saludo hitleriano. Esofuncionabien con lagentedeuniformepardo, lo sabepor experiencia.Responden al saludo de buen humor y hacen bromas como: «Nuestropartidollevaunavidadeperros».Pero incluso eso ha cambiado.Un policía se planta ante Sirius y le

ruge:—¿TeburlasdelFührer,chuchoasqueroso?Patada.Todoesmuyextraño.¿Quéestápasandoaquí?SindudaGeorgtienerazóncuandodice:«Esteyanoesnuestropaís».El perro, pensativo, se encamina de vuelta a casa. Se desvía

rápidamenteparacerciorarsedesisuárbolaúnsigueahí.

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Elárbolaúnsigueahí.El cartero no puede sospechar que hoy lleva una carta que va a

cambiarparasiempreeldestinodelosLiliencron.Puttitieneeldíalibre,asíqueelprofesorrecibeenpersonaelsobre.Es una carta de laAcademia Leopoldina de lasCienciasNaturales,

segúnponeenelsobreconunasletrassoberbias.Es muy inusual recibir correo de la Leopoldina. Liliencron abre la

cartaenelacto.Lecomunicamoslaexclusióninmediatadeestaacademiadelos

científicos no arios. Su labor docente queda suspendida. De igualmodoseextinguenlosderechosasalarioypensión.Respetuosamente,

ProfesordoctorEMILABDERHALDENPresidentedelaAcademiaAlemana

delasCienciasNaturalesLiliencronseguardalacartaenelbolsillointeriordelachaquetayse

poneelabrigo.Cogelabufandaylacorreadelguardarropa,porloqueSiriusacudecorriendo,complacido. JuntosseponenencaminohaciaelLagoNuevodeTiergarten.Sesientanenunbancoalaorilla.LovisCorinth había inmortalizado treinta años atrás en unode sus

cuadros más hermosos ese lago en un día turbio como aquel. ALiliencron le gusta sentarse allí cuando necesita descansar parareflexionar.—Yanoséquéhacer,Sirius—dice.Elperrosepegamuchoaél.—Miexistencia,¿entiendes?Esaeramiexistencia.Sirius sienteque suamigo estádesesperado.Losperrosnotan estas

cosas.Sabenloqueesladesesperación,aunquelamayoríadelasvecessedebaanimiedades.Liliencronsehacereproches.¿Estabaciego?EnlaplazadelaÓpera,unahordahaquemadoloslibrosdeHeinrich

HeinemientrascantabaelhimnodeHorst-Wessel.

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—¡Entreguemosalfuegotodoloquenoesalemán!—rugían.Han despedido al profesor Heisig, también al profesor Bernstein.

FritzMahlerhaemigrado.Georgylasconstantespalizas.Alemaniasehaconvertidoenunpaísdebárbaros.—¡Todo eso ha ocurrido, ya lo sé! ¿Por qué no he querido darme

cuenta?Hesidodemasiadoorgulloso.Meheimaginadoqueyo,eltitularde la medalla Cothenius de oro, no tenía nada que temer de esosbárbaros.»Ahora tengo miedo —confiesa en voz baja—. ¿Qué va a ser de

nosotros?Liliencronsecubreelrostroconlasmanos.Siriussientegotasdelluviaenlapiel.Levantalamiradayvequeson

lágrimas.Unhombrequelloraeslaimagenmástristedelmundo.Liliencronluchaporcontenerse.—Georgquieresermédico—dice—.PeroSauerbruchyanocontesta.Solloza.—YElse.Tienetalento.Podríaserunapianistagrandiosa,¿verdad?Siriusasiente.—¿Quévaapasarahora?En momentos como este, Sirius lamenta no ser un verdadero

interlocutor.Lefaltanlaspalabras.—Los humanos existimos desde hace ciento sesenta mil años —

murmuraLiliencron—.YHitlersolohanecesitadocincoparadestruiralahumanidad.Unpatonadatranquiloenellago.Estáimpertérrito.Haypatosdesde

hacealrededordetreintamillonesdeaños.—Medetesto—diceLiliencron—.Meavergüenzodemímismo.Siguelanoche.Siriusseverepentinamentearrancadodelsueño.Oye

voces,vefuego.¿Siguesoñando?Sirius saltaal alféizarde laventana. ¡Fuego!Fantasmagóricasnubes

dehumorecorrenlostejadosdelascasas,lasllamascrepitanyelhumonegro como el carbón escupe chispas ardientes... La sinagoga de laFasanenstrasseespresadelasllamas.Acudenvehículos,desfilanhombres.Llevanbotas,gorrasybrazaletes

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rojos.Siriusesperaqueseanlosbomberos.Pero loshombresfestejan loqueestápasando.Unoenciendecomplacidouncigarrillo.Un señor con sombrero, que en realidad tiene aspecto de ser muy

decente,incitaalamultitud:—¡Abajolosjudíos!Elgrito surgede todas lasgargantas, cadavezmás fuerte, cadavez

más incontenible.Aunaordendemandoseabre laportezuelaabatiblede una camioneta y unas barras de hierro ruedan con estrépito por lacalle.Loshombres las empuñany se lanzancontra todo.Destrozan losescaparatesdelastiendasjudías,unotrasotro.Loscristalesestallan,lasesquirlasvuelanporel airey cubrenel suelouna trasotra.El ruidoesensordecedor.Por fin llega la policía. Pero no interviene. Al contrario. Un policía

sacalapistolaydisparaaunaventanadelprimerpisoenlaquehayluz.Esoexcitaaúnmásalahorda.Loshombresrompenlaspuertasyentranenlascasas.—¡Abajolosjudíos!Familiasenpijamasonarrastradasalacalle.SiriusreconoceaAlbert

Salomon.EselmédicodelosLiliencron.Temblando,cogedelasmanosasumujerysushijos.Sedejacaerde

rodillas ante unmuchacho con un brazalete, que ya blande la barra, yruegaporsuvida.Elmuchacholeescupeenlacabeza.A Sirius le gustaría saltarle al cuello a ese tipo.Gruñe y enseña los

dientes.Peronopuedehacernadacontraesachusmadeahífuera.Tienequeavisarasufamilia.Los Liliencron duermen en las habitaciones que dan a la tranquila

partetraseradelacasa.Siriussaltacontralaspuertasyladra.Georgeselprimeroendejarsever.—¿Quétepasaaestashorasdelanoche?Somnoliento, sigue al perro, que lo lleva hasta la ventana. Mira la

calleysequedapetrificado.Entretanto, la horda ha crecido hasta estar formada por varios

centenaresdehombres.A los tiposde losbrazaletesse leshansumadotranseúntes y curiosos. Han roto los escaparates de las tiendas y hansacadolascosasalaacera.Allíesperayaungrupoquerocíaelbotíncongasolina y le prende fuego. Otros se meten en las viviendas para

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saquearlas. La calle parece de cristal, hasta tal punto se acumulan lasesquirlas.—¡Abajolosjudíos!—rugelamultitud.SoloentoncesGeorgsedacuentadequelasdensasnubesdehumo

no provienen de los fuegos de la calle. En esemomento ve la enormepareddellamasalládondeestabalasinagoga.SelesumaElse.Sefrotalosojos.—¿Haocurridoalgo?Georgresponde:—Sí,yahaocurrido.Los bomberos ponen todo su cuidado en que el chorro de las

manguerasnoapaguelasllamasdelasinagoga,sinoquetansoloimpidaqueelincendioseextiendaalosedificiosnojudíos.Elsegrita:—¡No!PiensaenAndreas. ¿Estarán sacándolode casa conbarrasdehierro

enesemismoinstante?Cuandosuspadresseacercanalaventana,Elsesedesmaya.LoprimeroqueveLiliencroneslaunidadmáspequeñadeltumulto.—EseesZinke.ElporteroZinke.Loobservarepartirlosbidonesdegasolina.Luego su mirada se ensancha y registra el infierno completo.

Fragmentoafragmento.Inmóvil.Sinpalabras.AbrazaaGeorg.LuegosedalavueltayseocupadeElse.Rahelsecubreelrostroconlasmanos.—¿Dóndeestálapolicía?¿Esquenadievaallamaralapolicía?—Lapolicíaestáahí—diceGeorg—.Protegiendoaloscriminales.Vacíanunacasatrasotra.Encadaescalera,atruenanlasbotasdelos

agitadores.—¿Aquívivenjudíos?—Sí,ahíarriba—denuncianlosvecinos.Rahelvealasfamiliassalirdelascasas.Lapolicíalasseparaydetiene

alospadres.«Prisiónpreventiva»,lollaman.Lasmadresllevanenbrazosasushijospequeñosydelamanoalos

mayores. Algunos han podido coger mantas a toda prisa. La mayoríatiemblaporelfrío.Esnoviembre.Ydeprontoelhorrorseacerca.Unospuñosgolpeanlapuertadela

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casadelosLiliencron.—Porelamordelcielo—sesobresaltaRahel.—¡Noseosocurrasalir!—gritaGeorg.Unas palanquetas destrozan la cerradura. Un hacha se clava en la

madera.—¡Abajolosjudíos!—¿Adóndevamos?—susurraLiliencron.—¡AcasadeltíoBenno!—susurraGeorg.Yaoyenvocesenelpasillocuandosalenalexteriorporlahabitación

deljardín,saltanelsetoybuscanrefugioenlacasadeallado.Porprimeravezensuvida,BennoFritsche,elgranactor,seenfrentaa

unasituacióndramáticasinestaradecuadamentevestidoeiluminado.Vienedirectode lacama.Estáencalzoncillosycamiseta,delantede

losLiliencron,ysupelopareceunacoliflor.—¿Quéoshapasado?—pregunta,atónito.Liliencron se esfuerza por hacer un esquema comprimido de los

acontecimientos.Rahelsolloza.GeorgyElsemiranhacialanada.—Enresumen—diceBenno—,necesitamosuncoñac.Nadiedicequeno.Bennosirvelascopas.—¡Hijosdeputa!—exclama.—Laculpaesmía—diceLiliencron—.Nodebíahaberescondido la

cabezacomounavestruzdurantetantotiempo.Rahelleacaricialamano.—Mejoresconderlacabezabajotierraquetenerallítodoelcuerpo—

diceBenno.—¡Lasinagogaestáenllamas!—exclamaGeorg.—Espantoso, absolutamente espantoso —responde Benno—. Pero

ahorahayquemirarhaciadelante.Ahorasetratadevuestravida.Seretira,searreglayreaparecevestidodefrac.—¿DóndeestáLevi?—¡Sirius!—gritaElse.—Claro—diceBenno—,mereferíaaél.Liliencronseponeenpiedeunsalto.—¿DóndeestáSirius?

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Rahel:—¿Esquenoestáaquí?—¡Sirius!—gritaGeorg.Segúnparece,Siriussehaquedadoavigilarlacasa.—Noshemosolvidadodeél—diceElse,yrompeallorar.En ese momento llaman al timbre. Se oyen voces fuera. Un puño

golpealapuerta.Bennoseponeenpie,sealisalacamisadelfrac,seajustaensusitiola

pajaritayvahacialaentrada.Abrelapuerta.—¡PolicíaSecretadelEstado!—diceunavoz.BennoFritschehaceunareverencia.—¿Vivenaquíjudíos?—preguntaconasperezaelagente.—¿Judíos?—diceFritscheentonodesorpresa—.¿Cómoseleocurre

talcosa?—Enlacasadealladovivenjudíos—respondeelagente.—Aquíno—diceFritsche.Elagentelemirafijamente.—¿Estáseguro?Fritsche,mirándolodearribaabajo:—¡Estáclaroquenosabequiénsoy!—¿Quiénesusted?—preguntaelagente.Fritschesecolocaenposicióndefirmes.—BennoFritsche.Actor.Estrelladecine.Miembrodelpartido.Elagente,sumiso:—Lepidodisculpas.Lapuertasecierra.Bennoregresa,radiante,alsalón.—¿Quétal?¿Cómoheestado?Los Liliencron siguen sentados, con un aspecto cadavérico, y

tiemblan.Solofaltauno:Georg.—¿DóndeestáGeorg?—preguntaBenno.—Georghavueltoacasa—diceLiliencron—.AbuscaraSirius.Siriusestásentadojuntoalaventana.Veatravésdeellaelinfiernoen

latierraypiensa:¿Sonpersonas?

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Alza lamirada al firmamento nocturno. La luz en la oscuridad, sucompañera, no se ve. ¿La estrella ha perdido la esperanza? ¿O solo setratade las nubesdehumo, que limitan el universopor encimade lostejados?Siriusoyelasbotas,lasvoces,losdisparos.Se acuerda de cuando era un perro pequeño. En aquel entonces se

escondía enel rincónmás recóndito, se enroscaba inmóvily fingíaqueerauncojínviejo.Ahoraesungrancan.Los hombres abren de golpe la puerta del salón y miran a su

alrededor.—¿Dóndeestáesachusmajudía?—rugeuno.—¡Chusmajudía!—rugeelotro,conelhachaenlamano.EntoncessumiradaseposaenSirius.Esteavanzasinmiedohaciaambos, sesientamuycercadeellos, se

yergueylevantalapataderechaparahacerelsaludohitleriano.Loshombresestánperplejos.—¡Estasíqueesbuena!—diceeluno.Elotrosehaquedadosinpalabras.Dejacaerelhachadepurosusto.Han venido para echar a los judíos y, en vez de eso, un perro les

saludaconun«HeilHitler!».Depronto, su furia ciega se ha esfumado. Incluso sientenun ligero

cansancio.Elagotamientodelabarbarie.—¿Habráalgoparabeber?—preguntaunodeellos.Buscanlacocina,abrenlaneverayvuelvencondoscervezas.—¡Salud!Suspiranysedejancaerenelsofá.Casiselescierranlosojos.—Haestadobien,peroesagotador—diceuno.Alcabodeunratovuelvenalevantarse,sedesperezanyrecorrenla

casa.Alllegaralabiblioteca,escogenunaseriedelibrosalazar.—Plancton—dicedespreciativouno.—Mira—replicaelotro—.¡Milucha!Sostieneellibroenalto,perplejo.Siriusvienecorriendo,seyergueanteellosylevantalapataderecha.

Loshombressonríen.—Bueno,estáclaro—diceuno—.Aquínovivenjudíos.Elotroasienteyrecogeelhachadelsuelo.

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Estánapuntodeabandonarlacasacuandooyenungrito.—¡Sirius!Elperrolevantalasorejas,sedalavueltaysalecorriendo.Los hombres lo siguen enseguida hasta el jardín. En la oscuridad

distinguenunasilueta.—¡Alto!¡Deténgase!—gritauno.—¡Arribalasmanos!—amenazaelotro,yblandelapistola.Lasiluetaseacercaconlasmanoslevantadas.—¿Quiénesusted?—preguntauno.—¡Nombreydirección!—rugeelotro.—GeorgLiliencron—respondelasilueta—.Vivoaquí.Loshombresloarrastranhastaelsalón.—Liliencron—diceuno—.Bonitonombre.—Bonito nombre—repite el otro, y le da un puñetazo en la cara a

Georg.—Bonitacasa—diceuno.—Bonitacasa judía—afirmaelotro—.Esechuchonoshatomadoel

pelo.Cogeelhachaydestrozaelsofáenelquehaceunmomentoestaban

sentados.Hanrecuperadolaenergía.—Tevienesconnosotros—diceuno.—Prisión preventiva—completa el otro—. Procuraremos que no te

pasenada.Georg deja que se lo lleven sin replicar nada. Tiembla de ira. Y de

miedo.Esa misma noche, Georg va a parar al centro de detención de la

Levetzowstrasse. Es uno de los miles a quienes mañana empujarán,descalzos,haciaelPutlitzbrücke.EnlaestacióndeMoabit,lostrenesdemercancías ya están listos para el transporte. Destino final: campo deconcentracióndeSachsenhausen.Prisiónpreventiva.El sol sale esamañanaa las 7.42.Liliencron lo sabe,porquemira el

relojsinparar.Comomuypronto,hastalasochodelamañananopodrállamarpor

teléfono a Emil Abderhalden, el presidente de la Leopoldina. Como

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descubridor del «fermento reactivo deAbderhalden» y promotor de la«higieneracial»,tienebuenoscontactosenelGobierno.El tío Benno ha servido café recién hecho. Para Rahel y Else. Él y

Liliencronsiguenconelcoñac.Siriusdormita.Aúntienelanochepasadametidaenloshuesos.—Mi casa es la vuestra —dice tío Benno—. Por el momento, aquí

estáisseguros.El bueno de Fritsche. Está arriesgando su vida. Ese café podría

costarlesucarrera.Hoylossoplonesylostraidoreshacenhorasextras.Porfinlasocho.—Abderhalden—resuenaenelauricular.Liliencronledalosbuenosdías.—MiqueridoLiliencron—diceAbderhalden—.Siento infinitamente

lanotificacióndedespido,peropordesgraciaerainevitable.Liliencron le interrumpe.Le cuenta los acontecimientosde la noche

pasada.LedicequeGeorghadesaparecidosindejarrastroyterminaconlaspalabras:—Ustedmehaarrebatadomihonorytengoquevivirconeso,perole

ruegoconfervorquenomearrebatetambiénamihijo.Nopuedovivirconeso.Abderhaldenestámuyconmovido.—Le entiendo, amigo mío, pero no tengo nada que ver con ese

asunto.—Interceda pormi hijo—implora Liliencron—. Usted conoce a las

personasclave.—Sí, claro —responde Abderhalden—. Pero no voy a llamar a

RosenbergoaGoebbelspor,perdone,unasuntodefamilia.Cuelga.Liliencronestádesesperado.—¿Esquenadienospuedeayudar?Pasarevistamentalmenteasucírculodeconocidos.Ahoralosjudíos

necesitan ayudarse los unos a los otros. Los no judíos no van a hacernadaporellos.Además,¿quéjudíopuedellamaraGoebbels?—¡Lorre!—exclamaRahel.—¿Lorre?—preguntadesanimadoLiliencron.Unnombrede tiemposolvidadoshacemucho,cuandoRahelestaba

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con un joven actor llamado László Loewenstein, que más tarde seríaconocidocomoPeterLorre.HaceunosañosqueemigróaHollywood.—¡Goebbelsenpersonaleaconsejóquesefuera!—afirmaRahel.Liliencronmuevelacabeza.—¿PorquéibaaayudarnosPeterLorre?—Nosquisimos—diceRahel—.Nosquisimosmucho.¿Aquéesposolegustaoírunacosaasí?SihayalgoqueLiliencronno

necesitaesotrapuñaladaenelcorazón.Esabsurdo,losLiliencronestánpasandoelpeormomentodesuvida

enBerlín...¡ylaesperanzaesHollywood!¡Lorre!Ybien,¿quiéntienesunúmerodeteléfono?BennoFritsche, todavíade fracpero con la camisa abierta ymucho

coñacenelcuerpo,caminahaciaelescritorioycogeorgullososuagenda.—Aquíestáelnúmerodeteléfono.Estáradiante.—Rodamos juntosM., el vampiro de Düsseldorf. Yo aún era apenas

conocido.Miprimerpapelhablado.—Unaciudadyunvampiro—murmuraLiliencron—.Ahorahabría

quedecir:unaciudadsetransformaenvampiro.¿Dónde estaráGeorg?Ningunopuede olvidar la ventana junto a la

que estaba. Else ve a los hombres con barras de hierro. Liliencron, alpolicíaquefumaindiferenteuncigarrillo.SiriusnopuedeolvidaraltipoanteelqueAlbertSalomoncayóderodillas.¿Está Georg en manos de esos monstruos? Una idea espantosa,

insoportable.¡Lorre!—Voyallamarle—diceRahel.Indicaalaseñoritadelacentralitaunaseriedenúmeros.—Largadistancia—dice,conairesdeimportancia.La líneasusurra,crepita,repiquetea...Perodeprontoalotro ladose

oyeuntonoextrañoymelodioso,conunaclaridadcristalina.—Hello?—diceunavoz.—¿Peter?—preguntadubitativaRahel.Es él.Hanpasadodiezaños

desdelaúltimavezquehablaron,muybrevemente,enlaentradadeunestrenodecine.Élsiemprelallamaba«Salchichita».—¡Salchichita!—exclamatambiénahora.

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Rahel pasa enseguida a exponer la gravedad de la situación. ElinfiernoenBerlín.Georg.Else imagina cada palabra corriendo por un cable increíblemente

largo, pegado al fondo del mar, vigilado con recelo por gigantescospeces, que emerge ante la costa de América y se extiende por todo elcontinenteparaterminarexactamenteeneseauricular.Unmilagro.¿Elcablepodrátambiénobrarmilagros?Silarespuestaesafirmativa,

esteeselmomentodecisivo.Eslaúltimaesperanza.Lorreescucha.Solodice«terrible»,lorepiteunayotravez.—¡Ayúdanos!—imploraRahel—.¿Puedeshacerlo?—Lointentaré—diceLorre—.Osloprometo.—Luegoañade—:Daos

prisaenirosdeahí.¡SaliddeBerlín!¡VenidaHollywood!¡Hollywood!Rahelcierralosojos.—¿Quétepasa?—preguntaunavoz.EsClarkGable.—Nada —responde Rahel en sueños—. Solo estoy un poquito

cansada.—Me gustaría presentarte a mi amigo Humphrey Bogart —dice

Gable.—¡Solosipuedobailarconél!—replicaRahel.—Esunplacer.—Bogartsonríe.Bailanunmambo.Tansalvajemente

comoRahelnohabailadonunca.PeterLorreleguiñaunojo.—¿Qué te pasa? —pregunta Liliencron—. Creía que te habías

desmayado.—No,tansoloestabasoñando—respondeRahel.Siriusladra.Alguiensacudelapuertadeljardín.BennoFritschesalealaterraza.Veaunjoveneneljardínvecinoyle

increpa:—¿Quéquiere?—EstoybuscandoalafamiliaLiliencron—respondeelhombre.Al ver que Siriusmueve la cola, también Fritschemira con buenos

ojosaldesconocido.—¡Andreas!—exclamaElse,yselanzaalcuellodesuamado—.¡Estás

loco!¿Quiénseatrevehoyasaliralacalle?¡Espeligrosísimo!

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—Tengo noticias importantes para vosotros—dice Andreas—. Paratodosnosotros.AndreasCohn—sepresentaaFritsche.—BennoFritsche—diceFritsche.—Le conozco por el cine, por supuesto—respondeAndreas. Y con

esa frase se gana la simpatía de Fritsche—. ¡Coged vuestras cosas! —exclama—.Nosvamos.Liliencronlemiraperplejo.—¿Adónde?Andreas:—¡A América! —Y añade—: Mi padre ha preparado ya todos los

papeles.EstanochenosvamosaBasilea.LuegoosacompañaréaGénova,yseguiréiselviajeenbarcohastaAmérica.—Metemoqueesonovaaserposible—diceLiliencron—.Primero

tenemosquerescataraGeorg.—¿Georg?—preguntahorrorizadoAndreas—.¿DóndeestáGeorg?—No lo sabemos —dice Liliencron con voz cansada—. Tan solo

esperamosquesigavivo.La panadería Kaminski, en la Erasmusstrasse, hace buenos

panecillos...Perotampocosontanbuenos.WillyKaminski,elpanadero,sesorprendealverlamultitudquehay

delantedesutienda.Laaceraestállena.¿Quéestápasandoaquí?Lagentequiereverpasaralosjudíos.Lamarchaapiedelos«presospreventivos»empiezaenelcentrode

detención de la Levetzowstrasse y va hasta el Putlitzbrücke, dondeesperaeltrendemercancíasquelosllevaráalcampodeconcentracióndeSachsenhausen.Cuando la procesión pasa por delante de la panadería, Willy

Kaminskiseinterponeenelcaminodelescuadróndelamuerte.—¡Avergonzaos!—grita—.¡VergüenzasobreHitler!Encuentransucadáverpocotiempodespués.Ejecutadoenmediode

losmironesqueflanqueanlacalleytiranpiedrasalosjudíos.Estación demercancías deMoabit. El muelle está emplazado en el

andénnúmero69.

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Lapolicíadivide las columnasengruposde cienpersonasyasignaun vagón a cada uno. Un jefe de escuadrón de las SS dirige losmovimientos.Georgaúncaminaerguido,perotambiénaéllevanabandonandolas

fuerzas. Otros se mueven, agotados, a cuatro patas, y tienen queobligarlosaempujonesasubiralmuelle.Sobretodoalosancianos.Montan a culatazos en uno de los vagones a un rabino que anda

apoyadoenunbastón.—¡Vamos,vamos!—gritanloshombresdelasSS.Tienenqueactuara

todaprisa,quierenvolveratiempoparacenarencasaconlafamilia.Haciaelmediodía,eltrenseponeenmovimiento.El vagón en el que va encerrado Georg suele utilizarse para el

transporte de ganado. Tiene rejas.Georg observa el norte de la ciudadcuandopasanpordelante.Reinickendorf.Frohnau.Waidmannslust.UndíacompletamentenormalenBerlín.El rabinocantaenvozbajaunacanciónenyiddish.«Arde.Nuestro

pobladoarde.»

Nooslevantéis,hermanos,miradtansoloavuestroalrededorynomováislasmanos,nooslevantéis,hermanos,apagadelfuegocuandonuestropobladoarda.

GeorgpiensaenelporteroZinke,querepartíalosbidonesdegasolina

conqueprendieronfuegoalaciudad.Depronto,eltrensedetieneenseco.EstacióndeBirkenwerder.Unasólidalimusinanegraesperaenlaestación.Elchóferestádepie

asulado,conlamanoalzadaenelsaludohitleriano.Un hombre de las SS salta del tren. Los dos hablan unmomento y

luegoeldelasSSregresa.Pasanunosminutos.ElhombredelasSSvuelveasaltaralandén.Llevaunmegáfonoenla

mano.—¡Atención, aviso! —brama a través del altavoz—. ¡Preso Georg

Liliencron!¡Identifíquesedeinmediato!

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Georgnodacréditoasusoídos.Golpealosbarrotes.—¡Aquí!¡Aquí!Lapuertacorrederadelvagónseabre.ElhombredelasSSordena:—¡Sígame!ElchófersaludaaGeorgcuandoseacercayluegoesteseacomodaen

elasientotraserodelalimusina.—Automóvil personal del ministro doctor Joseph Goebbels —se

presentaelchófer—.¿Adóndelellevo?—Acasa—diceGeorg.Falta poco para medianoche. Los Liliencron entran en su casa por

primeravezdesdeelinfierno,porúltimaantesdelviajealodesconocido.Las dos botellas de cerveza vacías siguen sobre la mesa de cristal.

Resultanmásmonstruosasqueelsofádestrozado.Liliencron se detiene ante la biblioteca. Quiere llevarse un libro de

recuerdo,pero¿cuál?EligePedroMelenas.Aprendióaleerconeselibro.Perdido en sus pensamientos, se sienta en el sillón, junto a las dos

botellasdecervezavacías,yhojeaelPedroMelenas.—¡Carl!—exclamaRahel—.¿Tehasvueltoloco?—No, no—murmura Liliencron—. Siento nostalgia. Pero quizá eso

seaunalocura.Devuelve el libro a la estantería y, en vez de este, elige con

pragmatismosupropiaobra,Fitoplanctony fotosíntesis.Nuncasesabesialgúndíaleseráútilpoderdemostrarqueesconocedordelplancton.DejalamedallaCotheniusdeorocolgadaenlapared.Rahelestádelantedesuarmarioroperoyquerríallevárselotodo.El

vestidorosaseríaperfectoparauncóctel.Yelvestidodenocheazulesunsueño.Quédemonios, se dice; unnuevo comienzo es unnuevo comienzo.

Cogelasjoyasyunascuantasfotosenmarcadas.Else nometemás que una partitura en lamaleta. ElConcierto para

violín y piano opus 64 de Felix Mendelssohn Bartholdy. Su historia deamor.Georgnosellevanada.Nadaenabsoluto.Esoesloquemáspesa.Finalmente, hay una maleta en la puerta. Una pequeña. Hay que

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limitarelpasadocuandosequiereviajaralfuturo.Siriussientequeestoesunadespedidadelayer.Quizáparasiempre.

Seescurrefueradelacasaycorrealárbol,suárbol.¿Cómosedespideunperrodeunárbol?Nolosabe.Sirius creeobservarqueel árbol se inclina ligeramente.Pero lomás

seguroesquehayasidoelviento.Liliencronsacaelcochedelgaraje.El Mercedes verde engulle a Carl, Rahel, Georg, Else, Andreas y

Sirius.Igualquelamaletahaengullidosupasado.El punto de encuentro es un granero en Hohentengen, un pueblo

juntoalRin,nolejosdelafronterasuiza.Alastresdelatardeenpunto.—UnhombrellamadoErnestProdollietosestaráesperando.Andreastienedelanteloqueanotódurantelallamadatelefónicaque

hizoeldíaanteriorasupadre.Y,dehecho,enelminutoexactoseabrelapuertadelgraneroysale

un Bentley plateado. De él desciende un caballero vestido con traje ycorbata.ErnestProdollietescancillerdelconsuladosuizoenBregenz.Pidesus

papelesalosLiliencron.Sinhacerunsolocomentario,estampaunselloencadaunodelosdocumentos.—Pordesgracia,tienenquedejaraquíelcoche—dice—.Métanloen

elgranero,porfavor.Luego,vuelveacerrarlapuertaylesruegaquesubanasuvehículo.NadiesuperaalseñorProdollietcuandosetratadeirradiarcalmay

autoridad.Conducehacialafrontera.Losfuncionariosaduanerosalemanessaludan.ElseñorProdollietenseñasupasaportediplomáticoydice:—Estosseñorestienenlospapelesenregla.Unoficialcontrola,asienteylevantalabarrera.—¿Es este el Rin del que me hablabas? —pregunta Else cuando

cruzanelpuente.—Sí,esteeselRin—respondeAndreas—.¡Bienvenidaalalibertad!Enelcochenoquedanojossecos, salvo,naturalmente, losdelseñor

Prodolliet.CenaenLucerna.

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Lacamarerasugiereunentrecotconpatatasasadas.—Mejorqueno—respondeLiliencron—.Suenademasiadomarcial.

Preferiríaalgomáspacífico.Sopa,porejemplo.El señor Prodolliet se encarga de la cuenta. Sabe que los judíos no

pueden llevar encima más de diez marcos al salir del país. Todo supatrimoniovaapararalEstado.Tambiénhaselladoesedocumento.Dealgunamanera,allíhueledistintoqueenBerlín,piensaSirius.No

puede precisarlo, pero tiene que ser por el abono recién echado en laspraderas.El viaje continúa, a través de los Alpes, hacia Italia. Al amanecer

lleganaGénova.EnladársenadelpuertoestáyaelContediSavoia.Elbarcotieneun

aspectoimpresionante.Midetrescientosmetrosdelargo,puedealbergarhasta a dosmil doscientos pasajeros y es unode losmayores gigantestransoceánicos del mundo. Sus dos poderosas chimeneas ya emitenvaporparaellargoviajeaNuevaYork.La terminal bulle de gente. Pasajeros, chóferes, estibadores,

marineros, fotógrafos, policías, músicos, tunantes, vendedores dehelados, comerciantesde recuerdos.Y,naturalmente, todos losmironesquequierensertestigosdelmomentoenqueelcolososelancealmar.—¡Cuídate!—susurraElse—.¡Prométemequevolveremosavernos!Andreasledaunbesoquesignifica:«Sí,teloprometo».Los Liliencron cruzan ahora el último puente hacia el vientre del

ContediSavoia,donde losrecibeunamajestuosacolumnatademármol.CasualmentereconocenentrelamultitudaLudwigMiesvanderRohe,que tambiénhadejadoBerlín.Unordenanzaacompañaa lospasajeroshastasuscamarotes.Elcapitánhacesonartresveceslasirenadelbarcoyponelosmotores

enmarcha.Sevan.La familia Liliencron corre a la barandilla. Un enorme abismo de

espumaseabreapopa.Lamultitudjaleaysaluda.UnodeellosesAndreas,susalvador.Yel

señorProdolliet,naturalmente.Siriuspiensa.Loquemás lehagustadodelviajeha sidoelolorde

Lucerna.Sitodosigueasí,estarábien.

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2MientrasBerlínsiguesumidoen lanieve,enHollywoodflorecenya

lasmagnoliasyhueleajazmín.ElPacíficoañadeunapizcadesalalaire,pero esto solo lopercibe quienvive bien alto en las colinasdeBeverlyHills,como,porejemplo,JohnClark.Dicen de John Clark que es «el próximo Gary Cooper». Tiene el

aspecto que cualquier hombre desearía, y lasmujeres ya estaban locasporél cuandoerael encargadode lapiscinaenelhotelTheGardenofAllah.LodescubrióJackWarnerenpersona.—¿Tienequededicarseporfuerzaaalgorelacionadoconelagua?—

le había preguntadoWarner al borde de la piscina—. ¿O puede ustedimaginarseasímismoconunempleoentierra?Hayquemetersemuydentroenlamentedeunencargadodepiscina

paraentenderqueenesemomentonoteníaniideadeloqueelmundopodríaofrecerlefueradeella.Mirófijamentelatarjetadevisitaqueaquelseñorentradoenañosle

había puesto en la mano: JACK WARNER, WARNER BROTHERS FILM STUDIOS,HOLLYWOOD.AldíasiguienteempezólacarreradeJohnClark.Desde aquella escena han pasado unos años y se puede decir

tranquilamentequeelempleoentierralehasalidobienaJohnClark.HaconquistadoHollywood,esunaestrella,perosobretododamuchoquehablarenlavidanocturna.«¿Cuándo duerme John Clark?», titulaba hace poco The Hollywood

Reporter.HeddaHopper,lafamosacolumnistadecotilleosdelarevista,seha

pegado a sus talones. Le sigue hasta el Formosa, donde tumba alcamarero junto con Humphrey Bogart y unos cuantos amigos, conmuchos martinis corriendo por sus gaznates. Luego va al Trocadero,

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donde un volcán llamado John Clark entra en erupción en la pista debaile.AlamanecerabrenexpresamenteparaélelPoloLoungeporqueleapetece tomar caviar.La rubia con laque luegodesaparece en su suitetiene sobre todo sed de vodka, lo que lleva a los huéspedes de lahabitacióndealladoaquejarsedel«ruidoproducidoporladestruccióndelmobiliario».Peseatodoloanterior,pocodespuésJohnClarkaparecepuntualenelestudio,alegreyvivaracho...Elrodajepuedeempezar.Estáenunaformaóptima.Yasínochetrasnoche,díatrasdía.YesoqueJohnClarkestácasado.Tieneesposaehijos.Ynosetrata

decualquiermujer,sinodeGloriaHayson.EllamismaeraunaestrelladeHollywood que sacrificó su carrera por la vida familiar y ahoralanguideceaojosvistasensupalacio.Hedda Hopper difunde rumores de alcoholismo y pensamientos

suicidas.Seanunciaunescándalo.JackWarnerllamaasuoficinaaJohnClark.—Yotehicedelanada—dice,nostálgico.Sus palabras suenan como si Dios hablase a una de sus criaturas,

conmovidoporelrecuerdodeldíaenqueestaaprendióaandarerguidayseconvirtióenunapersona.Yasíes,dehecho.JackWarneresdiosenHollywood.—Te saqué del agua —prosigue—. Y puedo devolverte a ella en

cualquiermomento.Noloolvides.JohnClarkasienterespetuoso.Duranteunratopermanecensentados,

mudos uno enfrente del otro, el magnate cinematográfico de cabelloblancoyelhombreaquienpescó.—Pescadito—murmuraelmagnate—.¿Merecuerdastunombre?—GiovanniClarizzo—respondeelpescadito.HabíaemigradodesdeSiciliapocosmesesantesdeconvertirseenel

encargadodelapiscinadelhotelTheGardenofAllah.—TedielnombredeJohnClark—diceelmagnate—.Hazhonoraese

nombre.Nuevoylargosilencio.Lasecretariaentraenlasalayseñalaelreloj.Lasiguientecitaespera.Jack Warner está ya de camino hacia la puerta cuando dice, en

aparienciadepasada:—Vuelvecontufamilia,John.Esteestáapuntoderesponderalgo,peronoencuentralaspalabras.

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—Ahora necesitas tranquilidad. —Warner sonríe—. Simplementetranquilidad.DeesoseencargaráelseñorLiliencron.Johnsedetiene.—¿ElseñorLiliencron?—Unamigodeunosamigos—respondeWarner—.Leheayudadoa

entrarenelpaís.Ahoranecesitaunempleo.Túvasaserlo.Estunuevochófer,tuángeldelaguarda.Extiendelosbrazos.—¡Dale la bienvenida a Hollywood! Es de Berlín. No habla una

palabra de inglés, así que es silencioso.No conoce a nadie, así que esdiscreto.NisiquierasedaríacuentadequelajovenconlaquejugueteasenelasientotraseroesRitaHayworth.Warnersellevaeldedoaloslabios,enseñaldesilencio.CarlLiliencron se sientaporvezprimeraenel impecableChevrolet

nuevodecolorplateadoquelosestudiosponenadisposicióndelángeldelaguarda.EsahermosamañanadesciendeporSunsetBoulevard.Lasaltaspalmerasquebordeanlacalleseyerguenhaciaelsol.Ahoraporfinestá clarodónde está el sol cuando enBerlín se le echademenos... EnHollywood.Allínosoloestáenelcielo,sinoquesequedaporcontrato,comounfarofiablequesiempreprocuralamismaluzdecuento.No resulta sorprendente que Jack Warner escogiera ese rincón del

mundoparainstalarsufábricadesueños.Liliencron gira hacia Rexford Drive. Aún necesita un plano para

orientarse.LaLaurelWaytienequedividirseenalgunaparte.Las espléndidas mansiones se ocultan detrás de unos setos

gigantescosdelosquecuelganhordasdejardinerosqueintentanpodarcontijeraslahojarascaydarlelaformamáscuadradaposible.Asítienequeser.JohnClarkviveenunpalacio.Dejapequeñosalosedificiossimilares

queselevantaronenelRenacimientoaorillasdelLoira.ElportaldelacalleseabrecomoporensalmoyLiliencronemprende

sorprendido la subida en su Chevrolet. Un criado vestido con un fracblancoyaleestáesperando.Y eso no es más que la obertura. La verdadera ópera comienza

cuando ha cruzado la sala, sale a la terraza y la mirada vaga por un

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paisajeparecidoaldelosaltospantanosdeEscocia,unpaisajeenelquese mecen barquitos, con ponis galopando, pabellones y surtidores,inclusoconuncarruseldecircoparalosniños.Liliencronnodacréditoasusojos.¿Hadejado,sindarsecuenta,su

envolturaterrestreyhallegadoalparaíso?¿SeencuentraexactamenteenlacurvaturaentreespacioytiempodelaquesiemprehablabaEinstein?Buscarastrosdevidahumana.Enesemomento JohnClarkacudea

su encuentro. No sospecha que alguien acaba de relacionarlo con lateoríadelarelatividad.—WelcometoHollywood!—diceJohnClark,yleestrechalamano.—Thankyou!—diceCarlLiliencron.JohnClark explica de buen humor a su visitante que hace poco ha

comprado la finca vecina a James Stewart solo para derruir su casa yponerensulugarunajaulaparachimpancés.—MynameisCarlLiliencron—respondeeste.Clark se queda inmóvil. Entonces recuerda que Jack Warner le ha

dichoqueesehombrevienedeBerlín,quenohablaunapalabradeinglésyquenisiquieraconoceaRitaHayworth.—¿RitaHayworth?—preguntaClarkparacerciorarse.Liliencronniegaconlacabeza,sincomprender.AsíqueWarner,porunavez,nohaexagerado.EltipodeBerlíntienepintadefuncionario,piensaClark.Siélhubiera

tenido el poder suficiente, su ángel de la guarda tendría un aspectodiferente.—Okay,let’sgo!—decideJohnClark.Saludaa sumujery a sushijos, que alimentana los flamencos a lo

lejos.—Family.—Suspiraysedejacaerenelasientotraserodelcoche.—Yes—respondeLiliencron.—Youhavefamily?—preguntaClark.—Yes—contestaLiliencron.Elrestodelviajetranscurreensilencio.Encimadelportaldeentradadelosestudioshayunletreroquedice

engrandes letrasWARNER BROTHERS PICTURES.Gigantescos cartelesde loséxitos del momento cubren la fachada. Robin de los bosques, con ErrolFlynn;Amargavictoria,conBetteDavis;Ángelesconcarassucias,conJamesCagneyyHumphreyBogart.

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Elporteromira escéptico el nuevoChevrolet plateado. Solo cuandoreconoceaJohnClarksaludaylevantalabarrera.Le indica al chófer que ponga enseguida la plaquita oficial de los

estudiosenelparabrisas.—MynameisCarlLiliencron—respondeLiliencron.Ocurredepronto.ElChevroletseincendia,ardeenllamaradas.Unos

hombres con unas barras de hierro saltan sobre el capó y destrozan elparabrisas.Cristales,cristalesportodaspartes.ElporteroZinkerepartelosbidonesdegasolina.Ruge:—¡Abajolosjudíos!Liliencronda un volantazo y acelera hacia laKlamtstrasse. ¡A casa!

¡TienequesalvaraSirius!El Chevrolet vuela por el estudio y se detiene a punto de chocar

contraeledificioprincipal.—Hey, man! —grita Clark—.What a drive!—Se seca el sudor del

rostro—.That’sHitlerstyle!Liliencronseríehistéricamente.Luegosedesmaya.Enciertomodo,aJohnClarklegustasunuevochófer.Los viernes son días de pago. Eso es lo habitual en Hollywood.

Inclusolasestrellasrecibensusueldodemanerasemanal.Elsueldodeunchóferequivalemásomenosalasumaquelafamilia

Clarkinvierteencomidaparalosflamencos.Eldíadepago,cuandoCarldeja lospocosbilletesrecibidosencima

delamesa,siempredice,sarcástico:—Máspresenciaqueesencia.LanuevavidaenelNuevoMundo le llevaconfrecuenciaahacerse

preguntas filosóficas existenciales. Ya no es lo que era. ¿Quién es enrealidad?Esaspreguntasleatormentanyseleacumulan,sobretodoporlasmañanas cuando se pone la gorra de chófer. Pero también cuandovuelve a casa por la tarde. Su existencia se ha reducido al mínimoespacio:unbungalowenelquehayunamaleta.UnadeesascabañasdemaderaqueseconstruyentodoslosdíasenlaslindesdeHollywoodparaque lospequeños empleados tambiénpuedan tenerun techo sobre suscabezas.Carl mira el vacío. Las paredes desnudas. Las habitaciones

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despobladas. Los días silenciosos. Las noches huecas, que no sonmásqueagujerosnegros.Tan solo la maleta está llena de recuerdos. Cuando despiertan,

persiguenaLiliencron.Estáagotado.—¿Porquésobrevivir,cuandonosevive?—Oh,Carl—diceRahel—.Síquevivimos.—MynameisCarlLiliencron.Estodoloquesédecir.Rahelabrazaasumaridoyleconsuela.—Tambiénsabesdeciryes.Diyesmásamenudo.Sirius lo tiene comparativamentemás fácil. Puede hacerse entender

sinproblemasensunuevapatria.AéllegustaHollywood.Hacepocohaconocidounperroquetrabajaenlaindustriadelcine.

Como figurante. Un encuentro muy interesante. El perro sueña contrabajar en Disney como doblador de Goofy. Pero también piensa queparaesonobastaconeltalento...Todoescuestióndecontactos.Hollywood es un territorio duro. Sirius lo nota porque, después de

dar largos paseos, le duelen las patas.Apenas hay caminos en los quecrezcahierba.Todoesasfalto.Se acuerda de Berlín. ¿Seguirá allí su árbol? ¿Y la pelota amarilla

estará aún en el jardín?Con lasprisas olvidó llevársela.Aveces eso leirrita.Rahelestáenseñándoleunahabilidadnueva.Aaullarchansons.—Losfranceseslohacen—dice.PoneundiscoySiriusintentaimitarlamelodíaconaullidos.Yaloha

conseguido conMaurice Chevalier. La canción «Y’a d’la joie» habla decómoseaburrelatorreEiffel.SilatorreEiffelseaburre,¿quévaadecirRahel?Siguebuscandouna

formadepasareltiempo.Losniñossehanidodecasa.Georg ha conseguido una beca. Su sueño va a cumplirse: estudiará

Medicina.Yviveenelcampusdelauniversidad,enWestwood.ElsetieneunempleodeniñeraencasadeErichWolfgangKorngold.

ElcompositorsemarchódeVienahaceyacincoaños,siguiendoaMaxReinhardtaHollywood.AhoratieneuncontratoconlaWarnerBrothersyenfebrerovaarecibirsuprimerOscarporlabandasonoradeRobindelosbosques.Elseestárodeadadíatrasdíaporelsonidodesupiano.

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ElbuenodeJackWarner.Ayudaainnumerables judíosaescapardeAlemania,mueve sushilos en laCasaBlanca, acogebajo susalas a losrecién llegados y dirige su vía dolorosa hacia la felicidad, el llamadodestino.Élmismoesunafábricadesueños.ElpobreCarlLiliencron.Aún tienepesadillas.En su corazón, sigue

siendoelportadorde lamedallaCotheniusdeoro.Susojos tienenqueacostumbrarse para pasar del plancton, que mide menos de cuatromicras, al Sunset Boulevard, con sus treinta y cinco kilómetros delongitud.Hollywoodalzalamanohacialasestrellas.Liliencrontodavíanosabevolar.Peroesovaacambiar.Alfinyalcabo,ahoraesunángeldelaguarda.PeterLorrecelebrasufiestadecumpleaños.LosLiliencronaparecena

lasochoenpunto.Sonlosprimerosenllegar.Ydemomentolosúnicos.EnHollywood

se llega tarde para demostrar la importancia. Cuanto más tarde, másimportante.La regla tambiénvalepara losqueno lo son.Elquenoesimportantevienemástardequequienaúnesmenosimportante.Un hombre bajito con el sombrero echado hacia atrás aparece

relativamentepronto.Parececonocerbien lacasayel jardín,porquevaderechoalabarbacoaypinchaunasalchicha.Luegosacaunacervezadelacubitera.—BillyWilder—sepresenta.DicequeesamigoíntimodePeterLorre.Nohacemuchoqueambos

compartíanhabitación.—¡Una habitación!—recalcaWilder—. Estaba claro que uno de los

dosibaahacercarrera.Peterfueelprimero,seconvirtióenMísterMoto.YoescribíelguiondeNinotschkaparaErnstLubitsch,loquetampocoestámal.Enaquellahabitaciónahoraviveunalimpiadoramexicana.Liliencron ríe. Por primera vez desde que ha pisado suelo

estadounidense,Rahelveasumaridoreíracarcajadas.—¡Seestáriendo!—exclama.—Esaesmiprofesión—respondeWilder—.Esperoquesumaridono

seaelúnico.

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—Esbonitovolverahablarenalemán—diceLiliencron.—¿Esteperro es suyo?—preguntaWilder, y señala a Sirius, que en

esemomentoestáolfateandolabarbacoaymoviendoelrabo—.¿Enquéidiomahablasuperro?Liliencronestáperplejo.¿EnquéidiomahablaSirius?—Lo ve —dice Wilder—. Quiere un trozo de salchicha. Mueve el

rabo. Quiere estar happy. «Salchicha», en cualquier idioma. Hay unidiomauniversaldelafelicidad.El jardín se llena. Erich von Stroheim,Vicki Baum,OttoPreminger,

MarleneDietrich,RobertSiodmak,FritzLang:estántodos.Todoslosquehantenidoqueabandonarsupatria.Depronto,HollywoodesunbarriodeBerlín.Redoble de tambores. Peter Lorre sale a la terraza. Saluda a sus

invitadosyunapequeñaorquestainterpreta«LiliMarleen».Todosbailanycorrenlaslágrimas.—¡Yotengolaculpa!—exclamaLorrecuandovahacialosLiliencron.Enmarca la palabra «culpa» formandounas comillas con los dedos,

quedebenhacervisiblesuironía.—¡Alto!—gritaMarleneDietrich—.Esoesuninventomío.—¿Cómo? —tercia Fritz Lang—. El único gesto alemán que tiene

derechoacopyrighteselsaludohitleriano.—QueridosLiliencron—dicePeterLorre,yalzasucopa—.¡Salidde

Berlín! ¡Venid a Hollywood! Eso fue lo que os aconsejé aquel día porteléfono.Yahoraestáisaquí.Aplauso. Redoble de la orquesta. Los presentes abrazan a los

Liliencronylesdeseanmuchasuerte.CarlLiliencrontienelosojosllenosdelágrimas.—Diosmío—diceRahel—.Tambiénllora.—Es la vida —responde Robert Siodmak—. No hay felicidad sin

lágrimas.Nohaydesdichasinsonrisa.Laorquestatoca«WhyHaveYouForgottenWaikiki».Billy Wilder es una fiera en la pista de baile. En Berlín tuvo que

abrirsepasoenocasionescomobailaríndesociedadparaviudas.—¿Cuálessusueño?—preguntadepronto.Liliencronseencogedehombros.Noentiendenadadelapregunta.Wilderchasquealosdedos.—¿Cantar?Entonceshazte cantante. ¿Robar?Entonceshazte ladrón.

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Reinvéntate.Hasdetenerunsueñoparalevantarteporlasmañanas.Yvuelvealbaile.AlasdosdelamañanaapareceHumphreyBogart;llevadelacorreaa

superro,Zero.Estáborracho.—¿Quiénquiere jugaralSkat?—balbucea.Lorre lehaenseñadoese

juegodenaipesydesdeentoncesesunadicto.Sirius y Zero se olfatean. Podría ser el comienzo de una hermosa

amistad.Laorquestainterpreta«OvertheRainbow».Carl yRahel Liliencronhan llegado esa noche aHollywood. Bailan

muypegadosysiguenasíinclusocuandohacemuchoquelaorquestahadejadodetocar.Deprontohablanelidiomauniversaldelafelicidad.—Estamosvivos—susurraRahel.—Yes—respondeCarl.Unamañana,Liliencronsedespiertaydecidequeyanovaallamarse

así. En ciertomodo, el nombre es un obstáculo en su camino.Aunqueaúnnoestáclaroenquécaminoyhaciadónde.Peroelnombre lepesademasiado.Comosi tuvieraque ir arrastrando lamaleta con laquehavenido.—MynameisCarlLiliencron.Noquierevolverapronunciaresafrase.Noquiereseguirsiendoun

tipo raro. Quiere llamarse con el nombre que uno tiene cuando formapartedeaquello.¿PorquénoCarlCrown?Corto.Rápido.Claro.Chic.Alegre.Espléndido.Resuelto.Rico.Esoesloquees.JohnClarkeselprimeroquesehaenfrentadoalnuevonombreyle

gustamucho.—Yeah—dice—,buenaidea.Lohacetodomásfácil.Mira de arriba abajo a Carl Crown, recién salido del horno, y

propone:—Nombrenuevo,ropanueva.Los dosmidenmás omenos lomismo, así que las prendas que la

estrelladeHollywoodsacadesuguardarropalesientanbien.Unospantalonesdefranelablancosconpinzas...Vale.

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Unpoloazulceleste,unacamisadesedaocre...Vale.Unachaquetaverdedecachemiracondoblebotonadura...Vale.Unpañuelodebolsillo:rosaconundibujoderombosamarillos.Zapatos:OxfordDerby.JohnClarkaplaude,entusiasmado.—¡Ahoramegustaelaspectodemiángeldelaguarda!CarlCrownsesienteunpoquitoinseguro.Ahoradalaimpresiónde

quesusueñoeraconvertirseentrompetistadeunabandadejazz.Peroquizáeseseasusueño.Soloqueaúnnolosabe.—Let’sgoandhaveadrink!—diceJohnClark.Dice esta frase a menudo. En realidad, siempre que hay algo que

celebrar,aunquenoseamásqueunaminucia,porejemplo,quelapuertaseabrealaccionarelpicaporte.Otrarazónparacelebraralgo.JohnClarkestásiempredeunhumorespléndido,esohayquereconocérselo.VanalFormosa,sesientanalabarraypidenunginfizz.—¿DeverdadHitleresuntipotanespantoso?—preguntaClark.—Sí—respondeCrown.—¿Juegasalgolf?—diceClark.—No—contestaCrown.De qué se va a hablar en un bar. Es la primera vez que hablan de

verdadelunoconelotro.—¿Tegustanlasrubias?—preguntaClark.—Sí—respondeCrown.—¿Ytuamiga?—Noamiga—diceCrown.—¿Tumujeresrubia?—No.—¿Yno tienes amigas?—JohnClark se ríe echando la cabezahacia

atrás—.Bueno,esovaacambiarconelaspectoquetienesahora.Otrarondadeginfizz.Yunamás.Cuando Carl Crown regresa a casa por la noche, su mujer se

encuentraconunborrachovestidoconunpoloazulcelesteyunacamisadesedacolorocre.Rahelestállorandoamargamente.Enlasprimerashorasdelamanecerdeesedía,elejércitoalemánha

entrado en Polonia. Adolf Hitler ha hecho estallar la Segunda GuerraMundial.

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Elañocinematográficode1939vaaentrarenlaHistoria,esolosabe

todoelmundoenHollywood.El mago de Oz va a llegar a los cines en agosto; La diligencia, en

septiembre;Caballero sin espada, en octubre;Ninotchka, en noviembre, y,porfin,endiciembre,Loqueelvientosellevó.SeestánrodandoElgrandictador,RebecaeHistoriasdeFiladelfia.Undíasellamaráaesaépoca«laedaddeoro»,oalgoparecido.Noesunmalmomentoparavivir enHollywood.CarlCrownpasa

cadaminutoquetienelibreenelcine.Aprendeelidiomauniversaldelafelicidad.Tiene tiempo de sobra para hacerlo. Su trabajo como ángel de la

guardaconsisteprincipalmenteenesperar.A las seis en punto de lamañana recoge a JohnClark y lo lleva al

estudio.AllíestárodandoElhalcóndelosmares,conErrolFlynn.CrownsetomauncaféenelBrownDerbyy,alavueltadelaesquina,

elPalaciodelCineElCapitánabreparalamatiné.Amediodía,JohnClarksuelehacer«unpoquitodedeporte».Coneso

se refiere a realizar actividad física con alguna starlet. Sin duda en losestudiostieneunbungalowpropio,peroporallíandademasiadagentedelaprensa.Poreso,suángeldelaguardallevaalaparejaaunacogedorclaroen

unbosqueenLaurelCanyonysealejadiscretamentedeallí.Labotellade champán en el asiento trasero tiene que estar refrigerada a unatemperatura concreta. La experiencia le dice que puede regresar diezminutosmástarde.Crown disfruta luego de la sesión de tarde en diversos cines de

HollywoodBoulevard.Alasseisdelatardeempiezalapartemásduradesutrabajo.Apartir

deesemomentoJohnClarkestádeunhumorfestivo.Clark le pide que lo lleve directamente a Don the Beachcomber,

dondeyaloesperanparaempezarunmaratóndemartinis.Cuantomás avanzada es la hora,más difícil lo tiene el ángel de la

guarda. En el Trocadero tiene que mirar de forma ostentosa su relojcuando una bailarina reposa la cabeza en el regazo de John Clark y

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Charlie Dotter vierte un cubo de hielo sobre su amigo para que serefresque.—Timetogo—diceCrown.—Come on —responde Clark con un mohín—, solo un ratito en el

BananaHouse.El Banana House no es un lugar en el que se pueda terminar

tranquilamentelavelada.Allíbailahastaelúltimo.Deahívienelafrase«dondebailaeloso».Dehecho, hayun oso grizzly tambaleándose en la pista de baile al

ritmo de la orquesta, chimpancés e impalas circulando en libertad,pelícanos volando, los camareros montan dromedarios y las chicas secuelgandelianas.Hombresyanimalesbailanelhula.ACarlCrownlegustaeselocal.Pormásvueltasquepuedadarle,allí

nadalerecuerdalaKlamtstrasse.Naturalmente,JohnClarknotieneelmalgustodedaralanocheun

repentino giro hacia la quietud. Pero una copa más y el ángel de laguardaleindicaquetienenqueirse.Detodosmodos,JohnClarksellevaalgodelajungla.Unamambade

grandespechosqueseacomoda,lasciva,enelasientotrasero.CarlCrownreconocealamamba.Laviohaceunosdíasenlapelícula

Sololosángelestienenalas.SellamaRitaHayworth.Alparecer,JohnClarkesunamantedelosanimales,piensaCrown.Y

unosdíasdespuéssellevaaSiriusconsigo.—¿Qué es esto? —pregunta sorprendido Clark—. El ángel de la

guardahatraídorefuerzos.—EsteesSirius—lepresentaCrown—.Esperoqueestébien.—No hay problema —responde Clark—. Lo principal es que no

pierdalasagujas.¿Ocómosellamaesoenlosperros?—¿Agujas?—Crownnoentiendeaquéserefiere.—Bueno, como los abetos. Aún tenemos agujas en casa desde

Navidad.Yhaceyadiezmeses.Nohayquienlimpietodoeso.—No,no,Siriusnopierdeagujas—afirmaCrown.Sirius mantiene por precaución un poco de distancia y por eso se

instala en el asiento delantero. De pronto, el viaje ya no parece tan

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formal.Másbienescomosifueraunaexcursiónprivadadeamoyperro,quecasualmentellevanaunaestrelladeHollywoodenelasientotrasero.—Vamosalcementeriodeperros—proponeClark—.Noestálejosde

aquí. El perro de Valentino está enterrado allí. Y el último de Bogey.Podríainteresarte,Sirius.Sirius no estámuy seguro. Pero aprecia la buena intención con un

reconocimientocortés.Enrealidad,noquierepensarenlamuerte.Perosinohaymásremedio,adelanteconello.Lavidaesdemasiadocortasiseesunperro.Siriusempiezaacavilar.

Elbogavantealcanza los sesentaaños.El esturión, los cientocincuenta.Laballena llegahasta losdoscientos años.Está claroque en el agua sevivemás.Pero¿quécosasgrandiosasocurrenallídebajo?¿QuéesturiónvaenChevroletporHollywood?—Tuperroesunpoquitomelancólico,¿no?—preguntaClark,como

sipudieraleerelpensamiento.—Aveces—respondeCrown—.Lohaheredadodemí.A ese le conozco, piensa Sirius cuando llegan aWarner Brothers y

Humphrey Bogart lemira sombrío desde el cartel de la pared. ¿Estarátambiénsuperro?Elporteroseinclinacongestodeentendimientoyabrelabarrera.John Clark no rueda hoy, tiene una reunión con un joven director

llamadoJohnHuston,quevaafilmarlanoveladeDashiellHammettElhalcónmaltés.—Vaaserunfilmnoir—dicealegreHuston.—Esperoquenoseademasiadonoir—diceClark—.De locontrario

nosemeverá.—Ya no te veo en el papel—termina escuetamente la conversación

Huston.—Síquehasidorápido—sesorprendeCrown.—¡Absurdo! —maldice Clark—. Un principiante. Quiere hacer una

películadecinenegro.Esehombrenuncallegaráanada.Jamás.PorprimeravezpuedeverseunasombrademalhumorenJohnClark.—Let’sgoandhaveadrink—propone.Estáclaroquetambiéndiceesa

frasecuandonohaynadaquecelebrar.Vanhacialacantina.

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Entretanto, Sirius explora el territorio de los estudios.No carece depeligros,advierte.Por todaspartesvienenhaciaél trolleysmotorizadosen todas direcciones, cargados de extras con atrezo, cámaras contrípodes,iluminadoresconfocosytodaclasedecosas.Hacen sonar la bocina cuando giran hacia los estrechos callejones

entre lasnavesparanoatropellaraunrey,ungánster,unfantasmaoacualquieraqueinterpreteunpapelenunapelícula.¿Qué es esa luz roja que parpadea a la entrada del estudio más

grande?Siriussientecuriosidad.Vamosaverquéocurre.Un plató, tan gigantesco como la Alexanderplatz, representa la

cubiertadeunnavíoespañoldetresmástilesqueenesemomentolibraunaespectacularbatallanavalconlamarinabritánica.—Action!—gritaeldirector.Cientosdeextrasataviadosconropajesdeépocaagitansusespadas.

Unamáquinadevientosoplaunatormentacontralasvelas.Siriusestámuyimpresionado.—Cut!—rugeeldirector—.¿Quéhaceaquíesechucho?Siriusencogelacabeza.—¡Enmediodelabatalladecisivaenaltamarsecuelaenpantallaun

chuchocallejero!—bramaeldirector.UnoficialdelamarinaponeaSiriusdepatitasenlacalle.Quémemorableentradaenescena.SiriussehapuestoporprimeravezanteunacámaraenHollywood.

Noserálaúltima.La familia se vuelve a sentar reunida a unamesa por primera vez

desdehacemuchotiempo.EnCapri,unapizzeríadelaMelroseAvenue.CarlyRahelvivenalavueltadelaesquina.Perosusalónesdemasiadopequeñoparaacogerlosatodos.Alemania en guerra. Francia e Inglaterra se han puesto al lado de

Polonia.Rusiadecretalamovilización.—¡Imaginaos!—diceCarl.Ha escrito Benno Fritsche. Ahora, en la casa de al lado vive Karl-

HeinrichBodenschatz,comandantegeneraldelMinisteriodelAire.«Noesqueseaunvecinoconelqueapetezcasaltarelseto»,observa

Benno.

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—Nuestracasa—suspiraRahel.—¿Os acordáis de cómo engañó Benno a aquel oficial?—pregunta

Else.GeorgrecuerdaeltrendemercancíasquesedetuvoenBirkenwerder.

«AutomóvilpersonaldelministrodoctorJosephGoebbels—sepresentaelchófer—.¿Adóndelollevo?»—¡AHollywood,porfavor!—exclamaCarl.RahellescuentalafiestaencasadePeterLorre.—¡HumphreyBogartesimpresionante!Lascosasquesedicencuandosehasobrevivido.¿CuálesfueronlaspalabrasdeRobertSiodmakaquellanoche?«Esla

vida.Nohayfelicidadsinlágrimas.Nohaydesdichasinsonrisa.»ElsecuentasuvidaencasadelosKorngold.—¡Erichessencillamentemaravilloso!—dice,soñadora—.Sepasael

día entero sentado al piano. Está componiendo ahoramismo la bandasonora deEl halcón de los mares. Una película sobre una batalla naval:EspañacontraInglaterra.Muyespectacular.Siriuslevantalasorejas.Esapareceserlapelículaenlaquehasalido.—Amediodíasiempremedaclasedepiano—siguecontandoElse—.

¡Esungenio!Teníaonceañoscuandocompusosuprimerconcierto,parapianoyballet.»ErichKorngoldysuesposa,Luzi,tienendoshijos,ErnstyGeorg.En

casatambiénvivensuspadres,JuliusyJosefine,quehuyerondeEuropaennoviembre.—Comonosotros—diceCarl.—Asímegustaríaviviramíundía—sueñaElse—.Conmishijos,mi

marido,convosotros,todosbajoelmismotecho.AndreasCohn leescribeunas intensascartasdeamor.Quiere irallí

tanprontocomoseaposible.—¿Siguesqueriéndole?—preguntaRahel.—Sí—diceElse—.Mucho.El camarero trae un plato que todos en lamesa reciben como algo

sensacional: unas planchas de hojaldre redondas, recién salidas delhorno,conqueso,tomateyjamón.Uninventoitaliano.Georghabla,entusiasmado,delasclasesdelfilósofoBertrandRussell,

quehacepocoqueenseñaenlauniversidad.—CreíaqueestudiabasMedicina—dicesorprendidoelpadre.

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—Y lo hago —responde Georg—. Pero el saber no ocupa lugar,¿verdad?Resulta que en el seminario de Filosofía hay una chicamuy guapa

quesiempreríeentredientes,de formaencantadora,cuandoRussell sepierdeensusteorías.—¿Dequéseríe?—lehapreguntadoRussellenalgunaocasión.Ylachicaharespondido:—Silosupiera,noestaríaaquí.Russellhaconvertidolarespuestaeneltemadesusiguienteclase.Georghaidoalcineconlachica,sellamaElectra.—Ajá—dicesupadre.—Porcierto,enlapelículaactuabatuJohnClark—diceGeorg.EraLa

batalladelosgigantes,unapelículabélica.—Ah,laguerra—suspiraRahel.Elcamarerotraeelpostre.Cassata,unatartaheladaitalianaconfruta

escarchada.Elsedice:—Korngold está convencido de que Mendelssohn sobrevivirá a

Hitler.Es curioso, últimamente a Carl Crown le gusta levantarse por las

mañanas,loque,segúnBillyWilder,esindiciodequesetieneunsueño.Pero¿decuálsetrata?Élmismosiguesinsaberlo.¿Conquépodría soñar?Legustaría transformarseenotro,pero¿en

quién?¿Quiénpreferiríaserenvezdeélmismo?Difícilcuestión.GiovanniClarizzo,porejemplo.Erapescadorenunpueblosiciliano,

luegoseconvirtióenencargadodeunapiscinaenHollywoody,míralo,ahoraesunaestrelladecineysellamaJohnClark.¿EraeseelsueñodeGiovanni?¿Ofueeldestino?¿Talveznonosdamoscuentade loquesoñamos,yundíaabrimos

losojosylavidaessencillamenteunsueño?EsassonlaspreguntasqueaCarlCrownselepasanporlacabezaen

surecorridomatinalhaciaBeverlyHills.Siriusvuelveaacompañarle.

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Entretanto,Crown entra en el palacio con relajadanaturalidad, casicomosifueraunbuenamigodelacasa.Aunasí,nuncahacruzadounapalabraconlafamiliadeClark.Sigue

viendo a los niños desde lejos mientras estos dan de comer a losflamencos o juegan al minigolf, y cosas parecidas. Una sola vez hapodido observar que también vive una madre en la finca. Estabadescansando en una tumbona en el pabellón junto al mar mientras lehacíanlamanicura.Probablemente,traslasgrandesgafasdesol,veíalostiemposenqueaúneraGloriaHayson.Hoyesdiferente.—Hi—diceamable—.SoyGloria.Losniños,EmilyyGarfield,selanzanenseguidasobreelperro.—¿Podemosjugarconelperro?—preguntalaniña.Garfieldcogeuntenedordelamesadeldesayunoylolanzaalcésped

conlaesperanzadequeelperrolotraigadevuelta.JohnClarkselesune.—¿Quieresjugarconlosniños,Sirius?—pregunta,unpocoenvarado,

comosiinvitaraabailaraunprimerministro.Crownrelajaelambiente:—¡Sirius,enséñalesloquesabeshacer!Sirius levanta las orejas. Se alza sobre las patas traseras, se prepara

paraelsalto,daunavolteretayaterrizasobrelaspatasdelanteras.Losniños se quedan sinpalabras. Entonces abrenmucho los ojos y

luegochillanencantados.—Daddy,daddy!—gritan—,¿hasvistoeso?Siriusrepitesuproeza.Losniñosestándesatados.Chillanentusiasmados,aplaudenysaltan

alrededordeSirius.TambiénJohnClarklevantalosbrazosyexclama:—¡Bravo!Gloriasonríe.EmilyyGarfieldsaltanycorrenconSiriusporelcésped.Lospadres

losmiranyjuntanlascabezas.—Hacíamuchoquenolosveíatanfelices—susurraGloria.—Tampocoanosotros—lerespondeClarkenelmismotono.Un pintor sin miedo a la cursilería inmortalizaría enseguida esta

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escenaenunóleoylepondríaunmarcodorado.Maridoymujerunidosenelamory,alfondo,losniñosconunperro.Crownpiensa:Bienhecho,ángeldelaguarda.Contempla a John Clark, el padre de familia. Una imagen

conmovedoray,aunasí,pococonocida.CasinopuedecreerquesetratedelmismohombrequeenelBananaHousedescuelgaalasmambasdelaslianas.Clarkvisteunachaquetillaazulmarino,unjerseydecuellovueltoy

unos pantalones grises de tela de gabardina. Lleva brillantina en suespesocabellonegro,querelucealsol.Crownsesorprendedequeesolellamelaatención.¿Esquesusueñosecretoesserestilistadecaballerosopeluquero?Loco.QuizáHollywoodtevuelveloco.—¡Mamá,vendeprisa!—gritaEmily—.¡Mira,Siriussabeleer!El libro que hay en la tumbona de ratán recuerda a Sirius su vieja

habilidad. Pasa una hoja tras otra y, de pronto, su cabeza cae agotadasobreellibroyempiezaaroncar.—¡Ellibrolepareceaburrido!—jaleaGarfield.—Amímeresultaunpocoinquietante—diceGloria.—¿Porqué?—preguntaClark.—No sé —responde ella—. Sirius me parece una persona que se

hubieraconvertidoenunperro.Fíjateencómonosmira.Siriusdejaquelomirenalosojos.—Sediríaqueentiendecadapalabraquepronunciamos—diceGloria

—.Quizáinclusopuedehablarysimplementenoquiere.Clarkabrazaasumujerylabesa.—Siguescreyendoenmilagros.—Ríe.Eltiempopasavolando.Losdíasdecielogrisseacumulan.Lleganlos

mesespropiosparaelabrigo.Tambiénelsombrerovienebien.Inclusounchal,aveces.Empiezan las semanas en las que todo suena bien. De pronto, las

cancionesqueponenenlaradiocontienenpalabrascomo«muérdago»o«canela».LasNavidadesestánalapuerta.Yloestándeverdad.

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Delante de cada puerta deHollywood hay un bienhumorado PapáNoel. El abrigo rojo y, sobre todo, el trineo tirado por renos pareceninnecesarios,porquenonieva.Rahelestámelancólica.Echademenoselverdaderoinvierno.Echade

menosBerlín.Echademenossucasa.Echademenosalosniños.Echademenosasumarido.Echademenostodo,enrealidad.Amenudonoveasumarido durante varios días. Cuando él sale por lamañana ella aúnestádurmiendo,ycuandovuelveporlasnochesyasehaacostado.Lasoledadesagotadora.Sirius ya no es un consuelo para ella. ¿Qué va a hacer allí, si está

mejorenotraparte?SindudaCarlpiensalomismo.Rahelcontemplalafotodelamesilladenoche.¿Dóndeestálajoven

quelesonríe?¿Quiéneselhombrequehayjuntoaella?¿EraCarl?Solohaceunañodelafoto.Leparecequehayapasadotodaunavida.Haydíasenquenopronunciaunapalabra.Llegaunmomentoenque

nolosoportamásysaledelacasacomosihuyera.Hoy es uno de esos días. Sencillamente sale corriendo. Un hombre

vendeabetosdelantedeladroguería.—¡ÁrbolesdeNavidad!¡ÁrbolesdeNavidad!—grita—.Buenospara

lafelicidad.Mejoresquecualquierdroga.Rahelcompraunárbol.Pocodespuésestáensupequeñosalón,peronoirradiafelicidad.No

haynadatanlamentablecomounabetopeladoenunahabitaciónvacía.Naturalmente,lacasadeJohnClarktieneunaspectodistinto.Todoel

palacete está iluminado conguirnaldasde luces y en lo altodel tejadoreluceunagigantescaestrelladeBelén.Unos carpinteros han construido un establo de madera para

representar la escena del nacimiento. En él hay un asno vivo. Esasombrosocómosemueven las figuras,de tamañonatural,deMaríayJosé.Alobservarlasmásdecerca,resultaquesonactores.PosiblementesonfigurantesdeWarnerBrothers.CrownySiriussemuestranabrumadosalverlos.—Chis—susurraJohnClark,yseñalaelbelén—.Estánensayando.—¿Paraquésonesassillasquehayentrelapaja?—preguntaCrown

—.¿SonparalosReyesMagos?Clarkniegaconlacabeza.

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—No,sonparanosotros.Nossentaremosallí enNochebuenayBobHopeleeráparanosotrosCuentodeNavidad.Crownpiensa en lo bonito que sería que JohnClarkdijera: «¡Venid

tambiénvosotros!».Peronodicenada.Ni una palabra más sobre Navidad. Los días festivos han pasado,

desoladores,ylafamiliaCrowndecidelosiguiente:todoirábien.Elnuevoañoempiezaconbuenasnoticias.Crownrecibeunaprima

porsusservicioscomoángelde laguarda,enviadapor JackWarnerenpersona,asícomounaumentodesueldo.JohnClarkdiría:«Let’sgoandhaveadrink!».Carldice:—Rahel,cariño,ven,¡vamosacomprarteropanueva!Van a Saks, a BeverlyHills, la sucursal recién abierta de Saks Fifth

Avenue de Nueva York. El vestido que eligen es un modelo de ElsaSchiaparelli.Talleestrecho,hombreras,hastalasrodillas.Elúltimogrito.—ParecesCaroleLombard—fantaseaCarl.Elvendedorsuspira.—Noquieroser indiscreto,perohacepocoestuvoaquíClarkGable,

queacabadecasarseconCaroleLombard.Haceunapausaefectistayseabanicaconlamano.—Compróestemismovestido.Carlreprimeungritodealegría.El nuevo vestido merece que lo estrenen. Sigue una noche de

HollywoodqueJohnClarknohabríapodidoescenificarmejor.CenaenCiro’s.ErrolFlynnsedirigehaciasumesa,señalaaCarlyledice:—Yoleconozco.¿Noesustedelquetieneeseperrotangracioso?—

Se inclinaanteRahel—.Disculpe, esoeraantes.Desdehoypreguntaré:«¿Noesustedelquetieneunaesposatanbella?».Rahelseruboriza.Pocodespués,alamesallegaunabotelladechampánconunatarjeta:

LOVE,ERROL.La noche sigue en TheGarden ofAllah. El aire huele amagnolias,

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aunquenoesmásqueenero.Rahelvelapiscinailuminadaenmediodelpalmeral.Lasparejasde

enamoradossehacencarantoñassentadasencolumpios,dansorbitosasuscóctelesyseacarician.Lalunaestáaltaenelfirmamentonocturno.—¡Loquemásmegustaríaahoraseríabañarme!—exclamaRahel.—¿Porquéno?—respondeCarl,y leponeen lasmanoselbañador

quehacompradoensecretoparaella.Ledicealcamarero—:Indíqueleala señora dónde están los vestuarios. Y entretanto traiga dos daiquiris,porfavor.Ysaltaalagua.Entrajeycorbata.Rahelsequedasinhabla.¿Estásoñando?Nopasamucho tiempoantesdequeunaparejaesténadandoen la

piscinaentrerisitas:elhombrevavestidodegala,lamujerleabrazaconlosbrazosdesnudosysusurra:—HappyNewYear!Sirius ve pasar un camión en el que hay dibujado un hueso

gigantesco.Enelplató7estánrodandoLavenganzadelosdinosaurios.Huesos,piensa.Quizáhayapolloenlacantina.Sedirigealapuerta

delacocina.Hayqueesperaraveraquéhuelehoy.Entoncesdoshombressalenasuencuentro.Sedetienenyleseñalan

coneldedo.—Mira—diceuno.—Sí,yaveo—replicaelotro.Seacercan.—Noestámal—diceuno.—Sí,muybien—replicaelotro.Sirius los mira con los ojos muy abiertos. ¿Qué pretenden esos

hombres?—¿Cocinero?—gritaunoporlaventanadelacocina.Siriussesientemareado.¿Esposiblequedeprontoaesoshombresles

apetezcacomerperro?—¡Cocinero!—gritaelotro—.¿Esteperroessuyo?Elcocineroniegaconlacabeza.—No,esdeJohnClark,creo.Odesuchófer.—Gracias—dicenambos,yseretiran.

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Pocodespués,aCarlCrownlollamanaldespachodeTyroneChester.Eldirectoresfamosoporrodarpelículastanconmovedorasquedespuésdeverlashayquecomprarseunoslagrimalesnuevos.—Heoídodecirquetieneustedunperro—comentaChester.—Sí—respondeCrown.—Estamos buscando un perro—dice Chester—. Uno gracioso. ¿Su

perroesgracioso?—Yocreoquesí—respondeCrown.—El perro tiene que ser capaz de ablandar los corazones —dice

Chester—.¿Superroablandaloscorazones?—Elmíosí—contestaCrown.—Eso no basta —responde Chester—. Tiene que ablandar los

corazonesdeunpúblicoenorme.¿Serácapaz?—Nolosé—diceCrown.—De acuerdo, probemos —decide Chester—. Desde mañana.

Cincuentadólaresalasemana.¿Cómosellama?—Sirius—diceCrown.—Sirius—repiteChester—.¿Comolaestrella?Buenaseñal.La película trata de un casamentero sin escrúpulos que planea

desplumar a una viuda rica, pero ella, gracias a su amor ilimitado, leablandaelcorazón,loquelellevaaocuparseconmovedoramentedeellacuandoestasufreunaenfermedadmortal.—¿Yelperro?—preguntaCrown.—Esdelaviudarica—explicaChester.—¿Quétienequehacer?—preguntaCrown.Chesterhaceungestodesdeñoso.—No mucho. Simplemente estar ahí. Las viudas son más

conmovedorascuandotienenunperro.Ah,vaya.—¡Escena1!—exclamaChester—.Vamosahacerunaprueba.Eneldecoradodeunsalónqueirradiariquezahayunarinconeracon

muchossillones,loqueresaltaaprimeravistalasoledaddelaviuda.En

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elsuelosehandispuestounosraílesparaqueelcámarapuedadeslizarsesinesfuerzodelprimerplanoalplanogeneralsobresupedestalrodante.La viuda toma asiento en el sofá; le retocan deprisa el maquillaje

mientras murmura mentalmente su texto. Sirius debe tumbarse a suspies.Nolesuponeningúnproblema.Losfocosseencienden.—Action!—gritaChester.Elcámararueda,primeroendirecciónalariqueza,luegoendirección

alasoledad.—¿De quéme sirve todomi dinero si no tengo amor?—suspira la

viuda.—Cut! —grita Chester—. Al oír la palabra «amor», Sirius debe

levantarseyalzarlamiradahaciaella.Explicádselo.—Élyaloentiende—diceCrownalfondo.La escena se repite. Sirius hace lo que le han ordenado. No quiere

pasarsedelisto,pero¿noseríaaúnmásconmovedorsi,aloírlapalabra«amor»,apoyaralaspatas,bondadoso,enelbrazodelaviuda?Enlasegundatomalohace.Chesterestáimpresionado.—¡Sí,exacto!Esoes.Escena2.La viuda hojea el periódico y topa con el anuncio de un señor

distinguidoquebuscaelamor; ignorapor completoque se tratadeunestafador.Decideresponderalanuncio.Siriusvuelveayacerasuspies.—Action!—gritaChester.—Quiénsabe—suspiralaviuda—.¿Seráesteelhombredemivida?Siriuspiensaquenoestaríamalgruñirenestepunto.Enciertomodo

seríacomounaadvertencia.Chesterestáentusiasmado.—¡Muybien!Buenaidea.Elperrogruñe.Enciertomodoseríacomo

unaadvertencia.ProntosedirigedirectamenteaSiriusparadarleinstrucciones.—¿Qué te parece si al final de la escenamiras hacia la cámara con

tristeza?Sirius mira a la cámara con tristeza. Añade incluso un rastro de

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melancolíaenlamirada.—¡Espléndido!—exclamaChester.ACrownledice:—¡Selocompro!ElpapelesparaSirius.Apartirdeentonces,CarlCrownyanollevaalestudioaJohnClark,

sinoaSirius.—Lástima —dice Clark—. Ahora tengo que arreglármelas sin mi

ángeldelaguarda.¿QuévoyahacersintienelBananaHouse?—Irconcuidado—respondeCrown—.Elproblemadelasmambases

que suvenenoparaliza elmúsculo cardíaco.Vadirecto al corazón.Poresosontanpeligrosas.Clarkestáperplejo.—¿Cómoesquesabesesascosas?—Fui biólogo enmi vida anterior—responde Crown—. ¡Piensa en

eso,cuidadoconelcorazón!—Lointentaré.—Clarkríe.SiriusesahoralaestrelladeHollywoodentornoalacualgiralavida

delosCrown.Bueno,enrealidadnoesunaestrella.Interpretasuprimerpapel. Pero tiene un pase oficial de Warner Brothers en el que pone:NOMBRE:SIRIUS.PROFESIÓN:ACTORANIMAL.Rahellocepillaantesdequesalgadecasaporlamañana.—¡Dalomejordetimismo!—ledicemientrasseva—.¡Acuérdatede

todoloquehasaprendido!Es como si estuviera viendo al pequeño Levi. Cómo temblaba de

miedo cuando lo encontraron.Había venido almundo y enseguida sumundosehabíavenidoabajo.Parasobrevivirsetransformóenuncojín.Esahabíasidosusuerte.Quélistoerayaentonces,piensaRahel.Cuandodeprontoelcojínmoviólacola,Levivolvióanacer.Yahabía

vividolobastantecomoparaentenderelmundo.¿Entiendedesdeentoncesalagente?LaconstelaciónCanMayorsehallabaenelcieloenaquelmomento,

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eralaúnicaluzenlaoscuridad.Levisetransformóenunaestrella,Sirius,ysalvólavidadesufamilia.Soloquiensetransformasobrevive.Rahelsigueenbata.Sonlasdiezdelamañana.Sonríe,abrelapuerta

delacalleysale.ComoCarlhacíaentonces:todaslasmañanas,siemprealasdiezenpunto,díatrasdía.Alzalamiradaalcielo.Estádespejado,deunazulradiante.Noseve

elCanMayor.SuestrellasealzaenesemismomomentoenHollywood.Enelplató

2.EnlapelículaUnaviudavivedosveces.LlamadadelaoficinadeJackWarner.Latelefonistadelplató2entradepuntillasparanomolestarmientras

serueda.—MísterCrown—susurra—.JackWarnerquiereverle.Crownseencaminaaledificioprincipal.Enelascensorformulaotra

vezsudiscursodeagradecimiento.Ennombredemifamilia,vaadecir,le agradezco... Pero la primera secretaria ya le está esperando y leconducehastaJackWarner.El magnate está sentado detrás de un escritorio que parece un

sarcófago monumental. También el resto de la sala está revestido enmadera.—¡Vaya!—saluda—.ElhombredeBerlín.Elángeldelaguarda.Crowncarraspeayempieza:—Ennombredemifamilia...JackWarnerhaceungestodesdeñoso.—Estábien,estábien.Lehehechovenirparahablarconusteddesu

perro.Mehandichoquetieneuncaninteresante.—¿Sirius?—preguntaCrownsatisfecho.—Puede ser —dice Warner—. Me cuesta recordar los nombres.

Incluso cuando veo a ese tipo malhumorado con el pitillo en la boca,tengo que pararme a pensar un momento para decir: «Ah, claro,HumphreyBogart».ElmovimientodesumanosignificaqueCrowntomeasiento.—Pero—continúaWarner—medoycuentacuandoemergeeltalento

por el horizonte. Lo huelo desde lejos. —Cierra los ojos y olfatea—.

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Tengounbuenolfatopara el talento.Hacepocohe vistounas cuantasescenas en las que aparece su perro. Tiene talento. Tiene un talentoenorme.TieneinclusoeltalentosuficienteparadestronaraSkippy.Skippyeselperroquesehaganadoelcorazóndelpúblicodesdeque

interpretó a Asta. Es la mayor estrella de cuatro patas de Hollywood.Esteterrierganamásquelamayoríadelosactoresdedospiernasyllevala glamurosa vida propia de una estrella de cine. Pero Skippy se estáhaciendomayor.Estácansado.Quiereretirarsedelnegociodelcine.—Skippyestánervioso—resoplaWarner—.Sesienteencasillado.Los

papelesleresultandemasiadopocoexigentes.Lehanentradodeliriosdegrandeza.EnestosmomentosestádemalhumorporqueesOrsonWellesynoélquieninterpretaelpapelprincipalenCiudadanoKane.¡Imagínese!CrowntratadeimaginarseCiudadanoKaneinterpretadoporSkippy.NopuedeevitardarlelarazónaJackWarner.—Bien—dice elmagnate—.Este es el trato: doscientosdólares a la

semana para amo y perro. Al fin y al cabo es suyo. Empezaremosdespuésdelverano.Crownseapresuraatenderlamano.Doscientosdólaressignificaque

graciasaSiriushadobladosusalariosemanal.—Bien—diceWarner—.¿Dóndeestáelperro?—Estárodando—respondeCrown.YWarnerreplica:—¿Y qué? Suelo estrechar la mano de mis estrellas cuando las

contrato.Enestecasolapata,claro.—Descuelgaelteléfonoyordena—:¡Quevengaelperro!PocodespuésapareceSirius.Jack Warner le saluda con el respeto que muestra hacia el talento

artístico, da igual si aparece por la puerta sobre dos piernas o sobrecuatropatas.—¡BienvenidoalafamiliadeWarnerBrothers!—exclamasolemne.Siriussientequereinaelbuenambienteenlasala,poresosepermite

unadesusbromaspreferidasparaestasocasiones.Seponefirmessobrelaspatastraserasyestiralapataderechaamododesaludo.JackWarnerlemiraincrédulo.Luegocasirevientaderisa.—Se lo tengo que contar a Charlie Chaplin —dice, entre toses—.

Increíble.EsmejorqueElgrandictador.MuchodespuésdequeCrownySiriusesténdevueltaenelascensor,

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lascarcajadassiguenresonandoenelpasillo.Abajo,enelvestíbulo,seencuentranaJohnClark.—¿Vosotrosaquí?—preguntaasombradoClark.Crownlecuentaloquehapasado.—¿Cómo?—Clark se alegra—. Es realmente increíble. ¡Felicidades,

colega!—lediceaSirius.Yluego,claro,lediceaCrown:—Let’sgoandhaveadrink.Lainvitaciónalagranfiestadelverano—EarlyLindaSteinhacenlos

honores— está considerada el punto culminante en el calendario defiestasdeHollywood.Earl es el fundador de la agencia de artistas más poderosa, y

quienquieraqueseaelquesepongadelantedeunacámaraocanteanteunmicrófonoenAméricaéllorepresenta.Es fácil confirmarestoalvera los invitadosquebajanesanochede

sus limusinas. Greta Garbo, Howard Hughes, Joan Crawford, ClarkGable,BingCrosby,IngridBergman,CaryGrant...Todos,vienentodos.LosCrown tambiénestán invitados, aunqueno conocena losStein.

PeroHollywoodseenteradetodo.ElperromisteriosoqueJackWarnerhacontratadohacepocoestá,naturalmente,enlalistadeinvitados.En consecuencia Skippy ha retirado su confirmación. No va a ir si

cualquierchuchoestáinvitado.Enrealidad,lafiestadelveranosecelebraparaqueLindaStein,ala

que todos llaman Queenie, vuelva a demostrar que es la reina de lasfiestasdeHollywood.Saludaenlaalfombrarojaalosinvitados.—¡Clark, querido! —exclama—. Estuviste espléndido en Lo que el

vientosellevó.Deverasespléndido.ClarkGablehaceunareverencia.—Gracias,Queenie.EnHollywood corre el rumorde que solo aceptó el papel deRhett

Butler para poder pagar las enormes facturas de su dentista. SuverdaderosueñoerahacerTarzán,peroseleescapó.—¡Elsa Schiaparelli! —chilla Queenie, al ver el vestido de Carole

Lombard.Luegosusurra—:Cuéntemededóndelohasacado.—De Saks, en Beverly Hills —susurra Carole a su vez—. Es un

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secreto.Depronto,Queenieveunanimalenlaalfombraroja.—¡Sirius!—gritafeliz.Ignoracondistinciónasusacompañantes.Rahelquerríaquese la tragara la tierra.Llevaelmismovestidoque

CaroleLombard.Elvendedornomentía.En el jardín espera a los invitados una mesa dispuesta en estrella

alrededordeunapistade baile, en cuyo centrohayun escenario en elqueGuyLombardoysuorquestainterpretanloséxitosdelatemporada.Unhombrebajitoconelsombreroechadohaciaatrásseacercaa los

Crown.Ay,otravezeseaustríacobailarín,BillyWilder.—¿Quétal?—preguntaCrown.—Nobody is perfect —responde Wilder. Y se da cuenta de que su

acentoaúnnoesperfecto.Siriusnotienemásquemirarelbufetparaqueuncamareroasientay

lleneunplatoconlascosasquepuedengustarleaunperro.—¿Gambas?—preguntainseguroelcamarero.Siriusarrugaelhocico.—Lasgambassonbuenas—aconsejaCaryGrant.—Lassalchichitassonaúnmejores—terciaFredAstaire.Carl se sienta junto a una joven actriz que se presenta comoHedy

Lamarr.Tardanunratoendarsecuentadequepuedencomunicarseenalemán.HedysellamaenrealidadHedwigKiesleryprocededeAustria.Se lamenta de que todos se fijen solo en su escote cuando en esosmomentosestádiseñandounprocedimientodesaltodefrecuenciaparala tecnología de radiomóvil. Lo inventó cuando el compositorGeorgeAntheil y ella estaban sincronizando una de sus obras para dieciséispianolas.GeneralMotorsestáinteresadaenlapatente.CarlCrownprefierefijarseensuescote.—Haces bien. —John Clark le da una palmada en los hombros—.

NadatanhermosocomolascolinasdeHollywood.Rahel disfruta en el bar de cócteles. Está rodeada por un grupo de

jóvenesitalianos.Llevanlascamisasmuyabiertasycrucifijosrelucientesenelpecho.Aunqueyaesdenoche,lucengafasdesol.Corre el rumor de que Earl Stein, el dueño de la casa, obliga a las

estrellasairalclubdesuamigoAlCapone.Laorquestatoca«Summertime».IraGershwin,elautordelaletrade

lacanción,ysuesposaLeeentran,muyjuntos,enlapistadebaile.

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Losinvitadosaplauden.CrownestáapuntodelevantarseparasacarabailaraRahelcuando

unguionistaleenredaenunaconversaciónacercadeEisenstein.ConelrabillodelojosefijaenqueRahelbailaconunodelositalianos.El italianoparecedivertirse.Rahelecha lacabezahaciaatrásy ríea

carcajadas.¿Dequé?¿SeráelúltimochistedeCalabria?¿Ounaanécdotade la vida cotidiana conAlCapone? Es un buen bailarín, eso hay quereconocérselo.Siriusestásentadoenelregazodeunadama,quienlehapuestouna

servilletaalcuelloparaquenoseensuciealprobarelpostre.Amedianoche, el italiano sigue cantando. Sube al estrado y entona

«I’llneversmileagain».—¿Quiénesesetipo?—preguntaCrown.—Frankie—diceRahel—.Nosémás.Crownenciendeun cigarrillo.Hacepocoque fuma.Lavidaesmás

emocionantecuandotienesenlamanoalgoquesequema.Eltiempotambiénsequema.Unoloenciende,loabsorbe,loaplasta.Asíocurretambiénconlafama,piensaCrown.Deja de pensar cuando, de pronto, tiene a Dolores del Río ante él

pidiéndolefuego.Apartede eso, el verano está bajo el hechizodel tercermovimiento

delConciertoparaviolínypianoopus64deMendelssohn.Larealizacióndelgranamor.AndreasCohnllegaporfin.Ahíestá,enlaestación,conelestuchedel

violínenlamano.Estánapuntodedescargarsuequipaje.Elsesollozadealegríacuandoselanzanunoenbrazosdelotro.Han

pasadocasidosañosdesdequesevieronporúltimavez.Andreasmiraaunosrostrosquehanquedadograbadosafuegoensu

memoria y poco a poco habían ido palideciendo, como fotografíasantiguas.Ahora,depronto,seleshainsufladonuevavida.Respondenasumirada,ledevuelvenlasonrisa,hablan.Nuevavida.Elseyanoesaquellahadadelicadaderizosdeángel;ahora llevael

pelocortoysupielmorenahueleasolypiscina.Sehaconvertidoenunajovencita.

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Carl está irreconocible. Parece una estrella de cine. Traje blanco,bufandadeseda,descuidadocanotier...¿Eseseelmismohombrealqueconcedieron la medalla Cothenius de oro por sus méritos con elmicroscopio?GeorgseparececadavezmásaCarl.AlCarldeantaño.Haheredado

la áspera seriedad que al parecer su padre ha abandonado. Casi se lepodría llamar «HerrDoktor».Quizá sea también por las gafas de pastaquellevaúltimamente.Rahel ha florecido. Su vaporoso vestido amarillo resplandece como

un girasol. ¿Se ponía antes carmín en su boquita de piñón? Le siguegustandosuspirar.—Ay,Andreas—suspira.Andreas tiene el mismo aspecto con el que todos le recuerdan. La

figuraaltayenjuta,losnegrosrizosenmarcandoelpálidorostro,losojososcuros y feroces. Lo contrario de un sonny boy, como se dice enHollywood.El abrigo negro hasta los pies aún le hace emanar una luz más

sombría. La gente mira en el andén al inquietante recién llegado deEuropa.Volveránaencontrárselocomoviolinista,apartirdelotoño,enla Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. Otto Klemperer lo hacontratado. Sirius saluda a Andreas. Gira a su alrededor moviendo lacolayleolfateaelbolsillo.—Cierto.—Andreas ríe—. Te he traído una cosa.A todos vosotros.

Unatontería.SacaunpaquetedeBaslerLäckerli.TodoslosnaturalesdeBasileaestánorgullososdeesebizcochoquese

elabora en su ciudadnatal. Se trata de una especie de pande jengibreespecialmenteduroydenso.LarecetaesdelsigloXVII,ycualquieradiríaqueelpandejengibrellevaenlacajadesdeentonces.SiriussiguemasticándolocuandoelChevrolet, llenohastalostopes,

doblahaciaMelroseAvenue.—¡BienvenidoaHollywood!—exclamaCarl.Andreassesobresaltacuandoentraenlacasitademaderaenlaque

viven Carl y Rahel. La última vez que los vio, vivían en un palaceteurbanoemparentadoconlacapillaSixtina.Conunparentescolejano.En general, Andreas parece un tanto descolocado. El largo viaje, la

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gran ciudad, el nuevo idioma, elmundo desconocido. Y naturalmente,sobretodo,losnuevosLiliencron.Por el momento vivirá en casa de Georg. Carl quiere enseñarle la

ciudad.RahelquieresabernovedadesdeEuropa.TienequeiralestudioconSiriusatodacosta.ErichKorngoldsealegrarádeconocerle.PeroporelmomentoAndreasperteneceaElse.SeestrenaUnaviudavivedosveces.ElaccesoaHollywoodBoulevardestácortado.Losmironesseapiñan

contra la valla que va hasta el Teatro Chino, donde han extendido laalfombraroja.Todoelmundoquiereveralasestrellas.Unosfocosqueapuntanendirecciónalcielohacengirarsusconosde

luz. Los cámaras, fotógrafos y reporteros forman un pasillo. Pasa unalimusina negra tras otra. Los invitados al estreno que no han queridoesperarsebajanyseabrenpasoapieporentrelamultitud.Algunosllevanunpaquetedeclínexenlamano.Valelapenacuando

lapelículaesdeTyroneChester.Los flashes centellean cuando la viuda pisa la alfombra roja en

compañíadelestafador.Setiendenmuchasmanosparapedirautógrafos.Entoncesseabrelapuertadelasiguientelimusina,elchóferseinclina

conunareverenciaybajaunperro.Tempestaddeflashes.—¡Sirius!¡Sirius!—gritanlosfotógrafos.Laviudareaccionaconlarapidezdelrayo.Cogealperroenbrazosy

posaparalascámaras.Cuando Tyrone Chester pisa la alfombra roja y coge del brazo al

abandonadoestafador,hacemuchoquetodoslosflashessehanapagado.PornohablardeCarlyRahel.Puedenestarcontentosdepoderentrar

alcineenelúltimomomento.Carlhapedidoprestadounesmoquinparalaocasión.RahelesperanovolveraencontrarseaCaroleLombard.Laslucesenlasalaseapagan,lapantallaseilumina.Siriusestanenormecomouncaballocuandoapareceyocupasusitio

alospiesdelaviuda,altacomounacasa.Ponesucolosalgarrasobreelmonumentalbrazodeella...yelpúblico

solloza.—Elperrolacomprende—gimeunadamaentradaenañosalladode

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Rahel.Cuando Sirius advierte a la viuda con un gruñido, el caballero

sentadojuntoaCarlsesecaelsudordelafrente.—¡GraciasaDios!Parecequelapelículaestállegandoasupúblico.Aunasí,fracasaconlacrítica.TheHollywoodReporterescribe:«Comoespectador,unosealegraríade

que la viuda solo hubiera vivido una vez. Omejor aún: de que no lohubierahecho».ElcríticodecinedeTheNewYorkTimesopina:«Enestapelícula tan

solohabíaunactorexcelente,yteníacuatropatas».Dehecho,alamañanasiguientelafotodelaviudaconelperroestá

entodaslasportadas.—Mira—diceRahel,orgullosa,aSirius,cuandopasanpordelantedel

quiosco—.¡Erestú!Lamujerdelquioscosequedamirándolos.Susojosseconviertenen

dosranuras,hastatalpuntosefijaenelperro.Unosdíasdespués,cuandoambosvuelvenapasar,legritaaRahel:—He visto la película. Es curioso, en la realidad el perro parece

muchomáspequeño.Durante la semana siguiente, enHollywood hay carteles por todas

partes:«SiSkippyteparecióencantador,¡vasaenamorartedeSirius!».DebajoestálaimagendeSiriustomándoseunbatido.JackWarnerconoceelnegocio.Ataca.Loscartelesredoblanporlaviudaquevivedosveces,ojaláqueaún

másenlataquilla,yllamanlaatenciónsobrelapróximapelículade«lamayorestrelladelcinecanino».Sirius interpretaaHércules,el fiel compañerodeunaaudaz familia

de emigrantes que busca sudestino en el salvajeOeste y se enfrenta adiversascircunstanciasdesfavorables.Elpadreeselsheriffdelapequeñalocalidad.JackWarnerquiereatodacostaaJohnWayneparaelpapel.—¿Sehavueltoloco?—atruenaWayne—.¡Odioalosperros!Warner intenta simplificar el asunto, teniendo en cuenta la

simplicidaddelpersonaje.

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—Elperronoesunperro.¡Esunhéroe!Loúnicoquehaceessalvarvariasvecesalafamiliadedistintosapuros.Waynenosetranquiliza,másbienalcontrario:—¡Yosoyelhéroe!—grita—.Sialguiensacadeapurosa la familia,

esesoyyo.Yacaballo.Noconunperro.—¡EldirectoresMattMcDaniel!—dicealegrementeWarner.Ypone

caradeestarapuntodelanzarsobrelamesalacartadecisiva.JohnWaynesedetienesorprendido.—¿Elnegro?—Bah—diceWarner—.UstedserefiereaHattieMcDaniel,laactriz.

No,MattMcDanieleshombreyblanco.—Bueno,algoesalgo—rezongaWayne.Lasnegociacionesseaplazan.AJackWarnerlopresionaelcalendario.Seacercaelotoño.Pronto,el

resplandeciente cielo azul bajo el que la familia de emigrantes debebuscarsufuturosehabrámarchado.Diosnoquieraquehayaquerodartambién en invierno. Entonces la familia tendrá que quitar nieve, yencimaartificial,enelestudio.Esovaasalircaro.Peroesexactamenteloqueocurre.JohnWayne rechaza el papel. También las negociaciones con Errol

Flynn fracasan. Hay que reescribir por completo el guion. Ahora loscolonos también tienen que enfrentarse a lameteorología. Al final, unactorllamadoMortonWilcoxobtieneelpapel.Noesunnombresonoro,peroesonoimporta.LaestrellaesSirius.Los estudios se transforman poco a poco en el salvaje Oeste. Se

levantanyluegosesiembrancolinas.Seacarreancéspedyguijarrosparalaspraderas.Enlaestepasealzanriscos.Pobrescolonos,quevanatenerqueroturaryconvertirenfértiltodoeso.Está construyéndose un pueblo. Todo fachada, por supuesto. En el

gastado rótulo pone LUCKYVILLE. Los vaqueros cabalgarán por lapolvorienta calle principal. A la estación llegarán unos sombríospersonajes.Enelsalónlosrevólveresecharánhumo.PorsuerteestánelsheriffyHércules.Ellosprotegenlaleyyelorden

eneselugardejadodelamanodeDios.

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Sirius tiembla de pies a cabeza. Se le acelera el pulso. Revuelve los

ojos. Mueve la cola. Todo eso, solo porque un vaquero borracho hadisparadoaltechoenelsalón.—Cut!—gritaeldirector.Según el guion, ahoraHércules debe ir corriendo hasta el rancho y

pedir ayuda al sheriff. Pero no puede. Se refugia en el rincón másrecónditodelestudioyseencoge,mísero.Crownlocogeenbrazos.—¿Quépasa?—preguntaeldirector.Crownestátotalmenteperplejo.—Nolosé.—¿Lehaocurridoantes?—preguntaeldirector.—No—responde Crown—. ¿Cómo iba a sucederle? Enmi casa no

haytiros.Loscolonossemiranperplejos.Algunos ríenentredientes.Elperro

llamadoHérculesesunmiedoso.Quécatástrofe.Nohaynadaquehacer,Siriustienequeiralpsiquiatra.Ydeprisa.Esemismodía,eldoctorRobertMethusalemsehacecargodelcaso.

Pasaporserunaeminencia.Siriussetumbaeneldiván.—¿Quéhapasado?—preguntaeldoctorMethusalem.Crown describe los acontecimientos, empezando por Luckyville, el

vaqueroborrachoenelsalón,losdisparos.—¿Disparos?—lointerrumpeeldoctorMethusalem.Siriustiemblaconsoloescucharlapalabra.—Sospecho un trauma en la primera infancia—murmura el doctor

Methusalem.Crownprosigue,regresaaBerlín,vuelveasumergirseenlanocheen

queardió la sinagogay las calles eranun tapizdeesquirlas, elporteroZinkeenelcamión,gasolina,cristal,disparos,gritos.EldoctorMethusalemtomanotas.Levantaligeramentelascejasaloír

denuevolapalabra«disparos».Crowndescribelahoracero:Leviacababadeveniralmundo,yunos

hombresconbotasvinieronymataronatirosatodoslosperros,salvoauno...Él.—¡Ya lo tenemos! —exclama el doctor Methusalem—. Estrés

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postraumático.Esuncasoclaro.—Esterrible—diceCrown.EstrechaaSiriuscontraél—.Pensabaque

habíasolvidadotodoesohacíamucho.Siriuscierralosojos.Nadiedebeverlollorar.—¿Olvidado?—corrigeeldoctorMethusalem—.¡Reprimido!Aveces

—continúa—eltraumallevainclusoconsigouncambiodepersonalidad.Elalmaquiereprotegerse,nodebevolveraverseheridanuncamás.Lapersonalidad se vuelve muy sensible, hipersensible. ¿Han notado algoasí?—Sí—respondeCrown—.Lohemosobservado.—Eso no tiene por qué ser una desventaja —dice el doctor

Methusalem—.Mozartestabatraumatizado.Ymireloquellegóaser.Siriussehaquedadodormido.—¿Yahora?—preguntaCrown—.¿Quéhacemos?—Haydosposibilidades—pontificaeldoctorMethusalem—.Enuna

ocasión tuve un paciente veterano de guerra. Extremadamentetraumatizado. Con tartamudez grave. Durante nuestras sesiones ledisparabaconunapistoladefogueo.Durantedosaños.Ysecuró.—¿Ylasegundaposibilidad?—preguntaCrown.—Muy sencillo —responde el doctor Methusalem—. Evite los

disparos.—Parpadea y añade—: Todos evitamos los disparos. Es algomuynormal.—¿Quévamosahacer?—preguntadesesperadoCrown—.¡Miperro

es el protagonista de unwéstern! En esas películas se dispara todo elrato.InterpretaaHércules,unperroquenotieneniconoceelmiedo.EldoctorMethusalem:—Simplemente tápele los oídos con algodón. Es lo que hago yo

cuandomimujerlevantalavoz.Crown regresa al estudio enriquecido con unos cuantos

conocimientosmás.Porelcaminohacompradoalgodón.—¿Ybien?—preguntaeldirector—.¿Resueltoelproblema?—Creoquesí—respondeCrown.—Muybien—diceeldirector—.Entoncescontinuamos.¡Quellamen

atodos!Vamosarodarlaescena12.Eltiroteoenlaestación.¡Atrezo,losfusiles,porfavor!Siriusplantacaraaltiroteo,tanimpertérritoeinvulnerablecomosolo

unHérculespuedeserlo.

Page 75: Sirius: El perro que (casi) cambió la Historia

Naturalmente,lavidaenLuckyvilletieneunhappyend.Hérculesyelsheriffrespiran.Yanohaycircunstanciasadversasalas

quehacerfrente.Los colonos han encontrado la felicidad que buscaban en el lejano

Oeste.Aunqueamenudoeltiempoeramalo.Peroinclusoentoncesteníanuntechosobresuscabezas...enelplató

1.Hollywoodtratabienalasgentesquetienenunsueño.Ahorahayquerodarlaescenafinal.—¡Nochebuena!—exclamaeldirector.TodosloshabitantesdeLuckyvillesereúnenentornoaungranabeto

ycantanjuntos«Abetofiel».—¡Nieve!—gritaeldirector.Lanieveartificialcaepocoapocodelcielo.Incluso Jack Warner reprime una lágrima, aunque esos son

exactamentelosgastosquequeríaevitar.Aplausos.Lafábricadesueñoshahechounbuentrabajo.La realidad espera a los habitantes de Luckyville. Regresan a su

verdadera vida, a su pequeño mundo, a sus propias circunstanciasadversas.Elsheriffacabadesepararsedesumujer.—¡VenapasarlaNochebuenaconnosotros!—diceCrown.El destino no teme ninguna sorpresa. Así que este año Sirius va a

celebrarlaNavidaddosvecesconelsheriff.«Santa Claus is Coming to Town» suena en la radio. Por fin una

cancióndeNavidadnueva.—¡Árboles de Navidad! ¡Árboles de Navidad! —vuelve a gritar el

vendedor delante de la droguería—. Buenos para la felicidad.Mejoresquecualquierdroga.Rahel sonríe. Esta vez tiene razón. Termina un buen año para la

familiaCrown.Dealgunamanera,tambiénellossoncolonosquehanencontradola

felicidadenelsalvajeOeste.

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AdolfHitler tomaelcambiodeañocomopretextoparaundiscurso

enelPalaciodeDeportesdeBerlín.—Entramosenelnuevoañoconunejércitoequipadocomonuncalo

haestadoenlaHistoriadeAlemania.—SiegHeil!—respondentodos.—1941—prosigue—¡seráelhistóricoañodeungrannuevoordenen

Europa!—SiegHeil!—respondentodos.—Yunacosamás—seleocurreenesemomento—.ElDuceyyono

somos ni judíos ni negociantes. Cuando nos damos la mano, es unapretóndemanosentrehombreshonorables.Ahora el Reich alemán abarca Polonia, Dinamarca, Noruega,

Holanda,YugoslaviayGrecia.Franciaestáocupada. Italiaes sualiada.EnlacancilleríadelReichsepreparalacampañadeRusia.Lejos del acontecer bélico, un perrito llamado Sirius conquista

Hollywood.Nohaatacadoniluchado.Simplementesehasentadoporcasualidad

alapuertadeunacocina,conlaesperanzadequequedaranunoshuesosdepollo...Yelrestoyaeshistoria.EnaquelañocargadodeHistoria.AhoraSiriusesHércules.El cartelmuestraal sheriff enelmomentodedeteneraunsiniestro

canalla,mientrasenprimerplanoHérculesleesperaconlasesposas.«MenosmalquetenemosaHércules»,diceeleslogan.El cartel está por todas partes en Hollywood. Delante del Teatro

Chino Grauman, donde tendrá lugar el estreno, Hércules se tiendeinclusosobreelHollywoodBoulevard.Elperroestangigantescoqueloscochesquepasanporuncarrilpisanlaesposaderechay losquepasanporelcontrario,laizquierda.PorencimadeHollywood,ungloboenformadeHérculesflotaenel

cielo,comosielperrofueraelsímbolodelaciudad.Probablemente,enlalargahistoriade lazoologíanohayahabidounperroalquese lehayadedicadotantaatención.Ahora,Siriustieneunaagentequelellevalaspublicrelations.Ladama

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encuestiónsellamaIrisGreenydebecuidardequeHércules«recibalaatenciónnecesaria»,enpalabrasdeJackWarner.—¿Qué talunahermosa cenaestanocheenelRomanoff?—sugiere

missGreen—.AcuentadelseñorWarner,porsupuesto.ElRomanoffeselnuevorestaurantequehayenRodeoDrive.Estema

deconversaciónenlaciudadydicenqueelbistecRomanoffesrealmenteexcelente,perolaverdaderaatraccióneselchef,ungentlemanquediceserelpríncipeMichaelDimitriAlexandróvichObolensky-Romanoff.Hayqueolvidarsedesieseesonosuverdaderonombre.—Hércules —saluda con una reverencia el príncipe Obolensky-

RomanoffcuandolleganlosCrown,conSiriusdelacorrea—.¡Mesa4!—gritaalcamarero.TodoslosojosestánpuestosenHércules.Enlamesa3sesientaSkippy.Todaslasconversacionesenmudecen.Skippy gruñe.No solo ve a otro perro en su local, ve al perro por

debajo de cuyas esposas tiene que pasar todos los días cuando va a laciudad,elmismoperroqueflotasobreHollywoodllenodeairecaliente.Skippy odia a ese perro. Salta de su sitio, tan rápido que su

acompañante grita horrorizada. Luego se lanza hacia su enemigo y secruzaamenazadoramenteensucamino.TambiénSiriussehasoltadodelacorreayenseñalosdientes.Ahíestán,unofrentealotro,enmediodelRomanoff:Skippy,el rey

deHollywood,yHércules,suadversario.Losclientesde lasmesasseponenenpie.Algunoshastasesubena

lassillasparavermejor.Loscamareroslevantan,precavidos,lasbandejasconlosbistecsRomanoff.Skippy ataca. Se lanza sobre Hércules, embiste su flanco, trata de

morderleenelcuello.HérculesatrapaaSkippyporlacola,lolanzaporlos aires y lo derriba. Allí, ambos perros se revuelcan de maneraencarnizada, escapan brevemente el uno del otro, solo para continuarpersiguiéndoseenuncírculomásamplio.Losfotógrafos llegancomosialguienloshubiera llamado.Disparan

susfotosylosperrostitilanenmediodelatempestaddeflashes.MissGreensonríe.Esconscientedelaalegríaconquemañanaabrirá

losperiódicosJackWarner.Yesoesexactamenteloquesucede.«GuerraenelRomanoff»,titulaTheHollywoodReporter.

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«Duelodegigantes»,titulaLosAngelesTimes.Losdosperroshansalidoilesos,peroHérculeseselclarovencedor.El día del estreno, Sirius hace una entrada en escena especialmente

dramática: cojea un pocomientras avanza por la alfombra roja y llevavendadalapatadelanteraderecha.Comoseñaldeheroísmo.Llegaralacumbre no ha sido un camino fácil. Ha tenido que abrirse camino amordiscos.El corazóndelpúblicoestá conél.AhoraSiriusyaes, endefinitiva,

unaestrella.Hérculesesunéxitodetaquilla.Lagenteacudeenmasaaloscinesa

veralperroquemantienelaleyyelordenenelsalvajeOeste.El perro nodice en la película ni una sola palabra, tan solo enuna

ocasiónunavozsonorasubrayalapícaraexpresióndesurostro:«Yosoymás salvaje que elOeste, créeme».Acto seguido, elmalo se guarda elrevólverenlafundayseretira.EstaspalabrasseconviertenenunafrasehechaenEstadosUnidos.Se oye en los patios de los colegios, las barras de los bares, en las

oficinas,en las fiestas.Casinohayningunamujerquenoseacortejadasinqueelhombre,bajandolavoz,diga:«YosoymássalvajequeelOeste,créeme».Incluso Franklin. D. Roosevelt, el presidente de Estados Unidos,

pronunciaenbromaesaspalabrasenunbrindisenlaCasaBlanca.Hérculesestáenbocadetodos.JackWarnersereclinarelajadoensuasiento.Peroconstataquenoes

posiblequesuestrellasigaviviendoenunacabaña.¿QuévanapensarlosreporterosquehacencolaparapodervisitarporfinaHérculesensuhogar?Indica a miss Green que busque un hogar presentable para los

Crown.—Tienequesignificaralgo—dice—.VillaHércules.MissGreen se pone a buscar una casa. La quemás le gusta es una

construida hace poco. Reina sobre una peña, con vistas a todoHollywood.Enrealidad,lacasaenteraesdecristal.JackWarnercontemplalasfotosmoviendolacabeza.—¿Quéesesto?¿Aestollamaustedunacasa?

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—¡Es moderna! —dice, soñadora, miss Green—. De arquitecturainteresante.—Hérculesyaeslobastanteinteresante—respondeinsolenteWarner

—.Lagentetienequehablardelperro,nodelacasa.—Lacasaesúnica—siguesoñandomissGreen—.Tantocomo loes

Hércules.—Mmm—rezongaWarner—.Unpoquitodemasiadocristalparaun

perro.¿Noresultagrotesco?—¡Enabsoluto!—exclamamissGreen—.CuandoHérculesestéenla

ventana, su silueta se fundirá con el telón de fondo de la ciudad.HérculesyHollywood,unamismacosa.—Eso suena bien —murmura Warner—. Quizá nosotros dos

deberíamosvivirenesacasa,entoncesnuestrassiluetassefundiríanconeltelóndefondodelaciudad.—¡MísterWarner!—fingeindignarsemissGreen.Asíquealquilanlacasa.EljovenarquitectoJohnLautneramueblalas

estanciassiguiendoelespíritude lamodernidad.Peroseniegaaponeren la entrada un cartel rústico de madera con la inscripción VILLAHÉRCULES.Cuando losCrownvenporprimeravez sunuevohogar, sequedan

perplejos.El minimalismomodernista aún no se les ha metido en el cuerpo.

Estánenesecubodecristalcomosifueranhumanosquehanllegadoaunplanetadesconocido.Carl retrocede un poco sobresaltado al ver que al otro lado de las

ventanasseabreelabismoyelsuelosevealláabajo,enelvalle.Siriusoyeelecodesuspasosenelaltosalón.—¿Noesunpoquitograndeparanosotros?—preguntaRahel.—Piense en los fotógrafos, en los reporteros —le tranquiliza miss

Green—.Sellenará,yaloverá.Dehecho,lacasasellenadíatrasdía,horatrashora.Eltimbredela

puertasuenaconstantementeyentraunvisitantecuriosotrasotro.—Villa Hércules —dice alegre la reportera de House & Garden—.

¡Nuncasemehubieraocurridoqueunhéroedelwésternvivieradeunaformatanmoderna!Rahelleruegaquedistingaentreelperroysuspapeles.—¿A Hércules le gusta la arquitectura moderna? —pregunta la

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reportera.—Absolutamente—respondeRahel—.Esunesteta.—¡Quémono!—gorjealareportera.Al fotógrafo de la revista Gourmet le gustaría retratar a Hércules

comiendo.—¿Cuálessuplatofavorito?—pregunta.—Elgulaschdepavocontallarines—fantaseaRahel.—¿Le gusta el filetmignon?—pregunta el fotógrafo—. Lo he traído

preparado.Paralafoto.LacolumnistadeLifesetumbaenelsofáconHércules.Sucolumnase

titula«Cincopreguntasenelsofá».—¿Sabescantar?—preguntaunperiodistaradiofónico.Hérculescanta«Y’ad’lajoie»,deMauriceChevalier.ElcámaradePathéNewsfilmaelexteriordelacasaparaelnoticiero.—¿Podríamoshacerluegolaentrevistaeneljardín?—Yo necesitaría solo cinco minutos para hacer una caricatura —

interrumpeelcaricaturistadeTheNewYorker.—¿Tiene interésHércules por lamoda?—pregunta la redactora de

Vogue.—¡Yalocreoquesí!—respondeRahel.Al columnista de The Boston Globe le gustaría hablar con Hércules

sobreBoston.—¿LegustaBostonaHércules?Carlinterviene:—AdoraBoston.—¡Así no puedo trabaja!—ruge el fotógrafo artístico—. ¡Tengo que

concentrarme!¡Necesitosilencio!¿Silencio?Enesacasayanoexistetalcosa.Siriusestáagotado.Todasesaspreguntasquelehacendepronto.¿Le

gusta Boston a Hércules? Nunca ha estado en Boston. Y tampoco esHércules.

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Todo esmuy enigmático. Los reporteros se hanmarchado, y Siriusestásoloconsuspreguntas.«¿Quiensoy?»,sepregunta.O:«¿Soyfeliz?».Esaspreguntas.Laseternaspreguntas.Sirius se acerca a la ventana y su silueta se funde con el telón de

fondodeHollywood.Enprimavera,JackWarnerdaluzverdealasecueladeHércules.VuelveHércules.Enveranova a rodarse la secuelade la secuela:Hércules, solo contra

todos.Warnerhacegirarlaruletadelafortunacadavezmásdeprisa.Realmente, Sirius no sabe cómo va a conseguirlo. Este Hércules

empiezapocoapocoaatacarlelosnervios.Eseperroselanzademaneraconstante a nuevas aventuras... y lo arrastra con él. Después de esaestancia agotadora en el salvajeOeste,habría estadobienunapequeñapausapararespirar,peroenvezdeeso¡Hérculesregresa!Sirius tampoco puede entender cuál es el criterio deHércules para

elegirsusaventuras.¿Por que ahora tiene que luchar precisamente contra piratas que

cometen sus fechorías en la isla de Hula, en los mares del Sur? Porsupuesto, los nativos están desesperados, han raptado a su princesa,probablementeunoscaníbales,ysoloHérculespuedeayudarla.Laayuda,einclusolohacecongusto.Lapelículaestácasilista.Pero luego el viaje le lleva a la antiguaRoma, donde el emperador

Nerónamenazaconprenderfuegoalaciudadsinoencuentraenseguidael cofredeorodel temploquehansustraído lasvestales;unavezmás,soloHérculespuedeayudarle.Ladisposiciónaayudartienesuslímites,piensaHércules.Estáalbordedesusfuerzas.Apenascome.Duermemal.LosCrownestánmuypreocupados.Georg, que entretanto estudia el quinto semestre de Medicina,

diagnosticadeformainequívoca:—Estrés.—¿Quéeseso?—preguntaRahel.—Unfenómenonuevo—respondeGeorg—.Excesodeestímulos.El

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profesor Hans Selye está investigándolo ahora mismo. Él lo llama«estrés».Georgprescribeparaempezarunatotalausenciadeestímulos.—Naturalmente, el lugar ideal sería Suiza —dice—. Pero eso es

imposible.Asíque,reposoabsoluto.Crown habla con Jack Warner, quien por supuesto en un primer

momentoseindigna.—¿Reposo?¿Adóndevamosairaparar?Crownruegacomprensión.—Elperroestáallímitedesusnervios,hastaseleestáempezandoa

caerelpelo.Warnerhaceungestodedesdén.—Entoncesestá igualqueyo.—Luchaconsigomismoy, finalmente,

dice—:Estábien,lepagaréciendólaresmásalasemana.SolocuandoCrownrechazalaofertasedacuentadelagravedadde

lasituaciónyniegaconlacabezaentristecido.—ElColiseo, los trajes de gladiador—murmura—, todopara nada.

Quélástima.—Alfinalserinde—.Estábien.Deséeleamiamigoquesecure.LacalmavuelveacasadelafamiliaCrown.Siriusyacetranquilamentejuntoalaventanaabierta.Unaligerabrisa

leenredaelpelo.Escuchaloslatidosdesucorazón.Rahel yCarl semuevende puntillas.Cuandohablan entre ellos, lo

hacensusurrando.Incluso los pájaros se esfuerzan por batir las alas tan sigilosamente

comopuedencuandopasanpordelantedelcuriosorefugiodecristal.Sus alas baten almismo ritmo quemi corazón, piensa Sirius. ¿Qué

puedesignificareso?Nopuede evitarpensar en lospatosde treintamillonesde añosde

antigüedad de Berlín.Mentalmente pasea por el Tiergarten, regresa alárboldelaKlamtstrasse.Suárbol.¿Seasombraráelárbolalverenquésehaconvertidoelperroqueiba

avisitarletodoslosdías?—¡Imagínate, trabajo en una fábrica de sueños! —le diría Sirius si

volvieranaverse.

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—¿Fábricadesueños?¿Quéeseso?—preguntaelárbol.Sirius le habla de Hula, de Luckyville y de la viuda que estuvo a

puntodeservíctimadeunestafadorcasamentero.—Esosuenaespantoso—diceelárbol—.¿Quiéntieneesossueños?—Lagente—replicaSirius.—Lagente—repiteelárbol,ymuevesucopacontristeza—.Pareces

agotado.¿Puedodarteunconsejo?—Cómono—respondeSirius—.Poresohevenido.—¡Notepreocupes,vive!—diceelárbol—.Pensamientopositivo.Else yahabíadichoque en supróximavisita iba a traer algo, pero,

aunasí,cuandollegaelmomento,lasorpresaenelrostrodesuspadresesconsiderable.Esunsólidopianodecoladecolornegro.Hacenfaltacuatrohombresparallevarlohastalacasa.—Aestolollamoyotraeralgo—diceCarl.Rahelsehaquedadomuda.—Korngold me ha regalado el Steinway —dice Else—. Como

despedida.—¿Comodespedida?—preguntaRahel.Elsesonríe.—Estoyembarazada.¿Hayalgomásconmovedorparaunospadresqueunpianodecola

quetraeesanoticia?Conmovidos,CarlyRahelabrazanasuhija.Inclusoloscuatrohombresqueesperansupropinatienenlágrimasen

losojos.—¡Vamosaorganizarunafiestaparacelebrarlo!—exclamaRahel.Buenaidea.—También tenemos un servicio de fiestas—dicen a coro los cuatro

hombres.Esemismodía,seponeenmarchaunanocheinolvidable.Lacasade

cristal se vuelve irreconocible. Los pájaros que ahora pasen por allípodríancreerquesehanextraviadoenHongKong.Unode loscuatrohombres,unchinoquealparecereseldecorador

delcuarteto,hailuminadolaterrazaconfarolillosdepapeldesedarojo.

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Estos, explica, son el símbolo de la fertilidad y de la bendición de loshijos.Hay cebollas por todas partes. Para que traigan suerte para el

nacimientodeunvarón.Omandarinas,siesunaniña.Alaentradahayantorchasquehuelenaazufre.Sonparaespantara

losdemonios.Porsuertetambiénhaycomidaybebidadecentes.GeorgacudeconElectra.Enestetiemposehanhechonovios.Vienen

losKorngold.Yelsheriff,naturalmente.JohnClarkllegasolo,hacepocoquehadejadoasumujer.CarlalzasucopaporElseyAndreas.—Empezasteisaamarosenlahoramásoscuradenuestrafamilia—

dice—,yvuestroamornosbrindahoyeldíamás luminosodenuestravida. Os damos las gracias por eso—prosigue, cogido de lamano deRahel—.¡Vuestraviejafamiliaosdeseamuchasuerte,jovenfamilia!—¡Buenasuerte!—gritantodos.Elchinoentregaunalfileracadaunodelospresentes.Eselsímbolo

delasucesióndelasgeneraciones.Erich Korngold se sienta al piano y toca canciones de Cole Porter.

Todosconocen«NightandDay»cantadaporFredAstaire,perocuandodeprontoelsheriffentonalamelodíalacanciónlesllegaaúnmáshondoa los corazones. Pronto también John Clark le acompaña en tonoconvencido.Ynopasamuchotiempoantesdequetodoscantenybailen.—¡Eh,Crown!—gritaunavoz.Ahíestáotravezesegrotescoaustríacoquellevaelsombreroechado

hacialanuca.EstábailandoconElse.Carlsefrotalosojos,sorprendido.El sombrero significa que Peter Lorre no puede estar lejos. Cierto,

acabadellegar.—Demasiadotarde,losé—sedisculpaLorre—.Billysehaperdido.—Nobodyisperfect.—Billyleguiñaunojo.Mejor.—Increíble —dice Lorre—. Hércules es más taquillero que yo.

Deberíaispagarmeunacomisión.¡Yofuiquienostrajoaquí!Carlledalasgraciascontorpeza.—Soloesunabroma—diceLorre.BillycuentaqueMarleneDietrichhacelosmejoreshuevosrotoscon

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patatas.—Marlenedeberíahaberestadoen la cocinaestanoche—grita—,y

noloschinos.¿Dónde se ha metido Sirius? Unas veces aquí, otras allá. Como es

habitualensociedad.Unoleacaricia,otroledaunpellizco.Eshermososerperroenunacasafeliz.La «nueva vida» en Hollywood no hace tanto que existe y ya hay

«viejos tiempos».LosKorngold recuerdanvivencias comunes conElse.John Clark echa de menos a su ángel de la guarda. El sheriff seentusiasmarecordandoLuckyville.Esextraño,nadieadvierte lasnubesoscurasque se ciernen sobre la

casa.Quizáporquebienpodríaserquesealzarandelabarbacoaquehayeneljardín.Quéfácilresultaequivocarse.Elchinosabequeelhumosignifica«cambio»,yquelasnubesincluso

quierendecir«grancambio».—¿Seharecuperadomiamigo?—seinteresaJackWarner.—Creoquesí—diceCrown—.Estámejor.ASiriuslealegraelinterés.PerolacompasiónnoeslarazónporlaqueWarnerloshallamadoa

ambos.Aunasí,siguemirandounratoaSiriusantesdeentrarenmateria.—Vayaunavida,¿no?—razona—.Siempredelantedelacámara,eso

teponenervioso,¿verdad?Siriuslevantalasorejas.—El mundo de los sueños —prosigue, y se reclina en el sillón—.

Quieressalirdeunavezalavidareal,conocermundo,¿verdad?Siriusagrandalosojos.JackWarnerllegaalpuntoalquesedirige.—Ayerme llamó JohnRinglingNorth.Es eldueñodelmayor circo

delmundo,RinglingBrothersandBarnum&Bailey.¡QuiereaHércules!CrownsequedamudoySiriustambién.—¡Hércules... live!—jaleaWarner—. Imagínese: ¡Hércules, laestrella

deElmayorespectáculodelmundo!Asísetitulasuprograma.Siriusdalaimpresióndenoentenderladimensióndelaoportunidad

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queseleestáofreciendo,asíqueWarnerañade:—¡Olfatearáselairedelcirco!¡Viajarásalrededordelmundo!¡Estarás

rodeadodeanimales!—Élmismosecorrige—:¿Animales?Nocualquieranimal.Jumbo,elreydeloselefantes.¡Gargantúa,elfamosogorila!A Sirius le gustaría jugar más a menudo con otros animales, pero

¿tienequeserprecisamenteungorila?Warner intuye sus reparos y cuenta, para animarle, la historia de

Gargantúa.HacediezañosapresaronalgorilaenelCongoyfueapararen manos de una excéntrica anciana llamada Gertrude Lintz, enBrooklyn.Teníaotrogorila,asícomovarioschimpancés,y tratabaa losmonoscomosi fueransushijos.Llevabanropaamedida, comíanen lamesafamiliarypaseabanporlaciudad.—¿Noesencantador?—dicealegrementeWarner.Gargantúa fue haciéndose cada vez más grande, en un momento

dadollegóapesardoscientoskilosyyanopodíaestardentrodelacasa.GertrudeLintz se lo vendió aRinglingBrothers andBarnum&Bailey.Desde entonces, el circo lo anuncia como «el gorila más peligroso delmundo».—Lamagiadelapista—suspiraWarner—.Lacarpa,losartistas,los

payasos,losprestidigitadores,losanimalessalvajes.Yenmediodetodoeso:Hércules.Siriustienequeadmitirquelaideatieneciertoencanto.—Otracosa—diceWarner—.Elcontactodirectoconelpúblico.Los

rostrosasombrados.Larisadelosniños.Elaplauso.CrownsepreguntatodoeltiempoquéesloquetramaJackWarner.

No es un hombre que renuncie a la tercera parte deHércules solo pordarleaunperrolamagiadelapista.—Nosabíaqueeraustedtanaficionadoalcirco—diceCrown.—Y no lo soy —responde Warner—. Creo que dentro de la carpa

apesta,yademásmeproduceagorafobia.Peroahíhayunbuennegocio.Explicaeltratoponiendoelejemplode

ClarkGable.Selznick,elproductordeLoqueelvientosellevó,queríateneraGableatodacosta,peroesteestababajocontratodelaMGM.Asíquetuvoquetomarloprestadoy,naturalmente,lasumaqueMGMrecibiódeSelznickfuemayorqueloshonorariosqueestalepagabaporcontratoaGable.—¿Entiende? —dice radiante Warner—. Así hacemos las cosas en

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Hollywood.Crownlocomprende.YSiriusnopuedeocultarquesesienteunpoco

halagadoporversunombreunidoaldeClarkGable.EstoesalgoqueWarnerrelativizaenseguida:—ClarkGableteníahalitosis.Porculpadesuscaries.Sufríaporeso.

Asíqueaceptóeltratoacambiodeunaparticipaciónenlosbeneficiosyasítendríaporfindineroparaeldentista.Bueno,aveceslasobrasmaestraslleganaexistirporlasmásextrañas

razones.—Bien—diceWarner—.Ahora,hablemosenplata.Lagiraduraseis

meses. Luego, por supuesto, Hércules regresará e iremos a la antiguaRoma.¿Tratohecho?CrownseinclinahaciaSiriusylemiraprofundamentealosojos.—¿Quieresiralcirco?Siriusmuevelacola.—Muy bien. —Warner sonríe—. Buena decisión. Le subiré cien

dólaresmásalasemana.ParaelClarkGabledelmundodelosperros.—¿Cuándonosvamos?—preguntaCrown.—Enseguida —dice Warner—. La estrella de la pista tiene que

ensayarcómovaasaliraescenaenelcirco.SarasotaesunpequeñopuebloenelsurdeFlorida.Tansoloestáenel

mapaporqueallíesdondetienesucuartelgeneralRinglingBrothersandBarnum&Bailey.CrownhaacompañadoaSiriusenellargoviajeatravésdelpaíspara

tener tiempodedespedirse.Ha sidodifícil para él ver al perrito irse ylanzarunaúltimamiradaatrásparadesaparecerenlagrancarpa.AsíqueahoraSiriusesunperrodecirco.Viveenel«poblado».Asíllamanalpradodedetrásdelacarpaenel

queestánloscarromatosdelosartistas.Losartistasdecuatropatasvivenenrealidadenel«zoo».Asísellama

lapraderaadyacente,conlosestablos,corralesyjaulas.AllívivetambiénGargantúa, en una jaula especial, naturalmente. Es de cristal blindado,

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tiene aire acondicionado y, cuando hay quemoverla hasta la carpa, lallevanseiscaballosblancos.Pero Sirius vive en el poblado, porque sobre todo se relaciona con

artistasdedospiernas.Empiezaconelnúmerodeaperturaprevisto:Hérculesseenfrentaráa

«Drago,elhombremásfuertedelmundo»mientrasestehacesunúmerodesostenersumontañademúsculossobreunsolodedo.Antes de la pausa, el gran mago Manzini presentará su famosa

máquina del tiempo que hace que Hércules se haga cada vez máspequeño,hastaquealfinalnoesmásqueuncachorrilloquesedisuelveenelaireenlasmanosdeManzini.El punto culminante es el número final: Barbarroja, el legendario

domadordeleones—alquelefaltalamanoderechadespuésdequeelleón Benarés casi se la arrancara—,montará aHércules sobre Benarés.Porprimeravezenlahistoriadelreinoanimal,unterrieriráalomosdeunleón.Eseeselprograma.Ahorasolotienequesalirbien.SiriuscompartecaravanaconManzini.Solo,porquenadiemáspuede

conocer el secreto de la máquina del tiempo, que también está en lacaravana,ocultabajounpañonegro.Manzinitienelascortinascorridaslamayorpartedeltiempo.Barbarrojanonecesitaningunacaravana.Duermeconsusanimales.

Porlasmañanas,avecestienepajaenelpeloyhuelecomounleón.A Drago se le reconoce porque se mueve exclusivamente sobre las

manos.Leparecedelomásnormal.Cuandounocharlaconél,tienelasrodillas a la altura de los ojos y su cabeza responde, invertida, desdeabajo.Peroesinteresantehablarconél.Quépobladomásextravagante,piensaSirius.Sindudaeselpueblo

quetienemáscosasdignasdever.¿Dónde, si no, se ve a un liliputiense saludar amablemente a cinco

chinosquehacenmalabarescontazasdetésobreunmonociclo,mientrasa su lado un hombre ata a su mujer a un disco que gira y le lanzacuchillos?Elhombreeselfamoso«elDiablo»,queprotagonizómuchostitulares

al alcanzar a su primera esposa en el corazón con un cuchillo. Estabacompletamente borracho durante el número, así que se le declaróinocente.

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Sirius aúnno conoce a todos loshabitantesdelpoblado.Dicen,porejemplo, que el liliputiense domina ochenta y cuatro idiomas, inclusoirku,unalenguaquesolosehablaenelAntárticoSur.Alliliputienselopusieronapruebacuandollegódeesaregiónunequilibristaqueteníaensunúmeroaunpingüinoacróbata.Confirmóqueelliliputiensehablabairkuconfluidez.Manzini no habla en absoluto. Se envuelve en el silencio.

Posiblementeporque temeque,de locontrario,podríaescapárselealgoquepermitierasacarconclusionesacercadel secretodesumáquinadeltiempo.Por las tardes se sienta en su cama y escucha siempre la misma

emisora de radio. Le traen la comida de la cantina y él la sirve sinpalabras en dos platos, para compartirla con Sirius. Luego saluda alperro conuncortésmovimientode cabezaquedebe significar«buenasnoches»,ydespuésapagalaluz.Curiosamente, habla en sueños.Apenas dice las palabras «macchina

del tempo»despiertasobresaltadoparadirigira laestanciael focodesulinterna.Luegovuelveadormirse.Cuálseráelsecreto,sepreguntaSirius.Un mago puede entrenar en cualquier sitio, pero un domador de

leonesnecesitalacarpa.Igualqueuntrapecista.Lajaulaquehaysobrelapistaestanimportanteparaunocomoeltrapecioquependedelacúpuladelcircoloesparaelotro.Barbarrojavahoyalacarpa.EsolediceaSirius.Alpronunciarestas

palabrassonríey,porelcamino,sequitalacamisa.—Losleonesodianlascamisas—dice.Sutorsodesnudopareceuncampodebatalla.Seintuyelafrecuencia

conquelohanalcanzadolaszarpas.Alolargodelaespaldadiscurreuncosturón,quecruzajustolacabezadeleóntatuadaentrelosomóplatos.En la mano que le falta tenía tatuada la palabra KRONE. Barbarroja

habíaempezadoenelcircoKrone.Benarés ya espera en la pista. Camina en círculos, nervioso,

impaciente, pegado a la reja. Un espléndido ejemplar de gato salvaje.Cadaunodesusmovimientosirradiaunafuerzaincontenible.Elleónrugealveralperro.

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—Teestádiciendo«hola»—traduceBarbarroja.SiriusprefierenosabercómosonaráBenaréscuandodiga«adiós».Benarésseponeenpiecontralareja,entodasualtura,parasaludara

Barbarroja.Losuperaenalmenosunmetro.Siriustiembladepiesacabeza.ABarbarrojanoseleescapaestedetalle,porloquedice:—Nodebestenerlemiedo.Yanotienehambre.Porprudencia,elcuidadortiradentrodelajaulaungatomuerto,que

Benarésengulleconpielytodo.—Ven,vamosdentro—diceBarbarroja,cogeenbrazosaSiriusyabre

lapuertadelareja.Benarésacechaalotroextremodela jaula.Resopla,mientrasolfatea

consuhocico.—Este esHércules—lopresentaBarbarroja.YaSirius le susurra—:

Hayqueesperarsiempreaqueélvenga.Nuncadebesirhaciaél,porqueentoncesdefiendesuterritorio.Otroconsejodeldomadoreselsiguiente:—Lomejoresqueleignores.Entoncesélharálomismo.Noresulta fácil ignoraraun león.A losperrospequeños les resulta

especialmentedifícil.SiriusvequeBenarésvienepocoapocohaciaél,cadavezmáscerca,

hastaquelacabezaconlaenormemelenaestátanpegadaasusojosqueleechaelalientocalientealacara.El león olfatea al perro, se da la vuelta otra vez y se tiende

pesadamentesobrelaarenadelapista.—Te ha aceptado —dice Barbarroja—. Ahora formas parte de su

manada.¿Haymayoralivioqueseraceptadoenlamanada?Sirius relativiza enseguida esta buena experiencia cuando ve—otra

vezdesdefuerade la jaula—loquepasadentrodeesta.Barbarrojaataun animal de peluche al lomo de Benarés para que el león avance unpasomásenelnúmero.Envano.Benarésserevuelcafuriosoporelsuelo,sesacudealjineteylohacetrizas.Peroeldomadornoserinde.Más tarde, la carpa es solo para los trapecistas. Sirius ve a los

«turbantes voladores».Ocho indios suben al trapecio, hasta una alturavertiginosa,yenelmomentodelcambioenelaireejecutanuntriplesalto

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mortal.Algoasínoseconsiguesinproblemas.Avecesunodelosindiosseaferraalvacío,enotrasocasionesdosdeelloschocanconlascabezas.LuegovieneDonDente.Alhombreleprecedeungritoatronador.Es

capazdesubiralacúpuladelcírculo,conlosdientes,unagóndolaenlaquesehansentadocuatropersonasdelpúblico.Hoy ensaya el momento culminante de su representación: con los

brazosatadosalaespaldaylosojosvendados,DonDentecaminaporlacuerdafloja,daunavolteretaenelaire,fallaalponerlospies,yaestáencaída libre... Y entonces muerde y se engancha a la cuerda con losdientes.ASiriuslegustaríaaplaudir.Porprimeravezensuvida,entiendela

necesidaddelagentedeentrechocarconfuerzalaspalmasdelasmanos.Esonoesposiblehacerloconlaspatas.Siriussiempresesientealiviadocuandoelqueestáalapuertaporla

mañananoeseldomador,sinoDrago.Losensayosconélsondivertidos,separecenajugar.ElnúmeroesunaluchafingidaentreHércules,elperrosinmiedode

lapelículahomónimadeHollywood,yDrago,elhombremásfuertedelmundo.Hércules hace su trabajo con una sola mano, como suele decirse,

aunque no tenga ninguna. Sabe cómo ser el favorito del público. Enrealidad,solotienequefingirqueesfuerte.Drago, en cambio, es fuerte de verdad. Y lo parece aún más no

cuandocaminasobre lasmanos, sinocuandoestá firmementeplantadoen el suelo sobre lasdospiernas.Un colosodemúsculos, del que solosobresaleunacabecitarapada.—¿Quéteparece—proponeDrago—simeempujascon laspatasy

mecaigo?Oyementalmente la estruendosa carcajada del público, y no puede

evitarreírseélmismo.Luegoseponeseriodegolpe,piensaconlabocaabiertaysedacuentadequeseanunciacomo«elhombremásfuertedelmundo».¿Cómolovanaderribar?—¿Quéteparecería—propone—simeempujasconlaspatasyyote

lanzocontodasmisfuerzascontraelpúblico?Tampocoesoparececonvencerle.Unavezmássequedaconlaboca

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abierta.¿Lanzaraunsimpáticoperritocontraelpúblico?Esonosehace.Así que hay que ser amable y a la vezmostrar fortaleza. Esa es la

gracia.—¿Quéteparece—proponeDrago—simeempujascon laspatasy

yo doy tres o cuatro volteretas hacia atrás y aterrizo de pie sobre unamano?Ahorahadespertadoelacróbataquehayenél.—¿Ysi luego túsaltasencimademí, te sientassobremispiesyme

hacesbajarhastaelsuelo?Sirius mueve la cola. Lo ensayan enseguida. Los cinco chinos del

monociclo pasan pedaleando, se ríen entre dientes y levantan cincopulgaresenseñaldereconocimiento.ADragonodejandeocurrírseleideas.¿Ysiseponedecabezasobre

la cabeza deHércules? Solo habría que construir un pequeño soporte,disimularlo con piel del color adecuado y ponerlo debajo del perro demaneraquenofueravisible.AhoraeselilusionistaelquedespiertadentrodeDrago.Siriussiente

curiosidadporsaberquémásvaadespertardentrodeesamontañademúsculos.Entretanto,Siriustambiénhaconocidoalliliputiense.SellamaTerry

yprontoharáveinte añosquevive en elRinglingBrothers.ASirius legustaríasabercómoesquehablaochentaycuatroidiomas.Alparecer,Terryinclusoescapazdeleerelpensamientoyresponde:—Cuandonacíyahablabatreintaysieteidiomas.Quizálanaturaleza

intuyeque,siseesenano,hayqueviajarmuchohastaencontrarellugardeunoenelmundo.Paseanjuntosporelzoo.Terryconoceacadaunodelosanimales.Y

allívivendosmil.—EsteeselelefanteMoyo—explica—.Haceunosaños,enmitadde

una representación, Moyo interrumpió su número y corrió hacia unaniñadelpúblico.Latocóconlatrompaaquí,exactamenteaquí.—Terryse señala el corazón—.Moyo emitió un ruido parecido a este.—Terryimita el lamento de un saxofón—. Los padres llevaron enseguida a laniña al hospital. Resultó que sufría una enfermedad cardíaca aguda.Moyosalvólavidaaaquellaniña.Siriusestáimpresionado.Sedetienendelantedeunalce.

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—EsteesPlutarco—diceTerrycontristeza—.Sabíabailareltango.SeloenseñóunprofesordeViena.Undía,elprofesormurió,exactamentealas 15.21 horas.—Terrymira a Sirius—.Hoy Plutarco sufre demencia.Hacemuchoqueseleolvidóbailar.Perotodoslosdías,exactamentealas15.21horas,selellenanlosojosdelágrimas.Siriuscasinopuedecreerlo.—Ynotienereloj—observaTerry.Sedetienenantelajauladelosleones.Benarésparecealegrarsedever

aSirius.Ronroneaymuevelacola.—Es una historia loca —dice Terry—. Benarés nunca ha superado

haberlemordidolamanoaBarbarrojaenelcircoKrone.PoresoemigródeAlemania. El saludo hitleriano con lamano extendida le recordaba,constantementeyentodaspartes,elaccidente.Lasmanos lecausanunsentimientodeculpa.Cadaanimal tienesuhistoria.Elzooeselgran librodehistoriadel

mundoanimal,yelliliputienselohojea.Depronto,estepregunta:—¿Cuálestuhistoria?Siriusnosabepordóndeempezar.Elliliputienseasiente.—Aveces,elfinallodicetodoacercadelprincipio.Ambos piensan en cuánto han tenido que viajar para encontrar su

lugarenelmundo.Siriusesfeliz.HoyManzinivaahablar.Hallegadoeldíaenquetienequecontarsusecreto.Delocontrario,

sumáquinadeltiemponofuncionará.Siriuscasirevientadecuriosidad.Manzinicorrelascortinasdelacaravana.Consolemnidad,revelael

fantasmaquehayensucuartodesdehacesemanasydirigeporprimeravezlapalabraaSirius:—Estaesmimáquinadeltiempo.Siriusnovemásqueunacajanegra.—Aquíhayunagujero—diceManzini—.Tienesquemeterteporél.Siriuslemiraexpectante.

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—Eso es todo —concluye Manzini su explicación—. No necesitassabermás.Yvuelveacubrirlacajaconelpaño.¿Esoestodo?Siriusnocomprende.—Esoestodo—repiteManzini—.Detodolodemásmeencargoyo.Coge el abrigo del perchero, se pone el sombrero y sale de la

caravana.LaHistoriauniversaltratabienaJackWarner.Hirohito,elemperadordeJapón,hahundidolaflotaestadounidense

delPacíficoenelpuertodePearlHarbor.AyerHitlerdeclarólaguerraalosEstadosUnidosdeAmérica.Yhoy,soloundíadespués,JackWarnertieneensusmanosunaobradeteatroqueponeperfectamenteenescenaeltrasfondopolíticodelasituación.SetitulaEverybodyComesToRick’s.Warnerda luzverdeasurodaje.

Tambiéntieneenmenteuntítulomejor:Casablanca.Todo habla en favor de Humphrey Bogart. Solo él puede hacer el

papeldeRick.—Alguionle faltaunpocodecorazón—diceWarner—.¿Quétalsi

Ricktuvieraunperro?¿Porejemplo,Hércules?La escena final aún seríamás conmovedora. «Siempre nos quedará

Hércules»,diríaHumphreyBogart.Envezde«París».WarnerodiaParís.Ve en su mente a Bogey con el perro en brazos en el aeropuerto,

diciéndoleaIlsa:«Míralealosojos,pequeña».—Tambiénestábien—diceBogeyencogiéndosedehombros.Peroelplanestá condenadoal fracaso.Hérculesnoestádisponible.

Esdiciembreyfaltapocoparaelestrenodelcirco.Ydespuésempiezalagira.—Quélevamosahacer—diceWarner—.SiemprelesquedaráParís.Esediciembreesunmesfatalparatodoslosimplicados.Soloqueno

losaben.Hitler no sabe lo que le espera a su ejército en Rusia. Siempre le

quedaráStalingrado.

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Rick no sabe que al final no solo le quedará París, sino también elprincipiodeunahermosaamistad.¿YSirius?Sisupiera...Carl y Rahel se ponen en camino hacia Sarasota. Naturalmente,

quierenestarpresentescuandoHérculesconquistelapista.Mañanaesporfineldía.«Elmayorespectáculodelmundo»sepone

enmarcha.Lasentradasdecarpaestánagotadasdesdehacesemanas.Elensayogeneralyahatenidolugar.Entretanto,Hérculesyaescapaz

de montar sobre Benarés, luchar con Drago e incluso la máquina deltiempofunciona.La decoración del circo es navideña, lo que resulta especialmente

extrañoenSarasota,porquepareceverano.Eslaestacióndelosbañosdemar.Es muy improbable que el sueño de Bing Crosby de una blanca

Navidad se haga realidad. Pero su nueva canción, «White Christmas»,estáportodaspartes.SuenasincesarenlapequeñaradiodeManzini.—El compositor se llama Mancini —dice Manzini—. Qué decisiva

puedeserunaletraminúscula.Unpocomás,ylacanciónseríamía.Siriusnopuedepensarenesoahora.Estádemasiadonervioso.ProbablementeManzinitambiénloestá,delocontrario¿porquéibaa

hablar?—Aesoselellamapánicoescénico—afirmaDrago.Enciendeuncigarrilloylofuma,decabezasobreambasmanos,por

lacomisuradelaboca.Nopuedeevitartoser.Lanaturalezahahecholascosas bien: el caminar erguido tiene sus ventajas, al menos para losfumadores.Barbarroja duerme. Nada calma los nervios tanto como una

cabezadita en la jaula de los leones; ese es su lema. DormitatranquilamenteysucabezasealzaydesciendealritmodelapeludacajatorácicadeBenarés.AlladoestálajauladeGargantúa.Lagigantescabestianegramiraa

lolejosconmiradaausentey,cuandoapareceSirius,lebrillanlosojos.—¿Vescomosonríe?—preguntaelcuidador.Siriuslove.Dehecho,pesealterribleaspectodelgorila,sonríe.—Qué locura, ¿verdad?—dice el cuidador—. Cuando capturaron a

GargantúaenÁfrica,uncazadorlearrojóácidoalrostro.Desdeentonceslotienerígido.Parecequesiempreestuvierasonriendo.

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¿Estarásonriendoenrealidad?Quiénsabe.Elestreno.Nuevemilpersonasentranenlacarpa,dosdeellassonCarlyRahel,

yel ambienteen lasgradas repletasyahierveantesdeque laorquestatoquelosprimerosredobles.Sirius se asoma por el telón, pero no puede distinguir los rostros

familiares en medio de la multitud enfervorecida. Nunca ha visto talcantidaddegente,nisiquieraenelpuertodeGénova,cuandoelContediSavoiazarpócortandoelmar.Tambiénlacarpaleparecemásgrandequeaquelgigantedelosmares.Bueno,alfinyalcaboes«Elmayorespectáculodelmundo».Laslucesseapaganyeljefedepistasalealconodeluzdelosfocos.

Saludaalpúblicoconconvicciónydicequeestanochesusexpectativas,por altas que sean, serán superadas conmucho, y culmina sudiscursoconlaspalabras:—¡Pista libreparaHércules,quecombatirácontraDrago,elhombre

másfuertedelmundo!Redobledelaorquesta.Hérculessalealapista,alossonesdeunamarchatriunfalreservada

tansoloalosvalerososgladiadores.Rahelnopuedeevitarsonarselanarizporlaemoción.Entonces apareceDrago. Lamontaña demúsculos se ha untadode

aceiteybrillaalaluzdelosfocoscomosifueramármolantiguo.Naturalmente,enseguidaelpúblicoseponedepartedeHércules,le

jaleaysealegracuandoledasumerecidoalguerreropringoso.Pero también las proezas acrobáticas con las queDrago sale, una y

otravez,desudesesperadasituaciónmerecenunaplausoatronador.ElespectacularcombatealcanzasupuntoculminantecuandoDrago

sealzasobrelacabezadeHércules:escasiincreíble,alfinalseapoyaenunsolodedo.Elpúblicoestáfueradesí.Siguen tragafuegos, pirámides de elefantes, turbantes voladores,

hienasdanzarinas, etcétera.Todoestámuybien.PeroCarlyRahel son

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como esos padres orgullosos que solo esperan que se vuelva a prestaratenciónasuhijo.NisiquieraelDiablolesatraemásquedepasada.Redobledetambores.El jefe de pista anuncia al famosomagoManzini y sumáquinadel

tiempo,queantelosojosdelpúblicodevolveráasuinfanciaaHércules.Manzini, quedepronto en la pista se vuelve unhombre elocuente,

preguntaenvozaltayclaraaHérculessiesconscientedelpeligromortalquesuponeestaexperienciaextraordinaria.Elperroasiente,valeroso.Actoseguido,Manzinidestapalamáquinadeltiempo.Noesmásque

una caja negra, poco mayor que el propio perro, sobre un delicadopedestal.Pareceflotar,insondable,enelespacio.ElmagosedespidedeHércules,comouno lohacedealguienantes

de que emprenda un largo viaje, y el perro se desliza dentro de lamáquinadeltiempo.Enlacarpareinaunrespetuososilencio.Manziniexhortaalamáquinadeltiempoparaqueretraseelrelojde

lavida.Pronunciaunconjuro...Yahíestá:delamáquinasaltaHércules,soloquelamitaddegrande.Susurrosdeincredulidadenelpúblico.El mismo espectáculo otra vez. También el pequeño Hércules se

deslizaen lamáquina.Máspalabrasmágicas...Yya:Hérculesvuelveasalir,aúnmáspequeño.—¿Queréis ver cómo era Hércules cuando vino al mundo? —

preguntaManzini.Elpúblicosehaquedadosinhabla.Asisteaunprodigioqueinvalida

todaslasleyesdelanaturaleza.Pues bien. El diminuto perro trepa al interior de la máquina. Más

palabrasmágicas...Yya:Hérculessaleconvertidoenuncachorro.Manzini losostieneenaltoyenunabrirycerrardeojos—palabras

mágicasy¡zas!—Hérculessehadisueltoenelaire.¿Ylamáquinadeltiempo?Manzinidesarmalacajitanegra...vacía.Elmagoseinclinaanteunestruendosoaplauso.—PorelamordeDios—susurraRahel—.¿DóndeestáSirius?—Nolosé—respondeasuvezCarl.Tambiénélestáfascinado.El espectáculo prosigue. Una sensación se une a la siguiente.

Gargantúa en su jaula. Don Dente y sumordisco a la cuerda floja. El

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doblesaltodelososospolares.Loscincochinosenmonociclo.ACarlyRahel no les importa el bienestar de los artistas. No hacen más quepreguntarse,entresusurros,dóndepuedeestarsuperro.¡Ahíestá!Hérculessaletrotandoalapista,agotadoalparecerporsu

viaje a través del tiempo. El público le recompensa, aliviado, con unastandingovation.EljefedepistasaludaaHércules,devueltaenelpresente,yledesea

muchasuerteensupróximatarea.Redobledetambores.—Se ruega a los espectadores sensibles —advierte—, así como a

aquellos que tengan problemas cardíacos, que abandonen la carpa.¡HérculesvaaencontrarseconBenarés,elleónmásferozdeÁfrica!Elpúblicoestáal límitedesus fuerzas.Lamayoríade losasistentes

cogenagradecidoslosantifacesqueselesofrecen.Algunossedesmayandeantemano.Enlajauladelasfieras,Benarésacechaygruñe,complacido,alperro

quevanaarrojarleparaqueselocoma.Barbarrojaleobligaacontenersecontodassusfuerzas.Entonces,Hércules cruza lapuertade la jaula. Esunpequeñopaso

paraelperro,peroungranpasoparaelmundoanimal.Porprimeravezenlahistoriadelreinoanimal,unfoxterrierseenfrentaaunleón.Esincreíble,peroelperrosaltasinmiedoencimadelreydelaselvay

cabalgatriunfalporlapista.Elpúblicoestáfueradesí.Rahelsecubreconlasmanoselantifazysolloza.—¿Siguevivo?—Siguevivo—diceCarl.TodaAméricadisfrutayaconHércules.EnNocheviejatienelugarla

últimafunciónenSarasota;actoseguido,elcircolevantalacarpaysaledegira.Esfácildecirlo.Elviajedeunafamilianormaldecuatropersonasnocareceyadepor

sídeciertaagitación.Tantomayor,desdeluego,eselviajedeunatroupecircensedemilquinientaspersonas,quellevadosmilanimalesconsigo.Sinolvidarsedelacarpa.

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UntrenprivadoesperaenlaestacióndeSarasota.Carganunvagóntrasotro.Alfinal,eltrentieneunalongituddekilómetroymedio.El pueblo y el zoo rodantes, conungorila yHércules enmedio, se

ponenenmarchaparacruzarelpaís.ElpresidenteRooseveltenpersonahaotorgadounpermisoespecial

para el viaje. En realidad, el tráfico ferroviario está severamenterestringidoentiempodeguerra,peroelcircoestácalificadode«orgullodelanación».Solo ahora se entiende del todo por qué ese espectáculo está

considerado «el mayor del mundo». A lo largo de la gira se esperancuatromillonesdeespectadores.LaprimeraparadaesCleveland.Manzinisehaadelantadoensupropiocochepormiedoaquepueda

pasarlealgoasuvaliosamáquinadeltiempo.ÉlyHérculescompartenunacaravana,comosiempre.Nodeltodo.Hércules parece inquieto. Mira con miedo la oculta máquina del

tiempoygruñe.Esmuyextraño,porquelaconoce.CuandoDrago aparece, el perro retrocede ymete el rabo entre las

piernas.—Quéextraño—diceDrago.HaceunnúmeroalqueHérculessiemprerespondesaltandosobresu

espalda,peroelperrosequedamirandoalvacío.Barbarroja,aquienhanllamadoatodaprisa,tambiénestáperplejo.—¡Hércules,ven!—grita,yextiendelamano.Elperronoreacciona.—¡Parececambiado!—dicesorprendidoDrago.Manzinifrunceelceño,pensativo.—Elturco—murmura.Elrumordelaextrañacircunstanciallegaatodaspartesenunabriry

cerrardeojos.ElpropioJohnRinglingNorthacudefurioso.—¿Quémeestándiciendo?—ruge—.¿QueHérculesnoesHércules?Barbarroja,DragoyManziniestánconfusos.TambiénHércules,que

alparecernoesHércules,parececonfuso.—¿Quéestápasandoaquí?—explotaJohnRinglingNorth—.¡Quiero

saberenseguidaquéestápasandoaquí!

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—Tampoconosotroslosabemos—diceDragoenvozbaja.Barbarrojaapenasbalbucea:—Elperroyanonosreconoce.Parececambiado.—¡Hércules!—ordenaBarbarrojaalperro.Estenoreacciona,sinoqueselimitaagemir,confuso.—Yave—diceDragoencogiéndosedehombros—.Esunenigma.JohnRinglingNorth love.Con lamiradadeldirectordecircocuya

estrellasehadisueltoenelaireantesusojos.—Quécatástrofe—selamenta—.Quécatástrofe.Manzinisolotieneunaexplicación.—Lamáquinadeltiempo.—¡Bah, deja ya toda esa cháchara poética! —brama el director—.

Hérculesnosehadisueltodeverdadenelaire,¿oesquecreesquesí?Manzininoesningúnfantasioso.Esunilusionista.Esunadiferencia

capital.Setratadesuhonorprofesional.Ahí está, y no puede evitarlo. Tiene que revelar el secreto de su

máquina del tiempo. Durante años lo ha preservado, velado, vigilado,protegido,ocultado.Ahoratienequerevelarlo.Bueno.Loquepareceunperrosonenrealidadcuatro.Cadaunode

untamañodistinto.Encuantoelmáspequeñosemeteenlamáquina,elmásgrandedesaparece.Manzinisigueguardándoseparasícómolohaceexactamente.Selimitaadecir:—Despuésdelaúltimafunción,secambianlosperros.—¿Secambian?—preguntahorrorizadoeldirectordelcirco.—Losperros crecen—explicaManzini—.En tresmeses el cachorro

dejadeserlo,yelperromedianoestangrandecomoHércules.Esotienesentido.Paralagirasecambiaronlosperros.Eldirectordel

circoreflexionaconintensidad.—¿Quiénhacambiadoelperro?—pregunta.—El turco —responde Manzini—. Es una especie de traficante de

animales. Nos trae a los magos los animales que requerimos: conejos,palomas y esas cosas. Y vuelve a llevarse los animales que ya nonecesitamos.El enigma está resuelto. Con las prisas, el turco ha confundido los

animalesysehallevadoaHérculesporerror.—¡Ustedtienelaculpa!—diceeldirectordelcirco,yclavaelíndiceen

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elpechodeManzini—.Teníaquehaberestadopresenteenesemomento,ylaconfusiónnosehubieraproducido.¡DígalealturcoquedevuelvaaHérculesenelacto!Coneso,elasuntoestáresueltoparaél.Semarchaconfiado.ElperroquenoesHérculesnohaentendidounasolapalabra.Siha

desersincero,Dragotampoco.BarbarrojasoloesperaqueManzinisepaquéhacer.Alfinyalcabo,es

mago.Pero,porunavez,Manzininopuedehacermagia.Haceunasemanaelturcoaúnseguíaporaquí,peronovolveráhasta

dentrode tresmeses.Nadiesabemuybiendóndeestaráentretanto.Escomositambiénélsehubieradisueltoenelaire.Hacemuchoqueel turcoestáenunbarcoque lo llevaaEuropa.A

bordoyahavendidoelcachorro.Unadamaentradaenañoshaquedadoextasiadaconél.También quería uno de los conejos amaestrados, pero tiene que

llevárseloalcircoSarassanideDresde.Igualqueelpapagayoparlanchín.AloscuatrogatosbailarineslosesperanenelcircoPirellideRoma.Entierra,enBremen,elturcosedesprendedeunodelosdosperros

quelequedan.Elmáspequeño.Acambiodelafacturadelhotel.Sololequedaelperrogrande.Teníaquehaberlotiradoalmar,piensa.

¿Quiénvaaquererunchuchodesgreñadoqueelcircoyanoquiere?En su siguiente parada en la ciudad, el turco abre simplemente la

puertadelcocheyempujaalperrofuera.Siriusyaceenelarroyo.Estámareado.Alprincipioaúnpensabaque

elviajeerapartede la tournéede laquehablabantodoel tiempo.Perono,estáclaroqueestonoesCleveland.Unaespesanievecaedelcielo.Dealguna manera, la zona le resulta familiar. ¿Estará en Berlín? Si no seengaña,ahídelantetendríaqueestarlaKurfürstendamm.Asíes.¿Esposibleque lamáquinadel tiempodeManzinihayafuncionado

deverdad?Antesdedarsecuenta,Siriusestádelantedesuárbol.—¿Túporaquí?—preguntaelárbol.—Sí—diceSiriusagotado.

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—¿Yeso?—preguntaelárbol.—Esunalargahistoria—suspiraSirius.¿NoesesalaseñoraZinke?Estábarriendolanievedelaacera,como

antes.SeacercaunhombredelasSS.LaseñoraZinkelesaluda:—¡HeilHitler,señorjefedeseccióndeasalto!—¿Esesesuperro?—preguntaeljefedeseccióndeasalto.—¿Quéperro?—replicalaseñoraZinke.—Esedeahí—diceel jefedeseccióndeasalto,queseagachahacia

Siriusyloacaricia—.Buenchico.LaseñoraZinkeseloquedamirando.—Dealgunamanera,elperromeresultafamiliar.—Frunceelceñoy

piensa—.Anteshabíaunperroaquí,hacemuchosaños,queseleparecía.SellamaLevi,sinorecuerdomal.—¿Levi?—Eljefedeseccióndeasaltoríe—.Hacemuchoquenohay

gentequellameasíasuperro.—Es cierto. —La señora Zinke ríe—. Me estoy haciendo vieja y

olvidadiza.ElhombredelasSSentrechocalostacones.—Unperrosinamo.Incautado.SellevaaSirius.—¡Mirad lo que os he traído! —grita el jefe de sección de asalto

cuando, por la noche, vuelve a casa con su familia—. Nuestro nuevoperro.Hansi.

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3El mariscal Hermann Goering ostenta muchos cargos, entre ellos

también es guardabosquesmayordelReich.A laDirecciónGeneral deBosques está subordinada a su vez la Oficina para la Protección de laNaturalezadelReichy,enesainstancia,seencuentraelDepartamentodeProteccióndeAves.Se podría pensar que el bienestar de mirlos, tordos, pinzones y

estorninostieneunaimportanciasecundariaentiempodeguerra...Peronoesasí.ElFühreresundeclaradoamigodelospájaros.Apenashayalgoque

le importe tanto como los animales que revolotean. Ha elogiado enpersonaaquienpone«sumanoprotectorasobrelosarbustos».¿Quéarbustos?Lospájarosvuelan.ElFührertambiénhapensadoen

eso. Sumanoprotectora llega incluso a los arbustos que acabande serconquistados.LosarbustosdeRusia,porejemplo.Lossoldadosdelfrentetieneninstruccionesdepensarenlospájaros

cuando conquistan nuevos espacios vitales. Reciben instrucciones paraconstruir nidos y comederos. Toneladas de pipas y cañamones setransportanalcampodebatallaparadardecomeralospájarosduranteelinvierno.Esalgoqueseolvidaconstantemente.Enestaguerrasecuidadelos

pájaros.Elhombrequeseocupadetodoesose llamaErwinWünsche.Esel

director del Departamento de Protección de Aves. Despacho 332, 2.ªplanta.Yhacebiensutrabajo.Hacepocosussuperioresloascendieronajefedeseccióndeasalto.—Elpájaro—dijoGoering en su alocución—es nuestro embajador.

Losalemanessomosunpueblodelbosque.Alcontrarioque los judíos,quesonunpueblodeldesierto.Elbosqueylospájarosalemanessonuna

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mismacosa.Cuandounpájarocantaenelbosque,cantalamásbelladenuestrascancionesalemanas.Wünscheestabaconmovido.Desde entonces, entrechoca los tacones siempre que unmirlo o un

tordocantasucanciónygrita:—HeilHitler!Wünsche ha estado a punto de comprarse un pastor alemán. Un

hombrealemányunperroalemánsoncosasquetienenqueestarjuntas.PeroHeinrichDocht, eldeldespacho321,al ladodel suyo, se loha

desaconsejado.Asuhijadedosañoslaatacósupastoralemánydesdeentoncessolotieneunojo.Sin duda, los hijos de Wünsche ya son mayores: Ulrich es jefe de

escuadradelasJuventudes,Rudiesalevín,peroaunasí...Debensaliralmundocondosojos,eslomenosquepuedeesperarsedelasJuventudes.Asíquetraeacasaunfoxterrier.Hansi.Aljefedeseccióndeasaltolarazaledabastanteigualcuandosetrata

deperros.Naturalmente,con laspersonas lacosacambia.Unapersonanoesunapersona;oh,no:esodependedelaraza.Vainclusounpasomásallá:cualquierperroesun«perroalemán»si

sellamaHansi.Asíescomounopuedeequivocarse.ConSirius,ErwinWünscheha

idoadarconelperroequivocado.Pero¿cómovaélasaberlo?—¡Hansi!—ordena—.¡Apasear!Nosepuedellamarpasearaloquehacenellosdos.Eljefedesección

deasaltomarchamarcandoelpasoporlascallesySiriuslesigueconlacorrea tensa.Ambos sedetienen congusto juntoa los árboles, elperroporsupuesto,yelamoinclusoaúnmás.EntoncesWünschesesienteunorgullosorepresentantedelpueblodelosbosques.Aquí y allá sucede que el jefe de sección de asalto se dirige a un

transeúntequenoleparecelobastantegermánico.—Eh,tú—exclama—.¡Venaquí!El transeúnte tiene que enseñar sus documentos. Podría ser que se

trataradeunejemplardelpueblodeldesiertoquesiguehaciendodelassuyasenelmontebajodelbosquealemán.El jefedeseccióndeasalto llama«pájarosgrotescos»aesagente.El

Reichalemántienequeprotegersedeellos.Tambiénesoesproteccióndeaves.

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Esincreíblequeprecisamenteesehombrellevedelacorreaunperrojudío.ElperroaúnseacuerdaalaperfeccióndeldíaenquepapáLiliencron

dijo:«Espeligrosoirporlacalleconunnombrejudío.Vamosaescogerteunpreciosonombrenuevo.Paraquepuedasembaucaralosarios».DeesemodoLeviseconvirtióenSirius.Ahoraelpeligroesaúnmayor.Siriusviveen lacuevadeun jefede

seccióndeasaltoquellevaensubanderalacruzgamadadelarazadelosamos.Ahora,debellamarseHansisiquieresobrevivir.Los Wünsche viven en una casa de la Bülowstrasse, no lejos del

Kleistpark, donde tiene su sede la Oficina para la Protección de laNaturaleza del Reich. Así que ErwinWünsche no tiene que hacer unlargocaminohastasucasa.Amenudovainclusoacomer.El chalet no está mal para un funcionario del Departamento de

ProteccióndeAves.Antessiemprehabíavividoagustoenél la familiaTraube, propietaria de la fábrica de tornillos Traube. Su propiedad fuearianizadaylosTraube,deportados.Lapartemásseductoradelafincaeseljardín.Aunqueahoraesmás

bien un huerto. Verduras, hierbas aromáticas, flores, frutales,invernaderos. La familia Wünsche se alimenta de su propio trozo detierra.Lo único que no hay son uvas. Ni una sola uva. Habría sido una

muestra excesivade faltadepiedad.[1] Por lo demás, allí crece todo loquedaelsueloalemán.—Sus tomates son losmejores—ha dichoGoering en una ocasión.

Uno de esos tomates ha llegado incluso a manos del Führer, y le hagustadomucho.ElFührernoadmitemediastintasenmateriadetomates.Sihayalgo

quesabevalorarsonlostomates.Alfinyalcabo,sealimentasobretododeunadietanatural.Cocinar es cosa demujeres. Por eso, en el huerto y en la cocina la

esposadeErwin,Gertrud,eslaquellevalabatuta.Esunafiguratoscayrecia,queparecehechaparaeltrabajoenelhuerto.Cuandosueltalapalaoelazadón,pareceextrañamenteincompleta.

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Alagentecuyatareacotidianasedesenvuelveenelreinovegetal legustadehablardeelloporlatarde,perorarasvecescosechainterésporpartedelosdemás.LomismoleocurreaGertrud.—Lacolrizadavuelveatenerlarvas—sequeja.—¿Sí?—respondeErwin,conlospensamientosenotraparte.—Elrábanoyahagerminado—sealegraGertrud.—Bien—diceErwin.¿Quésepuedecontestaraeso?Erwintieneotraspreocupaciones.La

Solución Final a la cuestión judía ya está a punto. Once millones dejudíos de toda Europa están en las listas de la muerte. Los primerostrenesquesedirigenalcampodeexterminiodeAuschwitzyaestánenmarcha.¿Cómovaafuncionartodoesosinfricciónalguna?—Gaseándolos.¿Funcionará?—preguntaErwin.—Niidea—diceGertrud.—¡Oncemillones!—exclamaErwin.—Sí—selimitaaresponderGertrud.Sencillamente,noleinteresansusproblemaslaborales.Enrealidad,la

Solución Final no es un problema de los Wünsche. Él trabaja en elDepartamento de Protección de Aves. Pero las autoridades estánentrelazadas.Lascarrerassonimprevisibles.El doctor Manfred Gürtel, por ejemplo. Es el superior directo de

Wünsche en el Ministerio de Bosques del Reich. Gürtel va a sertrasladadoalaDirecciónGeneraldeSeguridadydirigirálasección211,«Trenes especiales». Ahora hay que buscar gente con habilidades paraorganizar.Erwin Wünsche tiene esas capacidades. Hace poco que Goering

encargócincomilnidosparasucotodecazadeCarinhall,enlaslandasdeSchorf.Esosuponeunmontóndemadera.YlaordendeGoeringera«¡Atodaprisa!».Wünschehallevadoacabolatarea.¿EsposiblequeseconviertaenelsucesordeGürtel?¿PorquénolollamanaélenvezdeaGürtel?Esassonlascuestionesquelepreocupan.Aljefedeseccióndeasalto

le cuesta desconectar cuando sale del trabajo. Rara vez puede vérselesentadoenunsillón;lamayorpartedeltiempolopasacaminandoarribayabajoporelsalón,nervioso,mudo,perdidoensuspensamientos.Cincomilnidos,sección211,Gürtel,atodaprisa.Losniñosseaburren.Inclusodentrodecasallevaneluniformedelas

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JuventudesHitlerianas.—¡JugadconHansi!—gritalamadre.Los niños se miran perplejos. No saben muy bien qué hacer con

Hansi.Ulrich,eljefedeescuadra,letiraalperrosubrazaleteconlacruzgamadaygrita:—¡Cógelo!Siriusseencoge.¿Esoesdivertido?Rudi,elalevín,cogeuncojíndelsofáy leaprieta lacabezaalperro

conél.—¡Estásmuerto!—grita.Siriusaúllayseencoge.—Hansinosabejugar—sequejanlosniños.—Estonto.—Entoncesleedalgodecente—dicelamadre—.LeedelStürmer.[2]Ulrich y Rudi prefieren coger la linterna, salir al jardín y buscar

caracoles,queaplastanfelicesconlapala.El receptor de radio transmite las peticiones del oyente para los

soldados. Magda Hain canta «Gaviota, vuelas a la patria». Sirius estátriste.Ah,cuántolegustaríaahoraseresagaviota.Antes de acostarse, Gertrud vuelve a sacar brillo a las botas de su

marido.Por la noche, las botas que Sirius ha temido durante toda su vida

estánjustoalladodesucesto.Quépesadilla.Laluzdelalunaentraporlaventana.ElCanMayorsealzaenelcielo

estrellado y está preocupado. Ve que el pequeño perro sufre.Probablemente,hacemuchoquesehanolvidadodemíalotroladodelmundo,temeSirius.¿Olvidado?¡PorDios,no!JohnRinglingNorth,eldirectordelcirco,haalertadoa

losCrown,estoshansacadodelacamaaJackWarner,quienhapedidoayudaalmismísimopresidentedeEstadosUnidos,Roosevelt,que,asuvez,haenviadoenseguidadespachosatodoslosembajadores...Envano.

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¿Cómopodríaserdeotramanera?Elperrohadesaparecidosindejarrastro,podríaestarencualquierlugardelmundo.Enelpeordeloscasos,podríainclusonoestaryaenelmundo.Rahelestáinconsolable.Selevaelcorazónenllanto.Carlmirahorrorizadoalvacío.Siriuserasuvida.Sinperro,notiene

ningunarazónparalevantarseporlasmañanas.Eldirectordelcircoestáperplejo.«Elmayorespectáculodelmundo»

empieza y termina en Hércules. Su nombre está en gruesas letras entodosloscarteles.Eslaprincipalatracción.JackWarnermaldice. ¿Quién va a salvar ahora a la antigua Roma?

¿HollywoodsinHércules?Impensable.Pornohablardelcorazóndelanación.Hérculeshaconquistadoaun

públicomultitudinario. ¿Qué pasaría si la gente se enterara de que superrofavoritohadesaparecidosindejarrastro?Unacatástrofe.Jack Warner impone silencio absoluto. Aún hay esperanza. Ha

llegado el momento del regreso del turco. Solo él sabe dónde se haquedadoSirius.Sirius—sedacuentadepronto—hacambiadolavidadetodos.Ese

essudestino.Yesoqueélsolamentequería jugar. Jugandosemetíaenelcorazón

delagentecuandoaúnsellamabaLeviyledabandostrozosdepastel.LuegoseconvirtióenSiriusysuestrellasealzóenHollywood.Hérculesfue su mayor papel, al final incluso en «El mayor espectáculo delmundo».Un perro pequeño, pero un gran artista del transformismo. Nadie

sabedeltodoquiénesenrealidad.—Siempre ha estado huyendo—dice Carl con tristeza—. Quizá en

estaocasiónlohayalogrado.—¡Nodigaseso!—respondeRahel,yvuelveaecharseallorar.Ensecreto,tambiénellatemenovolveraveraSirius.¿Dóndepuede

estar?¿Fueradelalcancedetodos?¿Enalgúnlugardelmar?¿Oentierra,juntoconotrosperros?Feliz.Loprincipalesqueseafeliz.Elturcoregresa.Undíaseplantadelantede lapuertasinsospecharnada.Lleva tres

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foxterrierdedistintostamañosensuequipaje,conformealoacordado.Manziniseprecipitasobreél.—¿DóndeestáHércules?—grita,yleexplicaelerror.Elturcopalidecedeespanto.Balbuceasuhistoria,conscientedeque

concadapalabraempeorasudesgracia.CarlyRahelestánpendientesdeél.Cuando lahistoria llegaa sueloalemán,unescalofrío empiezayaa

descenderporlaespaldadetodos.—¿Alemania?—exclamaperplejoCarl.Elturcointuyequeellugarenelqueacabalahistoriatampocovaa

resultartranquilizador:Berlín.—¿Berlín?—chillaRahel.Sí,asíescomojuegalavida.NosoloSiriusjuegaconlavida,también

lavidajuegaconSirius.Esaeslamagiaalaquellamamosdestino.Manzinilosabe.Sonríeypiensaque,dealgunamanera,sumáquina

deltiempohafuncionado.Sirius vuelve a estar allá de donde vino.Ha salvado a todos: a los

Liliencron,aloscolonosdeLuckyville,alaprincesadelaislaHuladelosmaresdelSur...Ahoratienequesalvarseasímismo.Necesitaconurgenciaunángeldelaguarda.Y, de hecho, en la familia hay uno. Pero los ángeles de la guarda

judíosnotienenpermisoparaaterrizarprecisamenteenBerlín.Los días son largos en la casa de los Wünsche. Empiezan con la

partidadel jefede seccióndeasaltohacia sudespacho, luego losniñossalen trotandohacia el colegio... Y a partir de esemomento Sirius estásolo,porqueGertruddesapareceentresussembrados.Se arrastra por entre las lechugas, revuelve entre las remolachas,

escardaydeshoja.Sucabezayanosedistingueconclaridadenmediodelas coles. De vez en cuando se incorpora, estira la espalda doblada ygime.Ha intentadousaraHansiparael trabajo enelhuerto,por ejemplo

eliminando a los caracoles, pero no sirve. Le dan asco los caracoles.TambiénGertrudledaasco.Eserostrocampesino,esavestimentatosca,esasmanoscallosas,todo

leresultaespantoso.Esetrasgoconmandilnoencajaensuimagendelo

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que es unamujer. Es casi increíble que pertenezca al mismo sexo queGloriaHayson,CaroleLombardoRahel.Las agujas del reloj se arrastran hasta el mediodía. Luego la casa

hueleaolla,avecesdegarbanzos,avecesdepatatas.El jefe de sección de asalto tiene que probar lo que Gertrud le ha

servido.Laollaincluyelostemasdeconversación.—Losgarbanzossonsanos—diceGertrud.—Yredondos—observasumarido.—Patatas—dicesatisfechaGertrud.—Patatasalemanas—completasumarido.UlrichyRudisesientanalamesasindecirpalabra.Seesfuerzanpor

seguirdemaneraintelectuallaconversacióndelosadultos.Unavezmasticadoelúltimogarbanzo,eljefedeseccióndeasaltose

ponedepie,entrechocalostaconesyvuelveasudespacho.Ahora la tardeseextiendeanteSirius,unacasi interminable llanura

deaburrimientoenlaque,enelmejordeloscasos,solamentepequeñaselevacionesdespiertansuinterés.Avecesllamaelcartero.Aveceselvientoazotaunaventana.Aveces

laollasilbaenelfogón.Noocurrenadamás.Losniñoshacensusdeberes.—Di losnombresde los treshermanosdeKrimildaque salen en el

Cantardelosnibelungos—murmuraUlrich.—Gunther,GernotyGiselher—exclamaorgullosoRudi.Buenoessaberlo.Ulrichcierraellibro.Ahoraprefierejugar.—Hansi—despiertaalperro—,¡ven,vamosajugaracazarjudíos!El perro no conoce ese juego. Tampoco suena como si le fuera a

apetecerconocerlo.Aunasí,losniñosloarrastranalacalle.—Mira—diceUlrich,eljefedeescuadra,yleponeaHansiuntrozo

detelaenlanariz—.Asíescomohuelenlosjudíos.LatelaprocededeunabrigoquelaGestapolequitóeldíaanteriora

un anciano. Ulrich pasaba casualmente por allí cuando el hombre fuedetenido.CogióelabrigoyarrancóelbolsillodelapecheraconlaestrelladeDavid.Ahora el perro debe seguir la pista. Los niños le acosan. Lo hacen

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entrar en portales oscuros, subir por las escaleras y delante de cadapuertagritanexcitados:—¿Lohueles?Siriushacecomosiolfateara.Noquiereserunaguafiestas.Losniños

esperanelresultadodesuolfato.Otraveznada.Naturalmente, podría jugar con fuego y dar de vez en cuando la

impresión de que está sobre la pista adecuada. Los niños seentusiasmarían.Loelogiaríanyloquerrían.Pero tal cosa no entra siquiera en consideración. Los niños podrían

llamaralapuertay,dehecho,talvezencontraríanaalguien.Enesecaso,Siriusseríaun«colabo».Asíescomollamanalosjudíosquetraicionanasupropiagenteparasalvarlavida.No, Sirius prefiere pasar por un fracasado. Rudi le da incluso una

patada,decepcionado.—Hansi es tonto—le diceUlrich por la noche a su padre. Sigue la

descripcióndelafrustradacacería.Elpadreobjetaque,alfinyalcabo,noesunatareafácil.Delosciento

sesentamiljudíosquehabíaenBerlín,calcula,noquedanmásdequincemil.Escondidosportodalaciudad.Ensótanos,endesvanes,encuartostraseros.—Deesemodo,esbienfácilmarcharsedevacío—dice.—Tampocobuscacaracoles—afirmacontristezaGertrud.—Quizánoseaunperrodecaza—diceRudi.—¿Unperroalemánquenoesdecaza?—seindignaelpadre—.No

existetalcosa.Pero—seleocurredepronto—esoesloquepasaconlosjudíos:nadiepuedeolerlosenningúnsitio.Siriushadescubiertounagujeroenlavalladeljardín,entreelsaúcoy

lashortensias,yseescurreporélcuandoquieredistraerseunpoco.Sedeja llevarporBerlín, sin importarledónde,pero siempreatento

paranoperderdevistaelcaminodevueltaacasa.¿Dónde está la guerra de la que habla todo el mundo? Sirius se

imagina la guerra salvaje y violenta, como los tiroteos en el salón deLuckyville,peromásalogrande.En vez de eso, en la ciudad reina un silencio fantasmagórico. Las

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calles están desiertas, apenas circulan coches y autobuses. La gasolinaestáracionada.Lagentevaapie.Exhibenrostrosgrisesyserios.Hacencola delante de las pocas tiendas que quedan, con la esperanza deconseguir alimentos a cambio de cupones. También la carne y el panestánracionados.Al final ha tenido suerte, piensa Sirius. Él no pasa hambre. Se

avergüenzadeestarinclusohartodecomidaalemana.Al borde de la acera, los niños intercambian esquirlas de bombas.

Procedendelúltimoataqueaéreodelosingleses;haceyatiempo,SiriusaúnestabaenFlorida...en«Elmayorespectáculodelmundo».Losbombarderosinglesesamenazanconvolverpronto.Berlínexcava

deformapreventivarefugiossubterráneos.Serepartenmáscarasantigásentre lapoblación.Siriustalvezestá listoparaunacosa:para lamayorguerradelmundo.¿Porquéeldestinolocolocasiempreenescenariosenlosqueocurre

precisamentelomásgrande?Lo pequeño también tiene su encanto. El menor espectáculo del

mundo, ¿porquéno?Enalgún lugardeSuiza. ¿O lamenorguerradelmundo?Seríahermoso.Bueno. Haga la que haga, al final siempre termina enmedio de lo

grande.Siriusvagaperdidoensuspensamientosy,porpocomeditadosque

seansuscaminos,alfinal,comosilollevaraunamanomágica,siemprevuelveasuviejohogar.Estádelantedesuárbol.—Aquíestásotravez—diceelárbol,visiblementecontento.—Sí—respondeagotadoSirius.—¿Cómoestás?—preguntaelárbol.—Ay—suspiraSirius—,miraquévidallevo.—Siempreperseguido,siemprehuyendo—diceelárbol—.Desdeque

teconozco.Siriusguardasilencio.—Yonopuedohuir—diceelárbol.—Tútienesraíces—replicaSirius,yleenvidiaporeso.Ambos especulan acerca de las ventajas y desventajas de las raíces,

con especial consideración al hecho de que los árboles no tienen otraopción,mientras que los perros sonmóviles por naturaleza. Imagínateunárbolenfuga.

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—Miraquiénvieneporahí—exclamaelárbol.Unhombre seacercadesde lejos.Titubea, sedetieneyabre losojos

comoplatos,sinsabersiestásoñando.Siriusloreconocealinstante,muevelacoladealegríaysaltahaciaél.EsBennoFritsche.ElviejoybuentíoBenno.—¡Nopuedeserverdad!—gritaFritsche, con losbrazosabiertosde

parenpar.Delapuraemociónsueltaelbastóndepaseoque,enrealidad,lleva para subrayar su digno aspecto. Benno Fritsche, actor, estrella decine,miembrodelpartido.—¡Teheestadobuscando,pequeño!—dicesinaliento—.Porordende

Hollywood.Describecondramatismolodesconsoladaqueestásufamilia,explica

con gestos de ambas manos las lágrimas que han derramado, cita lasinnumerablescartasdeRahelenlasqueledicequetodoHollywoodechademenosaHérculesytodoscuentantansoloconél,eltíoBenno,parabuscaralperroenBerlín.Siriusestámuyconmovido.Asíquenosehanolvidadodeél.—Naturalmente, la Segunda Guerra Mundial es el momento más

idiota posible para encontrar a un perro perdido en ningún sitio delmundo—observaFritsche;peroéllohaconseguido.SeagachahaciaSirius.—¡Ahora,escucha!—susurra—.Estásenpeligro, lointuyo.También

yo,yateloexplicaréluego.Nopuedenvernosjuntosenpúblico.Vuelvepordondehasvenido.Apartirdeahoranosencontraremosenmicasalos miércoles por la tarde. ¡Pero ten cuidado! Esta es una operaciónsecreta.Sehadictadounanuevaleyporlaqueseprohíbealos judíostener

animales domésticos. Se les indica que tienen que sacrificarinmediatamenteasusperrosogatos.Tambiénseprohíbealosalemanesposeeranimalesdomésticosjudíos.¿Animales domésticos judíos? Erwin Wünsche frunce el ceño. ¿En

qué se reconoce a una mascota judía? ¿Bajan con tristeza la cabezacuando pasan delante de una sinagoga quemada? ¿Son especialmenteperezosaslossábados?¿Tienesuhocicounaformadistinta?Porsupuesto,sehaceesaspreguntasenrelaciónconHansi.Alfinyal

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cabonoteníaamo,yéllohaacogidodebuenafesuponiendoqueeraunperroalemán.¿Esposiblequetengaquevérselasconunavilmascota judía,quele

engaña tan solo para que no la sacrifiquen? En ese caso, estaríacometiendoundelito.Adiósasucarrera.Hansinoesunperrodecaza,esoloconvierteensospechoso.Porotra

parte,adoraelembutidoalemán.¿Acasolosjudíosnocomenkoscher?Lospensamientosdeljefedeseccióndeasaltodanvueltasyvueltas.

EnrealidadquiereaHansi.Perolepegaríauntiroenelactosilaleyloexigiera.Aúnnohallegadoelcaso.DecideirapasearconHansipordelantedelministerioalamañana

siguiente, sin llamar la atención, justo a la misma hora a la que llegaHermannGoering.Nadiepuededistinguirunperroalemándeunojudíomejorqueelmariscal.Elplanseponeenmarcha.Lagranberlinaoficialpasaanteélydeelladesciendeelmariscal,hoy

especialmente guapo. Luce un uniforme blanco como la nieve, conbotones y charreteras doradas, y el pecho saturado de medallas ycondecoraciones.Llevapor loshombrosun echarpedepiel que cuelgahastaelsuelo,probablementedenutriaochinchilla.En el parque que hay delante de la entrada está, al parecer por

casualidad, Erwin Wünsche. Lleva de la correa a Hansi, que en esemomentolevantalapatasobreungirasol.—Wünsche —exclama sorprendido Goering—. ¿Qué está haciendo

aquí?¿Esquehoynoestádeservicio?Eljefedeseccióndeasaltosaluda:—¡Siempre estoy de servicio, mariscal! ¡El pueblo alemán es

conscientedesuselevadasobligacioneséticashacialosanimales!—¡Bravo!—respondeGoering.Sealegradequeelpreámbulodesu

leydeproteccióndelosanimalessepractiquedeformatanvital.—¿Esteperroessuyo?—pregunta.—Sí,mariscal—respondeWünsche—.Síyno.Eselperrode todos.

¡Führer,teseguimos!Esovaletantoparaelpuebloalemáncomoparaelperroalemán.Goeringasiente,complacido.—¿Cómosellamaesteanimalito?—¡Hansi,mariscal!—respondeWünsche.

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—¿Hansi mariscal? —Goering sonríe—. Es un nombre muy largoparaunperrotanpequeño.Leguiñaunojoparaindicarquesetratadeunabroma.Wünsche,un

tantoperplejo,saluda.Significa:«bromaentendida».Entonces la cosa se pone seria. El jefe de sección de asalto hace de

tripascorazón.—Señor mariscal, permítame una pregunta. Solo usted, como

suprema instancia del amor alemán hacia los animales, puederesponderla.¿EsHansiunbuenperro?Goeringsesientehalagado,poresonoquiereponerfácillarespuesta.

Da vueltas en torno a Hansi, mide su alzada y le examina lasalmohadillas.Mientrastantosermonea:—EstarazafuecriadaporelpríncipeAlbrechtzuSolms-Braunfels,un

linajenobledeHessequeseremontaalsigloXII.Suanimalheráldicoeselleón.»Hansi —exclama, con reconocimiento—, por tus venas corre la

sangre azul de los condes palatinos. Tu hogar son los castillos de loscaballeros.Nisiquieralostestículosescapanaldictamen.Goeringllegasolemne

aunaconclusión:—Hansi,eresunbuenperro.Estenopuederesistirseasentirciertoorgullo.Desangreazul,¿quién

ibaapensarlo?Tienequeadmitirquesiemprehasentidodebilidadporlas distinciones. En Hollywood le concedieron el Hércules de Oro. Yahora,porelpapeldeHansi,elsellodecalidaddelmariscaldelReich.Unpapeltrágicoy,portanto,muchomásexigente.Esolellenadesatisfacción.Siriussehasalvado.Almenosporelmomento.—Wünsche —dice Goering—, me viene bien que nos hayamos

encontrado.Queríahablarconusted.Hansimehareforzadoinclusoenlaidea.Tengograndesplanesparausted.»Sustomates—prosigue—sontestimoniodesurespetoporladieta

natural.Ynoheolvidado los cincomilnidosa todaprisa.Esustedunhombredeacción.Yahoraveoqueademásesunamigode losperros.¡Tieneustedtodomirespeto!Elensalzadolevantalamanoparahacerelsaludoalemán.—¡Jefe de sección de asalto Wünsche! —exclama—. Lo dicho lo

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califica para la tarea de mayor responsabilidad que puede otorgar lacancilleríaimperial.¡LeasciendoaayudantepersonaldelFührer!Miércolespor la tarde.Sirius seescurre fuerade lacasaconcautela

para que nadie lo vea cuando se cuele dentro de la casa de BennoFritscheporlapuertadeljardín.Este no está solo. Está rodeado de hombres que fuman puros con

aspectopreocupado.Sedenominanasímismos«elCírculo».—EsteesSirius—presentaFritsche.—BienvenidoalCírculo—diceelcondeVonStudnitz.También los otros miembros del Círculo se presentan, en absoluto

irritadosanteelhechodequeunperrosesienteentreellos.Conocensuhistoria.Unestadounidensequeestá conellos, llamado

TeoBloomfield,inclusohavistosuspelículas.—SalvasteLuckyville—dice—.¡Bravo!Losotrosríen.—NosotrosqueremossalvarAlemania—diceelcondeVonStudnitz

—.Quizápuedasayudarnos.¿Salvar Alemania? Sirius se estremece. No tiene ni idea de cómo

podríaserútilparaconseguirtalcosa.—¿Nosentiende?—preguntaelhombrequesehapresentadocomo

profesorWundt.—Comprendecadapalabra—diceFritsche.Amododeprueba,deja

enelsuelodoshojasdepapel:enunaestáescrita lapalabra«sí»;en laotra,«no».—¿Hoyesmartes?—diceFritsche.Siriussaltaencimadel«no».—¿Hoyesmiércoles?—preguntaBloomfield.Siriussaltaencimadel«sí».Asícontinúaelinterrogatorio,hastaqueelprofesorWundtpregunta

triunfal:—¿ExistelaNada?Siriussaltaencimadel«no».—¡ContradiceaNietzsche!—seasombraWundt.—¡Enesotienerazón!—gritaelcondeVonStudnitz—.¡Elnihilismo

fueelprincipiodelfin!

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—Bueno, bueno, bueno. —Wundt pide un punto de vista másmatizado—.Sialguienteníarazón,eseeraKierkegaard.—Volvemosadarvueltasencírculo—gimeBloomfield.Siriusnoentiendealosreunidos.¿PoresosellamanelCírculo?Fritschedaunpuñetazoencimadelamesa.—¡Escuchadtodos!—grita—.Estáisponiendonerviosoalperro.Vaa

pensarqueestamostodoslocos.—Sirius—diceelcondeVonStudnitzconvoz tranquila—,somosel

Círculo.Estamosen laclandestinidad.Yen laresistencia.¿Entiendes loquequierodecir?Siriussaltaencimadel«no».—Alemaniaestáenmanosdemonstruos—enfatizaWundt—.Contra

esoluchamos.—¡Monstruos!—repiteBloomfield—.¡Asíes!Siriussaltaencimadel«sí».El pobre perro es presa de la confusión. Él solo quería visitar a tío

Benno, el único salvador en la desgracia, el rostro conocido en loscarteles.—¡Yoerasu imagen!—atruenaFritsche—.Yoheprestadomirostro

para estemalvado espectáculo. Y ¿qué veo cuandomemiro al espejo?Unamueca.Unamentira.—¡Bajalavoz!—advierteelcondeVonStudnitz.Tienequeprevenira

losrenegadosparaquenomanifiestendemasiadosuresistenciaalpoder.LaclandestinidadnoestáhechaparaFritsche.Siriusestácansado.Quiereirseacasa.—Sabemosquevivesencasadeunjefedeseccióndeasalto—susurra

Bloomfield—.Allípodrásoírmásdeunacosaquepuedainteresarnos.—Teayudaremosytúanosotros—diceelcondeVonStudnitz.La carta con el sello de la cruz gamada llega aHollywood como si

fueraunmensajevenidodelinfierno.Yloes.LafamiliaCrownestámásquefelizdequeSiriusestéconvida.Y,sin

embargo, la carta termina con las palabras: «No hay nada que podáishacerporvuestroqueridoperrosalvo rezar.Estáal serviciodenuestrapatria.Concariño,Benno».¿Patria?NisiquieraJackWarner,elcreadordeHércules,podríasoñar

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conque eseperrito esté apuntode salvarAlemania. La antiguaRomaestabaenelguion.Berlínessudestino.Elveranoseacercaasufin.ElseyAndreastraenasuhijoalmundo:

unniño,Johnny.Elgozoinundalavidadelosorgullososabuelos.Georg ha terminado sus estudios de Medicina. Ahora es médico

auxiliarenunaclínicadeSantaMónica.Nohayluzsinsombras.Citan a Carl Crown al despacho de JackWarner.Nadamás entrar,

tieneloquesellamauna«malasensación».Yestáenlocierto.—¿Algunanoticiadelperro?—preguntaabruptamenteWarner.Crownempiezaacontarunahistoriaquedebeterminarenelservicio

alapatria.—¿Dondeestáelperro?—bramaWarner.Crown ruega comprensión por la Segunda Guerra Mundial. Hitler

quiere,Berlíntieneque...—Deje en paz a Hitler —interrumpe ásperamente Warner—. Ese

hombreyahahechobastantedaño,elperronorepresentaningúnpapelen eso. Pero aquí, en este estudio, el perro sí representa un papel. ¡Elpapelprotagonista,Hércules!Piensaconfuriosadecisión.—Elmundo—dice al cabo de un rato— quiere aHércules.Me da

igualquiéninterpreteaeseperro.¡Encuentreunoqueseparezcaalsuyo!Undoble.Crownseindigna.—¿Undoble?Imposible.Noexistetalcosa.Siriusesúnico.—¿Único?—rugeWarner—.Tonterías.Cualquierperroessustituible.—Siriusno—replicadirectamenteCrown.JackWarner lomira con los gélidos ojos de un tiburón al que han

privadodesupresa.Luego hace un movimiento con la mano como si estuviera

espantandounamosca.—DejeelChevroletenelpatio.Ydespejeesaridículacasadecristal.

Enseguida.Antesdedarsecuenta,CarlCrownestáenelparoydesahuciado.ErwinWünsche comienza a trabajar en la cancillería del Reich. La

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viviendadelFührerestáenelprimerpiso.WillyKannenberg,elllamado«intendentedoméstico»,eselresponsabledelacasadelFührer.InstruyeaWünscheensusnuevastareas.—Laprimeratareaporlamañana:plancharelmapamundi—dice—.

ElFührerodiaqueelmapamundiestéarrugado.Wünschetomanota.—Desayuno—prosigueKannenberg—.ElFührer seacuesta tardey

selevantatarde.Krause,elayudadecámara,ledarálaseñal.Pansueco,mantequilla,miel,cacao.Siemprelomismo.PeroesoyalosabeLange,elcocinero.Wünschetomanota.Siguientepuntodelprograma:—A lasdoce enpunto, Julius Schaub lee la agendadeldía.Él es el

ayudante en jefe del Führer. Es su superior directo. Por supuesto, laagenda del día depende de las citas del Führer. En principio, usted esresponsabledetodoloquesemueve.Puedeanotarsencillamenteeso.—Pero—sedetieneWünsche—,enrealidad,dealgúnmodotodose

mueve.—¿Sí?—se sorprendeKannenberg. Señala la arañadel techo—. ¿Le

parecequeesoseestémoviendo?—No—admiteWünsche.Kannenbergasiente,solemne.—Cierto. Así que usted no está al cargo de todo. Hay cinco cosas

fundamentales que se mueven: las ruedas, las imágenes, Blondi, eldesayunoyelfrente.Wünschetomanota.—Conlasruedas—explicaKannenberg—merefieroalparquemóvil.

ErichKempkaeselchóferdelFührer. Imágenes.Merefieroa imágenesanimadas. Al Führer le gusta ver películas por las noches. Blondi. ElperropersonaldelFührer.Necesitamuchomovimiento.—Comprendo—diceWünsche—.Yomismotengounperro.—No,no—corrigeKannenberg—,desacarloapasearseencargaPaul

Feni, el vigilante de Blondi.Usted es su interlocutor. Y coordina.Citasmédicas.Transporte.AlrefugioalpinodeBerghof,alaGuaridadelLobo.Esascosas.Wünschetomanota.—¿Quéfalta?—Kannenbergponeapruebalaretentivadelnovato.

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—¡Eldesayunoyelfrente!—exclamaWünsche.—Cierto—dice como respuesta—.Hay que llevarle el desayuno al

Führer.Eslaúnicacomidaquelegustatomarasolas.Amediodíayporlasnochescomeacompañado.Porúltimo,elfrente...Wünschelointerrumpesobresaltado.—Ojalánosearesponsabledelossoldadosdelfrente.Quierodecirde

quesemuevanhaciadelante.—Claro que no. —Kannenberg lo tranquiliza—. De eso se ocupa

personalmenteelFührer.Sutarea,comoyahemencionado,esplancharelmapamundi.—Noveoquémovimientohayeneso—dice, aplicado,Wünsche—.

¿Dequémodosemueveelmapamundi?—Seabomba—respondeKannenberg.Alarma aérea. Los bombarderos ingleses regresan. De pronto, las

sirenasantiaéreasululanenmediodelanoche.La señal es estremecedoray arranca a losWünschede suprofundo

sueño. Se acuestan completamente vestidos desde que en la radioavisaron de la gravedad del asunto. La maleta está hecha junto a lapuertadecasa.Poresoestánenlacalleenunabrirycerrardeojos,decaminoalrefugioantiaéreomáscercano.Losavionesque lanzancohetes luminosos, los llamados«árbolesde

Navidad»,yadanvueltasenelcieloparailuminarlosobjetivosparalosbombarderos.Enseguidalossiguenlosmortalesavionesdecombatequellevanlasbombasincendiariasyexplosivas.El refugio de la estación de Zoo puede acoger a dieciocho mil

personas y, aun así, losWünsche pueden considerarse afortunados depodercolarseenelúltimomomento.Lamultitudesenorme,hacemuchoqueelespacioestárepleto.—¡Nadademascotas!—ruge el vigilantede la entrada. Se refiere a

Sirius.ErwinWünscheprotestasinéxito.Elvigilantesemantienefirme.—¡Nimascotasnijudíos!¡Solotenemosespacioparapersonas!Siriustienequequedarsefuera.Elmiedo cierra lasgargantas en el refugio.El calorquita el aliento.

Porlospozosdeventilaciónllegaelapestosoolordelaciudadenllamas.

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Gertrud tiembla demiedo, se aferra a sumarido, quienmira pálido eltecho de hormigón, que tiembla peligrosamente con cada una de lasexplosiones. Las bombas caen muy cerca. Ulrich y Rudi se tapan lasorejas,llorando.Siriusbajapor laKurfürstendamm.Podría esconderse enunportal,

podría buscar protección bajo los puentes, podría refugiarse en unsótano.Perono.Paseaporenmediodelacalle.Losfuegosartificialesdelas

bombasdefósforoiluminanelcielonocturno.Lasesquirlasalrojovivoprenden fuego a los árboles. El teatro de la Kurfürstendamm arde, laÓperaenlaBismarckstrasse,laUniversidad.Elmonumentoaloscaídos.Siriuscorreporentreelmardellamas.Orgullosoyvaliente.Noteme

alalluviadebombasdelosaliados.¿Porquéibaahacerlo?Élesaliadosuyo.En Stalingrado, se da la vuelta al destino del ejército alemán en

cuestión de días. El Sexto Ejército ha destruido casi completamente laciudad, Hitler ya celebra la victoria de la operación Hubertus con unfrenéticodiscursoenlacerveceríaLöwenbräudeMunich.En elúltimomomento, elEjércitoRojo tiene éxito con suoperación

Urano,sucontraofensiva.Encierraalenemigoenunatenazaydeprontoelejércitoalemánquedaembolsado.Elinviernorusoruge.Lossoldadosmuerendefríoydehambre.Hermann Goering, el comandante en jefe de las fuerzas aéreas, ha

anunciadolaoperaciónTormentadeInvierno,laayudasalvadoradesdeel aire. Pero nopuede cumplir supromesa. La bolsa de Stalingrado seconvierteenunatrampamortal.Cadasietesegundosmuereunsoldadoalemán.Durante esos días, ErwinWünsche plancha con especial cuidado el

mapamundienlazonadelVolga.Lalíneadelfrentenopuedearrugarsebajoningúnconcepto.Krause,elayudadecámara,seacercadepuntillasydalaseñalpara

el desayuno. Lange, el cocinero, ha puesto en la bandeja pan sueco,mantequilla,mielycacao.LapuertaseabreysaleelFührer.Es la primera vez que Erwin Wünsche ve en persona al Führer.

Adoptalaposturadefirmes.

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Porlamañanatemprano,elFühreresunhombrequenollevalarayaensusitio,conelpeloenmarañado,einclusosufamosobigotenotienesuformadefinidahastaqueseafeita.Llevaunabata,ylospiesdescalzosmetidos en unas pantuflas con el emblema de la cruz gamada. Paradesayunarseponelagorradeplatoconeldistintivodecoronaderoble.Bosteza.—¿EsesteeljovenquedebemosaGoering?—pregunta.Wünschesaluda:—¡Sí,miFührer!El Führer parece agotado. La noche anterior, hasta bien entrada la

madrugada, ha estado pronunciando monólogos sobre la situaciónmundial. Sus huéspedes, que no toman la palabra, pero a quienes seofrece a cambio verduras cocidas, son testigos de las denominadas«conversaciones en torno a lamesa». Lospensamientosdel Führer sonplasmadosporunataquígrafaparalaeternidad.Lamayoríadelasveces,lasnochesterminanenelcinedeledificio,en

el que el Führer se relaja viendo películas de Hollywood. AyerproyectaronBlancanieves,deWaltDisney,sufavorita.—¿Qué ponen hoy? —pregunta, apuntando con el pan sueco al

hombre responsable de las imágenes en movimiento. Wünsche, queentretanto ya está familiarizado con los gustos del Führer, proponeElGordoyelFlaco.—Muybien.—ElFührersealegra.La bombilla roja del teléfono se enciende, lo que significa «llamada

paraelFührer».Esmuyinusualaesahora.Todossabenquela jornadaoficial de trabajo del Führer no empieza hasta que, alegre y fresco, hatomadoasientoasuescritorioenlacancillería.Aúnestádesayunandoyenbata.—Coronel general Paulus —susurra Rochus Misch, el

guardaespaldas,ylepasaelauricular.MalasnoticiasdesdelabolsadeStalingrado.ElFühreralzalamirada

alcielo.—Sí,sí—dicedevezencuando.Luegoladra—:¿Retirada?Noentra

enconsideración.Miordenes¡resistir!—Ycuelga.—HallegadoelseñorWollenhaupt—anunciaelayudadecámara.El

peluquerodelFührerestálistoparaperfilarleelbigote.

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Sirius va a casa de Benno Fritsche todos losmiércoles. El perro ha

sidoungolpedesuerte,elCírculosehadadocuentaenseguidadeello.SuamoesayudantepersonaldelFührer,porlastardescuentaencasalasúltimasnovedadesdelacancillería.Yelperrolasescucha.Ahora,elportadordelossecretossolotienequeaprenderacontarlo

que sabe. Se acuerdan de Kurwenal, el famoso teckel que sabía leer yescribir.¿Por qué no? El profesorWundt, el experto delCírculo, se ofrece a

realizarlaactividaddocente.Elazarquierequeconozcaenpersonaalafundadorade lanuevapsicología animal,MathildeFreiinvonFreytag-Loringhoven.EllafuelaqueenseñóaKurwenalahablarconayudadelalfabetomorseladrado.Enestecasonosirve.—Demasiado ruidoso —objeta el conde Von Studnitz. Los vecinos

podríansospechar.Ted Bloomfield, el estadounidense, propone construir una gran

máquinadeescribirconunasteclaslobastantegrandescomoparaqueelperropuedapulsarlasconlapata.—Comounpiano—dice.—¿Porquénounpiano?—reflexionaWundt—.Conunaletraencada

tecla.—Imaginaos el ruido—se estremece el conde Von Studnitz—. Una

absolutacacofonía.—¿Y qué? —dice Benno Fritsche—. Aún se podrá practicar con el

pianoenestepaís.—No, si suena comoArnoldSchönberg—dicedivertidoBloomfield

—.TuvoqueexiliarsedespuésdesuConciertoparapiano.El Círculo decide intentarlo con el instrumento. El profesorWundt

formaráaSiriusparaqueespíeconayudadelpiano.Cuando acude a su próxima reunión, en la casa ya hay un piano

negrodecola.Las teclasestánmarcadascon letrasy losmacillosestánenvueltosparaamortiguarelsonido.AsíqueSiriustocaconsordina.Esciertoqueelconciertosuenaextraño.Elprofesorexplicalasreglas

básicasdelafonética,emitiendovocalesalargadas,ySiriusleacompañaalpiano.Elrestodelospresentesrodeanencírculoalosdosmúsicos,talcomo

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corresponde al Círculo. Escuchan cautivados cómo Sirius aprende sunuevatarea.¿Saldrábien?Quiénsabe.Encualquiercaso,pasaráuntiempohasta

queelperroseacapazdedeletrearmusicalmentelapalabra«Hitler».CuandoBennoFritscheseencuentraesosdíasalaseñoraZinke,ella

lepreguntaconcuriosidad:—¿Tocaustedelpianoúltimamente?BennoFritscheseinclinaconhumildad.—Sehaceloquesepuede.Oloquenosepuede.—Pensaba que estaba tocando usted jazz—dice la señora Zinke—.

Esoestaríaprohibido.—¿Jazz?—se indigna Fritsche, teatral—.No, toco exclusivamente a

Beethoven.LaseñoraZinkehavueltoaaprenderalgo.—Ah,¿suenaasí?Meloimaginabadiferente.Fritschesequitaelsombreroamododedespedida,levantaelíndicey

dice:—«De la pena la arruga se borra, en cuanto del canto la magia

triunfa.»Schiller.—¡Árboles de Navidad! ¡Árboles de Navidad! —grita el vendedor

delantedeladrogueríadeHollywood—.Buenosparalafelicidad.Mejorquecualquierdroga.Rahelsedetieneymiraalhombre,que lasaludaamablemente.Ella

niegaconlacabeza.Selellenanlosojosdelágrimas.Siguesucaminosindecirpalabra.Lafelicidadescosadeayer.CarlyRahellohanperdidotodo.Están

conlasmanosvacías,comocuandollegaronaHollywood.¿Hanllegadoalfinal?¿Oalprincipio?Quiénsabe.ElseayAndreasloshanacogidoensucasa.Enrealidad,sucasasolo

es lo bastante grandepara su jovendicha, pero ahora esprecisometertambiénenellaladesgraciadelosmayores.Lospobrespadresvivenenelcuartodelosniños,queestabapensadoparaJohnny.Lacamadeesteestáenelsalón.NohaysitioparaunárboldeNavidad.Comomuchoparaunarama

deabetoenunflorero.

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Nochebuenaenlamáximaestrechez,enlamayorescasez.TambiénacudenGeorgyElectra.Duranteeste tiemposehanvuelto

inseparables.Andreastraedossillasdelacocina.—Québonitacasa—dicecortésmenteElectra.—Peropequeña—sedisculpaElse.—Elespacioesalgorelativo.—Electra laconsuela.Una ideaqueno

solo ha sacado del seminario de BertrandRussell. Su padre esConradNicholsonHilton,elmagnatehotelero.HayhabitacionesdesobraenlosHilton.Carl entona obstinadamente «Abeto fiel», poniendo énfasis en

«abeto»,nosinamargura.Johnnyoyecantarasuabueloporprimeravez,ledamiedo,llora.Lafamiliaestáunida.Aunquenoalpiedelárbol,síalmenosjuntoa

laramadeabeto,en laqueunavelaseesfuerzaporcrearunambientefestivo.Solofaltauno:Sirius.Selerecuerdaconunminutodesilencio.QueDiosloproteja.Quesu

luzloiluminedondequieraqueesté.Laveladelabetotiembla,comosilaoraciónhubierasidoescuchada.Dehecho, justo en esemomento también Sirius piensa en su lejana

familia.FelizNavidad,lesdesea.¿Volveráaacompañarloselsheriff?No,porfavor,elsherifftambiénenesacasatanpequeña,no.—¡Hansi!—gritalavozseveradeljefedeseccióndeasalto,yarranca

alperrodesuspensamientos.Naturalmente, losWünsche tienenun abeto. Está en el jardín, y no

soloesdecolorverdeenmayo,no, tambiénendiciembredaelmismoverdor.Lafamiliaseponelasbotasysalealjardín.Suesplendorblancoeselmásbelloadornodesusramas.—¡FelizNavidad!—ordenaelcabezadefamilia.Luegohaygansoasado.Otroprivilegiodelquesegozacuandosees

ayudantedelFührer.EnelreceptorpopularderadiosuenaelProgramacontinuodeNavidad.

Empieza con el solemne tañido de las campanas de las catedralesalemanas y, acto seguido, los soldados del frente y los que se hanquedadoenlapatriasedisponenacelebrarjuntoslaNochebuena.—Atención a todos —suena la voz del presentador—. Ahora

escucharemos el testimoniodenuestros camaradasde losmás alejadoscentrosdetransmisión.VoyallamaralpuertoárticodeLiinahamari.

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LoscamaradasdelCírculoPolarresponden,castañeteandolosdientesporelfrío,ysaludanasusfamiliasencasa.—Atención—vuelveaoírselavozdelmoderador—.¡Voyallamara

Stalingrado!LoscamaradasatrapadosenlabolsadeseanfelizNavidad.A continuación se oye la voz de Túnez, Catania, Creta, Marsella,

ZakopaneyelgolfodeVizcaya.—¡Elmundoentero!—seasombraUlrich.—¿Ves?—respondeorgullosalamadre—.PoresoselellamaGuerra

Mundial.Hablan desde la península de Crimea. Como un solo hombre, los

soldadosentonanelvillancico«Nochedepaz,nochedeamor».Elpresentadorestáconmovido.—Todaslasemisorasseadhierenaestedeseoespontáneodenuestros

camaradasalláabajo,aorillasdelmarNegro.«HanacidoelniñodeDios»suenacadavezconmásfuerza,entonado

cadavezpormásbocas.—AhoraestáncantandoenelocéanoÁrtico—celebraelpresentador

—.AhoracantanenelfrentedeRjev.AhoraconectamosconStalingrado.Ahora les sigueFrancia.Ahora cantaÁfrica.Yahora todosvosotros—atruena—.¡Cantad!ElFührerhavueltodesusvacacionesenObersalzberg,yelayudante

Wünschevuelveaestardeservicio.Porelmomento,BlondisequedaenBerghof.¿Quéselehaperdidoal

perroenlasombríacancilleríadelReichcuandopuedeestarjugandoalairelibreconNegusyStasi,losdosterriersdeEvaBraun?Cierto. Pero ahora el Führer no tiene perro, y eso le pone de

malhumor.Amaalosperros.Nadalealegratantocomounperroalquepoderenseñarleahacercosas.Aún se acuerda a veces de Fuchsl, el pequeño terrier que vino

corriendo hacia él en Alsacia cuando aún era un simple soldado depermiso.Fuchsleralistoyestabaansiosoporaprender.Prontofuecapazde treparporuna escalerademano.Un testigodel espectáculo ofreciódoscientosmarcos por el perro. «No lo vendería ni por doscientosmilmarcos», fue la respuesta. Poco después, Fuchsl desapareció

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repentinamente.Lacolumnatuvoquevolveralfrente;elamo,sinperro.Unatragedia.Blondi no es capaz de subir por ninguna escalera. ¿Por qué iba a

hacerlo? Es un pastor alemán, no un payaso de circo.Así cambian lostiempos. Tampoco Adolf Hitler es ya un soldado raso, sino el Führer.Necesita un perro que represente algo. Un perro que represente conorgulloasuraza.AlFührerlegustaposarconBlondienlasfotosoficiales.Ensecreto,

echademenosaFuchsl.—¡Ah, Fuchsl! —suspira nostálgico el Führer—. Tráigame el

mapamundi,Wünsche.Wünschetraeelmapamundi.ElFührerdeslizael índiceporAlsacia

mientras murmura nombres de localidades de tiempos pasados hacemucho:Sundgau,Mülhausen,Schiltigheim.—¡Aquí!—exclama—.¡Horndorf!Allífuedondeloperdí.Wünsche guarda un silencio comprensivo. Se pregunta en serio si

Hansi, elperro sinamo,podría serFuchsl, quehubiera ido caminandolentamentedeHorndorfaBerlínenbuscadesuamo.No,paraesoHansideberíatenerahora,unmomento,treintaaños.Imposible.¿Ono?—Treintaaños—seatreveadecirWünsche—.Talvezaúnviva.—Absurdo—gruñeelFührer—.Nosabeustednadadeperros.Wünsche,envozbaja:—Tengouno.—¿Ah,sí?—diceelFührer—.¿Quéclasedeperro?WünschedescribeaHansi.Lapelambrehirsuta,conmanchasblancas

ymarrones,lasvivacesorejas,ellargohocico,elalegrerabo.—¡ComoFuchsl!—exclamaconmovidoelFührer.Con todo respeto,Wünsche sepermiteobservarque elmariscaldel

ReichenpersonaencontróqueHansierabueno,remitiéndoseasuárbolgenealógico,queseremontaríahastaelsigloXII.—Mis respetos—dice el Führer—. Traiga por aquí aHansi cuando

tengaocasión.¿HaoídobienWünsche?¿AdolfHitler,elFührerdelpuebloalemán,

elgeneralmásgrandedetodoslostiempos, lehahabladoenprivadoaél,ErwinWünsche?¿Deunamigodelosperrosaotro,porasídecirlo?Elpecholetiembladeorgullo.Hansideberecibirunahermosarecompensaacambio.Elcocinerose

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despistaycogeungrantrozodesalchicha.SalchichadelFührer.Seloentregasolemnementeporlanoche.—QueridoHansi—empiezaelencargadodesulaudatio—.Tunombre

hasalidohoyacolaciónenunaconversaciónconelFührer.Gertrudsecubre,incrédula,elrostroconlasmanos.—ElFühreryyo—prosigue—hemoscharladoacercadeti.Recalco:

charlado.TúnoshasacercadoalFühreryamídesdeelpuntodevistahumano.Recalco:humano.Enagradecimiento,desenvuelvelasalchichaylaponealospiesdel

perro.Ulrich y Rudi se quedan mirando hechizados a su padre, que de

prontoadoptadimensioneshistóricas.ElFühreryyo.Tambiénmiranconotrosojosalperro.Eselhéroedelajornada.—¡Y ahora viene lo mejor! —dice el padre—. ¡El Führer quiere

conocerteenpersona,Hansi!Gertrud expresa su asombro dejando caer la mandíbula y

quedándoseconlabocaabierta.Sinhabla.Elperroconelquenadiesabemuybienquéhaceresdeprontoun

huéspedbienvenidoenelcuartelgeneraldelFührer.Tiene la palabra el doctor Joseph Goebbels, ministro de Educación

Popular y Propaganda. Se dirige al pueblo alemán desde el Palacio deDeportesdeBerlín:—El pueblo alemán —dice— tiene que defender sus bienes más

sagrados, sus familias, sus esposas y sus hijos, la belleza y laintangibilidad de su paisaje, sus ciudades y pueblos, la herenciabimilenaria de su cultura y todo lo que hace que la vida sea digna devivirse.Luegoseponefurioso.ConlosloresyarzobisposdeLondres,conel

bolchevismo internacional, con el judaísmo aparentemente civilizado,conlaagresióndelaestepacontranuestrodignocontinente.Contodo.—Yo os pregunto—ruge Goebbels—, ¿queréis la guerra total? ¿La

queréis, si es necesario, más total y radical de lo que hoy podemosimaginarlasiquiera?Larespuestaesunrugiente«¡Sí!»quesaledemilbocas.Unaplauso

huracanado.

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Se emite la alocución por radio, es decir, en palabras del orador:«Millonesdepersonasestánunidasanosotrosatravésdelasondasdeléter».TambiénelCírculo.—Ahorasehanvueltolocos—diceelcondeVonStudnitzmoviendo

lacabeza.—Acabamosdeoíraldiablo—declaraBennoFritsche—.Mefisto.—El portavoz del diablo —exclama Bloomfield—. ¡El verdadero

diabloesHitler!Siriussesobresalta.Aúnconservaenlanarizelaromadelasalchicha

que se ha tomado. ¿Era la salchicha del diablo? ¿Quiere el diabloconocerloenpersona?Unescalofríolerecorreellomo.El profesor Wundt ya no aguanta más sentado en el sillón, va

nerviosodeunladoparaotro,inquietoporelnauseabundodiscurso.—Ahorahayqueactuar—dice—.¡HayqueeliminaraHitler!Pero¿cómo?Bloomfieldhablade losplanesdelCírculodeHeiding,

con el que mantienen amistad, de matar a Hitler a tiros. También seconsideralaposibilidaddeunabombaquehagasaltaralFührerporlosaires.—Solonosfaltauneslabónenlacadena,pordesgraciaeldecisivo—

diceBloomfield—.UninformantepróximoaHitler.UnhombrenuestroenelcuartelgeneraldelFührer.¿Podríasertambiénunperro?CuántolegustaríaaSiriuspodergritar

ahora:«¡Aquí! ¡VoyaconoceralFührerenpersonapronto!Mehadadounasalchicha.Quizáyopuedaayudaros».Peronopuedehablar.Aúnno.Excitado,saltaalpianoyaporrealasteclas.—¡Quierecomunicarnosalgo!—exclamasorprendidoBennoFritsche.El Círculo escucha en tensión, mientras el profesorWundt traduce

letraaletra.—Hitler.Salchicha.—Susprimeraspalabras—susurraconmovidoelcondeVonStudnitz.—¿Quépuedensignificar?—preguntaBloomfield.Los hombres se recuestan, conspirativos, en sus sillones, encienden

suscigarrosycavilan. ¿Hadeentenderse laafirmacióndelperrocomoun comentario referidoa lapersonalidaddel Führer, en el sentido,porejemplo,de«salchichero»?

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—Tendría razón —dice el conde—. Pero hay que añadir que unsalchicheropeligroso.Naturalmente, también cabría imaginar que aquellas palabras

tuvieranuncontenidosimbólico,comounpoemaenelque«salchicha»fuera«lodignodeaspiración»,«laliberación».¡LibéranosdeHitler!—Desdelaperspectivadeunperrotienesentido—suponeelprofesor

—. Tengan ustedes en cuenta que pronunció esas palabras cuandoestábamoshablandodelatentadocontraHitler.—O simplemente Hitler le importa al perro una salchicha —dice

Bloomfield.Fritschesesobresalta:—¿Cómo? ¿Cómo podría ese criminal importarle una salchicha a

cualquierpersona?—Tansolodigo—tranquilizaBloomfield—quenoesposibledejarde

analizartodoslosposiblessentidos.Sirius se siente incomprendido. Hay una cosa clara: tiene que

aprenderaúnmásdeprisaaexpresarseconclaridad.En Hollywood, el destino vuelve a dar un giro favorable. La feliz

situaciónladesencadenaElectra.Sencillamente,electriza.—HazalgoporlosCrown,papi,¿vale?—lehapedidoasupadre.En realidad, ConradNicholsonHilton tiene la cabeza en otra cosa.

AcabadecomprarelWaldorfAstoriayelPlazadeNuevaYork,lasdosjoyasdelacorona,yconellasquiereconvertirseenelreydeloshotelesdeEstadosUnidos.Además,acabadecasarseconZsaZsaGabor,loquetampocoesuna tarea fácil.Esasdospersonasqueno logransuperar lapérdidadesuperroledanbastanteigual.—¡Hazlopormí!—suplicaElectra—.¡Porfavor!Su sonrisa ha hechizado ya a filósofos y ahora se demuestra que

inclusolosreyesestánindefensos,pornohablardelospadres.—Dejade sonreír—diceHilton—. Sabes perfectamente que cuando

sonríesnosénegarmeanada.Estábienasí.DemodoqueCarlCrowntrabajaahoradeconserjeenel

recién inaugurado hotelHilton The Townhouse, en BeverlyHills. Haninventado para Rahel el puesto de dama de atención. Recibe a loshuéspedesylosatiende.LosCrownviventambiénenelhotel.

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Crown lleva un uniformede color burdeos con borlas doradas y lagorraajuego.Rahelllevaunvestidodelmismocoloryunablusaconelescudodelhotelbordado.Elsenoestápreparadaparaestocuandovaavisitarasuspadrespor

primeravez.Alverlos se le llenan losojosde lágrimas.Vera supadreerguidobajosugorrayasumadreatendiendoalagenteconunescudoenelpecho...esdesgarrador.—Lo sé —Crown sonríe—, parezco una berenjena en el casino de

oficiales.—¡Tenéisunaspectoestupendo!—exclamaElse—.Comoenelcine.

MadeinHollywood.—Dehecho, es como en el cine—diceRahel—.Nos hanpuesto de

patitas en la calle y de pronto vivimos en un palacio con ciendormitorios.Crownasiente,valeroso.Lapuerta giratoria sepone enmovimientoy entraunhombreque,

conmiradaexperta, sondea lazonaenbuscaderostrosconocidosparadespuésdirigirseaCrownconlosojoscomoplatosylosbrazosabiertos.—¿Aquiénveoaquí?—exclama.Es JohnClark.De caminoalbar,naturalmente. Se suponequees el

mejor de la ciudad. Mira con el ceño fruncido a ese Crown de colorburdeos.—¿Es este el nuevo uniforme de los ángeles de la guarda? —

pregunta.—Al contrario —responde Crown—. Le debo este uniforme a mi

ángeldelaguarda.Clarksequedaperplejo.—Tienesqueexplicarmeeso.Let’sgoandhaveadrink!Crownentraenelbaralterminarlajornada.Estárealmentecontento

depoderabrirsucorazónasuamigodelosbuenosyviejostiempos.Bien.ElcircodeFlorida.Manziniylamáquinadeltiempo.Elturco.

Berlín.Hércules.Hitler.Hilton.JohnClarktratadeseguirle.—Oh, cielos —dice—, no lo comprendo. Quizá esté ya demasiado

borracho.—¡HérculesestáenBerlín!—gritaCrown.—Tonterías—respondeClark—.Estoy rodandounapelícula con él,

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quetranscurreenelantiguoEgipto.HérculesyCleopatra.—¿Cómo?—exclamaCrown—. ¡JackWarner,maldito cerdo! ¡Esees

sudoble!—¿Eldobledequién?—preguntaJohnClark.Aveceslavidaes,sencillamente,demasiadocomplicada.El Führer ha superado la aniquilación del Sexto Ejército en

Stalingrado.Vuelveaestardemejorhumor,sobretododespuésdehaberaplastadolasublevacióndelguetodeVarsovia.Asíque¿porquénolellevaalperro,cuandoseaoportuno,talcomo

hapropuestoelpropioFührer?WünscheleponelacorreaaHansiyGertrudlocepillaparaqueesté

guapo.ElpaseohastaelcuartelgeneraldelFührertienelugaralaluzdelsol.

Senotaqueseacercalaprimavera.Losprimerosárbolesestánbrotando.Wünsche permite al perro detenerse con calma en los troncos: debepresentarse ante el Führer con la vejiga vacía. Nada de meteduras depata,porfavor,tansololevantarla.ElFühreryaestásentadoasuescritorio.Lasmanosseapoyanenla

taraceadeébano,querepresentaunaespadadesenvainada.—¡Miraquéperrito!—exclamaalegremente.—MiFührer,mepermitopresentarleaHansi—saludaWünsche.ElFührerseincorporayledaunaspalmadasenelcuelloalperro.—Perritobueno—repiteunayotravez—.Bueno,vamosaverquées

loquesabeshacer,Hansi.Lequitalacorrea,seponedirectamentedelantedeHansi, levantael

dedoíndiceyordena:—¡Siéntate!Hansisesienta.—Perrito bueno —dice él. Luego, señala con el dedo su sillón y

exclama—:¡Hop!HansisaltaalsillónyseinstalaenelescritorioanteelqueelFührerse

encontraba sentado hace unmomento. Pone la pata demanera teatralencimadelaespadadeébano.ElFührersetronchadelarisa.Elperrotieneunasensaciónrara.Eseeselhombredelquellevatoda

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lavidahuyendo.Elmismoquehaprendidofuegoasumundo.Ahorasesientafrenteaélyjuegaconfuego.Unjuegopeligroso.Lapuertadelaantecámaraseabreyelsecretarioanuncia:—¡MiFührer,elalmiranteCanaris!Canaris,eljefedelserviciodeinteligenciamilitar,entraenlasalayse

queda perplejo al ver a un perro sentado al escritorio, y ademásadoptandolaposedelFührer.—¡Tranquilo,noesungolpedeEstado!—dice elFührermuertode

risa.—Está bien —responde Canaris, sin mover un músculo—. Traigo

novedadesimportantes.ElFührervuelveatomarasiento,conelperroasuspies.—Tenemosinformación—diceCanaris—dequelainvasiónaliadano

vaaseratravésdeSicilia,comopensamos.—¿NovaaseratravésdeSicilia?—seasombraelFührer—.Entonces

¿pordónde?—Entrarán por Cerdeña —dice Canaris—. Tenemos que retirar

nuestrastropasdeSiciliayestacionarlasenCerdeñadeinmediato.—¿Quéclasedeinformaciónesesa?—preguntaelFührer.—Unmaletín—diceCanaris—.Colgabadeunacadenayestalohacía

deunhombre. Su cuerpo fue arrojadopor elmar a tierra en el surdeEspaña.Elhombreeraunmayordelainfanteríademarinabritánica.Losdocumentossoninequívocos:Cerdeña.—¡Demonios!—exclamaelFührer—.Esunahistoriaincreíble.—Losé—diceCanaris—.Increíble,perocierta.ElFührergolpealamesa,indignado.—Así que—ruge— los señores Eisenhower yMontgomery quieren

tomarnosportontos.QuierenquepensemosqueyaestánenelnortedeÁfricayquesololesquedaunsaltohastaSicilia.¡Quéevidente!Seguroquelosalemanespicamoseseanzuelo,¿eh?EnvezdeesodesembarcanenCerdeñayseríenennuestracara.¿Esasí?—Asíes—diceCanaris.—Muybien—gruñeelFührer,convoztemblorosaymalignaalegría

—.¡Sevanaenterar!¡EsperaremosaesoscaballerosenCerdeña!ElalmiranteCanarissaludamilitarmente.—¿Cuáleslaorden,miFührer?—OrdenalmariscaldecampoKesselring.¡Movimientodetropasde

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SiciliaaCerdeña!EinformedetodoelloaMussolini.PorfinSiriustienealgoemocionantequecontarelmiércolessiguiente

y,porsuerte,yasabecómocontarlo.Hahechoprogresosconelpiano.ElCírculo intuyeque elperro revientadenovedades,porqueno se

sientacomodecostumbreentrelosreunidos,sinoqueselanzadirectoalinstrumento.«HeestadoenelcuartelgeneraldelFührer—teclea—.ConHitler.»—¿ConHitler?—exclamaelprofesor,comoheridoporunrayo—.No

puedocreerlo.«ConHitler—confirmaSirius—.Enpersona.»Enunstaccatodelaspatasdescribeelencuentro.ElCírculoloescucha

con devoción, como si un médium en trance estuviera estableciendocontactoconelmásallá.De pronto, el Führer habla a través de Sirius. Las palabras que

muevenelmundotraslosgruesosmurosdelacancilleríadelReich—enestrictosecreto—encuentranuncaminomaravillosoatravésdelosoídosdeunperro,yluegodelasteclasdeunpiano.Elenemigoescucha.Canaris.Sicilia.Cerdeña.TedBloomfieldescucha.RuegaabsolutaprecisiónaSirius.—Elmásmínimodetalleesimportante—dice—.¡Estoessensacional!Sirius habla del mayor británico muerto que sacaron del mar en

Huelva,delmaletíncolgandodeunacadena,de losdocumentoscon lainformación:invasióndeCerdeña.—¿Ybien?—preguntaexcitadoBloomfield—.¿Reacción?Orden.Tropas.Cerdeña.—¿Enserio?—exclamaBloomfield—.¿SalirdeSicilia?Siriusloconfirma.Orden.Tropas.Cerdeña.Bloomfieldseponeenpiedeunsalto,alzalosbrazosalcieloyjalea:—¡Victoria! ¡Victoria!Ha funcionado. ¡Ha funcionado! ¡Laoperación

Mincemeathafuncionado!—¿Qué ha funcionado? —pregunta desconcertado el conde Von

Studnitz.TambiénFritscheyWundtsemiranperplejos.Bloomfieldaúntienequerecuperarse.Noeslaprimeravezquesabe

máscosasqueelrestodelCírculo.Nopuedecontarlesexactamentepor

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qué,comosiempredice.Perosegúntodoslosindicioshayunhilodirectoentreélyelserviciosecretobritánico.—La operación Mincemeat —explica—, el mayor muerto, es una

añagaza.Unamaniobradedistracción.ElMI5lohaideadotodo.Todoslosdocumentossonfalsos.DebenllevaraHitlerhastalapistafalsa.—AsíqueenrealidadvaaserSicilia—sedacuentaBennoFritsche—.

YahoraHitlerestáretirandosustropas.—Nopuedocontarnadamás—diceBloomfield,conairesignificativo

—.Solounacosa.Lagrancuestiónera:¿lellegarálanoticiaaHitler?Ysilo hace, ¿se la creerá? Ahora, gracias a Sirius, la pregunta se puederesponderconunsí.EstovaagustarlemuchoaChurchill.Siriusestáorgulloso.SunoticialevaagustaraChurchill.Nosoloha

conocidoenpersonaalFührer, sinoqueahora lohapuestoenpersonacontra las cuerdas. La verdad es que a él le parece que no se puedeesperarmásdeunperritojudío.Aldíasiguiente,elprimerministrobritánicorecibeuntelegramacon

laspalabras:«Mincemeattragadoporcompleto».—¿Cómolosabemos?—preguntaChurchill.«Deunafuentesegura—responden—.Tenemosunespíajustobajoel

escritoriodeHitler.»—¿Cómo?—Churchillsesorprende—.¿Enserio?«Enserio—contestan—.Unmicrófonoviviente.Unperro.»—Uncombatientedelaresistenciadecuatropatas—diceChurchill,y

sonríe—.Unperroenlacuevadelleón.Valientemuchacho.Sirius,no,Hansivisitadesdeentoncesregularmentelacancilleríadel

Reich. El Führer se ha encaprichado con el perrito, tal como dice élmismo.Le gusta tener siempre aHansi a su alrededor.Mientras tanto,también Bormann, su lugarteniente, y Ribbentrop, su ministro deExteriores, se han acostumbrado a que el perrito asista a susdeliberaciones.Cuando llega la noticia de que el Afrikakorps se ve obligado a

capitularenTúnez,enmitaddelaconferenciademayoalaquetambiénasisteelmariscalRommel,elFührerpideaHansiquesepongadepie.—¡Mire,Rommel!—diceentusiasmadoelFührer.—NosésiesoserádegranayudaparanuestrossoldadosdeÁfrica—

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diceRommel—.Siempredijequedebíamosretirarnosaldesierto.—A mí me ayuda —responde el Führer—. ¡Tome ejemplo del

optimismodeesteperro!RibbentropyRommelsemiranperplejos.El Führer llega incluso a pedir consejo al perro sobre asuntos

militares.Enlareunióndesituacióndejunio,elmariscaldecampoVonMansteinestápresente,ysehablasobrelaoperaciónCiudadela.SetratadeatacarlaciudadrusadeKursk.LaúltimagranofensivaposiblecontraelEjércitoRojo.ElEstadoMayorlodesaconseja.ElFührersevuelveaHansi:—¿Quéopinastú?—pregunta.Elperromuevelacola.ElFührerleprestaoídos,ylamayorbatallade

tanquesde laHistoriaseponeenmarcha.Elejércitoalemánse lanzaarecorrerelinfierno.Enjulio,losaliadosdesembarcanenSicilia.Oseaquenolohacenen

Cerdeña. Han engañado a las tropas alemanas. La Fortaleza Europaempiezaatambalearse.Mussoliniesapartadodelpoder.El Führer está deprimido. Entretanto, hasta sus más íntimos

colaboradoresalbergandudasrespectoala«victoriafinal».SoloHansilebrindaconsuelo.—Perritobueno—diceelFührer—.Túsímeentiendes.Ereselúnico

quemeentiende.Si él supiera. De hecho, el perrito le entiende, palabra por palabra.

Todos losmiércoles hay lección de piano y el Círculo se entera de lasúltimasnovedades.Deesemodo,alfinal,ChurchilltambiénentiendealFührer.Enagosto,Siriusadvierteacercadelallamada«armamilagrosa»,un

cohete tipo V2 que se está preparando en el campo de pruebas delejércitoenPeenemünde.Lafuerzaaéreabritánicabombardeaenseguidaesosterrenos.En septiembre, Sirius anuncia la ocupación prevista de Roma. El

nombreenclavedeestamaniobraesoperaciónAchse.Pero losaliadosnologranimpedirelsecuestrodeMussolini.En octubre, Sirius logra el mejor de sus golpes: informa sobre la

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operación Capricornio. Bajo ese nombre en clave tienen lugar lospreparativosdelbombardeodeLondres,planeadoparaenero.La fuentedelcuartelgeneraldelFührerborboteasincesar.Siriusse

haconvertidoenelespíamásimportantedelosaliados.Cuando Churchill se reúne en noviembre en El Cairo con el

presidentedeEstadosUnidos,Rooseveltpreguntaconcuriosidad:—¿Quiénesenrealidadesesuperespía?Churchillresponde:—Sevaustedareír.Unperro.EnBerlín.Rooseveltfrunceelceño.—Unmomento. ¿Unperro enBerlín? Entonces creo que sé cuál es.

Solopuedeseruno.¡Hércules!SiriusestáescribiendolaHistoriaUniversal.Y, entretanto, lo hace a toda prisa. Sus patas se deslizan todos los

miércolesliteralmentealadassobrelasteclas.Yanohaystaccatoalguno,sinomoltofurioso.CuandolaseñoraZinkevuelveaencontrarseconBennoFritsche,está

muyimpresionada.—¡Hoyhatocadoustedalgoespecialmentehermoso!—lereconoce—.

¿OtravezBeethoven?—¿Quévaaser,sino?—respondeFritsche,conelmásencantadorde

susguiños.Peroentonces.A los servicios de inteligencia alemanes no se les ha escapado que

tienequehaberunafugadeinformaciónenelcuartelgeneraldelFührer.UnagujeroterribleporelqueseescapanlossecretosdeEstado.¿Dóndepuedeestar?Ysobretodo:¿quiénpuedeser?ElalmiranteCanarisconvierte la investigaciónenprioridadnúmero

uno. Como todo lo que se plantea en el mayor secreto en las altasinstancias,laacciónnecesitaunnombreencubierto.¿Cuálpodríaser?ElFührer adora los nombres del mundo animal. Operación Capricornio,plan Gaviota, operación Zorro Polar. ¿Por qué no «operación Hansi»?Suenabien.Por supuesto, ni la sombra de una sospecha recae sobre el perro.

¿CómovaunanimaladifundirsecretosdeEstado?

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Más bien es su amo el sospechoso. ¿No empezó el espionajeexactamenteenelmismomomentoenqueErwinWünscheseincorporóal servicio? Para ser sinceros: también Traudl Junge, la secretaria delFührer,empezóatrabajaresemismodía.YJuliusManti,elnuevojefedelaescoltadelFührer.Canaris se rompe la cabeza. Antes no había ninguna fuga y desde

entonceslahay.Asíqueunodelostreseseltraidor.Punto.Menosmalque élmismo se encarga de la investigación, de lo contrario no habríaresultadostandeprisa.—Mi Führer —dice—, aquí tiene mi informe sobre la operación

Hansi.Presenta los nombres de los tres sospechosos. Traudl Junge queda

descartada. No estaba presente durante los informes de situación.TampocoelpotencialinfractorMantientraenconsideración.Soloestuvopresenteaveces,asíquenopuedehaberloreveladotodo.QuedaErwinWünsche.—Cierto—dice el Führer, con el recelo oculto en la voz—.Ese tipo

siempreandabaporaquí,conelpretextodequeeraelamodelperrito.—Para ser sinceros —objeta Canaris—, debe estar presente. Es su

ayudantepersonal,miFührer.—Escierto—piensaenvozaltaelFührer—,peroesetiponuncame

gustó.Ocultaalgo,es traicionero,senotaenseguida.Elperronoencajaconél.Hayalgoquenofunciona.—Ya ve, mi Führer —ratifica Canaris—, su instinto nunca le ha

engañado.—¡Hagaejecutaraesehombre!—ordenaelFührer—.¡Enelacto!—¿Ejecutar? —se sobresalta Canaris—. ¿No necesitamos pruebas

inequívocas?—Mi instinto es suficiente prueba paramí—responde el Führer—.

Perobien,comousteddiga.Hagapasaraesehombre.A Wünsche lo llevan a presencia de Hitler, flanqueado por dos

oficialesdelasSSdeladivisiónTotenkopf.—¡MiFührer!—saludaWünsche.—¡Mi Führer! —se burla el Führer—. ¡Deje ya sus hipócritas

gimoteos!Wünschetiembla.—¡Ha traicionado nuestro Reich al enemigo! —brama el Führer—.

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¡Roma!¡Peenemünde!—¿Peenemünde?—preguntaWünsche,pálidocomouncadáver.—¡Peenemünde! —sigue tronando el Führer—. No se haga el

inocente.¿Porquiénsupieronlosinglesesqueestábamosconstruyendo,¡bajotierra!,cohetesallí?¡Porusted,naturalmente!—¿Pormí?—preguntadesanimadoWünsche.—¿Porquiénsino?—leincrepaelFührer—.Enrealidad,tendríaque

ordenarqueloejecutaranporaltatraición.PeronoquierohacerleesoaHansi. Canaris, lleve a este hombre al campo de concentración dePeenemünde.¡Allíesdondedebeestar,contodasufamilia!Canaris:—¡Alaorden,miFührer!—¿Yelperro?—balbuceaperplejoWünsche.—¡Sequedaconmigo!—dice,feliz,elFührer.AhoraSiriuseselperropersonaldelFührer.Vayaungirodeldestino.¿Deberíaestaragradecido?Siriuscavila.En

adelante,precisamenteelhombredelqueemanaelmayorpeligroparaelmundoenterovaasersuprotector.Unaideainquietante.Porotraparte:esmejorquequiencaminaporelinfiernotengadesu

partealdiablo.¿Oesoessolounajustificaciónparaunpactoconél?Sirius se sientedemasiadopequeñoparapreguntas tangrandes.Lo

únicoquequiereessobrevivir.Elmenú—nopuedenegarlo—formapartedelasventajasdelavida

enelcuartelgeneraldelFührer.Apesardetodaslasleyendasquecorren,este no es un vegetariano estricto. Adora las salchichas blancas y lospasteles de caza. En todo caso se prohíbe muchas de esas comidasporquetemelosgases.Sinembargo,ladietacrudaquetomaensulugardehechoproducegases.Uncírculoinfernal.Así que la carnedel platodel Führer suele ir a parar al cuencodel

perro.Yelperritosealegra.Sirius interpreta tanbienelpapeldeHansiqueHeinrichHoffmann

entra en escena. Es el fotógrafo personal del Führer. El perro es unmotivoexquisito,sinduda,traeunpoquitodesolalasombríacancilleríadelReich.PorfinSiriusvuelveaestarantelascámaras.Lodisfruta.Otra ventaja que tiene el Führer es su búnker. Cuando llueven

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bombas sobre Berlín —y eso viene ocurriendo a lo largo de tododiciembre—,enelcuartelsubterráneonosenotanada.Elperro tienepermisopara acompañarle, naturalmente. Se tiende a

los pies del Führer. También están los miembros más próximos delEstadoMayor, así como el personal. Cada uno con sus pensamientos.Siriusseacuerdade lasnochesenquevagaba indefensopor laciudad,bajo la lluviadebombas.Ahoratieneuntechosobresucabeza, inclusounodehormigón.A lamañana siguiente llegan, en cadaocasión, las terriblesnoticias.

LaIglesiaMemorialestáenllamas,eljardínzoológicohasidodestruido,losalmacenesdelOesteyanoexisten.Entretanto,granpartedelaciudadestáenruinas.InclusoenNochebuenalos inglesesbombardeanBerlín.Elambiente

enelbúnkeresenconsecuenciadeprimente.Krause,elayudadecámara,leanudalacorbataalFührer.Kempka,elchófer,tararea«Nochedepaz,noche de amor». Irma Zeisse, la cocinera dietética, ha decorado unarbolito. Tiembla cuando en la ciudad, por encima de sus cabezas, latierratambiénlohace.El Führermira furibundo al vacío. Su rostro ni siquiera se ilumina

cuandoabreelregalodeNavidaddeJosephGoebbels:docepelículasdeMickeyMouse.Sindudadice:«¡Vaya!»,yGoebbelsanotaensudiario:«Sealegra,y

está muy contento con ese tesoro», pero la verdad es que no estácontento.Quierelavictoriafinal.Sealegraríaconeso,soloconeso.HérculesyCleopatraseestrenaenHollywood.El espectáculo es tan lamentable que al terminar el pase los

espectadoresprendenfuegoasusentradasylastiranalataquilla.El crítico de The Hollywood Reporter escribe: «Uno lamenta que no

hubiera coches en el Antiguo Egipto. O cualquier otra tecnología quepermitieraatropellaraunperro».ElcríticodeTheNewYorkTimestansolotitula:«Cavecanem!».Carl Crown hojea complacido los periódicos y constata que Sirius

sigue siendo el rey de Hollywood. Su sucesor ha fracasadomiserablemente.EstáviendoaJackWarnertirarsedelospelos,desesperado.Hércules

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esinsustituible.Peroesanoeslarazónporlaquelafamiliaestádefiesta.Hay novedades importantes: Georg ha adoptado la ciudadanía

estadounidense.Yanoesalemán,sinonorteamericano.Eso hay que celebrarlo como es debido. Hay una mesa lista en el

Rondó,elrestaurantedelhotelHiltonTownhouse.Lamesaestápuestaparaochopersonas.Carl,Rahel,Else,Andreas,

GeorgyElectratomanasientoaella.Faltandoshuéspedessorpresa.Ahí vienen. ConradNicholsonHilton y ZsaZsaGabor en persona.

Ellallevaenbrazosasupinschercolormelocotón,Caruso.—¡Papi!—gritaradianteElectra.—Hola,cariño—respondesonrientepapáHilton,ysedejacaerenla

sillaquehayalacabeceradelamesa,comosifueralomásnatural.—¡Míster Hilton! —saluda reverente Crown. Al fin y al cabo, ese

hombre es el jefe de un ejército de uniformados de color burdeos, yCrownesunodeellos.—Conny—corrigeconamabilidadHilton.Pide champán para todos. Los reunidos se miran confusos, con la

excepcióndeGeorgyElectra,queobviamentelosabenporanticipado.—Conny—diceGeorg,ylevantasucopa—,ayerpedílamanodetu

hija...Electraseríenerviosa.—Eres el rey de América —continúa Georg—. Quiero a tu hija.

Quierocasarmeconella.Ytúhascontestado:«Deacuerdo».Elgrupoestallaenjúbilo.Rahelocultasuemocióntrasunpañuelo.Conrad Hilton se levanta, imponente, como uno de sus famosos

hotelesdeManhattan.—Mi abuela —dice— se apellidaba Laufersweiler. Era una mujer

sencilladeDörrebach,unpueblode campesinosdelHunsrück.Por lasvenasdenuestrafamiliacorresangrealemana.»Pero—continúa,ydaunpuñetazoenlamesa—.Hitlerhadestruido

mis raíces alemanas. Hitler es nuestro enemigo. ¡Debemos ganar laguerra!—Conny—asegura,animado,Georg—,tehejuradoquelucharé.Por

amoratuhija:iréalaguerra.Y,cuandolahayamosganado,Electrayyonoscasaremos.—Okay—respondeConny—.Apresúrate.

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—¡Cuídate!—advierteZsaZsa.Al día siguiente, George Crown se alista como médico militar

voluntarioenel9.ºEjércitodelasfuerzasdecombateestadounidensesenEuropa.La situaciónde las tropasalemanases cadavezmás sombría.Enel

frenteorientalseprevéunacatástrofe:elGrupodeEjércitosamenazaconderrumbarse,másdeunmillóndesoldadoshanperdidoyalavidaylosrefuerzosnosonmásqueniñostemblorososdeuniforme.—¡Basta ya de este absurdo derramamiento de sangre! —exige el

tenientegeneralBamler.Enelsur,losaliadoshanavanzadoyahastalaItaliacentral.Elejército

alemánsebateenretirada.RugelabatalladeMonteCassino.En el oeste, el mariscal Rommel hace todos los preparativos

necesariosparalaaperturadeunnuevofrente.SecuentaconlainvasióndeFranciaporpartedelosaliados.El Führer espera un milagro. Solo un milagro puede ya salvar

Alemania.—¿Quédicenlosastros?—pregunta.HeinrichHimmlersesientealudido.Siempreestodooídoscuandose

trata de mística. No se le nota. Solo se le conoce como el sobrioReichsführer SS, el encargado de la Solución Final, que se esfuerza enmantenerloshornosdegasencendidosenmediodelaguerra.—¿Los astros?—responde Himmler—. Habría que preguntar a los

astrólogos. Pero ya no están vivos. Por orden suya, mi Führer, si mepermiterecordárselo.—Sí, sí —dice con gesto de desdén el Führer—. Con razón.

Envenenaban el almapopular alemana con su eternopesimismo. Pero,quiénsabe,quizálosastroshayancambiadodeopinión.—Hayun tipo—murmuraHimmler,comosi tuvieraquehurgaren

sumemoria buscando el nombre—.Un tal profesorWulff.Hice que lometieran en el campo de concentración de Fuhlsbüttel. Iré a visitarlo,quizásigavivo.ElprofesorWulffcontinúavivo.YHimmlerlosabemuybien.Recibe

unodesushoróscoposunavezalmes.Inclusosehaencargadodequeelastrólogopuedasalirdelcampobajoestrictavigilanciaparaprestarsus

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servicios como colaborador científico del altomandode la armada. Ensecreto,aespaldasdelFührer.El alto mando da trabajo a un departamento que, recurriendo a

fuerzas sobrenaturales, debe rastrear las flotillas de submarinos de lamarina enemiga. En él trabajan videntes y adivinos. Un día tras otro,hacenoscilarsuspéndulossobrelascartasmarinas.Tambiénserecurrealaastrología.Enseguida, el profesor Wulff se presenta ante el Führer. Es

corpulento, viste con refinamiento y lleva un monóculo. El Führer sehabía imaginado al presodel campode concentraciónunpoco, bueno,unpocomásmiserable.—Levaaustedbien,segúnveo—diceelFührer.Vuelveaasaltarlela

desagradable sensación de que no debería confiar demasiado enHimmler.Peroeseesotrotema.—Graciasporllamarmeasupresencia.—Elprofesorserefugiaenla

poesía—.Predestinadaporelcursodelasestrellas,¿quéteimportaati,estrella,laoscuridad?Nietzsche.—Elcursodelasestrellas,sí.—ElFührersequedaconlafrase—.De

eso exactamente quería hablar con usted. ¿Está el ejército alemán bajounabuenaestrella?¿Cuálessonlossignos?Elprofesor sehapreparadobien:despliega elmapa estelar, coge el

compás, traza círculos en torno a los planetas con movimientosexagerados,señalaespecialmentelosnodoslunares,consideralalatitudylosdatoshistóricos.RealizaunaadvertenciaencontradeMarte,felicitaaSaturno.ElFührerleinterrumpe:—Deje toda esa cháchara —ladra—, solo quiero saber una cosa:

¿vamosaganarlaguerra?Difícilcuestión.Naturalmente,elastrólogosabequesirespondecon

malasnoticiasselecastigaráconlamuerte;silohaceconbuenas,quizáselerecompenseconlavida.Seacomofuere,cualquierprofecíacaerádemanera irrevocable sobre sus espaldas en cuanto se revele equivocada.¿Quéhacer?ElprofesorWulffvuelveaintentarganartiempo.—Tieneustedunperronuevo,¿verdad?—pregunta.ElFührerestáperplejo.—¿Cómolosabe?

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Wulffseñalalacartaastralydeclarasolemnemente:—ElCanMayorestáensusigno.Puedeverloconclaridad,aquíestá

Sirio.Comosi lehubieran llamado,Siriusasoma lacabezapordebajodel

escritorio y levanta las orejas cuando se pronuncia su nombre. ¿Estánhablandodeél?—¡Love!—gritaelprofesoralveralperro—.Noestáensuvidapor

casualidad.Losastrosloquierenasí.Élessudestino.—¿Midestino?—preguntaelFührer.—Asíes—respondeelprofesor—.Yalosantiguosegipciosprestaban

oídosalaadvertenciadeSirio.Cuandosealzabaenlabóvedaceleste,eraelsignodelacrecidaanualdelNilo.Lossumerioslovenerabancomo«elquesurcalosmares».Adviertedelpeligroquevienedelasaguas.—¡La invasión de Francia! —adivina el Führer—. ¡Me está

advirtiendo!—Leestáadvirtiendo—confirmaelprofesor.—¿Ybien?—preguntaatemorizadoelFührer—.¿Habráunmilagro?Elprofesorsacaelmonóculoyvuelveaexaminarlacartaastralconla

mayorconcentración.—Veoindiciosdeunmilagro—dice.—¿Dónde?¿Dónde?—preguntaelFührer.—Aquí —dice el profesor, y rodea Marte con el dedo—. Está en

constelaciónconSirio.SegúnPtolomeo,esosignificapeligromortal.—¿ParaelFührer?—sesobresaltaelFührer.—El mayor peligro—confirma el profesor—. Pero también veo un

milagroenlosastros.ElFührerestácompungido.Vacilaentrelafuriainconteniblehaciala

chusma que quiere atentar contra su vida y el agradecimiento a losastros,quelehanadvertido.Elastrólogoinsisteconlacabezagachaenlarevelación,sentimiento

que acaba ganando la partida. Tiene suerte y le dicen que puedemarcharse.Aliviado,sesecaelsudordelafrente.Hasobrevivido.Naturalmente,

enlacartaastraltambiénseveíaquelosdíasdelFührerestáncontados,inclusoeldíaexacto,peroesoselohacallado.Lasestrellaslosaben.

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Así que ahora todovuelve agirar alrededorde laguerra, la guerra

total.SiemprequeelmayorgeneraldetodoslostiempostienetrabajoamanosllenassealojaenlaGuaridadelLobo.Asísellamasupuestodemando en laPrusiaOriental, donde aLobo, como lo llaman susviejosamigos,legustaatrincherarse.NosinSirius,seentiende.LaGuaridadelLoboestodolocontrarioaacogedoraparaunperro.

La cosa empieza con el alambre de espino, de diez kilómetros delongitud,quedelimitalaciudaddebúnkeres,yterminaenelcinturóndecienmetrosdeminasquelarodea.ElFührerysuperritoresidenenelbúnkernúmero13.—¡Cuide bien de Hansi! —ordena el Führer a su ayudante—. No

quieroquepiseunaminacuandosalgaahacerpis.—¡Asusórdenes,miFührer!—respondeelayudante.—FueloquelepasóalteckeldeRibbentrop—explicaelFührer,yel

movimientodesumanoimitaaunperroexplotando.Así que Sirius está alerta. Por suerte, hay bastantes cosas que ver

dentrodelcinturónminado.En el bloque 3 están los barracones de la guarnición y los puestos

antiaéreos.Enelbloque2,elEstadoMayordelejércitoyelbatallóndeescoltadelFührer.Elbloque1,eldelFührer,eselmásinteresante.Allíestálacentralde

telecomunicaciones, el casino con los comedores, el barracón desituación,el cine,elbúnkerdelFührer, lapeluqueríay losbúnkeresenlosquesealojanlosmandossuperiores,esdecir,MartinBormann,jefedegabinetedelacancillería,elmariscalGoering,elmariscalWilhelmKeitel,etcétera.Alaspuertasdelosdistintosbloqueshaybarrerasconpuestosdela

SS.Controlanlospasesypreguntanlacontraseñadeldía.Naturalmente,esonoafectaaSirius.EselperropersonaldelFührer,tieneaccesoatodaslaszonas,exceptolasauna.ASiriustodoaquellolerecuerdaunpocoalosestudiosdelaWarner

Brothers. Sin duda no es una buena comparación, pero Sirius no hacemás que pensar en las muchas salas que hay detrás de la barrera, elbulliciodeextrasdisfrazadosdemilitares,elatrezo,lacantina,elbúnkerdeoficinasdelmagnatedeHollywood.Parecequeestuvieranfilmandounapelícula,Hérculescontraelrestodelmundo.

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Inquietantepensamiento.¿RepresentaelFührer,ensulocura,elpapeldeHércules?¿CreequizáqueelmundoenteroesLuckyvilleyquesoloélpuedesalvarlo?Entretanto,aSiriustodolepareceposible.Seponeencaminohaciala

cantina.Quizáelazarquieraqueunhuesodepollocaigaporlaventana.Dos hombres vienenpor el camino. Se detienen y le señalan con el

dedo.—Mira—diceeluno.—Sí,yaveo—diceelotro.Seacercan.—Noestámal—diceeluno.—Sí,muybien—diceelotro.Siriuslosmiraconlosojosmuyabiertos.Dealgunamanera,laescenaleresultafamiliar.¿Noempezó,conesas

mismas palabras, su fortuna en Hollywood? ¿Podría ser que ahoraimpliquensudesgracia?Essupersticioso.Loshombresseretiran.Pertenecenaldepartamentodeplanificación,

que está en el barracón 99. Allí se incuban ideas fantásticas de armasmilagrosas jamás vistas. El alto mando del ejército está cada vez másdesesperado.ElprototipodeunobjetovoladorconstruidoenlasfábricasSkodaha

resultadoserundesastre.Asíquesediseñaunnuevoplan:¿porquénolanzarperrosentrelasfilasenemigas?Solohabríaqueinyectarleselgasnervioso tabún o sarín, que se liberaría al explotar el perro y loaniquilaría todoa sualrededor.Podríanahorrarse laproducciónde lascarascarcasasdebombas.¿EsesoloquequierenprobarconSirius?Porsuertesefiltraatiempo

lanoticiadequesetratadelperropersonaldelFührer.Siriusobservaloqueocurreenelbarracóndesituación.Sellamaasí

porqueesdondeelFührerdiscutelasituación,yesloqueestáhaciendoenesemomento.Elmapamundiyaceextendidosobrelaenormemesademapas. Rommel cuenta con que la invasión aliada se producirá en elestrecho de Calais, porque allí es menor la distancia entre Francia eInglaterra. Jodl lecontradice,élcreequeeldesembarco tambiénpodríaproducirseenelsurdeFrancia.UníndicetrasotrosedeslizanalolargodelMurodelAtlántico.Ah,piensaSirius,quéhermososeríapodersentarseahoraalpiano.El

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Círculoseríafelizconcadaindicación.¿CómoleiráalCírculo?No hay de qué preocuparse. El Círculo sigue siendo redondo.

Naturalmente,seinquietaronmuchocuandoelperrodejódeaparecerdeun día para otro. Pero luego su foto salió en los periódicos, unainstantánea de Heinrich Hoffmann, y el resto ya se lo imaginaron. Encualquiercaso,Siriusestábien.Faltaelpiano,peroloqueimportaahoraeslaacción.Esprecisodar

ungolpedeEstadoloantesposible.Nohaytiempoparadudas.Enesoestá de acuerdo incluso gran parte del ejército, de la nobleza y de laadministración. Entretanto existen varios círculos. Su objetivo: atentarcontraAdolfHitler.Solo hay uno que puede conseguirlo: Claus Schenk, conde de

Stauffenberg.Lainvasióndelosaliadossellevaacaboconunapotenciamilitarque

elmundo nunca había visto antes. La flotamás poderosa de todos lostiempos,seismilbarcos,peleaporlacosta.Elcieloseoscureceylafuerzaaéreaabrefuego,enunnúmerodeoncemilaviones.Cientosdemilesdesoldadosdesembarcanenlosdíassiguientes.En Normandía. O sea que no en el estrecho de Calais, como

sospechabaRommel.Lastropasalemanassehandejadoengañarunavezmásytienenquevolveratrasladarse.AhoralaguerramundialrugeenelcorazóndeEuropa.—¡París no puede caer en manos del enemigo, salvo que sea un

montónderuinas!—exigeHitler.Perosudeseoyanovaapodercumplirse.Los libertadores avanzan y, allá donde entran, los reciben franceses

jubilososquesostienenenaltobotellasdescorchadasdevinotintoylesinvitanaunvasito.Laschicasleslanzanbesosyadornanlostanquesconflores.Unoquerríaserlibertador.EnelOeste.PorelesteseacercaelEjércitoRojo.YaestáalaspuertasdeLublin,en

Polonia.Allí,aloslibertadoresnolesesperaningunafiesta.EntranenelcampodeconcentracióndeMajdanekyantesusojosseabreelinfierno.Allí han sido asesinados más de un millón de judíos. En los hornoscrematorios aún arden las brasas. Las imágenes del horror dan porprimeravezlavueltaalmundo.

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Berlínaúnestálejosdeambosfrentes,peroellazosecierramáscadadía.EldoctorGeorgeCrownestádestinadoenelhospitalestadounidense

de lamarinadeCherburgocomooficial sanitario.Allí seprestan sobretodoprimerosauxilios.Heridasdebala,amputacionesdeemergenciaycosaspor el estilo. Todo tienequehacersedeprisa, la viday lamuertesiempreestánenel filodelbisturí.Yelejércitodeheridosnohacemásquecrecer.Peroelmundoespequeñoinclusoenunaguerramundial.Eldoctor

Crown se acerca a la cama de un hombre al que hay que hacerle unaradiografíaurgente.Loreconocealprimervistazo...EsJamesStewart,laestrelladeHollywood.—¿Quéhaceustedaquí?—preguntaCrown.—Salté en el último momento de mi avión en llamas —responde

cansadoStewart—.Conelasientoeyectable.JamesStewartesmayordelescuadróndebombardeo453.Ostentala

medalladehonorconhojasderoble, concedidaporsusataquesaéreossobreAlemania.—Surostromeresultafamiliar—diceStewart—.¿Dedónde?Crownreflexiona,mientrasempujalacamahaciaelaparatoderayos

X.—Creo queme confunde conmi padre—dice—. Seguro que usted

conoceanuestroperro,Hércules.JamesStewartsonríe.—El perro, claro. Hércules, mi mejor competencia. ¿Qué anda

haciendoahora?—EstáenBerlín—diceCrown—.Nosabemosmás.—¿En Berlín?—se sorprende Stewart—. Yo también he estado allí,

pero arriba, enmi bombardero.Ojalá no le haya alcanzado.—Con unguiño, añade—: ¿Cómo es ese refrán? Uno siempre se encuentra dosvecesenlavida.Los rayos X dicen que no hay problema. El mayor puede subir al

próximoB-24libre.—SaludedemiparteaHérculescuandovuelvaaverlo—diceantes

deirse—.Estoyanopuededurarmucho.

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GrandebatedesituaciónenlaGuaridadelLobo.Setratadelavance

del Ejército Rojo y de la cuestión de en quémedida hay que empleardivisiones de bloqueo para aislar la Prusia Oriental. El conde VonStauffenberg, el coronel al mando del Estado Mayor, ha venidoexpresamenteainformarsobreellodesdeBerlín.Hacecalorenelbarracóndesituación,yStauffenbergpidepermiso

para refrescarse.ElFührer frunce el ceño.No leparecequehaga tantocalor y, al fin y al cabo, los demás oficiales de la sala tampoco estánfrescos. Pero el mariscal de campo Keitel le da permiso con unacabezada.Stauffenberg regresa. Deja su maletín debajo de la mesa de

conferencias,donde también seha instaladoSirius.Aeste le sorprendeque el hombre lleve un parche en un ojo y, además, le falta la manoderecha. ¿A quién le recuerda?Ah, claro, a Barbarroja, el domador deleones.¿Serátambiénesehombredomadordeleones?Suspensamientosse centran en Benarés, el león, cuando oye un leve tictac dentro delmaletín.Ladiscusiónseprolonga.Stauffenbergvuelveadisculparse,estavez

tienequesalirunmomentoa llamarpor teléfono.ElFühreryKeitelseinclinansobreelmapamundi.Elperroolfateaelmaletínyunoloracreselemeteenlanariz.Aúlla.—¿Quépasa,perrito?—sepreocupaelFührer—.¿Tehepisadouna

pata?AlarichHeinzel, el ayudante del Führer, cambiade sitio elmaletín,

paraqueelperrotengamásespacio.En esemomento, una explosión ensordecedora estremece la sala, la

bombaquehayenelmaletínestalla,ylaondaexpansivaestanpotentequelanzadegolpeporlaventanaaAlarichHeinzel.Entonceseltechosedesploma.AltenientegeneralRudolfSchmundt

lo alcanza una viga en la cabeza. La pesada mesa de mapas se haceastillas.HeinrichBerger,eltaquígrafo,resultamuertoenelacto,mientraslosotroshombressearrastranfuera,heridosdegravedad.¿YelFührer?Vagaporlazonaconeltímpanoreventadoylasropashechasjirones,

obviamenteenestadodeshock.Esunmilagroquehayasobrevivido.

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—Hasidolaprovidencia—jadea,cubiertodesangre—.Losastroslohanqueridoasí.ElcoronelgeneralJodl,denuevoenpie,saluda:—¡MiFührer!ElmilagrosellamaHansi.Sinohubierahechoruido,la

bombahabríaexplotadodirectamentedelantedeusted,yestaríamuerto.—¡Hansi!—gritadesesperadoelFührer—.¿Dóndeestámiperrito?Una tropa de búsqueda se interna en las ruinas del barracón de

situación para encontrar a Hansi. Entretanto, la Gestapo le pisa lostalonesaStauffenberg.Elperro está enterradobajo lamesademapas. Su corazón late con

debilidad.Tienelosojospacíficamentecerradosylalengualecuelgadeladofueradelaboca.Dos hombres lo colocan con cuidado sobre una camilla, lo cubren

respetuososconelestandartequehacíaunmomentoestabaen lamesademapasymarchanmarcandoelpasoalencuentrodesuamo.Entretanto ha llegado el doctor Morell, el médico de cabecera del

Führer.Examinaaconcienciaalperro,leaplicaelestetoscopio,palpasusórganos, lealumbra laspupilas,mide la temperaturade la lengua... Surostroexpresapreocupación.El Führer sostiene la pata de Hansi. Lucha contra las lágrimas. Y

pierdetambiénesabatalla.—Perritobueno—solloza—,túmeavisaste.EldoctorMorellavanzaundiagnóstico:—Infartodemiocardio.Elperroestáenextremopeligrodemuerte.ElFührerordena:—¡Ordenoquepreparenunvuelo!¡Hansitienequellegarenseguida

al hospital de la Charité! ¡Que Sauerbruch haga todo lo que pueda,repito,todoloquepueda!Ya se oye que las hélices se ponen en marcha. El perro abre un

momento los ojos, con lo que parecen sus últimas fuerzas, y alencontrarse con la mirada lacrimosa del Führer vuelve a caerdesvanecido.ElgolpedeEstadohafracasado.Yhasidoculpasuya.¿Nodicenqueensusúltimossegundoselserhumanopasarevistaa

todasuvida?Conlosperrosocurrelomismo.

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Sirius va en avión a Berlín. Ante sus ojos pasan las palmeras deSunsetBoulevard.Piensaenlavisitaalcementeriodeperrosquelehabíaaconsejado hacer John Clark. Un enterramiento honorífico enHollywood,juntoalperrodeHumphreyBogart,seríaalgohermoso.Veala viuda que vivió dos veces. Su gratitud le sienta bien. Recuerda losprados de Lucerna y vuelve a percibir el olor del abono fresco en elhocico.Manzini lehace señas.Elmagosigueen lapistadel circo, señala la

máquinadeltiempoencogiéndosedehombrosysonríenostálgico,comosi quisiera pedirle perdón, con el lema: «También losmilagros puedensalirmal».Siriusmuestralamayorcomprensiónhaciaelmago.Tambiénél acaba de causar unmilagro que no estaba previsto por el inventor.Perdonaalmago.Hasidounavidahermosa,plena.—¡Noterindas!—diceelárbol.—Metemoquemitiempohapasado—diceenvozbajaSirius.—Bah—respondeelárbol—,mañanaseráotrodía.Siriussesorprende.—¿Quéquieresdecirconeso?—Loqueelvientosellevó—murmurainseguroelárbol.—Mañanaseráotrodía—diceSirius—.Esoes.—¿De veras? —se sorprende el árbol—. Bueno, los árboles no

podemosiralcine.Siriusse imaginaaunárbolsentadoenel cine.Elpobreespectador

detrásdeélsolovelapelículaporentresusramas.Sepierdelasescenasfundamentalesporqueselasocultaeltronco.Selevanta,vaalataquillaypidequeledevuelvaneldinero.Nolecreen,loacompañanalasala,peroelárbolsehaidoporquenolegustabalapelícula.Siriusseduermetranquilo.El profesor Sauerbruch y los médicos jefes ya están esperando,

alineados,lallegadadelperro.Lotraenenelcocheoficial.LaescoltadelFührer,queahoraesexcepcionalmenteladelperrodelFührer,saluda.—¡PacienteHansi!—anunciaelcomandante—.¡Esunaemergencia!La Charité está en estado de máxima alerta, como si el atentado

hubiera afectado al Führer en persona.Algo que, en secreto, es lo que

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hubierapreferidoelprofesorSauerbruch.Pertenecíaalcírculoíntimodelconde Von Stauffenberg; al fin y al cabo su prótesis manual la habíahechoél.Trasladan de inmediato el perro a cuidados intensivos. Yace de

costado, conectadoa toda clasede tubosyaparatos.Unamascarilladeoxígeno le cubre el hocico. Por suerte, el monitor aún muestra latidocardíaco.—Neumotórax por tensión —diagnostica Sauerbruch—. Ambos

pulmonescolapsados.Vasoscardíacosgravementeafectados.Peligrodemuerteagudo.NadaderayosX,nadadenada.Directoalquirófano.¡Infartodemiocardio!EsedoctorMorellessimplementeuncharlatán.

Todoelmundolosabe,peroelFührerdependedeél.ConfíaaciegasenelDoctorMilagro, ansiosopor su «inyecciónmilagrosa»diaria. Sabeeldiablo qué sustancias contendrá. Es probable que pervitina o cocaína.Peroeseesotrotema.NadiesabeabriruntóraxmejorqueSauerbruch.Esaesprecisamente

suespecialidad.Tampocoleirritaqueseaeltóraxdeunperro.Esexpertoencajas torácicasde todas clases.Unpulmónesunpulmón.Loque lepreocupa es el sistema circulatorio del paciente. El corazón late demaneradébil.Dosveces,incluso,llegaapararseyenelmonitortansolose ve una línea verde, sin pulso, mortalmente inmóvil. Pero luego elpulsovuelvealatir.Siriusluchaporsuvida.Laoperaciónsealargavariashorasyelprofesorestáallímitedesus

fuerzascuandosueltaelescalpelo.—Elperrolohaconseguido—dice—.Sobrevivirá.Justo en esemomento—y a pocas calles de distancia—, el coronel

generalFrommdaordendeabrirfuegoauncomandoespecial.ElcondeVon Stauffenberg es ejecutado en el acto. Muere gritando: «¡Viva lasagradaAlemania!».ConradNicholsonHiltonha invitadoa la fiestadelveranoaCarly

RahelCrown,losfuturossuegrosdesuhijaElectra.NosospechanquevaasersuúltimagranfiestaenHollywood,delocontrariodisfrutaríanmásdelavelada.Se sienten un poco envarados y tímidos. Los otros invitados los

conocen a ambos, si es el caso, únicamente como personal del hotel,

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vestidos de uniforme rojo burdeos.Hilton presenta a los Crown como«amigos de la familia». Cuando se le preguntanmás datos, añade: «ElseñorCrownesun famoso investigadorsobrePlatón,venidodeBerlín.¿Onoesasí?».Salvoerror,esoesloquelehadichosuhija,quealfinyalcaboestáestudiandoFilosofía.Llevayaseisaños.—¿Un conserje investigador sobre Platón? —se sorprende Rex

Whittaker,eldirectordelhotelPlazadeNuevaYork.Suesposalemirasuspicaz.—Platón.—Ríeentredientes,achispada—.¿Noesesalapalabraque

usanlosmédicos?—Señalaconfusalabraguetadesumarido.—No,darling—respondemísterWhittaker,ysusurra—:Esosellama

«pene».—Ah—diceella,alzandolamiradaalcielo.—Platón—corrigeConradNicholsonHilton—era un filósofode la

EdadMedia.Labandatoca«Bésamemucho».Lagentebaila.—¿No tenía usted un perro famoso? —pregunta Rita Hayworth,

quien entretanto se ha casado con Orson Welles—. ¿Goliat, o algoparecido?—Hércules—respondeCrown.Triste, pero cierto, Hércules ha caído poco a poco en el olvido en

Hollywood. Ese torpe doble ha contribuido a ello. Jack Warner hacongeladoelmito.—EstáenBerlín—aportaRahel—.Degira.RitaHayworthsonríe,compasiva.—¿Gira?Esoessolootraformadedeciradiós,¿verdad?—Esoesperamos—diceCrown.LosCrownnoquierenhacerselosimportantes,perodesdehacepoco

tienen un yerno famoso. Andreas Cohn. Hace poco ha sido su debutcomosolista,acompañadoporlaOrquestaFilarmónicadeLosÁngeles.ElConciertoparaviolínnúmero3deMozart.

TheNew York Times lo ha festejado: «Hemos escuchado aMenuhin.HemosescuchadoaHeifetz.HemosescuchadoaOistrach.Siempreconlosoídos.AhorahemosescuchadoaAndreasCohn.Conelcorazón».Lo llaman «el violinista diabólico», porque su virtuosismo alcanza

rasgos demoníacos, pero también por su aspecto infernalmenteromántico.Lasdamascaenasuspies.

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—¿Nosehan traídoalviolinistadiabólico?—preguntaLanaTurner—. Me gustaría oír alguna vez su violín de cerca. De muy cerca, sientiendenaloquemerefiero.—¿Es cierto que piensa en Hitler cuando toca? —pregunta Ava

Gardner—.Quierodecir,durantelospasajesmásfuribundos.—Nopiensa,selimitaasentir—diceCrown.—Ohlàlà—seburlaMaeWest—.¿Esoquellevasenelbolsilloesun

violínoesquetealegrasdeverme?Labandatoca«AsTimeGoesBy».Lagentebaila.Entonces sale un hombre a la pista de baile. También él se limita a

sentir. Levanta los brazos, gira como una peonza, se sacude como underviche, y todo eso a los sones de una baladamelancólica. Ah, sí, elgrotescoaustríacoquellevaelsombreroechadohaciaatrás,BillyWilder.GiraencírculoconlaseñoraWhittaker.—Eh,Crown—exclama—,llevabatiemposinverte.¿Cómoteva?—Es investigador sobre Platón—le susurra la señora Whittaker al

austríaco.—Plancton—lecorrigecortésmenteCrown.—Nobodyisperfect.—Elaustríacoseríe.Electra lleva con orgullo el distintivode las novias de guerra en su

vestido.—¿Suesposoestáenlaguerra?—lediceJohnWayne.—Miprometido—respondeElectra.—¿Normandía?—preguntaWayne.—¿Porquévoyyoasaberlo?—diceaudazElectra—.Nosoyunade

esas mujeres que espían a sus maridos. No tengo que saberconstantementedóndeestáyloquehace.Confíoenél.—Claro—seinclinaWayne,ysemarchamoviendolacabeza.Mástarde,veaElectrabailarconeljovenactorFreddieWinston,más

agarradosde loquecorrespondecuandotunovioestáenesemomentoluchandoenNormandía.Oencualquierotrositio.Sirius pasa todo el verano en la Charité. Y lo disfruta a fondo. La

clínicaprivadadelprofesorSauerbruchesun lujo enmuchos sentidos:comidadelhotelAdlon,guapasenfermerasquepodríanhacercarreraenel cine cuando quisieran, etcétera; pero lo más importante es estar al

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cuidado delmédicomás famoso delmundo. Si a uno le pasara—conénfasis en «pasara»— algo aquí, no sería a causa de la falibilidadhumana,sinodeldestino.Es sencillamente maravilloso. Uno se siente liberado de todas las

dudas, de todos los miedos, de todas las cavilaciones, de todos lospensamientossombríos.Elcorazóneslibre.Lacabezasenotaligera.Lavida, normalmenteun asuntode grandes trabajos, carecedeprontodedificultades. Mientras uno está en manos de Sauerbruch. Lástima quesolosepuedadisfrutardetalcosasiseestáenfermo.ElpintorJobstKorthe,tambiénpacientedelprofesor,lohaexpresado

deformamuybella.Amenudoconversaconelperrodelahabitacióndeallado.—Aquí—dice—estáeltubodelapinturanegra.Nolohetocadoni

unavezdesdequeestoyaquí.Antes,gastabaveintetubosalasemana.ASirius legustael cuadro.Seguramenteesexpresionista.Korthe se

sientafrentealcaballeteypintaloquevecuandomiraporlaventana.Dehecho, incluso el puente sobre el Spree, que en realidad es negro, saleverdeenelcuadro.—Megustaríaretratarle—diceKorthe.LlamadeustedaSirius.Solo

Sauerbruchlostuteaatodos.Así que Sirius posa para el pintor. El cuadro se llamará Perro ante

Berlín.Siriustomaasientoenelalféizardelaventana.¿A qué le recuerda eso? Tiene que pensar durante mucho tiempo.

Luegolevuelvealamemorialacasadecristal.VillaHércules.«CuandoHérculesestéenlaventana,susiluetasefundiráconeltelóndefondodeHollywood»,habíadicho,feliz,missGreen.¿SellamabadeverdadmissGreen?Es extraño que al final su silueta siempre se funda con el telón de

fondodelaciudad,noimportadóndeesté.Mira por la ventana, perdido en sus pensamientos. Qué devastado

está yaBerlín. Barrios enteros se encuentran en ruinas. La carbonizadaIglesiaMemorialsealzacomoelhuecodeunamuelaenelmargrisdecasas.Hayqueserunpintorexpresionistaparapoderpintaresavistasincoloresnegros.LlamanalapuertayentraelprofesorSauerbruch.—Korthe—regaña—,¡deberíasestarenlacama,nopintando!Contempla laobradearte en el caballete. Incluso saca lasgafasdel

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bolsillodelapechera.—¿Esquenotieneojosenlacabeza?¿Dóndehayunatorreamarilla

enBerlín?—NoestáenBerlín,profesor,sinoenmiimaginación—diceradiante

Korthe.—Yaveo—diceSauerbruch—.¿Yeseguanterojo,oloquesea?—Elperro—respondeofendidoKorthe.—El perro —murmura Sauerbruch moviendo la cabeza—. Que no

salgaHitlerenelcuadro,oereshombremuerto.—No,no—balbuceaKorthe—,yoestoyenelexiliointerior.LuegoSauerbruchsevuelvehaciaSirius.—HablandodeHitler. El Führermeha llamado.Quería saber si ya

estáscuradoyherespondido,comoeslaverdad,quesí.Aprimerahoradelamañanatedaremoselalta.Siriusgimoteadeespanto.—Lo siento —dice Sauerbruch—. Tú eras nuestra alegría. Te

echaremosdemenos.Miraalostristesojosdelperro.—Adiós,guantecitorojo.Cuídate.El Ejército Rojo ha avanzado ya hasta Prusia Oriental, lo que ha

supuestoundurorevés.HasidoprecisodesalojarlaGuaridadelLoboyelcuartelgeneralvuelveaestarenlacancilleríadelReich,enBerlín.Sirius se asusta cuando vuelve a ver al Führer. Ese hombre es una

sombradesímismo.Caminaencorvadoyhaenvejecido.Letiemblanelbrazoy lapierna izquierdos.Tambiénsurostroestádesfiguradoporeldolor,debidoasusconstantescólicosintestinales.Estácasiciegodelojoderecho.Es increíble, piensa el perro, que hagan falta enormes ejércitos de

todoslospaísesdelmundoparaliberarlodeesteanciano.ElFührernisiquiera tiene fuerzasparaagacharsehaciasuperritoy

saludarlo.—Erestú—selimitaamurmurar—.Bienvenido.AhoraeldoctorMorell leacompañaconstantemente.Apenascesael

efecto de la última inyección milagrosa, le pone la siguiente. Por un

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momentoelhumorsombríodesaparece,yelFührervuelveaconsiderarposiblelavictoriafinal.—Solo su voluntad de hierro le mantiene en pie —susurra con

admiraciónGoebbels.ElmariscaldecampoModelyelcoronelgeneralJodlsereúnenpara

discutirlasituación.Traennoticiasdeprimentes.—¡Estoy harto de esta continua posición defensiva! —truena el

Führer.Serefierealfrenteoccidental,dondehayunaderrotanuevacadadía.

LosaliadosestányaenelRin.¡EnelRin!Inimaginable.Unoskilómetrosmás,yLoreleiestaráensusmanos.ElFührerordenalaofensiva.YlabautizacomooperaciónWachtam

Rhein.Debeserlabatallaquemuestrealenemigosupuñodehierro.Hayquemovilizartodaslasreservasdelejército.Estodoonada.La

aniquilacióndelosaliadosoelfin.El16dediciembre,alas5.30delamadrugada,empiezaelataque.El

FührerenpersonasedesplazahastaelpuestodemandoAdlerhorst,enelfrente,paraconcedersusupremaautoridadalgolpeaniquilador.Peroalcabodeunasemanalaofensivasehunde.Elejércitoqueviene

del oeste es demasiado poderoso, los atacantes son desesperadamenteinferiores,lamayoríadeellossonniñosdeuniformeoviejosconcasco.EnmitaddelasArdenas,unavalerosacampesinaeslamensajerade

lapazqueseacerca:enNochebuenaseplantaentrelastropasyconjuraaambaspartesadeponerlasarmasyolvidarlaguerraduranteunashoras.Convillancicosalemaneseingleses,lossoldadoscelebranlafiestajuntoshastabienentradalanoche.ElFührer regresaaBerlín.Está amargamentedecepcionadopor sus

hombres del frente. Han sido demasiado débiles. Faltó la voluntad dehierro.Al final de sus días, el Führer empieza incluso a pensar que laculpalatieneelpuebloalemán,quenosehamostradodignodeél.Setrasladaporúltimavezasuviviendaacorazadaenelsótanodela

cancillería.Intuyequevaasersuúltimodestino.Laviviendaespequeña,nosoloparalaescaladelmayorcaudillode

todos los tiempos:hastaunenanitosesentiríaagobiadoallí.Lasaladesituación —bueno, es verdad que un enanito no la necesita— mide

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exactamentedocemetroscuadrados.Lasparedesestánhúmedas,porquelaconstrucciónseencuentradebajodeunacapafreática.Unasbombasseencargan de drenar las fugas. Unas bombillas que emiten una luzestridente son laúnica fuentede iluminación.Unasgruesaspuertasdeplomosellanlasentradasdeaire.Elambienteescerradoyapestoso.Allíestáahoraelgeneralynosabedóndeenfocarsu ira.Constanze

Manziarly,lacocinera,lesirvesuqueridomuesli.—¿Quéesesto?—leincrepa—.Noquierovolveraverestapapilla.—Perosuintestino—imploralacocinera,yrompeallorar.¿Y qué? Varsovia se ha perdido. Aquisgrán también. Auschwitz ha

sidoliberado.Vienasetambalea.Quéimportanlosflatos.AlbertSpeer,ministrodeArmamento,vieneavisitarleyseencuentra

conunhombreroto.—Si la guerra se pierde —dice el Führer—, también el pueblo lo

estará.Elpuebloalemánhademostradoserelmásdébil.—Nobusquemoslapajaenelojoajeno—aconsejaSpeer.—¿Lapaja?—rugeelFührer—.Oh,no.Tampocohabrápaja.—¿Quéquiereusteddecir?—preguntaSpeer.—Porquehe ordenado—atruena el Führer con susúltimas fuerzas,

últimamente también tiene asma—: ¡Tierra quemada! ¡Destruidlo todo!El enemigo se sorprenderá al ver el país que ha conquistado. Un paíspeladoysinvalor.—¿Yelpuebloalemán?—balbuceaSpeer.—¡Nada de consideraciones! —exige el Führer—. Seguirá viviendo

delmodomásprimitivo.Eseessudestino.Speersaledelsótanonegandoconlacabeza.No es el único de sus leales que, durante esas semanas, vuelve la

espalda al Führer.HeinrichHimmler ha establecido por cuenta propiacontactossecretosconDwightD.Eisenhower,elcomandanteen jefedelas fuerzasaliadasenEuropa.Ofrece lacapitulaciónunilateral, comosiAdolf Hitler ya no tuviera nada que decir en ello. Eisenhower, astuto,comunicalanoticiaalaprensa,yelFührerseenteradeello.Indignado,destituyeenseguidaaHimmlerdetodossuscargos.HermannGoeringseha instaladoenObersalzberg.A la sombradel

Berghof, redacta un telegrama al Führer en el que se proclamaaudazmentecomosusucesor,conplenospoderes,salvoquelelleguelanoticia de que el Führer esté dispuesto a dejar Berlín antes de las 22

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horas. La noticia no llega, pero más o menos a esa hora detienen aGoering.SoloGoebbelsyBormannsemantienenlealesalFührer.Inclusoviven

conélenlaestrechaviviendadelbúnker.Amododerefuerzo,Goebbelshatraídoconsigoasufamilia,suesposaMagdaysusseishijos.Los niños deben distraer al tíoAdolf.Un plan absurdo, sobre todo

cuandodesembocaenquellenendeaguasubañeraysebañenchillandoenella.Esopodríamásbienreforzarsusideasdesuicidio.Desde finales de marzo, también Eva Braun vive en la comuna

subterránea.SiemprehasoñadoconserlaesposaoficialdelFührer,perodesgraciadamenteélestabacasadoconAlemania.Yenmedioelperro.—Hansi—llamaelFührer,cuandoporlanochesesientaacavilaren

su sillón. ¿Quién más está dispuesto a prestarle oídos con tantapaciencia?Alaluzdelabombilla,elgeneralpasarevistaasusmayorestriunfos,leexplicalaslíneasdelfrentedelosañospasados,seregodeaensusrecuerdos.Avecesllorasinfreno.El perrito siente compasión por ese hombre viejo y enfermo cuyo

mundo se está derrumbando. Sirius odia a Hansi por eso; Hérculessaltaría al cuello al viejo para vengar a Levi. ¿No son todos uno y elmismoperro?Debetenercuidadoparanoperderlarazón.Nosoloél.Peroasísonlascosasenestebúnker.Esdifícilsaberquiénperderála

razónycuándo,osilapersonaencuestiónhaestadoalgunavezensuscabales.EldoctorGoebbels,porejemplo.Cuandoenlasuperficie,loqueenel

búnker equivale al techo, golpean las bombas, llama a sumujer y sushijosycantanjuntosaúnmásalto,aplenopulmón:

Losdragonesdeazulcabalgancruzandolaspuertas,ylasfanfarriaslosacompañanhastalascolinas.

Noesdeltodoasí,enrealidad.DosmillonesdesoldadosdelEjército

RojoestánalaspuertasdeBerlín,lasdivisionesacorazadasavanzan.El

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cieloestácubiertoporlosavionesysusbombasconviertenlaciudadenuncampoderuinas.Berlínsehundeentrelosescombros.Unanochedeabril,amoyperrovuelvenasentarsejuntos,cuandoel

Führerdicesolemnemente:—Hansi,estanochehallegadoelmomento:vamosacasarnos.Elperrosesobresalta.¿Cómo?¿AhoraelFührerpretendecasarsecon

él?Seríaloquelefaltaba.—Quieroqueseasmitestigo—ruegaconmovidoelFührer.Hansiasiente,aliviado.Poco después de medianoche aparece el jefe de distrito Walter

Wagner, el funcionario del registro civil. Eva Braun lleva un bonitovestidoazulmarinoconcuellodeencajeblanco.ElFühreraparece contrajegris.Juntoconlosdostestigos,GoebbelsyHansi, laparejaavanzaparacasarse.El novio es viudo. Su primera esposa se llamaba Alemania. Ahora

vuelveaarriesgarseadarelpasoalavidaconyugal.Asíquevuelveahaberunviudoquevivedosveces.¿Debeadvertirle

Siriusconungruñido?Seabstienedehacerlo.Laceremoniaesbreveyconcisa.TyroneChester,elreydellagrimal,

lehabríasacadomáspartido,deesonohayduda.Al día siguiente, el nuevo matrimonio Hitler se sienta a comer; la

cocineray lasdossecretariasestán invitadasasentarseasumesa.Haysopadepuerro.Laconversaciónvuelveaverseahogadaporelfuegodeartillería,se

oye por los pozos de ventilación. Los rusos ya han izado la banderasoviética en el Reichstag, podrían asaltar el búnker en cualquiermomento.El señor y la señoraHitler hacenunúltimo recorrido y, amodode

despedida,danlamanoacadaunodelospresentesylesdicenalgunaspalabraspersonales.LoquemáslecuestaaHitleressepararsedelperrito.—¿Quévaaserdeticuandoyoyanoesté?—preguntapreocupado.Elperronotieneniidea.Suvidaenterahaestadocolgandodeunhilo

deseda,quesiemprehaestadounidoaesehombre.LoquefueLevi, loqueesSirius, loquellegóaserHansi... todofue

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tansolounasucesión,unaprogresión,unencadenamientodecosas.NosabequéquedarádeélcuandoHitleryanoesté.Amo y perro se despiden. Ambos destinos estuvieron unidos de

maneramágicay,alfinal,suscaminosinclusollegaronacruzarse.LosHitlerseretiranalsalón.ElayudanteHeinzelcierralapuertacon

laspalabras:—Ahoranoquierenquelosmolesten.Luegoseoyeuntiro.Y,sielEjércitoRojonohicieratantoruido,quizá

tambiénsehubieraoídoelproducidoalmorderlacápsuladecianuro.Hasidoelfinal.Yelprincipio.Lahoracero.El8demayo,todoLondresvitoreaalprimerministroChurchill,que

salealbalcóndelpalaciodeBuckinghamconlafamiliarealylevantalamanoparahacerelsignodelavictoria.EnParísresuenanlascampanasdetodaslascatedrales.«¡Hemosganadolaguerra!»,clamaelgeneralDeGaullejuntoalArcodelTriunfoylagenteestallaenunaembriaguezdealegría. En Moscú, Stalin felicita a su pueblo: «¡Desde ahora, el granestandarte de la libertad de los pueblos y la paz entre los pueblosondearáentodaEuropa!».EnNuevaYork,seerigeenTimesSquareunaEstatua de la Libertad casi de tamaño natural, rodeada por unatempestaddeaplausosdelamultitud.¿YenBerlín?Un silencio fantasmal pesa sobre la ciudad cuando Sirius vuelve a

saliralacalleporprimeravez.Lacalmaestangrandequeseestremececuando, en alguna parte, una gota de agua cae sobre una chapa dehojalata.Barriosenterosestánquemadoshastaloscimientos,aquíyallásealza

el esqueleto de un edificio, casi perplejo de entre las ruinas, comosorprendidodeseguirexistiendo.Enmediodelacalle,unhombrese inclinasobreuncaballomuerto.

Vaadespedazarlo.Elanimalaúnhumea.Conlasmanosdesnudas,echatodolocomestibleaunacarretilla,sindejardemirarasualrededorparaestarsegurodenotenerquecompartirconnadieelvaliosobotín.Siriussigueoyendoelchirridodelacarretillacuandoyahacemucho

quehallegadoalpróximocruce.¿Esélmismounvaliosobotín?Laidea

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le hace sentir escalofríos. Es mejor evitar a las personas en talescircunstancias.Elhambreeliminalosescrúpulos.Es difícil orientarse en ese desierto de piedras.Amenudo ya no se

distingueeltrazadodelascalles.Enmediodelcaminohaymontonesdeescombrosmásaltosquelasruinasdeloqueundíafueroncasas.Avecesseoyenvocesentreellas.Lagenteseescondepormiedoalosrusos.SiriuscruzalapuertadeBrandenburgo.Aúnsemantieneenpie.Tan

solounacolumnaestácosidaatiros.HaytanquesdelEjércitoRojoapostadosaambosladosdelapuerta.

Unodelossoldadosdeguardiaseabreostentosamenteelpantalónparamearenelhistóricolugar.Losotros jalean.Correunabotelladevodka,noeslaprimera.Sirius sigue andando, siempre por la Charlottenburger Chaussee

abajo.¿Adóndeva?Niélmismolosabeconexactitud.Amenudoesmásbienunenigmaadóndevauno,yaveceselsecretoserevelasolocuandosellega.Ono.¿Noesasí?Un perro pequeño en una gran ciudad, en la que no queda piedra

sobre piedra. Pisa con valentía los escombros. Ya no hay carteles quepuedanayudarlo.Nilatorredeunaiglesia,niunosgrandesalmacenes,niunquiosco.Todoesungranvacíoporelquesilbaelviento.Quizáhacemuchoque recorreuna calle conocida,pero ¿cómovaa

advertirlo? Donde ya no hay casas, desaparecen también las calles.Dondeyanohayvida,elmundoesdeprontogriseigual.Unaruinaesigualqueotra.¿NoesesalaseñoraZinke?Unamujerbarrelacalle.Entodoloquehayalavistanohaynadie,

soloescombrosycenizas.Dejacaerlaescoba,desanimada,cuandovealperro.—¡Estosíqueesunasorpresa!—dice.Frunceelceño,estáclaroque

estápensando—:¡Sirius!¿Noesasí?Elperroretrocedesobresaltado.—Has cambiado de nombre tantas veces —protesta— que una se

confunde.Siguebarriendo.—Tienequehaberorden—dice.Siriusmiraasualrededor.AsíqueestaeslaKlamtstrasse.Allíestaba

suhogar.Inclusolacasaenlaquevivíasemantieneenpie.Lafachada

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estáderruida,poresono lahareconocidoenseguida.Al fijarsemás,seven losrestosdel frescodel techo,precisamenteel fragmentoenelqueAdánseñalaconeldedoasuCreador.LaseñoraZinkebarreahoraescombrosmáspequeños.Siriuslacontemplaconatención.¿HasidoliberadalaseñoraZinke?

¿Eseldíade la liberaciónuna jornadadealegríapara laseñoraZinke?¿HanhecholosejércitosdelosaliadosunfavoralaseñoraZinke?¿HanmuertocincuentamillonesdepersonasparaquelaseñoraZinkepuedaporfinbarrerenlibertad?Desolada, laKlamtstrasse ya no es una calle, sinouna vereda entre

montañasdeescombrosyesqueletosaisladosdecasasantelascualessealza,aquíyallá,untroncodeárbolcarbonizado.SoloentoncesSirius sedacuenta: ¿dóndeestán losárbolesenormes

que, en primavera, convertían por arte de magia la calle en un densopasillodehojasverdes?Noquedamásqueunárbol.Siriusseacercadubitativo.—¿Hola?—susurra.—Sí—diceelárbol—.Soyyo.—Quésuerte—sealegraelperro—,yapensabaquetehabíatocado

tambiénati.—Igualmente.—Elárbolsonríe.—Nopuedoevitarlo—diceelperro,ylevantalapata.—Claro—respondeelárbol—.Comosiestuvierasencasa.Siriussedetiene.—¿Encasa?—Ahora estás en casa —dice el árbol—. La guerra ha terminado,

prontotodovolveráasercomoantes.—¿Túcrees?—diceelperro.—Esoespero—respondeelárbol.Elvientoempujaunanubedepolvo.LaseñoraZinkecogelaescobay

barre.—Dejeyaeso,señoraZinke—diceelvecino—.Nosirveparanada.—

Le susurra al perro—: La vieja Zinke; primero su marido cayó enStalingrado,luegoperdióasusdoshijosenelúltimoreclutamiento.Aúneranniños.Desdeentoncesestágagá.

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LosCrownyanoaguantanmástiempoenHollywood.Ahoraquelas

banderasdelalibertadondeanenEuropa,esashansidolaspalabrasdelpresidenteTruman, la familiaquierevolverasupatria.VolveraBerlín.VolverconSirius.Sindudalasimágenesdelaciudaddestruidasonunshock.—¿Dóndevanaondearlasbanderas?—preguntaperplejoCarl—.No

quedaunsolomástil.Pero las «banderas de la libertad» no necesitan mástil, como es

sabido;ondeanenlospensamientos,enlaspalabras,enlosdíasdefiesta.UnafotografíaaéreamuestralasruinasdeCharlottenburg.—¡Aquí! —exclama excitada Rahel—. ¡Creo que puedo distinguir

nuestracasa!Tembloroso, sudedo señala el caminoque Siriushahecho a cuatro

patas.—Siriusestáenalgunaparteentreesasruinas—suspira—.Nosestá

esperando.Carl saca la lupa. ¿No es curioso que también los utensilios del

pasadovuelvanatenerimportanciacuandosesientenostalgia?Lalupa.Cuántotiempohaestadoenuncajón.EnHollywoodnohaynadaenquéemplearla,todoesyalobastantegrande.Se inclina sobre la imagen, se fija en una diminutamancha blanca,

que también podría ser unamota de polvo. Énfasis en «podría», peroquizáseaSirius.—Medoycuenta—dice,sonriente—dequemisojosvuelvenaechar

demenosloinvisible.Sigue llevandoununiformedecolorburdeosconborlasdoradas, lo

quenosubrayaprecisamenteel sentidoprofundode suspalabras.Conseguridad,eselúnicoalemánuniformadoqueregresasinculpaacasa.Eldestinohatenidosindudaalgoquever,porquederepentellegan

doscartasdeBerlín.Una,conmuchossellos,quetambiénindicanmásdeunrodeoenelenvío,vadirigidaalprofesorCarlLiliencron.

Estimadoseñorprofesor:El directorio de la Academia Prusiana de las Ciencias se ha

reconstituidoeneldíadehoy.Seríaunhonorparanosotrospoder

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acogerloennuestrocolegiocomomiembrodelaAcademiaycomoprofesorhonorariodeinvestigaciónsobreelplancton.Firmado:

ProfesorP.SEEWALDPresidentedelaAcademia

La segunda carta, dirigida a la FilarmónicadeLosÁngeles, la abre

AndreasCohn.

EstimadoseñorCohn:La Filarmónica de Berlín ofrecerá el 26 de mayo en Berlín su

primerconciertodespuésdelaguerra.LaoberturadeElsueñodeunanoche de verano de Mendelssohn-Bartholdy. Se trata de un díamemorable que ojalá le haga considerar a usted la posibilidad deformarpartedenuestraorquestacomoprimerviolín,enesafechaymásalládeella.Firmado:

LEOBORCHARDDoshombresconsuerte.Elexiliohaterminado.Dehecho,Korngold

hatenidorazón:MendelssohnhasobrevividoaHitler.ConradNicholsonHiltondespachafrunciendoelceño losplanesde

futurodelosCrown.—¿Cómo? —dice, sorprendido—. ¿Queréis volver a la Edad de

Piedra?—LaEdaddePiedra—respondeCrown—fue,alfinyalcabo,laera

enlaqueelNeandertalfuereemplazadoporelHomosapiens.Queremoshacernuestracontribuciónparaqueesemilagroserepita.Hiltonnoestásegurodehaberlosentendido,perosientequehayalgo

solemneenelaire,ysedejaarrastraraungrangesto:—¡VolaréisconPanAmerican!—exclama.Lacompañíaaéreaacabadeanunciarqueenel futurohabrávuelos

directosdeNuevaYorkaEuropa.LafamiliaHiltonestáinvitadaalvuelo

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inaugural.Así que, envezde ellos, es la familiaCrown laque tiene elhonordevolar.Conrad Hilton guarda, naturalmente, un as en la manga, de lo

contrario no sería Conrad Hilton. No lamenta que los Crown sedesvanezcantanrápidodelmapa.SuhijaElectrahaelegidoaotro,vaacasarseprontoconesejovenactorFreddieWinston.MalasuerteparaGeorg.HaidoalaguerraexpresamenteporElectra

yahorasevuelvedevacío.LacartadedespedidadeElectrayaestáencamino.Unasuntodelicado,queelpadredelanoviaprefiereliquidardemaneradiscreta.Seinformadepasadadelasituación:—¿QuétalestáGeorg?—Bien—respondeCrown—.SuunidadestáestacionadaenelElba.

CreoquepasaráuntiempohastaqueloveamosenBerlín.Laciudadaúnpertenecealosrusos.—Alosrusos,sí—murmuraHilton—.Iványcomosellamen.Le tranquiliza saber que el novio desdeñado está a una distancia

prudencial.—Asíque—seapresura—¡quetodolevayabienenBerlín,Crown!En la recepción del hotel, Crown se encuentra por casualidad con

JohnClark.—¿Hoynollevaselsombrerorojo?—preguntaClark.—Desde hoy—responde Crown, y esta vez se adelanta a su viejo

amigo—:Let’sgoandhaveadrink!—Añade—:Laúltima.Clarkmiraasombradoelreloj.—¿Laúltima?¿Cuántastehastomadoya?Noesmásquemediodía.—Laúltima,parasiempre—respondeCrown,ylecuenta.—¡Nihablar!—decideClark—.VasadespedirtedeHollywoodcomo

esdebido.Juntos,bajanrugiendoporSunsetBoulevardconelcabrioletdeClark,

devueltaalpasado.—MyNameisCarlLiliencron—imitaClarkalreciénllegado.Crownsevengaconrecuerdosdesuépocadeángeldelaguardaen

elBananaHouse.—¿Te acuerdas de cuando pasamos por debajo de las esposas de

Hércules,enHollywoodBoulevard?—preguntaClark.—Claro—diceCrown—,esoloecharédemenosenBerlín.

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—¡MuchasuerteenBerlín!—Clarkríe.—¡YosoymássalvajequeelOeste,créeme!—exclamaCrown.Fueronunosañoslocos.EnelFormosapidenunarondadeginfizz.Yotra.Yotra.Yotra.Y

otra.Ondealabanderadelalibertad,perotambiénladelFormosa,cuando

CarlCrownsemontaenelaviónaldíasiguienteconsufamilia.Hay días en mayo en que Berlín anticipa el verano y hace mucho

calor.Hoyesunodeesosdías.Elcieloresplandeceazul,aunqueseasobreunaciudadenruinas.Sirius vaga por las calles, tiene hambre.No es fácil conseguir nada

comestible, también a los humanos les gruñe la tripa. En cada esquinahayalguienque intercambiaalgoporalgunacosaquesepuedacomer.Sirius ve que en ese momento cambian de manos una cajetilla decigarrillosyunsaquitodenabos.Unnabo,quémanjar.Selehacelabocaagua.Semezclaeneltruequeponiéndosedepiesobrelaspatastraserasymirandodeformaespecialmenteirresistiblealoshombres.—¡Lárgate!—leincrepaelhombrequeacabadeconseguirlosnabos

—.Mifamiliatienequeconformarseconestoduranteunasemana.Sirius seaparta.Siguesu rondaduranteun rato, luego renuncia.Se

tumbaenuntrozodecéspedenelqueenesemomentoestádandoelsol.—¿Tienesquetumbarteprecisamentedondevoyabarrer?—chillala

señoraZinke.Loamenazaconlaescoba.Entonces pasa un jeep con un banderín estadounidense. La capota

estárecogidaydeélsobresaleunagrancámara.—Stop! —grita el cámara. Filma a la señora Zinke barriendo las

ruinas.—Una viuda barre dos veces.—El director ríe en el jeep y sacude

incrédulolacabeza.Sirius no da crédito a sus ojos. Conoce a esos hombres. El que va

detrásdelacámaraesTyroneChester.Elotroeselgrotescoaustríacoquellevaelsombreroechadohaciaatrás,BillyWilder.TyroneChester ve el perro al sol, rodeado de ruinas, y su infalible

olfato para el efecto sobre los lacrimales le dice que ese es unmotivo

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fantástico. Naturalmente, aún sería mejor que el perro no estuvieratumbadoenlahierba,sinosobreunamontañadeescombrosycenizas.Sirius intuyede loquesetrata,yse instala,conmovedor,encimade

unamontañadeescombroycenizas.Noquiereparecerunlistillo,pero¿noseríaaúnmásconmovedorsiaullaracontristeza?—¡Fantástico!—gritaChester—.Aúlla con tristeza.Le toca aunoel

corazón.Entonces,derepente,frunceelceño.—Unmomento—murmura.—¿NoesHércules?—No,esSirius—corrigelaseñoraZinke.—Exacto—respondeChester—.¡Hércules!Elperromuevealegrementelacolayladraamododesaludo.Sepega

al hombre que lo ha descubierto. Dos veces, todo hay que decirlo.PrimeroenHollywood,ahoraenBerlín.—¡Hércules! —dice Chester, feliz—. ¡Qué casualidad! Pero esto es

muytípicotuyo.LaseñoraZinkeyanoentiendenada.—Ahora tiene otro nombre —refunfuña—. Hoy se llama de una

manera,ymañanadeotra.—Nobodyisperfect.—BillyWilderríeentredientes.LaseñoraZinkeyatienebastante.Tienequeseguirbarriendo.—¿Quéestánhaciendoaquí?—pregunta.—CoronelWilder—sepresentasuinterlocutor—.Oficialdelejército

de EstadosUnidos.Departamento deCine.Hemos estado de visita enAuschwitz, Dachau, Bergen-Belsen, Buchenwald. Lugares que esprobablequenolesuenendenada.—No.—LaseñoraZinkeniegaconlacabeza.—Entoncesesustedexactamenteeltipodepersonaquenosinteresa

—diceWilder—.LapelículasetitulaDieTodesmühlen,«Losmolinosdelamuerte».Desdeoctubreencines.Merecelapena.—No tengo tiempo —dice la señora Zinke, coge la escoba y

desapareceensusótano.Siriussesacude losescombrosy lascenizas.Bueno,nohasidomás

que una breve escena, un papel de figurante, peromerece respeto.Noestámal,despuésdeesegiroasucarrera.YahoraHollywoodlollama.—¡Ven!—gritaChester—.Esta noche volamos. JackWarner se va a

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quedarboquiabierto:¡Hércules,elretorno!Sirius duda. Está a pocos pasos de la casa en la que vivía antes de

tenerquehuir.¿Cuántasveceshaechadodemenosesesitio?¿Noeraelregresoacasaelobjetivodesulargoviaje?—¡Sube!—gritaBillyWilder—.¿Quéteretieneaquí?Esehombretienerazón,piensaSirius.Unmontóndepiedras.Sucasa

essoloeso.¿Quéselehaperdidoallí?—¿Estásindeciso?—preguntaelárbol.—Sí—confiesaSirius.—Lonoto—diceelárbol—.Yanosabesdóndeestátucasa.Siriusasiente.—Yote lodiré—diceelárbol—.Tucasaestádondeseencuentratu

corazón.—¿Micorazón?—preguntaSirius.—Sí—diceelárbol—.¿Dóndesesienteencasatucorazón?—Conlaspersonasquequiero—respondeSirius.—Puesyaestá—diceelárbol—.Yahasencontradotucasa.Ahoratu

casatienequeencontrarteati.—Nocomprendo—diceSirius.—Espera—diceelárbol.Es curioso que el árbol se exprese siempre en forma de enigmas,

refunfuñaSirius.Le zumba la cabeza.Perode algunamanera se sientealegre.Latristezahadesaparecido.Deprontoelcorazónledaunbrinco.Hayqueseguirauncorazónquedaunbrinco,piensa,ysaltadeallí.—¿Adóndevas?—legritaBillyWilder—.¡Venconnosotros!Sirius se vuelve unmomento, niega con la cabeza,mueve la cola a

mododedespedidayladraun«adiós»asumanera.Luegoseponeencamino,devueltaal trozodehierba.El solyano

brilla,peroelcéspedaúnestácaliente.Estira laspatasycierra losojos.Quizáencuentresucasaallí,piensa.Siriusdecideesperar.LaKlamtstrasseestádesiertaesamañana.Elvientosilbaporentrelas

casashuecas,metelacenizaenlasruinasyvuelveaescupirla,asqueado,comositosiera.Lasnubesdepolvoseesfumany,mientrassedisuelvenpocoapoco

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en el aire, revelan figuras que se acercan con lentitud. Son cuatro, no,cincofiguras.Lamáspequeñapareceserunniño.Su paso es cansado. Arrastran consigo unas pesadas maletas. Se

detienencadapocosmetros,miranbuscandoalgoasualrededor,señalanestooaquello,yavanzanotrotrecho.Esverdad,eslafamiliaLiliencron.Seacerca,cadavezmás.Elniñocorre,sedetienedelantedelaruina

máspróximaygrita:—¿Vivimosaquí?Los Liliencron dan la vuelta. La imagen de la ciudad destruida les

llenalosojosdelágrimas.Elregreso,sololonotanahora,alversucallefamiliarenruinas,significaunretornosinhogar.—¡Mirad,unhombre!—gritaelniño.Un hombre sale a la calle. Parece un fantasma. En realidad, iba al

mercadonegro,a lapuertadeBrandenburgo,paraconvertirsurelojenuna cuchilla de afeitar. Entonces su mirada se posa sobre los reciénllegados.Sequedapetrificado.—¡TíoBenno!—gritanlosLiliencronacoro,yloestrechanentresus

brazos.EltíoBennoocultaelrostroenlasmanos.Nosabesillorardealegría

oreírdedesesperación.—¡BienvenidosaBerlín!—solloza.No puede ver a la familia delante de su casa, que antaño era un

espléndidopalaceteyahoraesunmontóndeescombros.—¿Esestanuestranuevacasa?—preguntaelniño.—Sí—diceRahel—.Peroantestenemosquereconstruirla.—Ven,Johnny,vamosaempezar—gritaElse,comosisetrataradeun

juegoinfantil.Cogeunapiedradelagigantescamontañadeescombros,lamirapor

todaspartesycomponeungestosorprendido:—¿Dedóndeseráesta?Johnnylopiensabien.—¡Deltejado!—decide—¡Ponlaeneltejado,papá!Andreasfingequeestáindignado.—Nopodéiscogersinmásunade laspiedrasde lacolecciónde tío

Benno. Le ha costado mucho trabajo reunirlas. Tenéis que pedirlepermiso.El tío Benno frunce el ceño con dramatismo, como si tuviera que

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lucharconsigomismo,yacabadandosuconsentimiento.EntoncesCarlseacercaydejasolemnementelapiedraenelsuelo.—Esta es la primera piedra —dice—. La razón por la que hemos

vueltoacasa.Laprimerapiedradenuestrofuturo.Todosmiranlapiedraconmovidos.—SolonosfaltaSirius—sollozaRahel.—¡Sirius!—grita Johnny.Brama,no,grita con todael alma, tanalto

que el perro podría oír su nombre si estuviera al otro extremo de laciudad—.¡Sirius!LaseñoraZinkesale,completamentealterada,desusótano.—¿Quéescándaloeseste?—refunfuña.Al ver a los Liliencron, en sus ojos brilla algo parecido al miedo.

Quizá también sea vergüenza. O tal vez tan solo sea conjuntivitis, detantobarrer.Piensaconesfuerzoyporfinrecuerda:—¡Liliencron!ProfesorLiliencron.—Estamosbuscandoanuestroperro—diceLiliencron.LaseñoraZinkemiraperplejaasualrededor.—Tienegracia—dice—,ayerestabaaquí.ElprofesorLiliencronnopuededarcréditoaloqueoye.¿Seengañaa

símismouoyeun ladridoa lo lejos?Un ladridoquesedirigeaél.Unruidotanfamiliarqueseleencogeelcorazón.No,noseengaña.SolohayunperroqueladreasíysellamaSirius.ElbuenodeSirius.Haestadopensandomuchotiempoquéeraloque

queríadecirelárbol:«Ahora, tucasa tienequeencontrartea ti».Desdeentoncesnohacemásqueladrar.¿Quéotracosapuedehacerparaquesucasaleencuentre?Ladrahastaelagotamiento.Enalgúnmomentosucasavolveráy le

encontrará.Depronto oye una voz que grita su nombre. Se pone en pie de un

salto y sale corriendo.Corre tan rápido comopuede. La calle es larga,cuatropatassondemasiadopocas,legustaríacorreraúnmás.—¡Yavoy!—ladra.Pasacorriendodelantedesuárbol.—Notengotiempo—jadea—.¡Estánaquí!—Losé.—Elárbolsonríe—.Estánesperándote.Sirius es feliz.Corre y correhasta caer en los brazos abiertosde su

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familiayderrumbarse,agotado.Sucasalohaencontrado.¿Cómopuedeunperritoencantadoralterarel

rumbodelaHistoriamundial?

Unahilaranteyatrevidanovelasobreelnazismoyunhomenajealaépocadoradadelcineatravésdeloriginaltestimoniodesupeludoprotagonista.

Berlín,1938.Sirius,unastutofox-terrier,disfrutadeuna

tranquila vida perruna junto a los Liliencron, una familiajudía;hastaqueunanocheelcachorroestestigodeunodeloscapítulosmássombríosdelahistoriaalemana:laNochedelosCristalesRotos.LafamiliadecideentoncesrefugiarseenEstadosUnidos,

donde Sirius se convierte en toda una estrella de la épocadorada del cine y se codea con las más respetables celebridades deHollywood: desde Rita Hayworth, Billy Wilder y John Wayne hastaMarleneDietrichyCaryGrant.Sinembargo,elmundodelafarándulaesunamontaña rusaySiriusacabadegira conel esperpénticoypopularCirco Barnum. Entre forzudos, fieras e ilusionistas, la carrera de esteartista canino es un cohete, peroundíaun trucodemagia salemal, yaparecedevueltaenBerlín,estavezenelsenodeunafamilianazi.SeráentoncescuandoseconviertaenelconfidentedelFührer¿o tal

vezdelaresistencia?

«Pocasvecesunlibroestaningenioso,divertidoyadorablealmismotiempo.»

KulturSpiegel

«Conmovedorayencantadora,paralosamantesdelahistoriaylosanimalesporigual.»PublishersWeekly

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«Unanovelaestupenda.Nolohabíapensadoantes,peroSiriusesunobservadortanastutoqueahoraestoyconvencidodequelos

protagonistasdecuatropatassonlosmejorestestigosdelahistoria.»TheIndependent

JonathanCrownviveentreZurichyBerlín,laciudaddondenacióen1953. Sirius. El perro que (casi) cambió la Historia es su primera novela.Anteriormente,Crowntrabajócomoperiodistabajootronombre.Títulooriginal:SiriusEdiciónenformatodigital:octubrede2017© 2014, Verlag Kiepenheuer & Witsch GmbH & Co. KG, Colonia

(Alemania)OriginalmentepublicadoenalemáncomoSiriusdeJonathanCrown©2017,PenguinRandomHouseGrupoEditorial,S.A.U.TravesseradeGràcia,47-49.08021Barcelona©2017,CarlosForteaGil,porlatraducciónMapacortesíadeHeadofZeus.©Shutterstock.com,porlasimágenesAdaptación del diseño original de la portada de Pascal Blanchet:

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estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento,promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una ediciónautorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright al no reproducir ni distribuirninguna parte de esta obra por ningúnmedio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a losautoresypermitiendoquePRHGEcontinúepublicandolibrosparatodosloslectores.DiríjaseaCEDRO(CentroEspañoldeDerechosReprográficos,http://www.cedro.org)sinecesitareproduciralgúnfragmentodeestaobra.ISBN:978-84-253-5560-8Composicióndigital:M.I.Maquetación,S.L.www.megustaleer.com

Page 174: Sirius: El perro que (casi) cambió la Historia

[1]Elapellidodelosantiguospropietarios,Traube,significa«uva»enalemán.(N.delT.)

[2]Semanarionazi.(N.delT.)

Índice

Sirius

Capítulo1

Capítulo2

Capítulo3

Sobreestelibro

SobreJonathanCrown

Créditos

Notas