SISÓOS [ CÁMARA ANGELES 11 SON CAMPEONES DE LA...
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SEMANARIO LIBERAL.
AÑO 1. LOS ANGELES, CAL., OCTUBRE 5 DE 1907. NÚM. 10.
SISÓOS [ ANGELES 1 1 SON CAMPEONES
DE LA LIBERTAD EN MÉXICO. Magon, Villarreal y Rivera están
Combatiendo por los Derechos del Pueblo,
EL PRESIDENTE DÍAZ ES ACVSAPQ DE ATROCES CRUELDADES Y DE SUBVENCIONAR A LA PRENSA DE LOS DOS PAÍSES.
P o r 1-rrHIiI. VOK.SER.
Traducido de "THE CALL" de San Francisco.
Los Angeles, Cal. Sept. 28-In-olinado por un natural deseo de oír de ambos lados de una histo-' í i «"tfwnto b» bftWadn, «np
liioart ) Frores Magón. Í£l es quien todo el mundo sabe, junto con süagconfederado, Antonio Vi-llareal y Librado Rivera, fueron «onfinados en la cárcel de Los Angele?, sobre cargos hechos por agentes del gobierno mexicano.
Cuando su detención, 23 de Agosto, se decía ello serán gentes de mala vida, que eran los organizadores del partido revolucionario mexicano que conspiraba para derribar la administración de JD &'¿. Caracteres peligrosos y Jssesperados, decían los periódicos por boca del cósul mexicano Antonio Lozano y Thomas Fur-long director de laagenciade policía do San Louis, quien loaba seguido durante tres años, por
Job Harriman, tuvo que reuurrir al proaedimiento del derecho a la defensa (habeas oorpue,) liant e i*« *n« ntiHJfn* »K«w>iíc,_ *. «f o, /so de entrada en a eárcel y consultar con sus cli tntes.
EL VISITANTE FINALMENTE PUEDE
VKE A MApÓN,
Persistiendo después de tres negativas, finalmente he obtenido un pase para ver á Magón, facilitado por el jeíe de policía, Paul Flamer.
La pesada puerta de hierro se abrió, no ein antes dudar el carcelero de la autentidad de mi permiso, temiendo por un momento que tuviera otra vez que volver sin haber realizado mi objeto. No fué permitido hablar á Magda á solas, siendo oida cada palabra que pasaba entre nosotros por un oficial, que lo cus-
Antonio E. Villarreal. Rkaráo Flore. Magon.
todos los Estados Unidos y Cana- tediaba desde que salió de so ái>. En fin que los pintaban tan nebros como la noche y el públioo fuémlormado que dicha aprehensión fué muy beneficiosa para el orden. Los policías Tatemantes y Rico, del departamento local, y loa tres delegados del gobierno federal fueron altamente cumplimentados por haber realizado un gran servicio público.
En efeoto, se necesitaron sieís para verificar el arresto, y sin Otro mandato jurídico que lus bocas de revólver^, cosa que pono on tela de juicio por la gloria que les pueda haber cabido. Ver á Magóp no os cosa fácil halla adose infiomuncaído, juntp <?on etts compañeros, déade el día d* la detención, Y tan extremada mente han sido guardados, que cabo»» j ia frente despejada in hasta su mismo defonaor, abogdo
Wada.
El jefe de los 80,000 revolucionarios mexicanos por el cual el gobierno mexicano tanto ¿e odia, se presentó oon la simplicidad de un nifSo. En sus maneras ni se nota servidumbre ni orgullo. De una figura elevada y de gran desarrollo muacnlar, uno puede fácilmente creer la historia contada por los policías, diciendo que lae esposas de hierro que les pusieron en los puños, las doblegaron como si fueran de hoja de lata, » ' ,
i Yo buscaba en vano en su semblante, algún signo de ferocidad yitau solo,vi una expresión de amigable interés en sus ojos, de notando un carácter vivo é inte-teligente, « .i ana bien, formada
dicando un brillante ¡intelecto, ho
aquí lo que es Magón. 1 Pocos hombres llegan a impro-
emar on la cároei, y sin embargo, h. \gón se distinguía por su Caerte carácter, no pudiendo un cambio de traje ocultar su personaj e « , 1
1 A ÍOTAZAOÓ DE MUBRTa POR KL PBB-
SIDENTE DÍAZ.
Au inglés «ra tan limitado como el español á mí; pero adaptando con frecuencia el lengnage de signo», llegamos á llevar la conversación satisfactoriamente. El rao di
salí,"—dice Magón¿—"escribí en "En el Colmillo Público," "Exoel-cior" y "El Demócrata," todos pu-blieados en la Ciudad de México."
También me explicó las aspiraciones del Partido Liberal, el cual él organizó ett la ciudad do Méxi*
PORFIRIO Y SU MENSAJE A LA CÁMARA
El mensaje presidencial que ley6 el tirano ante la Cámara do diputados, grupo de marranos mansos, el día quince de este mee, hablar en palabrería hueca é insulsa, como oiernpre lo ha hecho y sin decir nada do lo quo él llama progreso de Méxioo.
Se refiere á que el estranjero considera á México como el primer pais de la tierra. Que México es pura dicha etc. etc sandeces, sandeces y sandeces, peto toda la palabrería se le vuelve viento á la vieja bestia cuando trata la cuestión obrera on México, á la quo solo le dedioa inedia docena de palabras, y pasa por sobre ella como por sobre brasas.
Actualmente la cuestión del trabajo llama la atención ea todas las partes del mundo p^ero el tirano de México no puedo estenderse mucho sobre roto, porque (nptrtrt/"»'? +nr '\ * * * v «ri ?
cu íiace qtiUR ? «nos, habiendo en* * » / ,. , ' , . contrado idéntica, declaraoione» , d e l o U<Í l0° <*Ue h a h e o h o e n e8« de principios m el periódico mexi-1 r e s P e o t o y 9 u e e 8 : awiinaí tra-cano REVOLUCIÓN fechado del' bajadores, hombres, mujeros y 3 de Agosto y publicapo por Ma- niños>- Tendría que dar ouenta gón en I,os Angeles antes de su d<? tenoitón.
Y estrechándonoslas manos nao
* í.
'Wrt*L*> > «AJAtib J» B Í n W h H M ^ U»*-*.!*»^
Lie. L. Gutiérrez de Lara.
jo que se educó en la escuela preparatoria de la ciudad de México, y daapuéa oursó tres años de jurisprudencia, empezando desde entonces á escribir on los periódicos «obre los derechos del pueblo, siendo áetanido á consecuencia de ello, sirviendo un año de eárcel por su» »rtículos criticando la administración, puclieados en "Regeneraron."
Ea la cárcel, continuaba manejando la pluma con eorage, á lo qua Dían se interpuso, díciendót "ó qua él perdería su cabeza ó Magon dejaría de escribir." "Cuando
despedí de Magón, admirando sus sencillos modales y gran energía. Parecía tai* confiado y tan dueño d<¡í la sisuaoión, que toda alabanza en( esas líueas, sería superñuo.
Considerando l a s acusaciones <̂ ue se les imputa á esos hombree y por el cual fueron detenido®, nos parecen del todo insignificantes. "Expectorar en las aceraá de la Cindad de México, difamar á W, C, Greeae, el magnate de cobre, de C.Mianea, en un periódico que se di ie publicaron loe procesados en Sai Louis, y resistir á la policía."
jj'asa á la segunda plan».]
de los miles de operarios inocentes que ha mandado á Yucatán ó que gimen para ciempre en las cárceles, y todo esto se lo calla el viejo aseseno.
Tendría que dar cuenta de la esclavitud á que está reducido el trabajador y del viebimarismo o-ficial en el proletariado. Tendría que dar cuenta de los millares de seres que mueren de h a m b r e .
Tendría que dar cuenta de los crímenes que cometen loa patronea oon los trabajadores, con el latrooinio de las tiendas de ruya, con el robo de la rebaja de salarios, Sn fin que el viejo bribón tendría que dedicar á esta cuestión un mensaje especial.
De la miserable situación que el pueblo guarda en Méxldo, el más culpable de todos es el viejo negrero. Porfiirio es el máa grande enemigo que el operario tiene en México. Para este tirano el trabajador ha nacido para esclavo y no tiene más quo hacer en la vida que trabajar y morirse de hambre y cuando el operario trata de mejorar eu miserable situación el viojo bribón está Hato para asesinarlo.
Es verdad que si á Porfirio so le ocurre dar cuenta de esto, la marrado seguirá roncando. Ya se sabe que los cerdoe no saben de estas cosas.
Todos los mexicanos deban oo» tar listos para la lucha.
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Editor y Propietario: MODESTO DÍAZ.
NUEVOS CARGOS.
Los esbirros de Porfirio son infatigables y no descansan n i de día ni de noehe. Oreen que ahora es la ocasión propicia pa-ra congraciarse con ©1 amo y la parvada vá f viene, husmea, escudriña y no «e dá momento de roposo.
Ya los patio l^üd que ©1 viejo1
canalla ha co «prado aquí dando» 1 ' P*JS $ leño» grande» estén-.
TEMPESTáZJ DE S A M E -
Hl crimen tomando Jas formas del mercantilismo sé ha estendido sobre las naciones como u-na condenación que se eondensa en tormentos de hambt# y sed de justicia para lo» desposeídos. La desvergüenza y el cinismo imperan sobres los pueblo» cobijándose hipócritamente bajo la idea del orden. La canalla se embrutece embriagada por la impunidad que juzga un privilegio divino y ee ensorberbec* alentada por el silencio de las masas, que se imajina ser una adquie* sencia. Roba y explota insaeía-blente llamando á esto progreao y calificándose de productores de la riqueza, se aniegan en el lujo y «n el vicio. Asesina seres humanos en las guerras que provoca despachando al matadero á millares d» víctimas que-dejan millares de viudas y huérfanos; y á los rios de sangré derramada, se mesclan mares de lágrimas. Sobre los pueblos se alzan «orno aaotes do la humanidad los capataces de hombres, que empujan brutalmente al explotado hasta sumergirlo en la ergájstula de la miseria, aherrojándolos en un pauperismo como con una cadena de esclavitud. Los miserables se yerguen y en la insania de sus eriminales yerros se llaman así minroso Patria, Ley, Justicia y Honor.
¿Y abajo? l
UpMóto rumoréis *» qué vibran empiezan á hablar «obremos nue. 'gritos, cóleras,despechos,brarol-vos cargos que se les han de ha- idos de ira, como invocaciones de cer á los miembros de la Junta ¡venganza, estertores agónicos del
pe dan las mi 3ofl, sobre los charcos igre que han derramado, otorgan premios unos á otros / sus heraldos, sicarios de la desvergüenza, gritan á los .cuatro vientos yantando en estrofas de cretinismo insulso, antífonas y laudos que son pagados como se lea paga á las prostitutas á un tanto por caricia.
Pegados á la tierra, á la que a-rrancan sus riquéssas, fertilizándola con sus alientos y haciendo la producir en una fecundidad de amor y de viril intento. Investigando en los espacios mis-, teriosos del universo y deseu-. briendo los mundos infinitos. Penetrando los oscuros arcanos de la vida y esplorando las regiones anatómicas del ©rgnismo humano. Multiplicando con las máquinas el coeficiente de las existencia» materiales, ©1 hombre bueno lucha en un combate fructífero que crea y construye, y de sus manos fecundas se arrebata por loe zangaños por los hisiro-nes, el producto de sus oraciones.
El Pueblo es el bueno. El trabajo es el productor. Y el ex-plotador, el negrero, es el rufián que tiraniza y que asesina, que esclaviza y que mata.
De todo ol mundo se destaca el rumor en que se expresa la í-ra y la vengan«a. ¡
El castigo está ptóxinae Los liberales no deben blvyl&r
per un rhotY*?r <© qu<? túm Ty, »-tigadoree de íu'ti«vnia y ]m dianes de la libfeftad.
el 16 del próximo Oc^ulu®, En esta batalla que se lw ••» «n
Loa Angeles, se ve palpableme» un juego de figurillas escondidas detras del manto de la ley. De un lado se TI» á Magon y sus asociados que cuentan con «na organización de 80.000 mexicanos y el partido liberal de \ Los Angeles. Contra ellos«e veía luna .formidable co-lumna de capitalistas quel actúan de acuerdo con «1 gobierno ¡moxi cabrio, y que todo» ellos itienen oa-
Liberal y hablan del pastel que ha confeccionado el perro Elias del Tuceon. i
Estos cargos de haber invadí-; do tí México y de haber aconsejado el pillaje y la matanza. Exactamente los mismos cargos que so les hicieron á los prlme-meros libertadores de México por la canalla gachupina y frailesca. Mientras que esto» miserables celebran el 10 de Septiembre, no se dan cuenta que están representando de cuerpo entero á los que se figuraron ser los verdugos do la Independencia Mexicana, ¡Qué va A darse cuenta la canalla de estas cosas! Son per ios y mar ranos, y solo saben alhagar al amo que lea arroja un mendrugo. En ellos no hay alma. Para olios la vergüenza, la dignidad y el honor son «osas que no se comen, ni aguardiente para enborracharse.
Y el resultado de todo esto es que el pueblo americano ee está dando exacta cuenta de la sombría influencia de la canalla. En Douglas, por poco cuelgan al borracho Maza; en El Paso, le quebraron el hocico a Mallen y al cónsul de aquí, al roflorso Lo-fcano se le tiene guardada una buena. Cualquier día el cochinito de Tucson va á tener la •uya,
J81 pueblo americano se imputo é hizo que se negara la extradición y no tardará en fastidiarse y castigar como se merece al
hambre; el dolor maridándose al coraje y, entre aureolas de „mar-tirio, la ciencia enaeflando á los (sufrientes el camino de su redención. La indignación popular se reviste de energías que empiezan á despertar y que murmu ra que damemente sus protestas, que se han do convertir má» tarde, muy pronto, en vénganme tremendas, en ejemplares castigos, en que la sangre venga á la». Var crímenes seculares y á solven-'. tar deudas de odios y siglos1
de tormentos. La canalla triunfa y se embria
ga en sus victorias, y el orgullo la posee como á loa demoniacos med'io-evales. ¡Representa- comedias en que juegan cfiao actores, poeimos histriones ¡que enseñan á cada paso invalidas facultades que provocan burlas y saroamo». Unos son productores de muerte y los otros los soliviantan cuando la matanza ios ha fatigado. Unos heredan el poder y los otros lo asaltan, pero sa oo mun característica es el crimen. Cuando dos de los histriones hacen asesinarse á los humanos engañándolos con' laa huecas $>a, labras de Patria ó de Honor, intervienen los otros y entóneos
pítales en Méxícojhablerldose per-sonado en Los Angeles desde la aprehensión, el más poderoso de ellos, W. C. Greene, quien )f poseo 800.000 acrés$?Tifirra en México y explota á centenares de miserable» peones.
En la noclie músma de la detención, la mayoría de los hombre» que se han enriquecido gracias á las generosa»¡_jtonojerionwiJJjechafi
ir-M
Viene de 3a primera plana.
HOMBRES ARRETADOS EN LOS ANGELES.
déspota ó cuando menos á sus esbirros y á toda la canalla que lo sirve. Del castigo del déff q-ta se encarga «1 pueblo mexicano.
Estar listo para luohar equivale & triunfar.
Hi aquí Jos crímenes que cometieron,- según afirman sus acusadores. Para estas ofensas fuepon ©nplea-dos tantos policías y se les siguió, las huellas durante tres años, fiaa-liaando por arrestarlo» é incomu* mearlos en la cárcel de Los Angeles.
LIBERADOS 1)J3¡ LA OA.K0BL, I'BRO
OTHA VJSZ DETENIDOS.
A consecuencia de haberse negado el (gobernador Gillette-á firmar la extradición de los detenidos, para fler ¡mandados al estado de MísBoiiri, Magón, Villarreal y Rivera se lea puso en libertad, el 6 de Septiembre, peto fueron reclamados inmediatamente por las au-toridado» federales, haciéndose cairga de loa detenidos ol procurador de la Union, á petición para ser extraditados á, México hecha per el embajador Croel al departamento de estado, para responder & casgos de hurto y muerte en Jiménez», México. La' denuncia fué firmada por Antonio Loaaao, cónsul local mexicano..
Resulta que Un tal ''Juan Do©" fué muerto, según consta en la denuncia, pero con la particularidad que la personalidad de "Juan Doe" es desconocida por ei denunciante. Acerca de este grave «argo, los detenidos fueron interrogados por el comisario federal Van Dike, pasando <®tx la cárcel de la Unión, '«n donde continuarán hasta que ee celebre la «anea, que tendrá lugar
por el gabierno mexicano, ¡estaba» presentes en el banquete*máe ¿untuoso que jamás pe haya visto en Los Angeles, dado por SS. L. Doheny, figurando como comensal de honor ol embajado» Cree!.
LOg JKKES REVOLUCIONARIOS 1>0-
SJKBN VALOR B INTELIGENCIA. •
Ricardo Plores Magón es un hombre de brillante inteligencia y un escritor notable. Con eso añádasele sus modales caballerescos y unft fuerza hercúlea, energía incesante y una gran perseverancia. El profesor Librado Rivera, fué catedrático de e*.. ,\orní«> política en la Universidad <le San Luis Potosí. Antonio Villarreal, de aspecto síBopjStico, ha sido oficial d© ca-vv w 4 ik '• "<*. ?W<**M* \ * r ,\
deriie, come los otros posee una cultura oa.'a común y lima elevada mentalidad
Antes de ver á Magón, hablé oon BU antiguo amigo, L. Gutiérrez do Lar», abogado y novelista, conociéndolo desde cuando los doa asistían á la clase jurisprudencia, en la Ciudadi do México..
Lara, sirvió cuatro año» ©n el cuerpo diplomático bajo la dirección de Díaz, siendo Juez á la e-dad de 24 años. Exponiendo la causa por el *>ion público, incurrió en peligroso desagrado del Presidente, y lo pagó con la expatriación. En Caaanea fué detemido y sentenciado á muerte, por babor organizado un club Socialista. Tres días antes de su ejecución, fué puesto en libertad, debido á los esfuerzos hechos por su hermano, que es módico, y persona gra* ta de Diaz.
(Continuará.)
LIBROS DE VENTA. Un simpatizador de nuestra cau
sa, ha donado un gran surtido de libros de todas olaseB, que están de venta en nuestra oficina, y cuyos productos se destinarán al fomento de REVOLUCIÓN,
Novelas de Duina», lfoaon, Carlota W, Braeme y libros «ocioWgi-cos de Tolstoi, Demófilo, B l a s c o Ibaftes y otros autores celebres, lo» ofrecemos á precios muy reducido».
Para más informaciones, diríjanse á Modesto Díaz, 660 Son Fernando Sé.—-Loe Angele*, Oal. .
La "Deferaeo de ./ «an Sarbia." Lóala utf>d. Vai« JO oenla-
vos «n es tu redacción.
CONTINUAREMOS.
•J«, fontinu remos. Al caer tres de loa auembroe de la Junta Organizadora del Pastido Liberal, nosotros los hombrea que por propia voluntad militamos en lací filaa del Partido Revolucionado, que «mamo» oon ardor la I ábertad y que anhelamos derrumbarla tiranía que el ban-dolero Porfirio Día» ha manto ni. do en nueotra Pa't'ru» cerca de treinta y un añoa, hemos perma-en nuestros puestead» combate, hemos quedado fiemes en nuea-iro» Jugare»da rebelde» y esitamo» Hetos á lanearnos por la ruta que trazaron las plumas de Florea Magón, Rivora y Villareal, rmta que, erizada de peligros y obsfiá-culoa, nos debe conducir á la conquista de las libertados perdidas y á la promulgación do la Reforma Social y política de nuestro país.
La Dictadura de Porfirio Díaz, aouetumbrada á aaeíinnr cobar-mentó á cuanto hombre ha considerado peligroso para BU eoeta-nimiento, en la presante perue-cución á los "leaders" del Partido Revolucionario en el decantado país do la libertad, cree candidamente que oon el cohecho que haga de ooromplda» autoridades, hundirá al Presidente, Secretario y Primor Vocal de la Junta Organizadora en una de tantas penitenciaria» americana*; y «Ki „ <, aü(j » '.Aw.on» ho^a ú el espirito re olueion» ijo qu© quo reina entre los opiimidos, Pero la Dictadura se equivoca. Aún cuando ©l Gobierno de los Estados Unidos fuera complico de eee crimen, los ml la tos do rebeldes quo ©n toda lt.« el oxtoa-sión de la República BQ han estado alistando conformo á ins Instrucciones de los Organizadores, seguirá en sus hrmos propósito» de revindioaoión porque la lucha que va a" oinproiulor el pueblo mexicano contra sus tiranos, no es la lucha d» una facción quo trata de colocar en el Poder á ésta ó aquella personalidad, no es la lucha da aventureros, como las que con frecuencia »e registran on la infortunada Repi'ibl ca Dominicana y quo son anatematizados por propios y extraaos; es el llamamiento i cuenta» «̂ hace todo uu pueblo encadenado á sus tiranos de tros décadas; eí la lucha del bien contra «1 mal; de la loy contra ol crimen, de la verdad contra el error. E* la lucha dol pueblo contra oí Déspota.
Por eso, lo» mexicanos anhelantes do la eonquieta de lo ate* jor, permanecen en sus puestos. Por eso, nosotros continuaremos.
Seguiremos propagando nuestras ideas on 'el Sur de oste Paín; haremos llegar nuestros pensamientos á loa esclavizados compatriotas de México y en la pren-europea y latino-americana do-nunoiaremo» más y más loa crímenes del Tirano Mexicano.
Sí, continuaremos.
Procúrese el próximo número.
K g Q o U C U V i X)'- I <>( oc. t/W
LA INJUSTICIA DE LOS MEXICANOS CIVILIZADOS.
Por toda la e n t e r a n de nuestra nominal República, 'éK$"«gou-cha un himno triste y conmovedor, que entona la raza indígena desde los antros tenebrosos de sus selvas. Ese himno de concentos plañideros, pide algo así: c o m o Redención Eterna; peyó desgraciadamente nadie, ni los que viven á expensas de sus con-4 ubuciones, la ayudan, haciendo que, la lúas de Instrucción, irra-di >\ por esos ámbitos donde im-pira la ignorancia.
La actitud que toman las cía-H,n civilizadas, en la época pre-8'i nto, batioina el no lejano ex* t( rmioio de la digna raza de Ouauhtemoo; de esa raza que ha sal ido luchar con la heroicidad su't lime del patriota, en las épocas aciagas de la Patria, para defe ider la libertad que, aún no 'fulgura eon todo su explendor en e) cielo mexicano,
Altamente me contrista ver que, pn loe centros de población que ue llaman capitales dé los Éat» dos aún no soberanos del tod , los habitantes se entregan con toda la amplitud que les ca-racleriíta, á la vida del placer, olvidando que, en la aldea y en mo itafia, el rústico enerva sus fac ütades físicas, en la lucha te-'n*>} 18 "1 ' » t , y
j, lucha y luí ta sin 'ver un máfc allá risuoño
Todos contempU mos, impávidos j serenos, al humilde labrador sometido á la intemperie, sin alimo ito suficiente, sin hogar y sin vestuario, doblegarse al peso formidable del trabajo, y jamás pensan os en disminuir la carga misera 1 le do su vida; con darle un poco de alimento intelectual, al ooul ario, le hacemos más dura su ( ústencia con el aumento de su contribuciones, contribu-
que tan sólo se destinan bellocimiento de parques sos y de fiestas indebi-
Vemos tairfbíén que se des-'n cantidados de dinero para niar al quo hace, más ó me-
i bonitos, unos versos ó re-en problemas que casi nun-onen importancia, porque
110 so llevan al c a m p o de la práctica. Esto, dado el estado lastimoso en que se encuentra la mayor parte de la población mexicana, me parece hasta antipatriótico, porque en mí humilde concepto, creo quo, esas cantidades de dinero, mejor se podrían destinar para ayuda directa de los que, en el taller ó en el campo de la agricultura, luchan para proporcionar á todos, los elementos necesarios para el sosten de la vida.
En qué consiste el progreso mexicano,—me pregunto—cada vez que contemplo a c t o s que ningún bien real reportan á los campesinos n i loa artesanos; hombres, olvidados y degenerados poi la apatía general de los
quo dad dad.
que podemos hacer el bien. ¡Cómo queremos hacernos dig
nos de nuestra Patria y nuestro Siglo, nosotros, que sólo vegetamos como parásitos del pueblo!
No, nuestra misión está abandonada, los verdaderos patriotas deben luchar, como quiera y con cualquiera, para redimir al dó-bil, al ignorante, al pisoteado.
De qué nos sirve la paz, si constantemente erramos, con levantar edificios ostentosos, donde el dinero queda Inerle, debiéndose emplear para que las oementeras se cultiven, y den los mejores fruto que necesitamos para la vida.
¡Oh! causa verdadero asombro 'ver, en los principales centros de población, edificios que desafían á las nubes; y en las oementeras, las plantas raquítioas y enclenques que anuncian la desgracia de los habitantes del país.
Causa verdadera tristeza y compasión ver á nuestros hermanos, los Indios; en la rústica aldea con aspecto de salvaje, y má9 tristeza, y hasta dolor, contemplar que no haya una mano amiga, para ellos, que alivie sus penas.
De nada sirve que la Historia nos cuéntelas sublimes epope-
ha necesitado la tíumanr-para obtener algtma felici-
Dtí nada sirven los juicios severos que la Historia hace de todos los indiferentes del pasado, do todos los traidores y de todos los hombres indignos de llamarse racionales; p o r quó siempre seguimps nuestro extraviado oamino, y nunca pensamos en el débil que es una víctima infelia del FUERTE, y sobre todo, en nuestros paisanos que son esclavos del Vicio, de la Ignorancia, del Clero y de todos los patrones.'
Por oso la Historia del mañana, con su justicia excelsa, dejará caer sobre nuestros sepulcros, como lluvia de fuego, sus eternas maldiciones.
En la radiante historia nacional nada más, vemos personajes quo son maestros de virtudes.
Si nos referimos .á Ouauhtemoo, el mártir de Isáucanac,'veremos que la Historia nos dice con orgullo y regocijo que, hasta el último momento de su vida defendió á su pueblo, y que vivió para ól y por él murió.
Ahora qiae los Yanquis conquistan en eon de paz nuestro País, que nos burlan y nos desprecian, y que empobrecen las entrañas de nuestro territorio, extrayéndoseles los metales preciosos. ¿Quién protesta á nombre del pueblo contra semejantes actos? nadie; todos contemplamos 8«mi espantados á los que no* arruinan; 3* cobardee, nada lea decimos.
Cuanta falta noa humn los
hombres de alma broncínea para que, levantando la viril protesta contra los que amenazan nuestro porvenir, pongan una cortapisa á los que enpobrecen nuestro pririlegiado suelo.
Cuando despierten las razas indígenas de nuestro País ¡ayl ¡,pobreeitas de ellas! ya no encontrarán el oro ni la plata que la naturaleza colocó en el seno de sus cordilleras. Verán ya sus campos todos talados y casi a-gotados, y tendrán que vagar como tristes limosneros por toda la extensión de su propiedad, contemplando las ruinas de eu anbiguo territorio. Nuestras pobres razas que duermen el sueno de la ignorancia, seguirán entoneas, como hasta ahora, reducidas á la servidumbre degradante, hasta que, con su muerte, dejen todo el continente americano en poder de los Blancos que, en nombre de un dios desconocido en el Planeta Tierra, les absorven por vías diferentes, la savia vital,
¿Hasta cuándo tendremos alma y decisión, para encararnos contra los enemigos formidables de las razas indígenas? ¿Hasta cuándo, el hombre, que á grandes sorbos, toma el líquido bendito de la civilización, defenderá corrió un león, á la raza indígena del País? Quien sabe, porque nadie se preocupa por el porvenir de la Patria. Todos
Incl -n p&t.i ¡í -v5"»* ' ' 1,0 'Hi se »-i <> 1 a indios, fieras en ( üma, que viven la vida del ilotw
Si ú. cualquiera hoar, se le pre-gunt,, á uno de esos, que se d i cen s©r ministros de un Dios, que nadie conoce, "qué tiene que hacer," responderá lívido, que va á sus prácticas religiosas, .pero su conciencia emponsoñada, hablará con fas do Crimen, y dirá, que no va á sus prácticas religiosas, sino á recoger la l imosna,— dinero que los POBRES ganan con tantas fatigas—para levantar edificios, y comer, y beber, y satisfacer todos sus vicios.
Si á un Jefe Político se le in terroga, también, sobre el mismo particular, d i r á q u e Va á despachar su corresponencia o -ficiül, pero jamás se le oirá decir que va á visitar tal ó cual pueblo, con el objeto de los caminos, las escualas, etc. Y cuantas veces sobre lo mismo, he tratado oon mis amigos, me dicen que tienen tal ó cual negocio que a-rreglár pero son siempre negocios particulares.
Jamás he oído que alguien vele los asuntos generales del país, ni que recuerde que estamos amenasados por el Vicio, por el Clero, y por los Patrones, y sobre todo, por la constante inmigración extranjera que a-hpra se efectúa lentamente, pero quo en la primera oportunidad, se desbordará sobre nosotros, como una jauría de hambrientos animales. Pero sin embargo de todo eso, que nosotros, loa que llevamos en nuestros orga-
SOLARIDAD EXTR NJEPA
¡Obrero Mexicano! ha Legado para tí la era de reden ion; tus sufrimientos y miffi'uas deben desaparecer, para da» paso á la libertad del traba]*; y del pensamiento, librándf <vj así de tiranos y verdugo», y apagando las voce-sitas de tus h" os que te piden pan á todas \\ >ras.
Piensa que ^os miles de infamias cometida.s por nuestro malvados governanias han de llegar á castigarse, vongando así á nuestros infeliees hermanos asesinados por tas hordas salvajes de de ese m o u n i t r o llamado Porfirio Díaz.
Si, exela vo mexicano, la lueha enteblada en nuestra tierra entre opresores y oprimidos, se va formalizando cada día más, y gracias á las estúpidas maquina-naciones nuestros enemigos, para perseguirnos, ello ha dado un resultado contra prodúceme para sus malvados planes, ya que han sido los causantes para que se divulgaran sus hazañas por todo el orbe entero, consiguiendo que caiga la maldieióo de los obreros de todos los paises sobre la cabeza de nuestros verdugos, a l a par quo fraternalmente se solidarizan eon nuestros dolores, ges tándonos t/jblemtttite apoyo moral ;y muie. mi, á fin de que nuestro de rocho do u'üboiudorea AóíUaóío.^totu nlrhente mancillado y pisoteado por nuestros tiranos, llegue en no lejano tiempo á imponerse y hacerse respetar, como nuestros hermanos extranjeros lo han hecho, luchando eoustantanmente por su eman»
nistnos todavía un corazón de hierro que langa una sangre h e roica, proveemos y damos á conocer, nadie osa levantar la frente para que mañana, el pendón de la libertad mexicana no sucumba en las couvulcioues de una reyerta con el Coloso dol Norte.
Porque nuestros intereses queden del todo asegurados, y la Patria althmento dignificada, debemos pues, preparar á esos millones de Habitantes mexicanos que moran en la obscuridad, tinmiñón porqué es sublimemente glorioso, ver surgir á las prominencias indias al horizonte do la civilización, onar-bolando la bandera de triunfo, como Ignacio ramirez, venciendo á Caetelar, y oomo Juárez ostentando al mundo un cerro de las Campanas, con un podeetal do Justicia leventando con la caida portentosa de tres cabezas.
No, mexicanos, no olvidéis que la República está en peligro y también, que los no analfabetas, no seremos jamás suficientes para encararnos con cualquiera que nos a-menase.
Y aunque sea por eso ya que na » or santo patriotismo, debéis procurar que la luz de la civilizaoión ee propague en esos antros tenebrosos donde moran los descendiente del inmortal Cuauhtemoc. —"La Voz de la Justicia" (de Oa-xaoa.) j
cipación, teniendo en jaque á. sus explotadores y tiranos, mion-tras tanto se preparan para la-gran revolución final.
Por el hecho de haber sido detenidos en los Estados Unidos, nuestros compañeros Magón' Vi-llareal y Rivera, inculpados por falsas acusaciones tramadas cobardemente por los porfiristas* que en todas las grades ciudades de la Unión se han celebrado reuniones públicas de obreros protestando enérgicamente del atropello cometido contra nuestros amigos, y para consolidar dichos actos, se reunieron los comités de las uniones looales, pidiendo al comité de las federaciones nacionales que ee hagan suyas la infamia cometida contra los revolucionarios mexicanos, como asi mismo se han enviado mensajos pidiendo solara dad á los grandes centros obreros de París, Londres y Bruselas, al objeto de que todos los paises ee preste ayuda & lo» trabajadores de nuestra desventurada tierra, que tienen el valor de pedir pan para sus hijos y libertad para sus actos y aocionos.
Entendedlobien, esbirros mexi canos, desde vuestra torpeza cometida en Los Angeles, oon 1n "eé-lebre aprensión," que cada uno de vuestiOM enemigos se ha convertido en mil, y cp porque cuenta c< n la simpatía y leal ayuda do IÍM obrero,* extranjeros; y 011 lo * f n b t * " ' ' '«*><• 9( inscribirá en el libro de Itos, nns aborrosiblos de la tieria, do • esos nombres nefastos en la historia de los pueblos, que tan solo merecen desprecio y maldición de todo ol mundo civilizado,
Ahi tenéis pues vuestra obra infames verdugos,' seguid con vuestra explotación y vuestras infamias, que 110 tardará ol día que podamos obtenor justa venganza.
Vosotros bevmanoH de iníortu. nioquo continuáis, sufriendo los horrorow de los malos govornmi-tes, conservad siempre el odio hacia á olios, y 110 desmayad, que nosotros desde el oxtraujoroola boraremos la formidable batalla qup ha do dar al trasto con todo lo ruin y malvado.
Y á nucstvoG cantaradas extranjeros que tan hormosaa pruebas de solaridad nos han dado, opo-nióndoso á los cobardes planes do Porfirio Díaz y su banda do rufianes estetotns, on nombro del pueblo mexicano quo sufre y quiere libertase de las garras de la fiera burguesa y militeresca, os enviamos un fraternal saludo, dando un fuerte grito de ¡viva la solaridad do loe pueblos oprimidos!
LECTOR. Si acaso llega uno de nuestro*
ejemplares á sus manos, es para invitarle á que se euscriba. Si Vd. simpatiza oon nuestras ideas y periódico, se lo agradeceremos infinito «á nos toma una suscripción. Pero en caso de que no fuere de en agrado, tendrá la bondad de devolvórnaoBlo, y asá noe evitará g /anden perjotaioa.
SE DENUNCIAN LAS Pi* LLAMS DE-PORFIRIO
La prensa americana más ca-ffaotemada, sigue ocupándose de Porfirio y de sus bribonadas en loa más duros* términos. El a-B r e B t o de los revolucionarios, nuestros amigos, ha sido un golpe, el má« contraproducente de los que ha pretendido pegar Por-íbrio. En contra do él se resuelve lo que él contaba como un triunfo y cada día más que pa-sao en la cárcel los miembros de la Junta Liberal, BS un nuevo desprestigio contra el déspota y este crece y crece cada día
. y ee forma entre las nieblas sangrientas de su f a tu a criminal,' las tempestades que le tejerán ;iin sudario de uialdjoióa y de desprecio y de muerte civil.
Tirano miserable tus días de castigo están muy cercanos.. t.
"The Citirsen," una de las publicaciones más serias de,fLos Ángeles, se ocupa, en BU número fecha 20 del actual, del tirano de Chapultepec en estos términos:
"¿Estamos en México? ¿Puede Díaz aprehender individuos «n la ciudad de Los Angeles y Tupidamente trasportarlos al o-tro lado de la frontera dentro de pxx propio país, repegarlos á una pared de adobo», f ordenar á . us Turales ¿j u e se- 1O« <|eppabijt u *»*>* i > .ir.'•i**» 'ft/'s ^ ¡ ¡ M » »
» Aítiooa? , * j V íSi el Pi'es'idft.'te rio M 0 x | < b j¡ f>u*jde hacer esto —y lo ha inte1:!*-
Q * a d o hacer en va tu oiud¡id—nin» rtlgupa.vida puedo estar s e g u r a Cv en los Estado* Cu/dos cuando
se está persrguido por un déspo* ¿a extranjero.
**f" Los ruso» serán encadenados ""y mandados á Sifceria; las prisiones españolas se abrirán y llenarán con los hombres arrea-des de aquí por haber pensado
,<>o»tra la tiranía española; las Repúblicas (?) de Sud y Centro América mandarán BUS exhortes para todos los que hayan huido de la tiranía que reina en aquellos países y la orden de deportación sera al mismo tiempo la
• de «a fusilamiento y todo el espionaje y esbirronaje de Europa y Asia harón de los Estados el campo más propicio de sus ha-
He aquí la b Moría de tres pat r i o t a a mexicanos encerrados hoy en una prisión americana,
Ricardo Flores Magón, periodista; Librado Rivera, profesor normalista y Antonio Villarreal,
•ex.Teniente del Ejército Mexicano, se encuentran en la'cárcel
<iel Condado acusados p o r el <3<:>nsul de México» Antonio Lo-scano y Castro, de haber matado á un DESCONOCIDO oh Méxi-«o el 15 de Septiembre de 1906.
Se dá lo techa del día de la «upuoBta muerte, Septiembre 15 «te ^OGr-hace un año—?y toda-vía. hasta ahora el nombre del «tuerto está desconocido.
"Usté natterto desconocido" no t«1a primera acusación queso le» h a o ? senqtllatnen'to: es la cuan*, acusación en contra de estos ,vberales mexicanos y hecha pot 1 Gobierno de México y «us agtr es en L"os Angeles. ' P r i m e o ; Jtivera, V,igÓn y
Villarreal fueron capturados per individuos veauslv-de paisanos, sin orden judiei.!, e n u n a casa de la calle Pico* porque ellos sospechando un p<agio (kidnap-ing) llamaron la »tención á voces se les' acusé le resistir á la policía. ¡Esta aoi jacién fué desechada.
Segundo; &? acusa á Villarreal de haber asesinado en desafío á un ho ' fore en México. También esta a l eac ión fué des-hechada.
Tercero: La a,u»ación .de difamación hecha por Greene, el famoso ele Cañan ¿,t fué traída al tapete pidiendo >» la extradición á $au Louis, ' {jiseourl.
Esta ' extradieldr fué rehusada por el Gobernado. Gillette cuando estuvo conven «do de que los aousados ho estu ¡¡eron e» Missouri cuando e* cometió el dicho libelo ó difar xaoión, ,
F u é bastan una conversa-cien de dieg minutos eon el Gobernador GiHei - s pata que el defensor Harriman desbaratara esta tercera acusación, <
Pero ahora viene tina tercera a o u a a o í ó n í ía muerte de un
México, DÉSCOOHOOIPU en
b oq est&a ^triquiñuelas" son muy ¡¡ est&a ^triquiñuelas" son muy oomune» ¡Q Ó n el acostumbrad© final de muerte por la llamada LEY FUGA, que es medi^ doce». na de balas en el cuerpo, pero aquí en ios Estados Unidos, es-' peramos que se lew ái algo de protección legal é estos hombres cuyos solos crímenes son los de haber pedido algunas reformas políticas para las clases trabajadoras mexioanas-*rsencillarnante las reformas que su camarada, el obrero americano, goza.
¿Es un crimen pedir que el Presidente de Méxivo do»a ser elegido cada cuatro eños y que sea electo por voto popular?
¿ Deben ser considerados como criminales, hombres que luchan por una buena 'distribu-eién de justicia-para el pueblo mejicano?
¿Puede considerarse como ©rimen el que se profese la idea de que el Gobierno de México debe¡ repartir las tierras al q u e la» cultiva? Í *,
¿Puede permitirse que se condenen á muerte 4 á prisión de martirios á estos patriota! tooxi-i «anos que luchan duramont© por conseguir la libertad de orgaai-zación para las clases trabajadoras? (
Si estos son crímenes «ateneos Florea MagÓa, Villarreal y Rivera son erimi»ale« y ¡entóJUCOS también deben ,«er e^trerm--, dos á Día» para que le»' *r *io«f uo janto ¡a una pared de adobes -y, qae sus rurales los ímíh m. ooao es costumbre en aque.I iafortu-
nado paía. Pero Los Angolés no es Méxi
co. Aquí son loa Estados Unidos,
¿Puede la JUSTICIA • mexi-eana apoderarse de los enemigos políticos d© Díaa en la ciudad de Los Angeles?
Indudablemente que sí, s i Díaa y en Green y el "jato" de sus esbirros tienen en su mano hacerlo.
Ho, si la Voz de los trabajadores de América se hace escuchar con energía y en acentos da protesta.
Ya conocen nuestros lectores las dieposiciones del Consejo Central de Trabajo de Los An-gélee, disposiciones que fueron dirigidas al Gobernador Gillette y qu'e íüeron una de las bases en que se upoyd la'filenóg&ción de iá extradición á Missouri de los presos polícos, y en este sentido seguirá trabajando hasta arranca* á la püerea política del Dés-pofea de México á los hombres honrados á quienes quiere hacer víctimas,de sus crímenes. Estados Unidos es un país en que deben protegerse loe hombres honrados y libres por que así lo quiere el pueblo de América.
Haee como diez años que se reunió eá &an Luis Potosí un Congreso^Ljberal que fué presidido po* el Ing. Camilo Arria* ga, (ahora este individuo pi-rte* neo© á Porfirio habiendo ron©* gado de sos idéale* liberto i-toe).
República íif <, ^ifeanaf Pm '4 se comulgaban ideas de Ul> /tad y fraternidad. • Ho había di ^eren-1 cias entr,e el hombre inteloetual y el trabajador^ y se efectuaba un cambio de ideas y e&pefiem-cías sobre la Vida que habían de contribuir al progreso de aquel País. - A loa pocos días de trabajar
el Congreso, concurrieron á él esbirros capitaneados por un es" pía de Bernardo Reyes llamado H, Barrón, y éstos provoearon un escándalo á balazos. Todo fué una comedia en la que se obtuvo por resultado retrasar el progreso y la libertad en México. Actos de esta naturaleza son los comunes procedimiento» de Díaz, y de, esta manera logré destruir lo qu«í no era de su.a-grado.
Uno de los principales orga-nifsadoreis de este Congreso fué Flores Magón, ya conocido desde antes por su poderosa iniciativa «orno político, y ya conocí* do también como hombre de ideales honrados y capaz de sacrificarse por eses ideales, como lo. ha probado eon las múltiples prisiones que ha sufrido.
Flores Magón ha sostenido por largos años eu periódico llamado "Regen ©racioV' que publicaba desdo hace más de doce año», y que ha hecho temblar &1 Gobierno de Día» p»r la denuncia de su» crímenes.
Después do )a arbitraria y ti-r¿BÍc* dispersión dé San Luis P o t o s í , se inició uaa terrible
persecución contra los liberales. Fueron juagados algunas veces por Cortes militares y oonfina* dos en las" cárceles y sujetos al famoso sistema dé prisiones mexicanas que tan amargaraante conocen algunos, americanos y que en México son tan «omuneB como en las hacienda» y en las fábricas que no dejan de ser centros de martirios.
En las fábricas del Distrito Federal, Tlaxeala, Puebla y Ve-racruK (Orkaba) los trabajadores tienen que trabajar dieciaeis ó diecisiete horas diarias, teniendo apenas media hora para comer i con un «alario que nunca es de máa de setenta y oinco c e n t a v o s (moneda mexicana) cpm©M m á x i m e , , ouyo salario es disminuido por el sistema de tiendas de raya y de multas que se les aplica con todo rigor y que es propicio para mantener la esclavitud. indefinidamente. En estas fáfricas las mujeres gavian treinticinco centavos y los nifioe trabajan desde la edad de cinco aSoa y ganan tres ó cuatro
"Yo he visto1-—nos decía un testigo presesencial— i ios niftos dormirse en el pavimento de la fábrica dominados por la fatiga y entóneos obligados y h a s t a castigados por las madres que trabajan, al mismo tiempo y vigilan á sus hijos oprimidas y sujetas al capatáss que no lea quita la vista y qtte brutalmente las
<n á ser ella», las, verdugos
i! H & y '
\ ^ 4% tytqttiQtfas lo» <?4<íW|Ojf» entran i Ja íábneá cuidados par dos ñlftf ;de- rurales oon el machete en la mano, dispuestos á castigar á sablaaos cualquier rumor ó cualquier palabra de a» quel enjambre de esclavos. En las minas pasa casi < lo mismo. Las earta» que v^n para los operario» las entrega la oficina de Correos, por orden del Gobierno de Díaz, a loa capataces quienes las , han de leer primero y entregarlas $ s u destinatario cuando se cree que no hay peligro. Los periódicos est£n bajo prohibición de lectura y el mis-mo D Í M en juipio de arbitro, con paotivo de una huelga, declaré que los operarios molo habían de leer los periódieos que Íes recomendaron los Jefas Políticos ó los patrones. • Hace unos nueve meses que loe operarios de Santa Rusa, Nogales y Río Blanco ee declararon en huelga pidiendo algunos «sontavos mas de salario y que ee acortara < un popo el tiempo do la jornada. Porfirio Dí*»« resolvió la oueatién fusilando mas do doscientos hombree, diez mujo-res y seis niños. Una mujer fué muerta con BU hijo que tenía en brazos y otro del que e8fi«aba embarazada.
Los organizadores fueron ¡perseguidos y fusilados y muchos de los huelguistas mandados á Yucatán lo que es peor que la muerte. En estos días el déspota ha dado-oreara, quo todo huelguista mn desterrad© á Tres Marías.
Ka estas islas, situadas en la costa del Pacífico cerca de Tepic, se castiga á loa 'ponitenuai >« no dándoles agua de beben y su jetándolos 4 horribles martirio» y apaleándolos, lo que los causa heridae que no se les ouran ocasionando q u e se ongusanen y mueran en medio de eufritmon-tos atroces.
De estas espantoso» condiciones que actualmente existen eu México, han querido libertar al pueblo, patriota» como Flore Magon, Villarreal y Rivera ex poniéndose oon todo gusto á p rocer en «u intento, si nocesar jt fuera
No e« de admirarse que se n perseguido» por Díaa por «1 m > heeho de. decir la verdad leapt -to á las condiciones en quo vi e el operario mexicano, pues * >> esto depende el que eso hombí . eaiga^del poder*.
Las vidas de estos patrio a mexioanoa no valdrán un eet a-vo'si lo» pasan a territorio < on» de estiende su pod«r el Qo' »er-no do Díaz, esto es muy íá< 1 de comprenderlo; pero cómo i ' Gobierno mexicano puede tor ríos dfr los Estados Unido» y éter á la cárcel do Los Angeles Ma • gón, Villarreal y Rivera y uanr tenerlos sujetos á una acu« toién y luego á otra y á otra, ejst no lo pedemos comprender,
Si Los Angeles están ba > la jurisdicción de Morieo, eerft nejo** que loa operario» » « K oar
i ¿Üü» amo» m Me'jtdf f
Lista úo Donativo» para b defensa de los Sres. Ricardo loro* Magon, Antonia T. Villar ¡M\ y prof. Librado Rivera Por < mduo-todel Editor de REVíUUÍ ION.
Suma antoiior #103.86 Manuel Asceneio 10.00 Un amigo del mismo 1.00 Un liberal de Douglas 18.00
" " de C. Juárez 10.00 Kafaél Escaroega '2.00 José Robles 2.00
Colectado por M. Ijan '< v do Long Beaoh, Cal. Mari a Abalo» V. de Valí. Maña do ¡Silvestre Icúdra González . Amada Paz Jesús Rocha Dolores de Méndez Remigia L. da Méndez Estela de Borrego Apoloníad» López Concha Infante O.ñO María Ana de Larragoitiy 0.50 Las niñas Raquel López 0.0f> Sofía Lope* , 0.05 Viqente Larragoitiy O.tO Manuel *' 0.25 Domitila '* (),25 Manuel Segura ®.2fí Juan Méndez [Q.Mí Petronilo Mondez 1.00 José María Méndez 1 00 Rafael Lopess 1.00 Antonio V. Borrego 0.25 Manuel Larragoitiy 2-00 José A. Fernando» 1.00-Jesúa Silvestre 1.00 Cayetano Lechuga 1,00 Paocual Collas© 1.00 Cresoenciano Reyes , 1.00 Atanasio Ríos 1.00
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