Sistema Limbico

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EL SISTEMA LÍMBICO (I) Sobre el Fórnix Prof. Dr. Roberto C. Frenquelli La historia tiene valor en el Presente. Es así como puedo pensar acerca del fórnix, también llamado trígono cerebral. Y qué es lo primero que brota en esa pantalla fantástica que llamamos mente? El Fórnix, es una estructura compuesta por axones. Por eso es de color blanco. Está intensamente, en el medio del cerebro. Más precisamente en el Sistema Límbico. Aquel de la memoria, de la afectividad. Es una estructura de enlace. Su forma, nos invita a pensarlo de cómo tal. Parece la reunión de dos letras “C”, con la concavidad hacia abajo, reunidas por el medio del recorrido. Un recorrido que apunta a terminar en el inicio. En realidad, casi todas las estructuras de esta región se caracterizan por lo mismo: la alta conectividad. Tanto hacia los segmentos bajos, como los segmentos altos; por eso hablamos de “limbo”. Como zona intermedia, como borde. Desde muy pequeño, sabía que los niñitos no bautizados, al morir, iban al limbo[1] . Un lugar que no era el cielo, no era el infierno. Después, algo mas grandecito, fui advertido que “estar en el limbo”, suponía ser medio lelo o algo así. Fue Broca, ese gigante de la Psicología y la Antropología, que bautizó la región. Leemos “Gran Lóbulo Límbico de Broca”. Papez, ya en el pasado siglo XX, también se sumó con su “Circuito”, donde le dio su nombre. Aludiendo más o menos a lo mismo, acentuando el rol sobre el control de lo visceral, que no debe entenderse sólo en la materialidad de las vísceras – el estómago, el hígado, los intestinos o el corazón – si no también en el control de lo “visceral”, como lo profundo, emocionalmente hablando. De hecho, mediante la tramitación del Sistema Nervioso Vegetativo, que es inconciente y automático, que opera sobre la musculatura lisa. En oposición al Sistema Nervioso Somático, mal llamado de “la vida de relación”, que opera sobre el músculo estriado. Estructura del Fórnix Esta lámina, nos muestra la anatomía del Fórnix, totalmente separado del resto de sus vecindades. Vemos claramente su forma, abierta hacia abajo. Naciendo ambas desde las proximidades de sendas formaciones, las correspondientes a las Amígdalas, en pleno espesor del Uncus o Gancho del Hipocampo. Por que el Fórnix debe pensarse absolutamente asociado al Hipocampo, ese sitio tan ligado a la Memoria. Vemos como estos Pilares Posteriores corren hacia arriba y atrás, para ir juntándose hacia el medio y adelante, configurando el Cuerpo del Fórnix para después volver a abrirse, separándose en dos Columnas Anteriores, una a cada lado, terminando en las proximidades de losTubérculos Mamilares. Nos queda bien la idea de un recorrido que prácticamente se cierra sobre si mismo, pasando por distintas regiones, una a cada lado del "limbo": tanto las superiores (corticales), como las inferiores (hipotalámicas, del tronco). Vemos con claridad que el Fórnix, con todo su recorrido queda por encima de los Tálamos, y por debajo del Cuerpo Calloso.

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EL SISTEMA LÍMBICO (I)Sobre el FórnixProf. Dr. Roberto C. Frenquelli

La historia tiene valor en el Presente. Es así como puedo pensar acerca del fórnix, también llamado trígono cerebral. Y qué es lo primero que brota en esa pantalla fantástica que llamamos mente?

El Fórnix, es una estructura compuesta por axones. Por eso es de color blanco. Está intensamente, en el medio del cerebro. Más precisamente en el Sistema Límbico. Aquel de la memoria, de la afectividad. Es una estructura de enlace. Su forma, nos invita a pensarlo de cómo tal. Parece la reunión de dos letras “C”, con la concavidad hacia abajo, reunidas por el medio del recorrido. Un recorrido que apunta a terminar en el inicio. En realidad, casi todas las estructuras de esta región se caracterizan por lo mismo: la alta conectividad. Tanto hacia los segmentos bajos, como los segmentos altos; por eso hablamos de “limbo”. Como zona intermedia, como borde. Desde muy pequeño, sabía que los niñitos no bautizados, al morir, iban al limbo[1]. Un lugar que no era el cielo, no era el infierno. Después, algo mas grandecito, fui advertido que “estar en el limbo”, suponía ser medio lelo o algo así.

Fue Broca, ese gigante de la Psicología y la Antropología, que bautizó la región. Leemos “Gran Lóbulo Límbico de Broca”. Papez, ya en el pasado siglo XX, también se sumó con su “Circuito”, donde le dio su nombre. Aludiendo más o menos a lo mismo, acentuando el rol sobre el control de lo visceral, que no debe entenderse sólo en la materialidad de las vísceras – el estómago, el hígado, los intestinos o el corazón – si no también en el control de lo “visceral”, como lo profundo, emocionalmente hablando. De hecho, mediante la tramitación del Sistema Nervioso Vegetativo, que es inconciente y automático, que opera sobre la musculatura lisa. En oposición al Sistema Nervioso Somático, mal llamado de “la vida de relación”, que opera sobre el músculo estriado.

Estructura del Fórnix

Esta lámina, nos muestra la anatomía del Fórnix, totalmente separado del resto de sus vecindades. Vemos claramente su forma, abierta hacia abajo. Naciendo ambas desde las proximidades de sendas formaciones, las correspondientes a las Amígdalas, en pleno espesor del Uncus o Gancho del Hipocampo. Por que el Fórnix debe pensarse absolutamente asociado al Hipocampo, ese sitio tan ligado a la Memoria. Vemos como estos Pilares Posteriores corren hacia arriba y atrás, para ir juntándose hacia el medio y adelante, configurando el Cuerpo del Fórnix, para después volver a abrirse, separándose en dos Columnas Anteriores, una a cada lado, terminando en las proximidades de losTubérculos Mamilares. Nos queda bien la idea de un recorrido que prácticamente se cierra sobre si mismo, pasando por distintas regiones, una a cada lado del "limbo": tanto las superiores (corticales), como las inferiores (hipotalámicas, del tronco). Vemos con claridad que el Fórnix, con todo su recorrido queda por encima de los Tálamos, y por debajo del Cuerpo Calloso.

El Fórnix viene de forno, horno; por su concavidad hacia abajo. Conformando una estructura que une el Hipocampo con el Hipotálamo, por medio de fibras de proyección; también de tipo comisurales, pues también pasan la información al lado opuesto.

Los Tálamos, reciben toda la fuerza de la correntada de sensaciones que nos vienen desde los dos grandes frentes: la “exterioridad exterior” – la que comúnmente llamamos “afuera”; la “exterioridad interior” – la que comúnmente llamamos “adentro”.Cúmulo de exigencias que nos imponen el trabajo de la vida. El trabajo por la vida. En otros términos, lo que llamamos Instintos y sus apremios, con sus urgencias, con su tramitación en pos del equilibrio. Ese que cuando se logra en el comercio con lo que llamamos realidad, casi como el agua entre las manos, ya lo estamos perdiendo. El Sistema

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Nervioso, con su mirada bifronte, presto a la acción, buscando sin cesar esa sucesión permanente de equilibrio - desequilibrio.

La expresión latina carpe diem, significa “aprovecha el día” o “goza de este día”. Pues bien, hay quienes sostienen que carpe diem supone fornicar, “aprovechemos la volada, avanti con tutti”. Lo cierto es que bajo los "calores del horno", tenemos los Instintos. Prestos a atravesar la banda del Sistema Límbico, esa banda que “circunvala” las regiones del Tálamo y sus vecindades, aportando el color de las emociones. Y dejando, a su paso, la huella que ha hecho decir a Laborit, con tanto acierto, “el hombre es una memoria que actúa”. Lamentablemente, la transformación de los Instintos, en el hombre, ha hecho que no sea nuestro pasar por este mundo enteramente un “carpe diem”. Casi siempre, al menos muchas veces, no siquiera un limbo. Por las contradicciones entre la Pasión y la Razón. Esta última es una buena manera de entender acerca de lo que psicofisiológicamente nos pasa entre el Sistema Límbico y las "alturas" Neocorticales. De acuerdo a Carpenter, el Lóbulo Límbico comprende las Circunvoluciones Subcallosa, del Cuerpo Calloso y del Parahipocampo, así como también la formación del Hipocampo y la Circunvolución Dentada subyacentes. Es de aparición temprana en la filogenia.

El Sistema Límbico, en cambio, incluye al Lóbulo Límbico y los núcleos subcorticales asociados, como el Complejo Nuclear Amigdalino, los Núcleos Septales, el Hipotálamo, el Epitálamo y algunos Núcleos Talámicos. Lo mismo que partes de la calota del Mesencéfalo.

El Hipocampo es una región del Lóbulo Temporal Medial. Toma su nombre por su parecido a los Caballitos de Mar.. En realidad, resulta más adecuado hablar de Formación del Hipocampo, dando lugar a muchas otras complejas estructuras que se asocia al Hipocampo mismo. Como es el caso de la Circunvolución del Parahipocampo, la Circunvolución Dentada, la Fimbria o del Alveo.

Se trata de una zona vinculada al Sistema Límbico de enorme trascendencia en los mecanismos de Memoria, tanto que grandes Síndromes o Enfermedades conllevan alteraciones de alguna de estas regiones, como el caso de la Enfermedad de Alzheimer. De hecho, el Fórnix, la Circunvolución del Cuerpo Calloso, los Tubérculos Mamilares, tantos otros accidentes que hemos ido mencionando, tienen una fuerte asociación con esta Formación. Lo mismo que con la Amígdala, denominación simple del Complejo Nuclear Amigdalino, de crucial injerencia en lo emocional. Y a su vez, todas ellas con el Sistema Límbico.  

Bien por debajo de la prolongación temporal del Ventrículo Lateral podemos apreciar esa forma que llamamos Hipocampo. Es un corte coronal. El manto cortical, gris, se proyecta hacia abajo, haciendo una especie de “panza”, es la Circunvolución del Parahipocampo. El famoso caso H.M., el de aquel hombre operado por una epilepsia intratable, hace muchos años atrás, cuando no se contaba con medicamentos eficaces, nos ha dejado grandes enseñanzas sobre el rol funcional de esta zona

El Hipocampo o Cuerno de Ammon, también tiene su importancia en la Psicofisiología. Kandel, establece el rol de la formación del Hipocampo para la Memoria Explícita. Se supone que esta se produce en una ida y vuelta entre las cortezas asociativas uni y polimodales (frontales, parietales, temporales, occipitales) a las cortezas Parahipocámpica y Perirrinal, luego a la corteza Entorrinal y desde ella a las del Giro Dentado, a las secciones CA1 y CA2 del Hipocampo y el Subiculum. Ese pasaje, reverberante, establecería tanto las capacidades Semánticas como Episódicas. En un recorrido desde y hasta la percepción.

Está claro que la lesión de las Amígdalas no produce alteraciones de la Memoria Explícita, si de la coloración emocional. En cambio, H.M., a quien también se le había extirpado la corteza parahipocámpica y el uncus, no tenía capacidad de retener la información. Tenía el lenguaje conservado, lo mismo que los procesos perceptivos y sensomotores. Su Cociente Intelectual era normal. Aldo Ferreres, nos dice que esta amnesia de H.M., llamada anterógrada, es la “dificultad o incapacidad para almacenar nueva información a partir del momento de la lesión”, configurando una “pérdida a medida”,

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a medida que ingresa la información se pierde. Esto contrastaba con su capacidad de conservar bastante bien los recuerdos de los eventos de su pasado, previos a la cirugía, al menos de aquellos acaecidos más allá de los últimos dos años previos a la mutilación que sufriera.

Para H.M. el reloj se había detenido para siempre. Si bien conservaba sus aptitudes para procesar información, solo podía retenerla unos pocos minutos. Esto muestra claramente la disociación entre la Memoria a Corto Plazo (que estaba conservada) y la Memoria a Largo Plazo (que estaba alterada). H. M. podía hacer inferencias, comparaciones y evaluaciones. Pero luego las perdía irremediablemente. Esto era evidente cuando trataba las noticias de un diario. Estas aptitudes, que tienen un sesgo cognitivo, son mejor denominadas como Memoria de Trabajo aunque se mueven en el espectro del corto término.

Nuestro Sistema Límbico, que duda cabe, guarda lo central de nuestra subjetividad: nuestra memoria, presta a reactualizarse desde su fondo mítico, que no es otro que el de las transformaciones históricas de las que ha sido capaz nuestro Yo en su eterno batallar entre los Instintos y la Cultura.