Sobre Las Pasiones Elster

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    SOBRE LAS PASIONES

  • PAIOOS TRANSICIONES JON ELSTER

    L R.]. Sternherg y 1'. l. Lubart, La creatiuidad en una culture conformista2. T. Engelhardt, El fin de fa cultura de la victoria3. L. Grinspoon y]. B. Bakalar, Marihuana. La medicina probibida4. P. Singer, Repensar La uida y Lamuerte5. S. Turklc, La vida en Lapuntalla6. R J. Sternberg, l nteligcncia exitosa7. J. Horgan, El fin de La ciencia8. S. 1. Greenspan y B. L. Bcnderly, EL crecimicnto de Lamente9. M. Csikszcntmihalyi, Cre,uiz;id

  • lI

    Titulo original: Strong Feelings. Emotion, Addiction, and Human BehaviorPublicado en ingles, en 1999, por el Massachusetts Institute of Technology,Cambridge, EE.UU.

    Traducci6n de}. Francisco Alvarez y Adriana Kiczkowski

    Cubierta de Diego Feijoo

    Para George y George

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n cscrita de los titulares del copyright,bajo las sanciones esrablecidas en las leyes, la reproducci6n total 0 parcial de esta obrapor cualquicr medic 0 procedimienta, comprendidas la reprografia y el tratamientoinformatico, y la distribuci6n de ejcrnplares de ella mediante alquiler 0 prestarno publicos.

    1999 Massachusetts Institute of Technology 2001 de la traducci6n,.J. Francisco Alvarez y Adriana Kiczkowski 2001 de todas las ediciones en castellano,

    Ediciones Paidos Iberica, S.A.,Mariano Cubi, 92 - 08021 Barcelonay Editorial Paid6s, SAlCEDefensa, 599 - Buenos Aireshttp://www.paidos.com

    ISBN: 84-49310970Deposito legal: B. 28.5102001

    Impreso en Grafiques 92, S.A.,Av.Can Sucarrats, 91 08191 Rubi (Barcelona)

    Impreso en Espana - Printed in Spain

  • Sumario

    Prefacio y agradecimientos 11

    l. Introduccion '.' '.' _.. . . . . . . . . . . . . . . . 132. Emociones , . . . . . . . . . . . . . . . . 23

    2.l. ~C6mo sabemos 10 que sabemos sobre las emociones? . . . 232.2. ~Que emociones hay? 292.3. ~Que son 1as emociones? Un analisis fenomenologico 342.4. ~Que son 1as emociones? Un analisis causal 48

    3. La adiccion 573.1. ~C6mo sabemos 10 que sabemos sobre la adicci6n? 573.2. ~QlJ(:; adicciones hay? .: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 613.3. (Que son las adicciones? Un analisis fenomeno16gico 633.4. ~Que son 1as adicciones? Un analisis causal 79

    4. Cultura, ernocion y adiccion . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 874.1. E1conceptode cultura 874.2. Cultura y emocion . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 984.3. Cultura y adiccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111

  • 10 SOBRE LAS PASIONES

    5. Elecci6n, erii'oCi6n y adiccion .5.1. El concepto de elecci6n .5.2. Elecci6n yemoci6n ., .5.3. Elecci6n y adicci6n .

    6. Conclusi6n .

    Bibliografla , .

    Indice analitico y de nombres .. ~ .

    131131143157

    Prefacio yagradecimientos

    181

    193

    205

    _ .Este libro es una version corregida y ampliada de las ConferenciasJean Nicod que impart! en Paris durante el mes de junio de 1997. Los

    +materiales proceden de dos fuentes principales. La primera es un traba-jo sobre las emociones que cornence en 1985 y que segui desarrollandodurante los aDOSnoventa, y cuyo result ado fue la publicaci6n de Alcbe-mies 0/ the Mind en 1998. La discusi6n de Ias emociones, que desarrolloen el capitulo 2 yen las secciones 4.2 y 5.2, se apoya en aquel trabajo,- al tiernpo que aqui le doy otro enfoque para adaptarlo a los objetivos es-pedficos que persigo en este libro. La segunda fuente es un trabajo sobrela adiccion que inicie en 1992. Aunque ya he publicado algunos articulos-sobre el tema aqui planteado, en el capitulo 3 yen las secciones 4.3 y 5.3seotrece una discusi6n mas general y mas completa,

    Estoy en deuda con el pragrama de investigaci6n desarrollado porGeorge Loewenstein sabre los facto res viscerales en la conducta, por 10que se refiere a la idea de analizar las emociones y la adicci6n como casosde sentimientos profundos 0 pasiones. Este libro tambien debe mu-cho a nuestra colaboraci6n con el grupo de trabajo sobre Elecci6n Inter-temporal, apoyado por la Fundaci6n Russell Sage. Mis ideas sobre la adic-

  • it ,

    12 SOBRE LAS PASIONES

    cion y, en un plano mas general, sobre la eleccion se inspiran engran me-dida en el innovador trabajo de George Ainslie yen muchas discusionesque he mantenido con el a 10 largo de afios, Par todo ello, este libro estadedicado a George y a George.

    Mis ideas sobre la adiccion tambien se fueron desarrollando durantelas discusiones que mantuvimos en un grupo de trabajo sobre la adic-cion, en el que participaban George Ainslie, Eliot Gardner, Olav Gjels-vik, Aanund Hylland, George Loewenstein, Karl Ove Moene, Ierg M0r-land, Thomas Schelling, Ole-jorgen Skog y Helge Waal. El trabajo deeste grupo 10 han apoyado el Norwegian Research Council, el Institutonoruego para la investigaci6n sobre el alcohol y las drogas, el Comite no-ruego para la prevencion del alcohol y los problemas con las drogas y laFundacion Russell Sage.

    He recibido comentarios escritos a una primera version del capitulo 3por parte de George Ainslie, James Fearon, Avram Goldstein, OlavGjelsvik, David Laibson, jorg Morland, Wiktor Osiatynski y Ole'JorgenSkog. Por ultimo, quiero dar las gracias a mi ayudante de invesrigacion,Joshua Rosenstein, as! como a Cheryl Seleski y al equipo extraordinaria-mente eficiente de la biblioteca de la Fundacion Russell Sage, Iundacionque ademas me concedi6 una ayuda para finalizar este libro.

    Capitulo 1

    Introducci6n

    En esre analisis de las emociones y la adicci6n me planteo ala vez unacuesti6n metodol6gica y otra teorica. Por una parte, estudiare las rela-ciones que existen entre el analisis conceptual y el causal en el estudio dela conducta humana. (Cwil es la relacion que existe entre la definicionde emoci6n 0 de adicci6n y la explicacion de esos mismos fenomenos? Esdecir, (hasta que punto las emociones 0 las adicciones constituyen clasesnaturales? Por otra, discutire la relaci6n que se da entre tres diferentesenfoques explicativos de la conducta: el neurobiologico, el cultural y elde la teoria de la eleccion, incluyendo aqui el caso especial de la elecci6nracional. Intuitivamente resulta claro que, debido a su peculiar intensi-dad fisiol6gica, las emociones y las ansias adictivas pueden cortocircuitar0, al menos, distorsionar la racionalidad de nuestras elecciones. Comoocurre con toda intuici6n preanalitica, haee falta revisar atentamente es-ta intuici6n. Tarnbien me preguntare en que me did a las emociones y lasansias se implementan fisio16gicamente y hasta que punto son eonstruc-ciones culturales.

    Las emociones y los diversos estados indueidos por las sustanciasadietivas son casos espeeiales de 10 que George Loewenstein ha Hamado

  • INTRODUCcr6N 1514 SOBRE LAS PASIONES

    factores oiscerales de la conducta.LEsta cat egoria mas general incluye pul-siones como el hambre, la sed y el des eo sexual, adernas de urgencias co-mo orinar, defecar 0 dormir, asi como rnolestias organicas como puedenser el dolor, 1afatiga, el vertigo y lanausea. En sus formas extremas estosestados van unidos a fuertes cambios fisiologicos que pueden interferiren la capacidad para tomar decisiones 0, a1menos, para adoptar decisio-nes raciona1es. Por ejemplo, a 10s negociadores se les recomienda abste-nerse de tomar cafe debido a que sus efectos diureticos distraen la aten-cion del asunto que se esta p1anteando. Al mismo tiempo, esos sujetospueden sentir ansias de tomar cafe para veneer la somnolencia.

    Estos estados viscerales difieren de las emociones y de los estados re-lacionados con la adicci6n porque tienen menor vinculaci6n con aspec-tos cognitivos y culturales. En buena.medida las emociones se desenca-denan por las creencias. Las ansias adictivas tarnbjen pueden dispararsepor creer que se puede disponer.de 'una droga y se pueden extinguir alcreer que no se dispone de elk Tambien las emociones y las ansias seconforman en gran medida porqueestan culturamente definidas comoemociones y ansias. Por el contrario,.otros impulsos 0 necesidades, comola sed extrema de una persona que ha estado durante mucho tiempo enel desierto sin agua, la necesidad de 'orinar que siente una persona quelleva mucho tiempo sin hacerlo y elabrumador suefio que tiene una per-sona que no ha dormido durante varios dias, resultan basicamente inde-pendientes de aspectos .cognitivos yculturales.

    De manera mas general, se pueden-distinguir tres formas de inter-venci6n de 10 cognitivo en estos factores viscerales. Primero, un esta-do visceral se pucde desencadenar por una creencia. En segundo lugar,una vez disparada, la motivaci6n visceral puede verse modelada por 1acreencia de que es ese tipo particular de motivaci6n. Por ejcmplo, unapersona puede sentir envidia a la vista de un amigo que tiene mayor exi-to, y, una vez que ella reconoce que tiene sentimientos de envidia, sentirvergiienza. Alguien que bebe en exceso puede cambiar su autoimagen ysu conducta cuando comienza a C'ree~que es un alcoholico. En tercer lu-gar, la motivaci6n puede tener ~n objeto intencional: puede ser acerca dealgo. Algunos factores viscerales, como el dolor 0 el vertigo, no tienenninguno de estos aspectos cognitivos. Otros, como la sed y el deseo se-xual, tienen objetos intencionales, pero no se desencadenan ni se modelanpOl' las creencias. Las ansias tienen objetos intencionales (se tienen ansias

    por Ias drogas). Aunque en menor grado que las emociones tarnbien lasansias son susceptibles de verse disparadas y conformadas por Ias creen-cias. Las emociones ocupan un Iugar destacado entre 1as motivacionesviscerales porque en ellas, tipicamente 0 al menos con cierta frecuenciaintervienen 10s aspectos cognitivos en esas tres formas comentadas. '

    ~stamos hac.iendo caracterizaciones muy generales que es precisomatizar y corregir. A menudo Ias personas se excitan sexualmente cuan-do creen que su pareja esta excitada. Un conductor puede ser conscien-te de que esta a punto de dorrnirse y combatir su somnolencia. Deterrni-nadas emociones, como el miedo, pueden dispararse tanto por percepcionescomo ~or aspectos cognitivos. Asi y todo creo que, en los cas os tipicos,estos diversos facto res motivacionales pueden situarse sin mucha discu-si6n a 10 largo de un continuo. En un extremo tendremos los estados nocognitivos 0 puramente visceraies como el dolor, 1a somnolencia, ete. Acontinuaci6n nos encontramos con estados que tienen objetos intencio-nales, pero ningun otro aspecto cognitivo que Ios conforme; son casoscomo los del hambre, la sed y el deseo sexual. Despues vienen las ansiasque tienen objetos intencionaies y que tarnbien pueden involucrar otrosaspectos cognitivos. A continuaci6n aparecen las emociones, que con fre-cuencia presuponen las tres formas de los aspectos cognitivos. Y, en elotro extremo del continuo, nos encontramos con los estados motivacio-nales, que no implican ninguna visceralidad ni excitacion, como ocurreen el caso de la tranquila decisi6n de sacar un paraguas porque pensamosque llovera y no que rem os mojarnos.

    Los estados que se sinian en los extremos de ese continuo tienen di-ferentes implicaciones en relaci6n con la elecci6n. Aunque las conductasinducidas porIa somnolencia, la fatiga y el dolor sean acciones mas com-plicadas que simples acciones reflejas, con frecuencia tienen un caracterinvoluntario bastante similar a estas. El conductor de un coche puede lu-char contra la somnolencia y un montafiero puede resistir la fatiga mus-cular, pero no pueden hacerlo de manera indefinida. Quedarse dormidoo soltar la cuerda no es hacer algo, es simplemente un even to, es algo queocurre. En el otro extreme, aparece Ia decisi6n racional no distorsionadapor ning~n tipo de excitaci6n, que es el paradigma de la elecci6n libre yvoluntaria. Entre esos extremos se encuentran los casos que me interesanaqui, aquellos en los cuales la conducta se ve afectada por 1a excitaci6n ypor 1a elecci6n. Entre estos casos excluyo de mi interes las pulsiones fi-sio16gicas, principalmente porque resultan cultural mente invariables. Es-tudio la emoci6n y la adicci6n porque me permiten examinar el triple

    I. Loewenstein (1996, 1998).

  • 16 SOBRE LAS PASIONES INTRODUCCrC)N 17

    contraste y relacion que se da entre la neurobiologia, la cultura y la eleccion,envez de quedarnos encerrados en algun tipo de dicotornia simple.

    Antes de seguir adelante, quisiera aclarar primero dos puntos que de-berian resultar obvios, pero que puede que no 10 sean. En primer lugar,cuando distingo la neurobiologia de la cultura y de la eleccion, no quierodecir que estos segundos fen6menos no tengan ningun tipo de sustratoneurobio16gico. Doy por supuesto que toda la conducta humana y todos105 estados mentales tienen una base neurobiologica; de hecho, la nega-cion de esta perspectiva es tan falsa como incomprensible. Utilize neu-robiologia sencillamente como abreviatura para referirme a los .mec~-nismos neurologicos que generan la excitacion, la euforia 0 la dlsfonaque caracterizan a la mayor parte de las emociones y ansias. Aunque lascreencias tambien descansen en mecanismos similares, no rendria senti-do insistir en ese sustrato subyacente porque sabemos muy poco de losaspectos neurobiologicos de las creencias complejas que participan en las:ansias y en las emociones.

    Veamos, como ejernplo, la sugerencia que ha hecho Michael Liebo-witz sobre que la quimica del arnot es como la de las anfetaminas.2 Co-nocemos bastante la neurofisiologia de las anfetaminas y como producenIos efectos caracteristicos de agudizacion de la conciencia, elevacion delani~o reduccion de la necesidad de suefio y de alimento, sentimientosde euforia, ete. Estos efectos siguen un curso predictible, duran variashoras y posteriormente se transforman en depresion. Los sintoma~ sontremeridarnente parecidos a los del arnor, en el sentido del encapricha-miento agudo, 0 10 que Dorothy Tennov ha llamado limerence? yes per-fectamente posible que algunos de los circuitos neurologicos activadospor el amor y las anfetaminas sean los mismos. Pero tambien exis.te unadiferencia muy notable. La excitacion provocada por las anfetaml11as seproduce por la ingesta de una sustancia quimica. La euforia del amorpuede venir producida por la creencia de que la ot ra persona nos arnay puede transformarse en disforia cuando esa creencia no se c~nflrma: 4La euforia y la disforia pueden brotar practicamente de forma instanta-nea, mientras que 10s efectos de la anfetamina se producen y se extinguende manera mas graduaL Mientras que conocemos el circuito neurologico

    mediante el cual esa sustancia quimica produce sus efectos-es.muy proba-ble que la quimica de la creencia de que el amor es corresporidido y elefecto de esa creencia en el sistema de recornpensas de nuestro cerebrosean procesos enormemente mas complicados. En el futuro previsible, yquiza por siempre, solamente podremos describir esa creencia en terrninosde su contenido (

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    adictos son proclives a experimentar sentimientos de culpa y vergiienzaque pueden perpetuar su adicci6n 0 que, por elcontrario, pueden indu-cirles a abandonarla.

    Tanto la emocion como la adiccion son categories esquivas. No es fa-cil saber que sentirnientos 0 ansias especificas podemos incluir bajo esosrotulos. 2Es la sorpresa una ernocion? (Es una adiccion el juego cornpul-sivo? Dado un ejemplo indiscutihle de ernocion 0 adiccion, como pue-dan ser el miedo 0 el alcoholismo, podremos definir un fen6meno deter-minado como emocional 0 adictivo si en algunos aspectos resulta analogoa esos casos centrales. Pero, puesto que cualquier cosa es un poco comocualquier otra, la analogia resulta una herramienta demasiado debil parael analisis."

    Para propositos cientificos, la homologia es uninstrumento mas po-deroso que la analogia. Sobre la base de la analogla, resulta tentador cla-sificar en un unico grupo a las ballenas conjuntamente con los tiburones(anirnales que viven en el agua) y en otro grupo a 10s pajaros con 10smurcielagos (animales que vuelan). Sobre la base de la homologia, es de-cir de una historia causal cornun, las ballenas y los rnurcielagos tienenmas en cornun que cualquier otro par que seforrne entre estos cuatroanimales (vease la figura 1.1). El conocimiento, del sistema reproductoro el del metabolismo de las ballenas nos permite formular hipotesis para10s murcielagos, y viceversa. Por el contrario, losanimales que solamen-te estan relacionados por analogia es poco probable que tengan en co-mun algo mas que los rasgos mismos que definen la 'analogia y otros ras-gos que procedan causa/mente de aquellos rasgos que constituyen la basede la analogia.

    La frase en cursivas seiiala el papel util, aunque limitado, de la ana-logia en el razonamiento cientifico. Si queremos explorar el metabolis-mo de 10s tiburones, no hay ninguna razon para privilegiar las hipotesisque se deriven del metabolismo de las ballenas. Sin embargo, si quere-mos examinar las propiedades hidrodinamicas de un animal que vive enel agua, es muy probable que nos sea util conocer los rasgos de otrosanimales acuaticos, Incluso resulta mas evidente que si queremos com-

    8. Veasc, por ejcmplo, la discusion sobre la extension analoga del concepto de capital" enElster (1997). EI principio de que cualquier cosa cs un poco como cualquier otra se puede llamar laprirncra ley de Ia pseudociencia. La segunda ley es que cualquier cosa esta coneetada eausalmentecon cualquier otra, idea que provoca la resistencia ante la modelizacion analitica porque, est a inevi-rablernenrc haec abstraccion de algunos de los rasgos causal mente rclevantes de la srtuacron para po-der eomprender el papel de los aspectos mas irnporranres.

    -------- -- --rrr,!

    INTRODUCCI6N

    prender como es que 10s murcielagos consiguen mantenerse en el aire esmuy ~.robable qu~ nos pueda ser util conocer como consiguen hace~1010s paJar~s. Par ejernp]o, en su clasico estudio Sabre e! crecimiento y laforma, DArcy Wentworth Thompson escribe: Conocemos ... de acuerdoestrictamente con la teoria ... como las alas, ya sean de pajaro 0 de insec-to, se ma~~ienen extendidas y tens as a 10 largo de su "borde principal 0de ataqu~ ,de igual manera a como el mastil sujeta 1a vela, y como, porel contano, s,; extienden d~ m,~nera extraardinariamente fina a 10 largode su cola 0 borde postenor , donde las discontinuidades bruscas fa-vorecen la formacion de remolinos propulsores.9

    Analog,aAlas de los murciclagos ..-----_ ..Alas de 10spajarosIH'~log;,

    AnalogiaAlctas de Ias ballenas ~.-----_+.Aletas dc los tiburones

    Figura 1.1: La homologia es una herramienta mas potente que la analogia.

    Los rasgos que subyacen a la homologia deben su existencia a unahistaria causa! comun. Los rasgos que subyacen a la analogia pueden te-ner hls~onas causales completamente diferentes pero, a pesar de todo,producir e~ectas causales similares, Me referire a 10s rasgos que definenuna analogfn como rasgos primarios y a aquellos que resulran causalmenteimplicados por los primarios 10s Hamare rasgos Jccundarios. De esta ma-nera el rasgo primario de la analogia, entre 108 pajaros y 10s murcieJagos,c~nsl~te en que ambos animales pueden mantenerse par S1mismos en elarre Sll1 depender para ello de un impulso inicial, resultando asi similares a 10s aviones, pero diferentes de los peces voladores y de 10s cohetes.Los rasgos secundarios son 10s que se derivan de las restricciones aero-dinarnicas sobre los cuerpos pesados que se mantienen por S1mismos enel aire .

    . A~,ticipemonos. al capitulo tercero y utilicernos algunos ejemplos deadlcc~on que perrnuan mostrar la relevancia de estos conceptos para elestudio del problema que nos preocupa. Los estudiosos de la adiccion

    9. Thompson (1992), pag. 961.

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    IIIIIIIJ

  • 20 SOBRE LAS PASIONES

    coinciden ahora en que la mayor parte de las adicciones quimkas son ho-m610gas, en el sentido de que sus efectos euf6ricos y disf6ricos derivande mecanismos muy similares (aunque no idcnticosl en 10s sistemas do-paminergicos de recompensas del cerebro. Por el contnirio, las adiccio-nes quirnicas y ciertos fen6menos conductuales, tales como el juego com-pulsivo 0 la sobreingesta de alimentos, pueden no ser sino analogos en elsenti do de caracterizarse por fuertes tendencias a ini ciar actividades quetienen consecuencias perjudiciales a largo plazo. Estas urgencias consti-tuyen 105 rasgos primarios de estos fen6menos analogos Si la urgencia debeber y la urgencia de jugar descansan en mecanismosneur610gicos COI11-pletamente diferentes, no podemos apoyarnos en una de estas supuestasadicciones para hacer predicciones sobre el grado de las reacciones deabstinencia, de tolerancia 0 de sensibilizaci6n que se observ.?rian en laot ra. Pero si la urgencia induce una conducta autodestructlva, podemospredecir que imcntaran resistirse. Es mas, podel11os predecir que, con in-dependencia del origen de la urgencia, su coexistencia con un deseo [ucr-te de resistirla generani vergiienza, negaci6n, racionalizaci6n, desarrollode estrategias de autocontrol y otros fen6mel1os con claras implicacionesconductuales. Estas consecuencias son 10s rasgos secnndarios de 11l11chas

    adicciones.Estos rasgos secundarios surgen porque 10s adictos human()s son ca-

    paces de ser conscientes de sus adicciones, lamentar renerlase intentarsuperarlas. Los animales utilizados para estudios experimentales sobre laadiccion, particu1armente las ratas y 10s monos, no tierien estas capaci-dades cognitivas y morales. Debido a que la neurofisiologia de la adi c-cion quimica es esencialmente la misma para 10s humanos que para otrosanimales (

  • 22 SOBRE LAS PASIONES

    gar se enumcra una serie de sentiniientos y ansias que con frecuencia sesubsumen bajo el rotulo de emoeiones y adicciones. Esta fase del proce-dimiento es completamente preanalitica y sirve exclusivamente para dar-nos una vaga idea de la amplitud del fenomeno que vamos a estudiar. Mastarde, para cada una de las dos clases de Ienomenos, se sefiala cierto nu-mero de rasgos observables que se utilizan con frecuencia para caracte-rizarlas 0 definirlas. Este paso es conceptual 0 fenornenologico. Ideal-mente, deberia suministrarnos condiciones necesarias y suficientes paradeterminar que algo es una emoci6n 0 una adiccion. En tercer lugar, in-

    ---rento resumir nuestro conocimiento sobre los rnecanisrnos causales quegeneran las emociones y las ansias adictivas, Una vez que hemos identifi-cado estos mecanismos podemos volver atras, revisar eI conjunto de ras-gos fcnomcnologicos que caracterizan.las emociones y adicciones, al igualque eI conjunto de conductas que caen bajo esas denorninaciones. De es-ta manera puede ocurrir que fenomenos que parecen analogos en el nivelfenornenologico carezcan de hornologia en el plano causal, y a la inversa.Hasta que no comprendamos los mecanismos causales de la emoci6n y laadiccion no podremos saber que sonlas ernociones y Ias adicciones, ni po-drcmos saber cuales son las ernociones y adicciones que hay. Veremos quesabemos mucho mas sobrclaneurofisiologia de la adicei6n que sobre Iade la cmocion. Sobre Ia base de 10 que se conoce de los mecanismos cau-sales implicados, parece que podernos afirmar seriamente que las adiccio-nes quimicas constituyen una clase natural. Si ocurre 10 mismo con iascrnociones es algo que por ahora queda sin respuesta.

    En los capitulos 4 y 5, me centrare en la cultura yen la eleccion como de-terminantes de la conducta ernocional y adictiva. Como ya he sefialado, [aculrura es un lcnomeno especificarnente humano, algo que nos ayuda a dis-tinguir entre la conducta humana y la animal, y a comparar las variedadesde la ernocion y la adicci6n .enrre diferentes sociedades. Por el contrario, lacleccion no es un fen6meno exclusivamente hurnano. Los animates tam-bien son capaces de sopesar las diversas alternativas y de elegir entre ellassobre la base de las consecuencias 0 las recornpensas obtenidas. Pero quesolamente 10s humanos seam os capaces de hacer elecciones racionales tie-ne eonsecuencias muy importantes para Ias emociones y las ansias adictivas,Sin embargo, incIuso entre 10shumanos, podemos preguntarnos si es posi-ble que Ias emociones y Ias ansias sean a veces tan fuertes como para quepuedan cortocircuitar la elecci6n racional, e incluso la simple eleccion, Ensu senti do mas fuerte, esas urgencias parecen tener una cualidad sobrepo-de rosa que deja poco espacio para la comparaci6n y la eleccion.

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    Capitulo 2

    Emociones

    2_ L ~C()MO SABEMOS LO _QUE SABEMOS SOBRE LAS EMOCIONES?

    Comencemos conla introspeccion Tod - di id ' --d 1 - - 0 In IVI uo no patolotrlCO hasenti 0 a guna vez Ita y vergiienza por solo citar estas d t.,la m ia d ' os emociones y

    ayona e riosotros tarnbien ha experiment'ldo orr. h _'nes E1 - - - c as muc as emoClO-

    - conoClmlento mtrospcctivo es indispensable per - /---S ' difi -I .- . 0 rnsu :lClenteena I ICI comprender por que la verguenza pucd t _ _-

    t - - - .' 'e enel una potcncma~ 1l11preSIonante capaz mcluso de llevar a la gente al suicidi _- , ,

    I11IS1110S n h b-' , -, d 10 SInosotroso u rerarnos esta 0 nunca prcsos de esa emoci6n AI -

    nunca haya semi do verguenza podria estar tenta:l :l ' I- - glUle~1ql_lepor las sanci . - (0 ( e exp lear e sUlcldlOor a_ss~~Clone~ matenales que se imponen sobre la persona condenada

    ~l ostracismo, mas quepor el sentimiento subJ-etivo de dolor e /- d- - I dI11d d 1 - . n In-nie aUCI 0 por as sanliones_ bd AI mismo tiempo laintrospecci6n no resulta suficiente_ Por un la-0, porque pued: que algun?s individuos no hayan experimentado

    n~nca una deterrninadn ernocron en particular. Por ejernpl M -dice: Sob I idi d 0, ontaigne,

    - ,re a envr - ra no pue 0 decir priicticamente nada; esa pasionque segun dlcen es tan poderosa y violenta, nunca se ha apoderado de

    II

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  • 24 SOBRE LAS PASIONES

    mi. I La manifiesta inadecuacion del analisis deHume de la misrna erno-cion puede tambien deberse a una carencia personal de familiaridad ~onella.' Por otra parte, la emocion puede que sea tan fuerte como para im-pedir el analisis cognitivo. Citemos una vez mas a Montaigne, quien a suvez citaba a Petrarca para decir que: Quien puede describir como su co-razon se inflama se esta abrasando en una pequena pira.' No podemosobservar nuestra ira cuando estamos en sus garras y tampoco hay garan-ria de que posteriormente nuestra memoria nos sirva de ayuda. De he-cho, experiencias muy traumaticas puede que no nos dejen ningun vesti-gio en la memoria-:- . .

    Hasta cierto punto podernos corregir las limitaciones de la mtros-peccion si la complementamos can la observaci6n de otras personas encircunstancias cotidianas y no controladas. Porsupues~.Qque esta Fuentede inspiracion tambien tiene sus limitaciones. Porrazones que pueden 0no tener que ver con su propia configuracion emocional, algunas perso-nas son inca paces de interpreter las emociones de 16s dernas. Cornetentanto errores de subestimacion como de sobrevalora'cion, como ocurrecuando iznoran las cxprcsioncs de hostilidad 0 cuando encuentran en las

    b . .

    otras personas signos de afectos inexistentes. Algunos parecen tener unahabilidad y una intuicion infalibles a la hora de-interpretar lo que otroshacen y dicen en terminos de las emociones subyacentes a esas personas.Concretamentc, algunos novclistas y dramaturgosexhiben una extraor-dinaria capacidad para cornprendcr las emociones humanas. Aungue heaprendido principalmente de Jane Austen y de Stendlial; se podrian citarotros muchos autor es." Los escritos de los moralistas, desde Seneca yPlutarco basta Montaigne y La Rochefoucauld, son otra Fuente casi ina-zotable de intuiciones. En un plano mas sistematico, un pufiado de file-sofos, que van desde Arisroreles hasta Hurne, han sido capaces de extraerde sus expcriencias algunas proposiciones generales sobrc las emociones.A fin de cuentas, estes cscritores -dramaturgos, novelistas, moralistas y

    1. De Montaignc (19')]), pag. 97'1.2. IlUIllC (1960), pags. 375376, trata I" cnvidia como un simple ctccto de conrrastc inrcrperso-

    nal cs decir, como alga an.ilogo a 10 que cxperimcnramos cuando c~)mpar'lmos nuestro cstado pre-sente con orro anterior mas feliz (vcasc rambicn Elster y Loewenstein [[992)). Esta concepcion asep-tica de la cnvidia no sirvc de rnucha ayuda para cxplicar la violeneia destructiva de las ernocioncs.

    3. Dc Montaignc (1991 i, rag. 94. El caso mas desconcerrantc es el de Dostoievsky. Algunos de los pcrsonajes de sus novelas

    son a la vez convinccntcs e incomprensibJes; sus conductas no sun ni e xt rafias a1 persouaje- ni

    adccuadas al personaje.

    ",.

    EMOCIONES

    filesofos- siguen siendo 1as Fuentes mas importantes para el estudio de1as emociones humanas.

    Pero esto no significa que otras Fuentes mas cientfficas no tengan na-da que decir al respecto. Gran parte de 10 que sabemos sobre Ias ernocio-nes 10 obtenemos de 1a historia, 1a ciencia social y la ciencia naturaL Lascontribuciones pertinentes pertenecen ados categorias. Por una parte, losestudios hist6ricos y antropologicos pueden arnpliar nuestro conocimien-to de 1as variedades de 1a conducta ernocional. Y, por otro lado, 10s estu-dios psico16gicos, biologicos y neurocientificos intentan descubrir los de-talles precisos de nuestros mecanismos emocionales. Cornentare cad a unode 10s diversos tipos de eseritos sucesivamente.

    Si las emociones fueran universales, es decir, si las mismas emocio-nes se encontrasen en todas partes en la misma rnedida y se desencade-nasen por 1as mismas situaciones, parasu estudio no seria preciso ale-jarse de 1as rriodernas sociedades occidentales, que son las mejores queconozco (y que conocen la rnayoria delos lectorcs de este libro). Pero,tal como defendere mas adelante, en la seccion 4.2, las emociones no sonuniversales en estc sentido. (Puede que 10 sean 0 no en otro sentido,que tarnbien cornentare en la scccion 4.2.) A partir de los estudios his-toricos y antropologicos podemos aprcndcr que hay una gran variabili-dad en el rango de las emociones expresadas y en 1as situaciones que lassuscitan, Incluso aunque esos estudiosno se-refieran directamente al re-ma de las emociones, pueden ofrecernos testimonios y datos de con-ductas que podemos interpretar en rerrninosde emociones especificasy que, ademas, pueden esclarecer esas rnisrnas ernociones. Un ejernplode 10 que quiero decir 10 rcpresenta el extraordinario trabajo de Step-hen Wilson sobre la enemistad 0 el odio de. sangre en la C6rcega del si-glo XIX. Ellibro se apoya exclusivamcnte en documentos legales y ad-ministrativos, y no conticne ninguna atirmacion especifica sobre 10sestados emocionales de los diversos individuos que participaron enaquellas disputas. Ahara bien, cl peso acumulativo de 10s hechos quepresenta Wilson perrnite que nos forrnemos una idea de las divers asemociones que entraron en esa disputa.-ira, miedo, odio, envidia-.Por ejemp1o, nos cuenta que en 1845 un tal Antone Santa1ucia ... lepeg6 un tiro a Antono Quilichini, cl sex to de los restigos contra su her-mana en el juicio de 1840 en el que 10 condenaron a muerte y que, enotra ocasion, un notario de Novale fue acusado falsamente de hornici-dio y posteriormente murio en prision. Su hermano se convirtio en unbandido y a largo de los an os consiguio matar a los catorce individuos

    25

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    26 SOBRE LAS PASIONES

    que actuaron en el proceso como testigos de cargo.' Se trata de ext!~-":~rnos del espiritu de venganza, del rencor, que no conocemos en nuestnissociedades. Nos dicen que la emoci6n correspondiente no es la ira culti-vada, comun y corriente, que, como observaba Arist6teles, tiende a des-

    vanecerse rapidamente.6Para buscar los mecaoismos causalcs basicos implicados en las emo-

    ciones -como se activan las emociones y como ellas pueden a su vezactivar la canducta- deberiamos fijarnos en la psicologia y en las di-versas ciencias bio16gicas. Los estudios relevantes se pueden clasificaien cuatro categorias. En primer lugar,encontramos el estudio experimen-tal de los sujetos humanos normales. Este es el paradigma de la 'mayorparte de las investigaciones psico16gicas sobre las emociones. Normal-mente las emociones nos sirven mas como explananda que como expla- .nantia: la variable depel1lliente suele ser una emoci6n en vez de que sea .. 'otro estado mental 0 conducta el que se explique en terminos de laernocion. Tambien ocurre que las emociones se miden normalmente'por medio de inforrnes personales en vez de utilizar algunos rasgos o~-servables asociados con clla (vcase mas adclantc]. El paradigma habi-tual consiste en pedirle a los sujetos que informen sobre las emociones'que sienten 0 que podrian sentir en diversas situaciones para, con.ello,establecer correlaciones entre las diversas emociones y las difer(ntes si-tuaciones antecedentes. Sin embargo, en algunos estudios la v

  • 28 SOBRE LAS PASrONES

    tador no solamente puede manipular las variables del entorno, sino quetarnbien utiliza intervenciones quirurgicas para modificar la fisiologia delanimal. Al destru'ir algunos 6rganos y conservar otros, podemos deter-minar los circuitos fisiologicos espedficos que intervienen en algunas deIas principales reacciones emocionales. Posiblemente sea el miedo laemoci6n mejor estudiada, y ha sido objeto de un trabajo muy innovadorrealizado por Joseph LeDoux, sintetizado en El cerebra emocional." Masadelante, en las secciones 2.2 y 2.3, rctornare sus descubrimientos y con-jeturas, y volvere sobre ello en el capitulo 4. Por ahora quisiera solame~-te sefialar que para el estudio de las emociones humanas result a muy 11-_mitada la pertinencia de 10s estudios experimentales con animales.Muchas emociones humanas, quiza la mayoria de ellas, se manifiestanpor creencias que tienen una complejidad que se encuentra mas aHa de lacapacidad que consideramos que riencn 10s animales. .

    En cuarto lugar, disponemos de datos de observaciones sobre aruma-les que viven en libertad () en condiciones serninaturales, como pueda serun zoolozico. Muchos habran vis to los documentales de television de J a-

    D ' ,.ne Goodall protagonizados por el chimpance rrodo. Este aparecia prr-mcro consumido por la envidia cuando su herrnano mas joven ocupabasu lunar en 105 afectos de su madre, luego se lc vc bailando alegremente, h

    cuando muere SlI hermano y por ulrimo se le ve muriendo de tristeza cuan-do mucre su madre. Aunque no tengo la competencia nccesaria para juz-gar la validez de esta particular presentaci6n, parece plausible que 105 es-rudios de animales realizados en su medic natural puedan ofrecer algunsinformacion util sobre sus vidas emocionales. Por ejemplo, De Waal hadernosrrado la presencia de culpa C-:overguenza?) entre los macacos su-bordinados cuando se les perrnite tener acccso alas hernbras y copularcon ellas en ausencia del macho alla (dominantc], posteriormente se lesve aJoptar una conducta de sometimiento mayor de 10 habitual cuandoel macho dominante regresa. l2 Pero en muchos cases no queda claro si sehan dado los pertinentes estados cognitivos antecedentes. En anirnalesdiferentes al hombre, puede resultar dificil decidir si 10 que considera-mos una rcaccion emocional se ha desencadenado, ya sea por una repre-sentacion mental de la situacion 0 si sencillamente se trata de una res-puesta aprendida. La aparente culpa de un perro, que ha hecho trizas unperiodico en ausencia de su duefio, puede ser simplemente un temor con-

    1L LeDoux (I996). Para otros csrudios snore cl rniedo vcansc Marks ([987) y Gray (1991).

    12. DcWaal(1996l.pag.lIO.

    EMOCIONES 29

    ft~rli

    dicionado al castigo.ipuesto que [a misma respuesta se produce en el pe-rro cuando es el propietario mismo quien rompe el periodico y 10 deja enel suelo. 13

    Resumiendo.idistinguiremos las diferentes emociones segun dos di-mensiones: emociones fuertes (profundas) 0 debiles y emociones conantecedentes cognitivos com plejos 0 simples. En sociedades en las quese ha superado la constante lucha por la supervivencia, las emocionesmas importantes se caracterizan par una gran excitacion y valencia (vea-se mas adelanre) y por antecedentes cognitivos complejos. Los ejemplosincluyen tanto la ira producida por la creencia de que un rival ha utili-zado medios inrnorales para obtener 1;1 promoci6n que anhelabarnos,como cl deleite producido al creer que la persona que uno ama tieneesos misrnos sentimientos hacia nosotros, Por razones eticas, financierasy tecnicas, las ernocrories profundas no pueden producirse en experi-mentes de laboratorio realizados con humanos. Por razones de comple-jidad en su desarrollo, las emociones con antecedentes cognitivos COI11-plejos no se pucden producir en otros animales que no scan los humanos.Debido a esrasIirnitaciones, me parcce justificado afirmar que 1a mayorparte de 10 que sabernos sobre las emociones profundas y complejas seapoya en la literatura y en la filosofia mas que en estudios cieuuficos.Como cspero que qucdeclaro, de ninguna manera excluyo 10s estudioscontrolados 0 lasobservaciones sisternaticas como Fuentes de conoci-miento sobre las emociones, pcro ocupan un lugar secundario si quere-mos comprender las emociones como fa sustancia de fa vida, aquello quenos mantiene despiertos por la noche y que nos haec esperar mas alia detoda esperanza. .

    2.2. (QUI: EMOCI()NES HAY?

    Antes de intentar afrontar este asunto, parece necesario especificar elcontexto: (que ernociones hay en la sociedad x 0 en la cultura y? POSPOl1-dremos est a cuestion hasta el capitulo 4. Aqui nos limitarernos ingenue-mente alas emociones que podemos identificar en las modernas socieda-des occidentalcs-Dejaremos a un lado, por ahora, si estas emocionestam bien existen en otros lugares, 0 en todos, y la cuesti6n de si en otrasculturas aparecen ernociones que no encontramos en las nuestras.

    13. Vollmer (1977).

  • 30 SOBRE LAS PASIONES

    Aunque ellenguaje puede servirnos como una primera aproximacionutil para enumerar y clasificar las ernociones, no puede convertirse en laautoridad final. En primer lugar, ellenguaje no puede decirnos si deter-minadas palabras como sorpresa 0 [rustracion son 0 no terminos pa-ra nombrar ernociones. En segundo lugar, ellenguaje no puede decirnoscuarido dos rerminos, utilizados para nombrar emociones, turia y ra-bia, 0 culpa y remordirniento, son sinonimos 0 cuando resulta quedenotan emociones diferentes. En tercer lugar, ellenguaje puede tenerlagunas. Aunque diferenciamos entre el sentimiento de pesar, de lamen-tar y la dccepcion, sin embargo, tenemos un unico termino para el co-rrespondiente conjunto de emociones positivas: alivio. Aunque Descar-tes utilizaba indignacion para referirse a la emoci6n que siente A al verque B desprecia a C,14 ellenguaje ordinario no restringe 1a palabra a estecaso especial, para el que no tenemos un terrnino particular. Para resol-ver estc tipo de problemas, necesitamos-una caractcrizacion mas te6ricade Ias cmociones, asunto que voy adiscutir en las secciones siguientes.Por ahora solarnente ofrecere unavision general preanalitica sobre 10 queindiscutiblerncnte se acepta que sonemociones, conjuntamente con algu-nos comcntarios sobre algunos casas frontera. Caractcrizare estas emo-ciones como positivas 0 negativas, d"~pendiendo de si se experimcntancomo placenteras 0 como dolorosas.

    Un grupo importante de ernocionesson aquellas que podemos deno-rninar como cmocioncs sociales, Suponen una evaluaci6n positiva 0 nega-tiva de nuestra conducta o caracter, o de los de otra persona. Estas tresdicotomias conjuntarnente nos producen ocho emociones:

    VC,.,~ljcnz{/: ernocion negative desencadenada par una creencia enrelacion con el propio caractcr.

    " Dcsprccio y odio: ernociones negativas descncadenadas por crecn-cias sobre el car.icter de otros. (El desprecio 10 induce el pensamiento deque el otro es inferior; el odio, el pensarniento de que es rnalo.)

    Culpa: emocion ncgativa desencadenada por una creencia sobre lapropia accion.

    Ira: emocion negativa desencadenada por una creencia sobre la ac-cion de otro.

    Amor propio ()dignidad: emoci6n positiva provocada par una creen-cia sobre el propio caractcr,

    14. Descartes. Lcspassions de l'dmc, art. 201 (trad. cast.: Pasioncs del alma, Madrid, Tecnos, 199!l).

    EMOCIONES 3J

    Simpatia: ernocion positiva provocada por una creencia sobre el ca-racter de otro.

    Orgullo: ernocion positiva provocada par una creencia sobre la pro-pia accion.

    Admiracion: emoci6n positiva provocada par una creencia sobre laaccion realizada por otro.

    En segundo lugar, hay un conjunto de ernociones generadas al pensarque alguien merecida 0 inmerecidamente posee algo bueno 0 algo malo."Siguiendo la discusi6n que plantea Arist6teles en la Retorica, podemosdistinguir seis casos:

    Envidia: emoci6n negativa causada par el merecido bien de alguien. Indignaci6n: emocion negativa causada par el bien inmerecido de

    alguien. Congratulaci6n: ernocion positiva causada por el merecido bien de

    alguien. Compasi6n: emoci6n negativa causada por la desgracia no rnereci-

    da de alguien. Crueldad: ernocion positiva causada par la desgracia no merecida

    de alguien. Regodeo: ernocion positiva causada por la desgracia mereeida de

    alguien.

    En tercer lugar, hay emociones positivas a negativas generadas porpensar en las cosas buenas 0 malas que Ie han ocurrido 0 que Ie ocurri-ran a uno mismo -deleite y pesar can sus divers as variantes y afines- .Como han observado muchos autores, las desgracias pasadas tambienpueden generar ernociones positivas en el prescnte, y sucesos dichosos pue-den provocar ernociones ncgativas." Asi, en la principal colecci6n deproverbios y apotegmas de la Antigiiedad, las Sentencias de Publilio Si-ro, es posible encontrarnos tanto can el recuerdo de 10s peligros pasa-dos result a placentero como con la felicidad pasada aumenta la mise-ria del presente.

    15. A continuaci6n incluyo no inrnerecido bajo el concepto de merecido. De est" manera,y a diferencia del uso ordinario, si alguien se gana un premio importance en la loreria, dirernos quese 10 rnerece.

    16. En Elster y Loewenstein (!992), sc dcfiende que 10mismo es cierto para los evcnros furu-ros buenos 0 malos.I

    It

    l

  • 32 SOBRE LAS PASIONES

    Todas las emociones quehemos discutido hasta aqui las provocanJ creencias de las que estamos plenamente convencidos. Con mayor pre-cisi6n, se las puede inducir mediante creencias que se mantengan contotal certidumbre, aunque algunas de esas emociones puedan darsetarnbien con creencias que no sean tan firmes. Tarnbien hay otras emo-ciones -esperanza, miedo, am or y celos- que esencialmente presu-ponen mantener ciertas creencias como probables 0 posibles. Estasemociones sc generan al pensar en ciertas cosas buenas 0 malas quepueden 0 no ocurrir en el futuro y en buenas 0 malas situaciones que puc-den 0 no conseguirse en el presente. Por 10 general, estas emocionesprecisan de que el suceso 0 el estado en cuestion sea visto como algomas que meramente concebible, es decir, debe existir una oportunidadno nula de que pueda efectivamente ocurriro que sepueda real menteconseguir. Pcnsar en ganar el primer premio de la loteria puedc gene-rar esperanZ

  • 34 SOBRE LAS PASIONES

    centrare en clestudio de que son las emociones para ver si puede ayu-darnos a resolver esas discusiones.

    2.3. (QUE SON LAS EMOCIONES? UN ANAuSIS FENOMENOLOGICO

    Podemos definir las emociones por cierto numero de rasgos direc-tamente observables antes de proceder a cualquier tipo de analisis cientifi-co. Aunque veremos que ninguno de esos rasgos se dan necesariamente entodos 105 estados que intuitivamente 0 preanaliticamente consideramoscomo ernociones, cada una de esas {acetas juega un papel importante enla vida cmocional. Por hacer una sencilla analogia, no es cierto que to-dos los mucbles scan pcsados. Las larnparas de papel son mueb1es y nopesan casi nada. Ahora bien, para much os propositos practices, el hechode scr pes ados es una propiedad importante de 10s muebles, De formasimilar, qljr;algunas emociones se desencadenen por cierta percepci6n,en vez de por algun aspccto cognitivo, no reduce para nada la impor-tancia que r ierien 10s elementos cognitivos como aspectos antecedentesde las emociones.Por todo ello, en esta secci6n se plantc a la cuesti6n(que son las emociones? en el sentido de (cwiles son las propieda-des caracteristicas de las emociones?, en vez de (cwiles son las con-diciones nccesarias y suficicntes para que un estado mental sea unaernocion? .

    Sin embargo, es neccsario hacer en primer lugar una distinci6n quedebia habcr hecho mucho antes. La palabra emoci6n puede tomarseen el sentido de un hecho que se da 0 considerarse en un sentido dispo-sicianal. Los acontecil11ientos ernocionales son cpisodios efcctivos de ex-pcriencias de ira,miedo, deleite y similarcs. Las disposiciones cmociona-Ies son tcndencias a tener emocioncs efectivas, son cosas tales como lairascibilidad, pusilanimidad 0 10 que llamamos un caracter alegre. Cier-tos prejuicios como la misogjn ia 0 el antisemitismo tam bien se puedenconsiderar disposicioncs emocionales. La disposici6n se puede caracteri-zar en terrninos del umbral nccesario para que se desencadene la emo-cion (por ejernplo, la irritabilidad), en terrninos de la intensidad de laernocion cuarido se desencadena (por ejemplo, la irascibilidad) 0 bienutilizando los dos criterios. Ni siquiera las personas irascibles estan enfa-dad as todo el tiernpo, y una persona enojada no necesariamente es iras-cible, de manera que 105 dos f~n6menos son diferentes. Normalmente,resultara claro por el contexte cuando me estare refiriendo a ernociones

    EMOCIONES 35

    como acontecimientos 0 como disposiciones, pero cuando haga falta 10dire explicitamente.

    La mayor parte de las veces, la mayoria de las emociones en acto,enurneradas en la seccion 2.2, tienen las propiedades siguientes;"

    sensaci6n cualitativa singular; aparicion subita; imprevisibilidad; corta duraci6n; las desencadena un est ado cognitivo; dirigidas hacia un objeto intencional; inducen cambios fisiologicos (

  • ------------------- ---- - - -- -- -- ----

    36 SOBRE LAS PASIONES

    . - en la musica-s- oirnos que la musica suena de la manera en que se siente. .20 Cuando escucho una pieza musical triste, 10 que experimento estristeza pura, no una tristeza intensa (porque no hay excitaci6n ni ten-dencia ala accion), pero sin duda tristeza. El caso de la alegria es un po-co mas complejo, porque una rnusica alegre tiende a provocar la acci6n ysus expresiones caracteristicas. Sin embargo, seria exagerado creer y de-fender que el sentimiento de alegria es la percepci6n placentera de la ex-citacion, la tendencia a la accion, etc. Tarnbien, cuando las emociones seprovocan por estirnulacion cerebral directa 0 par rnedios quimicos, lossujetos describen con frecuencia sus experiencias en terrninos que sugie-ren la existencia de cualidades (qualia) ernocionales." En todo caso, lacuestion no es nada clara. No volvere a referirme a elIo porque, en el me-jor de 10s casos, se trata de un aspecto marginal en el estudio de las erno-Clones.

    Aparici6n sub ita

    Segun plantea Paul Ekman: El inicio repentino es fundamental [-..Jpara el valor adaptativo de las cmociones, nos moviliza para responder asucesos irnportantes sin perder rnucho tiempo en la evaluaci6n 0 prepa-racion." Volvere al tema de la adaptaci6n mas adelante, en la seccion2.4. Por ahora solamente quiero hacer dos observaciones. En primer lu-gar, decir que efectivamente es cierto que en muchos casos norm ales lasreacciones emocionales se desatan de manera casi instantanea debido aciertos estimulos perceptuales 0 cognitivos. Ante una agresi6n fisica 0ante determinado peligro, las ernociones de ira y de temor, con sus co-rrespondientes tendencias a la acci6n, quedarse helado, huir, enfrentar-se, pueden surgir en una fracci6n de segundo. En segundo lugar, sin em-bargo, hay tantas excepciones que el cornienzo rcpentino no puedeconsiderarse como una caracteristica universal ni como un rasgo defini-torio de las emociones. La ira y el amor, por ejemplo, pueden crecer sigi-losarnente de forma gradual e imperceptible de manera que no nos de-mos cuenta de 10 que esta ocurriendo. Al mismo tiempo, estas emocionesse caracterizan frecuentemente por tener un punto de no retorno, mas

    20. Budd (1995), pag. 136.21. Para el caso de Ia estimulacion cerebral directa, vcase Brothers (1995), pag. 1.111, que cita a

    Gloor (1986), pag. 164. Para la estirnulacion quimica, veanse Servan-Schreiber y Perlstein (1997).22. Ekman (1992a). pag. 185.

    EMOCTONES 37

    / a~a del cual ya no se dispone de aurocontrol.> Segun-,_Montaigne, la ra-. zon por la cual es tan dificil controlar la ira es porquererdemos el con-

    trol antes de tener conciencia de 1a ernocion. La infancia de todas las co-sas es floja y debil. En sus comienzos debemos mantener bien abiertosnuestros .ojos; no po~emos percibir en esos mementos su peligro porquees dernasiado pequeno; una vez que ha crecido, ya no podemos encontrarla cura.>' En una novela del siglo XVII, Ciro el grande, encontramos unaobservacion similar sobre el amor: Cleobuline le amaba sin pensar quele amaba, y estuvo bajo esta ilusion durante tanto tiempo que, cuandopor fin alcanzo conciencia de ello, el afecto ya no se podia combatir."En otras palabtas,ladinarnica de la ira y del arnot se encuentra sometidaal dilema que se presenta en 1a figura 2.1. _

    Punta deretorno

    Punta de primersdctcccion

    ---+------ ..Intensidad de Ia cmocion

    Figura 2.1: El dilerna de la dinamica del amor y la ira.

    Imprevisibilidad

    Un sinonimo de emoci6n es pasion, terniino estrechamente rela-cion.ado con pasivo. Aunque el origen de las palabras nopueda nuncaservrrnos como argumento para llegar a una conclusion sustantiva en es-te caso ocurre que la etimologia se ajusta bastante bienal p~nto de vista tra-dic~onal de que las ernociones son cosas que se sufren -0 experimentan :pasrvarnente en vez de ser algo que elegimos de manera activa. Las reac-'ciones ernocionales son euentos; no son acciones. A pesar de Ios recientesy variados argumentos en su contra, me parece que el punta de vista tra-dicional es esencialmente correcto. Volvere a tratar este asunto con ma-yor d.etenimiento ~n la secci6n 5.2. POl' ahora solamente indicare que lapropiedad de ser involuntarias no es una caracterfstica universal 0 defi-nitoria de las emociones. Por ejernplo, podemos decidir enfadarnos pen-sando en algo que nos ocurri6 y que nos hizo enfadar en el pas ado, 0 po-demos provocarnos tristeza a1 retroalimentarnos con las expresiones de

    23. Frijda (1986), prigs. 43-45, 91 y241.24. De Monraigne (1991), pag. 1.154; vcase tam bien Ekman (i992h), pag. 47.25. Citado siguiendo a Sellicr (1991), pag. 395, n. 1. .

  • ---l

    38 SOBRE LAS -PASTONES

    las emociones para llegar a experitnen~rJa emoci6n en si mism.a. Co~osugieren estos ejemplos, las emociones provocad~s d~.m~nera mtenc~o-na1 son parasitas 0 dependientes de 1as involuntanas. SI ciertas creenciasno generan demanera espontaneauna ernocion espedfica, no podemosconseguir que suceda 1a emoci6n tratando de provocar aquellos ~ensa-mientos, y si ciertas expresiones no acompanan de manera espontanea acierta emoci6n, no podemos ocasionarla 0 causarla simulando tales ex-

    presiones. _

    COI1l duracion

    Citemos de nuevo a Ekman: El heche de ser capaz de movilizar alorganismo de manera muy rapida (ataque) no es el (mic.o componenteadaptativo de las ernociones, tarnbrenlo es que 10s carnbios de respues-ta asi movilizados no duran mucho a menos que la emoci6n se vuelva acvocar.~" Retrasaremos, una ve: mas, la discusi6n del tema de la adapta-ci6n. Creo que (10 mismo que en el caso del ataque repentino 0 aparici6nstlbita) Ekman ha identificado L111apropiedad frecuente pero que no esuniversal de las emocioncs. Efectivamente es cierto que, como ya he di-cho muchas emociones tienden a desarrollarse y a seguir su curso bastaque' se ban pasado. Pero rambienes cierto que las emociones puedendurar muchos an os, e incluso toda una vida. Anteriormente me he refe-rido a1 caso de la venganza. En SlI -analisis del amor rornantico (al que serefiere con el neologismo de limcrencer, Dorothy Tennov encuentra quela duraci6n tipica de uno de esos episodios amorosos discurre entre losdieciocho rneses y 10s tres aiios, dandose algunos episodios que duran so-lamente unas semanas y otros toda la vida." Las emociones de prejuicio,desprecio y odio, tarnbien pueden durar muchisimo. Podr~amos pregun-tarnos si estas emocioncs permanentes son aconteclmlentos 0 actosemocionales que se producen de hecho 0 si simplemente se trata de dis-posiciones emocionales estables. Al menos en el caso de 1a limerence y dela venganza, me parece que estamos ante emociones capaces d~ lle~ar lamayor parte de la vida consciente de una persona. Podriamos Cl~ar 111?U-mcrables descripciones literarias del amor, mas veamos 10 que dice MIlo-van Djilas sobre la venganza:

    26_ Ekman (J992a), pag. 185.27. Tennov (1979), pag_ 142.

    EMOCIONES 39

    Esta tierra nunca recompense Lavirtud, pero siempre ha sido brutal enLavenganza y en eI castigo del mal. La venganza es su mayor satisfacci6n ygloria. (Es posibLe que eI coraz6n humano pueda encontrar paz y placer so-Iamente ai devolver mal por mal? [...] La venganza es un fuego incontrola-ble y que consume. Estalla, y destruye con sus llamaradas cuaiquier otropensamiento 0 emoci6n. Se mantiene y destaca sobre todas las cosas. C .. ]La vcnganza [...] brillaba en nuestros ojos, inflamaba nuestros rostros, es-trernecla nuestras sienes, era Ia palabra que se agolpaba en nuestras gargan-tas aLoir que se habra derramado sangre. [...] La venganza no es el odio, si-no Lamas salvaje y mas dulce de las bebidas para quienes deben vengarse ypara quienes desean ser vengados."

    Las desencadena un estado cognitivo

    Quiza sea la relacioueriire emociones y estados cognitivos el temacentral en el estudio de las emociones bumanas. Tal como indique en lasecci6n 2.2, las ernociones pueden provocarse por gran diversidad decreencias, que pueden tenerrelacion con 10s otros 0 con uno rnismo, conel pasado, el presente 0 el futuro; y estas creencias puedc que las consi-deremos como ciertas, probables 0 simplemente posibles. Adernas, lasernociones pueden conformar.la propia cognici6n, por ejemplo, median-te el pensamiento desiderativo de que la realidad se ajusta alas propiosdeseos, y ellas mismas pueden ser objeto de conocimiento, como cuandopor fin nos damos cuenta de que estamos enamorados. Debido a la inti-ma relaci6n que existe entre los-aspectos cognitivos y la cultura, no serasino hasta la seccion 4.2 cuando plantee buena parte de 10 que tengo quedecir sobre estos temas. Por ahora, solamente discutire algunas excep-ciones a la afirmaci6n de que las emociones se provo can de manera inva-riable par una evaluaci6n 0 estimaci6n cognitiva previa.

    Joseph LeDoux, en su trabajo sobre el miedo, ha demostrado que baydos vias separadas que median entre las sefiales sensoriales y las reaccio-nes de temor. Como se muestra en la figura 2.2, solamente uno de esoscaminos pasa por la partedelcerebro que es capaz de realizar estirnacio-nes cognitivas.

    La otra via conduce directamente des de el aparato sensorial hasta 1aamigdala, una parte del cerebro involucrada principalmente en las reac-ciones emocionales. El parrafo siguiente dellibro de LeDoux resume al-gunas de las diferencias entre las dos vias:

    28. Djilas (l958)' pags. 86, 105, 106 Y107.

  • ------------------------------------------------------------------------------------------------,

    40 SOBRE LAS PASIONES

    ------------Cortexsensorial

    Camino superior

    Talamosensorial

    AmigdalaCamino inferior

    IRespuesta emocionalEstimulo emocional

    IO. - 2 2' Dos vias diferentes que sirven de intermediaci6n entre !as senales'lgura ., .', .' ' 164scnsorialcs y las reacciones de ternor (Fuente: LeDoux [1996], pag. ).

    Aunq:ie'el sistema talarnico no puede haccr distinciones finas,.la via dela amigdala ticuc una ventaja importante sobre la via de input C(:rtlcal. Estavcntaja CS ~Itiempo. Para que un esrimulo auditive alcance la amlgciala a tra-ves de la via tahlmica se requiere, en el caso de una rata, de unos doc,e ITlll:-seg-undos, y casi el doble si se realiza a travcs de la via ~ort1cal. La via tala-. _ [ ] nole puede decir a la amigdala con prcctsion 10 que hay, peromica t.'. . ]' r

    pucde suministrar una seiial rapid a de la presencia de algCmpe igro . .os unsistema de procesamiento rapido y basto 0 poco discriminarivo. .

    - Imaginemos que caminamos por el bosque. Se produce un ,rwdo e;ctra-no, algun chirrido. Va directamente ala amigdala pOI la via tal amica. H so-nido tarnbien va del talamo al cortex y estc 10 rcconocc como una rama secaque se quebro con el peso de nuestras botas 0 como una serpiente de casca-bel agitando su cola. Pero cuando e1cortex ha llegado a establecer e1 resul-tado, la amigdala ya ha comenzado a defenderse de la serprente. La infer-maci6n procedente del talarno no viene ya filtrada y sesgacla para provocardeterminadas rcspucstas. El trabajo del cortex es impcdir 13 respues:a ina-decuada mas que producir la adecuada 0 pertincntc. POI' cl cont.rarro, su-pongamos que en el camino vernos algo curvo y fino. La curvatura y la del-gadez liega a la amigdala desde el talarno, micntras que solamente es elcortex e1que distingue entre una serpiente cnroscada y un palo curvo. S1esuna serpiente, la amigdala tiene la ventaja en cl juego. Dcsde el punto de VIS-ta de la supervivencia, es mejor responder a peligros pot~nclales como SI dehccho fueran realcs en vez de fracasar en la rcspuesta. U coste de conside-rar que el palo es una serpiente es menor, a largo plazo, que el coste de tra-tar a la serpiente como si fuera un palo.:"

    29. LeDoux (J996), pags. 163-165.

    EMOCIONES 41

    En el estado actual del conocimiento, es diffcil evaluar la importancia- de estas ideas para el estudio de las emociones humanas. Como ya indi-que al final de la secci6n 2.1, en las sociedades que han superado ya lalucha directa por 1a supervivencia, las principales experiencias emociona-les tienden a tener antecedentes cognitivos complejos. Supongamos queme enfado cuando oigo a alguien decir algo que me hace suponer que hesido tratado injustamente. Salvo casos especiales, parece implausible quehaya un camino inferior mediante el cual el input auditivo recibido porel talarno sea capaz de provocar la ira antes de que se produzca algun ti-po de procesamiento cognitive.'?

    Sin embargo, el camino inferior puede que sea importante de ma-nera indirecta. Supongamos que estoy de pie en el anden del metro y queotra persona choca conmigo. Antes de procesar cognitivamente 1a situa-don y decidir si el otro actuo intencionalmente, por imprudencia, negli-gentemente Cl de forma totalmente inocente, puede que se produzca en_rni una reaccion de enfado por medio de algun camino rapido y bas-to." Supongamos que, de heeho, el otro actuo inoeentemente (que al-guien tropezo con el y le hizo perdcr el equilibrio); podriamos distinguirtres cases. Prirnero, reconoeemos que nuestra ira era inrnotivada y deja-mas. de sentirla 0 de expresarla en cualquier forma. Incluso puede quepidamos disculpas por haber expresado ira. En segundo lugar, reconoce-mosque la ira no estaba motivada, pero reprimimos la conciencia y nosinventamos otra historia que justifique 1a ira. En tercer lugar, 1a inven-

    --cion dela historia incluso puede darse antes de reconoeer la inocenciadel otro. Mientras que en cl segundo esccnario estamos ante un caso deautoengaiio, cl tercero es uno de pensarniento desiderativo. En ambos, laresistencia a admitir (ante rni 0 ante los otros) que me he comportado aira-damente sin ninguna justifieaci6n es la causa de que me invente una his-'toria que justifique mi ira, Por tanto, 10 que he llamado antecedentescognitivos complejos de una emoci6n pueden estar inducidos por un

    -- - 30. Un caso especial se relaciona con c1 fcnomcno de la fiesta coctcl. En un coctcl, normal-mente nos aislamos del ruido de Iondo para centrarnos en 10 'lue nos est a diciendo nuestro interlocu-tor. Pero si por algun lado sc meuciona nuestro nombre, inmediatarnenre nos percatamos. De la mis-ma rnancra, si 5'C mcnciona en alguna otra convcrsacion cl nombre de alguien que es nuestro cncrnigo

    desde haec mucho ticmpo, es posible pensar que comenzamos por reaccionar ernocionalrnente antesde que nuestro cortex dccida si el conjunto del contexto proposicional justifica nuestra ira.

    - 31. Es una afirrnacion purarncnte especulativa. Par 10 que se, no cxiste una cvidcncia neurofi-sio16gica para distinguir un camino superior 0 un camino inferior en 1a gencraci6n de 1a Ira. Aunque.a nivel fenomeno16gico, disponemos de suficicntes datos qne muestran que 1a genre a vcccs ataca aira-damente antes de tencr ticmpo de decidir si su agresi6n esta justificada.

  • 42 SOBRE LAS PASIONES

    itlI,

    con junto de causas que incluyen 1) una reacci6ri ernecional sin ningunode tales ante~edentes y 2) una imagen propia por la que nos resulta inco-modo pensar que fuimos cap aces de reaccionar airadamente sin raz6n al-guna. En tales casos, la relacion entre los elementos cognitivos y la emo-cion se da tanto hacia arras como hacia delante -la emoci6n produce lacreencia que la justifica-, en vez de darse, como es el caso habitual, so-lamente hacia delante.

    LeDoux ha mostrado que el miedo puede desencadenarse mas porcuestiones sensoriales 0 perceptivas que por aspectos cognitivos. Demanera similar, eLdesencadenamiento de la emoci6n musical es mas per.::.ceptiva que cognitiva. No hay creencias prcposicionales que debamostener antes de que experimentemos un fragmento musical deterrnina-do como triste, placentero 0 jubiloso. De manera mas discutible, tam-bien el amor puede desencadenarse por la percepcion de un rostro 0de determinada forma corporal, en vez de por albergar determinadascrecncias sobre la persona en cuestion. Por ejernplo, es frecuente citara Stendhal para decir que Ias creencias sobre las maravillosas propie-dades de la otra persona son el efecto del amor, atravcs del proccsoque elllamaba cristalizacion, en vez de ser esas propiedades la causadel arnor. Aunque es cierto que bay frases de Stendhal en las que apa-recen esos planteamientos, sin embargo, tambien afirrnaba que una con-dici6n necesaria para el amor es que creamos que la otra persona pue-de arnarnos." Esta creencia relacional desencadena el am or, 10 que ensu momenta provoca que tarnbien se desencaderrencreencias no rela-cionales respecto a la otra persona. El terna, evidenternente, no es de fa-cil resoluci6n. Recomendaria allector multiples pasajes de la literaturauniversal.

    Dirigidas bacia un objeto intencional

    Las emociones, 10 misrno que los deseos y las creencias, son intcncio-nales: son sabre algo. Difieren en este aspecto de otros sentimientos vis-cerales, como puedan ser el dolor, la somnolencia, Ia nausea y el vertigo.A veces se !leva muy lejos la analogfa de las emocioncs con Ios deseos ylas creencias. Lo mismo que decimos que una persona desea que p sea el ca-so 0 que cree que p es el caso, don de p es alguna proposici6n, con fre-cuencia se dice que la forma tipica de los enunciados de emoci6n es X

    32. Stendhal (1980), pag. 279.

    EMOCIONES 43

    experimenta la ernocion p.J3 En ciertoscasos, este analisis resulta sufi-cientemente preciso. Puedo estar avergonzado ya que he hecho algo malo sentir enfado ya que el mundo es as! de injusto. Pero puedo tambienenfadarme can 0 por alguien: el objeto intencional es una persona en vez deun estado de hechos. Y en el caso del odio 0 del amor, la emoci6n sola-mente puede establecerse como relaci6n con una persona como objeto dela relaci6n. La envidia tarnbien se dirige siernpre hacia una persona. Hayvarias entradas en el OED (Oxford English Dictionary) para estoy in-dignado ya que ... (y para estoy indignado con ...), pero ninguna paraestoy envidioso ya que ....

    Normalmente se dice que ciertos estados de animo, como la ansiedadgeneralizada, constituyen una excepci6n ala afirmaci6n de que todas lasemociones tienen objetos intencionales. Debido a que no me parece quetengamos una buena comprensi6n de la relacion existente entre las erno-ciones efectivas 0 acontecimientos emocionales, los estados de animo ylas disposiciones emocionales, pretieroreferirrne a 10s contraejemplosnada ambiguos que nos ofrecen las emociones musicales. Como ha dichoMalcolm Budd:

    En el caso de la expresion musical delas emociones, la ernocion que nosmueve 0 impulsa es ... a la vez abstracta y; por as! decirlo, desencarnada: laernocion no se refiere a ningun estado dehechos definido y tampa co la ex-perirnenta alguien con caracteristicas definidas (edad, raza, sexo, etc). Si laemoci6n es un estado exultantc, sera la exaltacion de un os objetos que no seespecifican y sera eI sentimiento de exaltacion de una persona indetermina-da, no de un individuo en particular, y vendra definida solamente por la na-turaleza misma de la emoci6n ... La emoci6n carece tanto de objeto definidocomo de un sujeto definido."

    La induccion de cambio.r/isioI6gicos (

  • 44 SOBRE LAS PASIONES

    ciones se pueden vincular a unos determinados niveles de excitacion. Enel importante y especial caso de las respuestas autonomas, Robert Le-venson ha registrado la aceleracion del ritmo cardiaco durante episodiosde ira, miedo y tristeza, asi como una reducci6n de ese ritmo durante larepugnancia a disgusto, y adem as ha reportado diferencias de presionsangufnea entre el miedo y la ira. Sin embargo, afiade que incluso aunquela investigacion fuera mayor, el compute final de las diferencias es pro-bable que resultase pequefio."

    En algunos casas podemos utilizar la presencia de la excitaci6n (y lavalencia) para distinguir las autenticas emociones de las cuasi-emocio-nes, que son superficialmente similares. Como sefiala Robert Gordon,la idea de temor nos lleva tanto a una interpretaci6n visceral como a unano visceral.'? La primera es la que ocurre cuando me enfrento con un pe-ligro muy grave; la segunda es a 10 que me refiero cuando digo que cojoel paraguas porque temo que pueda llover. De la misma manera, las acti-tudes de pesar 0 de sentir congratularnos par alguien pueden ir unidas 0no a sentimientos dolorosos 0 afectuosos. Sin embargo, no par ello de-beriamos conduir que la excitaci6n sea un rasgo universal de las emo-ciones. Nico Frijda defiende que algunas veces no hay signos de excitacionaut6noma mientras los sujetos dicen que estan 0 se sienten fe!ices, ansio-sos 0 airados. Parece procedente aceptar las palabras de estos sujetos,mientras que su conducta no les contradiga." Otro contraejemplo nos10 ofrecen las emociones generadas por las obras de arte. Aunque las pe-liculas de terror puedan generar excitaci6n, es bast ante menos probableque 10 hagan las Variaciones de Goldberg.

    Tienen expresiones jisio/6gicas y [isonomicas

    Las emociones tienen expresiones caracterfsticas. Entre estas cxpre-siones se induyen las posturas corporales, el tono de voz, ruborizarse,sonrcir 0 mostrar los dientes, reirse 0 fruncir el ceiio, llorar y gritar. Aun-que tal como dice Frijda: Una fina linea divide alas expresiones de lasautenticas acciones emocionales," normalmente se puede establecer ladistincion. Tambien ocurre que, aunque muchas expresiones estan estre-charnente vinculadas a respuestas fisiol6gicas que ya he discutido, algu-

    36. Levenson (1992), pag. 26.37. Gordon (1987), pag. 77.38. Frijda (1986), pag. 173.39. Frijda (1986), pag. 12.

    45EMOCIONES

    nas no 10 estarr.Las expresiones, por definicion, son observables por 10sdernas, mientras que la excitaci6n norrnalmente no 10 es. Algunas expre-siones puede que deban su existencia a su capacidad para comunicar laemocion a 10s demas, mientras que en otros casos estc efecto puede serun subproducto accidental que puede resultar adaptativo 0 que puedeno serlo. En una riria, una persona puede querer que su adversario pien-se que esta enfadada, pero no que esta temerosa. Por tanto, su interesconsiste en simular 0 suprimir las expresiones emocionales pertinentes,es decir, destacar los signos de ira y ocultar 10s de temor. Debido a que es-tos son en gran medida involuntarios, puede resultar muy dificilla simu-lacion 0 supresion perfecta. Ahora~bien, en las interacciones sociales 10irnportante es la capacidad de engafiar a los demas, cuya capacidad dedetectar simulaciones a supresiones imperfectas puede que sea bastantepoco perfecta;40._."

    Aun que el miedo, la ira, el placer y otras cuantas ernociones estanclaramente asociadas con expresiones faciales caracteristicas, no pareceque las cosas scan asi en el caso de las emociones humanas mas comple-jas. Par lei que sabemos, no hay signos externos observables que nosperrnitan distinguir la culpa de la vergiienza, la esperanza de la alegria,el orgullode la soberbia, la crueldad de la envidia 0 la pena de la de-cepcion. Noel Carroll seiiala, por ejemplo, que para transmitir 0 expre-sar las ernocionesen.una pelicula puede que no sea suficiente mostrar elrostro humano. Para conseguir una caracterizaci6n mas precisa y menosambigua de lasemociones, dependemos del conocimiento del objeto 0de la causa de laemoci6n corrrespondiente. Par tanto, ala hora de edi-tar el material cinematografico que se precis a para transmitir el estado Iemocional de un personaje, nos tenemos que mover de 10 que vemos 0experimentamos al objetivo para asi conseguir determinar bien la emo-cion particular que trans mite cl personaje.:"

    lnduccion de tendencies a realizar determinadas acaones

    Las emociones suelen asociarse con tendencias espedficas a actuar de/ determinadas maneras. La culpa induce tendencias a reparar el dario, aconfesar y a.castigarse uno mismo, La vergi.ienza provoca la tendenciaa desaparecer 0 a ocultarse, y en casos extrernos induso provoca tenden-

    40. Ekman (1992b).41. Carroll (1996), pag. 131.

  • 46 SOBRE LAS PASrONES

    cias suicidas. La envidia tiende a producir una acci6n destructiva del ob-jeto envidiado 0 de su poseedor. La ira induce una tendencia a daiiar alapersona que nos ha hecho dafio. EI odio provoca una tendencia a hacerdesaparecer de la faz de la tierra el objeto de la emoci6n. Aunque todasestas son emociones oscuras 0 negativas, tambien las ernociones positi-vas tienen asociadas tendencias especificas a la acci6n. Par ejernplo, elamor provoca una tendencia ala acci6n que consiste en la busqueda deJa compaiiia de la persona que es objeto de la emoci6n. La tendencia a laacci6n provocada por la condolencia consiste en una tendencia a apoyar aquienes nos han ayudado.

    Como sugieren todos est os ejemplos, las tendencias ala acci6n pue-den tener objetivos muy diversos. Dada una emoci6n negativa, can fre-cuencia tendemos a eliminar las condiciones que la producen. Laperso-na que ha hecho trampas en sus impuestos y envia un cheque anonimo ala oficina recaudadora intenta con ello crear una situacion en la queya notenga razones para sentirse culpable, y la persona que destruye la carrerade un competidor intenta con ello crear una situaci6n en la que no hayanada que provoque su envidia. En otros casos 10 que se busca es el resta-blecimiento de algun equilibrio. La persona airada que busca la venganzano esta tratando de deshacer el dafio que se Ie hizo, sino mas bien crearun equilibrio en el que el dafio se equilibre con el dafio. La persona cul-pable que reacciona castigandose a SI misma no esta tratando de desha-cer el dafio que hizo, sino crear un equilibrio en el cual el sufrimierrto secompense con el sufrimiento.

    Tiene importancia insistir en que se trata de tendencias a la acci6n.Incluso aunque podamos sentir una fugaz ansia demu~t!va a la vista delmayor bien obtenido por otra persona, la mayor parte de la gente apren-de a no darle importancia y a no realizar esa acci6n destructiva, Las an-sias de venganza normalmente se suprimen en las sociedades que ense-fian a poner la otra mejilla. La persona que siente el impulso de enviar uncheque a la oficina recaudadora de impuestos puede decidir, despues dereflexionar, que despues de todo puede quedarse can el dinero: Comosugieren todos estos ejemplos, las fuerzas que se oponen alas tenden-cias a la acci6n, y que las mantienen bajo control, van desde ef propiointeres hasta las norrnas sociales.: Volveremos a este asunto en la see-cion 4.2.

    No todas las emociones provocan tendencias ala acci6n. Hume afir-ma, de manera verosimil, que el orgullo y la humildad son emocionespuras del alma, no estan acompafiadas por deseo alguno, ni nos incitan

    EMOCIONES 47

    inmediatamente ala accion.? Tampoco parece que el alivio, el pesar, ladecepci6n, la tristeza y la mayor parte de las emociones esteticas incitena algun tipo especffico de acciones. Aunque a veces los nifios pequefiosquieren subir al escenario para sa1var a1actor de un peligro inrnincnte, lamayor parte de las obras de arte no inducen ninguna tendencia a la ac-cion por parte de 105 lectores, oyentes 0 espectadores. De hecho, hay quie-nes han sugerido que las emociones esteticas tienen una pureza excep-cional debido a que estan disociadas de la accion."

    Acompaiiadas por placer 0 dolor (eoalencia)

    Los psicologos utilizan el termino valencia para referirse al hechode quc las emociones se experimentan como placcnteras 0 dolorosas, de-seables 0 indeseables, que nos hacen felices 0 infelices. Este aspecto delas ernociones es el que resulta mas importante para buena parte de quie-nes viven en las ciudades del siglo xx. Aunque puede que 1as emocionesse hayan originado como parte de los sistemas de acci6n defensivos uofensivos del organismo y que todavia exhiban ese aspecto en circuns- .tancias de gran tension, en 1avida cotidiana rcsulta mas importante su as-pectohedonico. E1 sentimiento de vergiienza puede resultar insoporta-blemente doloroso, como 10 muestra el suicidio de un almirante demarina que llevaba inmerecidamente algunas de sus rnedallas 0 105 seisfranceses que se suicidaron en 1997 a1 ser pillados en actividades ilegalesde pedofilia. Par el contrario, el amor radiante de Anne Elliott a1 final dePersuasion es de una felicidad insuperable. Algunas emociones se persi-guen 0 se desean intensamente y otras se evitan con toda intensidad.

    La valencia y la excitaci6n se funden habitualmente en la experienciasubjetiva de la emoci6n. Sin embargo, analiticarnente, pueden en ciertamedida disociarse, como 10 muestran las ernociones mixtas, tales comola nostalgia 0 la ernocion agridulce que podemos sentir a la vista del exi-to de un amigo. Si los placeres derivados de pensar sobre una buena ex-periencia pasada compensan el dolor de dames cuenta de que ya ha pa-sado 0 si el placer de la sirnpatia compensa los dolores de la envidia, laexperiencia puede tener una valencia neutral y, sin embargo, ir acompa-fiada de excitaci6n. Abraham Tesser, en un experimento que involucrabacomparaciones interpersonales, consigui6 inducir experiencias ernocio-

    42. Hurne (1960), pag. 367.43. Fry (192l), pag. 13; rarnbien Budd (1995), pag. 77.

  • 48 SOBRE LAS PASIONES

    nales que eran afectivamenre neutrales, pero que tenian excitaci6n positi-va, tal como 10mostraba la mejora de la capacidad de los sujetos ala horade realizar tareas simples y la reduccion de su capacidad para ejecutar ta-reas complejas." Cort1ci demuestran estos descubrimientos, una valenciadiferente de cero (positiva 0 negativa) no es un rasgo universal de las ex-periencias emocionales. Aunque la introspeccion nos sugiere que lasexperiencias puras 0 element ales son dolorosas 0 placenteras, no conoz-co pruebas firmes que 10 demuestren.

    Resumen

    A partir de este panorama podemos concluir que los r!lsgos maspersistentes asociados alas emociones son los de la imprevisibilidad,los antecedentes cognitivos, tener objetos intencionales Ia excitacionlas tendencias a la accion y la valencia. (Ignorare una no~ion tan diffciide aprehender corrio la de sensacion cualitativa singular.) Aunque la apa-ricion subita, la duracion breve y Ias expresiones caracterfsticas sean ras-gos que tarnbien se observan frecuentemente, parecen ser caracteristicasmenos centrales en.las ernociones humanas que en las que exhiben losanimales. Pero no hay un rasgo en particular que aparezca universal-mente. Los contraejernplos mas destacados son las emociones musicales,que no parecen tener ninguno de los supuestos rasgos definitorios adernasde los de la imprevisibilidad y la valencia. Sin embargo, estos dos ultimosrasgos caracterizanarczor los estados viscerales y, por tanto, no puedencaptar 10 que sea especifico de la emoci6n.

    2.4. 2QUE SON LAS EMOCIONES? UN t\ ALlSIS CAUSAL

    Estas conclusiones nos dejan con un cuadro algo confuse. Para poderavanzar deberiarnos in ten tar ir mas alla del tratamiento fenomenol6gicoy tratar de explorarlas causas pr6ximas 0 remotas de lasreacciones erno-cionales. Por un Iado, podrfamos investigar las vias neurofisiol6gicas porlas cuales la percepcion y Ia cognici6n desencadenan emociones e/ectivas.

    44. Tesser (1991). Por tanto, Hume (1960), pag. 278, esta cquivocado cuando afirma: Susci-tar cualquier pasion y al mismo tiempo provocar de igual rnanera su antagonica tiene como resulta-do deshacer inmediatamente 10 que se habra hecho y debe dejar a Ia mente finalmente en total cal-ma e indiferencia. La faiacia se da por identificar calma e indiferencia. La primera se refiere ala ausencia de exciracion: la segunda, a 1. ausencia neta de placer 0 dolor.

    I-[

    EMOCIO ES 49

    Por otro Iado, podriamos tratar de identificar los mecanismos de evolu-ci6n que producen las divers as disposiciones emocionales. En la medidaen que se me alcanza, no hay ningun analisis que haya conseguido produ-cir algo parecido a una comprensi6n uniticada de las emociones.

    Causas pr6ximas

    Muchos estudios neurofisioI6gicos de las ernociones caen en la cate- .goria de 10s analisis tipo caja negra. En la actualidad hay muchos datosque confirman que multiples aspectos de ciertas emociones, que se prestana la experimentaci6n con animales, estan bajrrcontrol neuroquimico; tal es.el casu de la rabia, el miedo, 1a angustia de Ia separaci6n, el cuidado ma-ternal, la anticipaci6n del deseo y diversos aspectos de la sexualidad."Por poner un ejemplo al azar: EI glutamato y sus analogos administradosdirectamente en el cerebra pueden precipitar una rabia agresiva, respues-tas de miedo y vocalizaciones inducidas por la angustia. Sin embargo, que-da por demostrar plenamente que estas manifestaciones conductualesvayan acornpafiadas de afectos experimentados internamente. Queda den-tro de 10 posible que las conductas provocadas por el glutamato reflejenmanifestaciones motoras pseudoafectivas organizadas a un nivel muy ba-jo de los axones 0 neuritas." Ahora bien, estos estudios no contribuyenala construcci6n de una teoria unificada. Por un Iado, porque no se re-:fieren alas emociones especificamente humanas. Y por otra parte, por-que no nos ofrecen nada parecido a un mecanismo cornun compartido,.ni siquiera respecto alas emociones sobre Ias que investigan. Mas biennos dan ciertas piezas que podrian servirnos para la construcci6n de unmecanismo (0 diversos mecanisrnos).

    A partir de Ios trabajos de LeDoux sobre el miedo, sabemos c6mopodria ser un mecanismo de tal tipo. La estructura basica que se repre-senta en la figura 2.2 se puede ampliar y refinar incluyendo diferenciacio-'nes mas precisas y conexiones neuronales adicionales. Aunque su especifi-caci6n sea todavia imperfecta, la maquinaria neurologica del miedo parecesuficienternente trazada como para permitirnos afirrnar que comprende-mos los mecanismos basicos involucrados. La amigdala sirve como unnucleo 0 una central de distribuci6n que regula las respuestas aut6nomasy conductuales, al mismo tiempo que actua como retroalimentadora del

    ./

    . ',. Panksepp l19~3.:. pag, 90.". Panksepp (1')93), pag. 00.

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    50 SOBRE LAS PASIONES

    cortex." En, un futuro previsible sin duda se representaran de maneraigualmcnte jetallada otras emociones compartidas por los seres humanosy por los animales, como puedan ser la rabia, la angustia, los sentimien-tos maternales y los deseos sexuales. En ese momenta podriamos ser ca-paces de decidir si descansan todas en el mismo mecanismo basico 0 siresulta que involucran sistemas completamente diferentes. LeDoux in-siste: Puede que haya muchas emociones que no dependan de la arnig-dala y sus conexiones." De manera mas general sefiala:

    En la medida en que evolucionan las respuestas emocionales, que evolu-cionan por diferentes razones.rnc parece eviclente que dcben existir diferentessistemas cerebrales que atiendan a estos diferentes tipos de funciones. Agru-parlos todos conjuntamente bajo el concepto unitario de conducta emocio-nalnos f.acjJita una manera cornoda de organizar las cosas, distinguiendo lasconductas que llamamos emocionales (per ejernplo, [as involucradas en la lu-cha, Ia alimentacion, cl sexo y 10s vinculos sociales) de aquellas que reflcjanfll~ciones cognoscitivas (como razonar, el pensamiento abstracto, la resolu-cion de problemas y la formaci-on de concepros). Sin embargo, el uso de unarnisma etiquera, como conducta cmocional, no nos obliga necesariamentea aceptar que todas las funciones as! rotuladas esten mediadas par el mismosistema en el ccrebro. Vcr y oir son Iunciones sensorialcs, pero cada una deellastiene supropio mecanisme neurologico."

    Sin embargo, incluso aunque resultase que todas las ernociones estu-diadas efectivamente en los lab oratorios experimentales descansaran enel misrno mecanismo neuro16gico, podria ocurrir que siguierarnos sincornprenderlas emociones humanas mas complejas. Es mas, tengo serias

    47. Existcn dos aspectos en cstc bucle de rctroalimcntacion. Por un [ado. una vcz que la;,)mf~dala se activa. cs capaz de intluir en las areas corricalcs que procesan los csrimulos que estrin ac-uv.indola [ ...1 ESlO puecle scr muy importante para dirigir Ia arcncion a esrimulos cmocioualmenterclevantcs, mamcnicndo d r"gistro de objeros a corro plazo (un mecanisrno de almacenarnienro dememoria) centrado en Ins esrimulos a los que la amigdala csta asignando significado" (LeDoux[1996], pugs. 284-2851. Esre aspccto de 13 retroalimentacion es obviamcnte adaptativo. Por cl (on-trario, las concxiones dcsde el area cortical a la amigdala son bastante rrnis debiles que las cone-xioncs entre la arnigdala y el cortex. Esto pucde cxplicar por que es tan f

  • .52 SaBRE LAS PASIONES

    Causas remoras

    Aunque no dispongamos de una teoria unificada de como se produ-cen las emociones, podemos tener una idea coherente sobre por que exis-ten. En otras palabras, podemos intentar explicar las disposiciones emo-cionales par sus funciones biol6gicas. Para algunos aspectos de algunasemociones este enfoque tiene bastante interes. Las tendencias a la acci6nprovocadas por la ira y por el miedo inducen estados de alerta que capa-citan al organismo para tratar con peligros 0 amenazas del entorno. Lasemociones de angustia en las crias jovenes, y las correspondientes emo-ciones de los padres, son claramente utiles desde el punto de vista evolu--tivo, las primeras debido a susexpresiones caracteristicas y las segundaspor las acciones que provoca. Pero incluso en estas emociones muy basi-cas, no queda claro que todas las propiedades asociadasaellas tcngan unbeneficio evolutivo. Evidentemente resultan utiles las propicdades deaparici6n subita, imprevisibilidad y breve duracionPor el contrario, lasdiversas formas de excitaci6n pueden, de hecho, reducirla capacidad deadecuacion evolutiva, En vez de mejorar la realizaci6n eficiente puedenreducirla. Por ejernplo, Frijda hace referencia a los falios c interferen-cias de la coordinaci6n motora debidos al temblor y alas dificultades dehablar por tener la boca seca." Tambien abundan Ias anecdotas referi-das ala incapacidad de moverse 0 pensar cuando nosconfrontamos conel peligro, 0 sobre la torpeza de movimientos cuando se utilizan masca-ras de oxigeno al salir por una escotilla de ernergericia, 0 cuando se nosapaga la ultima cerilla debido a los torpes movimientos de nuestros de-dOS.>1De igual manera no queda claro si Ia ualencia de estas emocionesproduce tin beneficio evolutivo.

    Es preciso comentar algunos aspectos de caracter general sobre las ex-plicaciones evolutivas, Supongamos que encontrarnos que ciertas disposi-ciones emocionales se dan de manera general en los seres human os, y qui-za tarnbien en deterrninadas clases de animales. Resulta tentador inferirde ello que estas disposiciones existen debido a que producen beneficiosreproducrivos. Antes de caer en esa tentacion, sinembargo, sera util noolvidar b:, condiciones siguientes.

    ')0. Frijda l19R6}' p;,lg. 117; vease tamhien p~lg. 155, dondc discute hi opinion de que Ins ctec-tos l1eg;ii ivos que acompanau a la sccrccion de ..pinefrina pucdcn, Je hccho, sohrcpas.ir 105 L-fL'ctosbencficos.

    51. Frijd:\ 11986), l'a~. 11:5,

    EMocro ES 53

    En primer lugar, las disposiciones pueden haber sido utiles en es-pecies inferiores en las que primero evolucionaron y, sin embargo, ha-ber perdido su utilidad para las especies superiores que evolucionaronposteriormente. De manera que la supuesta capacidad de Ius emocio-nes para mejorar la toma de decisiones puede en alguna medida ser unmecanismo de [as emociones mismas. Las emociones son uriles, perosolamente porque rarnbien minan otras maneras de abordar problemasgraves.

    En segundo lugar, para una especie determinada, las disposicionespueden haber sido utiles cuando se establecieron por vez primera y, sinembargo, pueden haber perdido posteriorrnente su utilidad debido a cam-bios en el entorno. As!, por eiernplo, porque nos encontremos con sereshumanos atrapados en ciertas emociones que evolucionaron hace millo-nes de afios, no podemos asumir que sigan siendo utiles en terrninos decapacidad reproductiva. POl' un lado, porqueen muchas sociedades mo-dernas se ha roto el vinculo entre la eficad~dfitneH) ecologies (rnedida,por ejemplo, por la esperanza de vida) y la eficacia reproductiva. Porotra parte, las ernociones que contribuyeron a esa adecuaci6n eco16gicaen las primeras etapas de la humanidad no es preciso que sigan contri-buyendo a ello. Ciertas conductas ernocionales violentas que pudieroncapacitar a nuestros ancestros remotos para afirrnar su dominio puedeque hoy nos lleven directamente a prision. ,Como sefiala Frijda: Derna-siada Furia por parte de un futbolista puede llevar a que le sefialen un pe-nalti en vez de conseguir un gol_52

    En tercer lugar, incluso cuando evoluciono por vez primera, una de-terminada disposicion emocional puede haber surgido como parte 0subproducto de un proceso compuesto mas amplio. No deberiarnos 01-vidar nunca la presencia de la pleotropia: una determinada constelaci6ngenotipica puede tener muchas y diversas cxpresiones fenotipicas, Bienpudiera ocurrir que una dererminada disposicion emocional, considera-da en sf misma, reduzca la eficacia biol6gica y, sin embargo, se manten-ga como parte de un conjunto de procesos que conform en una buenasolucion evolutiva. Como cjemplo puramente especulativo, el arrepenti-miento y la decepcion podrian ajustarse- bien a esta categoria. EI sabioproverbio no lamentes Ias perdidas irretnediables refleja la idea deque esas dos emociones son Fuentes de sufrimiento inutil, Aunque qui-zas, y tam bien como simple conjetura ilustrativa, el arrepentimiento y 1a

    )2. Frijda (1986), pag. 115.

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    54 SOBRE LAS PASIONES

    decepci6n sean indisociables de la esperanza, que tiene una util funci6nmotivadora.

    En cuarto lugar, y menos conjeturalmente, a1gunas de las prapieda-des de una determinada disposicion emocional puede que reduzcan 1aeficacia bio16gica y, sin embargo, mantenerse como parte de to do el pa-quete que conforma una soluci6n adaptativa. Aunque 1a ira y el miedosean en conjunto disposiciones utiles, sin embargo, como ya hemos vista,la excitaci6n que generan puede reducir su eficacia instrumentaL A1gunasexpresiones emocionales puede que tam bien tengan un efecto negative,como cuando un temor visible anima y estimula al agresor. Por supuestoque tales expresiones tambien pueden resultar beneficiosas. Cuando elagresor percibe que no estamos airados, sino que sentimos temor, puedeque decida abstenerse del ataque. No quiera decir que 10s efectos negati-vos de las expresiones emociona1es se compensen par 10s efectos positives.Par el contrario, incluso cuando resultan dominantes, 10s efectos negati-vas pueden verse compensados pOl' los efectos positivos de otros aspectosde la emoci6n,