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Centro de Estudio Profético Biblia y Espíritu de Profecía Por Miguel Martin “Mi pueblo fue destruido porque le faltó sabiduría” - Oseas 4:6. 1

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Centro de Estudio Profético

Biblia y Espíritu de Profecía

Por

Miguel Martin

“Mi pueblo fue destruido porque le faltó sabiduría” - Oseas 4:6.

Prefacio

Primer propósito de este libro es: "Nuestros hermanos necesitan comprender los oráculos de Dios; necesitan tener un conocimiento sistemático de los principios de la verdad revelada, que los preparará para sobrellevar aquello que está por sobrevenir en la tierra, e impedirá que sean llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina." - 2JT 101

Segundo propósito de este libro es: "El Espíritu de Dios ha iluminado toda Página de la Sagrada Escritura, pero hay personas sobre las cuales ésta hace poca impresión, porque es imperfectamente comprendida. Cuando venga el zarandeo, por la introducción de falsas teorías, estos lectores superficiales, que no están anclados en ningún lugar, serán como la arena movediza. Se deslizan hacia cualquier Posición para acomodar el contenido de sus sentimientos de amargura... Los libros de Daniel y Apocalipsis deben ser estudiados, así como las otras profecías del Antiguo y del Nuevo Testamentos. Haya luz, sí, luz en vuestras moradas. Necesitamos orar por esto. El Espíritu Santo, brillando de las páginas sagradas, abrirá nuestro entendimiento, para que podamos conocer qué es verdad..." - Testimonio para ministros pg. 112.

Tercer propósito de este libro es: "Las profecías que el gran YO SOY dio en su Palabra nos dicen dónde estamos hoy en la procesión de los siglos y lo que puede esperarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía predijo como habiendo de acontecer hasta el momento actual, se lee cumplido en las páginas de la historia, y podemos tener la seguridad de que todo lo que falta por cumplirse se realizará en su orden.- Profetas y Reyes, pág. 394. Año 1916.

Cuarto propósito de este libro es: "Los predicadores deben presentar la segura palabra profética como fundamento de la fe de los adventistas del séptimo día." - Evangelismos pg. 147.

Quinta razón de este libro es: "Los que cavan debajo de la superficie encuentran las gemas de la verdad que están ocultas. El Espíritu Santo acompaña al investigador fervoroso. Su inspiración fulgura sobre la Palabra, estampa la verdad sobre la mente y le da una importancia renovada y actual. El investigador se siente invadido por una sensación de paz y de gozo que ninguna había experimentado. Comprende como nunca antes el inmenso valor de la verdad. Una nueva luz celestial brilla sobre la Palabra, y la ilumina como si cada letra estuviera matizada con oro. Dios mismo ha hablado a la mente y el corazón, y ha hecho que la Palabra sea espíritu y vída." - Mensaje Selectos tomo pg.2 44, 45.

Sección 1

· Nueva Luz en cada Generación

· Mi Cristo

· Consagración

· Perfección

· La Perfección Cristiana

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MIGUEL MARTIN

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Nueva Luz En Cada Generación

Introducción:

Bastante se ha dicho sobre tener cuidado de no estudiar, no escuchar todo lo que suene a nuevo, nueva luz, o estudiar la biblia si no es por el canal reconocido oficialmente. Sin embargo en nuestro estudio veremos la gran importancia de estar alertas, dispuestos a estudiar la palabra de Dios con humildad y oración para recibir constantemente de su bendición por medio de La Nueva Luz que el envía constantemente a su pueblo.

Base bíblica es:

"La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta llegar al pleno día." - Proverbios 4:18.

"Porque ha de ser precepto tras precepto, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá." - Isa. 28:10.

"Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas, que tú no sabes." - Jeremías 33:3.

Profecía para nosotros

Profecía para el tiempo del fin sobre mas luz:

"En ese día no habrá luz clara, ni oscura. Será un día único, conocido sólo por el Eterno. No habrá día y después noche, sino que al anochecer habrá luz." - Zac. 14:6,7.

Notemos que habría un tiempo en el que todo parecería normal, igual, nada nuevo, "no habrá luz clara", o sea un estado Laodisense "No tengo necesidad de nada" - Apo. 3:17. Pero el tiempo vendría al fin del día, o sea al fin del tiempo, en el tiempo del fin que "habrá luz".

Los Profetas Bíblicos Escribieron para Nuestro Tiempo

"Nunca estamos ausentes de la mente de Dios. Dios es nuestro gozo y nuestra salvación. Cada uno de los profe¬tas antiguos habló menos para su propio tiempo que para el nuestro, de manera que sus profecías son válidas para nosotros. "Y estas cosas acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos" (1 Cor. 10:11). "A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por lo que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles" (1 Ped. 1:12) - Mensaje Selectos tomo 3 pg. 386.

Cristo y Nueva Luz

Así, mientras crecía en sabiduría y estatura, Jesús crecía en gracia para con Dios y los hombres. Se granjeaba la simpatía de todos tos corazones, mostrándose capaz de simpatizar con todos. La atmósfera de esperanza y de valor que le rodeaba hacía de él una bendición en todo hogar. Y a menudo, en la sinagoga, los sábados, se le pedía que leyese la lección de los profetas, y el corazón de los oyentes se conmovía al ver irradiar una nueva luz de las palabras familiares del texto sagrado. - El deseado de todas las Gentes pg. 54,55.

Jesús estudiaba la tendencia natural del pensamiento.- Las benéficas operaciones de la naturaleza no se realizan por intervenciones abruptas y alarmantes; no se permite a los hombres andar en sus propias manos esas funciones naturales. Dios obra por medio de la operación tranquila y regular de las leyes que él ha establecido. Así ocurre en las cosas espirituales. Satanás está tratando constantemente de producir efectos por medio de rudas y violentas embestidas; pero Jesús encontraba acceso a las entes por el camino de sus asociaciones más familiares. El perturbaba tan poco como era posible el tren habitual del pensamiento de la gente, por acciones abruptas o prescritas. Honraba al hombre con su confianza, y así lo colocaba en el puesto que correspondía a su honor. Introducía viejas verdades con una luz nueva y preciosa. Así, cuando tenía solamente doce años de edad, asombró a los doctores de la ley por sus preguntas en el templo. - el Evangelismo pg. 106,107.

Cuando Cristo, en su obra de redención, es visto como la gran verdad central del sistema de verdad, se arroja una nueva luz sobre los acontecimientos del pasado y el futuro. Se los ve en una nueva perspectiva y adquieren un nuevo y profundo significado (Manuscrito 31, 1890). - Joyas de los Testimonios. tomo 3, pág. 43.

Una Obra hoy

Los maestros de Israel no estaban sembrando la simiente de la Palabra de Dios. La obra de Cristo como Maestro de la verdad se hallaba en marcado contraste con la de los rabinos de su tiempo. Ellos se espaciaban en las tradiciones, en las teorías y especulaciones humanas. A menudo colocaban lo que el hombre había enseñado o escrito acerca de la Palabra en lugar de la Palabra misma. Su enseñanza no tenía poder para vivificar el alma. El tema de la enseñanza y la predicación de Cristo era la Palabra de Dios. El hacía frente a los inquiridores con un sencillo: "Escrito está". "¿Qué dice la Escritura?" "¿Cómo lees?" En toda oportunidad, cuando se despertaba algún interés, fuera por obra de un amigo o un enemigo, él sembraba la simiente de la palabra. Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida, siendo él mismo la Palabra viviente, señala las Escrituras, diciendo: "Ellas son las que dan testimonio de mí". "Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, declarábales en todas las Escrituras lo que de él decían".

Los siervos de Cristo han de hacer la misma obra. En nuestros tiempos, así como antaño, las verdades vitales de la Palabra de Dios son puestas a un lado para dar lugar a las teorías y especulaciones humanas. Muchos profesos ministros del Evangelio no aceptan toda la Biblia como palabra inspirada. Un hombre sabio rechaza una porción; otro objeta otra parte. Valoran su juicio como superior a la Palabra, y los pasajes de la Escritura que ellos enseñan se basan en su propia autoridad. La divina autenticidad de la Biblia es destruida. Así se difunden semillas de incredulidad, pues la gente se confunde y no sabe qué creer. Hay muchas creencias que la mente no tiene derecho a albergar. En los días de Cristo los rabinos interpretaban en forma forzada y mística muchas porciones de la Escritura. A causa de que la sencilla enseñanza de la Palabra de Dios condenaba sus prácticas, trataban de destruir su fuerza. Lo mismo se hace hoy en día. Se hace aparecer a la Palabra de Dios como misteriosa y oscura para excusar la violación de la ley divina. Cristo reprendió estas prácticas en su tiempo. El enseñó que la Palabra de Dios había de ser entendida por todos. Señaló las Escrituras como algo de incuestionable autoridad, y nosotros debemos hacer lo mismo. La Biblia ha de ser presentada como la Palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento de toda fe.- Palabras de Vida pg. 21,22.

"El santo y educador Espíritu de Dios está en su Palabra. Una luz nueva y preciosa resplandece en cada página. Allí se revela la verdad, y mientras les habla la voz de Dios, las palabras y las frases resultan brillantes y apropiadas para la ocasión." - Consejos para Maestros, Padres y Alumnos pg. 163.

Nueva luz, nuevas ideas

Algunos de nuestros ministros tienen una serie de sermones, que usan sin variación año tras año. Las mismas ilustraciones, los mismos comentarios, y casi las mismas palabras. Han dejado de ser estudiantes. Se les termina el deseó de superarse, y vacilan bajo el peso de una nueva serie de sermones para prevenir la decrepitud mental. Pero el estudiante que siempre está aprendiendo, encontrará y echará mano de nueva luz, nuevas ideas y nuevas gemas de verdad... El evangelio, no es propiamente enseñado y representado ante los incrédulos; por hombres que han cesado de ser estudiantes, quienes, por así decirlo, se han graduado en lo que concierne a la investigación de las Escrituras, y traen afrenta sobre la verdad, por la forma en que la manipulan. Si los hombres han de tener éxito en captar la atención del pueblo, se necesita la mejor calidad de predicación, porque hay labios elocuentes presentando fábulas agradables (Carta 33, 1886). La Voz y su uso correcto pg. 358.

Mayor luz para otros

Me fue mostrado, que su relación con el pueblo de Dios fue, en algunos aspectos, similar a la de Moisés con el pueblo de Israel. Hubo murmuradores contra Moisés, en circunstancias adversas, y ha habido murmuradores contra él... Dios también le ha dado a mi esposo gran luz sobre temas de la Biblia, no para él solo, sino para los demás. Vi que se debe escribir y hablar sobre estas cosas, y que nueva luz sea brillando sobre la Palabra (3T 85). La Voz y su uso correcto pg. 431.

El Espíritu educador y santo de Dios se halla en su Palabra. Una luz nueva y preciosa brilla de cada una de sus páginas. Allí se devela la verdad, y las palabras y las, frases se hacen claras y apropiadas para la ocasión, como la voz de Dios que habla al alma.

El Espíritu Santo se deleita en dirigirse a los jóvenes y descubrir ante ellos los tesoros y las bellezas de la Palabra de Dios. Las Promesas pronunciadas por el gran Maestro cautivarán los sentidos y animarán al alma con un poder espiritual divino. Se desarrollará en la mente fructífera una familiaridad con las cosas divinas que será como una barricada contra la tentación (Palabras de vida del gran Maestro, pág. 120).

Cuando los siervos de Dios conozcan verdaderamente el significado de estas palabras, se notarán los elementos de la vida eterna en su ministerio. Cesarán los sermones tibios y tediosos. Las verdades fundamentales del Evangelio serán presentadas en una nueva luz. Habrá una nueva percepción de la verdad, una claridad y un poder que todos discernirán. Aquellos que tengan el privilegio de ser los beneficiarios de tal ministerio, sentirán, si son susceptibles a la influencia del Espíritu, el poder vivificador de una nueva vida. Se encenderá en ellos el fuego del amor ,de Dios. Sus facultades se despertarán para discernir la belleza y majestad de la verdad. - Obreros Evangélicos pg. 265,266.

Una luz preciosa ha de resplandecer de la Palabra de Dios, y no se atreva nadie a decir qué cosa debe o qué cosa no debe ser expuesta al pueblo en los mensajes de iluminación que él envíe, apagando así el Espíritu de Dios. Cualquiera que sea su puesto de autoridad, nadie 30 tiene derecho de impedir que la luz llegue al pueblo. Cuando un mensaje viene en el nombre del Señor a su pueblo, nadie puede excusarse de investigar sus pretensiones. Ninguno debe arriesgarse, quedándose atrás y asumiendo una actitud de indiferencia y confianza en sí mismo, diciendo: "Yo sé qué cosa es verdad. Estoy satisfecho con mi posición. He tomado ya mi posición, y no me dejaré mover de ella, venga lo que viniere. No escucharé el mensaje de este mensajero; porque sé que no puede ser la verdad." Porque siguieron este mismo proceder, las iglesias populares fueron dejadas en tinieblas parciales, y por esto los mensajes del cielo no las han alcanzado. - Consejos sobre Escuela Sabática pg. 29,30.

Todos llamados a Estudiar mas profundamente

El mundo está lleno de toda suerte de errores de naturaleza engañosa, y es esencial que tanto los alumnos como los maestros estén seguros de que saben qué es verdad. Hay necesidad de que reverenciemos la Palabra de Dios, y que reconozcamos su voz en los oráculos vivientes, para que practiquemos sus preceptos y vivamos de cada palabra que sale de la boca de Dios. Los que hacen la voluntad de Dios conocerán si la doctrina es de Dios, porque ningún engaño ofuscará su mente. Dios llama a todos, tanto a los viejos como a los jóvenes, a escudriñar diligentemente su Palabra, a fin de que descubran las valiosas joyas de la verdad. A los pastores y al pueblo, a los maestros y a los alumnos, a todos se los llama a estudiar la Biblia. - Consejos sobre Escuela Sabática pg. 29.

Elena de White y Nueva Luz

"Se hicieron preguntas en esa ocasión. "Hna. White, ¿cree Ud. que el Señor tiene alguna nueva luz o una ampliación de la luz para su pueblo?" Yo respondí: "Con toda seguridad. No solamente lo creo, sino que puedo hablar de esto con conocimiento de causa. Sé que hay una verdad preciosa que nos será revelada si somos el pueblo que ha de estar en pie en el día de la preparación de Dios". - Mensaje Selectos tomo 3 pg. 197.

Cavad hondamente

Los que cavan debajo de la superficie encuentran las gemas de la verdad que están ocultas. El Espíritu Santo acompaña al investigador fervoroso. Su inspiración fulgura sobre la Palabra, estampa la verdad sobre la mente y le da una importancia renovada y actual. El investigador se siente invadido por una sensación de paz y de gozo que ninguna había experimentado. Comprende como nunca antes el inmenso valor de la verdad. Una nueva luz celestial brilla sobre la Palabra, y la ilumina como si cada letra estuviera matizada con oro. Dios mismo ha hablado a la mente y el corazón, y ha hecho que la Palabra sea espíritu y vída.-Mensaje Selectos tomo pg.2 44, 45.

La Prueba de una Nueva Luz

Nuestros hermanos deben estar dispuestos a investigar con sinceridad todo punto de controversia. Si un hermano está enseñando un error, los que ocupan puestos de responsabilidad deben saberlo. Y si él 3 enseña la verdad, deben tomar posición a su lado. Todos deberíamos saber lo que se enseña entre nosotros; porque si es verdad, lo necesitamos. Nos hallamos todos bajo obligación para con Dios de conocer lo que él nos envía. El ha dado indicaciones por las cuales podemos probar toda doctrina: "¡A la ley y al testimonio! si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido." Si la luz presentada soporta esa prueba, no debemos negarnos a aceptarla porque no concuerde con nuestras ideas.

Nadie ha dicho que hayamos de encontrar la perfección en las investigaciones de algún hombre; pero sé que nuestras iglesias mueren por falta de enseñanza acerca de la justicia por la fe y otras verdades.

No importa por medio de quién sea enviada la verdad, debemos abrir nuestros corazones para recibirla con la mansedumbre de Cristo. Pero muchos no obran así. Cuando se presenta un punto controvertido, formulan objeción tras objeción, sin admitir un punto que esté bien sostenido. ¡Ojalá obremos como hombres que desean la luz! ¡Ojalá nos dé Dios su Espíritu Santo día tras día, y haga resplandecer sobre nosotros la luz de su rostro, para que aprendamos en la escuela de Cristo!

Cuando se presenta una doctrina que no concuerde con nuestras opiniones, debemos acudir a la Palabra de Dios, buscar al Señor en oración, y no permitir al enemigo que se presente con sospechas y prejuicios. Nunca debemos permitir que se manifieste en nosotros el espíritu que alistó a los sacerdotes y príncipes contra el Redentor del mundo. Ellos se quejaban de que él perturbaba al pueblo, y deseaban que lo hubiese 317 dejado en paz; porque causaba perplejidad y disensión. El Señor nos envía luz para probar qué clase de espíritu tenemos. No debemos engañarnos a nosotros mismos.

En 1844, siempre que llegaba a nuestra atención algo que no comprendíamos, nos arrodillábamos y pedíamos a Dios que nos ayudase a asumir la actitud debida; y entonces podíamos llegar a una correcto comprensión y a ver unánimemente. No había disensión ni enemistad, ni malas sospechas, ni falsos juicios acerca de nuestros hermanos. Si sólo conociésemos el mal que causa el espíritu de intolerancia, ¡cuán cuidadosamente lo rehuiríamos!

Hemos de afirmarnos en la fe, en la luz de la verdad que nos fue dada en nuestra primera experiencia. En aquel tiempo, se nos presentaba un error tras otro; ministros y doctores traían nuevas doctrinas. Solíamos escudriñar las Escrituras con mucha oración, y el Espíritu Santo revelaba la verdad a nuestra mente. A veces dedicábamos noches enteras a escudriñar las Escrituras y a solicitar fervorosamente la dirección de Dios. Se reunían con este propósito compañías de hombres y mujeres piadosos. El poder de Dios bajaba sobre mí, y yo recibía capacidad para definir claramente lo que es verdad y lo que es error.

Al ser así delineados los puntos de nuestra fe, nuestros pies se asentaron sobre un fundamento sólido. Aceptamos la verdad punto por punto, bajo la demostración del Espíritu Santo. Yo solía quedar arrobada en visión, y me eran dadas explicaciones. Me fueron dadas ilustraciones de las cosas celestiales, y del santuarios de manera que fuimos colocados donde la luz resplandecía sobre nosotros con rayos claros y distintos.

Sé que la cuestión del santuario, tal cual la hemos sostenido durante tantos años, está basada en justicia y verdad. El enemigo es quien desvía las mentes. Le agrada cuando los que conocen la verdad se dedican a coleccionar textos para amontonarlos en derredor de teorías erróneas, que no tienen fundamento de verdad. Los pasajes de la Escritura así empleados están mal aplicados; no fueron dados para sostener el error sino para fortalecer la verdad.

Debemos aprender que los demás tienen tantos derechos como nosotros. Cuando un hermano recibe nueva luz acerca de las Escrituras, debe exponer francamente su opinión, y cada predicador debe escudriñar las Escrituras con espíritu sincero para ver si los puntos presentados pueden ser sostenidos por la Palabra inspirada. "El siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen: si quizá Dios les dé que, se arrepientan para conocer la verdad."

Cada alma debe mirar a Dios con contrición y humildad, para que él la guíe, conduzca y bendiga. No debemos confiar a otros la obra de escudriñar las Escrituras en lugar nuestro. Con frecuencia, algunos de nuestros hermanos dirigentes se han colocado del lado equivocado; y si Dios mandase un mensaje y aguardase a que estos hermanos más antiguos preparasen su progreso, nunca llegaría a la gente. Estos 319 hermanos se hallarán en tal posición hasta que lleguen a ser participantes de la naturaleza divina en un grado más extenso de lo que han gozado en lo pasado.

La ceguera espiritual de muchos de nuestros hermanos causa tristeza en el cielo. Nuestros predicadores más jóvenes, que ocupan puestos menos importantes, deben hacer esfuerzos decididos para ir a la luz, para cavar siempre más hondo el pozo en la mina de la verdad.

La reprensión del Señor reposará sobre los que quieran obstruir el camino a fin de que la gente no reciba luz más clara. Una gran obra ha de ser hecha, y Dios ve que nuestros dirigentes necesitan más luz, para unirse con los mensajeros que él envía a hacer la obra que él se propone sea hecha. El Señor ha suscitado mensajeros, los ha dotado de su Espíritu, y les ha dicho: "Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado."* No corra nadie el riesgo de interponerse entre el pueblo y el mensaje del cielo. Este mensaje llegará a la gente; y si no hubiese voz entre los hombres para darlo, las mismas piedras clamarían.

Invito a todo predicador a buscar al Señor, a hacer a un lado el orgullo y la lucha por la supremacía, y a humillar su corazón delante de Dios. Es la frialdad del corazón, la incredulidad de los que debieran tener fe, lo que mantiene débiles a las iglesias. - Obreros Evangélicos pg. 315-320.

Cuando un mensaje es presentado a los hijos de Dios, éstos no deben levantarse en oposición a él; deben ir a la Biblia, comparándolo con la ley y el testimonio, y si no soporta esta prueba, no es verdad. Dios quiere que nuestras mentes se expandan. Desea colocar su gracia sobre nosotros. Podemos tener un banquete de cosas buenas todos los días, pues Dios puede abrir todo el tesoro del cielo para nosotros. - Testimonios para los ministros pg. 119.

No nos neguemos a Investigar

Negarse a investigar la verdad no es cumplir con el mandato del Salvador de escudriñar las Escrituras. ¿Acaso es buscar tesoros escondidos el llamar montón de basura al resultado del trabajo de otro, sin examinar críticamente para ver si hay o no preciosas joyas de verdad en esa colección de pensamientos que condenáis? ¿Será posible que los que no saben casi nada se abstengan de asistir a toda reunión donde se ofrece una oportunidad de investigar los mensajes que vienen al pueblo, solamente porque les parece que las opiniones de los que enseñan la verdad no concuerdan con lo que ellos han creído ser verdad? Así hicieron los judíos en los días de Cristo, y se nos amonesta a no hacer como ellos, y a no ser inducidos a escoger las tinieblas más bien que la luz, porque había en ellos corazón malo de incredulidad, para apartarse del camino del Dios vivo. Ninguno de los que se imaginan saberlo todo, es demasiado viejo o demasiado inteligente para aprender del más humilde de los mensajeros del Dios vivo. TES 68-73. Consejos sobre Escuela Sabática pg. 31.

Estudiar más que Daniel y Apocalipsis

El Espíritu de Dios ha iluminado toda Página de la Sagrada Escritura, pero hay personas sobre las cuales ésta hace poca impresión, porque es imperfectamente comprendida. Cuando venga el zarandeo, por la introducción de falsas teorías, estos lectores superficiales, que no están anclados en ningún lugar, serán como la arena movediza. Se deslizan hacia cualquier Posición para acomodar el contenido de sus sentimientos de amargura... Los libros de Daniel y Apocalipsis deben ser estudiados, así como las otras profecías del Antiguo y del Nuevo Testamentos. Haya luz, sí, luz en vuestras moradas. Necesitamos orar por esto. El Espíritu Santo, brillando de las páginas sagradas, abrirá nuestro entendimiento, para que podamos conocer qué es verdad... - Testimonios para los ministros pg. 112.

No manifestemos un espíritu fariseo

La verdad es eterna, y el conflicto con el error sólo manifestará la fortaleza de esa verdad. Nunca hemos de rehusarnos a examinar las Escrituras con aquellos que tengamos razones para creer que desean saber qué es verdad. Suponed que un hermano sostiene un punto de vista que difiere del vuestro, y que viene a vosotros, proponiéndoos que os sentéis con él para hacer una investigación de ese punto en las Escrituras. ¿Debéis levantaros, llenos de prejuicio, y condenar sus ideas, mientras os rehusáis a escucharlo sin prejuicio? El único procedimiento correcto sería el sentaros como cristianos para investigar la posición presentada a la luz de la Palabra de Dios, la cual revelará la verdad y desenmascarara el error. El ridiculizar sus ideas no debilitará su posición en lo más mínimo si fuera falsa, ni fortalecerá vuestra posición si fuera la verdad. Si los pilares de nuestra fe no soportan la prueba de la investigación, es tiempo de que lo sepamos. Ningún espíritu de fariseísmo debe ser acariciado entre nosotros. - Testimonio para los ministros pg. 107.

Nueva Luz - habrá controversia

El hecho de que no haya controversia ni agitación entre el pueblo de Dios no debe considerarse como evidencia concluyente de que retienen firmemente la sana doctrina. Hay razones para creer que no disciernen claramente entre el error y la verdad. Cuando no surgen nuevas preguntas por efecto de la investigación de la Escritura, cuando no se levanta ninguna diferencia de opinión que induzca a los hombres a escudriñar la Biblia por su cuenta, para asegurarse de que poseen la verdad, habrá muchos, como en los tiempos antiguos, que se aferrarán a la tradición y adorarán lo que no conocen. - Joyas de los testimonios tomo 3 pg. 312.

Nuevo significado de textos familiares

Tan pronto como el que busca la verdad abre la Biblia para leer las palabras de Dios con reverencia, y poseído de un ferviente deseo de saber "lo que dice Jehová," le serán dadas luz y gracia, y verá cosas maravillosas en la ley de Dios. No considerará la ley de Jehová como yugo de servidumbre, sino como mandatos benévolos de Aquel que es omnisapiente y lleno de compasión. Se apresurará a dar cumplimiento a todos sus requerimientos. Grandes verdades, descuidadas y despreciadas durante siglos, serán reveladas por el Espíritu de Dios, y nueva significación brillará repentinamente de textos familiares. Cada página será iluminada por el Espíritu de verdad. La Biblia no está sellada sino abierta al estudio. Las verdades más preciosas son reveladas, oídos maravillados oyen los oráculos vivos, y las conciencias de los hombres son movidas a obrar. TES 34, 35. Consejos sobre Escuela Sabática pg. 37.

Juzgados por la Luz que recibimos

Doquiera se proclaman las verdades del Evangelio, aquellos que desean sinceramente hacer lo recto son inducidos a escudriñar diligentemente las Escrituras. Si en las escenas finales de la historia terrenal, aquellos a quienes se proclaman las verdades probatorias siguieran el ejemplo de los bereanos, escudriñando diariamente las Escrituras, comparando con la Palabra de Dios los mensajes que se les dan, habría un gran número de leales a los preceptos de la ley de Dios donde ahora hay comparativamente pocos. Pero cuando las verdades impopulares de la Biblia se presentan, muchos se niegan a hacer esta investigación. Aunque no pueden contradecir las claras enseñanzas de las Escrituras, manifiestan, sin embargo, extrema indisposición a estudiar las evidencias ofrecidas. Algunos arguyen que aunque estas doctrinas sean en verdad ciertas, importa poco que ellos acepten o no la nueva luz; y se aferran a fábulas agradables por las cuales el enemigo suele extraviar las almas. Así sus mentes son cegadas por el error y ellos se separan del cielo.

Todos serán juzgados de acuerdo con la luz que se les ha dado. El Señor envía sus embajadores con un mensaje de salvación, y a aquellos que lo oyen los hará responsables de la manera en que tratan las palabras de sus siervos. Los que buscan sinceramente la verdad harán una investigación cuidadosa, a la luz de la Palabra de Dios, de las doctrinas que se les presentan. - Hechos de los apóstoles pg. 188,189.

La iglesia siempre debe estar recibiendo Nueva Luz

Pedro exhorta a sus hermanos a crecer "en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo." (2 Ped. 3: 18.) Siempre que los hijos de Dios estén creciendo en la gracia obtendrán de continuo una comprensión más clara de su Palabra. Descubrirán nueva luz y hermosura en sus verdades sagradas. Tal ha sido el caso en la historia de la iglesia en todos los siglos, y así será hasta el fin. Pero cuando decae la verdadera vida espiritual se propende siempre a dejar de progresar en el conocimiento de la verdad. Los hombres se satisfacen con la luz ya recibida de la Palabra de Dios, y rechazan cualquier otra investigación de las Escrituras. Se vuelven conservadores y tratan de evitar la discusión. - Joyas de los testimonios tomo 3 pg. 312.

Nueva Luz en Cada Época, Generación

En cada época hay un nuevo desarrollo de la verdad, un mensaje de Dios al pueblo de esa generación. Las viejas Verdades son todas esenciales; la nueva verdad no es independiente de la vieja, sino un desarrollo de ella. Es únicamente comprendiendo las viejas verdades como podemos entender las nuevas. Cuando Cristo deseó revelar a sus discípulos la verdad de su resurrección, comenzó "desde Moisés, y de todos los profetas" , y "declarabales en todas las Escrituras lo que de él decían." Pero es la luz que brilla en el nuevo desarrollo de la verdad la que glorifica lo viejo. Aquel que rechaza o descuida lo nuevo no posee realmente lo viejo. Para él la verdad pierde su poder vital y llega a ser solamente una forma muerta. - Palabras de Vida del Gran Maestro pg. 98.

Las Verdades son de Constante Desarrollo y expansión

En su enseñanza, Cristo presentó viejas verdades de las cuales él mismo era el originador, verdades que él había hablado mediante patriarcas y profetas; pero ahora arrojaba sobre ellas una nueva luz. ¡Cuán diferente aparecía su significado! Su explicación traía un raudal de luz y espiritualidad. Y él prometió que el Espíritu Santo iluminaría a los discípulos, que la Palabra de Dios estaría siempre desenvolviéndose ante ellos. Podrían presentar sus verdades con nueva belleza.

Desde que la primera promesa de redención fue pronunciada en el Edén, la vida, el carácter y la obra mediadora de Cristo han sido el estudio de las mentes humanas. Sin embargo, cada mente en la cual ha obrado el Espíritu Santo ha presentado estos temas con una luz fresca y nueva. Las verdades de la redención son susceptibles de constante desarrollo y expansión. Aunque viejas, son siempre nuevas, y revelan constantemente una gloria mayor y un poder más grande al que busca la verdad. - Palabras de vida del gran maestro pg. 98.

MI CRISTO

“Pero ahora, aparte de toda ley, la justicia de Dios se ha manifestado respaldada por la Ley y los Profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención realizada por Cristo Jesús.” Romanos 3:21-24.

Debe creerse en el Señor y debe servírselo como al gran "YO SOY", y debemos confiar implícitamente en él (Carta 119, 1895). A fin de conocerle pg.14.

Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré. (Sal. 34: 11)

Cada niño y joven debiera recordar: "Soy de valor a la vista de Dios; soy comprado con un precio y soy la propiedad de Jesucristo. Como seguidor de Cristo, he de practicar sus virtudes para que pueda representar a mi Salvador".

“Porque de su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés, y la gracia y la verdad por medio de Jesucristo”. S.Juan 1:16,17.

Orad mucho. Mientras trabajáis, elevad vuestro corazón a Dios. Cuando hayáis confiado a Dios el cuidado de vuestra alma, no vayáis y procedáis contrariamente a la oración que habéis elevado. Velad tanto como oráis para que no seáis vencidos por la tentación. Resistid la primera inclinación al mal. Orad en vuestro corazón: "Jesús, ayúdame; presérvame del mal", y haced entonces lo que sabéis que Cristo quiere que hagáis.

Quizá preguntéis, como muchos lo hacen, ¿cómo puedo saber que Jesús me recibe y me ama? ¿Lo sabré por mis sentimientos? No, por la obediencia a su santa palabra. Apropiaos de las ricas promesas de Dios. Creed su palabra de que Jesús habita en vuestro corazón por fe. Por la fe y confianza en Dios podéis tener su paz y entonces podréis decir: "Sé en quien he creído. Escucharé cada susurro de su Santo Espíritu".

No hay sino una forma de ganar la victoria, Servid a Dios de todo vuestro corazón porque lo amáis . Plantad los principios de la verdad en vuestra alma y revelad a Cristo en vuestro carácter.

Contemplad a Jesús constantemente si queréis avanzar paso tras paso por el sendero angosto preparado para que caminen por el los elegidos del Señor, diciendo en vuestro corazón: "Busco tu voluntad, oh Dios; sigo tu voluntad; sirvo a tu voluntad: puedo ir adelante e iré adelante bajo tu dirección" (carta 96, 1895). A fin de conocerle pg.43

El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. (Mat. 13: 44).

Sin el reino de Dios, estamos perdidos... y sin esperanza en el mundo; pero se nos proporciona la salvación por la fe en Jesucristo. El es el tesoro, y cuando se han barrido las basuras del mundo, podemos discernir su valor infinito...

"Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros" (Juan 1: 14). Ciertamente, el tesoro está oculto en el atavío humano. Cristo es las riquezas insondables, y el que encuentra a Cristo, halla el cielo. El ser humano que contemple a Jesús, que more por fe en sus encantos sin par, encontrará el tesoro eterno (Youth's Instructor, 22-8-1895). A fin de conocerle pg.60.

“Y ésta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado.” S.Juan 17:3.

Cristo es nuestro Redentor. Es el Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros. Es la fuente en la cual podemos ser lavados y limpiados de toda impureza. Es el costoso sacrificio hecho por la reconciliación del hombre. El universo celestial, los mundos no caídos, el mundo caído y la confederación del mal no pueden decir que Dios podía hacer más por la salvación del hombre de lo que ha hecho. Nunca puede sobrepujarse su dádiva (Youth's Instructor, 17-10-1895). A fin de conocerle pg. 71

A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aun que ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso. (1 Ped. 1: 8)

El [Cristo] dijo:"Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros. y vuestro gozó sea cumplido" (Juan 15: 10, 11). En Cristo hay gozo que no es incierto ni insatisfactorio. Si ha llegado a vosotros la luz que fluye de Jesús y la estáis reflejando en otros, mostráis que tenéis un gozo que es puro, elevador y ennoblecedor. ¿Por qué no ha de representarse la religión de Cristo tal como es realmente, como llena de atractivos y poder? ¿Por qué no hemos de presentar ante el mundo la belleza de Cristo? ¿Por qué no demostramos que tenemos un Salvador viviente, que puede caminar con nosotros en las tinieblas tanto como en la luz, y que podemos confiar en él?...

Pero las mentes que están ocupadas con lecturas frívolas, con relatos excitantes, o que van en procura de diversiones, no meditan en Cristo y no pueden regocijarse en la plenitud de su amor. La mente que encuentra placer en pensamientos necios y conversaciones baladíes, está tan destituida del gozo de Cristo como las colinas de Gilboa lo estaban de rocío o lluvia... Necesitamos llenar continuamente la mente con Cristo, y vaciarla del egoísmo y el pecado (Review and Herald, 15-3-1892). A fin de conocerle pg.144.

Cristo nunca aduló a nadie. Nunca engañó ni defraudó, nunca cambió su rectilínea justicia para obtener el favor o el aplauso. Siempre expresó la verdad. La ley de la bondad estuvo en sus labios y no hubo engaño en su boca. Compare el ser humano su vida con la vida de Cristo, y por medio de la gracia que imparte Jesús a los que lo convierten en su Salvador personal, alcance la norma de justicia. Imite el ejemplo de Aquel que vivió la ley de Jehová, que dijo: "He guardado los mandamientos de mi Padre" (Juan 15: 10). Los que sigan a Cristo continuamente mirarán la perfecta ley de libertad (Youth's Instructor, 18-10- 1894). A fin de conocerle pg. 158

“Pedro contestó: "Arrepentíos, y sed bautizados cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados. Y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Hechos 2:38

No podemos permitirnos incurrir en ningún error cuando están en juego intereses eternos. Significa una gran ingratitud el ser indiferentes a las exigencias que Dios nos presenta… Todos serán probados en esta vida. Si confían, por fe, en los méritos de Cristo y sirven a Dios de todo corazón, tendrán un título a esas mansiones que Jesús ha preparado para todos los que le aman...

Amemos a Dios sobre todas las cosas y no permitamos que nada se interponga entre nosotros y nuestro Dios. Debemos prestar atención a la luz que Dios ha permitido que brille sobre nuestro camino; debemos mostrar delante de todo el cielo que apreciamos cada rayo de luz; debemos reflejar esa luz sobre otros. Somos responsables delante de Dios de nuestra influencia. Aun si se nos obliga a estar aparentemente solos, no estamos solos, porque Cristo está con nosotros para animarnos, fortalecernos y bendecirnos. Conoce cada deseo de vuestro corazón, cada propósito de vuestra alma. Dice: "No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros" (Juan 14: 18). Creamos que Dios hará como ha prometido (Manuscrito 51a, 1893). A Fin de conocerle pg.205

Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor (Juan 15: 10.)

Algunos que pretenden creer en Cristo como su Salvador han dicho: "Nadie puede guardar la ley de Dios". Las palabras de Cristo son decisivas en este punto. Declara: "Yo he guardado los mandamientos de mi Padre". Y él es nuestro ejemplo en todas las cosas...

Cristo declaró francamente su misión en el Sermón del Monte: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir" (Mat. 5: 17). Vino a cumplir literalmente cada especificación de que testificaron los profetas. El que existía con el Padre antes de la creación del mundo, él mismo había dado las profecías registradas por hombres santos; ésas fueron las profecías que él vino a cumplir....A fin de conocerlo pg.294.

Si me amáis, guardad mis mandamientos. (Juan 14: 15.)

Establezcamos plenamente esto en nuestra mente: Si aceptamos a Cristo como a un Redentor, debemos aceptarlo como a un Legislador. No podemos tener la seguridad, la perfecta confianza en Cristo como nuestro Salvador, hasta que lo reconozcamos y obedezcamos sus mandamientos. Así manifestamos nuestra lealtad a Dios. Entonces nuestra fe es genuina. Obra por amor. Decid desde vuestro corazón: "Señor, sé que moriste para redimir mi alma. Si evaluaste tanto mi alma que entregaste tu vida por mí, te entrego mi vida y todas sus posibilidades". La voluntad debe ponerse en completa armonía con la voluntad de Dios (Manuscrito 24, 1890). A fin de conocerlo pg. 295.

Esta mañana mi esperanza está en Cristo, mi Salvador. Oro pidiendo su Santo Espíritu todos los días, para que pueda glorificarlo con el corazón, la mente y las fuerzas en esta vida. Hemos de realizar la obra de Dios, no según nuestros propios planes, sino según el ejemplo que nos ha dado Jesús. Vino a nuestro mundo para realizar la tarea que su Padre le había asignado, de modo que pudiéramos instruimos en la ciencia superior de un servicio genuino para el Maestro. Alza tus ojos pg. 244.

Busqué a Jehová, y el me oyó, y me libró de todos mis temores. Sal. 34: 4.

No hablen de las faltas de otros. Cuiden su propio jardín. Traten que sus corazones sean limpiados por el poder de Dios. Cuando haya problemas, en vez de perder la paciencia, en vez de irritarse y de preocuparse, vayan al Señor y cuéntenle todo . . . No vayan a amigos humanos, porque ellos tienen demasiado con sus propias cargas. . .

No piensen que colocando las cargas que tienen sobre otros encontrarán alivio. Acudan directamente al Salvador, y cuéntenle todo lo que los preocupa. Crean que es capaz y que está dispuesto a enfrentar las circunstancias del caso de ustedes. Cuando acudan contritos al pie de la cruz, cuando tengan fe en los méritos de un Salvador crucificado y resucitado, recibirán poder a través de El. Y cuando echen sobre El sus almas impotentes, les dará paz, gozo, fortaleza y valor. Entonces estarán en condiciones de decir a otros cuán precioso es Cristo para ustedes. Podrán decir. "Lo busqué y encontré que es precioso para mi alma" "Hallaréis descanso". ¿Cómo? Mediante una experiencia viviente, debido a que el yugo de Cristo es un yugo de paciencia, bondad y longanimidad. Los que aprendan de su mansedumbre y humildad, aprendan también a amarse como Cristo los amó. Alcanzar un grado tal, qué rehusan criticar y condenar a otros. Saben que se les ha confiado una obra que ningún otro podrá hacer por ellos: aprender de Cristo. Cuando nos colocarnos en sus manos, nos muestra las posibilidades que están delante y nos invita a acudir en busca de ayuda a Alguien que es infinitamente superior a los seres humanos que yerran.

Cristo es nuestra suficiencia. ¿Cómo lo es? Lo sé por experiencia propia. Alza tus ojos pg. 357.

El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 1 Juan 5: 10-12.

Aunque conocemos a Cristo en cierto sentido, es decir, que es el Salvador del mundo, es mucho más que eso. Debemos tener un conocimiento de Cristo Jesús y una experiencia en él, un conocimiento experimental de Cristo, qué es él para nosotros y qué somos nosotros para él. Esta es la experiencia que todos necesitamos. Ahora bien, yo no la puedo tener por ninguno de ustedes, ni ustedes la pueden tener por mi. La obra que se debe hacer en nuestro favor se cumplirá gracias a la manifestación del Santo Espíritu de Dios sobre las mentes y los corazones humanos. El corazón debe ser purificado y santificado. Cada día con Dios pg. 213

El hecho de que su mente esté envuelta en nubes no es evidencia de que Cristo no sea su precioso Salvador. Cada día con Dios pg.313.

Preguntas escudriñadoras

Por qué muchos parecen creer que una posición de responsabilidad enaltece al que la ocupa? ¿Por qué se vuelven tan llenos de confianza en sí mismos, siendo que dependen tan enteramente del sacrificio expiatorio? ¿Por qué en algunos hay tanta falta de ternura, tan poca obra de corazón? Porque los que confían en sí mismos no han caído sobre la Roca ni han sido quebrantados. Por esta razón hay tan poca confianza en Dios, tan poco arrepentimiento ferviente y contrito, tanta falta de oración fervorosa. Bien puede preguntarse cada maestro: ¿He recibido el Espíritu Santo desde que creí? He recibido a Cristo como mi Salvador personal ? Contéstense solemnemente estas preguntas. Consejos sobre la obra de la escuela sabatica pg.123.

[Felipe le dijo: "Si crees de todo corazón, bien puedes". El etíope respondió: "Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios".]Hechos 8:37.

¿Qué clase de fe es la que vence al mundo? Es la que hace de Cristo vuestro Salvador personal, la fe que, reconociendo vuestra impotencia, vuestra completa incapacidad de salvaros a vosotros mismos, se aferra del Ayudador que es poderoso para salvar, como de vuestra única esperanza. Es fe que no será desanimada, que escucha la voz de Cristo que dice: "Confiad, yo he vencido al mundo, y mi fortaleza divina es vuestra"... "He aquí yo estoy con vosotros todos los días". Dios nos cuida pg.142.

…Cuando Cristo mora en el corazón, el alma está tan llena de su amor, del gozo de su comunión, que se une a él, y pensando en él, se olvida de sí misma. El amor de Cristo es el móvil de la acción. Aquellos que sienten el constructivo amor de Dios no preguntan cuánto es lo menos que pueden darle para satisfacer los requerimientos de Dios; no preguntan cuál es la más baja norma aceptada, sino que aspiran a una vida de completa conformidad con la voluntad de su Salvador. Con ardiente deseo entregan todo y manifiestan un interés proporcionado al valor del objeto que buscan. El profesar pertenecer a Cristo sin sentir amor profundo, es mera charla, árido formalismo, gravosa y vil tarea. Camino a Cristo pg.44.

Cada discípulo de Cristo tiene su ángel guardián respectivo. 567 Estos centinelas celestiales protegen a los justos del poder del maligno. Así lo reconoció el mismo Satanás cuando dijo: "Teme Job a Dios de balde? ¿No le has tu cercado a él y a su casa, y a todo lo que tiene en derredor" (Job 1: 9, 10.) El medio de que Dios se vale para proteger a su pueblo está indicado en las palabras del salmista: "El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, y los defiende." (Salmo 34: 7.) Hablando de los que creen en él, el Salvador dijo: "Mirad no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre." (S. Mateo 18: 10.) Los ángeles encargados de atender a los hijos de Dios tienen: a toda hora acceso cerca de él. Coflicto de los siglos pg.566,567.

El medio por el cual se puede vencer al maligno, es aquel por el cual Cristo venció: el poder de la Palabra. Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento; pero si deseamos conocer y hacer su voluntad, se nos dirige su promesa: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." "Si alguno quisiere hacer su voluntad, conocerá de mi enseñanza."* Apoyándose en estas promesas, cada uno puede quedar libre de las trampas del error y del dominio del pecado.

Cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en lugar de oraciones, no podía sino pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fue oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo, no serán abandonados al poder de Satanás o a las flaquezas de su propia naturaleza. Son invitados por el Salvador: "Echen mano . . . de mi fortaleza; y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!"* Los espíritus de las tinieblas contenderán por el alma que una vez estuvo bajo su dominio. Pero los ángeles de Dios lucharán por esa alma con una potencia que prevalecerá. El Señor dice: "¿Será quitada la presa al valiente? o ¿libertaráse la cautividad legítima? Así empero dice Jehová: Cierto, la cautividad será quitada al valiente, y la presa del robusto será librada; y tu pleito yo lo pleitearé, y yo salvaré a tus hijos."Deseado de todas las gentes pg.223,224.

"Si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros." ¡Cuántas almas cargadas por el pecado han repetido esta oración! Y para todas, la respuesta del Salvador compasivo es: "Si puedes creer, al que cree todo es posible." Es la fe la que nos une con el Cielo y nos imparte fuerza para luchar con las potestades de las tinieblas. En Cristo, Dios ha provisto medios para subyugar todo rasgo pecaminoso y resistir toda tentación, por fuerte que sea. Pero muchos sienten que les falta la fe, y por lo tanto permanecen lejos de Cristo. Confíen estas almas desamparadas e indignas en la misericordia de su Salvador compasivo. No se miren a sí mismas, sino a Cristo. El que sanó al enfermo y echó a los demonios cuando estaba entre los hombres es hoy el mismo Redentor poderoso. La fe viene por la palabra de Dios. Entonces aceptemos la promesa: "Al que a mí viene, no le echo fuera." Arrojémonos a sus pies clamando: "Creo, ayuda mi incredulidad." Nunca pereceremos mientras hagamos esto, nunca. Deseado de todas las gentes pg.396.

Quien contemple a Cristo en su abnegación y en su humildad de corazón, no podrá menos que decir como Daniel: "Mi fuerza se cambió en desfallecimiento".* El espíritu de independencia y predominio de que nos gloriamos se revela en su verdadera vileza, como marca de nuestra sujeción a Satanás. La naturaleza humana pugna siempre por expresarse; está siempre lista para luchar. Mas el que aprende de Cristo renuncia al yo, al orgullo, al amor por la supremacía, y hay silencio en su alma. El yo se somete a la voluntad del Espíritu Santo. No ansiaremos entonces ocupar el lugar más elevado. No pretenderemos destacarnos ni abrirnos paso por la fuerza, sino que sentiremos que nuestro más alto lugar está a los pies de nuestro Salvador. Miraremos a Jesús, aguardaremos que su mano nos guíe y escucharemos su voz que nos dirige. El apóstol Pablo experimentó esto y dijo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".

Cuando recibimos a Cristo como huésped permanente en el alma, la paz de Dios que sobrepuja a todo entendimiento guardará nuestro espíritu y nuestro corazón por medio de Cristo Jesús. El discurso maestro de Jesucristo pg.18,19.

Sin una fe viva en Cristo como Salvador personal, nos es imposible ejercer influencia eficaz sobre un mundo escéptico. El discurso maestro de Jesucristo pg.34.

El sentimiento del pecado ha envenenado las fuentes de la vida; pero Cristo dice: "Yo llevaré vuestros pecados; yo os daré paz. Os compré con mi sangre. Sois míos. Mi gracia fortalecerá vuestra voluntad debilitada; os libraré del remordimiento de vuestro pecado." Cuando os asalten las tentaciones, cuando os veáis envueltos en perplejidad y cuidados, cuando, deprimidos y desalentados, estéis a punto de ceder a la desesperación, mirad a Jesús y las tinieblas que os rodeen se desvanecerán ante el resplandor de su presencia. Cuando el pecado contiende por dominar vuestra alma y agobia vuestra conciencia, mirad al Salvador. Su gracia basta para vencer el pecado. Vuélvase hacia él vuestro agradecido corazón que tiembla de incertidumbre. Echad mano de la esperanza que os es propuesta. Cristo aguarda para adoptamos en su familia. Su fuerza auxiliará vuestra flaqueza; os guiará paso a paso. Poned vuestra mano en la suya, y dejaos guiar por él. Ministerio de curación pg.56,57.

El compañerismo con Cristo, el contacto personal con un Salvador viviente, es lo que capacita la mente, el corazón y el alma para triunfar sobre la más baja naturaleza. Háblese al extraviado de una Mano omnipotente que lo sostendrá, de la infinita humanidad de Cristo que se compadece de él. En lugares celestiales pg.295.

Ahora, mientras que nuestro gran Sumo Sacerdote está haciendo propiciación por nosotros, debemos tratar de llegar a la perfección en Cristo. Conflicto de los siglos pg 680.

“Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Romanos 8:9.

Amemos a Cristo como a nadie y como nuestro TODO.

CONSAGRACION

¿Querido hermano te has dado por vencido? ¿Te has desanimado? ¿Has caído?

La palabra nos dice: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.” Luc. 9: 62. Desde que aceptamos a Cristo, llegamos a la iglesia y el mensaje, decidimos poner las manos sobre el arado, muchas cosas pueden suceder en nuestra vida, pero por nada del mundo debemos mirar hacia a tras porque el que lo haga no es digno ni apto para el reino.

El siguiente versículo nos dice:

"¿Quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿Quién podrá estar cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, como jabón de lavadores. "Se sentará para afinar y limpiar la plata. Limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a plata, y ofrecerán al Eterno ofrenda con justicia. Malaquias 3:2,3.

Creemos que Cristo es ese fuego purificador? Ese Jabón? Si tu respuesta es si. Entonces en realidad estas aceptando que hay cosas en ti que deben ser quemadas, destruidas como también lavadas con ese jabón celestial. Esto debe animarnos a entender que si el cielo no supiera que estamos sucios no mencionaría tal elementos de purificación y limpieza.

“Cuando ustedes se encuentren con el Señor, digan: "Estoy en la casa de Dios y anhelo que todos los pensamientos pecaminosos, toda la desconfianza y la murmuración contra mis hermanos se desvanezcan. Nos hemos reunido aquí con Dios, quien 'de tal manera amó. . . al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna' (Juan 3: 16)" (Manuscrito 2, del 24 de enero de 1899, "La necesidad de una consagración mayor").” Alza tus ojos pg. 36.

“Para todos hay esfuerzos, conflictos y abnegación. Nadie escapara de ellos. Debemos recorrer la senda que Jesús recorrió; puede significar lágrimas, pruebas, privaciones, pesar por el pecado, o procurar el dominio de los deseos depravados, del carácter desequilibrado y del temperamento violento. Se requiere un esfuerzo decidido para presentarnos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Comprende a todo el ser. No hay lugar en la mente donde Satanás pueda dominar y realizar sus designios. El yo debe ser crucificado. Hay que realizar una consagración, una sumisión y un sacrificio tan intensos como si se quitara la sangre del corazón (Review and Herald, 22-7-1884).” A fin de conocerle pg. 282.

“No importa cuán completa haya sido nuestra consagración cuando nos convertimos, no nos valdrá de nada a menos que la renovemos diariamente pero una consagración que abarca realmente lo presente es fresca, genuina y aceptable a Dios. No tenemos semanas y meses para estar a los pies del Señor, mañana no es nuestro, porque no lo hemos recibido todavía, pero hoy podemos trabajar para Jesús” (Review and Herald, 6-1-1885). A fin de conocerle pg. 157.

Cristo…Llamaba la atención hacia la pureza de la vida, la humildad del espíritu y la consagración a Dios y a su causa, sin esperar honores o recompensa mundanos. Debía despojar a la religión del estrecho y fatuo formalismo que la convertía en una carga y un reproche. Debía presentar a todos una salvación completa y armoniosa. Debía derribar los estrechos límites del exclusivismo nacional, pues su salvación había de llegar hasta los confines de la tierra... A fin de conocerle pg. 52.

De la raíz de la verdadera humildad surge la más preciosa grandeza mental: grandeza que lleva a los hombres a conformarse a la imagen de Cristo. Los que poseen esta grandeza ganan paciencia y confianza en Dios. Su fe es invencible. Su verdadera consagración y dedicación mantienen oculto al yo. Las palabras que salen de sus labios se modelan en forma de expresiones de ternura y amor semejantes a Cristo. Comprendiendo su propia debilidad, aprecian la ayuda que les da el Señor, y anhelan su gracia para poder hacer lo que es correcto y leal. Por su comportamiento, su actitud y su espíritu, llevan consigo las credenciales de estudiantes en la escuela de Cristo (Review and Herald, 11-5-1897). A fin de conocerle pg. 39.

Que cada paso que se dé sea para avanzar hacia una conversión genuina, hacia una consagración sin reservas del corazón, del alma y las fuerzas al servicio de Señor. Que todo lo que se haga tienda a producir una reforma genuina en pensamiento, en palabras, en hechos y en la edificación del carácter. Que la verdad pueda distinguirse de la falsedad. No permita que el enemigo lo induzca a introducir rasgos erróneos en el modelo. Mantenga en un lugar prominente el amor de Cristo ante los niños y jóvenes. Repítales a menudo las sencillas lecciones de Cristo. (Carta 111, del 13 de marzo de 1904, dirigida al pastor G. I. Butler, presidente en ese tiempo de la Unión Meridional de los Estados Unidos). Alza tus ojos pg 84.

Dios, en su gran misericordia, dará a todo su pueblo creyente eficiencia y poder para su obra y servicio, así como dio a José, Samuel, Daniel, Timoteo y tantos otros que se valieron de sus promesas. Creyeron en El y dependieron de El, y ésta fue su justicia. Hombres y mujeres deben avanzar por fe. Tienen que abrirse camino a través de la nube de objeciones que Satanás provoca para impedir su progreso. Cuando Dios vea que confiarán en El como su ayudador y eficiencia, podrán atravesar sin riesgos las profundas tinieblas de la falta de consagración de los hombres. Alza tus ojos pg.204.

Antiguamente los que le servian antes de ministrar en el santuario dice que: "Durante siete días, hasta que termine el tiempo de vuestra consagración, no saldréis de la Tienda de la Reunión, porque siete días durará vuestra consagración. Levíticos 8:33.

Este texto muestra que hay un proceso y tiempo en el debemos consagrarnos.

La consagración es algo muy sencillo. Cuando por la práctica se la introduzca diariamente en nuestra vida individual, conoceremos mucho más por consagración que por confiar en una experiencia. Cada día, cada hora, dejen que el corazón se eleve hacia Dios: "Heme aquí Señor, soy tu propiedad; tómame y úsame hoy. Pongo todos mis planes a tus pies; no haré mi propia voluntad. Mi tiempo y mi vida entera son tuyos". Esté el corazón constantemente buscando a Dios por fortaleza y gracia. Alza tus ojos pg.235

Tanto individualmente como también como pueblo tenemos ante nosotros la más solemne obra. Debemos preparar diariamente el corazón y la mente de modo que podamos estar capacitados para alcanzar los propósitos de Dios para con nosotros. Los peligros de los últimos días se ciernen sobre nosotros, y ahora estamos determinando cuál será nuestro destino eterno. Individualmente debemos forjar caracteres que soporten el juicio, y ofrecer en la iglesia a la que asistimos, un ejemplo de fidelidad y consagración. Alza tus ojos pg.272

Tengo un mensaje para nuestras iglesias. . . Debe haber una consagración aun más profunda que la que se ha visto, o muchos no estarán preparados para entrar en la santa ciudad. Existe en algunos un deseo de ser los primeros, de gobernar. Es correcto desear ser primeros en buenas obras, en el logro de las gracias cristianas, pero a muchos se pueden aplicar hoy las palabras de Cristo, registradas en Mateo 7. Lean y estudien cuidadosamente este capítulo. Son palabras de Cristo, y es deber de cada individuo obrar diligentemente para la salvación de su propia alma. . . Alza tus ojos pg.349.

No es la oposición del mundo lo que nos va a poner en mayor peligro; es el mal albergado en nuestro seno lo que provoca nuestros más graves desastres. Es la vida carente de consagración, de los medio convertidos, lo que atrasa la obra de la verdad y arroja sombras sobre la iglesia de Dios. . .Cada día con Dios pg. 165

Me siento triste cuando veo la falta de religión práctica en nuestro mismo seno. El yo es sumamente evidente mientras el Espíritu de Cristo no se nota. Necesitamos iluminación divina. Necesitamos renovar cada día nuestra consagración a Dios. Cada día con Dios pg. 261.

Una entera consagración del alma tiene que mantenerse tanto por parte de los maestros y directores de nuestras escuelas sabáticas, como por parte de los ministros en nuestros púlpitos, porque todos igualmente están empeñados en la obra de traer almas a Cristo. Cada uno debe trabajar en su lugar como lo hizo Cristo, con espíritu de amor por los errados e impenitentes. Esto es lo que Cristo quisiera ver en la obra de la escuela sabática. . Consejos sobre la obra de la escuela sabatica pg.176

Las demandas de Cristo con respecto a nuestro servicio son nuevas cada día. No importa cuán completa haya sido nuestra consagración cuando nos convertimos, no nos valdrá de nada a menos que la renovemos diariamente, pero una consagración que abarca realmente lo presente es fresca, genuina y aceptable a Dios. No tenemos semanas y meses para estar a los pies del Señor, el mañana no es nuestro, porque no lo hemos recibido todavía, pero hoy podemos trabajar para Jesús. Hoy podemos rendir nuestros planes y propósitos ante él para su inspección y aprobación... Este es el día de Dios, y usted es su jornalero. Dios nos cuida pg. 141.

“El conocimiento experimental de la verdadera piedad, en la consagración y el servicio diarios a Dios, asegura la cultura más elevada de la mente, el alma y el cuerpo... La recepción del poder divino honrará nuestros sinceros esfuerzos en busca de sabiduría para el uso concienzudo de nuestras facultades más elevadas para honra de Dios y bendición de nuestros semejantes. Como estas facultades son derivadas de Dios y no autocreadas, deberían ser apreciadas como talentos de Dios para ser empleados en su servicio.” Dios nos cuida pg.173.

“Esdras... era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado. Esd. 7: 6.

Han transcurrido más de dos mil años desde que Esdras aplicó "su corazón a la búsqueda de la ley" de Jehová y a "su práctica", pero el transcurso del tiempo no ha disminuido la influencia de su ejemplo piadoso. A través de los siglos, la historia de su vida de consagración inspiró a muchos la determinación de buscar y practicar esa misma ley (Esd. 7: 10). Dios nos cuida pg. 214.

Ahora se necesitan hombres de claro entendimiento. Dios pide que los que están dispuestos a dejarse dirigir por el Espíritu Santo señalen el camino hacia una obra de reforma cabal... Cada alma debería encontrarse ahora en una posición donde manifieste una consagración a Dios más profunda y verdadera que en los años pasados...

He quedado profundamente impresionada por ciertas escenas que contemplé durante la noche. Parecía efectuarse un gran movimiento, una obra de reavivamiento, en muchos lugares. Nuestro pueblo se alistaba y respondía al llamamiento de Dios... ¿No escucharemos su voz?

¿No aprestaremos nuestras lámparas y obraremos como hombres que esperan la venida del Señor? El tiempo en que vivimos exige que se haga brillar la luz y que se pongan las manos a la obra. Dios nos cuida pg. 354

La Iglesia despertada.-

Cuando tengamos una consagración completa y sincera al servicio de Cristo, Dios reconocerá el hecho mediante un derramamiento de su Espíritu sin medida; pero esto no ocurrirá mientras la mayor parte de la iglesia no esté trabajando juntamente con Dios (Review and Herald, 21 de julio, 1896). El evangelismo pg.507.

“…el éxito depende del espíritu de consagración y de sacrificio con que se hace la obra.” Ministerio de Curación pg.409.

Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la Canaán celestial. En ninguno de los dos casos faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo de Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos años.-Ev 504-505 (1883). Eventos de los ultimos dias pg.38.

“El tiempo es corto y nuestras fuerzas deben organizarse para hacer una obra más amplia. Necesitamos obreros que comprendan la inmensidad de la tarea y que estén dispuestos a cumplirla, no por el salario que reciban, sino porque se dan 296 cuenta de que el fin está cerca. El tiempo exige más capacidad y una consagración más profunda. Estoy tan compenetrada de este pensamiento que clamo a Dios: "Levanta y envía mensajeros que tengan conciencia de su responsabilidad, mensajeros en quienes la idolatría del yo, fuente de todo pecado, sea crucificada." Joyas de los Testimonios tomo 3 pg. 296,297.

“El carácter cristiano está señalado por una singularidad de propósito, una determinación indomable, que rehúsa someterse a la influencia mundana, y que no tratará de alcanzar nada menos que la norma bíblica. . . La consagración del seguidor de Cristo debe ser completa. . . Debe estar dispuesto a soportar paciente, alegre y gozosamente todo lo que en la providencia de Dios sea llamado a sufrir.”-SDABC2 1003. La maravillosa gracias pg.226.

A todo esto PROSESO DE CONSAGRACION se refería nuestro Salvador cuando dijo: "Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo. Pero al morir, lleva mucho fruto.” Juan 12:24.

Consagración es igual a morir diariamente dando finalmente ese resultado que hoy se ve imposible, llevando mucho fruto. Mi hermano no se de por vencido, no se desanime, levántese y prosiga al blanco sin mirar atrás, consagrándose diariamente sabiendo que la promesa fue, Cristo “…Limpiara a los hijos de Levi…” Malaquías 3:3.

"Perfección"

sermon del pastor A.T. Jones

El gran fin y propósito del verdadero santuario, sacerdocio y ministerio, era que Dios morase en los corazones del pueblo. Ahora, cuál es el gran fin y propósito de morar en los corazones del pueblo? La respuesta es: perfección. La perfección moral y espiritual del adorador.

Consideremos esto: En la conclusión del quinto capítulo de Hebreos, inmediatamente después de la declaración "y consumado, vino a ser causa de eterna salud a todos los que le obedecen; nombrado de Dios pontífice según el orden de Melchisedec", leemos: "Por tanto", es decir, como consecuencia de eso, por esa razón, "dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección". Heb.6:1.

Además se expone cómo la perfección se alcanza solamente mediante el sacerdocio de Melchisedec. Y se explica que eso fue siempre así, y que el sacerdocio levítico no era sino temporal, y un tipo del sacerdocio de Melchisedec. A continuación, a propósito del sacerdocio levítico, leemos: "Si pues la perfección era por el sacerdocio levítico,... qué necesidad había aun de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melchisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? " Heb.7:11. Y también, en relación con lo mismo, "porque nada perfeccionó la ley; mas hízolo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios". Vers.19.

A partir de esas declaraciones inspiradas, es incuestionable que la perfección del adorador es precisamente lo que ofrece y provee el sacerdocio y ministerio de Cristo.

No solo eso. Además, tal como ya se ha citado a propósito de la descripción del santuario y su servicio, se nos indica que "era figura de aquel tiempo presente, en el cual se ofrecían presentes y sacrificios que no podían hacer perfecto, cuanto a la conciencia, al que servía con ellos". Ese no poder hacer perfecto al que servía, era su gran incapacidad. Por lo tanto, el gran tema y objetivo último del sacerdocio y ministerio de Cristo en el verdadero santuario es hacer perfecto a quien, por fe, entra en el servicio.

El servicio terrenal no podía "hacer perfecto, cuanto a la conciencia, al que servía". "Mas estando ya presente Cristo, pontífice de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es a saber, no de esta creación; y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido eterna redención". Heb.9:11,12. Ese santuario, sacerdocio, sacrificio y ministerio de Cristo, hace perfecto en eterna redención a todo aquel que por fe entra en su servicio, recibiendo así lo que ese servicio tiene por fin proveer.

"Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza de la becerra, rociada a los inmundos, santifica para la purificación de la carne, cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras muertas para que sirváis al Dios vivo?". La sangre de toros y machos cabríos y la ceniza de la becerra rociada a los inmundos, en el servicio levítico del santuario terrenal, santificaba para la purificación de la carne, según declara la Palabra. Y dado que eso es así, "cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios", santifica para purificación del espíritu y "limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo? ".

Cuáles son las obras de muerte? La propia muerte es consecuencia del pecado. Por lo tanto, las obras de muerte son aquellas que llevan el pecado en sí mismas. Entonces, la limpieza de las conciencias de las obras de muerte es la total purificación del alma, purificación del pecado, por la sangre de Cristo, por el Espíritu eterno, para que en la vida y obras del creyente en Jesús no haya ningún lugar para el pecado; las obras serán solamente obras de fe, y la vida, una vida de fe. Será de ese modo como en pureza y en verdad "sirváis al Dios vivo".

La Escritura continua así: "Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se allegan. De otra manera cesarían de ofrecerse; porque los que tributan este culto, limpios de una vez, no tendrían más conciencia de pecado. Empero en estos sacrificios cada año se hace conmemoración de los pecados. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados". Heb.10:14.

Una vez más vemos que si bien el objetivo de todo el ministerio efectuado bajo la ley era la perfección, ésta no se lograba por la realización de aquel. Todo ello no era sino una figura de aquel tiempo presente, una figura del ministerio y sacerdocio por el cual se obtiene la perfección, esto es, el ministerio y sacerdocio de Cristo. Los sacrificios no podían convertir en perfectos a los que se allegaban. El verdadero sacrificio y el verdadero ministerio "del santuario y de aquel verdadero tabernáculo" hace perfectos a quienes se allegan a él: y esa perfección de los adoradores consiste en que no tengan "más conciencia de pecado".

Pero, puesto que la sangre de machos cabríos y de becerros "no puede quitar los pecados", no era posible, aunque esos sacrificio se ofreciesen año tras año continuamente, purificar a los adoradores hasta el punto en que no tuviesen más conciencia de pecados. La sangre de los toros y de los machos cabríos, y la ceniza de la becerra rociada a los inmundos, santificaba para la purificación de la carne, pero solamente de la carne: e incluso eso no era más que "figura de aquel tiempo presente" de "la sangre de Cristo", que tanto más purificará a los adoradores, de forma que no tengan más conciencia de pecados.

"Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y presente no quisiste; mas me apropiaste cuerpo: Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: Heme aquí... para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero". Heb.10:59.

Se mencionan aquí dos cosas: lo "primero" y lo "postrero". En qué consisten? Qué es lo primero, y qué lo postrero? Las dos cosas que se citan son sacrificio, presente, holocaustos y expiaciones por el pecado, todo ello constituye "lo primero": y "tu voluntad" (la voluntad de Dios) es "lo postrero". "Quita lo primero, para establecer lo postrero", es decir, quitó el sacrificio, presente, holocaustos y expiaciones por el pecado, a fin de establecer la voluntad de Dios. Y "la voluntad de Dios es vuestra santificación" y vuestra perfección. 1Tes.4:3; Mat.5:48; Efe.4:8,12,13; Heb.13:20,21. Pero eso no se puede obtener mediante los sacrificios, presentes, holocaustos y expiaciones por el pecado ofrecidos bajo el sacerdocio levítico. Éstos no podían hacer perfecto, cuanto a la conciencia, al que servía con ellos. No podían purificar al adorador de tal manera que no tuviese más conciencia de pecado, por la razón de que la sangre de toros y machos cabríos no puede quitar el pecado.

Por lo tanto, puesto que la voluntad de Dios es la santificación y la perfección de los adoradores, puesto que la voluntad de Dios es que los adoradores sean de tal modo purificados que no tengan más conciencia de pecado, y dado que el servicio y ofrendas del santuario terrenal no podían lograrlo, él quitó todo eso, para establecer la voluntad de Dios. "En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez".

"La voluntad de Dios es vuestra santificación". Santificación es la verdadera observancia de todos los mandamientos de Dios. En otras palabras, la voluntad de Dios con respecto al hombre es que la voluntad divina halle perfecto cumplimiento en él. La voluntad de Dios está expresada en la ley de los diez mandamientos, que "es el todo del hombre". La ley es perfecta, y la perfección de carácter es la perfecta expresión de esa ley en la vida del que adora a Dios. Por esa ley es el conocimiento del pecado, y todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Están destituidos de su perfección de carácter.

Los sacrificios y el servicio del santuario terrenal no podían quitar los pecados del hombre, por lo tanto, no podían llevarle a esa perfección. Pero el sacrificio y ministerio del verdadero Sumo Sacerdote del santuario y verdadero tabernáculo, sí lo hacen. Quitan completamente todo pecado. Y el adorador es de tal modo purificado que no tiene más conciencia de pecados. Mediante el sacrificio, la ofrenda y el servicio de sí mismo, Cristo abolió los sacrificios y las ofrendas y servicio que nunca podían quitar los pecados, y por su perfecto cumplimiento de la perfecta voluntad de Dios, estableció esta última. En esa "voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez". Heb.10:10.

En ese primer santuario y servicio terrenales, "todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados". Pero en el servicio del santuario y verdadero tabernáculo, Cristo, "habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, está sentado a la diestra de Dios, esperando lo que resta, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados". Heb.10:1114.

Así, a todo respecto, la perfección se logra mediante el sacrificio y sacerdocio de nuestro gran Sumo Sacerdote a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministrando en el santuario y verdadero tabernáculo que el Señor estableció, y no hombre. "Y atestíguanos lo mismo el Espíritu Santo; que después que dijo: Y este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, y en sus almas las escribiré; Añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades. Pues donde hay remisión de estos, no hay más ofrenda por pecado". Heb.10:1518.

Y ese es el "camino nuevo y vivo" que "por su carne", Cristo nos consagró. Lo consagró para todo el género humano. Y por él puede entrar toda alma hasta el santo de los santos el más santo de todos los lugares, la más santa de todas las experiencias, la más santa de todas las relaciones, la vida más santa. Ese camino nuevo y vivo él nos lo consagró por su carne. Es decir, viniendo en la carne, identificándose a sí mismo con el género humano en la carne, consagró para nosotros que estamos en la carne, un camino que va desde donde estamos nosotros hasta donde él está ahora, a la derecha del trono de la Majestad en los cielos, en el santo de los santos.

Viniendo en la carne habiendo sido hecho en todas las cosas como nosotros, y habiendo sido tentado en todo punto como lo somos nosotros, se identificó con toda alma humana, precisamente en la situación actual de ésta. Y desde el lugar en que esa alma se encuentra, consagró para ella un camino nuevo y vivo a través de las vicisitudes y experiencias de toda una vida, incluida la muerte y la tumba, hasta el santo de los santos, para siempre a la diestra de Dios.

Oh, que camino consagrado, consagrado por sus tentaciones y sufrimientos, por sus ruegos y súplicas, con gran clamor y lágrimas, por su vida santa y su muerte sacrificial, por su victoriosa resurrección y gloriosa ascensión, y por su triunfante entrada en el santo de los santos, a la derecha del trono de la Majestad en los cielos!

Y ese "camino" lo consagró para nosotros. Habiéndose hecho uno de nosotros, hizo de ese camino el nuestro; nos pertenece. Ha otorgado a toda alma el divino derecho a transitar por ese camino consagrado; y habiéndolo recorrido él mismo en la carne en nuestra carne, ha hecho posible, y nos ha dado la seguridad de que toda alma humana puede andar por él, en todo lo que ese camino significa; y por él, acceder plena y libremente al santo de los santos.

Él, como uno de nosotros, en nuestra naturaleza humana, débil como nosotros, cargado con los pecados del mundo, en nuestra carne pecaminosa, en este mundo, durante toda una vida, fue "santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores", y "hecho más sublime que los cielos". Y así constituyó y consagró un camino por el cual, en él, todo creyente puede, en este mundo y durante toda la vida, vivir una vida santa, inocente, limpia, apartada de los pecadores, y como consecuencia ser hecho con él más sublime que los cielos.

La perfección, perfección de carácter, es la meta cristiana perfección lograda en carne humana en este mundo. Cristo la logró en carne humana en este mundo, constituyendo y consagrando así un camino por el cual, en él, todo creyente pueda lograrla. Él, habiéndola obtenido, vino a ser nuestro Sumo Sacerdote en el sacerdocio del verdadero santuario, para que nosotros la podamos obtener.

El objetivo del cristiano es la perfección. El ministerio y sumo sacerdocio de Cristo en el verdadero santuario es el único camino por el que toda alma puede alcanzar ese verdadero propósito, en este mundo. "Tu camino, oh Dios, está en tu santuario". (versión K.J.) Sal.77:13.

"Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad, y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más... Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, Jerusalem la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles, y a la congregación de los primogénitos que están alistados en los cielos, y a Dios el juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos perfectos, y a Jesús el Mediador del nuevo testamento, y a la sangre del esparcimiento que habla mejor que la de Abel".

Por lo tanto "mirad que no desechéis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháramos al que habla de los cielos". Heb.12:1825.

La perfección cristiana

Predicación del pastor A.T. Jones

"Sed, pues, vosotros perfectos". El himno que acabamos de cantar, "Salvo en los tiernos brazos", procura el terreno apropiado para el texto de Mateo5:48. Sabéis que eso es lo que la Palabra de Dios dice. Conocéis la exhortación de Hebreos6:1 a ir "adelante a la perfección". Sabéis que el evangelio, la predicación del evangelio que vosotros y yo anunciamos, tiene por fin "que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús" (Col.1:28). Por lo tanto, jamás diremos que no se espera de nosotros la perfección. Debes esperarla de ti mismo. La debo esperar de mí. Y no debo aceptar nada de mí, o en mí, que no alcance la norma de la perfección por Dios establecida. Qué otra cosa podría impedirnos más eficazmente el alcanzar la perfección, que pensar que tal cosa no se espera de nosotros? Repito, qué podría impediros más efectivamente a vosotros y a mí el alcanzar la perfección, sino el decir que no se espera que seamos perfectos?

Por lo tanto, puesto que la Palabra de Dios establece claramente que vosotros y yo debemos ser perfectos, lo único que debemos considerar es el camino para lograrlo. Nada más. Debemos comprender claramente que la perfección, nada menor que la perfección tal como Dios la ha establecido, es lo que se espera de vosotros y de mí. Y que no aceptaremos nada en nosotros mismos, en lo que hemos hecho, ni en nada que tenga que ver con nosotros, que deje de alcanzar la perfección tal como Dios la estableció, aunque sea por el espesor de un cabello. Eso debe ser para nosotros algo muy claro, claro por siempre. Entonces, investiguemos simplemente el camino, y el hecho se cumplirá.

Cuál es, pues, la norma? Cuál es la norma establecida por Dios? "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto". La perfección de Dios es la única norma. A ella tenemos que referirnos, y permanecer ante nosotros mismos demandándonos siempre perfección como la de Dios; y no debemos manifestar el más mínimo ánimo de excusar o disculpar en nosotros aquello que deje de alcanzar dicha perfección en el grado que sea.

Está claro que no podemos ser perfectos en grandeza, como lo es Dios, tampoco en omnipotencia ni omnisciencia. Dios es carácter, y lo que ha establecido para vosotros y para mí es perfección del carácter como la del suyo, aquello a lo que llegaremos, lo único que debemos esperar, y lo único que hemos de aceptar en nosotros mismos. Si la que debemos tener es la misma perfección de Dios, y tal es la única que aceptamos en nosotros; si nos mantenemos siempre en esa norma, os daréis cuenta de que eso significa el tenernos constantemente ante la presencia del juicio de Dios. Ahí es donde cada uno de nosotros espera estar, seamos justos o malvados. Por qué, pues, no ir ya allí de una vez por todas? Está establecido que vosotros y yo comparezcamos ante el tribunal de juicio de Cristo, y allí cada uno de nosotros será medido de acuerdo con esa norma. Dios "ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de los muertos" (Hech.17:31).

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La resurrección de Cristo es la garantía que Dios da al mundo de que todo hombre comparecerá ante el tribunal de juicio de Cristo. Es un hecho cierto. Lo esperamos, lo predicamos, lo creemos. Entonces, por qué no emplazarnos ahí, y permanecer en esa situación? por qué esperar? Quienes esperan, y continúan esperando, no podrán entonces tenerse en pie. El impío no podrá resistir en ese juicio; pero aquellos que se emplazan ante el tribunal de juicio de Dios, afrontando la norma del juicio, y se mantienen allí constantemente en pensamiento, palabra y acción, están preparados para el juicio en cualquier momento. Preparados? Lo tienen, están allí, lo están pasando, están invitando al juicio, y a todo lo que éste conlleva. Están allí esperando pasarlo, y sólo quien actúa así, puede estar seguro. La bendición misma que viene con ello es toda la recompensa que una persona necesita para emplazarse ahora mismo ante el tribunal del juicio. Y estando allí, habrá algo que pueda temer? Nada. Y qué es lo que echa fuera el temor? El perfecto amor. Pero el perfecto amor puede solamente venir cuando alcanzamos esa norma perfecta del juicio, en el juicio, y puede ser mantenida solamente permaneciendo allí.

Siendo eso así, investiguemos el camino para lograrlo. El camino, esa es la clave. Ha quedado claro que yo no soy la norma. Pensad en ello! "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto". Su perfección es la única norma. Ahora, qué medida, o qué estimación de la norma es la apropiada? No es la mía, puesto que yo no puedo medir la perfección de Dios. Probablemente esté acudiendo a vuestra mente el Salmo119:96: "A toda perfección veo límite, pero, cuán inmensos son tus mandamientos!".

Ninguna mente finita puede medir la perfección de Dios. Por lo tanto, queda claro que debemos ser perfectos, que nuestra perfección debe ser como la suya, y que lo ha de ser de acuerdo con su propia estimación de la perfección suya. Eso aleja de vosotros y de mí todo el plan, y todo lo que tenga que ver con él, en cuanto a la realización del mismo. Si no puedo medir la norma, como podré procurarla, incluso suponiendo que se me diese lo necesario para hacerlo? Así que, en cuanto al hacerlo, quede también claro que está absolutamente fuera de vuestra asignación.

Hace muchísimo tiempo, dijo alguien: "Ciertamente yo conozco que es así: Y cómo se justificará el hombre con Dios? Si quisiere contender con Él, no le podrá responder a una cosa de mil Si habláremos de su potencia, fuerte por cierto es; si de juicio, quién me emplazará?".

Y si soy emplazado, entonces qué sucede? "Si yo me justificare, me condenará mi boca". Si me mido de acuerdo con mi propia medida, y sentencio el asunto de acuerdo con ella, al ser puesto a la luz de la estimación de Él, mi estimación resulta ser tan deficiente, que no logro sino condenarme hasta lo sumo. No hay ahí ninguna base para la justificación. "Si me dijere perfecto, esto me hará inicuo".

"Bien que yo fuese íntegro, no conozco mi alma: Reprocharé mi vida". Mi propia norma de integridad, al ser llevada a su presencia, y al ser puesta a la luz de la norma de Él, resultaría tan deficiente que hasta yo mismo la reprocharía. "Aunque me lave con aguas de nieve, y limpie mis manos con la misma limpieza, aún me hundirás en el hoyo, y mis propios vestidos me abominarán" (Job.9:1,2,1921,30,31).

Eso es todo cuanto podemos aproximarnos a la norma, suponiendo que nos fuese dado el procurar tal cosa. Por lo tanto, abandonemos por siempre toda idea de que la perfección es algo que nosotros debemos obrar. La perfección es algo que hemos de poseer, no otra cosa. Dios la espera, y ha hecho provisión a tal fin. Es para ello que fuimos creados. El único objeto de nuestra existencia es precisamente ese, ser perfectos según la perfección de Dios. Y recuérdese que debemos se