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SOMOS PERLAS DE COLORES

PARA PARARSE:

Yo os he elegido a vosotros. Juan 15, 16

CONECTA: ¿Sabes que los verdaderos colores no se ven con los ojos? Es algo mucho más profundo.

Todos tenemos un día negro, sabemos que lo gris equivale a nublado, oímos que “no todo en la vida es de color rosa”, lo amarillo lo relacionamos con la luz o el calor… Y sabemos lo que es el verde esperanza.

Nuestro mundo interior, los pensamientos, las sensaciones…, también tienen sus colores.

Da color a tu yo y pinta cada parte de tu mundo interior.Recorre con el pensamiento cada parte de tu cuerpo, descubre cómo te sientes ahí y elige el color adecuado que exprese mejor ese sentimiento. ¡Después píntalo!

De todo lo que has puesto, ¿qué es lo que te representa mejor?¿Qué has aprendido de ti mismo?

Visualización del power point: “Amigos de diferentes colores”

ACTIVIDAD:

Imagina que tienes que invitar a un amigo o amiga a hacer un viaje al centro de tu yo. Para, has de anunciarle lo que va a encontrar: altas montañas (tus cualidades principales), playas paradisíacas (tus aficiones preferidas), fortalezas inexpugnables (tus sueños e ilusiones), lugares peligrosos (tus miedos), restaurantes con encanto (tus valores)…

Escríbelo en la hoja que tiene por título: “Viaje al centro de mi yo”.

MOMENTO DE SILENCIO, REFLEXIÓN, ORACIÓN:

“Tú, cuando vayas a orar, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está ahí, en lo secreto.” Mateo 6,6

Tú mundo interior está habitado. Es ahí donde puedes encontrarte con Dios, porque:

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Él vive dentro de ti. Él conoce tus sentimientos. Él te da la paz. Él está siempre contigo.

¿Cómo experimentas que Dios se hace presente en tu interior?

“Señor, Tú estás dentro de mí y me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto. Conoces mis pensamientos. Si estoy de camino o acostado, Tú lo sabes. Aún no ha llegado a mi lengua la palabra y Tú, Señor, ya la sabes toda. Tú me sostiene con tu mano. ¿A dónde iré yo lejos de ti?”

Salmo 139

DINÁMICA:

Seguro que “ostra” te suena a aburrimiento: “Me aburro como una ostra”. ¿Has visto alguna? Por fuera son feas y tienen una mala apariencia. Y además resultan muy difíciles de abrir.

Pero no todas las ostras son iguales. Y no puedes juzgarlas solo por su apariencia.

Lo que hace que una ostra sea muy valiosa no es su aspecto externo sino el tesoro que algunas llevan dentro: una perla.

Esta joya no aparece de repente. Es el resultado de estar mucho tiempo cuidando su interior.

Recuerda lo que dijo G.J. Chaminade, fundador de la Compañía de María, Marianistas:

“Lo esencial es lo interior”.

¿Estás de acuerdo?

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A PESAR DE SU APARIENCIA, LAS OSTRAS ALGUNAS VECES, DENTRO, OCULTAN UN GRAN TESORO:

¿Cuáles son las perlas que tú vas descubriendo en ti?

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Esta perla que sale ahora la tenemos que cuidar. También tenemos que cuidar la perla que son los demás. (A cada alumno se le entregará una bola de madera que representa una perla.)Entre todos formamos el collar de la fraternidad.

Según se va construyendo el collar el tutor va diciendo:

EN TU INTERIOR PUEDES DESCUBRIR EL GOZO QUE ES VIVIR LA FRATERNIDAD, LA COMUNIDAD. CONTAMOS CONTIGO PARA HACERLO POSIBLE

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