Soporte vital basico del 2005

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Recomendaciones 2005 en Resucitación Cardiopulmonar del European Resuscitation Council Traducción oficial autorizada Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar

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Soporte vital básico del 2005

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Recomendaciones 2005

en Resucitación Cardiopulmonar

del

European Resuscitation Council

Traducción oficial autorizada

Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar

Recomendaciones 2005 del European Resuscitation Co uncil

sobre ResuscitaciónCardiopulmonar. INDICE.

Sección 1. Introducción Sección 2. Soporte vital básico en adultos y uso d e desfibriladores automáticos externos Sección 3. Tratamientos eléctricos: desfibrilado res externos automáticos, desfibrilación, cardioversión y marcapasos. Sección 4. Soporte vital avanzado en adultos. Sección 5. Manejo inicial de los Síndromes coron arios agudos Sección 6. Soporte vital pediátrico Sección 7. La parada cardiaca en circunstancias especiales Sección 8. La Ética de la resuscitacióny las dec isiones del final de la vida Sección 9. Fundamentos de la formación en Resusci tación Cardiopulmonar.

Recomendaciones 2005 del European Resuscitation Cou ncil sobre Resucitación Cardiopulmonar. Sección 1. Introducción Jerry Nolan Han pasado cinco años desde la publicación de las Directrices de Resucitación

Cardiopulmonar (RCP) 2000 y de Cuidados Cardiovasculares de Emergencia (CCE).

El Consejo Europeo de Resucitación (ERC)1 basó sus propias directrices de

Resucitación en este documento y dichas normas fueron publicadas en una serie de

artículos durante 2001.2-7 Los conocimientos sobre Resucitación continúan avanzando

y las directrices clínicas deben actualizarse regularmente para reflejar estos avances y

aconsejar al personal sanitario sobre las prácticas más adecuadas. En el periodo que

transcurre entre las actualizaciones de los protocolos (aproximadamente cinco años),

se realizan informes parciales que comunican al personal sanitario los nuevos

tratamientos que pueden influir de forma significativa en los resultados; 8 Contamos

con que se publicarán más adelante informes con recomendaciones como respuesta

a los hallazgos importantes en las investigaciones.

Las directrices que se describen en las páginas siguientes no definen la única forma

en que se debe realizar la Resucitación; simplemente representan una recomendación

ampliamente aceptada de cómo debe llevarse a cabo la Resucitación, de forma segura

y efectiva. La publicación de las nuevas o revisadas recomendaciones de tratamiento

no implica que la asistencia clínica actual no sea segura o efectiva.

Consenso científico

El Comité Internacional de Coordinación sobre Resucitación (ILCOR) se constituyó en

1993.9 Su misión es identificar y revisar los estudios y conocimientos internacionales

relevantes para la RCP, y ofrecer un consenso en las recomendaciones de

tratamiento. El proceso para la última actualización de las directrices de Resucitación

comenzó en 2003, cuando los representantes del ILCOR establecieron seis grupos de

trabajo: soporte vital básico, soporte vital cardíaco avanzado, síndromes coronarios

agudos, soporte vital pediátrico, soporte vital neonatal y un grupo de trabajo

multidisciplinario para encargarse de temas que se solaparan, tales como las

cuestiones de formación. Cada uno de los grupos de trabajo identificó temas que

debían evaluarse según la evidencia y nombraron a expertos internacionales para

revisarlos. Para garantizar un enfoque coherente y sistemático, se creó un modelo de

hoja de trabajo con instrucciones paso a paso para ayudar a los expertos a

documentar su revisión bibliográfica, evaluar los estudios, valorar los niveles de

evidencia y desarrollar recomendaciones.10 Un total de 281 expertos cumplimentaron

403 hojas de trabajo sobre 276 temas; 380 personas de 18 países asistieron a la

Conferencia Internacional de Consenso sobre Resucitación Cardiopulmonar y

Cuidados Cardiovasculares de Emergencia con Recomendaciones de Tratamiento

(C2005), que tuvo lugar en Dallas en enero de 2005.11 Los autores de las hojas de

Trabajo presentaron los resultados de la evaluación de la evidencia y propusieron las

conclusiones científicas que se extraían de las mismas. Tras un debate entre los

participantes, estas conclusiones se perfeccionaron y siempre que fue posible se

acompañaron de recomendaciones de tratamiento. Estas conclusiones con sus

correspondientes recomendaciones de tratamiento han sido publicadas en el

documento Consenso Internacional sobre Estudios de Resucitación Cardiopulmonar y

Cuidados Cardiovasculares de Emergencia con Recomendaciones de Tratamiento

2005 (CoSTR).12

De la ciencia a las directrices

Las organizaciones de Resucitación que forman el ILCOR publicarán sus propias

directrices sobre Resucitación basadas en las recomendaciones del documento de

consenso, pero teniendo en cuenta también las diferencias geográficas, económicas y

en la práctica médica, así como la disponibilidad de equipamiento médico y fármacos.

Estas directrices sobre Resucitación del ERC 2005 se derivan del documento del

CoSTR pero representan el consenso entre los miembros del Comité Ejecutivo del

ERC. El Comité Ejecutivo del ERC considera que estas nuevas recomendaciones son

la forma de actuación más efectiva y fácil de aprender que puede ser apoyada por los

conocimientos actuales, investigaciones y experiencia. Inevitablemente, incluso en

Europa, las diferencias en la disponibilidad de fármacos, equipamiento y personal

hacen necesaria una adaptación nacional y regional de estas directrices.

Datos demográficos

La cardiopatía isquémica es la principal causa de muerte en el mundo.13-17 La parada

cardiaca súbita es responsable de más del 60% de las muertes en adultos por

enfermedad coronaria.18 A partir de datos procedentes de Escocia y de cinco ciudades

de otros lugares de Europa, la incidencia anual de Resucitación de una parada

cardiorrespiratoria extrahospitalaria de etiología cardiaca es de entre 49,5 y 66 por

100.000 habitantes.19, 20 El estudio escocés incluye datos de 21.175 paradas

cardiacas extrahospitalarias, y ofrece información valiosa sobre su etiología (Tabla

1.1). La incidencia de parada cardiaca intrahospitalaria es difícil de evaluar dado que

está fuertemente influenciado por factores como los criterios de admisión y la práctica

de políticas de no Resucitación (si PCR no RCP). En un hospital general del Reino

Unido, la incidencia de parada cardiaca primaria (excluidos los casos de no

Resucitación y las paradas ocurridas en urgencias) fue de 3,3 por cada 1000

admisiones. 21 Utilizando los mismos criterios de exclusión, la incidencia de parada

cardiaca en un hospital universitario noruego fue de 1,5 por 1000 admisiones. 22

La cadena de supervivencia

Las acciones que conectan a la víctima de una parada cardiaca súbita con su

supervivencia se denominan Cadena de Supervivencia. Estas acciones incluyen el

reconocimiento precoz de la situación de urgencia y activación de los servicios de

emergencia, Resucitación cardiopulmonar precoz, desfibrilación precoz y soporte vital

avanzado.

Figura 1.1. Cadena de Supervivencia ERC.

Tabla1.1 Paradas cardiorrespiratorias extrahospitalarias (21.175) por etiología.19 Etiología

Número %

Probables enfermedades cardiológicas 17.451 (82.4)

Etiologías internas no cardiacas 1.814 (8.6)

Enfermedad pulmonar 901 (4.3)

Patología cerebrovascular 457 (2.2)

Cáncer 190 (0.9)

Hemorragia gastrointestinal 71 (0.3)

Obstétricas / Pediátricas 50 (0.2)

Embolismo pulmonar 38 (0.2)

Epilepsia 36 (0.2)

Diabetes mellitus 30 (0.1)

Patología renal 23 (0.1)

Etiologías externas no cardiacas 1.910 (9.0)

Traumatismos 657 (3.1)

Asfixia 465 (2.2)

Sobredosis de fármacos 411 (1.9)

Ahogamiento 105 (0.5)

Otras formas de suicidio 194 (0.9)

Otras causas externas 50 (0.2)

Descargas eléctricas / rayos 28 (0.1)

La cadena de supervivencia en lactantes y niños incluye la prevención de situaciones

que llevan a la parada cardiorrespiratoria, RCP precoz, activación precoz de los

servicios de emergencia y soporte vital avanzado precoz. En el hospital, la

importancia de identificar con rapidez al paciente critico y la activación del equipo

médico de emergencia (EME) son ampliamente aceptadas en la actualidad.23 Las

anteriores directrices sobre Resucitación ofrecían escasa información sobre el

tratamiento del paciente durante la fase post-resucitación. Existen diferencias

sustanciales en la forma en que se trata a los supervivientes inconscientes de paradas

cardiacas en las primeras horas y primeros días tras el restablecimiento de la

circulación espontánea (RCE). Las diferencias de tratamiento en esta fase pueden ser

la razón en parte de la variabilidad de los resultados entre hospitales tras una parada

cardiaca. 24 La importancia de reconocer la situación crítica y/o la angina y de evitar la

parada cardiaca (sea intra o extrahospitalaria), así como la atención post-Resucitación

queda resaltada mediante la inclusión de estos elementos en la nueva cadena de

supervivencia de cuatro eslabones. El primer eslabón indica la importancia de

reconocer a los pacientes con riesgo de parada cardiaca y pedir ayuda con la

esperanza de que una atención rápida pueda evitar la parada. Los eslabones centrales

de esta nueva cadena definen la integración de la RCP y la desfibrilación como los

componentes fundamentales de la Resucitación precoz en el intento de reestablecer la

vida. El eslabón final, el tratamiento post-Resucitación efectivo, se centra en la

conservación de las funciones vitales, en especial del corazón y el cerebro.

(Figura 1.1).25,26

El algoritmo universal

Los algoritmos de Resucitación básica y avanzada en el adulto y pediátrica se han

actualizado para reflejar los cambios en las directrices del ERC. Se ha hecho todo lo

posible para simplificar estos algoritmos sin que pierdan su efectividad con las víctimas

de paradas cardiacas en la mayoría de las circunstancias. El personal de emergencia

comienza la RCP si la víctima está inconsciente o no responde y no respira con

normalidad (ignorando la respiración entrecortada ocasional). Se utilizará una única

relación de compresión / ventilación (CV) de 30:2 en el caso de un único reanimador

en el adulto o niño (excluidos los neonatos) en intervenciones extrahospitalarias y para

todas las RCP de adultos. La relación única se justifica para simplificar su enseñanza,

facilitar la memorización de la técnica, aumentar el número de compresiones

administradas y disminuir la interrupción de las mismas. Una vez que se conecte un

desfibrilador si confirma un ritmo susceptible de cardioversión, se administrará un

único choque. Independientemente del ritmo resultante, inmediatamente después de la

descarga se deben comenzar las compresiones torácicas y las ventilaciones (2 min

con una relación de C:V de 30:2) para minimizar el tiempo de ausencia de flujo. Las

intervenciones de soporte vital avanzado se describen en un cuadro en el centro del

algoritmo SVB (véase Capítulo 4). Una vez que se haya asegurado la vía aérea

mediante un tubo endotraqueal, mascarilla laríngea o combitubo, los pulmones se

ventilan a un ritmo de 10 min−1 sin hacer pausa durante las compresiones torácicas.

Calidad de la RCP

Las interrupciones de las compresiones torácicas deben reducirse al mínimo. Al

detener las compresiones torácicas, el flujo coronario desciende substancialmente; al

retomarlas, son necesarias varias compresiones para que el flujo coronario recupere

su nivel anterior.27 Estudios recientes indican que frecuentemente se producen

interrupciones innecesarias de las compresiones torácicas tanto fuera como dentro del

hospital.28-31 Los instructores de Resucitación deben hacer hincapié en la importancia

de reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas.

Resumen

Se pretende que estas nuevas directrices mejoren la práctica de la Resucitación y,

consecuentemente, los resultados de las paradas cardiacas. La relación universal de

30 compresiones por dos ventilaciones debe reducir el número de interrupciones en

las compresiones, reducir la probabilidad de hiperventilación, simplificar la formación y

mejorar la memorización de la técnica. La estrategia de una sola descarga debe

reducir al mínimo el tiempo de ausencia de flujo. El equipamiento utilizados para los

cursos de Resucitación se están actualizando para reflejar estas nuevas normas

generales.

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