Soy chica y dirjo

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6 · JULIO - AGOSTO 2010 · BARCELONÉS MENSUAL · CULTURA CINE SOY CHICA Y DIRIJO Nuevas cineastas catalanas POR PAULA A. RUIZ ¿Qué es cine femenino, qué es cine catalán y qué es cine femenino catalán? La pregunta no podía tener más trampa: en una era en que la comuni- cación y las ideas se expanden e intercambian, en principio, sin límites, tratar de ponerle fronteras de género o de territorio al séptimo arte se antoja una cuestión caduca. Lo cierto es que la aparición del dispositivo di- gital –con sus cámaras ligeras, su comodidad a la hora de trabajar y su nueva plástica–, junto a la implicación en la producción cinematográfica de escuelas de cine como la escac y universidades como la upf o la uab ha favorecido la irrupción de una nueva generación de cineastas, chicas, que han nacido o trabajan en Cataluña. Con ellas, el número de voces y los relatos a explicar también se han multiplicado. Si la década pasada finalizó con el asentamiento creativo de cineastas pioneras como Isabel Coixet o María Ripoll, y el aterrizaje de Judith Collell o Mercedes Álvarez, en el campo de la ficción y el documental, respectivamente, la que acaba de comenzar debería ver cómo se expande, confiamos que sin límites, esta pequeña constelación formada por seis nombres que ya han debutado, en algunos casos con considerable éxito, pero que sobre todo presentan un excelente futuro. Son debutantes, algunas más curtidas que otras, cuyo único nexo en común es su pasión por este arte y oficio. Y la ciudad de Barcelona. Da igual que sea como escenario, trampolín, personaje o vínculo emocional: la ciudad está muy presente en sus carre- ras. No hay que obviar, asimismo, que a su empeño hay que sumarle el del equipo que las ayuda. Una comunidad, a veces una pequeña familia, y, en casi todas las ocasiones, de mayoría femenina: desde la productora Marta Andreu (Estudi Playtime) a la montadora Núria Esquerra, la guionista Valentina Viso o la coordinadora del Máster en Documental de Creación de la upf y también cineasta, Eva Vila, que se estrenó tras la cámara con B-Side (2008), un documental sobre la escena musical barcelonesa. Aquí, ahora, todas ellas son las protagonistas del cine catalán que está por venir. Mar Coll ha ganado casi todo lo ganable con su debut Tres días con la familia: desde la Biznaga de Plata a la mejor dirección en Málaga al Goya a la mejor dirección novel. Aupada por el programa Ópera prima de la escac, la película, una rareza en el panorama actual patrio dada su fina ironía de influencia francesa, ha catapultado a la directo- ra y a la iniciativa de la escuela. Ante la avalancha de premios, lo tiene muy claro: “Se han generado unas expectativas que facilitan poder hacer una segunda película, que era uno de los objetivos de rodar la primera. Pero no quisiera precipitarme. El factor tiempo es fundamental en la calidad del resultado final”. “Yo lo que he querido con mi película es me- terme en sus habitaciones”. Con tan vehemente intención presenta Elena Trapé el que será su debut en celuloide, Blog, la historia de seis chicas que deciden quedarse embarazadas a la vez. Se trata de otro producto marca escac cuyo estreno se prevé para otoño y que le llegó a esta licencia- da en Historia del Arte y graduada en dirección de cine y audiovisuales tras dirigir La ruina, una tv-movie basada en la obra teatral de Jordi Ca- sanova, y un par de cortometrajes. Mientras se labra una carrera como realizadora publicitaria, su nombre, junto al de Carla Subirana, ya ha apare- cido en el listado anual de nuevas promesas espa- ñolas de la revista norteamericana Variety. La paraguaya Renate Costa llegó a Barcelona movida por un horizonte amoroso y una vez aquí buscó e investigó en su pasado para impulsar su futuro como cineasta. Del esfuerzo y con el pa- drinazgo del Máster de Documental Creatiu de la upf, nació Cuchillo de palo/ 108, documental sobre el listado de 108 personas, entre ellos el tío de la realizadora, que, sólo por su orientación homosexual, se convirtieron en sospechosos del asesinato de Bernardo Aranda en Asunción en septiembre de 1959. “El silencio sigue todavía allá”, explica Costa, quien ha llevado su película a la Berlinale, el Bafici bonaerense, el Festival de Málaga (donde consiguió la Biznaga de Plata al mejor documental), y al Festival de Cannes. Morir de día es el salto a la dirección de una de las colaboradoras más estrechas de Joaquim Jordà. Laia Manresa es también autora de su biografía, Joaquim Jordà. La mirada libre (Filmoteca/Pòr- tic), así que no cuesta imaginar que recoge del otrora irreductible cineasta su postura crítica. El filme, de hecho, parte de una idea de Jordà que, tras su muerte, Manresa y Sergi Dies hacen suya: la entrada de la heroína en Barcelona a finales de los años 70, en el esplendor de la contracultura catalana. “La película cuestiona la hipocresía social en torno a las drogas”, cuenta para asegu- rar después que “los protagonistas del filme y su entorno no han dejado de ser un referente: la contracultura pervive hoy en día diversificada en diferentes movimientos”. Ana Pfaff también se graduó en la escac, pero en edición cinematográfica. Instalada en Madrid, su energía se dispara hacia múltiples e incipien- tes caminos: desde la promoción y distribución ayudando a Paco Poch con el estreno de Ne change rien, de Pedro Costa, a la realización de un documental sobre el grupo Alado Sincera, sin olvidar la publicidad, su trabajo en Dos Topos o su pasión, el found footage. “En este tipo de na- rrativa se prescinde de todo el equipo de rodaje. Son estos formatos más íntimos los que me hacen sentir más cómoda y me parece, además, muy interesante poder coger cualquier imagen y hacer- la mía, desacralizarla”. Entre su producción cabe destacar Reverie, que se encuentra en el catálogo del Archivo Xcèntric del cccb. “Hacer películas es un estrés extraño”, confiesa Susana Casares por e-mail desde Los Ángeles. La beca de una entidad bancaria le ha ayudado a estudiar dirección cinematográfica en la Univer- sidad de California, destino natural de una chica que se ha pateado medio mundo para lograr su objetivo: hacer cine. Licenciada en Traducción e Interpretación y Bellas Artes, ha realizado traba- jos de vídeoarte y documental en España, Ale- mania y Túnez. También ha coqueteado en con la performance y el postporno con el colectivo Corpus Deleiciti en su trabajo Desacuerdos para Arteleku, el centro de cultura de la Diputación de Guipúzcoa, apadrinado por Beatriz Preciado, y sus creaciones han recorrido museos como Caixafòrum y diversos festivales de vídeoarte de Europa, además de poder verse en la plataforma Hamaca. Mar Coll (Barcelona, 1981) Elena Trapé (Barcelona, 1976) Renate Costa (Asunción, 1981) Susana Casares (Barcelona, 1979) Laia Manresa (Barcelona, 1973) Ana Pfaff (Barcelona, 1985) Rosario Pi (Barcelona, 1899) fue la primera mujer directora de cine sonoro en España. Atrevida por naturaleza y em- prendedora de vocación, probó fortuna con un negocio de lencería hasta que se pasó al cine. En 1935 dirige su primera película El gato montés y en 1938 (en plena Guerra Civil) Molinos de viento, protagonizada por María Mercader, futu- ra estrella del celuloide.

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artículo aparecido en Barcelonés en junio de 2010 sobre seis nuevas cineastas catalanas.

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6 · julio - agosto 2010 · BARCELONÉS MENSuAL · cultura

CiNE

Soy chica y dirijoNuevas cineastas catalanasPOR PAuLA A. Ruiz

¿Qué es cine femenino, qué es cine catalán y qué es cine femenino catalán? La pregunta no podía tener más trampa: en una era en que la comuni-cación y las ideas se expanden e intercambian, en principio, sin límites, tratar de ponerle fronteras de género o de territorio al séptimo arte se antoja una cuestión caduca.

Lo cierto es que la aparición del dispositivo di-gital –con sus cámaras ligeras, su comodidad a la hora de trabajar y su nueva plástica–, junto a la implicación en la producción cinematográfica de

escuelas de cine como la escac y universidades como la upf o la uab ha favorecido la irrupción de una nueva generación de cineastas, chicas, que han nacido o trabajan en Cataluña. Con ellas, el número de voces y los relatos a explicar también se han multiplicado.

Si la década pasada finalizó con el asentamiento creativo de cineastas pioneras como Isabel Coixet o María Ripoll, y el aterrizaje de Judith Collell o Mercedes Álvarez, en el campo de la ficción y el documental, respectivamente, la que acaba de

comenzar debería ver cómo se expande, confiamos que sin límites, esta pequeña constelación formada por seis nombres que ya han debutado, en algunos casos con considerable éxito, pero que sobre todo presentan un excelente futuro.

Son debutantes, algunas más curtidas que otras, cuyo único nexo en común es su pasión por este arte y oficio. Y la ciudad de Barcelona. Da igual que sea como escenario, trampolín, personaje o vínculo emocional: la ciudad está muy presente en sus carre-ras. No hay que obviar, asimismo, que a su empeño

hay que sumarle el del equipo que las ayuda. Una comunidad, a veces una pequeña familia, y, en casi todas las ocasiones, de mayoría femenina: desde la productora Marta Andreu (Estudi Playtime) a la montadora Núria Esquerra, la guionista Valentina Viso o la coordinadora del Máster en Documental de Creación de la upf y también cineasta, Eva Vila, que se estrenó tras la cámara con B-Side (2008), un documental sobre la escena musical barcelonesa. Aquí, ahora, todas ellas son las protagonistas del cine catalán que está por venir.

Mar Coll ha ganado casi todo lo ganable con su debut Tres días con la familia: desde la Biznaga de Plata a la mejor dirección en Málaga al Goya a la mejor dirección novel. Aupada por el programa Ópera prima de la escac, la película, una rareza en el panorama actual patrio dada su fina ironía de influencia francesa, ha catapultado a la directo-ra y a la iniciativa de la escuela. Ante la avalancha de premios, lo tiene muy claro: “Se han generado unas expectativas que facilitan poder hacer una segunda película, que era uno de los objetivos de rodar la primera. Pero no quisiera precipitarme. El factor tiempo es fundamental en la calidad del resultado final”.

“Yo lo que he querido con mi película es me-terme en sus habitaciones”. Con tan vehemente intención presenta Elena Trapé el que será su debut en celuloide, Blog, la historia de seis chicas que deciden quedarse embarazadas a la vez. Se trata de otro producto marca escac cuyo estreno se prevé para otoño y que le llegó a esta licencia-da en Historia del Arte y graduada en dirección de cine y audiovisuales tras dirigir La ruina, una tv-movie basada en la obra teatral de Jordi Ca-sanova, y un par de cortometrajes. Mientras se labra una carrera como realizadora publicitaria, su nombre, junto al de Carla Subirana, ya ha apare-cido en el listado anual de nuevas promesas espa-ñolas de la revista norteamericana Variety.

La paraguaya Renate Costa llegó a Barcelona movida por un horizonte amoroso y una vez aquí buscó e investigó en su pasado para impulsar su futuro como cineasta. Del esfuerzo y con el pa-drinazgo del Máster de Documental Creatiu de la upf, nació Cuchillo de palo/ 108, documental sobre el listado de 108 personas, entre ellos el tío de la realizadora, que, sólo por su orientación homosexual, se convirtieron en sospechosos del asesinato de Bernardo Aranda en Asunción en septiembre de 1959. “El silencio sigue todavía allá”, explica Costa, quien ha llevado su película a la Berlinale, el Bafici bonaerense, el Festival de Málaga (donde consiguió la Biznaga de Plata al mejor documental), y al Festival de Cannes.

Morir de día es el salto a la dirección de una de las colaboradoras más estrechas de Joaquim Jordà. Laia Manresa es también autora de su biografía, Joaquim Jordà. La mirada libre (Filmoteca/Pòr-tic), así que no cuesta imaginar que recoge del otrora irreductible cineasta su postura crítica. El filme, de hecho, parte de una idea de Jordà que, tras su muerte, Manresa y Sergi Dies hacen suya: la entrada de la heroína en Barcelona a finales de los años 70, en el esplendor de la contracultura catalana. “La película cuestiona la hipocresía social en torno a las drogas”, cuenta para asegu-rar después que “los protagonistas del filme y su entorno no han dejado de ser un referente: la contracultura pervive hoy en día diversificada en diferentes movimientos”.

Ana Pfaff también se graduó en la escac, pero en edición cinematográfica. Instalada en Madrid, su energía se dispara hacia múltiples e incipien-tes caminos: desde la promoción y distribución ayudando a Paco Poch con el estreno de Ne change rien, de Pedro Costa, a la realización de un documental sobre el grupo Alado Sincera, sin olvidar la publicidad, su trabajo en Dos Topos o su pasión, el found footage. “En este tipo de na-rrativa se prescinde de todo el equipo de rodaje. Son estos formatos más íntimos los que me hacen sentir más cómoda y me parece, además, muy interesante poder coger cualquier imagen y hacer-la mía, desacralizarla”. Entre su producción cabe destacar Reverie, que se encuentra en el catálogo del Archivo Xcèntric del cccb.

“Hacer películas es un estrés extraño”, confiesa Susana Casares por e-mail desde Los Ángeles. La beca de una entidad bancaria le ha ayudado a estudiar dirección cinematográfica en la Univer-sidad de California, destino natural de una chica que se ha pateado medio mundo para lograr su objetivo: hacer cine. Licenciada en Traducción e Interpretación y Bellas Artes, ha realizado traba-jos de vídeoarte y documental en España, Ale-mania y Túnez. También ha coqueteado en con la performance y el postporno con el colectivo Corpus Deleiciti en su trabajo Desacuerdos para Arteleku, el centro de cultura de la Diputación de Guipúzcoa, apadrinado por Beatriz Preciado, y sus creaciones han recorrido museos como Caixafòrum y diversos festivales de vídeoarte de Europa, además de poder verse en la plataforma Hamaca.

Mar Coll(Barcelona, 1981)

Elena Trapé (Barcelona, 1976)

Renate Costa (Asunción, 1981)

Susana Casares (Barcelona, 1979)

Laia Manresa (Barcelona, 1973)

Ana Pfaff (Barcelona, 1985)

rosario Pi (Barcelona, 1899) fue la primera mujer directora de cine sonoro en España. Atrevida por naturaleza y em-prendedora de vocación, probó fortuna con un negocio de lencería hasta que se pasó al cine. En 1935 dirige su primera película El gato montés y en 1938 (en plena Guerra Civil) Molinos de viento, protagonizada por María Mercader, futu-ra estrella del celuloide.