Soy feliz, pues siento a Jesús en mi”. PLV. B/quilla feb ...

“Soy feliz, pues siento a Jesús en mi”. PLV. B/quilla feb. 4 de 1921.

«” Jesús sea el centro de nuestros corazones. Amemos y

suframos todo con tal de agradar a Jesús”» PLV | 1




PRESENTACIÓN.

«¡Aleluya, aleluya! » ..………................................. ………………………………………………………3

ORIENTACIONES.

Orientaciones sobre la utilización de este material de apoyo ................................................................ 5

SUBSIDIO NO. 1.

«PASCUA, tiempo de alegría y esperanza”» …………………………………………………………….6

SUBSIDIO NO. 2.

«Vivir en familia, la mejor experiencia de fraternidad» ............................................................................8

SUBSIDIO NO. 3.

«Ser familia que vive la espiritualidad salesiana victimal implica: Resucitar con Cristo» …………….. 10

LECTIO DIVINA

<<Cristo es el Alfa y la Omega, el principio y el fin>> …………………………………………………..12

INDICE GENERAL




«¡Aleluya, aleluya!»

Apreciados Sacerdotes, seminaristas y socios del MSPLV:

Recordemos que: Aleluya en la tradición judeocristiana es un canto que está ligado a la

celebración de la Pascua, tanto judía como cristiana. Como tal, es una aclamación litúrgica de gozo que expresa una serie de sentimientos religiosos. Se caracteriza por ser el canto de los hombres

rescatados por Dios y redimidos por el sacrificio de Jesucristo.

En la Biblia más específicamente en el Antiguo Testamento, la expresión aleluya aparece

generalmente en los salmos, que son composiciones de alabanza a Dios, de allí que muchos de ellos

comiencen o cierren con esa aclamación, como por ejemplo los salmos 111, 112 o 113. En el Nuevo

testamento, por su parte, aparece en el Apocalipsis: “Y oí como la voz de una gran compañía, y como un ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decían: ¡Aleluya, porque Dios,

¡nuestro Dios Todopoderoso, ha reinado!” (19: 6).

Por tanto, digamos una y otra vez ¡Aleluya, Aleluya! Cristo vive y hemos resucitado con él una

vez más. Después de haber vivido la solemnidad de la Madre de las Vigilias, la VIGILIA PASCUAL, es

posible experimentar el gozo, el júbilo y la alegría de la Resurrección como centro de nuestra fe y esperanza.

Hemos dado pasos concretos en el CAMINO de conversión, una vez más le hemos dicho SÍ, al

llamado de Jesús a tomar la cruz con alegría y seguir en pos de su proyecto de santidad.

Ahora podemos afirmar con el Beato Luis Variara “Soy feliz, pues siento a Jesús en mí. Él me

acompaña donde quiera que vaya”1.

Después de un final siempre hay un comienzo. Hemos dado fin al tiempo cuaresmal y hoy damos

inicio al tiempo Pascual, tiempo, en el que, como los discípulos de Emaús, debemos seguir

1 Os escribo con el corazón. B/quilla febrero 4 de 1921.

PRESENTACIÓN




escuchando la voz del maestro, dejarlo que nos enseñe las escrituras y reconocerlo al PARTIR EL PAN. Es tiempo de gozo, tiempo esperanza.

Por tanto, a ejemplo de los primeros creyentes, reunámonos a compartir la alegría de la

pascua con quienes nos rodean. Anunciemos a tiempo y a destiempo que Cristo es el rey de nuestros

corazones y que sólo él tenemos vida en abundancia.

Recordemos que el tiempo pasa, y en el marco del bienio la palabra clave es CAMINO. Jesús es nuestro camino, el sendero que transitamos y en

él, las huellas que pisamos. Él es el camino, pero también la meta. Él es el

único camino que conduce a la vida eterna.

Sigamos el camino fortalecidos por el ejemplo del Beato Luis Variara, quien,

a través de su historia, supo forjar en su corazón anhelos sublimes de

santidad y trazó propósitos claros los cuales paso a paso fue convirtiendo en convicciones de vida.

Con este corto saludo los invito a cantar una vez más, ¡aleluya! ¡Aleluya! Cristo vive y vivirá.

Les envío el material de apoyo que nos permitirá profundizar en la Palabra de Dios y a la luz

de ella adentrarnos en la doctrina espiritual legada por el Beato Luis Variara en torno al significado y

sentido de la CRUZ, para que como Discípulos Misioneros de Jesús en nuestra Iglesia doméstica y particular seamos sal y luz del mundo y así los pueblos tengan vida en ÉL.

Cordial y fraternal saludo para todos.

Hna. Yenny Patricia Vianchá HHSSCC.

Líder para el MS en la Jurisdicción Madre Oliva Sánchez

Colombia




Orientaciones sobre la utilización de este material de apoyo

Para Presbíteros, Diáconos, Seminaristas, Socios del Movimiento y familias:

Este material fue preparado para que como socios del Movimiento Secular (Asociación de fieles

laicos y miembros del Clero secular2 ) puedan vivir la Pascua 2021 experimentando la presencia

de Cristo vivo quien llena de gozo y alegría el corazón del creyente y lo colma de esperanza.

Se sugiere distribuir este material en los diversos grupos, motivando a ser leído, meditado y orado

en familia y/o a nivel parroquial.

Las normas de bioseguridad siguen completamente vigentes y deben ser acatadas en las diversas

celebraciones (Parroquiales, familia, grupos).

Este material, está disponible solamente en digital para ser descargados, impresos y multiplicado

por cada uno de ustedes.

Felices pascuas de Resurrección.

2 Cf. Estatutos y Reglamentos MSPLV. Art. 4.

ORIENTACIONES




«PASCUA, tiempo de alegría y esperanza”»

ECLESIA:

La encíclica Evangelli Gaudium, del Santo Padre Francisco, invita a renovar el encuentro

personal con Jesucristo, o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo

cada día sin descanso. Dejemos que en esta pascua él nos encuentre, que en nuestro CAMINO, (a

ejemplo de los discípulos de Emaús) percibamos que él se hace el encontradizo y nos invita a

compartir la Palabra y a comer el Pan de vida.

“El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría.

Bastan algunos ejemplos: «Alégrate» es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel

hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: «Mi

espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador» (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio,

Juan exclama: «Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud» (Jn 3,29). Jesús mismo «se llenó de

alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Os he dicho estas cosas para

que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe

de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: «Estaréis tristes, pero vuestra

tristeza se convertirá en alegría» (Jn 16,20). E insiste: «Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón,

y nadie os podrá quitar vuestra alegría» (Jn 16,22) 3 . En este tiempo pascual, nosotros somos

afortunados por estar experimentando la alegría que genera, el haber celebrado la cuaresma, el vivir

a plenitud el triduo Pascual y el estar ahora, junto a María Santísima, celebrando la victoria de Jesús

sobre el pecado y la muerte.

“Nuestra alegría, pues, se basa en el amor del Padre, en la participación en el misterio pascual

de Jesucristo quien, por el Espíritu Santo, nos hace pasar de la muerte a la vida, de la tristeza al gozo,

del absurdo al hondo sentido de la existencia, del desaliento a la esperanza que no defrauda. Esta

alegría no es un sentimiento artificialmente provocado ni un estado de ánimo pasajero4.

3 Cf. Exhortación apostólica, Evangelii Gaudium del Santo Padre Francisco. # 5 4 Cf. La pastoral de las HHSSCC. Aporte de las HHSSCC a la pastoral global de la Iglesia. pág. 48

SUBSIDIO # 1




CHARISMA:

Como primer pilar que podemos descifrar en la vida del Beato Padre Luis Variara, de acuerdo

a lo que experimentó desde su niñez en el oratorio de Don Bosco y tiempo después lo que Dios le

permitió realizar a lo largo de sus cortos 48 años, fue LA ALEGRÍA. Alegría que surge de la experiencia

de Dios que es amor, que invita a amar, y manifiesta dicho amor en todo cuanto de él procede, del

encuentro y entrega por el prójimo y de la vida desgastada en el servicio.

Alegría que llevó a decir al Beato Luis Variara: “Soy feliz, pues siento a Jesús en mí”, y a Don

Bosco: “tristeza y melancolía, lejos de la casa mía”.

La alegría pues, del socio del Movimiento Secular, ha de ser la que se expresa en actitudes de

bondad, de cariño, de amor. Dicha alegría ha de tener su origen en el corazón, a partir de la escucha,

meditación y contemplación de la Palabra a ejemplo de María Santísima y en la vivencia continua del

ofrecimiento como víctimas de reparación.

SALESIANITY:

Con su mensaje, el Rector Mayor también nos hace fijarnos en cómo el propio Don Bosco tuvo

que vivir también una epidemia, el cólera. Con su mirada profunda más allá de los problemas y su

tenacidad, Don Bosco acompañó, junto con sus muchachos del Oratorio, a tantas personas a superar

la tragedia, movido siempre por la Fe y la Esperanza que no solo iluminan el camino, sino que nos

dan la fortaleza para transformar las realidades adversas.

“Nos mueve la esperanza”, es parte del título del aguinaldo 2021, implica dicha frase un verbo

en presente: MUEVE, el cual indica dinamismo, acción, traslado de un lugar a otro, por tanto,

pensemos en el marco del bienio que nos propone la palabra CAMINO, cómo hemos de movernos

en el camino hacia la santidad, cómo hemos de transitar la senda de la vida en familia, en fraternidad

y ante todo en el fortalecimiento de la fe, la esperanza y la caridad.

El CAMINO ES CRISTO, la alegría proviene de la experiencia de Cristo y nuestra esperanza está

en Cristo. Preguntémonos: ¿Si creo en Cristo, anuncio el amor de Cristo y espero en Cristo, soy

expresión de la alegría que esta experiencia me proporciona?




«Vivir en familia, la mejor experiencia de

fraternidad» ECLESIA:

Si hemos leído la encíclica Fratelli Tutti podemos identificar en ella, cómo el Papa Francisco

exhorta a volver la mirada a la fraternidad vivida por las primeras comunidades cristianas, sin olvidar

las circunstancias propias del siglo XXI. Este rasgo característico que presenta de vivir en

FRATERNIDAD, lo podemos encontrar bien plasmado en el Libro de los Hechos de los apóstoles,

donde se narra cómo se reunían para la oración, compartían el pan y ponían al servicio de todos lo

que poseían. Todos tenían un mismo sentir, vivían la Koinonía (comunión) y eran testigos y

testimonio de la iglesia de Cristo, UN MISMO ESPÍRITU los impulsaba a actuar, y dejaban que sus

vidas fueran orientadas por las obras de misericordia y por el anhelo constante de ser santos.

“Los sueños se construyen juntos” FT. expresa el Papa Francisco en dicha encíclica. Y la iglesia

a lo largo de los siglos ha contado con laicos comprometidos que han contribuido y siguen aportando

a que los sueños de ser iglesia misionera, iglesia en salida, iglesia que acoge, iglesia que perdona…etc,

en fin… la iglesia de Cristo, sea REAL, viva lo que anuncia y manifieste con palabras y obras lo que

proclama.

Como socios del Movimiento secular Padre Luis Variara los invito a continuar el CAMINO de

fraternidad, el cual “solo puede ser recorrido por espíritus libres y dispuestos a encuentros reales”.

Hagamos de nuestras familias lugares privilegiados para vivir la fraternidad. Pero…cómo? Escuchando

el esposo a la esposa y viceversa, escuchando a los hijos; buscando soluciones conjuntas,

acrecentando la cultura de la cercanía. Nuestra realización encuentra su plenitud en la entrega sincera

de sí mismo a los demás.

¡Armemos a nuestros hijos con las armas del diálogo! ¡Enseñémosles la buena batalla del

encuentro! SS. Francisco.

CHARISMA:

Vivir la experiencia de Dios dentro de la gran familia que comparte el Carisma Salesiano

Victimal, implica poner en práctica varias virtudes entre ellas la CARIDAD, nos dice el Fundador: “Por

ahora os recomiendo mucha caridad”. PLV. “Jesús es caridad y la víctima no debe ser sino caridad”

SUBSIDIO # 2




PLV. Como sacerdote, como seminarista o como laico comprometido esta será la regla de oro sobre

la cual Dios nos juzgará, sobre la cual Dios nos examinará: LA CARIDAD.

Caridad sincera, desprendida de todo miramiento, siempre dispuesta a dar más que a recibir.

Vivir la fraternidad en familia de consanguinidad ha de conducirnos a la práctica del perdón, a

fortalecer los detalles, a la aceptación de las diferencias, pero buscando siempre el bienestar común.

Son parte fundamental de la cultura de la fraternidad: practicar la acogida, la gratificación, la

solidaridad. Dejar de lado las máscaras y luchar siempre por vivir en la verdad y para la VERDAD que

es el mismo Jesús.

Ser familia que vive la espiritualidad salesiana victimal, implica también saber que hemos sido

convocados por Dios para entrar en la comunión que Jesús quiere “Como tú Padre, en mí y yo en ti,

que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado”. Implica

también vivir la fraternidad en el ámbito de la fe y el amor, dentro de esta gran familia que comparte

alegrías, tristezas, gozos, fracasos… pero que está siempre dispuesta a ser familia que acoge.

SALESIANITY:

«Mire, lo he descubierto en estos meses: la esperanza es como la sangre: no se ve, pero tiene

que estar. La sangre es la vida. Así es la esperanza: es algo que circula por dentro, que debe circular,

y hace que te sientas vivo. Si no la tienes, estás muerto, estás acabado, no hay nada que decir…

Cuando no tienes esperanza es como si ya no tuvieras sangre… Quizá estás entero, pero estás

muerto. Así es» (Colombero Giuseppe, La malattia, una stagione per il coraggio, Paoline, Roma, 1981, p. 66).

Este párrafo que leí entre tantos textos que últimamente se cruzan en mi camino, me inspiró

para hacer un paralelismo entre la esperanza y la fraternidad. Si bien es cierto, el Aguinaldo del Rector

mayor nos invita a vivir la esperanza, el Papa Francisco nos interpela acerca del sentido profundo de

la fraternidad. Por lo cual, al leer el párrafo de Colombero Giuseppe, podemos decir que la fraternidad

al igual que la esperanza debe ser como la SANGRE que de vida a nuestras familias. Debe circular VIVA,

en nuestras familias, en nuestras comunidades parroquiales, en nuestros grupos de apostolado ya

que la fraternidad es la sangre que hemos de dar a beber a otros para que experimenten en la

KOINONIA (comunión), la presencia del RESUCITADO. Cristo derramó su sangre, y por esta tenemos

vida eterna en él. Por tanto, seamos esa SANGRE = FRATERNIDAD para que experimentemos

continuamente la vida en él, que es CAMINO, VERDAD Y VIDA.

Preguntémonos: ¿Nos inclinaremos para tocar y curar las heridas de los otros? ¿Nos

inclinaremos a trabajar por la fraternidad en el lugar donde estamos?




«Ser familia que vive la espiritualidad salesiana

victimal implica: Resucitar con Cristo»

ECLESIA:

La gran familia de los católicos que profesamos nuestra fe en Cristo somos conscientes de la

importancia de ser miembros de su cuerpo que es la Iglesia. Después de haber vivido con intensidad

y solemnidad el Triduo Pascual, en el que celebramos los misterios más profundos de nuestra fe y ante

todo en la VIGILIA PASCUAL, la invitación es a anunciar que CRISTO VIVE. Vive en cada persona, en

cada ser vivo y se manifiesta en la alegría del Evangelio y la práctica de la caridad.

"Nuestro hombre viejo ha sido crucificado con Cristo", por tanto, sólo las obras que

manifiestan a Cristo Vivo, han de ser las que predominen en nosotros. Somos la gran familia de Dios y

estamos llamados a vivir como tal empezando por sentirnos “Fratelli Tutti” hermanos todos.

El gran reto de ser católicos, es ser coherentes entre lo que profesan nuestros labios (el amor,

la armonía, el respeto, la acogida…) y cómo actuamos en el trato con quienes nos rodean. Sólo así

seremos realmente creíbles.

CHARISMA:

Como socios del Movimiento secular Padre Luis Variara somos la familia cuyo distintivo es vivir

la espiritualidad salesiana victimal. Para el laico y el sacerdote del clero secular, ser parte del MS, se

convierte en una oportunidad de crecimiento, conocimiento y profundización de su espiritualidad y la

vivencia de la misma en ofrecimiento continuo y ya que en el bautismo todos hemos sido asociados a

la Pasión de Jesús, el socio está llamado a vivir una plena configuración con Cristo de manera tal que

dé pasos claros y decisivos hacia la santidad.

Hacer parte de esta familia espiritual implica, sobre todo en este tiempo pascual, RESUCITAR

CON CRISTO; sentir la renovación de espíritu, experimentar a ejemplo de los discípulos de Emaús arder

el corazón al escuchar la Palabra, tener la capacidad de abrir los ojos para reconocer al Maestro al

partir el pan y sobre todo salir de prisa a anunciar por todos los CAMINOS, que Cristo Vive y que es

posible reconocerlo, al vivir las obras de misericordia para experimentar las Bienaventuranzas.

SUBSIDIO # 3




Recordemos que uno de los signos característicos de la vivencia de nuestro espíritu salesiano

victimal es la ALEGRÍA, y qué mejor alegría que experimentar en todo nuestro ser a CRISTO que vive,

que es la SANGRE que corre por cada lugar de nuestro cuerpo y que nos impulsa a seguir el CAMINO

con esperanza. Digamos una vez más con nuestro Fundador: “Me siento feliz, pues Jesús está como

Rey en mi corazón” PLV.

SALESIANITY:

Don Bosco vivió toda su vida movido por la esperanza, afrontando muchas situaciones

dolorosas. Enseñó que el camino de la fe y de la esperanza da la fuerza y el coraje para actuar y

obtener cambios. Él miraba más allá de los problemas, y su fuerza era la fe y la esperanza. (Tomado de

comentario al Aguinaldo 2021).

Nuestro amado Fundador el Beato Luis Variara SDB, bien sabemos que fue el apóstol de los

enfermos de lepra en Agua de Dios, a ellos supo ofrecerles todo un proyecto de vida cuya meta fue

DAR ESPERANZA y valor aún en medio del dolor y el sufrimiento.

Hoy nuestro Rector mayor recuerda: <<Nos mueve la esperanza, “quiero hacer nuevas todas

las cosas” >> Ap 21.5. y hace referencia a esta esperanzadora cita bíblica tomada del apocalipsis que

invita a la renovación. Dicha renovación que sólo es posible con la dinámica que el Espíritu Santo hace

en cada una de nuestras vidas, y esta es única. En cada uno de nosotros actúa de forma singular,

siempre regala sus dones según la fe de sus siervos y dinamiza su poder en la mente, en el corazón y

la razón de quienes lo dejan actuar. Esta es la unción que toca, que permea, que invade, que sana,

que libera. El deseo de Dios es hacer en nosotros cada día nuevas todas las cosas, por tanto, estamos

llamados a contemplarlo en las acciones más cotidianas y desde allí descubrir la dinámica propia del

Espíritu de Dios que VIVE en cada uno de nosotros.

En este tiempo pascual miremos a Don Bosco, al Beato Luis Variara y a nuestro Rector mayor

como hombres cuya experiencia de Cristo Resucitado siguen permeando la historia de espiritualidad

salesiana victimal. Ellos a partir de la experiencia de Dios son un gran aporte para nuestra

espiritualidad. Pero no perdamos de vista la META, EL HORIZONTE que es EL RESUCITADO – CRISTO.

Como socio consagrado, ya sea laico o seminarista o Sacerdote del clero secular, ¿Cómo

experimento a acción del Espíritu Santo en mi vida cotidiana? ¿Siento que he Resucitado con Cristo

a una vida nueva? ¿Cómo?




LECTIO DIVINA

“CRISTO ES EL ALFA Y LA OMEGA – El principio y el fin”.

Apocalipsis 1,8

Indicaciones generales:

Esta celebración podrá realizarse en diversos escenarios. Celebración en Familia, en Pequeña Comunidad Eclesial, en grupo o incluso virtualmente.

Recordemos siempre cumplir con los protocolos de bioseguridad.

Para la celebración es necesario adecuar un espacio físico: lugar libre de ruidos, una mesa

bien arreglada sobre la cual se colocará la Santa Biblia, un velón o cirio el cual representa

a Cristo Resucitado.

Invocación

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Saludo de quien dirige de la celebración:

V. Gracia y bendición a todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo.

R. Porque Dios es fiel y nos llamó a la Esperanza en su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

2. Canto de entrada: Viva la fe, viva la esperanza, viva el amor. o

Jesús tú eres la persona más importante en este lugar.

Link del vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=ElPGZYrBAyM

3. Monición:

El 3 de abril en la VIGILIA PASCUAL, hemos cantado unidos a los coros de los ángeles: GLORIA A DIOS

EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR… y también: Exulten por

fin los coros de los ángeles, exulten las jerarquías del cielo, y por la victoria de Rey tan poderoso que

las trompetas anuncien la salvación…

Hemos experimentado la aclamación de un pueblo en fiesta y así nos hemos adentrado en el santo

tiempo de la Pascua. Tiempo de gozo, de alegría, de júbilo. Exultar con los ángeles ha de ser para cada

uno de los socios del Movimiento secular entrar en la plenitud del júbilo que trae la vivencia del CARISMA SALESIANO VICTIMAL, pues la Víctima más perfecta: CRISTO, se ha inmolado por amor y

nos hace partícipes de esta inmolación cada vez que ofrendamos nuestra vida por la causa del Reino.

https://youtu.be/R-Mehn4YfYc

https://www.youtube.com/watch?v=ElPGZYrBAyM




Supliquemos a Dios que envíe su santo Espíritu y repueble la faz de la tierra. Que este mismo nos

invada para que al escuchar y meditar la Palabra se acreciente el gozo y la esperanza en nuestros

corazones.

LECTURA ORANTE

4. Invocación al Espíritu Santo.

Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

5. Leamos la Palabra

ALELUYA

Gloria a Dios sea en el cielo y en la tierra al hombre paz.

Proclamemos todos juntos ha resucitado ya,

somos su pueblo elegido vamos todos a cantar,

alelu, aleluya.

Gloria, gloria aleluya, Gloria, gloria aleluya, aleluya. Gloria, gloria aleluya, aleluya

Jesús Resucitó.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 1-5

“Él es víctima de propiciación por nuestros pecados y también por los del mundo entero”.

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante

el Padre: a Jesucristo, el justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los

nuestros, sino también por los del mundo entero. En esto sabemos que lo conocemos: en que




guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un

mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha

llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.

6. MEDITEMOS LA PALABRA.

Nos encontramos en la Pascua. El solo escuchar esta palabra ocasiona sentimientos y emociones en

nuestros corazones que nos llevan a trascender pensando en el cielo, en la Tierra nueva que Dios nos

ha prometido. Y entonces cobra más sentido el mote del escudo de las Hijas de los Sagrados

Corazones: “Tengamos fijos nuestros ojos allá donde están los verdaderos goces”. Esta también es

la razón por la cual la consagración como socios del Movimiento Secular tiene sentido y significado.

Hoy centraremos nuestra reflexión en una perícopa de la primera carta del apóstol San Juan, la cual

en 3 frases vamos a profundizar también a la luz del Carisma Salesiano Victimal que profesamos.

Empecemos:

1. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que

abogue ante el Padre: a Jesucristo, el justo.

¿Quién de nosotros no ha pecado, y en ocasiones hasta el extremo? Sin embargo, hemos

experimentado la gracia, la misericordia infinita y el amor del Padre. San Juan busca con este

escrito una vez más mostrar que no estamos solos, que tenemos quién abogue ante el Padre.

Jesús de Nazaret muerto y resucitado se compadece de ti. Te mira con amor y cada mañana te

llama a vivir una nueva oportunidad. Pensemos en el Beato Luis Variara, con cuánto amor

debió escuchar a los enfermos durante la confesión, con cuánta misericordia debió expresarles

con palabras y gestos que a pesar de los pecados Dios los quería libres, los quería colmar de

esperanza, de alegría, de VIDA, pues lo que se consideraba como desecho de la humanidad fue

exaltado por los Salesianos en Agua de Dios con el objetivo del “Da mihi ánimas caetera tolle”

(Dame almas y llévate lo demás).

2. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por

los del mundo entero.

Cristo es la máxima expresión del desprendimiento, del desasimiento y de la entrega TOTAL.

Su única motivación FUE AMAR A LA HUMANIDAD SIN LÍMITES. Por esta causa aceptó la cruz,

sufrió y amó y hasta guardó silencio.

Él es la VÍCTIMA DE PROPICIACIÓN, es la inmolación más pura que existirá, es la HOSTIA PURA,

HOSTIA CONSAGRADA. ¿Quién podrá penetrar la sublimidad de la consagración que como

socios del Movimiento hemos abrazado?




La entrega entonces no es sólo un momento, por raticos, o por algunas personas, la OFRENDA

DE LA VIDA es continua, minuto a minuto y segundo a segundo, hasta que incluso en la

respiración seamos conscientes del aliento que nos da el Espíritu de Dios y por el cual vivimos

(pues en él somos, nos movemos y existimos). Así como la entrega de Jesús fue incondicional

y sin miramientos, así estamos llamados como laicos comprometidos a SERVIR en la extensión

del Reino sin CONDICIONAMIENTOS, sin peros, dejando más bien que la gracia de Dios se

transparente en nuestro ser para que otros den gloria a Dios.

3. En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos.

Hemos emprendido el CAMINO de la Pascua. Dicho camino en el marco del bienio es una

posibilidad más para descubrir ¿Cómo el Beato Luis Variara conoció a Jesús? entonces

podemos centrar la mirada en cuatro momentos de su vida:

A. La vida familiar: sus padres fueron un referente claro y de testimonio edificante. Ellos no

solo se decían ser creyentes, sino que actuaban y su testimonio de vida fue coherente.

B. La vida en el Oratorio y el Noviciado: Tuvo allí Luis Variara la oportunidad de experimentar

la vivencia de los mandamientos de la ley de Dios, pero no solo como mandatos impuestos,

sino como normas para formar el carácter y el amor a Dios, desde la alegría.

C. La vida misionera: dentro del ejercicio de la evangelización a los niños y enfermos estando

en Agua de Dios, el Beato Luis Variara enseñó a vivir los mandamientos de la ley de Dios,

desde la experiencia que ya tenía; por tanto, los mandamientos no eran una carga pesada

o insoportable, sino parte de la pedagogía que Dios entregó a la humanidad por medio de

Moisés y que permite CAMINAR firmemente hacia el logro de la santidad a cualquier precio.

D. El don de Fundador: por sus frutos los conoceréis dice la Palabra del Señor. Entonces, cómo

no reconocer que el Beato Luis Variara guardara los mandamientos si sus palabras siempre

fueron insistentes en que el primero y por quien deben ser todas las cosas es por JESÚS.

En los más de 1.000 escritos se pronuncia infinidad de veces la palabra JESÚS, lo cual indica

que su pensamiento siempre volaba con un VIVA JESÚS y de seguro esto lo ayudó a guardar

la presencia continua de Dios.

La Pascua es también la oportunidad para profundizar en la esperanza que es la virtud que mantiene

nuestra fe: “Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, «Aquel que es, que era y que va a venir», el

Todopoderoso" sigamos confiados en que nuestra esperanza no será defraudada y que en CRISTO

encontraremos la vida en abundancia.

7. CANTO: El león de la Tribu de Judá. Renovación carismática católica.

https://www.youtube.com/watch?v=N7H1CokLOxE

https://www.youtube.com/watch?v=N7H1CokLOxE




8. OREMOS CON LA PALABRA.

Expresemos a Dios desde el corazón los sentimientos que suscita en nosotros la lectura orante

de la Palabra.

9. CONTEMPLEMOS LA PALABRA – ACTUEMOS.

Escribo un compromiso claro, alcanzable y sencillo ante lo que la Palabra ha suscitado en mi.

Oremos juntos con la plegaria que Cristo nos enseñó: Padre nuestro.

10. Terminamos juntos cantando el Ave María:

Dios te salve María, llena eres de Gracia,

el Señor es contigo,

bendita tu entre las mujeres

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.

Concluimos dándonos la bendición.

“Jesús sea el centro de nuestros amores.

Amemos y suframos todo con tal de agradar a Jesús”.

B/quilla noviembre 8 de 1919.

PLV.

Soy feliz, pues siento a Jesús en mi”. PLV. B/quilla feb ...

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