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Odontología deportiva, una meta que no llega

El estado de la salud bucodental influye

en el rendimiento físico del organismo

y, por tanto, en la actividad deportiva.

Los expertos insisten en señalar

que la repercusión de la patología oral

sobre nuestro organismo está más que

demostrada y se manifiesta con mayor

claridad cuando el cuerpo se somete

a un esfuerzo. Sin embargo, la figura

del odontólogo, como agente de

prevención y control, es prácticamente

inexistente dentro del equipo médico

deportivo. La odontología deportiva

continúa siendo, hoy por hoy, la gran

asignatura pendiente de los servicios

médicos, tanto en el ámbito

de los aficionados como en el profesional.

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La odontología deportiva es una disciplina especializada que tie-ne como fin prevenir y tratar las enfermedades o las manifesta-ciones bucodentales que afectan al estado general del deportis-ta, la posible repercusión en su rendimiento físico y su calidadde vida, tanto en el terreno amateur como en el profesional.

Apoyados en la literatura científica, odontoestomatólogos ymédicos deportivos coinciden en señalar la importancia de reali-zar exploraciones bucodentales en pretemporada (antes de ini-ciar las competiciones), así como de proporcionar los tratamien-tos de urgencia, de utilizar la aparatología necesaria y de hacerun seguimiento de la salud bucodental dentro del plan médico-deportivo.

El doctor Pedro García, vocal de la Sociedad Española de Odon-tología del Deporte (SEOD) y profesor asociado de la Universidadde Barcelona, subraya que “el éxito de un deportista depende deque pueda desarrollar sus aptitudes físicas e intelectuales de unamanera adecuada. Debe gozar de un perfecto estado de salud,incluyendo un buen estado de salud oral, el cual se descuida con

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Dr. Pedro García,

vocal de la Sociedad Española de Odontología del Deporte (SEOD)

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La traumatología oral es uno de los apartados másimportantes dentro de la odontología del deporte. Así,los traumatismos relacionados con la actividad depor-tiva, tanto en el ámbito amateur como en el de élite, seproducen mayormente durante las tres primeras déca-das de la vida, que es cuando más actividad deportivase ejercita –se calcula que involucra al 90% de lapoblación joven adulta–. Sus consecuencias van des-de lesiones en tejidos blandos (labios y lengua) a lasde tipo óseo y, sobre todo, dentales.

La National Youth Sports Safety Foundation (NYSSF)afirma que las lesiones dentales representan los pro-blemas orofaciales más comunes en los deportes. “Másde cinco millones de dientes se pierden cada año, sien-do la causa más frecuente –entre 13 y 39 por ciento–los traumatismos deportivos”, señala el doctor JoséIgnacio Zalba.

La mayoría de estas lesiones se hubieran podido evitarcon el uso de protectores dentales, “que son unos apa-ratos que se adaptan generalmente a la arcada superiorcon el fin de proteger las estructuras dentales y adya-centes de los traumatismos que se producen durante lapráctica deportiva”, explica el doctor Pedro García.

Los protectores bucales, según este profesional, “redu-cen las lesiones orales por debajo del uno por cientocuando se usan de manera adecuada, y a esto hay queañadirle que existen estudios que demuestran que suuso puede aumentar el rendimiento deportivo”.

El primer protector bucal lo utilizó un boxeador inglésen 1913; era de caucho. Hoy sin embargo existe unagran variedad de materiales, siendo el más empleado elcopolímero de polivinil-acetato-polietileno. “Hay trestipos de protectores bucales, aunque los únicos real-mente efectivos son los realizados a medida, de maneraindividual, ya que permiten tener en cuenta varios fac-tores relevantes, como una retención adecuada, unabuena relación oclusal, la cobertura del arco maxilar, laeliminación de interferencias y la reproducción de laanatomía maxilar. Además, permiten la respiraciónbucal y protegen los tejidos blandos”, confirma el doc-tor Tomás Hernán.

En general, se puede afirmar que los protectores tipo I yII tienen poca retención y un gran volumen, lo que gene-ra mayores dificultades al atleta a la hora de su uso.

Los deportes que más predisponen a padecer trauma-tismos dentales son aquellos denominados de contactoy que no obligan en su reglamentación al uso de pro-tectores bucales. Es el caso del baloncesto, considera-do de riesgo medio, al igual que otros como el fútbol oel balonmano. Por otra parte, hay deportes de mayorriesgo, como el hockey o el boxeo, en los cuales esobligatorio el uso del protector y, como consecuenciade ello, presentan un número menor de lesiones.

A pesar de todo, los protectores bucales se utilizan muypoco en España. “Según los estudios, entre un 10 y un74 por ciento en los deportes en los que se supone quees obligatorio y entre un 1,3 y un 7 por ciento en el res-to”, manifiesta el doctor Pedro García. Entre las causasprincipales de este hecho se encuentra la “gran desin-formación que existe y la creencia de que molestan para

Traumatismos y protectores dentales

Tipos de protectores bucales:- Clase I: protectores que se venden comercialmente y se usan

directamente, sin ningún tipo de modificación.

- Clase II: protectores termoadaptables dispo-nibles comercialmente.

- Clase III: protectores individuales,hechos por un odontólogo sobre labase de modelos.

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demasiada frecuencia porlos deportistas. Por esta razón,no sólo ellos sino también el equipo técnico y médico que hayalrededor de los atletas deben entender que el perfeccionamien-to y la mejora en el rendimiento se logra gracias a una conjun-ción de muchos factores, entre los cuales no se puede excluirla Odontología”.

Dr. Pedro García:El perfeccionamiento y mejora

en el rendimiento se logra gracias a una conjunción de muchos factores,

entre los cuales no se puede excluir la Odontología.

respirar, pero esto suele darse en los protectores tipo II,porque cuando se usan los hechos a medida esta sen-sación de malestar se reduce al mínimo”, añade el doc-tor García.

En el caso concreto del baloncesto, sorprende que enel marco profesional los jugadores de equipos de laACB, como el Real Madrid o el Estudiantes, no utiliceneste tipo de dispositivos dentales. El doctor Juan JoséPérez Toledano, especialista en Medicina Deportiva delMovistar Estudiantes, comenta que “la mayoría de losjugadores del Estudiantes no usan protector dental, yaque les cuesta respirar y no se encuentran cómodos.Sólo los utilizan dos jugadores que tenemos extranje-ros. Como su uso no es obligatorio, respetamos la deci-sión de cada jugador”.

Por su parte, la doctora Rosario Ureña, especialista enMedicina del Deporte de la Federación Española de

Baloncesto, destaca que “en el equipo nacional cadavez son más los jugadores que utilizan protectores den-tales, sobre todo los que juegan en la NBA o los quehan tenido traumatismos dentales previos o un trata-miento de ortodoncia”. Esta profesional reconoce que“aunque los comités organizadores de competicionesinternacionales y de juegos olímpicos ofrecen siem-pre servicios odontológicos y la posibilidad de reali-zar protectores dentales, aquí en España el uso deestos dispositivos no es obligatorio y, por lo tanto,queda a elección de cada jugador”.

Como contraste, el doctor Pedro García resalta que “unjugador de baloncesto tiene algo de más del 50 porciento de posibilidades de padecer una lesión oraldurante su carrera deportiva”. En el terreno del balon-cesto amateur el panorama no es mejor. Se habla de un10,6 por ciento de lesiones por temporada, “por lo que,teniendo en cuenta los federados que hay en España, lacifra de riesgo potencial de lesiones en un año es de40.000”, argumenta el vocal de la Sociedad Españolade Odontología del Deporte (SEOD).

La falta de conciencia sobre la importancia de utilizarun buen protector dental, junto con la inexistencia deayudas económicas, se deja notar incluso en aque-llos deportes en los que el uso del protector es obli-gatorio. En el boxeo, según cuenta a MAXILLARIS eldoctor Javier Pardo, director técnico de la FederaciónEspañola de Boxeo, “en niveles amateur los boxea-dores suelen usar protectores de tipo I y II, porque

son más económicos. Sin embargo, a medida queaumenta el nivel de competición, se los suelen hacera medida y los precios suben”.

El doctor Javier Pardo asegura que hay modas en estode los protectores dentales: “Hay boxeadores que lle-van su protector personalizado con su firma e inclusoprotectores que llevan el logotipo de la marca deportivaque lo fabrica, porque cada firma de ropa de boxeo tam-bién vende su protector”, aclara.

En definitiva, teniendo en cuenta la extensión de lapráctica deportiva en la sociedad actual y el alto costefuncional, psicosocial, mutilante y económico querepresenta la pérdida de un diente, la utilización deprotectores dentales individualizados es uno de losaspectos en los que los odontólogos tienen por delan-te un enorme trabajo de sensibilización, información yformación.

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El origen de muchas lesiones musculares Hay estudios que confirman que problemas bucodentales comolas lesiones periodontales de las encías, los abscesos, las fístu-las y la pericoronaritis pueden provocar lesiones distales,aumentando el riesgo de desgarros, dolores articulares o lesio-nes tendinosas. Según explica desde su perspectiva el doctorTomás Hernán Pérez de la Ossa, odontólogo y atleta –ha sidomundialista en triatlón y duatlón de larga distancia en cuatroocasiones, además de campeón de España Absoluto de Gruposde Edad en 2010–, “las afecciones focales a distancia de origenbucodental pueden alcanzar los aparatos circulatorio, urinario,digestivo, respiratorio, nervioso, ocular y locomotor, provocandolesiones musculares, articulares y tendinosas como consecuenciade los metabolitos, la prostaglandina y la interleucina, que tienenafinidad por estos órganos. Estas afecciones, por lo general la tentes,

se manifiestan con mayor claridad cuando elorganismo del deportista se somete a unesfuerzo, lo cual puede constituir un auténti-co problema para un entrenamiento intenso y

a veces es causa delabandono de lacompetición”.

Dr. José Ignacio Zalba,

director médico del Centro Avanzado en Prevención (CAP) de Pamplona

En este contexto, el doctor José Ignacio Zalba, director médicodel Centro Avanzado en Prevención (CAP) de Pamplona y Certi-ficate Sport Dentistry por la UCLA (Universidad de California,Los Ángeles, EEUU), recuerda que “la boca es la cavidad denuestro organismo con más variedad de bacterias, lo que difi-culta su control y favorece la alta prevalencia de infecciones cró-nicas que pasan desapercibidas, tales como periodontitis, gin-givitis, pericoronaritis, caries, fístulas, abscesos o dientes des-vitalizados sin tratar. El sistema de defensa trata de mantener losfocos en estado crónico o latente con una exigencia extra, lo queperjudica el buen desempeño de las funciones en otros sitios”.En este sentido, el doctor Zalba añade que “hoy disponemos demarcadores biológicos en la boca, como test salivales y pruebasmicrobiológicas, que nos ayudan a identificar los factores deriesgo del paciente, para así adelantarnos a la enfermedad o tra-tarla precozmente. Dependiendo del deporte, los riesgos sondiferentes”.

Un artículo publicado en 2011 en la revista Medicina Oral,Patología Oral y Cirugía Bucal, elaborado por el doctor CosmeGay Escoda, catedrático del Departamento de Odontoestoma-tología de la Universidad de Barcelona e investigador del Insti-tuto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), en cola-boración con el equipo médico del Fútbol Club Barcelona,recogía el resultado de estudiar durante tres temporadas (2003-2006) las lesiones o traumatismos bucales, la higiene buco-dental, la patología de las en cías y la oclusión dental de los

30 jugadores del primer equipo del Fútbol Club Barcelo-na. Después de contrastar estos datos con la informa-ción aportada por el equipo médico del club sobrelesiones que habían padecido los deportistas, losinvestigadores concluyeron que la incidencia de lesio-nes deportivas presenta una asociación con la saludbucodental.

Actualmente, se está investigando en otras áreas deencuentro entre deporte y odontología. Por ejemplo, se ha

demostrado que los deportistas con muelas del juicio impacta-das corren un riesgo cuatro veces mayor de sufrir una fracturade mandíbula durante las competiciones. También se sabe que alos nadadores, que pasan mucho tiempo en el agua, el cloropuede terminar por dañarles el esmalte de los dientes, al igual

Dr. José Ignacio Zalba:Hoy disponemos de marcadores biológicos en la boca, como test salivales y pruebas

microbiológicas, que nos ayudan a identificar los factores de riesgo del deportista, para así adelantarnos a la enfermedad

o tratarla precozmente

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Dr. Tomás Hernán Pérez de la Ossa,

odontólogo y atleta

que las bebidas isotónicas azucaradas que tanto consumen algu-nos deportistas. El tema de las barodontalgias que aparecen antecambios en la presion ambiental en deportes de montaña y esca-lada, o en actividades subacuáticas, también está siendo motivode estudio. En concreto, las barodontalgias son dolores denta-rios que surgen como resultado de la incapacidad de la cámarapulpar para adecuar su presión interna ante cambios en la pre-sión ambiental, tanto en ambientes hipo como hiperbáricos.

Asimismo se ha confirmado que el uso de dispositivos bucales paraestabilizar la articulación temporomandibular mejora las interaccio-nes entre los músculos de la parte superior del cuerpo, obteniendoasí una mejora del rendimiento deportivo. Por no hablar de los pro-tectores dentales en la práctica de algunos deportes, cuyo uso estáaceptado y recomendado sin ambages.

El odontólogo deportivo El doctor Tomás Hernán Pérez de la Ossa indica que “las expec-tativas de alto rendimiento en atletas de élite sólo pueden conse-guirse con una salud completa, incluida la oral. El tiempo, elesfuerzo y el gasto económico invertidos en alcanzar el máximonivel no pueden ser eclipsados por problemas odontológicosque se pueden prevenir. La necesidad de incorporar un odontó-logo al equipo de apoyo del deportista es más que evidente”.

Pero no sólo los odontólogos y los estomatólogos están de acuer-do en este punto. También los especialistas en MedicinaDeportiva inciden en la conveniencia de integrarlos cuidados bucodentales en los servi-cios médicos deportivos. Así lo reco-noce el doctor Fernando GutiérrezOrtega, director del Centro deMedicina del Deporte delConsejo Superior de De -portes (CSD): “Nosotrosentendemos que la salud

bucodental es imprescindible y la figura del odontólogo nosparece importantísima. Una boca sana evita muchos problemasde salud general. Nuestras recomendaciones a los deportistasen este sentido son claras: revisiones periódicas e higiene den-tal diaria. Es imprescindible tener la boca en orden, porque losproblemas siempre dan la cara en el peor momento”.

Efectivamente, los especialistas en medicina deportiva cada vezson más conscientes de la importancia de la salud oral y de surelación con el rendimiento deportivo. “Desde hace unos añosel tema de la patología oral y su prevención está presente en elprograma de formación de la especialidad de Medicina. Losmédicos en formación demuestran mucho interés en estetema”, explica el doctor Josep María Clemente, médico odon-tólogo colaborador del CAR (Centro de Alto Rendimiento) deSan Cugat (Barcelona).

Necesidad vs realidadA pesar del consenso que hay entre

los especialistas, la presenciadel odontólogo en el equipomédico deportivo hoy díano pasa de ser un anhelo.Por ejemplo, el Centrode Medicina del Depor-te del CSD, el único decarácter estatal que rea-liza una media anual de1.000 reconocimientos

mé dico-deportivos a de -portistas españoles de alta

competición, no incluye losser vicios odontológicos dentro desus prestaciones. ¿Falta de con-ciencia por parte de las institu-ciones? ¿Imposibilidad de asu-mir el coste?

Dr. Tomás Hernán:El tiempo, el esfuerzo y el gasto económico

invertidos en alcanzar el máximo nivel no puedenser eclipsados por problemas odontológicos que se pueden prevenir. La necesidad de incorporar

un odontólogo al equipo de apoyo deldeportista es más que evidente

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El Centro de Alto Rendimiento de SanCugat del Vallès (Barcelona), depen-diente del Consejo Superior de Depor-tes (CSD) y de la Secretaría General del’Esport de la Generalitat de Catalunya,tiene en marcha desde hace unos añosun proyecto de prevención de saludbucodental en el que colabora el médi-co odontólogo Josep María ClementeSala.

El doctor Carlos Miñarro, especialista enMedicina Deportiva del CAR de SanCugat, aclara que “la prevención ensalud bucodental se incluyó hace unosaños dentro de los servicios médicosprestados en el centro, porque es muyimportante para el rendimiento deporti-vo. Entre otras cosas, está más quedemostrada la interrelación con laslesiones musculares. En este sentido,tengo que decir que estamos muy con-tentos con el trabajo que está desarro-llando el doctor Clemente”.

Actualmente, el doctor Josep MaríaClemente, gran apasionado del depor-te, tiene un contrato de colaboraciónpor el que no recibe ninguna remune-ración económica. Su trabajo en elCAR se basa en tres objetivos: preven-ción, diagnóstico y educación. Se tra-ta de informar y formar, a la vez que

identificar posibles patologías quepuedan interferir en la práctica depor-tiva –terceros molares incluidos, gin-givitis, caries, maloclusiones, altera-ciones en la ATM, desgastes oclusa-les, valoración de elementos de pro-tección, etc.–.

Para todo ello, se realizan revisionesperiódicas a los deportistas, de unas 25disciplinas, en las que se hace anamne-sis, exploración de la cavidad oral yexploración de la ATM. “Nunca se reali-za ningún tratamiento, puesto que nues-tro objetivo es educar y orientar en saludoral”, especifica el doctor Clemente.

De momento, este reconocido profesio-nal cuenta con un sillón dental ubicadoen las instalaciones del Servicio Médicodel CAR. El equipo reúne todo lo nece-sario para poder llevar a cabo la explo-ración oral, pero cuando es necesario unexamen radiológico hay que recurrir aservicios externos.

“Esperemos que en un futuro se puedaampliar el servicio y contar con los me -dios necesarios y poder realizar algunostratamientos. En este momento, despuésde la exploración y el diagnóstico, si sedetecta alguna patología, se informa aldeportista y se le orienta sobre el trata-

miento. Él optará por buscar un centroque le pueda solucionar el problema”,explica el doctor Clemente.

Como consecuencia de esta experienciade colaboración entre odontólogos ymédicos deportivos, se han puesto enmarcha dentro del CAR varios proyec-tos relacionados con la salud bucoden-tal y el deporte: valoración de la ATM ysu relación con el equilibrio medianteplataformas informatizadas; estudiossobre protectores bucales personaliza-dos y efectivos; relación entre patóge-nos y su repercusión sobre lesionesmusculares (parado en este momentopor falta de financiación), y relaciónentre la posición mandibular y concen-tración de oxígeno en la sangre en ple-na actividad deportiva.

El doctor Clemente destaca “la ilusióny el entusiasmo” con el que se traba-ja en los servicios médicos del CARy, especialmente, “la inestimablecolaboración del Servicio de Rehabi-litación en el tratamiento de las alte-raciones de las disfunciones de laATM”.

El CAR de San Cugat del Vallès: un ejemplo de colaboración

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Según el doctor Gutiérrez Ortega, “el CSD no tiene dineropara dar cobertura a todos los deportistas de alto nivel. Gene-ralmente, los tratamientos bucodentales son caros y, aunqueúnicamente fueran revisiones, sólo en el Centro tenemos casi2.000 deportistas”. “El Consejo Superior de Deportes –apos-tilla este profesional– sí tiene conciencia de la importanciade la salud bucodental y de su relación con el rendimientodeportivo, pero lo cierto es que no puede asumir todas lasnecesidades de los deportistas. Necesitaríamos también oftal-mólogos, dermatólogos y todos los “ólogos”, pero estosupondría un coste desmesurado”.

“Lo idóneo sería contar con un Servicio de Odontología integra-do en el Centro de Medicina del Deporte. Si hubiera presupues-

to, espacio, etcétera, estaría encantado de tenerlo, pero hoy porhoy no hay posibilidad”, concluye el director del Centro deMedicina del Deporte.

Carlos Miñarro, especialista en MedicinaDeportiva del CAR de San Cugat.

La auxiliar del Servicio Médico Isabel Salinas trabaja en el CAR de San Cugat junto al doctor Clemente.

Dr. Fernando Gutiérrez:Lo idóneo sería contar con un Servicio de Odontología integrado en el Centro

de Medicina del Deporte. Si hubiera presupuesto,espacio, etcétera, estaría encantado de tenerlo,

pero hoy por hoy no hay posibilidad

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Al hilo de este asunto, el doctor Josep María Clemente profundiza:“Las instituciones deportivas tendrían que disponer de una mayorayuda económica para poder invertir en aquellos servicios médicosinteresados en estos aspectos. Existen grandes profesionales conmuchas ganas e interés en este ámbito, pero con escasez de recur-sos económicos. Y no puede ser que a los deportistas les lleguela motivación y la información sobre la necesidad de tener unabuena salud bucodental sólo a través de los servicios médicos yde los propios formadores y/o entrenadores”.

Así las cosas, al estar la Odontología excluida de los serviciosmédicos de las federaciones y los centros de alto rendimiento,la realidad es que el deportista de élite en España debe res-ponsabilizarse a título individual de su salud bucodental y,aunque hay federaciones que negocian una póliza médicacolectiva con condiciones ventajosas para sus miembros, no

son muchos los atletas que disponen deun seguro o de algún plan que les cubra laatención bucodental.

“Es triste que deportistas de élite que requierentratamientos, y no se los pueden costear, nosolucionen sus problemas bucodentales por fal-ta de recursos económicos. Son deportistas dealto nivel que representan a nuestro país en com-peticiones internacionales. Acumulan muchashoras de entrenamiento, de sacrificio, de esfuerzopersonal, de recursos personales e institucionalespara que una lesión bucal no tratada a tiempo puedaalterar el resultado final de tanto esfuerzo por falta demedios”, asegura el doctor Josep María Clemente.

“No es cuestión sólo de tratamientos, sino tam-bién de las actuaciones preventivas que pue-den evitar muchos problemas, como es elcaso de los protectores bucales. En estemomento, las federaciones no costean el gas-to de los mismos. Otro tema muy problemáti-co es el que se genera al producirse un trauma-tismo oral con fractura o pérdida de una o varias piezas denta-les. Todos sabemos las secuelas y el coste que esto supone. Sedebería contar con una partida económica o un seguro quecubriera este tipo de lesiones, muy frecuentes en algunos depor-tes”, comenta el doctor Clemente.

Un deportista de alto nivel tiene cubierta prácticamente toda laasistencia sanitaria, aunque no la bucal, la podológica y la pro-tección ocular. “Las plantillas y los protectores oculares y buca-les –añade el doctor Josep María Clemente– no se consideranparte de la equipación del deportista y, por lo tanto, no se sub-vencionan, aunque en muchos casos sean de uso obligado parala competición. ¿Sorprendente no? El tema merece una profun-da reflexión, ya que estamos hablando de prevención de lesio-nes mayores y de optimización de rendimientos o mejora demarcas deportivas en la competición”.

Dr. Josep María Clemente,

colaborador del CAR (Centro de Alto Rendimiento) de San Cugat (Barcelona)

Dr. Josep María Clemente:Es triste que deportistas de alto nivel que

representan a nuestro país en competicionesinternacionales vean afectado su rendimiento

por no poder costearse tratamientosbucodentales

En España, los jugadores de baloncesto no suelen utilizar protectores bucales.

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que comparen grupos de población de deportistas y no depor-tistas para obtener resultados fiables. Pero como la odontolo-gía deportiva no genera ingresos, tampoco se invierte en inves-tigación”, lamenta el doctor Josep María Clemente.

El futuro de la odontología deportiva de -pende pues de la sensibilidad de las insti-tuciones oficiales encargadas de velar porla salud y el deporte y de su capacidad de

inversión. A medio y largo plazo laodontología de portiva en Españatiene mucho camino por recorrer,pero también mucho que apor-tar, tanto al deporte como a laOdontología.

Un reto para el futuro En consonancia con el nivel de la odontología española, laodontología deportiva podría y debería alcanzar un nivel decalidad de primera línea. Pero la falta de inversiones y recur-sos hace que el desarrollo de esta disciplina en nuestro país

sea mínimo. Una carencia que semanifiesta también en la escasainvestigación que se realiza alre-dedor de la odon tología deporti-

va. “Faltan es tudios siste-máticos transversales

El Comité Olímpico Internacional (COI) constituyóen el año 2000 un grupo de trabajo de “cuidadosdentales” y llevó a cabo varias acciones con el obje-tivo de educar y sensibilizar a los cuadros médicosde los deportistas de élite sobre la importancia demantener la boca en un estado saludable para obte-ner un buen rendimiento deportivo.

El COI advertía que aunque los atletas que asisten alos Juegos Olímpicos “han alcanzado el grado másalto de desarrollo y condicionamiento físico, enmuchos casos, el estado de su boca es igual o infe-rior al nivel medio de la población general”.

Para compensar este vacío, durante los JuegosOlímpicos de Atenas (2004), el COI, en colabora-ción con la Facultad de Odontología de Atenas,

puso a disposición de los deportistas un servicioodontológico que realizó revisiones y tratamientos.Precisamente, dentro de ese ciclo olímpico partici-pó como voluntario el odontólogo español TomásHernán Pérez de la Ossa.

Este profesional comenta que “durante aquellosJuegos Olímpicos se realizaron algo más de 1.400procedimientos en unos 650 pacientes. Entre ellos

figuraron 313 obturaciones, 100 endodoncias y 57protectores bucales; además, se trataron nueve casosde traumatismos dentarios. Asimismo, mientrastuvieron lugar los Juegos Paralímpicos se atendió aunos 220 pacientes, realizando 240 procedimien-tos: 73 obturaciones, 12 tratamientos de conduc-tos, 21 exodoncias y tres casos de traumatismosdentarios”. En conjunto, “los servicios odontológi-cos se situaron en Atenas sólo por detrás de la fisio-terapia en la lista de tratamientos más demanda-dos”, destaca el doctor Hernán.

Otro dato relevante: en 1992, durante las Olimpia-das de Barcelona, los problemas dentales supusie-ron la segunda causa de consulta en la Policlínicade los Juegos Olímpicos, después de los problemasmédicos generales, sumando un 12,5% del total.

Una preocupación olímpica

El balonmano, junto con otros deportes de contacto, está considerado una disciplinade riesgo medio.