SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende...

44
DISCURSOS REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO F.N LA KEUKI'CLON L'üUUCA SR. I). FRANCISCO SANS EL 1>IA 20 DE JUNIO DE 1876 Isabel b tatú 1875

Transcript of SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende...

Page 1: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

DISCURSOS

i

REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTESDE SAN FERNANDO

F.N LA KEUKI'CLON L'üUUCA

SR. I). FRANCISCO SANS

EL 1>IA 20 DE JUNIO DE 1876

Isabel b tatú

1875

Page 2: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

DISGUHSO

SR. D. FRANCISCO SANS

Page 3: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

SEÑORES ACADÉMICOS:

Al honrarme con distinción tan señalada como la de ad-mitirme en esta ilustre Corporación, centro artístico el másalto de nuestro país, me impusisteis el arduo deber de diri-giros la palabra: deber que es nueva honra, y que me seriamuy grato si me sintiera con fuerzas para llenarlo satisfac-toriamente. Supla á la escasez de mis medios vuestra bene-volencia, sometida hoy á dura prueba, y confiad en que pro-curaré no agotarla, puesto que sea tan grande como la ilus-tración que en vosotros brilla.

Es el Arte, Señores, una divinidad que enaltece á susadoradores. En los que le rinden culto, los sentimientos sedepuran, la sensibilidad se acrisola, la parte más noble delalma adquiere preponderancia; y no parece sino que en eldualismo que la materia y el espíritu constituyen en cadaartista, cuando el espíritu cede en la lucha constante de lavida, viene aquel numen en su auxilio como poderosísimoaliado. Y como lo que perfecciona al individuo redunda eninmediato bien de la sociedad entera, se comprende que seadeber de todo Gobierno cooperar desde su altura al enalteci-miento del Arte, promoviendo su enseñanza y fomentando sucultivo.

Page 4: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

Prevalece hoy en determinadas escuelas filosófico-eco-nómicas el principio individualista; principio grandementevivificador si no se intenta extremar sus consecuencias, pres-cindiendo de consideraciones de tiempo y de lugar. Imbuidos(le ideas reformadoras, que no llamo nuevas por considerarlasde muy remoto abolengo, ponen muchos en tela de juicio laconveniencia, y sobre todo la equidad, de que el Estado tengaAcademias y Escuela de Bellas Artes, Museos de cuadros yestatuas, y otros establecimientos públicos de índole análoga.

No pretendo señalar las razones fundamentales que enapoyo de su aserto aducen; de seguro las tenéis presentes, ylas rebatís por completo al evocarlas.—¿Qué le importan alagobiado contribuyente los cuadros ni la música, para quese aumente á su cuota cantidad alguna, por pequeña quesea, destinada á sostener Escuelas de pintura y Conservato-rios? ¿Es lógico que un Erario exhausto conserve intactoun tesoro en cuadros, para que la nación so proporcione elruinoso placer de tenerlos constantemente expuestos al pú-blico, cuando podia aliviar su precaria situación vendién-dolos?—Reduce estas preguntas á, su verdadero valor el buensentido, que intuitivamente explica mejor que las arguciasde escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo.¿Qué individualista español no se envanece al oir pronunciarcon admiración y respeto, á nacionales y extranjeros, losnombres de los célebres maestros Velazquez, Murillo, Zur-barán, etc.? ¿Y tiene por ventura algo que ver con ellos?¿Le toca, según la filosofía individualista, ni un átomo de suinmensa gloria? Por el contrario, ¿no se le oprime el corazóncuando preciosos lienzos de esos grandes artistas salen denuestro suelo para adornar museos de naciones extrañas, quetanto fie enorgullecen con ellos? ¿No lamenta hoy toda Espa-

Page 5: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

ña la bárbara mutilación del famoso cuadro de San Antonio,obra del inmortal Murillo, más dolorosameute sentida que unnuevo impuesto? Y sin embargo, estos y otros cuadros, per-didos para siempre, ó maltratados, no eran propiedad parti-cular de los que por ellos se interesan. El Estado sintetiza,pues, este sentimiento general del pueblo, imponiéndose eldeber de dar efectiva protección al estudio de las Bellas Ar-tes, proporcionando á ios artistas centros á cuyo calor ad-quieran las raras condiciones que, para honrar á su patria conobras inmortales, necesitan.

La nación más eminentemente práctica, tanto que algu-nos la llaman el pueblo sin sentimiento y sin entrañas, losEstados-Unidos, es la que mayor protección dispensa á loshombres de ciencia y á los artistas. ¿Quién no tiene noticiade las cuantiosas sumas que á aquellos Estados cuesta elcultivo de los diferentes ramos del saber? Allí, donde se danpocos honores, se suele pagar todo en moneda, y cotizar lagloria del humano ingenio, cuesta muy caro.

Sirvan estas breves generalidades, que os parecerán qui-zá vulgares, pero acaso no inoportunas atendida la actuallucha de las ideas, como de introducción para llegar al temaprincipal de mi humilde trabajo, que es discurrir algunosmomentos sobre la influencia de la enseñanza oficial y de laprotección gubernativa, en dos notabilísimos pintores, maes-tros consumados en el Arte, cuya pérdida á todos nos afli-ge; y sobre el influjo que ellos á su vez han ejercido con susobras en la pintura contemporánea, de España, y uno deellos quizá en la de la Europa entera.

Ya adivináis sus nombres. El primero es Mariano Fortu-ny, artista eminente de todos conocido, cuando no por ausobras por su merecido renombre. Su vida desnuda de drama-

Page 6: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

ticos incidentes, sencilla, lastimosamente breve, es referidapor toda la prensa; las armónicas facciones de su hermoso yvaronil semblante, lleno de expresión intelectiva, reproduci-das en las más populares publicaciones artísticas del mundocivilizado, están ya grabadas en la memoria de todos; nacio-nales y extranjeros le consideran como una verdadera glo-ria, como una gloria de la humanidad.

Pues bien, esta gloria que en tiempos nada prósperos haconquistado España, la debe, primero á Dios que la suscitó,y después á la enseñanza oficial que la nutrió en su seno,en ese seno fecundo que para muchos descontentadizos y pe-simistas carece de toda vida.

Siento que flaquea mi ánimo, que ahoga el dolor la vozen mi garganta, y que necesito hacer un supremo esfuerzopara hablaros de aquel que fue mi amigo muy querido des-de la adolescencia; de aquel a quien admiro como artista des-de los primeros pasos de su carrera, á quien profesé entraña-ble afecto desde que le conocí, y cuya muerte lia venido áabrir en mi corazón una profunda herida. Pero á despechodel sentimiento que en mí renueva el tema elegido ¿de quéotro asunto podria yo tratar que más preocupase todas las in-teligencias consagradas al culto del Arte, cuando en MarianoFortuny pensamos todos los dias, cuando á cada instante senos representan sus obras y su estilo, cuando aún conmovi-do el mundo artístico por la viva impresión que causó sumuerte, cualquiera otro tema palidece al lado del gran fenó-meno de la aparición de este luminoso astro en nuestro hori-zonte?

No voy á haceros la necrología de Fortuny; no voy á ocu-parme con minuciosa crítica en las obras que deja á la admira-ción de la posteridad: sólo me fijaré en la enseñanza que ofre-

Page 7: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

ce la corta pero fecunda carrera del joven y gran maestro,para que aparezca demostrada la utilidad de las Academias ypensiones, la cual, no sólo se patentiza con deber á ellas engran parte su educación nuestro artista, sino con ser la fuen-te ó el origen del benéfico influjo ejercido por él, no sólo ensus contemporáneos, sino también, y estoy seguro de ello, enlas generaciones venideras, Si alejado la mayor parte de suvida de su amada patria, por varias y especiales circunstan-cias, no pudo esta ilustre Academia contarle entre sus indi-viduos de número, en cambio todos le considerasteis comovuestro compañero, como vuestro hermano; y ya que la Pro-videncia en sus altos é inescrutables designios no permitióque su voz resonara en este recinto, todos en vuestro corazónhicisteis eco al aplauso con que le saludó la culta Europa, ytodos luego respondisteis al general lamento que resonó sobresu sepulcro.

Otro hermano nuestro, otro gran pintor, sucumbió tam-bién joven, como Fortuny, poco tiempo antes, después dehaber ceñido á su frente gloriosos laureles en certámenes ex-tranjeros, pero sin que la despiadada Parca le concediera tam-poco el tiempo necesario para sentarse en estos escaños. Todoshemos amado en vida á Eduardo Rosales; todos veneramoshoy su memoria, y una de sus más insignes obras ocupa unpuesto muy preferente en el templo de la pintura, en el fa-moso Museo del Prado, sin que deslustren su mérito los Go-yas y demás célebres autores que la rodean; sin que la haganpalidecer los magistrales lienzos del siglo de oro de la pintu-ra española, á ella cercanos.

Cruel se ha mostrado la suerte con nuestra España, arre-batándola en breve plazo dos de sus más preclaros ingenios,cuando tanto podian aún producir, cuando habiendo vencido

Page 8: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

lo más escabroso de su carrera, empezaban á vivir como maes-tros, y cuando la agitada palestra del arte se les brindabacomo florido y ameno paraíso.

¿Porqué su patria y el mundo entero no los han vistollegar á la edad que alcanzaron Leonardo de Vinci, Tiziano,Rubens, y tantos otros? Sus producciones, á pesar de la fecun-didad de su ingenio, están lejos de rivalizar en número conlas de aquellos; pero esto que es un mal para nosotros, no lesquita un ápice de su gloria, porque en ellas se revela su ta-lento con tal fuerza y viveza, que tan asegurada tienen la famapostuma con lo que han dejado, como si hubieran cubiertocon sus producciones galerías enteras. La humanidad es laque pierde cada vez que se malogra un genio. ¡Cosa singularlde tarde en tarde y como con supremos esfuerzos, producela naturaleza los grandes hombres, y tan poco poder tienepara hacer que respete la muerte la obra maestra do la crea-ción, que el mismo fin alcanza al delicado vaso donde se en-cierra el alma de Kafael de Urbino, que al cuerpo de vulga-res formas del rústico gañan: uno y otro nacen sujetos á Josmales que, destruyendo la materia, devuelven al Criador elalma, donde con fugaces resplandores se reflejó la sublimidadde Aquel que rige los destinos del mundo.

Todos saben que debió Fortuny su primera educación ar-tística á la Academia de Barcelona. Desprovisto de bienes defortuna, ¿hubiera nunca alcanzado profesores de la talla de losque tuvo, y condiscípulos que le inspiraran fecunda emula-ción? Aun cuando pasaran siglos sin que la enseñanza oficiallograra un resultado semejante, bastaría uno, uno solo paraanular los razonamientos que en pro de la supresión de esaenseñanza aducen ciertas escuelas. Sin la intervención oficial,el Arte vendría á ser patrimonio exclusivo de los neos, siendo

Page 9: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

así que el genio no acude solo á las cunas doradas despre-ciando las humildes chozas. A una familia de desahogadaposición no le es difícil educar á los hijos siguiendo las seña-les é indicios de determinadas aptitudes. Al que producebuenos dibujos en una clase elemental de las que hay entodas las escuelas 6 colegios, basta darle buenos profesores;que la emulación que luego se despierte en él, donde con-curran diferentes capacidades, será suficiente para que sevaya desarrollando y formando su individualidad.

No encuentra tan llano y expedito el camino el adoles-cente de escasos recursos: sin la enseñanza que el Estado leofrece, pocos lo recorrerían, y algunos insignes maestros nihabrían podido llegar á coger el pincel. Fortuny disfrutó delleno el auxilio que presta á la inopia la colectividad, porquecomenzando, como lio dicho, su carrera en la Escuela de Be-llas Artes de Barcelona, fue á continuarla en liorna en unaplaza de pensionado obtenida por oposición. Allí, pues, reci-bió nuevo impulso su genio artístico, gracias á esta mismaprotección oficial, cuya fórmula más noble es: dar algo ennombre de la nación al individuo, que después enaltece consu genio áesa nación misma. Las grandes facultades del jo-ven pensionado adquirieron allí rápido y prodigioso desar-rollo, descollando en breve entre los pintores de todos lospaíses que en la ciudad eterna cultivaban el difícil arto.

Ni acabó en esto la protección oficial dispensada á Fortu-ny, porque sobrevino la guerra de África, gloriosa paranuestra España; y enviando á ella sus soldados á que reno-varan las épicas hazañas de sus almogávares, resolvió man-dar con ellos artistas que inmortalizaran en lienzos las heroi-cidades de sus hijos, y Fortuny fue escogido por la Diputa-ción provincial de Barcelona para tan honrosa misión.

Page 10: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

El resultado superó las esperanzas: su genio era el mas ápropósito para aquella empresa; así, desde sus primeros estu-dios en la ardiente Libia, se hizo patente á todos el artistainnovador. Lleno su noble pecho de entusiasmo, trasmitía alpapel con prodigiosa facilidad las impresiones hondamenterecibidas, y del cúmulo de éstas, compaginadas, depuradas,sometidas reiteradamente como la obra del esmaltador alfuego de una inspiración nunca extinguida, salió el apetecidocuadro de la Expugnación del campamento marroquí, obramaestra que meditaba con detenido estudio y que su muer-te le impidió concluir, dejándonos sin embargo entreverlos admirables grupos concluidos, á qué inmensa altura ibaá remontarse su genio en el género más difícil y noble delArte.

El Estado había cumplido su misión: le amparó niño alcoger el lápiz, y le dejó hecho uno de los primeros pintoresde este siglo. Cuando comenzó el artista á trabajar por sí, lohizo con absoluta independencia, á tal punto, que si bien nodesdeñó, al menos no concurrió jamas con sus obras á expe-sicion oficial ninguna. ¿Veia acaso en estos certámenes al-gún vicio de organización, por el cual le fueran poco gratos?Acaso los opulentos aficionados le arrancaban de las manossus obras, sin darle tregua ni descanso para que pudieraacordarse de exponerlas. No importa que no contrajera deu-da nueva con la sociedad, aprovechándose de estos beneficio-sos concursos; la tenia ya grande por la educación artísticaadquirida. ¿Cómo la satisfizo? De la manera más cumplida.Añadiendo un nombre más al glorioso catálogo de nuestrosgrandes hombres. Dando á su provincia, á su nación, almundo entero, admirables producciones, que servirán paraformar artistas en lo venidero, como los maestros pasados le

Page 11: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

mostraron á él el camino que debía seguir para llegar á dondeellos llegaron.

Su influencia en el arto contemporáneo ha sido inmedia-ta, como no podia menos de suceder dadas sus eximias con-diciones artísticas. Para Fortuny lo accesorio era el procedi-miento; lo esencial, reproducir con todo vigor, sin debilitar-la un punto, la impresión del motivo que escogia, impreg-nándose en él de tal manera, concibiendo con tal energía elmodo de ser de sus personajes, que no parecía sino que loshabia conocido y tratado, ya figuraran en la escena moros deGranada, ya guerreros do Carlos V, ya pelucones del tiempode Fernando VI.

Gran dibujante, como formado en asiduos y muy seriosestudios, os Fortuny ante todo un eminente colorista, y estose revela en la multitud de trabajos que deja, que es incalcu-lable, en todos estilos y géneros: dibujos al lápiz y ala pluma;aguadas y guaches, obras al óleo y al agua fuerte,—porque entodos estos procedimientos se ha ejercitado, y siempre de unmodo admirable. Su toque es siempre enérgico y seguro,dando vida, no sólo á sus figuras, sino á cuantos objetos in-troduce en sus composiciones. Pocos han manejado el colorcomo Fortuny, combinando magistralménte las masas do luzy de sombra: sobrio y magnífico á la vez, de pasmosa deli-cadeza en los detalles, sin menoscabar en nada la grandiosi-dad del asunto, uniendo la franqueza de Velazquez y Goya ála fina conclusión de Teniers. Condiciones tan contrarias searmonizan en sus obras, que parece su realización un sueñofijado en la tela por una hada. Su mecanismo maravilla, suejecución es pasmosa; descorazona á. cualquiera que intenteimitarle; pero digo mal, más bien incita á proceder como él,y atrae con su mágico prestigio; porque todos, al ver el re-

Page 12: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

sultado que Fortuny obtiene con su especial y originalísimoprocedimiento, y al exclamar involuntariamente ¡qué bello!¡qué hermoso!, se sienten impulsados á emplear los mismosmedios, imaginándose conseguir con ellos el mismo fin.

¿Habremos de discutir la cuestión de la escuela á que per-teneciera este grande artista? De las dos vulgares y grandesdivisiones de realismo é idealismo, ¿á cuál se inclinaba For-tiiny? A la primera, oiréis decir á los más de los críticos quehan analizado sus obras. Sin embargo, Fortuny idealiza to-dos los asuntos que trata al trasladarlos al lienzo: aquel ha-bitante de Tánger ó de Oran pintado con tanta verdad, cuyorostro ha ennegrecido el sol africano y cuyos harapos sonelocuente denuncia de su pereza, no es sólo un marroquí, no;es la personificación de un pueblo que revela su pasado es-plendor y su actual miseria; en su frente ligeramente abo-vedada, en su nariz aguileña, en sus labios finos y sensua-les, en su barba prominente, en sus ojos centellantes, hay re-miniscencias de los califas de Córdoba y de los nashritas deGranada. Aquel brazo nervudo cogo aún con bríos la espin-garda ó la gumia; en aquel pecho varonil late aún un cora-zón menos degenerado que el entendimiento, guia y freno desus impulsos.

Fortuny, escrupulosamente realista en los detalles, cualpudiera serlo el más concienzudo pintor flamenco, reproduceen una jarra, una jarra; en una col, una col; pero en un hom-bre no pinta el cuerpo que se refleja en el objetivo del fotó-grafo; pinta el alma, sólo visible y perceptible para otra alma,porque él ponia la suya entera en el lienzo ó tabla que loscolores de su rica paleta convertían en preciosísima joya.

Este modo de sentir, este modo de hacer, habían forzosa-mente de impresionar á muchos artistas y moverlos á seguir

Page 13: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

el procedimiento fascinador, para alcanzar resultados igualesá los que Fortuny lograba: ¡resbaladiza corriente en que al-gunos (dicho sea de paso), faltos de sólidos estudios preli-minares, se dejan llevar inducidos por la facilidad que se ad-quiere, y que suele degenerar en lamentable extravío!

Entre los pintores de aguadas principalmente, la revolu-ción fue completa: ya en las primeras que se vieron de For-tuny, antes de que en este género de pintura diese el tono,se observaba tal cambio, tal adelanto, que todas parecían pá-lidas, triviales é insignificantes al lado do las de nuestro jovenartista. Ninguna causaba la impresión que las suyas: hastaparecían éstas pintadas con colores desconocidos, y antesnunca usados. ¡Qué brillantez de tonos! ¡Qué trasparencia éintensidad de tintas! ¡Yen medio de aquel deslumbrador lujoáe colores, siempre conservada la línea con virginal pure-za! Sus asuntos eran siempre espontáneos, nunca rebus-cados; jamas el artista amortiguaba la impresión, dando im-portancia á los detalles y accesorios; y sin embargo, ¡con quécariño están éstos tratados! ¡Qué arabescos y afiligranados alrededor de aquellas sombrías figuras africanas, agobiadas porun glorioso pasado de raza, sumidas en un presente de clási-ca pero nunca mezquina miseria! ¡Con cuánto amor estánrealizados todos sus asuntos antiguos y modernos! ¡Qué es-crupulosidad y exacto conocimiento de las épocas que pinta!Figuras y accesorios, todo vive bajo su pincel; tanto se iden-tifica con ellos, que los evoca con la maravillosa intuición desu espíritu.

Un distinguido escritor dice en la elegante y sentida car-ta necrológica que dirigió sobre Fortuny á un eminente hom-bre de Estado, que nuestro artista se inspiraba en lo grandey en lo pequeño, pero nunca en lo lúbrico y vicioso; y así es

Page 14: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

en verdad: su pincel no lisonjeó á la opulenta cortesana, nose rebajó á servir de incentivo á la sensualidad. Si sus cua-dros se hicieron de moda, no fue porque él sacrificara jamas ála voluble diosa, sino porque la encadeno á su carro triunfal.Pintaba el patio de una casa marroquí, y todos pedian recuer-dos de construcciones africanas; hacia unas cuantas figurasde cortesanos con casacones á lo Goya, y los mercaderes decuadros recibían encargos de casacones; fantaseaba una nin-fa-mariposa libando el jugo de las flores, y todos querian tenerflores y ninfas. Una idea suya se trasmitia á cien artistas,que sólo pintaban lo que él pintaba, como si siguiéndole tanservilmente, pretendieran recoger las migajas del espléndidofestin con que le regalaba la caprichosa fortuna. Sus cuadros,sus bocetos, sus dibujos, se pagaban ya á precios que exce-dian de los satisfechos por sus obras á los más grandes maes-tros de los tiempos pasados, no obstante tener Fortuny pocomás de treinta y cinco años, y esperarse, vista su pasmosafecundidad y su extraordinario amor al trabajo, que aún pro-ciuciria mucho.

Los aficionados, los grandes coleccionistas extranjeros,colocan un lienzo suyo al lado de un Velazquez ó de un Rcm-brandt, y siempre Fortuny queda Fortuny; no palidece, nadapierde en tan temible concurso: prueba evidente del mcritopositivo que le avalora.

Mucho se habla, Señores, de la decadencia de España;pero á esta nación tan decaída no le faltan timbres en el pre-sente siglo: los nombres de Espronceda y Larra en las letras,de Romea y Latorre en el teatro, de Carnicer y Vilanova enmúsica, de Alvarez y Sola en estatuaria, de Fortuny y Ro-sales en pintura, demuestran que nuestra decadencia no estáen las artes del pensamiento.

Page 15: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

Por segunda vez ho pronunciado un nombre dulce y sim-pático á vuestro oido: también Rosales fue, como artista, unanoble creación de la enseñanza oficial. Permitid que me enor-gullezca de haber también tenido con él lazos de amistad ín-tima. Lo mismo que Fortuny, dejó en su breve y laboriosavida artística grandes obras que admirar, preciosos lienzosdonde estudiar y aprender. Imposible parece que un jdventrabajado, como él lo estaba, por la terrible enfermedad quele condujo al sepulcro á la edad de treinta y seis años, pudie-se conservar tanta energía, tanta vida, como la que trasmi-tía á sus producciones.

¿Quién no recuerda con satisfacción, entre las obras deRosales últimamente expuestas, la postrera explosión de aquelgenio potente y enérgico que se babia anunciado en la pales-tra artística con el ya célebre cuadro del Testamento de laReina Católica?

Las colosales figuras decorativas ejecutadas para la igle-sia de Santo Tomás, los evangelistas San Juan y San Mateo,son concepciones juzgadas por los inteligentes como de unémulo de Miguel Ángel. El admirable lienzo de la Muerte deLucrecia, tan combatido por unos como ensalzado por otros,es una obra en que se advierten aquellas cualidades raras ypoco comunes que ponen el sello á las creaciones de los gran-des maestros. En esta obra la inspiración y la ejecución pa-recen haber sido producto de un solo momento; tanta es laespontaneidad que en ella sobresale. Esta inspirada concep-ción, realzada por un brillante colorido, es la expresión de unalma privilegiada.

Rosales era artista en el verdadero sentido de la palabra:su ejecución era franca y de una amplitud singular: su na-turaleza le llevaba á ser pintor monumental. Algunas de sus

Page 16: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

obras son cuadros de pequeñas dimensiones, pero en la eje-cución, más grandiosos do lo que su tamaño requeria; pordonde se vé que no era esta la senda que la naturaleza letrazaba. Para exornar las lujosas pero reducidas estanciasmodernas, se necesita una paleta rica, espléndida y jugue-tona como la de Fortuny; el sobrio talento de Rosales eramás propio para embellecer los grandes edificios de otrasépocas más prósperas. Las necesidades de la -vida modernano exigen grandes y espaciosos palacios: hoy por lo generalnos hallamos más dispuestos á destruir que á levantar nue-vos monumentos. Por esta causa, hasta cierto punto desfavo-rable al pleno desarrollo que de su talento hubiera podidoesperarse, deja Rosales tan pocos discípulos, mientras queFortuny > encarnado en el verdadero sentimiento y necesida-des de su época, deja tras sí un mundo de imitadores. Deeste puede decirse que ha dado carácter á la pintura con-temporánea, y que por él se le señalará en la posteridad. Suestilo será acaso el distintivo de la pintura on la segundamitad del siglo XIX.

Como decia, pues, no se anuncia así la agonía do un pue-blo. Pasajeras desgracias, transitorio malestar, nos hacenmás pesimistas de lo que corresponde y conviene. Fijemosnuestra vista en los puntos luminosos, y no dejemos queanublen nuestra imaginación y hagan decaer nuestro espíri-tu, las sombras que nunca faltan donde hay luz. Sigamos confé y entusiasmo, cada cual en su esfera y según sus medios,el noble ejemplo de los malogrados Fortuny y Rosales, quesólo por el arte y para el arte vivieron; así honraremos sumemoria; así cumpliremos con la patria y coa la humanidad.No nos desaliente una efímera postración de las artes queaman la paz y con ella florecen; auméntense nuestras fuer-

Page 17: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

zas y crezca nuestro vigor al compás de los obstáculos queen torno de ellas acumulan pasajeros infortunios. Todo es-fuerzo, todo sacrificio es exiguo ante la recompensa que lo-gra el hombre bastante dichoso para dejar en pos de sí unnoble ejemplo que imitar, y que contribuye con el fruto deuna laboriosa vida á formar nuevos propagadores de las glo-rias del Arte.

HE DICHO.

Page 18: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

DISCURSO

Su. D. PEDRO DE MADlíAZO

EN CONTBSTACItm AL ANTEH1OIL

Page 19: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

Si necesitáramos pruebas do que hemos hecho una exce-lente elección trayendo á estos sillones al autor eximio delcuadro de los náufragos de Trafalgar, y de tantas otras obrasjustamente aplaudidas por el ilustrado público de Madrid yde París, las tendríamos muy cumplidas en los actos del Se-ñor Sans como Director del Museo de Pintura y Esculturadel Prado, y en las acertadísimas reflexiones que acerca dolas ventajas de la enseñanza oficial de las bellas artes acabade someter á vuestra consideración, discurriendo sobre la per-sonalidad artística de liosales y de Fortuny; porque nuestroelecto no viene aquí solamente precedido de una envidiablereputación que rebasa de los confines de nuestra patria, y os-tentando en sus sienes abundantes lauros ganados en buenalid, sino también adornado de las dotes quemas resplandecenen los que dignamente llevan la investidura académica, cua-les son, la sabiduría, la prudencia y la lealtad: dotes que enél anuncian un aventajado colaborador para nuestras tareas,un discreto consultor de la Administración en materias artís-ticas, y para nosotros un fiel y franco compañero.

Por efecto de esa misma noble franqueza que en su carác-ter resalta, penetra el Sr. Sans en nuestro recinto glorifican-

Page 20: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

do la escuela que personifica entro nosotros Mariano For-tuny, ó lo que es lo mismo, trayendo la voz del novísimoarte independiente y libre, antagonista del que lleva aún elnombre de clásico y académico: y con una prudencia que ponede relieve su exquisito tacto y su conocimiento profundo delos escarmientos del genio, abandonado sin guía y sin brú-jula á sus propios impulsos, proclama abiertamente la pros-peridad de ese arte libre bajo la enseñanza oficial: con lo que,sin recelo de parecer aquí defensor de una tesis paradójica,inicia y resuelve en el sentido de la buena disciplina, unade las más graves é interesantes cuestiones que pudieranvenir á nuestro palenque académico.

Yo, por mi parte, llevando por un acto de vuestra bon-dadosa deferencia la voz de esta docta Corporación, al darla bienvenida al Sr. Sans, celebro que se traigan á nuestroestadio cuestiones de tanta importancia como la que acabade plantearse: porque hay muchos todavía que se figuranque las modernas Academias son asambleas de hombresreaccionarios, apegados á lo antiguo por pereza de estudiarlo moderno, monopolizadoras de la protección oficial en favorde determinadas escuelas, y remora perjudicialísima al pro-greso del arte, estancado por rancias doctrinas.

Verdaderamente, Señores, que si de la forma y organi-zación de las Academias de bellas artes de la última centuriafueran á deducirse las tendencias y doctrinas de las Acade-mias actuales, so incurriría en un grave error; porque ennada se parecen ya estas corporaciones al instituto fundadopor los Sres. D. Felipe V y D. Fernando VI, allá por losaños de gracia de 1744 y 1752. Y no solamente es del tododesemejante al instituto promovido por el celoso Olivieri,bajo el primer Borbon, este otro instituto, sino que tampoco

Page 21: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

se asemeja en casi nada á la Academia do San Fernando delprimer tercio del presente siglo. La primitiva Academiaera, rigorosamente hablando, una aristocrática y numerosaasamblea de magnates ilustres en las letras, acaso no os-curos en la ciencia de gobierno, y, por lo general, ajenosá las bellas artes, los cuales, gravemente arrellanados ensus sillones, á derecha é izquierda del Protector, segúnsus respectivas categorías de Consiliarios y Académicos dehonor, traían á este recinto, antes que la misión de levantaral arte de la postración en que se hallaba sumido, porque lapostración no se advertía entonces, la de ennoblecer á losartistas que alcanzaban la honra de tratar y conversar conellos, y perpetuar por medio de una escuela quo casi llama-ríamos de recetas, las prácticas de una triste decadencia.

¿Necesitaremos nosotros justificar á aquellos nobles per-sonajes, injustamente motejados hoy de peiucones porque fuómoda en su tiempo usar peluca, de no haber sabido aventa-jarse á su siglo? ¿Qué edad estará exenta de la censura do laque lo suceda? Tampoco necesitamos analizar los Estatutosque en 1749 dio al primer núcleo académico, llamado Juntapreparatoria, el Vicepromotor D. Fernando Treviño, ni losque en 1757 introdujo el protectorado del Ministro D. liicar-do Wall, de buena memoria, por los cuales se rigió la Cor.poracion largos años. Recordaremos sólo, como dato histórico,que los profesores de las bellas artes no alcanzaron hasta unaépoca relativamente muy moderna, esto es, hasta que sepublicaron los Estatutos de 1." de Abril de 1840, el señaladohonor de alternar en estos sillones con aquellos esclarecidosseñores que en la esfera del arte debieran haber sido sussubordinados, dado quo en ella de algo hubiesen servido.

Pero todo tenia su compensación: si los artistas eran pros-

Page 22: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

critos do la asamblea académica como poco dignos, en cam-bio la más hermosa mitad del linaje humano ennoblecía alarte desheredado, llamándole a las dulzuras de su trato ínti-mo. '.Todavía hemos alcanzado nosotros aquella época beatíficaen que este instituto, con ejemplar galantería, así como laantigua orden bretona del Arminio recibia caballeras, admitíaen su seno Académicas de honor. Aquellas amables señoras ex-hibian en las exposiciones anuales de obras de Pintura y Es-cultura sus bodegoncitos y sus floreros, el retrato de Liseta,la favorita perrilla de lanas, y el trasunto del digno Briga-dier con cara de carton-piedra y casaca bordada de azafrán, ódel anciano Consejero de Indias con peluquín color do canela.La cortesanía era á la sazón ley suprema: harto hacia la da-ma de linaje, que por tener azul la sangre de sus venas soreputaba exenta del precepto, impuesto átodos los mortales,sin distinción de sexos ni clases, como castigo de la golosinade Eva y de la fragilidad de su marido; harto hacia, repeti-mos, con dignarse tomar en su perfumada aristocrática manola paleta y los pinceles; el arte para ella, y aun para la ge-neralidad de aquella porción selecta de Académicos á quie-nes llamaban los Señores, era un bonito adorno, un accidenterecomendable, una graciosa superfluidad. Saber pintar unpaisito, de invención por supuesto, un sepulcro de arquitec-tura imposible bajo un sauce-lloron, ó un racimo de uvas nomás trasparentes que si fueran cuentas de malaquita, eraentonces en una señora el complemento de sus naturalesatractivos. En suma, era para ella el arte lo que el pepinilloú la aceituna en una mesa bien servida.

Y con razón, porque las obras de los mismos profesores,sus cuadros do composición, sus retratos, sus estatuas y bajo-relieves, solo se exliibian al público como apéndice de la fa-

Page 23: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

mosa feria do la calle de Alcalá, alternando en el aprecio delos concurrentes con los suculentos melocotones de Aragón ycon las azofaifas de Murcia.

Si yo dirigiera las presentes consideraciones á aquel yadisuelto grupo de hermosas secuaces de Apolo, que con la in-vestidura académica llenaban antiguamente quizá, páginasenteras de la Guia de Forasteros, les diría sin recelo de pa-sar por descortés: ¡Ah! señoras: vosotras las que en la pre-sente ocasión estáis siendo el más bello ornato de este recin-to; vosotras que os dignáis amenizar con vuestros encantosla solemnidad demasiado grave y monótona de una recepciónacadémica, no frunzáis el ceño al oirme censurar una frivo-lidad que, convirtiendo el arte en resorte de coquetería ó enarma de dulce y fementida guerra, os facilita el acceso ánuestros sillones, cuando quizá os despoja en vuestras propiascasas de un legítimo trono. Yo sé ¡oh creación selecta delSupremo Hacedor! que hay entre vosotras seres excepciona-les, en quienes la naturaleza parece haber reunido las másnobles aptitudes de uno y otro sexo: sé que á veces

La dulce boca que A gustar convidaUn humor entre perlas destilado,Y á no envidiar aquel licor sagradoQue á Júpiter ministra el garzón de Ida

ha tomado varoniles cuadraturas, en Dóbora para cantar el

himno de victoria de Barac contra Jabín, en Jahel al tala-drar las sienes de Sisara, en Judith al descargar el golpeque separó de su tronco la cabeza de Holofernes, en la pito-nisa de Endor al evocar la sombra de Samuel; reconozco quealguna de vosotras seria acaso capaz de combatir como Juana

Page 24: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

de Arco ó como las heroínas cordobesas del siglo xiv, y aunde rivalizar en un momento supremo con aquella leal Jimenade Ruiz de Alarcon ', que decia de sí misma:

Á magollar ó puñadasA fjuien os prazca los huesos;Que en toda muesa montañaNon ye león bravo y fieroÁ quien yo con lúa mis brazosNon dé la muerte sin fierro.»

Confieso, por último, que en el ejercicio de la pluma, tandifícil por lo menos como el de los pinceles ó el del cin-cel, los laureles obtenidos por nuestra famosa Latina, porDoña María de Zayas, por Madamc d'Aulnoy, por Madamede Stael y tantas otras, os acreditan como muy capaces deemular la gloria de los más ilustres escritores barbados, yque lo que hicieron en pasados siglos manejando el lápiz ylos colores Margarita Van-Eyck, Anna van Cronenbürch,Sofonisba Auguisola, Artemisa Gentileschi y Angélica Kauff-mann, podéis igualmente hacerlo algunas de vosotras. Perolas demás debéis huir de semejante tentación. Consultad lasbiografías de los grandes artistas, y veréis si es siempre derosas la senda que recorre el genio. Ellas os dirán que lospintores de batallas y combates navales tuvieron que arros-trar el plomo, el hierro y los chapuzones; que Salvator Rosay Aniello Falcone, se batian como verdaderos deresperadoscon los soldados de Felipe IV, en. Ñapóles, cuando traslada-ban á sus lienzos la fuga y el ardor du las refriegas y escara-

• En la comedia de Los pechos privilegiado».

Page 25: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

muzas; que Guillermo Van den Velde exponía su vida en lasnaves holandesas para pintar con fidelidad los sangrientosepisodios de la guerra de su país con la Gran Bretaña.

Si tuviera presentes á aquellas, ya hermosas, ya mera-mente amables, pero siempre nobles académicas, les diría:Preguntad á D. Carlos de Haes, si es cómodo hacer estudiosde rocas y barrancos, de montañas y de bosques, de luces yde sombras, en el puerto de Pajares ó en los Picos de Euro-pa; y i Monleon, si es posible hacer marinas no corriendoalguna vez el peligro de ser pasto de los peces; y áGonzalvo yParcerisa, si puede fijarse en el cartón ó la tabla el interior deuna antigua cripta, sin exponerse al riesgo de atrapar bajosus frias y húmedas bóvedas una pulmonía ó un romadizo.—Porque el arte no es un juguete como pensáis: el verda-dero arte es un veneno lento, que arruga la tez y hace caerel cabello, y que os irá arrebatando tantas gracias y encan-tos físicos cuantas os ciñan coronas. El arte no es eso quegeneralmente hacéis, ni lo que os enseñan vuestros compla-cientes maestros cuando os ponen delante sus propios dibu-jos, desviando vuestros ojos de la naturaleza palpitante yviva. A esa ardua y laboriosa carrera, á esa sublime misiónde algunos pocos genios privilegiados, sólo se consagran, yno por caprichosa elección, sino por llamamiento interno,por impulso misterioso é irresistible, aquellos seres que sesienten capaces, no ya sólo de interpretar fielmente la formasensible, sino de derramar sobre la obra de la creación orgá-nica é inorgánica reproducida, los resplandores de aquellaBelleza suprasensible que emanan de la Inteligencia increa-da, y en que á veces se abrasa el artista, atrevido Prometeoque le hurta al cielo su lumbre.

Esto hubiéramos dicho todos nosotros i las perfumadas

Page 26: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

académicas de antaño No, sin embargo; porque hombresde antaño nosotros mismos, no habríamos visto las cosascomo hoy las vemos. El trascurso de los tiempos cambia lasideas: las damas de hoy, discretamente en paz con la gentejuiciosa de su época, reconocen que la santa y divina mi-sión de formar en el amor y temor de Dios los corazones desus hijos, de influir para toda buena obra en el ánimo de susmaridos, de derramar el encanto de su casto amor sobre lavida de familia, vale tanto, por lo menos, como la misión decautivar á las sociedades cultas con el prestigio de la be-lleza artística; belleza de una misteriosa región, desconoci-da de la generalidad de los mortales, donde solo se penetramediante el don de haber nacido con sentimiento estético,y por los méritos de una vida de inquietud, de trabajos yaun de peligros, de misantropía y de fiebre, como suele serla de todos ios grandes genios. Y si por ventura esos tiernosy delicados pimpollos, esas hermosas hijas de familia, que,llamadas por la naturaleza á ser esposas y madres, ó, por másalta vocación, á dejar algún dia los halagos de la sociedad paraentregarse al alivio de las terribles úlceras que la afean, seimaginasen que la perfección consiste en saber amenizar losocios del hogar doméstico con la copia delpaisitode Daubigny,con los valses de Strauss ó el aria final de la Lucía, é igno-rasen que los pintores sólo se forman meditando continua-mente sobro las obras de la naturaleza y de los grandes maes-tros, y estudiando mucho, y devorando en silencio muchasamarguras,—sus discretas madres sabrán librarlas á tiem-po del error que acarician en el interior de sus corazonesinexpertos.

No hay recetas para adquirir el genio: la historia de laspasadas escuelas académicas es una comprobación elocuente

Page 27: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

de esta gran verdad. Mientras las Academias procuraron er-róneamente fundir en la turquesa de un estilo determinadola educación artística do sus alumnos, y obligar á éstos á se-guir servilmente las buellas de sus profesores, dio el artemuy escasos frutos; y sólo cuando, en virtud de más racio-nales doctrinas, la acción de los maestros se limitó á dar á lajuventud dedicada á las artes consejos negativos, señalán-dole los escollos que convenía evitar, se vio al genio entrarlibre y desembarazado en sus naturales álveos, y producirtodo un renacimiento de bellas y variadas manifestacionesplásticas: semejante á la hermosa florescencia de los camposdespués que las aguas, libres de la prisión de hielo de lasmontañas, bajan en fecundantes arroyos á los prados porsus naturales derivaciones. La variedad, que es uno de losprincipales elementos de toda creación, y que así en la na-turaleza física como en la intelectual, produce el encantode las manifestaciones bellas, desaparecía del conjunto de lasproducciones artísticas en las épocas en que un falso buengusto encadenaba las aptitudes individuales para obtener unestilo uniforme. ¿Seria acaso tolerable un país donde no seviera más que una sola clase de árboles, y en cuyos horizon-tes todas las montañas ofrecieran idénticos perfiles? Pues elmismo efecto produce el campo espacioso é ilimitado de lasbellas artes cuando domina en él una única escuela, un soloestilo, un modo solo de comprender y sentir la belleza.

Por cierto ha sido idea feliz la que ha movido al Sr. Sansá citar los dos ejemplos de Fortuny y Rosales para persua-dir la conveniencia de la enseñanza oficial de las bellasartes, porque con ella da margen á que examinemos hastaqué punto esta enseñanza moderna, encomendada á especia-les institutos, difiere de la antigua que daban las Academias.

Page 28: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

El Si\ Sans ha señalado ya con admirable precisión las di-versas tendencias de estos dos grandes pintores. Un ligerobosquejo de las diversas escuelas que estuvieron en bogadesde la creación de nuestra Academia hasta la época en quese desterró por completo el sistema seguido en todas las delReino, de ofrecer los profesores á sus discípulos la norma áque habian de ajustarse exclusivamente en la interpretaciónde la naturaleza y en la realización de lo bello, podrá servirahora para dar algún realce á la conclusión que de la tesisde nuestro electo se desprende, 4 saber, que la enseñanzaoficial moderna es tan favorable al desarrollo espontáneo delgenio, como la antigua le era contraria.

La Real Academia de Nobles Artes de Madrid ha vistoentronizarse y desaparecer, primero el estilo que llamamosbarroco, propio de los manieristas franceses é italianos, ycontinuación del de los eclectistas del siglo xvn; después elde los llamados restauradores del tiempo de Winkelmann,Mengs y Pompeo Battoni; luego el estilo de David y de losentusiastas del griego antiguo, que desde fines del siglo pa-sado prevaleció en toda Europa. Y hemos de decir de pasoque si en estas alternativas y vicisitudes la Academia de SanFernando, cuerpo docente y consultivo á la vez en el tiempoá que nos referimos, siguió el impulso de la opinión dominan-te, no sólo en España sino en todo el mundo civilizado, seriaaltamente injusto motejarla de reaccionaria, dado que cadaevolución marca en la época en que se verifica un progresorelativo, sea cual fuere el juicio de la posteridad respecto delo que en absoluto deba estimarse como adelanto ó retroceso.Y hay que tener presente además un hecho singularísimo enla serie histórica de las escuelas de bellas artes que se suce-den entre nosotros, á saber; que las escuelas extrañas no han

Page 29: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

obtenido aquí triunfos tan duraderos que hayan sofocado lastendencias naturales del genio nativo; al contrario, siemprela poderosa idiosincrasia española, que repugna contemplarcomo bello lo que se separa del natural, logró abrirse camino,á despecho de los sistemas exóticos que hacian consistir lainiciación del arte en esta ó en esotra idea filosófica de lo be-llo, más ó menos abstracta.

Hoy que ¡í la Academia no alcanza j a una responsabili-dad directa en la tendencia que pueda tomar en nuestro paísel estudio y cultivo de las bellas artes, porque no es ella la quelas enseña; hoy, que la contemplación y representación delnatural, y no sólo del natural en la humana criatura, sinotambién del natural en la creación entera, es decir, la pinturade animales, de paisaje, de marina, de perspectiva, de cos-tumbres, es reconocida por todas las escuelas como únicotroquel en que puede el humano pensamiento obtener el in-definible prestigio de la belleza; hoy podemos ya examinarcon toda imparcialidad é independencia las diferentes escue-las que han prevalecido en la enseñanza académica, únicaenseñanza oficial de las bellas artes en España hasta el añode 1857, y deducir á cuál de ellas debe más nuestro país enel sentido de haber ayudado al genio nacional á emanciparsede falsos principios y de ideas de rutina acerca del alcancedel arte y de su misión social.

Hubo un tiempo en que la caprichosa y despótica opi-nión de la gente docta se daba por satisfecha teniendo laAcademia expuestos á la veneración de la juventud estudiosaen las clases anejas á este instituto, los dibujos de Cario Ma-ratta, Pietro da Cortona, el Procaceini y Giordano: eficacísi-mo veneno para matar el sentimiento de la belleza más arrai-gado y manifiesto. Más tarde, se regocijó esa misma gente

Page 30: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

docta de ver arrollados á aquellos barrocos y manteristas porlos glaciales imitadores de Mengs, los Bayeus y los Mao-llas. Las llamadas academias de estos, dibujos de figurasdesnudas, ejecutados en papel de media tinta, con lápiz ne-gro ó" rojo y luces de clarión, eran la única noción de la for-ma del hombre que se daba entonces al artista principiante.No nos es posible analizar hasta qué punto mejoró el dibujodel natural, cuando á las academias de los profesores barro-cos de la época de D. Fernando VI reemplazaron en las aulasde la enseñanza oficial las ejecutadas por D. Antonio RafaelMengs, y por sus secuaces y émulos, D. Francisco Bayeu,D. Mariano Salvador Maella y el caballero Pompeo Battoni: loúnico que podemos consignar es, que en los primeros añosdel reinado de I). Femando VII eran aún muy contados losbuenos dibujantes en España. Exceptuado el independienteGoya, exceptuados quizá algunos otros, á quienes sin em-bargo nos sería difícil sacar del servum pecus de aquel tiem-po, no habia quien supiese encerrar la ságoma de un hombreen unas cuantas líneas. Tantear por cuadraturas, sistema se-guido en todas las grandes épocas del arte, era cosa descono-cida del mayor número; el tanteo se hacia con insegurostrazos curvilíneos, más bien arañazos, multiplicando y sub-dividiendo los músculos, ó marcándolos con cscrescencias ámodo de vejigas ó bollos. Solo los pocos profesores que, fielesal genio nacional naturalista, protestaban contra las escuelasextranjeras, ó que, habiendo estudiado en liorna, habían lle-gado á penetrarse de las grandes máximas de los maestrosdel siglo de León X, sabian apuntar las figuras de sus com-posiciones según el sistema que ha prevalecido después comomás sencillo, racional y ventajoso.

Fuerza es reconocerlo: la pintura habia muerto en Espa-

Page 31: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

ña al extinguirse la dinastía de Austria en la tumba de Car-los II, y sólo algunos fugaces destellos del genio indígena,producidos do tarde en tarde durante los reinados de loscuatro primeros Borbones, daban ligero indicio de que no eraexclusivamente francés ó italiano el arte de que se rodeaba laostentosa corte en Madrid, el Escorial, San Ildefonsoy Aran-juez. Si nuestros pintores no se hubieran afiliado desde elreinado de D. Felipe V en la escuela de los Van-Loo, de losGreuze y Boucber, de los Houasse y de los Lagrénée; si nohubieran adoptado sus paños tremolantes, sus afectadas acti-tudes, sus colorcitos caprichosos, sus expresiones preternatu-rales, sus fondos indecisos y perdidos en verdosa niebla, susfiguras sin carácter individual y su idealismo de bambolla,no habrían obtenido el honor de perpetuarse en las regiasgalerías de aquellos palacios. ¿Era ó no justificada la as-piración á provocar un retroceso hacia la clásica sencillezantigua?

Favorecieron la apetecida reacción los filósofos y arqueó-logos con sus nuevas teorías sobre la belleza, la Revoluciónfrancesa con su culto naturalista, y hasta la misma Provi-dencia, que á veces parece hacerse cómplice de los grandestrastornadores del mundo, con haber exhumado los esplén-didos modelos del antropomorfismo griego de entre las rui-nas de Pompoya y Herculano. Los filósofos italianos y ale-manes figuraban á la cabeza de una pequeña pero poderosafalange de reformadores del arte, cuya influencia se haciasentir en nuestra España desde el advenimiento de Carlos IIIal trono de su padre Felipe V. Milizia, Winkelmann, Hey-ne, Lessing, Mengs, Azara, preparaban entusiastas el segun-do advenimiento de aquel malhadado eclecticismo que habiaentregado á la disolvente acción de las abstracciones filosófi-

Page 32: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

cas el arte italiano del siglo xvi. Las excavaciones con ardo-rosa diligencia emprendidas en las soterradas poblacionesitalo-griegas, romanas y etruscas, de Ñapóles, Sicilia y la Ita-lia Central, eran para ellos las únicas fuentes de la bellezaplástica: un ideal abstracto y convencional habia do sustituirá aquel monstruoso arto, mixto de naturalismo y barroquis-mo, que cultivaban los llamados manieristas.

El terreno parecia ventajosamente preparado entre nos-otros: los hombres más doctos de nuestra nación venían profe-sando las máximas eclécticas de los Carraccis desde la épocamisma en que el genuino arte español se desarrollaba conmás pompa y brío. Lodovico Carracci, en efecto, habia fun-dado en Bolonia, auxiliado de sus dos primos Aníbal y Agus-tín, una Academia quo se denominó de los Incamminati, fe-cunda en discípulos, como el Domenichino, el Albani, GuidoReni, el Guercino, Lanfranco y otros, los cuales deben el tí-tulo de eclectistas con que se los designa en la historia de laPintura, á lo que en realidad constituye su censura, filosó-ficamente considerada la reforma que llevaron á cabo. Porqueestos, si bien combatieron el amaneramiento en una de susmanifestaciones, dieron lugar, como idealistas, á que se for-mase de la belleza un concepto falso, proclamando sus obrasque solo estimaban bello lo inspirado por el arte clásico anti-guo y por los grandes maestros del siglo xvi, como si nadabueno hubieran producido en la esfera de la estética cristianalos pintores do los siglos xiv y xv, y como si fuera dable fun-dir en una sola escuela caracteres esencialmente diferentes,cuando no opuestos, dimanados de cualidades individuales ypeculiares, que son las que levantan á los artistas por enci-ma de la línea común. La fórmula ideada por estos eclectistasnos la conserva un curioso soneto de Agostino Carracci, y

Page 33: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

consiste en. componer un todo artificial con las más rele-vantes dutes de cada escuela, tomando, como si dijéramos,el dibujo de Rafael, ol movimiento y la mancha del Tinto-retto, la expresión de Miguel Ángel, la naturalidad del Ti-niauo, etc.

"Chi farsi un buon pittor cerca, e desia,II disegno di liorna abbia alia mano,La mos&a coll'ombrar venezianoE il degno colorir di Lombardia.Di Michel Angiol la terribil via,II vero natural di Tiziano,Del Correggio lo atil puro e sovrano,E di un Rafel la giusta sirametria...

Ac. &Q.

Nuestro Pablo de Céspedes, italianizado como todos loshombres eruditos de su tiempo, habia hecho su püblicaprofe-gion de partidario dü este ideal académico, consignando en lasiguiente octava, por via de consejo á los pintores, el absurdoprincipio de corregir la obra del Supremo Hacedor por mediode una selección de partes caprichosa y arbitraria. Resumíasu concepto en la siguiente octava:

"No me atrevo á decir, ni me prometoTodas las bellas partes requeridasHallarse de contino en un sujeto,Todas veces sin falta recogidas;Aunque las cria sin ningún defeto,A todas en belleza preferidas,Naturaleza, tú entresaca el modo,Y de partes perfectas hass un todo."

Que es como decir: toma de esta hermosa mujer la frente, de

Page 34: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

aquella la nariz, de esotra los ojos, de la de más allá las me-jillas y la boca, do otra quinta mujer la barba y el cuello, yjunta luego á la gracia de la andaluza, la majestad de laromana, la dignidad de la inglesa, la esbeltez de la alema-na, etc., etc. Con lo cual, añado yo, si no consigues una be-lleza perfecta, lograrás un perfecto modelo de insipidez.

No, y mil veces no: la belleza no es el resultado de esaoperación empírica que consiste en ir fríamente acoplan-do facciones y caracteres antitéticos, para formar con ellosun todo imaginario y abstracto: las puertas de oro del encan-tado palacio de la poesía y del verdadero idealismo, no seabren á la glacial evocación de ningún farmacópola mixtu-rero de elementos humanos.

Nuestro certero instinto nacional fue en este punto elsalvador de la pintura española, advirtiendo sin duda enLuis de Vargas, Pacheco y el mismo Céspedes, los escar-mientos de lo que el buen racionero cordobés profesaba alformular tan disparatada receta. Á los veinte años de muer-to Céspedes, nadie seguía su consejo. Nunca el naturalismoy el individualismo hicieron más soberanos y magníficosalardes que entonces, en los lienzos imperecederos de Velaz-quez, Murillo y Zurbarán; y era porque la savia individualis-ta, que constituye la sustancia de nuestra raza, siempre re-fractaria á los elementos importados por razas extrañas, unasveces por su bien, otras por su desgracia, rechazó práctica-mente la exótica doctrina.—Pues lo mismo se verificó cuandoquiso Mengs restaurar el muerto eclecticismo en nuestro sue-lo: la escuela llamada sabia y filosófica encontró muy pocosadeptos en nuestra Academia.

Porqué en las artes plásticas no triunfó aquel sistema delos artistas arqueólogos, que modestamente se calificaron i sí

Page 35: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

mismos de introductores del buen gusto, cuando tantos parti-darios halló en la esfera de las letras, según lo acreditan losescritos de Forner, Capznany, Moratin, Jovellanos, Hermo-silla y Cadalso, podrá ser tema fecundo para tratado en otrolugar; aquí solo nos cumple consignar que apenas aprovechóaquel ponderado raudal de filosofía, de ciencia y de buen gus-to, otro más que el insulso y deslavazado 1). Mariano Salva-dor Maella. Los dos pintores de verdadero genio que fuerontestigos de los aplausos tributados á Mengs, D. FranciscoBayeu y Subías, y D. Francisco Goya y Lucientes, no lesiguieron: cada cual tiró por su camino; el primero sacrificóal estilo barroco, aunque dejó en algunas de sus obras hue-llas evidentes de un sentimiento enérgico de la vida, princi-palmente en el color; el segundo sorprendió y casi diriamosescandalizó al mundo artístico de su tiempo con los singularesy no pocas veces extravagantes arranques de una intuiciónde la humana forma enteramente excepcional, la cual vemoshoy que le hizo descollar entre los degenerados pintores desu tiempo, como gigante roble sobre enfermizos arbustos, ycomo un misterioso y terrible profeta del arte del porvenir, pu-ramente naturalista y destructor de toda convencional belleza.

A la escuela de Mengs sucedieran algunos años de ma-rasmo; después de lo cual vino, importada de la vecina Fran-cia, la entonces famosa escuela de David. No es al que eneste momento os dirige su voz á quien incumbe la censurani el elogio de aquella célebre escuela, iniciada en las már-genes del Sena entre los horrores de la República, y madura-da al calor de la ovación con que fueron recibidos los despojosartísticos de Grecia y Eoma en la ruidosa solemnidad del 13de mesidor del año iv. Juicio más imparcial ha formuladola que probablemente será sentencia de la posteridad acerca

Page 36: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

de ella: -̂ Combatir y reformar el vicioso sistema de imitaciónque se seguía en Europa desde la decadencia de la escuelade los Carraccis hasta los adocenados sucesores de Carlos LeBrun (escribe Delécluze), fue la preocupación constante deDavid durante su carrera artística. Su gran mérito consisteen haber rehecho toda la gramática y la sintaxis del arte dela pintura, que sus predecesores habían corrompido. Apren-dió él primero, y enseñó después, á dibujar, pintar y colorir,eon verdad y distinción: cosa que nadie sabia hacer cuandoél apareció». Y este juicio, Señores, encierra una insigneverdad, porque el dibujo, que es el alma y la esencia de lapintura, habia desaparecido, y con él la elevación y el estilo,de los estudios de los artistas más afamados que, al fenecer elreinado de Luis XV, seguían la escuela académica italiana,como Lagrénée, Greuze, Fierre, Suvée, Duguernier, Patel,Lantara y Joseph Vernet. Los que cerrando los ojos á lasgrandes cualidades de David, para fijarlos sólo en sus defectos,le acusan de haber petrificado sus lienzos con las líneas con-vencionales del bajo-relieve griego, no han meditado bastantesobre la situación del arte abyecto de la Francia de Luis XVI;no saben agradecer al que verdaderamente le inició, el movi-miento creador que por espacio de dos generaciones ha esta-do dotando á la Europa entera de maravillas de elevadísimoconcepto estético; no advierten cómo esa escuela, grande yexpansiva, á manera de cedro gigantesco que extiende á loscuatro vientos sus retorcidas y robustas ramas, ha cubiertocon su sombra y fecundado con su semilla todas las escuelascaducas y estériles de la vieja Europa, haciendo brotar pordo quiera lozanos y graciosos renuevos, que hoy, árbolesañosos, son todavía la esperanza del arte, amenazado otra vezde extinción en el triste agotamiento de fuerzas radicales que

Page 37: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

de este extremo Occidente se apodera. No le es lícito al quehaya estudiado el desenvolvimiento de esa escuela en lostreinta primeros años de nuestro siglo, negar que todas lasgrandes páginas pictóricas que le ilustraron hasta épocamuy reciente, son fruto de aquella preciosa semilla; que sinella no estarían cautivando todavía á las más nobles inteli-gencias los recuerdos de las Sabinas y de la Coronación deNapoleón; los de la Psiquis de Gérard, del Diluvio de Giro-det, de Los apestados de Jaffa de Gros, del Céfiro de Prud'hon,del Tu Marcellus erís, del Voto de Luis XIII, de la Apoteosis deHornero y de la Odalisca, de Ingres.

La escuela de David se perdió como la de Miguel Ángel,por el fanatismo de sus secuaces, que la pusieron en caricatu-ra. De seguro el corifeo reprobaba en su interior la exagera-ción con que sus discípulos aplicaban su consejo de tomar pornorma el arte griego anterior al mismo Fídias, y les oía condisgusto renegar de los grandes maestros del arte italiano,romano y griego, acusados de afectación y de vituperableamaneramiento. La gente de buen sentido, extraña á aquellasiniciaciones esotéricas que en el estudio del maestro iban to-mando cuerpo, vio un dia en París coa asombro á Maurice yPerrié, alumnos del gran pintor republicano, presentarse enpúblico vestidos el uno de Agamemnon y el otro de Páris, yarrastrar sus paludamentos por los lodazales de la gran ciu-dad, como escapados de una casa de orates. La manía de logriego y de lo romano llegó á prevalecer sobre el principioque constituia en rigor la base del sistema de David, que erael estudio del natural, y no parecía sino que aspiraba aque-lla escuela á hacer aceptar el ideal clásico antiguo bajo elmismo carácter de unidad y universalidad con que aparecíaen la escultura del siglo de Periclos: como si las organizacio-

Page 38: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

nes individuales y las circunstancias externas de vida so-cial é instituciones, ya políticas, ya religiosas, no fueranparte á desviarlo de semejante propósito. Acaso por haberprofesado ese error como verdad axiomática, comprometió suinmenso, su rápido y universal prestigio, esa escuela que hasido una de las más grandes deEuropa, después delaidealis-ta cristiana del siglo xm al xv; y por eso quizá no fueronsus resultados tan gigantescos como lo hubieran sido renun-ciando á semejante aspiración. La escuela de Luis Davidcreyó que podría hacer renacer á fines del siglo xvni la pin-tura y la estatuaria de Egina y de Atenas; prodigiosos es-fuerzos hizo para realizarlo; nunca por otra parte se halló elmundo eo condiciones más favorables para tal intento; perocomo al fio y al cabo este era preternatural y quimérico, su-cedió que los discípulos más aventajados, aquellos que en susobras habían demostrado una indisputada personalidad, to-maron cada cual el rumbo que le era mas genial, y todos elvuelo multiforme marcado al arte por altas é imperiosas le-yes. Granet, Ingres, Schnetz, Léopold Iiobert, Isabey: todosestos fueron discípulos de David; y sin embargo, todos si-guieron rumbos distintos; sólo quedaron servilmente apega-dos á los defectos de la escuela, no á sus cualidades, aquellosque, dotados de escaso genio, nacieron más para sectariosque para discípulos.

Pero no han sido estos los que le han conquistado á Da-vid la perpetuidad de sus máximas, como reformador del di-bujo, en todas las escuelas oficiales de Europa. Por los der-roteros que él trazó han marchado seguros los artistas deverdadero genio de todos los países, para producir (y admíre-se este influjo de lo general y abstracto en lo particular!) elrenacimiento de las diversas escuelas nacionales. Sin el cstu-

Page 39: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

dio concienzudo y reflexivo del natural, que fue la disciplinaimpuesta por David á, las artes plásticas, probablemente nohubieran florecido en nuestra España los eximios pintoresque la ilustran: sin la posesión completa de la forma anima-da y sin la comprensión cabal de lo que constituye el gran-de estilo, no es posible formarse gran pintor. Fortunyy Ro-sales son ejemplos elocuentes do que la disciplina de la es-cuela, lejos de sofocar el genio nativo y destruir su índole, leayuda eficazmente á desplegar sus naturales recursos. Ved,en efecto, lo que acontece en el mundo moderno en todas lasescuelas verdaderamente dignas de este nombre: partiendo deun centro común, cual es el estudio de la creación viviente,van á parar los intérpretes de la forma á tan opuestos resul-tados, que causa maravilla la inmensa variedad de sus ma-nifestaciones, liebiendo en esa vivificadora fuente del natu-ral, crea líafael inimitables líneas, llenas de elegancia y dedecoro, y traza Miguel Ángel líneas maravillosas, propias deuna raza gigantea en quien se centuplica la humana potencia.Tomando por guia el natural, y con la misma libertad, Leo-nardo de Vinci descubre un nuevo medio de expresión en elclaro-oscuro, y Tiziano en las cálidas tintas de sus Venusvenecianas, por cuyas arterias discurre con la sangre una vo-luptuosidad ideal. Correggio ve el natural bañado de argen-tinos tornasoles, y en sus ondulosas líneas le cautiva más lagracia que la corrección. LosCarraccis no comprenden las hu-manas formas, ya lo hemos dicho, sino como elementos dis-persos de un ideal que concibe la mente y que la naturalezapor sí sola no realiza. Poussin y Lesucur no aceptan el natu-ral sino ennoblecido; Caravaggio, líembrandt, Ribera, por elcontrario, admiten todas las manifestaciones de la materia,aun con los signos de su propia decrepitud y flaqueza. Velaz-

Page 40: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

quez, Murillo, Zurbaran la ennoblecen cada cual á su manera,y le rinden verdadero culto, el primero como cortesana y ca-balleresca, el segundo como mística y arrebatada de divinoamor, el tercero como sobria y austera en medio de sus máscomunes manifestaciones. Y ¿porqué, Señores, vé el Greco lanaturaleza consumida y acardenalada, y Bubens la vé exu-berante de vida y rubicundez; y el divino Morales la con-templa penitente, macerada y triste, al paso que los pintoresneerlandeses, y Brueghel sobre todos, la reproducen comoun idilio de perpetua felicidad? ¿Porqué el mismo sol de Ve-necia es dorado y cálido para Giorgione, Tiziano y Veronés,y frío perlino para Tiépolo? Por último, ¿porqué un mismoobjetivo, un mismo modelo, tomado entre los fenómenos de lanaturaleza externa menos susceptibles de mutación, un paisa-je, sea del Norte ó del Mediodía, ora elegido entre las aspere-zas de las montañas, ora destacado de la arenosa planicie dela marina, presenta un aspecto de magestad convencional enla tabla de üaspar Dughet, y de melancólica grandeza en ellienzo de líuysdael; y rie bajo el pincel de Hobbema ó deKarel Dujardin, é inspira ideas graves, aunque apacibles, enlos lienzos de Claudio de Lorena?

Prescindimos de aquellas escuelas del mundo antiguoque empicaron el arte como un elemento social, político yreligioso, y en las cuales no se daba libertad al humano in-genio para expresar sentimientos individuales. La arquitec-tura y la escultura en Asia, en Egipto, en la Grecia primiti-va, son manifestaciones de ideas y de tendencias colectivas;la misma escultura helénica de los mejores tiempos llevaimpreso el sello de la abstracción, de la universalidad. Otrotanto le sucede al arte cristiano de la Edad Media. Conside-remos, pues, al arte emancipado de todo propósito religioso

Page 41: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

ó humanitario, de toda tendencia simbólica ó emblemática,ética ó anagógica, y al artista en toda la plenitud de su liber-tad de concepción y de sus medios de expresión y represen-tación: siempre encontraremos aquella misma diversidad queacabamos de notar, y que hace tan patente la verdad, conloable modestia demostrada por el Sr. Sans, de que el arteno es la mera imitación de la naturaleza, ni aun siquiera enla pintura que el vulgo de los doctos llama imitativa. El mo-delo podrá ser uno ó inmutable; pero no son idénticas todassus reproducciones, porque no lo son tampoco las organiza-ciones. Los artistas son tales cabalmente porque cada cual per-cibe en la naturaleza, y de una manera distinta, lo que lageneralidad no vé hasta que él se lo pone de manifiesto. Unopercibe con energía la expresión de la línea y parece menossensible al encanto del color, y este es Kafael, 6 Juan de Jua-nes, ó Cornelius; otro hace su ideal del modelado, y este esLeonardo de Vinci, ú Otto Venius, ó Ribera; otros ceden ála fascinación de los esmaltes de la luz, y son todos los gran-des maestros venecianos, muchos de los flamencos, y entrelos pintores modernos, Meissonnier, Jernme, Fortuny. Obrashay del Sr. Sans en que este precioso don del color y de laluz se manifiesta en eminente grado.

Ya queda dicho que la escuela que fundaba su gloria enel estudio del natural y del antiguo, no coartaba la libertaddel artista: sus leyes eran consultar con el modelo vivo laforma, y levantarse á la contemplación de lo más bello y dé-lo más sublime que crearon jamas los hombres; inspirarse,en suma, en las obras maestras de la escultura griega, para

• dar á esa forma la nobleza de lo que se llama estilo.

De la escuela de David ya apenas hay quien se acuerde,y sin embargo, los dos principios que ella proclamó como car-

Page 42: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

díñales, siguen observados en todo ol mundo culto, no sóloen las Escuelas oficiales, sino también en los estudios parti-culares de los más acreditados profesores. ¿Hay algún estudiodonde falten el modelo vivo y los vaciados del antiguo? Con-sultan de continuo aquél y éstos, aquellos mismos artistasque, indiferentes al parecer á la corrección clásica de lasformas, se deleitan tomando de la naturaleza sus aspectosvulgares, para hacer patentes en ellos bellezas relativas quelos artistas de elevado estilo desdeñan, Teniers y Brauwerno habrian, de seguro, menospreciado el auxilio de los pre-ciosos modelos del arte helénico y romano que copiaba y me-ditaba nuestro Velazquez, orilla del Guadalquivir, en el mo-risco palacio de los Duques de Alcalá. Olvídese, pues, en buenhora, aunque sea con ingratitud, el nombre del restauradordel buen dibujo en la Europa moderna; sus grandes cánonessubsisten. Con arreglo á ellos se han formado todos, absoluta-mente todos los grandes pintores en lo que va de siglo. Noos sorprenda esta afirmación. Del natural y del antiguo, mo-delos constantes de los dos jóvenes y grandes artistas, cuyodiverso carácter os ha analizado con sobriedad y maestríanuestro nuevo compañero, se derivan todas las escuelas, in-clusas la naturalista y la realista, que hoy presumen tenervinculado el porvenir del arte.

Examina el Sr. Sans, aunque muy de pasada, porque lafutilidad de la cuestión no merece más honores, si Mariano•Fortuny era realista ó idealista. Con notable sagacidad haceun breve examen de sus obras y de su estilo, y deduce queera idealista á su manera. Nosotros avanzamos más, y deci-mos que no hay un solo pintor digno de este nombre que nosea idealista. El idealismo no está solamente en los grandescuadros de historia, sagrada ó profana: Paul de Potter, Karel

Page 43: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...

Dujardin, Fortuny, hacen brotar raudales de poesía de losobjetos al parecer más comunes y despreciables: un tronco deárbol seco, un tonel volcado, un banco patas arriba; no ya elfamoso becerro del Museo del Haya, ni la preciosa tabla delos charlatanes italianos del Louvre, ni el cuadro de la Vica-ría de Madame Cassin; son en ellos motivos suficientes paraproducir en el espectador la agitación del entusiasmo.—¿Cdmocabe en eso la poesía? hubiera exclamado la antigua Acade-mia.—La poesía, responde la Academia moderna, no está entodos los objetos de la naturaleza, pero reside en el alma delartista que los mira, y que al reproducirlos con líneas y co-lores, traza en la tabla ó on el lienzo esta definición del arte,más completa que cuantas damos nosotros los que discurri-mos sobre la estética: el arto es la representación de la natu-raleza, real ó fantástica, con el atractivo misterioso que leañade el hombre.

. Sí, la poesía, la belleza, eso que llamamos atractivo mis-terioso, puede realzar ¡oh, jóvenes artistas! todas vuestrascomposiciones, cualquiera que sea su género; pero tened bienpresente que para toda clase de obras son necesarios, comomedios de producir aquella, el dibujo y el estilo. Poseyendoestos medios, podéis esperar confiados que, pasando el actualperíodo de transición y de duda, renazcan para el arte díasmás bonancibles y risueños. No os arredre la censura de losdescontentadizos: una sociedad materialista, desencantaday escéptica, os acusa tal vez de que malgastáis el numenpintando cuadros de puro recreo y .entretenimiento; pedidlevosotros á ella que erija templos, en cuyos retablos podáiscolocar vuestros cuadros religiosos, y que levante grandesconstrucciones de uso público, donde podáis lucir vuestroscuadros históricos.

Page 44: SR. I). FRANCISCO SANS - ddd.uab.catmnac.pdf · inmediato bien de la sociedad entera, se comprende que sea ... de escuela las relaciones entre la colectividad y el individuo. ...