T E S TAMENTO 1941 Y CARTA A ANDRÉ MEYER, 1942

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5/18/2018 TESTAMENTO1941YCARTAAANDRMEYER,1942-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/t-e-s-tamento-1941-y-carta-a-andre-meyer-1942 1/6 1 2 9 F ui alumno de Marc Bloch (1886-1944) en la Universidad de Estrasburgo de 1934 a 1935, luego en la Sorbona. En la Universidad de Estrasburgo, por la cual pasaban entonces los grandes profesores antes de terminar su carrera en París, Marc Bloch era el historiador más eminente, desde la aparición, en 1931, de su primera obra maestra L oscar ácter es original es de la historia r ur al fr ancesa . Para los estudiantes de historia, éste era “el libro” por excelencia. Marc Bloch era un maestro fascinante, pero exigente a la hora del examen, lo que nos parecía muy natural. No perdonaba una falta de gramática, tampoco de ortografía. Cuando en el otoño de 1940 los docentes judíos fueron dados de baja por el gobierno de Vichy, se hizo una excepción con algunos pocos, entre los cuales estaba Marc Bloch, en consideración a su conducta heroica durante la primera guerra mundial, que le había valido la L egión de Honor y cinco menciones por hechos de guerra. Entonces fue nombrado profesor en la Universidad de Montpellier, donde entré en contacto con él. Es de sobra conocido que en noviembre de 1943, cuando los alemanes ocu- paron el sur de Francia (la “ zona libre” ) Marc Bloch entró en la clandestinidad y tomó, como resistente, el nombre de Narbonne (ciudad vecina a Montpe- llier). Arrestado en Lyon, fue torturado y fusilado el 15 de julio de 1944. Marc Bloch acabó como un héroe de Plutarco. Supo unir al historiador el ciudadano y el sabio al francés, como lo confirma su testamento Andr éM eyer 1 (1913-2000) TE STAMENTO 1941 Y CARTA A ANDRÉ MEYER, 1942 Marc Bloch

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    Fui alumno de Marc Bloch (1886-1944) en la Universidad de Estrasburgo de1934 a 1935, luego en la Sorbona. En la Universidad de Estrasburgo, por la cualpasaban entonces los grandes profesores antes de terminar su carrera en Pars,Marc Bloch era el historiador ms eminente, desde la aparicin, en 1931, de suprimera obra maestra Los carcteres originales de la historia rural francesa. Para losestudiantes de historia, ste era el libro por excelencia.

    Marc Bloch era un maestro fascinante, pero exigente a la hora del examen,lo que nos pareca muy natural. No perdonaba una falta de gramtica, tampocode ortografa.

    Cuando en el otoo de 1940 los docentes judos fueron dados de baja porel gobierno de Vichy, se hizo una excepcin con algunos pocos, entre los cualesestaba Marc Bloch, en consideracin a su conducta heroica durante la primeraguerra mundial, que le haba valido la Legin de Honor y cinco menciones porhechos de guerra. Entonces fue nombrado profesor en la Universidad deMontpellier, donde entr en contacto con l.

    Es de sobra conocido que en noviembre de 1943, cuando los alemanes ocu-paron el sur de Francia (la zona libre) Marc Bloch entr en la clandestinidady tom, como resistente, el nombre de Narbonne (ciudad vecina a Montpe-llier). Arrestado en Lyon, fue torturado y fusilado el 15 de julio de 1944.

    Marc Bloch acab como un hroe de Plutarco. Supo unir al historiador elciudadano y el sabio al francs, como lo confirma su testamento

    Andr Meyer1

    (1913-2000)

    T E S TAMENTO 1941 Y CARTAA ANDR MEYER, 1942

    Marc Bloch

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    Cualquiera sea el lugar de mi muerte, en Francia o en tierra extranjera, cual-quiera sea su momento, dejo a mi amada mujer o, en su ausencia, a mis hijos,el arreglo de mi entierro as como lo estimarn conveniente. Deber ser un en-tierro puramente civil: los mos saben muy bien que jams lo hubiera queridode otro modo. Pero deseo que, llegado ese da sea en la casa fnebre, sea enel cementerio un amigo acepte dar lectura a estas pocas palabras:

    No he pedido que sobre mi tumba se rezara las oraciones hebraicas cuyascadencias, sin embargo, acompaaron hacia su ltimo descanso a tantos ante-pasados mos y a mi padre mismo. A lo largo de mi vida me he esforzado, contodas mis posibilidades, en lograr una sinceridad total tanto en la expresincomo en el espritu. Estimo que la complacencia hacia la mentira, cualquiersea el pretexto con el cual intente adornarse, es la peor lepra del alma. Comohiciera alguien mucho ms grande que yo, me gustara que, como nica ins-cripcin, se grabase sobre mi lpida estas sencillas palabras: Dilexit veritatem .2

    1 Andr Meyer, naci en 1913 en Estrasburgo. Era, en aquel entonces, profesor de historia y geografa en elliceo (secundaria y preparatoria) de Niza. Aunque joven, tena una antigua relacin con Marc Bloch, que ha-ba sido su profesor. Marc Bloch le dirigi ms tarde su tesina de historia agraria sobre Otterswiller, pueblocercano a Saverna, cuna de la familia Meyer. Andr Meyer tuvo apenas tiempo de empezar a ensear en elliceo de Mulhouse cuando fue movilizado. Empezaba la segunda guerra mundial. Teniente de infantera,fue herido y cay preso en las ltimas horas que precedieron al fatal armisticio de junio de 1940. Pas unosmeses en un campo de prisioneros de guerra. Para la navidad de 1940 los alemanes lo soltaron por ser alsacia-no. Sin que firmara ningn tratado, sin que se mencionara el hecho, el Tercer Reich se reanex de hecholos territorios franceses que se haba anexado de 1871 a 1918, o sea Alsacia y parte de Lorena. Andr Meyerfue liberado, pues, en calidad de ciudadano alemn, calidad que ni l, ni su familia, ni la inmensa mayorade los alsacianos jams reconocieron. Eso explica la cuarta frase de Marc Bloch.

    Vale la pena hacer notar el momento en que fue redactada la carta: en enero de 1942 las fuerzas del EjeRoma-Berln-Tokio parecan invencibles. Estaban en su apogeo. Los japoneses, despus del golpe relm-pago sobre Pearl Harbor, conquistaban todo el Pacfico. En el frente ruso y en frica del Norte los ejrcitosalemanes lograban su mximo avance. Sin embargo, ni Marc Bloch ni Andr Meyer dudaron un solo instanteen la victoria final.

    Precisamente por eso Andr Meyer, despus de su liberacin, no se qued en Alsacia ms que el tiem-po necesario para saludar a sus padres y a su futura suegra. Luego, como escribe Marc Bloch, se evadi.Con varios alsacianos que se encontraban en la misma situacin, cruz clandestinamente las fronteras milita-rizadas por el Reich, las cuales separaban, primero Alsacia del resto de Francia, luego la zona norte de Fran-cia ocupada por el Reich, de la zona sur, llamada libre, que no fue ocupada sino hasta el desembarco de losaliados en frica del Norte, en noviembre de 1942. Consigui una plaza de maestro en Niza, lo ms lejosposible de Alemania.2 Quiso la verdad con pasin

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    Me sera imposible admitir que a la hora de la suprema despedida, cuandotodo hombre tiene el deber de resumirse a s mismo, se hiciera cualquier llama-do, en mi nombre, a las efusiones de una ortodoxia cuyo credo no re c o n o z c o .

    Pero me sera ms odioso an que en ese acto de probidad alguien pudiesever algo parecido a una cobarde negacin. Por lo tanto, frente a la muerte, y sies necesario, afirmo que nac judo; que nunca se me ocurri negarlo ni he en-contrado motivo para sentir la tentacin de hacerlo. En un mundo asaltado porla barbarie ms atroz, la generosa tradicin de los profetas hebreos que el cris-tianismo, en lo que tiene de ms puro, retom para ampliarla, acaso no semantiene como una de nuestras mejores razones para vivir, creer y luchar?

    Alejado de todo formalismo confesional, as como de toda solidaridad supues-tamente racial, me sent, durante toda mi vida, antes que todo y muy sencilla-mente, francs. Arraigado a mi patria por una tradicin familiar ya larga, nutri-do de su herencia espiritual y de su historia, incapaz, en verdad, de concebirotra patria en la cual pudiese respirar a gusto, la he querido mucho y servidocon todas mis fuerzas. Nunca sent que mi calidad de judo fuese el menor obs-tculo a estos sentimientos. A lo largo de dos guerras, no me ha sido dado mo-rir por Francia. A lo menos puedo, con toda sinceridad, darme ese testimoniode que muero, como he vivido, buen francs.

    Despus se dar lectura en caso de que se pudiera conseguir su textode mis cinco citaciones.

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    M. Andr MeyerProfesseur au LyceNice

    Montpellier, 5 Rue Sainte CroixA 18 de enero de 19423

    Mi querido amigo:

    Con felicidad recib noticias de usted. Desde que la guerra verdadera sucedi a la gue-

    rra en broma,4 le haba perdido la pista, aunque haya sabido, en Clermont,5 algo acer-

    ca de su evasin. Permtame, antes que todo, felicitarlo por su dicha. El optimismo,

    mejor dicho, la confianza de todos los alsacianos es admirable. Cunta razn tiene us-

    ted al participar y asociar a ella, por adelantado, el destino del pequeo ser que ustedes

    esperan!6

    3 Para entonces Marc Bloch se encontraba lejos de su Sorbona, en Montpellier, en zona libre. Pars perma-neca ocupado por los alemanes y Marc Bloch en su calidad de judo (tranquilamente agnstico y totalmenteintegrado a Francia, como otro historiador famoso por sus libros de texto, Jules Isaac) haba visto con triste-za y rabia cmo el gobierno francs de Vichy as llamado porque el mariscal Ptain se haba instalado enesa ciudad de balnearios, en el centro de Francia se anticipaba a los deseos de los nazis y manifestaba ungran celo antisemita.

    En 1940 dicho gobierno promulg un estatuto para los judos, monumento de vergenza, que los alema-nes no le haban pedido. El estatuto excluy a los judos franceses de la comunidad nacional y, para empezar,de todos los empleos pblicos: administracin, ejrcito, educacin, etctera. Con Marc Bloch el gobiernohizo una excepcin porque era un glorioso veterano de la primera guerra mundial, pero como escribi enotra ocasin Marc Bloch a Andr Meyer: Como mis hijos no nacieron con la Legin de Honor no tienenporvenir en la administracin ni en la universidad francesa.

    Marc Bloch sali de Pars porque saba lo que vena. No lo sorprendieron las redadas franco-nazis del ve-rano de 1942 que enviaron a miles de judos parisinos a la muerte en los campos de concentracin; consiguitrabajo en la Universidad de Montpellier, en calidad de judo patriota. Tom contacto con la resistencia ytan pronto como los alemanes invadieron lo que haba sido la zona libre pas a la clandestinidad. El lec-tor ha de saber que fue arrestado en 1944 por la Gestapo y fusilado en el fuerte de Montluc, en Lyon, cuan-do el desembarco aliado en Normanda preparaba la pronta liberacin de Francia.4 La guerra de broma, la drle de guerre en francs, va de septiembre de 1939 a mayo de 1940. No pascasi nada en el frente occidental. Alemania y la URSS acabaron con Polonia en unas semanas, luego el Reichse detuvo prudentemente y se prepar para la etapa siguiente. Ingleses y franceses se quedaron sin saberqu hacer. En mayo de 1940 el ejrcito alemn desat la guerra-relmpago que fulmin a Francia en 40 das.5 La ciudad de Clermont-Ferrand, en el centro de Francia, a la cual se haba trasladado con estudiantes yprofesores la Universidad de Estrasburgo.6 Andr Meyer se cas el 15 de abril de 1941, en Niza, con Anne-Marie Barth, joven alsaciana, maestra dealemn, que en junio de 1940, al igual que millones de franceses, se haba lanzado a las carreteras, huyen-do del avance alemn. Su primer hijo iba a nacer 20 das despus de que escribiera esta carta a Marc Bloch.Efectivamente, ni ellos ni Marc Bloch dudaron nunca de la derrota final de los nazis.

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    Mis aventuras blicas fueron menos pintorescas que las suyas. Sin embargo no les

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    puesto de mando a otro, obsesionado por la preocupacin de repartir gasolina y diesel

    a los tanques, tractores y camiones de un ejrcito cada da ms zarandeado; me entre-

    gu tambin a la tarea de dar las rdenes de incendiar todos los depsitos abandona-

    dos. Luego, despus de haber hecho ponchar debidamente las llantas de las pipas

    pude, con la mayor parte del Estado Mayor, alcanzar la costa. Un hermoso atardecer de

    primavera embarqu en Dunkerque7 (ste no era tan hermoso como el atardecer); dos

    das despus me encontr en Cherbourg, va Inglaterra. Por fin, despus de peripecias

    interminables, me encontr en Rennes, el mismo da de la entrada de la columna ale-

    mana, sin que tuviera que disparar. Me vest de civil y apart un cuarto en el hotel bajo

    el nombre de Sr. Marc Bloch, profesor de la Sorbona.

    Quince das despus las comunicaciones quedaron restablecidas, de modo que

    pude pasar por Nantes, Angers, y finalmente llegu a la Creuse, en donde estaban los

    mos. Unos sufrieron bombardeos en Gueret; mi esposa, uno de mis hijos y mi madre,

    que haban sido rescatados en auto, anduvieron sin rumbo unos diez das al sur del ro

    Loire, durante y despus de la batalla; por fin llegaron a Gueret despus que yo. Pe-

    quea historia de una familia francesa normalmente muy tranquila! Adivinar usted

    cmo todos nosotros, a lo largo de esa temporada, acumulamos muchas experiencias

    aleccionadoras, especialmente yo con mi trabajo en el Estado Mayor del Ejrcito. An

    no llega el momento de ponerlas por escrito.8

    Ac estoy ocupado con la docencia, que es bastante pesada (un tema de la Edad

    Media para la agregacin,9 algo que conoca mal; sobre todo una clase de historia eco-

    nmica de Francia en el siglo XIX, que haba dado en Pars en forma muy parcial y que

    no es sencillo armar.) No tengo a la mano mis libros, muy amenazados, segn me aca-

    ban de decir, en Pars, en donde quedaron.10 Como todo el mundo, estoy mal instalado.

    7 Le toc a Marc Bloch participar en este milagro. El ejrcito britnico y algunos elementos franceses, copa-dos en las playas de Dunkerque, sobre el Mar del Norte, pudieron embarcarse hacia Inglaterra, gracias a unclculo poltico-estratgico que le fall a Hitler: no golpear demasiado a Inglaterra para firmar rpidamentela paz.8 Marc Bloch escribi despus Ltrange dfaite, anlisis lcido e implacable de las causas de un derrumbe mi-litar, poltico y psicolgico.9 La agregacin, concurso muy difcil en aquel entonces, que reclutaba a la lite de los pro f e s o res de liceos.10 Marc Bloch tena razn de preocuparse. Su biblioteca fue saqueada por la Gestapo.

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    Hasta ahora casi no he trabajado en lo mo. Los Annales salen de nuevo, con las modifi-

    caciones externas que Ud. adivina.11

    Mi sobrino Marc Weill est en Lyon, en donde encontr un pequeo empleo y pre-

    para un examen de contador pblico. Brunschwig es, por desgracia, prisionero de gue-

    rra. Recib noticias suyas al principio, pero desde la instauracin del sistema de formas

    y tarjetas, imposible corresponder con l, imposible mandarle los suplementos de los

    cuales, parece, est muy necesitado. 12

    Sobra decirle que mis preocupaciones personales estn, ante todo, dirigidas al por-

    venir de mis hijos. Especialmente, de mis hijos mayores: uno es estudiante de 2 ao de

    derecho, el otro (que so, toda la vida, con la Escuela Colonial!)13 est en el ltimo

    ao de Bachillerato. Pero esta es mi pequea huerta individual, de la cual sera impo-

    sible olvidarse; sin embargo, no es ms que una pequea huerta. Mis ms altas preocu-

    paciones se encuentran en otra parte. Son las mismas que las suyas; e idnticas, i g u a l-

    mente, nuestras esperanzas. Tendr que decirle que es menos el digamos, maana (un

    maana imaginado en la luz que adivina usted) que el pasado maana que me preocu-

    pa? Es difcil para un viejo historiador vivir en el tiempo inmediato.

    Muy cordialmente suyo, mi querido amigo,14

    Marc Bloch

    P. D. Desde luego espero que usted no abandone la idea de un trabajo personal. No

    tarde demasiado en pensarlo en serio.

    11 La famosa revista Annales haba sido fundada en 1929 por Marc Bloch y Lucien Febvre. Para que siguierapublicndose despus de 1940 Lucien Febvre tuvo que hacer desaparecer el nombre del judo!12 Los prisioneros de guerra podan escribir a sus familias, segn la convencin de Ginebra, pero a travs deun sistema de tarjetas impresas. Se poda solamente poner s o no o tachar lo que no corresponda. Porejemplo, Salud: buena() mala() normal(). Los suplementos eran paquetes de alimentos, tabaco, ropa, pre-vistos por la convencin de Ginebra, pero sometidos al arbitrio de cada comandante de campo. Marc Weil,sobrino de Marc Bloch, haba sido compaero de liceo y amigo de Andr Meyer. Henri Brunschwig, profe-sor y oficial de reserva, como Andr Meyer, fue prisionero de guerra, pero como el ejrcito alemn no practi-caba la discriminacin racial, a diferencia del Reich, Brunschwig no fue eliminado como judo. Despus dela guerra hizo su tesis sobre la historia de Alemania, luego se dedic a la historia del imperio colonial francs.Muri recientemente, con ms de 80 aos.13 Los hijos de Marc Bloch quedaron excluidos de la universidad por ser judos. Mucho menos podan pre-tender entrar en la administracin.14 Hay que destacar la despedida. Marc Bloch no pona ninguna barrera psicolgica ni moral entre el maes-tro y el estudiante.

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