Prevalencia de complicaciones y factores predisponentes en ...
TALLER DE LICENCIATURA FACTORES PREDISPONENTES A...
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TALLER DE LICENCIATURA FACTORES PREDISPONENTES A LOS DESÓRDENES
FISIOLÓGICOS EN FRUTOS CÍTRICOS EN LA REGIÓN DE VALPARAÍSO.
Alumna: Roxana Geldes Hermosilla
Profesor guía: Ricardo Cautín Morales Profesor corrector: Marco Cisternas Vega
Quillota, 31 de marzo del 2008
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Fundación Isabel Caces de Brown Estación Experimental La Palma
Casilla 4-D, Quillota-Chile Teléfonos 56-32-274501- 56-33-310524
Fax 56-32-274570, 56-33-313222 http://www.agronomia.ucv.cl
Índice
Resumen
Summary
1. Introducción
1.1. Hipótesis 2
1.2. Objetivo general 2
1.3. Objetivos específicos 2
2. Revisión bibliográfica 3
2.1. Desórdenes fisiológicos en frutos cítricos 3
2.1.1. Creasing 3
2.1.2. Peteca 5
2.1.3. Bufado 6
2.1.4. Oleocelosis 7
2.1.5. Picado o peel pitting 8
3. Materiales y métodos 10
3.1. Determinación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos y de la
Importancia que estos presentan para la exportación 10
3.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores de
tipo fisiológico y de manejo de huerto 11
3.2.1. Descripción de los factores a evaluar 11
3.2.2. Análisis estadístico 12
3.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores
climáticos 12
3.3.1. Variables climáticas consideradas 13
3.3.2. Análisis de los datos 14
4. Resultados y discusión 15
2
4.1. Determinación de la incidencia de los principales desórdenes
fisiológicos a nivel de exportación 15
4.1.1.Mandarina clementina 15
4.1.2. Limón 16
4.1.3. Naranja 18
4.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores
fisiológicos y de manejo de huerto 19
4.2.1. Mandarina clementina 20
4.2.2. Limón 22
4.2.3. Naranja 23
4.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores
climáticos 26
4.3.1. Mandarina clementina 26
4.3.2. Limón 32
4.3.3. Naranja 39
5. Conclusiones 41
6. Literatura citada 42 Anexos
Resumen
Los desórdenes fisiológicos en frutos cítricos afectan la calidad comercial de estos de manera que producen pérdidas económicas importantes. En esta investigación se determinó la incidencia e importancia de estos a nivel de packing. Se realizó una evaluación de los principales desórdenes fisiológicos encontrados en descarte de exportación, que afectan a los frutos cítricos mandarina clementina, limón y naranja, durante las temporadas 2006 y 2007. Se determinó en orden de mayor a menor importancia que las incidencias mas altas y que generan las mayores perdidas en mandarina clementina son oleocelosis, bufado y creasing, en limón fueron oleocelosis y peteca en igual magnitud, mientras que en naranjas oleocelosis, creasing y pitting fueron los mas importantes. Paralelo a esto se determinó mediante análisis de componentes principales, la asociación entre las incidencias y los factores asociados a la aparición e incidencia de los desórdenes fisiológicos, tales como, factores de tipo fisiológico (edad de la plantación y producción) y de manejo de huerto (aporte hídrico y fertilización nitrogenada). En mandarina clementina se asoció la incidencia de oleocelosis a la producción obtenida (kg/ha/año), el creasing se asoció a la fertilización nitrogenada (UN/ha/año) y no se encontró relación entre la incidencia de bufado y los factores antes mencionados, en naranjas se asoció el pitting con la edad del huerto (años) y la oleocelosis con el factor riego (m³/ha/año), mientras que en limón no se encontró asociación entre las alteraciones peteca y oleocelosis con los factores mencionados. Además se determinó la asociación entre las incidencias de los desórdenes fisiológicos y factores de tipo climático realizando para ello una zonificación, registrando las variables climáticas temperatura mínima, temperatura máxima, humedad relativa y precipitación, según cada zona. Con respecto al análisis anterior en mandarina clementina el creasing se asoció descriptivamente a la humedad relativa y la oleocelosis a la precipitación, mientras que el bufado se relacionó a la temperatura mínima registrada; para el caso del limón las alteraciones oleocelosis y peteca se asociaron a las variables temperatura mínima y precipitación, mientras que en naranjas no se encontró asociación entre el creasing y pitting, con las variables climáticas estudiadas.
Summary
Physiological disorders in citrus affect the quality of these, producing significant economic losses. In this investigation, their impact and importance on packing facilities were determinated. An assessment of the major physiological disorders found in export rejections, affecting citrus fruits such as clementine mandarins, lemons and oranges, was carried out during 2006 and 2007 season. It was determined through classification from highest to lowest importance that the higher incidences and those generating greater losses for in clementine mandarins are oleocellosis, puffing and creasing, whereas in lemons, peteca and oleocellosis were the same magnitude; while in oranges, oleocellosis, creasing and pitting were the most important. At the same time, the association between the incidence and factors related o the occurrence and incidence of physiological disorders, such as physiological factors (age of the plantation and production) and orchard management (water availability and nitrogen fertilization) was determined through the analysis of main components. In clementine mandarins, the incidence of oleocelosis was associated with the production (kg/ha/year), creasing was associated with the nitrogen (UN/ha/year) and no relationship was found between the effect of puffing and the factors before mentioned; in oranges, pitting was associated with age (years) of the orchard and oleocellosis with irrigation factor (m³/ha /year); while in lemons no association was found between peteca and oleocellosis and the factors mentioned. Besides, the association between the incidence of physiological disorders and factors type climate, through zoning, records of climate variables, minimum temperature, maximum temperature, relative humidity and precipitation, according to each area. In accordance with the previous analysis , in clementine mandarins, creasing was associated descriptively with relative humidity, while oleocellosis with precipitation; whereas puffing was related to the minimum temperature recorded, in the case of lemons, peteca and oleocelosis alterations were associated with variables minimum temperature and precipitation, while in oranges, no association was found between the creasing and pitting and climatie variables studied.
1. Introducción
La citricultura es una actividad de gran importancia en el sector agrícola nacional, esta
actividad ha sufrido cambios cualitativos y decididamente ha cambiado su orientación
comercial desde el mercado local al mercado internacional. El actual desarrollo de la
citricultura de exportación requiere respuestas precisas sobre el comportamiento de las
especies cítricas y sobre sus manejos, de modo de poder maximizar el rendimiento de la
fruta para abastecer el mercado nacional y de exportación. Las altas demandas de
producción y calidad exigen que los productores y exportadores cuenten con información
técnica apropiada, que les permitan tomar decisiones adecuadas y efectuar inversiones
confiables para acceder a mejores opciones de comercialización.
La información sobre cítricos disponible en Chile proviene de la experiencia de otros
países con diferentes variedades, condiciones de suelo y clima; por lo que se requeriría
urgentemente generar información representativa de la realidad citrícola tanto a nivel
nacional como regional.
Durante el período de comercialización y/o conservación de los frutos cítricos se
producen pérdidas económicas ocasionadas por desórdenes fisiológicos, los cuales se
definen como el conjunto de alteraciones causadas por el ecosistema al margen de
organismos bióticos (Alcaraz-Lopez et al., 2004); al respecto Ortúzar (1999), señala que
existen numerosas fisiopatías que afectan a los cítricos y cuyo impacto sobre la calidad y
valor de la fruta depende tanto de su incidencia (proporción de frutos afectados) como de
la severidad (proporción del fruto afectado) del desorden, además, agrega que entre los
principales desórdenes fisiológicos que afectan a los cítricos en Chile se encontrarían el
creasing, bufado, peteca, oleocelosis y granulación.
La gran mayoría de los desórdenes fisiológicos se manifiestan días después del proceso
de recolección, al respecto Alcaraz-Lopez et al., (2004) señalan que esto genera
problemas al momento de la comercialización de los cítricos debido a la pérdida del valor
de la producción, así como también, del valor agregado en todas las operaciones post
2
recolección tales como, manipulación, desverdización y refrigeración, esto sumado
además a un deterioro de la imagen comercial en los mercados de destino, la cual en la
actualidad es necesario conservar.
1.1. Hipótesis
La aparición e incidencia de desórdenes fisiológicos en frutos cítricos se debe a factores
precosecha, tales como: fisiológicos, de manejo del huerto y climáticos imperantes
durante el desarrollo de los frutos.
1.2. Objetivo general
Determinar los principales desórdenes fisiológicos en frutos cítricos y relacionar su
aparición e incidencia con los factores causales de éstos.
1.3. Objetivos específicos
• Determinar la incidencia de los principales desórdenes fisiológicos que afectan a
los frutos cítricos: mandarina Clementina, limón y naranja, cultivados en diferentes
zonas de la Región de Valparaíso y su importancia a nivel de exportación.
• Relacionar factores fisiológicos y de manejo del huerto, con la aparición e
incidencia de los desórdenes fisiológicos en los frutos mandarina Clementina,
limón y naranja.
• Relacionar variables climáticas, con la aparición e incidencia de los desórdenes
fisiológicos en los frutos mandarina Clementina, limón y naranja.
3
2. Revisión bibliográfica
2.1. Desórdenes fisiológicos en frutos cítricos
La fruta de los cítricos frecuentemente está sujeta a problemas de diferente naturaleza
que afectan su calidad, muchas veces de manera irrecuperable, es así como Agustí
(2003), señala que entre los problemas de los frutos cítricos se encuentran algunos que
se conocen genéricamente bajo la denominación de desórdenes o alteraciones
fisiológicas, al respecto, este mismo autor señala que se trata de modificaciones externas
que suelen ser meramente estéticas, pero pueden evolucionar hasta alterar gravemente
su desarrollo y comportamiento de post-recolección. Así también Alcaraz-Lopez et al.
(2004), señalan que, si bien , en la mayoría de los casos la causa principal de éstas
alteraciones no ha podido ser establecida, estarían asociadas a condiciones climáticas y
edáficas en las cuales de desarrolla el cultivo, por tanto, su incidencia e importancia
serian variables de unas zonas a otras. Agustí (2003), comenta de igual modo que estas
alteraciones involucran un concepto muy amplio y que comprenden desequilibrios tanto
de origen climático como, provocados por el cultivo y la manipulación post-cosecha.
2.1.1. Creasing
El creasing, crease, albedo break down o clareta es un desorden fisiológico que afecta a
los frutos cítricos, en especial a naranjas navel, valencia y mandarinas (Ortuzar, 1999).
Según lo descrito por Zaragoza y Agustí (1998), Agustí (2003) y Delham y Puchades
(2005), esta alteración se caracteriza por la formación de grietas o fisuras en el albedo
(parte blanca de la corteza de los cítricos) que se manifiestan como irregularidades o
abolladuras en la parte más externa de la piel o flavedo; Storey y Treeby (1994), señalan
que esta alteración es producida por la pérdida de conexiones entre células adyacentes a
nivel de lamela media, lo cual coincide con lo planteado por Agustí (2003), quien indica
que al romperse las ramificaciones celulares, que constituyen los espacios aéreos del
4
albedo, éste se daña y las células se separan, apareciendo grietas que impiden la
conexión entre ellas; al respecto Delham y Puchades (2005) indican que la consecuencia
más inmediata de la alteración es la pérdida de resistencia mecánica de la corteza con la
consecuente repercusión en su capacidad de almacenamiento, transporte y
conservación.
Causas de la alteración
Diversos autores, entre ellos Zaragoza y Agustí (1998) y Jones et al. (1967), señalan que
existen numerosos factores asociados a este desorden, entre ellos estarían las
condiciones climáticas, riego, patrón, nutrición mineral, madurez de la fruta, grosor de la
cáscara, carga frutal y factores genéticos, lo cual es coincidente con lo planteado por
Agustí (2003) quien indica que entre los posibles factores asociados a la alteración se
encontrarían condiciones climáticas, de suelo, fluctuaciones de humedad, factores
hereditarios, cosechas elevadas, aspectos nutricionales relacionados al fósforo, nitrógeno
y potasio, como también prácticas culturales tales como el riego y el patrón utilizado, al
respecto Delham y Puchades (2005) consideran que parece haber varios factores que
afectan a la presencia de la alteración, refiriéndose a ésta como una alteración
multicausal, en la cual parecen estar involucrados diversos factores, sin embargo, no se
ha llegado a conocer con exactitud cuál es el grado de influencia concreta de las diversas
posibles causas.
Control de la alteración
Según experiencias llevadas a cabo por Ruiz y Primo-Millo, (1989), la aplicación de ácido
giberélico, solo o en combinación con sales de potasio, reducen marcadamente la
incidencia de la clareta. Análisis realizados por Ortúzar et al. (1999), revelaron que la
aplicación de 15 mg/L de ácido giberélico (AG3) no tiene un efecto consistente sobre el
desarrollo del agrietamiento del albedo, pero sí, tiene un efecto en disminuir y retardar el
desarrollo del creasing, lo cual depende de la fecha de aplicación, fecha de cosecha e
intensidad en que se presenta el creasing; igual situación fue comprobada por Agustí
(2003) cuyos estudios revelaron que la aplicación de 20 mg/L de ácido giberélico durante
5
los primeros estados de desarrollo del fruto, reduce en un 50% la incidencia de clareta,
pero 10 mg/L son suficientes en condiciones de baja incidencia.
2.1.2. Peteca
Díaz (2007) señala que Chile tiene la más alta incidencia como país de este desorden. La
peteca es una alteración que se presenta con frecuencia en limones, como manchas
grises de alrededor de medio centímetro, más o menos circulares y bastante deprimidas,
ubicadas en forma dispersa sobre la superficie del fruto (Razeto, 1987).
Razeto (2000), señala que la porción del albedo (tejido blanco y esponjoso de la cáscara)
ubicado bajo cada depresión se deseca, y que si bien, el daño no llega a la pulpa,
deteriora tanto la apariencia del fruto que éste pierde parcial o totalmente su valor para
venta en estado fresco; este mismo autor destaca que esta alteración es una de las
causas de mayor pérdida de producción de fruta en limonero.
Causas de la alteración
Según estudios realizados por Razeto (2000), la incidencia de peteca estaría relacionada
con las bajas temperaturas asociadas a condiciones de elevada humedad atmosférica, lo
cual coincide con lo observado por Gómez (1984) quien reconoció que los frutos
ubicados en la parte sur del árbol se afectan más con peteca debido a que reciben menor
cantidad de radiación, a una temperatura más baja y mayor humedad relativa que los
demás. Razeto (2000), señala que mojamientos del fruto por rocío, neblinas y
precipitaciones, sorprenderían al limón en un estado fisiológico susceptible, favoreciendo
la aparición de peteca, sin embargo, no descarta la posibilidad que este desorden tenga
origen distinto o adicional al mencionado, al respecto Schultze (2000), señala que la
peteca no es producto de una acumulación de horas frío, sino más bien de un quiebre de
temperaturas mínimas, junto a un estado fisiológico susceptible de la fruta, aunque la
temperatura mínima por sí sola, no se relaciona directamente con la peteca y que por lo
tanto, existirían otros factores que en conjunto producirían el daño.
6
Control de la alteración
Razeto (1987), indica que el almacenaje del limón por algunos días, permite la
manifestación del problema antes del embalaje, y de esta forma se evitaría la
comercialización de frutos afectados; sin embargo, Razeto (2000) concluye que no
existirían aún tratamientos preventivos para la peteca del limón.
2.1.3. Bufado
El bufado del fruto es una alteración fisiológica caracterizada por la separación de la
corteza y la pulpa, y que se presenta con frecuencia en mandarinas, especialmente
Satsuma (Agustí, 2003), esto coincide con lo planteado por Murata (1997), quien señala
que el bufado es escaso en naranjas y limones, pero común en mandarinas.
Agustí (2003), indica que el origen del bufado es la aparición de grandes espacios
intercelulares en las capas más profundas del albedo después de que el fruto supera la
fase de división celular; de este modo, el desarrollo de estos espacios da lugar cuando el
fruto madura, a roturas celulares y a un albedo agrietado y poco resistente. Este mismo
autor señala que en la mandarina Satsuma, la aparición de bufado es responsable de un
recrecimiento final de la corteza, que tiene lugar cuando los segmentos han completado
su desarrollo, provocando la separación entre corteza y pulpa, en cambio en la
mandarina Clemenules la pérdida de zumo provoca la contracción de la pulpa y ésta se
separa de la corteza provocando el bufado.
Causas de la alteración
La humedad relativa sería el principal factor responsable de la aparición de bufado
especialmente durante las últimas fases de desarrollo del fruto, así pues, elevados
7
valores de esta en combinación con temperaturas altas en otoño lo favorecerían,
especialmente si ha existido un período seco previo (Agustí, 2003).
Según estudios realizados por Murata (1997) y Agustí (2003), un crecimiento vigoroso del
árbol y un crecimiento activo del fruto estarían asociados a la aparición del problema; así
también, Agustí (2003) agrega que alteraciones nutricionales debido a una fertilización
inadecuada se ha relacionado con la incidencia de bufado.
Control de la alteración
Estudios realizados por Agustí (1988), demostraron que la aplicación de ácido giberélico
antes de que el fruto inicie el cambio de color retarda significativamente la pérdida de
clorofilas de la corteza, al mismo tiempo que reduce la incidencia de bufado, como
consecuencia de estos tratamientos se tiene un notable retraso en la pérdida de zumo y
un aumento en la resistencia de la corteza.
2.1.4. Oleocelosis
Es uno de los problemas que causa las mayores pérdidas en postcosecha, y es
considerada un problema cosmético y una vía de entrada de hongos (Díaz, 2007).
El término oleocelosis se aplica a la alteración producida por la liberación de aceites
esenciales tras la rotura de sus glándulas situadas en el flavedo (Agustí, 2003); al
respecto Shomer y Erner (1989), señalan que las células dañadas por oleocelosis son el
resultado de una contaminación interna con aceite esencial y no de una presión
mecánica per se. Estos aceites (terpenos), son tóxicos para las células epidérmicas que
se colapsan (Murata, 1997), llenándose su lumen por un gran cloroplasto que contiene
grandes cantidades de clorofila responsable de las manchas verdes que aparecen en las
zonas afectadas después de que el fruto cambia de color (Agustí, 2003).
Según Razeto (1987), la oleocelosis se presenta más frecuentemente en limones,
aunque Ortúzar (1999) y Murata (1997) señalan que puede afectar a todos los cítricos,
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pero especialmente a limas, limones y naranjas. Lastarria (1999), indica que en limones
la oleocelosis sería más frecuente en frutos inmaduros, ya que poseen glándulas de
aceite más prominentes facilitando su ruptura por contacto o roce, al contrario de lo que
sucede en naranjas donde el daño estaría más relacionado a un problema de
sobremadurez.
Causas de la alteración
En general, la oleocelosis es consecuencia de alteraciones de las condiciones climáticas
durante el período inmediatamente anterior al cambio de color del fruto (Agustí, 2003).
Varios autores, entre ellos Murata (1997), Agustí (1998a) y Agustí (2003) señalan que
entre las causas a las que se atribuye esta alteración, se mencionan el rocío, humedad
relativa elevada, temperaturas altas, alteraciones del estado nutricional, ataques de
insectos, exceso de riego y cambios bruscos de la temperaturas de almacenamiento,
Talón (2007) agrega además que el daño causado por heladas causa también serios
problemas de olecocelosis.
Control de la alteración
Razeto (1987), señala que la oleocelosis se puede prevenir, evitando las condiciones que
contribuyen al escape de aceite desde las glándulas, entre las cuales se tienen el no
cosechar fruta mojada con lluvia o rocío, el cosechar y manejar la fruta con mucho
cuidado y el someter a la fruta cosechada a un período de curado, dejándola a
temperatura ambiente por unos tres a cinco días en el caso del limón y uno a tres días en
la naranja, dependiendo de la turgencia y la temperatura.
Según Agustí (2003), el control de la oleocelosis es muy difícil, sin embargo señala que la
aplicación de 10 mg/L de ácido giberélico antes de que el fruto inicie el cambio de color,
no elimina la alteración pero la reduce notablemente y retarda su aparición.
2.1.5. Picado o peel pitting
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Agustí (2003), indica que el picado de la corteza o peel pitting se presenta como unas
manchas de color marrón, más o menos amplias, ubicadas en la superficie de la corteza
de los frutos, que se desarrollan luego del cambio de color del éstos en el árbol o durante
su almacenamiento en cámara. Agustí (1998a), señala que en híbridos y pomelos,
temperaturas bajas afectan a la capa cérea cuticular del fruto, rompiéndola y
favoreciendo la transpiración, siendo afectadas las primeras capas de células
epidérmicas y subepidérmicas del fruto, cuyo citoplasma se colapsa, muriendo y dando
lugar a pequeñas señales o puntos oscuros responsables del picado o peel pitting. En el
caso de la mandarina Fortune, este desorden causa una importante reducción de la
calidad del fruto, disminuyendo marcadamente su valor comercial (Agustí et al., 1997).
Causas de la alteración
Estudios realizados por Agustí et al. (1997), indican que las condiciones ambientales
durante la maduración y el almacenamiento del fruto parecen ser los principales factores
desencadenantes del peel pitting, al respecto Agustí (2003) señala que el factor causal
del picado no es conocido, aunque las bajas temperaturas podrían estar involucradas en
su desarrollo y que la presencia de vientos fuertes y fríos, así como variaciones de la
humedad relativa ambiente, se han relacionado también con su aparición; es así como
Vercher et al. (1994), plantean que el incremento de la permeabilidad cuticular debido a
las bajas temperaturas causa, en primer lugar, la pérdida de agua de las células
epidérmicas, provocando de este modo la depresión o picado de la superficie del fruto.
Además Agustí (2003) y Joui (2007), agregan que también se ha relacionado la aparición
de pitting con el estado de maduración de los frutos, su posición en el árbol y la
sensibilidad de algunas variedades.
Control de la alteración
Resultados de Zaragoza et al. (1996), concluyen que la aplicación de nitrato cálcico
aplicado justo antes del cambio de color, reduce la permeabilidad cuticular y como
consecuencia de ello se reduce la incidencia del picado, así también señalan que el ácido
giberélico reduce la incidencia del peel pitting pero con menor eficacia que el nitrato
cálcico, al respecto Agustí (2003), señala que esto es debido a que su acción es a través
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del control de la senescencia, pero ésta no parece ser el único factor responsable de la
alteración, este mismo autor señala además que la reducción de la permeabilidad
cuticular también se puede lograr con el uso de antitranspirantes.
3. Materiales y métodos
Se determinó la aparición e incidencia de los principales desórdenes fisiológicos que
afectan a los frutos cítricos en el proceso de packing, luego se relacionó los valores de
incidencia con los factores predisponentes a las alteraciones, considerando factores de
tipo fisiológico, de manejo de huerto y climáticos.
3.1. Determinación de la incidencia de desórdenes fisiológicos y de la importancia que
estos presentan para la exportación
La investigación abarcó dos períodos, correspondientes a las temporadas citrícolas 2006-
2007, durante los cuales se trabajó con datos de la Exportadora Santa Cruz S.A. ubicada
en la comuna de Quillota, sector la Palma, Región de Valparaíso (Anexo 1).
Se analizaron los productores de clementinas, limones y naranjas, que procesan su fruta
en la Exportadora Santa Cruz, provenientes de huertos de la Región de Valparaíso, que
corresponden a 18 productores en total (tres de clementinas, cuatro de naranjas y 11 de
limones).
Se analizaron los siguientes desórdenes fisiológicos por especie:
Clementina: creasing, oleocelosis y bufado
Limón: oleocelosis y peteca
Naranja: creasing, oleocelosis y pitting
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La incidencia se define como la proporción de frutos afectados por una determinada
alteración, de un total de frutos revisados, dado ésto, para calcular los valores de
incidencias, se registraron los datos sobre el proceso de descarte a cada uno de los
productores, utilizando información de las planillas de descarte (Anexo 2) y de los
informes de procesos de cada productor (Anexo 3), para luego realizar una sumatoria de
datos, obteniendo de ese modo un valor de incidencia general por desorden fisiológico a
nivel de packing utilizando siguientes fórmulas:
3.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores de tipo
fisiológico y de manejo de huerto
Se calculó una incidencia (con las fórmulas anteriores) a cada productor individualmente
según la especie y para cada uno de los desórdenes fisiológicos asociados. Luego se
tomaron datos de los huertos de cada especie, en los cuales se registró información de
los factores fisiológicos, y de manejo del huerto, asociados a los desórdenes fisiológicos.
3.2.1. Descripción de los factores evaluados:
• Edad de la plantación (años).
Suma de frutos afectados por desorden X 100 = % Frutos afectados por desorden
Suma de frutos totales revisados correspondiente al descarte
% Frutos afectados por desorden X kg de descarte total correspondiente al descarte = kg de frutos por 100 desorden del descarte
kg de frutos por desorden del descarte X 100= Incidencia o % de frutos afectados
kg totales procesados por desorden fisiológico
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• Nivel de producción: Se medió la cantidad de kilos obtenidos por hectárea en
ambas temporadas (kg/ha/año).
• Nutrición: niveles de nitrógeno (N) aplicados mediante fertilización, la unidad de
medida utilizada fue unidades de N por hectárea al año (UN/ha/año).
• Aporte hídrico: tasa de agua aplicada mediante el riego, la unidad de medida
utilizada fue metros cúbicos aplicados por hectárea al año (m³/ha/año).
3.2.2. Análisis estadístico:
Se realizó un análisis estadístico de tipo exploratorio denominado Análisis de
Componentes Principales (ACP), el cual es de uso descriptivo o exploratorio de datos y
corresponde a una técnica multivariante de interdependencia.
Esta técnica consiste en la reducción de la dimensionalidad de las variables, que se
realiza para una visualización y cuantificación de la asociación que hay entre ellas. La
representación del análisis se realiza en un biplot o gráfico cartesiano, el cual refleja las
distancias que hay entre cada variable y/o atributo.
3.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores climáticos:
Se agruparon las comunas de la Región de Valparaíso a las cuales pertenecen los
huertos de los productores de mandarina Clementina, limones y naranjas, en base a la
zonificación agroclimática, realizada por el Centro Regional de Informaciones
Agrometeorológicas (CRIA) Región de Valparaíso (Anexo 4), se consideró la zona o
comuna por sí misma, o la más cercana a la ubicación del huerto.
Distribución de las comunas por zona:
Zona 1: Petorca
Zona 2: La Ligua
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Zona 3: Cabildo
Zona 4: Panquehue
Zona 5: La Cruz, Quillota
Zona 6: Hijuelas
Zona 7: Olmué, Limache
Distribución de las zonas por especie, segun ubicación de los huertos:
Mandarina Clementina: zona: 1, 4 y 6
Limón: zona: 2, 3, 4, 5, 6 y 7
Naranja: zona: 3, 5 y 7
3.3.1. Variables climáticas consideradas:
• Temperatura mínima
• Temperatura máxima
• Humedad relativa (HR)
• Precipitación (mm)
Los datos tomados fueron registros diarios de las variables climáticas y se tomaron en los
meses iniciales del desarrollo del fruto hasta su cosecha.
Mandarina Clementina: registros diarios desde enero de 2006 hasta mayo o junio 2006
(según término de cosecha por zona) y desde diciembre de 2006 hasta junio de 2007.
Limón: registros diarios desde noviembre de 2005 hasta julio de 2006 y desde noviembre
de 2006 hasta junio o julio de 2007 (según término de cosecha por zona).
Naranja: registros diarios desde noviembre de 2005 hasta agosto de 2006, no se
consideró la temporada 2006-2007 debido a que no se realizó cosecha.
Simultáneamente se calculó la incidencia por zona, considerando los descartes de los
productores que pertenecen a una misma zona, utilizando las fórmulas anteriores de
incidencia.
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3.3.2. Análisis de los datos:
Para relacionar las incidencias obtenidas por zonas con las variables climáticas se
realizó un análisis descriptivo, para lo cual se graficó las variables en series de tiempo
describiendo aquellas que tuvieran una mayor relación con las respectivas incidencias de
las zonas, esto debido a que no se puede realizar un análisis estadístico convencional ya
que los datos de origen tienen formatos distintos (datos diarios en el caso de las variables
climáticas, y un dato anual para las incidencias por zona).
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4. Resultados y discusión
4.1. Determinación de la incidencia de los principales desórdenes fisiológicos a nivel de
exportación
4.1.1. Mandarina Clementina
En el Cuadro 1 se presentan los desórdenes fisiológicos más comunes encontrados
como descarte en el proceso de packing, además se muestran los valores respectivos de
sus incidencias. En las Figuras 1 y 2 se observa la distribución en porcentajes para cada
desorden fisiológico.
Cuadro 1. Valores de incidencia de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de mandarina Clementina, temporadas 2006 y 2007.
Alteración 2006 2007
Oleocelosis 10,71 6,0
Bufado 0,73 6,0
creasing 0,41 0, 1
Figura 1. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de mandarina clementina, temporada 2006
6.183.48
90.34oleocelosisbufado creasing
16
A la vista de las Figuras 1 y 2 existiría una manifestación variable de los desórdenes
fisiológicos en mandarina Clementina en ambas temporadas, evidenciándose una notable
variación en la distribución porcentual de las alteraciones, así como también los valores
propios de incidencia registrados en el proceso de packing.
4.1.2. Limón
En el Cuadro 2 se presentan los desórdenes fisiológicos más comunes encontrados en
los procesos de descartes de packing y sus respectivos valores de incidencia. En las
Figuras 3 y 4 se observa la distribución en porcentajes por desorden fisiológico.
Cuadro 2 . Valores de incidencia de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de limón, temporada 2006 y 2007
Alteración 2006 2007
Oleocelosis 9,53 2,40
peteca 9,15 2,60
Figura 2. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de mandarina clementina, temporada 2007
53.2345.92
0.85oleocelosisbufado creasing
17
A la vista de estos resultados se evidencia la notable variación de los valores de
incidencia de las alteraciones fisiológicas en limón para ambas temporadas, sin embargo,
la distribución porcentual de éstas se muestra relativamente similar.
56%
44% oleocelosis peteca
Figura 3. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de limón, temporada 2006
48%
52% oleocelosis peteca
Figura 4. Distribución porcentual de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de limón, temporada 2007
18
4.1.3. Naranja
En el Cuadro 3 se presentan los desórdenes fisiológicos más comunes encontrados en
los procesos de packing y sus valores de incidencia. En la Figura 5 se observa la
distribución en porcentajes por cada desorden fisiológico. No se obtuvieron resultados
para la temporada 2007, ya que, no se realizó proceso de packing para esta especie en
dicha temporada.
Cuadro 3. Valores de incidencia de desórdenes fisiológicos en proceso de packing de naranja, temporada 2006
alteración 2006
Oleocelosis 4,39
Creasing 2,03
pitting 1,39
Al igual que en las demás especies cítricas queda de manifiesto el alto porcentaje que
adquiere el desórden oleocelosis con respecto al resto de las alteraciones, siendo éste
sin duda el que provocaría las mayores pérdidas.
Figura 5. Representación gráfica de las incidencias de desórdenes fisiológicos de naranja, temporada 2006
56%
26%18%
oleocelosiscreasingpitting
19
La diferencia porcentual de los distintos desórdenes fisiológicos entre ambas temporadas,
se explicarían por la acción de los factores causales de cada una de las alteraciones; en
los puntos 4.2 y 4.3 se explica la posible relación existente entre las incidencias de los
desórdenes fisiológicos y los factores asociados a la aparición e incidencias de éstos.
La importancia que estas pérdidas representan en cada una de las especies cítricas, se
ve reflejada en la magnitud de las incidencias, las cuales representan pérdidas no
menores que equivalen de una u otra forma a pérdidas de tipo económicas tanto a nivel
de productor, packing y exportadora.
4.2. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores fisiológicos y
de manejo del huerto
En Anexo 5 se presenta el detalle del análisis estadístico (ACP). Los análisis se
presentan por especie: mandarina clementina, limón y naranja. Las variables fueron
identificadas según como muestra el Cuadro 4.
Cuadro 4. Identificador y unidad de medida de las variables utilizadas en el análisis de componentes principales.
Variable Identificador Unidad de medida unidades de nitrógeno nit UN/ha/año riego rie m³/ha/año producción pro kg/ha/año edad del huerto edad años oleocelosis oleo porcentaje creasing crea porcentaje pitting pitt porcentaje peteca pet porcentaje bufado buf porcentaje
20
4.2.1. Mandarina Clementina
En la Figura 6, se observan las asociaciones entre las variables en estudio. El porcentaje
de oleocelosis esta asociado negativamente con la producción, ello implica mayor
incidencia de oleocelosis al obtener menor producción y viceversa. El porcentaje de
creasing se asoció positivamente con las unidades de nitrógeno, en este caso un
aumento en el nitrógeno aplicado supone un aumento en la incidencia de la alteración.
Los resultados relacionados a la asociación negativa entre olecocelosis y la producción,
podrían deberse a que generalmente al tener mayor producción, hay mayor número de
frutos, siendo estos más pequeños y de corteza más fina, mientras que al haber menor
producción con menor numero de frutos, estos suelen ser más grandes y de corteza más
gruesa (Ortuzar 1995; Talón 2007), así es frecuente que estos frutos tengan glándulas de
aceite más prominentes en la corteza, además es conocido que la oleocelosis se genera
al derramarse el aceite de las glándulas del flavedo, y esto ocurre por lo general cuando
se aplica una fuerza física superior a la tolerancia de las capas de células que cubren la
glándula (Knigth, 2001), por tanto, los frutos de corteza más gruesa, serían más sensibles
al manipulado y post recolección, facilitando la ruptura de las glándulas de aceite,
manifestándose oleocelosis en éstos.
Sin embargo, esto no concordaría con estudios anteriores realizados por Wardoswki et
al. (1998), quienes señalan que los calibres más pequeños son más susceptibles a
oleocelosis que los calibres grandes, esta falta de concordancia se podría justificar
debido a que esta alteración está frecuentemente asociada a condiciones climáticas
ocurridas durante el desarrollo de los frutos como indican Agustí (2003), Talón (2007) y
Díaz (2007), las cuales podrían tener mayor influencia en la incidencia de la alteración.
Además Wardowski et al. (1998), asocian esta alteración principalmente a mal manejo de
cosecha, manipulación y comercialización.
Por otro lado es sabido que el nitrógeno es el elemento más importante en la
determinación de la calidad de los frutos cítricos, así Delham y Puchades (2005) asocian
21
el abonado nitrogenado con la manifestación de creasing, señalan además que esta
alteración se presenta alternante en años y asocian a un factor climatológico no bien
determinado como agente causal directo o indirecto de la alteración; el hecho de la
asociación positiva entre el porcentaje de creasing y las unidades de nitrógeno aplicadas
concordaría con lo señalado por Agustí (2003) y Talón (2007), quienes reportaron que
altas dosis de nitrógeno incrementan la aparición de creasing, en cambio no es
coincidente con estudios previos de Ortúzar (1995), el cual demuestra efectos
inconsistentes con aumentos y descensos del creasing al aumentar o bajar las
cantidades de nitrógeno.
Figura 6. Representación factorial de la asociación de las factores fisiológicos y de manejo de huerto, con las incidencias de los desordenes fisiológicos en mandarina clementina
22
4.2.2. Limón
Puede verse en la Figura 7 que ninguna de las variables queda bien representada en los
ejes factoriales, debido a que ninguna de las correlaciones es significativa (Anexo 5).
Estos resultados sugieren que probablemente la incidencia de oleocelosis y peteca se
deba principalmente a factores de tipo climático sumado a un mal manejo de
manipulación y postrecolección, tal como señalan Agustí (2003), Razeto (2000), Talón
(2007) y Díaz (2007).
Figura 7. Representación factorial de la asociación de los factores fisiológicos y de manejo de huerto con las incidencias de los desórdenes fisiológicos en limón.
23
4.2.3. Naranja
En la Figura 8 aparecen representadas las asociaciones entre variables. La edad del
huerto con el porcentaje de pitting se asocian positivamente, y misma situación ocurre
entre el porcentaje de oleocelosis y riego (Anexo 5). Aunque no existen estudios
anteriores que relacionen directamente las variables incidencia de pitting y edad del
huerto, esta relación podría ser atribuible a la mayor carga frutal que experimentan los
huertos de mayor edad, con la consiguiente distribución de los frutos tanto en el centro
del árbol como en la periferia, ahora bien, según Agustí (2003) la aparición de pitting se
haya asociada a la posición del fruto en el árbol, de acuerdo a ello un árbol de mayor
edad tendría mayor proporción de frutos ubicados en la periferia del árbol, los cuales
estarían más expuestos a condiciones climáticas adversas como bajas temperaturas,
vientos y variaciones de humedad relativa, las cuales además se sabe son factores
causales de la aparición del problema.
Por otro lado, es de considerar que esta alteración se relaciona con las funciones
fisiológicas de la cutícula (Agustí et al., 1997) y las condiciones de clima adverso
aumentarían la permeabilidad de ésta, con la consecuente pérdida de agua y aparición
de pittting; además es necesario considerar que en huertos de mayor edad la carga frutal
suele ser mayor cada año, y por tanto se produce número mayor de frutos los cuales
generalmente son de menor tamaño y de corteza más fina, tal como señalan Ortuzar y
Martin (1995), de este modo los frutos de corteza más fina serían más sensibles a las
condiciones climáticas antes mencionadas, sin embargo Agustí et al. (1997), atribuyen la
manifestación de pitting a la relación con la permeabilidad cuticular de la corteza antes
que al espesor o resistencia de ésta.
Por otra parte, estudios realizados por Grierson (1986) demuestran que la incidencia de
pitting se haya relacionada con árboles de mayor carga frutal, la que estaría relacionada
a condiciones nutricionales y en particular con la traslocación de nutrientes dentro del
árbol, la cual sería más ineficiente en árboles sobrecargados, ello implica que huertos de
24
mayor edad generalmente tendrían mayor carga frutal por árbol, teniendo más incidencia
de pitting, en comparación con huertos de menos años.
En todas las citriculturas el riego es necesario para maximizar la producción y la calidad
del fruto, un riego inadecuado da lugar a diferentes tipos de respuestas, entre ellas
reducción de la conductancia estomática y del potencial hídrico de las hojas (Agustí
1998c), sin embargo este mismo autor señala que el riego no es el factor más importante
en la determinación de la calidad del fruto, sin embargo señala también que el riego
constituye una práctica cultural de efectos notables en la determinación del tamaño final
del fruto, provocando aumento del tamaño de estos al realizar riegos abundantes y si
estos se realizan cerca de la cosecha los vuelve más turgentes y más sensibles al
manejo poscosecha. Similares observaciones realizaron Reitz y Embleton (1986),
quienes evidenciaron que el exceso de riego puede reducir la calidad del fruto al
incrementar la incidencia de oleocelosis, de acuerdo con ello, un exceso en la cantidad
de agua aportada provoca mayor turgencia de los frutos, volviéndolos más sensibles a su
manipulación incrementando la incidencia de este problema, dado este planteamiento
resulta evidente la asociación positiva entre las variables riego y porcentaje de
oleocelosis.
25
Figura 8. Representación factorial de la asociación de los factores fisiológicos y de manejo de huerto, con las incidencias de los desórdenes fisiológicos en naranja
El análisis de la información de cada una de las asociaciones proporcionó evidencia que
permite señalar que existiría asociación entre las variables de tipo fisiológica y de manejo
de huerto, y las incidencias de los desórdenes fisiológicos, de este modo, en la medida
que sean conocidas éstas pueden ser alteradas o modificadas, para disminuir la
incidencia de éstas.
26
4.3. Relación de la incidencia de los desórdenes fisiológicos con factores climáticos
4.3.1. Mandarina Clementina
En el Cuadro 5, se detallan los valores de incidencia calculadas para los desórdenes fisiológicos en cada temporada.
Cuadro 5. Valores de incidencia por zona, de desórdenes fisiológicos en mandarina clementina , temporadas 2006 y 2007
Zona Temporada creasing oleocelosis bufado
1 2006 1,11 4,72 0,7
1 2007 0 6,15 10,7
4 2006 0,48 7,27 0,29
4 2007 0 6 8
6 2006 0,3 8,44 0,6
6 2007 0,18 7,45 4
A la vista de estos resultados, existe coincidencia en la manifestación del desorden
creasing en la temporada 2006 para todas las zonas, siendo ésta más alta que la
temporada 2007, con respecto a las variables climáticas estudiadas, éstas son
determinantes en el distinto comportamiento de la alteración, el cual se explicaría por
las variaciones de humedad relativa en los primeros meses durante esa temporada en
todas las zonas en estudio (Figura 9, 10 y 11); sin embargo esta variación de la humedad
relativa también ocurrió la temporada 2007, en la cual la incidencia de creasing fue nula o
muy baja, esto no es coincidente con lo señalado por Agustí (2003), quien afirma que la
aparición de creasing estaría relacionada con fluctuaciones de la humedad relativa
ambiental, más que a un rango específico de valores de ésta, especialmente durante las
primeras etapas del crecimiento del fruto, entonces posiblemente exista una
manifestación del creasing variable en años causada por un factor climático no
determinado tal como señalan Delham y Puchades (2005).
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%
Figura 9. Humedad relativa registrada en la zona 1, temporadas 2006 y 2007
0
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07
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jun-
07%
Figura 10. Humedad relativa registrada en zona 4, temporadas 2006 y 2007
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/07
jun/
07
%
Figura 11. Humedad relativa registrada en zona 6, temporadas 2006 y 2007
Por otro lado, en lo que se refiere a los datos de olecocelosis, estos apuntan a que no
existió mayor variación en la incidencia de este desorden en ambas temporadas,
considerando que en las zonas 4 y 6 se produjo un leve aumento de la incidencia en la
temporada 2006, lo cual se explicaría por el aumento de las precipitaciones (Figura 12 y
13), concentradas en los meses de mayo y junio, lo que estaría relacionado con lo
señalado por Agustí (2003), quien indica que las condiciones climáticas, tales como
aumento en las precipitaciones durante el perÍodo anterior al cambio de color del fruto los
torna sensibles y los predisponen a la aparición de olecocelosis, mientras que lo ocurrido
en la zona 1 corrobora esta afirmación ya que en esta zona la incidencia de oleocelosis
fue menor para la temporada 2006 coincidiendo con la ausencia de precipitaciones en
esa temporada (Figura 14).
29
0
1
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Figura 12. Precipitaciones registradas en zona 4, temporadas 2006 y 2007
0
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Figura 13. Precipitaciones registradas en zona 6, temporadas 2006 y 2007
30
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ros
Figura 14. Precipitaciones registradas en zona 1, temporada 2006 y 2007
Para el caso del bufado, la alta incidencia el año 2007 en todas las zonas se debería a
las bajas temperaturas mínimas registradas en esa temporada (Figura 15, 16 y 17),
algunas de ellas con características de heladas, concentradas principalmente entre los
meses de abril y mayo, estas bajas temperaturas traerían como consecuencia el cese
del desarrollo radicular, lo cual restringiría el aporte de giberelinas a la copa, acelerando
con ello la senescencia de la corteza, contribuyendo de forma directa con la mayor
incidencia de bufado esa temporada, esto se fundamentaría con estudios previos de
Agustí (1998b), quien indica que la respuesta observada frente a un factor climático se
produciría como consecuencia del transporte de un mensaje específico desde otro
órgano de la planta previamente afectado.
31
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C°
Figura 15. Temperatura mínima registrada en zona 1, temporadas 2006 y 2007
-5
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05
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06
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07
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-07
C°
Figura 16. Temperatura mínima registrada en zona 4, temporada 2006 y 2007
32
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C°
Figura 17. Temperatura mínima registrada en zona 6, temporada 2006 y 2007
4.3.2. Limón
A continuación se muestra en el Cuadro 6 las incidencias calculadas para los desórdenes
fisiológicos, en cada una de las zonas durante las temporadas 2006 y 2007.
Cuadro 6. Valores de incidencia por zona, de desórdenes fisiológicos en limón, temporadas 2006 y 2007
Zona Temporada oleocelosis peteca
2 2006 4,13 0,60
2 2007 2,30 2,50
3 2006 10,85 17,64
3 2007 2,80 3,90
4 2006 3,61 0
4 2007 2,20 0,90
5 2006 9,21 4,14
5 2007 1,99 2,20
7 2006 2,06 0,04
7 2007 2,50 1,90
33
A la vista de los resultados, se reconoce que la alteración oleocelosis se presentó en
todas las zonas, ocurriendo con incidencia más alta en la temporada 2006 en las zonas 2,
3, 4 y 5. Con respecto a las variables climáticas analizadas, para la zona 2, el distinto
comportamiento de oleocelosis en la temporada 2006 podría ser consecuencia de las
temperaturas mínimas las cuales presentaron gran variabilidad (Figura 18), a diferencia
de las otras variables climáticas que presentaron comportamiento similar en ambas
temporadas, esta situación podría asociarse a lo investigado por Agustí (2003), quien
evidencia que los cambios bruscos de temperaturas en almacenaje son predisponentes
para la parición de esta fisiopatía, aunque es necesario considerar que las temperaturas
mínimas fueron registradas en campo, la variabilidad de estas en la temporada 2006
podría estar en coincidencia con la alta manifestación de oleocelosis.
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jun-
07
Cº
Figura 18. Temperatura mínima registrada en zona 2, temporadas 2006 y 2007
En cuanto a las zonas 3, 4 y 5, la mayoría de las variables climáticas no registraron
variaciones en ambas temporadas, sin embargo, se registraron altas precipitaciones
durante la temporada 2006 (Figura 19, 20, y 21), siendo esta la causa más probable que
podría estar en coincidencia con la alta incidencia de oleocelosis, las que además se
concentraron en pocos meses y en su mayoría fueron de gran intensidad, es de destacar
que este análisis coincidiría con lo afirmado por Razeto (1987) y Díaz (2007), quienes
34
señalan como factor desencadenante de esta alteración principalmente a la lluvia, rocío o
neblina, que provocarían una alta humedad en la piel de los frutos, lo cual los hace más
sensibles al momento de la recolección, ya que, como señala Díaz (2007), el mayor
porcentaje de oleocelosis se produce en el manejo mismo de la cosecha, por tanto las
condiciones de mojamiento del fruto sumado al inadecuado manejo de recolección,
podrían ser la causa de la mayor sensibilidad de la piel de los limones, específicamente
de las glándulas de aceite esencial, y en consecuencia de la alta incidencia de esta
alteración.
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Figura 19. Precipitaciones registradas en zona 3, temporadas 2006 y 200
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Figura 20. Precipitaciones registradas en zona 5, temporadas 2006 y 2007
La zona 7, de igual modo manifestó problemas de oleocelosis, sin embargo, estos fueron
muy similares para ambas temporadas, al respecto, las observaciones de las variables
climáticas indicarían que no se trataría de un efecto de las precipitaciones, ya que estas
al igual que en las otras zonas se presentaron en abundancia en la temporada 2006, no
así en la 2007, lo que no es coincidente con lo descrito anteriormente. Tomando en
consideración que las demás variables no presentaron observaciones relevantes, este
distinto comportamiento de la alteración podría explicarse debido a la acción de otro
factor climático que podría ser la temperatura mínima, ya que esta variable se mostró
similar en ambas temporadas presentando un comportamiento muy heterogéneo en sus
valores diarios (Figura 21), provocando la misma situación ocurrida en la zona 2, para lo
cual se hace alusión a lo señalado por Agustí (2003), quien indicaba que los frutos de
limón se ven afectados por variaciones de temperatura mínima, provocando la aparición
de oleocelosis.
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6
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07
mar
-07
abr-
07
may
-07
jun-
07
jul-0
7
C°
Figura 21. Temperatura mínima registrada en zona 7, temporadas 2006 y 2007
Los datos en cuanto a peteca, ponen de manifiesto que esta alteración tuvo más alta
incidencia la temporada 2007 en las zonas 2, 4 y 7, mientras que en la temporada 2006
la peteca se manifestó en forma muy baja o nula, el distinto comportamiento de este
problema en esas zonas pudo ser debido a la coincidente interacción de las variables
climáticas temperatura mínima y precipitación, cabe destacar que en las zonas antes
mencionadas, se presentó la concordancia de temperaturas mínimas muy bajas (Figura
18, 16 y 21) producidas justo después de períodos de lluvias en la temporada 2007
(Figura 22, 12, y 23), posiblemente esta interacción resultaría en el aumento de la
incidencia de peteca esa temporada, ello resulta lógico y coincide con estudios de Razeto
(2000) quien presume que el problema de la peteca estaría relacionado con condiciones
meteorológicas reinantes en el período de maduración del fruto en el árbol entre las
cuales se encontrarían las bajas temperaturas asociadas a condiciones de humedad,
rocío o precipitaciones que provocarían un mojamiento del fruto y lo sorprenderían en un
estado susceptible, similares observaciones realizaron Gómez (1984) y Schultze (2000)
quienes reportaron que la aparición de peteca estaría asociada a un quiebre en las
temperaturas mínimas en un momento fisiológico susceptible del limón, ésto además,
resulta coincidente con lo expresado por Díaz (2007), el cual afirma que la peteca puede
alcanzar altos valores al tener días fríos luego de una lluvia.
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Figura 22. Precipitaciones registradas en zona 2, temporadas 2006 y 2007
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Met
ros
Cub
icos
Figura 23. Precipitaciones registradas en zona 7, temporadas 2006 y 2007
En las zonas 3 y 5, se evidencia lo opuesto a lo ocurrido en las otras zonas estudiadas,
ya que la incidencia de peteca fue mayor en la temporada 2006, siendo notoriamente
38
más alta en la zona 3, analizando el comportamiento de las variables climáticas la posible
causa del aumento de peteca esa temporada, podría deberse a las altas precipitaciones
registradas (Figura 19 y 20), esto concordaría con lo señalado por Razeto (2000) quien
indica que una alta humedad sobre el fruto provocada por rocío o precipitación aumentan
la aparición de este desorden, todo esto sumado a un efecto de las temperaturas
mínimas que se presentaron muy variables durante la temporada en ambas zonas
(Figura 24 y 25), si bien no se presentaron con características de heladas, la alta
variabilidad de estas podría ser uno de los factores desencadenantes de la aparición de
peteca. A su vez Razeto (2000), señala que la peteca presenta una manifestación
errática en años, variando en zonas o incluso dentro de un mismo huerto, además
Schultze (2000), concluye que existiría una interacción entre diversos factores climáticos
que en conjunto producirían la aparición de peteca.
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Cº
Figura 25. Temperaturas mínimas registradas en zona 3, temporadas 2006 y 2007
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7
C°
Figura 26. Temperaturas mínimas registradas en zona 5, temporadas 2006 y 200
4.3.3. Naranja
A continuación en el Cuadro 7, se presentan los resultados de las incidencias de
desórdenes fisiológicos, calculadas para cada una de las zonas.
Cuadro 7. Valores de incidencia por zona, de desórdenes fisiológicos en naranja, temporada 2006
Zona Temporada oleocelosis creasing pitting
3 2006 3,44 1,29 0,46
5 2006 3,89 1,95 11,03
7 2006 4,14 3,10 1,63
En relación a la aparición e incidencia de oleocelosis en la temporada 2006, las altas
precipitaciones que se registraron en todas las zonas esa temporada, serían
determinantes (Figura 19, 21, y 22), esto concordaría con lo señalado anteriormente para
el caso de las otras especies cítricas, donde queda de manifiesto que los frutos
sometidos a mojamiento, ya sea por rocío, humedad o precipitaciones son más
susceptibles a presentar problemas de oleocelosis, además, es de destacar que
precisamente la zona 7 que tuvo la incidencia más alta de oleocelosis, además, registró
40
el nivel mas alto de precipitaciones comparada con las zonas 3 y 5, cabe señalar que
bajo estas condiciones de humedad del fruto, un mal manejo de éste en recolección
acrecienta el problema de oleocelosis, tal como lo señala Díaz (2007).
Cabe mencionar que además la temperatura mínima se presentó muy variable toda la
temporada lo que se observa en las Figuras 24, 25 y 21, y que este factor también podría
ser un adicional a la incidencia de oleocelosis, ya que, como se mencionó anteriormente
los cambios bruscos de temperatura traen como consecuencia la manifestación de esta
alteración.
Para el caso de la alteración creasing, si bien este desorden apareció en todas las zonas,
las variables climáticas que podrían relacionarse con la incidencia no concuerdan con
estudios anteriores, ya que, comúnmente se ha relacionado este desorden a
fluctuaciones de humedad relativa tal como lo indica Agustí (2003), lo cual no es
coincidente con los registros de esta variable climática en las zonas estudiadas, las
cuales presentaron valores relativamente estables en cuanto a esa variable. Sin
embargo, Delham y Puchades (2005), describen al creasing como una alteración que se
presenta variable en años y que existiría aún un factor climático no determinado el cual
sería el agente causal directo o indirecto de su aparición.
Situación similar ocurre con el pitting, ya que frecuentemente se ha relacionado este
desorden a temperaturas mínimas y a variaciones de humedad relativa (Agustí, 1998,
2003), lo cual no ocurrió en las zonas estudiadas y por tanto la aparición e incidencia de
pitting estaría relacionada a otros factores causales distintos a los supuestos.
Con respecto a las variables climáticas estudiadas, es necesario considerar que éstas no
pueden ser modificadas en condiciones agronómicas, pero son determinantes en el
comportamiento de las alteraciones fisiológicas y el estudio de la relación de éstas
permite tener una apreciación o crear modelos predictivos sobre lo que podría ocurrir en
determinados años con la aparición e incidencia de las alteraciones fisiológicas, dadas
ciertas condiciones climáticas.
41
5. Conclusiones
• Los desórdenes fisiológicos más comunes en clementinas en la Región de
Valparaíso, en orden de mayor a menor importancia son oleocelosis, bufado y
creasing. Para el caso de los limones son oleocelosis y peteca, ambos en igual
magnitud de importancia, mientras que en naranjas son oleocelosis, creasing y
pitting.
• En clementinas, la incidencia de oleocelosis se asoció con menores producciones
(kg/ha/año), la incidencia de creasing se asoció con mayor nivel de fertilización
nitrogenada (UN/ha/año) y no se encontró asociación entre la incidencia de
bufado y los factores fisiológicos y de manejo de huerto.
• En limones no se encontró asociación entre los factores fisiológicos y de manejo
de huerto con las incidencias de los desórdenes oleocelosis y peteca.
• En naranjas, la mayor edad del huerto se asoció con la incidencia de pitting y un
aumento en el riego (m³/ha/año), se asoció con la incidencia de oleocelosis.
• En clementinas, la incidencia de creasing mostró efectos inconsistentes respecto
a la variable climática humedad relativa, la incidencia de oleocelosis se asoció
descriptivamente con la variable precipitación y la incidencia de bufado con la
variable temperatura mínima.
• En limones, la incidencia de oleocelosis y peteca se asoció descriptivamente con
las variables climáticas temperatura mínima y precipitaciones.
• En naranjas, la incidencia de oleocelosis se asoció descriptivamente con las
variables climáticas temperatura mínima y precipitaciones, y no se encontró
asociación entre las variables climáticas y las incidencias de creasing y pitting.
42
6. Literatura citada
Agustí M. 1988. Aplicaciones de ácido giberélico para el control de las alteraciones de la corteza de las mandarinas, asociadas a su maduración. Inv. Agr. Prod. Prot. Veg. Vol 3 (2): 125-137 Agustí, M., S. Zaragoza, V.Almela, P. Lapica, I. Trenor, M. Juan, E. Alonso y J. Salvia. 1997. Caracterización y control del picado (peel pitting) del fruto de la mandarina “fortune”. Levante Agrícola 36 (341): 346-353 Agustí, M. 1998(a). Factores precosecha que afectan a la calidad de los frutos cítricos: I parte, factores ambientales. Todo citrus 1: 22-34 Agustí, M. 1998(b). Factores precosecha que afectan a la calidad de los frutos cítricos: II parte, factores fisiológicos, bióticos y nutricionales. Todo Citrus 2: 28-35 Agustí, M. 1998(c). Factores precosecha que afectan a la calidad de los frutos cítricos: III parte, factores culturales. Todo Citrus 3: 29-36 Agustí, M. 2003. Citricultura. 422p. 2° edición, Ediciones Mundi Prensa, Madrid, España. Alcaraz-Lopez, C.,M. García., C.F. Alcaraz y F. Riquelme. 2004. La producción de limón. Control de alteraciones fisiológicas. Levante agrícola. Vol (370):155-161 Delham, M., y J. Puchades. 2005. La clareta (creasing) de los cítricos: estrategias a seguir por parte de los agricultores. Levante agrícola 44 (374):91-97 Díaz, R. 2007. Análisis de los principales aspectos de postcosecha en cítricos, In Asoex II Ciclo de seminarios frutícolas de actualización técnico comercial, cítricos. Santiago. Chile. 22-23 de mayo de 2007. Asoex, Santiago, Chile Gomez, P. 1984. Características de los limones y factores de huerto que incidirían en el desarrollo de peteca. 76 p. Tesis de Ingeniero Agrónomo, Universidad de Chile. Grierson, W. 1986. Physiological disorders. p:361-378. In W.F. Wardowski, S. Nagry, W. Grierson (eds). Fresh citrus fruit. AVI Publishing company, Connecticut.
43
Jones, W. W., T. W. Embleton, M.J. Garber and C.B. Crec. 1967. Creasing of orange fruit. Hilagardia 38 (6): 231-244 Joui, M. 2007. Evaluación de los principales parámetros de calidad y condición utilizados por la industria citrícola chilena, In Asoex II Ciclo de seminarios frutícolas de actualización técnico comercial, cítricos. Santiago. Chile. 22-23 de mayo de 2007. Asoex, Santiago, Chile Knigth, G., A. Klieber and M. Seadgley. 2001. The relationship between oil gland and fruit development in Washington navel orange (Citrus sinensis L. Osbeck). Annals of Botany 88: 1039-1047. Lastarria, D. 1999. Efecto de la hora de cosecha y tipo de curado, sobre el desarrollo de oleocelosis en limones cv. Eureka, cosechados con dos estados de madurez. 40p. Taller de título, Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía, Quillota, Chile. Murata, T. 1997. Citrus. p:21-46 In Mitra, S. (ed). Post harvest physiology and storage of tropical and subtropical fruits. International United Kingdom CAB. Ortuzar, J. E. y F. Martin. 1995. El “creasing” o clareta, un importante desorden fisiológico de la naranja. Aconex 49:20-24 Ortuzar, J.E. 1999. La calidad de los frutos cítricos y los factores que la determinan. Aconex 63:16-22 Ortuzar, J.E., L. Barrales, I.Peña, P. Carmona, J. Martiz, A. Farias, y J. Quinteros. 1999. Influencia de la aplicación de ácido giberélico sobre el desarrollo del creasing durante la maduración de naranjas de ombligo. Ciencia e Investigación Agraria 26 (2): 111-118 Razeto, B. 1987. Desórdenes fisiológicos en frutos cítricos. Aconex 17: 13-17 Razeto, B. 2000. La peteca del limón y su relación con el clima. Aconex 66: 23-24 Reitz, H.J. and T.W. Embleton. 1986. Production practices that influence fresh fruit quality.p.49-71. In W.F. Wardowski, S. Nagy and W. Grierson (eds), Fresh citrus fruits, The AVI Publishing Co. Wesport, Connecticut, E.E.U.U.
44
Shomer, I. and Erner, Y. 1989. The nature of oleocellosis in citrus fruits. Botanical Gazette. 150 (3): 281-288 Shultze, J. 2000. Influencia de la ubicación geográfica del huerto y del fruto en el árbol sobre el desarrollo de peteca y la calidad en limones. Tesis de Ingeniero Agrónomo, Universidad de Chile, 72p. Storey, R.R. and M.T. Treeby. 1994. The morphology of epicuticular wax and albedo cells of orange fruit in relation to albedo break down. Journal of Horticultural Science 69:329-338 Talón, M. 2007. Análisis de los principales aspectos productivos de los cítricos determinantes en la obtención de fruta de alta calidad, In Asoex II Ciclo de seminarios frutícolas de actualización técnico comercial, cítricos. Santiago. Chile. 22-23 de mayo de 2007. Asoex, Santiago, Chile Vercher, R., F.R.Tadeo, V. Almela, S. Zaragoza, E. Primo-Millo and M. Agustí. 1994. Rind structure, epicuticular wax morphology and water permeability of “fortune” mandarin fruits affected by peel pitting. Annals of Botany 74:619-625 Wardowski, W.F., P.D. Petracek, and W. Grierson. 1998. Oil spoting (oleocellosis) of citrus fruit. University of florida, (Fla. Coop. Ext. Serv.cir). 410. 3 p. Zaragoza, S., V. Almela, F.R. Tadeo, E.Primo-Millo y M. Agustí. 1996. Effectivenes of calcium nitrate and GA3 on the control of peel-pitting of “fortune” mandarin.Hort. Sci., 71:321-326 Zaragoza, S. y Agustí, M. 1998. Principales desórdenes fisiológicos de los frutos cítricos. Phytoma 100: 107-
Anexos
Anexo 1: Antecedentes técnicos de la Exportadora Santa Cruz S.A. (Acevedo, 2007)*
Especies cítricas exportadas: limones, naranjas, mandarinas y pomelos
Mercados de destino por especie:
Limones: Estados unidos (costa este, costa oeste), Lejano Oriente (Japón)
Mandarinas: Lejano Oriente (Japón), Estados unidos (costa este, costa oeste), Inglaterra,
Canadá.
Naranjas: lejano oriente (Japón, Corea), España, Latinoamérica.
Volúmenes exportados temporada 2006
Limones: 173.522 cajas de 17,2 kg
Mandarinas: 93.380 cajas de 10 y 2,3 kg
Naranjas: 32.616 cajas de 15 kg
Volúmenes exportados temporada 2007
Limones: 255.000 cajas de 17,2 kg
Mandarinas: 36.000 cajas de 10 kg
Naranjas: 44.000 cajas de 16 kg
Kilos totales procesados temporada 2006
Limones: 426.409 kg
Mandarinas: 141.812 kg
Naranjas: 271.294 kg
Kilos totales procesados temporada 2007
Limones: 1.353.399 kg
Mandarinas: 228.429 kg
Naranjas: no se registraron procesos
* Javier Acevedo. 2007. Ing. Agrónomo, jefe Departamento de desarrollo, Exportadora Santa Cruz S.A., comunicación personal.
Anexo 2. Planilla control de calidad descarte de packing.
Anexo 3. Resumen final de temporada
Anexo 4. Zonificación agroclimática Región de Valparaíso
Fuente: Centro Regional de Informaciones Agrometeorológicas (CRIA), Región de Valparaíso.
Localidad o ciudad Tipo de invierno
Tipo de verano Régimen termico Régimen hídrico Tipo de Clima codigo
Chincolco Ci (citrus) g (algodón) Su (subtropical semitorrido) Me( Mediterraneo seco) Mediterráneo Subtropical seco Va
Longotoma Ci (citrus) T (trigo) Mn (super marino) Me Mediterráneo Supermarino seco Vb
La ligua Ci (citrus) g (algodón) Su (subtropical semitorrido)
me (Mediterraneo semiarido)
Mediterraneo subtropical semiárido Vc
Cabildo Ci (citrus) O (arroz) MA (Marino tibio) Me Mediterraneo marino seco Vd San Felipe Av (avena) g (algodón) CO (Continental tibio) Me Mediterraneo continental seco Ve
Quintero Ci (citrus) T (trigo) Mn (super marino) ME (Mediterraneo humedo)
Mediterraneo supermarino humedo Vf
La Cruz Ci (citrus) M (maiz) MA (Marino tibio) ME Mediterraneo marino humedo Vg Calle larga (Los Andes) Ci (citrus) g (algodón)
Su (subtropical semitorrido) Me Mediterraneo subtropical seco Va
Llay-Llay Ci (citrus) g (algodón) Su (subtropical semitorrido) Me Mediterraneo subtropical seco Va
Olmué Ci (citrus) g (algodón) Su (subtropical semitorrido) ME
Mediterraneo subtropical humedo Vh
Valparaíso Ci (citrus) T (trigo) Mn (super marino) ME Mediterraneo supermarino humedo Vf
Jardín botanico Ci (citrus) O (arroz) MA (Marino tibio) ME Mediterraneo marino humedo Vg
Casablanca Av (avena) M (maiz) TE (Temperado) ME Mediterraneo temperado humedo Vi
Santo Domingo Ci (citrus) T Mn (super marino) ME Mediterraneo supermarino humedo Vf
Anexo 5. Análisis estadístico
Análisis de desórdenes fisiológicos y factores agronómicos.
A continuación se presentan los resultados del análisis de componentes principales
efectuado sobre los desórdenes fisiológicos y los factores agronómicos definidos
anteriormente.
Para cada especie, se muestra un cuadro con los coeficientes de correlación lineal de
Pearson entre los desórdenes fisiológicos y la totalidad de las variables en estudio. En
cada cuadro también se incluyen los valores del estadístico t.
Posteriormente, se presenta un histograma que representa el aporte porcentual que hace
cada componente que resulta de la aplicación del método de Componentes Principales,
para la reducción de dimensionalidad de las variables en estudio. Para esta selección, se
utilizó el criterio de Kaiser, que permitió escoger las Componentes Principales que mejor
represente la variabilidad de los datos. Con las Componentes seleccionadas, se construyó
un cuadro con los coeficientes de correlación de Pearson entre las Componentes y las
variables originales, destacándose las correlaciones que son estadísticamente
significativas, apoyándose en las pruebas t, definidas anteriormente.
Para finalizar, se muestra una gráfica de la representación de las Componentes
Principales y las variables originales, permitiendo observar como están representadas las
variables en los ejes factoriales, describiendo la relación de las variables bajo análisis y
las Componentes Principales, y la relación que tiene cada variables con las demás.
Los análisis se presentan por especie de cítrico: mandarina clementina, naranja y limón.
Para efecto de este informe, las variables fueron identificadas según como muestra a
continuación.
Identificador y unidad de medida de cada variable en el estudio. Variable Identificador Unidad de medida unidades de nitrógeno nit UN/ha/año riego rie m³/ha/año producción pro Kg/ha/año Edad del huerto edad años oleocelosis oleo porcentaje creasing crea porcentaje pitting pitt porcentaje peteca pet Porcentaje bufado buf porcentaje 1. Mandarina clementina.
Coeficientes de correlación (valores t) entre los desórdenes fisiológicos y los factores agronómicos | nit rie pro edad crea oleo --------------+-------------------------------------------- creasing | 0.71 -0.19 0.54 -0.74 (Valor t) | (1.76) (-0.39) (1.22) (-1.90) oleocelosis | -0.48 0.15 -0.68 0.43 -0.87 Valor t | (-1.27) (0.37) (-2.01) (1.13) (-2.65) bufado | -0.58 -0.19 0.58 0.42 -0.15 -0.28 Valor t | (-1.61) (-0.46) (1.62) (1.11) (-0.30) (-0.70) --------------+-------------------------------------------- Del cuadro anterior se han destacado con rojo las correlaciones estadísticamente más
significativas (�=0.05).
Se observa que la correlación entre la producción y oleocelosis es negativa, lo que indica
que al aumentar la producción, disminuye la incidencia de oleocelosis. Respecto a la
correlación negativa que hay entre oleocelosis y el creasing, esta indicaría que al
aumentar uno de estos desórdenes, el otro disminuye.
Valores propios y porcentajes por cada factor. +--------+------------+----------+----------+-------------------------------------------- | Factor | Valor |Porcentaje|Porcentaje| | | Propio | |Acumulado | +--------+------------+----------+----------+-------------------------------------------- | 1 | 3.1974 | 45.68 | 45.68 | ****************************************** | 2 | 2.0758 | 29.65 | 75.33 | **************************************** | 3 | 1.1264 | 16.09 | 91.42 | ****************** | 4 | 0.5732 | 8.19 | 99.61 | ******* | 5 | 0.0272 | 0.39 | 100.00 | * | 6 | 0.0000 | 0.00 | 100.00 | * | 7 | 0.0000 | 0.00 | 100.00 | * +--------+------------+----------+----------+-------------------------------------------
Al utilizar el criterio de Kaiser, quedan seleccionados los dos primeros factores,
acumulando el 91.42% de la variabilidad de los datos.
Coeficientes de correlación entre variables con respecto a los factores seleccionados. --------------------------+-----------------+ VARIABLES | Correlaciones | Variable-Factor | --------------------------+-----------------+ IDEN - LIBELLE COURT | 1 2 | ----------------------- -+-----------------+ nit - unidades de nitrogeno | -0.65 0.56 | rie - riego | 0.29 0.38 | pro - producción | -0.65 -0.70 | edad – edad Huerto | 0.71 -0.36 | crea - creasing | -0.99 0.11 | oleo - oleocelosis | 0.88 0.26 | buf - bufado | 0.07 -0.96 | --------------------------+-----------------+
Se observa en el cuadro anterior, que las variables estadísticamente más significativas y que
hacen mayores aportes a la componente 1 (factor 1) son: edad del huerto, creasing y
oleocelocis. En la Componente 2 (factor 2), las variables estadísticamente más significativas y
que realizan el mayor aporte son: producción y bufado.
Representación factorial de la asociación de las factores fisiológicos y de manejo de huerto, con las incidencias de los desordenes fisiológicos en mandarina clementina.
En la figura anterior, se observa que la mayoría de las variables queda bien representada,
ya que la vectores que representan a las variables, están cerca del circulo unitario, o sea
que mientras la longitud del vector sea mayor, la variables esta mejor representadas, en
el primer plano factorial (conformados por los factores 1 y 2), debido a que la proyección,
de los vectores de estas variables, esta mas cerca del circulo unitario, con excepción del
riego.
Las variables creasing y olecelosis quedan bien representadas por la primera componente
(Factor 1), ponderando positivamente el creasing y negativamente la oleocelosis. La
variable bufado queda bien representada por la segunda componente principal (Factor 2),
ponderando negativamente.
La oleocelosis esta asociada positivamente con la edad del huerto, y el creasing con las
unidades de nitrógeno
2. Naranja.
Coeficiente de correlación (valores t) entre los factores agronómicos y las incidencias de los desórdenes fisiológicos.
| nit rie pro edad oleo crea --------------+------------------------------------------- oleocelosis | -0.55 0.77 -0.91 -0.39 Valor t | (1.51) (2.50) (-3.71) (-1.02) creasing | 0.12 -0.16 0.66 0.15 -0.63 Valor T | (0.28) (-0.36) (1.77) (0.33) (-1.68) pitting | -0.66 0.31 -0.05 0.88 -0.04 -0.15 Valor t | (-1.75) (0.65) (-0.10) (3.70) -0.08 -0.30 --------------+------------------------------------------- De la tabla se han destacado con rojo las correlaciones estadísticamente más
significativas (�=0.05).
Se observa que la correlación entre oleocelosis con respecto al riego es positiva, por lo
que indica que al aumentar el riego, la incidencia de oleocelosis aumenta. Respecto a
oleocelosis y la producción, la correlación es negativa, por lo que al aumentar la
producción, la incidencia de oleocelosis disminuye. En el caso del pitting, esta
correlacionado positivamente con la edad de huerto, lo que indica que al aumentar la
edad de huerto, la incidencia de pitting aumenta.
Valores propios y porcentajes por cada factor. HISTOGRAMME DES 6 PREMIERES VALEURS PROPRES +--------+------------+----------+----------+---------------------------------------------- |Factores| Valor |Porcentaje|Porcentaje| | | Propio | |Acumulado | +--------+------------+----------+----------+----------------------------------------------- | 1 | 3.5096 | 50.14 | 50.14 | ********************************************** | 2 | 2.3554 | 33.65 | 83.79 | ********************************************* | 3 | 0.9585 | 13.69 | 97.48 | ***************** | 4 | 0.1339 | 1.91 | 99.39 | **** | 5 | 0.0425 | 0.61 | 100.00 | * | 6 | 0.0000 | 0.00 | 100.00 | * +--------+------------+----------+----------+- En el análisis de los factores, se decidió solo trabajar con los dos primeros factores, ya
que por el criterio de selección de Kaiser, los dos primeros factores cumplen con este
criterio.
Se puede observar que el primer factor explica el 50.14% de la variabilidad de los datos,
con un valor propio de 3.20. El segundo factor un 33.65% de la variabilidad, con un valor
propio de 2.35, explicando entre los dos factores un 83.79% de la variabilidad de los
datos.
Correlaciones entre variables con los factores seleccionados. --------------------------------+---------------+ VARIABLES | CORRELACIONES | | VARIABLE-FACTOR| ------------------------------+----------------+ IDEN - LIBELLE COURT | 1 2 | ------------------------------+----------------+ nit - unidades de nitrógeno | -0.80 -0.53 | rie - riego | 0.89 0.16 | pro - producción | -0.88 0.35 | edad - edad del huerto | -0.00 0.96 | oleo - oleocelosis | 0.90 -0.37 | creas - creasing | -0.58 0.28 | pitt - pitting | 0.34 0.88 | ------------------------------+-----------------
Se observa del cuadro anterior, que las variables estadísticamente más significativas y
que hacen mayores aportes a la componente 1 (factor 1) son: nutrición, riego, producción
y oleocelosis. En la componente 2 (factor 2), las variables estadísticamente más
significativas y que realizan el mayor aporte son: edad del huerto y pitting.
Representación factorial de la asociación de los factores fisiológicos y de
manejo de huerto, con las incidencias de los desórdenes fisiológicos en naranja
En figura, se observa que las mayorías de las variables quedan bien representadas por el
primer plano factorial (factores 1 y 2), debido a que la proyección, de los vectores de estas
variables, esta mas cerca del circulo unitario, la longitud de los vectores esta cerca del
circulo de radio 1, con excepción del creasing.
Las variables oleocelosis, riego y producción quedan bien representadas por la primera
componente principal (Factor 1), ponderando positivamente oleocelosis y riego, y
negativamente la producción. La edad del huerto y pitting quedan bien representados por
la segunda componente principal (factor 2), ponderándolas positivamente.
Respecto a las asociaciones entre las variables, la edad del huerto con el pitting están
asociadas positivamente, el porcentaje de oleocelosis y riego están asociadas
positivamente.
3. Limón.
Correlaciones y valores t, de los factores agronómicos y las incidencias de los desórdenes fisiológicos. | nit rie pro edad oleo --------------+-------------------------------------- oleocelosis | -0.17 0.10 0.05 0.11 Valor t | (-0.88) (0.52) (0.23) (0.52) pitting | -0.19 -0.24 -0.11 -0.04 0.17 Valor t | (-0.91) (-1.18) (-0.53) (-0.17) (0.81) --------------+--------------------------------------
Se observa del cuadro, que hay una baja correlación entre las incidencias de los
desórdenes fisiológicos con los factores agronómicos.
Valores propios y porcentajes por cada factor. +--------+------------+----------+----------+-------------------------------------------+ | Factor | Valor |Porcentaje|Porcentaje| | | Propio | |Acumulado | +--------+------------+----------+----------+-------------------------------------------- | 1 | 1.7741 | 29.57 | 29.57 | ******************************************* | 2 | 1.4219 | 23.70 | 53.27 | ****************************************** | 3 | 1.0267 | 17.11 | 70.38 | ***************************************** | 4 | 0.8209 | 13.68 | 84.06 | ********************************* | 5 | 0.6383 | 10.64 | 94.70 | ******************** | 6 | 0.3180 | 5.30 | 100.00 | ** +-----------+-----------------+------------ +--------------+---------------------------------------------------------- Bajo el criterio de kaiser, quedan seleccionado los tres primeros factores, representando
el 70.38% de la variabilidad de los datos.
Se puede observa que la primera dimensión, describe el 29.57% de la variabilidad de los
datos, siendo el valor propio de esta dimensión de 1.77, en tanto la segunda dimensión,
describe el 23,70% de la variabilidad de los datos con un valor propio de 1.42.
Correlaciones entre variables con respecto a los factores seleccionados. --------------------------- ------+-----------------------+ VARIABLES | Correlaciones | | Variable-Factor | ----------------------------------+-----------------------+ IDEN - LIBELLE COURT | 1 2 3 ------------------------------------------------------------- nit – unidades de nitrógeno | -0.10 -0.71 0.18 |
rie – riego | -0.58 -0.33 0.54 | pro- producción | -0.75 0.31 -0.44 |
edad – edad del Huerto | -0.86 0.18 -0.08 | oleo - oleocelosis | -0.15 0.54 0.69 | pet - peteca | 0.32 0.62 0.13 | --------------------------------+-----------------------+ Se observa del cuadro, que las variables edad del huerto, producción y riego son bien
representadas por la primera componente principal (Factor 1). Las variables unidades de
nitrógeno y pitting son bien representadas por la segunda componente principal (factor 2).
Representación factorial de la asociación de los factores fisiológicos y
de manejo de huerto con las incidencias de los desórdenes fisiológicos en limón
Se observa en la figura, que ninguna de las variables queda bien representada en los
ejes factoriales, ya que ninguna de las correlaciones es significativa. Esto se debe a que
la longitud de los vectores es muy corta, por lo que las variables no quedan bien
representadas por el modelo.