Tema 10. Sistema Endocrino
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Nuestro organismo posee dos sistemas de control y coordinación:
1) SISTEMA ENDOCRINO Actúa de forma más lenta y sus efectos son más duraderos. También controla cambios lentos, como el crecimiento corporal o el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios.
2) SISTEMA NERVIOSO Actúa de forma inmediata, produciendo respuestas instantáneas.
GLÁNDULAS Y HORMONAS
El SISTEMA ENDOCRINO está formado por células que segregan sustancias a la sangre. Estas sustancias, llamadas HORMONAS, se
distribuyen por todo el organismo, pero sólo actúan sobre algunas células que las reconocen,
llamadas CÉLULAS DIANA. Cuando las células endocrinas se encuentran agrupadas, forman
las llamadas GLÁNDULAS ENDOCRINAS.
La función de una hormona depende del tejido u órgano sobre el que actúe, de forma que una misma sustancia pueda tener diferentes efectos.
Biología 4º GBZA – Profesor: Rafael Calderón Rodríguez
FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA ENDOCRINO
El funcionamiento del sistema endocrino depende, en gran medida, del sistema nervioso. El HIPOTÁLAMO, zona del cerebro que conectada a la glándula hipófisis,
controla la actividad hormonal del organismo y actúa como enlace entre los sistemas nervioso y hormonal.
Las neuronas del hipotálamo reciben información de otras zonas del cerebro y detectan el nivel de
hormonas en sangre. Estas neuronas responden segregando hormonas,
que actúan sobre la GLÁNDULA HIPÓFISIS. La hipófisis, a su vez,
segrega hormonas que controlan la actividad de otras glándulas.
La interacción entre el sistema nervioso y hormonal está regulada
por un complejo mecanismo llamado RETROALIMENTACIÓN NEGATIVA.
En la RETROALIMENTACIÓN NEGATIVA intervienen el hipotálamo y la hipófisis.
Por ejemplo, cuando el hipotálamo detecta que el nivel de tiroxina en la
sangre es elevado, deja de producir la hormona que activa la hipófisis. Esta, a su
vez, deja de producir la hormona que activa el tiroides. De esta manera, el
tiroides deja de producir tiroxina. Cuando la cantidad de tiroxina disminuye, el
proceso se invierte.
PRINCIPALES GLÁNDULAS Y HORMONAS
La glándula HIPÓFISIS está situada en el cerebro y unida al hipotálamo, que regula su actividad. Produce hormonas que controlan la actividad de algunas glándulas endocrinas
y otras hormonas que actúan directamente, como la hormona del crecimiento o la antidiurética.
El TIROIDES es una glándula situada delante de la tráquea y debajo de la laringe. Produce
TIROXINA, que regula el crecimiento, estimula la actividad
de las células e interviene en la maduración del sistema nervioso
central.
El PÁNCREAS, situado al lado izquierdo del intestino delgado,
produce INSULINA y GLUCAGÓN, dos hormonas que regulan el
nivel de glucosa en sangre.
Las CÁPSULAS SUPRARRENALES están situadas sobre los riñones y producen ADRENALINA. Esta hormona se libera cuando el organismo está en situaciones de emergencia o peligro. Actúa incrementando la frecuencia cardíaca, el intercambio
gaseoso en los pulmones y la afluencia de sangre a los músculos.
Los OVARIOS son las glándulas sexuales femeninas. Producen
ESTRÓGENOS y PROGESTERONA, que controlan la aparición de
caracteres sexuales secundarios y el ciclo menstrual.
Los TESTÍCULOS son las glándulas sexuales masculinas. Producen
TESTOSTERONA, que controla el desarrollo de los órganos
sexuales masculinos y de los caracteres sexuales secundarios.
CONTROL DE LA TEMPERATURA CORPORAL
Este control se da gracias al sistema de autorregulación o “sistema feedback”.
Los receptores que detectan y regulan la temperatura se encuentran en el hipotálamo.
Cuando la temperatura desciende los receptores envían impulsos nerviosos para
que los músculos de los vasos sanguíneos se contraigan. Esto hace que no se pierda calor. Los pelos de la piel se mantienen erectos y
permiten que una fina capa aislante, de aire, quede atrapada entre ellos.
Si la temperatura sigue bajando, el hipotálamo envía impulsos a los músculos esqueléticos, que entran en actividad produciendo escalofríos y temblor. Esta
hiperactividad hace que el cuerpo recupere su temperatura normal.
Mientras la temperatura es normal, los receptores hipotalámicos se mantienen inactivos. Cuando la temperatura es mayor de lo normal, el hipotálamo envía impulsos para que los
vasos sanguíneos se dilaten. Al aumentar el flujo en los vasos de la piel, se pierde calor. También aumenta la actividad de las glándulas sudoríparas y, con ello, la transpiración.