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Temas del tercer bloque de Plan Pastoral de Nueva Evangelización Hacia la pequeña comunidad

Primera Reunión ....................................................................................................................................... 1

“Hemos iniciado el camino” (Jn 14, 1-14) .......................................................................................... 1

Segunda Reunión ..................................................................................................................................... 4

Discípulos y Apóstoles ......................................................................................................................... 4

Tercera Reunión ....................................................................................................................................... 8

Las Herramientas para Perseverar: Palabra – Oración - Cruz ............................................................. 8

Cuarta Reunión ...................................................................................................................................... 13

¿Qué es la comunidad? ........................................................................................................................ 13

Quinta Reunión ..................................................................................................................................... 17

Niveles de la Comunidad: Pequeña - Sectorial – Parroquial ............................................................ 17

Sexta reunión ........................................................................................................................................... 19

Elementos de la Reunión .................................................................................................................... 19

Séptima reunión ..................................................................................................................................... 22

Edificación Espiritual .......................................................................................................................... 22

Octava reunión ....................................................................................................................................... 27

Solidaridad Social ................................................................................................................................ 27

Novena reunión ...................................................................................................................................... 31

Plan Orgánico Integral ........................................................................................................................ 31

Décima reunión .......................................................................................................................................35

Misión Evangelizadora: Una tarea de todos ......................................................................................35

Décima Primera reunión ........................................................................................................................ 38

Compromiso apostólico .................................................................................................................... 38

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Primera Reunión “Hemos iniciado el camino” (Jn 14, 1-14)

Vivencia “Profundicemos en la enseñanza de Jesús” Dinámica de ambientación: “Habla y haz lo contrario” Materiales: ninguno Desarrollo de la dinámica: Formar dos equipos. Cada uno manda una persona a desafiar a otra del otro equipo. El que desafía dice algo como "ESTOY DÁNDOME PALMADAS EN LA CABEZA" pero en realidad está rascándose el estómago. La persona desafiada tiene que responder "ME ESTOY RASCANDO el estómago” y al mismo tiempo darse palmadas en la cabeza. Si falla o tarda demasiado tiempo en hacer lo que tenga que hacer el equipo desafiante gana un punto. Así se va repitiendo la dinámica. Ambientación del lugar: Dibujos de camino, de muchachos orando y estudiando. Incluso se pueden colocar fotos del reciente retiro. También se puede poner la frase de la vivencia: “Hemos iniciado un camino” y las preguntas: “¿ya acabaste de conocer a Dios?” Reto: “¿por qué no conoces más de Dios?” “¿te atreves a caminar en tu vida de fe y conocer más de Dios?” Desarrollo de la vivencia Lectura del texto Materiales: Biblia Desarrollo de la dinámica: Formar pequeños grupos. Cada grupo leerá el texto Jn 14, 1-14 unas dos o tres veces para familiarizarse con el mismo. Luego lo comentan a partir de las actitudes de Jesús: ¿qué hace?, ¿qué dice?, ¿por qué lo hace?, ¿cómo crees que miraría? ¿qué enseña? Reconstruir entre todos el pasaje. Terminar con un plenario donde se escuchen las opiniones y se realice una síntesis del texto para obtener la enseñanza de Jesús. Luego se comparten los testimonios de lo que hemos vivido en el retiro, ¿Qué es lo que más ha impactado en mi vida? ¿Cuáles son mis propósitos a partir de hoy? Material de apoyo para la enseñanza

Nos encontramos otra vez con Jesús que sigue enseñándonos elementos importantes para el camino de nuestra vida.

Objetivo: Compartir con los evangelizados la experiencia vivida en nuestro retiro y ayudar a asumir la vida de fe como un proceso nunca acabado en el que siempre hay que crecer y aprender.

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Ahora vemos al Maestro y sus discípulos en un momento de mucha intimidad. Jesús que ha ido comprendiendo su misión y ha vivido conforme a la voluntad de su Padre tiene ahora que consumar su misión en la entrega total del sacrificio en la cruz, pero antes de todo se interesa porque sus discípulos conozcan plenamente el camino que conduce hacia la vida eterna. Quiero que profundicemos esta aventura junto a las palabras del gran siervo de Dios “el Papa Juan Pablo II”:

-“La juventud, por sí misma, es una riqueza singular para cada muchacho o muchacha (cf. Carta a los jóvenes y a las jóvenes del mundo, 31 de marzo de 1985, n. 3). Esta riqueza consiste, entre otras cosas, en que se hacen descubrimientos muy importantes. Cada cual se descubre a sí mismo, su propia personalidad, el sentido de la propia existencia, la realidad del bien y del mal. Descubrís, igualmente, todo el mundo que os rodea, el mundo de los hombres y el mundo de la naturaleza. Y en medio de todos estos descubrimientos, no podrá faltar uno fundamental: el descubrimiento personal de Jesucristo. Descubrir a Cristo, nuevamente, y cada vez mejor, es la aventura más maravillosa de nuestra vida… quisiera plantear a cada uno de vosotros algunas preguntas muy importantes, e indicaros las respuestas.

¿Has descubierto ya a Cristo, que es el camino?

Sí, Jesús es para nosotros un camino que conduce hacia el Padre, el único camino. El que quiera lograr la salvación, deberá tomar ese camino. Vosotros, a menudo os encontráis en una encrucijada, sin saber cuál es el camino que debéis elegir, ni adónde ir; son muchos los caminos errados, como también las propuestas fáciles y las ambigüedades. No olvidéis, en esos momentos, que Cristo -con su Evangelio, su ejemplo y sus mandamientos- es siempre y sólo el camino más seguro que desemboca en una felicidad plena y duradera.

¿Has descubierto ya a Cristo, que es la verdad?

La verdad es la exigencia más profunda del espíritu humano. Muchos, sobre todo los jóvenes, están sedientos de la verdad sobre Dios, el hombre, la vida y el mundo. “El hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a sí mismo -no solamente según criterios y medidas del propio ser inmediatos, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes- debe, con su inquietud, incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte, acercarse a Cristo” (n. 10). Cristo es la Palabra de verdad pronunciada por Dios mismo como respuesta a todos los interrogantes del corazón humano. Es Él quien nos revela plenamente el misterio del hombre y del mundo.

¿Has descubierto ya a Cristo, que es la vida?

Cada uno de vosotros desea ardientemente vivir su propia vida en toda plenitud. Vivís animados por grandes esperanzas y muy buenos proyectos para el futuro. No olvidéis, sin embargo, que la verdadera plenitud de la vida se encuentra sólo en Cristo, muerto y resucitado por nosotros. Solamente Cristo puede llenar, hasta el fondo, el espacio del corazón humano. Sólo El da el valor y la alegría de vivir, y esto a pesar de los límites u obstáculos externos.

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Sí, descubrir a Cristo es la aventura más bella de toda nuestra vida. Pero no es suficiente descubrirlo una sola vez. Cada vez que se descubre, se recibe un llamamiento a buscarle más aún, y a conocerle mejor a través de la oración, la participación en los sacramentos, la meditación de su Palabra, la catequesis y la escucha de las enseñanzas de la Iglesia. Esta es nuestra tarea más importante, como lo comprendió tan bien San Pablo cuando escribió: “Para mí la vida es Cristo” (Filp 1,21). “ (JMJ 1989, España)

En nuestra vida de cristiano siempre hay camino por delante, por lo que debemos tener una actitud de discípulos, siempre dispuestos a aprender, pero no solo de los “sabios y entendidos” sino de todas las personas y acontecimientos que pasan en nuestra vida.

En esa conformación de tu identidad que vas asumiendo día con día, debes de tener claridad

en que tu conocimiento de Dios nunca se va a acabar. Por eso es tan importante que partícipes de las reuniones de tu grupo, de la Misa, de los momentos de oración, retiros, convivencias y otros con entusiasmo y apertura de corazón pues en todos esos eventos vas conociendo cada vez más de Dios. En la vida de fe nunca terminas de aprender y vivir, más bien entre más conoces de Dios y la Iglesia, más quieres conocer y más vivencia de Dios quieres tener.

Atrévete a conocer más de Jesús, no tengas miedo, el no quita nada y lo da todo (Bendicto

XVI) Dinámica: “El camino de vida“ Materiales: Papel periódico, marcadores, cinta, velitas Desarrollo de dinámica: Con anterioridad el animador prepara un camino con el papel periódico, donde estén escritos los nombres de todos los miembros del grupo. La idea es que mientras se escucha la canción: “Sigue” de Martín Valverde” (puede ser otra semejante) los participantes vayan caminando (puede ser descalzos para que no ensucien o rompan el camino) y cuando encuentran su nombre escriban alrededor la respuesta a la pregunta: ¿qué te enseña Jesús? Cada nombre tendrá una velita encendida cuando el muchacho termina de escribir, la toma... cuando todos terminan se inicia la oración final. El camino podría estar orientado de tal manera que termine en el altar para realizar la oración.

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Segunda Reunión Discípulos y Apóstoles

Juego de ambientación: “Agarra ese frijol”

Materiales: Pajilla para cada participante, 2 vasos plásticos vacíos, 2 vasos plásticos llenos de frijoles (igual cantidad de frijoles por vaso) (Objetivo de la dinámica: Dar a conocer la importancia de la Perseverancia en el Discipulado) Desarrollo del juego: Se divide el grupo en dos equipos. Cada equipo elige un capitán. Cada integrante del equipo debe de tener una pajilla. Inician los capitanes del equipo. Cada uno debe de correr y dirigirse hacia los vasos llenos de frijoles que deben estar colocados en extremos opuestos del salón o aula. Con la pajilla los capitanes levantan el frijol por medio de la absorción, atraviesan el aula o salón con el frijol pegado a la pajilla y lo depositan en el vaso vacío que le corresponde a su equipo. El capitán regresa a su equipo y la persona que sigue debe hacer exactamente lo mismo y así sucesivamente. No se puede caer el frijol, si se cae el concursante debe iniciar de nuevo. El equipo que termine primero gana el juego. Terminan cuando todos los frijoles del vaso lleno han sido depositados en el vaso que originalmente fue vacío. Variaciones: En vez de usar frijoles se puede usar maíz o algo parecido. Material de apoyo para la enseñanza PERMANECER Y PERSEVERAR es la invitación: + Insertados en Jesús, debemos permanecer en Él. + Recibido el Espíritu Santo, necesitamos permanecer llenos del Espíritu Santo, ser llenados una y otra vez. + Promover los Medios de Crecimiento perseverando asiduamente, como discípulos y apóstoles: - en la comunión fraterna (Koinonía) - en la doctrina de los Apóstoles (Didage) - en la oración - en la Fracción del pan - cargando cada día la cruz en el seguimiento del Señor - para ser testigos y cumplir la misión evangelizadora

Objetivo: Ayudar a que los evangelizados comprendan que no basta sólo con conocer al Señor, ni con el inicio, es preciso permanecer y perseverar en Él.

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Si permanece en ustedes lo que han oído desde el principio, también permanecerán en el Hijo y en el Padre. Y la Unción que de Él han recibido, permanece en ustedes y no necesitan que nadie los enseñe: pero como su Unción los enseña acerca de todas las cosas: según los enseñó: ¡Permanezcan en Él!" Juan 2, 20-27 (Jer 31,34). "Hemos nacido del agua y del Espíritu" (Juan 3, 4). “Nuestro Salvador nos sanó por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo" (Tito 3, 5). "El Espíritu nos da la vida en Cristo Jesús, liberándonos del pecado y de la muerte" (Rom 8, 2): "Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos: ¡Permanezcan en Mi!". Juan J5 Somos templo de Dios y el Espíritu Santo habita en nosotros (1Cor 3, 16; Rom 8, 9. 11), el Espíritu permanece en nosotros y en nosotros tiene su morada (Juan 14, 17). Es Dios el que nos confirma y el que nos ungió y el que nos marcó con su sello y dio en arras al Espíritu en nuestros corazones (2 Cor 1, 21-22), hemos recibido la Unción por Jesús, el Santo de Dios, y esta Unción permanece en nosotros (1 Juan 2, 20-27).

Hemos sido bautizados en el Espíritu Santo y llenos de Él: la voluntad de Dios es que permanezcamos llenos del Espíritu Santo (Efesios 5). Hemos encontrado a Jesús, y el Espíritu Santo nos ha insertado y nos ha dado vida en Él; pero es necesario permanecer en Jesús constantemente, para llegar a la transformación en Él. Al tener vida en Jesús somos templos vivos del Espíritu Santo; y al aceptar a Jesús como Señor, Él nos ha bautizado en su Espíritu; la voluntad de Dios es que necesitamos permanecer llenos del Espíritu Santo. Reiteradas efusiones del Espíritu Santo, como Poder de Dios para ser testigos y cumplir la misión apostólica.

+ PERMANECER EN JESÚS En el capítulo 15 del Evangelio de San Juan y en su primera Carta encontramos un programa detallado para permanecer en Jesús. "Yo soy la Vid, ustedes los sarmientos"; es el punto de partida: ya insertados participando de su misma vida; y se nos invita a permanecer en Él. "Por el Espíritu que nos ha dado sabemos que Él permanece en nosotros. Dios nos ha comunicado su Espíritu; con esto comprobamos que permanecemos en Dios y Él en nosotros" 1 Juan 3, 24; 4, 3.

+ PERMANECER LLENOS DE ESPÍRITU SANTO

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El que ha aceptado y reconocido a Jesús como Salvador y Señor puede recibir la efusión del Espíritu Santo como Poder de Dios para ser testigo. "Comprendan bien cuál es la voluntad de Dios: no se embriaguen con vino que lleva a libertinaje, sino más bien sean llenados una y otra vez con el Espíritu Santo" Efesios 5, 17. Las condiciones para permanecer llenos del Espíritu Santo y ser cada vez más llenos de Él son: - conversión como actitud permanente y renovada;

- rechazando todo pecado - no volver a admitir nuevos resentimientos -no reincidir en las seducciones y obras del Enemigo.

- fe viva en Jesús, alimentada y acrecentada por la comunicación y comunión frecuente e íntima con Él. - Señorío de Jesús efectivo en nuestro ser entero y en cada área de la vida, entregando cada vez más total y efectivamente nuestro ser y nuestra vida entera. Para lo cual se requiere el desasimiento y desapego de toda atadura a personas, cosas y situaciones a las que estamos atados y dependientes, sin libertad interior.

+ PERSEVERAR en los MEDIOS de CRECIMIENTO "Perseveraban asiduamente en la doctrina de los Apóstoles, en la comunión, en la Fracción del pan y las oraciones. Acudían al Templo con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas, alababan a Dios” Hch 2, 41-47.

Para un discípulo de Jesús la vivencia sacramental es algo necesaria, pues en ella encuentra la presencia y la acción salvífica de Jesús, y con ella la fuerza para vivir con fidelidad el seguimiento, y para realizar con entusiasmo la misión que le fue confiada. Como bien sabemos uno de los lugares privilegiados del encuentro con Jesucristo vivo, es la Liturgia, ya que Cristo mismo "actúa ahora por medio de los sacramentos, instituidos por Él para comunicar su gracia". La vida de un discípulo debe ser alimentada ante todo con una vida sacramental asidua, por ser los sacramentos raíz y fuente inagotable de la gracia de Dios, necesaria para sostener al creyente en su peregrinación terrena”. ¿Cómo está nuestra vivencia sacramental? "La multitud de los creyentes tenia un solo corazón y una sola alma. Daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor. Vivían unidos y tenían todo en común, y no había ningún necesitado, se repartía a cada uno según sus necesidades" Hechos 4, 32-35. "No cesaban de enseñar y anunciar la Buena Nueva de Cristo Jesús cada día en el Templo y por las casas" Hechos 5,42.

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Los Hechos termina expresando el plan permanente de misión de la Iglesia: "Proclamando el Reino de Dios y enseñando todo lo referente al Señor Jesucristo con toda valentía". (Hech 28, 31) +VIVIR EL DISCIPULADO Y EL APOSTOLADO Discípulo es: - el que ha tenido un encuentro vivo con Jesús, y continúa fielmente en su seguimiento. - lo ha aceptado como Salvador y reconocido como Señor, y está rindiendo su vida efectivamente a su dirección. - lo quiere seguir en todo aprendiendo a vivir y hacer las cosas como Él las hizo. Buscando cada día y en cada circunstancia la voluntad de Dios en su vida. Apóstol es el que: - da testimonio de vida en todo lugar y momento - testifica con la palabra en toda oportunidad - cumple con una acción apostólica concreta. Después del Retiro de Evangelización, donde se tiene la experiencia de un nuevo nacimiento y una Vida nueva por el encuentro con Cristo, se hace necesaria la formación del discípulo de Jesús. Con la catequesis, en un marco comunitario y parroquial, se forma el discípulo. La meta de la tarea de la Iglesia y de todo plan misionero y pastoral es formar: SANTOS + HERMANOS + APÓSTOLES + Santos: transformación en Jesús por las virtudes teologales como comunión directa con Dios, y morales como resultado de la unión más íntima con Dios. + Hermanos: fraternidad integrada con una nueva capacidad de una relación sana en el Espíritu. Y comunidades con nuevos modelos de vida. + Apóstoles en dos áreas: fiel y ciudadano. - En la Iglesia para construir la comunidad eclesial, colaborando en la misión y en la pastoral parroquial - En el mundo para restaurar y renovar cristianamente el orden temporal luz del mundo, sal de la tierra, levadura en la masa. .Tarea: Leer durante la Semana el capitulo 15 del Evangelio de San Juan Oración Final

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Tercera Reunión Las Herramientas para Perseverar: Palabra – Oración - Cruz

Dinámica: “Avioncitos” Materiales: Hojas blancas, lapiceros Desarrollo de la dinámica: Se entrega a cada participante una hoja en blanco para que escriba lo que aprendió de la reunión anterior: ¿qué te enseñó Jesús, que aprendiste del capítulo 15 del Evangelio de san Juan? Luego forma un avión con la hoja. Cuando todos terminan lanzan el avión. La idea es que lo tome otra persona lea lo que escribió y escriba lo que aprendió y se vuelven a lanzar los aviones. Luego el animador puede realizar una síntesis de la reunión anterior. Material de apoyo para la enseñanza A. EN LA PALABRA Y EN LA ENSEÑANZA Los que pasaron por la evangelización necesitan continuar asiduos a la Palabra de Dios y a la enseñanza en una catequesis programada y progresiva. Los evangelizados poseen su Biblia personal y completa. "No se aparte el Libro de esta ley de tus labios: medítalo día y noche": (Josué 1,8). "Antorcha para mis pies es tu Palabra, luz a mi caminar" (Sal 119, 105, 130) Escuchar, leer, meditar, memorizar y estudiar La Palabra es tarea importante en el nuevo evangelizado. Conocerla, entenderla e interpretarla bien es necesario para un auténtico crecimiento espiritual, para luego aplicarla a su vida, teniendo en cuenta el contexto y su unidad, a la luz de la Tradición viva de la Iglesia, La Biblia debe estar diariamente en nuestras manos, pero no basta. Es necesario que acudamos asiduamente a la doctrina de los apóstoles en la catequesis. (Hch 2,42) La catequesis persigue un doble objetivo: hacer madurar la fe inicial y educar al verdadero discípulo de Cristo" CT J9. "La meta de la Catequesis es la de ser la etapa de la enseñanza y la maduración". CT Para que esto sea posible, hay que subrayar algunas de sus características típicas de la catequesis:

Objetivo: Ayudar a los evangelizados a descubrir la importancia y la fuerza que se encuentra en la Palabra de Dios, en la oración y en la aceptación gozosa de la cruz para perseverar en el seguimiento de Cristo.

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- enseñanza sistemática, no improvisada, siguiendo un programa que le permita llegar a un fin preciso; - enseñanza elemental sin abordar las cuestiones de investigación teológica o de exégesis científica; - enseñanza, no obstante, bastante completa, que no se detenga en el Primer Anuncio o Kerigma; - una iniciación cristiana integral, abierta a todas las esferas de la vida cristiana (CT2Í). Los que han sido ya evangelizados, han renovado su bautismo y han reavivado el Don del Espíritu, necesitan continuar asiduos a la Palabra de Dios y a la enseñanza, en una catequesis permanente y progresiva. Debe ser un verdadero catecumenado que alimente, fortifique y estructure la fe inicial. El catecumenado es un tiempo de formación en la fe y en la vida, conforme al Evangelio. Esta enseñanza del catecumenado tiene como objetivo, proporcionar los elementos fundamentales para la nueva vida: Iniciación a la vida evangélica y a un estilo de vida cristiano, Iniciación a la oración personal y litúrgica, Iniciación a los sacramentos. En este tiempo se va formando al nuevo creyente para que sea: apto para vivir según el Evangelio, transformando su vida en función de las exigencias del Evangelio, apto para vivir en la Iglesia y comunidad, apto para participar en la misión de la Iglesia. En la catequesis se presenta sólo lo esencial de la fe; y no sólo como adquisición de doctrina, sino ante todo, como vida en función de la fe. B. ORACIÓN Y CELEBRACIÓN DE LA FE

Cada evangelizado, viviendo como verdadero cristiano no debe vivir sin la oración. La oración es la vida de la comunidad. Hay muchos que no crecen ni maduran su vida cristiana porque no oran, una comunidad de oración ferviente es una comunidad viva. “Manteneos en el amor de Dios, edificándose sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo” (Judas 20) “Los adoradores verdaderos adorarán al padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorarle en espíritu y verdad” (Juan 4, 23-24)

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“Estad en vela, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podréis estar en pie delante del Hijo del hombre” (Lucas 21,36) “Orad sin cesar y en todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1 Tes. 5,17-18) Dejemos penetrar todos estos textos en nuestro corazón y respondamos a la invitación de una oración incesante y movida por el espíritu en nosotros. La oración es la respiración de la fe y el lugar de la comunión y de la experiencia de Dios. ¡Nunca digas que te falta tiempo, más bien di que te falta amor! La oración de alabanza espontánea y libre es un modo de orar en que el Espíritu actúa muy especialmente. Habitualmente nuestras oraciones se limitan a pedir, pero aún en la oración de petición como Jesús debemos elevar nuestros ojos al cielo para saber cuál es la voluntad del Padre. “En verdad, en verdad os digo, que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre os lo concederá. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre: pedidle y recibiréis para que vuestro gozo sea completo” (Juan 16,23-24.) “No os inquietéis por cosa alguna: antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias” (Fil. 4,4-6). Para orar tomemos “El ejemplo de Cristo orante: el Señor Jesús, que pasó por la tierra haciendo el bien y anunciando la Palabra, dedicó por el impulso del Espíritu, muchas horas a la oración, hablando al Padre con filial confianza e intimidad incomparable y dando ejemplo a sus discípulos, a los cuales expresamente enseñó a orar” (Documento de Puebla 932). “El cristiano, movido por el Espíritu Santo, hará de la oración motivo de su vida diaria y de su trabajo; la oración crea en él actitud de alabanza y agradecimiento al Señor, le aumenta la fe, lo conforta en la esperanza activa, lo conduce a entregarse a los hermanos y a ser fiel en la tarea apostólica, lo capacita para formar comunidad. La Iglesia ora en sus miembros se une a la oración de Cristo” (DP 932) Nada sin orar y todo como fruto de la oración debería ser la consigna del verdadero creyente que camina realmente en el Espíritu. Diversas formas básicas de oración son: - Apartarse para orar individualmente cada día, - Eucaristía frecuente, idealmente diaria - Reunión semanal de su comunidad, - Asambleas de oración

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Son medios normales de todo cristiano que quiere crecer espiritualmente y santificarse manteniendo siempre la presencia de Dios en una atención amorosa a Él. Sin una vida intensa de oración no es posible un crecimiento espiritual consistente, sobre todo la oración personal silenciosa, simplificada, preparándose para una verdadera oración contemplativa. Cada persona debería tener todos los días al menos .una media hora de oración personal, tendiendo a que sea de una hora. Para esto hay que buscar el mejor tiempo que permita hacerla bien y sin distracciones. Cuando sea posible es conveniente poderla hacer ante el Santísimo Sacramento en una iglesia o capilla; si no es posible, hacerla en un cuarto tranquilo de su casa. C - CARGANDO CADA DÍA CON LA CRUZ “Si alguno quiere venir en pos de Mí; niéguese a sí mismo, lleve cada día su cruz y sígame” (Lucas 9,23) “El que no carga su cruz y viene detrás de Mí, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14,27) “Quien no toma su cruz y viene detrás de Mí, no es digno de Mí” (Mateo 10,38) La Cruz es condición indispensable para ser discípulo de Jesús. Llevar la cruz de cada día significa renunciar a toda actuación independiente de la voluntad del Padre y ofrecer todo lo que se presente y todo lo que hagamos en unión con la cruz de Jesús. Cruz no es necesariamente sinónimo de dolor o de sufrimiento. Lo que sacrificamos en la cruz, no es un gozo, sino el actuar independientemente o contrario a la voluntad del Padre. Nuestra intención y nuestras motivaciones deben ser como las de Jesús: movidos por el Espíritu Santo, ofreciendo al Padre, por manos de María, nuestro ser y nuestra vida entera, en unión con la oblación sacerdotal de Jesús para salvación del mundo. “Os digo en verdad, si el grano de trigo no cae en tierra y no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto” (Juan 12,24). Conviene entonces que nos preguntemos ¿cuánto se sacrifica usted por hacer la voluntad de Dios? La mayoría buscan la vida fácil, cómoda y siempre divertida, no gusta mucho el esfuerzo ni el sacrificio. Si es en las tareas de la casa el cristiano debe dar a conocer su vida nueva, su conversión y vida nueva. Si es en el trabajo o en el estudio la cruz de cristo está presente en el esfuerzo y la responsabilidad. “Yo hago lo que le agrada a Él” (Juan 8, 29). “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado” (Juan 4,34)

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“He aquí que vengo, oh Dios, a hacer tu voluntad” (Heb 10,7.) “Es preciso que él crezca y que yo disminuya” (Juan 3,30) “Jóvenes No basta denunciar: hay que hacer. Hay que comprometerse en primera persona, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, en la construcción de un mundo que sea realmente a medida del hombre, más aún, a medida de los hijos de Dios.” (Juan Pablo II) “Os exhorto, hermanos, a que ofrezcáis vuestro ser entero como una víctima viva, consagrada, agradable a Dios, y que tal sea vuestro culto interior” (Romanos 12,1) ¡La cruz, espíritu que vivir y mensaje que proclamar! Tarea: Memorizar una cita bíblica de las estudiadas en este tema, la que le parezca más importante y comentarla en la siguiente reunión. Oración Final.

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Cuarta Reunión ¿Qué es la comunidad?

TODOS y TODO EN COMUNIDAD

El proceso evangelizador se vive en pequeñas comunidades: “Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común” Hch 2,44 “Los jóvenes deben sentir que son Iglesia, experimentándola como lugar de comunión y participación” (DP 1184). “Incorpórense creativamente a la Comunidad Cristiana. Encontrarse con Jesucristo significa sentirse llamados a vivir y promover la fraternidad entre los hombres. Precisamente, el período de la juventud es un momento privilegiado de la vida para incorporarse a la comunidad cristiana como miembros conscientes y activos” (Mensaje de los Obispos, 1985). Ser parte de este Pueblo de Dios implica participar en la celebración litúrgica de la fe, en la oración comunitaria, en la misión salvadora: “... Convocamos una vez más a los jóvenes, para que sean una fuerza renovadora de la Iglesia y esperanza del mundo” (SD 293)”1 La Iglesia es Misterio y Sacramento de Comunión: - Pueblo de Dios - Cuerpo de Cristo - Comunión en el Espíritu Existe una vocación universal a la comunidad. La parroquia es comunión de comunidades La Iglesia es Comunión como Pueblo y Cuerpo, expresiones y realidades que se complementan para entender la riqueza de significado que es la Iglesia; cada uno expresa un matiz diferente, pero complementario. La naturaleza de la Iglesia es el ser comunión, y tiene como tarea, construir la comunión, mostrándose en todos los niveles. La parroquia tiene como tarea prioritaria el construir la comunión, como cuerpo eclesial local, formando pequeñas comunidades después de la evangelización, células de ese cuerpo, quedando desde el inicio vitalmente vinculadas a la Parroquia, para que ésta sea comunión de comunidades.

1 Documento del Concilio Plenario de Venezuela “Jesucristo Buena Noticia para los jóvenes” Nº 45.

Objetivo: Ayudar a los evangelizados a conocer la importancia de la vida comunitaria y a sentirse miembros importantes dentro de la gran comunidad que es la Iglesia, así como dentro de su comunidad movidos por el amor mutuo y atento servicio centrados en Cristo.

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Las comunidades deben ser formadas después de un curso de seguimiento, luego que ellos están concientes de la importancia y la naturaleza de la comunidad. Estas comunidades deberán formarse mixtas y con personas de la misma edad, para que puedan ayudarse a crecer y superar mutuamente las crisis y los problemas que se generan a su edad. La pastoral tiene a la comunidad como una opción pedagógica preferencial. Los jóvenes como un rasgo cultural de esta etapa de la vida, tienden a agruparse con otros jóvenes de su misma edad para compartir sus sueños y desilusiones. En la vida de comunidades donde se va desarrollando un proceso de conversión de manera que todos son participes, ese encuentro comunitario tiene una gran fuerza evangelizadora que transformará al que vive en medio de un mundo individualista. La Iglesia es comunión, y todos tenemos una vocación a la comunidad. Por tanto necesitamos todos vivir vida fraterna en común, la comunidad es una necesidad para todos. Comunidad es un grupo que quieren comprometer su vida en todas las dimensiones, y caminar juntos en todo, y con reuniones donde expresan y fomentan su integración, y donde comparten todas las dimensiones del ser y de la misión de la Iglesia: Palabra, Oración. Edificación espiritual y Solidaridad social. Quieren crecer juntos en el Señor y construir la comunión en su comunidad y con el cuerpo eclesial al que pertenecen y donde participan; para edificación del cuerpo en el amor. (Ef 4). Comunican y comparten lo humano y lo cristiano: lo espiritual y lo material, lo religioso y lo social, lo eclesial y lo secular, los valores eternos y las realidades temporales. Así como hay una vocación universal a la santidad y al apostolado, así también hay verdaderamente una vocación universal a la comunidad. La meta es SANTOS + HERMANOS + APÓSTOLES, en una Iglesia nueva para un mundo nuevo, con una cultura cristiana. Es una necesidad para todos el pertenecer a una comunidad pequeña por una importancia primordial, porque ahí y así se aplica y se vive la dimensión comunional de la Iglesia. Las comunidades parroquiales son una pequeña célula portadora de vida en esa porción de la iglesia como lo es la parroquia, se convierten en una fuerza renovadora donde el Espíritu Santo suscitará carismas al servicio del pueblo de Dios. Estas pequeñas comunidades son reflejo del pueblo de Dios que camina en el mundo, dando signo de amor y de unidad, teniendo a Cristo como cabeza. + DEFINICIÓN DE LA COMUNIDAD La comunidad es ante todo para ser, no para hacer. Se tiene en cuenta, importa y vale la persona por sí misma con rostro, nombre propio, historia y situación, en su vocación y misión, en todas las

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dimensiones de su ser y de la vida, y no sólo las funciones; Hay que diferenciar COMUNIDAD Y EQUIPO, la primera es para ser, el segundo es para hacer un trabajo, tarea o función. Cada persona pertenece a una comunidad, y además participa en un equipo de trabajo pastoral, en los Sectores o Ministerios. La comunidad, en sus elementos esenciales se definiría así: GRUPO ESTABLE, ORGÁNICO Y FRATERNAL DE EVANGELIZADOS, CENTRADOS EN EL SEÑOR JESÚS Y MOVIDOS POR EL ESPÍRITU SANTO. QUE SE RESPONSABILIZAN UNOS DE OTROS: EN AMOR MUTUO Y ATENTO SERVICIO, CONTANDO UNOS CON OTROS Y COMPARTIENDO TODO UNOS CON OTROS, Y CUIDÁNDOSE EN EDIFICACIÓN ESPIRITUAL Y SOLIDARIDAD MATERIAL Y SOCIAL: DANDO TESTIMONIO CORPORATIVO DE NUEVOS MODELOS DE VIDA, DISTINTOS DE LOS DEL MUNDO. Es pequeña o de base, constituida por pocos miembros, alrededor de unos 12, en forma permanente y a manera de célula del cuerpo que es la parroquia, (Puebla 641), y que se puedan reunir en un cuarto de una casa familiar de alguno de los miembros de la comunidad, como lugar propio de reunión de la comunidad. Sociodrama: "¿Quién es el más importante?"

Alrededor de una mesa se encuentra un rico, un obrero, un intelectual, un militar y Cristo. Ninguno de ellos está sentado a la cabecera... Un joven, en silencio, enseña a todos los espectadores un cartelón con el siguiente letrero: ¿QUIEN ES EL MAS IMPORTANTE?.. RICO: (Levantándose) Yo represento el dinero. Toda nuestra sociedad está construida sobre el dinero. Sin inversiones todo se vendría abajo. No habría ni industrias, ni progreso, ni nada. Yo soy el más importante. Debo presidir la mesa. OBRERO: (levantándose) la sociedad no está fundada sobre el dinero, sino sobre el trabajo. El trabajo es mucho más noble y digno que el dinero. Es más, el trabajo es el que produce el dinero; sin trabajo no habría dinero, Yo soy, por tanto, el más importante. Debo dirigir esta reunión. INTELECTUAL: (levantándose) El puesto es para mí. Sin el ejercicio de la inteligencia no habría ni dinero, ni industrias ni progreso. El trabajo es noble, pero más lo es el trabajo intelectual; los hombres de ideas somos, pues, los más importantes. MILITAR: (Golpeando la mesa) lo que hace falta en este mundo es orden. Yo tengo las armas y las fuerzas suficientes para poner I orden en la sociedad. A mí me corresponde, pues, el primer puesto en la mesa.

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CRISTO: (levantándose y hablando con tranquilidad) Señores, yo no pretendo presidir la mesa ni ser el más importante. Solamente quiero hacerles una petición: que cuando terminen de discutir me permitan lavarles los pies antes de sentarme. .. Luego servirles la mesa (pausa)... Un joven pasa con otro cartelón que dice: El QUE QUIERA SER El PRIMERO QUE SE HAGA SERVIDOR DE TODOS. Enseñanza: En nuestra comunidad debemos ser al igual que Cristo, servidores de los demás. Es en la comunidad donde se aprende a servir. Oración final

Tarea: Leer el capítulo 12 de la Carta a los Romanos

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Quinta Reunión Niveles de la Comunidad: Pequeña - Sectorial – Parroquial

Dinámica “Los Caramelos” Materiales Caramelos o dulces. Papel de tres colores (Verde, azul, blanco) Se preparan los caramelos o dulces envolviéndolos con papel en los tres colores Se procura que sea la misma cantidad envueltos en los tres colores. Desarrollo Se reparten los caramelos al azar y se les pide que no lo coman todavía. Luego se les pide que se reúnan los que tienen el mismo color de envoltorio durante 10 minutos. Harán un breve comentario sobre la comunidad. Color verde (grupo 1: Hablará sobre la pequeña comunidad) Color azul (grupo 2: Hablará sobre las comunidades del sector) Color blanco (grupo 3: Hablará sobre la parroquia) Aplicación de la vivencia: En la dinámica, aunque habían tres grupos formados por los tres colores, ninguno quedó fuera. Así, los evangelizados todos están integrados en la gran comunidad de comunidades que es la parroquia. Material de apoyo para la enseñanza ¿Quiénes forman la comunidad parroquial? En el territorio parroquial viven familias y personas que conforman la feligresía. Pero la Parroquia no es el territorio, ni el templo, ni sólo los sacerdotes sino el Pueblo de Dios de ese determinado territorio con un sacerdote como pastor propio. La comunidad parroquial la forman personas que cumplen ya tres condiciones básicas: - pasaron por el Retiro de Evangelización. - están en Comunidad, vinculada a la parroquia

Objetivo: Ayudar a los evangelizados a sentirse miembros de la comunidad parroquial motivándoles a participar con alegría en las actividades de la misma.

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- con un efectivo compromiso apostólico. Los demás son la feligresía, están llamados a ser comunidad, pero todavía no lo son. + COMUNIDAD SECTORIAL La comunidad sectorial son todos los evangelizados de un Sector con sus pequeñas comunidades. +COMUNIDAD PARROQUIAL La comunidad parroquial son todos los evangelizados de la parroquia. “Ahora bien, ustedes forman el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de ese cuerpo. Y Dios ha asignado a cada uno un lugar en la Iglesia”. (1Co 12, 27 – 28) En esa pequeña comunidad, como dice Pablo, aun cuando cada persona tiene una labor específica, es necesario tener conciencia que somos un todo, un cuerpo, una Iglesia. Las comunidades no deben ser sólo espacios de formación sino también espacios de vida y convivencia, donde exista la comunión y participación, deben caminar de forma semejante a las primeras comunidades cristianas. (Hch 2, 42) La parroquia es la primera instancia que da ejemplo de ser una comunidad que vive y celebra al estilo de Jesús y acoge la vida de sus evangelizados. La parroquia se vuelve entonces comunidad de comunidades. La comunidad parroquial primero es para construir el ser de la comunidad, además es para construir el ser del cristiano. También es una oportunidad para la enseñanza y para compartir testimonios. Oración final

Tarea: Rezar al Santo Rosario cualquier día de la semana por la comunidad parroquial

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Sexta reunión Elementos de la Reunión

Dinámica: ¿Qué ha cambiado? Materiales: Ninguno Desarrollo: Los participantes se dividen en parejas. Las parejas se observan uno a otro y tratan de memorizar la apariencia de cada cual. Luego uno se da la vuelta mientras que el otro hace tres cambios a su apariencia; por ejemplo, se pone el reloj en la otra muñeca, se quita los lentes o se sube las mangas. El otro jugador se da la vuelta y tiene que tratar de descubrir los tres cambios. Luego los jugadores cambian de papeles. Material de apoyo para la enseñanza Vida de la Comunidad El cristiano, solamente en comunión con Cristo y con sus hermanos puede tener vida. La comunidad debe ser una comunidad viva. Las personas que la integran han de vivir y transmitir la misma vida de Cristo. Para que una comunidad sea una comunidad viva es necesario que mantenga un ritmo periódico, estable y permanente de reuniones donde todos sus miembros puedan crecer y fortalecerse en la fe. La vida de la comunidad sólo será posible cuando exista entre sus miembros una ayuda mutua e integral. La vida de la comunidad es la realidad estable e integral, en pertenencia firme de varias personas que caminan juntos con un compromiso de acompañamiento, apoyo y servicio mutuo en todo a nivel cada vez más profundo. Es por eso que la vida de la comunidad trasciende y va más allá de la reunión formal semanal. Trasciende en el sentido que es disponibilidad para ayudarse y compartir no sólo en lo espiritual y religioso, sino también en lo social y material. Los evangelizados que viven en comunidad están llamados a disponerse para servir en todo a sus hermanos experimentando el verdadero sentido de la vida en comunidad La vida de la comunidad debe ser alimentada y nutrida con la Palabra de Dios, la Oración, la Edificación espiritual y con la Solidaridad social. Tanto en la vida como en las reuniones necesitan vivirse estas dimensiones que son propias de la vida y misión de la Iglesia. En la reunión de la comunidad los evangelizados oran juntos, estudian juntos la Palabra de Dios. Además construyen juntos su comunión en edificación espiritual y en solidaridad social. La

Objetivo: Conocer y vivir los elementos que dan vida a la reunión de la comunidad para crecer todos juntos el seguimiento de Jesús con alegría y entusiasmo.

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comunión de la comunidad es expresada mediante la edificación espiritual y la solidaridad al igual que en las primeras comunidades cristianas del Nuevo Testamento descritas en los Hechos de los Apóstoles. “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión en la fracción del pan y en las oraciones. Todos los creyentes estaban de acuerdo y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el dinero entre todos, según la necesidad de cada uno”.(Hech 2,42.44-45) Todos los elementos necesitan vivirse y compartirse en la vida de la comunidad con seriedad. Orden y tiempos sugeridos para vivir los elementos de la reunión:

Oración (30 minutos) Estudio de la Palabra (60 minutos) Edificación espiritual (90 minutos) Solidaridad social (alternando con la anterior)

Llegada a la reunión Mientras todos van llegando se tiene un tiempo de saludo y acogida. La reunión de la comunidad además de ser un encuentro y experiencia con Jesús, es también un encuentro entre hermanos que comparten la fe con un mismo objetivo que es seguir a Cristo como discípulos suyos. Los evangelizados deben experimentar la alegría de vivir en comunidad y al mismo tiempo han de transmitirla mutuamente, de modo que la reunión sirva también para levantar el ánimo de aquellos que llegan sin ilusión de seguir. - Oración El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que “la oración es la vida del corazón nuevo. Debe animarnos en todo momento” (CEC 2697). La oración es la vida de la comunidad, es la vida de cada evangelizado, es la vida de todo cristiano. La oración debe animarnos siempre. La clave de todo evangelizado para permanecer en el caminar cristiano es su vida de oración. Muchos se desaniman fácilmente en su vida cristiana porque no oran. Es importante la vida de oración para permanecer y perseverar. En la reunión de la comunidad el tiempo para la oración ha de ser bien aprovechada, pero para ello es muy importante la disposición interior del evangelizado. Es necesario querer y aprender a orar. La oración se puede comenzar con algunos cantos de comunión fraterna y luego un momento de purificación y petición de perdón a Dios y de reconciliación con los hermanos. La oración es el momento para albar a Dios, darle gracias, pedirle perdón y pedirle por las necesidades personales y de los demás tanto espirituales como materiales. El momento de oración en la comunidad es un tiempo oportuno para pedir unos por otros.

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Los cantos son importantes en la oración de la comunidad, pero para motivar la oración y como materia para ella, es útil tomar un texto bíblico corto que puede ser un texto de algún evangelio o un salmo ya que la Palabra de Dios es fuente de oración (Cf. CEC 2662). Mediante la oración se ponen en presencia de Dios quien les escucha y les habla al corazón reavivando la fe en Él. No se debe olvidar que es el Espíritu Santo quien inspira y conduce la oración. Es importante que el evangelizado aprenda a mantenerse en una constante vida de oración de modo que no sea sólo en la reunión cuando ore. El evangelizado ha de ser una persona de oración diaria porque si no lo hace, a las reuniones siempre llegará vacío y frío interiormente y se le hará muy difícil orar y experimentar la presencia de Dios en la oración dentro de su reunión semanal. Se podrían reflexionar en este momento las siguientes preguntas: ¿Qué es para mí la oración? ¿Cuál es mi experiencia de oración? ¿Qué busco en la oración? ¿Vivo realmente la oración? ¿Hago oración frecuentemente? - Palabra “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles” (Hech 2, 42) Estudian todos el tema de catequesis que toca según el orden de los diversos niveles. El estudio de la catequesis en la comunidad tiene dos finalidades que deben ser cumplidas: el conocimiento claro y ordenado de la doctrina para llevarlo a la vida y a la práctica. El evangelizado necesita conocer y vivir la Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia. La reunión de la comunidad debe ayudar a cada evangelizado a profundizar en estos aspectos de la vida cristiana para su crecimiento en la fe. El conocimiento de la Palabra de Dios y de la doctrina de la Iglesia ha de concretarse en la vida personal de cada evangelizado, en su comportamiento y en todo lugar dando testimonio auténtico como persona evangelizada. Oración final

Tarea: Leer el capítulo 6 del evangelio de San Mateo y los numerales 2663 y 2664 del Catecismo de la Iglesia Católica

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Séptima reunión Edificación Espiritual

Vivencia Dinámica de ambientación: “A edificar la Iglesia” Material: Cubos hechos de cartulina y palabras escritas en papel Desarrollo: Según la cantidad de participantes se debe dividir en dos grupos sin que ellos lo sepan, y a un grupo se les dará un cubo de papel desarmado y a la otra parte de participantes se les dará un papel con una forma de triángulo, circulo, cuadrado, rectángulo, etc. Que contenga palabras como oración, comunidad, testimonio, Palabra, Eucaristía, etc. Y estas figuras con palabras se pegaran en los cubos según el lugar que corresponda, es decir en el cubo habrá una figura idéntica a la que los participantes tienen para que la peguen encima de ella y por último se formará una pirámide y ¡!listo!! , luego el coordinador deberá preguntar a una o dos personas que sintió mientras vivió la dinámica posteriormente explicará que la vivencia consistía en construir en comunidad la pirámide con todas sus partes y que unos debemos ayudar a los otros para encontrar la forma de construir nuestra vida espiritual y que los testimonios ayudan a la edificación tanto de la comunidad como de cada uno de nosotros. Se puede meditar la lectura Hechos 2, 42.

Lugar: Debe realizarse preferentemente dentro de un salón para evitar las distracciones y la brisa que derrumbe la pirámide.

Material de apoyo para la enseñanza

Ejemplo:

= =

Oración

Objetivo: Hacer conciencia a los evangelizados de la ayuda en la edificación espiritual de cada uno y en comunidad, para alcanzar así el conocimiento más profundo de lo que Dios quiere de nosotros mismos y de la comunidad.

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DESARROLLO DE LA ENSEÑANZA

Edificar es una imagen tomada de construcción. Es precisamente ayudarnos unos con otros a construir, a crecer en el conocimiento de Dios, y a lograr cohesión y verdadera unidad. Edificar el cuerpo místico de Cristo y crecer espiritualmente, hasta la talla adulta de Jesús es tarea que nos corresponde hacerlo en comunidad a través de nuestro testimonio de Vida; también por medio del conocimiento de la Palabra de Dios, la oración y lo principal la Santa Eucaristía como los apóstoles lo hacían en la primera comunidad cristiana (Hch. 2,42) y así de esta manera podamos tener una fe firme para que nada nos derribe. Edificación es andar de la mano en el camino del Señor ayudándonos en todos los aspectos de la vida, sintiéndose solidariamente responsables unos de otros, con preocupación, interés y cuidado mutuo, y no sintiendo algún rencor contra nuestros hermanos porque es una situación que tuvo que haberse quedado ya en las manos de Dios aquel momento de la liturgia penitencial. Si no es así pedir a Dios por esto que en nuestra vida está aconteciendo ya que como dice el dicho “una manzana podrida arruina a las demás” porque San Pablo dice “por tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe” (Gal 6,10). Debemos ayudarnos unos con otros y así ser verdadera comunidad cristiana plantada sobre la base de la fe católica. En este sentido la edificación incluye la solidaridad. Edificación y Solidaridad son la tarea central de la comunidad, y por eso deben ser los elementos esenciales de las reuniones, nunca olvidándonos que Dios nos exhorta a vivir en amor (Jn 13,34) y que con la venida del Espíritu Santo hizo que naciera la iglesia de Cristo edificándola a través de una vida asidua de oración y de comunión fraterna. Por lo tanto la solidaridad, el amor y la edificación deben permanecer a lo largo de las reuniones comunitarias. Paulatinamente y de manera insensible van empezando a quererse, y en proporción de su caminar juntos, se van conociendo e interesando de todos los aspectos de la vida de cada uno de los miembros de la comunidad. Una verdadera comunidad no puede reducirse sólo a lo devocional, a estudio o reunión social, viviendo una espiritualidad ritualista. Deben recordar el misterioso Don del Espíritu Santo que han recibido y vivir según ese Espíritu, como San Pablo nos lo dice en su segunda carta dirigida a Timoteo en el capítulo primero versículo seis “por tal motivo te recomiendo que reavives el carisma que has recibido de Dios que está en ti por la imposición de las manos piensa que el Señor no nos dio un Espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza” ; por tanto vivir según el Espíritu es ser caritativo con los demás dar fortaleza a la comunidad y ser realmente espirituales invocando al Espíritu Santo en nuestra vida cotidiana y más aún en la comunidad. Sabiendo que la edificación y la solidaridad son los elementos que constituyen verdaderamente la comunidad, se puede decir que estas bases no pueden surgir si en nuestra vida no hay caridad ni hay fortaleza para afrontar las pruebas. Caridad y fortaleza provienen de la tercera persona de la Santísima Trinidad. Los

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elementos bases de la comunidad (Solidaridad y edificación) son en sí, conocimiento, interés, responsabilización, cuidado, apoyo y ayuda recíproca, mutuo servicio, preocupación y solicitud de todo lo que forma parte de la vida de cada persona, elementos que llevaran a la comunión y participación.

La comunión y participación son la meta de las comunidades. Comunión en todos los niveles de su ser, con los demás con la iglesia, con migo mismo y participación en todos los aspectos de la vida. La participación la veremos como sinónimo de compartir progresivamente las áreas de la vida, en proporción en crecimiento en el Señor y de la integración comunitaria, es decir estar en cada momento que la comunidad lo necesita y por supuesto estar siempre ahí para brindar una mano a nuestro hermano que la necesita siendo nosotros luz para ese momento de tinieblas que está pasando y así demostrar la caridad de Cristo. Participación podemos decir también que es saber escuchar en el momento oportuno, interesarse realmente por el problema del otro, metiéndose en su pellejo y tratando de ver las cosas desde su punto de vista. Pero todo a la luz de Dios y su Palabra, así realmente estamos viviendo una verdadera edificación espiritual.

Para alcanzar una buena edificación espiritual en la comunidad debe durar normalmente una hora y media.

A título de edificación se llevan unos aspectos y elementos que se van tocando en las reuniones, aunque no todos necesariamente en la misma reunión, pero que no pase mucho tiempo sin tocar alguno:

ASPECTOS DE LA EDIFICACIÓN

- Testimonio

Manifestación de la obra de Dios en nosotros. Como el dicho famoso dice, “las palabras convencen pero el testimonio arrastra” ponemos de manifiesto que el testimonio es el primer elemento esencial. Proclamar su gloria y santificar su nombre compartiendo con los demás, aun el mismo Jesús, con su palabra convenció a muchos, pero cuando lo vieron resucitado arrastró a sus apóstoles a edificar la Iglesia verdadera de Él. Por lo tanto lo que nosotros hacemos en nuestra vida cotidiana por ejemplo en la Escuela, Colegio, universidad, con los amigos y con la familia debe ser un constante testimonio de vida cristiana que se demuestre que ya no soy yo el que vive sino Cristo quien vive en mi (Gal 2,20) y así compartir con los demás la fidelidad y el amor de Dios, que manifiesta su poder entre nosotros.

Compartir la experiencia personal de Dios, es decir, lo que hace en mí, y a través de mí, o frente a mí, compartiéndolo con los demás es sumamente edificante en la comunidad; por tanto en el testimonio debe de aparecer claramente el Señor y su obra en nosotros.

Compartir cómo la acción del Espíritu Santo va actuando en nuestra vida utilizándonos como instrumentos de su gracia y poder llevar a través de nosotros mensajes de paz y compartir la vivencia

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de la oración comunitaria en todos los sentidos de nuestra vida y clamando siempre a Dios en cada decisión que tomamos como los apóstoles lo hicieron junto a María al elegir a Matías (Hechos 1,24). Compartir como Dios nos va despojando del hombre viejo y nos reviste del hombre nuevo, para poder transformarnos cada vez más con el Señor, sobre todo por la experiencia de la oración profunda.

Testimoniar es contar cómo el Señor va cambiando nuestros corazones y el de nuestras familias a través de nosotros, instrumentos inútiles de Él.

- Exhortación mutua

Exhortarse es una actitud constante entre hermanos cristianos, impulsándose a una fidelidad y entrega mayor al Señor. Hay que recordar siempre la importancia del seguimiento de Cristo en la iglesia como nos lo menciona Ap. 446, y ayudarnos siempre para no dejarnos vencer por las turbulencias, ayudándonos mutuamente en la comunidad. El sentido de exhortación debe ser siempre con miras a ayudar a los demás, por ejemplo San Pablo nos exhorta sobre la libertad y la caridad “vosotros hermanos, habéis sido llamados a la libertad. Pero no toméis de esa libertad pretexto para la carne: antes al contrario, servíos unos a otros por amor” (Gal 5,13) Aquí el apóstol de los gentiles nos llama a servir y vivir según el Espíritu de libertad cristiana y virtuosa y no el libertinaje como muchos lo pueden entender.

- Corrección fraterna

Siguiendo el criterio del Evangelio, con respeto y prudencia, suponiendo una aceptación y amor incondicional a nuestro hermano que nos atrevemos a corregir para no lastimarlo. La corrección fraterna no consiste en hacer que las personas de la comunidad se sientan mal sino que se les haga ver el error en el que se está cayendo, de manera personal además no consiste en una crítica, ni hablar a espaldas de alguien, pues es para edificar siempre la vida espiritual y comunitaria de los hermanos. La corrección fraterna debe servir para que uno, sabiendo los errores que se han cometido no se vuelvan a cometer. - Revisión de vida

Revisar los diversos aspectos de nuestra vida, confrontándose con la voluntad de Dios y su Palabra. Esta revisión de vida entendida en dos aspectos:

Estado de vida, darnos cuenta como nos vamos transformando en los diferentes ámbitos de la vida, en la familia, en el trabajo, con los amigos, en la escuela o en la universidad, si en verdad estoy dando el buen testimonio de Cristo y llevando en mí plasmado el misterio de la resurrección. Es decir, siempre animados y vivificantes para ayudar a los demás en sus situaciones cotidianas. Vida espiritual y medios de crecimiento, esto de manera principal, al conocer como llevo mi vida de oración, mi lectura de la palabra y lo que es más importante la puesta en práctica de ella (Palabra).

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A esto hay que agregar cómo estamos con la vivencia de los sacramentos que son la base de nuestra vida espiritual.

Hay que realizar una revisión de nuestra vida continuamente. Este aspecto esta ligado con la corrección fraterna, pues también de esta manera podemos revisar nuestra vida con la ayuda de la comunidad.

- Búsqueda de la voluntad de Dios

Para cada individuo y para cada grupo, en discernimiento espiritual y sometimiento mutuo. En este aspecto entra el compartir problemas y consultar decisiones. Este punto es importante porque ayuda a aumentar la comunión entre los hermanos orando unos por otros y ayudándonos mutuamente para encontrarnos con la voluntad definitiva de Dios para cada uno de nosotros.

- Impulso al testimonio y al compromiso

Caminar siempre de la mano de Dios con el auxilio del paráclito y no con la ayuda del mundo debemos sentirnos impulsados a dar el testimonio de Cristo, pidiendo siempre al todo Poderoso que nos haga instrumentos de su paz en cada circunstancia de la vida. Deben de comprometerse con Dios totalmente entregando su vida por el cumplimiento de su voluntad bajo los criterios evangélicos y estos criterios deben así gobernar todo lo que hacemos y decidimos para poder llevar a los demás con nuestro testimonio a un encuentro de ojos abiertos y corazón palpitante con Dios y a que nuestra comunidad se enriquezca con los frutos espirituales de sus miembros.

Agradar en todo a nuestro PADRE CELESTIAL y hacer en todo momento su voluntad y recordar que somos cristianos toda la vida y en todo momento y no sólo en la Iglesia, ser siempre fieles discípulos viviendo su señorío en nuestro corazón como diciendo que todo lo ponemos en sus manos y recordando siempre que en nuestro encuentro personal con Cristo lo hicimos Señor de todo nuestra vida ahora tenemos que hacerlo ver en nuestro comportamiento con los demás. La edificación de la espiritualidad es algo que corresponde a todos los miembros de una comunidad siendo así una verdadera imagen de la comunidad cristiana primitiva de los apóstoles en donde se encontraba la Madre de Jesús junto a ellos orando asiduamente y compartiendo el pan. Así nosotros debemos tener siempre presente que María nos acompaña como acompañó a su hijo hasta la cruz y que ella que dijo el SI definitivo nos motive a ser fieles a la voluntad de Dios con su Santa intercesión, pidiendo siempre el Santo Espíritu que dio fuerza a los apóstales para proclamar a Cristo resucitado así nos ayude a ser verdaderas piedras vivas de la iglesia. Oración final

Tarea: meditar la cita bíblica Hechos 2,42 en adelante y sacar 3 enseñanzas de dicho texto.

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Octava reunión Solidaridad Social

Vivencia: “Profundicemos en la enseñanza de Jesús” Dinámica: “Presidente por un día” Materiales: Cada uno dispondrá de papel y lápiz. Objetivos de la dinámica a) Reflexionar sobre los aspectos de la realidad que nos incomodan y que nos parecen injustos o insolidarios. · b) Plantear propuestas concretas y constructivas en situaciones negativas. Desarrollo de la dinámica El coordinador propone al grupo la siguiente situación: A menudo nos quejamos de que el mundo es injusto e insolidario, porque imperan el egoísmo y el odio. Es fácil quejarse, pero si fueras una persona poderosa ¿qué harías para remediar esta situación? Hoy vamos a imaginar que serás el presidente por un día, y que está en tus manos cambiar, al menos en parte, el rumbo de las cosas que crees injustas. Tienes que planificar tu agenda para mañana: ¿Qué harías en cada momento del día? Recuerda que el día tiene sólo 24 horas, y que tienes que repartir tu tiempo de forma razonable y provechosa. ¿Cuántos problemas podrás resolver en una sola jornada? ¿Cuántas semillas podrás sembrar para que en el futuro el mundo marche algo mejor? Deja unos 5 minutos de tiempo para que cada evangelizado reflexione y elabore su lista de medidas concretas, ajustadas a su agenda para el día de mañana. Después, se ponen en común lo que cada uno haría. Preguntas de reflexión: 1 ¿Qué problemas del mundo son los que más te preocupan? ¿Por qué? 2. ¿Qué medidas concretas has pensado que pueden mejorar la marcha de los asuntos en nuestro planeta? 3. ¿En quién pensabas cuando planificabas tu agenda? ¿En un presidente de gobierno, en un líder político o religioso, en un artista…? 4. ¿Qué valores crees que imperan en el mundo? ¿Qué valores crees que deben imperar?

Objetivo: Reflexionar sobre el compromiso que tenemos como evangelizados ante la sociedad y las necesidades de los demás para actuar con prontitud ayudando a los más necesitados

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Material de apoyo para la enseñanza En la comunidad se viven y se comparten no sólo los aspectos espirituales sino también los materiales, lo religioso y también lo social, lo secular y lo temporal. Es muy importante un crecimiento integral en la comunidad, es decir, que incluya lo espiritual y lo material. La comunidad también es para compartir lo material. “Todos los creyentes estaban de acuerdo y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el importe de las ventas entre todos según la necesidad de cada uno”. La comunidad es para compartir con espíritu cristiano y fraterno. Se trata entonces de cuidar unos de otros como hermanos viendo las necesidades personales de cada uno para ayudarse mutuamente. Pero además de compartir en comunidad, como evangelizados podemos trascender ese modo de compartir sólo en comunidad. Es decir, podemos ayudar a otros hermanos necesitados a quienes les podemos hacer mucho bien. Pueden ser ancianos abandonados, enfermos, niños pobres, etc. Recordando que en cada uno de ellos está Cristo. “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era forastero y me acogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, en la cárcel y acudisteis a mí. Os aseguro que cuando hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños a mí me lo hicisteis”. (Mt 25, 35-36. 40).

Como discípulos de Cristo debemos sentirnos en todo solidarios con los más necesitados. “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia”. (G. S 1).

Para un cristiano los bienes materiales son sólo un medio para fines y valores superiores, espirituales y sobretodo eternos. No debemos absolutizar los bienes materiales, puesto que son únicamente medios y no fines. No podemos poner el corazón en los tesoros de esta tierra. “Acumulen tesoros en el cielo donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que roben”. (Mt 6, 20). Nuestro corazón debe estar en Cristo. Él es nuestro tesoro. Para todo cristiano, los bienes materiales deben ser relativos y sometidos a los valores superiores y a las exigencias del Reino de los Cielos.

Como comunidad evangelizada debemos recordar que somos hijos de un mismo Padre, creador de todo cuanto existe. Por eso todos somos hermanos responsables unos de otros. En la comunidad cada evangelizado movido por el Espíritu Santo debe cultivar sentimientos y realizaciones concretas de solidaridad en los bienes, compartiendo con sus hermanos de comunidad.

El evangelizado debe ser consciente del gran bien que puede hacer en su medio si está atento a los problemas que lo rodean. Todos poseen capacidades especiales para trabajar tanto en dimensiones dentro de la Iglesia como en aspectos que favorezcan a los demás en lo social. Todos son capaces de

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muchas cosas, dones y carismas que Dios les ha dado. Es nuestro deber trabajar con espíritu cristiano por el bien de los demás sirviendo como Cristo quiere. Juan Pablo II, tiene una frase preciosa sobre el compromiso y el servicio: "El compromiso es la respuesta valiente de quienes no quieren malgastar su vida sino que desean ser protagonistas de la historia personal y social".

En la reunión de la comunidad, cuando toca el tiempo de la solidaridad, se realiza el siguiente esquema típico para tratar asuntos sociales:

1. Ver: Es un análisis de la situación 2. Juzgar: Corresponde al discernimiento de lo analizado 3. Actuar: Es la búsqueda de soluciones a los problemas encontrados

VER

Reflexionar y dialogar sobre la situación o realidad que nos rodea y que impacta nuestro ambiente y nuestras vidas. Es aquí donde se practica la solidaridad sintiéndonos solidarios en todo lo que sucede a nuestro alrededor en las diversas dimensiones de la vida: política, cultural, laboral y económica.

Esta primera parte es para analizar los hechos significativos pero no sólo de manera aparente sino también analizando sus causas y consecuencias. Como cristianos debemos analizar los problemas no sólo con visión en el presente sino que hay que ver el pasado y el futuro involucrándonos nosotros mismos en los problemas que afectan a todos. Es bueno examinar nuestra vida, nuestro comportamiento en relación a los problemas que dañan nuestro medio. Preguntémonos ¿Soy causante de este (X) problema?, ¿He sido negligente?, ¿Soy causa por omisión? ¿En qué afecta este (X) problema a los demás? ¿En qué afecta a mi comunidad donde vivo? ¿En qué afecta a la parroquia? ¿En qué afecta a las familias?

JUZGAR

Ahora pasamos a la segunda parte. Se trata de discernir los hechos ya analizados a la luz de la Palabra de Dios. Hay que juzgar la realidad de los hechos de manera concreta y objetiva La Palabra de Dios nos debe ayudar a iluminar la realidad de tal modo que podamos tener un discernimiento espiritual para ver el sentido del hecho y nuestra parte en él. Así nos preguntamos a la luz de la palabra de Dios: ¿Cuál es el sentido del hecho o problema? ¿Por qué sucede? ¿Cómo encontrar las soluciones?

ACTUAR

El análisis no sólo es para gimnasia intelectual, sino para poner acciones concretas, lo más eficaces posible; no sólo individualmente, sino organizándose para una acción compacta y eficaz. La comunidad debe actuar en comunión. Solamente así se lograrán frutos abundantes en la acción social.

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Hay que recordar que este esquema (ver, juzgar y actuar) no es cerrado, sino que los tres momentos están relacionados. Por lo tanto en los tres momentos debe estar presente la fe

En la reunión de la comunidad, cuando corresponde el tiempo de la solidaridad se pretende la comunión y participación de los miembros.

Comunión: La comunidad debe ir creciendo en comunión progresivamente. Esta comunión debe ser total y profunda que abarque más áreas de nuestro ser. Los evangelizados han de aprender a vivir en comunidad al igual que los discípulos, dejándose guiar por Cristo su maestro. La comunión es importante porque ayuda a perseverar en la vida cristiana.

Participación: La participación dentro de la comunidad se manifiesta en las diversas formas de compartir lo que cada evangelizado es y tiene llevándolo paulatinamente a una comunicación cristiana de bienes y servicios entre los hermanos y a la acción social para todos los necesitados.

No es posible compartir bienes de manera profunda y estable, si no se han integrado espiritual y efectivamente en comunidad. El compartir los bienes no es una imposición, nadie debe imponerlo. Todo debe ir brotando espontáneamente. De esta forma, las comunidades realmente evangelizadas irán viviendo nuevos modelos de vida en consonancia mayor con el evangelio.

Oración final (Es dirigida por el coordinador en voz alta y los demás la pueden repetir)

Jesús, maestro bueno, enséñame el camino para vivir solidariamente. Ayúdame a convertir mi corazón duro en un corazón sensible y cercano a los que sufren. Enséñame a ver el dolor, el sufrimiento, y las necesidades de los demás. Dame la sencillez necesaria para conmoverme frente al prójimo y acudir en su ayuda. Que no sea mezquino en mi entrega, que aprenda a dar todo lo que tengo: mis cosas, mi tiempo, mi esfuerzo, mi vida entera para que otros vivan más y mejor.

Enséñame a ser solidario. A vivir el amor de verdad y a construir la justicia y el Reino. Enséñame a compartir todo lo que tengo. Ayúdame a liberarme de todo lo que me ata y me impide ser generoso con los demás. Ayúdame a dedicar tiempo a atender a los que sufren y a los que necesitan. Enséñame a descubrir tu rostro en el que pasa hambre, o sufre sed o frío, o está desnudo, enfermo o en la cárcel. Enséñame a verte en los despojados que viven al lado del camino en nuestra sociedad de hoy. Amén

Tarea: Hacer dos obras de caridad durante la semana

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Novena reunión Plan Orgánico Integral

Vivencia Dinámica de ambientación “llena el vaso con cuidado” Objetivo: Esta dinámica ayuda a desarrollar la confianza y el trabajo en equipo. La dinámica consiste en que se hagan dos grupos según la cantidad de personas y se ponen en línea unos frente a los otros y todos tendrán un vaso en el cual el primero tendrá agua, deberán pasarse el agua de un vaso al otro el grupo que llegue el agua al último vaso será el ganador. Posteriormente el animador explicará que así de esa manera recibimos el Espíritu Santo, y que sólo en equipo podemos llevar a nuestros hermanos, la gracia del Espíritu que está representado en el agua que da la vida, es decir llevar el anuncio en acción misionera. Material de apoyo para la enseñanza “Yo soy la Vid y vosotros los sarmientos, el que permanece en mí y Yo en él dará muchos frutos, porque separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15, 5 Lo principal de una parroquia es que su plan este siempre encaminado a conocer las maravillas de Jesucristo y reconocer los frutos que sólo junto a Él se pueden dar , por lo tanto la parroquia debe tener un plan orgánico y sistemático en donde estén todos los elementos y pasos de la misión y de la pastoral de la Iglesia, es decir un plan que nos muestre cómo debemos trabajar en nuestra misión para que, como comunidad unida podemos salir a dar testimonio de Jesús y llamar a ser parte de esta nueva vida, ungidos con el Espíritu Santo y continuar la obra evangelizadora en nuestra parroquia. En el SINE usamos como lemas de integralidad: IR A TODOS + INVOLUCRADOS TODOS + DANDO TODO Estos lemas tienen de base la participación de todas las personas que pertenecen a nuestro sector parroquial. IR A TODOS es la base de la misión anunciar a todos esa buena nueva que Dios nos ha anunciado a nosotros y que estamos obligados a cumplir como bautizados que somos, haciendo caso a la exhortación que Jesús nos hace en el Evangelio “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes” (Mt. 28,19). Y ¿Cómo hacerlo?. Predicando a través de nuestro testimonio de vida, anunciado el Evangelio, llevando palabras de aliento a los que las necesitan, visitar a nuestros hermanos enfermos y orar unos por otros. De esta manera cumpliremos este mandato que Jesús

Objetivo: Conocer la estructuración que una parroquia debe poseer, cómo se encuentra dividida y seccionada para el mejor funcionamiento y realización de su trabajo pastoral.

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nos hizo. ¿Parece difícil no? Sólo con la ayuda de Cristo el Señor podemos cumplir nuestra misión, clamando la presencia del santificador en nuestra vida nos dará el impulso necesario para hacerle frente a toda adversidad. INVOLUCRADOS TODOS este será el fruto que dará nuestra misión. Involucrar a todos nuestros hermanos en el trabajo pastoral integral de nuestra parroquia, uniendo los esfuerzos es como tendremos fuerza para que la adversidad no nos desanime. DANDO TODO: este lema es muy importante porque no es dar lo que nos sobra o un poco de lo que tenemos, sino que, es dar todo lo que tenemos para dar, esto que Dios nos entrega en nuestras manos debemos darlo a nuestros hermanos, el amor, la paciencia, el perdón, la paz, etc. Y muchas otras cosas más. Esto quiere decir que todos los carismas que Dios nos ha regalado debemos ponerlos al servicio de nuestra Iglesia por ejemplo, la actuación, creatividad, espontaneidad en las palabras, alegría para animar una asamblea y otros carismas más que edifican nuestra Iglesia y así como Jesús es uno con el Padre, nosotros seamos uno en Él. PLAN MISIONERO Y PASTORAL - Preparación Para tener un encuentro con Jesucristo resucitado, antes debemos preparar nuestro corazón. Así como Juan el Bautista preparó los caminos del Señor, así las personas encargadas por el Párroco deben ayudar a los que han sido invitados a vivir el retiro de evangelización y se preparan, estén conscientes de los momentos que vivirán y que son de mucha trascendencia en la vida, puesto que, beberán de la fuente de agua viva, que es Cristo. El que toma de esa agua jamás tendrá más sed. Por eso debemos cuidarla, para que no caiga en recipientes quebrados sino que permanezca en los corazones. Preparar es ayudar a los invitados al retiro a que vivan intensamente el encuentro con Cristo. - Retiro de evangelización Es el encuentro que personalmente se tiene con Cristo nuestro salvador en el que, lo hacemos Señor de nuestra vida, lo recibimos en nuestro corazón y nos llenamos de la poderosa unción que los discípulos recibieron el día de Pentecostés junto con María nuestra madre.

PASTORAL DE SEGUIMIENTO - Discípulos: Aprender del maestro para poder llevar a los demás su Reino celestial. El discípulo vive en comunidad, está atento a la catequesis porque quiere aprender más, tiene una auténtica vida sacramental

- Apóstoles: Enviados por Dios para cumplir su mandato de evangelizar a todos. El apóstol de Cristo se conoce por su testimonio de vida y también de testimonio con la palabra, está dispuesto para la acción misionera

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Nuestro testimonio debe ser, irradiante y contagioso, individual; y cooperativo: testimonio de la comunidad eclesial. Vivir antes que hablar, que vean, después oigan. Debemos ser luz del mundo. Testificar con la palabra Aprovechando toda ocasión y oportunidad, dando razón de su esperanza, comunicar la experiencia del encuentro vivo con Cristo, su salvación y la vida nueva. Acción misionera Anunciar a Cristo de todas maneras que nos lo aconseja la Iglesia, como visitas a los hermanos, proclamación de la palabra, jornadas deportivas, culturales entre otras. Debemos aprovechar toda ocasión ACCIÓN SOCIAL

Esta etapa es demostrar que “ya no soy yo el que vive sino Cristo vive en mí “ (Gal. 2, 20). Dar a los hermanos lo que más necesitan, ya sean bienes materiales o espirituales. Esto también es parte del cumplimiento de la misión que Jesús nos encomendó, pues así podemos poner en práctica el mandamiento del amor, amándonos los unos a los otros como Cristo nos ha amado. Amarnos por ser una misma familia en Cristo que nos vino a redimir y que tuvo amor y compasión de los más necesitados.

Cada elemento y paso es esencial y no puede ser suprimido o sustituido por otra cosa. Todos están tomados del Nuevo testamento y de los actuales documentos de la Iglesia, por tanto, todos estos elementos deben ser cumplidos en toda parroquia: urbana o rural, de cualquier nivel económico y cultural. Nada es invento del SINE, sino, mandatos que Jesús nos dejó para que siguiera propagándose el Reino de Dios en la tierra.

Salida Misionera, como comunidad que somos debemos cumplir nuestra misión con

mucho entusiasmo y entrega. Retiros de Evangelización, tener ese verdadero encuentro con Jesús glorioso, como los

discípulos lo tuvieron en el monte Tabor el día de la transfiguración y pudieron ver la majestad del Rey. Así este encuentro pretende que vivamos en nuestra vida esas maravillas.

Comunidades, estar verdaderamente unidos en un vínculo de amor y de paz, para poder ser comunidad cristiana que ore unos por otros y que vivan la fe como la primera comunidad cristiana.

Catequesis, el fomento de una base doctrinal es fundamental en toda vida cristiana, como ayuda para el mejor desenvolvimiento de nuestra misión como bautizados.

Sacramentos, recibir los sacramentos de iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucarística) ser constantes en asistir al mar de la misericordia en el sacramento de la confesión y recibir constantemente el cuerpo y la sangre de Cristo para que fortalecidos podamos dar verdadero testimonio de Él a nuestros hermanos.

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Acción social para todos, ser verdaderas piedras vivas de la fe en nuestro ambiente social dando a conocer el amor que Cristo tiene por nosotros.

Atención especial a la familia, los jóvenes, los enfermos y los necesitados de

rehabilitación, es decir, tener siempre presente que siendo verdadera familia cristiana, Iglesia doméstica como la llamo el Papa Juan Pablo II, podamos ayudar al mejoramiento de nuestra sociedad, puesto que, la familia es la base de toda sociedad. Y a todos los demás hacerles ver cuán importante es vivir en unión íntima con Dios para ser misioneros del Evangelio.

Oración final

Compromiso: Rezar durante la semana por el Párroco y el trabajo pastoral de mi parroquia

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Décima reunión Misión Evangelizadora: Una tarea de todos

Vivencia: “Profundicemos en la enseñanza de Jesús”

Dinámica 1: “El fósforo” Materiales: Una caja de fósforos Desarrollo: Se reparte un fósforo a cada participante. Luego uno por uno lo encenderá y hablará sobre su experiencia en el retiro de evangelización hasta que el fósforo se apague.

Dinámica 2: “Los números” Material: Cartulina o papel con los números del 0 al 9 (pedazos de cartulina por número). Han de prepararse dos grupos de números. Desarrollo: Se forman 2 grupos Se entrega el grupo de números (0 al 9) por grupos. El animador dirá un número (ejemplo: 3025) y los grupos, lo formaran rápidamente con el juego de números. El grupo que forme el número correctamente, anotará un punto. Volverá el animador a pedir otro número que se forme y así sucesivamente. El grupo que obtenga mayor puntaje gana.

Material de apoyo para la enseñanza

“Jesús se acercó a ellos y les habló así: “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado” Mt 28, 18-20a Todo bautizado tiene la responsabilidad de evangelizar. La evangelización es una tarea de todos, de modo que evangelizar no es exclusivo sólo de los clérigos o consagrados. El deseo de evangelizar surge después de haber tenido un encuentro con Cristo vivo. Sólo el que ve y escucha a Cristo, es decir, quien tiene una experiencia con Él, puede y es capaz de proclamar las maravillas de su amor. Esto era lo que hacía la primera comunidad cristiana. “No podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hech 4,20). El evangelizado que ha tenido un encuentro personal con Cristo vivo debe también ser un evangelizador, debe llevar el anuncio del Evangelio a otros que no conocen a Cristo mediante su testimonio y sus palabras en todo momento. “La Buena Nueva proclamada por el testimonio de vida deberá ser pues, tarde o temprano, proclamada por la palabra de vida” (EN 22). El testimonio de vida y la testificación de palabras aprovechando toda oportunidad, se da de forma espontánea y continua por todos los que han tenido una experiencia de encuentro vivo con el

Objetivo: Tomar conciencia del compromiso evangelizador que todos los cristianos tenemos como bautizados para ser anunciadores de la Buena Nueva de Jesucristo.

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Señor. Por la Encarnación, Jesucristo se inserta en el corazón de la humanidad a través de una cultura concreta, mostrando así que toda evangelización exige una inculturización. Por tal motivo, los jóvenes deben convertirse en los primeros e inmediatos apóstoles de los jóvenes, ejerciendo el apostolado pastoral entre los propios compañeros, teniendo en cuenta el medio social en el que viven. Nunca debemos olvidar que la evangelización es parte de un diálogo, entre Dios y los hombres, entre Cristo y los jóvenes, por eso, la Iglesia tiene tantas cosas que decir a los jóvenes y los jóvenes tienen tantas cosas que decir a la Iglesia. Todos los bautizados formamos la Iglesia instituida por el mismo Cristo. Esta Iglesia es por naturaleza misionera. “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar” (EN 14). Además “la Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser "el sacramento universal de la salvación", obedeciendo el mandato de su Fundador (Cf. Mc, 16,15), por exigencias íntimas de su misma catolicidad, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres” (A G 1). La Iglesia lleva adelante el mandato de Cristo como un deber, `por ello, “incumbe a la Iglesia el deber de propagar la fe y la salvación de Cristo” (A G 5). Jesús dijo “vayan y hagan discípulos a todas las gentes” Mt 28,19a. Jesús, por tanto, nos pide salir, nos pide ponernos en acción, en movimiento para anunciar su Reino. Esta salida misionera es el elemento inicial del proyecto misionero y pastoral de la parroquia. Así se cumple el mandato del Señor a todos sus discípulos: “caminando por todo el mundo proclamen la Buena Nueva a toda criatura” Mc 16,15) Ir a todos es en serio y significa: buscar, visitar, alcanzar y hacer volver a todos los del territorio parroquial y encarrilarlos en el proceso misionero y pastoral integral de la parroquia y de la Diócesis. SALIDA MISIONERA A TODO EL TERRITORIO ¿En qué consiste la misión? En visitar todas las casas del territorio parroquial para transmitir el primer anuncio o kerigma. Objetivos de la misión Objetivo general: Crear conciencia en toda la feligresía, que la parroquia está cambiando de una parroquia cultual, a una parroquia evangelizadora. Objetivo específico: Que cada persona que acepta el mensaje inicie un proceso de evangelización personal, invitándolo a una respuesta de aceptación de Jesús como Salvador y Señor. Salir es ir a buscar y alcanzar a las personas donde ellos están. Esto supone caminar, usar los pies. Los jóvenes deben ir y comunicar el mensaje de Cristo a otros jóvenes dando testimonio de lo que Dios ha hecho en sus vidas. “Ve y comunica lo que el Señor ha hecho con tigo” Lc 8, 39. El que ha sido evangelizado, evangeliza a su vez, da testimonio y anuncia. Es testigo con poder del Señor Resucitado. El evangelizado va a anunciar a los demás lo que el Señor ha hecho con él. El papa

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Juan Pablo II decía que los jóvenes “deben convertirse en los primeros e inmediatos apóstoles de los jóvenes”. Los evangelizados que han tenido una experiencia con Cristo no pueden ser pasivos respecto a la evangelización. Es necesario, como dice el Documento de Santo Domingo, “ir a buscar a los alejados”. En la comunidad, primero, debe existir esta preocupación de no dejar que ningún miembro se aleje de ella. Por eso debe haber disponibilidad para ayudarse mutuamente como hermanos para seguir adelante. También esta misma comunidad de evangelizados debe ir en busca de más personas que quizás nunca se han acercado a la Iglesia. Para ello han de buscarse las metodologías más apropiadas para atraer a los jóvenes. La “salida misionera” realizada por los evangelizados debería dar como resultado el aumento del número de evangelizados en la parroquia. Es decir, debería cambiar totalmente la parroquia. El proyecto misionero de la parroquia y por tanto de los evangelizados debería ser:

Misiones evangelizadoras intensivas Visiteo misionero permanente Visitas domiciliarias saliendo a tocar las puertas casa por casa.

La misión es un tiempo especial de gracia. Fuerte e intenso. Toda la parroquia entra en expectativa por la misión donde todos los ya evangelizados deberían participar como misioneros. El objetivo de la misión intensiva es dar una respuesta global de conversión y búsqueda del Señor, reconociendo su actuación que requiere cambio e imitar a Jesús en su corazón y en su vida.

El Documento de Santo Domingo en el número 131 nos dice:

“Muchas puertas de estos hermanos alejados esperan el llamado del Señor a través de los cristianos que, asumiendo misioneramente su bautismo y confirmación, salen al encuentro de aquéllos que se alejaron de la casa del Padre. Por eso sugerimos:

Promover un nuevo impulso misionero hacia estos fieles, saliendo a su encuentro. La Iglesia no debe quedarse tranquila con los que la aceptan y siguen con mayor facilidad.

Predicarles, en una forma viva y alegre, el kerigma. Organizar campañas misioneras que descubran la novedad siempre actual de Jesucristo, entre

las que pueden destacarse las visitas domiciliarias y las misiones populares”.

No debemos olvidar que el Espíritu Santo es el gran protagonista de la evangelización en la Iglesia.

Los evangelizados debemos ser “evangelizadores con el poder del Espíritu Santo…”

Oración final

Tarea: Leer las siguientes citas bíblicas: Lucas 9, 1-2.6; Lucas 10, 1-2.5; Marcos 16, 15-20; Mateo 28, 18-20

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Décima Primera reunión Compromiso apostólico

Dinámica de ambientación: “Tres verdades y una mentira”

Materiales: Una hoja de papel y un lápiz o lapiceros para cada uno

Desarrollo: Se le da una hoja de papel y un lápiz a cada uno Todos escriben sus nombres y tres cosas verdaderas y una falsa acerca de sí mismos en la hoja de papel. Por ejemplo, “A Alfonso le gusta cantar, le encanta el fútbol, tiene dos carros y le encanta la ópera”. Luego los participantes circulan con sus hojas de papel. Se unen en parejas, enseñan sus papeles a cada uno y tratan de adivinar cuál información es mentira.

Material de apoyo para la enseñanza

DESARROLLO DE LA ENSEÑANZA

Al igual que los apóstoles después de haberse encontrado con Cristo resucitado y recibido el Espíritu Santo, ellos comenzaron a proclamar con mucho entusiasmo la Palabra de Dios e invitaban a la conversión y a bautizarse en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ellos ayudaron a que muchas personas aceptaran a Cristo como el Señor de Señores, el Mesías esperado. Así nosotros necesitamos ser evangelizados que con generoso entusiasmo proclamen y hagan resonar el anuncio gozoso de Cristo en este milenio. Esto es cumplir con la encomienda que Dios ha hecho de construir juntos la civilización del amor. Para cada uno de nosotros debe ser un verdadero ejemplo el apóstol de los gentiles, San Pablo quien con fe viva luego de encontrarse con Jesús comenzó a anunciar el Kerigma. Dios tiene un proyecto para cada persona, este proyecto es la felicidad, la vida plena. El Papa Juan Pablo II decía: “Ser joven significa ser capaz de apreciar la sinceridad; significa buscar el camino de una vida digna y noble. Ser joven es sentirse atraído por la verdad, la justicia, la libertad, la paz, la belleza y la bondad. Ser joven significa tener ganas de vivir; pero también vivir con alegría con sentido vivir una vida digna de ser vivida. Ser joven significa estar llenos de ideales y esperanzas. También significa experimentar la soledad y el miedo de que esas preciosas esperanzas no se vean realizadas” así definió el Papa Juan Pablo II a los jóvenes de Seúl el 6 de Mayo de 1984. Es retomando estas palabras que se puede decir que ser joven es emprender proyectos de evangelización que conquiste más jóvenes para el Reino de Dios siempre teniendo como ejemplo a Jesucristo. Pues la persona que se ha encontrado verdaderamente con Él no le basta sólo con

Objetivo: Hacer que todos los evangelizados que han tenido el encuentro con Cristo resucitado se comprometan a llevar la buena nueva de la salvación, evangelizando con su testimonio de vida cristiana y ayudar a que se extienda más el reino de los cielos.

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haberse encontrado sino que nace en él, el fuerte deseo de misionar como los primeros cristianos y ser testigos de la Verdad. Tal verdad es Jesús. “Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes el campo que Dios cultiva, el edificio que Dios construye” (1 Cor 3,9). Al ser propagadores de Dios como el Dios de amor, nosotros somos colaboradores nada más, contribuyendo al crecimiento de la gran Empresa que Cristo nos ha encomendado, es decir, que a todos los que se les comunica el evangelio son el campo donde Dios cultivará para que demos frutos de amor. Ahora bien el compromiso apostólico es en dos áreas:

En el mundo: fermento y luz del mundo. Su tarea primordial es la restauración y renovación cristiana del orden temporal. Es el apostolado intrasecular.

El evangelizado debe ser la luz en medio de las tinieblas de nuestra sociedad. Es un trabajo de mucha dedicación, pues vivimos en un mundo donde los jóvenes están cegados por el placer, el dinero, y la vida oseosa. Es un trabajo inmenso, es un trabajo donde se debe ser un testimonio vivo para motivar a los jóvenes a acercarse a Jesucristo, a dejar el hombre viejo y ser un hombre nuevo, que ellos sean quienes inviten a más jóvenes a tener un encuentro personal con Cristo, ese encuentro que es transformador y que nos mueve a vivir con Él. Es ahí donde nosotros nos convertimos en luz para los jóvenes y portadores de la Buena Noticia. Anunciar como San Pablo que pregonaba a Jesús a los de la raza de Abraham y a todos los que temen a Dios como dice el libro de los hechos de los apóstoles (Hch, 13,26). Así debemos nosotros, anunciar a todos aquellos que son católicos y también hasta los no católicos e incluso a los no creyentes en Dios y anunciar con valentía al igual que Pedro las maravillas de Dios, primero en nuestra vida y luego hacerles ver que eso puede hacer en ellos y muchas cosas más grandes. “Joven, no basta denunciar: hay que hacer. Hay que comprometerse en primera persona, juntamente con todos los hombre de buena voluntad, en la construcción de un mundo que sea realmente a medida del hombre, más aún, a medida de los hijos de Dios.” (Juan Pablo II).

En la Iglesia: En los sectores y en los ministerios de la parroquia para construir la comunidad cristiana.

Los laicos pueden sentirse llamados a colaborar con los pastores en el servicio de la comunidad eclesial para el crecimiento y la vida de ésta ejerciendo ministerios muy diversificados. (EN 73)

Dentro de la Iglesia se necesita el trabajo de aquel que se ha encontrado con el que Es el Camino, se debe colaborar en todos los sectores y en todos los ministerios, dando todos tiempo cada semana, cada día o medios tiempos, pero siempre dando eso que hemos recibido de Dios a los que lo necesitan en su vida. Este se puede hacer desde la vida laical o puede ser desde una vida consagrada al Señor. Nosotros como propagadores del Evangelio debemos invitar a los jóvenes que al terminar sus estudios básicos, antes de la universidad, a dar un año de tiempo completo de servicio a la Iglesia, ayudándoles a creer en la Providencia Divina y saber que Dios les ayudará a discernir cual es el lugar donde más falta hacen para expandir el Reino de Dios. “Jóvenes, sed los amigos entusiastas de Jesús que le presentaron al Señor todos aquellos que desean verlo, sobre todo a los más alejados de Él…” (Juan Pablo II. XIX JMJ)

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Esta es la invitación del Papa a los jóvenes, que la pastoral hace suya en su acción dentro del mundo juvenil. Así la pastoral juvenil es la expresión concreta de la misión pastoral de la comunidad eclesial en relación a la evangelización de los jóvenes, que será también Buena Noticia para la Iglesia y propuesta de transformación para las personas y la sociedad.

Todos los evangelizados comienzan a tener un compromiso apostólico semanal en los campos de la parroquia, empezando con el anuncio misionero por las casas, a semejanza de la misión intensiva, sólo que de forma permanente durante todo el año, cumpliendo aquel envió que Jesús hizo a sus discípulos al mandarlos de dos en dos a visitar, orar por los enfermos y anunciar la Buena Nueva de la salvación. Del mismo modo nosotros debemos ser verdaderos misioneros de Jesús.

Después de la Evangelización, viene la etapa pastoral o pastoral de seguimiento. Desde el comienzo hay que formar al discípulo y proyectar al apóstol. Jesús evangelizó a sus discípulos, los preparó durante tres años y luego los envía a ser quienes debían seguir el gran proyecto de amor para la salvación de las almas. Nosotros nos debemos preparar para ser quienes construyamos la civilización del amor en esta sociedad cada vez más secularizada y atea.

APOSTOLADO Y DISCIPULADO son dos líneas inseparables, absolutamente necesarias para el sano crecimiento de la persona. Por eso es importante que todos tengan un servicio apostólico semanal.

Tampoco hay que confundir esta invitación y creer que con ella hay que descuidar las obligaciones personales; se habla de un compromiso, esto significa que además de tus obligaciones personales, en la casa, en el trabajo o en los estudios debes ofrendar de tu tiempo para la acción apostólica. Todo depende de un sano y sincero equilibrio del evangelizado: la familia, el estudio o el trabajo, los amigos y la iglesia. Se debe preparar para la gran misión que se le encomendará, creciendo así tanto espiritualmente como en conocimientos para la defensa de la fe católica y procurar siempre ante todo ser un testimonio vivo de Jesucristo.

…CONSTRUYAN LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR

El evangelizado que se deja dominar por el egoísmo, empobrece sus horizontes, rebaja sus energías morales, arruina su juventud e impide el adecuado crecimiento de su personalidad. En cambio, la persona auténtica, lejos de encerrarse en sí misma, está abierta a los demás; crece, madura y se desarrolla en la medida en que sirve y se entrega generosamente. “Vosotros estáis llamados a enseñar a los demás la lección del amor, del amor cristiano, que es al mismo tiempo humano y divino. Estáis llamados a sustituir el odio con la CIVILIZACIÓN DEL AMOR” Se puede sintetizar que el problema para la juventud de hoy es : “No el egoísmo. No a la injusticia. No al placer sin reglas morales. No a desesperanza. No al odio y a la violencia. No a los caminos sin Dios. No a la irresponsabilidad y a la mediocridad. Si a Dios, a Jesucristo, a la Iglesia. Si a la fe y al compromiso que ella encierra. Si al respeto de la dignidad, de la libertad y de los derechos de las personas. Si al esfuerzo por elevar al hombre y

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llevarlo hasta Dios. Si a la justicia, al amor, a la paz. Si a la solidaridad con todos, especialmente con los más necesitados. Si a la esperanza. Si a vuestro deber de construir una sociedad mejor”. (Juan Pablo II, 13-111-1983) LA APORTACIÓN ECONÓMICA EN EL AMBIENTE DE LA EVANGELIZACIÓN El ser verdadero apóstol de Dios implica ser aquellos que colaboramos con las obras evangelizadoras que nuestra parroquia está ofreciendo a los fieles. Debemos poner en práctica todos los bienes para todos los hombres y tener un uso solidario de los mismos. Hay que saber reconocer que da más el que tiene más, da más el que ha recibido más, da más el que ha crecido más en el Señor, da más el que se siente más identificado con la obra de la evangelización que se está llevando a cabo. Todos los evangelizados dan una cantidad fija mensual comprometida y expresada, y a veces, aportaciones ocasionales de más cuantía. Todas las aportaciones se destinan a las actividades del proyecto misionero y pastoral: evangelización, sueldo de laicos consagrados a tiempo completo, producción de material evangelizador, etc. Esta aportación no va a la institución eclesiástica ni a la cuenta bancaria personal del párroco, es como una cuenta de ahorro de la comunidad parroquial evangelizada para la promoción del proyecto evangelizador, sobre todo para el sostenimiento de personas que trabajan a tiempo completo al servicio de toda la parroquia en el plan integral de ésta.

Vivencia Dinámica: CONSTRUIR UNA NUEVA SOCIEDAD Pasos: Se les entrega una copia del Documento (el documento se encuentra al final) a cada uno de los miembros de la comunidad y se les pide que respondan a las siguientes presuntas:

¿Qué entiende por compromiso apostólico? ¿Qué entienden por nueva sociedad? Señale 3 VALORES básicos sobre los cuales se ha de construirse la nueva sociedad Señale 3 CONTRAVALORES que hacen una sociedad vieja Después comparten juntos sus respuestas. Al final se hace una síntesis de las ideas más

importantes que resultaron.

Oración final

Tarea: Tarea: Reflexionar en el trabajo al que Dios nos está llamando para proclamar su evangelio en todo nuestro entorno e identificar tres formas de evangelizar cuando ya se ha adquirido un compromiso apostólico y representarlo con 3 dibujos.

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DOCUMENTO “¡Ayudad a construir una sociedad nueva, en la que la vida del hombre sea respetada, salvaguardada, protegida desde su concepción y en todas las etapas sucesivas! ¡Ayudad a construir una sociedad nueva, en la que los niños y los pobres no mueran literalmente de hambre, mientras las naciones opulentas arrojan las sobras de sus opíparos banquetes! ¡Ayudad a construir una sociedad nueva, en la que el dinero público se emplee no para la carrera de armamentos, sino para el progreso social: bienestar económico, salud, instrucción! ¡Ayudad a construir una sociedad nueva en la que el pluralismo de ideas y de concepciones, se admita realmente y se respete! ¡Ayudad a construir una sociedad nueva, en la que continúa y ordenada transformación no se confíe a la utopía del terrorismo y de la revolución violenta; la violencia –psicológica y física- sólo provoca desgarramientos, muerte, lutos, lágrimas! ¡Ayudad a construir una sociedad nueva, en la que los jóvenes, vuestros coetáneos, no se vean obligados a buscar en la droga, la ilusión de la felicidad; la droga mata a la juventud y sus ideales! ¡Ayudad a construir una sociedad nueva, en la cual también los que ya no pueden producir más, o consumir según las leyes inexorables de la actual economía de la sociedad de consumo, sean respetados, protegidos por las leyes adecuadas a la dignidad de la persona! ¡Ayudad a construir una sociedad nueva, en la que brille y se realice la justicia, la verdad, el amor, la solidaridad, el servicio!” (JUAN PABLO II a los jóvenes de Monza, Milán, 5-VI—1983)