«Tenemos Muerte y€¦ · Jueves Santo; la Muerte de Nues-tro Señor, en los oficios del Viernes...

Edita: MCaballeroAño I • No 1Abril 2019

Semana Santa2019

TONI CASCALES

Muerte yResurrecciónSantomera vive su tricentenaria Semana Santa a la que se suman dos nuevos pasos

«Tenemos que aumentarla participaciónen la SemanaSanta»José Luis Manriquelleva más de diez añoscomo presidente delCabildo de Cofradías

PÁGINAS 12 Y 13

PÁGINAS 38 Y 39

Antonio Ballester,párroco:

«El papelcaritativo delas cofradías esfundamental»

PÁGINAS 5

El cronista oficial deSantomera cuentasus recuerdos de laSemana Santa

Entrevistas:■ Alcaldesa■ Pregonera■ Cofrades galardonados

Artículos:

■ José M. Lorca Planes■ Juan Antonio Alonso■ Víctor Martínez■ Antonio Gil ■ José María Sánchez ■ Juan A. Herrero

Pasion Sant. 2019.quark_Maquetación 1 10/04/19 22:24 Página 1

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Semana Santa l Abril 2019


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AÑO: I – Nº 1

Edita:MCaballero

Dirección:Mariano Caballero Carpena

Textos:Ismael Mateo.

Publicidad:MCaballero. Teléfono 606 467 659

Impresión:Libercrom, S. A.

D.L.:MU 448 - 2019

Domingo de Ramos 21

Jueves Santo 22

El Silencio 24

El Siscar 26

Viernes Santo 28

Viacrucis de ‘la Cama’ 30

Domingo de Resurrección 31

■ Antonio Ballester, sacerdote:«Las cofradías deben implicarse más en la vida de la Iglesia» 5

■ Inmaculada Sánchez Roca, alcaldesa:«Me emociona profundamente la música pasional» 9

■ José Luis Manrique, presidente del Cabildo:«Hay que seguir creciendo en participación» 12

■ Diego Pérez, Nazareno de Honor 2019:«El Domingo de Resurrección lo paso en la gloria» 15

■ Natalia Sánchez Martínez, pregonera 2019:«Consigamos que las procesiones se vivan de corazón» 16

■ Eulogio Morales Endrino, Cofrade Distinguido 2019:«Cada año recuerdo mi primera procesión» 18

■ Que Dios te colme de su vida y de su graciaJosé M. Lorca Planes 4

■ Bienaventurados los misericordiososJuan A. Alonso Costa 10

■ La mejor Semana SantaVíctor Martínez 10

■ Gritaremos: ¡Viva la Purísima!José Mª Sánchez Artés 31

■ El Cristo del Silencio y mi padreJuan A. Herrero González 41

■ Alberto González Artés

LA PORTADA

■ Una Semana Santa tricentenaria Ismael Mateo 6

■ El Cabildo de Cofradías 11

■ Presidentes para doce cofradías 14

■ Los nuevos pasos: Jesús de la Caída y La Verónica 20

■ Se sentirán más cerca del cieloAntonio Gil 27

■ La música: Familia Abellán AlcarazGinés Abellán 34

■ «¡Va bola y premio!»Blas Rubio García 38

■ Luto nazareno: Luisica González y Carmelo Cádiz GarcíaMª Dolores Abellán y Juan F. Nicolás 40

■ María Gil, más de 50 años de cocinera 42

LOS REPORTAJES, LAS CRÓNICAS LAS OPINIONES

LAS PROCESIONES

LAS FOTOS

FOTÓGRAFO INVITADO

LAS ENTREVISTAS

Nuestro agradecimiento a todoslos colaboradores de esta revista.Igualmente, damos las gracias atodos los anunciantes. Sin todosellos no habría sido posible esteprimer número de ‘Pasión porSantomera’.

AGRADECIMIENTO

■ Todo sobre la Semana Santa de Santomera 19

■ Toni Cascales■ Ismael Mateo

PROGRAMA DE OFICIOS Y ACTOS


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La ciudad de Murcia se viste deprimavera, la estación más

bella del año en esta Región,para acogeros en estos días san-tos de Semana Santa, ofreciéndo-os el esplendor de su luz y color,y haciendo que cuantos vienen anosotros se sientan como en suhogar. Los murcianos somos per-sonas de brazos abiertos, quedamos a los demás lo mejor denosotros mismos, compartiendolos tesoros que tenemos con losque nos visitáis.

Sin lugar a dudas, una de lasgrandes riquezas de Murcia essu Semana Santa, semana queno es de siete días, sino de diez:desde el Viernes de Dolores,cuando asoma a la puerta de SanNicolás la primera procesión, dela Cofradía del Amparo, hastaque se recoge el Domingo deResurrección en la de Santa Eula-lia la del Resucitado. Difícil seráque tú, querido lector, estés esosdiez días entre nosotros. Si es asísolo te puedo asegurar una cosa:que veas la procesión que veas,tendrás una idea clara de la fe deeste pueblo y de la idiosincrasiade su Semana Santa.

Porque son miles los murcia-nos que, como mayordomos,nazarenos, estantes, penitentes…pondrán color, música, fe y pasióna estos días en cada una de lassalidas procesionales que se llevana cabo. Te invito a que te sientesplácidamente y abras los senti-dos para contemplar lo que ocu-rre en nuestras calles estos días.Déjate interpelar por cada una delas sagradas imágenes que, bella-mente adornadas y llevadas enandas en un estilo puramentemurciano, se detendrán ante ti.Escultores de renombre en elmundo de la imaginería religiosahan sabido plasmar, con su destre-za en la gubia, los misterios funda-mentales de nuestra redención,la Pasión, Muerte y Resurrecciónde Nuestro Señor.

Francisco Salzillo, Nicolás deBussi, Sánchez Lozano, Fernán-dez Labaña, José Hernández yotros muchos te ayudarán aadentrarte en la inmensa riquezade las imágenes de Pasión denuestra ciudad. Conmovedorasescenas que nos ayudan a vivirde otra manera estos días centra-les para los cristianos.

Te invito, igualmente, a quete acerques a las sedes religiosasde las distintas cofradías, dondepodrás contemplar de cerca labelleza de las imágenes, asícomo a las otras parroquias de laciudad, y celebrar en ellas el TriduoSanto: la Institución de la Eucaris-tía en la Última Cena, la tarde delJueves Santo; la Muerte de Nues-

tro Señor, en los oficios del ViernesSanto; y, sobre todo, el triunfo dela vida sobre la muerte en la Resu-rrección, la noche del Sábado San-to, en la Vigilia Pascual o el Domin-go de Resurrección.

Te ruego que, en el plan de tuviaje, reserves un tiempo para ir ala Catedral y visitar a la Madre detodos los murcianos, a nuestrapatrona, la Santísima Virgen de laFuensanta, que desde su camarínte espera para que, ante Ella,recuerdes a tus familiares, amigosy a todos aquellos que te hanpedido sus oraciones. Ten seguroque, como Madre nuestra que es,te escuchará. ¡Cuánto agradeceríaque te unieras a nosotros y a nues-tra intención de pedir a la Virgenque nos conceda el ansiado dondel agua para nuestra tierra!

Bienvenido a Murcia, que dis-frutes entre nosotros y Dios, quemuere por amor, te colme de suvida y de su gracia.

Que Dios te colme de su vida y de su graciaJOSÉ MANUEL LORCA PLANES

† José Manuel Lorca PlanesObispo de Cartagena

«¡Cuánto agradeceríaque te unieras a

nosotros y a nuestraintención de pedir a la

Virgen que nos concedael ansiado don del agua

para nuestra tierra!»

(Artículo escrito para ‘Pasión por Murcia)


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ANTONIO BALLESTER SERRANO v PÁRROCO DE SANTOMERA

Llegó en 2011 para sustituircomo párroco de Santomera a

Sebastián Chico, entonces reciénnombrado rector de los semina-rios Menor de San Fulgencio yMayor de San José, y ahora reciénelegido obispo auxiliar de la Dióce-sis de Cartagena [«Me parece unapersona extraordinaria. Su designa-ción ha sido un acierto total, unabendición, un regalo de Dios»,mantiene]. En su opinión, de untiempo para acá, la Semana Santa«despierta más entusiasmo gene-ral» gracias al esfuerzo del Cabildo,«un ente más consolidado ahoradel que encontré».

–¿Siente predilección poralgún paso en concreto?

–La verdad es que no. Para mí,

todas las imágenes tienen su fuer-za, porque cada una representa unmisterio de la Pasión del Señor queyo intento revivir en mi interior. Noobstante, es cierto que la Virgenme impresiona especialmente.

–¿Qué cree que podemoshacer para seguir mejorando?

–Debemos esforzarnos para quemuchas más personas se impliquenen el trabajo de las cofradías y sobretodo para que aumente la participa-ción juvenil. El Cabildo se ha reno-vado recientemente con la entradade algunos jóvenes cargados deilusión, pero tenemos que seguiravanzando en ese camino.

–¿Pasa eso quizás por cumplirla doctrina de la Iglesia, que insis-te en la conveniencia de que cofra-días y hermandades se impliquenmás en la vida de la Iglesia y en suactividad caritativa?

–En parte sí. La Semana Santaes el momento culmen para loscristianos, pero la fe es un trabajode todo el año. Algunas personasde las cofradías sí participan ymucho en la vida de la Iglesia,

pero otras no tanto. En ese senti-do, estamos reforzando las cofra-días mediante cursos de forma-ción que imparte el Obispado yprocurando que aprueben unosestatutos que definan claramentequiénes son sus responsables ycuáles sus objetivos, entre los que,efectivamente, debe figurar unpapel caritativo más destacado.

–¿Cómo vive la Semana Santa?–La Semana Santa es algo muy

especial para un sacerdote. De niñola vivía más humanamente, peroahora lo hago en un plano más espi-ritual; a veces llega a producirme unpoco de dolor, porque me configu-ro con el Señor y pienso en lomucho que sufrió durante sus últi-mos momentos. Lógicamente, alfinal, también siento la alegría de laResurrección. De hecho, varios añoshe enfermado Jueves o Viernes ytodo ha desparecido el Domingo.Son días muy intensos, demasiadoquizás. Actualmente no sé separarmi lado humano del espiritual y micuerpo manifiesta mi fe.

–¿Le dan muchos caramelos?–La mayoría de las veces estoy

presidiendo, claro, y solo me danlos justos para endulzarme el cami-no [ríe].

–La incorporación, este año,de dos nuevos pasos, es una noti-cia histórica para nuestra Sema-na Santa. ¿Qué valoración hace alrespecto?

–Todo lo que sea enriquecer losmomentos de la Pasión del Señor esampliar la vivencia de la fe.

«Me configuro con el Señor, siento su dolor al pensar en lo mucho que sufrió»«Las cofradías deben implicarse más en la vida de la Iglesia, la fe es un trabajo de todo el año»

Antonio Ballester Serrano.

ISMAEL MATEOPeriodista


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ISMAEL MATEO

Por su condición de municipiojoven y madurado a la sombra

de Murcia y Orihuela, las dos gran-des ciudades entre las que seemplaza, bucear en la historia deSantomera siempre ha resultadoespecialmente complicado. La sumade las dos circunstancias anterio-res justificaría la falta de una fuerteidentidad propia que defender conorgullo y traspasar de generación engeneración. Y eso, a su vez, parecela explicación más lógica a por quéexisten tantas lagunas en el pasadode este pueblo, en comparaciónincluso con otros menos importan-tes ahora y antes.

El capítulo de la Semana Santano es una excepción. En el con-texto más amplio, las primeras pro-cesiones pasionales de España seremontan al siglo XVI, coincidiendocon el Concilio de Trento y la Con-

Una Semana Santatricentenaria

Aunque bucear en nuestra historiaresulta complicado, todo indica que los

desfiles pasionales de Santomeraarrancaron a principios del siglo XVIII

El Cristo del Rescate,saliendo de la iglesiaparroquial.


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trarreforma. Se tomó la decisiónde exteriorizar la fe y empezaron asurgir las primeras cofradías y her-mandades de Semana Santa. Lasprecisiones son sin embargo másarriesgadas al acotar el terreno.Para remontarnos a los orígenesde esta celebración en Santomeraes necesario recurrir a conjeturasque, por razonables que sean, pocopermiten dar por cierto. Son lasque ofrece en distintos trabajos elrecordado Paco Cánovas, falleci-do en 2016, quien fue un granconocedor del tema por su triplefaceta de cronista oficial del muni-cipio, hombre de profunda fe y pre-sidente y mayordomo de la Dolo-rosa durante más de tres décadas.

Según Cánovas, las procesio-nes de Semana Santa debieroncomenzar en Santomera a finalesdel siglo XVII o principios del XVIII.Para señalarlo, se basaba en indi-cios racionales. Se conoce pordocumentos históricos que la anti-gua ermita del Calvario fue amplia-da en 1695 para añadirle dos nue-vas capillas, «la del lado del Evan-gelio y la Epístola» cuyas hornaci-nas debieron destinarse a la San-tísima Virgen de los Dolores y alCristo con la Cruz a cuestas, comodecían antaño los huertanos, puesfueron los mismos lugares que ocu-paron estas tallas cuando se inau-guró la actual iglesia parroquial,en 1870. La lógica invita a pensar

que aquello se debió al deseo depoder realizar cortejos pasionales,para los que, además de estas dosimágenes, era necesario, comomínimo, que desfilara un crucifi-cado: el Cristo de la Sangre que ya

se veneraba con anterioridad en lavieja ermita.

Cánovas reforzó esa teoría conotro dato contrastado: en 1861, elalcalde denunció a un vecino porapropiarse de un olivar por dondepasaban las procesiones «de todala vida»; de ahí se desprende quelos más antiguos ya sabían por suspadres y abuelos que se celebra-ban desde hacía mucho tiempo. Y,con su habitual prudencia, aclaraque las primeras pruebas irrefuta-bles se fechan en 1898, aportadaspor los libros de actas de la Asocia-ción de la Virgen de los Dolores.

Así, pues, Santomera muy pro-bablemente comenzó a realizarviacrucis penitenciales en los albo-res del siglo XVIII y, con total segu-ridad, ya sacaba procesión oficialel Jueves Santo a finales del XIX.Por entonces, ese primer cortejo–que entre 1979 y 2008 se adelan-tó a Miércoles–, contaba con lostres mencionados pasos, a los quemás tarde se uniría San Juan. Yentre finales del XIX y muy princi-pios del XX comenzó a celebrarsela segunda marcha pasional, la delViernes Santo, la del Señor Muerto,como era entonces popularmentedenominada. Y la de ‘la Cama’, quedesde aquel momento engrosó laprocesión del Santo Entierro, que,como hoy, cerraba La Dolorosa conmanto negro, en la sublime tras-cendencia de La Soledad.

Aquellas pujantes procesionessantomeranas, capaces ya de des-pertar la admiración entre los pue-blos vecinos, se vieron interrumpi-das por la Guerra Civil. Y no soloeso: como en otros tantos lugaresdel país, en 1936 se produjo una

La Dolorosa procesionando la noche del Jueves Santo.

Santísima Virgen de los Dolores, Cristocon la Cruz a cuestasy Cristo de la Sangre,

entre los primerospasos

Las procesiones de Santomeradespertaban

la admiración de lospueblos vecinos

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bárbara quema de santos de catas-tróficas consecuencias para el patri-monio artístico-religioso de San-tomera. Entre las imágenes des-truidas, una hermosísima Dolorosatallada en 1800 por Roque López,discípulo predilecto de Salzillo.Paco Cánovas, por entonces unniño que presenciaba curioso laescena, recordaba así aquel capítu-lo: «Tristemente, después de permi-tir que se llevaran los santos, fueronde casa en casa recogiéndolos. Losllevaron al atrio de la iglesia, hicie-ron una pila y les prendieron fuego.La última imagen en quemarse fuela Virgen de los Dolores, una Dolo-rosa, escuela de Salzillo, de las máshermosas. Cayó encima del mon-tón. Prendió el fuego en los vestidosy subió por la armadura de made-ra hasta su cara. Entre llamas, per-maneció mucho tiempo aquel ros-tro divino que parecía llorar másperdonando a quienes, sin saberpor qué, estaban cometiendo aque-lla penosa equivocación…».

Ocho años tardó Santomeraen adquirir los nuevos pasos nece-sarios y poder volver a sacar a lacalle su Semana Santa cada Juevesy Viernes Santo: Nuestro PadreJesús Nazareno, obra de AndrésLajarín, el venerado Cristo del Cal-vario, el San Juan que compró elsiscareño Salvador Guillén, elYacente de los talleres de Olotque descansa dentro del Santo

Sepulcro, y La Dolorosa talladacon maestría por Sánchez Lozano.Y diez años después, señal de larenovada ilusión por estas cele-braciones, se incorporó la terceraprocesión, la del Silencio, que par-tió por primera vez la medianochedel Jueves Santo de 1954, ya conel actual crucificado, rodeada detinieblas y mudez solo quebradaspor un par de faroles, por los ciriosque portaban muchísimos fielesde este y otros pueblos y por el

redoble de un solitario tambor.Hasta nuestros días, sigue siendoeste el cortejo más solemne y quemejor conserva su inicial esencia,aunque en 1994 se introdujeracomo importante novedad el con-movedor momento del encuentroentre la Madre y el Hijo, entre LaDolorosa y el Cristo del Silencio.

Ya en 1975 se organizó la prime-ra procesión del Resucitado, encum-brando así el Domingo con la cele-bración de la vuelta de Cristo a lavida. La Purísima, que sigue hastahoy, el San Miguel que aportabanlas Clarisas, el Sagrado Corazón deJesús de la familia de Mariano ArtésGómez y un joven que hacía lasveces de demonio encadenado,

completaron junto a San Juan aqueldesfile inaugural. Con el tiempo sesumaron la Cruz Triunfal (1987), SanMiguel (1998) y el Cristo Resucita-do (2003), que cubren ampliamen-te el hueco que formaron los dospasos que ya dejaron de salir.

Desde entonces hasta hoy, laSemana Santa de Santomera hacombinado etapas de crecimientocon otras de retroceso que no hansido óbice para que el patrimo-nio artístico-religioso del municipiohaya seguido creciendo con noto-riedad. Por encargo de Davis Cas-tejón Ballester, el afamado escul-tor Sánchez Lozano concluyó en1981 su magistral Cristo del Res-cate, que desde dos años des-pués encabeza los cortejos de lapasión y el entierro. Y en 2016procesionó por primera vez el SanJuan del también reputado PepeHernández, sustituto del que enlos años cuarenta llegó proceden-te de los talleres de Olot. Por últi-mo, este año, hecho histórico, sesuman dos nuevos pasos: la San-ta Mujer Verónica, esculpida porPablo Corbalán, y Jesús de la Caí-da, con imágenes de Milton Farfány Salvador García, que vienen aseguir engrandeciendo una Sema-na Santa originada hace más detres siglos y que es uno de loslegados religiosos y culturales másvaliosos que nos dejaron nuestrosantepasados.

Nuestro Padre Jesús Nazareno sale a la calle en Viernes Santo.

En 1975 se organizó la primera procesiónde Cristo Resucitado

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I. MATEO

Durante la Semana Santa de2016, el debate se volvió

intenso, especialmente en losdenominados ‘ayuntamientos delcambio’: ¿debían los políticos pre-sidir un acto de marcado carácterreligioso como las procesiones?En cuanto tuvo oportunidad, ellamostró su postura desfilando trasLa Dolorosa, bastón de mando enmano y junto a los otros cuatroconcejales socialistas, por entoncessus únicos compañeros en elGobierno municipal. Respeta laSemana Santa, la apoya con sugestión y, además, asegura, le gus-ta, siempre le ha gustado.

–¿Cómo colabora el Ayunta-miento de Santomera con laSemana Santa?

–Nuestro apoyo es innegocia-ble, igual que ante cualquier otrainiciativa de interés para el muni-cipio que genere una vida cultural,social y de convivencia. Este año,además, incluso hemos podido

incrementar notablemente nues-tra aportación económica, lo cualsin duda resultará positivo.

–Más controversia genera últi-mamente la participación de lospolíticos en las procesiones...

–Yo lo tuve claro desde el prin-cipio: mientras en el ordenamientojurídico español no haya un proto-colo civil reglado que indique elproceder de los cargos públicos aeste respecto, seguiré la regla vigen-te, que hasta ahora es la costumbrede participar en las procesiones.

–Confiéselo: ¿le gusta laSemana Santa?

–La verdad es que siempre meha encantado. Sin duda, supone unespacio cultural y de tradiciones deprimer nivel. También me gusta laatmósfera que se crea en torno aella, con la gente llenando lascalles de día y de noche, alencuentro del arte, el folclore y lafe. Anímicamente, me contagia lametáfora que inspira la SemanaSanta: después de la oscuridad,

de la penitencia, sale el sol y triun-fa la alegría.

–¿Algún paso predilecto?–Por vinculación emocional, me

quedaría con La Dolorosa. Es elpaso detrás del que salía de niña,cuando era nazarena, y del que lohago ahora como alcaldesa. Es ade-más una imagen que me atraeespecialmente. También siento un

cariño especial por el Cristo delSilencio, porque cuando era peque-ña aprovechaba las vacacionesescolares para pasar mucho tiempoen casa de mi amiga Juana [More-no Herrero], y tengo un recuerdomuy cariñoso de aquellas vivenciasjunto a la familia de ‘los Perifollos’y esa imagen a la que tan vincula-da estaba ya por entonces.

–¿Cuál es su momento favo-rito?

–La procesión del Domingo deResurrección es la que más megusta en Santomera. Disfruto vien-do a mis vecinos en la calle, con laluz del día y las caras descubiertas.Por otro lado, tengo que hablarde la música pasional. Me emo-ciona profundamente escuchar ‘Elevangelista’, ‘La madrugá’ o ‘Jeru-salén’; las suelo reproducir mientrasme arreglo para el cortejo, pero esque luego, cuando Euterpe lasinterpreta en directo, casi diría quealcanzo la gloria.

–¿Qué cree que se puedehacer para seguir mejorando laSemana Santa de Santomera?

–Resulta complicado opinar alrespecto desde mi posición…[Después de pensar unos segun-dos] Desde un ámbito cultural ehistórico, quizás se debería poten-ciar el conocimiento popular sobrecada paso.

INMACULADA SÁNCHEZ ROCA v ALCALDESA DE SANTOMERA

«Siempre me ha encantadola Semana Santa»«Me emociona profundamente la música pasional, y si la interpreta Euterpe, casi diría que alcanzo la gloria»

Inmaculada Sánchez Roca.


E l Cabildo de Cofradías quisoque viviera la Semana Santa

de Santomera el año pasado bajoel prisma de quien ha tenido lafortuna y el inmenso orgullo depregonarla. Como si fuera ayer,aún resuenan en mis oídos losredobles de tambor que pusieronritmo al brotar de mis palabrasdesde el atrio de la iglesia delRosario. Un día, como dijehaciendo mías las palabras denuestro ilustre poeta Julián Andú-gar, que «permanecerá por siem-pre en mi memoria».

Unos recuerdos guardadoscelosamente en lo más profundo

de mi corazón, junto a la emociónde recorrer las calles donde corre-teé de chiquillo, acompañando apasos como el Santo Sepulcro, LaDolorosa o el San Juan. Acudena mí mente impresiones,

sensaciones, imágenes imborra-bles, como la luz nítida del Domin-go de Ramos, cuando la primave-ra irrumpe de lleno en nuestrasplazas, el olor de alhelí de ‘LaCama’, cuya estela entra por bal-

cones y ventanas, o el silencio delJueves Santo. Son estampas dela que es para mí la mejor Sema-na Santa del mundo. Lo pregonéen viva voz, por escrito lo reafirmo.Y lo es porque es una de las tradi-ciones más arraigadas de nuestropueblo, y también porque mi fami-lia y yo estamos ligados para siem-pre a ella.

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En Jesús aprendemos lo quees la misericordia divina. El

Señor se conmueve ante las nece-sidades de los hombres y muje-res. Siente sus sufrimientos, susdolores, sus penas, sus tristezas,sus pecados, sus debilidades, susmiserias... Jesús no se quedaimpasible ante el ser humano. Élnos enseña, también a nosotros,a no pasar de largo frente a tan-to dolor y sufrimiento con el quenos tropezamos cada día en nues-tros prójimos. A no mirar paraotro lado, a desentendernos, alavarnos las manos frente a lasnecesidades de los demás. Asílo vemos muchas veces en elEvangelio. Sin embargo, noso-tros parece que nos hemos hechoinsensibles al dolor de nuestrosprójimos, a su sufrimiento, a susnecesidades, y solo vemos nues-tro dolor, nuestras penas y nues-tras necesidades.

La misericordia significa sentir

como propio todo ese dolor, todaesa necesidad, todo ese sufri-miento, toda esa miseria..., y nopasar de largo ante ella. Significaacercarse al prójimo, a nuestrohermano, y cargar sobre nuestroshombros toda esa carga que loagota, como hace Cristo con

nosotros. Significa escuchar, com-partir, consolar, sanar, orar, dar,perdonar, preocuparse, abrazar,animar, sostener, levantar, acogercon todo el corazón al prójimo. Lamisericordia es fruto del amor.

¿Y por qué debemos ser mise-ricordiosos? Porque el Señor nos

lo ha pedido: «Sed misericordio-sos, como vuestro Padre es mise-ricordioso». La misericordia es elindicador de la veracidad de nues-tro amor a Dios y al prójimo. Nopuede haber bondad donde nohay misericordia. San GregorioMagno nos dice de una manerapreciosa cómo podemos cumplirel mandato del Señor de negar-nos a nosotros mismos, cargarcon la cruz de cada día y seguir-le: «De dos modos podemos lle-var la cruz del Señor: o afligiendoa nuestro cuerpo con la abstinen-cia o, por compasión al prójimo,considerando como nuestras susnecesidades. El que se conduelede las necesidades ajenas llevala cruz en su corazón».

Bienaventurados los misericordiososJUAN ANTONIO ALONSO COSTA

Juan Antonio Alonso CostaCoadjutor de la parroquia

La mejor Semana SantaVÍCTOR MARTÍNEZ

Víctor Martínez MuñozDiputado regional, fue pregonero

de la Semana Santa de Santomera 2018


E l Cabildo General de Cofradíases el órgano máximo respon-

sable de la Semana Santa. Estáintegrado por el párroco, comoconsiliario, y por los presidentesde las doce cofradías de Semana

Santa más un vocal por cada unade ellas. Fue creado en 2002 parasustituir a la Junta Rectora de laSemana Santa. Celebra seis reu-niones al año en las que adopta losacuerdos necesarios para su buen

funcionamiento. Su actividad fun-damental gira en torno a la orga-nización de las procesiones deSemana Santa. Para su funciona-miento se nutre de una subven-ción municipal y de la cuota que

aporta cada cofradía, que a su vezrecibe una cantidad económica dehermanos de devoción, estantesy nazarenos en general. Las cofra-días suelen ceder los trajes a loscofrades.

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Los miembros del Cabildo: Juan F. Nicolás Martínez (Santo Sepulcro), José A. Martínez Molinero (Nuestro Padre Jesús de la Caída), Francisco Ayllón Casanova(San Miguel Arcángel), José Manrique González (presidente), Antonio Ballester Serrano (consiliario), José García Borreguero (Virgen de los Dolores), Javier Pérez Carmona (CruzTriunfal), Tomás Cayuelas Martínez (Cristo del Calvario), David Castejón Andrada (Cristo del Rescate), María Dolores Abellán Saánchez y Antoñita Sánchez Rubio (Cristo Resu-citado) y José María Sánchez Artés (La Purisima). Aunque no están en la foto, también son miembros del Cabildo: María Jesús Gea Campillo (Nuestro Padre Jesús Nazareno),Manuel Ballester Riquelme y Salvador Cerezo Cucharero (Cristo del Silencio), Daniel Mateo Herrero (Virgen de los Dolores), José Manrique González (San Juan Evangelista),Daniel Fuentes Campillo (Santo Sepulcro) y Alberto Sánchez Campillo (La Purisima).

El Cabildo General, responsable de las procesiones


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JOSÉ LUIS MANRIQUE PALAZÓN v PRESIDENTE DEL CABILDO DE COFRADÍAS

ISMAEL M.

E l año pasado fue elegido ofi-cialmente para iniciar su segun-

da etapa como presidente del Cabil-do Superior de Cofradías, cargoque ya ocupó entre 2002 y 2009.Tras el mandato de Ascensión Nico-lás, que finalizó en 2012, tomó lasriendas de manera interina duranteun lustro, hasta que en 2018 fue denuevo escogido con el voto unáni-me de las cofradías. «Las personasque lo llevamos de cuna siempreestamos ahí para lo que se nosnecesita», reflexiona sobre su des-tacado papel en la Semana Santa deSantomera desde que era un jovenrecién entrado en la veintena.

«Intentaré terminar mi manda-to –hasta 2022–, pero lo normal esque, cuando llegue ese momento,otras personas den un paso ade-lante», responde al ser pregunta-do sobre sus planes de futuro. «Yallevo diez años al frente del Cabil-do, más los que estuve de formaextraoficial, y creo que será hora dedar el relevo. Yo seguiré ayudando

en lo que se necesite desde laCofradía de San Juan, pero creoque cualquier cofrade tiene elderecho, diría que hasta la obli-gación, de ocupar este cargo».

–¿Qué particularidades creeque tienen nuestras celebracio-nes pasionales?

–Se trata de una Semana San-ta muy arraigada, cuyos orígenes

se pueden remontar perfectamen-te al siglo XVIII, como ya adelantóen varios de sus escritos PacoCánovas, nuestro añorado cronis-ta oficial. Por otro lado, debido ala ubicación de nuestro municipio,siempre ha estado un poco eclip-sada por dos grandes potencias,Murcia y Orihuela, que cuentancon unas celebraciones pasionales

de enorme envergadura. Y, en par-te quizás por eso mismo, es tambiénuna Semana Santa sencilla, concen-trada en solo cuatro días, exprés,como digo a veces.

–¿Y en qué momento nosencontramos en relación con eseúltimo punto?

–Nos vamos manteniendo yexperimentamos una leve mejoríaque no es tan buena como quisié-ramos. Hace tres o cuatro añosalcanzamos unas cotas de participa-ción muy bajas y desde entoncesestamos viviendo un momento deauge prudente. Al margen del patri-monio artístico-religioso, lo que haceimportante cualquier Semana San-ta es la participación, y ahora con-tamos con más nazarenos y con másespectadores que entonces. Aun-que, insisto, no son tantos comoquisiéramos. El gran reto que tene-mos es seguir creciendo para poderjuntar a un número importante decofrades a la hora de desfilar yacompañar a sus imágenes.

–¿Qué se está haciendo des-de el Cabildo para atraer a másgente?

–En la Semana Santa, la tradi-ción tiene un peso fundamental y lacapacidad de innovar está bastan-te limitada, pero algunos cambiossí hemos venido haciendo. Somosconscientes de que la clave está

«Vivimos un auge prudente, pero hay que seguir creciendo en participación» «Si consigues mantener a un joven cuando cumple la mayoría de edad,tendrás un nazareno para toda la vida»

José Luis Manique, ante la Casa Parroquial.


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en atraer y mantener a más jóvenes.Los niños suelen empezar a proce-sionar con ocho o nueve años, perocuando llegan a la adolescenciatemprana, muchos se desvinculan;sin embargo, si logras inculcarle elamor por la Semana Santa y man-tenerlos hasta los dieciocho, se con-vertirán en nazarenos para toda lavida. Las cofradías deben organizaractividades paralelas para dar aconocer la Semana Santa y desper-tar ese sentimiento. En esa línea, elaño pasado recuperamos con éxi-to el concurso de pintura, que repe-tiremos el próximo 13 de abril en laCasa del Huerto, donde luegohabrá paella para los niños partici-pantes y sus padres.

–¿No contribuiría a ello tam-bién que las cofradías tuvieran unaactividad mayor a lo largo del año?

–Se hacen comidas de herman-dad y alguna otra pequeña activi-dad en épocas distintas del año,pero tendemos a concentrar casitoda nuestra programación duran-te la Semana Santa y las colindan-tes. Expandirnos en el calendarioes, ciertamente, una asignaturapendiente. En ese sentido, la cari-dad tiene que jugar un papel cru-cial, porque ayudar al prójimo esel primer deber de cualquier cofra-día. Y me consta que algunas her-mandades impulsan recogidas de

alimentos y otros gestos caritativosa lo largo del año, pero lo hacen demanera más íntima y quizás no ledan la conveniente publicidad.

–¿Está satisfecho de su impli-cación en el Cabildo?

–En general, sí. Las personas quelo integramos –dos representantespor cofradía, más el párroco comoconsiliario– estamos comprometi-das con la Semana Santa y tene-mos experiencia en su gestión.

–Tenemos una nueva cofra-día y dos pasos nuevos. ¿Quévaloración hace de este hechohistórico?

–Estamos de enhorabuena, nohay duda. La última imagen que sesumó al cortejo de Nuestro PadreJesús Nazareno fue el Cristo delRescate. Corría 1983, así que hantenido que transcurrir 36 años paraincorporar a esta primera procesiónun nuevo paso: la Santa MujerVerónica. Pero eso no es todo, sinoque tendremos una segunda incor-poración gracias a la Cofradía deNuestro Padre Jesús en la Caída,que aportará un paso compuestopor tres imágenes: Jesús, el Cirineoy la Virgen de la Amargura.

–Al margen de esas, ¿ten-dremos alguna novedad rese-ñable más?

–Además del concurso de dibu-jo, una novedad del año pasado

que repetiremos este, contaremoscon dos actividades deportivas: uncampeonato de pádel y otro de aje-drez. Iniciativas como estas nos ayu-dan a acercar la Semana Santa apersonas que pueden no tener unarelación estrecha con ella.

–¿Por qué pensaron en Nata-lia Sánchez como pregonera de laSemana Santa?

–Es una persona muy vinculadaa la parroquia, amante de nuestra

Semana Santa, nazarena durantemuchos años en la Hermandad deSan Juan y persona muy capacita-da para dar el pregón. Son las mejo-res credenciales posibles para esatarea. También me gustaría desta-car el acierto en las otras dos distin-ciones: Diego Pérez, Nazareno deHonor, es fundador de la Cofradíade la Cruz Triunfal y lleva más detreinta años implicado en nuestraSemana Santa; y Eulogio Morales,Cofrade Distinguido, tiene una lar-guísima trayectoria de vinculacióncon el Cristo del Calvario.

–Es la primera mujer en asumirese papel. ¿Lo han tenido encuenta?

–Somos conscientes de ello,pero no creo que eso haya pesa-do especialmente. Nosotros nun-ca hemos tenido normas que impi-dieran a las mujeres hacer una uotra cosa, siempre han estado pre-sentes en la Semana Santa de San-tomera.

–¿Cómo vivía antes la SemanaSanta y cómo lo hace ahora?

–De niño vives las cosas de otramanera. Entonces solo disfrutaba,lleno de ilusión. Ahora sigo disfru-tando, porque de lo contrario noestaría aquí, pero la gestión esdura: hay que tomar decisionessabiendo que no agradarán atodos.

«Tenemos que ayudarmás al prójimo, la

caridad es el primerdeber de cualquier

cofradía»


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Presidentes para doce cofradías

Cristo del Rescate.Jueves Santo y Viernes Santo.Presidente: David Castejón Andrada.Túnica morada y capuz blanco.

Nuestro Padre Jesús Nazareno.Jueves Santo y Viernes Santo.Presidenta: María Jesús Gea Campillo.Túnica morada.

Cristo del Calvario.Jueves Santo y Viernes Santo.Presidente: Tomás Cayuelas Martínez.Túnica negra y morada.

San Juan Evangelista.Jueves, Viernes y Domingo.Presidente: José L. Manrique Palazón.Túnica verde y roja.

Santo Sepulcro.Viernes Santo.Presidente: Juan F. Nicolás Martínez.Túnica morada de verduguillo.

Cristo del Silencio.Jueves Santo y Viernes Santo.Presidente: Manuel Ballester Riquelme.Túnica negra y cintas blancas.

Virgen de los Dolores.Jueves Santo y Viernes Santo.Presidente: Daniel Mateo Herrero.Túnica azul.

Nuestro Padre Jesús de la CaídaViernes Santo.Presidente: José A. Martínez Molinero.Túnica burdeos y cíngulo amarillo.

Cruz Triunfal.Domingo de Resurrección.Presidente: Javier Pérez Carmona.Túnica beig con ribetes dorados.

San Miguel Arcángel.Jueves, Viernes y Domingo.Presidente: Francisco Ayllón Casanova.Túnica granate de estilo huertano.

Cristo Resucitado.Domingo de Resurrección.Presidenta: Mª Dolores Abellán Sánchez.Túnica blanca con adornos dorados.

La Purísima.Domingo de Resurrección.Presidente: José Mª Sánchez Artés.Túnica blanca.


15


A los pies del altar espera elcoadjutor parroquial. Va a

entregarle a Diego el galardón deNazareno de Honor de 2019, unreconocimiento más que mereci-do por haber mantenido hasta hoyel compromiso que contrajo paraapoyar, con su Cruz Triunfal, la pro-cesión del Resucitado, que, en1987, atravesaba un momentocomplicado. De un brazo sujeto asu mujer y empleando un bastón enla otra, Diego ‘el Macario’ alcanzacon esfuerzo al sacerdote. Era el 30de marzo, en el acto del pregón,

–¿Cuándo comenzó su vincu-lación con la Semana Santa?

–En 1987, cuando fundé la

cofradía. Mi hijo Javier, que esta-ba de secretario en la Junta Rec-tora de la Semana Santa, y donJuan [Teruel, el sacerdote] me pro-pusieron sacar un trono para elDomingo de Resurrección. Mecomentaron que a la procesión levendría bien una Cruz Triunfal yla verdad es que me dieron unaalegría.

–¿Qué significa este reconoci-miento para usted?

–Me enteré de la noticia estan-do en el hospital, porque he pasa-do unas semanas bastante enfer-mo. La verdad es que me hizomucha ilusión, pero, por otrolado, he sentido pena de no estar

en las mejores condiciones paradisfrutarlo. Me emociono en cuan-to empiezo a hablar… Espero quelas personas que estuvieron en elpregón me perdonen.

–¿Cómo vive el Domingo deResurrección?

–Paso un día muy feliz. En casa,con la ayuda de la familia, llenamosquinientos bocadillos de sobrasa-da, de jamón, de pimiento molidocon aceite… Después voy cargan-do a mis nazarenos y repartiendoentre la demás gente que se acer-ca. Nunca he procesionando, siem-pre me he encargado de esa labor.Así es como yo disfruto el Domin-go de Resurrección. Después de la

2003 María del Rosario MartínezCampillo.

2007 Manuel García Peña.2016 Pilar M. Herrero González.

DIEGO PÉREZ RIQUELME v NAZARENO DE HONOR 2019

«El Domingo de Resurrecciónlo paso en la gloria»«Este reconocimiento me ha hechomucha ilusión, me da pena no estar en lasmejores condiciones para disfrutarlo»

NAZARENOSDE HONOR

2003 José Manrique González.2004 José A. Sánchez García.2005 Rosario Cánovas Cánovas.2006 Claudio Hernández-Ros Mur-

cia.2007 Esteban Sáez Sánchez.2008 David Castejón Ballester.2009 José García Borreguero.2010 Fernando Alarcón Murcia.2011 Josefina López Gómez.2012 Manuel Rubio Mateo.2013 José Antonio Gil Nicolás.2014 Francisco Cánovas Candel.2015 José A. Vigueras González.2016 Pedro Carmona Nicolás.2017 Francisco Ayllón Casanova.2018 María Jesús Gea Campillo.2019 Diego Pérez Riquelme.

MENCIÓN ESPECIAL A TÍTULO PÓSTUMO

procesión, nos vamos de comida.Nos juntamos alrededor de cienpersonas: todos los cofrades y susfamilias. Lo paso en la gloria.


16


I. M.

A lo largo de casi treinta años,Natalia Sánchez ha sido una

nazarena destacada dentro de laSemana Santa de Santomera. Seenfundó por primera vez la túnica deSan Juan a los tres años, y siendoapenas una adolescente empezó acolaborar con la antigua junta recto-ra encargándose de coordinar a lospasos de Nuestro Padre Jesús Naza-reno y el Santo Sepulcro. Todo ello,sumado a su compromiso con lavida parroquial –como catequista,lectora o directora del coro, entreotras cuestiones–, le ha valido paraconvertirse ahora, además, en la pri-mera mujer pregonera de nuestraSemana Santa. «Es escuchar el redo-ble de los tambores y siento unasensación mágica. Estoy deseandoque empiece ya».

–¿Cómo reaccionó al enterar-se de que el Cabildo le queríacomo pregonera?

–Me llamó Juanito [Juan Francis-co Nicolás] por teléfono y me dijo:«Natalia, en la reunión de anoche sedecidió por unanimidad que seas lapregonera. Te propuse y todo elmundo te votó». Me quedé… ¡Mesorprendió! Jamás esperé ser prego-nera de la Semana Santa. Ni se mehabía pasado por la cabeza, estabamuy lejos de mis aspiraciones. Des-pués de esa sorpresa y de asimilar-lo un poco, se lo conté a mi familia.Al principio estaba abrumada, peroellos me ayudaron a entender quees un verdadero honor que pensa-ran en mí. Poco a poco fui interiori-zándolo, ilusionándome y sintién-dome orgullosa y agradecida.

–¿Le costó mucho escribirlo?–Tengo pánico al folio en blan-

co. Di muchísimas vueltas antes deempezar a escribir, así que aprove-ché ese tiempo para documentarme

todo lo que pude. Sin embargo,una vez que me puse, comenzó asalir solo. Eso sí, he tenido que estarun mes levantándome a las seis dela mañana, aprovechando los raticoslibres de la noche y teniendo siem-pre a mano una libreta para anotarlas ideas que me surgían para lue-go desarrollarlas. Yo creo que alfinal ha salido bien, pero es muycomplicado. Cada vez que lo rele-ía, hacía modificaciones, hasta queSantiago [su marido] me dijo queparara de hacerlo o me volveríaloca. Su ayuda ha sido muy impor-tante también.

–Ha sido la primera mujer enpregonar la Semana Santa. ¿Qué

significa eso para usted?–Ya era hora de que esto suce-

diera. Siento un gran orgullo. Hasido un gran privilegio.

–¿Se sintió nerviosa cuandollegó el momento de subir al altar?

–Extrañamente, no, en absoluto. –¿Cuándo comenzó su vincu-

lación con la Semana Santa? Intu-yo que su padre influyó decisiva-mente en ello…

–Sí, fue mi padre [José AntonioSánchez García, ‘Antoñín el Maru-jino’, presidente de la Junta Recto-ra de Semana Santa desde 1982hasta 1997] quien me inculcó estapasión. Gracias a él, he vivido laSemana Santa en casa desde queera muy pequeña. Yo con tres añosya le acompañaba de nazarena deSan Juan, junto a mi hermana Car-men Rosi, mientras mi madre seencargaba de toda la logística.

–Me consta que su marido tam-bién ha sido nazareno. ¿Y sus hijos?

–Santiago empezó a salir consu padre [Paco ‘el Rufino’] con el

PREGONEROS DE LA SEMANA SANTA

2003 Antonio Díaz Bautista, catedrático de universidad.

2004 Juan Gregorio Avilés, sacerdote.

2005 José Alberto Cánovas Sánchez, sacerdote.

2006 Francisco Martínez Zapata,sacerdote.

2007 Antonio y Juan FernándezMarín, sacerdotes.

2008 Manuel Campillo Laorden,profesor.

2009 Calixto Carrasco Rioja,sacerdote.

2010 Mariano Artés Gómez,catedrático de universidad.

2011 José Prior Campillo, sacerdote.2012 Mariano Caballero Carpena,

periodista.2013 Juan López Pérez, maestro.2014 Octavio Caballero Carpena,

médico.2015 José Antonio Abellán

Jiménez, sacerdote.2016 José Manuel Molinero Bernal,

administrativo.2017 Juan F. Nicolás Martínez,

técnico de Prevención. 2018 Víctor Martínez Muñoz, político.2019 Natalia Sánchez Martínez,

bióloga.

NATALIA SÁNCHEZ MARTÍNEZ v PREGONERA 2019

«Jamás me esperé tener este honor»«Espero poder volver a procesionar pronto y ojalá me acompañen mis hijos»

«Durante un mes hetenido que levantarme a las seis y aprovecharcualquier ratico para

escribir el pregón»

Natalia Sánchez muestra su placa como pregonera.

Calvario y luego también portó elCristo del Silencio, pero tuvo quedejarlo por unas molestias en laespalda. Mis dos hijos participan enlas procesiones, pero como músi-cos de Euterpe.

–¿Le gustaría verlos vistiendola túnica de San Juan?

–¡Por supuesto! Espero podervolver a procesionar pronto, apro-vechando que se van haciendomayores, y ojalá ellos me quieranacompañar.

–¿Tiene algún momento predi-lecto?

–Por encima de todos, la proce-sión del Silencio. Creo que es la máspura. El Encuentro me parece espe-cialmente emotivo, sobre todo cuan-do se acompaña de saetas.


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PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE SANTOMERA 2019

Sobre el altar, frente a las cercade doscientas personas con-

gregadas la noche del sábado 30de marzo en la iglesia parroquial deNuestra Señora del Rosario, la san-tomerana Natalia Sánchez no titu-beó ni uno solo de los 25 minutosque permaneció proclamando supregón.

Tras los agradecimientos derigor, entre los que incluyó una muyespecial para su familia [por haber-le hecho «el regalo más importan-te que podemos darle a nuestroshijos, que es sin duda la fe»], y des-pués de dejar claro que asumió sunombramiento como una enormeresponsabilidad, comenzó a evo-car su niñez nazarena. Mencionócómo el estómago se le «llenaba demariposas» a medida que se ibavistiendo, cómo su «corazón se pre-disponía a desempeñar la importan-te labor de acompañar al Señor» o«el sabor agridulce al finalizar laprocesión, porque significaba quehabía que esperar un año enteropara volver a salir».

Habiéndose convertido ella enla primera pregonera de la Sema-na Santa de Santomera, se detuvodurante un par de minutos a refle-xionar sobre el papel de la mujeren la Iglesia. Destacó que «son lasmujeres las más dispuestas paramuchas de las iniciativas parro-

quiales» y que su presencia «siem-pre ha sido muy significativa», peroreclamó al tiempo que «tenemos laobligación de seguir sumando anuestra Semana Santa, haciéndo-nos más visibles en todos los ámbi-tos, desde las tareas más sencillashasta las labores organizativas ydirectivas».

A continuación, profundizósobre el verdadero sentido deestas fechas: «La Cuaresma es unperiodo para reflexionar sobre loque nos quita la vida y prepararnospara renacer en la noche de Pas-cua. La Semana Santa es el

momento litúrgico más importan-te para un cristiano, pero, por des-gracia, para muchos católicos se haconvertido solo en una ocasión dedescanso y diversión. Se olvidan delo esencial, de dedicarse a la ora-ción y la reflexión en los misteriosde la Pasión y Muerte de Jesús».

Prosiguió argumentando que,para entender el sentido de lo quese celebra, la Semana Santa sedebe vivir como una dualidad, par-ticipando no solo en los desfilesprocesionales, sino también en lascelebraciones litúrgicas. Repasóestas últimas con gran detalle. Hizo

lo propio también con las procesio-nes, que previamente situó en sumarco histórico, desde el contex-to más amplio hasta el local. Tuvopalabras de elogio para todas lascofradías y pasos, sin ocultar supredilección por la procesión delSilencio y declarando el orgulloque Santomera debe sentir porcontar con ‘la Cama’, «mostrada almundo en la magna procesión de2017, por las calles de Murcia, jun-to a las tallas más representativasde la Región». También agradecióel esfuerzo de todas las personasque «dan el callo para que las pro-cesiones se luzcan» y se congratu-ló de la incorporación de los dosnuevos pasos, «síntoma de quenuestra Semana Santa está másviva que nunca».

Concluyó la pregonera retan-do a los presentes a, «entre todos,conseguir que las procesiones sevivan desde el corazón», a «quesepamos lo que hacemos cuandodesfilamos, que es acompañar aJesús en su Pasión, Muerte y Resu-rrección, que sepamos darles a lasgentes de este pueblo una expre-sión de amor por el prójimo». «Endefinitiva», dijo, a «que cuandotermine esta Semana Santa, haya-mos resucitado en ser mejores per-sonas y mejores cristianos queantes».

«Consigamos que las procesionesse vivan desde el corazón»

La pregonera, en el centro, junto a la alcaldesa, los nazaremos galardonados, lossacerdotes y miembros del Cabildo, tras la lectura del pregón.


18


I. M.

Su intención era recoger la placay agradecerle al Cabildo que se

hubiera acordado de él. Sin embar-go, cuando llegó el momento [en elacto del pregón, el pasado 30 demarzo, en una iglesia con alrede-dor de doscientas personas], notóque debía decir algo más. «Teníaque darles las gracias a dos perso-nas muy especiales para mí: a Ange-lita, mi mujer, porque siempre ha

estado a mi lado, también en esto,durante tanto tiempo; y a Rosario[‘de la Balsa’], a la que recuerdo congran cariño y respeto, porque medio muchos consejos que he segui-do en mi vida y me ha ido bien»,relata. También le emocionó espe-cialmente recoger su placa demanos de Luis Emilio Pascual, buenamigo de su familia.

–¿Cómo comenzó su vincula-ción con la Semana Santa?

–Siendo yo muy niño, Esteban[Sáez], Paco de Torrevieja [Monte-sinos] y otros hombres buscabancríos para que tocáramos en ungrupo de percusión que queríanmontar para las procesiones. Des-pués, a los trece años, sentí unaespecie de llamada y entré comoportador del Cristo del Calvario,

que era y sigue siendo mi barrio.–Además, ha inculcado el amor

por la Semana Santa a sus hijos.–Los tres han sido nazarenos

desde pequeños, sí. Algunos añosnos hemos enfundado la túnica loscinco, también mi mujer, aunqueahora mismo el único que sigueacompañándome como portador,a mi lado, es Rubén, el mediano.

–¿Cómo vive usted estos días?–Son días que me reconfortan,

pero no desde la alegría, sino des-de un profundo sentimiento religio-so. Para mí, la Semana Santa es lafiesta grande, me gusta más que laNavidad. Al llegar la fecha, mesube la adrenalina, me pongo ner-vioso… Y todos los años recreo laprimera vez que saqué el trono,cuando todavía era un crío perome sentía un hombretón al lado deotros mayores que yo, comoManolo ‘el Peluquillas’, ‘el Lalo’,‘el Serrano’, ‘el Chato el Rufino’,Manolo ‘el Perdigón’, Santiago ‘elRufino’, Pedro Gil…

–¿Cómo reaccionó al enterar-se del nombramiento comoCofrade Distinguido?

–Con sorpresa, no me lo podíacreer.

EULOGIO MORALES ENDRINO v COFRADE DISTINGUIDO 2019

«Estos días me reconfortan,para mí son la fiesta grande»«Cada año vuelvo a recordar la primera vez que saqué el trono»

Eulogio Morales Endrino.

COFRADES DISTINGUIDOS

2013 Blas Mauri.2014 Antonio Cádiz Morales.2015 Ascensión Nicolás Ruiz.2017 Paco Álvarez Carmona.2018 David Castejón Andrada.2019 Eulogio Morales Endrino.


los pasos del Cristo del Rescate,Nuestro Padre Jesús Nazareno,Santa Mujer Verónica, NuestroPadre Jesús de la Caída, Cristodel Silencio, El Sudario, SantoSepulcro, San Juan y La Sole-dad.

23,00 horas: Al finalizar la proce-sión, traslado del Santo Sepul-cro, ‘la Cama’, a su ermita; cele-bración del viacrucis.

20 de abrilSábado de Gloria

23,00 horas: En la iglesia, cele-bración de la Vigilia Pascual.

21 de abrilDomingo de Resurrección

10,00 horas: Santa Misa en la iglesia.

11,00 horas: Desde el temploparroquial y a t ravés delbarrio de la Carretera de Aba-nilla, procesión de la Resu-rrección del Señor con lospasos de la Cruz Triunfal, SanMiguel, Cristo Resucitado,San Juan y La Purísima.

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12 de abrilViernes de Dolores

20,00 horas: Santa Misa. Al finali-zar, viacrucis desde la iglesiaparroquial hasta la ermita delCalvario con la participación delas Cofradías.

21,30 horas: Concierto de Sema-na Santa en la iglesia parro-quial, a cargo de Euterpe.

13 de abrilSábado de Pasión

De 09,00 a 14,00 horas: Concur-so de dibujo infantil ‘Dibuja laSemana Santa’, en la Casa delHuerto, con regalos para losprimeros inscritos.

20,00 horas: Santa Misa y bendi-ción de la nueva imagen de laSanta Mujer Verónica, obra delescultor Pablo Corbalán.

14 de abrilDomingo de Ramos

11,00 horas: Bendición de las pal-mas, procesión y eucaristía, des-de la plaza de la Coronaciónhasta la iglesia parroquial.

15 de abrilLunes Santo

20,00 horas: Santa Misa.

18 de abrilJueves Santo

18,00 horas: Celebración de laÚltima Cena del Señor en eltemplo parroquial.

20,00 horas: Desde la iglesia parro-quial, procesión de NuestroPadre Jesús Nazareno, con lospasos del Cristo del Rescate,Nuestro Padre Jesús Nazareno,Santa Mujer Verónica, Cristo delCalvario, San Juan y La Dolorosa.

22,00 horas: En El Siscar, con sali-da desde la iglesia de la locali-dad, procesión del Silencio conel Cristo Crucificado y La Dolo-rosa (encuentro en el cruceentre las calles Gloria Fuertes ySan Antonio).

22,30 horas: Procesión del Silen-cio, desde el convento de lasHermanas Clarisas.

23,30 horas: Celebración de laHora Santa.

00,30 horas: Encuentro en la pla-za de la Iglesia entre el Cristodel Silencio y La Dolorosa.

19 de abrilViernes Santo

17,00 horas: Celebración de laPasión y Muerte del Señor enla iglesia parroquial.

20,00 horas: Procesión del SantoEntierro, desde la iglesia, con

Programación de oficios y actos


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La Cofradía de Nuestro PadreJesús de la Caída se constituyó

en el año 2016, pero procesionarápor primera vez el próximo ViernesSanto. Nace como una hermandadfamiliar, surgida de la devoción deAntonio Martínez Molinero y de susingular afición por la imagineríareligiosa, de la que deja buenamuestra en la exposición perma-nente que regenta en el número 1de la calle Villaconchita –abiertatodos los domingos de 12 a 14horas, excepto en los meses dejulio, agosto y septiembre–.

El paso titular representa laquinta estación del viacrucis: el

momento en el que Cristo, caminodel Calvario, exhausto, tras habercaído por primera vez al suelo, esauxiliado por Simón de Cirene.Para ello se ha recurrido a dostallas de madera de cedro policro-mado, con ojos de vidrio y ropajetallado, realizadas por el escultorperuano Milton Farfán en los años2010 y 2011, respectivamente.Completa la escena, como obser-vadora, la Santísima Virgen de lasAngustias (2011), talla de candele-ro del imaginero ceheginero Salva-dor García, con rostro y manos demadera de cedro y saya y capabordadas por Fina Molinero.

Nuestro Padre Jesús de la Caí-da procesionará sobre un tronode madera de tilo adornado concandelabros de pan de oro. Seráel primero que no desfile a hom-bros, sino sobre ruedas, conduci-do por cuatro personas y dirigidopor un quinto. Sus nazarenos ves-tirán túnicas de color burdeos,igual que los capirotes –con lainsignia de la cofradía bordada–,y cíngulos amarillos.

La incorporación de la imagende la Santa Mujer Verónica a

la Semana Santa de Santomeracomenzó a fraguarse hace tresaños, en una de las reunionesdel Cabildo. Se comentaba laoportunidad de enriquecer losdesfiles pasionales con un pasoque mostrara una nueva escenaevangélica y Francisco Ayllón,presidente de la Cofradía de SanMiguel, propuso que se centra-ra en la sexta estación del viacru-cis: el momento en el que Veró-nica tiende un paño a Cristo paraque se enjugue el sudor y la san-gre, quedando milagrosamenteimpreso su rostro divino en latela.

Una vez que el Cabi ldoaprobó ese futuro ingreso, lle-gó el momento de contactarcon el escultor santomeranoPablo Corbalán García, querecibió el encargo de los cama-reros del paso, Francisco Ayllón,Juan Francisco Nicolás y DanielFuentes. Tras un año de traba-jo, Corbalán logró rematar una

hermosa talla de vestir realiza-da en madera de cedro de laque, celosamente guardadoshasta su ceremonia de bendi-ción, el sábado 13 de abril en laiglesia parroquial, no han tras-cendido más detalles. La ima-gen quedará expuesta en lacapilla de San Luis del mismotemplo.

La Santa Mujer Verónicaengrosará la Cofradía de SanMiguel Arcángel, que será laencargada de portarla en losdesf i les de Nuestro PadreJesús Nazareno, Jueves San-to, y del Santo Entierro, el Vier-nes. Para ello emplearán untrono con medio siglo de his-toria, heredado de la Virgende la Fuensanta de Murcia. Susnazarenos vestirán la mismatúnica del Domingo, de estilohuertano y color granate. Iránprecedidos por el estandarte,de color rojo, con dos alas y uncáliz pintados por el artista san-tomerano José Miguel Muñoz,Jomimerlu.

LOS NUEVOS PASOS

Nuestro Padre Jesús de la CaídaRepresenta el momentoen que Simón de Cireneayuda a portar la cruzde Cristo ante la miradade la Virgen

Santa MujerVerónica

La Cofradía de San Miguel se incorpora a los desfiles de Jueves y Viernes con una talla que serábendecida el 13 de abril


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Semana Santa l Domingo de Ramos l Abril 2019

La Cuaresma toca a su fin. Cua-renta días y cuarenta noches

para purificarnos en cuerpo y almay estar así preparados para vivirdesde la más profunda espirituali-dad la Semana Santa que arrancael Domingo de Ramos. Dispuestosa renovar nuestra fe en Cristo, lossantomeranos nos reunimos cada

año en una de las principales pla-zas para leer fragmentos delEvangelio según San Mateo y ani-mosos de participar en la bendi-ción de palmas y ramos de olivoque realizan el párroco, AntonioBallester, y su coadjutor, JuanAntonio Alonso.

No cuenta Santomera con un

efectista despliegue en el Domin-go de Ramos. Al contrario, todo essencillez, aunque eso no evita quese viva como una fiesta mayor,como un día de estrenar traje ycomer en familia. Al fin y al cabo,¿no fue así como Jesús entró enJerusalén, montado a lomos deun asno, pero triunfante?

La reunión, que este año tendrálugar en la emblemática plaza dela Coronación, simboliza, median-te la bendición de palmas y ramos,la renovación de nuestra fe enDios, en la Iglesia y en la Resu-rrección de Cristo, Rey del Cielo yde la Tierra. Y por eso están pre-sentes todos los estamentos denuestra parroquia, representados,además de en la feligresía, en losestandartes de cada una de nues-tras hermandades y cofradías, queluego marchan en procesión has-ta el templo de Nuestra Señoradel Rosario, que a continuaciónacoge una de las eucaristías mássolemnes del año.

RECORRIDO

■ Salida: 11:00 horas.■ Itinerario: Plaza de la Coro-

nación, y calles San José,Obispo Diaz y Gomara,Santa Teresa, Juan Laorden,Cuatro Esquinas, Amor Her-moso, Fernando Giner, Ci-ne, José Espinosa, plaza dela Iglesia e iglesia.

■ Llegada: 11:30 horas.

Purificados, renovamos nuestra feCon la bendición de ramos despedimos la Cuaresma y recordamos la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén


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Semana Santa l Jueves Santo l Abril 2019

Las puertas de la iglesia abier-tas de par en par y asoman los

primeros estantes. «He aquí elhombre». Y se presenta ante lamultitud que aguarda en la pla-za igual que dos mil años ante lamuchedumbre hostil. El semblan-te, quebrado por la injusticia deno tener culpa; el alma, intacta.Así arrancan las procesiones delTriduo Pascual, con el paso delCristo del Rescate adelantando laPasión y Muerte de Jesús que seescenificará durante todo el Jue-ves Santo santomerano.

El cortejo de Nuestro PadreJesús Nazareno es el más antiguodel municipio. Jueves, que fue

siempre y es ahora, o Miércoles,donde permaneció durante trein-ta años (1979-2008), da igual. Elsentimiento no cambia. Si aca-so, se ampliará este año graciasa la incorporación de un nuevopaso: la Santa Mujer Verónica,que partirá en tercer lugar, tras elconmovedor Nazareno de AndrésLajarín, mostrando el paño queenjugó el sudor y la sangre deCristo en su calvario hacia el Gól-gota.

Los niños extienden los brazosen busca de un puñado de cara-melos. Aparece el Cristo del Calva-rio, portado mayoritariamente,generación tras generación, desde

He aquí el hombre que murió por nosotrosLa procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno presenta los desfiles pasionales de Santomera

Talla de manos atadas al fren-te, tras ser flagelado y corona-do con espinas. De cautivadorrostro, la genial obra de Sán-chez Lozano supone una mag-nífica carta de presentaciónpara la Semana Santa de Santo-mera, cuyas procesiones abredesde 1983, aunque la obradata de dos años antes. Partici-pa en los cortejos de Nuestro

Padre Jesús Nazareno, el Jue-ves, y del Santo Sepulcro, elViernes, para lo que es traslada-do desde la ermita de LaMatanza. Sus nazarenos lucentúnica morada de terciopelo ycapuz blanco, con estilo huerta-no en el caso de quienes por-tan el trono, realizado en made-ra y con detalles de orfebreríay escenas bíblicas.

CRISTO DEL RESCATE

Nuestro Padre Jesús Nazareno.


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los tiempos del antiguo Cristo dela Sangre, por las gentes de subarrio. Los pequeños miran hacialas alturas sin entender bien queestán siendo testigos de la historiamás grande jamás contada. La his-toria de un hombre que dio su vidapor la salvación de la humanidad.La misma que narró San Juan Evan-gelista, el discípulo amado, queya muestra su imponente figurade tamaño natural por la plaza.Suena el himno nacional, Euterpele da la bienvenida al rostro roto ylas manos suplicantes de la VirgenDolorosa, que cierra esta primeraprocesión.

RECORRIDO

■ Salida: 20:00 horas.■ Itinerario: Iglesia, Plaza de

la Iglesia, y calles José Es-pinosa, Cine, Fernando Gi-ner, Amor hermoso, Cua-tro Esquinas, Juan Laorden,Los Pasos, Molino del Rosa-rio, Cuatro Esquinas, AmorHermoso, Fernando Giner,Cine, José Espinosa, y Pla-za de la Iglesia e Iglesia.

■ Llegada: 22:30 horas.

La actual imagen –sustitu-ta de la destruida en 1936,datada entre los siglos XVIIy XVIII– fue adquirida porJoaquina ‘de la Balsa’cuando la guerra aún nohabía concluido, motivopor el que llegó a Santo-mera escondida en uncarro, tapada con paja. Nose trataba entonces de unatalla nueva, lo que hacepensar que pueda superarcon facilidad los cien años.Jueves muestra la escenadel Calvario completa:Jesús, ya abandonado, jun-to a la Virgen de las Angus-tias, un ángel que recogesu sangre y, desde el añopasado, San Juan. En elcortejo del Viernes, el Cris-to es sustituido por unacruz de la que pende unsudario. Sus nazarenos vis-ten túnica negra y fajín,capa, manguitos y capiro-te morados.

CRISTO DEL CALVARIO

LA PROCESIÓN

■ Los tambores (Santomera)Cristo del RescateNuestro Padre Jesús Nazareno

■ Banda de música Huapango(San Pedro del Pinatar)La VerónicaCristo del Calvario

■ Los Parrandos (Santomera)San JuanLa Dolorosa

■ Banda de Euterpe (Santomera)


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S ilencio, el Señor ha muerto.Sobrecogidos, lloramos ante

la imagen de su cuerpo inerte,abandonado a su suerte en elmonte Gólgota, aún en la cruz.La noche ya ha caído sobre elJueves Santo y las tinieblas seapoderan de Santomera. Lasluces artificiales se apagan antela llegada del cortejo, que no ha

partido desde la iglesia, sinodesde el convento de las Her-manas Pobres de Santa Clara–excepción única en la SemanaSanta de Santomera–, y solo laluna, las estrellas y los ciriosprendidos evitan la más absolu-ta oscuridad. En su interior, lospenitentes lanzan una oración,apiadados, agradecidos, por

quien acaba de dar su vida parasalvarnos.

Es la del Silencio la procesiónmás sencilla, la de los detalles, ya la vez, quizás por eso, la mássolemne. No hay caramelos nibullicio infantil. Solo una saeteraalza la voz en algunos puntos delrecorrido, que este año, necesa-riamente, cambiará la Gloria por

La muerte de Cristoenmudece Santomera

Entre tinieblas y en total mutismo, la procesión del Silencio alcanza su cénit con

el encuentro entre Cristo y La Dolorosa

La única imagen de la SemanaSanta de Santomera que iniciaun recorrido procesional desdeun sitio distinto al templo parro-quial es el Cristo del Silencio. Lohace el Jueves Santo, cuandoparte desde el convento de lasHermanas Clarisas para encon-trarse con la Virgen Dolorosa enla plaza de la Iglesia, colofón alcortejo del Silencio. Marcha sobrelos hombros nazarenos vestidoscon túnicas completamentenegras, adornadas con cintas deraso blanco, acompañado enton-ces de penitentes que alumbrancon velas y custodiado por ungrupo de romanos. Al día siguien-te, Viernes Santo, participa en susegundo y último desfile, el delSanto Entierro. Titular de la Cofra-día del Santísimo Cristo del Silen-cio, la talla, elaborada en 1942,está expuesta en la entrada dies-tra de la iglesia.

CRISTO DEL SILENCIO


la calle de los Pasos. Los impactossecos de la vara de mando retum-ban entre golpe y golpe de tambory se escucha la respiración esforza-da de los estantes al levantar elpaso. El Cristo del Silencio se abrepaso entre una amplia fila de peni-tentes y custodiado por un grupode romanos.

Dos horas antes se inició la

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La Dolorosa es uno de lospasos más arraigados en nues-tra Semana Santa. En 1800 lle-gó a Santomera la primera desus imágenes, extraordinariaobra de Roque López, discípu-lo predilecto de Salzillo, que-mada como la mayoría en laGuerra Civil. Su vacío fuecubierto en 1943 por la actual,talla de vestir del imagineroSánchez Lozano que conservael aire salzillesco, expuesta enla capilla de la Comunión. Contúnica rosa y manto celeste bor-dado en plata, cierra el primerdesfile de Jueves Santo y saleluego al encuentro del Cristodel Silencio en la plaza de la

Iglesia. Viernes Santo vuelve aprocesionar en último lugarbajo la advocación de La Sole-dad luciendo vestido blanco ymanto de terciopelo negro bor-dado en oro. Su trono es por-tado por doce estantes contúnica de raso azul y un escudobordado con la inscripciónMater Dolorosa.

VIRGEN DE LOS DOLORES

RECORRIDO

■ Salida: 22:30 horas.■ Itinerario: Convento de las

Hermanas Clarisas, Carre-tera de Abanilla, AvenidaPoeta Julián Andúgar, Ave-nida Juan Carlos I, Caminode la Mina, y calles Los Pa-sos, Juan Laorden, CuatroEsquinas, Amor Hermoso,Fernando Giner, Cine, JoséEspinosa, y plaza de la Igle-sia e Iglesia.

■ Encuentro en la plaza de laIglesia a las 00.30 horas.

LA PROCESIÓN

■ Los tambores (Santomera)

Cristo del Silencio(Salida Hermanas Clarisas).

La Dolorosa(Salida desde la Iglesia).

■ Encuentro en la plaza dela Iglesia (00:30 horas)

■ Saetas y actuación de Euterpe.

marcha. Ya se ha cruzado la media-noche, hace rato que concluyó laprocesión de Nuestro Padre JesúsNazareno, que ha abierto los des-files pasionales de Santomera, ylos pasos que la han conformadodescansan en el interior del temploparroquial. Aun así, cuando elSeñor alcanza la plaza de la Iglesia,un nutrido grupo de expectantesaguarda la llegada del crucifica-do. También, intramuros, pero jun-to a la entrada, la Madre, la VirgenDolorosa. Sale al encuentro delHijo y se produce, mientras suena

una última saeta, el momento másmágico de la Semana Santa deSantomera.


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I. M.

A l igual que sucede en cual-quier rincón de España, la lle-

gada de la Semana Santa llevasiglos alterando la rutina de El Sis-car. Sin embargo, la localidad nocontó con una procesión propiahasta hace muy poco tiempo, ape-nas década y media. En conse-cuencia, los siscareños histórica-mente debían saciar sus ansiasnazarenas participando en los des-files pasionales de otros lugares,especialmente en los de Santome-ra y de manera señalada en lasfilas de la Cofradía de San Juan.

Esa costumbre empezó a cam-biar el 17 de abril de 2003, cuan-do salió a la calle la primera proce-sión de la Semana Santa de El Sis-

car, gracias al impulso de unaimprovisada hermandad surgidaal abrigo de la junta parroquial. Elúnico paso que desfiló aquel Jue-ves Santo, fue el pequeño CristoCrucificado que se veneraba en laiglesia de la localidad. Esa humil-dísima marcha mantiene hasta hoycomo señas de identidad el totalsilencio de los penitentes y el trans-currir por estrechas calles solo ilu-minadas por la tenue luz de lasvelas; sin embargo, con el pasodel tiempo ha ido enriqueciéndo-se con otros elementos que refuer-zan su emotividad: en 2004 seincorporó el grupo de tamboresque abre el cortejo; en 2008 sesumó la Virgen Dolorosa, que des-de entonces se encuentra con suHijo en el cruce de las calles SanAntonio y Gloria Fuertes, mientrassuena una saeta; y en 2012 seadquirió un nuevo Crucificado, demayor tamaño.

Como sucede en El Siscar concasi cualquier actividad, emocionaconstatar cómo el pueblo se vuel-ca. Entre espectadores, músicos,portadores, manolas y demás peni-

Luz de velas y redobles de tambor en El SiscarEl recogimiento prima en la única procesión de lalocalidad, iniciada en 2003 y retomada el año pasadotras un breve paréntesis

CRISTO CRUCIFICADO

La imagen original procesionóen El Siscar entre 2003 y 2011;un año después, fue sustituidapor otra de mayor tamaño,adquirida en la Librería Diocesa-na de Murcia por la antigua her-mandad. Ambos están expues-tos de forma permanente en laiglesia de la localidad, y tantodel primero como del actual sedesconocen el autor y el añode producción. El trono es por-tado por diez portadores quelucen túnicas de terciopelomorado, igual que los integran-tes del grupo de tambores.

PROCESIÓN

■ Cuándo: Jueves Santo, 22,00 horas

■ Itinerario: Iglesia, calles Er-mita, Gloria Fuertes, SanAntonio, Ángel, San Agus-tín, Acequia de Zaraiche yde nuevo Ermita, de regre-so al templo.

LA DOLOROSA

La Virgen de los Dolores, obrade vestir del reputado imagi-nero murciano José HernándezNavarro, llegó a El Siscar en2008, cumpliendo el encargoque José Martínez Juárez (‘Cefe-rino del Estanco’) y Teresa Andú-gar González, por entonces yadifuntos, habían dejado a sushijos Antonio y Pepe. Fue ben-decida el Domingo de Ramosde aquel año. Se encuentra enla iglesia de El Siscar y procesio-na sobre un trono de ruedasempujado únicamente pormujeres vestidas de luto.

tentes, pocos son los vecinos queno se dejan ver durante el transcu-rrir de la procesión del Silencio.Eso sí, no todo han sido facilida-des: en 2015 se disolvió la anti-

gua hermandad y la marcha pasio-nal no se recuperó hasta el pasadoaño, en esta ocasión gracias alesfuerzo colectivo que capitane-an ocho mujeres siscareñas.


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E l Siscar, por su escasa entidadde pueblo, nunca pudo aspirar

a una Semana Santa de postín. Dehecho, no fue siquiera parroquiahasta el último cuarto del siglopasado. Sin embargo, siemprevivió muy intensamente su Sema-na Santa, al menos desde la mitaddel siglo XX que yo puedo referir.

En esa época, la iglesia estabaatendida por doña Carmen, laFuensanta y algunas feligresas más,como ‘la Nena del Mingo’ o ‘laFina de la Pepita’. Ellas se encarga-ban de cuidarlo y organizarlo todo.Con la llegada de la Cuaresma secubrían los santos con unos pañosde color morado hasta el Domin-go de Resurrección. Todos los días,al atardecer, se rezaba el rosario yse leían algunos significados rela-tos bíblicos. Entre los asistentesnunca faltaban ‘el Tío Currillo’ y

su esposa. Unos cuantos adultosmás y la chiquillería eran asiduos.

Con la llegada de la SemanaSanta en sí, se imponía el más abso-luto recogimiento y empezaba lapreparación del Monumento. Unsuntuoso altar lateral en donde nun-ca podían faltar ‘los mayos’, unostiestos donde se habían dejado cre-cer semillas de trigo o arroz paraornamentar tan cuidado marco parala exposición del Santísimo. Allí,Jueves Santo se trasladaba la Sagra-da Forma desde el sagrario y per-manecía expuesta hasta la tarde deViernes Santo. Como ahora, perocon un mimo especial y la iglesiaabierta toda la noche.

La chiquillería no entendíamos

nada, pero era la mejor noche delaño. No es nada que, con diez odoce años, nos permitieran pasar-la entera fuera de casa. Doña Car-men y Fuensanta preparaban caféde puchero, chocolate y galletasque nos dejaban degustar congenerosidad. Disfrutábamos todala noche de Jueves Santo correte-ando y jugando por los alrededo-res de la iglesia y escuchando demadrugada el canto del ruiseñor.Un auténtico paraíso. Eso sí, no sepodía gritar ni canturrear. Estaba elSeñor muerto. Ni siquiera podíasonar la campana para convocar alos fieles. Para suplirla, en otrospueblos de más poderío disponí-an de carraca: un instrumento de

madera en el que los dientes deuna rueda, levantando consecuti-vamente una o más lengüetas, pro-ducen un ruido seco y desapacible.

Los jóvenes podían vivir más laSemana Santa. Bien en las procesio-nes de Santomera, a través de laCofradía de San Juan que habíapatrocinado Juan ‘el Salvaor’ y con-siderábamos de El Siscar, o biendisfrazándose de armaos en Orihue-la, que además estaba bien paga-do. ¡Qué envidia me daban José ‘elGallina’ y ‘Quino de los Quinos’cuando los veía salir en bicicletacon tan espectacular atuendo!

En 2003, un grupo de feligresespuso en marcha una sencilla proce-sión con un Cristo del Silencio querecorre las calles del pueblo, lanoche de Jueves Santo, con granrecogimiento y encanto. Dos añosdespués, Antonio ‘el Andúgar’compró una Virgen de la Soledadcon la que se produce un emotivoencuentro junto a la casa del ‘Mór-geno’. A partir de ahí, ambos pro-cesionan juntos. La sencillez hechaprocesión. Pero si tienen ocasión,no se la pierdan. Al llegar junto ala acequia y recibir los aromas deazahar de la huerta, el sonidorotundo y acompasado de los tam-bores, el brillo de las estrellas, elsilencio y recogimiento de la gen-te…, les hará sentirse más cercadel cielo que en la más espectacu-lar procesión de Sevilla.

Se sentirán más cerca del cieloLa sencillez se hace procesión en el Jueves Santo siscareño

ANTONIO GILSiscareño y ex alcalde de Santomera

El Encuentro de la procesión del pasado año.


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Semana Santa l Viernes Santo l Abril 2019

Organizan por su cuentael Santo Entierro de Cristoque según los forasterosen pueblo tal no se ha visto.

Por varias calles del puebloque pasa la procesiónllenas se ven de vecinosde pueblos alrededor.

También vecinos de aquí,que, llenos de admiración,exclaman muy orgullosos:¡Qué hermosa es la procesión!

Así comienza el poema con elque Vicente Candel Cam-

pillo ganó un concurso de poe-sía organizado con motivo de losjuegos florales de 1910. No sonnecesarios más argumentos parajustificar el prestigio y la más quecentenaria antigüedad de la pro-cesión del Santo Entierro. La pro-cesión del Señor Muerto, que sedecía en sus orígenes, allá porfinales del siglo XIX o en los albo-res del XX. La procesión de ‘laCama’, joya de nuestra SemanaSanta que cada Viernes Santoabandona por un único día suermita para mostrarse, en su

máximo esplendor, adornada dealhelíes blancos, por las callesde la localidad.

Pero el Santo Sepulcro que

contiene el Cristo Yacente no estásolo. Cierra un cortejo que, comoel primero, vuelven a encabezar elCristo del Rescate, Nuestro Padre

El escultor valenciano AndrésLajarín supo plasmar con maes-tría el dolor y la humillación deun hombre flagelado y apaleadoque carga la cruz a cuestas, cami-no del Calvario. Basta una mira-da al semblante del titular de laCofradía de Nuestro Padre JesúsNazareno, imagen de vestir ela-borada entre 1935 y 1936, parasentir toda esa emoción conteni-da. Treinta costaleros se encar-gan de llevar el trono, que recreaa Cristo sobre un puente; entreellos, algunas mujeres –es el úni-co paso en incluirlas como por-tadoras–. El paso va acompaña-do en sus desfiles de Jueves yViernes Santo por nazarenos contúnica, capa y capuz de rasomorado, adornado con ribetes,cíngulo y un colgante con lainsignia de la cofradía de colordorado.

NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO ‘La Cama’, joya de Santomera

La procesión del Santo Entierro, con más de un siglo de historia, se enriquece este año con dos nuevos pasos

San Juan Evangelista sale a la calle los tres días de Semana Santa.


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■ Salida: 20:00 horas.■ Itinerario: Iglesia, Plaza de la Iglesia, y calles José Espinosa, Ci-

ne, Fernando Giner, Amor hermoso, Cuatro Esquinas, Juan La-orden, Santa Teresa, Obispo Díaz y Gomara, Del Rosario, Alma-zara, Molino del Rosario, Cuatro Esquinas, Amor Hermoso, Fer-nando Giner, Cine, José Espinosa, y plaza de la Iglesia e Iglesia.

■ Llegada: 23:00 horas.■ Traslado de ‘La Cama’ a su ermita y Vía Crucis.

La habitual presencia del discí-pulo amado en los episodios dela pasión y muerte de Jesucristomotiva que su imagen sea la másrecurrente: participa en todoslos cortejos, excepto en la proce-sión del Silencio. Sobre el tronose yergue una talla de tamañonatural, realizada en madera decedro real por el escultor murcia-no José Hernández Navarro, lacual sustituyó en 2016 a la quevenía empleando la cofradía des-de los años cuarenta. El após-tol, sereno y tranquilo, porta ensu mano izquierda el evangelioque acaba de escribir mientrascamina descalzo y sosegado.Puede verse el resto del año enla capilla de San Luis de nuestraiglesia. Los nazarenos visten túni-ca verde (roja el Domingo, en elcaso de los 24 estantes) con capay capirote rojo.

SAN JUAN EVANGELISTA

CRISTO YACENTE

‘La Cama’, titular de la Cofradíadel Santo Sepulcro, es, sin duda,uno de los pasos más destaca-dos de la Semana Santa santo-merana. Data de la segundamitad del siglo XIX (1850-1885)y representa a Jesús dentro deuna urna funeraria de maderatallada y bañada en oro y plata.La figura original de Cristo, des-truida en la Guerra Civil, fue sus-

tituida en los cincuenta por otrade pasta madera fabricada enOlot. El trono, de tres varales, esportado por diez estantes que,como los restantes nazarenos,visten túnica morada de verdu-guillo, tipo franciscana, adorna-da con un cordón dorado. Pro-cesiona en el cortejo del SantoEntierro, el Viernes Santo, tras elque es trasladado en vía crucis

hasta su ermita, donde se pue-de visitar a demanda el restodel año.

Jesús Nazareno y la Santa MujerVerónica, y al que se incorpora,por primera vez, inmediatamentedespués, Nuestro Padre Jesús enla Caída. Esta procesión suma asíel instante en que el cirineo, obli-gado por los romanos, tiene quecargar con la cruz para auxiliar a unJesús abatido ya por tanto sufri-miento; una estampa que nosasienta en la convicción de quetodos podemos ser reconforta-dos y reconfortantes.

Tras estos cuatro pasos, losmomentos de la crucifixión, a tra-vés del Cristo del Silencio, y de laexpiración, en El Sudario, con lacruz ya vacía. Tintineo de los vie-jos candelabros de ‘la Cama’,emoción al presenciar el cuerpoinerte del Señor y, a su espalda,las dos personas que nunca leabandonan a su suerte: San Juany la Virgen en su último dolor,enlutada bajo la advocación deLa Soledad.

LA PROCESIÓN

■ Agrupación musical San Pedro Arrepentido,de AlbateraCristo del RescateNuestro Padre Jesús Nazareno

■ Los Parrandos (Santomera)La VerónicaNuestro Padre Jesús de la Caída

■ Banda de música Huapango (San Pedro del Pinatar)Cristo del SilencioEl Sudario

■ Los tambores (SantomeraSanto SepulcroSan JuanLa Soledad


RECORRIDO


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MANUEL GARCÍA SÁNCHEZ

«Tiene que haber un vier-nes doloroso para que lle-gue el júbilo mañanero deldomingo».

(Antonio Díaz Bautista).

V iernes de pasión y dolor. Cris-to ha muerto por los hom-

bres y el Santo Sepulcro cobijasu cuerpo frío sin vida. El tintineode los cristales de roca envuelvede musicalidad al perfume con elque los alhelíes blancos inundanlas calles de Santomera este día.No hay mortal presente que que-de indiferente ante tan solemneespectáculo.

Cuando la procesión regresa ala iglesia de Nuestra Señora delRosario, ‘la Cama’ hace el alto fren-te a la fachada principal y se ladeadiscretamente. El Santo Sepulcrono entra en la iglesia; espera a quelos demás pasos estén en el inte-rior, él tiene su ermita y no puedepermitirse una noche bajo el tem-plo. Una vez finalizada la ceremo-nia, sus nazarenos inician la propiay dan comienzo al llamado vía cru-cis de ‘la Cama’.

Este ritual se inició en tiemposen los que la gente iba de la mano,cuando todo se hacía aunandoesfuerzos. Don Juan Teruel –anti-guo párroco de la localidad–, donClaudio y Manolo ‘del Jardín’, fue-ron quienes lo idearon. El cortejofúnebre, en su origen, regresaba alJardín. Con el portón abierto a laespera de recibir su trono, llegabael Cristo Yacente a su casa entrerezos y súplicas. La plazuela de lafinca era el escenario de esta emo-tiva ceremonia. A paso lento, arro-pados todos por la botánica másgenuina de nuestra historia, el tro-no decimonónico recorría la pla-zuela hasta llegar a la ermita, don-de era introducido hasta el añosiguiente. Hoy se realiza el mismoretorno, pero el lugar tiene ahorael nombre de quien tan celosa-mente cuidó esta joya patrimonial:parque Manolo del Jardín.

Debemos agradecer a los here-deros de doña María Murcia Fer-nández, propietarios del trono, queeste tesoro histórico siga en San-tomera. Debemos también agrade-cer, con no menos responsabili-dad, a la Cofradía del Santo Sepul-cro la gallardía que supuso hacer-se responsable de él cuando elJardín fue arrasado. Un trabajoconstante y silencioso de perso-nas humildes cuya valía solo somoscapaces de entenderla desde unaperspectiva histórica.

El viacrucis de ‘la Cama’ Cuando termina la procesión, el paso decimonónico se ladeadiscretamente y regresa a su ermita entre rezos y súplicas

Claudio Hernández-Ros, representante de la familia propietaria de ‘la Cama’, elsacerdote Juan Teruel y Manolo ‘del Jardín’ propiciaron el inicio del viacrucis.

Viacrucis con ‘La Cama’ cuando el recinto del jardín aún estaba cerrado.

‘La Cama’, hermanada con elSanto Sepulcro de Mazarrón‘La Cama’ de Santomera está ya hermanada con el San-to Sepulcro de Mazarrón, también conocida como ‘laCuna’. El acto de la firma, entre representantes de lasdos cofradías se celebró el pasado 16 de marzo en elpueblo mazarronero. Los contactos se iniciaron en laperegrinación de hermandades y cofradías a Carava-ca, en 2016, y continuó en la Magna Procesión denoviembre de 2017 en la que una representación deMazarrón acompañó a ‘la Cama’ santomerana. Repre-sentantes de la cofradía de Santomera agradecierona los cofrades y a la alcaldesa de Mazarrón, presenteen el acto de la firma, su acuerdo de hermanamiento.


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Semana Santa l Domingo de Resurrección l Abril 2019

Domingo de Resurrección. Lavida vence a la muerte. La

Inmaculada Concepción, La Purí-sima, procesiona por las callesde Santomera.

Eran los años cuarenta cuan-do el matrimonio Artés-Borre-guero, mis abuelos, adquirieronla imagen de la InmaculadaConcepción, que desde enton-ces hasta nuestros días perma-nece en una capilla sita en unade las naves laterales de la igle-sia de Nuestra Señora del Rosa-rio. A mediados de los setentadel pasado siglo comenzó laprocesión del Resucitado y, conella y de la mano de AlbertoGonzález Artés, nació la Cofra-día de la Purísima, actualmente

presidida por la familia Sánchez-Campillo.

Cuántas vivencias he compar-tido con familiares y amigos quedurante años cargaron en sus hom-bros a La Purísima por las calles deSantomera y que con el paso deltiempo han ido pasando el testigoa sus hijos y nietos. Mi recuerdoemocionado para mi madre, Car-men, y mi hijo José María, y conellos, para todos los que nos hanido dejando a lo largo del tiempo:Santiago Artés, Antonio Mauri,

Antonio Cano, Juan Carrión, Joa-quín Simón y Joaquín Villaescusa.Seguro que seguirán su procesióndesde algún rincón.

Todos volveremos a estar jun-tos el próximo Domingo de Resu-rrección y pasearemos La Purísimapara que los vecinos contemplenla belleza serena y hermosa de surostro. A la vuelta, en la plaza deiglesia, miraremos al cielo y unire-mos nuestras voces a las de losque ya no están y gritaremos confuerza: ¡Viva LaPurísima!

Gritaremos: ¡Viva la Purísima!JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ ARTÉS

José María Sánchez Ex alcalde y presidente de la Cofradía

de La Purísima


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Da igual que sea últimos demarzo o, como sucede este

año, que abril haya traspasadosu ecuador. Poco importa tam-bién que la lluvia haya amenaza-do o incluso hecho acto de pre-sencia en jornadas previas. ElDomingo de Resurrección sueleamanecer claro, soleado, caluro-so, a veces más veraniego queprimaveral. Como si de una señaldivina se tratara, la luz se imponea la oscuridad y la vida vence a lamuerte. Los nazarenos descu-bren sus rostros, la gente se echaa las calles y la Semana Santade Santomera ofrece su desfilemás distendido, más alegre, másfolclórico por popular que por

espiritual. También, el más recien-te, pues se celebró por primeravez el 30 de marzo de 1975.

Simbolizando esa victoria deCristo sobre la muerte y el pecado,desde 1987 abre el cortejo la CruzTriunfal, arropada por una treinte-na de nazarenos. Y, cuando toda-

vía se respira el perfume de lasflores que cada año la engalanancon mayor belleza, aparece, detrás,el arcángel San Miguel, protectorde la Iglesia, abogado del puebloelegido por Dios, quien, ayudadopor niños vestidos de ángeles, cus-todia al demonio encadenado. Trasel jefe del ejército celestial llega elCristo Resucitado, una de las imá-genes más veneradas del Domin-go de Resurrección, que muestraa Jesús ascendiendo a los cielostras abandonar el sepulcro. Sucuerpo desnudo refleja aún lasheridas del calvario y la crucifixión,pero su rostro es sereno; en lamano izquierda sostiene la cruz ycon la derecha bendice.

Seis estantes y sus correspon-dientes relevos cargan cadaDomingo de Resurrección con eltrono de madera dorada, datadoen 1952, sobre el que se levantala floreada Cruz Triunfal. Desdesu primera participación, en 1987,hasta la actualidad, la familiaPérez-Carmona (cuyo patriarca,Diego, ha sido nombrado esteaño Nazareno de Honor) ha asu-mido la camarería del paso. Setrata de una imagen floral enga-lanada cada Semana Santa porartesanos floricultores, por lo quesu aspecto varía de un año a otro.Entre niños y adultos, 32 nazare-nos la acompañan durante la pro-cesión del Resucitado, vistiendotúnicas beige con ribetes dora-dos y una cruz bordada en el bra-zo. Su hermosísimo estandarte,bordado íntegramente en hilo deoro, desfiló por primera vez en1998 y fue donación por prome-sa de Reme Bautista.

CRUZ TRIUNFAL

La Cofradía de San Miguel Arcán-gel se incorporó a los desfilespasionales de nuestro municipio en1998 gracias a la iniciativa de lasfamilias Ayllón-Casanova y Gonzá-lez-Villaescusa. Su imagen titular,de fibra de vidrio policromada ycola de conejo, es obra de JoséLuis Marzo Herrán, catalán afinca-do en Santomera, y muestra alprotector de la Iglesia cubierto por

una armadura, empuñando con ladiestra una espada y sujetandocon la izquierda las cadenas queapresan al diablo. Desfila a hom-bros de dieciocho estantes, sobreun trono de madera dorada reno-vado en 2015. Sus nazarenos vis-ten túnicas granates de estilo huer-tano con enaguas, medias y espar-teñas, a semejanza de ‘los Colora-os’ de Murcia. Reme Bautista.

SAN MIGUEL ARCÁNGEL

PROCESIÓN

■ Tambores (Santomera)Cruz TriunfalSan MiguelCristo Resucitado

■ Los Parrandos (Santomera)San JuanLa Purísima


Y el sol luce y la vida venceLa procesión del Resucitado pone el broche de oro a la Semana Santa


Dos tallas de Pepe Hernández, elgenial imaginero de Los Ramos, sesuceden cuando el Resucitado(2003) deja paso a San Juan Evan-gelista (2016), el único apóstol que

ha permanecido junto al Señordurante su pasión y muerte. Cerran-do el cortejo aparece la única ima-gen que permanece desde la prime-ra procesión del Domingo en San-

tomera: la Purísima, la Virgen Glorio-sa, que representa a la Madre deDios llevándose las manos al cora-zón en su esplendor de felicidadpor la resurrección de su Hijo.

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Animada por el entoncespárroco, Jerónimo Sánchez,la Asociación de Amas deCasa enriquece desde 2003los desfiles pasionales deSantomera con esta imagende Cristo Resucitado. Talla-da en cedro canadiense, laobra demuestra el profusoconocimiento que su autor,el reputado imaginero PepeHernández, posee sobre lafisionomía del cuerpo huma-no, la historia sagrada y, enespecial, Jesucristo. Costale-ros y demás nazarenos vancubiertos con túnicas de rasoblanco con adornos dora-dos de pasamanería. Tam-bién acompaña el paso ungrupo de 45 manolas ata-viadas con traje negro deteja y mantilla blanca. Su pri-mer cabo de andas fueAntonio Torralba, a quienhan venido sustituyendo losúltimos años Guillermo Abe-llán, José Antonio Sánchez yManuel José Tornel.

CRISTO RESUCITADO

Obra proveniente de los talleresde Olot, la Purísima Concepciónfue adquirida en 1942 por lafamilia Artés-Borreguero yactualmente se encuentra bajo lacamarería de sus descendientesde la rama Sánchez-Campillo.Fue uno de los pasos con losque comenzó a celebrarse, en1975, el cortejo del Domingo. Y,desde entonces hasta hoy, se

viene encargando de cerrar laprocesión del Resucitado. Seisportadores cargan el trono, en elque se muestra a la Inmaculadagozosa por el anuncio de la resu-rrección del Hijo, situada sobrenubes sostenidas por un grupi-to de pequeños ángeles. Desta-ca la vestimenta de sus nazare-nos, de color blanco y azul celes-te, con capuz de estilo hebreo.

LA PURÍSIMA

PROCESIÓN

■ Salida: 11:00 horas.■ Itinerario: Iglesia, plaza de

la Iglesia, y calles José Es-pinosa, Cine, Fernando Gi-ner, Amor hermoso, Cua-tro Esquinas, Juan Laorden,Santa Teresa, Sánchez Laor-den, Almazara, Los Pasos,Asociación de la Caridad,Alboraya, Espronceda, Mde Falla, Sabadell, Selgas,Villa Conchita, Purísima,San Rafael, Amor Hermo-so, Fernando Giner, Cine,José Espinosa y Plaza de laIglesia e Iglesia.

■ Llegada: 14:00 horas. La procesión de Cristo Resucitado del pasado año.


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I. M.

No hay Semana Santa sin Tri-duo Pascual, sin procesiones,

sin el tambaleante marchar de lospasos, sin olor a incienso y luz develas, sin nazarenos, sin caramelos,si se trata de Murcia. Y, desde lue-go, no hay Semana Santa sin músi-ca. La Pasión, Muerte y Resurrec-ción de Jesucristo tiene su propiabanda sonora: las marchas proce-sionales que se encargan de inter-pretar agrupaciones musicales obandas de cornetas y tambores ylas saetas, que rasgan el alma enlos momentos de mayor recogi-miento, son absolutamente reco-nocibles como parte indispensa-ble de esta celebración cristiana,convertida también con el pasode los siglos en una manifestacióncultural de primer orden.

Hablamos de música, de Sema-na Santa y de Santomera. Una ter-na en la que resulta justo recordar elpapel que desempeñaron en su díala antigua Banda de Santomera o laNueva Unión Musical y que hoyqueda ejemplificada de manerainsuperable en formaciones como elgrupo de tambores del Santo

Sepulcro y del Cabildo, Los Parran-dos y, especialmente, la AsociaciónMúsico-Cultural Euterpe. Por susfilas han pasado y siguen pasandoincontables santomeranos y santo-meranas que, con su esfuerzo ybuen hacer, vienen contribuyendo

a engrandecer los desfiles procesio-nales de nuestro pueblo.

Y, entre todas esas personas,una familia que sobresale: la Abe-llán-Alcaraz. Su máximo exponen-te, Ginés Abellán Alcaraz, noshabla sobre ella.

Pasión por… ¡la música!La familia Abellán‐Alcaraz ejemplifica como pocas la contribución de tantossantomeranos a esta pieza clave de la Semana Santa

Tres generaciones: Ginés Abellán Alcaraz (piano), su hijo, Ginés Abellán Torregrosa (flauta), y su nieto, Sergio Abellán Carreño (flauta).

Ginés Abellán, quedará nombre al

auditorio, es el músicomás destacado


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E l primer Abellán con inclina-ción musical del que tengo

noticia es mi abuelo, Ginés AbellánHernández (1865-1942), que actua-ba con los auroros.

Mi padre, Antonio Abellán Gar-cía (1902-1988), supo inculcar, pri-mero en mi hermano José y des-pués en mí, la pasión por la músi-ca. Su influencia en nosotros nose limitó al empuje y apoyo, supotransmitirnos el entusiasmo que élmismo manifestó por ella a lo lar-go de su vida. Participaba en lasactividades de la banda como flau-tista –también tocaba el violín–,como gestor –guardo documen-tos de la contabilidad de la banda–y en las veladas musicales que secelebraban en la Casa Grande deforma ocasional, en las que actua-ban, entre otros, su hermano San-tiago (guitarra) y ‘el Tío Rufino’ (acor-deón). En 1936 cesó la actividadde la banda, y después de la Gue-rra Civil mi padre reunía a algunosde sus músicos para participar en

actos, generalmente procesiones apetición del cura.

El primer músico profesional dela familia fue mi hermano, José Abe-llán Alcaraz (1927-2012). Comenzó suandadura musical en la banda deSantomera. Fue el primer alumnode Clarinete del Conservatorio deMurcia y el primero en terminar losestudios de esta especialidad. Per-teneció a la Orquesta Sinfónica deMurcia, a la banda Agrupación Mur-ciana y a la Orquesta del TeatroRomea. Entre los años cincuenta ysetenta reorganizó la banda de San-tomera con antiguos y nuevos miem-bros, a los que daba clase. Desde1976 hasta su jubilación, en 1991, fueprofesor de Clarinete del Conserva-torio de Murcia.

De mi hermana mayor, Rosario,

ninguno de sus hijos estudió música,pero de Antonia, dos de cuatro sonprofesionales: Francisco García Abe-llán (1953) ingresó en las Bandas delas Fuerzas Armadas –dio la vuelta almundo en el buque escuela JuanSebastián Elcano–, fue profesor dePercusión en los conservatorios deGranada y Murcia, ha impartido cur-sos de Magisterio Musical y ha actua-do con las orquestas sinfónicas deSevilla y Granada; por su parte, JoséGarcía Abellán (1960) es profesordel Conservatorio de Murcia, dondecreó el Grupo de Percusión, ha cola-borado con la Orquesta Sinfónicade la Región de Murcia y dirigido labanda de Archena.

Yo, Ginés Abellán Alcaraz (1942),soy el menor de cuatro hermanos, ymi vinculación con Santomera hasido siempre, además de por naci-miento, familia y amigos, por lamúsica. Aunque los juegos musica-les empezaron con mi padre a tem-prana edad, fue a los nueve añoscuando comencé en la banda. A lostrece años compuse A Santomera,mi primera obra, y a los catorce ayu-daba a mi hermano. Durante mi for-mación en el Conservatorio de Mur-cia dirigí diversas bandas y empecéa aplicar a mis composiciones losconocimientos que iba adquirien-do; entre otras, puse música a laletra propuesta como Himno deSantomera (1964), de mi profesorAntonio Prior.

Terminé los estudios de Músicaen 1966, siendo profesor interinodesde 1967 hasta 1969, cuandoaprobé las oposiciones; desdeentonces y hasta mi jubilación, en2007, he impartido diversas discipli-nas en el Conservatorio de Murcia,así como cursos para profesores.He compaginado la labor docentey los cargos de jefe de estudios ydirector del Conservatorio de Mur-cia con la escritura de libros de Sol-feo, la creación del primer cuartetode saxofones de España (1968) y lacomposición. Me siento especial-mente satisfecho por mi participa-ción en la creación de la AsociaciónMúsico-Cultural Euterpe (1982), quecreo fue uno de los mayores logrospara Santomera; en 1985 creé, jun-to con mi primera esposa, IsabelTorregrosa, el Coro Euterpe.

Ensancha mi ánimo que mi hijomayor, otro Ginés Abellán (1968),séptimo desde 1810, viva el mun-do de la música como profesionaly que su amor por ella abarquetodos los estilos. Es profesor deFlauta Travesera y ha sido compo-nente de componente de impor-tantes formaciones como laOrquesta de Flautas del Mediterrá-neo, la Orquesta Sinfónica y la BigBand del Conservatorio. Fue pro-fesor en Euterpe (1995-2010) ycolaborador en la Banda de Santo-mera, grabando con esta un álbumcon composiciones de su padre.

Colma todas mis ilusiones quemi nieto Sergio Abellán Carreño(2003) siga las enseñanzas y lospasos de su tío, nuestros pasos,los pasos de los Abellán músicos.

He sentido la correspondenciadel amor por mi pueblo en el día adía del trato con mis paisanos, y deforma especial cuando en 1987 sereconoció el himno de forma oficialy en el mismo Pleno el Ayuntamien-to me concedió el Limón de Oro dela Villa, y, últimamente, con el acuer-do unánime para poner al AuditorioMunicipal mi nombre. No puedopor menos que reconocer el prodi-gio de ser profeta en mi tierra.

GINÉS ABELLÁN ALCARAZ

«He sentido el amor de mi pueblo»

Los hermanos Antonio y Santiago Abellán García.


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CASINO DE SANTOMERA Teléfono 630 003 744

MIS FOTOS DE SEMANA SANTA


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ALBERTO GONZÁLEZ ARTÉS


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«¡Va bola y premio!». La vozatronadora y potente de

Carlos Onteniente Sánchez, elpatriarca de la familia, anunciaba elinminente desenlace de la rifa depaquetes de caramelos que teníalugar en el puesto que la familiamontaba en la esquina de la Caja deAhorros del Sureste. Los participan-tes en el sorteo, unos para llevarcaramelos a casa sin necesidad depedirlos a los nazarenos que pocodespués desfilarían en la procesióncorrespondiente de nuestra Sema-na Santa, otros para engrosar el dul-ce embarazo que mostrarían bajo latúnica y que acabaría por dar a luza lo largo de las calles santomeranas,mientras desfilaban escoltando elpaso correspondiente. Los nume-rosos participantes ocupando todala calle y buena parte de la carrete-ra, lo que no era problema, pues casino había tráfico alguno.

Ese sorteo es siempre el primerrecuerdo infantil que tengo de nues-tra tricentenaria semana de Pasión:mi padre comprando numerososboletos con imágenes de palos dela baraja española y esperando aque Carlos gritara «¡va bola y pre-mio!» mientras barajaba y pedía quealguien cortara para mostrar la car-ta ganadora del premio. «¡El cincode oros...!». Y así, toda la tarde. Contres premios en juego: el primero,una bolsa de caramelos de kilo; elsegundo, dos; y el tercero, anun-ciado al grito de «¡y ahora va laperruga!», con tres bolsas. El gana-

dor podía requerir el premio enmetálico en lugar de los caramelos.Hasta cuatro personas, cada unacon un palo distinto de la baraja,repartían los boletos. Más de milkilos de caramelos se repartían en lasrifas de esos días.

Hacen compañía a ese primerrecuerdo otros, como la imposibili-dad de jugar al fútbol en las calles,sobre todo en la plaza de los Espi-nosas, porque la actividad era inme-diatamente paralizada por algunamujer que salía de su casa y nos lla-maba la atención gritando: «¿Es quéno tenéis vergüenza? ¿No sabéisque el Señor está muerto? ¡Venga,recoged la pelota y largaros si noqueréis que vayamos a decírselo avuestra maere!». Lo mismo ocurríacon cualquier actividad que nos per-mitiera apaciguar nuestra fogosi-dad infantil en las calles y que fue-ra ruidosa.

Fuera de las procesiones, unade las pocas posibilidades de com-batir el tedio era el cine, y en San-tomera había dos, La Cadena eIniesta, con su programación dobley llevando cuidado los dueños deincluir en ella algo que fuera en con-tra del espíritu de la Semana Santa,misión harto difícil, ya que la censu-

ra era inmisericorde. Yo esperabacon avidez esas fechas porque mipadre me subía en la grupa de sumoto, primero fue en una Guzzi ydespués en una Montesa, y nos íba-mos a Murcia, siempre al cine Rex,para disfrutar del estreno de algunapelícula de romanos, casi siemprecon inclusión de temática religiosa;nunca olvidaré ‘Ben-Hur’, ‘¿Quovadis?’ y ‘La túnica sagrada’. Allí nosencontrábamos con más santome-ranos amantes del cine. Sin muchaseguridad, creo que el día elegidopara ir al cine era siempre ViernesSanto.

De la mano de mi madre asistí amis primeras procesiones. Aunquevecina del Calvario y devota de laDolorosa, la admiración más grande

la sentía por ‘la Cama’. Por un moti-vo comprensible: sus hermanosJuan y Pepe, sus primos de la fami-lia de ‘los Pintuses’, como ella, y losconsortes de sus primas sumabanuna buena parte de los que llevabansobre sus hombros el famoso pasocon el Cristo Yacente, en esos añosposteriores a la Guerra Civil, unaimagen de los talleres de Olot, sus-tituta de la quemada por los icono-clastas durante el conflicto. Este eraun honor que correspondía a losarrendatarios de la familia Murciadesde hacía más de cien años.

Los lugares para seguir el desfi-le procesional eran casi siempre losmismos: la plaza de la iglesia, lapuerta del Cinema Iniesta, la calle delos Pasos a la altura del bar delBorreguero, la calle de la Gloria y, denuevo, para finalizar, la plaza de laIglesia, esta vez en la mismísimapuerta de entrada al templo parro-quial. Discurría la procesión porcalles de tierra y con baches; si habíallovido, con charcos; rociadas por lasvecinas si había necesidad de elimi-nar el polvo. Los pasos se movíancon dificultad para guardar el equi-librio entre los claroscuros que pro-veían raquíticas y escasas bombi-llas situadas estratégicamente endeterminadas esquinas, lo que dota-ba de misterio el desfile.

Los portantes de ‘la Cama’, adiferencia del resto de los nazarenos,iban con la cara al descubierto ytenían que admitir las demandasde caramelos de los numerososfamiliares y conocidos. Se podíaadivinar la relación entre los nazare-nos y las jóvenes que presenciabanlas procesiones por el tamaño delcaramelo con el que las obsequia-ban. Si tenías la suerte de que teobsequiaran con uno de buen tama-ño y, además, con un verso, el gozoera inmenso. Con algunos años más,aún recuerdo el que me hizo llegarmi tío Juan, de unos diez centíme-tros de longitud y con este versoanónimo: «Las procesiones de Mur-cia / son dignas de admiración /porque te dan caramelos / de fresa,

«¡Va bola y premio!»De la rifa de caramelos de Carlos Onteniente al cine bíblico,tradiciones de nuestra Semana Santa durante la posguerra

BLAS RUBIO GARCÍACronista oficial de Santomera

Familia del ‘tío Carlos’. Carlos Onteniente (izquierda), junto a sus hijos Luis y Carlicos(derecha), con su primo Paco, que está rodeado por su mujer, Piedad, y sus hijas.

Acabada la procesióndel Viernes,

seguíamos tras ‘laCama’ hasta El Jardín,donde el olor a cera

daba paso al delazahar de las naranjas

del Obispo


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menta y limón». ¡Los caramelos!Durante bastantes años, regalabaa Chari, entonces ni novia, ahora mimujer, unos de esos caramelos depalmo y medio que, apilados sobreel mostrador de la confitería de Car-los Onteniente, alcanzaban, en per-fecto equilibrio, una altura de casimedio metro. Algunos de esos cara-melos tenían como destino la colo-nia santomerana en Sabadell. Aúnrecuerdo uno de los primeros quepuse en sus manos: envuelto enpapel blanco y celofán, con la ima-gen en color de un ángel de Salzi-llo y el siguiente verso: «De las másfinas esencias / de las flores del jar-dín / se hicieron los caramelos / queyo guardo para ti».

Decía mi madre, en voz baja,cuando ‘la Cama’ se acercaba hacianosotros: «Ese tan alto y tan ele-gante, más alto que el primo Paco,que es el que va delante llevando eltrono, es don Claudio, y ha venidodesde Madrid, como todos los años,para sacar ‘la Cama’. Para que veassi son importantes las procesionesde Santomera». Hasta que no tuvela edad y estatura suficientes nopude ver la cara del Cristo Yacente,oculta a la mirada de los niños sobrelos hombros de los porteadores.Misterio puro, insondable para lasmentes infantiles. Acabada la proce-sión, seguíamos tras ‘la Cama’, trasmis tíos, hasta El Jardín, donde elolor de la cera daba paso al aroma

equinoccial del azahar de las naran-jas del Obispo. Un breve y piadosovía crucis ponía fin al Viernes Santo.Se acababa la magia del sonido cris-talino de los faroles al echarse losestantes el trono al hombro.

Solo una vez he participado enlos desfiles procesionales de Santo-mera en mi vida. Fue en 1966, y lohice, como la mayoría de los nacidosen el barrio del Calvario, al resguar-do de la imagen y la cofradía del

Cristo que veneraba todo el puebloen la ermita con más tradición deSantomera. La túnica me la prestóun joven del barrio, de una estatu-ra aproximada a la mía y que eseaño, no recuerdo por qué circunstan-cias, no procesionaba: FranciscoJiménez, Paco ‘el Pascual’. Bajo elbrillante color morado de la vesti-menta de nazareno, con la manoapretando el capirote contra la carapor la parte baja del mentón, pasan-do mucha vergüenza y con el temorde ser reconocido, me di cuenta deque lo mío era participar desde fue-ra. Desde entonces soy mirante.Disfruto viendo disfrutar a los que lohacen desde dentro, cómo se emo-cionan, cómo lo viven, aplaudo alos que contribuyen a mantener ypotenciar nuestro acervo cultural,apoyo desde mis posibilidades y

conmino a las autoridades a quehagan lo mismo.

El paso del tiempo trajo noveda-des a la Semana Santa santomerana.Así, he podido ver cómo los nazare-nos han pasado de alumbrarse convelas a hacerlo con iluminación arti-ficial de modernas pilas de litio,dejando en el ostracismo las anti-guas de petaca que se llevabanadheridas a la muñeca; he disfruta-do como un niño de la novedad quesupuso la aparición del demonio,por primera vez, en la procesión delResucitado el año que estrenamosayuntamiento; y, como colofón, algode lo que, como santomerano, mesentí, me siento, orgulloso de habervisto, de haber estado allí: la imagende nuestra ‘Cama’, pletórica de ale-líes, procesionando por la plaza delas Flores, por la Gran Vía, por laTrapería, por la plaza del cardenalBelluga de Murcia, hasta entrar en laSanta Iglesia Catedral, acompañadapor los pasos más representativos detoda la Región. Algo irrepetible,emocionante. Me sentí apenadocuando en 1987 se acabó la historiade «¡Va bola y premio!».

Este año, una prueba más deque nuestra Semana Santa estáviva, sigue pujante, de que poralgo es la tradición más antigua eimportante del municipio: dospasos nuevos se suman al desfile,Nuestro Padre Jesús de la Caída yla Verónica. Yo estaré allí, ¿y tú?

Estandarte de la Virgen de los Dolores saliendo de la iglesia.

Las procesionesdiscurrían por callesde tierra y baches,

entre claroscuros quedotaban de misterio el

desfile


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«Temprano levantó la muer-te el vuelo»

(Miguel Hernández)

Con la misma rabia interior que elpoeta oriolano escribía sobre su

amigo Ramón Sijé, así, con esa mismarabia y enfado con la vida, con el des-tino, escribo yo estas breves líneas.

Como hijo, esposo, padre y herma-no, has dejado un gran vacío. Resultadifícil compararlo con el que sentimoslos miembros de tu cofradía y tus com-pañeros costaleros de ‘La Cama’, perosería injusto no admitir que el cora-zón se nos rajó en dos con la daga dela noticia de tu fallecimiento.

Han sido muchos los momentosvividos junto a ti en esta gran familiaque es la Cofradía del Santo Sepulcro.Durante dos décadas de convivenciafraterna nos has aportado tu actitud deservicio, tu saber estar, tu estilo paci-ficador; en fin, un ejemplo para todosnosotros. Los buenos recuerdos quenos quedan de ti serán un bálsamopara afrontar los años venideros.

A buen seguro que el Yacente,que durante tantos años cargastesobre tus hombros, te habrá reserva-do un sitio junto a Él.

Tu ausencia solo se ve compensa-da con los buenos recuerdos que nosquedan de ti. Serán bálsamo paraafrontar los años venideros con tufamilia y con tu Cofradía.

Quien yace en este lugarquiso ser humilde y bueno,hijo fiel de nuestra Virgen,y siempre amó al Nazareno.

Reza por él, buen cofrade.Pide su descanso eterno.

(Del poema ‘El Viejo Nazareno’)

Juan Francisco Nicolás

Hoy me tocahablar de una

amiga: de Luisa Gon-zález Laborda, Luisi-ca…, ‘la Luisica delJuanillo’. Se ha ido yalgo no sigue igual.Su hueco en nuestrasvidas está vacío.

Con una energíaespecial, llenaba losmomentos de sufamilia y de sus ami-gos. Siempre dis-puesta a colaborar en todo lo que se le pedía, sonmuchas las horas que le dedicó a su pueblo, a la Asocia-ción de la Caridad, a la Asociación de Amas de Casa, ala Parroquia, a sus vecinos, a su marido, a su hijo, a susnietos… Y siempre tenía tiempo para visitar un rato a suCristo Crucificado, para asistir a una reunión de la cofra-día, para hacer una obra de caridad. Y siempre todo lollevaba a cabo con estilo, con naturalidad, con un respe-to enorme y como si fuera lo más normal del mundo ayu-dar a los demás con agrado.

Son muchas las personas a las que echamos de menosen la Cofradía del Cristo Resucitado, pero, por ser la pér-dida más reciente, le dedicamos este recuerdo a nues-tra querida Luisa. ¡Donde quiera que estés, que segurono será lejos del cielo, reza por nosotros!

María Dolores Abellán

LUISA GONZÁLEZ LABORDA CARMELO CÁDIZ GARCÍA

Gente con clase Un ejemplo para todos

IN MEMORIAM


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E l presente escrito tiene porobjeto situar dentro de la his-

toria y del contexto religioso,social y cultural, el nacimiento yla procedencia de la Cofradía delCristo del Silencio, así como desu paso titular. La imagen delCristo, realizada sobre el año1942, está ubicada durante todoel año, para su veneración, en laentrada derecha de nuestraparroquia de la Virgen del Rosa-rio. Empezó a procesionar en tor-no al año 1954 gracias a la fe ydevoción de un vecino de estepueblo, Juan Herrero García, mipadre, fallecido en 1971.

Históricamente, el Cristo delSilencio ha salido desde la ermitade las Hermanas Clarisas de San-tomera e iba en procesión directa-

mente hasta la iglesia parroquialde Nuestra Señora del Rosario deSantomera. Hasta que en 1994 seprodujo una importante variación:la introducción del encuentro delCristo con su Madre Dolorosa. En2003, la familia Herrero-Gonzálezadquirió un nuevo trono, sobre elque procesiona todavía en laactualidad.

Aunque, procesionaba desde1954, la Cofradía se constituyóoficialmente el 26 de febrero de

2008 según el Registro de Aso-ciaciones del Obispado de Car-tagena-Murcia, sección de Her-mandades y Cofradías, y lo apro-bó por un plazo de tres años adexperimentum el Sr. Obispo D.Juan Antonio Reig Pla.

De mi niñez y adolescenciatengo el recuerdo del ‘Tío Car-los’ de la confitería en el callejónfrente a la iglesia, sorteando milesde kilos de caramelos con su vozfuerte y áspera al grito de «la bola

y el premio» y «ahora va la perru-ga». También me viene a la memo-ria el Domingo de Resurrección,untando a muchos con azulete.

Según nuestro cronista oficialPaco Cánovas (q.e.p.d.), los des-files procesionales de SemanaSanta empezaron en Santomeraa finales del siglo XVIII. Desdeaquí, mi recuerdo y reconoci-miento a todos los santomera-nos que han hecho posible, consu presencia y ayuda, que lasprocesiones perduren hasta hoy.

RECUERDOS DE MI SEMANA SANTA

El Cristo del Silencio y mi padre

JUAN A. HERRERO GONZÁLEZ

Juan Antonio Herrero González

Mayordomo del Cristo del Silencio


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I. MATEO

S i la cocina tradicional tuvieranombre y apellidos de mujer,

hoy, en Santomera, serían los suyos.Porque, cierto es que en muchascasas se conserva aún el recetariode nuestras abuelas, pero ningunaotra vecina lleva a su espalda unatrayectoria tan larga, tan pública ytan respetada como la suya. MaríaGil Guillén suma más de mediosiglo como profesional de la restau-ración, haciendo de las comidasde toda la vida su seña de identi-dad y obteniendo, por ello, el reco-nocimiento de la clientela y de lacrítica especializada.

Hoy tiene 85 años, y no habíaalcanzado siquiera la veintena cuan-do empezó a trabajar en la antiguataberna de Pepe ‘el Carlos’, quepor entonces acababa de trasla-darse desde la calle del Rosariohasta la carretera de Abanilla –don-de sigue hoy–, después de haberresultado asolado por la terribleramblá de 1947. Hacía no mucho,María se había casado con su Pepe[José Campillo Franco], hijo del pro-pietario, y su buena mano en lacocina explica en parte el creci-miento de un centenario negociofamiliar que hoy dirige su hijo, Paco,que tiene el relevo asegurado en losde la quinta generación, la de susnietos: el restaurante Carlos.

«Todo lo que he aprendidosobre cocina me lo enseñó mi sue-gra [Francisca Franco Pellicer]»,recuerda en torno a un café que noprueba, porque no deja de hablar.Alguna década después, ella seríala maestra de su nuera, Fina Iba-ñez, la actual jefa de los fuegos–con permiso de los hijos de esta:Carlos, Fran y José, que vienen

pisando fuerte–, y así se entiendecómo el local se ha convertido conel paso del tiempo en un referen-te de la gastronomía típica murcia-na y en el buque insignia de lasantomerana.

Queremos recordar junto a ellacómo se comía antes, en sus añosde juventud, durante los días deCuaresma. Y nos habla del guiso

de trigo, que se comía todos losviernes de abstinencia y que ellacompletaba con habichuelas, gar-banzos, patata y el requemo resul-tante, y nos cuenta que «a mi sue-gra se la llevó el Pepe del Rincóna que le enseñara a su cocinero–nos quedamos con la duda desaber si se refiere al reputado chefRaimundo– a guisar el trigo comolo hacía ella». A continuación, men-ciona el guiso de albóndigas debacalao, del que minutos despuésnos daría la receta que comparti-mos con ustedes, y del bacalaofrito con habas.

En la taberna de Pepe ‘el Car-los’, como en el resto de ventorri-llos del pueblo, la prohibición decomer carne durante siete viernes,contando el Santo, se respetaba arajatabla. Por eso, «mi suegro, queel resto del año siempre hacíamatanza los jueves, se esperaba alos lunes» a partir del Miércolesde Ceniza, recuerda.

María, que peina más canasque uno, reafirma la mayor: «Antestodo el mundo respetaba la vigilia,pero eso ya se ha perdido». En laactualidad, el restaurante Carlosya no prepara un menú propio dela vigilia, aunque cualquier comen-sal que acuda en estos días podrásiempre encontrar algún plato ela-borado sin carne.

MARÍA GIL GUILLÉN v COCINERA

«Todos los viernes deCuaresma hacíamos guisos

de trigo y de bacalao» La vigilia, que antes se respetaba a rajatabla

en tabernas y hogares, ha perdido a casi todossus adeptos en las últimas décadas

María Gil Guillén, más de cincuenta años de cocinera.


Elaboración:Limpiamos de espinas el bacalao,previamente desalado; troceamoslos lomos en porciones de unostres o cuatro centímetros y lasreservamos.

Desmigamos bien lo que que-da del pescado, recortes y ven-trisca, y le incorporamos cuatrohuevos, tres dientes de ajo pica-dos, piñones, perejil, un chorrito de

limón y una pizca de sal (depen-diendo de cómo hayamos hecho eldesalado previo). Mezclamos todoy le vamos añadiendo la molla delpan desmigada hasta conseguiruna masa consistente que no sedeshaga. Una vez logrado, vamosdándole forma a las albóndigas:saldrán aproximadamente unadocena del tamaño de una nuez.

Pasamos las pelotas por harina

y las sofreímos ligeramente juntocon los lomos del bacalao que tení-amos reservados. Los apartamos y,aprovechando la salsa que ha sol-tado el bacalao, comenzamos asofreír el resto de verduras: elpimiento, las alcachofas, las habas,los tomates y la cebolla, bien troce-ados, tres dientes de ajo picados,las patatas, cortadas en gajos, y lañora. A continuación, echamos elpimentón, removemos un poco.Añadimos un mínimo de dos litrosde caldo de pescado, que habre-mos preparado antes con las espi-nas y restos del bacalao, y empeza-mos a cocer durante alrededor dequince minutos a fuego lento. Des-pués, echamos a la olla el bacalaoy las albóndigas y dejamos cocertodo cinco minutos más.

Una vez servidas las raciones, tro-ceamos un par de huevos duros y leechamos una mitad a cada plato.

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Ingredientes (4 personas):

■ 800 g de bacalao desalado.

■ Medio pimiento rojo y medio verde.

■ ¼ kg de alcachofas y habas.

■ 6 huevos.■ 3 patatas.■ 2 tomates maduros.■ Una cebolla.■ 6 dientes de ajo.■ Una ñora.■ Una cucharada

de pimentón.■ Un limón.■ Pan casero.■ Harina.■ Aceite de oliva, sal,

piñones y perejil.

GASTRONOMÍA EN SEMANA SANTA

Guiso de albóndigas de bacalao


«Tenemos Muerte y€¦ · Jueves Santo; la Muerte de Nues-tro Señor, en los oficios del Viernes...

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