Teoria Del Simbolo, N. Elias
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8/10/2019 Teoria Del Simbolo, N. Elias
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norbert
elias
teora
del smbolo
un ensayo de antropologa cultural
dicin
e introduccin de Richard Kilminster
Traduccin
de os anuellvarez lrez
diciones ennsula
-
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cultura
ibre
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita
de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas
e n l as l ey es , l a r ep ro du cc i n t ot al o p ar ci al d e es ta o br a
por cualquier medio o procedimiento. comprendidos la
reprografa y el tratamiento informtico y la
distribucin
de ejemplares de ella mediante alquiler o prstamos pblicos.
as como la exportacin e importacin de esos ejemplares
para
su distribucin en venta fuera del mbito de
la Comunidad
Econmica
Europea.
Diseo y cubierta de Loni Occst y Tone Hoverstad.
Primera edicin; marzo de 1994.
Ttulo original en ingls: The Symbol Theory
Obra editada, incluyendo una introduccin, a cargo de Richard Kilminster.
Norbert Ellas, 1989.
Norbert Elias Stichting. 1991.
por la traduccin: Jos Manuel lvarez Flrez, 1994.
de esta edicin: Edicions 62 sla., Provenca 278, 08008-Barcelona.
Impreso en Limpergraf sta.. Carrcr del Riu 17. Nave 3. Ripollct.
ISBN: 84-297-3731-6.
Depsito legal: B. 2.380-1994.
Introduccin del
editor
Un probleme convenablement pos est bien
pres d tre rsolu.
ANDR M RT AMPERE,
citado en
Bravo
1979: 204)
L
a
Teora del Smbolo
result ser la ltima obra extensa que
Norbert Elias complet para la publicacin antes de morir.
Muri
l i
agosto de 1990 en Amsterdam a los 93 aos de
edad. Este libro reproduce como un texto unitario, pero
por
Jode
ms inalterado, un ensayo suyo de gran alcance La Teora del
Smbolo: Una Introduccin, que apareci por vez primera en tres
entregas en nmeros sucesivos de
Theory Culture and Society
du
rante
1989. El
cuadro de Paul Klee de la portada de esta edicin
haba sido elegido por el propio Elias poco antes de morir. Pero
an estaba trabajando, por desgracia, en una nueva Introduccin
cuando le sobrevino la muerte. Tras consultar con los editores y
con la Fundacin Norbert Elias, se decidi que este penetrante do
cumento deba publicarse en su estado inconcluso. Se incluye por
tanto ms adelante, al principio del texto que estaba destinado a
introducir, en su forma final. Se interrumpe a medio curso, con
Elias de un humor expansivo muy caracteristico, cuando est em
pezando a desarrollar el anlisis de uno de sus temas favoritos: la
necesidad de estudiar las sociedades humanas a una escala tempo
ral muy grande. No podemos saber con seguridad qu direccin
podra haber seguido el resto de la argumentacin.
El texto principal pas por varias fases antes de alcanzar su
forma actual. Fue dictado a un ayudante, como todos los escritos
de Elias en los ltimos aos. Se complet en principio de ese
modo en borrador en el verano de 1988. El manuscrito, caudaloso,
sin divisiones y bastante repetitivo, constitua una corriente conti
nua de temas interrelacionados. Yo establec un texto ms estruc-
Quiero dar las gracias a Stephen Barr. Rudolf Knijff. Terry wassall y ces
Wcuters por ayudarme a preparar esta introduccin.
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Teora del smbolo
Introduccin del editor
turado, y ms accesible por tanto, p r p ub licarlo en la rev ista, in
sertando prrafos, eliminando repeticiones innecesarias y dispo
n ien do la sucesi n de seccion es n u merad as que y a h ab a iniciad o
l p er o no c on ti nu ad o.
Alh acer la p rimera revisin me d i cuenta de que estaba siguien
do fielmente un o rd en aci n d e los temas y la argumentacin que
ya estaba p resente en el material. El man uscrito, a p esar de la repe
ticin, p ar ec a e nc aj ar de m od o n at ur al en un e sq ue ma , que tuve la
suerte de
poder
comentar con Elias. l como no pod a rele er las
pginas mientras las escriba y las rev isab a p o rq u e le fallaba la vis
ta, tena que t en er en la c ab ez a toda la e st ruc tu ra de la o br a mien
tras la elaboraba. Result n ms n otab le por ello co mp rob ar lo
sistemtico y estru ctural q ue era en realidad un manu scrito en apa
riencia informe. Todas mis tachaduras y reestructuraciones se acor
d ron
con l y l mismo reescribi alg un as seccion es h acind olas
ms breves. Pero hubo que dejar algunos pasajes repetitivos, por in
s is te nc ia suya, y q ui z p ue da n r es ul ta rl es t ed ios os al l ec to r en el
t ex to i na lt er ad o. Pero, c om o explico ms a de la nt e, hay una lnea
sutil que une estos p asajes y lo q ue p od ramos llamar las rep eticio
nes b en ig nas de Elias, que son u na caracterstica g en eral d e su esti
lo, por la que tiende a volver s ob re los m is mo s temas var ias veces,
reelaborndolos de un forma d istinta cada un a d e ellas.
La Teora del Smbolo es un excelente ejemplo de la oeuvre del
ltimo p erod o de Ellas, pero a los lecto res no familiarizado s con
su o br a que e nt re n en fria en este l ib ro q ui z s p ue da n p ar ec er le s
extra as su fomi de e xp os ic i n y su t er mi no lo g a, c om pa ra da s
con el p rod u cto acad mico p ro fesion al ms corriente. Qu izs u nas
cu an tas d irectrices y o rien tacion es p ara la lectu ra d el co nju nto de
sus escrito s, sumamen te o riginales, sean tiles p ara
ord r
ste.
Elias se m an tu vo dur nte la m ay or p ar te de su l ar ga c ar re ra ,
por
razones que escapaban
con
f re cu en ci a a su c on tr ol , en la peri
feria del orden establecido de la sociologa y alejado, por tanto, de
l. Deb id o a ello, sen tia p oco las p resion es del mundo instituciona
lizad o de las ciencias sociales acad micas. Po r eso no en co n trar
el lector en nin guno de sus libros ni de sus artculos y la Teora
l . Para referencias sobre la vida de Eltas. la historia de la publicacin de El
proceso civilizador el reconocimiento tan retrasado de su obra en los paises euro-
del Smbolo es caracterstico en ese sentido) esa introduccin habi
tual que es un
rep so
d e la literatu ra cientfica o las con trov ersias
del momento s ob re el p ro bl em a o el t em a que se a bo rd a, en e st e
caso los smbo lo s. Elias no trab ajaba as. Prefera siemp re ord r
d irectamente el tema que estu d iab a p or ejemp lo , el orden cientfi
co estab lecido , Mozart, el tiemp o, la v io lencia, Freud , el envejeci
mien to y la mu erte, el trab ajo, lo p sico so mtico ,
por nom r r
slo
alg un os de Jos
otros
temas que e st ud i en los lt im os a o s) , que
inve st iga ba a su m an er a. Los t ra ba jos de
otros
que c tu n de
un forma d istin ta y
dentro
de tradiciones sociolgicas distintas en
el mismo camp o, ten an p r l u n inters secun dario. Dejab a a los
lecto res la tarea de compro r la comp atibilid ad con su p rop io p a
radigma d e con ceptos y h allazg os d esarrollad os en
otr
parte.
Un a rt c ul o de Elias e xt en so y d is cu rs iv o c it ar ,
por tan to , en
g en eral, muy p ocas referen cias; en realidad h r a menudo un
sola, q ui z s la de un l ib ro p oc o c on oc id o p ub li ca do h ac e m uc ho s
ao s. La
Teora del Smbolo
no es n ing un a excep cin , slo con tie
ne
un
referencia, la de
un
l ib ro de l ul ia n H ux le y s ob re el t em a de
la s in gu la ri da d e vo lu ti va del h om br e. Si se q ue ja se usted a Elias
por no
h er
mencionado la literatura cientfica
contemporne
o
le sugiriese que estaba anticu ad o, l co ntestara que ten a u sted el
fetichismo de lo nuevo: que slo porque un l ib ro es viejo no signi
fica que no pued s eg ui r s ie nd o el m ej or t ra ta mi en to de un tema.
y a la i nv er sa , los l ib ros n ue vo s no c on st it uy en por necesidad un
avance slo por el h ec ho de ser nue vos . Era el mrito cognitivo in
t r ns ec o del l ib ro 10 que c on ta ba , no si e st ab a a ct ua lm en te a la
mode Elias se h al la ba al m ar ge n de las c or ri en te s y las m od as in
telectuales,
tr j
dentro de un escala temporal cientfica, con
un
a mp li tu d de vi si n y un g ra do de d is ta nc ia mi en to
que
slo
pueden calificarse de olmpicos.
Elias sen ta h acia el mundo un curiosidad cientfica insaciable
y go zo sa . D es cr ib a a menudo la v ocaci n del soci lo go d iciend o
pcos durante los aos setenta y ochenta y la amplia investigacinen sociologafigu
racional en los Pases Bajos, vase Goudsblom 1977; Lepenies 1978; Korte 1988;
Mennell 1989, cap. 1; YKranendcnk 1990.
2. Eliasexpuso estos puntos de formas diferentes en varioslugares, pero vase
sobre todo Elias 987a: 11718, y 1987e.
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que era como embarcarse en un viaje de descubrimiento en el
territorio, mayoritariamente desconocido, de la sociedad. l, por
su parte, naveg siempre con la ayuda de sus propias teoras y en
su propio lenguaje de sociologa figuracional o de proceso, como
empez a llamarle al final de su vida. Su paradigma fue para l el
paradigma primario del ruedo sociolgico l tena derecho de ac
ceso pero no en un sentido inflexible y dogmtico. Nadie podra
haberse mostrado ms abierto que l al contraejemplo emprico
al dilogo. Era slo que tena una fe inquebrantable en la origina
lidad
en la importancia de su obra como sntesis
como progra
ma de investigacin. Se senta muy seguro de lo que estaba hacien
do. Siempre poda aducir el poder explicativo demostrable de los
modelos sociolgicosque haba desarrollado en The ivilizing ro-
cess
1978-82;
en alemn
1939
y Theourt ociety
1983;
en ale
mn 1969 y basarse en su vasto conocimiento de la historia y de
las ciencias, en el que pocos contemporneos le igualaban.
Iohan Goudsblom ha sealado que en las primeras obras de
Elias de la dcada de
1930
hay en realidad una cuanta mucho ma
yor de polmica terica y metodolgica implcita, con otros auto
res y otras escuelas, que resulta inmediatamente perceptible. En
sus escritos posteriores este enfrentamiento se hizo ms explcito,
Elias abord crticamente una serie de autores a los que nombra
Goudsblom 1987 . Esto es cierto, aunque la polmica de tipo im
plcito puede adoptar otra forma, como se puede ver en este libro.
Fue tambin partidario de criticar otros enfoques de un problema
de un modo ms amplio, ms alusivo, ejemplificando, por ejemplo,
estilos de pensamiento o paradigmas caractersticos. Poda aludir,
por ejemplo, a los fallos de la teora de la accin, la teoria mar
xista, la fenomenologa o, como hace aqu, las teoras tradicio
nales del conocimiento. Su crtica las considerara de modo in
variable fatalmente afectadas de reduccionismo, individualismo,
hiperabstraccin, obsesiones filosficas, sentimientos polticos en
cubiertos un tipo de complicidad en la terminologa de Elias o
diversas combinaciones de todo esto. Pero no se dejaba, en gene
ral, atrapar excesivamente en las escaramuzas de los debates con
temporneos y de las complejas discusiones domsticas que tienen
lugar en la scceloga. Crea que se contribua ms al progreso de
la disciplina con la investigacin emprica basada en una informa-
cin terica; pero que dificultaba notablemente ese progreso el
que los socilogos desperdiciasen sus energas en los debates del
momento o en discutir entre ellos.
Vale la pena mencionar el estilo de los escritos de Elias. Wolf
Lepenies 1968-63 describi muy bien sus cualidades: Una preo
cupacin por una claridad libre de jerga, un minucioso adiestra
miento en la observacin sociolgica y una combinacin exhausti
va de anlisis tericos con alusiones, a menudo sorprendentes, a
detalles. Ellas resulta tambin con frecuencia provocador y desa
fiante y le encantaba citar dualismos santificados pero difuntos y
someter a anlisis
1
que parece obvio. Hace todas estas cosas en
este libro cuando habla de la relacin entre pensamiento humano y
comunicacin y de la evolucin de la naturaleza biolgica. Ms
que por argumentos lgicos convencionales en favor de una po
sicin u otra, Elias convence a los lectores porque expone los te
mas de un modo que induce a reflexionar sobre las categoras o los
supuestos que se utilizan rutinariamente para tratarlos. Despus
de leer la
Teora
del mbolo
resulta difcil, por ejemplo, volver a
utilizar irreflexivamente las oposiciones idealismo/materialismo y
naturaleza/cultura o sucumbir a la tentacin falaz de considerar
que el lenguaje existe en un reino propio independiente.
En este texto, como en gran parte de la obra de Elias, reverbe
ran ecos de la sociologa del conocimiento alemana. Pero Elias lle
v la tradicin mucho ms all, profundizando y ampliando la par
te del programa que peda una ontologa y una epistemologa
sociolgicas que sustituyesen a la filosofa tradicional. Es precisa
mente lahuella que hay de esta tradicin en el proyecto de Elias lo
que explica otra caracterstica de su estilo. Elias investiga con mu
cha frecuencia un problema exponiendo primero las dicotomas es
tticas que se dan en los tratamientos habituales y volviendo luego
varias veces a ellas al mismo tiempo que va exponiendo una es
tructura de explicacin alternativa ms amplia y ms completa.
Esta estructura resulta ser, claro, su propia sociologa de las figu
raciones, desarrollada a partir de su obra sobre procesos civiliza
dores. Elias escribe siempre desde este punto de vista. Algunas de
las repeticiones de este libro, aunque no todas ni mucho menos,
son explicables por esta caracterstica orgnica desu forma de ar
gumentar.
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forma de anlisis de Elias transpone, pues, los problemas a
otro nivel distinto, en realidad, al de su planteamiento original.
Las formas tradicionales con frecuencia filosficas) de hablar del
tema pasan a resultar sencillamente insostenibles al integrarse en
una estructura sociolgica ms amplia. En este libro podemos se
guir a Elias en esa estrategia a travs de las tradicionales oposicio
nes de idealismo/materialismo, materia/espritu, naturaleza/cultu
ra, forma/contenido y conciencia/ser. Se insiste en particular en
las limitaciones del dualismo sujeto/objeto y Elias rastrea socioi
gicamente esta oposicin remontndola hasta la autoexperiencia
indudable de los individuos como horno clausus caracteristica de
sociedades sobre todo de Occidente) que han alcanzado una fase
trascendente de un proceso civilizador. La cruzada contra este rno
delo de seres humanos es en realidad uno de los principales temas
dominantes de la obra de Elias.
Yo creo que, por todas las razones mencionadas hasta ahora,
es importante leer este libro concienzudamente varias veces para
sacar el mejor partido de l. Elias no slo fue uno de aquellos au
tores de la tradicin alemana que destacaban insistentemente la
importancia de la forma de plantear una cuestin, sino que tam
bin estaba muy atento a los matices y asociaciones del lenguaje y
los conceptos que empleamos en sociologa, que es una sensibili
dad relacionada. Su insistencia en que debemos deshacemos de
categoras antiguas para desarrollar una imagen ms distanciada y
realista de los seres humanos dentro de una escala temporal
y
una
estructura evolutivas que es en parte de lo que trata este libro) no
es, sin embargo, una tarea fcil ni exclusivamente racional. Exi
ge inevitablemente que los individuos modifiquen la imagen que
tienen de s mismos, quizs en una direccin que resulta incmo
da. Elias evoc la fuerza sombra de su imagen evolucionista de la
humanidad en un cuarteto de su poema Surcando la tormenta
Elias 1988: 81):
nacidos de una tormenta de desorden
nmadas del tiempo que no corre
en un vaco sin lmite
surcando la tormenta.
El proceso de re-formacin de nuestra imagen de los seres huma
nos nos obliga, claro, a superar escollos emotivos. Esta lucha for
ma parte de que Elias llam en otro lugar el problema sociolgi
co de hasta qu punto
y
en qu condiciones son capaces los indivi
duos de afrentarse a s mismos Elias 1987a: 12-14, 39-40). Se
puede yaapreciar una diferencia substancial entre esta concepcin
y el aforismo racionalista ms familiar del concete a ti mismo.
Mike Featherstone 1987:201) coment correctamente, aunque no
destac suficiente, que Elias exigemucho dellector.
Concretando ms, cmo encaja la Teora del Smbolo en el
conjunto de la
obra
de Elias? Un mensaje que transmiten todos
sus escritos como una advertencia para los socilogos es que pro
cesos y acontecimientos sociales dispares en apariencia, analiza
dos y artificialmente separados por los diversos estamentos de la
ciencia socia , organizados profesionalmente
y
por especialidades
dentro de la sociologa, son todos ellos en realidad aspectos del
mismo proceso social interconectados. Tambin los escritos de
Elias forman una red inconstil. Pero Elias, como muchos otros
cientficos sociales, se haba dado cuenta de la utilidad explicativa
del concepto de autonoma relativa que utiliz para describir el
proceso por el que el conocimiento humano se independiza de sus
productores originales
y
tambin el medio por el que las institu
ciones sociales especializadas econmicas, polticas, cientficas)
llegan a autosustentarse y vincularse funcionalmente entre s en
sociedades complejas. Este concepto otorg tambin a Elias, den
tro de su visin sinptica de la interconexin de los procesos so
ciales, licencia para escr ibir sobre temas como el depor te, las
ciencias, el tiempo, la muerte y la agona, diversas ramas del arte
y
Jos artistas, etc.
3. Elias utiliza muchsimo el concepto de autonoma relativa en sus obras, so
bre todo en las que tratan de sociologa del conocimiento y ciencias. En la historia
de la sociologa ha resultado til tambin para, al menos, Durkheim [1914] 1968:
271, Lukcs [1920] 1973: 11; Althusser 1965:
111 24 ;
Sartre
t968:
80 y Alc
xander 1990: 1-27. En el marco britnico el concepto ha adquirido vigencia a tra
vs de los escritos posestructuralistas, en especial los de
ouis
Althusser, que lo
utiliz en sus adaptaciones de la teora marxista de base y superestructura para evi
tar el reduccionismo econmico. Un
autor
que se ha negado insistentemente a se
parar cultura y estructura de un modo rgdo y dualista es Zygmunt Bauman 1972.
1973).
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La Teora del Smbolo es un ensayo terico investigador que
sita en un primer plano los supuestos bsicos de otro nivel rela
tivamente autnomo e interrelacionado. el proceso de la evolu
cin biolgica a largo plazo. Los socilogos suelen relegar este
proceso a la condicin de mero teln de fondo biolgico de la
vida social de las sociedades industriales. Pero, en opinin de
Elias, una interpretacin de ms largo alcance del desarrollo so
cial ha de estar integrada en el proceso evolutivo globaL Segn l
mismo dice: La constitucin natural de los seres humanos les
prepara para aprender de otros, para vivir con otros, para que
otros se cuiden de ellos y para que ellos se cuiden de otros. No re
sulta fcil entender cmo pueden elaborar los cientficos sociales
una interpretacin clara del hecho de que la naturaleza prepare a
los seres humanos para la vida en sociedad sin incluir en su cam
po de visin aspectos del proceso evolutivo y del desarrollo social
de la humanidad... pg. 214-215 de este mismo libro). Elias me
explic, de palabra, que consideraba la Teora del Smbolo vincu
lada a su grupo de escritos sobre la sociologa del conocimiento,
entre los que se incluyen Uber die Zeit 1984), la antologa lnvol-
vemeru and
etachment1987a) y varios art culos ms de esta
temtica que datan de la dcada de 1970 y de la de 1980 vase
bibliografa). Se relacionan en especial con el libro los fragmentos
Reflections on the Great Evolution en Elias 1987a) y el artcu
lo On Human Beings and Their Emotions: A Process-Sociologi
cal Essay Elias 1987b). Ellas, atenindose a un planteamiento
muy radical, sita la sociologa del conocimiento en este grupo de
escritos, como heredera histrica de los problemas de la episte
mologa y la ontologa de la filosofa del conocimiento tradicional
desechada, que estaba dominada
por
una concepcin sumamente
individualista del sujeto consciente.
Elabor tambin un modelo sociolgico de las ciencias que
consideraramos ahora de tipo realista, aunque sin la inspiracin
trascendental filosfica de gran parte de los trabajos actuales en
este campo Bhaskar 1979). En el modelo de Ellas cada ciencia in
vestiga un nivel de integracin del universo relativamente autno
mo el fsico, el qumico, el biolgico, el psicolgico, el social, etc.)
como su objeto, utilizando la terminologa de los filsofos. Este
modelo que l llama significativamente una ciencia de las cien-
d s Elias 1974) aporta una concepcin ms estructural y dife
renciada de la materia temtica de las ciencias, y por tanto de los
diversos mtodos que son adecuados para ellas. Presenta este mo
delo 00 que plantea una jerarqua de las ciencias) como una alter
nativa empricamente utilizable para trabajar con la distincin su
jeto-objeto.
Para Elias, las ciencias sociales van por detrs de las ciencias
naturales debido a que dentro de sus estamentos acadmicos pre
valecen valoraciones heternomas e implicaciones emotivas, que
dominan el carcter del conocimiento elaborado. En consecuencia,
la capacidad humana para controlar los procesos sociales va a la
zaga de la capacidad para controlar procesos naturales, debido a
que en las ciencias naturales hace mucho que la balanza se inclin
ms por el predominio de valoraciones autnomas, que significa
ron un avance trascendental hacia un mayor distanciamiento Elias
1987a).
Un destacado objetivo polmico en este grupo de escritos es el
concepto de lo a priori kantiano, concepto que Elias critica impla
cablemente desde un punto de vista emprico-sociolgico. Rechaza
as mismo cualquier relacin con nominalistas, individualistas y fe
nomenlogos, y con todo tipo de reduccionistas econmicos, fisi
calsticos o biologsticos). Estas polmicas se repiten en las obras
de Elias sobre la sociologa del conocimiento en particular y estn
presentes tambin en combinaciones diversas en la Teora del Sm-
bolo
En este libro el punto focal programtico se centra en la biolo
ga evolutiva como ciencia humana que ha de entretejerse, sin re-
4. En la amplia bbliograa de los trabajos emprendidos dentro del programa
de investigacin figuracional inspirado por Elias en los Pases Bajos Kranendonk
1990), slo hay reseado, curiosamente. un articulo que aborda en concreto la so
ciologa del conocimiento y las ciencias de Elias Wilterdink 1977), Este olvido no
guarda relacin con laimportancia que Elias asignaba claramente a este campo en
elconjuntode su obra. Esprobable, por ello, que sea nico elestudiode Terence [.
Wassall 1990) an indito sobre la ontologa de Elias, que aboga por un enfoque
de desarrollo eltasano de la sociologa del conocimiento cientfico p r contrarres
tar el paradigma relativista-constructivista dominante. Indica tambin que Elias no
ha extrado las conclusiones ms radicales que pueden extraerse de su tema de ni
veles de integracin ysu concepcin de laadecuacin del objeto, para entender las
consecuencias ambientales de las intervenciones cientficas en el mundo natural.
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duccionlsmo, dentro de una concepcin a largo plazo del desarro
llo humano. en concordancia con la teora de los niveles de inte
gracin. En el texto se hace evidente que Ellas no cree que la teo
ra evolutiva deba identificarse exclusivamente con la versin de
Darwin, que considera claramente incompleta
y
representativa
de una primera etapa de elaboracin. Yo creo que en el plantea
miento de Elias figura tambin la intencin de navegar entre las
dos posiciones ideolgicas extremas que suelen impregnar la inves
tigacin de la dimensin animal de los seres humanos. De un lado
tenemos la visin reduccionista de los etlogos y los sociobilogos,
como E. O. Wllson
y
otros Segerstrale 1986 , que afirman en rea
lidad que somos bsicamente monos. De
otro
lado tenemos el
punto de vista filosfico-religioso segn el cual el ser humano
constituye una ruptura completa con el mundo animal, que crea el
nivel del alma o espritu. Segn la interpretacin que yo hago de
l, Elias intenta prepararse tericamente para la tarea de desarro
llar un nuevo modelo de humanidad que permita abordar estas
cuestiones y otras relacionadas, que tienden normalmente a plan
tearse todas ellas slo de ese modo unilateral y valorativo.
La Gran Evolucin aporta la estructura sinttica de todas las
ciencias, incluida la sociologa. Adelantndose a posibles acusacio
nes de determinismo evolucionista o de teleologa, Elias traza aqu
la distincin crucial, lo mismo que en varios lugares ms de este
grupo de escritos, entre evolucin biolgica predominantemente
irreversible y desarrollo social potencialmente reversible. El ciclo
vital de las est rel las y el desarrol lo de las sociedades no son del
mismo gnero: una sociedad puede, a diferencia de una estrella.
dar marcha atrs y recaer en una etapa anterior, por ejemplo en re
laciones sociales feudales. Teniendo en cuenta esto, Elias sola ha
blar de procesos civilizadores y descivlizadores al mismo tiempo.
Dentro de esta gran estructura de desarrollo socio-natural, Elias
considera que la capacidad tcnica humana de comunicacin por
medio de smbolos es un logro nico de la inventiva ciega de la na
turaleza. La capacidad que tenen los humanos de regir su conduc
ta por medio de conocimientos aprendidos les proporcion una
gran ventaja evolutiva sobre otras especies que eran totalmente in
capaces de conseguir eso o que slo podan hacerlo en una medida
muy limitada. Elias llama a esto emancipacin simblica de la
humanidad pgina 98 . En consecuencia, la supervivencia de gru
pos humanos ha dependido en un grado importante del conoci
miento congruente con el objeto. De este logro se desprenden en
opinin de Elias lecciones cuyo aprendizaje ser de importancia vi
tal para el futuro de la humanidad en las prximas etapas de su de
sarrollo.
El objetivo del programa de investigacin iniciado en la Teora
del mbolo es aportar un cuadro sociobiclgico
ms adecuado de
la capacidad humana de formar smbolos del que pueden propor
cionar teoras que emplean o dan por supuestas las polaridades es
tticas naturaleza/cultura y abstracto/concreto, que contienen ten
dencias latentes dualistas
y
metafsicas. Operando con estas polari
dades no podramos percibir la
formacin
de smbolos como un
proceso de sntesis progresiva trmino clave que incluye el hecho
demostrable de que los conceptos llevan incorporados rastros de
etapas previas del desarrollo social y cientfico. Elias prefiere en
consecuencia este concepto al trmino abstraccin, ms habitual y
esttico. Dicho de
otro
modo. quiere establecer el modo de exis
tencia de los smbolos, como medios de comunicacin aprendidos,
de modo diacrnico en una estructura evolutiva que incluye el de
sarrollo social como continuacin suya a un ms alto nivel.
Quiz fuese instructivo, para ilustrar la idea de sntesis progre
siva en los escritos de Elias sobre el tiempo y su control Elias
1982, 1984 , complementar la discusin que se efecta en el texto.
Elias muestra que concepto de tiempo es un preclaro ejemplo de
un concepto de sntesis de alto nivel, un smbolo aprendido que
permite a los individuos relacionar dos series de acontecimientos
en diferentes niveles de integracin mutua, utilizando una sere
como unidad de medicin temporal de la otra. No es simplemente
una abstraccin o una capacidad de la mente, ni una substancia
universal, como han proclamado de diversos modos los filsofos,
sino que se trata de un concepto que se ha desarrol lado en condi
ciones especficas
y
que sirve para ayudar a la gente a orientarse.
Los individuos que pertenecen a sociedades menos diferenciadas
tienen una experiencia temporal distinta y no suelen necesitar ins
trumentos de medicin del tiempo personales. Se aprecia un desa
rrollo que va de una concepcin ms personalizada y discontinua
del t iempo en las sociedades ms simples a una concepcin ms
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18
Teora del smbolo
Introduccin del editor
19
impersonal
continua en las sociedades estatales ms complejas,
que se corresponde con
el
alargamiento de cadenas de interde
pendencias y diferenciacin funcional. Los miembros de estas l
timas sociedades, sumamente autocontrolados, tienen que adaptar
se unos a otros como parte de un ent ramado cada vez ms com
plejo de contactos necesidades sociales, que exige un smbolo
socialmente regularizado de ordenacin del tiempo de alto nivel
que permita hacerlo con gran exactitud y previsin.
Como hemos dicho ya, Elias, en una actitud muy propia de
quien se halla al margen del estamento de la sociologa, nunca se
interes demasiado por formalidades profesionales como iniciar
sus escritos con el repaso habitual de la literatura cientfica sobre
el tema, o de emplazar su trabajo en relacin con los escritos de
otros de un modo sistemtico. A l le interesaba mucho ms desa
rrollar y ampliar sus propias temas. Prescindi as, inevitablemen
te, de la tarea de establecer la compatibi lidad de su legado con la
o r de otros y con descubrimientos recientes de los campos que
abordaba. En el caso de este libro cmo influyeron en la
o r
te
rica investigadora de Ellas, si es que 10 hicieron, investigaciones
recientes en el campo de la teora de la evolucin biolgica, o estu
dios sobre la capacidad de simbolizacin humana aparecidos en
las obras de los antroplogos? Elias estaba trabajando en una sn
tesis de todas las ciencias, para la que ser necesario, si los que le
siguen pretenden lograrla, investigar los descubrimientos recientes
de varias disciplinas mucho ms de 10que l consigui o dese in
vestigarlos. Queda mucho
por
hacer en la tarea de poner a prueba
la fuerza de las reflexiones tericas de Elias en este sentido. Slo
en los dos campos anteriores la l iteratura cientfica es sin duda
enorme y no puedo abordar aqu esa tarea. Lo nico que puedo
hacer en la prctica es cotejar el planteamiento de la investigacin
que hace Ellas en la Teora del mbolo en trminos muy genera
les, con algunos enfoques destacados que se hacen en otros luga
res, con objeto de iniciar el proceso. Slo puedo citar, a efectos
comparativos, unos cuantos modelos dentro de mi mbito de co
nocimiento y competencia.
Los antroplogos y los socilogos actuales y del pasado, que
han estudiado los smbolos, han tendido a centrarse en su funcin
de cohesin social yen los rituales Durkheim [1914] 1968; Tur-
ner
1967, 1969;
Firth
1975;
Aug
1982
o en el mantenimiento de
barreras sociales Douglas 1966 . La obra de Elias no aborda di
rectamente ninguna de estas dos cuestiones, aunque yocreo que si
se enfocasen de una fonna eliasiana podran aclararse conside
rablemente. Filsofos, estructuralistas y semtlogos se han intere
sado
por
la relacin entre el smbolo y lo que representa Cassirer
1953;
Eco
1984 .
El inters de Ellas podra considerarse ms pr
ximo al del ltimo grupo por el hecho de que comparte con l,
como problema percibido, el descubrimiento paralelo de los vncu
los entre el lenguaje, el conocimiento y el pensamiento, uno de los
lemas bsicos de este libro. Pero Elias se haba distanciado decisi
vamente hace ya mucho del kantismo latente o a veces no tan la
tente que empapa gran parte de esa investigacin, especialmente
los trabajos ms recientes inspirados por Claude Lvi-Strauss.
Elias revaloriza tambin de modo notorio el concepto filosfico de
significado implcito en este planteamiento en la seccin IlI . Y
destaca tambin, ms que ellos, las emociones vinculadas a la sim
bolizacin y tiene una orientacin dinmica y de desarrollo, frente
a la forma sincrnica de una gran parte de la investigacin estruc
turalista.
Sin embargo, la diferencia crucial entre toda esa obra la de
Elias en este libro es que Elias insiste en que los smbolos son tam
bin pautas sonoras tangibles de comunicacin humana y, en con
secuencia, tambin datos fsicos, que son posibles por la condi
cin previa biolgica evolutiva del aparato vocal singular y com
plejo de los seres humanos. Esta caracterstica les pennite emitir
una amplia variedad de sonidos y producir as muchos lenguajes
especificas de grupo. El que se site el problema en un marco evo
lutivo en este enfoque concreto hace que la posicin de Elias sea
algo nico entre las interpretaciones sociolgicas contemporneas
de la formacin de signos. Tambin se estn moviendo en esta di
reccin algunos antroplogos, que han conseguido desarrollar en
general un grado mayor de distanciamiento en sus investigaciones
del que han logrado hasta el momento los socilogos Borchert y
Zihlman
1990 .
Pero para muchos socilogos contemporneos los
paradigmas dominantes actualmente asequibles son o ms bien
estrechamente culturalistas u orientados al discurso Mulkay
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Teora del smbolo
lntrodm cin
del editor
1985) O
toscamente
causales y reductivos de intereses Bloor
1976). Elas ofrece una alternativa real Wassall 1990).
Al considerar los smbolos tambin pautas sonoras tangibles,
Elias puede eludir adems la tentacin racionalista de presuponer
que los sistemas de smbolos fonnan parte de un reino indepen
diente de la cultura con una realidad propia. La existencia de esta
tentacin no es ninguna mera posibilidad lgica. Consideremos el
comentario de [effrey Alexander: Las tendencias actuales de los
estudios culturales coinciden en insistir en la autonoma de la cul
tura respecto a la estructura social 1990: 25). Los anlisis de
Eliasen este libro no eran, que yo sepa, respuesta directa a los am
plios debates actuales en sociologa sobre la cultura Archer 1988;
Robertson 1990; masan1987; Alexander 1990), aunque su en
foque puede aclararlos de un modo sorprendente. Muchos de estos
autores, con sus posturas diferentes y por sus objetivos discrepan
tes, se plantean tambin los orgenes y el funcionamiento de los
sistemas de smbolos, y los lectores tendrn que hacer comparacio
nes por su cuenta con el marco evolutivo mucho ms amplio que
se emplea en este libro. Elias aborda de frente una cuestin que se
difumina a menudo en estos debates: Cul es el estatus ontolgi
co del conocimiento? La sutileza con que aborda este asunto so
ciolgica y dinmicamente, yendo ms all de las alternativas tra
dicionales de idealismo o materialismo, hace que la lectura resulte
fascinante vase la seccin V sobre imgenes de la memoria cere
bral). Elias trasciende los dualismos tradicionales naturaleza/cul
tura y estructura/cultura sumergindolos en la corriente de conti
nuidad de la evolucin de la especie humana a travs del desarro
llo de sociedades humanas como un nivel de integracin por
derecho propio,
As pues, para Elias, la condicin humana est incrustada en
desarrollos sociales que continan el ciego proceso de la evolucin
a
otro nivel. La formacin de smbolos se halla vinculada a la su
pervivencia humana en este proceso. Esta visin comparte mucho,
en trminos generales, con la de una generacin anterior de evolu
cionistas que, en las dcadas de 1940 y 1950, definieron lo que se
denomina habitualmente la sntesis moderna de la teora de la evo
u ~ n Futuyma 1986: cap. 1) en la que se basa en gran medida
Ellas. No es ninguna casualidad el que un libro de lulian Huxley
de 1941 sea el nico que Elias cita aqu. l conoca ya las ciencias
biolgicas muy bien por sus estudios de medicina en Alemania en
la dcada de 1920, pero hay una afinidad especfica entre la con
cepcin de la evolucin biolgica que se expone en la eor del
mbolo
y la expuesta por autores como [ulian Huxley, [oseph
Needham, C. H. Waddington y otros, cuya obra Elias debi cono
cer cn su periodo de apogeo, durante los cuarenta aos que vivi,
ense e investig en Inglaterra 1935-75, aproximadamente).
Aunque no constituyan una escuela unificada, todos estos auto
res comparten la idea de que la sociedad es un fenmeno imprevis
to, irreductible a los niveles biolgicos, qumicos y fsicos previos.
Lo que Elias llama el nivel de integracin social lo describen es
tos evolucionistas anteriores como el nivel de organizacin so
cial Needham 1944);
el
campo de integracin psicosocial Rei
ser 1958); y la fase de evolucin psicosocial Huxley 1942,
1953),5 Needham describi incluso su teora como
una
teora de
niveles integrantes. Tambin ellos pretendan, como Ellas, situar
a los seres humanos como un avance trascendental de la evolu
cin, un progreso de una forma inferior a una super ior, lo que
Huxley y otros denominaban un ejemplo de n gnesis
Wadding
ton 1961). Otro terreno comn es el de la concepcin de niveles
superiores de integracin como canalizacin de los inferiores; la
importancia de la transmisin y el aprendizaje del conocimiento en
el desarrollo humano; el carcter nico de la capacidad humana de
simbolizacin; el tema de cmo podran ahora los humanos llegar
a guiar el proceso evolutivo desde su posicin como el ms eleva
do nivel de evolucin; y la necesidad de avanzar hacia tendencias
globales que pudiesen llevar a la humanidad a integrarse en una ci
vilizacin mundial Huxley 1961).
No sabemos por los escritos y la correspondencia de Elias que
sc han publicado hasta la fecha cunto aceptaba y rechazaba de los
5. Aunque sin aludir a las obras de Ellas ,
C.
H. Waddington prefiri c1trmi
no clave de Elias sociogenrico para describir el mecanismo acumulativo de
aprendizajesocial: La palabra que utiliza Huxleyes psicosoclal . Peca, en mi
p
nn, de cierta redundancia, dado que lo social difcilmente puede evitar ser psicc
lgico. Yo prefiero utilizar sociogcntlco , que subraya la importancia del rueca
nisrno como medio de transmitir informacin de una generacin a la siguiente, que
es el punto crucial Waddington 1961: 74).
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Introduccin del
editor
23
pormenores de la sntesis moderna, ni siquiera si tuvo conciencia
del consenso. Ni si estaba al corriente de las tendencias actuales en
el campo respecto a la deriva gentica al azar, la supervivencia de
genes as como de grupos de parientes, poblaciones
y especies Fu
~
1986: 13 . Ni si,rensaba que todo esto poda afectar signl
ficativamente a su verston de la teora evolutiva. Todas estas cues
t i o n ~ s t i ~ ? e n
que aclararlas los investigadores que quieran seguir
la direccin que marca la Teora del mbolo Yo slo estoy indi
cando
una
afinidad.
Pero est claro que aunque Elias toma mucho de estos autores
se aparta ta?Jbin de ellos por su forma obstinadamente
sociclgi
ca de
manejar
los temas. Tiene una sensibilidad muy desarrollada
de socilogo para ver cmo las tendencias ideolgicas y disciplina
rias de los individuos pueden conformar significativamente sus ob
servaciones de las realidades biolgicas. E insiste mucho ms en
explicar la orientacin de las sucesivas etapas integradoras-desin
~ e g r a d o ~ ~ s del desarrollo social, dentro del nivel social global de
integracin,
de lo que lo hacen los bilogos evolucionistas. Su ter
~ n o l o ~ para abordar este nivel es claramente ms precisa, ms
diferenciada y adaptada a sus contornos. Hay
una
vaguedad evi
dente. por ejemplo, en el trmino fase de evolucin psicosocial
de H u x l ~ y Las frases de este tipo se adecuaban a que l y otros
estaban intentando hacer, es decir. slo demostrar que era imposi
ble reducir el nivel s ~ i a l humano ms elevado a los ms bajos,
como parte de una vrsron del mundo tico-humanista basada en
una imagen evolucionista de la humanidad.
Pero Ellas consideraba que para que se pudiera abordar razo
nablemente un proyecto de ese gnero era necesario mucho traba
jo sociolgico que
c o ~ t : o l a r a
la intrusin de valoraciones ideolgi
cas cargadas de emotividad en nuestras observaciones de los nive
les biolgico y social de los seres humanos. l se refera a veces a
esta estrategia como el rodeo por distanciamiento Elias 1987a:
105-6 . Esto va estrechamente unido a una perspectiva a largo pla
zo del desarrollo social. Ellas parece tomar de los evolucionistas
de la sntesis moderna slo lo que precisa para proporcionar un
c o m p l e ? ~ ? t o evolucionista a largo plazo a sus teoras de los pro
c ~ s o s
civilizadores, la diferenciacin cientfica y la formacin de
sirnbolos. Unos cuantos autores alumnos o discpulos de Elias
han empezado a acep tar su reto y a buscar un pun to de vista de
muy largo alcance del desarrollo social y cientfico Goudsblom,
Jon
es
y Mennell 1989; WassaIl1990 pero en la sociologa de la
ciencia actual hay muy pocas aportaciones que tengan una visin
como sa del desarrollo Hull 1988 .
Elias raras veces se interesa
por
las polmicas metodolgicas
en s . En sus lt imos escr itos centr la atencin en la nueva inte
gracin de grupos sociales a un nivel global, proceso
que
obliga a
ampliar el campo de la sociologa, del nivel de integracin del esta
do nacional al de la humanidad en su conjunto , como baluar te
contra la intrusin de autoimgenes nacionales en la formacin de
conceptos Elias 1987c; Menne1l1989: cap. 9 . a
Teora del m-
bolo
contribuye a esta ampliacin vital del campo situando la in
vestigacin de la formacin de smbolos humana en la escala tem
poral muy larga de la evolucin de la especie y mostrando cmo
est vinculada a la comunicacin, la orientacin y la supervivencia
de grupo. Ayuda as a establecer una agenda sociolgica para ge
nerar conocimiento cientfico social con el alcance y el grado de
distanciamiento necesarios para entender, y contribuir as poten
cialmente a que sobreviva esa prxima fase del desarrollo de la hu
manidad a ese nivel global, que est surgiendo a nuestro alrededor
por todas partes. Pretende proporcionar a los socilogos
una
ima
gen ms realista y fidedigna de la humanidad en su conjunto para
que se pueda trabajar con ella.
Las polmicas y ejercicios de limpieza del campo conceptual
que se desarrollan en este l ibro estn todas destinadas en par te a
ayudar a alcanzar este objetivo prctico procurando eliminar algu
nos de los conceptos, los dualismos y los supuestos anticuados
mencionados antes que, si se uti lizasen exclusivamente . no nos
proporcionaran una comprensin adecuada para orientamos en
el prximo nivel integrador emergente. Estas abstracciones. en
manos de los estamentos acadmicos atrincherados, y teidas a
menudo de valoraciones implcitas, ideolgicas y de otro gnero,
pueden constituir tambin un mayor grado de complicidad. En ese
sentido, podran contribuir tambin ms a la desorientacin y has
ta quizs a la peligrosa aparicin de tensiones sociales durante las
transiciones de reintegracin en unidades de supervivencia ms
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ntroduccin del editor
25
amplias, por las cuales la humanidad est probablemente, aunque
en modo alguno inevitablemente, a punto de pasar.
En el fragmento introductorio la ltima cosa que escribi)
Elias
an
dedica considerable espacio a criticar una vez ms lo
a
priori
kantiano y la duda cartesiano-husserliana. [Se trata de una
tarea que haba emprendido ya setenta aos atrs, cuando estudia
ba como posgraduado con Richard
Honigswald
en Breslau Resul
ta tentador menospreciar su constante retomo a estos temas como
indicativo slo de que era una obsesin o de que viv en el pasa
do, o de ambas cosas. Pero en realidad l haba ledo sobre los im
portantes desarrollos recientes del pensamiento kantiano de, por
ejemplo, Karl-Otto Apel y Irgen Habermas. Bajo la superficie del
nuevo inters que manifiestan por el lenguaje y por las comunida
des lingsticas, perciba la misma estructura trascendental de pen
samiento que caracteriza toda la filosofa kantiana. Sigue en pie,
sin embargo, la pregunta: por qu prosigui su cruzada contra
esta y otras filosofas racionalistas con infatigable energa hasta el
mismo fin de su
vida
respuesta est en 10que hemos dicho sobre orientacin. Lo
que en mi opinin galvanizaba a Elias era que comprenda que la
dimensin trascendental del pensamiento kantiano es derrotista.
Da por supuesto que los individuos no pueden adaptarse a situa
ciones diferentes y desarrollar nuevas formas de pensar segn la
naturaleza de los nuevos objetos que aparecen y a los que se en
frentan: estn encadenados para siempre por categoras estableci
das. Y las versiones de la duda cartesiana abdican de toda respon
sabilidad en la misma tarea, dando por supuesto que en el fondo
nunca podemos estar seguros en realidad de si existe el mundo
real que pretendemos entender. Ambas filosofas son individualis
huyen del hecho evidente de las sntesis progresivas
histricamente desarrolladas de las ciencias a partir de nuevas ob-
6. En una car ta dir igida a m y fechada el 18 de enero del 81, Eias escr ibi:
Haytoda clase de contradicciones en la posicin de Apel. Pretende incluir en su
trascen?emaJismo datos sociales, lo que sencillamente no es posible porque los da
tos sociales presuponen una pluralidad de seres humanos. mientras que el trmino
trascendental alude a datos que un individuo aislado posee por s mismo previa
mente a cualquier expcriencia. Vase tambin Elias 1982: 24 y otras crticas del
trascendentalismo en Kilminster 1982 y 1989.
servaciones. Elias sostiene que los hechos indican que el nmero
de smbolos y lenguas que han creado las gentes a lo largo de los
siglm y seguirn creando no tiene m i t e .
Elias dice al final del fragmento introductorlo, que estas filoso
fas que ponen en duda que exista algo independiente del sujeto
consciente son el gusano de la manzana de la modernidad (pg.
49). Son un acompaamiento destructivo del movimiento cientfi
co y slo pueden obstaculizar las tareas decisivas cognitivo-orien
tativas a las que se enfrenta la humanidad en la fase siguiente de
su desarrollo. La persecucin implacable a que les someti Elias
no era ninguna simple
vendetta
Haba muchsimo ms en juego.
RICH RD
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its Significancc for the Study of the Sciences, en Peter Gleichmann,
Iohan Goudsblom y Herrnann Kortc eds), Human Pigurations Es-
says for Norbert Elias
Amsterdam: Amsterdams Sccologisch Tijd-
schrift.
Teora del smbolo
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Introduccin
uchos de los problemas que se plantean
y
analizan en esta in-
troduccin no son problemas de la sociologa convencional
tal como es hoy en esta etapa relat ivamente primitiva de su desa-
rrollo No slo resulta difcil en esta etapa ord r la sucesin pro-
cesual en la que un acontecimiento no puede llegar a producirse
si no se ha producido antes
otro
acontecimiento anterior En otras
palabras la sociologa no slo ha de apreciar y representar simb-
licamente procesos sino que necesita tambin
entender
plenamen-
te l hecho de que la ubicacin de acontecimientos puede produ-
cirse en una serie de distintos niveles de integracin
Consideremos la orientacin en lo que llamamos espacio Se
puede representar
por
conceptos como anchura
profundid d
o
longi tud Pero a un nivel de integracin ms alto se puede repre-
sentar tambin por el concepto espacio y no es improbable que
en el desarro llo de la humanidad conceptos como longi tud o an-
chura precediesen a la integracin superior que representa el con-
cepto de espacio Por otr parte espacio constituye una integra-
cin a un nivel de concepc in ms bajo que el concepto dimen-
sin que indica implcitamente que espac io no es el nico nivel
de orientacin El descubrimiento de que un orientacin comple-
ta de un acontecimiento en el espacio exige su determinacin en el
tiempo tambin fue como es sabido un acontecimiento cientfico
trascendental No es posible ubicar plenamente un acontecimiento
en l espac io si no se le ubica a la vez en el t iempo De hecho si
uno dice Einstein descubri que
nuestro
universo es un universo
cuatndimenslonal eso no quiere decir en realidad que la integra-
cin de medios de ubicacin en el nivel de t iempo y espacio fuese
desconocida antes de que Einstein la hiciese explcita Todo cam-
bio de longitud es ta mb i n un ca mbio de tiempo Es difcil de
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Introduccin
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aceptar la idea de que antes de Einstein nadie se diese cuenta nun-
ca de este hecho. Uno de los mri tos de Einstein fue que tuvo el
valor de demostrar y expresar cientficamente algo obvio.
Supongamos que estoy visitando una poblacin desconocida
con un plano de calles en la mano. No tengo en este caso n ingn
problema para di ferenciar ent re dos formas de existencia. Las
canes las casas y las plazas pueden catalogarse como realmente
existentes.
El
plano de la ciudad es una representacin simblica
de esa realidad. No hay por qu dudar en este caso de la corres-
pondencia entre smbolo
y
real idad. El autor del plano puede ha-
ber cometido errores pero podemos en general confiar en el pro-
pio inters de los editores que han procurado que se corrigiesen
los erro res y que los p lanos de la c iudad que venden sean repre-
sentaciones simblicas exactas del trazado de la ciudad. Si utiliza-
mos la relacin entre la unidad fsica y social de una poblacin y la
representacin simblica de su trazado en la forma de un plano o
mapa como modelo se nos plantea una dificultad que puede resul-
tar insuperable mientras no la afrontemos. Puede parecer tambin
que es demasiado trivial para que merezca un examen ms deteni-
do. Es razonable conceprualizar la relacin entre una poblacin y
su plano como la que hay ent re algo que existe realmente y algo
que slo es su representacin simblica. Satisface la tendencia ha-
bitual de nuestra poca de apreciar diferencias como oposiciones.
Pero la connotacin de oposic in en este caso es la de fantas a y
realidad. El mapa y la ciudad tienen una forma de existencia dife-
rente pero no opuesta. Ni siquiera las lenguas ms diferenciadas lo
estn hoy suficiente para proporcionar a los que las usan un medio
de comunicacin con smbolos lingsticos preconcebidos de ele-
mentos que sean diferenciabies sin que haya entre ellos un antago-
nismo. Como mercancas los planos form n parte del mismo nivel
de realidad que la ciudad que representan. Como representaciones
simblicas de la ciudad los planos de sta estn al mismo tiempo
separados de ella. Los individuos deben ser capaces de distanciar-
se de la realidad fsica de la poblacin para elaborar y uti lizar un
plano de ese tipo; deben digamos ascender mentalmente hasta
un nivel de sntesis situado r encima de su existencia inmediata
como una masa de mater ia.
Hay varios tipos de representacin simblica. Los planos son
slo uno de ellos. Las lenguas son otro. Las personas que hablan
ingls y desean hacer un comentar io sobre el cielo de la noche
pueden uti lizar la pauta sonora moon luna. En su lengua esta
pauta sonora representa simblicamente el cuerpo celeste de ma-
yor tamao del cielo nocturno. Los seres humanos son capaces de
comunicarse entre ellos con la ayuda de una amplia gama de pau-
ras sonoras como sta. Pueden almacenar el CONocimiento en su
memoria y transmitirlo de una generacin a otra. Una forma muy
definida de regularizacin social permite que dentro de la misma
sociedad todos los miembros de sta identifiquen las mismas pau-
tas sonoras con el mismo sentido aproximado es decir como sm-
bolos que representan el mismo objeto de conocimiento.
Consideremos
tr
ejemplo la palabra virus. Se invent y se
regulariz cuando se descubrieron agentes ms pequeos que los
bacilos que causaban un tipo concreto de enfermedades y se nece-
sitaba un smbolo o n con la ayuda del cual los individuos pu-
diesen comunicarse sobre los virus. Sin ese smbolo comn era di-
fcil. hasta imposible incluso comunicarse en relacin con ellos.
Pero la necesidad de nombres no se limita a objetos raros y espe-
cializados. Los objetos ms corrientes de nuestra vida cotidiana
orno
botones camisas escaleras y bicicletas necesitan una repre-
sentacin simblica regularizada para que podamos comunicamos
sobre ellos. De hecho todo lo que no est representado simblica-
mente en el idioma de una comunidad lingstica no es conocido
por sus miembros: no pueden comunicarse entre s sobre ello.
Eso no slo es aplicable a palabras aisladas sino a frases ente-
ras a pensamientos en general. Pero la relacin entre representa-
ciones simblicas en forma de frases y aquello que representan es
compleja. Las frases y ms an los tejidos de frases pueden co-
rresponder en todo o en par te a lo que intentan representar . Tam-
poco se limita la necesidad de smbolos comunicables a objetos
particulares tangibles. Se extiende a toda la reserva de conocimien-
tos de una comunidad lingstica y en ltimo
trmino
de la huma-
nidad que incluye funciones situaciones. procesos y los propios
smbolos. As todo lenguaje conocido proporciona a quienes lo
usan como medio de comunicacin smbolos que les permiten ma-
nifestar inequvocamente si las expresiones que se dirigen unos a
otros se refieren a quienes emiten o a quienes reciben el mensaje y
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Introduccin
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si a el los i ndi vi dua lm ent e o como m ie mb ro s de un g ru po . En el in-
gls moderno
y
en t od as las l en gu as r el ac io na da s la s er ie de p ro -
nombres personales tiene esa funcin.
La estructura de las lenguas est determinada por su funcin
social como medio de comunicacin. Tenemos motivos para supo-
ner que todas las sociedades humanas comparten entre ellas un
fondo comn de experiencias y por tanto de conocimiento. Pero
discrepan ampliamente en
cuanto
al contenido y a lc an ce de su co-
nocimiento. De ah que podamos encontrarnos con que los idio-
ma s de a lguna s soc ie da de s pose en re present ac iones sim bli ca s de
obj et os de c onoci mi e nt o de la s que c a re ce n l os de ot ra s. Pode mos
decir en g en er al que los m ie mb ro s de una soc ie da d no c onoce n 10
que no
t ie ne r ep re se nt ac i n s im b li ca en el i di om a de esa socie-
da d. He mos de disti ngui r, sin e mba rgo, entre diferentes grados de
conocimiento. As, las experiencias temporales, como he i ndi ca do
en otra parte, puede conocerlas y representarlas lingsticamente
una
s oc ie dad a un nivel de s ntes is ms bajo
y
otra
a un nivel de
sntesis ms alto.
La comunicacin
por
m edio de sm bolos,
que
puede diferir de
una sociedad a otra es una de las p ec ul ia ri da de s de la humanidad
Se basa en la o rg an iz ac i n b io l gic a de los seres h um an os . La in-
m e nsa varia bi li da d de l as pa ut a s sonora s que pueden producir los
seres humanos
como
m ed io de c om un ic ac i n es una de las c on di -
c io ne s de la v ar ia bi li da d de los l en gu aj es . Es t am bi n
una
condi-
c in de l a a mpli ac in del c onoc im ie nt o. Sin c am bi os i nnova dore s
en las p au ta s s on or as del i di om a no s er a n p os ib le s c am bi os i nn o-
vadores del conocimiento. Entre los humanos, sociedades diferen-
tes
pueden
comunicarse
por medio
de i di om as diferente s. E l mi s-
mo he cho, l a m ism a e xperie nc ia puede representarse
por
smbolos
sonoros diferente s. En l os l enguaj es de l a humanidad podemos ha-
l la r mil y un sm bolos sonoros disti nt os para eso a 1 que en el
i di om a ingls se le llama oon L os seres humanos tienen esto
en comn con los a ni ma les , que su forma de c omunic ac i n e st
predeterminada
por
su o rg an iz ac i n n at ur al . Los seres humanos
estn durante un p er o do t em pr an o de su vida naturalmente pre-
dispuestos para aprender un l en gu aj e. Los humanos difie re n de
1. Vas e
Norbert
Elias ber die Zeit 984 [Frankfurt: Suhrkamp]
otros seres vivos en el hecho de que la s pa ut a s sonoras que son sus
m edios pri nc ipal es de c omunic ac i n no son caracterstica de toda
la e sp ec ie s ino de la s oc ie da d en la que c r e c e ~ Adems: :stas pau-
tas sonoras que l la ma mos i diom a no estn filadas
g e n e t I c a m e n ~ e
sino
que
son
obra humana
y el miembro individual de ~ n a socre-
dad las a dq ui er e a t ra vs de un la rg o p ro ce so de p r e n d ~ z l e
Podramos decir correctamente
que todo
e st o es
obVIO
Es ob-
vio que la p ri me ra l en gu a, la m at er na , no es innata sino que se
quiere po r aprendizaje. Es obvio que el
i d i o ~ a
no es una h ~ r e n c t a
n at ur al de la
humanidad
sino
que
puede vanar de
una
s o c I e d a ~ a
otra. Sin e mbargo, e st as propi edade s, como m ucha s ot ra s propi e-
dades de l os seres humanos que i ndi ca n su carcter nico entre los
seres vivos, raras veces constituyen el centro de los an lis is e in-
vestigaciones contemporneos. Uno de los defectos fundamentales
de l as c ie nc ia s
humanas
sobre todo de a quel la s que,
como
la so-
ciologia, incluyen los niveles de sntesis ms elevados p.osibles, es
que el m od el o b s ic o de s er es humanos con el que trabajan es con-
fuso e i nduc e a c onfusin. L os represe nt ante s de l as
ciencias
natu-
rales asumieron sus caractersticas como c ie nc ia s e n un pe r odo e n
el que se di sc ut an e xt e nsa me nt e la s propi edade s
n a t u r a l e ~
c om o a lg o d is ti nt o a un
campo
de r ec re o de los e sp r it us . Se.
habia
alcanzado cierto grado de a cu er do en cuanto a l os rasgos dtferen-
ciables de los a co nt ec im ie nt os n at ur al es con r el ac i n a los s ob re -
nat ural es. No e xi st e un grado de a c ue rdo comparable en elmodele
bsico
de
seres humanos con el que trabajan las ciencias. Estas es-
tn enfrascadas como e ra de e sperar, en
una
incierta lucha
mutua
por l a supre ma c a. Durante un t ie mp o se supuso
que
l a c ie nc ia de
la economa podra aportar un m ode l o globa l de os s e ~ e s h ~ m a -
nos, y l os bilogos
nunca
han d ej ad o de
proclamar
su
pnmacia
en
las ciencias humanas La investigacin aqu publicada puede hacer
que re sul te ms fcil ver
que
lo ms proba bl e es
que
ninguna de
esas ciencias humanas
pueda
pretender en su f or ma a ct ua l
aportar
l a i nform ac in bsic a pre ci sa para un m od el o b s ic o de los s eres
humanos.
Puede que no r es ul te fcil e nc aj ar la b re ve i nt ro du cc i n a
t eor a del s mbolo
que
sigue en el e sq ue ma a ce pt ad o de las cien-
cias humanas N o e nc aj a en el c am po de la b io lo gi a tal como se ha
c onform a do a ct ua l me nt e , y t ie ne sin embargo amplitud suficiente
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Introduccin
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p r inclu ir los aspectos biolgicos de la existencia humana. No
encaja en el campo de la psicologa tal omo se entiende el trmi
no hoy en da. La na turaleza del lengua je no puede invest igarse
adecuadamente a travs de un tipo de psicologa centrada en el in
dividuo. encaja en la corriente principal de la sociologa que
menosprecia hasta el momento la informacin paradigmtica que
exige el complejo conocimiento, lenguaje. memoria y pensamien
to. Tarde o temprano ser necesario analizar crticamente la divi
sin del trabajo
que
hoy rige entre las ciencias humanas o sociales.
La antigua divisin cuerpo-alma sigue siendo madrina de la divi
sin entre fisiologa y psicologa. La diferenciacin entre la ciencia
poltica y la cienc ia de la economa tiene una c ier ta deuda con la
etapa d e s a I T o l l ~ la d ivisin del t rabajo entre empresarios
profesionales y polticos profesionales. Tal como estn s cosas,
parece que demos por supuesto que la estructura interna de cien
c ~ a s h.umanas como. la psicologa, la sociologa, la economa y la
historia pueda cambiar, mientras la divisin de ciencias de acuerdo
con las instituciones actuales se acepta tcitamente omo inaltera
ble. Sin embargo, por debajo del esquema actual de las ciencias
sociales hay un concepto de los seres humanos que normalmente
no se analiza y que, si se analiza, resul ta ser completamente inade
cuado, u ndo no claramente engaoso.
Los problemas que investigan los cientficos sociales y las solu
ciones que descubren se apoyan en una base de conceptos de un
nivel de
s n t ~ s i s
muy alto respecto a los que se plantean pocos in
terrogantes es que se plantea alguno. Se utilizan rutinariamente
c0 ' ,l0 si fuesen una propiedad inalterable'de la humanidad, y en
sociedades como la nuestra suelen dopt r la forma de una ant te
sis bipo ar c o m ~ naturaleza y cultura, cuerpo y mente o suje
to y ob je te. SI naturaleza y cul tu ra o naturaleza y sociedad se
a p ~ ~ c i a n
de modo, puede resultar difcil de seguir la argumen
racin que se sigue aqu. Es posible, claro est, que la cultura hu.
m a ~ a se oponga a la naturaleza humana. Por otra parte , la const i
t U C I O ~ de los seres humanos hace que les sea preciso elaborar sus
propios productos culturales especficos para su sociedad. Su ma
d ~ r ~ c i n ? i o [ ~ c a xig el complemento de un proceso de apren
dizaje socI.al. SI no h ~ n e n ninguna oportunidad social de prender
un lenguaje, la predisposicin biolgica a aprenderlo permanece
sin uso. En l caso humano, los procesos biolgicos y sociales, en
vez de ser opuestos polares, deben entrelazarse para ser eficaces.
Adems, las teoras tradicionales del conocimiento y del len
guaje tienden a presentar el acto individual de conocer o de hablar
como el punto de partida de la tarea que abordan. El punto de par
tida es una persona individual absolutamente sola en este mundo
que, on un giro del brazo, atrapa de la nada ciertos elementos de
conocimiento y busca una solucin al problema de cmo estos ele
mentos pueden realizar su tarea de transmitir conocimiento de una
persona a otras,
mo
pueden tener un significado
que
correspon
de a lo que es objeto de la transmisin de conocimiento. Gmo
pueden las pautas sonoras transmitir al receptor imgenes o,' dicho
de otro modo, significados que el emisor asocia a ellas? El plantea
mlcnto concuerda con los datos relevantes y la solucin puede ela
borarse por ello tambin cerca de los datos .
Pero primero tendremos que liberamos de la fuerza apremiante
de la costumbre. La costumbre ha habituado a los individuos que
buscan una explicacin de este tipo a buscar un solucin que ten
ga el carcter de un inicio. Esa solucin no es factible. La forma
cin de un lenguaje, como la del conocimiento, es un proceso con
tinuado sin quiebras absolutas. o que puede espera rse ha lla r a
largo plazo es, en otras palabras, un flujo incesante de lenguaje y
de conocimiento que contiene medios de comunicacin y orienta
cin regularizados. Se mantiene vivo mediante tcnicas regulariza
das que pueden o no ident if icarse omo tales. La capacidad de
controlar pautas de conocimiento y de lenguaje en una sociedad
suele ser concomitante de la distribucin de oportunidades de po
der en una sociedad. Los brotes de integracin y desintegracin
suelen dejar huellas en el desarrollo del idioma y el conocimiento
de una sociedad.
Las teoras del conocimiento cuyo modelo central es una divi
soria sujeto-objeto muestran 10fcil que es aceptar
un
teora que
otorga a un doble de uno mismo lugar. p r o l ~ 1 i n e n t e y on la.
uno puede en consecuencia realmente ident if icarse. No es d f l c ~ l
reconocer en el sujeto filosfico del conocimiento el Ego generali
zado. La tenacidad con la que se mantuvo la teora del conoci
miento sujeto-objeto durante cientos de aos como la teora d ~ ~ i -
nante nos recuerda la constancia con que mantuvo el predominio
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Introduccin 41
la teora geocntrica del universo. Era agradable saber que el hbi-
tat propio era el centro del universo. Haba pruebas irrefutables
que confirmaban la hiptesis errnea. El sol viajaba da tras da
por
el cielo aparentemente alrededor de la tierra. Sin embargo se
descubri el error.
En este caso podemos diferenciar claramente entre datos que
son representaciones simblicas y los que no lo son y que se clasi-
fican
por
ello de una forma distinta: se clasifican como reales.
filosofa que sigue la tradicin de Descartes es sobre todo una filo-
sofa de la duda. Ensea a sus seguidores a dudar . Lo que esos su-
cesores exponan no era necesariamente y en muchos casos no lo
era decididamente una va para superar la duda sino los mritos
de la duda como tal. La duda bsica se diriga contra el supues to
de que los seres humanos pueden llegar a saber cmo estn estruc-
turados los objetos de su conocimiento con total independencia
del hecho de que sean objetos del conocimiento humano. Filsofos
herederos de Descartes Kant Husserl y Popper imputaron a los
que ellos consideraban precartesianos la opinin de que un buen
da los seres humanos despertaran y descubriran que conocan
los objetos del conocimiento con independencia del hecho de que
se tratasen de objetos del conocimiento humano. Los filsofos de
la etapa car tesiana no siempre postularon explci tamente que el
conocimiento falsee. Se limitaban a decir: es posible; los seres hu-
manos nunca pueden saber si es as o no; lo honrado es decir: du-
damos.
. Un ejemplo puede ayudar.
oyes
ya una vieja historia muy es-
~ m ~ ~
cmo el filsofo escocs David Hume comprendi que los
l ? d l V ~ d ~ o s
vez no puedan adqui ri r a travs de la propia expe-
n ~ n C I ? l l l d l v l d u a l
el concepto de relacin causal corno tipo de ex-
plicacin universal. Y que fue as el primero que descubri un pro-
blema filosfico fundamental: cmo demonios llegan los seres
humanos si no es como resultado de su propia experiencia a su-
poner que todos los problemas no resueltos pueden tener solucin
en la forma de una relacin de causa efecto? A David Hu me le
desconcert esto y como era una persona modesta confes que
no saba cmo responder a la pregunta.
El gran Immanuel Kant sigui buscando una solucin al pro-
blema de Hume y proclam orgullosamente en su
rticade la Ra
zn Pura que la haba hal lado. Estaba de acue rdo con Hume en
que el que el ser humano esperase una solucin causal a una varie-
dad casi i limitada de problemas tal vez no pudiese proceder de la
propia exper iencia del individuo. Pero fue ms all que Hume al
afirmar que esa esperanza humana universal de que siempre poda
acabar hallndose
un
relacin causa efecto como solucin a todos
los problemas pendientes era una caracterstica de la propia razn
humana como substancia dios
y
otros muchos conceptos b-
sicos. La solucin de Kant al problema era sencilla y en caso de
que fuese correcta de largo alcance en sus consecuencias. Segn
la ubicuidad de las relaciones causales no se deba a su repeti-
cin fctica en el mundo como tal sino a la estructura de la inteli-
gencia humana. Las relaciones causales estaban segn Kant in-
corporadas a la razn humana antes que cualquier experiencia o
en otras palabras a priori. La razn no trascenda la experiencia;
si fuese as las relaciones causales podran considerarse fantasas
y
especulaciones. Kant consideraba como su gran descubrimiento
que formas especificas de razonamiento entre ellas las relaciones
causales no trascendan la experiencia humana sino que er n con-
diciones universales de todas las experiencias humanas o en len-
guaje de Kant trascendentales. Kant diferenci tajantemente dos
conceptos que antes podan usarse como ms o menos idnticos.
Decret que en adelante los filsofos deban diferenciar inequvo-
camente el trmino trascendente que poda derivarse de la ex-
periencia
y
sin embargo trascenderla del trmino trascendental
que l consideraba un supuesto previo de la experiencia y que po-
da derivarse como tal de una observacin sistemtica de experien-
cias.
El trascendentalismo de Kant tuvo graves consecuencias. Daba
por supues to que los seres humanos no pueden saber nunca si el
mundo como tal tiene todas esas caracterst icas que parece tener
cuando pasa a travs de la conciencia o la razn. Porque
hacerlo
adquiere algunas de esas propiedades que estn predeterminadas
por la naturaleza de la razn humana por caractersticas de la pro-
pia mente humana. Segn Kant el raciocinio
hum no
no era ca-
paz de adaptarse a todos los tipos posibles de experiencia. No era
infinitamente variable en correspondencia con la multiplicidad del
propio mundo. El raciocinio humano tena segn Kant lmites de
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Teora del smbolo
Introduccin
43
finidos
como
medio de orientacin Nos vemos obligados a encajar
nuestras experiencias en un esquema predeterminado
que
dicta la
naturaleza humana La fuerza imperativa de
esa
expectativa de ha-
llar soluciones a todo tipo de problemas en la forma de una rela-
cin de
causa
efecto puede servir de ejemplo No se deriva de la
naturaleza de los objetos del razonamiento sino de la naturaleza
de Jos sujetos Kant fue involuntariamente un
promotor
del relati-
vismo filosfico
sin cmbargo no es demasiado difcil
avanzar
hacia
una
solu-
cin de ese problema planteado por Hume que Kant crey haber
resuelto La creencia en el carcter satisfactorio de las soluciones
causa les de todo t ipo de p roblemas no
puede
basarse en la expe-
riencia de personas individuales
Se
basa en la naturaleza del ra-
ciocinio
humano
Qu
ms soluciones se nos ofrecen? La solu-
cin ms inmediata es bastante simple No hay ninguna necesidad
de buscar un refugio
en
el supuesto de
una
forma de raciocinio
predeterminada naturalmente El trmino causa y sus diversos
usos es algo
que
adquieren a travs de un proceso de aprendizaje
todos los miembros
normalmente dotados
de
una comunidad
lin-
gistica contempornea
Po r qu Hume
y Kant no dieron
con
esta solucin evidente? Probablemente
porque
no era la solucin a
problema al
problema
tal
como
se les planteaba a individuos
formados en la tradicin filosfica Ellos esperaban una solucin
causal conectada con su tradicin individualista Era esta tradi-
cin la que se expresaba en la formulacin que hizo
Hume
del pro-
blema yen la solucin de Kant No adquirida a travs de la expe-
riencia individual que es demasiado limitada para
un juicio de ese
alcance deca Hume Basada en la naturaleza del raciocinio huma-
no contest Kant utilizando un modelo causal Las explicaciones
sociales el conocimiento de
que
la adqui sicin de un lenguaje y
por tanto
de palabras
como
causa y efecto es algo ms
que
una
acumulacin de acciones individuales
quedaba
fuera del al-
cance de ambos
y
tampoco
estaban
en condiciones de apreciar la
satisfaccin social vinculada al hallazgo de
una
explicacin causal
como
un aspecto del hbito social de un perodo
como una
forma
de compulsin social
La expectativa de un t ipo especfico de expl icacin no se debe
a
una
experiencia personal de un individuo sino a las experiencias
colectivas de un
grupo
completo a lo largo de varias generaciones
Si los individuos crecen en una sociedad
donde
la brujeria ha lle-
gado a considerarse indiscutiblemente la fuerza ms poderosa es
probable
que descubran
la solucin socialmente exigida a sus pro-
blemas urgentes
cuando
hal len la bruja
que
ha causado el
dao
que
intentan
explicar
Tanto Hume
como
Kant
haban
aprendido
a
buscar
la explicacin causal y el propio trmino causa desde la
infancia
como
un ingrediente de su lenguaje evidente por s mis-
mo Podemos muy bien
preguntar
por
qu
no fueron capaces de
dar
con esta solucin obvia La razn ms
probable
puede
que fue-
se
que
en su sociedad y
en
su profesin las soluciones de este tipo
soluciones sociales no tenan el valor cogni tivo de hoy y no las
acompaaba
el
mismo
sentimiento de satisfaccin
que
hoy podra
acompaarlas En realidad no es del
todo
correcto
suponer
que la
bsqueda de causas impersonales sea la favorita
para
explicar to-
dos los perodos La precedi en general y la
acompa
a menu-
do la
bsqueda
de personas vivas
como autoras
de acontecimien-
tos
y
la concepcin de todos los acontecimientos
como
acciones
que se
intentaban
explicar La pregunta ~ u i n destruy mi casa
con un rayo? preced i a la
pregunta Qu
destruy mi casa?
Las explicaciones causales alcanzaron
una
supremaca parcial bas-
tante tarde
en
el desarrollo de la
humanidad
La mayora de Jos in-
dividuos vivos probablemente
busquen an una
respuesta a la pre-
gunta
Quin
cre el mundo? no
Qu
cambios explican la
configuracin actual del universo fisico? La bsqueda de expli-
caciones en un proceso a largo plazo se hal la
an
en
una
fase pri-
mit