TERCER VIAJE DE SAN PABLO

(53 – 56)

En Éfeso Pablo logró que sus habitantes se den cuenta que la diosa Diana que ellos adoraban era un simple ídolo por lo cual dejaron de rendirle culto.

Razón por la cual los fabricantes de estatuillas originaron un gran tumulto en contra del apóstol.

De Éfeso partió hacia Jerusalén llevando la colecta que se había realizado para los hermanos de Jerusalén.

Por donde iba se

iba despidiendo

anunciando a sus

discípulos que el

Espíritu Santo le

comunicaba que en

Jerusalén iban a

sucederle hechos

graves y que por eso

no lo volverían a ver.

En su quinto viaje a

Jerusalén, los judíos

promovieron un gran

agitación y

estuvieron a punto

de lincharlo, a duras

penas pudieron

salvarlo pero como

insistían en matarlo

fue trasladado de

Jerusalén a Cesárea

donde estuvo preso

por dos años.