TERCERAS JORNADAS DE HISTORIA ECONÓMICA MÉXICO DF TJ - Tomo 1.pdf · PRESENTACIÓN Del 17 al 20...
Transcript of TERCERAS JORNADAS DE HISTORIA ECONÓMICA MÉXICO DF TJ - Tomo 1.pdf · PRESENTACIÓN Del 17 al 20...
TERCERAS
JORNADAS
DE
HISTORIA
ECONÓMICA
2015
MÉXICO DF
TERCERAS JORNADAS
DE HISTORIA ECONÓMICA
MEMORIAS
Sandra Kuntz Ficker
(coord.)
TOMO
*
MÉXICO D.F
2015
Primera Edición , México, 2015
Comentarios y sugerencias: [email protected]
www.amhe.mx
Asociación Mexicana de Historia Económica, AMHE
© 2015 por compilación y contenido
Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa
© 2015 por reproducción
Diseño y edición: Ismael D. Valverde A. (AMHE)
Diseño de portada (edición en CD): José Alfredo Nuñez (UAS)
Derechos Reservados: Asociación Mexicana de Historia Económica Primera Edición 2015 ISBN en trámite TOMO I
Impreso en México. Printed in Mexico
Kuntz Ficker, Sandra (coord.)
Terceras Jornadas de Historia Económica. Memorias, México, Asociación Mexicana de Historia Económica, Universidad Autónoma de Sinaloa, 2015.
445 p. 29.50 x 27.94 cm.
ISBN en trámite
PRESENTACIÓN
Del 17 al 20 de Febrero de 2015 se celebraron en la ciudad de México las Terceras Jornadas de
Historia Económica, organizadas por la Asociación Mexicana de Historia Económica (AMHE) y El
Colegio de México. Desde que los eventos de la AMHE adquirieron el formato de Jornadas en
2012, ésta ha sido la edición en la que hemos tenido mayor respuesta y participación, y en la que la
presencia de colegas de toda la república y del extranjero ha sido más notoria. En efecto, recibimos
en estas Jornadas propuestas de colegas de una veintena de estados del país y de ocho países ade-
más de México, a saber: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, España y Estados
Unidos.
En estas Memorias ofrecemos una muestra representativa de los trabajos que se presentaron
durante las Jornadas. Se observa en ellas una cobertura geográfica amplia, que inicia en ciudades y
estados de México y alcanza varios países latinoamericanos, la región en su conjunto y España, y
una cobertura temporal extensa, que va desde la Colonia hasta principios del siglo XXI. Se percibe
también una pluralidad de temas y perspectivas, reflejo de la variedad de intereses y acercamien-
tos que caracterizan a la disciplina en la actualidad. A los trabajos de corte más clásico sobre histo-
ria de los sectores económicos tradicionales (agraria, de la minería, el transporte y la banca), de
historia empresarial o regional, se suman otros con preocupaciones de aparición más reciente, co-
mo la energía, el concepto de felicidad o el combate a la pobreza, y acercamientos innovadores,
como el de redes sociales, el análisis comparado, o el uso masivo de estadísticas para mostrar tesis
de gran aliento temporal y geográfico. Se aprecia, por último, que algunos tópicos siguen conci-
tando el interés de los historiadores económicos, como la fiscalidad, el papel del Estado, los deba-
tes sobre el atraso y las crisis económicas. Lo dicho: un rico muestrario del universo actual de la
historia económica tal como se le practica en México y otros países.
La publicación de estas Memorias se debe en buena medida al ofrecimiento del Dr. Arturo
Carrillo para reproducirlas en disco compacto, con el apoyo de la Universidad Autónoma de Sina-
loa. Su realización quedó a cargo del Lic. Ismael Valverde, responsable de todos los detalles de la
edición, desde la portada hasta su punto final, con el respaldo de Luis Enrique Sánchez, adminis-
trador de la página web de la AMHE, quien diseñó el procedimiento para capturar las ponencias
online. A todos ellos mi más sincero agradecimiento. Éste debe extenderse a los integrantes de la
Mesa Directiva de la AMHE, y en particular a mis apreciadas colegas del Comité Ejecutivo, las
doctoras Yovana Celaya (Secretaria) y Cecilia Zuleta (Tesorera), que colaboraron con gran entu-
siasmo en la organización de las Jornadas, y al Secretario del Consejo de Honor, el Dr. Carlos Ma-
richal, quien venturosamente nunca deja de respaldar nuestros esfuerzos.
Sandra Kuntz Ficker
Presidenta de la AMHE
Febrero de 2015
CONTENIDO
TOMO I
Gustavo Aguilar Aguilar, La familia Zaragoza en Sinaloa las tiendas de autoservicio…………..10 Ilse Angélica Álvarez Palma, Las energías alternativas en la movilidad, al inicio del mercado automotor estadounidense..................................................................................................................30 Sebastián Amaya Palacios y Robinson Alexis Baena, Creación y financiamiento de las defensas españolas en Tierra Firme durante la Unión Ibérica (1580-1640).......................................................45 Ramón Guadalupe Anaya Ortiz, Políticas públicas en el combate a la pobreza en México 2000-2012…………………………………………………………………………………………………62 Fernando Ariel Ortega, El funcionamiento de la Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino (EFEA) durante el gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962………………………………………..89 Andrea Terán Bobadilla, Análisis histórico de la nacionalización de la Comisión Federal de Electricidad y sus implicaciones políticas y económicas para México……………………………...113 Arturo Carrillo Rojas, Los noventa: un salto en los procesos de innovación en la agricultura comercial…………………………………………………………………………………………...131 Germán Raúl Chaparro, La creación de los bancos centrales de Colombia y México como procesos de centralización del Estado………………………………………………………………………..150 Pastor Rafael Deuer Deuer, Minería de plata en Bolivia: Análisis de las actividades de la Compañía Minera Colquechaca en el primero periodo de su existencia, 1878-1890…………………………..203 César Francisco Duarte Rivera, Un conflicto al interior de la burguesía financiera. La cuestión de los bancos durante el porfiriato (1884-1897)……………………………………………………….256 Marie Christine Duggan, Bourbon Imperialism: Fiscal Transfers and Contraband Trade in Alta California, 1769 to 1809……………………………………………………………………………272 Giovanni Federico y Antonio Tena-Junguito, The Americas Divergence. Independence versus Emancipation in Latin America and the Caribbean 1820-1870……………………………………297 Víctor Ángel Flores González, Entre empresarios y gobierno: la planta laboral del Banco Nacional de México bajo el esquema de la banca múltiple, 1976-1982………….…………………………….332 Óscar Flores y Magda Yadira Robles, Lo que no concedió la naturaleza, lo creó el Estado. Industria e infraestructura en Monterrey, 1940-1980………………………………………………………..353
Óscar Flores, La corresponsalía de la AMHE en Nuevo León……………………………………..375 Fania Fridman, Notas sobre o planejamento no período João Goulart…………………………….385 José Galindo, Algunas conclusiones sobre crony capitalism y redes sociales en México en la primera mitad del siglo XX………………………………………………………………………………….414 Elsa M. Gracida, Los economistas de la transición: un puente internacional……………………..430 Iván Inostroza C., Los agricultores mapuche en el mercado agrario del Sur de Chile 1890-1940…………………………………………………………………………………………….….450 Antonio Jaramillo Arango, El sistema comercial en el corredor Pacifico antes de la invasión europea. Una perspectiva desde Ecuador…………………………………………………………..466
10
La familia Zaragoza en Sinaloa: las tiendas de autoservicio1
Gustavo Aguilar Aguilar2
Presentación
El objetivo central de este trabajo es dar a conocer la trayectoria empresarial de la familia
Zaragoza en el Noroeste de México, la cual inicia con el inmigrante español Gaspar
Zaragoza, quién llegara a Sonora en la última década del siglo XIX, eligiendo el puerto de
Guaymas para establecerse. La primera participación empresarial la tuvo al formar la
compañía minera “Zaragoza”, así también, formó parte del cuerpo de accionistas del Banco
de Sonora; se integró como socio comanditado de la sociedad mercantil “P. Cosca y Cía.”,
con quién tuvo una larga trayectoria en el ámbito mercantil, lo que le permitió participar en
otras empresas industriales y de servicios, así como extender su actividad empresarial a
otras regiones de la entidad. La trayectoria de las sociedades formadas por Gaspar
Zaragoza, no se limitaron al estado de Sonora, Sinaloa también fue el punto de atracción
para la sucesión Zaragoza, con el establecimiento de compañías como “Almacenes
Zaragoza, S. A.” al principiar la década de los años cuarenta del siglo XX, mismos que
permanecen en la actualidad bajo la razón social de “MZ”, así como “Deportes Culiacán, S.
A.” e “Inversiones Humaya, S. A. También, se trata de conocer la capitalización del
empresario, como la diversificación y racionalización del capital. Por lo tanto, se hablará de
un inmigrante español y de su descendencia, cuya actividad comercial les permitió
establecer sus vínculos empresariales con sonorenses y posteriormente con sinaloenses.
1.- El estado de Sonora ante el inminente arribo de inmigrantes españoles
Aunque Sonora no figuró como una región económicamente desarrollada a finales del siglo
XIX, si participó en la mecanización de los sistemas productivos, misma que se reflejó en la
minería a través de la aplicación de nuevas tecnologías en los sistemas de extracción y
1 Una versión preliminar de este trabajo fue presentado en coautoría con Ana Isabel Grijalva Díaz en el XX Simposio de Historia Regional “Protagonistas en la Historia del Noroeste de México”, celebrado en le ciudad de Hermosillo, Sonora del 26 de noviembre al 1 de diciembre de 2007. 2 Universidad Autónoma de Sinaloa. Facultad de Historia
11
beneficio, así como también en el sector de industrias de transformación, específicamente
en la fabricación de telas y la producción de harina de trigo.
Durante el período antes mencionado, el comercio fue la segunda actividad más importante
a la que se dedicaron los empresarios sonorenses. Hacia el exterior, se desarrolló desde
Guaymas por vía terrestre hacia California y Arizona, y por vía marítima, entre los puertos
de Guaymas y San Francisco, permitiendo el crecimiento de los distritos noroccidentales del
Estado, lo que posibilitó el crecimiento de una clase comercial importante en los municipios
de Guaymas, Hermosillo, Magdalena y Altar.3 Esto en cuanto a las importaciones y
exportaciones, ya que hacia el interior se desarrolló una regionalización del mercado
comercial en el abastecimiento de las poblaciones y centros mineros más importantes del
estado.
Para ello, los inmigrantes de diferentes nacionalidades participaron en el desarrollo
económico de Sonora, a través de la formación de diversas empresas en variadas áreas
productivas y de servicios. Una parte importante de estos inmigrantes se refiere a españoles
procedentes del norte de España, que se establecieron en los últimos veinte años del siglo
XIX, cuya característica principal era la práctica en la actividad comercial con una larga
trayectoria.4 El florecimiento de esta actividad se observó en primer lugar en Guaymas,
debido a sus características de puerto y a las oportunidades de intercambios comerciales, ya
sea por cabotaje, principalmente con Mazatlán o por vía férrea hacia Estados Unidos.
2.- Gaspar Zaragoza y su participación mercantil al lado de Pedro Cosca
En este caso, el español Gaspar Zaragoza, procedente de Elanchove, pueblo pesquero
localizado a 50 kilómetros de Bilbao, provincia de Vizcaya, inicialmente llegó a Mazatlán,
para trabajar con los Echeguren, quienes se habían establecido en aquella ciudad desde
mediados del siglo XIX y con el paso del tiempo lograron ubicarse entre los empresarios
más importantes del estado de Sinaloa, con inversiones en prácticamente todas las
3 Gracida Romo, Juan José. Génesis y consolidación del porfiriato en Sonora (1883-1895). En Historia General de Sonora, coordinado por Chynthia Radding de Murrieta, 19-71. 1985. Hermosillo: Gobierno del Estado de Sonora. 41-43. 4 Cerutti, Mario y Jesús María Valdaliso. “Monterrey y Bilbao (1870-1914). Empresariado, industria y desarrollo regional en la periferia”. Historia Mexicana. 208. 2003. 905-940. En especial 910.
12
actividades económicas. Años después, Gaspar Zaragoza decidió trasladarse a Guaymas,
Sonora, donde formó la “Compañía Minera Zaragoza”, S. A., en 1894, e integró a su
coterráneo Pedro Cosca, a los sonorenses, Agustín Bustamante, Luis G. Dávila, Ricardo
Gayon, Fernando Montijo, Juan N. Bringas, José A. Márquez, y al alemán Alberto Biesler.
Según la versión de Alfonso Zaragoza Moreno –nieto de Gaspar- fue en ese tiempo que este
último conoció en Guaymas a Matilde Maytorena Tapia, “hermana del general sonorense
Maytorena. Tuvieron trece hijos, tres de los cuales murieron muy pequeños –quedando seis
hombres y cuatro mujeres- vivieron hasta una avanzada edad”5 Este matrimonio le permitió
a Gaspar vincularse con una de las ricas familias sonorenses y a la postre, le permitiría
ampliar sus actividades empresariales con mayores facilidades.
Es importante resaltar, que fue Gaspar Zaragoza quién primero invitó a Pedro Cosca a
participar en una sociedad mercantil, pues cuatro años después, es decir, en 1898, Pedro
Cosca integró a Gaspar Zaragoza en la sociedad “Pedro Cosca y Compañía”, sociedad en
comandita. Esta compañía tenía como socios comanditarios a la importante sociedad
mercantil establecida en el puerto de Mazatlán bajo la razón social de “Wöhler, Bartning y
Sucesores”, integrada por los alemanes Bernardo Huthoff, Julio Bartning, Alfredo Wöhler y
Pantaleón Ezquerra, esté último español, quienes aportaron al capital social $10,000;
mientras que los socios comanditados, Pedro Cosca, Gaspar Zaragoza y Gregorio Álvarez
aportaron $10,000, $5,000 y $5,000, respectivamente. La compañía quedó constituida en
septiembre de 1898 y su domicilio legal se estableció en el puerto de Guaymas.6
La administración estuvo a cargo de Pedro Cosca, Gaspar Zaragoza y Gregorio Álvarez,
pues era la función de los socios comanditados, así como de la compra-venta de efectos
extranjeros y del país y toda clase de comisiones y efectos de comercio. Así también cada fin
de mes debían realizar un balance y cada seis meses elaborar un informe de las cuentas,
mismos que enviaban a los socios en Mazatlán y una copia a los acreedores en Europa. Sin
5Muñoz Escobar, Jesús Héctor. Empresarios y personajes. 2006 Guadalajara: Pandora. 414. 6AGES, FN, tomo 163, escritura 22, 30 de septiembre de 1898. Ratificación del acta constitutiva de la sociedad “Pedro Cosca y Cía.”, que formó Pedro Cosca en Mazatlán con Wöller Bartning sucesores, el 20 de septiembre de 1898. Pedro Cosca estaba obligado a disolver la sociedad en nombre colectivo una vez que llegara a Guaymas, pues ya formaban parte de la nueva sociedad como socios comanditados. Esta acta consta de 22 cláusulas, en donde Pedro Cosca, Gaspar Zaragoza y Gregorio Álvarez tuvieron el carácter de jefes de casa importadora; Gustavo Aguilar Aguilar, “El sistema bancario en Sinaloa (1889-1926). Su influencia en el crecimiento económico” en Mario Cerutti y Carlos Marichal (compiladores), La banca regional en México, (1870-1930), (México: El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2003), 61.
13
prejuicio de los socios comanditarios Wöller Bartning Sucesores, quienes estuvieron
facultados para pedir informes en cualquier momento que lo consideraran conveniente y
verificar dichos informes.
Los negocios que iniciaron en Guaymas y el resto del estado, debieron estar claramente
estipulados, pues tenían en sus hombros una gran responsabilidad, ante los ojos de los
acreedores. El buen estado de las finanzas de la empresa permitió que la sociedad de “Pedro
Cosca y Cía.” pudiera seguir gozando de créditos en Europa. Con ello, la firma social obtuvo
prestigio. En el Álbum-Directorio del Estado de Sonora se narra lo siguiente acerca de esta
importante casa comercial: “largos años hace que ante el mundo comercial se dio a conocer
esta respetable firma en Guaymas, haciéndose admirar año con año por los progresos que
alcanzaba, y justo es decir, que en 1881, que fue constituida por los señores P. Cosca, J. G.
García y Juan N. Bringas, ocupó un distinguido puesto. Afortunadamente la tomaron más
tarde a su cargo dos laboriosos, trabajadores y hábiles comerciantes como lo son los señores
Gaspar Zaragoza y Gregorio Álvarez que con su excelente dirección han dádole gran
prestigio tanto al interior del estado como fuera de él, en las principales plazas europeas y
en los más grandes mercados de nuestro país”.7
Todo parece indicar que Gaspar Zaragoza se integró a los negocios de Pedro Cosca en la
última parte de su vida, pues éste último al poco tiempo moriría. Fue entre 1900 y 1901, que
Gaspar Zaragoza y Enedina V. de Cosca, tuvieron que hacerse cargo de la reorganización
de la sociedad “P. Cosca y Compañía, Sucesores”. En abril de 1901, acudieron a Mazatlán,
para dar término a la sociedad “Pedro Cosca y Compañía”, donde habían participado como
socios comanditados: Pedro Cosca, Gregorio Álvarez, y Gaspar. Al reorganizar la nueva
sociedad “P. Cosca y Compañía Sucesores, Sociedad en Comandita”, Enedina V. de Cosca
formó parte de los socios comanditarios al lado de los señores Wohler, Bartning Sucesores,
con ello, no tomó parte en la administración de los negocios, sino que sólo participó como
capitalista, es decir que Gaspar Zaragoza seguiría siendo el gerente de la empresa comercial
y gestor de los negocios.
7 García y Alba, Federico. México y sus progresos. Album-directorio del Estado de Sonora. 1907. Hermosillo Sonora: Imprenta oficial.
14
El capital social estuvo compuesto por $75,000.00. Enedina V. de Cosca, introdujo a la
sociedad un capital de veinticinco mil pesos, al igual que Wöhler Bartning y Sucesores,
mientras que Gaspar Zaragoza aportó 15 mil y Gregorio Álvarez sólo contribuyó con diez
mil pesos, con lo que formaron un capital social de setenta y cinco mil pesos, en moneda de
plata del cuño mexicano.
El objeto de la sociedad era la confirmación de todas las operaciones de la sociedad en
comandita “Pedro Cosca y Compañía”, pues debía terminar sus operaciones el día último
de junio de 1901, y cuyo activo y pasivo se haría cargo la nueva sociedad. Además de ejercer
la compraventa de efectos nacionales y extranjeros y el desempeño de comisiones
mercantiles.
En 1905 se prorrogó la sociedad “P. Cosca y Compañía Sucesores”, la cual llegó a su fin en
1911.8 Este mismo año Gaspar Zaragoza formó una nueva sociedad, tomando como base la
extinta sociedad, con el nombre de “G. Zaragoza”, sociedad en comandita. Es decir que
permanecieron en ella, Los señores “Wöhler Bartning y Sucesores”, Enedina V. de Cosca,
por su propia representación y como albacea de la testamentaria de Gregorio Álvarez.9
El año de 1911, fue el parteaguas en la vida empresarial de Gaspar Zaragoza, tomó las
riendas de la compañía que había cubierto un mercado regional considerable desde 1890,
cuando Pedro Cosca formó la sociedad en nombre colectivo “Cosca García y Cía.” De tal
suerte, que Gaspar continuó abasteciendo dicho mercado ya que el objetivo de la compañía
fue la continuación de los negocios de la sociedad “P. Cosca y Cía. Sucesores Sociedad en
Comandita”, así como la compra venta de mercancías nacionales y extranjeras y comisiones
mercantiles. El capital social continuó siendo la cantidad de $75, 000.00.10
Puede decirse que en 1911 concluyó la relación empresarial con Pedro Cosca, cuyas
experiencias, le permitieron iniciar una trayectoria sólida desde Guaymas hacia el sur del
estado y la parte centro-norte de Sinaloa. Las actividades empresariales no se limitaron al
8 AGES, FN, tomo 12, escritura 936, 30 de julio de 1906. Escritura de poder general otorgado por “P. Cosca y Cía. Sucesores” a favor de Teófilo Rubial. En esta escritura se hace mención de la fecha de prórroga de la sociedad, la cual fue echa en Mazatlán el día el 6 de abril de 1905. 9 AGES, FN, tomo 8, escritura 474, 26 de junio de 1911. Escritura Constitutiva de la sociedad “G. Zaragoza”. 10 Ibid.
15
comercio, sino que diversificó sus intereses y capitales hacia otros rubros económicos como
fue la participación que tuvo en la constitución del Banco de Sonora.
Gaspar Zaragoza en su carácter de socio y gerente de la casa comercial “P. Cosca Compañía
Sucesores” otorgó poderes para que se estableciera el cobro o la quiebra por adeudo de
algunas casas comerciales ubicadas al norte del estado, cuyas cantidades no habían sido
cubiertas a favor de dicha compañía.11 Así también se hizo cargo de la sucesión
testamentaria de Pedro Cosca en 1903.
3.- La participación de Zaragoza en el Banco de Sonora
Al constituirse la sociedad del Banco de Sonora en 1897, Gaspar Zaragoza formó parte del
cuerpo de accionistas al lado de importantes empresarios sonorenses y extranjeros como:
Próspero Sandoval, Luis A. Martínez, Ramón Corral, Manuel Mascareñas, Arturo Serna;
Alfredo Villaseñor, Miguel A. López, Enrique Peña, Rafael Ruíz, Manuel Y. Loaiza, Adolfo
Bley, Juan de Dios Castro, Miguel Gaxiola, Gustavo Torres, Víctor Aguilar, Carmelo
Echeverría, Gerardo May, Antonio Calderón, Juan Bojórquez, José Camou, Rodolfo
Rodríguez, Ignacio Bonillas, Manuel Mascareñas, Baudelio Salazar (americano), A. Abbott,
José María Elías, Fred Herrera, Miguel Latz, Agustín Freese, F. A. Aguilar y Wenceslao
Yberry. 12
Aunque su participación como accionista es mínima, con sólo 50 acciones, cuya inversión
corresponde a la cantidad de 5,000 pesos, es relevante tomar en cuenta la diversificación del
capital, lo que indicó que dirigió su atención hacia otros rubros, así como incursionar en la
red empresarial sonorense. Con ello, buscó la inserción a un grupo empresarial más amplio
y la opción de obtener ganancias, sin arriesgar todos sus recursos en una sola empresa.
En 1901, se llevó a cabo la ampliación del capital social del Banco de Sonora, Gaspar
Zaragoza, en unión a Luis A. Martínez al no poder estar personalmente en dicha reunión,
otorgaron poder amplio a Adolfo Bley para que los representara en la Asamblea de
11 AGES, FN, tomo 175, escritura 38 y 40, 10 y 27 de junio de 1902. Poder general otorgado por Gaspar Zaragoza en representación de la firma social “P. Cosca y Compañía Sucesores” a favor de a favor de Celso Campusano, e Ignacio L. Romero respectivamente. Bajo ese mimo carácter Zaragoza continuó otorgando poderes hasta 1910. 12 AGES, FN, tomo 305, escritura 126, 1 de 12 diciembre de 1897. Acta constitutiva del Banco de Sonora.
16
ampliación de capital que correspondió a 500,000 pesos en el año citado. Aunque el acta no
indica la distribución de las acciones entre los viejos y nuevos accionistas, es de tomar en
cuenta la ratificación de Gaspar Zaragoza en la permanencia en la sociedad del Banco de
Sonora, tanto en la de este año como en la de 1906.13 El sistema bancario que lentamente se
había ido articulando y desarrollando a lo largo del país durante la época porfiriana, resultó
ser uno de los sectores económicos más golpeados por la Revolución, sobre todo a partir de
las luchas entabladas por los constitucionalistas en contra del general Victoriano Huerta.
Entre 1913 y 1914, prácticamente todos los bancos que operaban en México habían cerrado
sus puertas al público; fueron sometidos además, a una estricta vigilancia por parte de las
autoridades revolucionarias y a un nuevo marco normativo.14
El Banco de Sonora fue incautado por el Estado mexicano durante el periodo
revolucionario,15 proceso que se prolongó por varios años. La desincautación de la banca
fue decretada por Álvaro Obregón en 1921, ese año, los antiguos bancos de emisión
recuperaron su personalidad jurídica y fueron devueltos a sus legítimos Consejos de
Administración, según la Ley de desincautación de 1921. En 1923, el Banco de Sonora
celebró la Asamblea General Ordinaria de accionistas, donde aparece Gaspar Zaragoza
como propietario de 200 acciones.16 Es importante resaltar que al constituirse el citado
banco, sólo participó con 50 acciones, es decir aumentó tres veces más el monto accionario
para 1923. Gaspar Zaragoza permaneció en la sociedad del Banco de Sonora hasta su quiebra
en 1931 y su ulterior cierre por liquidación en 1933.17 Lo anterior también nos indica que
Gaspar Zaragoza no sólo había logrado sortear exitosamente una época de inestabilidad
económica y social, como lo fue la Revolución mexicana, sino que había logrado incrementar
y diversificar sus capitales. En los años posrevolucionarios, sus hijos poco a poco se fueron
13 AGES, FN, tomo 174, escritura 3, 12 de julio de 1907. Poder especial otorgado por Luis A. Martínez y Gaspar Zaragoza a Adolfo Bley; AGES, Notarias, tomo, 310, escritura 40, 15de julio de 1901. Ampliación del capital del Banco de Sonora; AGES, 12, escritura 1253, 17 de febrero de 1906. ampliación del capital del Banco de Sonora a $1, 500, 000.00. 14 Aguilar, Aguilar, Gustavo. Banca y desarrollo regional en Sinaloa, 1910-1994. 2001.México: Universidad Autónoma de Sinaloa, Dirección de Investigación y Fomento de la Cultura Regional y Plaza y Valdés. 15 AGES, FE, tomo, 2960, Marzo 11 de 1913. Intervención y Corte de Caja Extraordinario del Banco de Sonora. Hermosillo. Gobierno Interino Ignacio L. Pesqueira al Gerente Luis Brauer. 16 AGES, FN, tomo 4, escritura 280, 30 de mayo de 1923. Protocolización del acta de la Asamblea General Ordinaria de Accionistas del Banco de Sonora. 17 Ramírez José C., León Ricardo y Conde Oscar. Las Estrategias Económicas de los callistas. En Gerardo Cornejo Murrieta (coord.), Historia General de Sonora. Historia Contemporánea, 1929-1984. Tomo. V (pp. 63-74). Hermosillo: Gobierno del Estado de Sonora. 1997.
17
incorporando a los negocios emprendidos por su padre y, posteriormente, se harían cargo
de los mismos.
4.- La participación de Zaragoza en la Compañía Industrial del Pacífico y en la Compañía
Jabonera del Pacífico
La fábrica de hilados y tejidos “Los Ángeles” que había venido funcionando en hermosillo
desde la primera mitad del siglo XIX con propietarios individuales o familiares, como los
últimos dueños, Dolores Ortiz de Cagigal y su esposo Vicente Cagigal, quienes vendieron a
los G. Möller y Compañía, integrada por Carlos Busjacqer, y Agustín Fresse, en 1891. En
1903, dicha compañía la vendió a la sociedad anónima que se formó para adquirir la fábrica
con el fin de ensanchar su producción, para ello se invirtió un capital social de un millón de
pesos. Entre los socios fundadores de la Compañía Industrial del Pacífico, “Los Ángeles” se
encontraban Max Müller, como gerente del Banco de Sonora; Juan D. Castro, Adolfo Bley,
Don Emilio Berand, Alfredo May, Germán Lüders, Felizardo Torres, Antonio Gilly, Geo
Gruning como gerente de la Sociedad “Cervecería de Sonora”, Miguel Latz, Luis A.
Martínez, Gaspar Zaragoza, Celedonio Corvera, Manuel Abascal, e incluso a G. Möller y
Compañía Sucesores18, formaron parte de esta sociedad.
Al constituirse la Compañía Industrial del Pacífico, “Los Ángeles” sociedad anónima en
1903, Gaspar Zaragoza no sólo formó parte de los accionistas, sino que formó parte del
consejo de administración como segundo vocal. Aunque el acta no indica el monto de las
acciones ni el capital invertido, una vez más es notoria la participación de Zaragoza en la
diversificación de capital, lo que lo hace más fuerte y consistente en los negocios al lado de
empresarios sonorenses. También se sabe que Gaspar Zaragoza figuró entre los accionistas
de la Compañía Jabonera del Pacífico, S. A., empresa industrial establecida en el puerto de
Guaymas, en la que, hacia el año de 1907 se habían invertido 65 mil pesos.
18 AGES FN, tomo 371, escritura 144, 13-feb-1903. Acta Constitutiva de la Compañía Industrial del Pacífico S. A. “Los Ángeles”.
18
5.- La familia Zaragoza y su participación comercial hacia el sur de Sonora y al estado de
Sinaloa
Una vez que Gaspar Zaragoza se independizó de las actividades empresariales de Pedro
Cosca y de la sucesión Cosca, emprendió su propio recorrido dentro de los negocios
mercantiles. Al formar la sociedad “G. Zaragoza” en 1911, con el objeto de la compraventa
de mercancías nacionales y extranjeras y la realización de todo tipo de comisiones
mercantiles y representaciones. El capital social se fijó en 75 mil pesos y su domicilio legal
se estableció en el puerto de Guaymas.
Como se ha señalado antes, después de la Revolución, Gaspar Zaragoza continuó
desarrollando una intensa actividad empresarial en Sonora, incorporando a sus hijos en
varios de los nuevos negocios creados, aunque estos últimos también participaron al lado
de otros empresarios sonorenses en la creación de diversas empresas. Desde el puerto de
Guaymas que fue su lugar de asentamiento desde que llegara a Sonora a fines del siglo XIX,
empezó un proceso de expansión económica hacia las pujantes ciudades de Obregón y
Navojoa, y al principiar la década de 1940, Alfonso J. Zaragoza Maytorena, uno de sus hijos
se trasladó a la ciudad de Culiacán, donde inició una exitosa carrera empresarial,
fundamentalmente en el área comercial y de servicios.19
Así, en noviembre de 1921 encontramos a Gaspar Zaragoza cancelando una fianza por valor
de 10 mil pesos que había otorgado con anterioridad a favor del H. Ayuntamiento de
Guaymas, para garantizar el buen funcionamiento del club de trajes “La Elegancia” de
Julián E. León y Compañía. Ello debido a que dicho club había dejado de funcionar. En 1923,
aparece como accionista del Banco de Sonora y de la Compañía Industrial del Pacífico.
Posteriormente, en 1933 su hijo José María Zaragoza Maytorena participó en la constitución
de la compañía denominada Abastecedora de Agua, con asiento en Navojoa al lado de otros
empresarios sonorenses. Con un capital social de mil pesos y el objeto de explotar en su
beneficio la venta de agua, instalar una planta de bombeo con sus edificios, maquinaria, que
sean necesarios para extender la cañería que se requiera con el objeto de servir el agua por
tubos. Compra y venta de artículos y anexos, etc.20
19 Muñoz Escobar, Jesús Héctor. Empresarios y personajes, 414 20 AGES, tomo 8, escritura 534, 17-agosto -1933. NP. Jesús C. Araiza. Acta constitutiva de Abastecedora de Aguas.
19
Unos años después en junio de 1937, Gaspar Zaragoza, su esposa Matilde Maytorena y
cuatro de sus hijos, en compañía de dos empresarios guaymenses fundaron en Navojoa, la
sociedad mercantil denominada “Almacenes del Mayo”, con un capital social de $
200,000.00 y con el objeto de la celebración de toda clase de operaciones de comercio o
industriales, la celebración de operaciones mercantiles especialmente la compra y venta al
mayoreo de artículos de abarrotes, obrar como agentes, representantes o comisionistas de
cualquier persona o sociedad para la compra y venta, la adquisición de los bienes muebles
y de los inmuebles necesarios para su instalación y funcionamiento, la explotación de
cualquier giro comercial industrial o comercial que se juzgue convenientes y de los similares
y derivados de los objetos anteriores. El primer Consejo de Administración quedó integrado
de la siguiente manera: Presidente: Gaspar Zaragoza, Vocal Propietario: Gaspar Zaragoza
jr, Secretario: José María Zaragoza, Primer Vocal Suplente: Pedro Zaragoza, Segundo Vocal
Suplente: Agustín Zaragoza, Comisario Propietario: Carlos González, Comisario Suplente:
Cruz B. Dumas. Fueron nombrados gerentes generales, Gaspar Zaragoza jr, y José María
Zaragoza.21
Ese mismo mes y año, es decir en 1937, la familia Zaragoza dio vida a otras dos empresas
comerciales, una en la ciudad de Obregón y otra en el puerto de Guaymas. El primer negocio
se denominó “Abarrotera”, con un capital social de 200 mil pesos y el objeto era la
celebración de toda clase de operaciones de comercio o industriales, mercantiles,
especialmente la compra venta al mayoreo de artículos de abarrotes, obrar como agente
representante o comisionista de cualquier persona o sociedad para la compra y venta, la
adquisición de los bienes, muebles y de los inmuebles necesarios para su instalación y
funcionamiento, la explotación de cualquier giro mercantil y comercial que se juzgue
conveniente. El primer Consejo de Administración quedó como sigue: Presidente: Gaspar
Zaragoza, Vocal Propietario: Gaspar Zaragoza jr, Secretario: Pedro Zaragoza, Primer Vocal
Suplente: José María Zaragoza, Segundo Vocal Suplente: Francisco F. Llano, Comisario:
21, DGNES, tomo 16, escritura 670, 3-Junio-1937, Francisco de P. Álvarez. Acta constitutiva Almacenes del Mayo
20
Carlos González, Comisario Suplente: Cruz B. Dunas, Gerentes Generales: Gaspar Zaragoza
y Pedro Zaragoza.22
La segunda empresa, también con un capital social de 200 mil pesos, pero ahora con
domicilio en el puerto de Guaymas, se denominó “El Puerto de Guaymas” y tenía por objeto
la celebración de toda clase de operaciones de comercio o industriales y mercantiles,
especialmente la compra y venta al mayoreo de artículos de abarrotes, obrar como agentes
representantes o comisionistas de cualquiera de las personas o sociedades para la compra y
venta, la adquisición de los bienes, muebles y de los inmuebles necesarios para su
instalación y funcionamiento, la explotación de cualquier giro industrial o comercial que se
juzgue conveniente y de los similares y derivados de los objetos anteriores. El primer
Consejo de Administración quedó integrado en la forma siguiente: Presidente: Gaspar
Zaragoza, Vocal Propietario: Gaspar Zaragoza jr, Secretario. Alfonso J. Zaragoza, Primer
Vocal Suplente: Pedro Zaragoza, Segundo Vocal Suplente: Florencio Zaragoza, Comisario:
Carlos González, Comisario Suplente: Cruz B. Dunas, Gerentes Generales: Gaspar Zaragoza
jr y Alfonso J. Zaragoza.23
El 2 de agosto de 1939, Pedro Zaragoza participó en la constitución del Club Campestre en
la ciudad de Obregón. Esta sociedad tenía por objeto el establecimiento de un centro de
cultura física y espiritual, la construcción de albercas, mesa de tenis, gimnasia, bibliotecas y
demás medios de cultura física y espiritual, así como la adquisición de todos los bienes
muebles o inmuebles que fueran necesarios para cumplir con los fines señalados.
En marzo de 1942, Pedro Zaragoza, al lado del matrimonio González Arenas, participó en
la fundación de la compañía denominada “Industria y Comercio”, establecida en ciudad
Obregón con un capital social de 25 mil pesos. Esta empresa tenía por objeto el ejercicio del
comercio en general, pudiendo comprar y vender toda clase de mercancías la compra y
venta de refrigeraciones, obrar como agente representante o comisionista de cualquier
persona o sociedad para la venta y distribución de los artículos a que se refiere las fracciones
anteriores, la adquisición de todos los bienes, muebles o inmuebles que sean necesarios para
su instalación y funcionamiento, la celebración de todos los contratos y la ejecución de todos
22 ADGNES, tomo 18, escritura 669, 3 de Junio de 1937. NP. Francisco de P. Álvarez. Acta constitutiva Abarrotera. 23 ADGNES, tomo 18, escritura 672, 3-Junio -1937. NP. Francisco de P. Álvarez. Acta constitutiva El Puerto de Guaymas.
21
los actos que tengan por objeto cumplir los fines de la sociedad que sean anexas o conexas
a los mismos bienes. Se nombró administrador-director a María Teresa S. de González
Arenas, gerente: Javier González Arenas y comisario: Pedro Zaragoza.24
6. La expansión de los Zaragoza a Sinaloa
Al parecer Gaspar Zaragoza, el inmigrante español que llegó a Guaymas, Sonora a
principios de la década de 1890, murió a finales de los años treinta del siglo pasado. Su
amplia trayectoria y su larga experiencia en la actividad comercial la heredaron sus hijos.
Habiendo cubierto ya los hermanos Zaragoza Maytorena, los principales polos de desarrollo
agrícola en Obregón y Navojoa, decidieron ampliar sus actividades comerciales al vecino
estado de Sinaloa. Para ello el 1 de diciembre de 1943, en la ciudad de Navojoa ante el notario
Jesús A. Orrantia, los hermanos Gaspar, Pedro, José María, Alfonso J., Florencio y Agustín,
todos de apellido Zaragoza Maytorena, fundaron la sociedad mercantil denominada
“Almacenes Zaragoza, S. A.”, con un capital social de 1 millón de pesos y con el objeto de la
celebración de toda clase de operaciones de comercio e industriales, especialmente la
compraventa de artículos de abarrote al mayoreo y menudeo.25
Aunque el acta constitutiva de esta compañía se levantó en la ciudad de Navojoa, su
domicilio legal estaría en la ciudad de Culiacán, con una duración de 50 años y con la
posibilidad de establecer sucursales y agencias en cualquier otra parte de la República
mexicana. Como accionistas minoritarios figuran Francisco Llano, Conrado C. Félix, José A.
Morales y Manuel Valderrama. En la misma fecha, Alfonso J. Zaragoza Maytorena fue
nombrado gerente general de la nueva empresa e inmediatamente se trasladó a la ciudad
de Culiacán con la finalidad de adquirir un local apropiado donde pudieran instalar la
nueva empresa comercial. Así comenzó la añeja trayectoria empresarial de la familia
Zaragoza en Sinaloa. Culiacán en aquellos años registraba un gran dinamismo económico
debido, en gran parte, al auge de la agricultura de exportación que se desarrollaba en las
planicies costeras que lo circundan. Enormes extensiones de tierra eran sembradas con
hortalizas y algodón, dos productos orientados casi en su totalidad a la exportación a los
24ADGNES, tomo 36, escritura 1672, 23-marzo -1942. Acta constitutiva de Industria y Comercio. 25 Jesús Héctor Muñoz Escobar, Empresarios y personajes sinaloenses, 414.
22
mercados de Estados Unidos y Canadá. La explotación de estos productos demanda una
gran cantidad de mano de obra, por ello la ciudad de Culiacán para el año de 1940 había ya
alcanzado los 22 mil habitantes y una década después en 1950 llegó a los 48 mil 936
pobladores, convirtiéndose desde esa fecha en la principal ciudad con el mayor número de
habitantes y por su expansión urbana en la entidad.
A principios de 1944, a la edad de 37 años y ya casado con Matilde Consuelo Moreno,
originaria de Cócorit, Sonora, Alfonso J. Zaragoza se estableció en Culiacán por la calle
Ángel Flores en pleno centro histórico de la ciudad. De este matrimonio nacieron cuatro
hijos: Matilde Consuelo, Alfonso, María de Lourdes y Marco Antonio Zaragoza Moreno. Al
año siguiente, adquirió un amplio terreno en la cantidad de 20 mil pesos, ubicado en la
esquina del Paseo Humaya y Avenida Rubí, lugar donde se construyó y concluyó en 1948,
lo que hoy se conoce como la casa matriz de Almacenes Zaragoza, conocido popularmente
como las tiendas de autoservicio “MZ”. Este fue el primer negocio comercial que la familia
Zaragoza emprendió en el estado de Sinaloa. Años después, Alfonso J. Zaragoza y sus hijos,
abrieron más sucursales de las tiendas de autoservicio “MZ” en la propia ciudad de
Culiacán y en las principales ciudades de la región centro-norte de la entidad, en Navolato,
Guamúchil, Guasave y Los Mochis. Incursionaron también en el ramo de la ganadería y en
la fabricación de muebles y materiales de construcción. Al mismo tiempo, al lado de
importantes empresarios sinaloenses participaron activamente en la constitución de
múltiples empresas en los diversos ramos productivos y de servicios.26
Por ejemplo, el 23 de octubre de 1945, Alfonso J. Zaragoza Maytorena participó en la
constitución de la empresa conocida como Deportes Culiacán, S. A., la cual inició con un
capital social de 25 mil pesos y el objeto de: fomentar la afición por los deportes,
principalmente por el base-ball, sostener y financiar un club o nevena de base-ball y clubs para
los demás deportes, tomar parte en competencias de base-ball, así como de competencias de
otros deportes, propiciar la constitución de la liga de base-ball del Pacífico, ingresar a ella y
contribuir a su sostenimiento, tomar en arrendamiento o por compra los espacios necesarios.
Otros de los socios fueron J. Guillermo Bátiz, Jesús López Castro, José R. Esquer, Max Huch
26 Ibid., 419.
23
Carnejo, Luis Guillermo Echavarría, Héctor Peña Bátiz, Enrique Peña Bátiz reconocidos
empresarios establecidos en Culiacán. Alfonso J. Zaragoza fue nombrado presidente del
Consejo de Administración y como gerente Enrique Peña Bátiz.27 Esta compañía se
reconstituyó el 21 de noviembre de 1946, con el mismo objeto de la anterior aunque se
incrementó el capital social e ingresaron más socios.
El 3 de febrero de 1956, Alfonso Zaragoza Maytorena participó en la formación del Club de
Golf Lomas de Culiacán, A. C., al lado de Rigoberto Aguilar Pico, Jorge Almada Salido
Ricardo Aguilar Figueroa, Luis G. Castañeda, Luis Flores Sarmiento, Miguel Reyes Pérez,
Pedro Guajardo, connotados empresarios y políticos de Culiacán. El objeto era “organizar,
sostener y hacer funcionar uno o más centros de reunión y de recreo, en los cuales se
desarrollen las relaciones sociales entre sus miembros y los de la comunidad en general”.28
Se estipuló que el capital social se integraría con las cuotas de inscripción y donativos y se
fijó un monto de 300 mil pesos.
Otras empresas en que realizaron importantes inversiones los Zaragoza fueron:
“Inmobiliaria de Sinaloa, S. A.”, la cual se reconstituyó el 28 de marzo de 1960, con domicilio
en Culiacán, duración indefinida y capital social de 200 mil pesos representado por 200
acciones con valor de mil pesos cada una: Alfonso Zaragoza Maytorena, Francisco
Echavarría Rojo, Luis Guillermo Echavarría Rojo, Héctor Buelna Avilés y el doctor Enrique
Chávez Castro, adquirieron 40 acciones cada uno. Francisco Echavarría Rojo fue designado
presidente del Consejo de Administración.29 También El 3 de octubre de 1964, se formó la
sociedad “Inversionistas Unidos, S. A.”, con domicilio en Culiacán, duración de 50 años y
el objeto de: la compraventa de toda clase de bienes raíces, rústicos o urbanos, fabricar o
construir toda clase de obras, para fines de habitación comercial o industrial, etc. Con un
capital social de $1’200,000.00, representado por 1,200 acciones de mil pesos cada una,
suscrito como sigue: Francisco Echavarría Rojo 83 acciones; Luis Guillermo Echavarría Rojo
367; Lic. Jesús Orrantia de la Vega 125; Lic. Lucano E. Orrantia de la Vega 125; J. Mario
Tamayo Müller 125; Raúl E. Tamayo Müller 125; Miguel Antonio Espinosa de los Monteros
27 AGNES, J. Enrique Rodarte T., Culiacán, 23 de octubre de 1945. 28 Ibid, 3 de febrero de 1956. 29 AGNES, Eliseo Leyzaola Díaz, Culiacán, 28 de marzo de 1960.
24
125 y Alfonso Gabriel Zaragoza Moreno 125 acciones. Fue nombrado gerente Lucano
Orrantia Ferreira y Luis Guillermo Echavarría presidente del Consejo de Administración.30
El 22 de noviembre de 1964, se organizó la empresa conocida como “Bol Culiacán, S. A”,
con duración de 50 años, domicilio en Culiacán y el objeto de: el establecimiento de negocios
mercantiles dedicados a la explotación de boliches y cualquier otro juego deportivo; el
establecimiento de restaurantes, fuentes de soda y cualquier otro negocio similar. Con un
capital social de 1 millón de pesos íntegramente suscrito como sigue: Luis Guillermo
Echavarría Rojo, Francisco Echavarría Rojo, Lic. Jesús Orrantia de la Vega, Lic. Lucano E.
Orrantia de la Vega, J. Mario Tamayo Müller, Raúl E. Tamayo Müller, Miguel Antonio
Espinosa de los Monteros y Alfonso Gabriel Zaragoza Moreno, cada uno suscribió 125
acciones igual a 125 mil pesos. Fue nombrado gerente Lucano Orrantia Ferreira y Luis
Guillermo Echavarría presidente del Consejo de Administración. En 1966 se incrementó en
300 mil pesos más el capital social.31
También en el campo financiero los Zaragoza realizaron importantes inversiones lo que les
permitió formar parte de la estructura directiva de algunas instituciones bancarias
regionales. Por ejemplo, en 1964 Alfonso Zaragoza Maytorena formaba parte del Consejo
de Administración del Banco Agrícola Sinaloense, como consejero propietario; en 1970 del
Banco de Comercio de Sinaloa; y en 1973 del Banco del Noroeste de México. Por su parte,
su hijo Alfonso Zaragoza Moreno, en 1971 era consejero propietario del Banco Regional del
Pacífico, anteriormente conocido como Banco agrícola Sinaloense.
Finalmente, el 23 de noviembre de 1970, se llevó a cabo la constitución de la empresa
Inmobiliaria Banormex, S. A., con un capital social de 5 millones de pesos y el objeto de
compraventa de bienes inmuebles para su explotación o comercialización, la prestación de
toda clase de servicios técnicos para el desarrollo de actividades comerciales, industriales o
agrícolas, incluyendo talleres y laboratorios. Fueron suscritos y pagados 3 millones de pesos,
de los cuales, Francisca Cuen de Stamatis aportó 1 millón 800 mil pesos; Francisco
30 AGNES, J. Enrique Rodarte T., Culiacán, 3 de octubre de 1964. 31 Ibid, 22 de noviembre de 1964.
25
Echavarría Rojo, J. Mario Tamayo Müller, Alfonso J. Zaragoza Maytorena, J. Ernesto
Urtusuastegui, J. Inés Peiro, Manuel J. Clouthier y Francisco Ritz Iturríos, invirtieron 150 mil
pesos cada uno.32
Estas inversiones les permitió a los Zaragoza diversificar sus capitales pero sobre todo
establecer estrechas relaciones con destacadas familias empresariales de Sinaloa, al mismo
tiempo que continuaban explotando su principal negocio comercial que era Almacenes
Zaragoza y que a partir de los años sesenta del siglo pasado los convirtió en pioneros en las
tiendas de autoservicio en la entidad.
Al reinaugurar las instalaciones de una de las tiendas de autoservicios que había registrado
un incendio, el periódico El Noroeste en noviembre de 2005, publicó la siguiente crónica
acerca de la trayectoria empresarial de los Zaragoza en Sinaloa:
“A partir de la década del sesenta, el formato más novedoso, sobre todo
entre los abarroteros, era el supermercado. Almacenes Zaragoza inicia en
esta década su primera tienda de autoservicio.
Durante los setenta se funda MZ Ganadera, con el objetivo de producir la
mejor carne de la región. También se abre mayoreo de vinos y licores,
Construzeta y Abarrotes Mayoreo. En los 80 bajo la responsabilidad de
Alfonso Zaragoza Moreno, la empresa retoma su crecimiento con nuevos y
modernos puntos de venta en Culiacán y pueblos cercanos. MZ ofrece
desde entonces una variedad de productos tales como alimentos, artículos
de higiene, ropa, zapatos y otras mercancías generales.
En los 90 MZ decide la asociación con el grupo Sacramento, encabezado
por Ernesto Echavarría Salazar. En esta asociación la suma de capital y
sangre nueva de los socios ha dado un nuevo impulso al corporativo y ha
permitido reforzar su presencia regional.
Almacenes Zaragoza es actualmente una de las empresas regionales más
importantes en cuanto a la creación de empleos dignos. Actualmente el
32 AGNES, Jorge Julián Chávez Castro, Culiacán, 23 de noviembre de 1970.
26
grupo cuenta con diversos formatos de negocios, como son mueblerías,
zapaterías, materiales de construcción y cocinas integrales, además de la
tradicional cadena de tiendas de autoservicios. Desde la primera tienda de
abarrotes a la gran organización que han forjado hasta hoy, su manera de
entender al cliente y una respuesta ágil al mercado, les ha permitido estar
en la preferencia del consumidor y un rápido crecimiento que los ha
colocado ante un futuro lleno de retos.
El crecimiento de Almacenes Zaragoza se ha dado gracias a la visión y
compromiso de inversionistas, directivos y el personal. Actualmente está
integrado por:
Diecinueve tiendas de autoservicio MZ
Ocho Zaragoza Muebles
Tres Construzeta
Doce Zapaterías Kory
Tres Ranchos de Engorda
Seis bodegas de recepción, almacenamiento y distribución
Una oficina de representación y pagos en la ciudad de México
Un centro de compras y distribución de frutas y verduras en Guadalajara,
Jalisco
Dos oficinas de representación y distribución de importaciones en Nogales
y Tucson, Arizona
Una matriz del corporativo en Culiacán”.33
Cuatro años después, el 19 de febrero de 2009, Almacenes Zaragoza inauguró en La Palma,
población perteneciente al municipio de Navolato, su tienda número 29 “mostrando así su
firme objetivo de expandir su modelo de negocios, el cual está enfocado en llevar
instalaciones y productos de primer nivel, con precios accesibles a los sectores más
necesitados de la sociedad”.34 Con esta nueva tienda MZ se generaron 300 empleos
indirectos y 150 permanentes lo que significa una gran fuente de trabajo para los habitantes
33 Noroeste, Culiacán, Sinaloa, 14 de noviembre de 2005, p. 29 34 El noroeste, Culiacán, Sinaloa, 15 de febrero de 2009.
27
de la zona, expresó el Director General de la empresa, Alfonso Zaragoza Schiller,
“Almacenes Zaragoza genera actualmente cerca de 4 mil empleos, lo que convierte a la
empresa en una de las 6 empleadoras más importantes de Sinaloa”.35
En 2008 Alfonso Zaragoza Schiller, fue ubicado en el lugar 17 entre los 100 empresarios más
importantes de Sinaloa y ya para el año 2012, debido a la fuerte expansión que registraron
sus tiendas de autoservicio MZ, fue ubicado en el lugar 12 entre los 100 empresarios más
importantes de la entidad. Para hacer esta clasificación se toman en cuenta criterios
cuantitativos: ventas, activos y empleos generados; y Cualitativos: capacidad de adaptación,
capacidad de innovación, compromiso con la comunidad, trayectoria, solvencia moral,
capacidad para desarrollar nuevo talento y espíritu emprendedor.36 En octubre de 2014, a
punto de cumplir 71 años de haber sido fundada en Culiacán por los hermanos Zaragoza
esta empresa inauguró su tienda de autoservicio número 45, en el municipio de Salvador
Alvarado. El Director General Alfonso Zaragoza Schiller, destacó que Almacenes Zaragoza
sigue “creciendo y con esto se ubica en la tercera posición como empresa más empleadora
en el estado de Sinaloa con más de 3 mil empleos y se tiene el firme compromiso de seguir
creciendo en Sinaloa (en 2015 con 14 tiendas), así como expandirse a otras entidades del
país.37Al parecer, los negocios de la familia Zaragoza en Sinaloa trascenderán más allá de la
tercera generación.
Conclusiones
Es difícil separar a Gaspar Zaragoza de las relaciones comerciales con Pedro Cosca y las
Sucesión de Cosca, y con Enedina V. de Cosca. Desde que Zaragoza formó la primera
sociedad “Compañía Minera Zaragoza” sociedad anónima, invitó a Pedro Cosca a participar
en ella, Aunque diez años después, Gaspar Zaragoza ya no formó parte de dicha compañía,
ya que encontró mejores opciones de ensanchar sus fondos económicos en la práctica
mercantil.
35 Ibid 36 Bien Informado, núm. 289, septiembre, Culiacán, 2008; y núm. 337, septiembre, Culiacán, 2012. 37 Ibid, 10 de octubre de 2014
28
Los lazos empresariales que tejió Zaragoza, no se limitaron a formar parte de las sociedades
de Cosca, sino que en 1897, al formarse el Banco de Sonora, se integró en el primer grupo de
accionistas, en donde participó con cincuenta acciones. Lo mismo se observó al formar parte
de la Compañía Industrial del Pacífico “Los Ángeles” en 1903, al participar junto con un
grupo de destacados empresarios sonorenses, incluyendo en ellos a Luis A. Martínez,
Próspero Sandoval, Arturo Serna y Juan de Dios Castro, entre otros, donde perteneció en
ella hasta 1923 con 200 acciones, así también formó parte de la Compañía Jabonera del
Pacífico en 1907.
Como se mostró en este trabajo, los negocios de la familia Zaragoza en Sonora no resultaron
afectados con el movimiento revolucionario y en cuanto se logró cierta estabilidad
económica y política, los reemprendieron y establecieron nuevas empresas,
fundamentalmente en el ramo mercantil, en los municipios de Guaymas, Ciudad Obregón
y Navojoa. Al principiar la década de los años 1940, los hijos de Gaspar Zaragoza decidieron
ampliar sus empresas al vecino estado de Sinaloa. Escogieron la ciudad de Culiacán, la
capital del estado como sede de “Almacenes Zaragoza, S. A.”, la que se convirtió en la base
de su ulterior desarrollo empresarial. Alfonso Zaragoza Maytorena fue quien dirigió por
varias décadas el negocio comercial en Sinaloa, incorporando posteriormente, a su hijo
Alfonso Zaragoza Moreno, hasta que éste asume a principios de los años ochenta la
Dirección General de los negocios de la familia, siendo relevado a su vez en dicha posición,
por su hijo Alfonso Zaragoza Schiller a mediados de los años noventa. Fue entonces cuando
Ernesto Echavarría Salazar, quien está ubicado entre los cinco empresarios más importantes
de la entidad, realizó fuertes inversiones en la empresa Almacenes Zaragoza,
imprimiéndole un gran impulso al proceso de expansión que registró la compañía a finales
de los años noventa y en lo que va del presente siglo.
Con ello se muestra el éxito que ha tenido una empresa familiar en el ramo comercial –
aunque no exclusivamente, pues invirtieron en otras actividades- y que ha permitido que
actualmente un integrante de la tercera generación de dicha familia se encuentre al frente
de los negocios después de 71 años de operar en Sinaloa y con firmes posibilidades de seguir
creciendo y expandiéndose más allá de las fronteras del estado.
29
FUENTES
Archivo General del Estado de Sonora. Hermosillo, Sonora.
Archivo de la Dirección General de Notarías Estado de Sonora. Hermosillo, Sonora
Archivo General de Notarías del Estado de Sinaloa. Culiacán Sinaloa.
Aguilar Aguilar, Gustavo. 2003. El sistema bancario en Sinaloa (1889-1926). Su influencia en el crecimiento económico. En La Banca Regional en México, (1870-1930). Compilado por Mario Cerutti y Carlos Marichal, 47-100. México: El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica.
_______. (2001). Banca y desarrollo regional en Sinaloa, 1910-1994. México: Universidad Autónoma de Sinaloa, Dirección de Investigación y Fomento de la Cultura Regional y Plaza y Valdés.
García y Alba, Federico. 1907. México y sus progresos. Album-directorio del Estado de Sonora. Hermosillo Sonora: Imprenta oficial.
Gracida Romo, Juan José. 1985. Génesis y consolidación del porfiriato en Sonora (1883-1895). En Historia General de Sonora, coordinado por Chynthia Radding de Murrieta, 19-71. Hermosillo: Gobierno del Estado de Sonora.
Cerutti, Mario y Oscar Flores. 1997. Historia Económica del Norte de México (siglos XIX y XX). Españoles en el norte de México. Propietarios, empresarios y diplomacia (1850-1920). Monterrey: Universidad Autónoma de Nuevo León, Universidad de Monterrey.
Cerutti, Mario y Jesús María Valdaliso.2003. “Monterrey y Bilbao (1870-1914). Empresariado, industria y desarrollo regional en la periferia”. Historia Mexicana.208
Muñoz Escobar, Jesús Héctor. 2006. Empresarios y personajes sinaloenses. Guadalajara: Pandora.
Ramírez José C., León Ricardo y Conde Oscar. 1997. Las Estrategias Económicas de los callistas. En Gerardo Cornejo Murrieta (coord.), Historia General de Sonora. Historia Contemporánea, 1929-1984. Tomo. V (pp. 63-74). Hermosillo: Gobierno del Estado de Sonora
30
Las energías alternativas en la movilidad, al inicio del mercado automotor
estadounidense
Ilse Angélica Álvarez Palma1
INTRODUCCIÓN
Desde finales del siglo XVIII se crearon los primeros automóviles de vapor, unas décadas después los
autos eléctricos y posteriormente los de motor de combustión interna. Es así, que para la primera década
del siglo XX, existían en el mercado diversos tipos de vehículos; esta diversidad comenzó a perderse en
1920, pues los vehículos eléctricos y de vapor dejaron de producirse, y aunque algunos continuaron
circulando por un par de años más, su desaparición fue inminente.
Casi cien años después, ante la crisis mundial de los energéticos y la contaminación ambiental, la
industria automotriz está retomando esta tecnología de los autos eléctricos, la cual no es completamente
nueva. Para aquellos que saben de estos vehículos, es una incógnita el por qué desaparecieron del
mercado, de forma tan acelerada, siendo en ese periodo la tecnología automotriz en general tan
incipiente, el suministro de insumos del petróleo tan escaso y el área de circulación de los autos tan
reducida; este contexto debió dar espacio para que se desarrollaran todos estos diversos tipos de
energías alternativas para la movilidad.
En general, en la historiografía se explica dicha desaparición, a las limitaciones técnicas, los cortos
recorridos y la baja velocidad desarrollados por los autos eléctricos y de vapor en comparación con los
que usaban derivados del petróleo. En mi opinión aún faltan investigaciones que arrojen mayor
información sobre cómo fue ese proceso de sustitución y si los factores involucrados fueron meramente
técnicos, o también sociales, económicos e institucionales.
Dado que este problema implica un amplio estudio, en esta ponencia se presentarán un avance de
dicha investigación; analizando, en primera instancia, el mercado norteamericano en la primera década
del siglo XX, principalmente la oferta.
Las interrogantes principales son ¿Cómo era el mercado de los autos eléctricos y de vapor? y ¿Cómo
se fue sustituyendo por los de gasolina? El objetivo principal es analizar la oferta de automotores en
EEUU en la primera década del siglo XX. Ello implica comprender el mercado de los automóviles
1 El Colegio Mexiquense, A. C. E-mail: [email protected]
31
eléctricos en EEUU (el volumen de producción de las principales empresas; el stock de automotores), las
principales características de estos vehículos, el precio y las empresas de autos eléctricos en EEUU.
Si bien este trabajo tiene una metodología esencialmente cuantitativa, las fuentes son más variadas;
pues además de publicaciones de estadísticas oficiales se utilizarán diversas publicaciones,
principalmente hemerográficas, de la época. La ponencia se basa en un catálogo publicado en 1907 por
Moto runa importante revista del periodo, el cual se titula An Illustrated Directory of the Specifications of
All Domestic and Foreign Motor-Cars and Motor Business Wagons –Gasoline, Steam and Electric- Sold in This
Country. Este libro fue de los más completos, y contempla 798 modelos de autos, mencionando su precio
y otras peculiaridades técnicas; por lo que se cuenta con la información necesaria para mostrar una
radiografía de la oferta de automóviles en Estados Unidos. Desafortunadamente, no existe otra
publicación igual para años posteriores o anteriores, por lo que es difícil analizar la evolución; sin
embargo, la información que proporciona permite conocer la diversidad y variedad que llegó a tener el
mercado norteamericano en su momento, un año antes de la producción en serie introducida por Ford.
Esta investigación permitirá conocer las características de los vehículos de la primera década del siglo
XX, y por tanto parte del mercado norteamericano, el más importante del mundo. De igual forma,
contribuirá a la historia de la tecnología, retomando la historia de una innovación que está resurgiendo.
1. De la invención del automóvil a su popularización
Si bien desde principios del siglo XV se observan las primeras patentes de automóviles autopropulsado
por fuerza muscular, por ejemplo por medio de resortes de relojería en Francia en 1611,2 o algunos
bocetos como los de Leonardo Da Vinci. Sin embargo, ninguno de estos vehículos logró prosperar. Entre
1770 y 1790 en Europa se comenzó a experimentar con los primeros automotores impulsados por vapor;
algunos de estos fueron utilizados desde 1801 como taxis, los cuales podían transportar hasta 18
personas.
En la historia automotriz mundial, se pinta a los primeros autos de vapor como enormes armatostes,
pesados y difíciles de maniobrar. Si bien es verdad que al principio fueron así, estos fueron adecuando
su diseño y tamaño al diseño automotriz en general.
En Estados Unidos en John S. Edwards en 1843 construyó el primer automóvil de vapor en ese país.3
En 1853 Richard Dudgeon construyó también un coche de vapor.
2 Smith, 1998, p. 16. 3 The Mexican Herald, 1 de enero de 1900, p. 6.
32
Casi ciento diez años después se invento el automóvil eléctrico en Francia. Los automóviles eléctricos
funcionaban con un motor eléctrico en cada rueda, obtenían su energía de baterías (en ocasiones hasta
más de 20). Para 1899 estos automotores ya alcanzaban una velocidad de hasta 105 km/h.
El beneficio de los autos eléctricos, frente a los de vapor, es que eran silenciosos y fáciles de manejar
pues no tenían el cambio de marchas. Su principal limitante era el cambio de marchas, ya que podían
recorres un radio de 80 km, antes de necesitar otra recarga. Los autos eléctricos tuvieron una dispersión
internacional mayor, por ejemplo en 1895 el primer automóvil que llegó a México era eléctrico;4 también
se dispersaron por otros países como Turquía.5
Entre los primeros fabricantes de autos eléctricos en Estados Unidos están Henry Morris y Pedro
Salom de Philadelphia, quienes construyeron su primer auto en 1894.6
En 1886, un par de años después del eléctrico, se logró colocar un motor de combustión interna en
un carruaje en Alemania. Si bien, este motor se había desarrollado desde antes, no se tuvo éxito en crear
un automotor sino hasta 1886.
Es así que en 1896 terminó la etapa de los constructores independientes de automotores, dando paso
a las fábricas, algunas de las cuales ya tenían un ritmo de producción de 575 unidades anuales, como
fue el caso de Benz.7
Para entonces ya existían automotores que obtenían su impulso con base en tres tipos de energía
diferente, los cuales se ofrecían en el mercado internacional a la élite.
La historia del automóvil tendría otro cambio en 1908 con la producción en serie, donde realmente
comenzaría la producción de grandes cantidades de autos, pero sobre todo se amplió el mercado de
automotores a un grupo social mayor, lo que conllevó a que en poco se inició con el proceso de
popularización del automóvil en Estados Unidos.
2. El mercado automotor en Estados Unidos en la primera década del siglo XX
Estados Unidos incursionó tardíamente en la producción y uso de automotores en comparación con
Europa. Los estadounidenses incursionaron en la producción de autos a finales del siglo XIX; la
tecnología automotriz norteamericana en comparación con la europea estaba retrasada. La introducción
4 El Tiempo, 8 de enero de 1895, p. 3, El Nacional, 8 de enero de 1895, p. 3. 5 Smith, 1998, p. 39. 6 Smith, 1988, p. 43. 7 Smith, 1998, p. 5.
33
del automóvil fue tardía, incluso para cuando se realizó, en Francia había un número considerable de
autos y fabricantes, como se observa en el siguiente comentario de un periódico de 1897:
Es difícil para nosotros, del otro lado del Atlántico, darnos cuenta de cuan entusiastas son los nuevos carruajes automóviles. En París la clase adinerada se ha dedicado con entusiasmo a los nuevos medios de locomoción, y la moda comienza a ser significativa para cambiar la forma en que nos movemos. Los americanos, usualmente preocupados en estos asuntos, están lejos a comparación de los franceses para emplear estos carruajes motorizados.8
Sin embargo, rápidamente los inventores estadounidenses lograron crear un producto competitivo.
Los efectos negativos de la Primera Guerra Mundial, en Europa, conllevaron a que la industria
automotriz norteamericana fuera de las más importantes en el mundo; de tal forma que durante esta
guerra produjeron más autos que Francia y Alemania juntos.9
La producción de automóviles en Estados Unidos tuvo una tendencia de crecimiento positivo
durante las primeras tres décadas del siglo XX (gráfica 1), en 1900 produjo 4,192 autos y 4,587,400 para
1929; por lo que en 33 años la producción se multiplicó más de mil veces. A pesar de que también tuvo
años de decrecimiento; ya que al ser un bien duradero fue vulnerable a los ciclos económicos, a las
presiones de la competencia y a las tendencias de importación y exportación en general.10
8 The Mexican Herald, 17 de julio de 1897, p. 4. 9 Edsall, 2005, p. 22. 10 Análisis de los indicadores económicos, 2008, p. 121.
89%
11%
88%
12%
Gráfica 2: Exportación mundial de automóviles en 1902 y 1908
Europa EEUU
12%
55%
12%
7%
14%
Gráfica 3: Exportación total por país 1908
EEUU
Francia
Italia
Alemania
Inglaterra
34
Desde 1895, etapa en que se consolidó la industria automotriz mundial, Estados Unidos ya tenía
algunos productores que competían con los del viejo continente. Para la década de 1920, producía
alrededor del 80% de los automóviles del mundo. Por ejemplo, en 1924 las empresas norteamericanas,
incluidas sus filiales en el exterior, produjeron 3,602,540 autos, de un total de 4,097,438; es decir un 88%,
mientras que Inglaterra sólo produjo 3.58%, Francia 3.54% y Canadá 3.30%; el resto de los países no
superaron el 1%, como Alemania que producían casi exclusivamente para el mercado interno. La
industria automotriz norteamericana dominó la producción mundial.11
La industria automotriz norteamericana se extendió a lo largo del mundo, primero exportó autos a
otros países, las empresas tenían departamentos de exportación encargados de dicha labor,12 y
posteriormente se establecieron plantas ensambladoras en todos los continentes, con un total de 66
plantas en 26 países para 1929.
De la cantidad de automotores que se exportaban desde 1902 hasta 1908 en el mundo, Europa
representó casi el 90% durante todo ese periodo (gráfica 2). Del total de la exportación de vehículos en
el mundo, los países europeos exportaban en 1902 el 89% de los automotores, mientras que Estados
Unidos sólo el 11%; en 1908 la exportación se mantuvo casi igual (gráfica 3).
11 Facts and Figures of the Automobile Industry, 1930, p. 41. 12 Mexico-American, and the Pulse of Mexico, noviembre 1921, p. 87.
-1,000,000
0
1,000,000
2,000,000
3,000,000
4,000,000
5,000,000
1900 1903 1906 1909 1912 1915 1918 1921 1924 1927 1930 1933
Fuente: Elaborada con base en Historical Statistics of the United States, 1949: 223
Gráfica 1: Cantidad de automóviles producidos por empresas
norteamericanas, 1900-1933.
Producción Automóviles Lineal (Producción Automóviles)
35
En términos absolutos la exportación mundial se multiplicó cinco veces en siete años. En 1913, se
exportaron $134,000,000 dólares de automóviles en el mundo, Estados Unidos representó el 26% de la
exportación mundial mientras que Europa el 74%. La mayor exportación fue de las empresas francesas,
seguidas por las estadounidenses, alemanas, inglesas, italianas y finalmente belgas. Francia era el mayor
exportador de automóviles con $44,000,000 dólares; sin embargo, de 1908 a 1913, su crecimiento fue
menor que el de Alemania, Estados Unidos e Inglaterra. A pesar de que la exportación francesa se
mantenía a la cabeza, pero con un ritmo poco acelerado de crecimiento a comparación del resto de los
países, que amenazaban con alcanzarlo rápidamente. Los principales mercados para los franceses, en
1908, eran Inglaterra, Bélgica, Estados Unidos, Alemania y Argentina, así como sus colonias. Mientras
que Estados Unidos exportaba principalmente a Inglaterra, Francia y resto del continente americano.13
El porcentaje de la producción que las empresas estadounidenses destinaron a la exportación de 1913
a 1926 fue del 6% en promedio, y de 1927 a 1931 fue del 13%, en 1932 decayó la producción y exportación
casi a la mitad. En cambio Francia tenía, en comparación con Estados Unidos, una reducida demanda
interna, lo que los orientó a producir para el mercado exterior.14
El mismo mercado norteamericano era el mercado más grande, con un acervo de 8,000 automotores
en 1900, se multiplicó casi dieciocho veces en siete años, en 1907 el parque automotor norteamericano
era de 143, 200.15
3. Características de la oferta norteamericana de automotores
1908 es un año coyuntural para la industria automotriz mundial, no sólo por la creación de la
producción en serie, cuyos efectos son más tardíos, sino también por ser un año en el que las empresas
automotrices norteamericanas cambian su estructura pasando de una etapa donde su interés era
desarrollar un producto y sus capacidades internas a una de rápida expansión donde se comenzó a
desarrollar la integración vertical o holding.16
Es así que la publicación An Illustrated Directory of the Specifications of All Domestic and Foreign Motor-
Cars and Motor Business Wagons –Gasoline, Steam and Electric- Sold in This Country,17 editada por The
National Monthly Magazine of Motoring (Motor) en 1907. Presenta la radiografía de la oferta
norteamericana previa a estas modificaciones en el mercado. Esto por una parte, permitirá conocer la
13 The Motor World, 1910, vol. XXII-XXIII, p. 508b. 14 The Horseless Age, 1905, XVI, p. 831. 15 “State motor vehicle registration”, http://www.fhwa.dot.gov/ohim/summary95/mv200.pdf. 16 Langlois y Robertson, 2000. 17 De ahora en adelante Directorio.
36
oferta previa al surgimiento del Ford T, con lo que será más fácil dimensionar su justo impacto. Pero en
realidad lo que importa para este momento es conocer los tipos (eléctricos, gasolina o vapor) y número
de vehículos que se ofertaban y el precio.
El objetivo particular es identificar algunos factores que influyeron en la desaparición de los
vehículos eléctricos y de vapor de la producción. La hipótesis generalizada es que se debió a meras
cuestiones técnicas, sin embargo, “no podemos identificar el éxito o fracaso de una tecnología solamente
por cuestiones técnicas, ya que el uso es social”,18 así que una de los planteamientos es que existieron
otra serie de factores económicos que influyeron en el fracaso.
***
En el Directorio se presentan, a lo largo de 218 páginas, los 798 modelos que se ofertaban en aquella
época.19 De los cuales 583 son automóviles, el 73%, y el resto 215 son camionetas, el 27%. El término
automóvil se aplica a Todos aquellos automotores de pequeñas dimensiones, destinados a transportar
personas, desde 1 hasta 9 plazas incluyendo al conductor. Las camionetas, el término en ingles era
Business Wagons, hace referencia a los automotores de grandes dimensiones, utilizadas para el
transporte de personas (autobuses) como de mercancías (camiones), sus dimensiones pueden
asemejarse a las camionetas (pick-up o tipo van contemporáneas).
De los 583 autos, 90 (15%) eran importados, de países como Alemania y Francia, pero sólo se
importaban autos de gasolina y no había importación de camionetas. El resto, 408 (70%) eran de
producción nacional. La oferta predominante era la interna, ya que los modelos importados representan
tan sólo el (11%) de la cuota total del mercado de 798.
De todos los ofertados, 16 (3%) son de vapor, 69 (12%) eléctricos y 498 (85%) de gasolina. Con estas
primeras cantidades es importante destacar dos cosas; la primera el reducido impacto del mercado
extranjero en Estados Unidos. La segunda, es que el número de los autos de gasolina supera los de
vapor y eléctricos juntos.
De las 215 camionetas, 44 (20%) son de vapor, 65 (30%) eléctricos y 106 (50%) de gasolina. Aunque el
porcentaje de las camionetas que usan gasolina es alto, la mitad de estos automotores utilizan otro tipo
de energía distinta a la gasolina. Con ello, destaca que este otro tipo de energías proporcionaba la
potencia suficiente para poder mover mercancías y personas, sin problema.
18 Freeman, 2014. 19 En algunos casos un modelo según el equipamiento podía subir considerablemente su valor, por lo que se duplicó el modelo para que fuera representativo en los precios extremos. En los 798 se incluyen esos modelos duplicados.
37
Es decir de los 798 automotores 604 (76%) son de gasolina y 24% de otras fuentes alternativas de
energía de las cuales 134 (17%) son eléctricos y el resto 60 (7%) de vapor. Como se observa, los autos de
vapor tienen un porcentaje menor, frente a los eléctricos.
3.1. Compañías
Un total de 243 compañías, de las cuales sólo 32 se dedican a la producción tanto de autos como de
camionetas. Seis de ellas producen tanto autos de gasolina como eléctricos o de vapor y solamente una
ofrece los tres tipos de automotores, la Commercial Motor Truck Co.
Las compañías dedicadas a la producción de automóviles son 205, de las cuales 29 son compañías
extranjeras y 176 norteamericanas. Entre las que: 154 (63%) se dedican a fabricar autos de gasolina, 7
(3%) de vapor y 15 (6%) eléctricos.
Las encargadas de la fabricación de camionetas son 82 de las cuales 38 producen autos de gasolina,
13 eléctricos y 31 de vapor.20 Con ello es evidente que, aunque el número de modelos a vapor que se
ofrecen es reducido, el número de compañías existentes compite con las de gasolina; esto se explica
porque la mayoría de éstas sólo ofrecen un modelo, salvo Norris N. Mason que ofrece 6; mientras que
las empresas que venden autos de gasolina y eléctricos tienen una oferta mayor de modelos por
compañía. Esto genera en sí mismo nuevas preguntas: ¿Cómo explicar esa reducida oferta, se debe al
tamaño de la empresa, a la poca competitividad frente a las empresas rivales? Y ¿Hasta qué punto eso
jugo en su contra?
La mayoría de las compañías que ofrecían autos eléctricos o de vapor desaparecieron poco después,
pero algunas a pesar de dedicarse casi exclusivamente a los de gasolina en algún momento ofrecieron
también a sus clientes otro tipo de alternativas por ejemplo: la Studebaker, Pope y Ford. La Studebaker
destaca porque ofrecía 7 modelos de camionetas y 5 autos eléctricos.
La Pope figuró entre las empresas que más vehículos producían en 1903, con una producción de 1500
unidades. La Ford tenía una producción poco mayor, de 1708 en ese mismo año, y para 1928 de más de
diez mil, mientras que la Studebaker tenía una producción de más de ocho mil unidades para 1908. Son
de las empresas más importantes por el volumen y variedad de modelos.
Sobre la especialización de las compañías, en categorías de precio, se observa que de las 243
compañías 121 (50%) se dedican a producir modelos de precio bajo y medio es decir menor a $3,500
20 Si se suman las 205 de autos más 82 de camionetas, no da 245 totales ya que algunas compañías se repiten en autos y camionetas y según el tipo de energía utilizada.
38
dólares, 78 (32%) se dedican a producir exclusivamente autos de precio medio y de lujo con precios
superiores a los $3,500 dólares y 43 (18%) producen tanto de precios bajos como de lujo.
Es de destacar que en general la compañía que más modelos ofrece es la Pope Motor Car Co. con 29
modelos (12%) y la Electric Vehicle Co. 24 (10%), es decir estas dos compañías representan casi una
cuarta parte de la oferta; el caso contrario de 90 compañías que sólo ofertan un modelo, con una
representación en conjunto del 37%.
De los 29 modelos que ofrece la Electric Vehicle Co., 16 son eléctricos, tanto autos como camionetas;
1 camioneta de vapor y 7 de gasolina. De los 29 que ofrece la Pope Motor Car Co., 20 son eléctricos,
tanto autos como camionetas y 9 de gasolina. Como se puede observar las empresas con más variedad
de vehículos en venta, tienen una cuota importante de vehículos de energía diferente a la gasolina.
Incluso la Electric Vehicle es una compañía que había logrado establecer centros de venta ya en otros
países como México al inicio del siglo XX.
3.1.1. Distribución geográfica
Las compañías productoras o las empresas encargadas de importar automotores, se concentran en el
norte de Estados Unidos, principalmente en Nueva York. De igual forma, prácticamente todas las
empresas extranjeras que establecían plantas de ensamble y reventa de los vehículos importados se
encuentran también en esa ciudad.
De todas las compañías registradas 8 tienen más de una sucursal o fábrica. De las cuales 2 tienen
hasta tres establecimientos en diferentes estados. La distribución de las compañías es en la zona norte
(mapa 1) en particular en Nueva York donde el número de las empresas es de 63, mientras que en otros
estados no superan las 33. De esas 63 empresas, como se mencionó un número importante son empresas
que importan los vehículos del viejo continente. Esta concentración afecta también la localización de las
industrias auxiliares, aun años después (mapa 3) y sobre todo la oferta de modelos se concentran en
Nueva York, donde se ofrecen hasta 206 modelos.
39
Si bien la concentración del parque automotor también estuvo muy focalizada geográficamente en
Estados Unidos, en general el grado de popularización del automóvil fue el mayor, que en todo el
mundo. Para 1933 había en Estados Unidos 6 personas por cada automóvil.
Mapa 3: Concentración de la industria auxiliar en Estados Unidos, 1920.
Fuente: Directory, 1907.
Fuente: Directory, 1907.
Mapa 2: Concentración de la oferta estadounidense, número de autos producidos y puntos de venta de los importados en 1907.
Mapa 1: Número de modelos producidos y distribuidos por estado en 1907.
40
En cada estado de la unión americana se establecían los impuestos que cada automotor debería
pagar. Desafortunadamente sólo se encontraron una fuente completa de 1920, donde destaca que en
algunos estados este impuesto para los autos eléctricos y de vapor era considerablemente alto. De los
49 estados registrados, 5 tienen una tarifa fija para todos los automotores sin importar su tipo, peso o
potencia; 14 cobran una tarifa específica por cada caballo de fuerza del motor (hp); 19 establecen escalas
según la potencia del motor (hp) es el monto a pagar, a mayor hp mayor el impuesto; 11 de los estados,
donde se incluye Nueva York, tienen un impuesto específico según uno o varios de los criterios
siguientes: el peso, hp, precio, antigüedad y número de pasajeros.
El estudio del impuesto de los automotores merece un estudio más profundo, aunque destaca que
sólo ocho, de los 49 estados registrados, contemplan a los automóviles eléctricos con una tarifa
específica; únicamente Alabama contempla a los de vapor con una cuota de $25 dólares.
En el cuadro 1 destaca que en cinco de los ocho casos presentados el impuesto que debían pagar los
autos eléctricos está por encima de la tarifa mínima que deben pagar los de gasolina. En California, si
bien, la tarifa para los autos eléctricos es relativamente baja, se debe tomar en cuenta que hay autos
hasta de cuatro horse power, lo que sería menos de una tercera parte del eléctrico. Mississippi puede
presentar un fenómeno similar, aunque en este caso la cuota fija de los eléctricos es notablemente mayor.
Michigan, estado que además tiene un importante número de automotores y fabricantes, es un caso
inquietante; pues tanto la cuota fija como lo que se cobra por cada 100 libras es superior en los eléctricos
Fuente: Facts and Figures of the Automobile Industry, 1920: 10.
41
que en los de gasolina, además si se toma en cuenta que en general los autos eléctricos son pesados, eso
aumenta notoriamente el impuesto a pagar.
Cuadro 1: Impuestos anuales a los automotores eléctricos y de gasolina en Estados Unidos en 1920.
Estado Tarifa eléctrico Tarifa mínima gasolina
Tarifa máxima gasolina
Alabama $ 20 $11.25 $30
California $5 $0.40 por hp
Illinois $12 $8 $25
Indiana $5 $5 $20
Michigan $4 más $0.35 por cada 100 libras $0.25 por hp más $0.35 por cada 100 libras
Mississippi $15 $0.50 por cada hp
Oregon $18 $15 $56
Utah $10 $5 $15
Fuente: Facts and Figures of the Automobile Industry, 1920: 74-81. Nota: Tarifas en dólares corrientes.
Si bien, no se puede asegurar que en la mayor parte de los estados norteamericanos el impuesto
anual de los automotores desincentivo el uso de los eléctricos; si existió este desincentivo en algunos de
ellos. Además sería necesario un estudio más profundo y dinámico para comprender en qué medida
eso fue un fenómeno que realmente freno ese mercado.
3.2. Características
3.2.1. Precio
Una de las principales hipótesis de este avance es comprender en qué medida el precio de los
automotores eléctricos y de vapor contribuyó a su desaparición del mercado. En el Directorio se
establecen diversas clasificaciones de precio según los tipos de automotores; sin embargo, para poder
realizar una comparación eficiente se consideró sólo la categoría de los automóviles de gasolina; la cual
se divide en doce (cuadro 2).
Cuadro 2: Categorías de precio de los automotores en Estados Unidos, 1907
No. Categoría Rango (dólares corrientes) Número de modelos
1 Menos de $1,000 74
2 $1,000-$1,499 58
3 $1,500-$1,999 82
4 $2,000-$2,499 73
5 $2,500-$2,599 57
6 $2,599-$2,999 33
42
7 $3,000-$3,499 67
8 $3,500-$3,999 55
9 $4,000-$4,499 57
10 $4,500-$4,999 36
11 $5,000-$5,500 53
12 $5,500-$5,999 17
13 $6,000-$6,999 26
14 $7,000-$7,999 23
15 Más de $8,000 45
Sin categoría 42
Fuente: Directory, 1907.
De los 798 modelos ofertados, 42 (5%) no tienen precio por lo que no es posible clasificarlos. Del resto
se observa que la moda es la tercera categoría con un 10%. Las primeras siete categorías representan al
56% de la oferta.
Es de destacar que de los automotores exportados se establecen a partir de la cuarta categoría, pero
el 81% de estos se concentran en las últimas cinco. De hecho en la última, 31 de los 45 son importados.
Es así que en general los autos importados estaban destinados a una clase social alta principalmente.
En el caso de los automotores eléctricos 18 no tienen categoría por lo que no es posible analizarlos;
pero del resto, aproximadamente 116 modelos, se observa que entre la tercera, cuarta y quinta categoría
se concentra el 50% de esta oferta, pero también en la novena categoría tienen 17 modelos, es decir otro
15%.
Los automóviles eléctricos son 69, de los cuales el 65% se concentraban de la categoría dos a la cuatro,
y la categoría 9 representa el 15%. En el caso de las camionetas, las cuales son más caras que los
automóviles, eran 65, menos 18 sin clasificar, de las cuales el mayor porcentaje se concentraba en las
categorías tres y cuatro con el 47%.
En el caso de los de vapor con 13 sin precio, los modelos clasificados son 45, de los cuales el 55% se
concentraban en las primeras 5 categorías y en la última sólo se tiene el 7%. De estos cálculos generales,
en el caso particular de los autos se observa que sólo hay 14 unidades, de las cuales el 57% estaban en
la primera categoría. En el caso de los vehículos utilitarios, de los 44, menos 13 no registrados, el 52%
estaban en las primeras cuatro categorías y en la última sólo un 10%.
Los de gasolina son más variados y tienen representatividad en casi todas las categorías, pero en las
primeras cinco concentra el 47%, en las siguientes cinco el 33% y en las últimas cinco el 20%.
Si bien a grandes rasgos, el análisis por categorías parecería mostrar un mercado con tendencia hacía
los precios bajos, y una competencia equilibrada entre los diversos tipos de automotores, un análisis
43
detallado muestra que el auto eléctrico o de vapor más barato ($800) es tres veces más caro que el de
gasolina más económico ($250).
Además, sólo un modelos de vapor y eléctrico tiene un precio de $800 dólares, mientras que los de
gasolina con un precio menos a $500 son 12 y con un precio menor o igual a $850 son 42. Frente a este
panorama es evidente que los automotores de gasolina tenían un precio considerablemente mejor, para
aquellos que buscaban un automotor barato.
Conclusiones
En la actualidad frente a la crisis energética y ambiental se han intentado revivir viejas tecnologías para
ofrecer una movilidad limpia y económica. Sin embargo, el costo del desarrollo, o mejor dicho
perfeccionamiento, de esta vieja tecnología es elevado, por lo que aunque a la fecha se comienzan a
introducir en el mercado los automotores eléctricos, éstos tienen un precio elevado lo que los hace
inasequibles a una mayoría.
En general, se ha debatido que los primeros automóviles eléctricos y de vapor desaparecieron frente
a la eficiencia y velocidad de los motores de combustión interna; atando el proceso a un único factor
técnico. Mi propuesta, de la cual sólo esbozo un somero avance en esta ponencia, es que existieron otros
factores económicos y sociales que contribuyeron a la desaparición de este tipo de vehículos. Entre los
cuales destaco dos, el precio y los impuestos anuales. Para comprobar esta hipótesis es necesario realizar
el estudio sobre el mercado norteamericano, no sólo por la disponibilidad de fuentes, sino por ser de
los más importantes en la industria automotriz en el siglo XX, tanto por su mercado interno, volumen
de producción, su influencia e impacto en el comercio internacional, pero sobre todo, por la gran
revolución tecnológica, administrativa, económica y social que tuvo lugar en 1908 con la producción en
serie.
En un primer acercamiento a la industria del mercado automotor se observa que entre las empresas
dedicadas a producir autos eléctricos y de vapor figuran algunas de dimensiones modestas que no
tardaron en desaparecer poco después y otras de tamaño superior que además tenían una oferta
variada.
En segundo lugar, algunos estados el impuesto parece ser mucho más pesado para los vehículos
eléctricos que los de gasolina, a pesar de que el análisis se hace en 1920, por falta de documentación
previa. Aunque es necesario un estudio más detallado para definir mejor el verdadero peso de este
factor en la caída de esta industria.
En tercer lugar, si bien el mercado de los vehículos eléctricos y de vapor pareciera estar equilibrado
44
con la oferta de los de gasolina, en realidad estos últimos ofrecían un mayor número de automotores de
precios mucho más bajos; lo relevantes es que el panorama presentado es mucho antes de la revolución
generada por la producción en serie, es decir antes de que comenzará la verdadera masificación de los
automotores, lo cual seguramente también representó un reto para estas viejas empresas.
Esta ponencia abre más preguntas de las que responde, aun falta mucho trabajo por delante. En
primer lugar se tiene cruzar la variable precio con algunas características técnicas comunes, como
potencia y velocidad de los automotores de los diversos tipos, para asegurar en qué medida el precio
estaba vinculado a superioridad tecnológica y también analizar en qué medida pudo eso desequilibrar
el mercado a favor de los vehículos de gasolina. También se deben cruzar datos y analizar el volumen
del parque automotor por estado y sus impuestos a los automotores, para comprender mejor su
influencia.
Por último un análisis empresarial auxiliaría a ver en qué medida estas empresas podían competir
en volumen de producción y sobre todo como se enfrentaron a los nuevos retos de la producción
después de 1908. De igual forma, es importante conocer cuál fue la influencia de los diversos procesos
históricos que debieron sobrellevar antes de 1935.
Bibliografía
“State motor vehicle registration”, http://www.fhwa.dot.gov/ohim/summary95/mv200.pdf. An Illustrated Directory of the Specifications of All Domestic and Foreign Motor-Cars and Motor Business
Wagons –Gasoline, Steam and Electric- Sold in This Country. Nueva York: Motor, 1907. Análisis de los indicadores económicos. Buenos Aires: Cuatro Media, 2008. EDSALL, Larry. Automóviles legendarios. México: Océano, 2005. El Nacional. México. El Tiempo. México. Facts and Figures of the Automobile Industry. New York: National Automobile Chamber of Commerce,
Inc, 1920. FREEMAN, J. Brian. “Camiones de carga y la infraestructura vial en el México posrevolucionario”.
Ponencia presentada en el Coloquio Internacional sobre Estadísticas económicas y evolución histórica de la industria automotriz en México. Toluca: El Colegio Mexiquense, A.C., 2014.
Historical Statistics of the United States, 1789-1945. A supplement to the Statistical Abstract of the United States. Washington: Bureau of Census/U.S. Department of Commerce, 1949.
LANGLOIS, Richard N. y Paul L. Robertson. Empresas, mercados y cambio económico. Una teoría dinámica de las instituciones empresariales. Barcelona: Proyecto A, 2000.
Mexico-American, and the Pulse of Mexico. México, noviembre 1921. Motor. New York, 1905-1915. SMITH, James. Coches antiguos. Barcelona: Ultramar, 1998. The Horseless Age. New York, 1904. The Mexican Herald. México. The Motor World. New York, 1910.
45
Creación y financiamiento de las defensas españolas en Tierra
Firme durante la Unión Ibérica (1580-1640)
Sebastián Amaya Palacios1
Robinson Alexis Baena2
Para el Imperio español el siglo XVI estuvo enmarcado en la guerra, constantes batallas
europeas en diferentes frentes: la Guerra de los Ochenta Años en tierras flamencas, las
campañas italianas contra la Liga de Cognac3; batallas la expansión turca en el mar
Mediterráneo; guerras contra Francia e Inglaterra; rebeliones internas y en las primeras
décadas del siglo XVII se enfrascó en la Guerra de los Treinta Años. Todas estas guerras
demandaban un gran caudal económico para poder mantenerse firme en cada frente,
más aun si le agregamos las campañas de conquista en América y los asedios, tanto de
ingleses como de franceses, por el dominio comercial en el Gran Caribe.
Con el fin de solventar las necesidades económicas se propusieron la creación de
nuevos impuestos o aumentar los ya existentes que no estuvieran bajo la intervención
de las cortes, y así evitar la corrupción. El objetivo del Rey era suministrar fondos
necesarios para la conservación de la reputación militar y de la Religión Católica. Pero,
si bien estos nuevos impuestos y ampliación de otros, ayudó a obtener un caudal
económico, en realidad nunca hubo un plan programático que permitiera la
sostenibilidad de dichos ingresos4.
Gracias a los impuestos y a la minería americana, en especial el auge de la
producción de plata en las minas del Potosí, el imperio tenia mayor capacidad de
endeudamiento y de esta manera podía solicitar grandes préstamos a los banqueros y
1 Estudiante de Historia de la Universidad de Antioquia, miembro del grupo de investigación Estudios Interdisciplinares en Historia General (EIHG) de la Universidad de Antioquia y asesor editorial de la revista Tempus revista de historia general. 2 Estudiante de Historia de la Universidad de Antioquia, secretario general del grupo de investigación Estudios Interdisciplinares en Historia General (EIHG) de la Universidad de Antioquia y editor en jefe de la revista Tempus revista de historia general. 3 Se trataba de una liga creada con el fin de compensar el creciente poder acumulado por los Habsburgo en persona del Emperador Carlos V (Carlos I de España) que por herencias dinásticas había logrado convertirse en soberano del Sacro Imperio Romano-Germánico, Castilla y a su vez las Indias Occidentales, Países Bajos, Borgoña, Austria, Aragón, Nápoles y las dos Sicilias y que había logrado imponerse a Francisco I de Francia durante las Guerras Italianas y hacerlo prisionero en la Batalla de Pavía (1525). Dicha coalición se encontraba conformada por los Estados Papales, Florencia, Milán, Venecia, Francia e Inglaterra. 4 Carlos Morales, Carlos Javier de. Los medios de control contable de las finanzas reales en tiempos de Felipe II: el teniente Francisco Gutiérrez de Cuéllar y la Contaduría Mayor de Cuentas, 1560-157.
46
comerciantes europeos, como los Fugger y los Welser. Entre 1526-1555 los ingresos por
metales incrementaron drásticamente5; sin embargo, estos sólo era una parte de las
entradas del imperio y no eran suficientes para cubrir la deuda de la Corona. Los
aranceles al comercio colonial (almojarifazgo) también soportaron el endeudamiento del
gobierno, en 1556 se crea el Derecho de la Avería6 y lo recaudado se destinaba a la
financiación de las armadas que escoltaban los barcos hacia América. Adicionalmente,
el Vaticano otorgaba ayudas económicas a España para que cumpliera sus deberes con
la Fe Católica7.
La prioridad de la política imperial de Carlos V se centró en Europa, por lo que
atendía con gran importancia las campañas contra Francia. Estas fueron financiadas
mayormente con las remesas de Santo Domingo y Nueva España pero, al momento de
la llegada de Felipe II al trono el principal, el panorama político cambió profundamente.
Francia era un estado inestable resultado de las guerras y persecuciones religiosas, por
lo que los principales esfuerzos militares se enfocaron a detener el rápido avance de los
turcos en el Mediterráneo Oriental y los Balcanes e Inglaterra que centraba su política
exterior en contrapesar el poder acumulado por la dinastía de Austria. Cuando en agosto
de 1578 Sebastián I de Portugal muere sin dejar descendientes, la Corona Portuguesa
quedó sin un sucesor evidente; es por esto que Enrique I (tío abuelo de Sebastián I)
heredó el trono. Sin embargo no ejerció por mucho tiempo el cargo ya que falleció en
enero de 1580. Como resultado se desató una guerra de sucesión entre los dos candidatos
al trono portugués: el Prior de Crato, quien se autoproclama Rey de Portugal y Felipe II,
que respondió enviando tropas para frustrar sus aspiraciones.
La financiación de esta guerra provino de señores fronterizos8, las ciudades9 y
también con fondos de la Casa de Contratación de Sevilla10 resultado de las masivas
riquezas americanas, entre ellas las minas de San Luis de Potosí. Felipe II salió victorioso
y unificó dinásticamente las coronas española y portuguesa, pues no hubo una unión ni
jurídica ni administrativa. No obstante, dicha victoria requeriría de una intervención
5 Pasaron de 3,2 a 18,4 millones de ducados por década. 6 es una blanca al millar que se cobra del valor de las mercaderías enviadas y recibidas por los cargadores. 7 El vaticano concedió parte de los ingresos del subsidio español y de las Bulas de la Santa Cruzada para ayudar a España. En: Stein, Stanley J., Stein, Barbara H. Plata, comercio y guerra: España y América en la formación de la Europa moderna. (Barcelona, editorial Crítica: 2002) 60. 8 El Gran Duque de Toscana envió 400.000 escudos y ayudo a obtener un crédito con prestamistas toscanos. 9 Sevilla aporto 252.675.750 maravedís entregados a la casa de contratación 10 30.000 escudos de oro
47
militar aún mayor en las fronteras comunes entre españoles y portugueses11. Esto
significó una carga económica mayor sobre el ya abultado presupuesto militar. Sin
embargo, los beneficios que prometía y trajo la Unión Ibérica demostraron que fue una
inversión más que acertada. Entre las ventajas que brindó contar con el dominio de toda
la fachada atlántica del imperio y fusionar la flota española con la experiencia marítima
amasada por los navegantes portugueses, se cuenta la ampliación de las rutas
comerciales que abrió la puerta a grandes sistemas comerciales a lo largo y ancho del
globo, entrelazando los diversos dominios de Felipe II. A los ya extensos territorios de
la monarquía española se sumaron las factorías portuguesas en Brasil y aquellas que
comprendían su ruta al Lejano Oriente: la circunnavegación de África, India, e incluso
las Islas Molucas12. Así, la casa de Austria tuvo acceso todo tipo de mercancías y
posibilidades comerciales, que generaron un cambio radical en el panorama del Caribe.
La principal consecuencia de esto, fue el detrimento de Santo Domingo y las Antillas
Mayores en su conjunto como epicentro de las relaciones (tanto económicas como
administrativas) entre la metrópoli peninsular y los virreinatos americanos, que si bien
desde 1550 eran notorio, para 1580 ya era un hecho más que consumado13.Tal unión
puede considerarse una relación de mutualismo entre Castilla y Portugal, pues la élite
portuguesa percibió grandes beneficios debido a la entrada de recursos económicos
producto de las remesas americanas, y la conformación de una red de comerciantes
agentes de casas comerciales de los Países Bajos que se adueñó de la trata de esclavos.
Política española en el Gran Caribe:
Desde los inicios de las exploraciones y conquistas de las diferentes regiones del
Nuevo Mundo, la gran cantidad de asentamientos permanentes que se extendieron allí
hicieron imperante la creación de un sistema que controlara la administración y
recolección de las riquezas y recursos que debían destinarse tanto a los particulares y
comerciantes en la metrópoli, como a las arcas reales que subsidiaban las constantes
guerras en las que intervenía el imperio. Con este fin, se constituyeron órganos de
11 Martin Acosta, Emelina. “Las remesas de indias y la política imperial”. Dinero, moneda y crédito en la
monarquía hispánica. (Madrid, Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 405-424. 12 Los portugueses bajo el mandato de Enrique el Navegante iniciaron la exploración de la costa africana, que luego, dio paso a la construcción de los primeros enclaves comerciales o factorías como Arguim y Sao Jorge da Mina, relaciones diplomáticas con los nativos del Congo y su evangelización. Para 1497 llegaron a Calicut en la India y desde 1500 a las costas de Brasil. 13 En una comparación entre los navíos que arribaron a los puertos de Cartagena y Santo Domingo se halló que entre 1533 (año de fundación de Cartagena) y 1600 a Cartagena entraron 1686, mientras que a Santo Domingo 662. Ver: Vidal Ortega, Antonino. “Barcos, velas y mercancías del otro lado del mar. El puerto de Cartagena de Indias a inicios del siglo XVII”. En: Colombia y el Caribe (Barranquilla: Universidad del Norte: 2003) 47.
48
gobierno especializados con la única función de regular las funciones comerciales entre
España y el Nuevo Mundo: la Aduana de Cádiz y la Casa de la Contratación de Sevilla
establecidas en 1493 y 1503 respectivamente. La Casa de Contratación fue sin duda quien
desempeñó un papel más importante pues se dotó se facultades muy amplias sobre
jurisdicciones tanto civiles como criminales, y lo más relevante para este caso, potestad
sobre el comercio y la navegación14.
Los incalculables tesoros y recursos adquiridos mediante el sometimiento de las
grandes sociedades nativas como el imperio Azteca o Inca, seguido del boyante comercio
que se conformó, rápidamente atrajeron a los adversarios de España, uno de los primeros
casos fue la captura de parte del botín ganado por Hernán Cortés durante la conquista
de México cuando el corsario francés Juan Florín cerca de las islas Azores asaltó las naves
españolas que lo trasportaban a la península Ibérica15. Como respuesta a este tipo de
asaltos, la Corona mandó la creación de un sistema de flotas que hiciera más seguro el
viaje entre América y Europa en agosto de 1543 mediante una ordenanza real, sin
embargo, no es hasta 1564 que se implementa. No obstante, este sistema de convoyes no
estaba destinado a detener el aumento de los ataques piratas en toda la región Caribe,
sino defender las embarcaciones que aseguraban un flujo comercial continuo. Estas rutas
tenían como finalidad integrar los circuitos de comercio regional del Gran Caribe en
algunas ciudades donde se celebrarían ferias a las que acudían comerciantes de todos
los rincones del Imperio para comprar las mercaderías europeas y se enviarían los
impuestos y riquezas que pertenecieran al Rey y su hacienda, al menos en teoría,
valiéndose de dos viajes anuales. El primero de ellos zarpaba entre junio y septiembre,
estaba destinado a la Nueva España finalizando en el puerto de Veracruz, e integraba a
Honduras y las Antillas Mayores; el segundo, los galeones de Tierra Firme dejaban las
costas atlánticas entre marzo y junio y se dirigía al complejo portuario Cartagena,
Nombre de Dios- Portobello16.
El aumento de piratas y corsarios hizo que se perdiera la hegemonía española en
el Caribe y que tanto sus fundaciones como embarcaciones fueran blancos a posibles
asaltos. Incluso Cartagena, la ciudad principal de este territorio que fungía como garante
14 Ots Capdequí, José María. “Gobierno y Administración”, El Estado Español en las Indias. (México: Fondo de Cultura Económica. 1957) 63. 15 Reichert, Rafael. Sobre las olas de un mar plateado. La política defensiva española y el financiamiento militar novohispano en la región del Gran Caribe 1598-1700. (Mérida: Universidad Autónoma de México, 2013) 32-33. 16Chaunu, Pierre. Sevilla y América siglos XVI y XVII. (Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla: 1983) 199.
49
de la seguridad de Riohacha, el Istmo de Panamá, Veraguas, Darién y Portobello, a la
que llegaban los Galeones de Tierra Firme luego de separarse de la Flota que se dirigía
a Nueva España sufrió ataques de piratas durante el siglo XVI. Los ataques a la ciudad
fueron inaugurados por los franceses: Baal en 1546 y Cote en 1559; a estos siguieron los
ingleses: Hawkins en 1568, Ruán 1568 y en 1586, el más famoso de ellos, Sir Francis
Drake. Como respuesta, se crearon varias armadas que aseguraran el tráfico marítimo
y un sistema de fortificaciones en los sitios más importantes para suplir la falta de tropas
regulares en el territorio. En este texto nos ocuparemos de las armadas y los complejos
defensivos que se desarrollaron en Tierra Firme y analizar cómo se financiaron durante
un momento tan complicado por los desgastes militares y cantidad de conflictos con
otros estados europeos como lo fue la Unión Ibérica.
El periodo entre 1585-1589 se vio enmarcado en una guerra entre España e Inglaterra en
la que además del interés por el caribe y su comercio, también entraba en juego la disputa
religiosa. Felipe II planeaba la invasión a Inglaterra para apoyar a María Estuardo; por
su parte Isabel I de Inglaterra enviaba a Sir Francis Drake y sus más de mil hombres para
iniciar su ataque en el Caribe. Dicho ataque no podía llegar en un peor momento para
las defensas indianas. Las defensas terrestres no contaban con tropas regulares, y las
fortificaciones eran incipientes y anticuadas basadas en un modelo medieval (del que
trataremos más adelante) y con pocas piezas de artillería; En cuanto a sus unidades
marítimas, las galeras estaban averiadas, y por mandato de Felipe II, la flota de Nueva
España se envió a Europa para engrosar la armada que comandaría el Marqués de Santa
Cruz17 para apoyar la invasión a Inglaterra. Con sistema de fortificaciones en tal estado,
y una falta de efectivos, Francis Drake además de saquear Santo Domingo, llegó a
Cartagena destruyendo las galeras que estaban en el puerto. Este éxito le dio ánimo a
Hawkins para intentar interceptar flotas de indias, Tomas Cavendish también se unió a
sus compatriotas y recorrió las costas del Brasil.
Para contrarrestar los ataques de Drake se dio inicio a la creación de una armada
que se formó en Lisboa y Sevilla, para Tierra Firme se envió una armada de Zabras y una
de Pataches hacia la Nueva España. Para financiar estas armadas, además de la gran
empresa de Felipe II, España tuvo diversos ingresos, por un lado los banqueros
17 Sin embargo Álvaro de Bazán y Guzmán (Marqués de Santa Cruz) murió el 9 febrero de 1588 en Lisboa y no pudo comandar el ataque a tierras inglesas y fue sustituido a por Alonso Pérez de Guzmán VII duque de Medina-Sidonia.
50
compraron oro remesado desde América, la venta de juros18 (pero entre 1598-1621 el
capital de la venta de juros creció en un 22 por ciento, de 92 a 112 millones de ducados,
y para 1634 solo los intereses de los juros representaban la mitad de los ingresos de
castilla). Estas ayudas se sumaron las remesas de indias, asientos con negociantes y el
empréstito del Papa Sixto V (un millón de escudos). Sin embargo, estos eran insuficientes
debido a la gran envergadura de la empresa, y la creación de la armada se retrasó por
falta de medios económicos para sus soldados y trajo consecuencias como enfermedades
y hambre.
Para 1588 la Hacienda Real se encamino hacia la financiación de la Gran Armada
y su campaña de Inglaterra. Los fondos de la Casa de Contratación se desviaron para el
sostenimiento de la campaña y se entregaron 675.000 maravedís para pagar las
compañías de infantería, 3.000.000 al pagador de la artillería, 7.500.000 para la corta de
madera para navíos en Santander y 8.250.000 para provisiones de las naos19.
La Gran Armada zarpó desde Lisboa y pasó un mes y medio abasteciéndose en
La Coruña, para el 30 de julio se encontraba en el Canal de la Mancha pero en agosto fue
destrozada, aunque más como consecuencia del mal tiempo que de los ataques ingleses.
Como producto del fracaso de la Gran Armada Inglaterra intento invadir Portugal e
imponer un nuevo régimen, pero ya allí había un partido pro hispano que apoyaba a
Felipe II, además Portugal se veía muy beneficiado por el dinero americano y gran parte
de la elite no quería perder este beneficio económico.
Los intentos por ambas partes de derrocar a los actuales gobiernos fracasaron,
Inglaterra cambio de objetivo y se enfocó de nuevo en las Indias. Entre 1589-1591 las
embarcaciones inglesas llegaban a 235, y atacaban sistemáticamente la flota de Indias y
las provincias españolas. Para entonces España ya había puesto en marcha el plan
general de fortificaciones de América, encargado a Juan de Tejada como jefe militar y a
Bautista Antonelli en la ingeniería.
Sistema de fortificaciones
La construcción de las fortalezas era encargada por la Junta de Guerra del
Consejo de Indias a un ingeniero militar, quien se encargaba de ejecutar las estructuras
que se aprobaran construir; junto a los oficiales de la Real Hacienda supervisar el destajo
18 privilegio de participación en una obligación de deuda real, estipulando un pago periódico de interés anual sobre la cobranza de rentas reales (con la renta colonial se pagaban los intereses). Eran varios tipos: al quitar, de resguardo, por vida, por herencia, perpetuo. 19 Martin Acosta, Emelina. “Las remesas de indias y la política imperial”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid, Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 423
51
y aderezo de las murallas, la apertura y profundización de los fosos, acarreo de
materiales y compra de herramientas y materiales necesarios. Su edificación era costeada
por la Corona, al igual que su sostenimiento y rehabilitación, sin embargo, si no habían
propios suficientes, era también subsidiada por los súbditos de la unidad administrativa
a la que perteneciera la fortificación. En este aspecto, la legislación castellana fue
recurrente, desde Alfonso el Sabio en las 7 partidas, Juan II, Enrique IV, los reyes
Católicos y el emperador Carlos V mandaron que contribuyeran los vecinos, clérigos,
iglesias, aldeas, villas y forasteros con bienes raíces allí, incluso los nobles si tal era la
necesidad.20
En la fundación de los nuevos poblados en América no se dejó de un lado la clara
necesidad defensiva frente a los indios, por el contrario, se realizaron gran número de
ellas según cánones medievales como las torres o cubo (caracterizadas por su torre de
homenaje), casas-fuertes y castillos21. Según el análisis de Calderón Quijano sobre las
fortificaciones registradas en la Gobernación temporal y espiritual de las Indias, en Tierra
Firme se construyeron varias fortalezas distribuidas entre Santa Marta, Cartagena,
Nombre de Dios y Nueva Andalucía. En el texto se enumeran otros proyectos de
fortificación en el golfo de Urabá, costa de paria y cabo de la Vela, también pertenecientes
a la jurisdicción de Tierra Firme, pero las hemos omitido por falta de información. En
general no se especifica su tipo ni los materiales que se implementarían, muy
posiblemente mampostería, los presupuestos mencionados son los siguientes22:
Este primer intento de fortificación de Tierra Firme al continuar con la tradición
poliorcética medieval, no estaba adecuada para resistir los ataques de piratas y corsarios
con gran poder de fuego que empezó a hacerse cada vez más común a mediados del S
20 Ver: Calderón Quijano, José Antonio. Las defensas indianas en la Recopilación de 1680. (Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-americanos de Sevilla: 1984) 16-18. 21 Blanes Martín, Juana Tamara. “Fortificación española en América. De los orígenes a nuestros días.” 22 Elaboración propia a partir de los datos citados en Calderón Quijano, José Antonio. Las defensas indianas en la Recopilación de 1680. (Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-americanos de Sevilla: 1984) 43-47.
tenencia salario del alcaide
Santa Marta 1 fortaleza 30000 75000 1524/1528
Cartagena 1 fortaleza 75000 S.D 1535
Nueva Andalucía 4 fortalezas S.D 400000 1536
Nombre de Dios 1 fortaleza 75000 S.D 1540
territorio: proyecto:presupuesto (maravedís)
año
52
XVI. Este atraso técnico, forzó a las autoridades españolas a idear un plan defensivo que
supliera las necesidades defensivas tantos en los puertos, sitios estratégicos como la
desembocadura de grandes ríos, y de embarcaciones en altamar.
El ataque de Francis Drake confirmó la ineficiencia de las defensas de todo el
Gran Caribe al asaltar Santo Domingo, San Agustín (Florida), y para nuestro caso de
estudio: Cartagena de Indias23, ciudad que mantuvo durante más de un mes y por la que
debió pagarse un rescate de más de 100.000 ducados. Tal incursión obligó a las
autoridades del Consejo de Indias, y más específicamente a la Junta de Guerra a elaborar
todo un sistema de defensa que respaldara cada una de sus partes. Para tal fin, se
enviaron ingenieros militares europeos con el objetivo de evaluar y planificar posibles
fortificaciones en los principales puertos y regiones productoras del Caribe.
En 1586, con la llegada de Bautista Antonelli y Juan de Tejada al Istmo de Panamá
se inaugura un proceso de construcción de un complejo sistema defensivo y una
modernización de las defensas indianas en la región. Sus diseños y proyectos
comprendieron fortificaciones permanentes abaluartadas, baluartes, castillos e incluso
murallas para hacer más segura la región. Sin embargo, no es hasta la segunda mitad de
la década de los 90 que estos diseños empiezan a ser construidos. Cartagena y
Portobello24 al constituirse como los puertos más importantes en la ruta de los galeones
de Tierra Firme, fueron los puntos en los que se concentró más el ímpetu reformador del
sistema defensivo.
Fortificaciones de Portobello:
Según el diseño de Antonelli, se construirían dos fortalezas en Portobello
ubicadas una frente a la otra para cruzar fuego en la entrada de la bahía y así controlar
su acceso. La primera obra en emprenderse fue el castillo de San Felipe de Todofierro,
también llamado de Austria o de Sotomayor, en 1597. La segunda obra se inició en
ausencia de Antonelli por Hernando de Montoya, quien condonaba una condena a
galeras a cambio de su trabajo como arquitecto en la fortaleza, en 1600. Según cálculos
23 La principal defensa de Cartagena de Indias fue el fuerte San Felipe del Boquerón (1566) Consistía en una torre-fuerte de características medievales con un cilindro central o torreta en mampostería, coronado por almenas, matacanes, estribos y un tejadillo cónico con una empalizada «entablada» con tierra pisada y madera que se complementaba con una batería situada en el otro extremo de la boca. Ver: Cabrera Cruz, Alfonso Rafael. “La fortificación de los puertos de América: Cartagena de Indias”. ACOFI XXVIII reunión nacional. 24 Debido a la insalubridad del puerto de Nombre de Dios, la ciudad se mudó a Portobello en 1597. Por tanto, esta se convirtió en el destino final de las embarcaciones de la península por la ruta de los galeones y prosperó rápidamente gracias a las ferias allí celebradas y a ser el punto de encuentro con los peruleros que viajaban del Callao a Panamá, y cruzaban el istmo cargados de las grandes riquezas argentíferas del Potosí.
53
de Montoya realizados en 1601 el costo de construcción y mantenimiento de ambas
fortalezas era25:
Fortificaciones de Cartagena de Indias:
La planificación del sistema defensivo de la ciudad debió iniciarse desde un
punto muerto, el ataque de Drake había eliminado los fuertes a la entrada de su bahía y
no había dejado piezas de artillería disponible sobre las cuales recayera la tarea de la
defensa del puerto. En 1589 Bautista Antonelli propuso cercar una ciudad con una
muralla y un sistema de galeras que la protegiera mediante patrullajes marítimos26, pero
sus mayores aportes para la fortificación de la ciudad fueron diseños de gran cantidad
de baluartes. El desarrollo de tales proyectos de ingeniería militar serían concretados
años después por Cristóbal de Roda Antonelli, su sobrino, y el gobernador Francisco de
Murga que contaba con gran experiencia como militar. En el siguiente cuadro de
presentan las construcciones militares realizadas en Cartagena de Indias luego de las
instrucciones de Antonelli, hasta 164027:
25 Ambas tablas elaboradas a partir de “relación de los costos que parece a Hernando Montoya, aparejador y maestro mayor de fábricas de Portobelo que tendrá la de la obra que se propone para juntar y hacer un cuerpo de caballero en el San Phelipe y la Punta de Antonelli”, Portobello, 29. III. 1600, en AGI patronato 256. Citado en: Castillero Calvo, Alfredo. “las fortificaciones”. Historia General de Panamá. Vol. I, Tomo II. (Panamá: Comité Nacional del Centenario de la República de Panamá: 2004): 27-51. 26 Ver: Ruiz Rivera, Julián B. “Cartagena de Indias: las insuficiencias de una plaza fuerte en el siglo XVII” Revista Hispanoamericana. Publicación digital de la Real Academia Hispano Americana de ciencias, artes y letras. 2014, No. 4. Pág. 2. 27 Tabla elaborada a partir de los datos presentados en la conferencia “obras de ingeniería militar en Cartagena de Indias” dirigida por Alfonso Cabrera Cruz y presentada en la Universidad Tadeo Lozano en su seccional caribe en 1998. Diapositivas disponibles en línea: http://www.acofi.edu.co/2008/Resultados/Ingenieria%20MIlitar.pdf.
pesos corrientes de 9 realespesos de 8 reales
Castillo de San Felipe de Todofierro 56765 63860,57
Castillo de Santiago de la Gloria 93420 105097,42
total de las obras 150185 168958
obras:
Costos de las fortificaciones de Portobello
presupuesto:
salarios personal técino 7110 reales
cal (9 reales fanega) 9900 reales
alimentación de esclavos (110) 4950 reales
salarios personal administrativo 2764 reales
personal adicional 23285 reales
marineros 8850 reales
total 56859 reales
Costos de mantenimiento de las fortificaciones de Portobello
54
Financiamiento del sistema defensivo:
El sostenimiento de todo este complejo fortificado en Tierra Firme se proyectó
principalmente del monopolio comercial. Al existir pocos puertos permitidos en los
cuales, teóricamente, se realizaban todas las transacciones comerciales entre la metrópoli
y América, los impuestos resultantes de los productos y mercancías proporcionarían los
fondos para la defensa del territorio, y tal como ordenaban los códices legales
altomedievales castellanos, en caso de necesidad se recurrirían a préstamos y aportes de
los vecinos, extranjeros, y demás ciudades, villas o territorios que se beneficiaran de la
defensa proporcionada por la fortaleza en cuestión. Tal propósito pudo ser una forma
de autofinanciación efectiva dado el gran auge de la navegación colonial hasta finales
del siglo XVI, pero a partir de 1600 inicia un periodo de grandes dificultades para la
Unión Ibérica que marca el fin de la expansión europea con predominancia castellana y
portuguesa, tanto castellana como portuguesa, a la que reemplazan otros estados rivales
europeos y que dificulta en adelante el sostenimiento del Imperio en su totalidad. Según
las tendencias observadas por Pierre Chaunu, entre 1593-1622 se produce un largo
estancamiento del comercio atlántico en general, del cual para el análisis de los ciclos de
tipo nombre: año: responsable: año: responsable:
baluarte Sto Domingo, Santiago y la Cruz 1595 Antonelli 1602-1616 De Roda
1617-1630 De Roda
1630-1639 De Murga
1609-1630 De Roda
1629-1634 De Murga
1617-1630 De Roda
1630 De Murga
1617-1630 De Roda
1630 De Murga
1618-1630 De Roda
1630 De Murga
1626 De Roda
1629-1636 De Murga
bauluarte San Pedro Mártir 1630 De Roda y Murga
muralla Getsemaní 1595 Antonelli 1630 De Murga
batería Media Luna 1631 De Murga
fuerte Mango 1629-1633 De Murga
fuerte Manzanillo 1627 De Roda y Trujillo 1631 De Murga
1595
1595
Antonelli
Antonelli
Antonelli
Antonelli
Antonelli
1595
obra: diseño construcción:
fortificaciones de cartagena de Indias
1595
1595baluarte
baluarte Sta Catalina y San Lucas
San Francisco javier y San Ignaciobaluarte
San Juan Evangelista y san Pedro Apóstol
San Andrés y San Pablo
De la Merced
Santa Cruz
baluarte
baluarte
castilloDiego Acuña y
Tiburcio Spanochi
S.D
S.D
S.D
1614-
1616
55
fortificaciones nos interesa resaltar: 1593-1604, revolución culminante de los precios;
1614-1622, ciclo de recuperación parcial; 1632-1641, ciclo de rupturas28.
Incluso antes de que se efectuara la unión dinástica entre Portugal y España, el
puerto de Cartagena de Indias como recolector de riquezas de América del Sur, punto
de entrada al Nuevo Reino de Granada, y paso obligado en las rutas de los Galeones de
Tierra Firme la configuró como un eje en la ruta recolección de la producción argéntea
del Virreinato del Perú y aurífera de la Nueva Granada según sus ciclos de producción29.
Desde alrededor de 1570 la ciudad alcanzó su mayor importancia económica en toda la
región, al ser junto a Veracruz los únicos puertos autorizados para el desembarco de
esclavos africanos en todo el continente, y un punto clave para el intercambio de
mercancías y productos caribeños destinados a Sevilla tales como el añil, tabaco, plantas
tintóreas, cueros, perlas, etc. Sin embargo, como efecto contraproducente, al gravar las
mercancías de la navegación colonial, se contribuyó al encarecimiento de fletes de los
productos e inauguró una serie de prácticas que se extenderían por el resto del periodo
colonial: contrabando, evasión de impuestos, falsificación de licencias, transportes
ilegales, sobornos, etc30.
El imperio español utilizaba los excedentes que enviaban las colonias para el
financiamiento de la defensa (construcción de fortificaciones y el sostenimiento de las
guarniciones) y le pagaba a sus acreedores31. El auge de Cartagena se veía reflejado en
toda la Nueva Granada, al punto que ella por si misma hubiera podido sostener a los
situados en su territorio debido a que el total de remesas enviadas por parte de la Nueva
Granada fue igual a lo que recibió por situados (5,2 millones de pesos de 8 reales)32.
Como consecuencia de la inversión en la defensa y el desvió hacia lo militar, la inversión
en la sociedad se vio mermada debido a que gran parte de los metales de América tuvo
que invertirse en la defensa de esta.
28 Ver: Chaunu, Pierre. Sevilla y América siglos XVI y XVII. (Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla: 1983):322. 29 Germán Colmenares ha propuesto unos ciclos de producción aurífera en la Nueva Granada: interciclo expansivo 1504-1550; gran recesión 1550-1563; segundo interciclo expansivo 1563-1610 y una gran depresión desde 1610 en adelante. Ver: Colmenares, German. “el oro” En: Historia económica y social de Colombia. (Bogotá: tercer mundo: 1997) 310. 30 Vidal Ortega, Antonino. Cartagena y la región histórica del Caribe, 1580-1640. (Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas: 2002) 100-109. 31 Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 241-268. 32 En la Nueva Granada el imperio no perdió inversión y esta le garantizo seguridad en otros territorios como México y Perú.
56
Pese a la inversión económica para la defensa no había una institución encargada
del manejo y distribución de los recursos de Indias y fueron las cajas reales de las
ciudades las que tomaron este trabajo. Esto llevo a que mucho dinero se repartiera en
cada estación que este hacía, provincias, Santa Fe, Cartagena y el Atlántico. Los oficiales
reales recibían sus propios recursos al obtenerlos de las remesas, los Situados y otros
que iban dirigidos a España, de estos disponían para sostener las guarniciones y la
defensa en general, compromisos con la iglesia y por ultimo enviarle las rentas al
Imperio. A las cajas de Cartagena llegaban los situados (anuales) de Tierra Firme, Santa
Fe y Quito, de allí se reenviaban a los lugares de mayor demanda. Según Tovar Pinzón,
en el siglo XVII solo el 54% de los recaudos que llegaban a Cartagena para ser remesados
fueron realmente enviados a España33.
En el periodo posterior a 1585, lapso que comprende desde la implementación
del nuevo sistema defensivo en la región del Gran Caribe, la producción de perlas
aumentó, se inició la producción agrícola y el sistema de asientos negreros se creó. En
1594, según cálculos de Álvaro Tirado Mejía34, el 47,9 % de los barcos que ingresaban al
puerto eran embarcaciones negreras, que entraron a reforzar la producción aurífera del
Nuevo Reino de Granada y argentífera del Potosí. Esto sin duda aumentó los ingresos
percibidos por medio de los impuestos y coincide con la construcción de las grandes
obras de ingeniería militar diseñadas por Antonelli en Portobello; al contrario, Cartagena
demora la construcción de fortificaciones hasta casi la segunda década del siglo XVII,
enmarcada en la recuperación de la extracción de oro. La coyuntura económica anterior,
demora la construcción de los complejos defensivos debió ser causada por la revolución
de precios referida por Chaunu (seguramente vinculada a los mismos proyectos
defensivos), la irregularidad de los Galeones de Tierra Firme, y finalmente la exención
de requisitos fiscales que se desarrolló en todo el Gran Caribe como una medida para
estimular los mercados y aumentar el flujo de bienes35. Medida enfocada a percibir
33 2.291.972.073 maravedís debían ser enviados a España, pero de allí debía salir el presupuesto para las fortificaciones y el sostenimiento del ejército. En: Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 245. 34 Tirado Mejía, Álvaro. Introducción a la historia económica de Colombia. (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia 1972) 79. 35 La corona da dispensas fiscales a diferentes lugares el Caribe con el fin de estimular la que economía que se estaba estancando. Así, se decretó libre de impuestos los productos de ‘labranza y crianza de la tierra’: Jamaica, 1603-1609; Cuba, 1614-1620; Venezuela, 1615-1621; Santo Domingo, 1610-1620 y prorrogado de 1621-1626; Coro, 1621-1627; Riohacha, 1612-1625; Santiago de Cuba, 1624-1632; Maracaibo, 1624-1632; Caracas y Cumaná, 1624-1638. Ver: Vidal Ortega, Antonino. Cartagena y la región histórica del Caribe, 1580-1640. (Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas: 2002) 170 y ss.
57
mayores ganancias por medio de los gravámenes producto de la movilidad comercial.
Continuando con las tendencias propuestas por Chaunu, hubo un corto periodo de
prosperidad entre finales del siglo XVI y los años 1608-1610, asociado a la prosperidad
del comercio resultado de las treguas en Europa36, que terminaría con el avance de los
holandeses en Atlántico, y su establecimiento entre Tierra Firme y el Brasil37 en la
segunda década del siglo. Es precisamente en este periodo en el que se desarrolla el
grueso de las obras de ingeniería militar. Un ejemplo es la erección de los baluartes de
Sto. Domingo, Santiago y la Cruz, Sta. Catalina y San Lucas, San Francisco Javier y San
Ignacio, San Juan Evangelista y san Pedro Apóstol, San Andrés y San Pablo, De la
Merced. Datos recolectados por Hermes Tovar Pinzón38 referentes a los situados
provenientes de Tierra Firme hacia Cartagena, Puerto Rico, Santo Domingo, Margarita
y Santa Catalina, valor en maravedís, demuestra que entre 1625 y 1635 el dinero enviado
aumentó más de 10 veces frente al periodo de 1620, pero que decae nuevamente a partir
de 1635, periodo de finalización de las obras en Cartagena de Indias:
Periodo Cartagena Araya Santa Catalina Total
1620-1624 5.469.750
S.D S.D 5.469.750
1625-1629 76.508.155 S.D S.D 76.508.155
1630-1634 60.000.613 22.887.943 S.D 82.888.556
1635-1639 26.660.785 86.966.566 S.D 113.627.351
1640-1644 82.534.438 62.583.426 670.684 145.788.548
1645-1649 9.860.000 22.346.432 10.890.130 43.096.563
39
La construcción de las defensas fue dirigida por el sobrino de Antonelli, Cristóbal
de Roda, y en varios casos fue terminada por Francisco de Murga. Sin embargo, las obras
cesaron en 1631, y sólo continuó el Castillo grande de Santa Cruz, intervenido por Murga
36 En 1598, con Francia; 1604, con Inglaterra y en 1609 con Holanda. 37 Chaunu, Pierre. Sevilla y América siglos XVI y XVII. (Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla: 1983):310-313. 38 En total Cartagena recibió 5,2 millones de pesos de 8 reales en el siglo XVII por los situados de Quito y Santa Fe. Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 255. 39 Elaboración propia a partir de datos en: Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 241-268.
58
entre 1629-1636. Luego de estas grandes inversiones para la adecuación de las defensas
en Tierra Firme, en 1632, se presentó la mayor producción registrada en el puerto de
Cartagena de Indias, pero luego de este año el comercio tomó una tendencia a disminuir
hasta 1640. Este periodo fue denominado por Chaunu como de grandes rupturas,
caracterizado por finalizar con la separación de la Unión Ibérica que conllevó a una
reestructuración de las estructuras económicas y sociales de la región al ser los vasallos
lusos los principales comerciantes y agentes de las grandes casas comerciales de los
Países Bajos.
En 1635 el imperio notificó a los oficiales de Cartagena y de Nueva España que
se impondrían “ciertas cargas” para la fábrica y el sustento de una armada que defienda
las costas del mar del norte, las flotas y embarcaciones. Esta armada se encargaría de
defender las islas de Barlovento y el seno mexicano; este se conocería como el impuesto
de Armada de Barlovento, un impuesto que ejercía sobre el 2 por ciento de la
importación de mercaderías. Con la ocupación inglesa a las islas de Providencia y Santa
Catalina se dispuso crear un situado de Tierra Firme y era obligación de Cartagena el
abastecimiento de las expediciones.
Conclusión:
Cartagena se configuró como el puerto militar más importante de Tierra Firme, e
incluso como una de las plazas fuertes del Imperio Español en América. Su papel como
garante de la seguridad del flujo comercial entre la metrópoli y las ferias comerciales de
Nombre de Dios y luego Portobello, obligó a las autoridades coloniales a desarrollar un
complejo sistema de fortificaciones que hicieran del puerto un lugar seguro para las
embarcaciones que se acogieran a él, luego de que los ataques piratas como el de Drake
demostraran la ineficacia de las defensas construidas anteriormente. Para ello se
enviaron personas altamente calificadas para dirigir todo el proyecto de reestructuración
defensiva del complejo portuario Cartagena-Istmo como los ingenieros Bautista
Antonelli, Juan de Tejada, Cristóbal de Roda y Juan Bautista Antonelli que
implementaron las técnicas de poliorcética moderna. Al comparar con los datos del
dinero de los situados de Tierra Firme entre 1620 y 1650, se pone en evidencia que
coincide con la etapa de finalización de las obras de ingeniería militar iniciadas por
Cristóbal de Roda entre 1602 y 1618, y finalizadas por Francisco de Murga a partir de
1629.
59
Dado que las construcciones dependían de los propios del lugar, es adecuado
pensar que los ciclos de construcción dependían de las fluctuaciones del comercio, los
impuestos y otras fuentes de financiación que se pudieran recaudar, en cuanto no existía
un presupuesto normalizado sino que dependía de la llegada de los galeones de Tierra
Firme y del incentivo al comercio legal que esto significaba. El periodo estudiado por
José Manuel Serrano en su análisis de la financiación del sistema de fortificaciones en
Cartagena de Indias durante la segunda mitad del siglo XVII, muestra que el comercio
de la ciudad continuó siendo significativo, más de la mitad (52.3%) de los ingresos de
Cartagena de Indias provenían de rublos como la trata negrera, almojarifazgos y
alcabalas. Sin embargo, las responsabilidades fiscales de la ciudad incluían la
redistribución de los ingresos recaudados a los situados de Santo Domingo y Puerto
Rico, lo cual es calculado en un 39.4% de los ingresos. En los años posteriores a la Unión
Ibérica, el sistema comercial de puerto lograron suplir las necesidades presupuestales de
Cartagena de Indias, pero con el paso del tiempo se acentuó la crisis comerciales general
del Imperio Español y esto contrajo el sistema tributario. A partir de 1660, hubo una
tendencia decreciente en los presupuestos de la tropa de la ciudad, y lo mismo sucedió
con los gastos de la caja de fortificaciones. La conclusión pues de Serrano, es que un
79.2% de la caja real local en el sistema defensivo y aparato militar40, pone en
consonancia la hipótesis de que los estancamientos comerciales a partir de la primera
década del siglo XVII, disminuyeron el ímpetu reformador y constructor de las defensas
indianas debido a la falta de liquidez, no sólo en Cartagena de Indias, sino en la totalidad
de Tierra Firme. En la que se concluye que en los periodos en los que menos flotas
llegaron a Cartagena, la caja principal tenía mayor liquidez, por lo que debía centrarse
en atender los asuntos más urgentes41.
Con la ruptura de la Unión Ibérica y el recrudecimiento de las guerras en Europa,
España debió enfrentarse a varias rebeliones internas que acabarían con la separación no
sólo de Portugal, sino también de los Países Bajos. Esta desmembración de partes del
imperio significó un enorme gasto militar en un primer momento de confrontación para
evitar su separación, seguido de una pérdida de ingresos producidos por el comercio
que representaba el control de tantas y tan diseminadas regiones en todo el mundo.
40 Serrano Álvarez, José Manuel. Ejército y fiscalidad en Cartagena de Indias. Auge y declive en la segunda mitad del siglo XVII. (Bogotá: El Áncora editores: 2006) 330. 41 Serrano Álvarez, José Manuel. Ejército y fiscalidad en Cartagena de Indias. Auge y declive en la segunda mitad del siglo XVII. (Bogotá: El Áncora editores: 2006) 177-270.
60
Bibliografía
BLANES MARTÍN, Juana Tamara. “Fortificación española en América. De los
orígenes a nuestros días.” Memorias IV congreso de castellología. Madrid, 2012.
CABRERA CRUZ, Alfonso Rafael. “La fortificación de los puertos de América:
Cartagena de Indias”. ACOFI XXVIII reunión nacional: “Las facultades de ingeniería
y su aporte al desarrollo del país”. Cartagena, 2008.
CALDERÓN QUIJANO, José Antonio. Las defensas indianas en la Recopilación de 1680.
(Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-americanos de Sevilla: 1984) 220.
CARLOS MORALES, Carlos Javier de. “Los medios de control contable de las
finanzas reales en tiempos de Felipe II: el teniente Francisco Gutiérrez de Cuéllar y
la Contaduría Mayor de Cuentas, 1560-157”. Memorias Congreso Internacional
"Felipe II (1598-1998), Europa dividida, la monarquía católica de Felipe II
(Universidad Autónoma de Madrid, 20-23 abril 1998). Madrid: Parteluz, 1998, (Tomo
2) 165-196
CASTILLERO CALVO, Alfredo. Historia General de Panamá. Vol. I, Tomo II. (Panamá:
Comité Nacional del Centenario de la República de Panamá: 2004): 543.
CHAUNU, Pierre. Sevilla y América siglos XVI y XVII. (Sevilla: Publicaciones de la
Universidad de Sevilla: 1983):328.
COLMENARES, German. Historia económica y social de Colombia. Vol. I. (Bogotá:
tercer mundo: 1997) 310.
MARTIN ACOSTA, Emelina. “Las remesas de indias y la política imperial”. Dinero,
moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid, Marcial Pons, ediciones de
historia S.A: 2000) 405-424.
OTS CAPDEQUÍ, José María. “Gobierno y Administración”, El Estado Español en las
Indias. (México: Fondo de Cultura Económica. 1957) 63.
REICHERT, Rafael. Sobre las olas de un mar plateado. La política defensiva española y el
financiamiento militar novohispano en la región del Gran Caribe 1598-1700. (Mérida:
Universidad Autónoma de México, 2013) 178.
RUIZ RIVERA, Julián B. “Cartagena de Indias: las insuficiencias de una plaza fuerte
en el siglo XVII” Revista Hispanoamericana. Publicación digital de la Real Academia
Hispano Americana de ciencias, artes y letras. 2014, No. 4. 19 págs.
STEIN, Stanley. STEIN, Barbara H. Plata, comercio y guerra: España y América en la
formación de la Europa moderna. (Barcelona: Critica: 2002) 350.
61
SERRANO ÁLVAREZ, José Manuel. Ejército y fiscalidad en Cartagena de Indias. Auge y
declive en la segunda mitad del siglo XVII. (Bogotá: El Áncora editores: 2006) 330.
TIRADO MEJÍA, Álvaro. Introducción a la historia económica de Colombia. (Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia: 1972) 310.
TOVAR PINZÓN, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”.
Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de
historia S.A: 2000) 405-424.
VIDAL ORTEGA, Antonino. “Barcos, velas y mercancías del otro lado del mar. El
puerto de Cartagena de Indias a inicios del siglo XVII”. En: Colombia y el Caribe. XIII
congreso de colombianistas (Barranquilla: Universidad del Norte: 2003) 45-60.
VIDAL ORTEGA, Antonino. “la región geohistórica del caribe. Tierra Firme y
Cartagena de Indias a comienzos del siglo XVI. Revista mexicana del Caribe.2003, No.
15. 24 págs.
VIDAL ORTEGA, Antonino. Cartagena y la región histórica del Caribe, 1580-1640.
(Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas: 2002) 323.
ZAPATERO, Juan Manuel. “la escuela de fortificaciones Hispanoamérica” en línea:
www.cehopu.cedex.es/img/bibliotecaD/PyF_2
62
Políticas públicas en el combate a la pobreza en México 2000-20121
Ramón Guadalupe Anaya Ortiz
RESUMEN
La presente tesis es un estudio histórico de la pobreza y de las políticas sociales en México,
así como de la forma de entender la pobreza en los dos principales paradigmas teóricos que
han sido base de la política social en el país. El objetivo es identificar y analizar los alcances
y limitaciones de las políticas públicas y de por qué estás no ha disminuido manera eficiente
los niveles de pobreza. Se proporcionan algunos elementos teóricos y empíricos para
dimensionar la gravedad del problema de la pobreza y la ineficiencia de las políticas para
erradicarla y en su caso al menos contenerla. Se analiza las características y evaluaciones de
13 políticas públicas, así como la evolución y tendencias de las diferentes medidas e
indicadores de la pobreza: desempleo, salarios, poder adquisitivo, líneas de bienestar, PIB
per cápita, de igual manera se analiza la evolución de la pobreza a nivel estatal, rural y
urbano, todo esto durante periodo 2000-2012.
INTRODUCCIÓN
En la última década el Gobierno Federal ha ampliado la cobertura y recursos de los
programas alimentarios y de transferencias de ingreso a familias y personas que se
encuentran en pobreza. Esto con el fin de disminuir la pobreza, la inseguridad alimentaria
y contribuir al desarrollo social, sin embargo, estas políticas no han contado con un
diagnóstico integral que justifique su pertinencia, pues a pesar del aumento en el gasto
social de los últimos dos sexenios, los niveles de pobreza aumentaron, si bien ya no en
intensidad, si en cantidad, el desempleo aumentó a más de un 5%, y se perdió cerca del 20
% del poder adquisitivo, lo que vino a significar un retroceso en los niveles de vida de los
mexicanos.
1 Tesis de Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública. Universidad Autónoma del Estado de México.
Centro Universitario UAEM Amecameca. Presentada en septiembre de 2014.
63
La pregunta central que guiará la presenta investigación será:
¿Cuáles son o han sido los alcances y limitaciones de las políticas públicas implementadas
por el Gobierno Federal dentro del periodo del 2000 al 2012, y por qué estás han resultado
ser políticas de contención y no políticas progresivas que disminuyan de manera eficiente
los niveles de pobreza?
La hipótesis central es que la política social en México ha estado enmarcada en un
paradigma netamente neoliberal, de ahí que el objetivo sea reducir solamente la pobreza
extrema y/o alimentaria de acuerdo a los principios de focalización, necesidades mínimas
y no intervención del Estado en la economía, ocasionado graves problemas de exclusión de
regiones y personas, que aunado al aumento del desempleo, el desfase entre el aumento del
salario y el costo de la Canasta Alimentaria que han producido la pérdida sistemática del
poder adquisitivo, han ocasionado la disminución en los niveles de vida que había
alcanzado parte de la sociedad mexicana, quienes han pasado a formar parte en alguna
categoría de la pobreza o bien experimentado una profundidad en ésta. De esta forma se
considera que el empleo y el salario son dos elementos estructurales que reflejan la
incapacidad del Estado Mexicano en su lucha contra la pobreza.
MARCO TEÓRICO
La manera en cómo se diseñen las políticas públicas, el grado de prioridad de éstas en las
políticas de desarrollo, y por tanto, en cómo el Estado intenta dar solución a un problema
prioritario, dependerá del paradigma que se tenga como modelo. Por ello, en este apartado
revisaremos dos paradigmas que han dado sostén a la política social en México.
TEORÍA DEL DESARROLLO HUMANO Y EL ENFOQUE DE LAS CAPACIDADES
La Teoría del Desarrollo Humano ha sido una de las teorías que ha transformado la
concepción del proceso de desarrollo, en ella el fin último del desarrollo no es el crecimiento
económico en términos de PIB, sino en la libertad, ya que ésta permite a los individuos
aumentar sus capacidades y elegir entre diferentes su estilo de vida. Para Sen (2000; 19) el
64
desarrollo es, o debería de ser, “un proceso que extienda las libertades reales de los
individuos”, por lo cual habría que eliminar las causas que limitan esa libertad. Entre esas
causas menciona la falta de un sistema democrático, opciones de trabajo, privación
sistemática de algún derecho social, político o humano, y por supuesto, uno de los
problemas más graves: la pobreza. De esta manera, desarrollo y libertad son dos conceptos
unidos y separarlos lleva a una mala comprensión de la realidad.
La libertad, elemento principal de la teoría de Sen (200; 56), tiene dos papeles principales
para el desarrollo: uno instrumental y otro constitutivo: El primero, hace referencia a la
forma en que contribuyen los diferentes tipos de derechos y oportunidades a expandir la
libertad de las personas en general y a fomentar el desarrollo. La segunda, se convierte en
el principal fin del desarrollo, el cual es fomentar la libertad por la libertad en sí misma.
De acuerdo a Sen (2000; 56), las libertades están interrelacionados y se complementan entre
sí como medios para conseguir el desarrollo. De esta forma, tanto el crecimiento económico
como las instituciones sociales y políticas desempeñan un papel fundamental al garantizar
los derechos sociales y el incremento de la renta privada, lo que puede servir para reforzar
el resto de las libertades. En este sentido debe existir una complementariedad entre políticas
económicas, políticas y sociales para optimizar la calidad de vida.
LA TEORÍA NEOLIBERAL Y SU CONCEPCIÓN DE POBREZA
La pobreza en la concepción neoliberal es vista en términos de renta y derechos mínimos,
sin embargo, no abarca derechos sociales, económicos o políticos. El Estado sólo debe
intervenir para garantizar eso derechos sin que provoque algún disturbio en el mercado, el
cual mediante los resultados del progreso, puede erradicar la pobreza y brindar un nivel
estándar básico de vida, sin que se eliminen las desigualdades sociales existentes en el país.
A continuación revisaremos algunos planteamientos sobre la pobreza.
Tabla No. 1
65
Concepción de la pobreza en la Teoría Neoliberal
Friedrich von Hayek Milton Friedman Gary Becker
Causa de
la
pobreza
El mercado proporciona
la prosperidad en una
sociedad libre, y
cuando existe alguna
interferencia en el
mercado ésta conduce a
la pobreza.
El problema de la
pobreza está vinculado
con la inflación que
lleva al desempleo.
Define la pobreza como la
carencia del capital humano.
Principi
os
Distingue entre igualdad
de oportunidades e
igualdad de resultados
Presupone que la
igualdad de resultados
está en contradicción
con la libertad.
Capital humano para aumentar
la productividad.
Solución
a la
pobreza
Se puede erradicar la
pobreza y brindar un
nivel estándar básico de
vida mediante el
progreso.
Es sólo a través de los
resultados del progreso y
de la civilización como
las personas en situación
de pobreza pueden
acceder a los beneficios
que en una etapa menos
evolutiva no podrían
acceder.
La política monetaria
por sí misma promueve
la estabilidad
económica y no es
necesaria la
intervención del Estado
cuya regulación
excesiva o inadecuada
puede provocar la
pobreza.
Es necesario tener
programas para ayudar
a los pobres, esto
mediante dos
condiciones: debe ser
establecido para ayudar
a la gente pobre y no
debe distorsionar el
El aumento sistemático del
capital humano representaría a
largo plazo un significativo
aumento de la productividad,
mejora de ingresos y en general
a la economía de un país.
El progreso económico es la
consecuencia del mejoramiento
del capital humano y todas las
personas deben poseer un
mínimo de capitales humanos:
salud, educación, alimentación,
capacitación, entre otros; los
cuales el Estado debe garantizar
sin que provoque algún
disturbio en el mercado.
66
mercado o impedir su
funcionamiento.
Justifica
ción de
la
pobreza
La pobreza en su sentido
relativo tiene que existir
como siempre existen las
desigualdades, ya que,
pretender la igualdad de
resultados sería
pretender eliminar la
libertad.
La pobreza está
relacionada con la
carencia de los
estándares básicos de la
vida como el alimento o
refugio, pero no abarca
los derechos sociales y
políticos.
Siempre existirá una
tasa natural de
desempleo.
Habría que aumentar el capital
humano para una mayor
productividad, pero no se
mejora el capital humano por sí
mismo para brindar a los
individuos elementos de
Agencia humana.
Fuente: elaboración Propia Harvey, 2005; Hayek, 1978; y Friedman, 1977.
REFORMA ESTATAL Y REDEFINICIÓN DE LA POLÍTICA SOCIAL EN MÉXICO
Debido a los altos niveles de inflación, devaluaciones, endeudamiento y crisis económicas
en la década de los 70’s y a principios de los 80’s, México se vio en la necesidad u obligación
de re-direccionar la política económica y con ello la política social. Se redirigió el
presupuesto en el sector productivo; se llevó a cabo una política de control de precios y un
férreo control de salarios que llevó a la pérdida del poder adquisitivo; se comenzó un
sistemático programa de privatización tanto de empresas secundarias como de estratégicas.
Sin embargo, esta orientación de la política de la estrategia social obedece no sólo a la escasez
de recursos públicos o a las políticas de austeridad presupuestal y redimensionamiento del
Estado, principalmente fue el cambio paradigmático en la ideología política-económica, que
67
sostuvo la convicción de que el actual modelo de crecimiento económico propicia las
condiciones necesarias para el desarrollo social y, por consiguiente, permitirá que la
población en situación de pobreza transite de esa condición a una mejor posición
socioeconómica mediante un efecto de goteo. Bajo esta lógica, se creyó que la única
intervención en materia de pobreza era atender a los que se encontraban en pobreza extrema
y/o alimentaria. Cumpliendo así el principio de Laissez faire et laissez passer, le monde va
de lui même; «Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo».
México reestructuró su política social al Modelo Anglosajón en el cuál la focalización fue la
principal estrategia, ya que esta contribuía al logro de la justicia distributiva, pues sus
variantes metodológicas permitían concentrar recursos a una población específica y
claramente identificada; así como diseñar programas y proyectos de atención teniendo en
cuenta las características de esa población, permitiendo que el impacto o beneficio potencial
per cápita aumentara (Conapo, 1995; 3). Como menciona Boltvinik (2004), es el Modelo que
el Banco Mundial, entre otras instituciones internacionales está promoviendo.
Líneas y umbrales de la pobreza en México
La conceptualización de la pobreza en México ha sido un tema ampliamente discutido, sin
embargo, poco atendido. Como menciona Rodríguez (2009; 108), “la baja influencia de la
línea oficial para el diseño de una política más eficiente en el combate a la pobreza fue por
haber sido establecida ignorando la discusión internacional sobre pobreza”. Por su parte,
Boltvinik (2003; 3) considera la concepción neoliberal de la pobreza del Banco Mundial, la
CEPAL y el gobierno Mexicano muestra una de desprecio a los derechos sociales.
El enfoque de la canasta de bienes y servicios.
Este enfoque define la pobreza como aquellos individuos que no tienen suficientes recursos
para comprar una canasta de bienes específicos. La Línea de Pobreza (LP) se sitúa en el
punto en el cual el ingreso de los individuos es igual al costo de adquirir dicha canasta. La
canasta es fija, aun cuando pueda ser actualizada a través del tiempo. En general la línea de
pobreza se construye como la suma de los costos de adquirir aquellos bienes que son
68
considerados como las necesidades mínimas en una sociedad. Este enfoque tiene varias
críticas, una de ellas es por su circularidad, es decir, los estándares de vida de los pobres se
convierten en la línea de pobreza. Otra crítica es que generalmente se utiliza una línea de
pobreza fija sin considerar que las necesidades van cambiando con el tiempo, así mismo se
le cuestiona porque con el tiempo pierde relación con el contexto social al que responde.
El enfoque de estándares relativos a la sociedad.
Peter Townsend y Amartya Sen, separan de la noción de subsistencia para conceptualizar
la pobreza como relativa a los estándares sociales que resultan dominantes en una sociedad
particular. Proponen un enfoque multidimensional que incluye medidas monetarias y no
monetarias de bienestar. Townsend (citado en Rodríguez, 2009), considera que la pobreza
es la incapacidad de participar plenamente en la vida social debido a la falta de recursos
suficientes. Pero esa incapacidad de participar no es en términos fijos o absolutos. La
incapacidad de participar se construye de acuerdo con los estándares contemporáneos. La
pobreza es la imposibilidad de vivir la vida que se considera como normal en la sociedad
donde las personas viven. Por lo tanto la pobreza es sobre todo acerca de necesidades
sociales y no necesidades materiales simplemente. En este enfoque la noción de ciudadanía
es vital, pues participar como ciudadano significa participar en la vida económica, civil,
cultural y política.
La línea de la pobreza en México
Los dos enfoques que nos menciona Rodríguez (2009), el privilegiado por la política social
mexicana fue el enfoque de la canasta de bienes y servicios, adoptando así un concepto de
subsistencia, la cual trazar una línea de pobreza muy ajustada. De esta forma, Sedesol
calcula la pobreza como los ingresos mínimos necesarios para satisfacer necesidades
específicas donde la alimentación se lleva la mayor parte de los recursos. El principal
problema de la línea oficial de pobreza en México radica en que nació sin contacto con la
realidad de la pobreza, debido al procedimiento de circularidad usado para calcularla y en
la constante pérdida con la realidad social (Rodríguez, 2009; 141-142).
69
LA POBREZA EN MÉXICO 2000-2012
La pobreza en estos doce años ha presentado avances y retrocesos que se pueden identificar
en dos periodos: el primero abarca del 2000 a 2006, en ella la pobreza presenta en todas sus
categorías una significativa disminución; el segundo momento comprende del 2006 a 2012,
donde se presentan aumentos constantes, quedando en términos porcentuales ligeramente
por debajo de los registrado en el 2000.
Como se puede observar en la gráfica 1, el porcentaje de personas con algún nivel de
pobreza del 2000 a 2012 no ha tenido cambios significativos, contrario a lo que pasa con el
crecimiento en términos reales (personas). La pobreza alimentaría se pasó de 23.7 millones
a 23.1 millones, en pobreza de capacidades se pasa de 31.2 a 38.8 millones en tanto la pobreza
patrimonial pasó de 52.7 a más de 61.3 millones mostrando un aumento significativo en la
población con algún grado de pobreza. Respecto a la pobreza multidimensional (véase tabla
2), si bien no hubo aumentos exponenciales de la población con algún grado de pobreza o
vulnerabilidad durante el periodo 2008-2012. En la última década el problema de la pobreza
se ha incrementado, ya no en intensidad sino en cantidad.
Tabla No. 2
Evolución de la pobreza multidimensional en México 2008-2012
Indicadores de incidencia Porcentaje Millones de
personas
Carencias
promedio
200
8
201
0
201
2
200
8
201
0
201
2
200
8
201
0
2012
Pobreza multidimensional
Población en situación de pobreza 44.
5
46.
2
45.
5
48.
8
52.
0
53.
3
2.7 2.5 2.4
Población en situación de pobreza
moderad
33.
9
35.
8
35.
7
37.
2
40.
3
41.
8
2.3 2.1 2.0
Población en situación de pobreza
extrema
10.
6
10.
4
9.8 11.
7
11.
7
11.
5
3.9 3.7 3.7
70
Fuente: Elaboración propia (recopilación) Estimaciones del CONEVAL con base en el MCS-
ENIGH 2008 y 2010.
Nota: las estimaciones de 2008 ,2010 y 2012 utilizan los factores de expansión ajustados a los
resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda 2010, estimados por INEGI.
LA DESIGUALDAD EN LOS ESTADOS 2000-2010
En México existe una profunda desigualdad estructural, fruto del proceso socio histórico,
económico, cultural y geográfico que se ha mantenido y en cierta manera reproducido hasta
nuestros días. Siendo las zonas rurales y la área geográficas del sur donde se concentran la
mayor parte de la pobreza, desigualdad, rezago y marginación social.
La focalización geográfica de la política social, si bien atendió a las regiones con más rezago,
marginación y niveles de pobreza, también descuidó a otras regiones que no habían
presentado niveles altos de pobreza, pero que en los últimos doce años incrementó su
pobreza en sus distintas categorías.
En la gráfica 2 se puede observar al menos seis aspectos:
1) La enorme brecha que existe entre las zonas rurales respecto a las urbanas;
2) Esta brecha ha ido disminuyendo pasando de 29.9 (2000), 16.8 (2006) y un aumento
en el 2012 al pasar a 18.0;
24.1
20.017.4 18.2
14.0
18.6 18.8 19.7
31.8
26.924.7 24.7
20.9
25.5 26.6 28.0
53.650.0
47.2 47.0
42.9
47.851.1 52.3
23.09
32.88
61.35
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
45.0
50.0
55.0
60.0
65.0
2000 2002 2004 2005 2006 2008 2010 2012
Gráfica No. 1Evolución de la Pobreza por Ingresos (%) y Millones de personas 2000-2012
Alimentación % Capacidades % Patrimonio %
Alimentación Personas Capacidades personas Patrimonio personas
71
3) Sin embargo, la brecha entre regiones urbanas y rurales se redujo para el 2012,
debido a la disminución de la pobreza en zonas rurales pero su aumento en zonas
urbanas.
4) La disminución de la pobreza rural de 42.4 % en el 2000 a 30.9 % en 2012;
5) La pobreza en las zonas rurales y urbanas presenta la misma dinámica que a nivel
nacional (de 2000-2006 disminuye y de 2006-2012 vuelve a subir);
6) En el periodo 2000-2006 la pobreza urbana disminuye pasando de 12.5 a 7.6 por
ciento, pero esta tendencia se revierte para el ciclo 2006-2012 hasta llegar a 12.9 por
ciento lo que es aún más que en el 2000.
La pobreza en las zonas sur y sureste del país, al igual que las zonas rurales que
históricamente mantienen un mayor grado de desigualdad social y pobreza, han
experimentado una leve mejoría en estos doce años. Los estados más pobres: Chiapas,
Oaxaca, Guerrero, Puebla y Veracruz presentado disminución en sus niveles de pobreza.
De igual forma, Campeche, Colima, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit,
Querétaro, San Luís Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas redujeron sus
niveles de pobreza en sus tres categorías. Mientras que algunos de los estados de menor
pobreza: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Distrito Federal, México, Nuevo León,
Sonora, Jalisco y Tamaulipas presentaron aumento en las tres categorías. Por su parte,
Coahuila y Baja California Sur no presentaron cambios significativos en cuanto a pobreza
de capacidades, pero si aumentaron en pobreza patrimonial.
24.1
20.017.4 18.2
14.0
18.6 18.8 19.7
12.5 11.3 11.0 9.97.6
10.712.5 12.9
42.4
34.0
28.0
32.3
24.4
31.829.2
30.9
0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
45.0
2000 2002 2004 2005 2006 2008 2010 2012
Gráfica No. 2
Evolución de la Pobreza alimentaria en México 2000-2012
(%)
Nacional Urbano Rural
29.9
18.0
16.8
72
No obstante, los datos indican que la pobreza ha aumentado en las zonas norte, noreste y
centro del país, al igual que en las zonas urbanas. Esto entre otras razones, por la estrecha
vinculación con la demanda norteamericana conllevó a que esta zona fuera la más afectada
por la recesión económica de 2009, al presentar una disminución promedio de -8.9 por
ciento, con una contracción en las exportaciones de -18.0 por ciento” (Aregional, 2012, así
como por el descuido de la política social, que en su afán de disminuir la brecha entre las
zonas sur - norte, rural- urbano han excluido a personas y regiones.
Mapa No. 1
Mapa Incidencia estatal de la población en situación
de pobreza alimentaria
2000
Rango Total de
entidades
(0 % -
15 %)
10
(15 % -
25 %)
8
(25 % -
35 %)
6
(35 % -
45 %)
5
(45 % -
55 %)
3
Mapa No. 2
Mapa Incidencia estatal de la población en
situación de pobreza
alimentaria 2010
Rango Total de
entidades
(0 % -
15 %)
12
(15 % -
25 %)
15
(25 % -
35 %)
2
(35 % -
45 %)
2
(45 % -
55 %)
1
Mapa No. 3
Mapa Incidencia estatal de la población en situación
de pobreza de capacidades México, 2000
Mapa No. 4
Mapa Incidencia estatal de la población en
situación de pobreza de capacidades 2010
73
Rango
2000
Total de
entidades
(5
% -
20
%)
9
(20
% -
30
%)
5
(30
% -
40
%)
8
(40
% -
50
%)
7
(50
% -
65
%)
3
Rango
2000
Total de
entidades
(5 % -
20 %)
7
(20 % -
30 %)
18
(30 % -
40 %)
4
(40 % -
50 %)
2
(50 % -
65 %)
1
Mapa No. 5
Mapa Incidencia estatal de la población en situación
de pobreza patrimonial 2000
Mapa No. 6
Rango Total de
entidades
(5 % -
25 %)
0
(25 % -
40 %)
4
74
CRECIMIENTO ECONÓMICO
La persistencia de los altos niveles de pobreza por ingresos en México está altamente
relacionada con el comportamiento de distintas variables macroeconómicas. En la gráfica 3
se puede observar la evolución del PIB y los ciclos económicos en el periodo 2000-2013. El
comportamiento de largo plazo de la incidencia de la pobreza por ingresos no muestra una
única tendencia, sino que exhibe variaciones que pueden ser relacionadas directamente con
el desempeño económico de nuestro país (Coneval, 2010; 11). Como se puede observar la
contracción de la economía coincide con el aumento de la pobreza. Esta vinculación de la
pobreza-economía muestra la debilidad de la política social, ya que se ve más impactada
por la dinámica económica que por la política social y todos los programas sociales con
presupuestos gigantescos.
Rango Total de
entidades
(5 % -
25 %)
1
(25 % -
40 %)
7
(40 % -
55 %)
10
(55 % -
70 %)
11
(70 % -
80 %)
3
(40 % -
55 %)
20
(55 % -
70 %)
6
(70 % -
80 %)
2
Mapa Incidencia
estatal de la
población en
situación de pobreza
patrimonial 2010
75
Fuente: Elaboración propia en base a información de la base al Banco de Información
Económica del INEGI; y en (Heath, 2011; 19-31). Con Línea de Tendencia Polinómica de
orden 6.
Por su parte, el PIB per cápita que es un indicador económico (más no social) y muestra en
teoría la cantidad de ingresos que una persona registra mensual o anualmente. Como se
puede ver en la gráfica 4, el PIB per cápita pasó de $ 7,722 a $ 8, 545 dólares entre 2004-2012,
es decir, presentó una leve mejoría a pesar de la crisis de 2008-2009. No obstante, a pesar de
haber aumentado, los niveles de pobreza han persistido, aumentando sus niveles de manera
sistemática a partir de 2006.
Fuente: Elaboración propia en base a World Development Indicators del Banco
Mundial.
Con Línea de Tendencia Polinómica de orden 6.
R² = 0.3949
-10
-8
-6
-4
-2
0
2
4
6
8
10
Gráfica No. 3
Ciclos Económicos y evolución de PIB (a precios de mercado-pesos de 2008)
Variación porcentual 2000-2013
$7,722 $7,859
$8,150 $8,302 $8,313
$7,823
$8,117
$8,336
$8,545
R² = 0.9099
$7,200
$7,400
$7,600
$7,800
$8,000
$8,200
$8,400
$8,600
$8,800
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Gráfica No. 4
PIB per cápita a precios constantes de 2005 (Dólares)
Expansión
Contracción
Recesión Recuperación
Recuperación
Recesión
Recesión
76
Evolución de las líneas de bienestar, ingresos empleo y poder adquisitivo en México
El empleo y el poder adquisitivo son dos elementos claves para la superación de la pobreza.
Pese a ello, en los últimos años ambos indicadores han presentado cifras poco favorables.
En términos generales el desempleo ha aumentado y el poder adquisitivo ha caído cerca del
20 por ciento desde enero de 2000. De acuerdo con las ENE y las ENOE, del año 2000 al 2012
el desempleo pasó de 2.33 al 5.15 %, es decir, pasó de 915 mil a 2 millones 650 mil
desempleados. Esto significa que la capacidad de los gobiernos y del MN de adsorber a la
PEA al mercado laboral ha sido superada por el crecimiento demográfico. No sólo la
población desempleada va en aumento, también las personas en el sector informal aumentó,
pasó de 11.5 millones en el 2006 a 14.2 millones para el 2012, es decir, aumentó 2.7 millones.
Otro problema grave para le economía mexicana, es la baja productividad y el bajo ingreso
del trabajo catalogado como subempleo que ha pasado es estos últimos 6 años, de 2.5 a 4.2
millones.
De acuerdo con los datos proporcionados por la CONASAMI y el CONEVAL, el incremento
porcentual acumulado del costo de la CAR rural ha tenido un aumento del 202.49% respecto
al valor en el 2000, mientras que la CAR Urbana ha aumentado un 197.9%, en tanto el salario
mínimo ha experimentado un incremento porcentual de sólo un 164.46%, es decir, que se
quedó por debajo en un 33.4% de la CAR urbana y de un 38% de la CAR rural. Las Líneas
de Bienestar ha aumentado en mayor proporción que el salario mínimo y que el INPC, lo
que ha conducido a una reducción sistemática del poder de compra, y por consiguiente el
2.33%
2.81%2.69%
3.56%3.74%
3.16%
3.39%
5.17%5.27%
5.15%
2.00%
2.50%
3.00%
3.50%
4.00%
4.50%
5.00%
5.50%
2000/IV 2001/IV 2002/IV 2003/IV 2004/IV ENOE 2006 ENOE 2007 ENOE 2009 ENOE 2010 ENOE 2012
Gráfica No. 5Creciemiento del Desempleo en México 2000-2012
77
aumento de las Líneas de Bienestar, aumentando la pobreza por ingreso en sus distintos
niveles.
Fuente: Elaboración propia en base a información de la base Banco de Información
Económica del INEGI; Base de datos de Conasami y del Coneval.
La población que recibe de 1 a 2 SM ha disminuido, mientras que reciben ingresos de 2 hasta
5 SM ha aumentado, contrario a lo que pasa con los que ganan más de 5 SM.
Para enero del 2000 sólo se podía comprar el 52 % de la CAR alimentaria familiar, para
noviembre de 2012 el salario mínimo general era ya de $62.33 y el costo de la CAR era de
$38.29, con un salario se podía comprar 1.63 veces la canasta individual y sólo el 42 por
3.00%
4.00%
5.00%
6.00%
7.00%
8.00%
9.00%
10.00%
11.00%
12.00%
13.00%
14.00%
15.00%
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Gráfica No. 6
Compórtamiento del Salario mInimo, INPC y la CAR alimentaria
Salario mínimo INPC CAR Rural CAR Urbana
15.1% 15.0%
13.7% 13.8%13.2% 13.4% 12.4% 13.0% 13.4%
26.1%25.4%
22.7% 23.3%
22.0%21.1% 20.7%
22.2%23.2%
18.8% 18.9%
22.5%
20.4%
22.0% 22.1%21.6%
19.8%20.9%
15.6% 16.3% 16.5%17.5% 17.8% 17.8%
18.6%17.8%
16.9%
11.6%11.1%
12.1%11.0% 11.4% 11.5% 12.0%
10.7%
8.8%8.0%9.0%
10.0%11.0%12.0%13.0%14.0%15.0%16.0%17.0%18.0%19.0%20.0%21.0%22.0%23.0%24.0%25.0%26.0%27.0%
2000 2001 2002 2003 2004 2006 2007 2009 2010
Gráfica No. 7Evolución de los ingresos en México 2000-2010
Hasta un salario mínimo Más de 1 hasta 2 salarios mínimos Más de 2 hasta 3 salarios mínimos
Más de 3 hasta 5 salarios mínimos Más de 5 salarios mínimos
78
ciento de la canasta familiar. Se necesitaba cerca de 2.5 salarios mínimos para satisfacer el
mínimo en alimentación de una familia promedio.
El desfase entre el aumento del salario y el costo de la CAR, así como el aumento del
desempleo en lo que va del siglo XX ha producido la sistemática pérdida del poder
adquisitivo, teniendo como consecuencia la disminución en los niveles de vida que había
alcanzado parte de la sociedad mexicana, pasando a formar parte en alguna categoría de la
pobreza o bien experimentado una profundidad en ésta. Es decir, la pérdida de poder
adquisitivo es uno de los elementos claves que explican el aumento de la pobreza en sus
distintas categorías, problema que la política social y las políticas públicas que de ella
derivan se ven limitadas y superadas ante el contexto económico, las fluctuaciones en el
aumento en los precios internacionales de los alimentos y la creación de empleos.
Tabla No. 3
Evolución del Poder Adquisitivo en México 2000-2012
Año Salario
mínimo
Precio
diario
de la
CAR
% de
adquisición
de la CAR
A.
Precio
diario
de la
CAR
A./
familiar
% de
adquisición
de la CAR
A. familiar
Índice
del
salario
real
2000=100
(%)
Poder
adquisitivo
2000=100
2000/Ene $37.90 $18.26 207.56% $73.04 51.89% 100.00% 0.00%
2001 $40.35 $19.65 205.34% $78.60 51.34% 98.93% -1.07%
2002 $42.15 $20.63 204.31% $82.52 51.08% 98.44% -1.56%
2003 $43.65 $21.67 201.43% $86.68 50.36% 97.05% -2.95%
2004 $45.24 $23.14 195.51% $92.56 48.88% 94.19% -5.81%
2005 $46.80 $24.42 191.65% $97.68 47.91% 92.33% -7.67%
2006 $48.67 $25.54 190.56% $102.16 47.64% 91.81% -8.19%
2007 $50.57 $27.17 186.12% $108.68 46.53% 89.67% -10.33%
2008 $52.59 $29.00 181.34% $116.00 45.34% 87.37% -12.63%
2009 $54.80 $31.74 172.65% $126.96 43.16% 83.18% -16.82%
2010 $57.46 $33.03 173.96% $132.12 43.49% 83.81% -16.19%
79
2011 $59.82 $34.30 174.40% $137.20 43.60% 84.03% -15.97%
2012 $62.33 $38.29 168.05% $148.36 42.01% 80.97% -19.03%
Fuente. Elaboración y cálculos propios en base a información del Conasami y Coneval
En el grafico 8 podemos observar como el ingreso de un salario mínimo per cápita, es sólo
suficiente para satisfacer las necesidades alimentarias, es decir, se está por arriba de la Línea
de Bienestar Mínimo, ya que es necesario obtener un ingreso aproximado de 1.25 salarios
mínimos per cápita para estar encima de la Línea de Bienestar. Sin embargo, esta tendencia
va se va acortando cada año, ya que para enero de 2013, será necesario un ingreso per cápita
aproximado de $2,379 es decir $79.3 pesos ó el ingreso de 1.28 salarios mínimos, con una
gran probabilidad de que en los próximos años el ingreso tendrá que ser mayor para
satisfacer las necesidades alimentaria y no alimentarias. Esta misma tendencia se observa si
tomamos en cuenta un ingreso de dos salarios mínimos para una familia de 4 miembros, es
decir, un ingreso per cápita de 0.5 salarios mínimos. Para el año 2000, este ingreso era
suficiente para estar por encima de la línea de bienestar mínimo, pero a partir del 2004 este
ingreso ya no era suficiente para satisfacer las necesidades de alimentación. Para el 2012 el
ingreso para cada miembro de la familia era de $934.95 y el costo de la CAR alimentaria era
ya de $1,108.41.
80
Fuente: Elaboración y cálculos propios en base a información obtenida del Coneval y Conasami.
$0.00
$200.00
$400.00
$600.00
$800.00
$1,000.00
$1,200.00
$1,400.00
$1,600.00
$1,800.00
$2,000.00
$2,200.00
$2,400.00
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013/ Enero
Gráfica No. 8Evolución de las Líneas de Bienestar y del Ingreso en México
Bienestar mínimo ( Canasta alimentaria) Urbana Bienestar (Alimentaria más no alimentaria) Urbana
Ingreso per cápita mensual = 1 salario mínimo Ingreso familiar mensual = 1 SM/4
Ingreso familiar mensual = 2 SM/4 Ingreso minimo mensual per cápita sobre la línea de Bienestar NA =1.25 SM
Polinómica (Ingreso minimo mensual per cápita sobre la línea de Bienestar NA =1.25 SM)
81
POLÍTICA SOCIAL Y POLÍTICAS PÚBLICAS EN MÉXICO
A pesar de presupuesto social asignado a estos programas la pobreza ha aumentado, lo que
sin duda no derimita el esfuerzo del Estado en atender esta problemática, pero hace falta es
replantear los paradigmas que rigen la política social y la conceptualización, medición y
formas de atender la pobreza.
Tabla No. 4
Presupuesto de programas sociales en el combate a la pobreza 2000-2012 ( A pesos de 2012)
Oportunidades
(2000 a 2012)
70 y más
(2004-
2012)
Leche
Liconsa
(2001-
2012)
Tortilla
Liconsa
(2000-
2003)
Diconsa
(2001-
2012)
PAL
(2004-
2012)
Opciones
Productivas
(2003-2012)
Coinversión
(2000-2012)
PAJA
(2001-
2012)
260 mil
millones
84 mil
millones
13 mil
millones
9 mil
millones
17 mil
millones
19 mil
millones
8.3 mil
millones
2.4 mil
millones
2.3 mil
millones
Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos de Egresos de la Federación 2000-2012
Nota. Son tomados en cuenta el gasto total de los programas: gasto corriente y gasto de inversión, así como el
Presupuesto modificado por la Cámara de Diputados.
A lo largo de este estudio se identificaron algunos principios bajo los cuales se ha conducido
la política social en México. Estos son:
Tabla No. 5
Principios de la política social en México
El principio de
subsidiariedad del
Estado
El Estado debe abstenerse de toda forma de intervención, salvo
aquellas que los particulares no pueden desempeñar
adecuadamente.
El principio de los dos
valores sociales
fundamentales
La libertad y la igualdad de oportunidades, requieren como
condición fundamental el principio de Subsidiaridad.
El principio de
igualdad de
oportunidades
Ausencia de discriminación en oposición al intervencionismo
estatal.
El principio de
necesidades mínimas,
Se requiere condiciones de satisfacer a un nivel siquiera mínimo,
necesidades básicas, es decir, que no sean pobres extremos;
82
El principio de
integración al
mercado
Mejorar el capital humano para aumentar la productividad y en
general la economía.
l principio de
erradicación de los
pobres extremos
Las personas en pobreza extrema se encuentran inhabilitadas para
participar en el mercado, por lo que no puede ejercer su libertad ni
impera para ellas una autentica igualdad de oportunidades
El principio de la no
igualdad de
resultados
La autentica igualdad de oportunidades se contrapone con la
tendencia hacia la igualdad de resultados, la que aparte de
conspirar contra la libertad implica uniformar al individuo;
El principio del
crecimiento macro-
económico como fin
en sí mismo
El crecimiento económico es el fin de toda economía, una economía
amplia y sólida brindará de bienestar su sociedad;
El principio del
“trickle down effect”
Los beneficios de la economía, del mecanismo del mercado y de los
beneficios de la modernización permearán a todos los sectores de
la sociedad a su debido tiempo.
Fuente: Elaboración propia en base a Vergara (1990); y Boltvinik (2004).
PROGRAMAS SOCIALES EN MÉXICO 2000-2012
Programa de Desarrollo Humano Oportunidades
Ha sido considerado como modelo para otros programas de inversión en capital humano al
tener como principal objetivo disminuir la vulnerabilidad de los más pobres y cortar la
transmisión inter-generacional de la pobreza, ampliando las capacidades en educación,
salud y nutrición. De acuerdo a Oportunidades los beneficios se materializarían en el
mediano plazo cuando como adultos, los niños y jóvenes se puedan incorporar a actividades
productivas y acceder a trabajos bien remunerados. Sin embargo, y a pesar que
Oportunidades parte de un diagnostico según el cual el circulo vicioso de la pobreza está
determinado por la interacción perversa entre bajos niveles educativos y bajos ingresos, sólo
puso interés en el aspecto educativo y no incorporó en el diseño la generación de empleos.
83
De esta manera tanto Oportunidades como la política social en México se han visto limitado
en sus resultados, al no existir acciones complementarias que hagan de sus resultados
sostenibles. Pues, la baja cobertura en los servicios de salud, así como la baja calidad de la
educación, la falta de empleos, el lento crecimiento económico, los bajos salarios, la pérdida
de poder adquisitivo, la baja productividad de los empleos limitan el impacto potencial en
la mejora del capital humano.
Programa Apoyo Alimentario
Su mayor fortaleza es que atiende a población pobre de localidades rurales, dispersas y sin
acceso a servicios de salud y educación donde el Oportunidades no ha podido operar,
convirtiéndose en un programa temporal de acompañamiento a Oportunidades. PAL no
tiene un diagnostico integral que lo sustente, ni existe justificación clara que explique por
qué PAL y Oportunidades operan en una misma localidad brindando servicios de salud y
educación a algunas personas y a otras no. PAL no ha sustentado ser una mejor alternativa
para atender el problema de alimentación al no basarse un diagnostico integral que
justifique su coexistencia con Oportunidades, de igual forma no existen políticas públicas
complementarias que ayuden a maximizar y a mantener en el tiempo los resultados.
Programa de Abasto Social de Leche a cargo de LICONSA
Es el único programa que está destinado a personas que estén bajo pobreza patrimonial. Su
principal fortaleza es su atención a la población pobre que no es cubierta por otros
programas alimentarios. Sus evaluaciones muestran que la relación costo/beneficio es alta
respecto al capital humano ya que el consumo de leche fortificada ayuda a mejorar el
desarrollo intelectual, apoya el crecimiento de los niños y previene y controla la anemia. La
coexistencia de programas con objetivos similares que también entregan suplementos con
leche y micronutrimentos en una misma localidad.
Programa de Abasto Rural a cargo de Diconsa (PAR)
84
Diconsa está presente en localidades que no presentan desabasto, en sus tiendas existen
problemas de abasto regular y permanente, hay productos que no son nutritivos, como los
refrescos y golosinas, además de no existe evidencia suficiente que en México existan
problemas de acceso físico a alimentos ni a nivel nacional ni a nivel local, y por tanto que la
disponibilidad física sea un factor que explique la desnutrición en el país.
Programa de Opciones Productivas
De acuerdo a sus evaluaciones se detectó que 2 de cada 3 proyectos apoyados permanecen
en operación, después de dos años de haber recibido el apoyo. No obstante, Opciones
Productivas no ha mostrado ser la mejor manera de atender un problema dentro de las
diferentes alternativas viables, tampoco ser parte de una política de superación de la
pobreza consistente, congruente y de largo plazo al no ser una solución clara para mejorar
la ocupación y el ingreso de la población. Así mismo no cuenta con políticas públicas
complementarias que ayuden a maximizar y a mantener los resultados, como lo es la
comercialización de los productos, ya que de otra manera las opciones productivas no son
sustentables. Se identificaron 19 intervenciones del Gobierno Federal que también otorgan
financiamiento a proyectos productivos o microcréditos.
Programa de Coinversión Social
La importancia del programa es que es la única que se dirige fortalecer las capacidades de
las Organizaciones de la Sociedad civil e Instituciones de Educación Superior, a fin de
promover la generación de capital social. Por medio de estas organizaciones de la sociedad
civil el PCS identifica problemáticas sociales particulares que son atendidas a través de un
modelo de corresponsabilidad entre el gobierno y sociedad civil.
Programa Pensión para Adultos Mayores antes Programa 70 y más
En general el programa ha tenido un impacto positivo al contribuir a que los adultos
mayores reduzcan su trabajo pagado y aumente sus labores al interior del hogar, sin que
85
esto reduzca los ahorros del hogar. La percepción general de los adultos es que el programa
los ha ayudado a mejorar su salud, su alimentación y que recibe un mejor trato por parte de
su familia. A partir de 2007 el programa ha aumentado ampliamente su presupuesto, esto
como parte del objetivo de universalizar la ayuda a personas mayores de 65 años que se
encuentren en situación de pobreza.
Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas (PAJA)
Una de sus fortalezas es que se dirige a un grupo de población altamente vulnerable que
por sus características de movilidad se ubica al margen de las oportunidades de desarrollo.
El programa otorga múltiples apoyos tanto a los jornaleros agrícolas como a los integrantes
de sus hogares. Algunos de estos apoyos buscan desincentivar el trabajo infantil agrícola
como los alimentarios y apoyos a la permanencia escolar. El programa no tiene un
diagnostico integral que justifique su existencia, que si bien atiende a un grupo vulnerable,
estos pueden ser atendidos por los ya existentes, de igual forma presenta duplicidad en los
objetivos con otros programas alimentarios.
El programa Fondo para el Apoyo a Proyectos Productivos en Núcleos Agrarios (FAPPA)
Apoya proyectos productivos de grupos de personas organizadas, impulsando la capacidad
organizacional, capital social grupal y comunitario. No obstante el sector agropecuario en
México en los últimos 20 años es limitado, al a portar menos del 5 por ciento del PIB. Es muy
difícil aumentar el ingreso familiar agrícola aumentando la producción agrícola. Por ello, la
principal área de oportunidad de estos programas es cambiar el enfoque para mejorar el
ingreso, de uno sectorial, a uno territorial. El programa es considerado de acuerdo a sus
evaluaciones como pertinente, sin embargo, existen múltiples programas que presentan
objetivos similares duplicando los costos y esfuerzos sin resultados concretos y a largo plazo
al no existir complementariedad con otras políticas que permita mejorar los resultados y
sostenerlos en el tiempo.
Programas Albergues Escolares Indígenas (PAEI)
86
PAEI atiende a comunidades con poca presencia de otros programas, ofreciendo apoyos que
permiten ampliar el acceso educativo. Es único dirigido a garantizar la permanencia de los
estudiantes en el sistema educativo a través de recursos para el alojamiento, la alimentación
y el apoyo escolar. Algunas deficiencias de PAEI es que se concentra en primaria y relega la
atención de secundaria y bachillerato, lo que limita aún más los servicios educativos y
alimentarios. Sin embargo, a pesar de representar un severo problema en las comunidades
y grupos indígenas, el programa no se orienta a contrarrestar los efectos de la pobreza
alimentaria. No obstante, ha logrado elevar los índices de nutrición y aprovechamiento
escolar de sus beneficiarios con respecto al promedio indígena, esto sin resolver en su
totalidad la inseguridad alimentaria y calidad educativa, que serían el objetivo final de una
política dirigida a la igualdad de oportunidades y a reducir la desigualdad y vulnerabilidad
de la población indígena.
Programa de Apoyo al Empleo (PAE)
El Programa en general ha tenido un impacto positivo en los diferentes propósitos que
señala cada subprograma, ya que la estrategia es pertinente aunque ésta no se ve reflejada
en la asignación de presupuesto. El Programa cumple con sus propósitos de acceso a un
empleo y una ocupación productiva, aunque no a largo plazo. PAE se ve limitado al no
existir la demanda en el sector productivo de suficientes empleos y menos aún para ofrecer
empleos productivos y bien remunerados. Limitándose a empleos de baja productividad y
bajos salarios y en muchos casos empleos temporales de muy corto plazo.
CONCLUSIONES
La política social en México ha estado enmarcada en un paradigma netamente neoliberal.
Sus principios han ocasionado que las políticas públicas hayan sido dirigidas únicamente a
reducir la pobreza extrema y/o alimentaria. El Estado mexicano ha renunciado a trabajar
en un proyecto más amplio de igualdad social, para que la sociedad pueda acceder a
servicios no sólo de salud, seguridad social y alimentación, sino también derechos sociales,
políticos y humanos que permitan el desarrollo integral como individuos y como sociedad.
Es decir, el Estado se ha limitado a brindar el mínimo aceptable de recursos y libertades.
87
A pesar que en México no ha existido un estado de bienestar como tal, lo loable del esfuerzo
gubernamental es haber logrado avances importantes en materia de acceso a la salud, a la
educación, alimentación, seguridad social, entre otros servicios públicos, lo que ha
permitido reducir los niveles de marginación y rezago social. No obstante, a pesar
incremento del gasto social y en la participación social, la política social en continúa sin ser
una política congruente, eficiente y a largo plazo en el combate a la pobreza, ni siquiera lo
ha sido para contenerla. El crecimiento demográfico y las fluctuaciones económicas han
superado la política social, lo que ha llevado a aumentar los niveles de pobreza.
Hay una agenda pendiente en la política social y económica del país, se necesita trabajar en
un proyecto más amplio de igualdad social y atender factores como el empleos, salarios y
poder adquisitivo la cuales han sido descuidados. La política social debe diseñar políticas
que brinden un sistema universal de acceso a derechos sociales y al mismo tiempo dirigir
políticas específicas dirigidas exclusivamente a la población en pobreza extrema para
reducir la brecha social y atender de manera inmediata las necesidades más elementales.
Entre algunas causas que han influido en la ineficiencia de la política social para abatir la
pobreza está el abandono de la atención a la pobreza por la vía productiva y la
universalización de algunos servicios públicos, así como la falta de coordinación y la
multiplicidad de programas, pues la gran cantidad de programas ha incrementado la
dispersión y duplicidad de esfuerzos y los costos administrativos asociados.
El Estado debe intervenir para mejorar la situación de las personas con algún grado de
pobreza o que no estén en esa circunstancia, y no dejar decaer su situación que representa a
mediano plazo un retroceso en la clase media, siendo un elemento clave para rediseñar la
política social.
Otro punto en la agenda es replantear manera en que se está abordando y atendiendo el
problema de la pobreza, pues los programas para romper la transmisión intergeneracional
se han visto limitados. Sin embargo, el gobierno se ha visto incapaz de ver y aceptar los
errores de las políticas públicas, más bien intentan justificar obstinadamente la viabilidad y
88
resultados de ésta. Por ejemplo, los errores de exclusión son consecuencia de una limitada
conceptualización de la pobreza, que se ha tratado de justificar con rigor científico y
metodológico que poco reflejan la realidad social. Las evaluaciones realizadas a los
programas sociales se concentran más en explicar detalladamente los aspectos en qué se
falla en cuanto a diseño, componentes, objetivos y población, pero no se han fijado como
objetivo valorar los programas para que resuelvan de manera más eficaz la pobreza.
El empleo y el salario son dos elementos estructurales que reflejan la incapacidad del Estado
Mexicano en su lucha contra la pobreza. Por eso la importancia de que toda política de
combate a la pobreza deba poner énfasis fundamental la generación de empleos, mejorar los
ingresos y evitar la pérdida del poder de compra. Con todo y los datos empíricos, así como
la discusión teórica e ideológica a nivel nacional e internacional, la política social y
económica no atendió estos dos elementos, haciendo de los programas sociales en meros
paliativos que más que contener la pobreza lo único que hacen es intentar crear cohesión
social y estabilidad política, para que el problema no se salga de control.
Por último, un dato que muestra el fracaso de la política social se puede observar en el Plan
Sectorial de Desarrollo Social (2007-2012), en donde se plantea como objetivo reducir la
pobreza alimentaria de 14.4 millones (2006) a 10.1 millones (2012), sin embargo, la pobreza
aumentó a mas de 23 millones.
89
El funcionamiento de la Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino (EFEA) durante el gobierno de Arturo Frondizi (1958-
1962)
FERNANDO ARIEL ORTEGA1 Creada en 1956, EFEA (Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino) tenía como
objetivo principal lograr una uniformidad de criterios en la administración y explotación
comercial de las seis líneas que componían la red ferroviaria argentina. Sin embargo,
en poco tiempo EFEA fue dejando de lado su objetivo original de convertirse en una
empresa moderna, eficaz y de carácter autárquico para transformarse en un ente
burocrático caracterizado por sus constantes cambios gerenciales.
El objetivo de este trabajo es analizar el funcionamiento y la compleja estructura de este
organismo durante el gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962), período en que la crisis
que afectaba al sistema ferroviario se pondría de manifiesto y donde el accionar de EFEA
sería foco de fuertes críticas tanto del propio gobierno, como de los gremios ferroviarios.
Utilizando fuentes documentales de carácter gubernamental, memorándums de la
empresa, periódicos de la época, etc.; intentaremos comprender porque EFEA, es un
buen ejemplo de cómo una empresa estatal puede quedar sujeta a los vaivenes e
inestabilidad política que caracterizaron a la Argentina en los últimos cincuenta años,
hecho que se tradujo en la imposibilidad de poder llevar a cabo una política ferroviaria
de largo plazo.
I) LOS FERROCARRILES DURANTE EL PERONISMO
Para entender adecuadamente la compleja situación ferroviaria a la que debió hacer
frente el gobierno de Frondizi debemos realizar una breve mención al proceso iniciado
en 1947 con la nacionalización de los ferrocarriles producida durante la presidencia de
Juan Domingo Perón (1946-1955). Durante el gobierno peronista, los ferrocarriles
argentinos vivirían su última “época de oro”, quizás porque como nunca antes en la
historia del país la función social del ferrocarril estuvo claramente por delante de la del
negocio ferroviario. Sin embargo, el peronismo cometió importantes errores en materia
1 UBA/ CESPA. E-mail: [email protected]
90
ferroviaria cuyas consecuencias terminarían desencadenando buena parte de la crisis
que el sistema sufriría en las décadas posteriores, poniendo en evidencia las dificultades
que tendría de allí en adelante el estado argentino para administrar los ferrocarriles
como una empresa eficiente. Previo a la nacionalización, la red ferroviaria argentina
estaba conformada por cerca de veinte empresas, en donde convivían multiplicidad de
trochas y ramales superpuestos, producto de un modelo ferroviario que para mediados
del siglo XX claramente mostraba signos de agotamiento. De allí, que la reorganización
de la red ferroviaria para aumentar su eficiencia era una de las prioridades
fundamentales de la época. Sin embargo, el peronismo poco pudo hacer al respecto, ya
que en realidad simplemente cambió la denominación de los antiguos ferrocarriles
privados concentrándolos en seis grandes líneas troncales de acuerdo a su ubicación
geográfica. De esta forma hacia el Oeste, el ex Ferrocarril Oeste paso a llamarse
Ferrocarril Nacional General Sarmiento y el ex Ferrocarril Pacífico se transformaría en el
Ferrocarril Nacional General San Martín. Hacia el Sur, el Ferrocarril General Roca
agrupó al ex ferrocarril Sud y los ferrocarriles existentes en la Patagonia. En el Norte,
el ex ferrocarril Central Argentino pasó a llamarse Bartolomé Mitre. Todos los
ferrocarriles de trocha media ubicados en la Mesopotamia pasaron a formar parte del
Ferrocarril Nacional General Urquiza, mientras que todas las líneas existentes de trocha
angosta pasaron a conformar la estructura del Ferrocarril Nacional General Belgrano. 2
En cuanto a la organización institucional del sistema ferroviario, durante las dos
presidencias de Perón se produjeron numerosos errores cuyas consecuencias se
prolongarían en el tiempo. En primer lugar, el gobierno optó por ir reemplazando no
sólo los gerentes sino también numerosos cuadros medios y técnicos que formaban
parte de los ferrocarriles cuando estaban en manos británicas los cuales fueron
sustituidos por personal con mucho menor (o nula) experiencia, cuya posición dentro
de la empresa ferroviaria dependía más de su fidelidad o sus contactos con el gobierno
que de su real calificación para cumplir dichas tareas.3 En segundo lugar, se crearon
2 Durante los primeros años el sistema se concentró en ocho líneas troncales, ya que tanto los ferrocarriles Patagónicos como el Ferrocarril Provincial de Buenos Aires actuaron como redes independientes. Sin embargo, al poco tiempo terminaron absorbidas junto con el resto de las antiguas empresas ferroviarias existentes, de menor dimensión de las mencionadas , por alguna de estas seis nuevas líneas ferroviarias. 3 Si bien muchos de los gerentes británicos volvieron voluntariamente a sus países de origen, otros cuadros técnicos de origen extranjero fueron virtualmente forzados por el gobierno peronista a retirarse de las empresas. En tiempos en el cual el ferrocarril como medio de transporte afrontaba el mayor desafío de su historia como era la incuestionable competencia que le estaba generando el transporte automotor, paradójicamente se quedó sin toda la experiencia que pudieran haber aportado estos especialistas.
91
diversos organismos e instituciones con el objetivo de coordinar, planificar y administrar
con mayor eficiencia la actividad ferroviaria. En 1950, la administración de las líneas
ferroviarias fueron agrupadas bajo el rotulo de “Empresas Ferroviarias del Estado”, que a
su vez en 1952 quedarían bajo la órbita de la recientemente creada
“Empresa Nacional de Transportes” (E.N.T) que pretendía unificar en un solo organismo,
la explotación de los diferentes modos de transporte (ferroviario, aéreo, marítimo,
terrestre, fluvial). A estos organismos hay que sumarle la presencia de antiguos
organismos como la Dirección Nacional de Ferrocarriles a cargo del contralor y
fiscalización de los servicios y especialmente del Ministerio de Transporte quien era en
última instancia el encargado de dictar la política ferroviaria. Paradójicamente, esta
superposición de organismos no sólo no incrementó la eficiencia del sistema ferroviario,
sino que se tradujo en una mayor burocratización y confusión en las políticas a adoptar,
ya que las funciones de los distintos organismos a menudo se superponían entre sí al no
estar claros los objetivos y límites de cada una de estas instituciones.4
Otro problema que el peronismo no supo como resolver fue el de la política tarifaria
del sistema ferroviario que presentaba un desfasaje creciente que con el correr del tiempo
sería imposible de corregir.5 Fiel a su prédica social, el gobierno optó por una
actualización de tarifas que quedó muy por debajo de la inflación. Esta política de
precios que a corto plazo fue beneficiosa especialmente para los millones de pasajeros
que pudieron trasladarse desde el interior del país a los principales centros urbanos
donde se generaban las nuevas fuentes de trabajo industriales o realizar el llamado
“turismo social” fomentado por el gobierno peronista, sería perjudicial en el largo plazo
debido a que la infraestructura ferroviaria llevaba décadas de desinversión y no estaba
en condiciones de responder satisfactoriamente a este creciente aumento de la demanda,
lo que motivó que se debiera recurrir a la sobreutilización de su material rodante
aumentando los costos de mantenimiento y agravando el deterioro general de la red.
A su vez, dado que el proceso migratorio incrementó notablemente la demanda de
servicios en el área suburbana concentrándose en el sector de pasajeros, hubo que
recurrir a aumentar la dotación de personal que de 158.000 en 1947 alcanzaría un record
de 220.000 en 1959, por lo cual un porcentaje cada vez mayor de los ingresos ferroviarios
4 Para mas detalles ver Cardozo (2013) 5 Uno de los problemas que dificultaban los incrementos de tarifas durante el peronismo fue que las líneas ferroviarias presentaban antes de la nacionalización diferentes valores tarifarios y el armonizarlas fue un proceso complejo.
92
debían utilizarse para el pago de salarios, quedando cada vez menos recursos
económicos para la renovación y modernización de la red.
Asimismo, el tráfico de cargas, sector que históricamente le proporciono a los
ferrocarriles sus mayores ganancias, estaba en constante retroceso desde la crisis de los
años 30.6 Esta tendencia decreciente tiene varias explicaciones de las cuales la
competencia del transporte automotor, que especialmente en distancias cortas es más
rápido y eficiente es de las más destacadas.7 Esta competencia obligó a que el ferrocarril
pese al creciente aumento de sus costos de explotación tuviera que mantener bajas las
tarifas también en el sector de cargas. De este modo, los ferrocarriles argentinos
debieron sumar un nuevo problema que condicionaría su futuro y del cual no podrían
salir más: el del constante aumento de sus déficits operativos. Jorge Waddell,
especialista en temas ferroviarios, sintetiza muy bien este círculo vicioso en el que
entrarían los ferrocarriles: “La baja en términos reales de las tarifas, más el aumento de los
salarios, sumado a los mayores costos de mantenimiento de la infraestructura y material rodante
obsoletos, generaron un inmediato déficit de explotación que no se pudo revertir más y fue el gran
problema del sistema ferroviario a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.”8
II) EL NACIMIENTO DE EFEA
En Septiembre de 1955 un golpe militar autoproclamado “Revolución Libertadora”
derrocó al gobierno de Perón, iniciando en Argentina una etapa signada por la
inestabilidad política y una violencia social en constante crecimiento que se extendería
por cerca de tres décadas y que dejaría como saldo tras el último Proceso militar iniciado
en 1976 alrededor de 30.000 desaparecidos. Sin dudas, uno de los detonantes de la
violencia que caracterizó a esta etapa fue la decisión de los militares de intentar erradicar
al peronismo de la sociedad argentina.9 A la proscripción política del justicialismo a
nivel electoral entre 1955-1973 se le sumó la intervención de los principales sindicatos y
6 Se pasó de un promedio anual de 50 millones toneladas en los años previos a la crisis, a 25 millones de toneladas durante los primeros años del gobierno de Frondizi. 7 En todo el periodo analizado son constantes las quejas de los productores por los días o semanas que quedaban almacenada sus producciones en las estaciones a la espera de la llegada de vagones o locomotoras que eran cada vez más insuficientes para responder a la demanda. 8 Waddell (2007), Pág. 160 9 La decisión sobre “que hacer con el peronismo” generaría en todo el periodo importantísimas diferencias internas entre los sectores militares. En el caso de la Revolución Libertadora esto se tradujo en el reemplazo del General Eduardo Lonardi, quien había encabezado el golpe del 55, por el general Pedro Eugenio Aramburu (nov.1955-1958), quien representaba a los sectores más “antiperonistas” de las fuerzas armadas.
93
la CGT y la persecución de todos aquellos que intentaran defender el peronismo
depuesto.10
En cuanto a la estructura estatal, los militares de la Revolución Libertadora iniciaron
un proceso de reestructuración, reforma e inclusive desmantelamiento de buena parte
de las instituciones públicas creadas durante el gobierno peronista.11
Los organismos dedicados al Transporte tampoco fueron la excepción y dados los pobres
resultados obtenidos, sumadas a las problemáticas no resueltas por el peronismo
mencionadas anteriormente, no es de sorprender en este marco que el gobierno del
general Aramburu decidiera reorganizar nuevamente la estructura institucional del
sistema ferroviario. Para ello dispuso en 1956 la creación de la “Empresa Ferrocarriles del
Estado Argentino” (EFEA) cuyo objetivo original era lograr una uniformidad de criterios
en la administración y explotación comercial de las seis líneas que componían la red
ferroviaria argentina. Entre las primeras medidas adoptadas se estableció un criterio
común para la numeración, identificación y decoración de todo el material rodante que
componía el sistema, que hasta ese entonces continuaba utilizando el que le habían dado
en su momento las empresas británicas. De la misma forma, y en una abierta crítica al
gobierno peronista, los ferrocarriles dejaron de utilizar la palabra “Nacional” en su
denominación. La empresa también cumplía funciones normativas y en los primeros
meses de su gestión redactó el Reglamento Interno Técnico Operativo (RITO) que
reemplazó las viejas reglamentaciones vigentes que poseían los ferrocarriles desde
cuando estaban en manos extranjeras.
A continuación analizaremos algunos de los fundamentos con los cuales el gobierno
de la Revolución Libertadora impulso la creación de EFEA en 1956:
“ La imperiosa necesidad en que se encuentra el país de proceder a la reorganización de sus servicios de transporte que ha sido considerada como uno de los grandes factores de su reconstrucción en el “Plan de Restablecimiento Económico” y considerando que tal reorganización debe hacer frente a las crecientes exigencias del tráfico mediante una adecuada planificación y racionalización de los diversos medios de transporte , mejorando los existentes a
10 Pese a las restricciones, el movimiento obrero peronista iniciaría la etapa de llamada “resistencia” que se traduciría en toda una serie de acciones como sabotajes, huelgas, boicot, colocación de explosivos caseros (caños) con las cuales los trabajadores expresaban su descontento ante la situación imperante. 11 Un buen ejemplo de esta situación es lo que acontecido con el IAPI, organismo emblemático creado por el peronismo para ejercer el monopolio del comercio exterior que directamente fue desmantelado por los militares.
94
la brevedad en razón de su deplorable estado de conservación y ajustando los resortes de una “explotación desquiciada” con especial ordenamiento de la jerarquía y disciplina del personal” .12 Debemos destacar que el gobierno de Aramburu ponía a la reestructuración del
transporte como uno de los pilares de su principal proyecto en materia económica, el
mencionado “Plan de Restablecimiento Económico” que intentaba corregir “los errores”
que en esa área había cometido el peronismo según la óptica militar.13 Entre esas
falencias estaba el exceso de gasto público, la falta de inversiones, la caída de
exportaciones agrícolas, etc. Problemas que podrían ir solucionándose si iban
acompañados con un sistema de transporte más moderno y eficiente que el peronismo
no había podido implementar. Las críticas al gobierno anterior por este tema eran
evidentes como lo demuestra el siguiente fragmento.
“Que el fracaso de las autoridades depuestas en tal sentido ha sido evidente ya que la única solución efectiva que aplicaron para atender el pago de las erogaciones crecientes de los servicios fue la del aumento de tarifas para pasajeros y mercaderías con la consiguiente incidencia sobre el costo de vida , que en forma alguna se preocuparon de hallar una solución racional en la disminución de gastos de las cuales una gran parte fue motivada por el injustificado aumento del número de empleados y obreros que a la vez han estado mal remunerados como consecuencia de ese mismo aumento. Que las mismas empresas privadas antes de la entrega de sus bienes al Estado habían iniciado una política de reorganización de sus servicios para aligerar sus gastos, política que mereció el acuerdo de las autoridades encargadas de su fiscalización y que fue destruida luego que el Estado se hizo cargo de los transportes en contra de soluciones adoptadas en todos los países del mundo.”14
Ante este panorama, el gobierno de Aramburu estimaba conveniente adaptar la
administración de los diferentes sistemas de transporte estatales, independizándolos
entre sí para darles la agilidad de gobierno adecuada y eliminar toda subordinación de
un medio respecto de otro. Con esta reforma el gobierno buscaba solucionar el problema
que se había suscitado desde 1952 con la creación de la Empresa Nacional de Transporte
(E.N.T) cuyo conjunto de bienes y administración era tan complejo que su explotación
había resultado ineficaz por la superposición de funciones de administración con las de
gobierno. No obstante, las autoridades militares no descartaban la creación de los entes
necesarios que asegurasen la existencia de una política directiva superior para mantener
12 EFEA, Decreto de creación Ley 15.778/56, 29/08/1956 13Conocido como “Plan Prebisch”, se caracterizó por políticas que implicaban el retiro paulatino de la intervención estatal en materia económica. Entre sus principales medidas se liberó el comercio exterior, se disolvió el IAPI, se eliminaron los controles de cambio y se derogó el régimen de nacionalización de depósitos. 14 EFEA, Decreto de creación Ley 15.778/56, 29/08/1956
95
la conexión y coordinación necesarias entre todos los sistemas, sean del Estado o
explotados por particulares.
En síntesis con la creación de EFEA, el gobierno buscaba: “Descentralizar la administración única de los medios de transporte, dándoles la necesaria autarquía, otorgando a cada grupo funcional una organización financiera, económica y técnica que se asemeje lo más posible a las formas propias de las empresas privadas; así se incorporarán a la explotación estatal todas las ventajas de este último sistema, en cuanto se refiere al ordenamiento financiero y agilidad de la administración.”15 Según su estatuto:
“La organización de la Empresa comprenderá un Directorio, una Administración General y las distintas Administraciones requeridas por la explotación de los servicios de acuerdo con su naturaleza, necesidades de la zona donde se presten y exigencias técnicas.” 16
En sus relaciones jerárquicas con el Poder Ejecutivo, EFEA actuaría por intermedio
del Ministerio de Transportes.
Como Presidente del Directorio fue designado el ingeniero Dante Ardigó, funcionario
con una vasta trayectoria en la administración ferroviaria.17
El Directorio estaba integrado por un Presidente y nueve Vocales, los que debían ser
argentinos nativos, tener más de 35 años de edad y haber adquirido notoria
experiencia y probada capacidad en la conducción de empresas en cuestiones
ferroviarias o en materia comercial laboral, industrial o financiera.18 Tanto el
Presidente del Directorio
como los vocales serían designados por el Poder Ejecutivo a propuesta del
Ministerio de Transportes.19
Si bien el Estatuto de la empresa establecía que tanto el Presidente como los vocales
debían durar 6 años en sus funciones, la realidad indicó que una de las características
de EFEA a lo largo de los años fue la inestabilidad de sus cuerpos directivos. Tal
como lo muestra el cuadro A, en los 6 años que son objeto de nuestro estudio y por
diferentes razones, la cúpula directiva fue ocupada por 8 funcionarios diferentes y
ninguno de ellos pudo permanecer más de 18 meses en su cargo.20
15 EFEA, Decreto de creación Ley 15.778/56, 29/08/1956 16 Estatuto EFEA (1958), Artº 6 17 Curiosamente El Ingeniero Ardigó es uno de los pocos directivos ferroviarios del último medio siglo que tras su muerte tuvo el honor que una estación de tren fuera bautizada con su nombre a modo de homenaje. 18 Estatuto EFEA (1958), Artº 7 19 Estatuto EFEA (1958), Artº 8 20 Como se refleja en el cuadro A, los únicos directivos que pudieron superar el año de gestión fueron el ingeniero Dante Ardigó, primer presidente de EFEA y Guido Belzoni, como interventor de la misma.
96
CUADRO A: PRINCIPALES AUTORIDADES DE EFEA (1956-1962)
Presidente. Ing. Dante Ardigó
1956 -1958
“ General Carlos Salinas
1958- 1959
Interventor. Ing. Guido Belzoni
1959- 1960
“ Ing. Francisco Bustelo
Febrero-Mayo 1961
“ Ing. Augusto Cadot
Mayo- Junio 1961
“ Ing. Arturo Acevedo
Julio- Enero 1962
“ Cap. Recaredo Vázquez
Noviembre- Enero 1962
Presidente. Ing. Santiago Issern
Enero-Junio 1962
Fuente: Elaboración Propia Para comprender adecuadamente el funcionamiento de EFEA destacaremos
algunos aspectos fundamentales descriptos en su Estatuto orgánico.
En cuanto a su Objeto, EFEA tenía a su cargo: a) La explotación de los ferrocarriles de la Nación, las actividades anexas y los servicios de
transportes complementarios a la misma. b) La implantación, construcción y explotación de las nuevas líneas férreas y de
transportes accesorios, que se establezcan en el futuro y que tengan por finalidad el interés económico y social del país.21
En cuanto a su Capacidad: La Empresa tiene la capacidad de las personas jurídicas de derecho privado con autarquía en el ejercicio de su gobierno administrativo, técnico, industrial, comercial y financiero, de conformidad con las del presente Estatuto. Y para el cumplimiento de sus fines podía a) Adquirir y transferir bienes en la forma y condiciones que se reglamenta en este
Estatuto y de conformidad con las normas legales que rigen la gestión del patrimonio del Estado. Tomar y conservar la posesión de los mismos.
b) Realizar todos los actos de administración referentes a los bienes afectados a la Empresa. c) Hacer contribuciones de ayuda o estímulo en forma de subvenciones en especie y en
dinero a entidades sociales, cooperativas o cualquiera otra asociación de bien común que sean de beneficio para su personal efectivo o jubilado y sus familiares o para la Empresa misma y a instituciones y colegios que considere útiles para la formación de personal especializado.
d) Hacer pagos, inclusive los que no sean de administración, transacciones; conceder créditos y quitas; contraer préstamos y obligaciones; cobrar y percibir. 22
21 EFEA (1958), Estatuto Artº 3 22 EFEA (1958), Estatuto Artº 4
97
En síntesis, en sus objetivos originales EFEA se planteaba como una empresa ferroviaria
con capacidad necesaria para cumplir funciones ejecutivas, normativas,
administrativas, de planificación etc. No obstante, como se irá analizando a lo largo de
este trabajo, la autoridad y funciones del mencionado organismo irán disminuyendo
gradualmente a partir del gobierno de Arturo Frondizi.
III) EFEA DURANTE EL GOBIERNO DE FRONDIZI
Arturo Frondizi llegó al poder en mayo de 1958 gracias a una heterogénea coalición
que incluía a radicales, peronistas, nacionalistas, sectores trabajadores y empresarios.23
Sin embargo, muy pronto quedó en evidencia la fragilidad de dicho acuerdo incapaz de
resistir las numerosas amenazas políticas con las que debió enfrentarse. En materia
política, el apoyo electoral que le brindó el proscrito peronismo generó una serie de
compromisos cuyo cumplimiento provocaba que Frondizi sufriera permanentes
presiones de los sectores militares que sumamente fortalecidos desde la “Revolución
Libertadora” de 1955, lo hostigaron constantemente a través de los denominados
“planteos” hasta derrocarlo en Marzo de 1962.24 A esta situación había que sumarle la
frontal oposición de la Unión Cívica Radical del Pueblo, partido al que había pertenecido
Frondizi antes de la fractura partidaria producida en 1956.
En materia económica el panorama era igualmente complejo con altas tasas de inflación,
un enorme déficit en la balanza de pagos y un pronunciado déficit energético incapaz de
satisfacer la demanda tanto industrial como urbana. En vista de estas dificultades,
Frondizi buscó modificar ese cuadro adverso poniendo en marcha su principal plan de
acción en materia de política económica: el llamado proyecto “Desarrollista”.25
En materia de transporte, el gobierno de Frondizi tenía grandes desafíos que resolver:
un parque automotor escaso, una red vial poco desarrollada y una red ferroviaria
obsoleta con un déficit que comprometía cada vez más las cuentas públicas y con los
gravísimos problemas estructurales que ya hemos mencionado. Las vicisitudes que
23 Frondizi realizó un pacto secreto con Perón por el cual a cambio del apoyo de los votantes peronistas, se comprometía a ir retirando las proscripciones que pesaban sobre ese partido y debía restituir algunas conquistas sociales logradas por el peronismo que la Revolución del 55 había eliminado 24 Los denominados “planteos” fueron acciones en las que el sector militar presionaba a Frondizi para que éste diera marcha atrás con medidas de distinta índole (política, económica, gremial, etc.) que el sector militar consideraba inconveniente y aplicara aquellas sugeridas por esta fuerza. 25 El Desarrollismo fue una teoría económica elaborada por la CEPAL que tuvo gran auge en la década del cincuenta, de la cual Frondizi como su principal asesor Rogelio Frigerio adoptaron muchos de sus principios aunque adaptándolos a la realidad económica argentina.
98
enfrentó su presidencia motivaron permanentes “golpes de timón” en los cuales se
pasaban de políticas claramente expansivas a otras de drástico ajuste. Vaivenes que
también pueden apreciarse al examinar las políticas ferroviarias realizadas durante su
gestión, donde un análisis de la documentación manejada por el entorno de Frondizi
permite observar estas diferencias en donde pueden encontrarse dos grandes etapas.
La primera va hasta mediados de 1959 donde Frondizi aprovechando el impulso inicial
de su proyecto desarrollista intentó solucionar la crisis ferroviaria a través de la
incorporación de nuevo material rodante y nuevas tecnologías como vías esenciales para
la reducción del déficit. En esta etapa, cuyas medidas fueron impulsadas por el
Secretario de Transporte Alberto López Abuín, se hacía hincapié en una reestructuración
en las áreas de gestión, se planteaba la reorganización de tareas del personal, más que el
despido de los mismos y no se proponían enfáticamente cierre de ramales.26 La segunda
comenzó hacia fines de 1959 donde a medida que se fue deteriorando la coyuntura
económica , el eje central pasó a ser la reducción del déficit a toda costa, para lo cual se
tornaba imprescindible el inicio del proceso racionalización de personal, la actualización
de tarifas, la privatización de actividades periféricas a la explotación ferroviaria y el
cierre de aquellos ramales considerados antieconómicos, medidas que tendrán en el
Ministro de Obras Públicas, Arturo Acevedo a su principal mentor.27
Como hemos mencionado, durante el primer año y medio de gestión de Frondizi, la
política ferroviaria impulsada por el doctor López Abuín presentó un claro intento de
modernización e incorporación de material rodante, incrementándose la compra de
locomotoras diesel que se había iniciado años anteriores. Si bien hubo un intento de
consolidar una industria ferroviaria nacional a través de una serie de acuerdos con FIAT
de Italia para la fabricación de material rodante, muy pronto el gobierno de Frondizi
opto por fomentar el desarrollo de la industria automotriz en detrimento de la
ferroviaria. Quizá, la gran excepción sea la conformación en los años 60 de la firma FIAT-
MATERFER, principal proveedor de los ferrocarriles argentinos en las décadas
siguientes.
Esos esporádicos intentos de fomento de una industria ferroviaria nacional no
estuvieron exentos de problemas e irregularidades, que pueden apreciarse al analizar
una carta de carácter “reservado y estrictamente confidencial” que en septiembre de 1958
le envía el presidente de EFEA (Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino), el
26 Para mas detalles de esta etapa ver Ortega (2010a) y (2010b) 27 Esta etapa esta extensamente desarrollada en Ortega (2011a )
99
General Carlos Salinas a López Abuín, Secretario de Transporte. En ese documento,
Salinas plantea que el contrato de compra con la firma GAIA para la fabricación de 280
locomotoras diesel eléctricas, equipadas con motores FIAT será altamente perjudicial
para los intereses del estado puesto que el costo total de dicho material rodante es de
4,3 millones de dólares cuando la compra en el exterior de locomotoras de esas
características no superaría los 2, 7 millones, es decir el Estado pagaría un sobreprecio
de superior al 1,5 millones de dólares. Salinas descarta que la operación realmente
favorezca la consolidación de una industria ferroviaria local, puesto que otras dos firmas
involucradas en la licitación como SIAM, encargada de fabricar parte del motor eléctrico
y COMETARSA, quien fabricaría todo o parte del chasis y la caja, exigen que el gobierno
les otorgue facilidades de importación y otorgamiento de divisas por 2,5 millones de
dólares; lo que Salinas subraya que: “no es radicación de capital”. Por último, se destaca
que los 8 años de plazo previstos para la entrega, como consecuencia de la fabricación
nacional son demasiado largos y se corre el riesgo que ese tipo de locomotora ya este en
desuso a nivel tecnológico. Asimismo, se denuncia que la operación descripta ha sido
realizada directamente por la Secretaria de Transporte sin tener en cuenta la evaluación
y opinión contraria ejercida por el directorio de EFEA.28 No hemos encontrado aún
evidencia documental que permita confirmar o refutar todas las irregularidades,
condiciones contractuales y costos de producción, terminaron siendo como los
denunciados por Salinas en el documento. Si podemos afirmar que efectivamente 280
locomotoras GAIA fueron fabricadas entre 1963 y 1970, que no tuvieron una gran calidad
de construcción, lo que provoco que al poco tiempo gran parte de las mismas quedara
fuera de servicio.
Lo que queda claro tras el análisis del documento es que las autoridades de EFEA
empezaban a comprender que el gobierno de Frondizi no iba respetar el carácter
autónomo que en teoría debía tener la empresa. Hecho que evidentemente también
influyó en referencia a la política de compras llevada a cabo. Situación que motivaría la
permanente queja tanto del personal como de los directivos de EFEA, quienes
consideraban (muchas veces con justa razón) que el gobierno no tomaba en cuenta las
sugerencias que dicho organismo realizaba acerca de la conveniencia o no de adquirir
determinado material rodante violando así una de sus funciones fijadas en el estatuto.
28 Durante el gobierno de Frondizi, el Ministerio de Transporte, volvió a su rango tradicional de Secretaria y actuaba bajo la órbita del Ministerio de Obras y Servicios Públicos
100
Hay que recordar, que uno de los más graves problemas en materia ferroviaria que
había que resolver en el corto plazo era el deterioro y la antigüedad del material rodante.
Para solucionarlo durante el gobierno de Frondizi fueron adquiridos no sólo
locomotoras diésel sino también una importante cantidad de coches motor y vagones
tanto de pasajeros como de carga para ir reemplazando el material rodante más
deteriorado. El lado negativo de este proceso estuvo dado en que dichas compras se
realizaron de una forma un tanto “anárquica”, reflejada en la variedad de máquinas de
distinto tipo, origen, marca y tecnología que se adquirieron, hecho que dificultaría su
mantenimiento posterior ante la falta de repuestos adecuados.29
Una de las claves del éxito del proyecto de industrialización desarrollista planteado
por Frondizi era contar con la obtención de un masivo flujo de capitales extranjeros que
invirtiera en las ramas consideradas prioritarias. Sin embargo, dada la inestabilidad
política atraerlos no era una cuestión sencilla, por lo cual el impulso inicial del programa
fue financiado en gran medida a través de la emisión monetaria agravando el problema
del déficit lo que provocó que en Junio de 1959 se desatara una estampida inflacionaria.
Con este panorama, presionado por los sectores militares, Frondizi gestionó un plan de
ayuda al FMI que culminó con el famoso “Plan de Estabilización” de 1959, que se tradujo
en la llegada al ministerio de Economía de dos figuras emblemáticas del liberalismo y la
ortodoxia económica: Álvaro Alsogaray desde 1959 y Roberto Alemann desde 1961. Es
indudable que este giro económico condicionó muchos de los proyectos futuros de
Frondizi y dado que tres cuartas partes del déficit estatal podían explicarse por las
pérdidas que ocasionaba el sistema ferroviario, no es de sorprender que la prédica
gubernamental a favor de la reestructuración y racionalización de los ferrocarriles fuera
en constante aumento, motivando el alejamiento de López Abuín, y en el caso de EFEA
del general Salinas.30
Cómo lo muestra el cuadro B , el déficit operativo de los ferrocarriles se venía
incrementando constantemente a partir de la nacionalización como consecuencia de una
29 El material rodante fue adquirido en países como Estados Unidos, Canadá, Italia, Japón, Reino Unido, Alemania y Hungría. Dado que no todos tenían tradición en la industria ferroviaria presentaban diferentes grados de avances tecnológicos. 30 Autores como Sikkink (2009) sostienen que la implementación original del Plan de Estabilización no era incompatible con las políticas desarrollistas ya que era otra medida más para generar confianza en los inversores externos. No obstante, a medida que los resultados del plan no fueron los esperados se generó un conflicto que transformaría mutuamente en incompatibles esos dos objetivos: la estabilización o el desarrollo.
101
suma de factores que incluía mayores costos de explotación, imposibilidad de aumentos
sustanciales de tarifas y una reducción importante del volumen de carga transportada.
Los constantes aumentos que se habían producido en la dotación de personal que en
1959 alcanzarían el récord de 220.000, motivaron que la razón salarios sobre ingresos de
explotación pasara del 79,5 % en 1953 al 134 % en 1958.
CUADRO “B” ESTADISTICAS FERROVIARIAS (1948-1962)
Año
Pasajeros transportados (millones personas)
Carga transportada (millones toneladas) Personal
Déficit en dólares
Cotización del dólar +
1948 350,6 34,2 173.206 48.087.368 9.50
1949 470,1 31,6 184.418 32.715.443 15.80
1950 490,9 32,8 188.568 31.259.272 16.50
1951 524,2 32,9 184.734 31.838.407 27.00
1952 531,2 29,6 200.065 27.586.090 23.15
1953 541 30,5 198.871 32.611.144 20.10
1954 572,2 31 204.336 35.109.438 26.70
1955 578,6 28,7 209.854 39.624.000 34.25
1956 605,1 27,7 214.698 86.245.000 35.78
1957 618,5 26,8 218.513 77.885.000 40.20
1958 622,5 25,3 219.917 113.161.000 48.04
1959 604 26,7 220.591 105.872.000* 79.19
1960 579,8 26,1 200.590 117.199.000* 83.00
1961 445 21,9 152.153 157.549.000* 83.00
1962 449,2 17,2 157.705 135.732.000* 113.00
* Durante la presidencia de Frondizi, el déficit no está tomado en año calendario sino en base a los ejercicios contables 1958/59, 1959/60, 1960/61, 1961/62. + La cotización del dólar, corresponde a la cotización oficial promedio de cada año. Fuente: Elaboración propia en base a información oficial de Ferrocarriles Argentinos,
A medida que se deterioraba la situación económica del gobierno de Frondizi las
posibilidades de realizar las inversiones planteadas por los proyectos modernizadores
fueron tornándose cada vez más utópicas, de allí que fuera creciendo a nivel
gubernamental la percepción cada vez mayor que la aplicación de planes de
racionalización ferroviaria era la única alternativa viable para solucionar el problema
del déficit, hecho que fue generando una creciente tensión entre el gobierno y los
ferroviarios que estalló a partir de 1961.
a) El Plan Acevedo
En el mes de mayo de 1961, se produjo una nueva crisis política dentro del gobierno
de Frondizi, que motivó la renuncia de varios ministros entre los que se encontraban el
102
de Economía, Álvaro Alsogaray que sería reemplazado por Roberto Alemann y el de
Obras y Servicios Públicos, Alberto Constantini, cuyo cargo sería ocupado por el
ingeniero Arturo Acevedo. Ex presidente de la empresa siderúrgica ACINDAR,
Acevedo era una figura que irritaba notablemente a los ferroviarios por considerarlo un
acérrimo defensor de los intereses del transporte automotor y por representar el ala más
“dura” dentro del gobierno: la que sostenía que la única solución para la problemática
ferroviaria era la implementación inmediata de drásticos planes de racionalización.31
Como primer paso se produjo la negativa gubernamental a considerar los pedidos de
aumento salarial que los gremios del sector: Unión Ferroviaria y La Fraternidad venían
reclamando desde comienzos de ese año, lo que impulsó a que declararan una huelga
de 24 horas el día 15 de mayo. Situación que motivó la renuncia del interventor de EFEA
en aquél momento, Francisco Bustelo.
La respuesta del gobierno a esta medida de fuerza no se haría esperar y el 19 de mayo
de 1961, a través del decreto 4061 el presidente Frondizi tomó la decisión de poner en
marcha el más importante plan de racionalización propuesto hasta ese momento que se
conocería en la época como “Plan Acevedo”, ya que había sido elaborado por el ministro
de Obras y Servicios Públicos.
Entre las principales medidas a adoptar se encontraban:
Declarar congelado el déficit de explotación de los ferrocarriles nacionales, a cuyo efecto todo aumento en los costos de explotación debería ser compensado con una disminución de otros gastos o por aumento de ingresos provenientes de ingresos por mayor tráfico.
Todo aumento de salarios que no estuviera compensado con un aumento correlativo de la productividad, debería trasladarse automáticamente a las tarifas mediante un sistema de ajuste que deberá implementar la Secretaria de Transporte.
No se autorizarían nuevas inversiones, ni se gestionarían nuevos créditos para la adquisición de bienes, mientras no se constate un mejoramiento en la explotación ferroviaria que asegure la adecuada utilización de esos bienes. Sólo se autorizarán aquellas inversiones que resulten indispensables para el mejoramiento aludido propuestas en el Plan de Emergencia elaborado por el Grupo de Planeamiento de los Transportes.
Se deberán suprimir servicios de transporte considerados antieconómicos con el consiguiente levantamiento de vías e instalaciones, siempre que en dicho lugar no se requiera otro medio de transporte o ya haya otro sustituto en funcionamiento. Estas supresiones deberán alcanzar los 4.000 kilómetros de vías.
Transferencia a la actividad privada de servicios o actividades complementarias no consideradas específicamente ferroviarias como servicios de confiterías, restaurantes, coches comedores, comercialización de cargas, locales comerciales, etc.
Se iniciarían los estudios necesarios para establecer la posibilidad técnica y económica de privatizar total o parcialmente los talleres de reparaciones ferroviarias.
31 Acevedo el funcionario más claramente “antiferroviario” del gobierno de Frondizi, paradójicamente era el único que había sido ferroviario, ya que durante su juventud en los años 20 había cumplido diferentes funciones en la empresa Ferrocarriles del Estado.
103
Establecimiento de un plan elaborado por el Ministerio de Obras y Servicios Públicos con la intervención según sea pertinente de EFEA, de racionalización del personal ferroviario de forma de asegurar su utilización eficiente y su productividad.
Se le otorgaría al Ministro de Obras y Servicios Públicos facultades de emergencia para que puedan llevarse a cabo estas medidas de reestructuración del sistema ferroviario en el menor plazo posible. 32
Como puede verse el decreto 4061 no sólo le daba amplias atribuciones al ministro
Arturo Acevedo, sino que virtualmente dejaba a EFEA como un organismo
completamente subordinado a dicho ministerio. El repudio sindical al Plan Acevedo fue
inmediato y a partir de allí se desataría en los meses siguientes una serie de medidas de
fuerza que culminaría con la gran huelga de octubre de 1961, que analizaremos más
adelante. 33 El mencionado decreto también planteaba que a tan solo 4 años de haberse
creado era necesario una reestructuración de EFEA a efectos de descentralizar la
autoridad en los funcionarios que tienen a su cargo los servicios ejecutivos, ya que según
el gobierno de Frondizi: “la misión rectora de EFEA no se cumple en tanto el citado organismo
superponga su actividad con la de los organismos ejecutivos que tienen la responsabilidad directa
de la prestación de los servicios ferroviarios. Los planes de mejoramiento de los servicios no darán
los resultados que mediante ellos se procura mientras no se conformen las estructuras
administrativas que deben aplicarlos” 34
En cuanto a la modificación de la estructura original de EFEA (ver cuadro C) , el decreto
4061/61 planteaba que la Empresa debía ser dirigida por un Directorio integrado por
un presidente, al que se sumaba en la nueva estructura un vicepresidente, ambos
designados por el Poder Ejecutivo ;y ocho vocales: dos designados por el Poder
Ejecutivo según la propuesta que realicen la Unión Ferroviaria y La Fraternidad ; y seis
vocales que serán los respectivos administradores de cada uno de los ferrocarriles.
Es decir con esta medida, el gobierno buscaba solucionar una de las mayores críticas que
se le hacía a EFEA, la de no tener en cuenta en el ámbito directivo la opinión de los
principales sindicatos del sector, y la de otorgar mayor autonomía a las gerencias de cada
una de las líneas ferroviarias cuyas relaciones con la cúpula de EFEA nunca habían sido
fluidas.35
32 El decreto completo puede verse en el Boletín Oficial del 30 /5/1961 33 La primera de estas medidas de fuerza ocurrió el día 24 de mayo cuando estalló una huelga en el ferrocarril San Martín ante la privatización de las confiterías. 34 Para mas detalles ver decreto 4061/61 Art.6 35 Paradójicamente, así como el gobierno le negaba la autonomía a EFEA, esta obraba de manera similar con las gerencias de cada una de las líneas ferroviarias.
104
La nueva estructura disolvía las Superintendencias existentes y las reemplazaba por
organismos de coordinación que funcionarían con dependencia del Directorio. Los
Consejos Coordinadores estarían integrados para cada aspecto de la coordinación con
representantes especializados de las empresas ferroviarias y asesorados por funcionarios
con categoría de asesores o contratados, que asegurarán el funcionamiento permanente
de cada Consejo Coordinador. Las Labores administrativas de los Consejos serían
realizadas por la Secretaria General del Directorio, en forma que los citados Consejos no
constituyan unidades administrativas separadas. A su vez, el Directorio fijaría las
materias que requerían coordinación mediante Consejos. Dichos consejos coordinadores
formularían recomendaciones a las Empresas y en caso de que considerase que alguna
de ellas debía ser de cumplimiento obligatorio elevarían propuestas de resolución al
Directorio, el que se pronunciaría en definitiva.
Estas modificaciones causaron un gran malestar en la dirigencia de EFEA que veía como
sus funciones y poder se reducían aún más eliminándose virtualmente el carácter
autárquico de la empresa. A su vez esta nueva estructura implicaba una importante
reducción de personal, otro de los objetivos fundamentales planteados por el gobierno
de Frondizi en sus planes de racionalización ferroviaria.
CUADRO C: ORGANIGRAMA ORIGINAL DE EFEA
Fuente: Elaboración Propia en base a Estatuto de EFEA
En otro de los decretos realizados ese día, el gobierno decretaba la disolución de otro
organismo ferroviario: la Dirección Nacional de Ferrocarriles (DNF), al considerar que
105
sus funciones de coordinación, contralor y planeamiento se superponían con la de otros
organismos públicos como la propia EFEA o la secretaria de Transporte. El gobierno
también transfería a los organismos mencionados el resto de las funciones cumplidas
por la DNF que no se superponían con la labor de dichos organismos.
Mientras en el ámbito gubernamental, el gobierno, EFEA y los sindicatos comenzarían
una serie de negociaciones y enfrentamientos “verbales” de carácter “reservado”, a nivel
público Frondizi continuó con su prédica en favor de la reestructuración ferroviaria, la
que se reflejó en su célebre discurso del 5 de Junio de 1961 donde dio por iniciada la
llamada “Batalla del Transporte”. cuyos objetivos eran:
liquidar el déficit de las empresas ferroviarias mediante el cambio de estructura de todo el sistema y su adecuada racionalización;
asegurar una fluida intercomunicación entre todas las regiones de nuestra extensa geografía, eliminar vías inútiles y antieconómicas y remover el material; proporcionar al país un sistema coordinado de comunicaciones que promueva sus riquezas,
unificando el mercado nacional tal como lo demandan productores y consumidores; reordenar los transportes en todas sus ramas, poniéndolos al servicio del país y de los usuarios,
brindando garantías de eficiencia a los productores y de seguridad, puntualidad, comodidad e higiene a los pasajeros 36.
Frondizi había librado exitosamente desde 1958 las llamadas “Batallas del petróleo” y
en menor medida la “Batalla del acero”. No obstante, luego de estas perdió
prácticamente todo el apoyo que la clase obrera le había dado para lograr su triunfo en
1958, por lo cual enfrentó la batalla del transporte debilitado y con una oposición mucho
más articulada.
No caben dudas que para la época el eje central de la crisis económica pasaba por ver
como las cuentas públicas estatales eran afectadas por el cuantioso déficit ferroviario.
Pero paradójicamente su magnitud hacía que nadie pudiera afirmar con real exactitud a
cuánto ascendía, lo que fue motivo de fuertes polémicas entre los sectores involucrados.
Según el gobierno, el déficit operativo de los ferrocarriles ascendía para el ejercicio
1960/1961 a 23.000 millones de pesos, lo que representaba el 75 % de la totalidad del
déficit público del Estado y si se sumaba el otorgamiento de aumentos solicitado por los
gremios se incrementaría a los 33.500 millones de pesos.
Dado que los sindicatos no pudieron cumplir con su reiterada promesa de realizar
estudios propios que mostraran otras cifras más fehacientes sobre el déficit, utilizaban
cómo válida y obviamente porque eran menores las dadas por EFEA en su balance de
1960/61, que arrojaban una pérdida operativa de 13.000 millones de pesos.
36 Ver Frondizi (1961)
106
Esta diferencia de 10.000 millones de pesos menos de déficit de explotación se debía a
que según el gobierno el desorden administrativo de los ferrocarriles era tan grande que
hasta los balances de EFEA estaban plagados de errores y omisiones, lo que era un
argumento más que justificaba por lo que dicho organismo debía ser reestructurado.
De este modo, el gobierno no sólo tuvo que enfrentarse en sus intentos de racionalización
con los sindicatos sino también con la dirigencia de EFEA. El anuncio de Acevedo de
que el plan de reestructuración en las gerencias de los ferrocarriles y en la organización
de EFEA se llevaría a pesar de las resistencias, provocó la renuncia del interventor de
dicha empresa, ingeniero Augusto Cadot y del Secretario de Transportes, Guido Belzoni.
La caótica situación en los niveles empresariales ferroviarios puede ser confirmada
por un memorándum que le envía el asesor presidencial Comodoro Arnaldo Hansen al
presidente Frondizi en Octubre de 1961 donde se destacan las problemáticas existentes
en los ámbitos gerenciales.37
En primer término, Hansen destacaba la carencia de un régimen orgánico funcional que
relacionara con responsabilidad tanto en los escalones superiores como inferiores las
misiones y funciones asignadas con finalidad empresaria. La fluidez operativa que
reclamaba la dinámica del servicio ferroviario se diluía en la inercia burocrática
orientada en cualquier sentido, excepto en el de la practicidad y resolución ejecutiva.
Instancias superiores resolvían problemas sin el previo asesoramiento o posterior
conocimiento de los escalones de responsabilidad ejecutiva directa, o bien instancias
intermedias de necesaria intervención eran ignoradas, creando un clima disciplinario
caótico en el que abundaban las “sutilezas destructivas”.
Hansen proponía como solución: racionalizar íntegramente el esquema orgánico
funcional de los FFCC, asignando responsabilidad de conducción empresaria a cada uno
de los ferrocarriles comprendidos en la red , dejando para la EFEA únicamente la
conducción superior eliminando de esta forma instancias intermedias de corte
burocrático.
En cuanto a la relación empresaria gremial, Hansen observaba sorprendido: “la absoluta
falta de sensibilidad demostrada por la línea gerencial que no prestaba atención a las diferentes
problemáticas y que se limitaba a conservar una posición inoperante, absurdamente estática
permitiendo la interferencia de organismos y reparticiones desvinculadas de la directa
responsabilidad de la conducción del transporte ferroviario”. Y destacaba que: “la organización
empresaria carece de iniciativa, ignora los hechos que se concadenan con la esperanza de
37 CEN, Memorándum de Hansen a Frondizi, Octubre 1961.
107
encontrar las soluciones en el hacer de otras responsabilidades estatales, limitándose a la
aceptación lisa y llana de su incapacidad para conducir por falta de propia autoridad y por la
desautorización que indica la superposición de otras voluntades”38 Para solucionar esta
problemática, Hansen sostenía que había que incluir en la conducción superior de EFEA
el organismo que entienda con dinamismo y previsión las relaciones gremiales, evitando
las interferencias de otras instancias no especializadas en problemas ferroviarios y
recalcaba que las discusiones debían hacerse en el nivel de EFEA que era el organismo
mejor preparado y sólo por vía de excepción debían proyectarse hacia la Secretaria de
Transporte, la que debía respetar y no descalificar las gestiones realizadas por la
gerencia.
El informe realizado por el comodoro Hansen sorprende por su lucidez, objetividad y
por la falta de condescendencia con la que trata a todos los organismos involucrados,
tanto las altas cúpulas ferroviarias como al propio gobierno que le había solicitado esta
tarea. Si bien es “lapidario” con la deficiente actuación de EFEA, destacaba el gran
perjuicio que generaba la permanente intervención de la Secretaria de Transporte en los
ámbitos de discusión gremial, planeamiento, organizacional, disciplina, etc. Al no tomar
en cuenta las opiniones y sugerencias de un organismo especializado como la EFEA,
claramente desacreditaba su autoridad y legitimidad ante organismos o instituciones
de inferior jerarquía orgánica, violando el supuesto carácter “autárquico” que debía
tener este organismo ferroviario.
b) La Violenta huelga de 1961.
La tensión existente entre Frondizi y los ferroviarios quedó pronto al descubierto. Los
gremios denunciaron incumplimientos de parte del gobierno y declararon una huelga
de 48 horas a fines de Octubre de 1961.
La represalia no se hizo esperar y el gobierno decretó el 27 de octubre la clausura de
varios ramales y ocho talleres ferroviarios.39 Un día después, los gremios ferroviarios
decretaron la huelga por tiempo indeterminado que se extendió a lo largo de 42 días. 40
El conflicto desatado se transformó en una verdadera “Batalla del transporte” por los
niveles de violencia que adquirió la huelga, lo que motivó que Frondizi adoptara la
38 CEN, Memorándun de Hansen a Frondizi, Octubre 1961, Pág. 2. 39 Fueron clausurados los talleres de Cruz del Eje, Santa Fe, Rosario, La Plata, Strobel, Alianza, Liniers y San Antonio Oeste. 40 Para una descripción detallada de la huelga ver Di Santo (1999)
108
medida de militarizar los ferrocarriles, entrando en acción el “Comando General de
Movilización de Transporte ferroviario” liderado por el Capitán Recaredo Vázquez, quien
también se hizo cargo temporalmente de EFEA.
Este organismo militar había sido creado en 1958 en el marco del Plan Conintes y tenía
como misión “Movilizar el gremio ferroviario, a fin de asegurar la libertad de trabajo, normalizar
las tareas y servicios afectados para mantener y asegurar la Seguridad pública”.
Durante la huelga de 1961, Frondizi volvió a decretar la militarización de los ferrocarriles
y como había acontecido durante la movilización del 58, el personal ferroviario fue
movilizado “a punta de pistola” para que cumpliera con sus obligaciones. La gran
magnitud de detenciones que se produjeron a lo largo de la huelga motivó que no
hubiera prisión que alcanzase para alojar a los miles de detenidos41. Pese a la persecución
y la represión ejercida, los trabajadores estuvieron mejor organizados y teniendo en
cuenta la experiencia de 1958 pudieron realizar una resistencia mucho más eficaz. 42.Con
el objetivo de normalizar lo más rápidamente el sistema ferroviario y quebrar el
movimiento sindical se llegó a ofrecer a los maquinistas que no se plegaran a la huelga,
una remuneración extraordinaria de 1.000 pesos diarios (el sueldo mensual de un
maquinista era de 9.600 pesos). Ante la negativa de la mayoría de ellos, el gobierno no
dudo en utilizar “krumiros” (rompehuelgas) para que hicieran circular los trenes, hecho
que provocó que en muchos casos se pusiera a conductores inexpertos al comando de
locomotoras lo que provocó varios descarrilamientos y accidentes.
Sin dudas, el hecho más emblemático de la resistencia ejercida por los trabajadores,
fueron los sucesos ocurridos el 11 de Noviembre en Laguna Paiva (Santa Fe) donde las
propias mujeres y niños de los ferroviarios se interpusieron ante el personal militar con
el fin de evitar que fueran reprimidos los huelguistas que pretendían detener un tren
conducidos por grupos de rompehuelgas. Como saldo de la represión, dos trabajadores
resultaron muertos y hubo decenas de heridos. Pese a los múltiples actos de sabotajes
realizados por los ferroviarios, la represión policial y el agotamiento de los trabajadores
41 Además de las prisiones militares, cuarteles y comisarías, debieron ponerse nuevamente en servicio la cárcel de la calle Las Heras ubicada en una zona residencial de la ciudad de Buenos Aires que estaba a punto de demolerse, el penal de Ushuaia cerrado desde 1947 e inclusive el navío vapor “ Bruselas”. 42 Cuentan las crónicas periodísticas de la época que los principales dirigentes sindicales y buena parte de los trabajadores se ausentaban diariamente de sus domicilios para evitar las requisiciones ordenadas por el personal policial.
109
ante la extensión de la huelga motivó que los servicios ferroviarios fueran
restableciéndose gradualmente.43
Con el fin de pacificar la situación, la Iglesia encabezada por el Cardenal Caggiano se
ofreció como mediadora del conflicto que finalizó con un acuerdo el 10 de diciembre de
1961.44
Tanto los sindicatos como el gobierno se proclamaron vencedores del conflicto, aunque
debemos decir que esa victoria fue “pírrica”. Frondizi logró que los casi 50.000
trabajadores cesanteados con indemnización durante ese año no fueran reincorporados
y las políticas de reducción de personal a través de “retiros voluntarios” se mantuvieran
vigentes. Los ramales clausurados no se reabrieron y algunas modificaciones en los
reglamentos ferroviarios se mantuvieron. Sin embargo, quedó debilitado a nivel político
y sería derrocado pocos meses más tarde en 1962. Los gremios del sector, la Unión
Ferroviaria y La Fraternidad lograron frenar muchas de las medidas propuestas en los
planes de racionalización, obtuvieron la libertad de todos los huelguistas detenidos y
consiguieron un incremento salarial, aunque no de la magnitud que habían solicitado
originalmente. A su vez, parte de la reestructuración de EFEA quedó sin efecto.
Situación que impulsó la renuncia de Arturo Acevedo y el ministro de Economía,
Roberto Alemann, los dos funcionarios que más irritaban a los ferroviarios.
IV) CONCLUSIONES
EFEA , rebautizada años más tarde como “Ferrocarriles Argentinos”, denominación
que mantendría hasta la década del 90, se transformaría no en una empresa moderna y
eficaz, sino en un ente burocrático que los diferentes gobiernos de turno utilizarían
como “botín político” para premiar a sus funcionarios “amigos” designándolos en los
principales cargos.45 De esta forma, esta organización ferroviaria no escapó a la
inestabilidad política que caracterizó nuestra historia en los últimos cincuenta años, lo
que se reflejo en los constantes cambios gerenciales que impidieron poder llevar a cabo
una política ferroviaria de largo plazo.
Como se ha intentado demostrar a lo largo de nuestro trabajo, durante sus primeros
años de creación EFEA logro mantener cierta autonomía en su gestión, tal como era su
43 Para debilitar aún más al movimiento obrero, Frondizi aumentó la cantidad de dinero ofrecido en carácter de indemnización a todos aquellos trabajadores que optaran por el retiro voluntario. 44 Para una descripción pormenorizada de las negociaciones ver Ortega (2014) 45 Analizando, las cúpulas directivas de EFEA vemos alternar funcionarios con probada experiencia en materia de transporte con otros que no la poseían.
110
objetivo original. No obstante, y coincidentemente cuando a mediados de 1959 la
inestabilidad política y económica que caracterizó al gobierno de Frondizi conspiró para
que su proyecto desarrollista llegara a buen puerto y éste no dudó en utilizar a los
ferrocarriles y la pesada carga económica que implicaban como “chivo expiatorio” y de
traba para su proyecto, EFEA fue considerado como un organismo estatal ineficaz y que
por lo tanto debía estar cada vez más subordinado a las políticas racionalizadores de
un ente superior como el Ministerio de Obras y Servicios Públicos.
A la luz de los acontecimientos resulta indudable que la llegada de Arturo Acevedo al
mencionado ministerio y ponerlo al frente del problema ferroviario no fue la decisión
más acertada. Al profundo rechazo que generaba su figura entre los ferroviarios y entre
el personal gerencial de EFEA, se le sumaron sus estrechas vinculaciones con la industria
automotriz (que Acevedo nunca pudo desmentir) y una notable intransigencia dentro
de las múltiples mesas de negociaciones que se produjeron durante su gestión. 46
Finalmente, es probable que una de las razones por las cuales es tan difícil y complejo
comprender la crisis que viene afectando al sistema ferroviario argentino se deba a que
se conocen cuales son los problemas que hay que solucionar pero todos los actores
involucrados se desligan de sus responsabilidades, prefiriendo acusar a la otra parte, tal
como ocurrió durante el gobierno de Frondizi. Para la línea gerencial de EFEA los
responsables del mal funcionamiento de los ferrocarriles eran los trabajadores. Para los
trabajadores la responsabilidad se debía a la deficiente gestión de los gerentes. El Estado
responsabilizaba a ambos sectores. Ambos sectores responsabilizaban al Estado por falta
de políticas de inversión, etc. El gran problema era que todas las posiciones tenían parte
de razón, lo que hizo imposible que se llegase a un acuerdo y empezaran a aplicarse las
soluciones correctas.
Como hemos visto a través del análisis de diferentes informes, una de las principales
causas del déficit puede explicarse por los gravísimos problemas en la gestión que han
afectado al sistema ferroviario argentino. Sin embargo, desde el gobierno de Frondizi en
adelante, las mejoras en la gestión comercial y administrativa prácticamente no han sido
tomadas en cuenta en los planes de racionalización que se aplicarían en las décadas
siguientes donde se priorizarían permanentemente políticas de reducción drástica del
gasto y desmantelamientos antes que otras que elaboren estrategias comerciales que
impulsen un crecimiento de los ingresos ferroviarios. Hecho que resulta doloroso, ya
46 Hecho que motivaba que Frondizi prefiriera que las negociaciones con los ferroviarios las llevara adelante un funcionario de rango inferior pero claramente más moderado como Juan Ovidio Zavala.
111
que en numerosas fuentes oficiales como por ejemplo un estudio realizado por la
Bicameral del Senado en 1959 se afirmaba que el ferrocarril dejaba sin transportar más
de un 56 % de las cargas por no contar con la infraestructura en condiciones; lo que pone
de manifiesto el potencial económico que aún tenía (y todavía tiene) el ferrocarril, que
de ningún modo justifica la magnitud del desmantelamiento que se produjo en la red
ferroviaria argentina en las últimas décadas.
Fuentes
Fondo del Centro de Estudios Nacionales (CEN) (1958-1962); Archivos y documentos personales de la presidencia de Arturo Frondizi. Biblioteca Nacional, Buenos Aires. Cámara de Senadores de la Nación (1959); Comisión Bicameral. Diario de Sesiones del 15 de Noviembre de 1959. Ministerio de Obras y Servicios Públicos (1962), Grupo de Planeamiento de transporte: “Un plan de transporte de largo plazo para Argentina”. Buenos Aires Diarios La Nación y Clarín (1958-1962) Boletines de huelga: Sindicatos Unión Ferroviaria y La Fraternidad. (1961) EFEA (1956-1958), Decreto de creación – Estatuto Orgánico de la Empresa Bibliografía CARDOZO, Daniel (2013); “Del desconocimiento a la acción, la gestión peronista del sistema ferroviario entre 1949 y 1952.” [CD] IV Jornadas de Historia de la Industria y los Servicios, Buenos Aires, FCE, UBA. DAMÍN, Nicolás (2010); Plan Conintes y Resistencia Peronista 1955-1963. Buenos Aires, Instituto Juan Domingo Perón. DI SANTO, Antonio (1999); “La Huelga de 1961.” en LUCITA, Eduardo (1999); La Patria en el Riel. Buenos Aires, Ediciones del Pensamiento Nacional. FRONDIZI, Arturo (1961); La Batalla del Transporte. Buenos Aires, Secretaria de Prensa de la Presidencia de la Nación. GERCHUNOFF, Pablo y LLACH, Lucas (1998); El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas. Buenos Aires, Ariel. JAMES, Daniel (1990); Resistencia e integración. El Peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976. Buenos Aires, Siglo XXI. LAURA, Guillermo (1965); El Drama de los Ferrocarriles. Buenos Aires, La Técnica impresora. LARROCA, Jorge y VIDAL, Armando (1987); Rieles de Lucha, Buenos Aires, La Fraternidad. LOPEZ, Mario Justo y WADDELL, Jorge (2007); Nueva Historia del Ferrocarril en la Argentina, 150 años de política ferroviaria. Buenos Aires, Ediciones Lumiere. LUCITA, Eduardo (1999); La Patria en el Riel. Buenos Aires, Ediciones del Pensamiento Nacional. ORTEGA, Fernando (2009), “Crisis y desmantelamiento de la red ferroviaria argentina: El Desarrollismo (1958-1962)”. [CD] Segundas jornadas de la industria y los servicios. Buenos Aires, FCE, UBA. ---------------------- (2010a), “Crisis y desmantelamiento de la red ferroviaria argentina: Percepción y políticas implementadas por el gobierno de Frondizi (1958-1962)”. [CD] XXII Jornadas de Historia Económica, Río Cuarto.
112
------------------------ (2010b), “De la modernización a la racionalización: Políticas adoptadas por Frondizi ante la crisis ferroviaria (1958-1962)”. Revista H-industria nº 7, Buenos Aires. ------------------------ (2011a), “Sin “vías” de solución. La crisis ferroviaria durante el gobierno de Frondizi” en SOLVEIRA, Beatriz (2011), Prescindencia e Intervención. Relación retrospectiva entre Gobierno y Servicios Públicos. Córdoba. Editorial Brujas. ----------------------- (2011b). “A punta de pistola”. Frondizi y la militarización de los ferrocarriles durante las huelgas de 1958 y 1961”. [CD] Terceras jornadas de la industria y los servicios, Buenos Aires, FCE, UBA. ---------------------- (2011c). “Entre dos “vías”. Dilemas de Frondizi para enfrentar la crisis ferroviaria”. Quintas jornadas Uruguayas de Historia Económica, Montevideo. ----------------------- (2012). “El tren que debe y el tren como se debe”. El gobierno de Frondizi y la difusión de la crisis ferroviaria ante la opinión pública. III Congreso Latinoamericano de Historia Económica y XXIII Jornadas de Historia Económica, Bariloche ------------------------ (2013). “A “media” maquina: la polémica entre Frondizi y los gremios ferroviarios sobre los reglamentos de trabajo”. [CD] IV Jornadas de Historia de la Industria y los Servicios, Buenos Aires, FCE, UBA. ------------------------ (2014) “En “vías” de acuerdo: Las negociaciones del gobierno de Frondizi para solucionar la gran huelga ferroviaria de 196”. IV Congreso Latinoamericano de Historia Económica, Bogotá, Colombia POTASH, Robert (1981), El ejército y la política en la Argentina. Buenos Aires, Sudamericana. PUEYO, Hebert (2000); “Desarrollo y Ferrocarriles en el gobierno de Frondizi (1958-1962)”. [CD] XVII Jornadas de Historia Económica, Tucumán. RAFFAGHELLI, Luís (2004); Las grandes Huelgas Ferroviarias en Argentina. Buenos Aires, Trabajo y Utopía. RAPOPORT, Mario (2005); Historia Económica, Política y Social de la Argentina (1880-2003). Buenos Aires, Ariel. ROUQUIÉ, Alain, (1982); Poder militar y sociedad política en la Argentina II (1943-1972). Buenos Aires, Emecé. ROIGT, Honorio, (1956); Presente y Futuro de los Ferrocarriles Argentinos. Buenos Aires, Hachette. SCHVARZER, Jorge (2007), “Del transporte ferroviario al ómnibus. Cambio en las prácticas urbanas en Buenos Aires” en LOPEZ, Mario Justo y WADDELL, Jorge; Nueva Historia del Ferrocarril en la Argentina, 150 años de política ferroviaria. Buenos Aires, Ediciones Lumiere, pp. 439 - 453. SIKKINK, Kathryn (2009); El proyecto desarrollista en la Argentina y Brasil: Frondizi y Kubitschek. Buenos Aires, Siglo XXI. SZUSTERMAN, Celia (1998); Frondizi. La Política del desconcierto. Buenos Aires, Emecé. WADDELL, Jorge (2007) “De la nacionalización a los planes de modernización. 1947-1976” en LOPEZ, Mario Justo y WADDELL, Jorge; Nueva Historia del Ferrocarril en la Argentina, 150 años de política ferroviaria. Buenos Aires, Ediciones Lumiere, pp. 157 - 207. ZAVALA, Juan Ovidio (1963); Desarrollo y racionalización. Buenos Aires, Arayú.
113
Análisis histórico de la nacionalización de la Comisión Federal de
Electricidad y sus implicaciones políticas y económicas para
México
Andrea Terán Bobadilla
Antecedentes históricos del sector eléctrico mexicano
Los inicios del sector eléctrico en México se remontan a la segunda mitad del siglo XIX en
el gobierno presidencial del General Porfirio Díaz, las raíces de este sector están
cimentadas bajo un nicho industrial en la zona centro del país. Si bien en el año de 18491
se otorgó la primera concesión para el uso del telégrafo eléctrico, el año de 1879 es la fecha
señalada como el comienzo de la electrificación en territorio mexicano con la instalación
de la primera planta termoeléctrica generadora de energía, la cual fue utilizada para
suministrar a la fabrica textil “La Americana”, que tan solo dos años antes había sido
fundada en León, Guanajuato por los empresarios Idelfonso Portillo y Jorge Heyser. Este
hecho es un momento importante, pues para el año de 1900 la electricidad fue para la
industria textil un componente de pujante progreso, las fabrica de telas absorbían el 44%
de la capacidad eléctrica instalada en el país, principalmente en Atlixco, Orizaba y
Monterrey2.
Otro momento importante es que diez años después de la instalación de la primera
termoeléctrica entró en operación la primera planta hidroeléctrica esta vez en Batopilas,
Chihuahua (año 1889)3, ésta comenzó abastecer y cubrir necesidades que iban desde el
comercio el alumbrado público y familias que podían solventar el pago del servicio, yendo
más allá de lo meramente industrial. Para ese entonces el servicio era exclusivo de los
1 “En el año de 1849 el gobierno mexicano otorgó a Juan de la Granja la primera concesión para el uso del telégrafo
eléctrico. En 1853 se inauguró la línea México-Guanajuato, pasando por León y para 1854 ya existían en el país 608 km
de alambrado telegráfico; había oficinas en las ciudades de México, Orizaba, Jalapa, Veracruz, Guanajuato y León, que
transmitían 50 000 mensajes.” http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/112/htm/sec_25.htm 2 Enrique de la Garza., Historia de la Industria eléctrica en México. Universidad Autónoma Metropolitana,
1994. 3 Gustavo Castro, La energía eléctrica. Historia y radiografía del patrimonio soberano de la nación. 2002.
Pág. 3
114
ramos y sectores que tenían la manera de sostenerlo, por ejemplo el alumbrado público se
presentó en las ciudades más grandes y dirigido a un determinado sector, cabe señalar
que la población urbana comenzaba a tener un crecimiento donde el grueso poblacional
era inminentemente rural, podría decirse que la electricidad resultaba casi un lujo a
diferencia del presente donde es uno de los servicios básicos.
Cuadro 1
Fuente: Enrique de la Garza., Historia de la Industria eléctrica en México. Universidad
Autónoma Metropolitana, 1994
Como se menciona, en lo concerniente al servicio público de electricidad en el año de
1881 la Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica fue la encargada de proveerlo
principalmente en el Distrito Federal, esta empresa era subsidiaria de la alemana Siemens
Halske4 y que es el antecedente de Luz y Fuerza del Centro desaparecida en 2009 bajo el
gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojoza. Ese mismo año la compañía extranjera
Knight instaló 40 lámparas de acto en el Zócalo capitalino en las principales calles de la
ciudad, así fue que para 1890 ya se había desbancado el alumbrado público a base de
aceite de nabo.
La incipiente demanda de electricidad ha pasado por varias etapas, desde una poco
regulada y monopólica privada a otra de regulación e intervención estatal hasta llegar a
4 Ibidem. Pág. 4
115
ser una empresa pública como se señala en “Historia de la industria eléctrica en México”.
Como se destaca en las dos últimas décadas del siglo XIX la electricidad fue dirigida
principalmente al alumbrado público y a la industria minera y textil, la creciente
necesidad de demanda comenzó a conforma un efecto derrame logrando que dicho
servicio comenzara a llegar a más sectores de la población, lo cual llamó la atención de las
empresas extranjeras que miraban en México un mercado potencial y las empresas que
lograron crear un fuerte monopolio en el sector fueron tres: La Mexican Light and Power,
la American and Foreing Power y la Compañía Eléctrica de Chapala, es así que el las
primeras tres décadas del siglo XX estuvo marcado por el predominio de estas empresas
extranjeras que eran las que lideraban el rumbo del sector.
Cabe destacar que la historia del sector eléctrico mexicano está marcado por la
inversión canadiense en ese rubro, la Mexican Light and Power fue la empresa
transnacional de origen canadiense con mayor injerencia en el país en aquella época y se
prolongaría por varias décadas más, hasta 1960, el plan de nacionalización de la CFE fue
negociado en su momento con el gobierno e inversionistas canadienses que no querían
dejar fácilmente las ventajas y ganancias que gozaban desde hacía tanto tiempo. Esta
empresa fue la encargada del primer gran proyecto hidroeléctrico, la planta de Necaxa,
Puebla instalada en 1903, con un flujo eléctrico desde está ciudad hasta abastecer al
Distrito Federal, también obtuvo concesiones en los estados de Hidalgo, Puebla, México
y Michoacán. La Mexican Light and Power controlaba la Compañía Mexicana de
Electricidad, la Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica y la Compañía Exploradora
de las Fuerzas Eléctricas de San Ildefonso y para 1937 controlaba el 50% del ramo eléctrico
del país.
Así la injerencia de la empresa canadiense en el sector era indiscutible y ganaba mayor
fuerza pero a la vez crecía la resistencia y la necesidad de regular y tener un mejor manejo
de los recursos nacionales, la fuga de capital, la falta de un proyecto en el sector eléctrico
que diera resultados tangibles y favorables que se encaminaran al desarrollo del país era
clara. En 1907 se creo en Jalisco la empresa llamada Guadalajara Transway que
posteriormente sería conocida como Compañía Eléctrica de Chapala que construyó la
116
central hidroeléctrica de Puente Grande y en 1937 generaba el 10% de la electricidad en el
país, por otro lado en el año de 1928 llega al país la American and Foreing Power filial de
la Electric Bond and Share y para el mismo año de 1937 acaparaba el 40% del sector.
Los cambios políticos que vinieron de la mano del fin del Porfiriato a inicios del siglo
XX comenzaron a intensificarse paulatinamente, el periodo del General Porfirio Díaz ya
se encontraba lejos de sus años de auge en los que llegaron las empresas extranjeras, el
proceso que se dio desde la Revolución Mexicana y los posteriores años de
reconfiguración política fueron claves para la nacionalización de la industria petrolera y
posteriormente la eléctrica. Es así que el sector energético mexicano gradualmente ha ido
tomando su orden de importancia en el acontecer nacional, no es que haya surgido de
manera aleatoria o espontanea pero la misma situación en los inicios del desarrollo de la
energía generaban controversia sobre su futuro y alcance, no existió en un principio una
regulación que protegiera los intereses nacionales y ellos fueron surgiendo sobre la
marcha, por ello surgió como antecedente de la propia Comisión Federal de Electricidad
la Comisión Nacional para el Fomento y Control de la Industria de Generación y Fuerza
que posteriormente sería conocida como Comisión Nacional de Fuerza Motriz.
La empresa canadiense Mexican Light and Power, no solo creo su poderío en el sector
industrial convirtiéndose para esa época en la empresa de energía eléctrica más
importante de Latinoamérica, sino que dio origen a la clase obrera en el sector eléctrico,
para 1911 se creo la Liga de Electricistas Mexicanos, en el momento que los electricistas
daban sus primeros pasos en organización como sector, los cambios como el ascenso de
Madero al poder y la Revolución Mexicana era la realidad política, formaron parte de la
Casa del Obrero Mundial y para el 14 de diciembre de 1914 formaron el Sindicato
Mexicano de Electricistas (SME), el crecimiento del mismo fue rápido y así ganaron
reconocimiento como una fuerza social potencial, empuje para ser escuchados por las
empresas que decidían sin tomar en cuenta su fuerza laboral, debido a la dispersión de
ideas que había permanecido hasta esa época por la falta de organización obrera.
117
Entre el periodo de 1910 a 1940 la población en su mayoría rural comenzó su cambio a
la ciudad y así el crecimiento sostenido de la población urbana que demandaba servicios
como el eléctrico. Con la promulgación de la Constitución Mexicana de 1917, se dieron
cambios en regulación del sector industrial, el articulo 27 abrió la posibilidad de una
intervención del estado en lo económico, pero desde la promulgación hasta el periodo
Cardenista fue difícil hacer valer la ley, debido a que la reconfiguración política y
económica posterior a la Revolución Mexicana llevó años de ordenamiento y de trazar la
una línea clara, los esfuerzos parecían no avanzar los suficiente.
El 2 de diciembre 1933 el General Abelardo L. Rodríguez, que fungía como presidente
sustituto, propuso en el Congreso de la Unión la creación de la Comisión Federal de
Electricidad5, esto tiene el logro de hacer reconocer al sector eléctrico como “público”,
cambiando así el esquema en el que se había venido manejando, dándole un
reconocimiento oficial bajo las ley mexicana, pero no fue una tarea fácil la de consolidar
dicho reconocimiento frente a las empresas transnacionales que se encontraban en el país.
Fue cuatro años después, en 1937 bajo la presidencia de el General Lázaro Cárdenas que
la Comisión Federal de Electricidad pudo entrar en operación, donde el gobierno exigía
soberanía y control del recurso catalogado ya como estratégico, este momento se dio
cuanto el sector energético, especialmente el petrolero se encontraba en un momento
importante dentro del acontecer nacional al lograr la nacionalización de PEMEX.
La nacionalización de la Comisión Federal de Electricidad
En general en América Latina el comienzo del desarrollo industrial y de exportación
estuvo en manos de empresas extranjeras que tenían bajo su tutela los sectores más
modernos y dinámicos, para las naciones donde participaban como el caso de México
5 “El 29 de diciembre de 1933 se autorizó al Ejecutivo Federal para constituir la Comisión Federal de Electricidad : “La CFE tendrá por objetivo organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basada en principios técnicos y económicos, sin propósito de lucro y con la finalidad de obtener, con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales.” Es decir, el Estado se encaminaba a intervenir como productor de energía eléctrica, aun cuando esto no empezó a ser realidad ni siquiera con la ley de Cárdenas de 1938, sino hasta 1943, con la planta de Ixtapantongo de la CFE.” Garza, 1994, p. 87
118
hubo una imperiosa necesidad de la búsqueda de administración de sus recursos, aunque
la tarea no fue sencilla ya que las empresas que llegaron a invertir en sectores como el
eléctrico tenían el apoyo de sus gobiernos de procedencia, por lo tanto, las negociaciones
pasaban a otro nivel de debate, deteniendo la participación del Estado en el manejo de su
economía.
Las afirmaciones más utilizadas por la ciencia política en México se basa en asegurar
que la causa principal de que en el siglo XIX privara la anarquía en las actividades
productivas y en las relaciones políticas se debió a la falta de un poder político
suficientemente fuerte que pudiera imponerse en lo económico, político y social6, la crisis
económica mundial de 2008 vino a cuestionar la lógica del pensamiento económico
dominante y si el mercado por si solo resuelve los problemas económicos de una sociedad
o le hace falta la política, más concretamente, la intervención del Estado, es así que surge
un replanteamiento de limites entre lo público y lo privado7 .
Alfredo Schclarek8 señala seis razones a favor de la existencia de las empresas públicas9
y son las siguientes: es necesario contar con sectores estratégicos que permitan lograr el
objetivo de desarrollo económico de un país, ya que se argumenta que sin estos sectores
productivos estratégicos es muy difícil que se logre un proceso de industrialización. Un
segundo argumento es la Innovación y desarrollo tecnológico nacional porque son
condiciones básicas para un desarrollo sustentable duradero. El tercer argumento tiene
que ver con que los objetivos de las empresas privadas no siempre coinciden con los
intereses u objetivos de una sociedad, ya que es una característica del sector privado
preferir inversiones que arrojen ganancias a corto plazo y con bajo riesgo que lo contrario.
El cuarto y quinto argumento sería lograr la estabilidad de precios de un país como
6 Andrés Caso, Cuatro casos de política, administración y empresa pública. Instituto Nacional de
Administración Pública. 1988. Pág. 29 7 Daniel Chavez, Una empresa pública excepcional en una socialdemocracia en crisis. Revisa de Gestión
Pública, enero-junio 2013, vol. II, núm. I. Pág. 81 8 Ibidem. Pág. 82 9 Por su parte Federico Pinto atendiendo a los criterios de Villela y Faucher, además de los ya mencionados
enlista otros criterios que explican la creación estatal y son: interés general, monopolio natural, sectores
dominantes en la industria básica, soberanía nacional, preferencia de los sectores financieros, nacionalización
como técnica administrativa, proceso de diversificación de las empresas públicas y factores políticos y
sociales (Electrobras, 2013).
119
proveer productos y servicios a menor costo que una empresa privada. Por último, los
sectores que no generan ningún tipo de incentivo económico para las empresas privadas
pero tienen gran utilidad social puede tornarse necesaria la participación del Estado10.
La Gran Depresión de 1929 que tuvo un impacto a nivel mundial, supuso nuevos
paradigmas económicos, varias respuestas que intentaron resolver los estragos causados,
entre ellas surgió el Modelo Keynesiano, propuesto por John Maynard Keynes, entre su
trabajo impulsa la intervención del Estado en la economía. Por otro lado la perspectiva
weberiana suponía dos aspectos básicos: la construcción de un aparato público
desarrollado, capaz de ampliar su influencia en el sistema y la formación de un bloque
dirigente con liderazgo y capacidad de gestión y ejercicio del poder público11.
La década de 1930 fue un momento político importante a nivel internacional, la
antesala de la Segunda Guerra Mundial ponía el foco de atención en otros temas y en otras
regiones de interés, el sector energético era prioritario pero también tener aliados
políticos, la expropiación petrolera y la creación de la Comisión Federal de Electricidad
forman parte del contexto en el que se encontraba México frente a países con una pujante
hegemonía como lo era Estados Unidos. Si bien las empresas extranjeras que operaban en
México intentaron bloquear el avance de la Comisión Federal de Electricidad desde su
propuesta de creación en 1933, a partir de 193712 esta comenzó a funcionar de manera
vertiginosa y hasta el día de hoy no ha parado.
El modelo de empresa pública13 fue acuñado para permitir al Estado pasar la baja
10 Daniel Chavez, Una empresa pública excepcional en una socialdemocracia en crisis. Revisa de Gestión
Pública, enero-junio 2013, vol. II, núm. I. Pág. 83 11 Garcia Paez, 1993, p. 40 12 “El 30 de diciembre de 1936 el Congreso expidió un acuerdo que otorgaba al Ejecutivo Federal facultades
extraordinarias para legislar en materia de industria eléctrica. Con base en este mandato, el 14 de agosto de
1937 se promulgo la ley que creó la Comisión Federal de Electricidad, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 24 de agosto de 1937.” http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/12108/Capitulo1.pdf 13 Garcia Paez, 1993, p. 40 13 La empresa pública es la entidad que cubre la dimensión empresarial y la dimensión pública de manera simultánea, aunque eventualmente puede predominar la primera o la segunda faceta. Kaldor distingue las siguientes funciones de toda empresa pública:
Alcanzar la máxima taza de crecimiento económico para elevar el nivel de vida de la población, integrando la economía y la industria para proporcionar el mayor nivel de empleo posible.
120
participación en la economía a un papel más preponderante dentro de su territorio. Fue
así que la idea de expropiación y nacionalización de la industria fue un discurso que
comenzó a tener mayor consenso y legitimidad para detener los embates económicos de
la época y fue justo en este debate que en México se comienza a dar los cambios políticos
y económicos que devinieron en la autonomía del sector energético mexicano, con la
expropiación petrolera y la creación de la Comisión Federal de Electricidad.
Según datos de las CFE, para el año de 1937 México tenia 18.3 millones de habitantes
de las cuales solo 7 millones eran abastecidas por las tres empresas eléctricas que cubrían
el territorio mexicano, que equivalían al 37% del total de la población, el 62% restante se
encontraba en el área rural donde el acceso a los servicios básicos actuales no era sencillo.
Con ese panorama la CFE comenzó a funcionar y sus primeros proyectos fueron en
Teloloapan, Guerrero; Suchiate y Chía, Oaxaca; Pátzcuaro, Michoacán; y en Ures y Altar,
Sonora. Comenzando así un proceso de nacionalización de la industria eléctrica que
duraría alrededor de 20 años consolidarse.
Desde la propuesta de creación de la Comisión Federal de Electricidad hubo, y lo sigue
habiendo, muchos intereses en juego, principalmente de los sectores que se veían
beneficiados con la poca regulación energética de aquel entonces, las principales
opositoras a una mayor intervención del Estado en el sector eran precisamente las
empresas extranjeras que dominaban el área, y abastecían de energía a lo largo del país.
La década de 1940 significó un momento aun más importante en materia jurídica y política
de la empresa ya que en 1949 el entonces presidente Miguel Alemán decreta a la Comisión
Federal de Electricidad como un organismo público descentralizado con personalidad
jurídica y patrimonio propios.
Extender o dar continuidad al desarrollo, confieriendo a sus dividendos un sentido estratégico
y no solo inmediato de rentabilidad. Garantizar el control nacional de las industrias estratégicas para la soberanía nacional. Promover incorporación del progreso técnico. Modernizar la gestión y elevar la productividad
de la economía en su conjunto. Promover en el largo plazo una sociedad más equitativa. En García Páez, 1993, p. 41.
121
Alrededor de 24 años después de la expropiación petrolera, el 27 de septiembre de 1960,
el gobierno de Adolfo López Mateos hizo lo propio en el sector eléctrico 14 de una
envergadura similar a la hecha por el presidente Lázaro Cárdenas, promoviendo una
reforma al artículo 27 constitucional en materia de energía eléctrica para nacionalizar esa
industria. Se incorporó al párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución, el principio que
indica que es competencia exclusiva de la nación generar, conducir, transformar,
distribuir y abastecer energía eléctrica15. Tal acontecimiento abría para México el camino
de la agilización del desarrollo y la industrialización, representa la creación de una de las
empresas públicas más representativas del país, siendo una de las más grandes en
Latinoamérica en su sector.
Un caso comparativo entre CFE y Electrobras
La situación en el resto de Latinoamérica no era muy distinta en lo que respecta a la
protección de sus recursos, basta con ver el caso brasileño con su empresa Electrobras que
tiene concordancias y diferencias en lo que respecta al desarrollo del sector eléctrico y
como es que se creo la empresa energética. Si bien, en un inicio al igual que en México el
sector privado acaparaba la inversión en esa industria, la creación de Electrobras se crea
tiempo después de la CFE pero en la misma línea de buscar una mayor participación del
Estado en esta industria. Para la época CFE le llevaba unos años de ventaja, cuando se
nacionalizó la empresa energética mexicana apenas se consolidaba el proyecto de crear
Electrobras en el año de 1962, aunque el proyecto había sido propuesto anteriormente en
el año de 1953, en el último periodo presidencial de Getulio Vargas. A diferencia de
Petrobras que entro en funcionamiento en 1954 al año siguiente de haberse creado,
Electrobras causaba más inconformidades que bienvenida debido a los intereses en juego
tanto económicos como políticos, y fue hasta siete años después de la propuesta que
volvió a presentarse el proyecto con mayor fuerza, aprobándose en 1961 en el gobierno de
Jânio Cuadros y la creación efectiva de la empresa se dio en 1962 en el gobierno de Joao
14 La CFE se creó para garantizar, como prioridad estratégica, la disponibilidad de energía eléctrica
“electricidad para el progreso de México” dice su emblema, que resume su razón de ser. La CFE se convirtió
en una empresa eléctrica eficiente y técnicamente competente; respondía como debía ser (Eibenschutz: 69). 15 Jaime Cárdenas, En defensa del petróleo. UNAM. Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2009. Pág. 41
122
Gourlart16 y fue constituida como un holding17.
Los intereses por la creación de la empresa Electrobras eran dispares, por ejemplo, el
mismo Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDE) era contrario a la creación de la
empresa ya que era el administrador del Fondo Federal de Electrificación y al crearse
Electrobras éste pasaría a manos de la empresa estatal. Entre los factores que ayudaron a
la conformación de la empresa fue paradójicamente el mismo Fondo, debido a que era el
responsable del 60% de las inversiones en el sector eléctrico, disminuyendo la resistencia
de los principales Estados productores de electricidad a que éste pasara a manos de
Electrobas, además las empresas eléctricas nacionales ejercieron presión ya que desde
hacia tiempo no les resultaba benéfica su relación con el BNDE, como señala Federico
Pinto la creación de la empresa estatal más que un punto de partida, es el fruto de un largo
proceso de negociación que ocurrió de forma paralela al fortalecimiento del poder
central18.
Fue así que la primera tarea de Electrobras fue buscar la integración nacional por medio
de soluciones regionales, porque lo que ocurría desde antes de la creación de la empresa
de energía era que el sector privado se enfocaba más en el área de distribución y dejaba a
cargo al Estado de la generación y transmisión de la energía eléctrica, algo similar a lo
ocurrido en México después de la creación de la Comisión Federal de Electricidad en la
que el sector privado comenzó a velar por sus intereses y enfocarse en las áreas que les
resultaban más rentables. Con lo señalado se muestran dos de los puntos propuestos de
las razones para crear una empresa pública, y es que los objetivos de las empresas
privadas no siempre coinciden con los intereses u objetivos de una sociedad y cuando los
sectores que no generan ningún tipo de incentivo económico para las empresas privadas
pero tienen gran utilidad social puede tornarse necesaria la participación del Estado.
16 ELETROBRAS. Monografias premiadas. Eletrobras 50 anos. Centro Internacional Celso Furtado de
políticas para o Desenvolvimento, 2012 17 Agrupaba las empresas: Compañía Eléctrica de San Francisco, Compañía Eléctrica Vale do Paraíba,
Termoeléctrica de Charqueadas y una participación minoritaria en empresas estatales (Electrobras, 2013). 18 ELETROBRAS. Monografias premiadas. Eletrobras 50 anos. Centro Internacional Celso Furtado de
políticas para o Desenvolvimento, 2012
123
En la década de 1970 Electrobras buscó aumentar su actuación e importancia en el
sector eléctrico nacional teniendo como actividades la planeación, financiamiento,
coordinación y supervisión de todas las actividades del sector, procurando desarrollar
globalmente el sistema eléctrico brasileño. Con la entrada del modelo neoliberal en
América Latina, Brasil no estuvo exento de ello, y en la década de l990 con la idea de
disminuir la presencia del Estado en la economía para lograr un mercado abierto y
competitivo, el presidente Itamar Franco comenzó la reorganización institucional de la
empresa pública de energía, Electrobras, y tuvo continuación con el presidente Fernando
Henrique Cardoso entrando al Programa Nacional de Desestatización (PND). El cambio
de partido político con el ascenso del Partido de los Trabajadores al poder con Luiz Inácio
Lula da Silva como presidente, Electrobras salió del PND y comenzó un periodo de
reconfiguración y de internacionalización de la empresa que vino con más fuerza entre
2008 a 2010, participando principalmente en Centro América y Sudamérica.
En lo que respecta a México, el interés en el que a girado los distintos gobiernos,
inclusive los distintos partidos en el poder y al margen de su visión ideológica, ha sido
dirigir la industria eléctrica mexicana en el sentido de garantizar: la productividad, el
ahorro eficiente de energía, la diversificación de las fuentes de energía, la protección
ambiental y el desarrollo regional, la prestación universal del servicio. A partir de estos
tópicos se ha desarrollado la discusión en torno a la reforma energética en este sector,
donde los argumentos han partido de sí es necesaria la restructuración de los servicios y
qué tipo de inversión es la más conveniente dada la situación actual de la empresa.
La CFE y la Reforma Energética de 2013
El proceso de nacionalización de la Comisión Federal de Electricidad atendió a una
necesidad imperante del Estado mexicano, que fue la de salvaguardar los recursos
naturales así como la soberanía en los mismos, la búsqueda desarrollo de capacidades que
fortalecieran los sectores estratégicos, una mejora en la calidad de vida de la población e
incentivar la economía fueron de las metas planteadas. Es por esto, que los
124
cuestionamientos vienen en la línea de pensar si realmente ese modelo de apertura es el
correcto para las empresas energéticas, en lo que respecta a la Comisión Federal de
Electricidad es necesario plantearse si realmente es pertinente dicha apertura, ¿qué es lo
que nos aportan otros países latinoamericanos que han transcurrido ya esté camino de la
liberalización de la economía?, ¿qué repercusiones políticas tendrá tal situación?
indudablemente los supuestos de posibles resultados caerán con su propio peso con el
paso del tiempo y dará la razón total o parcial a las distintas posturas.
El periodo que abarca de 1879 a 1934 estuvo marcado por el manejo privado del sector
eléctrico en México, en un principio se encontraba muy disperso pero se fue dando un
proceso monopólico y de inversión extranjera que fueron su sello distintivo, al igual que
en el sector petrolero. En el periodo del Porfiriato llegaron a México empresas
transnacionales de distintas ramas de la industria y el sector eléctrico no fue la excepción.
Como señalan documentos de la Comisión Federal de Electricidad a partir de ese
momento el sector comenzó a extenderse a otras ramas industriales como fue la minera y
en menor medida a la iluminación residencial y pública, esta área comenzó a desarrollarse
a mayor profundidad después de la creación de la Comisión Federal de Electricidad y su
posterior nacionalización. Este proceso no distó de tropiezos y reconfiguración del sector,
y es lo que hace interesante su estudio, debido a que los inconvenientes y logros que se
tuvieron son por mucho parte del resultado de lo que la Comisión es el día de hoy.
Es importante destacar que el sector eléctrico, el cual es crucial y una necesidad básica
en la vida de la sociedad mexicana y a diferencia del petróleo no ha entrado con tanto
impacto en la mesa de debate, tal descuido puede llevar a tener un costo sumamente caro
para México, Cotler y Gutiérrez (2000) y Castañeda (2002) documentan un impacto
significativo de la infraestructura eléctrica con respecto al crecimiento de la manufactura.
Esta evidencia nos dice que, si el país desea mejorar sus perspectivas de crecimiento en el
largo plazo, debe promover la eficiencia de su industria eléctrica19. Es necesario cubrir
posibles vacíos de una reforma la cual está abierta a la inversión privada, ya visto en casos
19 . Reforma eléctrica en México, los incentivos que están detrás del proceso político. Foro Internacional 183,
2006, XLVI. Pág.5
125
como el de la telefonía en México.
El sector eléctrico en México guarda una importancia histórica que hace referencia a
todo lo que ha sucedido en el tiempo de vida de la empresa eléctrica más importante en
México, la Comisión Federal de Electricidad, que han tejido la red y son parte de lo que
hoy en día es tal empresa, así como también la situación en la que se encuentra y los
cambios a los que ahora se enfrenta. La actual reforma energética supone modificaciones
en su mayoría administrativas que generan cuestionamientos, ya que tanto Comisión
Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos además de empresas con un largo
recorrido como paraestatales, también son las empresas más representativas para los
mexicanos. Es necesaria una visión crítica acerca de la reforma energética que se ha
propuesto durante varios sexenios presidenciales y que con el actual gobierno mexicano
ha sido posible, ya que ésta abre las puertas a la inversión privada y a la competitividad
en un sector estratégico como lo es el energético.
Consideraciones finales
El estudio sobre el sector energético es sumamente relevante en el contexto actual del
país, así como sobre la misma región latinoamericana. La nacionalización de la Comisión
Federal de Electricidad atendió a un momento histórico en México de configuración de
los sectores estratégicos, como el energético. Situación que demandó la necesidad del
Estado mexicano de crear instituciones de administración pública paraestatal con el
propósito de auxiliar al gobierno federal en sus nuevas funciones de dirigir el proceso de
desarrollo nacional incentivando la inversión publica de fomento industrial y de abastecer
a la economía de elementos básicos que permitieran un crecimiento económico que
garantizara la mejora en el nivel de vida de la sociedad mexicana.
El panorama internacional desde los inicios de la década de los noventa sufrió varios
cambios y el mismo Estado mexicano ha sido parte de ello, incluso ocurriendo
importantes ajustes. Resulta relevante estudiar las aportaciones que tiene cada empresa
latinoamericana sobre su propia experiencia en el sector, en el caso particular de México
es primordial el estudio interno, como el de otros modelos que han pasado por situaciones
similares a las que la actual reforma energética trae consigo. Surgen cuestionamientos
126
acerca de si abrir al mercado un sector estratégico como es el eléctrico, pondría a le
empresa y al mismo país en una situación de desventaja o en una situación similar a la
que se encontraba antes de la nacionalización, es decir, hace cuestionarse acerca de si la
apertura tiene concordancia con la misma trayectoria que ha tenido la empresa a lo largo
de su historia o si hay una ruta más viable a seguir.
Estas consideraciones finales son una manera de cierre, aunque quedan preguntas
abiertas sobre el tema presentado. pero en sí una investigación solo deriva en eso,
cuestionamientos que ayudan a moldear el objeto de estudio, como un indicador de
avance y un mayor conocimiento del mismo.
Fuentes y bibliografía
ACTIS, Esteban. De Petrobras a Electrobras. Implicancias intermésicas en la
internacionalización de la empresa eléctrica brasileña. Revista Conjuntura Austral,
2013, vol. 4, núm. 17. Págs. 38-53
AYUB, Alfredo Elías. Seguridad energética e industria eléctrica en México. Foreing
Affairs en español, 2007, Vólumen 7, Número 3, julio-septiebre. Págs. 3-9
BECKER Z., Fernando. La generación y distribución de la energía eléctrica en Brasil.
ICE Brasil, 2003, num. 810. Págs. 153-161
BENÍTEZ M., Raúl. México 1920-1945. La expropiación petrolera y la reinserción de
México al sistema internacional. Revista Historia Crítica, 1990, Núm. 4. Julio-
Diciembre. Págs. 47-56
BERKSTEIN K., Samuel. México: estrategia petrolera y política exterior. Revista Foro
Internacional, 1980, Volumen 21, numero 1. Julio-sep. Págs. 65-82
BONILLA Sánchez, Arturo et al. Cambios en la industria petrolera y de la energía.
México. 2008, UNAM-Casa Juan Pablos
BRAVO M., Diego. TOLEDO Matte, Felipe. Análisis del sector eléctrico mexicano.
Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad de Ingenieria. 2013, Págs. 36
CAMPERO C., Gildardo. Evolución de la Administración Publica Paraestatal.
Instituto Nacional de Administración A.C., 2010. tomo IV. Págs. 332
127
CÁRDENAS Gracia, Jaime. En defensa del petróleo. UNAM. Instituto de
Investigaciones Jurídicas. 2009, Págs. 275
CARLES, Remió. Teoría y organización de la administración pública.
CARRILLO C. Alejandro. Génesis y Evolución de la Administración pública en
México. Instituto de Administración Pública de Michoacán. Revista especial 2001.
2000. Págs. 37
CARREÓN, Víctor G. La arquitectura de mercado del sector eléctrico mexicano. CIDE,
2010, División de Economía, núm. 499. Págs. 32
CASO, Andrés. Cuatro casos de política, administración y empresa pública. Instituto
Nacional de Administración Pública. 1988. Págs. 166
CASTAÑEDA Sabido, Alejandro. Reforma eléctrica en México, los incentivos que
están detrás del proceso político. Foro Internacional 183, 2006, XLVI. Págs. 5-20
CASTRO S. Gustavo. La energía eléctrica. Historia y radiografía del patrimonio
soberano de la nación. 2002. Págs. 8
CHAVEZ, Daniel. Cortés R., Alberto. Una empresa pública excepcional en una
socialdemocracia en crisis. Revisa de Gestión Pública, enero-junio 2013, vol. II, núm. I.
Págs. 67-106
______. Torres, Sebastián. La reinvención del Estado (eds.). Empresas públicas y
desarrollo en Uruguay, América Latina y el mundo. Fundación Julio Uruguay Alpuy.
2013. Montevideo, Uruguay. Págs. 225
COLOMA, Germán. Empresa pública, privatización, regulación y competencia: su
papel en la provición de servicios de infraestructura. Universidad del CEMA. Págs. 23
DALLA Costa, Armando. Petróleo Brasileño S.A.: Una empresa estatal brasileña
internacionalizada. Revista Gestión Pública 2013. Volumen II, núm. 1. Págs. 183-213
DE LA GARZA T., Enrique et al. Historia de la Industria eléctrica en México.
Universidad Autónoma Metropolitana, 1994, tomo I. Págs. 334
DE LA PEÑA, Sergio. Aguirre, Teresa. De la revolución a la Industrialización. Enrique
Semo, Coordinador, Historia Económica de México. 2006, México, Oceno-UNAM, t.IV
EIBENSCHUTZ, Juan. El sector eléctrico mexicano ¿paradigma de la industria
paraestatal? EconomíaUNAM, vol. 3, núm. 7. Págs. 69-78
128
ELETROBRAS. Monografias premiadas. Eletrobras 50 anos. Centro Internacional
Celso Furtado de políticas para o Desenvolvimento, 2012, Rio de Janeiro. Págs. 180
Firmus Consulting. Estudio sobre tarifas eléctricas en México. Hacia una estructura
tarifaria eficiente que apoye la competitividad de la economía. Instituto Mexicano de
la Competitividad A.C. 2007,Págs. 58
FERRAS P. Ruderico. Magalhaes F. Victor. Internationalization of a brasilian state-
owned power company: comments from de Eletrobras case. Págs. 20
______. Gobernabilidad de los grupos estatales en Brasil y las fronteras entre lo público
y lo privado. Estado, Gobierno y Gestión Pública, Revista chilena de Administración
Pública, 2008, núm. 11. Págs. 39-58
GARCÉS, Pablo. García, Fabio. La industrialización del petróleo en América Latina y
el Caribe. OLADE. 2013, Quito, Ecuador. Págs. 31
GARCÍA P., Benjamín. Modernización del Estado y Empresa Pública. El caso de
Petróleos Mexicanos. Instituto Mexicano de Administración Pública, 1993. Págs. 316
GERALDO, Renato. Expansion scenarios for Eletrobras in the brasilian electricity
sector. The Minerva Program. 2013. Págs. 35
GUERRERO, Ornar. La teoría de la administración pública. Harlas, 1986, México, DF.
Págs. 398
GOODRICH Riquelme Asociados. La reforma energética: el futuro del sector eléctrico
mexicano. México, DF. 2013, Págs. 10
GONZÁLEZ Rodríguez, José de Jesús. Sector privado y generación de energía
eléctrica. Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública. Documento de trabajo,
núm. 88. 2012, Págs. 39
GUAJARDO Soto, Guillermo. La tecnología de los Estados Unidos y la
“americanización” de los ferrocarriles estatales de México y Chile, ca. 1880-1950.
Transportes, Servicios y Telecomunicaciones, 2005, núm. 9. Págs. 3-22
______. Empresas públicas en América Latina: Historia, conceptos, casos y
perspectivas. Revisa de Gestión Pública, enero-junio 2013, vol. II, núm. I. Págs. 5-24
IBARRA Colado, Eduardo. Montaño Hirose, Luis. Teoría de la organización y la
administración pública. Insuficiencias, simplezas y desafíos de una maltrecha
relación. Gestión y política pública. 1992, Vol. 1, núm. 1, julio-diciembre. Págs. 14
129
LOMELÍ V., Leonardo. Interpretaciones sobre el desarrollo económico de México en
el siglo XX. EconomíaUNAM, vol. 9, núm. 27. Págs. 91-108
MEYER, Lorenzo. México y los Estados Unidos en el conflicto petrolero (1917-1942).
El Colegio de México, 2009. Págs. 503
MILLWARD, Robert. Public enterprise in the modern western world: and historical
analysis. Annals of Public and Cooperative Economics, 2011. Págs. 375-398
MONALDI, Francisco. La economía política del Petróleo en América Latina.
Plataforma Democrática, working paper, 2010, núm. 9. Págs. 31
PÁEZ Pérez, Pedro Nel. Silva Ruiz, José. Las teorías de la regularización y
privatización de los servicios públicos. Administración y Desarrollo. 2010, Págs. 39-56
PARDO, María del Carmen. La administración pública en tiempos del cambio político.
JurídicasUNAM, 1997. Págs. 102-118
PIERDANT Rodríguez, Alberto. Suárez Villaseñor, Josué H. México: Eficiencia y
rentabilidad del sector eléctrico. Universidad Autónoma Metropolitana, Política y
Cultura, núm. 17, primavera. 2002, Págs. 117-142
RIVES S., Roberto. Génesis y Evolución del Federalismo en México. Instituto Nacional
de Administración Pública A.C., 2010, tomo VI. Págs. 493
RIVERA Urrutia, Eugenio. Teorías de la regulación en las perspectivas de las políticas
públicas. Gestión y políticas públicas, 2004, Vol. XIII, núm. 2, II semestre. Págas. 309-
372
ROSENZWEIG, Fernando. “El desarrollo de México de 1877 a 1911”. En Enrique
Cárdenas, Compilador, Historia Económica de México. FCE. 1992, Págs. 43-94
SAUER, Ildo, Seguer, Sonia. Reforma del Sector petrolero y disputa por la renta en
Brasil. Revista de Estudios Latinoamericanos, 2010, núm. 51. Págs. 9-35
SEGOB. Reforma Energética. Resumen ejecutivo. Págs. 14
SENER. Prospectiva del sector eléctrico 2012-2026. Gobierno Federal Mexicano. 2012,
Págs. 237
SENER. Prospectiva del sector eléctrico 2013-2027. Gobierno Federal Mexicano. 2013,
Págs. 230
SMITH, Thomas. Electricity theft: a comparative analysis. Energy Policy, 2004. Págs.
2067-2076
130
SOLIS Rojas, Ana Paula.La generación eléctrica en México: una aproximación
cuantitativa 1880-1930. Ponencia presentada en la Universidad de Barcelona, facultad
de Geografia e Historia. 2012, Págs. 19
TELLO, Carlos. “Estados y desarrollo económico. México, 1929-2006”. México,
Facultad de Economía de la UNAM. 2007.
TRAVIESO, Fernando (Coord.). La historia petrolera venezolana. LA PETROLIA. El
“Acuerdo de Achnacarry” y la Petrolia de Táchira. Observatorio Socialista Petrolero,
2012, Caracas, Venezuela. Págs. 72
VARGAS Suárez, Rosío. The Energy Reform or the return to Oil Multinationals, Voices
of México. México, 2008, UNAM, num. 82, mayo-agosto. Págs. 7-11
______. La problemática energética mundial: percepción y estrategia de Estados
Unidos. Revista de Relaciones Internacionales, 2010, UNAM, núm. 108, sep-dic. Págs.
9-29
131
Los noventa: un salto en los procesos de innovación en la
agricultura comercial
Arturo Carrillo Rojas1
Introducción
La ponencia se centra en la década de los noventa y se ejemplifica la problemática en una
región agrícola de Sinaloa donde se manifiesta un salto en la evolución de la agricultura
comercial moderna con modificaciones importantes en procesos, productos y uso de
tecnología, como son los cambios en los sistemas de irrigación al introducir la fertirrigación
que aumenta la productividad y genera grandes ahorros de agua, otro gran novedad fue el
paso de la siembra a cielo abierto a cultivos protegidos (invernaderos principalmente) y la
diversificación de los productos que permitió a las empresas ocupar nuevos nichos de
mercado. También se da una modificación sustancial en la concepción que se tenía sobre el
papel que las distintas dimensiones de la innovación juegan en el desarrollo de la
agricultura, a tal grado que se empezó a hablar de un nuevo paradigma tecno científico en
esta actividad. Esta problemática nos permite observa la capacidad local de adaptación, los
vínculos entre desarrollo tecnológico y dinámica productiva, así como la actividad
innovadora de las empresas y los empresarios de este sector.
Antecedentes
En un trabajo anterior (Carrillo y Martínez, 2013) tratamos de ubicar los grandes momentos
de cambio en la agricultura de exportación en Sinaloa a partir principalmente de la variación
en los procesos de innovación implementados por los empresarios hortícolas. En esta
ocasión el trabajo pone más atención en un periodo específico (la década de los noventa) en
donde no sólo se generalizan sino que se presentan importantes innovaciones que cambian
la concepción que se tenía sobre el papel que jugaban los cambios tecnológicos en el
desarrollo agrícola. Pero realicemos primero una breve esquematización de los factores que
1 Facultad de Historia de la UAS. E-mail: [email protected]
132
impactaron la agricultura comercial antes de los noventa (Carton, 1990; Mares, 1987; Carrillo
y Cerutti, 2006).
De 1920 a mediados de 1960, en la producción agrícola de Sinaloa, predominaron los
cultivos de la caña de azúcar, tomate, garbanzo y algodón. En este periodo la producción de
frutas y hortalizas no fue tan significativa en nuestro país, pero a partir de esta última
década se dieron una serie de acontecimientos que favorecieron su desarrollo. Antes de 1961
Cuba era el principal proveedor de verduras frescas y frutas a los Estados Unidos, pero
después de la revolución cubana se dio la imposición del embargo estadunidense, además
Florida pasó por fuertes problemas económicos y climatológicos y esto influyó para que
México se convirtiera en el proveedor de más de la mitad del consumo total de vegetales
frescos.
En las décadas siguientes, y sobre todo a partir de los setentas se presentó un cambio
en el patrón de cultivos y cobraron importancia el arroz, trigo, soya, cártamo y sorgo, de los
ochentas en adelante, el consumo de vegetales y frutas en los Estados Unidos se incrementó
de manera importante y se convirtió en un importador neto de frutas y verduras, esto
favoreció para que algunas regiones agrícolas de México, con infraestructura de riego
adecuada, se orientaran decididamente a la producción de frutas y hortalizas.
Las exportaciones de hortalizas aumentaron a una tasa de 8.7% anual de 1994 en
adelante, llegando su producción a representar cerca del 15% de la producción agrícola y a
emplear alrededor del 18% de la fuerza de trabajo agrícola.
La producción orientada a la exportación se presentó sobre todo en las áreas de riego
con alta tecnología, dedicadas a la producción de invierno, cuyo destino principal es el
mercado estadunidense. La producción de hortalizas se concentra en pocos productos que
muestran un crecimiento acelerado en la década de los noventa. Los principales productos
de exportación son cebolla, pimiento, tomate, pepino y pepinillo.
Las condiciones del mercado internacional de hortalizas agudizan la competencia y
en este terreno la tecnología juega un papel relevante. Para no quedar desplazado del
mercado los productores agrícolas requieren de asistencia técnica constante y moderna
tecnología.
Los productores mexicanos han buscado diversas estrategias para incorporarse y
permanecer en el mercado internacional, principalmente estadunidense, para ello el uso de
innovaciones en las distintas áreas del proceso productivo y de distribución es una
133
permanente necesidad. La historia de este proceso de innovación nos muestra varias etapas
en su desarrollo, las cuales enumeraremos a continuación (Carrillo y Martínez, 2013):
Primera Etapa (1920 – 1950)
Algunas de las primeras innovaciones en la agricultura de exportación fueron el uso de
arrastres (maderas de amplio grosor tiradas por bestias) para nivelar la tierra que se iba a
sembrar, esta mejora permitió que el agua de riego se distribuyera más uniforme y la
producción aumentara (Frías, 2009, 109). Hay que mencionar también la adopción de
sistema de riego por tandas, la elevación y nivelación de las superficies de siembra, la
tractorización de la agricultura (después de los 30), la sustitución de la fuerza animal por
fuerza motriz en el traslado de legumbres, la construcción de centros de embalaje o empaque
fuera de los campos agrícola y la sustitución del envasado que se hacía a bordo del surco
(Quintero, 1978). Otros cambios importantes se dieron a nivel de la organización, destacan
en este terreno la agrupación de los productores en grandes organizaciones agrícolas como
la CAADES.
Segunda Etapa (1951 – 1970)
Entre las innovaciones más importantes de este periodo se encuentra el uso de la vara blanca
que abunda en suelo sinaloense, con ello mejoró la producción de tomate pues se obtuvieron
mejores cosechas y se perfeccionó la apariencia del producto (Carton, 1990; Frías, 2009,
109).El cambio de cultivo de tierra a estaca le dio ventajas sobre Florida, su principal
competidos en Estados Unidos, hasta 1973-1974 (Mares, 1987, 77).
No se puede dejar de mencionar el gran cambio que se presentó con la aparición de
los grandes sistemas de irrigación hidráulica, que desató una serie de transformaciones
económicas en el campo. La construcción de las presas y su red de canales, acompañadas
del tendido de cableado eléctrico y nuevos caminos son una prueba de ello.
Tercera Etapa (1971 – 1990)
En la década de 1970 los productores sinaloenses se dieron cuenta que en las ventajas
comparativas eran vulnerables, pues se habían basado en gran parte en los costos de los
factores -tierra, capital, mano de obra.-, en la competencia en precios y las ventajas de la
ubicación geográfica, pero eso no fue suficiente, sobre todo porque habían perdido
134
competitividad con el mercado de EEUU2 y tuvieron que poner más énfasis en la innovación
para lograr la elevación de la calidad, la diferenciación de productos, incrementar el valor
agregado, así como en el diseño de la estrategia empresarial: conocimientos/ tecnología,
investigación/ desarrollo, promoción/ habilidades administrativas (Mares, 1987). En pocas
palabras se empezaron a basar más en las ventajas competitivas que a la larga los
beneficiarían más permanentemente.
Características de los cambios entre 1960 y 1990
Durante la década de los sesenta y primeros años de los setenta (Mares, 1987, 66-67, 74-75)
la superficie de siembra del tomate mexicano estuvo en constante expansión por los cambios
en el lado de la oferta internacional del mercado de los Estados Unidos (Cuba y California
salieron del mercado, en Florida hubo problemas económicos y climatológicos, además se
terminó el programa de braceros con México). Estos cambios demandaron una oferta mayor
de México. Por su parte la producción de hortalizas de invierno en Florida empezó a declinar
en 1966-67 hasta 1973-74, debido a los altos costos de la mano de obra, los crecientes costos de
la tierra y el clima inusualmente adverso. Por lo tanto las importaciones de México dominaron
los mercados del Oeste.
Para enfrentar esta situación Florida realizó grandes cambios para reducir costos, entre
los que sobresalen: el uso de cosechadoras mecánicas con variedades de tomate más
adecuadas; expansión de la producción en estacas (1966-67, 25%, 1977 más del 60%) y cambios
de zonas de producción. Y otra de las innovaciones más importantes fue la introducción de
una delgada capa de plástico para proteger las siembras. De 1974 en adelante las cosas
comenzaron a cambiar para México. Los productores resintieron los crecientes costos, sobre
todo de la mano de obra y una moneda sobrevaluada. Por su parte los productores de Florida
empezaron a beneficiarse con la mecanización y mejores prácticas de cultivo.
Los horticultores sinaloenses también utilizaron diversas estrategias para enfrentar la
situación (Mares, 1987, 77-79):
2 En 1970 las exportaciones de tomate representaron el 33.6 % del consumo de productos frescos en EEUU, en 1990 esta participación cayó a 19.9%.
135
1) Uso más intensivo de las tecnologías existentes más que innovación, como cambiar
sus prácticas de cultivo -crecimiento en invernadero, plantas más juntas, uso de más
fertilizantes, etcétera.
2) Incremento de la mecanización, es tal vez el esfuerzo más importante, y se usa en
precosecha y en la etapa de recolección
3) A fines de los setenta, para reducir los costos de mano de obra, se dio un incremento
de las áreas plantadas para la producción de tomate verde maduro. En 1980-81 el 15%
de la producción era verde madura.
4) Regulación de la oferta para el mercado de exportación.
Durante la década de los ochenta los productores de hortalizas del lado
estadunidense superaron en gran medida a sus homólogos del lado mexicano, pues
realizaron grandes cambios y dieron un salto tecnológico mediante la incorporación de
sistemas de plasticultura, el gaseado para madurar el tomate verde y la expansión de los
invernaderos. De estas la principal innovación fue la introducción de tomate verde-maduro,
desplazando al producto mexicano, que aunque tenía mayor sabor tenía menos tiempo de
conservación (Massieu, 2009, 327).
Para algunos autores: “En esa década los cambios tecnológicos en Sinaloa fueron
lentos y la tecnología no se transformó radicalmente, aunque se introdujeron algunas
técnicas de punta, como el uso del rayo láser para nivelar los terrenos, el de maquinaria para
semi-mecanizar la cosecha con resultados pobres y altos costos. En los invernaderos de
producción de plántulas todo siguió básicamente igual, si bien se generalizó el riego
automatizado y la importación de sustratos de Canadá. En el empaque se modernizaron las
cadenas de selección con máquinas más eficientes y se inició el gaseado para cosechar el
tomate verde, técnica que mejoró las condiciones de comercialización, pero no de
producción”. (Massieu, 2009, 327-328).
Antes de finalizar la década de los ochentas productores mexicanos, como una
respuesta a las transformaciones del otro lado de la frontera, se empiezan a orientar hacia el
uso de tecnologías menos contaminantes y de insumos que permitan mejorar la
productividad de la tierra. El cambio tecnológico que las condiciones de producción del
mercado le imponen a la horticultura sinaloense se reflejó en mejoras en los sistemas de
cultivo hortícola manifestadas sobre todo en fertirrigación, junto con utilización de
acolchonado plástico, el comienzo de la producción en invernadero y la utilización de la
136
hidroponía. Estas tecnologías les permiten a los agricultores hortícolas aprovechar mejor los
insumos, reducir riesgos de enfermedades y plagas y tener un impacto positivo en la
productividad y calidad de las hortalizas (Martínez Huerta, 2007: 234-235).
Los cambios principales en la década de los noventa.
El cambio principal en la década de los noventa se relaciona con el sistema de cultivo
acolchonado de plástico (plasticultura), acompañado del sistema de fertirrigación. Este
sistema disminuye la maleza, conserva la humedad (ahorra hasta 300% de agua), afloja los
suelos y tiene un efecto desinfectante. Al proteger a la planta de los parásitos y optimiza el
aprovechamiento de los nutrientes. Se empezó a aplicar entre 1985 y 1988, creciendo de 500
a 3600 has. En los noventa esta práctica se fue generalizando en todas las grandes empresas.
Como comentamos se combina con el método de riego por goteo que permite regar y
fertilizar en el mismo paso. A esto se aúnan otros elementos innovadores relacionados con
el manejo del suelo como los sistemas de labranza o de nivelación con rayo láser.
El segundo gran cambio tecnológico en importancia tiene que ver con las variedades
cultivadas. Adaptándose las de larga vida de anaquel. En el ciclo 1994/95 se dio un hallazgo
en Sinaloa de la variedad Divine ripe de larga vida de anaquel y con altos rendimientos, esta
variedad obtenida por mejoramiento tradicional se adaptó mucho mejor al clima del
Noroeste mexicano y permitió a los productores locales recuperarse con ventaja en el
mercado estadunidense de ese ciclo en adelante.
Otro cambio tecnológico se relaciona con la instalación de grandes invernaderos con
hidroponía que permiten cultivar el ciclo completo de la producción de tomate “orgánico”,
pues se elimina el uso de agroquímicos y se utilizan hortalizas ecológicas certificadas.
Aunque los costos de instalación de los grandes invernaderos son muy elevados resultan
costeables pues permiten obtener rendimientos anuales de hasta 300 toneladas por hectárea.
Una cuarta innovación tiene que ver con el uso de la biotecnología principalmente
empleada en la propagación de las plántulas. En el terreno de la ingeniería genética todavía
no hay grandes resultados, en 1995 se autorizó cultivar en México el jitomate Flvr Svr, de
Calgene, que era el único cultivo transgénico autorizado comercialmente en el país, pero no
tuvo el éxito comercial esperado (Massieu, 2009, 325, 328-29).
A continuación nos detendremos en dos innovaciones que se generalizaron en los
noventa: los invernaderos y el riego por goteo.
137
Los invernaderos
Es común afirmar que la tecnología de los invernaderos se implementó por primera vez en
Israel, debido sobre todo a la escasez de agua y las altas temperaturas predominantes.
Aunque hay que considerar que otros autores señalan que la producción de alimentos en
invernaderos solo fue posible hasta la introducción del polietileno, el cual se dice que en
1948 en Estados Unidos se utilizó como cubierta de invernadero, cuando el profesor Emery
Myers Emmert de la Universidad de Kentucky le dio esa utilidad. Independientemente de
donde se utilizó por primera vez lo más importante es que con esta técnica innovadora se
puede tener cultivos diversos fuera de temporada. Entre las ventajas más importantes
sobresale la de producir más fácilmente, tener mejor control sobre la calidad, la presentación
y la inocuidad que exige el mercado nacional e internacional, así las características más
sobresalientes de esta técnica son la eficiencia y funcionalidad para producir cultivos en
cualquier época del año (Quiñonez, 2005; Matayana y Moreno, 2001).
A mediados de los noventa la superficie sembrada en el mundo superaba las 260,000
has, con un fuerte crecimiento anual, con un área estimada en la siguiente proporción: Asía
138,200 ha; Mediterráneo 95,300 has; Europa Norte 16,600 y América 15,600 has. (Casas de
cultivo, 2001).
En ese tiempo en México se sembraban alrededor de 700 has. En el cuadro se observa
como Sinaloa ocupaba el primer lugar en producción en invernadero, seguido de Jalisco y
Baja California Sur.
Invernaderos en México
Entidad Hectáreas establecidas Hectáreas en construcción
Sinaloa 169.00 30.00
Jalisco 162.00 30.00
Baja California Sur 106.00 70.50
Baja California 55.00 38.00
San Luis Potosí 45.00 ---
Sonora 44.00 11.50
Yucatán 35.00 ---
Veracruz 22.00 10.00
138
Queretaro 21.50 ---
Morelos 16.00 30.00
Fuente: Quiñonez, 2005.
A partir de la década de los noventa la agricultura en ambiente controlado es una
realidad técnica. Este sistema de producción se fue extendiendo por varias regiones del
mundo, produciendo entre otros productos hortalizas frescas y ornamentales en periodos
que antes no era posible hacerlo. Este nuevo sistema fortalece la conservación y preservación
del ambiente en vez de la explotación de la tierra y agua (Casas de cultivo, 2001).
Existen diversos tipos de invernaderos y van modificándose de acuerdo a los
materiales que se usan en ellos. Las principales clasificaciones que hay de estos dependen
de varios factores: del tipo de cultivo que se quiera proteger lo que implica la necesidad de
modelos rústicos o más sofisticados, otra clasificación se da por el régimen térmico que se
pretenda mantener al interior del invernadero, de ahí que haya fríos, templados o calientes,
otra clasificación se presenta de acuerdo al material de cobertura: cubierta de vidrio;
cobertura de plástico, ya sea lacas poliéster, policarbonato o polimetacrilado; y en película
o films (Matayana y Moreno, 2001).
Como ya comentamos, para clasificarlos se toman en cuenta elementos como los
materiales y estos pueden servir para la estructura, el recubrimiento o darle la forma a éstos.
En general los más comunes son los siguientes:
a) Invernadero plano con pendiente: la pendiente tiene como finalidad la orientación
para mejorar la captación solar y escurrimiento de las precipitaciones. Los hay
pequeños de un solo plano o grandes invernaderos multicapilla.
b) Invernaderos Curvos: también persiguen aprovechar la luminosidad, pero además,
si están recubiertos con films plásticos, consiguen mejorar la evacuación del agua de
condensación interna.
c) Invernaderos comerciales o modelos multitúneles: estos varían de acuerdo a la
altura, la anchura de las naves y la separación de los pilares.
d) Modelos de cristal Venlo: estos están formados por módulos de 6.4 metros de
anchura y 3 de longitud con cubierta de tipo triangular multicapilla.
139
Invernadero
Como ya se observó son muy importantes los materiales de protección que se
emplean en los invernaderos, por ello según su finalidad los más importantes son: materiales
de cubierta que sirven para cerrar la estructura principal del cultivo y aprovechar la luz, la
temperatura y aislar del exterior; materiales de aislamiento exterior, en este caso son los
materiales que impiden la entrada de insectos y animales, aunque también protegen del
viento y el granizo o producen un determinado efecto térmico y tenemos también los
materiales de sombreo y térmicos se utilizan a modo de pantalla de cobertura del cultivo
(Serrano, 2005; Quiñonez, 2005).
Malla sombra
El riego por goteo
Durante varias décadas en el norte de México, y en Sinaloa en particular, hubo un acelerado
crecimiento de la infraestructura hidráulica y de la superficie bajo riego (Carrillo, 2013a)
140
pero, en los ochenta, las condiciones climatológicas mostraron una tendencia a la escasez de
agua durante largos periodos, combinada con esporádicos excesos de lluvias, aunado a la
baja eficiencia en el uso y manejo del agua, el deterioro de la infraestructura física y el
desperdicio de los recursos institucionales.
En el segundo lustro de la década de 1980 hubo varios sucesos ambientales que condujeron
a una situación difícil a la agricultura en Sinaloa. Por ejemplo, en 1987 y 1988, la escasez de
lluvias provocó que no se cosecharan 300 mil has. de temporal ni 350 mil en tierras de riego.
En otros aspectos, a fines de los ochenta, en los distritos de riego de Sinaloa, la
infraestructura hidráulica y maquinaria se encontraba deteriorada y obsoleta, los módulos
no tenían capacidad económica y muchos de los suelos tenían problemas de drenaje y
salinidad, y algunos no estaban nivelados. A esto se añadía que había una baja eficiencia en
el uso y manejo del agua. Era común la baja eficiencia en la aplicación y consumo del agua,
aunado a las pérdidas por su distribución y mala aplicación. Predominaba una baja cultura
en el uso y manejo del agua, no se aplicaba estrictamente la normatividad y se carecía de
estructuras de control y medición.
En respuesta a esta problemática, en la década de 1990, tenemos un cambio en la
legislación que cede a los particulares el control de los distritos de riego, esto se da
acompañado de un cambio en la concepción del uso del agua agrícola que apoyado en las
nuevas tecnologías ofrecen alternativas viables para el desarrollo de una nueva agricultura
en el estado (Carton et al., 1999).
A partir de los años noventa se presentaron modificaciones importantes en lo
referente al uso del agua. Es importante destacar la implementación de procesos de
innovación tecnológica que permitían el ahorro en el consumo de agua. Aunado a estos
procesos, una parte importante de las grandes obras hidráulicas caducaron, lo que ocasionó
la disminución relativa en el crecimiento de las hectáreas irrigadas.
Para fines de la década de los noventa se tuvo una situación de escasez de lluvia, por
lo que se debió limitar el volumen de tierras sembradas. Esto impactó en los niveles de
producción, se redujeron los montos de trigo, soya, frijol, cártamo y arroz; en cambio, se
obtuvieron altos volúmenes de maíz y tomate. Los primeros productos decrecieron en
promedio anual 4.15% y los segundos crecieron en promedio 7.22%, constituyéndose como
agentes claves en el desarrollo agrícola de Sinaloa (Aguilar, 2003: 69-70). Todo esto motivó
141
la racionalización del consumo de agua de acuerdo al tipo de cultivo y a las disponibilidades
de almacenamiento de la misma agua en las presas de la entidad.
El proceso de modernización en la agricultura, impulsado por la competencia, ha
obligado a que las empresas de punta, que se están transformando en empresas globales,
cambien radicalmente su tecnología, abandonando el paradigma de la Revolución Verde
para apoyarse ahora, fundamentalmente, en el ahorro de agua y de trabajo, la disminución
de agroquímicos, el uso de la biotecnología para obtener semillas resistentes, la maduración
homogénea del producto y los frutos de larga vida de anaquel (Carton et al., 1999: 15).
Con respecto al ahorro de agua, los avances han sido considerables, pues en una sola
década se ha logrado disminuir radicalmente la cantidad de agua utilizada en la producción
de hortalizas y otros cultivos, a tal punto que puede hablarse de una reconversión en los
sistemas de riego, gracias al sistema de riego por goteo.
Este nuevo sistema resultó ser una alternativa importante para las regiones donde el
agua era un recurso escaso o limitado. Israel fue uno de los países pioneros en estas
investigaciones y logró desarrollar este tipo de riego en zonas áridas, semiáridas y
desérticas.
Antes de la década de los noventa, en Sinaloa se conocía en forma general lo
relacionado con este sistema de riego, se sabía que se estaban realizando pruebas en otros
países donde también se presentan suelos arcillosos y arenosos, y que se aplicaban en
algunos cultivos, como los frutales. Este sistema se inició con el llamado riego por aspersión
y la extensión de la producción a nivel de invernadero.
En nuestro estado la deficiencia hídrica dura entre 6 y 8 meses. Aunado a esto,
existen periodos prolongados de disminución de lluvias que hacen que las presas trabajen
muy por debajo de su capacidad. El riego por goteo se volvió entonces una alternativa viable
para el crecimiento y desarrollo de la agricultura en estas regiones.
La implementación de este sistema tiene varios propósitos: hacer más eficiente el
gasto de agua, se obtiene mayor producción, permite ahorrar mano de obra, hacer un uso
óptimo y económico de los fertilizantes, tener control sobre las malezas y reducir los
problemas de la salinización. A principios de los noventa se empezó a implementar en
Sinaloa y destaca su crecimiento en el valle de Culiacán, por ejemplo, en los tres módulos
de riego de la margen izquierda del río Culiacán, donde se pasó de 1 650 has. bajo riego por
goteo en el ciclo 1992 a 1993 a 6 600 hectáreas en el ciclo 1994-1995 (CNA, 1994:3)
142
Principales resultados con el riego por goteo
PRODUCCIÓN Introducción de Riego por goteo
Impactos Positivos Mayor producción por hectárea Ahorro de agua Mayor calidad exportación Diversificación de cultivos Mayor certidumbre en producción y en planeación de producción Disminución de costos unitarios
Impactos Negativos Aumento en las importaciones de maquinaria, equipo y refacciones y control de procesos Mayores costos totales de producción Mayores riesgos de sobreproducción
EMPAQUE Cambio en proceso de selección de fruta
Impactos Positivos Automatización del proceso de selección. Mayor calidad en la selección del producto Reducción de mermas
Impactos Negativos Mayores costos de empaque
ADMINISTRACIÓN
Impactos Positivos Controles en el uso de insumos de riego Controles en las áreas de producción Mayor control en la productividad de la tierra y del trabajo Cambios en los sistemas de información
Impactos Negativos Disponibilidad de recursos humanos calificados Baja actitud para el trabajo en equipo
Fuente: Martínez, 2007.
El papel de las empresas hortícolas del valle de Culiacán en el proceso de innovación
durante la década de 1990.
La competencia y la necesidad de cumplimiento de las exigencias de calidad de los
mercados destinos son factores que obligan a las empresas a realizar cambios y modernizar
su proceso productivo, con el fin de mantenerse en el mercado aumentando su
productividad, bajando costos y obteniendo productos con la calidad deseada. Por esto, las
143
empresas hortícolas sinaloenses más grandes, señalan haber realizado cambios en el proceso
productivo principalmente a partir de 1997, los principales cambios están asociados al uso
de equipo, procedimientos y tecnología (Carrillo, 2009 y Encuestas, 2005 y 2006).
El empresario hortícola del valle de Culiacán está consciente que la tecnología juega
un papel importante en el desarrollo de sus empresas en aras de ser competitivo, para ello
realiza importantes innovaciones en la producción, en el empacado y en el transporte de las
mercancías a la frontera.
De las innovaciones que se han introducido a nivel de la producción a partir de los
noventa destacan, la mejora de semillas, el control de plagas, el uso del computador de riego
y los cambios en los invernaderos. De acuerdo a una encuesta que se realizó en 2005 a 40
empresas del valle de Culiacán que exportaban productos agrícolas solo tres reportaron
compras en los años 1997, 1998 y 2000. Lo que indica que fue en los últimos años de la década
de los noventa cuando empezaron a adquirir equipo más sofisticado.
El empacado por su parte es una etapa muy importante dentro de la cadena
productiva de los cultivos hortícolas, la manera en que éste se haga influye bastante para su
conservación, traslado y período de vida de anaquel. En el valle de Culiacán el 92% de las
grandes empresas son propietarias de empaques agrícolas, mientras que el 5% renta las
instalaciones y sólo el 3% contrata los servicios de otra empresa para que realice el empacado
de los productos. La capacidad instalada de los empaques del valle de Culiacán, en algunos
meses del año resulta ociosa, dependiendo del producto hortícola que la empresa trabaje
con mayor especialidad. Para utilizar la capacidad estructural en mayor proporción,
algunos empaques ofrecen sus servicios a otros agricultores para realizar esta etapa de la
cadena productiva. En el 2000 un 32.5% de este tipo de empresas brindaban el servicio de
empaque a otros agricultores, fundamentalmente medianos y pequeños, ya sea porque los
clientes no tienen empaque o bien porque los mismos tienen una demanda excesiva de
producción y su empaque propio resultaba insuficiente para empacar el total de la
producción (Pérez, 2000).
En lo que se refiere a innovaciones realizadas en el empaque, en la muestra estudiada
se observó que éstos se han concentrado en la banda eléctrica, la selección automática y el
proceso de gaseado. De acuerdo a la encuesta mencionada cinco empresas realizaron
compras de equipo en 1990, 1995, 1998 y dos en el 2000.
144
El control de la temperatura es esencial en el traslado de hortalizas para evitar
pérdidas. Los empresarios que controlan también esta parte del proceso productivo saben
de la importancia de invertir en ella para garantizar la calidad de los productos que
comercializan. La inversión en innovación tecnológica en el área de transporte no es tan
significativa como en las dos anteriores etapas del ciclo productivo. Aquí se infiere que los
agricultores en los noventa no invirtieron en tecnología para esta área, porque no lo
consideran necesario o bien porque en esos años no se dieron innovaciones en el mercado
que realmente representen una mejora en la satisfacción de las necesidades de la industria.
Es interesante comentar como se va dando la expansión de la innovación a otros
productores, entre los grandes tiene mucha importancia la inversión en la compra,
implementación, asesoría y asistencia técnica del nuevo proceso o producto, pero también
juega un papel importante la imitación. Este último aspecto es fundamental sobre todo para
los pequeños productores hortícolas. La mayoría de los que respondieron a la encuesta
(2006) confirma que no realizaron nuevas innovaciones tecnológicas, pero una parte de ellos
(menos del 20%) afirman que si la han realizado sobre todo en riego por goteo, en
invernaderos rústicos, en adquisición de fumigadoras y en la compra de semilla híbrida. Es
digno de anotar que este grupo de productores, sobre todo los más pequeños, utilizan el
ingenio para sobrevivir en el mundo de la moderna agricultura, por ejemplo, construyendo
invernaderos rústicos a un precio módico accesible a sus posibilidades económicas.
Del trabajo de campo realizado se deduce que dos tercera parte de productores
medianos y pequeños adquirieron equipo importante en los últimos años, pero de estos sólo
un 9% lo hizo en la década de los noventa: 3% de ellos entre 1990 y 1994 y 6% entre 1995 y
1999.
Para concluir podemos hacer la siguiente reflexión ¿Hasta que punto impactaron los
cambios e innovaciones en la década de los noventa en la producción agrícola sinaloense?
Generalmente se piensa que por la importancia y profundidad de las innovaciones tenía que
darse un gran aumento de la productividad y por ende un fuerte crecimiento en el volumen
de la producción de la mayoría de los productos del campo. Si observamos el cuadro
siguiente nos podemos percatar que no fue así.
145
En los ochenta existían algunas tendencias que se agudizaron en los noventa como
la pérdida de importancia de la producción cañera, el crecimiento acelerado de la
producción de maíz, el aumento y luego la disminución sostenida del volumen cosechado
de algunos granos que denomino CATSS (cártamo, arroz, trigo, sorgo y soya) (Carrillo,
2013b), la producción del tomate continuó siendo importante, con aumentos primero y
luego su disminución. Después de esta década hubo cambios importantes que marcan el
desarrollo de la agricultura: el predominio indiscutible de la producción de maíz, el
sostenimiento de la importancia de la producción tomatera, la caída de prácticamente todos
los cultivos CATSS con excepción del sorgo y el incremento de la importancia de algunos
productos como chile verde, papa y mango.
Principales Cultivos Agrícolas Sinaloa 1981-2006 (Volumen en toneladas)
Cultivo/ Año 1981 1990 2000 2006
Caña de Azúcar 3,271,412 1,844,068 1,951,584 2,288,781
Tomate rojo 729,300 1,035,478 750,622 783,314
Tomate verde 568 130,795 184,857
Maíz 62,459 317,517 2,319,475 4,398,420
Frijol 162,970 99,33 104,936 180,201
Cártamo 115,198 36,785 19,075 -
Arroz 150,585 85,481 12,315 -
Trigo 805,860 888,578 376,125 Nd
Soya 369,390 435,587 2,071 -
Sorgo Grano 492,189 200,120 284,756 454,175
Hortalizas 6,351 33,658 27,903
Garbanzo 12,214 66,960 169,733 89,470
Chile Verde 177,703 295,642 488,153
Papa 260,152 282,416 280,483
Mango - 240,187 327,362
Fuente: Avilés, 1999; Rendón et al., 2009; Estadísticas Económicas, 2013.
La agricultura de la década de los ochenta presentaba ciertos problemas que pudo
enfrentar eficacia, como la baja en la competitividad en relación al mercado estadunidense,
los frecuentes periodos de escasez de lluvias o el exceso de éstas en determinados
momentos, las exigencias del mercado estadunidense contra el uso de agroquímicos y
productos de mejor calidad cultivados con mayores niveles de inocuidad, así como la
satisfacción de una demanda de productos orgánicos cultivados con nuevos métodos de
cultivo.
146
En síntesis, tenemos que los efectos principales de las innovaciones de los noventa
tienen que ver fundamentalmente con el desarrollo de una agricultura más sustentable, con
menor uso de fertilizantes, insecticidas y otros agroquímicos, es decir, se da una importante
disminución en los productos químicos usados en la agricultura; también destaca el ahorro
en el consumo del agua, logrando contrarrestar los efectos de la escasez hídrica; se logra a
su vez estar mejor protegidos contra las inclemencias del tiempo y la acción destructora de
plagas y enfermedades de las plantas; no menos importante es el incremento de la calidad
en los productos para su mejor aceptación en los mercados externos y poder cumplir con
los estándares de innocuidad exigidos en las normas internacionales, pudiendo ofrecer
mayor número de variedad de productos en nichos de mercado emergentes, como se dio
con algunas hortalizas.
Bibliografía
Aguilar Soto, Óscar (2003), “Encrucijada y perspectivas de la agricultura sinaloense”, en
Gerardo López Cervantes (coord.), Evaluación Económica y Social de Sinaloa: 1990-
2002, Culiacán, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales / Universidad
Autónoma de Sinaloa.
Avilés Ochoa, Ezequiel (2006), Crecimiento y política económica. Sinaloa frente a México. México,
Universidad de Occidente / Universidad Autónoma de Sinaloa / Dirección de
Investigación y Fomento de la Cultura Regional.
Carrillo Rojas, Arturo (2009), “Articulación productiva de empresas y productores
hortícolas en el valle de Culiacán: la situación actual en perspectiva histórica”, en
María Eugenia Romero Ibarra y Arturo Carrillo Rojas (coords.), Empresa y agricultura
comercial en el Noroeste de México. Historia económica y tendencias actuales, México,
UNAM.
------ (2013a), Agua, agricultura y agroindustria en Sinaloa en el siglo XX. México, Universidad
Autónoma de Sinaloa / Universidad Autónoma de Nuevo León.
------ (2013b), “Agricultura y conformación del tejido productivo histórico en el valle de
Culiacán: 1930-1993”, ponencia presentada durante el V Seminario de Agricultura,
tejidos productivos y dinámica empresarial en el norte de México: 1930 – 1993, El Colegio
de la Frontera Norte, 7 de noviembre de 2013.
147
------ y Mario Cerutti (2006) “Agricultura comercial, empresa y desarrollo regional en el noroeste
de México”, Culiacán, Universidad Autónoma de Nuevo León / CONACYT /
Universidad Autónoma de Sinaloa.
------ y Ramón Martínez Huerta (2013) “Cambios en el sector hortalizas y en el uso del agua
en Sinaloa, 1980-2010”, ponencia presentada durante las Segundas Jornadas de Historia
Económica, El Colegio de México, 14 de agosto de 2013.
Carton de Grammont, Hubert (1990), Los empresarios agrícolas y el Estado: Sinaloa 1893-1984,
México, Universidad Nacional Autónoma de México.
------ (coord.) (1999), Empresas restructuración productiva y empleo en la agricultura mexicana,
México, Plaza y Valdés / Universidad Nacional Autónoma de México.
------ et al. (coords.) (1999), Agricultura de exportación en tiempos de globalización. El caso de las
hortalizas, frutas y flores, México: Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y
Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial / Universidad
Autónoma de Chapingo, Instituto de Investigaciones Sociales / Universidad
Nacional Autónoma de México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, Juan Pablo Editor S. A.
Casas de cultivo (2010), Producción hidropónica en invernaderos,
casasdecultivo1blogspot.mx/2010/01/producción-hidroponica-en-
invernaderos.html, consultado el 19 de diciembre de 2014.
Comisión Nacional del Agua (1994), Las presas de México, Vol. I, México, Secretaría de
Agricultura y Recursos Hidráulicos / Comisión Nacional del Agua.
------ (1994), Las presas de México, Vol. II, México: Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos / Comisión Nacional del Agua.
Estadísticas Económicas (2013), Sinaloa: volumen de producción agrícola por tipo de
cultivo, http://estadisticaseconomicas.ceees.com.mx, consultado el 19 de diciembre
de 2014.
Frías Sarmiento, Eduardo (2005), El oro rojo de Sinaloa. El desarrollo de la agricultura del tomate
para la exportación, 1920-1956, tesis de doctorado, Puebla, Instituto de Ciencias
Sociales y Humanidades / Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
------ (2006). “Condiciones naturales e históricas para el desarrollo de la agricultura
comercial en Sinaloa”, en Arturo Carrillo Rojas y Mario Cerutti (Coords.), Agricultura
comercial, empresa y desarrollo regional en el noroeste de México. México, Universidad
148
Autónoma de Nuevo León / Universidad Autónoma de Sinaloa / Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología.
------ (2009). “La exportación del tomate sinaloense y su valor comercial: 1920-1956” en María
Eugenia Romero Ibarra y Arturo Carrillo Rojas (coords.), Empresa y agricultura
comercial en el Noroeste de México. Historia económica y tendencias actuales, México,
UNAM.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (1995), Estudio Hidrológico del
Estado de Sinaloa, México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
Mares, David R. (1987), La irrupción del mercado internacional en México. Consideraciones
teóricas y un estudio de caso, México, El Colegio de México
Martínez, Huerta Ramón (2002), “La nueva actividad agrícola y la horticultura sinaloense”
en López Leyva, Santos (Comp.), Los sistemas regionales de Innovación. Un acercamiento
al caso de Sinaloa. México, Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología / Universidad
Autónoma de Sinaloa / Centro de Ciencias.
-------- (2007), Innovación tecnológica y crecimiento económico en la horticultura sinaloense de
exportación 1980-2000, México, Universidad Autónoma de Sinaloa / Programa del
Profesorado / Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología.
Matayana, A. y J.I. Moreno (2001), Invernaderos, diseño, construcción y ambientación, Madrid,
Mundi-prensa.
Quintero, Filiberto Leandro (1978), Historia integral de la región del río Fuerte, Los Mochis,
Ediciones El Debate.
Quiñonez Vega, Urigeler (2005), Cambios tecnológicos en la agricultura de invernaderos en
Sinaloa: 2000-2004, (trabajo escolar), Culiacán, Escuela de Economía / Universidad
Autónoma de Sinaloa
Pérez Rubio, Luz del Carmen (2000), Modernización en las empacadoras de tomate de Sinaloa,
(tesis de maestría), Culiacán, Maestría en Desarrollo Empresarial.
Rendón Velarde, Clementina et al. (2009), Identificación de oportunidades estratégicas para el
desarrollo del estado de Sinaloa, Monterrey, Tecnológico de Monterrey / FEMSA.
Román Alarcón, Rigoberto Arturo (2006). La economía del sur de Sinaloa, 1910 – 1950, México,
Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán / Dirección de
Investigación y Fomento de la Cultura Regional.
149
Rosales, Sergio (2006), La base exportadora ¿Estrategia regional para el desarrollo regional? El caso
de Sinaloa, México, Universidad Autónoma de Sinaloa / Consejo Estatal de Ciencia
y Tecnología.
Serrano Cermeño, Zoilo (2005), Construcción de invernaderos, Madrid, Mundi-prensa.
Sinagawa, Herberto (1987), Sinaloa, agricultura y desarrollo, Culiacán, CAADES.
Urrea Salazar, Francisco Eduardo (2004), Las organizaciones agrícolas en México. Aspectos
históricos y jurídicos, Culiacán, Confederación de Asociaciones Agrícolas del estadio
de Sinaloa / Asociación de Agricultores del Río Culiacán.
Verdugo Quintero, Jorge (1997), Historia de Sinaloa, tomo II, Culiacán: Dirección de
Investigación y Fomento de la Cultura Regional/ Gobierno del Estado de Sinaloa/
Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa.
150
La creación de los bancos centrales de Colombia y México como
procesos de centralización del Estado
Germán Raúl Chaparro1
Introducción
El objetivo del presente capítulo es analizar el proceso de homogenización monetaria
que condujo a la creación de la banca central en Colombia y México, en 1923 y 1925
respectivamente. Se propone como hipótesis que la creación de los sistemas de banca
central, y por tanto las políticas monetarias y bancarias implementadas para tal fin, son parte
de un proyecto más amplio de consolidación de los procesos de centralización económica,
ampliación e integración del negocio bancario, expansión del crédito, la integración
territorial y la cohesión social por medio de la unificación de los signos monetarios de un
país. De esta manera, la banca central es una institución que permite consolidar la
hegemonía política en un territorio nacional.
La historia del proceso de creación de la banca central en Colombia y México
presenta algunos paralelismos que invitan a la comparación. Ambos países presentaron un
desarrollo tardío en el establecimiento del negocio bancario. Mientras que en buena parte
de Latinoamérica la banca tuvo su etapa formativa entre 1850 y 1870, Colombia y México
entraron en la era bancaria en la década de 18802. La estructuración original de la banca en
ambos países se caracterizó por la segmentación regional; los bancos comerciales,
hipotecarios y de inversión se configuraron bajo la lógica de los modelos de banca libre (free
banking), donde predominaron los capitales locales que respondían a lógicas regionales. Esta
configuración propició que el mercado de capitales se desarrollara de manera restringida
territorial y sectorialmente.
1 El presente trabajo es una versión completa de la ponencia “La creación de los bancos centrales de Colombia y México como instrumentos para asegurar la viabilidad del sistema de pagos”, presentada en el Tercer Congreso Latinoamericano de Historia Económica, que se realizó en la ciudad de San Carlos de Bariloche (Argentina) entre el 23 y el 27 de Octubre de 2012. El autor es Director del Departamento de Economía de la Universidad Central y estudiante del doctorado en Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Se agradecen los comentarios al correo electrónico: [email protected]. 2 En México en 1880 sólo existían tres bancos: una sucursal del Banco de Londres y Suramérica, establecido en 1864, y dos bancos en Chihuahua, en la década de 1870. En el caso de Colombia el primer banco, el Banco de Bogotá, inició operaciones en 1870.
151
En la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX, estas economías
estaban orientadas hacia afuera, eran países exportadores de productos primarios,
principalmente alimentos y materias primas, en las que el tipo de cambio, las existencias de
metálico y la permanencia del patrón oro dependían del flujo de inversión extranjera. En
ambos casos, el desarrollo de la actividad bancaria, de un mercado financiero formal, fue
identificado como condición necesaria para atraer capital extranjero e incentivar el
desarrollo económico a escala nacional. De un modelo de banca regional, el negocio
bancario se extiende a escala nacional gracias al proceso de centralización económica y
política.
En Colombia, el proceso de instauración de la banca central inicia en el periodo de
la regeneración y termina con la fundación del Banco de la República en 1923. En México el
proceso inicia, igualmente, en la década de 1880 y termina con la fundación del Banco de
México en 19253. En dicho proceso, en ambos países, se presentaron debates entre los
partidarios de la banca libre y la pluralidad de bancos de emisión, y los defensores de los
bancos de gobierno con el monopolio virtual de la emisión monetaria. En ambos países se
evidencia influencia de los modelos de organización bancaria de países europeos, en
particular, Gran Bretaña, Francia y Alemania, y de los Estados Unidos4. Sin embargo,
conviene aclarar que dichos modelos fueron adaptados a las circunstancias particulares de
cada país.
Tanto en Colombia como en México se presentaron experiencias infortunadas de
envilecimiento de la moneda. Los problemas de insolvencia del gobierno se pretendieron
resolver mediante el recurso fácil a la emisión y al crédito, originando fenómenos de
3 La banca central es una institución del siglo XX. Dicha institución se reprodujo en todo el mundo de manera notoria en el transcurso del siglo, de 18 bancos existentes al finalizar el siglo XIX se pasó a 173 al iniciar el siglo XXI. En algunos casos estos bancos fueron producto espontáneo de la evolución histórica, como el Banco de Inglaterra, creado en 1694; los bancos centrales creados durante el siglo XX fueron resultado de la ingeniería social aplicada a contextos económicos, políticos y sociales particulares, tal es el caso de la Reserva Federal de los Estados Unidos, creada en 1913. 4 La influencia británica es notoria en el siglo XIX por dos razones: la primera es la presencia de bancos británicos en la región, los cuales se establecen principalmente en la década de 1860 como el Banco de Londres y Río de la Plata, el Banco de Londres y Brasil, y el Banco de Londres, México y Suramérica; la segunda razón es la influencia teórica, derivada de las consecuencias de Ley Peel (1844) en Inglaterra, ley que exigía a los bancos privados del sistema de banca fraccionaria un coeficiente de caja de un 100% en oro respecto a la emisión de papel moneda, que afectó a todos los bancos privados, y de la que se derivan los debates entre la Escuela del Circulante (Currency School) y la Escuela Bancaria (Banking School). Una explicación breve sobre los aportes de estas escuelas se encuentra en Avella (2009, págs. 167-170).
152
inestabilidad monetaria e inconvertibilidad, y la pérdida de confianza en las instituciones.
El origen de estos fenómenos se encuentra en periodos de violencia política, como guerras,
conflictos y levantamientos internos, que generaron dificultades fiscales y económicas para
los gobiernos, lo cual propició una prolongada bancarrota del erario público. En ambos
casos, las discusiones políticas permearon la forma en que se definieron los modelos
operativos adoptados por los bancos individuales, la formulación de la legislación bancaria
y la evolución hacia el modelo de banca central, sus objetivos y funciones. Por último, en
ambos países, en la fase final de creación de la banca central, se recurrió al consejo de
asesores financieros extranjeros.
El capítulo se divide en tres secciones. En la primera parte se hace una introducción
a algunos elementos de la teoría de la moneda propuesta por la escuela francesa de la
regulación, de la que pretendemos extraer algunos corolarios útiles para entender la
importancia de la banca central. En la segunda parte describimos el proceso de creación de
la banca central en México y Colombia. En la parte final se presentan las conclusiones.
Moneda y banca central
Comprender la naturaleza de la institución monetaria permite explicar el mercado,
comprender la viabilidad de la sociedad mercantil y la importancia de los bancos, y en
particular, de la banca central como una organización institucional encargada de la
regulación del sistema de pagos a escala nacional. Sin embargo, las cuestiones en torno a la
naturaleza de la moneda y el papel de la banca central son materia de debate entre los
economistas. A continuación se presentan algunos elementos centrales de la forma en que
la teoría económica ortodoxa analiza la cuestión monetaria y algunas implicaciones respecto
a la banca central. Luego señalaremos algunos elementos de análisis de la propuesta teórica
de la escuela de la regulación.
La perspectiva neoclásica
En el enfoque neoclásico la moneda se define a partir de sus funciones y se asume
que cumple un papel neutral dentro de la comunidad de pagos. El proyecto de Adam Smith
de un mercado auto—regulado se construye a partir de pensar la economía de mercado
haciendo abstracción de las instituciones, en particular del dinero. Smith propone que el
dinero es un instrumento que surge de manera espontánea en las sociedades mercantiles
153
para reducir los costos de transacción asociados al trueque y facilitar los intercambios.
Siguiendo este camino, la tradición neoclásica define el dinero a partir de sus funciones
básicas: medio de cambio, unidad de cuenta y depósito de valor. De manera genérica el
dinero es cualquier cosa que sea utilizada ordinariamente para liquidar deudas (Sayers,
[1938] 1975, pág. 9).
Respecto al banco central, la teoría neoclásica considera que se trata de una institución
encargada de preservar el poder de compra del dinero, para lo cual se debe garantizar su
independencia en la administración de la oferta monetaria. Las demás funciones tienen un
carácter secundario. Una definición corriente es del siguiente tipo:
“Un Banco Central moderno es la institución encargada de crear y controlar la
cantidad de dinero que circula en las economías nacionales, actúa como
banquero de los demás bancos y es su prestamista en última instancia, maneja
las reservas internacionales de los países y usualmente es agente fiscal de los
gobiernos. El principal propósito de sus políticas es preservar el poder
adquisitivo del dinero y de esa manera contribuir al logro de un crecimiento
económico sostenido.” (Hernández Gamarra, 2001b).
Una definición más precisa se encuentra en el texto clásico de Kock (1946), quien
plantea cinco funciones básicas de la banca central: 1) regular la circulación monetaria y el
crédito, 2) emitir los medios de pago, 3) actuar como banquero y agente fiscal del gobierno,
4) ser guardián de las reservas bancarias de los bancos comerciales, 5) ser guardián y
administrador de las reservas internacionales, y 6) ser prestamista de última instancia.
Además, señala que la banca central tiene un papel protagónico en la regulación del sistema
financiero y en el control del tipo de cambio.
La definición de la moneda y del banco central a partir de sus funciones antepone un
velo a la existencia de elementos políticos en la elección del régimen monetario, y desestima
la importancia política del sistema bancario para garantizar el orden social dentro de una
economía mercantil. El banco central es una institución tanto económica como política, sin
embargo, en las sociedades modernas se promueve su independencia y se propende por
una política monetaria más transparente para reafirmar su independencia de la política.5
5 Los defensores de la autonomía del ente emisor circunscriben las funciones del banco central a sólo tres tareas básicas: la política monetaria, la gestión del sistema de pagos y la supervisión de los bancos (Blinder, 1998, pág. 2). Siendo la primera el objetivo prioritario. Los objetivos de la política monetaria son el control
154
Esto ocurre por el temor de que los poderes ejecutivo o legislativo busquen sacar provecho
de la emisión monetaria.
La independencia del banco central significa dos cosas: la primera es que el banco
tiene libertad para decidir cómo va a perseguir sus objetivos, y la segunda que sus decisiones
son difíciles de revocar por cualquier instancia política. No obstante, Alan Blinder aclara
que "el Banco Central debe cumplir la voluntad del pueblo" (Blinder, 1998, pág. 52), esto
significa que el banco no puede escudarse en su independencia para elegir sus objetivos de
forma unilateral. En las democracias los gobiernos parlamentarios establecen los objetivos
y ordenan al banco central la tarea de alcanzarlos. La independencia del banco central
implica un elevado grado de discrecionalidad sobre la forma de utilizar los instrumentos
para perseguir los objetivos legislados, de esta forma, la independencia es para elegir los
instrumentos, no para establecer los objetivos. A menos que el banco central tenga un
objetivo único tendrá que enfrentar disyuntivas. En el caso del Bundesbank alemán, había
un objetivo prioritario establecido en la legislación: "salvaguardar la moneda". En el caso de
la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos, hay tres objetivos: alcanzar el máximo empleo,
la estabilidad de precios y tipos de interés moderados a largo plazo. La Fed enfrenta una
disyuntiva a corto plazo que le obliga a escoger uno de los dos primeros objetivos.
La independencia del banco central con respecto al gobierno, la lucha partidista y la
opinión pública, se justifica en principio en que la política monetaria requiere un horizonte
temporal amplio, por los rezagos en los efectos de la política monetaria, y los altos costos
inmediatos de los procesos inflacionarios; los beneficios se recogen gradualmente a largo
plazo. Blinder afirma que la independencia delñ banco central significa irrevocabilidad casi
absoluta de sus decisiones, o inmunidad (Blinder, 1998, pág. 53) y que “Para que un Banco
Central sea independiente debe tener libertad para tomar medidas políticamente
impopulares” (1998, pág. 57).
La perspectiva regulacionista
Para emprender un estudio histórico sobre la creación de los bancos centrales, es
necesario reconocer que su creación y consolidación es un proceso lento y complejo, y que
de la inflación, la estabilidad de la producción y el equilibrio exterior. Los instrumentos son las reservas bancarias y los tipos de interés en el corto plazo.
155
las definiciones y discusiones modernas en torno a la banca central pueden inducir a
anacronismos. Por ejemplo, algunas funciones de la banca central, como ser prestamista de
última instancia, ser banco de bancos y regulador la política monetaria, se desarrollaron
hasta bien entrado el siglo XX. Así mismo, muchos de los primeros bancos de gobierno
cumplieron funciones de banca central, pero no gozaban de autonomía con respecto al
ejecutivo, que es una discusión que tomó fuerza en las últimas décadas del siglo XX. En la
historia decimonónica de la banca central latinoamericana, es habitual encontrar episodios
donde, en ausencia de un marco fiscal, se permitió que la política monetaria se convirtiera
en un mecanismo expedito para resolver cualquier problema de deuda pública, y donde las
consecuencias inflacionarias de esas decisiones resultaron desastrosas.
La escuela de la regulación ha revitalizado el debate académico en torno a la moneda,
ha cuestionado la forma en que la economía ortodoxa reduce la complejidad de la moneda
en los intercambios y justifica la autonomía de los bancos centrales6. Desde esta perspectiva
teórica los fenómenos monetarios no pueden ser explicados, exclusivamente, a partir del
mecanismo de mercado, pues la moneda tiene una naturaleza dual: por una parte, es un
bien privado, porque es emitida por los bancos y empresas privadas; y por otra parte, la
moneda es un bien público en la medida en que presta servicios de naturaleza colectiva. Si
la moneda es una institución social y la confianza en ella un bien público, su estudio requiere
una perspectiva más amplia que la de mercado. A continuación señalamos algunos
elementos de la teoría de la regulación que resultan útiles para entender la historia de la
conformación de la banca central.
La coordinación mercantil es indisociable del dinero. El objetivo de la escuela de la
regulación en materia monetaria es construir una teoría económica del dinero, a partir de la
cual se pueda entender la coordinación de acciones privadas en el mercado. El dinero, como
institución, debe ser el punto de partida del análisis económico, sólo él puede dar cuenta de
los principios de descentralización e interdependencia. En este sentido, la propuesta de
Aglietta y Cartelier consiste en considerar el dinero como un sistema de pagos que con un
conjunto de reglas mínimas permita entender el máximo de situaciones posibles. Esto
implica que la única forma de entender el funcionamiento del mercado es aceptar el
6 Una síntesis del programa de investigación sobre la moneda desarrollado por Annales y por la escuela de la regulación se encuentra en Rodríguez (2012, págs. 224-250). Para una reflexión sobre la importancia de las alternativas teóricas y metodológicas en historia monetaria véase el trabajo de Estefanía Ciro (2012).
156
supuesto institucional de existencia de un sistema de pagos encarnado en el dinero. Éste, a
su vez, es parte indisociable de la representación más amplia de vínculo social (Aglietta &
Cartelier, 2002, págs. 46-49). El dinero equivale al sistema de pagos en una economía de
mercado, éste resulta de la combinación de dos principios constitutivos e indisolubles:
descentralización e interdependencia. La acción descentralizada sólo es posible si se impone
a todos un principio colectivo de equivalencia en los intercambios e interdependencia de las
acciones.
La moneda es expresión de la sociedad en su totalidad. La moneda hace parte del
proceso de regulación de las relaciones sociales en tanto es una mediación social que permite
la construcción de sociedad, independientemente de la existencia o no de Estado y de
mercancías. La moneda es un lazo social, cumple la función de operador social que agrupa
a la sociedad.7 El dinero resulta esencial para entender una economía descentralizada de
propiedad privada, por ello los autores de la escuela de la regulación plantean dos
proposiciones de partida: la primera consiste en que el dinero es anterior a las relaciones
mercantiles, y la segunda que el dinero es un vínculo social más fundamental que el
mercado (Aglietta & Cartelier, 2002, pág. 45).
La moneda no presupone la existencia de mercancías ni la existencia de individuos
autónomos que suscriben contratos entre sí, ni del Estado. Aglietta (2007) afirma:
“Se sabe que la teoría económica pura se separó completamente de las ciencias
sociales para adoptar una perspectiva puramente normativa, al hacerlo
abandonó el terreno científico. Es sin duda en la inteligibilidad de la moneda
que el divorcio es patente. La hipótesis de la teoría económica según la cual el
intercambio mercantil es primero —la moneda habiendo tenido su origen en el
intercambio para mejorar la eficacia reduciendo los costos de transacción— no
puede estar más alejada de los conocimientos acumulados por la antropología y
por la historia.”
La escuela de la regulación propone la hipótesis de que el vínculo social está fundado
en la deuda como manifestación de la dualidad individuo—sociedad (Aglietta & Cartelier,
2002, pág. 43). Aglietta (2007) sostiene que las deudas sólo son válidas bajo la égida de la
7 La moneda afirma el sentido de pertenencia a una comunidad, incluso en el plano simbólico, ella encarna creencias y valores, su dimensión política y social se revela en que usualmente se le asocia a la identidad nacional.
157
sociedad, pues el conjunto de deudas recíprocas configura relaciones entre individuos.8 La
relación de endeudamiento es el lazo social. La “totalización social” se representa en la
anulación de las deudas o su renovación. La riqueza individual es evaluada a través de un
dispositivo formal: el dinero. Éste es el instrumento en que se materializa la socialización.
En las sociedades capitalistas la creación y legitimación de la moneda son condiciones de
operación de los sujetos mercantiles, en palabras de Aglietta y Cartelier: “En nuestras
sociedades la solvencia es la condición necesaria de existencia del individuo mercantil”
(2002, pág. 44). Esa solvencia se verifica en la cancelación de cuentas. En el mercado el pago
genera la ilusión de liberación del individuo con respecto a la sociedad. El pago corta el lazo
social, pone fin a un intercambio. Así, el individuo puede creer que persigue fines propios
y que la moneda es un instrumento para alcanzarlos. Pero, para lograrlo, debe contraer
nuevas deudas, generando así un movimiento permanente e inextinguible de reactivación
de las relaciones sociales.9 De esta manera, se propone que la moneda constituye una
relación de pertenencia de los miembros de un grupo social al grupo entero. Esa relación de
pertenencia es la confianza. Aglietta (2007) propone que: “Puesto que la moneda está
siempre ligada a un sistema de deudas, y dado que ella misma es una deuda de orden
superior, la confianza en la moneda implica que la jerarquía de las deudas sea respetada.”
La moneda, en tanto lazo social, se fundamenta en tres pilares: deuda, confianza y
soberanía. El primer pilar consiste en el reconocimiento de que la sociedad se construye a
través de un sistema de deudas. El segundo pilar es la confianza en la moneda, la cual
constituye la condición esencial de su aceptación, incondicional y universal, y ofrece al
individuo sentido de pertenencia a un grupo social. La soberanía, el tercer pilar, hace
referencia a la importancia de la legitimidad de la moneda, lo que permite conservar su
estatus como operador de pertenecía social. Las relaciones de interdependencia entre
grupos sociales jerarquizados están subordinadas a un principio de autoridad, ésta
encuentra su expresión más clara en la banca central, un instrumento mediante el cual se
amplía a escala nacional los tres pilares.
La vulnerabilidad de la moneda respecto de la confianza se pone en evidencia en los
periodos de crisis:
8 Las deudas, en sentido amplio, adquieren formas diversas, son obligaciones ante dioses, ancestros, el soberano u otras personas. 9 En el caso del don, las deudas constituyen cadenas que se sustituyen y nunca se extinguen.
158
“Es (…) pues en el cuestionamiento del lazo de confianza que se encuentra la
generalidad de las crisis monetarias. Es por eso que éstas son también crisis
sociales y políticas. Recuerdan que la moneda construye sociedad y que el
Estado debe ser legítimo para preservar las reglas que lo instituyen. Por diversas
que sean las causas de las crisis, su forma es siempre la deflación o la inflación.
Lo es así porque el eje de las relaciones entre finanza y moneda es la liquidez.
La tendencia más o menos grande de los sistemas monetarios a la inflación o a
la deflación depende de las reglas monetarias. Éstas, como se vio, están ligadas
a su vez con el progreso de la abstracción.” (Aglietta, 2007).
Aglietta y Orlean (1998) distinguen tres tipos de confianza: metódica, jerárquica y
ética. La confianza metódica se basa en la repetición de los actos de intercambio, se trata de
la rutina que permite que los individuos acepten los medios de pago sin cuestionarlos. La
confianza jerárquica hace referencia a la existencia de una institución que establezca las
reglas de juego de las relaciones monetarias. La confianza ética se refiere a la legitimidad
del sistema monetario, dicha legitimidad surge de los valores colectivos que establecen el
sentido de pertenencia social.
La existencia de un sistema de pagos es la condición institucional del mercado, la
moneda es un vínculo social más importante que el mercado (Aglietta & Cartelier, 2002).
Las relaciones mercantiles son una relación entre deuda y dinero en el que éste se convierte
en sistema de pagos. Aglietta y Cartelier plantean la necesidad de “elucidar el carácter
monetario de las relaciones mercantiles” (2007, pág. 46), el cual se pretende despolitizar tras
el velo de la independencia del banco central, y que actúa como garante de la permanencia
y reproducción del sistema de pagos, de allí la importancia de la legitimación de la
autoridad monetaria que implica la transferencia de soberanía en la institucionalización de
la banca central.
El sistema de pagos elucida la relación entre dinero y deuda:
“Un sistema de pagos, al nivel más general, posee tres componentes mínimos:
una unidad de cuenta común, que permite expresar las magnitudes económicas
(precios o riquezas individuales), un principio de emisión, que es la condición de
la acción descentralizada de los individuos, y un principio de regulación de saldos,
que hace explícito como la equivalencia en el intercambio determina las
magnitudes económicas.” (Aglietta & Cartelier, 2002, pág. 49)
159
Estos tres componentes tienen un contenido social más que técnico. La moneda, en
tanto es una convención o un vínculo social, posee un carácter holístico, es la representación
de un conjunto amplio de reglas sociales por las que el dinero se crea con antelación y de
manera independiente a las relaciones mercantiles. Con el desarrollo del sistema de crédito,
el dinero aparece con mayor frecuencia en la base de los intercambios individuales.
El banco central tiene implícitamente un carácter cuasi-público, su finalidad no son
las ganancias sino el mejoramiento de la sociedad, de allí surge su naturaleza política. En
tanto es una autoridad pública, tiene la función de representar y preservar el interés
colectivo. Los bancos centrales son producto del poder, es decir, de un proceso político
deliberado mediante el cual se definen unas reglas de juego, una forma institucional
particular que incide en la configuración de un régimen monetario y bancario.
El banco central es la garantía principal de la estabilidad del sistema financiero y de
pagos. Un banco central legítimo es una institución que puede garantizar la aceptación del
dinero y de sus sustitutos perfectos. En cuanto a sus funciones, se destacan la importancia
del control de última instancia de la liquidez, esto es el papel de prestamista de última
instancia, que garantiza que cualquier depósito se convierta en moneda, y la
responsabilidad de suavizar la operación del sistema financiero. La interacción entre los
bancos comerciales y el banco central determina la solidez del sistema bancario, la
credibilidad y la confianza del público en la solvencia de los bancos para cumplir con sus
obligaciones.
La operación eficiente de los bancos es un bien público que determinan el
desempeño global de la economía, en tanto que afecta la situación monetaria en el interior
de una comunidad de pagos, la asignación de recursos productivos, y el comportamiento
del nivel general de precios. Como fuente de financiación los bancos definen la estructura
de derechos financieros y, por esta vía, la forma en que se distribuyen los recursos entre los
diferentes usos posibles, afectando de esta manera la acumulación de capital en una nación.
El banco central es el eje del sistema crediticio y monetario, es el banquero de los
bancos. Se trata de un banco de primera categoría cuyo dinero funciona como medio de
pago de deudas entre bancos de segunda categoría. El sistema de intercambios está basado
en el dinero, éste opera como intermediario de las relaciones de intercambio.
El banco central garantiza la convertibilidad del dinero bancario mediante el control
de la emisión. La moneda de curso legal de un país consiste en los instrumentos de pago y
160
está determinada legalmente. La potestad para emitir dinero de curso legal es, usualmente
en las sociedades modernas, delegada por la sociedad al banco central. El banco central
emite los medios de pago que son comunes a los bancos privados y al conjunto de agentes
de la economía, creando así el equivalente general de un país. La emisión de billetes por
parte del banco central obliga a que las deudas, en particular entre bancos comerciales, se
liquiden en una misma moneda.
El banco central es el receptor de los dineros correspondientes a la reserva bancaria,
por esta vía se regula la capacidad de crédito del sistema y se garantiza la liquidez del
sistema10, y es prestamista de última instancia de los establecimientos de crédito, en casos
de que éstos queden ilíquidos como consecuencia de retiros masivos de depósitos. El banco
central valida la secuencia de acreencias originadas en la creación de dinero bancario, a
través de los préstamos y asegura la conversión del crédito, necesario para la financiación
de procesos productivos, en moneda legal. El sistema está jerarquizado y unificado en torno
a la moneda nacional emitida por el banco central.
La aceptación social del dinero depende de la confianza en la moneda. El banco
central es la institución encargada de velar por la confianza de la sociedad en el sistema de
pagos. El sistema de pagos es el marco de operación que permite que la moneda sea una
institución en los intercambios. El monopolio de la emisión del banco central nace del
consentimiento colectivo por aceptar el dinero de curso forzoso que se basa en la confianza
de los individuos en la institución monetaria.
La credibilidad es un activo precioso11. El banco central tiene poder, esto implica una
responsabilidad pública que le ha sido encomendada por los ciudadanos12. El banco central
determina las reglas que rigen el sistema de pagos, de esta manera puede contribuir a
apuntalar la confianza social en las instituciones monetarias. La calidad de los actos del
banco central es fundamental para proporcionar una doble garantía colectiva asociada al
10 Sayers aclara que puesto que las obligaciones de los bancos son el dinero con el que en realidad se verifican los pagos, si el crecimiento del pasivo u obligaciones bancarias (depósitos) no sigue el ritmo de crecimiento en el volumen de las transacciones, puede ocurrir una cadena de reacciones que con el tiempo frene el crecimiento de la demanda total.” (Sayers, [1938] 1975, pág. 13). El pasivo de los bancos es de naturaleza monetaria y está representado en los depósitos de sus clientes. 11 En los términos más simples la credibilidad significa que los hechos corresponden con las palabras (Blinder, 1998, pág. 62). 12 En el caso de los bancos centrales independientes, este atributo no implica que el banco central sea antidemocrático. Si bien éste es independiente del control político, el principio de transparencia implica la capacidad y la obligación de explicar con claridad las decisiones.
161
anclaje nominal y la prevención del riesgo en el sistema. La regla relacionada con el anclaje
nominal en la economía sanciona la provisión de medios de pago suficientes para garantizar
la estabilidad del sistema de pagos, y que no se produzcan demandas inesperadas por
liquidez o el deterioro de las deudas que generen tensiones entre acreedores y deudores
generando riesgo sistémico.
El banco central es el encargado de promover el buen funcionamiento del sistema de
pagos, tanto interno como externo. El cumplimiento de las reglas afianza la confianza de la
sociedad en la operación del sistema de pagos y confirma el papel de la moneda como lazo
social en el interior de la colectividad. El papel clave del banco central es la preservación de
la confianza pública en la moneda. El sistema de pagos asegura la circulación del dinero en
la economía a través de un conjunto de instituciones, instrumentos, sistemas, normas y
procedimientos que permiten que los agentes económicos transfieran fondos y efectúen
pagos.
El proceso de creación de la banca central en México y Colombia
Las misiones monetarias de Kemmerer en Colombia y México
El análisis de las misiones financieras ilumina los métodos y los motivos del
asesoramiento técnico extranjero, la influencia creciente de los Estados Unidos y la forma
de articulación de sectores internos capitalistas que forman coaliciones políticas, con el fin
de obtener posiciones ventajosas en una economía crecientemente internacionalizada. La
dinámica del capitalismo en América Latina reclamaba una creciente política exterior,
nuevas instituciones. Por ejemplo, México, desde finales del siglo XIX moderniza su
estructura económica facilitando la actividad de empresarios, capital y trabajo, racionaliza
estas reglas de juego adoptando modelos extranjeros a inversionistas y comerciantes. Las
reformas de Kemmerer incentivaban el comercio internacional al proponer medidas de
estabilización cambiaria y reformas aduaneras.
Desde finales del siglo XIX, y sobre todo después de la Primera Guerra Mundial, se
evidencia una creciente presencia estadounidense en Latinoamérica. El auge de las
inversiones norteamericanas en la región y el deseo de los grupos económicos de acceder a
los mercados de bienes y de capitales estadounidenses propiciaron el interés por efectuar
profundas reformas institucionales. Por ello, para el estudio de la creación de los bancos
162
centrales de Colombia y México, y casi de toda América Latina, es importante tener presente
los intereses norteamericanos en la región y el papel de las misiones financieras
norteamericanas, en particular del asesor Edwin Walter Kemmerer (1875-1945), un
economista de la Universidad de Princeton quien llegó a ser conocido como el médico
internacional de la moneda13, en la definición del régimen monetario en el que se inscriben los
bancos centrales tras su creación.
Entre 1923 y 1931 Kemmerer asumió la tarea de “llevar el evangelio del patrón oro y
de la banca central responsable a los países de Latinoamérica” (Babb, 2005, pág. 155),
contribuyó a reformar los sistemas monetarios bancarios y fiscales de varios países
suramericanos: Colombia, Chile, Ecuador, Bolivia, Perú; y de la misma manera los de
México, Guatemala, Alemania, Sudáfrica, Polonia China y Turquía
Las reformas del sector bancario y de las finanzas públicas tuvieron como propósito
la centralización de los sistemas bancarios con la creación de bancos centrales, con lo cual se
buscaba restablecer el funcionamiento del patrón oro y por esta vía recuperar la confianza
monetaria. Al mismo tiempo, este proceso refleja los intereses de grupos económicos
vinculados al comercio exterior, a las inversiones extranjeras y a la deuda pública.
Kemmerer planteó como uno de los obstáculos principales, para las misiones que él
dirigió y para los gobiernos que lo contrataron, el tener que vencer posiciones nacionalistas
y lidiar con las posiciones de grupos de intereses económicos y políticos, que tenían la idea
popular de que los Estados Unidos estaban interesados en extender su soberanía por todo
el hemisferio.
Sin embargo, los gobiernos latinoamericanos identificaron varias ventajas de
contratar consejeros extranjeros, como la posibilidad de asesorarse de expertos en la
“economía científica”, individuos presuntamente imparciales, objetivos y libres de
ambiciones políticas, que gozaban de una amplia experiencia y prestigio, tanto en la
academia como en la consultoría. El progreso económico, la expansión y la creciente
eficiencia la industria que permitía mejorar los estándares de prosperidad y bienestar de la
13 La relación de Kemmerer con el gobierno de Estados Unidos comenzó en 1903, cuando se le encargó asesorar a Filipinas en el tránsito hacia el patrón oro. En 1911 colaboró en la organización del Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos. Su fama como consultor internacional opacó sus logros académicos, dentro de lo que se destaca su participación en los debates sobre la teoría cuantitativa del dinero, sus escritos sobre sistemas financieros y bancarios y la defensa del patrón oro, incluso proponiendo su restauración después de la Gran Depresión (Drake, 1995, pág. 33 y ss.).
163
población de los Estados Unidos, generaba atracción de los países latinoamericanos que se
inclinaron por consultores norteamericanos. Otro motivo para buscar asesores externos se
encontraba en que “los países andinos deseaban mejorar su acceso a los mercados de bienes
y de capitales de los Estados Unidos, a fin de satisfacer a los grupos urbanos emergentes y
fortalecer la capacidad del Estado de tratar con estas fuerzas domésticas y extranjeras”
(Drake, 1995, pág. 25). En palabras de Kemmerer, la estrategia consistía en “lograr una
impresión favorable entre banqueros y financistas norteamericanos” en la tarea de aumentar
las oportunidades de conseguir empréstitos y atraer capitales norteamericanos (Kemmerer,
1927).
Paul W. Drake sostiene que las misiones revelaron una relación desigual entre
América Latina y los Estados Unidos:
“Las élites económicas y políticas de los andes trajeron de Estados Unidos
tecnócratas para suavizar el ajuste de sus países en lo que parecía una inevitable
dependencia con el líder emergente del mundo occidental (…) aquellos
gobiernos deseaban asesores extranjeros fundamentalmente para atraer
inversionistas extranjeros y consolidar internamente la estabilidad política”
(Drake, 1995, pág. 29)
Para Drake en la restauración de los bancos centrales predominan más las causas
internacionales que las domésticas, considera improbable que hayan sido factores locales,
dado que, a pesar de sus particularidades históricas, todos los países buscaron establecer la
misma institución en el mismo tiempo. El papel de los expertos monetarios consistió en
ayudar a las fuerzas políticas locales a reformar y estructurar sus economías. Esto es una
respuesta a las inversiones extranjeras, el objetivo era dar seguridad a los inversionistas
foráneos en un contexto, la década de 1920, en la que los Estados Unidos se proponían
expandir el comercio, las inversiones y las conexiones políticas por todo el hemisferio, con
el objeto de consolidar su supremacía económica en el continente14. Las misiones financieras
consolidan las fuerzas internas e internacionales que ya estaban presentes, que fueron las
14 “Estados Unidos desplazaron primero a los británicos en el comercio con la apertura del Canal de Panamá a comienzos de la Primera Guerra Mundial, lo que provocó que los países andinos multiplicaran su intercambio con los Estados Unidos hasta fines de la década de los veinte.” (Drake, 1995, pág. 37). La implementación del patrón oro, atado al dólar norteamericano, en Latinoamérica, facilitaba la expansión económica de los Estados Unidos y reducía la dependencia de algunos países con respecto a la libra esterlina.
164
causas de las transformaciones monetarias, de las políticas de inversión extranjera, y de las
reformas económicas. Kemmerer señaló que su éxito provenía de una “apropiada y valiosa
transferencia de tecnología” (Drake, 1995, pág. 25), sin embargo, en muchos de los países
que asesoró se habían forjado proyectos de bancos centrales antes de su llegada, de hecho
sus temas, ideas y recomendaciones variaban poco de país a país.15
De esta manera, los propósitos básicos de la asistencia foránea fueron tres:
i. Las misiones ofrecieron a los Estados Unidos un instrumento de control sobre el
hemisferio que permitía extender su hegemonía sin tener que hacer uso de la presión
diplomática o militar. Al replicar las instituciones norteamericanas se reducía la
incertidumbre de los inversionistas y comerciantes internacionales.
ii. Los intereses locales urbanos emergentes capitalizaron las misiones extranjeras en
favor propio al beneficiarse del desarrollo del crédito y la infraestructura.
Industriales comerciales y financistas mejoraron su posición relativa frente a sectores
agrícolas y de exportaciones tradicionales.
iii. Los gobiernos incrementan sus capacidades extractivas y distributivas,
produciéndose además un incremento de la burocracia.
Las misiones de Kemmerer encontraron un apreciable consenso nacional en favor de
sus recomendaciones. “Para que las sugerencias de Kemmerer ganaran aceptación, casi todo
lo que se necesitaba era un acuerdo entre los sectores de la clase alta.” (Drake, 1995, pág. 32).
“En lo práctico tanto Kemmerer como el Fondo Monetario Internacional
ayudaron a poner en marcha políticas económicas deseadas tanto por las élites
locales como por los Estados Unidos, mientras que las coaliciones
transnacionales hicieron posible estos cambios de política. A través de estas
medidas de los gobiernos anfitriones buscaron un mejor acceso a los préstamos
extranjeros para favorecer a grupos domésticos selectos; en ese aspecto,
Kemmerer tenía menor influencia que el Fondo Monetario Internacional. Ambos
visitaron gobiernos extranjeros para reordenar sus finanzas y mejorar su
balanza de pagos, facilitando de esta manera el servicio futuro de la deuda. En
muchos casos recomendaciones parecían similares: tasas de cambio estables,
15 Desde Kemmerer hasta la actualidad, la asesoría foránea en América Latina es recurrente en recomendar la formulación de políticas económicas tendientes a desregular los mercados, privatizar industrias del Estado y controlar la inflación.
165
emisiones monetarias controladas, asignación restringida de créditos, y
presupuestos gubernamentales austeros y controlados” (Drake, 1995, págs. 31-
2).
Drake insiste en la importancia de las asesorías del médico de la moneda en la integración
de la economía nacional:
“Las reformas de Kemmerer promovieron la concentración, urbanización,
institucionalización, y en menor medida, la integración de cada economía
nacional. Al fomentar la unidad monetaria, un banco central, y un sistema
bancario comercial regulado, Kemmerer impulsó una red crediticia y un sistema
monetario nacional que operaban bajo métodos más racionales y flexibles. Sus
rigurosas regulaciones aceleraron la concentración de la banca en pocas manos,
y ampliaron la disponibilidad del crédito, especialmente a través de una mayor
actividad del comercio y de la industria. Empresas y trabajadores en las
ciudades también se beneficiaron de las obras públicas. La expansión de las
líneas de transporte facilitó el comercio extranjero e hicieron que la economía
fuera menos fragmentada y regionalizada. Al mismo tiempo, el impulso que
diera Kemmerer al tamaño y eficiencia de las operaciones financieras del
gobierno, proporcionaron mayor orden y seguridad a los negocios.” (Drake,
1995, pág. 59)
Los orígenes de la banca central en México
El Banco de México abrió sus puertas en septiembre de 1925, bajo el gobierno de
Plutarco Elías Calles, y se le otorgó el monopolio sobre la creación de moneda, tanto a través
de la acuñación de moneda metálica como de emisión de billetes, se le encargó la regulación
de la circulación monetaria, de los tipos de interés y de cambio frente a la moneda extranjera,
se convirtió en agente, asesor financiero y banquero del gobierno federal. Este fue el
resultado de un proceso largo, cuyos orígenes se remontan a 1822, cuando bajo el reinado
de Agustín de Iturbide, se presentó un proyecto para crear el Gran Banco del Imperio
Mexicano, con la facultad de emitir billetes. Otro antecedente importante se encuentra en
1853, cuando Manuel Escandón, uno de los empresarios más importantes de México en
aquel entonces, presenta una propuesta al general Santa Anna para la creación de un banco
166
comercial cuya misión fundamental sería la de servir de banco del gobierno, abriendo a
nombre de éste una cuenta corriente:
“con un interés mutuo de 6 por 100 anual, y administrando por cuenta del
gobierno general las aduanas marítimas, el tabaco, el derecho de consumo, el
derecho de platas, las contribuciones directas y el papel sellado, sirviendo estos
productos como garantía e hipoteca por los saldos en cuenta del gobierno.”16
Este proyecto incluía concesiones para el manejo de la deuda pública interna y
privilegios adicionales que aseguraban altas rentabilidades para los accionistas, quizás por
eso fue rechazado por el gobierno.
Tanto estas, como las experiencias posteriores de intentos de instituir un banco central
en México, se caracterizaron por la alternancia entre dos modelos de organización, el inglés
y el francés. El primero propone un banco comercial y en el segundo un banco del gobierno.
Durante el imperio de Maximiliano (1863-1867) se fortaleció la inversión francesa en
México, las casas comerciales promovieron la idea de otorgar un gran empréstito al gobierno
mexicano, cuyo objetivo sería establecer un banco oficial con monopolio de la emisión, el
control de las finanzas gubernamentales y la franquicia exclusiva para la exportación de la
plata mexicana a través del arrendamiento de la casa de la Moneda de la ciudad de México.
Los capitalistas más ricos de México se opusieron a esta propuesta e incluso hicieron una
contrapropuesta para crear un banco nacional con capital mexicano. Maximiliano no aceptó
ninguna de las propuestas y ratificó una concesión a capitalistas ingleses para establecer en
México una sucursal de un banco comercial privado que se llamaría banco de Londres,
México y Sudamérica, el cual operó sin concesiones o privilegios gubernamentales,
convirtiéndose en la práctica en el primer banco en México (Marichal, 1994, págs. 145-6).
La banca en México aparece en el año 1864. Desde finales de la colonia y hasta 1864 el
crédito había sido otorgado por órdenes religiosas y consulados de comerciantes, las
compañías mercantiles realizaban además operaciones de emisión fiduciaria. El escenario
de surgimiento del sistema bancario es una economía eminentemente agraria, en la que la
ciudad de México y el puerto de Veracruz eran los centros de amplias redes mercantiles que
abastecían de manera estable la demanda de zonas vecinas, como el Bajío y el sur del país,
16 La propuesta se titula Reflexiones sobre la hacienda pública y el crédito, escritas con motivo del proyecto presentado al Supremo Gobierno para la formación de un Banco nacional, y el arrendamiento o administración de las rentas. Citado por Carlos Marichal (1994, pág. 144)
167
y de manera inestable al resto del territorio nacional. Esta economía reguló la operación de
un sistema de pagos mediante la emisión de libranzas, pagares y letras de cambio. En este
comercio de promesas de pago también participó el gobierno emitiendo vales para pagar los
salarios de empleados y militares, y el suministro de provisiones (Ludlow, La formación del
Banco nacional de México: aspectos institucionales y sociales, 1998, pág. 143). Estos
documentos se depreciaron constantemente por su creciente emisión y por la inestabilidad
económica y política del país. Para solucionar tal situación se promovió la creación de
instituciones de crédito. Así, en 1864 se crea la banca comercial por primera vez en la historia
de México, el primer banco fue creado por un grupo de firmas mercantiles inglesas que
establecieron en la Ciudad de México una sucursal de un banco británico: Banco de Londres,
México y Sudamérica Ltd. (The Bank of London, Mexico and South America). Dicho banco fue
el primero en emitir billetes y en introducir el uso de la cuenta corriente. En el Estado de
Chihuahua, el ejecutivo local otorgó concesiones para que se crearan el Banco de Santa
Eulalia, en 1875, y el Banco de Hidalgo, hacia 1880. Estos bancos fueron una respuesta al
auge minero de la región.
Desde la restauración de la república, en julio de 1867, cuando Benito Juárez regresa a
Ciudad de México tras su victoria contra el imperio de Maximiliano de Habsburgo, hasta
el fin del porfiriato, en 1911, México emprende un proceso de reconstrucción de sus finanzas
públicas en el marco de un proceso de formación de un Estado moderno. La última década
del siglo XIX es escenario de un conjunto de políticas gubernamentales tendientes a
restablecer el papel protagónico de la Ciudad de México como centro económico y político,
en detrimento de los centros provinciales. Es así como se instala un nuevo sistema
hacendario y se toman medidas que favorecen la centralización de decisiones en materia
económica y de gasto público:
“eliminación de alcabalas y reorganización del sistema de imposiciones para
restar poder económico a los estados, cuya administración, además, pasó a ser
estrechamente dependiente del gobierno federal; centralización de la acuñación
de moneda metálica; comienzo de la recopilación sistemática de estadística
demográfica y económica; la Secretaría de Fomento, Colonización, Industria y
Comercio pasó a ser un órgano de efectiva intervención en la economía nacional;
se adoptó un nuevo Código de Comercio; surgió un verdadero sistema bancario
y financiero reglamentado.” (Cardoso, 1980, pág. 269)
168
Durante el porfiriato, de 1876 a 1911, se consolida un proyecto liberal que significó el
ascenso social de una burguesía17, que antes hacía parte de planos medios dentro de la
sociedad y que ahora se integraba a la clase dominante de tradición conservadora, dentro
de la que se encuentra la jerarquía eclesiástica, la estructuración de un poder federal fuerte
y el desarrollo de un capitalismo dependiente en expansión (Cardoso, 1980, pág. 267). Otro
rasgo distintivo del periodo, y propio de un modelo de desarrollo hacia afuera que adoptó
la economía mexicana, es que la política gubernamental en materia económica favoreció los
intereses del capital extranjero18, esto permitió incrementar la inversión extranjera y el
restablecimiento del crédito del gobierno mexicano.
En 1882, bajo la presidencia de Manuel González, se fundó el Banco Nacional
Mexicano con capital del Banco Franco—Egipcio con sede en Paris19. La concesión otorgada
por el gobierno federal implicaba un modelo que resultó exitoso, se trataba de un banco del
gobierno cuya propiedad pertenecía a accionistas privados. Enrique Martínez Sobral calificó
la situación de la siguiente manera:
“[…] un hecho de importancia histórica trascendental […] (ya que significaba)
la afirmación de (que solo) la Federación puede conferir el poder de hacer
operaciones bancarias, afirmación en cuyo contorno irá elaborándose la idea de
que dicho poder emana exclusivamente de la Federación […]”20
El modelo operativo mezclaba características del Banco de Francia y del Banco
Imperial Otomano. Del modelo francés toma las funciones de banca del gobierno, dentro de
las que se incluye el servicio de una cuenta corriente con tasa de interés reducida y sin
17 Compuesta por militares, políticos liberales, propietarios tradicionales, extranjeros y jóvenes intelectuales influidos por el positivismo, a quienes se denominó los científicos, dentro de los que se encontraba José Yves Limantour, un político mexicano que fue nombrado Secretario de Hacienda y Crédito Público en 1893 y permaneció en ese cargo hasta la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia de México en mayo de 1911. 18 El gobierno se esforzó por mejorar las relaciones económicas y políticas con Europa, en 1880 logró restablecer las relaciones diplomáticas con Francia, y a partir de mediado de la década de 1880 mejoran las relaciones con Gran Bretaña. 19 Las negociaciones habían empezado en 1880 y hacían parte del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Europa, las cuales se habían interrumpido tras la caída del imperio de Maximiliano, el objetivo implícito fue hacer frente al avance de capitales estadounidenses en ferrocarriles y minería (Ludlow, La formación del Banco nacional de México: aspectos institucionales y sociales, 1998, pág. 144). Este banco era controlado por el poderoso grupo financiero de la familia Bischoffsheim-Goldschmidt en Francia (Marichal, 1994, pág. 146), también adquirieron acciones algunos de los capitalistas mexicanos más importantes radicados en la Ciudad de México (Ludlow, 1994, pág. 160). 20 Estudios elementales de legislación bancaria, México, Tipografía de la Oficina impresora de Estampillas, 1911, pág. 29. Citado por Leonor Ludlow (1994, pág. 161).
169
garantía sobre los ingresos fiscales de la federación, los servicios de la deuda, tanto interna
como externa, y el monopolio de la emisión fiduciaria. Este elemento resultó muy atractivo
para los círculos políticos mexicanos que buscaban una solución a los problemas de liquidez
de la administración. Se asemeja al modelo otomano en la estrategia de expansión, siendo
un banco comercial que se expande territorialmente abriendo rápidamente sucursales y
agencias en toda la República durante la década de 1880, convirtiéndose en poco tiempo en
el banco más grande de México.
De esta manera, se empieza a configurar una alianza entre grupos capitalistas
privados y el poder político, grupos que al compartir intereses y objetivos conformaron un
régimen de privilegios. Unos meses más tarde reaccionaron los comerciantes mexicanos y
españoles residentes en el país fundando el Banco Mercantil Mexicano, que abrió sus
puertas en marzo de 1882. A partir de la apertura de estos bancos se generó un auge bancario
con la multiplicación del número de agencias y sucursales en muchas ciudades del país y el
establecimiento de algunos bancos nuevos.
En 1884 se fusionaron el Banco Nacional Mexicano y el Banco Mercantil Mexicano,
conformando el Banco Nacional de México21. En 1905 Pablo Macedo, uno de los
colaboradores en la fundación del nuevo banco, describe el objetivo de esta institución:
“«constituir un Banco de Estado en la genuina acepción de la palabra»,
entendiendo por ello que sus recursos y dirección no dependían del gobierno.
No obstante, fue una empresa que prestó «[…] sus servicios al gobierno nacional
en el interior y en el extranjero, encargándose de situar y concentrar los fondos
federales, de hacer el servicio de la deuda pública y, en suma, constituiría la
organización bancaría de que nuestro gobierno se valdría para sus servicios
hacendarios, quedando obligadas además a abrir la Tesorería General […] una
cuenta corriente…»”22
Las concesiones bancarias presentaban una diversidad extrema en sus términos y
cláusulas. Los siete bancos que funcionaban en los Estados se habían creado bajo contratos
21 La fusión se justificó en el desorden monetario del país, la bancarrota del gobierno, que había comprometido sus ingresos al subsidio de los ferrocarriles, y la incertidumbre con respecto al crédito, consecuencia de la crisis económica internacional de 1884 (Ludlow, 1994, págs. 163-7). 22 “Las Instituciones de Crédito", en: La Evolución Mercantil, Comunicaciones y Obras Públicas. La Hacienda Pública. Tres monografías que dan idea de una parte de la evolución económica de México; México, J. Ballecas y Cía. Sucs., pág. 144. Citado por Leonor Ludlow (1994, págs. 163-4).
170
distintos23, lo que dificultaba el control de las formas de operación de los bancos y la
ausencia de un sistema de control a partir de una institución monetaria central, por esta
razón muchos bancos experimentaron problemas de liquidez y estuvieron al borde de la
quiebra.
Los primeros pasos para el establecimiento de un marco legal que definiera los
mecanismos de control de las operaciones bancarias se dieron en 1884 con la promulgación
del Código de Comercio, documento que marca el comienzo de la legislación bancaria en
México, y luego con la Ley General de Instituciones de Crédito, en 1897. Esta Ley da
continuidad al sistema de pluralidad de bancos de emisión; el otorgamiento y control de las
concesiones queda a cargo del gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda; se
norman las funciones y formas de operación de los distintos tipos de bancos existentes; se
fijan las bases para la determinación del capital social mínimo, las garantías de emisión, las
denominaciones de los billetes y el establecimiento de sucursales. Los bancos fueron
clasificados en tres categorías: de emisión (bancos de depósito y descuento con la potestad
de emitir billetes), refaccionarios e hipotecarios, dependiendo del plazo de vencimiento
(corto, mediano y largo plazo, respectivamente) de los títulos que cada uno podía poner en
circulación. De este modo se sientan así las bases de un sistema financiero moderno, el cual
sólo se desarrollará en el periodo posrevolucionario (Oñate, 1998, pág. 182). Al amparo de
esa ley, y bajo la supervisión de la Secretaría de Hacienda, desde su aprobación hasta el
inicio de la Revolución en 1910, proliferan los bancos, generando una estructura bancaria
compuesta por 24 bancos de emisión, incluidos en Banco Nacional de México y el Banco de
Londres, cuyos billetes eran los únicos con autorización para circular en todo el territorio
nacional24, dos bancos hipotecarios y cinco refaccionarios. Sin embargo, las deficiencias del
23 Por ejemplo, la fecha de terminación de las concesiones variaba entre 1904 y 1939; para algunos bancos el límite de emisión estaba regulado por el monto de su capital social y para otros hasta tres veces ese capital; para garantizar la circulación a algunos bancos se les pedía como garantía una fianza, a otros un depósito, y a otros una garantía distinta; los fondos de reserva variaban de un banco a otro; el derecho a establecer sucursales era limitado a unos bancos y a otros no; el valor de los billetes emitidos variaba de un banco a otro, había diferencia en las garantías para los préstamos, los descuentos, las franquicias y las exenciones de impuestos. En esencia, en ausencia de un sistema bancario orgánicamente integrado, cada banco se regía por sus propios estatutos (Bátiz Vázquez & Canudas Sandoval, 1980, pág. 405). 24 Los billetes de los demás bancos de emisión sólo estaban autorizados para circular en la entidad federativa a la que se encontraran adscritos (Turrent, Historia Sintética de la Banca en México, s.f., pág. 3). Al concluir el año fiscal 1910-1911 en total de billetes emitidos ascendía a $116.7 millones de pesos, de los cuales $54.8 millones habían sido emitidos por el Banco Nacional de México y $19.3 por el Banco de Londres y México (Kemmerer, 1940, pág. 173).
171
sistema financiero mexicano no se resolvieron, pues en la práctica la ley no fue acatada,
Oñate señala que aparentemente los grupos de comerciantes, terratenientes y banqueros
estaban estrechamente relacionados, por lo cual continuaron respetándose sus privilegios
económicos (1998, pág. 183).
Así, la aparición de la banca de emisión en la segunda mitad del siglo XIX se convierte
en el antecedente inmediato de la banca central. La banca de emisión monetizó la economía
a través de la emisión de signos monetarios, permitió la ampliación del crédito, funciones
típicas de los bancos comerciales, y también cumplió funciones propias de la banca central,
como brindar apoyo crediticio y fiscal al gobierno, y fueron bancos del gobierno.
Este tipo particular de organización de negocio bancario dio origen a tres cuestiones
que fueron objeto de debate. El primero tiene que ver con el carácter de la circulación
monetaria, si la aceptación de la moneda debería ser voluntaria, es decir, reconocer su
carácter fiduciario o de moneda crédito; o si debería ser de obligatoria aceptación, es decir,
el reconocimiento del curso forzoso del papel moneda. El segundo aspecto fue la discusión
entre pluralidad, existencia de múltiples instituciones de crédito, o monopolio, un único
establecimiento. El tercer aspecto tiene que ver con el tipo de intervención que debería tener
el gobierno en la actividad bancaria, las posiciones van desde la mera supervisión del
negocio bancario al establecimiento de bancos del gobierno (Ludlow, 1994, págs. 162-3).
La creación de un banco gubernamental no fue posible en el siglo XIX por la penuria
de la hacienda pública. El proceso de modernización industrial y urbanización se aceleró en
el periodo 1880-1910, gracias al incremento de las exportaciones, originadas principalmente
en el incremento de la producción minera de oro, plata, bronce y otros metales, y de la
inversión extranjera, que impulsó el proyecto ferroviario, el desarrollo de la industria
petrolera, y fábricas de textiles, cemento y vidrios que se multiplicaban en el interior del
país25. Además, el gobierno logró equilibrar su presupuesto federal, lo que le permitía
emprender obras públicas importantes como la mejora de la infraestructura portuaria, el
drenaje de la Ciudad de México y la construcción de edificios públicos. El dinamismo de la
economía mexicana demanda la existencia de un sistema centralizado de crédito y emisión,
que permitiera el desarrollo de una estructura financiera y crediticia que garantizara el
25 También se notan cambios técnicos sustanciales como es el uso de la electricidad como fuente de energía, la tecnificación de la actividad minera y un incremento del stock de capital que se podía comprar al exterior dado el incremento en las exportaciones mexicanas.
172
funcionamiento de un sistema de pagos que fuese acorde la expansión de la producción y
el intercambio comercial, es decir, un sistema que promoviera y garantizara la extensión del
uso de billetes de banco, la regulación de las tasas de interés que se otorgaban los créditos,
y que se responsabilizara de los asuntos del tesoro público.
Durante el porfiriato el sistema bancario madura, permitiendo el desarrollo de una
estructura financiera y bancaria que se evidencia en una creciente monetización de la
economía y del crédito. La ampliación paulatina de la circulación de billetes de banco y de
las operaciones de crédito comercial garantizó la liquidez que demandaban las
transacciones comerciales. Sin embargo, el sistema de intermediación financiera no
respondía a todas las necesidades para el desarrollo del capitalismo industrial, en particular,
presentaba dificultades en la promoción del crédito agrícola de largo plazo, pues los
principales bancos comerciales restringían sus créditos a un plazo máximo de seis meses.
En 1905 se produce en México una reforma monetaria, mediante la cual se adopta el
patrón oro. El objetivo macroeconómico de la Secretaría de Hacienda, dirigida por José Ives
Limantour, era incorporar a México en el sistema monetario y de pagos internacional, lo que
hacía parte de un intento por vigorizar la naciente industria manufacturera que funcionaba
a partir de capital tanto mexicano como extranjero.
Sin embargo, la crisis internacional de 1907-1908 dislocó el sistema bancario mexicano,
el cual, tras una crisis bursátil y de crédito, enfrentó una crisis monetaria al ser incapaz de
garantizar en el corto plazo la convertibilidad de los billetes en circulación por oro, esto
coincidía con la contracción del flujo de fondos provenientes del exterior y con huelgas
sociales internas, y una caída de la producción agrícola fruto de una serie de malas cosechas.
“En 1907, al saberse que el Banco Central Mexicano estaba en una situación
difícil, el pánico se apoderó de las demás instituciones crediticias, que elevaron
sus tasas de interés, al mismo tiempo que el público se apresuraba a retirar sus
depósitos. Con esto algunos bancos de emisión se encontraron al borde de la
quiebra; sobrevino entonces la deflación general y una disminución de la
actividad económica.” (Oñate, 1998, pág. 193)
Durante la Revolución Mexicana, que comprende el periodo que va desde el 19 de
febrero de 1913 hasta la restitución del orden constitucional el 1 de mayo de 1917, se declara
como objetivo la destrucción del sistema bancario porfirista. Dicho propósito fue expresado
por don Venustiano Carranza en los siguientes términos en un discurso de 1913:
173
“Cambiaremos todo el actual sistema bancario, evitando el monopolio de las
empresas particulares, que han absorbido por largos años las riquezas de
México, y aboliremos el derecho de emisión de billetes o papel moneda, por
bancos particulares. La emisión de billetes debe ser privilegio exclusivo de la
nación. Al triunfo de la revolución se establecerá el banco Único de Emisión, el
banco del estado, propugnándose, de ser preciso, por la separación de toda
institución bancaria que no sea controlada por el gobierno.”26
De esta manera, el sistema bancario se presenta como enemigo de la revolución y
obstáculo para la realización de las reformas sociales. En el contexto de la revolución, se deja
de discutir sobre la conveniencia del monopolio o la libre concurrencia en la emisión de
moneda, ahora se plantea cuáles deberían ser las características del Banco Único de Emisión.
Sin embargo, en los primeros años el movimiento revolucionario concentra sus esfuerzos en
consolidar su dominio en el territorio nacional y en materia bancaria la acción se limita a
hacer que los bancos cumplan con la normatividad existente.
El Decreto del 26 de abril de 1913 “autoriza la creación de una Deuda interior por
importe de cinco millones de pesos”, lo que constituye un mecanismo de emisión de billetes
de circulación forzosa destinados a sostener al ejército hasta que se restablezca el orden
constitucional. El Decreto castiga con pena de cárcel a quienes se nieguen a recibir o dar
curso, y a aquellos que descuenten, como condición para recibirlos, parte del valor que
representan estos billetes, dicho decreto comenzó a surtir efecto en Sonora, en 1914 (Breceda,
1920, pág. 26).
En una carta del 14 de mayo de 1913, Venustiano Carranza, en calidad de primer Jefe,
contesta una carta al Sr. Roberto V. Pesqueira, quien se encontraba en Washington, en
calidad de Agente Confidencial del Gobierno Constitucionalista:
“Respecto de la emisión de billetes, creo conveniente que éstos se hagan en buen papel
y bonita impresión y forma; pues pudiera ser que sirvan de base para el Banco de la
Nacional de que hablamos, por lo que pudieran quedar de circulación permanente.”
(Breceda, 1920, pág. 443)
En noviembre de 1916 cantidades enormes de monedas de oro y plata comenzaron a
circular, sacando de circulación al papel moneda y restableciendo el patrón oro.
26 Citado por Manero ([1957] 1998, pág. 201).
174
Alfredo Breceda, secretario particular de don Venustiano Carranza, se refería de la
siguiente manera al exceso de emisión originada en el proyecto revolucionario:
“En Mayo de 1916 había en la República una verdadera e inagotable cascada de
moneda insonora (ocúrreseme llamar así al papel circulante entonces). Teníamos
muchos millones de bilimbiques y falsificables, billetes villistas, convencionalistas y
otros muchos sistemas de moneda para el intercambio. (…)
Los generales, además de poseer facultades extraordinarias en la región que
dominaban tenían la muy especial de emitir billetes. Había vicio de emitir, así como
de legislar en materia hacendaria.” (Breceda, 1920, pág. 24)
Y destaca su papel en el triunfo de la revolución:
“El papel moneda emitido por el Gobierno preconstitucional de México, durante el
periodo revolucionario, fue el factor principal y el medio casi único del sostenimiento
de nuestro Ejército hasta llegar al triunfo; y fue, es y será en toda la historia mexicana
la solución más honrada, patriótica y hábil, desde el punto político y económico, que
dio D. Venustiano Carranza al problema de hambre canina que amenaza de muerte al
Ejército, a las clases sociales y al pueblo en general.” (Breceda, 1920, pág. 25).
En 1915, una vez que el Gobierno Constitucionalista domina todo el territorio, se da
el primer paso para la reforma bancaria con la creación de la Comisión Reguladora e Inspectora
de Instituciones de Crédito, cuya función fue verificar que los bancos existentes operaran bajo
los mandatos de la ley de 1897. Resultado de las investigaciones se declaró a 15 bancos en
caducidad, diez por no ajustarse a la ley y cinco por rebeldía; nueve bancos fueron
autorizados a continuar con sus funciones.
Kemmerer en México
Kemmerer llegó a Ciudad de México en julio de 1917. Durante los siglos XVIII y XIX
en México había regido el bimetalismo, siendo la plata el patrón predominante. En 1905 el
gobierno de Porfirio Díaz implantó el patrón oro. Luego, durante el periodo revolucionario
vendrían seis años, entre 1911 y 1917, de caos monetario y luego una repentina y
espectacular recuperación, que Kemmerer juzga como “uno de los capítulos más
interesantes en la historia de la moneda” (1994, pág. 79). Siete presidentes en seis años y
múltiples líderes revolucionarios en diferentes regiones, establecían un contexto en el que
el recaudo de impuestos era impracticable, por lo que fue común recurrir a la emisión para
175
financiar las actividades del gobierno. En 1913 se abandonó el patrón oro y se generó una
proliferación de patrones de papel moneda oficial y privado.
En ese contexto arriba Kemmerer a México con el objetivo de dar recomendaciones
sobre la reorganización del sistema monetario y restablecer el sistema bancario con la
creación de un banco emisor central. En un año de trabajo Kemmerer presentó dos informes:
El sistema monetario de México y Banco único. En ellos propone que el camino del gobierno
para mantener la circulación de monedas de plata es acuñar de nuevo las monedas
existentes reduciendo su cantidad de plata pura, al reducir el valor metálico de las monedas
por debajo de su valor como dinero se eliminaba el riesgo de su fundición generalizada.
La Constitución mexicana de 1917 autorizó la creación de un banco emisor conocido
como Banco Único. La Comisión Bancaria de México presentó el proyecto de ley para el
establecimiento del Banco, la Comisión solicitó a Kemmerer revisar el proyecto. En enero de
1919 presentó sus recomendaciones para la creación del Banco Central de México y la
rehabilitación del sistema bancario del país (Kemmerer, 1994, pág. 87).
Dicha Constitución establece el monopolio de emisión en su artículo 28, dejando
abierta la disyuntiva entre el carácter privado o gubernamental del banco central:
“El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus
funciones y en su administración. Su objetivo prioritario será procurar la
estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo con ello
la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado. Ninguna
autoridad podrá ordenar al banco conceder financiamiento.
No constituyen monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera
exclusiva, a través del banco central en las áreas estratégicas de acuñación de
moneda y emisión de billetes. El banco central, en los términos que establezcan
las leyes y con la intervención que corresponda a las autoridades competentes,
regulará los cambios, así como la intermediación y los servicios financieros,
contando con las atribuciones de autoridad necesarias para llevar a cabo dicha
regulación y proveer a su observancia. La conducción del banco estará a cargo
de personas cuya designación será hecha por el Presidente de la República con
la aprobación de la Cámara de Senadores o de la Comisión Permanente, en su
caso; desempeñarán su encargo por períodos cuya duración y escalonamiento
provean al ejercicio autónomo de sus funciones; sólo podrán ser removidas por
176
causa grave y no podrán tener ningún otro empleo, cargo o comisión, con
excepción de aquéllos en que actúen en representación del banco y de los no
remunerados en asociaciones docentes, científicas, culturales o de beneficencia.
Las personas encargadas de la conducción del banco central, podrán ser sujetos
de juicio político conforme a lo dispuesto por el artículo 110 de esta
Constitución.”
Dentro de los imperativos que se perseguían con la creación del banco central también
se encontraban: propiciar el surgimiento de un nuevo sistema bancario, hacer renacer el
crédito y reconciliar a la población con el uso de la moneda, luego de la traumática
experiencia inflacionaria generada con los “bilimbiques”27 del periodo revolucionario. Por
ello se le da al Banco de México, además de las funciones propias de un banco de emisión,
las facultades para operar como institución ordinaria de crédito y descuento (Turrent, 1998,
pág. 29).
La demora de ocho años en la fundación del llamado Banco Único de Emisión se debió
a las penurias del erario y la escasez de fondos públicos. Entretanto, la Conferencia
Financiera Internacional, celebrada en 1920 en Bruselas, insistía en la necesidad de los
bancos centrales.
Entre 1925 y 1931 el Banco tiene éxito al promover el renacimiento del crédito. Sin
embrago, tiene dificultades serias para consolidarse, en particular porque la circulación de
sus billetes fue débil y pocos bancos comerciales tomaron la opción de asociarse con éste
mediante la compra de acciones.
Los orígenes de la banca central en Colombia
Dentro de los antecedentes de creación de un banco central en Colombia, se pueden
señalar al menos tres intentos formales de instauración que no llegaron a concretarse28. El
primero de ellos se dio durante el gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera, siendo
Florentino González, Secretario de Estado del Despacho de Hacienda. El Congreso de la
Nueva Granada aprobó la Ley 5ª de junio 1 de 1847, mediante la cual “Se autoriza la
27 Nombre popular dado al papel moneda emitido por los ejércitos revolucionarios. Y que se devaluaba rápidamente. 28 Ver Jorge Holguín. "Exposición de motivos al proyecto de ley sobre Organización Bancaria" elaborado por el Consejo de Estado en 1915. Anales del Senado. Nos. 28-29. Bogotá, 22 de septiembre de 1915, pág. 222.
177
formación de una compañía, bajo la razón social de ‘El Gobernador, Directores i Compañía
del banco de la Nueva Granada’, para llevar a efecto el establecimiento de un banco nacional
en la capital de la República.” La ley le concede el privilegio por 18 años de ser un banco
único de emisión de cédulas pagaderas al portador dentro de los límites de las provincias
de Bogotá, Tunja, Vélez, Mariquita y Neiva (Plaza, 1850, pág. 71).
Un segundo intento se dio con la Ley 27 de mayo de 1864, que autorizó al ejecutivo
a conceder a una casa inglesa o americana el privilegio para la fundación de un banco de
emisión. El artículo 16 de dicha ley obligaba a que dicho banco asumiese una posición
neutral en caso de presentarse algún conflicto interno que se convirtiera en guerra civil.29
Un nuevo intento se produjo con la Ley 69 de 1866, la cual propone la creación de un banco
de emisión independiente de la autoridad del gobierno, que “promoviendo el desarrollo del
crédito público, sirva al propio tiempo de agente o auxiliar para la ejecución de operaciones
fiscales,” (artículo 1).
En 1880 se posesiona como presidente Rafael Núñez y empieza el periodo de la
Regeneración. La política económica se modifica con la promoción de la intervención del
Estado, principalmente en materia de aranceles, moneda y crédito (Hernández Gamarra,
2001a, pág. 62). Mediante la Ley 39 de junio 16 de 1880 se autorizó al poder ejecutivo para
establecer un Banco Nacional de emisión, bajo la garantía del gobierno. Esta era una
respuesta a la escasez de circulante (Vergara y Vergara, 1915, pág. 3). En defensa de la
creación de dicha institución Miguel Antonio Caro expresaba:
“En toda nación bien constituida se ha considerado como condición
indispensable de orden y buen gobierno que al poder social se reserve la
administración de ciertos intereses que no conviene abandonar a la iniciativa de
los particulares. Entre las facultades privativas de los gobiernos está la
acuñación de la moneda, y consiguientemente, la circulación de billetes que la
sustituyen y desalojan, como también el establecimiento de bancos nacionales
29 Las reformas liberales iniciadas en 1848 se consolidaron en la Constitución de 1863, a partir de entonces inició el periodo de radicalismo liberal, caracterizado por la promoción de un Estado laico, federal, descentralizado políticamente y librecambista. En el marco de esa constitución se sancionó la Ley 35 de 1865, que confirió derecho de emisión de billetes por 25 años a una sucursal del Banco de Londres, México y Sudamérica en Bogotá, el privilegio se extendió a todos los bancos fundados después de sancionada la ley, creándose así el sistema de banca libre que benefició a las elites locales y regionales que controlaron la captación de recursos y la ampliación del crédito (Correa R., 2009a, pág. 24) (Correa R., 2009b, pág. 161).
178
privilegiados, y la alta inspección sobre las instituciones particulares de crédito”
(Caro, [1886] 1986).
El banco se constituyó con un capital de 2.5 millones de pesos, dos millones
provenientes del tesoro nacional y 500.000 por concepto de cinco mil acciones de 100 pesos
cada una. El artículo 3º prohibía vender a un solo accionista más de 100 acciones, esto con
el propósito de evitar que grupos privados adquirieran poder de decisión en la dirección de
la institución, con lo cual el banco quedaba en manos del gobierno y al servicio de la
Tesorería Nacional (Sojo, 1970).
La emisión se centralizaba en el Banco Nacional, aunque el artículo 11 de la Ley 39
permitía al ejecutivo autorizar a bancos particulares la emisión de billetes “siempre que
convenga expresa y terminantemente, en adquirir en sus oficinas, como dinero sonante, los
billetes del Banco Nacional.”, la competencia de los billetes del Banco Nacional con los
billetes de los demás bancos tendió a favorecer a estos últimos, en los casos en que los bancos
comerciales ya existentes gozaban de prestigio y confianza del público. El artículo 12 de la
citada ley fijaba el límite de emisión del banco en “hasta por el doble de su capital”, sin
embargo, la Ley 20 de 1886 lo facultó para emitir y dar prestado al gobierno un millón de
pesos sin garantía alguna. El Banco Nacional tuvo un manejo infortunado por parte de
Núñez, el Gobierno subordinó la emisión de moneda y el volumen de medio circulante a
sus intereses políticos, las emisiones desorbitadas generaron una presión inflacionaria que
puso en evidencia la ausencia de un sistema monetario.30
La Ley 70 de 1894 ordenó la liquidación del Banco Nacional, sin embargo, la emisión
continuó. El Decreto legislativo No. 41, del 4 de febrero de 1895, suspendió la liquidación
del Banco Nacional, posteriormente el Decreto No. 175 del 30 de abril de 1896 reglamentó
su liquidación, la cual concluyó en 1898. El Banco Nacional quedó reducido a la Sección
Liquidadora del Ministerio del Tesoro. Con la Ley 146 de noviembre 26 de 1896, empieza la
era del curso forzoso, pues se asimiló los billetes del Banco Nacional al papel moneda. La
Ley 13 del 26 de septiembre de 1898 autorizó la emisión de dos millones de pesos en billetes
30 Los líderes liberales de la época manifestaron su preocupación por el riesgo de inconvertibilidad del papel moneda en metálico, y la penuria monetaria que podría generarse: “Miguel Samper afirmó en El Relator (1890): «El oro y la plata no tienen qué hacer en el país y salen de él a buscar un mercado mejor, ocasionando de esta manera que sólo circule la moneda ‘mala’ y se produzca una escasez de numerario en el país».” (Correa R., 2009b, pág. 163). Una defensa de la política monetaria y bancaria desarrollada por Núñez la proporciona Juan Camilo Restrepo ("La Política Monetaria de la Regeneración", 1990).
179
del Banco Nacional, así la moneda legal era el papel moneda, situación que se mantendría
hasta la expedición de la Ley 59 de 1905.
En octubre de 1899 estalló la Guerra de los Mil Días, el gobierno financió la contienda
mediante el recurso a la emisión, la cual realizó a través de las juntas de emisión de Bogotá,
Antioquia y Bolívar. Entre 1899 y 1904 el medio circulante se incrementó más de 25 veces31.
La producción nacional decreció a causa de la guerra y los procesos inflacionarios y
devaluacionistas32, producto del envilecimiento de la moneda y la pérdida de confianza del
público en el papel moneda.
Intentos de revaluación del papel moneda
En los albores del siglo XX colombiano se presentaba un contexto general en favor
de consolidar la paz y robustecer la unidad nacional, la sociedad hacia latente su deseo de
contar con signos monetarios nacionales. Las medidas tomadas por la administración de
José Manuel Marroquín consistieron en intentar adoptar el patrón oro y la prohibición de la
emisión de papel moneda con fines fiscales como mecanismos para recuperar la confianza
en la moneda. Se realizaron tres intentos infructuosos de amortización del papel moneda.
Mediante el Decreto Legislativo del 12 de abril de 1901, y posteriormente con la Ley 33 de
1903, se constituyó una Junta Nacional de Amortización, cuyo objetivo era convertir en
metálico el papel moneda emitido por el Banco Nacional. En un tercer intentó se asignó esta
tarea al Banco Central.
La Ley 33 de 1903 ordenó que el papel moneda fuera cotizado de acuerdo a las
variaciones del cambio exterior33. En 1905, bajo la administración de Rafael Reyes, la Ley 59
del 30 de abril fijó la paridad de conversión de tal forma que por un billete, cuyo valor
nominal fuera de $100 pesos se entregaría a cambio $1 peso oro en las oficinas de Hacienda.
31 Desde el establecimiento del papel moneda en 1886 hasta octubre de 1899, año en que empieza la guerra, las emisiones alcanzaron la suma de 40.083.806,70 pesos. Entre noviembre de 1899 hasta diciembre de 1903 la emisión fue de 870.379.622,30 pesos, a los cuales hay que adicionar 100.000 pesos que se ordenó emitir con la ley 11 de 1904, así el circulante alcanzó la suma de 1.010.463.429 pesos (Sojo, 1970, págs. 138-9). 32 La tasa de cambio del peso con respecto al dólar fue 40 en diciembre de 1886, 217 en diciembre de 1898, 18.900 en octubre de 1902, 10.000 en diciembre de 1903 y 10.400 en el mismo mes de 1905. 33 El primer esfuerzo del siglo por establecer un marco institucional que permitiese restablecer el valor de la moneda y restringir el acceso del gobierno al recurso de emisión (Avella Gómez, 2003, pág. 30). (López Mejía, 1990).
180
Así, la masa monetaria se redujo de mil millones a diez millones de pesos34. Esteban
Jaramillo describía de la siguiente manera los resultados de la operación:
“Así, de una plumada, por un procedimiento de alta cirugía económica, el
gobierno se libró del 99 por 100 de la carga que sobre él echara el papel moneda.
Más tarde, la Ley 65 de 1916 consumó la conversión, ordenando que se
cambiaran los billetes del antiguo papel moneda por otros, en la proporción de
cien pesos en billetes de aquéllos, por un peso de los representativos de oro. (…)
El pueblo colombiano aceptó de buen grado esta depreciación oficial, inmediata
y efectiva de su moneda, por varios motivos: el país, arruinado por la cruenta
revolución de tres años, suspiraba por cimentar su nueva vida económica sobre
la base de la seguridad y certidumbre; los pueblos, fatigados por la pesadilla del
papel moneda y por la fiebre de especulación que este había despertado en todas
partes, se hallaban sedientos de reposo y suspiraban por una norma menos
variable e incierta en sus cálculos para el futuro; (…) Y por último, el amor
propio nacional no podía resignarse a seguir viendo, en las cotizaciones diarias
de los cambios exteriores, aquellas cifras reveladoras de la espantosa magnitud
de nuestro desastre” (Jaramillo, 1925, pág. 467).
Posteriormente, el Decreto Legislativo No. 7 de 1905 autorizó la fundación del Banco
Central, al que el gobierno otorgó tres concesiones: el privilegio exclusivo de emisión por 30
años; uso libre de correo y telégrafo, y exención de ciertos derechos de aduana; y la guardia
de los depósitos oficiales (Sojo, 1970, págs. 147-150).
El Banco Central tenía la misión de convertir los billetes del Banco Nacional en
moneda metálica, tarea que no pudo cumplir por dos razones: la desconfianza del púbico a
recibir sus billetes y la falta de recursos. El público reveló su desconfianza ante el billete
emitido por el Banco Central, pues reconoció la influencia del gobierno en esta institución,
a pesar de ser una sociedad anónima.
“a nadie, sin embargo, se escapaba que la influencia del gobierno en el Banco
Central no solamente sería decisiva sino permanente. Esto bastó para que en
torno de los billetes se creara la más profunda desconfianza. El mencionado
34 Según la ley el Banco Nacional debería convertir los billetes nacionales representativos de oro, pero estos ascendía a la suma de $10.358.759 y no se disponía de suficiente oro para realizar la convertibilidad. La ley señala como unidad monetaria el peso oro.
181
banco, pues, no tuvo buen éxito en el negocio de emisión. Los billetes que salían
de sus cajas en el curso del mismo día refluían a ellas, por haber sido presentados
para su cambio. La agudeza bogotana se encargó de llamar a estos billetes «los
semi-internos»” (Torres Garcia, [1945] 1980).
Posteriormente, la Ley 35 de 1905 destinó a gastos comunes del gobierno los fondos
especiales destinados a la conversión. Tras la caída del general Reyes, la Ley 8 de 1909
autorizó al gobierno para rescindir los contratos celebrados con el Banco Central para la
administración de Rentas. El banco perdió de esta manera la facultad de emisión, pero
continuó operando como banco comercial hasta su liquidación.
En 1909, luego de la caída del General Reyes, se ordena la liquidación del Banco
Central de Colombia como instituto emisor (Gómez Arrubla, 1983, pág. 43). Mediante la Ley
69 de 1909 se había creado la Junta de Conversión, que buscaba cumplir el anhelo nacional
de la convertibilidad, dotando a esta institución de fondos para amortizar el papel moneda,
sin embargo, la junta no efectúo ninguna operación de conversión de billetes, a pesar de que
la Ley 70 de 1913 insistía en la necesidad de retirar de circulación los billetes del Banco
Nacional, a través de su conversión y posterior incineración. En el contexto de la Primera
Guerra Mundial, con la Ley 126 de 1914, se permite al gobierno tomar los fondos asignados
a la Junta de Conversión, en el caso de que las rentas nacionales no llegaran a $1.250.000
pesos mensuales, así los recursos fueron destinados a gastos comunes y continuó “el flagelo
del papel inconvertible” (Gómez Arrubla, 1983, pág. 48).
Dentro de los antecedentes de creación de la banca central en Colombia, se encuentra
un nuevo intento fallido en 1913 cuando:
"Convencido de que el caos monetario de Colombia era la causa principal de sus
desajustes fiscales, y del desorden general que reinaba en la economía, el Presidente
Carlos E. Restrepo contrató en agosto de 1913 los servicios de la casa Dreyfus y Cia.,
de París, para crear en Colombia un banco de emisión que llevaría el nombre de Banco
de la República. La oligarquía comercial y financiera colombiana brincó contra esta
decisión del Gobierno republicano, que calificó de “innecesaria”, “peligrosa’ y
“pavorosa”, no obstante haberse demostrado que la falta de un Banco Emisor era la
causante de la usura que carcomía al país, entre otras dolencias de tipo económico. A
la postre, la enorme presión de los bancos y de los grandes usureros nacionales obligó
182
al gobierno a rescindir los contratos con la Casa Dreyfus y se archivó la creación del
Banco de la República a comienzos de 1914" (Santos Molano, 2005).
Las leyes 65 de 1916 y 64 de 1917 pretendieron fijar un plazo para la convertibilidad
de los billetes, que según la última de estas leyes sería el 30 de junio de 1918, luego de esta
fecha los billetes del Banco Nacional dejarían de ser de recibo forzoso. La Ley 34 de 1919
derogó estas disposiciones. Los billetes legalmente emitidos por el Banco Nacional
continuaron siendo admisibles en los pagos hechos al Estado.
La organización bancaria
Entre 1909 y 1918 el Congreso Nacional discutió leyes bancarias, presentándose
discusiones en torno al derecho de emisión, evidenciando un dilema entre un sistema de
pluralidad bancaria, donde se permite la emisión de billetes a todos los bancos que cumplan
ciertos requisitos, y el sistema de unidad o monopolio, en el cual se concede el derecho de
emisión a un sólo banco. La mayoría de los proyectos optaban por el primer sistema (Gómez
Arrubla, 1983, pág. 43). A propósito, dice Herrera Chacón, que en las discusiones sobre
bancos de emisión en el Senado en 1917, predominó la posición en favor de la libertad de
emisión, el argumento en favor de la pluralidad se basó en la libre concurrencia en la
emisión de billetes bancarios, y señala que: “se objeta la existencia del banco único, haciendo
notar entre otras consideraciones de las escuelas tradicionales, la de que este banco con la
supremacía de la emisión puede llegar a tener predominio absoluto sobre nuestra vida
económica y política.” (Herrera Chacón, 1918, pág. 23), los argumentos planteados en estos
debates solían presentar como evidencia la experiencia desafortunada de los bancos
Nacional y Central.35
Una crítica al sistema basado en la pluralidad de emisión se expresaba de la siguiente
manera:
“La observación más seria que se puede oponer a esta concurrencia, es la de la
escuela clásica, según la cual la libertad bancaria produce en el campo de las
actividades comerciales un efecto contrario al producido por la libertad de industria
35 Corolario: De esas discusiones se evidencia un avance en la comprensión de la moneda y de su función social: “Tenemos, pues, cuatro funciones que se entrelazan íntimamente en el intercambio social: 1ª Es medio de cambio; 2ª Común medida de sus valores; 3ª Es su regulador necesario, y 4ª es elemento indispensable de su conservación” (Herrera Chacón, 1918, pág. 9) La moneda es una mercancía que cumple las funciones señaladas. Es una mercancía que sirve de intermediario en las relaciones comerciales y se fija el valor de los artículos en relación a ella.
183
manufacturera. La libre concurrencia en éstas, con el aumento de la oferta, abarata
el artículo; pero la concurrencia del billete bancario deprecia su valor y, por
consiguiente, encarece las mercancías” (Herrera Chacón, 1918, pág. 12).
La tesis de un banco central con privilegio exclusivo de emisión se empezó a imponer
desde 1918. Justamente, el 18 de junio de ese año inició en Bogotá la Conferencia Nacional
Financiera, presidida por Esteban Jaramillo, Ministro de Agricultura y Comercio, quien
presentó un proyecto de organización bancaria basado en el sistema de las Reservas
Federales de los Estados Unidos (Gómez Arrubla, 1983, pág. 44). En la misma conferencia
participaron los jóvenes dirigentes políticos Alfonso López y Mariano Ospina Pérez, quienes
demostraron la existencia de una aguda escasez de medio circulante en el país, y
defendieron los proyectos de constitución de un banco de emisión36.
En 1919 se presentaron dos proyectos bancarios a las cámaras legislativas. Uno de
banco único de emisión, que fue presentado por Félix Salazar, inspirado en el sistema de
Estados Unidos y basado en las recomendaciones hechas por Esteban Jaramillo, y otro
proyecto que contemplaba la pluralidad. El primer proyecto pasó un primer debate en la
Cámara de Representantes, pero el segundo debate fue aplazado (Gómez Arrubla, 1983,
pág. 44). En ese contexto, el representante a la Cámara, Lucas Caballero, señalaba su
preocupación por el aplazamiento del debate y el anuncio de arribo al país de tres nuevos
bancos extranjeros: el National City Bank, el Royal Bank of Canada y The Midland and River Plate
Bank Limited, de Londres, los cuales se sumaban al ya presente Banco Mercantil Americano,
que junto a su Compañía Mercantil de Ultramar, había establecido, según él, “una
inquietante red bancaria y de negocios de todo orden en el territorio nacional”. Caballero
también manifiesta la importancia de organizar el sistema bancario y el derecho de emisión:
“El derecho de emisión, sabiamente organizado, puede constituir un eficaz
medio de defensa para los organismos nacionales, a los cuales está vinculada
parte no pequeña de la riqueza colombiana, y al mismo tiempo puede constituir
un valioso recurso y un eficaz apoyo para el Estado. Es preciso considerar ambas
cosas, ya que la existencia de sólidos Bancos colombianos al lado de los
extranjeros es algo cuya conveniencia no puede discutirse y que requieren a un
36 El Tiempo, “Si hay escasez de medio circulante. Demostración numérica”, martes 25 de junio de 1918, página tercera.
184
tiempo los intereses el decoro de la Nación, que no podría sin grave prejuicio
prescindir de los propios organismos y de los elementos autóctonos para basarse
sólo en lo ajeno, deseable y bienvenido como ayuda eficaz, pero inaceptable
como centro mismo de las actividades económicas del Estado.” 37
En 1920, un proyecto similar al anterior fue presentado por Félix Salazar junto a los
senadores Nemesio Camacho y José María Phillips. El proyecto fue aprobado en el Senado,
pero el periodo legislativo no alcanzó para discutirlo en Cámara (Gómez Arrubla, 1983, pág.
44). Entre 1921 y 1922 se discutieron varios proyectos, cada vez con mayor preponderancia
del sistema unitario.38 El contexto en que se desarrollaba la controversia entre pluralidad y
unidad de emisión era complejo, cabe destacar algunas características del sistema: el control
bancario era poco y defectuoso; los recursos monetarios dispersos y comprometidos en
inversiones poco líquidas; los bancos contaban con facilidades excesivas de inversión, lo que
los inducía a invertir sus recursos en toda clase de negocios; el medio circulante era
inelástico, no se ajustaba a los cambios de la actividad económica. El medio circulante total
era de $38.069.679, de los cuales una proporción alta, $11.778.533, estaba concentrada en
monedas de plata y níquel de baja denominación; no se contaba con estadísticas bancarias
adecuadas; las tasas de interés altas y sujetas a cambios continuos; y las reservas
internacionales carecían de dirección.
“por todo lo anterior, la aparición de cualquier brote de desconfianza sobre la
capacidad de pago de los bancos a los dueños de los depósitos, se convertía
rápidamente en un pánico que terminaba por arruinar a estas instituciones. No
existiendo un banco central para conjurar estas crisis, la vida bancaria y
monetaria transcurría en medio de la mayor zozobra e intranquilidad” (Gómez
Arrubla, 1983, pág. 49).
De esta manera, las iniciativas de los colombianos para organizar un banco emisor
eran una respuesta a la inestabilidad política y la precariedad fiscal de la nación, y a la
escasez de medio circulante, que dependía de la cantidad de oro existente. En 1922, las
37 El Tiempo, “Organización Económica”, martes 2 de diciembre de 1919, página primera. 38 Entre tanto, la Ley 21 de 1921 prohibió la emisión de toda clase de documentos de crédito, que por su cuantía y condiciones editoriales, pudieran hacer las veces de moneda. Los documentos de crédito existentes en ese momento se dividían en cédulas y bonos de Tesorería emitidos por el gobierno, que ascendían a ocho millones de pesos; y cédulas bancarias emitidas por los bancos particulares, alrededor de cuatro y medio millones de pesos (Gómez Arrubla, 1983, pág. 49).
185
iniciativas coincidían en la necesidad de centralizar el privilegio de emisión, la
convertibilidad del billete, un sistema mixto de administración y el libre comercio de oro.
En las sesiones extraordinarias del Congreso en 1922, la Cámara discutió tres proyectos de
banco emisor, de allí surgió la Ley 30 del 26 de junio de 1922 que autorizaba al gobierno a
constituir un banco central.
El responsable de sancionar la Ley fue el presidente encargado Jorge Holguín39.
Posteriormente, el presidente Pedro Nel Ospina expidió la Ley 60 de octubre 23 de 1922, la
cual autorizaba al poder ejecutivo para la contratación de una misión de expertos extranjeros
para el estudio de las finanzas públicas, cuya finalidad era “la reorganización de los
servicios, rentas e impuestos nacionales”.
Lucas Caballero, un político y militar santandereano, luego de llamar la atención sobre
la carencia de capitales necesarios para fomentar la industria y la infraestructura que
permitiese a los productores sacar sus productos, hacía el siguiente balance del periodo
parlamentario de 1922:
“El Congreso de 1922 procuró despejar la situación fiscal, crear un factor
prestantísimo en el desarrollo económico, como habría de serlo el Banco de la
República (…). No menos evidente es que los recursos para tal desarrollo tiene
que procurárselos del extranjero por medio del crédito y que ese crédito no
puede ser lo grandioso a que esta llamado sino con un arreglo fiscal que presente
una situación limpia y firme (…)
Otro elemento central del crédito de la República tiene que ser la seguridad por
parte del prestamista de reembolsar la riqueza que confía, tanto por la capacidad
fiscal de la Nación como por la solidez de su sistema monetario: con el
desequilibrio del presupuesto de un lado y el establecimiento del banco de
emisión por el otro, el Congreso ha procurado dos factores prestantísimos para
generar confianza respecto de Colombia en los centros financieros mundiales.
Con esas provisiones legislativas y con el respaldo de la indemnización
americana, así como con el del creciente desarrollo económico nacional, habrá
de ser no sólo posible sino sencillo conseguir los grandes empréstitos
39 Ya tenía experiencia con bancos centrales, había sido Secretario de Hacienda del presidente Núñez y director del Banco Nacional, fue presidente encargado en 1909, correspondiéndole la tarea de liquidar el Banco Central (Gómez Arrubla, 1983, pág. 45)
186
contemplados en la Ley de autorizaciones para construir vías férreas
eminentemente reproductivas.
Y complemento necesario para el mejor arreglo fiscal de la Nación y perfeccionar
sus servicios públicos, fue la Ley por la cual se autorizó la traída de técnicos
extranjeros, con los cuales haya de acometerse una fundamental reorganización
administrativa. Esa medida se imponía con urgencia clamorosa.”40
Así, después de dos décadas de búsqueda de la estabilidad monetaria y fiscal se
presentaban condiciones favorables. El modelo propuesto era un banco central de emisión,
giro, depósito y descuento que se basaba en la recién creada Reserva Federal de los Estados
Unidos41.
Kemmerer en Colombia
Las relaciones entre Estados Unidos y Colombia habían sido tensas desde el incidente
que provocó la separación de la región de Panamá. Las relaciones mejoraron a medida que
Colombia mostró interés en atraer capital y empresas norteamericanas como mecanismo
para acelerar el desarrollo del país42; lo que se conjugó con el deseo de los Estados Unidos
de ampliar su influencia política y financiera en el hemisferio occidental43. A esto se sumó
el descubrimiento de petróleo en Colombia. Ese acercamiento se refleja en la firma del
Tratado Thomson—Urrutia, el 6 de abril de 1914. En el Tratado Estados Unidos se
disculpaba por el incidente de Panamá y se acuerda una indemnización de 25 millones de
dólares. El Tratado fue ratificado en marzo de 1922, con lo que las negociaciones entre
inversionistas se incrementan, sin embargo, los banqueros norteamericanos guardaban sus
reservas ante la historia financiera de Colombia, esto a pesar de las mejoras mostradas desde
la reforma monetaria realizada por la administración Marroquín en 1903, en la cual se buscó
disminuir el déficit fiscal y el ritmo de crecimiento de la oferta monetaria.
“Aunque algunos inversionistas estaban ansiosos por invertir, las agencias de
préstamos más prominentes de Norteamérica, como el J.P. Morgan Co. y Kuhn, Loeb
40 El Tiempo, “El Año Parlamentario”, lunes 1 de enero de 1922, página sexta. 41 Kemmerer participó activamente en el diseño del sistema de reserva federal (Fed) (Kemmerer, 1913). 42 Más adelante afirmará Marco Fidel Suarez, presidente entre 1918 y 1921, que: “Ha llegado la hora de la americanización, como llamamos los ciudadanos progresistas al impulso proveniente de América, es decir, de los Estados Unidos y que se dirige a transformar esta ínsula". Los sueños de Luciano Pulgar (1925). Citado por Meisel (1990, pág. 221) 43 La creciente dominación estadounidense en América Latina coincide con la creación de su sistema de crédito, el sistema de Reserva Federal (Fed) en 1913.
187
& Co., se abstuvieron. Era prácticamente imposible realizar inversiones importantes
en Colombia sin el respaldo de estas grandes casas de inversión. Ellos estaban a la
expectativa de una mayor seguridad que podría venir con la estabilidad política y la
reorganización fiscal y financiera.” (Dalgaard, 1980, pág. 100).
Kemmerer reconoció las necesidades de inversión que tenía el país:
"Colombia es un país rico en recursos naturales, pero pobre en capital (...) Para
su desarrollo económico en el futuro inmediato, Colombia necesitará las
cantidades sustanciales de capital y puesto que el capital es más barato en el
extranjero que en Colombia es deseable que la República haga un esfuerzo
deliberado para atraer la capital extranjera al país.”44
El establecimiento de un sistema bancario y financiero era condición de la inversión
de los Estados Unidos en Colombia. Los inversionistas norteamericanos estaban interesados
en invertir en este país, ejemplo de ello es que una de las primeras comunicaciones que
recibió Kemmerer, tras conocerse la noticia de que él sería consejero financiero del gobierno
colombiano, provino de Henry F. DuBois de la firma J.G. White and Co. de Wall Street; a su
carta anexaba dos informes de su empresa sobre Colombia, uno de enero de 1922 y otro de
febrero de 192345. Los inversionistas estaban dispuestos a invertir su dinero en Colombia,
sin embargo, la situación financiera del país a principios de la década de 1920, a pesar de
ser mucho más estable que las décadas que la precedían, no generaba suficiente confianza a
los inversionistas extranjeros (Dalgaard, 1980, pág. 101).
Las misiones financieras dirigidas por Kemmerer en Colombia en 1923 y 1930 sellaron
el establecimiento de un banco central y la reorganización completa de los sistemas
financiero y fiscal colombiano. Las reformas ofrecieron la estabilidad necesaria para
garantizar la inversión extranjera, principalmente norteamericana, que ayudó a desarrollar
la infraestructura económica y financiera del país. La primera Misión fue contratada por
44 Correspondencia: Kemmerer al Presidente Ospina, 18 de agosto de 1923. Citado por Dalgaard (1980, pág. 102). 45 Correspondencia: DuBois a Kemmerer, 10 de febrero de 1923.
188
Pedro Nel Ospina en 192346. Kemmerer y su equipo de trabajo llegaron a Bogotá el 10 de
marzo de 1923 y en tan sólo dos meses presentaron diez proyectos de ley.47
“El papel de Kemmerer se concentró, más que en modificar la legislación
existente, en darle credibilidad a la misma, porque los expertos extranjeros
encontraron que las disposiciones entonces existentes en Colombia seguían de
cerca las establecidas para el Sistema de la Reserva Federal que en los Estados
Unidos cumplía funciones de Banca Central.” (Hernández Gamarra, La Banca
Central en Colombia, 2001b)
La misión Kemmerer de 1923 permitió ofrecer garantías de condiciones mínimas de
estabilidad fiscal y monetaria, y en ese sentido facilitó que los banqueros norteamericanos
invirtieran parte de sus excedentes de capital en la economía colombiana.
“Pero más allá de eso, la influencia de Kemmerer se hizo sentir en el
establecimiento de un verdadero sistema financiero nacional, con la creación de
la Superintendencia Bancaria como organismo supervisor del funcionamiento
de los bancos, y en la puesta en práctica de disposiciones que le facilitaron al
gobierno recursos fiscales para financiar sus gastos, sin necesidad de recurrir a
la emisión monetaria” (Hernández Gamarra, La Banca Central en Colombia,
2001b).
Kemmerer, conforme a los principios clásicos de la hacienda pública, consideraba que
la preservación del equilibrio fiscal era urgente para la economía colombiana. El gobierno
buscó recuperar la credibilidad en el manejo de la política económica, tanto en el interior
46 El Departamento de Estado, a través del Secretario Hughes, había recomendado a Kemmerer ([24 de noviembre de 1923] 1994, pág. 139), y Enrique Olaya Herrera, quien oficiaba como embajador en los Estados Unidos, fue el encargado de contratarlo. El equipo lo integraban Howard M. Jefferson, experto en temas bancarios y de finanzas, Fred Rogers Fairchild, experto en organización rentística y tributaria, Thomas Russell Lill, experto en auditoría, y Frederick Bliss Luquiens, traductor y secretario de la Misión. Además, contó con el apoyo de Esteban Jaramillo, en calidad de asesor jurídico de la misión, Vicente Villa, un empresario colombiano residente en Nueva York que colaboró de forma voluntaria. Kemmerer se referiría, posteriormente, sobre Jaramillo como “una de las mentes más brillantes que yo haya tenido el privilegio de conocer en América Latina” (Kemmerer, [24 de noviembre de 1923] 1994, pág. 140). 47 De los proyectos de ley presentados el Congreso aprobó ocho: La Ley 25 que establecía el estatuto orgánico del Banco de la República; La Ley 45 que reglamentaba los bancos privados y establecía la Superintendencia Bancaria; La Ley 46 sobre títulos negociables; La Ley 20, orgánica del papel sellado y del timbre nacional; La Ley 42, que reorganizó la contabilidad nacional y creó la Contraloría General. La Ley 34, sobre formación del presupuesto nacional; La Ley 3l, por la cual se fijaba el número y nomenclatura de los ministerios; y La Ley 36, sobre la administración y recaudo de rentas nacionales (Meisel Roca, 1990, pág. 221) (Kemmerer, [24 de noviembre de 1923] 1994, págs. 141-3).
189
como hacia el exterior del país, mediante dos reformas llevadas a cabo en 1923: la reforma
financiera, expresada en el estatuto del Banco de la República (Ley 25) y la creación de la
Superintendencia Bancaria (Ley 45), y la reforma fiscal, que incluye la organización del
presupuesto nacional (Ley 34), el recaudo y administración de rentas (Ley 36) y la creación
de la Contraloría General de la República (Ley 42)48. La Misión dejó claro que el presupuesto
nacional como institución democrática debería reflejar el querer de los contribuyentes y su
disponibilidad a financiarlo (Avella Gómez, 2003, pág. 33).
“La preocupación primordial en ese momento, era darle solidez y estabilidad al
billete como el signo monetario que más se estaba necesitando para el flujo
normal de la actividad económica. El éxito del billete se confundía con el éxito
del mismo banco” (Gómez Arrubla, 1983, pág. 50).
Félix Salazar, en su informe a la junta directiva del banco (Salazar J., 1924) señalaba
seis funciones básicas que cumplió el banco en su primer año de funcionamiento: 1) unificar
el numerario nacional; 2) sanear el medio circulante monetario; 3) dar elasticidad a ese
medio circulante; 4) procurar la estabilidad de los cambios internacionales; 5) servir de
factor en la nivelación de la tasa de interés; y 6) servir de lazo de unión y de apoyo a los
demás establecimientos bancarios.
El objetivo central de la creación del Banco de la República era recuperar la confianza
en la moneda y afianzar el billete como medio de pago. La estrategia consistió en adoptar el
patrón oro, clásico y rígido, e imponer un encaje del 60% en oro como respaldo de los billetes
en circulación, buscando así ofrecer garantía a los tenedores de billetes del banco (Gómez
Arrubla, 1983, pág. 56).
En 1923 se planteó la necesidad de realizar dos operaciones previas que resultaban
indispensables antes de que entrara en operación el Banco de la República; la primera
consistía en retirar de circulación la mala moneda, la segunda era conseguir a los accionistas
que suscribieran el capital necesario. En la exposición de motivos de la Ley 23 de 1923,
quedó plasmada la preocupación de cómo poner en circulación nuevos billetes de forma
gradual, sin provocar inflación monetaria; pero hacerlo lo suficientemente rápido para
compensar el retiro de documentos de crédito que circulaban como moneda. El reto
48 De esta forma se quería garantizar la estabilidad de las instituciones, que no se había logrado con el Código Fiscal de 1912 ni con la Ley 7 de 1916, sobre presupuestos nacionales.
190
consistía en lograr un vacío en la circulación de millones de monedas depreciadas, mala
moneda, y colocar en él los billetes propios del Banco de la República.
En ese intento había fracasado tanto el Banco Nacional como el Banco Central de
Colombia. La experiencia indicaba que era necesario inspirar confianza en el billete emitido
por el banco y desvanecer la idea de control estatal en el manejo monetario y crediticio, por
la animadversión generada por las experiencias de los bancos centrales anteriores. En ese
orden de ideas, la Ley 30 de 1922 había dispuesto la conformación de una junta directiva del
banco compuesta por siete miembros, de los cuales cuatro serían accionistas particulares, se
conformaba entonces un establecimiento de derecho privado, pero con el Estado como
mayor accionista.49
Retirar las cédulas y bonos tanto de bancos particulares como del gobierno resultaba
riesgoso en un clima de confianza erosionada en la intervención económica del gobierno, la
cual se trasmitiría rápidamente al banco. El riesgo consistía en que una vez los nuevos
billetes emitidos llegaran a manos del público este decidiera convertir los billetes en su
equivalente en oro con el fin de exportar el metal, y de esta manera el país se viera forzado
a retornar automáticamente a un régimen de papel moneda.
La expedición de las leyes 30 y 117 de 1922, basadas en el sistema de Reservas
Federales de los Estados Unidos, fueron la base de la Ley 25 de 1923, la cual organiza el
Banco de la República. Dicha ley sería expedida en sesiones extraordinarias del Congreso
de la República, sobre la base de los consejos de la misión financiera.
Los bancos privados mostraron su inconformismo ante los proyectos de ley de la
Misión. Por ejemplo, algunos bancos de Bogotá elevaron una protesta en forma de Memorial
al Congreso, señalando la falta de un conocimiento profundo de la realidad colombiana por
parte de los integrantes de la misión y su inquietud por la ruptura institucional que ésta
proponía. Señalan:
“no hay que olvidar que la industria bancaria ha vivido en Colombia, desde
1881, hasta hoy, sobre el piso deleznable del papel moneda, emitido por el
49 La primera enmienda a la Ley 25 de 1923 fue la Ley 17 de febrero 5 de 1925, que modificó los Estatutos del Banco en la composición de la Junta Directiva, ahora: tres banqueros, tres hombres de negocios y un representante del público en general. Continúo el predominio de los bancos particulares en la Junta Directiva.
191
Estado con entera franqueza y como método fiscal, hasta 1908, y desde entonces
con disfraces jurídicos de distinto orden.” 50
En el mismo documento señalan de “draconiano y tiránico” el código de
“Establecimientos bancarios”. Consideraban que la regulación y vigilancia bancaria suponía
un “cercenamiento de su libertad”.51 Sin embargo, un suceso imprevisto, la suspensión de
pagos del Banco López, aceleró la puesta en marcha de la Ley y la apertura del Banco de la
República, la cual estaba programada para enero de 1924 (Kemmerer, [26 de julio de 1923]
1994).
El Banco López estuvo a punto de la suspensión de pagos a sus depositantes, lo que
habría generado la amenaza de pánico52 y hubiese sido un duro golpe sobre el ahorro en el
país.
El gobierno reaccionó rápidamente ante la situación y convoco a las partes interesadas
a buscar soluciones:
“Todo el día de ayer y gran parte de la noche deliberaron las Juntas, en palacio
y en el Banco López, con el concurso eficacísimo de dos miembros de la Misión
de Consejeros financieros, los señores Lill y Fairchild, y al fin se llegó a una
solución plenamente satisfactoria y que conjura todos los peligros.”53
50 El Memorial al Congreso está fechado el 19 de junio de 1923 y está firmado por el gerente del Banco Central, G. González Lince, el Sub-gerente del Banco de Bogotá, Vicente A. Vargas, el gerente del Banco Hipotecario de Colombia, Jaime Holguín, y el gerente del banco López, E. López Pumarejo. Reproducido en el periódico El Tiempo el miércoles 20 de junio de 1923, bajo el título Los Bancos de la ciudad y la Misión Financiera. Memorial al Congreso, pp. segunda. 51 Dentro de los opositores de los proyectos de Banco de Emisión y legislación bancaria, se encontraban Tomás O. Eastman y Carlos E. Restrepo. En la Cámara de Representantes los principales defensores de las reformas fiscales, económicas y administrativas propuestas por la Misión fueron los liberales Jorge Gartner, Lucas Caballero y Nemesio Camacho. 52 La insolvencia del Banco López sería producto de rumores que aceleraron el retiro de fondos del banco por parte de sus clientes y por dificultades y demora en el perfeccionamiento de un contrato relacionado con el ferrocarril del Tolima-Huila-Caquetá que implicaba un deuda del Departamento del Tolima con la casa de Pedro A. López y Cía., por cerca de $900.000 oro, que el Gobierno tomó a su cargo para solucionar el problema de insolvencia del Banco López. El Tiempo, “La actual situación del Banco López”, lunes 16 de julio de 1923, página primera. Es probable que la baja en los precios del café, uno de sus negocios más importantes, haya sido otra de las razones que experimentó esta casa comercial en la época y que afectaron indirectamente al Banco. 53 El Tiempo, “Editorial: Queda solucionado todo peligro de crisis bancaria. Los arreglos del Gobierno con el Banco López”, lunes 16 de julio de 1923, página primera. En esa edición se publicaron los balances de los Bancos Nacionales que funcionaban en Bogotá: Banco Hipotecario de Colombia, Banco de Bogotá, Banco Central, Banco de Colombia y Banco López.
192
La solución consistió en la compra, por parte del Gobierno, del edificio donde
funcionaba el Banco López, con un pacto de retroventa, por la suma de $750.000. El Edificio
sería destinado a las oficinas del Banco de la República.
La campaña de la prensa para tranquilizar al público y la intervención oportuna del
Gobierno “llevaron la calma a todos los espíritus”54.
Estos hechos precipitaron la puesta en marcha de la Ley 25 de 1923, aprobada el 11 de
julio y publicada en el Diario Oficial el día 16 del mismo mes. El artículo 10 establecía la
conformación de un Comité organizador del Banco de la República compuesto por cinco
miembros: el Ministro del ramo, que será el presidente natural, y cuatro miembros
designados por el presidente de la República: dos banqueros nacionales, un banquero
internacional y un hombre de negocios o profesional. El mismo 16 de julio se procedió a
conformar el Comité. Por los bancos nacionales los integrantes fueron Félix Salazar y
Manuel Casabiancas, por los bancos extranjeros fueron Sam B. Koppel, Gerente del Banco
de Londres y Río de la Plata, y como hombre de negocios Carlos A. Ureta. Como Secretario
del Comité fue nombrado Gustavo Michelsen. El Comité se instaló bajo la presidencia de
Gabriel Posada, Ministro del Tesoro.
La Ley establecía que el comité no podría durar más de 4 meses, en los cuales debería
diseñar los estatutos y nombrar al presidente del banco. La fecha estimada de apertura del
banco fue la primera quincena de noviembre.
El retiro masivo de depósitos del Banco López continuó hasta el martes 17 de julio, día
en que las directivas del banco tomaron la decisión de girar cerca de $265.000 a la Junta de
Conversión para que ésta se encargará de pagar los depósitos de la Caja de Ahorros55, y
luego se procedió a suspender los pagos y cerrar definitivamente las puertas del Banco. El
cierre se precipitó por culpa de una decisión desprevenida de un funcionario de la Tesorería
General de la República, quien ordenó retirar fondos depositados en el Banco López, para
54 El Tiempo, “Editorial: Al margen de los sucesos”, martes 17 de julio de 1923, página primera. “es honroso para esta ciudad que tantas veces se tacha de neurasténica y ligera, el que en una hora grave haya conservado íntegramente el dominio de sus nervios y haya procedido guiándose sólo por la razón, con gallarda serenidad.” 55 Kemmerer señala que esta medida se acercaba a la ilegalidad, sin embrago, fue bien recibida en cuanto defendía los intereses de los más pobres, pues se entregaba el dinero a los ahorradores y se suspendía el pago a otros acreedores; y al tiempo evitaba el desagrado del público frente al Banco (Kemmerer, [26 de julio de 1923] 1994, pág. 125).
193
realizar giros ordinarios, una cifra inferior a $130.000 pesos que fue suficiente para generar
problemas de liquidez al banco56.
“Pero ha sido baldío nuestro esfuerzo, y una vez más se ha comprobado que no
es la razón lo que preside los actos humanos. El interés de los deudores del
banco estaba en no provocar la suspensión de pagos, y la han hecho inevitable”57
El periódico La República, el 16 de julio, acusó al Ministro del Tesoro, Gabriel Posada
Villa, de ser el responsable de esos retiros aprovechándose de la información que los
directivos del Banco López le habían suministrado58.
“Fueron los pobres, los que con sus economías lo perdían todo, quienes dieron
ejemplo de serenidad y de buen juicio.
En cambio, los fuertes tenedores giraron recia y despiadadamente, la mayor
parte por conducto de otros Bancos, a donde llevaron sus cuentas”59
El miércoles 18 de julio se empezaron a presentar rumores la posible quiebra del Banco
de Bogotá, el público realizó retiros masivos de depósitos, Kemmerer señala que el banco
inició operaciones ese día con $800.000 pesos en sus bóvedas y término el día con tan sólo
$300.000 ([26 de julio de 1923] 1994, págs. 127-8).
El periódico El Tiempo describió de la siguiente manera la situación de histeria que se
estaba presentando:
“se hizo sentir ayer un rumor insensato contra el más antiguo y el más prudente
de los bancos de la ciudad (…) ¿Cuál fue la causa de esos rumores? ¡Vayan
ustedes a saberlo!
Pero no, las causas existen y son bien claras. Ayer los temores de las gentes
ligeras tuvieron dos motivos: las leyendas inocentes forjadas en unos cerebros
calenturientos, y los chismes malévolos de algunos despechados, que a un bajo
sentimiento de rencor o de envidia querían sacrificarlo todo. Y así se cometieron
56 El contrato del ferrocarril no se había perfeccionado., por no estar concluidos los inventarios y avalúos, por lo cual el gobierno no podía desembolsar dineros. 57 El Tiempo, “Editorial: Ante la crisis bancaria”, miércoles 18 de julio de 1923, página primera. 58 El Ministro del Tesoro desmintió tal situación, y explicó la forma en que el Gobierno ayudo al Banco. El Tiempo, “La actitud del Gobierno en la crisis del Banco López”, miércoles 18 de julio de 1923, página primera. 59 El Tiempo, “La suspensión de pagos ayer en el Banco López”, miércoles 18 de julio de 1923, página primera.
194
ayer en la esquina de la calle 13, a más de innúmeras tonterías, unos cuantos
delitos del más repugnante carácter.
Presenciamos escenas curiosas: en un corrillo alguien aseguraba con la mayor
energía: ‘La Industria Harinera acaba de retirar del banco de Bogotá doscientos
mil pesos oro; en este instante vi salir un carro atestado de mochilas; me consta
ese giro!’ Y un amigo del Banco, igualmente exaltado, le replicaba: ‘Falso; la
verdad es todo lo contrario; esta mañana vi aquí a un empleado de la Industria
consignando $25.000 en billetes nacionales’ Llamamos, alarmados, al señor
Gerente de esa empresa, para preguntarle cuál era la verdad, y nos contestó
plácidamente: ‘La Industria Harinera no tiene cuenta en el Banco de Bogotá’.”60
Todo parecía indicar que el día jueves 19 de julio el Banco de Bogotá tendría un final
similar al del Banco López y que la siguiente víctima del pánico sería el Banco de Colombia.
En la mañana del miércoles 18 de julio Kemmerer había propuesto iniciar de
inmediato la puesta en operación del Banco de la República. Ante el clima de nerviosismo
y tensión que se vivía en las calles, los miembros del Comité Organizador discutían la
propuesta. Sin embrago, Kemmerer señala que:
“En lugar de afrontar la situación con calma y discutir los posibles medios y arbitrios
ordenadamente, buena parte de los asistentes empezaron a perder la cabeza. El más
disparatado de todos era Félix Salazar, quien consideraba que el plan presentaba
demasiados inconvenientes y hablaba sobre el mismo con gran nerviosismo.” ([26 de
julio de 1923] 1994, pág. 130).61
El trabajo del Comité organizador del banco se aceleró, e incluso sus miembros
renunciaron a su remuneración. La primera dificultad que se presentó fue que el Banco no
tenía billetes, pero el propio presidente de la República recordó que en Medellín existía el
esqueleto de entre tres y cuatro millones de certificados de oro sin emitir, fabricados por la
60 El Tiempo, “Los sucesos de ayer: El pánico de la calle 13. Una serie de absurdos”, jueves 19 de julio de 1923, página primera. 61 Kemmerer estaba convencido de que la aplicación de las reformas financieras sólo empezaba cuando las leyes respectivas eran sancionadas, y allí surge el problema más serio, encontrar el personal idóneo para desempeñar las funciones y asumir las responsabilidades. En ese sentido, resulta curioso que las referencias de Kemmerer sobre Félix Salazar, quien sería el primer gerente del Banco de la República, entre 1924 y 1926, nunca fueron afortunadas, al respecto afirma en sus memorias: “Él es un hombre muy enérgico, pero carece de un conocimiento básico sobre los principios que rigen la moneda y la banca; se muestra demasiado obstinado con sus puntos de vista y actúa siempre antes del momento propicio.” ([26 de julio de 1923] 1994, pág. 129).
195
American Bank Note, los cuales se podrían hacer llegar a Bogotá y se contramarcarían como
billetes provisionales del Banco de la República, mientras el banco fabricaba sus propios
billetes (Kemmerer, [26 de julio de 1923] 1994, págs. 133-4). (Kemmerer, [24 de noviembre
de 1923] 1994, pág. 147).
Para ganar tiempo, Kemmerer hizo una propuesta audaz: decretar días cívicos el
viernes y el sábado, al cual podrían acogerse los bancos. 62
“El trabajo diligente e imparcial del Congreso y el Ejecutivo en las Sesiones
Especiales para estudiar las proyectos de la Comisión estuvo acompañado de
un espíritu patriótico que jamás he visto igualado por otro país en tiempos de
paz. Parecía que durante junio y julio los miembros del Congreso de ambos
partidos hubieran olvidado sus diferencias políticas, prejuicios y ambiciones
egoístas con un fervor de servidores públicos que es honroso para cualquier
país” (Kemmerer, [24 de noviembre de 1923] 1994, pág. 143).
La segunda acción que tenía que realizarse con urgencia fue suscribir las acciones.
Cosa que habían adelantado ya el gobierno y los Bancos de Colombia, Bogotá y Central
solicitando su admisión al sistema bancario, luego suscribieron sus acciones. La aprobación
de los estatutos y el reglamento interno del Banco, que incluía definir la composición de la
Junta Directiva, que nombraría al gerente, compuesta por nueve miembros: tres elegidos
por el gobierno, cuatro por los bancos nacionales, de los cuales dos deberán ser banqueros
y dos profesionales u hombres de negocios, dos miembros elegidos por los bancos
extranjeros, uno banquero y orto profesional. Si los accionistas particulares llagasen a poseer
más de $500.000 en acciones, podrían nombrar un miembro de la Junta Directiva, con lo cual
ésta llegaría a diez miembros. Al establecerse la Junta Directiva el Comité organizador del
banco dejó de existir. La Junta fue nombrada por un periodo que terminaba el 31 de
diciembre del mismo año y el gerente fue José Joaquín Pérez.
El 23 de julio de 1923 el Banco de la República abrió sus puertas, éste junto a la Junta
de Conversión pusieron a salvo a los establecimientos de crédito amenazados por el pánico
bancario. Así iniciaba el editorial del periódico el Tiempo el lunes 23 de julio de 1923:
62 El Decreto No. 1032 de 18 de julio de 1923 declaró días festivos el jueves y el sábado en honor al trabajo realizado por las sesiones extraordinarias del Congreso de la República.
196
“Hoy empieza a funcionar el Banco de la República. Esa redentora institución
hubo de crearse con rapidez la más encomiable en un momento de súbita crisis,
para conjurar peligros sociales de incalculable trascendencia devastadora, de
suerte que por el momento ése tiene que ser su objetivo y su preocupación
dominante”63
El jefe de la misión extranjera expresaba de la siguiente manera la importancia de los
acontecimientos:
“Colombia volvió a ser regida por el patrón oro a partir del establecimiento del
Banco de la República el lunes 23 de julio. De hecho, el pánico empezó a ceder
tan pronto se supo que el Banco de la República abriría sus puertas, y para el
lunes por la mañana, cuando inició actividades, la crisis había sido
completamente superada” (Kemmerer, [26 de julio de 1923] 1994, págs. 136-7).
El Banco de la República se encargó de amortizar los bonos de Tesoro y cédulas de
tesorería y los bancos particulares se encargaron de ir recogiendo las cédulas hipotecarias.
Así se fue creando el vacío monetario donde el banco fue colocando sus billetes
paulatinamente. De esta manera, se fueron logrando dos resultados: disminuir la
multiplicidad de signos monetarios en el país y dejar en el mercado únicamente el billete
convertible en oro, que el público valoraba como moneda sana.64
Conclusiones
La construcción histórica de la banca central en México y Colombia fue un proceso
lento, marcado por confrontaciones, muchas veces violentas, entre grupos económicos,
políticos y sociales. La visión de cada grupo respecto al sistema monetario y bancario
obedecía a los ideales de organización política y económica del Estado-nación. La moneda
y los bancos juegan así un papel central en el surgimiento y consolidación del Estado-nación
centralización política y económica
Tanto en Colombia como en México el poder político intervino en la creación de los
bancos centrales, pues los grupos de poder reconocieron que el banco central era un
63 El Tiempo, “Editorial: Los sucesos de ayer: El Banco de la República”, lunes 23 de julio de 1923, página primera. 64 “y desde entonces ha sido el único país de Suramérica del cual se puede afirmar que verdaderamente está basado en el patrón oro” (Kemmerer, [24 de noviembre de 1923] 1994, pág. 148).
197
instrumento eficiente para centralizar funciones y gana autoridad y legitimidad territorial.
En ambos casos la función de velar por la estabilidad del sistema de pagos sucumbió al uso
por parte del actor político del recurso fácil de la emisión monetaria para resolver problemas
fiscales, en particular para financiar campañas bélicas en contra de los opositores políticos.
La instauración de la banca central en Colombia y México está precedida de una era
de banca de emisión o banca libre, en la que los bancos comerciales gozaron de derecho de
emisión y en algunos casos asumieron funciones de banca central, en particular dando
apoyo crediticio y fiscal de gobierno. La banca de emisión monetizó la economía a través de
la emisión de signos monetarios, permitió la ampliación de los mecanismos de crédito.
La organización de negocio bancario planteó en ambos países debates en torno a el
carácter de la circulación monetaria: si la aceptación del signo monetario debería ser
obligatorio (curso forzoso) o voluntario (dinero basado en la confianza); sobre el derecho de
emisión: si debería existir libertad para emitir billetes o si era preferible entregar el
monopolio de la emisión a un único establecimiento; y el tipo de intervención del gobierno
en la actividad bancaria: limitar sus funciones a la supervisión del negocio bancario o
establecer su propio banco.
A pesar de los múltiples intentos, la creación de la banca central no fue posible en el siglo
XIX, tanto en Colombia como México las causas son la imposibilidad de llegar a un consenso
social y político y la penuria de la hacienda pública. La maduración del sistema bancario fue
lenta, y a ese ritmo se fue permitiendo el desarrollo de una estructura financiera y bancaria
que se evidencia en una creciente monetización de la economía y del crédito, en México
durante el porfiriato y en Colombia durante la década de 1910. La ampliación paulatina de
la circulación de billetes de banco y de las operaciones de crédito comercial garantizó la
liquidez que demandaban las transacciones comerciales en países donde la lógica de los
mercados locales y regionales impera sobre los nacionales.
La transferencia de tecnología recibida por las misiones financieras de Kemmerer fue
mínima. Muchos de los países visitados por el money doctor ya habían concebido las reformas
institucionales en materia fiscal y monetaria. La presencia de Kemmerer obedeció, en la
mayoría de los casos, al interés de élites locales en mejorar su acceso a los mercados de
bienes y de capitales norteamericanos. Kemmerer, en sus memorias, pone en evidencia las
relaciones entre los intereses internos y externos y entre lo local y lo regional y los conflictos
entre élites.
198
Las políticas monetarias, validadas por Kemmerer, se orientaron a dos objetivos
centrales. La inflación al interior de los países y la estabilización de la tasa de cambio en el
plano exterior. El cumplimiento de ambos objetivos exigía una política estricta en cuanto a
la creación monetaria y a las reservas. Las monedas nacionales fueron ancladas al dólar para
favorecer la confianza de los capitalistas extranjeros.
La creación del sistema de banca central en Colombia y México permitió a los
gobiernos utilizar los instrumentos de la política fiscal y monetaria para consolidar procesos
de centralización económica, ampliación e integración del negocio bancario, expansión del
crédito, la integración territorial y la cohesión social por medio de la unificación de los
signos monetarios de un país.
Bibliografía
Aglietta, M. (2007). Universalité et transformations de la monnaie: la nature des crises
monétaires. En B. Théret, La monnaie dévoilée par ses crises. Vol. II: Crises monétaires en
Allemagne et en Russie au XXe siècle (págs. 17-41). Paris: Éditions de l'École des Hautes.
Aglietta, M., & Cartelier, J. (2002). Orden Monetario de las Economías de Mercado.
Cuadernos de Economía(36), 41-75.
Aglietta, M., & Orléans, A. (1998). La monnaie souveraine. París: Odile Jacob.
Avella Gómez, M. (septiembre/octubre de 2003). El Busqueda de la Estabilidad Monetaria
y Fiscal: Una perspectiva histórica a partir del legado de Edwin W. Kemmerer.
Economía Colombiana(298), 29-37.
Avella Gómez, M. (2009). Pensamiento y Política Monetaria en Colombia. Bogotá: Banco de la
República.
Babb, S. (2005). Del nacionalismo al neoliberalismo: El ascenso de los nuevos Money Doctors
en México. En D. Mato, Políticas de economía, ambiente y sociedad en tiempos de
globalización (págs. 155-172). Caracas: Universidad central de Venezuela.
Bátiz Vázquez, J. A., & Canudas Sandoval, E. (1980). "Aspectos financeros y monetarios
(1880-1910)". En C. Cardoso, México en el Siglo XIX (1821-1910): Historia Económica y
de la Estructura Social (págs. 405-436). México, D.F.: Editorial Nueva Imagen.
Blinder, A. S. (1998). El Banco central: Teoría y Práctica. Barcelona: Antoni Bosh.
Breceda, A. (1920). México Revolucionario. 1913-1917. Volumen 1. Madrid: Tipografía Artistica
Cervantes.
199
Caballero, L. (7 de diciembre de 1919). Discurso Pronunciado en la Camara de
Representantes, diciembre 6 de 1919. El Tiempo, pág. 3.
Cardoso, C. (1980). México en el Siglo XIX (1821-1910): Historia Económica y de la Estructura
Social . México, D.F.: Editorial Nueva Imagen.
Caro, M. A. ([1886] 1986). "Informe de una Comisión Sobre Establecimientos de Crédito.
Informes al Consejo Nacional de Delegatarios". En Ó. Rodríguez Salazar, Estado y
Economía en la Constitución de 1886 (págs. 217-219). Bogotá: Contraloría General de la
República.
Ciro, E. (2012). "Incetidumbres de la historia monetaria: lealtades, verdades y herramientas
de la economía y la historia". En Ó. Rodríguez Salazar, & D. Arevalo H., Propuestas
y Debates en Historia Económica (Vol. Tomo I, págs. 87-136). Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia.
Colombia. (1923). Estudio Sobre los Proyectos de Ley Relativos a Establecimientos Bancarios,
Instrumentos Negociables. Informe al Senado, por la Comisión de Hacienda y Tesoro y
Discursos del Doctor Antonio José Uribe, Presidente de la Comisión. Bogotá: Imprenta
Nacional.
Correa R., J. S. (Primer semestre de 2009a). "Banca y Región en Colombia, 1850-1880". Revista
de Economía Institucional, 11(20), 15-44.
Correa R., J. S. (2009b). "Del Radicalismo a la Regeneración, La Cuestión Monetaria (1880-
1903). Revista de Economía Institucional, 161-178.
Correa R., J. S. (Noviembre de 2011). Bancos y nación: El Debate Monetario, 1820-1922.
Credencial Historia.
Dalgaard, B. R. (Mar. de 1980). Monetary Reform, 1923-30: A Prelude to Colombia's
Economic Development. The Journal of Economic History, 40(1), 98-104.
Drake, P. W. (1995). Kemmerer en los Andes: La Misión Kemmerer 1923-1933. Quito: Banco
central del Ecuador.
Gómez Arrubla, F. (1983). Historia del Banco de la República: 60 años. Bogotá: Banco de la
República.
Hernández Gamarra, A. (2001a). La Moneda en Colombia. Bogotá: Villegas editores.
Hernández Gamarra, A. (Marzo de 2001b). La Banca Central en Colombia. Credencial
Historia(135).
200
Herrera Chacón, E. (1918). El Problema de los Bancos de Emisión en Colombia. Bogotá: Papeleria
Internacional.
Jaramillo, E. (1925). Tratado de Ciencia de la Hacienda Pública. Bogotá: Imprenta del banco de
la República.
Kemmerer, E. W. ([24 de noviembre de 1923] 1994). Discurso del profesor Edwin walter
Kemmerer de la Universidad de Princeton. Presidente de la Comisión Americana
para Colombia. En B. d. República, Kemmerer y el Banco de la Republica: Diarios y
documentos (págs. 138-149). Santafe de Bogotá: Banco de la República.
Kemmerer, E. W. ([26 de julio de 1923] 1994). Memorando sobre los acontecimientos que
llevaron a la creación del Banco de la República en Colombia, para dar solución a la
crisis de 1923. (26 de julio de 1923). En B. d. República (Ed.), Kemmerer y el Banco de
la República: Diarios y documentos (págs. 123-148). Santafe de Bogotá: Banco de la
República.
Kemmerer, E. W. (Mar. de 1913). Banking Reform in the United States. The American
Economic Review, 3(1, Suplplement, Papers and Procceedings of the Twenty-fifth
Annual Meeting of the American Economic Association), 52-63.
Kemmerer, E. W. (Mar. de 1927). Economic Advisory Work for Governments. The American
Economic Review, 17(1), 1-12.
Kemmerer, E. W. (enero-marzo de 1940). "Inflación y Revolución: La Experiencia Mexicana
de 1912 a 1917". Revista Problemas Agrícolas e Industriales de México, 5(1), 171-210.
Kemmerer, E. W. (1994). Autobiografía del médico internacional de monedas. En Banco de
la República, Kemmerer y el Banco de la República. Diarios y Documentos (págs. 13-111).
Bogotá: Banco de la República.
Kock, M. H. (1946). Banco central. México, D.F.: Fondo de Cultura Economica.
López Mejía, A. (1990). La estabilidad de la economía colombiana después de la Guerra de
los Mil Días y el período de transición monetaria comprendido entre 1903 y 1923. En
Banco de la República (Ed.), El Banco de la República: Antecedentes, Evolución y
Estructura (págs. 103-134). Bogotá: Banco de la República.
Ludlow, L. (1994). "Nacimiento y Desarrollo del Banco Nacional de México (1884-1915). En
P. Tedde, & C. Marichal, La Formación de los Bancos Centrales en España y América
Latina (Siglos XIX y XX) (Vol. I: España y México, págs. 159-177). Madrid: Banco de
España.
201
Ludlow, L. (1998). La formación del Banco nacional de México: aspectos institucionales y
sociales. En L. Ludlow, & C. Marichal, La Banca en México, 1820-1920 (págs. 142-180).
México, D.F.: Instituto Mora.
Manero, A. ([1957] 1998). Iniciación de la Reforma bancaria, 1913. En L. Ludlow, & C.
Marichal, La Banca en México, 1820-1920 (págs. 201-231). México, D.F.: Instituto Mora.
Marichal, C. (1994). "Modelos y Sistemas bancarios en América latina en el Siglo XIX". En P.
Tedde, & C. Marichal, La Formación de los Bancos Centrales en España y América Latina
(Siglos XIX y XX) (Vol. I: España y México, págs. 131-157). Madrid: Banco de España.
Meisel Roca, A. (1990). La Creación del Banco de la República y las teorías sobre Banca
Central: ¿Por qué 1923? En B. d. República (Ed.), El Banco de la República: Antecedentes,
Estructura y Evolución (págs. 215-238). Bogotá: Banco de la República.
Meisel Roca, A. (septiembre/octubre de 2003). Kemmerer en Colombia. Economía
Colombiana(298), 38-47.
Oñate, A. (1998). La Crisis de 1907-1908 y el Sistema Bancario Mexicano. En L. Ludlow, &
C. Marichal, La bancaq en méxico, 1820-1920 (págs. 181-200). México, D.F.: Instituto
Mora.
Plaza, J. A. (1850). Apéndice a la Recopilación de leyes de la Nueva Granada. Bogotá: Imprenta
del Neogranadino.
Restrepo, J. C. (1990). "La Política Monetaria de la Regeneración". Boletín Cultural y
Bibliográfico, Vol. XXVII(26), 3-25.
Rodríguez Salazar, Ó. (1986). "La Pólitica Económica: Del Liberalismo Económico a la
Unificación Política Formal: 1861-1904". En Ó. Rodríguez Salazar, Estado y Economía
en la Constitución de 1886 (págs. 9-66). Bogotá: Contraloría General de la República.
Rodríguez Salazar, Ó. (2012). "Soberanía monetaria y ruptura de los lazos coloniales. Las
Casas de la Moneda en la Nueva Granada". En Ó. Rodríguez Salazar, & D. Arevalo,
Propuestas y Debates en Historia Económica (Vol. Tomo I, págs. 221-287). Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia.
Salazar J., F. (1924). Primer informe anual presentado por el gerente a la Junta Directiva : periodo
de julio 20 de 1923 a julio 30 de 1924. Bogotá: Banco de la República.
Sánchez Torres, F. (1994). Moneda y Política Monetaria en Colombia, 1920-1939. En F.
Sánchez, Ensayos de Historia Monetaria y Bancaria de Colombia (págs. 49-158). Bogotá:
Tercer Mundo Editores.
202
Sánchéz, F., Fernández, A., & Armenta, A. (2007). Historia Monetaria de Colombia en el
Siglo XX: Grandes tendencias y Episodios Relevantes. En J. Robinson, & M. Urrutia,
Economía Colombiana del siglo XX. Un Análisis Cuantitativo (págs. 313-382). Bogotá:
Fondo de Cultura Económica - Banco de la República.
Santos Molano, E. (abril de 2005). La misión Kemmerer. Credencial Historia(184).
Sayers, R. S. ([1938] 1975). La banca Moderna. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Sojo, J. R. (1970). El Comercio en la Historia de Colombia. Bogotá: Camara de Comercio de
Bogotá.
Torres Garcia, G. ([1945] 1980). Historia de la Moneda en Colombia. Medellín: FAES - Biblioteca
Colombiana de Ciencias Sociales.
Turrent, E. (1998). La Historia del Banco de México. En E. Turrent, & E. Tavares, Banco de
México: Su historia y su edificio sede (págs. 25-47). México, D.F.: Banco de México.
Turrent, E. (s.f.). Historia Sintética de la Banca en México. Recuperado el 10 de diciembre de
2012, de http://www.banxico.org.mx/sistema-financiero/material-
educativo/basico/%7BFFF17467-8ED6-2AB2-1B3B-ACCE5C2AF0E6%7D.pdf
Uribe, A. J. (25 de junio de 1923). Discurso pronunciado en el Senado. El Tiempo, pág. Página
quinta.
Uribe, J. A. (17 de junio de 1923). Discurso en el Senado de la República. El Tiempo, pág.
primera y sexta.
Uribe, J. A. (1926). Crédito, Moneda y Bancos. Bogotá: Libreria Colombiana. Camacho Roldan
y Tamayo.
Vergara y Vergara, A. (1915). Estudio Sobre la Moneda Legal en Colombia: En qué especies deben
cubrirse las obligaciones de dinero. Bogotá: Imprenta de Carteles.
203
Minería de plata en Bolivia: Análisis de las actividades de la
Compañía Minera Colquechaca en el primero periodo de su
existencia, 1878-1890
Ing. Pastor Rafael Deuer Deuer, MBA, Ph. D. c.1
Naturaleza del trabajo
Esta ponencia, basada en varios trabajos previos (Deuer, P; 2012, 2013, 2014), es un primer avance
de investigación de la tesis doctoral “La Compañía Minera Colquechaca: 1878 – 1905” que está
siendo elaborada por el autor, bajo la supervisión del Prof. Andrés Sánchez Picón, dentro del
Programa de Doctorado en Historia Económica de la Universitat de Barcelona, España. Se debe
hacer notar que, pese a la importancia que ha tenido la minería de plata en Bolivia, existen pocos
trabajos al respecto referidos a la época republicana. En el caso de Colquechaca, este es el primer
trabajo que se hace sobre esta empresa.
Introducción y objetivos del trabajo
La principal función que cumple la Administración (Gerencia/Directorio) de una empresa es la
de buscar que ésta, además de cumplir con los objetivos propuestos, pueda tener una situación
económica lo más desahogada posible, ya que esto permitirá el cumplimiento de los planes y
estrategias propuestas. El (in)cumplimiento de esta función, viene reflejado en los Estados
Financieros de la Empresa: Balance General y Estado de Resultados. A partir de los datos allí
presentados, se puede calcular diferentes índices y otro tipo de información que refleje el estado
de las finanzas de la empresa. Asumiendo que los números allí presentados son el resultado de
las decisiones que han tomado los responsables de la misma, se puede afirmar que analizando la
1Carrera de Administración de Empresas, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia. Grupo de Investigación “Heteredoxia: Estudios Cliodinámicos” (HEC). E-mail: [email protected]; [email protected]
204
variación de los datos financieros de una empresa en el transcurso del tiempo, se puede hacer un
seguimiento de la efectividad de la administración de la misma.
En este trabajo se pretende, en primer lugar, enmarcar los lineamientos y características generales
de la industria minera de la plata en Bolivia y, en segundo lugar, estudiar y analizar las
actividades de la Empresa Minera Colquechaca – la segunda empresa productora del país - en su
primer período de actividades – 1878 a 1889 -: desde su creación hasta antes de su primera fusión
con algunos de sus competidores. La elección de Colquechaca se basa en dos hechos
fundamentales: primero, no existe ningún trabajo respecto a la misma (en el caso de Huanchaca,
la primera empresa productora de plata, hay más información referida a sus actividades);
segundo, el autor tiene un interés familiar en ella.
Este análisis se realizará desde tres diferentes puntos de vista – o dimensiones -: uno macro, que
corresponde al impacto que tienen los acontecimientos mundiales en la empresa; uno meso, que
se refiere a los acontecimientos nacionales y uno micro que es el referido a los hechos que ocurren
al interior de la empresa. En el caso de aquellas que dependen fuertemente de la exportación de
sus productos al mercado externo – como es el caso de la empresa minera bajo estudio – el
ambiente macro adquiere especial relevancia.
Fuentes de información
La información financiera que se utilizará para realizar los cálculos y los análisis
correspondientes, proviene de los Balances Generales y Estados de Resultados incluidos en las
Memorias presentadas por los Administradores a los Directorios de la Compañía entre 1879 y
1889. Asimismo, se utilizará información proveniente de folletería de la época referida,
específicamente, al caso bajo estudio o a la industria de la minería de plata en general.
Las memorias – así como la mayor parte de la folletería consultada - se encuentran depositadas
en el Archivo y Biblioteca Nacional de Bolivia (ABNB) en la ciudad de Sucre; algunas de las
memorias también se hallan depositadas en la Casa de la Libertad, en la misma ciudad. Otra
205
folletería proviene de la “The Alfredo Montalvo Bolivian Digital Pamphlets Collection” de la
Universidad de Cornell.
Metodología de trabajo y organización del documento
Para hacer el análisis, se dividirá el trabajo en tres partes:
En la primera parte – análisis macro de la minería de plata en el mundo - se mostrará la evolución
de los precios de la onza de plata en el mercado de Londres; se periodizaran sus actividades
señalando las características más importantes de cada período y se mostrarán los hechos políticos
que influyeron en la misma en los diferentes momentos. En la segunda parte – análisis meso - se
presentará una periodización de la minería de plata en Bolivia con una explicación de las
características de cada uno de los períodos, para poder ubicar en qué momento se ubica la
actuación de la Empresa. Asimismo, se señalaran los hechos nacionales que marcaron esa época
y que influyeron en la minería de plata
En la tercera parte, para poder analizar el caso de Colquechaca - análisis micro – se utilizarán los
informes financieros presentados al Directorio. A partir de ellos se mostrarán los resultados de
pérdidas y ganancias que tuvo la empresa desde 1879 hasta 1889; posteriormente se calcularán
las estructuras de costos y de ingresos y se las graficará. Estos gráficos se referirán a tres tipos de
cuentas: mayores, medianas y menores y se mostrará qué mide cada una de dichas variables.
Finalmente, se calcularan diferentes índices financieros y se explicará que información se puede
obtener de ellos. Esta información permitirá determinar algunos “puntos críticos” que se dieron
en el tiempo, y orientará los esfuerzos investigativos que se desarrollarán posteriormente.
Parte I: Análisis macro: la minería de plata en el mundo
Se utilizará como marco referencial la evolución del precio de la plata en el mercado de metales
de Londres entre 1850 y 1916 mostrada en la Figura 1. Siguiendo a Mitre (1981), hay dos fases
claramente diferencias, separadas por la crisis de 1871-173: precios estables y precios inestables.
206
Fase I: Precios estables
Abarca desde el S. XVIII hasta 1873 cuando se produce la desmonetización efectiva del marco
de plata alemán. Se caracteriza por tener precios altos y relativamente estables lo que favorece
la inversión minera y la explotación de yacimientos argentíferos. El precio de la onza de plata
se mantiene en el orden de los 60 peniques desde 1850 hasta 1873: el promedio es de 60.97
peniques, con un pico de 62.06 en 1859 y un mínimo de 59.37 en 1873.
Fase II: Precios inestables
Comienza con la desmonetización del marco alemán - 1873 - y finaliza al año siguiente del
inicio de la I Guerra Mundial – 1915 -. Se caracteriza por tener precios inestables con tendencia
decreciente. El precio de la onza comienza en 59.37 peniques en 1853, y desciende hasta los
23.62 en 1915, el precio más bajo en toda la historia. Una baja de 35.75 peniques ó 3.575 por
año. Dentro de esta Fase se pueden encontrar cinco diferentes sub fases. La división que se
presenta, está basada en los precios de la plata en el mercado mundial mostrados en la Figura
1.
Sub fase i: Descenso gradual de los precios de la plata a nivel mundial desde los 59.37
peniques/onza en 1873 hasta los 50.56 de 1883 o sea, 0.881 peniques por onza
por año. El descenso de 8.81 peniques/onza en el precio en el periodo
señalado, equivale a una pérdida del 14.84 %,
Sub fase ii: Agudización de la pendiente descendente de los precios: desde los 50.66 de
1884 hasta los 42.87 de 1888; un descenso total de 7.79 peniques por onza, o
1.558 peniques por onza por año, equivalente a una pérdida del 15.38 %.
Sub fase iii: Leve recuperación que lleva a un pequeño ascenso. Desde los 42.66
peniques/onza en 1889 a los 47.75 en 1890; un ascenso de 5.09 peniques por
onza, equivalente a 2.545 peniques por onza por año, o sea un incremento del
11.3 %.
Sub fase iv: Caída estrepitosa. Desde los 45.06 de 1891 a los 29.81 de 1895; un descenso de
15.25 peniques por onza o 3.05 peniques por onza por año, equivalente a una
pérdida del 33.8 %.
207
Figura 1: Precios de la plata en el mercado de Londres (1833-1915)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Pérez Duarte, Constantino, “The World crisis and the Depreciation of Silver”, s/f, S/l, p.24,
citado por Mitre, Antonio (1981), en “Los patriarcas de la plata”, IEP, p. 194 y de datos de Mitre
0
10
20
30
40
50
60
70
18
33
18
35
18
37
18
39
18
41
18
43
18
45
18
47
18
49
18
52
18
54
18
56
18
58
18
60
18
62
18
64
18
66
18
68
18
70
18
72
18
74
18
76
18
78
18
81
18
83
18
85
18
87
18
89
18
91
18
93
18
95
18
97
18
99
19
01
19
03
19
05
19
08
19
10
19
12
19
14
Pre
cio
[p
eniq
ues
/on
za]
Años
Fase I: precios estables Fase II: i
Fase II: ii
Fase II: iv
Fase II: v
Fase II: iii
208
Sub fase v: Fluctuaciones más frecuentes y súbitas y menos espaciadas - de 30.81 peniques
por onza en 1896 hasta los 23.62 en 1915, su precio más bajo. En este período,
el precio promedio es de 26.51 peniques por onza, con un máximo de 30.88 en
1906 y un mínimo histórico de 23.62 en 1915.
Principales factores políticos y hechos mundiales que influyeron en el precio de la plata en el
mercado mundial entre 1850 y 1915
El análisis macro de la situación se muestra en la Figura 2, donde se señalan los diferentes
acontecimientos – a nivel mundial - que influyeron en la evolución de los precios de la plata en
el mercado mundial. Una somera explicación de estos es la siguiente:
- En el período de 1820 a 1850, los costos de producción son altos, debido a los elevados
precios del mercurio y el bajo nivel de las técnicas de beneficio que no permiten trabajar
los minerales de baja ley.
- Los importantes descubrimientos de yacimientos de oro en Australia (1851 a 1856) y
California (1848 a 1856) hacen que Europa y EEUU comiencen a usar oro en vez de plata
en sus monedas, provocando que la plata se desplace hacia el Oriente - sobre todo hacia
India y China - para llenar las exigencias de la expansión comercial de la relación Europa
– Oriente. Entre 1850 y 1860, la exportación de plata de Europa a Oriente sobrepasa en 15
% el valor total de la producción argentífera de esos años.
- El descubrimiento en 1859 de los yacimientos de Comstock Lode, Nevada, EEUU, hace
que se aumente la oferta de plata a nivel mundial: un 16 % entre 1861 y 1865 y un 22 %
entre 1866 y 1870. Asimismo, el descubrimiento de yacimientos de mercurio en California,
aumenta la oferta de este metal y abarata su precio en el mercado mundial, lo que produce
un descenso de los costos de producción de plata en el mundo y permite explotar
yacimientos de baja ley. Merced a estos hechos, entre 1861 y 1870, México aumenta su
producción en un 38 % respecto a la década anterior. En el caso de Bolivia el incremento
fue en una proporción bastante menor.
209
- La expansión del comercio con Oriente y las medidas proteccionistas de algunos países
en Europa, mantienen estable el precio de la plata ya que la Guerra Civil en EEUU y el
bloqueo
210
Figura 2: Análisis macro. Acontecimientos mundiales y el precio de la plata en el mercado de Londres (1850-1916)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Pérez Duarte, Constantino, “The World crisis and the Depreciation of Silver”, s/f, S/l, p.24,
citado por Mitre, Antonio (1981), en “Los patriarcas de la plata”, IEP, p. 194 y de datos de Mitre
0
10
20
30
40
50
60
701
85
0
18
52
18
54
18
56
18
58
18
60
18
62
18
64
18
66
18
68
18
70
18
72
18
74
18
76
18
78
18
80
18
82
18
84
18
86
18
88
18
90
18
92
18
94
18
96
18
98
19
00
19
02
19
04
19
06
19
08
19
10
19
12
19
14
19
16
Peni
ques/
onza
Años
1859: Descubrimiento de los yacimientos de Comstede Locke, EEUU
1860: Descubrimiento de yacimientos de mercurio en California.
1865: Creación de la Unión Latina para acuñar monedas de plata
1871: Alemania adopta el patrón oro. Estados Unidos irreumpe en el mercado
1873: Alemania desmonetiza el marco y comienza a vender plata. Los países escandinavos dejan el patrón plata
1878: Brand-Allison Act: Puesta en circulación de los dólares de plata
1877: La Unión Latina deja de acuñar
1879: Alemania deja de vender
1880: Fuerte inversión inglesa en la minería de plata de México
1885: Comienza a incrementarse la producción
1890: Sherman Act: El gobierno de los EEUU debe comprar 14.5 millones de
1893: Abrogación de la Sherman Act.India deja de emitir
1895: Finaliza la época de incrementode la producción mundial de plata
1914: Inicio de la
1915: Precio más bajo de la historia: 23.63 peniques / onza de plata
211
de los puertos sureños impulsó el comercio, especialmente del algodón, con la India. De
esta manera, la cantidad de plata exportada de Europa al Oriente, entre 1860 y 1866 subió
a 359 millones de dólares. La creación de la Unión Latina, en 1865, conformada por
Francia, Suiza, Bélgica e Italia buscaba asegurar la demanda de plata para la acuñación de
moneda.
- En la década de los 70 ocurren tres hechos fundamentales que desatan la caída del precio de
la plata a nivel mundial:
a. La explotación de los veneros de Comstecke Lode, EEUU hace que la producción de
plata de EEUU sea el 36 % de la producción mundial (entre 1871 y 1876) y más del 45
% (entre 1876 y 1885).
b. En 1860 se inventa un nuevo proceso de amalgamación (“washoe process”) que hace
que el método usado en América Latina (amalgamación por patio) resulte mucho más
caro debido a que hacía innecesaria la tuesta practicada en el sistema de tinas y, por
otro lado, la manipulación frecuente y el excesivo gasto de tiempo que requiere la
amalgamación por patio.
c. El punto más crítico ocurre en 1871 cuando Alemania adopta el patrón oro. Este hecho
hace que en 1873 ponga a la venta la plata obtenida de la fundición de sus monedas.
Entre 1873 y 1879, la cantidad vendida por el gobierno alemán, representa el 22 % de
la producción mundial de plata. En 1873 Noruega, Suecia y Dinamarca, fuertemente
dependientes de Alemania, abandonan la plata y establecen la Unión Monetaria
Escandinava sobre la base del oro.
6. En 1874 la Unión Latina se ve obligada a limitar la acuñación de monedas de plata
hasta que en 1877 suspende la acuñación, causando que entre 1873 y 1883 el precio de
la plata baje cerca del 15 %. Pese a esto, en 1878 el Congreso de los EEUU sanciona la
Brand- Alisson Act que permitía la acuñación limitada de moneda de plata y la compra
obligatoria de materia prima para tal efecto, por un valor promedio de 2 millones de
dólares mensuales. A partir de 1880 se produce un fuerte incremento de la producción
de metales preciosos en Latino América por efecto de las fuertes inversiones inglesas
en la minería mexicana. El flujo de capitales extranjeros permite la rentabilidad de las
explotaciones argentíferas (comparado con 1868) a través de la introducción de
mejores técnicas productivas y la construcción de vías férreas (reducción de costos de
212
transporte). Estos cambios favorecieron la producción de plata en EEUU, México y
Bolivia que se convierten en los principales productores mundiales con
participaciones en el mercado - entre 1875 y 1890 – del 38, 25 y 10 %, respectivamente.
7. Entre 1885 y 1895 hay un marcado ascenso de la producción a nivel mundial,
coincidiendo con la pendiente abrupta de los precios entre 1885 y 1895. Dos golpes
definitivos al precio de la plata se dan en 1893: el Congreso de los EEUU, decide abolir
la Sherman Act de 1890 que autorizaba la compra obligatoria de 14.5 millones de onzas
finas a precio de mercado y la India Británica deja de acuñar monedas de plata de
manera libre.
8. En el período comprendido entre 1895 y 1916, se tienen los últimos estertores de la –
en un momento – dominante minería de plata. Es por eso que hay subidas y bajadas
aleatorias, hasta que en 1915, el precio de la plata cae a su precio más bajo, señalando
el final de la explotación de plata en grandes volúmenes.
Parte II: Análisis meso: la minería de plata en Bolivia
Hablar de la industria argentífera en Bolivia, implica hablar de tres grandes compañías mineras:
Huanchaca, Colquechaca y Guadalupe y una serie de pequeñas y medianas empresas que
trabajan – principalmente - en Colquechaca, Oruro y el Cerro Rico de Potosí.
Periodización de las actividades de la minería de plata en Bolivia entre 1825 y 1905
Durante la etapa republicana, se pueden distinguir tres períodos de la minería de la plata, que
acaban con la fase de declinación y transición hacia la minería del estaño, tal como se muestra en
la tabla 3.
Mitre (1981) señala que en la evolución de la minería de plata en Bolivia existen dos ciclos
claramente definidos:
1. Depresión (1810 – 1872)
213
En este período, los precios son definidos por el Estado a través de un monopolio estatal sobre la
compra de minerales y pastas: el Banco de Rescate y de allí a la Casa de Moneda de Potosí.
Empero, al ser los precios de compra inferiores a los del mercado internacional, gran parte de la
producción
214
Tabla 1: Periodización y características de la minería de plata en Bolivia entre 1825 y 1905
Período Etapa Contexto nacional Contexto internacional
1825 – 1870 “Punto de partida”
Acuñación de moneda
feble
La región económica
rebasa los límites
nacionales
Los precios ofrecidos
por los Bancos de
Rescate son bajos
No existe un
ordenamiento jurídico-
político claramente
definido
Existe una región
integrada por la
minería y circulación de
la plata de Potosí
Políticas proteccionistas
Precios internacionales
altos y estables
1850 – 1872 “Transición”
Grupo terrateniente
toma control de las
operaciones mineras
Se establecen relaciones
estrechas con capitales
extranjeros (ingleses,
chilenos, franceses)
Modernización de las
técnicas de producción
Se comienzan a extraer
minerales de alta ley,
Baja en el precio
internacional del
mercurio que permite
disminuir los costos de
producción
215
Período Etapa Contexto nacional Contexto internacional
debido a que las
operaciones de
adecuación de los
socavones iniciadas
anteriormente, han
comenzado a tener
éxito
1870 – 1900
1872 – 1873
“Auge”
“Cambios”
Se establece el libre
comercio de las pastas y
minerales de plata
Se resuelve el problema
de acuñación de
moneda feble
Participación directa de
capitales extranjeros en
las compañías mineras
Importante desarrollo
de la fase extractiva
Aumento acelerado de
producción de plata
Crisis internacional:
Alemania adopta el
patrón oro y pone en
venta, en el mercado
internacional, sus
reservas de plata,
provocando una
depresión del precio
internacional del metal
Descenso continuo de
los precios
internacionales de la
plata
1900 – 1905 Declinación
La importancia de la
producción de plata en
la economía nacional,
se ve reemplazada por
la del estaño y de la
goma
Fuente: Elaboración propia a partir de Assadourian et al, 1980; Mitre, 1981
216
sale de contrabando, aunque el Gobierno autoriza a Huanchaca y Guadalupe la exportación
directa de parte de su producción
Este ciclo puede dividirse en varios sub ciclos:
a. 1810 a 1820:
i. Se produce una disminución del 35 % del volumen de producción de plata en relación
a la década anterior ya que ha cesado el laboreo profundo de minas casi por completo y
la mayor parte de la plata explotada proviene de desmontes
b. 1830 - 1850:
i. Comienzan los trabajos de rehabilitación de la industria minera ya que cada vez hay
menor producción de plata, debido a que se depende de minerales de baja ley
c. 1850:
i. La producción comienza a aumentar levemente ya que se explotan minerales que se
extraen del laboreo profundo y no así de desmontes
ii. Los descubrimientos de mercurio en California, abaratan los precios del azogue y
ocasionan una reducción considerable en los costos de producción
iii. Aparece una nueva elite de mineros que trae inversiones de capital destinadas a
modernizar las técnicas de extracción y beneficio.
iv. Muchas compañías obtienen permiso para exportar directamente sus productos ya que
el contrabando sigue aumentando
d. Auge (o expansión) (1872 – 1895)
i. Se implanta el libre comercio de las pastas y minerales de plata ya que finaliza la época
del estanco y se permite la exportación a precios de mercado
ii. Razones del incremento de la producción
1. Mejora de las técnicas de explotación debido a la inversión de nuevos capitales
2. Gran producción en Huanchaca y Colquechaca debido a la extraordinaria riqueza
de las vetas
iii. A partir de 1885 se acentúa la crisis y suben los costos de producción
iv. El hecho más importante de esta época, es que en 1889 se construye un FFCC a la costa
(de Ascotán, Chile a Oruro, Bolivia), con un ramal hacia Huanchaca, lo cual reduce
217
grandemente los precios de los insumos importados (combustible) y permite la
comercialización directa de grandes volúmenes de mineral bruto. Este hecho se refleja
en el aumento la exportación de mineral crudo acumulado en desmontes, en el
quinquenio comprendido entre 1889 – 1895.
e. Declinación
i. Cerca de 1895 la producción comienza a decrecer a los niveles de los primeros años de
la República.
En la Figura 4 se muestra la evolución del precio de la plata en el mercado mundial y los
acontecimientos nacionales – más relevantes - que sucedieron en dicho periodo. Al respecto, se
pueden hacer las siguientes puntualizaciones:
1. Los primeros 55 años de vida republicana de Bolivia – 1825 a 1880 – están marcados por
las luchas entre los librecambistas y los proteccionistas. Los primeros, buscaban que el
país pudiera abrir sus puertas al comercio exterior y a los inversionistas extranjeros; en
cambio, los proteccionistas deseaban que el Gobierno pudiera defender a los artesanos y
a la industria nacional, mediante le aplicación de aranceles y beneficios especiales para los
nacionales. Esta alternancia en el poder de unos y de otros, hace que no exista una política
definida de fomento a la minería pese a que esta actividad es uno de los pilares del
218
Figura 3: Análisis meso. Acontecimientos nacionales y el precio de la plata en el mercado de Londres (1850-1916)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Pérez Duarte, Constantino, “The World crisis and the Depreciation of Silver”, s/f, S/l, p.24, citado por Mitre, Antonio (1981), en “Los patriarcas
de la plata”, IEP, p. 194 y de datos de Mitre
0
10
20
30
40
50
60
701
85
0
18
52
18
54
18
56
18
58
18
60
18
62
18
64
18
66
18
68
18
70
18
72
18
74
18
76
18
78
18
80
18
82
18
84
18
86
18
88
18
90
18
92
18
94
18
96
18
98
19
00
19
02
19
04
19
06
19
08
19
10
19
12
19
14
19
16
Peni
ques/
onza
Años
1850: Aparición de una nueva clase de mineros.Autorización a algunas compañías para exportar plata
1879: Inicio de la Guerra del Pacífico (Bolivia y Perú contra Chile)
1882: Finalización de laGuerra del Pacífico
1880: El Partido Conservador en el Gobierno
1899: Guerra Federal
1904: El Partido LIberal en el GobiernoTratado de paz con Chile
1889: Inauguración del FFCC a la costa
1895: Comienza la declinación de la producción de plata
Etapa de transición
Etapa de auge
Etapa de declinación
219
presupuesto nacional y el Estado no quiere perder los ingresos provenientes de la
misma.
2. Se debe hacer notar que el primer gobierno civil de la república se da en 1855. Hasta
entonces todos habían sido gobiernos militares fruto de traiciones y cuartelazos.
3. Con la derrota en la Guerra del Pacífico – 1879 – se abre un antes y un después en la
Historia del país. Es opinión del autor – no compartida por otros historiadores – que
el Congreso Constituyente de 1880 marca el inicio de un país que comienza a ser
gobernado por un Partido – Conservador – que tiene un proyecto de país – que en los
55 años anteriores no había existido de forma tan clara –. Este proyecto de país duró
por 20 años, hasta la derrota del Sur en la Guerra Federal de 1899, cuando el Partido
Liberal toma el poder.
4. Otro de los factores que caracterizaron la existencia de Bolivia desde 1825 hasta 1899
fue la lucha entre el Norte y el Sur. Desde la época colonial, el Sur – representado por
Potosí y Sucre (sede de la Audiencia de Charcas) – había tenido el predominio del
manejo económico y político del país; en cambio, desde mediados del siglo XIX, La
Paz, en el Oeste del país, pero en el Norte desde el punto de vista de las instituciones
gubernamentales, había comenzado a tomar prevalencia y había empezado a
convertirse en el centro comercial por excelencia debido a su ubicación como punto
de paso del comercio boliviano hacia puertos del Pacífico y hacia el Perú.
5. El Partido Conservador, el partido en el que militaban los mineros de la plata, era el
defensor de las ideas librecambistas clásicas (predominio de la empresa privada),
representaba a los intereses del Sur y a la Iglesia Católica. En cambio, el Partido
Liberal, era el que tenía su base en el Norte, defendía las ideas librecambistas que
daban preeminencia al capitalismo de estado, representaba a los intereses del Norte y
tenía una visión laicista. El final de la Guerra Federal de 1899, marcó la derrota del Sur
y el triunfo del Norte: el cambio de la minería de plata por la minería del estaño
(Langer, 1989).
Si bien es válido argüir que los precios de la plata estaban determinados por factores externos
sobre los que el Gobierno boliviano no tenía la menor influencia, también es cierto observar –
siguiendo el modelo del ciclo de vida de los productos y servicios (ver figura 4) – que Bolivia
220
liberaliza su economía – es decir, se abre al mercado internacional y permite la libre
exportación
221
Figura 4: Ciclo de vida de los productos o servicios
Fuente: Elaboración propia
de plata, cuando la minería argentífera se halla en la etapa de declinación. Los años de
madurez, los pasa en luchas internas, monopolio del rescate del mineral por los Bancos de
Rescate – herencia colonial – y pierde el mejor momento de la industria. Por lo tanto, para
poder prosperar en el momento en que el negocio argentífero estaba en decadencia, las
opciones que tenían las empresas mineras eran dos: o se disponía de vetas de excepcional
riqueza, o se tenían sistemas de producción sumamente eficientes, que permitían minimizar
costos de producción. Ese es el sentido del análisis meso: ver cuál era la opción que eligieron
(o de la que dispusieron) los mineros de la plata y cómo la supieron aprovechar.
El entorno socio-político institucional: El fortalecimiento del poder del Estado
“La consolidación del poder central de los estados nacionales estuvo cimentada en gobiernos
oligárquicos: se trata del fortalecimiento de una coalición de poder que articularía los intereses de los
sectores terratenientes (o mineros), el capital extranjero, los agentes del comercio internacional, con los
agentes, partidos o caudillos políticos que permanecerían en el poder con alta discrecionalidad pero
defendiendo, finalmente, los intereses de estos grandes actores. Se configura un “nuevo pacto
colonial”: se sacrifican mecanismos formales de control del poder político – e incluso del poder de otras
222
fracciones de las élites – en aras de asegurar el poder frente a sectores populares subordinados” (Bértola
y Ocampo, 2011, pp. 114).
Dos fueron los principales problemas con los que se enfrentó la minería durante los primeros
años de la República: la pervivencia de una estructura colonial de manejo de la producción
de plata. Esta daba lugar al sector “proteccionista”, que insistía en la pervivencia de estas
prácticas. Sólo después apareció un sector “librecambista”, que deseaba que Bolivia se
incorporase al mercado capitalista mundial, liberalizando la venta de sus productos en el
mercado internacional. La fracción librecambista creía firmemente que el futuro de la minería
boliviana dependía de su capacidad de atraer inversiones extranjeras. Para hacerlo, empero,
era necesario vencer dos barreras: el monopolio del rescate y la acuñación de moneda feble.
En el esquema colonial, el Estado tenía el monopolio de la comercialización de los minerales,
de forma que los mineros debían entregar al Estado toda su producción, mediante el Banco
de Rescate, quien la pagaba a precios establecidos por el Gobierno, Si a esto se une que se
comenzó a acuñar moneda feble (con menor contenido de plata que el que oficialmente se
debía tener a finales de las década de 1830), se ve que el minero, además de recibir menos
dinero por su producción, se veía perjudicado por la moneda en que le era pagada su
producción. Según Urquidi, (citado por Mitre, 1981), en la década de los 30, las pérdidas
ocasionadas al minero por el monopolio y la feble alcanzaban el 33 %, mientras que en 1861
bajaron al 25 % debido al aumento del precio pagado por el Banco de Rescate. Entre 1850 y
1880 la depreciación de la feble en Valparaíso, Tacna y Buenos Aires ocasionó un aumento de
cerca del 27 % en los precios de los productos importados en relación a la década anterior. Si
a eso se une el hecho que el Gobierno no tenía dinero en efectivo para comprar la producción
minera, se entiende que el contrabando haya tenido una fuerte incidencia en la industria: la
diferencia entre el precio interno y el externo era de más de tres pesos por marco. Por lo tanto,
valía la pena correr el riesgo de sacar la producción de contrabando, venderla afuera, y
retornar al país en forma de insumos para la minería.
Para paliar los efectos del contrabando, los sucesivos gobiernos licitaron la apertura de Bancos
de Rescate privados que oficiaban de retenes para cobro de peajes. De esa forma se consiguió
223
bajar la fuga de efectivo. La idea era que el contratista se encargaba de cobrar por la
producción de plata y entregaba una cantidad fija al Gobierno. Por un monto adicional – fijado
en el contrato – el Gobierno les reconocía una ganancia extra lo cual incentivaba la eficiencia
de la medida.
A mediados de siglo, un grupo de comerciantes nativos – cuyo dinero provenía del comercio
y la agricultura - tomó el control de las minas más importantes del país. Este hecho se
conjuncionó con la coyuntura favorable del mercado internacional: descenso en los precios
del mercurio y aumento en la ley de los minerales explotados. Esta generación de mineros
estaba vinculada – desde el comienzo – con intereses del capital extranjero e inició una
campaña orientada a lograr una mayor integración del país al mercado internacional. Dos
puntos clave de su política, fueron el ataque a la acuñación de moneda feble y al monopolio
de la plata debida a los Bancos de Rescate.
Este proyecto librecambista se enfrentó fuertemente con la oposición de la facción colonial
(artesanos de los centros urbanos). En la fase de transición (1850 – 1873), chocaron los intereses
de ambas facciones, aunque la lucha finalizó con el triunfo de los librecambistas, debido al rol
que jugó el factor político. El excedente generado en la tierra y apropiado por la clase criolla
se invirtió en las dos únicas posibles inversiones económicas de la época: producción y
comercialización de manufacturas coloniales y minería. Los mineros, el otro brazo de la clase
hacendada, se componían de cerca de 228 personas que tenían a su servicio alrededor de 9.000
trabajadores.
Se puede citar a tres grandes mineros: Félix Avelino Aramayo, Gregorio Pacheco y Aniceto
Arce Los tres provenían de familias pudientes relacionadas con terratenientes. Este hecho
marca que el capital inicial minero, provino de la explotación de la tierra. En una segunda
etapa, tuvieron la oportunidad de viajar a Europa y Chile y eso los convirtió en comerciantes
que se encargaron de importar artículos que luego serán vendidos a la minería, sobre todo
azogue. Sus relaciones con el extranjero hicieron que se crearan estrechos vínculos con los
comerciantes de la costa del Pacífico. Los contactos establecidos de esta manera fueron, luego,
determinantes de los futuros negocios – sobre todo de Huanchaca -.
224
La Compañía Minera Colquechaca: breve biografía
Hablar de la Compañía Minera Colquechaca, considerada como la segunda más importante
del país por su volumen de producción y la inversión de capital que representaba, sólo
superada por Huanchaca, implica hablar de una serie de compañías que trabajaban en la
localidad de Colquechaca, Provincia Chayanta, Departamento de Potosí. Assadourian et al.,
(1980: pp 73), citando fuentes del Subprefecto de Chayanta de 1889, indican que “en 1884 había
21 empresas organizadas en torno a los yacimientos de Colquechaca, que se convirtió en un foco de
recuperación de la minería de la plata a fines del siglo XIX”. Durante el transcurso del período de
estudio de esta investigación, estas empresas fueron naciendo, fusionándose, desapareciendo
y volviendo a renacer, hasta conformar la Compañía Minera Unificada Colquechaca Aullagas,
La Compañía Minera Colquechaca es organizada en Septiembre de 1878 “con la fusión de los
intereses de la antigua Casa Arteche y las de los Señores Solá, Cornejo, Viaña, Urioste y Vidal” (1ra.
Memoria, 1879, p. 2-3). La Casa o Sociedad Minera Arteche era una empresa de mestizos,
heredera de una familia vasca, que explotó los yacimientos mineralógicos de Colquechaca y
la vecina población de Aullagas, desde fines del Siglo XVIII. Colquechaca operó con éxito
hasta 1885 en que fue la segunda productora de plata después de Huanchaca. La disminución
de la ley del mineral y del precio de la plata en el mercado internacional, puso en serias
dificultades a la empresa que intentó salvar la situación, fusionándose en dos ocasiones para
formar – primero – la Compañía Minera Unificada Colquechaca (1890) y posteriormente la
Compañía Minera Unificada Colquechaca Aullagas de Bolivia (1898), razón social con la cual
siguió operando hasta que en 1904 fue embargada por deudas, por la compañía chilena Díaz
y Hermanos. En el presente estudio de caso, se analizarán las actividades de la Compañía
Minera Colquechaca entre 1878 y 1889, antes de que se produzcan las primeras fusiones con
otras empresas rivales.
En las “Memorias de un viaje por algunas minas de Bolivia” (Alzérreca, 1889) el autor comenta
sus impresiones acerca de las diferentes minas de plata de Bolivia. Se utilizarán sus
225
comentarios y conclusiones, para cotejarlas contra las conclusiones que se pueden obtener del
análisis de los estados financieros de Colquechaca.
Como hipótesis de investigación se usará el comentario de Alzérreca que hace recaer la
principal responsabilidad de lo que pasa, en los miembros de los Directorios de las compañías
argentíferas que ha visitado:
“Los directorios sin conocimientos mineros han sido y seguirán siendo la ruina de toda
empresa de mina”. (Alzérreca, 1889, p. 38).
¿Realmente se puede hacer recaer en los Directorios de la Empresa Minera Colquechaca la
culpa por todo lo malo sucedido en ella entre 1879 y 1889?
.
226
Primeros resultados obtenidos a partir de la información presentada en los estados
financieros
El análisis de los estados financieros, se ha hecho en dos partes: en la primera se busca
establecer las estructuras de costos y de ingresos de la Empresa, para poder tener una idea de
en qué gastaban el dinero que generaban y de donde venía este. En la segunda parte, se
calcularán diferentes índices financieros para determinar ciertos parámetros específicos
Determinación de las estructuras de costos y de ingresos
En la Primera Memoria (1879), cuando se habla de la Contabilidad de la empresa, se expresa
que: [la Contabilidad ha sido llevada] “por diferentes contadores, sin un plan preconcebido y fijo”
(p. 5). Por lo tanto, lo primero que se ha hecho ha sido crear un Plan de Cuentas para los datos
contables, siguiendo los lineamientos actuales de la Contabilidad. A partir de esos datos
adecuados a las normas actuales, se ha comenzado a hacer cálculos y de ellos se ha concluido
que en los datos originales, existe – como se dice en jerga - un “bicicleteo” de dinero. Vale decir,
los aportes de los socios se contabilizan como activos de la empresa. Si bien es cierto que en
el Balance de Apertura sí se hace esto, en los subsiguientes balances no se puede utilizar los
nuevos aportes de los socios como dinero para ser utilizado en gastos corrientes sino como
fondos de inversión. Por lo tanto, no es correcto contabilizar estos aportes como ingresos de
la empresa ya que equivaldría a “comerse” el capital de la empresa. Este hecho no es ni bueno
ni malo en sí mismo: la idea detrás de este procedimiento es que al disponer de ese dinero
para gastos corrientes, existe una ¿alta? probabilidad de que la empresa comience a generar
ganancias que, de otra forma, no se podría esperar por falta de activo corriente.
En los siguientes gráficos se muestran los primeros resultados obtenidos a partir de la
información de los Balances Generales y los Estados de Pérdidas y Ganancias. En todos los
análisis se muestran dos resultados: en el primero se usan los datos tal como se presentan en
los Balances – es decir, aceptando que el “bicicleteo” sea la forma correcta de contabilizar el
dinero -; el segundo utiliza la misma información pero excluye el dinero de los aportes de los
socios – a partir de la constitución de la empresa – como parte de los activos corrientes de la
empresa.
227
En la Figura 5, Ganancias y Pérdidas, usando los datos de la Empresa – con bicicleteo - se
muestra que la empresa era rentable hasta 1888 exceptuando una pérdida de medianas
dimensiones en 1883. El año 1889 marca un primer punto de inflexión que obligó a encarar el
primer el proceso de fusión en 1890, teniendo como objetivo superar el fuerte déficit que tuvo
el año anterior debido al fuerte incremento de los Costos de Exploración y Laboreo. En
cambio, si no se toma en cuenta el bicicleteo del dinero, Colquechaca sólo fue rentable los años
1881 y 1882. Por lo tanto, el déficit comenzó el año 1883 y se fue agudizando hasta que en 1889
llegó a niveles insostenibles que obligaron a la primera fusión de 1890. Esta ganancia de 1883
coincide con la toma del poder por parte del Partido Conservador y el gobierno de uno de los
principales mineros del país, Aniceto Arce, quien era – también – uno de los principales
accionistas de Huanchaca y Colquechaca. A nivel mundial, los precios se mantienen
relativamente estables debido a la fuerte inversión inglesa en los yacimientos mexicanos,
coincidiendo con el final de la subfase 1 de la Fase II.
De la Figura 6, Estructura de Ingresos, se puede observar que era una empresa que –
inicialmente – intentó exportar no sólo plata en mineral, sino con un cierto grado de refinación
(pastas de plata). Sin embargo, exceptuando el año 1884 en que la producción de pastas supera
a la de mineral, el resto del período bajo estudio se observa que se trata de una empresa
productora de mineral y por lo tanto más sensible a los precios de la plata en el mercado
internacional. Probablemente sean factores tecnológicos los que hayan incidido en este
comportamiento. Otra vez, los picos de 1882 y 1883 se explican debido a que en esos años,
más del 90% de los ingresos venían de la exportación de mineral y éste tenía un precio
relativamente alto en el mercado internacional como se indicó en el párrafo anterior.
En la Figura 7, se muestran las principales cuentas de costos: un total de siete. Ellas juntas
explican más del 90 % de los gastos de la Empresa. Para seleccionarlas se han tomado en
consideración los valores promedios que tienen las cuentas de costos y la periodicidad con
que se las reporta. Como se está estudiando el rango de años comprendido entre 1879 y 1889,
es
228
Figura5: Ganancias y pérdidas de la Compañía Minera Colquechaca entre 1879 y 1889 (en miles de Bolivianos)
Fuente: Elaboración propia a partir de datos financieros provenientes del Estado de Pérdidas y Ganancias de la Compañía Minera
Colquechaca insertos en los Informes al Directorio entre 1879 y 1890
145
13
57
525
(52) (3)
181
279 220
83
(672)
104
(38)
1
327
(321)(356)
(226)
(125)
(230)
(422)
(817)(850.00)
(650.00)
(450.00)
(250.00)
(50.00)
150.00
350.00
550.00
750.00
18
79
18
80
18
81
18
82
18
83
18
84
18
85
18
86
18
87
18
88
18
89
Mile
s d
e B
oliv
ian
os
Añ
o
Ganancias/Pérdidascon bicicleteo
Ganancias/Pérdidassin bicicleteo
229
decir 11 años, se considerarán como cuentas periódicas aquellas que aparecen en seis o más de
los Estados de Pérdidas y Ganancias. Por debajo de esa cantidad, se las considerará como no
frecuentes o esporádicas.
En el caso de las cuentas mostradas en la figura 7, la que es menos frecuente es la de Gastos de
remesas, que aparece en siete de los reportes. Cabe hacer notar que las definiciones de lo que
mide cada cuenta – Tabla 2 - han sido tomadas de los mismos estados financieros de la Compañía,
manteniendo la ortografía original del documento. Se observa, asimismo, que las cuentas no
frecuentes – exceptuando gastos extraordinarios que se dan de una a tres veces, sólo representan
un 9 % de los costos, por lo que el 91 % es explicado por las cuentas frecuentes.
La Figura 7 muestra con claridad cuáles eran los factores más críticos para el funcionamiento de
la empresa; en las figuras 8 y 9 se hace un desglose de las cuentas por su importancia,
clasificándolas en cuentas intermedias y cuentas menores, tomando en cuenta el porcentaje de
gastos de la empresa que representan. Se ha hecho esta separación para poder tener una
comparación con gastos de – más o menos – el mismo rango de valores. De estas gráficas, se
puede concluir que los gastos de explotación y laboreo son, de lejos, los costos más importantes
ya que representan – en promedio – el 51 % de los costos, con un máximo de 76.92 % en 1888 y
un mínimo de 26.09 % en 1883.
El segundo factor, los Derechos de Exportación reflejan la errática política del Gobierno boliviano
en lo referente a los impuestos a la industria minera de plata.
El tercer factor, los Gastos de Beneficio, reflejan – de alguna manera – varios problemas:
a. el primero, el referido al rendimiento de su método de amalgamación de plata. Se debe
recordar que en esa época – 1860 – en Estados Unidos se desarrolló otro método más
eficiente. Si se toma en cuenta el empobrecimiento de los yacimientos a medida que
pasaba el tiempo de explotación, se comprende que se necesitaba tratar minerales más
pobres y eso requería de otro tipo de tecnología,
230
b. el segundo, se refiere – otra vez – a la mano de obra. En varias de las Memorias, se hace
notar que no se dispone de un Ingeniero de Minas que pueda hacerse cargo de la
planificación de la explotación del mineral (1ra. Memoria, 1878; 2da. Memoria, 1879).
231
Figura6: Estructura porcentual de ingresos de la Empresa Minera Colquechaca (1879-1889)
76.55
71.25
92.06
99.81
85.29
48.96
81.93
78.15
75.98
58.92
57.75
20.70
28.41
7.94 0.19
14.71
51.04
18.07
21.85 24.02
41.08
42.25
0.123 0
2.63 0.336
-
10.00
20.00
30.00
40.00
50.00
60.00
70.00
80.00
90.00
100.00
1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889
%
Años
Productos de Mineral(Metales de exportación)
Productos de Pastas
Plata Piña
Licitación de pastas
232
Fuente: Elaboración propia a partir de datos financieros provenientes del Estado de Pérdidas y Ganancias de la Compañía Minera
Colquechaca insertos en los Informes al Directorio entre 1879 y 1889
233
Figura 7: Estructura porcentual de los costos de la Compañía Minería Colquechaca entre 1879 - 1889
Nota.- Se entienden como Gastos Mayores, aquellos que, porcentual y consistentemente, representan más del 25 % de los costos de la
Empresa
-
10.00
20.00
30.00
40.00
50.00
60.00
70.00
80.00
1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889
%
Años
Derechos de Esportación
Gastos de beneficio
Gastos Jenerales
Gastos de remesas
Sueldos
Intereses y descuentos
Gastos de esplotación y laboreo
234
Fuente: Elaboración propia a partir de datos financieros provenientes del Estado de Pérdidas y Ganancias de la Compañía Minera
Colquechaca insertos en los Informes al Directorio entre 1879 y 1889
235
Tabla 2: Descripción de las cuentas de costos
Tipo de
cuenta de
costos
Rango
de % de
los
costos
Cuenta(s) ¿Qué incluye la cuenta? (1)
Valor
promedio
entre
1879 y
1889
Mayor >= 25 % Gastos de explotación y laboreo
Costo de la esplotación de minerales [metales],
reconocimientos y obras de preparación en la mina,
figurando en ellos el sueldo de Empleados y trabajadores del
interior y jornales de operarios y peones.
46.36
Intermedio >= 5 % y
<= 25 %
Derechos de exportación
Total de impuesto abonado al Supremo Gobierno sobre la
producción de la Compañía, en pastas y minerales [metales]
esportados.
11.47
Gastos de beneficio
Costo del Beneficio en el Establecimiento del Rosario.
[Incluye]: Sueldos del Administrador y Empleados del
Establecimiento, jornales y materiales consumidos en los
beneficios.
6.66
Sueldos
Sueldos de Administradores, empleados y Ajentes de la
Compañía. 5.06
Menor Intereses y descuentos Intereses cargados por los Ajentes de la Compañía y el
Banco Nacional 4.85
236
>= 1 % y
< = 5 % Gastos Jenerales
Total gastado por esta cuenta, comprendiendo: gastos de
mesa de la Administración en Colquechaca, postales, de
escritorio, comisiones, gratificaciones, montepíos,
delegaciones etc
3.67
Gastos de remesas Fletes y gastos en el despacho de pastas y metales 2.31
Residual < 1 % Varios 8.32
237
Figura8: Estructura porcentual de los costos de la Compañía Minería Colquechaca entre 1879 - 1889. Cuentas intermedias
Nota.- Se entienden como Gastos Intermedios, aquellos que, porcentual y consistentemente, representan más más del 5 % pero menos
25 % de los costos de la Empresa
-
5.00
10.00
15.00
20.00
25.00
1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889
%
Años
Derechos de Esportación
Gastos de beneficio
238
Fuente: Elaboración propia a partir de datos financieros provenientes del Estado de Pérdidas y Ganancias de la Compañía Minera
Colquechaca insertos en los Informes al Directorio entre 1879 y 1889
Figura 9: Estructura porcentual de los costos de la Compañía Minería Colquechaca entre 1879 - 1889. Cuentas menores
-
5.00
10.00
15.00
20.00
1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889
%
Años
Gastos Jenerales
Gastos de remesas
Sueldos
Intereses y descuentos
239
Nota.- Se entienden como cuentas menores, aquellos que, porcentual y consistentemente, representan más más del 1 % pero menos del
5 % de los costos de la Empresa
Fuente: Elaboración propia a partir de datos financieros provenientes del Estado de Pérdidas y Ganancias de la Compañía Minera
Colquechaca insertos en los Informes al Directorio entre 1879 y 1889
240
La Guerra del Pacífico – 1879 a 1882 – fue otro factor influyente: hay una leva de obreros
para formar un Batallón para la Guerra. Los omisos que escaparon a sus poblaciones de
origen no volvieron al mineral, por temor a ser reclutados (3ra, memoria, 1880). Además
se debe tomar en cuenta que hay constantes rebeliones indígenas en la región (Fernández,
1889).
c. el tercero, puede deberse a los precios del azogue: se lo importaba de Perú – de las minas
de Huancavelica -, pero los problemas de la Guerra hicieron que escaseara y tuvieran que
encontrarse otras fuentes de aprovisionamiento.
- El factor Gastos de remesas tiene que ver con problemas de transporte de sus productos. En
la Memoria de 1880, se cita – explícitamente – el cierre del Puerto de Arica debido a la Guerra.
Asimismo, la inexistencia del FFCC hacia la costa, hacía que el mineral tuviera que ser
transportado a lomo de mula (o de llama) (¡!!) por arrieros, con el consiguiente costo y
perjuicio en tiempo de viaje.
- Los otros factores se refieren – otra vez – a los costos de la mano de obra. No se debe olvidar
que Colquechaca se encuentra ubicada a casi 5.000 msnm. Las condiciones de vida eran
bastante duras – pese a tratarse de un centro comercial importante – por lo que, se puede
suponer, que la contratación de mano de obra era dificultosa.
- Otro factor a tomar en cuenta es el de los costos financieros: el Banco Nacional de Bolivia –
fundado en 1872 – tenía, prácticamente, el monopolio financiero ya que no existían otros
bancos. Se debe hacer notar que existe un Decreto Ley de 7 de diciembre de 1888 que autoriza
a uno de los principales accionistas de Colquechaca, Mariano Lora - abrir un “banco de emisión,
depósitos, préstamos y descuentos que jirará bajo la denominación “Banco de Colquechaca”. La fuerte
oposición del Banco Nacional y la posterior crisis de la Compañía en 1889 hizo que nunca
prosperara esta iniciativa.
Segunda parte: cálculo y análisis de índices financieros
En primer lugar, se harán una serie de definiciones que, se considera, son necesarias para tener
una mejor inteligibilidad de lo que se hizo. En todos los casos, las referencias son tomadas de la
publicación del Bank of America (2002).
241
¿Para qué (no) sirve un estado financiero?
“Un estado financiero no puede diagnosticar la salud fiscal de su empresa.
Reúna varios estados financieros y usted podrá tomar decisiones gerenciales y hacer inversiones
inteligentes” (p. 3)
¿Qué es un estado financiero?
“Los estados financieros son registros escritos, significativos, que le permiten a usted diagnosticar sus
puntos fuertes y sus puntos débiles en el área financiera y le ayudan a incrementar la vida y rendimiento
de su compañía” (p. 3)
¿Qué estados financieros se analizarán?
Para el análisis siguiente, se utilizaran los datos que provienen de la Hoja de Balance y del Estado
de Pérdidas y Ganancias (también llamado Estado de ingresos).
¿Qué muestra cada uno de ellos?
Hoja de balance: “Este estado le demuestra lo que posee (bienes), lo que usted debe (deudas) y lo que sobra
(valor neto o acciones de dividendo variable en el negocio” (p. 4)
Estado de ingresos: [Muestra] “las ventas, gastos y ganancias de una firma (o pérdidas)” (p. 3)
¿Qué indica la hoja de balance?
- “El valor neto del negocio
- Qué porción de sus deudas es activa [corto plazo], y cuánto es a largo plazo
- Porcentajes y proporciones (que se extraen de los números) para analizar su negocio”
¿Qué se indica en el estado de ingresos? Este estado indica:
242
“- Si las ventas están subiendo o bajando
- Su ganancia bruta: cuánto dinero queda para el negocio después de deducir lo que cuesta producir o
comprar el producto
- Todos los gastos hechos durante el período de tiempo que cubre
- Incrementos y reducciones del ingreso neto
- Cuánto dinero queda para incrementar el negocio
- Cuánto dinero queda para el (los) dueño(s)
- Cuánto dinero queda para pagar las deudas (sólo capital)” (p. 6)
¿Para qué sirven las proporciones y de donde se toma la información necesaria para calcularlas?
“Las proporciones le ayudan a identificar sus puntos fuertes y sus puntos débiles. (…) Los números para
las proporciones se toman del estado de ingresos y de la hoja de balance”. (p. 10)
¿Qué índices (o proporciones) financieras se analizarán y que muestra cada una de ellas?
´
Las proporciones (o índices financieros) pueden clasificarse en dos grandes tipos:
Tipo I: Proporciones de manejo de bienes. “¿Qué tan inteligentemente está usted manejando sus
bienes?” (p. 10)
El índice a calcularse es el Volumen de Cuentas por Cobrar. “Demuestra cuántos días demora en
cobrar el dinero que le deben. Mientras más bajo el número es menor” (p. 10)
Figura 10: Volumen de cuentas por cobrar (días)
Año
Tiempo necesario para
cobrar las deudas
(días)
1879 54.12
243
Año
Tiempo necesario para
cobrar las deudas
(días)
1880 26.56
1881 23.52
1882 22.40
1883 54.75
1884 162.38
1885 115.69
1886 40.63
1887 70.76
1888 180.69
1889 130.37
Fuente: Elaboración propia
Nota.- Los datos en verde son los que se considera tienen valores muy altos.
Tipo II: Proporciones de liquidez. “¿Cuán “rica en efectivo” es una compañía? Las proporciones de
liquidez demuestran la capacidad de una compañía de convertir un bien en efectivo” (p. 10)
Se calcularán los siguientes índices:
i) Capital de trabajo
“Demuestra si una compañía tiene suficiente efectivo para pagar las cuentas. (…) La respuesta
debe ser positiva. Se necesita más dinero para cubrir gastos si la respuesta en un número
negativo. Es preferible un número más alto” (p. 10).
244
Figura 11: Capital de trabajo (Bs)
Año Con
bicicleteo
Sin
bicicleteo
1879 207,083.98 166,119.39
1880 112,662.62 61,684.24
1881 178,421.49 122,409.40
1882 406,803.35 208,056.93
1883 548,796.47 280,165.29
1884 720,238.97 367,997.81
1885 581,104.96 174,562.40
1886 455,819.47 51,487.43
1887 211,887.22 (237,590.10)
1888 282,016.40 (223,673.48)
1889 (41,468.42) (410,468.42)
Fuente: Elaboración propia
ii) Prueba ácida ó índice ácido
Mide la relación de activo corriente a pasivo corriente; es decir, cuántas unidades
monetarias posee la empresa por unidad monetaria de deuda. “La respuesta debe ser
1 o más”, (p. 10)
Figura 12: Indice ácido
Año Con
bicicleteo
Sin
bicicleteo
1879 1.71 1.54
1880 1.50 0.92
1881 13.50 8.03
1882 1.47 1.14
245
Año Con
bicicleteo
Sin
bicicleteo
1883 8.98 3.20
1884 12.65 5.13
1885 3.84 1.69
1886 3.27 1.06
1887 1.43 0.31
1888 1.69 0.31
1889 0.17 0.17
Fuente: Elaboración propia
Nota.- Los datos con amarillo son valores inferiores a lo aconsejable y los con
verde son valores inusualmente altos
iii) Proporción activa
“Pone a prueba la capacidad de una compañía de pagar sus deudas a corto plazo. Mientras más
alto sea el número, mejor. La respuesta debería ser 2 o más”, (p. 10)
Figura 13: Proporción activa
Año Con
bicicleteo
Sin
bicicleteo
1879 1.86 1.69
1880 2.28 1.70
1881 18.43 12.96
1882 1.68 1.35
1883 12.82 7.03
1884 16.38 8.86
1885 4.07 1.92
1886 3.49 1.28
1887 1.53 0.41
246
Año Con
bicicleteo
Sin
bicicleteo
1888 1.77 0.39
1889 0.32 0.32
Fuente: Elaboración propia
Nota.- Los datos con amarillo son valores inferiores a lo aconsejable y los con verde son
inusualmente altos.
Conclusiones y explicación de los resultados obtenidos del análisis de las Estructuras de
Costos
¿Cómo se explican los problemas de la Empresa a partir de otras fuentes? Se usará la “Memoria”
de Alzérreca (1889) para poder incluir explicaciones adicionales de un testigo ocular de lo que
pasaba en Colquechaca.
Al referirse al yacimiento minero, Alzérreca comenta:
[Colquechaca], “este famoso mineral, no por la abundancia de sus metales, sino por la riqueza de ellos,
viene siendo el que más halagos ofrece a los mineros por la persistencia de sus metales, y la rápida
compensación de los gastos, aún después de años de estéril trabajo”. (p. 27) (Se ha mantenido la
ortografía original).
Se había mencionado que una de las formas de encarar un negocio que se encuentra en una
industria que está en la fase de declinación, era la de contar con una ventaja competitiva sostenible
que radicara en la materia prima. El párrafo anterior identifica esta ventaja competitiva.
- Alta importancia de los costos de explotación y laboreo
247
Este hecho puede deberse a los numerosos problemas que se tenía con la mano de obra (ver
Assadourian et al., 1980) y – probablemente – a los problemas que señala Alzérreca (1889),
sobre los problemas técnicos que tenía la Empresa:
a. “En el verdadero asalto de metales ricos con que se ha trabajado esta labor [Colquechaca],
se nota el desconcierto, la falta de plan, el desorden y las penurias de la compañía por
proporcionarse metales finos, a despecho de sus propias conveniencias bien entendidas.
Cuadro aquí, cuadro allí, otro cuadrito por esta parte, más allá otro: total como
veinte cuadros. Con las corridas y galerías sucede otro tanto: corridas en todas direcciones
y taqueos en toda la mina; ninguna galería formal, ni de extensión; y entre tanto quizá la
empresa ha dejado en todas direcciones, clavos riquísimos, por haberse broseado los
frontones que debían alcanzarlos. Mina sin previsión es mina sin presente ni porvenir.
No obstante, es la mina más rica de Colquechaca es también la más profunda. La
profundidad actual es ochenta metros verticales, del nivel del Socavón San Bartolomé.
Hasta ese nivel, planes y cabeceras han sido consumidos por la explotación” (p. 29-30)
(Negrillas propias)
- En lo referente al acápite de los derechos de exportación, Aramayo (1886) explica con detalle
esta problemática, al igual que Alzérreca (1889) quien la señala como uno de los factores de
desestabilización económica de la industria:
a. “Otra de las causas del mal estar minero es el gravamen de los impuestos fiscales: patentes
de minas sobre cientos de hectáreas que posee cada mina representan miles de pesos de
impuesto directo; los 80 centavos por marco de producción bruta es una enormidad
disculpable en la edad española en que las vetas vírgenes habrían [sic] sus abundantes cenos
[sic] a la avaricia de los conquistadores que pagaban o no pagaban un jornal miserable al
indio vencido y sometido al suplicio de la mita; el 2 por ciento sobre las utilidades líquidas
de las empresas anónimas representa otros miles sacados de manos del productor, y con
excepción de algunos mineros afortunados, estas contribuciones las pagan las empresas de
los cuotas o capital destinado al trabajo.
Sin tomar otros ejemplos, Guadalupe tuvo un déficit el año 87 de 24 mil bolivianos; entre
tanto había pagado al estado por los 80 centavos sobre marco 36 mil bolivianos y tres mil
bolivianos por patentes. Así pues, el Estado había puesto en quiebra una casa que alcanzaba
a pagar sus gastos, pero con los impuestos le quitó los 15 mil, que había de utilidad y hasta
248
el monto de lo [sic] 39 mil de impuestos tuvo que tomar a crédito 24 mil bolivianos y ese
año la casa perdió.
Actualmente varias empresas no cubren sus gastos y sin embargo pagan una fuertísima
contribución de dos a tres mil pesos mensuales que no hacen más que aumentar los apuros
de dichas empresas” (p. 39).
- En lo referente al combustible. Alzérreca (1889) comenta que las empresas mineras han
deforestado la yareta – arbusto propio de la zona –, con la consiguiente subida de precios del
mismo:
a. “En Colquechaca el quintal de combustible Yareta o Turva [sic] vale un boliviano el
quintal, es decir, que una máquina a vapor cuesta al año de 60 a 70 mil bolivianos en sólo
combustible. Hoy no les hace cuenta a los contratistas internar a ese precio y probablemente
aumentarán el precio. ¿Puede sostenerse la minería ante esta gravísima dificultad?
Sólo debemos esperar el remedio de los adelantos modernos y de la electricidad, reservando
el combustible para las indispensables operaciones de quema o reemplazarlo con el
petróleo”. (p. 37)
¿Cómo puede explicarse que pese a las pérdidas que tiene la explotación minera de Colquechaca
los socios siguen invirtiendo dinero?¿Qué dice Alzérreca al respecto?
a. “No siempre la causa [de los problemas de las empresas mineras] han sido los
Administradores y Directores de la mismas; el error biene [sic] de constituir Directorios
sin competencia minera, por mucho que sean fuertes accionistas y notabilidades en
otras esferas; tendrán providad, [sic] ilustración, prestigios, lo que se quiera, pero no
tienen criterio para elegir a los hombres que ponen a la cabeza de las minas porque no
conocen la clase de conocimientos y de aptitudes que se necesitan para la dirección de una
labor. Los directorios sin conocimientos mineros han sido y seguirán siendo la ruina de
toda empresa de minas”.(Pág. 38) (Negrillas propias)
Si se revisa la lista de los accionistas de Colquechaca, se pueden encontrar nombres de personas
que – como se indica anteriormente – son personajes conocidos en el medio local: mineros
exitosos; comerciantes conocidos; gerentes de Banco; personas profesionales sobre las cuáles no
249
se puede tener duda de la rectitud de sus acciones y – sobre todo – una presencia muy importante:
la mayor accionista de Colquechaca, Juana Vidaurre, la viuda de Arteche – la anterior compañía
dueña de Colquechaca – quien era conocida como “la chola millonaria”. (Soruco, 2012). Por lo tanto
hay un efecto de “imagen social” que hace que los accionistas confíen en que las decisiones que
están tomando los miembros del Directorio son las correctas ya que son gente exitosa y proba.
patito
¿Cómo se explica el bicicleteo de dinero?
a. “Si las empresas mineras se salvan de la crisis porque han atravesado estos años será
merced a la bondad del terreno mineral, que dá [sic] por casualidad vetas inesperadas como
la de Amigos[otra empresa sita en Colquechaca] y la actual de Lípez”. (Pág. 39).
Uniendo la imagen social de los accionistas de Colquechaca con el hecho de que otras empresas
mineras de la zona han tenido éxito en encontrar buenos yacimientos, la pregunta obvia es, “¿Por
qué si les pasó a ellos no nos puede pasar a nosotros?”. Asimismo, en el entendido de que la minería
es un negocio de alto riesgo, se comprende que los inversionistas están dispuestos a correr más
riesgos que en otro tipo de negocios.
Finalmente, ¿qué se puede decir respecto a la (in)competencia de los Directorios en los malos
resultados?
Es innegable que muchas de las decisiones que se tomaron estaban erradas (por ejemplo, aceptar
el bicicleteo del dinero en el Balance de la Empresa; empero, en descargo suyo, se debe decir que
los miembros del Directorio no eran los que preparaban el Balance; éste se encargaba al Contador
de le Empresa y el mismo era controlado por unos Inspectores que daban su visto bueno. Por lo
tanto, el único rol de los Directores era firmar el Balance siempre y cuando los Inspectores dieran
su visto bueno.
Ya se ha comentado que la minería es un negocio riesgoso. Por tanto, tampoco se les puede
achacar mala intención en sus acciones; por norma de derecho, una persona es inocente hasta que
se demuestre lo contrario. Se puede aceptar, entonces que no hubo mala intención manifiesta.
250
Ahora bien, como señala Alzérreca, el error de los Directorios es que “no tienen criterio para elegir
a los hombres que ponen a la cabeza de las minas porque no conocen la clase de conocimientos y de aptitudes
que se necesitan para la dirección de una labor” (p. 38),
Conclusiones y explicación de los resultados obtenidos del análisis de los índices financieros
- Todos los resultados apuntan a que la situación de la empresa era muy inestable: no tienen
suficiente capital para responder de sus deudas; el tiempo de cobranza de sus cuentas por
cobrar es demasiado alto: en 1884, 1885, 1888 y 1889, son números insostenibles: esperar 6
meses para cobrar el dinero adeudado, requiere que la empresa tenga un respaldo de efectivo
muy alto; observando el capital de trabajo, se ve que desde 1887, los números eran negativos;
es decir no se tenía suficiente capital de trabajo para continuar las operaciones.
- Los resultados mostrados al calcular el capital de trabajo, la prueba ácida y la proporción
activa, muestran la importancia que tuvo el bicicleteo de capitales. Sin éste, los resultados
hubieran sido muy pobres desde el primer momento. Con éste, se maquillaron los números y
parecía que habían momentos en que las cosas funcionaban mejor.
- Los resultados del índice ácido, demuestran que, exceptuando, 1881, 1883 y 1884, su respaldo
financiero para pagar sus deudas está por debajo de lo aconsejable. Los últimos tres años son
particularmente duros, ya que se tiene 30 centavos de respaldo por cada boliviano de deuda.
- Analizando la proporción activa se ve que la capacidad de honrar sus cuentas a corto plazo es
muy baja y no permite que la empresa pueda encarar préstamos bancarios cortos.
- En resumen, los números financieros de la empresa son preocupantes y sólo se explica que
siguiera funcionando, por las inyecciones de capital de la dueña de la mayoría de las acciones
de la Empresa. En algunos casos, esta inyección representa más de dos veces el volumen de
dinero que la empresa ha generado por si misma.
¿Qué viene de aquí para adelante?
Este primer avance de investigación, intentó – a partir del análisis de los estados financieros de la
Compañía – establecer los lineamientos que seguir en la futura investigación de la Minería de
Plata en Bolivia – en general – y de la Compañía Minera Colquechaca en particular
251
Por lo tanto, las tareas pendientes para continuar con el avance de la investigación, se pueden
clasificar en varias categorías:
1) Lo más obvio es que se debe ampliar el estudio hasta 1904, tomando en cuenta los dos
procesos de fusión que se dieron. Este hecho amerita el estudio de las otras compañías de
la zona que, posteriormente se fusionaron con Colquechaca, para tratar de determinar si
las fusiones fueron la solución - ¿temporal? – a sus problemas.
2) Área financiera: hay que continuar estudiando los números de los reportes financieros. Se
debe establecer, por ejemplo, la incidencia de los diferentes insumos utilizados en la
explotación y beneficio de los minerales, para poder entender la sensibilidad a los cambios
de precios de los mismos. Asimismo, queda por ordenar los Estados de Pérdidas y
Ganancias, adecuándolos a las modernas normas contables, para poder hacer el cálculo
de una mayor cantidad de índices financieros. Esto permitirá identificar otras potenciales
áreas de problemas. Sobre todo, especial atención se debería poner a los hechos
extraordinarios – cuentas no recurrentes – que se reportan, para entender su influencia en
el resultado final. Una especial mención merece la Contabilidad, ya que se cita que no se
ha seguido un plan contable consistente y que no se tiene un plan de cuentas claramente
definido (1ra. Memoria, 1879).
3) Área tecnológica: se requiere hacer una investigación detallada de todo el proceso
tecnológico empleado, para poder saber la influencia que tuvo este en los elevados costos
de Exploración y Beneficio. El informe de Alzérreca (1889) plantea una serie de problemas
de tipo técnico sobre la forma en que se encaraba la explotación. Es necesario hacer un
plano de interior mina y superponerlo a mapas topográficos de la zona, para entender de
mejor manera los problemas que se presentaban.
4) Área financiera: ¿Qué tan importantes eran los procesos de financiamiento – préstamos
bancarios, cuentas abiertas con proveedores en el exterior etc? En varios de los Balances
Generales se habla de estos tópicos. Habría que profundizarlos. Asimismo, se deben
incluir en el análisis otros datos financieros presentados en las Memorias. El presente
estudio se limitó a los dos más conocidos e importantes. Probablemente al incorporar
datos de los otros cuadros de datos, se pueda echar luz sobre ciertas anormalidades que
252
se presentan. Por ejemplo, ¿cómo explicar que la prueba ácida de 1881 reporte un índice
tan alto, si los años anterior y posterior sean tan bajos?
5) Área organizativa: Se requiere entender la forma de organización de la empresa, la forma
como funcionaban los Directorios (cuáles eran sus atribuciones) y, sobre todo, los
problemas internos que se daban por los diferentes juegos de poder que existían. Luego
de la primera fusión, sobre todo, hay sordas luchas de poder entre varios de los
accionistas.
6) Área judicial: Los problemas judiciales – linderos y delimitaciones, propiedad de ciertas
secciones de la mina etc, jugaron un rol muy importante dentro de los sucesos. Según
opinión de Simón Patiño, uno de los más éxitos mineros de toda la historia, la existencia
de pleitos judiciales sobre una mina, indicaba que esta era interesante; él mismo
desconfiaba de minas sobre las que no hubieran pleitos. ( Geddes,1984). Obviamente que
habría que cuantificar los costos judiciales, las probabilidades de éxitos y las relaciones
beneficio/costo que se podrían obtener al enzarce en todos esos problemas legales.
7) Área legal: Todo lo referido a los impuestos cobrados por el Gobierno y la política seguida
por éste: protección o librecambio. Dentro de esta área sería interesante hacer un
seguimiento de la propiedad de la Empresa. Al haberse creado Colquechaca como una
unión de intereses de la Compañía Minera – Arteche – con otros intereses de la zona, y
teniendo en cuenta la influencia que tenía la compañía Arteche a nivel político (Soruco,
2012), y los intereses que tenían varios de los accionistas en Bancos, Clubes Sociales,
Partidos Políticos etc, se pueden encontrar explicaciones a muchas de las cosas que
sucedieron y que llevaron a la quiebra de la Empresa en 1904.
8) “Networking”: Parece ser que en algún momento hubieron conflictos de intereses, ya que
varios de los accionistas mayoritarios eran – a su vez – accionistas, dueños o miembros
del Directorio de otras compañías mineras de la zona.
En un trabajo anterior (Deuer, 2014), se enumeran algunas de las adversidades con las que tuvo
que lidiar la Compañía y que afectaron a su viabilidad financiera y técnica, ya que muchas de
ellas fueron imponderables sobre los que la Empresa no tenía ninguna opción de modificarlos.
253
Una palabra final: no se puede echar toda la culpa de los males de Colquechaca a los Directorios,
pero tampoco se los puede eximir totalmente. Si se pudiera cuantificar – por lo menos de manera
aproximada – las responsabilidades de los diferentes factores que intervinieron, sería un gran
avance. La pregunta es si se lo podría hacer de forma fría y no emocional.
254
Bibliografía
Alzérreca, Ramiro C; (1889); “Memorias de un viaje por algunas minas de Bolivia”; Cochabamba;
Imprenta de “El Heraldo”, Plaza 14 de Septiembre
Aramayo, Felix Avelino; (1886); “La baja de la plata con relación a Bolivia”; Potosí; Imprenta de
“El Tiempo”, Calle Independencia No. 88
Assadourian, Carlos Sempat; Bonilla, Heraclio; Mitre, Antonio; Platt, Tristán; (1980); “Minería
y espacio económico en los Andes. Siglos XVI-XX”; Instituto de Estudios Peruanos, Lima, Perú
Bank of America; (2002); “Sepa bien cuál es su situación. Una guía simple de los estados financieros
de su empresa”
Bértola, Luis y Ocampo, José Antonio; (2010); “Desarrollo, vaivenes y desigualdad. Una historia
económica de América Latina desde la Independencia”, Secretaría General Iberoamericana, p 61
Compañía Colquechaca; (1879); “Acta de la Primera Junta Jeneral Ordinaria de la Compañía
Colquechaca en 9 Junio 1879”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1880); “Segunda Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1881); “Tercera Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1882); “Cuarta Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1883); “Quinta Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1885); “Séptima Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1886); “Octava Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1887); “Novena Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1888); “Décima Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
________; (1889); “Undécima Memoria del Consejo Directivo”; Sucre, Tipografía del Progreso
Deuer, Pastor Rafael; (2012); “El resurgir de la minería de plata y su crisis. 1850-1910”; Trabajo
final de la Escuela de Invierno: “Hacia una nueva Historia Económica De Bolivia”; La Paz,
auspiciadas por la Universitat de Barcelona; Universidad Mayor de San Andrés; Universidad
de Valparaíso y la Cooperación Española
________; (2013); “Un “mapa de carreteras” preliminar para el estudio de la minería de la plata en
Bolivia en el Siglo XIX”; Jornadas de Historia Económica, La Paz, auspiciadas por la
Universitat de Barcelona; Universidad Mayor de San Andrés; Universidad de Valparaíso
255
_________; (2014); “La lucha contra la adversidad como marco de las actividades de la Empresa Minera
Colquechaca. Los doce primeros años: 1879-1889”, XIII Jornadas Boliviano Chilenas de
Historiadores; La Paz, auspiciadas por la Universidad Mayor de San Andrés y la Universidad
de Santiago de Chile
Fernández, Dalio; (1889); “Informe que presenta a la Prefectura del Departamento de Potosí el Sub-
Prefecto de la Provincia de Chayanta”; Imprenta de El Tiempo, Potosí
Geddes, C. F. (1984). Patiño: rey del estaño. AG Grupo.
Langer, Erick Detlef; (1989); “Economic change and rural resistance in southern Bolivia, 1880-
1930”. Stanford University Press, 1989.
Mitre, Antonio; (1981); “Los patriarcas de la plata”; Instituto de Estudios Peruanos, Lima, Perú
Soruco, Ximena; (2012) “La ciudad de los cholos. Mestizaje y colonialidad en Bolivia, siglos XIX y
XX.”; La Paz, IFEA-PIEB, Segunda edición.
256
Un conflicto al interior de la burguesía financiera. La cuestión de los
bancos durante el porfiriato (1884-1897)
César Francisco Duarte Rivera
El período porfirista trajo consigo altas tasas de crecimiento económico. Esto se pudo
alcanzar en gran medida gracias al restablecimiento del orden en una parte del país que
llevaba varios años teniendo que enfrentar conflictos armados continuos. La industria y el
comercio tuvieron la oportunidad de consolidarse con base en la estabilidad política
alcanzada.
Uno de los sectores que mayor crecimiento mostró durante este período fue el
bancario. El surgimiento de las instituciones bancarias vino a cambiar las condiciones de
acceso al crédito, por lo menos para un sector del capitalismo mexicano.1 A la par del
surgimiento de los bancos se comenzó a consolidar un nuevo grupo de la burguesía
asociado a las actividades bancarias. Los comerciantes que otorgaban crédito se convirtieron
en banqueros.
El objetivo de este trabajo es analizar la relación entre esta nueva burguesía y la élite
política. La idea central es estudiar cómo es que las relaciones entre políticos y banqueros
dieron forma a un grupo social que a comienzos del período de estudio estaba segmentado
como consecuencia de una disputa en torno de intereses comerciales; pero que a medida
que se fue resolviendo el conflicto, se fue difuminando la frontera que los separaba.
Para lograr ello, en primer lugar, se analiza la fundación del Banco Nacional de
México en 1884 y el contrato de concesión que se le otorgó, a raíz del cual comenzaba un
largo proceso de legislación en materia bancaria. En el segundo aparatado se estudia el
proceso de negociación del Banco de Londres, México y Sudamérica para mantener los
privilegios con los que contó hasta antes de 1884. En la tercera sección se hace un análisis de
las relaciones entre los miembros de los Consejos de Administración de cada una de estas
instituciones y la clase política porfirista.
1 Véase Riguzzi, “Sistema”, 2005 y Maurer, Power, 2002.
257
La fundación del Banco Nacional de México
En junio de 1884 se fundó el Banco Nacional de México a través de la fusión de dos
establecimientos bancarios que buscaron de esta manera hacer frente a las complicaciones
generadas por la crisis de 1883.2
Para el momento de la fundación de estos dos primeros bancos ya existían en México
algunas instituciones de emisión de billetes. La única de ellas radicada en la capital era el
Banco de Londres, México y Sudamérica, fundado en 1864 durante el imperio de
Maximiliano y que logró sobrevivir a la serie de cambios ocurridos en la política mexicana
durante este tiempo. Entre otras cosas, el Banco de Londres fue el primero en introducir de
manera exitosa la utilización del billete bancario en México.
Cuando se logró la fusión del Mercantil y del Nacional Mexicano en 1884 se acordó
que el nuevo banco seguiría cumpliendo las funciones de banca de gobierno de su antecesor
Banco Nacional. Pero a cambio de mejorar las condiciones de crédito que tenía la
administración federal con dicha institución, recibió una serie de privilegios bancarios
adicionales. Para empezar se le otorgó a la nueva institución el monopolio en materia
bancaria ya que el gobierno se comprometió a no conceder concesiones para el
establecimiento de nuevos bancos de emisión o para que los ya establecidos pudieran
continuar sus operaciones más allá de los plazos fijados en el Código de Comercio.3 Según
este nuevo Código de Comercio decretado en 1884 cualquier institución bancaria requería
el permiso de la Secretaría de Hacienda para poder operar.4
Mientras que el Banco Nacional de México podía emitir billetes hasta por el triple
del monto de sus reservas en metálico de acuerdo a su contrato de concesión, el Código de
Comercio exigió del resto de los bancos de emisión que limitaran su emisión de billetes a la
suma del capital exhibido por sus accionistas.5 Es decir, por cada 3 pesos en billetes que
emitiera el Nacional tendría que guardar como reservas 1 peso en metálico para poder ser
capaz de hacer válidos los billetes a su presentación, mientras que el resto de los bancos
tendrían que mantener 1 peso como capital por cada peso que emitieran en forma de billetes.
2 Ludlow, “Formación”, 1998. 3 Ibíd., p. 171 4 Banco de Londres y México, 100, 1964, p. 47 5 Ludlow, “Formación”, 1998, p. 171.
258
A los billetes del Nacional se les confirió de facto la categoría de curso legal ya que
fueron los únicos aceptados para pagar en las oficinas federales y podían circular por todo
el país. Los billetes del resto de las instituciones sólo podían circular en ámbitos locales, por
lo que su entorno de difusión era bastante reducido.6
Por otra parte, se prohibió que un banco establecido en el exterior tuviera una
sucursal en el país que realizara operaciones de cambio de billetes o emisión de los mismos.7
El Banco de Londres, México y Sudamérica se enfrentaba a tres problemas graves
como consecuencia de las modificaciones en la legislación y del nuevo contrato de concesión
del Banco Nacional. En primer lugar tenía que obtener un permiso de la Secretaría de
Hacienda, ya que se estableció como cualquier otro establecimiento mercantil sin permiso
especial en tanto que el Código de Comercio anterior no lo exigía. Y de acuerdo al contrato
de concesión del Banco Nacional no iba a ser capaz de obtener ese permiso. En segundo
lugar este banco se formó como una sucursal del banco inglés The London Bank of Mexico and
South America Ltd., por lo que incluso si obtenía el permiso de Hacienda no podría realizar
actividades de emisión.8 Y, además, si lograba resolver todo eso, tendría que competir con
el Nacional en condiciones abiertamente desiguales.
A partir de este momento el Banco de Londres comenzó una larga negociación tanto
con el Banco Nacional como con el gobierno mexicano con el fin de regularizar su situación.
La institución que sentó las bases para el establecimiento del sistema bancario mexicano fue
prácticamente declarada ilegal en el transcurso de unos meses.
El proceso de regularización del Banco de Londres, México y Sudamérica.
Una vez decretado el nuevo Código de Comercio de 1884, el Banco de Londres tenía seis
meses de plazo para regularizar su situación. A partir del 20 de enero de 1885 los bancos
que no estuvieran reconocidos por el Congreso estaban obligados a retirar de la circulación
sus billetes. Además la Administración General de la Renta del Timbre dispuso a una
persona con el fin de investigar si el Banco de Londres realizó emisiones después de la
6 Ibíd., p. 172. 7 Ibíd., p. 171. 8 Banco de Londres y México, op. cit.
259
entrada en vigor del nuevo Código de Comercio con el fin de establecer una multa legal en
caso de haberlo hecho así.9 Ese mismo día el Banco Nacional decidió dejar de aceptar los
billetes emitidos por el Banco de Londres10 lo cual dio a conocer al público en los siguientes
días.11
La primera reacción del Banco de Londres fue recurrir al recurso de amparo en enero
de 1885 con el fin de mantener lo establecido en su contrato de concesión.12 Se argumentó
que el contrato de concesión que se otorgó al Banco Nacional y las pautas que se
establecieron en el nuevo Código de Comercio iban en contra de la libertad de trabajo
consagrada en la constitución de 1857, ya que limitaban la realización de operaciones
comerciales para el resto de las instituciones bancarias. Por tal motivo se exigió que se
liberara al Banco de Londres de la obligación de seguir los nuevos lineamientos.13
Este recurso generó un debate muy importante al interior de la prensa en lo que se
refiere a la cuestión bancaria. Se tomaron posiciones abiertamente contrarias; por un lado se
defendió de manera exacerbada al Banco Nacional y, por otro, se le criticó muy duramente
a favor del Banco de Londres. Los defensores del Banco Nacional argumentaron que el
monopolio bancario permitiría realizar las actividades de emisión de billetes de una manera
más controlada, lo que proveería de mayor confianza a dichos instrumentos y facilitaría la
circulación de mercancías. Los críticos del Banco Nacional asumieron una posición más
cercana al liberalismo económico clásico donde la libre competencia debía ser lo que
prevaleciera y debía evitarse cualquier tipo de actividad monopólica en cualquier sector
económico. La polémica llegó a tal punto que tan sólo unos días después de comenzada
Edmundo J’Anson, gerente del Banco de Londres, y Rafael Dondé, abogado del mismo, se
comunicaron con el Consejo de Administración del Banco Nacional con el fin de que
utilizaran su influencia para detener la polémica generada en los periódicos respecto a la
“existencia legal” del banco inglés.14
9 La Patria, 5 octubre 1886 10 Archivo Histórico del Banco Nacional de México (AHB) Actas Consejo vol. 2, 20 enero 1885 ff. 35-36. 11 El Tiempo, 22 enero 1885; 12 Maurer, Power, 2002, p. 29. 13 Ludlow, “Especialización”, 1997, p. 34. 14 AHB. Actas del Consejo vol. 2, 3 febrero 1885, f. 43.
260
La situación siguió sin resolverse hasta que el 17 de junio de 1885 Edmundo J’Anson
desistió del amparo presentado, decisión que dio a conocer mediante una carta publicada
en la prensa donde los motivos para tal curso de acción no quedan muy claros.15
A partir de aquí comenzaron una serie de negociaciones con el gobierno federal y la
Secretaría de Hacienda con el fin de permitir al Banco de Londres regularizar su situación.
La nueva fecha límite que se impuso para ello fue el 25 de septiembre de 1885. Los abogados
de la institución recurrieron al secretario de hacienda Manuel Dublán, al secretario de
gobernación Manuel Romero, y al presidente Porfirio Díaz, con el fin de obtener un nuevo
plazo para modificar la situación legal del banco de forma tal que pudiera cumplir con las
nuevas normativas. Al tiempo que Romero Rubio comenzó a negociar con el Banco Nacional
para ver qué podía resolverse, Díaz amplió el plazo por tres meses más a partir del 12 de
octubre de ese mismo año y recomendó que se adquiriese la concesión del Banco de
Empleados, de cuyo Consejo de Administración era presidente Dondé, o del Banco
Hipotecario del cual era consejero el ahora ex-gerente J’Anson.16
Parece que los esfuerzos de Dublán surtieron efecto ya que para enero de 1886 el
Consejo de Administración del Banco Nacional decidió tomar el asunto en sus manos y
negociar directamente con la Dirección Central del Banco de Londres en Inglaterra a través
de la Junta de París. Asimismo, se informó a Dublán de la conformidad del Consejo de
Administración para otorgar “una prórroga de 2 a 6 meses” al Banco de Londres en lo que
se llevaban a cabo las negociaciones.17
Para junio de 1886 se alcanzó el primer principio de acuerdo según el cual el Banco
de Londres pedía dos líneas de crédito, cada una por 500,000 pesos. La primera se otorgaría
a un interés fijo de 3% y la segunda a un interés variable de 3% menor que la tasa de
descuento del Banco Nacional, durante cinco años renovables por mutuo acuerdo. A cambio
el Banco de Londres cesaría su circulación de billetes.18 La propuesta fue aceptada por el
Consejo de Administración del Banco Nacional unos días después.19
Al tiempo que ocurrieron estas negociaciones el Banco de Empleados, un banco que
se encargaba de manejar los sueldos de los funcionarios públicos y otorgarles créditos, logró
15 El Tiempo, 21 de junio de 1885. 16 Banco de Londres y México, 100, 1964, p. 48 17 AHB. Actas del Consejo vol. 2, 5 enero 1886, ff. 202-203. 18 AHB. Actas del Consejo vol. 2, 12 junio 1886, ff. 282-283. 19 AHB. Actas del Consejo vol. 2, 15 junio 1886, ff. 285-289.
261
un acuerdo con Manuel Dublán para modificar su contrato de concesión en mayo de 1886,
gracias a lo cual se le permitió ampliar sus funciones. La Cámara de Diputados “a moción
del C. Limantour […] acordó la dispensa de trámites y aprobó [el] contrato […]”20. El banco
cambió su nombre al de Banco Comercial y, entre otras cosas, se le otorgó la facultad de
emitir billetes hasta por el doble de sus reservas en metálico.21
Ignacio Miranda y Iturbe, gerente del nuevo Banco Comercial, aprovechó el
privilegio que se le había otorgado a su institución y buscó alcanzar un acuerdo con el Banco
Nacional. Miranda exigió que el Banco Nacional descontara todos los bonos prendarios que
el Banco Comercial le presentara a una tasa menor a la de mercado a cambio de no realizar
emisiones de billetes que pudieran competir con los del Banco Nacional.22 El Consejo de
Administración decidió nombrar a Gustavo Struck, uno de sus accionistas más importantes
y miembro de dicho Consejo, para alcanzar un acuerdo con Miranda. Después algunos días
de negociaciones Struck informó al Consejo que no había podido lograr ningún acuerdo
pero que existían pláticas entre el Banco de Londres y el Banco Comercial para que el
primero comprara la concesión del segundo.23
La operación de compra del Banco Comercial por parte del Banco de Londres se
cerró por un monto de entre 80 y 100 mil pesos.24 De esta manera el Banco de Londres
resolvió el primer problema ya que logró obtener la concesión necesaria para realizar
emisiones de billetes; sin embargo, aún no se regularizaba su situación por completo ya que
continuaba siendo una sucursal de una empresa extranjera.
En este primer paso fue fundamental la participación del presidente Díaz que
propuso al Banco de Londres adquirir la concesión de algún otro establecimiento y facilitó
los plazos para que ello se lograra. También la intervención de José Yves Limantour,
diputado desde 1880, fue de gran importancia para la agilización del trámite para validar la
reforma en el contrato de concesión del Banco de Empleados al interior de la Cámara de
Diputados. Seguramente lo hizo pensando en que podía ser adquirido por el Banco de
Londres, institución en la que su familia participaba directamente como accionista.25 La
20 La Patria, 21 mayo 1886. 21La Voz de México, 1 julio 1886; El Tiempo, 23 junio 1887. 22 AHB. Actas del Consejo vol. 2, 13 julio 1886, ff. 300-302. 23 AHB. Actas del Consejo vol. 2, 13 agosto 1886, f. 310; 24 agosto 1886, f. 312. 24 La Voz de México, 4 septiembre 1886. 25 Maurer, Power, 2002, p. 31 y 42; Salmerón, “Relevo”, 1997, p. 63; Lobato López, “Contradicción”, 1944, p. 447.
262
relación con la clase política fue entonces fundamental para los representantes del Banco de
Londres.
Por otro lado, las negociaciones que se establecieron con el Banco Nacional
respondieron seguramente a la presión ejercida por el gobierno federal sobre esta
institución. El Banco Nacional fue el que se acercó a la Dirección Central del Banco de
Londres con el fin de llegar a un acuerdo. Al menos en lo que relatan las Actas del Consejo
de Administración del Banco Nacional, y la bibliografía consultada, no hay señales de que
el acercamiento entre ambos establecimientos fuera buscado por el Banco de Londres.26
Podríamos pensar que la manera de actuar del Banco Nacional respondió a la búsqueda de
lograr un acuerdo que les fuera más favorable considerando que ya habían existido
acercamientos entre la institución inglesa y el gobierno federal.
Además existieron razones diplomáticas para la resolución del conflicto. El gobierno
federal ayudó y presionó para la resolución de la situación del Banco de Londres porque
temía que un resultado negativo para la institución podría generar problemas en las
relaciones con Inglaterra. Ello pudo haber puesto en riesgo las negociaciones que se llevaron
a cabo con los acreedores británicos para resolver el problema de la deuda externa.27
El segundo problema que enfrentaba el Banco de Londres, constituirse como un
banco mexicano, fue resuelto con relativa facilidad en comparación con la obtención de la
concesión para funcionar como banco de emisión. El 1 de junio de 1888 se modificó el
contrato de concesión de la institución, constituyéndola como independiente y mexicana. El
Banco de Londres, México y Sudamérica se convirtió en el Banco de Londres y México. La
nueva institución contó con un capital inicial de 1,500,00.00 pesos.28 El banco que solía ser
la matriz de la nueva institución suscribió 100,000 de pesos del capital inicial. Entre el resto
de los accionistas se encontraban Thomas Braniff (200,000 pesos), importante empresario e
inversionista que tenía intereses en distintos negocios siendo uno de los más importantes el
de los ferrocarriles; Ignacio de la Torre y Mier (120,000 pesos), proveniente de una familia
de gran peso dentro del negocio azucarero; Samuel Knight (80,000 pesos), gerente de la
Compañía Mexicana de Gas que se encargó del alumbrado público de la Ciudad de México;
Rafael Dondé (100,000 pesos), que fue abogado del Banco de Londres, México y Sudamérica
26 AHB. Actas del Consejo vols. 2 y 3. 27 Riguzzi, “Weak”, 2006. 28 El Foro, 2 febrero 1890; El Economista Mexicano, 6 julio 1889.
263
durante todo el período del conflicto estudiado en este trabajo; J. Quin (80,000 pesos) y
Gould de Nueva York (250,000 pesos). Quedaron como miembros de la Junta Directiva de
la nueva institución Braniff, de la Torre y Juan Llamedo, comerciante y empresario español,
al tiempo que H.C. Waters fue designado como gerente.29
El Banco de Londres regularizó plenamente su situación legal mediante este último
procedimiento. Se conformó como una institución mexicana con la capacidad de emitir
billetes libremente. Sin embargo, ocupó siempre una posición secundaria con respecto al
Banco Nacional. Más allá del fuerte vínculo establecido entre este último banco y el
gobierno, el Banco Nacional tenía la capacidad de emitir billetes hasta por el triple de sus
reservas y sus documentos podían circular a nivel nacional.
Las ventajas que tuvo el Banco de Londres para poder mejorar sus privilegios
consistían en la cercanía que tenía la institución con Limantour que en 1893 había pasado a
ocupar el cargo de Secretario de Hacienda en sustitución de Matías Romero; y en la estrecha
relación que mantenían por lo menos dos de sus accionistas con Porfirio Díaz. Thomas
Braniff, presidente de la Junta Directiva del Banco de Londres y México desde su fundación,
quien hizo “[…] que el presidente siempre lo tuviera en cuenta”30; e Ignacio de la Torre y
Mier que se casó con Amada Díaz, hija de Porfirio Díaz.31
En 1896 Limantour comenzó con la planeación de una nueva Ley de Instituciones de
Crédito la cual tenía la intención de cerrar definitivamente la cuestión de los bancos
estableciendo pautas claras para su funcionamiento. El debate que comenzó con el contrato
de concesión del Banco Nacional en 1884 culminó hasta 1897 con la promulgación de dicha
ley.
Para elaborar la ley se elaboró una comisión en la que participaron H.C. Waters
gerente del Banco de Londres; Carlos Varona, gerente del Banco Nacional, los abogados
Joaquín Casasús y Miguel S. Macedo, así como José María Gamboa gerente de un banco
hipotecario.32 Miguel Macedo era hermano de Pablo Macedo, abogado del Banco Nacional
desde su fundación; mientras que Casasús tomó el lado del Banco de Londres durante el
debate sobre la cuestión bancaria sin embargo, parece que no estuvo vinculado directamente
29 El Municipio Libre, 4 julio 1889. 30 Collado, Burguesía, 1987, p. 40. 31 El Tiempo, 18 enero 1888. 32 Ludlow, “Primera”, 1993, p. 356.
264
con dicha institución. Ambos personajes formaron parte de la Unión Liberal,33 partido
formado en 1892 con el fin de apoyar la reelección de Díaz y a partir del cual surgió el grupo
conocido como los científicos.
Antes de que se promulgará la Ley con base en los resolutivos de la comisión fue
necesario negociar con el Banco Nacional, el cual tuvo que dar el visto bueno para que se
modificarán aspectos de su contrato de concesión. Este contrato le otorgó una fuerte
influencia político-económica a la institución. Prácticamente cualquier modificación legal en
términos bancarios tuvo que aprobarse antes por el banco ya que normalmente se violaban
los acuerdos establecidos en el contrato de concesión de 1884, y la promulgación de la ley
de 1897 no fue la excepción. En este caso el Consejo de Administración del Nacional aprobó
unánimemente el acuerdo con la Secretaría de Hacienda mediante el cual el banco acordó
modificar su contrato de concesión en conformidad con la nueva ley a cambio entre otras
cosas de que el Monte de Piedad recibiera un crédito del banco por 500,000 pesos y no
emitiera ni circulara certificados de depósito o billetes bancarios durante los próximos diez
años.34
La nueva ley permitió que los billetes del Banco Nacional y del Banco de Londres
circularan por todo el país, pero se mantuvo el privilegio para el Banco Nacional ya que sólo
se aceptaban sus billetes en las oficinas de gobierno.35 De esta manera, finalmente después
de casi quince años de negociaciones y acuerdos el Banco de Londres logró recuperar los
privilegios con que contaba hasta antes de 1884.
Los accionistas del Banco Nacional de México y el Banco de Londres y México
Gran parte de los acontecimientos narrados en las secciones anteriores responden a las
relaciones económicas, políticas y sociales que entablaron los accionistas de ambas
instituciones. A pesar de que ambos grupos de accionistas pertenecieron a la élite porfirista
existen algunas diferencias importantes entre ellos que terminaron por determinar lo que
ocurrió con las instituciones en las que participaron.
En esta sección sólo se analizarán a aquellos accionistas que participaron
activamente en el día a día de los bancos, es decir, aquellos que podríamos considerar como
33El Municipio Libre, 7 febrero 1892. 34 AHB. Actas del Consejo vol. 3, 31 marzo 1896, ff. 59-61. 35 Rosenzweig, “Moneda”, 1985.
265
banqueros propiamente. Los actores analizados son aquellos cuyas acciones estuvieron
influidas de alguna manera por el hecho de que pertenecieron a un tipo especial de
burguesía caracterizada por dedicarse a las actividades bancarias. La manera más clara de
hacer esta distinción es identificar a aquellos accionistas que formaron parte activa en los
Consejos de Administración de las instituciones bancarias.
Cabe resaltar que la actividad bancaria no fue la actividad económica exclusiva
prácticamente de ninguno de los burgueses analizados. La mayoría de ellos tenían ya un
capital importante antes de introducirse al negocio bancario, ya fuera porque pertenecieron
a familias dedicadas al comercio o a la industria, o porque ellos mismos incurrieron en
dichas actividades. La gran parte de ellos podrían caber dentro de la categoría de
comerciante-banquero utilizada por Marichal.36 Radicaron en la ciudad de México y fueron
los comerciantes de los comerciantes provenientes de provincia. El comerciante-banquero
de la ciudad se encargaba de descontar las letras de cambio de los comerciantes de provincia
para luego venderlas entre otros empresarios y/o comerciantes. “[…] los contactos sociales
se consideran parte importante del trabajo porque el crédito y los contratos dependen en
buena medida de las relaciones sociales y de hospitalidad.”37 Esto fue especialmente cierto
para los burgueses financieros cuyo crédito dependía de la confianza que generaran entre
sus posibles clientes.
Muestra de la capacidad económica de estos burgueses es el hecho de que en la
suscripción inicial del Banco Nacional Mexicano en 1881 la mayoría de las adquisiciones se
hicieron por montos de al menos cien acciones lo que significaba una inversión de 10,000
pesos.38 Entre los miembros de la burguesía financiera estuvieron algunos de los individuos
más ricos de la élite porfiriana.
Los miembros del Consejo de Administración del Banco Nacional durante el período
que va de 1884 a 1897 fueron básicamente mexicanos o españoles. Durante los 13 años del
período estudiado únicamente se pueden identificar 20 accionistas que ocuparon el cargo
de vocales propietarios dentro de un Consejo que según los estatutos del banco estaba
36 Marichal, “Banca”, 1999. 37 Pérez-Rayón Elizundia, Entre, 1995, p. 211 38 Ludlow, “Banco”, 1990, p. 992.
266
conformado por 13 vocales, quienes debían abandonar el cargo una vez cumplidos cinco
años dentro del mismo.39
De este grupo de vocales 12 eran españoles de nacimiento, 6 eran mexicanos, uno era
francés y uno alemán. Debido a su carácter de extranjeros la participación política directa
de los españoles fue sumamente limitada en comparación con lo ocurrido con sus
contrapartes mexicanos. Los españoles se dedicaron básicamente a los negocios y
participaron de manera indirecta en las cuestiones políticas. Un ejemplo de las estrategias
utilizadas fueron las confederaciones industriales y comerciales que les dieron un mayor
poder de negociación con el gobierno ya como un gremio. 40
Por su parte las relaciones que entablaron los accionistas mexicanos con la clase
política porfirista eran muy cercanas. El caso más paradigmático es tal vez el de Antonio de
Mier y Celis, quien fue presidente del Consejo de Administración del Banco Nacional
durante todo el período estudiado. Este personaje fue ministro del gobierno mexicano en
Francia a partir de 1894 después de una larga estadía en París.41 Cargo similar ocupó Manuel
Iturbe en Alemania y Gran Bretaña42, quien fue uno de los principales accionistas del Banco
Nacional43 y cuyo hermano, residente en París44, fue miembro constante del Consejo de
Administración del Banco.
El resto de los accionistas mexicanos miembros del Consejo de Administración se
quedaron en México. A diferencia de los Iturbe y los Mier, no provenían de una familia tan
reconocida dentro de las élites porfiristas, con excepción de Antonio Escandón y Estrada,
quien perteneció a una de las ramas secundarias del clan Escandón que giró en torno a las
familias Escandón Barrón y Escandón Arango.45 El clan Escandón estuvo conformada por
una serie de personajes que pertenecieron a dicha familia o que mantuvieron relaciones muy
39 Los accionistas que ocuparon el cargo de vocales propietarios durante el período que va de 1884 a 1897 son Antonio Basagoiti, Antonio Escandón y Estrada, Benito Arena, Félix Cuevas, Francisco Iturbe, Francisco M. de Prida, Genaro de la Fuente, Gustavo Struck, José Gargollo, José María Bermejillo, José V. del Collado, Juan Martínez Zorrilla, Leo Stein, Luis Lavie, Manuel Ibáñez, Pedro Martín, Pedro Peláez, Rafael Ortiz de la Huerta, Saturnino Sauto y Sebastián Camacho. Fuente: AHB, Informes Anuales del Consejo de Administración y los Comisarios, Banco Nacional de México, años seleccionados. 40 Bermejillo, Basagoiti y de Teresa participaron en la Confederación Industrial Republicana, El Monitor Republicano, 4 enero 1887; Sauto, Basagoiti, Suinaga, Lavie, Ibañez y Bermejilo formaron parte de la Confederación Mercantil de la República Mexicana, El Tiempo, 9 noviembre 1884. 41 La Voz de México, 17 noviembre 1894. 42 La Patria, 3 mayo 1899. 43 AHB. Informe del Consejo de Administración y de los Comisarios, Banco Nacional de México, 1896. 44 El Mundo, 17 octubre 1890. 45 Pérez-Rayón Elizundia, Entre, 1995.
267
cercanas con ella. El poder político que alcanzaron fue especialmente alto durante los años
anteriores a la etapa porfirista, aunque esto no quiere decir que haya desaparecido del todo
para estos años.46
Sebastián Camacho y Pablo Macedo mantuvieron una relación estrecha con la clase
política ya que formaron parte de la Unión Liberal en un primer momento, y posteriormente
del grupo de los científicos liderado por Limantour. Camacho ocupó incluso la posición de
alcalde de la ciudad de México y Macedo fue partícipe de distintas comisiones encargadas
por parte del gobierno de estudiar distintas problemáticas, especialmente aquellas
relacionadas con política económica.
Finalmente, dentro de los accionistas del Banco Nacional cabe resaltar la figura de
Nicolás de Teresa quien, al ser español tuvo poco acceso a las posiciones públicas pero
aprovechó las buenas relaciones que estableció con la clase política, especialmente mediante
el otorgamiento de créditos a gobiernos locales y al gobierno federal. De Teresa otorgó en
una ocasión un crédito al gobierno federal sin cobrar réditos por el mismo. Su hijo aprovechó
la posición de su padre y obtuvo un puesto en el ayuntamiento de la ciudad de México,
mientras que otro de sus hijos se convirtió en el yerno de Manuel Romero Rubio, secretario
de gobernación.
No obstante, como se observa, los accionistas del Banco Nacional se inmiscuyeron
de manera más constante en la política hasta principios de la década de 1890, una vez que
la parte más álgida del conflicto sobre la cuestión bancaria hubo terminado.
La manera en que los accionistas del Banco de Londres se relacionaron con la clase
política ocurrió mediante estrategias distintas. Para empezar, como ya se ha mencionado,
existió un vínculo directo con la clase alta política porfirista en la figura de Limantour, cuya
familia fue accionista del banco. Este privilegio respecto al Nacional desapareció en el
momento en que Julio Limantour, el hermano de José Yves, pasó a formar parte del Consejo
de Administración del Nacional a partir de 1896. Sin embargo, para estas fechas parece ser
que la confrontación entre ambos grupos de la burguesía financiera había decaído de
manera marcada, gracias sobre todo a la regularización del Banco de Londres a partir de
1888.
46 Ibíd.
268
La influencia política que tuvieron los miembros de la Junta Directiva del Banco de
Londres, que por lo demás eran muy pocos en comparación con los del Nacional, se dio de
manera indirecta ya fuera mediante relaciones familiares o de amigos. Thomas Braniff, la
figura más importante de este banco, gozó de un alto prestigio social que le permitió
mantener relaciones directas incluso con Porfirio Díaz. Por su parte Ignacio de la Torre y
Mier fue yerno del mismo Díaz.
En lo que se refiere al resto de los inversionistas su participación política fue en
realidad mínima. Rafael Dondé fue un abogado que se dedicó a litigar al tiempo que
participó en distintos negocios, mientras que Juan Llamedo compartió prácticamente las
mismas características que el resto de los banqueros españoles.
Consideraciones finales
Las negociaciones que se dieron a raíz del contrato de concesión otorgado al Banco Nacional
de México en 1884 generaron que se mostraran claramente los intereses de distintos grupos
pertenecientes a la burguesía financiera. El conflicto que se desencadenó se hizo
especialmente evidente para el caso del Banco de Londres que estuvo a punto de perder su
existencia legal como consecuencia de todo este proceso.
A partir del análisis de este conflicto se puede identificar a un grupo específico que
jugó un papel importante dentro del panorama político, económico y social del México de
finales del siglo XIX. La burguesía financiera fue un grupo compuesto por una serie de
empresarios o comerciantes que se dedicaron al negocio bancario. Sin embargo, no fueron
solamente inversionistas que invertían su dinero en una institución bancaria y obtenían
ganancias a partir de ello. Fueron banqueros que participaron activamente en los Consejos
de Administración de los bancos de los que formaban parte. Todos ellos ya habían logrado
amasar una fortuna considerable al momento en que deciden involucrarse en el negocio
bancario. Fueron parte de la élite económica del porfiriato; entre ellos encontramos algunos
nombres que en su momento fueron considerados como los más ricos del país.
También gozaron de un alto prestigio social confirmado por algunas de las
actividades en las que participaban. Fueron miembros de clubes exclusivos como el Jockey
269
Club,47 y asistían a bailes y banquetes48 realizados en honor de figuras importantes de la
vida social y política del porfiriato. Además de ello lograron tener una influencia política
considerable que les facilitó la realización de sus actividades económicas.
El conflicto al interior de esta clase fue resuelto justamente por las negociaciones
ocurridas entre los grupos que lo conformaron pero sobre todo por la intervención del
gobierno federal. Debido a ello fueron fundamentales las relaciones que mantuvieron cada
uno de los grupos con la alta clase política porfirista para que el desenlace fuera favorable a
sus intereses. En este sentido parece claro que el gran “beneficiado” de todo el proceso fue
el Banco de Londres, si consideramos el punto de partida de 1884, lo que nos hace pensar
que su influencia dentro de la clase política fue mayor. Los vínculos directos de personajes
como Braniff y Limantour con el Banco de Londres parecen dar sustento a esta hipótesis.
Aunque cabe resaltar que al final de esas negociaciones lo único que logró esta institución
fue recuperar los privilegios perdidos, ya que siempre mantuvo una posición secundaria
respecto al Banco Nacional.
A medida que las negociaciones fueron tomando su curso las ventajas políticas que
tuvo un grupo sobre el otro comenzaron a desdibujarse, al tiempo que el conflicto comenzó
a perder brío. Al final del período no se está muy lejos de tener una burguesía financiera
capitalina homogénea, cuyos integrantes se desenvuelven en sectores muy cercanos.
FUENTES
Archivo Histórico del Banco Nacional de México
o Actas del Consejo de Administración vol. 2
o Actas del Consejo de Administración vol. 3
o Informes Anuales del Consejo de Administración y de los Comisarios, Banco
Nacional de México 1885-1897.
Periódicos y revistas
o El Economista Mexicano
o El Foro
47 The Mexican Herald, 21 junio 1896. 48 El Nacional, 11 diciembre 1888; El Municipio Libre, 26 mayo 1888.
270
o El Nacional
o The Mexican Herald
o El Monitor Republicano
o El Mundo
o El Municipio Libre
o La Patria
o El Tiempo
o La Voz de México
BIBLIOGRAFÍA
Banco de Londres y México, 100 años de Banca en México; primer centenario del Banco de
Londres y México, S.A, 1864-1964, México, 1964.
Collado, María del Carmen, La burguesía mexicana. El emporio Braniff y su participación
política 1865-1920, México, Siglo XXI Editores, 1987.
Ludlow, Leonor, “El Banco Nacional Mexicano y el Banco Mercantil Mexicano:
radiografía social de sus primeros accionistas, 1881-1882”, Historia Mexicana, Vol. 39, no.
4, 1990, pp. 979-1027.
_____________, “La primera etapa de formación bancaria (1864-1897) en Leonor Ludlow
y Jorge Silva (coords.) Los negocios y las ganancias de la Colonia al México moderno, México,
IIH-UNAM/Instituto Mora, 1993.
______________, “La especialización del crédito: aspectos económicos e institucionales”
en Ludlow, Leonor y Alicia Salmerón Castro, La emisión del papel moneda en México. Una
larga negociación político-financiera (1880-1897), México, Talleres de Impresión de
Estampillas y Valores, 1997.
_______________, “La formación del Banco Nacional de México: aspectos institucionales
y sociales” en Leonor Ludlow y Carlos Marichal (coords.) La banca en México 1820-1920,
México, Instituto Mora/Colegio de Michoacán/COLMEX/IIH-UNAM, 1998.
Lobato, López, Ernesto, “Contradicción interna del sistema bancario porfirista”, El
Trimestre Económico, Vol. 11, no. 43, 1944, pp. 439-470.
Marichal, Carlos, “De la banca privada a la gran banca. Antonio Basagoiti en México y
España, 1880-1911”, Historia Mexicana, Vol. 48, no. 4, 1999, pp. 767-793.
271
Maurer, Noel, The Power and the Money. The Mexican Financial System, 1876-1932,
Stanford, Stanford University Press, 2002.
Pérez-Rayon Elizundia, Nora, Entre la tradición señorial y la modernidad: la familia Escandón
Barrón y Escandón Arango. Formación y desarrollo de la burguesía en México durante el
porfirismo (1890-1910), México, UAM-Azcapotzalco, 1995.
Riguzzi, Paolo “Sistema financiero, banca privada y crédito agrícola en México, 1897-
1913: ¿Un desencuentro anunciado?” Mexican studies/Estudios Mexicanos, Vol. 21, no.
2, 2005, pp. 333–367.
___________ “Weak multinational banking in Latin America. The London Bank of
Mexico and South America, 1863-1903” presentado en XIV International Economic History
Congress, Helsinki, Finlandia, 21-25 de agosto de 2006.
Rosenzweig, Fernando “Moneda y Banca” en Daniel Cosío Villegas (coord.) Historia
Moderna de México. Vol. VIII, El Porfiriato. Vida Económica, México, Hermes, 1985
[1965].
Salmerón, Alicia, “El relevo generacional: los límites del liberalismo económico en
materia bancaria”, en Ludlow, Leonor y Alicia Salmerón Castro, La emisión del papel
moneda en México. Una larga negociación político-financiera (1880-1897), México, Talleres de
Impresión de Estampillas y Valores, 1997.
272
Bourbon Imperialism: Fiscal Transfers and Contraband Trade in Alta
California, 1769 to 1809
Marie Christine Duggan1
Abstract: La historiografía dibuja a Hispanoamérica como una unidad fiscal interdependiente
que se disolvió en 1810 (Irigoin y Grafe 2007). Se analizará mediante los terminos de la balanza
de pagos el impacto de esta ruptura en la Alta California. Se calculará la dependencia 1769-1809
de las transferencias de la Nueva España en comparación con los ingresos por exportaciones. Se
considerará el peso relativo de los ingresos tributarios y donaciones piadosas en las
transferencias, así como la competencia entre los anglo-americanos e hispanos como compradores
de las exportaciones de California. Aclara la relación económica de California con la Nueva
España y también la relación evolutiva entre la iglesia, el estado y el sector privado en
la estructura imperial Borbónica.
The historiography depicts Spanish America as an interdependent fiscal unit which dissolved in
1810 (Irigoin and Grafe 2007). Bourbon financing for California and its cessation will be analyzed
here through the balance of payments. The relative dependence on fiscal transfers from New
Spain, compared to the export trade, will be estimated for 1769 to 1809. Furthermore, the relative
weight of tax revenues compared to pious donations will be explored in the fiscal transfer. The
competition between Anglo-American and Spanish American merchants for California’s exports
will also be considered. The analysis clarifies the economic tie between Caifornia and New Spain,
and also the evolving relationship between church, state, and private sector in the imperial
structure of Bourbon Spain.
Keyword: Spanish California, Bourbon reform, fiscal expenditures, Pacific trade
JEL Codes: N16 Macroeconomic history of Latin America, N91 US Economic History pre-1913,
F43 Open economy macroeconomics
1 Professor of Economics, Keene State College, 229 Main Street, Mailstop 3400, Keene, NH 03435, [email protected], (603)831-4386
273
Introduction
In 1769 market forces were emerging in Europe as a serious alternative to government and
religious fiat as a new organizing principle for society (Smith 1776, Montesquieu, Jovellanos
1794). In Spain, Carlos III liberated grain markets in 1765, and took a step toward redistributing
property when he expelled the Jesuit Order in 1767. Yet in New Spain, Bourbon policies
implemented by José de Galvez seemed antithetical to market growth. Galvez’ efficient tax
collection at ports angered business interests, and the expulsion of the Jesuits in 1767 upended
rural Indian societies, weakened credit circuits, and also decimated the system of university
education. How could the policies implemented by Bourbon Spain in Spanish America foment
growth? Alta California was a peculiarly Bourbon colony set into motion by Galvez in 1768.
Exploring California’s financing gives some insight into the methods and tensions of Bourbon
expansion. California is then a case study for exploring the changing relationship between
church, state, and private sector of the late 18th century in Spanish America.
The level of Spain’s government support for the colony will be assessed in part one below.
Though 18th century California is known today as “mission California,” it will quickly emerge
that pious donations were but a small percentage of the colony’s funding, and that eighty percent
of the government funds went to military defense of Pacific ports from British and Russian rivals.
In part two, the level of quasi-legal commerce by Spanish-American merchants in California and
contraband trade with Anglo-Americans will be estimated. Actual quantities of contraband are
impossible to obtain, but quantitative references from various years permit a sense of the levels
in the 1780s, the increases between 1785 and 1806, and the decline from 1806 to 1810. With a best
guess of contraband in hand, the balance of payments identity will be used to explore California’s
dependence on government support for the 1785 to 1810 period in part three. It is reasonable to
assume that contraband and informal trade typically involved in-kind transfers. Thus the
persistent trade deficit that showed up in California’s official accounts was cancelled by capital
inflows whose magnitude and source will be explained. Government financing for California
rarely arrived after 1809 (once the King of Spain was imprisoned by France). Knowing the sources
of California’s pre-1809 financing hints at both the magnitude of institutional change that must
have occurred, and also suggests that the way California survived was by shifting toward
increased integration into Pacific Rim markets.
274
Review of the Literature and Historical Context
There are two literatures which connect with the research into Bourbon California’s
financing: fiscal flows of late 18th century New Spain, and contraband trade in the Pacific. The
fiscal interdependence of different parts of Spanish America has been explored based on TePaske
and Klein’s path-breaking work … Marichal and Souto…Irigoin and Grafe…Marichal. The
California research confirms that New Spain was financing California, primarily out of tax
revenues from the states of Guadalajara and Rosario.
The second literature concerns trade in the Pacific Rim. Carmen Yuste 1984 describes that
connections between Manila and Mexico City merchants that financed trade on the Manila
Galleon which stopped at Monterey, California most years between 1770 and 1785. Dení Trejo
analyzed in 2006 the business community centered in the Port of San Blas and Guadalajara in the
Bourbon period. She also uncovered archival evidence of Spain-based ships authorized to trade
between Cadiz and California in the 1790s. Guadelupe Pinzon… Mariano Bonialian (2012).
shows that trade between Lima and San Blas moved in and out of legality during the last years
of the 18th century.
The 1760s began with Britain’s temporary and humiliating occupation of Spain’s
commercial entrepots of Havana and Manila in 1762. The occupations galvanized Spain to
increase tax revenues and to spend them on a revitalized military (Marichal 2007, Kuethe 1978).
The subtext of Spanish defense of the Pacific Rim was to prevent subjects of the Spanish empire
from engaging in commerce with Britain. Indeed, the British were able to occupy Manila in part
because the Chinese colony of businessmen cooperated with the invader. The interconnection of
military defense with trade concerns meant that the naval ships departing from San Blas for the
Pacific Northwest not only sought to identify British (and Russian) outposts, but also to suggest
ways the Spanish could supplant them in the fur trade. Improved defense of the Pacific included
founding three presidios in Alta California in the decade following the occupation of Manila.
The organization of commerce in the Spanish Empire relied on consulados which were
associations of noble families to which the King had granted the right to monopoly profits on a
particular leg of Spain’s mercantile system. Consulado de Mexico held the monopoly on reselling
imports from Spain and Manila whole-sale to retail merchants of New Spain’s regions (Yuste,
Bonialian, Del Valle). By the 18th century, there was a sense in Spain that Spanish sellers were
getting a low markup on lots sold to Consulado de Mexico merchants (Bonialian 2012). What
275
gave the Mexico City merchants extra strength to hold out for low prices in negotiations with
Spanish businessmen was their access to an alternate source of supply of goods from Asia via the
Manila galleon which docked at Acapulco. That shipping route is relevant because the galleon
(and any ship from Manila) would dock at Monterey to obtain water and fresh food. California
was founded during a period when the battle between Britain and Spain over Pacific Trade had
caused serious losses to Mexico-City merchants--meaning in practice that Pacific trade was less
profitable, and hence on the decline (Yuste). Bourbon Spain was hoping to reconstruct Manila-
Spain trade by bypassing Mexico City merchants, and to that end founded a Consulado de Manila
in 1769 and the Spain-based Philippine Company in 1785 (Bonialian). As will become clear,
merchants in Mexico City had not given up, and kept an ear out for economic opportunities in
California.
The port of San Blas had been established north of Acapulco as a government naval base
for expanding into California. San Blas was granted permission to trade with… and later with …
In 1794, Miguel Costansó the 1790s, individual merchants received permission to trade in otter
skins from California… One such merchant was Pedro de Gonzalez Noriega. He is described
as… His sister’s son, Jose de la Guerra y Noriega, came from Spain to apprentice with him, and
two years after Gonzalez de Noriega received permission to engage in the Pacific Rim otter trade,
his nephew appears as the business manager (habilitado) for the California military. By 1800,
Jose de la Guerra y Noriega was commander of the Presidio of Santa Barbara, and the unofficial
seat of his Pacific mercantile business was Rancho Refugio on a smuggler’s cove, which had
ostensibly been granted to his retired Sergeant Ortega. This chain of events suggests that the
Presidio commander’s involvement in Pacific Rim trade was not a sideline to his military role,
but rather that his military occupation was secondary to his position in the Noriega family trading
network.
The method below is to calculate first official balance of payments atatistics without
considering contraband trade with the English or informal in-kind trade with the Spanish. Later,
that assumption will be relaxed to include estimates for contraband trade.
Part One. State Financing for California Missions and Military
The data below was estimated from three export/import account books in the Archivo General
de la Nación in Mexico City (Santa Clara, La Purisima and San Jose), coupled with payroll data
taken from Bancroft (18886-89).
276
Table 1. Balance of Official Trade for Early California
Year Mission Imports Presidio Imports Total Imports Total Exports Trade Balance
1777 8,915 45,000 53,915 0 -53,915 1778 4,434 45,000 49,434 0 -49,434
1779 3,743 45,000 48,743 0 -48,743
1780 176 45,000 45,176 0 -45,176
1781 4,269 53,453 57,722 198 -57,524
1782 6,534 54,103 60,637 0 -60,637
1783 8,069 54,103 62,172 932 -61,240
1784 7,123 54,103 61,226 546 -60,680
1785 7,781 52,837 60,618 2,325 -58,293
1786 428 54,103 54,531 950 -53,582
1787 25,856 52,204 78,060 1,041 -77,019
1788 13,179 50,938 64,117 0 -64,117
1789 13,483 54,103 67,586 6,045 -61,541
1790 8,282 47,773 56,055 4,665 -51,390
1791 21,966 54,103 76,069 8,615 -67,454
1792 30,016 55,298 85,314 2,575 -82,740
1793 16,212 55,145 71,357 4,444 -66,913
1794 21,120 45,890 67,010 1,684 -65,326
1801 33,495 57,500 90,995 63 -90,931
1802 44,424 60,334 104,758 0 -104,758
1803 40,445 63,644 104,089 891 -103,198
1804 33,915 41,519 75,434 12,996 -62,437
1805 25,686 35,297 60,983 6,198 -54,785
1806 54,396 54,801 109,197 15,059 -94,138
1807 33,811 62,280 96,091 2,342 -93,748
1808 44,907 53,744 98,651 10,187 -88,463
1809 87,435 38,235 125,670 9,883 -115,788
1810 27,411 50,812 78,223 5,145 -73,077
Source: Estimates based on memoria account books of missions and on Bancroft payroll. Payroll
spent on imports (Perissinotto 1998).
As table 1 illustrates above, the official balance of trade was consistently negative.
Part Two. Informal and Contraband Trade with Spanish and Anglo-American Ships
The exports and imports via the official supply ship were included in the above numbers.
Yet they were not the only exports and imports occurring in California. Manila galleons did sail
277
from the port of Cavite in the Phillippines to California’s coast 1770 to 1785, 2 and Miguel Costansó
would write in 1794 that California imported “every type of clothing” and “arms” from the
Manila galleons and exported thereby “food and other objects made in the province.” (Servín and
Costansó 1970, 226). When exploratory expeditions to the Pacific Northwest by New Spain’s navy
began in 1774, “some mercantile interests” became involved (Dení Trejo 2006, infra 8). By 1785,
the House of Cosío had promised to provide the new Spain-based Philippine Company that it
could supply otter hides from California. We can conclude that California’s official funds were
augmented to some extent by commercial exports as early as 1770, and significantly after 1785. It
bears underscoring that the government budget for California was small. By 1790, California’s
missions reported that 6 pesos per hide was not uncommon, so that fifty otter hides at six pesos
each would bring in three hundred pesos, a not inconsiderable sum for a mission whose
government operating budget was only eight hundred pesos per year. Similarly, a soldier living
on two hundred pesos per year would significantly increase his income if he sold five otter skins
for thirty pesos to his commander. Commerce then cannot be ignored as a second source of
income for California’s institutions even as early as the 1780s.
Indeed, colonial California’s persistant and increasing trade deficit somewhat resembles
the early 21st century US balance of trade, which has been negative and rising for over twenty
years. The modern US can pay for an excess of imports by relying upon inflows of profit-seeking
foreign capital in the form of direct investment into plants built in the US, or (more commonly)
into speculative purchases by foreigners of US stocks or bonds. Eighteenth century California’s
inflows included neither of these for-profit inflows, but rather were solely direct gifts of the
Spanish crown through the viceregal government of New Spain—what would in modern
parlance go under the name of “unrequited transfers.”
As Table 2 illustrates, financial inflows to California included unrequited transfers from
the government in two forms: an annual subsidy to the missions from the ex-Jesuit Pious Fund
estates, and also tax revenues from Guadalajara in the form of military payroll. If we sum these
2 Carmen Yuste Lopez, 1984: 47 lists the following voyages by Manila Galleons between 1769 and 1785: 1770 San Carlos Borromeo; 1772 San José de Gracia under Commander Francisco David; 1773 Nuestra Sen~ora de la Consolidacion under Captain Antonio Saravia; 1774 San José de Gracia under Commander Gabriel Aristizaval; 1775 La Concepcion under Commander Francisco David sank on voyage between Cavite and California; 1776 San Jose de Gracia under Commander Antonio Pacheco; 1778 San Jose de Gracia under Commander Antonio Diaz Conde; 1779 San Pedro El Caviten~o under Commander Francisco David; 1780 San Jose de Gracia under Commander Joesf Emparan; 1781 San Pedro el Caviten~o; 1782 San Jose de Gracia under Bruno de Hezeta; 1784 San José de Gracia under Commander Diego Choquet; 1785 San Phelipe under Commander Pedro Basco.
278
two see Column F), we find that on average 97% of California’s trade deficit was financed by the
government. If instead we call the Pious Fund a religious source—based on the fact that the
original donors of the estates gave out of piety, though by 1769 the fund was run by the
government--and sum those with private charity in the late 18th century itself, we find that even
so religious sources accounted for only on average 14% of California’s financing. Viaticos refers
to travel expenses for missionaries, which were in principle to be covered by the government,
and which occasionally were actually so covered. The account books for the three missions used
to estimate the total showed taxes paid only once in 1809, and only by one-third of the missions,
which suggests about $5,000 in taxes paid during that one year as the sole capital outflow from
California for the 1769 to 1809 period. The implication is that wealth was not extracted from
California by the Spanish, but rather wealth extracted from Mexico was donated to California in
order to sustain the colony. Furthermore, California was not so much a religious undertaking as
a government endeavor. As Column H shows, only 17% on average of the unrequited transfer
went to evangelization (in the form of stipends for missionaries), suggesting that on balance 83%
went to the military. Indeed, the perspective of reformers that the government was spending
massive amount of funds on missions3 was quite inaccurate. Given that by 1810, 17,000 out of the
19,000 Spanish speaking in habitants of California were Indians living on missions, missions were
a highly cost effective method of controlling territory, which is possibly why Bourbons who
advocated removing religious control of people and land in the center of New Spain continued
to fund the institution on the periphery.
3 Miguel Costansó epitomized the enlightened man, with his training in engineering and navigation. He wrote in 1794, “There have been, and are being, spent immense sums on the propagation of the Catholic Faith among the pagan Indians of this continent.” Servín and Costansó 1970, p. 225.
279
Part Three. Capital Inflows to Balance Payments
Table 2. Capital Account Balance for Early California4
Year Pio
us
Fun
d
Stip
end
s
A
Charit
y to
Missio
ns
B
Viatic
os
C
Tax
Revenues
Guadalaj
ara
D
Total
Financial
Inflows
A+B+C+
D=
E
Gov’t Financing as
% of Total
(Stipends+Guadal
ajara)
F=(A+D)/E
Piety as
Source
(Pious
Fund +
Charity)
G=(A+B)
/E
Percen
t of
Total
Going
to
Missio
ns
H=A/
E
1777 8,71
0
1,630 0 45,000 55,340 97% 19% 23% 1778 5,06
4
0 0 45,000 50,064 100% 10% 11%
1779 5,06
4
0 0 45,000 50.064 100% 10% 11%
1780 5,06
4
0 0 45,000 50,064 100% 10% 11%
1781 5,06
4
0 0 53,453 58,517 100% 9% 9%
1782 5,06
4
0 0 54,103 59,167 100% 9% 9%
1783 5,06
4
0 0 54,103 59.167 100% 9% 9%
1784 5,06
4
0 0 54,103 59,167 100% 9% 9%
1785 5,06
4
0 0 54,103 59,167 100% 9% 9%
1786 5,06
4
0 0 54,103 59,167 100% 9% 9%
1787 11,3
94
0 0 54,103 65,497 100% 17% 21%
1788 10,1
28
0 0 54,103 64,231 100% 16% 19%
1789 10,1
28
0 0 54,103 64,231 100% 16% 19%
1790 10,1
28
158 0 54,103 64,389 100% 16% 19%
1791 10,1
28
253 0 54,103 64,484 100% 16% 19%
1792 10,1
28
0 0 64,000 74,128 100% 14% 16%
1793 10,1
28
228 0 64,000 74,356 100% 14% 16%
1794 10,1
28
228 0 64,000 74,356 100% 14% 16%
1801 151
92
5976 0 81,000 102,168 94% 21% 26%
1802 151
92
1646 582 81,000 98,420 98% 17% 22%
1803 151
92
8064 0 81,000 104,256 92% 22% 29%
1804 151
92
0 0 63,930 79,122 100% 19% 24%
1805 151
92
2507 633 63,930 82,262 96% 22% 29%
1806 151
92
0 0 86,012 101,204 100% 15% 18%
1807 151
92
0 0 86,012 101,204 100% 15% 18%
1808 151
92
0 0 86,012 101,204 100% 15% 18%
1809 151
92
633 0 86,012 101,837 99% 16% 18%
1810 151
92
0 0 86,012 101,204 100% 15% 18%
Source: Estimates based on memoria account books (see appendix) and Bancroft (1886) for
military payro
Table 3. Names, Dates, and Estimates of Trading Activity
4 Export and transfer data from Memoria account books, Archivo General de la Nación, Mexico City.
280
Official
Exports by
missions
(assume to
Vasadre)
E
s
t
i
m
a
t
e
o
f
I
n
f
o
r
m
a
l
V
a
s
a
d
r
e
T
r
a
d
e
v
i
a
P
r
e
s
i
d
i
o
s
Spanish
Informal
Est.
Contraban
d
Anglo Contraband Russian Contraband
1785 2325 Galleon San Phelipe
under Pedro Basco
picked up food and
“goods of the
province” on way
between Cavite and
San Blas. Perhaps this
is how the House of
Cosio at Veracruz had
obtained hides from
Alta California.
1786 950 7
5
5
0
Gonzalez de Carbajal
may have sent a ship
from Manila
to collect hides at
Monterey.
1787 1,041 7
4
5
9
1788 0 8
5
0
0
1789 6,045 2
4
5
5
Additional otter hides
and food probably
exported to Estebán
Martinez on his way
to/fro Nootka.
1790 4,665 3
8
3
5
Additional otter
hides probably sold
to Bodega who had
been ordered to
pick some up on his
trip to Pacific
Northwest.
281
1791 Otter hides and
abalone probably
exported to
Malaspina on his
way to Nootka.
Abalone and
probably otter
hides exported to
Francisco de Eliza
on the Concepcion
(Ogden 1941, 29).
1792 Otter hides and
abalone exported to
Bodega on his way to
Nootka.
Abalone and probably
otter hides exported to
Jacinto Caaman~o of
Aranzazu, Dionisio
Alcala Galiano of
Sutil, and Cayetano
Valdes y Bazan of
Mexicana.
1793 Anglo or US
Whaling ship
Resolution captain
Locke was in the
Californias (Trejo
2006)
1794
1795 Otter hides exported
to Ramón Perez in
return for Mexican
manufactures?
Otter hides exported
to Nicolas Manzanelli
in return for goods
from Canton?
282
1796 Otter hides exported
to Ramón Perez in
return for Mexcan
manufactures? Otter
hides exported to
Nicolas Manzanelli in
return for goods from
Canton?
San Diego
exported food and
imported British
goods from Fenix
under Captains
Moor and Locke
(Trejo 2006).
Alta Ca exported
food to La
Providencia under
Guillermo
Brougton in return
for letters of credit
from London.
Imports included
“gifts” granted to
Ca governor (Trejo
2006)
Otter from Boston
under Ebenezer
Dorr at Monterey.
1797
1798
1799 4
0
,
0
0
0
Eliza under James
Rowan. California
may have
imported 40,000 to
50,000 worth of
goods from him,
paid for in part
with skins and in
part with cash
(Ogden 1941, 34)
283
1800
1801 Betsy under
Winship at San
Diego (Ogden
1941, 34-35).
Enterprise under
Ezekiel Hubbell
1802
1803 Princessa was at
Monterey in August
4
9
1
0
Alexander, owned
by Henry Bass and
Joseph Taylor of
Boston, captained
by John Brown at
San Diego (Ogden
1941, 36). 491 pelts
loaded at SD alone
(confiscated).
Assume 10 pesos
each. 223 of these
came from a
corporal, 176 from
Mission San Luis
Rey. Later at San
Francisco and
Monterey in April
(ibid, 39), SF again
in August.
Lelia Byrd under
William Shaler
and Richard
Cleveland at San
284
1804 Hazard in SF Jan,
in Ventura, SJC,
Colnett Bay Sept.
Lelia Byrd under
Shaler and
Cleveland, small
ports only, May: “I
began trade with
the missionaries
and inhabitants for
furs.” (Ogden
1941, 42).
700
skins
from
Spanish
officials
and
mission
aries
($7,000?
)
Joint Venture
O’Cain/Baranov using
O’Cain owned by
Winships. Dec San
Diego. He hunts skins
self with Kodiak
hunters, so typically
does not provide income
to Spanish, but
exceptions. Winship on
board. 1805 Lelia Byrd under
Shaler and
Cleveland Feb,
“we were not
unsuccessful.”
(Ogden 1941, 42-
43). “In March, the
Lelia Byrd lay
opposite the
Ortega Rancho at
Refugio,” but later
Todos Santos
receives a circular
from De la Guerra
saying not to trade
with LB. Next San
Pedro.
1806 2
8
4
8
s
k
i
n
s
$
2
0
0
0
0
e
s
t
i
m
a
t
e
Mercury
captained by
Eayrs owned by
W.H. Davis. Pays
$9 to $10 for large
otter hides, and $1
to $6 for small.
AVg 7? From Fr.
Lewis of SB, 197
large, and 402
small. Frs. got blue
cloth, chintz,
cotton hose,
dishes, knives,
handsaws (Ogden
1941, 52). SLO,
SBV, SG, SJC.
Joint Venture: Peacock
under Oliver Kimball of
Boston (related to
O’Cain). S. Gabriel
March. SJC. SD. Officials
oppose at all 3.
O’Cain under Winship.
Eclipse under O’Cain.
SD. These are using
Kodiaks to hunt.
285
1807 Derby, Peacock and
O”Cain, also Mercuary
all out of Boston, all
using Kodiaks. By this
time, overt avoidance of
any Spanish. Use
Bodega as harbor.
Litayre under Juan
Quinship.
1808 No winship JV. Mercury
under GW Eayrs owned
by Benjamin Lamb of
Boston.
1809 Mercury under
Eayrs. Wants
hides and
provisions for
Russians, will
provide Russian
and Anglo imports
Alta seems in
need.
No Winship JV
286
1810 Eayrs returns
in 1810 with
farming
implements
and other
articles “to
meet the
distress call of
the ‘head
people and
padres.’”
Ogden 1941,
52.
No Winship JV.
Spanish kill Aleuts
hunting for
Winship at SF.
(Ogden 1941, 54).
Bancroft notes that after 1785 “officers and even sailors of the transports brought up from
San Blas on private speculation such articles as they could barter with the soldiers (I: 625).” These
informal imports included alcohol, and probably also beads and cloth which the soldiers might
have used to compensate Indians for hunting otter hides with which the soldiers might then pay
for the alcohol. In 1794, the Viceroy lifted taxes from California otter hides shipped from
Acapulco to the Philippines as incentive for Mexican merchants to engage in the trade. In 1796,
the port of San Blas was opened to trade with Central and South American Pacific ports such as
Callao, Peru (Trejo Barrajas 2006, fn 15). Simultaneously in 1796, the government broke the
monopoly of Mexico City wholesalers on regional resale of European and Asian imports to places
as distant as San Francisco; instead not far from San Blas, Guadalajara businessmen were granted
the right to resale imports from the Pacific (via San Blas) and from Europe throughout New
Spain’s western regions, including California. For all three reasons, San Blas provided a greater
variety of products of good quality and lower price sourced in Asia, South America, and Mexico
after 1796. In addition to otter hides, California also exported in the 1780s and 1790s fresh food
and water for the ships which docked, salt and salted meat (Bancroft I:624), tallow, and abalone
shells.
Several requests were made to the king in Spain or to the Viceroy in New Spain to trade
in otter hides in the Pacific northwest. Rather than plans for future activity, it may be more
accurate to consider each of these as descriptions of activities in which the authors were already
287
engaged, so that the requests were efforts to move existing contraband trade onto legitimate
foundations.
1. Ciriaco Gonzalez de Carvajal was government intendant in the Philippines during the 1780s.
Gonzalez de Carvajal suggested in 1786 that the Phillippine Company could bring from
Manila to Monterey goods that Indians would like (presumably the cotton and silk cloth for
which the orient was famous) in return for hides to be provided by Indians from San Diego
to San Francisco (Ogden 1941, 25).5 Indeed, Philippine galleons had landed at Monterey most
years between 1770 and 1785, and it is well-known that private interests secreted extra cargo
on the government-sanctioned galleons (Bonialian 2012). Gonzalez’ plan was not approved
by the Philippine Company in Madrid, in part on the grounds that there was no-one well-
placed in California to direct the business of hunting buying and shipment.
2. The House of Cosío at Veracruz was the Mexican entity through which the Madrid-based
Philippine Company proposed in 1785 to conduct Pacific trade (Ogden 1941, 25). Since
Veracruz is on the Atlantic, one wonders why the Philippine company thought it a good
choice of partner for a Pacific trade. Perhaps the House of Cosío had already proven its ability
to supply otter hides from California to Spain. The Philippine Company’s terms were not
acceptable to the House of Cosio. From 1789 to 1795, Vicent Vasadre went to work for the
Philippine Company himself. Perhaps he decided if you can’t beat them, join them. A
Consulado de Veradruz was founded in 1796, and Vasadre moved to Veracruz to become it’s
secretary until 1798, a post he held again from 1801 to 1802 (Mantecón 2000: 180, she cites
Brian Hammet p. 170).
3. Esteban Jose Martínez was a naval captain based in San Blas on Mexico’s Pacific Coast. Near
modern Seattle/Vancouver, he seized four English ships plying the otter trade. In late 1789
he proposed instead that a Mexico-based group of merchants ply the otter trade between
Canton and Monterey, California. Supplies for the venture would be purchased in Manila,
traded in California for furs and provisions, and then the ships would sail north to trade for
additional furs. The plan was not approved (Ogden 1941, 26, 29), but it seems likely that on
his trip to Nootka in 1789, he did just this. He would have come into contact with ships sailing
to Asia in San Blas.
5 He also intended to send colonists from Manila to found additional presidios along the Northwest Coast, but that does not pertain to estimating contraband inflows to California.
288
4. Alejandro Malaspina also explored the Pacific Northwest in 1791. He proposed that Mexican
businessmen finance ships between Monterey, California and Manila, Philippines. He
expected Monterey to import copper from Chile (via San Blas) and cloth from Mexico, so that
the ships coming from Manila could load up on Chilean copper, Mexican cloth, and California
abalone shells for fur trade further north. Malaspina envisioned providing missions with
supplies from Asia in return for Christian Indians collecting the shells (Ogden 1941, 28).
Though the plan was not approved, Malaspina’s knowledge that the price in the far north for
an otter hide was two abalone shells from Monterey suggests that he had already hired
Christian Neophytes to gather abalone at Monterey and that he had already obtained otter
hides with the shells.
5. Juan Francisco de la Bodega y Cuadra sailed to the far northern Pacific from San Blas in in
1790 and 1792. In 1790, he was given copper by the Viceroy and ordered to exchange it for
otter hides during the voyage (Ogden 1941, 29). Upon his return from the 1792 voyage, he
wrote a proposal suggesting picking up abalone shells in Monterey for use purchasing otter
hides in Nootka. His proposal failed to receive approval (Ogden 1941, 28), but we can assume
that missions, soldiers, and unconverted Indians around Monterey sold abalone and otter to
Bodega in 1790 and 1792 in return for imports from Mexico.
In an effort to foment trade, New Spain decreed in February of 1794 that hides from
California could be exported tax free from Acapulco for the Philippines (Ogden 1941, 31). All
Mexico-based petitioners referenced this decree in their requests to the Viceroy for permission to
engage in the California fur trade, though permissions granted to Spain-based merchants predate
it, as can be seen below:
a. Ramón Márquez received permission in 1793 to trade between Cádiz (Spain) and Baja
and Alta California (Trejo Barajas 2006, fn 13).
b. Cinco Gremios of Madrid (Spain) received permission in 1794 to trade between Callao
(Peru), San Blas and Baja and Alta California in goods which the ship Levante would
bring from Cadiz (Spain). José Ignacio de Iniciarte undertook this voyage in 1795
(Trejo Barajas 2006, fn 13).
c. Ramón Peréz received permission in 1795 for a two-year permit to bring Mexican
manufactures to California in exchange for otter hides (Ogden 1941, 31).
289
d. Nicolás Manzanelli of San Blas received in 1795 permission to purchase otter hides in
California to sell in Canton, and to sell Asian goods in California on his return trip
(Ogden 1941, 31).
e. Pedro Gonzalez Noriega received permission in 1796 to gather otter hides in the
Californias for sale in Manila, and to engage in Pacific trade. (AGN Mexico, Gobierno
Virreinal, general de parte 51, vol. 75, exp. 336, fojas 336, 297, 337). In the decision to
grant the petition, Gonzalez Noriega is described as “sujeto bien conocido en el
comercio de esta capital,” and again as “un comerciante de formalidad, conocimiento
en la profesión, crédito y facultades.” The resources for the endeavor “sobran a
Noriega por su profesion, caudal y giro acreditado y cuantioso que asegura el éxito de
la expedición.”
It is only natural to wonder if there was a kinship tie between Pedro Gonzalez Noriega and
Ciriaco Gonzalez Carbajal. If so, perhaps this 1796 petition was a follow-up to the 1786 petition
authored by the other man. Indeed, it is quite possible that both men were attempting to enlarge
and legitimize a trade that they were already carrying out by means of contraband space on the
legitimate Manila galleon which sailed routinely between Manila, Monterey and San Blas
between 1770 and 1785. Astute readers will also have figured out that Pedro Gonzalez Noriega
was the uncle who had trained in the arts of business his nephew Jose de la Guerra y Noriega,
later commander of Presidio Santa Barbara. Gonzalez Carbajal’s petition had in 1786 been
rejected on the grounds that he had no one in California who could oversee the collection of otter
skins. Perhaps it is no coincidence that once Pedro Gonzalez received permission in 1796 to
engage in the export of otter hides between the Californias, San Blas and Manila, his nephew
showed up in California by 1798 as business manager (habilitado) for the California military. A
common strategy for Mexico City-Manila business interests was to funnel relatives into the
military for assignment in Manila; this saved the family the costs of providing for the residency
in a distant outpost (Yuste Lopez 1984, 60)6. One suspects that Pedro Gonzalez of Mexico City
was using the same strategy to get his nephew a sinecure in the otter fields of California. By 1800,
De la Guerra had arranged for his Sergeant Ortega to retire on an unusual private land grant that
included a smuggler’s cove (Rancho Refugio) not far from the Santa Barbara Presidio which De
6 “Procedimiento seguido por los comerciantes mexicanos fue el envio de sus hijos y hermanos a Filipinas como militares, ya que con esta calidad podían ingresar el comercio de Manila sin necesidad de cubrir gastos de residencia.”
290
la Guerra by then commanded. By 1809, missionary correspondence reveals that furs collected
had been promised to “Ortega,” probably a front for the Gonzalez-Noriega family Pacific Rim
business which the Viceroy had authorized.
Table 4. Estimates of Total Pacific Commerce (to come)
Date Quantity Prices Value Medium Source
1786 $10,000 Ogden 1941, 24;
assumes 75% of
Vasadre’s hide
from Alta
California.
1787 $10,000
1788 $10,000
1789 $10,000
1790 $10,000
“Between 1786 and 1790, there were sent to Manila 9729 otter skins.” (Ogden 1941, 24).
At the price of 6 p per fur, this would be some 55,000 pesos worth of skins. Not all came from
Alta, assume ¾ from Alta, come to 41,250, or about 10,000 per year. So assume 1786 to 1790 that
otter trade via Vasadre produced 10,000 pesos of annual income for California. Some of this went
to missionaries and mission Indians, some to Presidio habilitados and soldiers, some to
unconverted Indians.”(Ogden 1941, 18-24). Note: this 10,000 per year was spent partly at
missions, and partly to habilitados, presidio soldiers. So there may be some double counting in
so far as dealings with missions appear in the memorias.
Jose Esteban Martinez who fought at Nootka Sound did so in part because he wanted to
engage in the otter trade (Ogden 1941, 26). He was probably already engaging in it, which would
have given him the groundwork for the proposal he made. To what extent? Ogden doesn’t
provide clues. It does say that he was using exports of Abalone shells from Alta California, for
whose collection he had compensated the Indians with “trifles.” The trifles would count as
imports. The abalone shells as exports. Ogden 1941, p. 28. “Abalones were piled up by the
hundreds on the beaches around Monterey, and would be gathered by the neophytes for a trifling
compensation.”
Alejandro Malaspina proposed, ships from Manila to Monterey, trade for shells and
Mexican imports of copper and cloth, then go north to trade those for furs (p. 28).
291
1792 Juan Francisco de la Bodega y Cuadra another proposal by a seaman who already
had experience. Again to take Abalone from Moneterey up north.
Table 5. High and Low Ranges for Exports and Imports that Include Contraband Trade
Official
Exports Ex + Low
Ex +
high
Official
imports Imp + Low Imp + High
Ratio Im/Ex
(low)
Ratio
Im/Ex
(High)
0 25000 38400 104,758 129,758 143158 5.2 3.7
891 25891 39291 104,089 129,089 142489 5.0 3.6
12,996 37996 51396 75,434 100,434 113834 2.6 2.2
6,198 31198 44598 60,983 85,983 99383 2.8 2.2
15,059 40059 53459 109,197 134,197 147597 3.3 2.8
2,342 27342 40742 96,091 121,091 134491 4.4 3.3
10,187 35187 48587 98,651 123,651 137051 3.5 2.8
9,883 34883 48283 125,670 150,670 164070 4.3 3.4
5,145 30145 43545 78,223 103,223 116623 3.4 2.7
Contraband trade would not actually affect the trade balance, as such trade was carried on by
barter so exports always were equal to imports. Still, the ratios of imports to exports do drop. If
we use official data lone, then imports were twenty-five times exports! However, Table 2 corrects
by including a low and a high estimate for contraband trade. We include a low and high estimate
for contraband trade in Table 2; the low estimate is Shaler’s perspective that Anglo-Americans
left 25,000 on the California coast. The high estimate is …. estimate that each presidio was selling
960 hides to Anglo-Americans, with my assumption that the Anglo-Americans must have been
paying 10 pesos per hide to induce California’s commanders to break their relationships with
Spanish-American captains. The low contraband assumption results in imports are from three to
five times exports. The high contraband assumption results in imports typically two or three
times as high as exports. Even when contraband and in-kind trade with Spanish ships is added,
the negative trade balance will remain, because both types of trade on the coast were carried out
typically with in-kind transactions. As Miguel Costansó wrote, regarding stops by the Manila
galleon in California in the 1784-87 period, “[T]he landfall at Monterey was not of less benefit to
the Philippine Galleon than to the colony. The crew and passengers found there fresh food which
is naturally longed for after a long voyage…The soldiers' and the citizens' families obtained every
type of clothing in exchange for a few gifts of food and other objects made in the province; the
presidios, of many goods and arms which they lacked and which the ship did not urgently need.”
292
(1970:227-28). Thus, the value of such informal exports to Spanish American ships would be
balanced by the value of informal imports. The negative trade balance created by the official
data would remain unchanged.
The implications are two-fold: first, California was much less dependent on government
subsidy than the memoria accounts implied. Even so, California could not have balanced trade
without the subsidy because at California’s exports were always sufficient to pay for less than
half her imports. For this reason, the author concludes that a) California’s economy has to be
judged in the context of the Pacific Rim, but b) California’s economy was government rather than
market driven prior to 1810.
The next question is how much of a contraction the California economy experienced with
the loss of at least half her imports in 1810. This requires some analysis of the import-dependence
of California’s production. One piece of evidence that prior to 1810 the California economy was
designed not to produce economic output, but rather to expand religion is evident from the goods
that were missed. Soldiers did not have enough clothing to appear decently in church, and
baptismal oil was urgently needed. The item most desperately sought for production was metal
cards for carding wool in order to make cloth. In fact, cloth itself was the item whose lack was
felt most. Up to that time, cloth production in California was minimal, possibly because wool
clothing was not as comfortable as the lightweight sayal rayado Indians had been wearing, or the
pan~o queretaro which soldiers used. Thus, the economic crisis did cause a contraction in the
California economy, but not a great one. Instead, the crisis stimulated local production. Several
missions built mills by the end of the period, including fulling mills for making higher quality
cloth.
There is then some evidence of a contraction between 1810 and 1814. However, after 1812
there are more undeniably significant increases in evidence of trade with foreigners. The
Russians, for example, built Fort Ross in 1812. Ogden states that 1812… Dení Trejo states that
1812…Rodriguez and Altable 2002, 160 write that there is no doubt that Baja California was
integrated into contraband networks during the Mexican war of independence (1810-1820).
Conclusion
The conclusion is that California’s economy contracted but little though financing for at least half
its imports disappeared in 1810. Instead, the economy was transformed from production for
Indian subsistence to production for international exports and wage goods for the military.
293
California’s military payroll never came back, and once Mexican Independence was
instituitonalized in 1821, production for the international market expanded into the hide and
tallow trade. By 1833, each mission was providing 5,000 pesos worth of goods gratis to sustain
the military.
In terms of the Bourbon reforms, very little of the government subsidy actually came from the
Fondo Pio (illustrate). Indeed, military payroll was seven or eight times as large as the subsidy
for the missions, even though 17,000 people lived on missions and only about 2,000 on military
Presidios (including families and veterans). When reformer Miguel Costansó wrote in 1794 that
missions were draining the treasury, he seems to have had an exaggerated view of the financial
resources which missions cost the state. Indeed, the low cost of missions may have been one
reason why the Bourbon reformers could not remove them from the institutional picture. Though
the missions endure as the symbol of Spanish California, the flows of financing suggest late 18th
century Spain and Mexico had governments that were far more committed to military defense
than to evengelism. Early 19th century Mexico, on the other hand, may not have been committed
to California at all.
In terms of Pacific trade, the magnitude of gains from trade stands out when they are compared
to the government financing for the colony. Thus far, contraband trade has been considered a
small and artful aspect of California, but not the reason for the establishment of the colony.
However, the appointment of the scion of a Mexico City merchant family to command a Presidio
precisely in the location where unconverted Indians could hunt otter on offshore islands reveals
that business interests at the center of power were actively engaged in making use of the colony.
Indeed, with a Presidio Commander engaged in contraband, it is difficult to separate the military
and for-profit aspects of the colony, which is in itself an interesting insight into Latin American
institutions in the 18th and 19th centuries.
This is not the place to consider at length the impact of the rise of commerce on Indians. A
preliminary conclusion is that the role of labor activity on missions must have increased. We
conclude then with two quotations, one from around 1803 about Indian labor, and another
recorded by Indian Pablo Tac in the 1820s. The dramatic difference in the rhythm of economic
life will be evident.
Conclusions
294
The interconnection between state and private sector is a recurring question in Spanish
economic thought of the Bourbon period. Carlos III and his advisors stated that they intended
to foment growth, and yet they expelled the most profitable Catholic order, and raised taxes to
levels that Mexico City businessmen found prohibitive. This tale of California suggests that
members of the Consulado were using a military post in California to staff at least one stop on
the Pacific Rim’s trading routes. Where others have seen soldiers’ activities in commerce as
secondary to their paying jobs, we learned here that De la Guerra’s military position in California
was probably secondary to his role in the Noriega family commercial network. That is suggested
by the permission obtained by the family to engage in the California otter trade two years before
De la Guerra arrived in California.
Furthermore, although Vasadre stated that he wanted to rely on missions to support otter
hides as much as possible, in practice the fur trade seemed to devolve more upon the military.
Military men stationed at missions apparently ransacked mission storehouses for the goods that
they could use to trade with Indians to hunt otter, so that the soldiers would make a profit. Later
the trade goods for Indians were stored by the official military habilitado, giving him more
control than missionaries over the trade. Finally, even the missions began shipping their otter
hides to a retired sergeant (who probably worked for De la Guerra) for him to trade at Rancho
Refugio with ships. In short, the military rank and file had incentive to stimulate Indians to
engage in the trade, and the Commander had the business accumen and motivation to negotiate
with international buyers. Missionaries, writes Ogden, engaged in the trade but not with too
much enthusiasm. It interfered with their desire to control Indian behavior.
The King and Viceroy’s careful and time-consuming process of legitimizing trade explains
why the King had to transfer resources of the royal treasury to California. (Malaspina). If
commerce was going to be restricted, then government financing would have to flow. And since
government financing did flow, the colony was not dependent upon the international market.
Self-interest stimulated military men in particular to engage in the trade, but the Presidios and
missions had a fall-back option until 1809.
295
References
BANCROFT, H.H. (1886-89): History of California. San Francisco.
BONIALIAN, M. (2012): El Pacífico hispanoamericano: política y comercio asiático en el Imperio
Espan~ol (1680-1784): la centralidad de lo marginal. México D.F.: El Colegio de México,
Centro de Estudios Historicos.
DEL CARMEN VELÁZQUEZ, M. (1985): El Fondo Piadoso de las Misiones de Californias.
México: Secretaría de Relaciones Exteriores, Archivo Histórico Diplomático Mexicano.
DEL VALLE PAVON, G. (2012): Finanzas piadosas y redes de negocios: Los mercaderes de la
ciudad de México ante la crisis de Nueva Espan~a, 1804-1808. México: Instituto Mora.
IGLER, D. (2013): The Great Ocean: Pacific Worlds from Captain Cook to the Gold Rush. Oxford:
Oxford University Press.
KUETHE, A. (1978): Military Reform and Society in New Grenada, 1773-1808. Gaineswille:
University of Florida.
MARICHAL, C. (2007): Bankruptcy of Empire: Mexican Silver and the Wars Between Spain,
Britain, and France, 1760-1810. London: Cambridge University Press.
MILLIKEN, R. (1995): A Time of Little Choice: The Disintegration of Tribal Culture in the San
Francisco Bay Area 1769-1810. Menlo Park: Ballena Press.
OGDEN, A. (1941): The California Sea Otter Trade, 1784-1848. Berkeley: University of California
Press.
PRIESTLEY, H. (1916): José de Gálvez: Visitor-General of New Spain (1765-1771). Berkeley:
University of California Press.
SERVÍN, M., COSTANSÓ, M. (1970): Costansó’s 1794 Report on Strengthening New California’s
Presidios. California Historical Society Quarterly 49 (3), pp. 221-232.
SOUTO MANTECÓN, M. (2000): Acerca de los escritos económico políticos de los Secretarios
del Consulado de Veracruz: Vicente Basadre, José Donato de Austria y José María
Quirós in Carmen Yuste (ed.), La diversidad del siglo XVIII novohispano: homenaje a
Roberto Moreno de los Arcos. Mexico, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de
México.
TAYLOR, W. (1996): Magistrates of the Sacred: Priests and Parishioners in Eighteenth-Century
Mexico. Stanford: Stanford University Press.
296
TREJO BARAJAS, D. (2006): El puerto de San Blas, el contrabando y el inicio de la
internacionalizacion del comercio en el Pacífico Noroeste. Tzintzun: Revista de Estudios
Históricos, 44, pp.11-48. http://www.redalyc.org/pdf/898/89804402.pdf.
YUSTE LÓPEZ, C. (1984): El Comercio de la Nueva Espan~a con Filipinas, 1590-1785. Mexico :
Instituto Nacional de Antropologia e Historia (INAH).
Book to buy: Martha Ortega Soto, Alta California: Una frontera olvidada del noroeste de
Mexico 1769-1846. Mexico: UAM, Plaza y Valdes, 2001, p. 116.
297
The Americas Divergence. Independence versus Emancipation in
Latin America and the Caribbean 1820-1870
Giovanni Federico1 Antonio Tena-Junguito2
Abstract
The Debate on the historical origins of the American divergence insists in the relevance
of the half century following Iberian Independence. Wars, disorder and political
instability that occurred in the postcolonial period have been linked to the failures of
Iberian colonial institutions rooted in the colonial legacy. This article claims, contrary
to conventional wisdom, that post-colonial performance in Latin America did not help
to explain the Great Divergence of the Americas. In one hand, there is not any solid
quantitative evidence that support that historical narrative with a few exceptions
(notably Mexico). On the other hand, new evidence on Export performance of a wide
variety of polity units would be reluctant to such a pessimistic view as that of the “lost
decades”. Emancipation in the British and French colonies produce a real collapse of
those tropical colonial exports but an opportunity for the Iberian tropics (notably Brazil
and Cuba, the South of the US, but also Central America). This positive economic
dynamism of the Iberian tropics sum to others good performance, as those of Argentine,
Chile or Peru, to offer a different picture of the American divergence in the early
globalization years.
Introduction
The Mexican president, Porfirio Diaz, said once 'Poor Mexico, so far from God and so
close to the United States'. In economic history, this statement holds true for the whole
continent south of the Rio Grande. If compared with the United States, the economic
performance of Latin America appears apparently very poor in the first decades of the
19th century (the 'lost decades') and mediocre at best throughout the whole
century. Latin America is explicitly quoted as a case of reversal of fortunes, Acemoglu
et al ((2001a and 2002), or institutions influence for natural resources at the time of
settlement, Engerman and Sokoloff (1994, 2002, 2005 and 2011). By 1500 Mexico and Peru
1 Universidad de Pisa/European University Institute 2 Universidad Carlos III de Madrid. E-mail: [email protected]
298
were undoubtedly richer than North America and Spanish colonies were still richer
apparently than the USA /C 1256-1259/ by 1800. On the eve of World War One, the US
GDP per capita was 40% higher than the GDP of Argentina and 3.4 times the average
GDP of the whole Latin America (Maddison 2013). This point of view is summarized
clearly by North-Summehill-Weingast (2000, p.28): “In the half century following
independence the presence of widespread political instability and violence distinguished much of
Latin America, especially Spanish America, from the United States.”… “The lag in levels of per
capita GDP that persists in Latin America today is attributable in large part to events in the
nineteenth century”. As the survey of Section two shows, economic historians, with few
dissenting voices, agree and look for the causes of the allegedly disappointing
performance. A long tradition, dating back to Prebisch-Singer .. dependencia school but
recently revived by Jeffrey Williamson (2011), blames the specialization of export in
primary products between the periphery and the core countries as explicative variable,
but this argument apparently will not fit to evaluate the Americas growth divergence in
the early stages because both areas had similar comparative advantage in primary
products. In this context, the majority of scholars, following the seminal work by
Engermann and Sokoloff (1994, 2011) blames institutions – or more precisely a
combination of the Spanish colonial legacy and the negative effect of the political turmoil
after the independence as the “critical juncture” to explain the growth differentials
between the north and the south of the Americas.3
In this paper, we claim that this conventional view has three distinct
shortcomings. First, growth differentials after independence are influence by the relative
levels accepted for the pre independence years between the north and the south in the
Americas. For the last we have very rough estimates of GDP per capita before 1800, with
very different results and not for many economies see Coastworth 1998 and Allen et al
(2013) Arroyo – Van Zanden (2015).4 Second, the comparison between the United States
and 'Latin America' is too generic. Latin America from Rio Grande down to Patagonia
covers from the Tropic of Cancer to the South parallel 56º, with very different climates
and resource endowments. Furthermore, not all Latin American countries share a
3 For the Americas historical Institutionalism the Independence would be the “critical juncture” that lead to the establishment of institutions that generate self-reinforcing path-dependent processes. For a deeper explanation of the concept of “critical juncture” see Capoccia& Kelemen (2007) p341-343. 4 “It would be hard to argue on the basis of the population histories that bad institutions, bad culture, or bad geography held Latin America back, or that North America benefitted from good fundamentals” (See Allen et al (2012) p. 18
299
Spanish (or Iberian, including the Portuguese Brazil) colonial past. Most of the
Caribbean were British or French colonies, with a sprinkling of Dutch and Danish
possessions, and gained independence only after 1950. Furthermore, the United States
before the Civil War were not an homogenous country. On one hand, the Southern states
have a quasi-tropical climate and their slave-manned plantation economy was
institutionally and economically closer to Jamaica or Cuba than Ohio or Wisconsin. On
the other hand, in the North, that is the West and the Northeast, there were either,
traditional staples (wheat, corn, and their derivatives) similar to template economies of
South America as Argentina or Uruguay, or a wide variety of manufacturing equivalent
to the European core countries (see North 1961). Last but not least, the evidence on the
bad performance of Latin America after independence and before 1870 is very thin. As
we will discuss shortly in the section below, the two most common measures, GDP per
capita and wages, are not available for most countries/year and the available data are
very shaky.
Following this we propose to rely on export performance, from a newly constructed
data-base for World trade (see Federico-Tena 2015a), which covers 46 polities in current
and constant prices for the whole American continent since 1820 (by climate, colonial
heritage or political independence). In our proposal, export per capita seems to be an
acceptable proxy for the performance of outward-looking exporting economies and the
level of detail.5
Some important questions on the relative performance of the Latin American and
the Caribbean especially before 1870 have not yet been answered satisfactorily.
Independence and Emancipation institutional shocks developed very close timely and
geographically and affected mutually the relative performance of the Americas
economies at the south of Rio Grande. How much both “critical junctures” affected their
respective economic performance? This paper offers some preliminary answers to this
question.
5 By space reason we do not include here an Appendix with the estimation procedure and sources used for the 46 export series in current and constant prices used here. We have developed a complete Working paper of 160 pages (Federico&Tena-Junguito 2015a) to describe in detail the estimation, methodology, accuracy and sources for every single series of the World trade data base.
300
The literature on Americas divergence and institutional critical junctures.
Most of the literature assume that North British and South Iberian colonies
product per capita during the colonial times were similar or mostly favorable to the
second, despite this statement is supported only on scattered quantitative evidence on
real wages and some estimation of GDP per capita.6 Only recently scholars as Allen et
al (2012) claim that: “The truth is that nobody knows when the Great Divergence occurred in
the Americas, so explanations of that divergence drift across the centuries without any firm
anchor.”
Following this, Allen et.al offer partial real wages evidence that contradict severely the
conventional wisdom: “Labour incomes in North America were twice those in Latin America
for most of the seventeenth and eighteenth centuries. The relative prosperity of North America
arose early in the colonial period.” (p.18?).
Something similar can be said for the GDP per capita and real wages estimation
available for the post-independence years previous to 1870. The Americas divergence in
paths can be traced back to the achievement of sustained economic growth by the U.S.
and Canada during the late eighteenth and early nineteenth centuries, while the others
did not. Historical interpretation is based on very rough estimations of GDP per capita
and real wages for just a bunch of countries.7
Nevertheless and despite the weak quantitative evidence on the origins of the
American divergence the conventional wisdom is especially negative with the Latin
America economic performance between independence from Spain and Portugal in
early 1820´s and the beginning of the first wave of globalization around 1870. Most of
the negative interpretations are based on the existence of long post-independence period
of political turmoil, wars and stagnation in Latin America in comparison with a more
stable period after the earliest North America British colonies Independence.
The final judgment is that of The lost decades of Latin America were the result of
violence, political instability and aggressively protective commercial policies in Latin
6 For the colonial times there are a few estimation for GDP per capita, see the more optimistic proposal for Mexico and Peru by Arroyo-Van Zanden (2015). The bench marks conjectures of Coatsworth (1998, 2012). Or that offered by the Maddison Project (2013) for eighth Latin American countries in 1800. 7 The 1992 Conference with the title “How Latin American Fell Behind” Published later by Haber (1997) presented some of the first comparison the Americas development but with very limited quantitative data . For the most recent extended GDP per capita comparison fort the post-independence period see Coatsworth John H.(1999) and Table 6 in Prados de la Escosura (2009). For real wages see Arroyo (2013) and Williamson (1999).
301
America in contrast with the successful North America of Anglo-Saxon legacy.8 The long
depression in post-independence Mexico has been discussed at length by the literature.9
Coatsworth (1998) suggests that the gap between Mexico and the United States may be
explained, in its totality, by Mexican economic failure in the half century between 1820
and 1870. Disorder and instability that occurred in the postcolonial period have been
linked to the failures of Iberian colonial institutions anchored to the colonial legacy.10
Whatever the reasons, these pessimistic views of the post-independence decades in Latin
America often present the half century from 1820 to 1870 as the lost decades, usually
comparing them with core European countries and especially with the New Republics
high expectation created by the early and successful independence of United States.11
After 1860, there were still significant institutional obstacles affecting the supply
side in Latin America, nevertheless civil wars in most regions of Latin America had
ended and liberal political forces had taken office, abolishing most of the “ancient
regime” rules affecting land and internal customs but also implementing modern
commercial and civil codes. The fall in the number of armed conflicts in this period
facilitated the transition to political stability and new governments were able to
introduce financial and fiscal reforms which increased public investment in
infrastructures and other public goods such as security and education. The new stable
regimes and the reduction in transoceanic freight costs created apparently a positive
situation to develop a favorable Latin American export performance after 1870.
The first comprehensive study of the economic consequences of American
independence by Prados de la Escosura-Amaral (1993) or one of the last work on the
field by Prados de la Escosura (2009), present a less dramatic negative view of Latin
American economic performance after independence in relation to the United States.
Basically the alternative optimistic views of the post-independence period are based on
the new opportunities created to Latin America by the release of the trade burden
8 See Bates, R. H., Coatsworth, J. H. and Williamson, J. G. (2007) pp.925 and 931. 9 See Coatsworth (1989, 1993, 1998); Dobado-Marrero (2001); Salvucci-Salvucci (1993). 10 “In short, the new institutional explanation for Latin American economic backwardnes is anchored in the political disorder and instability that occurred in the postcolonial period but which was rooted in the failures of colonial institutions. Post-Independence disorder in turn did not provide the right conditions for economic growth” p.1 Irigoing (2003) 11 Pessimistic views can be found in Coatsworth, (1993), Bulmer-Thomas (1995), Coatsworth (2006), Coatsworth, J. H. and Williamson, J. G. (2006) and Bertola-Ocampo (2012); For the negative influence of political instability and war see Centeno (1997). For the foreign and domestic debt see Marichal (1989) and for the role of fiscal and monetary fragmentation after independence see Irigoin (2003).
302
imposed by the colonial system. Iberian commercial monopolies were brought to an
end by independence after the 1820s and this allowed the Latin American republics to
trade directly with Europe and North America.12 In this view trade liberalization was
compatible with a high demand of tariff revenue in the process of the new State
building.13 However, the partial evidence provided by various sources and, probably,
asymmetrical regional performance after independence keep this debate open.14
There is not a clear consensus on how much Institutions matter in this process of
economic divergence in the Americas. On one hand, the conventional wisdom has over
emphasized the question on where institutions came from, that is the influence Anglo-
Saxon and Iberian precolonial institutions. The relationship between institutional
heritage and American divergence is very weak as showed by the economic performance
of the slave plantation economies of the Caribbean before the Napoleonic Wars.15 Slave
plantation economies were mainly tropical and represented in the early 1820´s around
45% of total Americas export if we take into consideration the cotton and tobacco exports
of the Southern US. In the first half of the 19th century Emancipation was not so rapid
and geographically extended as Independence, but involved almost 20% of total
American exports taking into consideration only the British and French West Indies
before the early 1830´s British Emancipation.
Caribbean British economic decline in the first half of the 19th century is out of
the debate of the American divergence. British Scholar focus has been centered on British
fiscal colonial profitability in the West Indies and its responsibility on the initial capital
accumulation of the Industrial Revolution. The academic debate from Drescher initial
thesis (Econocide (1977) an more recently in Abolition (1999, 2010)) has argued that
abolition of the slave trade and slavery was not the result of British Caribbean economic
12 See Prados de la Escosura (1993, 2009). 13 Napoleonic invasion of the Iberian Peninsula give the opportunity to British merchants to settle in a relevant number of different Latín American cities, (see Bulmer-Tomas (2003) p. 28). Countries like Brazil included a preferential treaty access to British market at low tariffs rates, at least until 1844 when the treaty was denounced (see Machester 1933 pp.70-98). A recent estimation ( see Tena-Junguito et al. (2012)) of a representative sample of tariff average for cottons manufacture in Latin American countries (Argentine, Brazil, Chile , Colombia, Mexico, Peru, Uruguay and Venezuela) offer a reduction from around 68% to 32% from 1846 to 1863. 14 To go in deep on this debate see Prados de la Escosura (2009). For other recent optimistic views on Post independence Latin America see also Gelman, J. (2009) or Llopis-Marichal (2009). 15 “During the colonial period, the economies with the highest per capita income were those in the Caribbean , and it made little difference whether they were Spanish, British, or French origin. The case of superiority of British institutions is usually based on the records of United States and Canada,..” Engerman &Sokoloff (2012) p. 15.
303
decline but and economic suicide, as slavery remained extremely profitable. Decline in
profitability before abolition is a key argument besides of the analysis of the difficulties
to compete by freemen against slaves after the Emancipation.16 The new evidence and
arguments undermined the long-standing thesis of the Eric Williams (1944) famous book
Capitalism and Slavery, that British abolitionists succeeded only because the slave colonies
were in a state of irreversible decline. The long run impact of Emancipation in the
Caribbean region has been less discussed even if it has been recognized by different
authors.17 The most recent and exhaustive book on The Economic History of The Caribbean
since the Napoleonic Wars (Bulmer Thomas (2012)) renounce to compare systematically
Caribbean relative economic performance with others parts of the continent and the
world for the years previous to 1870, apparently because absence of comparable data
(see p.11, Table I.I. and p.12).18 For the period previous to 1870 Bulmer Thomas is more
interested in the analysis of the relative performance inside the region, including the
good performance of Cuba, but he avoids the discussion on the West Indies (British,
French and Dutch) relative performance in the Americas. In consequence there is not a
history of the Caribbean West Indies colonies lost decades after Emancipation.
To summarize, we believe there is no quantitative evidence enough to know
when did happen really the American divergence and that is true also for the decades
that follow the Latin American Independence. We will try to prove that there is not such
a divergence between the north and the south in the mentioned period. According to
this, our result will show that economic performance is apparently more relevant
according to factor endowments and institutional shocks than on the institutional legacy
bases.
Measuring the performance of the Americas.
16 “A potential conflict had existed from the beginning of the abolitionist movement, when Dean Tucker had cautioned Ramsay that the Atlantic slave system would never really be undermined until sugar could be produced more cheaply by free men than by slaves. Tucker was totally wrong in one respect. During the 50 years after his warning British antislavery moved from victory to victory while sugar produced by non-slaves made little headway against slave-produced sugar.” Drescher (1999, p.71). 17 “In the eighteenth century, the Caribbean was the most profitable area of European colonization in the Americas. By 1870, it was an impoverished backwater.” Maddison( 2004, p.49). Eisner (1961, p. 119) estimated that per capita real income in Jamaica fell by a quarter between 1832 and 1870. 18 “We may observe an initial period (1870-1913) when performance in the Caribbean lagged seriously behind every other regions , followed by another cycle (1913-50) when almost the opposite was true.” *(p.12).
304
As mentioned in the introduction some recent efforts have been made to measure the
relative performance of the Latin America in the period previous to 1870 (see also the
estimation for 1820 for different countries in Prados de la Escosura (2009, table 6) and
Bertola-Ocampo (2012 Table 2.4) that include recent estimation for some other countries
as Chile (Diaz, Luders and Wagners 2007); Colombia (Kalmanovich and Lopez (2009);
Cuba (Santamaría 2009); Venezuela (Baptista 1997). Table 1 below offer the growth rates
from the data of the last Maddison project version that include some of the previous
estimation of GDP and some new estimations of population.
Table 1
Rates of growth GDP per capita, Americas
1850/1820 1860/1820 1870/1820 1913/1820
Canada 1.28 1.18 1.26 1.71
USA 1.02 1.25 1.17 1.46
Argentina 0.75 0.76 0.77 1.44
Brazil 0 -0.01 0.08 0.18
Chile 1.36 1.45 1.52 1.72
Colombia -0.27 0.18 0.48 0.5
Mexico 0.15 -0.22 0.07 1.09
Uruguay 0.77 1.07 1.25 1.12
Venezuela 2.22 1.34 0.84 1.16
Cuba 0.6 0.91 0.73 1.08
Jamaica -0.84 -0.66 -0.56 -0.15
15 L. America 0.02 0.67
21 Caribbean -0.3 0.66
L. America 0.42 0.97
World 0.43 0.83
Sources: Maddison Project (2014) for Chile (Braun et al (2000), Venezuela (Babtista (1997). Population Fedrico-Tena (2013)
As implicit in the conventional wisdom, during the ‘lost decades’ Latin America
as a whole trailed behind Northern America. However, the Maddison estimation of
Latin America rate of growth was identical to that of the world and some countries, most
notably Chile and Uruguay, did match the performance of the North. Other Southern
American countries, such as Argentina or Cuba grew sizably, while Brazil and Mexico
barely changed, or Jamaica shows a negative growth. Maddison rate of growth average
for Latin America 1820-1870 is 0.42 that’s closer to the one of 0.5 of Prados de la Escosura
305
(2009) in Table 6 but more than double the average of 0.2 offered by Bertola-Ocampo
(2012) in table 2.4. We would like to remark: first, the unstable confidence of the GDP
estimation we have for the period, that is recognized for the authors using alternative
estimation of export per capita, second, the wide variety of institutional experience or
polities that are not included in this picture even if they offer by sure the most populated
countries in Latin America ( around 68 % of total Latin American population). Third,
that the estimation offer data for some bench marks, and it makes difficult to introduce
in the analysis the effects of specific shocks such as wars, territorial annexation or
emancipation. Other popular measure of performance trends in (PPP-adjusted) real
wages, may be, under some assumptions (i.e. that labour market well integrated and if
distribution of income constant), an alternative to accurate proxy of GDP per capita.
Unfortunately it exists very few time series for our period. Most of series of real wages
mentioned have been estimated for the precolonial period (see Allen (2012), (Arroyo
(2013), Dobado et.al. (2014), Williamson (1999)) and data for the study of the lost decades
in Latin America is apparently very limited.
Given the lack of accurate GDP estimates the debate on the Latin American
performance during this period has shifted in some occasion (as did Bertola-Ocampo
and Prados de la Escosura) to the export performance. We present here mainly a new
data base of constant export estimations normalized by population for 46 policy units,
from 1820 to 1913, divided into 20 Ibero, 12 No-Ibero and 4 North America (see
Appendix) . We believe this represents a significant improvement in relation with
previous estimations.19 Other novelty of our proposal is that we offer a comparative
perspective of the Americas performance with the rest of the world because the data
used is part of a wider project of a New World Trade series 1800-1938 (see Federico-
Tena (2015a)). Constant export growth and export per capita levels have been used
previously by many scholars as a proxy of relative performance, nevertheless they are
liable to attract also some criticism. It is possible to combine an excellent export
performance in some sectors with disappointing results in other sectors or even in terms
19 Bulmer-Thomas (1995, 2003), in his History of Latin America, refers only to 20 Iberian policy units for 1850-1938 but his data in constant prices are partial as they are from secondary sources. Bulmer-Thomas (2012) recently published a superb comprehensive Economic History of the Caribbean from 1820 to 2010 with original quantitative systematic data for ten years average along the period 1820-1938 including estimated current and constant export and import series, export per capita and terms of trade. The geographical coverage takes in all the Caribbean islands, including Belize and the three Guianas.
306
of overall economic growth. Certainly, in poor economies as those of Latin America in
the period, a long share of the population worked out of the tradable sector in the
agriculture and service traditional sector. This measure assumes (as rule of thumb) that
traditional sectors growth is flat and Export dynamic capture mostly the relative
performances of the most productive economic sectors.
Export performance, institutional shocks and American Divergence
An extensive literature on comparative institutions, as mentioned in the introduction,
insists on the relevance of the continental comparison between the north and the south
of the continent based on the respective colonial origin or the institutional heritage. We
claim that the institutional stories yield to a testable hypothesis more in terms of
institutional shocks than on institutional colonial heritage. American divergence in the
decades that follow the end of Napoleonic Wars, currently explained as a divergence
performance between the North and the South, is only explained by Emancipation and
not for Independence. On one hand, slavery abolition had a severe negative repercussion
in non Iberian colonies exports but a positive one in the Iberian tropical. On the other
hand, Latin America Independence shock produce only severe political turmoil and
instability in a few new Republics.
Figure 1
World Export Share of South and North Americas 1913$
307
Sources see Appendix
Figure 1, present the general hypothesis of divergence that confirm the
conventional wisdom. In one hand, the United States managing to increase their world
export share, with the exception of the Civil War and its aftermath, on the other hand,
South America (the Americas South of Rio Grande) that collapsed from 1834 declining
to a minimum until the turning point of 1880. Contrary to Table 1, (bench-marks per
capita GDP comparison) here the North-South divergence is an historical specific
phenomenon that appear in the second half of the 1830´s. Our proposal is, following this
general picture, to define better the difference between factor endowments, institutional
legacy and institutional shocks.
So an additional potential test to discriminate between Institutional legacy and
Institutional shocks effects in the Divergence of the Americas would be to test the pattern
of performance between different institutional policy units that were affected either by
Independence or Emancipation. Independence and Emancipation historical process had
mutual influence each other because they occurred synchronically and were
geographically and economically connected as proved by the plantation economies
connection in the international tropical commodity market. As mentioned, both
processes had not been compared before because they form part of very distant historical
debates more related with the influence in their respective imperial metropolis than with
their relative comparative economic performance.
After the Napoleonic Wars (mainly the slave economies that affronted the
emancipation process) had a bad export performance compared with those that
affronted the difficulties and opportunities of political Independence. Figure 2 plots 46
American polity units initial level of developments (proxy by their logged export per
capita in 1821/25) associated with their respective export growth rate between 1821/25
and 1871/75.
Figure 2
Initial level of development and export performance in the Americas 1820-1870
308
Sources: Table 2 and Appendix.
First, association between both variables are inversely and consistent correlated
(-0.58***) for the Americas. Second, we identify a cluster group of policies, the slave
Emancipated Colonies (EC in red color), with an initial high export per capita level and
a bad export performance after Emancipation. Emancipated colonies (British, French and
Dutch Caribbean economies) are clustered around the right bottom corner in Figure 1
showing that those that arrived in good position after the Napoleonic Wars had
problems with growth after Emancipation. Third, Independent Iberian (II) countries are
more dispersed along the inverse correlation line showing an initial relative lower export
per capita level and much better performance than the first group during the so call lost
decades after the Latin American Independence. Southern US slow export growth after
the Civil war and slave abolition but before 1870 as it happened also with Brazil and
Cuba had a very good performance. .
We follow below with a deeper discussion on the criteria and relevance of the
regional division of the Americas based in factor endowments and colonial origin. This
allows us to present a new perspective on the export performance of the Americas taking
into consideration the different effects of independence and slavery abolition. This study
concludes that, on one hand, the plantation economies offer a dual export performance
between those emancipated and those did not. Apparently the Iberian independent
(notably Brazil) and not independent (notably Cuba) tropical exporter increased their
309
market export share after the outstanding British Caribbean post Emancipation export
sharp drop. On the other hand, and partially because of the previous mentioned reason,
independent Ibero-American countries did not perform so badly during the so call lost
decades either in the Americas or the World context.
The lost decades? Latin American post-independence years 1820-1870.
A new test to capture the influence of different institutional shocks in the Americas
divergence is to compare economies with similar factor endowments, then susceptible
to be affected by similar demand lottery. Following the classical division of Latin
America and North America divided by Rio Grande we follow partially Bertola&
Ocampo (2012) and League of Nations (1927)) to divide the last in Mineral Producing,
Subsistence Agriculture, Temperate Agriculture and Tropical Agriculture.20 The tropics
were based in plantation economies and it may include for some purpose the South of
US. The different colonial legacy of the tropics are also relevant for our analysis. Iberian
countries (Ibero-America) and the non-Iberian countries of South America (British,
French and Dutch Americas). Most of the Iberian polities were already independent
countries in the early 1820s, and most of the Non Iberian polities participated in the slave
Emancipation following the British from the early 1830´s to the 1850. 21
20 We have series of exports and imports current and constant for 46 American polities divided as follows: North America (Newfounland, St Pierre e Miquelon, Canada, North US, South US and South America Mineral Producing ( Bolivia, Chile, Colombia, Mexico, Peru, Venezuela), Subsistence Agriculture(Ecuador, Paraguay), Temperate Agriculture ( Argentine and Uruguay), Tropicals (Bahamas, Barbados, Bermuda, Brasil, British Honduras, Costa Rica, Cuba, Danish Virgin Island, Dutch Guyana, El Salvador, Granada, Guatemala, Guadalupe, Dominican Republic, French Guyana, Haiti, Honduras, Jamaica, Leward Islands, Martinica, Nicaragua, Panamá, Porto Rico, Saint-Barthélemy, St Vicente, St Lucia, Trinidad&Tobago, Turks and Caykos Inslands,.or in other words: Central America, the whole Spanish, British, French and Dutch and Scandinavian Caribbean Inlands plus the three Guyanas and Brazil). We have included the aggregates and the most important single polities in Table2. 21 Most of the Ibero-American countries were free by 1810, but some took longer such as Brazil (1822) or Uruguay (formally Independent State in 1828). The independence wars spanned from 1808 until the Battle of Ayacucho in 1824 and provoked a huge amount of destruction of human and material resources. The population lost in these wars is estimated at 800,000 people, reducing the population to around 19.5 million in the 1820s. See Table 3 and Bertola &Ocampo (2012), p.53.
310
Table 2
Americas Export Shares ($1913)
Sources see Fedrico&Tena (2015a): the number of polities included in each aggregate is described in note 18. Ibero-America is equal to South America excluding Non Iberian Countries (that is British, French and Dutch Caribbean). Southern US: Cotton and
1821/25 1851/55 1871/75 1891/95 1911/14
42,4% 55,9% 57,8% 62,7% 64,9%
CANADA 7,6% 6,3% 8,4% 6,1% 8,0%
UNITED STATES 29,3% 47,4% 48,4% 56,1% 56,5%
Southern US 14,2% 25,2% 16,7% 18,4% 14,4%
Nothern US 15,1% 22,2% 31,7% 37,7% 42,1%
57,6% 44,1% 42,2% 37,3% 35,1%
24,1% 14,8% 14,6% 11,5% 9,5%
COLOMBIA 2,2% 1,2% 1,6% 0,8% 0,7%
CHILE 0,8% 1,9% 2,6% 3,8% 3,0%
MEXICO 18,8% 8,2% 5,7% 3,3% 3,4%
0,3% 0,6% 0,4% 0,4% 0,4%
ECUADOR 0,2% 0,4% 0,3% 0,3% 0,3%
PARAGUAY 0,1% 0,1% 0,1% 0,1% 0,1%
4,3% 5,1% 8,1% 10,8% 12,1%
ARGENTINA 3,1% 3,3% 6,3% 8,6% 10,8%
URUGUAY 1,2% 1,8% 1,8% 2,2% 1,3%
28,9% 23,6% 19,2% 14,6% 13,1%
Tropical Agriculture (includ Souther US) 43,1% 48,9% 35,9% 33,0% 27,5%
Tropical Iberian 10,5% 18,2% 15,6% 11,9% 11,5%
BRASIL 6,1% 12,0% 9,8% 7,9% 6,9%
COSTA RICA 0,1% 0,2% 0,2% 0,2% 0,2%
CUBA 2,4% 3,4% 3,9% 2,4% 3,5%
DOMINICAN REPUBLIC 0,4% 0,3% 0,1% 0,2% 0,3%
PORTO RICO 0,8% 1,5% 1,1% 0,7% 0,0%
Tropical British 11,1% 2,7% 2,0% 1,7% 1,0%
JAMAICA 5,5% 0,7% 0,4% 0,4% 0,3%
BRITISH GUAYANA 1,8% 0,4% 0,5% 0,5% 0,2%
Tropical Dutch 2,2% 0,4% 0,2% 0,1% 0,1%
DUTCH GUAYANA (Surinam) 2,1% 0,3% 0,1% 0,1% 0,1%
Tropical French 4,7% 2,1% 1,3% 0,9% 0,5%
GUADALUPE 1,4% 0,5% 0,3% 0,1% 0,1%
HAITI 2,1% 1,1% 0,7% 0,5% 0,2%
Tropical Non Iberian 18,4% 5,4% 3,5% 2,7% 1,6%
18,4% 5,4% 3,5% 2,7% 1,6%
Iberian South America 39,2% 38,7% 38,7% 34,6% 33,6%
Iberian (No Mexico) 20,5% 30,5% 33,0% 31,2% 30,2%
Iberian No (Cuba & Puerto Rico) 36,0% 33,8% 33,8% 31,5% 30,1%
Iberian No (Mexico, Cuba & Puerto Rico) 17,2% 25,6% 28,0% 28,2% 26,7%
Spanish Colonies (Cuba & Puerto Rico) 3,2% 4,9% 5,0% 3,1% 3,5%
100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%TOTAL AMERICAS
Non Iberian South America
SOUTH AMERICA
Mineral Producing
Subsistence Agriculture
Tropical Agricultural
Temperate Agriculture
NORTH AMERICA
311
Tobacco exports at $ 1913. Nothern US is the difference of the last with United States Export data.
Table 2 show the comparative difference in constant export growth rates of the
different polities and divisions mentioned using the relative increase or decrease in total
exports share in relation with the total American continent for significant bench mark
five years average. Our main objective would be to get some evidence on the divergence
in growth between the North and the South according to factor endowments and
colonial legacies.
Let begin with our main hypothesis, that is based on the importance of the tropics
in the history of the American divergence. Tropical agriculture represented almost 43.1%
of total American Exports if we sum to the tropical agriculture (28.95) the cotton and
tobacco exported by the US South (14.2%). Our main conjecture is that those tropical that
emancipated their slaves in the early 19th century suffer an export growth collapse and
the non emancipated or Independent tropics benefited from that. Non Iberian Tropics
were enough important to affect to the rest of the Tropics. The decline of exports in a
context of American export dynamism reduced in threefold its share between 1821/25
to 1851/55 (from 18.4% to 5.4%). That correspond to an increase of the Iberia tropics
share from 10.5 to 18.2. West Indies leaded mainly the world exports of sugar and coffee
before Emancipation and were replaced partially by Cuba, Porto Rico and Brazil but also
by Java and British Asian.22
The other relevant exporting economy in the south was Mexico that represented
a similar percentage than the Non European tropics in total American exports (around
18.8%) in the early 19th century. Mexico institutional turmoils after independence, as we
will explain bellow, affected radically its export performance reducing its share to 8.2 %
thirty years later. This contrast with the dynamism of the new settlers of Argentine and
Uruguay, Chile mining boom or the good performance of the small subsistence
agriculture exporters as Ecuador and Paraguay.
Some of the pessimistic views, wonder why after Independence the bad
economic performance persisted for so long.23 As a second step to test the influence of
political independence we follow especially the period 1820-1870 for four different
22 Before Emancipation more than 40% of total world sugar exports were coming from British West Indies and other 15% from French and Dutch Caribbean colonies. See Figure 7 in Federico&Tena(2015c) 23 That is extending the lost decades to 1870. See Bates-Coatsworth & Williamson (2007) p. 935, but also Bulmer-Thomas (1993) and Bertola-Ocampo (2012).
312
Iberian clusters in the American continent: a) South America as a complete region; b)
The Iberian South America (that is excluding Emancipated tropical no Iberian regions)
c) Ibero-America excluding Mexico (we will insist later on Mexican singularities because
exceptional historical shocks); d) Ibero-America excluding Mexico and the no political
independent policies of Cuba and Puerto Rico.
Figure 3 Americas Export Shares ($1913)
Our objective is to remark in Figure 3 the effect in the American divergence of
the two Institutional shocks mentioned. First, of the British Emancipation Bill in the early
1830s, and second by French slaves freedom in 1848. South America (discontinuous
black line), that include the Emancipated tropics, reduced its share from more than 60%
in the early 1830´s to 40% in the early 1850´s. Second, Figure 3 shows the Mexico
influence in the Iberian Independent Republics export performance before 1870. On one
hand, the stagnant export share of Iberian South America includes Mexico (Double red
line), on the other hand the dynamic increasing share of Iberian South America without
Mexico (blue points line). Our target is to show how the Independent Iberian Republics
(with no Mexico) export sector was not negatively affected by the post Independence
institutional instability (as showed by the continuous black line if we exclude too
Spanish colonies Cuba and Porto Rico).
313
Early after the Independence Mexico suffer political turmoil an later wars, and
annexation that influence the decline in silver production from 1820´s to 1840´s. Mexico
saw the loss of Texas in 1836, the war with France in 1838, and very dramatically, the
loss of half its territory to the United States in the war of 1846-1848. The results of all
these variables was the decline of Mexican export performance from the early 1830s to
the early 1850s. Later, it is possible to observe the relative extraordinary increase of
Mexican exports during the United States Civil War years. The Union blockade of the
Confederate Atlantic ports, from the early conflict years, forced Mexico to be used as an
entrepôt of the important raw cotton exports of the Confederate Southern States. So even
if our data on Mexico’s exports for those years are estimated from the import partner
records of the USA and the main European countries, we have made some adaptation
(following Salvucci (1991)) to exclude the USA transit raw cotton during the Civil War
years in the Mexico export statistics.24
Independent Ibero-America did not show such a relative bad performance with
the United States as expected. The unexpected result is that relative performance was
much better for Independent Iberia before the first half of the 1850´s than after. Taking
the period as a whole, between 1820 to 1870, whatever the yard stick we take the
independent Latin America (without Mexico) had a relative positive performance in
relation either with the successful North America (mainly because retardation caused by
the North America civil war years) or in relation with other poor regions in Europe that
were exporting too agrarian products to rich Europe. 25
Slave tropical economies and Emancipation
24 As it has been clearly expressed by Salvucci (1991) p.728-729: “From 1851-1860, United States imports from Mexico average roughly 1 million dollars a year in current prices. By 1865 the figure had swollen to $6 million. Raw cotton alone accounted for $5 million. But Mexico had not suddenly become a major cotton producer. It had become an entrepôt (at Matamoros, Tamps., across the Rio Grande from Brownsville, Texas) for raw cotton that could not be shipped from Confederate ports because of the Union blockade. The cotton was then lightered down river and transferred to ocean-going vessels for shipment to the United Kingdom and to the Union States.” Others such as Schoonover (1974) support the different argument that Mexico produced its own cotton for exports during the U.S. Civil War. 25 The export per capita levels in Rich Europe from 1820´s to 1850´s two fold, that is very similar to that of the United States performance (see Federico&Tena 2015 ). Recently Bertola & Ocampo (2012), p.55 insist that the best point of reference for Latin American performance comparisons are rich Europe and North America.
314
British and Spanish colonies (Cuba and Porto Rico) in the Caribbean were the most
important tropical exporters at the beginning of the century, followed by French (French
Guiana, Guadalupe, Martinique), and Dutch colonies (Surinam, Dutch Antilles). The
only early politically independent island in the Caribbean area was Hispaniola, formed
by Haiti (the first formal independent country in the Caribbean 1803) in the west, and
the Dominican Republic (which remained independent from 1844 with some intervals
of occupations) in the east.26 In the first half of the nineteenth century, virtually all the
tropical countries in our classification were experiencing different forms of coerced labor
with the most extreme and extended being slavery. Mortality rates which were higher
than birth rates among the slave population fostered slave traffic and led to the
expansion of this inhuman but very lucrative activity in tropical agricultural countries
during the eighteenth century. So, the tropical plantation system was intimately
associated with the traffic of slaves before moral and economic reasons led some
European countries to introduce effective legislation against trade in slaves at the
beginning of the nineteenth century. In some cases, such as that of the British, this change
began a quarter of century before public opinion forced the repeal of slavery by law in
1833.27 At the end of the Napoleonic Wars there were five European countries still legally
engaged in slave trade: France, Holland, Portugal, Spain and Sweden. Trade in slaves to
Brazil and Cuba was particularly important until the third quarter of the nineteenth
century. Traffic of slaves was limited by law in 1807 but it was not until 1830 that the
British were finally able to bring an end to intra-Caribbean slave traffic. Puerto Rico
outlawed the slave trade at the end of the 1840s leaving Cuba as the only Caribbean
country still heavily engaged in this traffic.28
26 In addition to the countries mentioned in the text, the Tropical Agricultural Countries also includes some Iberian independent tropical countries such as Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua and Brazil, (these is our main difference with ( Bertola-Ocampo (2012) that include most of Central America in the group of Subsistence Agricultural Countries). 27 Legislation against the slave trade was introduced in the British parliament in 1792 (after the slave revolt in Santo Domingo) but it was defeated. On the contrary, a similar initiative was approved in the same year in the Danish parliament (the first European country to abolish the slave trade by law). Only in 1807 did the British parliament pass the law abolishing traffic in slaves. As mentioned by Bulmer and Thomas (2012), p.21: “the arguments for and against the slave trade were not the same as the arguments for and against slavery”. Humanitarian arguments supported by religious convictions but also economic arguments such as the high mortality rates and the high cost of military forts on the African coast at public expense were taken into account. 28 See Eltis, David (2008). Slavery was first abolished in France in 1794, then restored by the Consulate in 1802 and only definitively abolished in 1848 by the Second Republic. “Early in the century, the richest slave colony in history, St Domingue, had become independent Haiti via the world´s most successful slave revolt and remaining French slaves had followed their British
315
Figure 4 Tropical countries’ exports ($1913 million) 1821-1870
Groups of countries see text; sources see Appendix
Following this narrative Figure 4 divide the tropical world in America: first, by
non Iberian South America that is mainly represented by the European colonies in the
Caribbean islands that transit slave to a free labor in the first half of the century. We have
included there British, French, Dutch and Scandinavian tropical agricultural countries.
Second, Southern US cotton and tobacco slave plantation until 1865.29 Third, Spanish
Cuba and Puerto Rico were Spanish colonies until 1898, unlike Brazil, but both did not
emancipate slaves until the end of the 1880´s. Export growth of the Spanish colonies in
the Caribbean was highly cyclical but outstanding in the Caribbean region for the period
1820-1870. On the contrary, tropical agricultural exports from the rest of the European
Colonies show first a remarkable sharp fell of the British in the very early 1830’s even
counterparts into freedom in 1848. Of the Dutch slave system, only a fragment survived to emancipation in 1863. Eltis-Lewis-Sokoloff (2004), p.13 29 Southern US export were very dynamic until the Union blockade of the Confederate Atlantic ports that precede Emancipation in 1865 . After the Civil War collapse Southern economy did not show again the previous dynamism. “As The economy of the American South was buffeted by at least three separate shocks in the last half of the nineteenth century: the rate of growth of the demand for cotton declined precipitously; many former slaves withdrew from the labor force or reduced the hours they were willing to work, and the Civil War left enormous destruction and dislocation in its wake”. See Temin, P. (1976), p. 11.
316
preceding the abolition of slavery act of July 26th 1833, and in union with the long
emancipation process in the second half of the 1830s and through the 1840s.30
Figure 5 Top ten Caribbean commodity exports
These ten commodities represented more than 95% of total Caribbean exports. We include here all Iberian and non Iberian Colonies and Hispaniola (Haiti and the Dominican Republic). Sources: Bulmer-Thomas Table A.18.
Sugar was by far the most important export commodity in the area representing
up to around two-thirds of total exports in 1850 or almost three quarters if we include
others derivatives of sugar as molasses and rum (see Figure 5). Coffee reduced its
relative relevance from the 1820´s because the strong Brazilian competition but it was
still the second main commodity exported in the Caribbean region.31 Overall, British
West Indian exports were already declining in the years previous of abolition law
approval and apparently it also affected the rest of the plantation economies of the
Caribbean region. This is the case of British Guiana where sugar exports, which had
more than doubled in the last twenty years of slavery ending with the abolition in 1833,
30 As already mention Emancipation Bill was approved on 26 July 1833 but expectation of Emancipation was anticipated by the market as showed by the Slave price sold fall from 1829 to 1830’s (see Engerman (1984 table 1 p.139). Slavery would be abolished, but slaves on plantations were required to remain as slaves on the plantations for a further six years. Children less than six years of age were declared free in 1834 whereas predial slaves, or those employed in agriculture to become apprentices, were not freed until 1st August 1838 and non-predial slaves were to be freed on 1st August 1840. After several years of peaceful protests, full emancipation for all was legally granted in Trinidad ahead of schedule on 1st August 1838, making it the first British colony with slaves to abolish slavery completely. French colonies followed their British counterparts in 1848. See Drescher (2010). 31 See Absell & Tena-Junguito (2014)
317
subsequently fell by 30% before recovering with the arrival of Asian contract labor in the
early 1850s.32
The fall of West India sugar exports produced a strong price reaction in British domestic
market that favored the end of the colonial tariff discrimination contributing in turn to
deepen the crisis. Partially because from the United States independence at the end of
the 18th century almost 80 per cent of Caribbean exports went to mother country
metropolis’s consumers unlike the Spanish Caribbean.33
Figure 6 France and UK tariff average on foreign and colonial sugar.
Sources: French colonial and foreign duties are from Tena-Junguito (2006). UK sugar duty on London price for UK-British India and Dutch East India in Chilosi&Federico (2013).
Price increase reduced sugar per capita consumption in Britain dramatically from
20 lb in 1830 to 15 lb in 1840. In an attempt to supply more sugar to British consumers,
Prime minister (Peels) reduced the differential of the duty on foreign import sugar first
32 See Klein, H. S. and Engerman, S. L. (1985) p.261. 33 As mentioned by Bulmer-Thomas (2012, p. 82): over 80 per cent of Caribbean French colonies exports went to France, 75% of British West Indies exports to UK, and a similar percentage for Dutch, and Scandinavian colonies. “Spain, in the other hand, liberalized trade with Cuba and Puerto Rico after the Seven Years’ War (1756-63) and again after the Napoleonic Wars. As a result, the share of exports going to Spain from the Spanish colonies in 1820 was less than 40 per cent”.
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
3.5
4
4.5
5
1820 1830 1840 1850 1860 1870 1880 1890 1900 1910 1920 1930
France Sugar duty Colonial (%) France Sugar duty Foreign(%)
UK Sugar duty Colonial (%) UK Sugar duty Foreign(%)
318
in 1844 and again in 1845 and finally equalized completely the import duties for sugar
from British colonies with the sugar duties act of 1846.34 This act abolished the
preferential treatment of West Indian sugar import duties bringing them into line with
sugar foreign duties and fostering a partial crowding out effect of the first.
Contemporaries talk about the paramount campaign against the Sugar Act trying to
show that the prosperity of the West Indian colonies was being destroyed by free trade.35
To have an idea of the considerable effect of the abolition of slavery on sugar
producers and commercial operations it should be noted that the drop in British
importation of sugar from the West Indies between 1832 and 1846 was around 32.1 per
cent (see Danson (1849, p.377)). In Jamaica sugar exports declined from 68,000 tons in
1824-33 to 33,400 in 1839-46. Even if by the 1850s Cuba had become the main sugar
exporter for the European markets, the supply crisis of 1831-1845 produced by slave
emancipation, double sugar price, and produced the reaction for liberalization of the
already mentioned colonial British sugar duty discrimination.36
West Indian economies imported a large amount of Indian migrants in response
to demand by plantation proprietors from 1834 and helped by the imperial colonial
office. Migration also took place in plantation-slave regions like Cuba between 1847 and
1874 where slaves were combined with Chinese coolie immigration labor.37 By 1850 the
abolition of slavery in the British colonies, according to Eltis-Lewis-Sokoloff, K. L. (2004,
p.13), had reduced the American plantation system to three major: “each specializing in
a different product. The US South produced most of the world cotton, Brazil a slightly
34 See Green (1976) p. 229-230. 35 Since sugar duties and their equalization affected all West Indian colonies alike, the problem becomes one of explaining the failure of some islands while others succeeded. It is shifted to the internal economic development of Jamaica and her neighboring islands. This change was caused by decreased production in the British colonies, which, in turn, as we have already mentioned, was caused by slave emancipation: Curtin (1954), p. 157. 36 Some authors as Curtin (1954, p.57) ”The Sugar Act of 1846 stands in the same relation to the end of the old colonial system as does the repeal of the corn laws to the end of protection for British agriculture” or the already mentioned Green (1976) in its Chp. 8 gives also great relevance to the end of the mercantilist system to West Indian decadence from 1840´s. 37 It should be mentioned that from 1840 the sugar plantation economy began a slow process of substitution of slave labor by free immigrant labor as shown by the 142,000 Chinese migrants who arrived in Cuba from 1847- 1874. See Manigat Chancy (2006), p.20.
319
lower share of the world coffee and Cuba a smaller share, but still about the half, of all
marketed sugar.”38
Figure 7 West Indies American Export shares ($ 1913) 1820-187.
Sources: Total American exports share (1913$) Appendix.
As Figure 7 shows, the Americas’ share of British, French and Dutch American
colonies fell from 18% in the 1820s to 5% in the 1850s. In the 1820-25 period around half
of total South American exports came from the tropical agricultural countries and almost
one-third were exports from tropical British, French and Dutch colonies. This situation
changed dramatically during the 1830s and 1840s when the share of the Iberian
independent countries with respect to the British, French and Dutch grew more than
threefold. Tropical Iberian countries like Brazil, Cuba experienced significant expansion
during this period.39 So, to the extent to which we trust the data, South America’s slow
38 The abolition of slavery was accompanied by the payment of a large sum by the Imperial treasury as compensation for proprietors’ capital loss. Danson (1849, pp.379-80) estimated this compensation at around two or three times the annual average value of exports for 1832-36 of the different West Indian colonies. 39 In parliament, the Emancipation Bill gathered support and received its final Commons reading on 26 July 1833. British West Indian sugar exports did not decline until slavery itself was abolished (see David Eltis (2008)). “Indeed, with the opening of new lands in Trinidad and British Guiana, exports
320
growth between 1820-25 and 1850-55 is mainly led by the non-Iberian tropical countries
mentioned before. This is also suggested by the fall of British Guiana (one of the principal
sugar exporters of Latin America in 1820-25) and whose level fell more than threefold
from 1820 to 1850 when the Iberian mineral-producing countries (see Table 2) were
performing quite well as evidenced by the recovery of copper and silver mining in Chile
and the guano boom in Peru before 1850.40
Bulmer Thomas (2012), considers that although there are several candidates such
as political status, slavery and commodity prices, no single factor is capable of explaining
the variety of experience in the Caribbean. We think that the failure to adapt new free
labor in the British plantation economies after the abolition of slavery is probably the
most likely explanatory variable of the bad export performance of the non-Iberian
colonies in the middle of the 19th century.41 The Emancipated British and French
Caribbean apparently did not overcome that shock in the plantation economies and in
the second half of the 19th century became a marginal part of the tropical American
exports. Jamaica is often presented as a case in which planter-owners were not able to
integrate ex-slaves as indentured laborers or to use other forced or collaborative
measures. According to the literature there were other notable experiences in which the
sugar industry did not suffer so badly. These include those of Guadalupe, Guiana,
Martinique and Trinidad and cases of emancipation like that of the Dominican Republic
which, after a stagnation in the first two-thirds of the century reestablished its sugar
industry and diversified its economy, expanding its coffee and, notably, its cacao
industry during the globalization years.42
Figure 8
actually increased slightly- but the British lost market share to Brazil and Cuba, the planters in both countries facing fewer restrictions on access to and exploitation of slave labor.” Eltis-Lewis-Sokoloff (2004), p.13 and Absell & Tena (2014). 40 In Chile copper production rose from 1.5 million kgs. before independence to 12.3 million kgs. in 1850. A similar expansion took place in Peru in the case of guano production which rose from zero to 350,000 tons per year in 1850 (see Bulmer-Thomas (2003) p. 34 and p. 36 respectively). 41 The market labor efficiency after emancipation is discussed by Engerman (1984) and the comparative performance between slave economies in Klein, H. S. and Engerman, S. L. (1985); Eltis-Lewis-Sokoloff, (2004); Drescher (2010) and Bulmer-Thomas (2012). 42 See Bulmer-Thomas (2012) pp. 130-132.
321
Export GDP ratios in Emancipated and non Emancipated tropical economies
Sources see Appendix
Additional evidence on the export failure of the Jamaica economy after
Emancipation is showed in Figure 8. Cuba and Brazil with different comparative
advantage in sugar and coffee respectively did expand their export GDP ratios in two
fold from the early 1830’s to the early 1870’s. Unlike Jamaica that in the same period
reduced by factor 3 the same ratio from 60 to 20 percent.
So If tropical economies are analyzed in comparative terms in the context of the
Americas there is new evidence that encourage to highlight some relevant points. First,
the comparative export performance of Iberian independent republics during the so-
called lost decades, say 1820-1870 with the British, French and Dutch colonies is largely
favorable to the former. Thus, this new comparative evidence would show that non-
Iberian colonies, especially in the second and third quarter of the 19th century
experienced a more negative performance than is often recognized. Second, other
colonies, with a late emancipation process, notably Cuba, or independent countries with
relevant plantation economies, notably Brazil, take advantage of the market
opportunities created by the British colonial Emancipation shock in the international
tropical commodity market.43 So it is difficult to understand the American divergence
43 The effect of British and French colonial Emancipation on the dynamism of the Brazilian export growth between 1820 and 1870 is discussed in Absell & Tena-Junguito (2014).
322
without the study of the Emancipation shock and its interrelation with the tropical
economies in the region.
Conclusions
The Debate on the historical origins of the American divergence insists in the relevance
of the half century following Iberian Independence. Wars, disorder and political
instability that occurred in the postcolonial period have been linked to the failures of
Iberian colonial institutions rooted in the colonial legacy. This article claims, contrary
to conventional wisdom, that post-colonial performance in Latin America did not help
to explain the Great Divergence of the Americas. In one hand, there is not any solid
quantitative evidence that support that statement, with a few exceptions (notably
Mexico). On the other hand, we remark first, Emancipation in the British and French
colonies produce a real collapse of those tropical colonial exports but an opportunity for
the Iberian tropics (notably Brazil and Cuba, the South of the US, but also Central
America). This positive economic dynamism of the Iberian tropics sum to others good
performance, as those of Argentine, Chile or Peru, to offer a different picture of the
American divergence in the early globalization years.
Mexico represents the paradigm of the longue durée post-independence economic
stagnation because of political turmoil, wars and annexation. Its bad performance has
nourished the pessimistic views for the whole of Ibero-America at least before the 1850´s
rather than providing a useful description of the diversity and the aggregate of the
Americas performance. We speculate here on how another Latino America without
Mexico would offer even a better relative economic performance and we think this is an
useful approach. This paper present a new data base regarding export trade at constant
prices and export per capita of 46 different trade regions in the American continent in
the world context as an empirical base to offer a new perspective on the export
performance of the Americas taking into consideration the different effects of
independence and slavery abolition. This study concludes that, even assuming the most
optimistic expectations represented by the United States, independent Ibero-American
countries did not perform so badly during the so call lost decades either in the Americas
or the World context. Commodity exports were much more fluctuating before 1870 than
323
after but the general pattern of long trend growth in both periods was very similar
(around 3.3). A reasonable conjecture would be then that the effects of the removal of
the colonial trade monopoly barriers after independence and the collapse of the
Caribbean British slave plantation were not completely balanced by wars and tariffs.
We have insisted in the necessary comparison of Latin America with the West
Indies. Caribbean slave economies were relevant enough in World and American trade
to remark that the slave emancipation process was probably one of the biggest
Institutional historical shocks in the long 19th century global economic history.44 Before
abolition in the 1830s the European Caribbean colonies represented around 6% of world
exports and later, in the 1850s, the figure fell to 1.2%. This bad relative performance
extended until the First War World (when it reached its lowest percentage of 0.4% of
world exports).
Independence and Emancipation were two relevant historical institutional
reforms very close historically that affected the economic performance of the Americas
along the 19th century. The novelty of this article has been to make a first comparative
analysis to scale both reforms on the Americas performance. Very few scholars would
deny the long run positive relevance of both institutional shocks for the welfare of the
American people so here we are debating just their economic implication in the relative
economic growth for the Americas before 1870. Our provisional conclusion is that the
difficulties were much bigger for the emancipated than for the independent regions. In
fact the collapse of the emancipated fostered tropical non emancipated regions in the
Americas and this finding would have implications in relation to the pessimistic view of
the Latin American post-independence performance.
References Absell, C. D. Tena-Junguito A. (2014): “Brazilian export growth and divergence in the tropics, 1821-1913” Paper presented to CLAHE IV. Bogotá, July 23th-25th 2014. Acemoglu, D., Johnson, S. y Robinson, J. (2001a): “The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation”, American Economic Review ,91, pp. 1369-1401. -- (2001b), “Reversal of Fortune: Geography and Institutions in the Making of the
44 See a discussion of the impact of Emancipation in Tropical World Exports in a companion paper Federico& Tena-Junguito (2015c).
324
Modern World Income Distribution”, NBER Working Paper No. 8460. -- (2002), “Reversal of Fortune: Geography and Institutions in the Making of the Modern World Income Distribution”, Quarterly Journal of Economics, 117, pp. 1231-1294.
Allen, R.C., Murphy, T.C. and Schneider, E.B. (2012) “The Colonial Origins of the Divergence in the America: A Labour Market Approach" (with Bob Allen and Eric B. Schneider), in Journal of Economic History Vol. 72, No. 4, 2012 [IGIER working paper No. 402, July 2011] [Oxford Discussion paper No. 559, July 2011,]
Annuarie Statistique de la France (1939): Resume Retrospective . Colonies et pays de protectorat, pp. 222-224.
Annual Statement of the Trade and Navigation of the United Kingdom with Foreign Countries and British Possessions in the year (several years).
Anuario Estadístico de la República Oriental del Uruguay.
Arroyo Abad, Leticia. 2013. "Persistent Inequality? Trade, Factor Endowments, and Inequality in Republican Latin America". Journal of Economic History 73, 1 (March): 38-78.
Arroyo Abad, L., Elwyn Davies and Jan Luiten van Zanden (2012) Between conquest and independence: Real wages and demographic change in Spanish America, 1530–1820, Exploration in Economic. History. (2012).
Arroyo-Abad, L. Van Zanden J.L. (2015): Growth under extractive Institutions? Latin American per capita GDP in colonial times. Paper Presented in Universidad Carlos III de Madrid Seminar 28 january 2015.
Bariroch, P. & Etemad, B. (1985): Structure par produits des exportations du tiers-monde 1830-1837. Commodity Structure of Third World Countries. Geneve, Lraire Droz.
Bates, R. H.; Coatsworth, J.H. and Williamson, J.G. (2006): ‘Lost Decades: Lessons frompost-independence Latin America for today’s Africa’, NBER Working Papers 12610 (2006).
Babtista, Asdrubal (1997): Bases Cuantitativas de la Economía Venezolana, Edt Fundación Polar, Caracas.
Batista, B. Bertola, L. (Unpublished): “Uruguay 1870-1910 Indicadores del Comercio exterior”
Bates, R.H., Coatsworth, J.H and Williamson, J.G. (2007): Lost Decades: Post-independence Performance in Latin America and Africa. Journal of Economic History, Vol.67, Nº 4 (December 2007). Pp. 917-944.
Bertola, L.-Ocampo, J.A. (2012) The Economic Development of Latin America since Independence. Luis Bertola and Jose Antonio Ocampo , Oxford University Press. 352 pages. Dec 2012.
325
Birnberg T B. and S.A. Resnick (1975): Colonial development New Haven and London Yale UP.
Blattman, C., Hwang, J. and Williamson, J.G (2004): “The Impact of the Terms of Trade on Economic Development in the Periphery, 1870-1939: Volatility and Secular Change,” NBER WP10600, National Bureau of Economic Research, 2004.
Blattman, Christopher & Hwang, Jason & Williamson, Jeffrey G., 2007. "Winners and losers in the commodity lottery: The impact of terms of trade growth and volatility in the Periphery 1870-1939," Journal of Development Economics, Elsevier, vol. 82(1), pages 156-179, January.
Bourguignon, F. and Morrison, C. (2002): “Inequality Among World Citizens: 1820-1992”, American Economic Review, 92 (4), pp. 727-744.
Braun,J, M. Briones,M. & Diaz, J. (2000): Economía Chilena 1810-1995. Estadísticas Históricas. Documento de Trabajo Economía nº 187 Universidad Pontificia Católica de Chile.
Bulmer-Thomas, V. (1995, 2003): The Economic History of Latin America since Independence, second Edition. Cambridge University Press, New York.
Capoccia, G. and Kelemen, R.D (2007): “The Study of Critical Junctures: Theory, Narrative, and Counterfactuals in Historical Institutionalism”. World Politics 59 (april 2007), 341–69
Carreras-Marin, A. –Badía-Miro, M. (2008): “La fiabilidad de la asignación geográfica en las estadísticas de comercio exterior: America Latina y el Caribe (1908-1930). Revista de Historia Económica. Journal of Iberian and Latin American Economic History, Nº3, 2008, pp. 323-354.
Carrington, Selwyn H. H. (2002): The Sugar Industry and the Abolition of the Slave Trade, 1775-1810. Gainesville: University Press of Florida,
Centeno, M. A. (1997): “Blood and Debt: War and Taxation in Nineteenth-century Latin America” The American Journal of Sociology, Vol.102 nº 6, pp 1565-1605.
Chilosi David and Giovanni Federico (2013) ‘Asian Globalizations: Market Integration, trade and economic growth, 1800-1938’ LSE Economic History WP 183.
Coatsworth, J.H. (1993): ‘La independencia latinoamericana: hipótesis sobre los costes y beneficios’, in L. Prados de la Escosura and S. Amaral, eds., La independencia americana: consecuencias económicas, Madrid, pp. 17-27.
Coatsworth, J.H. (1998), “Economic and Institutional Trajectories in Nineteenth-Century Latin America”, in John H. Coatsworth and Alan M. Taylor (eds.), Latin America and the World Economy since 1800, Cambridge, MA: Harvard University Press.
326
Coatsworth John H.(1999) “Economics and institutional trajectories in nineteen century Latin America” in Coatsworth and Alan M. Taylor. Latin America and the World Economy Since 1800. Cambridge: Harvard University Press/David Rockefeller Center, 1999
Coastworth , J.H. (2006), “Political Economy and Economic Organization in V. Bulmer-Thomas, J.H. Coatsworth, and R. Cortés Conde (eds.), Cambridge Economic History of Latin America (Cambridge 2006).
Coatsworth, John H. [2008]; “Inequality, Institutions and Economic Growth in Latin America,”Journal of Latin American Studies, Vol. 40, pp. 545-569
Curtin , Philip D. (1954) “The British Sugar Duties and West Indian Prosperity”. The Journal of Economic History . 14, No. 2 (Spring, 1954), pp. 157-164.
Dieguez, H: L. (1972): “Crecimiento e Inestabilidad del valor y el volume físico de las exportaciones Argentinas en el período 1864-1963”. Desarrollo Económico, Vol. 12, nº46, jul-sep.
Drescher Seymour (1977) Econocide: British Slavery in the Era of Abolition. Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1997
Drescher Seymour (1999) “Free Labor vs. Slave Labor: The British and Caribbean Cases” in “Terms of Labor : Slavery, Serfdom, and Free Labor Making of Modern Freedom (ed.) by Engerman,Stanley L. Stanford University Press.
Drescher Seymour (2002) The Mighty Experiment : Free Labor versus Slavery in British Emancipation. Oxford University Press.
Drescher Seymour (2010) Abolition: a history of slavery and antislavery. Cambridge University Press, New York.
Dye , Alan (1998): Cuban Sugar in the Age of Mass Production: Technology, and the Economics of the Sugar Central, 1899-1929. Stanford University Press, 1998.
Dobado-González, R. & García-Montero, H. (2014) . “ Neither So Low nor So Short: Wages and Heights in Bourbon Spanish America from an International Comparative Perspective”. Journal of Latin American Studies 2014 vol. 46 no. 2.
Eisner, G. (1961): Jamaica, 1830–1930. A Study in Economic Growth. Manchester, U.K.: Manchester University Press.
Eltis, David (2008) “A Brief Overview of the Trans-Atlantic Slave Trade,” Voyages: The Trans-Atlantic Slave Trade Database, http://www.slavevoyages.org/tast/assessment/essays-intro-01.faces (accessed April 27, 2008).
Eltis, D. Lewis, F.D and Sokoloff, K, L (2004) : Slavery in the Development of the Americas. Cambridege University Press. USA.
327
Engerman, L.S. (1984) “Economic change and contract labor in the British Caribbean: The end of slavery and the adjustment to emancipation.” Explorations in Economic History, Volume 21, Issue 2, April 1984, Pages 133-150. Engerman, S. L. y Sokoloff, K. L. (1994), Factor Endowments: Institutions, and Differential Paths of Growth Among New World Economies: A View from Economic Historians of the United States, NBER Working Paper h0066. Engerman, S. L. y Sokoloff, K. L 2002), Factor Endowments, Inequality, and Paths of Development Among New World Economics, NBER Working Paper w9259. Engerman, S. L. y Sokoloff, K. L (2005), Colonialism, Inequality, and Long-Run Paths of Development”. NBER Working Paper w11057.
Engerman, L.S. and Sokoloff K.L (2011) Economic Development in the Americas Since 1500: Endowments and Institutions. Cambridge: Cambridge University Press.
Etemad, Bouda (2007): Possessing the world. Taking the Measurements of Colonisation from the 18th to the 20th century. Bergham Books, New York, Oxford.
Federico, F. & Tena-Junguito, A. (2013) World Trade 1800-1938. Paper presented to the /7th World Congress of Cliometrics. 16th -20th June 2013. University of Hawai’I, Honolulu.
Federico, G. & Tena-Junguito, A. (2015a) World trade, 1800-1938: a new data-set. Manuscript Working Paper not published.
Federico, G. & Tena-Junguito, A. (2015b) A tale of two globalization: world trade and openness 1800-2010. Manuscript Working Paper not published.
Federico, G. & Tena-Junguito, A. (2015c) Lewis revisited: tropical polities competing on the world market. Manuscript Working Paper not published.
Ferreres, O. J. (2005). Dos siglos de economía argentina 2010-2004. : Historia argentina en cifras. Buenos Aires.
Finch, H. (1971): A Political Economy of Uruguay since 1870.
Findlay, R. & O´Rourke, K.H.(2007) Power and Plenty: Trade, War, and the World Economy in the Second Millennium.Princenton University Press. 624 pp.
Gayer, A.D., W.W. Rostow, and A.J. Schwartz (1953), Microfilmed Supplement to Volumes I and II of The Growth and Fluctuation of the British Economy 1790-1850. Oxford: Clarendon Press.
Gelman, J. (2009): “Crisis postcolonial en las economías sudamericanas? Los casos del Rio de la Plata y Perú.” En Llopis, E. and Carlos Marichal (cords.) Latinoamerica y España 1800-1850. Un crecimiento economic nada excepcional. Marcial Pons Historia y Instituto Mora, Madrid.
328
Giffen R. (1882): The Use of Import and Export Statistics. Journal of the Statistical Society of London, Vol. 45, No. 2 (Jun., 1882), pp. 181-296.
Global Financial Data (2008):
Grafe, R. and Irigoin, M.A, (2006): "The Spanish Empire and Its Legacy: Fiscal Re-Distribution and Political Conflict in Colonial and Post-Colonial Spanish America," Journal of Global History 1, no. 2 (2006).
GRECO (2002): El crecimiento económico colombiano en el siglo XX. Del grupo de estudios del crecimiento económico del Banco de la Republica (GRECO) Miguel Urrutia (Director, Adriana Ponton y Carlos Esteban Posada (investigadores). Banco de la República/ Fondo de Cultura Económico, Bogotá, 2002.
Green, William, A (1976, 1991): British Slave Emancipation. The Sugar Colonies and the Great Experiment1830-1860. Clarendom Paperbacks. Oxford University Press. Oxford.
Haber, Stephen. (1997). How Latin America Fell Behind. Stanford. Stanford University Press.
Haber, Stephen, and Herbert Klein. 1993. "Consecuencias Económicas de la Independencia Brasileña,” chap. In Leandro Prados de la Escosura y Samuel Amaral, ed., La Independencia Americana: Consecuencias Económicas. Madrid.
Hanson, J.R.(1980): Trade in Transition. Exports from the Third World 1840-1900. Academic Press. New York.
Hilgerdt, F. (1945): Industrialization and Foreign Trade, League of Nations, Nueva York.
Historical Statistics USA (2007): Historical Statistics of the United States. Millenian Edition. Cambridge University Press 2007.
IPEA data (2009): Estatísticas históricas do Brasil: séries econômicas, demográficas e sociais de 1550 a 1988. 2. ed. rev. e atual. do v. 3 de Séries estatísticas retrospectivas. Rio de Janeiro: IBGE, 1990. Apud: Estatísticas do século XX, Centro de documentação e disseminação de informações. Rio de Janeiro: IBGE, 2003.
Irigoin, Maria A. (2003), “Macroeconomic Aspects of Spanish American Independence: The effects of fiscal and currency fragmentation”, Economic History and Institutions Series 09, Working Paper 03-45, Universidad Carlos III de Madrid.
Klein, H.S. and Engerman,S. L. (1985) The Transition from Slave to Free Labor: Notes on a Comparative Economic Model. In: M. M. Fraginals, F. M. Pons and S. L. Engerman, Editors, Between Slavery and Free labor : The Spanish Speaking Caribbean in the Nineteenth Century, Baltimore,., pp 255-269.
Leacy F. H. Editor (1987): Historical Statistics of Canada.
League of Nation (1942): Network of World Trade. Geneva, 1942
329
León Saenz, Jorje, (1997): Evolución del comercio exterior y del transporte marítimo de Costa Rica 1821-1900. Edit. De la Universidad de Costa Rica, San José.
Llopis, E. and Marichal, C. (ed) (2009) Latinoamérica y España 1800-1850: Un crecimiento económico nada excepcional. Madrid; Mexico, DF.; Marcial Pons, Ediciones de Historia; Instituto Mora.
Macgregor, M.P.(1850): Commercial Statistics. A Digest of the Productive Resources, Commercial Legislation, Custom Tariffs, Shipping, Imports and Exports, weights and measures of all Nations. In Five Volumes. Vol. 4. Second Edition, London.
Maddison, Angus (2001) The World Economy. A Millennial Perspective. Development Centre of the Organization for Economic Co-Operation and Development. Paris France.
Maddison A. (2004): Growth and Interaction in the World Economy. The Roots of Modernity. Publisher for the American Enterprise Institute. Washington D.C.
Manigat Chancy, Sabine (2006): “Migraciones laborales y formación del proletariado azucarero en el Caribe 1838-1920” en Horacio Crespo Coordinador. El azúcar en América Latina y el Caribe. Cambio tecnológico, mercado mundial y economías azucareras, perspectiva histórica y problemas actuales. Senado de la República. Mexico.
Marichal, C. (1989): A Century of Debt Crisis in Latin America: From Independence to the Great Depression, 1820, Princeton, NJ: Princeton University Press.
Ministerio de Estado (1949): Política de Comercio Exterior. Tratados, Convenios y Arreglos Comerciales celebrados por la República de Cuba desde 1902-1948. Negociado de Comercio Internacional. La Habana 1949.
Mitchell, B.R. (2007): International Historical Statistics. The Americas 1750-2005. Sixth Edition. Palgrave Macmillan, New York.
Mulhall M. (1899): The Dictionary of Statistics,or
Newland , C: (1998): “Exports and Terms of Trade in Argentina 1811-1870” Bulletin of Latin American Research Vol. 17, nº3 , pp-409-416.
Neuman-Spallar, F.X. (1887): Ubersichten der Weltwirtsshaft. Stuttgart, 1887.
North, Douglass. C. (1961): The Economic Growth of the United States, 1790-1860. Prentice Hall. Englewood Cliffs, NJ.
North, Douglass C., Barry R. Weingast, and W. Summerhill (2000) "Order, Disorder and Economic Change. Latin America verus North America." In Governing for Prosperity, edited by B. Bueno de Mesquita and H.L. Root. New Haven, 2000.
Nye John V. C. (2007) War, Wine, and Taxes: The Political Economy of Anglo-French Trade, 1689-1900. Princeton University Press,
330
Ocampo, J.A. (1983): Colombia y la economía mundial 1830-1910. Siglo XXI.
OXLAD (2010): Oxford Latin American Economic History Data Base. http://oxlad.qeh.ox.ac.uk/index.php
Platt, D. C. M. (1971): “Problems in the Interpretation of Foreign Trade Statistics before 1914” Journal of Latin American Studies, Vol. 3, No. 2 (Nov., 1971), pp. 119-130.
Platt, D.C.M. . (1972): Latin America and British Trade1806-1914.T&A. Constable Ltd., Edinburgh.
Prados de la Escosura y Samuel Amaral (1993) La Independencia Americana consecuencias económicas.Alianza Universidad, Madrid 1993.
Prados de la Escosura (2006), “The economic consequences of independence”, en V. Bulmer-Thomas, J.H. Coatsworth, and R. Cortés Conde (eds.), Cambridge Economic History of Latin America (Cambridge 2006).
Prados de la Escosura (2007): When did Latin America Fall Behind? in Sebastian Edwards, Gerardo Esquivel and Graciela Marquez. The Decline of Latin American Economies, Growth Institutions and Crises. in National Bureau of Economic Research. Chicago, London.
Prados de la Escosura (2009): “Lost Decades? Economic Performance in Post-Independence Latin America”, Journal of Latin American Studies 41, 2 (2009), pp. 279-307.
Ransom, R. and Sutch, R. (1975) "The Impact of the Civil War and of Emancipationon Southern Agriculture," Explorations in Economic History, 12 (1975), 1-28.
Salvucci, R. (1991) The origins and progress of US-Mexican Trade 1825-1885 : “Hoc opus hic labor est” Hispanic American Historical Review, 71, nº 4.
Sanchez Albornoz, N. (1973): La población de América Latina desde los tiempos precolombinos al año 2000. Alianza Universidad, Madrid.
Schroeder, Susan (1982): Cuba Handbook of Historical Statistics, G.K.Hall&Co. Boston, MA,USA.
Schoonover, Ebba (1989): "Statistics for an Understanding of Foreign Intrusions into Central America from 1820´s to 1930" in Anuario de Estudios Centro americanos, Universidad de Costa Rica, 15(1): pp. 93-117.
Schneider-Schwarzer- Denzel’s (1997) volume on Lateinamerikanische Devisenkursen im 19 und 20 Jahrhundert.
Seymour, Drescher (2010) Abolition: a history of slavery and antislavery. Cambridge University Press, New York.
331
Statistical Tables Relating Foreign Countries (several years): Compiled chiefly from the official returns of the respective countries. British Parliamentary Papers . London.
Statistiques Deutchland Auswartiguen Handel (1925)?
Taylor, A.E. and Rothrock, J.B. (1953): “Latin America” Chap. 18, in Allen- Ely eds. International Trade Statistics, John Wiley& Son, New York.
Temin, P. (1976). “The post-belum recovery of the south and the cost of Civil War”. MIT Economic Department Working Paper. Number 181 July 1976.
Tena-Junguito, A. (2006) “Assessing the protectionist intensity of tariffs in nineteenth century European trade policy” in Jean Pirre Dormois and Pedro Lains Clasical (eds.):Trade Protectionism 1815-1914.Routledge. London-New York.
Tena-Junguito, A. and Willebald H (2013): “On the accuracy of Argentinian Export Growth” Economic History of Developing Regions, vol. 2 , 2013. PP. 28-68.
Vazquez-Presedo, V. (1977 ): Estadisticas Historicas Argentinas . Machi, Buenos Aires.
Zanetti, Oscar (1975): "El comercio exterior de la República Neocolonial", en La República Neocolonial, Anuario de estudios cubanos, T. 1, La Habana, Ed. Ciencias Sociales.
Williams, E. (1944): Capitalism and Slavery. Chapter Hill: University of North Carolina Press.
Williamson , J. G. (1999) “Real wages, inequality and globalization in latin america before 1940” Revista de Historia Económica - Journal of Iberian and Latin American Economic History 1999, vol. 17, issue S1, pages 101-142.
Williamson , J. G. (2011): Trade and Poverty: When the Third World Fell Behind. Published by Cambridge, Mass. and London: MIT Press.
332
ENTRE EMPRESARIOS Y GOBIERNO: LA PLANTA LABORAL DEL BANCO
NACIONAL DE MÉXICO BAJO EL ESQUEMA DE BANCA MÚLTIPLE, 1976-1982
Víctor Ángel Flores González
Sin duda, para aproximarnos a las condiciones laborales de un sector de trabajadores es
necesario tener presente una serie de factores que determinan el desarrollo de un empleado
en su centro de trabajo. Se sostiene que el estudio sobre las condiciones de trabajo de un
sector laboral puede enriquecerse si se tiene en consideración las diferentes formas de
organización de las empresas donde se labora. Es decir, las transformaciones
experimentadas en un negocio repercuten en la situación laboral de sus trabajadores. A
continuación se expondrá la manera en que la adopción del modelo de Banca Múltiple,
impulsado por el gobierno en 1976, afectó al trabajador del Banco Nacional de México
Una transformación en el sistema financiero mexicano. La llegada de la Banca Múltiple al Banco Nacional de México
Una de las principales transformaciones que el sector financiero sufrió en el siglo XX
fue la introducción de un nuevo esquema de negocio que buscó permitir un mejor
funcionamiento de los servicios bancarios: el inicio de operaciones de la llamada Banca
Múltiple. La introducción de esta forma de prestar servicios bancarios está relacionada en
dos ámbitos. En primer lugar, se debe situar este cambio dentro de un contexto de
cooperación entre el sector empresarial bancario y el gobierno de Luis Echeverría Álvarez
(1970-1976), y por otro, las estrechas operaciones crediticias que existían entre los
intermediarios financieros –hipotecarias y financieras- con las instituciones bancarias –
bancos de depósito principalmente. De esta manera se crearon grupos financieros
informales, los cuales estaban formados por un banco comercial con su financiera y, en
algunos casos, una hipotecaria.1
El gobierno federal optó por legislar los vínculos entre bancos e intermediarios
financieros mediante una serie de cambios a la Ley General de Instituciones de Crédito y
Organizaciones Auxiliares. Podemos destacar la reforma de 1975 a dicho estatuto, la cual
1 Seijas. Política, 1991, p. 13. Empero, se debe matizar esta idea ya que la experiencia de cada grupo fue diferente. Para fines de este trabajo, se analizará el caso del Banco Nacional de México.
333
mencionaba que “la concesión para realizar las operaciones a que se refieren las fracciones
I [depósito], III [financieras] y IV [hipotecarias] sólo podrá otorgarse a una sociedad que [...]
sea fusionante o resulte de la fusión de instituciones que hubieran venido operando con las
concesiones anteriormente citadas.” 2 De esta manera, las instituciones de crédito que
operaban en función a la concesión específica a su nicho de negocio pudieron fusionarse en
una sola empresa financiera.
En particular, el grupo Banco Nacional de México estaba conformado por un banco
de depósito, ahorro y fiduciario, Banco Nacional de México S.A.; una hipotecaria,
Hipotecaria Banamex S.A., dos financieras, Financiadora de Ventas Banamex S.A y
Financiera Banamex S.A. y una arrendadora financiera, Arrendadora Banamex S.A. Además
contó con Seguros América Banamex S.A. y Fondos de Inversiones Banamex S.A., las cuales
eran catalogadas como organizaciones auxiliares.3 Para 1971, el banco amplió su área de
negocio con la creación de la empresa Factoring Banamex, S.A. de C.V.
El cambio en la legislación antes mencionada permitió la fusión de la hipotecaria y las
financieras con el banco de depósito con lo cual se estableció la empresa Banco Nacional de
México, S.A. Institución Privada de Banca Múltiple, la cual pudo realizar operaciones de
depósito, ahorro, fiduciario, hipotecario y financiera en una sola institución.4
Se puede mencionar que en un primer momento, el cambio antes referido se limitó a
una simple fusión de compañías. No obstante, a largo plazo, la introducción del modelo de
Banca Múltiple conllevó una serie de cambios orientados hacia el crecimiento y
2 Artículo 2º, Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, 2 de enero de 1975, en Diario, tomo CCCXXVIII, núm. 1, p. 35. Este cambio legislativo, en un primer momento, no contempló otorgar concesiones para la conformación de nuevos bancos. Además, excluyó a las organizaciones auxiliares de crédito, -instituciones enfocadas a ayudar a la intervención financiera en actividades específicas- tales como Casas de Bolsa y Cámaras de compensación, limitando el alcance de una Banca Universal. Del Ángel, “Paradoja”, 2010, p. 646. 3 La concesión para que pudiera operar el Banco Nacional de México como banco de depósito, ahorro y fiduciaria fue otorgada en 1941; para Hipotecaria Banamex, 1944; Financiera Banamex, 1936 aunque reformada en 1941 y Financiadora de Ventas Banamex, en 1958. Asimismo, Seguros América Banamex y Fondos de Inversiones Banamex en 1933 y 1956 respectivamente. Tanto de Arrendadora Banamex como Factoring Banamex no se ubicó la fecha de otorgamiento de concesión. Sin embargo, se sabe que iniciaron labores en 1965 y 1971 respectivamente. Anuario, 1971. 4 La modificación de la concesión a esta institución así como la revocación de la autorización para realizar actividades para las financieras e hipotecaria se dio en febrero de 1977. Acuerdo por el que se modifica la concesión otorgada al Banco Nacional de México, S.A., a fin de que opere como banco múltiple, jueves 23 de junio de 1977, en Diario, tomo CCCXLII, núm. 38, 1977; Acuerdo por el que se revoca la concesión otorgada con el nombre de autorización a Financiadora de Ventas Banamex, S.A. e Hipotecaria Banamex S.A., por fusión con el Banco Nacional de México, S.A., jueves 23 de junio de 1977, en Diario, tomo CCCXLII, núm. 38, 1977, pp. 6-7.
334
diversificación de servicios del propio banco. La unificación del banco de depósito,
hipotecario y las financieras trajo consigo la incorporación de la planta laboral de las
empresas intermediarias al banco fusionante.
De la plantilla laboral para 1977, tan sólo el 4% provenía de las empresas filiales
fusionadas en ese año. De la misma forma, el personal nuevo que ingresó al banco
únicamente representó el 3%, eso puede estar relacionado a la apertura de 58 nuevas
sucursales. De esta manera, se contó para 1977 con 17 848 trabajadores, tanto en oficinas
corporativas, departamentos sin atención directa con el cliente, como en áreas de atención
al público, denominadas sucursales.
Es importante señalar que hacia 1977, la organización administrativa del personal del
Banco Nacional de México poseía una estructura jerárquica vertical amplia, grosso modo,
encabezada por directores, gerentes y jefes de departamento, denominados funcionarios,
quienes tuvieron facultades de supervisión o autoridad en función de sus atribuciones, es
decir, poder de decisión. Por otra parte, trabajadores sin este tipo de competencia quienes
se limitaban a recibir órdenes como es el caso de mensajeros, cajeros, secretarias o auxiliares
llamados empleados.
De esta manera, se vuelve prescindible señalar que esta nueva institución de Banca
Múltiple respetó las obligaciones laborales de los funcionarios y de los empleados de las
empresas fusionadas. De esta manera, el Banco Nacional de México se vio obligado a
respetar horarios de trabajo, puestos, categorías, remuneraciones y derechos de
antigüedad.5 Bajo estas condiciones, la nueva empresa tuvo que incorporar a su plantilla
laboral a 756 personas provenientes de las financieras y la hipotecaria del grupo Banamex.
La Banca Múltiple en el Banco Nacional de México. El establecimiento de las
Direcciones Regionales y la “orientación al mercado”
El Banco Nacional de México pasó a operar como una institución de Banca Múltiple
en 1977 y, con ello se produjeron ciertos cambios administrativos y operacionales al interior
de la ella en búsqueda de una mejor posición en el mercado bancario.
5 Se tiene que tener presente que el Reglamento de trabajo para los empleados bancarios estipulaba en su artículo 43 que la antigüedad de los trabajadores debía ser reconocida por los servicios ininterrumpidos prestados en distintas instituciones de crédito que pertenecieran a un mismo grupo financiero. Esto será retomado más adelante. Artículo 43, Reglamento de Trabajo de los Empleados de las Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, México, 14 de julio de 1972, en Diario, tomo CCCXIII, núm. 12, 1972.
335
Una de las principales alteraciones en el banco fue una reestructura en la organización
interna de la empresa con el afán de mejorar la productividad y la supervisión de las
diferentes áreas que conformaban a esta organización financiera ante los nuevos
instrumentos de captación de capitales, el desarrollo en los mercados regionales y la
creciente competencia con otras instituciones financieras.6
La nueva estructura organizacional de Banamex quedó integrada en tres grandes
áreas todas ellas encabezadas por una Dirección General. Así se contaba con una Dirección
de Subsidiarias, una Dirección de Banca de Inversión y la Dirección de Operación Bancaria
que fue la dependencia encargada de la organización y prestación de servicios bancarios del
Banco Nacional de México. A su vez, esta dirección estaba conformada por cuatro grandes
áreas: Banca Comercial Metropolitana y Regional, Banca Corporativa, Banca Internacional
y Banca Especializada. En este sentido sostenemos que bajo esta dirección fueron
concentradas la mayor parte de las operaciones bancarias de la institución y, por ende, una
mayor complejidad en su planta laboral.
Una de las medidas implementadas por la Dirección General del Banco Nacional de
México a partir de 1977 fue un cambio en las estrategias empresariales que se habían
seguido. Estas fueron enfocadas hacia un acercamiento a las necesidades de cada tipo de
mercado productivo que atendía el banco.
La “orientación al mercado” –término utilizado en Banamex- buscó adaptar a esta
empresa financiera a las necesidades, exigencias y oportunidades que representaba cada
región del país, es decir, un cambio en la organización administrativa, en el concepto de
sucursal y en la preparación de su planta laboral con el afán de poseer los medios necesarios
y adecuados para atender a los clientes acorde a sus demandas específicas.
Así, la institución trató de orientar las operaciones bancarias a través de la
“identificación, segmentación y atención diferenciada de los distintos estratos de mercados
de personas físicas y morales, en el mejoramiento de servicios e instalaciones de nuestras
sucursales y en la selección y capacitación de personal.”7
6 Reunión Extraordinaria, México, 21 de septiembre de 1977, en AHBANAMEX, Actas de Consejo de Administración, libro 11, p. 15. 7 Metropolitana y regional, México, 30 de marzo de 1979, en AHBANAMEX, Informe anual del Consejo de Administración, 1978, p. 23.
336
A partir de 1976, la Dirección General del Banco Nacional de México implementó un
proceso de reconfiguración dentro de la descentralización de funciones. De esta manera se
estableció, dentro del esquema organizacional de la empresa, la ya mencionada área “Banca
Metropolitana y Banca Regional”. Con ello se inició la instauración de Direcciones Regionales,
una nueva división territorial que buscó “agilizar y afinar la prestación de servicios a todo
el territorio nacional con una clara y definida orientación al mercado.”8
La Dirección General otorgó a las Direcciones Regionales “las facultades necesarias para
que [pudieran] tomar decisiones por sí sola[s] utilizando para ello los conocimientos [de
cada] región y de nuestra gente [planta laboral]. Así el beneficio para el cliente se traduce
en ahorro de tiempo en los trámites y una mayor adaptación de nosotros [banco] a sus
necesidades.”9
El establecimiento de las Direcciones Regionales pretendió integrar mercados similares
en su naturaleza y con elementos económicos en común. Por ejemplo, la documentación
interna del banco menciona que la Dirección Regional Baja California, establecida en 1977, se
enfocaría en las necesidades bancarias del cliente, donde las principales actividades
económicas eran el comercio en la zona fronteriza con Estados Unidos, la ganadería y la
industria maquiladora.10
El tener la oportunidad de ofrecer un mayor número de servicios a la clientela en una
sola empresa fue aprovechado por este banco para atender de manera especializada las
necesidades de cada región del país. Con base en las actividades económicas de cada zona,
el banco adecuó su organización administrativa en búsqueda de proporcionar los diferentes
servicios que podía ofrecer la institución de manera eficiente y acorde a cada demarcación.
El establecimiento de las nuevas Direcciones Regionales fue paulatino. La primera en
establecerse fue la Dirección Regional Noroeste en 1976 con sede en la ciudad de Hermosillo,
Sonora. Le siguieron, al año siguiente, Baja California y Occidente ubicadas en las ciudades
de Mexicali y Guadalajara respectivamente. Durante 1978, la Dirección General del Banco
8 Núñez, Cien, 1990, p. 120. 9 ¿Cuál es el objetivo de la descentralización de facultades?, México, 17 de Marzo de 1976, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año VIII, núm. 209, p. 3. 10 Un diagnóstico del mercado y la evaluación de nuestros recursos e imagen, definieron la estrategia operativa en la región, México, 2 de agosto de 1977, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año X, núm. 238.
337
Nacional de México sólo creo la Dirección Regional Michoacán con sede en la ciudad de
Morelia. En 1979 se culminó el proceso con la creación de nueve Direcciones Regionales.
Se puede afirmar que cada una de estas nuevas zonas administrativas estuvo formada
por gerencias de plaza, Gerencias Regionales, además de una serie de Ejecutivos de Cuenta y
gerentes de sucursal. Así, la gerencia de plaza era ubicada en las ciudades de mayor importancia
económica dentro de la zona de alcance de la Dirección Regional correspondiente. Cada
gerencia de plaza era dirigida por un funcionario con nivel gerencial quien era el máximo
responsable y representante del banco en esa ciudad.
Las Gerencias Regionales agruparon a un determinado número de sucursales que
compartían elementos comunes en su zona de mercado. Igualmente, eran encabezadas por
un gerente regional quien dirigía y coordinaba a los diferentes gerentes de sucursales dentro
de su área de competencia.
Por último, se encontraban cada una de las oficinas de atención al público del Banco
Nacional de México. Las sucursales continuaron funcionando como el pilar de la institución
ya que de ellas dependió la imagen y la captación de los recursos. Cada una de las sucursales
era dirigida por un gerente de sucursal quien era el responsable de esta oficina, de su
funcionamiento y de la atención de una zona específica.
El Consejo de Administración reportó en 1979 que una de las implicaciones del
establecimiento de estas direcciones fue “el refuerzo en el número de directivos y ejecutivos,
incluyendo a los titulares regionales, 27 gerentes de plaza y de mercado, 31 gerentes
regionales; y un número creciente de Ejecutivos de Cuenta, gerentes y subgerentes de
sucursal. El número total de personas en niveles gerenciales se ha duplicado […] desde que
se inició la regionalización en 1976.”11
Esta nueva forma operacional del Banco Nacional de México refrendó el importante
papel que representa una sucursal bancaria para el funcionamiento de la empresa. Así pues,
se puede mencionar que las oficinas de atención al público, a pesar de ubicarse en una de
las posiciones inferiores dentro del organigrama jerárquico del banco, eran parte importante
del crecimiento del negocio bancario.12
11 Metropolitana y regional, México, 1979, en AHBANAMEX, Informe anual del Consejo de Administración, 1980, p. 30. 12Personal, México, 1978, en AHBANAMEX, Informe anual del Consejo de Administración, 1979, p. 35.
338
La entrada de la Banca Múltiple representó para Banamex la posibilidad de
crecimiento, tanto en volumen como en complejidad del negocio. Las sucursales son
muestra de ello. Con base en las cifras del Consejo de Administración, el número de
sucursales de la institución presentó un crecimiento en comparación a los últimos años bajo
el esquema de Banca Especializada. Así, mientras en el periodo 1970-1976, las oficinas al
público del Banco Nacional de México presentaron una tasa de crecimiento del 3.9%,
durante los primeros seis años del banco como Banca Múltiple, el número de sucursales
pasó de 502 a 694, es decir, una tasa anual de crecimiento del 5.5 por ciento. Es decir, se
aceleró el crecimiento del número de sucursales.
En primer lugar, el crecimiento de sucursales respondió a una mayor demanda de
servicios bancarios por parte de la población. Sin duda, esto puede concordar con el
crecimiento poblacional que experimentó el país durante la década de 1970. En segundo, el
crecimiento en el número de oficinas al público también estuvo vinculado con la posibilidad
de ampliar la cobertura de servicios bancarios en áreas urbanas o en poblaciones donde no
se contara con representación de esta institución.
Por otra parte, la operatividad al interior de estas oficinas al público se tornó más
compleja. Las diferentes operaciones efectuadas al interior de ésta se diversificaron y con
ello la necesidad de contar con el personal adecuado para su óptimo funcionamiento y
productividad.
El importante papel que desempeñaron las sucursales conllevó a que el mayor número
de trabajadores se ubicara en esta área. De acuerdo con la información asentada en las actas
de consejo del banco, podemos conocer que para 1978 ascendía a 11 665 trabajadores de un
total de 18 893, es decir un 61%.13
Por otra parte, la Dirección General del Banco Nacional de México implementó un
nuevo concepto en de las oficinas de atención al público: el establecimiento de “Centros
Financieros”, el cual responde al cambio de estrategia empresarial que devino con la entrada
de la Banca Múltiple.
Estas nuevas oficinas fueron establecimientos bancarios, de mayor tamaño a una
sucursal tradicional, enfocados a ofrecer todo tipo de servicios financieros a un mayor
13 Personal, México, 27 de junio de 1979, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 12, p. 41.
339
número de usuarios, y en específico a empresarios o clientes de mayor peso económico. Así,
se buscó una penetración más importante del Banco en un segmento específico: las
pequeñas, medianas y grandes empresas.
Los Centros Financieros pretendieron mejorar el servicio bancario enfocándose
principalmente a los clientes que buscaban invertir o tramitar créditos por grandes
cantidades. Estos lugares pretendieron ser centros de atención a negocios. Para el Consejo
de Administración, en la primera etapa de establecimiento de estas nuevas oficinas se
intentaba que “aquellos negocios que por su complejidad tenían que ser estudiados en [la
Ciudad de] México, ahora [pudieran] atenderse en el Centro Financiero, con lo cual se
agiliza la operación en beneficio de nuestros clientes.”14Además de lo anterior, se buscó que
estos lugares sirvieran como un foco de difusión cultural con la organización de eventos y
exposiciones.
No obstante, el incremento en el establecimiento de este nuevo tipo de oficinas
bancarias no se implementó en todo el país. De acuerdo con la documentación de la
Comisión Nacional Bancaria y de Seguros, para 1982 sólo existían en el país dos Centros
Financieros: Guadalajara –perteneciente a la Dirección Regional Occidente- y Tijuana –
supeditada a la Dirección Regional Baja California-.15 Esto puede estar relacionado con el
crecimiento demográfico del occidente del país y el aumento en el comercio en la frontera
norte.
Relacionado a lo anterior, se puede mencionar que a partir de la entrada de la Banca
Múltiple, uno de los puestos que tomó singular importancia fue el de Ejecutivo de Cuenta.
Como fue mencionado anteriormente, estos trabajadores fueron considerados parte
importante dentro de la organización de las diferentes Direcciones Regionales. Para el Banco
Nacional de México, el Ejecutivo de Cuenta se enfocaba en un grupo de clientes con demandas
específicas acorde al mercado donde se ubicaban.
Dentro de la nueva estrategia empresarial, se buscó que estos empleados focalizaran
su desempeño en función de las demandas particulares del mercado al que estaban
inmersos, y así tener un mayor conocimiento de las necesidades financieras particulares de
14 Un nuevo concepto de servicio financiero y bancario, México, 2 de agosto de 1977, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año X, núm. 238, p. 10. 15 Anuario, 1982, pp. 632-646.
340
cada cliente, tanto de personas físicas o morales así como inversionistas y diversas
compañías privadas o gubernamentales.
Podemos sostener que el establecimiento de los Centros Financieros respondió a la
necesidad de tener lugares específicos donde los Ejecutivos de Cuenta pudieran desempeñar
de mejor manera sus labores. Estos lugares, además de funcionar como una sucursal
tradicional, contaron con espacios determinados para dar seguimiento a los principales
clientes de la región.
De la misma manera, este puesto requirió que los trabajadores tuvieran conocimientos
especializados en “diversas ramas de los negocios bancarios y financieros”16, por lo que se
deduce que esta planta laboral debió contar con una cualificación que no sólo era
proporcionada al interior de la empresa, sino que se requirió una formación profesional,
dentro del área económico-administrativa, para ejercer dicho puesto.
Por su parte, las oficinas corporativas del banco presentaron una transformación en
su estructura organizativa y un incremento en su personal. Estas áreas sin una interacción
directa con el público daban sustento a las diferentes actividades del banco.17
Para 1982, estos centros laborales estaban agrupados en cuatro diferentes áreas: Área
Internacional, Banca Corporativa, Banca especializada y Servicios Administrativos. Cada
una de estas áreas se ramificaba en divisiones. En promedio cada área tenía cuatro
divisiones quienes a su vez contaban con diversos departamentos para su correcta
operación. Si bien, el establecimiento de las diferentes Direcciones Regionales pretendió una
mayor descentralización del banco, existieron operaciones que, dada su operación siguieron
controladas por una división en específico.
En este sentido, se puede deducir que, dentro del Área Banca Especializada, la
División Tarjetas de Crédito o Fiduciario supervisaban las operaciones realizadas bajo estos
16 Un nuevo concepto de servicio financiero y bancario, México, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año X, núm. 238, p. 10. 17 Vale la pena señalar que la Dirección General del Banco Nacional de México planteó una desconcentración de algunas oficinas corporativas de la ciudad de México y trasladarlas a Jurica, Querétaro. Para 1979, se tenía planteada la reubicación en esta ciudad al 23% de la planta total laboral, principalmente del área de servicios administrativos y la presidencia del consejo. No obstante, este cambio no se realizó en gran medida por la expropiación de la banca mexicana en septiembre de 1982. Desconcentración del Banco, México, 1979, en AHBANAMEX, Informe anual del Consejo de Administración, 1980, pp. 13-14.
341
dos esquemas sin importar la región donde fueran efectuadas.18 Asimismo, el Área Servicios
Administrativos fue la encargada de coordinar los diferentes servicios internos hacia el
personal, así como los mercadotécnicos o automatizados.
De esta manera, podemos sostener que el número de trabajadores en oficinas
corporativas presentó una tasa de crecimiento del 5.1% pasando de 6 910 empleados en 1977
a 8 022 en 1979 lo que ratifica la hipótesis de que la introducción del esquema de Banca
Múltiple en el Banco Nacional de México supuso un crecimiento de volumen y complejidad
de las actividades financieras de esta institución bancaria lo que requirió una diferente
preparación profesional del trabajador.
Modificaciones en la cualificación del personal. La profesionalización del trabajador bancario en Banamex
A mediados de los años de 1970, la cualificación de los trabajadores del Banco Nacional de
México era construida por dos medios. En primer lugar, la adquisición de conocimientos
informales, a través de “capacitaciones”, que la empresa misma ofreció a sus empleados y
por otra, la posibilidad de conseguir una preparación profesional con la obtención de un
título universitario. De esta manera, los trabajadores del Banco Nacional de México, y en
general del sistema bancario, tuvieron la posibilidad de “formarse” al interior de su centro
de trabajo. Al respecto, Gustavo del Ángel menciona que en el sector bancario el crecimiento
profesional de sus empleados dependió de un elemento de “oficio”, el cual se adquiría con
el paso de los años, a través de la experiencia, esto permitió al trabajador conocer los detalles
sobre la normatividad, legislación, operación y procesos del sector financiero, todo lo cual
lo denomina como “carrera bancaria”.19
No obstante, con la llegada de la Banca Múltiple, la cualificación tuvo que ser
transformada para satisfacer el crecimiento y el “enfoque de mercado” que la institución se
planteó ante la introducción del nuevo modelo bancario.
La modificación en la formación del personal estuvo presente tanto en las
capacitaciones que el banco proporcionaba a sus trabajadores como en los medios por los
18 Vale la pena señalar que entre 1978 y 1981 el número de tarjetas de crédito expedidas por el banco experimentó un crecimiento notable pasando de 617 000 en 1978 a 1 058 431 en 1981. Sin duda, lo anterior está relacionado con la llegada de sistemas informáticos. Del Ángel, “Computerization”, 2011, p. 99. 19 Del Ángel, BBVA Bancomer, 2007, p. 125; Del Ángel, “Paradoja”, 2010, p. 649.
342
cuales se permitía la preparación profesional de la plantilla laboral. El aumento considerable
en el número de empleados, además de representar la necesidad de contar con una mayor
planta laboral, también nos habla de la exigencia de disponer de trabajadores preparados
con alguna profesión en específico, capaces de tener los conocimientos oportunos para hacer
frente a las demandas particulares de cada mercado regional.
La “capacitación” siguió representando el método por el cual los trabajadores, tanto
de oficinas corporativas como de sucursales, adquirían y actualizaban los conocimientos
necesarios para realizar su labor al interior de la institución. Para la Dirección General “la
capacitación [seguía] siendo motivo de interés por parte del Banco, en tanto cumple la doble
función de mejorar el servicio y de abrir nuevas perspectivas para el personal.”20De esta
manera, a través de cursos y seminarios se buscó incrementar las habilidades de los
trabajadores en búsqueda de una mayor productividad.
Cada Dirección Regional establecía y coordinaba las diferentes capacitaciones para sus
empleados en función de las necesidades específicas de la región a la que atendían. Esta
serie de capacitaciones eran realizadas fuera del horario ordinario de trabajo e impartidas
por los principales funcionarios de cada una de ellas.
Las temáticas de la formación variaban desde cursos que enfocados al desarrollo
personal hasta el incremento en conocimientos propios de una empresa bancaria como
otorgamiento de créditos, préstamos personales o manejo de cheques. 21 La Dirección
General puso particular atención en este tipo de enseñanzas, en especial en el área de
sucursales, ante la diversificación de operaciones en las oficinas de atención al público. Por
ello, se asignaron lugares específicos en cada jurisdicción regional para realizar dichos
cursos: los “Centros de Capacitación”.22
Estas oficinas estuvieron ubicadas en algunas de las ciudades sede de las Direcciones
Regionales. Se puede mencionar que la Banca Metropolitana de la ciudad de México y las
20 Determinante la actuación del personal en la expansión de operaciones y mayor penetración en el mercado, México, 27 de mayo 1980, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XII, núm. 270, p. 2. 21 Desarrollo Humano, México, 1977, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año X, núm. 244, p. 7; Con gran tesón y “empuje” se están capacitando nuestros compañeros de la Regional León, México, 1978, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XII, núm. 281, p. 10. 22 Es necesario precisar que el Reglamento de trabajo de los empleados de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares estipulaba que se debía proporcionar al trabajador de los medios necesarios para su superación profesional. Esto será abordado más adelante. Artículo 22, Reglamento de trabajo de los empleados de las Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, México, 14 de julio de 1972, en Diario Oficial de la Federación, tomo CCCXIII, núm. 12, 1972.
343
Direcciones Regionales de Monterrey y Baja California contaron con uno de ellos, aunque se
deduce que cada dirección tuvo un Centro de Capacitación.23
Así, la capacitación dirigida al personal encargado de la apertura de contratos, en su
mayoría Ejecutivos de Cuenta catalogados como funcionarios, involucraba temas tales como
la operación en el área de valores, el procedimiento para abrir un contrato bancario y el
funcionamiento de dicho servicio, así como el trato y orientación del trabajador hacia el
cliente.24
Por otra parte, los cursos para los funcionarios que desempeñaban el puesto de
supervisores de sucursal estaban enfocados a preparar personal capaz de enseñar y
transmitir su conocimiento a sus subordinados. De esta manera, estos trabajadores
recibieron instrucción para actuar como “modelo ante el personal que colabora con él” y
habilidades propias de un cajero de ventanilla, como manejo de valores, cobro de cheques
o corte de caja. La documentación interna del banco menciona la intención de que “los
supervisores de cajeros [actuaran] como multiplicadores de la capacitación en su propia
sucursal, unificándose así los criterios operativos en todas las sucursales.”25
Entre los empleados un caso representativo es el de cajero de ventanilla. El modelo de
Banca Múltiple demandó una serie de cambios en la búsqueda de incrementar la
productividad de estos trabajadores. Así pues, se creó la figura de “Cajero Universal” una
figura que tenía que ser capaz de ejecutar diversas transacciones. De esta manera, en lugar
de tener un cajero por cada operación, se optó por adecuar un número determinado de
ventanillas para recibir en una sola diferentes transacciones como de depósito, retiro, cobro
de cheques o de ahorro. Se puede sostener que este nuevo concepto fue puesto en operación
paulatinamente y sólo cierto personal con habilidades específicas era capacitado para
desempeñar este tipo de cargo.
Durante los primeros años del funcionamiento de la institución como Banca Múltiple,
el número de trabajadores que participaron en algún tipo de capacitación se incrementó
notablemente. Así, para 1978 el número de empleados capacitados fue de 3 380, durante
23 Empezaron a funcionar dos centros de capacitación y adiestramiento en Mexicali y Tijuana, México, 20 septiembre de 1978, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XI, núm. 250, p. 10. 24 Adquieren conocimiento en el Área de Valores, México, julio de 1982, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XV, núm. 293, p. 5. 25 Curso a supervisores en sucursal, México, 1980, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XII, núm. especial.
344
1979 participaron 8 449 trabajadores, y para 1982 el personal capacitado ascendió a 15 388
personas. De esta manera, para 1979, el número de trabajadores que recibió alguna
instrucción representó el 40% del personal total de la institución, para 1982 dicho personal
constituyó el 57% de la plantilla laboral.
Con relación a lo anterior, la Dirección General del banco enfocó dichos cursos tanto
a los puestos de “gerencia media”26, como en los demás funcionarios y empleados. En los
primeros, el personal con algún tipo de capacitación pasó de 2 908 a 3 682; en los segundos,
de 5 487 a 11 662. Si bien, no conocemos la planta total de dichos niveles jerárquicos, el hecho
de que el número de directores que participaron en algún curso haya decrecido -de 54 en
1979 a 44 en 1982- puede representar la prioridad del banco por dotar de los conocimientos
necesarios a los trabajadores en puestos estratégicos para el banco, como las gerencias
regionales.
Por otra parte, el Banco Nacional de México también buscó que los empleados
alcanzaran una cualificación con conocimientos formales. La Dirección General del banco
incentivó a los trabajadores para que lograran una cualificación formal por medio de estudios
profesionales o de posgrado en instituciones del sistema educativo nacional mientras
laboraban en la empresa.
Como se mencionó anteriormente, dentro de los últimos años del funcionamiento del
modelo de Banca Especializada, el Banco Nacional de México promovió en su planta laboral
la adquisición de conocimientos formales dentro del área económico-administrativa con el
objetivo de mejorar el desempeño de sus trabajadores.
No obstante, con la transformación del modelo de negocio bancario, la institución no
sólo incentivó al personal para una preparación profesional sino que también buscó que
cierto número de trabajadores contaran con estudios de posgrado, una especialización de
conocimientos formales ante las demandas impuestas por el propio mercado. Si bien se
26 No se cuenta con información que precise de manera clara los puestos que eran considerados de “gerencia media”. No obstante se puede deducir que, tras la implementación de la Banca Regional, a través de las diferentes Direcciones Regionales, la dirección agrupó a los gerentes regionales, gerentes de plaza, gerentes de mercado metropolitano y ejecutivos de cuenta en dicho grupo laboral. Es decir, los puestos estratégicos dentro cada jurisdicción regional. Lo anterior fue parte de las constantes modificaciones al escalafón de puestos y tabuladores salariales de la institución. En su gira de trabajo, D. Agustín F. Legorreta sostuvo reuniones de trabajo con gerencia media de todo el país, México, 2 de febrero de 1977, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año. IX, núm. 229, pp. 1-5. Revisión de Tabuladores, México, 22 de enero de 1982, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 14, p. 39.
345
cuenta con poca información al respecto, se debe matizar lo anterior ya que no todo el
personal accedió a estos estudios.
Con base en los informes del Consejo de Administración del banco podemos afirmar
que los trabajadores que pudieron optar por estos estudios eran funcionarios de la institución
quienes contaban con cierta antigüedad al interior del banco. Para el año de 1979, un total
de cuarenta y cinco funcionarios gozaban de becas a nivel de maestría, mientras que para
1982, este número ascendió a 90, principalmente funcionarios ubicados dentro del grupo de
gerencia media.27
En este sentido, podemos mencionar que los empleados con algún título universitario
egresaban de carreras tales como administración de empresas, contabilidad, actuaria,
finanzas y economía en universidades públicas y privadas de todo el país. En cambio, las
personas que lograban algún título de posgrado se enfocaban en el área de administración
de empresas, principalmente de universidades privadas tales como el Instituto Tecnológico
de Estudios Superiores de Monterrey. Asimismo, el Instituto Panamericano de Alta
Dirección de Empresas dio ciertos cursos a algunos funcionarios de la institución, aunque
esto se presentó en menor medida y enfocado a puestos directivos.28
Con lo anteriormente expuesto podemos afirmar que la introducción del modelo de
Banca Múltiple en el Banco Nacional de México demandó una cualificación más dinámica y
especializada de su personal que la adquirida tras la experiencia obtenida con el transcurso
de los años. Es decir, la “carrera bancaria”, con características propias de un oficio, fue
transformada ante la necesidad de una cualificación en un menor tiempo derivado del
cambio en el modelo de negocio bancario. Para ello, se requirió de personal con
conocimientos previos que pudiera desempeñar las exigencias que el mercado demandaba.
Empero, se debe tener presente que en ciertas jerarquías y funciones, principalmente
en puestos administrativos, tales como mensajeros o secretarias, continuó una cualificación
al interior de las oficinas corporativas, la cual podía ser complementada con estudios
27 Personal, México, 1979, en AHBANAMEX, Informe del Consejo de Administración, 1980, p. 42; Personal, México, 1982, en AHBANAMEX, Informe del Consejo de Administración, 1983, p. 18. 28 Podemos mencionar que los trabajadores con este tipo de cualificación laboraban en oficinas corporativas y llegaron a desempeñar puestos tales como asesor en optimización administrativa o finanzas. Ocho compañeros terminaron su maestría en Administración de Empresas en el ITESM, México, 1979, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XII, núm. 262, pp. 6-7; Nombramientos de miembros de dirección, México, 23 de octubre de 1981, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 14, p. 13; Alonso, Hombre, 2005, p. 92.
346
académicos, y con ello, se mantenía la posibilidad de un ascenso laboral gradual según el
antiguo sistema de capacitación.29
La aplicación del Reglamento de trabajo de los empleados de las instituciones de crédito y organizaciones auxiliares en la planta laboral del Banco Nacional de México
La reglamentación sobre la labor de los trabajadores de las diferentes instituciones bancarias
es fundamental para entender la normatividad oficial que rigió la relación entre los bancos
y su planta laboral, en la cual era partícipe el Nacional de México. En este sentido, en julio
de 1972 entró en vigor la reforma al Reglamento de trabajo de los empleados de las Instituciones
de Crédito y Organizaciones Auxiliares que el presidente Luis Echeverría emitió con el fin de
normar las relaciones laborales entre los empresarios bancarios y su planta laboral.30
Algunos elementos importantes de esta reglamentación fueron el implementar un
“salario mínimo bancario” el cual estaba determinado por el salario mínimo de cada región
incrementado en un 50%, el cual era fijado por medio de tabuladores salariales propuestos
por la misma institución y aprobado por la Comisión Nacional Bancaria. En cuanto a horario
de trabajo, se implementó una jornada laboral de 40 horas a la semana. Asimismo, es
importante considerar las extensiones del propio salario denominadas “prestaciones”, es
decir, los beneficios que el trabajador percibió y no formaron parte de su sueldo. Se puede
señalar que estas retribuciones eran superiores a las que normalmente la iniciativa privada
ofrecía a sus trabajadores. Dentro de las prestaciones de carácter social, las empresas
bancarias quedaban obligadas a proporcionar, en sustitución del Instituto Mexicano del
Seguro Social, gratuitamente un servicio médico particular. Se estipulaba el derecho a una
pensión vitalicia con 35 años de servicio o 60 años de edad. Además, en materia económica,
el trabajador tenía derecho cierto tipo de retribuciones que iban en función del salario
gozado y de la antigüedad en la institución. En el caso de préstamos económicos, (préstamos
29 Cinco compañeros entre los “mejores estudiantes de México, México, marzo de 1980, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XII, núm. 267, p. 11. 30 El primer Reglamento fue promulgado por el presidente Lázaro Cárdenas en 1937. Esta administración optó por implementar una legislación laboral particular al considerar al servicio bancario como estratégico para la economía del país. Este normativa fue vigente por dieciséis años ya que en 1953, la administración de Adolfo Ruíz Cortines promulgo uno nuevo. Ante algunos intentos sindicalistas en el sector bancario, el presidente Luis Echeverría reformó dicho reglamento en 1972 y fue vigente hasta 1983, por lo que tuvo vigencia dentro de los primeros años del sistema bancario bajo el modelo de Banca Múltiple. Bouzas, Democracia, 2003.
347
a corto plazo, para la adquisición de bienes de consumo duradero o hipotecarios) la deuda
contraída no podía exceder del 30% del ingreso del trabajador. Aunado a lo anterior, el
trabajador debía gozar de ciertas prestaciones culturales que beneficiaran su superación
personal tales como becas para cursos vinculados a las actividades bancarias, la creación de
centros de capacitación y el establecimiento de bibliotecas. Asimismo, se estipulaba que las
instituciones bancarias debían dar facilidades para promover eventos para el desarrollo de
su cultura general y física a través de clubes deportivos. Este tipo de prestaciones no
dependían del puesto ocupado. Empero, se prohibía la suspensión de actividades en el
sector, así como la organización sindical.31
Igualmente, el Reglamento permitía a las empresas bancarias contratar libremente a
su personal. Podemos deducir que el proceso de reclutamiento de personal en el Banco
Nacional de México fue determinado acorde a las necesidades de la propia institución.
Como parte de la implementación de la Banca Regional, se buscó que tanto los directores
regionales como gerentes regionales y de plaza, en conjunto con la división de servicios de
personal, participaran activamente en la selección del personal necesario para cada una de
sus respectivas jurisdicciones.32
La creación de Direcciones Regionales permitió que cada zona pudiera adecuar procesos
de reclutamiento acorde a las necesidades particulares de cada región del país. No se cuenta
con información precisa sobre los requisitos específicos para ingresar a la institución, pero
no es difícil llegar a pensar en la necesidad de incrementar la planta laboral en puestos
estratégicos como ejecutivos de cuenta o cajeros universales, los cuales necesitaron
elementos con conocimientos relativos a las operaciones bancarias previo a su ingreso al
banco.
Además, el Banco Nacional de México dio prioridad a la contratación de personal que
estuviera ligado de alguna manera al banco. Evidentemente, las redes de confianza
establecidas con la entrada de familiares o conocidos de trabajadores en activo fortalecían el
crecimiento de la empresa por dos vías: aminorando el riesgo de la conformación de una
organización sindical –el cual prácticamente se nulificó entre 1977 y 1982- y fortaleciendo el
31 Reglamento de trabajo de los empleados de las Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, México, 14 de julio de 1972, en Diario Oficial de la Federación, tomo CCCXIII, núm. 12, 1972. 32 Tenemos un reto independiente y distinto en cada mercado, México, 5 de septiembre de 1979, en AHBANAMEX, Noticiario Banamex, año XII, núm. especial, p. 3.
348
compromiso, no sólo con el banco, sino con las propias personas al interior de la
organización.
Como se mencionó anteriormente, en el sistema financiero, el salario mínimo bancario
de sus trabajadores era actualizado conforme a los aumentos al salario mínimo general, esto
trajo consigo un ajuste en los tabuladores salariales de la empresa. Vale la pena recordar que
el Reglamento permitía que cada banco pudiera construir sus propios escalafones de
puestos y tabuladores salariales. Podemos mencionar que estos esquemas, al menos al
finalizar la década de 1970, eran construidos con base en las políticas salariales de otras
instituciones de crédito, es decir, los bancos buscaban cierta homogenización en sus niveles
salariales. Sin embargo, cada una contaba con diferentes políticas respecto a sueldos y
niveles jerárquicos.33
Para el Banco Nacional de México era importante mantener ciertas diferencias
salariales entre los distintos niveles del escalafón laboral. La información asentada en las
actas del Consejo no permite conocer los niveles salariales aplicados en la planta laboral y
su incremento durante el periodo de estudio, empero, se puede mencionar que el grupo
considerado como gerencia media fue importante para la Dirección General del banco ya
que agrupaba a los puestos estratégicos de las Direcciones Regionales por lo que se vigilaron
las brechas salariales de este grupo con respecto al de otros funcionarios.34
La recesión económica vivida en el país a inicios de la década de 1980 obligó al Banco
Nacional de México a realizar una erogación especial para intentar mitigar la pérdida del
poder adquisitivo de los trabajadores del Banco Nacional de México. Podemos mencionar
que al iniciar este decenio se implementó una serie de ajustes salariales como medida para
enfrentar la crisis económica que el país comenzó a enfrentar a partir de 1982.
De acuerdo con la información asentada en las Actas del Consejo de Administración
podemos decir que fue prioridad para la institución los afectos que la inflación había
ocasionado sobre los salarios. 35 Para ello, se propuso una revisión de los tabuladores
salariales de la empresa. Si bien la información no permite hacer un análisis detallado,
33 Revisión de tabuladores, México, 13 de enero de 1982, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 14, p. 37. 34 Salarios mínimos, México, 12 de enero de 1977, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 10, p. 88. 35 Efecto de la inflación sobre los salarios, México, 10 de febrero de 1982, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 10, p. 44.
349
podemos afirmar que esta modificación planteó un aumento salarial entre el 33% y 29% en
función del nivel que el puesto ocupaba dentro del tabulador correspondiente.36
Por su parte, el gobierno de José López Portillo implementó una serie de medidas
enfocadas a contrarrestar la recesión económica. Para ello, se ordenó “restaurar, vía salario,
el poder adquisitivo del sector obrero derivado de la devaluación. [El aumento en] los
salarios se [fijaron] escalonados: hasta 20 mil, 30%; de ahí a 30 mil, 20%; y, por arriba; 10%.”37
Se hace imprescindible señalar que esta medida unilateral afectó en gran medida la relación
entre el gobierno federal y el sector empresarial.38
En el sistema bancario, esta medida fue implementada bajo la recomendación hecha
por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Seguros. Así, la Dirección General
proporcionó un ajuste salarial en todos los niveles del escalafón interno en función de lo
porcentajes antes señalados. Sin embargo, esta compensación especial no incluyó las
gratificaciones, primas de antigüedad y de vacaciones.39
Si bien, la información recabada no permite realizar un análisis preciso, las constantes
revisiones salariales del personal, tanto por parte de la empresa como las impuestas por el
Estado, pueden ser muestra de la pérdida del poder adquisitivo de la plantilla laboral.
Siguiendo lo propuesto por Walker40, los trabajadores del Banco Nacional de México
pueden ubicarse dentro de su concepto de “clase media”. Sin embargo, el salario mínimo
bancario y, principalmente, las diversas prestaciones sociales y económicas de las que
gozaba dicho sector establecidas en el Reglamento de trabajo pueden ser muestra de que los
trabajadores de esta institución –y del sistema bancario en general- fueron un sector
estratégico para el Estado mexicano, gracias a ello, no fue afectado en la misma magnitud
que otros grupos laborales.
36 Revisión de tabuladores, México, 22 de enero de 1982, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 14, p. 39. 37 Cárdenas, “Antología”, 2007, p. 98. 38 Elizondo, Importancia, 2001, p. 159. 39 Ajuste salarial, México, 10 de marzo de 1982, en AHBANAMEX, Actas del Consejo de Administración, libro 14, p. 56. 40 Walker, Waking, 2013, p. 143. La autora sostiene que las clases medias pueden ser identificadas por sus condiciones materiales, creencias, o a partir de un discurso político. Así, los profesionistas – abogados o doctores- o trabajadores –secretarias, empleados de empresas particulares o al servicio del Estado- quienes fueron favorecidos por el “milagro mexicano”, pueden considerarse en ese grupo. Véase Walker, Waking, 2013, p. 1-19.
350
El personal jubilado de igual manera resultó perjudicado por la crisis económica
acaecida a inicios de la década de 1980. De la misma forma que con el personal en activo, el
Consejo de Administración realizó una serie constante de revisiones en las pensiones de
jubilación. De acuerdo con la información del Consejo de Administración, se realizaron
incrementos extraordinarios anuales entre 1980 y 1982 a los pagos que recibían los
trabajadores jubilados.
Evidentemente, la recesión económica ocasionó un decremento en el nivel salarial de
los trabajadores del Banco Nacional de México. Ante ello, la Dirección General del banco
buscó, a través de revisiones periódicas, compensar el efecto de la inflación en los salarios
del personal. No obstante la dificultad económica, no se tiene ningún registro sobre
movilizaciones o problemáticas laborales por parte de los trabajadores del Banco Nacional
de México.
A pesar de ello, la gravedad de la problemática económica que el país atravesaba (una
alta inflación, devaluación de la moneda y fuga de divisas), aunado a las diferencias entre
el empresariado y el Ejecutivo Federal (ante la toma de decisiones para enfrentar la recesión
económica), propició que el gobierno de José López Portillo tomara la decisión sorpresiva
de expropiar los bancos privados del país en septiembre de 1982. Por consiguiente, los
empleados del Banco Nacional de México pasaron a ser trabajadores al servicio del Estado
mexicano, y con ello, una nueva relación laboral.
De esta manera podemos sostener que los cambios en la forma de operar de esta
institución bancaria definieron tanto la formación de los trabajadores como sus relaciones
laborales con la empresa. No fue finalidad de este texto proponer generalidades de un caso
en concreto. Pero es de gran utilidad el aproximarse a lo acontecido en el Banco Nacional
de México para abrir el camino de las interrogantes sobre los empleados del sistema
bancario mexicano en general.
Siglas y Archivos AHBANAMEX Archivo Histórico del Banco Nacional de México
351
Bibliografía
Acosta Romero, Miguel. La banca múltiple, México, Fondo de Cultura Económica, 1981. Alonso, Jorge. Un hombre confiable. Rubén Aguilar Monteverde, México, Fomento de Cultura Banamex, 2005. Anuario financiero de México, México, Asociación de Banqueros de México, vol. 32, 1972. Anuario financiero de México, México, Asociación de Banqueros de México, vol. 43, 1982. Basañez, Miguel. El pulso de los sexenios. 20 años de crisis en México, México, Siglo XXI, 1990. Bouzas Ortíz, José Alfonso. Democracia sindical en el sector bancario, México, IET/UAM/Centro americano para la solidaridad sindical internacional/Plaza y Valdez editores, 2003 (Reestructuración empresarial, democracia, representatividad y legitimidad sindical en México, IX).
Cárdenas Sánchez, Enrique (ed.), “Antología de Mis tiempos de José López Portillo” en Amparo Espinosa Rugarcía y Enrique Cárdenas Sánchez (eds.), La nacionalización bancaria, 25 años después. La historia contada por sus protagonistas, México, t. 1, Centro de Estudios Espinosa Yglesias, pp. 61-123. Elizondo Meyer-Serra, Carlos. La importancia de las reglas. Gobierno y empresario después de la nacionalización bancaria, Gobierno y empresario después de la nacionalización bancaria, México, Fondo de Cultura Económica, 2001. De Fuentes Rojano, María Griselda. “Los trabajadores bancarios. Formas de organización, resistencia y sindicalización. (1972-1982)”, tesis de licenciatura en Historia, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 2004. Del Ángel-Mobarak, Gustavo. BBVA Bancomer, 75 años de historia, México, Grupo Financiero BBVA Bancomer, 2007.
Del Ángel-Mobarak, Gustavo. “La paradoja del desarrollo financiero” en Sandra Kuntz Ficker (coord.), Historia económica general de México. De la Colonia a nuestros días, México, El Colegio de México, 2010, pp. 635-666. Del Ángel-Mobarak, Gustavo. “Computerization of Commercial Banks and the Building of an Automated Payments System in Mexico, 1965-1990” en Bernardo Bátiz-Lazo, et. al. (eds.), Technological Innovation in Retail Finance, Nueva York, 2011, pp. 92-115. Diario oficial de la federación, México, 1972. Diario oficial de la federación, México, 1975.
352
Diario oficial de la federación, México, 1977. Gómez Bueno, Carmuca. “Del etiquetado de las ocupaciones según nivel de cualificación” Reis. Revista española de investigaciones sociológicas, núm. 88, octubre-diciembre, 1999, Madrid, pp. 33-61.
Ibarz Gelabert, Jordi. “Oficios y cualificaciones en el trabajo portuario. El caso de Barcelona en la primera mitad del siglo XX”, Historia Social, Fundación Instituto de Historia Social, núm. 45, 2003, Valencia, pp. 119-137.
Martínez Hernández, Ifigenia. Algunos efectos de la crisis en la distribución del ingreso en México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1989. Márquez, Javier. La banca mexicana: septiembre de 1982-junio de 1985, México, Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, 1987. Núñez de la Peña, Francisco J. Cien años del Banco Nacional de México en Guadalajara, México, El Colegio de Jalisco, 1990. Ortiz Martínez, Guillermo. La reforma financiera y la desincorporación bancaria, Fondo de Cultura Económica, México, 1994. Rueda Peiro, Isabel. México: crisis, reestructuración económica, social y política, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Siglo XXI editores, 1998. Rueda Peiro, Isabel. “La política laboral del gobierno mexicano en los últimos siete años”, Problemas del desarrollo, Vol. XX, núm. 78, julio-septiembre, 1989, México, pp. 165-186. Seijas Román, Germán. Políticas y estrategias de la banca múltiple, México, El Colegio de México, 1991. Solís, Leopoldo. Evolución del sistema financiero mexicano hacia los umbrales del siglo XXI, México, Siglo XXI, 1997. Turrent Díaz, Eduardo. “La estatización bancaria en México. Una interpretación desde la perspectiva del pensamiento económico” América Latina en la Historia Económica, Instituto Mora, núm. 36, 2011, pp. 157-182. Walker E. Louise. Waking from the Dream. Mexico’s Middle Classes After 1968, California, Stanford University Press, 2013. Womack, John Jr. Posición estratégica y fuerza obrera. Hacia una nueva historia de los movimientos obreros, México, FCE-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, 2007.
353
Lo que no concedió la naturaleza, lo creó el Estado. Industria e
infraestructura en Monterrey, 1940-1980
Dr. Óscar Flores1 Dra. Magda Yadira Robles2
1. Monterrey industrial
Desde sus orígenes a fines del siglo XIX, la industria pesada en el sector metalúrgico fue
incorporando al sector productivo en Monterrey empresas ligadas al consumo liviano
interno.
A partir de 1940, este proceso industrializador recibió un fuerte estímulo cuando la
sustitución de los insumos industriales, formó parte esencial en las estrategias de desarrollo
del Estado mexicano. Este acelerado crecimiento de la industria regiomontana que registró
una tasa promedio del 8.3 por ciento en el período que va de la década de 1950 a 1980. Este
boom sin duda fue resultado del comportamiento hacia la expansión de las principales
empresas regiomontanas. Por otra parte, también fue consecuencia en buena medida de la
actividad promotora del Estado, a través de estímulos fiscales y financieros, subsidios y
apoyos de infraestructura, especialmente al área metropolitana de la ciudad de Monterrey
(en adelante AMM). La expansión ininterrumpida se dio hasta principios de los ochenta.
Este período fue dominado por la creación de grandes empresas que ya
manifestaban un proceso desde la década de los 40 de extenderse, horizontal y verticalmente
dentro y fuera del sector fabril. Este crecimiento permitió que la industria del estado de
Nuevo León pasara a representar más del 12 por ciento del producto industrial del país de
1990 en adelante, convirtiéndose a su vez, el AMM en el polo de desarrollo más importante
de la zona noreste del país.
Pasemos pues al análisis de los elementos que nos permitirán dar una explicación de
la elevada concentración no solo poblacional, sino también de las actividades económicas
que existen actualmente en la ciudad de Monterrey, y cuya tendencia inició de forma
irreversible en 1940.
1 Universidad de Monterrey 2 Universidad de Monterrey
354
2. El AMM: infraestructura industrial
La infraestructura es fundamental para el desarrollo de la industria mexicana pues
proporciona los energéticos, materias primas auxiliares y las comunicaciones
indispensables para la realización de los modernos procesos productivos. La elevada
concentración de obras de infraestructura en el AMM constituye un elemento explicativo de
su elevada concentración industrial.
A continuación examinaremos la importancia y significado de estas obras en la
elevada concentración de la población y de las actividades económicas de esta ciudad del
norte oriental.
2.1 Las redes energéticas
2.1.1 El sistema eléctrico
A partir del momento en que la electricidad se produce en grandes unidades generadoras,
la industria queda subordinada a la central generadora de electricidad. Esta domina no sólo
la actividad industrial sino a las demás actividades económicas. Paralelamente se constituye
una condición importante para la prestación de importantes servicios públicos.
Se entiende como generación, toda aquella obtención de energía eléctrica por medio
de la transformación de otro tipo de energía. Existen varios tipos de generación de energía.
Por ejemplo, la generación hidráulica se origina en el aprovechamiento de la energía que
proporcionan las corrientes de agua. En cambio, la generación térmica es la obtención de
energía eléctrica a través del uso de combustibles fósiles, tal como es el caso de los
hidrocarburos, el cual, fue durante el siglo XX, la principal fuente de energía primaria en la
generación bruta de electricidad en México.
Recordemos que en 1881 la Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica se encargó
del alumbrado público y residencial en la Ciudad de México. Ya en 1890 había más de dos
mil focos alumbrando la ciudad de México. Este servicio público se introdujo en Guadalajara
en 1884, en Monterrey en 1888 y en 1889 en Veracruz y Mérida. Posteriormente, siguió el
uso de la electricidad en los transportes. Se estima que en al inicial el siglo XX, la capacidad
de generación de electricidad instalada en México era de 22.3 mil KW, de los cuales el 44
355
por ciento correspondía a plantas construidas por fábricas textiles en las ciudades de
Orizaba, Veracruz, Monterrey, Nuevo León y en Atlixco, Puebla.
Las centrales hidráulicas crecieron más que las térmicas, por lo que fue necesario
otorgar concesiones para aprovechar el líquido a los generadores de electricidad. Durante
el régimen de Porfirio Díaz, las concesiones a las empresas eléctricas privadas fueron
otorgadas por 50 años en algunos casos, en otros por 97 años y a veces a perpetuidad. Entre
1887 y 1911 había ya 199 empresas de luz ubicadas principalmente en los estados de Puebla,
Hidalgo, Guanajuato, San Luís Potosí, Nuevo León, México, Querétaro, Aguascalientes,
Michoacán, Campeche, Jalisco, Chiapas, Zacatecas y Tabasco. Así, la industria eléctrica
evolucionó localmente, pues cada ciudad tenía su propia empresa o compañía eléctrica. Al
poco tiempo, estas empresas se consolidaron como monopolios regionales, la mayoría
extranjeros.3
En este contexto nacional, la primera compañía productora y distribuidora de
energía eléctrica que se creó en la ciudad de Monterrey, fue la Compañía de Luz Eléctrica y
Fuerza Motriz de Monterrey. Empresa que recibió la concesión en 1889 para producir y
distribuir electricidad, agua potable y fabricar gas carbónico en la urbe de 45 mil habitantes.
Esta primera planta generadora de electricidad se localizaba en el centro histórico-
fundacional de la ciudad. Nos referimos en las calles Allende y Guerrero, donde se
encontraban las instalaciones consistentes en varias máquinas de vapor de émbolo o pistón4
en una capacidad total casi a los 1,000 Kw5. En 1909, esta empresa de dos décadas de
antigüedad, fue adquirida por la "Compañía de Tranvías, Luz y Fuerza Motriz de
Monterrey" (en adelante CTLFMM), empresa de capital canadiense cuyo representante era
el ingeniero G.R.G Conway6. El 27 de mayo de 1909, una nueva concesión a esta nueva
empresa le permitió ampliar y mejorar el alumbrado y la fuerza motriz en la ciudad. El
sistema de transporte urbano de tranvías eléctricos y de "tracción de sangre" pasó también
a depender administrativamente de esta empresa.
3 De la Garza Toledo, Antonio y otros, Historia de la Industria Eléctrica en México, tomo I, México, UAM, 1994, p. 22. 4 El émbolo o pistón es una pieza cilíndrica de un cilindro o una bomba que se mueve de forma alternativa y rectilínea de arriba abajo impulsando un fluido o recibiendo su impulso. 5 VIZCAYA Canales, Isidro, Los orígenes de la industrialización de Monterrey, 1867-1920, Monterrey, Librería Tecnológico, 1971. 6 FLORES, Óscar, Monterrey Industrial, 1890-2000, Monterrey, Colección UDEM, 2000.
356
A esta empresa primigenia de electricidad se le sumaron desde fines del siglo
pasado, otras plantas de generación de energía eléctrica que se encontraban dentro de las
instalaciones de las principales empresas metalúrgicas asentadas en la ciudad. Estas
empresas generaban su propia energía eléctrica.
Sin duda, la incorporación del nuevo artículo 27 de la Constitución mexicana de
1917, producto del movimiento armado de 1910, abrió la posibilidad para que el gobierno
interviniera y regulara la economía del Estado. Sin embargo, esta disposición no vio acción
sino hasta 1934. Hasta entonces, podemos decir que la regulación entre los años 1917 a 1925
estuvo enfocada a regular el consumo y controlar a las empresas privadas que brindaban
este servicio.
Se tiene cuenta de dos intentos de regular este sector, el primero en 1917 por
Venustiano Carranza, quien probó regularlo a través de su incorporación al Departamento
de Pesas y Medidas, pues su preocupación estaba en los abusos de las compañías al brindar
el servicio en los aparatos que medían el consumo de la energía eléctrica.7 Otro intento fue
en 1922 con la creación de la Comisión para el Fomento y Control de la Industria Generación
de Fuerza. Para 1925 se regularon las atribuciones de esta Comisión, basándose
principalmente en la regulación de las actividades de las empresas que brindaban el servicio
para coordinarlas con los intereses nacionales, conocer las finanzas de dichas empresas,
dictaminar sobre las solicitudes de nuevas tarifas de consumo, entre otras.8 Sin duda, la más
importante reglamentación de la época es de 1926 con la federalización de la energía
eléctrica para su regulación y supervisión mediante la promulgación del Código Federal
Eléctrico.9
Una nueva ampliación de su capacidad en 1920, le permitió a la Compañía Tranvías,
Luz y Fuerza Motriz de Monterrey proporcionar energía a las nuevas fábricas surgidas
durante y después de la revolución. Las innovaciones consistieron en incorporar a su
7 De la Garza Toledo, Antonio y otros, Historia de la Industria Eléctrica en México, tomo I, México, UAM, 1994, p. 81 8 Ibídem, pp. 82 y ss. 9 El Código sin duda fue un avance, pero es significativa la injerencia que otorgaba al gobierno federal para realizar labores de vigilancia en el cumplimiento de las plantas eléctricas para operar. Además de realizar inspecciones cada dos años y consideró a la industria eléctrica como de utilidad pública, por lo que podría ser objeto de expropiación.
357
funcionamiento una turbina de vapor de 2,500 Kw y un sistema de distribución de 4.16
kilovoltios (Kv.); cuyo combustible utilizado era el carbón y petróleo diáfano.10
Paralelo a los requerimientos del crecimiento industrial que experimentó la ciudad,
la CTLFMM instaló en 1928 una segunda unidad de 6,000 Kw en la misma planta de Allende
y Guerrero y dos años después inauguró la Planta Bella Vista, con "un primer generador de
10,000 Kw y un enlace con líneas de 7.2 Kv. entre ambas plantas. Esta última planta se
amplió en 1943 con otra unidad de 7,500 Kw".11
De 1930 a 1932 es escasa la regulación en la materia pues solamente encontraremos
en 1930 la Ley de Aguas y un año después la creación del impuesto para las empresas
eléctricas. Será hasta finales del año 1933 cuando el Presidente Calles anuncie la creación de
la Comisión Federal de Electricidad (en adelante CFE).12 E iniciará una nueva era con el
cardenismo impulsando al sector de la industria que culminará con la creación de la Ley de
la CFE en 1937 y la Ley de la Industria Eléctrica en 1938, ésta última publicada en el Diario
Oficial de la Federación hasta 1939.
La necesidad de este impulso se pone de manifiesto en 1937 cuando el país tenía 18.3
millones de habitantes, de los cuales únicamente siete millones contaban con electricidad,
proporcionada con serias dificultades por tres empresas privadas.13 Así, los primeros
proyectos de generación de energía eléctrica de CFE se realizaron en Teloloapan (Guerrero),
Pátzcuaro (Michoacán), Suchiate y Xía (Oaxaca), y Ures y Altar (Sonora). El primer gran
proyecto hidroeléctrico se inició en 1938 con la construcción de los canales, caminos y
carreteras de lo que después se convirtió en el Sistema Hidroeléctrico Ixtapantongo, en el
Estado de México, que posteriormente fue nombrado Sistema Hidroeléctrico Miguel
Alemán.
10 GARZA, Gustavo, “La industria eléctrica” en Gustavo Garza (coordinador), Atlas de Monterrey, México, COLMEX-Gobierno del Estado de Nuevo León, 1995, p. 210 11 Ídem. 12 La CFE tendría por objeto garantizar y dirigir un sistema de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basada en principios económicos y técnicos sin propósito de lucro y con la finalidad de obtener, con costos mínimos, el máximo rendimiento posible en beneficio de los intereses nacionales. Como se aprecia, la disposición estaba encaminada a que el gobierno interviniera como productor de energía eléctrica, aunque como sabemos, estos no fue sino hasta 1943 con la primera planta de la CFE en Ixtapantongo. 13 CFE y la electricidad en México. Comisión Federal de Electricidad. Información disponible en: http://www.cfe.gob.mx/ConoceCFE/1_AcercadeCFE/CFE_y_la_electricidad_en_Mexico/Paginas/CFEylaelectricidadMexico.aspx
358
En 1938, la CFE tenía una capacidad de 64 kW, la cual, ocho años después aumentó
hasta alcanzar 45,594 kW. Entonces, las compañías privadas dejaron de invertir y CFE se vio
obligada a generar energía para que éstas la distribuyeran en sus redes, mediante la reventa.
El periodo de 1940 a 1960 se caracteriza por una legislación con cambios poco
significativos pero si es notoria la coexistencia de empresas públicas y privadas, sobre todo,
éstas últimas con fuerte financiamiento del Estado crecieron en su capacidad de generación
como lo veremos en el AMM más adelante. Sin duda, cabe resaltar la reforma a la Ley de
Energía Eléctrica de 1941 que cambió el plazo de duración máxima de las concesiones a 50
años y agregó el principio de reversibilidad de los bienes de las concesiones aplicable
cuando, al terminar el contrato de concesión, los bienes puedan pasar a ser propiedad del
Estado.
Este acelerado crecimiento propició que en 1949 se creara la Ley que estableció las
bases para el funcionamiento de la CFE haciendo de la Comisión un órgano autónomo,
descentralizado y con patrimonio propio, sentando así las bases para la gran reforma
constitucional que veremos en septiembre de 1960 al determinar la generación de energía
eléctrica dentro de las áreas estratégicas del Estado y el inicio de la nacionalización del sector
eléctrico en el país.
Así, en 1947 la CFE inició la construcción de una importante infraestructura
necesaria para la generación, transmisión y distribución de energía que en forma creciente
ha demandado la acelerada dinámica industrial y demográfica de la capital del estado de
Nuevo León. Entre 1947 y 1952, se construyó la planta termoeléctrica San Jerónimo en
Monterrey con una capacidad de generación eléctrica (a partir de 1954) de 30,000 Kw. Y en
1952 "se construyó la Planta Hidroeléctrica Falcón, con tres unidades de 10,500 Kw y una
línea de 138 Kv que enlazo esta planta con Monterrey."14 A partir de esa fecha, la CFE rebasó
la capacidad de generación de energía eléctrica de la CTLFMM, por lo que aparte de
satisfacer parte del mercado de consumo eléctrico industrial, domésticos y de servicios de
la urbe, empezó a vender energía eléctrica a la mencionada compañía privada.
Para el año 1960, la población en México era de 34.9 millones de habitantes y el país
presentaba 2,308 MW de capacidad instalada, de los cuales la CFE aportaba el 54%,
la Mexican Light and Power Co., el 25%, la American and Foreign el 12% y el resto de las
14 GARZA, Gustavo, op,cit, p. 211
359
compañías el 9%. Sin embargo, solo el 44% de la población contaba con electricidad. Desde
la creación de la CFE hasta el año de 1960, la población en México creció un 91%,
acompañada de un vertiginoso desarrollo de la industria, la agricultura y otras actividades
urbanas y rurales.
Durante el proceso de nacionalización de esta industria, el Estado mexicano, a través
de Nacional Financiera (NAFINSA), adquiere la American con sus siete subsidiarias, dando
lugar a la nueva empresa mexicana: Empresas Eléctricas-NAFINSA.
En efecto, a raíz de la nacionalización del sector eléctrico en México en 1963, la CFE
amplió en Monterrey sus plantas existentes y construyó nuevas a fin de satisfacer la
creciente demanda de la ciudad.
No hay duda de que el dinamismo industrial y el considerable crecimiento de la
población en el AMM provocaron que de 1950 a 1980 se haya registrado una tasa de
crecimiento del consumo de energía eléctrica por encima del 12.5 por ciento anual, siendo
una de las más altas de la república. Si el número de usuarios creció en el mismo período
solo a un ritmo del 7 por ciento anual, esto quiere decir que el aumento constante y con altos
índices de consumo eléctrico fue fruto principalmente de la elevada concentración de
unidades industriales en el área metropolitana de Monterrey. Con lo que demuestra que la
industria eléctrica, fue y es un factor infraestructural fundamental para el proceso
productivo de la industria moderna.
La década que va de 1980 a 1990 (caracterizada por una profunda crisis económica
nacional) muestra no solamente una reducción del crecimiento del consumo de electricidad
en el AMM, a una tasa anualizada del 5.2 por ciento; si no también del número de usuarios,
el cual registró un crecimiento anual similar, me refiero a un 5.1 por ciento. El área
metropolitana de la ciudad de Monterrey, producía para 1986, según el Plan Director de
desarrollo urbano de la ciudad, el 8 por ciento de la energía total distribuida en el país15.
Esto se da a través de los tres lugares donde se genera básicamente la electricidad en el
AMM.
1) La planta de San Jerónimo, inaugurada en 1952. En ella existen cuatro
plantas generadoras de energía eléctrica puestas en operación en los años 1952, 1954,
15 FLORES, Óscar, Monterrey, una ciudad Internacional, 1910-1980, Tomo V, Vol. I, México, Municipio de Monterrey, 2009.
360
1960 y 1961, respectivamente. La capacidad generadora acumulada de las cuatro
plantas era de 105 Mw.
2) La planta denominada El Mezquital, ubicada también en el municipio de
Monterrey e inaugurada en 1963, posee cinco plantas puestas en operación en 1963,
1964, 1965, 1973 y 1974, respectivamente. Su capacidad conjunta es de 477 Mw.
3) Y finalmente, la planta de Huinalá, inaugurada en 1981 y ubicada en el
municipio de Apodaca. Esta alberga en sus instalaciones dos plantas puestas en
funcionamiento en 1981 y 1985, las cuales generaban 377 Mw.
Aunque la producción total de todo el sistema era de 960.6 Mw, esta no satisfacía
plenamente los requerimientos de la metrópoli, debido a que el consumo real de energía
eléctrica del AMM no es generado en su totalidad dentro de la misma.
Mediante el Sistema Interconectado Nacional, el AMM recibe energía a través de las
siguientes interconexiones:
1) Dos líneas de 400 Kv con la Planta carbogeneradora eléctrica Río
Escondido, Coahuila;
2) Dos líneas de 400 Kv con la Planta Carbón II, ubicada en la ciudad de
Piedras Negras, Coahuila;
3) Dos líneas de 400 Kv con la Planta Altamira, en Tamaulipas;
4) Doble línea de 230 Kv con la Planta Río Bravo en Tamaulipas; y
5) Tres líneas de 230 Kv con Saltillo, Coahuila y el Sistema Norte Nacional
El sistema eléctrico básico del AMM se completaba hasta 1998 con las 29 subestaciones de
distribución existentes (de las cuales seis fueron instaladas entre 1995 y 1998) para alimentar
la red de distribución con 1,732 megavolts amperes (MVA'S) de capacidad instalada y cuatro
más para uso particular de grandes industrias16. En total, el sistema público de distribución
de la energía eléctrica en el AMM contaba en 1995 con 3,574 kilómetros de líneas primarias;
34,953 transformadores de distribución y 4,713 kilómetros de líneas secundarias de 220
voltios. Simultáneamente se posee un sistema de sub-transmisión con líneas de 115 Kv (467
16 Cifras proporcionadas por la CFE, El Norte, Monterrey, 25 de octubre de 1998.
361
kilómetros en total) para alimentar a las grandes empresas a través de subestaciones de
distribución que transforman el voltaje de 115 Kv a 13.8 o 38.5 Kv.
Del consumo medio anual de energía eléctrica estimado para 1990 en el área, la
industria es su principal beneficiario: el 72.0 por ciento corresponde a la industria. El 19.9
por ciento al uso doméstico y el 8.1 por ciento restante se distribuye entre el comercio (5.9%),
el alumbrado público y otros servicios (2.2%)17. Para 1992, los productos que consumían el
40.65 por ciento de la electricidad utilizada en los bienes o servicios producidos en el sector
industrial en el AMM, eran solo cuatro: fabricación de varilla y lamina de acero (23.21%);
fabricación de gases industriales (7.59%); fabricación de fibras químicas (5.57%); y
fabricación de cemento con el 4.28 por ciento.
Debido al constante aumento de consumo de energía eléctrica de la industria en
Monterrey, en 1996, el gobierno federal autorizó numerosos permisos a distintas empresas
para la construcción de plantas generadoras privadas de energía eléctrica, junto con otros
tipos de energías térmicas secundarias. De los cinco municipios en el ámbito nacional
autorizados ese año, tres fueron en el área metropolitana de Monterrey (Monterrey, San
Nicolás de las Garza y Villa de García), uno más en Tamaulipas (Altamira) y el quinto en
San Luis Potosí (Tamuin).18
En resumen, se puede decir que el AMM fue y ha sido de las localidades mejor
atendidas por el sistema eléctrico nacional durante este período, lo que le ha permitido
disponer de una novena parte del total de electricidad consumida en la república y ha
posibilitado el dinámico crecimiento de sus actividades económicas. Todo ello gracias a la
inversión del Estado Mexicano que favoreció la inversión y estímulo a la industria local.
2.1.2 Hidrocarburos
No hay duda alguna que el petróleo es la principal fuente de energía primaria en México.
Para 1990, los hidrocarburos representaban un 90 por ciento de la demanda energética (en
1965 representaban el 75%), la biomasa (leña y bagazo de caña) el 4.4, la energía eléctrica un
17 GARZA, Gustavo, op. cit, p. 215. 18 Información proporcionada por la Comisión Reguladora de Energía, México, 1998.
362
3.9 y el carbón mineral el 1.7.19 La explicación básica se encuentra en la existencia de fuentes
abundantes de hidrocarburos en el país.
Aunque las actividades de refinación se iniciaron en México en 1886 con la
instalación de una pequeña planta de refinación en el estado de Veracruz con 500 barriles
diarios de capacidad, entre 1890 y 1915 se construyen las primeras grandes plantas
refinadoras.
Resaltemos que Carranza tuvo su propia visión sobre este tema desde antes de la
Constitución de 1917. En efecto, en 1914 ordena las “adiciones al Plan de Guadalupe” donde
propone revisar las leyes relativas a la explotación de minas, petróleo, agua y demás
recursos naturales. En 1915 crea la Comisión técnica del petróleo con la encomienda de guiar
la política petrolera de la nación y en 1916 sugiere reintegrar el petróleo a la nación, lo que
a la postre se consideraría como el antecedente directo del artículo 27 del texto de 1917.20
Como ya lo mencionamos, hasta 1920 las refinerías se instalaron en las regiones
petroleras en donde, en principio, hubiera sido un sitio lógico para establecer las firmas
industriales. Sin embargo, la construcción en 1931 de la refinería de Azcapotzalco en la
ciudad de México anuló completamente la influencia de los energéticos como factor
locacional (véase Cuadro 1).
Hasta 1930, la distribución de los productos petroleros al interior del país se hacía
por ferrocarril y carros tanques pues no existían líneas de ductos troncales; o sea, ductos que
19 Existen actualmente desarrollos importantes en la producción de fuentes alternas de energía en nuestro país, particularmente la energía solar y la eólica. Aunque todavía no dejan de ser de pequeña magnitud, por lo cual no tienen todavía un lugar en las estadísticas nacionales. Hasta 1991, la energía solar se empleaba principalmente en calentadores de agua, que concentran y absorben el calor de la energía del sol. La superficie total instalada hasta ese año era de 160 mil metros cuadrados. Teniendo una radiación solar promedio de 4,500 Kcal por metro cuadrado al día. Los módulos fotovoltaicos constituyen otra forma de tecnología solar a partir de los cuales se otorgan los siguientes servicios: bombeo de agua, iluminación doméstica en comunidades rurales, telefonía rural, repetidoras de microondas, señalamiento terrestre y marítimo y alumbrado público entre otros. Hasta 1991 el total instalado de los módulos fotovoltaicos era de 3,700 Kw, con un promedio de radiación de seis horas al día. En cuanto a la investigación en este campo, se puede mencionar que se han continuado los trabajos de mediación de la radiación solar, en Orizabita, Hidalgo, Puerto Libertad en Sonora y Santa Rosalía en Baja California Sur. En cuanto a la energía Eólica, los auto-generadores y bombas de agua eólicas instaladas hasta 1991 tenían una capacidad de 330 KW. En relación con otras fuentes de energía renovables, como la microhidráulica y los biodigestores, su desarrollo aún era incipiente en esos años, por eso no ex su uso (SEMIP, 1991). 20 El numeral sostuvo la separación del suelo y subsuelo y devuelve a la nación el dominio sobre éste último. La Asamblea constituyente de 1916 nulificó los derechos de los propiedad de los particulares sobre los hidrocarburos del subsuelo y facultó al gobierno federal para revisar y en su caso, declarar nulas por convenir al interés nacional, las concesiones otorgadas a los extranjeros a partir de inspecciones cada dos años, entre otras.
363
conectaran los campos petroleros con las terminales, refinerías y centros de distribución.
Aunque es necesario aclarar que si operaron ductos en México desde finales del siglo
pasado. Este sistema se utilizaba solo para
Cuadro 1
Principales centros de refinación de petróleo y capacidad (1938-1988).
Miles de barriles diarios21
Nombre y
localización
de la refinería
Año
de
Inicio
de
opera
cione
s
Año
de
fin
de
oper
acio
nes
1938 1940 1950 1960 1970 1976 1988
Veracruz
(Veracruz)
1886
Bella Vista
(Tampico,
Tamaulipas)
1890 1945 1.5 2.0
Árbol Grande
(Tampico,
Tamaulipas)
1896 1960 11.5 17.5 23.5 26.0
Minatlitán
(Minatlitán,
Veracruz)
1908 27.0 30.0 23.5 85.0 175.5 270.0 200.0
Ciudad Madero
(Tampico,
Tamaulipas)
1914 43.0 51.0 71.5 125.0 169.0 185.0 195.0
Mata Redonda 1925 1959 8.0 10.0 8.0
21 Fuente: Flores, Óscar, Monterrey Industrial, 1890-2000, México, UDEM 2010.
364
(Tampico
Tamaulipas)
Azcapotzalco
(Azcapotzalco, D.
F.)
1932 11.0 15.0 54.0 100.0 100.0 105.0 105.0
Poza Rica
(Poza Rica,
Veracruz)
1940 5.0 6.0 7.0 27.0 38.0 50.0
Salamanca
(Salamaca,
Guanajuato)
1951 40.0 100.0 200.0 235.0
Reynosa
(Reynosa,
Tamaulipas)
1951 10.0 20.5 20.0 9.0
Tula
(Tula, Hidalgo)
1976 150.0 320.0
Salina Cruz
(Salina Cruz,
Oaxaca)
1977 165.0
Cadereyta
(Cadereyta, Nuevo
León)
1977 235.0
transportar los hidrocarburos de las zonas de explotación a los centros de refinación y
exportación existentes: localizados en los puertos de Tampico, Veracruz y Minatitlán.
A partir de 1931, a las plantas de refinación se suma un sistema de conductos
subterráneos para transportar los hidrocarburos al interior del país. Esto constituirá con el
365
tiempo, la principal infraestructura de la industria petrolera mexicana. El sistema de ductos
resultó ser el medio más económico y eficiente para la transportación terrestre de los
hidrocarburos y sus derivados.
Este sistema de tuberías se clasifica en tres tipos:
1) Oleoductos.- son los encargados de transportar el petróleo crudo de los campos
de explotación a los centros de refinación; y los combustóleos -petróleo refinado- a los
lugares de consumo ú otras refinerías. Se suelen clasificar a su vez en dos tipos: líneas
troncales que conectan los campos petroleros con las terminales, refinerías y centros de
distribución y líneas de captación o secundarias que conducen el petróleo de los pozos
a las plantas parciales de recolección y de éstas a las líneas troncales o directamente a
embarcaderos para su exportación.
2) Gasoductos.- trasladan el gas natural de donde se extrae hacia la refinería y de
ésta a las localidades consumidoras.
3) Finalmente los poliductos, quienes transportan los diferentes productos
energéticos o materia prima de las refinerías a las ciudades donde se consumen.
Paralelamente al sistema de ductos, el transporte de los hidrocarburos se continuó
realizando hasta la actualidad también por ferrocarril, auto tanques y barcos-tanques, los
cuales contribuyen de una manera importante a su distribución interna y a la exportación
del mismo.
Aunque comúnmente se considera que con el inicio en 1931 de la construcción de la
refinería de Azcapotzalco en la ciudad de México, principia la primera red troncal de
hidrocarburos en realidad esto no fue así. El oleoducto construido en aquella época hacia la
ciudad de México se conformó por varios tramos con origen en los principales campos de
explotación frente al Golfo de México. Este ducto tuvo una longitud total de 223.6 kilómetros
y empezó a beneficiar a la ciudad de México de petróleo crudo para refinarlo en
Azcapotzalco22. De esta manera le proporcionó a la ciudad, en el momento preciso, la
materia auxiliar fundamental para acelerar su desarrollo industrial.
22 GOBIERNO DE MÉXICO, (1940), El petróleo de México. Recopilación de documentos oficiales del conflicto de orden económico de la industria petrolera/ con una introducción que resume sus motivos y consecuencias, México, Gobierno de México.
366
Este proceso ya existía en la segunda ciudad más industrializada del país:
Monterrey. A medida que la ciudad norteña continuaba su acelerado proceso de
industrialización y crecimiento de la población, los hidrocarburos tuvieron su arribo a través
de este sistema en 1930.
Lo que no otorgó la naturaleza a la urbe23 -en esa época en el estado de Nuevo León
no se realizan actividades de extracción de petróleo ni de gas natural- se logró a través de
importantes inversiones en infraestructura por parte del poderoso grupo industrial con
asiento en Monterrey. El primer ducto más importante construido en el país a fines de la
década de los veinte (en 1928 inició la construcción del mismo), fue el gasoducto que unió
San Pedro de Roma, Tamaulipas y la ciudad de Monterrey, el cual entró en operación en
1930. La longitud de este gasoducto pionero fue de 155.2 kilómetros y transportó 850 mil
metros cúbicos diarios de gas, a la capital del estado de Nuevo León. Esta línea que consistía
en una tubería de acero de 311 milímetros de diámetro, se conectaba con el gasoducto que
23 Al iniciar el siglo XX se detectaron campos de gas en la línea fronteriza del nordeste mexicano, especialmente al norte del estado de Nuevo León y Tamaulipas, así como al norte de la ciudad de Linares, N.L. Estos campos fueron explotados comercialmente por compañías petroleras privadas extranjeras (especialmente estadounidenses) en la década de los veinte, con algunas dificultades técnicas y de costos. Según un documento fechado el 7 de agosto de 1931, las zonas en explotación en esta región eran las siguientes. Tamaulipas: municipio de Mier, los pozos "La Presa No. 1 y 2", y "Rancherías 1", ambos con 2 millones de pies cúbicos al día; los pozos M Y M No. 2 y 3, con 566,000 y 113,000 metros cúbicos diarios de gas respectivamente; los pozos Lajitas No. 1 y 3 con 142,000 y 141,000 metros de gas; y el pozo Williams, No 2 con 2,400 metros cúbicos diarios de gas. Casi toda esta producción era transportada a la capital del estado de Nuevo León, para dotar de energéticos a la industria de Monterrey. Municipio de Camargo, los pozos Rancherías No. 1, 3, 4, 5, 6 y 7, con capacidad de 269,000 y 1'416,000 metros cúbicos diarios de gas; el Pozo Camargo No. 1, con 23,000 metros cúbicos diarios de gas, si bien este último pozo fue taponado debido a algunos derrumbes que lo inutilizaron para su explotación. Y finalmente en el municipio de Nuevo Laredo, el pozo Petronac Laredo 1, con 85,000 metros cúbicos diarios de gas (The Oil Weekly, 1931). Nuevo León: Municipio de General Bravo, los pozos Zacate No. 4 y 5, con 566,000 y 141,500 metros cúbicos diarios de gas respectivamente, y el pozo Carlos Cantú, No. 2 con 40,000 metros cúbicos diarios de gas. Este último pozo perforado en la localidad, fue explotado por la compañía estadounidense Consolidated Oil Company's of Mexico en la comunidad de Sargento Mayor Carlos Cantú. Fue terminado en julio de 1935 a la profundidad de 1,118 metros. Finalmente en el estado de Coahuila, en Sabinas se encontraba el pozo Cloete, No. 1, con 56,000 metros cúbicos diarios de gas (Gobierno de México, 1940). Sería hasta 1958, cuando Petróleos Mexicanos explotaría a gran escala estas fuentes de hidrocarburos. En 1958 se puso en servicio el segundo gasoducto propiedad de Pemex para conducir el gas producido en los yacimientos del norte, cerca de Reynosa, hasta Monterrey, Saltillo y Torreón. Constaba de dos tramos de tubería, uno de 22 pulgadas con 225 kilómetros de extensión, entre Reynosa y Monterrey, y otro de 16 pulgadas con 310 kilómetros de extensión, de Monterrey a Torreón, con un ramal de 30 kilómetros para dotar de gas a la capital de Coahuila (Pemex, 1988).
367
cruza el Río Bravo desde Roma, Texas y el cual provenía del campo de gas de Jennings,
condado de Zapata, Texas24.
La extensión total de la línea de gas (en ambas fronteras) que construyó, instaló y
que explotó la Compañía Mexicana de Gas, S.A., subsidiaria de la United Gas Company (bajo
la dirección de los empresarios estadounidenses W. L. Moody III y O. R. Seagraves) con
oficinas en la ciudad de Houston, fue aproximadamente de 232 kilómetros.
Durante el periodo posterior a la Constitución de 1917 se verá una política restrictiva
sobre el uso de los recursos de la nación. En 1925 se creó la Ley Reglamentaria del artículo
27 constitucional declarando de utilidad pública la industria petrolera y se obligó a las
empresas extranjeras al establecimiento en los contratos petroleros de la famosa cláusula
Calvo. El gobierno cardenista retoma los principios de 1917 y en 1934 se crea Petromex para
competir con las empresas extranjeras en el abasto interno y así obligar a reducir los precios
del petróleo y derivados. Fue en 1938 cuando publicó mediante decreto la nacionalización
del petróleo en el país y crea Petróleos Mexicanos para la producción del petróleo y
Distribuidora de Petróleos Mexicanos para la comercialización del mismo.
A partir de la década de 1940, durante el gobierno de Ávila Camacho se dio un nuevo
impulso a esta industria, para algunos, un retroceso en la defensa del petróleo. Mediante la
vía de los “contratos riesgo” y con la reforma a los artículos 6 y 10 de la Ley Reglamentaria
del 27 constitucional. Mediante estos contratos la nación lleva a cabo la explotación del
petróleo mediante contratos a particulares o sociedades de economía mixta donde el
gobierno federal tiene la mayoría del capital social, pero permite la entrada de empresas
extranjeras.
Así, durante este periodo y el gobierno de Miguel Alemán, la infraestructura
energética basada en los hidrocarburos recibió un importante impulso por parte del Estado
mexicano. A través de grandes inversiones en infraestructura, este capital socializado, lenta,
pero constantemente aumentó de magnitud.
A Monterrey, al igual que a la capital de la República, se le dotó de suficientes
energéticos a precios subsidiados para estimular la continuación exitosa de su
industrialización. Industrialización iniciada en el período porfiriano y que cayó en un bache
durante los años revolucionarios e incluso durante los primeros años de la postrevolución25.
24 FLORES, Oscar, Monterrey Industrial, 1890-2000, México, UDEM 2010. 25 Ídem.
368
No hay duda que esta política gubernamental de dotar energéticos, mediante
grandes obras de infraestructura para su transportación a las zonas más industrializadas,
favoreció la continuación del proceso de concentración industrial en el país. Entre 1940 y
1950, la ciudad de Monterrey es beneficiada con la construcción de un oleoducto desde
Tampico. De esta manera para 1950, la capital del estado de Nuevo León obtiene así un total
de 459 kilómetros de ductos para su suministro, que representaban el 18.3 por ciento del
total de ese año -2,511 kilómetros de ductos en operación.
En el siguiente decenio -1950-1960 - se acelera la instalación de ductos en el país,
alcanzando 6,825 kilómetros de extensión en 1960. Nuevamente la ciudad más favorecida
en esta década es Monterrey. La cual aumenta su extensión de ductos a su servicio a 2,445
kilómetros absorbiendo el 35.8 por ciento del total nacional. De los innumerables tramos de
ductos construidos en la región del noreste -Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas sobresalen
el gasoducto Monterrey-Torreón, y el primer tramo de un poliducto de Ciudad Madero a
San Rafael, Nuevo León, con una extensión de 496 kilómetros.
En esta década, la ciudad norteña rebasaba la cantidad de ductos que beneficiaban a
la zona metropolitana de la ciudad de México, la cual contaba para 1960 con 2,020 kilómetros
de tubería, representando el 29.6 por ciento del total nacional. Para 1970, la extensión
nacional de los ductos llega a 10,574 kilómetros. En este decenio (1960-1970), la ciudad de
Monterrey continúa a la cabeza de la lista como la región más favorecida con esta
innovadora infraestructura energética. Acumulando un total de 2,628 kilómetros de ductos
que absorbían el 25.8 por ciento del total nacional, se realiza en esta década entre otros, el
gasoducto Monterrey-Monclova con 173 kilómetros de longitud. Finalmente para 1980, el
sistema de oleoductos, gasoductos y poliductos se duplicó con relación a 1970 –20,624
kilómetros.
En el año de 1977, en una población próxima a Monterrey, Cadereyta (se encuentra
a 26 kilómetros al este de la capital), inició operaciones una de las refinerías más grandes de
México, con una capacidad de refinación diaria de 235 mil barriles de crudo. El petróleo
crudo que procesa esta refinería proviene de diferentes campos situados en Tabasco y
Chiapas. Este insumo es enviado desde Nuevo Teapa, Tabasco, por un oleoducto de 1,293
kilómetros de extensión que cuenta con once estaciones de rebombeo26.
26 El petróleo crudo que se recibe en la refinería se almacena en tanques con capacidad de 2.2 millones de barriles. A decir de Gustavo Garza, posteriormente “se envía para su destilación fraccionada a dos plantas
369
De esta manera, la refinería de Cadereyta asentada en una superficie total de 489.5
hectáreas, se une a la lista de los principales centros de refinación del petróleo que existen
en México27. Entre ellos destacan la refinería de Minatitlán, Veracruz, creada en 1908 y con
una capacidad de destilación en 1988 de 200 mil barriles diarios; la de Ciudad Madero,
Tamaulipas, la cual inició operaciones en 1914, con una capacidad (en 1988) de 195 mil
barriles diarios; la de Salamanca, Guanajuato, fundada en 1951, y con una capacidad de 235
mil barriles; y por último la de Tula, Hidalgo, creada en 1976, la cual poseía inicialmente
una capacidad de 150 mil barriles diarios (Véase Cuadro 1).
Esta expansión de la infraestructura que suministra los hidrocarburos continúa su
tendencia acelerada hasta la actualidad. Hasta diciembre de 1987, los diversos ductos en
operación tenían una longitud total de 51,900.5 kilómetros, distribuidos de la siguiente
forma: los oleoductos tenían una longitud de 4,400.0 kilómetros; los gasoductos 13,495.1
combinadas: la primera tiene una capacidad de 100 mil barriles por día y la segunda de 135 mil. Ambas cuentan con una sección atmosférica que produce gasolina, turbosina, kerosina, diesel y gasóleo ligeros y pesados. Como estos últimos no tienen uso comercial, la planta elabora por desintegración catalítica 40 mil barriles diarios de productos de mayor valor en el mercado tales como gas seco, propanopropileno y butano-butileno, que son materia prima de la industria petroquímica, así como aceites cíclicos para elaborar negro de humo utilizado en la industria llantera. Con objeto de evitar la contaminación del ambiente por el azufre que se emana de los procesos de refinación, se instaló una planta hidrodesulfuradora de gasolina, con una capacidad de 36 mil barriles por día y una eficiencia del 99 por ciento en la eliminación de compuestos de azufre. La planta usa el catalizador DCD-1 que fue desarrollado en el Instituto Mexicano del Petróleo. Este instituto también diseñó el catalizador DCD-4 utilizado en otra planta hidrodesulfuradora de turbosina con una capacidad de 25 mil barriles diarios y una eficiencia en la eliminación de azufre de 94.3 por ciento. La refinería cuenta con otras instalaciones que la convierten en una planta moderna y de alta capacidad según estándares internacionales: planta reformadora de gasolina que disminuye significativamente el tetraetilo de plomo en la gasolina Nova y lo elimina totalmente en la Magna Sin; planta de tratamiento y fraccionamiento de hidrocarburos, que purifica y separa gases ácidos e hidrocarburos líquidos, con una capacidad de 64,200 metros cúbicos por día; una sección de tratamiento de sosa; planta recuperadora de azufre con capacidad de 80 toneladas diarias; dos turbogeneradoras de energía eléctrica con capacidad de 64 mil Kw; cinco calderas con capacidad de 850 toneladas por hora de vapor; tres plantas de tratamiento de agua y tres torres de enfriamiento para procesar 3,280 galones por minuto.” Véase GARZA, Gustavo, op. cit. 27 La instalación de la refinería de Cadereyta agudizó el problema de la escasez de agua ya que la refinación de crudo demandó grandes cantidades de este preciado líquido. La oposición principal surgió de la población y de los agricultores quienes se vieron afectados directamente. Para 1980, se calculaba que para refinar un barril de petróleo se consumían 18 litros de agua (El Universal, 27-2-1980). Actualmente, la refinería de Cadereyta requiere de 720 litros de agua por segundo, de los cuales 120 provienen del Río Ramos que se encuentra a 10 kilómetros de la refinería, y 600 de una planta tratadora de aguas negras localizada en Monterrey. El agua proveniente de la planta tratadora de aguas negras se usa para el sistema de enfriamiento y en el caso de la que proviene del Río Ramos, se utiliza tanto para la generación de vapor como para consumo humano (Véase el Archivo del H. Congreso del Estado de Nuevo León, en adelante AHCENL, Diario de los Debates, 1978-1980). A fin de “minimizar” la contaminación de las aguas, “la refinería cuenta con cuatro plantas de tratamiento biológico para cumplir con las normas ecológicas vigentes antes de canalizarla en el río Ayancual.”
370
kilómetros; los poliductos 8,996.5 kilómetros; los ductos petroquímicos 1,440.4 kilómetros;
y finalmente los combustóleoductos 176.4 kilómetros y los ductos de recolección y servicio
23,442.0 kilómetros (Flores, 2011).
Tomando como base los ductos troncales existentes para el 31 de diciembre de 1994
–los cuales sumaban 28,458.5 kilómetros-, la ciudad de Monterrey continuó siendo la zona
metropolitana mejor dotada con esta red energética nacional. Monterrey contaba con 6,840
kilómetros de ductos los cuales representaban el 24.0 por ciento del total de ductos en
operación ese año, superior a los 5,152 kilómetros con que fue dotada la zona metropolitana
de la ciudad de México, la cual absorbía el 18.1 por ciento del total nacional. En el caso del
suministro de gas natural, la CFE y las empresas distribuidoras privadas en el área
metropolitana de Monterrey, reciben gas natural de Pemex a través de cuatro estaciones de
suministro a una presión aproximada de 7.0 kilogramos por centímetro cuadrado, para
distribución y venta en alta y baja presión, atendiendo usos domésticos.
El suministro de gas natural para el AMM marcó un hito al haberse inaugurado en
1979 el ducto troncal del Sistema Nacional de Gas. Con la inauguración del ducto troncal se
interconecta el gasoducto Monterrey-Reynosa con el que viene desde Cactus, Chiapas. Este
tiene una capacidad de transporte de 800 millones de pies cúbicos por día, sin estaciones de
compresión (cuando menos hasta 1986). Esta capacidad puede incrementarse hasta un total
de 2,700 millones de pies cúbicos por día, mediante la instalación de 18 estaciones de
compresión a lo largo de la línea28 .
Según estadísticas de 1986, la distribución del consumo de este hidrocarburo en el
AMM estuvo representada como sigue: el 78.89 por ciento del total correspondió al uso
doméstico y comercial, y el restante 21.2 por ciento lo consumió la industria local (Flores
2011). Al igual que los oleoductos (los cuales se dirigen a la refinería de Cadereyta y a los
centros de distribución de San Rafael, en el municipio de Guadalupe, y Satélite, en el
municipio de Santa Catarina), los gasoductos penetran en el AMM para surtir a las fábricas
que consumen grandes cantidades de gas.
28 Este gran troncal, cubre una extensión de 1,012 kilómetros, con tubos de 48 pulgadas en la gran mayoría del trayecto. El ducto que conduce gas de Cactus, Chiapas, entró en operación en 1979, y en su recorrido atraviesa 20 ríos, 221 arroyos, 85 carreteras y cruza por 179 kilómetros de pantanos y 35 catalogadas como propensas a la inundación (Petróleos Mexicanos, Tomo I, 1988).
371
Durante el sexenio de Salinas de Gortari el proceso neoliberal iniciado en 1982 vio
perfeccionada la estrategia privatizadora, ya que en 1992 se emite la nueva Ley Orgánica de
PEMEX y Organismos subsidiarios29. En las negociaciones del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte el gobierno federal reservó las materias de petróleo y gas. Sin
embargo, abrió un novedoso sistema de compras gubernamentales dando pie a la
intervención de empresas extranjeras. En 1989 se da la apertura del gas y la creación de la
Comisión Reguladora de Energía. El gobierno salinista reclasificó los productos
petroquímica básica para convertirlos en secundarios y facilitar la inversión extranjera.
Así, en 1998 se dio la apertura al sector privado en la distribución de gas natural en
Monterrey, ciudad que tiene el consumo más grande de gas natural a escala nacional. En
marzo de 1999, la distribución se repartía de la siguiente manera por los distribuidores: el
35 por ciento era de Grupo Industrial Monterrey, S.A. (Ginsa), que es autoconsumo, el 26
por ciento lo tenía la Compañía Mexicana de Gas30 (empresa local fundada en 1927), el 24
por ciento la empresa española Gas Natural31 y el 15 por ciento restante lo distribuía todavía
Petróleos Mexicanos32.
Tal como sucedió en el ámbito nacional, el creciente desarrollo económico del AMM
del período de 1930 (especialmente a partir de 1940) a 1994, fue acompañado por un
aumento paralelo en la refinación y consumo de hidrocarburos. Está fuera de toda sospecha,
que sin el incremento de su producción no hubiera sido posible el desarrollo económico
dado la fuerte dependencia de la industria, los transportes y los energéticos mismos33 de
esta materia auxiliar.
29 Se crearon las subsidiarias: Pemex exploración y producción, Pemex refinación, Pemex gas y petroquímica básica, Pemex petroquímica. Además de la creación del Corporativo Pemex. 30 Esta empresa se asoció en 1996 con la firma texana Enserch Monterrey, la cual adquirió el 49 por ciento de la Compañía Mexicana de Gas. En 1997 la empresa Texas Utility compra a la empresa Enserch Monterrey y por lo tanto adquiere el 49 por ciento de la Compañía Mexicana de Gas. El Norte, Monterrey, 11 de marzo de 1999. 31 Gas Natural México, S.A. de C.V., asumió la operación técnica y comercial del sistema de distribución de gas natural del AMM el 1 de junio de 1998. Esta es una empresa española con más de 150 años de experiencia en materia de distribución de energéticos y que brinda su servicio a más de 5 millones de usuarios en todo el mundo. Tiene concesiones en las ciudades mexicanas de Toluca, Saltillo y Nuevo Laredo, así como en Brasil, Argentina, Colombia y naturalmente España. Gas Natural México, S.A. de C.V., Distribución Monterrey, Monterrey, 1 de junio de 1998. 32 Entrevista con Marcelo Chauvert, director de la Compañía Mexicana de Gas, El Norte, Monterrey 11 de marzo de 1999. 33 Por ejemplo, este último sector integrado por las dos mayores empresas industriales del país Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad consumían en 1990 el 29.9 por ciento de la producción total de hidrocarburos, el restante 70.1 por ciento se destinó al consumo final. La distribución de consumo
372
Amén de lo que representan los hidrocarburos como un elemento decisivo en la
rápida expansión de la industria automotriz, el desarrollo de la industria metalúrgica y
siderúrgica del AMM se apoyó fundamentalmente en la disponibilidad abundante y
relativamente a bajo costo de los hidrocarburos.
Tendencias similares pueden observarse en otras ramas industriales predominantes
en el AMM (cemento, minero-metalúrgica, papelera, sustancias químicas, productos
derivados del petróleo, productos de hule y plástico, etcétera) en las que la oferta suficiente
de este energético ha sido crucial para su desarrollo.
3. Comentario Final
Una evaluación de las condiciones internas de cada región en México es crucial para
entender el tipo de conexiones que ella puede establecer con la economía internacional. El
AMM, mostró tener desde fines del siglo XIX una comunidad de empresarios y negocios
con suficiente poder económico, influencia política y experiencia para participar y beneficiar
económicamente a la región en su conjunto, en particular durante el período de 1940 en
adelante. La capacidad de esta elite empresarial rebasó el ámbito nacional y estableció
alianzas estratégicas con firmas extranjeras para lanzar su proyecto económico a un nivel de
clase mundial.
4. Fuentes Consultadas
Archivos
Archivo Diario El Universal, Ciudad de México, El Universal, México, “Protestas contra la
construcción de la Refinería en Cadereyta, N.L.”, 27 de octubre de 1980.
en 1990 en el propio sector energético, en particular el sector eléctrico fue como sigue: se utilizó el 65.6 por ciento del combustóleo producido y el 15.8 por ciento del gas residual para generación de electricidad (Secretaría de Energía y Minas Paraestatal, 1991).
373
Archivo Periódico El Norte, “Entrevista con Marcelo Chauvert, director de la Compañía
Mexicana de Gas”, El Norte, Monterrey 11 de marzo de 1999.
Comisión Federal de Electricidad (1978), Historia de la Industria Eléctrica en México, México,
CFE.
Archivo del Diario Excélsior, 12-1928.
Referencias bibliográficas
CHAVEZ GUTIERREZ, (1995), “El agua en Monterrey”, en Gustavo Garza (coordinador),
Atlas de Monterrey, México, COLMEX-Gobierno del Estado de Nuevo León.
DE LA GARZA TOLEDANO, Enrique, y otros, (1994), Historia de la Industria Eléctrica en
México, tomo I, México, UAM.
FLORES, Oscar (2011), Industry, Commerce, Banking & Finance in Monterrey, México, 1890-
2000, México, UDEM/AMHE, segunda edición, ISBN: 978-607-8077-10-6.
______ (2010) Monterrey en la Revolución, Monterrey, CEH/UDEM y UANL
______ (2009), Monterrey, una ciudad Internacional, 1910-1980, Tomo V, Vol. I, México,
Municipio de Monterrey 2006-2009,
______ (2009ª) “Perfil de los grupos económicos privados en Monterrey: la fiesta que
precedió a la crisis”, en América Economía, 28 de mayo de 2009a.
(mba.americaeconomia.com/biblioteca/papers/)
_______ (2009b) “Industry, commerce, banking, and finance in Monterrey, México (1890-
2000)”, en Revista Internacional de Derecho y Ciencias Sociales, Monterrey, Universidad
de Monterrey, número 15, invierno, pp. 235-244.
_______ (Coordinador) (2005). Nuevo León de cara al siglo XXI, México, Lindero Ediciones-
Fondo Editorial Nuevo León. ISBN: 968-5843-45-4
_______ (2000) Monterrey Industrial, 1890-2000, Monterrey, Colección UDEM 2000.
_______ (1993), El proceso de industrialización en la ciudad de Monterrey, 1940-1990, Monterrey,
Editorial Font-UDEM.
374
FLORES, Óscar, Antonio OLVERA y Rocío GONZÁLEZ (1988), “La industrialización en el
noreste de México, 1850-1988”, en Carlos Alva (coordinador), Historia y desarrollo
industrial de México, México, CONCAMIN/COLJAL.
GARZA, Gustavo (1995a), “La industria eléctrica” en Gustavo Garza (coordinador), Atlas de
Monterrey, México, COLMEX-Gobierno del Estado de Nuevo León.
GARCÍA ORTEGA, Roberto (1988), “El área metropolitana de Monterrey (1930-1984).
Antecedentes y análisis de su problemática urbana”, en Mario Cerutti (ed.),
Monterrey siete estudios contemporáneos, Monterrey, México, FFyL-UANL.
GOBIERNO DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN (1988), Plan Director de Desarrollo Urbano del
Área Metropolitana de Monterrey, 1988-2010, Monterrey, Gobierno del Estado de
Nuevo León.
GOBIERNO DE MÉXICO, (1940), El petróleo de México. Recopilación de documentos
oficiales del conflicto de orden económico de la industria petrolera/ con una
introducción que resume sus motivos y consecuencias, México, Gobierno de México.
PEMEX, (1988), La industria petrolera en México. Una crónica, 3 vol., México, PEMEX.
PEMEX (1979), Anuario Estadístico, Monterrey, PEMEX.
Secretaría de Energía y Minas Paraestatal, (1991), Balance Nacional de Energía, 1991, México,
SEMIP.
The Oil Weekly, (1931), EUA.
VIZCAYA Canales, Isidro (1971), Los orígenes de la industrialización de Monterrey, 1867-1920,
Monterrey, Librería Tecnológico.
375
LA CORRESPONSALÍA DE LA AMHE EN NUEVO LEÓN
Dr. Óscar Flores1
Los corresponsales de la Asociación Mexicana de Historia Económica en las entidades
federativas, son una naciente figura que busca aumentar la difusión de los acontecimientos
académicos que se dan no solo en el centro de nuestro país, sino en el acontecer nacional e
internacional de nuestra disciplina.
Esta modalidad permite a la Mesa Directiva en turno, crear alianzas con los
diferentes grupos o personalidades allegadas a la Historia Económica y áreas afines. El
objetivo de esta figura también es llevar la información que se genere tanto en el ámbito
internacional como nacional a su corresponsalía, y en sentido inverso también.
I. Una entidad industrial y de servicios
El Estado de Nuevo León concentra más de 215 grupos industriales, la mayoría con sede en
la ciudad capital de Monterrey y su área metropolitana. Entre los principales
conglomerados destacan la centenaria Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, con
exportaciones a decenas de países; Cemex, la tercera cementera más grande del
mundo; FEMSA, la compañía de bebidas embotelladas más grande de América Latina
y Alfa, con operaciones en la industria petroquímica y de alimentos. La industria
manufacturera, aunque aún importante, ha cedido espacio a una economía basada en la
información y los servicios.
A partir del nuevo milenio, los grupos industriales de antaño se han concentrado
por atraer inversión en los sectores específicos de la
biotecnología, mecatrónica y aeronáutica con la creación del Parque de Investigación e
Innovación Tecnológica, estrategia clave dentro del programa Monterrey Ciudad
Internacional del Conocimiento, además de programas de vinculación de la industria con
los programas universitarios.
1 Universidad de Monterrey. E-mail: [email protected]
376
El Estado de Nuevo León contribuye al PIB nacional con el 7,5%, ocupando el tercer
lugar entre las Entidades Federativas (después del D.F. y el Estado de México).
En cuanto a la actividad educativa y cultural, la entidad registra numerosas
instituciones educativas que generan conocimiento.
II. La educación en la entidad
Nuevo León tiene uno de los niveles de escolaridad más altos de México. En efecto, registra
9,5 años equivalentes al primer año de preparatoria. El 30% de la población son estudiantes
y el 13% son universitarios.
Sin embargo, según los resultados publicados por el Instituto Nacional de
Evaluación de la Educación de 2010, los niveles alcanzados en Español y Matemáticas por
los escolares de los últimos años de educación primaria y secundaria son similares a las del
promedio nacional. Especial mención merece el hecho de que en español las escuelas
primarias rurales del estado están por encima del promedio, mientras que en Matemáticas
las secundarias técnicas están por debajo de él. Sólo el 2% de la población es analfabeta.
En cuanto a educación superior, estado es sede de la Universidad Autónoma de
Nuevo León (UANL), la tercera universidad pública más importante del país. Igualmente
presenta más de 150 universidades privadas entre las que destacan: el Instituto Tecnológico
y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), la universidad privada más importante del
país y una de las más importantes de América Latina; la Universidad de Monterrey (UDEM)
una de las universidades de inspiración católica más importantes de América Latina
Además, asi como la Universidad Regiomontana (UR), el Universitario Insuco (INSUCO),
la Universidad del Norte (UN), la Universidad del Valle de México (UVM), la Universidad
Humanista de las Américas (UHA), el Centro de Estudios Universitarios (CEU), la
Universidad Metropolitana de Monterrey (UMM), la Universidad de Montemorelos,
ubicada en el municipio homónimo, el Instituto Tecnológico de Nuevo León (ITNL), la
Centenaria y Benemérita Escuela Normal Miguel F. Martínez, formadora de profesores de
educación primaria y preescolar y la Escuela Normal Superior "Profr. Moisés Sáenz Garza",
institución pública formadora de profesores de educación secundaria, entre otras.
377
III. Corresponsalía y acervos
Los corresponsales de la AMHE en Nuevo León somos desde el año 2014, los Doctores
Mario Cerutti Pignat, y un servidor Óscar Flores Torres. El primero un investigador muy
conocido dentro de nuestra disciplina y el segundo un discípulo del mismo.
Ambos interesados en la Historia económica en la región y el desenvolvimiento de
los grupos económicos comerciales originalmente en el siglo XIX y su transición a la
industria y posteriormente al sector servicios. Este último sector dominante en la entidad a
partir del cierre definitivo de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey +en la década
de 1980. El ciclo de los 100 años de dominio industrial de cualquier ciudad bajo este esquema
quedo claramente vislumbrado en Monterrey.
Los acervos que han dado mucho material para su estudio son los archivos históricos
como el Archivo General del Estado de Nuevo León, y los numerosos archivos de los
municipios, destacando entre ellos los archivos históricos de Monterrey y Guadalupe.
Sin embargo, la alta concentración de instituciones educativas e industriales en el
área de Monterrey también han aportado recursos para la investigación. Por la parte pública
la UANL y los numerosos museos, teatros y bibliotecas públicas facilitan el acceso a la
información económica histórica. De igual manera el sector privado con las Instituciones
educativas de alto nivel como el Tec de Monterrey y la Universidad de Monterrey son
receptoras de material histórico que está ligado a las familias y empresas que detonaron el
boom económico e industrial en la región.
IV. Avatares de un corresponsal
Mi labor como corresponsal me ha dejado gratas y tristes experiencias. El lado amable de
esta labor se concentró en la organización de la red de información a la que tengo y tuve
acceso a través de los años en esta entidad. Con ello me refiero a tener actualizado los
contactos que ha realizado uno a través de los años. Si bien conozco las instituciones
educativas y culturales de la ciudad, hay que estar al tanto de los nuevos(as) responsables
de las instancias de difusión de la labor de investigación de las mismas. Con ello me refiero
tener actualizado los nombres de los contactos de los y las responsables de las mismas. Esta
actualización se facilita con una comunicación constante a la acción de recibir la información
de todo evento cultural que esté relacionado con nuestra disciplina. Igualmente tuvimos
378
presentes en la Feria Internacional del Libro/Monterrey 2014, con nuestras publicaciones
así como la participación en conferencias tanto locales como nacionales e internacionales.
Sin embargo, esto no solo implica tener el canal abierto para recibir la información
de eventos y nuevas publicaciones así como estar constantemente activos en los eventos de
la región. La constante interacción con nuestras fuentes de información es un punto clave.
Esta cercanía a lo que se está realizando en otras instituciones va a la par igualmente a
compartir nuestras labores de investigación y difusión.
Este contacto es muy fácil que se pierda por largos períodos de tiempo en la misma
ciudad. En efecto, he tenido frecuentes experiencias de encontrarme a colegas de otras
instituciones de la ciudad en salas de espera de aeropuertos, centrales de autobuses o
simplemente en lugares tan remotos como La Paz, Bolivia, y no haberlos visto por meses e
incluso años en la misma ciudad.
Segunda regla. Las instancias institucionales no siempre facilitan el acceso a las
personas interesadas en nuestra labor. Con ello me refiero que numerosas veces, he lidiado
con la política institucional de que y quién debe hablar con la prensa para difundir nuestro
trabajo. En otras palabras mientras la institución tiene sus canales formales de difusión,
nosotros tenemos nuestros canales informales. En otras palabras tenemos nuestros
reporteros(as) preferidos en todos los medios de difusión, como son los casos con el Grupo
Milenio (tanto en su edición escrita como televisiva), El Norte (Reforma en la ciudad de
México), Televisa por mencionar algunos. En este aspecto, la instancia responsable de la
imagen e información que la institución quiere dar hacia el exterior, puede en algún
momento limitar y en ocasiones tergiversar la labor desarrollada por nosotros. Con ello me
refiero a las sugerencias que nos hacen de reporteros específicos, con los cuales hay que
tener cuidado “con lo que dices” frente a la grabadora de audio y video.
Todo ello si es realizado clara y estrictamente dentro de los cánones de la divulgación
y de la buena fe, te da un respeto hacia el interior no solo de la institución, sino también
hacia los medios de información y tus colegas dentro y fuera de la institución.
La tercera regla fue motivar a las autoridades de la institución de realizar y fomentar
el rescate de archivos privados en la entidad. El recate de archivos privados ha resultado
todo un éxito en la Universidad de Monterrey. Esto enriquece el acervo histórico de los
Fondos privados institucional, te pone en contacto con la red local y nacional de recate de
fondos históricos y pone a tu labor en otra dimensión.
379
El caso del Centro de Estudios Históricos de la UDEM fue un éxito basado en esta
labor, a pesar del desinterés institucional. Encontré personas entusiastas, tanto profesores
como bibliotecarios que apoyaban esta labor, ayudando a recatar estos acervos de casas a
punto de ser remodeladas y cuyo final sería papel de reciclaje (ver anexo 1).
De igual forma se estimuló su digitalización parcial, su difusión a través de noticias
periódicas, edición y presentación de libros, conferencias y llegó a formar parte del acervo
histórico de la entidad al declararlo el Congreso del Estado de Nuevo León en diciembre de
2013, patrimonio histórico cultural de la entidad.
Igualmente a partir del 2010, el CEH/UDEM forma parte del Atlas de
Infraestructura y Patrimonio Cultural de México del CONACULTA. En el estado de Nuevo
León solo están reconocidos a nivel nacional por esta instancia, cuatro Centros de
Investigación Cultural. Los otros tres son: CIESAS, COLEF y el Centro de Estudios
Humanísticos de la UANL.
V. A manera de balance a nuestra corresponsalía
A pesar de los avatares mencionados arriba, la experiencia fue totalmente positiva. Los retos
a los que nos enfrentamos fueron librados exitosamente, particularmente en el rescate de
material histórico y de difusión de nuestra labor no solo en la localidad sino su impacto en
las redes sociales, particularmente en nuestra página web. La publicación y los eventos
realizados fueron del agrado del público usuario. Se dio a conocer nuestra labor local y
nacionalmente con las entrevistas y reportajes de los medios periodísticos mencionados.
Mesas redondas sobre la historia y acontecimientos locales fueron expuestos en programas
de televisión en la entidad, recibiendo buenos comentarios del público televidente.
Sin embargo, todos sabemos que no todo es miel sobre hojuelas. La figura de la
corresponsalía debe con el tiempo y la experiencia irse afinando para ser más acorde con los
nuevos tiempos caracterizados por el masivo bombardeo de información y la concentración
de esfuerzos como este. En efecto, las experiencias narradas por nosotros pueden ser
aplicadas o descardas de acuerdo a las circunstancias de cada región. La AMHE debe
conservar esta importante iniciativa y figura de enlace nacional e internacional e ir
precisando los contornos de acción de la corresponsalía. Esto solo se logrará al seguir
compartiendo nuestras experiencias.
380
Finalmente, sin duda nuestra labor de rescate, preservación y difusión de nuestra
memoria histórica, es parte de nuestra misión como historiadores. Entre más tengamos los
medios de difundir estos casos de rescate de material histórico y en consecuencia la
investigación que ello genera, más probabilidades de crear conciencia de que toda sociedad
debe aceptar preservar su historia.
ANEXO 1
CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS/UDEM
1. MISIÓN
El Centro de Estudios Históricos de la UDEM fue creado en el febrero del año de 2006, con
la finalidad de fomentar el estudio y la investigación histórica de nuestro entorno. Se creó
dentro de la División de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Monterrey.
En otros países, los centros de estudios históricos han demostrado que su presencia permite
el rescate de la historia, la cultura y los valores de la sociedad, además de promover un
sentido de identidad que fomenta el trabajo y esfuerzos compartidos. Sin duda, los centros
de esta naturaleza que existen en México han impactado de forma positiva en las
comunidades donde están insertos, lo que se manifiesta principalmente en el proceso
educativo y en la investigación especializada.
Por esto mismo, en los últimos seis años, la UDEM ha realizado diversas actividades para
fomentar la conservación de la cultura:
Recibió, como donación inicial del empresario Don Guillermo Zambrano, miles de
reproducciones de documentos del período virreinal sobre el noreste de México y
Texas.
Ha publicado más de 60 libros y artículos en revistas especializadas sobre la historia
de México. Todos ellos accesibles en formato digital en la página del CEH/UDEM.
381
Ha recibido a investigadores de diferentes Centros de Investigación como lo son a
nivel nacional: del Instituto Mora; de la UNAM; de la Universidad de Guadalajara;
de la UANL, entre otros. Y a nivel internacional: de la Real Academia de la Historia,
con sede en Madrid; de la OIT con sede en Ginebra; de la UNESCO con sede en Paris,
entre otros.
Se integró en el 2008, al Comité Mexicano de Ciencias Históricas (CMCH) y a la
Asociación Mexicana de Historia Económica (AMHE).
A partir del 2010, el CEH/UDEM forma parte del Atlas de Infraestructura y
Patrimonio Cultural de México del CONACULTA. En el estado de Nuevo León solo
están reconocidos a nivel nacional por esta instancia, cuatro Centros de Investigación
Cultural. Los otros tres son: CIESAS, COLEF, Centro de Estudios Humanísticos de
la UANL.
Fue declarado Archivo Histórico, por la Ley de Patrimonio Cultural Histórico de
Nuevo León, en 2014.
Actualmente, el CEH está ubicado en el segundo piso de la Biblioteca Central del campus
UDEM, y tiene sus puertas abiertas para las personas interesadas de lunes a viernes de 10:00
a 14:00 horas.
2. FONDOS DOCUMENTALES
EL CEH/UDEM resguarda los siguientes Fondos Documentales
2.1. Archivo Histórico UDEM
Este archivo posee el fondo es el archivo histórico de la UDEM, el cual cuenta con
documentación de la institución desde su fundación (1969) hasta el año 2000. Este fondo
resguarda una colección fotográfica de las actividades de la institución de más de 10 mil
fotografías, una Colección Documental de las publicaciones oficiales de la Universidad, y
382
una Colección Editorial, sobre la producción de artículos y libros de los investigadores de
la institución.
2.2. Fondo Patrimonio Artístico UDEM
El cual posee un archivo fotográfico de las principales obras de arte que posee la institución.
2.3. Fondo Periódico Regeneración
Periódico Regeneración publicado por los Hermanos Flores Magón, 1913-1918.
2.4. Fondo Novohispano
Está conformado por documentos y mapas que datan del siglo XVI al XIX, referentes a las
Provincias Internas de Oriente. Estos provienen de los siguientes archivos:
Colección Archivo Histórico Nacional, Madrid
Colección Museo Naval (cartografía), Madrid
Colección Servicio Histórico Militar, Madrid
Colección Servicio Geográfico del Ejército (cartografía), Madrid
Colección Real Academia de la Historia, Madrid
Colección Biblioteca del Palacio Real, Madrid
Colección de Mapas Novohispanos, siglos XVII y XVIII.
Colección Archivo General de Indias (microfilm), Sevilla
Colección Archivo General de Simancas, Simancas
Colección Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
Actualmente, este fondo está integrado por más de 7,000 documentos en papel y microfilms.
2.5. Fondo Empresa y Familia
383
Contiene papeles de familia cedidos para su resguardo, asegurando la conservación y
preservación de la memoria social que contribuye a explicar los procesos del pasado.
Actualmente, tiene 6 Colecciones incluidos dos archivos en proceso de catalogación, que
suman alrededor de 6 mil documentos:
Colección Familia Carlota Garza Berardi (siglos XIX - XXI)
Colección Familia Flores Kincaid (siglos XX-XXI)
Colección Familia de Eulalio González “El Piporro” (1921-2003) (en catalogación por
Biblioteca)
Colección Documentos de la familia de Carlos Quintanilla (siglos XVII-XXI)
Colección Eva Carmen Garza Saldaña
Colección documentos de la Familia Zambrano (siglos XVII-XXI)
Colección archivo Personal de José P. Saldaña
Colección Emma Elizondo Sánchez
3. PRODUCCIÓN EDITORIAL
El CEH/UDEM ha publicado desde el 2006, más de 60 libros y artículos históricos en
coedición con instituciones académicas tales como la UNAM, UANL, COLMICH,
COLMEX, entre otras. Todas estas publicaciones se encuentran en papel y en formato
electrónico resguardas en el Archivo Histórico del CEH/UDEM.
Su producción editorial es eminentemente académica y se realiza en coedición con los
principales institutos de investigación nacional e internacional, en el área.
4. Difusión
384
El CEH, tiene su propia página dentro de la página UDEM, en la sección de Centros de
Investigación.
http://www.udem.edu.mx/Esp/Investigacion-y-Desarrollo/Centro-Estudios-
Historicos/Pages/Informacion-General.aspx
En Academia.edu
https://udem.academia.edu/%C3%93SCARFLORES
Blog:
http://ceh-udem.blogspot.mx/
385
Notas sobre o planejamento no período João Goulart1
Fania Fridman2
Este trabalho apresenta um conjunto de observações acerca do planejamento durante o curto termo da
presidência de João Goulart. Sigo aqui o pressuposto de que as medidas de caráter desenvolvimentista
do Tempo Jango3 vinculam-se ao contexto de radicalização das forças políticas e dos movimentos sociais
no país, da situação internacional (a Guerra Fria, a política de ajuda dos Estados Unidos aos países
latino-americanos e a revolução cubana) como também do fortalecimento das concepções de
planejamento, de democracia e de justiça social das esquerdas brasileiras.4
A revolução cubana
Se logo após a tomada do poder em 1959 foram decretadas reformas no campo e no mar “porque
a revolução é humilde e cristã” (Fidel Castro, apud HADDAD, 1961, p.125),5 em setembro de 1960 a
Declaração de Havana afirmou que a “Revolução é dos pobres, pelos pobres e para os pobres”
garantindo a todos o “direito a moradia adequada e é o Estado que tornará efetivo este direito”. A
Declaração de Havana também anunciou a nacionalização de todos os bancos, das usinas de açúcar e
de mais de trezentas grandes empresas fazendo com que 80% da capacidade industrial passasse ao
controle do governo. A Reforma Agrária expropriou e redistribuiu as maiores propriedades para
camponeses (cada família de cinco pessoas recebeu 27 ha) e formaram-se centenas de cooperativas para
cultivar as terras das antigas usinas.
No mês seguinte foi divulgada a Reforma Urbana pondo fim à atuação de empresas privadas
nas atividades imobiliárias; transformando os inquilinos em compradores de suas moradias;6 reduzindo
1 O presente artigo é uma versão ampliada da palestra “Planejamento urbano no período João Goulart” apresentada no III Congresso Internacional de História Urbana (Brasília, novembro de 2013). 2 Universidade Federal do Rio de Janeiro 3 Esta expressão se deve ao título “O Tempo Saquarema” do livro de Ilmar Rohloff de Mattos que considera o período como singular na história brasileira. 4 Inúmeras são as contribuições de economistas, sociólogos, cientistas políticos e historiadores sobre os embates travados durante o período, sobretudo aqueles referentes ao conflito entre os poderes executivo e legislativo, à organização de grupos políticos antagônicos a Jango e às proposições desenvolvimentistas. Ver, entre outros, IANNI (1971), DREIFUSS (1981) E BIELSCHOWSKY (2000). 5 Depois de decorridos 27 meses, em abril de 1961 pela primeira vez a revolução foi denominada socialista por seu líder. Também se ouviu no comício na Central do Brasil (Rio de Janeiro) realizado no dia 13 de março de 1964 a referência cristã, quando João Goulart lembrou aos mais de 150 mil presentes que “o inolvidável papa João XXIII disse que a dignidade da pessoa humana exige normalmente, como fundamental, o direito do uso da terra e a obrigação de conceder propriedade para todos”. 6 Os locatários continuariam a pagar os aluguéis durante um número determinado de anos - segundo a idade da construção - e o Estado repassaria aos antigos proprietários somas até o máximo de 600 pesos por mês. Quanto mais
386
à metade os aluguéis urbanos e as taxas de eletricidade e de telefone; implantando um imposto para os
imóveis desocupados e forçando a venda dos terrenos baldios. Além das brigadas de autoconstrução, o
Ministerio de Bienestar Social organizou campanhas sanitárias nas quais também inseria-se a erradicação
dos bairros insalubres.
Para Haddad “a reforma urbana seria a novidade autêntica da Revolução Cubana” (1961, p. 183).
Esta foi precedida por uma série de normas como a que suspendeu as ordens de despejo por 45 dias e
a lei, de fevereiro de 1959, referida aos planos governamentais de construção de novas habitações pelo
Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda (INAV). Assim declarou o presidente Osvaldo Dorticós
Torrado:
E nossas perspectivas futuras estão dirigidas, no essencial, a resolver, em matéria de arquitetura,
estes quatros problemas fundamentais: erradicação das favelas e das moradias inabitáveis,
solução para o crescimento vegetativo da população e para os conflitos da escassez de moradias,
atenção às exigências do desenvolvimento industrial e às demandas dos ambiciosos planos de
desenvolvimento agrícola (parte do discurso no Congresso cubano em 1959, apud SEGRE, 1987,
p.41).
Em contraposição, na reunião da Organização dos Estados Americanos (Punta del Este) em
agosto de 1961 os governos latino-americanos que julgaram a revolução socialista de Cuba e o
comunismo como riscos ao capitalismo e à democracia receberam apoio financeiro dos EUA, através do
programa Aliança para o Progresso, para a elaboração de projetos de desenvolvimento econômico,
principalmente para a Reforma Agrária. Se, de acordo com Hardoy e Moreno (1972), não houve ali
recomendações de levar às cidades reforma semelhante, incluíam-se entre as diretrizes para os
investimentos da “revolução sem revolução” a melhoria das condições de vida das classes pobres
urbanas com fornecimento de água potável e esgotamento sanitário; a eliminação do analfabetismo
entre os adultos e a diminuição do déficit habitacional com a construção de moradias econômicas.7 E,
ainda, o incentivo à industrialização, ao controle da inflação e à criação de um mercado comum latino-
americano.
antiga a construção, menor seria o período de pagamento, já que o governo revolucionário entendia que o proprietário original já teria recuperado o investimento sob a forma de renda. 7 O Centro Interamericano de Vivienda y Planeamiento (CINVA) foi um órgão de ensino, pesquisa, intercâmbio e assessoria para projetos de habitação popular e de urbanismo criado em 1952 no âmbito da OEA e de seu Programa de Cooperação Técnica (RESTREPO, 2003). A questão habitacional era o tema urbano prioritário desde o início da Guerra Fria e matéria de políticas na União Soviética, Polônia, França, Inglaterra e Chile (FRANCISCONI, 2013).
387
Em outubro daquele ano o governo dos Estados Unidos impôs o embargo e, no início de 1962,
rompeu relações diplomáticas com Cuba. No entanto um de seus cidadãos, o cientista político norte-
americano Joseph P. Morray, diria que “Os acontecimentos da pequena ilha de Cuba estão
influenciando no destino de homens muito além de suas costas” (MORRAY, 1962, p.113), expressando
a esperança de milhões de latino-americanos no início da década de 1960 quando a revolução cubana
mostrou que transformações sociais radicais eram possíveis no continente.8
Desenvolvimento e planejamento
A estratégia de desenvolvimento nacional iniciada no primeiro governo Vargas consistiu em
uma perspectiva reformista que incorporava setores populares como condição sine qua non.9 A
industrialização brasileira via substituição de importações, facilitada pela crise dos anos 1930 e pela
Segunda Guerra Mundial, aparecia como “forma de superar a pobreza e diminuir a distância crescente
entre a periferia e o centro” (BIELSCHOWSKY, 2010, p. 20) do mundo capitalista. Esta perspectiva
filiava-se à da Comissão Econômica para a América Latina (CEPAL) que no início dos anos 1950 e de
acordo com seu enfoque metodológico e analítico histórico-estrutural, propunha a categoria
subdesenvolvimento para entender as especificidades produtivas, sociais, institucionais e de inserção
internacional dos países latino-americanos.10 No entanto, havia sérios entraves à industrialização, como
a pouca diversidade produtiva e a baixa produtividade. Incluindo também o aumento da pobreza
urbana e o atraso institucional, estes foram os principais motivos que levaram a CEPAL11 a incorporar
8 Ainda que diferentes posições tenham sido assumidas por grupos de esquerda brasileiros, é inegável a influência da revolução cubana no “Programa Socialista para o Brasil” da Organização Revolucionária Marxista - Política Operária (Polop), fundada em fevereiro de 1961, e na perspectiva do Partido Comunista Brasileiro (PCB) nascido em 1922. 9 No período varguista a principal meta foi deslocar o eixo dinâmico da economia por meio de políticas orientadas para a industrialização e a diversificação da agricultura. Com o nacionalismo como ideologia e o Estado acima dos conflitos sociais, a administração pública desempenhou relevante papel enquanto agente da modernização, do controle da produção e do espaço mediante a criação de novos organismos - ministérios, autarquias, departamentos e institutos - e a promulgação de leis e códigos (FRIDMAN, 2013). 10 Ernesto ‘Che’ Guevara assim descreveu o subdesenvolvimento: “um anão de cabeça enorme e tórax largo é subdesenvolvido porque suas pernas fracas ou seus braços curtos não articulam com o resto do corpo. É produto de um fenômeno teratológico que lhe deformou o desenvolvimento. É isso o que somos na realidade, nós, a que dão o nome suave de subdesenvolvidos: países coloniais, semicoloniais ou dependentes” (GUEVARA, 1962, p.172). Entendendo o desenvolvimento e o subdesenvolvimento como aspectos diferentes do mesmo processo universal, percebe-se em Guevara a influência da “teoria do desenvolvimento desigual e combinado” trotskista na qual o capitalismo deve ser interpretado como um complexo mundial. 11 Desde o final dos anos 50, HIRSCHMAN (1961) e BARAN (1964), entre diversos economistas, questionavam a análise de como o núcleo capitalista dinâmico impunha seus interesses nos países periféricos. Uma contribuição relevante da chamada Teoria da Dependência de GUNDER FRANK (1966), de CARDOSO e FALLETO (1969), e de SUNKEL e PAZ (1970) - ainda que estes autores discordem em pontos importantes -, é a responsabilidade atribuída às elites locais ao subdesenvolvimento, dada sua incapacidade de assumir um projeto nacional. Em meados da década de 1960 o modelo cepalino passou a ser criticado pela esquerda já que a estratégia de industrialização não seria obstaculizada pelos centros hegemônicos, nem acarretaria na revolução burguesa nacional.
388
a proposta de reformas estruturais - agrária, fiscal e financeira - no sentido de permitir o aumento do
emprego e a melhoria da distribuição de renda. “Daí em diante na agenda da instituição a questão da
equidade estaria associada ao desenvolvimento produtivo” (BIELSCHOWSKY, op.cit, p. 23).
Celso Furtado, pertencente ao grupo desenvolvimentista propagador das ideias estruturalistas
cepalinas, entendia o subdesenvolvimento como um processo específico, cuja derrota resultaria do
planejamento econômico e não de forças espontâneas, tal como previsto pela escola econômica liberal.
Para Gunnar Myrdal, economista sueco que foi uma de suas influências, a administração pública
desempenharia importante papel no programa de efetivação do progresso e das reformas sociais. O
sistema produtivo planejado acabaria com a pobreza, a doença e a fome, entendendo que “o plano de
desenvolvimento é um programa político”. Tal projeto também foi explicitado, mas com outras tintas,
na Doutrina Truman12 de ajuda econômica e de assistência técnica a qualquer nação onde se
verificassem ameaças comunistas. Voltarei a esta “síndrome de Cuba”.
Técnicos do Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico, uma autarquia federal criada em
1952 como o órgão formulador e executor do desenvolvimento econômico brasileiro,13 introduziram a
ideia de planejamento (TAVARES, 2009). Mas dado o forte debate ideológico naqueles tempos e face ao
planejamento ser encarado por grupos empresariais como similar à temida planificação socialista,
surgiram outros termos - projetamento e programação.
Ignácio Rangel, técnico do BNDE, cunhou a denominação “projetamento”. Entenda-se
projetamento como o conjunto de projetos de investimentos que faria parte das decisões do plano.
Rangel que assistiu ao curso “Planejamento do desenvolvimento econômico e social” na CEPAL,
também acreditava que as carências das sociedades latino-americanas deveriam receber tratamento via
Estado. Analisava a questão agrária como rural-urbana, ou seja, um componente da dinâmica dos
interesses do capital (PEDRÃO, 2001), oferecendo assim uma leitura de unidade entre os setores da
economia. Tal unidade tornou-se o alicerce da formulação das Reformas de Base do governo Jango.14
Em grande parte dos países latino-americanos, os progressistas concebiam a Reforma Agrária
em conjunto com a Reforma Urbana como instrumentos primordiais na implementação de planos
12 A Doutrina Truman, consagrada em um discurso no Congresso norte-americano pelo presidente em 1949, era um conjunto de ações, a partir dos desígnios dos EUA, avaliadas como indispensáveis para manter e expandir o sistema capitalista fazendo frente ao comunismo. 13 O BNDE nasceu como o órgão brasileiro que daria a contrapartida aos financiamentos externos necessários ao andamento dos projetos financiados pelo Banco Mundial e pelo Eximbank a partir da definição, pela Comissão Mista Brasil-EUA, dos pontos de estrangulamento que impediam a expansão do setor privado. Deixarei este assunto para uma futura abordagem. 14 Rangel integrou o Grupo de Itatiaia, origem do ISEB citado adiante. Algumas informações adicionais: a primeira turma de economistas formou-se em 1947; até então economia era uma cadeira no curso de Direito. Em 1954 nasceu o Clube dos Economistas fundado por progressistas de esquerda, cujo primeiro presidente foi Celso Furtado. O Clube editou a “Revista Econômica Brasileira” para divulgação do pensamento heterodoxo.
389
nacionais de desenvolvimento econômico e social que permitiriam a mobilização dos recursos materiais
e de toda a população; a definição de uma estrutura espacial nacional a partir dos objetivos do
desenvolvimento; e a integração dos planos de desenvolvimento agrícola com os planos de
desenvolvimento industrial e de serviços mediante uma rede de infraestrutura para eliminar a
dicotomia social e produtiva entre o campo e a cidade (HARDOY e MORENO, 1972).
Na difusão do ideário onde o Estado, enquanto principal agente da modernização e da
democratização, implantaria políticas econômicas planejadas como estratégia de desenvolvimento
nacional, foi fundamental o papel desempenhado pelo Instituto Brasileiro de Estudos Sociais e Políticos
(IBESP). Criado em 1952 no âmbito do Ministério da Educação e transformado em 1955 em Instituto
Superior de Estudos Brasileiros, o ISEB além de publicar os “Cadernos do Povo Brasileiro” tinha como
objetivos o ensino das ciências sociais no intuito de propor soluções para os problemas do país.15
Segundo Álvaro Vieira Pinto, filósofo e membro atuante do ISEB, “sem ideologia do desenvolvimento
não há desenvolvimento nacional” (PINTO, 2006, p.80) e “(...) a ideologia do desenvolvimento tem
necessariamente de ser um fenômeno de massas” (PINTO, 1956, p.81). Pode-se afirmar que esta
ideologia corresponde à do planejamento ao definir desenvolvimento como
um processo que encontra a sua definição na finalidade a que se dirige. (...) uma concepção geral
(geral, não abstrata) de que decorrem linhas inteligíveis de ação prática rigorosa. Com efeito,
sabendo que a natureza do processo implica referência a um fim, os homens de ação pública, os
homens de governo e todos os que exercem, em forma manifesta, a intervenção promotora na
evolução da comunidade, perceberão que devem, previamente a qualquer iniciativa, fixar as
metas futuras permissíveis pelo estado atual (PINTO, 1956, p. 76-77).
Na década de 1950, planejamento e desenvolvimento eram, portanto, conceitos associados.
Neste período de efervescência intelectual e política, o planejamento passou a ser debatido em livros,
na imprensa e nos partidos políticos. Em 1958, quando o Partido Trabalhista Brasileiro aproximou-se
do Partido Comunista Brasileiro e do movimento sindical, consolidou-se a discussão de propostas para
vencer as contradições sociais no país, rompendo com sua condição de periferia subdesenvolvida.
No entanto, havia também uma crença que um corpo de técnicas com validade universal e
independente das estruturas políticas locais, se aplicado corretamente teria o poder de atender ao
15 O ISEB foi extinto em 12 de abril de 1964. Roberto Campos, que participou do ISEB até 1958, escreveu o artigo “O planejamento do desenvolvimento econômico de países subdesenvolvidos” publicado na revista Digesto Econômico (8), abril de 1952.
390
interesse público. Entre as inúmeras instituições que pensavam o planejamento elaborando estudos e
oferecendo cursos sobre os dilemas brasileiros, sobretudo acerca das desigualdades regionais e das lutas
travadas no campo e na cidade, acha-se a Escola Superior de Guerra. Desde 1949 a ESG através da
Doutrina de Segurança Nacional, ideologia nascida nos EUA durante a Guerra Fria de luta permanente
e total entre o comunismo e os países ocidentais, possuía uma conduta baseada no planejamento como
oposição ao planejamento central socialistae concebido como
orientação, disposição e racionalização do conjunto de ações a determinados objetivos (...) e
consiste, acima de tudo, em um sistema de escolhas ou decisões, sucessivas e hierárquicas, entre
alternativas distintas (COUTO E SILVA, 1955).16
Em contraposição, para a consolidação dos conceitos subdesenvolvimento, periferia e
planejamento, há que ser trazido o Movimento Economia e Humanismo (MEH), organizado na França
durante a Segunda Guerra pelo dominicano Louis-Joseph Lebret. O padre Lebret, convidado para vir
ao Brasil em 1947, apresentou a base teórico-metodológica do Desenvolvimento Harmônico no curso
Economia Humana e Planejamento Econômico, com duração de um semestre na Escola Livre de
Sociologia e Política (São Paulo), e em conferências na Associação Brasileira de Imprensa (Rio de
Janeiro).17 Mas antes de tratar o impacto de suas ideias, caberia aqui um parêntese acerca do economista
François Perroux, um dos mais próximos colaboradores de Lebret, e de Colin Clark, autores que
influenciaram a Economia Humana.
A referência a Perroux é importante por estabelecer um elo de ligação entre a perspectiva de
desenvolvimento harmônico do MEH e o planejamento do desenvolvimento econômico e social
buscado pelos desenvolvimentistas, incluindo Celso Furtado. Furtado dizia que “O padre Lebret era
16 Tal concepção de planejamento urbano e regional “tornou-se um exercício extremamente útil não apenas à penetração mais fácil do imperialismo e do capital no Terceiro Mundo, mas também como um vínculo privilegiado das teorias subjacentes (...) [para] situações reais que se deseja modificar. Elas se apresentam muito mais como portadoras de um modelo a impor” (SANTOS, 1978, p. 37-38). Isto é, as rotinas e o conceito de planejamento não são neutros, “levam as marcas da história e da cultura que os produziu. (...) O planejamento, portanto, depende de várias práticas consideradas como racionais e objetivas, mas que, na realidade são altamente ideológicas e políticas, e é através delas que ele se desenvolve” (ESCOBAR, 2000, pgs. 211 e 221). 17 Citam-se duas personalidades que mantiveram relações com Lebret. Plínio de Arruda Sampaio debateu com ele o programa da Juventude Católica Universitária e Antonio Candido declarou em entrevista: “Fiquei amigo do padre Lebret e participei um pouco do movimento Economia e Humanismo. O padre Lebret nos disse naquela ocasião uma coisa que calou fundo em mim: ‘O futuro da humanidade está nas mãos dos socialistas independentes e dos cristãos convertidos ao cristianismo.’ Ele fez em São Paulo notáveis palestras sobre o movimento operário e as teorias políticas para chegar à explicação da sua, que era uma espécie de socialismo cristão” (CANDIDO, 1997, p. 42).
391
uma usina” (apud BOSI, 2012) e na sua autobiografia afirma que François Perroux foi seu professor mais
importante por fazê-lo pensar a economia em seu invólucro territorial.18
As pesquisas que nessa época [Perroux] realizava conduziram-no à ideia de “pólos de
crescimento”, de tanta repercussão alguns anos depois. Perroux procurava introduzir conteúdo
econômico no espaço físico, passar da ideia de “economia externa” à de “espaço estruturado”. E
hierarquizava as decisões econômicas, distinguindo aquelas que expressavam uma vontade de
poder. (...) Perroux também começava a teorizar nessa época sobre o que ele chamou de
“unidade interterritorial”, ou seja, a empresa que se organizava horizontalmente em vários
países... (FURTADO, 1985, p. 35).19
RIOS (2010) também alinha o pensamento lebretiano ao de Colin Clark, economista que defendia
como finalidade da atividade econômica não a produção da riqueza, mas o bem estar dos indivíduos
descrevendo como indispensáveis as condições de sobrevivência, de conforto e de superação (como a
vida espiritual e a arte). Verifica-se em Lebret a definição de quatro necessidades: pessoais; de
dignidade; pessoais terciárias e coletivas. As pessoais estariam relacionadas à alimentação, vestuário,
moradia, saúde, educação e demais serviços básicos; as de dignidade seriam o espaço para receber
amigos (em torno de 15 m²) e a capacidade de compreender obras artísticas; as pessoais terciárias seriam
aquelas de desenvolvimento das capacidades intelectuais e morais e finalmente as coletivas estariam
vinculadas à regulação, isto é, ao planejamento.
Para a “economia libertar-se da desordem liberal” e ser regulada em função das necessidades, o
método da Jeunesse Ouvrière Catholique (Juventude Operária Católica) e da Economia Humana de
“ver, julgar, agir” precisou romper com a perspectiva tradicional do planejamento, qual seja, a de
anunciação de princípios e de normas. Passaram a ser levados em conta os dados concretos e as
expectativas, ou seja, a convergência entre pensamento e ação tornou-se o instrumento de conhecimento
científico do MEH.20 Aménagement du territoire, cuja tradução em português ficou consagrada como
planejamento urbano e regional, significou portanto um plano de desenvolvimento integral, harmônico,
18 Inclusive seu orientador de doutorado na França, Maurice Byé, declarava-se discípulo de Perroux (que deu um curso de Economia em São Paulo em 1946). Byé veio ao Brasil para dar aulas de Economia na Universidade do Brasil (Rio de Janeiro) onde José Arthur Rios foi seu aluno. Permaneceu no país entre 1940 e 1942 quando retorna à França para lutar na Resistência. 19 Na Superintendência de Desenvolvimento do Nordeste (SUDENE) eram discutidos os pólos de desenvolvimento de Perroux. 20 A Economia e Humanismo é “um compromisso em face da miséria no mundo, um ato político de misericórdia, entendida no sentido evangélico e etimológico da palavra (...)” (LEBRET apud RIOS, 2010, p. 52).
392
levando em conta as necessidades de cada comunidade visando à elevação das condições de vida da
população. Para BOSI (2012), nos anos 1950 e 1960 Lebret “fez a distinção, hoje consensual, mas que não
estava ainda difundida, entre crescimento econômico e desenvolvimento na escala humana”.
A Sociedade de Análise Gráfica e Mecanográfica dos Complexos Sociais (SAGMACS), fundada
por Lebret21 em julho de 1947 em São Paulo como um escritório de planejamento com representações
nas maiores cidades brasileiras, realizou inúmeros projetos e planos urbanos e regionais no Brasil
utilizando a metodologia de levantamento das condições de vida com militância/ação. Ao pregar a
Reforma Agrária na pesquisa realizada entre 1952 e 1955 pela SAGMACS com a participação de Antônio
Bezerra Baltar,22 Lebret aproximou-se das teses da CEPAL. Esta aproximação redefiniu sua trajetória
como “futuro perito em problemas de subdesenvolvimento e Terceiro Mundo” e os caminhos da
esquerda cristã brasileira (RIOS apud VENÂNCIO FILHO, 2011, p. 43).23 É importante fazer referência
aos estudos sobre as possibilidades de desenvolvimento do Estado de São Paulo realizados em 1952
onde também está presente a proposição de reforma das estruturas agrárias como base para a repartição
regional e a revitalização dos municípios. Lembre-se ainda que o arquiteto Francisco Whitaker Ferreira,
um colaborador direto de Lebret no Brasil, foi empossado por Jango na direção do planejamento da
Superintendência da Reforma Agrária.
O caráter selvagem do capitalismo mundial, que ele [Lebret] não hesitava em chamar de
“imperialismo”, inspirava-lhe propostas de desenvolvimento humanizado, via planejamento
democrático do Estado, reforma agrária e substanciais investimentos públicos em infra-
estrutura, habitação, saúde e educação. Seus pontos de vista maduros aproximam-no das teses
da Comissão Econômica para a América Latina (CEPAL), no Chile, e dos teóricos do reformismo
desenvolvimentista no Brasil a partir do segundo governo de Getúlio Vargas, de quem recebe
21 Com apoio do frei Benevenuto Santa Cruz, dos professores da Escola Politécnica da USP Luiz Cintra do Prado e Lucas Nogueira Garcez, do médico José Leitos e de André Franco Montoro que presidia a Ação Católica (CESTARO, 2009). As ressonâncias do movimento Economia e Humanismo e o papel da SAGMACS no Brasil vem sendo estudados por professores e pesquisadores de nossa área disciplinar. Recomendo a leitura dos textos inaugurais de LAMPARELLI (1995), LEME e LAMPARELLI (2001); das dissertações e teses defendidas nos programas de pós-graduação e dos artigos publicados nos Anais dos Seminários de História da Cidade e do Urbanismo e nos Encontros Nacionais da ANPUR e da ANPARQ. 22 “Étude sur les conditions de développement et d’industrialisation d’Etat du Pernambouc” para a Comissão de Desenvolvimento Econômico de Pernambuco (CODEPE). 23 Sob a liderança intelectual de Alceu Amoroso Lima e a liderança política de André Franco Montoro, o “terceiro-mundismo católico” no Brasil alinhava-se, segundo RIOS (2010), com Raul Prebisch, Jacques Chonchol, Gunnar Myrdal, Albert Hirschman, François Perroux, Alfred Sauvy (autor da expressão “Terceiro Mundo”), Yves Lacoste, Georges Balandier, Bert Hoselitz e Karl Polanyi. LOWY (1989) aponta a influência da cultura católica francesa na esquerda cristã brasileira no começo dos anos 60 através do padre Lebret e do filósofo Emmanuel Mounier. Apresenta ainda como circunstâncias para a confluência entre o cristianismo e o socialismo, a aceleração do capitalismo, da urbanização, da industrialização e das contradições sociais na América Latina.
393
apoio graças à indicação de Josué de Castro, Raul Prebisch e Celso Furtado. Lebret foi em todo
esse período a ponte entre o projeto de desenvolvimento humanizado e a esquerda cristã latino-
americana (BOSI, 2007, nota 5, p. 91-92).
Cabe ainda citar o Institut International de Recherche et de Formation en vue du Dévéloppement
Harmonisé (IRFED) criado pelo MEH em 1958 na França para a formação de développeurs, agentes do
desenvolvimento que deveriam trabalhar com “espírito de cooperação” para “promover condições de
vida mais humanas” (LEBRET, apud ANGELO, 2010, p. 31). Até 1966, 841 alunos de 67 países ali
estudaram. Entre os brasileiros estiveram Antônio Bezerra Baltar, Maria Adélia Aparecida de Souza,
Benevenuto Santa Cruz, José Arthur Rios24 e Francisco Whitaker Ferreira, considerados expoentes do
planejamento brasileiro.
Urbanismo e Planejamento urbano e regional
O debate sobre desenvolvimento e planejamento também envolveu sociólogos, geógrafos,
engenheiros, arquitetos e urbanistas. Estes profissionais dividiam-se entre duas vertentes nos anos 50
quanto à intervenção urbanística - a dos engenheiros que propunha reformar e regulamentar a cidade
existente e aquela tributária ao movimento moderno da arquitetura pela transformação radical das
estruturas urbanas.25 Em 1957, em uma conferência na cidade de Santos, o engenheiro Anhaia Mello
utilizou o termo ‘planejamento’ no lugar de ‘urbanismo’, substituição que aponta para a mudança de
escala da cidade para a região. Percebe-se na fala de Mello, transcrita a seguir, uma aproximação à ideia
de planejamento da Economia Humana. Recorde-se que este teria convidado o padre Lebret em 1953
para um curso sobre Desenvolvimento na Faculdade de Arquitetura e Urbanismo da Universidade de
São Paulo que dirigia.
(...) O planejamento tem função estratégica, arquitetura e engenharia função meramente tática.
Esses três profissionais fazem planos que não são diferentes, são complementares. O plano dos
planos, plano no qual todos os outros se encaixam é feito pelo planejador: planos municipais -
24 José Arthur Rios e Severo Gomes fizeram parte da Comissão Organizadora do Congresso Internacional de Economia Humana realizado em São Paulo em agosto de 1954. 25 A proximidade das escolas de arquitetura com as dificuldades urgentes brasileiras já vinha ocorrendo desde os anos 1940 com a introdução da disciplina ‘Projeto de habitação de interesse social’ no currículo. Outra referência está na recomendação saída do IV Congresso dos Arquitetos, realizado em São Paulo em 1954 com mais de 400 inscritos, de criação de um Ministério de Bem Estar Social, Habitação e Urbanismo para implementação de políticas públicas para moradia e organização do território.
394
nunca da cidade o que não tem sentido - planos estaduais, planos regionais, nacionais ou
internacionais (MELLO, apud LEME, 2001, p.87).
Para Anhaia Mello “uma galáxia de técnicos deve portanto participar do planejamento:
engenheiros, arquitetos, paisagistas, artistas, médicos, juristas, economistas, sociólogos, políticos”
(MELLO, apud LEME, 2001, p. 89). No entanto o treinamento destes técnicos e outros assuntos foram
tema de disputas no meio profissional. Verifiquemos algumas posições.
No final de abril de 1959, o Instituto Brasileiro de Administração Municipal (IBAM) realizou o
Seminário sobre Metodologia do Urbanismo no Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro. Entre seus
participantes estiveram presentes Antônio Bezerra Baltar, Harry James Cole, Hélio Modesto, Stélio de
Alencar Roxo e Wit-Olf Prochnik que foram entrevistados pelo jornal Diário de Notícias. Parte destas
entrevistas foi publicada na Revista Notícias Municipais26 na matéria “O urbanismo e a profissão de
urbanista”. Na introdução os editores da revista afirmam que
1º. a cidade tem que ser planejada com subordinação a diretrizes regionais e nacionais; 2º. o
aspecto físico deve estar integrado em um planejamento global em que figurem,
obrigatoriamente, os aspectos econômico e social no mesmo nível. (...) Ainda predomina nos
meios técnicos, administrativos e mesmo universitários, o conceito de que Urbanismo é abrir
ruas, fazer parques e praças, ou compor grupos arquitetônicos isolados, em pequena ou larga
escala. Com o desenvolvimento de novos métodos de estudo dos problemas urbanos e regionais,
em um processo dinâmico, integrando os aspectos econômico, social e físico, surgiu uma nova
ciência aplicada, cuja resultante não é igual à soma de suas três partes: é uma configuração nova
que propiciou o aparecimento de profissionais de nova formação cuja similitude com o urbanista
de conceito antigo está apenas no nome (p. 9).
Baltar na sua entrevista reconheceu que o urbanismo - enquanto esforço para organizar a vida
urbana de forma equilibrada - e o ensino para especialistas componentes das equipes polivalentes
estariam na primeira infância. Explicitou ainda a necessidade de uma legislação federal atribuindo
maior capacidade de intervenção dos municípios quanto ao uso e à distribuição da propriedade do solo
urbano em função do interesse social. Cole reivindicou uma formação profissional adequada por meio
de cursos de pós-graduação e seminários tal como teria ocorrido na Grã Bretanha. Helio Modesto,
26 Posteriormente denominada Revista de Administração Municipal, editada até hoje.
395
igualmente membro ativo da SAGMACS e partícipe em diversos trabalhos, criticou a inexistência tanto
de uma mentalidade de planejamento na administração pública como de planos regionais. O que
deixa os profissionais do Urbanismo sem uma base em que firmar as soluções a serem propostas.
(...) Entre a maioria dos profissionais o problema da conceituação do Urbanismo está superado.
Todos sabem que os problemas de uma cidade não podem ser resolvidos dentro dos seus limites
físicos e administrativos. (...) Sabem que é necessário abranger os fatores econômicos e sociais
que determinaram o desequilíbrio urbano, relacioná-los com os fatores físicos e considerá-los
num mesmo nível de importância na proposição das soluções (p. 11-12).
Ainda que não discorresse sobre o Desenvolvimento Harmônico em sua fala, insistiu na falha
da capacitação dos urbanistas e na necessidade de inclusão do Planejamento Regional no currículo das
faculdades de arquitetura. Por outro lado, Alencar Roxo via com otimismo a chegada em futuro
próximo de “um clima propício ao planejamento”, cujo primeiro passo seria dado por meio dos cursos
de pós-graduação. Finalmente, Prochnik assinalou como fatores essenciais a mentalidade de
planejamento na opinião pública e profissionais treinados para ocupar os cargos na administração
governamental. Reconhecia na Escola Brasileira de Administração Pública e no Instituto Brasileiro de
Administração Municipal indícios nesta direção. Recorde-se que estas duas instituições
desempenharam papel de destaque no movimento municipalista brasileiro capitaneado pelas elites
burocráticas associadas à tradição intelectual autoritária, modernizadora e ruralista da República Velha
(MELO, 1993).27
Como exemplo do paradigma de planejamento que estas instituições pregavam, de
regulamentação da cidade existente considerando as condições econômicas e sociais mas sem
questioná-las, note-se o pronunciamento do general Severino Sombra,28 um dos representantes da
Associação Brasileira de Planejamento presentes ao I Congresso Nacional dos Municípios Brasileiros
(1950).
27 A EBAP da Fundação Getúlio Vargas surgiu em abril de 1952 através do programa norte-americano de cooperação técnica (o Ponto IV no âmbito da USAID) com a finalidade de oferecer um curso superior em Administração Pública além do ensino do Planejamento Regional, como o que foi ministrado por John Friedmann em 1956 (Belém) pela U.S. Operations Mission to Brazil. O IBAM, de dezembro do mesmo ano, se tornaria o braço técnico do municipalismo no sentido de propiciar o desenvolvimento do “interior” do país realizando pesquisas e planos. 28 Severino Sombra de Albuquerque organizou em 1932 a Juventude Operária Católica no Ceará confiando sua direção a D. Helder Câmara. Ambos pertenceram à Ação Integralista, afastando-se posteriormente. Sombra publicou em 1948 o livro “Técnica de Planejamento”, apontado como o primeiro livro em língua portuguesa sobre a temática e foi deputado federal e presidente do Partido Trabalhista Nacional (PTN). D. Helder Câmara foi bispo e depois arcebispo de Olinda, fundou a Conferência Nacional dos Bispos do Brasil em 1952 e alinhou-se ao Movimento Economia e Humanismo. Chamava Lebret de “meu Almirante” e “mestre do desenvolvimento”.
396
Historicamente, no campo das realizações, é no planejamento urbano, também chamado
Urbanismo, que a nova técnica vai deitar raízes. Mas, enquanto o Urbanismo dos primeiros
tempos preocupava-se quase apenas com o aspecto físico, a realização artística, a paisagem, o
planejamento urbano atual leva em conta principalmente as condições econômicas e sociais, de
modo a proporcionar a melhor vida possível aos habitantes (1950, p. 637).
Em um artigo posterior de Helio Modesto foram reiteradas algumas de suas posições, sobretudo
o entendimento que a orientação da urbanização seria objeto de planejamento. Dizia que os obstáculos
físicos, econômicos ou sociais dos aglomerados urbanos “estão de tal forma ligados entre si, que não
podem ser considerados isoladamente, nem desligados dos problemas de mesma natureza, nos níveis
regional e nacional” (MODESTO, 1959, p.6). Para ele o urbanismo configuraria planos que observam
apenas as consequências do processo e, por estarem vinculados à ordenação volumétrica das edificações
e planimétrica das vias de circulação, ignoram a vida que ali se desenrola. Se por um lado negou a
simples codificação de toda a legislação municipal como planejamento, por outro enfatizou a provisão
da rede de serviços de utilidade pública como elemento orientador do crescimento urbano através de
um “plano de desenvolvimento da cidade”. Este plano deveria também controlar os parcelamentos da
terra para venda em lotes. Enfatizou ainda a desatualização do aperfeiçoamento dos profissionais29 e
criticou a inexistência de um planejamento nacional de utilização recursos naturais, de produção de
energia, de localização de indústrias e de soerguimento de áreas menos favorecidas. Na citação a seguir
pode-se perceber sua vinculação ao MEH ao pregar a harmonia entre as classes:
A falta de entrosamento entre a ação administrativa municipal, a iniciativa privada e a opinião
pública constitui outro fator negativo do desenvolvimento de nossas cidades, crescendo em
função direta do tamanho do agrupamento humano. O estabelecimento de boas relações entre
estes três elementos é condição fundamental para o êxito de um planejamento (p. 16).
Planejamento e Reformas de Base
29 Segundo o Anuário Estatístico do Brasil de 1957 (IBGE) existiam no Brasil apenas três cursos de pós-graduação (especialização) em urbanismo: na Universidade de Minas Gerais (de 1950), Universidade do Rio Grande do Sul (de 1952) e na Universidade do Brasil (de 1953).
397
Como vice-presidente e presidente do Senado, João Goulart30 fez um pronunciamento nos
seguintes termos:
A técnica moderna já se revela capaz de eliminar não apenas os grandes males físicos, mas
também os males sociais, dos quais o maior de todos é a miséria. E para isso são necessárias
reformas de base na estrutura econômico-social do País, pelas quais temos reclamado reiteradas
vezes, e que dependem de esforço conjunto do Poder Legislativo e da administração pública.
Senhores Senadores, no desempenho do meu mandato anterior, procurei assumir sempre o
patrocínio das causas populares, colocar-me ao lado dos trabalhadores e dos humildes, e
defender os princípios nacionalistas e os ideais de reforma social legados ao meu Partido pela
palavra e pelo exemplo do imortal presidente Getúlio Vargas (Discurso de 1º de fevereiro de
1961, 41ª Legislatura, 3ª sessão legislativa).
Depois do golpe da renúncia do presidente Jânio Quadros, Jango assume o governo em setembro
sob o regime parlamentarista após manobras de grupos contrários à sua “bandeira unificadora” das
Reformas de Base - Administrativa, Bancária, Fiscal e Agrária. As Reformas Urbana, Educacional e
Eleitoral fizeram parte do projeto janguista posteriormente.31
Roland Corbisier32 em seu livro “Reforma ou revolução” mostra que o agravamento dos
desequilíbrios internos, entre os quais o crescimento das populações urbanas e a escassez e a carestia
dos imóveis residenciais, exigia a transformação na estrutura econômica e social do país através das
Reformas de Base. Também denominadas Reformas de Estrutura, elas permitiriam a realização das
tarefas para a emancipação econômica
pelo poder público e não pela iniciativa privada, porque só o Estado tem condições e recursos
para fazer o levantamento dos problemas do País, elaborar e executar os planos nacionais de
desenvolvimento (CORBISIER, 1968, p. 152).
30 João Goulart, Leonel Brizola e San Tiago Dantas faziam parte do grupo de trabalhistas que, influenciados pela democracia liberal (e a vitória sobre o fascismo) da Europa do pós guerra, defendiam o Estado planejador, o patrimônio público e o crescimento econômico distributivista. Na década de 1950 caminharam em direção à esquerda contra o imperialismo norte-americano. 31 Outras medidas associadas foram as de estender o direito de voto aos analfabetos e às patentes subalternas das forças armadas e o maior controle dos investimentos estrangeiros no país. 32 O filósofo Roland Corbisier foi diretor do ISEB até 1960 quando se candidatou pelo PTB a deputado federal. Sua atuação na Câmara foi marcada pela defesa às Reformas de Base.
398
No entanto as reformas não tiveram amparo nas forças conservadoras. Segue declaração de
Eugênio Gudin:33
Recorrendo mais uma vez à morfina, apelam os partidos políticos que apóiam o Sr. Tancredo
Neves (ou o Sr. Goulart?) para o “slogan” das REFORMAS DE BASE, a saber, especialmente, a
Reforma Agrária, a Remessa dos Lucros para o Exterior, a Lei Antitruste, às quais acrescentam
a nacionalização (confisco?) de empresas de mineração e de serviços públicos. É preciso ser
integralmente (não parcialmente) imbecil para acreditar que “essas reformas”, quase todas
desaconselháveis, aliás, possam ter qualquer influência sobre o progresso econômico ou social
do País (Eugênio GUDIN, A Balela das Reformas de Base. O Globo, 18 de março de 1961, p. 2).
As Reformas de Base em um momento de radicalização e de politização das massas eram
sustentadas pela Frente Parlamentar Nacionalista no Congresso Nacional, por movimentos sociais
como a União Nacional dos Estudantes, o Comando Geral dos Trabalhadores, as Ligas Camponesas e
por entidades de classe entre as quais o Instituto dos Arquitetos do Brasil (IAB) e o Clube de Engenharia.
Segue trecho do discurso de posse de Hélio Mello de Almeida34 como presidente do Clube de
Engenharia, em setembro de 1961:
não se constrói a não ser em clima de ordem, paz e tranquilidade. Para o harmônico desempenho
de sua missão, precisa portanto o engenheiro desse clima ideal, que só se estabelece à sombra do
respeito aos direitos do povo, aos preceitos constitucionais, à legalidade do regime e à plenitude
das liberdades democráticas.
Apoio o governo recebeu em abril de 1962 da Associação Comercial do Rio de Janeiro e da
Federação das Associações Comerciais do Brasil através de seu presidente Rui Gomes de Almeida:35
33 O economista Gudin, defensor dos postulados liberais, foi ministro da Fazenda no governo Café Filho. Ligado à UDN, foi crítico radical de Vargas e de Jango, vindo a apoiar o golpe de 1964. 34 Mello de Almeida foi presidente da União Nacional dos Estudantes (1942-1943), presidiu o Clube de Engenharia (agosto de 1961- agosto de 1964), foi Ministro de Viação e Obras Públicas do governo Goulart e em 1965 foi candidato do PTB ao governo da Guanabara. 35 O Semanário, porta-voz da Frente Parlamentar Nacional, em seu número 368 (16-22 jan. 1964) mostra que Rui Gomes de Almeida já retirara a defesa ao presidente. Em 11 de março de 1964 publicou uma “Mensagem ao povo brasileiro”, na qual criticava-o por sua aliança com os comunistas. Almeida foi um dos colaboradores do IPES e aprovou o golpe de 1964.
399
O bom-senso e equilíbrio com que o Sr. João Goulart tem conduzido o governo criaram em torno
dele uma atmosfera de confiança, que se está projetando internacionalmente, como acabamos de
verificar, com o sucesso de sua visita aos Estados Unidos. (...) Os resultados práticos imediatos
não são suficientes para dimensionar o êxito de sua missão. (...) Agora, mais do que nunca, é
necessária a união de todos os homens responsáveis deste país em torno do Sr. Presidente da
República (...). Esta união deve ter em vista o apoio a uma direção determinada, que vise a
implantação das verdadeiras reformas de base, reclamadas pelo País, a fim de que possa ser
mantida e acelerada sua taxa de desenvolvimento. (...) Convém deixar claro que, dentro das
reformas e dos reajustamentos que se fazem necessários, no momento, consideramos também
que devem ser atendidas as reivindicações justas daqueles que vivem de salários (Jornal O
Globo, 12 de abril de 1962, p.2).
Do lado oposto encontravam-se o Instituto Brasileiro de Ação Democrática (IBAD), fundado em
1959 para combater o “populismo de Juscelino e as influências comunistas” e, de acordo com seus
estatutos, “fomentar o desenvolvimento da livre empresa e a promoção da assistência social”,36 e o
Instituto de Pesquisas e Estudos Sociais (IPES), surgido em fevereiro de 1962. Esta instituição de
pesquisa financiava filmes, cursos, seminários, conferências e publicou livros, folhetos e panfletos anti-
Jango. O IPES foi “um complexo político-militar (...) cujo objetivo era agir contra o governo nacional-
reformista de João Goulart e contra o alinhamento de forças sociais que apoiavam a sua administração”
(DREIFUSS, 1987, p. 161).37 Retornemos às proposições janguistas.
Um fato importante a ser trazido é a criação do primeiro órgão de planejamento no poder
executivo. Celso Furtado, nomeado em setembro de 1962 como Ministro Extraordinário do
36 Sob a direção da Agência Central de Inteligência (CIA) norte-americana e com recursos provenientes de companhias brasileiras e estrangeiras, o IBAD patrocinou, através de sua “subsidiária” Ação Democrática Popular, campanhas legislativas (muitas das quais vitoriosas) de candidatos contrários a Goulart; a Campanha da Mulher Democrática; a Frente da Juventude Democrática; a Resistência Democrática dos Trabalhadores Livres no RJ e o Movimento Sindical Democrático em SP. Manteve a revista “Ação Democrática” com tiragem de 250 mil exemplares, produziu programas de rádio transmitidos por 88 emissoras em todo o país além de cursos e conferências. O IBAD foi extinto após uma Comissão de Inquérito do Congresso em 1963. 37 O IPES se ligou à Escola Superior de Guerra e aos generais Golbery do Couto e Silva, Heitor de Almeida Herrera, entre tantos da ativa ou reformados (MONIZ BANDEIRA, 1977) e contou com o amparo de empresários e de partidos políticos (União Democrática Nacional e Partido Social Democrático). Manteve contatos com a Igreja, financiou os Círculos Operários do Rio de Janeiro e de São Paulo; a Confederação Brasileira de Trabalhadores Cristãos; a União Cívica Feminina de São Paulo; o Instituto Universitário do Livro; o Movimento Universitário de Desfavelamento; a Associação de Diplomados da Escola Superior de Guerra e a Marcha da Família com Deus pela Liberdade. Em novembro de 1966 um decreto presidencial declarou o IPES como “órgão de utilidade pública”. Foi desativado no Rio de Janeiro em março de 1972.
400
Planejamento do gabinete parlamentarista, teve a incumbência de apresentar um plano para o país.38
Em dezembro apresentou o Plano Trienal de Desenvolvimento Econômico e Social que foi aprovado
pelo Fundo Monetário Internacional, mas abandonado 5 meses após sua divulgação. Esta primeira
tentativa de planejamento global (IANNI, 1971) buscava criar requisitos para que os frutos do
desenvolvimento se distribuíssem de maneira mais equitativa entre a população, isto é, que os salários
reais crescessem à mesma taxa da produtividade da economia e que as desigualdades regionais fossem
reduzidas. A Comissão Nacional de Planejamento (COPLAN)39 ficaria encarregada de coordenar os
estudos e levantamentos necessários ao planejamento do desenvolvimento econômico e social do país,
e harmonizar em planos gerais e setoriais os programas e projetos elaborados por órgãos públicos e
privados.
Quanto às reformas, observemos primeiramente a Reforma Agrária enunciada no Plano Trienal
- seja pela pressão da Aliança para o Progresso40 como pelo movimento dos trabalhadores rurais - que
pretendia acabar com o monopólio da terra, proporcionar assistência sanitária e de saúde, habitação,
educação, apoio técnico e de crédito ao homem do campo ampliando a população consumidora.
Entretanto o carro-chefe das Reformas de Base era próximo, mas não semelhante à do Plano Trienal. As
Ligas Camponesas, desde os anos 1940 alinhadas com o PCB, a partir de 1960 adotam uma posição
política com fortes vínculos com Cuba lutando por mudanças na estrutura fundiária do país.
Incluamos aqui um breve parêntese quanto à reforma agrária para resolver impasses no campo
em uma estrutura capitalista, política já implementada na Europa Ocidental e nos Estados Unidos
(através do Homestead Act) durante o século XIX. No livro de Henri George “Progresso e pobreza”
publicado em 1879, o autor denunciava o monopólio dos latifundiários e propunha um imposto sobre
a renda da terra para corrigir o que chamou de “desordem capitalista”. Defensor da propriedade
coletiva dos terrenos (o solo como domínio inalienável do Estado) e de um “socialismo agrário”,
explicava a miséria da sociedade como resultado da concentração de terras nas mãos de poucos
proprietários. George exerceu influência sobre Joaquim Nabuco que, em 1884, escreveu o artigo “Henri
38 Em julho de 1962 havia sido estabelecido o Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social - ILPES, um organismo autônomo sob a égide da CEPAL como projeto do Fundo Especial das Nações Unidas. Com apoio do Banco Interamericano de Desenvolvimento e outras entidades internacionais e privados possui até hoje como finalidade “contribuir com os esforços nacionais e subnacionais orientados a melhorar a qualidade das políticas públicas e fortalecer as capacidades institucionais” através de investimentos e de serviços de capacitação, assessoria e de pesquisa sobre desenvolvimento e planejamento. 39 O Conselho de Desenvolvimento organizado na presidência de Juscelino Kubitschek foi substituído pela Comissão Nacional de Planejamento no governo Quadros. No período parlamentarista do governo Goulart regulamentaram-se as atividades da COPLAN, entre elas a de definir os princípios básicos que orientariam os levantamentos estatísticos. 40 “Jango voltou a preconizar a efetivação das Reformas de Base, especialmente a Agrária. Disse que as reformas se tornam necessárias até para aplicação dos recursos provenientes da Aliança para o Progresso” (Jornal O Globo, 17 de julho de 1962, p.2).
401
George. Nacionalização do solo, apreciação da propaganda para a abolição do monopólio territorial na
Inglaterra”.41 Neste trabalho, Nabuco discorda de parte das concepções georgistas e, no sentido de
transformar o “regime territorial aristocrático” respeitando os direitos adquiridos, propõe indenização
para a desapropriação de terras incultas. Esta mirada, bastante similar à reforma agrária do Plano
Trienal de Celso Furtado, me levou a procurar obras de Nabuco em sua biblioteca particular.42
Retornemos ao debate em 1961. Entre os dias 17 e 22 de abril realizou-se o Simpósio sobre
Reforma Agrária no hotel Glória (Rio de Janeiro) cujo principal redator foi José Arthur Rios. O livro
“Recomendações sobre a reforma agrária” de sua autoria foi publicado pelo IBAD no mesmo ano. Ali
está dito que a questão não passaria apenas pela divisão da propriedade, mas por um conjunto de
medidas em vista da criação de uma classe média rural e do uso adequado da terra (inclusive com o
aporte de crédito).43
Com relação à Reforma Urbana janguista, um tema ingente discutido no Brasil desde o final dos
anos 1950, esta vem merecendo atenção de diversos autores (ver, entre outros, RIBEIRO, 1986;
BONDUKI e KOURY, 2007; RIBEIRO e PONTUAL, 2009), cujas análises apresentam os interesses em
jogo das diversas classes sociais e os conflitos que foram travados na cena política brasileira à época.
Recuperemos alguns elementos da história desta proposição no Brasil e no Rio de Janeiro.
As décadas de 1930 a 1960 foram de efervescência intelectual e política. Na cidade do Rio de
Janeiro e municípios vizinhos surgem pelo menos 188 organizações de massa, das quais 114 originaram-
se entre os anos 1945 e 1950. Eram grupos femininos, associações de moradores, associações cívico-
populares, centros culturais, centros democráticos e comitês distritais, próximos ou diretamente
vinculados ao Partido Comunista (ver APERJ, Fundo DPS). Estes movimentos populares urbanos,
muitos dos quais surgidos para apoiar a chapa JK-Jango nas eleições presidenciais de 1955,
reivindicavam melhorias na habitação e nas condições de vida na cidade. Quando o governo federal
organizou o Conselho Federal de Habitação em junho de 1962, o governador do Estado da Guanabara
Carlos Lacerda (UDN) constituiu, em contraposição, a Companhia de Habitação do Estado da
41 Escrito na Inglaterra, foi editado no Brasil por André Rebouças, abolicionista e defensor da democracia rural. 42 Grande parte de sua biblioteca particular encontra-se no Centro Internacional Celso Furtado localizado na sede do Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES), no Rio de Janeiro. Pelas obras ali depositadas, pude verificar que Furtado foi seu leitor atento. 43 O IBAD em janeiro de 1961 organizou um núcleo de assistência social e educacional no engenho da Galiléia, berço das Ligas Camponesas e, com base nesta experiência, desde o início de 1962 promoveu núcleos, planos de colonização e projetos de desenvolvimento no Rio Grande do Norte, em Pernambuco e na Bahia, além de postos volantes em João Pessoa e Maceió.
402
Guanabara, demitiu José Arthur Rios da Coordenação do Serviço Social, extinguiu o SERFHA44 e
anunciou a “sua” reforma urbana.
Será assinado hoje, às 10 h, o convênio entre a Fundação Leão XIII e o Ponto IV, no valor de 1
bilhão de cruzeiros, para a execução da Reforma Urbana do Rio de Janeiro. O empréstimo – do
Fundo do Trigo – será aplicado na construção de casas populares e na urbanização das favelas
da Guanabara. O órgão estadual encarregado da execução da reforma urbana é a Fundação Leão
XIII que consiste, de início, na construção de 2.250 casas (...) com financiamento de 10 anos, a
juros anuais de 6%, com prestações de 15% sobre o salário mínimo. O empréstimo do Fundo do
Trigo será empregado na primeira parte da reforma, da seguinte maneira: Cr$ 458 milhões para
construção de casas em terrenos comprados pela Fundação Leão XIII e para a urbanização e
saneamentos de casas populares em diversas favelas; Cr$ 187 milhões para a urbanização total
de uma favela, provavelmente a da Vila da Penha (...); e Cr$ 155 milhões para obras urgentes em
todas as favelas do Rio. (...) A urbanização e saneamento das favelas consiste, a princípio, na
conclusão de diversas obras inadiáveis e imprescindíveis, tais como água, luz, esgoto, colocação
de galerias pluviais, abertura de ruas, instalações de postes e meios-fios etc. Essas obras vão ser
feitas nas favelas escolhidas segundo critério de densidade de população, índice de doenças
contagiosas, maior facilidade de execução dos serviços e também de boa-vontade de seus
moradores (Jornal Correio da Manhã, 12 de junho de 1962, p.2).45
A Assembléia Legislativa da Guanabara aprovou no mês seguinte o projeto de lei criando o
Conselho Estadual de Planejamento Urbanístico (CEPU), órgão voltado para o planejamento urbano do
Estado. Em 27 de agosto de 1962 foi promulgado o decreto 911 que permitiu maior número de
pavimentos nas construções desde que afastadas das divisas.46 Tal decreto acarretou em impactos no
44 O sociólogo José Artur Rios, responsável pelo MEH no Rio de Janeiro, dirigiu a pesquisa sobre favelas encomendada pelo jornal Estado de São Paulo em 1960, logo assumindo a Coordenação do Serviço Social do Estado da Guanabara à qual estava submetido o Serviço Especial de Recuperação de Favelas e Habitações Anti-higiênicas (SERFHA), de 1956 (PEREIRA DA SILVA, 2004). “Em vez de encarar a favela como lugar do crime a ser extirpado ou removido (como propunha a política excludente e truculenta do governador do Rio Carlos Lacerda), o trabalho de Lebret, escorado por D. Helder Câmara e pela perícia do sociólogo José Arthur Rios, procurou de modo pioneiro, entender em termos comunitários a formação daqueles aglomerados urbanos gerados pelos desequilíbrios de um país subdesenvolvido” (BOSI, 2012, p. 43). 45 O decreto 1041 (de 17/6) aprovou os novos estatutos da Fundação Leão XIII, que incorporada ao Estado dedicar-se-ia à construção de habitações de baixo custo e à remoção de favelas. 46 O decreto não se aplicava às zonas que tivessem fixação de gabarito de altura inferior a 4 pavimentos e aos terrenos com limite de profundidade.
403
mercado imobiliário da cidade com o surgimento de grandes grupos vinculados a empresas de
financiamento (FRIDMAN, 1994).
Assinale-se a conferência de José Arthur Rios proferida no IPES em 1963 sobre a “Reforma da
Política Habitacional” no curso de Atualidades Brasileiras.47 Após apresentar dados de domicílios (nas
cidades e no campo), de crescimento demográfico e do ritmo de construção de moradias, afirmou que
a “sub-habitação” seria um problema urbano tornando-se indispensável a intervenção nas cidades
subdesenvolvidas. E afirmou que “é portanto nas cidades que se joga hoje o destino democrático do
Brasil” (p. 3) reiterando a ideia de que “a zona rural manda para as cidades os seus resíduos” (p. 6), os
homens de escassa qualificação. Além das sugestões consagradas como financiamento para construções,
cadastro imobiliário, reforma agrária para aumentar o poder aquisitivo das populações, medidas
antiinflacionárias, bônus de habitação com 6% a.a. para atrair a poupança privada, a remodelação da
Lei do Inquilinato e a punição aos terrenos baldios, a Reforma Urbana deveria socializar
progressivamente a propriedade privada apenas “em zonas da cidade antes da urbanização, a fim de
assegurar à municipalidade um controle dessas áreas para efeito da renovação e zoneamento urbano”
(p. 14). Para efeito do zoneamento sugeria o imposto territorial urbano como “instrumento democrático
de socialização” (p.15). E finalizou:
a cidade democrática no mundo moderno é uma cidade planejada. A desordem urbana é um
índice de privilégios. A favela é um atestado urbano de profundas desigualdades sociais e
econômicas que terão de resultar, em curto prazo, em subversão social. Sua extinção pelo
planejamento da cidade é a grande tarefa que incumbe aos democratas de nosso tempo como é
sua responsabilidade a extinção das condições de servidão e exploração do homem pelo homem
no campo brasileiro (p.15).
O Instituto dos Arquitetos do Brasil (seção Guanabara), por entender que o problema da moradia
não se reduzia à questão da casa proletária, sugeriu a criação de um Conselho Nacional de Habitação e
a Lei da Casa Própria.48 Estas demandas tiveram grande repercussão na imprensa e foram
encaminhadas aos candidatos à presidência, Adhemar de Barros, Henrique Lott e Jânio Quadros
(SERRAN, 1976).
A perspectiva dos movimentos populares e de profissionais era a de tornar “o imóvel residencial
acessível a todos os que residem e trabalham nas grandes cidades” (CORBISIER, 1968, p. 149) e, “à
47 Ver Arquivo Nacional, Documentos Privados, Fundo: Instituto de Pesquisas Sociais, caixa 11, Pacote 1. 48 Com financiamento pelas sociedades comerciais com o valor das prestações reajustado pelo salário mínimo.
404
semelhança da Reforma Agrária, exige fundamentalmente a liquidação do monopólio da propriedade
urbana” (idem, p. 160). Suas principais reivindicações consistiam em limitar o número de imóveis
urbanos de propriedade particular com a desapropriação do excedente; desapropriar por interesse
social os imóveis residenciais desocupados cuja venda às classes assalariadas seria feita por organismos
oficiais de crédito; e a construção pelo Estado de grandes conjuntos residenciais voltados à classe
trabalhadora. Tais clamores remetiam-se às medidas implantadas pela Reforma Urbana cubana.
Foi reconhecido como um “passo positivo” o estabelecimento da Comissão Nacional de
Habitação (decreto 209 de novembro de 1961) que depois de 7 meses tornou-se Conselho Federal de
Habitação (decreto 1.281 de 25 de junho de 1962 assinado por Tancredo Neves e André Franco
Montoro). Este Conselho, subordinado ao Primeiro Ministro, possuía como atribuições “orientar e
promover a política de habitação do Governo, mediante um planejamento de âmbito nacional, visando
de maneira particular à habitação destinada às classes economicamente menos favorecidas”; centralizar
a aplicação dos recursos destinados à moradia; indicar a criação e extinção de órgãos vinculados à
política habitacional; e estimular o sistema de ajuda mútua dirigida, o treinamento de pessoal técnico
habilitado e a racionalização dos processos de construção com a adoção de normas de amparo à
iniciativa privada.49
“Dada a premente necessidade de seguir em direção das Reformas”, o IAB manifestou-se a favor
da fundação dos Ministérios da Habitação, da Saúde e da Educação e apoiou a Lei 4.132 (10 de setembro
de 1962) de Desapropriação por Interesse Social para a “justa distribuição da propriedade ou
condicionar o seu uso ao bem estar social na forma do art. 147 da Constituição Federal”. A norma
considerava de interesse social os bens improdutivos ou explorados sem relação com as necessidades
de moradia, trabalho e consumo “dos centros de população” (leia-se cidades); o estabelecimento de
colônias ou cooperativas de povoamento e trabalho agrícola; a manutenção de posseiros em terrenos
urbanos cujas residências formassem núcleos com mais de 10 famílias; a construção de casas populares;
as terras e águas “suscetíveis de valorização extraordinária” depois de obras públicas; e locais para
atividades turísticas e a preservação do solo, de mananciais e reservas florestais.
No entanto, as propostas de transformação da estrutura social não poderiam omitir a dimensão
territorial. O editorial do número 8 de sua revista Arquitetura ao analisar o Plano Trienal diz haver
49 A Comissão Nacional de Habitação possuía a prerrogativa de coordenar e executar a política de habitação, realizar estudos sobre habitação de interesse social, sugerir medidas de incentivo às construtoras particulares, firmar convênios com órgãos oficiais ou privados e organizar seminários e congressos sobre habitação e planejamento. Haveria uma emenda constitucional para que a indenização de imóveis urbanos desapropriados por interesse social fosse em títulos da dívida pública. Em junho de 1962 o IAB-SP realizou a 1ª Jornada Nacional de Habitação onde surgiram moções encaminhadas ao Seminário de Habitação e Reforma Urbana no ano seguinte (ARQUITETURA, n. 6, 1962).
405
apenas uma referência à habitação - no capítulo Pré-investimentos para o Aperfeiçoamento do Fator
Humano na parte referente à saúde. Ali a moradia acompanha a alimentação e o saneamento básico
como essenciais para a eliminação das doenças. Ainda que concordando com a necessidade premente
de melhoria das condições de saúde, os arquitetos entendiam que deveriam ser tomadas medidas para
“disciplinar e ordenar o crescimento [caótico] dos núcleos urbanos” sob pena de implicar “em maiores
despesas para a coletividade”. Por entenderem que “a todo o planejamento corresponde um plano
territorial”, caberia substituir o urbanismo “arcaico” do zoneamento formal pelo planejamento urbano
e regional para mitigar os problemas urbanos, regionais e de habitação. E como a moradia não se reduz
ao teto mas sim ao hábitat, estabelecer-se-ia uma mudança de escala: da forma da casa popular para o
seu espaço (ARQUITETURA, 1963, p. 2-3).
Houve importantes projetos de lei de parlamentares. Um deles foi o de nº 87 apresentado em 4
de abril de 1963 pelo deputado Floriceno Paixão (PTB/RS) que estabelecia o Plano Nacional de
Habitação e instituía o Fundo Nacional de Habitação. O Plano de Habitação iria privilegiar a moradia
para os trabalhadores que recebessem até o valor de 15 salários mínimos vigentes em sua região e a
habitação de interesse social urbana ou rural custeada através de recursos da Caixa Econômica Federal.
O Plano previa ainda o financiamento para aquisição de terrenos e para a indústria de materiais de
construção, como também a assistência técnica e financeira aos municípios “cuja sede tenha população
igual ou superior s 10.000 habitantes para elaboração dos respectivos Planos Diretores” (DIÁRIO DO
CONGRESSO NACIONAL, abril de 1963, p. 1216).50
Face à pressão das classes populares e médias das grandes cidades brasileiras, dos movimentos
urbanos, dos partidos políticos e dos sindicatos mais à esquerda, discussões acaloradas ocorreram no
“Seminário de Habitação e Reforma Urbana. O homem, sua casa, sua cidade” realizado pelo IAB e pelo
Instituto de Previdência e Assistência dos Servidores do Estado no hotel Quitandinha em Petrópolis
(Rio de Janeiro) e São Paulo em julho de 1963. Contando com a presença de mais de 200 profissionais
entre arquitetos, engenheiros, assistentes sociais, advogados, economistas, geógrafos e empresários da
construção civil,51 o documento final apontou o déficit de moradias como resultado das condições do
subdesenvolvimento, do surto industrial não disciplinado, da urbanização vertiginosa e das arcaicas
relações de produção agrárias. Recomendou para “coordenar todos os esforços necessários à correção
50 O Fundo de Habitação receberia a contribuição mensal de 15% do valor das folhas de pagamentos, da contribuição mensal por um ano do acréscimo sobre o aluguel residencial e 5% sobre prêmios de sorteios, loterias e de corridas de cavalos superiores a dez mil cruzeiros. Na justificativa do projeto, Floriceno afirma que em 1960 teria apresentado o projeto 1911 para o estabelecimento de um Plano Nacional de Habitação. O projeto 87 foi arquivado em sessão de 14 de julho de 1964. 51 Compareceram também o Ministro do Trabalho Almino Afonso, representando o Presidente, e os deputados federais Franco Montoro, Fernando Santana, Rubens Paiva e Arthur Lima Cavalcanti.
406
da carência habitacional e de seus problemas de aproveitamento do território (...) a criação de um Órgão
Central Federal” para “fixar as diretrizes da política habitacional e de planejamento territorial do país,
através da elaboração dos planos nacionais, territorial e de habitação”. E visando à maior justiça no
território das cidades, “à ordenação e ao equilíbrio das aglomerações urbanas e ao fornecimento de
habitações condignas a todas as famílias,” exigiram-se limites ao direito de propriedade e uso do solo,
a adoção de regras para cercear a especulação imobiliária, a desapropriação de terrenos sem o
pagamento à vista e a participação popular nos programas. Este conjunto de medidas do Estado se
consubstanciaria numa Reforma Urbana entendida como vinculada à política de desenvolvimento
econômico e social, “inclusive a reforma agrária” (Documento final do SHRU, apud SERRAN, 1976).52
Neste contexto, as propostas da Superintendência da Política Urbana (SUPURB), do Conselho
de Política Urbana (CONPURB) e o decreto de tabelamento dos aluguéis de imóveis foram amplamente
sustentadas pelos sindicatos e organizações profissionais. Vejamos:
Um segundo projeto foi o de nº 1.329 encaminhado ao Congresso em 13 de novembro de 1963
pelo deputado e arquiteto Arthur de Lima Cavalcanti (PTB-Pe). Estabelecia a Superintendência da
Política Urbana para “criar condições que propiciem a expansão racional dos aglomerados urbanos,
tendo em vista sua integração no processo de desenvolvimento nacional”. Na justificativa, o deputado
afirma a necessidade de institucionalizar o planejamento físico das cidades “de modo a entrosá-lo no
esforço geral de programação da economia nacional”, instaurando condições institucionais para a
construção e a melhoria dos alojamentos e para o emprego da mão de obra ociosa. À SUPURB,
subordinada à Presidência da República, caberia a realização de estudos e pesquisas relativas aos
aglomerados urbanos; a elaboração do Plano Nacional de Urbanização e dos Planos Regionais e
Setoriais; a execução dos planos diretamente ou através de convênios com entidades públicas, privadas
ou pessoas físicas; o fomento à indústria nacional de materiais de construção, o disciplinamento do
mercado imobiliário e a normatização para a descentralização do parque industrial. Por este projeto
também seria instituído o Fundo Especial de Urbanização e Habitação destinado a financiar a execução
dos planos. De acordo com o deputado,
com essas providências, que consideramos prévias de uma necessária reforma urbana, cremos
que estarão instauradas as linhas mestres de uma política urbana no Brasil. (...) A Reforma
Urbana será a segunda etapa, com a revisão, atualização e restrição mesmo ao direito de
propriedade, em muitos casos responsável pela falta de ordenamento no crescimento urbano, à
52 Consta que o documento final do SHRU seria apresentado no VII Congresso da União Internacional dos Arquitetos com o enunciado geral “Arquitetura e Subdesenvolvimento” em Havana (setembro de 1963).
407
proporção que permite as especulações com as áreas territoriais e imóveis residenciais e nada
consagra em defesa das comunidades e de seus interesses” (DIÁRIO DO CONGRESSO
NACIONAL nº 188, seção I, p. 9143-44).53
Pelas mãos do mesmo deputado foi encaminhado em janeiro de 1964 o projeto de instituição do
Conselho de Política Urbana (CONPURB), órgão subordinado diretamente à Presidência da República
cuja competência seria elaborar as diretrizes gerais do Planejamento Físico Nacional, medida precedida
por pesquisas e análises dos problemas dos aglomerados urbanos “para que se possa traçar uma correta
política urbana”. E conceber o Plano Bienal de Obras de Investimentos segundo as necessidades de
equipamentos públicos do país. Ainda entre as suas atribuições, o CONPURB tornar-se-ia um órgão
consultivo dos governos estaduais e municipais em matéria de planejamento físico dos aglomerados
urbanos e de suas áreas de influência, revelando-se aqui a mudança de escala do planejamento em
direção às regiões metropolitanas.54 Dada a “a necessidade de unificar as atividades dos órgãos
públicos”, seria também da alçada deste Conselho coordenar-se com órgãos e entidades regionais,
estaduais e municipais cujas atividades interessassem ao planejamento físico nacional; a promoção de
cursos de formação de “planejadores físicos e outros profissionais de planejamento” para gerar uma
“mentalidade de planejamento em setores governamentais e privados”; providenciar levantamentos
sobre o mercado imobiliário e a situação das empresas de construção civil e de materiais para obras
propondo providências de ordenamento; sugerir medidas para o crédito imobiliário e elaborar planos
de ajuda mútua voltados para a população de baixa renda com financiamento de longo prazo
(CAVALCANTI, 1965).55
Segundo o mesmo deputado, “com o plano global urbano e traçadas as linhas mestras de uma
política urbana nacional” a execução da Reforma Urbana exigiria a Reforma Administrativa; a
coordenação de todos os órgãos estatais, paraestatais ou de economia mista, federais, estaduais e
53 O Fundo Especial de Urbanização e Habitação teria dotação orçamentária da União, parte da arrecadação de contribuições de melhoria provenientes de obras de saneamento e de urbanização, receita patrimonial, contribuições dos governos estaduais e municipais e juros das operações realizadas. Com a criação da SUPURB, haveria em cada Estado, território e no Distrito Federal uma Delegacia Regional que providenciaria a desapropriação de imóveis urbanos por utilidade pública ou de interesse social. O projeto foi arquivado pela Mesa Diretora depois do golpe em 12 de maio de 1964. 54 REIS FILHO (1996) revela que a equipe da FAU-USP havia sugerido no SHRU uma mudança na Constituição no sentido da inclusão de dispositivos para a criação das Regiões Metropolitanas, mudança à qual empenhou-se o jurista Ely Lopes Meirelles. 55 Em uma nota publicada na imprensa, o IAB-GB manifestou seu integral apoio à medida oferecendo ao Presidente “toda a colaboração dos arquitetos cariocas”, pois as “proposições constantes da referida minuta de decreto representam elementos da maior significação para a solução dos angustiantes aspectos da crise habitacional e caótico desenvolvimento dos aglomerados brasileiros” (Jornal Correio da Manhã, 28 de janeiro de 1964).
408
municipais que “interferem no equipamento urbano”; a democratização do crédito imobiliário; a
atualização da Lei do Inquilinato; a criação de distritos industriais interurubanos “e das respectivas
comunidades operárias”; a fundação de companhias mistas urbanizadoras nas zonas de maior
adensamento metropolitano “onde fatores de conurbação exigem um plano diretor e urbano comum”;
e a contribuição de melhoria para os serviços de urbanização (CAVALCANTI, 1965).56
O CONPURB, anunciado no Comício da Central do Brasil do dia 13 de março de 1964 seria
assinado pelo presidente no dia 2 de abril. Em seu discurso Jango também noticiou que em poucas horas
iria subscrever um decreto “que regulamentará o preço extorsivo e abominável dos apartamentos
residenciais que estão desocupados, de todos que hoje afrontam e ferem o povo”. O decreto 53.702, de
14 de março de 1964, fixou os valores dos aluguéis,57 cuja fiscalização seria exercida pelo Comissariado
de Defesa da Economia Popular (CODEP) e pelas Delegacias Policiais competentes. O CODEP,
vinculado ao Ministério da Justiça, havia sido criado em 11 de março de 1964 (decreto 53.678) para
realizar o levantamento dos prédios e apartamentos desocupados e enviá-lo ao Ministério da Justiça e
Negócios Interiores para a tomada de providências necessárias à desapropriação por utilidade social.
O Conselho Nacional de Habitação, a Lei de Desapropriação por Interesse Social, a SUPURB, o
CONPURB, o CODEP e o Tabelamento dos aluguéis, cujas características assemelhavam-se às das
medidas tomadas em Cuba na direção da Reforma Urbana, provocaram imediata repercussão.
Atentemos para duas reações ao congelamento dos aluguéis: a primeira antes mesmo do decreto ser
assinado, na qual se pode constatar o desagrado do setor da construção civil.
O Presidente do Sindicato das Indústrias da Construção Civil do Estado da Guanabara, Sr. Félix
Martins de Almeida, declarou que o incremento das construções é a única solução para o
problema habitacional em todo o País, e que para tal deve ser criado um mecanismo de proteção
antiinflacionária para os investimentos públicos e privados no setor. Entendemos – disse – que
o tabelamento dos aluguéis acarretará paralisações na construção residencial, passando o capital
a buscar, naturalmente, emprego em aplicações mais rendosas, com isso, haverá desemprego
56 Cavalcanti era um entusiasta do método de análise e pesquisa realizado pela SAGMACS nas favelas da Guanabara “trabalho único e extraordinário [que] deveria ser realizado com amplitude nacional, (...) é o estudo mais notável neste setor jamais realizado no Brasil” (1965, p. 357). 57 Este decreto, que excluía as habitações de alto luxo (aquelas com custo superior ao preço médio no mercado imobiliário), as chácaras e sítios das zonas urbana e suburbana, as residências com área superior a 120 m2 localizadas à beira mar, em praias de veraneio e estâncias hidrominerais, foi regulamentado pelo decreto 53.845 de 25 de março de 1964. Os valores fixados foram de até 1/5 do salário mínimo local para o imóvel com um quarto; até 2/5 com quarto e cozinha; até 3/5 com sala, quarto e cozinha; até 4/5 com sala, quarto, cozinha e dependências; até um salário com sala e dois quartos e dependências e até um salário e meio com sala, três quartos e dependências. Estes valores seriam reduzidos em 20% na zona suburbana das cidades.
409
para os trabalhadores da construção civil, que na Guanabara, constitui o maior contingente
operário, com cerca de 120 mil homens (Jornal O Globo, dia 19 de fevereiro de 1964, p. 12).
No Juízo da 11ª Vara Criminal foram impetrados, ontem, os primeiros três “habeas corpus”
preventivos contra o Comissariado de Defesa da Economia Popular no tocante ao tabelamento
de aluguéis... Os pedidos de “habeas corpus” alegam a inconstitucionalidade do decreto
presidencial; argumentando que a matéria do inquilinato é regulamentada por lei, a qual não
pode ser modificada por um decreto (Jornal O Globo, dia 18 de março de 1964, p. 1).
No Comício da Central do Brasil, reunindo centenas de milhares de pessoas convocadas por
sindicatos, associações de servidores públicos, entidades estudantis e partidos políticos de esquerda, o
presidente anunciou as medidas das Reformas de Base que dariam início às mudanças estruturais do
país.
É hora das Reformas. (...) Para milhares de brasileiros, o caminho das reformas é o do progresso
e da paz social. Reforma, trabalhadores, é solucionar pacificamente contradições de uma ordem
jurídica superada pela realidade em que vivemos (Discurso de 13 de março de 1964).
Se as Reformas de Base eram instrumentos fundamentais para a implementação de planos
nacionais de desenvolvimento econômico e social, o golpe militar de 31 de março de 1964 destruiu “os
novos tempos e as novas tarefas do povo brasileiro”.58
Bibliografia
ANGELO, M. R. (2010). Les développeurs. Louis-Joseph Lebret e a Sagmacs na formação de um grupo de ação
para o planejamento urbano no Brasil. Tese de doutorado. Programa de Pós Graduação em Arquitetura e
Urbanismo, EESC/USP, São Paulo.
BARAN, P. (1964). A economia política do crescimento. Rio de Janeiro: Zahar [1957].
BIELSCHOWSKY, R. (2000). Pensamento econômico brasileiro. O ciclo ideológico do desenvolvimentismo. 4ª
ed. Rio de Janeiro: Contraponto.
58 João Goulart. Introdução à mensagem presidencial de abertura da sessão legislativa de 15 de março de 1964.
410
---. (2010). Sesenta años de la CEPAL y el pensamiento reciente. In BIELSCHOWSKY, R. (org.). Sesenta
años de la CEPAL: textos seleccionados del decenio 1998-2008. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.
BONDUKI, N. e KOURY, A. P. (2007). Das reformas de base ao BNH. As propostas do Seminário de
Habitação e Reforma Urbana. Anais do XII Encontro Nacional da Anpur. Belém: Anpur.
BOSI, A. (2007). Da esquerda cristã à teologia da libertação. In JINKINGS, I.; PESCHANSKI, J. A. (orgs.).
As utopias de Michael Lowy. Reflexões sobre um marxista insubordinado. São Paulo: Boitempo.
---. (2012). Economia e humanismo. Estudos Avançados (75), maio/agosto.
CANDIDO, A. (1997). Entrevista. In Rememória. Entrevistas sobre o Brasil do século XX. São Paulo:
Fundação Perseu Abramo.
CARDOSO, F. H.; FALLETO, E. (1969). Dependência e desenvolvimento da América Latina. Rio de Janeiro:
Zahar Editores.
CARVALHO, A. C. (2013). Os jornais cariocas da rede da democracia na queda do governo Goulart.
Historica (58), maio.
CAVALCANTI, A. L. (1963). Habitação terá lei específica. Arquitetura (18), dezembro.
---. (1965). Política urbana e habitacional. Reforma urbana. Revista Civilização Brasileira (2).
CESTARO, L. R. (2009). A Sagmacs e o Estado da Aglomeração Paulistana. Dissertação de Mestrado.
Programa de Pós Graduação em Arquitetura e Urbanismo, EESC/USP, São Paulo.
CORBISIER, R. (1968). Lógica e cronologia das reformas. In CORBISIER, R. Reforma ou revolução?. Rio
de Janeiro: Civilização Brasileira.
COUTO e SILVA, G. (1955). Planejamento estratégico. Rio de Janeiro: Bibliex.
DIÁRIO DO CONGRESSO NACIONAL, seção l, abril de 1963.
DIÁRIO DO CONGRESSO NACIONAL, seção l, novembro de 1963.
DREIFUSS, R. (1987). 1964: A conquista do Estado. 5ª ed. Petrópolis: Vozes [1981].
ESCOBAR, A. (2000). Planejamento. In SACHS, W. (editor). Dicionário do desenvolvimento. Guia para o
conhecimento como poder. Petrópolis: Vozes [1992].
FARIA, R. S. (2009). Urbanismo e municipalismo entre a Associação Brasileira de Municípios e o
Instituto Brasileiro de Administração Municipal: a construção institucional do municipalismo brasileiro
pós 1946 e os problemas técnicos do urbanismo. Anais do XIII Encontro Nacional da Anpur. Florianópolis:
Anpur; UFSC.
FRANCISCONI, J. G. Seminário de Quitandinha e Q+50: resultado, avaliação e desafios atuais. Disponível
em: <www.vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/14.160/4880> acesso em 1/10/2013.
FRIDMAN, F. (1994). O problema habitacional do Rio de Janeiro. Cadernos IPPUR/UFRJ (2/3), set./dez.
411
---. (2013). Resenha do livro Urbanismo na Era Vargas: a transformação das cidades brasileiras. Revista
Brasileira de Estudos Urbanos e Regionais (2), v. 15, novembro.
FURTADO, C. (1985). A fantasia organizada. Rio de Janeiro: Paz e Terra.
GOULART, J. Discurso em 1º de fevereiro de 1961. Disponível em:
<http://www.institutojoaogoulart.org.br/noticia.php?id=17&busca=&pagina=> acesso em
22/12/2010.
---. Os novos tempos e as tarefas do povo brasileiro. Introdução à Mensagem Presidencial da Sessão Legislativa
de 1964. Disponível em:
<www.institutojoaogoulart.org.br/upload/conteudos/120128180216_joao_goulart_mensagem_ao_co.
pdf> acesso em 22/12/2010.
GUEVARA, E. (1962). Cuba: caso excepcional? In SWEEZY, P.; HUBERMAN, L.; MORRAY, J.P.;
SCHLEIFER, M., GUEVARA, E. Reflexões sobre a revolução cubana. Rio de Janeiro: Zahar Editores.
GUNDER FRANK, A. (1968). O desenvolvimento do subdesenvolvimento. São Paulo: Sinal [1966].
HADDAD, J. A. (1961). Revolução cubana e revolução brasileira. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira.
HARDOY, J. E.; MORENO, O. A. (1972). Primeros pasos de la reforma urbana en America Latina.
Revista Eure 2 (4), marzo.
HIRSCHMAN, A. (1961). A estratégia do desenvolvimento econômico. Rio de Janeiro: Fundo de Cultura
[1958].
IANNI, O. (1971). Estado e Planejamento Econômico no Brasil. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira.
INSTITUTO BRASILEIRO DE GEOGRAFIA E ESTATÍSTICA (1957). Anuário Estatístico do Brasil 1957.
Rio de Janeiro: Conselho Nacional de Estatística.
LAMPARELLI, C. (1995). O ideário do urbanismo em São Paulo em meados do século XX; Louis-Joseph
Lebret e a pesquisa urbano-regional no Brasil. Cadernos de Pesquisa do LAP (5), mar/abr.
LEBRET, L. J. (1963). O drama do século XX. Miséria, subdesenvolvimento, inconsciência, esperança. 2ª ed.
revista. São Paulo, Livraria Duas Cidades [1960].
LEME, M. C.; LAMPARELLI, C. (2001). A politização do urbanismo no Brasil: a vertente católica. Anais
do IX Encontro Nacional da ANPUR, v. II. Rio de Janeiro: ANPUR; IPPUR.
LEME, M. C. (2001). Urbanismo: a formação de um conhecimento e de uma atuação profissional. In
BRESCIANI, M. S. (org.) Palavras da cidade. Porto Alegre: Editora da UFRGS.
LOWY, M. (1989). Marxismo e cristianismo na América Latina. Lua Nova (19), novembro. Disponível
em: <http://dx.doi.org/10.1590/S0102-64451989000400002> acesso em 20/7/2013.
MATTOS, I. R. (1994). O Tempo Saquarema. A formação do Estado imperial. 3ª ed. Rio de Janeiro: Access.
412
MELO, M.A. (1993). Municipalismo, nation building e a modernização do Estado no Brasil. Revista
Brasileira de Ciências Sociais (23), vol. 8, outubro.
MODESTO, H. (1959). Ausência de planejamento no Brasil. Notícias Municipais (37), nov/dez.
MONIZ BANDEIRA, L. A. (1977). O governo João Goulart: as lutas sociais no Brasil (1961-1964). Rio de
Janeiro: Civilização Brasileira.
MORRAY, J. P. (1962). Cuba e o comunismo. In SWEEZY, P.; HUBERMAN, L.; MORRAY, J.P.;
SCHLEIFER, M.; GUEVARA, E. Reflexões sobre a revolução cubana. Rio de Janeiro: Zahar Editores.
MUNTEAL, O.; VENTAPANE, J.; FREIXO, A. (orgs.). (2006). O Brasil de João Goulart. Um projeto de nação.
Rio de Janeiro: Edit. PUC-RJ; Contraponto.
O SEMANÁRIO. Disponível em: <http://www.gedm.ifcs.ufrj.br/upload/documentos/29.pdf> acesso
em 15/5/2013.
O URBANISMO e a profissão de urbanista. Entrevistas (1959). Notícias Municipais (34), maio/junho.
PEDRÃO, F. C. (2001). Ignácio Rangel. Estudos Avançados (41), v. 15, jan/abr.
PEREIRA DA SILVA, M. L. (2004). A permanência das favelas cariocas e o plano Doxiadis num contexto
de mudanças (1960-1965). Anais do VIII SHCU, cd-rom.
PINTO, A. V. (1956). Ideologia e desenvolvimentismo nacional. Rio de Janeiro: Ministério da Educação e
Cultura.
---. (2006). Ideologia e desenvolvimento nacional. In MUNTEAL, O.; VENTAPANE, J.; FREIXO, A.
(orgs.). O Brasil de João Goulart. Um projeto de nação. Rio de Janeiro: Edit. PUC-RJ; Contraponto.
PONTUAL, V. (2011). O engenheiro Antonio Bezerra Baltar. Política urbanística, Cepur e Sagmacs.
Revista Brasileira de Estudos Urbanos e Regionais (1), v.13, maio.
REIS FILHO, N. G. (1996). Notas sobre a organização das regiões metropolitanas. Cadernos de Pesquisa
do LAP (12), mar-abr.
RESTREPO, L. F. A. (2003). El CINVA y su entorno espacial y político. Mimesis (1), v. 24.
REZENDE, V. (org.). (2012). Urbanismo na Era Vargas: a transformação das cidades brasileiras. Niterói:
Editora da UFF; Intertexto.
RIBEIRO, C; Pontual, V. A reforma urbana nos primeiros anos da década de 1960. Disponível
em:<www.vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/10.109/50> acesso em 30/6/2010.
RIBEIRO, L. C. (1986). Reforma urbana. In Abreu, H.; Ribeiro, L. C. Debatendo a reforma urbana. Rio de
Janeiro: Fase.
RIOS, J. A. (2010). Lebret: profeta ou visionário. Carta Mensal (659), fevereiro.
SÁ EARP, F.; PRADO, L. C. (2007). Celso Furtado. In FERREIRA, J.; AARÃO REIS, D. (orgs.).
Nacionalismo e reformismo radical 1947-1964. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira.
413
SANTOS, M. (1965). A cidade nos países subdesenvolvidos. Rio de Janeiro: Ed. Civilização Brasileira.
---. (1978). A divisão do trabalho social como uma nova pista para o estudo da organização espacial e
da urbanização nos países subdesenvolvidos. Anais do 3º Encontro Nacional de Geógrafos. Fortaleza: UFC;
AGB.
SEGRE, R. (1987). Arquitetura e urbanismo da Revolução Cubana. São Paulo: Nobel.
SERRAN, J. R. (1976). O IAB e a política habitacional brasileira, 1954-1975. São Paulo: Schema Editora.
SOMBRA, S. (1950). Técnica de Planejamento. Revista Brasileira dos Municípios (11), jul-set.
SUPPO, H. (1995). Intelectuais e artistas nas estratégias francesas de "propaganda cultural" no Brasil
(1940-1944). Revista de História (133).
TAVARES, M. C. (2009). Entrevista. Memórias do Desenvolvimento (3), out.
VENÂNCIO FILHO, A. (2011). José Arthur Rios. RIHGB (453), out/dez.
Fontes Documentais
Arquivo Nacional - Documentos Privados, Fundo: Instituto de Pesquisas Sociais, caixa 11, Pacote 1.
Arquivo Público do Estado do Rio de Janeiro - Departamento de Polícia Política Social: 1530; 1531; 1622;
1532; 1533; 6-00840; 7- 0878; 8-1.529; notação 30007. Fundo: Polícia Política Setor: informações - Pasta:
59, Folha: 156; Pasta: 9 - Folha: 85; Notação 32 - IBAD; Departamento Federal de Segurança Pública -
Boletim reservado n. 167 (set. 1955); n. 170 (8/9/1955); n. 171 (9/9/1955); n. 182 (12/9/1955); n. 183
(13/9/1955); Informe: 14/9/1955 e 24/1/1956.
Biblioteca Nacional - Jornal Correio da Manhã, edições de 13/5/1962, 14/6/1962, 2/9/1962, 11/9/1962,
28/1/1964. 28/1/1964, 14/3/1964, 15/3/1964; Jornal O Globo, edições de 5/6/1962, 12/9/1962,
7/1/1963, 18/10/1961, 12/4/1962, 17/7/1962, 21/8/1963, 2/1/1964, 6/2/1963, 16/3/1964, 18/3/1964,
19/3/1964.
Biblioteca Paulo Santos - Revista Arquitetura (Instituto dos Arquitetos do Brasil) nº 5 mar/abr 1962, nº
6 dez 1962, nº 7 jan. 1963, nº 8 fev. 1963, nº 10 abr. 1963, nº 12 jun. 1963, nº 13 jul. 1963, nº 14 ago. 1963,
nº 15 set. 1963, nº 17 nov. 1963, nº 18 dez. 1963, nº 19 jan. 1964, nº 21 mar. 1964, nº 72 jun/jul 1968.
414
Algunas conclusiones sobre crony capitalism y redes sociales en
México en la primera mitad del siglo XX
José Galindo
En ponencias recientes que he dado sobre estos temas, he hablado de redes sociales y crony
capitalism o capitalismo de amigos, analizando el caso específico de una familia de origen
francés proveniente de Barcelonnette que he estudiado en los últimos años: la familia Jean. En
esta ocasión quisiera reflexionar sobre algunas conclusiones más generales a las que se ha
llegado sobre el crony capitalism y redes sociales.
En particular, quisiera comentar algunos puntos acerca de lo qué se ha dicho sobre ¿cuándo y
por qué surgen los sistemas económicos manejados por redes de empresarios y políticos? ¿por
qué estos sistemas son malos para el crecimiento económico? ¿cuál ha sido el papel de las redes
sociales en la superación de los límites de los marcos institucionales? ¿cuáles son los hallazgos
encontrados para el caso mexicano? y, al final, y de manera general, por su importancia,
también profundizaré en lo que sabemos acerca de las redes y el crony capitalism en el caso de
los barcelonnettes.
En primer lugar, es importante definir al crony capitalism. A grandes rasgos, crony capitalism es
un témino usado para describir una economía en la cual el éxito en los negocios depende de
las relaciones o vínculos entre hombres de negocios y funcionarios de gobierno. El término
crony capitalism es de origen reciente. A finales de la década de 1990, después del colapso
económico asiático, surgió un interés particular, por parte de los analistas, académicos y
estudiosos, en general, de diversas partes del mundo, en el tema. Esto se debe a que la
existencia de crony capitalism en el Este Asiático es considerada como una de las principales
causas del deterioro de las economías de esa región después de 1997. De acuerdo con la autora
Gulnaz Sharafutdinova (2010: 23), el término “ha sido usado principalmente para destacar las
virtudes del capitalismo al estilo americano, y criticar el modelo económico del Este Asiático,
por permitir en vínculo cercano entre el gobierno y los grandes negocios. Sin embargo,
evidentemente el fenómeno del crony capitalism no es exclusivo de Asia. De hecho existe en la
mayor parte del mundo. Algunos estadounidenses refutarían esta afirmación diciendo que
existe en la mayor parte del mundo en vías en desarrollo; sin embargo, escándalos salidos a la
luz pública no hace mucho tiempo son suficientes para mostrar que Estados Unidos tiene un
415
considerable nivel de crony capitalism. Basta con mencionar el libro publicado en 2014, All
Presidents’ Bankers, de Nomi Prins. Este libro muestra los vínculos entre los presidentes de
Estados Unidos y los poderosos banqueros de ese país, empezando por JP Morgan, Chase,
National City Bank, Goldman, entre otros. La autora argumenta que “a través de la Gran
Depresión de 1929, la Segunda Guerra Mundial, el establecimiento del Banco Mundial y del
Fondo Monetario Internacional, la Guerra Fría, y la expansión financiera y militar de los
Estados Unidos, Wall Street y la Casa Blanca colaboraron para darle forma a la política
nacional.” Además de que los banqueros estadounidenses han financiado y obtenido
ganancias de otros eventos, como la Primera Guerra Mundial, lo que también fue permitido y
benefició al gobierno de los Estados Unidos.
La autora subraya que “las alianzas político-financieras entre los banqueros y presidentes y
sus gabinetes, definieron, y continúan definiendo, las políticas y leyes que manejan la
economía.”
Stephen Haber, explorando el tema para América Latina, definió al crony capitalism como un
sistema “en el que aquellos agentes económicos cercanos a las autoridades políticas reciben
favores económicamente amplios.” Es decir, los agentes económicos conectados con los
políticos reciben generalmente crédito barato, exenciones fiscales, protección de la
competencia internacional por medio de tarifas, entre otras condiciones que les permiten
obtener ganancias mayores a las que prevalecerían en un mercado competitivo, en donde
todos los participantes partieran de las mismas condiciones (Haber, 2002: XII). Además, dentro
del sistema establecido, los funcionarios gubernamentales obtienen a cambio parte de las
ganancias extranormales producto de los negocios privados.
Ahora intentemos contestar a las preguntas planteadas inicialmente:
¿Cómo podemos diferenciar al capitalismo de amigos del capitalismo?
Antes que todo, es importante clarificar que el capitalismo, por definición, es un sistema
económico y que el capitalismo de amigos es un fenómeno que tiene injerencia e implicaciones
tanto para la esfera política, como la económica, así como un costo para la sociedad. En el
aspecto puramente económico, bajo un sistema de capitalismo de amigos, los empresarios
favorecidos pueden operar sus negocios como monopolios o figuras cercanas a estos. Y los
monopolios, en general, tienen dos consecuencias negativas para la economía: un monopolio
416
produce menos que lo que se produce en condiciones de competencia y la producción se vende
a precios más altos que en un mercado competitivo. Esto crea una pérdida para la sociedad,
que es quien, como consumidora, hace una transferencia de recursos a los actores
privilegiados. Esto, entre otras cosas, tiene un impacto en la distribución del ingreso. Incluso,
aunque no se produjese menos en cierto mercado, el haber un sector protegido, de la
competencia nacional e internacional por ejemplo, permite a los empresarios privilegiados
manipular los precios sobre aquellos que existirían en un mercado más competitivo, lo que se
ve reflejado en ingresos más cercanos a aquellos que los monopolios permiten obtener.
Por otro lado, la sociedad también pierde por el lado de la oferta, es decir, limitada como
productora en los sectores de la economía en donde operan los amigos privilegiados. En ese
sentido podemos decir que los sistemas de capitalismo de amigos distorsionan los incentivos
económicos, distorsionando también las tasas de crecimiento de diversos sectores de la
economía, porque bajo el capitalismo de amigos "surgen industrias que no existirían de otra
manera, ..., y las oportunidades se le niegan a empresarios que tienen las habilidades y los
activos necesarios, pero no el acceso político o la protección necesaria.”
Por otra parte, si analizamos los seis requisitos principales para el capitalismo moderno que
Max Weber identificó, hay dos diferencias fundamentales entre el capitalismo y el capitalismo
de amigos: una relacionada con el estado de derecho y la otra con los derechos de propiedad.
En el primer aspecto, en los sistemas de capitalismo de amigos “la aplicación de la ley se
convierte en arbitraria, impredecible y depende de las relaciones informales y otros factores
distintos de reglas universales.” En resumen, la ley no se aplica por igual a todos los actores
sociales y económicos; no hay ley calculable. Por otra parte, en un sistema de capitalismo de
amigos, los derechos de propiedad son débiles y transitorios. Es un sistema que asegura los
derechos de propiedad del grupo específico de actores económicos seleccionados.
En conclusión, las características unificadoras de todas las versiones de capitalismo de amigos
son la ausencia de derechos de propiedad seguros y el derecho calculable. Es claro que en
todos los países existen particularidades culturales que distinguen la interacción social,
política y económica en sus sociedades respectivas. Los diferentes contextos históricos y
culturales han llevado a diferentes manifestaciones del fenómeno que estamos estudiando.
(Sharafutdinova, 2010: 25).
417
¿Cuándo y por qué surgen los sistemas de capitalismo entre cuates?
El amiguismo en política no es un problema nuevo; burócratas han utilizado con frecuencia
su poder para ayudar y enriquecer a sus amigos y redes fuera del gobierno. Sin embargo,
cuando las relaciones entre los funcionarios del gobierno y los actores económicos dominan la
formulación de políticas, el amiguismo se convierte en capitalismo de amigos. En parte es por
esto, que algunos estadounidenses no consideran del todo que caigan en el patrón de país
capitalista de amigos. Para ellos, la formulación de sus políticas no está dominada por
relaciones informales, aunque existan, sino por instituciones formales. Además de los aspectos
de la falta de ley calculable y derechos de propiedad débiles, que en EU son problemas menos
visibles.
Autores diversos estudian la integración del gobierno y los grupos económicos en períodos de
tiempo muy distintos: la Francia prerevolucionaria, el México prerevolucionario, Europa del
Este bajo el comunismo. De hecho, es difícil determinar un período específico en el que
apareció el capitalismo de amigos como tal. Su origen se remonta al origen mismo del
capitalismo. La necesidad de capital financiero para invertir, fue una de las principales
características que estimularon la formación de redes sociales en general y las redes entre
empresarios y funcionarios del gobierno en particular.
En su obra Crony Capitalism and Economic Growth in Latin America, Stephen Haber formula una
pregunta: ¿si el capitalismo de amigos no es la alternativa ideal para que una economía
produzca lo necesario y sea competitiva, por qué surgen estos sistemas? Él responde diciendo
que el capitalismo de amigos es una segunda mejor solución a un problema: el problema del
compromiso: “cualquier gobierno lo suficientemente fuerte como para proteger y arbitrar los
derechos de propiedad también es lo suficientemente fuerte como para derogarlos.” (Haber,
2002: VII-VIII) Haber se pregunta, ¿cómo puede un gobierno crear un compromiso creíble de
que no hará uso de estas atribuciones? Simplemente con la promesa de hacerlo no es suficiente.
El gobierno siempre puede romper la promesa en algún momento posterior (Haber, 2002:
VIII). De ahí la importancia, según este autor, de que miembros del propio gobierno o
miembros de sus familias, deban compartir los ingresos generados por las actividades
económicas. Es decir, “la mezcla de las élites económicas y políticas significa que es
extremadamente difícil romper un acuerdo implícito entre el gobierno y los tenedores de
activos privilegiados.”
418
Poco tiempo después, en 2003, Haber, en conjunto con Armando Razo y Noel Maurer,
publican el libro The Politics of Property Rights: Political Instability, Credible Commitments, and
Economic Growth in Mexico, 1876-1929, que presenta un modelo de VPI1 que básicamente
teoriza esta idea sobre el crony capitalism para México.
Gulnaz Sharafutdinova (2010: 27-34) va más allá y categoriza las explicaciones del fenómeno
del capitalismo de amigos en torno a tres enfoques: cultural, el institucionalismo histórico y el
neo institucionalismo. Ella menciona que bajo el enfoque cultural, el amiguismo, y la
importancia de las relaciones informales en distintos niveles de la sociedad, es el resultado de
viejos patrones culturales de comportamiento en una sociedad determinada. “La corrupción
y el clientelismo, basado en relaciones personalizadas, son por lo tanto prácticas culturalmente
arraigadas.” En segundo lugar, sobre el institucionalismo histórico, que es el enfoque que
adopta Sharafutdinova en su libro sobre Rusia, ella menciona que los diferentes tipos de
órdenes de acceso limitado requieren de un examen histórico cauteloso. De hecho, los
institucionalistas históricos se centran en los efectos duraderos sobre las instituciones y
patrones políticos que aparecieron en respuesta a los desafíos fundamentales que enfrentaron
actores políticos clave y las sociedades en momentos particulares en el tiempo (Steinmo,
Thelen y Longstreth, 2002).
En cambio, el enfoque neo institucionalista, o sea el de Haber y sus amigos, para esta autora
“proporciona un sólido punto de partida, pero no aborda la cuestión de los orígenes del
amiguismo.” Coatsworth (2005) hace una crítica similar. Él afirma que el modelo utilizado por
Haber, Razo y Maurer no se ocupa de los horizontes de tiempo. Además, los modelos neo
institucionalistas no pueden explicar la existencia de algunas características del capitalismo de
amigos en los países desarrollados, que supuestamente han resuelto el problema del
compromiso del gobierno a través de un gobierno limitado (que puede definirse como aquel
que respeta los debidos procesos y que están obligados a respetar los derechos políticos y
económicos individuales universales a través de grupos de instituciones formales). Otra crítica
que se plantea acerca de los argumentos de los modelos neo institucionalistas es que operan
1 En el modelo de VPI, un tercero partido (muchos actores puede ser un tercer partido, por ejemplo, de acuerdo con este
libro, los generales militares o la mano de obra organizada desempeñaron este papel en México en diferentes momentos)
recibe un beneficio económico de los propietarios (un segundo partido: principalmente terratenientes e industriales) y
garantizan el cumplimiento de un acuerdo informal entre el primer partido (el gobierno) y segundo partido (los propietarios).
Este acuerdo garantiza la protección del gobierno a los derechos de propiedad de los propietarios y otras políticas favorables
a sus intereses. A cambio, los propietarios garantizan un ingreso para el gobierno, en general, a través de impuestos.
419
con un alto nivel de generalización, que no permite distinguir entre versiones específicas de
capitalismo de amigos o “sistemas con cierto grado de acceso limitado.” Razo reconoce la falta
de horizontes de tiempo en el análisis que realiza con Haber y Maurer (2003), que no teoriza
acerca de los factores detrás de la existencia prolongada de acuerdos informales. En su libro,
Social Foundations of Limited Dictatorship, publicado en el 2008, trata de explicar la durabilidad
de los acuerdos informales y especificar las bases políticas y sociales que extienden más allá
del porfiriato el tipo de acuerdos informales que se dieron entre el presidente Díaz y los
empresarios.
Según Razo (2008), el libro de 2003 muestra con precisión que los actores económicos y
políticos durante el Porfiriato encontraron en su interés colaborar, pero este autor menciona
que los mecanismos a nivel micro que permitieron la cooperación y la integración no se
explican en esta obra . (Razo, 2008: 15-16).
Razo afirma que Díaz ofreció protección privada, más que universal, a un conjunto limitado
de actores, y que existían compromisos creíbles selectivos (selective credible commitments).
Razo también afirma que la formulación de políticas en el México del Porfiriato estuvo
dominada por acuerdos privados entre el gobierno federal, a veces en colaboración con los
gobiernos locales, y los actores económicos; y que los legisladores “prefirieron ceder facultades
legislativas al poder ejecutivo, a cambio de tener acceso a la red de protección privada que
compartía los frutos del crecimiento económico.”
Razo menciona que las concesiones específicas que las empresas obtuvieron fueron variables,
incluso cuando se encontraban en la misma industria. “Las empresas con mayores ingresos
esperados eran más propensos a obtener mejores términos de concesión.” (2008: 170)
Razo (2008: 169) resume su contribución diciendo que (2008: 171) “la estructura de la red de
privilegios especiales que Díaz otorgó, creó una masa crítica de actores con el incentivo para
defender el sistema contra la depredación.” También concluye que “la evidencia mostró que
la red de Díaz no era particularmente densa, pero incluyó actores centrales suficientemente
poderosos como para mantener al dictador en jaque.” Estos argumentos muestran la total
influencia neo institucionalista del autor.
420
Aurora Gómez hace una reseña incisiva sobre el libro de Razo. Ella afirma que el “porfiriato
no se parecía a la dictadura en el modelo de Razo tanto como el autor hubiera deseado,”
porque “la historiografía reciente ha demostrado ... que el marco institucional del México
porfiriano era más complejo y que existían limitaciones legales y políticas más fuertes para el
dictador poder, que lo que el autor reconoce.”
Gómez afirma que “la importante presencia de funcionarios públicos en la red de Razo es
producto en gran medida de las fuentes utilizadas, las cuales están fuertemente sesgadas hacia
las grandes empresas en los sectores en que una concesión del gobierno era necesaria que son
en los que la inversión extranjera se encuentra mayoritariamente.” Y ella explica, “con el fin
de que una concesión pueda darse a un inversionista extranjero, la ley federal requería que la
empresa tuviese al menos un funcionario público en su junta directiva.” Gómez concluye que
“no está claro que la causalidad de la gran presencia de los funcionarios públicos en la red se
relaciona con la necesidad de protección.” (http://eh.net/book_reviews/social-foundations-
limited-dictatorship-networks-and-private-protection-during-mexicos-)
Edward Beatty, en su libro Institutions and Investment: The Political Basis of Industrialization in
Mexico before 1911, de 2001, más en la línea de lo que Gómez afirma, cuestiona tácitamente la
idea de que el Porfiriato fuera un caso de capitalismo crony.
Desafiando la visión estándar del estado porfiriano como dominado por la política
personalista, intereses financieros extranjeros y una economía de exportación, la visión de
Beatty sostiene que a partir de la década de 1890, el gobierno mexicano adoptó un conjunto
coherente de políticas económicas diseñadas explícitamente para fomentar la industria
mexicana, en particular las manufacturas.
Beatty muestra que el gobierno de Porfirio Díaz favoreció el desarrollo de un sector industrial
nacional a través de una serie planificada y cuidadosamente administrada de leyes y políticas,
incluida la política comercial (aranceles de importación), la ley sobre la propiedad intelectual
(patentes), y el programa de nuevas industrias, proporcionado incentivos fiscales a los
empresarios que establecieron nuevas industrias.
Dentro del contexto histórico, el libro argumenta que la burocracia federal de México demostró
ser capaz de diseñar, administrar y adjudicar la política económica en libertad relativa de
421
consideraciones políticas, lo que resulta en una estructura económica cada vez más diversa. Y
sostiene que las instituciones jugaron un papel crucial en la formación del comportamiento de
la inversión.
Sandra Kuntz afirma, en este mismo sentido, que durante el porfiriato la situación de las reglas
sin lugar a dudas mejoró. y propone que el análisis del crony capitalism debe ser de más largo
plazo. Es decir, de acuerdo con Kuntz, “yéndonos hacia atrás, podemos apreciar mejor los
avances institucionales del porfiriato.”
En mi opinión, la realidad se encuentra en el medio de lo que los neo institutionalistas,
incluyendo Razo, han afirmado sobre el capitalismo de amigos en México y lo que Beatty,
Gómez-Galvarriato y Kuntz consideran. Es decir, el capitalismo de amigos no era tan fuerte
como los neo institutionalistas afirman, pero más fuerte que lo que los otros autores reconocen.
De hecho, si como ha mencionado Gómez, por ejemplo, la ley federal requería que, bajo ciertas
condiciones, algunas empresas tuviesen al menos un funcionario público en su junta directiva,
estos funcionarios deben haber obtenido beneficios económicos, y, por tanto, los incentivos
económicos en esos sectores pueden haber sido distorsionados bajo esas condiciones. Además,
independientemente de que en efecto durante el Porfiriato la ley en México tenía más peso de
lo que los neo institucionalistas reconocen, la formulación de leyes y de políticas en ese
periodo muchas veces fue producto de la mezcla de intereses de los grupos de la élite política-
empresarial, lo cual, como definimos anteriormente es un paso importante entre el cronism y
el crony capitalism.
¿Cuál ha sido el papel de las redes sociales en la superación de los límites de los marcos
institucionales?
Lo que parece haber generado un mayor consenso entre los estudiosos es el hecho de que las
redes sociales fueron fundamentales para lograr el éxito económico a partir del periodo
porfiriano. ¿Por qué se da eso?
En un artículo sobre los industriales y banqueros en México y Brasil, Musacchio y Reed
afirman que “los hombres de negocios pueden utilizar las redes para el monitoreo mutuo, y
negociar dentro de un sistema que se basa más en la convención que en normas públicamente
declaradas para su funcionamiento.” Estos autores también encontraron que los políticos
juegan un papel más importante en la red económica de México que en Brasil durante el
periodo temprano de industrialización. Y afirman que “las principales personalidades de la
422
red empresarial mexicana eran a menudo los políticos prominentes que facilitaron el
intercambio de información entre las empresas, participando en muchos consejos al mismo
tiempo.” (Musacchio y Lee, 2007: 846-847)
Gonzalo Castañeda (2004: 2-3) explica que en términos sociológicos, es posible distinguir entre
dos tipos de empresarios: empresarios individuales y empresarios en red. Los empresarios
que actúan individualmente son más comunes en las sociedades en que la confianza
generalizada prevalece. De no haber tal, los empresarios actúan en redes. Los elementos de la
red deben tener atributos personales adecuados y, por supuesto, el respaldo de los demás
elementos de la red basado en valores compartidos de los elementos de la red, así como las
conexiones adecuadas para desarrollar empresas productivas y explotar nichos de mercado.
Gómez-Galvarriato (2008) sostiene que “cuando las circunstancias son peligrosas y cuando el
entorno institucional ofrece sólo una débil protección de los derechos de propiedad, es más
probable que las actitudes compartidas, metas y aspiraciones operarán para reducir los costos
de transacción, reemplazando las normas y regulaciones impuestas desde el exterior” Gómez
explica que: “las redes basadas en las normas sociales que sustentan la confianza no sólo
reducen los costos de transacción e información; también disminuyen los riesgos e
incertidumbres de la actividad empresarial.”
Sin embargo, contrariamente a lo que la mayoría neo institucionalistas que estudian la primera
industrialización en México argumentan, Gómez (2008: 480) afirma que “no es posible concluir
a partir de la literatura existente si la importancia de las redes en México fue el resultado de
debilidad de las instituciones; sin embargo, es innegable que las redes jugaron un papel
especialmente relevante en la actividad empresarial del país.”
¿Cuáles son las conclusiones generales sobre el capitalismo de amigos en México
encontrados para finales de los siglos XIX y XX?
El marco institucional del México porfiriano era más complejo y que existían restricciones más
fuertes al poder de Díaz que las que la mayoría de los neo institucionalistas reconocen. Sin
embargo, a pesar de la creación de instituciones y reglas del juego, la dictadura de Díaz tuvo
fuertes características de capitalismo de amigos. Incluso limitando o apoyando sus acciones
con la Constitución en mano, creó una estructura informal para la operación de los negocios,
423
favoreciendo a su circulo más cercano. Además, también creó un sistema político que le
permitió equilibrar el poder entre distintas facciones en el país.
Quizás el modelo teórico que mencionan los neo insitucionalistas de que existían fuerzas que
impedían al dictador cambiar las reglas informales de operación, ante la falta de instituciones
formales, no aplica como tal, pero es un hecho de que había un grupo de élite, mismo que, con
otros nombres y apellidos, continúa existiendo, que puede modificar y cambiar las reglas
formales para beneficio propio.
La elaboración de la Ley General de Instituciones de Crédito de 1897 por parte del gobierno
federal, en conjunto con los pocos bancos que existían, es un buen ejemplo de cómo se
construyeron los acuerdos entre funcionario del gobierno y los elementos del sector privado.
Básicamente, esta Ley contribuyó a un sector bancario altamente concentrado que soportó una
estructura industrial altamente concentrada: “las empresas de más rápido crecimiento no eran
las mejores firmas: eran las empresas mejor conectadas” (Maurer, 2002: 115). Incluso la
industria textil del algodón, que se debería de haber caracterizado por tender a la competencia
perfecta, era extremadamente concentrada. De hecho, los principales propietarios de la banca
fueron los principales propietarios de textiles en México. En el caso particular de México,
además existió un factor étnico: los textiles y la banca eran propiedad principalmente de
grupos del mismo origen étnico, sobre todo el francés y el español.
Los monopolios de productos manufacturados, por lo tanto, se pudieron crear y defender
como resultado de las barreras a la entrada, fortalecidas por el sistema bancario de México. En
algunos casos, los monopolios se pudieron crear a través de exenciones fiscales para empresas
específicas o a través de las leyes de patentes. Además, el gobierno proporcionó protección
comercial a los monopolios industriales de México. Esta protección se incrementó a lo largo
de los años, y para el comienzo de la década de los años de 1980 la industria mexicana
proporcionaba bienes muy baja calidad a precios superiores a los pagados a nivel
internacional.
La Revolución Mexicana no representó un cambio importante sobre la élite económica del país,
y las empresas propiedad de ellos prácticamente sobrevivieron el evento sin sufrir daños de
importancia. Además, he demostrado que a pesar de que la clase de los hacendados fue más
afectada que la de los industriales, una parte importante de ellos también pudo sobrevivir a
424
ese episodio violento (Galindo, BLAR). Como resultado, se creó una nueva coalición entre las
viejas élites económicas y los nuevos políticos, y el sistema capitalista de amigos continuó
funcionando de manera casi intacta. Obviamente hay excepciones: algunos empresarios, que
habían estado cerca de Díaz, en la industria del petróleo, por ejemplo, ya no formaron parte
de la élite del poder, quizás también se dejó de favorecer de la manera que se hacía a los
empresarios barcelonnettes. Pero la estrategia del gobierno se mantuvo muy similar, lo que
representa el punto más importante a destacar. Muchos descendientes de los empresarios
porfiristas estuvieron fuertemente vinculados a todos los gobiernos post-revolucionarios hasta
la década de años de 1980 (Camp (1989: 80). De hecho, los elementos culturales mexicanos se
mantuvieron intactos. Los políticos y empresarios reprodujeron el mismo tipo de arreglos
entre ellos: mantener el dinero y el poder en pocas manos.
Sin embargo, una cosa que ha cambiado desde el Porfiriato, como Jeffrey Bortz (1997)
argumenta, es que los trabajadores de México se hicieron más fuertes después de la Revolución
Mexicana. De hecho, después de la década de 1920 todos los gobiernos de México integraron
al trabajo organizado en la coalición gobernante. El resultado fue un equilibrio en el que el
resto de la sociedad mexicana sirvió como fuente de renta para el gobierno, un subconjunto
de fabricantes y un subconjunto de sus fuerzas de trabajo (Gómez, 2002: 289-323).
¿Qué sabemos acerca de las redes sociales y el capitalismo de amigos, en el caso de la
Barcelonnettes?
Los Barcelonnettes vinieron de Francia a México después de la Independencia, y aceleraron su
migración a este país durante el porfiriato. A finales del siglo XIX, se sintió la presencia de los
Barcelonnettes más allá del comercio y la industria textil, donde este grupo comenzó sus
actividades comerciales. En el sector financiero, por ejemplo, fueron socios de los principales
bancos, haciéndose paulatinamente del 70 por ciento del Banco Nacional de México, el 46 por
ciento del Banco de Londres y México, el 60 por ciento del Banco Central Mexicano y del Banco
de Crédito Hipotecario. Del mismo modo, estos inversores estaban involucrados en gran parte
de la producción manufacturera del período, incluyendo producción de conservas, tabaco,
vidrio, hierro y acero, entre otras varias.
Aurora Gómez (2008: 491) encuentra que “la red (Barcelonnette) estaba estrechamente
entrelazada y era relativamente densa”, y que “la mayoría de los miembros de la red eran
franceses: sólo el 14 por ciento de los socios tenían apellidos que no eran franceses.”
425
La red barcelonnette se caracteriza porque estos franceses invirtieron en la gestión,
contratación y capacitación de personal casi exclusivamente desde el interior de su
comunidad. Los que vinieron después, aprovecharían la red original para iniciar y expandir
sus negocios, expandiendo el tamaño de la red. Algunos autores han encontrado que los
únicos políticos vinculados a la red de los barcelonnettes fueron en el sector bancario. Sin
embargo, esto no minimiza el problema de los vínculos entre empresarios y políticos. La banca
es finalmente quién provee a la industria de capital para la inversión.
Castañeda explica la teoría de los empresarios en red, descrita anteriormente, a través del caso
de los Barcelonnettes. Él indica que históricamente diferentes comunidades étnicas se han
vinculado en redes. "A través de este sistema, un grupo de inmigrantes se siente atraído por
un determinado país y son apoyados por amigos y familiares que han logrado previamente
cierto éxito como empresarios en el país anfitrión. Después de experimentar un período de
dificultades, trabajo duro y bajos salarios, algunos de los inmigrantes empiezan a desarrollar
su propio negocio. Además de su ahorro, a veces cuentan con alguna herencia familiar y el
apoyo financiero de la comunidad” Castañeda continúa: “Este apoyo es el resultado de una
promesa hecha por el inmigrante al ser reclutado a cambio de un comportamiento leal y
duradero hacia la empresa.” De acuerdo con este autor, en el caso Barcelonnette, “individuos
talentosos y bien integrados de la etnia tuvieron la oportunidad de recibir el apoyo de su
patrón para la creación de un negocio propio, a pesar de que, en ocasiones no había ninguna
relación de sangre entre jefes y trabajadores.” (Castañeda, 2004: 3)
Las empresas Barcelonnettes se extendieron a lo largo de México entre la mitad de los siglos
XIX y XX. En 1910 había 4,800 Barcelonnettes que vivían en México, casi un tercio de la
población total del valle de Barcelonnette al final del siglo XIX. (Castañeda, 2004: 4) Sin
embargo, su éxito en su conjunto y como una comunidad cohesionada ha sido duramente
cuestionada. En un libro bien documentado sobre los Barcelonnettes en el estado de Puebla,
Leticia Gamboa sostiene que, contrariamente a lo que la mayoría de estudios sugieren, los
Barcelonettes en México no eran una colonia homogénea ni uniforme, y no todos se hicieron
ricos, ni todos llegaron a la mismas posiciones sociales (Gamboa, 2004: 309-314). De hecho, la
comunidad Barcelonnette en México mantuvo las características de una sociedad jerárquica y
piramidal.
Conclusiones:
426
Haciendo algunas reflexiones finales sobre el capitalismo de amigos, es importante mencionar
que desde que comencé a estudiar este tema, mi percepción sobre el mismo ha cambiado. En
muchos países, el crony capitalism ha sido fundamental para consolidar al aparato productivo.
La necesidad de capital fue una de las características principales que estimularon la formación
de redes sociales en general, y redes entre empresarios y funcionarios de gobierno en
particular. Desde mi punto de vista, el problema de crony capitalism que enfrenta México, y
otros países con características comunes, en la actualidad, se debe a que, a lo largo de gran
parte del siglo XX, no se dio un proceso de construcción y consolidación de instituciones
formales de control monopólico entre otras, de la misma manera que en otros países. Esta
condición ha limitado el tránsito a una etapa institucional más sólida, en donde el proceder de
las relaciones productivas no dependa de acuerdos específicos entre miembros de los grupos
de poder. En México han existido considerables resistencias al cambio, y no ha existido una
intención genuina por parte de la mayoría de los elementos que conforman los grupos de
poder para que esto se controle. Incluso, las pocas instituciones robustas con las que cuenta o
contaba México, muchas veces son debilitadas dentro del Congreso, con base en intereses
específicos de algunos poderosos. Esto se ejemplifica en el reciente tránsito del Instituto
Federal Electoral al Instituto Nacional Electoral, lo que borra avances importantes sobre
aspectos específicos, en este caso, en materia electoral. Igualmente, la creación de nuevas
instituciones generalmente se hace protegiendo los intereses de los poderosos, como será el
caso del nuevo Sistema Anticorrupción, cuya creación ha sido delegada en manos de jóvenes
políticos de dudosa calidad moral, vinculados con la vieja guardia.
En conclusión, el capitalismo de amigos, que en un principio, durante el Porfiriato, fue un
mecanismo que permitió lidiar con debilidades institucionales, se ha convertido, a lo largo de
los años posteriores y hasta la actualidad, en un factor que mantiene débiles y debilita las pocas
instituciones de peso del país. Es por ello que hoy en día tenemos a varios de los hombres más
ricos del mundo, incluyendo a uno que ha sido el más rico en diversas ocasiones en años
recientes, Carlos Slim, de acuerdo al rankeo anual la revista Forbes.
En su libro Why Nations Fail, Daron Acemoglu y James Robinson plantean que la riqueza
creada por Carlos Slim se debe, en gran parte, a su red con políticos. Además, los autores
mencionan que, a pesar de la existencia de instituciones especializadas en el control de
monopolios en México, como la Comisión Federal de Competencia, en el caso de Teléfonos de
México (Telmex), Slim recurrió en diversas ocasiones al juicio de amparo, lo que estos
427
investigadores definen como un “recurso de protección.” De hecho, los autores explican que
cuando Slim intentó penetrar el mercado estadounidense mediante la adquisición de
CompuUSA ,en 1999, no logró hacerlo, y fue multado con 454 millones de dólares por violar
el contrato establecido e intentar expandir su cadena de tiendas. Es decir, Slim fue multado
por su intento de realizar prácticas monopólicas, y “en Dallas no hay juicio de amparo”
mencionan los autores irónicamente. Bill Gates, según Acemoglu y Robinson, por el contrario,
ha tenido que construir su riqueza sujeto a instituciones mucho más sólidas, como el
Departamento de Justicia de los Estados Unidos, y sin contar con esta red con políticos que le
haya abierto el camino de manera tan directa. Por otra parte, los autores mencionan que
Microsoft, la empresa de Gates, es una de las empresas de tecnología más innovadoras del
mundo, lo que no puede afirmarse sobre las empresas creadas por Slim, “que no hizo su dinero
por innovación.”
A pesar de que Piketti critica la comparación que hace el libro de Acemoglu y Robinson por
contrastar las riquezas de Carlos Slim y Bill Gates, como si el primero fuera un mero rentista
monopolista y el segundo el ejemplo de emprendedor ejemplar, Piketti reconoce que él no
conoce con precisión cómo se hicieron ricos Slim y Gates. Para Piketti, Gates también se ha
beneficiado de monopolios de sistemas operativos. Con este punto, Piketti busca enfatizar que
la concentración de la riqueza es una tendencia global, en casi cada nación. Sin embargo, desde
mi punto de vista, sí tiene trascendencia el cómo han sido creadas las riquezas, y concuerdo
que la de Slim de ninguna manera es una fortuna creada con innovación. En fin… Queda
mucho por reflexionar aún sobre estos temas.
Bibliografía Daron Acemogly y James Robinson, Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity, and Poverty (New York: Crown Publishers, 2012). Jeffrey Bortz, “Without any more Law than their own Caprice: Cotton Textile Workers and the Challenge to Factory Authority During the Mexican Revolution.” International Review of Social History 42: 253-288 (1997). Roderic Camp, Entrepreneurs and Politics in Twentieth-Century Mexico (Oxford: OUP, 1989). Gonzalo Castañeda, “The Barcelonnettes: An Example of Network-Entrepreneurs in Nineteenth-Century Mexico: An Explanation Based on a Theory of Bounded Rational Choice with Social Embededness,” document de treball no. 04/2, Department d’Economia de l’Empresa, Universitat Autònoma de Barcelona (2004).
428
John Coatsworth, “Structures, endowments and institutions in the economic history of Latin America.” Latin American Research Review 40 (3): 127-145 (2005). José Galindo, “Some Considerations Regarding the Persistence of the Economic Elite in Mexico in the First Half of the Twentieth Century.” Bulletin of Latin American Research, 32: 149–62 (2013). Leticia Gamboa, Au-Delà de Lócéan: Les Barcelonnettes à Puebla, 1845–1928 (Sabença de la Valéia, 2004). Aurora Gómez-Galvarriato, “Networks and Entrepreneurship: the Modernization of Textile Business in Porfirian Mexico,” Business History Review 82: 475-502 (2008). Aurora Gómez-Galvarriato, “Mesuring the Impact of Institutional Change in Capital-Labor Relations in the Mexican Textile Industry, 1900-1930,” in The Mexican Economy, 1870–1930, ed. Jeffrey Borzt and Stephen Haber (Stanford: SUP, 2002), 289–323. Mark Granovetter, “The Strength of Weak Ties,” American Journal of So- ciology 78: 1360–80 (1973). Stephen Haber ed., Crony Capitalism and Economic Growth in Latin America: Theory and Evidence (Stanford: SUP, 2002). Stephen Haber, Armando Razo and Noel Maurer, The Politics of Property Rights: Political Instability, Credible Commitments, and Economic Growth in Mexico, 1876-1929 (Cambridge, Mass.: CUP, 2003). Stephen Haber, “The Commitment Problem and Mexican Economic History,” in The Mexican Economy, 1870–1930, ed. Jeffrey Borzt and Stephen Haber (Stanford: SUP, 2002), 324–336. Sandra Kuntz, plática del 24 de octubre de 2014, Xalapa, Veracruz. Noel Maurer, The Power and the Money: The Mexican Financial System, 1876-1932 (Stanford: SUP, 2002). Aldo Musacchio and Ian Read, “Bankers, Industrialists and Their Cliques: Elite Networks in Mexico and Brazil during Early Industrialization, “ Enterprise and Society 8: 842-880 (2007). Douglass C. North, Institutions, Institutional Change and Economic Performance (Cambridge, Mass.: CUP, 1990). Thomas Piketti, El Capital en el Siglo XXI (México: FCE, 2014). Nomi Prins, All the Presidents’ Bankers: The Hidden Alliances that Drive American Power (New York: Nation Books, 2014). Armando Razo, Social Foundations of Limited Dictatorship: Networks and Private Protection During Mexico’s Early Industrialization (Stanford: SUP, 2008). Gulnaz Sharafutdinova, Political Consequences of Crony Capitalism inside Russia (Notre Dame: NDUP, 2010).
429
Steinmo Sven, Kathleen Thelen and Frank Longstreth, eds. Structuring Politics: Historical Institutionalism in Comparative Perspective (New York: CUP, 2002). http://eh.net/book_reviews/social-foundations-limited-dictatorship-networks-and-private-
protection-during-mexicos-
430
LOS ECONOMISTAS DE LA TRANSICIÓN: UN PUENTE
INTERNACIONAL
Dra. Elsa M. Gracida1
... las ideas de los economistas y de los filósofos políticos, tanto cuando son correctas como cuando están equivocadas,
son más poderosas de lo que comúnmente se cree. En realidad, el mundo está gobernado por poco más que esto.
John Maynard Keynes Teoría general del empleo, el interés y el dinero
INTRODUCCIÓN
Como parte del proceso histórico de universalización de las ideas, en el pensar y actuar de
los economistas mexicanos que se han desempeñado como funcionarios públicos, han
influido en grado diverso las doctrinas y las políticas económicas formuladas en los países
desarrollados. Su adopción –y en algunas ocasiones adaptación- a la realidad nacional ha
impreso en el legado de todos ellos, en mayor o menor medida, una visión de origen
universalista.
Los canales de internalización del pensamiento, el diseño y la práctica económicos
dominantes a nivel internacional entre los artífices del trazo y ejecución de la política
económica mexicana fueron, y han sido, muy diversos en cada época. Su origen puede
rastrearse en su formación académica formal, informal o autodidacta, incluidos en ocasiones
estudios en el extranjero. Y, en forma complementaria, aunque a veces reemplazándola
también, en su actividad profesional, la cual podía abarcar tareas tan diversas como las de
docencia, proyectos de investigación, traducción, programas editoriales, representación
oficial en el extranjero o en organismos internacionales, creación de instituciones, altas
1 Posgrado en Economía. UNAM-FE. E-mail: [email protected]
431
responsabilidades públicas en organismos vinculados con la problemática económica,
etcétera.
Pero, sin duda, a nivel mundial, sobre todo desde el último tercio del siglo XX, se ha
extendido la influencia de los actores y las ideas internacionales en los procesos de
elaboración de las políticas nacionales. Asimismo, las vías mediante las cuales este influjo
tiene lugar se han multiplicado y han alcanzado un alto grado de influencia. Al punto que
un autor llega afirmar que su capacidad para motivar e incidir en la toma de las decisiones
en la esfera política las ha convertido en “el motor que impulsa muchas de las propuestas y
políticas adoptadas por los gobiernos (Caballero, 2009:7).
Es, en este contexto que, el estudio del fenómeno ha recibido un nuevo impulso, en
particular a partir de la propuesta interpretativa centrada en la denominada Comunidad
Epistémica, construida desde el campo de las relaciones internacionales. Ofrecemos, dicen
sus desarrolladores:
(…) un enfoque que examina el papel que redes de expertos basados en el
conocimiento -comunidades epistémicas- juegan en la articulación de las relaciones
de causa y efecto de problemas complejos, ayudando a los Estados a identificar sus
intereses, enmarcando los temas para el debate colectivo, proponiendo políticas
específicas e identificando los puntos más destacados de la negociación (Haas,
1992:2).
Argumentamos, puntualizan más adelante, que el control sobre el conocimiento y la
información es una dimensión importante de poder [nacional o trasnacional] y que la
difusión de nuevas ideas e información puede conducir a nuevos patrones de
comportamiento.
Conforme a la definición seminal de Peter M. Haas -quien coordinó y realizó la introducción
de la publicación de un estudio pionero sobre el tema, titulado Conocimiento, Poder y
432
Política Internacional (1992)2- una Comunidad Epistémica es una red de profesionales con
experiencia y una reconocida competencia en un dominio particular del conocimiento y
arrogada de autoridad en la elaboración de políticas de esa área temática Asimismo,
especifica el autor, los profesionales de la Comunidad comparten: dogmas normativos y de
principios; juicios causales sobre los problemas de su área temática, las posibles acciones
políticas y los resultados deseables; creencia en la validez de su conocimiento, a partir de
criterios definidos por ellos mismos y un proyecto político, asentado en la presunta
convicción de que las prácticas asociadas con los problemas a los que su competencia
profesional se dirige, mejorará el bienestar humano (Haas, 1992:3).
Una visión homogénea del mundo y una agenda y prácticas discursivas comunes, se
acompañan regularmente por el de ser comunidades reducidas, que imprimen un mayor
énfasis a las relaciones informales que a las formales y obstaculizan la influencia de otros
personajes o agrupaciones en el debate político. En forma complementaria, con el fin de
extender su influencia y reconocimiento, realizan una significativa labor de difusión de sus
ideas y propuestas principalmente a través de la impartición de docencia universitaria;
conferencias; seminarios; foros; congresos; reuniones; publicaciones de informes, avances
de investigación, artículos, libros y presencia en los medios de comunicación. No es poco
frecuente también, que miembros de este tipo de comunidades epistémicas, lleguen a
ocupar altos puestos de decisión en gobiernos u otras instituciones nacionales y aún en
organismos internacionales (Caballero, 2009; Oliveira Ribeiro, 2013). Por último, vale la
pena mencionar que, dependiendo del ámbito geográfico de su influencia, se distingue entre
redes nacionales o internacionales, trasnacionales también se les llama. Igualmente es
común referirse a comunidades epistémicas especializadas, cuando se trata de destacar el
dominio o área temática en la cual ejercen su acción.
Un número importante de estudios se han realizado al amparo de la propuesta, si bien ésta
ha sido objeto de serias críticas derivadas principalmente de su asiento teórico y supuestos
metodológicos en torno a la presumible aséptica cientificidad del pensamiento de los
2 Una versión previa de la mayoría de los análisis compilados en esta publicación, habían sido expuestos en un encuentro de la American Political Science Association, celebrado en Washington, en septiembre de 1988, según advierte el editor.
433
integrantes de las comunidades; la pretensión de que sus recomendaciones por venir de
expertos reconocidos sean necesariamente las más adecuadas a favor del bienestar social; la
debatida neutralidad ideológica y en ocasiones su uso como una herramienta de
justificación y manipulación, entre otras. Sin embargo, no puede dejar de reconocerse su
valor analítico, sobre todo por lo que se refiere a la descripción de cómo funciona este tipo
especial de comunidad epistémica.
Así, algunas investigaciones han incorporado esta visión, si bien en ocasiones subordinada
a otros cuerpos conceptuales. Ejemplos relevantes para el caso de México, lo constituyen
diversos estudios sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN. Entre
ellos puede mencionarse el libro ¿Quién gobierna América del Norte? Élites, redes y
organizaciones, coordinado por Alejandra Salas-Porras Soulé y Matilde Luna Ledesma,
centrado en el análisis de la influencia que ejercieron las élites en el proceso de configuración
del Tratado (Salas-Porras y Luna, 2012). Otro examen temático es el artículo de Andrea
Oliveira Ribeiro, El debate sobre el desarrollo en perspectiva comparada: el análisis de las respuestas
de los países periféricos de América Latina y las estrategias para la reanudación del desarrollo después
de los 90: Argentina, Brasil y México, uno de cuyos ejes se enfoca en la las comunidades
epistémicas, en específico a partir de la administración económica de tres economistas
formados en los Estados Unidos: Domingo Cavallo en Argentina (1991), Pedro Malan en
Brasil (1994) y Pedro Aspe en México (1987). Esta generación de economistas, señala,
llevaron grandes cambios al interior de sus países y fueron los pivotes de los programas de
estabilización (Oliveira Ribeiro, 2013).
Desde esta perspectiva, el objetivo de la ponencia es examinar el proceso de surgimiento y
difusión de la propuesta interpretativa de populismo económico, en tanto producto de una
de las principales comunidades epistémicas en el área temática de la economía: The National
Bureau of Economic Research, NBER. Nuestra hipótesis es que el dominio hegemónico
obtenido por la propuesta elaborada bajo la coordinación de Rudiger Dornbusch y Sebastian
Edwards, permite observar algunos de los rasgos distintivos de funcionamiento de esta
comunidad epistémica y muestra que diversas críticas hechas a este tipo particular de
comunidades, encuentran sustento en este caso.
434
ASCENSO DE LA INTERPRETACIÓN DE POPULISMO ECONÓMICO.
1. Antecedentes
Desde la crisis de los años setenta, el escenario internacional estaba preparado para un
cambio en las ideas económicas y políticas. Fue entonces cuando el influjo del liberalismo
económico resurgió a nivel mundial. Lo hizo, entre otras formas, como un movimiento
intelectual organizado en especial en los centros privados de investigación llamados think
tanks, también conocidos como centros de pensamiento, laboratorios de ideas, usina de
ideas, entre otras denominaciones. En años recientes, además, se les ha asimilado al
concepto de comunidades epistémicas, debido a su comparabilidad estructural y de
funcionamiento.
No hay una única definición colectivamente aceptada de los think tanks, Su variedad
depende de los rasgos que el investigador quiere resaltar, pero sobre todo se origina en la
transformación que han experimentado desde su creciente difusión, datada durante la
Segunda Guerra Mundial. Por estas razones se ha optado, en esta oportunidad, emplear
directamente la definición que auto asume uno de los más antiguos e influentes think tanks,
al que especialmente habremos de referirnos en la ponencia: The National Bureau of
Economic Research (NBER), traducido a nuestro idioma indistintamente como Buró, Centro
o Agencia Nacional de Investigación Económica.
Fundado en 1920 en los Estados Unidos, por Wesley Clair Mitchell y Edwin Gay, en el
Instituto Rockefeller para la investigación médica, el NBER define en su página web, que es
“una organización privada de investigación, sin fines de lucro y no partidista, dedicada a la
promoción de una mayor comprensión de cómo funciona la economía.” Su compromiso -
puntualiza- es realizar y difundir investigación económica no sesgada, de manera científica,
y sin recomendaciones políticas para los responsables de las decisiones públicas,
profesionales de negocios y la comunidad académica.” Actualmente cuenta con más de
1,300 investigadores asociados, quienes desarrollan cuatro tipo de análisis empíricos: el
desarrollo de nuevas mediciones estadísticas, la estimación de modelos cuantitativos del
comportamiento económico, la evaluación de los efectos económicos de las políticas
435
públicas y la proyección de los efectos de las propuestas de políticas alternativas
(http://www.nber.org).
También conforme a su propia información, la Agencia Nacional de Investigación
Económica se sostiene financieramente por las becas de investigación otorgadas por
agencias gubernamentales y fundaciones privadas, por la renta de sus inversiones y por
contribuciones de particulares y empresas. Entre ellos se encuentran el Bank of America;
ExxonMobil; Goldman Sachs; Google y las fundaciones Freddie Mac y General Motors.3
Por último, NBER indica que cuenta con un Consejo de Administración en el que participan
representantes de las principales universidades de investigación de los Estados Unidos y de
diversas organizaciones de la economía nacional; así como economistas prominentes de
empresas, sindicatos y, en general, del mundo académico.
Tal como lo afirman los estudiosos del tema, durante los años setenta, los centros de
pensamiento se multiplicaron y renovaron. Algunos de ellos adoptaron técnicas más
agresivas en su funcionamiento y difusión de ideas para incorporar sus puntos de vista en
la agenda pública, en demerito de su neutralidad; Advocacy Tanks se les ha llamado
(Weaver, 1992; Xifra, 2005:81-82). Su transformación fue influida por cambios tecnológicos,
pero principalmente por la crisis económica. Esta daba cuenta del principio de un periodo
de transición mundial, asentado en el fin de la estrategia económica adoptada desde la
segunda posguerra y el descrédito de los cuerpos económicos hasta entonces dominantes;
así como el inicio de un proceso de reestructuración, fundamentado en la recuperación
teórica y práctica del pensamiento liberal (Gracida, 2005, 2012).
En este proceso, el NBER tempranamente desarrolló un modelo que fue ejemplo para otras
comunidades similares. Lo hizo, en particular, bajo la gestión del conocido economista
3 David Harvey, señalaba en 2007, que cerca del cincuenta por ciento del financiamiento del NBER “provenía de las compañías que encabezan la lista de Fortune 500.” Asimismo indicaba que “con una abundante financiación proporcionada por algunos individuos muy ricos (como el cervecero Joseph Coors, que posteriormente se convirtió en miembro del «grupo asesor más íntimo» de Reagan) y por sus fundaciones (por ejemplo, Olin, Scaife, Smith Richardson, Pew Charitable Trust), apareció un aluvión de folletos y de libros, del que Anarchy State and Utopía [1977] de Robert Nozick sea quizá el más leído y apreciado, en apoyo de los valores neoliberales. Una versión televisiva de Free to Choose de Milton Friedman, fue financiada con una beca de Scaife en 1977 (Harvey, 2007).”
436
Martin Feldstein, quien se desempeñó durante dos periodos (1977-1982 y 1984-2008) como
Presidente y Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Investigación Económica. Estuvo
al frente casi treinta años, solo interrumpidos al retirarse un par de años, durante los cuales
fue presidente del Consejo de Asesores Económicos, en los tiempos de la presidencia de
Ronald Reagan (1981-1989). Desde el enfoque de las comunidades epistémicas se trataría de
un típico caso del conocido fenómeno de “puertas giratorias (revolving door)”, es decir del
movimiento de investigadores académicos a funcionarios públicos y viceversa (Botto,
2007:98).
El hecho fue que Feldstein, durante su gestión al frente del NBER, supo servirse del
desarrollo informático de su tiempo para fomentar trabajos empíricos sobre la incierta
transformación económica mundial y la temática macroeconómica, entre otros. En
particular, ésta última materia era además uno de sus propios objetos de investigación. Fue
entonces, cuando fundó seis nuevos programas de investigación: Las Fluctuaciones
Económicas; Desarrollo de la Economía Estadounidense; Fiscalidad de las Empresas y Las
Finanzas; Estudios Laborales; Mercados Financieros y Economía Monetaria y Estudios
Internacionales. Fue este último programa, el que principalmente arropó la construcción y
difusión de la interpretación de populismo económico. En otros, términos, el NBER se
revitalizó a través del impulso a la realización de nuevas investigaciones empíricas de
enfoque ortodoxo, privilegiando el desempeño macroeconómico; enfoque que se convertiría
en la corriente principal del estudio de los fenómenos económicos a nivel mundial.
Por cuanto hace a la de difusión que este tipo de comunidades epistémicas impulsa con el
fin de “conseguir la aceptación de sus planteamientos por los gobernantes y la opinión
pública entre otras (Castillo, 2009)”, es de interés anotar que, en estos años la Agencia ejecutó
un ambicioso programa, incorporando nuevas estrategias. Las mismas incluyeron la
organización de su primer seminario internacional, la inauguración de los cursos de verano;
la multiplicación de las conferencias y seminarios de estudio en el ámbito nacional e
internacional de sus investigadores asociados y el inicio de la publicación de la, hoy todavía
muy citada, Working Paper Series, entre otros.
437
Por su relación con el objetivo de esta ponencia, es de interés mencionar que en la segunda
mitad de los años ochenta, el NBER inauguró un nuevo canal de difusión de sus ideas,
dirigido especialmente a tener impacto en América Latina. En esos años se trataba de formar
una ambiente de conceso alrededor de los programas de ajuste y la conceptualización de
populismo económico, como se advierte en los temas abordados. Nos referimos al
Seminario Interamericano de Economía (IASE, por sus siglas en inglés). Este se inició en
1988, realizando anualmente un evento temático, coordinado por el NBER y alguna
institución latinoamericana de pensamiento afín, enfocada en la investigación económica; la
cual fungía como sede anfitriona. Su propósito explícito señalado por Sebastian Edward –
investigador asociado del NBER y copresidente del Seminario- es “crear un ambiente
propicio para que economistas del norte, centro y sur del continente americano discutan
diferentes aspectos relacionados con el proceso de desarrollo (Sebastian Edwards y
Cárdenas, 1997).”
Eran los años durante los cuales, los países latinoamericanos adoptaban o habían adoptado4
las llamadas reformas estructurales, las cuales fueron compendiadas en 1989 en lo que se
llamó el Consenso de Washington.5 Como bien resume un autor, eran también los tiempos
en los cuales este proceso sería acompañado por la publicación de una serie de estudios que
hacían “una relectura de la historia […donde…] la crisis y el atraso de América Latina eran
explicados por la inoperancia del libre juego de las fuerzas del mercado y por el
intervencionismo estatal.” A la vez, en ellos se justificaban y explicaban los “programas de
ajuste impuestos por el Fondo Monetario Internacional (…), así como la implantación de las
reformas estructurales (…), a partir de una perspectiva de apariencia técnico-económica
[que pretendía superar], las tesis marxistas, dependentistas y del estructuralismo cepalino
(Estrada, 2008:17).” No extraña entonces que, haya sido en las primeras ediciones del
Seminario Interamericano de Economía uno de los principales espacios donde se dieron a
4 Recuérdese que en Argentina y Chile se adoptaron programas reformistas durante las gestiones de Juan Domingo Perón (1973-1974) y Salvador Allende (1970-1973). Sin embargo, estás experiencias fueron cortadas de tajo por sendos golpes militares, los cuales implantaron una estrategia que combinaba enfoques monetaristas con cambios institucionales. De esta forma, dichos países fueron los primeros a nivel mundial donde se puso en marcha el entonces nuevo programa neoliberal. 5 John Williams, quien formula el concepto, era un economista de la comunidad epistémica Peterson Institute for International Economics.
438
conocer varios de los documentos preparatorios de la interpretación de populismo
económico.
El seminario inaugural se realizó en México, del 17 al 19 de marzo de 1988, teniendo como
institución corresponsable al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). El tema
central de ese año fue Programas de Ajuste y Crecimiento. En el evento participaron, entre
otros, Sebasian Edwards, Leopoldo Solís, Jeffrey Sachs y Andrew Berg. Estos dos últimos,
quienes tuvieron a Ernesto Zedillo como uno de sus comentaristas, presentaron la ponencia
La crisis de la deuda: explicaciones estructurales del desempeño de los países; producto parcial de
un proyecto del Programa de Investigación de Estudios internacionales del NBER,
coordinado por el propio Sachs. En el texto se desarrolla un modelo estadístico donde –para
una muestra de países de desarrollo medio- se vincula la reprogramación de la deuda con
el régimen de comercio, el grado de desigualdad en el ingreso y la participación de la
agricultura en el PIB. Su principal hallazgo, mencionan los autores, fue que “la mayor
desigualdad de ingresos es un predictor significativo de una mayor probabilidad de
reprogramación de deuda”. Atribuimos esta correlación –puntualizan- con dificultades de
gestión política en las economías con una desigualdad extrema (Berg y Sachs, 1998).6
Como se verá posteriormente, este proyecto fue uno de los que abrieron el camino a la
conceptualización de populismo económico. Los textos presentados en el seminario, fueron
publicados por el Fondo de Cultura Económica (FCE), en un número especial de El
Trimestre Económico (Sebastian Edwards y Bacha, 1989).
Los siguientes tres seminarios se celebraron en Colombia (1989), Brasil (1990) y Chile (1991),
teniendo como temáticas centrales: a) Sector Externo, Políticas Financieras y Proceso de
Ajuste Macroeconómico; b) Políticas Públicas y Desarrollo y Ajuste de Mercados de Trabajo
y Crecimiento y c) Política Comercial y Economía Política del Ajuste, respectivamente. Lo
mismo que antes, el FCE pubicó los trabajos presentados. Nos interesa hacer mención que
en el evento de Bogota, celebrado entre el 30 de marzo y el 1° de abril, Rudiger Dorbunsh y
6 Originalmente, el trabajo se presentó, en octubre de 1988, en un Congreso de "Mercados, Instituciones y Cooperación: Relaciones Laborales y Desempeño Económico", realizado en Venecia.
439
Sebastian Ewards expusieron el ensayo La macroeconomía del populismo en América Latina
(Dornbusch y Edwards, 1990). Ambos autores, investigadores asociados del NBER,
mencionaron que el ensayo formaba parte de un proyecto financiado por el Banco Mundial.
Desde una perspectiva diferente, el texto era también producto parcial de una investigación
inserta en otro proyecto de investigación sobre populismo económico que venía
elaborándose al interior de la Agencia y se volvería la interpretación sobresaliente.
2. Las Bases Conceptuales del Populismo Económico y su Difusión.7
Teniendo, entonces, como espacio de producción y difusión privilegiado el Buro Nacional
de Investigación Económica, aunque también la Brookings Institution, a finales de los años
ochenta, principios de los noventa, la corriente que, promovía explícitamente “desarrollar
un consenso social en favor de las políticas orientadas hacia el mercado (Bazdresch y Levy,
1992)”, elaboró las bases conceptuales del populismo económico, tal como fue difundido en
los años siguientes, cuando se convirtió en una interpretación dominante. Interpretación
que no solo demandaba el cambio de la política económica, sino también el de la
organización del sistema económico (Sosa García, 2006). Vinculado al inicio con la reflexión
sobre el desempeño macroeconómico y los programas de estabilización de las décadas
sesenta y setenta, adoptados en varios países de América Latina y del este de Asia, su mayor
influencia en el mundo académico, sin embargo, sobrevino a raíz de la necesidad de explicar
el estallido de la crisis de la deuda externa que hizo eclosión en 1982.
De esta forma, la crisis de la deuda y el ascenso de la estrategia económica, fundamentada
en el mercado, se entrelazaron para dar paso a la concepción de populismo económico.
Como se puede advertir por lo hasta aquí expuesto, quien primero avanzó por este camino
fue Jeffrey Sachs, el controvertido y prolífico economista estadounidense egresado de la
Universidad de Harvard, que en 1985, como se mencionó, inició en el Programa
7 Se debe puntualizar, sin embargo, que fue el investigador argentino Adolfo Canitrot quien en su artículo La experiencia populista de redistribución de ingresos, introdujo en la literatura económica el termino de política económica populista para referirse a aquella que “se propone mejorar las condiciones de vida de los sectores de medianos y bajos ingresos, aunque sin alterar fundamentalmente la estructura de propiedad y las relaciones económicas vigentes sobresaliente (Canitrot, 1975).”
440
Internacional del NBER el proyecto sobre La deuda de los países en vías de desarrollo.8 El
proyecto fue financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional; la Fundación Ford;
la Fundación David Rockefeller y Hermanos Rockefeller y la fundación Tinker. Sus
conclusiones, fueron presentadas en el mes de septiembre de 1987, en Washington, en un
seminario con funcionarios gubernamentales de los países deudores y acreedores;
economistas de organizaciones internacionales y representantes de bancos y otras firmas
privadas con intereses en los países deudores.
Dos años más tarde, en 1989, como reporte de investigación el NBER y la Universidad de
Chicago publicaron un libro de una versión sintética del estudio, bajo el título Developing
Country Debt and the World Economy. En 1990, fueron publicados por las mismas editoriales,
cuatro volúmenes que contienen los trabajos completos. El segundo de ellos dedicado al
examen de Argentina, Bolivia, Brasil y México.
En el proyecto los ocho países -Argentina, Bolivia, Brasil, Indonesia, México, Filipinas, Corea
del Sur y Turquía- son examinados cada uno por dos especialistas, uno con sede en los
Estados Unidos y el otro del país estudiado, excepto en el caso de México. Adicionalmente
se presentan tres apartados, conformados por ocho trabajos, dónde se analizan otras crisis
de la deuda que tuvieron lugar antes de la Segunda Guerra Mundial, factores políticos que
contribuyen a la adopción de “erróneas” políticas económicas en muchos países deudores
y el papel de los bancos comerciales y del Fondo Monetario Internacional durante la crisis
actual. También se incluye un resumen sobre las economías estudiadas.
Es conveniente señalar para nuestro análisis que, en el proyecto participaron Dornbusch y
Sebastian Edwards. El primero con dos contribuciones. Una realizada con Juan Carlos Pablo
sobre el caso argentino, titulada Deuda e Inestabilidad Macroeconómica en Argentina y, otra con
el nombre de Los Problemas de la Deuda y la Macroeconomía Mundial. Por su parte, Edwards
colaboró con el examen de las Políticas de Ajuste Estructural en los Países Altamente Endeudados.
8 En 1985, Sachs había publicado el artículo External Debt and Macroeconomic Performance in Latin America and East Asia. Brookings Papers on Economic Activity, 16(2), 523-573.
441
Luego del trabajo pionero de Sachs, una variante de la perspectiva de populismo económico,
se desarrolla en un proyecto coordinado por Dorbusch y Edwards en el mismo Programa
de Relaciones Internacionales del NBER, financiado por el Banco Mundial; el Banco
Interamericano de Desarrollo y las fundaciones Rockefeller y Tinker. Las conclusiones de la
investigación Macroeconomía del Populismo en América Latina, se expusieron en un seminario
efectuado en el Banco Interamericano de Desarrollo, los días 18 y 19 de mayo de 1990.9
Desafortunadamente no hemos encontrado información sobre quiénes participaron en el
evento, aunque puede suponerse que estuvieron representantes de las organizaciones que
brindaron su apoyo financiero y probablemente aquellos quienes habían asistido al
seminario de 1987, donde se presentó el trabajo coordinado por Sachs.
La exposición de la investigación, a la que se invitó a participar a diversos especialistas para
elaborar secciones particulares o comentar alguna de ellas, estaba dividida en dos grandes
apartados. El primero, titulado Marco Teórico, lo conformaron tres ensayos sobre sobre el
tema: La Macroeconomía del Populismo (Dornbusch y Edwards); La Economía Política del
Populismo Latinoamericano (Kaufman y Stallings) y Populismo, Despilfarro y Redistribución
(Cardoso y Helwege).10 Entre ellos prevalecía el de los coordinadores, en tanto que era a la
luz de su interpretación que se examinaban en el segundo apartado las experiencias de
Argentina; Brasil; Chile; México; Perú; Nicaragua y Colombia. Tal vez esa haya sido la razón
por la cual a diferencia de todas las otras contribuciones, la de Dorbunsch-Edwards no tenía
comentaristas.
Es de interés contrastar el tiempo y los canales seguidos para la publicación de éste estudio
en comparación con lo ocurrido con el coordinado por Jeffrie Sachs. En primer término
llama la atención que el trabajo dirigido por Dornbusch y Edward es “eximido de las normas
que rigen la revisión crítica de los manuscritos por el Consejo de administración del Buró
Nacional (resolución adoptada 08 de junio de 1948 y revisada el 21 de noviembre de 1949 y
20 de abril de 1968).” El argumento esgrimido es que “el volumen registra las deliberaciones
9 El año anterior ya habían publicado su propuesta interpretativa en El Trimestre Económico y la serie de Working Paper de NBER y el Banco Mundial. 10 Tanto Robert Kaufman, como Eliana A. Cardoso habían colaborado en el libro editado por Jeffrey Sachs. El primero, al lado de Stephan Haggard, con el ensayo Las Políticas de Estabilización y Ajuste Estructural, y la segunda, acompañada por Albert Fishlow, con La macroeconomía de la deuda externa brasileña.
442
del seminario.”11 De la misma forma, en el prefacio de un texto del NBER, los autores
agradecen a University Chicago Press la ayuda prestada para hacer posible la rápida
publicación del libro (www.nber.org/books/dorn91-1).12 El hecho es que apenas unos ocho
meses después de haber sido presentado en el seminario –en el de Sachs trascurrieron dos
años-, NBER y Chicago University Press publican el libro en enero de 1991. El año siguiente
el prestigioso Fondo de Cultura Económica dio a conocer su edición en español, con el título
Macroeconomía del populismo en la América Latina (Dornbusch y Edwards, 1992).
¿Qué podría explicar este contraste en la difusión de ambos estudios? En esta parte final se
revisarán algunos aspectos distintivos de los dos análisis, no su valoración crítica como
cuerpo conceptual, sino de aquellos elementos que pueden contribuir a dar respuesta a la
pregunta anterior.13 Ante todo, debe tenerse presente que, desde tiempo atrás el NBER,
como muchos otros centros de pensamiento con influencia internacional, se había dado a
las tareas de generar polémica alrededor de la estrategia económica de la posguerra y
promover la adopción y consolidación de las políticas neoliberales, a partir de la hechura de
diversos estudios empíricos, sustentados en una filosofía académica política favorable al
libre mercado.
Ciertamente, los trabajos de Dornbusch-Edwards y J. Sachs, comparten en general como
comunidad epistémica dogmas normativos y de principios; diagnósticos causales sobre los
problemas económicos, fórmulas de acciones de políticas económica y los resultados
ambicionados. De hecho, en La Macroeconomía del Populismo, sus autores recuperan la
conceptualización de populismo económico y la tesis de los ciclos populistas originalmente
expuesta en una ponencia por Sachs en 1988, la cual se publicaría, entre otros sitios, en NBER
Working Paper Series, con el título de Social Conflict and Populist Police in Latin America (J. D.
Sachs, 1989c).
Así, con algunas puntualizaciones distintivas, los promotores de la interpretación populista,
sostienen que la política económica populista se caracteriza por la aplicación de medidas
11 Véase en Apéndice. 12 El subrayado es nuestro. 13 Para un análisis conceptual, véase Gracida M., 2010 y Estrada, 2008.
443
macroeconómicas sumamente expansionistas, que conducen a una alta inflación y severas
crisis de balanza de pagos. De esta forma, añaden, el populismo económico es un fenómeno
de naturaleza autodestructiva, el cual siempre conduce a una crisis económica y social, para
cuya resolución no queda más opción que adoptar un programa de estabilización
drásticamente restrictivo y costoso. En muchos casos, alertan también, la política económica
populista ha llevado a una grave inestabilidad política, a golpes de Estado y a la violencia.
Según su diagnóstico, en estas experiencias los gobernantes habrían puesto en el centro de
su estrategia económica el crecimiento, la redistribución del ingreso y la restructuración de
la economía, desestimando los peligros de la inflación y el financiamiento deficitario, las
restricciones externas y la reacción de los agentes económicos ante las políticas agresivas
ajenas al mercado (Gracida, 2012).
No obstante, no pueden pasarse por alto la existencia de significativas diferencias entre el
estudio de Jeffrey Sachs y el de Dornbusch-Edwards, sobre todo si se parte de la distinción
entre reflexionar sobre un problema o imponer una interpretación y una política
determinada.
Los mismos títulos de ambos trabajos adelantan una de sus divergencias relevantes, la cual
se refiere a la importancia conferida a la histórica desigual distribución del ingreso,
distintiva de los países latinoamericanos. Sin más, Dorbunsch y Edward se limitan a esperar
que su contribución sea un “claro mensaje” de que “el uso (…) de la política
macroeconómica para alcanzar las metas distributivas ha conducido a través de la historia
al fracaso (1992:10)”, al tiempo que al concluir su ensayo, aprovechan para extender su
visión a cualquier tipo de política expansiva. Para el éxito de ésta, afirman, es muy
importante que se esté consciente “de las restricciones de la capacidad y recurran para su
financiamiento a una política fiscal en extremo ortodoxa y a una administración impositiva
rigurosa (1992:22).”
Sachs, por su parte, inicia su estudio con el reconocimiento de que “La mayoría de los males
de la región [América Latina] parecen enraizarse en los agudos conflictos que se derivan de
la extrema inequidad en la distribución del ingreso”. Inequidad superior, demuestra, a la
de otras partes del mundo, mismas donde existen además, instituciones que regulan la
444
distribución del ingreso entre capital y trabajo. Y si bien envía a una futura agenda de
análisis la respuesta a la pregunta de “cuáles son las vías más eficaces para resolver el añejo
problema de la distribución inequitativa del ingreso (…) y promover al mismo tiempo la
estabilidad de precios, la inversión privada y la acumulación (1989a:256)”; no deja de
advertir, sin embargo, que “los excesos populistas” no deben interpretarse como “la
validación de una ortodoxia desenfrenada” la cual se complace con lograr presupuestos
equilibrados, sin interesarse por los problemas y efectos distributivos (1989a:257)”. Tal como
se observa en el estudio de Dornbusch-Edwards.
Otro aspecto diferenciador sobresaliente entre los dos trabajos, se aprecia en la
interpretación del origen de la crisis. Es posible percibir en el examen realizado por
Dornbusch-Edwards la imputación de un cierto tufo de responsabilidad “autárquica” hacia
los países latinoamericanos. En efecto, estos autores postulan que “sin duda” la
vulnerabilidad externa de los planes económicos populistas –la cual conduce a la
desestabilización- se debe más que a factores externos a la aplicación de políticas
económicas insostenibles (1992, p. 15). Con una perspectiva más analítica, Jeffrey Sachs
considera que aparte de la política fiscal de las economías en desarrollo, la crisis fue
desatada de igual forma por los choques macroeconómicos de la economía mundial y el
notable aumento de los préstamos bancarios sin restricciones otorgados durante 1979 y
1981, debido a los enormes beneficios que brindaban (1989b).
Asimismo, Sachs y Berg juzgan que si no se hubiera modificado la estructura de la economía
mundial, una de cuyas expresiones fue “la marcada y brusca elevación de las tasas de interés
mundiales a principios de los años ochenta los grandes préstamos al mundo en desarrollo
podrían haber continuado sin una crisis abierta durante muchos años.” Es muy factible,
explican, que las presiones sociales propicias para un endeudamiento excesivo ya
estuvieran presentes desde mucho tiempo antes de la crisis de la deuda, pero se realizaron
solo a partir del súbito aumento de la oferta de los préstamos internacionales Este
comportamiento, añaden, reflejó:
(…) cambios estructurales en la economía mundial tales como: las políticas
monetarias expansivas de los Estados Unidos a principios de los años setenta, el
445
derrumbe del sistema de tipo de cambio fijo y la brusca elevación de la liquidez
mundial tras dicho derrumbe, los incrementos de los precios del petróleo de la OPEP
en 1973-1974. El crecimiento consiguiente del "reciclaje de petrodólares" y la débil
memoria de los banqueros respecto a la mora en los préstamos a gobiernos durante
la Gran Depresión (1989:28).
Por último, el libro de Macroeconomía del populismo en la América Latina, conforme a su
restringida visión que lo induce a enfocarse exclusivamente en la política macroeconómica,
específicamente en la fiscal, y dejar de lado el análisis del comportamiento de la economía
mundial, no llega a plantearse el problema de la responsabilidad compartida entre los países
deudores y el sistema financiero internacional. Su análisis es, en cambio, uno de los objetivos
centrales del libro editado por Jeffrey Sachs, y al cual se refiere en la introducción como
“doble perspectiva”. No deja de llamar la atención, por tratarse de un proyecto realizado en
el NBER, que el autor haya incorporado ambos extremos en su análisis crítico sobre la
polarización desatada alrededor de la interpretación del origen de la crisis. Pero sorprende
más aún su señalamiento explícito de que los Estados Unidos, las instituciones
internacionales y los bancos comerciales eran quienes formaban parte de la visión de
aquellos que hacía recaer toda la responsabilidad en los países deudores.
En conclusión, puede entonces suponerse que la disminuida difusión del estudio de Jeffrey
Sachs comparativamente con la de Rudiger Dornbusch y Santiago Edwards, se vio influida
por estas importantes diferencias analíticas. Todo ello no obstante, como se señaló, que las
bases filosóficas e ideológicas del estudio de Sachs no se alejan del propósito de promover
el cambio estructural hacia una estrategia de predominio del mercado y de que él mismo
fue quien primero desarrolló el concepto de populismo económico y de los ciclos de la
política populista. Pero, si recordamos que en el seminario donde presentó su análisis,
además de los funcionarios gubernamentales de los países deudores, también asistieron los
de los países acreedores; economistas de organizaciones internacionales y representantes de
bancos, así como de otras firmas privadas con intereses en los países deudores, es muy poco
probable que éstos estuvieran satisfechos con los resultados de la investigación. Tampoco
parece factible que pensaran que ésta era la visión que debía difundirse para legitimar los
446
programas de ajuste impuestos por el FMI y la nueva estrategia fundamentada en el
esquema neoliberal.
En suma, nos parece que el análisis del proceso de elaboración y difusión de la
interpretación de populismo económico, ratifica que las críticas a la conceptualización de
las comunidades epistémicas cuando se observa su real funcionamiento no son infundas.
No es posible despojar al conocimiento de la influencia ideológica14; suponer que sus
recomendaciones por venir de expertos reconocidos sean siempre las más idóneas para
promover el bienestar social y garantizar que no sean usadas como una herramienta de
justificación y manipulación, entre otras. Desde luego, el tema requiere seguirse
investigando, ésta ha sido solo una primera aproximación de mi parte, la cual simplemente
se suma a otros estudios más ambiciosos que se han elaborado con referencia a otros casos
particulares.
14 Concordamos con la apreciación de Michael A. Lebowitz, en el sentido de que “La teoría económica no es neutral, y los resultados cuando es aplicada deben mucho a los supuestos implícitos y explícitos contenidos en una teoría particular. Que estos supuestos reflejan ideologías específicas es más obvio en el caso de la economía neoclásica que subyace en las políticas económicas neoliberales.
447
APÉNDICE
448
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Bazdresch, C., y Levy, S. (1992). Populismo y Política Económica en México, 1970-1982. En
Dornbusch y Edwards (Eds.), Macroeconomía del Populismo en la América Latina (Vol.
75). México: Fondo de Cultura Económica.
Berg, A., y Sachs, J. (1998). The Debt Crisis. Structural Explanations of Country
Performance Journal of Development Economics 29, 271-306.
Botto, M. (2007). Saber y Política en América Latina. El Uso del Conocimiento en las Negociaciones
Comerciales Internacionales. Argentina: Prometeo/Flacso Argentina.
Caballero, S. (2009). Comunidades Epistémicas en el Proceso de Integración Regional
Sudamericana. Cuadernos sobre Relaciones Internacionales, Regionalismo y Desarrollo,
4(8), 11-26.
Canitrot, A. (1975). La Experiencia Populista de Redistribución de Ingresos. Desarrollo
Económico, 15(59), 331-351.
Castillo, A. (2009). Relaciones públicas y "think Tanks" en América Latina. Estudio sobre su
implementación y acción [Versión electrónica]. Razón y palabra, 14, from
http://hdl.handle.net/10630/4853#sthash.8vrs2yJy.dpuf
Dornbusch, R., y Edwards, S. (1989). La macroeconomía del populismo en América Latina.
En El Trimestre Económico (pp. 121-162).
Dornbusch, R., y Edwards, S. (1990). La Macroeconomía del Populismo en la América
Latina. El Trimestre Económico, 57, 121-162.
Dornbusch, R., y Edwards, S. (1992). Macroeconomía del Populismo en la América Latina (Vol.
75). México: Fondo de Cultura Económica.
Edwards, S., y Bacha, E. (Eds.). (1989). Programas de ajuste y crecimiento (Vol. 56). México:
Fondo deCultura Económica.
Edwards, S., y Cárdenas, M. (1997). Inflación, estabilización y política cambiaria en América
Latina: lecciones de los años noventa. Colombia: Tercer Mundo.
Estrada, J. (2008). Populismo económico en América Latina. ¿Práctica histórica o
construcción ideológica?* [Versión electrónica]. Anuario Colombiano de Historia Social
y de la Cultura, 413-446, from
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=127112583013
449
Gracida, E. M. (2005). La década de 1970 en México: Etapa de la transición del pensamiento
económico. En Historia del pensamiento económico en México: problemas y tendencias,
1821-2000 (pp. 283-332). México: Trillas.
Gracida, E. M. (2012). La leyenda negra de los años setenta. En M. E. R. Sotelo (Ed.),
Fundamentos de la política económica en México. 1910-2010 (pp. 333-426). México:
Facultad de Economía-Colegio Nacional de Economistas.
Haas, P. M. (1992). Introduction: Epistemic Communities and International Policy
Coordination. International Organization. Knowledge, Power, and International Policy
46(1), 1-35.
Harvey, D. (2007). Breve Historia del Liberalismo: Akal.
http://www.nber.org. National Bureau of Economic Research
Oliveira Ribeiro, A. (2013). O debate sobre o desenvolvimento em perspectiva comparada:
o papel das comunidades epistêmicas na Argentina, no Brasil e no México. [Versión
electrónica]. Ponto de vista. Perspectivas sobre o desenvolvimento de
http://neic.iesp.uerj.br/
Sachs, J., y Berg, A. (1989). La crisis de la deuda: Explicaciones estructurales del desempeño
de los países. . En E. Bacha y S. Edwards (Eds.), Programas de ajuste y crecimiento (Vol.
56, pp. 27-70). México: El Trimestre Económico. FCE.
Sachs, J. D. (1989a). Conflicto social y políticas populistas [Versión electrónica],
Sachs, J. D. (1989b). Introduction to "Developing Country Debt and the World Economy. En
Developing Country Debt and the World Economy: National Bureau of Economic
Research/University of Chicago Press.
Sachs, J. D. (1989c). Social Conflict and Populist Police in Latin America (Working Paper).
Cambridgeo. Document Number)
Salas-Porras, A., y Luna, M. (2012). ¿Quién gobierna América del Norte?: Elites, redes y
organizaciones. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
Sosa García, R. (2006). Reconstruir el futuro de América Latina: entrevista con José Antonio
Ocampo. Perfiles Latinoamericanos(27), 233-239.
Weaver, C. H. (1992). The changing world of think tanks. Political Science and Politics,
Septiembre, 563-578.
Xifra, J. (2005). Los think tank y advocacy tank como actores de la comunicación política.
Análisi, 32, 73-91.
450
Los agricultores mapuche en el mercado agrario del Sur de Chile 1890-1940 Ventas de barbechos, siembras, y equipamiento laboral
Dr. Iván Inostroza Córdova1
Resumen
En esta ponencia revisaremos las prácticas de explotación del suelo para rentabilizar el
capital agrícola disponible entre la población indígena (terrenos, bueyes, arados, caballos
y trabajadores), mediante inversiones personales y asociativas de medierías en
barbechos y siembras para su venta en el circuito mercantil intra étnico y en las redes
capitalistas, en el período 1910-1930.
Introducción
Las transacciones de terrenos en barbecho y siembras realizadas por los agricultores
mapuche radicados en las Reservas de Tierras Indígenas del Sur de Chile en el período
1890-1940, formaron parte de las iniciativas productivas desplegadas para responder a
la demanda de bienes agrarios articulada por el mercado de consumo agroindustrial de
trigo la molinería generada durante el proceso de expansión capitalista agroindustrial
del siglo XIX y XX en Araucanía (Robles 2003; 2010; Flores 2006). No obstante, la inter-
acción descrita no fue impuesta de manera unidireccional por el mercado capitalista,
también se desplegaron estrategias comerciales de larga vigencia en las economías
indígenas agrarias surnadinas en contacto con el capitalismo desde el siglo XVI (Huber
1997; Bengoa 1998; 2003; Golte 2001; Bauer 2004, p. 119; Gómez 2008, p. 508).
En el caso mapuche las experiencias de manejo de las pautas y códigos de de
intercambios con el mercado capitalista se reconocen en el comercio fronterizo
practicado por los agricultores y ganaderos indígenas de Araucanía y Pampas con las
redes de acopios de Chile Central y Buenos Aires durante los siglos XVII al XIX (Pinto
2003; Ratto 2003). Estos vínculos entre la producción indígena y el mercado continuarán
después de la ocupación de Araucanía y la radicación de la población indígenas en las
Reducciones de Tierras Indígenas, mediante el comercio de bienes agrícolas generados
por la explotación del suelo (Aldunate 1996; Pinto-Ordenes 2012).
1 Universidad de La Frontera
451
Desde la perspectiva enunciada, el objetivo de este trabajo es analizar las
prácticas comerciales de ventas bienes agrarios y los mecanismos asociativos de
medierías articuladas entre agricultores mapuche y campesinos chilenos, para generar
mercancías de intercambio y acceder a bienes de alto valor en el patrón de equivalencias
intra étnico, en particular del dinero proveído desde el mercado capitalista.
2. Ventas de barbechos y siembras sin especificar volumen de granos a entregar
Uno de los aspectos más interesantes en las transacciones realizadas por los
agricultores mapuche fueron las ventas de barbechos, siembras y cosechas donde recibía
directamente el dinero al contado, sin tener obligaciones posteriores respecto del futuro
del bien adquirido por el comprador. Aspecto observado como una variable explicativa
de los “bajos” precios recibidos por los campesinos medieros de las haciendas de Chile
Central (Bauer1994, p. 123-125). No obstante, sin discutir los precios observados por
Bauer para 1870 en las haciendas chilenas y su correlación al mercado de la Frontera de
1920, estas transacciones pueden considerarse de beneficio neto para el agricultor
mapuche, al no incluir el volumen del trigo a obtener de la futura cosecha o del volumen
de grano a entregar en la bodega del comprador.
Las ventas de siembras sin especificar el volumen de granos que deberían entregarse al
comprador, y que por tanto liberaban al agricultor indígena de obligaciones posteriores,
percibiendo un importe de dinero como ganancia de su inversión, se muestran en el
Cuadro 1, referidas a transacciones de cultivos de trigo y otros productos.
Cuadro 1 Ventas de siembras sin obligaciones posteriores, 1919-19221
04/09/1919 Félix Marilaf vende a Bernardo Marilaf las siguientes siembras: 3 ha de trigo, 4 ha de avena, 4 ha de arvejas, 1 hectárea de cebada común, 1 hectárea maíz. La suma de la venta alcanza los $1.000 pesos pagados en efectivo
03/01/1920 José Luis Quilaleo siembra 10 sacos de trigo, en medias $650 al contado.
20/01/1920 Antonio Coñoenao siembra 12 sacos de 100 kilos de trigo, en medias con Pedro Doyhascabal; un barbecho de 4 cuadras $300 al contado.
04/02/1920 Andrés Huenul vende a Benjamín Leal una siembra de 9 sacos de trigo en medias con el mismo comprador, $800 al contado.
19/02/1920 Sinecio y Hueche Huilcán una siembra de 13 sacos de trigo, en medias con José del Carmen Villagra, en la Reducción de Lorenzo Montepil, $1.300 al contado.
16/06/1920 Huilcavil Quinchavil Epul siembra de 8 sacos de arvejas en medias con Ignacio Quinchavil, $500 al contado.
23/08/1920 Juan Huinca Quintriqueo vende a Miguel Segundo Licanqueo una siembra de 8 sacos de trigo, en medias con Alonso Mariqueo, $500 al contado.
452
09/09/1920 Lorenzo Peñepil vende a Rosa Colompil una siembra de 25 sacos de trigo, en medias con la misma compradora, en Boroa 1era Subdelegación de este Departamento: Precio $1.000 al contado.
09/09/1920 Ignacio Painevil una siembra de 7 sacos de trigo, en medias con José Livio Paredes. Precio $400 al contado.
13/09/1920 Juan Mariqueo siembras: 3 sacos de trigo en medias con Epúl Melillán y 12 sacos de trigo, en medias con Huinca Melillán y José Mariqueo, $560 al contado.
20/12/1920 Hueche Huilcan vende a Contalicio Pérez siembra de 7 sacos de trigo, que tiene en medias con el mismo comprador, Precio $300 al contado.
07/11/1922 Gregorio Cuminao vende a Fortunato Muñoz una siembra de: 13 sacos de avena, 4 de trigo y 11 de papas y 20 ovejas. Por un total de $1.400 pagados en efectivo
Fuente: ARA. NI. Protocolos año 1919-1922.
Es significativo destacar que en este tipo de transacciones de ventas de siembras sin
especificar el volumen de grano a entregar, el vendedor indígena no aparece
endeudándose, recibe el importe de los precios establecidos por el mercado sin tener
responsabilidad respecto del futuro de la siembra, percibiendo así una ganancia
monetaria significativa, como resultado de la demanda ejercida por un poder comprador
diversificado. Asimismo debemos subrayar el carácter de emprendimientos mercantiles
implícito en estas transacciones en el sentido de representar inversiones de capital
agrario disponible, por ejemplo, tierras, fuerza de trabajo y equipamiento de semillas,
bueyes y arados.
Una característica relevante de las transacciones agrícolas mapuche que emerge
del análisis de la documentación es la diversidad de cultivos de trigo, arvejas, cebada,
maíz, papas y porotos que se incluyen en los intercambios. Denotando con ello la
amplitud de los recursos obtenidos de la explotación suelo en cultivos anuales, y que
por una parte la venta notarial es sólo una parte de varias otras siembras de trigo; así
como las siembras de trigo sólo corresponden al producto de mayor demanda, no
obstante que otros cultivos de chacras, como arvejas, porotos, maíz y papas también
tienen un amplio mercado de ventas (Inostroza 2013).
Es importante relevar en el análisis de esta lista, la significación de la mediería
como mecanismo de asociatividad de capitales agrarios que permiten reproducir e
incrementar la riqueza proveniente del cultivo de la tierra. Sobre todo, interesa subrayar
la significación numérica de estas medierías, indicios de la importancia de las relaciones
mercantiles intra étnicas vinculadas a la explotación del suelo, donde los propietarios
eligen un papel de “rentistas” y “empresarios”, ejerciendo una influencia dinamizadora
en el crecimiento de la producción agrícola (Bhaduri 1999, p. 22; Reguera 2009).
453
Otro género de transacciones donde prima el beneficio del productor es la venta
de barbechos, es decir, se agrega o se obtiene un valor agregado a la tierra vendiéndolo
como un terreno listo para el cultivo de cereales como se observa en Cuadro 2. Es
también particular, que estas ventas sólo incluyan la transacción del barbecho y no de su
ulterior manejo, conformando otra modalidad de obtención de una ganancia directa
emanada de la explotación mercantil del suelo entre los comuneros mapuche.
Cuadro 2 Ventas de barbechos, 19272
Antonio Trangolaf Marinao barbecho de 5 ha, $ 400
09/03/1927 Ignacio Landero Pichulman barbecho de 8 cuadras $300
09/03/1927 Ignacio Hueche Huircan barbecho de 4 ha $200
28/03/1927 Manuel Maliqueo barbecho de 4 ha $550
22/04/1927 Nicanor Coñoeman Chiguaicura y Juan Segundo Mariman Coñoman barbecho en medias de 4 ha $300
03/05/1927 Juan Felipe Travol barbecho de 6 ha $800.
13/04/1927 Lafue Pilquil Coñoman a Benito Melillan Pichulman barbecho de 6 ha más o menos en medias con José Queupil $600
04/05/1927 Agustín Hueche Melin vende a María Morales viuda de Neculqueo, barbecho de 5 ha en medias con Domingo Chureo $300
01/04/1927 José Tomás Jara vende a Darío Díaz Barbecho de 9 ha que tiene en medias con don Pablo Quilodrán en Huilío Siembra de avena de 22 sacos en medias con José Chavez en Huilío $2.000
Fuente: ARA. NI. Protocolos año 1927
La venta de barbechos es una tipología mercantil que refleja muy bien la capacidad
económica manejada por los agricultores mapuche, así como la estrategia comercial
agraria centrada en la explotación del terreno como recurso disponible para generar
ganancias a nivel personal. Este tipo de inversión de trabajo y equipamiento de labranza
para vender una superficie lista para recibir el grano, ilustra a nuestro juicio una
estrategia de articulación mercantil organizada por el segmento de comuneros mapuche
para diversificar la oferta de bienes transables en el mercado local.
Los agricultores mapuche, aparecen así como agentes económicos propietarios,
productores y comerciantes que interactúan desde una posición diferente al esquema de
los campesinos e indígenas observados en un contexto de economías de subsistencia. Por
ello, desde el punto de vista de los emprendimientos desplegados hacia el mercado intra
étnico y capitalista, estas actividades revelarían prácticas mercantiles vigentes en la
454
cultura económica de los agricultores mapuche radicados en las Reservas del período
1890-1940.
3. Ventas barbechos con obligación de sembrar y entregar cosecha en bodega
Una segunda modalidad asociada a estas transacciones de barbechos, fueron las
ventas con obligación de sembrar y entregar la cosecha en la bodega del comprador.
Modalidad que también representaba la venta de la fuerza de trabajo del
vendedor y posiblemente del trabajo de la unidad familiar para realizar las operaciones
productivas, generando así una segunda esfera de ganancia mercantil basada en la
explotación del trabajo especializado y del trabajo doméstico. Al no especificar el
volumen del grano, este contrato involucra el pago por adelantado del ciclo productivo,
sobre la base del barbecho existente, y por consiguiente de forma similar a los casos
anteriores, se obtenía una ganancia que redituaba la inversión, asumiendo el comprador
los riesgos mercantiles.
En esta perspectiva, citamos un documentos de 1927, de 09/04/1927 donde
Francisco Leufuman Callilaf vende a Jorge Arend,
barbecho de 9 ha en Foliche Reducción de Huenupil Huechaqueo barbecho de 5 ha que tiene en medias con Bartolo Collío en la Reserva de este lugar Catian El vendedor se obliga a sembrar en los próximos meses de mayo y junio con 16 sacos de trigo el primero y con 8 sacos de trigo la parte que le corresponde en el segundo de los barbechos. También se obliga el vendedor a efectuar a su costa la cosecha de los citados sembrados en la cosecha de 1928 y entregar el producto total al comprador en la bodega que este le designe en Nueva imperial. Precio $1.8003
En este caso se observa que el vendedor tiene un barbecho personal y otro barbecho
realizado en medias con un comunero de otra localidad distinta de la suya. En este
protocolo Leufuman se obliga a sembrar con trigo estos barbechos, a cosecharlos y
entregarlos en la bodega del comprador local. Para realizar estas operaciones el
agricultor debía contar con mano de obra suficiente, de la unidad doméstica y de redes
familiares a través de mingacos cooperativos multifamiliares; así como con bueyes,
arados, y carretas suficientes para llevar la cosecha a la ciudad de Nueva Imperial.
En otro documentos en 14/04/1927 Lorenzo Meliqueo Curin vende a Martín
Olhagaray 12 ha barbechas y cruzadas en el lugar denominado Catrianche, en $2.600.
455
Además, en el mismo contrato consignan una sociedad comercial para sembrar 1.500 k
de trigo en medias de utilidad, comprometiéndose el señor Olagaray solo a pagar la
maquina trilladora para cosechar el trigo; siendo de cuenta de Meliqueo todos los demás
gastos que ocasione la cosecha. En tercer lugar, Lorenzo Meliqueo vende a Martín
Olagaray la parte que le corresponde en dicha siembra en medias, en la suma de $3.000
al contado. Con ello Meliqueo obtuvo $5.600 pesos al contado 4.
En esta compraventa se advierte claramente la explotación mercantil del suelo y
del trabajo especializado de Meliqueo que es valorado por el comerciante local, a través
de la compra del barbecho, la posterior siembra en mediería con el indígena y la compra
a Meliqueo de la parte que le corresponde en la siembra. De esta manera se observa la
venta de la unidad de producción y la venta del trabajo para llevar a acabo la operación
productiva del barbecho de Meliqueo.
En el Cuadro 3, se anotan algunos casos que ejemplifican la modalidad de ventas
de “barbechos con obligaciones”, a través de las cuales los agricultores mapuche se
integran al mercado capitalista explotando mercantilmente el recurso de la tierra y la
fuerza laboral personal, y posiblemente de la unidad doméstica en las faenas del cultivo
triguero.
Cuadro 3 Ventas de barbechos con obligación de sembrarlo, 19275
29/03/1927 Andrés Calfilaf a Jorge Arend barbecho de 4 ha con 6 sacos de trigo “y cosecharlo”. Precio $600
01/04/1927 Martín Pilquil Hurcalil a Jorge Arend barbecho 3,5 ha con 4 sacos de trigo “y entregarlo en bodega”. Precio $400
04/04/1927 Rosario Travol Epul de Chanqueo agricultora con Jorge Arend Un barbecho de 3 ha, con 400 k de trigo, “en bodega”. Precio $500
14/04/1927 Juan Curiqueo Huechaqueo a Jorge Arend Un barbecho de 20 ha, ubicado en la reserva de Pedro Cariqueo, lugar Folilche. “con 30 sacos de trigo en el próximo año y entregar cosechas”. Precio $ 3.000
18/04/1927 Lincolaf Huaiquilaf vende a Jorge Arend Un barbecho de 3,5 ha “sembrar con 500 k de trigo y entregar en bodega”. Precio $500
23/04/1927 Manuel Huento Cayul a Jorge Arend Un barbecho de 4 ha en lugar Llancao reserva del vendedor reducción de Aluén Calfeo Huento. Con 500 k “y entregar el producto en bodega” Precio $700
25/04/1927 Morales Lefío Coliman a Jorge Arend Un barbecho de 4 ha en la reserva de Rosario Ñirripil reducción de Juan Painemal, lugar Carrirregue. Con 600 kilos de trigo “y entregarlo en bodega. Precio $600
01/04/1927 Manuel Pilquil Pichi Conejeros a Jorge Arend Barbecho de rastrojo de 4 ha en la reserva del mismo Manuel Pilquil. “El vendedor se obliga a sembrar en el próximo mes de mayo y en el citado rastrojo
456
500 kilos de arvejas verdes, semilla esta que obtuvo del señor Arend y a cosecharlo en las próximas cosechas de 1928 entregando el producto total a la orden del comprador en la bodega que este le designe en Nueva Imperial”. Precio $500
13/04/1927 Queupul Landeros a Benito Melillang Pichulman Un barbecho de 6 ha que tiene en medias con Melilláng en el lugar Trapico, con 450 k de trigo, “en el próximo mes de mayo y entregar el producto total al señor Melillang en las cosechas del próximo año de 1928”. Precio $500
10/05/1922 Francisca Pichilef viuda de Millanao vende a Numa Bornard su parte de la siembra de 7 sacos de trigo que tiene a medias con el mismo comprador en terrenos arrendados a Celestina Pichilef. La vendedora queda obligada a hacer la cosecha y acarreo a las bodegas del comprador. La suma de la venta alcanza $400 pagados en efectivo
Fuente: ARA. NI. Protocolos año 1927
Este tipo de ventas agrarias describen muy bien los emprendimientos individuales
característicos en la organización de la economía mapuche, destinados a comercializar
la fuerza de trabajo del labrador, sobre todo considerando el tamaño medio de las
siembras entre 3 a 4 ha, extensión que podía ser trabajada por el equipamiento básico de
yuntas de bueyes y arados manejados por un labrador indígena, recibiendo
posiblemente una ayuda extra desde su núcleo familiar (Cotlear 1989, p. 54). Los
emprendimientos superiores a 20 ha señalan siembras de un pequeño productor que
percibe por su barbecho y trabajo un capital importante para su unidad económica. El
contrato de siembras de arvejas permite identificar la importancia de este producto en el
comercio indígena local, como agricultores especializados.
La venta de 10/05/1922 de Francisca Penchiolef a Numa Bornard conforma una
venta de siembras y de la fuerza de trabajo de la vendedora, además, el emprendimiento
agrario se verifica sobre un terreno arrendado a Celestina Pichilef, ilustrando el
entramado de inversiones mercantiles desarrollado por los agricultores indígenas para
maximizar la rentabilidad de la posesión de tierras como instrumento de producción de
bienes agrícolas de alta demanda en el mercado local intra étnico y capitalista
Otro aspecto de las explotaciones trigueras y su comercialización en el mercado
local, abarcaba la venta de granos. La alta productividad de las inversiones agrarias
alrededor de 30 a 40 sacos por ha, significaban ingresos más altos para los agricultores
en relación a la superficie sembrada y cosecha obtenida. Un documento notarial suscrito
entre Juan de la Cruz Collipal y Martín Olhagaray, ilustrará los rangos de volúmenes
de bienes agrícolas y precios del mercado:
457
Juan de la Cruz Collipal y otros se obligan a entregar y vender
respectivamente a don Martín Olhagaray y este se ofreció a comprar la
cantidad de sacos de trigo blanco de la cosecha del entrante, limpio, seco,
sano de dar y recibir y a satisfacción de don Martín Olhagaray, con el peso
neto de cien kilos cada saco. El trigo será entregado puesto en la bodega de
don Martín Olhagaray en esta ciudad. Segundo la entrega del trigo se hará
antes del 31 de marzo próximo. Tercero. El precio del trigo será el precio de
la plaza que tenga al día 31 de marzo de año venidero6.
Posiblemente estas obligaciones de transporte de la cosecha a las bodegas del vendedor,
se fueron imponiendo a medida que el mercado capitalista local dominó completamente
la oferta y la demanda del flujo de bienes desde el mercado exterior y los generados en
el mercado interior.
El listado de ventas realizadas y el importe recibido en el siguiente Cuadro 4, a
continuación:
Cuadro 4
Lista de vendedores indígenas de siembras, 19277
Juan de la Cruz Collipal 185 sacos $4.464 Zenon Collipal 85 sacos $4.360 Manuel Collipal 150 sacos $3.720 Justo Collipal 75 sacos $1.868 Juan Collipal 150 sacos $3.720 Andrés Collipal 35 sacos $ 868 Juan Justo Collipal 50 sacos $1.240 Emilio Collipal l75 sacos $1.860 Juan Francisco Collipal 95 $2.356 Lorenzo Millaqueo 80 sacos $ 1984 Total entregado a diez vendedores $ 26.412
FUENTE: ARA, NNI. Juan de la Cruz Collipal y otros venden a Martín Olhagaray, 1927
Los ingresos percibidos por las ventas de trigo son relativamente más altas a las
obtenidas por las “ventas en verde”, permitiendo re-valorizar las ventas de siembras y
barbechos como una tipología particular de emprendimientos vinculados a una
estrategia mercantil de explotación del suelo, como resultado de su relativa abundancia
a comienzos del siglo XX en las Reservas. Factor también presente en la agricultura
andina del 1900 (Meyer, 1981, p. 78, en Cotlear, 1989, p. 49).
458
4. La mediería: reciprocidad y comercio
La siguiente lista del Cuadro 5, resume los contratos individuales de productores
mapuches que venden siembras realizadas en medierías con otros medieros, siguiendo
pautas de cultura económica afincadas en redes de cooperación intra étnica de larga
duración histórica, mediante la sociedad comercial establecida entre propietarios de
tierras y propietarios de equipamiento tecnológicos, que aúnan recursos para obtener
una renta del trabajo y la explotación agrícola (Faron 1969, p. 254; Stuchlick, 1999, pp.
115-119; Durston y Duhart (2003) p. 28. Posadas 1995).
Cuadro 5 Ventas de acciones y derechos de sociedades de medierías, 1927 8
05/04/1927 Coña Piutrin Huechucoy a Juan Eyhramendy Siembra de 500 k de trigo en medias con Mulato Pitron Siembra de 200 k arvejas verdes de su propiedad. Precio $300
05/04/1927 Mariano Ñancu Levio a Juan Eyhramendy Siembra de trigo de 800 k en medias con Juanito Cadin en HualacuraPrecio $800
08/04/1927 Domingo Curaqueo Hualaquisto a Darío Díaz Rodriguez Siembra de trigo de 10 sacos; Siembra de trigo de 10 sacos en medias con Alberto Trianean Precio $ 800
08/04/1927 Juan Segundo Gonzalez Jiménez a Darío Díaz R Siembra de trigo de 15 sacos que tiene en medias con Enrique Fajalde Siembra de trigo de 15 sacos en medias con Francisco Huichapal Siembra de avena de 900 kilos (sin efecto) por no concurrir Diaz
09/04/1927 Craiman Calvin Curiqueo a Darío Díaz R. Siembra de trigo de 12 sacos en medias con Miguel Calbulem Precio $500
11/04/1927 1927 Ramón Trangolao Melillán a Darío Díaz R Siembra de trigo de 8 sacos de su propiedad Siembra de trigo de 15 sacos en medias con Rafael Erices. Precio $600
13/04/1927 Narciso Cayuna a Eleodoro Larenas Siembra de trigo de 6 sacos en medias con Inecio Huircan Siembra de trigo de su propiedad de 3 sacos Precio $500
13/04/1927 Daniel lepiman a Francisco Manquiel Siembra de trigo de 8 sacos en medias con Manquian Lepiman Precio $1.000
14/04/1927 14 de abril de 1927 Simón Huaiquín Melin y Huaiquin Melin Coyam a Darío Díaz. Siembra de 30 sacos de trigo que poseen ambos, y por iguales partes. Precio $1.500
18/04/1927 18 de abril de 1927 Antonio Pichulman Meliqueo a Darío Díaz Siembra de 5 sacos de trigo en medias con Juanito Millanao. Precio $400
18/04/1927 Francisco Loncol Curihual a Jorge Arend Siembra de 600 kilos de trigo en medias con Timoteo Núñez. Precio $400
18/04/1927 Santiago Coñoman Caucan a Juan Eyheramendy Siembra de 1.200 k de trigo en medias con Painequeo Curivil Siembra de trigo de su propiedad de 500 k . Precio $1.000
459
20/04/1927 Francisco Antiqueo Piallao a Darío Díaz Siembra de 7 sacos de trigo en medias con Lorenzo Paillamil, Siembra de 6 sacos de arvejas de su propiedad. Precio: $1.000
21/04/1927 Pedro Antipan a Juan Eyheramendy Siembra en medias con Alberto Curiqueo de 1.200 k Siembra en medias con Cristobal Levigñir de 600 k Siembra de su propiedad de 500 k. Precio $1.000
21/04/1927 Manquean Pichuman Hueche aJ uan Eyheramendy Siembra en medias con Chiñura Paillaqueo de 1.800 k de trigo. Precio $1.000
21/04/1927 José Cristobal Cea a Juan Eyhramendy Siembra de 500 k de trigo en medias con Marileo Piutrin Siembra de de 500 k de trigo con Marcelino. Precio $300
26/04/1927 Antonio Millalem Cayun a Francisco Marivil Tranamil Siembra de 1.400 k de trigo en medias con el comprador. Precio $1.500
29/04/1927 Lorenzo Huriqueo Huiriqueo vende Juan Eyheramendy Siembra de 1.400 k de trigo de su propiedad. Precio $300
29/04/1927 Jenaro Paineo Calfio a Darío Díaz Siembra de 4 sacos de trigo en medias con Román Tragolas Siembra de 8 sacos de trigo que tiene a medias con Rafael Grico. Precio $400
05/05/1927 Manuel Coñoman Cayupil a Benjamín Leal Arriagada Siembra de 800 kilos de trigo en medias con Meliñir Coñoepan. Precio $500 al contado
09/05/1927 Andrés Eliseo Caniuqueo Rapiman a Martin Olhagaray Harismendy Siembra de 1.000 k de trigo que tiene a medias con Luis Quintremil. Siembra de 600 k de trigo en medias con Painefil Quinchafil. Siembra de 550 k de trigo en medias con José Quinchafil. Precio $1.500
17/05/1927 Andrés Pichihuircan Chiñuco a Luis Andrade Valdés Siembra de 600 kilos de arvejas, en medias con Abdon Cardenas. Precio $1.200 al contado
31/05/1927 Martin Coñopan Lizama vende a Ramon Segundo Nahuelpan Ancalaf Siembra de 400 kilos de trigo en medias con el comprador. Precio $400
31/05/1927 Juan Coña vende a Martin Olhagaray Harismendy Siembra de 880 kilos de trigo en medias con José Railef, Precio $400
31/05/1927 Pascual Mariqueo vende a Martin Olhagaray Harismendy Siembra de 750 kilos de arvejas petit poes, en medias con Ignacio Quintravil. Precio $800
06/06/1927 Filemon Millaqueo Cariqueo a Temístocles Gutiérrez Sepúlveda Siembra de 15 sacos de trigo en medias con Cona Huaiquimil. Precio $1.000 al contado
14/06/1927 Manuel Meliqueo Tranaman a Juan Martínez Vásquez Siembra de 400 kilos de trigo que tiene en medias con J. Trilleria. Precio $200
22/06/1927 Sinersio Huilcan Inaifil a Felix Pierry Etchefeare Siembra de más o menos 600 kilos de trigo, en medias con Narcizo Cayuman. Precio $300
23/06/1927 Benancio Meliñir a Benjamin Leal Arriagada Siembra de 500 kilos de trigo en medias con Micaela. Precio $250
04/07/1927 Juan Huenchaqueo Huiliqueo a Martín Eyheramendy Siembra de 14 sacos de trigo de 80 k en medias con Belisario Zúñiga. Precio $800
18/07/1927 Juan Ellahueñi a José Tomas Segundo Muñoz Navarro Siembra de 1.000 kilos de trigo en medias con Francisco Conejeros. Precio $700
27/07/1927 Juan Tureo Soto vende a Juan Eyheramendy Siembra de 1.000 kilos de trigo, en sociedad con José Eyheramendy. Precio $400
460
29/07/1927 Bernardino Curiqueo Painemal a Juan Eyheramendy Siembra de 300 kilos de arvejas en medias con Bernardino Nahuelpan. Precio $150
30/07/1927 Cayul Panchillo vende a Juan Eyheramendy Siembra de 300 kilos de trigo, que tiene en medias con (ilegible) Siembra de 100 kilos de avena que tiene en medias con José Painebillo. Precio $500 a
30/07/1927 Andrés Acupil vende a Manuel Perez Lepin
Siembra de 800 kilos de trigo, que tiene en medias con el mismo comprador. Siembra de 400 kilos de trigo, que tiene en medias con Juan Ñancupil Siembra de 200 kilos de trigo de su propiedad. Precio $3.500
09/08/1927 Juan Neculqueo a Francisco Manquian Siembra de 10 sacos de trigo, en medias con el comprador, Precio $800
10/08/1927 Ignacio Millavil a Martin Olhagaray Siembra de de 240 kilos, en medias con Maria Llanca Siembra de 600 kilos, en medias con Casimiro Duran y Filemon Millaquin. Precio $1.000
18/08/1927 Doña Llanca Ñanculef Antinao a Juan Eyheramendy Siembra de 400 kilos de trigo, en medias con Andrés Acupil. Precio $400 al contado
19/08/1927 Juan Huechequeo Millaqueo a Alberto Henríquez Manríquez 4 sacos en medias con Ignacio Millavil - (ilegible). Precio $500
22/08/1927 Pedro Cariqueo Catriman a Tomás Segundo Muñoz Navarro Siembra de 600 kilos de trigo, en medias con Juan Cariqueo. Precio $400
22/08/1927 Pedro Raimán Licanqueo Masall vende a Alberto Figueroa Llanos Siembra e 600 kilos de trigo, en medias con el mismo comprador. Precio $200
16/09/1927 Manuel Maliqueo Trangolaf a Juan Eyheramendy Siembra de 500 kilos de trigo, en medias con Carla Chihuailaf. Precio $300.
24/10/1927 Juan Epulef y su mujer Carmela Curiqueo a Dario díaz Rodríguez Siembra de 5 sacos de trigo, en medias con Rudecindo Díaz, Precio $200
22/11/1927 Margarita Millavil a José Tomás Segundo Muñoz Navarro Siembra de 400 kilos de trigo, en medias con Francisco Segundo Coñoepan. Precio $300
10/12/1927 Juan Segundo Epilef Melillan vende a Rudecindo Díaz Montero Siembra de 6 sacos de trigo, en medias con el propio comprador. Precio $300
Fuente: ARA. NNI. Protocolos, año 1927
Este registro subraya la imagen de una sociedad de productores volcados en un sin
números de emprendimientos vinculados a la producción agrícola mediante el
mecanismo de asociatividad de la mediería mapuche, nombre dado para diferenciarla
de la mediería triguera practicada en las haciendas de Chile Central.
Es importante delinear este rasgo de la cultura económica mapuche expresado
en la asociatividad económica de los individuos a través de la mediería. Aunque no
sabemos claramente si los vendedores conforman el segmento de los dueños de la tierra
en estos registros, algunos indicios permiten suponer esta situación e interpretar la
mediería como un modelo de acceso a mano de obra practicado por los indígenas dueños
de terrenos, de manera similar al esquema de las prácticas hacendales de mediería con
461
campesinos para incorporar nuevas tierras al beneficio productivo articulado durante la
expansión cerealera capitalista (Bauer, 1994, 124; Salazar 1985, pp. 45- 65; Bengoa 1988,
pp. 114-118).
No obstante, en estas medierías indígenas se establecen condiciones de igualdad
entre los medieros ya sea propietarios de terrenos o propietarios de equipamientos como
arados, echonas, yuntas de bueyes, caballares y carretas, esenciales para el desarrollo del
proceso productivo. Fenómeno comparativamente similar al uso de mecanismos de
mercado en la economía indígena mediante la reasignación de los factores productivos
distribuidos aleatoriamente entre los agricultores9, en el marco de una estructura estable
de tierras (González 1997 p. 44; Ugaz 1997 p. 150) y una escaso empleo de maquinarias
(Robles, 2003, p. 60).
De este modo, la mediería puede interpretarse como una formula de
racionalidad económica (Faron 1969, p. 68), destinada a maximizar la rentabilidad de los
capitales invertidos incrementando la acumulación de activos en bienes agropecuarios
(Posadas, 1995, p. 20).
Por otro lado, la mediería debe observarse como una relación económica
interpersonal entre agricultores mapuche, resultado de una práctica mercantil basada en
la inversión de capitales agrarios disponibles entre la población mapuche radicada en
las Reservas, y no sólo como resultado de las influencias de las articulaciones generadas
por la integración en el mercado capitalista.
En sentido, la siguiente cita de Milan Stuchlik sobre la mediería entre los
comuneros mapuches, ilustrará los rasgos de estos emprendimientos asociativos en el
marco de la economía agraria mapuche.
“Entre los chilenos, el mediero (el trabajador) suele vivir en la tierra que cultiva, puesto que no tiene tierras propias. Por tanto, depende del propietario y, en la práctica, se convierte en su cliente. La relación siempre es asimétrica y supone una estratificación social. Los mapuches han adoptado el concepto de colaboración entre dos hombres -propietario de los medios de producción y propietario del trabajo-, pero tanto en la forma del acuerdo como en la relación entre ambos han sido adaptados al medio mapuche. Esencialmente entre los mapuche el mediero no depende del propietario de la tierra porque a) tiene tierras propias, y b) suele cambiar de socio con cierta frecuencia. El propietario cede a medias sólo parte de su tierra y trabaja otra parte por sí solo; el mediero, además de trabajar la tierra del otro hombre, suele trabajar la suya también. Por lo general, un hombre puede ser a la vez propietario en una mediería y trabajador en otra; en algunos casos, dos hombres pueden tener incluso dos medierías mutuas simultáneas, en las que son a la vez propietarios y trabajadores con respecto al otro. Por consiguiente las relaciones de medierías tienden a ser simétricas durante cierto tiempo y
462
no tienen ninguna significación jerárquica, dado que los dos socios tiene igual posición social” (Stuchlick, 1999, pp 117-118).
5. Conclusiones:
Se observa la presencia de dos circuitos de comercio agrícola, un circuito intra étnico
articulado entre agricultores y medieros mapuches y entre estos y otros comerciantes
indígenas. En segundo lugar un circuito inter étnico con el mercado capitalista entre
comuneros indígenas y campesinos chilenos, y entre agricultores mapuches y
comerciantes capitalistas. Denotando esta diversificación del flujo de los intercambios
de la producción indígena, una organización más compleja del nivel intra étnico
vinculada a la continuidad de las pautas y prácticas de los agentes productores en redes
de solidaridad social y económica que fortalecen las potencialidades de los agricultores
indígenas
También se identifica a nivel de los agricultores indígenas una clasificación en los
niveles de los emprendimientos. Por una parte están los pequeños productores -que
representaban el tramo más extenso de las operaciones notariales relativas a las ventas
de barbechos y siembras- con extensiones sembradas de 3 a 5 ha que obtenían ganancias
de $300 a $800. Sumas relativamente pequeñas pero que en el circuito intra étnico
representaban capitales muy valiosos, y recursos frescos para adquirir equipamientos en
animales, instrumentos y fuerza laboral. Adicionalmente, estos dineros permitirían
acceder a bienes industriales en el mercado esenciales para el consumo y el
equipamiento laboral. Además el dinero más allá de su valor nominal, previsiblemente
representaba una nueva riqueza que alcanzaba un muy alto valor en el circuito mercantil
intra étnico por su escasez relativa en el mercado de capitales del mundo rural de la
frontera, por ello, su venta y la percepción de dinero al contado era un aliciente suficiente
para las actividades mercantiles orientadas al comercio, sin importar los riesgos.
Por otro lado, están las operaciones de mayor valor en el mercado local,
superiores a las 10 ha y ventas por $1.000, $1.500 y más pesos, realizadas por los
vendedores indígenas de mayor capacidad económica, cuyas transacciones podría
considerarse como emprendimientos empresariales (Carmagnani, 2008; Pinto 2014), en
el sentido de su orientación especializada hacia el mercado capitalista para obtener
importantes ingresos monetarios, valores que al ser invertidos directa o indirectamente,
463
consecutivamente dinamizaban el crecimiento de la productividad en el espacio
económico indígena.
Desde una mirada general, el comercio con el mercado capitalista tenía un flujo
multidireccional, por una parte drenaba riquezas desde la economía indígena, de otra
parte, permitía atesorar nuevos recursos que fortalecían la capacidad productiva,
contribuyendo a la sustentabilidad y proyección de la economía agraria mapuche.
De este modo, los terrenos de la Reservas conformarán un recurso básico para
dar continuidad a las actividades productivas y los emprendimientos comerciales en un
esfuerzo social compartido que permitió transformar la “reducción” en un espacio de
recreación de la cultura económica indígena (Pinto 2003, p. 292).
REFERENCIAS Archivos:
ARA. NNI. Archivo Regional de La Araucanía, Fondo Notarios de Nueva Imperial años 1919-1927
AGAI. JINI. Archivo General de Asuntos Indígenas. Juzgado de indios de Nueva Imperial año 1930.
Aldunate, Carlos (1996) “Mapuche gente de la tierra”, en Hidalgo, Jorge; Schiappacasse, Virgilio; Niemeyer, Hans; Aldunate, Carlos y Mege Pedro (eds.). Culturas de Chile Etnografía. Sociedades indígenas Contemporáneas y su ideología, Santiago, Editorial Andrés Bello
Bauer, Arnold (1994) La sociedad rural chilena desde la colonia a nuestros días, [1975] Santiago: Editorial Andrés Bello, [1975], 1994
Bauer, Arnol (2004) Chile y algo más. Estudios de historia latinoamericana, Santiago, Dibam 2004
Bhaduri, Amit (1999) “Eficiencia económica e instituciones agrarias”, Historia agraria, 15, 15-25
Bengoa, José (1998) “Agricultura y mundo rural. Los desplazamientos de los temas rurales y sus fuentes en los últimos 20 años, América latina en la Historia Económica, 5 (10)
Bengoa, José (2003) “25 años de estudios rurales”, Sociologias, año 5, Nº 10, pp.36-98 Carmagnani, Marcelo (2008) “La agricultura familiar en América Latina”, Problemas de
desarrollo. Revista latinoamericana de economía, vol. 39, nº 153 Cotlear, Daniel (1989) “Cambios tecnológicos y transformación social en las
comunidades de la sierra del Perú”, Lima, IEP, Serie Estudios de la sociedad rural, 11, 1989
Durston, John y Daniel Duhart (2003) Formación y pérdida de capital social comunitario mapuche. Cultura, clientelismo y empoderamiento en dos comunidades, 1999-2002. Santiago, CEPAL
464
Faron, Louis C. (1969) Los mapuche su estructura social, [1952], México, Instituto Indigenista Interamericano,
Flores, Jaime (2006) “Economías locales y mercado regional, 1883-1935”, Espacio Regional, Volumen 2, Número 3
Golte, Jurgen La racionalidad de la organización andina, IEP, Lima 1980; Golte, Jurgen “Nuevos actores y culturas antiguas”, en Julio Cotler (ed.) Perú 1964-1994.
Economía sociedad y política, IEP, Lima 1995 Gómez, Rosario “Agricultura comercial y moderna en el Perú. El caso de la agricultura
de exportación no tradicional (1995-2007)”, en Gerardo Damante, Bernard Fulcrand y Rosario Gómez (edit) Perú el Problema agrario en debate, Sepia XII, Lima, 2008
González de Olarte, Efraín (1997) “Mercado en el ámbito rural peruano, Sepia, VI, 1997 19-68, p. 44; Federico Ugaz “Dinámica del mercado de tierras y transformaciones en el agro costeño. Los casos de Piura y Huaral”, en Efraín González de Olarte, Bruno Revesz y Mario Tapia, Perú el problema agrario en debate, Sepia VI, Lima 1997, pp. 142-172
Guerrero, Andrés y Tristan Platt (2000 ) “Proyecto antiguo, nuevas preguntas: la antropología histórica de las comunidades andinas cara al nuevo siglo”, en Köning; Hans Joachim,Tristan Platt y Colin Lewis (Edits) “Estado- nación, comunidades indígenas, industrias”, en Cuadernos de historia latinoamericana Nº 8 Netherlands, Holanda
Huber, Ludwig (1997) Etnicidad y economía en el Perú, Documento de trabajo nº 83, Serie Antropológica 11, instituto de Estudios Peruanos,
Inostroza Córdova, Iván (2013) “Producción agrícola y ganadería en la economía familiar mapuche, Araucanía, 1840-1890, Estudios trasandinos, Revista de la Asociación de Chileno-Argentina de estudios históricos e integración cultural, vol. 18, Nº 1
Inostroza C., Iván (2014) “La unidad de producción familiar: herencia y productores masculinos y femeninos en la agricultura mapuche, 1890-1930”, Ponencia IX Congreso Internacional de Etnohistoria, Universidad de Tarapacá, Arica, 10-14 de noviembre 2014
Inostroza C., Iván (2015) “Economía agroindustrial de Concepción y expansión triguera fronteriza: campesinos y mapuches en Biobío-Malleco, 1820-1850”, América Latina en la Historia Económica 2015
Kervin, Bruno (1988) “La economía campesina en el Perú: teorías y políticas”, en Fernando Euguren, et al Perú: el problema agrario en debate, Lima, Sepia II pp. 29-92
Mandrini, Raúl y Carlos Paz (2003) Las fronteras hispanoriollas del mundo indígena latinoamericano en los siglos XVIII-XIX, Neuquén, Argentina
Pinto R., Jorge (2003) La formación del Estado, y la nación y el pueblo mapuche, Santiago, Dibam
Pinto, Jorge y Mathias Ordenes (2012) Chile una economía regional en el siglo XX, La Araucanía, 1900-1960, Osorno, Imprenta Printus
Posadas, Marcelo Germán (1995) “La articulación entre formas capitalistas y no capitalistas de producción agrícola. El caso de la mediería en América Latina”, Agricultura y Sociedad, nº 77, oct.-dic.
Reguera, Andea (2009), “Empresarios de ayer, de hoy y de siempre, Un recorrido latinoamericano por sus formas espacio temporales”, América latina en la historia económica, vol, 16 Nº 32
Robles, Claudio (2003) “Expansión y transformación de la agricultura en una economía exportadora, La transición al capitalismo agrario en Chile 1850-1930”, Historia agraria, 29, 2003.
465
Robles, Claudio (2009) La producción agropecuaria chilena en la era del Salitre 1880-1930, América latina en la historia económica vol, 16 Nº 2,
Stuchlick, Milan (1999) La vida en mediería, Mecanismos de reclutamiento social de los mapuche [1975], Santiago, Soles ediciones
1 Archivo Regional de La Araucanía. Notarios de Nueva Imperial, (en adelante ARA.NNI) año 1920, fecha
del registro en información del cuadro adjunto. 2 ARA. NNI. Protocolos año 1927. Fecha de registros en cuadro adjunto 3 ARA. NNI. Francisco Leufuman Callilaf vende a Jorge Arend, 09/04/1927 4 ARA. NNI. Lorenzo Meliqueo Curin vende a Martín Olhagaray,14/04/1927 5 ARA. NNI. Protocolos año 1927. Fecha del registro en cuadro adjunto 6 ARA. Notaría Nueva Imperial, Juan de la Cruz Collipal y otros venden a Martín Olhagaray, 1927. 7 ARA, NNI. Juan de la Cruz Collipal y otros venden a Martín Olhagaray, 1927 8 ARA. NNI. Protocolos año 1927. Fecha del registro en cuadro adjunto 9 Disposición que Bruno kervin califica como heterogeneidad en la distribución de los recursos a nivel de
comunidades y regiones, y entre productores agregaríamos nosotros, Kervin, Bruno (1988) “La economía
campesina en el Perú: teorías y políticas”, en Fernando Euguren Raúl Hopkins, Bruno Kervyn, Rodrigo
Montoya Perú: el problema agrario en debate, Sepia II, pp. 35-37
466
El sistema comercial en el corredor Pacifico antes de la invasión
europea. Una perspectiva desde Ecuador
Antonio Jaramillo Arango
El Ecuador como lugar de interacción cultural
Desde que se tiene registro arqueológico en la costa de Ecuador (3000a.C), se evidencia un
intenso intercambio de los pueblos allí asentados con los de los Andes Centrales. El hallazgo
de concha de Spodynlus sp. en contextos arqueológicos de la costa peruana muy tempranos,
como en Caral (ca. 2.600 a.C- 2.000 a.C), y serranos, como en Chavín de Huantar (1.200 a.C-
400 a.C), prueban que estas comunidades tenían interacción constante con sus vecinos
septentrionales, pues estas conchas se encuentran regularmente en las costa de Ecuador. Es
más, el complejo conocido como mullu-pututu, la unión entre Spondylus sp. y Strombus
peruvianus asociado a la fertilidad y apreciable en muchas representaciones iconográficas
peruanas, demuestra que para los andinos centrales las conchas provenientes de Ecuador
jugaban un papel fundamental en su vida ritual. Aunque no queda claro qué productos
peruanos llegaron a Ecuador en épocas tan tempranas, un buen indicio es las conocidas
como hachas “T”, pequeñas cabezas de hachas afiladas de piedra verde (sobre todo
andesita) encontradas en el asentamiento conocido como Real Alto de la cultura Valdivia en
sus fases 2 y 3 (3.200 a.C- 2.600 a.C) (Marcos, 1999: 134). Es poco probable que estas hachas
fueran realmente utilitarias, pues por su constitución, la andesita pierde muy rápidamente
el filo, además, por el contexto arqueológico en donde fueron encontrados estos objetos, se
piensa que fueron guardados a manera de tesoro por su valor como bien exótico (Marcos,
2005: 183).
La interacción entre las comunidades ecuatorianas y las peruanas se mantuvo durante todos
los períodos de la historia prehispánica de estas regiones. Sin embargo, alrededor del año
900d.C se produce un cambio importante en el intercambio de bienes entre la costa
ecuatoriana y los Andes Centrales: en esta fecha, las sociedades del norte del Perú dominan
467
la aleación del cobre arsenical (bronce), con la que consiguen fabricar herramientas más
duraderas (Hocquenghem, 2009: 8). El cobre arsenical, tal y como se conoció en los Andes
Centrales, se obtiene de menas de un elemento químico conocido cómo enargita; esta
contiene grandes cantidades de cobre y arsénico y tras un proceso puede aprovecharse como
un metal (Lechtman y Macfarlane, 2005). Aunque en Suramérica la enargita se encuentra
desde el sur de Ecuador hasta la región central de Chile, los depósitos más importantes y
grandes se ubican en el centro y norte del Perú y el norte de Chile. (Imagen 1) Objetos de
cobre arsenical entraron en el intercambio entre comunidades peruanas y ecuatorianas,
dependiendo estas últimas del metal proveniente de las ricas minas ubicadas en Perú y
Chile, ya que las que tenían a su disposición eran insuficientes. Es importante recalcar que
en la mayoría de las ocasiones, herramientas y armas de metal son mucho más duraderas y
confiables que sus similares de piedra y madera, sobre todo en trabajos que requieren la
dureza de los materiales, como pueden ser en el arado, el horadado y el cortado.
Imagen 1. Minas de enargita en Suramérica en gris oscuro. Tomado de (Lechtman y
Macfarlane, 2005).
468
Para esta fecha (ca 900d.C), la costa ecuatoriana estaba habitada por una multiplicidad de
comunidades que, aunque al parecer tenían una diversidad lingüística notable, compartían
una sola cultura material. Actualmente conocemos a este conjunto de pueblos como los
manteño-huancavilcas, gracias a que los primeros exploradores españoles identificaron
lenguas huancavilcas en la región norte de la costa ecuatoriana y lenguas manteñas en la
región sur. Sin embargo, me gustaría recalcar que políticamente estos asentamientos
obedecían a señoríos independientes que eran aliados. Esta alianza de los diferentes pueblos
costeros aseguró la independencia de esta región con respecto a los poderosos imperios que
a lo largo de la historia prehispánica se formaron en los Andes Centrales y que seguramente
codiciaron las materias primas de la costa ecuatoriana, sobre todo sus bancos de Spondylus
sp.
Los manteño-huancavilca y la interacción por el Pacífico: el corredor Pacífico.
La sólida alianza de los manteño-huancavilcas a lo largo de la costa ecuatoriana permitió
que estos entraran en una poderosa red de interacción comercial y cultural a lo largo de la
cuenca del Pacífico más allá de sus fronteras culturales, esto gracias a que desenvolvieron
una serie de tecnologías propicias para su desarrollo. Esta intensa interacción, al contrario
de lo que se esperaría desde teorías como la del Sistema-Mundo desarrollada por Immanuel
Wallerstein (2005), no generó una unidad cultural, sino por el contrario, una notable
diversidad. A esta “unidad diversa” la he llamado “corredor Pacífico”, acentuando así que
los pueblos involucrados en la comunicación conformaron una unidad de interacción pero
no constituyeron una área cultural.
Los manteño-huancavilcas desarrollaron una de las tecnologías de navegación más
sorprendentes de la América precolonial: gracias a un complejo sistema de velas
triangulares y timones pudieron aprovechar la fuerza de las corrientes y los vientos para
viajar hacia el sur, hasta la costa peruana, y hacia el norte, posiblemente hasta las costas de
México (Szászdi, 1978; Marcos, 2005; Dewan y Hosler, 2008). Las primeras referencias a este
tipo de embarcaciones las encontramos en representaciones artísticas del norte del Perú
alrededor del año 1.100d.C, en dónde se representa la pesca de Spondylus sp. con
embarcaciones con vela triangular. Las llamadas “balsas ecuatorianas” seguían en uso a la
469
llegada de los españoles, quienes realizaron una serie de detalladas descripciones, y se
siguieron usando hasta entrado el siglo XVIII (Imagen 2). No me parece casualidad que las
fechas del dominio del cobre arsenical en la costa norte del Perú anteceda por tan poco a los
primeros registros de la navegación con vela triangular en Ecuador. Muy posiblemente el
auge del comercio de cobre arsenical con los Andes Centrales, llevó a que los manteño-
huancavilcas ampliaran sus horizontes comerciales, lo que a su vez les dio la posibilidad
material de financiar expediciones cada vez más arriesgadas.
Imagen 2. En el punto D) se aprecia una balsa ecuatoriana con vela triangular en la bahía de
Paita, Perú. Tomado de (Speilbergen, 1906: 84-85)
En Sudamérica hay dos lugares de experimentación de la metalurgia que crecieron de
manera independiente: uno en el norte peruano y el otro en la región caribe colombiana.
Estos dos focos generaron dos “áreas metalúrgicas”: la “Andina” y la “del Norte”,
reconocidas por su tratamiento diferenciado de los metales. Mientras que en Colombia era
más común el uso de tumbaga y el vaciado de los objetos, en el Área Metalúrgica Andina se
trataba al metal cómo sólido y generalmente se prefería el trabajo en frío (Plazas, 2007: 500).
De manera muy interesante el tratamiento de los metales propio de la Área Metalúrgica
Andina se expandió por el Pacífico ecuatoriano, colombiano y panameño, sugiriendo una
difusión de esta tecnología que involucrara la navegación por la costa (Falchetti, 2008). De
470
manera aún más sorprendente, el ya clásico trabajo de Dorothy Hosler ha demostrado que
la tecnología metalúrgica introducida en el occidente mesoamericano proviene de técnicas
usadas en Ecuador, lo que nos hace pensar en un contacto directo entre artesanos
ecuatorianos y del occidente mesoamericano (Hosler, 2005). Conociendo que la avanzada
tecnología de navegación de los manteño-huancavilca posibilitaba a los miembros de este
pueblo a hacer largas expediciones por el mar, no habría de sorprendernos que fueran naves
de la costa ecuatoriana las que pudieran difundir el conocimiento metalúrgico del Área
Metalúrgica Andina a través del litoral pacífico americano hasta México.
Además de la difusión de la metalurgia, existen otros indicadores arqueológicos que
sugieren una interacción constante entre los pueblos del litoral pacífico a partir del año 900
d.C como son: la tecnología de la pesca (Beltrán, 2001), el vestido (Anawalt, 1998) y el uso
del Spondylus sp. (Marcos, 2005). Más allá de discutir los indicadores arqueológicos que nos
permitan confirmar plenamente si estos viajes se realizaron, me gustaría analizar aquí un
fenómeno económico de primer orden: la existencia de un robusto comercio atestiguado por
la presencia de lo que parece ser un objeto-moneda que se utilizaba en las transacciones
comerciales. Me refiero a unas hachas sin filo ni posibilidad de cortar hechas principalmente
en cobre arsenical que se encuentran a lo largo de la costa del Pacífico desde Perú hasta
México.
El comercio y las hachas
Aunque hemos repasado brevemente algunos indicadores que parecen remitir a contactos
constantes entre poblaciones de la costa del Ecuador con sus vecinos costeros del norte, tan
sólo con la información que se desprende de los restos arqueológicos es difícil clasificar estas
interacciones como puramente comerciales, pues no es posible determinar fielmente si estos
rasgos que al parecer expanden los manteño-huancavilcas son difundidos comercial,
política, religiosa o culturalmente. Afortunadamente existen documentos históricos que nos
ayudan a hacer la precisión: contamos con dos escritos independientes realizados por
cronistas españoles que nos hablan del segundo viaje de Francisco Pizarro a Suramérica y
que describen con sumo cuidado el encuentro de una de las carabelas de la expedición al
mando de Bartolomé Ruiz con una de las balsas de los manteño-huancavilcas. Entre las
471
cosas que los españoles se esfuerzan por señalar es que esta embarcación era comercial y
que llevaba en su interior una serie de mercancías que los ocupantes de la balsa
intercambiaban en transacciones sumamente normadas. Tenemos la suerte de contar con la
descripción de dichas mercancías:
Traian muchas pieças de plata y de oro por el ario de sus personas para hacer rescate
con aquellas con quien iban á contratar, en que intervenian coronas y diademas y
cintos y ponietes y armaduras como de piernas, y petos y tenazuelas y cascabeles y
sartas y mazos de cuentas y rosecleres y espejos guarnecidos de la dicha plata, y
tazas y otras vasijas para beber; traian muchas mantas de lana y algodon y camisas
y aljulas y alcaceres y alaremes y otras muchas ropas, todo lo mas de ello muy
labrado de labores muy ricos de colores de grana y carmesí y azul y amarillo y de
todas otras colores de diversas maneras de labores y figuras de aves y animales y
pescados y arboledas; y traian unos pesos chiquitos de pesar oro como hechura de
romana y otras muchas cosas. En algunas sartas de cuentas venían algunas piedras
pequeñas de esmeraldas y cacadonias, y otras piedras y pedazos de cristal y ánime.
Todo esto traían para rescatar por unas conchas de pescado de que ellos hacen
cuentas coloradas como corales, y blancas, que traian casi el navío cargado de ellas
(Anónimo, 1884: 193-201).
Llevaban conchas coloradas, de que hay en Chaquira, id est sartales, como los de las
islas de Canaria, que se venden al rey de Portugal para el rescate de Guinea; é por
estas dan los indios todo el oro é plata é ropas que traen de rescate. Traian muchos
cántaros negros é mucha ropa de diverssas colores, de lana, é camisas é ayubas, é
mantas de colores muy labradas, paños blancos con franja, todo nuevo, para
contractar; é lana de colores, tinta en lana é otras muchas cosas sutiles é muy primas,
en que paresçia bien ser gente entendida[...] Traen toque para conosçer el oro é
romana para pessarlo é pessar la plata labrada é otros metales, é conósçenlo muy
bien: é traían çierta cantidad de lo uno é de lo otro, é dieron notiçia que en la tierra
avia muchas piedras de valor. (Fernández de Oviedo, 2007: libro xliii, capítulo iii)
472
Más allá de discutir la proveniencia de las mercancías me gustaría hacer hincapié en la
tecnología que describen el autor anónimo de la relación Sámano-Xerez y Fernández de
Oviedo con la que contaban los manteño-huancavilcas para pesar los metales, lo que les
permitía conocer el monto exacto del metal incluso en piezas trabajadas. Esta exactitud con
la que los manteño-huancavilcas procuraban realizar sus transacciones demuestra una gran
habilidad para el comercio y una experiencia notable en esta materia. Sería difícil pensar en
un comercio tan animado basado únicamente en el intercambio simple de productos y un
conjunto de datos arqueológicos parece demostrar que existió una mercancía especialmente
destinada a favorecer el comercio por el corredor Pacífico: hachas “votivas” que no cumplen
la función para la cual fue diseñada su forma, es decir cortar, y que se encuentran
ampliamente distribuidas en todo el litoral del Pacífico en contextos que van desde el fin del
primer milenio de nuestra era hasta la época del contacto.
Estas hachas se encuentran en diferentes tamaños y pesos, sin embargo las más comunes
son aproximadamente de 10 centímetros de largo y 1 centímetro de ancho en su parte más
angosta y 2 centímetros en su parte más gruesa, aunque existen más grandes y más
pequeñas. Desde Perú hasta México fueron usados este tipo de hachas sin que su función
sea fácilmente comprobable desde la arqueología. Aunque su origen es incierto, me gustaría
proponer una alternativa. Como ya he señalado, en la costa ecuatoriana durante la época de
expansión Valdivia (3.200 a.C- 2.600 a.C) se encuentran grandes depósitos de hachas en
piedra verde que remiten al atesoramiento de un bien exótico; retomando este interesante
dato, todo parece sugerir que al parecer en esta región las hachas fueran el bien foráneo que
se acumulaba por su valor. Al llegar la tecnología del cobre arsenical al Ecuador, durante la
época de los manteño-huancavilcas, las hachas siguieron guardando su enorme valor
comercial como bien obtenido mediante la interacción, sólo que el material pasó de ser
piedra verde a ser reemplazado por el cobre arsenical. Esto se corresponde con los grandes
depósitos encontrados en la costa del Ecuador de la cultura Milagro-Quevedo (500d.C-
1500d.C) de 30 kilogramos de cobre en 3.000 hachas y de 700 kilogramos en más de 13.000
hachas (Holm, 1980: 53-67). Este proceso podría compararse con aquél dado durante la
antigüedad clásica, concretamente en la Grecia asiática, en la que en un momento los
intercambios se daban en bueyes, y posteriormente las monedas de metal tenían una imagen
de un buey que recordaba el valor original de este animal.
473
Dibujo de hachas de diferentes tamaños. Tomado de (Holm, 1983: 13)
Imagen 4. Hacha arqueológica de la costa ecuatoriana. Tomado de (Marcos, 2005: 184)
474
Imagen 5. Hacha arqueológica de la costa ecuatoriana Tomado de (Marcos, 2005: 185)
Si fueron los manteño-huancavilcas los que comerciaron por el litoral pacífico desde Perú
hasta México, no ha de sorprendernos que la forma de atesorar valor propio de la región
dónde este conjunto de pueblos se asentó se expandiera por todo el corredor Pacífico. Hay
varias evidencias que nos confirman el hecho de que estas hachas funcionaron como un
mecanismo de acumulación del valor. Una de las más sugerentes es que por lo general estas
hachas se encuentran en tamaños y pesos estandarizados y se encuentran amarradas por un
cordel en grupos de cinco, diez o veinte unidades (Marcos, 2005: 184; Holm, 1983: 13). Esto
advierte un tipo de equivalencia entre los tamaños, en que, cinco, diez o veinte de los del
grupo de menor tamaño pudieran ser correspondientes a una de las del siguiente tamaño.
Olaf Holm hizo el cálculo teniendo en cuenta más de 10 mil hachas con un peso total de casi
una tonelada encontradas en dos depósitos de la costa ecuatoriana. Según los cálculos de
este investigador los pesos y tamaños correspondían a una base vigesimal, en las que veinte
de un tamaño menor corresponden al peso del hacha del siguiente tamaño. Holm reseña un
hacha de 20 kilogramos que correspondería a 100.000 de las del menor tamaño encontrado
(Holm, 1980: 53-67; 1983: 13). Otro dato de especial importancia es que muchas de estas
piezas se encuentran con acanaladuras irregulares hechas en un momento posterior a su
factura. Una propositiva hipótesis apunta a que estas hendiduras se realizaban para
comprobar que toda la pieza estuviera manufacturada en cobre (Stemper, 1993: 50), pues las
técnicas metalúrgicas prehispánicas (de ambas áreas metalúrgicas) permitían que mediante
varios procedimientos una pieza tuviera una fina capa exterior de un metal mientras que su
475
interior contenía un metal totalmente distinto. Esto hace pensar que al momento de la
transacción lo importante era comprobar el material de la pieza mucho más que su forma o
la apariencia exterior de ésta.
Algunas de estas evidencias han llevado a algunos investigadores a proponer que estas
hachas eran monedas utilizadas en el comercio prehispánico. No obstante vale la pena hacer
un análisis de las evidencias arqueológicas e históricas del uso de estas hachas para hacer
un análisis comparativo de las características que desde la economía se le otorga a los
objetos-moneda.
¿Hachas moneda?
Visto desde la economía, el dinero como concepto abstracto debe cumplir con las siguientes
características generales: 1) medida del valor, 2) medio de circulación, 3) medio de
acumulación o de atesoramiento, 4) medio de pago y 5) dinero mundial (Borísov, Zhamin y
Makárova, 1965). No quisiera adentrarme en las discusiones del dinero como mercancía, su
impacto en el intercambio comercial o entrar a opinar sobre los acalorados desacuerdos
sobre las diferentes teorías del valor y los precios. Visto de la manera más general posible,
para que un objeto cumpla las funciones del dinero y pase a ser considerado una moneda
tiene que tener ciertas características específicas. Como referencia retomaré el clásico trabajo
de Carl Menger (2009 [1892]) sobre el origen del dinero, pues este autor presta especial
interés a la materialidad de los objetos considerados como moneda (tal vez por la época en
la que escribió dónde difícilmente se podía vislumbrar una moneda virtual). Aunque este
autor no es explícito en explicar las características materiales de los objetos-moneda, sí tiene
una serie de listas sobre las restricciones de liquidez de las mercancías que incluyen algunos
aspectos materiales. Yo retomo estos puntos, no necesariamente en el mismo orden que
Menger. Teniendo esto en cuenta voy a analizar las hachas del corredor Pacífico a la luz de
estas características para poder determinar en qué medida estos objetos pueden ser
considerados monedas, para poder dar paso a algunas apreciaciones antropológicas que nos
permitan analizar el comercio y la interacción por el corredor Pacífico.
Lo primero que es importante recalcar es que la moneda es ante todo una convención. Para
cumplir con su función de medida de valor y ser intercambiable por prácticamente cualquier
476
mercancía, la moneda no puede ser un objeto estimado por su valor de uso, ya que este es
valorado de manera distinta dependiendo la persona involucrada. Es más, para cumplir con
su función de medio de circulación es más deseable que las monedas no tengan valor de
uso, con esto me refiero a que no sirvan para algo más que el intercambio. Si los objetos
monedas se usan en un trabajo específico, sería en ocasiones preferible sacarlos de
circulación para usarlos, lo que afectaría las transacciones comerciales dependientes de
estas. No es la forma de la moneda la que le daría su valor; al respecto Menger anota: “No
es de suponerse que la forma de la moneda, o del documento empleado como moneda
corriente, constituye el enigma en este fenómeno” (2009 [1892]: 11)). En este caso las hachas
prehispánicas del Pacífico cumplen con esta condición; aunque su forma remite a un objeto
diseñado para cortar (es más, algunos de estos objetos se hacían más resistentes y con filo
para que efectivamente pudieran cortar (Hosler, 2005: 240-241)), en la mayoría de estos
objetos la carencia de filo, la fragilidad de su constitución o su elevado peso, hace que en la
práctica no sirvan para tal fin. Sin valor de uso aparente, estos objetos adquieren la
posibilidad de convertirse en un objeto valorado principalmente por su valor de cambio.
Debo señalar que aunque la forma no es decisiva en las monedas, sí era importante que
tuvieran algún grado de estandarización. A este respecto la arquitecta Silvia Arango
(comunicación personal, 2015) ha hecho algunas simulaciones de cómo, a partir de una
lámina circular, con un diseño simple de rombos, podía hacerse una producción
estandarizada. Lo interesante de estas simulaciones es que las opciones presentadas
coinciden con los diferentes diseños encontrados arqueológicamente de estas hachas de
cobre; este procedimiento serviría para las hachas más pequeñas. También se han
encontrado moldes de cerámica para el vaciado de las hachas de mayor tamaño. (Szászdi,
1982a: 95).
De los aspectos en los que Menger insiste más en anotar sobre los objetos que sirven de
moneda es su durabilidad y resistencia: las monedas tienen que ser duraderas y no implicar
muchos gastos para su preservación (Menger, 2009 [1892]): 29-32). Esto excluye a los bienes
perecederos en especial los de origen vegetal. Los metales en general y en específico el cobre
arsenical en las que están elaboradas las hachas del Pacífico cumplen muy bien este
cometido. Prueba de ello es que aún hoy en día, luego de por lo menos mil años después de
que comenzara su elaboración, es relativamente frecuente encontrarlas en buen estado de
477
conservación en climas y ambientes tan diversos como lo son los diferentes parajes a lo largo
de la costa Pacífica entre Perú y México. Resultan dicientes los grandes depósitos de casi
una tonelada de la costa ecuatoriana (Holm, 1980: 53-67).
Los costos de almacenamiento y transporte de los objetos-moneda es otro de los aspectos
que para Menger es importante a la hora de escoger un objeto para que funcione como
dinero (2009 [1892]): 29-32). En este punto las hachas de cobre sí representan una ventaja
notable con respecto a sus antecesoras de piedra verde. La piedra, mucho más pesada, frágil
e imposible de reparar, debió haber representado un obstáculo a la hora de almacenar
grandes cantidades de tesoros de hachas de este material; por el contrario, los metales
presentan la oportunidad de ser livianos, reutilizables y de concentrar mucho valor en
objetos relativamente pequeños. Además, con las hachas podían hacerse grandes reservas
de metal (se han encontrado hasta de 20 kilogramos (Holm, 1983: 13)). Las hachas del
Pacífico parecen seguir al pie de la letra las propuestas de Menger.
La relación entre la fuerza de imposición del Estado y el dinero ha sido una preocupación
constante entre quienes se han ocupado de la historia de esta institución social. El propio
Menger dedica el apartado final de su escrito a este tema (2009 [1892]): 51-52). No es difícil
apreciar que la fuerza de un Estado que impida la falsificación, obligue a la libre circulación
de la moneda y garantice la legalidad de las transacciones ayuda a consolidar y fortalecer al
dinero como equivalente económico universal. Sin embargo, el dinero precede y excede la
capacidad del Estado para manipularlo. La aceptación del dinero y su capacidad de
favorecer las transacciones es un convenio primordialmente entre las partes involucradas
que supone a un acuerdo social; con esto no quiero excluir la posibilidad real de violencia
para hacer cumplir los términos del pacto que involucra el dinero. Al respecto Menger
apunta lo siguiente:
El dinero no ha sido generado por ley. En sus orígenes es una institución social y no
una estatal. La sanción por parte de la autoridad del estado constituye una noción
que le es ajena. Del otro lado, sin embargo, por el reconocimiento y la regulación del
estado, esta institución social del dinero se ha perfeccionado y ha sido ajustada a las
múltiples y variadas necesidades de la evolución del comercio, así como los derechos
478
que son resultado de la costumbre se vieron perfeccionados y adaptados a través de
la ley. (Menger, 2009 [1892]): 51)
Una institución social antes que estatal, pero reforzada por el estado; una vez más el caso
de las hachas parece seguir este patrón. Su aparición en contextos arqueológicos de
comunidades con pautas culturales tan diversas y gobiernos tan disímiles nos habla de una
aceptación generalizada de este objeto en los intercambios sin que mediara una represión
estatal directa. Sin embargo el hecho que algunas veces se comprobara la composición
material de las hachas mediante la realización de pequeños canales, nos habla también de
la posibilidad de falsificación y de conflictos (posiblemente violentos) en estos casos. De la
misma manera, aunque son de una forma más o menos estandarizada, las hachas
arqueológicas tienen diseños que varían de un lugar a otro, lo que indica que fueron varios
fabricantes quienes hicieron estos objetos. Dorothy Hosler también notó que el estilo
tecnológico, es decir el proceso al que se llegó a constituir el cobre arsenical, no fue el mismo
en el occidente mesoamericano y en los Andes Centrales, si bien en ambas regiones se
fabricaron hachas de este material (Hosler, 2005: 73). Que los españoles notaran una
tecnología para pesar los metales indica que, aunque de diferentes formas (lo que no quiere
decir diferencia de peso), los manteño-huancavilcas podían pesar las hachas y esto, aunado
a la posibilidad de comprobar su conformación material, les llevara a tener confianza en la
transacción realizada con este tipo de objetos.
Uno de los aspectos que me parecen más interesantes y que Menger no le presta mucha
atención, es la escasez relativa del objeto-moneda. Esto es “(…) la cantidad de mercancía
disponible en relación con la necesidad todavía insatisfecha (total), que se tiene de ella.”
(Menger, 2009 [1892]): 29). Objetos que sean muy comunes, o que por el contrario son muy
escasos, no son buenas monedas, pues al ser muy valiosas o muy poco, sería difícil que
representaran todos los valores de las mercancías en el mercado. Se necesitaría grandísimas
cantidades de un objeto común para llegar al equivalente de una mercancía muy valiosa, y
muy poco de un objeto escaso para representar el valor de una mercancía barata. El cobre
arsenical es un mineral más o menos común; sin embargo la necesidad de emplear una
técnica compleja para su extracción y manipulación y, sobre todo, en el caso de la costa
ecuatoriana, la necesidad de importar la mayor parte, hacen que para este material tuviera
479
un valor medio que le permite ser flexible para poder llegar a ser equivalente a mercancías
valiosas y baratas con relativa facilidad.
El último punto que me gustaría señalar es que para que un objeto pueda ser considerado
como moneda su valor tiene que ser constante y divisible (Menger, 2009 [1892]): 30); con
esto me refiero a que una unidad de este objeto debe tener el mismo valor que dos medios
de este. Esto es una característica especial, pues muchas mercancías, sobre todo aquellas que
se consiguen mediante la recolección o aquellas que son valoradas por su función, no
cumplen esta característica. No es lo mismo tener un pescado grande que dos pequeños, así
cómo medio televisor no vale la mitad de un televisor completo. Los metales, y en esto el
cobre arsenical no es la excepción, cumplen con esta característica a cabalidad.
No es coincidencia que todas estas características confluyan en los metales preciosos. Es
más, uno de los objetivos principales del escrito de Menger está dedicado a justificar el por
qué casi todas las monedas conocidas tienden a estar hechas de metales preciosos. Lo
interesante en el caso de las hachas prehispánicas del corredor Pacífico es que existen varios
datos complementarios que refuerzan la idea de que estos objetos fueron usados como
monedas en el sentido económico de la palabra. Más allá de poder clasificar a las hachas
como monedas, me gustaría añadir algunos apuntes antropológicos que complementan la
perspectiva económica ya abordada.
La moneda y las relaciones sociales.
La existencia de una moneda en el corredor Pacífico no quiere decir que estas sociedades
entraran en una especie de capitalismo mercantil. La existencia de un comercio robusto no
quiere decir que todos los medios de producción y las relaciones de producción fueran
forzosamente capitalistas. El comercio, incluso un comercio tan activo como el alentado por
los manteño-huancavilcas por el corredor Pacífico, se enmarcó en las construcciones de
realidad propias de estos pueblos. En este sentido vale la pena acotar la función de la
moneda en el Pacífico con algunos comentarios basados en los documentos arqueológicos.
No hay ningún dato que parezca indicar que los pueblos que entraron en el comercio del
corredor Pacífico monetizaran toda su economía. Las transacciones más domésticas
480
parecieron no hacerse con las hachas, sino que estas se reservaron para las transacciones del
comercio a larga distancia. A este respecto Adam Szászdi intentó hacer complicados
cálculos de la correspondencia entre hachas y granos de cacao para demostrar la unión de
mercados “internacionales” con unos de carácter más doméstico. (Szászdi, 1982b: 133-138).
Esto no se debe, a mi parecer, únicamente a un hecho económico. Diversas corrientes
antropológicas han insistido en que los objetos son condensadores de relaciones sociales
(Kirsch, 2006: 28); en este sentido los objetos reconocidos como ajenos remiten una relación
con pueblos foráneos y en esa medida la facilitan. Los manteños-huancavilcas iniciaron una
relación comercial con otros pueblos basada en objetos que para ellos eran exóticos y
valiosos (las hachas de piedra verde y posteriormente de cobre arsenical), y estos objetos se
convirtieron en el medio para relacionarse comercialmente con pueblos extraños a lo largo
y ancho del corredor Pacífico. Las hachas de cobre arsenical se erigieron como el medio por
excelencia para la interacción entre pueblos diferentes.
Las monedas son causa y consecuencia de una intensa interacción. Gracias a la interacción
constante con otros pueblos se dio la posibilidad del surgimiento de un objeto-moneda, y al
mismo tiempo, la moneda favoreció la interacción con nuevos pueblos. Buscar una relación
de causalidad en este proceso en un objetivo poco fértil. Sin embargo sí me gustaría indicar
que la tecnología de la moneda comercial favorece un tipo de interacción muy específica.
Gracias a que las hachas permiten mediar una relación pautada con la alteridad social y
mantenerla dentro del terreno de lo comercial, la lidia con lo diferente es mucho menos
tendiente a la homogenización que si fuera por otros medios. Al poder obtener objetos
foráneos sin la necesidad de la conquista militar o un involucramiento social profundo (por
ejemplo con matrimonios mixtos), se favorece una interacción constante y fluida sin que
necesariamente se de una asimilación de las pautas culturales de un pueblo por otro. Es más,
un tipo de relación con lo diferente tan bien condensada en un objeto moneda, favorece la
diversidad de las pautas culturales, pues el comercio se beneficia de la diversidad de
productos y manera de trabajarlos. Uno de los pocos elementos de unidad del corredor
Pacífico, la fabricación de hachas de cobre, fue precisamente una de las tecnologías de
interacción que favorecieron su diversidad. Las hachas que funcionaron como moneda nos
sirven para resolver la aparente paradoja de que exista interacción constante sin que acarree
homogenización cultural, tal y como se observa en el corredor Pacífico.
481
Finalmente me gustaría apenas señalar la excelente oportunidad que tenemos, desde la
arqueología, para entender a las hachas como índices de relaciones sociales y no como
reflejos de la cultura de un único pueblo. Es una tendencia general en arqueología la de
asignar una expresión material a la cultural de un pueblo, y hacer de la “cultura material”
la expresión por excelencia de las comunidades americanas previas al siglo XVI. Desde la
actualidad se imputan identidades étnicas a los objetos, como “cabezas colosales olmecas”
o “poporos quimbayas”. Al exceder fronteras naturales y culturales, las hachas de cobre se
erigen como un resto material que no se comporta como el patrimonio exclusivo de un
pueblo, sino como la concreción de las relaciones sociales de interacción de los pueblos que
habitaron el corredor Pacífico. Las hachas son de los manteños-huancavilca y al mismo
tiempo no lo son, son la relación que estos tuvieron con pueblos que les eran ajenos
concretada en un objeto.
Comentarios finales.
El proceso en el cual desde la costa ecuatoriana se tejieron las complejas redes de interacción
que dieron forma al corredor Pacífico involucró múltiples factores como la navegación por
mar abierto, la pesca de Spondylus sp. y la innovación metalúrgica. En el presente escrito he
decidido analizar el fenómeno de las hachas monedas desde una perspectiva económica
porque considero que, cuanto más amplia sea la perspectiva, mejor se entiende este
fenómeno. La economía permite entender procesos generales y, sobre todo, abre la puerta a
la comparación con procesos análogos en otros lugares del mundo y otras temporalidades.
La interlocución con la antropología da el contrapunto para comprender un caso específico
a la luz de movimientos más amplios.
Determinar si hubo moneda en el corredor Pacífico permite a quienes estudiamos esta
región poder establecer qué tipo de interacción se dio entre los pueblos asentados allí. Más
allá de acoger teorías que pretenden predecir el tipo de indicadores arqueológicos que
deberían aparecer en lugares con mucho contacto entre pueblos diferentes, podemos
recorrer el sentido contrario, adaptar nuestras teorías sobre la interacción a los indicadores
que surgen en el campo. Para cumplir este objetivo, la presente investigación es sólo un
482
primer paso. Vale la pena hacer un estudio comparativo sistemático sobre las hachas de
cobre encontradas en los diferentes sitios arqueológicos del corredor Pacífico. También
valdría la pena hacer un estudio sobre el impacto que estas hachas tuvieron en la economía
local de estas comunidades. Un diálogo entre disciplinas que no tienda a la subordinación
de una sobre otra es un camino prometedor para la antropología contemporánea.
Bibliografía.
Anawalt, Patricia
1998. “They Came to Trade Exquisite Things. Ancient West Mexican-Ecuadorian
Contacts”, en Richard Townsend (editor). Ancient West Mexico. Art and Archaeology of the
Unknown Past. Chicago: The Art Institute of Chicago.
Anónimo
1844. “Relación de los primeros descubrimientos de Francisco Pizarro y Diego de
Almagro, sacada del códice número CXX de la Biblioteca Imperial de Viena”, en D. Martin
Fernández Navarrete, D. Miguel Salvá y D. Pedros Sainz Baranda (coomp). Colección de
documentos inéditos para la historia de España. Madrid: Imprenta de la viuda de Calero.
Beltrán, José Carlos
2001. La Explotación de la Costa del Pacífico en el Occidente de Mesoamérica y los Contactos
con Sudamérica y otras Regiones Culturales. Nayarit: Cuadernos del Seminario Nayarit, Región
y Sociedad.
Borísov, Zhamin y Makárova
1965. Diccionario de Economía Política. Disponible en la red en:
http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/f/funciones.htm consultado el 28 de enero de
2015.
Dewan, Leslie y Dorothy Hosler
483
2008. “Ancient Maritime Trade Between Ecuador and Western Mexico on Balsa
Rafts: An Engineering Analysis of Balsa Raft Functionality and Design”, Journal of
Anthropological Research (March 2008).
Falchetti, Ana María
2008. “The Darién Gold Pendants of Ancient Colombia and the Isthmus”,
Metropolitan Museum Journal, Vol 43: pp. 39-73. Nueva York: Metropolitan Museum.
Fernández de Oviedo y Valdéz, Gonzalo.
2007. Historia general y natural de las Indias, islas y tierra-firme del mar océano. Tercera
parte, Tomo IV . Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Hocquenghem, Anne Marie
2009. “El Spondylus princeps y la edad de bronce en los Andes Centrales: Rutas de
Intercambio”. Ponencia presentada en 53° Congreso Internacional de Americanistas, 2009,
México D.F. Disponible en la red en: https://es.scribd.com/doc/82442741/Spondylus-
princeps-y-la-edad-de-bronce-en-los-Andes-Centrales-AM-Hocquenghem consultado el 28
de enero de 2015.
Holm, Olaf
1980. “Hachas-monedas primitivas del Ecuador prehistórico”, Cuadernos
Prehispánicos, No 8, 1980: pp. 53-68. Valladolid: Seminario Americanista de la Universidad
Casa de Colón.
1983. Cultura Milagro-Quevedo. Guayaquil: Museo Arqueológico y Pinacoteca, Banco
Central del Ecuador.
Hosler, Dorothy
2005. Los sonidos y colores del poder. La tecnología metalúrgica sagrada del occidente de
México. Zinacantepec: El Colegio Mexiquense.
484
Kirsch, Stuart
2006. Reverse Antrhropology, Indiginous Analysis of Social and Enviromental Relation in
New Guinea. Stanford: Stanford University Press.
Lechtman, Heather y Andrew Macfarlane
2005. “La metalurgia del bronce en los Andes Sur Centrales: Tiawanaku y San Pedro
Atacama”, Estudios atacameños No 30, pp7-27 (2005). San Pedro de Atacama: Universidad
Católica del Norte y Museo R.P Le Paige.
Marcos, Jorge
2005. “El proceso de neolitización en los Andes ecuatoriales”, en Jorge Lumbreras
(ed). Historia de América Andina: pp. 106-140. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar.
2005. Los pueblos navegantes del Ecuador Prehispánico. Quito: Abya Ayala.
Menger, Carl
2009 [1892]. On the origins of Money. Auburn: Ludwing von Mises Institute.
Plazas, Clemencia
2007. “La Metalurgia del Área Intermedia Sur dentro del Panorama Americano”, en:
Fernando García (ed). 11 Congreso Ecuatoriano de Antropología y Arqueología. Balance de la
última década: Aportes, Retos y nuevos temas. Tomo I. Quito: Abya Yala.
Speilbergen, Joris van
1906. The East and West Indian Mirror. Being an Account of Joris van Speilbergen Voyage
Round the World (1614-1617). Londres: The Hakluyt Society.
Stemper, David
1993. The Persistence of Prehispanic Chiefdoms on the Río Daule, Coastal Ecuador.
University of Pittsburg Memoirs in Latin American Archaeology No 7. Pittsburg: University of
Pittsbug y ediciones Libri Mundi.
485
Szászdi, Adam
1978. “En torno a la balsa de Salango (Ecuador) que capturó Bartolomé Ruiz”,
Anuario de Estudios Americanos, No 35 (1978): pp. 453-554.
1982a. “Las rutas del comercio prehispánico de metales”, Cuadernos Prehispánicos, No
9-10, (1982): pp. 5-128. Valladolid: Seminario Americanista de la Universidad Casa de Colón.
1982b. “El tema de las medidas ponderales precolombinas”, Cuadernos Prehispánicos,
No 9-10 (1982): pp. 133-138. Valladolid: Seminario Americanista de la Universidad Casa de
Colón.
Wallerstein, Immanuel.
2005. Análisis de sistemas-mundo. Una introducción. México D.F: Siglo XXI.