TESIS bournout academico

59
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHILE FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES CARRERA DE PSICOLOGÍA ESTUDIO DESCRIPTIVO DEL BURNOUT ACADÉMICO Y SUS POSIBLES EFECTOS EN ALUMNOS DE PSICOLOGÍA DE PRIMER Y SEGUNDO AÑO EN JORNADA VESPERTINA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHILE, SEDE EL LLANO SUBERCASEAUX. Tesis para optar al Grado Académico de Licenciado en Psicología y al Título Profesional de Psicólogo (a) AUTORES: NATALY PAULINA HUENUPI BAZAES JUDITH MARLENE MARTÍNEZ CHÁVEZ RODOLFO ANDRÉS URRA ANDRADES PROFESOR GUÍA: EDITH MACARENA PRADENAS REBOLLEDO 0

description

Bournout académico

Transcript of TESIS bournout academico

Page 1: TESIS bournout academico

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHILE

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

CARRERA DE PSICOLOGÍA

ESTUDIO DESCRIPTIVO DEL BURNOUT ACADÉMICO Y SUS POSIBLES

EFECTOS EN ALUMNOS DE PSICOLOGÍA DE PRIMER Y SEGUNDO AÑO EN

JORNADA VESPERTINA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHILE, SEDE

EL LLANO SUBERCASEAUX.

Tesis para optar al Grado Académico de Licenciado en Psicología y

al Título Profesional de Psicólogo (a)

AUTORES: NATALY PAULINA HUENUPI BAZAES

JUDITH MARLENE MARTÍNEZ CHÁVEZ

RODOLFO ANDRÉS URRA ANDRADES

PROFESOR GUÍA: EDITH MACARENA PRADENAS REBOLLEDO

SANTIAGO-CHILE

SEDE EL LLANO SUBERCASEUX

Junio, 2013

0

Page 2: TESIS bournout academico

INTRODUCCIÓN

Las diversas formas de adquirir conocimiento que posee el estudiante universitario, en

el proceso de formación profesional, según Preciado y Vásquez (2010), podrían verse

influenciadas ante las exigencias académicas, a saber, “preparar clases, presentar

exámenes, intervenir en clases, exponer temas” (p. 22) por lo que sería posible que

pudiesen algunos alumnos generar “comportamientos de riesgo para la salud” (p. 12),

tales como, consumo de tabaco, comidas híper calóricas, tranquilizantes, entre otros

ejemplos, esto a su vez, según señalan los autores, tendría consecuencias “tanto a nivel

fisiológico, cognitivo-afectivo, como conductual” (p. 12).

Abello, Caballero y Palacios (2007) se refieren a las exigencias académicas

como una situación que podría generar diversos síntomas; los cuales posiblemente,

afectarían la motivación hacia los estudios, también se observarían ciertos signos de

agotamiento e inseguridad en la capacidad propia (citado en Bagés, Chacón-Puignau,

De Pablo, Feldman, Goncalves y Zaragoza, 2008); los requerimientos académicos, que

se presentarán en lo cotidiano, serían percibidos como obstáculos; por lo que los

educando experimentarían una “pérdida de control sobre el ambiente, aunque sea sólo

transitoriamente” (Martín, 2007, citado en Bagés, et al., 2008, p. 740).

Barroza y Sirelio y Martín (2007), dan cuenta de algunos de los posibles

estresores propios del contexto académico, entre los cuales se encontrarían los

exámenes y la falta de tiempo para la realización de las actividades relacionadas con el

proceso formativo, así mismo, Aranceli, Perea y Ormeño (2006) agregan como otro

factor estresor “la sobrecarga de tarea y trabajos” (citado en Bagés et al., 2008, p. 746).

Abello, Caballero y Palacios (2006) añadirían a estos estresores propios del contexto

educativo, los aspectos sociales del sujeto, los cuales en sumatoria podrían generar

estrés, tanto para movilizar recursos en el individuo produciendo así una posible

repuesta adaptativa o generar sensaciones de cansancio y fatiga.

1

Page 3: TESIS bournout academico

Ortega y López (2004) consideran que ante una exposición crónica al estrés, en

un contexto laboral, se generaría el Burnout, el cual traería ciertas secuelas para la

institución y el sujeto (citado en Montoya y Moreno, 2012, p. 415).

Martínez, Marqués-Pinto, Salanova y López y Schaufeli, Martínez, Marqués-

Pinto, Salanova y Bakker (2002) y González y Landero (2007) señalan que “en los

últimos años los estudios sobre el Burnout se han ampliado, abordando también a la

población de estudiantes” (citado en González, Souto, Fernández y Freire, 2011, p. 8).

En relación con lo ya mencionado en el presente apartado, el estudio pretende

describir el Burnout académico y sus posibles efectos en alumnos de psicología de

primer y segundo en jornada vespertina de la Universidad Autónoma de Chile, sede El

Llano Subercaseaux, San Miguel.

1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

1.1.1. Antecedentes.

Una de las posibles causas vinculadas con la deserción académica según el Centro

Microdatos (2008), perteneciente al departamento de economía de la Universidad de

Chile, podría estar relacionada con el rendimiento académico (http:

/www.orientachile.cl/index.php/artint/educacion/110-causas-de-la-desercion-

universitaria, extraído el 17 de Abril de 2013).

Según exponen Abello, Caballero y Palacios (2007), dado las exigencias a las

que los estudiantes son sometidos y la demanda de recursos físicos y psicológicos que a

ellos se les hace, existiría la posibilidad de que su rendimiento académico fuese afectado

positiva o negativamente y eventualmente provocar un cambio de conducta, desde el

interés por mantenerse en la institución hasta el querer retirarse de ella. Así mismo estos

autores señalan que ante los obstáculos propios del contexto de estudio y los desafíos a

los cuáles se someterían los educandos, se generarían fuentes de estrés.

2

Page 4: TESIS bournout academico

Un estudio realizado en estudiantes universitarios de España y Portugal muestra

que el “agotamiento y cinismo se relacionan positivamente con la tendencia al abandono

y negativamente con el desempeño y las expectativas de éxito” (Martínez y Marques,

2005, p. 79).

La Universidad de Ciencias Médicas de Holguín, Cuba, indica que diversos

estudiantes de medicina de primer año presentarían Burnout, siendo las mujeres quienes

pareciera son más afectadas que los hombres (Rosales, 2012).

En relación a lo referido, la Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría, da cuenta de

la prevalencia de ansiedad y depresión en estudiantes de medicina de la Pontificia

Universidad Católica de Chile; dicho estudio indica que en los estudiantes existiría una

prevalencia mayor de síntomas de trastornos mentales con respecto a la población

general (Hitschfeld, Romero, Santander y Zamora, 2011).

Caballero, Hederich y Palacios (2010) señalan que generalmente, los estudiantes

“experimentan una alta carga de estrés durante su proceso formativo” (p. 132), el

mismo, puede ser experimentado por algunos alumnos, en donde unos lograrían

sobrellevar las exigencias académicas, mientras que otros, presentarían conductas de

evitación o bien posibles abandonos antes de poder concluir los estudios. Viñas y

Chaparrós (2000) indican que dentro del ámbito estudiantil el “estrés genera un impacto

negativo no sólo en la salud, sino también en el rendimiento académico” (citado en

Abello, Caballero y Palacios (2007, p. 78).

En relación a lo ya expuesto, los estudiantes que trabajan tendrían que

representar distintos roles, tales como la paternidad, la jefatura de hogar, ser empleados,

etc., además de ser alumnos; estas serían otras demandas que podrían provocar tensión,

creándose así la posibilidad de afectar negativa o positivamente al sujeto (Abello,

Caballero y Palacios, 2006).

Gil-Monte (2003), Kumar (2011) y Lasalvia y Tansella (2011) concuerdan en

que este cuadro se presenta en,

3

Page 5: TESIS bournout academico

“diferentes ocupaciones, especialmente en los sectores administrativos,

en los profesionales sanitarios (auxiliares, médicos, enfermeras),

profesionales de la educación (profesores, maestros, educadores o

cuidadores), psicólogos, trabajadores sociales, funcionarios de

prisiones y policías” (citado en Montoya y Moreno, 2012, p. 226).

Algunos autores señalan que el estudio del Burnout estuvo en un principio

dirigido hacia los “profesionales de la salud” (Caballero, Hederich y Palacios, 2010, p.

132); posterior a ello, en los años “90” (p. 132) se consideraron otros profesionales no

vinculados con la salud, cambio que trajo consigo una “reconceptualización del

síndrome como una crisis general en la relación de la persona con su trabajo” (p. 132);

en una tercera etapa se amplió a “los estudiantes en sus procesos académicos” (p.132).

De acuerdo a lo anterior, se podría entender que el estudio del Burnout estaría

abarcando distintas profesiones u oficios, incluyendo a los educandos.

Caballero, Contreras, Gónzalez, Gravini y Palacios (2012), logran estimar con

respecto al Burnout en el ámbito estudiantil, que “el alto agotamiento y cinismo, afectan

negativamente el promedio académico; mientras que la auto eficacia ante los estudios,

lo favorecía significativamente” (p. 322).

Dado los antecedentes que se presentan en el estudio, en donde, según las

investigaciones citadas, las cuales sugieren una existencia de Burnout Académico en

los estudiantes universitarios, cabría realizar la siguiente pregunta.

1.1.2. Pregunta de investigación.

¿Existe Burnout en los alumnos de psicología de la jornada vespertina de primer y

segundo año de la Universidad Autónoma de Chile, pertenecientes a la sede El Llano

Subercaseaux?

4

Page 6: TESIS bournout academico

1.1.2. Justificación.

Según el instituto de Estadística de la Organización de Naciones Unidas para la

Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2010),

“la mayor tasa de matrícula universitaria a nivel mundial pertenecería

a Cuba, siendo seguido por Corea del Sur, Finlandia, Grecia; mientras

que en Latinoamérica la segunda tasa sería para Venezuela, seguido de

Argentina, Uruguay y Chile” (http://www.cubadebate.cu/noticias/2010/0

9/20/cuba-el-pais-del-mundo-con-mayor-tasa-de-matricula-universitaria-

segun-la-unesco/, extraído el 17 de Abril de 2013).

En concordancia a lo referido, Micin y Bagladia (2011) dan cuenta de cómo la

tasa de matrícula de Chile “se ha triplicado en los últimos diez años” (p. 54). Florenzano

(2006), Donoso y Cancino (2007) indican que “el incremento en matrícula universitaria

se ha realizado en gran parte a través de grupos sociales más vulnerables” (citado en

Micin y Bagladia, 2011, p. 54), por tanto los estudiantes no provendrían solamente de

los sectores socioeconómicos posibles de considerar a priori de mejor rendimiento.

En contraste con lo anterior, el Ministerio de Educación señala que la tasa de

deserción es cercana al “50%” (s/p) en Chile y según el Sistema de Información en

Educación  superior  indica  que  “sólo el 53,7%” (s/p)  de ellos  lograría  reincorporarse 

a sus estudios (http://m.noticias.universia.cl/noticia/1015025/desercion-universitaria-43-

9-vuelve-estudiar.html, extraído el 17 de Abril de 2013).

Rosete (2003) da cuenta que “las familias está invirtiendo en educación para sus

hijos, los que no concluirán sus estudios, por lo que el núcleo familiar se sentirá

frustrado incrementando el malestar en todos ellos” (p. 28); siguiendo con las ideas del

autor, serían las alteraciones a nivel psicodinámico en los estudiantes las que podrían

relacionarse con el fracaso escolar. El autor además indica que los estudiantes de

psicología estarían siendo los que “con mayor frecuencia repiten cursos” (23).

5

Page 7: TESIS bournout academico

Pérez, Rodríguez y del Río (2003) indican que en el contexto académico algunas

situaciones serían probables fuentes de tensión y estrés dado las labores académicas y

variables de estas mismas, por lo que existiría la posibilidad de que se generaran

algunos efectos psicológicos (citado en Bagés, Chacón-Puignau, De Pablo, Feldman,

Goncalves y Zaragoza, 2008, p. 746).

El estrés que se pudiese presentar en el contexto académico, según el estudio de

Aranceli, Perea y Ormeño (2006) estaría probablemente vinculado a la relación entre la

cantidad de trabajo o de información por aprender y el tiempo del que se dispone para

ello (citado en Bagés et al., p. 746).

Algunos de los efectos del estrés podrían ser, tales como, sentimiento de apatía,

tensión, baja autoestima, irritabilidad, dificultad para la concentración y para

memorizar, entre otros (Mamani, Obando, Uribe y Vivanco, 2007).

Algunos estudios realizados en Chile indican lo siguiente,

“un 43,6% de los estudiantes refirió síntomas depresivos y un 22%

sintomatología ansiosa. Un 15% con ideación suicida y un 3% había

realizado un intento de suicidio. El 29,5% de los estudiantes reveló

tener problemas con el alcohol, un tercio come en exceso, el 80% se

siente mentalmente agotado y el 64% se siente incapaz de cumplir con

las exigencias académicas” (Fuhrmann y Labarca, 2011, p. 1).

Continuando con las ideas de los autores del párrafo anterior, cabría la siguiente

interrogante si sería posible estimar que la salud mental estuviese vinculada a que

algunos estudiantes pudiesen percibir cierta incapacidad en el cumplimiento con las

exigencias académicas.

El estudio realizado por Baquedano et al. (2012), el cual se refiere a la salud

mental de los estudiantes universitarios, en donde evaluaron sintomatología depresiva,

ansiosa y posible consumo de alcohol, concluyeron que,

6

Page 8: TESIS bournout academico

“los resultados muestran prevalencias mayores a las documentadas en

la literatura, y relaciones de estas variables con género, establecimiento

de origen y religión” (p. 797).

En relación a lo anterior, la autoeficacia podría ser otro factor que posiblemente

afectaría a los educandos universitarios, puesto que Caballero, Hederich y Palacios

(2010) indican que la autoeficacia se vincularía con la aparición del Burnout.

Con respecto a los factores mencionados en párrafos anteriores y su posible

vinculación con el rendimiento académico, sería probable pretender por las

universidades la preocupación por ofrecer una enseñanza de calidad, por lo que

debiesen poder identificar y considerar aquellas variables implicadas en el proceso de

enseñanza y aprendizaje; en este sentido, se debiesen conocer los obstáculos y

facilitadores que los estudiantes encuentran en el cumplimiento de sus tareas y cuál es la

posible relación de estos con el bienestar psicológico y el desempeño académico, tal

como lo indica Bresó, Grau, Martínez, Llorens y Salanova (2005).

En este contexto se podría analizar el implementar medidas que ayuden a

mejorar la calidad de vida de los estudiantes, creando programas que permitan

promover factores protectores y así prevenir las posibles enfermedades relacionadas con

cierto estrés que experimentarían los estudiantes universitarios,

“pues el ingreso a la universidad constituye en sí mismo un quiebre

biográfico para el alumno, donde aquellos que deben dejar sus casas

para empezar sus estudios deben cambiar completamente su entorno

físico y social, y aquellos que se mantienen viviendo en casa de sus

padres, de todas formas deben rearticular sus redes sociales, pues dejan

atrás total o parcialmente el contexto de enseñanza media en donde

forjaron algunas de las redes de apoyo más importantes de la

adolescencia. En ambos casos, los alumnos de primer año deben hacer

frente a una transformación social radical a la que deben adaptarse”

(Pérez et al., 2012, p. 802).

7

Page 9: TESIS bournout academico

En acuerdo a lo referido, se podría dilucidar que los estudiantes universitarios

estarían expuestos aquellas presiones propias del contexto académico, lo cual pudiese

producir en ellos ciertos efectos en cuanto su rendimiento (Abello, Caballero y Palacios,

2006).

8

Page 10: TESIS bournout academico

2. OBJETIVOS.

2.1. OBJETIVO GENERAL.

Determinar la existencia del Burnout Académico en alumnos de primer y segundo año

de psicología pertenecientes a la jornada vespertina de la Universidad Autónoma de

Chile, sede El Llano Subercaseaux.

2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

Describir el Burnout Académico en los alumnos de primer y segundo años de psicología

pertenecientes a la jornada vespertina de la Universidad Autónoma de Chile, sede El

Llano Subercaseaux.

Identificar los efectos del Burnout Académico en alumnos de primer y segundo año de

psicología pertenecientes a la jornada vespertina de la Universidad Autónoma de Chile,

sede El Llano Subercaseaux.

Categorizar las dimensiones del Burnout Académico de los alumnos de primer y

segundo año de psicología de la jornada vespertina de la Universidad Autónoma de

Chile, sede El Llano Subercaseaux.

9

Page 11: TESIS bournout academico

3. ANTECEDENTES TEÓRICOS.

A continuación en el presente estudio se describirán aquellos conceptos que guardan

relación con los objetivos de la investigación. Los constructos teóricos a tratar son la

salud, el estrés, el Burnout y su aplicación en el ámbito académico.

3.1. LA SALUD, UNA BREVE REVISIÓN DE SU DEFINICIÓN.

A lo largo de la historia, y tal como señala Guerrero y León (2008), el concepto de salud

“ha estado teñido de la cosmovisión de cada cultura” (p. 610), como también, indican

los autores, en su inicio ligado a “la diferencia entre un estado de bienestar y otro de

malestar” (p. 612).

En Mesopotamia la cosmovisión de la salud estaría relacionada a un beneficio

de la divinidad, por tanto la enfermedad sería un castigo (Guerrero y León, 2008); así

mismo en el Antiguo Egipto la salud y la enfermedad provendrían de factores

metafísicos, por causas externas.

En Grecia, Alcmeçon de Crotona expondría que la salud y la enfermedad se

relacionarían con el equilibrio o desequilibrio de fuerzas tales como frío y caliente o

amargo y dulce (Guerrero y León, 2008); por su parte Empedócles incorporaría la idea

de los “humores corporales” (p. 619); la cual daría cuenta de la salud y la enfermedad

basándose en que,

“el cuerpo humano contiene sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra;

éstos son los elementos que entran en su constitución y explican sus

dolores y su salud. La salud es, primariamente, el estado en el cual estas

sustancias se encuentran, cada una, en su correcta proporción, en

intensidad y cantidad, bien mezcladas” (p. 619).

10

Page 12: TESIS bournout academico

Por consiguiente la enfermedad estaría vinculada a que alguna de estas

sustancias estuviese en desequilibrio. Así mismo Hipócrates, a quien se considera como

el “padre de la medicina” (Guerrero y León, 2008, p. 620) señalaría la existencia de

ciertos humores cardinales los cuales determinarían el temperamento del sujeto; estos

temperamentos pudiesen ser, a saber, “el temperamento sanguíneo, el temperamento

flemático, el temperamento bilioso y el temperamento melancólico” (Gómez, 2003, p.

9).

La salud para Galeno se relacionaría a factores interno los cuales se deberían a

una disposición del individuo para enfermar, y factores externos, en donde se

considerarían factores tales como, el calor o el frío, el veneno o la falta de alimentación,

etc., lo que podría originar fiebre o inflamación (Entralgo, 1995, citado en Gómez,

2003, p. 8). Para Galeno la definición de salud sería “la ausencia de dolor y la

posibilidad de funcionar bien en la sociedad” (Gómez, 2003, p. 9).

Más adelante en la historia, durante la época del Renacimiento se postularía una

concepción de salud y enfermedad mecanicista; al alterarse parte de la máquina ser

humano se produciría la enfermedad, por otro lado, se menciona una postura vitalista

del ser humano, la cual señalaría al ser humano como un ser viviente; Paracelso y

Helmont indicarían que la enfermedad se debe alteraciones anormales de las “fuerzas

por las que se produce la vida” (Gómez, 2003, p. 12).

Posteriormente en “1764” (Gómez, 2003, p. 13) se plantearía dividir la

enfermedad entre aquellas consideradas naturales, infecciones y epidemias, y aquellas

denominadas sociales, como las que podrían ser producidas por el ser humano.

De acuerdo a lo anterior en el siglo XIX se habría dado énfasis en el estudio de

la salud usando el método científico el cual estaría constituido por “tres elementos o

componentes básicos que son la observación directa, la mensuración de los hechos y la

experimentación” (p. 16); es así como surgiría la anatomoclínica, la cual buscaría

explicar la salud y la enfermedad en alteraciones de los órganos; la fisiopatología,

ciencia que daría énfasis a la historia clínica y a la observación y estudio de la

enfermedad; la etiopatología, la cual se basaría en la microbiología e inmunología. Esta

11

Page 13: TESIS bournout academico

forma de investigar el proceso salud y enfermedad se relacionaría con aquellas ideas

que excluirían lo social (Gómez, 2003).

Es durante el siglo XX en donde se plantearía que la salud no solamente se

basaría en la ausencia de enfermedad, sino que tendría relación con el sentirse de cierta

forma positiva con la vida (Sigerist, 1941, citado en Vega, 2002). Este planteamiento

estaría relacionado a las ideas que en “1946” (Vega, 2002, p. 264) llevaron a la

Organización Mundial de la Salud (OMS) a definir salud “como el completo estado de

bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad o invalidez” (p.

259). Por su parte la OMS en “1997” (Gómez, 2003, p. 627) considera que para que los

sujetos pudiesen tener salud y bienestar, se deberían cumplir ciertos requisitos tales

como la paz, relaciones sociales, educación, entre otros; lo que es concordante con la

definición actual de salud de la OMS, para quien salud es “un estado de completo

bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o afección”

(Morales, 1997, p. 1).

Rojas (2004) expone que el “siglo XXI” (s/p) las ciencias sociales serían

quienes debiesen intervenir sobre las temáticas de salud, considerando para ello que las

enfermedades estarían vinculadas a factores, tales como biológicos, ambientales,

sociales, socioeconómicos, etc., los cuales se interrelacionarían con aspectos culturales

y personales.

3.1.8. Salud mental.

La definición de salud mental también habría estado adscrita a creencias e ideas sobre

fuerzas externas y o castigos (Salaverry, 2012). Para Galeno, en la época de Grecia, la

enfermedad mental se debería a los humores corporales; la manía sería efecto del

desequilibrio de sangre o bilis amarilla y la melancolía vendría a ser fruto de alteración

de bilis negra (p .144).

Es hasta el nacimiento del paradigma neuronal, en donde se llegaría a la

conclusión de que la locura se debería a ciertas asociaciones de ideas que darían lugar a

12

Page 14: TESIS bournout academico

juicios y emociones equivocadas; con respecto a lo referido Chiarugi y Pinel serían

quienes plantearían que la enfermedad mental podría ser adquirida y que tendría un

componente psicológico (Salaverry, 2012).

En la actualidad la salud mental es definida por la Organización Mundial de la

Salud como,

“un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus

capacidades, puede enfrentarse a la exigencias normales de la vida y

trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de contribuir a su

comunidad” (OMS, 2007, www.who.int/features/qa/62/es/index.html,

extraído el 17 de Mayo del 2013).

Se podría entonces entender que no sólo se consideraría la ausencia de

enfermedad mental, sino además, se aludiría a la promoción, prevención, tratamiento y

rehabilitación (OMS, 2007, www.who.int/topics/mental_health/es, extraído el 17 de

Mayo del 2013).

3.1.9. Paradigma biomédico versus paradigma biopsicosocial.

El modelo biomédico, tendría su origen en el mecanicismo, el cual consideraría al

cuerpo humano como una máquina, y la enfermedad se debería al funcionamiento

alterado de una de esas partes; por tanto el modelo biomédico buscaría actuar química o

físicamente para tratar la enfermedad (Capra, 1982).

En cuanto al modelo Biopsicosocial, se consideraría aquellos factores

psicológicos, biológicos y sociales que pudiesen tener relación con la salud y la

enfermedad (Ballesteros, Barriga, Herrera, León y Medina, 2004). Según los autores

señalados, el modelo Biopsicosocial difiere del modelo biomédico en cuanto “rechaza

el reduccionismo” (p. 36), “evita el dualismo mente-cuerpo” (p. 36) e “introduce el

concepto de autorregulación” (p. 36), concepto que se referiría a que el sistema estaría

orientado a la mantención de un equilibrio.

13

Page 15: TESIS bournout academico

3.1.10. La psicología de la salud.

Morales (1997) indica que la psicología de la salud “es una rama aplicada de la

psicología que se dedica al estudio de los componentes de comportamiento del proceso

salud-enfermedad y de la atención de la salud” (p. 57), es decir, que esta rama tendría

por objeto de estudio ciertos procesos psicológicos, tales como, aquellos que posibilitan

un estado de salud o de enfermedad, como también de recuperación, promoción de la

salud, prevención de la enfermedad, la atención en salud y las enfermedades de los

posibles destinatarios del servicio. Para la psicología de la salud el proceso de enfermar

es “multicausado” (Morales, 1997, p. 58).

La psicología de la salud se relacionaría entonces con el estudio de aquellas

conductas, ideas y creencias que se relacionarían con el proceso de salud y enfermedad

(Bloom 1988, citado en Morales 1997).

La American Psychological Association define a la psicología de la salud como,

“las contribuciones educacionales, científicas y profesionales

específicas de la disciplina de la psicología a la promoción y

mantenimiento de la salud, la prevención y tratamiento de la

enfermedad, y la identificación de los correlatos etiológicos y

diagnósticos de la salud, la enfermedad y la disfunción relacionada, así

como para el análisis y mejoramiento del sistema de atención de la

salud y la formación de la política de salud” (Morales, 1997, p. 60).

Matarazzo (1980) concuerda con la definición referida anteriormente (citado en

Morales, 1997), señalado que esta rama de la psicología no solamente se trataría de

aportes desde la psicología hacia los problemas de la salud, sino también, tendría como

algunos de sus objetivos la promoción de la salud y prevención de la enfermedad, el

estudio y análisis de la patología, entre otros (Ballesteros, Barriga, Herrera, León y

Medina, 2004).

14

Page 16: TESIS bournout academico

3.2. EL ESTRÉS; HACIA SU CONCEPCIÓN.

El estrés ha sido entendido de diversas formas “como estímulo, como respuesta y como

interacción” (p.150) según sea este percibido; Selye es quien “investigó y popularizó el

concepto del estrés” (p.151) por esta razón podría ser considerado como el primero que

utilizó el término estresor para describir al estímulo que produce estrés, el cual se usa

para referirse a la respuesta producida por dicho estimulo (citado en Branonn y Feist,

2001).

En el año “1936” (p. 351) el Dr. Hans Selye definió el estrés “para referirse a la

suma de cambios generales o inespecíficos que suceden en el organismo en respuestas a

determinadas condiciones estimulares o situaciones” (p 351). Esto podría dilucidar que

la persona cuando se expone a ciertos eventos desconocidos, o bien, que fuesen difíciles

de manejar, pudiese dar paso a cambios corporales (citado en Gil Roales-Nieto, 2004).

El estrés podría enmarcarse dentro de lo que se llama el “síndrome general de

adaptación” (p. 352), así como lo indica el Dr. Hans Selye, en su búsqueda por

descubrir una nueva hormona que explicase ciertos fenómenos, donde practicaba con

animales (ratas) de laboratorio y les inyectaba “extractos ováricos y placentarios que

contenían hormonas sexuales” (p. 352); el referido habría conseguido estresar a los

animales (citado en Gil Roales-Nieto, 2004). Con el paso del tiempo comenzaría a

visualizar y a entender que en el organismo de los animales se podría observar

conductas repetitivas y constantes en el tiempo, a esto le atribuiría una definición que se

divide en tres fases las cuales son,

“reacción inicial de alarma (movilización de respuestas fisiológicas

defensivas), un estado resistencia (proceso de adaptación al estímulo

nocivo) y, finalmente, una fase de agotamiento (ruptura de procesos de

recuperación), que puede terminar hasta en la muerte” (citado en Vega,

Sanabria, Domínguez, Osorio y Bejarano, 2009, p. 138).

En el síndrome general de adaptación se podrían visualizar las tres fases, a

entender, “reacción de alarma, resistencia y agotamiento” (p. 487), las cuales señalarían

15

Page 17: TESIS bournout academico

que la primera etapa de respuesta al estrés, se denominaría como reacción de alarma,

en donde el cuerpo podría intensificar las emociones, por las cuales debería evadir algún

tipo de peligro que afectase a la integridad física y psicológica del sujeto; en esta fase se

puede acelerar la respiración, el latido cardiaco y la persona conseguiría experimentar

una sudoración en las manos o bien en otras partes del cuerpo, como también una

posible tensión muscular, lo que daría paso a la preparación de la persona para

reaccionar ante un estímulo posiblemente amenazador (citado en Morris y Maisto,

2005).

Continuando con lo expuesto, investigaciones indican que si ninguna de estas

sintomatologías se dejasen de percibir en el posible estado de alerta, se pasaría a la

segunda etapa que es la de adaptación al estrés, la cual sería señalada como resistencia;

si el estímulo se prolongara en el tiempo y la persona se percibiese en peligro real,

podría recurrir a afrontamientos inapropiados, donde involucraría recursos físicos y

psicológicos llevándolos a un posible agotamiento por parte del sujeto (Morris y Maisto,

2005). Como tercera fase, según los autores, en el agotamiento la persona optaría a

menos recursos de defensa para poder afrontar el estrés, donde se lograrían generar

variadas situaciones, tales como, poca capacidad de concentración, sensaciones de

cansancio y fatiga, entre otras; algunas de estas situaciones serían más severas que

otras, de tal modo que algunas conseguirían llegar eventualmente a experimentar una

probable pérdida del juicio de realidad, un posible daño irreparable en el caso que la

persona continuase en el estado de no poder controlar el estrés (Morris y Maisto, 2005).

3.2.1. Sintomatologías del estrés

Desde variados puntos de vista sintomáticos el estrés, se podría adjudicar como un

posible desgaste del organismo; esto lo llevaría a enfrentar diversas sintomatologías

como lo son, a entender, “sensaciones de cansancio, nerviosismo o malestar,

entendiendo que, en principio el estrés es un fenómeno absolutamente natural y fruto del

intento de adaptación de un organismo a su medio” (citado en Gil Róales-Nieto, 2004,

p. 352).

16

Page 18: TESIS bournout academico

Según lo escrito precedentemente, el organismo realizaría una búsqueda de la

adaptación ante la presencia de un estímulo externo, donde se alteraría el

funcionamiento rutinario, el que, podría provenir del medio que lo rodea como también

de su medio interno, por consiguiente, el organismo humano generaría funciones

diseñadas para afrontar tales estímulos estresores, con esto lograría un equilibrio en el

organismo, a saber, “homeostasis” (citado en Gil Roales-Nieto, 2004, p. 353).

En la actualidad, el estrés podría hacerse partícipe de variados campos que rodea

el ambiente del ser humano en que se desenvuelve, como lo sería el estrés post

traumático (TEPT); éste vendría siendo uno de los que generaría más estudios por parte

de la salud mental y comportamental; también estaría el estrés familiar, estrés

hospitalario, estrés de la vida diaria, estrés quirúrgico y por último el estrés laboral entre

otros (Gil Roales-Nieto, 2004).

Si bien el estrés afectaría a todas las áreas de la vida de las personas, es posible

que también se desarrollase en el ámbito laboral, donde este pudiese manifestar cierta

frecuencia de malestar, debido a que sus consecuencias serían visibles; lo anterior,

podría entenderse como un estrés crónico que se prolongaría en el tiempo y obtendría

como resultado la forma del síndrome de Burnout que causaría un deterioro en el

individuo o bien un desgaste de distinta índole (Aranda, 2006).

3.3. BURNOUT; ACERCAMIENTO AL SÍNDROME DE BURNOUT.

3.3.1. Síndrome de Burnout.

El término Burnout o también conocido como “síndrome de estar quemado”, “síndrome

de la quemazón” o “síndrome de desgaste profesional” (Freudenberger, 1974, citado en

Madrigal, 2006, p. 139) habría sido estudiado debido a las consecuencias que produciría

en las personas que lo padecen. Freudenberger, al observar en los trabajadores de una

clínica una probable disminución en su vitalidad, como así también evidenciaban

síntomas depresivos y una influencia sobre la motivación por las labores que debían

17

Page 19: TESIS bournout academico

realizar llegando inclusive a manifestarse en ciertas conductas agresivas frente a sus

pacientes (Madrigal, 2006).

Maslach y Jackson (1981) definen el Burnout “como una pérdida gradual de

preocupación y de todo sentimiento emocional hacia las personas con las que trabajan y

que conlleva a un aislamiento o deshumanización” (citado en Albaladejo et al., 2004, p.

749); para ellos el Burnout es,

“Un fenómeno psicosocial que posee tres grandes dimensiones:

primero, agotamiento emocional caracterizado por la falta o carencia

de energía, de entusiasmo y un sentimiento de falta de recursos;

segundo, despersonalización, característica que se evidencia al tratar

como objetos a la organización, los clientes y los colegas; y tercero,

falta de realización profesional, fenómeno conductual evidenciado por

una tendencia del trabajador a autoevaluarse en forma negativa,

llevando a los profesionales a sentirse insatisfechos con su desempeño

en el trabajo” (citado en Carlotto, Goncalves, Brazil, 2005, p 329).

Así también, Caballero Hederich y Palacios (2010) señalan cuales podrían ser

algunas dimensiones del Burnout vigentes en la actualidad, tales como “el agotamiento,

cinismo y la baja realización personal” (p. 42).

Según Barraza (2011) el agotamiento emocional se evidenciaría por la falta de

vigor que mostraría la persona que lo padece; la despersonalización o cinismo, se

caracterizaría por la insensibilidad y por relaciones negativas con su entorno próximo

sean estos compañeros de trabajo, clientes o familiares, por lo general la persona se

expresaría de forma cínica llegando incluso a excluirse y no sociabilizar con las demás

personas. Para el autor, la dimensión de baja realización personal provocaría que el

sujeto se percibiese como fracasado, lo que conllevaría a que su autoestima se viese

afectada puesto que se calificaría a si mismo de forma negativa.

Marrau (2009) considera que el síndrome del Burnout “tiene su origen en el

entorno del trabajo y no en el trabajador” (p. 169). En relación a lo referido Gil-Monte

y Perió (1999) señalan que algunas de las variables que podrían influir en el desarrollo

18

Page 20: TESIS bournout academico

del Burnout pudiesen estar relacionadas con la cultura y el clima organizacional de la

empresa.

Las diversas demandas que debe costear el trabajador en el contexto laboral,

tales como el posible exceso de carga laboral, o bien no obtener un reconocimiento

adecuado a sus labores y que además no estuviese definida claramente su tarea, podrían

llegar a facilitar la aparición del síndrome de Burnout (Cantero, León-Pérez y León-

Rubio, 2011).

Algunos estudios evidenciarían que “los trabajadores que se perciben como

sobrecargados, con exceso de carga mental, que realizan tareas repetitivas, etc., son los

que presentan mayor porcentaje de sintomatología somática” (Ministerio de Sanidad y

Consumo, 2006, citado en Guerrero, Gómez, Moreno, García y Blázquez, 2011, p. 559).

Gil-Monte y Peiró (1999) señalan que debido a las consecuencias en las

organizaciones, tales como el malestar físico y mental, el absentismo laboral, la baja

productividad, entre otras, producto del Burnout, se habría suscitado cierto interés en el

estudio de este síndrome; además consideran los autores que los efectos también serían

vivenciados por aquellos clientes que fuesen atendidos por los trabajadores que

presentaran algún rasgo de Burnout.

Hernández, León, Navarrete y Terán (2007) señalan que el trabajo podría ser una

fuente de seguridad monetaria para las personas y a su vez producir satisfacción en la

vida, sin embargo, además de los efectos positivos que generaría en las personas,

pudiesen también ser el origen del estrés laboral crónico puesto que se podría relacionar

a la “sobrecarga de trabajo, la baja utilización de habilidades y otros factores

ocupacionales que implican presión laboral, conflicto y ambigüedad en las funciones”

(p. 51).

19

Page 21: TESIS bournout academico

3.3.2. Como se desarrolla el Burnout en las personas

El síndrome de Burnout podría desarrollarse debido al estrés laboral crónico que se

produciría en aquellas personas cuyas estrategias de afrontamiento fuesen inadecuadas

para manejar determinadas situaciones que podrían ser percibidas como estresantes (Gil

Monte y Peiró, 1997, citado en Marrau, 2009); por lo tanto, “el hecho de que aparezca o

no el síndrome va a venir determinado por la forma en que la persona afronte la

situación de estrés” (Avargues, Borda y López, 2010, p. 320), por ejemplo, la

competencia personal percibida, la cual pudiese suponer una “variable mediadora de la

experiencia de estrés que puede facilitar o inhibir la aparición del síndrome y de sus

consecuencias” (p. 320).

Las competencias percibidas podrían verse influenciadas según sean las

características laborales existentes, pudiendo generar las condiciones ideales para que

apareciera el Burnout o por el contrario eliminar cualquier posibilidad de que el

síndrome se desarrolle en los trabajadores (Salanova, Martínez y Lorente, 2005, citado

en Avargues, Borda y López, 2010).

Madrigal (2006) indica que “el Burnout es el resultado de la influencia de

agentes sociales, laborales y características personales” (p. 144). Podrían existir ciertos

modelos explicativos al respecto que han realizado aportes en la comprensión del

síndrome, algunos de ellos señalan que el Burnout sería producto de la interacción entre

el contexto laboral, el que cumpliría una función desencadenante, y las características

personales las cuales desarrollarían una función moduladora (Madrigal, 2006).

Algunos estudios han llegado a la conclusión que la autoeficacia podría ser una

variable reguladora del Burnout; ya que altos niveles de esta variable disminuiría la

posibilidad de padecer de este síndrome, sin embargo, niveles bajos de ella elevaría la

probabilidad de desarrollar el síndrome de Burnout (Cantero, León-Pérez y León-Rubio,

2011).

20

Page 22: TESIS bournout academico

3.3.3. Modelos explicativos y aproximaciones teóricas del Burnout.

3.3.3.1. Modelos basados en la Teoría Socio-cognitiva del Yo.

Hernández, León, Navarrete y Terán (2007) señalan con respecto a esta teoría, que

“existe una serie de procesos de asociación mediante los que las representaciones

simbólicas se traducen en acciones adecuadas” (p. 56); algunos de los modelos que se

adscribirían a este postulado pudiesen ser algunos tales como, el modelo de Charniss, el

modelo de Golembiewski, Munzenrider y Carter. En relación a lo anterior, Martínez

(2010) incluiría también el modelo de Pines.

3.3.3.1.1. Modelo de autoeficacia de Charniss.

Charniss señala que el eventual cumplimiento o fracaso en las metas afectaría

disminuyendo o aumentando la eficacia del sujeto; el desarrollo del Burnout estaría

vinculado “a una disminución de la autoeficacia percibida” (Martínez, 2010, p. 15); el

autor indica que aquellos sujetos con menos probabilidades de desarrollar Burnout,

serían aquellos cuya autoeficacia no estuviese disminuida.

3.3.3.1.2. Modelo de Pines.

Este modelo estaría vinculado con la motivación, puesto que para este autor el Burnout

se produciría cuando el sujeto busca un sentido en su trabajo y fracasaría en la

realización de este; por lo que “sólo se queman aquellos sujetos con alta motivación y

altas expectativas” (Martínez, 2010, p. 15). El síndrome del Burnout estaría relacionado

con ciertas reacciones de agotamiento tanto físico, emocional y mental (Martínez,

2010).

21

Page 23: TESIS bournout academico

3.3.3.1.3. Modelo de Golembiewski, Munzenrider y Carter.

En este modelo el Burnout se produciría en una secuencia, es decir, un componente

desencadenaría la aparición de otro; la despersonalización estaría vinculada con el inicio

del proceso, la cual sería consecuencia de la posible sobrecarga laboral y esta a su vez

se evidenciaría en irritabilidad y/o fatiga; seguido de esto continuaría con el componente

de la realización personal, en donde se generarían estrategias para enfrentar las

situaciones amenazantes que el sujeto pudiese vivenciar; a raíz de lo cual se produciría

un probable agotamiento generalizado (Martínez, 2010).

3.3.3.2. Modelos basados en la Teoría Estructural.

Según Martínez (2010) este modelo considera “antecedentes personales, interpersonales

y organizaciones para explicar la etiología del Burnout de manera integral. Se

caracterizan, porque se basan en los modelos transaccionales” (p.19); este modelo

propondría un posible desequilibrio entre las demandas percibidas y la capacidad del

sujeto para responder a ellas.

3.3.3.2.1. Modelo de Gil-Monte y Peiró.

Este modelo considera “variables de tipo organizacional, personal y estrategias de

afrontamiento” (Martínez, 2010, p.19), por lo que el Burnout sería una consecuencia del

estrés laboral y se produciría cuando el afrontamiento utilizado no sería el más

adecuado para enfrentar una situación estresante.

22

Page 24: TESIS bournout academico

3.3.4. Algunos efectos del Burnout.

Aquellas personas que padecen Burnout podrían experimentar secuelas en torno a su

salud mental y física como también en el ámbito social, en donde pudiesen ver afectadas

sus relaciones interpersonales no tan sólo en el contexto laboral sino también en el

ámbito personal; esto se vería reflejado en conductas como “no verbalizar, cinismo,

suspicacia, agresividad, aislamiento, irritabilidad etc.” (Marrau, 2009, p. 170).

En cuanto a las secuelas que se observan en el ámbito laboral se encuentran las

siguientes,

“la satisfacción laboral disminuida, el ausentismo laboral elevado, la

propensión al abandono del puesto, la baja implicación laboral, el bajo

interés por las actividades laborales, el deterioro de la calidad de

servicio de la organización, el aumento de los conflictos interpersonales

con los compañeros y superiores y tal vez, el aumento de los accidentes

laborales” (Marrau, 2009, p. 171).

En relación con lo anterior Moreno, González y Garrosa (2001) señalan que,

“Se desencadenan diversas reacciones de carácter emocional (e.g.,

indefensión, desesperanza, irritación, apatía, desilusión, pesimismo,

hostilidad, falta de tolerancia, acusaciones a los demás y supresión de

sentimientos), cognitivo (e.g., pérdida de significado, pérdida de

valores, desaparición de expectativas, modificación del auto-concepto,

desorientación cognitiva, pérdida de la creatividad, distracción y

criticismo generalizado), conductual (e.g., evitación de

responsabilidades, absentismo, conductas inadaptativas,

desorganización, evitación de decisiones, aumento del uso de cafeína,

alcohol, tabaco y drogas) y social (e.g., evitación de contactos,

conflictos interpersonales, malhumor familiar, aislamiento, formación

de grupos críticos y evitación profesional)” (citado en Cantero, León-

Pérez y León-Rubio, 2011, p. 518).

23

Page 25: TESIS bournout academico

Continuado con lo anterior, algunos de los efectos mencionados podrían también

deberse a otros cuadros clínicos, por tanto en el siguiente apartado se mencionan

algunos diagnósticos que podrían ser confundidos con el Burnout.

3.3.5. Diagnóstico diferencial.

El síndrome de Burnout se debe diferenciar de ciertas patologías que con frecuencia se

asemejarían en algunos síntomas. Por su parte, no existe una categoría diagnostica para

este síndrome en el CIE-10 (décima revisión de la clasificación internacional de las

enfermedades); tal es el caso de la depresión la cual consideraría una sintomatología que

incluye un bajo estado de ánimo que se mantenga durante un periodo de tiempo

determinado (Madrigal, 2006). Sin embargo, Maslash (1982) advierte que el síndrome

de Burnout podría influir en la aparición de la depresión (citado en Madrigal, 2006)

Otro diagnóstico con el cual se podría confundir este síndrome es el estrés

laboral, el cual sería el resultado de padecer estrés en el ámbito laboral, esto se debería a

las características específicas de la labor que realiza la persona y las exigencias que

debe costear en su trabajo; la principal diferencia entre el estrés laboral y el Burnout

sería que el estrés pudiese tener consecuencias positivas o negativas en las personas, sin

embargo, en el caso del Burnout las consecuencias podrían ser negativas, por lo que “el

estrés en el trabajo es un predisponente esencial para el Burnout pero no la causa”

(Madrigal, 2006, p. 142).

El Burnout podría también ser confundido con la insatisfacción laboral, pues

ambos compartirían parte de la sintomatología, como serían las experiencias

psicológicas, pero la diferencia radicaría en que la insatisfacción laboral generaría

ciertos cambios conductuales en el sujeto, lo cual se relacionaría al deterioro en la

calidad de la labor que desempeña, por su parte, el Burnout se relacionaría con la

desmotivación de carácter emocional y cognitiva y no con el cansancio asociado a la

sobrecarga laboral (Madrigal, 2006).

24

Page 26: TESIS bournout academico

3.3.6. Evolución del Burnout; desde lo asistencial a lo académico.

De acuerdo a lo mencionado en párrafos anteriores, el Burnout estaría relacionado al

contexto laboral, en primera instancia a ámbitos asistencias, aunque en la actualidad se

estaría ampliando su investigación a esferas académicas (Preciado y Vásquez, 2010).

3.3.6.1. El Burnout en profesionales asistenciales

En sus inicios, las investigaciones del Burnout habrían estado enfocadas en los

trabajadores de los servicios de salud, profesionales asistenciales desde una perspectiva

clínica; lo anterior debido a que estos mostrarían conductas opuestas a las del rol que

desempeñaban, tales como, actitudes de distanciamiento, frialdad, apatía, entre otras, lo

que para Maslach (1976) supone agotamiento emocional y despersonalización, e incita

dudas acerca de la capacidad propia del personal para desarrollar su labor (citado en

Caballero, Hederich y Palacios, 2010).

3.3.6.2. El Burnout ampliado a otras profesiones

Posteriormente, en la década del ‘80, los estudios del Burnout se extenderían hacia otros

profesionales y se incluiría al agotamiento y despersonalización un tercer aspecto “la

falta de realización personal” (Caballero, Hederich y Palacios, 2010, p. 132).

El estudio sobre el Burnout comenzaría a ser realizado desde la visión

psicosocial, puesto que el síndrome se generaría en la interacción de “las características

del entorno laboral y del orden personal” (Caballero, Hederich y Palacios, 2010, p. 133)

por lo que se incluirían distintos trabajadores, tales como, el personal administrativo, los

deportistas, trabajadores de centros de justicia, entre otros. En relación a lo anterior, en

esta etapa la dimensión de despersonalización sería cambiada por “cinismo” (p. 133)

por ser más general. 3.3.6.3. El Burnout en el ámbito académico

25

Page 27: TESIS bournout academico

Así como el Burnout se extendería a otros tipos de trabajadores, también su estudio

contemplaría a la población estudiantil; este tipo de síndrome se llamaría Burnout

Académico (Caballero, Hederich y Palacios, 2010). En principio habría sido abarcada la

población estudiantil de careras de la salud y posteriormente se incluirían diferentes

carreras (Caballero, Hederich y Palacios, 2010); se presumiría que los educandos al

igual que cualquier trabajador, estarían en ocasiones sobrecargados por su labor

académica.

3.3.7. Burnout Académico

Como ha sido mencionado en los apartados anteriores, el síndrome de Burnout desde su

concepción en el ámbito laboral, se ha podido observar en la actualidad como se va

dirigiendo hacia el ámbito académico, ya que “los estudiantes universitarios, al igual

que cualquier profesional, se encuentra con presiones y sobrecargas propias de la labor

académica” (Garcés, 1995) esto sería observable en variadas similitudes de actividades

entre lo laboral y lo académico, en donde los estudiantes deben cumplir con horarios,

trabajos pedidos en cierta cantidad de tiempo y eso puede ser gratificado con

calificaciones que miden su nivel de rendimiento dentro de la institución académica a la

cual pertenecen (citado en Caballero, Hederich y Palacios, 2010, p. 133).

Diversos estudiantes podrían lograr desplegar diversas actitudes que se ven

reflejadas como competencias que sirven en su transcurso académico a las exigencias

que este les demanda, por otra parte pueden haber estudiantes que por lo contrario

revelarían conflictos para poder conseguir sus objetivos académicos dentro de un

establecimiento estudiantil, en donde no generarían conductas óptimas para el

estudiante que le ayudasen a enfrentar las exigencias académicas a las que se ven

enfrentados día a día (Caballero, Hederich y Palacios, 2010).

Algunos de los educandos al encontrarse bajo presión en el área académica

generarían posibles sensaciones de agotamiento que les dificultaría la capacidad de

26

Page 28: TESIS bournout academico

seguir funcionando tanto físicamente como psicológicamente, además aumentaría la

autocrítica y la pérdida de interés sobre lo que se está haciendo y dudarían a la vez de

su propia capacidad de rendimiento frente a las exigencias dadas (Caballero, Hederich y

Palacios, 2010).

Los estudiantes al igual que los trabajadores de cualquier área asistencial, en el

contexto de la relación que este mantiene con la institución académica, también se

generarían tipos compensatorios para los estudiantes, algunas de ellas serían las

calificaciones o reconocimientos de sus logros, lo que haría visible las respuestas del

estudiante frente a la posible tensión y sus alcances en su impresión subjetiva de

bienestar frente a los estudios (Caballero, Hederich y Palacios, 2010).

Aquellos alumnos que pertenecen a carreras con cargas académicas que les exija

un trabajo complementario, entre tareas teóricas y trabajos prácticos, donde deban

desarrollar actividades sociales durante el día, se verían afectados por la sobrecarga de

diligencias que le exige la carrera, es por ello que las conductas apropiadas o no, que

adopte el estudiante dependerían de la disposición que tenga para afrontar dichas

demandas académicas (Preciado y Vásquez, 2010).

Por consiguiente, se aseveraría que los estudiantes que tuviesen un mayor

compromiso y disposición con su carrera, que adoptasen las dificultades diarias como

un fortalecimiento que los ayudara en su crecimiento profesional y no como grandes

obstáculos, serían capaces de manejar situaciones estresantes y difícilmente estas

situaciones se reproducirían en el tiempo como un posible síndrome de Burnout

Académico (Preciado y Vásquez, 2010).

Dentro del área académica los estudiantes al entrar en una carrera se encuentran

con que deben convivir el día a día con compañeros y profesores, los cuales a través del

tiempo se convertirían en parte de sus redes sociales, en conjunto con la familia, son

estas mismas redes sociales las que permitirían que los educando lograsen afrontar

posiblemente de manera más óptima los estresores que deben afrontar y aumentaría las

expectativas de éxito (Bagés, Chacón-Puignau, De Pablo, Feldman, Goncalves y

Zaragoza, 2008).

27

Page 29: TESIS bournout academico

3.3.7.1 Dimensiones del Burnout Académico

Extremera y Duran (2006) refieren que el instrumento creado por Maslach y Jackson

para medir Burnout, ha sido aplicado en otras áreas asistenciales, y debido a esto, se

han adecuado las dimensiones que ellos crearon, es decir, el agotamiento también

llamado cansancio emocional; la despersonalización o cinismo y la baja realización

personal correspondería a la eficacia profesional.

3.3.7.2 Las variables que intervienen en el Burnout Académico

3.3.7.2.1 Del contexto académico

Estas serían aquellas propias del contexto académico, tales como, falta de apoyo del

tutor, no tener a disposición ayudas o tutorías, servicios de fotocopiado no adecuado,

aspectos físicos del aula como la escasa ventilación, carga horaria inadecuada, personal

administrativo no eficiente o que no ofrecería la gestión requerida, sobrecarga de tareas

y trabajos, escasa retroalimentación por parte del profesor, entre otras (Caballero,

Hederich y Palacios, 2010).

3.3.7.2.2 Del contexto social

Con respecto a las variables del contexto social se incluirían algunas tales como, escaso

compañerismo, competitividad, falta de apoyo social como amigos o familia,

empleabilidad o oferta laboral, entre otras (Caballero, Hederich y Palacios, 2010).

28

Page 30: TESIS bournout academico

3.3.7.2.3 Del contexto personal

Otro tópico de variables serían las intrapersonales, en donde se mencionaría aquellas

relacionadas con el sexo del educando, los rasgos de personalidad ansiosa, expectativas

de éxito altas, desmotivación hacia el quehacer estudiantil, por mencionar algunas; por

lo que se entendería que ante igual situaciones de exigencias no todos los alumnos

experimentarían Burnout Académico (Caballero, Hederich y Palacios, 2010).

3.3.7.3 Efectos y síntomas del Burnout Académico

Barraza (2009) detalla algunos de los posibles síntomas que el educando experimentaría

en el Burnout Académico, estos serían, a saber,

“trastornos en el sueño (insomnio o pesadillas), fatiga crónica

(cansancio permanente), dolores de cabeza o migrañas, problemas de

digestión, dolor abdominal o diarrea, rascarse, morderse las uñas,

frotarse, somnolencia o mayor necesidad de dormir, inquietud

(incapacidad de relajarse y estar tranquilo), sentimientos de depresión y

tristeza (decaído), ansiedad, angustia o desesperación” (p. 278).

Además de los síntomas señalados, Caballero, Hederich y Palacios (2010) dan

cuenta de los efectos del Burnout Académico; estos efectos estarían relacionados con

agotamiento y desinterés por los estudios, inclusive se evidenciarían actitudes de

sabotaje hacia sí mismos, como también dudas y sentimientos de incompetencia con

respecto al estudiar, entre otros.

29

Page 31: TESIS bournout academico

3.3.7.4 Unidimensionalidad del Burnout Académico

Barraza (2011) efectúa una distinción entre la conceptualización del Burnout

tridimensional (agotamiento, cinismo y falta de realización personal) y por otro lado el

Burnout unidimensional; la primera se basaría en la línea teórica de Maslach y Jackson,

mientras que la segunda se fundamentaría en los trabajos realizados por Pines, Aronson

y Kafry, para quienes el constructo se centraría en el agotamiento.

En acuerdo a lo referido, lo central en el Burnout tendría relación con la “pérdida

de las fuentes de energía del sujeto, por lo cual puede definirse como una combinación

de fatiga física, cansancio emocional y cansancio cognitivo” (p. 55), por lo que se

entendería que el cinismo y la baja realización personal, serían consecuencia del

agotamiento.

30

Page 32: TESIS bournout academico

REFERENCIAS

Abello, R., Caballero, C., y Palacios, J. (2006). Burnout, engagement y rendimiento

académico entre estudiantes universitarios que trabajan y aquellos que no trabajan.

Revista Psicogente, 9(16), 11-27. Recuperado de http://www.imbiomed.com.mx/1/1/

articulos.php?

method=showDetail&id_articulo=75278&id_seccion=4427&id_ejemplar=7500&id_rev

ista=283

Abello, R., Caballero, C., y Palacios, J. (2007). Relación del Burnout y el rendimiento

académico con la satisfacción frente a los estudios en estudiantes universitarios. Av.

Psicol. Latinoam, n.2, 98-111. Recuperado de http://www.scielo.org.co/scielo.php?

pid=S1794-47242007000200007&script=sci_arttext

Albaladejo, R., Astasio., Calle, M., Domínguez, V., Ortega, P., y Villanueva, R.,

(2004). Síndrome de burnout en el personal de enfermería de un hospital de Madrid.

Revista española de salud pública, 78 (4), 505-516. Recuperado de http://

www.scielosp.org/scielo.php?pid=S1135-57272004000400008&script=sci_arttext

Aranda, C. (2006). Diferencias por sexo, síndrome de burnout y manifestaciones

clínicas, en los médicos familiares de dos instituciones de salud, Guadalajara, México.

Revista Costarricense de Salud Pública, 15(19), 1-7. Recuperado de http://

www.scielo.sa.cr/scielo.php?pid=S1409-14292006000200002&script=sci_arttext

Avargues, M. L., Borda, M., y López, J. (2010). Condiciones de trabajo, burnout y

síntomas de estrés en la universidad: validación de un modelo estructural sobre el efecto

mediador de la competencia personal percibida. Behavioral Psychology. 18 (2), 317-

341. Recuperado de http://search.proquest.com/docview/927581165/13E42BF249B1A9

3AB66/2?accountid=130964

Bagés, N., Chacón-Puignau, G., De Pablo J., Feldman, L., Goncalves, L., y Zaragoza, J.

(2008). Relaciones entre estrés académico, apoyo social, salud mental y rendimiento

académico en estudiantes universitarios venezolanos. Universitas Psychologica Bogotá

31

Page 33: TESIS bournout academico

Colombia, 7(3), 739-751. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/rups/v7n3/

v7n3a11.pdf

Ballesteros, A., Barriga, S., Herrera, I., León, J., y Medina, S. (2004). Psicología de la

Salud y de la calidad de vida. Ed; UOC, Barcelona.

Baquedano, F., Bonnefoy, M., Cabrera, A., Jiménez, J., Macaya, K., Peine, S., y Pérez,

C. (2012). Problemas de salud mental en alumnos universitarios de primer año de

Concepción, Chile. Anales de Psicología, 28(3), 797-804. doi:10.6018/

analesps.28.3.156071. Recuperado de

http://revistas.um.es/analesps/article/view/analesps.28.3.156071

Barraza, A. (2009). Estrés académico y burnout estudiantil, análisis de su relación en

alumnos de licenciatura. Psicogente, 12(22), 272-283. Recuperado de http://

portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/psicogente/index.php/psicogente/article/

viewFile/175/179

Barraza, A. (2011). Validación psicométrica de la escala unidimensional del burnout

estudiantil. Revista Intercontinental de Psicología y Educación, 13(2), 51-74.

Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80220774004

Barraza, G., y Moreira O. (2012). Factores relacionados a la calidad de vida y

satisfacción en estudiantes de enfermería. Ciencia y Enfermería, n.3, 111-119. doi:

10.4067/S071795532012000300011. Recuperado de http://www.scielo.cl/scielo.php?

pid=S0717-95532012000300011&script=sci_arttext

Bejarano, M., Domínguez, A., Osorio, C., Sanabria, A., y Vega, N. (2009). Síndrome de

desgaste profesional. Revista Colombia de cirugía, 24(3), 24-46. Recuperado de

http://www.scielo.org.co/pdf/rcci/v24n3/v24n3a2.pdf

Blagadi, V., y Micin, S. (2011). Salud Mental en Estudiantes Universitarios: Incidencia

de Psicopatología y Antecedentes de Conducta Suicida en Población que Acude a un

Servicio de Salud Estudiantil. Terapia Psicológica, 29 (1), 53-64. doi: 10.4067/S0718-

32

Page 34: TESIS bournout academico

48082011000100006. Recuperado de http//www.scielo.cl/scielo.php?

script=sci_arttex&pid=s0718-48082011000100006

Blásquez, M., García, E., Gómez, R., Guerrero, E., y Moreno, J.M. (2011). El síndrome

del quemado, modos de afrontamiento del estrés y salud mental en profesores no

universitarios. Behabioral Psychology, 19 (3), 557-576. Recuperado de

http://search.proquest.com/docview/927580547/13E42C954154EBD33DA/1?

accountid=130964

Branonn, L., y Feist, J. (2001). Psicología de la salud. Madrid: Editor Paraninfo.

Brazil, A., Carlotto, M., y Goncalves, S. (2005). Predictores del síndrome de burnout en

estudiantes de un curso técnico de enfermería. Perspectivas en Psicología, 1(2), 195-

205. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/dpp/v1n2/v1n2a08.pdf

Bresso, E., Grau, R., Llorens, S., Martínez, I., y Salanova, M. (2005). Bienestar

psicológico en estudiantes universitarios: facilitadores y obstaculizadores del

desempeño académico. Anales de Psicología, 21 (1), 170-180. Recuperado de

http://revistas.um.es/analesps/article/view/27261/26451

Caballero, C. C., Contreras, K., González, O., Gravini, M., y Palacio, J., (2012).

Relación del Burnout y las estrategias de afrontamiento con el promedio académico en

estudiantes universitarios. Universitas Psychologica, 11(2), 535-544. Recuperado de

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=64723241015

Caballero, C., Hederich, C., y Palacios, J. (2010). El burnout académico: delimitación

del síndrome y factores asociados a su aparición. Revista latinoamericana de

psicología, 42(1), 131-146. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/rlps/v42n1/

v42n1a12.pdf

Cantero, F.J., León-Pérez, J.M., y León-Rubio, J.M. (2011). Diferencias del rol

desempeñado por la autoeficacia en el burnout percibido por el personal universitario en

función de las condiciones de trabajo. Anales de la psicología, 27, (2), 518-526.

Recuperado de http://revistas.um.es/analesps/article/view/123161/115811

33

Page 35: TESIS bournout academico

Capra, F. (1982). El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente. Buenos Aires

Ed; Troquel.

Centro Microdatos (2008). Estudio sobre causas de la deserción universitaria.

Departamento de Economía Universidad de Chile. Recuperado de http://

planificacion.uctemuco.cl/pq/kimndocs/EstudioDesercionMINEDUC.pdf

Durán, A., Extremera, N., y Rey, L. (2007). Inteligencia emocional y su relación con los

niveles de burnout, engagement y estrés en estudiantes universitarios.

Revista de Educación, 12(342), 239-256. Recuperado de http://www.revistaeducacion.

mec.es/re342/re342_12.pdf

Fernández, R., Freire, C., González, R., y Souto, A. (2011). Regulación emocional y

Burnout académico en estudiantes universitarios de Fisioterapia. Revista de

Investigación en Educación, 9(2), 7-18. Recuperado de http://webs.uvigo.es/reined/ojs/

index.php/reined/article/viewFile/287/138

Fuhrmann, I., y Labarca, A. (2011). Familia, salud mental y rendimiento en estudiantes

universitarios. De Familias y Terapias, 20(30), 35-43. Recuperado de http://

dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3784302

Gil-Monte, P.R., y Peiró, J.M. (1999). Perspectivas teóricas y modelos interpretativos

para el estudio del síndrome de quemarse por el trabajo. Anales de psicología. 15 (2),

261-268. Recuperado de http://search.proquest.com/docview/1288776272/13E42C1538

13A8E03AE/1?accountid=130964

Gómez, O. (2003). Salud Pública y políticas nacionales de salud en Costa Rica. San

José. Ed.; Universitaria Estatal.

Guerrero, L., y León, A. (2008). Aproximación al concepto de salud. Revisión

histórica. Rev. Vzlana. De Soc. y Ant., 18(53), 610-633. Recuperado de http://

www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/28660/1/articulo8.pdf

34

Page 36: TESIS bournout academico

Hernández, T., León, A., Navarrete, D., y Terán, H. (2007). El síndrome de burnout:

una aproximación hacia su conceptualización, antecedentes, modelos explicativos y de

medición. Revista electrónica de icea, 4(5), 50-68. Recuperado de http://

dgsa.uaeh.edu.mx/revista/icea/IMG/pdf/4_-_No.5.pdf

Hitchfeld, A., Romero, M., Santander, J., y Zamora, V. (2011). Prevalencia de ansiedad

y depresión entre los estudiantes de medicina de la Pontificia Universidad Católica de

Chile. Rev. chil. Neuro psiquiat, 49(1), 47-55. Recuperado de http://www.scielo.cl/pdf/

rchnp/v49n1/art06.pdf

Madrigal, M. (2006). Burnout en médicos: aproximaciones teóricas y algunos

diagnósticos diferenciales. Revista Medicina Legal de Costa Rica, 23(2), 137-153.

Recuperado de http://www.scielo.sa.cr/pdf/mlcr/v23n2/3477.pdf

Maisto, A., y Morris, C. (2009). Psicología. México: Mexicana.

Mamani, A., Obando, R., Uribe, A., y Vivanco, M. (2007). Factores que desencadenan

el estrés y sus consecuencias en el desempeño laboral en emergencia. Revista Peruana

de Obstetricia y Enfermería, 3(1), 50-57. Recuperado de http://revistas.concytec.gob.pe/

pdf/rpoe/v3n1/a07v3n1.pdf

Marrau, M. (2009). El síndrome de quemarse por el trabajo (Burnout), en el marco

contextualizado del estrés laboral. Fundamentos en humanidades, 19 (1), 167-177.

Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=18411965010

Martínez, A. (2010). El síndrome de Burnout. Evolución conceptual y estado actual de

la cuestión. Vivat Academia, (112), 1-40. Recuperado de http://pendientedemigracion.uc

m.es/info/vivataca/numeros/n112/PDFs/Anbelacop.pdf

Martínez, I., y Marques, A. (2005). Burnout en estudiantes universitarios de España y

Portugal y su relación con variables académicas. Aletheia, 21, 21-30. Recuperado de

http://redalyc.org/articulo.oa?id=115013476003

35

Page 37: TESIS bournout academico

Montoya, Z., y Moreno, S. (2012). Relación entre síndrome de burnout, estrategias de

afrontamiento y engagement. Psicología desde el Caribe, 29(1), 204-227. Recuperado

de http://www.sci.unal.edu.co/scielo.php?

script=sci_arttext&pid=S0123417X2012000100011&lng=en&nrm=iso

Morales, F. (1997). Introducción al estudio de la psicología de la salud. Ed: Unisson.

México.

Moreno, C. (2006). Salud-enfermedad, cuerpo-mente, en la medicina ayurvédica de la

India y en la Biomedicina contemporánea. Revista Antípoda Nº 3, 91-121. Recuperado

de http://antipoda.uniandes.edu.co/view.php/40/view.php

Preciado, M., y Vásquez, J. (2010). Perfil de estrés y síndrome de burnout en

estudiantes mexicanos de odontología de una universidad pública. Revista chilena de

neuro-psiquiatria, 48(1), 11-19. Recuperado de http://www.scielo.cl/pdf/rchnp/v48n1/

art02.pdf

Roales-Nieto, J. (2004). Psicología de la salud: aproximación histórica, conceptual y

aplicaciones. Madrid: Ediciones Pirámide.

Rojas, F. (2004). El componente social en la salud pública en el siglo XXI. Rev. Cubana

Salud Pública, 30 (3), online. Recuperado de http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-

34662004000300008&script=sci_arttext

Rosales, R. (2012). Estudio unidimensional del síndrome de Burnout en estudiantes de

medicina de Holguín. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq, 32 (116), 795-803. Recuperado de

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352012000400009

Rosete, M. (2006). Salud mental vs. rendimiento académico en alumnos de educación

superior. Vertientes revista especializada en ciencias de la salud, 9(1-2), 18-29.

Recuperado de http://www.revistas.unam.mx/index.php/vertientes/article/view/32938

36

Page 38: TESIS bournout academico

Salaverry, O. (2012). La Piedra de la locura. Inicios históricos de la salud mental. Rev.

Perú Med. Exp. Salud Pública, 29(1), 143-148. Recuperado de http://

www.scielo.org.pe/pdf/rins/v29n1/a22v29n1.pdf

Santrock, J. (2007). Psicología de la salud. México: Ediciones McGraw-Hill.

Vega, L. (2002). Ideas, creencias y percepciones acerca de salud. Reseña histórica.

Salud pública de México, 44(3), 258-265. Recuperado de http://www.insp.mx/salud/

index.html

37