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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN FACULTAD DE EDUCACIÓN PEDAGOGÍA EN HISTORIA Y GEOGRAFÍA __________________________________________________________________“DE LA RETÓRICA MULTICULTURAL A LA INTERCULTURALIDAD FUNCIONAL:LA PROPUESTA DEL ESTADO CHILENO HACIA EL PUEBLO MAPUCHE (2000-2006)”TESIS PARA OPTAR AL TÍTULO DE PROFESOR DE ESTADO EN HISTORIA Y GEOGRAFÍAProfesor guía: Dr. Omar Turra Díaz Tesistas: Álvaro Contreras Barraza Vannia Escobar HenríquezConcepción, ciudad universitaria, 2010

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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIN FACULTAD DE EDUCACIN PEDAGOGA EN HISTORIA Y GEOGRAFA __________________________________________________________________

DE LA RETRICA MULTICULTURAL A LA INTERCULTURALIDAD FUNCIONAL:LA PROPUESTA DEL ESTADO CHILENO HACIA EL PUEBLO MAPUCHE (2000-2006)

TESIS PARA OPTAR AL TTULO DE PROFESOR DE ESTADO EN HISTORIA Y GEOGRAFA

Profesor gua: Dr. Omar Turra Daz Tesistas: lvaro Contreras Barraza Vannia Escobar Henrquez

Concepcin, ciudad universitaria, 2010

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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIN FACULTAD DE EDUCACIN PEDAGOGA EN HISTORIA Y GEOGRAFA __________________________________________________________________

DE LA RETRICA MULTICULTURAL A LA INTERCULTURALIDAD FUNCIONAL:LA PROPUESTA DEL ESTADO CHILENO HACIA EL PUEBLO MAPUCHE (2000-2006)

TESIS PARA OPTAR AL TTULO DE PROFESOR DE ESTADO EN HISTORIA Y GEOGRAFA

Profesor gua: Dr. Omar Turra Daz Tesistas: lvaro Contreras Barraza Vannia Escobar Henrquez

Concepcin, ciudad universitaria, 2010

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AGRADECIMIENTOSA mi madre Guacolda y a mi padre Norberto, por ser el sustento moral y material de esta travesa que emprend hace ya un par de aos atrs, por su apoyo irrestricto. A mi sobrina Magdalena, que gracias a su infinita ternura e inocencia ha sido el lucero que ha guiado mis pasos en las horas ms oscuras A mis hermanos Paula y Rodrigo, por ser voz de aliento y ejemplo constante. A Vannia, por ser mi compaera tesista, hermana, enemiga y aliada, todo por creer y sacar lo mejor de m en cada momento, por ser mi sustento emocional en esta investigacin. A Paulina, Csar y Vctor, por ser compaeros de ruta y mi familia junto con Vannia, por compartir esa pasin y curiosidad por la historia, por los incontables desvelos en su compaa. A Jovanka, por llenar mi vida de alegra gracias al encanto de tu ritmo.

A.C.

Quisiera agradecer a mi Madre Ana, mis Hermanos y queridas sobrinas por acompaarme y apoyarme en este proceso de aprendizaje y crecimiento. A mis amigos y compaeros de ideas con los que comenzamos esta aventura y con los que finalmente terminamos. Si bien no somos muchos a estas alturas seguimos siendo los mismos, gracias a todos por haber hecho esta etapa una de las mejores. A mi compaero Csar con el cual hemos construido nuestra propia historia, sueos e ideales. Al Profe Jorge por su buena voluntad y siempre buena disposicin, durante todos estos aos.

V.E.

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NDICEPortada ......................................................................................................... Pg. 1 ndice ............................................................................................................ Pg. 5 Introduccin................................................................................................... Pg. 7 I.- Diseo de Investigacin ............................................................................ Pg. 9 I.1 Problema de investigacin .................................................................. Pg. 9 I.2 Metodologa base de Estudio ........................................................... Pg. 11 I.3 Interrogantes de investigacin .......................................................... Pg. 14 I.4 Objetivo general ............................................................................... Pg. 14 I.5 Objetivos especficos ....................................................................... Pg. 14 I.6 Supuestos de investigacin .............................................................. Pg. 15 I.7 Determinacin de las fuentes .......................................................... Pg. 15 I.8 Tcnicas de reproduccin de la informacin ..................................... Pg. 16 I.9 Procedimiento de anlisis e interpretacin de la informacin ........... Pg. 17 I.10 Procedimiento de validacin .......................................................... Pg. 19 II.- Marco Terico-Conceptual ..................................................................... Pg. 21 II.1 Concepcin de Estado ..................................................................... Pg. 21 II.1.1 Concepto de Estado ............................................................. Pg. 23 II.1.2 Concepto de nacin ............................................................... Pg. 29 II.1.2.1 Nacin Cultural .......................................................... Pg. 31 II.1.2.2 Nacin Poltica ........................................................... Pg. 33 II.1.3 Estado-Nacin Unitario ......................................................... Pg. 34 II.1.4 Estado-Nacin Multicultural ................................................... Pg. 35 II.2 Interculturalidad ............................................................................... Pg. 42 II.2.1 Integracionismo ..................................................................... Pg. 49 II.2.2 Dilogo simtrico ................................................................... Pg. 55 III.- Nuevo siglo, nuevo mileno, nuevo trato? ............................................ Pg. 58 III.1 La instalacin del nuevo gobierno .......................................... Pg. 58 III.2 La retrica del reconocimiento Multicultural ............................. Pg. 59 III.3 Comisin Verdad Histrica y Nuevo Trato ............................... Pg. 67

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III.4 Una nacin indivisible: La concepcin de Estado unitario ....... Pg. 77 IV Interculturalidad crtica o funcional? ..................................................... Pg. 84 IV.1. Interculturalidad en tiempos de globalizacin ......................... Pg. 85 IV.1.1 Educacin intercultural bilinge..................................... Pg. 88 IV.1.2 El reconocimiento de la salud intercultural .................... Pg. 92 IV.2 Integracin en tiempos de clera ............................................ Pg. 97 IV.3 Dilogo simtrico ................................................................... Pg. 106 IV.3.1 El dilogo limitado de Ralco ........................................ Pg. 107 IV.3.2 Dilogo y Verdad Histrica ......................................... Pg. 111 Conclusiones............................................................................................. Pg. 124 Bibliografa ................................................................................................ Pg. 129 Anexos ...................................................................................................... Pg. 135

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INTRODUCCINEl presente trabajo se enmarca en el proceso final de formacin acadmica, con el cual se pretende acceder al ttulo de profesor de Historia y Geografa. Este estudio intenta desvelar cuales son los lineamientos tericos, dentro de los que se sustentan las ideas y principios que dirige el Estado durante el perodo 2000-2006, hacia el pueblo indgena mapuche en los mbitos polticos y cultural, alejndose de la idea de ser una evaluacin que verifique si lo que se propuso por parte del gobierno se cumpli o no, por el contrario se quiere averiguar cuales son las ideas que se pretenden perpetuar y transmitir al resto del entramado social. Dentro del actual ajuste curricular aprobado por el Consejo Superior de Educacin en Julio de 2009 la temtica abordada en esta investigacin se enmarca en la etapa de Segundo ao medio, dentro de los contenidos mnimos obligatorios Persistencia de pueblos indgenas en Chile contemporneo, con el objetivo de que el estudiante pueda reflexionar sobre la incidencia del mestizaje en la conformacin de la sociedad chilena y sobre la presencia de los pueblos indgenas en Chile Contemporneo. No se puede desconocer ante esta realidad, que toda poltica derivada desde un Estado o institucin, es sustentada en una ideologa que fundamenta lo que dice y quiere hacer como forma de reproducir un modelo. Adems, esta relacin se da dentro de un contexto de globalizacin, donde la invitacin forzada es a formar una gran aldea global, bajo las lgicas de apertura econmica,

expansin de los medios de comunicacin y el cuestionamiento de las identidades. En el primer captulo para comenzar con nuestro estudio, y dotarlo de legitimidad cientfica, quedar establecida nuestra metodologa a seguir. Este modelo metodolgico esta conformado por diez partes, la cuales hemos optado sean de carcter cualitativo, ya que nos permite captar la dimensin subjetiva y subyacente en el discurso o propuestas de los actores relevantes. Se incluye el tipo de investigacin, las tcnicas de recoleccin de la informacin y como nuevo elemento, el procedimiento de validacin que nos permitir triangular nuestra informacin, otorgarle coherencia interna y mayor rigurosidad a esta pesquisa.

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En un segundo captulo, presentaremos el bagaje terico en el cual se fundamenta nuestro estudio, el cual est conformado por la conceptualizacin de los principales trminos, que utilizaremos y tendremos como referentes al momento de identificar las ideas y principios en los aspectos polticos y culturales. Los trminos a utilizar, son los que en el capitulo anterior establecemos como categoras y subcategoras a priori y que creemos vamos a encontrar como resultado discursivo desde el Estado hacia el pueblo mapuche. Su construccin esta hecha bajo una lgica de discusin, en torno a la visin de distintos autores que se han dedicado a tratar la temtica. El tercer captulo de nuestra investigacin esta conformado por el desarrollo y la exposicin de los resultados en el mbito poltico, de acuerdo a las subcategoras de Estado nacin Unitario y Multiculturalidad, paradigmas filosficos y polticos bajo los cuales acta, o se moldean las propuestas estatales hacia el mundo indgena. En el cuarto captulo esta compuesto por la exposicin y anlisis de los referentes culturales de acuerdo a las categoras de interculturalidad y subcategoras de integracin y dilogo simtrico, las cuales nosotros

establecemos anteriormente como dos formas de relaciones interculturales, y que logramos identificar en las fuentes consideradas para esta investigacin. La quinta parte de nuestro estudio la conforman nuestras conclusiones, las cuales van a responder nuestras interrogantes de investigacin, nos otorgarn las principales ideas que hemos llegado en el estudio, y nos dar pie a dejar nuevas interrogantes abiertas si se considera necesario. En la penltima parte que compone nuestra investigacin se exponen las fuentes bibliografitas utilizadas en esta construccin investigativa Por ltimo se adjunta un anexo con el transcurso cronolgico de la temtica en cuestin, construido a partir del trato que se le realiza en el diario La Nacin, este tiene la finalidad de podernos hacer un panorama general del transcurso de esta situacin problemtica, la cual tiene muchas aristas entre estos actores dismiles cuantitativa y cualitativamente.

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CAPTULO I

DISEO DE INVESTIGACINI.1 Problema de Investigacin.

Nuestro problema de investigacin se enmarca dentro de un proceso histrico de larga data el que ha sido denominado, desde los inicios del siglo XX, conflicto indgena o conflicto mapuche1. Intentar realizar un estudio, o quizs una aproximacin, a tal o cual objeto con caractersticas historiables (procesos, sujetos, relaciones, etc.), nos lleva necesariamente a desentraar una problemtica, examinar un aspecto del desarrollo de su trnsito histrico y hacerla plausible para el anlisis o comprensin. Nuestro problema hace referencia a dos actores cuantitativa y cualitativamente dismiles, tanto en las relaciones entre ellos mismos, y las relaciones con agentes o interlocutores forneos, es decir, el resto del conglomerado nacional no mapuche. La notoria postergacin y criminalizacin, que a nivel estatal, recibe el conglomerado social reconocido como etnia mapuche2, cuando lleva a cabo protestas por sus reivindicaciones, que en un primer momento son territoriales, pero que con el pasar del tiempo trascienden a niveles culturales, polticos, econmicos, sociales, histricos, entre tantos otros. Para efecto de nuestro estudio sern analizadas las ideas y principios que se manifiestan en las propuestas, dadas en los mbitos polticos y culturales, que

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Esta primera categora la consideramos inapropiada, discutible y arbitraria como para ser ocupada dentro del estudio, ya que consideramos que para hablar de conflicto deben haber dos actores en pugna por un inters, adems, dicha concepcin (la de conflicto mapuche) est cargada de una intencionalidad racista por parte del Estado chileno y transmitido a todo el entramado social, al atribuirle el inicio del llamado conflicto a la sociedad mapuche de forma unilateral. Para profundizar el tema en cuestin, remitimos al lector a Caniuqueo, S. Siglo XX en el Gulumapu: de la fragmentacin del Wallmapu a la unidad nacional Mapuche. 1880 a 1978 P. 130 en Marimn, P. et. al. (2006) Escucha, winka! Cuatro ensayos de Historia Nacional Mapuche y un eplogo sobre el futuro. Ed. Lom. Santiago, Chile. Tambin recomendamos Informe FIDH n 445/3 de abril del 2006 Chile: La otra transicin chilena: derechos del pueblo Mapuche, poltica penal y protesta social en un Estado democrtico. P. 18 Se define como etnia a este conglomerado social mediante la ley indgena 19.253, del 5 de octubre de 1993. Ms adelante abordaremos de forma ms plausible la categora dentro de la cual entenderemos en este estudio al pueblo mapuche.

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ha otorgado el Estado ante la notoria importancia que ha tomado a nivel internacional su accionar jurdico represivo3. En este contexto, Chile no queda exento de la denominada Emergencia indgena en Amrica latina (Bengoa. 2007) por lo que consideramos haber descubierto o vislumbrado nuestro tema de inters, ya que facilitados por elementos globalizadores4 (uso de Internet, entre otras herramientas tecnolgicas),5

una

comunidad

cultural

en

s

restringida

numricamente , en comparacin al total nacional, adems de poseer una identidad cultural especfica, han sido capaces de utilizarlos a su favor para mantener en el tiempo prcticas culturales y polticas dismiles, diferenciadas de los paradigmas propiciados por distintos Estados, como lo son los modelos multiculturales e interculturales (Daz-Polanco. 2007), cuestionando la hegemona6 que ejerce el Estado hacia ellos. En definitiva interesa identificar algunos principios velados en los planteamientos poltico culturales emanados del Estado chileno, para posteriormente analizar en que se basa la estructura de estas propuestas hacia el pueblo mapuche, entendindolas dentro de un contexto determinado,

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Cabe destacar ac algunas de las recomendaciones dadas por el relator especial para los derechos indgenas de Naciones Unidas, Dr, Rodolfo Stavenhagen, en su informe de octubre del 2003, en la cual solicita al gobierno de Ricardo Lagos revisar el uso de la legislacin antiterrorista en contra de comuneros mapuche, la acusacin de asociacin delictuosa y la criminalizacin de la protesta social indgena, debido a que estaran contraviniendo a tratados internacionales de derechos humanos. Remitimos a la lectura del Informe del relator especial sobre la situacin de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indgenas, misin a Chile, Naciones Unidas, Consejo Econmico Social. En el libro La Batalla de la memoria, la autora plantea como a travs del tiempo los mapuche se han ido apropiando de elementos modernizadores, utilizndolos a favor de sus demandas. Lautaro vendra a ser una primera expresin, o propulsor de lo anterior, inicindose La apropiacin tecnolgica, impregnada de poder que necesariamente ella porta, es un acto de transformacin de re/apropiacin cultural. Nuevo poder que agrega capacidades a su autonoma. (Illanes. 2002:224) Las cifras que maneja el gobierno en cuanto al total de las personas indgenas que componen Chile, son por lo dems cuestionables. De acuerdo al censo del 2002, la poblacin del pas alcanza a un total de 15.116.435 personas, de las cuales 692.192 (equivalente al 4,6% del total) declar pertenecer a algn pueblo originario o indgena. Cifras que no se condice con los resultados del censo anterior (1992), donde un total de 998.385 personas mayores de catorce aos se haban autoidentificado como indgena, aumentando a casi un 1.350.000 personas (ms del 10% de la poblacin total) si se considera tambin a los menores. (Acevedo en Aylwin y Yez et. al. 2007: 478) Para una breve conceptualizacin por lo que se entender por hegemona, revisar el marco terico-conceptual de esta investigacin.

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especficamente en los seis primeros aos del siglo XXI, para con ello visualizar cambios, persistencias o acomodaciones en las propuestas actuales. Delimitando nuestro tema, y dndole una cualidad de aporte como reconstruccin histrica, es que hemos encontrado relevante realizar dicho anlisis documental dentro de un marco temporal concreto, para apuntar de este modo a la exteriorizacin de problemticas histricas actuales pero de larga data, con caractersticas socio-histricas especficas, las cuales entendemos han ido evolucionando desde los orgenes de este proceso (con la construccin decimonnica del Estado-nacin chileno) a nuevas fases7, donde ambos actores (Estado chileno pueblo mapuche) se han ido adecuando a esta problemtica de intereses, apropindose de las herramientas especificas a su alcance. La actualidad del tema, agregando la autolimitacin temporal, nos facilita el acceso a las fuentes materiales emanadas desde uno de los actores, y comprobar desde all cuales son los principios e ideas que le dan la sustancia a las polticas que son dirigidas hacia el pueblo mapuche.

I.2 Metodologa base del estudio

Investigacin cualitativa

El querer analizar el discurso que tiene el Estado chileno para sobrellevar el tema de la diversidad cultural, y especficamente el que dirige hacia el pueblo indgena ms numeroso de nuestro pas, el cual ha mantenido sus demandas a travs de los diversos contextos histricos, nos lleva a tener que desentraar un planteamiento cargado de ideas, intenciones y percepciones subjetivas diversas, donde algunas, reconocidas como tales y otras ocultas, por parte de los diversos actores, torna confusa la comprensin de las polticas y prcticas que caracterizan las relaciones entre las distintas culturas. De acuerdo a las polticas7

Cuando hablamos de una nueva fase de nuestra situacin problemtica no es por mero capricho, ya que creemos identificar en la coyuntura del ao 1997 (escalada de violencia en comunidades mapuche, especficamente la quema de camiones forestales) como el inicio de la construccin de un nuevo referente por parte del Estado, en cuanto al trato con el actor social indgena.

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internacionales, el pas no ha quedado exento de los ltimos modelos que han pretendido legislar este tema desde el mundo occidental, utilizando para dar respuesta no tan slo a los pueblos indgenas, sino que tambin a las minoras sexuales, culturales o discapacitados como las comunidades sordas, propuestas planteadas por los paradigmas multi e interculturalistas de la diversidad cultural, los cuales han ido adecundose a las diferentes etapas o estados de las relaciones con sus minoras indgenas, introduciendo nuevas variables y modificndose otras al momento de analizar y comprender este fenmeno social. Con el objetivo de exponer algunas conclusiones acerca de este tema, abogamos por valernos de un mtodo que nos apruebe mezclar diversas variables, analizarlas, dar una explicacin a transcursos sociales complejos y que nos permita, adems, adentrarnos en el mundo de las percepciones y fundamentos que guan las relaciones humanas, para esto trabajaremos con el mtodo cualitativo, que desde su fundamentacin nos dota de las herramientas necesarias para esta exploracin. Las investigaciones que pretenden explicar las relaciones humanas, no necesariamente se deben basar en un fenmeno o caractersticas especficas, al contrario puede tambin buscar explicaciones en aspectos generales y que stas nos otorguen los fenmenos especficos o viceversa, siendo el objetivo encontrar la esencia; hacia esta rea apunta nuestra metodologa, ya que: la investigacin cualitativa, trata de identificar la naturaleza profunda de las realidades, su estructura dinmica, aquella que da razn plena de su comportamiento y manifestaciones (Martnez. 2006:128). Segn este autor el enfoque cualitativo de investigacin es, por su propia naturaleza, dialctico y sistmico (Ibdem: 128). Dialctico porque al momento de analizar el conocimiento como resultado, no se puede obviar que el producto entre el objeto de estudio y el sujeto que forma parte de l, se encuentra cargado de intereses, valores y creencias propias, entre otras caractersticas. Por otra parte la naturaleza sistmica, responde a que el objeto en el rea de las ciencias humanas, ontolgicamente esta compuesto por mltiples variables, dotndola de

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estructuras complejas y sistmicas e influenciadas a la vez por las variables biopsicosociales. (Martnez. 2006) As todo el constructo que pueda resultar desde las relaciones sociales, estara basado entonces, en sujetos, objetos y estructuras dinmicas, creadas desde la subjetividad y sometidas a constantes cambios segn el contexto histrico. Esta disposicin entonces nos podra ayudar a comprender los nuevos rasgos, segn el contexto, que ha ido tomando el Estado chileno como institucionalidad para dirigirse al pueblo mapuche, dirigindolas hacia nuevas esferas de poder. Todos estos elementos, ms los que se pueden desentraar producto de un anlisis cualitativo, nos pueden entregar la parte de la estructura y principios que guan el trato entre ambas culturas, en palabras de Erickson: el mtodo interpretativo es un intento de combinar un anlisis intenso de detalles finos de la conducta y su significado, en la interaccin social de cada da, con anlisis del contexto social ms amplio (el campo de las influencias sociales) dentro del cual ocurre la interaccin personal (En Ruiz. 2007:21). Las variables que se analizan al ser dinmicas, facilitan que la organizacin de la investigacin cualitativa tambin pueda ser mvil y no necesariamente estructurada, omitiendo en algunos estudios las categoras a priori o la hiptesis, lo cual queda a eleccin del investigador, quien en publicaciones de carcter cuantitativo no podran faltarle estos elementos. En palabras de Denzin y Lincoln: la investigacin cualitativa como conjunto de prcticas interpretativas, no privilegia ninguna metodologa, no posee ninguna teora, ni paradigma, ni conjunto de mtodos que sea especficamente suyo. (En Ruiz. 2007:20) Adems del dinamismo, la investigacin cualitativa nos proporciona procedimientos metodolgicos basados principalmente en donde buscar la informacin y como interpretar estos escenarios. En nuestro estudio ahondaremos en documentos emanados directamente de uno de los actores en cuestin, discursos y propuestas polticas implementadas, las cuales fundamentan sus actos. Con esta premisa nos estaramos remitiendo en principio a: la bsqueda en un primer momento de todo lo que nos pueda servir como fuente para obtener las impresiones de nuestros actores, para luego observarlo y

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desentraarlos, buceando y siendo capaces de captar sus significados ms perceptibles o escondidos.(Rodrguez. 1996:45). En conclusin, vamos a utilizar el mtodo cualitativo por ser el ms apto para analizar las variables que emanan de las relaciones humanas, que condicionan y son determinadas por el entorno o contexto, y que generan situaciones sociales, las cuales son inexcusablemente dinmicas y mutables. Esta metodologa en s trata de ser sensible a la complejidad de las realidades de la vida moderna y al mismo tiempo, estar dotada de procedimientos rigurosos, sistemticos y crticos.

I.3 Interrogantes de Investigacin

1.

Qu ideas o principios de carcter poltico, con relacin a la concepcin de

Estado, es posible reconocer en las propuestas estatales dirigidas al pueblo mapuche? 2. Qu ideas o principios de carcter cultural, con relacin a la concepcin de

Interculturalidad, es posible reconocer en las propuestas estatales dirigidas al pueblo mapuche?

I.4 Objetivo General.

Desvelar las ideas o principios polticos y culturales que emanan del Estado nacional, durante el perodo 2000-2006, para poder caracterizar el tipo de relacin que mantiene con el pueblo indgena mapuche.

I.5 Objetivos Especficos

Reconocer las ideas o principios de carcter poltico que intenciona y

explicita el Estado, a travs del gobierno de turno, dirigidas al pueblo indgena mapuche

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Reconocer las ideas o principios de carcter cultural que intenciona y

explicita el Estado, a travs del gobierno de turno, dirigida al pueblo indgena mapuche.

I.6 Supuestos de Investigacin

N 1. El Estado posee propuestas especficas dirigidas al mundo indgena en general, con las cuales da respuestas a las demandas del pueblo mapuche en particular. Dentro de estas propuestas pueden reconocerse ideas y principios de carcter poltico y cultural. N 2. El Estado de Chile con su carcter unitario e indivisible, mantiene una relacin con el pueblo mapuche, enmarcado en una legislacin que otorga derechos y deberes para el accionar de ambos actores.

I.7 Determinacin de las Fuentes

Las

siguientes

fuentes

fueron

seleccionadas,

ya

que

poseen

la

caracterstica de representar documentos oficiales, los cuales emanan de la institucionalidad; mediante stas el Estado plasma su ideologa nacional, presentando sus ideas y validndose, en su prctica, frente a los organismos internacionales: Diario La Nacin, correspondiente al perodo de estudio. Documento Oficiales nacionales: Ley Indgena 19.253 Programa Orgenes Informe final Comisin Verdad Histrica y Nuevo Trato con los Pueblos Indgenas

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I.8 Tcnicas de produccin de la informacin

El mtodo cualitativo de investigacin, adems de darnos el marco referencial para responder a nuestras inquietudes investigativas, nos dota de estrategias para llevarla a cabo, entre la que destaca, de acuerdo a la construccin terica que realiza Valles, como el primer peldao de la metodologa de investigacin, la tcnica cualitativa documental o uso de documentacin (Valles. 2007). Para efectos de nuestra investigacin nos ceiremos a esta tcnica, por ser la que ms se acomoda al momento de delimitar nuestras fuentes a explorar, caracterizada por la recoleccin en un primer momento e interpretacin de documentos o fuentes primarias disponibles. Ello por cuanto: la expresin ms caracterstica de esta opcin metodolgica se encuentra en trabajos basados en documentos recogidos en archivos oficiales o privados; documentos de todo tipo, cuya elaboracin y supervivencia (depsito) no ha estado presidida, necesariamente, por objetivos de investigacin social (Ibdem: 109). Aunque se puede considerar como tradicionalista o positivista, ha sido la tcnica que filsofos, historiadores, socilogos, entre otros, han utilizado en perodos y contextos histricos distintos, como herramienta para interpretar sus propias circunstancias, generando desde ah una perspectiva distinta, o de frentn una crtica certera y otras veces ideologizada, de su escenario coyuntural. Esta prctica de indagar en documentos que estn presentes, disponibles y que regulan nuestra propia realidad, se hace importante en la medida en que con una mirada incisiva, rigurosa y crtica, se puede extraer informacin que no siempre es explcita y clara en el discurso. De la variedad de definiciones que existen de los materiales documentales, y sus significaciones etimolgicas, Moliner en su Diccionario de uso del espaol, lo define como: escrito que sirve para justificar o acreditar algo e instruccin o enseanza de una materia. La primera acepcin (segn el diccionario consultado), recalca la equiparacin con el material escrito, y ms concretamente con los documentos de carcter legal. Sin duda estos sirven para dar crdito, pero

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pueden resultar ser falsos (Ibdem: 119). Para la primera definicin podemos agrupar la documentacin jurdica y la prensa. Esta ltima se enmarca en lo que Valles (2007) comenta como la prctica que realizan los medios de comunicacin, al transformar las declaraciones de personajes pblicos en documentos escritos, sonoros y audiovisuales, los cuales sirven para justificar o acreditar. La segunda acepcin de documentacin, la relacionaremos con la interpretacin del documento Verdad Histrica y Nuevo trato con los Pueblos Indgenas8, la cual reescribe el devenir de la historia de los pueblos originarios, innovando en una nueva fuente que puede ser utilizada para la enseanza, la aplicacin de nuevas polticas referentes al tema, para conocer e instruirse de los parmetros polticos y culturales para la investigacin, entre otros. Pero para poder lograr estas conclusiones, utilizando la forma verbal de documentarse como estrategia, debemos ligarnos a su significacin etimolgica que es instruirse convenientemente sobre algo antes de tratarlo o escribir sobre ello (Ibdem: 119), enlazando en el sentido que se le da como estrategia metodolgica de obtencin de informacin.

I.9 Procedimiento de anlisis e interpretacin de la informacin

La informacin se reducir en consideracin a los mbitos temticos poltico y cultural. En un segundo momento adquieren relevancia lo propuesto en los objetivos: ideas o principios, y en funcin de stas levantamos categoras a priori, que se relacionan con los mbitos o reas de la investigacin. Poltico: Concepcin de Estado Cultural: Concepcin de interculturalidad

Estas categoras fundamentales, adems las operacionalizaremos en subcategoras establecidas a priori:

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Tambin nombrada con las siglas CVHNT en el presente estudio.

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mbito Poltico

Categora Concepcin de Estado

Subcategora A) Unitario B) Multicultural A) Integracionismo B) Dilogo simtrico

Cultural

Concepcin de Interculturalidad

Subcategora Poltica

A) Unitario: se entender como la yuxtaposicin de un modelo poltico nacional sobre una realidad cultural nacional, basada en las ideas universalistas homogeneizantes y hegemnicas, propia de los Estados modernos. nacionales

B) Multicultural: Se entender como un nuevo paradigma de organizacin estatal, propio del siglo XX, el cual promueve un reconocimiento constitucional (en base a la tica y la moral) de grupos culturales diversos, dentro de un mismo Estado-nacin.

Subcategora Cultural

A) Integracionismo: propuesta conceptual para sobrellevar el tema de la diversidad cultural, basado en la aceptacin e inclusin de una cultura diferente (minoritaria) a las lgicas polticas, econmicas y sociales de la cultura predominante (mayoritaria), con el objetivo de que el aminorado grupo alcance el desarrollo del conglomerado hegemnico.

B) Dilogo simtrico: conversacin entre dos o ms partes, fundamentada en la valoracin del otro en un contexto de horizontalidad y neutralidad, lo que conllevara a la eliminacin de las relaciones hegemnicas de poder.

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I.10 Procedimiento de validacin

Para efecto de nuestra investigacin, utilizaremos la triangulacin hermenutica correspondiente a los datos, esto por ser nuestra investigacin de carcter documental. En uno de nuestros vrtices situaremos el marco jurdico vigente para tratar el tema indgena: Ley Indgena 19.253. El segundo eje a considerar son los documentos oficiales emanados del Estado propiciados directamente por el ejecutivo, los cuales no tienen el carcter de ley durante el perodo en estudio: Informe de Verdad Histrica y Nuevo Trato, emanado de la comisin encabezada por el ex-presidente Patricio Aylwin Azcar; Programa Orgenes, solventado en su mayora por fondos extranjeros del BID (Banco Interamericano de Desarrollo); por ltimo, nuestro tercer vrtice sera la prensa escrita, especficamente el diario La Nacin, por representar la institucin oficial encargada de difundir el referente, dotarse de smbolos y legitimarse frente a la opinin publica. Con el fin de dar validez a como hemos abordado las fuentes en nuestra investigacin, y dotarla de legitimidad frente a quienes tengan en sus manos este estudio exploratorio, es que se ha escogido como paradigma de validacin el planteado por Guba y Lincoln (En Ruiz. 2007), este ha sido estructurado desde la necesidad de tener un sello distintivo para llevar a cabo una investigacin cualitativa, buscando alejarse del tradicionalismo proveniente del positivismo y su manifestacin cuantitativa, para dar paso a una tradicin interpretativa crtica. Estos autores reemplazan los criterios de calidad propuestos por el paradigma cuantitativo: validez interna, validez externa, fiabilidad y objetividad, por los de credibilidad, transferibilidad, dependencia y confirmabilidad,

respectivamente. A continuacin un breve alcance sobre dichos parmetros:

a)

Credibilidad: este criterio tiene que ver con la relacin que plantea el

investigador, entre s mismo y los hechos, conceptos y/o procesos estudiados, de manera transparente, permitindole al lector la capacidad de esclarecer la reflexin terica realizada por el investigador sin esconder elemento alguno.

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b)

Transferibilidad: este criterio tiene que ver con la capacidad de extrapolar

hiptesis o supuestos de una investigacin a otra, dado para casos similares de manera horizontal. No como la generalizacin que se da de forma vertical, por ejemplo en una muestra representativa. c) Dependencia: este criterio est en relacin con el anterior, y tiene que ver

con que los resultados son ms o menos estables, a pesar de que puedan ser introducidos elementos que desestabilicen la investigacin. d) Confirmabilidad: este criterio est en relacin con el investigador, puesto

que hace referencia a la capacidad de ste de colegir neutralmente sobre su trabajo. Para este propsito los autores plantean la necesidad de producir una triangulacin, con el fin de generar una mayor objetividad. En palabras de Denzin (En Ruiz. 2007), la triangulacin es la combinacin de metodologas en el estudio de un mismo fenmeno, puede esta llevarse a cabo en todos los momentos de una investigacin, siendo los mas ptimos el inicial y el final, ya que permite contrastar la investigacin es s misma.

Continuando con nuestro autor, si bien la triangulacin puede producirse de varias maneras, dentro del estudio se utilizar en especfico dos: la triangulacin de datos, esta se da cuando son utilizados datos con diferencia temporal, espacial o por ser utilizados por diversos autores; triangulacin de teoras, esta se lleva a cabo cuando se recurre a varias perspectivas o paradigmas tericos. Todas ellas dentro de una misma investigacin.9

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Para mayor informacin revisar: Tjar, J. (2006) Investigacin cualitativa: comprender y actuar, Editorial La Muralla, Madrid, Espaa. P. 215-219. y Ruiz, J. (2007) Metodologa de la investigacin cualitativa, Ed. Universidad de Deusto Bilbao, cuarta edicin, Espaa. P. 102-117.

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CAPTULO II

MARCO TERICO-CONCEPTUALSi bien el presente trabajo de tesis se plantea dentro de sus objetivos primordiales el dar luces sobre ideas y principios de las propuestas contenidas en el discurso del Estado nacional chileno, con respecto al pueblo mapuche, en especfico durante los primeros aos del siglo XXI, coincidiendo con la tercera administracin de la coalicin concertacionista, deberamos partir realizando una pequea aclaracin acerca de las caractersticas propias del sujeto histrico, en este caso un rgano burocrtico encabezado por el ejecutivo, que realizar y utilizar dichas categoras discursivas. Debemos aproximarnos a la reconstruccin de procesos histricos complejos, aprehender la historia y ver como acta el sujeto colectivo reconocido a travs del Estado, del cual podemos esclarecer algunas de sus motivaciones. Tambin debemos aproximarnos a las categoras que este sujeto, representante de un ideal republicano y homogeneizante, va adquiriendo, elaborando y practicando, para as perpetuarse, legitimarse y continuar con su trnsito histrico como proceso y sujeto vivo. Actualmente las categoras relacionadas a las ideas de reproduccin poltica del Estado, estn ligadas a las ideas de multiculturalismo, interculturalismo e integracin, posiciones que acercan de una manera u otra, los llamados de distincin que sociedades culturales llamadas menores hacen, las cuales pretenden lograr un reconocimiento o diferenciamiento a nivel nacional e internacional.

II.1 Concepcin de Estado

Para comenzar a hablar de un concepto bastante complejo, debido a la cantidad de variables que lo constituyen, debemos aclarar que es lo que entendemos por las realidades que engloban a esta idea (el Estado y la nacin). Despus de una primera aproximacin conceptual, logramos percatarnos que responden a representaciones de procesos histricos paralelos los cuales en 21

contados casos (ninguno para la realidad latinoamericano) comulgan en una misma realidad sociocultural especfica, tomndose como sinnimos, siendo as sugerido o evidenciado por gran cantidad de los autores que tocan el tema10. El anterior supuesto lo apoyamos en la idea de que: Todos los estados latinoamericanos son previos a la existencia de las naciones contemporneas, ya que ninguna de las formaciones estatales locales son producto de una comunidad etnocultural preexistente11 (Bartolom. 2006: 137 y 139) Es decir, las naciones-polticas latinoamericanas, al decir de Pinto (2000), son posteriores a la existencia del Estado, no as las naciones-culturales. De hecho, la tradicin mapuche en especfico: no se estructur piramidalmente como un Estado, ni a travs de unidades autnomas y separadas unas de otras como una tribu, sus agentes pudieron pertenecer a uno o ms mbitos de conocimiento. La institucionalidad de la que hablamos se presenta como conjunto de interseccin, sin embargo no cre cspides (Marimn et. al. 2006: 66). A continuacin una breve teorizacin sobre ambos conceptos por separado, para ver en qu medida se comportan en el caso chileno.

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A lo largo del estudio se cuestionar la visin del Estado como proyeccin poltica de una nacin, ya que debido al sin nmero de conjuntos humanos que pueden ser catalogados como naciones, muchos de ellos en el caso latinoamericano y especficamente chileno, no dan cabida a expresiones polticas occidentales, debido a que responden a procesos de convivencia marcados por patrones culturales poco esclarecidos por la literatura en general, y los sesgos de prejuicio de la academia en particular, dando como resultado relaciones polticas singulares y siempre mutables. Una rpida contraposicin entre filosofa del Estado e historia del mismo, contrastando a autores que tratan el tema de la construccin de Estado, tanto clsicos como en el caso de Rousseau, o ms contemporneos para el caso chileno, como lo son Pinto, Gngora, Salazar, entre otros, podemos desprender la idea del Estado como constructor de la nacin y no al revs. El autor hace hincapi en las diferencias entre nacin y Estado, asumiendo como postura primordial que los esquemas conceptuales provenientes de las escuelas europeas y norteamericanas, no pueden aplicarse para el caso latinoamericano, ya que en nuestro continente la nacin cultural que se construye no estara ligada tan estrechamente al concepto de etnia, como se utiliza para los casos de configuraciones burocrtico-administrativas del viejo continente.

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II.1.1 Concepto de Estado

Si bien los primeros anlisis de constructos estatales podemos encontrarlos en ideas clsicas como el concepto platnico de Repblica, o bien la Poltica de Aristteles, dichas ideas tendrn que madurar a los largo de siglos para poder alcanzar una clara definicin, a propsito de la puesta en prctica en 1789 de la primera configuracin moderna de Estado, subyacente al proceso revolucionario francs de dicho ao12. Con respecto a los Estados nacionales florecientes en los siglos XVIII y XIX europeo, los cuales al ser considerados por Hobsbawm (1992), dice sobre dichos proyectos, y en especfico para el caso de la construccin estatal de la nacin, que: pertenece exclusivamente a un perodo concreto y reciente desde el punto de vista histrico. Es una entidad social slo en la medida en que se refiere a cierta clase de estado territorial moderno, el estado-nacin, debido a que el nacionalismo antecede a las naciones. Las naciones no construyen estados y nacionalismos, sino que ocurre al revs (Hobsbawm. 1992: 18). Para haber logrado su trnsito histrico, como tambin testimoniar los logros obtenidos por un o unos sujetos histricos colectivos (el triunfo de la concepcin burguesa liberal del Estado), dicha realidad burocrtica-institucional que ejerce su dominio sobre un territorio y poblacin determinada, es que debi haber sido preconcebida, es decir, fue pensada como arquitectura antes de ser edificada. Para el caso chileno, si bien hemos afirmado que dichas realidades no debieran proyectarse de la misma manera en que se hizo en la tierra que vio nacer esos proyectos histricos, ya que responden a especifidades concretas, las cuales son ajenas a los contextos socioculturales existentes en nuestro continente, y modificadas durante siglos (conquista y colonia espaola), de todas formas podemos extraer de dichos modelos ciertos elementos, los cuales hicieron propios los nacientes rganos burocrticos latinoamericanos decimonnicos, ya que12

Para profundizar en el tema del Estado como constructor de una identidad nacional en el caso europeo, y especficamente el francs, remitimos al lector a Hobsbawm, E. (1992) Naciones y nacionalismos desde 1780. Barcelona, Espaa. Ed. Crtica.

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recordemos que la lite como actor social hace suyas las ideas provenientes desde Europa, pese al horror que en un primer momento causan los acontecimientos revolucionarios franceses (Silva et. al. 2006). No por nada autores de la talla de Gabriel Salazar hablan del afrancesamiento de la lite decimonnica chilena13 (Salazar y Pinto. 1999: 33 y siguientes). Es en este punto donde nos encontramos con una primera variable a tener en cuenta, la cual hace referencia a la idea de Estado o razn de ser del Estado. Originalmente la idea de Estado que maneja la lite chilena en el siglo XIX, proviene de la tradicin liberal francesa del siglo XVIII. Es en el ao 1762 cuando ver la luz El contrato social, obra considerada clsica dentro del los parmetros liberales bajo los que se rige el modelo de Estado chileno. Dicha obra plantea en esencia responder a una cuestin fundamental: Cmo encontrar una forma de asociacin que defienda y proteja, con la fuerza comn, la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, unindose a todos los dems, no obedezca ms que a s mismo y permanezca, por tanto, tan libre como antes (Rousseau. 1983: 41) Es decir, plantea desde una perspectiva filosfica el paso del hombre con libertad limitada slo por su fuerza de obtener lo que quiere (estado natural), ganando la libertad civil-propietaria de lo que se ha adueado (estado civil). Lo anteriormente descrito, es decir, el paso entre individualidad primitiva y asociatividad moderna, homologando la institucin familiar a un conjunto humano que se ha visto envuelto en la dependencia de vivir juntos, lo vendra a explicar el pacto social, donde cada individuo garante de su soberana personal, es capaz de cederla en pos de su expresin poltica como voluntad general. Esta expresin del conjunto de libertades individuales, vendra a no contrariar la voluntad de ninguno en particular, salvo en los contados casos en que la voluntad individual entre en abierta hostilidad con el bien comn (Ibdem).

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Estos autores dan a conocer dentro de su construccin histrica, como se refleja el modo de ser de la lite decimonnica chilena, como tambin esa sntesis que englobaba su proyecto de construccin nacional, el cual era conservador y autoritario en lo poltico, mientras que en la variante econmica lo era de corte liberal y mercantil. Este rasgo es primordial para entender la construccin decimonnica de Estado y nacin en Chile.

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Es para evitar el atropello al conjunto de voluntades individuales que el pacto social cobra cuerpo fsico, o en este caso poltico, siendo su armazn primigenio como constructo homogeneizador, las leyes que se expresen de la voluntad general, mediante las cuales se legislar el bien comn del conjunto humano. En otras palabras, los elementos constitutivos de una nacin vendran a ser la soberana popular del conjunto de individualidades, quienes pactan imaginariamente con un conglomerado con el cual comparten cierto grado de tradicin, y mediante esto se expresar el Estado como garante del bien comn. Es as como ligado a soberana debemos entender la imposicin de la voluntad general, ya que el pacto social da al cuerpo poltico un poder absoluto sobre todos los suyos14 (Ibdem: 60) La soberana de todos sera la nica capaz de sojuzgar a quien nos est contrariando en el goce y disfrute de la libertad individual. Si hablamos de imposicin no es por mero capricho. La construccin de la idea de Estado, delimitado recin, como creacin propia de un grupo humano, responde a la intencionalidad que ellos quieran imprimirle, o bien se ven atrapados por la misma intencionalidad que envuelve a la idea de Estado, la cual es sin dudas la dominacin. Primeramente ocupamos la categora que conceptualiz Max Weber, donde caracteriza las condiciones necesarias para el surgimiento de las relaciones de dominacin que nacen junto a la formacin del Estado, las cuales se traducirn en el: monopolio de la legtima violencia, ya que la comunidad poltica monopoliza la aplicacin legtima de la fuerza mediante su aparato coactivo, y se transforma gradualmente en un instituto protector de los derechos (Weber.1997: 667). En nuestro estudio, y parafraseando a Bartolom (2006: 136 y 137), debemos entender el factor dominacin propio de un grupo culturalmente diferenciado de otra parte de la poblacin que habita en el mbito de su

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Rousseau, aparte de considerar la soberana como indivisible, inalienable e indestructible, considera que los lmites de la misma vendra a ser la expresin de litigios particulares dentro del cuerpo poltico, donde en realidad debera imponerse siempre el inters de todos, o el bienestar de cada miembro.

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hegemona poltica. La dominacin que ejerce el Estado debe comprenderse no slo desde la ptica coactiva, sino que tambin bajo la lgica de ejercer poder hegemnico. En cuanto reconocemos en este: otro aparato, el hegemnico, (el cual est) constituido por la sociedad civil, a travs de instituciones tales como la Iglesia, la escuela, los medios de comunicacin, los partidos polticos (Leal. 1991: 130), Bajo los parmetros anteriores es que se ejerce el consenso de la hegemona, siendo esta parte de la estructura estatal los garantes de la imposicin ideolgica, universalista y homogeneizante, propia del racionalismo francs, es decir, la construccin de la nacin poltica. Subyacente a la dominacin, encontramos el tema de la ideologa, la cual como sistema sufre de mutabilidad, al igual que el propio Estado; ambos son procesos dinmicos, ya que son cognitivos y sociales. Entendiendo que el sujeto histrico que est en estudio posee una ideologa, debemos entender que ella: se relaciona con los sistemas de ideas y especialmente con las ideas sociales, polticas o religiosas que comparte un grupo o movimiento. (Van Dijk. 2003: 14) La ideologa vendra a ser una interpretacin identitaria, basada en valores e intereses especficos. Karl Mannhein (1958) reconoce a la ideologa como una deformacin consciente de la naturaleza real de una situacin. Con los elementos recin descritos, y siguiendo el estudio de Pinto (2000: 70), podemos distinguir ciertos elementos iniciales mediante los cuales el Estado, respondiendo a los intereses elitistas chileno-criollo, trata de configurarse, es decir, elementos objetivamente concretos aprehendidos subjetivamente por este grupo dirigencial. Para expresarse en un escenario local convulsionado (Amrica

independentista), primeramente el Estado debe apropiarse de una territorialidad mediante la cual ejercer su soberana. Dicho territorio responde a los mismos patrones intencionales de formacin estatal, debido a que durante la primera centuria republicana se llevar a cabo una lnea de expansionismo-

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integracionismo, la cual dar pie al territorio nacional hoy conocido15. Es curioso dicho proceso adquisitivo, ya que desde una mirada contempornea y escptica, podra decirse que tal ciclo responde a la prdida de territorio al otro lado de la cordillera (Gngora. 2006), porque dicho espacio no cumpla las necesidades del naciente Estado, al presentarse como econmicamente improductivo y

desconectado de los circuitos comunicacionales de aqul entonces. Un segundo elemento reconocible y subyacente al primero, dice referencia en cuanto a la poblacin que ocupa dicho territorio. En los albores y hasta mediados del siglo XIX chileno, dicha poblacin es heterognea, ya que en el territorio nacional conviven multiplicidad de identidades culturales, las cuales tienen como claro rasgos diferenciador, entre otros, el referente racial16, ya que ni siquiera Bello avanzado intelectual de la poca pudo evitar la influencia del racismo europeo tan en boga en el siglo XIX. (Larran. 2001: 88). Reconocemos en esta poca un grupo minoritario blanco poseedor y constructor de la verdad cultural, otro grupo de mayor cuanta de tez cobriza (etnias aborgenes) con identidades mltiples y un tercer y mayoritario grupo mestizo, vctima cultural del conflicto racial entre los conjuntos recin constatados. Las adscripciones culturales de las etnias recin mencionadas17 podramos declararlas dentro de tres conjuntos: El elemento blanco es cristiano occidental declarado, el grupo cobrizo es no occidental y responde a un rico abanico de expresiones especficas de las etnias sobrevivientes de la conquista espaola, y el grupo mayoritario-mestizo, el cual culturalmente es ambivalente, no posee a estas alturas an una identidad propia, debatindose todava en el sincretismo cultural heredado del perodo de la dominacin Ibrica. El tercer elemento que constituye a este Estado, es un cuerpo jurdico que lo estructure. Reafirmando la idea de que la naciente repblica se da a la tarea de15

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Sobre el expansionismo decimonnico chileno y su carcter colonial-militar, remtase el lector al primer captulo de Gngora, M (2006). Ensayo histrico sobre la nocin de Estado en Chile en los siglos XIX y XX. Ed. Universitaria. Santiago, Chile. P. 63 en adelante. No queremos caer en un determinismo racista en cuanto a la composicin cultural de dichos grupos, pero es regla general para los sujetos que viven en esta poca, ya que logran diferenciarse segn el color de su piel en un primer momento, visin heredada por la tradicin hispana por lo dems. El anlisis posterior nos mostrar los patrones socioculturales que oculta esa epidermis. Entindase por etnia a un grupo humano con afinidades raciales, lingstica, religiosas, etc.

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construir la identidad nacional, es que podemos entender como este elemento es uno de los que cualitativa y cuantitativamente ms mut en el transcurso de los primeros aos de la historia republicana chilena. Slo a manera de resea podemos recordar como los intentos moralistas (constitucin poltica del ao 1823), federalistas (leyes federales de 1826), liberales (constitucin poltica de 1828) y finalmente autoritarios (constitucin poltica de 1833), tratan de dar coherencia, legitimidad y gobernabilidad al reciente aparato burocrtico creado. Este ciclo de metamorfosis jurdica (conocido eufemsticamente como anarqua poltica en la historiografa clsica chilena) da luces sobre las contradicciones internas del grupo social, el cual se conjuga como puntapi inicial de la chilenidad, cuyo norte est bien definido (concretar un Estado sobre una identidad nacional que no existe) y hace pensar en que el fin justifica los medios. Es esta la realidad discursiva que se transmite. Como cuarto y ltimo elemento constituyente del Estado, se encuentra un aparato burocrtico-militar, el cual sucumbiendo al contexto histrico

decimonnico, est sujeto a las mismas contradicciones internas, impidiendo expresarse bajo una nica identidad, mas, responde a liderazgos y personalidades fuertes, conocidas comnmente bajo el denominador de caudillos militares18. Burocrticamente el Estado igual busca afianzamiento y va

complejizndose en dicho proceso, recordemos la imposicin en territorio mapuche de la estructura administrativa creada por ley en 1852: la provincia de Arauco, la cual reprodujo el mismo esquema que se aplica en el resto del pas, pero aplicando algunos criterios personales (Pinto. 2000: 166). Tambin reconocemos como intencin (no como condicin) propia del Estado, mediante la cual plasma su rol histrico, o bien podramos decir el objetivo que subyace de esta realidad burocrtica, es la de crear individuos leales y obedientes, culturalmente identificados bajo el patriotismo y que expresen su chilenidad a travs de instrumentos legales y su calidad de ciudadanos. Esta

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Recordemos que la mayora de los prceres y primeros hombres chilenos los une su amor a la patria, el cual lo expresaban bajo la tutela militar y el cuidado a la nacin; entre estos caudillos encontramos, entre otros a: Bernardo Ohiggins, Jos Miguel Carrera, Manuel Rodrguez, Ramn Freire, Jos Joaqun Prieto, etc.

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identificacin se lograr mediante la educacin, otorgndole un carcter de urgencia dentro de un universo demogrfico mayoritariamente analfabeta. Nos llama la atencin este carcter contradictorio, ya que la institucionalidad moldear al nuevo ciudadano, le dar luces no mediante mecanismos enciclopedistas propios de la Ilustracin que tanto aoran, sino mediante el componente oral, el chisme y el pregn (Silva et. al. 2006: 32) Slo recin avanzado gran parte del siglo XIX y comienzos del XX, es cuando la educacin formal emanada del Estado comenzar a dar sus frutos: En 1860, haba 18.000 estudiantes en las escuelas bsicas, y 2.200 en las escuelas medias del sistema pblico. Hacia 1900, se registraban 157.000 y 12.600 estudiantes en las escuelas bsicas y medias respectivamente (Meller, 1998: 26)19. En otras palabras, Estado es un aparato burocrtico-militar, el cual ejerce dominio sobre un territorio y poblacin determinados, tambin posee un cuerpo jurdico que lo argumenta y legitima con la comunidad nacional e internacional.

II.1.2 Concepto de nacin

Al igual que el concepto anterior, la realidad que trata de objetivarse bajo el trmino de nacin es bastante compleja, y necesita pormenorizarse en algunos aspectos. Hablar de cundo se origina una nacin es por dems difcil, sino imposible, ya que dichas construcciones identitarias son de larga data, adems de confundirse su presencia con el de otras categoras, tales como etnia y pueblo20. Algunos modelos que plantean los elementos constituyentes de la nacin, hacen hincapi en unas u otras caractersticas primordiales. Por un lado tenemos a Hobsbawm (1992), quien hace referencia a la relacin misma que hay entre los19

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El autor hace referencia a este y otros datos para identificar el aumento del gasto pblico, y la consecuente participacin del Estado en la economa chilena durante el siglo XIX. Recordemos que en la Grecia y Roma clsicas exista una clara confusin entre los conceptos de nacin, etnia y pueblo, usndose indistintamente segn lo estimara conveniente el autor, ya que sus acepciones eran ms o menos similares. No es sino hasta mediados del siglo XIII cuando surgir una nueva definicin de nacin gracias al legado ingls, an as el conflicto mismo del trmino no se har latente sino hasta avanzados ya algunos siglos, al plantearse el problema concretamente para los nacientes estados nacionales decimonnicos en Europa. (Bartolom. 2006)

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factores objetivos y subjetivos que forman una nacin (lengua, territorio, etnia, religin, entidad poltica, etc.), ese juego que se logra al contraponer los diversos agentes. Por otro lado, si seguimos el modelo de Anderson (1991) quien hace referencia a la nacin como una comunidad imaginada, donde el vnculo entre la colectividad pasa de presencial, a enmarcar un grupo determinado, limitado y soberano. Tambin podramos incluso ser ms reduccionistas y limitarnos al sustrato cultural en torno al cual se construye la nacin, con lo cual podramos derivar nuestro anlisis a una dimensin de reivindicacin tnica. Seguir en modo alguno a los autores recin sealados, si bien nos dan luces sobre elementos propios a la realidad objetiva de una nacin, sera en cierta forma contradecir nuestra investigacin, ya que en un apartado anterior hacamos hincapi en que los modelos ajenos a la realidad latinoamericana, es difcil contrastarlos, ya que caemos en anacronismos y errores interpretativos, al querer hacer propios los modelos e ideas forneos para realidades histricas diametralmente distintas a nuestro continente. Por lo anterior, y para darle continuidad a nuestro estudio, analizaremos las circunstancias bajo la cual se instaura el modelo nacional poltico chileno, bajo la ptica y factores que propone Pinto (2000), haciendo los respectivos alcances que consideremos al respecto. Si bien nuestro autor no define concretamente la figura de nacin, s la subdivide en categoras, con lo cual logra hacer ms accesible el fenmeno para nuestro entendimiento, sealando as dos referentes en torno a los cuales se construye la nacin, y sobre los cuales el Estado actuar irremediablemente: la nacin cultural y la nacin poltica. El nexo entre ambas expresiones de nacin se reconoce casi como indisoluble, ya que la construccin del Estado se centra en la figura de la nacin poltica, la cual tiene como antecedente inmediato el fenmeno de la nacin cultural, la cual a su vez no evoluciona necesariamente a la categora poltica de esencia occidental, ya que sus modos de ser y hacer poltica en Chile no se condicen en todos los casos. Plantear plausiblemente cundo la o las naciones existentes en el territorio nacional surgen, es un tema bastante polmico y no definido en especfico por ningn autor, ya que la mayora de ellos hacen referencia a la tradicin histrica

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que envuelve a la nacin, aadindole un marco cronolgico de varios siglos al menos para su formacin en la antigedad. Para el caso chileno, tenemos a Gngora (2006) quien en su Ensayo histrico sobre la nocin de Estado en Chile en los siglos XIX y XX hace referencia a la idea de que es el Estado quien organiza y construye los parmetros de la nacin chilena. En la edicin que manejamos de dicho estudio, Bernardino Bravo Lira, utilizando las palabras de varios historiadores (Krebs, Eyzaguirre, Meza, Villalobos y Vial, entre otros), y a las ideas de algunos personajes histricos importantes en los primeros aos de la repblica decimonnica (Portales en especfico) llega a la conclusin de que es muy apresurada la idea de Gngora, ya que la nacin bajo la cual ejercer su dominacin el Estado liberal del siglo XIX, es un proyecto que viene de la poca anterior, es decir, la nacin indiana, la cual entra en contradiccin con el Estado durante el siglo XVIII, siendo el nacionalismo el propulsor de la emancipacin chilena e hispanoamericana.21

II.1.2.1 Nacin cultural

Se entender por nacin cultural el sentido de pertenencia que elaborar una comunidad determinada, el cual ser entregado por factores objetivos dentro de su desarrollo, los cuales hacen relacin a la temporalidad y espacio (historia y geografa) durante el cual dicha agrupacin reside en un contexto especfico. La sntesis de dicha relacin espacio-tiempo-pertenencia, vendran a ser las prcticas sociales que la misma comunidad toma como legtimas en su desarrollo histrico, es decir, el triunfo de la fuerza de la tradicin. En torno a su surgimiento, se dice que: Las naciones culturales surgen casi espontneamente, existiendo ms all de la voluntad de algunos individuos de crearla, otorgando a sus miembros un sentido de identidad que se reconoce o se vive sin que medie accin alguna tendiente a establecerla (Pinto. 2000: 71).

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Para ver en extenso la contestacin de Bravo Lira a la tesis de Gngora, remitimos al lector a la lectura de Gngora, M. Ensayo histrico P. 383 y siguientes.

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Desglosando las lneas anteriores, no podemos dejar de relacionar en algn sentido nuestro concepto al de etnia, ya que gracias a los avances de la literatura antropolgica, podemos entender la relacin inmediata entre nacin y etnia, debido a que son configuraciones sociales resultantes de distintos procesos histricos y polticos vividos por comunidades etnoculturales que pueden ser de naturaleza similar. (Bartolom. 2006: 134). Son resultados de procesos histricos especficos, los cuales son independientes de la voluntad humana para configurarse. Dicho de otra forma, nacin cultural vendra a ser la adscripcin a un conglomerado humano con rasgos culturales compartidos, o la autodeterminacin de una comunidad cultural determinada, con la cual se comparten rasgos socioidentitarios (objetivos y subjetivos) mediante los que se logra la construccin de un referente pasado (la fuerza de la tradicin), para as mantener una proyeccin en el futuro de la identidad en cuestin que asumi la comunidad, es decir, cumplir con el destino de nuestra agrupacin humana, para un espacio y tiempo reconocido por la misma colectividad. Siguiendo esta idea de nacin cultural, es que afirmamos que a la hora en que el Estado chileno comienza con la construccin de la nacin, en los albores del siglo XIX, podemos distinguir al menos para el caso que nos ocupa, la existencia de dos naciones culturales22, con sus rasgos diferenciadores por lo dems, vale decir la nacin hispano-criolla-mestiza y la nacin mapuche, en el caso de este ltimo grupo humano, si bien ya se pueden distinguir restos lticos antiguos que avalan la ocupacin del territorio, slo hay una cierta evidencia de que alrededor de los aos 500 y 600 a. C. ya exista una cultura que se puede denominar Mapuche (Gob. De Chile CVHNT. 2003: 319) Esta sociedad sigui existiendo y ejerciendo influencia, pese a los cambios propios de las relaciones con los dems pueblos que se aproximan a sus22

No excluimos la existencia de otras identidades nacional-culturales, como pueden ser los otros grupos indgenas que actualmente estn presentes en el territorio nacional, que ms que mal han tenido que soportar la imposicin de modelos polticos y culturales al igual que la sociedad mapuche. Dichas experiencias societales las encontramos en los pueblos Diaguitas, Atacameos, Rapa-Nui, entre otros. Para el anlisis de cada pueblo sera necesario un estudio en particular para cada uno.

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fronteras, existiendo como identidad y nacin cultural hasta nuestros das. Aproximndonos un poco ms a esta idea de nacin cultural mapuche, incluso podemos reconocer su propia forma de gobierno antes de la imposicin estatista decimonnica, la cual se diferencia debido a que: su modo de ser poltica, social y culturalmente estaba vinculado a los principios de la igualdad, la reciprocidad, la redistribucin y la horizontalidad, lo que impeda prcticas vinculadas a la verticalidad del poder y su jerarquizacin, as como a la estratificacin social y la consecuente acumulacin de los recursos en pocas manos (Marimn et. al. 2006: 65)

II.1.2.2 Nacin poltica

Siguiendo la tnica de nuestro estudio, con el modelo de Pinto (2000) y las acotaciones a dicho modelo, es que encontramos en la idea y posterior realidad conceptualizada como nacin poltica, el referente liberal que construy como comunidad polticamente cohesionada la lite chilena desde la dcada del 30 del siglo XIX. Reconocemos el ao 1810 como inicio de dicho proceso, donde de manera matizada en un principio, y de forma ms fehaciente despus, se harn patentes las ideas ilustradas sobre la concepcin de Estado y la construccin de la nacin, bajo las ideas fuerza universalizantes de la ilustracin, homogeneizar a la poblacin del territorio, a travs de la imposicin de un contrato imaginario que ser garante del bien comn de todos. En un principio se incluye el particularismo mapuche, dentro de una perspectiva del mito que debe desarrollar la naciente repblica para autolegitimarse con el conglomerado nacional, rescatando el mpetu y bravura del indgena en su eterna lucha por la libertad (caracterstica que viene como anillo al dedo al modelo de libertad individual preconizado desde las esferas de gobierno) (Silva et. al. 2006). Con el pasar de los aos se terminarn excluyendo los particularismos en general y la tradicin mapuche en particular, considerada por los prohombres de la poca como resabios de un mundo brbaro preblanco, porque la gran mira del

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gobierno de Chile debe ser la civilizacin de los indios i su reunin con los dems chilenos, en trminos que se forme una gran nacin (Pinto. 2000: 86). Para que la nacin poltica tome forma, los elementos constituyentes fundamentales, o en este caso los sujetos bajo los cuales esta realidad actuar son en especfico dos: los constructores de la nacin y el resto de la poblacin. Sern los primeros quienes gracias al papel de la historia, el mito, la fantasa, la apropiacin y reconceptualizacin de los elementos del pasado indiano, la coyuntura poltica, y otros elementos simblicos, se propondrn la creacin de individuos leales, obedientes y que se sientan incluidos dentro del proceso identitario nacional. En otras palabras: la nacin poltica implica voluntad de crearla y extenderla a la poblacin sobre la cual se quiere ejercer la accin del estado. Estado y nacin son, en consecuencia, dos realidades de un mismo proceso de dominacin. (Pinto. 2000: 71). La lite chilena plasma de dicho modo, toda su intencionalidad y su argumentacin jurdico-propietario-liberal, a travs de: La idea de contrato social, la idea de la nacin como una unin de individuos gobernados por una ley y representados por una asamblea de la que emerge la ley, son ideas que implican una definicin poltico institucional de la nacin (Subercaseaux. 2007: 115). En otras palabras, nacin poltica vendra a ser la adscripcin involuntaria de individuos a un modelo identitario y poltico, el cual emanado desde la cspide del poder, aprehendido socialmente a travs de representaciones simblicas, presenta rasgos con los cuales los individuos bajo los que se ejerce la dominacin, tendrn que imaginarse, ordenarse y actuar a favor del bien de la comunidad.

II.1.3 Estado-nacin unitario

Subercaseaux (2007: 115) nos seala que A partir de esta definicin poltica de la nacin se constituye la forma Estado-nacin como forma jurdica que presupone a los ciudadanos, como territorializacin delimitada del poder, como

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discurso ideolgico de integracin y como marco para la organizacin de la educacin y de la cultura, agregando que slo en alguna medida el Estado funciona, por ende, como una maquinaria de coaccin. Estado-nacin unitaria vendra a ser la yuxtaposicin de un modelo poltico nacional sobre una realidad cultural nacional, trminos impuestos desde una institucin burocrtico-militar especfica, la cual basndose en una tradicin intelectual europea (universalista, homogeneizante y unilateral), establece parmetros jurdico-coercitivos para administrar el buen vivir de una poblacin determinada, ocupando espacios y tiempos especficos, los cuales son de la misma forma impuestos desde las esferas del poder. La intencionalidad a la que responde la realidad del Estado-nacin es la que le imprime un grupo elitario ilustrado, identificados con el poder poltico y econmico. Dicho grupo tendr como horizonte el formar y afianzar una nacin poltica compuesta por ciudadanos obedientes y leales, quienes se manifestarn en las esferas polticas del pas mediante los mecanismos que la ley estime convenientes.

II.1.4 Estado-nacin multicultural

Antes de introducirnos de lleno en el concepto de multiculturalismo, debemos comprender algunos aspectos histricos y contextuales, dentro de los cuales este concepto se ha desarrollado, transformado y ejercido influencia dentro de la filosofa poltica occidental. Si bien la diversidad cultural propia del gnero humano es innegable, la forma en que se ha tratado desde los distintos paradigmas polticos, no han atendido especficamente este particularismo: la diversidad. Esta diferencia se manifiesta en diversos campos, los cuales hacen referencia a la identidad cultural que tienen los sujetos. Por esto tendremos que entender la cultura como: las formas de existencia, reproduccin y transformacin de las sociedades humanas, particulares y concretas, que incluye su lenguaje y simbolizaciones, sus instituciones, creencias, su cultura material y todos aquellos aspectos relacionados con sus formas de vida, (Turra. 2008: 12) ya que las culturas constituyen

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sistemas estructurados con una relativa autonoma, de los individuos que la componen, en la toma de decisiones respecto a los elementos culturales propios y ajenos (Saavedra en Turra. 2008: 12) Desde que entraran en pugna el racionalismo francs y el romanticismo alemn, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, a propsito de la vigencia que toman los nuevos estados modernos, ambos paradigmas occidentales abordaron el tema de la nacionalidad, y la construccin del Estado, tomando como eje central uno u otro concepto (Velasco: 2006). Las diferencias entre ambas escuelas distaba en la frmula en la cual denotaba mayor atencin uno u otro concepto: la francesa se cea a la idea de un Estado, una nacin (papel homogeneizador del Estado liberal), mientras que la alemana era ms cercana a la frmula una nacin, un Estado (fundamento tnico de la nacin). Dicha pugna entrara en especial contradiccin durante el siglo XX, ya que la tendencia romntica se deformara hasta el punto de atentar en contra de la diversidad cultural, especficamente con los hechos acaecidos en la Alemania nazi de la primera mitad del siglo en cuestin. Una vez terminada la segunda guerra mundial, y dentro de un contexto mundial polarizado, donde se erigen dos extremos opuestos que luchan por establecer su hegemona mundial, estamos hablando de los bloques socialista y capitalista, es que paradjicamente surge con mayor fuerza el relativismo cultural, el mismo que hace marcar las diferencias entre una y otra identidad. Sin embargo, teniendo el horror de la guerra tan cercano todava, es que cientficos de la UNESCO desechan todas las tesis racistas en la dcada del 50 del siglo pasado. Desde este punto, toda diferencia debe ser reivindicada desde el campo cultural (Daz-Polanco. 2007). Tomndose o no en cuenta este nuevo criterio, de todas formas se erigieron luchas separatistas y emancipadoras durante la segunda mitad del siglo XX, enmarcadas como el tercer gran movimiento de la historia moderna de la libertad o contra el imperialismo (Mardones en Colom et. al. 2001: 39) y avaladas en gran medida por el reconocimiento que hace el liberalismo de un derecho colectivo fundamental, el cual ser la base terica de estos movimientos que buscan el

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reconocimiento de su diversidad: el derecho de los pueblos a la libre determinacin. Entre algunas de dichas luchas podemos encontrar: el separatismo vasco en Espaa, el IRA en Irlanda del norte, las luchas anticolonialistas en frica y Asia, entre otros ejemplos. En el caso latinoamericano, si bien durante las dcadas del 50 y el 80 del siglo XX se dan luchas con tintes emancipatorios, la mayora de ellas tiene como elemento central un componente ideolgico, subordinando el tema cultural a esta realidad, especificndose las ideas en un sentimiento anticapitalistas y antiimperialista. Algunas de esas luchas las encontramos en Cuba, Nicaragua, Chile, Brasil, etc. (Mires. 1989), sufriendo distintos destinos cada uno de estos proyectos. Durante el ltimo cuarto del siglo XX, en nuestro continente Americano, se darn las luchas reivindicativas del actor social indgena, adoptando especial fuerza y vitalidad23, hecho que se desprende de su casi total exclusin de las esferas polticas, beneficios econmicos, reconocimientos culturales y

ocultamiento de su historia como sujeto colectivo. A partir de finales de los 80, todo el transcurso de los 90 y comienzo del presente siglo, es donde el tema de la identidad, y especficamente el reconocimiento cultural de las etnias indgenas, toman una vital importancia. Casos de lo anterior los encontramos en la experiencia zapatista en Mxico (EZLN. 1997), los mayas en Nicaragua, los mapuche en Chile (Bengoa. 1999), la amalgama de etnias existentes en Bolivia y que desencant con el nombramiento de un indgena en la primera magistratura, etc. Frente a la cada vez ms creciente sensibilidad mundial respecto a estas minoras24, es que vendrn a proponerse modelos polticos alternativos, o ms bien, discusiones poltico-filosficas que apunten al reconocimiento cultural de la diversidad. Esta discusin decantar en el modelo poltico conocido como Estado23

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No est dems anotar que La retrica de las races identitarias, del sentido de pertenencia y de la singularidad grupal ha obtenido ahora un protagonismo que antes le era negado de manera sistemtica por los principales lenguajes polticos de la modernidad. (Velasco en Colom et. al. 2001: 117) Entendiendo por esta clasificacin que Un grupo minoritario se caracteriza no por su nmero, sino por su posicin de subordinacin social respecto a un grupo social mayoritario (Ibdem: 120)

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multicultural, la cual en lo sustantivo se basa en el reconocimiento constitucional de las diversas identidades culturales. La disyuntiva ms poderosa con la cual deben acarrear estos nuevos paradigmas polticos, ser el mismo que los hizo triunfar siglos atrs, es decir, la visin homogeneizante del liberalismo decimonnico. Por qu se desatan todas estas luchas que niegan la uniformidad de la nacin, siendo que el modelo universalista y homogeneizador del Estado-nacin en su concepcin francesa haba triunfado? A esta pregunta Daz-Polanco (2007), a parte de reconocer la respuesta antiglobalizadora de gran parte de la sociedad mundial, advierte que cuando se erige el Estado-nacin en su versin moderna, lleva en s mismo el germen de su destruccin, ya que se instaura la nacin poltica sobre la nacin cultural, es decir, se configuran Estados-nacin en realidades culturales plurales, diversas e incluso multinacionales si se caracterizara en trminos herderianos. (Daz-Polanco. 2007: 28). El multiculturalismo vendr a ser la respuesta que el liberalismo tratar dar en el tema de la diversidad cultural, intentando desentraar la contradiccin esencial del modelo poltico y su reproduccin en la sociedad, la cual hace relacin a la diferencia entre los derechos y garantas, tanto individuales y comunitarios, es decir, poder: garantizar la coexistencia de los derechos humanos como derechos individuales con los derechos de las minoras como derechos colectivos. (Velasco en Colom et. al. 2001: 117) El primer argumento que tiene la crtica al liberalismo ortodoxo puede ser Visto desde la perspectiva moral, el multiculturalismo muestra una elevacin de la sensibilidad actual acerca de la vulnerabilidad humana en la modernidad. (Mardones en Colom et. al. 2001: 41), pero frente a esta sensibilidad moral resulta otro problema, el de la tolerancia, ya que la filosofa liberal, atendiendo a su particularismo universalista, tolera la diferencia mientras esta se presente como inofensiva al sistema poltico-econmico en vigencia, manteniendo cierta condescendencia frente a las expresiones culturales singulares, pero rechazando abiertamente prcticas con sesgos autonmicos, o como lo dira Zizek:

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lo que el liberal multiculturalista reprocha al Otro no es en realidad el contenido particular de su creencia lo que de verdad le molesta es la forma de la creencia como tal. (Daz-Polanco. 2001: 37) La discusin que se ha dado en torno al multiculturalismo est circunscrita a los enfoques tericos anglosajones, ya que los pensadores liberales que discurren en esta idea, si bien parten de la premisa del reconocimiento del otro cultural, lo hacen atenindose al marco jurdico vigente, proponiendo varias restricciones a los derechos colectivos reconocidos, y los destinatarios de los mismos. Kymlicka es uno de los autores que ha desentraado en algo el concepto, proponiendo un modelo que intenta dar una cierta respuesta autonmica a las comunidades culturales distintas dentro de un Estado, ya que siguiendo una lectura crtica de sus postulados, nos encontramos frente a que sus proposiciones: en el mbito de las relaciones intragrupales, se encontrara el derecho del grupo minoritario a limitar la libertad de sus propios miembros en nombre de la solidaridad grupal (restricciones internas) en el mbito de las relaciones intergrupales, estara el derecho de un grupo a garantizar su propia existencia e identidad, as como a asegurar que los recursos y las instituciones de los que depende su subsistencia no sean vulnerables (protecciones externas) (Velasco en Colom et. al. 2001: 140) El autor al hablar de restricciones internas trata de normar las relaciones propias de la comunidad, las cuales en su mayora apuntan al otro extremo, a ser protecciones externas, ya que es mediante la diferenciacin y el resguardo de los patrones culturales, cmo una cultura se defiende ante otra dominante. DazPolanco (2007) reconoce en esta propuesta que el criterio utilizado por Kymlicka, va en directa relacin a la preeminencia de los derechos individuales, y qu los podra atacar. De hecho, Kymlicka rehsa hablar de derechos colectivos, sintindose cercano a la expresin derechos de grupos, reduciendo su propuesta a que slo puede ser aplicada en occidente. Cercanos a esta postura son tambin Taylor y Habermas, el primero enmarca su propuesta de reconocimiento cultural como parte trascendental del

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desarrollo del individuo, mientras el segundo es algo ms puntual en sus propuestas, las cuales atacan el modelo jurdico, ya que: el reconocimiento de las diferencias ha de realizarse mediante tcnicas de derecho pblico que garanticen la imparcialidad y la eficacia de las soluciones encontradas. (Velasco en Colom et. al. 2001: 138) El multiculturalismo traza nuevas lneas de entendimiento entre las diversas culturas, donde cada una tiene el derecho a tener una representacin explcita, poltica y cultural, dentro de los mximos ordenamientos jurdicos de los estadosnaciones (Mardones en Colom et. al. 2001). Por esto se hace necesario que la sociedad se organice de manera coherente, con el hecho de que existan en la sociedad grupos humanos culturalmente diversos. La poltica ya no puede aspirar a dirigir los intereses generales de la sociedad, ni el Estado puede aspirar a ser la institucin organizadora de la sociedad en su conjunto (Abelln en Badillo et. al. 2003: 26). Para Badillo cabe hablar de dos visiones de multiculturalismo, por un lado la visin dbil, la cual tiene al liberalismo y su concepcin del mundo como finalidad, resguardando sobre todo el concepto de igualdad ante la ley de los ciudadanos; y por otro lado la visin fuerte, la cual: busca un cambio fundamental en nuestra forma de entender la ciudadana. Este cambio garantizar el reconocimiento profundo -formal, legal y constitucionalde la identidad de los respectivos grupos, (Badillo. 2003: 53) Quienes se guiasen por esta visin fuerte, terminaran dotndose de la facultad de gobernarse de acuerdo a su idiosincrasia, dejando el Estado de gobernar bajo estructuras que le son extraas a los grupos cultural y polticamente dismiles. Estas prcticas polticas tendientes al reconocimiento cultural, podran llevarse a cabo de dos maneras: en la primera de ellas, los grupos ejerceran como gobiernos autnomos dentro del Estado, mientras que en la segunda, los grupos con identidad diferenciados como colectividades aceptaran el marco formal, optando a la inclusin de sus representantes dentro de los mbitos generados por dicho marco. La visin dbil del multiculturalismo trata los

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potenciales impactos generados tras el choque de culturas y los derechos de los individuos como ciudadanos. En fin esta visin busca compatibilizar la acomodacin multicultural sin abandonar la proteccin de los derechos individuales. (Schachar, en Badillo, 2003: 54) El multiculturalismo puede, adems, ser tipificado desde su puesta en prctica, como una mezcolanza producto del mestizaje, que genera una nueva realidad que supera o asimila a las anteriores existentes, o bien como un mosaico donde conviven por separado diferentes culturas, cada una generadora de su propia realidad dentro de la sociedad. (Badillo, 2003) Es necesario expresar las razones por las cuales el multiculturalismo no ha sido capaz de generar cambios en una realidad como la actual. Como bien seala Turra (2008) si las diversas culturas se limitan a coexistir, convivir e integrarse, es probable que se genere una esttica social, que podra llevar a una fragmentacin dentro de un espacio determinado, en vez de ayudar a producir relaciones interactivas que las siten en un mismo nivel de accin. Sartori (En Turra, 2008), nos ayuda a complementar esta idea, al sealar que las identidades de adscripcin (nacionalidad, lengua, raza, religin) del multiculturalismo, pueden crear guetos cerrados que impidan a sus miembros atravesar fronteras interculturales, generndose, segn Azurmendi (En Turra, 2008), la coexistencia dentro de un mismo Estado de derecho, de unas culturas democrticas con otras que no lo son. Para subsanar esta posible convivencia, apunta a que la relacin entre culturas debe estructurarse sobre valores democrticos, reconociendo el derecho de todos a vivir segn la misma ley, la que facultara a cada cual a ser ciudadano segn sus diferencias. El multiculturalismo es un fenmeno que ha existido desde el momento en que una cultura busc asimilar a otra, es decir, desde el momento en que se gener un choque entre culturas, sin embargo, es conocido como tal, tras los alcances mundiales que fueron consiguiendo movimientos que buscaron, y algunos que siguen buscando, reivindicar su suerte de seres diferentes dentro de una cultura mayoritaria.

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Por lo tanto, y hablando a escala mundial, el proceso conocido como globalizacin gener contradicciones estructurales, ya que si bien mundializ el sistema econmico que redunda en occidente, liberaliz el flujo de capitales transnacionales, etc., provoc a su vez que el mundo conociera las vejaciones y etnocidios sufridos por grupos minoritarios, y condujo a que los Estado-nacin de corte unitario debieran generar polticas de reconocimiento y respeto a los derechos humanos, y a las diferencias culturales dentro del marco democrtico en el que se mueven. Las polticas de multiculturalismo sin embargo, no han sido llevadas a cabo eficientemente, ya que se quedan en su mayora slo en el discurso de eminentes personajes polticos y coaliciones gobernantes, disocindose de las reales necesidades polticas, econmicas y sociales de los grupos que desean ser reconocidos dentro de su especificidad. En definitiva, multiculturalismo tiende a buscar: tanto en la teora como en la prctica, a la reivindicacin de un modelo de sociedad que se organice de manera coherente con el hecho de la existencia en la sociedad de grupos humanos culturalmente diversos. (Abelln en Badillo. 2003: 18) o dentro de una perspectiva ms crtica, es ni ms ni menos, que el enfoque y la poltica de la identidad del neoliberalismo globalizador. (DazPolanco. 2007: 174) II.2 Interculturalidad.

El Multiculturalismo y la Interculturalidad, en un primer momento los vamos a entender como formas o estrategias utilizadas por los Estado-nacin para sobrellevar el proceso de la diversidad y el pluralismo cultural25 (Moreno. 1998), para luego el Interculturalismo, que es lo que nos compete, pensarlo ms all de una temtica cultural si no como un quehacer poltico (Tubino en Castro. 2004).25

Pluralismo cultural plantea la presencia, coexistencia o simultaneidad de poblaciones con distintas culturas en un determinado mbito o espacio territorial y social, que es una propuesta de inclusin y por lo tanto se opone y se presenta como alternativa a los sistemas, prcticas y formulaciones de los modelos de exclusin en relacin con la gestin sociopoltica de la diversidad cultural.

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Los impulsores de la Interculturalidad parten de la necesidad de superar los conceptos de Multiculturalismo: Viendo en este una amenaza a la identidad nacional, como insuficiente como proyecto de cohesin social de la comunidad poltica en donde se ubican los diferentes, sus limitaciones para reflejar la dinmica social y el relacionamiento entre grupos tnico culturales diversos, considerando que estos conceptos tienden a reflejar una realidad esttica, inamovible, una situacin de esttica social (Moreno. 1998: 4) Para Tubino (2005), en Amrica Latina se hace una diferenciacin clara entre Multiculturalismo e Interculturalidad: Mientras que el multiculturalismo busca reproducir y produce sociedades paralelas, la interculturalidad busca producir sociedades integradas y relaciones simtricas entre las diversas culturas. Las polticas multiculturales evitan los desencuentros, las polticas interculturales promueven los encuentros. El multiculturalismo promueve la tolerancia, el interculturalismo el dilogo. El multiculturalismo no erradica los prejuicios y los estereotipos negativos que contaminan las relaciones entre los deferentes. La interculturalidad busca erradicar los prejuicios que estn en la base de la estigmatizacin social y la discriminacin cultural (Tubino. 2005: 93-94) En sntesis los resultados fueron slo un reconocimiento de la diferencia (Taylor: 1993), encapsulando este reconocimiento en un tema cultural y un proyecto sociopoltico como pretende ser el interculturalismo que explicaremos a continuacin. El estudio de la Interculturalidad en Amrica Latina en especfico, tiene su origen en el encuentro y resistencia de los pueblos autctonos u originarios de esta localidad, con los portadores de la modernidad, la cual podramos datarla hacia el ao 1492, con la llegada de los europeos a nuestro continente. Este primer encuentro no se caracteriz benemritamente por un contacto pacfico y consensuado, por el contrario, su expresin desde el siglo XV: siempre fue a travs de una violencia inicial constitutiva de la relacin entre sistemas, culturas, naciones, personas. (Dussel en Castro. 2004: 118). Se busc el asimilacionismo

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inmediato, ya que segn la ideologa occidental de comprender el mundo, estos nuevos seres carecan de racionalidad, debiendo ser civilizados y evangelizados. Se introdujo el modelo econmico basado en el andamiaje de la cultura cientfica del capitalismo histrico, (Castro. 2004) y una vez formado el Estado, se hizo bajo las polticas uniformizadoras de construccin nacional (Tubino en Castro. 2004), de esta manera: con la modernidad las lenguas y las culturas originarias quedan recluidas al mbito privado y se transforman en culturas societales carentes de funcionalidad social. (Ibdem: 86). Producto de esta condicionante etnicidad de intolerancia cultural, denominada as por Tubino (2004), la cual ha respaldado una visin racista y discriminadora hacia las culturas originarias, traspasando estas caractersticas a todos los mbitos de las relaciones humanas, se suma adems, que el modelo econmico impuesto ha deteriorado el tejido social de los pueblos originarios, supeditndolos a una pobreza casi inherente, a la negacin de sus derechos y a la exclusin social. Pero de alguna u otra forma, las identidades que trataron de ser subordinadas han sabido mantenerse en pie, y no dejar de ocupar nunca los espacios de funcionalidad social, demostrando que: "La modernizacin fracasa en Amrica Latina, ya que en lugar de enraizarse en la multiplicidad de las tradiciones ya existentes y recrearse desde ellas, les niega validez y las coloca como resistencias u obstculos para el progreso, ve en las morales y costumbres alternativas, formas pre-polticas y arcaicas de convivencia social despojando as a los pueblos indgenas de sus lugares ancestrales en nombre del progreso y el bienestar de la nacin. (Tubino en Castro. 2004). Frente a esta modernidad fracasada, plantea Tubino (2004) que no es casual que el discurso y la praxis de la Interculturalidad, hayan aparecido directamente ligados a las luchas de los excluidos por el reconocimiento de sus derechos:

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La Interculturalidad surge como oferta tico poltica es resistencia a la modernizacin occidentalizadora y al mismo tiempo proyecto de radicalizacin de la democracia. Como identidad de resistencia fomenta la revalorizacin de las identidades despreciadas pero sin promover su encapsulamiento en un pasado idealizado (Tubino en Castro 2004:92) Frente a esto lo que se quiere cuestionar trasciende a ciertos aspectos de carcter cultural, por el contrario avanza en materias estructurales, las formas de hacer poltica, cmo se estn llevando a cabo y para qu, e invita a romper con el anlisis por separado invitando a ver los temas culturales holsticamente: La interculturalidad como proyecto tico poltico es justamente eso: una manera de superar en democracia, la violencia simblica estructurada en el imaginario social. (dem: 93) La interculturalidad puede presentarse como un paradigma que se enfrenta a los procesos de exclusin y regulacin, proponiendo cambios en la tica universal de las culturas, bsicamente como alternativa crtica para producir una transformacin de las identidades por procesos de interaccin, donde sean las propias fronteras las que promuevan la interaccin. En este sentido: la