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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA
DE MXICO
FACULTAD DE ECONOMA
HERENCIA, NOVEDAD Y CONFLICTO.
EL PENSAMIENTO DE ESTEVAN DE
ANTUANO, 1833-1846
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TTULO DE:
LICENCIADO EN ECONOMA
P R E S E N T A
ISRAEL GARCA SOLARES
DIRECTOR DE TESIS
DR. CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
MXICO, D.F., AGOSTO 2011
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A mi madre
A mi hermana y a mi padre
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AGRADECIMIENTOS
Agradezco a la Universidad Nacional Autnoma de Mxico por haberme formado tanto en
nivel medio superior como superior, de permitirme, en sus aulas, auditorios, jardines y
zonas culturales, conocer a personas excepcionales y explorar varias dimensiones de mi
mismo.
A los maestros que me mostraron, no slo el lado ms humano de la labor acadmica, sino
lecciones de vida. Especialmente agradezco a la Doctora Maria Eugenio Romero Ibarra, a
la Doctora Yolanda Trpaga, al Doctor Carlos Antonio Aguirre y al Doctor Enrique
Rajchenberg quienes ocuparon un lugar especial en mi formacin acadmica y en mi
crecimiento como ser humano en los ltimos aos.
Finalmente, agradezco al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigacin e Innovacin
Tecnolgica y a la UNAM por la beca recibida durante el ciclo 2011-I como asistente de
investigacin en el proyecto Minoras Extranjeras, Redes Empresariales y Crecimiento
Econmico en Amrica Latina, Siglos XVIII-XX, Clave IN306110, coordinado por la
Doctora Mara Eugenia Romero Ibarra.
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TABLA DE ILUSTRACIONES
Ilustracin 1: Emblema que representa el sistema industrial de Mxico inventado por
Estevan de Antuano, quien cordial y respetuosamente lo dedica su patria, representada
en el soberano Congreso Nacional. Imprenta de J.M. Lara. 1844. Fuente: Estevan de
Antuano, Obras, Documentos para la historia de la industrializacin en Mexico, 1833-
1846, Mxico, Vol., I, SHCP, 1979, p. 1
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Ilustracin 2: Estban de Antuano, fundador de la industria textil mecanizada en Mxico,
(1792-1847), Coleccin Estban de Antuano Cortina.1
Ilustracin 3: La Constancia Mexicana. Toma propia desde el Boulevard Estevan de
Antuano (a travs del enrejado)
1 (http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Est%C3%A9ban_de_Antu%C3%B1ano2.jpeg#filehistory Consultado
22-02-2011, Original uploader Gustavo Velarde By courtesy of Esteban de Antuano Cortina)
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NDICE
AGRADECIMIENTOS .....................................................................................................5
TABLA DE ILUSTRACIONES .........................................................................................7
INTRODUCCIN ........................................................................................................... 11
I. HERENCIA .................................................................................................................. 22
1. El origen ............................................................................................................... 22
2. La Colonia ............................................................................................................ 31
3. La Insurreccin criolla ........................................................................................... 41
4. Herencia, Novedad y Conflicto .............................................................................. 46
II. NOVEDAD ................................................................................................................. 49
1. Nuevo Estado ........................................................................................................ 49
2. La Sociedad de la Industria .................................................................................... 57
3. El espritu de Partido y los grupos ......................................................................... 66
4. Teora y praxis ...................................................................................................... 73
III. CONFLICTO ............................................................................................................ 86
1. De la promocin a la prohibicin ........................................................................... 88
2. El genio poblano ................................................................................................... 94
3. La independencia fabril ......................................................................................... 99
4. Las soledades del insurrecto ................................................................................ 108
CONCLUSIONES ......................................................................................................... 125
EPLOGO: Constancia ................................................................................................... 128
FUENTES Y BIBLIOGRAFA ...................................................................................... 130
Fuentes Publicadas ..................................................................................................... 130
Bibliografa ................................................................................................................ 138
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INTRODUCCIN
To see a world in a grain of sand,
And a heaven in a wild flower,
Hold infinity in the palm of your hand,
And eternity in an hour.
William Blake. Auguries of innocence
La empresa era de antemano imposible y de todos los medios imposibles para llevarla a
trmino, ste era el menos interesante. ()Ser, de alguna manera, Cervantes y llegar al
Quijote le pareci menos arduo por consiguiente, menos interesante que seguir siendo
Pierre Menard y llegar al Quijote, a travs de las experiencias de Pierre Menard
Jorge Luis Borges. Pierre Menard, autor del Quijote.
Las calles del centro histrico de Puebla pueden no ser las ms amigables para un visitante
que, recin llegado, busca su hotel. En una de sus esquinas el extraviado viajero
encontrar que una de las calles tiene tres nombres, Avenida Reforma, Calle de la
Santsima y Calle Zaragoza, y la perpendicular dos, Calle 5 de Mayo y Calle de Guevara.
No sabiendo a cul de los anuncios prestar atencin, el turista que limitase su estancia a las
atracciones del camino que conduce al seor de las Maravillas, a la Catedral y al recorrido
turstico de los autobuses de la ADO, se llevara la imagen de un caos en el diseo urbano
de la ciudad. Sin embargo, apenas se aventurase a pie al Paseo Bravo o a la zona de Fuertes
se dara cuenta de la lgica en que se nombran las calles del Centro. Cuadriculado como un
tablero de ajedrez, el Centro Histrico de Puebla organiza los nombres de sus calles
respecto al Zcalo de la ciudad: alejndose hacia el poniente de ste las calles llevan una
progresin non, comenzando en 3, mientras que hacia el oriente llevan una par,
comenzando en 2, adems de que el nombre de la calle indica el sentido de sta, norte o sur
en nuestro ejemplo; la misma lgica se sigue en direcciones norte y sur. Esta organizacin
facilita la llegada al centro a partir de la periferia pero impide la nominacin de estas calles
de acuerdo a la tradicin religiosa, la historia nacional o la memoria local: al contrario, los
conflictos por el nombre de las calles se concentran en las calles principales del centro
histrico dando origen a su pluralidad de nombres. El caos en el nombre de las principales
calles no slo no se extiende al resto sino que est determinada por stas: la lgica de las
calles aledaas concentr la lucha simblica por el espacio en las calles principales y
centrales.
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Un fenmeno similar puede ocurrir con la historia de los primeros aos de vida
independiente en Mxico. El periodo que va de la independencia, en 1821, a la victoria de
Jurez y el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo en 1867 estuvo marcado por una
larga sucesin de elecciones y levantamientos militares los cuales dieron por un largo
periodo una imagen de anarqua, imagen alimentada u obtenida de los propios testimonios
de esta poca. Este pretendido desorden sera la causa tambin, en la ligereza del anlisis,
de la prdida de casi la mitad del territorio y del atraso econmico mexicano.2 A pesar del
enorme peso que se le da, pocos anlisis serios sobre las condiciones reales que
experiment la primera generacin independiente de mexicanos han sido realizados.
Quedan, por lo tanto, dos cosas por probar respecto a tal desorden: en primer lugar la
existencia y dimensiones de tal anarqua generalizada en los primeros cincuenta aos de
vida independiente y, en segundo lugar, los efectos reales que habra ejercido sobre la
sociedad mexicana del momento as como la herencia que dejara a la Nacin que le sigui.
La ausencia de una capa dominante que impusiese sus intereses en el ejercicio del
poder sobre sus rivales sociales en el periodo dio origen a la inestabilidad poltica que
marcara el casi medio siglo que va desde el primer gobierno provisional mexicano hasta la
derrota de las fuerzas de Maximiliano y el triunfo del partido liberal encabezado por
Jurez, periodo durante el cual habra ms de cincuenta cambios de gobierno.3 No
obstante, el empate de fuerzas entre las diversas facciones polticas y econmicas podra
ser menos conflictivo de lo que se cree. Gonzlez Pedrero adelanta la tesis de un sistema
poltico influenciado por una veintena de aos alrededor de un solo hombre, Santa Anna.
La sucesin de gobiernos a partir de 1829 gravitara permanentemente alrededor de este
antiguo militar realista que sera el nico capaz de mantenerse; un rey sin trono que, en vez
de transitar permanentemente del liberalismo al conservadurismo, hara de estas dos
corrientes sus satlites. La debilidad de los gobiernos civiles dara origen al dominio de
este militar, las lites gubernamentales civiles, entonces, habran servido a este caudillo.4
Brading presenta una tesis invertida, en la cual en la primera poca independiente hasta la
guerra con Estados Unidos habra existido una estabilidad oculta pero basada en el
2 Ver el anlisis de Silva Herzog, quien denomina al periodo como de anarqua. Jess Silva Herzog. El
pensamiento econmico, social y poltico de mexico, 1810-1964. FCE. Mxico. 1967. p. 42; 3 Linda Ivette Coln Reyes, Los orgenes de la burguesa y el Banco de Avo, Mxico, Ediciones el Caballito,
1982, p. 52; Walther L. Bernecker, De agiotistas y empresarios, En torno de la temprana industrializacin
mexicana (siglo XIX), Mexico, Universidad iberoamericana, Departamento de historia, 1992, p. 19; John H.
Coatsworth, Los orgenes del atraso, Nueve ensayos de historia econmica de Mxico en los siglos XVIII y
XIX, Mxico, Alianza, 1990,p. 103 4 Enrique Gonzlez Pedrero, Pas de un solo hombre, Mxico, 2 Volmenes, Primera edicin, Segunda
Reimpresin, FCE, 2005
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mantenimiento de la misma lite gobernante civil. Los gobernantes militares, en ese
periodo, confiaban, entonces, en los polticos civiles para ayudarlos a administrar el pas.
Un grupo ideolgicamente amorfo se mantuvo al frente con relativa estabilidad pasando las
diversas sucesiones presidenciales en un ir y venir de Santa Anna, Bustamante y Herrera.
Era un sistema de desorden institucionalizado que prevena que partido o dictador
alguno tomara el poder de manera permanente ().5 En el mismo sentido apunta el
estudio de Cecilia Noriega sobre los grupos parlamentarios, quien encuentra que entre
1810 y 1857 los Congresos estaran dominados por una mayora de representantes con un
alto grado de permanencia.6 Josefina Zoraida Vzquez sostiene que, si bien exista algn
grado de estabilidad poltica y social, tambin habra continuidades y compromisos:
mientras los gobiernos y ministros cambiaban los oficiales mayores permanecan y todos
los sistemas gubernamentales, fueran republicanos, monrquicos, dictatoriales, centralistas
o federalistas, se establecan por un compromiso de los principales partidos.7
La segunda interrogante que debemos hacernos son los efectos que tal desorden
institucional acarreara sobre la vida social, poltica y econmica del momento. Lo que la
imagen anrquica clsica sobre el primer medio siglo de independencia en Mxico no nos
permite explicar es la forma mediante la cual los grupos en disputa pudieron mantenerse en
conflicto durante tanto tiempo. Sin duda algn tipo de estabilidad tuvo que mantener a
flote a la sociedad mexicana durante ese periodo; sin duda los grupos en disputa tuvieron
que convivir y, en su caso, competir en mbitos diferentes a los levantamientos y a las
asonadas militares. Si los gobiernos iban y venan, los grupos de inters permanecan y con
ellos tenan que negociar todos los gobernantes; al mismo tiempo, los grupos econmicos
mantenan sus relaciones recprocas, conflictivas o no, a pesar de los cambios polticos
operados en el Centro. Mecanismos ajenos a la visin tradicional sobre lo poltico y sobre
lo econmico dotaran de una mayor estabilidad a la sociedad en general. David Walker, en
su estudio sobre una de las familias ms influyentes del momento, los Martnez del Ro,
sostiene que una institucin ajena a lo legal, la familia y el parentesco, actu como una
unidad econmica ms coherente que dotaba de una cierta estabilidad a las relaciones
econmicas.Donde no existan infraestructuras econmicas y polticas modernas, la
familia conjuntaba a los individuos y garantizaba un comportamiento correcto y
5 David A. Brading, Los orgenes del nacionalismo mexicano, Editorial Era, Mxico, 1988, p. 99
6 Cecilia Noriega Elo. Los grupos parlamentarios en los congresos mexicano, 1810 y 1857. Notas para su
estudio. En Rojas, Beatriz (coord.). El poder y el dinero. Grupos y regiones mexicanos en el siglo XIX,
Mxico, Instituto Mora, 1994, pp. 120-158 7Josefina Zoraida Vzquez. "Centralistas, Conservadores y Monarquistas". En William Fowler y Humberto
Morales Moreno (coord.), El conservadurismo Mexicano en el siglo XIX. BUAP. Mxico. 1999. pp. 115-133
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predecible..8. Tenenbaum propone que uno de los grupos, el de los agiotistas, sirvi como
cojn para la estructura poltica mexicana, proveyendo de una estabilidad invisible que
permita la inestabilidad demasiado visible.9
El anlisis tradicional sobre el periodo, que lo observa como un largo periodo de
inestabilidad poltica, no es producto de una mera malinterpretacin analtica sino de una
construccin poltica que tendra como primeros orgenes el conflicto ideolgico de la
poca. Existen dos lneas de interpretacin fundamentales respecto al proceso poltico
mexicano desde 1810: la primera escuela de interpretacin, iniciada por Alamn, lo vera
como una sucesin de esfuerzos encaminados a la destruccin de las tradiciones
hispnicas, a la substitucin por ideas y valores extranjeros y, en consecuencia, condenar al
pas a la anarqua perpetua, la dictadura y la corrupcin moral; la visin iniciada por Mora
lo mostrara como una constante lucha liberal y democrtica en contra de las fuerzas de la
opresin poltica y del clero, de la injusticia social y de la explotacin econmica. Tales
lneas de interpretacin establecidas por las pugnas de la primera generacin independiente
han sido continuamente reproducidas por historiadores posteriores. En el centro de cada
una ha existido un creciente inters por forjar una nacin. As, el nacionalismo y el
conflicto ideolgico han sido los principales determinantes en la historiografa poltica
mexicana.10 Es as que al periodo se le considerara como una eterna pugna entre
conservadores y liberales, pero el proceso sera mucho ms diverso, por un lado, y
mucho menos contrastante.
Tal dupla, conservador y liberal, es vaga y difcil de definir debido a que
sera, sobre todo, una construccin que se hara en la poca, reforzada a travs del tiempo,
para descalificar a los adversarios polticos.11
La vaga lnea que los definira ha sido
trazada por cada analista de acuerdo a su filiacin poltica, poniendo en su bando a
aquellos polticos que podran compartir posiciones con ellos. Heroles, quien sostiene que
el liberalismo sera la ideologa que moldeara a la nacin y a la cual nunca le faltar el
calor de las masas, asegura que el liberalismo mexicano lo sera en lo poltico y
espiritual pero no en lo econmico.12
Esta definicin, que le permita a Heroles identificar
8 David A. Walker , Parentesco, Negocios y Poltica, La Familia Martnez del Ro en Mxico, 1823-1867,
Mxico, Alianza Editorial, 1991, p. 82 9 Barbara Tenenbaum, Mxico en la poca de los agiotistas, Mxico, FCE, 1985, p. 90 10
Charles A. Hale , El Liberalismo Mexicano en la poca de Mora, Mxico, Siglo XXI Editores, 2005, p. 5 11 Los federalistas radicales utilizaran el trmino conservador para atacar a sus enemigos polticos. Zoraida
Vzquez, Centralistas, Op. Cit., p. 120 12
Reyes Heroles, Jess, El liberalismo mexicano, Mxico, Tomo I, FCE, 1988, pp. xii-xiv. Atribuira al
liberalismo independentista las libertades de su poca. () no slo debemos al liberalismo la existencia de
una sociedad libre y abierta: heredamos de l, tambin, individuos libres a integrar en una sociedad libre y
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al liberalismo mexicano independentista con el de su tiempo, lo llevara, no obstante, a
reivindicar a Alamn contra Mora.13
De acuerdo a Brading al menos en la primera poca
independiente, de 1824 a 1855, la corriente poltica dominante sera el liberalismo. No
surgira un movimiento reaccionario formal sino hasta 1840 alrededor de la figura de Lucas
Alamn y promovido por la Iglesia. As, no sera sino hasta el 40 cuando los conservadores
seran una fuerza poltica importante a pesar de que su principal figura, Alamn, ocupara
cargos importantes desde 1823. El clima poltico, entonces, provocara que incluso las
figuras importantes del conservadurismo posterior permaneciesen del lado liberal, dada la
presin que el nombre de reaccionario les producira.14
Los anlisis concentrados en el conservadurismo de la poca han intentado matizar
la concepcin que se tiene sobre estos polticos en la escena mexicana de los primeros
cincuenta aos de vida independiente. Morales y Fowler pretenden describir al
conservadurismo haciendo un anlisis de los autores llamados conservadores, es decir,
intentar constituir la nocin de conservadurismo a travs de los conservadores mismos y no
una clasificacin dada con una definicin a priori de lo que significa ser un
conservador.15
El problema del argumento es que define a priori a los conservadores, de
acuerdo a aquellos que han sido considerados como tales, con lo cual la definicin de
conservadurismo conduce a ella misma.
Sordo Cedeo intenta hacer una definicin del conservadurismo a travs de las
similitudes en forma, y no en contenido, con el pensamiento de Burke. En oposicin al
radicalismo filosfico, el conservadurismo filosfico, reivindicara la Providencia de Dios
frente a la idea de progreso; frente a la razn, la tradicin, la costumbre y la historia; frente
a la igualdad social, la sociedad jerarquizada; frente a la teora, la experiencia y el
prejuicio; frente a la bondad del hombre, la existencia del mal en el corazn del ser
humano; frente a la poltica pragmtica, la poltica como parte de la moral; y frente a la
revolucin el cambio paulatino y natural.16
No obstante hay dos problemas en el argumento
de Cedeo. Por un lado, al final de su exposicin, identifica a este conservadurismo
responsables de su propia libertad y de la de los dems, pues la libertad de la sociedad es un tejido de las
libertades individuales y colectivas." Reyes Heroles, Jess, El liberalismo mexicano, Mxico, Tomo III, FCE,
1988, p. x 13 Ibd., pp. 457-459 14
David Brading. Los orgenes del nacionalismo mexicano. Editorial ERA. Mxico. 1988. Cap. III 15 Humberto Morales Moreno y William Fowler (coord.). El Conservadurismo Mexicano en el siglo XIX (1810-
1910), Puebla, Coedicin con: University of Saint Andrew, Gobierno del Estado de Puebla, Secretaria de
Cultura 16 Reynaldo Sordo Cedeo, El pensamiento conservador del Partido Centralista en los aos treinta del siglo
XIX Mexicano, En Humberto Morales Moreno y William Fowler (coord.), Conservadurismo, Op. Cit., p. 138
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filosfico con el proyecto centralista de los treinta, diferencindolo de las corrientes
tradicionalistas y reaccionarias:17 sin embargo, Zoraida Vzquez demuestra que, no
slo el centralismo no se identificaba con el conservadurismo, sino que estaba fuertemente
influenciado por el liberalismo centralista europeo continental.18
En segundo lugar, y ms
importante, esta definicin formal del conservadurismo no nos permite explicar demasiado
el proceso poltico de la poca dado que, como analizaremos en el captulo II, varias de las
caractersticas enumeradas por Sordo Cedeo, como la reivindicacin de la experiencia o
de la sociedad jerarquizada, seran compartidas por idelogos a ambos extremos del
espectro poltico, como Mora y Alamn.
Dada la dificultad en su definicin, el liberalismo y el conservadurismo mexicanos
son tambin difciles de explicar. La mera genealoga del pensamiento de los polticos de la
poca, adems de que poda ser compartida por idelogos opuestos, no explica por qu
cada uno de estos tomara tal posicin ideolgica y no otra. Las explicaciones que lo ligan
a grupos sociales, como la de Lynch19
, Coln20
y Gunder Frank21
, dan un paso adelante al
establecer un vnculo externo a la ideologa pero, al ubicarse en la dupla de liberales y
conservadores, no pueden explicar a la panoplia de posiciones polticas en la poca. La
lnea dispersa que tradicionalmente se pone entre conservadores y liberales tendr que
ignorar, por ejemplo, el hecho de que una sola figura, la de Santa Anna, haya virtualmente
representado todos los papeles y posiciones polticas de la poca,22
que un mismo grupo
econmico apoyase alternadamente a uno u otro bando y que se estableciesen vnculos
sociales importantes entre los distintos grupos polticos.23
Un personaje que ha sido ubicado alternadamente como conservador y liberal es el
personaje central de esta investigacin: Estevan de Antuano. Este industrial mexicano,
adems de tener relevancia econmica a travs de su fbrica, tendra influencia en el
gobierno central y dejara una gran cantidad de escritos que, ledos por una u otra corriente
poltica, seran reivindicados como liberales o conservadores, para apropiarse, en cada
17 Ibd. 147 18 Zoraida,Centralistas, Op. Cit., p. 117 19
John Lynch, Las Revoluciones hispanoamericanas: 1808-1826, Mxico, Ariel, 1976, p. 33 20 Coln, Orgenes, Op. Cit., p. 60 21 Andr Gunder Frank,, Lumpenburguesa: lumpendesarrollo, Mxico, Serie popular Era, 4a edicin, 1981
p. 60. No obstante, Gunder Frank confundira terriblemente a las distintas posturas polticas en Mxico,
poniendo bajo la misma denominacin, de visionarios virtualmente a todos los polticos principales: Zavala,
Mora, Alamn, Otero, Antuano, etc. Ibd. p. 66 22
Carmen Vzquez Mantecn, Santa Anna y la encrucijada del Estado. La dictadura (1853-1855), Mxico,
FCE, 1986, pp. 12-13 23 Hale, Liberalismo, Op. Cit., p. 303
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caso, del afn industrializador que mostrara durante toda su carrera.24
La mayora de la bibliografa existente sobre Antuano se centra, como esta
investigacin, en el anlisis de su pensamiento; una visin ms global del personaje la
encontramos en Snchez-Guillermo.25
Tal estudio utiliz casi todas las fuentes existentes
sobre Estevan de Antuano e intenta hacer un ensayo de microhistoria de tal poca a travs
del personaje. A diferencia de la mayora de los otros estudios, no constituye una apologa
de l e intenta mantenerse alejada de una imagen, la imagen idlica, adoptada por la
mayora de sus estudiosos que constituye una construccin mltiple: en principio una
imagen que el mismo Antuano tena intereses en construir, tarea que ocupara la ltima
etapa de su vida; y la de sus estudiosos, que reconstruyen y reproducen tal imagen. La
biografa de Quintana26
refuerza tambin esta imagen del personaje; tanto ms cuanto
constituye, en realidad, una reedicin comentada de algunos textos del industrial. La
popularidad de la obra de Quintana entre los estudiosos del siglo XIX y el hecho de
encontrar fuentes directas en ella llevaron a que la mayora de los autores modernos sobre
el industrial poblano lo utilizasen no slo como bibliografa, sino como fuente nica, lo
que hace que la visin est distorsionada de manera mltiple. Sin embargo, en nuestra
opinin, Snchez Guillermo, intentando desprenderse de tal visin, se aleja tambin del
discurso de Antuano, enfocando la mayora de su trabajo al recorrido en tanto que
empresario, construyendo relaciones con los grupos econmicos y con el poder, as como
sus problemas. El anlisis del pensamiento de Antuano en tan larga investigacin queda,
as, limitado en diversos momentos producto de esta distancia.27
El presente estudio prestar mayor atencin al pensamiento del industrial dado que
24 Ver Heroles, Liberalismo, Tomo III, Op. Cit., p. 482; Jess Reyes Heroles. El Caso Antuano en, Historia Mexicana, Vol. 11, No, 2 (Oct. Dec., 1961), pp. 246-262; Charles A. Hale. Alamn, Antuano y la continuidad del liberalismo. en Historia Mexicana, no. 2, 1961, p. 238; Silva Herzog, Pensamiento, p. Cit., p. 42; Humberto Morales Moreno. Estevan de Antuano y la repblica de la industria . Su influencia en Mxico a lo largo del siglo XIX. En Humberto Morales Moreno y William Fowler (coord.), Conservadurismo, Op. Cit., pp. 265-303 25 Evelyne Snchez-Guillermo. L'Indpendance conomique du Mexique, Le parcours de l'entrepreneur
Estevan dAntuano (1792-1847), Francia, Villeneuve d'Asq, Presses Universitaires du Septentrin, 2002 26
Miguel A. Quintana. Estevan de Antuano: fundador de la industria textil en Puebla. Edicin del Boletn
Bibliogrfico de la secretara de hacienda y Crdito Pblico. Mxico. 1957. 2 Vol. La biografa realizada por
Porras Cacho, financiada por el Estado de Puebla, no es ms que un resumen de la obra de Quintana, con
ms imprecisiones y peor escrita. Martha Porras Cacho, Biografa del Coronel Estevan de Antuano.
Iniciador de la Industria Textil en Puebla Benemrito del Estado. Consejo de la Crnica, Puebla, H.
Ayuntamiento del Municipio de Puebla, 1999-2002, 40 p. 27
Una primera aproximacin al tema hecha por el que escribe fue presentada como tesina de M1 en el IEP
de Rennes. Israel Garca-Solares, Nation du coton : D'lites et imaginaires au Mexique : Estevan dAntuano,
1833-1847, Encadre par Jimena Obregn-Iturra. Mmoire de Sciences Politiques. Sminaire : Conflits et
lien social en Amrique Latine , Francia, IEP Rennes, 2010, 132 p.
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se considera que ste puede darnos pistas sobre el pensamiento poltico de la poca, su
utilizacin en las interacciones sociales y su origen en las relaciones econmicas y
polticas. No obstante, la suerte de nuestro personaje en su dimensin individual reviste
poca importancia. Es slo en tanto que representante de un nuevo tipo de lite, y en tanto
que nos permite ver, desde su perspectiva, la relacin con una gran parte del mundo de los
primeros aos de la poca independiente. Una fotografa parcial, entonces, de la sociedad
de su tiempo, es eso lo que Antuano puede darnos y es todo lo que le pedimos en esta
investigacin. An ms que parcial, la subjetividad de Antuano, de un lado, y el discurso
que quiere transmitir, del otro, en tanto que deforman la realidad, la caricaturizan,
poniendo de relieve los aspectos que le parecen ms importantes, nos permiten obtener una
imagen distorsionada de la realidad del momento. Pero son precisamente la distorsin y
parcialidad de esa visin las que nos pueden revelar relaciones importantes de la poca,
vnculos que pueden estar encubiertos o poco resaltados dentro del tejido uniforme de lo
general. El caso de Antuano nos servir como un revelador de las relaciones que distintos
grupos econmicos y polticos entablaban entre s, sus conflictos y alianzas, sus
divergencias y puntos de encuentro en el periodo estudiado.
Buscaremos evaluar las dos nociones sobre el periodo que hemos expuesto, la
relativa al conflicto ideolgico y a la inestabilidad poltica y social. Quijada sostiene que si
en algn proceso de construccin nacional hubo nation-builders, ese es el caso de los
hispanoamericanos, quienes habran inventado la nacin con y a partir de la
Independencia.28
Rajchenberg y Hau-Lambert sostienen que esta creacin de la nacin se
llevara a cabo incluso en su constitucin territorial.29
No slo se trataba de una nacin
imaginada sino inventada. No exista; quedaba por realizarse.30 La creacin de este
espacio geogrfico, cultural y poltico definira la historia de la Nacin, la construccin,
forma y atribuciones del Estado, sus relaciones con la sociedad y, sobre todo, sus
relaciones respecto de los grupos econmicos y regionales. La construccin de la nueva
nacin se dara simultneamente econmica, poltica e ideolgicamente. El discurso de
Antuano sera una de estas construcciones que intentara representar los valores y
proyectos de una nueva lite econmica.
28 Mnica Quijada. Qu Nacin? Dinmicas y dicotomas de la Nacin en el imaginario
hispanoamericano. En Humberto Morales Moreno y William Fowler (coord.). El Conservadurismo Mexicano
en el siglo XIX (1810-1910). Coedicin con: University of Saint Andrew, Gobierno del Estado de Puebla,
Secretaria de Cultura. pp. 288-301 29 Enrique Rajchenberg y Catherine Hau-Lambert, "Las fronteras de la patria", Revista Estudios
Sociolgicos, 2005, V23 N67 ene-abr., pp. 239-252 30 dem, "Rediscutir la economa mexicana de la primera mitad del siglo XIX" Segundo Congreso Nacional
de Historia Econmica, octubre 2004, p.12
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Analizaremos las diferencias y divergencias que el pensamiento de Antuano
tendra con respecto de polticos prominentes de la poca, Mora, Zavala y Alamn
principalmente, y cmo se constituira el proyecto poltico del industrial. Las hiptesis
centrales del trabajo sern las siguientes:
La inestabilidad del Centro poltico no permeara al conjunto de las relaciones
econmicas, sociales y polticas del resto del pas sino que una gran parte de los
conflictos centrales seran producto de la accin ms estable de los intereses de
grupos econmicos y, como expresin geogrfica de stos, regionales.
A la par que se construan como lite, los grupos econmicos dominantes de la
poca construiran una historia y un proyecto para la nueva nacin.
La naturaleza cambiante y mltiple de las relaciones entre las lites econmicas
determinara la naturaleza de estos discursos. La variedad de posiciones ideolgicas
permitira alianzas temporales entre los diversos sectores polticos y econmicos,
dado que el grado de antagonismo entre stos no era tan profundo.
Con respecto a los trminos utilizados caben algunas precisiones. El trmino de
burguesa ha sido utilizado por Coln Reyes31 y Cardoso32 en el estudio del periodo, sin
embargo, como veremos, tal trmino podra emplearse para denominar a distintos grupos
que no son al que pertenecera Antuano. La distincin entre burguesa comercial,
burguesa industrial" y burguesa financiera no arreglan el problema dado que la
diversificacin de actividades sera uno de los rasgos que los grupos de la poca tendran.
La misma objecin nos impide utilizar tambin el trmino de capitalista. Es por eso que,
con fines expositivos, utilizaremos el ms genrico trmino de lites, en una acepcin
meramente emprica. Se tomar la posicin de Chaussinand-Nogaret con respecto a la
definicin del concepto, definicin que, como en nuestra pesquisa, pretender algn grado
de neutralidad. Este autor sostiene que, fuera de cualquier valoracin moral, es
comprobable el hecho de que las lites constituyen, como la clase obrera y los campesinos,
un sujeto histrico: se trata una fraccin de la poblacin donde se concentran el poder, la
autoridad y la influencia.33
Una visin similar ya ha sido utilizada para el caso mexicano
por Kickza en su estudio sobre los detentores del poder econmico en la capital del
31 Coln, Orgenes, Op. Cit. 32 Ciro F.S. Cardoso (coord.), Formacin y desarrollo de la burguesa en Mxico. Siglo XIX. Mxico, Siglo XXI
Editores, 1a edicin, 1978 33 G. Chaussinand-Nogaret, Introduction. en G. Chaussinand-Nogaret et al. Histoire des lites en France
du XVIe au XXe sicle. Editions Tallandier. Paris. 1991. p. 12
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20
virreinato de la Nueva Espaa.34
El corpus de la investigacin lo constituyen las publicaciones y correspondencia de
este periodo por parte de Antuano as como las fuentes de poca de tres polticos
principalmente, Mora, Alamn y Zavala, que tienen como fin completar el anlisis hecho
para el industrial. Nos centraremos en las concepciones que expresaba a sus
contemporneos, aquel discurso que l estaba preocupado por difundir entre ellos. Las
publicaciones constituan un lazo que Antuano estableca con su entorno, un vnculo que,
intentaremos, nos mostrar sus relaciones con ese contexto y, en consecuencia, nos
permitir explicar su pensamiento.
El periodo que analizaremos, de 1833 a 1846, est dado por el corpus pero
coincidiran casi exactamente con una etapa importante de la primera mitad del XIX
mexicano. En 1830 iniciara el mecanismo de reasignacin de recursos que fue
implementado por el Banco de Avo, mediante el cual se capitaliz a una nueva lite, la de
empresarios textiles, hacindola entrar, aunque fuese temporalmente, a la lite econmica
nacional; en el otro extremo, la derrota ante Estados Unidos en 1847 representara una
crisis generalizada del modelo poltico mexicano que llevara a una reestructuracin del
escenario poltico, mientras que un grupo, el de los agiotistas, se afianzaba como lite
econmica dominante en la Repblica. En el periodo posterior a la guerra hasta la Segunda
Intervencin francesa en Mxico se reafirmara el grupo de los antiguos agiotistas en el
terreno econmico, a la par que dos grupos polticos ms definidos entraran en una ms
franca confrontacin que culminara con el Segundo Imperio Mexicano.
La exposicin de la investigacin se encuentra estructurada en tres categoras
principales que corresponden a cada captulo de la investigacin, con cuatro acpites cada
uno: el pensamiento de Antuano se referir en estos tres grandes ejes. El primer captulo,
Herencia, analizar la construccin de Antuano enmarcada en la de sus contemporneos
alrededor del origen de la nacin, las relaciones respecto del pasado colonial, respecto de la
insurreccin y, por ltimo, las conexiones que haca entre esta herencia y su presente.
Frente a esta categora sobre lo pasado y las continuidades y rupturas respecto de ste, el
segundo captulo, Novedad, se centrar en aquello que Antuano consideraba deba
reformarse e innovarse; as nos concentraremos en el proyecto poltico que construira
Antuano alrededor de su labor industrial en relacin a los proyecto que otras figuras y
grupos econmicos contemporneos propondran. Expondremos las caractersticas de los
gobiernos en el periodo, la construccin ideolgica respecto de la sociedad, la visin sobre
34 John E. Kickza, Empresarios coloniales, Familias y negocios eh la ciudad de Mxico durante los Borbones,
Mxico, FCE, 1986
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el conflicto entre los grupos y, finalmente, la reivindicacin de la prctica sobre la teora.
Ambas categoras, la de Herencia y la de Novedad, se articularan sobre todo
conflictivamente en el pensamiento de Antuano, lo que reflejaba, fundamentalmente, las
contradicciones que las distintas lites tenan en el Mxico de la poca. Es as que el
ltimo captulo, Conflicto, tomar estas relaciones y dar una visin global sobre las
aquellas que Antuano entablaba con el resto de las lites y que seran las fuentes de su
pensamiento. Se analizarn los vnculos que tendra y el pensamiento construido a partir de
stas con los artesanos, los gobiernos centrales y locales, el extranjero, los cosecheros de
algodn, los agiotistas y el resto de los industriales.
Dada la cantidad de citas de la poca que encontraremos en la investigacin y la
alta proporcin de cambios con respecto de la ortografa actual, el caso mismo del nombre
Estevan, la utilizacin de la elegante locucin latina -sic se volvera pesada y repetitiva,
razn por la cual nos hemos abstenido de agregarla, asumiendo que esta aclaracin ser
suficiente para evitar cualquier confusin.
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I. HERENCIA
1. El origen
El tapir, el animal ms grande del nuevo mundo, era, aunque similar, varias veces inferior
en talla al elefante; la llama, similar al dromedario, era de tan reducidas dimensiones que
durante mucho tiempo se le haba llamado cordero peruano, el jaguar y el puma son de
menor ferocidad que el tigre y el len; los lobos, zorros, conejos y osos del norte de
Amrica todos eran de menor tamao que sus pares europeos; los animales domsticos del
viejo mundo llevados al nuevo continente, como la vaca, el caballo, el borrego y el cerdo,
eran de constitucin ms magra y de carne menos suculenta; los simios, asociados con el
humano, no existan verdaderamente en Amrica; las especies de cuadrpedos del Nuevo
continente eran, adems, menos numerosas que las del viejo, 70 en comparacin con 130,
en cambio, los reptiles y los insectos se desarrollaban de manera extraordinaria. En el
noveno tomo de su Histoire naturelle el conde de Buffon comparaba de este modo las
diferencias entre los animales del Viejo y del Nuevo continente. El taxnomo francs
atribua tales diferencias entre las faunas a la mayor humedad, altitud y, en consecuencia,
menor temperatura general del que crea el ltimo continente en emerger del mar. La tierra
misma del Nuevo continente era un obstculo al desarrollo y formacin de grandes
especies y el efecto nocivo de las condiciones climticas al otro lado del Atlntico influa
igualmente en sus habitantes, quienes permanecan toda su vida en la niez.35
Una dcada
ms tarde el filsofo holands Cornelius Franciscus de Pauw describira a los nativos
americanos no slo en un estado de infancia sino en uno de salvajismo degenerado.36
Estas teoras seran ampliamente reconocidas e influiran en los dos ms importantes
historiadores de Amrica de la poca, el abate Raynal y William Robertson, quienes,
descalificando la informacin dotada por los conquistadores y misioneros, formularon un
veredicto condenatorio en contra de los nativos americanos, tanto espaoles como indios.
La respuesta a esta agresin simblica por parte de la Ilustracin europea sera simultnea
al descontento generado por las reformas administrativas borbnicas al imperio espaol,
las cuales afirmaban el carcter colonial de los virreinatos de ultramar.
La vindicacin de las tierras americanas por parte de los criollos haba comenzado,
como la controversia del carcter del Mundo nuevo, con antelacin a estas teoras. La
35 Georges-Louis Leclerc (Comte de Buffon), Histoire naturelle gnrale et particulire: avec la description du
Cabinet du Roy, Tome Neuvime, Imprimerie royale, Paris, 1761, pp. 56-128, (en
ftp://ftp.bnf,fr/009/N0097498_PDF_1_-1DM,pdf Consultado 06-02-2011) 36 David Brading, Los orgenes del nacionalismo mexicano, Mxico, ERA, 1988, p. 33
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sociedad colonial estaba fuertemente impregnada por el clero y ste, a su vez se encontraba
casi totalmente en manos de los espaoles americanos, lo cual provocaba que el fervor
patritico se expresase en trminos histricos y religiosos. La Monarqua Indiana del
franciscano Juan de Torquemada, quien, utilizando fuentes acumuladas por sus
predecesores, Motolina, Sahagn y Mendieta, presentaba al indio americano como
humano y promova la imagen del imperio azteca como la antigedad mexicana, anloga a
la romana, gloriosa a pesar de los ritos paganos que reinaban, tuvo un gran eco en la
sociedad criolla novohispana. La conquista apareca como un castigo divino a la religin
precolombina que, consideraba, haba sido una intervencin directa del demonio. En 1755
Juan Jos Eguiara y Eguren describira a los aztecas tan sabios como los antiguos egipcios.
No obstante, sera la Historia antigua de Mxico de Francisco Javier Clavijero quien
entrara en franco debate con las posiciones de Buffon, Pauw, Raynal y Robertson y quien
tendra mayor influencia de los vindicadores espaoles americanos de la poca.37
La religin azteca era uno de los obstculos que encontraban los pensadores
novohispanos para la apropiacin del pasado azteca como herencia. Seran la identificacin
de Santo Toms con Quetzalcatl, propuesta por primera vez por Carlos de Sigenza y
Gngora, y, sobre todo, el mito de la aparicin de la Virgen Mara a un indio, Juan Diego,
en el cerro del Tepeyac los que dotaran a la Iglesia mexicana de un fundamento espiritual
autnomo. La Virgen Mara, o Santo Toms, habran, fuera de la influencia de los
evangelizadores peninsulares, procurado directamente la cristiandad americana. La fuerza
de estos mitos liberaba al criollo de sus orgenes ibricos.38
Esta tradicin, surgida en siglo XVII, se condensara al final del periodo colonial,
cuando los novohispanos viesen renovado su carcter colonial por las Reformas
Borbnicas, y encontrasen amenazada la relativa autonoma que haban obtenido del pacto
con los Habsburgo. Fray Servando Teresa de Mier sera uno de los principales
representantes de este patriotismo criollo. En su famoso discurso del 12 de diciembre de
1794, Mier mezclara este patriotismo con afirmaciones religiosas que relacionaban al
pasado azteca con la Virgen Mara. As, afirmara que la imagen de la Virgen de Guadalupe
apareca en la capa de Santo Toms, que los indios cristianos haban adorado la imagen por
1750 aos y que la aparicin de la Virgen Mara a Juan Diego slo le haba revelado la
localizacin de la imagen, que databa del siglo I; afirmaba que Santo Toms era
Quetzalcatl y se refiri a la Virgen Mara como Teotenantzin enteramente virgen,
37 Ibid, pp. 21-25 38 Ibid, pp.27-29
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fidedigna tonacayona.39 La construccin de este pasado milenario, de esta continuidad
con una antigedad gloriosa, de la existencia de la Nacin Mexicana previa a la llegada de
los espaoles, injustamente conquistada y gobernada, era la que daba, en el imaginario
criollo, el derecho a la independencia. Este patriotismo criollo catlico haba logrado
asociar las tendencias independentistas con tradiciones religiosas ampliamente arraigadas
en la tradicin popular y sera la amalgama entre los intereses independentistas de la lite
criolla y de la insurreccin popular que marcara la primera fase de la insurreccin en
1810, al mando de Hidalgo. Carlos Mara Bustamante, discpulo de Mier y activo en la
insurgencia desde 1812, continuara haciendo esta asociacin entre el pasado azteca y el
criollo, formando el patriotismo moderno, a pesar de que el bajo nivel intelectual de su
enfoque lo descreditara a l y al indigenismo histrico.40
No obstante, esta interpretacin de la historia que legitimaba al patriotismo
novohispano no sera la nica que jugara ni antes ni durante ni despus de la insurreccin;
la primera generacin independiente tuvo, como necesidad para la construccin de la
nacin, una construccin continua de su historia. Lorenzo de Zavala dira que el Cuadro
Histrico de Bustamante contena una infinidad de hechos falsos absurdos y ridculos. En
vez de la bsqueda de un origen antiguo, Zavala enfocara su atencin en la formacin de
la sociedad a partir de las primeras revueltas independentistas. A pesar de sostener que la
Amrica espaola antes de la conquista estaba ms poblada que hoy, y que los indios
bajo sus gobiernos nacionales comenzaban a desenvolver algunas ideas, sostendra que
los conocimientos sobre el alma, los astros y los metales que tenan no haban sido
insuficientes para merecer el ttulo de civilizados: de cualquier modo, la conquista haba
destruido, y no interrumpido como en el caso de Bustamante, el vuelo del espritu de
invencin entre aquellos indgenas.41 Los logros de las civilizaciones precortesianas eran
nicamente prueba de lo nocivo del rgimen colonial dado que la historia de Mxico
comenzaba cuando ste haba comenzado a resquebrajarse, en 1808, y no antes de la
conquista. Para Zavala la Independencia criolla no era legitimada a travs de una afrenta
histrica, sino por el atraso que haba provocado la dominacin espaola.
Otras construcciones histricas mantendran la bsqueda de un legado antiguo, pero
no sera en los mismos elementos. Cuando en 1812, el joven de apenas 20 aos Lucas
Ignacio Jos Joaqun Pedro de Alcntara Juan Bautista Francisco de Paula Alamn y
39 Ibid, pp. 47-49 40 Ibid, p. 117; William Fowler, "Carlos Mara Bustamante : Un tradicionalista liberal", En William Fowler y
Humberto Morales Moreno (coord,),El conservadurismo Mexicano en el siglo XIX, Mxico, BUAP, 1999, p.59 41 Lorenzo de Zavala, Ensayo histrico de las Revoluciones de Mxico desde 1808 hasta 1830, Libro I,
Mxico, 1845, Mxico, FCE, Edicin facsimilar de 2a edicin, 1985, pp. 4-13, passim
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Escalada fuese interrogado por el Santo Oficio, luego de una requisicin de su biblioteca,
sera por la posesin de la Historia de Amrica de Robertson, la cual daba una visin
condenatoria sobre los nativos americanos y desestimaba las descripciones de los
conquistadores y misioneros respecto de las civilizaciones precolombinas. Un par de aos
ms tarde partira rumbo a Madrid haciendo una estancia en Europa de seis aos, tiempo
durante el cual convivira con miembros de las familias Fagoaga y Bustamante, entablara
relaciones con Fray Servando Teresa de Mier y conocera a Jos Mara White, al abate
Grgoire, a Humboldt y Benjamin Constant.42
A pesar de sus relaciones con el padre Mier
y con Humboldt, la visin de Alamn, que no expresara sino hasta la dcada de 1840, sera
la clsica del hispanismo.
En su Historia de Mjico Alamn atribua las ruinas de los mayas a una migracin
por el Atlntico, ms antigua y de pueblos ms adelantados en cultura, de los que ya no
quedaba ni memoria en el siglo de la conquista mientras que las naciones que
poblaban el continente a la llegada de los espaoles eran pueblos del septentrin que
provenan de la gran llanura central del Asia, que por un lado lanz sobre la Europa los
enjambres de brbaros que contribuyeron a destruir el imperio romano, y por el otro las
tribus que poblaron el continente americano. La alta credibilidad que Alamn atribuye a
los relatos de los conquistadores le impiden, a diferencia de Robertson y otros autores de
su poca, ignorar las descripciones que stos hicieron de los pueblos de Texcoco, Mxico y
Tacuba, pero los considera como los nicos que haba logrado algn grado civilizacin.43
Alamn intentaba demostrar que lo surgido del choque entre las civilizaciones
precolombinas y la espaola no haba sido una dominacin de trescientos aos sino una
extensin de la civilizacin espaola. De ese modo es que legitima a Corts, contra
Moctezuma, como fundador de Mxico y enumera los grandes avances que los europeos
implantaron en Mxico.
El hispanismo de Alamn no sera, sin embargo, ni el nico ni el primero en
expresarse. Alamn se haba cuidado, a pesar de todo, de utilizar las historias de Mier y
Bustamante como referencias, a pesar de que difiriese en el mito fundador, y nunca las
criticara sistemticamente; tal no sera el caso de Jos Mara Luis Mora. El Dr. Mora, casi
una dcada antes que su paisano Alamn, calificara la Historia de los Antiguos Mejicanos
de Bustamante como fbulas insulsas e inconducentes y, como Robertson y Pauw,
42 Jos C. Valads, Alamn: Estadista e Historiador, Mxico, UNAM, 1987, pp. 50-67 43
Lucas Alamn , Historia de Mjico desde los primeros movimientos que prepararon su Independencia en el
ao de 1808 hasta la poca presente, Mxico, Imprenta de J.M. Lara, 1a edicin, Vol. 1, Libro 1, Tomo I,
1850, Mxico, FCE, Edicin facsimilar, 1985, pp.4-6
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ignorara las descripciones de los conquistadores y evangelizadores respecto de los logros
de las civilizaciones precortesianas, atribuyendo stas a la exageracin de los propios
logros que hacan los conquistadores. Argumentando que la escasa tcnica agrcola de los
indgenas era insuficiente para sostener a los millones que se supona habitaban el pas,
estimaba que los indgenas de su poca deban superar por mucho a los de aquellos
tiempos.44
Designa a Hernn Corts, a quien califica del ms valiente capitn, de uno de
los mayores hombres de su siglo y de hombre estraordinario, como el fundador de
Mjico,45
comenzando entonces su Historia con los exploradores espaoles y relativizando
los excesos de los conquistadores;46
Cortes, como fundador, habra promovido, adems, el
engrandecimiento de la colonia. La continuidad que Mora estableca era con los
colonizadores y no con los conquistados, con sus races espaolas y no con las indgenas.
Estevan de Antuano, a diferencia de Alamn, Mora y Zavala, reivindica la
continuidad con el pasado indgena. Con respecto al algodn, el industrial, en sus primeros
escritos, lo refiere como un ramo inevitable desde los indgenas precortesianos: los
sencillos indgenas conoceran, as, su uso desde tiempos remotos desde Zempoala hasta
Tlaxcala y Tenochtitln.47
Afirmara que aquellos primitivos gozaban de una gran
riqueza territorial y que Tenoxtitln en el siglo quince ya era muy feliz en el orden
mineral, y gozaba bastante en el animal y vejetales;48 rechaza la designacin de salvajes
para los mejicanos del siglo XV asegurando que los mejicanos constituan una
44 Jose Maria Luis Mora, Mjico y sus revoluciones, Pars, Librera de Rosa, 1a edicin, 1836, Mxico, FCE,
Edicin facsimilar, Tomo 2, pp. vij-xij, passim 45 Ibid, p. 1, Es de notar que, al igual que Alamn, utiliza la ortografa Mjico en vez de Mxico, contra la
cual Fray Servando Teresa de Mier haba protestado en su famoso discurso de 1794, donde sostena que la
ortografa Mxico provena de la pronunciacin india Mcsico, que significaba donde est o es adorado
Cristo y que haca a la denominacin mexicanos equivalente a la de cristianos. Brading, Orgenes, Op. Cit. p.
52 46 Aunque el plan de guerra acordado trajese consigo todos los males que les son inseparables, en honor de
la verdad es necesario confesar que por lo comn en Mjico no se abus por entonces de la victoria como en
las otras conquistas, sino que se hizo la guerra como se haca entonces en Europa entre pueblos civilizados ,
Mora, Mjico, Tomo 2, Op. Cit. p. 92 A su vez los excesos de Corts, como el tormento a Cuauhtmoc, los
atribuira a las presiones de sus soldados, Ibid, p. 175 47
Estevan de Antuano, Primer asunto de la Patria: El Algodn, Manifiesto sobre el algodn manufacturado
y en grea, escrito y publicado en Puebla a beneficio de su patria, por el ciudadano Estevan de Antuano,
coronel del Batalln veinte y uno cvico del mismo estado, Dedicado al Seor General de Divisin C, Antonio
Lpez de Santa-Anna, Puebla, 1833, En Miguel A. Quintana, Estevan de Antuano: fundador de la industria
textil en Puebla, Mxico , Edicin del Boletn Bibliogrfico de la SHCP. 1957, p. 30 48 Estevan de Antuano, Pensamientos para un plan para animar la industria mexicana, Discurso analtico
de algunos puntos de moral y economa poltica de Mxico, Puebla, Imprenta del ciudadano Jos Maria
Campos, 1834, En Estevan de Antuano, Obras, Documentos para la historia de la industrializacin en
Mxico, 1833-1846, Mxico, SHCP. Vol., I, 1979,p. 152
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verdadera sociedad ubicada y entretenida en la agricultura y en las artes.49
No obstante, el industrial no presenta un juicio condenatorio, en lo general, con
respecto a la conquista. A pesar de que califica a la conquista de Mxico de sangrienta,
describira a Corts como afortunado aventurero. El origen se estructura de manera
conjunta en el pasado de Antuano; las races indgenas y espaolas comulgaran para la
formacin de lo mexicano. As los artculos trados por los espaoles floreceran
extraordinariamente en el tlale mexicano, a la vez que Amrica haba compensado al viejo
mundo con el maz y la papa; esta fecundidad de la unin de ambos mundos la referir
tambin con respecto al mestizaje:
Mientras la sangre espaola y mejicana no se unieron, los naturales de Mjico no conocan
el comercio de lo exterior () la ignorancia en que se hallaban de los principios de
poltica, nunca les permita formar amistades duraderos con pueblos estraos () cada
nacin permaneca aislada ()50
Los mexicanos que realizaran la independencia no seran ni los conquistados ni los
conquistadores sino hijos de los Aztecas y los soldados de Corts .El industrial haba
formulado otra fundacin, si bien cercana, no idntica a la de Alamn. No consideraba al
Mxico de su tiempo ni heredero nicamente de los antiguos indgenas ni de los
conquistadores espaoles, sino de la unin de ambos; a diferencia de Alamn, considerara
a la Colonia como una dominacin de trescientos aos sobre tal nacin.
El dilema del intelectual criollo era, impulsado por su odio hacia Espaa,
identificarse con el indio pero seguir reticente a perder los derechos prcticos conferidos
por sus ancestros.51
Por otro lado, haba una oposicin poltica generalizada a los antiguos
beneficios corporativos que la figura del indio tena. El patriotismo catlico de Mier,
Hidalgo y Bustamante haba asociado bajo una misma bandera a criollos, indgenas y
castas; el poder simblico que esta asociacin otorgaba a las clases bajas de la sociedad, no
49
Antuano, Primer, En Quintana, Estevan, Op. Cit. p. 35 50 Ibid, p. 30-35, Esta fecundidad de la unin contrasta con las descripciones de Buffon y Pauw mencionadas
anteriormente. Esto, que podra identificarse como una vindicacin temprana del mestizaje, no parece
corresponder con el origen de nuestro personaje. Como hemos sealado su padre fue un emigrado espaol
y, a pesar de que no tenemos datos sobre su madre, parece dudoso que no fuese espaola. No
encontramos ninguna referencia que indicase algn tipo de mestizaje en Antuano lo que, en la poca, era
frecuentemente utilizado para desacreditar a los adversarios polticos: tal es el caso de Santa Anna quien
atacara a Jurez y a lvarez por sus orgenes raciales. Antonio Lpez de Santa Anna, Mi historia militar y
poltica, 1810-1874, (http://www,antorcha,net/biblioteca_virtual/historia/santa_anna/indice,html
Consultado 18-12-2010). No obstante, dada la falta de datos, no se puede tampoco descartar la hiptesis
inversa. 51 Brading, Orgenes, Op. Cit. p. 79
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obstante, era incompatible con la dominacin real que la lite criolla intentaba establecer.
Tal asociacin se demostraba inviable ya para la primera generacin independiente criolla,
una vez que tales construcciones simblicas se podan traducir en demandas polticas
reales;52
tanto Bustamante como Mier ya disociaban el pasado indigenista con la poblacin
indgena de su poca.53
Zavala, quien no ligaba a la nueva nacin con el pasado indgena, insistira en el
influjo negativo que las instituciones coloniales, a travs de las Leyes de Indias, tenan
sobre los indgenas. El sistema colonial habra aislado a los indgenas del mundo
racional como modo de conservar un orden sistematizado de opresin, mantenindolos
en un estado de embrutecimiento que les impeda acceder a cualquier gnero de derechos;
los privilegios de los que gozaban eran parte de tal sistema, dado que sus explotadores
haban calculado el grado de exaccin al cual podan someterlos. Zavala reivindicar las
rebeliones de los indgenas en el orden colonial, como la de Canek en Yucatn y la de
Tupac-Amaru en Per, las cuales haban sido temidas por la poblacin blanca en general.
La ignorancia era la marca fundamental que la Colonia haba dejado sobre las
comunidades indgenas.54
Tres quintos de la poblacin, los indios, no haban comenzado
todava a desarrollar sus disposiciones mentales, lo cual les haba impedido incorporarse
efectivamente en la nueva fusin social la gran familia megicana: la forma de
integracin que propona Zavala era a travs de la educacin que deba tomar en cargo el
nuevo gobierno.55
Mora y Alamn atacaran al indigenismo histrico de manera ms sistemtica de
acuerdo a las consecuencias que estimaban sobre su presente. Mora, luego de desestimar
los relatos sobre las civilizaciones precolombinas y asegurar que el indgena de su tiempo
no tena nada que ver con el que fue conquistado, se referira al indigenismo histrico
como:
Una multitud de personas con creditos de entendidas pero ciertamente de muy poca
instruccin, (que) se empearon en resucitar cuantas fvulas sobre grandeza, prosperidad e
ilustracion habian contado de los antiguos Mejicanos, los que tenian intereses en abultar el
52
Cualquiera que haya sido el grado de indigenismo o de neoaztequismo presentes en las declaraciones
antiespaolas de la era de la Independencia, ste desapareci de la escena en 1821, Charles A. Hale, El
Liberalismo mexicano en la poca de Mora, 1821-1853, Mxico, Siglo XXI Editores, 1972, p. 223. "Situados
entre los espaoles y las masas, lo criollos queran ms igualdad para s mismos y menos igualdad para sus
inferiores,"33 John Lynch, Las Revoluciones hispanoamericanas: 1808-1826, Mxico, Ariel, 1976, p. 33 53 Fowler, "Carlos, p. Cit. p. 73 54
Zavala, Ensayo, Libro I, Op. Cit. pp. 11-17 55 Lorenzo de Zavala, Ensayo histrico de las Revoluciones de Mxico desde 1808 hasta 1830, Mxico,
Edicin facsimilar de 2a edicin, 1845, Libro II, FCE, Mxico, 1985,p. 289
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29
merito y las dificultades de su conquista. Todo esto se hallaba calculado con el objeto
primario, del cual se pretendia hacer el ajente mas poderoso de la revolucion, a saber; del
odio o los Espaoles, que desde el principio se apresur a generalizar y convertir en un
sentimiento popular. Este doble error, el capital de la revolucion, se radic tan
profundamente, que an existe todava en la generalidad de los Mejicanos (...)56
Mora identificaba de este modo los motivos del indigenismo histrico y las
consecuencias polticas que ste tena sobre la primera poca independiente: haba surgido
un nacionalismo que rechazaba a los extranjeros y que haba provocado la expulsin de los
espaoles en la primera dcada de vida independiente.
Alamn ira an ms lejos en su interpretacin del indgena de su poca. Con
respecto a las tribus nmadas del norte, considera que son un grave mal que slo se
solucionara con su exterminio, dado que los esfuerzos por sedentarizar y civilizar a ese
gnero de salvajes haban sido, desde la poca prehispnica pasando por los
evangelizadores, infructuosos.57
Aseguraba que los promotores de la nocin que
proclamaba la independencia de una nacin dominada por trescientos aos eran
descendientes de los colonizadores, y no de los pueblos conquistados; slo las razones de
conveniencia eran los que los llevaban a hacer tales afirmaciones.58
En una sociedad tan
dividida por la naturaleza y por las leyes que han regido durante largos aos era
necesario que una de las razas viniese a ser predominante y oprimiese a las otras, dada la
ausencia de un poder superior e independiente ligado a una de ellas, como lo haba sido
la monarqua espaola. La divisin que los indios, despus de la independencia,
experimentaban respecto de la sociedad tradicional era para Alamn un mal que ira
creciendo a medida que se incrementase la a lo que se llama ilustracion del pueblo por
medio de los peridicos y almanaques.59 Alamn, de este modo, sealaba el peligro de
revuelta social que representaba para la lite criolla la adopcin del pasado indgena; otro
pasado y otra continuidad deban de adoptar para evitar la disolucin del sistema de
privilegios sociales del cual la lite blanca se haba beneficiado durante siglos.
Antuano, por su parte, propone el establecimiento de fbricas de construccin de
56
Mora, Jose Maria Luis, Mjico y sus revoluciones, Pars, Librera de Rosa, 1a edicin, 1836, Edicin
facsimilar, FCE, Mxico, 1986, tomo 2, pp. 2-3 57 Lucas Alamn, Historia de Mjico desde los primeros movimientos que prepararon su Independencia en el
ao de 1808 hasta la poca presente, Mxico, Imprenta de J.M. Lara, Vol. 5, Parte segunda, 1a edicin,
1850, Mxico, FCE, Edicin facsimilar, 1985, p.877 58 Alamn, Historia, Vol. 1, Libro 1, Op. Cit. p. 190 59
Lucas Alamn, Historia de Mjico desde los primeros movimientos que prepararon su Independencia en el
ao de 1808 hasta la poca presente, Vol. 5, Parte segunda, 1a edicin, Imprenta de J.M. Lara, Mxico
1850, Edicin facsimilar, FCE, Mxico, 1985,
-
30
instrumentos modernos utilizando nicamente materias y brazos indgenas60 y sostiene
que Los apaches y otros salvajes se hallan en la infancia social, (no los mexicanos) y an
aquella sociedad silvestre, saldra muy pronto de ella, si se dedicasen a las manufacturas,
tal es el poder de la ocupacin fabril ilustrada.61 Propone por un lado la ocupacin de
los indgenas, a quienes designa como salvajes infantes pero con posibilidad a redimirse a
travs de la industria fabril. El antiguo dilema intelectual criollo era resuelto, bien
declarndose descendientes de los conquistadores y, as, de los que liberaban del
paganismo a los infieles indgenas; bien, como Mier, afirmndose herederos de los
misioneros, que haban defendido a los indios contra la opresin espaola y que, a cambio,
obtenan preferencia en los puestos pblicos.62
Antuano resolva el dilema mediante un
origen que tomaba en cuenta ambas races, un descendiente de la unin de tres siglos atrs,
pero no la dominacin sobre los pueblos indgenas tan slo la justifica por medio de lo
benfico de la industria.
Es as que tenemos un conflicto entre diversos tipos de continuidades, distintas
memorias que entran en contradiccin y que se enfrentan como una expresin de otro
conflicto, el del presente. Con respecto al pasado y herencias indgenas, as como la
posicin respecto de los indgenas de su tiempo, las visiones diferan entre los
contemporneos. La clsica divisin entre liberales y conservadores no explica ninguna de
estas posiciones. Mora y Alamn, ubicados corrientemente en extremos de la escena
poltica, el uno como liberal anticlerical y el otro como conservador clerical, comparten
una buena cantidad de opiniones respecto de la herencia hispnica como fundamental; tal
no es el caso de Bustamante y Alamn, ambos identificados como conservadores, o Zavala
y Mora, ambos considerados liberales; Antuano, frecuentemente considerado
conservador, no es ni indigenista histrico ni hispanista. Cada una de estas corrientes
defiende una continuidad como medio de defender un camino a seguir; las visiones sobre
el pasado, as como sobre el presente y el futuro, se enfrentaban en un solo conflicto; las
dimensiones simblicas y materiales se confundan en ste porque eran parte de una misma
y sola cosa.
60
Estevan de Antuano, Pensamientos para la regeneracin industrial de Mxico, escritos y publicados por
el ciudadano Estevan de Antuano a beneficio de su patria, Puebla, septiembre 24 de 1837, p. 19, En
Antuano, Obras, p. Cit, p.293 61
Con cursivas en el original, Estevan de Antuano, Opiniones sobre el bloqueo de Francia a Mxico,
Puebla, julio 15 de 1838,en Antuano, Obras, p. Cit, p.359 62 Brading, Orgenes, Op. Cit. p. 79
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2. La Colonia
El siglo XVII fue un periodo de formacin y consolidacin de una cultura y sociedad
criollas en la Amrica espaola. En el caso novohispano diversos smbolos de identidad,
como el de la Virgen de Guadalupe, se formaban a la par que la dominacin metropolitana,
comenzada en el XVI, se relajaba sobre los espaoles americanos63
. La colonia
reorientara, en esa poca, su economa hacia la agricultura, la ganadera y una incipiente
manufactura en el cierre del primer ciclo de amplia produccin minera, lo cual provocara
la formacin de una lite criolla con fuertes intereses locales y cada vez ms desligada de
la metrpoli.
Es en ese periodo que la industria textil, promovida por la creciente demanda interna,
comienza a desarrollarse a travs de los obrajes, en el caso de la lana, y en gremios, en el
caso del algodn. En Puebla surge el primer gremio de tejedores de algodn en la segunda
mitad del siglo XVII. El algodn era transportado desde Veracruz y la mayor parte de la
transformacin se realizaba en Puebla incluso el despepitado, a pesar de que este proceso
despojaba a la materia prima de dos tercios de su peso y, por tanto, triplicaba los costos de
transporte en bruto, dada la escasa poblacin en el litoral64
. Puebla llegara, en 1803, a
tener ms de cien mil telares en actividad y alrededor de la mitad de su poblacin limpiaba
e hilaba algodn para los doscientos mil tejedores de la ciudad, siendo as la principal
productora de textiles, seguida de lejos por Oaxaca, Mxico y Guadalajara. Dado que el
transporte tanto de la materia prima como del producto terminado exiga fuertes
desembolsos de capital y que el acaparamiento de las cosechas por sectores con capital se
facilitaba por razones geogrficas, las casas comerciales incrementaron su nmero e
importancia en el sector textil. El lucrativo negocio enfrentara, durante el periodo colonial,
a los productores y comerciantes locales con los comerciantes de gneros extranjeros65
.
Este desarrollo relativamente autnomo de las posesiones espaolas de ultramar se
modificara en el siglo XVIII ante la llegada de los Borbones al trono. El pacto de los
63 Mientras que Coatsworth interpreta la estabilidad de las contribuciones coloniales durante el siglo XVII, lo
que realmente representa una cada per cpita de stas, dado que la poblacin se duplic en el periodo,
como resultado de una cada total en el ingreso de la Nueva Espaa, Lynch asegura que tal fenmeno es
debido a una redistribucin del ingreso hacia las lites locales. John H. Coatsworth, Los orgenes del atraso,
Nueve ensayos de historia econmica de Mxico en los siglos XVIII y XIX, Mxico, Alianza, 1990, p. 31; Lynch,
Revoluciones, Op. Cit. p. 10 64 Linda Ivette Coln Reyes, Los orgenes de la burguesa y el Banco de Avo, Ediciones el Caballito, Mxico,
1982, pp. 18-52 65 Robert A. Potash, El Banco de Avo de Mxico. El Fomento de la Industria: 1821-1846, Mxico, FCE, 1986,
pp.17-24
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Habsburgo sera modificado con especial fuerza en la segunda mitad del XVIII y la
metrpoli instaurara una serie de reformas con dos propsitos fundamentales: aumentar la
fiscalidad de las colonias e incrementar la dependencia de stas hacia la metrpoli.66
La
marca medieval que Espaa haba transmitido a sus colonias no haba sido la de la
participacin parlamentaria, dado que nunca se formaron autoridades locales con amplios
poderes como en el feudalismo europeo, sino en divididos privilegios pluralistas y
paternalismo administrativo:67
las reformas modificaran la distribucin de estos
privilegios y la administracin del Estado. Es as que el Estado colonial toma funciones y
privilegios delegados a corporaciones tales como el Consulado de Comercio de la Ciudad
de Mxico, mediante la creacin de consulados regionales en Veracruz, Guadalajara y
Puebla, a los gremios, a travs de su disolucin y el establecimiento de nuevos monopolios
como el del tabaco, y a la Iglesia, a travs de impuestos y prstamos forzosos; para su
propio control mientras que aumentaba los de otras, como la milicia y la minera, ligadas a
una mayor fiscalidad.68
A pesar de que la actividad agrcola y los obrajes fuesen puestos en un segundo
plano respecto de la minera, la actividad manufacturera poblana se vera beneficiada
durante esa poca. Las mayores restricciones al comercio de las colonias, la creacin de
consulados de comercio regionales y la eliminacin de los gremios haban inclinado la
balanza hacia los comerciantes y productores textiles locales, a pesar del incremento
sustancial del contrabando, provocando una poca de relativa bonanza para las
manufacturas textiles en los ltimos veinte aos del siglo XVIII; al comienzo del XIX, con
la autorizacin al comercio neutral , la proteccin de los mercados caera y el proceso se
revertira.69
66
Enrique Florescano e Isabel Gil Snchez, La poca de las reformas borbnicas y el crecimiento
econmico, 1750-1808 En Daniel Cosso Villegas, Historia General de Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico,
Vol. II, 1977, pp. 187-188. 67
Charles A. Hale, El Liberalismo mexicano en la poca de Mora, 1821-1853, Mxico, Siglo XXI Editores,
1972, p. 47 68 Florescano, poca, p. Cit. p. 516. El monopolio del tabaco haba llegado a ser la principal fuente de
ingresos de las arcas reales. Jos E. Covarrubias, El Banco Nacional de Amortizacin de la Moneda de Cobre
y la pugna por la renta del tabaco en Leonor Ludlow y Carlos Marichal (coord.,), La banca en Mxico 1820-
1920, Mxico, Instituto J. M. L. Mora, 1998, p.73 69
Walther L. Bernecker, De agiotistas y empresarios. En torno de la temprana industrializacin mexicana :
Siglo XIX, Mxico, Universidad Iberoamericana, 1992, p.44. Por otro lado las mayores restricciones
coloniales daran lugar a un incremento considerable del contrabando hasta que el comercio formalmente
controlado por el gobierno pasase prcticamente a convertirse en una variante del comercio libre. Walther
L. Bernecker, Contrabando, Ilegalidad y corrupcin en el Mxico del s, XIX, Mxico, Universidad
Iberoamericana, Departamento de Historia, 1994, p. 18
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Durante la poca de las Reformas Borbnicas, la migracin espaola hacia la Nueva
Espaa tomara un nuevo significado. Tradicionalmente las grandes familias de la lite
novohispana establecan una vasta red de alianzas matrimoniales que les permitan,
mediante astutas prcticas comerciales y econmicas, mantener su status de lite y, a las
lites menores, subir en la escala social. Las alianzas matrimoniales con funcionarios
gubernamentales prominentes daban beneficios a ambos lados: la familia obtena un
defensor de sus intereses frente al Estado y el funcionario se beneficiaba de la amplia
riqueza y prestigio social del clan. Con los emigrados espaoles se establecan alianzas
similares: por un lado, el extranjero alcanzaba los recursos sociales y polticos posedos por
las familias establecidas, accediendo a las preciadas propiedades hacendarias, adems de
que se aprovechaban del predominio de ciertas familias sobre algunas actividades; por el
otro, la familia se capitalizaba y renovaba con la entrada de miembros extranjeros, los
cuales, por otra parte, ampliaban la gama de actividades de la familia por sus contactos de
ultramar. Los comerciantes emigrados se ponan al servicio de un familiar ya instalado y
comenzaban a aprender el oficio y a acumular capital para iniciar operaciones propias. Era
comn que los descendientes del emigrado, una vez ya instalados en la lite criolla,
prefiriesen la vida aristocrtica, lo cual perpetuaba el sistema de emigracin permanente.70
Este sistema de migracin, no obstante, ante el mayor control administrativo
provocara un conflicto entre los peninsulares y los criollos. El incremento de la burocracia
se dio, sobre todo, a travs de funcionarios peninsulares. Tradicionalmente estos
funcionarios establecan, o tenan en el caso de los funcionarios criollos, fuertes vnculos
con las localidades a partir de las relaciones de parentesco y obtenan una buena parte de su
salario a partir de la corrupcin asociada a su cargo. Con el fin de obtener una mayor
fiscalidad, los nuevos funcionarios reciban altos sueldos lo que los mantena leales y
controlados por la Corona, manteniendo as mayores vnculos con la metrpolis. Este tipo
de funcionarios aumentaron la aversin hacia el gachupn al romper los vnculos entre las
lites criollas y la burocracia colonial.71
En conjunto, las reformas borbnicas haban
modificado las relaciones entre las diversas lites y confrontaran los intereses de stas
mediados por el Estado. La importante injerencia que tena el Estado colonial en las
70 John E. Kickza, Empresarios coloniales, Familias y negocios eh la ciudad de Mxico durante los Borbones,
Mxico, FCE, 1986, pp. 176-182. Este tipo de alianzas matrimoniales seran descritas ya por Alamn.
Alamn, Historia, Vol. 1, Libro 1, Op. Cit. p. 9. En su investigacin sobre la familia Martnez del Ro, Walker
identifica el mismo comportamiento durante el segundo tercio del XIX. David A. Walker, Parentesco,
Negocios y Poltica, La Familia Martnez del Ro en Mxico, 1823-1867, Mxico, Alianza Editorial, 1991, pp.
90-91. 71 Lynch, Revoluciones, Op. Cit. pp. 24-25.
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disputas entre las diversas lites econmicas lo colocaba en medio de stas: es as como la
lucha econmica se transform en confrontacin poltica durante la independencia.
El comercio colonial novohispano estuvo dominado por los inmigrantes espaoles,
en su mayora originarios de las montaosas costas del norte de Espaa. Dos grupos
principales tomaran importancia entre esta dominacin comercial nortea, los montaeses
y los vascos, dominacin y conflicto que persistiran hasta finales del periodo colonial: en
1792 el consulado de Mxico se dividira entre ambos grupos. Ambos eran conocidos por
sus pretensiones nobiliarias, y por la pasin genealgica; en realidad, estos hidalgos
norteos no eran en muchos casos ms que campesinos cuya pobreza empujaba a sus hijos
a la emigracin.72
En el sistema de herederos vasco, adems, en el cual frecuentemente se
privilegiaba a slo uno, los hijos, incluso los de familia acomodada, podan tener fuertes
incentivos para partir a la aventura americana.73
Es en Burgos, a diez kilmetros de Vizcaya, donde surge el apellido Antuano.74
Hidalgos todos ellos, como el cincuenta por ciento de los vizcanos, tenan distintas ramas
con disparidades de riqueza muy elevada todas ellas; una de aquellas ramas logr un
amplio ascenso en los cargos municipales y buscaba hacer eco en Madrid. De una de las
ramas menos favorecidas surge Jos Anselmo, quien migrar a la Nueva Espaa en la
segunda mitad del siglo XVIII. Anselmo de Antuano se instalar en Veracruz y se
convertir en pulpero, tendr cuatro sirvientes y varias casas en Veracruz pero nunca
formar parte de las grandes familias locales. Su primognito ser sacerdote, su segundo
hijo morir y el tercero lo suceder en el oficio. Estas ocupaciones de los mayores
permitirn que su cuarto hijo, Estevan nacido el 26 de diciembre de 1792, se dedicase a
otra profesin.75
72 David A, Brading, Mineros y comerciantes en el Mxico borbnico (1763-1810), Mxico, FCE, 1 edicin en
espaol, Quinta reimpresin, 1995, p. 150 73 Evelyne Snchez-Guillermo, L'Indpendance conomique du Mexique, Le parcours de l'entrepreneur
Estevan dAntuano (1792-1847), Villeneuve d'Asq, Presses Universitaires du Septentrion, Francia, 2002,
Captulo III, passim. 74 La familia materna de Lucas Alamn, los Busto, seran originarios de la misma ciudad. Valads, Alamn,
p. Cit. p.2; Juan Antonio de Bestegui era originario del la Villa de Mondragn tambin en el pas Vasco.
Rosa Mara Meyer C. Los Bistegui: Especuladores y Mineros. 1830-1869 En Ciro F.S. Cardoso (coord.),
Formacin y desarrollo de la burguesa en Mxico. Siglo XIX, Mxico, Siglo XXI Editores, 1a edicin, 1978,
p.109 75
Snchez-Guillermo, L'Indpendance, Loc.Cit. Quintana asevera que en 1800 partira a Espaa al cuidado
de un to, pasara un tiempo educndose en Inglaterra y retornara a Mxico hasta 1812 afirmacin que ser
tomada por la mayora de las autores que analizan a Estevan de Antuano, basndose en su obra. Quintana,
Estevan, Op. Cit. p. 11. Sin embargo, Snchez-Guillermo expone la falta de evidencia histrica de tal
aseveracin, puesto que Quintana no cita la fuente, y tampoco es referido por Antuano en ninguno de sus
escritos. Es por esta razn que esta investigacin no tomar como hiptesis tal viaje, la cual ha servido para
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En 1816 Estevan se instalar en Puebla donde arreglar los negocios de los
Pasalagua, Jos de Pasalagua haba sido el padrino de su difunto hermano, y de Lorenzo
Carrera, su primo. El apoyo de los Pasalagua le llevar a conocer a su futuro suegro: Carlos
balos. ste se haba casado con una integrante de la familia Varela, junto con la
Valdetaro, una de las ms ricas y antiguas de Atlixco pero que estaba en relativa
decadencia y con la cual el propio balos no tena una muy buena relacin. Antuano
desposar en 1818 a Brbara de balos y Varela. Ayudado por su suegro, quien llega a
regidor del Ayuntamiento de Puebla en 1821, nuestro personaje comienza una modesta
ascensin social utilizando los diversos caminos por los cuales las lites obtenan prestigio
en esa poca. Ocupa el puesto de segundo sndico en 1822; participa en el comercio
internacional utilizando sus lazos con Veracruz, el principal puerto de la poca. Ese mismo
ao, ante el ascenso de Iturbide como Emperador, ser parte del Consulado de Comercio de
Puebla, como Teniente del Primer Cnsul Don Jos Domingo de Couto, a la sazn Prior
del mismo Consulado, Diputado Consular y Regidor.76
Tambin ser parte de la Sala
Capitular del Ayuntamiento de Puebla que estara encargada de formar y equipar una
milicia que se integrase a la nacional del Imperio Mexicano.77
Participar con el batalln
de comercio, que no entraba en batalla, alcanzando el grado de coronel, ttulo con el cual
firmara una buena parte de sus escritos. Al parecer, esta ascensin social le bastar a
Antuano dado que pronto dejar su ttulo de hidalgo, correspondiente a su familia.78
Ser en agosto y septiembre de 1829 cuando publicar sus primeros artculos
patriticos pero ser en la dcada de los treinta, cuando el estatus y los recursos que logr
construir en su poca de comerciante de los aos veintes se lo permitan, que aprovechar la
oportunidad que el Banco de Avo le ofrecer y que comenzar su carrera como industrial
y, con ella, la utilizacin del espacio pblico editorial para difundir sus ideas y defender sus
intereses.
La visin sobre el periodo colonial que tendra la primera generacin independiente sera
tambin diversa. Habiendo todos nacido en el periodo borbn, la continuidad o
otros autores sobre el particular para comprobar la educacin que nuestro personaje tendra en los autores
anglosajones. 76 Consulado de Puebla. Manifiesto del Nuevo Consulado de Puebla, los habitantes de su Provincia, con
insertacin de los oficios que han precedido su instalacin. Puebla, 1822, Coleccin Lafragua de la
Biblioteca Nacional de Mxico, Miscelnea, Volumen 127, Legajo 78. 77 Ayuntamiento de Puebla. El ayuntamiento a sus ciudadanos, Puebla, Oficina de Don Pedro de la Rosa,
impresor del Gobierno poltico, militar y de hacienda, 12 de abril de 1822, Coleccin Lafragua de la
Biblioteca Nacional de Mxico, Miscelnea, Volumen 416, Legajo 60. 78 Snchez-Guillermo, Lindpendance, Op. Cit. Cap. IV. passim
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discontinuidad que expresaran respecto de ste tena que ver con su presente y las
instituciones que permanecan en su realidad. Como la visin respecto del pasado indgena,
la memoria e historias sobre la colonia se modificaran, adems, mientras los conflictos
entre las distintas lites evolucionaban.
Como vimos, el indigenismo histrico de Bustamante consideraba a la Colonia como
un mero parntesis en la Historia de Mxico.79
Pocos diferiran de la concepcin de
dominacin, pero la forma de sta diferira ampliamente. Zavala no prestara demasiada
atencin al origen lejano del mexicano y se concentrara en criticar las instituciones
coloniales. La Espaa de tiempos de la conquista se haba ocupado de subordinar las
conciencias y esclavizar el espritu humano, al establecer su poder y dominacin sobre
Mxico haban trado consigo el espritu de supersticin, intolerancia y ciega
obediencia propio de la pennsula. Todo el rgimen colonial, a partir de la conquista
haba sido construido a travs de la violencia, por parte de los conquistadores, y la fe ciega
transmitida por los misioneros: la supersticin sostena los principios creados por el
despotismo. La Colonia entera se le apareca como un cmulo interminable de excesos.
Mientras que las tierras se hallaban concentradas en unos pocos beneficiarios del rgimen
colonial, la poblacin india, la mayor en importancia, se encontraba e las ms miserables
condiciones y, sin embargo, dado el estado de ignorancia en que se encontraban, no
lograban desear ms all de las ideas que les haban implantado: una imagen de la Europa
feudal, sin el espritu de independencia ni el enrgico valor de aquellos tiempos.
En su visin, los puntos en los que se haba fundado el rgimen colonial eran: el
terror, la ignorancia, la educacin religiosa degenerada en supersticin, la incomunicacin
con el extranjero, el monopolio y el ejrcito. Los mexicanos de su poca haban obtenido
la misma educacin que sus conquistadores tres siglos atrs y la fuerza de sus hbitos
constituan un coloso, principal obstculo para el triunfo de la filosofa y las luces. El
terror haba impreso un profundo sello de humildad y esclavitud en todos los habitantes; la
ignorancia haba conducido a la charlatanera poltica; la supersticin provocaba que, a la
entrada de nuevos libros, se corrompiesen las costumbres sin ilustrar el entendimiento; el
monopolio de empleos era ahora disputado por facciones polticas y el territorial subsista;
exista un ejrcito permanente que representaba gastos innecesarios. La herencia de sus
antepasados era un lastre que la nueva nacin deba arrastrar. La distribucin de la tierra se
daba entre cuatro clases de propietarios: los descendientes de los conquistadores y las
rdenes religiosas, ambas con propiedades desmesuradas de tierras; los descendientes de
79 Fowler, Carlos, p. Cit. p. 63
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ricas familias espaolas que haban comprado amplias tierras a los indios al principio de la
Colonia y que ahora constituan las grandes familias de terratenientes como los Fagoaga,
los Vivanco, Reglas y Vicarios; en ltimo lugar se encontraban los pequeos propietarios
de tierras.80
Como vimos, Mora consideraba a los mexicanos de su tiempo como descendientes
de los conquistadores espaoles, reivindicando la figura de Corts. A diferencia de la
conquista hecha durante las cruzadas realizada fundamentalmente por nobles, la conquista
de Amrica se haba hecho por hombres sin mas patrimonio que su valor por lo cual
estaban dispuestos a aceptar el dominio de la metrpolis a cambi