Texto Reflexión
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Retiro Comunitario Granada 2/Noviembre/2013LA VIDA FRATERNA COMUNIN DE SANTOS Y PECADORES - AMEDEO CENCINI
La Relacin con Dios permite abrirnos a la comunin con el
hermano; la Santidad comunitaria se presenta normalmente como una
consecuencia de la santidad de cada uno, y es bonito encontrarse
con un santo, pero mas aun encontrarse con una comunidad de santos,
ya que el santo se convierte en un dolo en cambio una comunidad de
Santos atrae a personas de afuera a unirse a esa comunidad. La
Verdadera Santidad es comunitaria; pero el individualismo de
nuestra cultura nos orienta a buscar una Santidad Individual,
porque no somos iguales; lo que llama la atencin es lo poco
consciente que somos de esta especie de pecado Pecado Solitario. Un
espacio donde al buscar a Dios nos encontramos unos con otros y
aprendemos a acogernos, peregrinos enfrascados en una misma
bsqueda; entonces, la experiencia de la santidad de Dios, pone en
marcha poco a poco el proceso de santificacin de la comunidad. Dios
que se sirve de mi amigo para llevarme a una mayor intimidad con l.
El que cada uno sea meditacin para el otro es otra razn para buscar
a Dios juntos Vi un animal que venia hacia mi. Luego descubr que
era mi hombre y cuando lo tuve delante ca en la cuenta que era mi
hermano. Todos en nuestro interior llevamos a 2 hombres un santo y
un pecador que se tienen que integrar para contemplar la
misericordia del Padre; En definitiva, es pasar de la experiencia
individual a la experiencia comunitaria. La Comunidad no es
resultado solo de compartir el bien, sino tambin de compartir el
mal; ya que el bien no solo ayuda a perdonar el mal sino que al
reconocerlo descubrimos el bien que hay en nosotros. Somos ya
santos, pero al mismo tiempo estamos llamados a serlo hasta el
final; quizs podamos decir que somos ya santos individualmente,
pero todava tenemos que serlo comunitariamente, es decir una
santidad que no es privada, sino que nace del hecho estar juntos.
Don es tambin crecer y santificarse juntos, sostenidos por la fe de
los dems y cargando cada uno con el peso de los otros; La comunidad
es el lugar donde la fe de unos consuela y confirma la de los otros
y en la que todos custodian la fe de todos. Porque, en el fondo,
vivir en comunidad no es sino ser engendrados por ella y al mismo
tiempo ser engendradores de la misma.
Resumamos el ministerio de la edificacin en 4 grupos de posibles
acciones: dar gracias, bendecir, exhortar y construir la comunidad.
El amor humano no siempre tiene motivaciones sobrenaturales,
mientras que el amor sobrenatural (te amo en Dios) siempre es amor
humano, ya que amar con el amor con que Dios nos ama es edificar
sobre roca firme y amor solamente con amor instintivo y terreno es
edificar sobre arena; porque quien quiere la santidad para si solo,
esta muy lejos de ella. El que se consagra a Dios sabe que no es
mejor que los dems y Dios lo ha escogido por su pobreza y
debilidad, por esa vulnerabilidad que el poder divino quiere curar;
La Santidad solo es verdadera cuando se hace cargo de la debilidad;
cuando no se cuenta con el pecado no hay sitio para la gracia. Que
bonito es pensar que cuando los hombres no se condenan unos a
otros, tampoco Dios los condena. Jams nos haremos suficiente idea
de la enorme riqueza que hay en nuestros hermanos de comunidad, de
las ocasiones de crecimiento que se esconden tras nuestras
relaciones interpersonales.
Comentario
Amedeo Cencini en su Obra la Vida Fraterna, propone una forma de
vivir la Santidad desde un enfoque comunitario, lo cual es de
resaltar y valorar, ya que como l mismo deca en uno de sus
apartados: Suele haber mucha ms literatura sobre la experiencia
espiritual individual, que sobre la Comunitaria; lo cual visto
desde una parte prctica es muy real ya que basta con hacer un
sondeo sobre el contenido de los diferentes libros de
Espiritualidad, y la gran mayora hacen un nfasis especial en la
Espiritualidad Individual. Lo cual no es de rechazar ni
menospreciar, porque La santidad Comunitaria se presenta
normalmente como consecuencia de la Santidad individual; pero s
cuestiona el hecho de que casi no se toque este tema de la santidad
o Espiritualidad Comunitaria: Sera que estamos formando una
espiritualidad Egosta y/o Ego-cntrica?, donde todo entra y nada
sale convirtindonos como en una especie de edificio alto y
esplendoroso (Espiritualidad individual ego-cntrica) en medio de
una comunidad de pequeas chozas (Compaeros Pecadores),donde slo me
intereso por mi propia salvacin y los dems que se defiendan como
puedan?
Y cuestiona ms aun el hecho, que libros de espiritualidad se estn
leyendo nuestros Seminaristas, Religiosos (as), Consagrados (as)
etc. Ser que se estn guiando por este mismo camino de una
Espiritualidad Individual Ego-cntrica que contribuye en poca medida
a construir una santidad comunitaria, pues, como afirma Amedeo La
Verdadera SANTIDAD ES COMUNITARIA y para nuestra realidad resulta
fundamental comprenderla y ponerla en prctica por nuestra estrecha
relacin con las comunidades en las cuales nos desenvolvemos (en
nuestras Pastorales, en nuestras Familias, en nuestros municipios
de origen).
Si este es el caso, es el momento de hacer un alto en el camino y
empezar a orientar nuestra Literatura Espiritual hacia un enfoque
comunitario, debido a que nosotros como futuros Pastores de la
Iglesia llamados al servicio de los dems tenemos bajo nuestros
hombros la responsabilidad y el peso de ayudar y orientar a la Grey
que nos ha sido encomendada, a alcanzar la Santidad y ellos a su
vez se conviertan en gestores de otras Santidades, donde como
decamos al principio: Todos nos volvamos colaboradores en la
edificacin de la Santidad de nuestros hermanos; dando y a la vez
recibiendo, superando, como deca Amedeo, El individualismo que
todos llevamos dentro. Y estar as prestos y preparados a hacer de
nuestras Comunidades Verdaderas Comunidades Santas, en un mundo
sumergido cada da ms en la divisin del pecado y la oscuridad del
mismo: que atenta contra la propia existencia del hombre
(Asesinatos, contaminacin ambiental etc.) Y contra la relacin con
Dios (Envidia, irrespeto al hermano etc.) y que en comn llevan a la
degradacin del Ser, como Hijo de Dios; lo cual es muy inquietante
ya que si no nos consideramos Hijos de Dios, cmo vamos a considerar
al otro como Hermano en el Espritu, perteneciente a la gran familia
de Dios y ms all, cmo nos va a surgir el deseo de ayudarlo si no
consideramos ningn lazo de unin con l.
Es muy triste esta situacin, pero resulta ms triste que esta
realidad la viven miles de personas que andan por el mundo
sintindose solas y abandonadas a causa de su pecado, que piden a
gritos la gracia divina a travs de una persona que les d una
palabra de aliento y de esperanza; y que junto con el pecador lo
lleve de la mano por los caminos de la gracia hacia la Santidad.
Dicho en estos trminos resulta muy bonito, pero desde la parte
prctica no lo es tanto, ya que esto vincula un alto grado de
tolerancia al interrelacionarse dos personalidades muy contrarias
(Santo-Pecador) que tienen que convivir y apoyarse mutuamente
tomando las debilidades del hermano y hacindolas suyas; lo que nos
plantea otro interrogante Si no somos capaces de cargar con
nuestras debilidades, cmo vamos a cargar con las del hermano?; es
algo muy cuestionante, pero es una pregunta que todos nos tenemos
que hacer tarde o temprano, para empezar a recorrer este camino de
la Santidad Comunitaria, porque este es el principio de dicha
Santidad.
Por otro lado, lo que la Iglesia necesita hoy en da, no son ms
santos que llenen los nichos de los templos y las grandes
catedrales, sino que cada uno de nosotros se vuelva Santo sintiendo
la presencia de Dios manifiesta en nuestro interior y especialmente
en el hermano; como herramienta de Dios para nuestra santificacin y
que nosotros muchas veces rechazamos por un simple prejuicio que
nos creamos y que muchas veces no tiene una base slida; es como una
especie de barrera imaginaria que nos impide establecer una relacin
transparente con el hermano y conocerlo ms a fondo; y cuando la
establecemos se funda sobre la Hipocresa que tanto se maneja en
nuestras comunidades, donde en frente del hermano se le habla
bonito y cuando no lo tenemos acudimos donde los dems y empezamos a
hablar pestes de l, destruyndolo no solo sicolgicamente, sino
tambin moralmente, Sera que estas son las comunidades sobre las
cuales Dios quiere edificar su Reino?.
Pero, cuando nos abrimos totalmente al hermano y nos despojamos de
todas esas prevenciones, nos encontramos con un inmenso tesoro de
valor inestimable, ya que este no busca que nos quedemos en el
camino de la Santidad, sino que nos empuja a continuar luchando y a
no desfallecer; y en algunos momentos nos ayuda a llevar nuestra
cruz siendo la representacin viva de Jess Resucitado. Aunque en
algunos momentos Dios a travs de los dems tambin nos habla sin
palabras, nos ensea mediante el don de la Sabidura en el cual, al
analizar una situacin determinada a la luz de la fe, nos transmite
una enseanza para nuestra vida Personal; pero para esto debemos
tener cierto grado de oracin y silencio que son los instrumentos ms
claros y personales con los que Dios se comunica con los hombres
especialmente con nuestro Yo interior.
Bienaventuranzas de los Santos y SantasFelices quienes caminan humildemente junto a su Dios y a los dems, sin ms deseos ni recompensas que sus desvelos.
Felices quienes han recibido la llamada a la compasin, a la solidaridad, a la dulzura.
Felices quienes se entregan a la tarea encomendada con la conviccin, la fuerza y la entrega de sus manos y su corazn.
Felices quienes se sienten cercanos a toda la humanidad, quienes no se quedan aislados en su pequeo grupo, reducindolo a una pequea secta de elegidos.
Felices quienes reciben una misin, ante la contemplacin de las necesidades de los dems, de su dolor, de su miseria, y se dan por entero, sin pedir nada a cambio.
Felices quienes no se sienten fundadores, ni padres o madres de nadie, sino hermanos pequeos de los ms dbiles y olvidados.
Felices quienes no anhelan recibir honores, ni privilegios, ni templos, ni casas de peregrinacin, sino ser sencillamente ellos mismos, renunciando a cualquier tipo de riqueza.
Felices quienes no desean figurar, ni ser reconocidos, sino que su mxima dignidad es servir, adquiriendo as el sello indeleble de la fidelidad y la entrega por amor.