Tirar del pasado para innovar

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Consumo El sector del lujo ANA LUISA ISLAS BARCELONA S orprende que por las calles de ciudades como Barcelo- na o Londres, que marcan la vanguardia mundial, los jóvenes se vistan con «cash- mere», usen gafas del si- glo pasado y se dejen crecer el bigote, para acudir a bares que parecen detenidos en el tiempo a beber vermuts y carajillos (bebidas que hasta hace no mucho eran catalogadas para abuelos). Pareciera que, en cuestión de modas y estilo de vida, de un tiempo para acá, en lugar de avanzar, quisiéra- mos retroceder. Los valores han cambiado. «Hace 15 años todo estaba enfocado en innovar e ir hacia delante. Hoy en día, se le otorga un valor espe- cial al patrimonio histórico», explica Arnaud de Lummen, director de Luva- nis, empresa que se encarga de resuci- tar marcas de lujo «dormidas» y que esta semana acudió a Barcelona a un encuentro de la industria del lujo orga- nizada por la escuela de negocios IESE. «Bellas durmientes» De Lummen supo aprovechar esta ten- dencia y usarla a su favor en el momen- to indicado. La empresa, que él mismo creó, se dedica a «despertar» a lo que él llama «bellas durmientes». Se enfoca en marcas de prestigio que cerraron, ya sea por el paso de los años, los cambios en las costumbres o la muerte de sus creadores. Empresas que no supieron reinventarse y fueron quedando tan solo en los recuerdos, las páginas de la his- toria de la moda y los museos. Los bi- gotes llevaban casi 40 años a la baja, mu- chas de estas marcas también, e inclu- so más. «Balenciaga es un claro ejemplo de marca resucitada, estuvo muerta prác- ticamente entre 1968 y 1986», explica el emprendedor. Con la marca nacida en San Sebastián como inspiración, el em- presario francés se ha puesto a la tarea de descubrir este tipo de marcas, «en museos, viejas revistas», para luego rea- lizar una labor detectivesca para des- cubrir el estatus legal actual de estas ca- sas de lujo. «En algunos casos, los dere- chos están repartidos entre tanta gen- te, entre herederos y otros, que la com- pra sería una labor que nos tomaría 10 años, y la desechamos, buscamos otra», confiesa. Entre sus casos de éxito destaca la francesa Vionnet, que cerró a raíz de la Segunda Guerra Mundial y revivió en 2006. También la marca de maletas y equipaje Goyard, incluso aún más anti- gua que la famosa Louis Vuitton (LV). «Las élites querían una marca alterna- tiva a la ya masiva LV, qué mejor que re- vivir la marca que la inspiró y que cuen- ta con una historia de más de 200 años», comenta. El mercado de los baúles se desplomó en los 70, cuando los via- jes dejaron de hacerse por barco con la masi- ficación de los vuelos comercales. «Louis Vuitton se reinventó y se sostu- vo viva vendiendo ju- guetes en sus tiendas de París y de Mónaco, pero Goyard, Moynat y Belber (és- tas dos últimas marcas que está en proceso de relanzar) no superaron esa crisis», profundiza. «La gente quie- re autenticidad, legado e historia, no quieren marcas que salgan de la nada», apunta de Lummen. Tirar del pasado para innovar El lujo se reinventa y sortea la crisis. «La gente quiere autenticidad, legado e historia», explica De Lummen Europa vende pero no compra lujo Aunque la situación de crisis que vive España podría dar la sensación de que revivir una marca de equipaje que vende bolsos a 600 euros es una idea descabellada, el sector de lujo tiene grandes previsiones de crecimiento para los próximos años (de 7 a 9% anual). «El sector ya desde hace muchos años no vive del consumo europeo. El 50% de las ventas en Europa son a turistas que pasan por aquí», explica Fabrizio Ferraro, académico del IESE especialista del sector. «La industria está mejor que nunca», agrega. Para Ferraro, la historia y el le- gado que representan estas mar- cas de lujo debería de ser aún más aprovechado por Europa. «La ma- yoría de las casas son europeas, es de lo que más exportamos a nivel mundial», argumenta. «La gente valora mucho la historia que car- ga un bolso de LV», insiste. La in- dustria fue la responsable del 10% de las exportaciones europeas del 2010 y de las pocas que ha tenido crecimiento de dos dígitos en los últimos años. Las marcas europeas representan el 70% de las marcas de lujo a nivel mundial. Cuando el pasado y el patrimonio histórico es lo que rige a la cultura, Europa tiene mucha tela donde cortar en su historia en cuanto a moda, a di- ferencia de Rusia, China o los Paí- ses Árabes, los principales consu- midores del sector. «Hace unos años este negocio habría sido ca- talogado como sin imaginación, ahora cobra cada vez más senti- do», explica de Lummen. ISABEL PERMUY Las nietas de Balenciaga Carla y Eisa, en un reportaje para ABC en el Museo del Traje Vionnet, marca de leyenda Un modelo de Balenciaga Luvanis resucita marcas de lujo «dormidas», firmas de prestigio que ahora tienen una segunda oportunidad abc.es/estilo ABC SÁBADO, 16 DE MARZO DE 2013 GENTESTILO 75

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Consumo El sector del lujo

ANA LUISA ISLAS BARCELONA

Sorprende que por las calles de ciudades como Barcelo-na o Londres, que marcan la vanguardia mundial, los jóvenes se vistan con «cash-mere», usen gafas del si-

glo pasado y se dejen crecer el bigote, para acudir a bares que parecen detenidos en el tiempo a beber vermuts y carajillos (bebidas que hasta hace no mucho eran catalogadas para abuelos). Pareciera que, en cuestión de modas y estilo de vida, de un tiempo para acá, en lugar de avanzar, quisiéra-mos retroceder. Los valores han cambiado. «Hace 15 años todo estaba enfocado en innovar e ir hacia delante. Hoy en día, se le otorga un valor espe-cial al patrimonio histórico», explica Arnaud de Lummen, director de Luva-nis, empresa que se encarga de resuci-tar marcas de lujo «dormidas» y que esta semana acudió a Barcelona a un encuentro de la industria del lujo orga-nizada por la escuela de negocios IESE.

«Bellas durmientes» De Lummen supo aprovechar esta ten-dencia y usarla a su favor en el momen-to indicado. La empresa, que él mismo creó, se dedica a «despertar» a lo que él llama «bellas durmientes». Se enfoca en marcas de prestigio que cerraron, ya sea por el paso de los años, los cambios en las costumbres o la muerte de sus creadores. Empresas que no supieron reinventarse y fueron quedando tan solo en los recuerdos, las páginas de la his-toria de la moda y los museos. Los bi-gotes llevaban casi 40 años a la baja, mu-chas de estas marcas también, e inclu-so más.

«Balenciaga es un claro ejemplo de marca resucitada, estuvo muerta prác-ticamente entre 1968 y 1986», explica el emprendedor. Con la marca nacida en San Sebastián como inspiración, el em-presario francés se ha puesto a la tarea de descubrir este tipo de marcas, «en museos, viejas revistas», para luego rea-lizar una labor detectivesca para des-

cubrir el estatus legal actual de estas ca-sas de lujo. «En algunos casos, los dere-chos están repartidos entre tanta gen-te, entre herederos y otros, que la com-pra sería una labor que nos tomaría 10 años, y la desechamos, buscamos otra», confiesa.

Entre sus casos de éxito destaca la francesa Vionnet, que cerró a raíz de la Segunda Guerra Mundial y revivió en 2006. También la marca de maletas y equipaje Goyard, incluso aún más anti-gua que la famosa Louis Vuitton (LV). «Las élites querían una marca alterna-tiva a la ya masiva LV, qué mejor que re-vivir la marca que la inspiró y que cuen-

ta con una historia de más de 200 años», comenta. El mercado

de los baúles se desplomó en los 70, cuando los via-

jes dejaron de hacerse por barco con la masi-ficación de los vuelos comercales.

«Louis Vuitton se reinventó y se sostu-

vo viva vendiendo ju-guetes en sus tiendas de

París y de Mónaco, pero Goyard, Moynat y Belber (és-

tas dos últimas marcas que está en proceso de relanzar) no superaron esa crisis», profundiza. «La gente quie-re autenticidad, legado e historia, no quieren marcas que salgan de la nada», apunta de Lummen.

Tirar del pasado para innovarEl lujo se reinventa y sortea la crisis. «La gente quiere autenticidad, legado e historia», explica De Lummen

Europa vende pero no compra lujo Aunque la situación de crisis que vive España podría dar la sensación de que revivir una marca de equipaje que vende bolsos a 600 euros es una idea descabellada, el sector de lujo tiene grandes previsiones de crecimiento para los próximos años (de 7 a 9% anual). «El sector ya desde hace muchos años no vive del consumo europeo. El 50% de las ventas en Europa son a turistas que pasan por aquí», explica Fabrizio Ferraro, académico del IESE especialista del sector. «La industria está mejor que nunca», agrega.

Para Ferraro, la historia y el le-gado que representan estas mar-cas de lujo debería de ser aún más aprovechado por Europa. «La ma-yoría de las casas son europeas, es de lo que más exportamos a nivel mundial», argumenta. «La gente valora mucho la historia que car-ga un bolso de LV», insiste. La in-dustria fue la responsable del 10% de las exportaciones europeas del 2010 y de las pocas que ha tenido crecimiento de dos dígitos en los últimos años. Las marcas europeas representan el 70% de las marcas de lujo a nivel mundial. Cuando el pasado y el patrimonio histórico es lo que rige a la cultura, Europa tiene mucha tela donde cortar en su historia en cuanto a moda, a di-ferencia de Rusia, China o los Paí-ses Árabes, los principales consu-midores del sector. «Hace unos años este negocio habría sido ca-talogado como sin imaginación, ahora cobra cada vez más senti-do», explica de Lummen.

ISABEL PERMUY Las nietas de Balenciaga Carla y Eisa, en un reportaje para ABC en el Museo del Traje

Vionnet, marca de leyenda

Un modelo de Balenciaga

Luvanis resucita

marcas de lujo «dormidas»,

firmas de prestigio que ahora tienen una

segunda oportunidad

abc.es/estiloABC SÁBADO, 16 DE MARZO DE 2013 GENTESTILO 75