~toria de la nueva historia · imaginó la siguiente situación. "Un hombre notable es filmado ......

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"No me tirés lápidas, men" (Un sepulturero) de la nueva historia Que la historia se nu- ocurrieron quizá de un modo diferente al que tre de conjeturas es se nos aparece como cierto. algo que sabe cual- · Esto, más que molestar al aficionado a la quiera. hi storia, · lo excita y apasiona. Nada cuesta razonar Lo que ha sido ha sido -dedan los gfie- qUe de los innumera· gos- y ni siquiera los dioses pueden bles actos humanos cario. · que hari tenido lugar Sin embargo la imperfecta condición ci.el en t.odos los tiempos, conocimiento humano pem1ite que una mis- solámente una ínfima ma historia pueda ser referida de cien distin- parte nos consta cabalmente. tas maneras y con significados opuestos. Es Hay también una porción de sucesos que po- posible transformar lo que se fue y hasta me demos imaginar o deducir de ciertos indi- atrevería a afirmar que se trata de una tarea cios. · artística. Pero la mayor parte de las cosas que han Hacer planes para el pasado es menos pasado nos . son desconocidas. una paradoja divertida qUe una función pro- De los millones artistas que escribie- pia de todo historiador. ron, pintarori, cantaron y esculpieron en . cua- Hay que admitir que t.odos estos razona- tro mil años de historia egipcia sólo conoce- miehtos provocan desazón entre los amantes mos el nombre de tres o cuatro. De los crea- del rigor, la certeza y la verdad. Esta gente dores asiHo-babilonios, ni siquiera eso. padece un gran desconsuel ,o ante la inevita- Tarflbién es· de suponer que muchos ble relatividad de las nociones que se impar- acontedmientos, que damos por sabidos, ten por allí. Borges imaginó un Universo creado .hace algunos minutos con falsas) huellas de un pasado anti- quísimo. Cualquier persona decen- ·e no puede menos que sentir una ex trema inquietud al examinar esta :::>osibilidad. En Caballito, donde la precisión es la primera de las virtudes, un rupo de historiadores se propuso egar a las generaciones futuras una colección de documentos de im- olacable minuciosidad para que la 1istoria no tuviera zonas desérticas oar a los estudiantes. Así la agrupación Nueva -iistoria. Y el proyecto concebido por esta 1otable sociedad fue -sin ninguna el más desmesurado de la storia del pensamiento de nuestro : glo. La idea era escribir un tratado a.oso lutamente completo de la His- . ria Universal, a partir del de Escribe: Alejandro Dolina enero de 1965. Los hechos ocurri- . dos con anterioridad a esa fecha, se reputarían pertenecientes a una era anterior, conjetural y poco segura, bien diferente de los nuevos tiem- pos documentados que comen- zaban. La obra registraría la totalidad de los sucesos humanos y los sosten- dría con pruebas y legalizaciones irrefutables, para no dejar lugar a la más pequeña sombra de sospecha. Para acometer semejante hazaña, Nueva Historia reunió a catorce profesores, dos numismáticos, cua- tro calígrafos, un cartógrafo, dos operadores de radio, seis dibujan- tes , un cadete, veinte amanuenses y un escribano público. A los pocos días comenzaron a hacerse patentes algunas dificulta- des . Los historiadores escribían y avalaban con toda rapidez, pero los hechos superaban cualquier cálcu- lo. Mientras alguien consignaba un i suceso, ocurrían otros cien que de- bían dejarse para el día siguiente . Además, los científicos sentían la de que, . en luga- res ocultos: personas absol utamen- te desconocidas llevaban a cabo to- da clase de operaciones vitales sin que la soéiedad Nueva Historia lo supiera. Así fue que se resolvió renunciar al universalismo, limitándose a los sucesos nacionales. Pero no fue su- ficie_nte; la historia es siempre más velciz que los historiadores. De cualquier manera, los problemas complejos suelen favorecer la apa- rición de grandes ideas. Y en este caso, el toque genial lo proporcio- nó el cineasta húngaro Lazlo Mar- tok, experto en films documentales que había abandonado su país uyendo de las persecuciones , aunque el hombre ya no recordaba quién lo perseguía ni por qué. Martok sugirió a la s comisiones HUMOR 41

Transcript of ~toria de la nueva historia · imaginó la siguiente situación. "Un hombre notable es filmado ......

"No me tirés lápidas, men" (Un sepulturero)

~toria de la nueva historia Que la historia se nu- ocurrieron quizá de un modo diferente al que tre de conjeturas es se nos aparece como cierto. algo que sabe cual- · Esto, más que molestar al aficionado a la quiera. historia, · lo excita y apasiona. Nada cuesta razonar Lo que ha sido ha sido -dedan los gfie-qUe de los innumera· gos- y ni siquiera los dioses pueden modifi~ bles actos humanos cario. · que hari tenido lugar Sin embargo la imperfecta condición ci.el en t.odos los tiempos, conocimiento humano pem1ite que una mis­solámente una ínfima ma historia pueda ser referida de cien distin­

parte nos consta cabalmente. tas maneras y con significados opuestos. Es Hay también una porción de sucesos que po- posible transformar lo que se fue y hasta me demos imaginar o deducir de ciertos indi- atrevería a afirmar que se trata de una tarea cios. · artística.

Pero la mayor parte de las cosas que han Hacer planes para el pasado es menos pasado nos .son desconocidas. una paradoja divertida qUe una función pro-

De los millones dé artistas que escribie- pia de todo historiador. ron, pintarori, cantaron y esculpieron en .cua- Hay que admitir que t.odos estos razona­tro mil años de historia egipcia sólo conoce- miehtos provocan desazón entre los amantes mos el nombre de tres o cuatro. De los crea- del rigor, la certeza y la verdad. Esta gente dores asiHo-babilonios, ni siquiera eso. padece un gran desconsuel,o ante la inevita-

Tarflbién es· de suponer que muchos ble relatividad de las nociones que se impar­acontedmientos, que damos por sabidos, ten por allí.

Borges imaginó un Universo creado .hace algunos minutos con falsas) huellas de un pasado anti­

quísimo. Cualquier persona decen­·e no puede menos que sentir una extrema inquietud al examinar esta :::>osibilidad.

En Caballito, donde la precisión es la primera de las virtudes, un rupo de historiadores se propuso egar a las generaciones futuras una colección de documentos de im­olacable minuciosidad para que la 1istoria no tuviera zonas desérticas oara los estudiantes.

Así ~ace la agrupación Nueva -iistoria.

Y el proyecto concebido por esta 1otable sociedad fue -sin ninguna ~úda- el más desmesurado de la ~ storia del pensamiento de nuestro : glo.

La idea era escribir un tratado a.oso lutamente completo de la His­. ria Universal, a partir del 1º de

Escribe: Alejandro Dolina

enero de 1965. Los hechos ocurri-. dos con anterioridad a esa fecha, se reputarían pertenecientes a una era anterior, conjetural y poco segura, bien diferente de los nuevos tiem­pos documentados que comen­zaban.

La obra registraría la totalidad de los sucesos humanos y los sosten­dría con pruebas y legalizaciones irrefutables, para no dejar lugar a la más pequeña sombra de sospecha. Para acometer semejante hazaña, Nueva Historia reunió a catorce profesores, dos numismáticos, cua­tro calígrafos, un cartógrafo, dos operadores de radio, seis dibujan­tes, un cadete, veinte amanuenses y un escribano público.

A los pocos días comenzaron a hacerse patentes algunas dificulta­des. Los historiadores escribían y avalaban con toda rapidez, pero los hechos superaban cualquier cálcu­lo. Mientras alguien consignaba un

• i

suceso, ocurrían otros cien que de­bían dejarse para el día siguiente . Además, los científicos sentían la amarga~ se~sación de que, .en luga­res ocultos: personas absol utamen­te desconocidas llevaban a cabo to­da clase de operaciones vitales sin que la soéiedad Nueva Historia lo supiera.

Así fue que se resolvió renunciar al universalismo, limitándose a los sucesos nacionales. Pero no fue su­ficie_nte; la historia es siempre más velciz que los historiadores. De cualquier manera, los problemas complejos suelen favorecer la apa­rición de grandes ideas. Y en este caso, el toque genial lo proporcio­nó el cineasta húngaro Lazlo Mar­tok, experto en films documentales que había abandonado su país h·uyendo de las persecuciones , aunque el hombre ya no recordaba quién lo perseguía ni por qué.

Martok sugirió a las comisiones

HUMOR 41

"Vamos a la cana, que hay que descansar .. . " (Uno de Sasetru)

de Nueva Historia la posibilidad de filmar la vida entera de las perso­nas, con un sistema, sonoro, para que las imágenes y sonidos resul­tantes pudieran ser estudiados por los curiosos del porven.ir.

La iniciativa fue saludada con gran beneplácito. En un sentido dis­curso, el doctor Anselmo T. Galván Castro advirtió que si las civiliza­ciones precedentes hubieran teni­do la precaución de filmar cada existencia, nuestro conocimiento de la historia sería completo y la experiencia acumulada nos permi­tiría una vida mejor, sin errores re­petidos y sin caminos nefastos reco­rridos mil veces.

"Ahí tienen ustedes la entrevista de Guayaquil" -se encrespó Gal­ván Castro- "No sabemos qué pasó entre San Martín y Bolívar. Una simple cámara pudo ahorrarnos un siglo y medio de suposiciones".

La sociedad Nueva Historia em­pleó sus magros fondos en la adqui­sición de cámaras de cine y graba­dores de sonido. Pero cuando todo estaba listo para comenzar la Mag­na Obra, los Refljtadores de Leyen­das entraron en acción.

Alguien manifestó que para la fil­mación de una vida hacían falta, por lo menos, dos. La vida del fil­mado y la del operador encargado de manejar la cámara. Y eso supo­niendo que este último señor no atienda jamás sus propias necesida­des. En realidad lo más razonable sería la existencia de dos operado­res por persona filmada: uno de día y otro de noche. Pero entonces la Historia resultante no podría abar­car jamás a todas las personas del

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mundo. Quedarían fuera los opera" dores.

La objeción fue contestada sugi­riendo que cada operador tuviese detrás suyo a otro operador que fil­mara la filmación. Pero; si bien se piensa, tal sistema conduciría a la estirpe humana a una interminable cadena de operadores que se fil­man, mientras una sola persona, la primera de la fila, vive realmente.

El doctor Galván abogó final­mente por una solución heroica: los camarógrafos no pertenecerían a la historia. Sus biografías serían deducidas de las imágenes de sus filmados. Por ejemplo, un ilustre médico escala el Himalaya. Los ob­servadores deberían pensar-que de­trás del médico estaba el operador.

Pero los Refutadores de Leyen­das no se detuvieron en su tarea corrosiva. Uno de ellos sostuvo que el sistema de filmaciones provoca­ría una insoportable modificación en la psiquis del género humano.

"Las personas cambian su acti­tud cuando se hallan frente a una cámara. Si se filma la vida entera de la gente, todos nos pareceremos a Santiago Gómez Cou".

Galván Castro confesó entonces su fervorosa admiración por Santia­go Gómez Cou y declaró que el hecho de saberse filmado obligaría a todo ciudadano a llevar una vida digna y sin tapujos.

La polémica fue muy áspera. La gente de Flores no tomó parti­

do por ninguno de los dos bandos. Manuel Mandeb, sin embargo, imaginó la siguiente situación .

"Un hombre notable es filmado en todos los actos de su vida. Un día cualquiera, este hombre desea ver algo de lo ya filmado . La socie­dad Nueva Historia lo complace. El hombre se sienta y observa trozos de su pasado ·en una pantalla. Mientras tanto, un camarógrafo lo está filmando. En ese momento su presente y su pasado son -al menos para quien después observe esta nueva fi !mación- la misma cosa. El

, 1 ' ,

episodio puede repetirse infinitas veces, y así es posible que algún· historiador del siglo XXII contemple la imagen de un hombre sentado observando a otro hombre sentado, que observa a otro hombre sentado y así hasta donde ustedes quieran . Cada hombre es un poco más jo­ven, pero todos los hombres son el mismo".

Pero sin duda la objeción más importante al proyecto de Lazlo Martok fue la llamada Objeción del Pensamietno, que podría resumirse así.

"No existen cámaras que filmen la conciencia. Si un operador regis­tra las imágenes de un sabio medi­tando, jamás sabremos el verdade­ro contenido de sus meditaciones, salvo que el hombre tenga la insana costumbre de meditar en voz alta. Así, jamás se sabrá si el sabio está inventando un nuevo específico o si está anal izando la posibilidad de estrangu lar a su cuñado.

Pero hay más todavía: muchas actitudes de los hombres sólo se comprenden si se conocen aspec­tos sociales de su tiempo que -con seguridad- escaparán al alcance de las cámaras. Si uno de nosotros re­cibe ·una ostra, el episodio no nos preocupará. Para un griego tal si­tuación significaba el destierro".

De cualquier modo, no hubieran sido necesarias tantas críticas fe­roces.

La Gran Obra de la sociedad Nueva Historia jamás hubiera podi­do prosperar. Era demasiado cos-tosa. \

Inútiles fueron los esfuerzos por conseguir el auspicio de una firma fabricante de cámaras y grabado­res. Las rifas, festivales, kermesses y colaboraciones desinteresadas arrojaron réditos menesterosos.

Finalmente el 2 de marzo de 1966, el doctor Galván Castro am¡nció que Nueva Historia que­daba disuelta.

Sin embargo, han quedado algu­nos retazos fílmicos realizados por Laz lo Martok.

El más extenso dura siete horas. Se le conoce entre los entendidos como "La siesta del ingeniero Os­ear Va lente" . Al comienzo del va-1 ioso documento se observa a un caballe ro haciendo preparativos para dormir su siesta. En cierto ins­tante, el hombre extrae su cédula

' de identidad y la expone ante la

"Solidaridad Rural" es que te presten el zaino.

ra. Se advierte aquí el prurito ..ieva Historia por ofrecer prue­

todo. Acto seguido, Valente _ de él se trataba) procede a ir durante seis horas. La cáma­igue pral ijamente en sus cam­

- de lado, movimientos incon­•es y aun en sus períodos de etud.

Sobre el final, el ingeniero des­"a y sale de la habitación . Allí se ina que a Martok se le terminó

película, o bien la paciencia. que convenir con los Refuta­

- ·es de Leyendas en que, con ser ·enso, el documento no es escla-edor. Después de examinarlo a y otra vez, poco se puede saber

-erca del ingeniero Valente, co-no sea que un día durmió la

-~ta durante seis horas.

8urante cierto tiempo también conservaron algunos rollos que lván Castro había enterrado en ·ando de su casa para que los

-'iosos del tercer milenio tuvieran icia de su obra. Pero, desconfiado como era, el

bre no podía irse a dormir si no aseguraba de que los rollos esta-

ban en su lugar. Entre tantos entie­rros y desentierras, los rollos corrie­ron el destino que parece reservado a· todo documento histórico: se perdieron.

En fin: La aventura de esta sociedad nos

deja una enseñanza: es tan mala la escasez de documentos como el exceso de ellos. Nueva _Historia nunca comprendió que recrear el pasado supone elegir los momentos más reveladores. Poco sentida· tie­ne referir hora por hora las menu­das actividade5 de los hombres.

Por lo demás, desde el punto de vista pedagógico, el nuevo método resLdtaba un tanto dificultoso. Para estudiar la infancia de Washington un estudiante hubiera necesitado doce años; para examinar la vida de San Martín, setenta y dos. Y eso para no hablar de las dinastías, civi­lizaciones e Imperios. Estos, claro está, son e;emplos. Ya se sabe que Nueva Historia sólo comprendería los sucesos a partir de 1965. Pues bien, si se piensa que en ese año Buenos Aires tenía 5 millones de habitantes, el estudio de esa sola

ciudad, en esos 365 días, hubiera insumido 5 millones de años.

No obstante, mucho después de la defunción de Nueva Historia, al­gunos caballeros adinerados con­trataron a Lazlo Martok y a otros operadores para que les filmaran la vida. Al principio el negocio fun­cionaba. Pero luego Martok advir­tió a sus clientes que sólo entregaría las películas cuando estuvieran completamente terminadas, lo que desilusionó a la mayoría de los ca- · balleros adinerados.

Hoy la técnica, con su increíble progreso, puede hacernos pensar que el proyecto de Nueva Historia se cumplirá alguna vez. Durante las 24 horas del día hay cámaras y gra­badores funcionando. Las ciencias auxiliares de la historia utilizarán ese material en el futuro. Y ya no será necesario descifrar piedras de Roseta, ni excavar las ruinas de Ba­bilonia. El cine dará testimonio de nuestras vidas . Y entonces podrá ser llamado, con toda propiedad, el

·biógrafo. Buenas tardes.

Alejandro Dolina

TODO ROSARIO ALMUERZA CON ELLOS

RAUL GRANADOS ALBERTO GONZALO

MIGUEL A. TESSANDORI IGNACIO APARICIO

HUGO MOYANO VARGAS SILVIO M. VALLI

Dr. ARNALDO RASKOSKI CARLOS GARAICOCHEA

CALIGULA HECTOR GAGLIARDI

ALFREDO MUÑOZ ANTONIO PULIDO

y ahora también MARIO SANCHEZ

LUNES A VIERNES DE 13.00 A 14;00 HS.

crnl~ •• El canal e DE nosano ••

HUMOR 4 :>