Trabajo las familias terminado (2)
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La familia se entiende como una
estructura cultural de normas y valores
organizados por la sociedad para
regular la acción colectiva en torno a
ciertas necesidades básicas, como
podrían ser la procreación, el sexo, la
aceptación y seguridad afectiva entre
personas, la educación de los recién
nacidos e incluso la producción y el
consumo de bienes económicos.
Parece, por tanto, una institución
necesaria y su conexión con la propia
vida de las personas se ve bastante
evidente. Es la institución que conecta
a los individuos y a la sociedad desde
el comienzo de la vida humana
Es un sistema abierto, en transformación que, pese a los cambios
permanentes, se sostienen a lo largo del
tiempo. Manifiestan conductas redundantes que le otorgan
singularidad, con un conjunto de creencias que asigna significado
a su particular manera de leer el mundo. Toda familia presenta
problemas y debe negociar compromisos que hagan posible la
vida en común. La familia se desarrolla y cumple sus funciones a
través de subsistemas, formados por generación, sexo, interés y
función.
Los límites de un subsistema están formados por las reglas que
establecen quién participa de él y cómo, y cumplen la función de
proteger la diferenciación del sistema. Un funcionamiento familiar
adecuado, requiere de límites suficientemente bien definidos como
para que sus miembros puedan desarrollar sus funciones sin
intromisiones y a la vez deben permitir el contacto con otros
subsistemas.
Desde aquí se pueden distinguir tres tipos de hogares:
Hogar Unipersonal: el hábitat está constituido por una sola
persona, generalmente un adulto mayor.
Hogar Familiar: el hábitat es compartido por uno o más núcleos
familiares. La jefatura del hogar es un fenómeno a considerar cuando
se analice este tipo de organizaciones.
Hogar no familiar: el hábitat es compartido por dos o más
personas, sin vínculos de parentesco entre sí.
Hay cuatro tipos de familia:
La familia tradicional: Padre, madre e hijo. Luego estaría el papel de
los abuelos en el caso de que no apareciera la figura de los padres.
Familia monoparental: Aquellas familias en las que el hijo o está con
la madre o con el padre.
Familia Homoparental: Aquellas familias en las que los padres son
homosexuales.
Familia tradicional versus moderna:
La familia tradicional se caracteriza:
Estricta diferenciación de las funciones basadas en el sexo y la edad
El que trabaja fuera de casa es el padre
La mujer compagina la crianza y cuidado de los hijos y ancianos con las tareas domesticas.
Las relaciones conyugales y paternofiliares basadas en el dominio y obediencia del padre sobre los hijos y la mujer.
El matrimonio se decide más por normas sociales que por afecto.
Condenan y prohíben el divorcio, la anticoncepción, el aborto.
En la familia modernao los roles familiares son mas flexibles,
o la autoridad es compartidas por ambos cónyuges y se produce una relación de igualdad
o la decisión del matrimonio, es libre y se fundamenta en el afecto.
o También son destacables la privacidad y la estrecha vinculación afectiva entre padres e hijos.
Dentro de la familia moderna encontramos algunas acepciones:
•Familia de doble carrera
•Familia semitradicional
Familia nuclear versus familia extensa:
La familia nuclear:
o Esta el padre, la madre y los hijos que viven con ellos.
o Es el tipo de familia más extendido en España
o Dentro de la familia nuclear se pueden concretar diferentes acepciones.
Familia con un solo hijo Familia numerosa Familia uninuclear
Familia extensa:
o Las familias extensas son propias de sociedades mas tradicionales .
o La familia se encarga de realizar la mayor parte de las funciones asistenciales y educativas.
o Podemos citar polinuclear o ampliada.
Polinuclear
Ampliada
Nuevos tipos de familias
Agregadas
Monofiliares
Cónyuges solos
Homosexuales
Reconstruidas
Separadas o divorciadas
Educadoras
Monoparentales
Existen 4 tipos de estilos educativos
familiares:
› Autoritarios.
› Sobreprotector.
› Permisivo.
› Asertivo.
Su fin es el orden, éste es su objetivo y
desde el punto de vista conservador
esta familia cumple un rol fundamental
en el adoctrinamiento para una
sociedad basada en las relaciones
jerárquicas, de dominador y dominado.
En la familia autoritaria las relaciones son
verticales, es decir, jerárquicas, en
general, el padre es el jefe de familia y
se trasmite el mando de la familia, por
medio de los bienes y propiedades a su
herederos. En general, el hijo varón
mayor.
Los padres sobreprotectores son
aquellos que se pasan horas cavilando
y preocupándose de sus hijos. No es
necesariamente mimar a los hijos, es
una implicación emocional intensa y
excesiva y que, además, conlleva la
necesidad de controlar al hijo. Todo
esto lleva a una dependencia tanto de
los padres hacia los hijos como de los
hijos hacia los padres, aunque
aparentemente pueda parecer una
relación estupenda, esto puede traer
grandes problemas en el futuro de los
hijos, que se manifestará de forma
palpable en su edad adulta.
La familia permisiva se diferencia de
las demás por la pérdida de roles, es
decir los padres no quieren caer en
autoritarismo y como son incapaces
de disciplinar a los hijos, se encubren
con la excusa de querer razonarlo
todo que desemboca en que los hijos
terminen por hacer lo que quieran, sin
control alguno. En definitiva los roles de
padres e hijos se pierden hasta tal
punto que incluso parece que los hijos
mandan más que los padres, e incluso
se dan caso en el que no se atreven a
decir nada por si a caso el hijo se
enfada.
En una familia donde se practica la asertividad,
siempre hay un momento para escuchar y no
hay espacios para los gritos. Se promueve un
espacio de democracia en donde se les
permite a todos hablar.
Una familia asertiva conoce de sentimientos.
Sabe que le enoja a uno, que emociona a otro.
Reconocen la tristeza o la decepción. Valoran
los espacios en donde se promueve el diálogo.
Todos tienen oportunidades.
Es necesario comprender que la asertividad no
se trae, se enseña. Aún y cuando en su casa no
la practiquen, la pueden propiciar. Las
conductas asertivas ayudan a fortalecer la
autoestima y la seguridad. No necesariamente
va a generar cambio, hay personas que son
muy resistentes a las conductas asertivas; sin
embargo la ganancia será la expresión del
sentimiento.
Problemas:
El desacuerdo en la forma de disciplinar a los hijos:
Es una de las situaciones más frecuentes de conflicto entre los padres, y que a la vez impacta a los hijos, pues éstos se sienten culpables de ser la causa de las discusiones
Enfrentamiento de dos estilos de educar que no logran un punto intermedio.
Muchas veces detrás del desacuerdo se encuentra el temor a decir no a los hijos
La dificultad para negociar y definir roles entre la pareja
Vivimos un modelo de transición en que aún coexisten patrones
tradicionales de estructura familiar con otros modernos
Entre los acuerdos que se necesita negociar están, por ejemplo, qué
tiempo asignar a la relación padres–hijos y a la de pareja, y en qué
orden; a qué hijo atender primero y por cuánto tiempo, etc.
Hay etapas más críticas en la definición de roles, como cuando la mujer
se siente con más tiempo libre porque los hijos crecieron, y decide
retomar su trabajo, o cuando hay mucha disparidad en el desarrollo
emocional y afectivo de los miembros de la pareja.
Falta de comunicación
Plantea que algunas veces la familia es tan desligada que simplemente
no hay espacios para comunicarse. Cada uno vive su vida
independiente sin hacerse demasiado caso. Los hijos tienen que caer en
conductas disruptivas y riesgosas para que el sistema acuse recibo de
que algo pasa.
Falta de tiempo familiar Lo que atenta contra ella es el estilo de vida actual, que implica largas
jornadas laborales, sin mencionar lo complicado que resulta para
algunas personas obtener permisos para cuidar a un hijo enfermo. A esto
se suma una sociedad marcada por el individualismo.
Manejo del dinero
Los problemas relacionados con el dinero suelen estar ligados con los roles dentro de la familia. Un mayor riesgo
de conflicto se da cuando ambos trabajan, por el símbolo
de poder que implica el dinero.
Problemas sexuales
Aunque es una forma privilegiada de comunicación, se
transforma con frecuencia en una fuente inagotable de
conflictos. Y no se refiere sólo al acto sexual, sino a todo lo
que ocurre cuando se establece una relación entre personas de distinto sexo.
Hay ciertos consensos entre los especialistas en que las siguientes variables
de alguna manera ayudan a que una familia viva con agrado.
–Los límites generacionales están delimitados del tal manera que la
estructura jerárquica es clara y definida. Los padres son padres y no
hermanos ni hijos de sus hijos.
–Los hijos no son utilizados para resolver problemas conyugales ni
involucrados para hacer alianzas para algunos de los adultos.
–Los padres están bien diferenciados como adultos y tienen una identidad
definida con sus respectivas familias de origen: así mantienen una lealtad
mayor con su familia actual que con su familia de origen.
–Hay expectativas realistas de los padres en relación con sus hijos y entre
ellos.
–Se estimula el desarrollo de la identidad y autonomía de cada uno de los
miembros de la familia. Existe espacio para el crecimiento de todos y se
fomenta la independencia gradual de los hijos aceptando sus diferencias.
–Existe una cohesión, intimidad y sentido elevado de pertenencia que se
nutre al expresarse constantemente el afecto y la calidez de sus
miembros, cultivando además el sentido del humor.
–Existe una comunicación abierta, franca, directa y explícita para tratar
cualquier asunto, distinguiendo entre sentimientos y conductas. Se acepta
que las diferencias entre los adultos son sólo eso y no hay una visión mejor
que la otra, o una verdadera y otra errónea.
–La familia posee la flexibilidad para adaptarse a los cambios que son
propios del ciclo de vida familiar y de los sucesos que les quedan por vivir.
–Existe la posibilidad de mantener relaciones abiertas con personas extrañas
a la familia, tales como parientes, amigos, compañeros.
La familia está en un constante cambio. La razón de ser de la familia hoy ya no es la de la supervivencia o la protección de sus miembros. Hoy el acento se pone, sobre todo, en la búsqueda de la felicidad.
En la sociedad están apareciendo una serie de rasgos que van configurando la realidad de nuestras instituciones, como pueden ser:
La primacía de los derechos individuales.
La importancia del presente, contraponiéndose a la inseguridad del “a largo plazo”
El valor de la vida privada como condicionante del comportamiento.
Todo esto explica la quiebra de la institución como marco del orden social. El bien común pasa por el bien individual. Lo privado, lo personal, lo íntimo, es visto como el ámbito propio de la familia, de las relaciones de pareja, de las relaciones con los hijos.
De estos principios van surgiendo una nueva jerarquía de valores en el contexto familiar que repercute en su propia estructura.
La búsqueda de la felicidad como motor del comportamiento de las decisiones acerca de matrimonio. Ante esto, pasan a segundo plano los conceptos de sacrificio, entrega y deber. Los hijos son fruto deseado. La familia es más una unidad emocional.
La igualdad, la libertad de elección, y la tolerancia. Se contrapone a los conceptos de autoridad, dependencia y resignación tradicionales.
Un valor tradicional que pervive es el de solidaridad, lealtad al grupo, responsabilidad entre las generaciones. Se manifiesta especialmente en los momentos malos y en los momentos de alegría.
Como resultado, las normas sociales apoyan más los derechos individuales que la uniformidad de las instituciones.
Hoy en día podemos hablar de dos actitudes contradictorias:
Organizaciones cuyo objetivo es la desaparición de la humanidad, donde el mercado ofrece productos como “el crecimiento cero de la población” o “sin niños por decisión”.
Organizaciones como la ONU declaró el día 15 de Mayo como el día internacional de la familia. Esto indica que, frente a reacciones adversas a la familia, otros valoran a la institución. Todo este ambiente, no lleva a los estudiosos a pronosticar la desaparición de la familia.
El conjunto de datos lleva a pensar que el contexto familiar tendrá otros perfiles que se pueden concretar en:
Tanto la edad de entrada al matrimonio como la de tener hijos se retrasará.
El número de matrimonios disminuirá, aumentado las parejas de hecho.
La mayoría de las familias serán nucleares y más pequeñas que las actuales.
Se pasará a una sociedad compuesta fundamentalmente por familias, a otra
integrada por individuos.
Frente a la uniformidad institucional del pasado, habrá una gran tolerancia
pluralista ante las formas de familia: madres solteras, familias monoparentales, madres biológicas de alquiler, matrimonios de conveniencia
para inmigrantes, uniones homosexuales, …
Los divorcios seguirán aumentando, aunque su tasa anual no crecerá
indefinidamente.
Las tasas de natalidad se recuperarán ligeramente, sobre todo a causa de la
inmigración.
La relación de pareja comportará más atención a las motivaciones y sentimientos psíquicos de los cónyuges. El éxito estará en relación proporcional al
entendimiento, empatía, comprensión y comunicación.
Pese a todo ello, los hogares seguirán siendo el mejor riesgo psíquico que
encontrarán las personas. La familia seguirá siendo el ambiente más adecuado
para el cultivo inteligente y afectivo d la personalidad infantil, la espontaneidad
en el trato personal, la expresión de sentimientos, la intimidad y el altruismo.
El futuro de la familia estará muy ligado a las políticas sociales de apoyo
económico que ofrezcan los gobiernos a los hogares.
A pesar de esto, la familia sigue teniendo una alta consideración en la mayoría de la población:
En una encuesta nacional acerca de la vida familiar un 91% declaraba que “las cosas le iban bien respecto a sus relaciones familiares”.
En una entrevista hecha a jóvenes en 1996 preguntados sobre la valoración de distintos elementos de la vida social, la respuesta mostraba que para un 75% de la población juvenil, la familia era muy importante.
La familia no pierde importancia en la vida de la gente y mantiene un significado para los individuos.
Parece que se está gestando una revolución en la sociedad española y cuyo origen está en la inserción de la mujer en el mercado de trabajo. Los cambios que esto opera cuestionan la estructura y los valores de la familia patriarcal, basada en la autoridad y en la desigualdad, en la superioridad de la institución sobre la libertad de sus integrantes. Pero esto no significa el fin de la familia, sino una experimentación de otras estructuras familiares, que se acabarán reconstruyendo como nuevas familias.
A pesar de todo, la familia está dotada de una cualidad: la capacidad de adaptación al cambio de las estructuras sociales.