Tratamiento audiovisual

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PROYECTO DE SERIE DE FICCIÓN EL VIAJE HACIA LA FELICIDAD EL VIAJE HACIA LA FELICIDAD

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Tratamiento audiovisual de la serie de ficción ¿Dónde vamos?

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PROYECTO DE SERIE DE FICCIÓN

EL VIAJE HACIA LA FELICIDADEL VIAJE HACIA LA FELICIDAD

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Sinopsis de los capítulos de la 1ª Temporada

Capítulo 2. El cuarto jinete.

Ricardo habla con la enfermera que lo reconoció, y le con�rma que Marta estuvo con vida dos días en el hospital. Siente no poder decirle nada pero le sugiere hablar con uno de los anestesistas que intervinieron en su momento.

Ricardo comenta el asunto con Virginia. A pesar de su distanciamiento �nal, Marta y él se quisieron con locura. En analepsis o �ashback vemos cómo se conocieron en los últimos años del franquismo. Fue una cita clandestina. Ambos llevaban una revista Triunfo bajo el brazo. No se conocieron por sus auténticos nombres sino por seudónimos. Ella era Rosa (por Rosa Luxem-burgo) y él, que hacía sus pinitos en el cómic, Morta (por Mortadelo y Filemón). Siguiendo estrictas normas de seguridad llegaron a una casa del Barrio del Carmen que no sabían a quien pertenecía. En ella había todo lo necesario para confeccionar y reproducir unos pan�etos. Ricardo se ocupaba de la parte grá�ca y Marta de la redacción del texto. Pasaron la noche juntos imaginando un futuro sin dictadura y dándole a la impresora “vietnamita”. Al amanecer, agotados pero radiantes, acudieron al campus a distribuir la propaganda a otros compañeros y realizar una pintada: abajo la dictadura. Ya no se separarían.

Ricardo intenta hablar con su cuñada, la mujer de Fernando. Va a buscarla a su chalet en una urbanización de lujo. Ella no le guarda el mismo rencor que su marido pero no puede contarle nada. Ricardo insiste y ella le ruega que no la presione. Que olvide el pasado, que no pierda el tiempo con Fernando, por su bien.

Vuelve al puerto a hablar con Berna. Éste anda muy liado. Esa madrugada han ardido 3 camiones en el parking de la zona de carga, dentro de uno de ellos, dormía un camionero que murió calcinado. Sospecha un ajuste de cuentas entre los grupos que controlan la estiba de los barcos. Tradicional-mente han sido grupos locales, pero otros intentan introducirse. El trá�co de

F I C H A D E L F O R M A T O P R E S E N T A C I Ó N T R A T A M I E N T O N A R R A T I V O T R A T A M I E N T O A U D I O V I S U A L P L A N D E V I A B I L I D A D P L A N D E P R O D U C C I Ó N P R E S U P U E S T O PLANES DE FINANCIACIÓN ANEXOS

Vuelve por la noche, salta la verja y husmea entre las máquinas, vehículos, bidones. Un vigilante lo descubre y en un momento se presentan dos tipos con perros. Consigue escabullirse sin enfrentarse a ellos, pero logra reconocer a uno: fue el que le agredió en el taxi. Huye como puede, pero le da tiempo de ver el logo de algunos vehículos viejos.

De vuelta a casa, ve similitudes entre el icono de los papeles de Marta, los del periodista muerto y el de los vehículos. Hace una búsqueda en Google y ve que es una versión antigua del logo de una empresa americana. Inda-gando descubre que la desinfectadora pertenece al mismo grupo. La matriz americana es en realidad un fondo de inversiones. Se trata de Coun-try Street Bank & Trust y es en realidad un auténtico monstruo de las �nan-zas con acciones signi�cativas en los principales bancos (Santander, BBVA, Sabadell...), monopolios energéticos (Endesa, Iberdrola, Repsol), grupos industriales y medios de comunicación. Está presente en todos los centros de poder económico.

Si esta multinacional intervino en la muerte del periodista, ¿tuvo algo que ver con la muerte de Marta? ¿El choque que provocó su muerte fue un accidente?

Capítulo 8. Toda la fuerza de la ley.

En el salón de club de golf se encuentran cuatro personajes poderosos. Son un juez, un banquero, un político y Fernando, el cuñado de Ricardo. Hablan de la inminencia de cerrar el trato con los americanos. De los increíbles bene�cios que habrá para todos y del peligro que supone que, precisamente ahora, un familiar de Fernando meta las narices donde no le llaman. Fernando les asegura que lo detendrá de una puñetera vez.

Virginia le echa una mano a Ricardo para desentrañar la relación que puede haber entre los papeles de Marta y el fondo de inversión americano. Virgina se entrevista con compañeros de universidad que han investigado las redes que relacionan a los más poderosos del planeta. Averiguan que no fue hasta principios de los 90 que la compañía en cuestión empieza a

mercancías, legales e ilegales, es de tal magnitud que hay mucho dinero en juego. Berna le pide que siga por la zona y permanezca con los oídos aten-tos. Tras un par de servicios y alguna espera atenta, Ricardo detecta algo sospechoso y se lo comunica a Berna: un guarda de seguridad relaja las medidas de control ante determinados cargamentos.

Esa noche un tipo entra en el taxi. Le indica la dirección de un barrio bastante apartado. Al llegar, mientras simula que paga el servicio, otro tipo desde fuera abre la puerta y arrastra fuera a Ricardo. Consiguen encajarle algunos golpes, pero Ricardo les rocía con spray, se escurre y logra huir con el taxi.

Finalmente Berna, que ha interrogado al guarda y ha ampliado esa línea de investigación, reúne indicios para seguir unos camiones hasta una zona industrial, donde descubre un depósito de coches de lujo robados. En la acción policial, los sospechosos intentan defenderse, pero Bernardo logra detener a dos. El incendio de los camiones tenia un doble objetivo: desviar la atención de la policía hacia los estibadores y eliminar al camionero que estaba chantageando a los ladrones. Es cosa de los rusos que cada vez son más osados.

Al recapitular, Berna y Ricardo llegan a la conclusión que los agresores del taxi no tenían relación con la trama del puerto. ¿Quién los habrá enviado?

Una mujer sube al taxi. Hace unos meses que murió su hija y después de días muy duros, aunque es algo que no puede manifestar delante demu-cha gente, se siente feliz. Es lo que ella le pidió y lo consigue recreando los mejores momentos vividos y disfrutando de su nieta y las pequeñas cosas de cada día.

Finalmente Ricardo se hace con el anestesista que atendió a su mujer. Está jubilado y no le gusta recordar el pasado. Pero hablan sobre la felicidad en la vejez y el �nal de la vida: Para quién ha aprovechado cada instante de su vida para ser mejor persona y contribuir a la felicidd de los demás, la muerte no es la decadencia �nal, sino el término sereno de una vida bien vivida. ¿Y si no ha sido así? cuestiona el médico. Para hacer el bien siempre hay tiempo,

sugiere Ricardo, y le consuela con Epicuro: “la muerte no tiene nada que ver con nosotros, pues, cuando estamos aquí, la muerte no está, y cuando la muerte está aquí, nosotros ya no estamos.” Esta re�exión despierta la simpatía del anestesista y le da un único dato: el hijo que esperaba Marta no llegó muerto al hospital.

Capítulo 3. El dinero.

Ricardo centra sus pesquisas en el hospital. Virginia mueve sus contactos entre los médicos universitarios y con�rma la inexistencia del certi�cado de defunción del hijo.

En sus conversaciones con otros profesores de la universidad nos entera-mos que Virginia también tiene sus antagonistas. Un catedrático de su departamento le acusa de haber desvelado las irregularidades cometidas mientras daba clases en el extranjero (sueldos irregulares, plaza cubierta por un profesor asociado no cuali�cado, publicación de trabajos de investi-gación de dudosa autoría...). Ella mantiene que, aunque conocía la situación, no la destapó. Pero el catedrático no la cree, le bloquea cualquier posibilidad de prosperar y le hace la vida imposible.

Ricardo vuelve a ver a Fernando. Le encuentra, rodeado de autoridades (el alcalde de la ciudad y la presidenta de la Comunidad Autónoma), en pleno acto de inauguración de una fase del Centro de las Ciencias que ha reali-zado su empresa. Al alcalde le está diciendo que pronto tendrá la con�r-mación de los inversores americanos y, si estos dicen adelante, no puede haber obstáculos burocráticos. El alcalde le contesta que un decreto de autorización de explotaciones petrolíferas es un asunto estatal con gran carga política y no de papeleo. Que la prensa y la oposición se le echarán encima si no se hacen bien las cosas.

Ricardo se acerca a Fernando, le ruega la verdad sobre el hijo muerto y le reprocha los matones que le envió. Fernando le niega autoridad moral para reclamar cualquier información (provocó el accidente) y le acusa de para-noico. Él nunca enviaría un par de chorizos. Le sacudiría directamente.

Cena en casa de Virginia. En la radio suenan las primeras �ltraciones de casos de corrupción en la Comunidad. Virginia lo ve como un síntoma de la impunidad de gentes que llevan demasiado tiempo en el poder. Apuesta por un cambio político. Ricardo cree que sólo un cambio de valores puede devolver la esperanza a la gente. Virginia pone el acento en la modi�cación del sistema.

Ricardo cree en la transformación personal de cada individuo. Sobre el problema del catedrático vengativo el taxista le sugiere, para empezar, que descarte cualquier sentimiento negativo porque, si éste le domina, la única perjudicada es ella. Y, desde la tranquilidad, si quiere averiguar quién denunció al catedrático que piense en alguien cercano a él que se bene�- ciara del caso.

Un usuario del taxi, ex ejecutivo cercano a los 60 años, con�esa que al quedar en paro pensó que su vida había acabado. Pero le dió vueltas a las sugerencias que en algún momento le hizo Ricardo y ha descubierto que puede ser más feliz viviendo con mucho menos.

Al no obtener respuestas de la familia, el taxista se dirige al cementerio. El enterrador es un viejo compañero de borracheras de los 70 y le ayuda a encontrar el panteón de la familia de Marta. Un personaje sospechoso sigue sus pasos.

Cuando consigue darle esquinazo, por la noche, fuerza la verja y penetra en el panteón. Por �n encuentra la tumba de su mujer. En la lápida se nombra a la madre y al niño que esperaba.

Contemplándola recuerda en �ashback la tarde del 3 de marzo de 1976. Marta y él se están besando apasionadamente en el sofá en su casa de estudiantes. Suena el timbre y entra un compañero. - ¡Os creía en Vitoria! -dice el recien llegado-.- Salimos esta noche, Marta quiere escribir sobre la huelga desde dentro, contesta Ricardo. - Pues, por unas horas, habéis tenido suerte. Poned la radio.“Miles de trabajadores y sus familias estaban reunidos en asamblea en la

Iglesia de San Francisco de Asís... la policía ha rodeado el templo y tras lanzar botes de humo, ha abierto fuego real sobre los que salían huyendo... el recuento provisional suma 5 muertos y 45 heridos de bala...”Marta y Ricardo se miran horrorizados.

De vuelta al presente, Ricardo duda entre seguir o abandonar la búsqueda. Sabe que lo más sabio es vivir el presente, pero desgraciadamente, con lo que ha averiguado, su espíritu no logra la paz. En un arrebato corre la lápida de mármol y descubre que sólo está el féretro de la madre. Ni rastro del hijo.

Capítulo 4. Los hijos.

El descubrimiento en el panteón despierta en Ricardo nuevos interrogantes. ¿porqué escondieron el cadáver del bebé? No sabe para donde tirar, pero una mujer que sube al taxi le habla de los casos de bebés desaparecidos en diversos hospitales, durante los años 80.

El taxista no cree que haya mucha relación, pero se entrevista con uno de los promotores de la causa. Se entera de la dimensión enorme que tiene el asunto y de lo poco que avanza en el terreno judicial. Han pasado muchos años y las pistas se han borrado. En varias ocasiones le cuentan en el taxi como avanzan las pesquisas.

Una vez escuchados los casos que denuncian, su escepticismo crece. El per�l habitual es de familias con pocos recursos cuyos bebés, sospechan, han ido a familias con dinero que no podían tener descendencia, en un tiempo en que la fertilización arti�cial aún no había despegado. La familia de Marta no habría consentido algo así. Pero ¿y si el asunto no es de cambio de familia sino de una adopción encubierta?

Ricardo emprende una serie de seguimientos y vigilancias a la familia de su mujer. No descubre nada raro. Intenta hablar con una sobrina que podía tener la edad de su hijo (sabían que era varón), pero no existe ningún primo que responda a ese per�l. Recuerda en �ashback cuando Marta y él vivían juntos. Él ya ejercía de arquitecto, asociado con Fernando, triunfaba gracias a los contactos del suegro. Ella se había especializado en periodismo de

investigación y seguía la pista de grupos fascistas que siguieron dando mucha guerra en los primeros años de la democracia. Marta le echaba en cara que se apartara de sus principios y Ricardo le pedía que evolucionara y se adaptara a los tiempos de cambio.

El encuentro con la sobrina le vale una nueva bronca con Fernando. No está dispuesto a consentir que Ricardo escarbe en los trapos sucios de la familia, teniendo entre manos la gran operación de su vida. Aunque no le gusta la violencia, le amenaza directamente con hacerle la vida imposible.

Virginia dando clase de historia en la universidad. Hace un repaso de la evolución del pensamiento occidental que resume su propia visión del mundo: la �losofía de las luces y su apuesta por la razón y el progreso frente a la superstición y el oscurantismo. En las partes del mundo en las que no ha penetrado esta revolución, los valores de libertad e igualdad, en especial la igualdad de la mujer, no han prosperado. El respeto a todas las culturas no signi�ca que no se pueda denunciar sus carencias.

Virginia habla con un compañero de facultad. La actitud vengativa del catedrático no es nueva, tiene una larga lista de damni�cados, pero no se le ocurre quien pudo ir a por él en este caso.

Capítulo 5. Cuando gana tu equipo.

Cegada la vía familiar, Ricardo acude a viejos amigos de su mujer. Uno de ellos es un periodista, Jesús, que después de haber pasado por diversos medios sobrevive en la sección de deportes de un periódico local y haciendo colaboraciones con diversos medios digitales. Son seguidores de equipos de fútbol distintos pero disfrutan un buen rato lanzándose puyas.

Le con�esa que escribiendo sobre �chajes, entrenadores y chanchullos de los directivos, ha encontrado el equilibrio. Aquí se notan menos las presiones de los dueños del periódico sobre lo que se debe o no publicar. Injerencia que en algún momento fue tan as�xiante que le colocó ante la tesitura de abandonar el periodismo. Pero reconoce que no sabe o no

ser feliz gracias a sus convicciones religiosas, e intentaba convencer a Nur de la necesidad de creer en algo. A pesar de todo, Virginia responde a la petición de Nur y entre ambas ayudan a la amiga a tomar una decisión.

Capítulo 6. Cifras y letras.

Ricardo está ahora convencido de que su hijo no murió y alguien de la familia sabe donde está.

En el chiringuito del puerto, Berna se entrevista con un tipo que nos suena. Resulta ser uno de los colaboradores de Fernando. Tras este contacto, Berna intenta disuadir a Ricardo de su inútil obsesión. Le hace ver que nada de lo averiguado tiene entidad su�ciente y solo le servirá para despertar la venganza de la familia de Marta. Ricardo agradece su buena intención pero reconoce que ni con el yoga ni con sesiones de meditación es capaz de quitárselo de la cabeza.

Contacta con la viuda de Juanjo, uno de los colaboradores de Marta. Le cuenta cómo se le detectó el cáncer y lo rápido que se desarrolló todo el proceso. Fue como si la desgracia se hubiera cebado con ellos. A ella también le diagnosticaron la enfermedad, pero era más super�cial y logró salir. De su marido no conserva nada, puesto que vendió la casa de la ciudad y pasó varios años recuperándose en el pueblo. De haber algo estará allí.

Berna vuelve a insistir en la contradicción que supone para Ricardo predi-car vivir en el presente y seguir esclavo del pasado. Tras un rato discutiendo, Ricardo cree ver algo más que interés personal en su reco-mendación. Le pregunta si no tendrá algo que ver la entrevista con el ayudante de Fernando. Berna, puesto al descubierto, se destapa. Le asegura que su cuñado no tiene nada que ver, pero que sí ha recibido fuertes presiones de su jefe directo. Éste le ha insinuado que si logra apar-tar a Ricardo de sus pesquisas le espantará a los de asuntos internos que quieren empapelarlo por unas pruebas desaparecidas en un caso impor-tante. Deciden mantener la apariencia de colaborar ante el jefe de policía para intentar averiguar de dónde vienen las órdenes.

tiene valor para hacer otra cosa.

No puede ayudar a Ricardo. A pesar de la amistad, no vivió de cerca los últimos meses de Marta, ya que su trabajo la mantuvo aislada. Sólo dos personas colaboraban en su trabajo pero, desgraciadamente, ambos han desaparecido.

Virginia se pone en contacto con un antiguo colaborador del catedrático: éste no lamenta que se destapara el asunto, la actitud caciquil del profesor era de sobra conocida. Su departamento era su reino de taifas. Pero él no tuvo nada que ver. En realidad nadie se bene�ció del asunto, excepto la mujer del catedratico que consiguió tener más “amarrado” al marido.

Virginia entra en contacto con la esposa. Se trata de una mujer culta y de buen gusto, ejerció la medicina pero ya está retirada. Al principio es refrac-taria a las preguntas de Virginia. Pero como han pasado tantos años y ya está divorciada, acaba reconociendo que fue ella la que �ltró la información. Lamenta los daños colaterales pero en su momento fue la última arma que le quedaba para poner freno a las in�delidades y al menosprecio de su marido. Él nunca lo supo y ahora a ella le da igual, porque ha pasado página.

Finalmente Virginia le dirá al catedrático la verdad y el viejo profesor quedará noqueado por la revelación.

Berna, que también conoce a Jesús, el periodista deportivo, se entrevista con él para recopilar información sobre un caso de desaparición de una joven que tenía relación con un directivo del equipo de fútbol local. Jesús le pondrá al día de un mundo que tiene fuertes lazos con el poder económico y político.

Nur tiene que hacer frente a una situación inesperada: una de sus amigas, que va a un colegio de monjas, ha quedado embarazada y no sabe que hacer. La amiga se lo ha contado a una monja muy tolerante, que conecta muy bien con las alumnas, pero otra monja se entera y quiere avisar a direc-ción y expulsarla, causándole un doble desastre. Nur se lo cuenta a su madre. A Virginia no le caía demasiado bien la joven que siempre alardeaba

La viuda del colaborador le pasa a Ricardo unos papeles viejos y desordena-dos rescatados de la casa del pueblo. Leyéndolos, recuerda, en �ashback, la pasión que Marta ponía en su trabajo. Tras el intento de golpe de estado del 23F, algunos no quedaron convencidos de que todos los culpables hubieran pagado. Pero se impuso el “sentido de estado” y se extendió la consigna de no hurgar más en el tema, incluso entre los excompañeros de partido. Pasa-ron los años, pero Marta no se resignó y siguió nadando contracorriente. Continuó investigando y pisando callos a muchos poderosos que habían jugado un papel, como mínimo, ambiguo. A pesar del embarazo, de la distancia que se había instalado entre ellos y de alguna amenaza recibida, Marta siguió adelante.

En los papeles que ahora tiene delante no parece que haya nada especial-mente signi�cativo: relación de actos violentos de los ultras, �chas de los procesados por el 23F. Algún nombre de los que en su momento se bara-jaron como apoyos de los golpistas. Nada nuevo, nada concreto. Hay sin embargo un icono dibujado y un código alfanumérico que no consigue descifrar.

Capítulo 7. Un fuego vengador.

Ricardo, sin ninguna esperanza, se dirige al que fue domicilio del antiguo colaborador de Marta intentando encontrar alguna pista de la que tirar. Pero la casa está vacía y con aspecto de abandonada. Preguntando a los vecinos le dicen que los que la compraron tuvieron que dejarla por algún problema de construcción, aluminosis o algo así.

En la hemeroteca encuentra información más precisa: lo que se detectó en la casa fue un índice de radioactividad superior al normal. Una empresa especializada realizó la descontaminación pero nadie quiso volver a habi-tarla.

Sigue la pista de la empresa descontaminadora y no le facilitan ningún dato. Es información reservada y le invitan a marcharse. Al salir, junto a la nave, ve un cercado al que se prohíbe el paso.

invertir en los sectores clave de la economía española. Buscan a continu-ación sus representantes en España y aparecen varios nombres de empresa-rios, banqueros y un juez. Las iniciales de sus nombres coinciden con algu-nos de los caracteres del código encontrado.

Con Berna vuelve al expediente del accidente. No se hizo un estudio exhaustivo, puesto que se achacó a un fallo humano. Es una vía muerta. Ricardo había bebido más de la cuenta. El informe de alcoholemia lo con�rma. Pero solo da una cifra. En el expediente del hospital, los análisis de sangre con�rman el alcohol, pero también la presencia de otros compues-tos. Se trata de aceleradores de la intoxicación etílica. Ricardo recuerda en �ashback los instantes anteriores al accidente. Estaba en una �esta o�cial. Él bebió, pero no más que otras veces.

Sin embargo, ahora recuerda vagamente un detalle que nunca antes le pareció signi�cativo. Un conocido tropezó con él y al haberle vertido la copa, entre risas, le ofreció otra llena. Su mujer, que ni bebía por el embarazo ni le gustaban ese tipo de �estas, le pidió que se marcharan. Cuando iban los dos en el coche, y enmedio de una de sus agrias discu-siones, él empezó a sentirse mal, la vista se le nubló, se salió de su carril y se estampó contra un muro.

Sus sospechas se dirigen hacia Fernando. El conocido que le cambió la copa era íntimo suyo. Se dirige a encontrarse con él.

Pero Fernando ha movido ya sus hilos. En un registro policial encuentran droga en el vehículo de Ricardo. Él es detenido.

En una sala de interrogatorios Ricardo se encuentra con Fernando. Lo tiene en sus manos y le dicta las condiciones para salir del atolladero: abandonar la ciudad y no dejarse ver por allí. Ricardo le acusa del accidente que causó la muerte de Marta. Fernando le tilda de desquiciado, de inmaduro, de inventarse películas. No llegan a acuerdo y Ricardo queda detenido.

Capitulo 9. Cria cuervos.

Berna, sin poder reabrir o�cialmente el expediente, inicia la búsqueda del tipo que le cambió la copa a Ricardo antes del accidente.

Jesús, el periodista, intenta encontrar al tercer colaborador de Marta. Se sabe que no volvió a publicar nada, que se fue de la ciudad y que, al tiempo, llegó la noticia de su muerte. Pero a Jesús hay algo que le llama la atención, aunque lo consideraba una casualidad. Desde no hace mucho tiempo hay un columnista que publica en un medio digital con un estilo sospechosamente parecido al del tipo que buscan. Con engaños al medio digital, averigua la identidad actual y el domicilio del colaborador.

Virginia consigue un abogado que detecta un defecto de forma en la iden-ti�cación y cadena de custodia de la droga incautada en el taxi. El juez lo toma en consideración y �ja libertad bajo �anza.

Sixto el jefe de la asociación de taxis quiere revocar la licencia de Ricardo, pero éste se le enfrenta y decide seguir de servicio.

Ricardo acude al gran chalet en la montaña donde vive Roger, el ex-periodista. Espera que salga de casa, fuerza una puerta y entra. Recorre todas las habitaciones, con�rma que se trata de la persona que busca,.

Una foto del periodista joven le permite identi�carlo. En �ashback vemos a Marta discutiendo con el compañero que tanto la admiraba y la deseaba. Empezaban a surgirle dudas de la conveniencia de seguir adelante con la investigación, ante el pacto de silencio que se habia instalado en el país. Marta le animó a continuar o a abandonar el barco y borrar su nombre del trabajo.

Algunos papeles y fotos atestiguan que Roger se enriqueció súbitamente a �nales de los 80, tras el accidente. Pero no encuentra nada relacionado con el trabajo de Marta. Ni dossiers, ni documentos, ni Cds, ni memorias USB... El ordenador que utiliza es portátil y seguramente lo lleva siempre encima. Por unos folios impresos averigua su e-mail.

Capitulo 10. Si eres conocido no eres poderoso.

Berna encuentra al tipo que busca, porque fue interrogado en su momento y rati�có la borrachera de Ricardo. Max ahora es ejecutivo de una multina-cional. Casualmente de Country Street Bank & Trust. Recibe al policía pero no tiene nada que añadir a lo dicho en su momento. Es más si el caso no está o�cialmente abierto moverá sus contactos para que le paren los pies al policía y deje de incordiar.

El juez, el banquero, el político y Max el ejecutivo de la CSB&T se reúnen de nuevo. A través de la exposicón que hace este último, se delatan como los auténticos amos del cotarro. Son los que mueven los hilos del poder económico, que ahora se concreta en la inversión del fondo americano en las prospecciones petrolíferas cerca en la costa, que las autoridades están a punto de autorizar. Pero también controlan el poder político: mantienen al partido en el gobierno, mientras apadrinan formaciones de una nueva versión de la extrema derecha. Han abandonado la parafernalia franquista y adoptado un discurso populista antieuropeo, opuesto a los políticos clásicos, xenófobo y anti-islámico. Manejan el poder judicial: un grupo de jueces coin-ciden con sus ideas y no dudan en retorcer las leyes para que sirvan a sus intereses.

En sus conversaciones queda claro que si alguien es muy conocido no es realmente poderoso y también que no son nuevos en esto: su poderío viene de lejos. Mandaban con Franco, siguieron en la transición, continuan en la primera década del 2000 y tienen planes para la expansión de la ultraderecha populista en las décadas futuras.

Llega Fernando. Le echan en cara la chapuza de la detención de Ricardo. Éste lo achaca a la falta de profesionalidad de la policía y a la intervención del juez. Fernando cree que podrá encauzarlo. Pero cuando sale, los otros tres deciden tomar por su cuenta medidas más drásticas.

Pau, un amigo de Nur, friki de la informática, le ayuda a Ricardo. Envía un mail gancho al ex-periodista. Roger contesta exigiendo que lo borren de la base 04

No existe un método único, un solo remedio para avanzar hacia la felicidad. Cada cual se pone en marcha a partir del punto en que se encuentra, con una naturaleza, unas disposiciones personales, una arquitectura intelectual, unas creencias diferentes...

Matthieu Ricard

de datos. Es su�ciente para saber su IP. A partir de aquí Pau penetra en su ordenador y tras rastrear los discos duros encuentra en la carpeta “seguro de vida” los documentos de la investigación de Marta.

Capitulo 11. Caballo de Troya.

Max hace una visita a Roger. Le avisa de las indagaciones de Ricardo, pero el experiodista lo tranquiliza. Ha hecho bien las cosas y no darán con él. Asegura que el material que considera su “seguro de vida” está bien prote-gido. Entre fanfarronadas y medias palabras, (ya nunca utiliza papeles, ni en su tgrabajo ni en nada; ha migrado a lo digital), Roger delata dónde protege el material. En un momento de descuido, Max hace una llamada perdida con su móvil. Al instante alguien penetra en la casa y liquida a Roger.

Max accede al ordenador, no sabe donde buscar, pero relee los últimos mails y al ver el enviado por Pau, sus sospechas se con�rman. Alguien ha penetrado recientemente en la máquina y ha descargado documentos.

Para Ricardo la alegría por el acceso a los documentos dura poco, Cuando Pau se los enseña comprueban que el contenido está encriptado.

Ricardo les dice a Nur y Pau que ya han hecho bastante. Pau asegura que podría intentar descifrarlo pero necesitará tiempo. Nur insiste en hacerlo. Ricardo, que sólo había aceptado su ayuda de forma puntual, intenta disuadirles. Virginia sabe nada de esto y no le haría gracia.

Nur, a escondidas de Ricardo y su madre, en lugar de ir al Instituto, vuelve al estudio de Pau para animarle a seguir. Pasa un día y los avances son esca-sos. Nur se ocupa de la intentencia. Le lleva comida y bebida. Vigila los ordenadores cuando él no tiene mas remedio que salir. En las idas y venidas de Nur, alguien le sigue y llega hasta el estudio de Pau.

Ricardo sigue con su actividad de taxista, no está dispuesto recibir órdenes de nadie. Esto le vale el enfrentamiento con Sixto y algunos de sus segui-dores. Crece al tensión en la base del taxi y en las paradas donde coincide

con ellos.

Por �n, tras un día y una noche consiguen dar con el tipo de cifrado utilizado. Pau llama a Ricardo, le dice que le envía los archivos a su correo. Ricardo aún tiene que completar su turno de noche. Nur sale del estudio de Pau para volver a su casa. Habia dicho a su madre que estaría estudiando con una amiga.

Al poco de salir ella, Pau escucha sonidos extraños, apaga las luces y sube, con lo puesto, a la azotea de la �nca. Unos extraños entran en su estudio. Al no encontrar a nadie se desahogan destrozando los ordenadores.

Nur va por la calle camino de su casa. Pau ha logrado bajar de la azotea y corre a avisarla de lo ocurrido. No tiene móvil para llamarla. Cuando está apunto de alcan-zarla, unos tipos la abordan y la introducen en una furgoneta. Pau intenta evitarlo pero le golpean y le dejan sangrando inconsciente sobre la acera, ante la llegada de unos viandantes.

Capitulo 12

Ricardo comienza a leer detenidamente su contenido. No puede evitar recordar la vehemencia y valentía de Marta, que él no quiso compartir. En �ashback vemos a su mujer trabajando en casa, sorprendida por la envergadura de sus hallazgos, pero sin poder contarselo a su marido.

Efectivamente, el material demuestra que Marta estaba apunto de desenmascarar, con abundantes pruebas, que entre otros, un conocido juez, un famoso banquero y un grupo inversor americano, estaban detrás de los grupos ultras que protago-nizaron palizas, atentados e incluso asesinatos en la transición. Financiaron y apoyaron activamente a los golpistas 23F y, si hubiera triunfado, tenían un elabo-rado “plan de limpieza” de elementos indeseables. Y cómo movieron sus in�uen-cias para que no les alcanzara el brazo de la justicia.

Se deshicieron de Marta, haciendo caer las sospechas en Ricardo. Acabaron con Juanjo provocándole un cáncer sin dejar huellas y compraron a Roger que para protegerse, guardó la documentación en su poder.

Fernando, acuciado por los poderosos, ha decidido actuar personalmente. Coge un arma de su despacho y parte en su vehículo.

Ricardo se dirige a reunirse con Berna para estudiar cómo utilizar la docu-mentación encontrada, cuando recibe una llamada angustiada de Virginia. Nur no aparece.

Ricardo y Virginia reciben en casa de ésta una llamada: si quieren volver a ver a la chica no pueden hablar con la policía, deben abandonar la búsqueda y entregar todo el material que hayan localizado.

Capitulo 13

En ese momento, Ricardo decide tirar la toalla. Nada, ni la memoria de Marta, ni su sentido de la justicia, justi�ca que puedan hacer daño a Nur.

Siguiendo las instrucciones acude a una nave de las utilizadas por los equi-pos de America’s Cup. Un paradógico entorno, con un exterior de diseño y un interior desmantelado, con restos de lo que fueron o�cinas, exposi-ciones, tiendas, etc.

Ricardo se dirige al puerto en su taxi. El Mercedes-Benz de Fernando le sigue. Ricardo recorre las naves hasta que se encuentra con Max, el tipo de la multinacional americana. Desde su posición de control de la situación no tiene inconveniente en reconocer que él le cambió la copa provocando el accidente que acabó con Marta, y que su único error fue no acabar con Ricardo cuando estaba en coma. Junto a él, un esbirro sujeta a Nur.

Ricardo le entrega los documentos y le asegura que nadie más los conoce (excepto Roger el ex-periodista que Max ha eliminado) y no ha hecho copias, porque no quiere jugar con la vida de Nur. Sin embargo, una vez entregado el material, Max no cumple su palabra y se dispone a disparar sobre Ricardo.

Cuando está apunto de hacerlo aparece Fernando, Max se sorprende. Ricardo duda, pero aprovecha para dar un golpe al esbirro y hacerse con

Nur. Fernando dispara al esbirro. Max dispara a Fernando. Ricardo golpea con una barra a Max dejándolo fuera de combate.

Fernando está herido, pero mientras esperan la ambulancia, reconoce a Ricardo que no tenía ni idea de que la gente con la que estaba tratando hubi-era tenido algo que ver con la muerte de su hermana.

Mientras se llevan a Max, éste les asegura que nada podrán contra él. Sus apoyos están en todas las instancias de poder, y les repalda el dinero.

Han salido de ésta pero Ricardo tiene claro que no puede enfrentarse con los poderes ocultos, sin poner en peligro a la gente que quiere. Una vez más los poderosos se ha salido con la suya.

Decide empaquetar la documentación y jura a Virginia que no va a hacer uso de ella. Aún así su relación ha sufrido un duro golpe. Nur es lo más importante para Virginia y la obsesión de Ricardo por el pasado la ha puesto en peligro.

Pero el desenlace no ha despejado todas las incognitas: ¿murió el hijo que esperaba Marta? y si no fue así ¿Dónde está? ¿Lo oculta Fernando y la familia de Marta?

Para encontrar las respuestas, habrá que esperar la segunda temporada.

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Sinopsis de los capítulos de la 1ª Temporada

Capítulo 2. El cuarto jinete.

Ricardo habla con la enfermera que lo reconoció, y le con�rma que Marta estuvo con vida dos días en el hospital. Siente no poder decirle nada pero le sugiere hablar con uno de los anestesistas que intervinieron en su momento.

Ricardo comenta el asunto con Virginia. A pesar de su distanciamiento �nal, Marta y él se quisieron con locura. En analepsis o �ashback vemos cómo se conocieron en los últimos años del franquismo. Fue una cita clandestina. Ambos llevaban una revista Triunfo bajo el brazo. No se conocieron por sus auténticos nombres sino por seudónimos. Ella era Rosa (por Rosa Luxem-burgo) y él, que hacía sus pinitos en el cómic, Morta (por Mortadelo y Filemón). Siguiendo estrictas normas de seguridad llegaron a una casa del Barrio del Carmen que no sabían a quien pertenecía. En ella había todo lo necesario para confeccionar y reproducir unos pan�etos. Ricardo se ocupaba de la parte grá�ca y Marta de la redacción del texto. Pasaron la noche juntos imaginando un futuro sin dictadura y dándole a la impresora “vietnamita”. Al amanecer, agotados pero radiantes, acudieron al campus a distribuir la propaganda a otros compañeros y realizar una pintada: abajo la dictadura. Ya no se separarían.

Ricardo intenta hablar con su cuñada, la mujer de Fernando. Va a buscarla a su chalet en una urbanización de lujo. Ella no le guarda el mismo rencor que su marido pero no puede contarle nada. Ricardo insiste y ella le ruega que no la presione. Que olvide el pasado, que no pierda el tiempo con Fernando, por su bien.

Vuelve al puerto a hablar con Berna. Éste anda muy liado. Esa madrugada han ardido 3 camiones en el parking de la zona de carga, dentro de uno de ellos, dormía un camionero que murió calcinado. Sospecha un ajuste de cuentas entre los grupos que controlan la estiba de los barcos. Tradicional-mente han sido grupos locales, pero otros intentan introducirse. El trá�co de

F I C H A D E L F O R M A T O P R E S E N T A C I Ó N T R A T A M I E N T O N A R R A T I V O T R A T A M I E N T O A U D I O V I S U A L P L A N D E V I A B I L I D A D P L A N D E P R O D U C C I Ó N P R E S U P U E S T O PLANES DE FINANCIACIÓN ANEXOS

Tratamiento audiovisual

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Se toman como referencias audiovisuales por una parte, series policíacas del tipo de The Wire o Crematorio para el ambiente de la trama principal. Predominio de escenas nocturnas, lluviosas, con luces de ciudad desenfo-cadas. Por otro lado, las escenas más abiertas y cálidas, de las tramas protagonizadas por los personajes de reparto, admiten un tratamiento más luminoso, pero evitando la saturación de color.

Aquí está la tipología audiovisual de la serie, según los siguientes elemen-tos a tener en cuenta:

4.1. Estrategia de realización - Encuadres y composición

Usaremos encuadres y composiciones descentrados en general para trans-mitir desorden y ruido visual. El objetivo es crear un ambiente inquietante en el espectador.

Bien desde el interior del taxi, bien en escenas exteriores nocturnas o en el vaivén diario del movimiento del coche y los pasajeros en la ciudad, los planos cortos, detallados y rápidos, buscan provocar curiosidad en el espectador.

Los sets de rodaje donde transcurrirá la mayor parte del metraje son:- El taxi.- La casa de Virginia.- El bar de la xona portuaria.- El despacho de Fernando.

Y se completará con una pequeña parte de exteriores.

Utilizaremos una cámara pequeña situada a la altura del espejo retrovisor para grabar los testimonios de los ususarios del taxi. Al taxista lo captare-mos, gracias al cámera car, desde el exterior, pero también desde la parte trasera y el asiento del copiloto.

Como acompañamiento, utilizaremos la cámara en movimiento bien para

Tratamiento audiovisualVuelve por la noche, salta la verja y husmea entre las máquinas, vehículos, bidones. Un vigilante lo descubre y en un momento se presentan dos tipos con perros. Consigue escabullirse sin enfrentarse a ellos, pero logra reconocer a uno: fue el que le agredió en el taxi. Huye como puede, pero le da tiempo de ver el logo de algunos vehículos viejos.

De vuelta a casa, ve similitudes entre el icono de los papeles de Marta, los del periodista muerto y el de los vehículos. Hace una búsqueda en Google y ve que es una versión antigua del logo de una empresa americana. Inda-gando descubre que la desinfectadora pertenece al mismo grupo. La matriz americana es en realidad un fondo de inversiones. Se trata de Coun-try Street Bank & Trust y es en realidad un auténtico monstruo de las �nan-zas con acciones signi�cativas en los principales bancos (Santander, BBVA, Sabadell...), monopolios energéticos (Endesa, Iberdrola, Repsol), grupos industriales y medios de comunicación. Está presente en todos los centros de poder económico.

Si esta multinacional intervino en la muerte del periodista, ¿tuvo algo que ver con la muerte de Marta? ¿El choque que provocó su muerte fue un accidente?

Capítulo 8. Toda la fuerza de la ley.

En el salón de club de golf se encuentran cuatro personajes poderosos. Son un juez, un banquero, un político y Fernando, el cuñado de Ricardo. Hablan de la inminencia de cerrar el trato con los americanos. De los increíbles bene�cios que habrá para todos y del peligro que supone que, precisamente ahora, un familiar de Fernando meta las narices donde no le llaman. Fernando les asegura que lo detendrá de una puñetera vez.

Virginia le echa una mano a Ricardo para desentrañar la relación que puede haber entre los papeles de Marta y el fondo de inversión americano. Virgina se entrevista con compañeros de universidad que han investigado las redes que relacionan a los más poderosos del planeta. Averiguan que no fue hasta principios de los 90 que la compañía en cuestión empieza a

mercancías, legales e ilegales, es de tal magnitud que hay mucho dinero en juego. Berna le pide que siga por la zona y permanezca con los oídos aten-tos. Tras un par de servicios y alguna espera atenta, Ricardo detecta algo sospechoso y se lo comunica a Berna: un guarda de seguridad relaja las medidas de control ante determinados cargamentos.

Esa noche un tipo entra en el taxi. Le indica la dirección de un barrio bastante apartado. Al llegar, mientras simula que paga el servicio, otro tipo desde fuera abre la puerta y arrastra fuera a Ricardo. Consiguen encajarle algunos golpes, pero Ricardo les rocía con spray, se escurre y logra huir con el taxi.

Finalmente Berna, que ha interrogado al guarda y ha ampliado esa línea de investigación, reúne indicios para seguir unos camiones hasta una zona industrial, donde descubre un depósito de coches de lujo robados. En la acción policial, los sospechosos intentan defenderse, pero Bernardo logra detener a dos. El incendio de los camiones tenia un doble objetivo: desviar la atención de la policía hacia los estibadores y eliminar al camionero que estaba chantageando a los ladrones. Es cosa de los rusos que cada vez son más osados.

Al recapitular, Berna y Ricardo llegan a la conclusión que los agresores del taxi no tenían relación con la trama del puerto. ¿Quién los habrá enviado?

Una mujer sube al taxi. Hace unos meses que murió su hija y después de días muy duros, aunque es algo que no puede manifestar delante demu-cha gente, se siente feliz. Es lo que ella le pidió y lo consigue recreando los mejores momentos vividos y disfrutando de su nieta y las pequeñas cosas de cada día.

Finalmente Ricardo se hace con el anestesista que atendió a su mujer. Está jubilado y no le gusta recordar el pasado. Pero hablan sobre la felicidad en la vejez y el �nal de la vida: Para quién ha aprovechado cada instante de su vida para ser mejor persona y contribuir a la felicidd de los demás, la muerte no es la decadencia �nal, sino el término sereno de una vida bien vivida. ¿Y si no ha sido así? cuestiona el médico. Para hacer el bien siempre hay tiempo,

sugiere Ricardo, y le consuela con Epicuro: “la muerte no tiene nada que ver con nosotros, pues, cuando estamos aquí, la muerte no está, y cuando la muerte está aquí, nosotros ya no estamos.” Esta re�exión despierta la simpatía del anestesista y le da un único dato: el hijo que esperaba Marta no llegó muerto al hospital.

Capítulo 3. El dinero.

Ricardo centra sus pesquisas en el hospital. Virginia mueve sus contactos entre los médicos universitarios y con�rma la inexistencia del certi�cado de defunción del hijo.

En sus conversaciones con otros profesores de la universidad nos entera-mos que Virginia también tiene sus antagonistas. Un catedrático de su departamento le acusa de haber desvelado las irregularidades cometidas mientras daba clases en el extranjero (sueldos irregulares, plaza cubierta por un profesor asociado no cuali�cado, publicación de trabajos de investi-gación de dudosa autoría...). Ella mantiene que, aunque conocía la situación, no la destapó. Pero el catedrático no la cree, le bloquea cualquier posibilidad de prosperar y le hace la vida imposible.

Ricardo vuelve a ver a Fernando. Le encuentra, rodeado de autoridades (el alcalde de la ciudad y la presidenta de la Comunidad Autónoma), en pleno acto de inauguración de una fase del Centro de las Ciencias que ha reali-zado su empresa. Al alcalde le está diciendo que pronto tendrá la con�r-mación de los inversores americanos y, si estos dicen adelante, no puede haber obstáculos burocráticos. El alcalde le contesta que un decreto de autorización de explotaciones petrolíferas es un asunto estatal con gran carga política y no de papeleo. Que la prensa y la oposición se le echarán encima si no se hacen bien las cosas.

Ricardo se acerca a Fernando, le ruega la verdad sobre el hijo muerto y le reprocha los matones que le envió. Fernando le niega autoridad moral para reclamar cualquier información (provocó el accidente) y le acusa de para-noico. Él nunca enviaría un par de chorizos. Le sacudiría directamente.

Cena en casa de Virginia. En la radio suenan las primeras �ltraciones de casos de corrupción en la Comunidad. Virginia lo ve como un síntoma de la impunidad de gentes que llevan demasiado tiempo en el poder. Apuesta por un cambio político. Ricardo cree que sólo un cambio de valores puede devolver la esperanza a la gente. Virginia pone el acento en la modi�cación del sistema.

Ricardo cree en la transformación personal de cada individuo. Sobre el problema del catedrático vengativo el taxista le sugiere, para empezar, que descarte cualquier sentimiento negativo porque, si éste le domina, la única perjudicada es ella. Y, desde la tranquilidad, si quiere averiguar quién denunció al catedrático que piense en alguien cercano a él que se bene�- ciara del caso.

Un usuario del taxi, ex ejecutivo cercano a los 60 años, con�esa que al quedar en paro pensó que su vida había acabado. Pero le dió vueltas a las sugerencias que en algún momento le hizo Ricardo y ha descubierto que puede ser más feliz viviendo con mucho menos.

Al no obtener respuestas de la familia, el taxista se dirige al cementerio. El enterrador es un viejo compañero de borracheras de los 70 y le ayuda a encontrar el panteón de la familia de Marta. Un personaje sospechoso sigue sus pasos.

Cuando consigue darle esquinazo, por la noche, fuerza la verja y penetra en el panteón. Por �n encuentra la tumba de su mujer. En la lápida se nombra a la madre y al niño que esperaba.

Contemplándola recuerda en �ashback la tarde del 3 de marzo de 1976. Marta y él se están besando apasionadamente en el sofá en su casa de estudiantes. Suena el timbre y entra un compañero. - ¡Os creía en Vitoria! -dice el recien llegado-.- Salimos esta noche, Marta quiere escribir sobre la huelga desde dentro, contesta Ricardo. - Pues, por unas horas, habéis tenido suerte. Poned la radio.“Miles de trabajadores y sus familias estaban reunidos en asamblea en la

Iglesia de San Francisco de Asís... la policía ha rodeado el templo y tras lanzar botes de humo, ha abierto fuego real sobre los que salían huyendo... el recuento provisional suma 5 muertos y 45 heridos de bala...”Marta y Ricardo se miran horrorizados.

De vuelta al presente, Ricardo duda entre seguir o abandonar la búsqueda. Sabe que lo más sabio es vivir el presente, pero desgraciadamente, con lo que ha averiguado, su espíritu no logra la paz. En un arrebato corre la lápida de mármol y descubre que sólo está el féretro de la madre. Ni rastro del hijo.

Capítulo 4. Los hijos.

El descubrimiento en el panteón despierta en Ricardo nuevos interrogantes. ¿porqué escondieron el cadáver del bebé? No sabe para donde tirar, pero una mujer que sube al taxi le habla de los casos de bebés desaparecidos en diversos hospitales, durante los años 80.

El taxista no cree que haya mucha relación, pero se entrevista con uno de los promotores de la causa. Se entera de la dimensión enorme que tiene el asunto y de lo poco que avanza en el terreno judicial. Han pasado muchos años y las pistas se han borrado. En varias ocasiones le cuentan en el taxi como avanzan las pesquisas.

Una vez escuchados los casos que denuncian, su escepticismo crece. El per�l habitual es de familias con pocos recursos cuyos bebés, sospechan, han ido a familias con dinero que no podían tener descendencia, en un tiempo en que la fertilización arti�cial aún no había despegado. La familia de Marta no habría consentido algo así. Pero ¿y si el asunto no es de cambio de familia sino de una adopción encubierta?

Ricardo emprende una serie de seguimientos y vigilancias a la familia de su mujer. No descubre nada raro. Intenta hablar con una sobrina que podía tener la edad de su hijo (sabían que era varón), pero no existe ningún primo que responda a ese per�l. Recuerda en �ashback cuando Marta y él vivían juntos. Él ya ejercía de arquitecto, asociado con Fernando, triunfaba gracias a los contactos del suegro. Ella se había especializado en periodismo de

investigación y seguía la pista de grupos fascistas que siguieron dando mucha guerra en los primeros años de la democracia. Marta le echaba en cara que se apartara de sus principios y Ricardo le pedía que evolucionara y se adaptara a los tiempos de cambio.

El encuentro con la sobrina le vale una nueva bronca con Fernando. No está dispuesto a consentir que Ricardo escarbe en los trapos sucios de la familia, teniendo entre manos la gran operación de su vida. Aunque no le gusta la violencia, le amenaza directamente con hacerle la vida imposible.

Virginia dando clase de historia en la universidad. Hace un repaso de la evolución del pensamiento occidental que resume su propia visión del mundo: la �losofía de las luces y su apuesta por la razón y el progreso frente a la superstición y el oscurantismo. En las partes del mundo en las que no ha penetrado esta revolución, los valores de libertad e igualdad, en especial la igualdad de la mujer, no han prosperado. El respeto a todas las culturas no signi�ca que no se pueda denunciar sus carencias.

Virginia habla con un compañero de facultad. La actitud vengativa del catedrático no es nueva, tiene una larga lista de damni�cados, pero no se le ocurre quien pudo ir a por él en este caso.

Capítulo 5. Cuando gana tu equipo.

Cegada la vía familiar, Ricardo acude a viejos amigos de su mujer. Uno de ellos es un periodista, Jesús, que después de haber pasado por diversos medios sobrevive en la sección de deportes de un periódico local y haciendo colaboraciones con diversos medios digitales. Son seguidores de equipos de fútbol distintos pero disfrutan un buen rato lanzándose puyas.

Le con�esa que escribiendo sobre �chajes, entrenadores y chanchullos de los directivos, ha encontrado el equilibrio. Aquí se notan menos las presiones de los dueños del periódico sobre lo que se debe o no publicar. Injerencia que en algún momento fue tan as�xiante que le colocó ante la tesitura de abandonar el periodismo. Pero reconoce que no sabe o no

ser feliz gracias a sus convicciones religiosas, e intentaba convencer a Nur de la necesidad de creer en algo. A pesar de todo, Virginia responde a la petición de Nur y entre ambas ayudan a la amiga a tomar una decisión.

Capítulo 6. Cifras y letras.

Ricardo está ahora convencido de que su hijo no murió y alguien de la familia sabe donde está.

En el chiringuito del puerto, Berna se entrevista con un tipo que nos suena. Resulta ser uno de los colaboradores de Fernando. Tras este contacto, Berna intenta disuadir a Ricardo de su inútil obsesión. Le hace ver que nada de lo averiguado tiene entidad su�ciente y solo le servirá para despertar la venganza de la familia de Marta. Ricardo agradece su buena intención pero reconoce que ni con el yoga ni con sesiones de meditación es capaz de quitárselo de la cabeza.

Contacta con la viuda de Juanjo, uno de los colaboradores de Marta. Le cuenta cómo se le detectó el cáncer y lo rápido que se desarrolló todo el proceso. Fue como si la desgracia se hubiera cebado con ellos. A ella también le diagnosticaron la enfermedad, pero era más super�cial y logró salir. De su marido no conserva nada, puesto que vendió la casa de la ciudad y pasó varios años recuperándose en el pueblo. De haber algo estará allí.

Berna vuelve a insistir en la contradicción que supone para Ricardo predi-car vivir en el presente y seguir esclavo del pasado. Tras un rato discutiendo, Ricardo cree ver algo más que interés personal en su reco-mendación. Le pregunta si no tendrá algo que ver la entrevista con el ayudante de Fernando. Berna, puesto al descubierto, se destapa. Le asegura que su cuñado no tiene nada que ver, pero que sí ha recibido fuertes presiones de su jefe directo. Éste le ha insinuado que si logra apar-tar a Ricardo de sus pesquisas le espantará a los de asuntos internos que quieren empapelarlo por unas pruebas desaparecidas en un caso impor-tante. Deciden mantener la apariencia de colaborar ante el jefe de policía para intentar averiguar de dónde vienen las órdenes.

tiene valor para hacer otra cosa.

No puede ayudar a Ricardo. A pesar de la amistad, no vivió de cerca los últimos meses de Marta, ya que su trabajo la mantuvo aislada. Sólo dos personas colaboraban en su trabajo pero, desgraciadamente, ambos han desaparecido.

Virginia se pone en contacto con un antiguo colaborador del catedrático: éste no lamenta que se destapara el asunto, la actitud caciquil del profesor era de sobra conocida. Su departamento era su reino de taifas. Pero él no tuvo nada que ver. En realidad nadie se bene�ció del asunto, excepto la mujer del catedratico que consiguió tener más “amarrado” al marido.

Virginia entra en contacto con la esposa. Se trata de una mujer culta y de buen gusto, ejerció la medicina pero ya está retirada. Al principio es refrac-taria a las preguntas de Virginia. Pero como han pasado tantos años y ya está divorciada, acaba reconociendo que fue ella la que �ltró la información. Lamenta los daños colaterales pero en su momento fue la última arma que le quedaba para poner freno a las in�delidades y al menosprecio de su marido. Él nunca lo supo y ahora a ella le da igual, porque ha pasado página.

Finalmente Virginia le dirá al catedrático la verdad y el viejo profesor quedará noqueado por la revelación.

Berna, que también conoce a Jesús, el periodista deportivo, se entrevista con él para recopilar información sobre un caso de desaparición de una joven que tenía relación con un directivo del equipo de fútbol local. Jesús le pondrá al día de un mundo que tiene fuertes lazos con el poder económico y político.

Nur tiene que hacer frente a una situación inesperada: una de sus amigas, que va a un colegio de monjas, ha quedado embarazada y no sabe que hacer. La amiga se lo ha contado a una monja muy tolerante, que conecta muy bien con las alumnas, pero otra monja se entera y quiere avisar a direc-ción y expulsarla, causándole un doble desastre. Nur se lo cuenta a su madre. A Virginia no le caía demasiado bien la joven que siempre alardeaba

La viuda del colaborador le pasa a Ricardo unos papeles viejos y desordena-dos rescatados de la casa del pueblo. Leyéndolos, recuerda, en �ashback, la pasión que Marta ponía en su trabajo. Tras el intento de golpe de estado del 23F, algunos no quedaron convencidos de que todos los culpables hubieran pagado. Pero se impuso el “sentido de estado” y se extendió la consigna de no hurgar más en el tema, incluso entre los excompañeros de partido. Pasa-ron los años, pero Marta no se resignó y siguió nadando contracorriente. Continuó investigando y pisando callos a muchos poderosos que habían jugado un papel, como mínimo, ambiguo. A pesar del embarazo, de la distancia que se había instalado entre ellos y de alguna amenaza recibida, Marta siguió adelante.

En los papeles que ahora tiene delante no parece que haya nada especial-mente signi�cativo: relación de actos violentos de los ultras, �chas de los procesados por el 23F. Algún nombre de los que en su momento se bara-jaron como apoyos de los golpistas. Nada nuevo, nada concreto. Hay sin embargo un icono dibujado y un código alfanumérico que no consigue descifrar.

Capítulo 7. Un fuego vengador.

Ricardo, sin ninguna esperanza, se dirige al que fue domicilio del antiguo colaborador de Marta intentando encontrar alguna pista de la que tirar. Pero la casa está vacía y con aspecto de abandonada. Preguntando a los vecinos le dicen que los que la compraron tuvieron que dejarla por algún problema de construcción, aluminosis o algo así.

En la hemeroteca encuentra información más precisa: lo que se detectó en la casa fue un índice de radioactividad superior al normal. Una empresa especializada realizó la descontaminación pero nadie quiso volver a habi-tarla.

Sigue la pista de la empresa descontaminadora y no le facilitan ningún dato. Es información reservada y le invitan a marcharse. Al salir, junto a la nave, ve un cercado al que se prohíbe el paso.

invertir en los sectores clave de la economía española. Buscan a continu-ación sus representantes en España y aparecen varios nombres de empresa-rios, banqueros y un juez. Las iniciales de sus nombres coinciden con algu-nos de los caracteres del código encontrado.

Con Berna vuelve al expediente del accidente. No se hizo un estudio exhaustivo, puesto que se achacó a un fallo humano. Es una vía muerta. Ricardo había bebido más de la cuenta. El informe de alcoholemia lo con�rma. Pero solo da una cifra. En el expediente del hospital, los análisis de sangre con�rman el alcohol, pero también la presencia de otros compues-tos. Se trata de aceleradores de la intoxicación etílica. Ricardo recuerda en �ashback los instantes anteriores al accidente. Estaba en una �esta o�cial. Él bebió, pero no más que otras veces.

Sin embargo, ahora recuerda vagamente un detalle que nunca antes le pareció signi�cativo. Un conocido tropezó con él y al haberle vertido la copa, entre risas, le ofreció otra llena. Su mujer, que ni bebía por el embarazo ni le gustaban ese tipo de �estas, le pidió que se marcharan. Cuando iban los dos en el coche, y enmedio de una de sus agrias discu-siones, él empezó a sentirse mal, la vista se le nubló, se salió de su carril y se estampó contra un muro.

Sus sospechas se dirigen hacia Fernando. El conocido que le cambió la copa era íntimo suyo. Se dirige a encontrarse con él.

Pero Fernando ha movido ya sus hilos. En un registro policial encuentran droga en el vehículo de Ricardo. Él es detenido.

En una sala de interrogatorios Ricardo se encuentra con Fernando. Lo tiene en sus manos y le dicta las condiciones para salir del atolladero: abandonar la ciudad y no dejarse ver por allí. Ricardo le acusa del accidente que causó la muerte de Marta. Fernando le tilda de desquiciado, de inmaduro, de inventarse películas. No llegan a acuerdo y Ricardo queda detenido.

Capitulo 9. Cria cuervos.

Berna, sin poder reabrir o�cialmente el expediente, inicia la búsqueda del tipo que le cambió la copa a Ricardo antes del accidente.

Jesús, el periodista, intenta encontrar al tercer colaborador de Marta. Se sabe que no volvió a publicar nada, que se fue de la ciudad y que, al tiempo, llegó la noticia de su muerte. Pero a Jesús hay algo que le llama la atención, aunque lo consideraba una casualidad. Desde no hace mucho tiempo hay un columnista que publica en un medio digital con un estilo sospechosamente parecido al del tipo que buscan. Con engaños al medio digital, averigua la identidad actual y el domicilio del colaborador.

Virginia consigue un abogado que detecta un defecto de forma en la iden-ti�cación y cadena de custodia de la droga incautada en el taxi. El juez lo toma en consideración y �ja libertad bajo �anza.

Sixto el jefe de la asociación de taxis quiere revocar la licencia de Ricardo, pero éste se le enfrenta y decide seguir de servicio.

Ricardo acude al gran chalet en la montaña donde vive Roger, el ex-periodista. Espera que salga de casa, fuerza una puerta y entra. Recorre todas las habitaciones, con�rma que se trata de la persona que busca,.

Una foto del periodista joven le permite identi�carlo. En �ashback vemos a Marta discutiendo con el compañero que tanto la admiraba y la deseaba. Empezaban a surgirle dudas de la conveniencia de seguir adelante con la investigación, ante el pacto de silencio que se habia instalado en el país. Marta le animó a continuar o a abandonar el barco y borrar su nombre del trabajo.

Algunos papeles y fotos atestiguan que Roger se enriqueció súbitamente a �nales de los 80, tras el accidente. Pero no encuentra nada relacionado con el trabajo de Marta. Ni dossiers, ni documentos, ni Cds, ni memorias USB... El ordenador que utiliza es portátil y seguramente lo lleva siempre encima. Por unos folios impresos averigua su e-mail.

Capitulo 10. Si eres conocido no eres poderoso.

Berna encuentra al tipo que busca, porque fue interrogado en su momento y rati�có la borrachera de Ricardo. Max ahora es ejecutivo de una multina-cional. Casualmente de Country Street Bank & Trust. Recibe al policía pero no tiene nada que añadir a lo dicho en su momento. Es más si el caso no está o�cialmente abierto moverá sus contactos para que le paren los pies al policía y deje de incordiar.

El juez, el banquero, el político y Max el ejecutivo de la CSB&T se reúnen de nuevo. A través de la exposicón que hace este último, se delatan como los auténticos amos del cotarro. Son los que mueven los hilos del poder económico, que ahora se concreta en la inversión del fondo americano en las prospecciones petrolíferas cerca en la costa, que las autoridades están a punto de autorizar. Pero también controlan el poder político: mantienen al partido en el gobierno, mientras apadrinan formaciones de una nueva versión de la extrema derecha. Han abandonado la parafernalia franquista y adoptado un discurso populista antieuropeo, opuesto a los políticos clásicos, xenófobo y anti-islámico. Manejan el poder judicial: un grupo de jueces coin-ciden con sus ideas y no dudan en retorcer las leyes para que sirvan a sus intereses.

En sus conversaciones queda claro que si alguien es muy conocido no es realmente poderoso y también que no son nuevos en esto: su poderío viene de lejos. Mandaban con Franco, siguieron en la transición, continuan en la primera década del 2000 y tienen planes para la expansión de la ultraderecha populista en las décadas futuras.

Llega Fernando. Le echan en cara la chapuza de la detención de Ricardo. Éste lo achaca a la falta de profesionalidad de la policía y a la intervención del juez. Fernando cree que podrá encauzarlo. Pero cuando sale, los otros tres deciden tomar por su cuenta medidas más drásticas.

Pau, un amigo de Nur, friki de la informática, le ayuda a Ricardo. Envía un mail gancho al ex-periodista. Roger contesta exigiendo que lo borren de la base

seguir al taxista en sus rutas por la ciudad (enfocando desde la parte lateral o trasera del coche con PM o PD). O bien para acompañar a los personajes usando encuadres más generales que permitan mostrar la ciudad por la que se mueven, situando al espectador en un entorno urbano y portuario con el que se pueda sentir familiarizado.

También se verán distintos formatos de origen de las imágenes, que darán lugar diferentes texturas: incluiremos grabaciones de videocámaras y las pantallas del GPS o del monitor para la proyección de películas.

4.2. Tipología de planos

Es importante marcar y entrelazar los dos ambientes dentro de la serie: el más oscuro, de planos cortos, descentrados, en algún momento desenfo-cados y transiciones en cortes rápidos, que aportan tensión dramática e inestabilidad. Y el más claro, de planos algo más largos y generales, fundi-dos, encadenados y en algún caso, un poco más lentos para dejar más espacio a la re�exión y la vida interior de los personajes y del taxista.

En general, sin embargo, trataremos la historia en planos medios y de detalle, que hagan cercanos a los personajes y estén en consonancia con el drama que queremos contar y la cotidianidad de cada pequeña historia secundaria, que completa la trama principal.

Por tanto, para generar interés por las historias, empatía con los personajes, utilizaremos los primeros planos, que permitirán un acercamiento a los personajes y a los detalles que se quieran remarcar (dentro del taxi: estados de ánimo, gestos, referencias culturales, cinematográ�cas, miradas, rutas, etc... Y fuera del taxi, con�ictos, movimientos en la ciudad, detalles urba-nos, pasajeros, transeúntes, el puerto, detalles de las casas, de los bares, fotos, documentos, etc...).

Además, la continua tensión dramática no resuelta (el pasado de Ricardo, el presente de la investigación, los con�ictos policiales, las pequeñas histo-rias personales, la atracción de Virginia por Ricardo...), se traduce audiovi- sualmente en movimientos de cámara, planos cerrados, más cortos y deta- llistas, �ashback y encuadres y enfoques irregulares. Los traveling se utilizarán en paralelo para acompañar al personaje principal, Ricardo, en sus viajes y poner en relieve su expresión mientras se mueve.

Con el objetivo de presentar de forma más expresiva la ciudad en la que se desarrolla la acción, utilizaremos panorámicas en horizontal o en vertical antes de pasar al detalle de los escenarios.

4.3. Iluminación y color

El tratamiento de luz y color se construye a través de dos tipologías: una, de colores más oscuros para el drama principal: la experiencia pasada del taxista, su vida presente en su casa bohemia, la investigación que lo vincula a tramas policíacas y su vida interior (�ashback, pensamientos, escenas nocturnas, etc...).

Otra, con algo más de luz, aunque siempre de colores cálidos y con contrastes que remarquen las sombras tanto para la casa de Virginia como para las escenas del taxi, que dan un contrapunto menos dramático en consonancia con los momentos más distendidos de las tramas y los golpes de humor. Aunque es importante remarcar que siempre hay una preferencia por días nublados y días de niebla, colores oscuros, uniformes, insaturados y contrastes de sombra/luz cálida.

Las tramas policíacas y de investigación se sitúan en el puerto o en barrios con�ictivos, a veces, de noche. Por tanto, la iluminación es callejera, oscura, de visionado incómodo e intrigante. Incluso, en ocasiones, existen elemen-tos en PP entre el espectador y la escena que potencian la curiosidad y el interés por lo que pasa en el momento o por lo que pueda ocurrir en el futuro.

4.4. Sonido

Se trata de otro elemento importante en el desarrollo de la serie, aunque no abusaremos de su empleo en post-producción. Lo usaremos más bien para aportar realismo y para marcar las distintas atmósferas narrativas.

Utilizaremos también el silencio, que tendrá un peso re�exivo y una función de profundidad sobre lo que sucede.

El sonido principal de la serie para conseguir este objetivo será el sonido ambiente, compuesto por el ambiente de la ciudad, los ruidos del coche y

por las voces.Dichas voces incluyen tanto los diálogos y los pensamientos en voz en o�, como las películas proyectadas en el taxi, las noticias radiofónicas en el taxi o el GPS. En este caso, se procurará una correcta colocación de los micrófonos para el mínimo tratamiento sonoro en posproducción.

La base musical será en su mayoría diegética: por una parte, constituida por las preferencias de los personajes: el jazz y los clásicos de Ricardo y la música de los 80’s, 90’s, y 00’s de Núria, como contraste.

La música que se colocará en post-producción son los temas para cabecera y créditos �nales, que serán los identi�cativos de la serie.

4. 5. Montaje y ritmo

Montaje de planos cortos y ritmo rápido y tenso, en general. La trama principal hace que la acción recaiga sobre el taxista. El espectador irá descubriendo la investigación y el personaje. Y el montaje y el ritmo nos ayudarán a potenciar la curiosidad y las expectativas de acción y giros en la trama. El objetivo es re�ejar el movimiento del taxi y el dinamismo de la ciudad portuaria.

Por ejemplo, en el caso de las tramas secundadarias, que muchas de ellas concluyen en el propio capítulo, utilizaremos un ritmo de montaje medio. Y en el caso de las tramas de investigación sobre el pasado de Ricardo con su amigo policía, el ritmo más acelerado destaca la sorpresa y constituyen un gancho para el receptor.

4.6. Post-producción

Nuestro trabajo tras la grabación incidirá en el tratamiento de la luz, el color, el sonido y en el diseño grá�co de la cabecera y los créditos para completar el trabajo de producción. Básicamente, se completará el trabajo de montaje, retocando los diferentes apartados del tratamiento audiovisual descrito:

- El retoque de imagen respecto a iluminación y colorimetría se basará en colores tenues, contrastes, iluminación claro y oscuro, colores que

aporten dramatismo a la acción y resalten los detalles necesarios de las personas, los objetos, etc...

- Se introducirán arreglos musicales en la cabecera y los títulos �nales y se retocarán las pistas de sonido en las que sea necesario.

- Por último, se trabajará el gra�smo, incrustando los títulos de cabecera y los créditos.

4.7. Estilo

En general, el estilo visual de la serie estará marcado por el carácter de la trama principal y por el género de thriller social que representa, expresivo, tenso y activo. Eso, sin perder de vista las microhistorias que aportarán espontaneidad y aire fresco. Recordemos además que se les otorgará a los actores la mayor presencia posible, de modo que sus pensamientos y re�e- xiones también serán una parte importante del discurrir audiovisual.

4.9. Cabecera

Es, básicamente, el arranque del capítulo piloto. Acompaña a Ricardo en el inicio de su jornada nocturna. Va desde las dunas en las que intenta unos momentos de meditación, hasta l entrada de un cliente y su pregunta ¿Dónde Vamos?

Grá�camente, se incluyen los créditos principales. Éstos no coinciden con la aparición de los personajes en la pantalla con lo cual no se produce una identi�cación nombre/personaje, que cerramos con el logo animado de la serie.

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1 2 30 4de datos. Es su�ciente para saber su IP. A partir de aquí Pau penetra en su ordenador y tras rastrear los discos duros encuentra en la carpeta “seguro de vida” los documentos de la investigación de Marta.

Capitulo 11. Caballo de Troya.

Max hace una visita a Roger. Le avisa de las indagaciones de Ricardo, pero el experiodista lo tranquiliza. Ha hecho bien las cosas y no darán con él. Asegura que el material que considera su “seguro de vida” está bien prote-gido. Entre fanfarronadas y medias palabras, (ya nunca utiliza papeles, ni en su tgrabajo ni en nada; ha migrado a lo digital), Roger delata dónde protege el material. En un momento de descuido, Max hace una llamada perdida con su móvil. Al instante alguien penetra en la casa y liquida a Roger.

Max accede al ordenador, no sabe donde buscar, pero relee los últimos mails y al ver el enviado por Pau, sus sospechas se con�rman. Alguien ha penetrado recientemente en la máquina y ha descargado documentos.

Para Ricardo la alegría por el acceso a los documentos dura poco, Cuando Pau se los enseña comprueban que el contenido está encriptado.

Ricardo les dice a Nur y Pau que ya han hecho bastante. Pau asegura que podría intentar descifrarlo pero necesitará tiempo. Nur insiste en hacerlo. Ricardo, que sólo había aceptado su ayuda de forma puntual, intenta disuadirles. Virginia sabe nada de esto y no le haría gracia.

Nur, a escondidas de Ricardo y su madre, en lugar de ir al Instituto, vuelve al estudio de Pau para animarle a seguir. Pasa un día y los avances son esca-sos. Nur se ocupa de la intentencia. Le lleva comida y bebida. Vigila los ordenadores cuando él no tiene mas remedio que salir. En las idas y venidas de Nur, alguien le sigue y llega hasta el estudio de Pau.

Ricardo sigue con su actividad de taxista, no está dispuesto recibir órdenes de nadie. Esto le vale el enfrentamiento con Sixto y algunos de sus segui-dores. Crece al tensión en la base del taxi y en las paradas donde coincide

con ellos.

Por �n, tras un día y una noche consiguen dar con el tipo de cifrado utilizado. Pau llama a Ricardo, le dice que le envía los archivos a su correo. Ricardo aún tiene que completar su turno de noche. Nur sale del estudio de Pau para volver a su casa. Habia dicho a su madre que estaría estudiando con una amiga.

Al poco de salir ella, Pau escucha sonidos extraños, apaga las luces y sube, con lo puesto, a la azotea de la �nca. Unos extraños entran en su estudio. Al no encontrar a nadie se desahogan destrozando los ordenadores.

Nur va por la calle camino de su casa. Pau ha logrado bajar de la azotea y corre a avisarla de lo ocurrido. No tiene móvil para llamarla. Cuando está apunto de alcan-zarla, unos tipos la abordan y la introducen en una furgoneta. Pau intenta evitarlo pero le golpean y le dejan sangrando inconsciente sobre la acera, ante la llegada de unos viandantes.

Capitulo 12

Ricardo comienza a leer detenidamente su contenido. No puede evitar recordar la vehemencia y valentía de Marta, que él no quiso compartir. En �ashback vemos a su mujer trabajando en casa, sorprendida por la envergadura de sus hallazgos, pero sin poder contarselo a su marido.

Efectivamente, el material demuestra que Marta estaba apunto de desenmascarar, con abundantes pruebas, que entre otros, un conocido juez, un famoso banquero y un grupo inversor americano, estaban detrás de los grupos ultras que protago-nizaron palizas, atentados e incluso asesinatos en la transición. Financiaron y apoyaron activamente a los golpistas 23F y, si hubiera triunfado, tenían un elabo-rado “plan de limpieza” de elementos indeseables. Y cómo movieron sus in�uen-cias para que no les alcanzara el brazo de la justicia.

Se deshicieron de Marta, haciendo caer las sospechas en Ricardo. Acabaron con Juanjo provocándole un cáncer sin dejar huellas y compraron a Roger que para protegerse, guardó la documentación en su poder.

Fernando, acuciado por los poderosos, ha decidido actuar personalmente. Coge un arma de su despacho y parte en su vehículo.

Ricardo se dirige a reunirse con Berna para estudiar cómo utilizar la docu-mentación encontrada, cuando recibe una llamada angustiada de Virginia. Nur no aparece.

Ricardo y Virginia reciben en casa de ésta una llamada: si quieren volver a ver a la chica no pueden hablar con la policía, deben abandonar la búsqueda y entregar todo el material que hayan localizado.

Capitulo 13

En ese momento, Ricardo decide tirar la toalla. Nada, ni la memoria de Marta, ni su sentido de la justicia, justi�ca que puedan hacer daño a Nur.

Siguiendo las instrucciones acude a una nave de las utilizadas por los equi-pos de America’s Cup. Un paradógico entorno, con un exterior de diseño y un interior desmantelado, con restos de lo que fueron o�cinas, exposi-ciones, tiendas, etc.

Ricardo se dirige al puerto en su taxi. El Mercedes-Benz de Fernando le sigue. Ricardo recorre las naves hasta que se encuentra con Max, el tipo de la multinacional americana. Desde su posición de control de la situación no tiene inconveniente en reconocer que él le cambió la copa provocando el accidente que acabó con Marta, y que su único error fue no acabar con Ricardo cuando estaba en coma. Junto a él, un esbirro sujeta a Nur.

Ricardo le entrega los documentos y le asegura que nadie más los conoce (excepto Roger el ex-periodista que Max ha eliminado) y no ha hecho copias, porque no quiere jugar con la vida de Nur. Sin embargo, una vez entregado el material, Max no cumple su palabra y se dispone a disparar sobre Ricardo.

Cuando está apunto de hacerlo aparece Fernando, Max se sorprende. Ricardo duda, pero aprovecha para dar un golpe al esbirro y hacerse con

Nur. Fernando dispara al esbirro. Max dispara a Fernando. Ricardo golpea con una barra a Max dejándolo fuera de combate.

Fernando está herido, pero mientras esperan la ambulancia, reconoce a Ricardo que no tenía ni idea de que la gente con la que estaba tratando hubi-era tenido algo que ver con la muerte de su hermana.

Mientras se llevan a Max, éste les asegura que nada podrán contra él. Sus apoyos están en todas las instancias de poder, y les repalda el dinero.

Han salido de ésta pero Ricardo tiene claro que no puede enfrentarse con los poderes ocultos, sin poner en peligro a la gente que quiere. Una vez más los poderosos se ha salido con la suya.

Decide empaquetar la documentación y jura a Virginia que no va a hacer uso de ella. Aún así su relación ha sufrido un duro golpe. Nur es lo más importante para Virginia y la obsesión de Ricardo por el pasado la ha puesto en peligro.

Pero el desenlace no ha despejado todas las incognitas: ¿murió el hijo que esperaba Marta? y si no fue así ¿Dónde está? ¿Lo oculta Fernando y la familia de Marta?

Para encontrar las respuestas, habrá que esperar la segunda temporada.

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Sinopsis de los capítulos de la 1ª Temporada

Capítulo 2. El cuarto jinete.

Ricardo habla con la enfermera que lo reconoció, y le con�rma que Marta estuvo con vida dos días en el hospital. Siente no poder decirle nada pero le sugiere hablar con uno de los anestesistas que intervinieron en su momento.

Ricardo comenta el asunto con Virginia. A pesar de su distanciamiento �nal, Marta y él se quisieron con locura. En analepsis o �ashback vemos cómo se conocieron en los últimos años del franquismo. Fue una cita clandestina. Ambos llevaban una revista Triunfo bajo el brazo. No se conocieron por sus auténticos nombres sino por seudónimos. Ella era Rosa (por Rosa Luxem-burgo) y él, que hacía sus pinitos en el cómic, Morta (por Mortadelo y Filemón). Siguiendo estrictas normas de seguridad llegaron a una casa del Barrio del Carmen que no sabían a quien pertenecía. En ella había todo lo necesario para confeccionar y reproducir unos pan�etos. Ricardo se ocupaba de la parte grá�ca y Marta de la redacción del texto. Pasaron la noche juntos imaginando un futuro sin dictadura y dándole a la impresora “vietnamita”. Al amanecer, agotados pero radiantes, acudieron al campus a distribuir la propaganda a otros compañeros y realizar una pintada: abajo la dictadura. Ya no se separarían.

Ricardo intenta hablar con su cuñada, la mujer de Fernando. Va a buscarla a su chalet en una urbanización de lujo. Ella no le guarda el mismo rencor que su marido pero no puede contarle nada. Ricardo insiste y ella le ruega que no la presione. Que olvide el pasado, que no pierda el tiempo con Fernando, por su bien.

Vuelve al puerto a hablar con Berna. Éste anda muy liado. Esa madrugada han ardido 3 camiones en el parking de la zona de carga, dentro de uno de ellos, dormía un camionero que murió calcinado. Sospecha un ajuste de cuentas entre los grupos que controlan la estiba de los barcos. Tradicional-mente han sido grupos locales, pero otros intentan introducirse. El trá�co de

Se toman como referencias audiovisuales por una parte, series policíacas del tipo de The Wire o Crematorio para el ambiente de la trama principal. Predominio de escenas nocturnas, lluviosas, con luces de ciudad desenfo-cadas. Por otro lado, las escenas más abiertas y cálidas, de las tramas protagonizadas por los personajes de reparto, admiten un tratamiento más luminoso, pero evitando la saturación de color.

Aquí está la tipología audiovisual de la serie, según los siguientes elemen-tos a tener en cuenta:

4.1. Estrategia de realización - Encuadres y composición

Usaremos encuadres y composiciones descentrados en general para trans-mitir desorden y ruido visual. El objetivo es crear un ambiente inquietante en el espectador.

Bien desde el interior del taxi, bien en escenas exteriores nocturnas o en el vaivén diario del movimiento del coche y los pasajeros en la ciudad, los planos cortos, detallados y rápidos, buscan provocar curiosidad en el espectador.

Los sets de rodaje donde transcurrirá la mayor parte del metraje son:- El taxi.- La casa de Virginia.- El bar de la xona portuaria.- El despacho de Fernando.

Y se completará con una pequeña parte de exteriores.

Utilizaremos una cámara pequeña situada a la altura del espejo retrovisor para grabar los testimonios de los ususarios del taxi. Al taxista lo captare-mos, gracias al cámera car, desde el exterior, pero también desde la parte trasera y el asiento del copiloto.

Como acompañamiento, utilizaremos la cámara en movimiento bien para

Vuelve por la noche, salta la verja y husmea entre las máquinas, vehículos, bidones. Un vigilante lo descubre y en un momento se presentan dos tipos con perros. Consigue escabullirse sin enfrentarse a ellos, pero logra reconocer a uno: fue el que le agredió en el taxi. Huye como puede, pero le da tiempo de ver el logo de algunos vehículos viejos.

De vuelta a casa, ve similitudes entre el icono de los papeles de Marta, los del periodista muerto y el de los vehículos. Hace una búsqueda en Google y ve que es una versión antigua del logo de una empresa americana. Inda-gando descubre que la desinfectadora pertenece al mismo grupo. La matriz americana es en realidad un fondo de inversiones. Se trata de Coun-try Street Bank & Trust y es en realidad un auténtico monstruo de las �nan-zas con acciones signi�cativas en los principales bancos (Santander, BBVA, Sabadell...), monopolios energéticos (Endesa, Iberdrola, Repsol), grupos industriales y medios de comunicación. Está presente en todos los centros de poder económico.

Si esta multinacional intervino en la muerte del periodista, ¿tuvo algo que ver con la muerte de Marta? ¿El choque que provocó su muerte fue un accidente?

Capítulo 8. Toda la fuerza de la ley.

En el salón de club de golf se encuentran cuatro personajes poderosos. Son un juez, un banquero, un político y Fernando, el cuñado de Ricardo. Hablan de la inminencia de cerrar el trato con los americanos. De los increíbles bene�cios que habrá para todos y del peligro que supone que, precisamente ahora, un familiar de Fernando meta las narices donde no le llaman. Fernando les asegura que lo detendrá de una puñetera vez.

Virginia le echa una mano a Ricardo para desentrañar la relación que puede haber entre los papeles de Marta y el fondo de inversión americano. Virgina se entrevista con compañeros de universidad que han investigado las redes que relacionan a los más poderosos del planeta. Averiguan que no fue hasta principios de los 90 que la compañía en cuestión empieza a

mercancías, legales e ilegales, es de tal magnitud que hay mucho dinero en juego. Berna le pide que siga por la zona y permanezca con los oídos aten-tos. Tras un par de servicios y alguna espera atenta, Ricardo detecta algo sospechoso y se lo comunica a Berna: un guarda de seguridad relaja las medidas de control ante determinados cargamentos.

Esa noche un tipo entra en el taxi. Le indica la dirección de un barrio bastante apartado. Al llegar, mientras simula que paga el servicio, otro tipo desde fuera abre la puerta y arrastra fuera a Ricardo. Consiguen encajarle algunos golpes, pero Ricardo les rocía con spray, se escurre y logra huir con el taxi.

Finalmente Berna, que ha interrogado al guarda y ha ampliado esa línea de investigación, reúne indicios para seguir unos camiones hasta una zona industrial, donde descubre un depósito de coches de lujo robados. En la acción policial, los sospechosos intentan defenderse, pero Bernardo logra detener a dos. El incendio de los camiones tenia un doble objetivo: desviar la atención de la policía hacia los estibadores y eliminar al camionero que estaba chantageando a los ladrones. Es cosa de los rusos que cada vez son más osados.

Al recapitular, Berna y Ricardo llegan a la conclusión que los agresores del taxi no tenían relación con la trama del puerto. ¿Quién los habrá enviado?

Una mujer sube al taxi. Hace unos meses que murió su hija y después de días muy duros, aunque es algo que no puede manifestar delante demu-cha gente, se siente feliz. Es lo que ella le pidió y lo consigue recreando los mejores momentos vividos y disfrutando de su nieta y las pequeñas cosas de cada día.

Finalmente Ricardo se hace con el anestesista que atendió a su mujer. Está jubilado y no le gusta recordar el pasado. Pero hablan sobre la felicidad en la vejez y el �nal de la vida: Para quién ha aprovechado cada instante de su vida para ser mejor persona y contribuir a la felicidd de los demás, la muerte no es la decadencia �nal, sino el término sereno de una vida bien vivida. ¿Y si no ha sido así? cuestiona el médico. Para hacer el bien siempre hay tiempo,

sugiere Ricardo, y le consuela con Epicuro: “la muerte no tiene nada que ver con nosotros, pues, cuando estamos aquí, la muerte no está, y cuando la muerte está aquí, nosotros ya no estamos.” Esta re�exión despierta la simpatía del anestesista y le da un único dato: el hijo que esperaba Marta no llegó muerto al hospital.

Capítulo 3. El dinero.

Ricardo centra sus pesquisas en el hospital. Virginia mueve sus contactos entre los médicos universitarios y con�rma la inexistencia del certi�cado de defunción del hijo.

En sus conversaciones con otros profesores de la universidad nos entera-mos que Virginia también tiene sus antagonistas. Un catedrático de su departamento le acusa de haber desvelado las irregularidades cometidas mientras daba clases en el extranjero (sueldos irregulares, plaza cubierta por un profesor asociado no cuali�cado, publicación de trabajos de investi-gación de dudosa autoría...). Ella mantiene que, aunque conocía la situación, no la destapó. Pero el catedrático no la cree, le bloquea cualquier posibilidad de prosperar y le hace la vida imposible.

Ricardo vuelve a ver a Fernando. Le encuentra, rodeado de autoridades (el alcalde de la ciudad y la presidenta de la Comunidad Autónoma), en pleno acto de inauguración de una fase del Centro de las Ciencias que ha reali-zado su empresa. Al alcalde le está diciendo que pronto tendrá la con�r-mación de los inversores americanos y, si estos dicen adelante, no puede haber obstáculos burocráticos. El alcalde le contesta que un decreto de autorización de explotaciones petrolíferas es un asunto estatal con gran carga política y no de papeleo. Que la prensa y la oposición se le echarán encima si no se hacen bien las cosas.

Ricardo se acerca a Fernando, le ruega la verdad sobre el hijo muerto y le reprocha los matones que le envió. Fernando le niega autoridad moral para reclamar cualquier información (provocó el accidente) y le acusa de para-noico. Él nunca enviaría un par de chorizos. Le sacudiría directamente.

Cena en casa de Virginia. En la radio suenan las primeras �ltraciones de casos de corrupción en la Comunidad. Virginia lo ve como un síntoma de la impunidad de gentes que llevan demasiado tiempo en el poder. Apuesta por un cambio político. Ricardo cree que sólo un cambio de valores puede devolver la esperanza a la gente. Virginia pone el acento en la modi�cación del sistema.

Ricardo cree en la transformación personal de cada individuo. Sobre el problema del catedrático vengativo el taxista le sugiere, para empezar, que descarte cualquier sentimiento negativo porque, si éste le domina, la única perjudicada es ella. Y, desde la tranquilidad, si quiere averiguar quién denunció al catedrático que piense en alguien cercano a él que se bene�- ciara del caso.

Un usuario del taxi, ex ejecutivo cercano a los 60 años, con�esa que al quedar en paro pensó que su vida había acabado. Pero le dió vueltas a las sugerencias que en algún momento le hizo Ricardo y ha descubierto que puede ser más feliz viviendo con mucho menos.

Al no obtener respuestas de la familia, el taxista se dirige al cementerio. El enterrador es un viejo compañero de borracheras de los 70 y le ayuda a encontrar el panteón de la familia de Marta. Un personaje sospechoso sigue sus pasos.

Cuando consigue darle esquinazo, por la noche, fuerza la verja y penetra en el panteón. Por �n encuentra la tumba de su mujer. En la lápida se nombra a la madre y al niño que esperaba.

Contemplándola recuerda en �ashback la tarde del 3 de marzo de 1976. Marta y él se están besando apasionadamente en el sofá en su casa de estudiantes. Suena el timbre y entra un compañero. - ¡Os creía en Vitoria! -dice el recien llegado-.- Salimos esta noche, Marta quiere escribir sobre la huelga desde dentro, contesta Ricardo. - Pues, por unas horas, habéis tenido suerte. Poned la radio.“Miles de trabajadores y sus familias estaban reunidos en asamblea en la

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Iglesia de San Francisco de Asís... la policía ha rodeado el templo y tras lanzar botes de humo, ha abierto fuego real sobre los que salían huyendo... el recuento provisional suma 5 muertos y 45 heridos de bala...”Marta y Ricardo se miran horrorizados.

De vuelta al presente, Ricardo duda entre seguir o abandonar la búsqueda. Sabe que lo más sabio es vivir el presente, pero desgraciadamente, con lo que ha averiguado, su espíritu no logra la paz. En un arrebato corre la lápida de mármol y descubre que sólo está el féretro de la madre. Ni rastro del hijo.

Capítulo 4. Los hijos.

El descubrimiento en el panteón despierta en Ricardo nuevos interrogantes. ¿porqué escondieron el cadáver del bebé? No sabe para donde tirar, pero una mujer que sube al taxi le habla de los casos de bebés desaparecidos en diversos hospitales, durante los años 80.

El taxista no cree que haya mucha relación, pero se entrevista con uno de los promotores de la causa. Se entera de la dimensión enorme que tiene el asunto y de lo poco que avanza en el terreno judicial. Han pasado muchos años y las pistas se han borrado. En varias ocasiones le cuentan en el taxi como avanzan las pesquisas.

Una vez escuchados los casos que denuncian, su escepticismo crece. El per�l habitual es de familias con pocos recursos cuyos bebés, sospechan, han ido a familias con dinero que no podían tener descendencia, en un tiempo en que la fertilización arti�cial aún no había despegado. La familia de Marta no habría consentido algo así. Pero ¿y si el asunto no es de cambio de familia sino de una adopción encubierta?

Ricardo emprende una serie de seguimientos y vigilancias a la familia de su mujer. No descubre nada raro. Intenta hablar con una sobrina que podía tener la edad de su hijo (sabían que era varón), pero no existe ningún primo que responda a ese per�l. Recuerda en �ashback cuando Marta y él vivían juntos. Él ya ejercía de arquitecto, asociado con Fernando, triunfaba gracias a los contactos del suegro. Ella se había especializado en periodismo de

investigación y seguía la pista de grupos fascistas que siguieron dando mucha guerra en los primeros años de la democracia. Marta le echaba en cara que se apartara de sus principios y Ricardo le pedía que evolucionara y se adaptara a los tiempos de cambio.

El encuentro con la sobrina le vale una nueva bronca con Fernando. No está dispuesto a consentir que Ricardo escarbe en los trapos sucios de la familia, teniendo entre manos la gran operación de su vida. Aunque no le gusta la violencia, le amenaza directamente con hacerle la vida imposible.

Virginia dando clase de historia en la universidad. Hace un repaso de la evolución del pensamiento occidental que resume su propia visión del mundo: la �losofía de las luces y su apuesta por la razón y el progreso frente a la superstición y el oscurantismo. En las partes del mundo en las que no ha penetrado esta revolución, los valores de libertad e igualdad, en especial la igualdad de la mujer, no han prosperado. El respeto a todas las culturas no signi�ca que no se pueda denunciar sus carencias.

Virginia habla con un compañero de facultad. La actitud vengativa del catedrático no es nueva, tiene una larga lista de damni�cados, pero no se le ocurre quien pudo ir a por él en este caso.

Capítulo 5. Cuando gana tu equipo.

Cegada la vía familiar, Ricardo acude a viejos amigos de su mujer. Uno de ellos es un periodista, Jesús, que después de haber pasado por diversos medios sobrevive en la sección de deportes de un periódico local y haciendo colaboraciones con diversos medios digitales. Son seguidores de equipos de fútbol distintos pero disfrutan un buen rato lanzándose puyas.

Le con�esa que escribiendo sobre �chajes, entrenadores y chanchullos de los directivos, ha encontrado el equilibrio. Aquí se notan menos las presiones de los dueños del periódico sobre lo que se debe o no publicar. Injerencia que en algún momento fue tan as�xiante que le colocó ante la tesitura de abandonar el periodismo. Pero reconoce que no sabe o no

ser feliz gracias a sus convicciones religiosas, e intentaba convencer a Nur de la necesidad de creer en algo. A pesar de todo, Virginia responde a la petición de Nur y entre ambas ayudan a la amiga a tomar una decisión.

Capítulo 6. Cifras y letras.

Ricardo está ahora convencido de que su hijo no murió y alguien de la familia sabe donde está.

En el chiringuito del puerto, Berna se entrevista con un tipo que nos suena. Resulta ser uno de los colaboradores de Fernando. Tras este contacto, Berna intenta disuadir a Ricardo de su inútil obsesión. Le hace ver que nada de lo averiguado tiene entidad su�ciente y solo le servirá para despertar la venganza de la familia de Marta. Ricardo agradece su buena intención pero reconoce que ni con el yoga ni con sesiones de meditación es capaz de quitárselo de la cabeza.

Contacta con la viuda de Juanjo, uno de los colaboradores de Marta. Le cuenta cómo se le detectó el cáncer y lo rápido que se desarrolló todo el proceso. Fue como si la desgracia se hubiera cebado con ellos. A ella también le diagnosticaron la enfermedad, pero era más super�cial y logró salir. De su marido no conserva nada, puesto que vendió la casa de la ciudad y pasó varios años recuperándose en el pueblo. De haber algo estará allí.

Berna vuelve a insistir en la contradicción que supone para Ricardo predi-car vivir en el presente y seguir esclavo del pasado. Tras un rato discutiendo, Ricardo cree ver algo más que interés personal en su reco-mendación. Le pregunta si no tendrá algo que ver la entrevista con el ayudante de Fernando. Berna, puesto al descubierto, se destapa. Le asegura que su cuñado no tiene nada que ver, pero que sí ha recibido fuertes presiones de su jefe directo. Éste le ha insinuado que si logra apar-tar a Ricardo de sus pesquisas le espantará a los de asuntos internos que quieren empapelarlo por unas pruebas desaparecidas en un caso impor-tante. Deciden mantener la apariencia de colaborar ante el jefe de policía para intentar averiguar de dónde vienen las órdenes.

tiene valor para hacer otra cosa.

No puede ayudar a Ricardo. A pesar de la amistad, no vivió de cerca los últimos meses de Marta, ya que su trabajo la mantuvo aislada. Sólo dos personas colaboraban en su trabajo pero, desgraciadamente, ambos han desaparecido.

Virginia se pone en contacto con un antiguo colaborador del catedrático: éste no lamenta que se destapara el asunto, la actitud caciquil del profesor era de sobra conocida. Su departamento era su reino de taifas. Pero él no tuvo nada que ver. En realidad nadie se bene�ció del asunto, excepto la mujer del catedratico que consiguió tener más “amarrado” al marido.

Virginia entra en contacto con la esposa. Se trata de una mujer culta y de buen gusto, ejerció la medicina pero ya está retirada. Al principio es refrac-taria a las preguntas de Virginia. Pero como han pasado tantos años y ya está divorciada, acaba reconociendo que fue ella la que �ltró la información. Lamenta los daños colaterales pero en su momento fue la última arma que le quedaba para poner freno a las in�delidades y al menosprecio de su marido. Él nunca lo supo y ahora a ella le da igual, porque ha pasado página.

Finalmente Virginia le dirá al catedrático la verdad y el viejo profesor quedará noqueado por la revelación.

Berna, que también conoce a Jesús, el periodista deportivo, se entrevista con él para recopilar información sobre un caso de desaparición de una joven que tenía relación con un directivo del equipo de fútbol local. Jesús le pondrá al día de un mundo que tiene fuertes lazos con el poder económico y político.

Nur tiene que hacer frente a una situación inesperada: una de sus amigas, que va a un colegio de monjas, ha quedado embarazada y no sabe que hacer. La amiga se lo ha contado a una monja muy tolerante, que conecta muy bien con las alumnas, pero otra monja se entera y quiere avisar a direc-ción y expulsarla, causándole un doble desastre. Nur se lo cuenta a su madre. A Virginia no le caía demasiado bien la joven que siempre alardeaba

La viuda del colaborador le pasa a Ricardo unos papeles viejos y desordena-dos rescatados de la casa del pueblo. Leyéndolos, recuerda, en �ashback, la pasión que Marta ponía en su trabajo. Tras el intento de golpe de estado del 23F, algunos no quedaron convencidos de que todos los culpables hubieran pagado. Pero se impuso el “sentido de estado” y se extendió la consigna de no hurgar más en el tema, incluso entre los excompañeros de partido. Pasa-ron los años, pero Marta no se resignó y siguió nadando contracorriente. Continuó investigando y pisando callos a muchos poderosos que habían jugado un papel, como mínimo, ambiguo. A pesar del embarazo, de la distancia que se había instalado entre ellos y de alguna amenaza recibida, Marta siguió adelante.

En los papeles que ahora tiene delante no parece que haya nada especial-mente signi�cativo: relación de actos violentos de los ultras, �chas de los procesados por el 23F. Algún nombre de los que en su momento se bara-jaron como apoyos de los golpistas. Nada nuevo, nada concreto. Hay sin embargo un icono dibujado y un código alfanumérico que no consigue descifrar.

Capítulo 7. Un fuego vengador.

Ricardo, sin ninguna esperanza, se dirige al que fue domicilio del antiguo colaborador de Marta intentando encontrar alguna pista de la que tirar. Pero la casa está vacía y con aspecto de abandonada. Preguntando a los vecinos le dicen que los que la compraron tuvieron que dejarla por algún problema de construcción, aluminosis o algo así.

En la hemeroteca encuentra información más precisa: lo que se detectó en la casa fue un índice de radioactividad superior al normal. Una empresa especializada realizó la descontaminación pero nadie quiso volver a habi-tarla.

Sigue la pista de la empresa descontaminadora y no le facilitan ningún dato. Es información reservada y le invitan a marcharse. Al salir, junto a la nave, ve un cercado al que se prohíbe el paso.

invertir en los sectores clave de la economía española. Buscan a continu-ación sus representantes en España y aparecen varios nombres de empresa-rios, banqueros y un juez. Las iniciales de sus nombres coinciden con algu-nos de los caracteres del código encontrado.

Con Berna vuelve al expediente del accidente. No se hizo un estudio exhaustivo, puesto que se achacó a un fallo humano. Es una vía muerta. Ricardo había bebido más de la cuenta. El informe de alcoholemia lo con�rma. Pero solo da una cifra. En el expediente del hospital, los análisis de sangre con�rman el alcohol, pero también la presencia de otros compues-tos. Se trata de aceleradores de la intoxicación etílica. Ricardo recuerda en �ashback los instantes anteriores al accidente. Estaba en una �esta o�cial. Él bebió, pero no más que otras veces.

Sin embargo, ahora recuerda vagamente un detalle que nunca antes le pareció signi�cativo. Un conocido tropezó con él y al haberle vertido la copa, entre risas, le ofreció otra llena. Su mujer, que ni bebía por el embarazo ni le gustaban ese tipo de �estas, le pidió que se marcharan. Cuando iban los dos en el coche, y enmedio de una de sus agrias discu-siones, él empezó a sentirse mal, la vista se le nubló, se salió de su carril y se estampó contra un muro.

Sus sospechas se dirigen hacia Fernando. El conocido que le cambió la copa era íntimo suyo. Se dirige a encontrarse con él.

Pero Fernando ha movido ya sus hilos. En un registro policial encuentran droga en el vehículo de Ricardo. Él es detenido.

En una sala de interrogatorios Ricardo se encuentra con Fernando. Lo tiene en sus manos y le dicta las condiciones para salir del atolladero: abandonar la ciudad y no dejarse ver por allí. Ricardo le acusa del accidente que causó la muerte de Marta. Fernando le tilda de desquiciado, de inmaduro, de inventarse películas. No llegan a acuerdo y Ricardo queda detenido.

Capitulo 9. Cria cuervos.

Berna, sin poder reabrir o�cialmente el expediente, inicia la búsqueda del tipo que le cambió la copa a Ricardo antes del accidente.

Jesús, el periodista, intenta encontrar al tercer colaborador de Marta. Se sabe que no volvió a publicar nada, que se fue de la ciudad y que, al tiempo, llegó la noticia de su muerte. Pero a Jesús hay algo que le llama la atención, aunque lo consideraba una casualidad. Desde no hace mucho tiempo hay un columnista que publica en un medio digital con un estilo sospechosamente parecido al del tipo que buscan. Con engaños al medio digital, averigua la identidad actual y el domicilio del colaborador.

Virginia consigue un abogado que detecta un defecto de forma en la iden-ti�cación y cadena de custodia de la droga incautada en el taxi. El juez lo toma en consideración y �ja libertad bajo �anza.

Sixto el jefe de la asociación de taxis quiere revocar la licencia de Ricardo, pero éste se le enfrenta y decide seguir de servicio.

Ricardo acude al gran chalet en la montaña donde vive Roger, el ex-periodista. Espera que salga de casa, fuerza una puerta y entra. Recorre todas las habitaciones, con�rma que se trata de la persona que busca,.

Una foto del periodista joven le permite identi�carlo. En �ashback vemos a Marta discutiendo con el compañero que tanto la admiraba y la deseaba. Empezaban a surgirle dudas de la conveniencia de seguir adelante con la investigación, ante el pacto de silencio que se habia instalado en el país. Marta le animó a continuar o a abandonar el barco y borrar su nombre del trabajo.

Algunos papeles y fotos atestiguan que Roger se enriqueció súbitamente a �nales de los 80, tras el accidente. Pero no encuentra nada relacionado con el trabajo de Marta. Ni dossiers, ni documentos, ni Cds, ni memorias USB... El ordenador que utiliza es portátil y seguramente lo lleva siempre encima. Por unos folios impresos averigua su e-mail.

Capitulo 10. Si eres conocido no eres poderoso.

Berna encuentra al tipo que busca, porque fue interrogado en su momento y rati�có la borrachera de Ricardo. Max ahora es ejecutivo de una multina-cional. Casualmente de Country Street Bank & Trust. Recibe al policía pero no tiene nada que añadir a lo dicho en su momento. Es más si el caso no está o�cialmente abierto moverá sus contactos para que le paren los pies al policía y deje de incordiar.

El juez, el banquero, el político y Max el ejecutivo de la CSB&T se reúnen de nuevo. A través de la exposicón que hace este último, se delatan como los auténticos amos del cotarro. Son los que mueven los hilos del poder económico, que ahora se concreta en la inversión del fondo americano en las prospecciones petrolíferas cerca en la costa, que las autoridades están a punto de autorizar. Pero también controlan el poder político: mantienen al partido en el gobierno, mientras apadrinan formaciones de una nueva versión de la extrema derecha. Han abandonado la parafernalia franquista y adoptado un discurso populista antieuropeo, opuesto a los políticos clásicos, xenófobo y anti-islámico. Manejan el poder judicial: un grupo de jueces coin-ciden con sus ideas y no dudan en retorcer las leyes para que sirvan a sus intereses.

En sus conversaciones queda claro que si alguien es muy conocido no es realmente poderoso y también que no son nuevos en esto: su poderío viene de lejos. Mandaban con Franco, siguieron en la transición, continuan en la primera década del 2000 y tienen planes para la expansión de la ultraderecha populista en las décadas futuras.

Llega Fernando. Le echan en cara la chapuza de la detención de Ricardo. Éste lo achaca a la falta de profesionalidad de la policía y a la intervención del juez. Fernando cree que podrá encauzarlo. Pero cuando sale, los otros tres deciden tomar por su cuenta medidas más drásticas.

Pau, un amigo de Nur, friki de la informática, le ayuda a Ricardo. Envía un mail gancho al ex-periodista. Roger contesta exigiendo que lo borren de la base

seguir al taxista en sus rutas por la ciudad (enfocando desde la parte lateral o trasera del coche con PM o PD). O bien para acompañar a los personajes usando encuadres más generales que permitan mostrar la ciudad por la que se mueven, situando al espectador en un entorno urbano y portuario con el que se pueda sentir familiarizado.

También se verán distintos formatos de origen de las imágenes, que darán lugar diferentes texturas: incluiremos grabaciones de videocámaras y las pantallas del GPS o del monitor para la proyección de películas.

4.2. Tipología de planos

Es importante marcar y entrelazar los dos ambientes dentro de la serie: el más oscuro, de planos cortos, descentrados, en algún momento desenfo-cados y transiciones en cortes rápidos, que aportan tensión dramática e inestabilidad. Y el más claro, de planos algo más largos y generales, fundi-dos, encadenados y en algún caso, un poco más lentos para dejar más espacio a la re�exión y la vida interior de los personajes y del taxista.

En general, sin embargo, trataremos la historia en planos medios y de detalle, que hagan cercanos a los personajes y estén en consonancia con el drama que queremos contar y la cotidianidad de cada pequeña historia secundaria, que completa la trama principal.

Por tanto, para generar interés por las historias, empatía con los personajes, utilizaremos los primeros planos, que permitirán un acercamiento a los personajes y a los detalles que se quieran remarcar (dentro del taxi: estados de ánimo, gestos, referencias culturales, cinematográ�cas, miradas, rutas, etc... Y fuera del taxi, con�ictos, movimientos en la ciudad, detalles urba-nos, pasajeros, transeúntes, el puerto, detalles de las casas, de los bares, fotos, documentos, etc...).

Además, la continua tensión dramática no resuelta (el pasado de Ricardo, el presente de la investigación, los con�ictos policiales, las pequeñas histo-rias personales, la atracción de Virginia por Ricardo...), se traduce audiovi- sualmente en movimientos de cámara, planos cerrados, más cortos y deta- llistas, �ashback y encuadres y enfoques irregulares. Los traveling se utilizarán en paralelo para acompañar al personaje principal, Ricardo, en sus viajes y poner en relieve su expresión mientras se mueve.

Con el objetivo de presentar de forma más expresiva la ciudad en la que se desarrolla la acción, utilizaremos panorámicas en horizontal o en vertical antes de pasar al detalle de los escenarios.

4.3. Iluminación y color

El tratamiento de luz y color se construye a través de dos tipologías: una, de colores más oscuros para el drama principal: la experiencia pasada del taxista, su vida presente en su casa bohemia, la investigación que lo vincula a tramas policíacas y su vida interior (�ashback, pensamientos, escenas nocturnas, etc...).

Otra, con algo más de luz, aunque siempre de colores cálidos y con contrastes que remarquen las sombras tanto para la casa de Virginia como para las escenas del taxi, que dan un contrapunto menos dramático en consonancia con los momentos más distendidos de las tramas y los golpes de humor. Aunque es importante remarcar que siempre hay una preferencia por días nublados y días de niebla, colores oscuros, uniformes, insaturados y contrastes de sombra/luz cálida.

Las tramas policíacas y de investigación se sitúan en el puerto o en barrios con�ictivos, a veces, de noche. Por tanto, la iluminación es callejera, oscura, de visionado incómodo e intrigante. Incluso, en ocasiones, existen elemen-tos en PP entre el espectador y la escena que potencian la curiosidad y el interés por lo que pasa en el momento o por lo que pueda ocurrir en el futuro.

4.4. Sonido

Se trata de otro elemento importante en el desarrollo de la serie, aunque no abusaremos de su empleo en post-producción. Lo usaremos más bien para aportar realismo y para marcar las distintas atmósferas narrativas.

Utilizaremos también el silencio, que tendrá un peso re�exivo y una función de profundidad sobre lo que sucede.

El sonido principal de la serie para conseguir este objetivo será el sonido ambiente, compuesto por el ambiente de la ciudad, los ruidos del coche y

por las voces.Dichas voces incluyen tanto los diálogos y los pensamientos en voz en o�, como las películas proyectadas en el taxi, las noticias radiofónicas en el taxi o el GPS. En este caso, se procurará una correcta colocación de los micrófonos para el mínimo tratamiento sonoro en posproducción.

La base musical será en su mayoría diegética: por una parte, constituida por las preferencias de los personajes: el jazz y los clásicos de Ricardo y la música de los 80’s, 90’s, y 00’s de Núria, como contraste.

La música que se colocará en post-producción son los temas para cabecera y créditos �nales, que serán los identi�cativos de la serie.

4. 5. Montaje y ritmo

Montaje de planos cortos y ritmo rápido y tenso, en general. La trama principal hace que la acción recaiga sobre el taxista. El espectador irá descubriendo la investigación y el personaje. Y el montaje y el ritmo nos ayudarán a potenciar la curiosidad y las expectativas de acción y giros en la trama. El objetivo es re�ejar el movimiento del taxi y el dinamismo de la ciudad portuaria.

Por ejemplo, en el caso de las tramas secundadarias, que muchas de ellas concluyen en el propio capítulo, utilizaremos un ritmo de montaje medio. Y en el caso de las tramas de investigación sobre el pasado de Ricardo con su amigo policía, el ritmo más acelerado destaca la sorpresa y constituyen un gancho para el receptor.

4.6. Post-producción

Nuestro trabajo tras la grabación incidirá en el tratamiento de la luz, el color, el sonido y en el diseño grá�co de la cabecera y los créditos para completar el trabajo de producción. Básicamente, se completará el trabajo de montaje, retocando los diferentes apartados del tratamiento audiovisual descrito:

- El retoque de imagen respecto a iluminación y colorimetría se basará en colores tenues, contrastes, iluminación claro y oscuro, colores que

aporten dramatismo a la acción y resalten los detalles necesarios de las personas, los objetos, etc...

- Se introducirán arreglos musicales en la cabecera y los títulos �nales y se retocarán las pistas de sonido en las que sea necesario.

- Por último, se trabajará el gra�smo, incrustando los títulos de cabecera y los créditos.

4.7. Estilo

En general, el estilo visual de la serie estará marcado por el carácter de la trama principal y por el género de thriller social que representa, expresivo, tenso y activo. Eso, sin perder de vista las microhistorias que aportarán espontaneidad y aire fresco. Recordemos además que se les otorgará a los actores la mayor presencia posible, de modo que sus pensamientos y re�e- xiones también serán una parte importante del discurrir audiovisual.

4.9. Cabecera

Es, básicamente, el arranque del capítulo piloto. Acompaña a Ricardo en el inicio de su jornada nocturna. Va desde las dunas en las que intenta unos momentos de meditación, hasta l entrada de un cliente y su pregunta ¿Dónde Vamos?

Grá�camente, se incluyen los créditos principales. Éstos no coinciden con la aparición de los personajes en la pantalla con lo cual no se produce una identi�cación nombre/personaje, que cerramos con el logo animado de la serie.

de datos. Es su�ciente para saber su IP. A partir de aquí Pau penetra en su ordenador y tras rastrear los discos duros encuentra en la carpeta “seguro de vida” los documentos de la investigación de Marta.

Capitulo 11. Caballo de Troya.

Max hace una visita a Roger. Le avisa de las indagaciones de Ricardo, pero el experiodista lo tranquiliza. Ha hecho bien las cosas y no darán con él. Asegura que el material que considera su “seguro de vida” está bien prote-gido. Entre fanfarronadas y medias palabras, (ya nunca utiliza papeles, ni en su tgrabajo ni en nada; ha migrado a lo digital), Roger delata dónde protege el material. En un momento de descuido, Max hace una llamada perdida con su móvil. Al instante alguien penetra en la casa y liquida a Roger.

Max accede al ordenador, no sabe donde buscar, pero relee los últimos mails y al ver el enviado por Pau, sus sospechas se con�rman. Alguien ha penetrado recientemente en la máquina y ha descargado documentos.

Para Ricardo la alegría por el acceso a los documentos dura poco, Cuando Pau se los enseña comprueban que el contenido está encriptado.

Ricardo les dice a Nur y Pau que ya han hecho bastante. Pau asegura que podría intentar descifrarlo pero necesitará tiempo. Nur insiste en hacerlo. Ricardo, que sólo había aceptado su ayuda de forma puntual, intenta disuadirles. Virginia sabe nada de esto y no le haría gracia.

Nur, a escondidas de Ricardo y su madre, en lugar de ir al Instituto, vuelve al estudio de Pau para animarle a seguir. Pasa un día y los avances son esca-sos. Nur se ocupa de la intentencia. Le lleva comida y bebida. Vigila los ordenadores cuando él no tiene mas remedio que salir. En las idas y venidas de Nur, alguien le sigue y llega hasta el estudio de Pau.

Ricardo sigue con su actividad de taxista, no está dispuesto recibir órdenes de nadie. Esto le vale el enfrentamiento con Sixto y algunos de sus segui-dores. Crece al tensión en la base del taxi y en las paradas donde coincide

con ellos.

Por �n, tras un día y una noche consiguen dar con el tipo de cifrado utilizado. Pau llama a Ricardo, le dice que le envía los archivos a su correo. Ricardo aún tiene que completar su turno de noche. Nur sale del estudio de Pau para volver a su casa. Habia dicho a su madre que estaría estudiando con una amiga.

Al poco de salir ella, Pau escucha sonidos extraños, apaga las luces y sube, con lo puesto, a la azotea de la �nca. Unos extraños entran en su estudio. Al no encontrar a nadie se desahogan destrozando los ordenadores.

Nur va por la calle camino de su casa. Pau ha logrado bajar de la azotea y corre a avisarla de lo ocurrido. No tiene móvil para llamarla. Cuando está apunto de alcan-zarla, unos tipos la abordan y la introducen en una furgoneta. Pau intenta evitarlo pero le golpean y le dejan sangrando inconsciente sobre la acera, ante la llegada de unos viandantes.

Capitulo 12

Ricardo comienza a leer detenidamente su contenido. No puede evitar recordar la vehemencia y valentía de Marta, que él no quiso compartir. En �ashback vemos a su mujer trabajando en casa, sorprendida por la envergadura de sus hallazgos, pero sin poder contarselo a su marido.

Efectivamente, el material demuestra que Marta estaba apunto de desenmascarar, con abundantes pruebas, que entre otros, un conocido juez, un famoso banquero y un grupo inversor americano, estaban detrás de los grupos ultras que protago-nizaron palizas, atentados e incluso asesinatos en la transición. Financiaron y apoyaron activamente a los golpistas 23F y, si hubiera triunfado, tenían un elabo-rado “plan de limpieza” de elementos indeseables. Y cómo movieron sus in�uen-cias para que no les alcanzara el brazo de la justicia.

Se deshicieron de Marta, haciendo caer las sospechas en Ricardo. Acabaron con Juanjo provocándole un cáncer sin dejar huellas y compraron a Roger que para protegerse, guardó la documentación en su poder.

Fernando, acuciado por los poderosos, ha decidido actuar personalmente. Coge un arma de su despacho y parte en su vehículo.

Ricardo se dirige a reunirse con Berna para estudiar cómo utilizar la docu-mentación encontrada, cuando recibe una llamada angustiada de Virginia. Nur no aparece.

Ricardo y Virginia reciben en casa de ésta una llamada: si quieren volver a ver a la chica no pueden hablar con la policía, deben abandonar la búsqueda y entregar todo el material que hayan localizado.

Capitulo 13

En ese momento, Ricardo decide tirar la toalla. Nada, ni la memoria de Marta, ni su sentido de la justicia, justi�ca que puedan hacer daño a Nur.

Siguiendo las instrucciones acude a una nave de las utilizadas por los equi-pos de America’s Cup. Un paradógico entorno, con un exterior de diseño y un interior desmantelado, con restos de lo que fueron o�cinas, exposi-ciones, tiendas, etc.

Ricardo se dirige al puerto en su taxi. El Mercedes-Benz de Fernando le sigue. Ricardo recorre las naves hasta que se encuentra con Max, el tipo de la multinacional americana. Desde su posición de control de la situación no tiene inconveniente en reconocer que él le cambió la copa provocando el accidente que acabó con Marta, y que su único error fue no acabar con Ricardo cuando estaba en coma. Junto a él, un esbirro sujeta a Nur.

Ricardo le entrega los documentos y le asegura que nadie más los conoce (excepto Roger el ex-periodista que Max ha eliminado) y no ha hecho copias, porque no quiere jugar con la vida de Nur. Sin embargo, una vez entregado el material, Max no cumple su palabra y se dispone a disparar sobre Ricardo.

Cuando está apunto de hacerlo aparece Fernando, Max se sorprende. Ricardo duda, pero aprovecha para dar un golpe al esbirro y hacerse con

Nur. Fernando dispara al esbirro. Max dispara a Fernando. Ricardo golpea con una barra a Max dejándolo fuera de combate.

Fernando está herido, pero mientras esperan la ambulancia, reconoce a Ricardo que no tenía ni idea de que la gente con la que estaba tratando hubi-era tenido algo que ver con la muerte de su hermana.

Mientras se llevan a Max, éste les asegura que nada podrán contra él. Sus apoyos están en todas las instancias de poder, y les repalda el dinero.

Han salido de ésta pero Ricardo tiene claro que no puede enfrentarse con los poderes ocultos, sin poner en peligro a la gente que quiere. Una vez más los poderosos se ha salido con la suya.

Decide empaquetar la documentación y jura a Virginia que no va a hacer uso de ella. Aún así su relación ha sufrido un duro golpe. Nur es lo más importante para Virginia y la obsesión de Ricardo por el pasado la ha puesto en peligro.

Pero el desenlace no ha despejado todas las incognitas: ¿murió el hijo que esperaba Marta? y si no fue así ¿Dónde está? ¿Lo oculta Fernando y la familia de Marta?

Para encontrar las respuestas, habrá que esperar la segunda temporada.

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Sinopsis de los capítulos de la 1ª Temporada

Capítulo 2. El cuarto jinete.

Ricardo habla con la enfermera que lo reconoció, y le con�rma que Marta estuvo con vida dos días en el hospital. Siente no poder decirle nada pero le sugiere hablar con uno de los anestesistas que intervinieron en su momento.

Ricardo comenta el asunto con Virginia. A pesar de su distanciamiento �nal, Marta y él se quisieron con locura. En analepsis o �ashback vemos cómo se conocieron en los últimos años del franquismo. Fue una cita clandestina. Ambos llevaban una revista Triunfo bajo el brazo. No se conocieron por sus auténticos nombres sino por seudónimos. Ella era Rosa (por Rosa Luxem-burgo) y él, que hacía sus pinitos en el cómic, Morta (por Mortadelo y Filemón). Siguiendo estrictas normas de seguridad llegaron a una casa del Barrio del Carmen que no sabían a quien pertenecía. En ella había todo lo necesario para confeccionar y reproducir unos pan�etos. Ricardo se ocupaba de la parte grá�ca y Marta de la redacción del texto. Pasaron la noche juntos imaginando un futuro sin dictadura y dándole a la impresora “vietnamita”. Al amanecer, agotados pero radiantes, acudieron al campus a distribuir la propaganda a otros compañeros y realizar una pintada: abajo la dictadura. Ya no se separarían.

Ricardo intenta hablar con su cuñada, la mujer de Fernando. Va a buscarla a su chalet en una urbanización de lujo. Ella no le guarda el mismo rencor que su marido pero no puede contarle nada. Ricardo insiste y ella le ruega que no la presione. Que olvide el pasado, que no pierda el tiempo con Fernando, por su bien.

Vuelve al puerto a hablar con Berna. Éste anda muy liado. Esa madrugada han ardido 3 camiones en el parking de la zona de carga, dentro de uno de ellos, dormía un camionero que murió calcinado. Sospecha un ajuste de cuentas entre los grupos que controlan la estiba de los barcos. Tradicional-mente han sido grupos locales, pero otros intentan introducirse. El trá�co de

Se toman como referencias audiovisuales por una parte, series policíacas del tipo de The Wire o Crematorio para el ambiente de la trama principal. Predominio de escenas nocturnas, lluviosas, con luces de ciudad desenfo-cadas. Por otro lado, las escenas más abiertas y cálidas, de las tramas protagonizadas por los personajes de reparto, admiten un tratamiento más luminoso, pero evitando la saturación de color.

Aquí está la tipología audiovisual de la serie, según los siguientes elemen-tos a tener en cuenta:

4.1. Estrategia de realización - Encuadres y composición

Usaremos encuadres y composiciones descentrados en general para trans-mitir desorden y ruido visual. El objetivo es crear un ambiente inquietante en el espectador.

Bien desde el interior del taxi, bien en escenas exteriores nocturnas o en el vaivén diario del movimiento del coche y los pasajeros en la ciudad, los planos cortos, detallados y rápidos, buscan provocar curiosidad en el espectador.

Los sets de rodaje donde transcurrirá la mayor parte del metraje son:- El taxi.- La casa de Virginia.- El bar de la xona portuaria.- El despacho de Fernando.

Y se completará con una pequeña parte de exteriores.

Utilizaremos una cámara pequeña situada a la altura del espejo retrovisor para grabar los testimonios de los ususarios del taxi. Al taxista lo captare-mos, gracias al cámera car, desde el exterior, pero también desde la parte trasera y el asiento del copiloto.

Como acompañamiento, utilizaremos la cámara en movimiento bien para

Vuelve por la noche, salta la verja y husmea entre las máquinas, vehículos, bidones. Un vigilante lo descubre y en un momento se presentan dos tipos con perros. Consigue escabullirse sin enfrentarse a ellos, pero logra reconocer a uno: fue el que le agredió en el taxi. Huye como puede, pero le da tiempo de ver el logo de algunos vehículos viejos.

De vuelta a casa, ve similitudes entre el icono de los papeles de Marta, los del periodista muerto y el de los vehículos. Hace una búsqueda en Google y ve que es una versión antigua del logo de una empresa americana. Inda-gando descubre que la desinfectadora pertenece al mismo grupo. La matriz americana es en realidad un fondo de inversiones. Se trata de Coun-try Street Bank & Trust y es en realidad un auténtico monstruo de las �nan-zas con acciones signi�cativas en los principales bancos (Santander, BBVA, Sabadell...), monopolios energéticos (Endesa, Iberdrola, Repsol), grupos industriales y medios de comunicación. Está presente en todos los centros de poder económico.

Si esta multinacional intervino en la muerte del periodista, ¿tuvo algo que ver con la muerte de Marta? ¿El choque que provocó su muerte fue un accidente?

Capítulo 8. Toda la fuerza de la ley.

En el salón de club de golf se encuentran cuatro personajes poderosos. Son un juez, un banquero, un político y Fernando, el cuñado de Ricardo. Hablan de la inminencia de cerrar el trato con los americanos. De los increíbles bene�cios que habrá para todos y del peligro que supone que, precisamente ahora, un familiar de Fernando meta las narices donde no le llaman. Fernando les asegura que lo detendrá de una puñetera vez.

Virginia le echa una mano a Ricardo para desentrañar la relación que puede haber entre los papeles de Marta y el fondo de inversión americano. Virgina se entrevista con compañeros de universidad que han investigado las redes que relacionan a los más poderosos del planeta. Averiguan que no fue hasta principios de los 90 que la compañía en cuestión empieza a

mercancías, legales e ilegales, es de tal magnitud que hay mucho dinero en juego. Berna le pide que siga por la zona y permanezca con los oídos aten-tos. Tras un par de servicios y alguna espera atenta, Ricardo detecta algo sospechoso y se lo comunica a Berna: un guarda de seguridad relaja las medidas de control ante determinados cargamentos.

Esa noche un tipo entra en el taxi. Le indica la dirección de un barrio bastante apartado. Al llegar, mientras simula que paga el servicio, otro tipo desde fuera abre la puerta y arrastra fuera a Ricardo. Consiguen encajarle algunos golpes, pero Ricardo les rocía con spray, se escurre y logra huir con el taxi.

Finalmente Berna, que ha interrogado al guarda y ha ampliado esa línea de investigación, reúne indicios para seguir unos camiones hasta una zona industrial, donde descubre un depósito de coches de lujo robados. En la acción policial, los sospechosos intentan defenderse, pero Bernardo logra detener a dos. El incendio de los camiones tenia un doble objetivo: desviar la atención de la policía hacia los estibadores y eliminar al camionero que estaba chantageando a los ladrones. Es cosa de los rusos que cada vez son más osados.

Al recapitular, Berna y Ricardo llegan a la conclusión que los agresores del taxi no tenían relación con la trama del puerto. ¿Quién los habrá enviado?

Una mujer sube al taxi. Hace unos meses que murió su hija y después de días muy duros, aunque es algo que no puede manifestar delante demu-cha gente, se siente feliz. Es lo que ella le pidió y lo consigue recreando los mejores momentos vividos y disfrutando de su nieta y las pequeñas cosas de cada día.

Finalmente Ricardo se hace con el anestesista que atendió a su mujer. Está jubilado y no le gusta recordar el pasado. Pero hablan sobre la felicidad en la vejez y el �nal de la vida: Para quién ha aprovechado cada instante de su vida para ser mejor persona y contribuir a la felicidd de los demás, la muerte no es la decadencia �nal, sino el término sereno de una vida bien vivida. ¿Y si no ha sido así? cuestiona el médico. Para hacer el bien siempre hay tiempo,

sugiere Ricardo, y le consuela con Epicuro: “la muerte no tiene nada que ver con nosotros, pues, cuando estamos aquí, la muerte no está, y cuando la muerte está aquí, nosotros ya no estamos.” Esta re�exión despierta la simpatía del anestesista y le da un único dato: el hijo que esperaba Marta no llegó muerto al hospital.

Capítulo 3. El dinero.

Ricardo centra sus pesquisas en el hospital. Virginia mueve sus contactos entre los médicos universitarios y con�rma la inexistencia del certi�cado de defunción del hijo.

En sus conversaciones con otros profesores de la universidad nos entera-mos que Virginia también tiene sus antagonistas. Un catedrático de su departamento le acusa de haber desvelado las irregularidades cometidas mientras daba clases en el extranjero (sueldos irregulares, plaza cubierta por un profesor asociado no cuali�cado, publicación de trabajos de investi-gación de dudosa autoría...). Ella mantiene que, aunque conocía la situación, no la destapó. Pero el catedrático no la cree, le bloquea cualquier posibilidad de prosperar y le hace la vida imposible.

Ricardo vuelve a ver a Fernando. Le encuentra, rodeado de autoridades (el alcalde de la ciudad y la presidenta de la Comunidad Autónoma), en pleno acto de inauguración de una fase del Centro de las Ciencias que ha reali-zado su empresa. Al alcalde le está diciendo que pronto tendrá la con�r-mación de los inversores americanos y, si estos dicen adelante, no puede haber obstáculos burocráticos. El alcalde le contesta que un decreto de autorización de explotaciones petrolíferas es un asunto estatal con gran carga política y no de papeleo. Que la prensa y la oposición se le echarán encima si no se hacen bien las cosas.

Ricardo se acerca a Fernando, le ruega la verdad sobre el hijo muerto y le reprocha los matones que le envió. Fernando le niega autoridad moral para reclamar cualquier información (provocó el accidente) y le acusa de para-noico. Él nunca enviaría un par de chorizos. Le sacudiría directamente.

Cena en casa de Virginia. En la radio suenan las primeras �ltraciones de casos de corrupción en la Comunidad. Virginia lo ve como un síntoma de la impunidad de gentes que llevan demasiado tiempo en el poder. Apuesta por un cambio político. Ricardo cree que sólo un cambio de valores puede devolver la esperanza a la gente. Virginia pone el acento en la modi�cación del sistema.

Ricardo cree en la transformación personal de cada individuo. Sobre el problema del catedrático vengativo el taxista le sugiere, para empezar, que descarte cualquier sentimiento negativo porque, si éste le domina, la única perjudicada es ella. Y, desde la tranquilidad, si quiere averiguar quién denunció al catedrático que piense en alguien cercano a él que se bene�- ciara del caso.

Un usuario del taxi, ex ejecutivo cercano a los 60 años, con�esa que al quedar en paro pensó que su vida había acabado. Pero le dió vueltas a las sugerencias que en algún momento le hizo Ricardo y ha descubierto que puede ser más feliz viviendo con mucho menos.

Al no obtener respuestas de la familia, el taxista se dirige al cementerio. El enterrador es un viejo compañero de borracheras de los 70 y le ayuda a encontrar el panteón de la familia de Marta. Un personaje sospechoso sigue sus pasos.

Cuando consigue darle esquinazo, por la noche, fuerza la verja y penetra en el panteón. Por �n encuentra la tumba de su mujer. En la lápida se nombra a la madre y al niño que esperaba.

Contemplándola recuerda en �ashback la tarde del 3 de marzo de 1976. Marta y él se están besando apasionadamente en el sofá en su casa de estudiantes. Suena el timbre y entra un compañero. - ¡Os creía en Vitoria! -dice el recien llegado-.- Salimos esta noche, Marta quiere escribir sobre la huelga desde dentro, contesta Ricardo. - Pues, por unas horas, habéis tenido suerte. Poned la radio.“Miles de trabajadores y sus familias estaban reunidos en asamblea en la

Iglesia de San Francisco de Asís... la policía ha rodeado el templo y tras lanzar botes de humo, ha abierto fuego real sobre los que salían huyendo... el recuento provisional suma 5 muertos y 45 heridos de bala...”Marta y Ricardo se miran horrorizados.

De vuelta al presente, Ricardo duda entre seguir o abandonar la búsqueda. Sabe que lo más sabio es vivir el presente, pero desgraciadamente, con lo que ha averiguado, su espíritu no logra la paz. En un arrebato corre la lápida de mármol y descubre que sólo está el féretro de la madre. Ni rastro del hijo.

Capítulo 4. Los hijos.

El descubrimiento en el panteón despierta en Ricardo nuevos interrogantes. ¿porqué escondieron el cadáver del bebé? No sabe para donde tirar, pero una mujer que sube al taxi le habla de los casos de bebés desaparecidos en diversos hospitales, durante los años 80.

El taxista no cree que haya mucha relación, pero se entrevista con uno de los promotores de la causa. Se entera de la dimensión enorme que tiene el asunto y de lo poco que avanza en el terreno judicial. Han pasado muchos años y las pistas se han borrado. En varias ocasiones le cuentan en el taxi como avanzan las pesquisas.

Una vez escuchados los casos que denuncian, su escepticismo crece. El per�l habitual es de familias con pocos recursos cuyos bebés, sospechan, han ido a familias con dinero que no podían tener descendencia, en un tiempo en que la fertilización arti�cial aún no había despegado. La familia de Marta no habría consentido algo así. Pero ¿y si el asunto no es de cambio de familia sino de una adopción encubierta?

Ricardo emprende una serie de seguimientos y vigilancias a la familia de su mujer. No descubre nada raro. Intenta hablar con una sobrina que podía tener la edad de su hijo (sabían que era varón), pero no existe ningún primo que responda a ese per�l. Recuerda en �ashback cuando Marta y él vivían juntos. Él ya ejercía de arquitecto, asociado con Fernando, triunfaba gracias a los contactos del suegro. Ella se había especializado en periodismo de

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investigación y seguía la pista de grupos fascistas que siguieron dando mucha guerra en los primeros años de la democracia. Marta le echaba en cara que se apartara de sus principios y Ricardo le pedía que evolucionara y se adaptara a los tiempos de cambio.

El encuentro con la sobrina le vale una nueva bronca con Fernando. No está dispuesto a consentir que Ricardo escarbe en los trapos sucios de la familia, teniendo entre manos la gran operación de su vida. Aunque no le gusta la violencia, le amenaza directamente con hacerle la vida imposible.

Virginia dando clase de historia en la universidad. Hace un repaso de la evolución del pensamiento occidental que resume su propia visión del mundo: la �losofía de las luces y su apuesta por la razón y el progreso frente a la superstición y el oscurantismo. En las partes del mundo en las que no ha penetrado esta revolución, los valores de libertad e igualdad, en especial la igualdad de la mujer, no han prosperado. El respeto a todas las culturas no signi�ca que no se pueda denunciar sus carencias.

Virginia habla con un compañero de facultad. La actitud vengativa del catedrático no es nueva, tiene una larga lista de damni�cados, pero no se le ocurre quien pudo ir a por él en este caso.

Capítulo 5. Cuando gana tu equipo.

Cegada la vía familiar, Ricardo acude a viejos amigos de su mujer. Uno de ellos es un periodista, Jesús, que después de haber pasado por diversos medios sobrevive en la sección de deportes de un periódico local y haciendo colaboraciones con diversos medios digitales. Son seguidores de equipos de fútbol distintos pero disfrutan un buen rato lanzándose puyas.

Le con�esa que escribiendo sobre �chajes, entrenadores y chanchullos de los directivos, ha encontrado el equilibrio. Aquí se notan menos las presiones de los dueños del periódico sobre lo que se debe o no publicar. Injerencia que en algún momento fue tan as�xiante que le colocó ante la tesitura de abandonar el periodismo. Pero reconoce que no sabe o no

ser feliz gracias a sus convicciones religiosas, e intentaba convencer a Nur de la necesidad de creer en algo. A pesar de todo, Virginia responde a la petición de Nur y entre ambas ayudan a la amiga a tomar una decisión.

Capítulo 6. Cifras y letras.

Ricardo está ahora convencido de que su hijo no murió y alguien de la familia sabe donde está.

En el chiringuito del puerto, Berna se entrevista con un tipo que nos suena. Resulta ser uno de los colaboradores de Fernando. Tras este contacto, Berna intenta disuadir a Ricardo de su inútil obsesión. Le hace ver que nada de lo averiguado tiene entidad su�ciente y solo le servirá para despertar la venganza de la familia de Marta. Ricardo agradece su buena intención pero reconoce que ni con el yoga ni con sesiones de meditación es capaz de quitárselo de la cabeza.

Contacta con la viuda de Juanjo, uno de los colaboradores de Marta. Le cuenta cómo se le detectó el cáncer y lo rápido que se desarrolló todo el proceso. Fue como si la desgracia se hubiera cebado con ellos. A ella también le diagnosticaron la enfermedad, pero era más super�cial y logró salir. De su marido no conserva nada, puesto que vendió la casa de la ciudad y pasó varios años recuperándose en el pueblo. De haber algo estará allí.

Berna vuelve a insistir en la contradicción que supone para Ricardo predi-car vivir en el presente y seguir esclavo del pasado. Tras un rato discutiendo, Ricardo cree ver algo más que interés personal en su reco-mendación. Le pregunta si no tendrá algo que ver la entrevista con el ayudante de Fernando. Berna, puesto al descubierto, se destapa. Le asegura que su cuñado no tiene nada que ver, pero que sí ha recibido fuertes presiones de su jefe directo. Éste le ha insinuado que si logra apar-tar a Ricardo de sus pesquisas le espantará a los de asuntos internos que quieren empapelarlo por unas pruebas desaparecidas en un caso impor-tante. Deciden mantener la apariencia de colaborar ante el jefe de policía para intentar averiguar de dónde vienen las órdenes.

tiene valor para hacer otra cosa.

No puede ayudar a Ricardo. A pesar de la amistad, no vivió de cerca los últimos meses de Marta, ya que su trabajo la mantuvo aislada. Sólo dos personas colaboraban en su trabajo pero, desgraciadamente, ambos han desaparecido.

Virginia se pone en contacto con un antiguo colaborador del catedrático: éste no lamenta que se destapara el asunto, la actitud caciquil del profesor era de sobra conocida. Su departamento era su reino de taifas. Pero él no tuvo nada que ver. En realidad nadie se bene�ció del asunto, excepto la mujer del catedratico que consiguió tener más “amarrado” al marido.

Virginia entra en contacto con la esposa. Se trata de una mujer culta y de buen gusto, ejerció la medicina pero ya está retirada. Al principio es refrac-taria a las preguntas de Virginia. Pero como han pasado tantos años y ya está divorciada, acaba reconociendo que fue ella la que �ltró la información. Lamenta los daños colaterales pero en su momento fue la última arma que le quedaba para poner freno a las in�delidades y al menosprecio de su marido. Él nunca lo supo y ahora a ella le da igual, porque ha pasado página.

Finalmente Virginia le dirá al catedrático la verdad y el viejo profesor quedará noqueado por la revelación.

Berna, que también conoce a Jesús, el periodista deportivo, se entrevista con él para recopilar información sobre un caso de desaparición de una joven que tenía relación con un directivo del equipo de fútbol local. Jesús le pondrá al día de un mundo que tiene fuertes lazos con el poder económico y político.

Nur tiene que hacer frente a una situación inesperada: una de sus amigas, que va a un colegio de monjas, ha quedado embarazada y no sabe que hacer. La amiga se lo ha contado a una monja muy tolerante, que conecta muy bien con las alumnas, pero otra monja se entera y quiere avisar a direc-ción y expulsarla, causándole un doble desastre. Nur se lo cuenta a su madre. A Virginia no le caía demasiado bien la joven que siempre alardeaba

La viuda del colaborador le pasa a Ricardo unos papeles viejos y desordena-dos rescatados de la casa del pueblo. Leyéndolos, recuerda, en �ashback, la pasión que Marta ponía en su trabajo. Tras el intento de golpe de estado del 23F, algunos no quedaron convencidos de que todos los culpables hubieran pagado. Pero se impuso el “sentido de estado” y se extendió la consigna de no hurgar más en el tema, incluso entre los excompañeros de partido. Pasa-ron los años, pero Marta no se resignó y siguió nadando contracorriente. Continuó investigando y pisando callos a muchos poderosos que habían jugado un papel, como mínimo, ambiguo. A pesar del embarazo, de la distancia que se había instalado entre ellos y de alguna amenaza recibida, Marta siguió adelante.

En los papeles que ahora tiene delante no parece que haya nada especial-mente signi�cativo: relación de actos violentos de los ultras, �chas de los procesados por el 23F. Algún nombre de los que en su momento se bara-jaron como apoyos de los golpistas. Nada nuevo, nada concreto. Hay sin embargo un icono dibujado y un código alfanumérico que no consigue descifrar.

Capítulo 7. Un fuego vengador.

Ricardo, sin ninguna esperanza, se dirige al que fue domicilio del antiguo colaborador de Marta intentando encontrar alguna pista de la que tirar. Pero la casa está vacía y con aspecto de abandonada. Preguntando a los vecinos le dicen que los que la compraron tuvieron que dejarla por algún problema de construcción, aluminosis o algo así.

En la hemeroteca encuentra información más precisa: lo que se detectó en la casa fue un índice de radioactividad superior al normal. Una empresa especializada realizó la descontaminación pero nadie quiso volver a habi-tarla.

Sigue la pista de la empresa descontaminadora y no le facilitan ningún dato. Es información reservada y le invitan a marcharse. Al salir, junto a la nave, ve un cercado al que se prohíbe el paso.

invertir en los sectores clave de la economía española. Buscan a continu-ación sus representantes en España y aparecen varios nombres de empresa-rios, banqueros y un juez. Las iniciales de sus nombres coinciden con algu-nos de los caracteres del código encontrado.

Con Berna vuelve al expediente del accidente. No se hizo un estudio exhaustivo, puesto que se achacó a un fallo humano. Es una vía muerta. Ricardo había bebido más de la cuenta. El informe de alcoholemia lo con�rma. Pero solo da una cifra. En el expediente del hospital, los análisis de sangre con�rman el alcohol, pero también la presencia de otros compues-tos. Se trata de aceleradores de la intoxicación etílica. Ricardo recuerda en �ashback los instantes anteriores al accidente. Estaba en una �esta o�cial. Él bebió, pero no más que otras veces.

Sin embargo, ahora recuerda vagamente un detalle que nunca antes le pareció signi�cativo. Un conocido tropezó con él y al haberle vertido la copa, entre risas, le ofreció otra llena. Su mujer, que ni bebía por el embarazo ni le gustaban ese tipo de �estas, le pidió que se marcharan. Cuando iban los dos en el coche, y enmedio de una de sus agrias discu-siones, él empezó a sentirse mal, la vista se le nubló, se salió de su carril y se estampó contra un muro.

Sus sospechas se dirigen hacia Fernando. El conocido que le cambió la copa era íntimo suyo. Se dirige a encontrarse con él.

Pero Fernando ha movido ya sus hilos. En un registro policial encuentran droga en el vehículo de Ricardo. Él es detenido.

En una sala de interrogatorios Ricardo se encuentra con Fernando. Lo tiene en sus manos y le dicta las condiciones para salir del atolladero: abandonar la ciudad y no dejarse ver por allí. Ricardo le acusa del accidente que causó la muerte de Marta. Fernando le tilda de desquiciado, de inmaduro, de inventarse películas. No llegan a acuerdo y Ricardo queda detenido.

Capitulo 9. Cria cuervos.

Berna, sin poder reabrir o�cialmente el expediente, inicia la búsqueda del tipo que le cambió la copa a Ricardo antes del accidente.

Jesús, el periodista, intenta encontrar al tercer colaborador de Marta. Se sabe que no volvió a publicar nada, que se fue de la ciudad y que, al tiempo, llegó la noticia de su muerte. Pero a Jesús hay algo que le llama la atención, aunque lo consideraba una casualidad. Desde no hace mucho tiempo hay un columnista que publica en un medio digital con un estilo sospechosamente parecido al del tipo que buscan. Con engaños al medio digital, averigua la identidad actual y el domicilio del colaborador.

Virginia consigue un abogado que detecta un defecto de forma en la iden-ti�cación y cadena de custodia de la droga incautada en el taxi. El juez lo toma en consideración y �ja libertad bajo �anza.

Sixto el jefe de la asociación de taxis quiere revocar la licencia de Ricardo, pero éste se le enfrenta y decide seguir de servicio.

Ricardo acude al gran chalet en la montaña donde vive Roger, el ex-periodista. Espera que salga de casa, fuerza una puerta y entra. Recorre todas las habitaciones, con�rma que se trata de la persona que busca,.

Una foto del periodista joven le permite identi�carlo. En �ashback vemos a Marta discutiendo con el compañero que tanto la admiraba y la deseaba. Empezaban a surgirle dudas de la conveniencia de seguir adelante con la investigación, ante el pacto de silencio que se habia instalado en el país. Marta le animó a continuar o a abandonar el barco y borrar su nombre del trabajo.

Algunos papeles y fotos atestiguan que Roger se enriqueció súbitamente a �nales de los 80, tras el accidente. Pero no encuentra nada relacionado con el trabajo de Marta. Ni dossiers, ni documentos, ni Cds, ni memorias USB... El ordenador que utiliza es portátil y seguramente lo lleva siempre encima. Por unos folios impresos averigua su e-mail.

Capitulo 10. Si eres conocido no eres poderoso.

Berna encuentra al tipo que busca, porque fue interrogado en su momento y rati�có la borrachera de Ricardo. Max ahora es ejecutivo de una multina-cional. Casualmente de Country Street Bank & Trust. Recibe al policía pero no tiene nada que añadir a lo dicho en su momento. Es más si el caso no está o�cialmente abierto moverá sus contactos para que le paren los pies al policía y deje de incordiar.

El juez, el banquero, el político y Max el ejecutivo de la CSB&T se reúnen de nuevo. A través de la exposicón que hace este último, se delatan como los auténticos amos del cotarro. Son los que mueven los hilos del poder económico, que ahora se concreta en la inversión del fondo americano en las prospecciones petrolíferas cerca en la costa, que las autoridades están a punto de autorizar. Pero también controlan el poder político: mantienen al partido en el gobierno, mientras apadrinan formaciones de una nueva versión de la extrema derecha. Han abandonado la parafernalia franquista y adoptado un discurso populista antieuropeo, opuesto a los políticos clásicos, xenófobo y anti-islámico. Manejan el poder judicial: un grupo de jueces coin-ciden con sus ideas y no dudan en retorcer las leyes para que sirvan a sus intereses.

En sus conversaciones queda claro que si alguien es muy conocido no es realmente poderoso y también que no son nuevos en esto: su poderío viene de lejos. Mandaban con Franco, siguieron en la transición, continuan en la primera década del 2000 y tienen planes para la expansión de la ultraderecha populista en las décadas futuras.

Llega Fernando. Le echan en cara la chapuza de la detención de Ricardo. Éste lo achaca a la falta de profesionalidad de la policía y a la intervención del juez. Fernando cree que podrá encauzarlo. Pero cuando sale, los otros tres deciden tomar por su cuenta medidas más drásticas.

Pau, un amigo de Nur, friki de la informática, le ayuda a Ricardo. Envía un mail gancho al ex-periodista. Roger contesta exigiendo que lo borren de la base

seguir al taxista en sus rutas por la ciudad (enfocando desde la parte lateral o trasera del coche con PM o PD). O bien para acompañar a los personajes usando encuadres más generales que permitan mostrar la ciudad por la que se mueven, situando al espectador en un entorno urbano y portuario con el que se pueda sentir familiarizado.

También se verán distintos formatos de origen de las imágenes, que darán lugar diferentes texturas: incluiremos grabaciones de videocámaras y las pantallas del GPS o del monitor para la proyección de películas.

4.2. Tipología de planos

Es importante marcar y entrelazar los dos ambientes dentro de la serie: el más oscuro, de planos cortos, descentrados, en algún momento desenfo-cados y transiciones en cortes rápidos, que aportan tensión dramática e inestabilidad. Y el más claro, de planos algo más largos y generales, fundi-dos, encadenados y en algún caso, un poco más lentos para dejar más espacio a la re�exión y la vida interior de los personajes y del taxista.

En general, sin embargo, trataremos la historia en planos medios y de detalle, que hagan cercanos a los personajes y estén en consonancia con el drama que queremos contar y la cotidianidad de cada pequeña historia secundaria, que completa la trama principal.

Por tanto, para generar interés por las historias, empatía con los personajes, utilizaremos los primeros planos, que permitirán un acercamiento a los personajes y a los detalles que se quieran remarcar (dentro del taxi: estados de ánimo, gestos, referencias culturales, cinematográ�cas, miradas, rutas, etc... Y fuera del taxi, con�ictos, movimientos en la ciudad, detalles urba-nos, pasajeros, transeúntes, el puerto, detalles de las casas, de los bares, fotos, documentos, etc...).

Además, la continua tensión dramática no resuelta (el pasado de Ricardo, el presente de la investigación, los con�ictos policiales, las pequeñas histo-rias personales, la atracción de Virginia por Ricardo...), se traduce audiovi- sualmente en movimientos de cámara, planos cerrados, más cortos y deta- llistas, �ashback y encuadres y enfoques irregulares. Los traveling se utilizarán en paralelo para acompañar al personaje principal, Ricardo, en sus viajes y poner en relieve su expresión mientras se mueve.

Con el objetivo de presentar de forma más expresiva la ciudad en la que se desarrolla la acción, utilizaremos panorámicas en horizontal o en vertical antes de pasar al detalle de los escenarios.

4.3. Iluminación y color

El tratamiento de luz y color se construye a través de dos tipologías: una, de colores más oscuros para el drama principal: la experiencia pasada del taxista, su vida presente en su casa bohemia, la investigación que lo vincula a tramas policíacas y su vida interior (�ashback, pensamientos, escenas nocturnas, etc...).

Otra, con algo más de luz, aunque siempre de colores cálidos y con contrastes que remarquen las sombras tanto para la casa de Virginia como para las escenas del taxi, que dan un contrapunto menos dramático en consonancia con los momentos más distendidos de las tramas y los golpes de humor. Aunque es importante remarcar que siempre hay una preferencia por días nublados y días de niebla, colores oscuros, uniformes, insaturados y contrastes de sombra/luz cálida.

Las tramas policíacas y de investigación se sitúan en el puerto o en barrios con�ictivos, a veces, de noche. Por tanto, la iluminación es callejera, oscura, de visionado incómodo e intrigante. Incluso, en ocasiones, existen elemen-tos en PP entre el espectador y la escena que potencian la curiosidad y el interés por lo que pasa en el momento o por lo que pueda ocurrir en el futuro.

4.4. Sonido

Se trata de otro elemento importante en el desarrollo de la serie, aunque no abusaremos de su empleo en post-producción. Lo usaremos más bien para aportar realismo y para marcar las distintas atmósferas narrativas.

Utilizaremos también el silencio, que tendrá un peso re�exivo y una función de profundidad sobre lo que sucede.

El sonido principal de la serie para conseguir este objetivo será el sonido ambiente, compuesto por el ambiente de la ciudad, los ruidos del coche y

por las voces.Dichas voces incluyen tanto los diálogos y los pensamientos en voz en o�, como las películas proyectadas en el taxi, las noticias radiofónicas en el taxi o el GPS. En este caso, se procurará una correcta colocación de los micrófonos para el mínimo tratamiento sonoro en posproducción.

La base musical será en su mayoría diegética: por una parte, constituida por las preferencias de los personajes: el jazz y los clásicos de Ricardo y la música de los 80’s, 90’s, y 00’s de Núria, como contraste.

La música que se colocará en post-producción son los temas para cabecera y créditos �nales, que serán los identi�cativos de la serie.

4. 5. Montaje y ritmo

Montaje de planos cortos y ritmo rápido y tenso, en general. La trama principal hace que la acción recaiga sobre el taxista. El espectador irá descubriendo la investigación y el personaje. Y el montaje y el ritmo nos ayudarán a potenciar la curiosidad y las expectativas de acción y giros en la trama. El objetivo es re�ejar el movimiento del taxi y el dinamismo de la ciudad portuaria.

Por ejemplo, en el caso de las tramas secundadarias, que muchas de ellas concluyen en el propio capítulo, utilizaremos un ritmo de montaje medio. Y en el caso de las tramas de investigación sobre el pasado de Ricardo con su amigo policía, el ritmo más acelerado destaca la sorpresa y constituyen un gancho para el receptor.

4.6. Post-producción

Nuestro trabajo tras la grabación incidirá en el tratamiento de la luz, el color, el sonido y en el diseño grá�co de la cabecera y los créditos para completar el trabajo de producción. Básicamente, se completará el trabajo de montaje, retocando los diferentes apartados del tratamiento audiovisual descrito:

- El retoque de imagen respecto a iluminación y colorimetría se basará en colores tenues, contrastes, iluminación claro y oscuro, colores que

aporten dramatismo a la acción y resalten los detalles necesarios de las personas, los objetos, etc...

- Se introducirán arreglos musicales en la cabecera y los títulos �nales y se retocarán las pistas de sonido en las que sea necesario.

- Por último, se trabajará el gra�smo, incrustando los títulos de cabecera y los créditos.

4.7. Estilo

En general, el estilo visual de la serie estará marcado por el carácter de la trama principal y por el género de thriller social que representa, expresivo, tenso y activo. Eso, sin perder de vista las microhistorias que aportarán espontaneidad y aire fresco. Recordemos además que se les otorgará a los actores la mayor presencia posible, de modo que sus pensamientos y re�e- xiones también serán una parte importante del discurrir audiovisual.

4.9. Cabecera

Es, básicamente, el arranque del capítulo piloto. Acompaña a Ricardo en el inicio de su jornada nocturna. Va desde las dunas en las que intenta unos momentos de meditación, hasta l entrada de un cliente y su pregunta ¿Dónde Vamos?

Grá�camente, se incluyen los créditos principales. Éstos no coinciden con la aparición de los personajes en la pantalla con lo cual no se produce una identi�cación nombre/personaje, que cerramos con el logo animado de la serie.

de datos. Es su�ciente para saber su IP. A partir de aquí Pau penetra en su ordenador y tras rastrear los discos duros encuentra en la carpeta “seguro de vida” los documentos de la investigación de Marta.

Capitulo 11. Caballo de Troya.

Max hace una visita a Roger. Le avisa de las indagaciones de Ricardo, pero el experiodista lo tranquiliza. Ha hecho bien las cosas y no darán con él. Asegura que el material que considera su “seguro de vida” está bien prote-gido. Entre fanfarronadas y medias palabras, (ya nunca utiliza papeles, ni en su tgrabajo ni en nada; ha migrado a lo digital), Roger delata dónde protege el material. En un momento de descuido, Max hace una llamada perdida con su móvil. Al instante alguien penetra en la casa y liquida a Roger.

Max accede al ordenador, no sabe donde buscar, pero relee los últimos mails y al ver el enviado por Pau, sus sospechas se con�rman. Alguien ha penetrado recientemente en la máquina y ha descargado documentos.

Para Ricardo la alegría por el acceso a los documentos dura poco, Cuando Pau se los enseña comprueban que el contenido está encriptado.

Ricardo les dice a Nur y Pau que ya han hecho bastante. Pau asegura que podría intentar descifrarlo pero necesitará tiempo. Nur insiste en hacerlo. Ricardo, que sólo había aceptado su ayuda de forma puntual, intenta disuadirles. Virginia sabe nada de esto y no le haría gracia.

Nur, a escondidas de Ricardo y su madre, en lugar de ir al Instituto, vuelve al estudio de Pau para animarle a seguir. Pasa un día y los avances son esca-sos. Nur se ocupa de la intentencia. Le lleva comida y bebida. Vigila los ordenadores cuando él no tiene mas remedio que salir. En las idas y venidas de Nur, alguien le sigue y llega hasta el estudio de Pau.

Ricardo sigue con su actividad de taxista, no está dispuesto recibir órdenes de nadie. Esto le vale el enfrentamiento con Sixto y algunos de sus segui-dores. Crece al tensión en la base del taxi y en las paradas donde coincide

con ellos.

Por �n, tras un día y una noche consiguen dar con el tipo de cifrado utilizado. Pau llama a Ricardo, le dice que le envía los archivos a su correo. Ricardo aún tiene que completar su turno de noche. Nur sale del estudio de Pau para volver a su casa. Habia dicho a su madre que estaría estudiando con una amiga.

Al poco de salir ella, Pau escucha sonidos extraños, apaga las luces y sube, con lo puesto, a la azotea de la �nca. Unos extraños entran en su estudio. Al no encontrar a nadie se desahogan destrozando los ordenadores.

Nur va por la calle camino de su casa. Pau ha logrado bajar de la azotea y corre a avisarla de lo ocurrido. No tiene móvil para llamarla. Cuando está apunto de alcan-zarla, unos tipos la abordan y la introducen en una furgoneta. Pau intenta evitarlo pero le golpean y le dejan sangrando inconsciente sobre la acera, ante la llegada de unos viandantes.

Capitulo 12

Ricardo comienza a leer detenidamente su contenido. No puede evitar recordar la vehemencia y valentía de Marta, que él no quiso compartir. En �ashback vemos a su mujer trabajando en casa, sorprendida por la envergadura de sus hallazgos, pero sin poder contarselo a su marido.

Efectivamente, el material demuestra que Marta estaba apunto de desenmascarar, con abundantes pruebas, que entre otros, un conocido juez, un famoso banquero y un grupo inversor americano, estaban detrás de los grupos ultras que protago-nizaron palizas, atentados e incluso asesinatos en la transición. Financiaron y apoyaron activamente a los golpistas 23F y, si hubiera triunfado, tenían un elabo-rado “plan de limpieza” de elementos indeseables. Y cómo movieron sus in�uen-cias para que no les alcanzara el brazo de la justicia.

Se deshicieron de Marta, haciendo caer las sospechas en Ricardo. Acabaron con Juanjo provocándole un cáncer sin dejar huellas y compraron a Roger que para protegerse, guardó la documentación en su poder.

Fernando, acuciado por los poderosos, ha decidido actuar personalmente. Coge un arma de su despacho y parte en su vehículo.

Ricardo se dirige a reunirse con Berna para estudiar cómo utilizar la docu-mentación encontrada, cuando recibe una llamada angustiada de Virginia. Nur no aparece.

Ricardo y Virginia reciben en casa de ésta una llamada: si quieren volver a ver a la chica no pueden hablar con la policía, deben abandonar la búsqueda y entregar todo el material que hayan localizado.

Capitulo 13

En ese momento, Ricardo decide tirar la toalla. Nada, ni la memoria de Marta, ni su sentido de la justicia, justi�ca que puedan hacer daño a Nur.

Siguiendo las instrucciones acude a una nave de las utilizadas por los equi-pos de America’s Cup. Un paradógico entorno, con un exterior de diseño y un interior desmantelado, con restos de lo que fueron o�cinas, exposi-ciones, tiendas, etc.

Ricardo se dirige al puerto en su taxi. El Mercedes-Benz de Fernando le sigue. Ricardo recorre las naves hasta que se encuentra con Max, el tipo de la multinacional americana. Desde su posición de control de la situación no tiene inconveniente en reconocer que él le cambió la copa provocando el accidente que acabó con Marta, y que su único error fue no acabar con Ricardo cuando estaba en coma. Junto a él, un esbirro sujeta a Nur.

Ricardo le entrega los documentos y le asegura que nadie más los conoce (excepto Roger el ex-periodista que Max ha eliminado) y no ha hecho copias, porque no quiere jugar con la vida de Nur. Sin embargo, una vez entregado el material, Max no cumple su palabra y se dispone a disparar sobre Ricardo.

Cuando está apunto de hacerlo aparece Fernando, Max se sorprende. Ricardo duda, pero aprovecha para dar un golpe al esbirro y hacerse con

Nur. Fernando dispara al esbirro. Max dispara a Fernando. Ricardo golpea con una barra a Max dejándolo fuera de combate.

Fernando está herido, pero mientras esperan la ambulancia, reconoce a Ricardo que no tenía ni idea de que la gente con la que estaba tratando hubi-era tenido algo que ver con la muerte de su hermana.

Mientras se llevan a Max, éste les asegura que nada podrán contra él. Sus apoyos están en todas las instancias de poder, y les repalda el dinero.

Han salido de ésta pero Ricardo tiene claro que no puede enfrentarse con los poderes ocultos, sin poner en peligro a la gente que quiere. Una vez más los poderosos se ha salido con la suya.

Decide empaquetar la documentación y jura a Virginia que no va a hacer uso de ella. Aún así su relación ha sufrido un duro golpe. Nur es lo más importante para Virginia y la obsesión de Ricardo por el pasado la ha puesto en peligro.

Pero el desenlace no ha despejado todas las incognitas: ¿murió el hijo que esperaba Marta? y si no fue así ¿Dónde está? ¿Lo oculta Fernando y la familia de Marta?

Para encontrar las respuestas, habrá que esperar la segunda temporada.

Page 6: Tratamiento audiovisual

Sinopsis de los capítulos de la 1ª Temporada

Capítulo 2. El cuarto jinete.

Ricardo habla con la enfermera que lo reconoció, y le con�rma que Marta estuvo con vida dos días en el hospital. Siente no poder decirle nada pero le sugiere hablar con uno de los anestesistas que intervinieron en su momento.

Ricardo comenta el asunto con Virginia. A pesar de su distanciamiento �nal, Marta y él se quisieron con locura. En analepsis o �ashback vemos cómo se conocieron en los últimos años del franquismo. Fue una cita clandestina. Ambos llevaban una revista Triunfo bajo el brazo. No se conocieron por sus auténticos nombres sino por seudónimos. Ella era Rosa (por Rosa Luxem-burgo) y él, que hacía sus pinitos en el cómic, Morta (por Mortadelo y Filemón). Siguiendo estrictas normas de seguridad llegaron a una casa del Barrio del Carmen que no sabían a quien pertenecía. En ella había todo lo necesario para confeccionar y reproducir unos pan�etos. Ricardo se ocupaba de la parte grá�ca y Marta de la redacción del texto. Pasaron la noche juntos imaginando un futuro sin dictadura y dándole a la impresora “vietnamita”. Al amanecer, agotados pero radiantes, acudieron al campus a distribuir la propaganda a otros compañeros y realizar una pintada: abajo la dictadura. Ya no se separarían.

Ricardo intenta hablar con su cuñada, la mujer de Fernando. Va a buscarla a su chalet en una urbanización de lujo. Ella no le guarda el mismo rencor que su marido pero no puede contarle nada. Ricardo insiste y ella le ruega que no la presione. Que olvide el pasado, que no pierda el tiempo con Fernando, por su bien.

Vuelve al puerto a hablar con Berna. Éste anda muy liado. Esa madrugada han ardido 3 camiones en el parking de la zona de carga, dentro de uno de ellos, dormía un camionero que murió calcinado. Sospecha un ajuste de cuentas entre los grupos que controlan la estiba de los barcos. Tradicional-mente han sido grupos locales, pero otros intentan introducirse. El trá�co de

Se toman como referencias audiovisuales por una parte, series policíacas del tipo de The Wire o Crematorio para el ambiente de la trama principal. Predominio de escenas nocturnas, lluviosas, con luces de ciudad desenfo-cadas. Por otro lado, las escenas más abiertas y cálidas, de las tramas protagonizadas por los personajes de reparto, admiten un tratamiento más luminoso, pero evitando la saturación de color.

Aquí está la tipología audiovisual de la serie, según los siguientes elemen-tos a tener en cuenta:

4.1. Estrategia de realización - Encuadres y composición

Usaremos encuadres y composiciones descentrados en general para trans-mitir desorden y ruido visual. El objetivo es crear un ambiente inquietante en el espectador.

Bien desde el interior del taxi, bien en escenas exteriores nocturnas o en el vaivén diario del movimiento del coche y los pasajeros en la ciudad, los planos cortos, detallados y rápidos, buscan provocar curiosidad en el espectador.

Los sets de rodaje donde transcurrirá la mayor parte del metraje son:- El taxi.- La casa de Virginia.- El bar de la xona portuaria.- El despacho de Fernando.

Y se completará con una pequeña parte de exteriores.

Utilizaremos una cámara pequeña situada a la altura del espejo retrovisor para grabar los testimonios de los ususarios del taxi. Al taxista lo captare-mos, gracias al cámera car, desde el exterior, pero también desde la parte trasera y el asiento del copiloto.

Como acompañamiento, utilizaremos la cámara en movimiento bien para

Vuelve por la noche, salta la verja y husmea entre las máquinas, vehículos, bidones. Un vigilante lo descubre y en un momento se presentan dos tipos con perros. Consigue escabullirse sin enfrentarse a ellos, pero logra reconocer a uno: fue el que le agredió en el taxi. Huye como puede, pero le da tiempo de ver el logo de algunos vehículos viejos.

De vuelta a casa, ve similitudes entre el icono de los papeles de Marta, los del periodista muerto y el de los vehículos. Hace una búsqueda en Google y ve que es una versión antigua del logo de una empresa americana. Inda-gando descubre que la desinfectadora pertenece al mismo grupo. La matriz americana es en realidad un fondo de inversiones. Se trata de Coun-try Street Bank & Trust y es en realidad un auténtico monstruo de las �nan-zas con acciones signi�cativas en los principales bancos (Santander, BBVA, Sabadell...), monopolios energéticos (Endesa, Iberdrola, Repsol), grupos industriales y medios de comunicación. Está presente en todos los centros de poder económico.

Si esta multinacional intervino en la muerte del periodista, ¿tuvo algo que ver con la muerte de Marta? ¿El choque que provocó su muerte fue un accidente?

Capítulo 8. Toda la fuerza de la ley.

En el salón de club de golf se encuentran cuatro personajes poderosos. Son un juez, un banquero, un político y Fernando, el cuñado de Ricardo. Hablan de la inminencia de cerrar el trato con los americanos. De los increíbles bene�cios que habrá para todos y del peligro que supone que, precisamente ahora, un familiar de Fernando meta las narices donde no le llaman. Fernando les asegura que lo detendrá de una puñetera vez.

Virginia le echa una mano a Ricardo para desentrañar la relación que puede haber entre los papeles de Marta y el fondo de inversión americano. Virgina se entrevista con compañeros de universidad que han investigado las redes que relacionan a los más poderosos del planeta. Averiguan que no fue hasta principios de los 90 que la compañía en cuestión empieza a

mercancías, legales e ilegales, es de tal magnitud que hay mucho dinero en juego. Berna le pide que siga por la zona y permanezca con los oídos aten-tos. Tras un par de servicios y alguna espera atenta, Ricardo detecta algo sospechoso y se lo comunica a Berna: un guarda de seguridad relaja las medidas de control ante determinados cargamentos.

Esa noche un tipo entra en el taxi. Le indica la dirección de un barrio bastante apartado. Al llegar, mientras simula que paga el servicio, otro tipo desde fuera abre la puerta y arrastra fuera a Ricardo. Consiguen encajarle algunos golpes, pero Ricardo les rocía con spray, se escurre y logra huir con el taxi.

Finalmente Berna, que ha interrogado al guarda y ha ampliado esa línea de investigación, reúne indicios para seguir unos camiones hasta una zona industrial, donde descubre un depósito de coches de lujo robados. En la acción policial, los sospechosos intentan defenderse, pero Bernardo logra detener a dos. El incendio de los camiones tenia un doble objetivo: desviar la atención de la policía hacia los estibadores y eliminar al camionero que estaba chantageando a los ladrones. Es cosa de los rusos que cada vez son más osados.

Al recapitular, Berna y Ricardo llegan a la conclusión que los agresores del taxi no tenían relación con la trama del puerto. ¿Quién los habrá enviado?

Una mujer sube al taxi. Hace unos meses que murió su hija y después de días muy duros, aunque es algo que no puede manifestar delante demu-cha gente, se siente feliz. Es lo que ella le pidió y lo consigue recreando los mejores momentos vividos y disfrutando de su nieta y las pequeñas cosas de cada día.

Finalmente Ricardo se hace con el anestesista que atendió a su mujer. Está jubilado y no le gusta recordar el pasado. Pero hablan sobre la felicidad en la vejez y el �nal de la vida: Para quién ha aprovechado cada instante de su vida para ser mejor persona y contribuir a la felicidd de los demás, la muerte no es la decadencia �nal, sino el término sereno de una vida bien vivida. ¿Y si no ha sido así? cuestiona el médico. Para hacer el bien siempre hay tiempo,

sugiere Ricardo, y le consuela con Epicuro: “la muerte no tiene nada que ver con nosotros, pues, cuando estamos aquí, la muerte no está, y cuando la muerte está aquí, nosotros ya no estamos.” Esta re�exión despierta la simpatía del anestesista y le da un único dato: el hijo que esperaba Marta no llegó muerto al hospital.

Capítulo 3. El dinero.

Ricardo centra sus pesquisas en el hospital. Virginia mueve sus contactos entre los médicos universitarios y con�rma la inexistencia del certi�cado de defunción del hijo.

En sus conversaciones con otros profesores de la universidad nos entera-mos que Virginia también tiene sus antagonistas. Un catedrático de su departamento le acusa de haber desvelado las irregularidades cometidas mientras daba clases en el extranjero (sueldos irregulares, plaza cubierta por un profesor asociado no cuali�cado, publicación de trabajos de investi-gación de dudosa autoría...). Ella mantiene que, aunque conocía la situación, no la destapó. Pero el catedrático no la cree, le bloquea cualquier posibilidad de prosperar y le hace la vida imposible.

Ricardo vuelve a ver a Fernando. Le encuentra, rodeado de autoridades (el alcalde de la ciudad y la presidenta de la Comunidad Autónoma), en pleno acto de inauguración de una fase del Centro de las Ciencias que ha reali-zado su empresa. Al alcalde le está diciendo que pronto tendrá la con�r-mación de los inversores americanos y, si estos dicen adelante, no puede haber obstáculos burocráticos. El alcalde le contesta que un decreto de autorización de explotaciones petrolíferas es un asunto estatal con gran carga política y no de papeleo. Que la prensa y la oposición se le echarán encima si no se hacen bien las cosas.

Ricardo se acerca a Fernando, le ruega la verdad sobre el hijo muerto y le reprocha los matones que le envió. Fernando le niega autoridad moral para reclamar cualquier información (provocó el accidente) y le acusa de para-noico. Él nunca enviaría un par de chorizos. Le sacudiría directamente.

Cena en casa de Virginia. En la radio suenan las primeras �ltraciones de casos de corrupción en la Comunidad. Virginia lo ve como un síntoma de la impunidad de gentes que llevan demasiado tiempo en el poder. Apuesta por un cambio político. Ricardo cree que sólo un cambio de valores puede devolver la esperanza a la gente. Virginia pone el acento en la modi�cación del sistema.

Ricardo cree en la transformación personal de cada individuo. Sobre el problema del catedrático vengativo el taxista le sugiere, para empezar, que descarte cualquier sentimiento negativo porque, si éste le domina, la única perjudicada es ella. Y, desde la tranquilidad, si quiere averiguar quién denunció al catedrático que piense en alguien cercano a él que se bene�- ciara del caso.

Un usuario del taxi, ex ejecutivo cercano a los 60 años, con�esa que al quedar en paro pensó que su vida había acabado. Pero le dió vueltas a las sugerencias que en algún momento le hizo Ricardo y ha descubierto que puede ser más feliz viviendo con mucho menos.

Al no obtener respuestas de la familia, el taxista se dirige al cementerio. El enterrador es un viejo compañero de borracheras de los 70 y le ayuda a encontrar el panteón de la familia de Marta. Un personaje sospechoso sigue sus pasos.

Cuando consigue darle esquinazo, por la noche, fuerza la verja y penetra en el panteón. Por �n encuentra la tumba de su mujer. En la lápida se nombra a la madre y al niño que esperaba.

Contemplándola recuerda en �ashback la tarde del 3 de marzo de 1976. Marta y él se están besando apasionadamente en el sofá en su casa de estudiantes. Suena el timbre y entra un compañero. - ¡Os creía en Vitoria! -dice el recien llegado-.- Salimos esta noche, Marta quiere escribir sobre la huelga desde dentro, contesta Ricardo. - Pues, por unas horas, habéis tenido suerte. Poned la radio.“Miles de trabajadores y sus familias estaban reunidos en asamblea en la

Iglesia de San Francisco de Asís... la policía ha rodeado el templo y tras lanzar botes de humo, ha abierto fuego real sobre los que salían huyendo... el recuento provisional suma 5 muertos y 45 heridos de bala...”Marta y Ricardo se miran horrorizados.

De vuelta al presente, Ricardo duda entre seguir o abandonar la búsqueda. Sabe que lo más sabio es vivir el presente, pero desgraciadamente, con lo que ha averiguado, su espíritu no logra la paz. En un arrebato corre la lápida de mármol y descubre que sólo está el féretro de la madre. Ni rastro del hijo.

Capítulo 4. Los hijos.

El descubrimiento en el panteón despierta en Ricardo nuevos interrogantes. ¿porqué escondieron el cadáver del bebé? No sabe para donde tirar, pero una mujer que sube al taxi le habla de los casos de bebés desaparecidos en diversos hospitales, durante los años 80.

El taxista no cree que haya mucha relación, pero se entrevista con uno de los promotores de la causa. Se entera de la dimensión enorme que tiene el asunto y de lo poco que avanza en el terreno judicial. Han pasado muchos años y las pistas se han borrado. En varias ocasiones le cuentan en el taxi como avanzan las pesquisas.

Una vez escuchados los casos que denuncian, su escepticismo crece. El per�l habitual es de familias con pocos recursos cuyos bebés, sospechan, han ido a familias con dinero que no podían tener descendencia, en un tiempo en que la fertilización arti�cial aún no había despegado. La familia de Marta no habría consentido algo así. Pero ¿y si el asunto no es de cambio de familia sino de una adopción encubierta?

Ricardo emprende una serie de seguimientos y vigilancias a la familia de su mujer. No descubre nada raro. Intenta hablar con una sobrina que podía tener la edad de su hijo (sabían que era varón), pero no existe ningún primo que responda a ese per�l. Recuerda en �ashback cuando Marta y él vivían juntos. Él ya ejercía de arquitecto, asociado con Fernando, triunfaba gracias a los contactos del suegro. Ella se había especializado en periodismo de

investigación y seguía la pista de grupos fascistas que siguieron dando mucha guerra en los primeros años de la democracia. Marta le echaba en cara que se apartara de sus principios y Ricardo le pedía que evolucionara y se adaptara a los tiempos de cambio.

El encuentro con la sobrina le vale una nueva bronca con Fernando. No está dispuesto a consentir que Ricardo escarbe en los trapos sucios de la familia, teniendo entre manos la gran operación de su vida. Aunque no le gusta la violencia, le amenaza directamente con hacerle la vida imposible.

Virginia dando clase de historia en la universidad. Hace un repaso de la evolución del pensamiento occidental que resume su propia visión del mundo: la �losofía de las luces y su apuesta por la razón y el progreso frente a la superstición y el oscurantismo. En las partes del mundo en las que no ha penetrado esta revolución, los valores de libertad e igualdad, en especial la igualdad de la mujer, no han prosperado. El respeto a todas las culturas no signi�ca que no se pueda denunciar sus carencias.

Virginia habla con un compañero de facultad. La actitud vengativa del catedrático no es nueva, tiene una larga lista de damni�cados, pero no se le ocurre quien pudo ir a por él en este caso.

Capítulo 5. Cuando gana tu equipo.

Cegada la vía familiar, Ricardo acude a viejos amigos de su mujer. Uno de ellos es un periodista, Jesús, que después de haber pasado por diversos medios sobrevive en la sección de deportes de un periódico local y haciendo colaboraciones con diversos medios digitales. Son seguidores de equipos de fútbol distintos pero disfrutan un buen rato lanzándose puyas.

Le con�esa que escribiendo sobre �chajes, entrenadores y chanchullos de los directivos, ha encontrado el equilibrio. Aquí se notan menos las presiones de los dueños del periódico sobre lo que se debe o no publicar. Injerencia que en algún momento fue tan as�xiante que le colocó ante la tesitura de abandonar el periodismo. Pero reconoce que no sabe o no

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ser feliz gracias a sus convicciones religiosas, e intentaba convencer a Nur de la necesidad de creer en algo. A pesar de todo, Virginia responde a la petición de Nur y entre ambas ayudan a la amiga a tomar una decisión.

Capítulo 6. Cifras y letras.

Ricardo está ahora convencido de que su hijo no murió y alguien de la familia sabe donde está.

En el chiringuito del puerto, Berna se entrevista con un tipo que nos suena. Resulta ser uno de los colaboradores de Fernando. Tras este contacto, Berna intenta disuadir a Ricardo de su inútil obsesión. Le hace ver que nada de lo averiguado tiene entidad su�ciente y solo le servirá para despertar la venganza de la familia de Marta. Ricardo agradece su buena intención pero reconoce que ni con el yoga ni con sesiones de meditación es capaz de quitárselo de la cabeza.

Contacta con la viuda de Juanjo, uno de los colaboradores de Marta. Le cuenta cómo se le detectó el cáncer y lo rápido que se desarrolló todo el proceso. Fue como si la desgracia se hubiera cebado con ellos. A ella también le diagnosticaron la enfermedad, pero era más super�cial y logró salir. De su marido no conserva nada, puesto que vendió la casa de la ciudad y pasó varios años recuperándose en el pueblo. De haber algo estará allí.

Berna vuelve a insistir en la contradicción que supone para Ricardo predi-car vivir en el presente y seguir esclavo del pasado. Tras un rato discutiendo, Ricardo cree ver algo más que interés personal en su reco-mendación. Le pregunta si no tendrá algo que ver la entrevista con el ayudante de Fernando. Berna, puesto al descubierto, se destapa. Le asegura que su cuñado no tiene nada que ver, pero que sí ha recibido fuertes presiones de su jefe directo. Éste le ha insinuado que si logra apar-tar a Ricardo de sus pesquisas le espantará a los de asuntos internos que quieren empapelarlo por unas pruebas desaparecidas en un caso impor-tante. Deciden mantener la apariencia de colaborar ante el jefe de policía para intentar averiguar de dónde vienen las órdenes.

tiene valor para hacer otra cosa.

No puede ayudar a Ricardo. A pesar de la amistad, no vivió de cerca los últimos meses de Marta, ya que su trabajo la mantuvo aislada. Sólo dos personas colaboraban en su trabajo pero, desgraciadamente, ambos han desaparecido.

Virginia se pone en contacto con un antiguo colaborador del catedrático: éste no lamenta que se destapara el asunto, la actitud caciquil del profesor era de sobra conocida. Su departamento era su reino de taifas. Pero él no tuvo nada que ver. En realidad nadie se bene�ció del asunto, excepto la mujer del catedratico que consiguió tener más “amarrado” al marido.

Virginia entra en contacto con la esposa. Se trata de una mujer culta y de buen gusto, ejerció la medicina pero ya está retirada. Al principio es refrac-taria a las preguntas de Virginia. Pero como han pasado tantos años y ya está divorciada, acaba reconociendo que fue ella la que �ltró la información. Lamenta los daños colaterales pero en su momento fue la última arma que le quedaba para poner freno a las in�delidades y al menosprecio de su marido. Él nunca lo supo y ahora a ella le da igual, porque ha pasado página.

Finalmente Virginia le dirá al catedrático la verdad y el viejo profesor quedará noqueado por la revelación.

Berna, que también conoce a Jesús, el periodista deportivo, se entrevista con él para recopilar información sobre un caso de desaparición de una joven que tenía relación con un directivo del equipo de fútbol local. Jesús le pondrá al día de un mundo que tiene fuertes lazos con el poder económico y político.

Nur tiene que hacer frente a una situación inesperada: una de sus amigas, que va a un colegio de monjas, ha quedado embarazada y no sabe que hacer. La amiga se lo ha contado a una monja muy tolerante, que conecta muy bien con las alumnas, pero otra monja se entera y quiere avisar a direc-ción y expulsarla, causándole un doble desastre. Nur se lo cuenta a su madre. A Virginia no le caía demasiado bien la joven que siempre alardeaba

La viuda del colaborador le pasa a Ricardo unos papeles viejos y desordena-dos rescatados de la casa del pueblo. Leyéndolos, recuerda, en �ashback, la pasión que Marta ponía en su trabajo. Tras el intento de golpe de estado del 23F, algunos no quedaron convencidos de que todos los culpables hubieran pagado. Pero se impuso el “sentido de estado” y se extendió la consigna de no hurgar más en el tema, incluso entre los excompañeros de partido. Pasa-ron los años, pero Marta no se resignó y siguió nadando contracorriente. Continuó investigando y pisando callos a muchos poderosos que habían jugado un papel, como mínimo, ambiguo. A pesar del embarazo, de la distancia que se había instalado entre ellos y de alguna amenaza recibida, Marta siguió adelante.

En los papeles que ahora tiene delante no parece que haya nada especial-mente signi�cativo: relación de actos violentos de los ultras, �chas de los procesados por el 23F. Algún nombre de los que en su momento se bara-jaron como apoyos de los golpistas. Nada nuevo, nada concreto. Hay sin embargo un icono dibujado y un código alfanumérico que no consigue descifrar.

Capítulo 7. Un fuego vengador.

Ricardo, sin ninguna esperanza, se dirige al que fue domicilio del antiguo colaborador de Marta intentando encontrar alguna pista de la que tirar. Pero la casa está vacía y con aspecto de abandonada. Preguntando a los vecinos le dicen que los que la compraron tuvieron que dejarla por algún problema de construcción, aluminosis o algo así.

En la hemeroteca encuentra información más precisa: lo que se detectó en la casa fue un índice de radioactividad superior al normal. Una empresa especializada realizó la descontaminación pero nadie quiso volver a habi-tarla.

Sigue la pista de la empresa descontaminadora y no le facilitan ningún dato. Es información reservada y le invitan a marcharse. Al salir, junto a la nave, ve un cercado al que se prohíbe el paso.

invertir en los sectores clave de la economía española. Buscan a continu-ación sus representantes en España y aparecen varios nombres de empresa-rios, banqueros y un juez. Las iniciales de sus nombres coinciden con algu-nos de los caracteres del código encontrado.

Con Berna vuelve al expediente del accidente. No se hizo un estudio exhaustivo, puesto que se achacó a un fallo humano. Es una vía muerta. Ricardo había bebido más de la cuenta. El informe de alcoholemia lo con�rma. Pero solo da una cifra. En el expediente del hospital, los análisis de sangre con�rman el alcohol, pero también la presencia de otros compues-tos. Se trata de aceleradores de la intoxicación etílica. Ricardo recuerda en �ashback los instantes anteriores al accidente. Estaba en una �esta o�cial. Él bebió, pero no más que otras veces.

Sin embargo, ahora recuerda vagamente un detalle que nunca antes le pareció signi�cativo. Un conocido tropezó con él y al haberle vertido la copa, entre risas, le ofreció otra llena. Su mujer, que ni bebía por el embarazo ni le gustaban ese tipo de �estas, le pidió que se marcharan. Cuando iban los dos en el coche, y enmedio de una de sus agrias discu-siones, él empezó a sentirse mal, la vista se le nubló, se salió de su carril y se estampó contra un muro.

Sus sospechas se dirigen hacia Fernando. El conocido que le cambió la copa era íntimo suyo. Se dirige a encontrarse con él.

Pero Fernando ha movido ya sus hilos. En un registro policial encuentran droga en el vehículo de Ricardo. Él es detenido.

En una sala de interrogatorios Ricardo se encuentra con Fernando. Lo tiene en sus manos y le dicta las condiciones para salir del atolladero: abandonar la ciudad y no dejarse ver por allí. Ricardo le acusa del accidente que causó la muerte de Marta. Fernando le tilda de desquiciado, de inmaduro, de inventarse películas. No llegan a acuerdo y Ricardo queda detenido.

Capitulo 9. Cria cuervos.

Berna, sin poder reabrir o�cialmente el expediente, inicia la búsqueda del tipo que le cambió la copa a Ricardo antes del accidente.

Jesús, el periodista, intenta encontrar al tercer colaborador de Marta. Se sabe que no volvió a publicar nada, que se fue de la ciudad y que, al tiempo, llegó la noticia de su muerte. Pero a Jesús hay algo que le llama la atención, aunque lo consideraba una casualidad. Desde no hace mucho tiempo hay un columnista que publica en un medio digital con un estilo sospechosamente parecido al del tipo que buscan. Con engaños al medio digital, averigua la identidad actual y el domicilio del colaborador.

Virginia consigue un abogado que detecta un defecto de forma en la iden-ti�cación y cadena de custodia de la droga incautada en el taxi. El juez lo toma en consideración y �ja libertad bajo �anza.

Sixto el jefe de la asociación de taxis quiere revocar la licencia de Ricardo, pero éste se le enfrenta y decide seguir de servicio.

Ricardo acude al gran chalet en la montaña donde vive Roger, el ex-periodista. Espera que salga de casa, fuerza una puerta y entra. Recorre todas las habitaciones, con�rma que se trata de la persona que busca,.

Una foto del periodista joven le permite identi�carlo. En �ashback vemos a Marta discutiendo con el compañero que tanto la admiraba y la deseaba. Empezaban a surgirle dudas de la conveniencia de seguir adelante con la investigación, ante el pacto de silencio que se habia instalado en el país. Marta le animó a continuar o a abandonar el barco y borrar su nombre del trabajo.

Algunos papeles y fotos atestiguan que Roger se enriqueció súbitamente a �nales de los 80, tras el accidente. Pero no encuentra nada relacionado con el trabajo de Marta. Ni dossiers, ni documentos, ni Cds, ni memorias USB... El ordenador que utiliza es portátil y seguramente lo lleva siempre encima. Por unos folios impresos averigua su e-mail.

Capitulo 10. Si eres conocido no eres poderoso.

Berna encuentra al tipo que busca, porque fue interrogado en su momento y rati�có la borrachera de Ricardo. Max ahora es ejecutivo de una multina-cional. Casualmente de Country Street Bank & Trust. Recibe al policía pero no tiene nada que añadir a lo dicho en su momento. Es más si el caso no está o�cialmente abierto moverá sus contactos para que le paren los pies al policía y deje de incordiar.

El juez, el banquero, el político y Max el ejecutivo de la CSB&T se reúnen de nuevo. A través de la exposicón que hace este último, se delatan como los auténticos amos del cotarro. Son los que mueven los hilos del poder económico, que ahora se concreta en la inversión del fondo americano en las prospecciones petrolíferas cerca en la costa, que las autoridades están a punto de autorizar. Pero también controlan el poder político: mantienen al partido en el gobierno, mientras apadrinan formaciones de una nueva versión de la extrema derecha. Han abandonado la parafernalia franquista y adoptado un discurso populista antieuropeo, opuesto a los políticos clásicos, xenófobo y anti-islámico. Manejan el poder judicial: un grupo de jueces coin-ciden con sus ideas y no dudan en retorcer las leyes para que sirvan a sus intereses.

En sus conversaciones queda claro que si alguien es muy conocido no es realmente poderoso y también que no son nuevos en esto: su poderío viene de lejos. Mandaban con Franco, siguieron en la transición, continuan en la primera década del 2000 y tienen planes para la expansión de la ultraderecha populista en las décadas futuras.

Llega Fernando. Le echan en cara la chapuza de la detención de Ricardo. Éste lo achaca a la falta de profesionalidad de la policía y a la intervención del juez. Fernando cree que podrá encauzarlo. Pero cuando sale, los otros tres deciden tomar por su cuenta medidas más drásticas.

Pau, un amigo de Nur, friki de la informática, le ayuda a Ricardo. Envía un mail gancho al ex-periodista. Roger contesta exigiendo que lo borren de la base

seguir al taxista en sus rutas por la ciudad (enfocando desde la parte lateral o trasera del coche con PM o PD). O bien para acompañar a los personajes usando encuadres más generales que permitan mostrar la ciudad por la que se mueven, situando al espectador en un entorno urbano y portuario con el que se pueda sentir familiarizado.

También se verán distintos formatos de origen de las imágenes, que darán lugar diferentes texturas: incluiremos grabaciones de videocámaras y las pantallas del GPS o del monitor para la proyección de películas.

4.2. Tipología de planos

Es importante marcar y entrelazar los dos ambientes dentro de la serie: el más oscuro, de planos cortos, descentrados, en algún momento desenfo-cados y transiciones en cortes rápidos, que aportan tensión dramática e inestabilidad. Y el más claro, de planos algo más largos y generales, fundi-dos, encadenados y en algún caso, un poco más lentos para dejar más espacio a la re�exión y la vida interior de los personajes y del taxista.

En general, sin embargo, trataremos la historia en planos medios y de detalle, que hagan cercanos a los personajes y estén en consonancia con el drama que queremos contar y la cotidianidad de cada pequeña historia secundaria, que completa la trama principal.

Por tanto, para generar interés por las historias, empatía con los personajes, utilizaremos los primeros planos, que permitirán un acercamiento a los personajes y a los detalles que se quieran remarcar (dentro del taxi: estados de ánimo, gestos, referencias culturales, cinematográ�cas, miradas, rutas, etc... Y fuera del taxi, con�ictos, movimientos en la ciudad, detalles urba-nos, pasajeros, transeúntes, el puerto, detalles de las casas, de los bares, fotos, documentos, etc...).

Además, la continua tensión dramática no resuelta (el pasado de Ricardo, el presente de la investigación, los con�ictos policiales, las pequeñas histo-rias personales, la atracción de Virginia por Ricardo...), se traduce audiovi- sualmente en movimientos de cámara, planos cerrados, más cortos y deta- llistas, �ashback y encuadres y enfoques irregulares. Los traveling se utilizarán en paralelo para acompañar al personaje principal, Ricardo, en sus viajes y poner en relieve su expresión mientras se mueve.

Con el objetivo de presentar de forma más expresiva la ciudad en la que se desarrolla la acción, utilizaremos panorámicas en horizontal o en vertical antes de pasar al detalle de los escenarios.

4.3. Iluminación y color

El tratamiento de luz y color se construye a través de dos tipologías: una, de colores más oscuros para el drama principal: la experiencia pasada del taxista, su vida presente en su casa bohemia, la investigación que lo vincula a tramas policíacas y su vida interior (�ashback, pensamientos, escenas nocturnas, etc...).

Otra, con algo más de luz, aunque siempre de colores cálidos y con contrastes que remarquen las sombras tanto para la casa de Virginia como para las escenas del taxi, que dan un contrapunto menos dramático en consonancia con los momentos más distendidos de las tramas y los golpes de humor. Aunque es importante remarcar que siempre hay una preferencia por días nublados y días de niebla, colores oscuros, uniformes, insaturados y contrastes de sombra/luz cálida.

Las tramas policíacas y de investigación se sitúan en el puerto o en barrios con�ictivos, a veces, de noche. Por tanto, la iluminación es callejera, oscura, de visionado incómodo e intrigante. Incluso, en ocasiones, existen elemen-tos en PP entre el espectador y la escena que potencian la curiosidad y el interés por lo que pasa en el momento o por lo que pueda ocurrir en el futuro.

4.4. Sonido

Se trata de otro elemento importante en el desarrollo de la serie, aunque no abusaremos de su empleo en post-producción. Lo usaremos más bien para aportar realismo y para marcar las distintas atmósferas narrativas.

Utilizaremos también el silencio, que tendrá un peso re�exivo y una función de profundidad sobre lo que sucede.

El sonido principal de la serie para conseguir este objetivo será el sonido ambiente, compuesto por el ambiente de la ciudad, los ruidos del coche y

por las voces.Dichas voces incluyen tanto los diálogos y los pensamientos en voz en o�, como las películas proyectadas en el taxi, las noticias radiofónicas en el taxi o el GPS. En este caso, se procurará una correcta colocación de los micrófonos para el mínimo tratamiento sonoro en posproducción.

La base musical será en su mayoría diegética: por una parte, constituida por las preferencias de los personajes: el jazz y los clásicos de Ricardo y la música de los 80’s, 90’s, y 00’s de Núria, como contraste.

La música que se colocará en post-producción son los temas para cabecera y créditos �nales, que serán los identi�cativos de la serie.

4. 5. Montaje y ritmo

Montaje de planos cortos y ritmo rápido y tenso, en general. La trama principal hace que la acción recaiga sobre el taxista. El espectador irá descubriendo la investigación y el personaje. Y el montaje y el ritmo nos ayudarán a potenciar la curiosidad y las expectativas de acción y giros en la trama. El objetivo es re�ejar el movimiento del taxi y el dinamismo de la ciudad portuaria.

Por ejemplo, en el caso de las tramas secundadarias, que muchas de ellas concluyen en el propio capítulo, utilizaremos un ritmo de montaje medio. Y en el caso de las tramas de investigación sobre el pasado de Ricardo con su amigo policía, el ritmo más acelerado destaca la sorpresa y constituyen un gancho para el receptor.

4.6. Post-producción

Nuestro trabajo tras la grabación incidirá en el tratamiento de la luz, el color, el sonido y en el diseño grá�co de la cabecera y los créditos para completar el trabajo de producción. Básicamente, se completará el trabajo de montaje, retocando los diferentes apartados del tratamiento audiovisual descrito:

- El retoque de imagen respecto a iluminación y colorimetría se basará en colores tenues, contrastes, iluminación claro y oscuro, colores que

aporten dramatismo a la acción y resalten los detalles necesarios de las personas, los objetos, etc...

- Se introducirán arreglos musicales en la cabecera y los títulos �nales y se retocarán las pistas de sonido en las que sea necesario.

- Por último, se trabajará el gra�smo, incrustando los títulos de cabecera y los créditos.

4.7. Estilo

En general, el estilo visual de la serie estará marcado por el carácter de la trama principal y por el género de thriller social que representa, expresivo, tenso y activo. Eso, sin perder de vista las microhistorias que aportarán espontaneidad y aire fresco. Recordemos además que se les otorgará a los actores la mayor presencia posible, de modo que sus pensamientos y re�e- xiones también serán una parte importante del discurrir audiovisual.

4.9. Cabecera

Es, básicamente, el arranque del capítulo piloto. Acompaña a Ricardo en el inicio de su jornada nocturna. Va desde las dunas en las que intenta unos momentos de meditación, hasta l entrada de un cliente y su pregunta ¿Dónde Vamos?

Grá�camente, se incluyen los créditos principales. Éstos no coinciden con la aparición de los personajes en la pantalla con lo cual no se produce una identi�cación nombre/personaje, que cerramos con el logo animado de la serie.

de datos. Es su�ciente para saber su IP. A partir de aquí Pau penetra en su ordenador y tras rastrear los discos duros encuentra en la carpeta “seguro de vida” los documentos de la investigación de Marta.

Capitulo 11. Caballo de Troya.

Max hace una visita a Roger. Le avisa de las indagaciones de Ricardo, pero el experiodista lo tranquiliza. Ha hecho bien las cosas y no darán con él. Asegura que el material que considera su “seguro de vida” está bien prote-gido. Entre fanfarronadas y medias palabras, (ya nunca utiliza papeles, ni en su tgrabajo ni en nada; ha migrado a lo digital), Roger delata dónde protege el material. En un momento de descuido, Max hace una llamada perdida con su móvil. Al instante alguien penetra en la casa y liquida a Roger.

Max accede al ordenador, no sabe donde buscar, pero relee los últimos mails y al ver el enviado por Pau, sus sospechas se con�rman. Alguien ha penetrado recientemente en la máquina y ha descargado documentos.

Para Ricardo la alegría por el acceso a los documentos dura poco, Cuando Pau se los enseña comprueban que el contenido está encriptado.

Ricardo les dice a Nur y Pau que ya han hecho bastante. Pau asegura que podría intentar descifrarlo pero necesitará tiempo. Nur insiste en hacerlo. Ricardo, que sólo había aceptado su ayuda de forma puntual, intenta disuadirles. Virginia sabe nada de esto y no le haría gracia.

Nur, a escondidas de Ricardo y su madre, en lugar de ir al Instituto, vuelve al estudio de Pau para animarle a seguir. Pasa un día y los avances son esca-sos. Nur se ocupa de la intentencia. Le lleva comida y bebida. Vigila los ordenadores cuando él no tiene mas remedio que salir. En las idas y venidas de Nur, alguien le sigue y llega hasta el estudio de Pau.

Ricardo sigue con su actividad de taxista, no está dispuesto recibir órdenes de nadie. Esto le vale el enfrentamiento con Sixto y algunos de sus segui-dores. Crece al tensión en la base del taxi y en las paradas donde coincide

con ellos.

Por �n, tras un día y una noche consiguen dar con el tipo de cifrado utilizado. Pau llama a Ricardo, le dice que le envía los archivos a su correo. Ricardo aún tiene que completar su turno de noche. Nur sale del estudio de Pau para volver a su casa. Habia dicho a su madre que estaría estudiando con una amiga.

Al poco de salir ella, Pau escucha sonidos extraños, apaga las luces y sube, con lo puesto, a la azotea de la �nca. Unos extraños entran en su estudio. Al no encontrar a nadie se desahogan destrozando los ordenadores.

Nur va por la calle camino de su casa. Pau ha logrado bajar de la azotea y corre a avisarla de lo ocurrido. No tiene móvil para llamarla. Cuando está apunto de alcan-zarla, unos tipos la abordan y la introducen en una furgoneta. Pau intenta evitarlo pero le golpean y le dejan sangrando inconsciente sobre la acera, ante la llegada de unos viandantes.

Capitulo 12

Ricardo comienza a leer detenidamente su contenido. No puede evitar recordar la vehemencia y valentía de Marta, que él no quiso compartir. En �ashback vemos a su mujer trabajando en casa, sorprendida por la envergadura de sus hallazgos, pero sin poder contarselo a su marido.

Efectivamente, el material demuestra que Marta estaba apunto de desenmascarar, con abundantes pruebas, que entre otros, un conocido juez, un famoso banquero y un grupo inversor americano, estaban detrás de los grupos ultras que protago-nizaron palizas, atentados e incluso asesinatos en la transición. Financiaron y apoyaron activamente a los golpistas 23F y, si hubiera triunfado, tenían un elabo-rado “plan de limpieza” de elementos indeseables. Y cómo movieron sus in�uen-cias para que no les alcanzara el brazo de la justicia.

Se deshicieron de Marta, haciendo caer las sospechas en Ricardo. Acabaron con Juanjo provocándole un cáncer sin dejar huellas y compraron a Roger que para protegerse, guardó la documentación en su poder.

Fernando, acuciado por los poderosos, ha decidido actuar personalmente. Coge un arma de su despacho y parte en su vehículo.

Ricardo se dirige a reunirse con Berna para estudiar cómo utilizar la docu-mentación encontrada, cuando recibe una llamada angustiada de Virginia. Nur no aparece.

Ricardo y Virginia reciben en casa de ésta una llamada: si quieren volver a ver a la chica no pueden hablar con la policía, deben abandonar la búsqueda y entregar todo el material que hayan localizado.

Capitulo 13

En ese momento, Ricardo decide tirar la toalla. Nada, ni la memoria de Marta, ni su sentido de la justicia, justi�ca que puedan hacer daño a Nur.

Siguiendo las instrucciones acude a una nave de las utilizadas por los equi-pos de America’s Cup. Un paradógico entorno, con un exterior de diseño y un interior desmantelado, con restos de lo que fueron o�cinas, exposi-ciones, tiendas, etc.

Ricardo se dirige al puerto en su taxi. El Mercedes-Benz de Fernando le sigue. Ricardo recorre las naves hasta que se encuentra con Max, el tipo de la multinacional americana. Desde su posición de control de la situación no tiene inconveniente en reconocer que él le cambió la copa provocando el accidente que acabó con Marta, y que su único error fue no acabar con Ricardo cuando estaba en coma. Junto a él, un esbirro sujeta a Nur.

Ricardo le entrega los documentos y le asegura que nadie más los conoce (excepto Roger el ex-periodista que Max ha eliminado) y no ha hecho copias, porque no quiere jugar con la vida de Nur. Sin embargo, una vez entregado el material, Max no cumple su palabra y se dispone a disparar sobre Ricardo.

Cuando está apunto de hacerlo aparece Fernando, Max se sorprende. Ricardo duda, pero aprovecha para dar un golpe al esbirro y hacerse con

Nur. Fernando dispara al esbirro. Max dispara a Fernando. Ricardo golpea con una barra a Max dejándolo fuera de combate.

Fernando está herido, pero mientras esperan la ambulancia, reconoce a Ricardo que no tenía ni idea de que la gente con la que estaba tratando hubi-era tenido algo que ver con la muerte de su hermana.

Mientras se llevan a Max, éste les asegura que nada podrán contra él. Sus apoyos están en todas las instancias de poder, y les repalda el dinero.

Han salido de ésta pero Ricardo tiene claro que no puede enfrentarse con los poderes ocultos, sin poner en peligro a la gente que quiere. Una vez más los poderosos se ha salido con la suya.

Decide empaquetar la documentación y jura a Virginia que no va a hacer uso de ella. Aún así su relación ha sufrido un duro golpe. Nur es lo más importante para Virginia y la obsesión de Ricardo por el pasado la ha puesto en peligro.

Pero el desenlace no ha despejado todas las incognitas: ¿murió el hijo que esperaba Marta? y si no fue así ¿Dónde está? ¿Lo oculta Fernando y la familia de Marta?

Para encontrar las respuestas, habrá que esperar la segunda temporada.

Page 7: Tratamiento audiovisual

Sinopsis de los capítulos de la 1ª Temporada

Capítulo 2. El cuarto jinete.

Ricardo habla con la enfermera que lo reconoció, y le con�rma que Marta estuvo con vida dos días en el hospital. Siente no poder decirle nada pero le sugiere hablar con uno de los anestesistas que intervinieron en su momento.

Ricardo comenta el asunto con Virginia. A pesar de su distanciamiento �nal, Marta y él se quisieron con locura. En analepsis o �ashback vemos cómo se conocieron en los últimos años del franquismo. Fue una cita clandestina. Ambos llevaban una revista Triunfo bajo el brazo. No se conocieron por sus auténticos nombres sino por seudónimos. Ella era Rosa (por Rosa Luxem-burgo) y él, que hacía sus pinitos en el cómic, Morta (por Mortadelo y Filemón). Siguiendo estrictas normas de seguridad llegaron a una casa del Barrio del Carmen que no sabían a quien pertenecía. En ella había todo lo necesario para confeccionar y reproducir unos pan�etos. Ricardo se ocupaba de la parte grá�ca y Marta de la redacción del texto. Pasaron la noche juntos imaginando un futuro sin dictadura y dándole a la impresora “vietnamita”. Al amanecer, agotados pero radiantes, acudieron al campus a distribuir la propaganda a otros compañeros y realizar una pintada: abajo la dictadura. Ya no se separarían.

Ricardo intenta hablar con su cuñada, la mujer de Fernando. Va a buscarla a su chalet en una urbanización de lujo. Ella no le guarda el mismo rencor que su marido pero no puede contarle nada. Ricardo insiste y ella le ruega que no la presione. Que olvide el pasado, que no pierda el tiempo con Fernando, por su bien.

Vuelve al puerto a hablar con Berna. Éste anda muy liado. Esa madrugada han ardido 3 camiones en el parking de la zona de carga, dentro de uno de ellos, dormía un camionero que murió calcinado. Sospecha un ajuste de cuentas entre los grupos que controlan la estiba de los barcos. Tradicional-mente han sido grupos locales, pero otros intentan introducirse. El trá�co de

Se toman como referencias audiovisuales por una parte, series policíacas del tipo de The Wire o Crematorio para el ambiente de la trama principal. Predominio de escenas nocturnas, lluviosas, con luces de ciudad desenfo-cadas. Por otro lado, las escenas más abiertas y cálidas, de las tramas protagonizadas por los personajes de reparto, admiten un tratamiento más luminoso, pero evitando la saturación de color.

Aquí está la tipología audiovisual de la serie, según los siguientes elemen-tos a tener en cuenta:

4.1. Estrategia de realización - Encuadres y composición

Usaremos encuadres y composiciones descentrados en general para trans-mitir desorden y ruido visual. El objetivo es crear un ambiente inquietante en el espectador.

Bien desde el interior del taxi, bien en escenas exteriores nocturnas o en el vaivén diario del movimiento del coche y los pasajeros en la ciudad, los planos cortos, detallados y rápidos, buscan provocar curiosidad en el espectador.

Los sets de rodaje donde transcurrirá la mayor parte del metraje son:- El taxi.- La casa de Virginia.- El bar de la xona portuaria.- El despacho de Fernando.

Y se completará con una pequeña parte de exteriores.

Utilizaremos una cámara pequeña situada a la altura del espejo retrovisor para grabar los testimonios de los ususarios del taxi. Al taxista lo captare-mos, gracias al cámera car, desde el exterior, pero también desde la parte trasera y el asiento del copiloto.

Como acompañamiento, utilizaremos la cámara en movimiento bien para

Vuelve por la noche, salta la verja y husmea entre las máquinas, vehículos, bidones. Un vigilante lo descubre y en un momento se presentan dos tipos con perros. Consigue escabullirse sin enfrentarse a ellos, pero logra reconocer a uno: fue el que le agredió en el taxi. Huye como puede, pero le da tiempo de ver el logo de algunos vehículos viejos.

De vuelta a casa, ve similitudes entre el icono de los papeles de Marta, los del periodista muerto y el de los vehículos. Hace una búsqueda en Google y ve que es una versión antigua del logo de una empresa americana. Inda-gando descubre que la desinfectadora pertenece al mismo grupo. La matriz americana es en realidad un fondo de inversiones. Se trata de Coun-try Street Bank & Trust y es en realidad un auténtico monstruo de las �nan-zas con acciones signi�cativas en los principales bancos (Santander, BBVA, Sabadell...), monopolios energéticos (Endesa, Iberdrola, Repsol), grupos industriales y medios de comunicación. Está presente en todos los centros de poder económico.

Si esta multinacional intervino en la muerte del periodista, ¿tuvo algo que ver con la muerte de Marta? ¿El choque que provocó su muerte fue un accidente?

Capítulo 8. Toda la fuerza de la ley.

En el salón de club de golf se encuentran cuatro personajes poderosos. Son un juez, un banquero, un político y Fernando, el cuñado de Ricardo. Hablan de la inminencia de cerrar el trato con los americanos. De los increíbles bene�cios que habrá para todos y del peligro que supone que, precisamente ahora, un familiar de Fernando meta las narices donde no le llaman. Fernando les asegura que lo detendrá de una puñetera vez.

Virginia le echa una mano a Ricardo para desentrañar la relación que puede haber entre los papeles de Marta y el fondo de inversión americano. Virgina se entrevista con compañeros de universidad que han investigado las redes que relacionan a los más poderosos del planeta. Averiguan que no fue hasta principios de los 90 que la compañía en cuestión empieza a

mercancías, legales e ilegales, es de tal magnitud que hay mucho dinero en juego. Berna le pide que siga por la zona y permanezca con los oídos aten-tos. Tras un par de servicios y alguna espera atenta, Ricardo detecta algo sospechoso y se lo comunica a Berna: un guarda de seguridad relaja las medidas de control ante determinados cargamentos.

Esa noche un tipo entra en el taxi. Le indica la dirección de un barrio bastante apartado. Al llegar, mientras simula que paga el servicio, otro tipo desde fuera abre la puerta y arrastra fuera a Ricardo. Consiguen encajarle algunos golpes, pero Ricardo les rocía con spray, se escurre y logra huir con el taxi.

Finalmente Berna, que ha interrogado al guarda y ha ampliado esa línea de investigación, reúne indicios para seguir unos camiones hasta una zona industrial, donde descubre un depósito de coches de lujo robados. En la acción policial, los sospechosos intentan defenderse, pero Bernardo logra detener a dos. El incendio de los camiones tenia un doble objetivo: desviar la atención de la policía hacia los estibadores y eliminar al camionero que estaba chantageando a los ladrones. Es cosa de los rusos que cada vez son más osados.

Al recapitular, Berna y Ricardo llegan a la conclusión que los agresores del taxi no tenían relación con la trama del puerto. ¿Quién los habrá enviado?

Una mujer sube al taxi. Hace unos meses que murió su hija y después de días muy duros, aunque es algo que no puede manifestar delante demu-cha gente, se siente feliz. Es lo que ella le pidió y lo consigue recreando los mejores momentos vividos y disfrutando de su nieta y las pequeñas cosas de cada día.

Finalmente Ricardo se hace con el anestesista que atendió a su mujer. Está jubilado y no le gusta recordar el pasado. Pero hablan sobre la felicidad en la vejez y el �nal de la vida: Para quién ha aprovechado cada instante de su vida para ser mejor persona y contribuir a la felicidd de los demás, la muerte no es la decadencia �nal, sino el término sereno de una vida bien vivida. ¿Y si no ha sido así? cuestiona el médico. Para hacer el bien siempre hay tiempo,

sugiere Ricardo, y le consuela con Epicuro: “la muerte no tiene nada que ver con nosotros, pues, cuando estamos aquí, la muerte no está, y cuando la muerte está aquí, nosotros ya no estamos.” Esta re�exión despierta la simpatía del anestesista y le da un único dato: el hijo que esperaba Marta no llegó muerto al hospital.

Capítulo 3. El dinero.

Ricardo centra sus pesquisas en el hospital. Virginia mueve sus contactos entre los médicos universitarios y con�rma la inexistencia del certi�cado de defunción del hijo.

En sus conversaciones con otros profesores de la universidad nos entera-mos que Virginia también tiene sus antagonistas. Un catedrático de su departamento le acusa de haber desvelado las irregularidades cometidas mientras daba clases en el extranjero (sueldos irregulares, plaza cubierta por un profesor asociado no cuali�cado, publicación de trabajos de investi-gación de dudosa autoría...). Ella mantiene que, aunque conocía la situación, no la destapó. Pero el catedrático no la cree, le bloquea cualquier posibilidad de prosperar y le hace la vida imposible.

Ricardo vuelve a ver a Fernando. Le encuentra, rodeado de autoridades (el alcalde de la ciudad y la presidenta de la Comunidad Autónoma), en pleno acto de inauguración de una fase del Centro de las Ciencias que ha reali-zado su empresa. Al alcalde le está diciendo que pronto tendrá la con�r-mación de los inversores americanos y, si estos dicen adelante, no puede haber obstáculos burocráticos. El alcalde le contesta que un decreto de autorización de explotaciones petrolíferas es un asunto estatal con gran carga política y no de papeleo. Que la prensa y la oposición se le echarán encima si no se hacen bien las cosas.

Ricardo se acerca a Fernando, le ruega la verdad sobre el hijo muerto y le reprocha los matones que le envió. Fernando le niega autoridad moral para reclamar cualquier información (provocó el accidente) y le acusa de para-noico. Él nunca enviaría un par de chorizos. Le sacudiría directamente.

Cena en casa de Virginia. En la radio suenan las primeras �ltraciones de casos de corrupción en la Comunidad. Virginia lo ve como un síntoma de la impunidad de gentes que llevan demasiado tiempo en el poder. Apuesta por un cambio político. Ricardo cree que sólo un cambio de valores puede devolver la esperanza a la gente. Virginia pone el acento en la modi�cación del sistema.

Ricardo cree en la transformación personal de cada individuo. Sobre el problema del catedrático vengativo el taxista le sugiere, para empezar, que descarte cualquier sentimiento negativo porque, si éste le domina, la única perjudicada es ella. Y, desde la tranquilidad, si quiere averiguar quién denunció al catedrático que piense en alguien cercano a él que se bene�- ciara del caso.

Un usuario del taxi, ex ejecutivo cercano a los 60 años, con�esa que al quedar en paro pensó que su vida había acabado. Pero le dió vueltas a las sugerencias que en algún momento le hizo Ricardo y ha descubierto que puede ser más feliz viviendo con mucho menos.

Al no obtener respuestas de la familia, el taxista se dirige al cementerio. El enterrador es un viejo compañero de borracheras de los 70 y le ayuda a encontrar el panteón de la familia de Marta. Un personaje sospechoso sigue sus pasos.

Cuando consigue darle esquinazo, por la noche, fuerza la verja y penetra en el panteón. Por �n encuentra la tumba de su mujer. En la lápida se nombra a la madre y al niño que esperaba.

Contemplándola recuerda en �ashback la tarde del 3 de marzo de 1976. Marta y él se están besando apasionadamente en el sofá en su casa de estudiantes. Suena el timbre y entra un compañero. - ¡Os creía en Vitoria! -dice el recien llegado-.- Salimos esta noche, Marta quiere escribir sobre la huelga desde dentro, contesta Ricardo. - Pues, por unas horas, habéis tenido suerte. Poned la radio.“Miles de trabajadores y sus familias estaban reunidos en asamblea en la

Iglesia de San Francisco de Asís... la policía ha rodeado el templo y tras lanzar botes de humo, ha abierto fuego real sobre los que salían huyendo... el recuento provisional suma 5 muertos y 45 heridos de bala...”Marta y Ricardo se miran horrorizados.

De vuelta al presente, Ricardo duda entre seguir o abandonar la búsqueda. Sabe que lo más sabio es vivir el presente, pero desgraciadamente, con lo que ha averiguado, su espíritu no logra la paz. En un arrebato corre la lápida de mármol y descubre que sólo está el féretro de la madre. Ni rastro del hijo.

Capítulo 4. Los hijos.

El descubrimiento en el panteón despierta en Ricardo nuevos interrogantes. ¿porqué escondieron el cadáver del bebé? No sabe para donde tirar, pero una mujer que sube al taxi le habla de los casos de bebés desaparecidos en diversos hospitales, durante los años 80.

El taxista no cree que haya mucha relación, pero se entrevista con uno de los promotores de la causa. Se entera de la dimensión enorme que tiene el asunto y de lo poco que avanza en el terreno judicial. Han pasado muchos años y las pistas se han borrado. En varias ocasiones le cuentan en el taxi como avanzan las pesquisas.

Una vez escuchados los casos que denuncian, su escepticismo crece. El per�l habitual es de familias con pocos recursos cuyos bebés, sospechan, han ido a familias con dinero que no podían tener descendencia, en un tiempo en que la fertilización arti�cial aún no había despegado. La familia de Marta no habría consentido algo así. Pero ¿y si el asunto no es de cambio de familia sino de una adopción encubierta?

Ricardo emprende una serie de seguimientos y vigilancias a la familia de su mujer. No descubre nada raro. Intenta hablar con una sobrina que podía tener la edad de su hijo (sabían que era varón), pero no existe ningún primo que responda a ese per�l. Recuerda en �ashback cuando Marta y él vivían juntos. Él ya ejercía de arquitecto, asociado con Fernando, triunfaba gracias a los contactos del suegro. Ella se había especializado en periodismo de

investigación y seguía la pista de grupos fascistas que siguieron dando mucha guerra en los primeros años de la democracia. Marta le echaba en cara que se apartara de sus principios y Ricardo le pedía que evolucionara y se adaptara a los tiempos de cambio.

El encuentro con la sobrina le vale una nueva bronca con Fernando. No está dispuesto a consentir que Ricardo escarbe en los trapos sucios de la familia, teniendo entre manos la gran operación de su vida. Aunque no le gusta la violencia, le amenaza directamente con hacerle la vida imposible.

Virginia dando clase de historia en la universidad. Hace un repaso de la evolución del pensamiento occidental que resume su propia visión del mundo: la �losofía de las luces y su apuesta por la razón y el progreso frente a la superstición y el oscurantismo. En las partes del mundo en las que no ha penetrado esta revolución, los valores de libertad e igualdad, en especial la igualdad de la mujer, no han prosperado. El respeto a todas las culturas no signi�ca que no se pueda denunciar sus carencias.

Virginia habla con un compañero de facultad. La actitud vengativa del catedrático no es nueva, tiene una larga lista de damni�cados, pero no se le ocurre quien pudo ir a por él en este caso.

Capítulo 5. Cuando gana tu equipo.

Cegada la vía familiar, Ricardo acude a viejos amigos de su mujer. Uno de ellos es un periodista, Jesús, que después de haber pasado por diversos medios sobrevive en la sección de deportes de un periódico local y haciendo colaboraciones con diversos medios digitales. Son seguidores de equipos de fútbol distintos pero disfrutan un buen rato lanzándose puyas.

Le con�esa que escribiendo sobre �chajes, entrenadores y chanchullos de los directivos, ha encontrado el equilibrio. Aquí se notan menos las presiones de los dueños del periódico sobre lo que se debe o no publicar. Injerencia que en algún momento fue tan as�xiante que le colocó ante la tesitura de abandonar el periodismo. Pero reconoce que no sabe o no

ser feliz gracias a sus convicciones religiosas, e intentaba convencer a Nur de la necesidad de creer en algo. A pesar de todo, Virginia responde a la petición de Nur y entre ambas ayudan a la amiga a tomar una decisión.

Capítulo 6. Cifras y letras.

Ricardo está ahora convencido de que su hijo no murió y alguien de la familia sabe donde está.

En el chiringuito del puerto, Berna se entrevista con un tipo que nos suena. Resulta ser uno de los colaboradores de Fernando. Tras este contacto, Berna intenta disuadir a Ricardo de su inútil obsesión. Le hace ver que nada de lo averiguado tiene entidad su�ciente y solo le servirá para despertar la venganza de la familia de Marta. Ricardo agradece su buena intención pero reconoce que ni con el yoga ni con sesiones de meditación es capaz de quitárselo de la cabeza.

Contacta con la viuda de Juanjo, uno de los colaboradores de Marta. Le cuenta cómo se le detectó el cáncer y lo rápido que se desarrolló todo el proceso. Fue como si la desgracia se hubiera cebado con ellos. A ella también le diagnosticaron la enfermedad, pero era más super�cial y logró salir. De su marido no conserva nada, puesto que vendió la casa de la ciudad y pasó varios años recuperándose en el pueblo. De haber algo estará allí.

Berna vuelve a insistir en la contradicción que supone para Ricardo predi-car vivir en el presente y seguir esclavo del pasado. Tras un rato discutiendo, Ricardo cree ver algo más que interés personal en su reco-mendación. Le pregunta si no tendrá algo que ver la entrevista con el ayudante de Fernando. Berna, puesto al descubierto, se destapa. Le asegura que su cuñado no tiene nada que ver, pero que sí ha recibido fuertes presiones de su jefe directo. Éste le ha insinuado que si logra apar-tar a Ricardo de sus pesquisas le espantará a los de asuntos internos que quieren empapelarlo por unas pruebas desaparecidas en un caso impor-tante. Deciden mantener la apariencia de colaborar ante el jefe de policía para intentar averiguar de dónde vienen las órdenes.

tiene valor para hacer otra cosa.

No puede ayudar a Ricardo. A pesar de la amistad, no vivió de cerca los últimos meses de Marta, ya que su trabajo la mantuvo aislada. Sólo dos personas colaboraban en su trabajo pero, desgraciadamente, ambos han desaparecido.

Virginia se pone en contacto con un antiguo colaborador del catedrático: éste no lamenta que se destapara el asunto, la actitud caciquil del profesor era de sobra conocida. Su departamento era su reino de taifas. Pero él no tuvo nada que ver. En realidad nadie se bene�ció del asunto, excepto la mujer del catedratico que consiguió tener más “amarrado” al marido.

Virginia entra en contacto con la esposa. Se trata de una mujer culta y de buen gusto, ejerció la medicina pero ya está retirada. Al principio es refrac-taria a las preguntas de Virginia. Pero como han pasado tantos años y ya está divorciada, acaba reconociendo que fue ella la que �ltró la información. Lamenta los daños colaterales pero en su momento fue la última arma que le quedaba para poner freno a las in�delidades y al menosprecio de su marido. Él nunca lo supo y ahora a ella le da igual, porque ha pasado página.

Finalmente Virginia le dirá al catedrático la verdad y el viejo profesor quedará noqueado por la revelación.

Berna, que también conoce a Jesús, el periodista deportivo, se entrevista con él para recopilar información sobre un caso de desaparición de una joven que tenía relación con un directivo del equipo de fútbol local. Jesús le pondrá al día de un mundo que tiene fuertes lazos con el poder económico y político.

Nur tiene que hacer frente a una situación inesperada: una de sus amigas, que va a un colegio de monjas, ha quedado embarazada y no sabe que hacer. La amiga se lo ha contado a una monja muy tolerante, que conecta muy bien con las alumnas, pero otra monja se entera y quiere avisar a direc-ción y expulsarla, causándole un doble desastre. Nur se lo cuenta a su madre. A Virginia no le caía demasiado bien la joven que siempre alardeaba

Tratamiento audiovisual

45

La viuda del colaborador le pasa a Ricardo unos papeles viejos y desordena-dos rescatados de la casa del pueblo. Leyéndolos, recuerda, en �ashback, la pasión que Marta ponía en su trabajo. Tras el intento de golpe de estado del 23F, algunos no quedaron convencidos de que todos los culpables hubieran pagado. Pero se impuso el “sentido de estado” y se extendió la consigna de no hurgar más en el tema, incluso entre los excompañeros de partido. Pasa-ron los años, pero Marta no se resignó y siguió nadando contracorriente. Continuó investigando y pisando callos a muchos poderosos que habían jugado un papel, como mínimo, ambiguo. A pesar del embarazo, de la distancia que se había instalado entre ellos y de alguna amenaza recibida, Marta siguió adelante.

En los papeles que ahora tiene delante no parece que haya nada especial-mente signi�cativo: relación de actos violentos de los ultras, �chas de los procesados por el 23F. Algún nombre de los que en su momento se bara-jaron como apoyos de los golpistas. Nada nuevo, nada concreto. Hay sin embargo un icono dibujado y un código alfanumérico que no consigue descifrar.

Capítulo 7. Un fuego vengador.

Ricardo, sin ninguna esperanza, se dirige al que fue domicilio del antiguo colaborador de Marta intentando encontrar alguna pista de la que tirar. Pero la casa está vacía y con aspecto de abandonada. Preguntando a los vecinos le dicen que los que la compraron tuvieron que dejarla por algún problema de construcción, aluminosis o algo así.

En la hemeroteca encuentra información más precisa: lo que se detectó en la casa fue un índice de radioactividad superior al normal. Una empresa especializada realizó la descontaminación pero nadie quiso volver a habi-tarla.

Sigue la pista de la empresa descontaminadora y no le facilitan ningún dato. Es información reservada y le invitan a marcharse. Al salir, junto a la nave, ve un cercado al que se prohíbe el paso.

invertir en los sectores clave de la economía española. Buscan a continu-ación sus representantes en España y aparecen varios nombres de empresa-rios, banqueros y un juez. Las iniciales de sus nombres coinciden con algu-nos de los caracteres del código encontrado.

Con Berna vuelve al expediente del accidente. No se hizo un estudio exhaustivo, puesto que se achacó a un fallo humano. Es una vía muerta. Ricardo había bebido más de la cuenta. El informe de alcoholemia lo con�rma. Pero solo da una cifra. En el expediente del hospital, los análisis de sangre con�rman el alcohol, pero también la presencia de otros compues-tos. Se trata de aceleradores de la intoxicación etílica. Ricardo recuerda en �ashback los instantes anteriores al accidente. Estaba en una �esta o�cial. Él bebió, pero no más que otras veces.

Sin embargo, ahora recuerda vagamente un detalle que nunca antes le pareció signi�cativo. Un conocido tropezó con él y al haberle vertido la copa, entre risas, le ofreció otra llena. Su mujer, que ni bebía por el embarazo ni le gustaban ese tipo de �estas, le pidió que se marcharan. Cuando iban los dos en el coche, y enmedio de una de sus agrias discu-siones, él empezó a sentirse mal, la vista se le nubló, se salió de su carril y se estampó contra un muro.

Sus sospechas se dirigen hacia Fernando. El conocido que le cambió la copa era íntimo suyo. Se dirige a encontrarse con él.

Pero Fernando ha movido ya sus hilos. En un registro policial encuentran droga en el vehículo de Ricardo. Él es detenido.

En una sala de interrogatorios Ricardo se encuentra con Fernando. Lo tiene en sus manos y le dicta las condiciones para salir del atolladero: abandonar la ciudad y no dejarse ver por allí. Ricardo le acusa del accidente que causó la muerte de Marta. Fernando le tilda de desquiciado, de inmaduro, de inventarse películas. No llegan a acuerdo y Ricardo queda detenido.

Capitulo 9. Cria cuervos.

Berna, sin poder reabrir o�cialmente el expediente, inicia la búsqueda del tipo que le cambió la copa a Ricardo antes del accidente.

Jesús, el periodista, intenta encontrar al tercer colaborador de Marta. Se sabe que no volvió a publicar nada, que se fue de la ciudad y que, al tiempo, llegó la noticia de su muerte. Pero a Jesús hay algo que le llama la atención, aunque lo consideraba una casualidad. Desde no hace mucho tiempo hay un columnista que publica en un medio digital con un estilo sospechosamente parecido al del tipo que buscan. Con engaños al medio digital, averigua la identidad actual y el domicilio del colaborador.

Virginia consigue un abogado que detecta un defecto de forma en la iden-ti�cación y cadena de custodia de la droga incautada en el taxi. El juez lo toma en consideración y �ja libertad bajo �anza.

Sixto el jefe de la asociación de taxis quiere revocar la licencia de Ricardo, pero éste se le enfrenta y decide seguir de servicio.

Ricardo acude al gran chalet en la montaña donde vive Roger, el ex-periodista. Espera que salga de casa, fuerza una puerta y entra. Recorre todas las habitaciones, con�rma que se trata de la persona que busca,.

Una foto del periodista joven le permite identi�carlo. En �ashback vemos a Marta discutiendo con el compañero que tanto la admiraba y la deseaba. Empezaban a surgirle dudas de la conveniencia de seguir adelante con la investigación, ante el pacto de silencio que se habia instalado en el país. Marta le animó a continuar o a abandonar el barco y borrar su nombre del trabajo.

Algunos papeles y fotos atestiguan que Roger se enriqueció súbitamente a �nales de los 80, tras el accidente. Pero no encuentra nada relacionado con el trabajo de Marta. Ni dossiers, ni documentos, ni Cds, ni memorias USB... El ordenador que utiliza es portátil y seguramente lo lleva siempre encima. Por unos folios impresos averigua su e-mail.

Capitulo 10. Si eres conocido no eres poderoso.

Berna encuentra al tipo que busca, porque fue interrogado en su momento y rati�có la borrachera de Ricardo. Max ahora es ejecutivo de una multina-cional. Casualmente de Country Street Bank & Trust. Recibe al policía pero no tiene nada que añadir a lo dicho en su momento. Es más si el caso no está o�cialmente abierto moverá sus contactos para que le paren los pies al policía y deje de incordiar.

El juez, el banquero, el político y Max el ejecutivo de la CSB&T se reúnen de nuevo. A través de la exposicón que hace este último, se delatan como los auténticos amos del cotarro. Son los que mueven los hilos del poder económico, que ahora se concreta en la inversión del fondo americano en las prospecciones petrolíferas cerca en la costa, que las autoridades están a punto de autorizar. Pero también controlan el poder político: mantienen al partido en el gobierno, mientras apadrinan formaciones de una nueva versión de la extrema derecha. Han abandonado la parafernalia franquista y adoptado un discurso populista antieuropeo, opuesto a los políticos clásicos, xenófobo y anti-islámico. Manejan el poder judicial: un grupo de jueces coin-ciden con sus ideas y no dudan en retorcer las leyes para que sirvan a sus intereses.

En sus conversaciones queda claro que si alguien es muy conocido no es realmente poderoso y también que no son nuevos en esto: su poderío viene de lejos. Mandaban con Franco, siguieron en la transición, continuan en la primera década del 2000 y tienen planes para la expansión de la ultraderecha populista en las décadas futuras.

Llega Fernando. Le echan en cara la chapuza de la detención de Ricardo. Éste lo achaca a la falta de profesionalidad de la policía y a la intervención del juez. Fernando cree que podrá encauzarlo. Pero cuando sale, los otros tres deciden tomar por su cuenta medidas más drásticas.

Pau, un amigo de Nur, friki de la informática, le ayuda a Ricardo. Envía un mail gancho al ex-periodista. Roger contesta exigiendo que lo borren de la base

seguir al taxista en sus rutas por la ciudad (enfocando desde la parte lateral o trasera del coche con PM o PD). O bien para acompañar a los personajes usando encuadres más generales que permitan mostrar la ciudad por la que se mueven, situando al espectador en un entorno urbano y portuario con el que se pueda sentir familiarizado.

También se verán distintos formatos de origen de las imágenes, que darán lugar diferentes texturas: incluiremos grabaciones de videocámaras y las pantallas del GPS o del monitor para la proyección de películas.

4.2. Tipología de planos

Es importante marcar y entrelazar los dos ambientes dentro de la serie: el más oscuro, de planos cortos, descentrados, en algún momento desenfo-cados y transiciones en cortes rápidos, que aportan tensión dramática e inestabilidad. Y el más claro, de planos algo más largos y generales, fundi-dos, encadenados y en algún caso, un poco más lentos para dejar más espacio a la re�exión y la vida interior de los personajes y del taxista.

En general, sin embargo, trataremos la historia en planos medios y de detalle, que hagan cercanos a los personajes y estén en consonancia con el drama que queremos contar y la cotidianidad de cada pequeña historia secundaria, que completa la trama principal.

Por tanto, para generar interés por las historias, empatía con los personajes, utilizaremos los primeros planos, que permitirán un acercamiento a los personajes y a los detalles que se quieran remarcar (dentro del taxi: estados de ánimo, gestos, referencias culturales, cinematográ�cas, miradas, rutas, etc... Y fuera del taxi, con�ictos, movimientos en la ciudad, detalles urba-nos, pasajeros, transeúntes, el puerto, detalles de las casas, de los bares, fotos, documentos, etc...).

Además, la continua tensión dramática no resuelta (el pasado de Ricardo, el presente de la investigación, los con�ictos policiales, las pequeñas histo-rias personales, la atracción de Virginia por Ricardo...), se traduce audiovi- sualmente en movimientos de cámara, planos cerrados, más cortos y deta- llistas, �ashback y encuadres y enfoques irregulares. Los traveling se utilizarán en paralelo para acompañar al personaje principal, Ricardo, en sus viajes y poner en relieve su expresión mientras se mueve.

Con el objetivo de presentar de forma más expresiva la ciudad en la que se desarrolla la acción, utilizaremos panorámicas en horizontal o en vertical antes de pasar al detalle de los escenarios.

4.3. Iluminación y color

El tratamiento de luz y color se construye a través de dos tipologías: una, de colores más oscuros para el drama principal: la experiencia pasada del taxista, su vida presente en su casa bohemia, la investigación que lo vincula a tramas policíacas y su vida interior (�ashback, pensamientos, escenas nocturnas, etc...).

Otra, con algo más de luz, aunque siempre de colores cálidos y con contrastes que remarquen las sombras tanto para la casa de Virginia como para las escenas del taxi, que dan un contrapunto menos dramático en consonancia con los momentos más distendidos de las tramas y los golpes de humor. Aunque es importante remarcar que siempre hay una preferencia por días nublados y días de niebla, colores oscuros, uniformes, insaturados y contrastes de sombra/luz cálida.

Las tramas policíacas y de investigación se sitúan en el puerto o en barrios con�ictivos, a veces, de noche. Por tanto, la iluminación es callejera, oscura, de visionado incómodo e intrigante. Incluso, en ocasiones, existen elemen-tos en PP entre el espectador y la escena que potencian la curiosidad y el interés por lo que pasa en el momento o por lo que pueda ocurrir en el futuro.

4.4. Sonido

Se trata de otro elemento importante en el desarrollo de la serie, aunque no abusaremos de su empleo en post-producción. Lo usaremos más bien para aportar realismo y para marcar las distintas atmósferas narrativas.

Utilizaremos también el silencio, que tendrá un peso re�exivo y una función de profundidad sobre lo que sucede.

El sonido principal de la serie para conseguir este objetivo será el sonido ambiente, compuesto por el ambiente de la ciudad, los ruidos del coche y

por las voces.Dichas voces incluyen tanto los diálogos y los pensamientos en voz en o�, como las películas proyectadas en el taxi, las noticias radiofónicas en el taxi o el GPS. En este caso, se procurará una correcta colocación de los micrófonos para el mínimo tratamiento sonoro en posproducción.

La base musical será en su mayoría diegética: por una parte, constituida por las preferencias de los personajes: el jazz y los clásicos de Ricardo y la música de los 80’s, 90’s, y 00’s de Núria, como contraste.

La música que se colocará en post-producción son los temas para cabecera y créditos �nales, que serán los identi�cativos de la serie.

4. 5. Montaje y ritmo

Montaje de planos cortos y ritmo rápido y tenso, en general. La trama principal hace que la acción recaiga sobre el taxista. El espectador irá descubriendo la investigación y el personaje. Y el montaje y el ritmo nos ayudarán a potenciar la curiosidad y las expectativas de acción y giros en la trama. El objetivo es re�ejar el movimiento del taxi y el dinamismo de la ciudad portuaria.

Por ejemplo, en el caso de las tramas secundadarias, que muchas de ellas concluyen en el propio capítulo, utilizaremos un ritmo de montaje medio. Y en el caso de las tramas de investigación sobre el pasado de Ricardo con su amigo policía, el ritmo más acelerado destaca la sorpresa y constituyen un gancho para el receptor.

4.6. Post-producción

Nuestro trabajo tras la grabación incidirá en el tratamiento de la luz, el color, el sonido y en el diseño grá�co de la cabecera y los créditos para completar el trabajo de producción. Básicamente, se completará el trabajo de montaje, retocando los diferentes apartados del tratamiento audiovisual descrito:

- El retoque de imagen respecto a iluminación y colorimetría se basará en colores tenues, contrastes, iluminación claro y oscuro, colores que

aporten dramatismo a la acción y resalten los detalles necesarios de las personas, los objetos, etc...

- Se introducirán arreglos musicales en la cabecera y los títulos �nales y se retocarán las pistas de sonido en las que sea necesario.

- Por último, se trabajará el gra�smo, incrustando los títulos de cabecera y los créditos.

4.7. Estilo

En general, el estilo visual de la serie estará marcado por el carácter de la trama principal y por el género de thriller social que representa, expresivo, tenso y activo. Eso, sin perder de vista las microhistorias que aportarán espontaneidad y aire fresco. Recordemos además que se les otorgará a los actores la mayor presencia posible, de modo que sus pensamientos y re�e- xiones también serán una parte importante del discurrir audiovisual.

4.9. Cabecera

Es, básicamente, el arranque del capítulo piloto. Acompaña a Ricardo en el inicio de su jornada nocturna. Va desde las dunas en las que intenta unos momentos de meditación, hasta l entrada de un cliente y su pregunta ¿Dónde Vamos?

Grá�camente, se incluyen los créditos principales. Éstos no coinciden con la aparición de los personajes en la pantalla con lo cual no se produce una identi�cación nombre/personaje, que cerramos con el logo animado de la serie.

de datos. Es su�ciente para saber su IP. A partir de aquí Pau penetra en su ordenador y tras rastrear los discos duros encuentra en la carpeta “seguro de vida” los documentos de la investigación de Marta.

Capitulo 11. Caballo de Troya.

Max hace una visita a Roger. Le avisa de las indagaciones de Ricardo, pero el experiodista lo tranquiliza. Ha hecho bien las cosas y no darán con él. Asegura que el material que considera su “seguro de vida” está bien prote-gido. Entre fanfarronadas y medias palabras, (ya nunca utiliza papeles, ni en su tgrabajo ni en nada; ha migrado a lo digital), Roger delata dónde protege el material. En un momento de descuido, Max hace una llamada perdida con su móvil. Al instante alguien penetra en la casa y liquida a Roger.

Max accede al ordenador, no sabe donde buscar, pero relee los últimos mails y al ver el enviado por Pau, sus sospechas se con�rman. Alguien ha penetrado recientemente en la máquina y ha descargado documentos.

Para Ricardo la alegría por el acceso a los documentos dura poco, Cuando Pau se los enseña comprueban que el contenido está encriptado.

Ricardo les dice a Nur y Pau que ya han hecho bastante. Pau asegura que podría intentar descifrarlo pero necesitará tiempo. Nur insiste en hacerlo. Ricardo, que sólo había aceptado su ayuda de forma puntual, intenta disuadirles. Virginia sabe nada de esto y no le haría gracia.

Nur, a escondidas de Ricardo y su madre, en lugar de ir al Instituto, vuelve al estudio de Pau para animarle a seguir. Pasa un día y los avances son esca-sos. Nur se ocupa de la intentencia. Le lleva comida y bebida. Vigila los ordenadores cuando él no tiene mas remedio que salir. En las idas y venidas de Nur, alguien le sigue y llega hasta el estudio de Pau.

Ricardo sigue con su actividad de taxista, no está dispuesto recibir órdenes de nadie. Esto le vale el enfrentamiento con Sixto y algunos de sus segui-dores. Crece al tensión en la base del taxi y en las paradas donde coincide

con ellos.

Por �n, tras un día y una noche consiguen dar con el tipo de cifrado utilizado. Pau llama a Ricardo, le dice que le envía los archivos a su correo. Ricardo aún tiene que completar su turno de noche. Nur sale del estudio de Pau para volver a su casa. Habia dicho a su madre que estaría estudiando con una amiga.

Al poco de salir ella, Pau escucha sonidos extraños, apaga las luces y sube, con lo puesto, a la azotea de la �nca. Unos extraños entran en su estudio. Al no encontrar a nadie se desahogan destrozando los ordenadores.

Nur va por la calle camino de su casa. Pau ha logrado bajar de la azotea y corre a avisarla de lo ocurrido. No tiene móvil para llamarla. Cuando está apunto de alcan-zarla, unos tipos la abordan y la introducen en una furgoneta. Pau intenta evitarlo pero le golpean y le dejan sangrando inconsciente sobre la acera, ante la llegada de unos viandantes.

Capitulo 12

Ricardo comienza a leer detenidamente su contenido. No puede evitar recordar la vehemencia y valentía de Marta, que él no quiso compartir. En �ashback vemos a su mujer trabajando en casa, sorprendida por la envergadura de sus hallazgos, pero sin poder contarselo a su marido.

Efectivamente, el material demuestra que Marta estaba apunto de desenmascarar, con abundantes pruebas, que entre otros, un conocido juez, un famoso banquero y un grupo inversor americano, estaban detrás de los grupos ultras que protago-nizaron palizas, atentados e incluso asesinatos en la transición. Financiaron y apoyaron activamente a los golpistas 23F y, si hubiera triunfado, tenían un elabo-rado “plan de limpieza” de elementos indeseables. Y cómo movieron sus in�uen-cias para que no les alcanzara el brazo de la justicia.

Se deshicieron de Marta, haciendo caer las sospechas en Ricardo. Acabaron con Juanjo provocándole un cáncer sin dejar huellas y compraron a Roger que para protegerse, guardó la documentación en su poder.

Fernando, acuciado por los poderosos, ha decidido actuar personalmente. Coge un arma de su despacho y parte en su vehículo.

Ricardo se dirige a reunirse con Berna para estudiar cómo utilizar la docu-mentación encontrada, cuando recibe una llamada angustiada de Virginia. Nur no aparece.

Ricardo y Virginia reciben en casa de ésta una llamada: si quieren volver a ver a la chica no pueden hablar con la policía, deben abandonar la búsqueda y entregar todo el material que hayan localizado.

Capitulo 13

En ese momento, Ricardo decide tirar la toalla. Nada, ni la memoria de Marta, ni su sentido de la justicia, justi�ca que puedan hacer daño a Nur.

Siguiendo las instrucciones acude a una nave de las utilizadas por los equi-pos de America’s Cup. Un paradógico entorno, con un exterior de diseño y un interior desmantelado, con restos de lo que fueron o�cinas, exposi-ciones, tiendas, etc.

Ricardo se dirige al puerto en su taxi. El Mercedes-Benz de Fernando le sigue. Ricardo recorre las naves hasta que se encuentra con Max, el tipo de la multinacional americana. Desde su posición de control de la situación no tiene inconveniente en reconocer que él le cambió la copa provocando el accidente que acabó con Marta, y que su único error fue no acabar con Ricardo cuando estaba en coma. Junto a él, un esbirro sujeta a Nur.

Ricardo le entrega los documentos y le asegura que nadie más los conoce (excepto Roger el ex-periodista que Max ha eliminado) y no ha hecho copias, porque no quiere jugar con la vida de Nur. Sin embargo, una vez entregado el material, Max no cumple su palabra y se dispone a disparar sobre Ricardo.

Cuando está apunto de hacerlo aparece Fernando, Max se sorprende. Ricardo duda, pero aprovecha para dar un golpe al esbirro y hacerse con

Nur. Fernando dispara al esbirro. Max dispara a Fernando. Ricardo golpea con una barra a Max dejándolo fuera de combate.

Fernando está herido, pero mientras esperan la ambulancia, reconoce a Ricardo que no tenía ni idea de que la gente con la que estaba tratando hubi-era tenido algo que ver con la muerte de su hermana.

Mientras se llevan a Max, éste les asegura que nada podrán contra él. Sus apoyos están en todas las instancias de poder, y les repalda el dinero.

Han salido de ésta pero Ricardo tiene claro que no puede enfrentarse con los poderes ocultos, sin poner en peligro a la gente que quiere. Una vez más los poderosos se ha salido con la suya.

Decide empaquetar la documentación y jura a Virginia que no va a hacer uso de ella. Aún así su relación ha sufrido un duro golpe. Nur es lo más importante para Virginia y la obsesión de Ricardo por el pasado la ha puesto en peligro.

Pero el desenlace no ha despejado todas las incognitas: ¿murió el hijo que esperaba Marta? y si no fue así ¿Dónde está? ¿Lo oculta Fernando y la familia de Marta?

Para encontrar las respuestas, habrá que esperar la segunda temporada.