Trinidad y Revelación

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TRINIDAD Y REVELACIÓN Uno de los puntos de convergencia entre la teología católica y protestante es una renovada y más profunda comprensión del acto de la l revelación como auto revelación y auto comunicación de Dios. Según esta concepción de revelación que domina la TF de este siglo, la revelación no consta en primera instancia de proposiciones sobre la vida divina, sino que consiste más bien en la comunicación del ser mismo de Dios. En la tradición protestante fue Karl Barth quien hizo de esta concepción el centro de su teología, exponiendo las implicaciones trinitarias en el primer volumen de su obra Dogmática eclesial. Barth utilizó la idea de revelación como andamiaje sobre el que construir su dogmática. Explotando la dimensión trinitaria de la revelación, fue capaz de fundamentar su dogmática en el Dios trino. Para Barth, en contraste en Schleiermacher, la Trinidad está al comienzo de la teología y encierra toda doctrina de la fe cristiana. El método de Barth parte abiertamente desde arriba. La naturaleza de Dios como tal está escondida. La naturaleza oculta de Dios corresponde a su trascendencia. Dios solamente puede ser conocido si se da él mismo a conocer. Además, en la actual situación de la condición humana, el hombre después de la caída es incapaz de conocer a Dios presente en la naturaleza. Todo conocimiento de Dios debe ser, por tanto, a través de Jesucristo. El modo de entender Barth la revelación es estrictamente cristológico. En Jesucristo tenemos un acontecimiento en el que Dios mismo se da a conocer. Dios es el sujeto de la revelación y Jesucristo es su contenido. Puesto que Dios no revela otra cosa a sí mismo, existe una perfecta identidad entre el Dios revelador y el Dios revelado. La revelación en sentido estricto implica la doctrina de la encarnación.

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TRINIDAD Y REVELACIN

Uno de los puntos de convergencia entre la teologa catlica y protestante es una renovada y ms profunda comprensin del acto de la l revelacin como auto revelacin y auto comunicacin de Dios. Segn esta concepcin de revelacin que domina la TF de este siglo, la revelacin no consta en primera instancia de proposiciones sobre la vida divina, sino que consiste ms bien en la comunicacin del ser mismo de Dios.

En la tradicin protestante fue Karl Barth quien hizo de esta concepcin el centro de su teologa, exponiendo las implicaciones trinitarias en el primer volumen de su obra Dogmtica eclesial. Barth utiliz la idea de revelacin como andamiaje sobre el que construir su dogmtica. Explotando la dimensin trinitaria de la revelacin, fue capaz de fundamentar su dogmtica en el Dios trino. Para Barth, en contraste en Schleiermacher, la Trinidad est al comienzo de la teologa y encierra toda doctrina de la fe cristiana.

El mtodo de Barth parte abiertamente desde arriba. La naturaleza de Dios como tal est escondida. La naturaleza oculta de Dios corresponde a su trascendencia. Dios solamente puede ser conocido si se da l mismo a conocer. Adems, en la actual situacin de la condicin humana, el hombre despus de la cada es incapaz de conocer a Dios presente en la naturaleza. Todo conocimiento de Dios debe ser, por tanto, a travs de Jesucristo.

El modo de entender Barth la revelacin es estrictamente cristolgico. En Jesucristo tenemos un acontecimiento en el que Dios mismo se da a conocer. Dios es el sujeto de la revelacin y Jesucristo es su contenido. Puesto que Dios no revela otra cosa a s mismo, existe una perfecta identidad entre el Dios revelador y el Dios revelado. La revelacin en sentido estricto implica la doctrina de la encarnacin.

Barth expresa la identidad entre revelador y revelado de varias maneras para resaltar toda la importancia del significado de la revelacin. Entre estas frases se pueden resaltar las siguientes: Dios se revela a s mismo en este acontecimiento, Dios se desvela en este acontecimiento, Dios se reitera a s mismo al mundo en este acontecimiento, Dios se interpreta a s mismo en este acontecimiento, Dios es Seor en este acontecimiento. Un aspecto importante que merece ser acentuado es la historia de la revelacin (f Historia, IV). La revelacin es el acontecimiento en el que la eternidad y el tiempo se encuentran. La autoexpresin de Dios al mundo es el acontecimiento en el que Dios se hace temporal. Como dice Barth, la revelacin requiere predicados histricos.

Como acontecimiento histrico, Jesucristo es un acontecimiento de nuestra historia humana pasada. Pero debemos seguir preguntndonos si este acontecimiento ha pasado y se ha acabado, o si la revelacin es tambin actual. Barth responde que a travs del Espritu Santo el acto de revelacin se convierte en un acto presente. A travs del Espritu Santo, Jesucristo se hace actual hoy. Somos atrados al acontecimiento de la revelacin, y as llegamos a participar en la misma vida divina. A travs del Espritu Santo, Dios se pone frente a la persona humana no como un objeto, sino que habita dentro de la persona como sujeto. Barth define al Espritu Santo como la "revelatoriedad" del acontecimiento de la revelacin.

Dado que Dios realmente se revela a s mismo y no slo informacin sobre s, se sigue que, puesto que Dios es trino en el acto de la revelacin, es tambin trino en su propia vida eterna. De la unidad de lo revelado, de la revelacin, y la revelatoriedad, Barth concluye que Dios desde toda la eternidad debe ser en s mismo Padre, Hijo y Espritu Santo. De esta manera Barth evita todo vestigio de modalismo. La triplicidad de Dios en el acto de la revelacin corresponde a la triplicidad de la vida divina.

En el perodo posconciliar, Rahner, por el lado catlico, se apropi y profundiz en la comprensin de Barth de la revelacin, y, sobre la base de su comprensin trinitaria de la revelacin, enunci la tesis de que la Trinidad de la economa de la salvacin es la Trinidad inmanente, y viceversa.

Aunque Rahner y Barth tienen concepciones similares de la revelacin, su punto de partida y su metodologa son diferentes. Rahner parte de la conviccin de que todas las afirmaciones teolgicas son antropolgicas. De ah que el hombre con su trascendencia sea el punto de partida de la reflexin teolgica.

Para Rahner, el hombre es el ser para quien el mismo ser es un interrogante. El hombre cuestiona todo aspecto de la realidad, incluyndose as mismo. Este cuestionamiento, revela que Dios est implcitamente presente como el horizonte de su pregunta. El mtodo trascendental de Rahner analiza al' hombre bajo los dos aspectos del conocimiento y la libertad. Al conocer cualquier objeto finito, el sujeto es conducido ms all de lo finito hacia lo infinito. El conocimiento. humano, por tanto, tiene dos dimensiones, la objetiva, o categrica, por la cual el sujeto conoce algo del mundo, y la trascendental, por la que; implcitamente en el acto de conocer el objetivo, el sujeto se conoce a s mismo y a Dios. La clave del argumento de Rahner es aqu que slo se puede conocer lo finito como finito si implcitamente se conoce lo infinito como su-condicin de posibilidad. Rahner hace un anlisis similar de la libertad humana.

Al elegir cualquier objeto del mundo, el sujeto est al mismo tiempo eligindose a s mismo. Porque la libertad humana es un dinamismo trascendental hacia el infinito, ningn objeto finito es jams capaz de llenar el dinamismo que es el hombre. Al reconocer los lmites de todos los bienes finitos, el sujeto, en la inquietud de su corazn, llega a Dios, el valor absoluto.

Segn este anlisis, el hombre tiene en las profundidades de su ser una orientacin hacia el misterio. La dimensin religiosa es un componente intrnseco del ser (Dasein) humano. Sin el misterio como horizonte en el que el .hombre vive, no sera capaz de entender su vida como una totalidad: Estara limitado a aspectos individuales de su mundo y no sera capaz de cuestionar la totalidad de su ser. En realidad, el sujeto humano es siempre una conciencia del misterio; pero del misterio domo un horizonte distante, indecible. El hombre sabe que est relacionado con este misterio, pero no sabe si el misterio desea acercarse a l.

El primer paso del anlisis de Rahner ha demostrado que, el hombre, por el hecho mismo de ser una criatura, tiene una revelacin natural de Dios. Dios se ofrece junto con el Dasein humano. El centro de la fe cristiana, sin embargo, consiste en la afirmacin de que Dios quiere acercarse al hombre. La primera forma en que esto sucede es a travs del misterio de la gracia. A travs de la gracia, Dios entra en las profundidades de la subjetividad humana.

Para Rahner, la gracia es otra palabra para designar al Espritu Santo. En esto vemos que el primer analogado de la gracia es la gracia increada. Rahner sostiene que esta gracia es concedida a todo hombre al menos como un ofrecimiento. Aunque el ofrecimiento de gracia es universal, es no obstante gratuito. Dios pudo crear una naturaleza humana sin orientarla hacia la gracia, pero realmente no lo ha hecho as.

La originalidad de la propuesta de Rahner consiste en su interpretacin trascendental de la gracia. La gracia es una parte tan ntima del hombre que Dios se convierte en un elemento constitutivo del '!yo" humano. Aqu Rahner sugiere que el modelo de causalidad formal puede iluminar el misterio de la gracia. La presencia de la gracia en el sujeto humano es anloga a la relacin entre forma y materia. Estn intrnsecamente relacionadas una con otra. Sin embargo, la relacin es cuasiformal, puesto que Dios sigue siendo trascendente incluso en el acto de darse a s mismo. Por la presenciase la gracia increada en el sujeto humano, la persona est capacitada para participar en la vida divina. De ah que Rahner afirme que, en el ofrecimiento de la gracia, Dios es el dador, el don y la condicin de posibilidad de aceptar el don. Puesto que participar en la vida trinitaria de Dios trasciende la capacidad del hombre, la persona humana no es ni siquiera capaz de aceptar este don si el propio don no hace esta aceptacin posible.

Sobre la base del deseo universal de Dios de salvar, Rahner mantiene que la gracia ha sido ofrecida a todo hombre. Si es ste el caso, se .sigue entonces que la historia de la raza humana es co-extensiva a la historia de la gracia. Pero al afirmar esta, tesis, afirma Rahner realmente demasiado? Si la gracia se ofrece por todas partes, cul es el significado de la historia de la salvacin (! Historia, V) en el sentido de los hechos salvadores de Dios en el AT y en el NT? En concreto, en qu sentido es el acontecimiento-Cristo decisivo para la salvacin?

Si la gracia es la oferta de Dios de s mismo en el plano de la trascendentalidad, es tambin cierto que toda experiencia trascendental debe ser mediada objetiva, categrica e histricamente. Slo si es salvado el hombre en su historia, as como en su trascendentalidad, puede existir salvacin en el pleno sentido de la palabra.

Por eso. Rahner sostiene que el acontecimiento-Cristo es el auto ofrecimiento de Dios al mundo en la historia. Antes de nada, intenta situar el acontecimiento-Cristo dentro de la historia del mundo y dentro de la misma evolucin. Si toda la historia es una historia de gracia, esta historia tiene una orientacin y una meta, a saber: Jesucristo. Rahner dice que podemos considerar la evolucin como un movimiento desde abajo. La evolucin es un proceso de transformacin en el que lo ms bajo origina lo ms alto.

En el hombre la evolucin se hace consciente de s misma. Pero el hombre a su vez es un dinamismo hacia Dios. Como vimos antes, es una orientacin hacia la unin con el misterio absoluto. Visto desde abajo, este movimiento llega a una apora con la aparicin del ser humano. Desde abajo la unin del hombre con el misterio sigue siendo una cuestin abierta, porque el misterio es distante, silencioso, annimo. Pero desde el punto de vista de la fe, podemos ver que el movimiento desde abajo es complementado por un movimiento desde arriba. Dios desde arriba se expresa y se comunica a s mismo en Jesucristo. Pero esta auto comunicacin no es precisamente una intervencin de Dios desde lo alto. El conjunto del proceso evolutivo era precisamente una preparacin para esta autoexpresin. En este contexto podemos entender la afirmacin de Rahner: "La encarnacin de Dios es el singular caso supremo de la actualizacin esencial de la realidad humana, el cual consiste en que el hombre `es' en cuanto se abandona al misterio absoluto que llamamos Dios" (K. RAHNER, Curso fundamental sobre la fe, Herder, Barcelona 1984, 259). Una de las formas en que Rahner expresa la verdad de la encarnacin es a travs del concepto del smbolo (Semiologa, II) (K. RAHNER, Para una teologa del smbolo, en Escritos de Teologa IV, Taurus, Madrid 1961, 283-322). Rahner distingue entre un signo y un smbolo. La relacin entre signo y significado es accidental, mientras que la existente entre smbolo y simbolizado es intrnseca. Rahner define un smbolo como "la autorrealizacin de un ser en el otro que es constitutivo de su esencia". Aplicado a la encarnacin, esto significa que el Logos crea la humanidad de Jess como autoexpresin suya en el mundo.

Aqu Rahner apela a la frmula patrstica assumptione creatur para explicar la relacin entre la divinidad y la humanidad de Jess. La naturaleza humana de Jess nunca preexisti por s misma. Fue creada y asumida por el Logos en un nico y mismo acto. De esta manera la humanidad del Logos es realmente la humanidad de Dios, de modo que contemplando la humanidad se contempla al Logos y por ello al Padre, puesto que el Logos es la autoexpresin del Padre. Por otra parte, como realidad creada, la naturaleza humana tiene su propia autonoma. Divinidad y humanidad no estn en contienda. Ms bien la relacin entre ellas es la de una relacin de proporcin directa. Cuanto ms divino es el Logos, ms humana es la humanidad.

Para resumir la aproximacin de Rahner a la revelacin y a la Trinidad, se puede decir que el centro de su teologa es la auto revelacin y auto comunicacin de Dios, el misterio absoluto, al mundo. Este auto comunicacin tiene lugar en el plano trascendental a travs del don de la gracia increada o Espritu Santo al sujeto humano.

La misma auto revelacin tiene lugar en el plano histrico a travs de la historia de salvacin, que culmina en la encarnacin. En esta interpretacin de la revelacin vemos que existe un paralelo exacto entre teologa y antropologa. Adems, la aproximacin de Rahner a la revelacin muestra que slo se puede hacer justicia a la comunicacin de Dios de s mismo al mundo si se comprende el acontecimiento-revelacin de una manera trinitaria. Dios en cuanto misterio (Padre) se hace presente a los hombres en las profundidades de su subjetividad (Espritu Santo), as como en su historia concreta (Jesucristo). En otras palabras, la Trinidad inmanente es la Trinidad de la economa de salvacin.

Lo que estas aproximaciones tienen en comn es una profunda comprensin del significado de la revelacin como auto comunicacin de Dios. En cuanto auto comunicacin de Dios, la revelacin implica una estricta identidad entre revelador y revelado (encarnacin). Sin embargo, este acto de revelacin no puede ser entendido meramente como un acontecimiento pasado. El acontecimiento de la encarnacin, sucedido de una vez para siempre, se hace actual a travs del t Espritu Santo, por cuyo medio el hombre es capacitado para compartir la vida de Dios. Puesto que Dios Padre se revela a s mismo en la historia a travs de su Hijo y en gracia a travs del Espritu Santo, vemos que la estructura del acontecimiento de la revelacin es trinitaria. Y puesto que Dios se corresponde a s mismo en el acto de revelacin, se sigue que el propio ser de Dios es trinitario desde toda la eternidad. Por eso es claro que un anlisis teolgico del acto de la auto revelacin de Dios nos lleva al corazn del misterio de la Trinidad.