Tríptico X Carrera Popular y XIII Carrera Escolar - Bormujos 2014
Tríptico X Feria del libro 2014
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X FERIA DEL LIBRO
2014
Centenario de Platero y yo
IES Vega del Guadalete
Del 27 al 31 de Octubre La Barca de la Florida
ORGANIZAN
Librería Delicias
Biblioteca Escolar Juan Leiva
HORARIO
De 9:30 a 14:00
de Lunes a viernes
Miércoles tarde
http://biblio.iesvegadelguadalete.es/
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
(1881-1959). Nació en Moguer
(Huelva), y estudió en la
Universidad de Sevilla. En
1900 publicó sus dos primeros
libros de textos: Ninfeas y
Almas de violeta. Poco
después se instala en Madrid,
hace varios viajes a Francia y
luego a Estados Unidos, donde
se casó con la que ya sería su
compañera ejemplar de toda
la vida, Zenobia Camprubí.
En 1936, al estallar la Guerra Civil española se
vio obligado a abandonar España. Estados Unidos, Cuba
y Puerto Rico, fueron sus sucesivos lugares de
residencia. Muere en este último país, donde recibió ya
casi moribundo la noticia de la concesión del Premio
Nobel.
La obra poética de Juan Ramón Jiménez es
muy numerosa en un afán constante de superación. Las
principales son Poesías escogidas (1917), Segunda
antología poética (1922), Canción (1936) y Tercera
antología (1957). La influencia del modernismo se
percibe en sus primeros libros, pero el arte de Juan
Ramón Jiménez se hace independiente de cualquier
escuela, aunque el simbolismo siga influyendo en su
poesía casi hasta el final. Con el paso de los años su
estilo se hace cada vez más depurado, siempre en
busca de la belleza absoluta, como se aprecia en
Baladas de Primavera (1910) o La soledad sonora
(1911). A estas obras siguen Diario de un poeta
recién casado (1917), Eternidades (1918), Piedra y
cielo (1919) y uno de los puntos más altos de su
poesía, Estación total, un libro escrito entre 1923 y
1936.
Los escritos en prosa que formarían
posteriormente Españoles de tres mundos (1942)
empezaron a publicarse en diarios y revistas en los
años inmediatamente anteriores a su exilio.
Escribió ya en América los Romances de
Coral Gables (1948) y Animal de fondo (1949).
Con ellos y el poema 'Espacio', Juan Ramón Jiménez
alcanza lo que se ha llamado su -tercera plenitud-
determinada por el contacto directo con el mar.
Otro año más, con la llegada de octubre,
nuestro centro se prepara para el encuentro con la
lectura.
Esta celebración no es otra que la X FERIA
DEL LIBRO, dedicada al centenario de la publicación
de Platero y yo (1914), obra cumbre del poeta onubense
Juan Ramón Jiménez.
Platero y yo es la
tercera obra más traducida a
diferentes idiomas del mundo
después de la Biblia y El
Quijote. De entrada es un
libro difícil de clasificar ya
que se podría decir que reúne
dos géneros literarios, el lírico
y la novela. Algunos lo
califican de relato poético,
otros de poemas en prosa.
En este libro su autor recrea poética la vida y la
muerte del burro Platero. Es muy célebre el primer
párrafo:
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando
por fuera, que se diría todo de algodón, que
no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache
de sus ojos son duros cual dos escarabajos de
cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y
acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las
florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo
dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un
trotecillo alegre, que parece que se ríe, en no
sé qué cascabeleo ideal…
La primera edición se publicó en 1914
(Ediciones de la lectura), y en 1917 se publicó la
edición completa, compuesta por 138 capítulos
(Editorial Calleja, Madrid).
q
EL OTOÑO
Ya el sol, Platero, empieza a sentir pereza de
salir de sus sábanas, y los labradores madrugan más
que él. Es verdad que está desnudo y que hace fresco.
¡Cómo sopla el Norte! Mira, por el suelo, las ramitas
caídas; es el viento tan agudo, tan derecho, que están
todas paralelas, apuntadas al sur.
El arado va, como una tosca arma de guerra, a
la labor alegre de la paz, Platero; y en la ancha senda
húmeda, los árboles amarillos, seguros de verdecer,
alumbran, a un lado y otro, vivamente, como suaves
hogueras de oro claro, nuestro rápido caminar.
(Platero y yo. Capítulo XXXV)
TARDE DE OCTUBRE
Han pasado las vacaciones y, con las primeras
hojas amarillas, los niños han vuelto al colegio.
Soledad. El sol de la casa, también con hojas caídas,
parece vacío. En la ilusión suenan gritos lejanos y
remotas risas...
Sobre los rosales, aún con flor, cae la tarde,
lentamente. Las lumbres del ocaso prenden las últimas
rosas, y el jardín, alzando como una llama de
fragancia hacia el incendio del Poniente, huele todo a
rosas quemadas. Silencio.
Platero, aburrido como yo, no sabe qué hacer.
Poco a poco se viene a mí, duda un punto, y, al fin,
confiado, pisando seco y duro en los ladrillos, se entra
conmigo por la casa.
(Platero y yo. Capítulo LXXXVIII)
Quedaba En palabras de Juan Ramón Jiménez: “Platero
es el nombre general de una clase de burro, burro de
color de plata, como los mohínos son oscuros y los
canos, blancos. En realidad, mi platero no es un solo
burro, sino varios, una síntesis de burros plateros”.
Su estructura responde a un esquema circular,
cerrado. Comienza en una primavera y termina en la
misma estación, de modo que en el ciclo completo de
un año se desarrolla la vida completa de Platero. Así,
los 138 capítulos del libro se corresponden con los días
de un período cronológico habitual en la vida de los
seres vivos.
Según su autor Platero era un texto adulto,
aunque por su sencillez y transparencia se adecua
perfectamente a la imaginación y al gusto de los niños.
Algunos capítulos encierran una cierta crítica social,
revelando una dimensión del escritor que muchos
tardaron en advertir.
Para concluir esta breve caracterización de
Platero y yo os dejamos dos capítulos que hacen
referencia al otoño.