Trucos para mejorar tu postura

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Trucos para mejorar tu postura Por: Catalina Walsh Todavía puedo escuchar la voz de mi abuela diciéndome… “¡Derechita!” Una buena postura no sólo es importante por cuestiones estéticas, también es importante para evitar problemas de espalda y musculares. Además, el mantener una buena postura nos hace lucir más seguras, elegantes y… ¡delgadas! Párate derecha Imagina un hilo que va de la parte alta de tu cabeza hasta la base de tus pies. Asegúrate de que el hilo esté recto siempre. Al principio te costará trabajo pero poco a poco te irás acostumbrando. Un buen ejercicio es el de pararte con la espalda en la pared. Asegúrate de que tu cabeza, espalda y trasero toquen la pared y presiona tu cuerpo contra el muro. Toma tres respiraciones profundas y camina unos segundos. Repite el ejercicio tres veces. Es recomendable hacer esta secuencia un par de veces mientras estás en tu trabajo, especialmente si pasas la mayor parte del tiempo sentada. Práctica tu postura al caminar Posiblemente has visto esas películas viejitas donde las chicas practican su caminar con un libro en la cabeza. ¡Este ejercicio funciona! Alinea tu cuerpo y asegúrate de que tu peso esté distribuido de forma pareja en cada pie. Coloca la barbilla en alto. Relaja tus brazos y haz los hombros para atrás. Mantén la postura sentada Si pasas mucho tiempo sentada en tu trabajo, es fácil perder la postura. Empieza por hallar tu buena postura. Ahora imagina el hilo pero yendo de tu pecho al techo. El hilo debe estar estirado. Aprieta el abdomen, esto quitará presión de la espalda. Mantén la barbilla paralela al piso.

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Trucos para mejorar tu postura

Por: Catalina Walsh

Todavía puedo escuchar la voz de mi abuela diciéndome… “¡Derechita!” Una buena postura no sólo es importante por cuestiones estéticas, también es importante para evitar problemas de espalda y musculares. Además, el mantener una buena postura nos hace lucir más seguras, elegantes y… ¡delgadas!

Párate derecha

Imagina un hilo que va de la parte alta de tu cabeza hasta la base de tus pies. Asegúrate de que el hilo esté recto siempre. Al principio te costará trabajo pero poco a poco te irás acostumbrando.

Un buen ejercicio es el de pararte con la espalda en la pared. Asegúrate de que tu cabeza, espalda y trasero toquen la pared y presiona tu cuerpo contra el muro. Toma tres respiraciones profundas y camina unos segundos. Repite el ejercicio tres veces. Es recomendable hacer esta secuencia un par de veces mientras estás en tu trabajo, especialmente si pasas la mayor parte del tiempo sentada.

Práctica tu postura al caminar

Posiblemente has visto esas películas viejitas donde las chicas practican su caminar con un libro en la cabeza. ¡Este ejercicio funciona! Alinea tu cuerpo y asegúrate de que tu peso esté distribuido de forma pareja en cada pie. Coloca la barbilla en alto. Relaja tus brazos y haz los hombros para atrás.

Mantén la postura sentada

Si pasas mucho tiempo sentada en tu trabajo, es fácil perder la postura. Empieza por hallar tu buena postura. Ahora imagina el hilo pero yendo de tu pecho al techo. El hilo debe estar estirado. Aprieta el abdomen, esto quitará presión de la espalda. Mantén la barbilla paralela al piso.

El área lumbar (donde tienes las cinco vértebras más bajas) necesita soporte. Procura que tu silla tenga soporte en esta área y que el respaldo se recline hacia atrás. La inclinación debe ser de 120 grados y el soporte de cinco cm. Si no tienes ese soporte puedes colocar un pequeño cojín en esa área.

Cuida cómo duermes

El colchón debe ser firme y no suave. No uses demasiadas almohadas, tu cuello y tu espina dorsal deben estar alineados. Si prefieres dormir de lado, coloca una almohada entre tus rodillas para mantener la espina dorsal alineada.

Haz ejercicios de estiramiento

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Al estirarte regularmente te vuelves más flexible. Practica Yoga o Pilates para hacer ejercicios que fortalezcan tu abdomen y te ayuden a ser más flexible y mantener tu postura.

Lo más importante es ser persistente. Es fácil olvidarse de enderezar la espalda o bajar los pies al sentarnos. Cada que te acuerdes corrígete, eventualmente ni te darás cuenta de que ya pasas todo tu tiempo como tanto insistía la abuela… derechita.