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UNIDAD 6 REGULACIÓN FINANCIERA INTERNACIONAL 6.1 Propósitos que persigue la regulación financiera internacional 6.2 Formas de regulación financiera 6.3 Red de seguridad financiera internacional 6.4 Comité de Basilea 6.5 Nueva Arquitectura Financiera Internacional (NAFI) 6.6 Etapas de una crisis financiera 6.7 Crisis financieras de los últimos años

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UNIDAD 6

REGULACIÓN FINANCIERA

INTERNACIONAL6.1 Propósitos que persigue la regulación financiera internacional6.2 Formas de regulación financiera6.3 Red de seguridad financiera internacional6.4 Comité de Basilea6.5 Nueva Arquitectura Financiera Internacional (NAFI)6.6 Etapas de una crisis financiera6.7 Crisis financieras de los últimos años

OBJETIVO

Reconocer la importancia de la regulación de las operaciones financieras internacionales sobre la estabilidad del sistema financiero, además de identificar las diferentes redes de seguridad y sus problemáticas. Analizar las causas y los efectos de las crisis financieras que se han registrado en los últimos años como resultado de una inadecuada regulación financiera.

U N I D A D 6

REGULACIÓN FINANCIERA INTERNACIONAL

6.1 PROPÓSITOS QUE PERSIGUE LA REGULACIÓN FINANCIERA INTERNACIONAL

Los gobiernos desarrollados son los que han creado una serie de reglamentaciones para los mercados financieros con la finalidad de adquirir eficiencia y una producción a bajo costo, etiquetándolos así, como mercados altamente competitivos ante la globalización en muchos aspectos. Ellos son quienes definen a la "falla del mercado" como la imposibilidad que tiene el gobierno de controlar algunas variables como puede ser la economía, los mecanismos de competencia y el precio de mercado, los cuales se encuentran fuera de sus manos.

Existe la voluntad de las economías de homogenizar intereses y con ello acatar acuerdos sobre la forma de manejo del sistema financiero internacional pero a su vez se manifiesta la desconfianza, ya que esto implicaría un estándar internacional que impide la competencia regulativa entre los países y crea un precedente peligrosísimo para la armonización de los estándares en otras áreas, tales como los impuestos, la legislación antimonopolios, o las normativas laborales.

Para esto, se han propuesto diversa reglas y reglamentos diseñados para servir a los propósitos comunes que caen en los siguientes aspectos:

1. Prevenir que los emisores de valores defrauden a los inversionistas encubriendo información revelante.

2. Promover la competencia y la imparcialidad en el comercio de valores financieros, además de la estabilidad de las instituciones financieras.

3. Restringir las actividades de empresas extranjeras en los mercados e instituciones domésticas.

4. Controlar el nivel de la actividad económica.

6.2 FORMAS DE REGULACIÓN FINANCIERA INTERNACIONAL

Las formas de regulación que se expresan se dan dependiendo de las partes que conforman el sistema. Y de esta forma se dicen que son:

a) La reglamentación de la declaración. Se refiere a que los emisores de valores deben hacer pública suficiente información financiera para que esté disponible para los inversionistas actuales y potenciales, dando así paso a una situación financiera sana y una proyección a la empresa, evitando la obtención de

información asimétrico desigual.

b) La reglamentación de la actividad financiera. Son las reglas que involucran a los comerciantes de valores y el comercio en los mercados financieros. Un ejemplo son las reglas que se refieren a la estructura y operación de las casas de bolsa, las cuales pueden ser capaces, bajo determinadas circunstancias, de coludirse y defraudar al público inversionista en general.

c) La reglamentación de las instituciones financieras. Es una manera de monitorear al gobierno que restringe las actividades en las áreas vitales de prestar, pedir prestado y otorgar fondos. La finalidad es que las empresas financieras desempeñen un papel especial en una economía moderna; que se fomente el ahorro doméstico, así como también facilitar los pagos complejos entre muchos elementos de la economía.

d) La reglamentación de participantes extranjeros. Es la forma de la actividad gubernamental que limita las acciones que pueden tener las empresas extranjeras en los mercados domésticos y su propiedad o control de la s instituciones financieras.

e) La reglamentación monetaria. Controla el cambio en la disponibilidad de moneda del país, que piensa que controla el nivel de la actividad económica

Todos estos tipos de regulaciones tienen como finalidad evitar revivir de nuevo las crisis financieras de los últimos años que han puesto de manifiesto los puntos débiles del sistema financiero internacional, muchos de los cuales están vinculados con la creciente magnitud e importancia de los flujos de capital transfronterizos. Estas crisis pusieron de manifiesto que la globalización trae consigo tanto riesgos como beneficios importantes.

6.3 RED DE SEGURIDAD FINANCIERA INTERNACIONAL

La red de seguridad financiera consiste en un conjunto de mecanismos orientados a reducir la ocurrencia de quiebras por mal manejo bancario y, en consecuencia, disminuir las corridas masivas de depósitos y reducir la probabilidad de crisis financieras mediante: la disminución de fallas de información, la promoción de disciplina de mercado, el diseño adecuado de mecanismos de detección y corrección temprana de dificultades y la concentración de los costos de las quiebras bancarias en los accionistas y administradores en las instituciones bancarias, cuando estas ocurren inevitablemente.

Asimismo, la red de seguridad financiera se encarga de preservar la protección al consumidor, la eficiencia del sistema financiero y la estabilidad del sistema de pagos, entre otros.

La red de seguridad financiera, debe estar conformada por instituciones del Estado que cumplen distintos roles en las etapas de una crisis.

6.4 COMITÉ DE BASILEA

Es una organización formada en 1975, por los presidentes de los Bancos Centrales del Grupo de los Diez (Países), integrada por autoridades en Supervisión Bancaria de los siguientes países: Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Luxemburgo, Holanda, Suecia, Suiza, Reino Unido y los Estados Unidos. Esta organización adopta el nombre de Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria, ya que usualmente se reúne en el Banco de Regulaciones Internacionales en Basilea, donde se encuentra ubicada permanentemente su secretaría.

Fue creado con el propósito de estudiar los fenómenos financieros internacionales y preparar recomendaciones que permitan de manera oportuna minimizar el riesgo al que se exponen las instituciones financieras y evitar crisis bancarias.

Sus funciones principales son:1. Constituirse como un foro apropiado para discutir los problemas de la supervisión.2. Coordinar responsabilidades con otras autoridades para asegurar una supervisión

efectiva a nivel mundial.3. Señalar los estándares de supervisión relacionados con la solvencia de las entidades

financieras.

Principios Básicos para la Supervisión Bancaria Efectiva

En abril de 1997 se produjo el documento: Principios Básicos para la Supervisión Bancaria Efectiva el cual consta de 25 principios, que el Comité considera deben ser implementados por las autoridades bancarias y públicas en todos los países para lograr un sistema de supervisión efectiva. Los miembros del Comité de Basilea y las otras 16 agencias supervisoras bancarias que participaron en la producción del documento están de acuerdo con el contenido del mismo.

El trabajo del Comité, ha sido enriquecido y apoyado por Organizaciones y especialistas de países alrededor del mundo, como son: Chile, China, República Checa, Hong-Kong, México, Rusia, Tailandia, Argentina, Brasil, Hungría, India, Indonesia, Corea, Malasia, Polonia y Singapur, así también con la consulta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

Estos 25 principios son integrales en su cobertura y representan los requerimientos mínimos que facilitarán las condiciones para lograr un régimen de supervisión bancaria efectivo y han sido diseñados para poder ser verificados por los supervisores, grupos regionales de supervisión y el mercado en general.

Se ha sugerido que el FMI, el Banco Mundial y otras organizaciones utilicen los principios para ayudar a los países a fortalecer sus procedimientos de supervisión en conexión con

su trabajo, teniendo por objetivo promover la estabilidad financiera y macroeconómica en una forma global.

Para el logro de este objetivo serán necesarios cambios substanciales en el marco legislativo de muchos países, creando leyes que les permitan a las autoridades supervisoras implementar todos los principios, ya que en estos momentos muchas de ellas no tienen los estatutos establecidos. En estos casos, el Comité cree que es esencial para los legisladores nacionales darle la consideración debida a los cambios necesarios para aplicar los principios. La dotación de la nueva legislación va a ser tomada en cuenta por el Comité para monitorear el progreso de cada país en la implementación de los principios.

Los 25 principios de Basilea están agrupados por rubros, los cuales se presentan a continuación:

Rubro Principios

Condiciones previas para una efectiva supervisión bancaria.

1

Autorizaciones y estructura. 4

Regulaciones prudenciales y procedimiento. 10

Métodos de supervisión bancaria progresiva. 5

Requisitos de información. 1

Poderes formales de los supervisores. 1

Bancos extra-fronterizos. 3Total 25

6.5 Nueva Arquitectura Financiera Internacional (NAFI)

La comunidad internacional se ha movilizado para reforzar la "Nueva Arquitectura del Sistema Financiero Internacional", la cual es definida como el conjunto orgánico, que exige la aplicación de un enfoque integral, que debe comprender en ese mismo conjunto ciertos elementos interrelacionados relativos al manejo de la liquidez internacional, las regulaciones financieras, las políticas macroeconómicas que deberá extenderse al financiamiento para el desarrollo y solucionar los problemas

de la deuda externa y finalmente dar las bases para evitar, controlar las crisis.

La arquitectura financiera consiste en crear una reforma la cual exija el cumplimiento a las empresas que cotizan en el mercado de capitales, la aplicación de las normas internacionales, con el objetivo principal de promover normas de regulación para hacer más eficaces y legítimos los mercados financieros, el intercambio de la información que permita promover el desarrollo de mercados nacionales, unir sus esfuerzos para establecer las normas y su respectiva vigilancia eficaz en materia de transacciones internacionales, y promover la integridad de los mercados mediante la aplicación rigurosa de normas.

La reforma de la arquitectura financiera internacional tiene dos objetivos primordiales:

1. Regular, tanto a escala internacional como en los países de origen de los flujos de capital, los mercados financieros internacionales, a través de desincentivas los flujos a corto plazo, que tienen un marcado carácter desestabilizador, al ser excesivos y reversibles, y que por tanto son causas determinantes de crisis financieras, además de combatir la extrema volatilidad de los tipos de cambio.

2. Predecir, prevenir y, en su caso, gestionar mejor las crisis financieras en las economías emergentes, tanto para evitar sus gravosas consecuencias internas como para contener sus serias repercusiones internacionales.

Se indican seguidamente los cinco campos principales en los que se han concentrado los esfuerzos de cooperación mundial. Muchas de estas iniciativas conllevarían a un mayor fortalecimiento de la supervisión que ejerce el FMI, es decir, el proceso mediante el cual el FMI proporciona evaluaciones y asesoramiento a los países miembros en el terreno económico. En consecuencia, la reforma de las instituciones financieras internacionales, como el FMI, forma parte de la actual labor encaminada a superar los desafíos que plantea la rápida evolución de la economía mundial.

1) Transparencia

El objetivo es lograr que los mercados financieros y el público dispongan fácilmente de datos actualizados y fiables, además de información sobre la política, las prácticas y las decisiones relacionadas con la economía y las finanzas.

En la actualidad, 47 países se han adherido a las Normas Especiales para la Divulgación de Datos (NEDD), establecidas por el FMI, que alientan a los países participantes a facilitar datos económicos y financieros nacionales que sean detallados y fiables.

Como parte de la supervisión de las economías de los países miembros que lleva a cabo el FMI, el Fondo continúa alentando activamente a los países miembros a que

divulguen las notas de información al público en las que se describe la evaluación que el Directorio Ejecutivo del FMI ha realizado sobre la economía y las medidas de política de un país. Más del 80% de los países miembros publica actualmente dichas notas. En el marco de un proyecto piloto para la publicación voluntaria de los informes del personal que sientan la base de las tareas de supervisión, casi un tercio de los países miembros han publicado los informes en cuestión.

En cuanto al uso de recursos financieros del FMI, el Fondo también alienta a los países miembros a publicar los detalles de las medidas de política que pondrá en práctica para restablecer la estabilidad económica en el marco de los programas respaldados por el FMI y casi el 90% de los países miembros publica actualmente dicha información. El Fondo también publica los puntos clave de los debates del Directorio Ejecutivo sobre dichos programas.

2) Elaboración y evaluación de las normas internacionalmente aceptadas

El cumplimiento de las normas internacionales y de los códigos de buenas prácticas contribuye a que las economías funcionen adecuadamente a nivel nacional, condición previa indispensable para que el sistema internacional funcione como es debido.

En consulta con otros, el FMI ha elaborado normas o códigos de buenas prácticas en los campos principales de su actividad: las Normas Especiales para la Divulgación de Datos, el Código de buenas prácticas de transparencia fiscal, el Código de buenas prácticas de transparencia en las políticas monetarias y financieras y las directrices sobre solidez del sector financiero.

Otros organismos elaboradores de normas están trabajando en la elaboración, fortalecimiento y divulgación de criterios internacionales en los campos de la contabilidad, la auditoría, las quiebras, el buen gobierno en el entorno empresarial, la normativa del mercado de valores y la política en el terreno social.

Para ayudar a fomentar la implementación en los países de estas "reglas de actuación", el FMI ha preparado estudios experimentales de casos de países llamados "informes sobre la observancia de los códigos y normas" (Reports on the Observance of Standards and Codes (ROSCs)), en los que se efectúa una evaluación del progreso logrado por el país en lo que respecta al cumplimiento de normas y códigos reconocidos internacionalmente.

3) Fortalecimiento del sector financiero

Los bancos y otras instituciones financieras necesitan mejorar sus prácticas internas, comprendida la evaluación y gestión de riesgos, y la administración pública tiene que poner al día la supervisión y regulación del sector financiero para adaptarse a la economía global moderna.

El FMI Y el Banco Mundial han intensificado y reforzado la evaluación de los sistemas financieros de los países mediante los Programas de evaluación del sector financiero (PESF), que permiten identificar los posibles puntos vulnerables de dichos sistemas.

Con la participación del FMI, el Comité de Basilea de Supervisión Bancaria está estudiando elementos que aún faltan en la normativa vigente.

4) Participación del sector privado

La participación más activa del sector privado en la prevención y solución de las crisis puede reducir el riesgo moral, fortalecer la disciplina del mercado fomentando una mejor evaluación del riesgo y mejorar las perspectivas de deudores y acreedores.

La prevención de las crisis debe centrarse en la aplicación de medidas adecuadas de política económica, el fortalecimiento de los sistemas financieros y la existencia de un diálogo constructivo con los acreedores privados.

El Fondo alienta a los países miembros a aprovechar los períodos de relativa calma para poner en práctica mecanismos que podrían resultar útiles para resolver las crisis, incluidas las cláusulas de acción colectiva en los contratos y las líneas de crédito contingente.

Cuando inevitablemente surge una crisis, es importante mantener la participación de los acreedores privados. En algunos casos, quizá sea posible confiar en el efecto de agente catalizador de los préstamos del Fondo u otras fuentes oficiales para convencer a los acreedores de que mantengan la concentración crediticia. En otros casos, quizá sea necesario utilizar mecanismos como la reestructuración de la deuda para garantizar que los programas de ajuste económico de los países estén plenamente financiados sin confiar excesivamente en capital procedente de fuentes oficiales.

5) Modificación de los servicios financieros del FMI y otras cuestiones sistémicas

En 1999, el FMI creó un nuevo instrumento para la prevención de las crisis, la línea de crédito contingente (LCC). La LCC es una línea precautoria de defensa que está a disposición de los países miembros que implementen medidas firmes de política económica; el objetivo es evitar los problemas de balanza de pagos que pudieran surgir por el contagio de las condiciones financieras internacionales. El FMI ha emprendido una revisión fundamental de todos sus servicios financieros en condiciones no concesionarias para asegurarse de que satisfacen las necesidades de los países miembros en una economía en constante evolución.

El diseño de la LCC se basa en los demás componentes principales de los planes de reforma y crea un mayor incentivo para que los países adopten medidas firmes de

política, haya más transparencia, se cumplan las normas internacionalmente aceptadas y se establezca un sistema financiero sólido.

Otras iniciativas destinadas a fortalecer los sistemas financieros nacionales e internacionales se centran en ayudar a los países a evaluar su vulnerabilidad externa y elegir los regímenes cambiarios adecuados.

Principales problemas detectados

El problema con sistema financiero internacional actual es que en realidad es un pseudosistema, un acomodo más influenciado por consideraciones políticas que por los fundamentos de la propiedad privada y la libertad individual. Lo que ha conducido al actual caos de los mercados financieros globales han sido las acciones de los gobiernos, los cuales se han dedicado únicamente ha aportar la infraestructura requerida por mercados libres y gente libre; pero sin establecer un marco legal del libre comercio, el libre flujo de capitales y dinero confiable.

El debate en cuanto a una nueva arquitectura global gira alrededor del papel del gobierno en una sociedad libre. No se deben pisotear los fundamentos de la libertad limitando las opciones de instituciones monetarias a un poco más o un poco menos de discrecionalidad gubernamental. Por el contrario, las opciones deben ser dinero fiduciario emitido por los gobiernos versus un sistema monetario de libre mercado.

Actualmente es evidente la concentración del poder mundial en determinadas regiones imponiendo sus criterios, generando incertidumbre en aquellas regiones pequeñas con respecto a la regulación a seguir. Para que las entidades puedan invertir en otras fuera del país de origen, será necesario consultar la información contable, que a su vez tenga carácter transparente y pueda ser comparable. Todo esto se puede hacer si existiera en todos los países una normalización dando por entendido, uniformar los sistemas financieros, tendiendo a comportamientos homogéneos en la realización de la información financiera.

El sistema actual no cuenta con los medios necesarios para evitar crisis financieras, y tiene una limitada capacidad para hacerles frente. Es urgente abordar reformas en seis esferas fundamentales:

1) Mayor consistencia de las políticas macroeconómicas a nivel global; con el objeto de evitar los sesgo s inflacionario s y deflacionarios a nivel global. El diseño de instituciones y políticas internacionales debe incluir, en primer termino, incentivos efectivos para que las autoridades nacionales del mundo industrializado mantengan sus economías en un punto cercano al pleno empleo, evitando al mismo tiempo la inflación. Es necesario una supervisión más eficaz de las políticas nacionales por parte del FMI y las instituciones regionales y subregionales. Esta debería ser amplia en sus objetivos y tener carácter preventivo. Debe discutirse cual es la institución o el conjunto de instituciones mas adecuadas para garantizar tal consistencia. Las políticas macroeconómicas, entre ellas las decisiones de los bancos centrales, deberán estar sujetas a un escrutinio público, a fin de garantizar un adecuado

equilibrio entre sus múltiples objetivos.

2) Reformas del Fondo Monetario Internacional, con miras a proporcionar liquidez internacional adecuada en épocas de crisis; para evitar y prevenir el contagio de las crisis financieras, y para reducir sus efectos económicos desfavorables. La creación de un autentico "prestamista internacional de ultima instancia" podrá facilitar el logro de estos objetivos, pero aun no están dadas las condiciones para una reforma tan drástica de la actual estructura institucional. El Fondo Monetario podrá adoptar medidas para moderar la propagación de las crisis financieras. Para que el Fondo este en condiciones de dar una mayor estabilidad al sistema financiero internacional, habrá que incrementar su dotación de recursos, para ello se prevén varias opciones. La primera es la definición de mecanismos eficaces y rígidos que amplían su acceso a fondos oficiales en épocas de crisis. En segundo termino, se le podrá autorizar a captar recursos directamente en los mercados financieros en tales circunstancias. En tercer lugar, y esta es posiblemente la alternativa más importante, cuando varios miembros del Fondo se vean afectados por problemas financieros se podrá recurrir a derechos especiales de giro. Asimismo, la condicionalidad de los préstamos no deberá utilizarse para obligar a un país a adoptar un determinado régimen cambiario. Por ultimo, para evitar sobreajustes, el Fondo Monetario deberá generalizar políticas para reducir en forma automática el grado de restricción del ajuste acordado con un para prestatario, en aquellos casos en que la contracción de la actividad económica supere claramente las previsiones originales del respectivo programa.

3) Adopción de códigos de conducta, mejores flujos de información, y fortalecimiento de la supervisión y la regulación financieras a nivel nacional e internacional. Es necesario la creación de normas internacionales que permitan combatir el lavado de dinero y activos, así como la corrupción y la evasión tributaria. Todo esto esta destinado para dotar de mayor transparencia a las políticas publicas en todo el mundo.

4) Mantenimiento de la autonomía de las economías en desarrollo y en transición en el manejo de la cuenta de capitales. La actual crisis financiera ha demostrado claramente que una liberalización abrupta o prematura de la cuenta de capitales es inadecuada en el caso de economías en desarrollo o en transición, La existencia de sistemas financieros sólidos, así como de sistemas de regulación y supervisión fuertes, en el plano nacional, es un elemento fundamental para asegurar una adecuada liberalización. Las economías en desarrollo y en transición deben conservar el derecho a desincentivar o controlar la entrada de capitales, sobre todo en periodos de gran afluencia, y de hacer otro tanto con respecto a la salida de capitales en casos de graves crisis.

5) Incorporación de disposiciones relativas a la suspensión, con anuencia internacional, del servicio de la deuda externa (standstill). Es una buena alternativa a la fuga desordenada de capitales, cuando un país comienza a mostrar síntomas de grave iliquidez internacional. La fuga de capitales no solo es negativa para los países deudores, sino también para la mayoría delos acreedores. Una posible solución a estos problemas seria permitir suspender el servicio de las obligaciones

externas y la convertibilidad de la cuenta de capitales, y reunir luego a prestatarios y prestamistas para reprogramar la deuda, así como para prestar asistencia financiera para apoyar un funcionamiento mas apropiado de la economía. Para asegurar el adecuado funcionamiento de este mecanismo se requerirá un acuerdo internacional para incluir "cláusulas de acción colectivas" en los prestamos internacionales. La adopción generalizada de estas cláusulas es esencial para evitar que algunos acreedores rehuyan participar en los acuerdos. En segundo lugar, las renegociaciones deben realizarse dentro de un plazo determinado, cumplido el cual el Fondo Monetario o un panel independiente estarán facultados para fijar las condiciones de la reprogramación. De hecho, las repetidas renegociaciones de deuda han sido uno de los elementos más difíciles del entorno financiero internacional en las últimas décadas, y subyacen a largos periodos de crisis o de lento crecimiento de algunas economías en desarrollo y en transición.

6) Diseño de una red de organizaciones regionales y subregionales que apoyen el manejo monetario y financiero internacional. La existencia de un grupo amplio de instituciones regionales y subregionales sólidas podrá ser un aporte institucional importante, tanto en términos de estabilidad del sistema financiero mundial como de equilibrio de las relaciones de poder en el plano internacional. Las instituciones regionales, y la fiscalización por parte de los países, podrán asimismo desempeñar un papel importante en la vigilancia de las políticas macroeconómicas y de la regulación y supervisión financieras en el plano nacional. Esta forma de vigilancia y fiscalización podrá ser más aceptable para los países que la de una sola institución internacional poderosa, y contribuirán a desarrollar una globalización mas equilibrada.

Medidas complementarias sobre financia miento del desarrollo y endeudamiento externo.

Dada su incapacidad para movilizar la totalidad de los recursos necesarios para el rescate de países con problemas económicos, el Fondo Monetario ha tenido que recurrir al financiamiento de otras fuentes, entre ellas el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo. Estas instituciones no fueron concebidas para proporcionar liquidez a los países con problemas de financiamiento externo a corto plazo. Si se mantiene esta práctica, se afectaran su capacidad de cumplir con su misión fundamental, que es responder a las necesidades de financiamiento de largo plazo para el desarrollo de los países con insuficiente acceso a los mercados privados.

Debe otorgarse particular prioridad a salvaguardar el acceso de los países más pobres a los recursos del Fondo Monetario, el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo.

Los bancos de desarrollo podrán contribuir a aliviar los efectos mas graves de la crisis prestando asistencia financiera para establecer o fortalecer redes de protección social equitativas en términos de género, tanto en los países de bajos como en los de medianos mgresos.

Interdependencia de los componentes de la nueva arquitectura

El rediseño del sistema monetario y financiero internacional tiene como objetivo aprovechar las posibilidades que los flujos financieros privados e internacionales ofrecen para la estabilidad y el crecimiento de la economía mundial. A fin de alcanzar efectivamente esta meta, es importante que todos los componentes de la arquitectura financiera sean considerados simultáneamente. Dada la interrelación que existe entre ellos, introducir uno o varios de ellos en forma aislada no lograra compensar los trastornos que generan las crisis.

Todas las medidas mencionadas, al igual que aquellas que se adopten en los países para hacer frente a los movimientos de capital a corto plazo, son complementarias. Un sistema financiero internacional funcional para la estabilidad y el desarrollo mundial debe comprender tanto las normas sobre suspensión, con anuencia internacional, como las innovaciones institucionales en el marco del FMI.

Es importante hacer hincapié en que estas reformas esta interrelacionadas. De hecho, queda en claro que concentrarse en solo algunas de ellas, o en una sola, no conduciría a un sistema mundial equilibrado, ni en términos de capacidad de evitar o manejar las crisis ni en términos de una participación equitativa de todos los miembros de la comunidad internacional.

Cabe insistir en que cualquier reforma al sistema financiero internacional debe ser ampliamente discutida por todos los países, y debe tener una agenda claramente definida, que incluya todos los temas esenciales. El proceso debe asegurar la debida representación de los intereses de todos los grupos de economías en desarrollo y en transición, incluso los países pobres y pequeños. Las Naciones Unidas, como foro universal y como el foro internacional más democrático que existe, deben tener una importante participación en estos debates y en el diseño del nuevo sistema.

Se necesita hacer más para asegurar que el sistema financiero mundial siente una base sólida para el desarrollo económico y humano. Pero también es cierto que la manera en que se desempeña la política económica mundial y la actividad financiera está cambiando gracias a las reformas que se han emprendido en el sistema financiero internacional.

Conseguir un sistema financiero internacional más fuerte y estable hará que el mundo sea menos vulnerable a las crisis financieras devastadoras, al tiempo que todos los países se benefician de la globalización, con su potencial demostrado de empuje del crecimiento económico y mejora de los niveles de vida.

6.6. ETAPAS DE UNA CRISIS FINANCIERA

Por lo general, dentro de una crisis financiera se pueden identificar tres etapas. En

primer lugar, en la Etapa de Prevención de Riesgos, una estricta y eficiente política de regulación y supervisión de riesgos debe estar en manos de un regulador de bancos con capacidad, autonomía y poder de supervisión. Adicionalmente, en esta etapa, las buenas políticas de gobierno corporativo en las empresas bancarias son esenciales para un mejor control y administración de riesgos.

En una segunda Etapa de Mitigación de Costos se logra a través de una rápida actuación del Fondo de Garantía de Depósitos en la cobertura de las obligaciones garantizadas. Un Fondo de Garantía solvente, ágil, obligatorio y de cobertura reducida, permite reducir la incertidumbre en el sistema y por tanto minimizar el contagio entre bancos. Asimismo, el Banco Central debe participar en la Red de Seguridad tanto en su rol de prestamista de última instancia, como de regulador monetario a través de instrumentos de política que permitan un manejo fino y flexible de la liquidez en el sistema.

Finalmente, en la última Etapa de Resolución de la Crisis, en la medida en que el problema se transforma en un problema de naturaleza fiscal, la participación del Estado es importante en la elaboración de mecanismos de resolución que minimicen las pérdidas para la sociedad. Una adecuada política de resolución es lo que queda por hacer en esta etapa, haciendo explícitos los costos de resolución y considerando estrategias óptimas bajo principios de menor costo y concentración de pérdidas en los accionistas, ya sea a través de traspaso accionario, fusiones, o transferencia de activos y pasivos del banco. Esta identificación por etapas se muestra en el siguiente esquema.

Etapas del desarrollo de una crisis

6.7 CRISIS FINANCIERAS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS

Crisis energética de 1973

Prevención de riesgos

Mitigación de costos

Resolución de la Crisis

Supervisión y Regulación Bancaria

Gob. Corporativo

Fondo de Seguro de Depósitos

Mecanismos de Resolución

Banco Central Compromiso Fiscal

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La "crisis del petróleo de 1973" tuvo unos antecedentes en el desorden del sistema monetario internacional, precipitado por la caída del dólar. Las dificultadas que la guerra de Vietnam estaba provocando en la economía norteamericana llevaron al presidente Nixon a, sin consulta previa con ningún otro país, desligar el oro del patrón-oro. EI sistema acuñado en Bretton Woods en 1944 que había garantizado la estabilidad monetaria vino a su fin. Las principales monedas del mundo occidental flotaron en un contexto de gran inestabilidad.

Por otra parte, el conflicto entre árabes e israelíes, que desde 1967 se presentó debido a que Israel ocupó por la fuerza de las armas vastas áreas de los países árabes, se acentuó en octubre de 1973 cuando finalmente los países árabes productores de petróleo, como resultado de esta guerra, recortaron su producción y embargaron el suministro de crudo a Estados Unidos y los Países Bajos. Aunque el recorte árabe representaba una pérdida de menos del 7% del suministro mundial, provocó el pánico de las compañías petroleras, los consumidores, los operadores del petróleo y algunos gobiernos. Cuando unos pocos países productores comenzaron a subastar parte de su crudo se produjo una puja desenfrenada que alentó a los países de la OPEP, que por entonces eran ya 13, a subir el precio de todo su petróleo a niveles hasta 8 veces superiores a los precios de pocos años antes. Por eso se dice que el año 1973 marcó el final de la era del petróleo seguro y barato. Tan solo de octubre a diciembre de ese año el precio ya se había cuadruplicado.

EI panorama petrolero mundial se calmó gradual mente, ya que la recesión económica mundial provocada por el aumento de los precios del petróleo recortó la demanda de crudo. Entretanto, la mayoría de los gobiernos de la OPEP se hicieron de la propiedad de los campos petrolíferos situados en sus países.

La crisis del petróleo de 1973 así como la que se presentó cinco años después en 1978 y el consiguiente incremento del precio del barril, (de 1.5 a 9 dólares en 1973 y de 13 a 30 dólares en 1978) ocasionaron que los países implementaran políticas energéticas encaminadas a disminuir el consumo de petróleo mediante el ahorro energético, la eficiencia energética y potenciar otras fuentes como la nuclear, el gas natural o las energías renovables. Se diseñaron vehículos y métodos de fabricación que permitieran el ahorro de energía. EI posterior desarrollo de motores mas eficientes, automóviles mas ligeros y carrocerías mas aerodinámicas fue reduciendo el consumo de combustible. En la mayoría de los países, los gobiernos aumentaron los impuestos sobre la gasolina y el gasóleo, con lo que modificaron las preferencias de los consumidores en favor de la eficiencia energética y proporcionaron un marco seguro a las empresas automovilísticas que invertían recursos para lograr esta eficiencia.

Crisis de la deuda externa de 1982 (México)

Generalmente se acepta que la crisis de 1982 tuvo su origen en los compromisos de deuda externa contratados a tasas variables, con instituciones privadas extranjeras y a corto plazo. Todo esto, junto con la baja de los precios del crudo que inició a mediados de 1981 y que fue clara en 1982, repercutió en la insolvencia financiera del país. Sin embargo, otro aspecto que resultó ser crucial en la gestación de esta crisis fue la falta de planeación tecnológica.

Desde mediados de la década de los setenta los principales países importadores de crudo de Europa, así como Japón y Estados Unidos, tenían programas para reducir el consumo de petróleo; a finales de dicha década, el consumo mundial había disminuido de manera considerable, sin que se afectaran las tasas de crecimiento económico de esos países industrializados. Así, quedó claro que los elevados precios del crudo de 1980 y 1981, superiores a los 30 dólares por barril, no podrían sostenerse debido a la reducción de la demanda internacional.

Cabe destacar que en México, desde 1976, cuando se descubrieron los importantes yacimientos petroleros del sudeste y hasta 1982, el gobierno (a través de Pemex) inició inversiones muy cuantiosas, aumentando la producción de crudo de 0.8 millones de barriles al día en 1975 a 2.7 millones en 1982 (crecimiento anual promedio de 19%). Dichas inversiones en plataformas marinas y equipo. petrolero, casi todo importado (equipo, tecnología y técnicos), se hicieron con base en préstamos internacionales, respaldados por las exportaciones futuras de crudo y por la tendencia de crecimiento del precio en el mercado internacional.

La falta de planeación tecnológica se deriva de que no habiendo en México experiencia en la instalación y en la operación de ese tipo de instalaciones, se aprobó un proyecto cuantioso y a un plazo muy corto, sin la debida preparación anticipada del personal y sin haber procurado la producción nacional de equipos que no obstante que se conocían, no se manejaba ni su integración ni su operación.

Crack bursátil de 1987

La afluencia de capital sobrante sobre el mercado bursátil de los principales países capitalistas en los meses previos al 19 de octubre de 1987 ha sido calculada en 1,8 billones de dólares. Esta formidable presión sobre la demanda de acciones, hizo aumentar el precio de todas ellas, aun cuando unas lo hicieron más que otras. El crack bursátil de 1987 estalló en los EE.UU. Por tanto, para explicar su por qué, hay que remitirse a los indicadores más significativos de la economía real de ese país.

Primero, el enorme déficit presupuestario del gobierno del presidente Reagan, producto del aumento desmesurado del gasto público orientado a beneficiar a la burguesía norteamericana en su conjunto y muy especialmente al sector gran burgués mediante la canalización de ese gasto público a la fabricación y venta de armamento de origen nacional. Estos gastos militares ocasionaron un creciente endeudamiento público.

Segundo, desde años atrás se empezó a presentar un creciente déficit en la balanza comercial de EE.UU. La causa principal de este déficit radica en la pérdida de competitividad en el mercado mundial asociada a la disminución de la productividad del trabajo en este país, ya que la demanda interna de los EE.UU. se canalizó a los productos de importación y las exportaciones disminuyeron progresivamente.

Tercero, se dio una fuerte alza en las tasas de interés en los EE.UU. al mismo tiempo que el dólar seguía presentando caídas en su tipo de cambio.

Lo anterior comenzó a causar pánico, y fue el martes 20 octubre de 1987, mejor conocido como el martes negro, cuando se dio la caída de las cotizaciones bursátiles en la Bolsa de Valores de Nueva York, por el abandono precipitado de la bolsa de billones de dólares, arrastrando a todos los mercados financieros del mundo.

Las autoridades monetarias intervinieron masivamente en Wall Street y en Tokio para inyectar créditos (aumentar la masa monetaria) a fin de evitar que agentes de bolsa y otras casas financieras se vieran obligados a vender acciones a cualquier precio por falta de liquidez en los EU.UU, así como para hacer bajar la tasa de interés en un intento desesperado de parar aquél torbellino catastrófico que se había provocado:

Resumiendo lo que sucedió durante esa fatal semana tenemos lo siguiente:

Las acciones, opciones y mercados a plazo fueron casi totalmente paralizados durante un instante crucial, el martes. Muchas acciones de entre las más importantes, como IBM y Merck, no pudieron ser cambiadas. Los inversores, grandes y pequeños, no pudieron vender sus acciones: no había compradores.

Muchos bancos espantados por el derrumbe del precio de las acciones que servían de ganancia para préstamos a agentes de bolsa, se negaron a conceder más créditos a algunos de ellos, ya en situación desesperada. Exigieron igualmente el reembolso de ciertos préstamos importantes, poniendo en peligro a algunas sociedades de cartera. Algunos grandes inversores financieros, amenazados por pérdidas catastróficas si continuaba el pánico en el mercado bursátil, exigieron insistentemente a la bolsa de Nueva York que cerrara.

Únicamente la intervención del Banco Federal, el anuncio concertado de programas de rescate de acciones por empresas y los movimientos misteriosos y las posibles manipulaciones de contratos a plazo sobre la base de un índice bursátil poco utilizado han podido salvar a los mercados de la desintegración total.

Efecto Tequila (México 1994)

El 20 de Diciembre de 1994, el gobierno mexicano tomó una decisión que provocaría una gigantesca crisis: devaluó el peso mexicano.

Esta devaluación provocó el llamado Efecto Tequila que afectó, principalmente, las economías de América Latina durante 1995. La devaluación fue decidida por el presidente Ernesto Zedillo, que había asumido la presidencia a principios de diciembre de 1994.

El peso mexicano perdió la mitad de su valor en poco tiempo. La cotización del dólar pasó de 3.40 pesos a un récord de 8 pesos, para caer a 6.11 en julio de 1995.

Los capitales extranjeros, en su mayoría de Estados Unidos, iniciaron la fuga. En 1995, los efectos de la crisis se extendieron a otros países, entre ellos la Argentina, donde cayó el valor de las acciones y también hubo fuga de divisas.

El masivo retiro de fondos de capital de corto plazo colocado en México se expandió por toda la región. La desconfianza cundió y los capitales extranjeros colocados en América Latina se marcharon por temor a que sucediera lo mismo.

En México, se dispararon los precios, se interrumpieron los créditos y, debido a la parálisis productiva, resurgió el desempleo; el país y el sistema financiero estuvieron a punto de caer en una insolvencia financiera absoluta.

Para enfrentar la crisis, Zedillo recurrió a los Estados Unidos, su principal socio en el NAFTA. quien puso a su disposición un fondo de 20.000 millones de dólares, además el Fondo Monetario Internacional otorgó 10,000 millones de dólares y el Banco de Pagos Internacionales un préstamo de corto plazo por 10,000 millones de dólares. Este paquete de rescate financiero, que fue el ancla de la recuperación económica, ascendió a 40,000 millones de dólares y su objetivo fue salvar a los grandes inversionistas norteamericanos y nacionales. En este momento la deuda externa de México se incrementó en un 16%, pasando a ser el país más endeudado, incluso más que Brasil.

Además, los primeros días de 1995 se desarrolló el Programa de Emergencia el cual tenía tres prioridades: lograr que el déficit en la cuenta corriente se redujera ordenadamente a niveles manejables en el corto plazo; crear las condiciones para una pronta recuperación de la actividad económica y el empleo, y conseguir que el efecto inflacionario de la devaluación fuera lo más reducido y corto posible.

Para cumplir estos objetivos se plantearon estrategias a seguir: acuerdo entre los sectores productivos para evitar presiones inflacionarias; reducción en el gasto público respecto a lo programado; estímulos a la inversión privada en la modernización de la infraestructura; apoyo financiero con recursos internacionales para estabilizar la situación económica.

A fines de 1995, la situación estaba bajo control pero ese año, el PBI había retrocedido, habían cerrado 10.000 empresas y la inflación era de más del 50% anual.

Algunas de las principales causas que originaron esta fuerte crisis financiera en México fueron las siguientes: el mantenimiento de un tipo de cambio casi estable, cuando los diferenciales de inflación entre México y EUA indicaban que había que devaluar; la dependencia de capitales especulativos para financiar los déficit del comercio exterior de mercancías; la emisión de Tesobonos (instrumentos de deuda pagados al tipo de cambio vigente) y el aumento de la tasa de interés de algunos bancos centrales (como el de Alemania), provocó alza en las tasas de interés de México inhibiendo la inversión productiva y propiciando la especulativa. Además, la apertura comercial - materializada en el Tratado de Libre Comercio - provocó la destrucción de gran parte de la planta productiva (empresas medianas y pequeñas); por otra parte, hubo factores políticos como el asesinato de personalidades públicas o la rebelión en el sur.

Efecto Dragón (Asia 1997)

A mediados de 1997 problemas del tipo de cambio afectaron a la región, conocida por una mítica fortaleza económica, del Sudeste Asiático. La crisis cambiaria se desarrolló principalmente en Malasia, Tailandia e Indonesia (que contaban con tipos de cambio fijos o semifijos de bandas), afectando también a algunas economías Sudamericanas como Brasil (razón por la que se le dio el nombre de efecto samba) y Argentina. Después que Taiwan y Corea del Sur dejaran deslizar sus monedas, apenas una semana antes, Hong Kong tenía la última de las monedas Asiáticas más sólidas desde que la región fuera víctima de devaluaciones comenzando en Tailandia en julio. Fuera de Japón, muchos inversionistas consideraban a Hong Kong como el mercado más líquido y abierto de Asia. El hecho de que su moneda estuviera fija por tanto tiempo al dólar estadounidense hizo pensar que era bastante sólida. El dólar de Hong Kong estuvo bajo presiones desde el efecto tequila, pero desde la decisión de Tailandia de flotar el baht el 2 de julio se desató una crisis cambiaria en los mercados Asiáticos que afectó la rupia de Indonesia, el ringgit malayo, el peso filipino, el nuevo dólar taiwanés y al won coreano.

La manera en que esta crisis se gestó puede resumirse de la siguiente manera:

El lunes 20 de octubre de 1997 se cumplió el décimo aniversario del crack bursátil norteamericano con caídas pronunciadas en los mercados asiáticos. Ese día, a excepción del Índice Mundial Dow Jones que registró un aumento, la mayor parte de los indicadores bursátiles de las bolsas del mundo, incluyendo las asiáticas tuvieron una caída debido a diversos motivos, como por ejemplo, el hecho de que varias monedas asiáticas estaban perdiendo valor con respecto al dólar, las tasas de interés sobre todo en el sector hipotecario continuaban incrementándose, cuestiones económicas y políticas, entre otras.

El día siguiente, martes 21, el mercado de Hong Kong recibió otro golpe al caer nuevamente al seguir la reciente debilidad cambiaria de Taiwan y Corea del Sur, pues muchos inversionistas temían que el dólar de Hong Kong fuera la próxima moneda asiática en caer. Con el aumentó en las tasas interbancarias y en los intereses hipotecarios los inversionistas estaban preocupados de que las utilidades corporativas se redujeran.

La crisis se desató propiamente el jueves 23. El mercado accionario de Hong Kong se derrumbó otra vez. La pérdida acumulada de los cuatro días sumaba ya 23.3% y los inversionistas continuaban abandonando el mercado con un miedo creciente de que el dólar de Hong Kong se devaluara Para el viernes 24, la venta era masiva. El lndice Industrial Dow Jones, que sufrió una de las pérdidas mínimas en el mundo el día anterior, vivió una de las mayores pérdidas el viernes cuando cayó 132.36 puntos o 1.7% para registrar una pérdida acumulada durante los dos días de 319.24 puntos, la caída más grande desde el crack del 87. Mientras que los participantes en el mercado de Hong Kong estaban acostumbrados a grandes ajustes, casi del 10% en cuestión de días, el mercado norteamericano no ha experimentado correcciones de 10 puntos porcentuales en años.

Los grandes inversionistas vendieron acciones de empresas que consideraban con

alta exposición asiática, principalmente de alta tecnología. El miedo se propagó al sector bancario que podía tener pérdidas por sobregiros en el mercado de divisas. El pánico se propagó hasta transformarse en decisiones viscerales. Una parte de los capitales se transfirió al mercado de bonos;

Durante la semana, los investigadores elaboraron listas de valores "seguros" exentos de exposición asiática. El oro, notablemente, estaba ausente de éstas listas y tuvo su precio más bajo en más de diez años, cayendo 16 dólares en un momento del viernes; probablemente se debió por la posibilidad de que la demanda asiática por el metal se esfumara.

En Asia aunque algunos economistas regionales ajustaban sus pronósticos de crecimiento a la baja para la mayoría de las economías del Sudeste Asiático, otros analistas de mercados creían que el fondo podía estar cerca debido a la magnitud de algunos descensos. Algunos indicadores comenzaron a subir sorpresivamente.

El lunes 27 de octubre, el mercado norteamericano alcanzó un récord que nadie quería lograr. El índice Industrial Dow Jones se derrumbó 554.26 puntos para situarse en 7161.15, lo equivalente a una caída del 7.18 por ciento, la mayor en su historia en puntos pero la doceava en términos de porcentaje. Los mercados de acciones y de opciones suspendieron sus operaciones por 30 minutos para dar oportunidad a los participantes de calmarse, analizar la información y aminorar sus deseos de venta. Sin embargo la estrategia fracasó: Wall Street cerró uno de sus días más sangrientos al activarse el mecanismo de emergencia al caer el índice Industrial más de 550 puntos.

La caída de Nueva York había sido precedida por una nueva caída en Hong Kong por 5.8 puntos porcentuales, causada a su vez por la pérdida del viernes anterior en Wall Street. En los débiles mercados latinoamericanos tuvieron lugar las pérdidas más severas puesto que los inversionistas decidieron retirar las generosas utilidades registradas en esos mercados. Las pérdidas latinoamericanas mayores fueron para empresas cotizadas en Nueva York, de los sectores telecomunicaciones y manufacturero principalmente.

El suspiro de alivio llegó el martes 29. La recuperación fue la más grande que el mercado norteamericano alguna vez vio. El lndice Industrial Dow Jones aumentó 337.17 puntos para cerrar en 7498.32, su asenso mayor en puntos en su historia, pero solo el setentavo en términos de porcentajes. Cuando el día comenzaba nadie sospechaba lo que sucedería, es más, algunos hasta suponían otro retroceso debido a las bajas del día anterior que habían obligado un cierre del mercado temprano. Los mercados asiáticos y europeos habían sufrido más pérdidas. Pero la magnitud de las ventas del lunes combinado con un ambiente positivo por parte de las analistas, ayudaron a revertir la tendencia.

Efecto Vodka (Rusia 1998)

Los orígenes de la crisis rusa de 1998 pueden ser encontrados en la estructura económica del país, en el ambiente institucional y en sus procesos políticos. Sin embargo, el carácter de esta crisis tiene mucho en común con otra serie de crisis

financieras recientes en mercados emergentes. Esta crisis comenzó con la interacción de debilidades internas y externas de la política económica cuando buscaron transformarse en una economía de mercado.

El proceso de transformación económica de Rusia ha estado marcado por una prolongada depresión e inestabilidad macroeconómica: siete años de continua caída del producto interno bruto, más de un 40% entre 1989 y 1996; todo esto aunado a una hiperinflación.

La liberación de los precios y la eliminación de subsidios de hecho resultó una larga caída en los capitales accionarios.

Para el verano de 1998, la economía rusa introdujo una política monetaria ajustada para tener un balance macroeconómico a través de flujos de capital otorgados por el exterior. Sin embargo, el resultado de una dependencia de inversión extranjera directa dejó a la economía totalmente vulnerable, provocando también una fuerte devaluación de su moneda. Se estima que para esas fechas más del 50% del presupuesto gubernamental era destinado para el pago de intereses por créditos foráneos.

El paquete de préstamos internacionales otorgados por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y Japón ascendió a 17 mil millones de dólares. Mientras tanto, el intento de defender la paridad cambiaria les costó aproximadamente 4 mil millones de dólares en un mes, por lo que decidieron abandonarlo, y el Rubio se depreció en un 25%, teniendo una paridad final de 7.6250 Rubios/Dólar.

Esta decisión estuvo acompañada por otras medidas de emergencia como declararse en moratoria durante 90 días sobre créditos del exterior con vencimiento mayor a 180 días; así mismo el gobierno anunció una moratoria en sus propias deudas forzando la conversión de certificados emitidos con anterioridad en bonos con vencimiento al verano de 1999. Esta moratoria causó grandes pérdidas a los bancos extranjeros debido a que el valor de las deudas se vio disminuido; para los bancos rusos, las pérdidas asociadas con la crisis están estimadas en el 40% del valor de sus activos.

Las lecciones dadas por la dimensión de la crisis financiera rusa no sólo se deben limitar a la falta de una buena administración gubernamental cuando se da una apertura de los mercados financieros para inversionistas y prestamistas extranjeros o a la vulnerabilidad asociada con flujos y capital para financiar el déficit fiscal. Esta experiencia hace notar la irracionalidad de las conductas de los inversionistas por participar en mercados emergentes de reciente creación sin considerar todos los riesgos asociados a ello.

Efecto Samba (Brasil 1999)

A fines de 1998 el Gobierno del Presidente Fernando Enrique Cardoso puso en práctica un paquete de medidas de contención del déficit, el cual fue recibido con

escaso entusiasmo por los mercados que esperaban anuncios más fuertes. Luego, en los primeros días de enero de 1999, el Gobernador del estado de Minas, anunció su propósito de solicitar una moratoria de 90 días en todos los pagos de ese estado, como consecuencia de la decisión del Gobierno Federal de reducir las contribuciones a los estados, y de exigir a éstos mayor equilibrio en sus cuentas.

Lo anterior produjo una fuerte reacción en el mundo financiero, lo que precipitó la salida de reservas del país. Seguidamente, el Gobierno dispuso la ampliación de la banda de flotación del real (13 de enero) y dos días después (15 de enero) el Banco Central del Brasil se retiró del mercado de cambios.

Al 5 de marzo, la devaluación del real estaba en el entorno del 85%, se observaron incrementos de precios de diversos artículos, en muchos casos las estanterías de los supermercados brasileños se vieron vacías, se habló del congelamiento del precio del combustible y se comenzaron a realizar gestiones para la corrección de los salarios, etc.

Dentro de las medidas concretas adoptadas en Brasil, se destacan, por su significación en la reducción del déficit, el incremento transitorio del "impuesto a los cheques"; el aumento en la contribución de los funcionarios federales a la previsión social; y el establecimiento de aportes para jubilados y pensionistas del sector público.

Simultáneamente, Brasil concretó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que contempló el manejó de una inflación anualizada del orden del 15%, la disminución del déficit fiscal a través de la eliminación de varios subsidios a las exportaciones - como medida central - y otros parámetros.

Cardoso también anunció que el Gobierno Central colaboraría con el Estado de Minas para hacer frente a la deuda externa estatal.

La devaluación del "real", que es una consecuencia natural de la variación del sistema cambiario de Brasil, no agotó ni solucionó la crítica situación económica y financiera de ese país. La misma fue simplemente el reconocimiento del Gobierno de su fracaso en la implementación de su plan de reducción del déficit fiscal y, en último término, de corrección de los desequilibrios macroeconómicos.

El Banco Central del Brasil, en este caso, dispuso la flotación pura de la moneda sin esperar a que se agotaran las reservas, que disminuyeron incesantemente a partir de la crisis rusa. La pérdida de reservas – que ya reflejaba la falta de confianza de los mercados- se agudizó críticamente con el anuncio de la moratoria del Estado de Minas. De allí que, en la percepción de los mercados, las posibilidades de corrección de las dificultades sustanciales macroeconómicas en el Brasil se hicieron muy inciertas.

Las dificultades de la economía brasileña a las que aludimos son producto del fuerte desequilibrio fiscal y de la laxitud monetaria, ninguna de las cuales se modifican con la mera variación del sistema cambiario.

Efecto Tango (Argentina 1999)

Las crisis financieras argentinas no tienen nada que ver con un defecto del capitalismo, sino con una "ausencia de capitalismo". Argentina es un trágico ejemplo de cómo la falta de libertad económica condujo al declive económico y, eventualmente, a la crisis financiera de Noviembre de 2000.

La deficiente política económica y la inestabilidad política originaron décadas de declive económico en Argentina. El país ha pasado de estar en el décimo lugar entre las naciones más ricas del mundo en 1913 a ocupar el puesto 36 en 1998. Como resultado, Argentina tiene la dudosa distinción de ser el único país "rico" que se transformó en "pobre" durante la historia reciente. Lamentablemente, la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Argentina a través de los años ha agravado, no aliviado, los problemas del país. Luego de más de 9 rescates financieros desde el año 1983, Argentina se encuentra, una vez más sumergida en una crisis financiera y con difíciles perspectivas de crecimiento.

El fenómeno económico dado llamado efecto tango, se expandió hacia otras latitudes de América latina, más en especial a Uruguay y Brasil. Ambos países sintieron los cimbronazos de la crisis y recibieron un rápido alivio financiero del FMI. Mientras tanto, el gobierno de Argentina sigue tratando de sobrevivir de forma casi aislada, ya que el FMI le ha negado el préstamo que tanto necesita, esto por faltas de garantías.

Se le denominó efecto tango por el efecto dominó que presentó al arrastrar a otras economías, tanto de Latinoamérica, como de Europa del Este o la propia española. En el caso de Argentina, las preocupaciones de los inversores se fueron afirmando durante un tiempo, lo que ocasionó que los inversores concentrados (en el país) recortaran sus posiciones en Argentina y Brasil y (ellos) aumentaran posiciones en México y Rusia.

La República Argentina pasó de ser la nación mimada por el FMI y los organismos financieros internacionales a ser la peor de todas. Algunos de los principales factores que desencadenaron esta crisis fueron la exorbitante tasa de desocupación, la abrupta caída del Producto Bruto Interno -13% con respecto al igual período del año anterior, con más de la mitad de la población con necesidades básicas insatisfechas, la creciente efervescencia social, un dilema sin solución, así como la confiscación del ahorro de la ciudadanía (evitando así la fuga de capitales, pero al mismo tiempo estancando la actividad económica).

Se dice que Argentina se encuentra en recesión desde 1998, teniendo una deuda pública de 132.000 millones de dólares y habiendo declarado una suspensión de pagos.

Algunas de las condiciones exigidas por el Fondo Monetario Internacional fueron las siguientes: a lo largo de 2001, el FMI exigió a Argentina que respetara el déficit cero, sin embargo, a pesar de un fuerte ajuste fiscal, que incluyó recortes en salarios y pensiones de empleados públicos, el Gobierno no logró eliminar el déficit

de 6.500 millones. En base a esto el FMI decidió no ampliar la línea de crédito para Argentina.

Finalmente, después de tantos años de haber tenido ligada la moneda argentina ligada al dólar se decidió dejarla flotar.